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1o de Matemáticas
17 de mayo de 2023
Índice
4. La integral de Riemann 63
4.1. El problema del área. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.2. Sumas superiores e inferiores. Integral superior e integral inferior. . . . . . . . . . . . . . . 64
4.3. Integrabilidad de las funciones continuas y de las funciones monótonas. . . . . . . . . . . . 72
4.4. Linealidad de la integral respecto de las funciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
En este tema definiremos rigurosamente las funciones exponenciales y logarítmicas, que juegan un
papel muy importante en Matemáticas.
Empezaremos por definir qué se entiende por potencia de base un número real positivo y exponente
real. En bachillerato e incluso antes, se han estudiado potencias, operaciones con potencias, ecuaciones con
potencias etc., pero quizás hemos usado algunos conceptos sin saber realmente su significado. Por ejemplo,
sabemos lo que quiere decir algo como 23 √ó π 1200 √; eso es fácil: 23 = 2 · 2 · 2 y π 1200 = π × π × . . .
2 π
mil doscientas veces, pero ¿qué significa 2 ó ( 3) ?
Para definir cosas así seguiremos una idea simple (aunque llevarla a la práctica requiere un poco de
trabajo): definiremos primero las potencias de base un número real positivo y exponente racional, es decir,
1 2
cosas como π 2 ó 3− 5 (esto es algo que sí se hace en los cursos de Bachillerato) y luego, para definir una
potencia de exponente un número real cualquiera, aproximaremos este número por números racionales.
Para eso necesitaremos lo que hemos aprendido en Análisis I sobre R y los teoremas que nos aseguran la
convergencia de sucesiones.
El tema está dividido en cinco secciones. En la primera recordaremos las definiciones y propiedades
de las potencias de exponente entero y racional. En la segunda se definen las potencias de exponente
un número real cualquiera, se introducen las funciones exponenciales y se prueban sus propiedades más
importantes. La tercera sección está dedicada a las funciones logarítmicas y en la cuarta se aplican los
conceptos y resultados previamente establecidos para definir, entre otras, las funciones potenciales. En la
última sección se estudian límites de sucesiones y funciones en los que aparecen exponenciales y logaritmos.
A continuación, definiremos las potencias de base real y exponente entero no natural, de forma que
las propiedades establecidas en el teorema anterior se verifiquen para m y n en Z.
Con esta definición, se verifican las propiedades del teorema 1.2 cuando m y n son enteros cualesquiera
(demostrarlo).
El siguiente paso consiste en definir ax cuando a es un número real positivo y x es un número racional
cualquiera. Se quiere extender las definiciones 1.1 y 1.3 y que se verifiquen las propiedades recogidas en
el teorema 1.2, cuando los exponentes sean números racionales. Por ejemplo, si queremos que valga la
propiedad 2, debería tenerse que para x = p/q con p y q enteros, fuese (ap/q )q = ap ; ésto nos sugiere
claramente la definición de ap/q :
1.4 Definición. Sea a un número real positivo y sea p/q, con p entero y q natural, un número√racional.
Definimos ap/q como el único número real positivo que elevado a q nos da ap , es decir, ap/q = q ap .
√ √
Nótese que q ap = ( q a )p (justificarlo).
La existencia de la raíz q-ésima positiva de ap está garantizada por el siguiente teorema que ya
conocemos:
1.5 Teorema. Si x es un número real positivo y n es natural, existe un único número real positivo, y,
tal que y n = x.
Para que la definición sea válida debemos comprobar que no depende del representante del número
0
racional que elijamos, es decir debemos probar que si pq = pq0 (o lo que es lo mismo, pq 0 = qp0 , donde p y
√ √
q0
p0 son enteros y q y q 0 naturales), entonces q ap = ap0 . Demostrar eso como ejercicio.
La unicidad de la raíz q-ésima positiva y las propiedades elementales de las potencias de exponente
entero establecidas en el teorema 1.2 nos permiten obtener el siguiente resultado:
1.6 Teorema. Sean a y b números reales positivos y sean r y s números racionales. Entonces:
1. ar+s = ar as ;
2. (ar )s = ars ;
3. (ab)r = ar br ;
4. (a/b)r = ar /br ;
7. si {an } es una sucesión de números reales positivos con límite el número positivo a y r ∈ Q, entonces
lı́m{arn } = ar . En otras palabras, si r ∈ Q, la función pr : (0, ∞) → (0, ∞), pr (x) = xr , es continua.
1.7 Proposición. Sea a un número real positivo y sea {rn } una sucesión de números racionales con
límite 0. Entonces, la sucesión {arn } tiene límite 1.
Demostración. Si a = 1 es obvio. Supongamos que a > 1. Sea ε > 0. Como las sucesiones {a1/n } y {a−1/n }
tienen límite 1, existe n0 ∈ N tal que |a1/n0 − 1| < ε y |a−1/n0 − 1| < ε. Es decir,
Por otra parte, como {rn } tiene límite 0, dado 1/n0 existe n1 ∈ N tal que para todo n ≥ n1 se tiene
−1/n0 < rn < 1/n0 . La propiedad (5 ) de las potencias de exponente racional y base mayor que 1 nos
asegura que si n ≥ n1 , entonces a−1/n0 < arn < a1/n0 . Por lo tanto, teniendo en cuenta (1.8), obtenemos
1.9 Lema. Sea a un número real positivo y sea {sn } una sucesión monótona convergente de números
racionales. Entonces, la sucesión {asn } es convergente.
Demostración. Si a = 1 es obvio. Como {sn } es convergente, entonces es acotada, y por tanto existen
M, N ∈ Z tales que M ≤ sn ≤ N para todo n ∈ N. Supongamos que a es mayor que 1. Entonces por la
propiedad (5 ) se sigue que aM ≤ asn ≤ aN para todo n ∈ N, y además {asn } es monótona. Luego al ser
{asn } monónotona y acotada, se tiene que {asn } es convergente.
Si ahora suponemos que a < 1, entonces por la propiedad (6 ) se sigue que aM ≥ asn ≥ aN para todo
n ∈ N, y además {asn } es monótona. Luego al ser {asn } monónotona y acotada, se tiene que {asn } es
convergente.
1.10 Teorema. Sea a un número real positivo y sea {rn } una sucesión convergente de números racionales.
Entonces, {arn } es convergente. Además, si {rn } y {pn } son dos sucesiones de números racionales que
tienen el mismo límite, {arn } y {apn } también tienen el mismo límite.
Demostración. Sea x0 el límite de la sucesión {rn }. Sea {sn } una sucesión monótona de racionales con
límite x0 (usamos algo que ya conocemos: todo número real es límite de una sucesión monótona de
números racionales). El lema anterior nos dice que {asn } es convergente. Sea ` su límite. Veamos que
{arn } tiene límite `. La propiedad (1 ) de las potencias de base real y exponente racional nos asegura que
arn = asn arn −sn para todo n. La sucesión {rn −sn } es una sucesión de números racionales que tiene límite
0. Según la proposición 1.7, lı́m{a(rn −sn ) } = 1. Por tanto, {arn } tiene límite `, ya que es el producto de
{asn } y {arn −sn }, que tienen límites ` y 1, respectivamente.
1.11 Definición. Si a es un número real positivo y x es un número real cualquiera, se define ax como el
límite de la sucesión {arn }, donde {rn } es una sucesión de números racionales que converge a x.
Demostración. 1. Sean {rn } y {sn } sucesiones de racionales con límites x e y respectivamente. Entonces,
{rn + sn } es una sucesión de racionales con límite x + y y, de acuerdo con la definición 1.11, tenemos
ax = lı́m{arn }, ay = lı́m{asn } y ax+y = lı́m{arn +sn }. Como, por otra parte, la propiedad (1 ) de las
potencias de exponente racional nos asegura que arn +sn = arn asn para todo n, podemos concluir
ay = ax+h = ax ah > ax ,
10. Si a = 1 es obvio. Supongamos que a es mayor que 1 y que {xn } es una sucesión de números
reales que converge a x. Sea {rn } una sucesión de racionales tal que xn − 1/n < rn < xn , para todo
n ∈ N. Entonces, por el criterio del sandwich, lı́m{rn } = x, y, por tanto, lı́m{rn + 1/n} = x. El hecho
de que a > 1 y la desigualdad rn < xn < rn + 1/n, para todo n ∈ N, nos dan que arn < axn < arn +1/n ,
para todo n ∈ N. Ahora no hay más que tener en cuenta cómo se ha definido ax , y que tanto {rn } como
{rn + 1/n}, son sucesiones de racionales con límite x, para obtener, usando el mismo criterio que antes,
que lı́m{axn } = ax .
Dejamos como ejercicio hacer las modificaciones necesarias para probar esta propiedad en el caso a < 1.
11. Supongamos primero que x ∈ R y que y es racional. Sea {rn } una sucesión de números racionales
con límite x. Entonces, {rn y} es una sucesión de números racionales que tiene límite xy y, de acuerdo con
la definición 1.11, axy = lı́m{arn y }. Además, arn y = (arn )y para todo n ∈ N, ya que y y todos los rn son
racionales (aplicamos la propiedad (2 ) de las potencias de exponente racional). Por tanto, tenemos que
axy = lı́m{(arn )y }. Para terminar, como y es racional, podemos aplicar (7 ) del teorema 1.6 a la sucesión
{arn }, cuyo límite es ax , obteniendo lı́m{(arn )y } = (ax )y . Así queda probado que axy = (ax )y cuando x
es un número real cualquiera e y es racional.
Si x e y son dos números reales cualesquiera, sea {sn } una sucesión de racionales con límite y. Entonces,
{xsn } es una sucesión (cuyos términos no son necesariamente racionales) que converge a xy. La propiedad
(10 ) (y no la definición 1.11), nos garantiza que axy = lı́m{axsn }. Para cada n ∈ N, axsn es una potencia
cuyo exponente es el producto del número real x y el número racional sn , de manera que, como acabamos
de ver, axsn = (ax )sn para todo n ∈ N. Finalmente, (ax )y es, por definición, el límite de la sucesión
{(ax )sn }, con lo que concluye la prueba. Resumiendo, hemos visto que
donde la primera igualdad es cierta por la propiedad (10 ), la segunda igualdad se obtiene aplicando el
caso particular demostrado previamente y la tercera igualdad es la definición de (ax )y .
La posibilidad de calcular potencias ax , donde a es un número real positivo y x es un número real
cualquiera, nos permite considerar un amplio tipo de funciones nuevas a las que llamaremos funciones
exponenciales. Más precisamente, si a es un número real positivo y distinto de 1, la función
se llamará función exponencial de base a. La función exponencial de base e suele llamarse simplemente
función exponencial.
Demostración. 1. Veamos primero que que lı́mx→∞ ax = ∞: Sea K ∈ R. Como a > 1 se tiene que
lı́m{an } = ∞, por lo tanto, existe n0 ∈ N tal que an > K para todo n ≥ n0 , en particular, an0 > K. En
consecuencia, para todo x > n0 , se tiene (por ser fa estrictamente creciente si a > 1) que ax > an0 > K.
La demostración de (1 ) queda terminada teniendo en cuenta que
1
lı́m ax = lı́m a−x = lı́m = 0.
x→−∞ x→+∞ x→+∞ ax
2. La demostración de esta propiedad es similar a la anterior y se deja como ejercicio.
3. Supongamos que a > 1. La información que tenemos sobre la función fa es: fa es continua y
estrictamente creciente, fa (x) > 0 para todo x ∈ R, lı́mx→−∞ fa (x) = 0 y lı́mx→∞ fa (x) = ∞. El hecho
de que la imagen de fa sea (0, ∞) es una sencilla consecuencia de la propiedad de los valores intermedios
de las funciones continuas. Sea y un número real positivo. Veamos que existe x ∈ R tal que fa (x) = y.
Como lı́mx→−∞ fa (x) = 0, existe w ∈ R tal que fa (w) < y (piense qué sucedería si fa (w) ≥ y para todo
w ∈ R). Por otra parte, como lı́mx→∞ fa (x) = ∞, existe z ∈ R, que puede tomarse mayor que w, tal que
fa (z) > y. La función fa es continua en el intervalo [w, z] e y es un valor intermedio entre fa (w) y fa (z).
La propiedad de los valores intermedios de las funciones continuas nos asegura que existe x ∈ (w, z) tal
que fa (x) = y. En el caso a < 1 se razona de forma análoga.
El uso de la propiedad de los valores intermedios de las funciones continuas para determinar la imagen
de una función continua es una técnica a la que se recurre con frecuencia, y es conveniente aprenderla.
Las propiedades anteriores nos permiten dibujar las gráficas de las funciones exponenciales (fig. 1.1).
-1 1
Las gráficas de las funciones exponenciales de base mayor que 1 tienen todas la misma forma. Lo
mismo sucede con las funciones exponenciales de base menor que 1.
Que las gráficas de, por ejemplo, dos funciones exponenciales de base mayor que 1 ‘tengan la misma
forma’ no significa, obviamente, que pasen por los mismos puntos. En el próximo teorema se establecen
las relaciones que existen entre funciones exponenciales con diferentes bases (fig. 1.2).
1 x
3x
3
1 x
2 2x
1/2
1/3
-1 0 1
Demostración. Para demostrar (1 ) observamos que ab > 1 ya que 0 < a < b. Entonces, por la propiedad
(6 ) del Teorema 1.12, x
b bx
1< = x.
a a
Finalmente, multiplicando por ax y teniendo en cuenta que ax > 0 obtenemos ax < bx para todo x > 0.
La demostración de (2 ) es análoga.
1. Si x, y ∈ R, x > 0, y > 0, se tiene que loga (xy) = loga (x) + loga (y).
2. Si x ∈ R, x > 0, loga (1/x) = − loga (x).
3. Si x, y ∈ R, x > 0, y > 0, loga (x/y) = loga (x) − loga (y).
4. Si x ∈ R, x > 0 e y ∈ R entonces loga (xy ) = y loga (x).
5. La función logaritmo en base a, loga , es continua en (0, ∞).
6. Si a > 1, la función loga estrictamente creciente.
7. Si a < 1, la función loga es estrictamente decreciente.
8. Si a > 1, lı́mx→∞ loga (x) = ∞ y lı́mx→0+ loga (x) = −∞.
9. Si a < 1, lı́mx→∞ loga (x) = −∞ y lı́mx→0+ loga (x) = ∞.
Demostración. Cada una de las propiedades enunciadas se corresponde con una propiedad de las funciones
exponenciales. Para probar cada propiedad lo que haremos será trasladarnos al terreno de las exponen-
ciales (mediante la definición de logaritmo) y, una vez allí, aplicar la propiedad correspondiente de las
exponenciales.
1. Sean x e y dos números reales positivos. Como loga (xy) es el único número real z tal que az = xy,
tendremos que probar que aloga (x)+loga (y) = xy. En efecto:
donde la primera igualdad se sigue de aplicar la propiedad (1 ) del teorema 1.12 y la segunda igualdad no
es más que la definición de loga (x) y loga (y).
2. Sea x un número real positivo. Sabemos que loga (1/x) es el único número real z tal que az = 1/x.
Por tanto, habremos terminado si probamos que a− loga (x) = 1/x. En efecto,
donde para conseguir la primera igualdad se emplea la propiedad (4 ) del teorema 1.12 y la segunda
igualdad se deduce directamente de la definición de loga (x).
3. Es consecuencia inmediata de (1 ) y (2 ).
4. Basta probar que ay loga (x) = xy . Esto es consecuencia de la propiedad (11 ) del teorema 1.12, ya
que
ay loga (x) = (aloga (x) )y = xy .
5. La continuidad de las funciones logarítmicas es consecuencia del teorema general sobre continuidad
de la función inversa de una función continua: Si f es una función inyectiva y continua en un intervalo I,
entonces f −1 es continua en f (I). Este teorema es aplicable a la función fa , que es inyectiva y continua
en el intervalo (−∞, ∞), obteniéndose que fa−1 (x) = loga (x) es continua en (0, ∞).
6. Se sabe que la función inversa de una función estrictamente creciente es también estrictamente
creciente. Como fa (x) = ax es estrictamente creciente si a > 1, su función inversa, la función logaritmo
en base a, es estrictamente creciente.
7. El argumento es el mismo que el de la propiedad anterior, sin más que cambiar estrictamente
creciente por estrictamente decreciente.
8. Para demostrar que lı́mx→∞ loga (x) = ∞ cuando a > 1, tenemos que probar que para todo K ∈ R
existe M ∈ R tal que para todo x ∈ (0, ∞) con x > M se tiene que loga (x) > K. Sea pues K ∈ R.
Tomemos M = aK (se tiene que M > 0). Entonces, para todo x > M , se tiene que
Obsérvese que se ha usado que las funciones logarítmicas en base mayor que 1 son estrictamente crecientes.
Para demostrar que lı́mx→0+ loga (x) = −∞ si a > 1, tenemos que probar que para todo K ∈ R existe
δ > 0 tal que para todo x ∈ (0, δ) se tiene que loga (x) < K. Sea pues K ∈ R. Tomemos δ = aK (se tiene
que δ > 0). Entonces, para todo x ∈ (0, δ) se tiene que
Como al estudiar las funciones exponenciales, las propiedades de las funciones logarítmicas nos per-
miten dibujar las gráficas de dichas funciones. Las gráficas de las funciones logarítmicas de base mayor
que 1 tienen todas la misma forma. Lo mismo sucede con las funciones logarítmicas de base menor que 1
(figura 1.3).
1 1
loga x , a>1 a
-1 1 -1 1
log a x , 0 < a < 1
En el siguiente teorema se establece la relación que existe entre las funciones logarítmicas con diferentes
bases.
loga (x)
logb (x) = .
loga (b)
Demostración. Eso equivale a probar que loga (b) logb (x) = loga (x), es decir que aloga (b) logb (x) = x.
Esto es inmediato por la propiedad 11 de las potencias: aloga (b) logb (x) = (aloga (b) )logb (x) = blogb (x) = x.
Ejercicio. Usar lo anterior para demostrar que si 0 < a < b < 1 ó 1<a<b entonces
lı́m log x = +∞ ,
x→+∞
por tanto (con esas condiciones sobre a y α) ax , xα y log x son ‘muy grandes’ cuando x es grande. Una
manera de comparar el tamaño de esas funciones es estudiar el límite de sus cocientes:
1.18 Teorema. Sean a > 1, α > 0, entonces
ax
(1) lı́m = +∞ .
x→+∞ xα
xα
(2) lı́m = +∞ .
x→+∞ loga x
1.19 Teorema. Sean {an } y {bn } dos sucesiones de números reales con an > 0 para todo n.
Demostración. La demostración de todos los apartados se realiza teniendo en cuenta, una vez más, que
abnn = ebn log an . Veamos, por ejemplo, (4 ):
Como lı́m{an } = a > 1, se tiene, por la continuidad de la función logaritmo, que lı́m{log an } = log a.
Además, log a > 0. Como lı́m{bn } = ∞ y lı́m{log an } = log a > 0, las reglas de cálculo sobre límite del
producto de sucesiones nos dicen que lı́m{bn log an } = ∞. Por último, la propiedad (1 ) del teorema 1.13
de la función exponencial da lı́m{abnn } = lı́m{ebn log an } = ∞.
El resto de las propiedades se prueban análogamente (ejercicio).
Conviene, antes de aprender las reglas de cálculo de memoria, acostumbrarse a realizar argumentos
intuitivos sobre el tamaño de los números que forman la sucesión, con el objetivo de hacerse una idea
fiable sobre el valor del límite (y después probarlo de forma rigurosa). También es útil escribir la sucesión
como {ebn log an } y aplicar las propiedades de exponenciales y logaritmos.
Para límites de funciones se tienen resultados análogos a los anteriores, por ejemplo, podemos enunciar:
1.20 Proposición. Sea D ⊂ R y sean f, g : D → R, tal que f (x) > 0 para todo x ∈ D (está definido,
por tanto, para todo x ∈ D, el número f (x)g(x) ).
Sea a punto de acumulación de D y supongamos que existen, en R,
lı́mx→a f (x) = L > 0 y lı́mx→a g(x) = M , entonces
lı́m f (x)g(x) = LM .
x→a
Las situaciones no incluidas entre las reglas de cálculo anteriores son casos de indeterminación, es
decir, situaciones en las que la existencia o no existencia del límite y el valor de éste no dependen solo de
los límites de {an } y {bn }, sino de quienes sean las sucesiones {an } y {bn }. Los casos de indeterminación
son:
Como ejercicio, buscar ejemplos de cada una de las situaciones anteriores que prueben que, efectiva-
mente, corresponden a casos de indeterminación.
Estos casos pueden tratarse, en general, escribiendo la sucesión {abnn } en la forma {ebn log an }, con lo
que se reduce el problema a estudiar la convergencia de la sucesión {bn log an }. Esto último puede hacerse
usando los métodos de cálculo de límites de sucesiones estudiados hasta ahora.
