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EN EL PARAGUAY
SEDE: ASUNCIÓN
Alumno:
Telma Mabel Martínez Mallorquín
Rodolfo Israel Romero Denis
AÑO: 2023
INTRODUCCION
En esta investigación observaremos un tema controversial para muchos, que pueden abarcar ideas
tanto teológicas como psicológicas, ¿Puede un cristiano ser poseído?, y hay grandes desacuerdos y
contradicciones entre los hermanos cristianos en cuanto al tema.
A muchos este tema los asusta, mezclando las emociones y así impidiéndoles ver la verdad.
Trataremos de ver informaciones sobre la relación del cristiano con la demonización, llamada casi
siempre posesión demoníaca. También debemos atender a algunas consideraciones mayores,
buscaremos la evidencia bíblica. Un acercamiento apropiado a la interpretación bíblica y a la evaluación
de la evidencia como también implica analizar pasajes que se usan en pro y en contra de que los
creyentes pueden ser demonizados y los argumentos teológicos a favor y en contra de la demonización
de creyentes.
Necesitamos la mayor información para formar opinión basados en las escrituras y también de
personas experimentadas, y usar la razón y las otras experiencias como evidencia suplementaria.
Y debemos cuidar de no exaltar nuestra argumentación por encima de la palabra de Dios, y no buscar
en ellas apoyo para nuestros prejuicios y predisposiciones. Debemos tratarlas con imparcialidad,
objetividad y ser humildes para cambiar nuestras opiniones preestablecidas.
Deseamos que este trabajo de investigación pueda enriquecernos y que sea de bendición para nosotros
y cualquiera que la lea.
¿Puede los cristianos ser poseídos?
El asunto de la opresión de Satanás y la opresión de los creyentes, consideremos el pasaje que dice que
Satanás será atado. Apocalipsis 20 dice que Cristo atará a Satanás durante el reino milenial.
Satanás por ahora está libre y continua activamente su obra destructiva con todos los hombres, salvos
y no salvos. (1P 5.8-10)
1 TESALONICENSES 2.18 Pablo indica que Satanás le impidió ir a Tesalónica a ayudar a los creyentes. No
tenemos información de cómo exactamente se produjo ese impedimento. Suponemos que los
demonios estuvieron involucrados en eso. Es posible que también hubiera agentes humanos.
JUAN 4.1-4 Aquí se presenta a los espíritus demoníacos como operando en falsos maestros que niegan
que Cristo Jesús es Dios-hombre. Pero hay algunos que sugieren que estos falsos maestros en la
asamblea eran también creyentes: Juan concuerda con Pablo en que los espíritus malos trabajarán
activamente contra los cristianos hasta el fin del mundo y que pueden hablar a través de falsos
profetas. Estos hombres tienen apariencia de cristianos y puede que lo sean o lo hayan sido. ( Grayson H.
Ensign y Edward Howe, Bothtrtd?&wi/dertd?&witchtd?, Recovery. Cincinatti, 1984, p. 133 )
2 PEDRO 2.1-22 Advierte acerca de la influencia de los falsos maestros que invaden las asambleas de
creyentes.
Pedro indica: Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de
haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo
del proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno (2.21-22).
Al examinar brevemente la evidencia del Nuevo Testamento, una fuente se refiere a este pasaje y
afirma: «Los cristianos están en verdadero peligro de ser tentados, atacados e incluso controlados por
espíritus malignos si no se cuidan de protegerse completamente con toda la armadura de Dios y la
sangre del Señor Jesucristo».
2 CORINTIOS 2.11 Pablo anima a los corintios a perdonar y restaurar a la comunión a la persona
disciplinada y arrepentida, «para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; porque no
ignoramos sus maquinaciones».
Este pasaje parece referirse a un hombre que fue influido por Satanás o los demonios. En 2 Corintios se
hace una fuerte advertencia en el sentido de que Satanás o los demonios pueden ganar ventaja de la
oportunidad para causar de alguna manera dificultades.
