Libro - Las Artes Del Escribano

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Las artes

del escribano
Claves gramaticales para escribir mejor

Juan Francisco Manrique Charry


Las artes
del escribano
Claves gramaticales para escribir mejor

Juan Francisco Manrique Charry

Corporación Universitaria Minuto de Dios


UNIMINUTO
2018
Presidente del Consejo de Fundadores
P. Diego Jaramillo Cuartas, cjm

Rector General Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO


P. Harold Castilla Devoz, cjm

Vicerrectora General Académica


Marelen Castillo Torres

Rector Sede Principal


Jefferson Enrique Arias Gómez

Vicerrectora Académica Sede Principal


Luz Alba Beltrán Agudelo

Director de Investigación Sede Principal


P. Carlos Germán Juliao Vargas, cjm

Directora General de Publicaciones


Rocío del Pilar Montoya Chacón

Decano Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


José Gregorio Rodríguez Suárez

Director del Departamento de Filosofía


José Andrés Forero Mora
Manrique Charry, Juan Francisco
Las artes del escribano: claves gramaticales para escribir mejor / Juan Fran- cisco
Manrique Charry; Corrector de estilo Elvira Lucia Torres Barrera; Diseño y
diagramación Leidy Johanna Rodriguez Vergara. Bogotá: Corporación
Universita- ria Minuto de Dios-UNIMINUTO. Sede principal, 2018.
ISBN: 978-958-763-303-0
195p.: il
1.Español – enseñanza 2. lenguaje y lenguas - enseñanza 3. Control del voca-
bulario 4. Español-gramática-estudio y enseñanza 5. Español en países
Extranjeros
6. Sintaxis. Manrique Charry, Juan Francisco ii Torres Barrera, Elvira Lucia iii.
Rodríguez Vergara, Leidy Johanna
CDD: 460.71 M15a BRGHRegistro Catálogo UNIMINUTO No. 95080 Archivo
descargable en MARC a través del link: https://tinyurl.com/bib95080

Las artes del escribano. Claves gramaticales para escribir mejor


Autor
Juan Francisco Manrique Charry
Corrección de estilo
Elvira Lucia Torres Barrera
Diseño y diagramación
Leidy Johanna Rodríguez Vergara
Arte portada:
Gabriël Metsu. Man writing a letter
(1662) Primera edición: 2018
Edición digital
Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO
Carrera 73 A # 81 B – 70, piso 8
Tel: (57 + 1) 2916520, ext. 6012
Bogotá D.C. - Colombia
2018

Reservados todos los derechos a la Corporación Universitaria Minuto de Dios -


UNIMINUTO. La reproducción parcial de esta obra, en cualquier medio,
incluido electrónico, solamente puede realizarse con permiso expreso de los editores
y cuan- do las copias no sean usadas para fines comerciales. Los textos son
responsabilidad del autor y no comprometen la opinión de UNIMINUTO.
La presencia de la gramática en los planes de estudio de la escuela elemental y en el
nivel medio puede defenderse o exigirse no sólo porque tal disciplina ayuda mucho a
la expresión clara y coherente de nuestras ideas, ya sea en su manifestación oral o en
la escrita, sino también por otras razones no por poco pragmáticas menos impor-
tantes y trascendentes. A mi entender la verdadera justificación de la gramática (y,
obviamente, de la lingüística) está en el hecho de que mediante el conocimiento y la
reflexión sobre nuestro propio idioma se obtiene sin duda una conciencia más clara
de nosotros mismos como seres humanos, como elementos de una historia y miem-
bros de una enorme comunidad que habla una misma lengua, y por ende conforma
una sola cultura.
(Moreno de Alba, 2003, p. 191)

… pienso que en el aprendizaje de un idioma es preciso atenerse más a la ejercita-


ción que a la gramática, pero cuando ya se está bastante adelantado en él, entonces
la gramática permite un progreso mayor.
(Leibniz, 1982, p. 364)

Entender una oración significa entender un lenguaje. Entender un lenguaje


significa dominar una técnica.
(Wittgenstein, 1988, p. 201)

La esencia se expresa en la gramática.


