El Principe
El Principe
El Principe
Un Estado hereditario es más fácil ser gobernado por los principados cuyas
dinastias anteriores, ya que se llevan usos y constumbres aplicados por las
familias anteriores, siempre y cuando que el que ejerce el poder, el príncipe,
tengra ciertas aptitudes o mediana inteligencia para gobernar su Estado.
Una vez que un Estado es conquistado, establece tres opciones que tiene el
gobernante que son:
1) Destruirlo,
2) Radicarse en él, o
Donde la única opción segura que tiene el príncipe para mantener el poder es
arrasarlo y dispersar a la población.
La formas de adquirir los principados: con las armas propias y con virtud, o con las
armas y la fortuna de otros. En el primer caso; principados son más difíciles de
adquirir, son, a la larga, más fáciles de mantener, siempre y cuando se disponga
de las suficientes fuerzas. Y en la segunda situación; resultan muy fáciles de
obtener, son, al contrario, difíciles de mantener, pues se depende de un conjunto
de factores que lo condicionan.
Con relación al ejército y los soldados que el príncipe debe tener a su disposición,
Maquiavelo afirma que estos pueden ser de tres tipos: propio, auxiliar y mixto. Los
soldados mercenarios, que luchan por dinero y no por lealtad. Desaconseja los
soldados auxiliares, que pertenecen a otro príncipe, al cual deben su fidelidad e
indica que lo idóneo será tener un ejército propio, que solo al príncipe deba
lealtad.
Dentro del ejercicio del poder existen una serie de virtudes donde se advierte que
poseerlas es bueno, pero que es más importante aparentarlas. De hecho, afirma
que no toda virtud es buena para el poder y que, en todo caso, la mayoría de la
gente solo juzga por las apariencias y los resultados, de allí que se atribuya la
frase “el fin justifica los medios”, aunque no la exprese con estas mismas palabras.
Para finalizar, considero que Maquiavelo hace un balance sobre las causas por la
cuales los príncipes de Italia han perdido sus Estados, enumerando: la carencia de
ejércitos, mala relación con el pueblo, falta de previsión y de decisión al actuar.