Temas de Charlas VC

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TEMAS DE CHARLAS:

1. EL BRUXISMO
Es una afección en la que una persona rechina o aprieta los dientes, puede ocurrir
cuando se está despierto o dormido. Muchos casos de bruxismo son leves y
pueden no requerir tratamiento; sin embargo, el bruxismo grave puede provocar
daños en los dientes, dolor o cansancio en la mandíbula y dolor de cabeza.

Causas:

 factores psicosociales: estrés, estado de ánimo, angustia, nerviosismo


 los genes de una persona;
 consumir alcohol o cafeína;
 fumar;
 medicamentos: ciertos medicamentos utilizados para tratar la depresión, las
convulsiones y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Síntomas:

Dientes: dientes aplanados, partidos, agrietados o flojos, esmalte dental


desgastado, exponiendo las capas internas del diente, dolor o sensibilidad dental.
Mandíbula: dolor en los músculos de la mandíbula, tensión en la mandíbula,
cansancio de los músculos de la mandíbula.
Cabeza: dolor de cabeza, dolor facial.

Diagnóstico:

Para obtener información sobre cuándo se rechinan o aprietan los dientes (de día
o de noche), cualquier síntoma que tenga (como dolor o molestia en la mandíbula)
u otra información que pueda llevar al diagnóstico de bruxismo.

Tratamiento:

Reducir las respuestas relacionadas con el estrés, lo que puede disminuir el


bruxismo.

Uso de un protector bucal para separar los dientes, lo que previene el daño dental
y podría reducir la actividad muscular como consecuencia de rechinar y apretar los
dientes.

Consejos útiles:
 Visite al dentista con regularidad. Los exámenes dentales frecuentes le
darán al dentista la oportunidad de detectar los signos del bruxismo.
 Pruebe actividades relajantes como el yoga o la meditación. La consejería
también puede ayudar a reducir el estrés.
 Evite la cafeína y el alcohol.
 No fume.
 Establezca recordatorios para sí mismo (como notas escritas o una alarma
en su teléfono celular) para mantener los dientes separados si los rechina o
aprieta durante el día.

2. EL LABIO LEPORINO Y EL PALADAR HENDIDO:

En los primeros días en que el bebé se está desarrollando en el vientre hay una
separación (llamada hendidura) entre el lado derecho y el lado izquierdo del labio
y la parte superior de la boca (que se conoce como el paladar). En algún momento
entre las semanas 6 y 11 del embarazo, esta separación se une para formar los
labios y la boca. Si el tejido no se une, puede causar que se presente el labio
leporino o el paladar hendido.  
La abertura del labio leporino puede ser una fisura pequeña o una división grande
que se extienda desde el labio hasta la nariz. La hendidura puede presentarse en
un solo lado, en ambos lados o en medio de los labios. Los niños con labio
leporino o paladar hendido pueden tener problemas para comer y respirar. Esto va
a depender del tamaño de las aberturas. A medida que crecen, también pueden
tener retrasos del habla y del lenguaje. También son más propensos a tener
infecciones del oído, pérdida de la audición o problemas de los dientes.

Causas:

 Los genes. Un defecto genético heredado de uno o ambos padres impide


que los labios y la boca se unan durante el desarrollo del bebé en el vientre.
 Los síndromes genéticos. Un síndrome genético es una enfermedad que
tiene más de un síntoma o defecto. La causa puede ser un solo gen o
varios genes. El labio leporino o el paladar hendido se presentan en más de
400 síndromes, incluso el síndrome de Waardenburg, el síndrome de Pierre
Robin y el síndrome de Down. Alrededor del 30 por ciento de los defectos
de hendidura están relacionados con un síndrome genético. 
 La salud y el medio ambiente. Si la madre tiene un estado de salud pobre
durante la etapa temprana del embarazo, o si consume bebidas alcohólicas,
fuma cigarrillos o toma ciertos medicamentos anti-epilépticos, puede
aumentar el riesgo de que el bebé tenga labio leporino o paladar hendido. 

Diagnóstico:
El labio leporino se puede diagnosticar en el embarazo durante una ecografía de
rutina. Por lo general, se puede ver durante el primer examen del bebé, aunque
algunos tipos de paladares hendidos no se pueden ver de manera fácil y quizás no
se diagnostiquen hasta más adelante.

Tratamiento:
El tratamiento para niños con labio leporino o paladar hendido depende del
tamaño de la hendidura, la edad y las necesidades del niño, y si hay otros
problemas relacionados con un síndrome genético. Con frecuencia se refiere al
niño con labio leporino o paladar hendido a un equipo de expertos que podría
incluir un otorrinolaringólogo (médico especialista en el oído, la nariz y la
garganta), un cirujano plástico, un cirujano oral, un patólogo del habla, un dentista
pediátrico, un ortodoncista, un audiólogo, un pediatra, un nutricionista, y un
psicólogo o trabajador social. Ya que el labio leporino y el paladar hendido con
frecuencia se presentan como parte de síndromes genéticos, se recomienda un
examen médico detallado y consejería genética para el niño y los padres para
averiguar si los hijos que pudieran tener en el futuro podrían verse afectados.
La cirugía se utiliza con frecuencia para cerrar el labio y el paladar. Por lo general,
la cirugía de labio leporino se hace antes de que el niño cumpla el primer año, y la
cirugía de paladar hendido se hace antes de que el niño cumpla los 18 meses. Si
se presentan otros problemas según el niño crece, podría necesitar otras cirugías,
cuidado dental y ortodoncia, y terapia del habla. Si se les da tratamiento, la
mayoría de los niños con labio leporino o paladar hendido tiene buenos resultados
y lleva una vida saludable.

Consejos útiles:

 Pida consejos, sobre todo si su bebé presenta problemas al lactarlo o si


tiene dificultad para tomar de un biberón. Hay muchas maneras de superar
los problemas con la alimentación.
 Haga preguntas. Hable con las personas que están tratando a su bebé y
pídales que le expliquen lo que no entienda.
 Pida apoyo de sus familiares, sus amigos y de otros padres de niños con
labio leporino y paladar hendido.

3. SINDROME DE LA BOCA ARDIENTE

Es un trastorno doloroso y complejo que a menudo se describe como una


sensación de ardor, escozor u hormigueo en la boca que puede ocurrir todos los
días durante meses o por más tiempo. El dolor puede estar acompañado de
sequedad bucal o un sabor alterado en la boca.
El síndrome de la boca ardiente ocurre con más frecuencia en los adultos mayores
de 60 años.
Los médicos y los dentistas no tienen una prueba específica para el síndrome de
la boca ardiente, lo que lo hace difícil de diagnosticar. Tampoco hay un tratamiento
específico que funcione para todo el mundo. Sin embargo, el médico puede
recetarle medicamentos para ayudar a controlar el dolor, la sequedad en la boca u
otros síntomas.

Causas:
Síndrome de la boca ardiente primario. Si el síndrome de la boca ardiente no es
causado por un problema médico subyacente, se le llama primario. Los expertos
creen que el síndrome de la boca ardiente primario es causado por daño a los
nervios que controlan el dolor y el gusto.
Síndrome de la boca ardiente secundario. Si el síndrome de la boca ardiente es
causado por un problema médico subyacente, se le llama secundario. Tratar el
problema médico debe aliviar los síntomas. Las causas frecuentes del síndrome
de la boca ardiente secundario pueden incluir:

 cambios hormonales (como los asociados con la menopausia o la


enfermedad de la tiroides);
 trastornos metabólicos como la diabetes;
 alergias a productos dentales, a materiales dentales (a menudo metales) o
a alimentos;
 boca seca, que puede ser causada por trastornos (como el síndrome de
Sjögren) y por tratamientos (como ciertos medicamentos y la radioterapia);
 medicamentos como los que reducen la presión arterial;
 carencias nutricionales, como una concentración baja de vitamina B12 o de
hierro;
 infecciones en la boca, como una infección por hongo;
 reflujo ácido.

Síntomas:
El síntoma principal del síndrome de la boca ardiente es un dolor que puede
sentirse como ardor, escozor u hormigueo en la boca. También puede sentirse
como adormecimiento. Otros síntomas podrían ser sequedad o sabor alterado en
la boca.
El síndrome de la boca ardiente por lo general afecta la lengua, pero el dolor
también puede sentirse en los labios, el paladar o en toda la boca.
El dolor asociado al síndrome de la boca ardiente puede durar mucho tiempo.
Algunas personas sienten dolor constante todos los días. Para otras, el dolor
aumenta a lo largo del día. Para muchas personas, el dolor se reduce al comer o
beber.
Diagnóstico:
El síndrome de la boca ardiente es difícil de diagnosticar. No es algo que el
médico o dentista pueda observar al examinar al paciente. Es posible que el
dentista o médico lo refiera a un especialista. Los especialistas que diagnostican el
síndrome de la boca ardiente incluyen a dentistas que se especializan en medicina
o cirugía oral. Los otorrinolaringólogos (especialistas en los oídos, la nariz y la
garganta), los gastroenterólogos, los dermatólogos o los neurólogos también
podrían diagnosticar este trastorno.
Para diagnosticar el síndrome de la boca ardiente, el dentista o médico revisará su
historia médica y le examinará la boca. Puede ser necesario hacerle otras
pruebas, tales como:

 análisis de sangre para ver si hay problemas médicos subyacentes,


 pruebas con hisopo bucal,
 pruebas de alergias,
 prueba de flujo salival,
 biopsia de tejido,
 pruebas de imágenes.

Tratamiento:

El síndrome de la boca ardiente es un trastorno de dolor complejo. El tratamiento


que funciona para una persona puede no funcionar para otra. El dentista o el
médico puede recetarle medicamentos para ayudar a controlar el dolor, la
sequedad en la boca u otros síntomas.
Los síntomas del síndrome de la boca ardiente secundario pueden desaparecer
cuando se trata el problema médico subyacente, como la diabetes o una infección
oral. Si un medicamento es la causa del problema, un médico puede cambiarlo por
un medicamento diferente.

Consejos útiles:
Para ayudar a aliviar el dolor, tome una bebida fría, chupe trozos de hielo o
mastique goma de mascar sin azúcar.
Evite las cosas que pueden irritar la boca, tales como:

 el tabaco,
 los alimentos calientes y picantes,
 las bebidas alcohólicas,
 el enjuague bucal con alcohol,
 los productos con alto contenido de ácido, como frutas y jugos cítricos.

4. SINDROME DE SJOGREN

El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmune que reduce la cantidad de


lágrimas en los ojos y de saliva en la boca. Por consiguiente, las personas con
síndrome de Sjögren tienen sequedad en la boca y en los ojos. La sequedad de la
boca afecta el gusto, hace más difícil masticar y tragar, y aumenta el riesgo de
caries, pérdida de dientes e infecciones en la boca.
Además, el síndrome de Sjögren puede causar sequedad de la piel, la nariz y la
vagina y puede afectar otras partes del cuerpo, incluidos los riñones, los vasos
sanguíneos, los pulmones, el hígado, el páncreas y el cerebro.