(Wittgenstein, 1988, p. 281)
Contenido

Agradecimientos ♦ 11
Introducción ♦ 13
Algunos conceptos básicos sobre el lenguaje ♦ 25
Historia sucinta de la lengua española ♦ 35
El español y su ubicación en las lenguas del mundo ♦ 55
Sinonimia, antonimia y paronimia ♦ 61
Extranjerismos en el español ♦ 77
Clasificación de las palabras según su función ♦
95 Clasificación de las palabras según el acento ♦
121
Construcción sintáctica ♦ 131
Signos de puntuación en español ♦ 155
Cuestiones de hermenéutica de texto ♦ 173
Apéndice: prueba diagnóstica de competencia en español ♦ 183
Referencias ♦ 191
Bibliografía complementaria ♦ 195
Índice de tablas y figuras

Tablas
Tabla 1. Universidades con programas transversales o tutorías académicas
para mejorar la competencia escrita ♦ 18
Tabla 2. Combinación de letras ♦ 31
Tabla 3. Ejemplos de variación del orden de las palabras ♦ 32
Tabla 4. Académias que colaboran con la RAE ♦ 50
Tabla 5. Autores de lengua española que ganaron el Premio Nobel de
Literatura ♦ 51
Tabla 6. Algunos autores canónicos en lengua española en el siglo XX ♦ 52
Tabla 7. Algunos autores colombianos contemporáneos ♦ 53
Tabla 8. Clasificación de las lenguas del mundo ♦ 57
Tabla 9. Las lenguas más habladas en el mundo ♦ 60
Tabla 10. Anglicismos tomados por el español ♦ 81
Tabla 11. Galicismos tomados por el español ♦ 83
Tabla 12. Italinismos tomados por el español ♦ 84
Tabla 13. Arabismos tomados por el español ♦ 85
Tabla 14. Germanismos tomados por el español ♦
86 Tabla 15. Turquismos tomados por el español ♦
87 Tabla16. Hebraísmos tomados por el español ♦
87
Tabla 17. Niponismos tomados por el español ♦ 88
Tabla 18. Aztequismos o nahuatlismos tomados por el español ♦ 89
Tabla 19. Quechuismos tomados por el español ♦ 89
Tabla 20. Caribismos tomados por el español ♦ 90
Tabla 21. Tainismos tomados por el español ♦ 91
Tabla 22. Palabras bantùes tomados por el español ♦ 91

Tabla 23. Palabras de la penìnsula ibérica tomados por el español ♦ 92


Tabla 24. Elementos de la conjugación verbal ♦ 93
Tabla 25. Signos de puntuación en español ♦ 157
Tabla 26. Lenguajes y tipos de interpretación según el tipo de texto ♦ 176

Figuras
Figura 1. Verbo trabajar ♦ 114
Figura 2. Verbo vencer ♦ 116
Figura 3. Verbo escribir ♦ 118
Las artes del

Agradecimientos
Es claro que el presente libro no es obra solo de su autor, sino
que fue posible gracias a la colaboración directa e indirecta de muchas
personas que participaron de un modo u otro. Lo cual significa que
tales personas también son autores, y merecen un reconocimiento
de mi parte.
En primera instancia, agradezco a mis padres por el apoyo
reci- bido durante los momentos más angustiosos de mi vida laboral
y por sus enseñanzas. También a Norma, mi esposa, cuya compañía ha
sido fundamental para no perder el rumbo y salir adelante.
Agradezco a la profesora Yolanda González de la Fundación Uni-
versidad Autónoma de Colombia, quien por los años 2012 y 2013
me hizo partícipe del proyecto Taller de Lenguaje, con el cual se
bus- ca reforzar las competencias en escritura en lengua española
en los estudiantes de todas las áreas de la universidad. Y también le
agra- dezco por darme a conocer los dos volúmenes que llevan por
título Colombia: La alegría de pensar, importante compendio de textos
breves de grandes autores colombianos, que se usan como insumo
para las asignaturas de taller de lenguaje. Tales libros son importantes
no solo porque los autores tocan distintas temáticas desde una
visión propia, sino porque ciertamente son modelos de escritura en
español. Los volúmenes fueron editados por la profesora González,
y son de gran utilidad para ejercicios y talleres sobre lengua
española.
También agradezco a la profesora Ángela Rocío Bejarano de
la Universidad El Bosque, quien me hizo partícipe en 2014 del
proyecto LEA (Lectura, Escritura y Argumentación), enfocado en los
estudian- tes de la Facultad de Derecho de dicha institución. El
proyecto LEA, además de que refuerza las competencias de
escritura en español, tie- ne un importante componente de lógica y
argumentación, con el fin de que el estudiante organice mejor las
ideas y las fundamente con argumentos formalmente válidos.

