Historias para Perderse Entre Hojas

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Historias para perderse

“Entre hojas”
Escuela Normal Superior de Querétaro

Historias para perderse “Entre hojas”


Escritos por jóvenes normalistas de la ENSQ
Coordinado por la Mtra. Nayely Cancino Banderas
Historias para perderse
“Entre hojas”
Febrero de 2021
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE
QUERÉTARO
Copyright © 2021
por Escuela Normal Superior de Querétaro
ISBN: 000-00000-0
Impreso en Santiago de Querétaro; México
Portada: ETSY, [mercado global de artículos únicos y creativos]enero de 2021
Watercolor Purple Carnation Recuperado de
https://www.pinterest.com.mx/pin/11540542772523327/

Índice
De seres vivos......................................................7
Cazando por elección.....................................................8
Por Ma. Gua dalupe Maldona do Saave dra

Rul la pulga...................................................................14
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Torentino........................................................................19
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Voces extintas...............................................................21
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

De la escuela y otras vidas............................23


Año 2021........................................................................24
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Un viaje a través del tiempo: resguardando mi


patrimonio......................................................................38
Por A lexa Da nie l Jiménez I barra

Difícil pero no imposible............................................45


Por Jesús A lejandro Sánc hez Linare s

El autobús y Miley.......................................................51
Por Ma. De l Car men Martínez Eliza lde

El Chimeco.....................................................................58
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

El último lunes..............................................................62
Por L uz Ele na Gue vara García
Maldito beat-car...........................................................72
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Amanecer en Amealco.................................................80
Por E smeralda Ba hena Her nández

De más de uno...................................................85
35 años de matrimonio................................................86
Por L uz Yenira Se rvín Tre jo

Amores fugaces.............................................................96
Por Sara í Ruiz E strella

Dulce melodía.............................................................109
Por Er nesto Daniel Marín T orres

Ellos..............................................................................113
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Hasta el cielo..............................................................116
Por L uz Yenira Se rvín Tre jo

¡Hasta que la muerte nos separe!............................124


Por A lejandra Zapa ta Vázquez

Ley de Herodes...........................................................129
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Problemas de amor.....................................................130
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

De las artes......................................................134
Estragos........................................................................135
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Mariachi Loco.............................................................137
Por Braya n Ángel Her nández Solorio

Haz música..................................................................140
Por E miliano Calder ón Saldivar
De otros mundos............................................147
Campamento de terror...............................................148
Por Per la Gua dalupe G onzá lez González

De regreso al combate...............................................153
P or Ala n Josué Irineo G utiérrez

Entremés Navideño.......................................170
¡Arriba todos, los reyes magos han llegado! .......171
Por A ndrea Montoya Ac osta

Ausente.........................................................................179
Por Ma yre l Miche lle Maldona do Or ozco

Supón que la noche es fría.......................................184


Por José Arma ndo Esparza Santoyo

Una Luz de Esperanza...............................................187


Por e l Club de Lectura “Entre H oja s” de la E scue la Nor ma l
Superior de Q uerétaro

Autores de las Licenciaturas en Enseñanza


Aprendizaje de la ENSQ.............................194
De seres vivos

7
Cazando por elección
Por Ma. Guadalupe Maldonado Saavedra
Había una vez en 1965 un joven llamado Rodrigo, un
muchacho curioso y hambriento de conocimiento, él era
una persona cuyo interés era convertirse en cazador
dentro de los cerros mexicanos, para cumplir ese sueño
tan preciado; para eso, tenía que recurrir con un viejo
sabio llamado Don Ezequiel, él le revelaría todas sus
hazañas y además le comentaría las anécdotas sobre los
tropiezos que encontró en el camino ya que él viejo no
fue cazador por elección, sus padres lo obligaron desde
muy pequeño e inclusive se lo inculcaron a lo largo de su
infancia mediante juegos aparentemente inocentes,
aunque la verdad nunca fue tan malo cazar, le terminó
gustando después de todo y ahora conocía tan bien las
estrategias que era capaz de tener un aprendiz.
Don Ezequiel le enseñaría todos los secretos para
convertirse en un excelente cazador, quería inclusive
llegar a ser el mejor, el más ágil, cuidadoso, victorioso y
grande cazador lleno de éxitos; es por ello que requería
de una muy buena preparación.
Cuando Rodrigo llegó a la casa de Don Ezequiel, muy
cerca de los cerros sinaloenses se detuvo a observar con
profundidad sus alrededores, la casa era realmente bella
y enorme, jamás vista por sus propios ojos, Rodrigo
comenzó a preguntarse si todo eso que le pertenecía a
Don Ezequiel lo había conseguido cazando, la casa tenía
además un gran jardín con plantas que parecían ser

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interminables, de muchos colores y olores, con mucho
césped hermoso y brillante, podado de la manera más
increíble, ¿qué habría detrás de ese lugar tan
maravilloso?
Rodrigo entonces recordó a sus padres, ellos sabían lo
que pretendía y a pesar de que se sentían confundidos al
ver la partida de su hijo también estaban demasiado
orgullosos de él y solo querían verlo triunfar en lo que se
propusiera.
Fue su tío Gerardo quien quiso negarse a que cumpliera
sus sueños, diciéndole a su madre que a los escasos 16
años era un puberto, que no sabía lo que quería y que
únicamente arruinaría su vida con sus estupideces e
intentos absurdos; sin embargo, la familia para él no
tenía relevancia ya que solo convivían con Rodrigo para
obtener información y criticarlo, cosa que sucedía muy a
menudo en aquellos pueblos sinaloenses, con gente de
avanzada edad. Su madre tuvo que confrontarlo y ponerle
en claro que apoyaría a su hijo en sus decisiones, a
Rodrigo, no le quedó más que agradecer y emprender
rumbo a la casa de don Ezequiel.
Fue entonces que se sintió listo para entrar, dejó sus
miedos y los nervios que tanto lo atormentaban en ese
momento, temía que fuera una persona imponente y que
lo tratara mal, Rodrigo siempre fue un joven curioso y
sus pensamientos lo transportaban a muchos escenarios,
así le gustaba ir por la vida, soñando como todo
hombrecito conociendo el mundo.

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Tocó la puerta, en instantes un viejo solitario se acercó
para abrirla y preguntó
_ ¿quién es usted? _ a lo cual Rodrigo respondió con otra
pregunta
_ ¿Es usted Don Ezequiel? _ El viejo contestó dudoso,
con un movimiento de cabeza respondiendo,
_Sí, ¿qué se le ofrece? Rodrigo, _ un poco asustado y
dudando que aquel hombre viejo y solitario lo ayudase a
convertirse en un cazador profesional le responde:
_Don Ezequiel, vengo a usted para que me ayude a
convertirme en cazador.
Don Ezequiel empezó a reír comenzando por utilizar un
tono suave, después prosiguió aumentando el volumen de
su risa de manera gradual hasta llegar a ruidosas
carcajadas, no lo podía creer, aquel jovencito era
pequeño y aparentemente tímido, aunque sabía que
podría contar con el potencial requerido; fue luego de las
risotadas cuando respondió haciendo mención de un
viejo y sabio pensamiento:
_ ¡Mira muchachito, aquel que busca ser cazador, tendría
que ser una persona bastante inteligente para poder
persuadir a sus presas!
Rodrigo explicó entonces que sus intenciones para ser
cazador eran genuinas y necesitaba entrenamiento de la
persona correcta para poder llegar a serlo algún día.
_ Los cazadores no piensan como cualquier hombre, ni
se dejan guiar por los demás; los cazadores se guían por
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sus instintos para poder encontrar a su presa, cuando la
ven, saben que es la indicada y son capaces de sentir
cuando se deben cazar.
Respondió Don Ezequiel.
_ Pero eso requiere de enseñanza por parte de alguien, es
por esa única razón que yo he decidido acudir a usted_
Contestó Rodrigo.
_ Yo solo te guiaré por el camino para convertirte en
cazador, te lo pido de la manera más atenta posible, no
esperes más de mí, es todo lo que puedo hacer.
A la mañana siguiente, después de tantas dudas e
incertidumbre Don Ezequiel le explicó a Rodrigo que
para poder convertirse en cazador necesitaba saber que
las presas las coloca la misma muerte dentro de las
trampas, no el destino.
Rodrigo preguntó asustado _ ¿la muerte guiará a las
presas hacia mis trampas?
_ Exactamente, la muerte es misteriosa y selectiva. Ella
esconde los más profundos secretos que casi nadie podría
revelar; estoy presentándote un mundo de posibilidades
al brindarte a ti, jovencito, esta información exclusiva. La
muerte sabe quiénes deben seguir en el campo de los
vivos y quiénes deben simplemente irse para siempre.
Aquella tarde Don Ezequiel y Rodrigo construyeron
trampas de manera meticulosa, llevando a cabo pasos
específicos para que todo resultara perfectamente bien y
procedieron a colocarlas en distintos puntos en el cerro
cerca de un río, según la gente del pueblo, ahí solían
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pasar animales de todas las especies para caza, por lo
tanto, el viejo cazador y el aprendiz se encontraban en
el lugar adecuado.
Para poder hacer salir a los animales, Don Ezequiel le
explicó que deberá bajar su energía corporal, haciéndole
sentir a la presa que no hay ninguna amenaza cerca.
Rodrigo exclamó:
_ Pero, Don Ezequiel, ¿usted dijo que la muerte los
guiará a mis trampas?
_Claro que lo hará, pero es necesario que nosotros
bajemos nuestra energía para que la muerte haga
presencia.
Tiempo después una pequeña libre cayó en la trampa de
Rodrigo, la trampa era una jaula hecha de varas y ramas
de árbol cubierta con hierbas secas. Al acercarse al
animal, Don Ezequiel le dijo a Rodrigo
_ Mata la liebre, torciendo el cuello del animal, con las
manos.
Rodrigo asustado se acerca aún más, toma al animal
entre sus manos, pero es incapaz de asesinarlo y lo
vuelve a meter a la jaula, al tiempo que voltea la mirada
hacia atrás para observar a Don Ezequiel quien se
encontraba molesto, pero se acercó y le explico a
Rodrigo que la muerte había traído a la liebre directo a la
trampa, para ser el alimento de la noche,
_ El destino de la liebre es ser alimento.

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Rodrigo aún asustado le respondió -Don Ezequiel, si la
muerte eligiese el destino de esta libre sería alimento
para otro animal o quizás sus restos en descomposición
serían alimento para los bichos, la muerte no puede
decidir en estos momentos la existencia de esta liebre.
–¡Ay! Rodrigo, si a cazar quieres aprender, en mí debes
confiar, sé perfectamente lo que te digo, soy un viejo que
ha tenido muy mala experiencia con las mentiras y no las
quiere nunca más en su vida, puedes fiarte de mí sin
preocupaciones, todo estará bien. Fue así que Don
Ezequiel le hizo ver a Rodrigo que la liebre, aunque fuera
libre; su tiempo de vida no le permitiría llegar más allá
del siguiente día. Rodrigo al no creer en las palabras de
Don Ezequiel, abrió la jaula e intentaba dejar en libertad
a la liebre, cuando Rodrigo vio que la liebre no salía de la
jaula, volvió a observar con más calma al animal, la
liebre yacía muerta, arrinconada en la jaula.
Las palabras de Don Ezequiel se cumplieron y Rodrigo,
siendo un cazador ya algo viejo, aprendió que la muerte
es quien decide que ser vivo entregará su existencia a la
luz.

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Rul la pulga
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
Este libro ya está acostumbrado a estar empolvado y
olvidado, pero se alegra cuando buscan entre sus hojas;
esta historia pues, se siente identificada con este
personaje del que les contare a continuación:
La pulga Rul era una pulguita muy juguetona, le
encantaba tener amigos y recorrer toda su casa. Vivía en
Coffee, un perro dálmata, su pelaje era blanco y con
pequeñas manchas cafés, que se extendían a lo largo de
su cuerpo. El lugar favorito de Rul la pulga era siempre
en la cabeza de Coffee; justo en el medio de sus ojos; en
ese pequeño hueco que quedaba entre la nariz y la frente,
porque se formaba una especie de resbaladilla en donde a
Rul, le encantaba jugar.
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La mamá de Rul era una gran pulga, pues le enseñaba en
qué lugares debía de morder para no lastimar a Coffee, le
enseñaba la receta antigua de la abuela pulga. -
¡Recuerden no morder en las orejas, ya que corren
mucho peligro y es seguro que Coffee los arroje muy
muy lejos, al rascarse con sus enormes patas! -decía su
madre, repitiendo las enseñanzas de la abuela-.
Un día, Rul jugaba, mordiendo y caminando por el cuello
de Coffee; siguió caminando y mordiendo hasta que de
pronto, se perdió. Sin saberlo, llego a la oreja de Coffee
y le dio una buena mordida, pues tenía mucha hambre;
enseguida Rul sintió un gran movimiento que sacudió
toda la oreja; ¡era la pata de Coffee!, justo en ese
instante, después de mucho malestar al perro con sus
pequeños mordiscos, Rul salió disparado al suelo, lejos
muy, muy lejos.
Rul voló por los aires hasta que tocó el suelo, rodando y
rebotando varias veces en el jardín sin poder detenerse
siquiera de una vaina de pasto, temblando por el susto y
algo mareado por las volteretas; trató de ubicarse, sin
embargo; Rul ya no pudo regresar a casa, caminó
abriéndose paso a través de las ahora enormes vainas de
pasto; hasta encontrar la banqueta, en la parte frontal del
jardín; pesó que así podría al menos, esperar que un
perro o un gato, aunque fuera callejero, le dejara subir a
su lomo para tratar de ver desde arriba, a su antigua
morada, pero Rul se quedó solito.

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Al día siguiente, la valiente pulga se dirigió al parque,
pues quería divertirse y hacer algunos amigos; no se
sentía muy seguro estando lejos de casa.
Pero todos se divertían, otras pulgas, hormigas,
garrapatas, piojos y chinches; ese parque de juegos era
un verdadero insectario y nadie invitaba a Rul a jugar,
pues a nadie le gustaba tener un amigo “mordelón”.
Rul paso así varios años, sin tener amigos, caminaba solo
por las calles, nadie le daba hospedaje cuando llovía;
cuando hacia sol, nadie le brindaba agua para refrescarse,
nadie hablaba con él. ¿Sería posible que Rul olvidara qué
es o cómo es tener y cultivar una bonita amistad?
Llego el otoño y Rul se hizo un poco más grande; así que
adaptó una hoja de árbol de fresno como su casa.
Un día, sintió que su casa se levantaba por los aires como
si fuera un avión; cuando se acercó a la orilla de la hoja,
echó una mirada al suelo, que en ese momento se
encontraba ya muy muy lejos, como para poder soltarse y
regresar.
_ ¡Dante!, ¡ven no te quedes atrás! - Escuchó Rul
agudizando sus pequeñas antenas, algo mareado por su
segundo y repentino vuelo de su vida; apenas le dio
tiempo de tomar sus cosas y aterrizar justo enfrente,
antes de perder su hoja. Pudo ver entonces, una linda
cara contenta, que se dirigía al interior de la casa;
comprendió el porqué de su prisa; era la mamá de Dante,

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quien le invitaba a seguirla, para entrar al interior de la
casa.
Rul se llenó de alegría, pues Dante parecía ser un amigo
fiel; la pulga buscó en su maleta una gorra y una bufanda
y pensó que ese, había sido un día excelente para volar y
que, por fin, después de mucho tiempo de estar solo,
encontraría en Dante no solo un amigo, sino también, con
quien compartir un nuevo hogar.
La mamá de Dante tomó un libro de la biblioteca de la
casa y le pidió a Dante que se sentara, para que ella le
leyera. Dante observó a ese pequeño insecto cerca de la
alfombra y le hizo una seña, tendiéndole la mano a Rul,
para que subiera al sofá apresuradamente. Así que la
bella dama tomó el volumen, pasó entre hojas y leyó
hasta que Dante y Rul se quedaron dormidos.
Al día siguiente, Rul la pulga y Dante, el pequeño niño
alegre, de tez clara, inquieto pero muy inteligente;
pasaron la mañana yendo juntos por toda la casa de un
lado a otro y mientras se iban conociendo, exploraban
nuevos rincones.
Todo era nuevo y maravilloso para Rul, era una pulga
llena de aventuras; pues gracias a la creatividad que
Dante había desarrollado por escuchar las lecturas de su
madre, se le ocurrían infinidad de historias y de un
momento a otro podría convertirse en pirata, o ser el
ayudante del mago y con eso, lograba desaparecer el
brócoli del plato que su mamá le había cocinado.

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Rul y Dante eran ahora, los mejores amigos pues Rul
podía ver los universos que Dante imaginaba, incluso ser
el protagonista de algunos de ellos; pero no todo era
juego, pues al terminar de comer, su mamá hacía la tarea
con él, Dante y Rul hacían carreritas para saber quién
contaba más rápido hasta el mil, y a Rul le encantaba
verlos jugar; la mamá le hacía castigos en idioma
familiar; tan familiar, que Rul lograba sentirlos, pues los
castigos eran cosquillas que su mamá le hacía hasta
agotar las carcajadas de Dante y después de un momento,
Dante, con un abrazo fuerte y cálido le decía a su madre,
lo mucho que la quería.
Rul como todo mejor amigo sabía todo de Dante, pero la
vida de una pulga es muy corta para ver crecer a Dante y
que éste siguiera apreciándolo como su amigo;
lamentablemente cuando algunos adultos crecen, dejan
de observar las cosas maravillosas que la naturaleza
regala; por lo que dicen desde entonces; que Rul la pulga,
les cuenta a todos los nuevos amigos que hace lo
maravilloso que era Dante, un pequeño y aventurero
lector, que logró encontrar en una pulga, la verdadera
amistad.

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Torentino
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
Era un gran sábado y la plaza lo demostraba; en cada lugar del
pueblo había un cartel con una imagen y el nombre de él. En
punto de las cuatro de la tarde ya estaban abarrotadas las
gradas, desde donde se veían ondeando los pañuelos y
abanicos por el calor que envolvía la emoción. A las cinco
treinta de la tarde, cuando el sol estaba por retirarse; le
llamaron a su camerino, le tocaba participar. Con gran rapidez
se posó enfrente de su espejo, tomo su muleta y se acomodó
su montera.

Al salir a la arena la multitud le aplaudió coreándolo, se


colocó en el centro de la plaza, moviendo un poco de arena
con los pies como ritual de buena suerte y bajó un poco su

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perfil, sin perder su gallardía. Después de la gran entrada, le
tocó el turno de salir al estelar de la tarde, en la sombra del
túnel se entrecruzaron las miradas, eran unos ojos blancos y
grandes que el torero no perdió de vista, el animal siguió
sigiloso y asomó su cuerpo por la orilla de la plaza; cuando los
rayos del sol le tocaron su pelaje el toro resplandeció, su trote
era tan elegante que le generó envidia a su oponente; recorrió
las orillas del escenario como si saludara a su público, el toro
tomó su lugar quedando de frente al torero; el bovino bajó la
cabeza, mostrando sus largos y afilados cuernos, se veía, qué
digo se veía; ¡era un toro bien forjado!; su masa muscular
parecía haberse moldeado en un gimnasio olímpico. - ¡No es
cualquier toro! - fue lo que el torero pensó.

Cuando el toro lo miró de frente y bufó, el torero lo reconoció;


ese era el novillo que anteriormente le perteneció; cuando éste
era muy pequeñito. Tiró su espada, pero en el intento se
congeló, pues no podía dañarlo. - ¡Es “Torentino”! -, recordó.
En el mismo instante, el toro movió su cabeza, invitándolo a
que siguiera con el espectáculo; el torero tomó con las dos
manos su muleta y la sacudió provocando al animal y por unos
segundos; el toro pataleó, tomó fuerza para el agarre, después
solo se dejó llevar en una carrera, el toro fijaba su meta en el
manto rojo; mientras tanto el torero desconcertado, decidía si
esquivarlo por la derecha o la izquierda. El toro siguió y a
mitad de su trayectoria bajó los cuernos rosando el piso;
cuando sintió el roce de la muleta, los dirigió nuevamente
hacia el cielo, moviéndose a la derecha y despegando sus
patas delanteras del piso; la muleta ondeó por los aires, los
espectadores enmudecidos, se levantaron de sus asientos,
muchos de ellos intentando cubrir sus ojos con sus manos
pegadas al rostro; dejando unas rendijas para ver lo peor.

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El torero giró dos veces a su izquierda perdiendo su montera;
con un brazo extendido y después de la maniobra, con la
respiración agitada, agradeció a su público que le reconoció su
valentía en una oleada de aplausos y vítores. Las rosas caían
al centro de la plaza, el toro orgulloso, trotó con más gallardía
al ver que la gente les aplaudía por tan maravillosa suerte y se
dirigió al túnel de donde había salido, guardando en su
recuerdo el encuentro con su antiguo dueño…

Voces extintas
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
Mi nombre no importa si mi futuro es incierto, al llegar
la modernidad todo se irá modificando. Mi trabajo es
limpiar calles, hace treinta años lo hacía en las escuelas
por las mañanas y por las tardes recogía entre las hojas
de los árboles en la alameda; pero hoy debo de limpiar
afuera de mi casa, aunque este a seis horas de la ciudad,
un tanto alejado de la tecnología, esto ha hecho que me
traslade a diversas ciudades para obtener un poco de pan,
pero, por ahora; lidio con el calor del verano en mi casa
que es un multifamiliar, donde las ventanas de los

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vecinos se encuentran lado a lado, muy cerca de las
calles donde no te dejan dormir por el estruendo que
provoca el paso de los autos a todas horas; a pesar de
ello, llega un momento en que todos queremos ir a
descansar y lo que menos uno desea, es escuchar ese
ruido de los vecinos estresados igual que yo, porque
vivimos cada vez más, con menos áreas verdes.
Esto se volverá cada vez más difícil, como padre no
puedo explicarles a mis hijos porqué en los últimos años
las migraciones de los desafortunados son cada vez más
extensas ni por qué a ellos, mis pequeños, los alimento
de tan mala manera, no creo que entiendan qué es lo que
hay en estos tiempos de cambio y porque los chiquillos
ya no pueden salir, ¡si por ellos es que cada vez somos
menos!
Sé que estamos en épocas distintas, pero, ¿Quién no
extraña a sus vecinos, los pistacheros, sus sombras y
fragancias al pasear por las esquinas? Ahora es difícil
encontrarlos con todos los aromas fétidos que despiden
las calles.
Es triste entender ¿por qué los únicos días en los cuales
no laboro, es cuando llueve? La brisa y el viento que deja
la lluvia a su paso limpia el cielo, elimina de las calles la
basura, el polvo de cosas olvidadas a propósito sobre las
banquetas. El agua limpia todo, si así fuere; me gustaría
que limpie los corazones de los humanos, pero cuando
los veo bajo la lluvia los veo llevando un trocito de techo

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despegable y los que no tienen remedio ¡corren a toda
prisa!
Me gustaría que nosotros también tuviésemos una lengua
para decir todo lo que el humano no quiere ver y juro que
muchas especies no estaríamos en peligro de extinción.
Pero, lamentablemente esto es solo un pensamiento de
una pequeña paloma.

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De la escuela y otras
vidas

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Año 2021
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
Hoy o nunca en mi vida
La jefa de grupo se asomó a la puerta con la táctica de un
detective, - ¡ahí viene la prefecta! - mencionó mientras
corría a su lugar, se escuchó un mormullo –“Jorge no se
baña”-, un relinchido de caballo, un burro, borrego, pato,
gato, perro y demás; el salón era un zoológico, al entrar
la prefecta al ruido se lo comió el regaño de tan exigente
personaje
_ ¡Hay Estrella, como pones el ejemplo, te pondré
reporte por estar haciendo relajo; se supone que eres “la
jefa de grupo”! Muchachos; el director me mandó a
decirles que el próximo lunes 20 de noviembre les toca el
turno de presentar los honores; a ver ¿quién quiere
participar?
El alumno más destacado levanto la mano.
_ ¡Hay Gordo tenías que ser tú!
_ A ver, ¿quién dijo eso? preguntó la prefecta
_ ¡Ulises! - Una voz desconocida, que la prefecta no
ubicaba lo señalaba
_ ¡No es cierto maestra, fue ese Güey! (El inocente
intento defenderse).
_ ¡Ulises, pásate aquí enfrente!
25
_ Pero maestra, ¡ese Güey fue! Sin herramientas, Ulises
intento defenderse nuevamente.
_ ¡A mí no me importa, debe de saber que no se puede
dirigirse de esa manera a otro compañero!
_ ¡Por tonto! -, se escuchó otra voz en tono de burla.
_ A ver ¿quién quiere participar en los honores?…
Nadie, bueno; pasare a los que en la semana pasada
obtuvieron un reporte.
La prefecta repartió los papelitos con las seis efemérides
escritas en ellos, pero sobro una y es ahí donde entro yo
en la historia; por más que me escondí, la prefecta me dio
la última efeméride:
_ “20 de noviembre de 1910, se proclama el plan de San
Luis y se da comienzo a la Revolución Mexicana”- Para
mí era algo indiferente; pero me aprendí lo que tenía que
decir por miedo a un citatorio.
La chicharra dio inicio al receso y fue entonces cuando
me junte con mis compañeros Carlos alias el “tortas”,
como siempre con su mochila pegada a la espalda, jamás
se la quitaba, el “wipo” mi aliado de lentes; sus padres lo
traen en su auto a la escuela, pero va reprobando
geografía, matemáticas y español, “Quiroz”, el único que
no tenía apodo por ser el líder; bueno si tiene apodo, pero
nadie tiene el valor de mencionarlo por miedo a tener una
membresía de bullying por el resto de su vida. El receso
estaba por terminar y fui a caminar con la idea de ser

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libre antes de entrar a esos salones asfixiantes, en eso me
cerraron los ojos unas manos frías, y su perfume me hizo
acelerar mi corazón, pero la pregunta que me susurro en
el oído la delato - ¿Adivina quién soy? -
_ ¡Eres Silvia! -, le respondí.
_ ¡Ash! _movió su cabello.
_ ¿Qué clase te toca?
_ ¡Tutoría¡;con un gesto señalándose a sí misma, me
devolvió la respuesta.
_ ¡Educación física!
_ ¡Hoy preferiste estar con tus amigos! -, me dijo con voz
desafiante.
_ ¡Y tú con Carla! - le respondí sin el aval de pelear.
_ ¡No es cierto!, no la he visto desde… ya hace tiempo.
_ Si quieres podemos quedarnos en el Laboratorio 2.
_ Quería tomarle la mano, pero me lleve su mochila y
corrí mientras ella me perseguía y nos pusimos cómodos
en un punto ciego del laboratorio para que algún prefecto
o maestro no lograra descubrirnos.
Platicamos de todo y nada; lo bonito de esto era que
existía una rivalidad y entre empujones le quite una
pulsera y vi algunos cortes, además de algunas marcas
rojizas que pudo hacerlas antes de venir a la escuela,
intente no hacer un gesto que delatara ante su persona mi
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descubrimiento; mientras me ponía la pulsera, Silvia no
me siguió el juego y en el momento menos indicado dije
un comentario que sabía que no tenía que decir:
_ ¿Me queda perfecta verdad?
_ ¡Necesito la pulsera!
_ ¡Está bien! _ y mientras me quitaba la pulsera bordada
con su nombre, su mano toco la mía para dejar lo que
estaba haciendo.
_ ¡Mejor consérvala!
_ ¿En verdad?, ¿no la necesitas?; entendí que esa
también fue una pregunta que no tenía que haber hecho.
_ ¿Sabes que me corto cuando veo sufrir a mis abuelos?
_ ¿Vives con tus abuelos?
_ No, ellos viven con unos de sus amigos
_ ¿Tus padres murieron?
_ ¡Mis padres se drogan, tontito! Unas risas rompieron la
atmosfera que me asfixiaba.
No sabía cómo al estar con ella tenía tantas preguntas
que estaban deseosas de salir de mis labios y en la clase
de español en la práctica para la mesa redonda; jamás
pude hacer una sola pregunta; aun cuando estaban
amenazando con reprobarme.
_ No sé cómo puede durar tanto una hora.