Causas:
El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmune en el que las células
inmunitarias atacan y destruyen por error a las células sanas de las glándulas que
producen las lágrimas y la saliva. Los científicos piensan que el síndrome de
Sjögren es causado por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Hay varios genes que parecen estar implicados en la presentación del síndrome
de Sjögren. Algunos científicos piensan que el síndrome de Sjögren puede ocurrir
debido a una infección previa por un virus o una bacteria.

Síntomas:

 Boca seca. La lengua y la garganta se sentirán secas y puede ser difícil o


doloroso masticar y tragar.
 Ojos secos. Los ojos pueden arder o picar o puede sentir como si tuviera
arena en el ojo. La visión puede ser borrosa o le puede molestar la luz
fuerte.

El síndrome de Sjögren también puede afectar otras partes del cuerpo y causar
síntomas como:

 dolor en las articulaciones y los músculos,


 piel seca,
 erupciones en la piel de las manos o los pies,
 entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies,
 sequedad vaginal,
 tos seca que no se va,
 fatiga que no desaparece.

Diagnóstico:
Un médico diagnostica el síndrome de Sjögren en base a su historia médica, un
examen físico y los resultados de pruebas clínicas o de laboratorio. Durante el
examen físico, el médico busca las señales físicas del síndrome de Sjögren, como
la boca seca, o si hay señales de otras enfermedades relacionadas con el
síndrome de Sjögren, como el lupus o la artritis reumatoide.
Tratamiento:
Todavía no hay cura para el síndrome de Sjögren. El tratamiento puede variar de
persona a persona, según las partes del cuerpo que se vean afectadas. Las
terapias para reemplazar la humedad perdida, como las gotas para los ojos y los
ungüentos, pueden aliviar la sequedad en los ojos. Existen sustitutos de saliva y
medicamentos que requieren receta médica para ayudar a aumentar la producción
de saliva. Simplemente beber pequeños sorbos de agua de manera regular
durante el día también puede ayudar. Si tiene dolor en las articulaciones, los
medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden brindar algún alivio. Si los
síntomas son graves, le pueden recetar corticoesteroides o medicamentos
inmunodepresores.

Consejos útiles:
Consejos para la boca seca
La saliva ayuda a limpiar los dientes y a reducir la cantidad de bacterias en la boca
que causan caries dental. Esto significa que una buena higiene oral es importante
si tiene la boca seca. A continuación, se indican algunas cosas que puede hacer
para prevenir las caries y las infecciones:

 Visite al dentista al menos dos veces al año para que le examine y le limpie
los dientes.
 Mantenga un vaso de agua cerca de usted de día y de noche, y beba
pequeños sorbos de manera regular para mantener la boca húmeda.
 Use protector labial si los labios están secos y agrietados.
 Use seda dental de manera regular.
 Evite los alimentos y las bebidas con azúcar. Si come o toma alimentos
azucarados, cepíllese los dientes inmediatamente después. Elija goma de
mascar, dulces y refrescos sin azúcar.

Consejos para los ojos secos

 Use gotas para los ojos que no le irriten los ojos. Hable con el médico para
encontrar las mejores gotas para usted.
 Practique el hábito de parpadear. Al leer o usar la computadora trate de
acordarse de parpadear de cinco a seis veces por minuto.
 Protéjase los ojos de las corrientes de aire, la brisa y el viento, que pueden
secarle los ojos.
 Use humidificadores en las habitaciones donde pasa la mayor parte del
tiempo o instale un humidificador en su unidad de calefacción y aire
acondicionado.
 No fume, y manténgase fuera de las habitaciones llenas de humo.

5. LA DIABETES Y LA SALUD BUCAL


Las personas que tienen diabetes saben que esta enfermedad puede dañar los
ojos, los nervios, los riñones, el corazón y otros sistemas importantes del cuerpo.
¿Sabía usted que la diabetes también puede causarle problemas en la boca?
Las personas con diabetes tienen una mayor probabilidad de tener enfermedad de
las encías (periodontal), que es una infección de las encías y el hueso que
mantienen los dientes en su lugar. La enfermedad periodontal puede causar dolor,
mal aliento que no desaparece, dificultades para masticar e incluso pérdida de los
dientes. La diabetes también puede retrasar el proceso de sanación, por lo que
puede interferir con el tratamiento de la enfermedad periodontal.
Otros problemas que la diabetes puede causar son sequedad en la boca y una
infección por hongos llamada muguet o candidiasis oral, que se presenta como
placas blanquecinas y dolorosas en la boca. La sequedad en la boca ocurre
cuando no hay suficiente saliva, el líquido que mantiene la boca húmeda. La boca
seca puede causar dolor, úlceras, infecciones y caries. Fumar empeora estos
problemas. Además, la diabetes también puede causar que el nivel de azúcar
(glucosa) en la saliva aumente. La combinación de estos problemas podría llevar a
tener muguet.

Causas:
Si usted no tiene la diabetes bajo control, es más probable que tenga problemas
en la boca. A su vez, tener enfermedad de las encías puede hacer más difícil
controlar el azúcar en la sangre.

Síntomas:
Si tiene diabetes, asegúrese de tomarse el tiempo de revisar su boca con
regularidad para detectar cualquier problema. A veces las personas notan que las
encías están hinchadas y sangran cuando se cepillan y usan la seda dental. Otras
personas notan sequedad, dolor, parches blancos o un mal sabor en la boca.
Todos estos son motivos para visitar a un dentista.

Tratamiento:
El tratamiento depende del problema que usted tenga. Las personas con
enfermedad periodontal necesitarán recibir tratamiento de un dentista, quien
podría hacer una limpieza profunda de los dientes o referirlo a un periodoncista
para una cirugía de las encías. El dentista también podría recetar un enjuague
bucal especial.
Para tratar los síntomas del muguet, el dentista o el médico le puede recetar un
medicamento para matar el hongo que lo causa. Si tiene dentadura postiza, es
posible que necesite una solución especial para limpiarla.

Consejos útiles:
Un buen control de la glucosa en la sangre es clave para prevenir y controlar los
problemas en la boca. Las personas que no tienen un buen control de la glucosa
en la sangre tienen enfermedad de las encías con más frecuencia y con mayor
gravedad que las personas que tienen bien controlada su diabetes. Si tiene
diabetes, asegúrese de hacer lo siguiente:

 Controle su nivel de glucosa en la sangre.


 Cepíllese los dientes dos veces al día y use seda dental de manera regular.
 Vaya al dentista para chequeos de rutina y asegúrese de decirle que tiene
diabetes.
 Infórmele al dentista si su dentadura postiza no le queda bien o si le duelen
las encías.
 Deje de fumar. Fumar empeora la enfermedad de las encías. El médico o
dentista puede ayudarle a dejar de fumar.

6. LA DISPLASIA ECTODERMICA
Las displasias ectodérmicas son trastornos que afectan la piel, las glándulas
sudoríparas (del sudor), el cabello, los dientes y las uñas. Algunas personas con
displasias ectodérmicas también pueden tener labio leporino o paladar hendido.
Además, las displasias ectodérmicas pueden causar problemas con el sistema
inmunitario, así como con la audición y la vista.
Se han identificado más de 180 tipos específicos de este trastorno.
Las displasias ectodérmicas ocurren cuando la capa externa de tejido (ectodermo)
del embrión no se desarrolla de manera normal. Si dos o más estructuras del
cuerpo derivadas del ectodermo se ven afectadas, se considera que la persona
tiene displasia ectodérmica.

Causas:
Las displasias ectodérmicas son causadas por un cambio o mutación en un gen.
Estos trastornos se pueden heredar de los padres o pueden ocurrir aun si no hay
antecedentes familiares.
Los padres deben saber que no hicieron nada para causar la mutación genética
que está presente en un niño con displasia ectodérmica.

Síntomas:
Las displasias ectodérmicas muestran una variedad de señales y síntomas, que
pueden ser diferentes según el tipo de displasia ectodérmica presente. Las
señales y los síntomas pueden variar incluso entre los miembros de una familia
que tengan el mismo tipo de displasia ectodérmica. Los problemas en la boca
relacionados con estos trastornos pueden incluir:

 esmalte dental más delgado o más suave que el promedio, lo que puede
provocar un aumento en las caries dentales;
 ausencia de dientes, o dientes puntiagudos, en forma de globo o más
pequeños de lo normal, o que están muy separados;
 posición anormal de los dientes y la mandíbula;
 disminución de la saliva, lo que provoca sequedad en la boca;
 labio o paladar hendido.
Diagnóstico:
Diagnosticar la displasia ectodérmica no siempre es fácil y confirmar un
diagnóstico puede requerir consultar con varios profesionales de la salud. El
dentista suele sospechar del trastorno cuando los dientes del niño no salen o
parecen tener una forma irregular. El dentista examinará la boca de su niño para
observar si le faltan dientes o si hay problemas con el esmalte. También podría
tomar radiografías para ver si hay dientes que aún no han salido.
Si el examen dental apunta a la displasia ectodérmica, el dentista le enviará a un
genetista médico o a un médico con experiencia en displasias ectodérmicas para
confirmar el diagnóstico. En algunos casos, una prueba genética puede ayudar a
diagnosticar una displasia ectodérmica.
Tener un diagnóstico preciso le ayudará a contar con el equipo adecuado de
profesionales de la salud para tratar el trastorno.

Tratamiento:
El tratamiento depende de la edad de su niño. Algunos tratamientos se pueden
realizar solo cuando la cabeza, la mandíbula y la cara han terminado de crecer.
El tratamiento para los niños más pequeños puede incluir dentaduras postizas
parciales o completas. Para los niños mayores, se pueden recomendar
restauraciones como coronas o carillas para cubrir los dientes o implantes
dentales. El objetivo del tratamiento es restablecer la función de los dientes y de la
boca tanto como sea posible en las primeras etapas de la vida del niño.
El tratamiento generalmente se realiza en etapas porque la cara y la mandíbula
del niño están creciendo y, con el tiempo, los dientes primarios (de leche) serán
sustituidos por dientes permanentes (de adultos). A medida que la boca de su niño
crece y salen los dientes permanentes, se pueden hacer recomendaciones para
otros tipos de tratamiento, como la ortodoncia (frenos) para corregir la posición de
los dientes y asegurar su función adecuada. El dentista deberá revisar la boca y
los dientes de su niño con regularidad para asegurarse de que se realicen los
ajustes necesarios a medida que su niño crece.
Se recomiendan soluciones más permanentes para los adultos con displasia
ectodérmica, entre ellas, las restauraciones de dientes fijas, como los implantes
dentales. También se puede recomendar la cirugía oral para mejorar la forma de
los arcos dentales y corregir problemas relacionados dentro de la boca.