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Juan Francisco Manrique

Indiscutiblemente, debo agradecer al profesor Nelson Iván Be-


doya, director del Departamento de Filosofía de la Corporación
Uni- versitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO, quien desde el
principio creyó en este proyecto, y no solo dio su aval para que este
libro viera la luz, sino que su gestión fue clave para la aprobación de
las electivas a mi cargo llamadas Gramática y Escritura. Tales
asignaturas fueron al final la fuente de los principales contenidos de
este libro que, a la vez, se convertirá en su material didáctico cuando
vuelvan a ser dictadas.
No puedo terminar estos agradecimientos sin mencionar los
enormes aportes relacionados con el lenguaje que he recibido
durante innumerables conversaciones sobre diversas temáticas, en
los predios de la Universidad Nacional de Colombia, con los
profesores Liliana Carolina Sánchez, filóloga clásica y doctora en
Filosofía; y con Carlos Andrés Barbosa, quien en estos momentos
termina su doctorado en Filosofía en el extranjero. A ellos, mis más
sinceros agradecimientos.

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Las artes del

Introducción
El libro que se presenta a continuación pretende ser un
material didáctico para reforzar las competencias en lengua escrita,
mediante el refuerzo de algunos temas gramaticales y ortográficos
fundamentales. El público para el que fue escrito es variado porque,
de algún modo, todos tenemos que escribir en español en ciertos
momentos: desde el deportista, que debe llenar solicitudes para
asistir a campeonatos, pasando por el enamorado que le escribe
versos a su amada o el jefe de área que redacta informes sobre sus
empleados, hasta el escritor profesional que busca promocionar sus
obras literarias.

Saber español y ser competente en español


Muchas personas consideran que no tienen que aprender espa-
ñol porque ya lo saben, por ello, prefieren enfocar su atención en
otros saberes, e incluso en otras lenguas. La cuestión es que desde
cierta perspectiva tienen razón, pero también desde cierta perspectiva
se equivocan. Es claro que nacieron en una nación hispanohablante,
como es el caso de Colombia, y que se pueden comunicar en
español, ya que es su lengua materna. Desde esta perspectiva,
tienen razón; aprender español parece superfluo. Pero si le
preguntamos a una de estas personas por su manejo de las
subordinadas sustantivas o por el uso de las conjunciones
adversativas, es casi seguro que no tendrá muy claro de qué le están
hablando. Lo mismo sucedería si le preguntamos por casos de
paronimia en un texto, e incluso por reglas básicas de la marcación
de la tilde.
La razón de ello está precisamente en el hecho de que aprendimos
español de manera natural, es decir, escuchando a nuestros mayores
y determinando el significado de sus palabras por el uso que hacían
de estas. No aprendimos el español por medio de gramáticas,
diccionarios y entrenamiento académico. Eso significa que no

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Juan Francisco Manrique
sabemos español, solo somos competentes en esa lengua, pero
buena parte de ella es