La situación del punto 1
puede recibir
n un tratamiento específico usando un caso particular que ya
conocemos: sabemos que lı́m 1 + n1 = e, el teorema siguiente usa eso para resolver muchos casos
más.
1.21 Teorema. Sea {xn } un sucesión de números reales. Supongamos que
a) lı́m{xn } = +∞ y xn > 0 para todo n ∈ N
o que
b) lı́m{xn } = −∞ y xn < −1 para todo n ∈ N,
entonces xn
1
lı́m 1+ =e.
xn
Demostración. a) Si fuese {xn } ⊂ N, es decir si xn = mn con mn ∈ N y {mn } → +∞, es facil ver que se
cumple la conclusión: mn
1
lı́m 1+ =e.
mn
n
(Se prueba fácilmente que eso vale en realidad para cualquier sucesión {an }, no solo para 1 + n1
:
si lı́m{an } = L (L ∈ R, L = +∞ ó L = −∞) y formamos la sucesión {amn }, entonces lı́m{amn } = L.
Nótese que {amn } no es necesariamente una subsucesión de {an }.)
Ahora, para una {xn } cualquiera con xn > 0 y lı́m{xn } = +∞, se tiene que {E(xn )} (E ≡ parte
entera) es una sucesión de naturales (. . . a partir de un lugar será xn > 1 y por tanto a partir de ese lugar
E(xn ) 6= 0) y lı́m{E(xn )} = +∞ (porque xn < E(xn ) + 1). Por otra parte, por las propiedades de orden
de las potencias (¡esa es la clave!) se cumple
E(xn ) xn E(xn )+1
1 1 1
(*) 1+ < 1+ < 1+ .
E(xn ) + 1 xn E(xn )
Por lo que acabamos de decir ( E(xn ) )
1
lı́m 1+ =e,
E(xn )
y también se cumple que
( E(xn ) ) ( E(xn )+1 )
1 1
lı́m 1+ =e , lı́m 1+ =e
E(xn ) + 1 E(xn )
El caso en que {xn } satisface b) se deduce del anterior y de las propiedades de las potencias. En efecto,
xn xn −xn
1 xn + 1 xn
1+ = =
xn xn xn + 1
−xn −xn
1 1
= 1− = 1+
xn + 1 −xn − 1
−xn −1
1 1
= 1+ 1+ .
−xn − 1 −xn − 1
1.22 Corolario. Si {xn } es una sucesión de números reales no nulos tal que 1 + 1/xn > 0 para todo
n ∈ N y tal que lı́m{|xn |} = ∞, entonces lı́m {(1 + 1/xn )xn } = e.
Demostración. Ejercicio.
Veamos cómo podemos aplicar lo anterior a sucesiones del tipo de indeterminación 1, que hemos
mencionado antes:
Supongamos que queremos estudiar el límite de una sucesión {abnn }, donde an > 0 para todo n ∈ N,
an 6= 1 para todo n ∈ N, lı́m{an } = 1 y lı́m{bn } = ∞ ó −∞. Entonces, podemos escribir
Como lı́m{|1/(an −1)|} = ∞, el teorema 1.22 asegura que la sucesión entre corchetes en la última expresión
tiene límite e. Por tanto, el problema se reduce a estudiar la existencia del límite de la sucesión {bn (an −1)}.
1.23 Teorema. Sea D ⊂ R y f : D → R tal que 1 + 1/f (x) > 0 para todo x ∈ D. Sea a punto de
acumulación de D y supongamos que
lı́m |f (x)| = ∞
x→a
entonces
f (x)
1
lı́m 1+ = e .1
x→a f (x)
Si D = (−∞, α) un resultado análogo vale para límites en −∞.
Si D = (α, +∞) un resultado análogo vale para límites en +∞.
Demostración. De nuevo, basta aplicar las caracterizaciones mediante sucesiones de los diferentes concep-
tos de límites de funciones. Escribirlo como ejercicio.
si f cumple lı́mx→a f (x) = +∞ entonces f (x) > 0 para x en un entorno de a y si lı́mx→a f (x) = −∞ entonces f (x) < −1
1
para x en un entorno de a, por lo que en cualquier caso (1 + f (x) ) > 0 en ese entorno.
1 log(x + 1)
lı́m (1 + x) x = e , lı́m =1,
x→0 x→0 x
log x ex − 1
lı́m =1, lı́m =1.
x→1 x − 1 x→0 x
Demostración. Para el primer límite aplicamos el teorema 1.23 a la función f : (−1, 1) → R, f (x) = x1 ,
que satisface 1 + 1/f (x) = 1 + x > 0.
Para el segundo basta usar que la función log es continua en e, y se obtiene del anterior (explicarlo) que
1
lı́m log (1 + x) x = log e = 1 ,
x→0
es decir
log(1 + x)
lı́m =1.
x→0 x
El tercer límite se deduce fácilmente de éste, basta escribir
log x log[(x − 1) + 1]
=
x−1 x−1
(terminarlo como ejercicio).
Para el último podemos escribir
ex − 1 ex − 1 log ex
= = 1
x log ex ex − 1
� (�)
� �� �� �� ��
En la gráfica hemos hecho eso con cuatro puntos (en este caso a la derecha de a, pero solo para que se vea
más claro; igual podríamos tomar puntos a la izquierda). Cuanto más cerca está x de a, más se parece la
recta secante a la recta que queremos definir como tangente a f en (a, f (a)). Por lo tanto parece lógico
definir esa recta tangente como aquella recta que pasa por (a, f (a)) y tiene por pendiente
f (x) − f (a)
lı́m .
x→a x−a
2.1 Definición. Sea f : D → R y sea a ∈ D tal que existe r > 0 con (a − r, a + r) ⊂ D. Decimos que f
es derivable en el punto a si el siguiente límite existe (es un número real)
f (x) − f (a)
lı́m .
x→a x−a
En este caso, dicho límite se denomina derivada de f en a y se designa por f 0 (a).
Usando la caracterización del límite por sucesiones, es fácil ver que f es derivable en a si, y solo si,
existe el límite
f (a + h) − f (a)
lı́m .
h→0 h
Además, en ese caso
f (a + h) − f (a) f (x) − f (a)
lı́m = lı́m = f 0 (a).
h→0 h x→a x−a
Ejemplos.
(1) Sea c ∈ R y sea f : R → R la función constante f (x) = c. Sea a ∈ R.
f (x) − f (a) c−c
lı́m = lı́m = lı́m 0 = 0.
x→a x−a x→a x − a x→a
Por tanto f es derivable en a y f 0 (a) = 0 para todo a ∈ R.
(2) Sea f : R → R, f (x) = x. Sea a ∈ R.
f (x) − f (a) x−a
lı́m = lı́m = 1.
x→a x−a x→a x − a
2.3 Definición. Si f es derivable en a, llamaremos recta tangente a la gráfica de f en el punto (a, f (a))
a la recta que pasa por (a, f (a)) y tiene pendiente f 0 (a).
La ecuación de esta recta tangente es, pues, y − f (a) = f 0 (a) (x − a).
Resaltamos que la tangente solo está definida en los puntos a donde f es derivable.
0 f (x) − f (a)
f+ (a) = lı́m T (x) = lı́m ,
x→a+ x→a+ x−a
de donde se obtiene que f tiene límite en a por la derecha y
0
lı́m f (x) = f (a) + lı́m+ T (x)(x − a) = f (a) + f+ (a) · 0 = f (a) .
x→a+ x→a
Ejemplos.
(1) Sea (
1, si x ∈ Q,
f (x) =
−1, si x ∈ R \ Q.
Como f no es continua en ningún a ∈ R, f no es derivable en ningún a ∈ R.
(2) Sea (
x, si x ∈ Q,
f (x) =
−x, si x ∈ R \ Q.
f solamente es continua en a = 0. Entonces f no es derivable en ningún a ∈ R con a 6= 0. Veamos si f es
derivable en 0. (
f (x) − f (0) 1, si x ∈ Q, x 6= 0,
=
x−0 −1, si x ∈ R \ Q.
Como esta función no tiene límite en 0, f no es derivable en 0.
(3) Sea (
x2 , si x ∈ Q,
f (x) = 2
−x , si x ∈ R \ Q.
f solamente es continua en a = 0. Entonces f no es derivable en ningún a ∈ R con a 6= 0. Veamos si f es
derivable en 0. (
f (x) − f (0) x, si x ∈ Q, x 6= 0,
=
x−0 −x, si x ∈ R \ Q.
• Demostración de (b):
Como g es derivable en a, en particular es continua en a, luego lı́mx→a g(x) = g(a). Por lo tanto
• Demostración de (c):
• Demostración de (d):
Como g es derivable en a, en particular es continua en a. Como lı́mx→a g(x) = g(a) 6= 0, sabemos
1
que existe un entorno de a, E(a, r), tal que g(x) 6= 0 para todo x ∈ E(a, r), luego la función está
g
definida al menos en E(a, r).
1 1 1
g (x) − g1 (a) g(x) − g(a) − g(x)
g(a)
lı́m = lı́m = lı́m
x→a x−a x→a x−a x→a g(x)g(a)(x − a)
• Demostración de (e):
f
Igual que en el apartado anterior existe al menos un entorno de a donde la función está bien
g
f 1
definida. Como = f · y ambas funciones son derivables, podemos aplicar los apartados anteriores.
g g
0 0 0
f 1 0 1 1
(a) = f · (a) = f (a) · (a) + f (a) (a)
g g g g
f 0 (a) −g 0 (a) f 0 (a) · g(a) − f (a) · g 0 (a)
= + f (a) · = .
g(a) (g(a))2 (g(a))2
Observaciones.
(1) El apartado (a) puede generalizarse por inducción: Si f1 , f2 , · · · , fn son funciones derivables en a,
entonces f1 + f2 + · · · + fn es derivable en a y (f1 + f2 + · · · + fn )0 (a) = (f1 )0 (a) + (f2 )0 (a) + · · · + (fn )0 (a).
(2) El apartado (b) se generaliza por inducción: Si f1 , f2 , · · · , fn son funciones derivables en a, entonces
f1 · f2 · · · · · fn es derivable en a y
n
X
0
(f1 · f2 · · · · · fn ) (a) = f1 (a) · · · fi−1 (a) · fi0 (a) · fi+1 (a) · · · · fn (a).
i=1
(3) f + g puede ser derivable en a sin que f ni g sean derivables en a: basta tomar g = −f .
(4) Si f es derivable en a y g no es derivable en a, entonces f + g no es derivable en a: como
g = f + g + (−f ) y −f es derivable en a, de ser f + g derivable en a se tendría que g también sería
derivable en a, al ser suma de dos funciones derivables en a.
= an−1 + n sumandos
... +an−1 = nan−1 .
Funciones racionales
p(x)
Sea f (x) = , donde p y q son polinomios. El dominio de f es R \ {x ∈ R : q(x) = 0}. Entonces
q(x)
basta aplicar el apartado (e) del teorema 2.7 para obtener que f es derivable en todos los puntos de su
dominio y aplicar la regla de la derivada del cociente para obtener su derivada.
1
Por ejemplo, en el caso particular g : R \ {0} → R, g(x) = x−n = n se tiene (se puede usar
x
directamente el apartado (d) del teorema anterior) que g es derivable en todo x 6= 0 y
−nxn−1
g 0 (x) = = −nx−n−1 .
x2n
Funciones trigonométricas
1. Sea f : R → R, f (x) = sen x. Sea a ∈ R. Entonces,
sen x
Hemos usado que lı́mx→0 x = 1, lı́mx→a x−a
2 = 0 y la caracterización por sucesiones para obte-
x−a
sen 2
= 1. También usamos que la función cos x+a
ner que lı́m x−a 2 es continua en todo R, en
x→a
2
particular en a.
Por tanto, la función f (x) = sen x es derivable en todo x ∈ R y f 0 (x) = cos x para todo x ∈ R.
2. Sea f : R → R, f (x) = cos x. Entonces f es derivable en todo x ∈ R y f 0 (x) = − sen x. La
demostración se deja como ejercicio.
3. Sea f (x) = tan x = sen x
cos x . El dominio de f es el conjunto de los x ∈ R tales que cos x 6= 0. Como
las funciones sen x y cos x son derivables en todo R, el apartado (e) del teorema nos dice que f es
derivable en todos los puntos de su dominio, {x ∈ R : x 6= π2 + kπ, k ∈ Z}. Además
sen0 x cos x − sen x cos0 x (cos x)2 + (sen x)2 1
f 0 (x) = 2
= =
(cos x) (cos x)2 (cos x)2
(cos x)2 (sen x)2
= 2
+ = 1 + (tan x)2 .
(cos x) (cos x)2
Funciones exponenciales
1. Veamos que la función f : R → R, f (x) = ex es derivable en todo x ∈ R. Sea x ∈ R fijado. Entonces,
f (x + h) − f (x) ex+h − ex ex (eh − 1)
lı́m = lı́m = lı́m
h→0 h h→0 h h→0 h
eh − 1
= ex · 1 = ex .
= lı́m ex ·
h→0 h
Aquí hemos usado el último límite de la prop.1.24.
2. Sea a > 0 y sea f : R → R, f (x) = ax . Veamos que f es derivable en todo x ∈ R. Sea x ∈ R,
entonces,
f (x + h) − f (x) ax+h − ax ah − 1
lı́m = lı́m = lı́m ax · = ax log a .
h→0 h h→0 h h→0 h
Funciones logarítmicas
1. Sea f : (0, ∞) → R, f (x) = log x. Sea a ∈ (0, ∞). Entonces,
f 0 (x) − f 0 (a)
lı́m ,
x→a x−a
es decir, si f 0 es derivable en a. Dicho límite es (f 0 )0 (a) y lo denotamos por f 00 (a).
Para n ∈ N podemos definir la derivada de orden n ó derivada n-ésima de f , f (n) , por recurrencia:
Si la derivada n-ésima de f , f (n) , existe en un entorno de a y f (n) es derivable en a, llamamos derivada
(n + 1)-ésima de f en a a (f (n) )0 (a) es decir,
(2) Sea f : R → R, f (x) = sen x. Entonces f tiene derivadas de todos los órdenes en todo x ∈ R. Se
tiene lo siguiente:
Como además f es continua en a por ser derivable en a, sabemos que G ◦ f es continua en a, por tanto,
pero además esa igualdad también es cierta si y = f (a), ya que en ese caso queda 0 = 0. Tenemos entonces
que para todo y ∈ Dg ,
G(y)(y − f (a)) = g(y) − g(f (a)) .
Para todo x ∈ Df se tiene que f (x) ∈ Dg , por tanto
Luego, si x ∈ Df y x 6= a,
f (x) − f (a) g(f (x)) − g(f (a))
G(f (x)) = .
x−a x−a
Por tanto,
Ejemplos.
(1) Sea
F (x) = sen(x2 ) .
Entonces F = g ◦ f , donde f (x) = x2 y g(x) = sen x. Se tiene que Df = R y Dg = R, por tanto DF = R.
Dado a ∈ R se tiene que f es derivable en a ya que lo es en todo x ∈ R. Por otra parte, g es derivable en
todo x ∈ R, en particular lo es en f (a). Además, f 0 (x) = 2x y g 0 (x) = cos x, para todo x ∈ R. Entonces,
por la regla de la cadena F = g ◦ f es derivable en a y
(2) Sea
G(x) = sen2 x = (sen x)2 .
Entonces G = f ◦ g con f y g como en el ejemplo anterior. Como g es derivable en todo x ∈ R y f es
derivable en todo x ∈ R (en particular en g(x)), obtenemos que G(x) = sen2 x es derivable en todo x ∈ R,
y
G0 (x) = f 0 (g(x)) · g 0 (x) = 2 sen x · cos x, para todo x ∈ R.
(3) Sea ahora
F (x) = sen(1/x) si x 6= 0, F (0) = 0.
1. Sean
0, si x ∈ Q;
f (x) = g(x) =
1, si x ∈
/ Q.
Entonces g ◦ f (x) = 0 para todo x ∈ R y, por tanto, es derivable en todo x ∈ R, mientras que f = g
no es derivable en ningún x ∈ R.
1
(f −1 )0 (b) = .
f 0 (f −1 (b))
Pero, por otra parte, (f ◦ f −1 )(x) = x para todo x ∈ f (I), por tanto
(f ◦ f −1 )0 (x) = 1 para todo x ∈ f (I), en particular,
(f ◦ f −1 )0 (b) = 1 ,
Ejemplos:
Veamos para qué b ∈ [−1, 1] es f −1 derivable en b (cuando se trate de los extremos del intervalo
estaremos entendiendo derivabilidad lateral). Por el teorema anterior, f −1 es derivable en aquellos
b tales que f 0 (f −1 (b)) = cos(arc sen(b)) 6= 0. Se tiene que
Por tanto cos(arc sen(b)) = 0 si, y solo si, b = 1 ó b = −1. Por lo tanto, podemos decir que la función
arcoseno no es derivable (lateralmente) ni en −1 ni en 1 y que sí lo es en todo b ∈ (−1, 1) con
1 1
(f −1 )0 (b) = = .
f 0 (f −1 (b)) cos(arc sen(b))
para todo x ∈ R.
se
ca
pe nt
nd es c
ien on
te
≤0
n
co 0
tes e ≥
an
c en
t X
se ndi c
pe
Puesto que la derivada es de carácter local, la idea anterior es válida aunque f (c) no sea máximo de
f en Df : pasaría exactamente lo mismo si fuese f (c) = máx f ((c − r, c + r)). Esto nos lleva a definir dos
nuevos conceptos: el de extremo local y el de punto interior.
3.1 Definición. (Extremos locales).
• Diremos que f : D → R tiene un máximo local (ó máximo relativo) en c ∈ D si existe r > 0 tal que
f (c) = máx f (D ∩ (c − r, c + r)), es decir, si
En este caso diremos que c es un punto máximo local y que f (c) es un valor máximo local de f .
• Diremos que f : D → R tiene un mínimo local (ó mínímo relativo) en c ∈ D si existe r > 0 tal que
f (c) = mı́n f (D ∩ (c − r, c + r)), es decir, si
En este caso diremos que c es un punto mínimo local y que f (c) es un valor mínimo local de f .
En ambos casos diremos que c es extremo local y que f (c) es un valor extremo local de f .
Con las dos definiciones anteriores podemos ya formalizar la idea que hemos explicado al principio.
3.3 Teorema (del extremo interior). Sea f : D → R. Sea c un punto interior de D. Si f tiene un extremo
local en c y f es derivable en c entonces f 0 (c) = 0.
Demostración.
• Supongamos que f tiene un máximo local en c ∈ int(D). Por ser c punto interior existe r > 0 tal
que (c − r, c + r) ⊂ D y f (c) = máx f ((c − r, c + r)). Por otra parte, como f es derivable en c, la función
T : D \ {c} → R dada por
f (x) − f (c)
T (x) =
x−c
tiene límite en c y se cumple que
f 0 (c) = lı́m T (x) = lı́m− T (x) = lı́m+ T (x) .
x→c x→c x→c
0
− Veamos que f (c) ≤ 0. En efecto, si c < x < c + r entonces es f (x) ≤ f (c), luego f (x) − f (c) ≤ 0.
Como además es x − c > 0, entonces es T (x) ≤ 0. Así pues tenemos que T (x) ≤ 0 para todo x ∈ (c, c + r),
de donde f 0 (c) = lı́mx→c+ T (x) ≤ 0.
− Veamos que f 0 (c) ≥ 0. En efecto, si c − r < x < c entonces es f (x) ≤ f (c), luego f (x) − f (c) ≤ 0.
Como además es x − c < 0, entonces es T (x) ≥ 0. Así pues tenemos que T (x) ≥ 0 para todo x ∈ (c − r, c),
de donde f 0 (c) = lı́mx→c− T (x) ≥ 0.
• Supongamos ahora que f tiene un mínimo local en c. Podemos repetir el razonamiento anterior
(cambiando desigualdades) o podemos aplicar lo anterior a −f : la función −f : D → R cumple
(i) c es interior a D.
(ii) −f tiene un máximo local en c.
(iii) −f es derivable en c (porque f lo es).
Por lo que hemos probado antes se tiene que (−f )0 (c) = 0 y por tanto f 0 (c) = 0.
3.4 Definición. Decimos que c es un punto singular o punto crítico de f si f es derivable en c y f 0 (c) = 0.
Observaciones.
1. f puede tener un extremo local en c sin que c sea punto crítico. Por ejemplo eso ocurre con las
funciones f : [0, 1] → R, f (x) = x y con g : [−1, 1] → R, g(x) = |x|.