Consejos útiles:

 Si tiene antecedentes familiares de displasia ectodérmica y piensa tener


hijos, pregúntele a su médico si el asesoramiento genético le puede ser útil.
 Si es un adulto con displasia ectodérmica, recuerde que su tratamiento y
cuidado deben continuar durante toda la vida.
Si su niño tiene displasia ectodérmica:

 Si cree que su niño puede tener displasia ectodérmica porque le faltan


algunos dientes o no se desarrollan de forma normal, consulte a un dentista
o médico para hablar sobre sus inquietudes.
 Busque tratamiento pronto para problemas de salud oral y dental. El
tratamiento temprano puede ayudar al habla, la alimentación y la apariencia
de su niño.
 Asegúrese de que su niño vaya al dentista con regularidad. Esto le permite
al dentista revisar la boca de su niño y hacer las correcciones necesarias al
tratamiento a medida que crezca.
 Ayude a su niño pequeño a cepillarse los dientes y a limpiar cualquier
dentadura postiza que tenga.
 Pregúntele al dentista cuál es la mejor rutina de higiene oral para su niño, si
recomienda el flúor (fluoruro) para prevenir la caries dental y con qué
frecuencia debe visitar al dentista.
 Encuentre grupos de apoyo para personas con displasia ectodérmica y sus
familias. Estos grupos pueden brindarle información sobre este trastorno,
así como dirigirle a recursos y servicios en su comunidad.

7. LA ENFERMEDAD PERIODONTAL

La enfermedad periodontal (de las encías) es una infección de los tejidos que
sostienen los dientes en su lugar. Por lo general, esta enfermedad se presenta por
malos hábitos de cepillado y mal uso de la seda dental, lo que hace que la placa,
una capa pegajosa compuesta por bacterias, se acumule en los dientes y se
endurezca. En etapas avanzadas, la enfermedad periodontal puede causar dolor y
sangrado de las encías, dolor al masticar e, incluso, pérdida de los dientes

Causas:
La boca está llena de bacterias. Estas bacterias, junto con el moco y otras
partículas, forman de manera constante una “placa” pegajosa y sin color que se
deposita sobre los dientes. El cepillado y el uso de la seda dental ayudan a
eliminar esta placa. Cuando la placa no se elimina, puede endurecerse y
convertirse en “sarro” o “tártaro”, que el cepillado no limpia. Solo una limpieza
profesional hecha por un dentista o higienista dental puede eliminar el sarro.
Hay una serie de factores de riesgo que contribuyen a la enfermedad de las
encías, pero el hábito de fumar es el más importante. El hábito de fumar también
puede hacer que el tratamiento contra la enfermedad de las encías sea menos
exitoso. Otros factores de riesgo son: la diabetes; los cambios hormonales en las
niñas y las mujeres; los medicamentos que disminuyen el flujo de la saliva; ciertas
enfermedades, como el sida, y los medicamentos que se usan para tratarlas; y la
predisposición genética.

Síntomas:
Los síntomas de la enfermedad de las encías son:

 mal aliento constante,


 encías rojas o inflamadas,
 dolor o sangrado en las encías,
 dolor al masticar,
 dientes flojos,
 dientes sensibles,
 encías retraídas o dientes que se ven más largos de lo normal

Diagnóstico:

 Examinará las encías para ver si hay alguna señal de inflamación.


 Usará una “sonda”, que es un tipo de regla muy pequeña, para ver si hay
bolsas alrededor de los dientes y medirlas. En una boca sana, normalmente
la profundidad de estas bolsas es de 1 a 3 milímetros. Por lo general, esta
prueba no causa dolor.
 Le hará preguntas sobre su historia médica para determinar si hay otras
enfermedades o factores de riesgo (como el hábito de fumar o la diabetes)
que pudieran contribuir a la enfermedad de las encías.

El profesional de la salud dental también puede:

 hacerle radiografías para ver si hay alguna pérdida de hueso;


 referirlo a un periodoncista; el periodoncista es un especialista en el
diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de las encías y puede darle
opciones de tratamiento que el dentista no ofrece.

Tratamiento:
El objetivo principal del tratamiento es controlar la infección. La cantidad y los tipos
de tratamiento varían, y dependerán de la gravedad de la enfermedad de las
encías. Cualquier tipo de tratamiento requiere que el paciente tenga un buen
cuidado diario en su casa. El dentista también puede sugerirle que cambie ciertos
hábitos, como dejar de fumar, para tener mejores resultados con el tratamiento.

Consejos útiles:
Puede mantener las encías y los dientes sanos si:

 se cepilla los dientes dos veces al día con una pasta de dientes que tenga
flúor;
 usa la seda dental de manera regular para eliminar la placa que se forma
entre los dientes; o bien, puede usar un cepillo especial, un palillo de
madera o de plástico, o un “irrigador dental” según lo recomiende el
profesional de la salud dental;
 va al dentista con frecuencia para que le hagan chequeos y una limpieza
profesional;
 deja de fumar.

8. LA HIGIENE ORAL

Una buena salud oral le ayuda a disfrutar de la vida. Le permite hablar con
claridad; saborear, masticar y tragar alimentos deliciosos y nutritivos; y mostrar
sus sentimientos a través de expresiones faciales como sonreír.
Si protege su salud oral con buenas prácticas de higiene oral (como el cepillado y
el uso de la seda dental), aumentará la probabilidad de conservar los dientes
durante toda su vida.
Cepíllese los dientes
Para mantener los dientes sanos, es importante eliminar la placa dental, una capa
pegajosa y sin color compuesta por bacterias. La acumulación de placa puede
causar caries y enfermedad de las encías.
Incluso los dientes que ya tienen empastes corren el riesgo de presentar caries. La
placa puede acumularse debajo de un empaste que tenga una rajadura y provocar
una nueva caries. Y si hay áreas en la boca donde las encías se han separado de
los dientes (conocido como recesión de las encías), las raíces expuestas de los
dientes también pueden cariarse.
La placa dental es difícil de ver. Puede verla más fácilmente si la tiñe. Después de
cepillarse los dientes, mastique tabletas “reveladoras” de placa (que puede
comprar en una farmacia) o cepíllese con una pasta de dientes reveladora
especial. El color le mostrará dónde todavía hay placa, para que pueda cepillar
esas áreas nuevamente y eliminarla. (Padres: ¡Las tabletas reveladoras de placa
también pueden ser muy útiles para enseñar a los niños a cepillarse bien los
dientes!)
Consejos para el cepillado:

 Use pasta de dientes con flúor. El flúor es lo que protege los dientes de la
caries. Previene la caries al fortalecer la superficie externa dura del diente,
llamada esmalte.
 Incline las cerdas hacia la línea de las encías para que limpien entre las
encías y los dientes.
 Cepille suavemente con movimientos circulares pequeños. No frote con
fuerza de un lado a otro.
 Cepille todos los lados de cada diente.
 Cepille la lengua.
 Limpie entre los dientes
 La limpieza entre los dientes para eliminar la placa también forma parte de
una buena rutina de higiene oral. Si la placa no se elimina, parte de ella
puede endurecerse debajo de la línea de las encías e irritarlas. Las encías
se vuelven rojas, se hinchan y pueden sangrar con facilidad. Estas son
señales de gingivitis. La gingivitis es una forma leve de enfermedad de las
encías y, por lo general, puede revertirla con el cepillado y el uso de la seda
dental a diario.
 Si la placa permanece en los dientes por mucho tiempo, puede
endurecerse. Esta placa endurecida se llama cálculo o sarro. La única
forma de eliminar el sarro es con una limpieza dental hecha por un dentista
o higienista dental. Si no se elimina el sarro, la gingivitis puede empeorar y
provocar una enfermedad periodontal (de las encías) más grave. En etapas
avanzadas, la enfermedad de las encías causa dolor y sangrado de las
encías; problemas de dolor al masticar; dientes flojos, e incluso pérdida de
dientes.
 Use seda dental para eliminar la placa y las partículas de comida de entre
los dientes.

Consejos para usar la seda dental:


 Use un pedazo de seda dental de aproximadamente dos pies de largo (60
cm.). Enrolle alrededor del dedo medio de cada mano.
 Tome la seda dental entre el pulgar y el índice de cada mano.
 Introduzca la seda dental entre los dientes suavemente hasta que alcance la
línea de las encías (no introduzca la seda con fuerza, esto podría lesionar las
encías). Haga una curva en forma de “C” con la seda dental alrededor del
lado de cada diente. Deslice la seda hacia arriba y hacia abajo por debajo de
la encía.

Consejos útiles:
Siga estos consejos para mantener sus dientes y encías sanos:

 Cepíllese los dientes dos veces al día con una pasta de dientes con flúor.
 Limpie entre los dientes con regularidad para eliminar la placa. Use seda
dental o un cepillo especial o un palillo de madera o de plástico
recomendado por un profesional dental. O bien, pruebe con un portahilo
dental, un enhebrador de seda dental o un irrigador dental.
 Visite al dentista para chequeos de rutina y limpieza profesional.
o Si tiene mayor riesgo de tener caries (por ejemplo, si tiene la boca
seca debido a los medicamentos que toma), el dentista o higienista
dental puede darle un tratamiento con flúor, como un barniz o
espuma, durante la visita al consultorio. O el dentista puede
recomendar un gel o un enjuague bucal con flúor para usar en el
hogar.
o Si tiene un mayor riesgo de enfermedad de las encías debido a una
afección médica (por ejemplo, diabetes), es posible que el dentista
quiera verle con más frecuencia.
 Beba agua con flúor. Beber agua con la cantidad adecuada de flúor protege
los dientes durante el día. Puede aprender más sobre el contenido de flúor
del agua de su comunidad aquí (en inglés) o consulte con su compañía de
servicios de agua.
 No fume. Fumar aumenta la probabilidad de tener enfermedad de las
encías. Si fuma y quiere dejar de fumar, hay muchos recursos para
ayudarle: el sitio web Productos de Tabaco de la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), el sitio web
Consejos de exfumadores® de los Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) y el sitio web
BeTobaccoFree.gov.
 Si planifica quedar embarazada, hágase un chequeo dental. Debido a los
cambios hormonales, las mujeres embarazadas pueden presentar gingivitis
y las encías pueden hincharse y sangrar con facilidad. Durante el
embarazo, es especialmente importante tener una buena higiene oral para
mantener la salud de las encías.
 Lleve una dieta balanceada. Limite los dulces y las bebidas azucaradas,
como las sodas.

9. NEURALGIA DEL TRIGEMINO

La neuralgia del trigémino, también llamada tic doloroso, es una afección de dolor
crónico que afecta el nervio trigémino. Este nervio es responsable de la sensación
en la cara, incluida la boca.
La neuralgia del trigémino provoca episodios repentinos de dolor intenso en la
cara. El dolor puede ser parecido a una descarga eléctrica, fulgurante (que
aparece y desaparece rápidamente), punzante o agudo. Hay dos tipos de
neuralgia del trigémino. En el tipo 1, el dolor se siente de manera característica en
un lado de la cara, generalmente en el derecho. Estos episodios repentinos de
dolor intenso pueden desencadenarse con un toque ligero, como al lavarse la cara
o afeitarse, cepillarse los dientes, comer, beber, hablar o exponerse al aire frío. En
general, el dolor dura desde menos de un segundo hasta varios minutos. A veces,
las personas tienen varios episodios de dolor que pueden durar hasta una hora.
Las personas con neuralgia del trigémino tipo 2 tienen dolor constante, que es
sordo (persistente), quemante y punzante que generalmente es menos intenso
que el dolor de la neuralgia del tipo 1. Las personas pueden tener ambos tipos de
dolor al mismo tiempo.
Mientras que algunos pacientes con esta afección sienten un dolor continuo, la
mayoría de las personas tienen un patrón de dolor que empeora y luego
desaparece por un tiempo. Los períodos sin dolor pueden durar meses o años. Sin
embargo, las crisis de neuralgia del trigémino a menudo empeoran con el tiempo;
los períodos sin dolor son menos y más cortos antes de que el dolor vuelva a
aparecer. Ya que el dolor puede ocurrir en la mandíbula superior o inferior, las
personas pueden ir al dentista pensando que tienen un problema dental. Aunque
el dolor de la neuralgia del trigémino no pone en peligro la vida, es muy intenso y
puede ser incapacitante tanto física como mentalmente.
La neuralgia del trigémino ocurre con mayor frecuencia en personas mayores de
50 años, pero puede ocurrir a cualquier edad y es más frecuente en mujeres.

