Octava Clase
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1. Introducción
¿Por qué dedicar una unidad a problematizar y pensar el concepto de Dignidad Humana?
El sentido con el cual se les propone trabajar intelectualmente los temas que son desplegados
en esta unidad, busca invitarlos a que ustedes mismos realicen o vuelvan a realizar (si ya lo
han hecho) una elaboración de los fundamentos centrales que movilizan la tarea
odontológica. Todas/os las/os profesionales de salud que realizan el ejercicio de su profesión
honestamente, son verdaderos humanistas y constructores de una visa social más justa. Quien
cuida, cura y protege a las otras personas, especialmente a los más vulnerables, está
realizando una tarea de servicio y homenaje a toda la humanidad.
¿Por qué nos referimos a esta dimensión ética de la práctica odontológica? Porque a partir
de entender la tarea profesional en toda su dimensión humanista, tiene sentido reflexionar en
torno a la Dignidad humana.
La tarea del Odontólogo profesional, inserta en la dinámica social de nuestra Patria, puede
encontrarse padeciendo diversos aspectos ya sean desde lo técnico, lo profesional, lo
económico, lo político, etc. Sin embargo, dicho padecer puede convertirse en un verdadero
motor de transformación de la realidad cultural en la que vivimos. Hay muchos ejemplos de
personas que padecen la realidad social, pero logran hacer emerger -en los círculos sociales
más desfavorables- dinámicas de vida comunitaria que son capaces de trascender y superar
las injusticias instaladas en el tejido social que padecen. Este tema ha sido uno de los ejes
fundamentales del pensamiento scannoniano, capaz de señalar como los movimientos
sociales y populares son los protagonistas de la transformación social, buscando superar las
estructuras de exclusión.
Tal vez sea esta la realidad de muchas personas en el presente, donde el padecimiento
no siempre genera el rencor, sino que dicho padecimiento es capaz de dinamizar a la
existencia en otro sentido, siendo capaz de transformar el padecimiento propio o ajeno en
acción creativa, solidaria, fraterna y amorosa. Así se vuelve semilla de novedad plenificante
aquella frase antigua expresada en la sabiduría de muchas culturas y que Buda Gautama
expreso diciendo «El odio nunca es vencido por el odio, sino por el amor» Jesús de Nazaret
la expreso diciendo «Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen». En la actualidad
muchas personas la reelaboraron diciendo simplemente «El amor vence al odio». Pero más
allá de frases hechas y bonitas, que implica dicha frase.
Detrás de esta frase se encuentra una dinámica particular con la cual se busca establecer
relaciones humanas conscientes, relaciones que sean capaces de trascender las tensiones
contrarias a la relación fraterna entre personas, fundadas en reconocer el valor que todos los
seres humanos poseemos dignidad.
Si nos detenemos a pensar en la Dignidad Humana, mas alla de señalar cuales eran los
modos de valorarla en las diversas épocas de la historia, se trata de mostrar que las personas
tenemos que aprender a superar las diferencias de modo respetuoso de esa dignidad, para
evitar que se siga desplegando constantemente el mito de Caín y Abel.
Scannone señala que la Sabiduría del Pueblo es la reserva moral desde la cual la sociedad
genera nuevas forma de vida comunitaria, más inclusiva y original. Esta sabiduría popular,
sabe gustar de realidades invisibles al modo de proceder utilitario. Ya que este último, se ve
movido por la especulación y alcanza a ver como valor mas alto el poder y tener por encima
del respeto y reconocimiento de la dignidad que poseen las demás personas.
La sabiduría popular vivida comunitariamente se las ingenia para construir las nuevas
formas de convivencia y “salvación” comunitaria; saboreando el valor de la vida común, la
convivencia respetuosa de lo diverso y celebrando la abundancia en lo poco. Las cooperativas
de trabajo popular, los comedores y las organizaciones barriales, son verdaderos círculos de
salvación en medio de situaciones estructurales que buscan sobreponerse a las estructuras
políticas y sociales que no reconocen el valor de la dignidad humana en todas las personas.
1. Dignidad en Platón
Podemos ver en Platón y en la figura de Sócrates que nos traza Platón, que el verdadero valor
que posee una persona humana, se encuentra en relación a la capacidad de que tiene cada
persona de dirigir su propia vida. Esta capacidad está profundamente arraigada en el
intelectualismo griego. En que consiste dicho intelectualismo, en la capacidad de alcanzar el
verdadero autoconocimiento y realizar las obras en consonancia con la verdad descubierta en
el mundo de las Ideas.
