Laura Isabel Barbosa Díaz

El asunto del azar en la obra de Juan Rulfo

Cuando ya no se puede sino aceptar como se nace aún es necesario darle un sentido así ese
sentido parta desde lo no-racional. El zar ha sido asunto de importancia en la historia
humana. Diosa olímpica nacida, según algunos, por Zeus, la diosa Tique, diosa de la
fortuna. Solo le compete a lo humano y terrenal, en este sentido los dioses nos participan de
los caprichos de la diosa
Luego Aristóteles definió al azar desde una perspectiva secular como aquella causa a la cual
no le precede ninguna esencia. Sin embargo, el azar y la fortuna presupone la existencia de
modelos regulares y con una finalidad específica que le es anterior a todo en cuando es. Lo
excepcional e irregular solo puede ser detectado teniendo como premisa la regularidad de
consecuencias que ha de esperarse.
El campo por antonomasia del azar es el juego, a la misma diosa griega se le solía
representar jugando como muestra del proceder del destino. Hay una oportunidad de verse
beneficiado al punto del milagro, un poder mágico que le ha dado a lo místico o religioso.
El azar es una idea difícil de concebir por aquellos que descreen de las fuerzas
sobrenaturales. Esta circunstancia excepcional e inspirada que conduce la existencia
humana se encuentra. La fortuna que ha sido secularizada en riesgo o destomo, demuestra
la fragilidad de la existencia humana ante la tragedia que puede ser el equilibrio de la
justicia o la suerte. La vida es a tal punto el riesgo de la propia vida, que para Rulfo, ya de
por sí se lleva perdida. Es esta fragilidad la que Rulfo desde su profundo desencanto ante la
contingencia de lo que fue su propia vida, una pérdida irremediable desde niño, por el
mismo azar de lo que es nace en una buena cuna, y quedar al abandono de una crianza que
fomentó su carácter más bien pesimista y lúgubre. Este carácter no se dejó de ver en su obra
El gallo de oro, si bien lo hace desde el ambiente popular y fiestero que la catarsis de los
pueblos es tan necesaria. Este ambiente de exuberancia y jolgorio es el telón de fondo de
esta obra, que no deja por ello ser de una densidad y violencia inspirada en las raíces de la
miseria.
La soledad, el desamparo no dejan de estar en medio del mundo popular de las rancherías,
de las peleas y los juegos de cartas. La superficialidad aparente de valores populares,
menospreciados en general. La fiesta, la catarsis del pueblo es el modo de expresión se
diluye n el destino trágico de los personajes de Rulfo que en este caso no difieren de los
demás personajes de su obra. Característica de la visión pesimista de Rulfo
Comienza y termina con el amanecer
Donde es esta indagación no solo se detiene en el asunto de la pobreza en términos
materiales, sino también un infortunio instaurado en el genética de un pueblo concentrado
desde la marginaldad. Este folklor de la noveleta traza en t´´erminos casi trágicos, el lijero
tono tragicómico de Rulfo en la pérdida de lo que se gana por el mismo azar. La guerra
promovió que en el siglo xx se agundizara la idea de que la vida se encuentra fuera de
nuestro control y que es
La revolución mexicana incide a tal punto en la literatura de Rulfo, y lo conduce en un
nivel íntimo, dada su propia vida, y simbólico en tanto fenómeno de la tragenia humana
universal. Su voz no deja de anunciar una desesperanza lacónica que acompaña a todos los
ninguneados de la tierra. El infortunio de la guerra
La pelea de gallos, tradición perteneciente a la cultura de los pueblos en México, se
convierte enn la obra de Rulfo en símbolo de desigualdad, así como lo que caracteriza el
modo en que se puede hacer el podre, esto es, en términos de ambición por una fortuna
acaparadora. Así queda manifestado en la escritura de Rulfo una muestra antropológica y
etnográfica acerca del modo en que se hacen el poder según las costumbres devenidas del
ethos revolucionario.
La miseria. Un destino insoslayable
La miseria, de la mano con la violencia, acompañan la obra rulfiana, no desde la
superficialidad del en este sentido atraviesa diferentes estratos en la literatura rulfiana.
Desde la violencia de una revolución fracasada desde el germen mismo de sus valores. Así,
la miseria que es la violencia ocurre a todos los niveles desde uno místico y trascendeltal
como lo es el detistno siserable de un pueblo, como desde sy nivel simbólico y material
como lo es la desesperanza del hambre y la pérdida.
La miseria de la propia autodestrucción como destrucción del otro. Aí, tanto la vida como la
muerte se tornan en violencia. La violencia en el vivir, en el morir, producto de la
venganza, la cultura, la ley es violenta. Es por esto que los impulsos brutales que se
evidencia en la obra rulfiana hacen que la fatalidad sea el modo de comprenderse. Violencia
de la pobreza, de la sanción solial, del destino social, de la cotidianidad y de la política, la
memoria colectiva contruída a partir de la violenca presente en el todo. La traición y la
culpa también hace parte de la misera que se vive desde los ataques psicóticos del
desenfreno de la apuesta. Todo quebrantae las normas conduce a una condena eterna.
Desolación en últimas em la conexión del hombre con la tierra que forma la singularidad.
La misria se consolida en la muerte física, la muerte de la utopía y de los sueños, y por el
contrario la repetición de la condena eterna, el azar nos conlleva al mismo estado de miseria