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_ ¿Te estoy aburriendo?
Mi respuesta era no, pero no sabía cómo decirlo, (no sea
que lo echase a perder) y entonces; sentí su abrazo ¡no sé
cómo abrazarla! Pero creo que por fin hice lo mejor, estar
ahí sin decir nada, solo comiéndonos el tiempo y la
fuerza del timbre fue lo único que nos separó.
El tortas ya había estrenado su marrana en las paredes
del baño y puso con mi corrector, su mejor frase “Jorge
no se baña”; escribir un verso en ese tono, para mí era
muy ofensivo.
A la salida, las porras del equipo profesional de la ciudad
esperaban un camión; el mismo que varios de mis amigos
tomaban. Cuando veía esta postal, cada fin de semana
quería que el estadio lo hubieran construido al norte de la
ciudad para que fuera yo quien no pagara el pasaje, pues
la porra invitaba el pasaje hasta el estadio; solo me
conformaba con escuchar a la porra ser coreada por la
multitud de alumnos; así fue como llegue a mi casa
después de dos horas de haber salido.
Lunes
Antes de entrar, dos chicos corrían detrás de Quiroz, el
primero lo pasó y el segundo le dio un zape, estrellándole
un huevo y Quiroz los intento alcanzar; pero el golpe y el
huevo que le escurría provocó que no lo hiciera.
_ Al verme me dijo - ¡esa mochila es del 1°G - y cuando
la encuentre la vamos a echar al sótano!

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_ En menos de 5 minutos lo tuve que bautizar con
cubetadas de agua para quitarle al máximo, el resto de
huevo estrellado y su desagradable olor.
Clase de español
_ ¿Quién huele tan mal? - dijo la maestra
_ ¡Jorge! por ahí se escuchó.
_ ¡Es el nuevo shampoo de Quiroz! Jajajaja_ Todos se
rieron, menos yo; pues sabía las consecuencias futuras.
_ ¡Vete a lavar la cabeza!
_ Está bien que te cuides tu cabello, pero sería mejor que
cuides tus calificaciones- dijo la maestra.
No tardo mucho la maestra en comenzar la clase y pasar
lista, nos pidió que abriéramos el libro y siguiéramos
leyendo sobre la mesa redonda; tenía duda si la mesa
redonda era para debatir o para desarrollar leyes, para eso
le pregunté a mi compañero que no me escucho y tuve
que repartírselo en voz alta.
_ ¿Otra vez tu Abel?
_ Pero maestra…
_ ¡Pero nada!, no traes material, estas platicando, pero
eso sí Abel; ¡estás bien atento para decir que Quiroz
cambió de shampoo! Mira, tienes muchos pretextos,
¡vete a la dirección por un reporte!

30
Me levante de mi butaca y azote la puerta. Me salí a
caminar por el patio de la escuela, sin rumbo a la
dirección claro, no podía dejar que una injusticia se
concretara; pero la prefecta Luz me vio caminar sin
rumbo e interceptó mi camino:
_ ¿Otra vez afuera muchachito?
_ ¡La loca de español me sacó!
_ Si le faltaste el respeto tiene toda la razón-
_ No prefecta, ¡me sacó porque me vio preguntándole a
un compañero para qué sirven las mesas redondas!
_ ¿Nada más?
_ ¡Si maestra!
_ Me sacó del salón para pedirle un reporte y pues me
dio coraje y le azote la puerta.
_ Haber vete al salón y si dice algo tu dile que en el
receso le entrego el reporte.
_ No sabía que decirle, jamás me espere que me hiciera
caso, aun contándole la verdad.
La banda de guerra comenzó a dar su toque rápidamente
recordé que se me olvidó el papelito con mi efeméride; y
por más que lo pensaba, no lo recordaba del todo; solo
podía acordarme de que la efeméride estaba escrita en mi
libreta; pero que estaba en mi mochila y ésta, que estaba
en clase de español y esa era una clase a la cual no quería

31
volver entrar….- “20… de noviembre”, intentaba
tranquilizarme para recordar; mientras estaba pensando
cerca del auditorio, observé por un buen tiempo que se
tardó en llenar la plaza cívica. Aún con el tiempo extra
que me dio el sonar del himno nacional, el himno
escolar, y el largo sermón del director no recordaba más
que eso “20 de noviembre” y solo rezaba para que la
fecha que tenía en mi cabeza no fuera solo la fecha de
ese día; de pronto, solo escuche:
_ ¡ahora pasaremos con las efemérides! _ y como
soldaditos, pasaba uno a uno de mis colegas; cuando me
tocó el turno, le pedí a mi compañero que ya había
pasado, que me prestara su folder; al estar enfrente del
micrófono abrí el folder y salió la frase
_ “20 de noviembre de… _ Cerré los ojos ¡di algo por
favor, di algo! no pasa nada, recuerda, rebobina este paso
– “20 de noviembre del 2019”, ¡Silvia de primero “H”!
¿quieres ser mi novia’?...
La plaza cívica se encendió entre silbidos y gritos
románticos; el director me quito de un jalón el
micrófono, mientras pedía que la juventud enloquecida
tomara compostura de un acto que sé que los maestros a
esa edad jamás se hubieran atrevido a realizar; quieren
que seamos como ellos, nos obligan a estar “quietos”;
pero cuando logré tener la calma; fue solo al ver la
silueta de Silvia salir de entre la formación del grupo y
gritar un largo ¡SIIIIIIIIII QUIEROOO SER TU
NOVIAAAA! Y entonces la escuela se volvió a encender
32
entre gritos de ¡beso, beso beeeeso! y se escuchaba que
algunos eran disléxicos al decir sexo o solo era beso,
pero mi mente descifraba un mensaje extraño.
20 minutos después
El director me mando a su oficina y no lo culpo; la
adrenalina me invadió, era la mejor oportunidad para que
toda la escuela supiera que me gustaba Silvia y en un
movimiento relámpago encendí el micrófono que tenía
bocinas directas afuera de todos los salones. En fin, ¡a lo
hecho, pecho! El director entró a la sala que quedaba
justo afuera su oficina y me preguntó:
_ ¿Sabes que has hecho?
Mi respuesta fue rápida, pues no sabía en qué momento
descubrían mi acto
_ ¿No sé qué edad tenga, pero ¿ya se le olvidó cuando se
enamoró de una niña de su salón?
_ No obtuve una respuesta, así que proseguí:
_ ¡Lo que hice, sé que jamás volveré hacerlo y estoy
dispuesto a hacer otra tontería en el nombre del amor y
felicidad!
_ ¿Acaso eres cupido muchachito? Si cada vez que creas
que te gusta una chica…
_ Sonaron tres golpes en la puerta, -Toc, toc, toc-
Era la hermosa Silvia,

33
_ ¿Perdón señor Director, puedo platicar con usted? -
antes de que pase otra cosa, ¡por favor!, es muy
importante. _ Dijo Silvia con una dulzura y una tristeza
que juntas parecían terriblemente contradictorias.
_ Estoy por asignarle su bien merecido castigo a este
señor; pero pase a la oficina por favor-
_ ¡Usted de aquí no se mueve jovencito! Regreso en unos
minutos- me dijo el director, guiando a Silvia al interior
de la misma.
Dentro de la oficina del director, escuché a Silvia
arrastrar la silla para sentarse delante del escritorio,
mientras el maestro tomaba su puesto al lado contrario.
Me arrastré por la pequeña sala en donde estaba listo
para recibir por amor mi castigo, y pegué mi oreja a la
puerta de la dirección para escuchar mejor.
_ Dígame Silvia, ¿Qué es lo que ocurre? -
_ Profesor, sé que lo que hizo Abel no es lo más
apropiado para una ceremonia cívica y tal vez merezca
un castigo por eso…
¡Ha! ¿Qué cosa?, yo declarando mi amor frente al
público y a todo pulmón y a Silvia se le ocurre decir que
merezco un castigo; ¡valiente novia que me acabo de
conseguir! -pensé-

34
_ ¿Vino a mi oficina solo para abogar por su nuevo
noviecito? ¿Y espera que lo perdone después de todo el
desorden que armó en la ceremonia?
_ No, no, no; no espero que lo perdone; pero… usted
sabe lo dura que es mi vida, ¡ya bastante tengo con no
ver “limpios” a mis padres y encima mis abuelos tienen
broncas! Estoy a punto de perderlos; lo único que le da
sentido a mi vida en estos momentos, son las ocurrencias
y la paz que me da Abel cuando estoy con él; ¿Acaso no
merezco solo un poco de felicidad en mi vida?,
_ ¡Wow, wow, wow! ¿Qué estaba diciendo ahora, mi
hermosa noviecita? ¿Estaba tratando de ayudarme? ¡Hay
torpe! y yo creyendo que solo se burlaba de mí, ¡vaya
galancito que resulté ser! _ Me apené mucho, pero me
dio gusto saber que al menos me consideraba algo bueno
en su vida.
El director se quedó mudo por unos segundos, carraspeó
la garganta invadido por el sentimiento y con su voz
nerviosa pero un tanto fuerte respondió:
_ Claro, ya veremos qué hacer con el cupido del “20 de
noviembre”, por ahora vaya a su salón, que se hace tarde
para su clase de Historia.
_ ¡Gracias Director!, Ya verá que no volveremos a
meterlo en problemas; ¡Adiós!
Me levanté del piso y corrí a sentarme nuevamente en el
sillón como si de ahí no me hubiese movido, (aunque

35
estaba súper agitado pensando que casi me descubrían y
de esa sí no me salvaría).
_ Abel; ¡Su turno de pasar a la Dirección!
_ Solo me encogí de hombros y le lancé una sonrisa
tierna a Silvia que salió corriendo rumbo a su salón, al
tiempo que hizo un gesto para enviarme un beso con su
mano.
El Director me pidió que tomara asiento frente al gran
escritorio de la dirección, y procedió a dictar sentencia:
_ Abel; ¡estás expulsado de la escuela!
Sentí que me congelaba, me puse morado o blanco, no lo
sé; sentí mi cuerpo adormecido por el frío que recorrió
mi piel; ese era el peor castigo que un joven estudiante
jamás debía de escuchar.
Luego, el director al ver mi reacción, suavizó su mirada y
dijo:
_ Eso sería lo que hubiese pasado si tu compañera no
hubiese hablado conmigo; Silvia es una joven
extraordinaria, pero con muchos problemas; así que más
te vale que no le generes un dolor de cabeza más, sino
por el contrario; que luego de este acto de valiente amor
que acabas de realizar enfrente de tooooda la escuela; te
sirva para ser un buen chico, y hacerla feliz.
Quería brincar sobre el escritorio y darle un abrazo, por
tan agradable noticia

36
_ Pero no te emociones mucho; te libraste de la
expulsión; pero harás guardia a la bandera durante tu
receso; y además recogerás la basura de los patios
durante cuatro semanas, a la entrada, luego del receso y
antes de la salida, ¿escuchaste?
_ ¡Sí, señor!

37
Diálogo entre un profe y su alumna
Por Brayan Ángel Hernández Solorio

_ ¿Qué es un cenote?
_ Los cenotes son uno de los lugares mágicos que nos
ofrece la madre naturaleza, podemos decir que un cenote
es un cuerpo de agua cristalina subterráneo de gran
profundidad.
_ ¿Qué significado tenían entonces, los cenotes para los
mayas?
_ Fueron de mucha importancia para los mayas, desde el
punto de vista ceremonial hasta para la sobrevivencia, ya
que se consideraban portales o ventanas al mundo de los
muertos. Para los antiguos mayas el agua era tan
importante como fuente de vida; además poseían un gran
valor a nivel simbólico; modificaron el paisaje para
contar con reservorios permanentes e hicieron largos y
amplios canales que les servían como medio de
transporte y vías de comunicación a manera de ríos
artificiales.
_ Los mayas los bautizaron con la palabra “Dz’onot” que
significa “abismo” o “caverna de agua” y de ahí derivó a
su nombre actual: cenotes.
_ Gracias profe, ¡se me acaba de ocurrir una gran idea!
_ por nada, ¡me agrada que pregunten y no se queden con
dudas!...
38
Luego de su plática con el profesor, acerca del origen y
significado de los cenotes; Alexa, le regaló la siguiente
creación como parte de los trabajos encomendados en la
asignatura; lo revisó y fue tal su sorpresa, que le
prometió que algún día su texto sería publicado;
esperando poder cumplir con esa promesa; procedió
entonces a su transcripción, para deleite de los futuros
lectores:

Un viaje a través del tiempo:


resguardando mi patrimonio
Por Alexa Daniel Jiménez Ibarra
Estudiante de la Secundaria Gral. “Epigmenio González”

Transcurría ya el año 2020, a finales del mes de marzo,


en la Ciudad de México, dentro de su habitación, se
encontraba Miriam; una chica que en diciembre del año
anterior había cumplido la mayoría de edad (18 años).
Miriam era una chica a la que le gustaba pasar tiempo en
su cuarto y con sus amigos, pero no le agradaba mucho la
convivencia familiar. Como ya lo había dicho antes, la
joven se encontraba en su cuarto; cuando de pronto llamo
su atención una noticia en la que se hablaba de un nuevo
virus llamado "SARS COV-2 ", mientras escuchaba la
noticia, dijo en voz alta:
_ ¡Otra gripita más para la humanidad! _ pero enseguida
perdió el interés. Al pasar de los días esa noticia, que en
principio llamo su atención, se convirtió en una
verdadera pesadilla pues el mundo se declaraba en
"pandemia".
39
Al principio no entendía la magnitud de la enfermedad
pues, en sí, no había nadie cercano a ella que estuviera
enfermo y no le tomaba importancia, pero, su perspectiva
cambió con el paso de los meses, pues en realidad era
una situación grave para el mundo; los cambios fueron
impactando en su vida.
Primero le informaron de la universidad a la que se
supone entraría; que las clases serían ahora online, por
causa de la pandemia; esa noticia la estresó demasiado:
_ ¿Qué está sucediendo? - pensaba, - ¡No puedo ver a
mis amigos, no puedo asistir a mi primer año de
universidad presencialmente! -
Una noche, su mamá decidió hacer una cena especial, en
la que estaría Miriam, su pequeño hermano de 10 años y
su padre. Los padres de Miriam trataban de animar la
velada y sacaron las fotos del último viaje familiar que
había sido el 31 de diciembre de 2019; al cual Miriam
decidió no querer ir pues podía tomar decisiones por sí
misma, ya que recién era mayor de edad. Cuando su
familia comenzó a platicar de su viaje a Tulum, Quintana
Roo, Miriam pudo sentir nostalgia y algo de
arrepentimiento por haberse perdido ese viaje.
Esa noche Miriam se retiró a dormir, ya en su habitación
no podía quitar de su mente el deseo de haber asistido a
ese viaje; pues su familia hablaba maravillas de los
“Cenotes" y por lo que se veía en las fotos el lugar era
encantador. Se quedó en su mente, una foto de un Cenote

40
llamado Cristal ¡era hermoso!, de pronto quedó como
hipnotizada y sintió como se transportaba por esa foto a
lo que parecía ser parte de una época antigua, como en el
pasado; cuando volvió en sí; se percató que estaba en la
época prehispánica, en el apogeo de la cultura maya.
Al principio se sintió confundida y con algo de miedo,
pero se dio cuenta de que nadie podía verla e
inmediatamente exclamó: - ¡Esto es una maravilla! - de
pronto, sintió mucha curiosidad por saber todo sobre la
Cultura Maya. Pudo realizar que los cenotes eran parte
imprescindible dentro de la cultura maya, ya que fueron
el principal suministro de agua dulce, además de formar
parte esencial en sus vidas.
Miriam quedó absorta con los mayas porque eran
politeístas y veneraban a más de un dios. Entre los más
importantes podían venerar por ejemplo a: Chaac, el dios
de la lluvia. Kukulkán o “Serpiente emplumada”, el dios
del viento y de la lluvia (o dios de las tempestades).
Hurakán, dios del viento, tormenta y fuego. Miriam
pensó: - ¡Finalmente es bueno creer en algo!, Dios,
Universo, Destino, o lo que sea…
- ¡Santo cielo! - Exclamó nuevamente, pues en realidad
quedo paralizada cuando se dio cuenta que la civilización
maya realizaba sacrificios humanos, los cuales eran un
rito de gran relevancia en los ceremoniales religiosos de
los mayas prehispánicos, pero el objetivo de los
sacrificios era brindar ofrendas a los dioses a cambio de

41
recursos para la supervivencia, tales como: alimento,
lluvia, cura de enfermedades, etc.
Después de llevarse tremendo susto, por lo de los
sacrificios, se maravilló, pues llamo su atención lo que
parecía ser un estadio de fútbol, se acercó y se percató
que los mayas contaban con varias tradiciones, entre las
que se destaca el Gran Juego de Pelota, esto le interesó
tanto que se quedó observando como jugaban; parecía
que se divertían, pero a la vez no tanto.
Algo que sin duda llamó su atención, fueron las
maravillosas construcciones arquitectónicas, pues
Miriam estaba cursando el primer año en la facultad de
arquitectura (aunque fuera online) y recordó una de sus
cátedras en la que el maestro les habló sobre los mayas
ya que destacaron como civilización y por sus
construcciones majestuosas; con piedra labrada de
figuras y diversos mensajes ocultos. Se distinguieron
además por el uso constante del arco falso; entre otras
cosas.
Curiosamente, Miriam se distrajo nuevamente, en esta
ocasión; por un olor delicioso que despertó su hambre y
no dudo en averiguar de dónde provenía ese olor tan
exquisito, se dirigió a ese lugar y se dio cuenta que era el
olor a tortillas recién hechas, sin dudarlo, tomó una
cerca del fogón, al fin y al cabo; nadie podía verla, -
¡Que delicia, tan perfectas como las de mi abuelita!-
Pudo al saborearla, darse cuenta de que el maíz fue la
base de la alimentación tanto de los mayas como de otras
42
civilizaciones prehispánicas de Mesoamérica. Y
comprendió porqué desde entonces existen variedades de
granos de maíz, que originaban delicias como esas
tortillas y que más adelante se diversificaron para
entregar a los mexicanos el delicioso sabor y variedad de
los tamales, el atole, el pozol e incluso algunos tipos de
panes, entre otros alimentos; - ¡Con razón aún continúan
vigentes! -pensó; seguro se expandieron las recetas desde
los municipios con antiguos asentamientos mayas al resto
de Mesoamérica.
La noche cayó, y Miriam quedo aún más sorprendida
pues el cielo se miraba precioso, las estrellas parecían
estar tan cerca de ella, que pensaba que podía tocarlas; se
acercó a algo que parecía un mirador y se percató de que
integrantes de esta civilización realizaban anotaciones y
recordó que en sus clases de historia le enseñaron que los
mayas observaron por mucho tiempo los astros y que por
eso conocieron sus movimientos. Su Cosmología se
basaba en la Vía Láctea y sabían con exactitud las
revoluciones sinódicas de varios planetas, como
Mercurio, Venus, Marte Júpiter y Saturno y que sus
conocimientos y aportaciones matemáticas fueron muy
importantes, tanto así que aún las osamos en la era
actual. Los mayas fueron innovadores en el
conocimiento, con el uso del cero “0” y en aritmética por
los órdenes del sistema vigesimal. Crearon su propio
sistema de numeración, pero no para hacer cálculos; sino
para lograr medir el tiempo.

43
De alguna manera, Miriam sabía que ese viaje había
terminado y que era hora de regresar a casa, se acurruco
en una de las piedras y se quedó dormida mirando las
estrellas.
A la mañana siguiente la despertó un olor delicioso, así
que rápidamente se puso de pie y pensó - ¡Sigo aquí! -
pero no; ya estaba en casa, ese olor era de las tortillas que
su mamá estaba haciendo para el almuerzo, se dirigió a la
cocina y le dijo a su mamá: - ¡Tienes que enseñarme a
hacer estas tortillas! -
_ ¿De cuándo a acá te interesa la cocina Miri? - pregunto
su mamá. -Desde hoy mami, desde hoy, ¡esta es mi
herencia y patrimonio cultural y quiero conservarlo! Y
sabes, ojalá este año las cosas mejoren para el mundo y
ojalá podamos viajar en año nuevo porque quiero
conocer Tulum. Su mamá quedo algo sorprendida pero
muy contenta con la actitud de Miriam.
Miriam había quedado encantada con todo lo que pudo
ver de esa época, pero a la vez se puso triste, pues sabía
que en nuestra era estábamos terminando con toda esa
riqueza antigua, extinguiendo el patrimonio natural y
desvalorizando el cultural. Pensaba que sin dudarlo esa
época había sido sin duda la más genial. Cuando miro su
celular se percató que durante su sueño había capturado
en ese moderno aparatito miles de fotos de su viaje a la
civilización maya, pero al ver en su galería; no tenía
ninguna de las fotos que había tomado, le causó pena,

44
pero pensó que esos recuerdos jamás los podría olvidar,
pues quedarían grabados en su mente para siempre.
Miriam de repente tuvo una idea: ¡Debo dejar evidencia
de este año para que las nuevas generaciones puedan ver
que en este tiempo también tenemos cosas buenas y que
las tradiciones y costumbres seguirán vivas mientras las
arraiguemos y respetemos! Entonces, comenzó a tomar
fotos de lo que le parecía lo más representativo e
interesante de México y escribía al respecto…

45
Difícil pero no imposible
Por Jesús Alejandro Sánchez Linares
Hace mucho tiempo, en una parte de México existió un
niño, cuya pequeña historia de vida empieza desde la
primaria. Era un niño demasiado aplicado, alegre, feliz y
sobre todo con grandes sueños; como, por ejemplo,
convertirse en un jugador profesional. En el receso
destacaba por saber jugar demasiado bien,
lamentablemente por la situación económica de la
familia, jamás logró llegar con equipos más grandes
como para demostrar ese talento en un equipo de fútbol
que no fuera el del barrio. Al llegar a quinto año tuvo
que despedirse de su escuela para ir a otra, (ya sé que
suena muy normal) pero su vida no fue la misma, ya que
no pudo socializar o encajar con los demás niños de esa
escuela fue despreciado por los nuevos compañeros,
motivo por el que lamentablemente dejó de practicar
aquello que tanto quería. Pero este chico era algo
especial y pronto descubrió otro gran talento oculto que
era su encanto por la música, ya que gracias a la
oportunidad que se le dio de tocar en el grupo de música
de la escuela supo que también era bueno en eso.

46
En un sorteo logró ganar un violín, y muy pronto
aprendió a tocar y a destacar junto a los demás niños que
formaban parte de ese grupo de música. Más adelante les
llegó la noticia que competirían junto con otras escuelas
de tiempo completo, así que este joven logró participar
en grandes eventos, no sólo de música y de futbol, sino
que descubrió nuevos pasatiempos, entrando a concursos
como el de inglés, recitales de música, puestas de teatro y
muestras de danza. Al llegar al auditorio en el cual se iba
a llevar a cabo una de tantas competencias; los
compañeros y él notaron que, muchas escuelas eran las
que destacaban por ser inmensas en relación a la cantidad
de niños que conformaban el grupo de música, eran
demasiados; mientras ellos solo eran unos cuantos;
apenas uno para cada instrumento de la banda, pero eso
no los desanimó en cambio se llenaron más de confianza.
Entraron al escenario en su turno, lograron tocar con
astucia las canciones de “cielito lindo”, “la Sinfonía de
Beethoven, “el himno a la alegría” y con esta
combinación lograron ganar el concurso. Por su parte, los
compañeros de inglés también lograron el primer lugar
en el deletreo, pero eso no significaba que el chico

47
pensara en abandonar su sueño de ser un jugador
profesional.

Al llegar el fin de ciclo, dijo adiós a sus amigos se sintió


muy contento de lograr salir de ahí, aunque fuera por un
instante; pero ahora comenzaría una nueva etapa.

Se encontraba en una etapa crucial de la vida, la


secundaria, era tiempo de iniciar desde cero y empezar
bien. Esta vez fue más fácil hacerse de amigos, tres de
los mejores se convirtieron en eso, no sólo porque lo
protegieron y le enseñaron a defenderse; sino que además
compartían una gran pasión por el futbol; lo que dio pie a
que destacaran de entre los mejores grupos de la escuela,
completando con él, el equipo del salón, pues si bien eran
buenos jugadores y todo, no había ningún otro defensa
tan bueno como él.

Muy pronto el profesor de educación física los vio y los


metió al torneo escolar que se llevaría a cabo con el turno
de la mañana y ellos irían orgullosamente, como la
representación del turno vespertino. En el primer partido
arrasaron con el primer equipo de la mañana, lo golearon,
sin tiempo a que reaccionaran los demás miembros del
equipo que aún esperaban en la banca. Con el segundo
48
equipo sucedió casi lo mismo, y así se la siguieron; eran
de verdad imparables.

Pero no todo es seguro en esta vida y muy pronto una


tragedia sucedería; en las fases de eliminación estando en
semifinales, el Joven atleta sufrió un enorme accidente,
gracias a un gran golpe del defensa del equipo contrario,
pudo pensar lo peor al sentir al contrincante caer justo
encima de su pierna; evidentemente la acción lo dejó de
inmediato fuera del juego y de caminar ni pensarlo; le
habían roto la pierna y sentía como si le hubiese caído
todo el estadio encima. Lo llevaron al doctor de
emergencia para que éste pudiera actuar rápidamente,
pero luego de varias horas de pasar por exámenes,
estudios y diversas clases de cirugía. Cuando por fin
logró estabilizarse y que estuvo consciente; los médicos
le dijeron que no podría volver a ser lo mismo, pues si
alguien se le ocurría hacerle otra entrada igual; entonces
sí el diagnóstico sería que definitivamente no estaría
habilitado para caminar.

Triste en recuperación y deprimido no sabía qué hacer.

Tiempo después de la recuperación del incidente, su


única concentración era los estudios, ya que sus papás se
49
opusieron a que siguiera jugando por el riesgo que le
representaba; pero, al muchacho no le importó, siguió
entrenando solo que a escondidas de sus padres.