Recordemos el final del primer párrafo del punto III ubicado en el libro VII de la República:
“En los últimos límites del Mundo Inteligible, se encuentra la Idea de Bien, que se percibe
con dificultad, pero que no podemos percibir sin llegar a la conclusión de que es la causa
universal de cuanto existe de recto y de bueno (…) por lo tanto, debemos tener los ojos fijos
en ella para conducirnos sabiamente, tanto en la vida privada como en la pública”
La dignidad humana para Platón no se encuentra intrínsecamente unida al ser, sino que
esta puede conquistarse como el resultado del hacer ético. La dignidad adviene si se
desarrolla la capacidad de alcanzar el autoconocimiento y luego de liberarse de las cadenas
del conocimiento sensible y alcanzar así el mundo de las Ideas. Si el alma no logra liberarse
de las cadenas de la sensibilidad, nunca podrá ser valorada como digna.
2. Dignidad en Aristóteles
El Hombre era un ser perfectible que podía usar sus recursos morales como los bienes
materiales para alcanzar la felicidad. Esta vinculación entre la virtud humana como prudencia
y la función propia del Hombre, se hizo gracias a la conexión de cuatros elementos que
servirán de apoyo al concepto de dignidad humana: felicidad, razón, autonomía y conciencia.
(Pele 2006; 150)
1
Para un estudio sistemático de la filosofía medieval, existen varias obras importantes, la que se ha vuelto un
clásico es la obra del filósofo francés Etienne Gilson. La filosofía en la edad Media.
En torno a la concepción de dignidad humana, en el transcurso de la historia han
habido varias disputas e interpretaciones disimiles dentro del propio cristianismo. Este hecho
ha generado, que frente a las aporías en torno a un concepto, muchas veces se deja convivir
ambas concepciones mientras se toma un tiempo prudencial para discernir su significado y
realizar un pronunciamiento sobre cuál de esas significaciones es el más conveniente. Sin
embargo, entre los primeros escrito que se encuentran de los denominados Apologistas,
tenemos un texto de Justino (100/114–162/168) quien busca señalar la igualdad humana
sosteniendo “Y al principio hizo Él al género humano racional y capaz de escoger la verdad
[…] todos han sido creados racionales y capaces de contemplar la verdad”.2 En este texto,
podemos ver la afirmación de la dignidad humana como un atributo universal de todos los
seres humanos, más allá de la diferencia cultural o religiosa propia de cada ser humano. La
novedad que trae el cristianismo, no es la de una verdad sostenida por una minoría para que
se reconozcan sus derechos de minoría, sino la irrupción del mensaje, se funda en la
pretensión de universalidad de su discurso, con el cual busca no solamente defenderse
políticamente de las amenazas del Imperio Romano, sino también proponer una nueva forma
de ver la vida y valorar al ser humano.
Pero como hemos dicho antes, no siempre existió una forma unificada de ver el concepto de
dignidad y un ejemplo de ello fue la Controversia de Valladolid, cuya disputa se desarrolla
en el contexto interior de la Iglesia y tiene como motivo argumentar el tema de la dignidad
humana en los pobladores de América.
a. La controversia de Valladolid
2
Justino, “Apología I”. En: Ruiz Bueno, op.cit. p. 212. Tomado de: Cuda, E. El principio liberal de igualdad
no es de origen cristiano. En: Anacronismo e irrupción.
aprender la cultura española y solo cuando sus obras lo demostraran, serían tratados como
personas humanas.
El cristianismo católico, que ha sabido capitalizar las controversias y disputas que se han
suscitado a lo largo de la historia en torno a la interpretación de muchas cuestiones delicadas,
deja definida la noción de dignidad humana reconociendo su dimensión creatural, como ya
lo había hecho Justino en el S. II, pero exponiendo que se trata de una realidad ontológica y
no moral.
“La dignidad de la persona humana está enraizada en su creación a imagen y
semejanza de Dios (…) La imagen divina está presente en todo hombre” (CIC 1700-
1701)
En tal sentido, por más que los males morales aquejen al ser humano y puedan desfigurar la
imagen fundacional de la naturaleza humana, esta nunca se pierde completamente.
Para abordar el siguiente autor, nos ubicaremos históricamente cincuenta años antes de la
Controversia de Valladolid, pero viajaremos de España hasta el Norte de Italia, a Florencia.