Causas:
La neuralgia del trigémino puede ser causada por un vaso sanguíneo (arteria o
vena) que pone presión sobre el nervio trigémino (es decir, lo aprieta o lo
comprime). Esta presión hace que se desgaste o se dañe la capa protectora que
rodea el nervio, llamada la vaina de mielina. En consecuencia, el nervio no
funciona como debería.
La neuralgia del trigémino también puede ocurrir debido a otras enfermedades
preexistentes. Cuando otras enfermedades la causan, se denomina “neuralgia del
trigémino secundaria”. Las causas de la neuralgia del trigémino secundaria
incluyen:

 esclerosis múltiple, una enfermedad del sistema nervioso que también daña
la vaina de mielina;
 otras enfermedades que causan inflamación en el cuerpo;
 un tumor cerebral o una maraña de venas y arterias anómalas que
comprimen (presionan) el nervio trigémino.

A veces, sin embargo, la causa de la neuralgia del trigémino se desconoce.

Síntomas:
Los síntomas de la neuralgia del trigémino pueden ser diferentes según el tipo.
Neuralgia del trigémino tipo 1:

 episodios repentinos de dolor intenso provocados por estímulos en la cara


que normalmente no serían dolorosos (un toque ligero, beber, afeitarse, etc.);
 estas crisis o episodios de dolor pueden ocurrir varias veces al día;
 períodos sin dolor que pueden durar meses o años, después de los cuales el
dolor puede regresar;
 el dolor generalmente se localiza en un lado de la cara.

Neuralgia del trigémino tipo 2:


 además de las crisis de dolor, existe un dolor sordo (persistente) o quemante
constante;
 el dolor puede ser menos intenso que el de la neuralgia del trigémino tipo 1;
 el dolor de la neuralgia del trigémino tipo 2 responde menos a los tratamientos
quirúrgicos;
 es posible que el dolor no se limite a un lado de la cara.

Diagnóstico:
Dado que el dolor de la neuralgia del trigémino se puede sentir en la mandíbula,
las mejillas o la boca, muchas personas consultan primero con el dentista. El
dentista puede examinarle la boca y los dientes para determinar las causas del
dolor. Si no se puede encontrar una causa dental, el dentista puede sugerirle que
visite a su médico de atención primaria.
Su médico analizará sus antecedentes y le preguntará acerca de sus síntomas,
incluida una descripción detallada del dolor. También puede hacerle un examen
físico para evaluar si la sensación en la cara y la fuerza de los músculos
masticatorios (músculos que se usan para masticar) son normales.
Es posible que un especialista en dolor orofacial, que diagnostica y trata el dolor
en la boca y la cara, o un neurólogo, que es un especialista en enfermedades del
sistema nervioso, también formen parte de su equipo de atención.
Quizás se le realice una resonancia magnética (IRM) del cerebro. La IRM puede
mostrar si un vaso sanguíneo está comprimiendo el nervio y la gravedad de la
compresión. También puede mostrar si hay una causa secundaria del trastorno.
Debido a la gran cantidad de afecciones que pueden causar dolor facial, a veces
es difícil obtener un diagnóstico correcto. Sin embargo, es importante encontrar la
causa del dolor para poder recibir el tratamiento adecuado.

Tratamiento:
El tratamiento para la neuralgia del trigémino comienza con medicamentos.
Cuando los medicamentos no son suficientes para controlar el dolor o cuando una
persona no puede tolerar los efectos secundarios, se puede considerar la cirugía.
Cirugía
Se considera la cirugía cuando los medicamentos no ayudan, sus reacciones
adversas son demasiado graves o cuando hay imágenes que muestran que un
vaso sanguíneo está presionando el nervio.
Hay dos tipos principales de cirugía para la neuralgia del trigémino:

 procedimientos de ablación o de lesión controlada, donde las fibras del nervio


trigémino se dañan a propósito para que las señales de dolor no se
transmitan, y
 cirugía abierta, en la que se separa el nervio trigémino del vaso sanguíneo
que lo presiona.

10. CARIES DENTAL

La caries dental es el daño que le puede ocurrir a un diente cuando las bacterias
que causan caries que se encuentran en la boca producen ácidos que atacan la
superficie del diente o esmalte. Esto puede resultar en un pequeño agujero en el
diente, al que se le llama caries. Si la caries dental no se trata, puede causar
dolor, una infección e incluso la pérdida del diente.
Una vez que les hayan salido los dientes, las personas de todas las edades,
desde los niños hasta las personas mayores, pueden tener caries.
Los niños pequeños corren el riesgo de tener “caries de la primera infancia”,
algunas veces llamada caries del biberón, que es la caries dental grave en los
dientes de leche.
Muchas personas mayores tienen las encías retraídas. Esto permite que las
bacterias que causan caries, que se encuentran en la boca, tengan contacto con la
raíz del diente. Esto puede causar caries en las superficies expuestas de las
raíces dentales.
Causas:
Cuando las bacterias que causan las caries entran en contacto con las azúcares y
los almidones de los alimentos y las bebidas, forman un ácido. Este ácido puede
atacar el esmalte del diente, lo que causa que este pierda minerales.
Esto puede suceder si come o bebe a menudo, sobre todo alimentos y bebidas
que contienen azúcar y almidones. Los ciclos repetidos de estos "ataques de
ácido" harán que el esmalte continúe perdiendo minerales. Con el tiempo, el
esmalte se debilita y luego se destruye, y esto resulta en una caries.

Síntomas:
En general, la caries dental no provoca síntomas si está en sus inicios. A medida
que avanza, puede causar dolor en el diente o sensibilidad en este a los dulces, al
calor o al frío. Si el diente se infecta, se puede formar un absceso o bolsa de pus
que puede causar dolor, hinchazón de la cara y fiebre.

Diagnóstico:
La caries se puede detectar durante un chequeo dental de rutina. Cuando recién
se forma, puede parecer una mancha blanca en el diente. Si la caries está más
avanzada, puede parecer una mancha más oscura o un agujero en el diente. El
dentista también puede revisar los dientes en busca de áreas suaves o pegajosas
o puede tomar una radiografía, con la que se puede detectar una caries.
Tratamiento:
Por lo general, los dentistas tratan las caries rellenándolas. El dentista elimina el
tejido dental cariado y luego restaura el diente, rellenándolo con un material de
empaste.

Consejos útiles:
Algunas cosas que puede hacer para prevenir la caries dental son:

 Use flúor, también conocido como fluoruro, un mineral que puede prevenir
el avance de las caries dentales e incluso revertir o detener la caries dental
temprana. Puede obtener flúor al:
o cepillarse los dientes con una pasta de dientes con flúor;
o tomar agua del grifo con flúor;
o usar un enjuague bucal con flúor.
 Tenga una buena rutina de higiene oral. Cepíllese los dientes dos veces al
día con una pasta dental que tenga flúor y limpie entre los dientes con seda
dental u otro limpiador interdental (interdental significa “entre los dientes”),
de manera regular.
 Haga buenas selecciones a la hora de comer. Limite los alimentos con alto
contenido de azúcares y almidones. Consuma comidas nutritivas y
balanceadas y limite las veces que come entre comidas.
 No use productos de tabaco, incluso tabaco sin humo. Si usa tabaco,
considere dejarlo.
 Consulte al dentista para chequeos de rutina y limpiezas profesionales.

11. HALITOSIS

El olor desagradable del aliento, también llamado halitosis, es un problema muy


común, aunque muchas de las personas que lo presentan no son conscientes de
ello, debido a la adaptación de su sentido del olfato. La halitosis puede estar
causada por una enfermedad local o una alteración orgánica, que da lugar a la
producción de sustancias odoríferas en el aire espirado. Los compuestos volátiles
sulfurados, especialmente el metilinercaptano, el sulfuro de hidrógeno y el sulfuro
de dimetilo, son los principales agentes implicados en el mal aliento.

Las situaciones locales orales que producen halitosis incluyen: gingivitis,


periodontitis, caries extensas, falta de higiene oral y ulceraciones orales benignas
o malignas. Tanto los procesos degenerativos que produzcan ulceras y necrosis
como la presencia de inflamación o hemorragia acentúan los procesos de
putrefacción.
En consecuencia, otra de las causas locales de halitosis será la arcada dentaria.
Piezas dentarias en mal estado, ya sea por caries, falta de higiene bucal o
espacios abiertos interdentales (que permiten la retención de restos de alimentos).
Es más fácil encontrar espacios interdentarios amplios o separados en ancianos
que en niños o adolescentes, lo que lleva a explicar que será mayor la halitosis
causada por este problema en ancianos que en las primeras etapas de la vida.
Existen casos crónicos de halitosis originados por alteraciones locales. Un ejemplo
fácil es cuando una persona tiene amígdalas con criptas. Las criptas son
pequeños orificios superficiales en el tejido, que son fáciles de ver al abrir la boca
y en cuyo fondo se encuentran cavidades donde es muy fácil que queden restos
de alimentos. La acumulación de pequeñas porciones de comida recibe el nombre
de caseoso o caseum. Como medida preventiva para el paciente con criptas en
sus amígdalas se debe recomendar practicar gargarismos todos los días.
También es importante señalar localmente y con respecto a la saliva que un déficit
en la producción de saliva provoca mal aliento. Normalmente la saliva tiene acción
barredora sobre la superficie de la lengua, encías y dientes, de tal forma que el
fluido de saliva elimina restos de alimentos y bacterias cuando disminuye el flujo
de saliva las bacterias generarán mayor cantidad de compuestos gaseosos. La
xerostomía o boca seca será una de las razones de halitosis.
ORIGEN EXTRAORAL
Entre las posibles causas de halitosis extraoral se pueden establecer diferentes
grupos: las de carácter respiratorio, las gastrointestinales y las metabólicas
Diagnóstico:

Es probable que el dentista sienta el aliento de tu boca y el de tu nariz, y clasifique


el olor de acuerdo con una escala. Debido a que la parte trasera de la lengua es a
menudo el origen del olor, el dentista también puede rasparla y clasificar el olor.

Tratamiento;

Para reducir el mal aliento, prevenir las caries y disminuir tu riesgo de sufrir
enfermedades de las encías, mantén siempre una buena higiene bucal. El
tratamiento posterior para el mal aliento puede variar, según la causa. Si se piensa
que tu mal aliento se debe a una afección no diagnosticada, es probable que el
dentista te derive a tu médico de cabecera.