En las mañanas mientras sus papás se iban a trabajar él


se preparaba en el campo de la escuela y así siguió.
Pronto le llegó la oportunidad de seguir su sueño, acudió
en forma clandestina y sin aviso, al lugar en donde serían
las pruebas para las visorias de nuevos prospectos; pero,
la desgracia apareció, una mala jugada por parte de sus
nuevos colegas y se fue de regreso al hospital.
Tristemente todo fueron malas noticias, los médicos le
dijeron que muy difícilmente volvería a jugar pues si
deseaba seguir caminando no tenía otra opción más que
abandonar el juego para siempre.

El tiempo pasó y salió de la secundaria ahora venía la


siguiente etapa de su vida, pero conforme pasaba el
tiempo y el joven crecía, veía más difícil que su sueño se
convirtiera en realidad.

Entro a la selección de la escuela, pero no soportaba el


inmenso dolor en la pierna, cada vez que avanzaba, el
dolor crecía más y más; entonces tomó una decisión: lo
dejó. No sabía qué hacer, jugar fut era imposible para él
50
y solo le quedaba rendirse y dejar ese sueño atrás, en ese
momento durante dos años dejó de entrenar y hacer lo
que más le gustaba, pero, otra oportunidad llegó con el
equipo del que era fiel admirador; eso fue otra
motivación para seguir adelante y una vez más lo intento;
casi lo logra, se miró estando muy cerca, pero tampoco
logró ser seleccionado para quedar en el equipo.

Cada vez se hacía más difícil puesto que por la


edad, no sería tan fácil encontrar su categoría. El tiempo
pasó y la prepa fue historia simple; pasaron dos años más
y la última oportunidad para él estaría a la vuelta de la
esquina y así fue, lo intento y lo logró pensaba cómo es
que pudo tardar tanto en obtener una gran oportunidad
para convertir su sueño en realidad. El joven pudo darse
cuenta que la exigencia era muy diferente a todo lo que
antes había vivido y conocido con respecto del deporte,
todo era muy duro, necesitaba ser fuerte, así que eso no
lo detuvo; él estaba dispuesto a convertirse en un jugador
profesional siguió y siguió hasta que por fin lo consiguió.
Así fue como llegó a la primera división con un equipo al
que innumerables veces y desde muy chico, había visto
solo por televisión; pero eso sólo sería el comienzo de

51
más metas y sueños por cumplir como un jugador
profesional, así que espero poderlo contar en una
segunda parte, para que vean que todo es difícil, más no
imposible…

El autobús y Miley
Por Ma. Del Carmen Martínez Elizalde
Era un día como cualquier otro, los rayos del sol más
intensos que el día anterior, el simple hecho de pensar
salir de casa era bastante agotador. Un día cualquiera,
común y corriente en el que Miley debía asistir a la
escuela, sin importar que tan desagradable estaba el
clima en esas fechas.

Miley era una chica que estudiaba la preparatoria,


cursaba su último año, vivía sus últimos días en aquella
preparatoria que la vio crecer durante dos años y medio,
esos días en los que la cabeza de todos se mantenía
ocupada pensando qué universidad elegir y sobre todo
qué pensarían sus padres al respecto.

Eran las 11:00 de la mañana y Miley por fin despertaba,


como todos los días lo primero que hacía era tomar su
teléfono y revisar sus mensajes, ese día en especial
decidió revisar qué clases le esperaban para esa tarde
52
calurosa; mientras tanto, comenzó a pensar qué tan
importante era llegar puntual a la primera clase, aquella
que iniciaba exactamente en una hora con treinta minutos
es decir, a las 12:30 pm, tomando en cuenta que su
transporte demoraba una hora de su casa hasta el
colegio , así que, después de revisar su itinerario pensó y
dijo:

_ Creo que hoy es importante que esté puntual en clase-,


revisó su reloj. _ ¡Ay no! Tengo media hora para salir de
casa.

Enseguida Miley sale corriendo de la cama, prepara su


uniforme y se da un baño breve, ni si quiera se detiene un
momento a desayunar solo sale corriendo a la estación de
camiones, como todos los días Miley se encontraba
camino al colegio con su amiga Denis, ella sabía lo
impuntual que era Miley así que ese día la que demoró en
salir de casa fue Denis. A pesar de todos los percances
que tuvieron durante su trayecto al colegio lograron
llegar minutos antes de que iniciara su clase; algo que
definitivamente no pasaba muy seguido, por fortuna, la
clase todavía no comenzaba y la profesora no había

53
llegado, podríamos decir que por fin en al menos una
clase habían sido puntuales.

Como todos los días en el colegio, las horas pasaban


mientras Miley y Denis almorzaban en la cafetería; uno
de sus compañeros les informó que ese día se habían
suspendido las tres últimas clases así que podían irse a
casa, Denis se alegró bastante, pero al parecer a Miley no
le agradaba mucho la idea ya que en su casa no había
nadie que la esperara, así que pasaría toda la tarde sola.

Terminó la hora del almuerzo y enseguida el grupo de


Miley, salió del colegio, con la idea de ir a casa de uno
de ellos, comprar comida y sodas para pasar la tarde
juntos, después de treinta minutos, esperar ya no era una
opción, el plan se había cancelado; Denis y Miley
decidieron ir a casa, para poder descansar y dormir ya
que, en los últimos días de colegio, habían estado
presionadas por los trabajos y tareas, causándoles
demasiado estrés a sus mentes.

Caminaron hacia la estación de autobuses conversando


sobre que había estado pensando cada una respecto a la
universidad, Denis estaba convencida que, ser
criminóloga era su vocación mientras que Miley no tenía
54
idea alguna de lo que haría con su vida una vez que
concluyera la preparatoria. Siguieron conversando sobre
los planes de Denis, ella estaba muy feliz, ya que sus
papás tenían la oportunidad de solventar los gastos de
una de las mejores universidades de su ciudad y por
supuesto ella no dejaría ir esa grandiosa oportunidad, así
que le dio la gran noticia a Miley; estaba terminando su
proceso para ingresar a la universidad que siempre había
querido. Pasaron las horas y sin darse cuenta había
anochecido, pero Miley estaba muy lejos de casa, aun
así, decidió irse a la suya, enseguida subió al autobús,
tomó un asiento y no pudo evitar quedarse dormida.

Eran ya las 07:15 pm y Miley bajó del autobús en la


esquina, estaba casi por llegar a casa, cuando, desde ese
punto, pudo ver que su papá, mamá y hermanos se
alejaban en el auto, intentó acelerar el paso, pero no
logró alcanzarlos, incluso notó que su hermano alcanzó a
verla a lo lejos, pero supuso que su padre no quiso
esperarla; por lo que inmediatamente bajó la velocidad
de su paso y al llegar a casa se quedó con la idea de que
todos habían salido de casa. Como todos los días, lo
primero que hizo fue dejar sus cosas en su cuarto y

55
recostarse mientras veía su celular y revisaba sus
mensajes, enseguida en el cuarto de sus padres escuchó
como caía un vaso de vidrio, era un ruido muy claro y
repentino, Miley era tan miedosa pero esa noche en
especial lo primero que pensó al escuchar ese ruido fue
que su hermano menor como era costumbre estaba
jugándole una broma pesada, o como era costumbre
estaría escondiéndose para después asustarla con un-
¡Buuh!-, así que fue a la habitación de sus padres y
llamó a su hermano diciendo:

- ¡David, sé que estás ahí, sé que siempre haces


esto, pero esta vez no funcionará. -

Miley había olvidado por completo David se fue en el


auto de su padre junto con toda su familia y siguió
diciendo:

_ ¡David, ya! ¡sal!

Mientras caminaba de vuelta a su habitación, recordó que


era ilógico que fuese su hermano el que le estuviera
jugando una broma pesada, entonces decidió salir de
nuevo a revisar, pero ahora un poco confundida; al salir
se percató que definitivamente alguien salió a una

56
velocidad demasiado rápida directamente a las escaleras
de frente, fue tan veloz que ni siquiera pudo reconocer
quien era, o si en realidad era una persona, se asustó
demasiado y regresó a su habitación cerrando su puerta,
estaba tan asustada que no le puso llave, enseguida notó
como se movía velozmente la manija de su puerta como
si alguien quisiera entrar, pero sin tener éxito. Miley
pensaba que todo aquello era ilógico, ya que no había
puesto llave a la puerta, no sabía qué hacer así que
enseguida llamó a su madre preguntándole si todos
estaban con ella, es decir sus hermanos incluyendo a
David, habían salido con ellos; confundida su madre dijo
que sí, en ese momento Miley salió corriendo de su
habitación y la única opción que tuvo fue salir de la casa,
con lágrimas en los ojos preguntándose si alguien quiso
hacerle daño, pero era absurdo ya que la puerta de la
habitación de Miley no tenía llave, ella pensó en la única
opción que quedaba, seguro había sido algo paranormal o
quizá no, angustiada y con un llanto inconsolable Miley
le daba vueltas al asunto tratando de descifrar qué fue lo
que realmente pasó, esto mientras llegaba su familia y
ella pudiera explicar qué es lo que le había sucedido.

57
Veinte minutos después a lo lejos se alcanzaba a ver el
auto del padre de Miley, era un alivio para ella, se sentía
a salvo y con un peso menos ya nadie podía hacerle
daño, su madre desesperada le pregunta:

_ ¡Miley, Miley!, ¿Qué ocurrió?

Miley muy confundida y desorientada comenzó a


platicarle todo lo que sucedió, cuando entraron de nuevo
a la casa ella seguía con un llanto inconsolable y nadie
entendía lo que había pasado, ni por qué unos intrusos
habían entrado a su casa sin llevarse nada y sin entrar a la
habitación de Miley, después de pensar y pensar que fue
lo que había ocurrido la madre de Miley dijo:

_ Creo que debes saber que…

El claxon de un auto interrumpía a su madre.

Miley despertaba de la siesta que tomó en el autobús,


justo en la esquina donde paraba el autobús para llegar a
casa.

58
El Chimeco
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
_ ¡Chalco, Xochimilco, Coyoacán!
_ ¿Pasa por Azcapotzalco?

_ ¡Llego a Tlatelolco!, retorno a Mixcoac para llegar a


Tacubaya y luego hasta la casa de Juancho

_ ¿si pasa pues?

_ Mira man´to salgo a Chalco, Xochimilco, Coyoacán,


Tlatelolco; retorno en Mixcoac, hago base en Tacubaya y
al final cruzo hasta Azcapotzalco por donde vive el
Juancho, ¿no sé si quiera subir?

_ ¿Pues si llega?

59
_ ¡Ya le dije que sí!

_ ¿Cuánto cuesta?

_ Con dos cacaos te llevo

El joven Guaycura subió a la trajinera y esperó a que


saliera del paradero.
_ Usted no es de aquí, ¿verdad joven?, le dijo el chofer a
su único pasajero.

_ ¡Soy de muy lejos señor!, pero las sequías me hicieron


migrar a esta zona.

_ Probablemente seamos parientes lejanos, pues has de


saber que nosotros los mexicas venimos de
Aridoamérica, pero, ya nos adoptaron aquí.

Después de quince minutos de espera, ya se habían


trepado treinta monos probablemente de Tepito y aún le
entraron cinco pasajeros más; el agua estaba a milímetros
de meterse a la trajinera, el joven Guaycura identificó a
dos señoras que murmuraban de él
_ ¡esos de Aridoamérica nos van a cambiar nuestras
tradiciones tan bonitas que tenemos! -
_ Mejor que se queden allá, oye, hablando de fiestas,
¿vas a ir a los sacrificios de Tláloc, este año? -
_ No man´ta, ¡me va tocar doblar turno! Te digo que mi
viejo que es coyote, le dieron título pipiltin y pues,
quiero una cama con colchas de algodón.
60
_ ¡Qué bueno que ya son nobles comadre!

_ ¿y tú amiga para cuándo?

_ ¡Ash!, dice mi viejo que al regresar Quetzalcóatl nos


ira mejor, ya que le dará su recompensa por haberlo
esperado.

_ ¡Esperemos que llegue pronto pa´ que vivas como


nosotros comadre!

En el carril exclusivo paso una trajinera policía, iba a


toda velocidad, pues por lo que oímos, en el tianguis se
soltó un jaguar con garras y colmillos tan afilados, que
temían atraparlo y morir en el intento.

Era uno de los volantes que repartió un nahual; el


Guaycura al observar el volante se quedó pensando, pero
el volantero le sugirió que no se metiera a estudiar
estrategias militares; pues en la escuela general
Telpochcalli enseñaban lo mismo.
61
La trajinera paso por Chapultepec lejos del zoológico, y
ya por Indios Verdes subió un ambulante:
_ ¡Para esa hambre que lo acompaña, acompáñela con
unos ricos y deliciosas chachalacas con jugo de vainilla¡,
¡tres cacaos le valen; tres cacaos le cuestan!

_ ¡Pero si su apetito es más grande también le ando


manejando el chichicuilote! ¡Pruébele señorita, sin
compromisos! y ¡para ese niño que va allá atrás, que no
deja de llorar! le damos cupiches con chile de árbol ¿o lo
sacrificamos? ¡Usted diga señora! ¡el que no me compre
no se enoje, por haber rechazado la comida más sabrosa
echa por la abuela…!

La trajinera ya había pasado por Indios Verdes; de pronto


por Pino Suarez, encontró unas cabezas olmecas muy
extrañas; más adelante, ya regresando por donde había
iniciado el viaje, estaban unos danzantes; al fondo, el
Templo Mayor; con las escalinatas teñidas de rojo; ¡esa
era la ciudad más bonita que jamás había visto! En eso,
un movimiento abrupto lo despertó, lo que provocó que
abriera los ojos, como si la trajinera hubiera pasado por
un “bache”.
Realmente se había quedado dormido, lo que le estaba
pasando en realidad era un asalto, le dieron un trancazo,
que fue lo que lo despertó; le quitaron el celular y la
mochila; después de que los ladrones se bajaron del
camión el muchacho pregunto algo asustado:
_ ¿La secundaria Técnica Vasco de Quiroga?
62
Un viejito sonrió y contesto:

_ ¡Hijo, ya casi llegamos a la terminal de Chimalhuacán!

El jovencito dio un brinco, para bajar de la unidad,


_ ¿Y con que vas a ir a estudiar si te acaban de asaltar?...

El último lunes
Por Luz Elena Guevara García
Hoy me desperté sin ganas de ir a la escuela, creo que no
debo desvelarme los domingos, pero qué más da, ya solo
resta una semana y por fin vacaciones.

_ ¡No cabe duda de que cada vez te odio más! -

Le digo al despertador girando la cabeza desde mi


almohada.

_ ¡Solo cinco minutos más por favor! y me despiertas


¿sí? _Le vuelvo a decir como si realmente me escuchara.
Me siento un poco tonta y vuelvo a cerrar los ojos. _

_ ¡Elena!, ¿Acaso no piensas ir a clases?,-

Me grita mi mamá desde la cocina.


63
Veo la hora y sólo faltan quince minutos para las 7:30
am, rápidamente me levanto, volteo a ver mi despertador
enojada por no haberme despertado y me pongo mi
uniforme, tomo mi mochila y salgo corriendo a la calle,
si bien me va, alcanzo a llegar un minuto antes de que
cierren la puerta, odio correr con falda, pero quiero llegar
por lo menos a tiempo.

_ ¡Desayuno en la escuela mamá!,- le grito mientras voy


casi por la banqueta. Si bien me va llego un minuto antes
de que ya no me dejen pasar.

Mis cálculos fallaron, llegué dos minutos tarde,


afortunadamente el vigilante no está en la puerta y logro
entrar sin que me vean. Y creo que hoy la suerte está de
mi lado, porque la maestra no ha llegado al salón. Saludo
a mis amigas y platicamos un poco acerca de nuestros
fines de semana.

_ ¡Oye Elena qué grosera!, te estuvimos esperando en la


fiesta de Daniel, nos súper juraste que sí irías-,

Me dice Yareli, viéndome fijamente a los ojos con el


ceño fruncido.

64
_ ¡Ya sé y les juro que sí iba a ir!, pero mi mamá me
obligó a pasar todo el día con ella que porque que ya sólo
me la vivo con ustedes. -

Le contesté, poniendo los ojos en blanco y un poco


enojada conmigo misma por no haber ido. Entra la
maestra al salón y comienza a entregar las hojas del
examen para el que, como es costumbre, no estudié;
espero no esté difícil, es el último parcial y no puedo
reprobar ahora.

Contesto el examen y lo entrego, creo que no me irá tan


mal. Quedan unos cuantos minutos para que termine la
clase y la maestra deja salir a quienes ya terminaron.
Aprovecho para ir a la cafetería a desayunar, realmente
tengo mucha hambre. Es lunes y el menú de hoy no me
gusta del todo, así que pido lo que tolero más.

Enseguida llegan mis amigas y nos sentamos en una de


las mesas más cómodas, aunque las sillas están
heladísimas por la hora que es.

_ ¿Hicieron el diagrama de flujo? - pregunta Daniela.

_ Sí, ¿te lo paso? - Le contesto con medio taco en la


boca-
65
_ Sí, porfa, se me olvidó y me acordé apenas hoy en la
mañana. Me dice mientras saca mi libreta de mi
mochila.

_ ¡No inventes! ¿Ya te contaron cómo se puso Alejandra


en la fiesta? -, dice Yareli mientras ve la pantalla de su
teléfono.

_ ¿No se supone que ella no se lleva con Daniel? Según


yo, a ella ni la invitaron, le contesté. -

_ Pues no, pero ahí llegó la ridícula, - contesta Daniela


mientras sigue copiando el diagrama.

_ Se puso borrachísima y ella ni unas cervezas llevó, el


chiste es que ya andaba bien mal y se puso a gritarle un
montón de cosas a Daniel qué porque a ella no la invitó
nadie, le aventó un servilletero que estaba en su mesa y
se quiso sentar después, y se cayó, empezó a decir que
quién le había quitado la silla y que ella iba en buen plan
pero que todos eran bien mala onda. Y eso no fue todo,
literalmente se puso como loca, hasta mordió a Miriam,
lograron quitársela de encima, pero quién sabe qué se
haya metido para haberse puesto así, ya después de eso la

66
sacaron de plano de la casa de Daniel y creo que Miriam
y Ángel la llevaron a su casa-

Me platicaban entre Yareli y Daniela.

_ ¡Ay! no inventes, entonces yo creo que por eso no


vino, si yo hiciera un oso así no podría ni verlas a la cara.

_ Pero, oigan, tampoco vi a ni a Miriam ni a Ángel-, les


contestó un poco sorprendida.

_ Oye es cierto... bueno igual y llegan a la siguiente


clase- Dice Daniela sin mostrar importancia.

El día continúa aburridamente normal, salimos temprano


porque es la última semana y ya no hay mucho por hacer.
Llego cansada a mi casa y dejo mi mochila en el sillón.

_ ¿Cómo te fue? - me pregunta mi mamá cuando me


escucha entrar a la cocina.

_ Bien, tuve un examen y en las otras clases solo


entregamos trabajos pendientes para que nos dieran
calificación, nos dejaron salir temprano porque
terminamos rápido-

Le contesto mientas me siento en el desayunador.

67
_ ¡Ay! qué bueno hija. ¿Vas a comer? -

Me pregunta viéndome de reojo y sacando un plato de la


alacena.

_ Sí, pero poquito porque casi voy saliendo de receso- le


digo al mismo tiempo que me levanto a lavarme las
manos.

Terminé y mi mamá dijo que iría a hacer las compras, yo


me fui a mi cuarto y me puse a contestar unas
autoevaluaciones que quedaron de tarea para la siguiente
clase.

No me di cuenta del momento en el que me quedé


dormida, el reloj marcaba ahora las 04:52 am cuando me
despertó un mensaje que llegó al grupo de mi salón, se
me hizo muy raro que nuestro tutor lo haya mandado a
altas horas de la madrugada, se me erizó la piel y me
quedé helada cuando terminé de leer lo que decía:

Estimados alumnos, se les comunica que, por


indicaciones del director, y por motivos de la
alarmante situación que se acaba de declarar
verdadera y oficial, ya no asistirán más a sus
labores escolares lo que resta del semestre, es
68
decir hoy fue su último día de clases, sus
maestros se pondrán en contacto con ustedes
para terminar y enviar lo que quedó pendiente en
su materia para concluirla. Las instalaciones no
estarán en servicio, por lo que, si tienen algún
asunto que requieren aclarar con servicios
escolares, deberán hacerlo por medio de la
página oficial o correo electrónico. Se les hace la
atenta recomendación que no salgan de casa,
prevengan los suficientes víveres para unas
cuantas semanas, cierren bien toda puerta,
ventana y cualquier tipo de acceso que tengan y
lo más importante, mantengan la calma.

Sin más por el momento se les envía un cordial


saludo y espero vernos pronto.

Atte.: Lic. Armando Hernández


Director General de las Escuela del Estado.

Me quedé por unos minutos congelada, sentí un aire frío


que recorrió todo mi cuerpo y mi vista se fijaba a la nada
mientras mi mente quedó en blanco, segundos después
reaccioné y decidí no darle importancia, me quité mi
uniforme y me puse solo una camiseta, me acosté a
69
dormir de nuevo, aunque ese mensaje daba vueltas en mi
cabeza y no me dejaba dormir, al final conseguí
quedarme dormida.

Sonó mi alarma a las 6:00 am y me despertó, iba a


levantarme a prepararme para la escuela, pero antes de
hacerlo, encendí mi celular para asegurarme que el
mensaje que recibí en la madrugada no fue un sueño,
efectivamente no lo era, releí el mensaje, y mi WhatsApp
estaba lleno de notificaciones, nuevamente no le di
importancia y no leí ningún mensaje porque realmente
eran muchos, seguía con bastante sueño por lo que volví
a dormir. Las horas pasaron como si fuera un domingo,
mi mamá no me despertó para desayunar y casi era hora
de comer ya, no creí haber dormido tanto. Me levanté y
después de ir al baño a lavarme la cara, fui a la cocina, no
había ni desayuno ni comida preparada, tampoco estaba
mi mamá, recordé que el día anterior dijo que iría a hacer
las compras y no vi ni una sola bolsa en la mesa, ni
despensa nueva en la alacena y tampoco en el refri.

_Quizá no se siente bien- me dije a mí misma mientras


me dirigía a su cuarto-

70
Abrí la puerta y ella no estaba, salí al patio y tampoco
estaba el carro.

_Tal vez ayer ya no fue por la despensa y apenas fue


hoy- Me encontré nuevamente diciéndomelo a mí misma,
buscando una manera de tranquilizarme.

Regresé a mi cuarto y me puse a recoger un poco el


desastre que tenía, hacía tiempo que no limpiaba, terminé
y recordé que mamá no llegaba, comencé a preocuparme.
Encendí mi teléfono y vi que tenía incontables llamadas
perdidas de ella del día anterior, marqué otras incontables
veces a su número y no me contestaba, el miedo se
apoderó de mí, comencé a ver todos los mensajes que
tenía en WhatsApp, no entendía nada de lo que estaba
pasando, prendí la tele y las noticias se apoderaron de
todos los canales, me encontraba en un estado en el que
ya no podía asimilar nada, mi mente solo alcanzaba a
captar una que otra palabra, escuchaba muerte,
canibalismo, personas atacando personas, personas
muriendo y reviviendo a los pocos minutos, virus,
pasaban imágenes de carreteras cerradas y gente entrando
en pánico corriendo entre los carros, veía cómo unos
atacaban a otros como si literalmente quisieran
71
comérselos, como un león ataca a su presa. Apagué la
tele y a mi cabeza vinieron millones de pensamientos,
recordé el mensaje que recibí en la madrugada, en
específico la parte en donde decía que no saliéramos de
casa y aseguráramos todo tipo de acceso, recordé como
me platicaron mis amigas que se puso Alejandra, y
recordé que ni ella ni Miriam ni Ángel fueron a la
escuela, recordé que mamá no se hallaba en casa y no
sabía exactamente dónde estaba ni en qué momento se
fue.

Hoy ya no sé qué día es, no sé cuánto tiempo ha pasado,


no recuerdo cuándo fue que se terminó la comida, ni el
momento en el que dejó de haber agua, no supe cuando
fue que dejó de haber electricidad. No sé en qué
momento un vacío se apoderó de mí, sentía que la
comida ya no me hacía falta, no sé en qué momento perdí
la esperanza de que todo fuera un sueño. Si me preguntan
por mamá; ella nunca regresó.

Hoy me encuentro aquí, tirada en la sala de mi casa,


agotada y con una gran mordida en el brazo, siento como
poco a poco todo se va desvaneciendo, como cada
recuerdo se va quedando uno por uno en cada respiración
72
que me queda, y la imagen de mamá se queda en el
último parpadeo, ese parpadeo infinito.

Sé que en unos minutos más, olvidaré ese último lunes en


el que tanto esperé a que volviera mamá.

¡Maldito beat-car!
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
_ No digas tu deseo que es de mala suerte, ¡13 años eh,
ya eres todo un hombre! -
_ Mamá ya tengo sueño, ¿me puedes llevar a mi cuarto? -
_ Bueno este hombrecito tiene que retirarse ¿no quieres
llevar tu pastel? -
Cuando me acosté y mi mamá se despidió con un beso en
mi mejilla la respiración fue profunda y el tiempo parecía
de verdad incalculable; enseguida, los ojos se me
cerraron.