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Las artes del

un campo desconocido para nosotros. Quienes saben español son


los grandes gramáticos, lingüistas y buena parte de los escritores
destaca- dos, mientras los demás somos únicamente personas
competentes en la lengua, pues podemos hacernos entender en
español, y comprender una conversación o un texto en esa lengua.
La diferencia entre saber español y ser competente en español es
la misma que hay entre un niño pequeño que toca una sencilla
tonada en su flauta y el director de una orquesta que es capaz de
hacer sonar una sinfonía usando el potencial oculto de todos los
instrumentos. Alguien podría pensar que tal comparación es un
tanto exagerada. No obstan- te, el periodista español Arturo
Cenzano, en su artículo El hablante de español utiliza cada vez menos
palabras, afirma que un ciudadano español culto puede usar cerca de 5
000 palabras en su vocabulario (2005). Si se acepta esta cifra para el
ciudadano promedio y se tiene en cuenta que las entradas de un
buen diccionario de lengua pueden ser de cerca de 100 000 palabras,
nos vemos en la obligación de aceptar que un hablan- te culto de la
lengua española usa apenas un 5 % del léxico de ella, de modo que la
figura de la orquesta más bien se queda corta.
La diferencia entre alguien que sabe español y alguien que
solo es competente en español consiste en que el segundo, además
de con- siderar que sus 5 000 palabras son suficientes, cree que el
español se reduce a ellas. Saber español es descubrir las
potencialidades ocultas de una herramienta subutilizada, al ser
conscientes de que usamos cer- ca del 5 % de los recursos expresivos
de nuestro idioma. El porcentaje puede ser todavía más bajo si
tenemos en cuenta que el dato que nos da Cenzano es sobre
hispanohablantes cultos.
Esto implica entonces algo muy interesante: cuando una
persona dice que no tiene palabras para expresar lo que quiere
expresar, debería- mos desconfiar de los conocimientos que ella tiene
sobre el idioma, en lugar de ser escépticos sobre las capacidades
expresivas de la lengua es- pañola. Seguramente sí existen las palabras
en español para expresar de forma más o menos adecuada lo que esta
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Juan Francisco Manrique
persona busca expresar, pero sus conocimientos sobre la lengua,
presuntamente, son muy precarios.

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Las artes del

Los científicos han descartado que los seres humanos usemos solo
el 5 % del cerebro como se creía; no obstante, parece que utilizamos
únicamente el 5 % del potencial expresivo de nuestra lengua, como se
deduce de lo planteado por Cenzano (2005).
Si la diferencia entre saber español y ser competente en
español se presenta con la escala de este enorme abismo, cabría
preguntarse por las causas que posibilitaron que hoy no se haga esa
diferencia.

La crisis de la enseñanza de la gramática

Desde su fundación, la República de Colombia se preció de prote-


ger las letras y su gran tradición literaria y lingüística es una prueba
de ello. El país mostraba respeto por las letras, al punto de que
varios de sus presidentes fueron reconocidos escritores, como es el
caso de Miguel Antonio Caro y Rafael Núñez, entre otros. Pero bien
entrado el siglo XX, probablemente por los años ochenta, parece que,
de un momento a otro, la figura del presidente letrado desapareció, y
con ella, el prestigio que el manejo de las letras tenía en la política y
en el campo judicial. Los conocimientos de gramática, lingüística e
historia de la literatura fueron reemplazados por fuertes dosis de
estrategias de alta gerencia, management financiero, administración
empresarial, entre otros.
Al perder su prestigio, la gramática fue relegada y se convirtió
casi que en una materia de carácter opcional. Muchas personas que
estudiaron en colegios en las décadas de 1980 y 1990 no recibieron
en su formación conocimientos propiamente dichos de gramática
del español, sino que se asumió que quien había aprendido esta lengua
de forma natural no requería aprender las reglas que la rigen.
Seguramen- te esto influyó en que las políticas educativas de los
colegios estable- cieran que el contenido de la asignatura de
español realmente fuera literatura —universal, hispánica y
colombiana—, pero no gramática, como si esta se aprendiera por
ósmosis al leer una obra literaria. Esa es la razón por la cual, para
1
Juan Francisco Manrique
muchas personas, el primer contacto con los conceptos básicos de
una gramática se da al estudiar una lengua