Los creyentes que se vuelven atrás y se hacen herejes, porque solo así se pueden abandonar la verdad
revelada. El resultado es que tales personas terminan involucradas con «espíritus [extraviados]
seductores» y terminan en «doctrina de diablos [demonios]», sugiriendo enseñanzas instigadas por
demonios (l Ti 4.1). Este deterioro doctrinal favorecido por los varios niveles de contacto con los
poderes de las tinieblas en demonización depende de la severidad del tiempo doctrinal y el tipo de
culto en el cual la víctima está atrapada. El control de los demonios no es algo que desconozcan los
creyentes que se dan completamente a las doctrinas demoníacas enseñadas por los cultos; dando fe de
la ceguera y aislamiento resultantes contra la verdad.
1 Timoteo 4.1 se debe a la influencia directa de fuerzas demoníacas. Es un esfuerzo de los demonios
por controlar la mente de los hombres y hacerlos alejarse de la verdad hacia las enseñanzas influidas
por demonios. Si se trata de un control por demonios desde afuera o por demonios dentro de las
personas, el pasaje no lo expresa.
No hay duda de que Satanás y los demonios atacan a los cristianos. Estos parecen ser el blanco
preferido de los enemigos de Dios porque son hijos de Él; por lo tanto, son odiados tal como el
propio Dios. Algunos no reconocen el amplio rango de actividades dirigidas contra los hijos de Dios
porque creen que la salvación nos protege automáticamente de todos los ataques del mal.
EFESIOS 6.10-18 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes (6.10-12).
¿Qué le ocurre al creyente que no se aprovecha de la fuerza del Señor y no se pone toda la armadura?
Pablo no lo dice específicamente, pero el pasaje da ciertas ideas al respecto. La batalla pareciera tener
dimensiones mentales, físicas y externas. Obviamente, hay enemigos fuera del cristiano pero hay,
dentro de él, una naturaleza pecadora a través de la cual Satanás puede atacar al creyente.
Efesios 6.11 este pasaje habla de intentos de control de la mente por parte de las fuerzas demoníacas
no hay evidencia definitiva del lugar donde se encuentran los demonios mismos. Hasta donde podemos
saber en este punto, pueden estar tanto dentro como fuera de la persona.
EFESIOS 4.26-27 Pablo advierte a los creyentes: ((Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre
vuestro enojo, ni deis lugar al diablo». Este es representativo de varios pasajes que hablan de Satanás o
los demonios aprovechándose de los creyentes debido a alguna debilidad o pecado. Pueden irritar la
mente del creyente enojado para transformar su enojo en odio o amargura e incluso instigarlo a que
busque venganza.
1 PEDRO 5.6-8 Pedro conecta, una tras otra, la ansiedad y la falta de echar nuestras ansiedades sobre el
Padre con la posibilidad de que Satanás nos ataque. No especifica con exactitud el tipo de ataque.
Algunos hasta piensan en el suicidio cuando son presas de tal ansiedad. Es exactamente como, uno que
es llamado ((el destructor» « (Abadón» y «Apolión», Ap 9.11), que busca llevar a la persona al suicidio.
Acerca de esta advertencia, Unger declara: Ciertamente esto comunica la idea de que los poderes de
las tinieblas son capaces de hacer una invasión muy seria en la vida de un hijo de Dios. Es más, ellos
pueden hasta matar el cuerpo (Mt 10.28).
HECHOS 5.1-3 El caso aquí es el de Ananías y su mujer, Safira, que vendieron su tierra para traer el
dinero a la comunidad cristiana. Pedro, por sabiduría de Dios, dijo: «Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?»
Unger presenta este caso como una obra satánica dentro de la persona: El pecado de Ananías y Safira
(Hch 5.1-11) proporcionó una entrada a los poderes de la oscuridad. Pero con los datos de que se
dispone no es fácil definir teológicamente con precisión lo que ocurrió... Satanás, el «mentiroso, y
padre de mentira» Qn 8.44), «llenó» sus corazones «para que mintieran al Espíritu Santo» (Hch 5.3). La
misma palabra usada para el creyente que es «lleno con el Espíritu» ( pleroo) es empleada aquí para
Ananías, que fue «lleno» con el poder de las tinieblas (Ef 5.18).