Pico de la Mirandola, fue un humanista y escritor italiano que a pesar de haber fallecido a los
treinta y un años de edad, ha dejado varios escritos, entre el que se destaca el Discurso de la
Dignidad Humana. Este discurso lo ha prepara como introito al texto de 900 tesis en las que
buscaba exponer una síntesis del pensamiento griego, hebreo, árabe y latino.
Como podemos ver en el texto, el ser humano se distingue del resto de los seres creados por
poseer la capacidad de autodeterminarse a sí mismo. Tú, en cambio, no constreñido por
estrechez alguna te la determinarás según el arbitrio a cuyo poder te he consignado. La
libertad humana es el corazón de su dignidad, pues ella le permite llegar a ser soberano
artífice de ti mismo. Dicha libertad le confiere la capacidad de descender a lo más bajo de la
naturaleza, Podrás degenerar en los seres inferiores que son las bestias, pero también le
permitirá regenerarse.
Esta concepción de que estamos llenos de gérmenes de todas las cosas, ya estaba presente en
el filósofo Anaxágoras, las homeomerias eran gérmenes de todas las cosas que estaban en
todas las cosas y permitían hacer germinar lo parecido. Pero para Pico, lo que se vuelve de
algún modo todas las cosas, es la inteligencia y en esto se ve la influencia aristotélica.
Uno de los elementos más interesantes del texto, es la manera de hacer confluir las diversas
tradiciones en señalar al ser humano, que es mediante el cultivo de la sabiduría que podrá
desplegar las alas de su libertad.
Pero no sólo los misterios mosaicos y los misterios cristianos, sino asimismo la
teología de los antiguos nos muestra el valor y la dignidad de estas artes liberales de
las cuales he venido a discutir
En efecto, aquel μηδεν αγαν [medén agan], esto es, «nada en exceso» prescribe
rectamente la norma y la regla de toda virtud según el criterio del justo medio, del
cual trata la moral, y el famoso γνοτηι σεαυτ⌠ν (gnothi seautón], esto es, «conócete
a ti mismo» incita y exhorta al conocimiento de toda la naturaleza, de la cual la
naturaleza del hombre es vínculo y connubio.
El registro de la obra de Pico es el de una sabiduría que intenta relacionar todas las sabidurías
conocidas, tanto en la ética de los filósofos griegos, como en la religión judía, cristiana,
musulmana, persa encuentra semillas de sabiduría, fundadas en el cultivo de la vida humana.
Podemos ver en Pico un ejemplo del clima de época, caracterizado por una búsqueda de
saberes capaces de relacionar las culturas y crear una comunidad mas pacifica fundada en el
cultivo de la sabiduría.
Para cerrar esta breve y acotada introducción que pretende señalar algunas perspectivas en
torno a la idea de dignidad humana que se desarrollaron entre la Grecia Clásica y los inicios
del s. XIX, pesentaremos muy brevemente a Emmanuel Kant (1724-1804). Este filósofo no
solo ha revolucionado la Historia del Pensamiento en el ámbito del conocimiento sino
también en el de la ética. La filosofía moral y política ha aceptado uno de los principios éticos
básicos formulados por Kant –tratar a cualquier otra persona siempre como un fin y nunca
sólo como un medio (a este principio se lo ha denominado imperativo categórico)– como
base para la concepción de los derechos humanos, por lo que, en este sentido, se trata de un
concepto fundacional. Vale decir que la dignidad humana se vincula estrechamente con los
derechos humanos.
La noción de dignidad humana es la base para que una sociedad o comunidad respete a cada
uno de sus miembros como persona o agente moral.
Asimismo, esta noción exige que los intereses y el bienestar del individuo se consideren
prioritarios respecto al interés exclusivo de la sociedad, la comunidad o cualquier otro tipo
de colectivo. En otras palabras, dado que todos poseemos dignidad humana, ninguna persona
debe ser sacrificada en aras de la ciencia (como ocurrió en los experimentos médicos que se
realizaron durante la Segunda Guerra Mundial) o de la sociedad (como ha ocurrido en los
regímenes totalitarios).
Tarea
3 -Realiza un escrito en el que puedas explicar cómo fue considerado el valor de la dignidad
humana
Bibliografía
Amengual, G.(2007) Concepto de Persona del libro Antropologia Filosófica. Cap. VIII,
puntos 2 al 4 pp. 208-238