73
El despertador sonó e inmediatamente llame a mi mamá
y como toda mamá, su atención llegó enseguida
encendiendo la luz y con cara de asombrada me dijo:
_ ¿Te sientes mal? ¿no quieres ir a la escuela?
_ (Con coraje le respondí) mamá si sabes que… nada
mamá.
_ ¿Te sientes bien? -
_ Me siento de pelos, me siento completo -
_ ¡Pues vístete pelos y bajas a que te de desayunar! -
Me acorde de la película de Spider-Man, (una escena en
la que Peter se sentía diferente después de que la araña lo
mordiera), así me sentía; era una sensación extraña estar
sentado al filo de mi cama y sentir unas ganas inmensas
de dar ese salto y con mis manos en la cama, me impulse
con el miedo y después, ahí me tenías, en medio de mi
cuarto, levantado sin hacer nada, sin pensarlo y con gusto
puse música con ritmo y bailé, me comencé a vestir un
poco incómodo pues los calzones me quedan chicos creo
que después de todo mi mama tiene razón, me estoy
convirtiendo en un hombrecito.
Tomé las llaves de mi beat-car que tenía estacionado en
mi cuarto, desayuné lo más rápido posible en mi beat-car
como si se tratase de esos autos en el servicio de comida
rápida, con el sándwich en mano tome los controles de
mi auto para salir quemando llanta aunque estuviese
prohibido porque el piso de la casa era muy difícil de
74
encerar; aceleré hasta 360 km pero tardé más en el auto
que lo que tardaría caminando, ya muy cerca de la
escuela me encontré a Ivet; encendí las luces para
llamarle su atención cuando me empareje a su caminar;
pensé en decirle una frase llegadora como: ¡súbete nena!,
pero solo le dije: - si me acompañas, ¡serías una bonita
compañía!-.
¿Qué más quieren?, así fue mi pizca de frase romántica;
pero, aunque no lo crean, me sonrió, abrió la cajuela del
auto, guardó su mochila y sacó un casco y si creen que la
mejor imagen es ver a una figura femenina cuando se
coloca el casco y se sube a tu vehículo; entonces no
saben lo que es sentir su abrazo cuando uno acelera y
sentir en los pies el ronroneo del motor y el reflejo de la
pareja que provocan los farolitos a las 6:59 de la mañana.
Al entrar a la escuela, recibí en mi teléfono una
notificación que habría una junta de jefes de grupo en el
edificio ejecutivo y por primera vez sería en el cuarto
piso y antes de dirigirme al edificio quemé llanta,
haciendo unas donas subía los pisos tan rápido con la
intención de que no fuese detectado por las cámaras de
seguridad. Llegando al salón asignado, fui infraccionado
por 3 de las 4 cámaras, el salón ya estaba lleno de
alumnos en sus butacas de madera, pero para mí se tenía
el cajón bien delineado ahí lo aparque y desde mi asiento
espere a que llegara el maestro. La reunión se alargó más
de lo esperado, pues los jefes de grupo de primer grado
exigían la colocación de lockers y papel higiénico; los de

75
mi generación pedíamos que las tardeadas volvieran a
estar en los antros y los de tercero rogaban para que les
quitaran el horrible poema para su clausura.
En el receso se enfrentaba un tercio del grupo de 3°A Y
dos tercios del 3°F claro, el equipo a vencer y un
combinado de primeros segundos y terceros los cuales
pidieron que fuera el portero, pero sabiamente les dije
que yo podía dirigirlos desde la banca como DT. Hice la
alineación y escogí a mi mejor jugador, el delantero
estrella; nombrado así por haber metido un gol en cada
uno de los recesos, en lo que va del ciclo escolar. Se
notaban claramente molestos por mandarlo a la portería.
Cuando acabó el receso, luego de ganar 2 a 0; mi equipo
me levantó con todo y beat-car y me llevaron hasta mi
salón coreando mi nombre, Ivet en el fondo del pasillo,
estaba en una llamada telefónica encendí el motor
eléctrico para que no escuchara que me acercaba y
comencé a escuchar:
_ No sé, tú dime; ¿en tu casa o en la mía?… ¡en la mía
otra vez! Estás loco Raúl; la última vez casi nos
cachan… si Raúl, 20 minutos después llegaron, pero si
hubiéramos visto un video más mi papá que jura y se
persigna que lo único que tengo adentro es el espíritu
santo jajajaja ¡si tontito!, ¡no, en mi casa no!, sabes que
mi fantasía es que suceda en el cuarto de tus padres… ya
me toca mi fantasía tú ya conoces la azotea, mi auto…
¿porque no puede ser en tu casa?… no que los de
preparatoria son…
76
_ Sí, ¡ha sido súper lo que llevamos!, pero me toca que
sea en tu casa; puede que salude a tu mamá y después
desacomodemos el sofá… ¡a no, estás loco papacito!
Siempre debe de ser con condón… sí, en tu casa o en la
mía, pero con condón ¿sabes cómo me arriesgo aceptar
que uses los del seguro? ¡Si eso es amor, te acepto pobre
pero no te aceptaré irresponsable! -
De repente escuché que lloraba; tenía que retirarme y
dejarla con sus maldiciones o provocaría que me
descubriera; pero, tampoco podía dejarla, intenté activar
la apalanca de reversa y sin querer encendí las luces.
_ ¿qué haces espiándome? -Me dijo con su voz cortada. -
Me acerque lentamente:
_ ¿Qué escuchaste?
_ ¡Todo! (respondí con tono de tristeza)
_ ¡Estaba con otra chica!
_ Puede que fuesen sus amigos y solo lo estaban
molestando
_ No lo creo, ¡descompuse una familia, el idiota tiene
familia!
No tenía fuerzas para contestarle, le pedí que me
acompañara a las canchas; estando ahí encendí un churro
y le di tres toques y se lo pasé; su respuesta fue negativa.
_ ¡No sabía que te drogabas!

77
_ No me drogo, es para quitar los dolores que luego
tengo.
_ ¿Tienes receta?
_ ¡No, claro que no! Solo lo descubrí un día que conocí a
tu novio
_ Ah, ¡ahora menos lo quiero probar! –
_ ¡Te ayudará a pensar!
_ Si es así, a ver dime: ¿qué piensas de lo que
escuchaste?
_ Pues (acerqué el cigarro de mota a mis labios di un
pequeño jalón), _ estas experimentando y sé que, si
supieras que ya tenía familia, no lo hubieras hecho; te
ayudará a conocer más a las personas; pues a nuestra
edad aún somos muy inocentes.
_ Y si te dijera que aún con familia ¡también haría lo
mismo!
_ ¿Realmente te gustaría que eso pasara en tu familia? -
_ No, pero no me gusta guardarme sentimientos. -
_ Pero no todas las personas valen la pena, como para
estar a nuestro lado. -
_ ¿yo merezco estar a tu lado? -
_ Claro Ivet, ¡me encantaría caminar a tu lado! –
_ Creí que correrías de mí, después de lo que escuchaste-
78
Las risas salieron a borrar nuestros problemas.
_ No sabes cómo me gustaría estar de pie y poder verte a
los ojos.
_ Podrás verme a los ojos, pero jamás al alma.
Respondió haciéndose la fuerte.
_ ¡No es para verte, si no para ver la sonrisa que me
produces cuando estoy a tu lado!
_ ¡No me digas que te gusto!
_ Mejor Ivet, dime si yo te gusto a ti y si no, para poder
abrazar mis palabras cubiertas de sentimientos y darme la
vuelta.
_ ¿Y de dónde sacaste esas palabras tortolito?
_ No me digas eso, ¡sé que soy pésimo para decir estas
cosas!
_ Un poco, oye cambiando de tema, ¿cuándo dejarías tu
beat-car?
_ Pues como en la familia ya no tenemos el burrari …_
Su opinión me interrumpió:
_ ¡Me encantaba el burrari!, no sabes cuánto lamento
que ese auto modelo 98 se accidentara.
_ ¡Pues ahora debo de usar el beat-car! ya que es lo único
que el seguro pudo cubrir.
_ ¿Pero, ¿quién apodo al bochito como burrari?
79
_ ¿Te acuerdas que mi abuelo tenía un burro con pelos
dorados (con un gesto me respondió que sí),
Bueno mi papá compro ese bocho que parecía bote
pateado; cuando lo estaba estacionando, no vió que
estaba ahí el asno y lo atropelló; dice mi papá que subió
el burro en la parte de atrás para llevarlo a enterrar lejos,
cuando llego a la casa encontró a mi abuelo buscando al
burro y mi papá le respondió que probablemente se
escapó, en la tarde mi mamá feliz pidió que todos
fuéramos al mercado; _ ¿Sabes Ivet? ¡Subimos 11
personas en el bocho!
Mi abuelo sorprendido dijo: mira hijo, el asiento del
bocho tiene pelos como los de mi burro y lo único que
hizo mi papá fue darle marcha tres veces antes de que
arrancara y mi abuelo dio su opinión infantil: “estaba
mejor mi burro”.
Toda la familia nos la pasamos muy bien, en la noche mi
papá se confesó con mis tíos del accidente de la mañana
y mis tíos bautizaron al bocho como “burrari” por dos
cosas una para que siempre mi papá recordara el suceso y
otra porque mi abuelo tenía razón su burro jalaba mejor
que el bocho.
_ ¡Me gusta tu familia, es la más alegre que conozco! -
_ Desde que el burrari se accidentó ya todo ha cambiado.
_ ¡Qué mal que sólo exista una prepa en este pueblo y yo
no pueda ir!

80
_ Yo tampoco quisiera ir a la preparatoria, pero ahora
solo creo que lo que me queda es estudiar y tener una
carrera.
_ Ahora entiendo porque mi mamá quería una mujer,
pues siendo hombre podría estudiar o trabajar, o tomar
cerveza y estar en fiestas y estar sentado porque no sabes
bailar; o tal vez orinar un árbol y mojarte los zapatos.
_ ¡Qué asco!
_ ¡Ivet todas las ventajas conllevan desventajas!
_ Cuando llegue a mi casa será lo mismo Ivet, comeré;
haré tareas y me dormiré.
_ Y abrirás los ojos.
El despertador sonó giré la cabeza y ahí estaba mi silla de
ruedas; me salió una lagrima y al instante llamé a mi
mamá…

Amanecer en Amealco
Por Esmeralda Bahena Hernández

Esta historia habla sobre un poblado conocido como


“lugar de los manantiales”, admirado por sus tradiciones
indígenas, grandemente apreciado por sus cuerpos de
agua y por el visible y enigmático lienzo panorámico,
siempre arbolado de basta diversidad, tapizado de
perfumadas plantas vasculares, uniformadas de traje rosa,
blanco o púrpura, que especialmente en la época en la
cual florecen, despiden un aroma dulce ofreciendo a la
81
vez el mejor de los paisajes mostrando sus cualidades
únicas de mirasol.
En ese pueblo mágico de clima frío, en donde se respira
el aroma a petricor, especialmente característico y
penetrante liberado por la efervescencia de la niebla de
sus montañas que choca con las rocas arcillosas; ahí vive
Aketzali, del Náhuatl– sonido claro y agradable- que
significa: “agua bella y clara”; ella, una niña feliz y
alegre, de apenas 11 años, estatura y complexión
promedio de acuerdo con su edad, cabello oscuro como
la obsidiana, con ojos grandes y rasgados de color
profundo, casi como el negro, ojos que presumen un
brillo radiante e incomparable y las chapitas coloradas,
como teñidas por las caricias del sol que nacen de sus
mejillas en su hermosa piel morena.
Generalmente al despertar, Aketzali admira los primeros
destellos de luz celestial, apenas visibles que atraviesan
el huequito de la cubierta laminada de su cuarto; ese
resplandor que a su vez señala directo a su mesa favorita,
construida con metales reciclados en la cual algunos días
realiza su trabajo artesanal y de bordado.
Sin aún levantarse de su cama de tamaño perfecto, firme
y confortable; Aketzali observa detenidamente cada
rincón del acogedor lugar en donde duerme y agradecida
ante la vida por lo que le ofrece día con día, aún a su
corta edad; se detiene un momento en sus pensamientos y
susurra una frase con la intención de expresar la
sabiduría popular que le han transmitido sus padres para
agradecer por lo que tiene.

82
Después de aquellos minutos de manifestación
intelectual, estructurada por operaciones basadas en lo
armónico, digno y adecuado a la cual llamamos
reflexión; Aketzali se prepara para comenzar un bello día
de perdurable existencia, cepilla su cabello negro, lacio y
brillante para tejerlo entrelazando algunos listones de
gamas distintas que resaltan los lindos rasgos de su
rostro.
Se pone su colorido atuendo confeccionado con telas,
algunas lisas y opacas, otras luminosas y plisadas. Se
cubre con su rebozo de bonitos bordados y colocándose
rápidamente los huaraches de piel vacuna, con
tonalidades parecidas al ocre, toma de la mano a su mejor
amiga Lelé -la preciosa muñeca tradicional de trapo,
considerada un símbolo representativo de nuestro
México, elaborada por manos de mujeres artesanas que
muestran sus habilidades utilizando lienzos y cintas
coloridas-; para dirigirse hacia el patio donde se
encuentra la cacerola de peltre azul, donde se lava las
manos, su carita y sus dientes, algunos deciduos, otros
recientemente permanentes.

Una vez terminado su aseo personal, se sienta junto a su


madre sobre una dimensionable roca opaca y áspera, que
para cualquiera que la observe, es un simple sillar
conformado por fragmentos de cuarzo con agregados
pétreos; pero , para ella, es otro de sus lugares preferidos
porque está ubicado cerca del comal para echar tortillas y
es ahí donde acompaña a su madre mientras ésta le
comparte su sabiduría o como le llama su padre “el
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conciliador de conflictos”, nombrado así porque deriva
del claro sentido de la vida, compuesto por la experiencia
y la visión –a veces de tonos claros, grises u obscuros-
emanada del sano equilibrio de emociones y que
cuestionan la realidad; pero que conduce su toma de
decisiones. Aketzali, siempre atenta y fascinada, sin
moverse de ese lugar, escucha de su madre los sabios
consejos, su opinión o las historias de sus antepasados.
Cuando se sienta sobre la roca parecida a la Diorita,
selecciona la taza de barro que está despostillada de una
pequeña orilla por la parte inferior y agarrándola con sus
suaves manos, sirve su exquisita bebida caliente y
aromática preparada con canela, piloncillo y un toque de
chocolate amargo; la acompaña con su desayuno y cuatro
tortillas de extraordinario sabor por el nixtamal de maíz
negro que prepara su mamá.
Al terminar sus alimentos, cumple con sus
responsabilidades y se alista para infiltrarse en esa nueva
etapa desconocida para ella y de la que hace poco tiempo
forma parte; aunque prefiere no renunciar al periodo
anterior, porque es donde ha disfrutado su infancia,
adquiriendo disciplina y rutina, armonía emocional y
sobre todo fortalecimiento de su autoestima que se
consolidarán a partir de ahora y hasta su vida adulta.
Cuando desea salir a jugar alejada de su hogar, primero
observa la barda de apiladas rocas ígneas como pómez
negra; arriscadas, ásperas, grisáceas y cristalizadas por
los minerales de grano fino cuya formación ha sido a
partir del enfriamiento de roca fundida, esa cerca que
delimita su casa, pero al atravesarla, la lleva al sendero
84
acolchado por hoja caduca de tonos naranjas, con hileras
de colosos árboles frondosos a una distancia entre uno y
otro casi perfecta y que a su paso expiden un agradable
aroma.
Después a unos cuantos metros, al ponerse de pie, en
donde la senda se divide en dos pasajes, se encuentra
aquel sitio que no cuenta con señalamientos y en su
andar cualquiera puede tropezar con las empolvadas
rocas desniveladas de sombrías tonalidades o con los
astillados troncos marchitos y secos que cubren el suelo.
Finalmente, se sitúa en el camino considerado por los
mismos pobladores como “una travesía hacia paraíso”
debido a la sensación de alegría, tranquilidad y felicidad
que vertieron sus Dioses ancestrales; esa zona en la que
los habitantes han colocado de manera uniforme
diferentes tipos de piedra de la región y que quizá sea la
razón por la cual la utilizan mayormente como vía de
comunicación.

¡Un lugar mágico para Aketzali!, porque genera en ella


diferentes sensaciones al igual que ampliar su perspectiva
de la vida; por ejemplo, cuando contempla los detalles
del hermoso paisaje y al respirar el fresco, fluido y
repleto de gases atmosféricos; la impulsan a mostrarse
decidida a dar pasos firmes, fuertes y constantes,
acompañados de tenacidad y esperanza, surgidas de
eventos cotidianos como los que ella vive cada amanecer
en Amealco.
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De más de uno

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35 años de matrimonio
Por Luz Yenira Servín Trejo
Era un día como cualquier otro, en el que me encontraba
en casa, sola con papá, ya que, mamá había ido a trabajar
y mi hermano igual. Y yo como siempre una floja que se
levantaba tarde me tocaba quedarme sola con él. Cabe
mencionar que no era malo quedarme con él ya que la
mayoría de las veces me traía el desayuno a la cama,
platicábamos de cosas interesantes como el trabajo, la
escuela, problemas en el mundo, entre otras cosas. Así
que lo único malo es que cuando él se fuera a trabajar
ahora si me quedaría completamente sola, pero solo por
unas horas.

Puedo decir que, a pesar de los defectos, él era el mejor


papá del mundo; siempre lo había visto así y sé con toda
certeza que lo es. Me voy a tomar la libertad de contarte
algunas situaciones que pasaron con él cuando me
encontraba en mi etapa de preparatoria.

Desde que tengo memoria papá siempre me prohibió


tener novio ya que según él eso afectaría a mis estudios,
para serte sincera nunca lo entendí; pero si él veía que
eso era algo malo es porque así lo era… yo, en cambio a

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mis 16 años no lo entendí y como siempre había ido bien
en la escuela, decidí por mi propia cuenta tener novio.
Nunca pensé que fuera algo tan malo ya que a esa edad
es algo completamente normal, pero aun así no les dije y
lo mantuve en secreto por más de un año, hasta que ese
secreto salió a la luz por culpa de mi hermano (en el
momento te juro que lo odie).

Mamá y papá se enteraron. Mamá como siempre me


comprendió y me dijo que lo único que la tenía molesta
es que se lo hubiera ocultado y claro hasta me dijo que
terminara con él (cosa que nunca hice). En cambio,
papá…me dejo de hablar por más de tres meses, no me
dirigía la palabra para nada. No tienes una idea de lo mal
que me sentía, no sabía qué hacer, no tenía el valor de
hablar con el de frente y preguntarle si mi error había
sido tan grande para que me tratara así. No recuerdo muy
bien cómo fue que después de 4 meses me comenzó a
dirigir la palabra, en ese momento me sentí muy contenta
ya que, con esa acción, me dejaba ver que ya no estaba
molesto conmigo.

Sé que tal vez te estés preguntando, ¿y por qué me está


contando esto? ¿Tu padre que tiene que ver? En el
89
transcurso de la historia irás notando el porque te conté
esa pequeña situación con papá. También quiero que
recuerdes esto: papá y mamá van a cumplir 35 años de
casados. Toda una vida ¿No?...

Volvamos al comienzo, ese día, nunca olvidaré ese día.


Un sábado del mes de septiembre, no sé si por intuición o
por curiosidad tome el celular de papá cuando él estaba
tomando un baño. Comencé a revisarlo solo para ver que
podía encontrar, entre a WhatsApp, a sus fotos, a las
llamadas, y por ultimo a los mensajes de texto normales
que en estos tiempos ya casi nadie los utiliza. Cuando
entré al buzón de los mensajes vi la primera
conversación, era un número que no tenía registrado y
como te dije al principio por curiosidad entré a ver que
había en esa conversación. Nunca olvidaré esa sensación,
mi cuerpo comenzó a temblar, las manos se me pusieron
frías como un hielo, comencé a sudar… creo que ya te
estas imaginando que había en esa conversación. En ese
mensaje solo te diré que se encontraba la palabra “amor”
y cabe mencionar que no era el número de mamá. Lo
único que hice fue tomar captura de pantalla y mandarlo
a mi contacto ya que sabía que si le contaba a alguno de

90
mis dos hermanos no me creerían porque no tendría
pruebas. Así que eso fue lo único que se me ocurrió.
Después de eso borré la captura y el mensaje donde me
mandé la foto para que no se diera cuenta.

No le dije absolutamente nada, la verdad no sé porque,


pero así reaccioné en ese momento. Llegó la hora en la
que él se tenía que ir a trabajar, me despedí y en cuento
cerró la puerta que da a la calle, comencé a llorar como
una magdalena. Mi mente comenzó a trabajar al mil por
hora, haciéndome ideas que yo sabía que no eran ciertas,
así como que ese mensaje era de alguno de sus amigos,
que se había equivocado o incluso que le había prestado
su celular a uno de sus compañeros de trabajo para que le
mandara un mensaje a su esposa. Pero aun así no
encontraba una respuesta lógica a lo que había visto.

Llego mamá, trate de estar lo más tranquila posible para


que no sospechara nada. Pasaron varias horas hasta que
llegó mi hermano de trabajar. Le dije que me
acompañara a comprar algo para tener tiempo de hablar
con él y contarle lo sucedido. Ya afuera de casa, le
enseñé el mensaje y le conté como fue que lo había
encontrado. Me dijo que él iba a hablar con papá para ver
91
qué era lo que estaba pasando. En ese momento de nuevo
comencé a llorar, mi hermano me abrazó y me dijo que
todo estaría bien. Pero muy en el fondo yo sabía que no
sería así…

Ese mismo día mi hermano decidió confrontar a papá


para ver si era real o simplemente nos estábamos
haciendo ideas tontas en la cabeza. Cuando terminaron
de hablar mi hermano vino conmigo a decirme que no
me preocupara más y que no era nada malo, la verdad es
que no le creí y tome la decisión de contarle lo sucedido
a mi otro hermano (olvidé mencionar que tengo 2
hermanos, pero ahora ya lo sabes), A lo que él me
contestó que ya había ocurrido otro suceso con él cerca
de su casa, pero que no me había dicho para no
preocuparme. Me contó que encontró en la calle principal
de su condominio a papá dentro del carro como si
estuviera esperando a alguien, así que decidió ir a verlo
para ver si estaba bien, papá le contestó que sí y que solo
estaba esperando a un compañero del trabajo para
llevarlo, esto lo dijo con voz temblorosa y muy nervioso
casi al borde de sudar. Mi hermano le dijo que estaba

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bien, pero es más que obvio que no le creyó, por la
impresión y las dudas mejor no fue a trabajar.

Al momento de yo leer esto, la piel se me erizo y sentí un


escalofrió horrible por todo el cuerpo, esto quiere decir
que mi sospecha era cierta, pero aún no teníamos las
suficientes pruebas como para hablar todos con papá o
decirle a mamá…

Pasaron varios meses, siete para ser exacta. Esa idea y


pensamientos me atormentaban todos los días,
comenzaron a aparecer más y más dudas. Pero no le
podía decir a mamá o más bien no sabía cómo
decírselo… o dime ¿tu cómo le dirías algo así a tu
mamá? Te puedo asegurar que tu respuesta solo fue “se
lo digo tal y como son las cosas” o ¿no?, créeme que no
es tan fácil como parece.

Un día viernes del mes de marzo…eran las 11 de la


noche y me encontraba con mamá viendo una película en
su recámara. Comenzamos a platicar de las relaciones, de
los engaños, las mentiras, y ese tipo de cosas; cada cosa
llevaba a otra…Me armé de valor y le conté lo sucedido
a mamá. Sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba
temblando y con las manos frías igual que un hielo. Mes
93
sentí la peor hija en ese momento, no sabía qué otra cosa
hacer; por mi culpa una bomba se había activado en la
familia. Después de 3 horas de tratar de tranquilizar a
mamá, pude hacer que se calmara un poco. Mamá en
esas horas había construido un plan para poder
comprobar todo lo que yo le había contado.

Te juro que esa noche se me hizo eterna, no dormí para


nada y mamá tampoco. Justo el sábado mi hermano (el
que me contó la segunda situación) nos invitó a su casa a
comer como de costumbre. En el camino para llegar a su
casa, pasaban muchas cosas por mi mente, recosté mi
cabeza en el cristal de la ventana y lloré en silencio hasta
llegar al destino. En una parte del camino abrí los ojos y
volteé para el frente; lo único que pude ver fue el rostro
de mamá lleno de lágrimas… Mi corazón en ese
momento se hizo pedazos.

Llegamos finalmente a casa mi hermano, mamá no se


podía bajar del carro ya que se sentía muy mal, entre
todos la convencimos de bajar y entrar a la casa para
comer. Ella aceptó, pero dijo que más tarde tenía que
hablar con todos nosotros. Los minutos se pasaron muy
lentos como cuando un caracol va caminando por la
94
acera. Aún recuerdo la hora, dieron las siete de la tarde.
Mamá nos reunió a todos en el parque que se encontraba
frente a la privada de la casa de mi hermano. Y dijo:
“Hijos, tomé la decisión de divorciarme de su padre”. A
todos los tomó por sorpresa menos a mí, nadie dijo nada
así que me volví a armar de valor y con todas mis fuerzas
le dije a papá lo que había encontrado en su celular y lo
que había pasado con mi hermano cerca de su casa… A
papá no le quedó de otra más que decir la verdad, pero
nos pidió que nos retiráramos porque se quería quedar
solo con mamá para explicarle todo. Regresamos a la
casa, la verdad es que me imaginé que todos me
reclamarían por haberle contado todo a mamá, pero fue
todo lo contrario; me dijeron que estuvo bien y que fue lo
mejor.

Después de unos minutos recibí una llamada de mamá,


donde me decía que nos veía en la esquina del
fraccionamiento para hablar y que les dijera a mis
hermanos. Salimos y antes de llegar a donde papá y
mamá se encontraban pude notar que había alguien
más… Era ella, la amante, la otra, o como le quieras
decir. Llegamos con ellos y le pregunté que si era ella (ya

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sabía su nombre) y me contestó que sí, lo único que hice
fue apretar mis manos lo más fuerte que pude para
contenerme de hacer una tontería. Después de estar
hablando con ella uno de mis hermanos llegó a la
pregunta que a todos nos importaba: ¿Usted tiene alguna
relación con papá?, a lo que ella descaradamente dijo que
sí. Te juro que quería decirle muchas cosas, pero no sé
porque después de escuchar eso no pude, las palabras no
me salían. Mamá ya lo sabía, pero cuando escuchó eso
solo se dio media vuelta y se fue. Yo corrí tras ella y los
demás se quedaron ahí, ya no sé qué más paso, lo único
que me importaba en ese momento era mamá.

La alancé después de una cuadra, me abrazó con todas


sus fuerzas a lo que yo le correspondí de la misma forma,
lloramos casi hasta quedarnos sin lágrimas, gritamos
hasta no poder más. Eso nos ayudó a desahogarnos y
sacar todo lo que nos habíamos aguantado del día
anterior.

No te puedo contar más porque ni yo sé que va a pasar.


Siento que el mundo se me vino encima, siento que todo
fue mi culpa, siento que soy la peor hija del mundo…

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Me cuesta tanto entender el porqué de todo esto, te juro
que no lo entiendo. 35 años de matrimonio, donde
siempre hubo amor, atenciones, cariño, comprensión y
todo lo bueno que te puedas imaginar, donde de ello
nacieron 3 hijos y de uno de ellos nacieron 2 niñas
hermosas que ahora son mis sobrinas. Pero como en un
abrir y cerrar de ojos todo cambió, todo eso se acabó y sé
que nada volverá a ser como antes.

Me gustaría decirte que es lo que pasara después, pero ni


yo lo sé. Espero algún día contarte lo que paso después
de todo esto. Espero que cuando se llegue ese momento
pueda decirte que soy “feliz” y que también mamá lo es.
35 años…toda una vida.

97
Amores fugaces
Por Saraí Ruiz Estrella

14 de agosto, 2019.

Hoy, inicia una etapa nueva para mí, una etapa que todos
los adolescentes esperan y creen que será lo mejor que
vivirán por alguna extraña razón esta etapa de la que
hablo, es llamada "La universidad". Yo no creo que un
grado más pueda cambiar algo, más bien creo que, sólo
es una ilusión tonta que nos meten nuestros padres para
seguir estudiando, pero, en fin.

Mi nombre es Hanna, tengo 19 años y me encuentro


emocionalmente bien, no lo niego me causa emoción y
curiosidad mi primer día en la universidad. Pero, no es
algo de lo que hable día tras día como mi vecina
Verónica, _ ¡wow, realmente esa niña me tiene cansada!
_ lo único que hace cada que la veo, es hablarme de la
emoción que siente por iniciar la universidad, y la
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acompaño en dicha emoción. Pero, qué aburrido hablar
cada minuto de eso ¡en serio!

Llegó la hora de irme y mi papá me empezó a presionar,


así que, me alisté rápidamente y empaqué todo lo
necesario en mi mochila, desde un lápiz hasta dulces para
ofrecerles a mis nuevos compañeros. Mi mamá dice que
un dulce alegra la vida, y que debo ser amable con las
nuevas personas que formarán parte de mi cotidianidad.
Así que, qué mejor manera de iniciar esto que dando
dulces.