2. El recíproco del teorema anterior no es cierto. Por ejemplo, la función f : R → R dada por f (x) = x3 ,
no tiene extremo local en c = 0 y sin embargo f 0 (0) = 0.
Del carácter local de la derivada se sigue que f es derivable en (−3, −2) ∪ (−2, 2) ∪ (2, 3) y
2x, si −3 < x < −2;
f 0 (x) = −2x, si −2 < x < 2;
2x, si 2 < x < 3.
f 0 (x) = 0 si y solo si x = 0 .
Como f es continua en [−3, 3], tiene máximo y mínimo, y estos valores se encuentran entre
Supongamos que se da (1) y sea c uno de los puntos x1 , x2 que se encuentra en (a, b). Entonces se tiene
que: f tiene un extremo local en c, c es interior a [a, b] y f es derivable en c. Entonces, por el teorema del
extremo interior es f 0 (c) = 0.
Supongamos ahora que se da (2). Entonces es x1 ∈ {a, b} y x2 ∈ {a, b} y, como f (a) = f (b), se tiene
que f (x1 ) = f (x2 ) = k.
Por tanto, para todo x ∈ [a, b] es k ≤ f (x) ≤ k, es decir, f es constante en [a, b]. Consecuentemente,
f 0 (x) = 0 para todo x ∈ (a, b) y basta tomar como c cualquier punto de (a, b).
Interpretación geométrica. Existe un c ∈ (a, b) (puede haber más de uno) tal que la recta tangente
a la gráfica de f en el punto (c, f (c)) es horizontal (paralela al eje X), ver fig. 3.1.
f HaL= f HbL
a c d b
Aplicación. Como ya sabemos, el teorema de Bolzano nos puede servir para probar la existencia de
soluciones de ecuaciones; el teorema de Rolle nos sirve para probar la unicidad. Veamos un ejemplo:
Probar que existe un único número real x tal que x3 + x = π.
Si definimos f : R → R por f (x) = x3 + x − π, tenemos que demostrar que existe un único c ∈ R tal
que f (c) = 0. Observemos que f es continua y derivable en R, ya que es un polinomio.
Existencia: Como f (0) = −π < 0 y f (π) = π 3 > 0, basta aplicar el teorema de Bolzano en el intervalo
[0, π] para obtener la existencia del c buscado. Si no hubiésemos sido capaces de encontrar dos puntos
concretos donde la función tome valores de signo opuesto, podríamos haber argumentado de esta otra
forma. Como lı́m f (x) = ∞, existe M ∈ R tal que f (x) > 0 para todo x ≥ M . Como lı́m f (x) = −∞,
x→∞ x→−∞
existe N ∈ R tal que f (x) < 0 para todo x ≤ N (obviamente tiene que ser N < M ). Entonces, si
consideremos f : [N, M ] → R, se tiene que f es continua, por ser una función polinómica, y además
f (N ) < 0 y f (M ) > 0. Aplicando el teorema de Bolzano obtenemos la existencia del c buscado.
Unicidad : Supongamos que existen a, b ∈ R, con a < b, tales que f (a) = f (b) = 0. Como f es continua
en [a, b] y derivable en (a, b), el teorema de Rolle nos diría que existe un punto d ∈ (a, b) tal que f 0 (d) = 0.
Pero f 0 (x) = 3x2 + 1 6= 0 para todo x ∈ R, lo que contradice lo anterior, por tanto no puede haber dos
puntos a, b ∈ R, con a < b, tales que f (a) = f (b) = 0.
Se tiene que h es continua en [a, b] y derivable en (a, b), por serlo f y g. Además,
f (b) − f (a)
f 0 (c) = .
b−a
Demostración. Sea g : [a, b] → R, g(x) = x. Se tiene que g es continua en [a, b] y derivable en (a, b).
Entonces f y g están en las condiciones del teorema del valor medio de Cauchy. Por tanto existe c ∈ (a, b)
tal que
f 0 (c)(g(b) − g(a)) = g 0 (c)(f (b) − f (a)) .
Como g 0 (x) = 1 para todo x ∈ (a, b), la igualdad anterior es
f (b) − f (a)
o lo que es equivalente, f 0 (c) = .
b−a
� (�)
f (b)- f (a)
recta con pendiente
b -a
� � � �
� (�)
Interpretación geométrica. La pendiente de la recta que une los puntos (a, f (a)) y (b, f (b)) es
f (b)−f (a)
b−a Por tanto, el teorema dice que existe un c ∈ (a, b) (puede haber más de uno) tal que la recta
.
tangente a la gráfica de f en (c, f (c)) es paralela a la recta que une (a, f (a)) y (b, f (b)) (ver fig. 3.2).
Aplicación. El teorema del valor medio es fundamental dentro del Análisis Matemático y veremos en-
seguida algunos corolarios importantes, pero vamos a ver primero un ejemplo de una aplicación frecuente:
obtener desigualdades. Vamos a usar el teorema para probar que
En efecto, fijemos un x 6= 0. Si |x| > 1 la desigualdad se cumple trivialmente porque entonces | sen x| ≤
1 < |x|. Supongamos ahora x ∈ (0, 1]. Consideremos la función f : [0, x] → R, f (t) = sen t. Como f es
continua en [0, x] y derivable en (0, x), el teorema del valor medio asegura que existe un c ∈ (0, x) tal que
sen x − sen 0 sen x
cos c = f 0 (c) = = .
x−0 x
Por tanto, | sen x| = |x|| cos c| < |x|, ya que, por ser c ∈ (0, x) ⊂ (0, 1] ⊂ (0, π2 ) se tiene que cos c < 1.
Si x < 0 solo tenemos que tener en cuenta que sen x = − sen(−x), por tanto | sen x| = | − sen(−x)| =
| sen(−x)| < | − x| = |x|.
Como ejercicio, usar la misma idea para probar la desigualdad
f (x2 ) − f (x1 )
f 0 (c) = .
x2 − x1
Como f 0 (c) = 0 por hipótesis, obtenemos f (x2 ) − f (x1 ) = 0, luego f (x1 ) = f (x2 ).
3.9 Corolario. Sea I un intervalo y sean f, g : I → R continuas en I, derivables en el interior de I y
tales que f 0 (x) = g 0 (x) para todo x del interior de I. Entonces f y g se diferencian en una constante, es
decir, existe C ∈ R tal que f (x) = g(x) + C para todo x ∈ I.
Demostración. Basta considerar la función f − g y aplicarle el corolario anterior.
3.10 Ejercicio: 1. Hallar todas las funciones derivables, f : R → R, que cumplan f 0 (x) = sen x para
todo x ∈ R.
2. Hallar todas las funciones f : R → R, dos veces derivables, que cumplan f 00 (x) = sen x para todo
x ∈ R.
3. Sean f : R → R , f (x) = arctan x y g : R \ {0} → R , g(x) = − arctan x1 .
Comprobar que f 0 (x) = g 0 (x) para todo x ∈ R \ {0}. ¿Qué se puede deducir de eso?
3.11 Corolario. Sea I un intervalo y sea f : I → R continua en I y derivable en el interior de I.
Si f 0 es acotada, entonces f es lipschitziana en I. (Como consecuencia, es uniformamente continua en I.)
Demostración. Como f 0 es acotada en el interior de I, existe M > 0 tal que |f 0 (x)| ≤ M para todo
x ∈ int(I). Veamos que
En cualquier caso,
|f (x) − f (y)| = |f 0 (c)||x − y| ≤ M |x − y| .
Ejemplos.
1
(1) Sea f : R → R, f (x) = arctan x. f es derivable en R y f 0 (x) = para todo x ∈ R. Como
1 + x2
0
|f (x)| ≤ 1, para todo x ∈ R, obtenemos que f es lipschitziana, luego uniformemente continua en R.
(2) Sea f : R → R, f (x) = log(1 + x2 ). Entonces f = g ◦ h, donde h : R → R, h(x) = 1 + x2 y
g : (0, ∞) → R, g(x) = log x. Se tiene que h es derivable en R y g es derivable en (0, ∞). Como además
h(x) ≥ 1 para todo x ∈ R, tenemos que h(R) ⊂ (0, ∞) = Dg . Entonces, por la regla de la cadena, f es
derivable en R y
1 2x
f 0 (x) = g 0 (h(x)) · h0 (x) = · 2x = .
1 + x2 1 + x2
Veamos que f 0 es acotada. De hecho |f 0 (x)| ≤ 1, para todo x ∈ R, ya que
Por otra parte, si x ∈ I, con x > x0 , es f (x) − f (x0 ) ≥ 0 por ser f creciente en I, luego
f (x) − f (x0 )
≥ 0.
x − x0
Por tanto,
f (x) − f (x0 )
f 0 (x0 ) = lı́m+ ≥ 0.
x→x0 x − x0
⇐| : Supongamos ahora que f 0 (x) ≥ 0 para todo x ∈ int(I). Sean x, y ∈ I con x < y y veamos que
f (x) ≤ f (y). Como x, y ∈ I e I es un intervalo se tiene que [x, y] ⊂ I y (x, y) ⊂ int(I) y por tanto f
es continua en [x, y] y f es derivable en (x, y). Del teorema del valor medio se sigue que existe un punto
c ∈ (x, y) tal que
f (y) − f (x) = f 0 (c)(y − x) .
Como x < y, es y − x > 0, y como c ∈ int(I) es f 0 (c) ≥ 0, de donde f 0 (c)(y − x) ≥ 0, es decir,
f (y) − f (x) ≥ 0.
(b) Se tiene que f es decreciente en I si, y solo si, −f es creciente en I. Por el apartado anterior, −f
es creciente en I si, y solo si, −f 0 (x) ≥ 0 para todo x ∈ int(I) y esto es equivalente a f 0 (x) ≤ 0 para todo
x ∈ int(I).
(c) Tenemos que f 0 (x) > 0 para todo x ∈ int(I). Sean x, y ∈ I con x < y y veamos que f (x) < f (y).
Igual que antes f es continua en [x, y] y f es derivable en (x, y), por lo tanto existe un punto c ∈ (x, y)
tal que
f (y) − f (x) = f 0 (c)(y − x) .
Como x < y, es y − x > 0, y como c ∈ int(I) es f 0 (c) > 0, de donde f 0 (c)(y − x) > 0, es decir,
f (y) − f (x) > 0.
(d) Basta aplicar el apartado anterior a −f .
Observación: Los recíprocos de (c) y (d) no son ciertos. Por ejemplo f (x) = x3 es estrictamente
creciente en R pero no es verdad que f 0 (x) > 0 para todo x ∈ R, ya que f 0 (0) = 0.
� (�)
� (�)
� �
Dada una función f definida en un intervalo I diremos que f es convexa en I si para cualesquiera dos
puntos a y b de I con a < b, la gráfica de f en el intervalo [a, b] queda por debajo del segmento que une
(a, f (a)) con (b, f (b)) (ver la fig. 3.3). La función cuya gráfica es ese segmento es la función
f (b) − f (a)
g : [a, b] → R, g(x) = f (a) + (x − a) ,
b−a
estamos diciendo entonces que f (x) ≤ g(x) para todo x ∈ (a, b). Escribamos formalmente esta definición.
f (b) − f (a)
f (x) ≤ f (a) + (x − a) .
b−a
Si para todos a, x, b de I con a < x < b se cumple lo anterior con desigualdad estricta, decimos que f es
estrictamente convexa.
Decimos que f es cóncava en I si para cualesquiera a, x, b ∈ I con a < x < b se tiene que
f (b) − f (a)
f (x) ≥ f (a) + (x − a) .
b−a
Si para todos a, x, b de I con a < x < b se cumple lo anterior con desigualdad estricta, decimos que f es
estrictamente cóncava.
Observaciones:
1. f es cóncava en I si, y solo si, −f es convexa en I.
2. Si f : I → R es convexa y cóncava entonces para todos a, b de I con a < b, se cumple que f coincide
en [a, b] con g, la función que nos da el segmento que une (a, f (a)) con (b, f (b)). De eso se deduce
fácilmente que f es convexa y cóncava si y solo si “f es un trozo de recta” (o toda una recta).
3.15 Definición. Sea I un intervalo, f : I → R continua y c ∈ int(I). Decimos que f tiene un
punto de inflexión en c si existe r > 0 tal que f|[c−r,c] es estrictamente convexa y f|[c,c+r] es estrictamente
cóncava o viceversa.
Ejemplo de función convexa: Sea f : R → R, f (x) = x2 . Veamos que f es convexa en R. Sean
a, x, b ∈ R con a < x < b. Tenemos que probar que
b2 − a2
x2 ≤ a2 + (x − a) .
b−a
Se tiene que
b2 − a2
x2 ≤ a2 + (x − a) ⇐⇒ x2 − a2 ≤ (b + a)(x − a)
b−a
⇐⇒ x + a ≤ b + a ⇐⇒ x ≤ b.
x−a>0
Como sabemos, aparte de la forma ‘punto-pendiente’ que hemos usado antes, hay otras formas de
expresar la recta que pasa por los puntos (a, f (a)), (b, f (b)). Será especialmente útil la forma paramétrica;
usando esa forma, el segmento que va de (a, f (a)) a (b, f (b)) es el conjunto
es decir
segm(a, f (a))(b, f (b)) = {(x, y) = (1 − s)(a, f (a)) + s(b, f (b)) | s ∈ [0, 1]} .
Usando eso podemos reescribir la definición de convexidad. Pondremos la equivalencia como proposición:
3.16 Proposición. Sea I un intervalo y sea f : I → R. Las siguientes afirmaciones son equivalentes:
(1) f es convexa en I.
(2) Si a, b son de I, con a < b, y s ∈ (0, 1) entonces
f (b) − f (a)
f ((1 − s)a + sb) ≤f (a) + (x − a)
b−a
f (b) − f (a)
=f (a) + s −
(b a)
b−
a
=(1 − s)f (a) + s f (b) .
(2) ⇒ (1): Sean a, b, x ∈ I, con a < x < b. Observemos que podemos escribir
b−x x−a x−a x−a
x= a+ b= 1− a+ b = (1 − s)a + sb ,
b−a b−a b−a b−a
x−a
donde hemos llamado s ≡ b−a . Se cumple claramente que 0 < s < 1; si aplicamos entonces (2) obtenemos
Ejemplo. f (x) = |x| es convexa en R, ya que si a, b ∈ R con a < b y s ∈ (0, 1), entonces
f (b) − f (a)
(*) f (c) ≤ f (a) + (c − a)
b−a
de donde se sigue la primera desigualdad (usamos que c − a > 0).
a c b
f (b) − f (a)
f (c) ≤ f (b) + (c − b)
b−a
(hemos escrito la recta que pasa por (a, f (a)), (b, f (b)) en forma punto-pendiente, pero ahora ‘tomando
(b, f (b)) como punto’). Teniendo en cuenta que c − b < 0, se sigue
f (x) − f (x̄)
T (x) =
x − x̄
es creciente. En efecto, tomemos x, y ∈ I, con x < y; distinguimos tres posibilidades:
si x̄ < x < y , aplicamos la primera desigualdad del lema 3.17 con a = x̄, c = x, b = y, y se obtiene
f (x) − f (x̄) f (y) − f (x̄)
≤ ,
x − x̄ y − x̄
es decir T (x) ≤ T (y);
si x < x̄ < y , aplicamos 3.17 con a = x, c = x̄, b = y y nos fijamos en la desigualdad entre los extremos:
f (x̄) − f (x) f (y) − f (x̄)
≤ ,
x̄ − x y − x̄
y vemos de nuevo que T (x) ≤ T (y); por último
si x < y < x̄ , aplicamos 3.17 con a = x, c = y, b = x̄ y nos quedamos con la última desigualdad:
0 f (x2 ) − f (x1 )
f+ (x1 ) ≤ .
x2 − x1
Por otra parte, si x > x2 , aplicando el lema 3.17 (con a = x1 , b = x, c = x2 y usando la desigualdad entre
el primer y el tercer término) se tiene
f (x2 ) − f (x1 ) f (x) − f (x2 )
≤ .
x2 − x1 x − x2
Por tanto, juntando esta desigualdad con la anterior tenemos que
0 f (x) − f (x2 )
f+ (x1 ) ≤ , para x > x2 .
x − x2
0 0
Tomando límite cuando x → x2 en el término de la derecha se obtiene f+ (x1 ) ≤ f+ (x2 ) .
0
La demostración de que f− es creciente la dejamos como ejercicio.
0 0
(c): Si x̄ ∈ int(I), como existen f− (x̄) y f+ (x̄), se cumple que f es continua en x̄ (teorema 2.6 (c) del
tema anterior).
0 0
Observación: Si f es estrictamente convexa, razonando como en (b), se obtiene que f+ y f− son
estrictamente crecientes en int(I).
o lo que es equivalente,
f (x) − f (a) f (b) − f (a)
(*) ≤ .
x−a b−a
Aplicando el teorema del valor medio a los intervalos [a, x] y [x, b] obtenemos que existen c1 y c2 , con
a < c1 < x < c2 < b tales que
f (x) − f (a) f (b) − f (x)
= f 0 (c1 ) y = f 0 (c2 ) .
x−a b−x
Por ser f 0 creciente tendremos f 0 (c1 ) ≤ f 0 (c2 ). Podemos poner entonces
f (b) − f (a) = f (b) − f (x) + f (x) − f (a)
= f 0 (c2 )(b − x) + f 0 (c1 )(x − a)
≥ f 0 (c1 )(b − x) + f 0 (c1 )(x − a) = f 0 (c1 )(b − a)
f (x) − f (a)
= (b − a)
x−a
(para la desigualdad usamos que f 0 (c2 ) ≥ f 0 (c1 ) y b − x > 0; el resto es elemental). De ahí se sigue (*).
(b ) f 0 es decreciente en int(I) ⇔ −f 0 es creciente en int(I) ⇔ −f es convexa en I ⇔ f es cóncava en I.
Observación: Es fácil ver que, con las hipótesis del teorema, se cumple también que
(a) f es estrictamente convexa en I si y solo si f 0 es estrictamente creciente en int(I)
(b) f es estrictamente cóncava en I si y solo si f 0 es estrictamente decreciente en int(I).
En efecto, basta repasar la demostración y usar lo que hemos ido viendo para el caso de la convexidad
(o concavidad) estricta.
El siguiente ejercicio nos da otra otra propiedad importante de las funciones convexas:
3.20 Ejercicio: Sea I un intervalo y f : I → R continua en I y derivable en int(I). Probar que f es
convexa si, y solo si, para todo a ∈ int(I), la recta tangente a la gráfica de f en el punto (a, f (a)) queda
por debajo de la gráfica de f (hacer un dibujo para convencerse de que eso es cierto).
(Indicación: para ⇒) escribir qué desigualdad hay que demostrar y repasar la demostración del teorema
3.18; para ⇐) probar que la hipótesis implica que f 0 es creciente y usar el teorema anterior.)
Teniendo en cuenta el teorema del extremo interior (teorema 3.3), obtenemos el siguiente corolario del
teorema 3.19.
3.21 Corolario. Sea I un intervalo, f : I → R continua en I, y derivable en int(I). Si f tiene un punto
de inflexión en c ∈ int(I) y existe f 00 (c) entonces f 00 (c) = 0.
Demostración. En efecto, si c es punto de inflexión significa (ver def. 3.15) que existe un r > 0 tal que en
[c − r, c], f es estrictamente convexa y en [c, c + r], f es estrictamente cóncava, o viceversa. En el primer
caso f 0 es creciente en [c − r, c] y decreciente en [c, c + r], y f 0 tiene por tanto un máximo local en c; por
el teorema del extremo interior tiene que ser f 00 (c) = 0. En el otro caso se razona igual: f 0 tendría un
mínimo en c y también f 00 (c) = 0.
Observaciones: 1. El recíproco del teorema anterior no es cierto. Por ejemplo, f : R → R dada por
f (x) = x4 , no tiene punto de inflexión en c = 0 y sin embargo f 00 (0) = 0. Otro ejemplo: la función
f : R → R, f (x) = x, cumple f 00 (x) = 0 en todo c ∈ R pero ningún c es punto de inflexión (repasar la
definición de punto de inflexión).
2. f puede ser derivable, tener un punto de inflexión en c, y no existir f 00 (c). Por ejemplo, eso ocurre
en c = 0 con la función f : R → R, definida como f (x) = x2 si x > 0; f (x) = −x4 si x ≤ 0 (comprobarlo).
Usando el teorema 3.12, obtenemos otro corolario del teorema 3.19, la caracterización de la con-
vexidad usando la derivada segunda de f :
(3) f (x) = loga (x) (0 < a 6= 1) es est. convexa en (0, ∞) si 0 < a < 1 y est. cóncava si a > 1. En efecto,
−1
basta calcular f 0 (x) = x log
1 00
a , f (x) = x2 log a , y se obtiene inmediatamente lo anterior.
(4) f (x) = xα es est. cóncava en (0, ∞) si 0 < α < 1 y est. convexa si α > 1 ó α < 0. (Ejercicio.)
Como f (a) = g(a) = 0, la sucesión {cn } cumple por tanto: a < cn < xn para todo n ∈ N y
f (xn ) f 0 (cn )
= 0 para todo n ∈ N.
g(xn ) g (cn )
Como lı́m{xn } = a, por el criterio del sandwich obtenemos que lı́m{cn } = a y de la caracterización del
límite mediante sucesiones se sigue que
0
f (cn )
lı́m = `(+∞, −∞) .
g 0 (cn )
De aquí que
f 0 (cn )
f (xn )
lı́m = lı́m = `(+∞, −∞) .
g(xn ) g 0 (cn )
PASO 2. Caso general: lı́mx→a+ f (x) = lı́mx→a+ g(x) = 0 .
Definamos F, G : [a, b) → R por
f (x), si x 6= a; g(x), si x 6= a;
F (x) = , G(x) = .
0, si x = a. 0, si x = a.
Entonces:
1. como F (x) = f (x) y G(x) = g(x) para todo x ∈ (a, b), se cumple que F y G son derivables en (a, b)
y F 0 (x) = f 0 (x), G0 (x) = g 0 (x) para todo x ∈ (a, b).
2. G0 (x) = g 0 (x) 6= 0 para todo x ∈ (a, b).
F 0 (x) f 0 (x)
3. lı́m 0
= lı́m 0 = `(+∞, −∞).
x→a+ G (x) x→a+ g (x)
4. F (a) = G(a) = 0.
F (x)
Por el paso 1 es lı́m+ = `(+∞, −∞) y por tanto
x→a G(x)
f (x)
lı́m = `(+∞, −∞).
x→a+ g(x)
Ahora, como lı́mx→a+ F (x) = 1, podemos elegir un δ > 0 (y menor que c2 − a) tal que si x ∈ (a, a + δ)
se cumpla
3 ε
|F (x)| < , |F (x) − 1| < ;
2 2|`| + 1
f (x)
y entonces, para x ∈ (a, a + δ) se cumple g(x) − ` < ε.
Observación. El recíproco de la regla de L’Hôpital no es cierto. Así, puede ocurrir que lı́mx→a f (x) =
0
lı́mx→a g(x) = 0, que no exista lı́mx→a fg0 (x)
(x)
y que sí exista lı́mx→a fg(x)
(x)
. Por ejemplo,
(
1
x2 sen x si x 6= 0,
f (x) = ; g(x) = x .
0, si x = 0.
f 0 (x)
1 2 1 −1 1 1
= 2x sen + x cos · = 2x sen − cos
g 0 (x) x x x2 x x
Otro ejemplo de que el recíproco no es cierto es el siguiente: sean f (x) = x + sen x y g(x) = x .
Entonces, lı́m f (x) = lı́m g(x) = ∞ y
x→∞ x→∞
• se cumple que
f (x) x + sen x sen x
lı́m = lı́m = lı́m (1 + ) = 1,
x→∞ g(x) x→∞ x x→∞ x
f 0 (x)
• pero g 0 (x) no tiene límite en ∞ , porque
f 0 (x)
= 1 + cos x .
g 0 (x)
Nota. Para ahorrar escritura, cuando se usa la regla de L’Hôpital es costumbre escribir
como una especie de ‘igualdad condicional’: con eso queremos decir que si el límite de la derecha existe
entonces el de la izquierda también existe y coinciden, pero si el de la derecha no existe puede ocurrir
(como hemos visto en los ejemplos) que el de la izquierda sí exista. . . habrá que estudiarlo de otra forma;
en ese caso la regla de L’Hôpital no nos ayuda.
Ejemplos. Veamos a continuación algunos ejemplos en los que la regla sí ‘funciona’.
El primero nos muestra que las reglas de L’Hôpital también puede ser útiles para estudiar límites de
la forma lı́mx→a [f (x) − g(x)] , donde f y g cumplen que lı́mx→a f (x) = lı́mx→a g(x) = +∞ (es decir,
lo que abreviamos diciendo “indeterminaciones de la forma +∞ − ∞”). Basta ‘manipular’ la expresión de
f − g hasta ponerla en la forma de un cociente a la que se pueda aplicar una regla de L’Hôpital.
1 1
(1) lı́m − .
x→0 x2 sen2 x
Tenemos que
1 1 sen2 x − x2 sen2 x − x2 x2
− = = · .
x2 sen2 x x2 sen2 x x4 sen2 x
2 2 2 2
Sabemos que lı́mx→0 senx 2 x = lı́mx→0 senx x = 1. Para calcular lı́mx→0 sen xx−x
4 usaremos la regla de
L’Hôpital (en cada paso hay que comprobar que el límite del numerador y el del denominador es 0).
sen2 x − x2 L’Hôp. 2 sen x cos x − 2x sen(2x) − 2x
lı́m = lı́m = lı́m
x→0 x4 x→0 4x 3 x→0 4x3
L’Hôp. 2 cos(2x) − 2 cos(2x) − 1
= lı́m = lı́m
x→0 12x2 x→0 6x2
L’Hôp. −2 sen(2x) −1 sen(2x) −1
= lı́m = lı́m · = .
x→0 12x x→0 3 2x 3
Por lo tanto,
sen2 x − x2 x2
1 1 −1 −1
lı́m − = lı́m · = ·1= .
x→0 x2 sen2 x x→0 x4 sen2 x 3 3
Observación. En general, para un límite de la forma lı́mx→a [f (x) − g(x)] donde f y g cumplen que
1 1
g − f
lı́mx→a f (x) = lı́mx→a g(x) = +∞, podemos escribir f − g = 1 ; ahora el numerador y el
fg
denominador tienen límite 0 cuando x → a y podemos aplicar la regla de L’Hôpital.
Los límites que vimos en el tema 1 sobre comparación de las funciones exponenciales, potenciales y
logarítmicas en ∞ (teorema 1.18), se pueden obtener ahora fácilmente usando el teorema de L’Hôpital.
Por ejemplo:
ex
(2) lı́m .
x→∞ x2
Se tiene que lı́m ex = ∞, lı́m x2 = ∞ y lı́m 2x = ∞. Entonces
x→∞ x→∞ x→∞
x
e L’Hôp. ex L’Hôp. ex
lı́m = lı́m = lı́m = ∞.
x→∞ x2 x→∞ 2x x→∞ 2
De la misma forma, aplicando la Regla de L’Hôpital un número finito de veces, se prueba fácilmente que
(como ya sabíamos)
ex
lı́m α = ∞ , para todo α > 0.
x→∞ x
xα
(3) lı́m , para α > 0.
x→∞ log x
Se tiene que lı́m log x = ∞ y lı́m xα = ∞. Intentemos aplicar la regla de L’Hôpital.
x→∞ x→∞
xα L’Hôp. αxα−1
lı́m = lı́m 1 = lı́m αxα = ∞ .
x→∞ log x x→∞
x
x→∞
cada potencia por su ai , etc. Si pudiésemos encontrar una función polinómica, P , que esté próxima a la
función log podríamos usar P (1,4) como una aproximación aceptable de log(1,4) y puede que eso baste
para nuestros propósitos.
La aproximación de funciones mediante polinomios es uno de los temas de los que se ocupa el Análisis
Matemático. En esta sección estudiaremos una de las formas de hacer eso: mediante polinomios de Taylor.
Para una función, f , su polinomio de Taylor centrado en un punto, a (a ∈ dom(f )), es un polinomio que
aproxima bien a la función f , por lo menos en un intervalo alrededor de a. Nosotros veremos cómo se definen
esos polinomios, los calcularemos para las funciones importantes (exponencial, logaritmo, trigonométricas,
etc.) y veremos alguna aplicación interesante, por ejemplo demostraremos que e es un número irracional.
(Nótese que la gráfica de un P como ese es una recta que pasa por (a, f (a)).) ¿Qué quiere decir que P
aproxime a f alrededor de a? Habrá que pedir por lo menos que lı́mx→a (f (x) − P (x)) = 0, es decir
Pero, por ser f continua en a, lı́mx→a f (x) = f (a) y por tanto eso se cumple con cualquier m; es decir, si
solo pedimos eso, cualquiera de esos polinomios valdría. ¿Hay algún m mejor que los demás? ¿qué significa
que sea mejor ? Una posibilidad es ver si hay algún m para el que se cumpla la siguiente condición:
f (x) − f (a) − m(x − a)
(cond.1) lı́m =0.
x→a x−a
Eso nos diría que el numerador, es decir la diferencia [f (x) − f (a) − m(x − a)], se hace tan pequeña cerca
1
de a que, incluso multiplicándola por ‘algo muy grande’, |x−a| , (una función que se va a ∞ cuando x → a),
el límite del producto es 0. ¿Hay algún m para el que se cumpla (cond.1)? Eso es lo mismo que decir que
f (x) − f (a)
lı́m −m=0 ,
x→a x−a
. . . ahora vemos claramente que habrá un m que cumpla lo que queremos si y solo si f es derivable en a.
Lo que hemos razonado nos dice que si f es derivable en a, entonces de todos los polinomio de grado 1
que pasan por (a, f (a)) el que mejor se aproxima a f cerca de a (el único que cumple (cond.1)) es
(Nótese que la gráfica de P es la recta tangente a la gráfica de f en (a, f (a)). Vemos de nuevo algo que ya
apareció justo al motivar la definición de derivada: lo que hemos razonado nos dice también que la recta
tangente en (a, f (a)) es la que ‘más se pega’ a la gráfica de f en ese punto.)
Ahora podemos seguir la misma idea para buscar el polinomio de grado ≤ 2 que mejor aproxime a f
cerca de a: Como queremos que pase por (a, f (a)) será de la forma P (x) = f (a) + m(x − a) + p(x − a)2 ;
si pedimos como antes que
f (x) − f (a) − m(x − a) − p(x − a)2
lı́m =0,
x→a x−a
llegamos, como antes, a que f debe ser derivable en a y debemos tomar m = f 0 (a), pero no obtenemos
ninguna condición para p, p podría ser cualquiera. Podemos pedir algo más ¿habrá un polinomio de la
forma P (x) = f (a) + f 0 (a)(x − a) + p(x − a)2 que haga que, cerca de a, la diferencia f (x) − P (x) se haga
1
pequeña incluso al multiplicarla por (x−a) 2 ?, es decir que cumpla la condición
Por tanto tendríamos que si existe f 00 (a), entonces, de entre todos los polinomio de grado ≤ 2 que pasan
por (a, f (a)), el que mejor se aproxima a f cerca de a (el único que cumple (cond. 2)), es
1
P (x) = f (a) + f 0 (a)(x − a) + f 00 (a)(x − a)2 .
2
Así podríamos seguir y podríamos buscar de forma más general un polinomio P de grado menor o
1
igual que n de forma que f (x) − P (x) se haga pequeño incluso al multiplicarlo por (x−a)n , es decir, un P
Pn
Notas. 1. En la expresión k=0 ak (x−a)k , se usa la convención de que para k = 0, ak (x−a)k significa
simplemente a0 .
2. Cuando a = 0 al polinomio de Taylor se le suele llamar también polinomio de Maclaurin.
3.29 Ejercicio: Calcular los polinomios de Taylor siguientes:
a ) Pf,0,n cuando f (x) = ex b ) Pf,1,n cuando f (x) = log x c ) Psen,0,n d ) Pcos,0,n
3.30 Observaciones:
(i) Si P es un polinomio de grado ≤ n entonces se tiene que
(ii) Si f es n-veces derivable en a entonces f 0 es n−1 veces derivable en a y se tiene que Pf 0 ,a,n−1 = Pf,a,n
0
.
El teorema que sigue (teorema de Taylor) nos asegura que si f es n veces derivable en a entonces Pf,a,n
es el polinomio que buscamos: es el único polinomio P de grado ≤ n que satisface (cond. n).
3.31 Teorema (de Taylor). Sea I un intervalo en R con a ∈ I y sea f : I → R una función que es n
veces derivable en a. Entonces
f (x) − Pf,a,n (x)
(*) lı́m = 0.
x→a (x − a)n
Además, Pf,a,n es el único polinomio de grado menor o igual que n con esta propiedad, es decir:
Si P es un polinomio con grado(P ) ≤ n y tal que lı́mx→a f (x)−P
(x−a)n
(x)
= 0, entonces P = Pf,a,n .
Demostración.
f (x) − Pf,a,n (x) f (x) − Pf,a,n−1 (x) f n) (a)
n
= − .
(x − a) (x − a)n n!
Es fácil comprobar que
h i
(k)
lı́m f (k) (x) − Pf,a,n−1 (x) = 0, k = 0, 1, 2, . . . , n − 2,
x→a
(n−1)
y que Pf,a,n−1 (x) = f (n−1) (a) para todo x. Entonces, aplicando la regla de L’Hôpital n−1 veces, obtenemos
(n−1) (n−1)
f (x) − Pf,a,n−1 (x) f (x) − Pf,a,n−1 (x) f (n−1) (x) − f (n−1) (a)
lı́m = lı́m = lı́m
x→a (x − a)n x→a n!(x − a) x→a n!(x − a)
(n)
f (a)
y este último límite no es más que n! . Por tanto, deducimos (*).
f (x)−P (x)
Veamos ahora la unicidad: si P es un polinomio con grado(P ) ≤ n que también cumple lı́mx→a (x−a)n =
0 entonces restando (*) se tendría
Pf,a,n (x) − P (x)
lı́m =0.
x→a (x − a)n
Llamemos R(x) = Pf,a,n (x) − P (x) y escribámoslo en potencias de (x − a) :
R(x) = b0 + b1 (x − a) + · · · + bn (x − a)n .
R(x)
Como límite lı́mx→a (x−a)n = 0, se tiene que cumplir que lı́mx→a R(x) = 0 (simplemente porque R(x) =
R(x) n
(x−a)n (x − a) ), y obtenemos que b0 = 0. Por tanto si usamos eso en la definición de R(x), vemos que
R(x)
ahora la hipótesis lı́mx→a (x−a)n = 0 equivale a decir que
b1 + b2 (x − a) + · · · + bn (x − a)n−1
lı́m =0.
x→a (x − a)n−1
Como antes, de ahí se deduce que b1 = 0; reiterando el razonamiento obtenemos que R ≡ 0.
3.32 Ejemplos: (Importante) Estos son algunos ejemplos importantes de polinomios de Taylor (son los
del ejercicio 3.29; ¡hacerlo si no se ha hecho ya!). En las fig. 3.5 y 3.6 hemos representado varios (con el
programa Mathematica).
n
X xk
f (x) = ex (x ∈ R) , Pf,n,0 (x) = .
k!
k=0
n
X x2k+1
f (x) = sen x (x ∈ R) , Pf,0,2n+1 (x) = (−1)k = Pf,0,2n+2 (x).
(2k + 1)!
k=0
n
X x2k
f (x) = cos x (x ∈ R) , Pf,0,2n (x) = (−1)k = Pf,0,2n+1 (x).
(2k)!
k=0
n
X xk
f (x) = log(1 + x) (x ∈ (−1, ∞)) , Pf,n,0 (x) = (−1)k−1 .
k
k=1
Nótese que Psen,0,2n+2 (x) coincide con Psen,0,2n+1 (x); esto nos dice, por ejemplo, que el polinomio de grado
≤ 4 que ‘mejor aproxima’ a la función sen cerca de 0 es un polinomio de grado 3. Para la función cos se
cumple que Pcos,0,2n+1 = Pcos,0,2n .
ã ã ã ã
1 1 1 1
-2 1 2 -2 1 2 -2 1 2 -2 1 2
1 1 1 1
-Π Π -Π Π -Π Π -Π Π
-1 -1 -1 -1
3.33 Teorema. Sea I un intervalo en R que contiene a en su interior y sea f : I → R una función que
es n veces derivable en a. Sea n ≥ 2 y supongamos que f (k) (a) = 0, para 1 ≤ k ≤ n − 1, pero f (n) (a) 6= 0.
Se tiene:
f (n) (a)
Demostración. Se tiene Pf,a,n (x) = f (a) + n! (x − a)n y, por tanto,
Veamos con un ejemplo cómo puede usarse eso para calcular un polinomio de Taylor. Vamos a ha-
llar Parctan,0,n . Para abreviar llamemos f (x) = arctan x. La primera derivada es fácil: f 0 (x) = 1+x 1
2;
los problemas empiezan ahí, o lo que es lo mismo, el problema es calcular el polinomio de Taylor de
g(x) ≡ f 0 (x) = 1+x1
2 (recordar lo que dijimos en la observación 3.30 (ii)). La idea es buscar (de alguna
Pn
manera) un polinomio, Pn (x) = k=0 ak xk , de grado ≤ n, que cumpla
1
Pn k
g(x) − Pn (x) 1+x2 − k=0 ak x
lı́m = lı́m =0.
x→0 xn x→0 xn
La fórmula de la suma de una serie geométrica nos da una pista: si | − x2 | < 1, ó lo que es lo mismo, si
|x| < 1, se cumple
∞ ∞
1 X
2 k
X
= (−x ) = (−1)k x2k ,
1 + x2
k=0 k=0
(−1)n+1 x2n+2
g(x) − P2n (x) = ,
1 + x2
y por tanto
g(x) − P2n (x) (−1)n+1 x2
lı́m 2n
= lı́m =0.
x→0 x x→0 1 + x2
Es decir, ese P2n cumple la condición clave del polinomio de Taylor de grado 2n. La propiedad de unicidad
del teorema de Taylor nos dice por tanto que
n
X
Pg,0,2n (x) = P2n (x) = (−1)k x2k .
k=0
n+1
[De hecho se cumple también que lı́mx→0 g(x)−P 2n (x)
x2n+1 = lı́mx→0 (−1)
1+x2
x
= 0 y por tanto, de nuevo la
Pn k 2k
unicidad prueba que Pg,0,2n+1 (x) = P2n (x) = k=0 (−1) x . Por ejemplo Pg,0,7 = Pg,0,6 , . . . eso es
lógico porque g es una función par.]
Ahora es fácil calcular los polinomios para la función arctan: sabemos (ver la observación 3.30 (ii))
que Parctan,0,2n+1 tiene que ser una polinomio que al derivarlo nos dé Pg,0,2n (es decir, lo que en el
tema siguiente llamaremos una primitiva de Pg,0,2n ), por tanto (eso es fácil aunque todavía. no hayamos
Pn k
estudiado primitivas) debe ser Parctan,0,2n+1 (x) = k=0 (−1) 2k+1 x
2k+1
+ cte. ; pero, como tiene que ser
Parctan,0,2n+1 (0) = arctan(0) = 0, la constante tiene que ser = 0. Hemos deducido por tanto que
n
X (−1)k 2k+1
Parctan,0,2n+1 (x) = x
2k + 1
k=0
y se cumple que Parctan,0,2n+2 (x) = Parctan,0,2n+1 (x) (. . . es lógico porque arctan es una función impar).
La misma idea sirve también para obtener el polinomio de un producto o de una composición de
funciones. Por ejemplo, es fácil ver que si f, g : I → R (I un intervalo) son funciones n veces derivables
en a ∈ int(I), entonces Pf ·g,a,n es el polinomio que resulta de multiplicar Pf,a,n y Pg,a,n y suprimir los
términos de grado > n.
Por ejemplo, si F (x) = x3 ex y queremos calcular PF,0,6 podemos usar lo anterior y vemos que es
PF,0,6 (x) = P (x) = x3 + x4 + 12 x5 + 3!
1 6
x . La justificación de eso es que P (x) satisface
3.34 Teorema (Fórmulas de Lagrange y de Cauchy del resto). Sea I un intervalo, sea a ∈ I y sea
f : I → R una función con derivadas continuas hasta el orden n en I y con derivada de orden n + 1 en
el interior de I. Supongamos que x ∈ I, con x 6= a. Entonces:
Observemos que F es continua en [a, x] ya que f, f (1) , . . . , f (n) son continuas en [a, x]. Además, F es
derivable en (a, x) ya que f, f (1) , . . . , f (n) son derivables en (a, x).
El teorema del valor medio de Cauchy nos permite asegurar entonces que si G es una función continua
en [a, x] y derivable en (a, x), existe un punto c de (a, x) tal que
[F (x) − F (a)]G0 (c) = [G(x) − G(a)]F 0 (c) .
(k)
Puesto que para cada número natural k, con 1 ≤ k ≤ n, la función Fk definida por Fk (t) = f (t)
k! (x−t)
k
es derivable y
f (k) (c) f (k+1) (c)
Fk0 (c) = − (x − c)k−1 + (x − c)k
(k − 1)! k!
entonces
f (2) (c) f (2) (c) f (3) (c)
F 0 (c) = − f 0 (c) − f 0 (c) + (x − c) − (x − c) + (x − c)2 + . . .
