Brasero

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El brasero es un recipiente en el que se pone un combustible sólido, ardiendo en

forma de brasas, que sirve para calentarse.1 Más tarde, se llamaría brasero a
ciertos depósitos de brasas ardiendo, como el compartimento superior de las
calderas de calefacción de combustible sólido. La Real Academia Española, en su
diccionario en línea (on line),2 incluye como segunda definición el lugar donde se
ejecutaba a ciertos delincuentes. La RAE parece referirse así, a los condenados a
la hoguera,3 en general judíos o infieles víctimas de uno de los métodos más
corrientes con que el "brazo secular" ejecutaba a los condenados por la
Inquisición.4

Materiales
Aunque el brasero más extendido y de mayor tradición fue el brasero metálico de
diferentes aleaciones a lo largo de la Historia,5 también existieron diversos
modelos de brasero cerámico (por su condición de objeto alfarero con precedentes
más antiguos). Solían ser recipientes abiertos, ovoides en su forma y con múltiples
agujeros. No deben confundirse con el anafe o anafre, usado para mantener caliente
la olla de la comida, si bien éste, y especialmente su brasa podían utilizarse como
brasero o para alimentarlo.6

Brasero de cerámica datado del siglo vi procedente de Herrería, España, y


conservado en el Museo de Guadalajara.

Brasero de bronce-latón de época almohade (siglo XII) hallado en Córdoba y


depositado en su Museo Arqueológico.
Otro capítulo importante lo ocupan los braseros de fina cantería, muchos de ellos
en piedras nobles, frecuentes entre los restos de la civilización árabe en al-
Ándalus.7

Uso y funcionamiento8
El brasero doméstico metálico es un recipiente cóncavo provisto generalmente de una
tapa con hendiduras por las que sale el calor o bien, los más modestos, de una
alambrera metálica para no quemarse. Para evitar el contacto con el suelo, los
modelos caros incluían un pie o soporte. El combustible por excelencia era el cisco
o picón, un tipo de carbón vegetal muy menudo y de larga combustión.

El brasero se coloca en el centro de las habitaciones o debajo de unas mesas


especiales, llamadas mesas camillas, sobre una tarima de madera perforada en el
centro para encajarlo, que también sirve de reposapiés. Para reavivar el fuego se
utiliza un instrumento metálico llamado badila, que consiste en un mango y una
paleta redonda, doblemente perforada en su borde superior; cuando la combustión
languidece y baja el calor, se echa una firmita, es decir se remueve con la badila
con sumo cuidado. A las personas que pasaban mucho tiempo sentadas en la mesa
camilla, le salían en las piernas una especie de manchas o vejigas muy incómodas,
las llamadas cabrillas.9

Considerado un ingenio peligroso dentro de la vivienda por el hecho de generar


brasa sin estar perfectamente protegido y de producir "tufo", fue causa de
incendios frecuentes, principalmente al entrar en contacto con las faldas de la
mesa camilla y diversas prendas de las personas. Sin embargo, el peligro más grave
era la posibilidad de envenenamiento por emisión de monóxido de carbono (el
mencionado "tufo"), que se producía especialmente en habitaciones poco ventiladas,
por combustión incompleta por falta de oxígeno.

El brasero eléctrico
En la segunda mitad del siglo xx el tradicional brasero cayó en desuso. El uso del
brasero tradicional con cisco/carbón/picón requería un lugar donde almacenar el
carbón, un sitio donde tirar las cenizas, y era una tarea muy sucia para una
pequeña vivienda de ciudad, y con el desarrollo económico había quienes preferían
el uso del brasero eléctrico por la comodidad de tener un enchufe e incluso un
interruptor en el cable, que permitía disponer de calor inmediato y sin brasas de
carbón que pudiera generar un incendio por alguna chispa o una intoxicación por el
CO producido por una mala combustión de éstas.

Actualmente, aún quedan personas mayores en los pueblos que siguen usando este tipo
de braseros (por desgracia, cada año hay muchas muertes, principalmente de personas
mayores, por incendios o por inhalación de CO por mala combustión del carbón).

En algunas viviendas, para evitar el contacto que pudiera haber con los piés,
ponían al brasero una protección, como una jaula, aunque eso no evitaba las chipas
o la maña combustión.

Luego surgió otro aparato, que, al igual que los braseros eléctricos, llevan una
resistencia que se calienta con el paso de la corriente eléctrica, y que se suele
conocer por "lorito" ya que tienen forma de jaula pequeña, y se cuelgan debajo de
la tapa de la mesa camilla (con unos consumos medios de 450 W).10

Y finalmente, para evitar todos los riesgos del brasero eléctrico (que en casos de
olvidar apagarlo acaban siendo foco de incendio), y para reducir los costes
energéticos del brasero eléctrico, que es muy elevado, cada día son más las
personas que eligen calefactores ecológicos de muy bajo consumo, que, sin perder
calidad en el calor, consumen menos de 100 w. Con ello se evitan los problemas de
circulación en las piernas, los incendios, los elevados consumos, y demás
perjuicios que causaban los braseros y que ya se han resuelto.

Brasero de Pompeya
Historia del brasero y artilugios similares

"Tlecaxilt", brasero de la cultura Tlahuica de Teopanzolco (Morelos), que se exhibe


en el Palacio de Cortes, Cuernavaca, México.
En diversos museos arqueológicos, se muestran braseros procedentes de Etruria y
Roma.11 Por lo general fabricados en bronce, tienen formas cuadrangulares,
circulares y oblongas; se apoyan sobre pies en forma de ruedas o de garras de
animales, o en trípodes, y algunos llevan ricos adornos en relieve. Su uso como
pebeteros, en principio, era más religioso que termo-doméstico. Así parecen
indicarlo también los ejemplos encontrados en España, de braseros ibéricos del
siglo vii a. C..12

Quizá el precedente más antiguo del brasero sea un antepasado del "korsi" iraní,
empleados entre otras ocasiones con motivo del festejo persa de la Yalda. En la
América precolombina, hay numerosos artilugios similares, desde el "tlecaxitl"
azteca de usos religiosos, hasta los braseros-hornillo estudiados por el instructor
Raúl Ybarra.13 En Japón existe un ingenio parecido, el "kotatsu". Y en Sudamérica,
sobre todo en el Río de la Plata, aún se conserva un modelo de brasero con
funciones de barbacoa.14

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