Si se trata de causas relacionadas con la salud bucal, el dentista trabajará contigo


para ayudarte a controlar mejor esa afección. El tratamiento dental puede incluir:

 Enjuagues bucales y dentífricos. Si tu mal aliento se debe a una acumulación


de bacterias (placa) en los dientes, el dentista puede recomendarte un
enjuague bucal que elimine las bacterias. El dentista también puede
recomendarte un dentífrico que contenga un agente antibiótico para eliminar
las bacterias que causan la acumulación de placa.
 Tratamiento de enfermedades dentales. Si tienes una enfermedad de las
encías, es posible que te deriven a un especialista en encías (periodoncista).
Las enfermedades de las encías pueden hacer que las encías se replieguen
y se alejen de los dientes, lo que deja huecos profundos que se llenan de
bacterias causantes de olores. A veces solo una limpieza profesional puede
eliminar estas bacterias. El dentista también podría recomendarte el
reemplazo de restauraciones defectuosas de piezas dentales, un caldo de
cultivo para las bacterias.

12. TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES

Los trastornos temporomandibulares son un grupo de más de 30 afecciones que


causan dolor y disfunción en la articulación de la mandíbula y en los músculos que
controlan su movimiento.
 Las personas tienen dos articulaciones temporomandibulares; una a cada lado de
la mandíbula. Puede sentirlas si coloca los dedos frente a las orejas y abre la
boca.

Causas:
Las lesiones en la mandíbula o en la articulación temporomandibular pueden
provocar algunos de estos trastornos, pero en la mayoría de los casos, la causa
exacta no está clara. Para muchas personas, los síntomas parecen comenzar sin
una razón aparente. Algunas investigaciones recientes sugieren que una
combinación de los genes, los factores estresantes psicológicos y de la vida, y la
forma en que alguien percibe el dolor, pueden influir en por qué comienza un
trastorno temporomandibular y si será de larga duración.
Debido a que estos trastornos ocurren con más frecuencia en las mujeres que en
los hombres, los investigadores están explorando si las diferencias en la estructura
y la mecánica de la articulación temporomandibular entre mujeres y hombres
pueden desempeñar un papel.
Las investigaciones no respaldan la creencia de que una mala mordida o los
aparatos de ortodoncia causen estos trastornos.

Síntomas:
Es importante saber que los ruidos (como chasquidos o tronidos) sin dolor en la
articulación temporomandibular ocurren con frecuencia, se consideran normales y
no necesitan tratamiento.
Sin embargo, los siguientes síntomas pueden indicar un trastorno
temporomandibular:

 dolor en los músculos de la masticación o en la articulación de la mandíbula


(síntoma más frecuente);
 dolor que se extiende a la cara o el cuello;
 rigidez de la mandíbula;
 movimiento limitado o bloqueo de la mandíbula;
 chasquido, tronido o chirrido doloroso en la articulación de la mandíbula al
abrir o cerrar la boca;
 zumbido en los oídos, pérdida de la audición o mareos;
 cambio en la forma en que encajan los dientes superiores e inferiores.

Diagnóstico:
No existe una prueba estándar ampliamente aceptada para diagnosticar los
trastornos temporomandibulares. Debido a que las causas y los síntomas exactos
no están claros, identificar estos trastornos puede ser difícil.
Su médico o dentista tomará en cuenta sus síntomas y le preguntará de manera
detallada sobre sus antecedentes médicos. Le hará preguntas sobre el dolor,
incluida su ubicación, cuándo ocurre, qué lo mejora o empeora, y si se queda en
un área o se extiende a otras partes del cuerpo. El médico o dentista también le
preguntará si tiene otras afecciones dolorosas, como dolor de cabeza o de
espalda.
También le examinará la cabeza, el cuello, la cara y la mandíbula en busca de
dolor, chasquidos o tronidos de la mandíbula, o dificultad con el movimiento.
Además, el médico o dentista puede sugerir estudios de imágenes como
radiografías, imágenes por resonancia magnética (IRM) o una tomografía
computarizada (TC).
El dolor en la boca, la mandíbula o la cara puede o no estar relacionado con algún
trastorno temporomandibular. Es posible que su médico o dentista tenga que
descartar otras afecciones antes de diagnosticar un trastorno temporomandibular.

Tratamiento:
Antes de recibir tratamiento para los trastornos temporomandibulares, debe saber
que:

 Los sonidos sin dolor en las articulaciones temporomandibulares son


normales, ocurren con frecuencia y no necesitan tratamiento.
 Los signos y los síntomas de estos trastornos desaparecen sin tratamiento
en muchas personas.
 Debido a que se carece de evidencia para la mayoría de los tratamientos
para los trastornos temporomandibulares, los expertos recomiendan
enfáticamente mantenerse lejos de los que causan cambios permanentes
en las articulaciones de la mandíbula, los dientes o la mordida, o que
impliquen cirugía.

Tratamientos no quirúrgicos
Debido a que muchos problemas de las articulaciones y los músculos de la
mandíbula son temporales y no empeoran, es posible que todo lo que se necesite
sea un tratamiento simple.
Cuando sienta molestias por primera vez en las articulaciones o los músculos de
la mandíbula, su médico o dentista quizás le indique que haga lo siguiente:

 coma alimentos blandos;


 aplique calor o frío en la cara en combinación con ejercicios para estirar y
fortalecer suavemente los músculos de la mandíbula;
 tome medicamentos de venta libre, por ejemplo, medicamentos
antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno;
 reduzca hábitos como apretar la mandíbula, masticar goma de mascar o
morderse las uñas.

Si estos pasos no ayudan, o si en el proceso de intentarlos su médico o dentista le


diagnostica un tipo específico de trastorno temporomandibular, puede
recomendarle uno o más de los siguientes tratamientos.
Fisioterapia
El objetivo de la fisioterapia es mantener, mejorar o recuperar el movimiento y la
función física. Hay varios tipos de fisioterapia. Un tipo es la terapia manual, en la
que el fisioterapeuta usa las manos para estirar los tejidos blandos y los músculos
alrededor de la articulación. Se ha demostrado que la terapia manual ayuda a
mejorar la función y aliviar el dolor.
Enfoques de autocuidado y salud de la conducta
El autocuidado se refiere a las actividades que puede hacer una persona por sí
misma e incluyen:

 aprender todo lo que pueda sobre el tipo o los tipos específicos de


trastornos temporomandibulares que tiene;
 aprender técnicas de meditación y relajación;
 establecer metas específicas sobre cómo atender su afección;
 mantenerse involucrada en actividades que le resulten valiosas.

Medicamentos
Su médico o dentista puede recomendarle medicamentos para tratar sus
síntomas.
Estos incluyen:

 Medicamentos de venta libre como:


o medicamentos antinflamatorios no esteroideos (AINE), utilizados
para tratar el dolor;
 Medicamentos de venta con receta como:
o ansiolíticos (para calmar la ansiedad),
o antidepresivos,
o anticonvulsivos,
o opioides.

Algunos de estos medicamentos pueden provocar adicción o tener otros efectos


secundarios graves. Si le recetan alguno de ellos, asegúrese de que su médico o
dentista le explique cómo tomarlos y por cuánto tiempo.
Aparatos intraorales
Los aparatos intraorales son dispositivos que se colocan sobre los
dientes. No cambian los dientes ni la mordida. También se les conoce como
protectores nocturnos, férulas, dispositivos estabilizadores, férulas oclusales,
férulas interoclusales o férulas para bruxismo.
No hay mucha evidencia de que mejoren el dolor de los trastornos
temporomandibulares. Si un dentista o médico le sugiere que use uno:

 asegúrese de que no esté diseñado para cambiar permanentemente la


mordida;
 deje de usarlo y consulte a su dentista o médico si le causa dolor.

Tratamientos complementarios
Un tratamiento complementario es una práctica no convencional utilizada junto con
la medicina convencional. La acupuntura y la neuroestimulación eléctrica
transcutánea (TENS, por su sigla en inglés) son dos tratamientos complementarios
que se han estudiado para los trastornos temporomandibulares.
La acupuntura es una técnica en la que los profesionales estimulan puntos
específicos del cuerpo, generalmente insertando agujas delgadas a través de la
piel. Existe evidencia limitada de que ayuda con los trastornos
temporomandibulares.
La TENS consiste en un dispositivo que funciona con una batería y utiliza
electrodos colocados en la piel. El dispositivo crea impulsos eléctricos que podrían
cambiar la forma en que se percibe el dolor. Aunque algunos estudios han
demostrado que este tratamiento puede ayudar a aliviar el dolor de los trastornos
temporomandibulares y a mejorar la capacidad para abrir la boca, los estudios
fueron pequeños con tratamientos de TENS de corta duración.

Cirugía y otros procedimientos médicos y dentales


Los tratamientos que se mencionan en esta sección son más complejos, implican
entrar en los músculos de la masticación o las articulaciones temporomandibulares
(con una aguja u otro instrumento), o cambiar la mordida y los dientes. Más
importante aún, algunos de ellos, como los tratamientos oclusales (ver más
abajo), no funcionan y pueden empeorar el problema. Antes de someterse a
cualquiera de estos procedimientos:

 pregunte acerca de tratamientos más sencillos e inténtelos primero;


 pídale al médico o dentista que le explique el procedimiento en detalle, de
una manera que pueda entender;
 pregunte cómo el procedimiento ayudará a mejorar su trastorno
temporomandibular específico;
 pregunte sobre los riesgos;
 obtenga segundas opiniones de especialistas médicos o dentales
calificados.

Tratamientos oclusales
La oclusión se refiere a cómo los dientes encajan entre sí. Durante años se pensó
que los dientes desalineados (oclusión dental defectuosa) eran una causa de los
trastornos temporomandibulares. Sin embargo, no hay evidencia para apoyar esta
creencia. Los tratamientos oclusales modifican los dientes y la mordida. Ejemplos
incluyen:

 colocación de coronas en los dientes;


 desgaste de los dientes (limarlos);
 tratamiento(s) de ortodoncia para cambiar la posición de algunos o de todos
los dientes.

Cirugía
La cirugía abierta da acceso a la articulación temporomandibular a través de un
corte (incisión) junto a la oreja. Es importante saber que la cirugía ocasiona
cambios permanentes en la articulación. No existen estudios de investigación a
largo plazo sobre la seguridad de la cirugía abierta para los trastornos
temporomandibulares ni sobre qué tan bien funciona para aliviar los síntomas.
La cirugía solo debe considerarse si:

 hay destrucción de la articulación que no se puede reparar con otros


procedimientos;
 hay síntomas graves (dolor o dificultad para abrir la boca), a pesar de haber
intentado otros tratamientos.
Implantes para las articulaciones temporomandibulares
Los implantes son dispositivos artificiales que se utilizan para reemplazar parte de
la articulación de la mandíbula o la articulación completa. Actualmente hay tres
implantes temporomandibulares aprobados por la FDA.
Los implantes podrían considerarse cuando:

 hay una lesión en la articulación;


 hay algún trastorno de nacimiento (afección congénita) que necesita
repararse;
 la articulación está congelada (anquilosis), lo que por lo general es causado
por una lesión o infección;
 hay un daño grave en la articulación;
 hay dolor continuo;
 se han probado todos los tratamientos más sencillos y no han dado
resultado.