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Las artes del

extranjera y no en la interacción con la propia. Incluso, si


suponemos que es correcta la hipótesis de que la gramática entra en
la mente le- yendo literatura en lugar de leer directamente una
gramática del espa- ñol, es preciso aclarar que vivimos en un país
con una tasa de lectura bajísima, de aproximadamente 1,5 libros al
año.
El escritor colombiano Mario Mendoza considera que esta
cifra de lectura raya con lo que algunos sociólogos han llamado
“analfabe- tismo funcional”, es decir, personas que saben leer y
escribir en teo- ría, pero nunca pasan por una librería y compran un
libro (Mendoza, 2010, p. 59). Esto es, sociedades de personas
presuntamente letradas que no se interesan por la cultura o por
ampliar sus conocimientos; personas conformistas a quienes les
basta con lo que saben (o creen saber) y que, en muchos casos,
profesan de forma manifiesta o secreta un profundo desprecio por el
lenguaje y sus posibilidades.
No es creíble que la gramática ingrese en nuestra mente a
través de la lectura y si lo hace, es de forma imperfecta, es decir,
incons- ciente. La lectura ayuda, pero no le podemos dejar toda la
carga de nuestra educación en lengua española. El estudio de la
gramática, por su parte, es el estudio consciente de varios aspectos de
nuestra lengua.

Consecuencias de la crisis

Haber subestimado la importancia de la gramática en la forma-


ción de los jóvenes nos ha dejado problemas muy importantes que
se están empezando a notar en los universitarios de hoy en día.
Buena parte de las universidades en Bogotá se han dado cuenta de
que los estudiantes no llegan con las competencias básicas en
composición escrita, especialmente en campos donde más se
requiere, como son las carreras de humanidades, ciencias sociales y
derecho. Por ello, han tenido que implementar toda una serie de

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Juan Francisco Manrique
programas de nivelación y refuerzo de esta competencia, que
erróneamente se asumía adquirida.

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Las artes del

Al mismo tiempo, se ha notado que los adolescentes y jóvenes


uni- versitarios han comenzado a utilizar todo un lenguaje nuevo y
propio en el uso de mensajes de texto por medios electrónicos, que
en muchos casos presentan modificaciones gramaticales importantes,
lo que pue- de ser síntoma de una búsqueda de nuevas posibilidades
expresivas en una lengua que no parece ofrecerlas y que se presenta
ante ellos como lexicalmente pobre y de agotado potencial
expresivo.
Incluso, desconocer el idioma y su gramática lleva a graves erro-
res en la transmisión de información.

Necesidad de volver a la gramática


Por todo lo expuesto, se nota que los conocimientos en gramática
española no son para nada superfluos, sino que efectivamente hacen
parte de la formación de todo profesional; mucho más, en el caso
de aquellos que usan el lenguaje como principal herramienta de
trabajo. Eso no significa que la tarea sea fácil. Al vivir en un medio en
el que se cree que saber español y ser competente en español son lo
mismo, la tarea del profesor de gramática se convierte en socrática
porque debe hacer que sus estudiantes caigan en cuenta de que
realmente no saben algo que creen saber.1
Al mismo tiempo, el conocimiento de la gramática española
nos hace apreciar más nuestro idioma, pues nadie ama lo que no
conoce. Hoy día es requisito que todo estudiante universitario sepa una
segun- da lengua, asumiendo que manejan la primera, lo cual no es
ni cierto ni evidente. Aprender gramática no solo nos ayuda a
conocer y usar mejor el español, sino también a apreciarlo.

