Concepto, Objeto y Finalidad
Concepto, Objeto y Finalidad
Concepto, Objeto y Finalidad
(MALLART)
Propone al inicio de su artículo un esquema de lo que será el recorrido de estudio que se
abordará en él, al tiempo que nos propone un definición de lo que es la didáctica.
El autor plantea que el origen etimológico de la palabra didáctica procede del griego
didaktik, didaskein, didaskalia, didaktikos, didakso, vocablos que tienen en común su
relación con el verbo enseñar, instruir, mostrar con claridad. En latín dio lugar a los verbos
docere y dicere que significan enseñar y aprender es lectivamente. En la antigüedad
clásica griega, didáctica fue el nombre de un género literario que pretende enseñar,
formar al lector y se puede rastrear que durante la Edad Media el género se continuó
cultivando. Será hasta el siglo XVII cuando se encuentra en Centro Europa la palabra
didáctica con un sentido más cercano al significado en latín. Comenio la define en su obra
Didáctica Magna como “el artificio universal para enseñar todas las cosas a todos, con
rapidez, alegría y eficacia”. Nuevamente cayó en desuso hasta en siglo XIX cuando
Herbart y sus discípulos la retoman.
Actualmente es un término de uso corriente en la Europa continental y zonas de
influencia, en tanto que el territorio anglosajón es término poco utilizado y encuentra
coincidencia con el término currículum. Al respecto de la definición del término didáctica,
Mallart retoma los conceptos de diversos autores para analizar las coincidencias y
diferencias entre éstos y los resume en el siguiente cuadro:
Mallart destaca la importancia de la teoría y de la práctica en la didáctica. Cita la reflexión
que Zabalza expone en la introducción de la obra de Saturnino de la Torre (1993) en
donde comenta que anteriormente se partía de la teoría a continuación se ponía
en práctica y se regresaba a la teoría situación que mostró sus deficiencias por la
preponderancia del discurso teórico y la desconfianza que generaba este procedimiento.
Actualmente se propone la práctica como punto de partida para elaborar la teoría y
regresar a confirmar con la práctica lo cual supone un cambio radical de visión en la
didáctica, la teoría surge de la práctica, de su reflexión, reconoce la complejidad de las
prácticas y de las variables. El autor también comenta la necesidad de elaborar una
Teoría de la Enseñanza y una Teoría del Aprendizaje, pero ambas en estrecha relación,
cuidando de no caer en una teoría de la Enseñanza entendida únicamente como
aplicación a la praxis de decisiones normativas. Si se parte de la praxis e integra la teoría
del aprendizaje puede servir para explicar el proceso enseñanza-aprendizaje hasta el
punto de contribuir a ordenar la acción de la enseñanza. En lo referente a las
características de la Didáctica, Mallart resume los enfoques científico, técnico y artístico
que tiene ésta en el siguiente cuadro:
Se define a la enseñanza como una actividad humana intencional que aplica el currículum
y tiene por objeto el acto didáctico. Menciona como cualidades necesarias para una
“enseñanza educativa”: Valía de los contenidos enseñados, Veracidad de lo que se
enseña (actualidad y utilidad) y adaptación a los sujetos que aprenden. Otras
características deseables son intencionalidad, interacción comunicativa de sus procesos,
intención normativa y perfectiva. Enfatiza seis sentidos de la enseñanza complementarios
entre sí:
a) En sentido originario, mostrar algo a alguien, transmitir conocimientos o instruir.
b) Como logro o adquisición de aprendizajes, como arte y técnica que orienta el
aprendizaje para lograr metas positivas, como proceso de organización de
experiencias de aprendizaje para los alumnos.
c) Como actividad intencional, tiene un objetivo previsto anticipando las conductas
que se darán más tarde independientemente de no lograr el máximo rendimiento.
d) Como actividad normativa en tanto guía la acción desde un punto de vista técnico y
ético.
e) Como actividad interactiva porque tiene un carácter relacional y comunicativo.
f) Como actividad reflexiva, se opone a la repetición rutinaria de actos mecánicos.
Por otra parte, define el aprendizaje como el proceso mediante el cual se origina o
modifica un comportamiento o se adquiere un conocimiento de forma más o menos
permanente. Al revisar los conceptos que varios autores plantean pone el acento en la
importancia que tiene actualmente el aprendizaje como eje de la cuestión educativa y por
lo que es necesario tener ideas básicas acerca de este concepto. La instrucción se refiere
a la construcción de estructuras mentales, después de hacer un repaso por las
definiciones de varios autores para este concepto concluye que toda instrucción bien
realizada, educa o forma y propone un esquema en el que muestra las relaciones entre
instrucción y formación.
De acuerdo con Zavanza la formación es el proceso de desarrollo que sigue el sujeto
humano hasta alcanzar un estado de ‘plenitud’ personal. Este concepto fue introducido
hasta el siglo XVIII en el ámbito pedagógico. Mallart menciona que más allá de la
formación intelectual escolarizada en situaciones formales, el concepto de formación
abarca también situaciones escolarizadas como la formación física, social, ética y
estética y aún más allá, las no formales relacionadas con el tiempo libre. A partir del
gráfico de Mialaret (1984) expone los principales problemas que debe resolver la
didáctica: