Movimientos Artísticos

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EL IMPRESIONISMO

El impresionismo es un movimiento que consiste en una nueva


representación de la realidad y que marca un hito en el arte de la
época. Durante los años 1850, Monet y Manet también se inspiraron
de las estampas japonesas, en particular de artistas como Hokusai e
Hiroshige. De hecho, ambos pintores fueron influenciados por este
arte venido de Extremo Oriente y Monet llegó a poseer una colección
de 250 estampas, expuestas hoy en la Fundación Monet en Giverny.
Confrontados con las negativas reiteradas de los salones oficiales y
con las duras críticas de la prensa como del público de las pinturas
presentadas en los años 1860, en el primer salón de las obras
rechazadas por el jurado oficial, el grupo de impresionistas decide
crear sus propias exposiciones. La primera de ellas fue organizada con la ayuda del fotógrafo
Nadar. Sin embargo, la iniciativa es un fracaso. El público acepta con dificultad este nuevo estilo de
pintura, demasiado moderno y alejado de las referencias clásicas. Desconcertado, el público
encontraba que las pinturas impresionistas eran vulgares, similares a bocetos sin forma, y se burló
del movimiento y de sus obras.
EL FAUVISMO
El fauvismo o fovismo fue un movimiento pictórico de vanguardia
que tuvo su origen en 1905 en París, Francia. La máxima plástica del
fauvismo fue la exaltación del color, sustentada en la idea de que la
creación surgía del instinto más que del intelecto o de los
sentimientos.
Aunque el fauvismo aún está atado a la representación de la
naturaleza, es decir, de los objetos reconocibles, no busca la
representación naturalista, sino exaltar el valor del color en sí
mismo, al que prefieren usar en su estado puro y de manera directa.
Por ende, la obra fauvista hace gala de una coloración atrevida. Usa
colores de manera brutal y con relativa arbitrariedad, procurando deliberadamente una sensación
de disonancia que rompa la asociación del color con la representación de la realidad tal como ella
es concebida.
Más que indagar sobre los sentimientos o pensamientos del artista, el fauvismo exhibe el flujo del
instinto creativo. En consecuencia, las líneas y los colores resultan de gestos impulsivos,
pretendiendo con ello alcanzar la genuinidad atribuida a los niños o a lo “salvaje”, es decir, a
aquello que no ha sido “tocado” por el orden civilizatorio dominante.

EL EXPRESIONISMO
Surgido a principios del siglo XX en el país germano, el
expresionismo se define como un movimiento de
vanguardia caracterizado por la representación
subjetiva, distorsionada y deformada de la realidad,
reaccionando de manera contraria a los principios de
objetividad del impresionismo. Así, esta corriente se
adentra en lo más profundo de los sentimientos, ideas
y emociones del individuo, de donde afloran
temáticas oscuras y tabús fruto del contexto histórico
(la Alemania de entreguerras): la soledad, la miseria, el pesimismo y la muerte se ven
representados por colores y mezclas imponentes.
El expresionismo se extendió rápidamente a otras artes, geografías y culturas, lo que hizo que
reflejase otras realidades y diferentes subjetividades. Un ejemplo de ello es la Escuela de París. Es
por eso que se considera una corriente totalmente heterogénea, difícil de definir y de diferentes
estilos: fauvista, surrealista, abstracto…
El expresionismo refleja el desengaño y la crítica de los artistas a la sociedad burguesa de la época.
La ausencia en el arte de este tipo de representación subjetiva del mundo inspiró la creación de dos
grupos expresionistas de notable influencia en los diferentes estilos del movimiento: en el 1905,
Die Brücke (El puente) y Der Blaue Reiter (El jinete azul), en el 1911.
ABTRACCIÓN LÍRICA
La abstracción lírica es una tendencia dentro de la pintura
abstracta que se desarrolló a partir de 1910 que se toma
usualmente como referencia para marcar el comienzo de la
pintura abstracta. Iniciando con una acuarela del pintor Vasili
Kandinski titulada precisamente Primera acuarela abstracta.
De este mismo año es su obra De lo espiritual en el arte.
Kandinsky ejemplifica esta abstracción espontánea. Llegó, en
1910 a una abstracción impregnada de sentimiento,
idealmente representativa de las aspiraciones de los artistas del Zikario de Múnich Der Blaue Reiter,
del que él mismo formaba parte.
El tema que desarrollan los pintores de la abstracción lírica es la expresión de la emoción pictórica
del artista, individual e inmediata. Rechazan representar la realidad de forma objetiva. La técnica
preferida de estos pintores fue la acuarela, pintando igualmente bocetos y apuntes pequeños. No
obstante, también elaboraron grandes telas al óleo. Predomina el color sobre la forma.
Se considera que el creador de la abstracción lírica fue Kandinski (1866-1944), con obras como
Impresión n.º 5 (1911, Centro Pompidou), Arco negro (1912, Centro Pompidou), etc. Otro autor al que
se enmarca habitualmente dentro de la abstracción lírica es Paul Klee (1879-1940); de sus obras cabe
citar: Senecio (1922, Museo de Arte, Basilea), Castillo y sol, 3 (1928), etc.

EL FUTURISMO
El futurismo es el movimiento de las corrientes de
vanguardia artística, fundado en Italia por Filippo
Tommaso Marinetti, quien redactó el Manifiesto del
Futurismo, publicado el 5 de febrero de 1909, en el diario
Gazzetta dell'Emilia de Bolonia.
El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por
Marinetti. Este movimiento buscaba romper con la
tradición, el pasado y los signos convencionales que la
historia del arte consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la
revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el
salto peligroso y la bofetada irreverente. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo
nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo
de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
El futurismo es el primer movimiento artístico que se organiza como tal, se reconoce y se define
en 1909 a través del Manifiesto futurista. Se busca el escándalo, se admira la velocidad y la
tecnología, las señas de identidad del mundo moderno y pretende romper con el pasado. Nada
del pasado merece la pena ser conservado. Condenan los museos, a los que consideran como
cementerios. Pretenden, y valoran, la originalidad por encima de todo.

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