1 En el apéndice del presente libro se consigna una prueba diagnóstica de


español como herramienta para que los docentes midan los conocimientos y
competencias en nuestra lengua de sus estudiantes.
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Juan Francisco Manrique

Como se ha dicho, las universidades son las que más han


notado la urgencia de volver a la gramática por medio de distintos
tipos de cur- sos, tutorías o refuerzos de escritura, que no se quedan en
cursos de una carrera específica de literatura, español o lingüística,
sino que se preten- de que sean transversales, es decir, para todas las
áreas, sin distinción. Aquí se listan algunas de las universidades de
Bogotá que se han dado a la tarea de mejorar la competencia escrita de
sus estudiantes de distintas áreas, por medio de programas
transversales o tutorías académicas:

Tabla 1. Universidades con programas transversales o tutorías académicas


para mejorar la competencia escrita

Universidad División encargada


Departamento de Lingüística
Universidad Nacional
de Colombia Proyecto ILEO (Incorporación de la lectura,
escritura y oralidad)

Universidad de Los Andes Centro de Español

Universidad del Rosario Laboratorio de Escritura

Universidad Sergio Arboleda Programa de Lectura y Escritura Académicas

Sistema de tutorías LEA (Lectura, Escritura y


Universidad El Bosque
Argumentación)

Fundación Universidad
Cursos transversales: Taller de Lenguaje.
Autónoma de Colombia

Corporación Universitaria Cursos transversales Ceplec (Comunicación


Minuto de Dios-UNIMINUTO Escrita y Procesos Lectores)

Sobre la naturaleza y propósito de este libro

El propósito del presente libro no es defender una tesis o


incluir enfoques novedosos acerca de la escritura, tampoco es un
texto para especialistas en redacción, gramática o teoría literaria, y

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Las artes del
se equivocan

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Juan Francisco Manrique

aquellos que esperen encontrar técnicas o métodos que los convier-


tan en escritores de alto nivel. El alcance de este texto es mucho
más modesto: con él se busca ofrecer las herramientas gramaticales
bási- cas para que los usuarios de la lengua española puedan
mejorar sus competencias en expresión escrita, especialmente aquellos
que apenas van a iniciarse en una actividad de lectoescritura académica
continua. Así, pues, el principal público al que se dirige el libro es
el de los es- tudiantes universitarios de primeros semestres que
requieren pulir su capacidad de expresión escrita y, en algunos casos,
deben hacerlo casi desde cero. Debido a ello, las lecciones, por su
carácter básico, pueden tornarse incomodas para algunos lectores
experimentados y para pro- fesionales en redacción de textos.
El libro se divide en diez capítulos. Los tres primeros son más
bien contextuales, ya que tratan de ubicar al lector en cuanto a aspectos
muy generales de la lengua española, como su relación con el
concepto de lenguaje, con la historia de España y con otras lenguas del
mundo. Los capítulos cuatro al nueve recogen las claves más
elementales que se de- ben tener en cuenta a la hora de escribir, las
cuales se centran en temas básicos de ortografía y gramática. Por
último, en el décimo capítulo se trata de forma sucinta el tema de la
interpretación de textos; ya que, en el supuesto de que la escritura se
alimenta tanto de algunos elementos primarios de la gramática y la
ortografía como de la propia actividad lectora, es relevante referirse
también a los tipos de textos y los niveles de lectura. En conjunto, se
ha procurado recoger aquellos temas en los que se considera que los
estudiantes universitarios de primeros semes- tres tienen mayores
falencias; en esto consiste su unidad. Por ello, no necesariamente se
debe esperar un texto en el que los capítulos se sigan unos a otros
como un todo continuo; más bien se asemeja a una caja de
herramientas, de la cual el lector toma lo que necesita, de acuerdo
con sus falencias y sus necesidades en materia de escritura.
Asimismo, debido a que la buena escritura es una habilidad
más que un concepto que se pueda aprender exclusivamente por
medio de la teoría, al final de cada capítulo se presentan algunos
2
Las artes del
talleres que