Al llegar a la universidad me despedí de mis papás, se


encontraban más emocionados que yo ¡en serio! , me
desearon suerte, y después, mi mamá casi se fue llorando
y mi papá diciéndole que se tranquilizará.

Empecé a buscar mi salón y cuando lo encontré ingresé


lentamente; en ese momento todo cambió.

Jamás creí que pasaría esto. No a mí, a la chica que creía


que la universidad sólo es un grado más. Pero, en ese
instante presentí que nada volvería a ser igual. Ahí
estaba él, con una sonrisa perfecta, risa escandalosa,
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mirada profunda y unas cejas tupidas que resaltaban todo
su rostro. No podía dejar de mirarlo, me encontraba en
mi banca observándolo, viendo como sonreía.

Inmediatamente supe que había visto al chavo que


siempre imaginé, tenía que contarle todo a Esme, mi
mejor amiga desde hace 5 años, es mi compañera y
confidente, así que debía saber que en mi primer día
como universitaria había conocido a alguien que me dejó
sin respiración. No dude, tomé mi teléfono y le envié
mensaje.

_ He conocido un chico de tez morena, ojos cafés, cejas


perfectas y risa escandalosa.

_ ¡Cuéntame más!, ¿Ya le hablaste? -

_ No, aun no. Llegué y me senté, al voltear lo vi y no


hemos tenido oportunidad de presentarnos. -

_ Tienes que hablarle, saber cómo se llama y todo lo que


puedas averiguar de él.

_ Empezará mi clase, te cuento todo en la noche. -

En nuestra primera clase, nos presentamos ante el grupo,


y ahí supe su nombre. Su nombre es Omar y tiene 19
100
años, no quiero emocionarme antes de tiempo. Pero,
parece ser el hombre perfecto, sin exagerar. Y lo dice
alguien para quien los hombres son, hasta cierto punto,
irrelevantes.

Al día siguiente, iba caminando hacia la cafetería y


choque con alguien, al voltear vi que era él. Tenía su
mirada clavada en la mía y por un segundo el mundo
desapareció, sus ojos pasaron de ver mis ojos a mis
labios, sentí una revolución interior, me sentí segura y
con ganas de permanecer así de cerca de él para siempre.
Después de unos segundos, volvimos a la realidad, pero
la sensación en mi interior seguía.

_ Lo siento, no te vi. ¿Te lastime? _Me dijo él, con una


sonrisa y su mirada penetrante. _

_ No, no te preocupes, estoy bien ¿Y tú?

_ ¿Segura?

- Sí, segura. Todo bien.

Me observó por unos instantes y después me dijo:

_ ¿Por qué usas eso en tu cabeza? - (Se refería a la


diadema cruzada que llevaba puesta).
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_ ¡Ah!, es que mi cabello amaneció muy rebelde y solo
así pude acomodarlo.

_ ¿En serio?; sólo eso se me ocurrió decir.

_ Se te ve bien, nos vemos más al rato.

Sonrió y siguió caminando.

Durante todo el día, una sonrisa invadió mi rostro, no


olvidaba sus ojos viendo los míos, tampoco nuestra
conversación. No es algo que afecte mis estudios o
clases, pero es algo que me gusta recordar, y sentir que
aún sigo a 5 cm de él, recordar que lo tuve cerca y sentí
sus hombros pegados a los míos. Nunca me había pasado
algo similar, nunca había sentido esto y mucho menos
por alguien que apenas conocía. Pero, con él todo fue
distinto, supe que sería distinto, que las reglas no
aplicarían en esta ocasión y que él sería mi destrucción.

Los días pasaron, nuestra comunicación mejoró; pero,


había días malos y buenos, días en los que nos
hablábamos mal y otros en que parecía que lo nuestro era
más que una amistad. No sé cómo llegamos a eso, como
lo nuestro se convirtió en un juego en el cual todos

102
estaban involucrados y nosotros éramos los
protagonistas.

Supongo que así es la vida, un juego de ajedrez donde a


veces eres el protagonista y en otras ocasiones solo quien
observa, y quien logre colocar y jugar mejor sus piezas
será quién ganará en este juego llamado vida. En esta
ocasión, me tocó perder, pero no me arrepiento de
ninguno de mis movimientos, porque cada uno de ellos,
me llevó hacia él y siempre será mi mejor ganancia.

Marzo 15, 2020.

Al llegar a la universidad lo encontré, estaba abrazando a


una mujer de cabello castaño y cuerpo delgado. En ese
momento, sentí un vacío en mi estómago y mis ojos
arenosos, pero solo seguí caminando. Al llegar al salón,
me senté y sólo respiré, tratando de entender por qué
sentía ese vacío en mi estómago y la sensación fría en
cada músculo. Cuando escuché una voz, era mi
compañero que se encontraba a una banca de mí.

_ ¿Estás bien? - Me preguntó:

_ Si lo estoy, ¿Por qué?

103
_ Se nota que estás triste, ya los viste ¿cierto?

En ese momento sentí un nudo en mi garganta, respiré y


solo contesté:

_ Sí, los vi en la mañana al llegar. Pero no importa, no es


nada mío. -

En ese momento él entró al salón y se dirigió a su banca,


sólo agaché la mirada. Sabía que saldría de esto, porque
sólo era un capricho juvenil, que no interferiría en mis
metas académicas, él debía salir de mi cabeza, porque él
ya tenía alguien más a su lado. Pero no fue así, los meses
pasaron, yo seguí enfocada en mis estudios y él, aún
seguía con ella y ese sentimiento de vacío cada que los
veía juntos no había desaparecido, como tampoco la
sensación de mariposas en el estómago cada que lo tenía
a mi lado. No lograba comprender por qué el sentimiento
no había desaparecido después de tanto, solo sabía que
cada que él tenía un logro, yo era feliz, y cada que él
estaba mal, yo hacía todo indirectamente posible para
que estuviera bien. No eliges a quien querer, ni tampoco
cuando olvidarás a una persona, simplemente sucede en
el momento menos esperado; lo comprendí con el tiempo
y entendí que quererlo no era mi elección, pero estar para
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el sí y yo estaría para él; aunque él no me quisiera.
Porque, cuando quieres a alguien haces las cosas sin
esperar nada a cambio y yo no esperaba nada, solo quería
verlo bien.

Mayo 17, 2020.

Hoy es mi cumpleaños, han pasado varios meses desde


mi primer día como universitaria. Han pasado
demasiadas cosas, conocí grandes personas y he vivido
experiencias inolvidables, creo no era mentira aquello de
que la mejor etapa de tu vida, ocurre en la universidad, lo
empezaba a creer. Mis amigos organizaron una pequeña
celebración dentro de la universidad, compraron mi
pastel favorito; el de chocolate y me cantaron las
mañanitas. Después, cada uno me abrazó y felicitó. Me
sentía muy feliz, realmente me sentía así, pero algo me
faltaba. Él no me había felicitado y lo único que deseaba
era que lo hiciera.

En receso, vería a un amigo, se llama Daniel. Lo conocí


hace dos meses, estudia en la misma universidad, pero en
105
distinta especialidad. Es un chavo muy agradable e
inteligente, aunque algo serio. Me agrada demasiado.

Cuándo llegó, me abrazó y me dio un pequeño obsequio,


unos girasoles junto con mis chocolates favoritos. Nos
sentamos detrás de un salón, en un pequeño lugar que
con el tiempo lo hicimos nuestro sitio especial. Y ahí, en
ese instante; el día de mi cumpleaños, me pidió que
fuéramos novios. Lo pensé por unos minutos, llegué a la
conclusión que era momento de empezar algo nuevo e
intentar dejar a Omar atrás, con dudas, pero con emoción
al final mi respuesta fue sí. Las oportunidades, se
presentan sólo una vez en la vida, debemos correr riesgos
para ganar y en ocasiones perder. Pero, si no lo
intentamos, jamás lo sabremos. Eso es parte de la
adolescencia, te encuentras con un sin fin de
oportunidades, cometes errores y aprendes lecciones,
debemos dejar el miedo a caer, para poder ganar. Tal vez
cometí un error, tal vez, aún no era tiempo de intentar
algo más. Pero, mi decisión fue aceptar las consecuencias
e intentarlo.

Después de varios días, Omar y la mujer de cabello


castaño terminaron. Debo admitir que, fue una noticia
106
que me alegró por completo, a pesar de que yo ya tenía a
alguien a mi lado. No podía fingir que no lo quería,
tampoco podía seguir engañando a mis sentimientos, él
era el motivo de muchas sonrisas y lágrimas. Sabía que
mi decisión fue precipitada, y ahora debía pagar las
consecuencias.

Con el tiempo arruiné mi relación, no podía estar en un


lugar en el que no podía ser yo, no cuando deseaba estar
al lado de alguien que apenas me veía.

Como lo mencioné, ser adolescentes es cometer error tras


error, para poder aprender y para crecer debes hundirte, y
sólo aquellos que decidan nadar contracorriente serán los
que logren subsistir.

Diciembre 1, 2020.

Llegó navidad, una celebración en la que las personas


suelen sentirse por una extraña razón un tanto mejor, que
en el resto del año; ese tiempo donde el amor y la
felicidad se sienten en el aire. Una época, donde pasan
sucesos que te marcan y te hacen feliz. La escuela
organiza una posada, una tradición que se hace desde que
fue inaugurada. Suele haber bailes y ponche caliente, te

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reúnes con tus maestros y el ambiente es alegre y
colorido. Se organiza en la tarde después de clases.

Ese día, antes de que iniciara, los de mi salón irían a


comer a la casa de uno de nosotros.

Me encontraba sentada arriba de una banca, cuando


Omar se me acercó y me dijo:

_ ¿Quieres ir?

_ ¿A dónde?

_ Iremos a casa de Abel, sólo comeremos y después


regresamos a la posada. ¿Vienes?

Lo pensé por un segundo, pero al final acepté la


invitación.

Al llegar a la casa de Abel, Omar se sentó a lado mío,


conversamos por unos minutos y después sus amigos le
hablaron. El sólo me dijo:

__Lo siento, en un momento regreso.

__Si, no te preocupes. - Le respondí y seguí conversando


con una de mis amigas.

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Pasó el tiempo, casi llegaba la hora de regresar a la
universidad. Me paré para ir al tocador y choque con él,
lo miré, sonreí y le pedí disculpas. Después, empezamos
a conversar, pasaron los minutos y ocurrió lo menos
esperado, en el momento menos imaginable, pero que
deseaba desde el día en que lo conocí. Nos dimos nuestro
primer beso; el mundo desapareció, solo éramos él y yo
de nuevo. Pero, el momento mágico se esfumó en un
abrir y cerrar de ojos, fue un soplo de aire que nunca
volvió a regresar. Sólo se alejó, dejándome ahí, se fue sin
mirar hacia atrás. Supongo que era de esperarse, hombres
como él no miran mujeres como yo. Y no porque no sea
lo suficiente para él, sabía que no era eso porque se lo
que valgo y lo que merezco, simplemente hay cosas que
no se pueden explicar, no se puede obtener una respuesta.
Pero, sabía que lo nuestro había llegado a su fin, si es que
puedo realmente decir que hubo un nosotros en algún
momento, quizá solo estuvo en mi imaginación.

Sabía que debía continuar, la vida es muy corta y me


quedaba demasiado camino por delante, hay cosas más
importantes que un hombre, pero realmente me dolía.

109
Lloré por muchas noches, me aferraba a la idea de que
esto le sucede a todas, que era un amor juvenil, un
capricho más; pero realmente no era así. Existen
personas que te marcan, que te dejan una herida
permanente. Tal vez, nunca hubo nada, jamás existió un
nosotros más que en mis sueños. Pero, sabía que mi
cariño era real, que ese cariño rebasaba cualquier mal
momento, sabía que él siempre ocuparía un lugar en mi
corazón, una historia que le contaría a mis hijos cuando
tuvieran su corazón herido, un amor juvenil que jamás
pudo ser.

El amor es inexplicable, el amor lastima y deja heridas


que nunca cerrarán. Pero, también te regala los
momentos más felices de tu vida. Existen amores
fugaces, el primer amor o el amor de tu vida, amores que
nunca fueron, amores perdidos. Pero, de cada uno
aprendes y creces, te hacen mejor persona y te dan
motivos para seguir peleando, aunque al principio duela.
Tal vez, mi historia con Omar empezó y terminó el día
que lo conocí, ese día sentado en su banca con esa
mirada penetrante que tanto lo caracteriza y lo demás

110
solo fue un espejismo, una idea que deseaba que se
hiciera realidad.

Hoy, 3 meses después, aquí estoy, recordándolo con una


sonrisa en mi rostro y deseando que esté donde esté se
encuentre bien y sea feliz. Deseando, que en algún
momento nuestro final, sea un “felices para siempre”.

Dulce melodía
Por Ernesto Daniel Marín Torres

Mi nombre es Estefany, soy una chica bajita, cabello


castaño y ojos obscuros, tez y complexión media, nadie
que resalte mucho por la calle; sin embargo, cuando le

111
conocí por alguna razón, sentí que solo me miraba a mí
por encima de todos.
Dato curioso* siempre vas a encontrar el amor, pero no
en la persona que esperas*
En mi primer año de universidad conocí un chico
peculiar, de esos que esperarías cualquier cosa, menos
que fuese dulce o tierno, tenía la mirada distante, cabello
un tanto alborotado, de 1.85 de estatura y complexión
bastante delgada.
Lo miraba con el rabillo del ojo cada vez que podía,
sentado a varias butacas de distancia detrás de mí, era un
chico listo, pese a que no participaba en clase, cuando lo
pasaban al frente, podía apreciar que resolvía ecuaciones
sin problema, cada día que pasaba me intrigaba más que
escondía detrás de esa personalidad tan desinteresada.
Pasaron algunos días, y fue entonces que la profesora de
matemáticas me asignó hacer equipo con él y otras dos
chicas, cuando se acercó y tomo la silla de junto, pude
sentir cómo el calor en mi cuerpo se intensificaba hasta
hacerse notar, al posarse un tono rojizo sobre mis
mejillas, estaba tan nerviosa por tenerle cerca que me
sudaban las palmas de las manos, mi corazón estaba tan
acelerado cómo si hubiese corrido un maratón, y lo único
que pude hacer en ese momento, fue apartar la mirada,
esperando que no lo notará, en los momentos que él se
dirigía al resto del equipo para comparar resultados de las
ecuaciones, yo le respondía siempre sin apartar la mirada
del cuaderno, no podía mirarlo sin delatar a mi corazón,
me sentía demasiado atraída a él, y él, parecía solo estar
112
ahí, tan sereno como si no le importase quien estuviera
junto a él.
Pasado el tiempo no podía evitar hablarle, ya que
teníamos que trabajar todo junto, así que me tragué mi
sentir, consiguiendo disimular mi atracción hacia él, por
qué pensé que él no se sentía de esa misma manera y
comencé a salir con otro chico que conocí anteriormente,
con quien pensé que las cosas funcionarían porque había
sido mi amor de infancia, sin embargo, no fue así, porque
no era ahí donde mi corazón deseaba estar.
Yo asistía a clases de francés y voleibol por las tardes,
luego dela jornada escolar; una tarde al terminar la
sesión, lo vi ahí, sentado en la banca de la parada del bus,
no tenía razón para seguir ahí, él había podido ir a casa
hace horas, me acerqué esperando que dijera algo,
pero… No lo hizo, yo me limité a saludarle, y él me
respondió sin decir más, quedé en silencio, y comencé a
pensar que quizás debería decirle algo más, pero en
pocos minutos llegó el autobús, así que no dije nada y
abordé el autobús, él hizo lo mismo, una vez arriba se
sentó junto a mí, platicamos un poco, pero el bus no
hacía mucho tiempo de camino a casa, y cuando me
dispuse a bajar del bus, él sin decir nada bajo detrás mío,
yo no sabía dónde vivía él, y le cuestione.

__ ¿vives por aquí?

A lo que el simplemente contestó que no.


113
Camino a mi lado sin decir nada, para llegar a mi casa yo
debía atravesar un parque un tanto grande, lleno de
árboles, en el centro de este, había unas bancas alrededor
de unos juegos para niños, al pasar entre los árboles,
justo a la altura de las bancas me miró con una ligera
sonrisa y acto seguido me dijo:
__ ¿quieres acompañarme, y sentarnos en una banca un
rato? Hace un buen clima, podríamos disfrutarlo, y
después te acompaño a tu casa.
Accedí, debo admitir que no me lo esperaba, cuando nos
sentamos yo estaba un poco nerviosa y como siempre,
intentaba disimularlo, charlamos un poco, al ponerse el
sol, el tomo su móvil y puso una melodía, una hermosa y
dulce melodía, cada nota recorría mi cuerpo,
invadiéndome de emociones palpitantes, no pude evitar
sentir que era el momento perfecto, lo miré, mientras el
viento movía su cabello, su ondulado y negro cabello, al
mismo tiempo que un ligero rayo de sol le iluminaba el
rostro, fue cómo si el tiempo se detuviese, y yo no hacía
más que admirar cada detalle en él, sus negras,
prominentes, alargadas y rizadas pestañas, su mandíbula
definida, su perfecta y perfilada nariz , sus orbes claros
como miel, y cada uno de los lunares en su tersa piel.

Interrumpió mi deleite con un abrazo, de la nada sólo se


giró hacia mí, me miró unos segundos, y me rodeó con
sus brazos, fue una sensación predilecta, un abrazo tan
cálido, me armé de valor y puse mis labios sobre los
suyos, en ese momento cada uno de mis poros parecía ser
114
un sensor que no sólo sentía su roce, sentía todo su ser,
sentí mi alma fundirse con la suya.
Fue ahí donde me di cuenta de que estaba enamorada de
él, completa e infinitamente enamorada, que pasará lo
que pasará, nada iba a cambiar mi sentir, me tenía, yo
siempre había hecho de todo para no enamorarme, yo
quería salir ilesa, nunca me gustó la idea de usar todas las
camisetas rotas que te deja el amor, o pagar ese amor
maravilloso con lágrimas nocturnas hasta quedarme
dormida, tenía miedo, pero con su abrazo ese miedo se
disipaba rápidamente.
Quería quedarme ahí para siempre, yo me la había
pasado en el lugar y el momento equivocado, pero justo
allí, justo con él, fue que sentí que estaba en el momento
y el lugar indicado, porque sabía que mientras estuviera
en sus brazos todo estaría bien, muy bien,
Él, sin nunca haber hecho nada para sujetarme, hizo que
se me adherirá al pecho un sentimiento tan grande de
esos que se niegan a desaparecer, yo era suya, y no me
refiero a posesión, mi alma nació para ser
complementada por la suya para la eternidad.

Ellos
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
Un chico y una chica
_ Caminaban dos enamorados -¡que original eh!-
115
_ ¿Me dejas terminar? - la calle estaba húmeda, pues
media hora antes había llovido-

_ ¡No me digas que la luna los acompañaba!

_ No, la luna muy probablemente estaba observando a


otros enamorados más interesantes. -Ellos caminaban
bajo la luz de los faros y la serenata de los grillos-

_ ¿La chica lleva vestido?

_ Solo fue una cita cualquiera, aunque se estaba


desarrollándose mejor de lo planeado.

_ Ella llevaba un pantalón blanco ajustado con botas


cafés de tacón hasta las rodillas y chamarra azul; su
peinado era una cola de caballo y un fleco que dejaba
caer sobre su rostro al lado derecho; el hombre parecía
alto, con el peso y fuerza suficiente como para cargarla.

_ Y su vestimenta era tan casual que no vale la pena


describirlo-,

_ Si algo así, _ aunque él, era el más nervioso tanto, que


no pudo tener un paso lento para alargar la plática.

_ ¿Le dará una oportunidad verdad?

_ Muy seguramente no, _ fue una cita muy agradable y


fuera de lo común llena de ocurrencias, pero, no
despertó el interés, a diferencia del joven que buscaba el
hilo para otra cita. Al ver que era su último intento para

116
conseguir su beneficio; por lo que se jugó su última
carta…

_ ¿Qué quieres decir con eso?, ¿Qué sucedió con el


chico?

_ El joven brinco encima de un charco y la mojó; por


tres segundos, su plan fue el peor de todos, la mujer
exclamo: ¡es agua sucia!

_ Y entonces la joven - aceleró el paso a la otra acera y


en medio del charco más grande ataco a su oponente,
realizando en su lugar un gran salto para también
mojarlo.

_ Sí; - el joven uso su táctica de guerrilla, se mudó a un


charco más grande que el primero, pero aún ese no era
lo suficientemente grande para ganarle a su enemiga,
era eminente que no tenía municiones para luchar en
esos eternos minutos, él tenía una mejor técnica que su
contrincante, la batalla se prolongó mientras él la
mojaba y ella se salpicaba.

_ Hasta que _ de pronto, se escuchó una voz proveniente


de una casa del alrededor: “están demasiado grandes
como para que se estén mojando” ; por lo que
decidieron parar la batalla.-

_ ¿Así termino la batalla, sin un ganador?

_ No, espera; ¡no era cuestión de competencia!

117
_ La chica cayó en el señuelo, mientras se veía qué tan
sucia quedo y exclamaba su malestar, el joven tomó el
valor y le comento: ¿quieres salir la próxima semana? Y
de pronto, todo se congeló; se detuvieron a sólo dos
casas de la vivienda de la chica; platicaron media hora
más_

_ Espera, ¿eso lo dices como para darle más acción a tu


historia o como por qué?

_ No, eso era para ver si ocurría algo más, como un ¡beso
que sellara la cita!

_ Se despidieron con un abrazo, él se fue tranquilo ya


que ella le explicó que su calle era más tranquila que
una misa;

_ Mmmm_ ¡pero realmente era para decirle que se


quedara y la acompañara en las calles más peligrosas
de la ciudad!

_ Ok; entonces, Él se quedó, platicaron hasta más tarde


y luego se fue caminando hasta la esquina, para tomar
un camión; jugándose sus cartas para poder verla
nuevamente. FIN

_ ¡Bonita historia para que faltara la luna!

_ La luna y las estrellas, digamos… mmmm…. ¡Se


escondieron porque esta noche dejaron brillar a la más
bonita!

118
Hasta el cielo
Por Luz Yenira Servín Trejo
Te puedo decir que te conocí muy poco, pero en ese poco
tiempo te volviste la persona más importante de mi vida.
La que me dejó aprendizajes muy grandes y experiencias
que sé que jamás debo volver a pasar.

No recuerdo muy bien qué edad tenía cuando te conocí


por primera vez, por lo que me dice mamá es que yo
tenía algunos años cuando me viniste a visitar y a
conocerme. Esto lo puedo comprobar por una foto que
tengo contigo. Pero creo que eso es lo menos importante
ahora.

Mis padres me han contado que tuvieron una muy mala


primera impresión de ti, ya que, eras una persona
arrogante y envidiosa por la forma en que los trataste la
primera vez. Pero esto fue cambiando poco a poco con
tus acciones y forma de ser. Te volviste uno más de la
familia.

Te pasabas casi todas las tardes con nosotros,


platicándonos de tu vida y tus problemas que en esos
momentos estabas pasando. Mamá te preparaba tu

119
comida favorita para que vinieras a comer con nosotros y
poder verte, aunque fuera un momento.

Te puedo contar muchas de las cosas que me dejaron una


marca muy grande en mi corazón gracias a ti, pero solo
te recordaré tres que para mí fueron las más
significativas.

La primera, un 15 de noviembre, justamente el día de mi


cumpleaños, para serte sincera no recuerdo en qué año
fue, pero ya era un poco tarde más o menos las 10 u 11
de la noche. Alguien tocó la puerta, todos nos
preguntamos ¿Quién será?, mamá se levanta y va a la
puerta. Yo volteó a verla y simplemente me sonríe y me
dice que alguien me busca. Yo no esperaba a nadie, así
que solo me levanté y fui a ver quién era… eras tú, con
una bolsa de regalo en una de tus manos. Te abracé con
todas mis fuerzas y te dije al oído “muchas gracias”, me
correspondiste el abrazo y me dijiste “muchas
felicidades” y también que ya te tenías que ir porque era
tarde y al siguiente día tenías que ir a trabajar. Te fuiste,
entre a casa y abrí el regalo. Era una muñeca muy bonita
de la bella y la bestia. La verdad yo pensé que se te había

120
olvidado que ese día era mi cumpleaños… pero vi que no
fue así.

La segunda fue un día que viniste a casa y mamá tenia


antojo de pay de manzana que sólo vendían en Costco, y
nosotros no nos encontrábamos en la mejor situación
económica así que tú te ofreciste a traerlo. No sé si se te
olvidó donde lo vendían o no supiste cual era, porque
toda esa semana nos trajiste un pay diario, pero no era el
que mamá te había encargado. Así que justamente el
último día de esa semana le atinaste al que si era y
créeme que por ese detalle te estaré eternamente
agradecida.

La tercera y última… en casa solo había dos cuartos, así


que en uno se dormía uno de mis hermanos y en el otro
nos dormíamos mi otro hermano y yo. Cuando estaba
pequeña no había mucho problema, pero cuando fui
creciendo a mamá ya no le gustaba que yo durmiera con
mi hermano y justamente el día que me iban a dejar un
cuarto para mi sola, llegaste tú a visitarnos, yo te conté
todo lo sucedido y te dije que mis padres ya no me
querían porque me iban a dejar en un cuarto sola…
(ahora pienso sobre esto y sé que no sabía lo que decía),
121
tú me dijiste que no era así, que ellos me querían mucho
y que por eso me estaban dejando un cuarto para mi sola,
para que tuviera mi propia privacidad, la verdad es que
en el momento no lo entendí y hasta me molesté contigo
por darles la razón a mis padres. Ahora en este preciso
momento sé que estabas en lo correcto y que lo que
hicieron mis padres fue lo mejor.

Siempre llegabas a casa con algún detalle, ya fuera fruta,


papas, dulces o hasta incluso postres, pero nunca llegabas
con las manos vacías. Te puedo decir que con lo más
mínimo o simplemente con tu presencia a mí me hacías
la persona más feliz del mundo.

No sé qué día todo esto cambio, dejaste de venir, ya no


nos mandabas mensajes ni nos llamabas. Pero hay algo
que nunca cambio y es el cariño que yo te tengo.

Un día de la nada, recibimos una llamada de tu hija.


Pensamos que era para alguna otra cosa, pero no fue así.
Nos dijo que estabas enfermo pero que no sabían que era
lo que tenías. Ella envío una foto a papá de ti. Estabas
sentando en una silla de ruedas con una bata de hospital,
ya no eras el mismo, te veías muy decaído, pálido y más
delgado que la última vez que te vi.
122
Pasaron días, caíste en cama y te encontrabas en tu casa,
pero no se veían mejorías en ti. Entonces mamá se
ofreció a llevarte una doctora de confianza para que te
revisara y nos dijera específicamente que era lo que
tenías. Aceptaste e inmediatamente la llevamos contigo.
Ella tan solo con verte supo que era lo que te estaba
pasando, pero no dijo nada. Te hizo varias preguntas, a
las que tu contestaste sinceramente, pero hubo una en la
cual te juro que mi corazón se detuvo por unos segundos,
mi cuerpo comenzó a temblar y mis ojos se pusieran
llorosos. Esa pregunta fue ¿usted sabe lo que es el
cáncer? A lo que contestas que sí y dijiste…”es como si
me estuviera pudriendo por dentro” no tienes una idea de
lo que sentí al escucharte decir eso. Nosotros nunca nos
imaginamos que era algo tan grave. Lo único que hice
fue salir de tu recámara y comenzar a llorar.