1! 1! 2!
f (n+1) (c)
−Rf,a,n (x)G0 (c) = −[G(x) − G(a)] (x − c)n ,
n!
y si G0 (c) 6= 0, lo anterior puede escribirse como
f (n+1) (c)
Rf,a,n (x) = (x − c)n (x − a) .
n!
Si G(t) = (x − t)n+1 , es G(x) − G(a) = −(x − a)n+1 y G0 (c) = −(n + 1)(x − c)n , y se obtiene la forma de
Lagrange del resto:
(x − a)n+1 f (n+1) (c) n f (n+1) (c)
Rf,a,n (x) = (x − c) = (x − a)n+1 .
(n + 1)(x − c)n n! (n + 1)!
Utilizando la fórmula de Lagrange del resto (teorema 3.34), y teniendo en cuenta que todas las derivadas
sucesivas de la función exponencial son la propia función exponencial, tenemos,
ecn,x
Rexp,0,n (x) = xn+1 para un cierto cn,x entre 0 y x
(n + 1)!
(nótese que estamos aplicando el teorema 3.34 para cada n ∈ N; el punto c que aparece en la conclusión
depende de n, además de depender de x, por eso lo denotamos como cn,x ).
Es fácil acotar ese resto: si x < 0 se cumple que ecn,x < 1, y si x > 0 se cumple que ecn,x < ex , luego
1
si x < 0 , |Rexp,0,n (x)| < |x|n+1 ;
(n + 1)!
(3.35)
ex
si x > 0 , 0 < Rexp,0,n (x) < xn+1 .
(n + 1)!
Podemos utilizar esto para obtener aproximaciones de ex con el grado de error que queramos.
Por ejemplo, busquemos una aproximación de e con error menor que 10−5 :
Usamos (3.35) para x = 1. Como e ≤ 3, obtenemos
3
(*) 0 < Rexp,0,n (1) < ,
(n + 1)!
3
luego bastará elegir n ∈ N tal que (n+1)! < 10−5 . Es fácil ver que eso se tiene para n = 8. Así que, si
tomamos como valor aproximado de e el número
1 1
1+1+ + ··· + ,
2! 8!
estamos cometiendo un error (por defecto) menor que 10−5 .
n n+1 o
|x|
De manera más general, tenemos que, fijado x ∈ R, se cumple (n+1)! → 0 (usar el criterio del
cociente para sucesiones), por tanto las desigualdades de (3.35) implican:
para todo x ∈ R se cumple que Rexp,0,n (x) −→ 0 cuando n → ∞.
Pn k
Como Rexp,0,n (x) = ex − k=0 xk! , hemos probado una igualdad muy importante:
∞
X xn
(3.36) ex = , x∈R
n=0
n!
Una serie como la anterior, en las que aparecen las potencias de x, xn , multiplicadas por ciertos
1
números an (en este caso an = n! ) es lo que se llama una serie de potencias, un concepto fundamental
que se estudia en cursos superiores (E.D.O., Variable Compleja. . . ).
La desigualdad (*), que hemos deducido de (3.35), nos permite obtener otro resultado muy importante
(Euler fue el primero en probarlo, pero con una demostración diferente):
Fijemos un n ∈ N con n > b y n > 3, es decir, n > máx{b, 3}. Multipliquemos por n! la desigualdad (3.38)
(donde ahora ponemos e = ab ).
a n! n! n! 3
0 < n! · − (n! + n! + + + · · · + ) < n! .
b 2! 3! n! (n + 1)!
a
Como n > b, se tiene que n! · ∈ N; lo que aparece entre paréntesis obviamente es natural, y por tanto
b
el término central en esa desigualdad es un cierto número natural, llamémoslo N . Pero, por otra parte,
como n > 3, el término de la derecha cumple,
3 3
0 < n! = < 1.
(n + 1)! n+1
Por tanto N sería un número natural que cumpliría 0 < N < 1, lo cual es una contradicción.
x2n+2
Rsen,0,2n+1 (x) = (−1)n+1 sen(c2n+1,x ) , para un cierto c2n+1,x entre 0 y x .
(2n + 2)!
|x|2n+1
|Rcos,0,2n (x)| ≤ , x ∈ R.
(2n + 1)!
|x|n
Como → 0, para todo x, tenemos
n!
∞ ∞
X x2k+1 X x2k
sen x = (−1)k , cos x = (−1)k , (x ∈ R)
(2k + 1)! (2k)!
k=0 k=0
Como hicimos en el caso de ex , podemos utilizar los polinomios Pcos,0,2n (x) y Psen,0,2n+1 (x) para obtener
valores aproximados de cos x y sen x.
Los ejemplos anteriores son excepcionales y en realidad un poco raros: si f es una de las funciones
n→∞
anteriores (exponencial, seno o coseno) hemos visto que {Pf,0,n (x)} −−−−→ f (x) para todo x ∈ dom(f ) .
Esto es raro porque recordemos que los polinomios de Taylor surgen como aproximaciones locales, apro-
ximaciones alrededor del centro. Veamos un ejemplo importante con comportamiento diferente:
(iii) Función logaritmo.
Sea f : (−1, ∞) → R , f (x) = log(1 + x). (Usamos log(1 + x) en lugar de log x para poder hacer el
polinomio de Taylor en 0, que es más cómodo. También podríamos hacer los polinomios de log x centrados
en a = 1.) Entonces, para cada n,
n
X xk
Pf,0,n (x) = (−1)k+1
k
k=1
y los restos de Lagrange son
1 1
Rf,0,n (x) = (−1)n xn+1 , para un cierto cn,x entre 0 y x
n + 1 (1 + cn,x )n+1
En este caso no es tan simple ver para qué valores de x los restos tienden a 0.
1
- Si x ∈ [0, 1] sí es fácil: |Rf,0,n (x)| ≤ n+1 xn+1 y por tanto, para x ∈ [0, 1], {|Rf,0,n (x)|} → 0.
P∞ n
Tenemos, por ahora, que para x ∈ [0, 1] se cumple log(1 + x) = n=1 (−1)n+1 xn
Nótese que eso nos permite hallar la suma de una serie ‘famosa’, de la serie que se da como ejemplo
típico de serie condicionalmente convergente: lo anterior nos dice que
∞
X (−1)n+1
= log 2.
n=1
n
- Si −1 < x < 0 , también se cumple que {|Rf,0,n (x)|} → 0 pero no es fácil obtener eso con la forma de
Lagrange del resto. Se puede hacer escribiéndolo en la forma de Cauchy, 2 , pero nosotros no lo probaremos.
(Más adelante, cuando se estudien series de potencias se obtendrá eso de una manera mucho más simple.
n→∞
Se verá también que para x > 1 {|Rf,0,n (x)|} −−−−→ ∞.)
En resumen en este caso se puede poner
∞
X xn
log(1 + x) = (−1)n+1 , x ∈ (−1, 1]
n=1
n
- Si 0 < x < 1 es fácil ver que {|Rf,0,n (x)|} → 0: en efecto, para n > α − 1 se tiene |Rf,0,n (x)| ≤
α
n+1
n+1 x y se puede ver (usar criterio del cociente para sucesiones) que eso tiende a 0.
- Si −1 < x < 0 lo anterior no funciona, pero se puede probar que {|Rf,0,n (x)|} → 0 escribiendo el resto
α
con la forma de Cauchy: Rf,0,n (x) = (n+1) n+1 (1+c̄n,x )α−n−1 (x−c̄n,x )n x, con x < c̄n,x < 0. Lo dejamos
c̄ n c̄ n n+1
como ejercicio. (Indicación: escribir los dos últimos factores como x 1 − n,x x x = 1 − n,x x x ;
usar eso para probar que, cuando n → ∞, Rf,0,n (x) → 0.)
En resumen, se puede poner: si α ∈ R
∞
X α
(1 + x)α = xn , x ∈ (−1, 1)
n=0
n
(Se puede probar que, si α > −1, la igualdad es válida también para x = 1.)
La serie anterior se conoce como serie binómica. Es el análogo, para α ∈ R, de la formula del binomio
de Newton para (1 + x)m con m ∈ N.
3.39 Nota: Los desarrollos recuadrados en los ejemplos anteriores son muy importantes y, aparte de
saber cómo se obtienen, deberían saberse de memoria por todo aquel que quiera aprobar una asignatura
como ésta de introducción al Análisis.
La integral de Riemann
M M f
f
M(b - a)
m m
m(b - a)
a b a b
Las desigualdades anteriores nos dan una estimación del área de R(f, a, b). Es claro cómo podemos
mejorar esa estimación: podemos dividir el intervalo [a, b] en n subintervalos mediante n + 1 puntos
t0 < t1 < · · · < tn y acotar el área de R(f, a, b) por la suma de las áreas de los rectángulos contenidos
en R(f, a, b), por una parte, y por la suma de las áreas de los rectángulos que contienen a R(f, a, b), por
otra. Es decir, si denotemos mi = ı́nf f ([ti−1 , ti ]) y Mi = sup f ([ti−1 , ti ]), debería ocurrir que
n
X n
X
mi · (ti − ti−1 ) ≤ área de R(f, a, b) ≤ Mi · (ti − ti−1 ) .
i=1 i=1
� �� �� - � �� �� - � � � �� �� - � �� �� - � �
L(f, P ) U(f, P )
Figura 4.2
Observaciones:
1. En la definición anterior no estamos exigiendo que f sea mayor o igual que 0, pero sí que esté
acotada, para que existan mi y Mi en cada intervalo [ti−1 , ti ].
2. Si P es una partición de [a, b] entonces L(f, P ) ≤ U(f, P ) , ya que m i ≤ Mi y ti − ti−1 > 0
para todo i.
3. Para toda P ∈ P([a, b]) se tiene que
L(−f, P ) = −U(f, P ) y que U(−f, P ) = −L(f, P ) .
Esto es consecuencia del siguiente resultado, ya conocido: Sea A un subconjunto de R no vacío y
acotado. Si −A = {−a : a ∈ A} entonces
sup(−A) = −ı́nf(A) y ı́nf(−A) = − sup(A) .
Veamos:
mi (−f ) = ı́nf{−f (x) : x ∈ [ti−1 , ti ]}
= − sup{f (x) : x ∈ [ti−1 , ti ]} = −Mi (f ) ,
por tanto,
n
X n
X
L(−f, P ) = mi (−f )(ti − ti−1 ) = −Mi (f )(ti − ti−1 ) = −U(f, P ) .
i=1 i=1
4.3 Definición. Sean P y Q particiones del intervalo [a, b]. Decimos que Q es más fina que P si P ⊂ Q.
4.4 Teorema. Sea f acotada en [a, b] y sean P y Q particiones de [a, b] con Q más fina que P (P ⊂ Q)
entonces
L(f, P ) ≤ L(f, Q) ≤ U(f, Q) ≤ U(f, P ) .
Entonces,
L(f, Q) − L(f, P ) = m0 (c − tk−1 ) + m00 (tk − c) − mk (tk − tk−1 ) ,
donde
mk = ı́nf f ([tk−1 , tk ]) , m0 = ı́nf f ([tk−1 , c]) , m00 = ı́nf f ([c, tk ]).
Como f ([tk−1 , c]) ⊂ f ([tk−1 , tk ]) y f ([c, tk ]) ⊂ f ([tk−1 , tk ]), por el lema, mk ≤ m0 y mk ≤ m00 . Por tanto,
Consideremos ahora el caso general. Si Q tiene m puntos más que P , con m ∈ N, entonces existen
particiones P0 , P1 , . . . , Pm de [a, b] tales que
P = P0 ⊂ P1 ⊂ · · · ⊂ Pm = Q ,
y tales que Pi tiene un punto más que Pi−1 . Entonces, por lo que ya hemos probado,
U(f, Q) ≤ U(f, P )
Una vez probado que si Q es más fina que P entonces L(f, P ) ≤ L(f, Q), se lo podemos aplicar a la
función −f . Así,
4.6 Teorema. Sea f acotada en [a, b] y sean P1 y P2 particiones cualesquiera de [a, b]. Entonces
L(f, P1 ) ≤ U(f, P2 ) .
luego el conjunto {L(f, P ) : P ∈ P([a, b])} está acotado superiormente por U(f, Q). Por tanto, tiene
supremo. Llamaremos integral inferior de f en [a, b] al número
Z b
f = sup{L(f, P ) : P ∈ P([a, b])} .
a
Según hemos visto, si Q es una partición de [a, b], U(f, Q) es cota superior del conjunto {L(f, P ) : P ∈
P([a, b])}, luego
Z b
f ≤ U(f, Q) para toda Q ∈ P([a, b]) .
a
Tenemos pues que el conjunto {U(f, P ) : P ∈ P([a, b])}, que es no vacío, está acotado inferiormente por
Z b
f , luego tiene ínfimo. Llamaremos integral superior de f en [a, b] al número
a
Z b
f = ı́nf{U(f, P ) : P ∈ P([a, b])} .
a
Z b
Como f es una cota inferior del conjunto {U(f, P ) : P ∈ P([a, b])} entonces
a
Z b Z b
f≤ f.
a a
Además, la definición de integral inferior y de integral superior nos da que si P y Q son particiones de
[a, b] entonces
Z b Z b
L(f, P ) ≤ f≤ f ≤ U(f, Q) .
a a
4.7 Definición. Sea f : [a, b] → R acotada. Diremos que f es integrable en el sentido de Riemann en [a, b]
Z b Z b Z b Z b Z b
si f= f . Si f es integrable en [a, b], llamaremos integral de f en [a, b] al número f= f= f.
a a a a a
Si f es integrable en [a, b] y además es f (x) ≥ 0 para todo x ∈ [a, b], llamaremos área de R(f, a, b) al
Z b
número f.
a
Ejemplos.
(1) Sea c un número real y sea f : [a, b] → R dada por f (x) = c para todo x ∈ [a, b]. Si P =
{t0 , t1 , . . . , tn } es una partición de [a, b], entonces
por tanto,
n
X n
X n
X
L(f, P ) = mi (ti − ti−1 ) = c(ti − ti−1 ) = c (ti − ti−1 ) = c(b − a) .
i=1 i=1 i=1
Y también
n
X n
X
U(f, P ) = Mi (ti − ti−1 ) = c(ti − ti−1 ) = c(b − a) .
i=1 i=1
Es decir,
L(f, P ) = c(b − a) y U(f, P ) = c(b − a),
para toda P ∈ P([a, b]). Esto nos da que
Z b
f = sup{L(f, P ) : P ∈ P([a, b])} = c(b − a) y
a
Z b
f = ı́nf{U(f, P ) : P ∈ P([a, b])} = c(b − a) .
a
Z b
Por lo tanto f es integrable en [a, b] y f = c(b − a).
a
Z b
f = ı́nf{U(f, P ) : P ∈ P([a, b])} = b − a .
a
Por lo tanto f no es integrable en [a, b].
Como
Z b Z b
L(f, P ) ≤ f≤ f ≤ U(f, P ) ,
a a
obtenemos que
Z b Z b
0≤ f− f < ε.
a a
4.9 Corolario. Sea f : [a, b] → R acotada en [a, b]. Entonces, f es integrable en [a, b] si, y solo si, existe
una sucesión {Pn } de particiones de [a, b] tal que
1
Demostración. ⇒ Supongamos que f es integrable en [a, b]. Para cada n ∈ N consideramos εn = n.
Entonces, por el criterio de Riemann, existe Pn ∈ P([a, b]) tal que
1
0 ≤ U(f, Pn ) − L(f, Pn ) < .
n
Hemos obtenido así una sucesión de particiones de [a, b], {Pn }, tal que
⇐ Supongamos ahora que existe una sucesión {Pn } de particiones de [a, b] tal que
entonces Z b
f = lı́m {U(f, Pn )} = lı́m {L(f, Pn )} .
a
Se tiene que
Z b
L(f, Pn ) ≤ f ≤ U(f, Pn ), para todo n ∈ N.
a
Por tanto,
Z b
0 ≤ U(f, Pn ) − f ≤ U(f, Pn ) − L(f, Pn ), para todo n ∈ N.
a
Y también Z b
0≤ f − L(f, Pn ) ≤ U(f, Pn ) − L(f, Pn ), para todo n ∈ N.
a
Usando ahora el criterio del sandwich concluimos que
( Z b ) (Z )
b
lı́m U(f, Pn ) − f = 0 = lı́m f − L(f, Pn ) ,
a a
y esto equivale a
Z b
f = lı́m {U(f, Pn )} = lı́m {L(f, Pn )} .
a
Ejemplos.
0, si x 6= c;
(1) Sean a, b ∈ R con a < b, c ∈ [a, b] y f : [a, b] → R dada por f (x) = Veamos que
1, si x = c .
Z b
f es integrable en [a, b] y que f = 0. Para probar esto vamos a usar el criterio de Riemann (es claro
a
que f es acotada).
(2) Sea f : [0, 1] → R, f (x) = x. Es claro que f es acotada en [0, 1]. Para cada n ∈ N consideremos la
partición que divide al intervalo [0, 1] en n subintervalos de la misma longitud n1 ,
1 2 n−1 i
Pn = {t0 = 0, t1 = , t2 = , . . . , tn−1 = , tn = 1} (ti = ).
n n n n
Entonces
i−1
mi = ı́nf f ([ti−1 , ti ]) = ı́nf[ti−1 , ti ] = ti−1 = ,
n
i
Mi = sup f ([ti−1 , ti ]) = sup[ti−1 , ti ] = ti = ,
n
por tanto
n n n
X X i−1 1 1 X 1 (n − 1)n
L(f, Pn ) = mi (ti − ti−1 ) = = 2
(i − 1) = 2 ,
i=1 i=1
n n n i=1 n 2
n n n
X X i 1 1 X 1 n(n + 1)
U(f, Pn ) = Mi (ti − ti−1 ) = = 2 i= 2 .
i=1 i=1
n n n i=1
n 2
1 n(n + 1) 1 (n − 1)n 2n 1
U(f, Pn ) − L(f, Pn ) = − 2 = 2 = .
n2 2 n 2 2n n
Por lo tanto
1
lı́m {U(f, Pn ) − L(f, Pn )} = lı́m = 0.
n
Entonces, por el corolario del criterio de Riemann, f (x) = x es integrable en [0, 1] y además
Z 1
1 n(n + 1) 1
f = lı́m {U(f, Pn )} = lı́m = .
0 n2 2 2
(3) Sea f : [0, 1] → R, f (x) = x2 . Es claro que f es acotada en [0, 1]. Trabajemos exactamente igual
que en el ejemplo anterior. Para cada n ∈ N consideremos
Pn = {t0 , t1 , . . . , tn } ,
i
con ti = n para cada i. Entonces
(i − 1)2
mi = ı́nf f ([ti−1 , ti ]) = t2i−1 = ,
n2
i2
Mi = sup f ([ti−1 , ti ]) = t2i = ,
n2
ya que f es creciente en [0, 1]. Por tanto
n n
X X (i − 1)2 1
L(f, Pn ) = mi (ti − ti−1 ) =
i=1 i=1
n2 n
n
1 X 1 (n − 1)n(2n − 1)
= (i − 1)2 = 3 ,
n3 i=1 n 6
n n
X X i2 1
U(f, Pn ) = Mi (ti − ti−1 ) =
i=1 i=1
n2 n
n
1 X 2 1 n(n + 1)(2n + 1)
= i = 3 .
n3 i=1 n 6
b−a
Consideremos la partición que divide al intervalo [a, b] en n subintervalos de la misma longitud, n . Es
decir, P = {t0 , t1 , . . . , tn } con ti = a + i(b−a) b−a
n . Como ti − ti−1 = n se tiene que
n
b−aX
U(f, P ) − L(f, P ) = (Mi − mi ) ,
n i=1
donde mi = ı́nf f ([ti−1 , ti ]) y Mi = sup f ([ti−1 , ti ]). Como f es continua en [ti−1 , ti ], el teorema de
Weierstrass nos asegura que f alcanza máximo y mínimo en [ti−1 , ti ], por tanto, para cada i existen
xi , yi ∈ [ti−1 , ti ] tales que f (xi ) = mi y f (yi ) = Mi . Luego
n
b−aX
U(f, P ) − L(f, P ) = (f (yi ) − f (xi )) .
n i=1
b−a
|xi − yi | ≤ ti − ti−1 = < δ,
n
por tanto,
ε
|f (xi ) − f (yi )| = f (yi ) − f (xi ) < ε0 = .
b−a
Luego
n n
b−aX b−aX ε
U(f, P ) − L(f, P ) = (f (yi ) − f (xi )) < = ε.
n i=1 n i=1 b − a
Demostración. Supongamos que f es creciente en [a, b]. Es claro que f es acotada ya que f (a) ≤ f (x) ≤
f (b) para todo x ∈ [a, b]. Para cada n ∈ N, consideremos la partición que divide al intervalo [a, b] en n
i(b−a)
subintervalos de la misma longitud, b−a
n . Es decir, Pn = {t0 , t1 , . . . , tn } con ti = a + n . Entonces,
n
b−aX
U(f, Pn ) − L(f, Pn ) = (Mi − mi ) ,
n i=1
Entonces, por el corolario del criterio de integrabilidad de Riemann, f es integrable en [a, b].