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Juan Francisco Manrique

serán útiles para el seguimiento de los respectivos temas, ejercicios


que hacen el texto más dinámico. Los talleres no son en modo
alguno camisas de fuerza; de hecho, ni son exhaustivos en la
descripción de la actividad ni el libro trae un capítulo que recoja sus
posibles soluciones. Se trata de un conjunto de sugerencias y de
ejercicios —algunos consi- derados clásicos— dirigidos a los
profesores de lenguaje, que se pueden modificar de acuerdo con los
contenidos que el docente considere per- tinente evaluar y con la
percepción que el profesional en lengua tenga sobre la didáctica de
la gramática y la escritura; por lo cual, muchos talleres traen varias
sugerencias de desarrollo y distintas maneras de llevarlos a cabo.
Además, el texto contiene un apéndice en el que se consigna una
prueba con la que el lector podrá diagnosticar sus habi- lidades de
lengua española y, por tanto, evaluar cuáles temas requiere reforzar
en su aprendizaje, entre los que este manual le puede ofrecer.
Si bien este texto contiene una apuesta evidente por fortalecer
la competencia en expresión escrita por medio de herramientas
gramati- cales, eso no significa que el conocimiento de la gramática
asegure, por sí mismo, que la escritura mejore. Hay personas cuyas
habilidades litera- rias contrastan con sus pobres conocimientos
gramaticales y viceversa, lo cual implica que los conocimientos
gramaticales básicos son solo una herramienta entre muchas, como
pueden serlo la intuición del autor o la lectura frecuente y
cuidadosa. No obstante, eso tampoco significa que la gramática sea
por ello despreciable a la hora de pensar en habili- dades de
comunicación escrita. Saber las reglas gramaticales ayuda a te- ner una
mayor conciencia de la lengua y los usos de ella, lo que implica un
mayor control sobre el idioma escrito. Conocerlas permite, incluso,
saber cuándo debemos prescindir de ellas. Si bien lo anterior puede
sonar paradójico, vale la pena rescatar lo que dice el escritor y
periodista Andrés Hoyos en su Manual de escritura (2015) sobre esta
paradoja:

Suponemos que si usted tiene este manual en sus manos es

2
Las artes del
porque lo necesita o le resulta útil. Pues bien, lo dejará de necesitar
cuando sea capaz de violar la mayoría de las reglas que aquí
proponemos, no

2
Juan Francisco Manrique

solo sin que se note sino con provecho. Antes le conviene


domi- narlas para aspirar a jugar con ellas. Un principio
paradójico del conocimiento es que las excepciones suelen ser
más interesantes que las reglas, aunque dependen de ellas para
funcionar. El autor inexperto incurre en todas las excepciones
sin saberlo; el experto escogerá las que le atraigan (Hoyos,
2015, p. 14).

Si este libro que hoy presentamos puede ayudar a que los estu-
diantes universitarios tomen conciencia de las reglas básicas que
do- minan la escritura, de modo que lleguen incluso a jugar con
ellas, habrá alcanzado con creces su propósito.
De otro lado, tampoco se trata de un libro que pretenda en
modo alguno rivalizar, y mucho menos reemplazar la enseñanza es-
tricta de la gramática o algo semejante. No sobra insistir en que el
presente texto es una caja de herramientas para aquellos que buscan
fortalecer sus habilidades en español escrito y que no
necesariamente saben gramática, sino que, como suele pasar, se
comunican oralmente en una lengua que no conocen muy bien, pero
que constituye su len- gua materna. Así, aunque parezca que decirlo
sobra, este texto da por supuesto que sus usuarios son
hispanohablantes que buscan mejorar la expresión escrita de su
lengua, por ello, no debe esperarse de él que contenga toda la
información gramatical que necesita alguien que aprende español,
bien sea como lengua extranjera, o bien sea como objeto de estudio
del profesional del lenguaje.
Lo anterior implica que la exposición del contenido del libro
es muy sucinta y básica, buscando que los temas sean comprensibles
para principiantes, y de utilidad para el pulimento de su expresión
escrita a nivel elemental. El criterio de selección de los temas está
basado en los errores más comunes con lo que se encuentra un
docente de asignaturas de humanidades cuando revisa los ensayos
de sus estu- diantes (problemas en el uso de las tildes, mal manejo