Pasó un mes o tal vez un poco más, te encontrabas con


medicamentos, pero no había ninguna mejoría. Un día
por la tarde volviste a recaer, pero más fuerte que las
últimas veces. Lo único que pediste y que no te volvieran
a llevar al seguro ya que estabas harto de ir a ese lugar.
La única opción fue llevarte a un hospital particular.

123
Llegué a verte con papá y mamá, te encontrabas en la
primera habitación del primer piso. Cuando entré, tú
estabas acostado en la camilla, me pediste que me
acercara, lo hice me tomaste de la mano y me dijiste que
me querías mucho, que me cuidara y que le echara
muchas ganas a mis estudios, me persignaste y yo te di
un abrazo tratando de no lastimarte. Esto lo hiciste con
todos tus familiares que se encontraban ahí.

Pasaron varios días que no supe nada de ti, pero yo sabía


que estabas bien. Exactamente un viernes 3 de diciembre
del 2016, yo fui a la escuela como cualquier otro día
normal justamente ese día tenia examen de matemáticas
a la ultima hora o sea a las 7 de la tarde. Por suerte ese
examen fue en equipos y agradezco que fuera así porque
no me pude concentrar para nada. Salí una hora después,
mamá me marco y me dijo que papá pasaría por mí a la
escuela, que lo esperara donde siempre ya que ella estaba
un poco ocupada, se me hizo raro ya que papá estaba en
el turno de la tarde y salía hasta las 10 de la noche, pero
no le pregunté nada. Papá llego, me subí al carro y ahí se
encontraba mi hermano, para llegar a la casa se tenía que
dar vuelta en el primer retorno y seguir todo pie de la

124
cuesta, pero papá se fue derecho y bajo por todo Belén.
Justamente el camino para llegar a tu casa… le pregunté
a papá que a dónde íbamos y que, si pasaba algo, a lo que
me respondió que íbamos a verte y me puse muy feliz ya
que tenía días que note veía. Llegamos a tu casa y ahí
estaba toda la familia y ahí estaba mamá... antes de entrar
mamá salió, me abrazó y me dijo que tenía que ser muy
fuerte a lo que yo no entendí porque me lo decía. Entré a
tu casa y estaban todos llorando, fue ahí cuando me di
cuenta que te había pasado algo. Me quedé en la puerta
de tu cuarto, te vi estabas cubierto con una sábana de
color morado, no supe que hacer al verte así y lo único
que hice fue comenzar a llorar. Nunca me imaginé que
esa sería la última vez que te vería…

Mi corazón se partió en mil pedazos.

Sé que no podrás leer esto, pero te digo que siempre te


llevaré en mi mente y en mi corazón. Que el amor que te
demostré sigue estando aquí, aunque ya no lo puedas
sentir. Te recordaré siempre como la mejor persona que
pudo llegar a mi vida, que me enseñó muchas cosas
buenas como también malas y que estaré eternamente

125
agradecida contigo por lo que hiciste conmigo y mi
familia.

Sé que te estarás preguntando tu que me estás leyendo,


de qué persona hablo. Bueno pues esa persona es mi
abuelito, el único que se merece ese nombre y el único al
que considero que lo fue y que lo seguirá siendo, aunque
ya no esté conmigo.

Espero estas palabras te lleguen hasta el cielo, y también


espero con todo mi corazón algún día volver a verte.

Te quiero.

126
¡Hasta que la muerte nos separe!
Por Alejandra Zapata Vázquez
Hace ya varios años, existió una muchacha de 15 años
que vivía en el un Rancho llamado El Espejo. Ella era
chaparrita, güerita, de pelo muy largo, siempre muy bien
vestida muy guapa fuerte, valiente y muy bien peinada;
se llama Josefina Vázquez.
Al lado de su rancho estaba otro llamado La Calavera;
ahí vivía un muchacho muy guapo que tenía la misma
edad de Josefina; él, era alto, guapo, morenito, muy
trabajador y muy bien vestido; su nombre era Hipólito
Lemus.
Un día Hipólito conoció a la joven Josefina, y él desde
que la vio quedó prendado de su imagen; le gustó mucho,
pero había un pequeño detalle, pues este joven caballero
tenía novia; aunque no por mucho tiempo, pues su
atracción por Josefina fue tal, que pronto dejó a su
antigua novia para conseguir enamorar a Josefina.
Un día, Josefina iba cambiando para su rancho, cuando
se cruzó con Hipólito que estaba trepado en un árbol y
desde ese árbol le grito a Josefina, pero ella, mujer bien
educada y un tanto altiva, no le hizo caso.
-Presumidilla, pensó-
127
Entonces ella, tomó valor y con voz fuerte le dijo:
- ¡Para que me hablas, si tu ni me conoces!
Él sin perder más tiempo ni formalismos bajó corriendo
delárbol y a la distancia le dijo:
- ¡Pues me gustas! -
Ella, levantó una piedra y se la lanzó por atrevido.
Así quedó la cosa por unos días, pero al pasar de los
mismos, Hipólito logró convencer a Josefina, de que
fuera su novia; eran novios de los de antes, de esas
parejas que se ven pasear por todos lados, nomás de
“manita sudada” como se dice coloquialmente.
El joven Hipólito había sabido ganarse a pulso el
corazón de la bella Josefina; siendo siempre muy atento,
muy respetuoso, responsable y sobretodo, muy detallista
en todo con Josefina.
Pasaron 3 años y ellos se casaron, como era costumbre
entonces, apenas al cumplir los 18 años; pero vivían en
el mismo rancho donde crecieron. Tiempo después,
tratando de ir haciendo su vida como pareja, decidieron
mudarse a la ciudad de Querétaro; era un matrimonio tan
bonito, siempre uno buscando el bien para el otro, si se
peleaban, no les duraba mucho el gusto, pues no podían
estar enojados y ya fuera uno primero y luego el otro o a
veces hasta al mismo tiempo; se pedían perdón, tratando
de enmedar los errores para no cometerlos de nuevo en el
futuro.

128
Fruto de ese amor tuvieron nada más que 7 hijos; 3
mujeres 2 hombres y 2 pequeños que perdieron la vida
entes del nacimiento.
Y así es como en un rincón de la bella ciudad de
Querétaro, la gente recurda a esta pareja, en especial los
hijos; porquefue un matrimonio bien consolidado, que
duró nada más que 25 años de casados, y re casados;
pues sin dudarlo, llegado el tiempo preciso, renovaron
sus votos y se volvieron a casar; Don Hipólito jamás
perdió lo detallista, ya que siempre que salía de misa, él
le compraba sus rosas a Doña Josefina y al entregárselas
cariñosamente le decía: -una flor, para otra flor-
Eran el matrimonio más bonito que pudiera existir, pero
como en toda vida y toda historia, si no hay penas, es que
no es vida; lamentable un triste día, le detectaron cáncer
de vesícula a Don Hipólito, noticia que sacudió por
completo a la familia; sobre todo a su amada esposa
Josefina, quien lloraba día a día, pues para ella él era su
vida, desde antes y para siempre y le daba tristeza verlo
enfermo.
Hipólito pasó varios días internado en el hospital militar,
pues gracias a su carrera como sargento; pudo recibir
atención en aquel lugar, hasta que un 31 de diciembre;
Hipólito seguía internado, y ese mismo día de tanta pena,
la propia Josefina se puso mal; entonces los dos estaban
internados; pero lamentablemente separados; pues uno se
encontraba en Irapuato y el otro en la ciudad de México.
Josefina tuvo como 5 cirugías en esa misma semana, ella
pasaba de cirugía en cirugía; pero ella como ya les había
129
dicho desde el principio, era una mujer muy fuerte y muy
valiente, así que las superó todas; por su parte, Hipólito
se aferró a la vida y por milagro superó el cáncer, así que
tiempo después, ambos regresaron a casa. Gracias a Dios
había pasado la tragedia.
Así con altos y bajos en las vidas de este matrimonio, el
tiempo siguió su curso y con ello, llegaron a cumplir sus
50 años de casados y de nuevo se casaron por la iglesia,
con fiesta y todo; Josefina ella quería festejar su boda ya
que nunca tuvo la boda de sus sueños, “pues en su
tiempo esas cosas no se usaban”, en fin; con mucho
amor e ilusión, prepararon la ceremonia con ayuda de la
familia; Hipólito y Josefina rodeados de sus seres
queridos se casaron y ellos eran los más felices; pues
poco a poco cumplían sus más grandes deseos.
Al terminar ese año, ya cerca del 31 de diciembre; Don
Hipólito se puso enfermo nuevamente pero no
encontraban qué era lo que le aquejaba; y le decían que
era una u otra cosa, sin descifrar el diagnóstico; hasta que
nuevamente fue aparar al hospital; donde ahora le
decretarían otro tipo de cáncer; ahora éste se encontraba
en el páncreas; el dolor que fue para la familia saber que
él estaba enfermo; fue demasiado grande, Don Hipólito
enfermó rápidamente hasta ya no poder comer, ni
pararse siquiera de su cama, se le dificultaba el poder
respirar bien; se puso tan mal que un domingo se lo
llevaron a internar y cada día se veía más difícil, verlo
recuperarse.
Un martes desde el hospital, se comunicaron con la
familia, para darles la triste noticia de que Don Hipólito
130
había fallecido; aunque ya lo presentían desde que se
escuchó el timbre; fue un dolor muy grande el que
embargó a toda la familia por aquella terrible noticia.
Sin embargo, no todo fue triste; antes de morir Hipólito
tomó fuerzas y logró hablar con su amada Josefina; su
esposa y con los ojos humedecidos por la gran dicha que
le daba el verla, le dijo que ella siempre había sido y
seguiría siendo el amor de su vida. Y hasta la fecha
Josefina lo recuerda como un hombre sincero, detallista y
amoroso. Las últimas palabras que Hipólito dijo a su
esposa fueron: ¡SIEMPRE FUERTES! Y como familia
hoy Doña Josefina, sus hijos y sus nietos siguen siempre
adelante en la vida; con esa misma filosofía.

131
Ley de Herodes
Por Brayan Ángel Hernández Solorio

Artículo 1. Usted tiene toda la razón inequívoca por el


simple hecho de tener una virtud que usted crea que
nadie en este mundo de 7, 444, 443, 881 personas que lo
habitan; no pueden hacerlo mejor que usted.
Artículo 2. Razone sobre la triste existencia de las cosas;
el sol en su larga vida persigue a la luna, los pajaritos aún
no se aprenden otra melodía y el tiempo siempre tiene
prisa.
Artículo 3. Cuando llegue el momento de buscar las
llaves u otro objeto de suma importancia, redacte las
groserías habidas y por haber, aunque usted tenga la
culpa de no tener buena memoria.
Artículo 4. Mientras toca el claxon creyendo que éste le
resolverá todos o algunos de sus problemas; perciba
como tiene los músculos tensos del estrés que ha
generado.

132
Artículo 5. No redondee los centavos al cajero; se hará
millonario con ellos. No se le olvide reclamarle por el
servicio de carnicería, pues el corte no es el mismo como
lo vio en la revista. Y antes de irse regale los 20 centavos
al cerillito de la tercera edad para que él sea rico mínimo
en sus últimos años de vida.
Artículo 6. Intente sonreír pues su jeta se ve mal desde
muy lejos.

Problemas de amor
Por Brayan Ángel Hernández Solorio
El
_Lo que me molesta de ella es cuando le hago de comer,
pues a mí me toca cocinarle mientras ella hace el
desayuno a mi lado.

_ ¿Y que ve de malo en eso?

_ Cuando estoy en la cocina ella corta los champiñones y


con el mismo cuchillo ¡yo tengo que cortar las naranjas
para hacer el jugo!

_ ¿Le molesta hacer jugo de naranja?

_ Las naranjas hacen mucho espacio no puedo poner mi


ajedrez porque ahí está su florero en la mesa

_ Dígame señor Herrera, ¿duermen en cuartos


separados?

133
_ Si pudiera lo haría, pero no, compartimos la misma
cama y me asfixia; siento su respiración en mi oído, el
mismo buró de lado derecho de los tres cajones me
pertenece y a ella le pertenece todo lo zurdo.

_ ¿En ese cuarto hay pláticas en las noches?

_ Ninguna para que quiero platicar con ella en la noche si


todo el día escucho como le fue en el trabajo, de lo caro
que está todo en la tienda, y remata con que quiere traer a
su mamá

_ ¿No le agrada la visita de sus familiares?

_ No es que me moleste, si no que ella no hace quehacer,


dice que todo está en orden y no me deja quitar el florero
de la mesa para ponerle unas flores no acepta algo de mí.

_ ¿Crees que lo hace por venganza?

_ Me hizo vender mi automóvil, si no lo hizo por


venganza dígame como se llama eso

_ ¿Dime cuál es tu objetivo a corto plazo con ella?

_ Separarme de ella

Ella
_ ¿Qué te molesta de él?

_ Me molesta que mis plantas tengan que compartir


espacio con su caja de herramienta

134
_ ¿Tiene él las herramientas por toda la casa?

_ No, porque no lo dejo si no imagínese el desorden que


hubiese en mi casa

_ ¿Usted compro la casa?

_ No, pero pienso hacer allí mi negocio cuando ya no la


ocupemos

_ Su esposo dice que le encantaría dormir en otro cuarto


¿usted qué opina?

_ Que se vaya por mi mejor, que se suba a dormir con el


perro

_ ¿Tienen un perro en la azotea?

_ Si el perro vive en la azotea mi marido le hizo una


casita muy bonita, por cierto

_ ¿Dígame cuando fue la última vez que platicaron en la


noche?

_ Cuando compramos el buró porque vendimos la cama


matrimonial y ahora dormimos en litera individual

_ ¿Le agradan las visitas?

_ Yo tendría visitas a diario, pero mi mesa solo tiene dos


sillas mi sala no tiene sala

_ ¿Usted obligo a vender el auto de su marido?

135
_ Si yo fui, era un auto muy grande ahora que tenemos
bicicletas tengo más espacio para mis adornos porque
detesto su cuadro del futbol que abarca toda la sala por
ese cuadro me quito el reloj y ahora uso el florero como
reloj solar

_ ¿Dígame cuál es su objetivo con él a corto plazo?

_ Dejarlo de ver

Pasaron algunos días y el juez dio resolución a su caso:

Santiago de Querétaro, Qro 14 de enero de 2014

Siendo el juez del caso de la señora Claudia Mora


Muzquiz y el señor Raúl Herrera Jiménez y escuchar sus
peticiones considero que este matrimonio lo que requiere
son platicas conyugales mientras se tramita su divorcio
deberán dividir la casa 3 metros de ancho por 4 metros de
largo el perro vivirá en cualquier parte de esta división de
terreno.

________________________________
JUEZ MONDRAGON SOTO GAEL

Ella y Él al escuchar la sentencia:


136
_ Señor. ¡Lo que nosotros queremos es comprar una casa
más grande!

137
De las artes

138
Estragos
Por Brayan Ángel Hernández Solorio

Mi lectura corría pausadamente pues mi concentración es


esporádica, en cada detención del camión levantaba la
mirada esperando a que un conocido subiera y
platicáramos en el trayecto, pero nadie ha subido en estas
dos semanas, a quien le pueda dirigir la palabra.
El camión hizo parada, subió un chico de mi edad,
denotaba mucha alegría más de la que yo he adquirido en
años, cuando se sentó a mi lado, identifiqué que lleva en
su mano una guitarra,
_ ¡Ash! un artista callejero _ pensé.
Calificándolo de pies a cabeza mi veredicto fue; no tiene
talento, de seguro arruinará mi viaje, después de unos
minutos se levantó y le pidió permiso al chofer para
cantar.
A decir verdad, tenía talento, tanto talento, como para
evaluar si le daba mi moneda de ($5) Cinco pesos o la de
($10) Diez pesitos, mi lectura fue concentrada,
probablemente leía con una sonrisa, pero cuando canto la
última canción, dio unas palabras como si fuera un artista
reconocido cerrando su concierto en el palenque más
importante.
Así se despedía el artista incognito, con sus lentes de sol
en un día nublado; cantando para su público igual de

139
misterioso con el cubre bocas puesto y algunos con lentes
o sombreros, al escuchar la letra de la canción, las
mariposas en el estómago aletearon y en mi boca hacían
un coro casi inaudible; sentía la presencia de esta persona
que la pandemia separó de mí; sentí la magia de la
música en mí, quería hacer una locura como gastar el
crédito en una llamada eterna diciendo lo mucho que me
gusta o correr para sentir esa libertad que uno siente con
la música aunque el querido lector o lectora no me crea
mi cuerpo tenia estragos: manos temblorosas y frías y un
corazón que latía con fuerza y las afectaciones por una
melodía se repararon después de varios días; ahora
cuando subo al camión subo con la esperanza de,
descomponerme nuevamente con la magia de la música.

140
Mariachi Loco
Por Brayan Ángel Hernández Solorio

En el municipio Zapotlanejo Jalisco estaban de fiesta, era


de los pocos municipios escogidos para organizar el
evento que llevaría al ganador al concurso del mariachi
para ir a Zapopan para concursar por “El charro de oro”.
Así que Don Pepe era el gallo del pueblo; pero realmente
tenía una cerrada competencia y él lo sabía, pero sus
compañeros lo alentaban para ir a concursar, su mamá le
tenía lavado y plancho su traje color vino, siempre al
verlo le pedía que se lo pusiera para ver el mínimo
detalle, tres veces fueron las necesarias para saber si la
bastilla del pantalón quedaba a la justa medida o debía de
bajarla; las botas brillaban pero tenían un problema: ¡no
le cerraban!, al igual que la camisa, pues subió tres kilos
aún y con la dieta minuciosa de su abuela; en todos lados
del mercado le regalaban a Don Pepe, alguna cosa para
mostrarle su apoyo mientras que él solo pedía una aguja.
El pueblito ya tenía a su gallo, en la final esos eran los
discursos del alcalde que en todos lugares anunciaban a
Don Pepe como ganador; aunque Don Pepe siempre
pedía serenidad por la cerrada contienda; el párroco pidió
que aceptara que en su iglesia fuera la misa para darle la
bendición al campeón.
Cuando llegó la fecha del evento, la plazuela del pueblo
estaba atiborrada de gente y de adornos coloridos, al
fondo se veían los puestos de antojitos llenos de
141
personas, decían que era el mejor lugar para deleitar los
sentidos; aún recuerdo al algodonero promocionando sus
dulces, al sereno apresurado pues el sol estaba por irse a
dormir; la iglesia marcó con sus campanadas que faltaba
menos de una hora para iniciar el gran evento.
Don Pepe tenía en sus mejillas la marca de diferentes
bilés; uno era de su mamá otro de su esposa y algunos
más de mujeres que nunca antes vió en el pueblo, pero
eran las indicadas para su hijo, según su abuela. Cuando
le tocó su turno de participar, la plazuela coreó su
nombre, la iglesia repicó sus campanas y un anciano
encendió algunos cuetes y chifladores que eran para
festejar al santo que cumplía años uno mes más tarde, el
cielo era el más hermoso con fuegos artificiales y la
noche llegando; sus compañeros saludaron al público
alzando los instrumentos, no recuerdo a alguien afuera,
todos estábamos presentes en el evento, el presentador
anunció la participación del mariachi de Zapotlanejo.
Buscaron un momento para poder iniciar, pues la
multitud alentaba con mucho júbilo, tardaron seis
minutos para que se guardara un poco de silencio,
cuando Don Pepe hizo la señal para que arrancaran con
la melodía: los violines hablaron, la gente guardó silencio
pero cuando acercó el micrófono para cantar, la gente se
desordenó otra vez, el juez furioso pidió que pararan todo
hasta que hubiese la seguridad que no habría más
interrupciones dejando media hora de receso con la

142
condición de que si se volvía a interrumpir se
descalificaría al mariachi local.
Pasando la prorroga se presentaron igual que antes y la
gente solo respondió con aplausos tristes por no apoyar
como ellos querían; pero felices, por lo que, uno que otro
silbido fue callado para evitar la descalificación. La
canción dio inicio, después de ciertas estrofas le seguían
aplausos de la población y para cerrar con broche de oro
tomo aliento para sacar la nota más alta y cuando sacó la
nota; su camisa no pudo sostener la presión y salió
disparado el botón golpeando al gobernador en la cara,
toda la plaza desde dentro hasta afuera, guardó un
enorme silencio; cuando Don Pepe terminó de cantar, lo
único que hizo fue correr para no ser víctima de burlas,
caminó por las orillas de la plaza, de noche con una
guitarra entre os brazos, hasta llegar a un árbol y allí se
puso a componer algunas canciones para pasar la lo
amargo de aquella noche.
Al día siguiente lo fueron a buscar, todo el pueblo estaba
presente y al encontrarlo lo cargaron con júbilo para
ayudarlo y demostrarle que para el pueblo era el mejor
mariachi y después el pidió una guitarra y esa fue la
primera vez que lo escuche cantar esa canción tan alegre
reconocida que hoy no puede faltar en el repertorio del
mariachi…

143
Haz música
Por Emiliano Calderón Saldivar

Una eternidad esperé este instante... Estar acostado


escribiendo de algo que me apasiona como miles de soles
que alimentan por fotosíntesis a una dulce flor.
Estimada amiga lectora, o, amigo lector; siéntete
cómodo, y feliz por tener la oportunidad de tener la
capacidad de leer esto, y entender, pero sobretodo, estar
en confianza, porque, en el tiempo que estoy elaborando
este texto; cuyo mero propósito es propiciarte las ganas
de amar, entender y hacer música. Tengo la misma edad
que tienes, o a la que te acercas. Aclaro que son apenas
19 años, 19 años por los cuales, la música ha generado un
cambio abismalmente precipitado en mi vida, capaz de
dar una vuelta de 180 grados a la realidad.
Mi objetivo, sintetizado de manera más definida es,
empaparte en un mundo de notas y sumergirte en las
melodías que tu "corazón" reclama, haciendo una
conexión con los sonidos más exquisitos para el oído
humano. Todo esto lo agradezco a mi tan amado padre,
un verdadero "rockstar".
Te contagiaré mi sinergia y amor por este hermoso "don"
que todos poseemos, contándote mi historia:
144
Mi padre, una súper estrella de rock, con tatuajes de los
más laborioso e impresionantes que hacen temblar hasta
a los mismísimos ángeles bajo el rojo cielo, es poseedor
de una cabellera tupida que sobrepasa las caderas y
mantiene el tan famoso estilo "Caprice" de los
comerciales, además de un carisma envidiable, tiene un
gran corazón al que se le compara con el calor, la
bondad, el amor y el cariño de un centenar de galaxias
danzantes en precipitado polvo espacial y miles de
partículas vibrantes, mi padre posee también, unos gustos
de excelencia y un inmenso intelecto. En pocas palabras,
lo considero “Un padre de oro”. A él, la música, como,
podrán imaginarlo; también le impactó de una manera
muy notoria.
En fin, gracias a este gran señor, mi estadía en el
estómago de mi "mami" fue todo un deleite musical. Ella
es una mujer hermosa, de cualidades excepcionales e
inimaginables, dotada de gracia como un cisne al danzar,
con sus suaves manos, se colocaba lo que en ese tiempo
estaba de moda: los audífonos de un "walkman"
(dispositivo antiguo que funcionaba a manera de
reproductor musical… Como un teléfono, pero más
grande y aparatoso) escuchando música de un género que
me gusta mucho, hablo del heavy metal.
Sin embargo, este relato no es para contarles la historia
de mis progenitores, sino que esta es ahora, mi historia.
Como les mencioné anteriormente, me parece que yo,
aun siendo tan pequeño, y muy probablemente
145
inconsciente, disfrutaba de la música que llegaba a mis
oídos, por ocurrencias de mis padres.
Hoy puedo reconocer muy fácilmente, por ejemplo; a la
banda, "Iron Maiden" es una banda londinense, que,
resalta por su ejecución de los instrumentos, guitarras
celestiales, batería retumbante y un vocalista que hará a
tu mente brincar y bailar de emoción en una catarsis de
afecciones indistintas. Saliendo de mi primera casa (o
sea, el vientre de mi linda madre) el descubrimiento con
la música no paraba. Diario, mi madre, con su voz
angelical, tarareaba las canciones que le gustaban. Diría
que fue mi primer acercamiento musical, pues, yo le
seguía con mis murmullos de bebé, según me cuentan.

Poco tiempo después, como la mayoría de niños, no


había día en el que tomara "prestado" las cacerolas de mi
encantadora abuela para así formar una batería, armada
con ollas, botes y como baquetas (los "palitos" de madera
con los que se toca un tambor) las cucharas, tenedores o
cucharones. Haciendo ruido sin cesar que resonaba por
toda la casa, desesperando y sacando de quicio un poco a
los visitantes, pero sacándole miradas de ternura, como si
estuvieran ante lo más hermoso de mi bello Querétaro...
O, del mundo.

Mi papá, líder y cantante de una banda de rock


perteneciente al género de “black death metal” (y que,
por cierto, admiro mucho), llegaba y contaba todo lo de
146
sus ensayos y conciertos, ponía su disco y todos en la
sala guardamos silencio, aunque era de esperarse, pues la
mayoría eran familiares y conocidos de mi padre.
El equipo de audio desprendía agudos sonidos de
guitarras infernales con solos indescifrables de alta
maniobrabilidad y una voz de "monstruo" que me
encantaba tanto, que yo la imitaba la mayoría del tiempo.
A día de hoy, sigo teniéndolo en mis discos favoritos, no
porque sea mi padre, si no, porque está en un nivel de
calidad exorbitante.

Tiempo después, ya más crecido, mi abuelito me había


construido una cama espectacular que tenía unas varas de
madera como cabecera. Esas varas, en tiempos de
limpieza, se convertían en la mejor guitarra de todo el
tiempo, tocaba las canciones que sonaran al instante, no
importaba su dificultad, velocidad o artista, con la
imaginación podía tocar lo que yo quisiera, como la raza
humana que hace todo lo que se propone.

Así transcurrió el tiempo. Aún recuerdo cuando mi


madre, me dio las primeras palmadas hacia otro de mis
géneros favoritos; la Música Clásica. Con una habilidad
divina, y sin miramientos, me inscribió en un coro
infantil. He de mencionar, que una actividad destacada
en mi agenda, es cantar, aunque no lo hago muy a

147
menudo. Dentro de esas clases, empecé a ver a los
exponentes primordiales de este bello, bello género.
Beethoven, Carl Orff, Andrea Bocelli, entre muchos más.
Entonar cada nota de tan inmensas obras, erizaba cada
bello corporal de mi ser y derretía mi oído como cera o
miel, en un atardecer naranja de verano.
Tuve mi debut en uno de los más prestigiosos lugares de
Querétaro, mi tierra natal. Hablo de nada más y nada
menos que el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
Debo admitir que tenía un poco de miedo, pero mis ganas
de compartir mi talento y hermosa voz, eran más grandes
que cualquier cosa. Salimos triunfantes, con el público en
los bolsillos. Los aplausos no cesaban, igual que tampoco
lo hacía el frío en invierno en aquellas tardes de
festivales infantiles queretanos.

