Ali 2
Ali 2
Ali 2
Me atrevo a llamarla así puesto que me recuerda a una personaje de uno de mis libros
favoritos llamado “La mecánica del corazón”, no por la historia, sino por lo que significa para
el protagonista de éste.
Cuando te conocí no pensé en que nos fuéramos a llevar tan bien, con tanta elocuencia y de
cierta manera llena de honradez.
Me cuesta admitirlo pero me quiero encariñar de usted tanto como los dos volcanes al pie del
otro y contar una historia tan surreal como la de ellos.
Siento que es increíble, ¿no cree?, el hecho de coincidir por una simple salida de imprevisto y
que no estaba para nada planeada. Creo que es de las cosas más significativas que le pueden
pasar a uno y creo que se debe aprovechar, pues no será una historia de cuento y no tenemos
la distancia que tiene la luna con su amante bajo el cielo terrestre.
Me muero por preguntarle todos los días un “¿Cómo está?, ¿Cómo le fue hoy?, ¿Qué
aprendió de nuevo en la universidad esta semana?”, y no sé por qué pero me enredo en los
pensamientos de las cosas que no tienen cordura, que no entienden de razón ni descontento.
Sus ojos tan especiales como estrellas caídas desde el cielo, su piel sacada de una inmensa
lana de borregos, su voz tan cálida sacada del sonido del verano y su compasión exorbitante
con los deseos de los terceros.
Sólo es como una pieza de ajedrez, es como una reina que puede moverse en todas
direcciones y que tiene el poder de acabar con todo con su estrategia y forma de pensar.
¿Cómo lo sé?, Lo sé porque hasta esta mañana no había tenido la oportunidad de acercarme a
usted y a su belleza de forma física. Ahora espero que a manera de metamorfosis usted llegue
a mi cabeza por medio de sueños y que al mirar el cielo, la vea justo por encima del Cinturón
de Orión, levitando como lo estará haciendo en mi cabeza en esos momentos.
Hay llamas que no se pueden encender, y otras que ni con alcohol se pueden apagar, y la
llama que tenemos, con sinceridad le digo, que no sé de cuál tipo de organismo sea, tal vez
esté viva o tal vez no, tal vez vaya a existir o jamás existirá, pero como la pintura del museo,
creo que me arriesgo a subir el tronco del árbol, sin garantía de encontrar algo en la cima,
sólo por pensar que podré encontrarla en ese lugar.
En tan poco tiempo se ha ganado mi cariño y mi respeto como persona y como ser viviente,
llena de valor y gallardía, a tal punto de llamarla de las mejores maneras posibles.
12 de Octubre, 2022
No quiero que esto sea una carta que tenga punto final a la vuelta de la segunda hoja, y que
nuestra historia tenga un final indigno de ella misma.
Creo, y me atrevo a decir que yo la quiero en mi vida sea como la vida lo requiera, porque esa
sonrisa, esas manos y esas palabras no se encuentran dos veces en la vida, jamás en este
mundo terrenal y en espiritual yo pienso que tampoco se logrará.
Así que acompáñeme, señora mía, pues las estrellas y el mundo dárselos no puedo, pero
prometo estar ahí para acompañarla hasta el momento en que usted consiga todo el universo.
No soy quién para cumplir sus sueños por usted, pero soy alguien que estará ahí en cada logro
que dé.
Existen miles de canciones y ninguna puede hablar por mí, no hay razón para temblar y
tampoco para llorar, sólo para sonreír y jamás callar, porque la vida es así, y la vida se siente
a su lado, se siente con paz y armonía que ni los peores miedos pueden sofocar.
La quiero hasta que la vida lo niegue y hasta que nuestros mundos sean planes de alguien
más.
Con amor, A.