Brasero
Brasero
Brasero
forma de brasas, que sirve para calentarse.1 Más tarde, se llamaría brasero a
ciertos depósitos de brasas ardiendo, como el compartimento superior de las
calderas de calefacción de combustible sólido. La Real Academia Española, en su
diccionario en línea (on line),2 incluye como segunda definición el lugar donde se
ejecutaba a ciertos delincuentes. La RAE parece referirse así, a los condenados a
la hoguera,3 en general judíos o infieles víctimas de uno de los métodos más
corrientes con que el "brazo secular" ejecutaba a los condenados por la
Inquisición.4
Materiales
Aunque el brasero más extendido y de mayor tradición fue el brasero metálico de
diferentes aleaciones a lo largo de la Historia,5 también existieron diversos
modelos de brasero cerámico (por su condición de objeto alfarero con precedentes
más antiguos). Solían ser recipientes abiertos, ovoides en su forma y con múltiples
agujeros. No deben confundirse con el anafe o anafre, usado para mantener caliente
la olla de la comida, si bien éste, y especialmente su brasa podían utilizarse como
brasero o para alimentarlo.6
Uso y funcionamiento8
El brasero doméstico metálico es un recipiente cóncavo provisto generalmente de una
tapa con hendiduras por las que sale el calor o bien, los más modestos, de una
alambrera metálica para no quemarse. Para evitar el contacto con el suelo, los
modelos caros incluían un pie o soporte. El combustible por excelencia era el cisco
o picón, un tipo de carbón vegetal muy menudo y de larga combustión.
El brasero eléctrico
En la segunda mitad del siglo xx el tradicional brasero cayó en desuso. El uso del
brasero tradicional con cisco/carbón/picón requería un lugar donde almacenar el
carbón, un sitio donde tirar las cenizas, y era una tarea muy sucia para una
pequeña vivienda de ciudad, y con el desarrollo económico había quienes preferían
el uso del brasero eléctrico por la comodidad de tener un enchufe e incluso un
interruptor en el cable, que permitía disponer de calor inmediato y sin brasas de
carbón que pudiera generar un incendio por alguna chispa o una intoxicación por el
CO producido por una mala combustión de éstas.
Actualmente, aún quedan personas mayores en los pueblos que siguen usando este tipo
de braseros (por desgracia, cada año hay muchas muertes, principalmente de personas
mayores, por incendios o por inhalación de CO por mala combustión del carbón).
En algunas viviendas, para evitar el contacto que pudiera haber con los piés,
ponían al brasero una protección, como una jaula, aunque eso no evitaba las chipas
o la maña combustión.
Luego surgió otro aparato, que, al igual que los braseros eléctricos, llevan una
resistencia que se calienta con el paso de la corriente eléctrica, y que se suele
conocer por "lorito" ya que tienen forma de jaula pequeña, y se cuelgan debajo de
la tapa de la mesa camilla (con unos consumos medios de 450 W).10
Y finalmente, para evitar todos los riesgos del brasero eléctrico (que en casos de
olvidar apagarlo acaban siendo foco de incendio), y para reducir los costes
energéticos del brasero eléctrico, que es muy elevado, cada día son más las
personas que eligen calefactores ecológicos de muy bajo consumo, que, sin perder
calidad en el calor, consumen menos de 100 w. Con ello se evitan los problemas de
circulación en las piernas, los incendios, los elevados consumos, y demás
perjuicios que causaban los braseros y que ya se han resuelto.
Brasero de Pompeya
Historia del brasero y artilugios similares
Quizá el precedente más antiguo del brasero sea un antepasado del "korsi" iraní,
empleados entre otras ocasiones con motivo del festejo persa de la Yalda. En la
América precolombina, hay numerosos artilugios similares, desde el "tlecaxitl"
azteca de usos religiosos, hasta los braseros-hornillo estudiados por el instructor
Raúl Ybarra.13 En Japón existe un ingenio parecido, el "kotatsu". Y en Sudamérica,
sobre todo en el Río de la Plata, aún se conserva un modelo de brasero con
funciones de barbacoa.14