13. TRASTORNOS DEL GUSTO

Los problemas con el sentido del gusto pueden tener un gran impacto en la vida.
El gusto estimula el deseo de comer y, por lo tanto, tiene un papel clave en la
nutrición. El sentido del gusto también ayuda a mantenernos sanos al ayudarnos a
detectar alimentos o bebidas en mal estado.
Los científicos han establecido que hay cinco sabores distintos que contribuyen a
nuestro sentido del gusto: dulce, agrio (ácido), amargo y salado (“salado” se
refiere en este caso a dos sabores distintos: el sabor de alimentos con sal y el
sabor de alimentos condimentados).
Estos sabores, más las sensaciones de calor, frío y textura, se combinan dentro
de la boca para darnos el sentido del gusto. El sentido del olfato también
contribuye a la percepción del gusto. De hecho, los sentidos del gusto y del olfato
están relacionados de manera tan estrecha que la mayoría de las personas que
van al médico porque piensan que han perdido el sentido del gusto se sorprenden
al descubrir que han perdido el sentido del olfato.
Perder el sentido del gusto puede incluso afectar la salud. Por ejemplo, si su
sentido del gusto se deteriora, puede cambiar sus hábitos de alimentación al
agregar demasiada azúcar o sal a los alimentos para tratar de mejorar el sabor.
También puede comer demasiado o muy poco.

Causas:
Algunas personas nacen con trastornos del gusto, pero en la mayoría de los casos
inician después de una lesión o enfermedad. Entre las causas de los problemas
del gusto se encuentran:

 infecciones de las vías respiratorias superiores y del oído medio;


 radioterapia para cánceres de la cabeza y el cuello;
 exposición a productos químicos, como los insecticidas y algunos
medicamentos, incluidos los antibióticos y los antihistamínicos;
 lesión de la cabeza;
 cirugía en el oído, la nariz o la garganta (como cirugía del oído medio) o la
extracción del tercer molar (muela cordal);
 mala higiene bucal y problemas dentales.

Síntomas:
Los trastornos del gusto incluyen:

 La disgeusia, un trastorno en el que hay un mal sabor persistente en la


boca. Dicho sabor puede ser salado, rancio o metálico. La disgeusia a
veces está acompañada del síndrome de la boca ardiente, que se
caracteriza por presentar una sensación de dolor y ardor en la boca.
 La hipogeusia, un trastorno en el que la capacidad gustativa se reduce.
 La ageusia, un trastorno en el que la persona pierde por completo el gusto.

Diagnóstico:
Los trastornos del gusto los diagnostica un otorrinolaringólogo (un médico que se
especializa en los trastornos del oído, la nariz y la garganta). Este especialista
determina la gravedad del trastorno del gusto con una prueba especial de sabor
que mide la concentración más baja de una característica de sabor que usted
pueda detectar y reconocer. Se le puede pedir que pruebe una sustancia, la
escupa y luego describa el sabor. Otro tipo de prueba de sabor utiliza químicos
aplicados directamente a la lengua. También se le puede pedir que compare los
sabores de diferentes sustancias o que describa las diferencias entre distintas
concentraciones de características de sabor. El médico también le examinará los
oídos, la nariz y la garganta, y le preguntará sobre su historia médica y sus hábitos
de higiene oral.

Tratamiento:
El tratamiento dependerá de lo que esté causando el trastorno del gusto. Si la
causa es un medicamento, el médico le pedirá que deje de tomar el medicamento
o lo cambiará a otro parecido que no afecte tanto su sentido del gusto.
Si la causa es una enfermedad, el médico la tratará o lo referirá a otro médico que
pueda hacerlo. A menudo, tratar el problema médico eliminará el trastorno del
gusto. Por ejemplo, si ha perdido el sentido del gusto debido a infecciones
respiratorias o alergias, debe recuperar el gusto cuando estos problemas se
resuelvan.
Algunas personas que presentan un trastorno del gusto recuperarán el sentido del
gusto de forma espontánea, sin ningún tratamiento.

Consejos útiles:
Si pierde parte o todo el sentido del gusto, a continuación, le damos algunos
consejos que puede seguir para que la comida sepa mejor:

 Prepare alimentos con una variedad de colores y texturas.


 Use hierbas aromáticas y especias para realzar el sabor.
 Hable con el médico o con un nutricionista para identificar los condimentos
que puede agregar a su dieta para mejorar el sabor de la comida.
 Evite platos que combinen diferentes alimentos, como los guisos, que
pueden ocultar sabores individuales y diluirlos.

14. LOS OPIOIDES Y EL DOLOR DENTAL

Los opioides son un tipo de medicamento que se usa para aliviar el dolor.
Requieren una receta del dentista o médico, e incluyen medicamentos como la
hidrocodona, la oxicodona, la morfina y la codeína. Los opioides también incluyen
drogas ilegales como la heroína.
Los dentistas pueden recetar medicamentos, incluso los opioides, para aliviar el
dolor que pueden causar algunos procedimientos dentales, como la extracción de
dientes, la cirugía de las encías u otro tipo de cirugía dental, o la colocación de
implantes dentales. Los opioides que se recetan con frecuencia para el alivio del
dolor dental incluyen la hidrocodona, la oxicodona y el acetaminofeno con
codeína. (Visite la base de datos de medicinas, hierbas y suplementos de
MedlinePlus de los NIH para ver los nombres genéricos y de marca de los
medicamentos.)
Los opioides recetados se pueden usar para tratar el dolor de moderado a intenso
y, a menudo, se recetan después de una cirugía o lesión (visite la página web de
los CDC sobre opioides recetados). Sin embargo, debido a que además de aliviar
el dolor pueden causar sentimientos de bienestar y felicidad, pueden ser usados
indebidamente. Por ejemplo, tomar este tipo de medicamentos durante un período
de tiempo más largo o en una dosis más alta de la recetada le pone en riesgo de
volverse dependiente de los medicamentos opioides. Y, cuando se usan
indebidamente, los opioides pueden provocar una adicción, una sobredosis o la
muerte. (Consulte la información del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas
de los NIH sobre los opioides.)
Además, una investigación reciente muestra que los pacientes a los que se les
despacha una receta de opioides después de un procedimiento dental tienen un
mayor riesgo de sobredosis que aquellos que no reciben opioides. El riesgo de
sobredosis también es mayor en los familiares de esos pacientes, especialmente
en sus hijos.
Es importante saber que hay medicamentos de venta sin receta y que no son
opioides, como el acetaminofeno y los medicamentos antinflamatorios no
esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, que pueden ser igual de eficaces para
tratar la mayoría de los dolores dentales. Hable con su dentista sobre cuáles
medicamentos son los adecuados para usted.

Consejos útiles;
Asegúrese de hablar con su dentista sobre cómo controlar el dolor después de un
procedimiento dental:

 Pregúntele al dentista si hay otras formas aparte de los opioides para aliviar
el dolor.
 Si su dentista le receta un analgésico opioide, debe:
o informarle al dentista sobre cualquier otro medicamento que esté
tomando y también si usted u otros familiares han tenido problemas
con el consumo indebido de sustancias, como el alcohol, los
medicamentos de venta con receta o las drogas ilegales;
o preguntar sobre los riesgos de tomar el medicamento;
o preguntar cómo tomar el medicamento y por cuánto tiempo debe
tomarlo;
o asegurarse de tomar el medicamento según las indicaciones que
recibió;
o evitar por completo el consumo de alcohol cuando esté tomando un
medicamento opioide;
o guardar el medicamento en un lugar seguro fuera de la vista y del
alcance de los niños, los adolescentes y los visitantes,
preferiblemente en un armario cerrado con llave.

15. LOS TRATAMIENTOS CONTRA EL CANCER Y LA SALUD ORAL

La mayoría de las personas saben de los efectos secundarios comunes de los


tratamientos contra el cáncer, como las náuseas y la caída del cabello. Sin
embargo, muchas de ellas no saben que las personas que reciben tratamientos
contra el cáncer también pueden padecer problemas en la boca. Estos problemas
pueden hacer que les sea más difícil comer, hablar y tragar, lo que puede interferir
con el tratamiento contra el cáncer y disminuir la calidad de vida.

Causas:
La radiación en la cabeza y el cuello y la quimioterapia pueden causar problemas
en la boca que van desde la sequedad bucal hasta infecciones potencialmente
mortales.
Por ejemplo, las llagas en la boca pueden ocurrir porque la quimioterapia y la
radiación matan las células de crecimiento rápido, como las células cancerosas.
Pero estos tratamientos también matan las células sanas que crecen rápidamente,
como las células que recubren la boca. Además, la radiación en la cabeza y el
cuello puede dañar las glándulas que producen la saliva, llamadas glándulas
salivales, lo que reduce en gran medida la cantidad de saliva que producen. Sin
una cantidad suficiente de saliva, se pueden presentar caries y otras infecciones.

Síntomas:
La radiación en la cabeza y el cuello puede causar:

 sequedad en la boca,
 caries dentales graves,
 pérdida del sentido del gusto o cambios en el sabor de la comida,
 dolor en la boca y en las encías,
 infecciones,
 rigidez de la mandíbula,
 cambios en el hueso de la mandíbula.

La quimioterapia puede causar:

 sequedad en la boca;
 dolor en la boca y en las encías;
 cambios en el sentido del gusto;
 ardor, descamación o hinchazón en la lengua;
 infección;
 úlceras en la boca.

Tratamiento:
El tratamiento dependerá de qué problemas tenga en la boca. Por ejemplo, el
tratamiento para la rigidez o el dolor de la mandíbula puede consistir en hacer
ejercicios mandibulares todos los días. El tratamiento para la mucositis oral, que
resulta en llagas dolorosas en la boca, puede requerir un medicamento para cubrir
el revestimiento de la boca para protegerlo cuando come o un medicamento tópico
para aliviar el dolor.
Asegúrese de seguir todas las indicaciones del médico o dentista para tratar los
problemas de la boca.

Consejos útiles:
Si usted es un paciente con cáncer, a continuación le damos algunos consejos
que puede seguir para reducir el riesgo y el impacto de los problemas de la boca
relacionados con el tratamiento:

 Consulte al dentista alrededor de un mes antes de comenzar el tratamiento


contra el cáncer para asegurarse de que tiene la boca sana.
 Dele al dentista la información de contacto del médico que le trata el
cáncer. Es importante que hablen entre ellos sobre su tratamiento contra el
cáncer.
 Cuídese la boca durante el tratamiento y después de este. Siga las
indicaciones del dentista para saber cómo mantener la boca limpia.
 Para mantener la boca húmeda, beba mucha agua, chupe trozos de hielo y
mastique chicle o dulces sin azúcar. Es posible que también necesite usar
saliva artificial.
 Evite los alimentos y las bebidas que puedan irritar la boca, como los
alimentos puntiagudos, crujientes o picantes.
 Evite los productos de tabaco o las bebidas alcohólicas.
 Llame a un proveedor de atención médica si le duele la boca.

