La Cocina
La Cocina
La Cocina
Índice
1Historia
o 1.1La cocina económica o estufa doméstica
o 1.2La cocina eléctrica
o 1.3Otros tipos de cocina
2Cocinas actuales
o 2.1Cocinas de gas
o 2.2Cocinas eléctricas
3Seguridad
4Véase también
5Referencias
Historia[editar]
La cocción de los alimentos es una técnica antigua, que puede relacionarse con el
principio del manejo del fuego por los humanos. Sobre el fuego que servía para calentar y
alejar las fieras, se fue gestando el modo de mejorar la textura (ablandando), el sabor y el
aspecto de los alimentos utilizados por los humanos, además de mejorar la digestibilidad
de muchos de ellos.
El hogar doméstico no solamente servía para calentar, sino también se utilizaba para
cocinar los alimentos. Lo más común era tener una olla colgada de una cadena sobre las
brasas, utilizando, para otros modos de cocinar, parrillas, ollas o sartenes sobre patas
(trébedes, independientes o formando parte de la propia sartén), etc.
Con el tiempo aparecieron artefactos específicos, donde el fuego quedaba confinado, de
modo que se aprovechase mejor todo su poder para cocinar. En castellano (y en otros
idiomas) se adoptó para estos ingenios el nombre de fogón.
La evolución de los combustibles, desde los primitivos, leña y después distintos tipos
de carbones, especialmente vegetales, hasta el gas (ciudad, butano o gas natural), y el
aprovechamiento de la electricidad, fueron variando la forma de la cocina, hasta la de
nuestros días.
La cocina como mueble en forma de simple hornillo fue conocida por los romanos como lo
atestiguan los hermosos ejemplares de bronce hallados en Herculano y Pompeya, que
guarda el Museo de Nápoles. Pero la verdadera cocina completa y portátil no se encuentra
hasta finales del siglo XVIII y solo desde el XIX se conoce la cocina cuadrangular de hierro
con planchas de cobre o de hierro por encima dispuesta para recibir las ollas.
La cocina eléctrica[editar]
La base sobre la que se funda la cocina eléctrica está ligada al invento de las estufas
eléctricas. En 1892, una década después de que Edison diera a conocer la lámpara
incandescente, los inventores británicos R. E. Crompton y J. H. Dowsing patentaron la
primera estufa eléctrica para uso doméstico. El nuevo aparato consistía en un alambre de
alta resistencia enrollado varias veces alrededor de una placa rectangular de hierro. El
alambre, que al conducir la electricidad adquiría un brillo blanco anaranjado, estaba
situado en el centro de una pantalla parabólica que concentraba y difundía el calor en un
haz.
No tardaron en aparecer modelos perfeccionados de estufas eléctricas, y dos de los más
notables fueron el de 1906, debido al inventor Albert Marsh, de Illinois (EE. UU.), cuyo
elemento radiante, de níquel y cromo, podía alcanzar temperaturas al rojo blanco sin
fundirse; y la estufa británica de 1912, que sustituyó la pesada placa de hierro en la que se
enrollaba el alambre calefactor por un elemento ligero de arcilla refractaria, con lo que se
consiguió la primera estufa eléctrica portátil realmente eficaz.