Fueron muchos shows que tuve en conjunto con mis


amigos y la orquesta. Hubo un momento en el que, por
una chica, no audicioné para uno de los instrumentos que
en esa época llamaba mi atención: el violonchelo. Un
instrumento de 4 cuerdas parecido al violín, pero, más
grande, aunque, no tan grande; lo importante aquí, es que
aprendí que solo hay una oportunidad en la vida, la cual,
por ningún motivo hay que dejarla pasar. Tras un rato de
darle la vuelta a la zona del bajío en México, me cansé de
ser una "estrella" del mundo clásico, así que, por motivos
que sigo sin entender, y de buenas a primeras, lo dejé.

148
Por más que no lo aparentara, seguía amando la música.
Pasó el rato, y quería regresar al mundo musical.
Actualmente lo veo como una forma de escapar de esta
realidad y hallarme entre notas. Sonidos antiguos que
explotan mis sentidos, lo que me lleva a platicarles sobre
mi época en la secundaria; época en la cual, empecé a
tocar la guitarra, y en la que, a mi manera, me destaco.
Sin buscar competencias, ni siendo pretencioso, pero; yo
sé que soy el mejor, haciendo lo que hago.
Aunque la guitarra eléctrica es satisfactoria, buscaba algo
más... Algo que encontraría hace algún tiempo y que me
llevó a decirte algo relacionado con ello, pero un poco
más adelante. El bajo eléctrico. Tantas notas resumidas,
un sonido muy grave y profundo... Es simplemente,
perfecto.

Bueno, creo que he hablado demasiado, para mi


propósito, pero quiero que sepas que mi historia no
importa. La que sí importa es la tuya, lo que tú tienes
para decirle al mundo.

La música alimenta tu alma y te ayudará a escapar un


momento si así lo necesitas. No importa si eres bueno o
malo en algún instrumento, ya que considero que eso no
existe. Si eres bueno con tu instrumento, entonces es
porque estás tocando como te gusta y eso te nutre y por
ende suena bien.

149
Cualquier persona puede hacer música, hasta alguien
sordo, como el gran Beethoven, quien compuso obras
milenarias y trascendentales de la música clásica; o
alguien que tenga problemas del habla puede agarrar una
sonaja, pandero o lata y hacer su propio ritmo al gusto.

Si bien, no puedes adquirir un instrumento, te invito a


que uses el que por gracia de la naturaleza tienes desde el
instante en el que naciste y no sabías... Tu cuerpo.
Puedes si no,
cantar a todo volumen, aplaudir para mover la cabeza a
un ritmo picosito y sabroso, zapatear... Todo es posible
con tu cuerpo, solo usa tu imaginación. No importa qué
tipo de música te guste... Trap, Rock, Reggaetón,
Ranchera, Corridos, Pop, Clásica, Metal, Instrumental...
No importa.
Si al escuchar tu canción favorita sientes un escalofrío
que recorre toda tu espalda, desde la espina dorsal hasta
la cabeza: esa es la música adecuada...así que no dudes,
confía, relájate, disfruta y ¿por qué no? ¡Haz música!

150
De otros mundos

151
Campamento de terror
Por Perla Guadalupe González González
En un campamento muy famoso en la ciudad de Londres,
donde internaban a los jóvenes más problemáticos de las
escuelas, existía un gran rumor. Se decía que en este sitio
habitaba un alma en pena y merodeaba por los
alrededores pidiendo ayuda. El capitán Marlon, quien
también era encargado del campamento, prohibía
rotundamente a los internos salir del espacio establecido
y mencionar cualquier tipo de comentario respecto al
tema.

Adolph, un interno nuevo, supo de la leyenda, pero no


con exactitud. Así que, en su primer día de ingreso, ya en
la madrugada tomo una linterna y se dirigió a las afueras
del campamento. Llegó a un lago y empezó a buscar
pistas que lo ayudaran a resolver el misterio. Estuvo allí
alrededor de 2 horas y no tuvo resultado. Pero cuando
estaba a punto de regresar al campamento, algo
asombroso pasó. Una mujer postrada frente a él, con la
cara quemada y un vestido blanco manchado de sangre y

152
otro tanto quemado, dejó totalmente desconcertado al
chico.

_ ¿Está usted bien? Preguntó Adolph

Un largo silencio respondió su pregunta. El chico se


quedó paralizado cuando la mujer desapareció de la nada.
En ese instante, Adolph salió corriendo. Cuando llegó al
campamento sus compañeros de cuarto le preguntaron
que a dónde había ido, a lo que él les contestó:

__La vi, vi a la mujer de la que tanto se habla. Estuvo


frente a mí en el lago azul. Tenía un vestido blanco con
manchas de sangre y tenía partes de su cuerpo quemado.

August, otro interno, le preguntó sorprendido:

__ ¿Cómo has podido escapar del campamento, Adolph?


Las bardas están muy altas y las puertas tienen candados.

__En la parte de atrás, donde está el basurero, hay un


hoyo, por ahí me escapé, respondió Adolph

__Yo quiero ir, dijo Bruno.

__Escapémonos todos. Comentó Emil.

153
Los chicos planearon fugarse la noche siguiente. Para
esto, llevaron consigo una lámpara, varias navajas,
antorchas, una casa de campaña y cerillos.

Los chicos deciden acampar donde Adolph ve a la mujer.


Hacen una fogata y esperan. Se dieron las 2:30 a.m. y no
pasaba nada raro. Deciden dormir por turnos. Son las
4:00 a.m. cuando escuchan cosas raras y los muchachos
salen a ver qué pasa. Ven una luz demasiado enorme que
hasta los ojos les lastima. Es la mujer acompañada de
otra criatura. Esa enorme bola de luz, parecida a un
remolino, los acoge dentro de ella.

Al día siguiente, exactamente a las 6: a.m. (hora en que


despertaban a los chicos para empezar sus labores) se dan
cuenta que no están por ningún lado. Los encargados del
campamento comienzan una serie de búsqueda. El lago
en el que ellos acamparon se encuentra como a 2 horas.
El jefe del campamento llega a ese sitio y encuentra
algunas de sus pertenencias tiradas y un papel con un
mensaje escrito, el cual decía: “la vida se encarga de todo
aquel que hace mal, ayer me tocó a mí, hoy te toca a ti”.
Esto confundió demasiado al comandante y de inmediato
realizó una lista de los muchachos que habían
154
desaparecido. Al finalizar esta, dio la orden de ampliar la
búsqueda y dar parte a las autoridades para que buscaran
por cielo, mar y tierra.

Ya hay cientos de personas buscando a los chicos, pero


desgraciadamente no hay respuesta, no aparecen por
ningún lado y la angustia que se vuelva cada vez más
grande. Los papás desesperados y la incertidumbre no los
dejan tranquilos. Un agente de la policía decide buscar
dentro del lago así que llama a buzos especialistas en
esto. Cuando salen del agua, todos se llevan una enorme
sorpresa; pues encontraron los cuerpos de los chicos
ahogados y con marcas de torturas, pero había uno que
tenía aún más marcas en la piel, y no sólo eran de tortura,
a este chico lo habían quemado vivo.

Cuando los agentes entrevistaron a los jefes del


campamento uno de ellos se desmoronó al contar su
versión, pues, resulta que el excomandante Cedrik era
papá de Adolph, el chico más rebelde del campamento.
Sus lágrimas rodaron aún más cuando, les informó a los
agentes que, antes de empezar la construcción del
campamento, vivía allí una familia y al querer
comprarles sus parcelas para la creación del
155
campamento, estos se negaron, así que optaron por
amenazarlos de muerte y que Devin, el dueño de la
granja se negaba a vender incluso con amenazas.
También, __comenta Cedrik, _ la única forma de
sacarlos de esos terrenos, fue incendiando su granja, pero
por error el fuego tomó más fuerza en la casa, donde se
encontraban ellos y desafortunadamente murieron.

El agente de quedo sorprendido al escuchar su relato.

__Yo pienso que ellos se vengaron y por eso le hicieron


eso a mi hijo, dice Cedrik con lágrimas en los ojos.

De inmediato los agentes detienen y encarcelan al


excomandante y a sus cómplices. Llevando un año de
encierro, misteriosamente aparece un papel con una nota
escrita, la cual decía:

__Te lo dije Cedrik, me vengaría de ti, no hay mentira


que no sea descubierta.

El excomandante muere a los 3 días que apareciera la


nota…

156
De regreso al combate
Por Alan Josué Irineo Gutiérrez

Mi nombre es Chandler actualmente tengo 42 años, hace


aproximadamente 24 años atrás estuve en el frente en la
guerra más devastadora y grande de la que se tenía
conocimiento, fui un joven soldado francés de 20 años
que estuvo en el frente contra Alemania, estar en ese
lugar era peor que estar en el mismo infierno; a cualquier
lado que volteabas se percibía el gran olor a podrido,
cientos de cuerpos por todos lados, uno ya ni sabía si
alguna vez fueron personas ya que sólo se veían pedazos
de carne por todo el campo de batalla, entre esos cuerpos
se encontraban varios de mis amigos de la infancia, así
como varios hombres de mi pueblo natal, al tan sólo ver
una cara conocida me llenaba de tristeza y rabia contra
esos malditos que les arrebataron la vida, pero no podía

157
hacer mucho puesto que aparte del coraje que tenía
acumulado no puedo ni tomar mi arma con precisión, no
se empuñarla de forma que mis manos y pies no
tiemblen, me sentía un cobarde y un estorbo para los
soldados de mi compañía, aunque a varios de ellos no les
importaba si no mataba a ningún alemán, los más
veteranos me alentaban diciendo que si le arrebataba la
vida a alguien más no podría vivir con ello durante el
resto de mi vida, en esas ocasiones me sentía aliviado por
sus consejos.

En las primeras noches me puse a recordar cómo había


llegado hasta ahí ,pensaba mi casa junto a mi madre, mi
padre y mis dos hermanos pequeños, nuestra familia
siempre había sido de campo, muy humildes, que
plantábamos y cosechábamos nuestra propia comida
durante la mayoría del año, siempre tuve ese sentimiento
de proteger a mi familia ante cualquier situación, un día
que me encontraba con mi familia cenando, mi mamá
comentó que había escuchado la noticia que nuestro país
había entrado en guerra, en ese momento que nos contó
todo era silencio no había ningún comentario acerca de
eso, mi padre al ver preocupado a mi madre nos comenta

158
que la noticia tal vez era falsa o que era una guerra que
solo duraría unos cuantos días que nada nos pasaría y que
estaríamos bien, así que no me preocupé, unos días
después de esa noticia llegaron unos amigos a mi casa,
me comentaron que en el centro del pueblo habían
llegado algunos militares que traían noticias importantes
para todos los jóvenes y adultos, así que en eso momento
fuimos corriendo a escuchar de que se trataba, al llegar
sólo alcanzamos escuchar que necesitaban soldados para
el frente, que había comenzado la guerra y que nuestra
nación nos ocupaba para vencer al enemigo que se
aproximaba, en ese momento éramos unos jóvenes que
pensaban que al ir al campo de batalla sería muy
divertido, no sabíamos a lo que nos enfrentaríamos, mis
amigos y varios jóvenes más sin pensarlo comenzaron a
enlistarse en ese momento, yo personalmente no sabía
qué hacer ante esa situación, si pudiera viajar al pasado
me diría que es una mala idea y que al hacerlo cambiaría
mi percepción de la vida, pero no al ver a mis
compañeros tan contentos tomé la decisión de
acompañarlos en esta aventura, que ahorita que lo pienso
fue la peor decisión que pude a ver tomado en mi corta
vida.
159
Después de enlistarnos nos comentaron que al día
siguiente llegarían los camiones por nosotros a primera
hora, ahora sólo me faltaba comentarle a mi familia, ya
por la noche mientras cenábamos le comenté a mis
hermanos que en mi habitación había unos dulces que los
fueran a encontrar en ese momento en que no se
encontraban le comenté a mi madre y padre sobre la
decisión que había tomado sin consultarlos, los dos se me
quedaron viendo con una cara pálida que nunca había
visto, mi madre comenzó llorar, mientras mi padre me
decía que si sabía las consecuencias de lo que había
hecho, en ese momento no sabía que contestarle, al ver
que no contestaba me dijo ya resignado el día que irían
ellos por nosotros, ya les comenté que al siguiente día,
entonces mi padre se para de la mesa y va al cobertizo
por algo, al bajar me da una cruz de madera ya algo vieja
y me dice:

__Mientras tengas esto a tu lado Dios siempre te


protegerá. En la noche cuando estaba acostado me sentía
un poco mal por mi familia, pero feliz por conocer más
lugares, ya temprano por la mañana tomé mis cosas y me
dirigí a la puerta de mi casa en donde mi mamá y papá,

160
ya me esperaban para despedirse de mí, no sabía que
comentarles, lo único que se me ocurrió fue decirles
volveré pronto, antes de que sea navidad, me abrazaron y
salí de mi casa con un pensamiento de que haría todo lo
que estuviera de mi parte para volver a verlos.

Ya después de una semana de entrenamiento, nos


mandaron al frente, no sabíamos en lo que nos habíamos
metido, éramos unos jóvenes buscando aventura, apenas
llevaba un día y ya extrañaba a mi familia, siendo esa la
primera noche ahí.

Así pasaban los días en el campo cada día había nuevas


víctimas entre ellas varios con los que había venido a la
guerra, me quería dar por vencido ya no quería saber
nada de la guerra, estaba cansado de ver morir personas,
ese lugar no era para mí, quería regresar a casa junto a mi
familia, ya después de estar varios meses en el frente se
escucha entre las trincheras que la guerra ha terminado,
en ese momento quería abrazar a alguno de mis amigos
ya que sabía que regresaría a casa, pero al voltear a los

161
lados no había nadie conocido mío todos mis amigos y la
gran mayoría de las personas de mi pueblo habían muerto
no quedaba nadie, me sentía triste y a la vez aliviado
porque ya se acabaría mi sufrimiento, unos días después
me pasaron a dejar a la casa de mis padres en donde mi
madre y padre me esperaban con mucho gusto y
entusiasmo.

La primera noche después de llegar a casa no podía


dormir recordaba todo por lo que tuve que pasar en ese
lugar y algunas veces hasta veía a mis amigos en mis
sueños, no soportaba pensar que de todos los amigos que
éramos solo sobreviví yo, estuve durante mucho tiempo
con depresión un día al salir al pueblo se observaba una
calma y un silencio muy tenebroso yo era uno de los
pocos jóvenes que sobrevivió, me sentía solo no había
nadie con quien platicar ni divertirse un momento,
entonces fue cuando llegué al mundo del alcoholismo,
me refugié en el durante algunos años, no podía vivir en
paz con todas esas imágenes desgarradoras que se habían
quedado impregnadas en mi cabeza, eso hasta que un día
por el pueblo me enamoré de una hermosa joven de ojos
azules, la invité a salir y tiempo después nos

162
comprometimos y tuvimos dos hijos, ya con una familia
a mi lado era un poco más positivo respecto a la forma de
ver la vida. Actualmente tengo 42 años y estamos en el
año de 1940, en la radio y en el periódico se escucha que
ha comenzado otra guerra, al escuchar esto un escalofrío
me corre por todo el cuerpo, pienso en si esta guerra es
de menos o más importancia que la primera, no sé qué
pensar ni que pasara conmigo y mi familia.

No me preocupo demasiado por el tema ya que me decía


a mí mismo para que les servirá un viejo como yo en el
ejército, estaba más concentrado en mis hijos y esposa.
Un día ya casi anocheciendo veo venir un camión militar
hacia mi casa, pienso que tal vez están perdido, al llegar
a la puerta de la casa se baja un oficial , que dice
buscarme para tratar un asunto sumamente importante,
así salgo para preguntar que se le ofrecía, él me comenta
que soy requerido por el ejército francés para pelear en
esta nueva guerra, en el momento que me comenta eso
me niego a acatar tales órdenes, ya en ese momento se
me ocurre preguntarle al oficial que por qué a mí si hay
personas más jóvenes y otras con más experiencia en el
campo de batalla. Él comenta que yo al ser uno de los

163
pocos sobrevivientes de la primera guerra, cumplo con
los requerimientos para tener mi propio escuadrón, me
quedo callado sin saber qué hacer, el al ver mi negativa
menciona que si no acato las ordenes seré arrestado por
traición a la patria. En ese momento se despide y se va,
me quedo pensando en mi familia no sé si volver al
infierno del que algunas veces pude salir con vida, pienso
que la suerte se acabara en cualquier momento, ya casi al
partir a mi destino pienso en si algún día volveré a ver a
mi familia de nuevo o si este será el final que me tenía
preparado el destino, del cual no podría escapar dos
veces, por cualquier cosa llevo la misma cruz que mi
padre me dio 24 años atrás.

164
Deja tu mente Volar
Por Andrea Montoya Acosta

Todo se remonta en el parque central de la ciudad, donde


se encontraba Carlos y todos sus amigos que les
encantaba salir a andar en bicicleta sin tener un rumbo
fijo a dónde ir o que hacer.

Después de unas cuantas horas de andar paseando en


bicicleta, los amigos de Carlos le comenzaron a decir que
sería divertido tirarse con la bicicleta por la cuesta abajo
de una calle, pero ellos sabían que a Carlos le daba un
poco de miedo, él un poco temeroso empezó a dudar si
en verdad quería hacerlo y recordó lo que una vez sus
papás le dijeron:
165
__Tienes permiso de ir andar en bicicleta con tus
amigos, pero, ¡por favor!, no hagas locuras, ya
que es un muy peligroso y no queremos que te
pase algo grave, ¿entendido?

Carlos recuerda muy bien que él le preguntó porque no


podría hacerlo si todos lo hacen siempre a lo que su
madre le respondió un poco enojada:

__Y si ellos se tiran de un puente, ¿tú también te


tiras?

Entonces Carlos al recordar esto comenzó a temblar sin


parar, él sabía que les podía decir que simplemente no lo
haría, pero esta vez sería diferente, ya que ese día estaba
Lilia la niña que le gustaba desde la primaria y sabía que
no podía quedar cómo un cobarde en frente de ella, así
que agarró todo el valor que tenía y contó hasta tres,
para después poder soltar el freno, Carlos empezó a
pedalear lo más fuerte que pudo hasta que consiguió una
gran velocidad, él solo podía ver cómo es que los árboles
y arbustos de la calle pasaban demasiado rápido.

De repente de bajo de un coche que estaba estacionado


salió el pequeño gato de una de sus vecinas y Carlos lo

166
que hizo por impulso fue apretar las dos manillas del
freno de golpe, cuando de pronto se escucha solo un
chirrido, la bicicleta empezó a moverse de un lado a otro
e iba cayendo a la derecha cuando de repente, Carlos
siente el primer golpe, que fue en su rodilla y después
empezó a sentir cómo si el codo le quemara, y por ultimo
sólo escuchó un ruido cómo cuando su mamá rompe un
huevo y lo pone a freír en el sartén y al mismo tiempo
comenzó a sentir un muy fuerte dolor en la cabeza.

Todos al ver lo que pasó van corriendo a donde esta


Carlos y muy asustados comienzan a preguntar;

__ ¡Carlos, Carlos, Carlos, ¿Qué te ha pasado? ¡Por favor


abre los ojos!

Todos muy angustiados por no tener respuesta de Carlos


empezaron a pensar en qué hacer, porque no querían
avisarles a sus papás, ya que sabían que les iba a ir muy
mal por desobedecer las órdenes de su mamá, pero
Miguel era el más asustado de todos y él no lo pensó
más, así que salió corriendo directo a la casa de Carlos
para avisarle lo que había pasado.

167
Para este punto Carlos simplemente se sentía muy
cansado y es por eso por lo que no respondía a las
preguntas de sus amigos, así que decidió dormirse
mientras se recuperaba.

Carlos en su sueño comenzó a imaginar, inicio a


visualizar algo que era muy peculiar ya que nunca había
soñado algo igual. Todo comenzó estando él en una
selva, muy oscura, rodeado de árboles realmente
gigantes, los cuales tenían ramas que iniciaban a
enredarse entre los pequeños brazos de Carlos y lo
dejaban inmóvil.

De repente en su sueño, comienza a acercarse un grupo


de personas, las cuales supuso Carlos que pertenecían a
una tribu de esas que veía en las películas antiguas, lo
miraban muy fijamente y hablaban entre ellos en un
idioma, que claramente Carlos no conocía.

Carlos comenzó a mirarlos con más determinación y


empezó a analizarlos, se dio cuenta que llevaban ropas de
colores diferentes entre ellos y que algunos de los
miembros de la tribu usaba cómo una especie de turbante
que les cubría todo el pelo.

168
Las personas de esta supuesta tribu de vez en cuando
dejaban de hablar y uno de ellos se acercaba a Carlos, lo
miraba, lo tocaba y luego volvían a hablar con los demás
miembros de la tribu. De repente sonó el ruido de un
Tam Tam continuo, y al parecer con ese ruido se
comunicaban todos los miembros de aquella tribu,
porque de pronto uno de ellos levantaba la mano para
que todos pudieran guardar silencio y después de
escuchar ese Tam Tam volvían a su conversación entre
ellos, que Carlos no podía comprender por más atención
que pusiera en su hablar.

Carlos se encontraba muy confundido; varias veces uno


de los miembros de la tribu lo agarraba y lo llevaba de
una parte de la selva a otra y así se dio cuenta Carlos que
había más tribus en esa selva ya que parecía que estaban
enseñando a Carlos cómo trofeo a otros grupos, estos se
lograban diferenciar ya que llevaban ropa totalmente
diferente.

Carlos ahora estaba más confundido, ya que los


miembros de las otras tribus no sólo lo tocaban, sino que
también colocaban extraños objetos en diferentes partes
de su cuerpo, como en su pecho, en su cabeza y en su
169
pie, también una vez lo dejaron en una especie de túnel
muy oscuro donde de pronto Carlos empieza a escuchar
un ruido muy fuerte, cómo de metal chocando entre sí;
Carlos más se espantó que antes empezó a gritarles y
hablarles, pero parecía que no entendían nada de lo que
él decía, Carlos gritaba;

__ ¿Quiénes son ustedes?, ¿Dónde están mis papás?,


¿Dónde estoy?

Pero los miembros de la tribu no respondían y mucho


menos decían alguna palabra para responder a las
preguntas de Carlos, pero aquellas personas de la tribu
tomaron a Carlos y lo llevaron a otro viaje, sólo que esta
vez el viaje sería un poco más largo que los anteriores, lo
llevaban a una parte de la selva donde no había nada de
vegetación y era muy diferente al resto de la selva, ya
que hasta ese momento todo había sido oscuridad, pero
ahí todo era muy diferente a lo que él ya había visto.

En este lugar la luz era cegadora, y los miembros de la


tribu que habitaban esa parte de la selva, se protegían del
sol con ropas mucho más largas que la de los demás.
Aquí todos los miembros llevaban turbantes para que así
no se pudieran quemar la cabeza.
170
Carlos imaginó que debían estar celebrando una fiesta
porque no se oía ni un solo Tam Tam, sino que sonaban
muchísimos más. De repente se pusieron todos en coro
alrededor de Carlos y ahí fue cuando Carlos se comenzó
a preocupar, ya que pensó que no sólo iba a ser un
invitado más de la fiesta, sino que había leído alguna vez
en una revista, donde se realizaban celebraciones así, ya
que era porque las tribus preparaban el postre de un gran
banquete para todas las personas.

Aunque Carlos sabía que era un sueño, él se encontraba


muy asustado. Hasta que de repente uno de la tribu se
acercó a Carlos con un objeto en la mano, parecía cómo
una campana, pero no era de metal, de repente le tapa la
nariz y la boca a Carlos, ahí se dio cuenta que tenía que
despertar si o sí.

A lo lejos escuchaba a sus amigos y familia gritando:

__ Carlos, Carlos, despierta por favor.

Carlos pensó;

__ Por fin alguien que sabe mi nombre, al fin se acabó


esta pesadilla.

171
Pero no se atrevía a abrir los ojos ya que seguía oyendo
aquel sonido que hacían Tam Tam y en su brazo aún
notaba la rama que lo rodeaba cual prisionero atrapado.

Pero él seguía escuchando a todos diciendo:

__Por favor despierta Carlos, ya nos estás preocupando


mucho.

Poco a poco Carlos iba abriendo sus ojos y muy


asustando con miedo de seguir en la oscuridad de la
selva, pero cuando los abre completamente, empieza a
ver a su alrededor y se da cuenta que está en una
habitación con mucha luz y que las paredes están llenas
de dibujos, en cuanto se ve el brazo, Carlos se da cuenta
que no era una rama lo que rodeaba su brazo, sino que
era un tubito que sube hasta una bolsa de plástico donde
tenían suero con medicamentos para el dolor.

Sentado en la cama hay un señor con una bata blanca que


le sonríe y le dice;

__ Hola Carlos, estás en un hospital. Te caíste de la


bicicleta y te hiciste un poco de daño en la cabeza, pero
ya estás curado, te pondrás bien, Yo soy el doctor

172
Alegría y aquella Doctora es la doctora Espinoza que fue
quien te operó.

Ahí comprendió Carlos que la Doctora estaba vestida de


verde y tenía un gorro que le tapaba el pelo, cómo los
turbantes de la tribu que llevaban algunas personas en el
sueño

Carlos sorprendido, le pregunta al doctor por aquel Tam


Tam y el doctor muy confundido le pregunta a Carlos a
que se refería, a lo que él le comienza a explicar que
durante el sueño que había tenido, se habían escuchado
unos ruidos que hacían Tam Tam pero que ahora a pesar
de ya estar despierto lo seguía escuchando. De pronto el
doctor sonrió y señaló un aparato con luces que
parpadeaban y que tenía muchos números rojos y un
pequeño dibujo con subidas y bajadas, el Doctor le dice a
Carlos;

__ Mira Carlos, este es un monitor que nos ayuda a saber


cómo estas.

Carlos le comenta al doctor que debería de bajarle un


poco el volumen cómo a la televisión, así que el doctor

173
tomo uno de los botones del aparato y ese ruido que
hacía Tam Tam dejó de escucharse.

Al final de todo todos comenzaron a reír y los doctores le


dijeron a Carlos que más tarde lo volverían a ver, sus
padres de Carlos se quedaron en la habitación
explicándole al pequeño todo lo que había pasado,
entonces comprendió todo. Ya con mayor confianza
Carlos empezó a contarles sus sueños, de que quería ser
un gran investigador y viajar por todo el mundo
conociendo las tradiciones de aquellos grupos escondidos
y descubrir aquellos paisajes fantásticos que soñó para
algún día enseñárselos a todo el mundo y maravillarlos
de tanta fantasía de culturas que tiene el mundo.