Si recibe radiación en el área de la cabeza y el cuello, también debe:

 hablar con el dentista sobre el uso de gel de flúor para ayudar a prevenir las
caries dentales;
 ejercitar los músculos de la mandíbula tres veces al día: abra y cierre la
boca tanto como le sea posible (sin que le cause dolor) unas 20 veces. Esto
ayuda a prevenir la rigidez de la mandíbula.

16. EL EMBARAZO Y SU RELACIÓN CON LA ENFERMEDAD


PERIODONTAL

En el embarazo, debido a los cambios hormonales que suceden en éste periodo,


destacan ciertas patologías orales. Los efectos adversos que suceden por una
periodontitis previa no tratada, por ejemplo, son fáciles de prevenir y tratar. Es por
eso que el papel del Higienista Dental con pacientes embarazadas es de suma
importancia y la prevención en dicho periodo es y debe ser siempre una prioridad.

La gingivitis es la enfermedad más prevalente, pues afecta entre un 5% y un 70%


de la población mundial, y puede incluso llegar hasta un 90%. En cambio, la
enfermedad periodontal (EP) alcanza un promedio del 30% al 80%, y es más
frecuente a partir del segundo trimestre de embarazo.

Las embarazadas con padecimientos sistémicos como hipertensión, diabetes,


obesidad, VIH, entre otros, son más propensas a desarrollar enfermedad
periodontal debido a factores como la medicación o alteraciones en el sistema
inmune.

La desinformación y la poca cultura preventiva sobre la salud bucal durante el


embarazo, es uno de los principales causantes de la progresión de la enfermedad
periodontal, avanzando así la enfermedad y ocasionando problemas más severos
no sólo para la gestante sino también para el feto ya que la enfermedad
periodontal está altamente relacionada con resultados adversos como preclamsia,
nacimiento pretérmino y/o bajo peso al nacer, lo que puede provocar la muerte
tanto de la madre como del recién nacido. Por esto la información previa por parte
del ginecólogo sería de gran importancia para poder actuar de manera preventiva.

CAMBIOS ORALES EN EL EMBARAZO

Muchos estudios confirman el empeoramiento de la salud periodontal en el


embarazo pese a que su etiología exacta se desconoce. No obstante, se han
propuesto cuatro tipos de cambios: Cambios vasculares, celulares, inmunológicos
y microbiológicos.

 Cambios vasculares

Durante el embarazo se incrementa el edema, eritema, exudado crevicular y


sangrado gingival. Todo esto podrían ocasionarlo los efectos de los estrógenos y
progestágenos sobre el sistema vascular gingival. El incremento de los niveles de
hormonas sexuales aumenta la tasa de fluido crevicular gingival, por lo que dichas
hormonas pueden afectar la permeabilidad vascular.

A nivel sistémico, la principal hormona sexual responsable de los cambios


acontecidos en el sistema vascular sobre los órganos diana son los estrógenos.
Por el contrario, en el caso de los tejidos periodontales, esta situación se revierte,
ya que la evidencia acumulada sobre la progesterona es mayor. Entre los efectos
observados por la progesterona sobre la vascularización local destacan la
capacidad de reducir el volumen corpuscular medio, permitiendo la acumulación
de células inflamatorias, así como el incremento de la permeabilidad y la
proliferación vascular.

 Cambios celulares

Las hormonas sexuales también tienen efecto sobre las distintas células que
componen el periodonto. A nivel oral, estrógenos, progestágenos y andrógenos
también han demostrado ser capaces de influir sobre distintos tipos de celulas,
siendo los fibroblastos y queratinocitos los más estudiados, que afectan en los
procesos de mantenimiento y reparación del tejido gingival.

 Cambios inmunológicos

Los cambios sistémicos desarrollados en el sistema inmunitario para permitir la


tolerancia fetal repercuten en cambios en el sistema defensivo de los tejidos
periodontales. De esta manera, se produce una alteración en la resistencia del
periodonto ante la agresión bacteriana e incrementa por consiguiente la
inflamación gingival.

 Cambios microbiológicos
Los posibles cambios microbiológicos que puedan tener lugar en el biofilm
subgingival pueden ocasionar los cambios gingivales asociados en el embarazo.

Entre los microorganismos patógenos responsables de la inflamación gingival en


el embarazo encontramos la Prevotella intermedia y Porphyromonas gingivalis.
Esta última, junto a Fusobacterium nucleatum, son capaces de atravesar la
barrera placentaria y causar infecciones y resultados adversos en el embarazo,
tales como parto prematuro, preeclampsia y muerte fetal.

El incremento de hormonas sexuales característico del embarazo promueve el


sobrecrecimiento de determinadas especies periodontopatógenas, aumentando
por consiguiente la inflamación gingival.

Éste incremento de hormonas sexuales es también responsable de provocar


cambios en los tejidos gingivales, transformándolos en un ambiente más propicio
para el sobrecrecimiento bacteriano. Entre estos factores se incluyen el
incremento de las profundidades de sondaje / pseudobolsas, incremento del
exudado crevicular gingival, disminución de la queratinización del margen gingival
y reducción de la respuesta inmunológica. Todos estos factores en su conjunto
favorecen la colonización de bacterias de mayor patogenicidad y/o el sobre
crecimiento de las bacterias presentes en el biofilm subgingival. De esta manera,
la presencia de patógenos no es la causa sino la consecuencia del
empeoramiento del estado periodontal.

En otros estudios se observó que la cantidad de placa dental presente fue el factor
predictivo más importante en explicar la exacerbación de la inflamación gingival
observada en el embarazo.

Por lo tanto, desde el punto vista microbiológico los conceptos etiológicos han ido
evolucionando desde una relación más restrictiva involucrando al patógeno P.
intermedia/nigrescens hacia un cambio cualitativo y cuantitativo más complejo,
que se ajusta al concepto actual de la disbiosis, el cual refleja un incremento de la
diversidad bacteriana según la enfermedad progresa.

PATOLOGÍAS ORALES MÁS COMUNES EN EL EMBARAZO

 Gingivitis del embarazo

Es la alteración oral más frecuente en el embarazo y definida como enfermedad


gingival inducida por placa y modificada por factores sistémicos. Se cree que la
causa es debido al aumento de progesterona y estrógeno. El aislamiento de
receptores específicos para estas hormonas en el tejido gingival sugiere alterar la
respuesta inmunológica normal de la paciente, observándose clínicamente edema
de los tejidos gingivales, sangrado gingival y aumento del fluido del surco gingival.
El clínico debe tener presente que el patrón y la velocidad de la producción de
colágeno está turbado lo que reduce la capacidad de la encía para repararse. Es
indispensable la indicación de ácido fólico para mantener la mucosa bucal sana.
La deficiencia de folato se encuentra asociada al aumento en la destrucción
inflamatoria del tejido bucal por inhibición de su reparación.

El embarazo en sí mismo no causa gingivitis, sino que agrava cuadros


inflamatorios pre-existentes. En las mujeres embarazadas con control de placa
excelente, su incidencia es prácticamente nula (0-0.03%). La clasificación actual
de enfermedades periodontales (Workshop Mundial 2017) categoriza la gingivitis
del embarazo como un subtipo de gingivitis inducida por placa y modificada por los
cambios en los niveles de hormonas sexuales esteroideas características de la
gestación.

Clínicamente no existen diferencias entre la gingivitis asociada al embarazo


respecto a la gingivitis inducida por placa, a excepción de la propensión de
agravar la inflamación gingival.

Los signos clínicos son:

1. Presencia de placa en el margen gingival.


2. Pronunciada respuesta inflamatoria gingival.
3. Establecimiento durante el embarazo (2º o 3º trimestre)
4. Cambios en el color gingival.
5. Cambios en el contorno gingival.
6. Incremento del exudado gingival.
7. Sangrado al sondaje.
8. Incremento de las profundidades de sondaje.
9. Ausencia de pérdida de inserción.
10. Ausencia de pérdida ósea
 Granuloma Gravídico, tumor del embarazo ó épulis del embarazo

Es una masa nodular proliferativa de la encía en la mujer gestante que rara vez
supera los 2cm de diámetro. Es una lesión solitaria, azulada o rojiza, dependiendo
de la vascularización de la lesión, con tendencia a presentar una superficie
ulcerada que sangra con facilidad. Frecuentemente se presenta en áreas con
gingivitis, áreas de irritación recurrente o como resultado de algún trauma. Aunque
su origen no está claro parece ser el resultado de la combinación entre patógenos
periodontales, irritantes locales y el efecto de las hormonas circulantes en la
embarazada. La lesión tiende a desaparecer tras el parto, si esto no ocurre
requiere la extirpación de la lesión, pero al ser una lesión con probabilidades de
ser dolorosa lo recomendable en ese caso sería eliminarla quirúrgicamente.

Puede cursar con sintomatología dolorosa y se localiza principalmente en el sector


antero superior del maxilar. . La clasificación actual de enfermedades
periodontales (Workshop Mundial 2017) la incluye como un subtipo de condiciones
y enfermedades gingivales no inducidas por placa, dentro del grupo de procesos
reactivos.

 Agravamiento de la periodontitis en el embarazo


No hay un grupo específico de periodontitis relacionada con el embarazo.
Además, hay pocos estudios sobre el efecto del embarazo y periodontitis pre-
existente (tratada o no).

Varios estudios indican que durante el embarazo puede aumentar la probabilidad


de agravamiento de enfermedad periodontal, no obstante, aunque los estudios
indican que el aumento en la profundidad de sondaje se debe a cambios
inflamatorios en la encía, y que no van acompañados de una perdida de inserción
periodontal (pseudobolsas), hay que tener en cuenta que estos cambios pueden
establecer condiciones muy favorables para el desarrollo y crecimiento de los
patógenos periodontales, que pueden dar lugar a un aumento en la actividad de la
periodontitis.

 Caries

Se asocia a la disminución de la eficiencia de higiene bucal y la preferencia


dietética durante este período. Las dietas cariogénicas, altas en carbohidratos
favorecen la formación de biofilm, que no solo podrá conducir al desarrollo de
gingivitis sino a la aparición de nuevas lesiones cariosas o potenciar las que ya
están en desarrollo.

EFECTOS DE LA ENFERMEDAD PERIODONTAL EN EL EMBARAZO

El aumento de la inflamación periodontal podría tener consecuencias negativas


sobre el embarazo ya que estas mujeres tienen mayor riesgo de padecer
complicaciones no sólo orales si no sistémicas en éste periodo. Como hemos
citado anteriormente, durante el embarazo se producen alteraciones gingivales
específicas como la gingivitis gravídica o el granuloma gravídico. Estas infecciones
periodontales pueden desencadenar una respuesta inmune y provocar la
liberación de mediadores inflamatorios, repercutiendo a nivel sistémico y alterando
los niveles de los marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (PCR). La
medición de PCR durante el embarazo sería una manera de identificar a las
embarazadas más hiperreactivas desde un punto de vista inflamatorio. Estudios
de actualidad sugieren que la alteración de este marcador podría ser indicativa de
complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia, el parto prematuro y
el bajo peso fetal al nacer.