Si f es decreciente en [a, b] la prueba es totalmente análoga.
Demostración. Como f integrable en [a, b], por el corolario del criterio de integrabilidad de Riemann,
existe una sucesión de particiones de [a, b], {Pn } tal que
• Sea ahora c > 0 cualquiera. Si A ⊂ R es acotado, entonces sup c A = c sup A e ı́nf c A = c ı́nf A.
Esto nos da que Mi (cf ) = c Mi (f ) y mi (cf ) = c mi (f ), con lo cual, si P ∈ P([a, b]), se tiene que
U(cf, P ) = c U(f, P ) y L(cf, P ) = c L(f, P ). Entonces, para la misma sucesión de particiones de arriba,
• Sea ahora c < 0 cualquiera. Entonces −c > 0 y por lo ya probado −cf es integrable en [a, b] con
Rb Rb
a
(−cf ) = (−c) a f . Por tanto, −(−cf ) = cf es integrable en [a, b] y
Z b Z b Z b Z b Z b
−(−cf ) = cf = − (−cf ) = −(−c) f =c f.
a a a a a
Demostración. Como f y g son acotadas, f + g es acotada. Sea P ∈ P([a, b]), P = {t0 , t1 , . . . , tn } y sean
Para todo x ∈ [ti−1 , ti ] se tiene que mi (f ) + mi (g) ≤ f (x) + g(x), por tanto, mi (f ) + mi (g) es cota inferior
de {f (x) + g(x) : x ∈ [ti−1 , ti ]}, luego mi (f ) + mi (g) ≤ mi (f + g). Esto nos da que
Análogamente se ve que
U(f + g, P ) ≤ U(f, P ) + U(g, P )
(también se puede ver aplicando lo anterior a −f , −g). Para toda P ∈ P([a, b]), se tiene por tanto que
Como f y g son integrables en [a, b], por el corolario del criterio de integrabilidad de Riemann, existen
sucesiones de particiones de [a, b], {Pn }, {Qn } tales que
y además se cumple
Z b Z b
lı́m {U(f, Pn )} = lı́m {L(f, Pn )} = f ; lı́m {U(g, Qn )} = lı́m {L(g, Qn )} = g.
a a
Para cada n ∈ N, consideremos Rn = Pn ∪ Qn . Entonces Rn es más fina que Pn y que Qn , con lo cual,
y
L(g, Qn ) ≤ L(g, Rn ) ≤ U(g, Rn ) ≤ U(g, Qn ) .
Entonces, por el teorema del sandwich
Z b Z b
lı́m {L(f, Rn )} = lı́m {U(f, Rn )} = f ; lı́m {L(g, Rn )} = lı́m {U(g, Rn )} = g.
a a
por tanto
lı́m {U(f + g, Rn ) − L(f + g, Rn )} = 0 ,
que, por el corolario del criterio de Riemann, implica que f + g es integrable en [a, b], y además
Z b Z b Z b
(f + g) = lı́m {U(f + g, Rn )} = lı́m {L(f + g, Rn )} = f+ g.
a a a
Observaciones:
1. Si f y g son integrables en [a, b] y α, β ∈ R entonces αf + βg es integrable en [a, b] y
Z b Z b Z b
(αf + βg) = α f +β g.
a a a
Esto nos dice que si denotamos por R[a, b] al conjunto de todas las funciones integrables Riemann
en [a, b], entonces R[a, b], con la suma de funciones y el producto por escalares, tiene estructura de
espacio vectorial sobre R.
0, si x 6= c;
3. Sea c ∈ [a, b] y sea f : [a, b] → R definida por f (x) = , donde λ es un número real
λ, si x = c
Rb
cualquiera. Entonces f es integrable en [a, b] y a f = 0.
0, si x 6= c;
En efecto, se tiene que f = λg, donde g(x) = .
1, si x = c
Rb Rb Rb
Ya sabemos que g es integrable en [a, b] y a g = 0, por tanto a f = λ a g = 0.
4. Supongamos que f, g : [a, b] → R se diferencian en un solo punto. Entonces f es integrable en [a, b]
Rb Rb
si, solo si, g es integrable en [a, b]. Además, en este caso, a f = a g. Veamos. Supongamos que
c ∈ [a, b] es el punto en el que f y g son distintas. Entonces f (c) − g(c) = λ 6= 0 y, por tanto,
0, si x 6= c;
f (x) − g(x) =
λ, si x = c.
Rb
Se tiene entonces que f − g es integrable en [a, b] con a (f − g) = 0. El resultado queda probado
teniendo en cuenta que f = g + (f − g), g = f − (f − g) y los dos teorema anteriores.
5. El resultado anterior se puede generalizar al caso de dos funciones f, g : [a, b] → R que se diferencian
en un número n finito de puntos. Para ello basta considerar n+1 funciones f0 , f1 , . . . , fn , con f0 = f ,
fn = g y cada fi se diferencia de fi−1 en un solo punto.
4.18 Corolario. Sea f integrable en [a, b] y sean m y M una cota inferior y una cota superior de f
respectivamente. Entonces,
Z b
m(b − a) ≤ f ≤ M (b − a) .
a
Demostración. Como m ≤ f (x) ≤ M , para todo x ∈ [a, b], por el teorema anterior,
Z b Z b Z b
m(b − a) = m≤ f≤ M = M (b − a) .
a a a
Observación: Si f es integrable en [a, b] y f (x) ≤ 0 para todo x ∈ [a, b], definimos el área del recinto
Rb Rb
limitado por la gráfica de f , el eje X y las rectas X = a y X = b como a (−f ) = − a f .
Demostración. ⇒ Supongamos que f es integrable en [a, b]. Entonces f es acotada en [a, b], con lo cual
es acotada en [a, c] y en [c, b]. Entonces, por el criterio de Riemann, dado ε > 0 existe P ∈ P([a, b]) tal
que
Z a
Definición de f para a ≤ b
b
Rb
Para algunos propósitos conviene asignarle un significado al símbolo a f , sin tener que preocuparse de
que a < b. Es decir, sería interesante poder escribir esa ‘integral’ también en los casos b ≤ a. Si queremos
que se siga cumpliendo la (importante) propiedad de aditividad de la integral respecto de los intervalos,
Z b Z c Z b
f= f+ f,
a a c
Observaciones: Supongamos que las funciones que aparecen en las observaciones siguientes son inte-
grables en los intervalos correspondientes.
Z b Z b
1. c = c(b − a), cualesquiera que sean a y b. Para a < b ya lo sabemos; Si a = b entonces c=
a Z b Z a a
De aquí,
Z b Z b Z a Z b Z c Z c Z b
f= f− f= f+ f= f+ f.
a c c c a a c
Los demás casos se prueban de forma similar.
Z b Z b
3. Hemos probado que si a < b, f y g son integrables en [a, b] y f ≤ g en [a, b], entonces f≤ g.
Z b Z b Z a Z a a a
Entonces − f ≥− g , luego g≤ f.
a a b b
G = {i : Mi − mi < δ} y B = {i : Mi − mi ≥ δ}.
Si i ∈ G y x, y ∈ [ti−1 , ti ] entonces |f (x)−f (y)| ≤ Mi −mi < δ y esto implica que |ϕ(f (x))−ϕ(f (y))| < ε0 .
Por lo tanto, para todo i ∈ G, se tiene que Mi0 − m0i ≤ ε0 .
Por otra parte,
n
X
ε0 δ > U(f, P ) − L(f, P ) = (Mi − mi )(ti − ti−1 )
i=1
X X
≥ (Mi − mi )(ti − ti−1 ) ≥ δ (ti − ti−1 ).
i∈B i∈B
X
Luego, (ti − ti−1 ) < ε0 .
i∈B
Entonces,
n
X
U(ϕ ◦ f, P ) − L(ϕ ◦ f, P ) = (Mi0 − m0i )(ti − ti−1 )
i=1
X X
= (Mi0 − m0i )(ti − ti−1 ) + (Mi0 − m0i )(ti − ti−1 )
i∈G i∈B
X
0
≤ ε (b − a) + C (ti − ti−1 ) < ε0 (b − a) + Cε0 = ε.
i∈B
Demostración. Como f es integrable en [a, b], f es acotada en [a, b], por tanto existen c < d tales que
f ([a, b]) ⊂ [c, d]. Sea ϕ(x) = |x| en [c, d]. Entonces estamos en las condiciones del teorema anterior, por lo
tanto ϕ ◦ f = |f | es integrable en [a, b].
Se tiene que −|f (x)| ≤ f (x) ≤ |f (x)|, para todo x ∈ [a, b]. Por tanto,
Z b Z b Z b Z b
− |f | = −|f | ≤ f≤ |f | ,
a a a a
Rb Rb
Observación: a
f ≤
|f | , no importa el orden entre a y b, y si |f (x)| ≤ M , para todo x del
a
Rb
intervalo cerrado de extremos a y b, entonces a |f | ≤ M |b − a| (Ejercicio).
4.25 Corolario. Si f y g son integrables en [a, b], entonces f · g es integrable en [a, b].
Demostración. Como f está acotada en [a, b], existe M > 0 tal que |f (x)| ≤ M , para todo x ∈ [a, b].
ε
Usemos el criterio de Riemann. Sea ε > 0. Elijamos c ∈ (a, b) tal que c − a < 4M . Como f es integrable
ε
en [c, b], existe P ∈ P([c, b]) tal que U(f, P ) − L(f, P ) < 2 . Sea Q = {a} ∪ P , entonces Q es una partición
de [a, b]. Sean M0 = sup f ([a, c]) y m0 = ı́nf f ([a, c]). Entonces −M ≤ m0 ≤ M0 ≤ M , con lo cual,
M0 − m0 ≤ 2M . Entonces
Ejemplos:
sen x1 , si x 6= 0;
1. Sea f (x) = Es claro que f es acotada en [0, 1]. Para cada c ∈ (0, 1) se tiene
0, si x = 0.
que f es continua en [c, 1], ya que el único punto de discontinuidad de f es el 0. Por lo tanto f es
integrable en [c, 1]. Entonces, por el resultado anterior, f es integrable en [0, 1].
c dx = c(b − a) ya que f : [a, b] → R es la función definida por f (x) = c, para todo x ∈ [a, b].
Zab
x dt = x(b − a) ya que f : [a, b] → R es la función definida por f (t) = x, para todo t ∈ [a, b].
a
A la función F se le llama integral indefinida de f . Vamos a estudiar las propiedades de esta función.
4.28 Teorema. Sea I un intervalo y sea Z xf : I → R integrable en cada intervalo [a, b] ⊂ I. Sea c ∈ I.
Entonces la función F : I → R, F (x) = f (t) dt es continua en I.
c
Demostración. Sea α ∈ I. Veamos que lı́m |F (x) − F (α)| = 0 ( lı́m+ ó lı́m− si α es un extremo de I).
x→α x→α x→α
Sea r > 0 tal que [α − r, α + r] ⊂ I (ó [α, α + r] ó [α − r, α] si α es un extremo de I). Como f es
integrable en cada intervalo [a, b] ⊂ I, en particular f es integrable en [α − r, α + r]. Entonces, existe
M > 0 tal que |f (t)| ≤ M , para todo t ∈ [α − r, α + r]. Dado x ∈ [α − r, α + r], se tiene que
Z x Z α Z c Z x
0 ≤ |F (x) − F (α)| = f (t)dt − f (t)dt = f (t)dt + f (t)dt
c c α c
Z x
= f (t)dt ≤ M |x − α| .
α
Como lı́m M |x − α| = 0, por el criterio del sandwich, lı́m |F (x) − F (α)| = 0.
x→α x→α
−1, si t < 0;
Ejemplo: Sea f : R → R, f (t) = signo(t) = 0, si t = 0; Se tiene que f es integrable en
1, si t > 0.
cada intervalo [a, b] ⊂ R, ya que f es acotada en [a, b] y discontinua, a lo sumo, en un punto. Sea
Z x
F (x) = f (t)dt. Entonces F : R → R está bien definida y, por el teorema anterior, es continua en
0 Z x Z 0
todo R. Si x > 0, F (x) = 1dt = 1 · (x − 0) = x; si x = 0, F (x) = F (0) = f = 0; si x < 0,
Z x 0 0
F (x) = (−1)dt = (−1) · (x − 0) = −x. Por tanto, hemos obtenido que F (x) = |x|.
0
4.29 Teorema. Primer teorema fundamental del Cálculo.
Sea I un intervalo y sea Zf : I → R integrable en cada intervalo [a, b] ⊂ I. Sea c ∈ I. Consideremos la
x
función F : I → R, F (x) = f (t) dt. Sea α ∈ I.
c
(i) Si f es continua por la derecha en α entonces F es derivable por la derecha en α y F+0 (α) = f (α).
(ii) Si f es continua por la izquierda en α entonces F es derivable por la izquierda en α y F−0 (α) = f (α).
(iii) Si f es continua en α entonces F es derivable en α y F 0 (α) = f (α).
Demostración. El apartado (iii) es consecuencia inmediata de los apartados (i) y (ii). Las pruebas de (i)
y (ii) son análogas así que probemos (i). Por hipótesis, f es continua por la derecha en α y tenemos que
probar que
F (x) − F (α)
lı́m = f (α)
x→α+ x−α
ó, equivalentemente,
F (x) − F (α)
lı́m − f (α) = 0 .
x→α+ x−α
Es decir, tenemos que probar que para todo ε > 0 existe δ > 0 tal que para todo x ∈ I con α < x < α + δ
se tiene que (ver fig. 4.4)
F (x) − F (α)
− f (α) < ε .
x−α
a c Α x b
Figura 4.4. Si f es continua por la derecha en α, entonces para x > α y ‘cerca de α’, F (x) − F (α) es ‘casi’ un
rectángulo de altura f (α) y de base x − α.
Analicemos el numerador.
Z x Z α
|F (x) − F (α) − f (α)(x − α)| = f (t) dt − f (t) dt − f (α)(x − α)
c c
Z c Z x Z x Z x
= f (t) dt + f (t) dt − f (α)(x − α) = f (t) dt − f (α) dt
α c α α
Z x Z x
= (f (t) − f (α)) dt ≤ |f (t) − f (α)| dt .
α α
Como f es continua por la derecha en α, existe δ > 0 tal que para todo t ∈ I con α ≤ t < α + δ se
tiene que |f (t) − f (α)| < 2ε . Sea x ∈ I con α < x < α + δ. Entonces, para todo t ∈ [α, x] se tiene que
α ≤ t ≤ x < α + δ, por tanto |f (t) − f (α)| < 2ε , luego
Rx ε
F (x) − F (α) |f (t) − f (α)|dt |x − α| ε
− f (α) ≤ α ≤ 2 = < ε.
x−α |x − α| |x − α| 2
Observaciones:
G0 (α) = −f (α) .
4.30 Corolario. Sea I un intervalo y sea f continua en I. Entonces existe g derivable en I tal que
g 0 (x) = f (x) para todo x ∈ I.
Rx
Demostración. Sea c ∈ I. Consideremos g(x) = c f . Como f es continua en I, f es integrable en todo
intervalo cerrado y acotado contenido en I, por lo tanto g está bien definida, g : I → R, es continua en
I y, por el primer teorema fundamental del Cálculo (en adelante 1er TFC), como f es continua en todo
x ∈ I, g es derivable en todo x ∈ I y g 0 (x) = f (x) para todo x ∈ I.
Ejemplos: Estudiemos el dominio, la continuidad y la derivabilidad de las siguientes funciones.
Z x
1
1. Sea a ∈ R y sea F (x) = dt.
a 1 + et
1
Consideremos f (t) = . Entonces f : R → R y es continua en todo R. Esto nos da que f es
1 + et
integrable en cada intervalo cerrado y acotado contenido en R. Por lo tanto, F está bien definida
para todo x ∈ R y es continua en todo x ∈ R. Al ser f continua en todo x ∈ R, por 1er TFC, F es
1
derivable en todo x ∈ R y F 0 (x) = f (x) = , para todo x ∈ R.
1 + ex
Z x 5
1
2. Sea G(x) = dt .
a 1 + et
Es claro que G(x) = g ◦ F (x), donde F es la función del ejemplo anterior y g : R → R, g(x) = x5 .
Se tiene que g es continua y derivable en todo R, en particular en los puntos de la forma F (x) y,
como F también lo es, resulta que G = g ◦ F es continua y derivable en todo x ∈ R. Además, por
la regla de la cadena, G0 (x) = g 0 (F (x)) · F 0 (x). Como g 0 (x) = 5x4 , se tiene que
Z x 4
0 1 1
G (x) = 5 dt · ,
a 1 + et 1 + ex
para todo x ∈ R.
Z x5
1
3. Sea P (x) = dt.
a 1 + et
Es claro que P (x) = F ◦ g(x), donde F y g son como en el ejemplo anterior. Como ambas funciones
son continuas y derivables en R, se tiene que P = F ◦ g es continua y derivable en R y, por la regla
de la cadena P 0 (x) = F 0 (g(x)) · g 0 (x), es decir, para todo x ∈ R, se tiene
1
P 0 (x) = 5x4 .
1 + ex5
4. Sea c ∈ R y sea
R x3 +cos x
Z sen(et +3) dt
c 1
R(x) = dt .
a 1 + et
Se tiene que R(x) = F ◦ H(x), donde F es la función de los ejemplos anteriores y
Z x3 +cos x
H(x) = sen(et + 3) dt .
c
Es claro que h1 y h2 son continuas en R, por tanto, h = h1 ◦ h2 es continua en R. Esto nos da que
h es integrable en todo intervalo cerrado y acotado contenido en R, con lo cual, la función
Z x Z x
J(x) = h(t) dt = sen(et + 3) dt
c c
está bien definida para todo x ∈ R, es continua y derivable en todo x ∈ R (1er TFC) y J 0 (x) =
h(x) = sen(ex + 3), para todo x ∈ R.
Observemos que H(x) = J(x3 + cos x) = J ◦ k(x), donde k(x) = x3 + cos x. Como k es continua y
derivable en todo x ∈ R y J también, se tiene que H es continua y derivable en R. Por la regla de
la cadena,
3
H 0 (x) = J 0 (k(x)) · k 0 (x) = sen(ex +cos x + 3) · (3x2 − sen x) .
Por último, como R = F ◦ H y F y H son continuas y derivables en R, obtenemos que R es continua
y derivable en R y, por la regla de la cadena, R0 (x) = F 0 (H(x))H 0 (x), esto es,
3
sen(ex +cos x
+ 3) · (3x2 − sen x)
R0 (x) = R x3 +cos x .
sen(et +3) dt
1+e c
sen t
t , si t 6= 0; Rx
5. Sea ahora f (t) = . Consideremos F (x) = 0 f (t) dt. Tenemos dos formas de
0, si t = 0
estudiar esta función.
sen t
Solución 1: Es claro que f es continua en todo t 6= 0. Por otra parte, lı́m f (t) = lı́m = 1 6=
t→0 t→0 t
f (0) = 0, por lo tanto f no es continua en 0. Dado [a, b] ⊂ R, se tiene que f es acotada en [a, b] (pues
|f (t)| ≤ 1 para todo t ∈ R) y continua en todos los puntos de [a, b] salvo quizás en uno. Entonces,
por los resultados que ya conocemos, f es integrable en [a, b]. Esto nos da que F está bien definida
en todo x ∈ R y es continua en R. Como f es continua en todo x 6= 0, por el 1er TFC, F es derivable
en todo x 6= 0 y F 0 (x) = f (x) = senx x , para todo x 6= 0. ¿Es F derivable en 0?. Veamos si existe
F (x) − F (0)
lı́m .
x→0 x−0
sen t
si t 6= 0;
t ,
Solución 2 (Recomendada): Consideremos g(t) = . Entonces g es continua en
1, si t = 0
Z x en todo [a, b] ⊂ R. Como f y g solo Zse xdiferencian en un punto se tiene
todo R, por Ztanto integrable
x
que F (x) = f (t)dt = g(t)dt. Por lo tanto, ya que F (x) = g(t)dt y g es integrable en todo
0 0 0
[a, b] ⊂ R, F está definida en todo x ∈ R y es continua en R. Y como g es continua en todo x ∈ R,
por el 1er TFC, F es derivable en todo x ∈ R y F 0 (x) = g(x) para todo x ∈ R.