Toca de forma fría, seca y poétca la dura muerte como que solo se ha de esperar sin la
promesa del descanso
Amores no realizasdos, crímenes, pobreza, desdicha
Esta crudeza y tosquedadvnculada a un tiempo y espacio que, aunque específico, podría
habitar en múltiples contextos, reales o ficticios, donde la desventura de hacer frebte a lo
adverso está ligada a la soledad y mezquindad de la muerte que se muestra siempre
ganadora- Sin condescendencia sobre la condición rural.
Rulfo infelucidad que no se adapta al entorno, rostro adusto. Desde este sentimiento Rulfo
interpela a la novela desde una perspectiva tanto histórica como existencial.
La ilegalidad hace parte de lo que apenas se tiene alcance para escapar de la misera que
vive un campesinado, y es el medo en el que puede ser posible resistir a una estructura
hostil y tanática como la garantizada desde los gobiernos. Así la presencia de la fatalidad y
el destino se encuentran estrechamente depentienes en los juegos del azar que se encuentran
inscritos en las tradiciones y costumbres rurales.

…Dionisio Pinzón, uno de los hombres más pobres de San Miguel del Milagro. Vivía en
una casucha desvencijadadel barrio del Arrabal, en compañía de su madre, enferma y
vieja, mas por la miseria que por los años. (El gallo de oro, Pág. 18)
La fatalidad es el puente que une al azar y la miseria. Aquellos en la obra rulfiana les
envulve esta condición que se encuentra en el juego peligroso y violento de las peleas de
gallos. Los eventos fatales atraviesan todo, y quienes participan de la historia parecen
condenado al sufrimiento y la muerte trágica. Nos solo el protagonista comienza y termina
su historia en la miseria, sino todo aquellos a los que le pertenece. El destino solo puee ser
el sufrimiento. El tono y la voz de Rulfo en este sentido no difiere del lenguaje de las clases
sociales a las que él logró evidenciar en sus viajes. Su textos pueden conjurar el tono del
personaje típico de cualquier situación popular, ferias, palenques, naipes, historias que
viven las trampa del juego del azar, lo modos perversos en que la fortuna opera
conduciendo la pasión, la ambición del poder y del dinero.
Si bien El gallo de oro se le ha considerado menor en la obra rulfiana, quedando
estigmatizado su valor literario so pretexto de su uso cinematográfico, las materias que
atraviesan tal composición pertenecen al mudo rulfinado, sin desconocer el interés que
Rulfo tuvo por el cine y su participación interesada, aunque tímida por el mismo. El azar
que ha sido fuente de inspiración a lo largo de la literatura y aquí forma parte de su
estrategia discursiva hace que sus personajes tengan como forma-de-vida juego, el juego de
la vida
Al abrirse las peleas de las once ya estaba él allí, junto al que lo iba a apadrinar, uno de
los apostadores de oficio que en caso de gane se llevaría el ochenta por ciento de las
ganancias, y en caso de “pierde” él le diría adios a su dinero y Dionisio Pinzón a su gallo.
Así cerró el trato. (Pág. 27)
Este juego de la vida se da en vida que levan maltrecha su fortuna, y que dada la codicia y
el afán de acaparar por acumular. Pero más temprando que tarde se participa del
conocimiento de cómo los elementos que conforman este paisaje, está dispuesto de tal
modo en el que los dominos del azar es el mismo que permite aceptar el de las cosas y estar
sujetos a las condiciones de vida bajo las que se nace. Si bien tda vida tiene su condición
azarosa que no puede ser domesticada de modo meramente racional, es menes soportar la
condición de que desde la misma genética hasta el triunfo, la riqueza, el amor y la muerte
no se encuentran bajo dominios domesticables, y que por tanto el tiempo y los
acontecimientos que nos tocan vivir, se encuentras por las mismas fuerzas determinados.
Esta el el vínculo que desde la literatura se establece con la historia y la filosofía política.
Hablar del ethos del mundo

. Los vínculos que, según documenta con suma precisión Weatherford, Rulfo había llegado
a establecer con el ambiente cinematográfico, desde mediados de los años cincuenta,
aportan elementos valiosos al respecto; sin embargo, su abordaje permanece exterior a la
obra y a su forma artística