El Lado Positivo Del Cambio
El Lado Positivo Del Cambio
El Lado Positivo Del Cambio
Los cambios en la vida pueden venir acompañados de muchos miedos y temores. Hay
veces que resulta muy difícil adaptarse a nueva situaciones, en gran parte por el pánico que
pueden generar en nosotros.
Los cambios pueden producir desorden y ansiedad, y estas actitud contribuyen a que la
adaptación resulte más complicada.
Todo cambio que hagamos o que 'padezcamos' va a depender de la actitud que tengamos
para enfrentarnos a él y aceptarlo. Es normal sentir miedo y dudas por la incertidumbre de
no saber cómo van a ir las cosas en tu vida, el miedo es adaptativo y nos ayuda a sobrevivir.
1
El problema aparece cuando el temor, en lugar de ayudarnos a estar alerta, nos bloquea y no
nos deja avanzar. En estos casos, la clave está en hacer los cambios de manera suave para ir
adaptándonos poco a poco a cómo son las cosas ahora.
Esto no siempre es fácil, especialmente si los cambios son muy grandes o son 'a peor'; sin
embargo, si tenemos la creencia de que al final todo saldrá bien y le encontramos sentido a
la vida, la adaptación nos resultará mucho mejor de llevar. Podemos afirmar que estando
abierto a los cambios estaremos también abiertos a llevar una vida mejor.
Nos guste o no, lo cierto es que el cambio es inevitable. Es imposible permanecer iguales
desde que nacemos hasta que morimos, por tanto es inútil esforzarnos en evitar que los
cambios se produzcan.
2
Las personas que son flexibles a las nuevas situaciones vitales que se van dando, también
son capaces de organizar sus pensamientos de forma que generen comportamientos
productivos y adaptativos.
Tener una adecuada conducta adaptativa nos hace reaccionar ante acontecimientos
inesperados de manera creativa y constructiva. Una persona que se sabe adaptar, tras el
impacto del cambio tendrá mayor facilidad para centrar su atención en la búsqueda de
nuevas direcciones por las que continuar caminando en la vida. “Quien está abierto al
cambio sabe que lo importante no es la dirección del viento, sino el manejo de las velas del
barco.”
Aunque cada persona es distinta y afronta los cambios de manera diferente, podemos
enumerar una serie de puntos que podrían sernos útiles si los llevamos a la práctica.
3
Párate unos minutos y medita. Tómate tu tiempo para analizar la situación desde diferentes
perspectivas y así comprender mejor lo que está ocurriendo. Busca la información
necesaria, expresa tus inquietudes y temores y haz todas las preguntas necesarias para
tomar la decisión que más te convenga.
Piensa a largo plazo. Pregúntate '¿qué pasaría sí…?' y piensa en las diferentes
consecuencias que se derivarían de todas las posibles acciones, qué pierdes, qué ganas, etc.
Te en cuenta que algo que puede traer beneficios inmediatos a la larga puede ser negativo
para ti, o viceversa.
Reflexiona sobre tus motivaciones. A la hora de cumplir tus objetivos hazte estas
preguntas: ¿mi reacción es un intento de satisfacer mis necesidades personales de una
manera sana? ¿me siento a gusto y en paz conmigo mismo con las decisiones que estoy
tomando?
Recuerda que cada cambio es un reto, y cada reto es una oportunidad de ser más sabios,
hábiles y mejor preparados para todo lo que aún nos queda por vivir.
5