174
Entremés Navideño

175
¡Arriba todos, los reyes magos han llegado!
Por Andrea Montoya Acosta

Todo comenzó en enero del 2017, en una pequeña casa


donde se encontraba Julio de 16 años, Sofía de 15 años y
Jorge de 8, era la madrugada del 06 de enero, Jorge se
despierta de la nada muy emocionado, porque ya quiere
ver los regalos que los Reyes Magos han traído para él,
muy apurado se dirige corriendo al cuarto de Julio y le
dice:
__ ¡Julio, corre, vamos despierta que los Reyes Magos
ya han llegado, hay que ver todos los regalos que nos han
traído!

Julio un poco cansado y molesto porque la noche anterior


se tuvo que desvelar por entregar un trabajo final de la
escuela le contesta:

__ ¡Déjame en paz Jorge! no ves que estoy durmiendo y


tengo mucho sueño, además todavía es de madrugada y
los Reyes Magos aún no pasan por nuestra casa.

Jorge seguía muy insistente con Julio ya que él tenía


muchas ganas de ir con él, para ver que habían dejado y
Jorge no paraba de decirle a Julio que los había
176
escuchado y que tenían que bajar y ver lo que había
debajo de su árbol de navidad.

Julio ya molesto por no poder dormir gracias a Jorge le


contesta;

__ Mira Jorge, los Reyes Magos, son magos y es por eso


por lo que será imposible que los veamos o los podamos
escuchar, ellos son muy cuidadosos.

A lo que Jorge le contesto:

__ Pues yo estoy más que seguro que ya pasaron por esta


casa, soy muy bueno para escuchar cualquier cosa y por
muy cuidadosos que sean yo los escucharía, han hecho
ruido.

Julio simplemente pasa a ignorarlo por completo y le


dice que se vaya a decírselo a su hermana Sofía, y
continúa durmiendo.

Jorge un poco triste, sale del cuarto ya que quería ir con


Jorge a ver los regalos que habían traído los Reyes
Magos para ellos, pero a pesar de eso, todavía sigue muy
ilusionado, así que se dirige al cuarto de su hermana y al
entrar comienza a gritar ¡María, María, ¡Despierta!

177
María muy confundida se despierta y checa la hora, y le
dice a Jorge;

__ Jorge, es de madrugada, espera unas cuantas horas y


luego podremos ir todos juntos a ver qué es lo que han
dejado para nosotros, ¿sí?

Jorge no podía esperar más y es por eso por lo que con la


misma emoción sigue insistiendo en querer ir a revisar,
entonces decide ir con sus papás ya que pensaba que
ellos si iban a querer levantarse para acompañarlo y
checar que le habían traído de todo lo que pidió en su
carta.

Jorge sale del cuarto de Sofía y se va corriendo al cuarto


de sus papás, pero intenta no hacer ruido mientras va
corriendo, él iba un poco despistado por la emoción, así
que se tropezó con un juguete que no alcanzo a ver y eso
hizo que cayera por las pequeñas escaleras y terminara en
la sala, haciendo un gran ruido. Toda la familia
preocupada por el gran ruido baja para ver qué fue lo que
paso, bajaron primeros los papás de Jorge y después sus
hermanos, pero todos preocupados y bastante espantados.

178
Al ver los papás al pequeño Jorge en el piso sobándose la
cabeza le preguntaban ¿Qué es lo que te ha pasado?

A lo que Jorge responde;

__ No lo sé, yo iba muy emocionado a su cuarto cuando


de repente apareció un juguete en medio del camino e
hizo que me tropezara, les juro que no estaba ahí, yo dejo
mis juguetes en su lugar, no en medio del pasillo.

Sus papás un poco angustiados le dijeron:

__ Debes de tener más cuidado, no puedes estar


corriendo por la casa así porque sí.

Jorge quedó un poco sorprendido con la reacción de sus


papás, ya que él esperaba que le dieran un regaño más
severo cómo ha sido en anteriores ocasiones, pero él
pensó que esta vez fue diferente, ya que pensó que fue
por ayuda de los reyes magos.

Jorge empezó a sonreír, porque se dio cuenta que por fin


estaba toda la familia en la sala y por fin podían ver que
es lo que habían traído para cada uno, Jorge al buscar sus
regalos se dio cuenta que ese juguete misterioso con el
que tropezó no era nada más ni nada menos que uno de

179
los tantos regalos que habían dejado los reyes magos para
su familia, el pequeño Jorge seguía buscando cómo loco
cada regalo que habían dejado para él. Jorge sabe muy
bien que en su casa a los reyes magos les gusta marcar
los regalos con los nombres de cada uno en grande, así
que no sería difícil encontrarlos.

Jorge muy emocionado porque no paraba de encontrar


regalos con su nombre, a pesar de recibir tantos él solo
esperaba con ansias, que en uno de esos paquetes viniera
su camión de bomberos que había pedido con mucha
ilusión. Una vez que ya había recolectado todos los
regalos con su nombre procedió a abrir regalo por regalo
esperando que en uno de ellos viniera aquel gran regalo.

Comienza con el primer regalo y al abrirlo se da cuenta


que no es el regalo que estaba esperando, pero eso no lo
desanima y sigue buscando en los que aún hacen falta
por abrir, pasa el segundo regalo y tampoco está el
camión de bomberos, pasa el tercero y aún nada, el
cuarto y lo mismo, y así consecutivamente hasta llegar al
último regalo, Jorge ya un poco triste de no haber
encontrado su camión de bomberos antes, abre el ultimo
regalo con su nombre con la esperanza de que dentro de
180
este regalo este aquel gran regalo, al abrirlo se da cuenta
que no era nada más ni nada menos que una colección de
luchadores de plástico.

Jorge un poco decepcionado, se sienta en el sillón de la


sala, toda la familia al percibir esta sensación en Jorge se
acerca a él para preguntarle el motivo de esta decepción:

__ Jorge, ¡pero ¿qué es lo que pasa? Hace unos minutos


estabas muy inquieto y emocionado por abrir todos tus
regalos y ahora estas muy apagado, ¿Qué es lo que pasó?

A lo que el pequeño Jorge responde;

__ Estoy un poco triste, porque a pesar de que los Reyes


Magos me trajeran tantos regalos y tantas sorpresas, lo
único que quería y esperaba era mi camión de bomberos,
el cual nunca llegó.

La familia queda un poco confundida, ya que no sabían


que hacer referente a la situación con Jorge, ya que tal
vez no tenía un camión de bomberos, pero sin embargo
tenía otro tipo de juguetes igual de divertidos que el
camión que tanto pidió. Entonces la familia empieza
hablar con Jorge:

181
__ Jorge, sabemos que no recibiste tal vez lo que
esperabas, pero no debes de ponerte triste ya que tienes
muchos otros juguetes igual de divertidos.

A pesar de las palabras que la familia daba para Jorge, él


no podía sentirse mejor ya que ese camión de bomberos
era lo único que esperaba, así que al ver que no lo podía
tener decidió irse a su cuarto, mientras Jorge va
caminando hacia su cuarto Julio tropieza con una caja de
regalo de la cual nadie había visto, la recoge y mira la
etiqueta, tenía el nombre de Jorge.

¡Mira Jorge!, mira este es tuyo, tiene tu nombre, ábrelo,


puede ser que aquí este tu camión de bomberos.

Jorge sin pensarlo salió corriendo a abrir ese último


regalo, arrancó el papel y sacó el gran camión de
bomberos, al poder sentir que por fin tenía aquel gran
regalo la emoción volvió al rostro de Jorge, comenzó a
revisar su juguete y se encontró con un botón que al
presionarlo sonó la sirena del camión, Jorge al escuchar
la sirena saltó por lo fuerte que se escuchó y toda la
familia comenzó a reír.

182
Jorge muy emocionado sigue impactado de su nuevo
camión de bomberos, descubre que las dos puertas se
abrían, también cómo había una escalera en la parte de
arriba que se podía extender y una figurita de un
bombero que agarraba la manguera y servía para apagar
el fuego.

Jorge le decía a toda la familia:

__ ¡Vean, es de color rojo, tiene una sirena y un valiente


bombero que apagara el incendio!
.
La familia terminó igual de emocionada de lo que estaba
Jorge, con la diferencia de que Jorge estaba feliz por su
camión de bomberos y la familia estaba feliz porque
Jorge estaba feliz. Y así se dieron cuenta que estaba
amaneciendo, pero ya nadie tenía sueño, lo único que
querían era pasar más tiempo juntos disfrutando se ese
bello momento en familia y es así cómo pasaron todo ese
día en pijamas, pero llenos de alegría y amor.

183
Ausente
Por Mayrel Michelle Maldonado Orozco
23/12/98

Es un día soleado y muy hermoso, mi familia y yo ya


llevamos casi 3 meses planeando este viaje. Nos
dirigimos a los Ángeles a visitar a mi abuela para pasar
navidad con ella. Mi abuela Martha es una mujer súper
linda, tiene 80 años de edad, pero ella sigue tan fuerte
como si tuviera 40. La verdad yo no sé qué será de mí si
algún día ella ya no está. Es una persona tan linda que
irradia luz por donde quiera que pasa. Mi madre ya tiene
casi dos años sin verla y está muy feliz de poder verla
después de tanto tiempo. Mi mamá se parece mucho a
ella, también es una mujer súper linda, amable con todos,
y para mí es la mejor madre del mundo. Ella y yo somos
como mejores amigas, nos contamos todo y amamos ir
de shopping todo el tiempo.

184
Mi hermana mayor va dormida, ella es una adolescente
que todo el tiempo está amargada. Durante este viaje va
molesta porque no pasará navidad con su novio, la
verdad yo no entiendo cómo es que se pone así por eso.
Ya llevamos casi dos años sin ver a mi abuelita Martha, y
ella ve a su novio Alex cada fin de semana.

Mi padre va al volante, él es un hombre muy inteligente


y todo el tiempo me hace sentir como su princesa. Yo ya
estoy cansada, pues ya llevamos en carretera
aproximadamente 8 horas y la noche empieza a caer,
todos estamos cansados.

Mi madre le dice a mi padre que nos quedemos en un


Auto hotel y que mañana muy temprano sigamos con el
viaje, mi padre lo piensa por un momento, pero al final
accede.

Yo muy ansiosa por llegar le digo a mi padre que mejor


no nos detengamos que ya falta poco para llegar.

__Ya estoy cansada papá y mis pies están muy hinchados


de estar sentada.

__Pues aguántate Teresa tiene razón, ya sólo faltan


menos de 2 horas para llegar.
185
Mi hermana estaba súper molesta conmigo por decirle a
mi papá que no se detuviera, por un momento me sentí
culpable, vi a mi papá muy cansado, pero estaba muy
ansiosa por ver a mi abuela. Mi hermana y mi madre ya
estaban dormidas y yo ya estaba a punto de quedarme
dormida también. Estaba por cerrar los ojos cuando
escuché un gran golpe acompañado de unas luces
intensas que casi me dejan ciega, después de ese ruido
todo fue silencio, al abrir los ojos pude ver como mi
padre estaba estampado en el volante y mi madre
sangraba de la cabeza. Mi padre a causa del sueño chocó
contra un tráiler. Afortunadamente no nos pasó nada, el
carro quedó destrozado pero mi familia está bien.

26/12/98

De verdad que por más que trato de acordarme no puedo.


Sólo recuerdo el ruido, las luces y que al despertar yo ya
estaba en el hospital, yo me siento muy bien, pero no
entiendo porque aún no me puedo ir a mi casa. Al cerrar
los ojos nuevamente y despertar ya me encuentro en mi
habitación, tuve una pesadilla horrible, no sé si sea por
culpa de las pastillas o por culpa del golpe, pero no
puedo recordarlo todo, solo recuerdo momentos. Ya
186
pasaron 3 días y todas las noches tengo esa misma
pesadilla.

29/12/98

Son las 3:10 a.m. y me despierto agitada, me falta el aire,


mi boca está seca y estoy bañada en sudor.

Esta maldita pesadilla que no me ha dejado en paz desde


aquel 23 de diciembre cuando sufrimos el accidente
automovilístico.

La casa se siente fría, noto un ambiente pesado y callado.


Mi familia no es la misma, nadie me toma en cuenta, y
en ocasiones escucho a mi madre llorar
inconsolablemente en su cuarto. Estoy harta, parece que
el accidente fue mi culpa.

Salí de mi casa para distraerme un poco. Mientras


caminaba, recordé cómo era aquel sueño que no me deja
en paz. Una anciana sentada en la banca del parque de la
calle 8. Ella me habla, nunca logró ver su cara, sólo
puedo notar que tiene la cabeza agachada y entre
susurros la escucho decir que vaya hacia ella. Después de
decirme lo mismo 3 veces seguidas, saca de su bolso su
mano y trata de que la agarre con mis manos. Todas las
187
noches tengo la misma pesadilla ¿Por qué insiste tanto
esta anciana en que me vaya con ella? ¿Será que tengo
que ir al parque a buscarla? Mi sueño es tan real que
sospecho que si voy a buscarla al parque la encontraré tal
y como la veo en mis sueños.

30/12/98

Debo confesar que tengo muchísimo miedo, pero no


soporto más una noche sin poder dormir.

Son las 2:40 a.m., sin hacer ruidos salgo de mi casa y me


dirijo al parque. Voy acompañada de mi perro, pues de
todos en la casa siento que es el único que no me ignora.
Mientras camino, a lo lejos veo a la anciana de mis
sueños sentada, empiezo a sudar frío y mi perro no para
de ladrarle. Me armo de valor y me acerco a ella. Riendo,
sin voltear a verme me dice ¿Por qué tardaste tanto? Saca
la mano de su bolsillo y la estira tratando de que la agarre
con mi mano, tuve mucho miedo, pero sin más, estiré mi
mano y tomé la suya, al tocar su mano me quedo helada,
ella me jala hacia un lugar que no sé a dónde me lleva,
solo sé que debo de seguirla. Al principio no quería
aceptarlo, pero después de unos minutos comprendí por
qué en mi casa me sentía ignorada, y porque mi madre
188
lloraba en su habitación tratando de que nadie la
escuchara. Volteó y la anciana ya se había esfumado. A
lo lejos, estaba mi perro mirándome, y en cuestión de
segundos veo como todo lentamente va desapareciendo
de mi vista, todo se vuelve negro…

Solo sé, que esta noche por fin, descansaré en paz.


Supón que la noche es fría
Por José Armando Esparza Santoyo

Supón que esta noche es fría, pero agradable, caminas


llevando una emoción interna producto de la expectativa
de saber que te vas a encontrar con tus seres queridos
después de tanto tiempo.
Llegas a tiempo a la casa paterna, al abrir la puerta
percibes aquel calor producido por el horno de la cocina
y ese familiar aroma que solo puedes percibir una sola
vez al año. Ese pavo asado que solo puedes probar en esa
noche tan especial. En el momento que entras, tu madre
está abriendo la puerta del horno y con el cucharón baña
el estofado con los jugos que se desprenden producto del
cocimiento; esto hace que la carne sea más jugosa.
Entonces, ella vuelve a cerrar el horno, voltea para
saludarte, gustosa de verte, te dice que el pavo ya casi
está en su punto. ¡Ella en verdad se esmera para procurar
que la cena quede absolutamente deliciosa! Cocinar para
tu familia, es una forma de darte a los demás, observar

189
como disfrutamos su comida, es para mi madre la
recompensa de aquel laborioso proceso.
Supón que tu padre sale a tu encuentro, te saluda con
afecto y expresa el gusto que le da verte y te abraza sin
temor a un mortal contagio; pues la maldición que
parecía haber llegado para quedarse, ha desaparecido, ha
sido conjurada y, más allá del daño terrible que causó,
quedó ya en el pasado; como todas aquellas tragedias que
han afectado a la especie humana a lo largo de su
historia. Somos un hueso duro de pelar. Queda solo el
amargo recuerdo que todos quisiéramos olvidar, con el
recuerdo de todas las personas que ya no nos podrán
felicitar en esta noche buena, pues nos fueron arrebatadas
por aquel terrible mal.
Te sientas a la mesa y mientras arriban los demás
integrantes de la familia, comienzas a pensar en todos
aquellos que te fueron arrebatados por la pandemia;
recuerdas como te fuiste acostumbrando a conocer del
fallecimiento de personas cada vez más cercanas a tu
entorno, recuerdas a quienes hace no mucho, te fueron
arrebatados de pronto. Lo terrible en cómo transcurrió el
2020 y cómo deseabas que ya terminara con la esperanza
de recomenzar simbólicamente un nuevo ciclo con el
nuevo año.
También recuerdas que, en cierto momento, siendo
realista, tú también consideraste seriamente en la
posibilidad de morir y lo planteaste a tus amigos a modo
de despedida, tomando en cuenta que morirías aislado;
valía más tomarlo en cuenta y dejarles bien claro el
afecto que sentías por ellos, nadie sabe. En el mejor de
190
los casos, lo superarías sin mayor problema y no serías
un número más en la estadística.
Supón también que todo esto realmente nos dejó una
lección para enfocarnos en las cosas primordiales de la
vida, en lo que dábamos por hecho y no apreciábamos.
Darnos cuenta del camino errado que llevábamos;
recobrar los valores perdidos que formaban la materia
aglutinante de nuestra sociedad antes solidaria…pero
dejas de cavilar, pues en ese momento tus hermanos han
llegado. La familia se ha vuelto a reunir como cada año
en esta nochebuena.

191
Una Luz de Esperanza
Por el Club de Lectura “Entre Hojas” de la
Escuela Normal Superior de Querétaro

Hemos adaptado el cuento de “La pequeña cerillera” de


Hans Christian Andersen…
Es diciembre del 2020 y los miembros del Club de
Lectura “Entre Hojas” de la ENSQ desean compartirte
192
este cuento de navidad, puede ser uno de los cuentos más
hermosos o más terribles que jamás hayas escuchado; sin
embargo, deseamos que nos ayudes a reflexionar sobre el
sentido de la navidad.
Era el último mes del año y todas las familias se
preparaban para sentarse a la mesa rodeados de ricos
manjares, pero esta vez sería de forma distinta a la de
años anteriores, en las salas de zoom dos estudiantes
dialogaban:
_ ¡Hola Nelsy! ¿Cómo estás?
_ ¡Bien, gracias ¿y tú César?
_ Pues no lo sé, he estado leyendo el periódico, viendo
las noticias, siguiendo las tendencias en el face y solo he
observado malas noticias y eso me deja desconcertado
pues ya se acerca la navidad.
_ Si, en eso tienes razón, la navidad es un tiempo de
reflexión y de espiritualidad para estar en comunión con
los demás, pero sobretodo con la divinidad.
_ ¿Crees que eso sea posible, con todo lo de la
pandemia?
_ ¡Claro!, creo que debemos de celebrar la alegría de esta
temporada decembrina…
_ ¿Y eso qué significa para el mundo actual?
_ Bueno, considero que tenemos que mantener vivo el
espíritu de la navidad, ya que esto trae consigo un tiempo

193
de paz, amor, bondad y por qué no decirlo, también
alegría; que buena falta nos hace….
_ Pues sí, pero yo sigo viendo gente que no procura ni a
los suyos, mucho menos a los demás, gente que no le
importa el usar bien el cubre bocas, esperar más tiempo
para ser atendido, hacer filas conservando la sana
distancia etc…
Y pues no creo que entonces este tiempo pueda traernos
algo de felicidad y mucho menos si es por la celebración
de un solo día.
Se quedan pensando…
_ Claro, entiendo, pero escucha, conozco de una historia
que comienza así...

PARTE 1
_ Sé de una joven estudiante que luego de visitar a su
abuelo en el asilo en diciembre del 2019 platicaba con su
madre...
_ Hola hija, ¿Qué te dijo tu abuelo?

194
_ ¡Ash mamá, lo mismo de cada año cuando vamos a
verlo!, qué si me porto bien, qué si saco buenas notas,
qué si ustedes están muy ocupados para no visitarlo…
¡ya sabes!
_Mira hija, ya sabes que aquí hay mucho trabajo y por
eso lo dejamos en el asilo, para que allá se encarguen de
él y no le haga falta nada… Además, creo que le alegra el
poder ver de vez en cuando a sus nietos ¿no?
PARTE 2
Y entonces meses después, la joven regresó a visitar al
abuelo en diversas ocasiones, pero en marzo del año
2019 la joven notó que las cosas eran distintas. Al
regreso de la visita del asilo, platicó con su madre.
_ Hola hija, ¿qué tal te fue en la visita al abuelo?; he
escuchado que con esto de la pandemia hay varias
restricciones.
_ Pues algo así… Lo curioso es que la nueva enfermera
que lo atiende me pareció algo misteriosa… además de
parecer muy joven, en su actuar demuestra gran
experiencia, como si tuviera muchos años vividos, pude
atestiguar que trata al abuelo con extrema dulzura;
incluso me transmitió mucha paz, algo que no sentía
desde hace mucho…
Sin embargo, la pobre llevaba el día entero, trabajando en
un área especial donde habían aislado a algunos adultos
mayores, que ya se habían contagiado; por lo que a mi

195
entrada me solicitaron extremar precauciones, pues
decían que era el único espacio libre del bicho ese...
A diferencia de las enfermeras anteriores, ella lucía casi
en los huesos, estaba altamente protegida con careta
guantes, cubre bocas y ropa especial, pero se veía algo
molesta por culpa de mi visita, me dijo que no había
conseguido convencer a los directores del asilo de
detener las visitas de los familiares, y que eso traería
graves consecuencias….
_ ¿Consecuencias de qué? En diciembre del año pasado
el asilo nos escribió una carta diciendo que debíamos
procurar más a nuestros familiares, ya que era necesario
pasar más tiempo con ellos, han pasado menos de tres
meses y estamos cumpliendo con ello, no entiendo por
qué la molestia.
_ ¡Como sea!, hubo algo más…
_ ¿De qué hablas?
_ Luego de que estuvimos juntas con el abuelo,
platicando un buen tiempo y recordando de cuando yo
era pequeña y de lo mucho que lo abrazabas y le decías
que lo querías porque siempre te ayudaba a cuidarnos…
La enfermera salió del cuarto y al momento me pidió que
saliera también para hablarme. Se sentó en un rincón de
la sala, cansada, con las manos resecas por el polvo de
los guantes, la cara enrojecida, marcada por el resorte y
las líneas rectas que le dejaban casi morado el contorno
del rostro por el uso de la careta y el cubre bocas… en
fin.
196
Cuando me habló, recordó que tenía consigo un paquete
de cerillas que deseaba obsequiarme y me pidió que tal
vez yo podía encenderlas algún día, cuando necesitara
una luz de esperanza que me reconfortase y me dio otra
cajita idéntica para que se la dejara a mi abuelo antes de
mi partida.
Al mismo tiempo, me dio una consigna:
_Es preciso que estos cerillos los enciendan durante la
noche buena, tu familia y tu abuelo; como un símbolo de
unión de esperanza y de amor familiar porque tal vez te
sea muy difícil regresar a verlo, a causa de la
pandemia…
PARTE 3
_ Oye Nelsy, esa historia suena muy interesante, pero
estoy algo confundido, ¿qué tienen que ver unos cerillos
en todo esto?
_ Espera y vas a escuchar la magia que puede contener
una cajita de cerillos...
Bueno, continuando con la historia…
Pasó el tiempo y la nieta pensando en el cuidado de su
abuelo y las magnitudes que alcanzó la pandemia,
decidió que sería mejor no visitarlo.
Desolada, con una gran tristeza, lo único que logró
consolarla fue encontrar la caja de cerillos, esperando
que funcionara como se lo había prometido la enfermera;
pensó que sería --Una luz de esperanza--

197
Llegó el día esperado, la familia se preparaba para la
cena de nochebuena, aunque en esta ocasión con un lugar
vacío en la mesa…
Entre los manjares preparados y las bebidas que iban
acercando a la mesa, la madre y los hermanos de la joven
tomaron su lugar; al estar sentados y casi al punto de la
media noche, la joven tomó los cerillos y encendió una
de las velas que adornaban la mesa, y entonces la magia
ocurrió:
A través de la flama pudo ver al abuelo que también
había prendido su primera cerilla, alrededor se observaba
el gran árbol de Navidad, el olor a pino inundó todo el
lugar, todo era bello y estaba repleto de brillantes luces…
¡estábamos con él ¡El abuelo sorprendido de poder ver a
toda la familia y con una sonrisa en el rostro agradeció
que estuvieran todos juntos, a pesar de la distancia!
De pronto la madre tomó la caja y con los cerillos
encendió la segunda vela; y pudo observar el recuerdo de
una navidad con su padre cuando era niña, tanto fue el
impacto que sin dudarlo le pidió perdón al abuelo y
lograron abrazarse con ayuda de las llamas encendidas.
Así cada uno de los miembros de la familia al encender
una luz, encendía un recuerdo vivo…
_ Por todo eso la familia sentía que estaba unida más que
nunca, a pesar de que la pandemia los separaba
físicamente. Sus almas y corazones se sentían como uno
solo, las llamas de las velas se fueron extinguiendo, pero
en forma armoniosa esas mismas llamas se iban
encendiendo en su interior para nunca extinguirse…
198
_ ¡Ufff, qué historia Nelsy!
_ Así es César, a mí también me gustó y gracias a este
cuento considero, ahora más que nunca, que la Navidad
es empatía, amor al prójimo, buenos deseos y tiempo
para darse a los demás, aun estando a la distancia.
_ Claro, ahora entiendo el sentido de la navidad; solo
espero que cada uno de los que nos están leyendo o
escuchando logren encender una llama para aquellos que
están solos, una para nuestras familias, una para nuestros
compañeros, nuestros maestros, nuestros alumnos…
Y que, en esta navidad a pesar de todo; se sientan
acompañados y cobijados por una luz de esperanza.

FIN

Adaptación del cuento “La pequeña cerillera” de Hans Christian Andersen, realizada
por algunos de los miembros del club de lectura de la ENSQ “Entre Hojas” bajo la
coordinación de la Mtra. Nayely Cancino Banderas; para las celebraciones de
diciembre de 2020.

199
Autores de las Licenciaturas en
Enseñanza Aprendizaje de la
ENSQ
Alan Josué Irineo Gutiérrez

Historia
4° semestre

Alejandra Zapata Vázquez


Espalñol
4° semestre

Alexa Daniel Jiménez Ibarra


Estudiante de la Sec. Gral.
Epigmenio González

Andrea Montoya Acosta


Historia
4° semestre

200
Brayan Ángel Hernández Solorio
Historia
8° semestre

Emiliano Calderón Saldivar


Telesecundaria
2° semestre

Ernesto Daniel Marín


Torres
Espñaol
2° semestre

Esmeralda Bahena Hernández


Español
Egresada

Jesús Alejandro Sánchez


Linares
Espalñol
2° semestre

201
José Armando Esparza
Santoyo
Encargado de Biblioteca
ENSQ

Luz Elena Guevara García


Español
4°Semestre

Luz Yenira Servín Trejo


Espalñol
4° semestre

María Del Carmen Martínez


Elizalde
Historia

202
4° semestre

María Guadalupe
Maldonado Saavedra
Mayrel Michelle
Español
Maldonado Orozco
4° semestre
Español
4°Semestre

Perla Guadalupe
González
Historia
4° semestre

Saraí Ruiz Estrella


Historia
4° semestre

Mtra. Nayely Cancino


Banderas
Docente de la ENSQ
Coordinadora del
libro Historias para
perderse “Entre
hojas” 203

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