 Parto prematuro

La OMS define el nacimiento prematuro como todos los nacimientos completados


antes de las 37semanas de gestación o menos de 259 días desde el primer día
del último período menstrual de una mujer. Además, el parto prematuro puede
subdividirse también según la edad gestacional: extremadamente prematuro (<28
semanas), muy prematuro (28- <32 semanas) y moderado prematuro (32- <37
semanas de gestación) (OMS, 2020)
La tasa de partos prematuros actualmente oscila entre el 8 y el 10% de todas las
gestaciones. Según la Sociedad Española de Periodoncia, una de cada cuatro
mujeres embarazadas puede tener un riesgo elevado de parto prematuro debido a
problemas periodontales. Los estudios realizados hasta ahora solamente
muestran una asociación entre las dos condiciones y eso no implica que sea la
causa.

Las infecciones maternas son una de las principales causas desencadenantes del
parto prematuro, siendo las ascendentes (desde la vagina) uno de los factores
etiológicos más importantes de la prematuridad en etapas tempranas de
gestación; tanto es así que, prácticamente el 75% de los partos prematuros y de
los fetos de muy bajo peso se deben a ellas. A pesar de la relación demostrada
entre infección materna y parto prematuro, en más del 50% de los casos se
desconocen las causas de prematuridad. También se han detectado bacterias
periodontopatógenas en placenta o líquido amniótico como F. nucleatum, C.
rectus, T. forsythia, P. gingivalis o E. corrodens

 Bajo peso al nacer

Se define el bajo peso al nacer a los bebes cuyo peso es <2500 gramos, o muy
bajo peso al nacer cuando el peso del bebe es <1500 gramos.

Diferentes Estudios epidemiológicos relacionan la enfermedad periodontal con la


prematuridad y el bajo peso al nacer. Galloway, citado por Govindasamy, fue el
primer autor en sugerir que “la enfermedad periodontal proporciona un desafío
infeccioso microbiano suficiente para generar efectos perjudiciales en la gestante y
en el feto”. Por otro lado, Offenbacher y cols, citados por Micu y Salih, proponen
que las bacterias que participan en la enfermedad periodontal estimulan la
liberación de prostaglandinas E1, E2 y estas a su vez constituyen un factor de
riesgo de parto prematuro, preeclampsia y bajo peso al nacer. Otros estudios
tratan que las embarazadas con periodontopatías, presentan 7 veces más riesgo
de tener niños en parto pre término y bajo peso al nacer. El autor Bullon,
estableció que cuanto más grave sea el grado de la prematuridad, mayor es la
prevalencia de la enfermedad periodontal en mujeres embarazadas. El riesgo de
parto prematuro en pacientes con periodontitis generalizada fue de 4 a 7 veces
mayor que en embarazadas con periodonto sano. El autor concluyó que hay una
fuerte asociación entre la enfermedad periodontal y parto prematuro.

 Mayor riesgo de preclamsia

La preeclampsia es un síndrome específico de la gestación humana, que se


desarrolla consecuencia de una disfunción endotelial sistémica, manifestándose a
partir de la semana 20 de gestación, con hipertensión arterial y proteinuria.

Estudios recientes han relacionado a la periodontitis como factor de riesgo de


preeclampsia, basándose en que la inflamación sistémica que produce libera
elevados niveles PCR (proteína C reactiva), que podrían ocasionar cambios
fisiopatológicos en la circulación útero-placentaria y dar lugar a una insuficiencia e
isquemia placentaria. Aunque los resultados no son concluyentes dado las
diferentes metodologías empleadas en los estudios, revisiones sistemáticas y
metaanálisis sugieren que la periodontitis puede ser un factor de riesgo para
desarrollar preeclampsia.

TRATAMIENTO PERIODONTAL EN EL EMBARAZO:

El objetivo del tratamiento periodontal durante la gestación es minimizar la


potencial respuesta inflamatoria exagerada a la placa bacteriana y evitar que se
llegue a tratamientos que requieran intervención quirúrgica.

La mujer embarazada debe tener el mismo nivel de atención que cualquier otro
paciente odontológico. Está ampliamente señalado que el tratamiento dental
puede realizarse de forma segura en cualquier semana del embarazo, sin
embargo el periodo más adecuado para llevar a cabo cualquier tratamiento dental
es el segundo trimestre del embarazo.

Una vez que el aspecto clínico y la pérdida ósea son evidentes, lo que se buscará
en el tratamiento será controlar la inflamación, detener la progresión de la
enfermedad y crear las condiciones que ayuden a la paciente a mantener una
dentición sana Y funcional a largo plazo

El tratamiento puede ser dividido en diferentes fases, de acuerdo con las medidas
que se realizan:

 Fase I. Terapia no quirúrgica

Es lo más recomendado para el control de las infecciones periodontales. Se


comienza motivando e instruyendo al paciente sobre el cuidado personal
adecuado, seguido de una reevaluación de su nivel de higiene oral, eliminación y
control de placa, raspaje supragingival y subgingival si se requiere, y uso de
agentes químicos.

En un estudio de Winkel et al. se encontró que la combinación de metronidazol y


amoxicilina produce más reducción de la profundidad de las bolsas periodontales
que la medicación de control.

 Fase II. Correctora

Se le conoce también como “fase quirúrgica”. Incluye medidas terapéuticas


tradicionales, como cirugía periodontal, terapia periodontal, tratamiento
restaurador y protésico.

Se ha introducido un nuevo procedimiento con láser como alternativa


conservadora a la terapia quirúrgica. El nuevo procedimiento de inserción asistido
por láser (LANAP) utiliza un láser en lugar de un bisturí y suturas, para la
desepitelización inicial de la bolsa periodontal y la coagulación final de la fibrina, y
no incluye una elevación extensa del colgajo gingival.

 Fase III. De mantenimiento

Consiste en la prevención de la recidiva de la enfermedad. Es necesario que a


cada paciente se le diseñe un plan de prevención que incluya un programa de
control de la placa, limpieza profesional, alisado radicular y aplicación de flúor.

17. LOS EFECTOS DE FUMAR EN LA SALUD BUCAL

Usar tabaco y cigarrillos electrónicos lastima a todo el cuerpo, incluida la boca. Es


uno de los mayores factores de riesgo de enfermedad de las encías. 1 Los signos
indicadores del uso de tabaco incluyen la retracción de las encías, mal aliento
crónico y dientes manchados o flojos. Pero los problemas más graves, como el
cáncer oral, pueden ser difíciles de identificar. Usar cigarrillos electrónicos no es
mejor que usar tabaco.

Cuando se trata de la salud oral, fumar puede causar:

 Mal aliento
 Manchas en los dientes y la lengua
 Disminución del sentido del olfato y el gusto
 Mayor acumulación de placa y sarro en los dientes
 Aumento de la pérdida ósea en la mandíbula
 Enfermedad de las encías y pérdida de dientes
 Mayor riesgo de leucoplasia, que son manchas blancas dentro de la boca
 Cicatrización lenta después de un tratamiento periodontal, extracción dental
u otra cirugía
 Cáncer oral
 Menor tasa de éxito de los implantes dentales

No seas un número más

 Aproximadamente uno de cada cinco adultos estadounidenses fuma. 2


 Fumar es la causa número uno de enfermedades y muertes prevenibles en
los EE. UU.3 Se lleva más de 480,000 vidas cada año. Eso es una de cada
cinco muertes.3

Ningún tabaco es "seguro"

Cualquier forma de tabaco puede causar serios problemas de salud. El tabaco de


mascar y otros productos de tabaco sin humo contienen alrededor de 30
sustancias químicas que causan cáncer. Los problemas de la salud asociados al
tabaco sin humo incluyen los siguientes:5
 Adicción. Estos productos tienen nicotina, que es adictiva.
 Cáncer. El tabaco causa muchos tipos de cánceres: cáncer oral, de
garganta, de esófago, de mejilla, de las encías, de labio y de lengua.
 Caries. El tabaco de mascar tiene una gran cantidad de azúcar, que puede
desgastar el esmalte de los dientes.
 Enfermedad de las encías. Los azúcares e irritantes del tabaco pueden
causar infecciones en las encías. Con el tiempo, la enfermedad de las
encías puede llevar a la pérdida de los dientes.
 Enfermedad cardíaca. Algunas formas de tabaco sin humo pueden
aumentar el ritmo cardíaco y la presión arterial. Esto puede resultar en
enfermedad cardíaca y derrame cerebral.
 Lesiones bucales precancerosas. El tabaco de mascar puede causar
lesiones en el lugar donde se coloca la sustancia. Estas pueden volverse
cancerosas.

Los peligros del fumador pasivo

El fumador pasivo recibe las mismas sustancias químicas dañinas que inhalan los
fumadores. Puede causar problemas de salud en personas que no fuman. Los
niños y los bebés están en riesgo especialmente. No hay un nivel "seguro" de
exposición a este tipo de humo.4

¿Y qué hay del vapeo?

Vapear es inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico o algún otro


dispositivo. Los cigarrillos electrónicos también llamados "vapeadores", cigarros
electrónicos o pipas electrónicas se ven como cigarrillos, cigarros o pipas
comunes. Algunos se parecen a unidades USB, bolígrafos y otros artículos de uso
cotidiano. Los sabores hacen que los cigarrillos electrónicos sean muy atractivos
para los jóvenes.

Los científicos todavía están estudiando los efectos a largo plazo de los cigarrillos
electrónicos en la salud. La mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen
nicotina, que se sabe que tiene efectos en la salud.

 La nicotina es altamente adictiva.


 La nicotina puede dañar el desarrollo del cerebro en los adolescentes, lo
que puede continuar hasta los 25 años.
 La nicotina es un peligro para la salud de las mujeres embarazadas y sus
bebés en desarrollo.
 Niños y adultos se han envenenado por tragar, inhalar o absorber líquido de
un cigarrillo electrónico.

Se ha demostrado que el vapeo produce un aumento en la caries, enfermedad de


las encías y otros problemas de salud oral. Las personas que vapean también
tienen mayores probabilidades de presentar retracción de las encías, sensibilidad
dental, enfermedad de las encías, pérdida de dientes y daño dental por apretar o
rechinar los dientes. Los cigarrillos electrónicos pueden causar lesiones faciales,
como quemaduras, fracturas óseas y pérdida de dientes si se incendia la batería.

Deja de fumar

Dejar de fumar es bueno para tu boca y tu salud. Disminuye el riesgo de tener un


ataque cardíaco, derrames cerebrales o cáncer, que incluye cáncer oral. 6 Los
beneficios de dejar de fumar comienzan a los minutos y duran toda la vida:

 Unos minutos después de tu último cigarrillo, el cuerpo comienza a sanar.


 20 minutos después, la frecuencia cardíaca y presión arterial disminuyen.
 12 horas después, la concentración de monóxido de carbono en la sangre
vuelve a lo normal.
 De dos semanas a tres meses después, la circulación sanguínea mejora y
los pulmones funcionan mejor.
 Un año después, el riesgo de enfermedad cardíaca es la mitad del de un
fumador.
 Cinco años después, el riesgo de desarrollar cáncer de boca, garganta,
esófago y vejiga disminuyen a la mitad. El riesgo de desarrollar cáncer de
cuello uterino es el mismo que el de un no fumador. Luego de dos a cinco
años, el riesgo de tener un derrame cerebral puede ser el mismo que el de
un no fumador.

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