3
Ejemplo: Sea f : [2, 5] → R, f (x) = x2 . Entonces f es continua en [2, 5] y g(x) = x3 es derivable en
[2, 5] y g 0 (x) = f (x) para todo x ∈ [2, 5], es decir, g es una primitiva de f en [2, 5]. Entonces, por la regla
de Barrow,
Z 5 x=5
notación x=5 x3 53 23
x2 dx = g(5) − g(2) = g(x)]x=2 = = − = 39 .
2 3 x=2 3 3
Observaciones [importante]:
1. Una función f puede ser integrable en [a, b] sin tener primitiva en [a, b].
Por ejemplo, f : [−1, 1] → R, f (x) = signo(x) es integrable en [−1, 1], ya que es acotada y discon-
tinua solo en un punto, pero no tiene primitiva en [−1, 1]. Veamos. Supongamos, por reducción al
absurdo, que g es una primitiva de f en [−1, 1], es decir, g es derivable en [−1, 1] y g 0 (x) = signo(x)
para todo x ∈ [−1, 1]. Consideremos la función F (x) = |x| en [−1, 1]. Se tiene que F es derivable en
todo x 6= 0, F 0 (x) = 1, si x > 0 y F 0 (x) = −1, si x < 0. Entonces F 0 (x) = g 0 (x) para todo x ∈ (0, 1] y
F 0 (x) = g 0 (x) para todo x ∈ [−1, 0). Esto nos da que existe c1 ∈ R tal que g(x) = F (x)+c1 = |x|+c1 ,
para todo x ∈ (0, 1] y existe c2 ∈ R tal que g(x) = F (x) + c2 = |x| + c2 , para todo x ∈ [−1, 0). Como
g es derivable en 0, g es continua en 0. Por lo tanto,
y
g(0) = lı́m+ g(x) = lı́m+ |x| + c1 = c1 ,
x→0 x→0
luego g(0) = c1 = c2 , y g(x) = |x| + c1 para todo x ∈ [−1, 1]. Esto es una contradicción porque la
función |x| + c1 no es derivable en 0.
2. Una función f puede tener primitiva en2 [a, b]1 y no ser integrable en [a, b].
x sen x2 , si x 6= 0;
Por ejemplo, sea g : [0, 1] → R, g(x) =
0, si x = 0.
Se tiene que g es derivable en [0, 1]. Sea f = g 0 . Pruebe que f no es acotada en [0, 1], con lo cual no
es integrable Riemann en [0, 1] (pero tiene una primitiva: g).
Estos ejemplos nos indican que “ser integrable” y “tener primitiva” son conceptos distintos. Por lo que
hemos visto hasta ahora sabemos que si una función, f : [a, b] → R, es continua, entonces tiene esas dos
propiedades: es integrable (teorema 4.10) y tiene primitiva (corolario del teorema fundamental del Cálculo
4.30); además la regla de Barrow nos da una relación entre integral y primitiva. El teorema siguiente nos
dice que la regla de Barrow vale en realidad para cualquier función que sea integrable y tenga primitiva.
Demostración. Sea P = {t0 , t1 , . . . , tn } ∈ P([a, b]). Para cada i ∈ {1, . . . , n}, consideremos g : [ti−1 , ti ] →
R. Se tiene que g es continua en [ti−1 , ti ] y derivable en (ti−1 , ti ). Entonces, por el teorema del valor medio,
existe ci ∈ (ti−1 , ti ) tal que
Sean mi = ı́nf f ([ti−1 , ti ]) y Mi = sup f ([ti−1 , ti ]). Como ci ∈ [ti−1 , ti ], se tiene que mi ≤ f (ci ) ≤ Mi , por
lo tanto,
X n n
X n
X
mi (ti − ti−1 ) ≤ f (ci )(ti − ti−1 ) ≤ Mi (ti − ti−1 ) .
i=1 i=1 i=1
Es decir,
L(f, P ) ≤ g(b) − g(a) ≤ U(f, P ) .
Y esto sirve para cualquier partición del intervalo [a, b]. Entonces g(b) − g(a) es cota superior del conjunto
{L(f, P ) : P ∈ P([a, b])} y, por tanto,
Z b
f = sup{L(f, P ) : P ∈ P([a, b])} ≤ g(b) − g(a) .
a
Por otra parte, g(b) − g(a) es cota inferior del conjunto {U(f, P ) : P ∈ P([a, b])} y, por tanto,
Z b
g(b) − g(a) ≤ ı́nf{U(f, P ) : P ∈ P([a, b])} = f.
a
Como sabemos (por hipótesis) que f es integrable en [a, b], se tiene que
Z b Z b Z b
f= f= f.
a a a
Veamos un ejemplo de función, f , integrable y no continua que sí tiene primitiva. Esa función cum-
ple por tanto las hipótesis del 2o teorema fundamental del Cálculo, pero no cumple las hipótesis del
corolario 4.31 (regla de Barrow para funciones continuas).
Ejemplo: Definamos primero g : [0, 1] → R,
x2 sen x1 , si x 6= 0;
g(x) =
0, si x = 0.
Esta g es derivable en [0, 1] (comprobarlo. . . ya lo hemos visto antes, es fácil probar que g 0 (0) = 0).
Sea f : [0, 1] → R,
2x sen x1 − cos x1 , si x 6= 0;
f (x) ≡ g 0 (x) =
0, si x = 0.
Se tiene que
• f es acotada en [0, 1] (ya que |f (x)| ≤ 3, para todo x ∈ [0, 1]);
1 1
• f no es continua en 0 por la derecha, ya que no existe lı́m f (x) = lı́m 2x sen − cos ;
x→0+ x→0+ x x
• en los demás puntos f sí es continua, es decir, f es continua en (0, 1].
Podemos afirmar que f es integrable en [0, 1] (f es continua salvo en un conjunto finito de puntos, ver el
ejemplo 3 que sigue al teorema 4.27).
Como f no es continua no podemos aplicar la regla de Barrow para funciones continuas; sin embargo
f tiene primitiva: la función g cumple g 0 = f y es por tanto una primitiva de f ; por tanto sí podemos
aplicar el segundo teorema fundamental del Cálculo y obtenemos que
Z 1
f = g(1) − g(0) = sen(1) .
0
Cálculo de primitivas.
Integrales impropias
Notación: Aunque “primitivas” e “integrales” no son la misma cosa, están, como hemos visto, muy R
relacionadas; eso hizo que para denotar a las primitivas de una función se tomase
R el mismo símbolo “ ”
que se usa en la notación de integrales: dada f : I → R, con el símbolo f (x) dx (sin “extremos”) se
designa a una primitiva de f en I ó incluso al conjunto de todas las primitivas de f en I.
Como ya sabemos, si g 0 (x) = h0 (x) para todo x ∈ I, existe una constante c ∈ R tal que h(x) = g(x) + c
para todo x ∈ I. Entonces, conocida una primitiva de f en I, F , se Rconoce el conjunto de todas las
primitivas de f en I, {F + c : c ∈ R}. Así, cuando escribamos F (x) = f (x) dx estaremos diciendo que
F 0 (x) = f (x) para todo x de Run cierto intervalo. Hay que tener mucho cuidado entonces, ya que el signo
“=” en la expresión F (x) = f (x)dx solo significa eso: F 0 (x) = f (x) para todo x de un cierto intervalo.
No debemos tratarlo rigurosamente como una igualdad. Por ejemplo, las expresiones
Z Z
π
sen x dx = − cos x y sen x dx = − cos x +
3
son ambas correctas, pero no se puede deducir que − cos x = − cos x + π3 , que (obviamente) es falso.
La relación entre primitivas e integrales ha hecho también que muchas veces se diga “calcular la integral
de . . . ” cuando en realidad se debería decir “hallar una primitiva de . . . ”. El contexto debe dejar claro de
qué se trata pero, . . . lo repetimos una vez más, hay que saber distinguir claramente los conceptos
de integral y primitiva.
Propiedades elementales
Las propiedades de las derivadas nos dan de manera inmediata propiedades de las primitivas:
1. Si F es una primitiva de f en I y G es una primitiva de g en I entonces F + G es una primitiva de
f + g en I, ya que (F + G)0 (x) = F 0 (x) + G0 (x) = f (x) + g(x), para todo x ∈ I . Es decir,
Z Z Z
(f (x) + g(x)) dx = f (x) dx + g(x) dx .
ax
Z
• ax dx = , para todo a > 0 con a 6= 1.
log a
Z
• sen x dx = − cos x.
Z
• cos x dx = sen x.
Z
1
• dx = tan x.
cos2 x
Z
• (1 + tan2 x) dx = tan x.
Z
1
• dx = arctan x.
1 + x2
Z
1
• √ dx = arc sen x en (−1, 1).
1 − x2 Z
1
[También es verdad que √ dx = − arc cos x en (−1, 1), pero ya sabemos que no podemos concluir de
1 − x2
π
eso que arc sen x = − arc cos x que, de hecho, es falso. En realidad lo que se cumple es arc sen x = −arc cos x.
2
Justificar esto usando las propiedades de las razones trigonométricas de ángulos complementarios.]
Ejemplos:
Z √
5
Z Z Z
x3 x8/5
1. (7x + 5 sen x + x ) dx = 7 x dx + 5 sen x dx + x3/5 dx = 7
2 3 2
− 5 cos x + .
3 8/5
2x2 − 3 2(x2 + 1) − 5
Z Z Z Z
5
2. dx = dx = 2 dx − dx = 2x − 5 arctan x .
1 + x2 1 + x2 1 + x2
Demostración. Como u y v son derivables en I se tiene que uv es derivable en I y, por la regla de derivación
del producto, (uv)0 (x) = u0 (x)v(x)+u(x)v 0 (x), para todo x ∈ I. Entonces u(x)v 0 (x) = (uv)0 (x)−u0 (x)v(x),
para todo x ∈ I. Como además u0 y v 0 son continuas en I, se tiene que uv 0 , u0 v y (uv)0 son continuas en
I y, por tanto, tienen primitiva en I. Entonces, por las propiedades elementales,
Z Z Z Z
u(x)v 0 (x)dx = (uv)0 (x)dx − u0 (x)v(x)dx = u(x)v(x) − u0 (x)v(x)dx.
Ejemplos:
Z
1. xex dx.
Sean u(x) = x y v 0 (x) = ex . Entonces u0 (x) = 1. Tomemos v(x) = ex . Entonces estamos en las
condiciones del teorema. Por tanto,
Z Z Z
xex dx = u(x)v 0 (x) dx = u(x)v(x) − u0 (x)v(x) dx
Z
= xex − ex dx = xex − ex = ex (x − 1) .
u0 (x) = 1
u(x) = x,
∗ 0 .
v (x) = e , v(x) = ex
x
Z
2. xn ex dx, con n ∈ N.
Las fórmulas de este tipo se llaman fórmulas de reducción. Si aplicamos esta fórmula a Fn−1 obtenemos
Z
4. log x dx.
Algunas veces da la impresión de que no tenemos el producto u(x)v 0 (x), como en este caso, en el que
solo aparece una función, log x. Siempre podemos tomar v 0 (x) = 1. Veamos.
Z Z
log x dx = x log x − 1 dx = x log x − x = x(log x − 1) ,
∗
Entonces, si F es una primitiva de una cierta f : J → R, es decir si F 0 = f , la igualdad anterior nos dice
que
F ◦ u es una primitiva de (f ◦ u) · u0 en I.
Escribamos eso como teorema
5.4 Teorema. Sean I y J dos intervalos en R y sean u : I → R y f : J → R tales que
(i) u es derivable en I.
(ii) u(I) ⊂ J.
(iii) f es continua en J.
Si F es una primitiva de f en J entonces F ◦ u es una primitiva de (f ◦ u) · u0 en I.
Demostración. Es simplemente lo que acabamos de razonar por la regla de la cadena: hay que ver que
(F ◦u)0 (x) = (f ◦u)(x)·u0 (x) para todo x ∈ I. Como F es una primitiva de f en J, se tiene que F 0 (t) = f (t)
para todo t ∈ J, en particular, para todo x ∈ I se tiene que u(x) ∈ J luego F 0 (u(x)) = f (u(x)). Por la
regla de la cadena,
Por tanto Z
para calcular f (u(x)) u0 (x) dx
Z
podemos calcular (si es más fácil) f (t) dt y a la función que obtengamos la componemos con u.
Z
Ejemplo: Vamos a calcular ex sen(ex ) dx .
Z
- calculamos una primitiva de f : eso es fácil, F (t) = sen(t) dt = − cos t;
- la componemos con u, es decir hacemos F (u(x)) = − cos(ex );
0 x x
Z es una primitiva de f (u(x)) u (x) = e sen(e ).
- entonces lo que se obtiene
Por tanto hemos hallado ex sen(ex ) dx = − cos(ex ).
• “Sustituimos u(x) por t y u0 (x)dx por dt” ó, como también se suele decir, “hacemos el cambio
u(x) = t y u0 (x)dx = dt”.
(Eso solo significa que reconocemos que la función de la que buscamos una primitiva viene de componer
una cierta f con una u y multiplicar por u0 . Las “igualdades del cambio” no tienen sentido porque para
nosotros dx ó dt son solo símbolos que nos indican cuál es la variable en una cierta función.)
Z
• Se halla f (t) dt = F (t) mediante algún método.
Parece que conviene tomar u(x) = −x2 , con lo cual u0 (x) = −2x; esto último no aparece
exactamente en f (x) pero las propiedades elementales resuelven el problema:
Z Z Z
2 1 2 1 1 1 2
xe−x dx = − (−2x)e−x dx = − et dt = − et = − e−x .
2 2 2 2
↑
−x2 = t , (−2x)dx = dt
Z
2. Vamos a calcular tan x dx.
− sen x
Z Z Z
1
tan x dx = − dx = − dt = − log |t| = − log | cos x| .
cos x t
↑
cos x = t , − sen xdx = dt
Demostración. Como f es continua en [c, d], tiene alguna primitiva F en [c, d]. En particular f es continua
en el intervalo cerrado de extremos u(a) y u(b). Entonces, por la regla de Barrow,
Z u(b)
t=u(b)
f (t) dt = F (t)]t=u(a) = F (u(b)) − F (u(a)) .
u(a)
También se tiene que (f ◦ u) · u0 es continua en [a, b] y, por el teorema anterior, F ◦ u es una primitiva de
(f ◦ u) · u0 en [a, b] luego
Z b
x=b
f (u(x))u0 (x) dx = F ◦ u(x)]x=a = F (u(b)) − F (u(a)) .
a
Como normalmente la variable original es “x”, lo anterior en ‘forma tradicional’ se puede escribir:
Z Z
f (x) dx = (f ◦ u)(t) u0 (t) dt ≡ G(t) = G(u−1 (x)) .
donde la última igualdad se obtiene por ser u ◦ u−1 (x) = x, para todo x ∈ J y, por tanto,
(Eso solo significa que reconocemos que la primitiva de (f ◦ u) · u0 parece más simple que la de f . Como
ya hemos dicho antes, las “igualdades del cambio” no tienen sentido porque para nosotros dx ó dt son solo
símbolos que nos indican quién es la variable en una cierta función.)
Z
• Se resuelve f (u(t)) u0 (t) dt mediante algún método.
• Si G(t) es solución del problema anterior, el teorema nos dice que, ‘deshaciendo el cambio’, G(u−1 (x))
es solución del problema inicial.
(Tampoco “deshacemos” nada, simplemente componemos con u−1 siguiendo el teorema.) En la práctica
lo escribimos así:
Z Z
f (x) dx = f (u(t))u0 (t) dt = G(t) = G(u−1 (x)) .
↑ ↑
x=u(t) t=u−1 (x)
dx=u0 (t) dt
√
Z
Ejemplos: 1. sen( x) dx. Parece que conviene hacer u(t) = t2 para que al componer quede sen t
(nótese que esa u tiene inversa si la consideramos en (0, ∞) ), así que tenemos
√
u : (0, ∞) → (0, ∞) , u(t) = t2 , u−1 : (0, ∞) → (0, ∞) , u−1 (x) = x.
Vamos a ‘sustituir’ x por t2 (es decir componemos f con u), y dx por 2tdt (es decir, multiplicamos por
u0 (t)). Esto es lo que hacemos:
√
Z Z Z
sen( x) dx = sen t 2t dt = 2 −t cos t + cos t dt =
∗
↑
√ w0 (t) = 1
2 w(t) = t,
x = t , x = t , dx = 2tdt , ∗ 0
v (t) = sen t, v(t) = − cos t
√ √ √
= −2t cos t + 2 sen t = −2 x cos( x) + 2 sen( x) .
√ √
Z
2. x x − 7 dx. En este caso conviene tomar u(t) = t + 7, que, al componer, convierte la raíz en t.
Así que estamos en la situación
Vamos a ‘sustituir’ x por t + 7 (es decir componemos f con u) y dx por dt (es decir, multiplicamos por
1 ≡ u0 (t)) Z
√
Z √ Z
x x − 7 dx = (t + 7) tdt = (t3/2 + 7t1/2 )dt =
↑
x = t + 7 , t = x − 7 , dx = dt
t5/2 t3/2 2p 14 p
= +7 = (x − 7)5 + (x − 7)3 .
5/2 3/2 5 3
Z p
3. 1 − x2 dx. Elegimos u : (− π2 , π2 ) → (−1, 1) , u(t) = sen t .
Por tanto tenemos u−1 : (−1, 1) → (− π2 , π2 ) , u−1 (x) = arc sen x .
(Nótese que es clave elegir un intervalo en el que u es inyectiva y tal que imagen(u) ⊂ dominio(f ).) Con esa
u la composición, f (u(t)), es cos t (aquí usamos que cos t ≥ 0 si t ∈ [−π/2, π/2]), y f (u(t))u0 (t) = cos2 t.
Escrito en la forma tradicional: vamos a ‘sustituir’ x por sen t (es decir componemos f con u), y dx
por cos tdt (es decir, multiplicamos por u0 (t)),
Z p Z Z
1 − x2 dx = cos t cos tdt = cos2 t .
↑
x = sen t , t = arc sen x ; dx = cos tdt
Si usamos que cos2 t = 21 (1 + cos 2t) se obtiene G(t) = 21 t + 14 sen 2t (en seguida veremos cómo hallar
primitivas de más funciones trigonométricas). Si ‘deshacemos el cambio’ (es decir, si componemos con
u−1 ) nos queda
1 1 p
F (x) = G(u−1 (x)) = arc sen x + x 1 − x2 .
2 2
(x − a)−n+1
Z Z
A −n
dx = A (x − a) dx = A .
(x − a)n −n + 1
Ax + B
(3) Primitivas de funciones de la forma , con A, B, b, c ∈ R y x2 +bx+c polinomio irreducible
x2 + bx + c
(sin raíces reales).
Observemos en primer lugar que
A Ab
Ax + B 2 (2x + b) + B − 2 A 2x + b Ab 1
= = + (B − ) .
x2 + bx + c x2 + bx + c 2 x2 + bx + c 2 x2 + bx + c
2
b
Por ser x2 + bx + c un polinomio irreducible se tiene que b2 − 4c < 0. Entonces x2 + bx + c = x + +
r 2
b2 b b2
c− = (x + λ1 )2 + λ22 , donde λ1 = y λ2 = c − . Se tiene pues
4 2 4
Z Z Z
Ax + B A 2x + b Ab 1
dx = dx + (B − ) dx
x2 + bx + c 2 x2 + bx + c 2 x2 + bx + c
Z
A Ab 1
= log(x2 + bx + c) + (B − ) dx .
2 2 (x + λ1 )2 + λ22
Z
1
Calculemos entonces dx : Dividiendo por λ22 numerador y denominador y haciendo el
(x + λ1 )2 + λ22
x + λ1 1
cambio = t, dx = dt obtenemos
λ2 λ2
Z Z 1 Z
1 1 λ2 1 1
2 2 dx = 2 dx = dt
(x + λ1 ) + λ2 λ2 λ2 t2 +1
x+λ1
λ2 +1
1 1 x + λ1
= arctan t = arctan .
λ2 λ2 λ2
Ax + B
(4) Primitivas de funciones de la forma , con A, B, b, c ∈ R, n ∈ N, n ≥ 2 y x2 + bx + c
(x2 + bx + c)n
polinomio irreducible.
De forma similar al caso anterior tenemos
A Ab
Ax + B 2 (2x + b) + B − 2
=
(x + bx + c)n
2 (x2 + bx + c)n
A 2x + b Ab 1
= + (B − ) .
2 (x2 + bx + c)n 2 (x2 + bx + c)n
Entonces
Z Z Z
Ax + B A 2x + b Ab 1
dx = dx + (B − ) dx .