Lo menos que esto quiere decir es que Satanás (o los demonios) influyeron en los corazones de esos
creyentes para que mintieran. La llenura pudo haber sido con la estratagema de autoensalzamiento y
engaño. Lo más que querría decir es que los demonios que vivían en ellos los controlaban, al entregarse
a la farsa e intentar engañar a los hombres y a Dios.
HECHOS 8.9-24 el caso poco común de Simón el mago. Su poder y su fama se establecieron hada
mucho entre los samaritanos. Lo llamaban «el gran poder de Dios» (8.10-11). . El problema surge
cuando Simón, observando los milagrosos dones del Espíritu operando por la autoridad de Cristo
cuando los apóstoles imponían las manos, les ofreció dinero para obtener ese poder. Aparentemente
aquí hay un creyente bajo la influencia del pecado y quizás el control demoníaco como consecuencia de
sus actividades mágicas habilitadas por los demonios antes de su conversión.
La construcción del texto griego enfatiza que Simón creyó y fue bautizado, como los otros que
creyeron. Incluso se mantuvo fielmente {proskarteron} cerca de Felipe. Creemos que fue sincero en su
arrepentimiento y al pedir que oraran por él (8.24). Es digno de notar que Pedro no dijera que Simón
necesitaba recibir a Cristo, sino que se enfocó en el pecado específico de querer comprar el poder de
Dios, evidentemente por al menos algún propósito egocéntrico (8.22).
Pero no podemos decir con plena certidumbre que seguía habitado por espíritus malignos, aun cuando
la actitud y acciones de tal esclavitud parecen manifestarse aquí. La evidencia no es concluyente, pero
existe la posibilidad de que todavía estuviera demonizado.
EL CASO DEL REY SAÚL El libro de 1 Samuel presenta el extraño caso de Saúl Si Saúl era un creyente (y
tenemos buenas razones para sostener que lo era), parece claro que por lo menos a veces era invadido
por un espíritu maligno que controlaba su comportamiento: «El Espíritu de
Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová» (16.14). El demonio
salía de él cuando David tocaba su arpa para aliviarlo espiritualmente (16.18-23). Si el demonio invadía
a Saúl, al menos dejaba de atormentarlo. Si solo lo atormentaba desde fuera del cuerpo de Saúl,
sencillamente se iba. La misma actividad demoníaca ocurrió en dos o tres ocasiones. En una de estas
oportunidades Saúl trató de matar a David, intentando clavarlo con la lanza contra la pared.
Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la
casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano. Y arrojó Saúl la
lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces (1 S 18.10-11).
Y el espíritu malo de parte de Jehová vino sobre Saúl; y estando sentado en su casa tenía una lanza a
mano, mientras David estaba tocando. Y Saúl procuró enclavar a David con la lanza a la pared, pero él
se apartó de delante de Saúl, el cual hirió con la lanza en la pared; y David huyó, y escapó aquella noche
(1 S 19.9-10).
Notemos que en el primer pasaje, el hostigamiento incesante del demonio provocó en Saúl un
profundo cambio en su conducta, poniendo en su mente pensamientos homicidas, e impulsándolo a
tirarle la lanza a David con el propósito de matarlo, al elegido de Dios para remplazar al rey. Este
control de mente y cuerpo manifestado por el demonio pareciera ser interno y podría compararse a
algunas características similares encontradas en el endemoniado gadareno (Mc 5.1-5.
Algo típico de quienes son controlados internamente por un demonio son los cambios repentinos de
personalidad y comportamiento. El hostigamiento viene de afuera, pero el control de la mente y del
cuerpo proviene de adentro. Esto lo reconocen especialistas evangélicos. Henry A Wirkler y Mary B. Wirkler,
[Panicipación demoníaca en la vida humana y la enfermedad] Journal ofPsychology and Theology 5, 1977,2:95-102.