(x2 + bx + c)n 2 (x2 + bx + c)n 2 (x2 + bx + c)n
x + λ1 1
Haciendo de nuevo el cambio de variable = t, dx = dt obtenemos
λ2 λ2
Z 1 Z
λ2 1
n dx = dt .
(t2 + 1)n
2
x+λ1
λ2 +1
Z
1
Para terminar, calcularemos dt empleando una fórmula de reducción (y no olvidemos que por
(t2 + 1)n
último hay que deshacer el cambio).
1 + t2 − t2 1 + t2 t2
Z Z Z Z
1
dt = dt = − dt
(t2 + 1)n (t2 + 1)n (t2 + 1)n (t2 + 1)n
Z Z
1 1 2t
= dt − t dt .
(t2 + 1)n−1 2 (t2 + 1)n
En la primera primitiva hemos reducido un grado. La segunda se resuelve usando integración por partes:
Z Z
2t t 1 1
t dt = − dt .
(t2 + 1)n ∗ (1 − n)(t2 + 1)n−1 1−n (t2 + 1)n−1
u0 (t) = 1
u(t) = t,
∗
v 0 (t) = (t2 +1)
2t
n, v(t) = (1−n)(t12 +1)n−1
Z
1
Si llamamos Fn (t) = dt, hemos obtenido
(t + 1)n
2
1 t
Fn (t) = Fn−1 (t) 1 + +
2(1 − n) 2(n − 1)(t2 + 1)n−1
2n − 3 t
= Fn−1 (t) + .
2n − 2 2(n − 1)(t2 + 1)n−1
Usando esa fórmula de reducción un número finito de veces se resuelve el problema.
Una vez que sabemos calcular las primitivas de las fracciones simples pasamos a calcular primitivas
P (x)
de funciones racionales cualesquiera. Consideremos pues f (x) = , donde P y Q son polinomios. Si el
Q(x)
P (x)
grado de P es mayor o igual que el grado de Q, sabemos que se expresa de forma única como
Q(x)
P (x) R(x)
= C(x) + ,
Q(x) Q(x)
donde C(x) y R(x) son también polinomios y el grado de R es menor que el grado de Q. Entonces,
Z Z Z
P (x) R(x)
dx = C(x) dx + dx .
Q(x) Q(x)
P (x)
Por lo tanto, solo nos falta saber calcular primitivas de funciones racionales con el grado de P
Q(x)
menor que el grado de Q. Esto está garantizado según el siguiente teorema, que corresponde probar en
otras asignaturas, nosotros solo vamos a utilizarlo.
5.9 Teorema. Toda función racional en la que el grado del numerador es menor que el grado del deno-
minador se expresa de forma única como suma finita de funciones racionales de los tipos (1), (2), (3) y
(4), es decir, como suma finita de fracciones simples.
A continuación realizaremos una descripción de la forma en que se obtienen las fracciones simples a
partir de una función racional dada.
La descomposición de una función racional (con grado del numerador menor que el del denominador)
como suma de fracciones simples, depende de la factorización del polinomio denominador. Todo polinomio
con coeficientes reales se expresa de forma única (salvo multiplicación por constantes) como producto de
polinomios de grado 1 y de grado 2 irreducibles.
P (x)
Supongamos que queremos expresar como suma de fracciones simples la función racional con el
Q(x)
grado de P menor que el grado de Q. Supongamos que conocemos la factorización del denominador Q(x).
Entonces:
A1 A2 An
, ,..., ,
x − a (x − a)2 (x − a)n
Ax + B
.
x2 + bx + c
A1 x + B1 A2 x + B 2 An x + B n
, ,..., 2 ,
x2 + bx + c (x2 + bx + c)2 (x + bx + c)n
P (x)
En resumen, para calcular una primitiva de actuamos de la siguiente forma:
Q(x)
(i) Si el grado de P es mayor o igual que el grado de Q, dividimos estos polinomios.
(ii) Si el grado de P es menor que el de Q, factorizamos Q.
P (x)
(iii) Expresamos como suma de fracciones simples.
Q(x)
(iv) Integramos cada fracción simple.
Z
5x
Ejemplos: 1. dx.
(x − 1)2
5x
Como el grado del numerador es menor que el del denominador, procedemos a descomponer
(x − 1)2
como suma de fracciones simples.
5x A1 A2 A1 (x − 1) + A2 A1 x + A2 − A1
2
= + 2
= 2
= .
(x − 1) x − 1 (x − 1) (x − 1) (x − 1)2
luego Z Z Z
5x 5 5 5
dx = dx + dx = 5 log |x − 1| − .
(x − 1)2 x−1 (x − 1)2 x−1
3x2 − 5x + 3
Z
2. dx.
(x − 2)(x2 + 1)
Entonces
Z
Ejemplos: 1. sen3 x cos4 x dx.
Z Z
sen3 x cos4 x dx = sen x sen2 x cos4 x dx
Z
= − − sen x(1 − cos2 x) cos4 x dx
↑
cos x=t , − sen x dx=dt
t5 t7 cos5 x cos7 x
Z
=− (t4 − t6 ) dt = − + =− + .
5 7 5 7
cos3 x
Z
2. dx
sen4 x
cos3 x cos2 x 1 − sen2 x
Z Z Z
dx = cos x dx = cos x dx
sen4 x 4
sen x sen4 x
1 − t2 t−3 t−1
Z Z
−4 −2
= dt = (t − t ) dt = −
t4 −3 −1
↑
sen x = t , cos x dx = dt
−1 1
= 3
+ .
3 sen x sen x
• Si las sustituciones anteriores no solucionan el problema (por ejemplo cuando el seno y el coseno
aparecen ambos con exponente par) se puede probar con el cambio de variable u(x) = tan x = t.
Z
1
Ejemplos: 1. dx
sen2 x cos4 x
(1 + tan2 x)2 (1 + t2 )2
Z Z Z
1 2
2 4
dx = 2 (1 + tan x) dx = dt
sen x cos x ∗ tan x t2
↑
2x
∗{ cos12 x =1+tan2 x ; 1
sen2 x
= 1+tan
tan2 x
} tan x=t , (1+tan2 x)dx=dt
1 + t4 + 2t2 1 t3
Z Z
= 2
dt = (t−2 + t2 + 2) dt = − + + 2t
t t 3
1 tan3 x
=− + + 2 tan x .
tan x 3
Z
1
2. dx.
sen2 x
1 + tan2 x
Z Z Z
1 1 1 1
dx = dx = dt = − = − .
sen2 x tan2 x t2 t tan x
↑
tan x = t , (1 + tan2 x)dx = dt
Nótese que los cambios en los dos puntos anteriores son del tipo del teorema 5.4, por tanto no debemos
preocuparnos por la inyectividad o no de la función u.
Usaremos la identidad cos2 α + sen2 α = 1 y las fórmulas trigonométricas de ‘los ángulos dobles’:
sen(2α) = 2 sen α cos α , cos(2α) = cos2 α − sen2 α ,
• Usando la fórmula para sen 2α y dividiendo por 1 = cos2 α + sen2 α obtenemos
2 sen α cos α
sen(2α) = 2 sen α cos α = ;
cos2 α + sen2 α
si cos α 6= 0 podemos dividir numerador y denominador por cos2 α y nos queda
2 tan α
sen(2α) = .
1 + tan2 α
Aplicando eso a α = arctan t (que cumple que cos α 6= 0 porque arctan t ∈ (− π2 , π2 )) vemos que
2 tan(arctan t) 2t
sen(2 arctan t) = = .
1 + tan2 (arctan t) 1 + t2
• Análogamente, usando la fórmula para cos 2α (. . . y como antes ‘dividiendo por 1’) obtenemos
cos2 α − sen2 α
cos(2α) = cos2 α − sen2 α = ;
cos2 α + sen2 α
como antes, si cos α 6= 0 nos queda
1 − tan2 α
cos(2α) =
1 + tan2 α
y para α = arctan t queda
1 − tan2 (arctan t) 1 − t2
cos(2 arctan t) = 2 = .
1 + tan (arctan t) 1 + t2
• Por último, se tiene
2t
1+t2 2t
tan(2 arctan t) = 1−t2
= .
1+t2
1 − t2
Resumiendo el cambio “x = 2 arctan t” transforma
2t 1 − t2 2t
sen x → , cos x → , tan x → .
1 + t2 1 + t2 1 − t2
Ejemplo:
Z Z Z Z
1 1 2 2 2
dx = 1−t2
· dt = dt = dt
3 + 2 cos x ↑ 3 + 2 1+t2 1 + t2 3(1 + t ) + 2(1 − t2 )
2 t2 +5
x=2 arctan t
2
Z
1 2 √ 2
tan x2
= √ dt = √ arctan t/ 5 = √ arctan √ .
5 (t/ 5)2 + 1 5 ↑ 5 5
x
t=tan 2
x
2 tan 2 1
Hay que recalcar que esa función, g(x) = √ arctan √ , es una primitiva de f (x) =
5 5 3 + 2 cos x
en el intervalo (−π, π), dominio de u−1 . Eso es importante si vamos a usar la primitiva para calcular
una integral. Por ejemplo, si queremos calcular
Z 2π
1
dx
0 3 + 2 cos x
y usamos lo anterior sin pensar, obtendríamos que esa integral vale g(2π) − g(0) = 0 − 0 = 0 , que es
R 2π
claramente incorrecto porque f (x) > 0 para todo x ∈ [0, 2π] y por tanto 0 f > 0.
2π
Como ejercicio calcular la integral anterior (la solución es √
5
). Hallar también, si es posible, una
primitiva de f que esté definida, por ejemplo, en (π, 3π).
5.10 Definición.
(i) Sea a ∈ R y sea b un número real mayor que a, o bien b = +∞. Sea f : [a, b) → R con f ∈ R([a, c])
para todo [a, c] ⊂ [a, b), es decir f es integrable Riemann en todo [a, c] ⊂ [a, b) (esa condición la cumple,
por ejemplo, cualquier f continua). Entonces:
Rs Rb
• Si lı́ms→b− a f (x) dx existe (en R) se dice que la integral impropia a f (x) dx converge y que
Z b Z s
f (x) dx = lı́m f (x) dx.
a s→b− a
Rs Rb
• Si lı́ms→b− a f (t) dt = +∞ (respectivamente −∞), se dice que la integral impropia a
f (x) dx
diverge y que
Z b
f (x) dx = +∞ (respectivamente −∞).
a
Rs Rb
• Si lı́ms→b− a f (x) dx no existe, se dice que la integral impropia a f (x) dx no converge.
Nota: si b = +∞ entendemos que lı́ms→b− quiere decir lı́ms→+∞ .
(ii) Sea b ∈ R y sea a un número real menor que b, o bien a = −∞. Sea f : (a, b] → R una función con
f ∈ R([c, b]) para todo [c, b] ⊂ (a, b].
Rb Rb
• Si lı́ms→a+ s f (x) dx existe (es un número real), se dice que la integral impropia a f (x) dx con-
verge y que
Z b Z b
f (x) dx = lı́m f (x) dx.
a s→a+ s
Rb Rb
• Si lı́ms→a+ s f (x) dx = +∞ (respectivamente −∞), se dice que la integral impropia a
f (x) dx
diverge y que
Z b
f (x) dx = +∞ (respectivamente −∞).
a
Rb Rb
• Si lı́ms→a+ s
f (x) dx no existe, se dice que la integral impropia a
f (x) dx no converge.
(iii) Sean −∞ ≤ a < b ≤ +∞ y f : (a, b) → R una función con f ∈ R([α, β]) para todo [α, β] con
a < α < β < b.
Rb
• Se dice que la integral impropia a f es convergente si dado c ∈ (a, b) se tiene que las integrales
Rc Rb
a
f y c f son convergentes. En tal caso se define
Z b Z c Z b
f = f + f.
a a c
Rb
• Se dice que la integral de f en (a, b) diverge a +∞ y que a f (x) dx = +∞ , si una de las integrales
Rc Rb
a
f , c f diverge a +∞ y la otra ó converge ó diverge también a +∞.
Análogamente se define la divergencia a −∞.
Rb
• En los demás casos simplemente se dice que la integral a f no converge.
Nota: es un simple ejercicio comprobar que la definición en (iii) no depende del c elegido.
R0 1
Ejemplo: Veamos si converge −∞ 1+x2
dx.
Z 0
1 0
2
dx = arctan(x)]s = − arctan(s) ,
s 1 + x
Z 0 Z 0
1 1 π
por tanto dx = lı́m dx = lı́m − arctan s = .
−∞ 1 + x2 s→−∞ s 1 + x2 s→−∞ 2
R∞
5.11 Ejemplo: Veamos si converge 0
e−x dx.
Z s s
e−x dx = −e−x 0
= −e−s + 1 ,
0
R∞ Rs
por tanto 0
e−x dx = lı́ms→+∞ 0
e−x dx = lı́ms→∞ (−e−s + 1) = 1 .
5.12 Ejemplo: (Importante) Sea a ∈ R. Es fácil comprobar que
Z ∞
1
la integral a
dx converge si y solo si a > 1 y se tiene
1 x
Z ∞ Z ∞
1 1 1
a
dx = , si a > 1 , dx = +∞, si a ≤ 1.
1 x a−1 1 xa
5.13 Ejemplo: (Importante) Sea a ∈ R. Es fácil comprobar que
Z 1
1
la integral a
dx converge si y solo si a < 1, y se tiene
0 x
Z 1 Z 1
1 1 1
a
dx = , si a < 1 , a
dx = +∞, si a ≥ 1.
0 x 1 − a 0 x
Ejercicio: Sea a ∈ R. Estudiar la convergencia de las integrales
Z ∞ Z 1
log x log x
a
dx , dx .
1 x 0 xa
5.14 Teorema. Sean a ∈ R y a < b ≤ +∞. Sea f : [a, b) → R una función no negativa que es integrable
en todos los intervalos de la forma [a, c]con a < c < b. Entonces:
Z b Z s
• La integral f converge si y solo si existe M ∈ R tal que f ≤ M para todo s ∈ (a, b), es decir
Z s a a
si f | s ∈ (a, b) es acotado.
a
Z b Z s
• La integral f diverge si y solo si el conjunto f | s ∈ (a, b) no es acotado.
a a
Si la integral converge se tiene
Z b Z s
f = sup f.
a a<s<b a
Rs
Demostración. Como f (x) ≥ 0 para todo x, la función g(s) ≡ a f crece con s y por tanto, según vimos al
Rs R s
estudiar las funciones crecientes, existirá lı́mx→b− g(s) = lı́ms→b− a f si y solo si a
f | s ∈ (a, b)
es acotado. Además, según vimos también, en ese caso se cumple que
Z s Z s
lı́m f = sup f .
s→b− a a<s<b a
R s
Si a
f | s ∈ (a, b) no es acotado entonces lı́mx→b− g(s) = +∞ (¿por qué?) y por tanto la integral
diverge.
5.17 Definición. En cualquiera de los casos, se dice que la integral impropia de una función f en un
intervalo converge absolutamente si la integral de |f | en ese intervalo es convergente
5.18 Teorema. Sean a ∈ R y sea b > a ó b = +∞. Sea f : [a, b) → R una función que es integrable en
todos los intervalos [a, c] ⊂ [a, b). Si la integral de f en [a, b) es absolutamente convergente entonces es
convergente y se tiene
Z b Z b
f ≤ |f |.
a a
Rb
Demostración. Supongamos que a
|f | < +∞. Como
se cumple que
0 ≤ f (x) + |f (x)| ≤ 2|f (x)| , para todo x ∈ [a, b)
Rb
Por el criterio de comparación se obtiene por tanto que a (f + |f |) < +∞. Como f = (f + |f |) − |f |, se
Rb
cumple (por la linealidad) que también a f es convergente.
Rs Rs
La desigualdad del enunciado es inmediata: si s ∈ (a, b) , se cumple a
f ≤ a |f | , tomando
Rb Rb
límites se sigue que a
f ≤ a |f |.
Z ∞
sen x
5.19 Ejemplo: La integral dx es absolutamente convergente y por tanto convergente.
1 x2
En efecto, se deduce inmediatamenteZ ∞ del criterio de comparación: Z ∞
1 | sen x|
como | sen
x2
x|
≤ x12 para todo x ≥ 1 y 2
dx converge (ejemplo 5.12), dx también converge.
1 x 1 x2
Demostración. Probemos primero que no es absolutamente convergente. Obsérvese que para todo natural
n se tiene
Z (n+1)π Z π
| sen x| dx = sen x dx = 2.
nπ 0
Entonces
Z Nπ N −1 Z (n+1)π
sen x X sen x
dx ≥ dx
1 x n=1 nπ
x
N −1 Z (n+1)π N −1
X 1 2 X 1
≥ | sen x| dx = ,
n=1
(n + 1)π nπ π n=1 n + 1
R Nπ sen x
con lo que vemos que lı́mN →∞ 1 x dx = +∞ lo que implica que
Z ∞
sen x
dx = +∞.
1 x
R∞
Pasemos ahora a ver que 1
sen x
x dx converge. Integrando por partes (tomando v 0 (x) = sen x y
u(x) = x1 ), obtenemos
s s s
− cos x
Z Z
sen x cos x
dx = − dx
1 x x 1 1 x2
Z s
cos s cos x
= cos 1 − − dx.
s 1 x2
Hay que ver que existe el límite cuando s → +∞ de esa función de s. Eso es fácil: para el último sumando
usamos que
cos x 1
2
≤ 2 , x ≥ 1;
x x
R∞ 1
entonces, como sabemos (ejemplo 5.12) que 1 x2 dx < ∞, el criterio de comparación implica que
R ∞ cos x
1 x2 dt es absolutamente
Rs
convergente y, por tanto, convergente, lo que equivale a decir que existe
(en R) lı́ms→+∞ 1 cos x2
x
dx. El otro sumando es muy fácil: lı́ms→+∞ coss s = 0. Luego, efectivamente
R s sen x R∞
lı́ms→+∞ 1 x dx existe (en R), es decir, la integral 1 senx x dx es convergente.
R∞
Nota. La integral 0 senx x dx también converge. ¿Por qué?
Ejercicio:
R∞ sen x
• Si p > 1, entonces la integral 1 xp dx converge absolutamente.
R∞ sen x
• Si 0 < p ≤ 1, entonces la integral 1 xp dx converge pero no converge absolutamente.
R∞ sen x
• Si p ≤ 0, entonces la integral 1 xp dx no converge.
5.21 Teorema. Sea f : [1, ∞) → R una función no negativa y decreciente. Entonces los enunciados
siguientes son equivalentes:
P∞
(i) la serie n=1 f (n) converge,
R∞
(ii) la integral impropia 1 f (x) dx converge.
Demostración. En primer lugar observemos que f , por ser decreciente, es integrable en cualquier intervalo
de la forma [1, α] con 1 < α < ∞. Nótese también (justificarlo) que
Z n+1
f (n + 1) ≤ f (t) dt ≤ f (n), para todo n.
n
Sumando, obtenemos
N
X Z N +1 N
X
f (n + 1) ≤ f (x) dx ≤ f (n), N ≥ 1,
n=1 1 n=1
1 ´ f H1L
1 ´ f H2L
1
1 ´ f H2L
1 ´ f H3L
1 ´ f H4L 1 ´ f H3L
1 ´ f H5L 1 ´ f H4L
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
R N +1 R N +1
f (2) + · · · + f (N + 1) ≤ 1 f 1 f ≤ f (1) + f (2) + · · · + f (N )
o, equivalentemente,
N
X +1 Z N +1 N
X
f (n) ≤ f (x) dx ≤ f (n), N ≥ 1,
n=2 1 n=1
Nota. Es claro que la conclusión del teorema anterior sigue siendo válida si se supone que f ≥ 0 y es
decreciente en un intervalo de la forma [α, ∞) con α > 0.
R∞ 1
Ejemplo: Como 1 xα dx converge si y solo si α > 1, obtenemos que
∞
X 1
la serie α
converge si y solo si α > 1.
n=1
n
∞
X 1
Ejercicio: Determinar los α ∈ R para los que la serie es convegente.
n=2
n(log n)α
Como hemos visto, existen bastantes similitudes entre integrales impropias y series. Sin embargo, hay
una propiedad importantePde las series convergentes cuyo análogo para integrales impropias
R∞ no es cierto:
∞
sabemos que si una serie, n=1 an , converge entonces {an } → 0 pero una integral, a f (x) dx , puede
ser convergente y no ser cierto que lı́mx→∞ f (x) = 0. Por ejemplo, comprobar como ejercicio que si
definimos f : [1, ∞) → R como
(
1 si x ∈ [n, n + n12 ] para algún n ∈ N
f (x) = ,
0 en otro caso
R∞
entonces 1 f (x) dx converge, pero no se cumple que lı́mx→∞ f (x) = 0.
Un ejemplo menos ‘rebuscado’ es la función