2
Las artes del
de signos de puntuación, serios defectos en la construcción sintáctica
de oraciones,

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Juan Francisco Manrique

indistinción de palabras parónimas, etc.). Eso implica por lo menos


dos cosas: primero, que no todos los temas que puedan considerarse
gramaticalmente relevantes se recogerán en el texto; y segundo, que se
tratarán de definir los conceptos del modo más elemental posible,
lo que implica que se dejarán de lado muchas distinciones,
especificacio- nes y detalles, los cuales, siendo interesantes e
importantes para espe- cialistas y conocedores, invitan más bien al
principiante a abandonar la escritura y a conformarse con lo que
sabe. De todos modos, si este libro cumple con su propósito,
seguramente quien quiera seguir avan- zando en el camino del
pulimento de la escritura deberá acudir cierta- mente a las gramáticas
especializadas, a cursos avanzados y a obras de autores reconocidos
en el área.

Sobre el título de este libro

Luego de pensar en varios nombres distintos, me decidí por el


de Las artes del escribano por dos razones importantes. Primero, preferí
usar la palabra escribano antes que escritor, porque este último nos
remite a la creación literaria, cuando el fin de este libro es mejorar la
competencia en lengua española de cualquier usuario, sin importar si
escribe sus propios pensamientos o reseña los de otras personas.
Además, este libro es todo menos un taller de composición literaria,
aunque puede servir de lectura preliminar a uno de estos talleres. De
acuerdo con el Diccionario de la lengua española [DLE], editado por la
Real Academia Española, la palabra escritor se define como “persona que
escribe” o “autor de obras escritas o impre- sas” (DLE, 2014, p. 935).
Por su parte, de la palabra escriba, se afirma allí que significaba “entre
los hebreos, doctor e intérprete de la ley” y “en la Antigüedad, copista
o amanuense” (DLE, 2014, p. 935).
El escritor es autor, mientras el escriba es un copista. No
parece haber en español una palabra exacta que defina el punto
medio entre ambos oficios, es decir, una persona que ejerza el arte
de escribir sin importar si lo que escribe es de su autoría o ajena.
3
Las artes del
No obstante, si bien la palabra escribano se piensa en muchos casos
como sinónimo

3
Juan Francisco Manrique

de escriba, el Diccionario de uso del español de María Moliner


(2007a) comprende escribano como el nombre del antiguo notario o
secretario judicial, quien toma nota de lo que sucede en un tribunal,
y tam- bién como una denominación que se daba al “maestro de
escritura”, e incluso en general al maestro de escuela (p. 1232). La
definición se completa cuando notamos que la palabra escribanía
se refiere tanto al oficio del escribano como al juego de elementos
para la escritura, como el tintero, el secador, la pluma y demás, que
se colocan en una bandeja o soporte especial (p. 1232).
Así, me quedo con escribano, entendido como el maestro de
es- critura que carga con un equipaje de herramientas propias del
arte de escribir. Además, es claro que no todos somos escritores ni
escribas en sentido estricto, pero todos somos escribanos en algún
momento de nuestra vida. Escribimos notas, diarios personales,
solicitudes banca- rias, apuntes de clase, poemas de amor, y mensajes
de texto a través de aparatos electrónicos. Las claves gramaticales no
son los secretos de la composición literaria, sino las cuestiones
ortográficas y gramaticales básicas que se esperaría que tuviera en
cuenta toda persona que se precie de comunicarse en español por
escrito.
Por otra parte, al usar la palabra artes no me refiero a las bellas
artes como la pintura o la escultura, sino a la parte del significado de la
palabra que lo emparenta con artesanía, y que los griegos llamaban
téchne (‘arte’ o ‘técnica’). Es decir, a aquellas técnicas a las que el
escribano acude para llevar a buen término su tarea. De hecho, el
Diccionario de la lengua española sostiene, en su segunda definición de
arte, que es el “conjunto de precep- tos y reglas necesarios para hacer
algo” (DLE, 2014, p. 212). Si efectiva- mente todos somos escribanos
en un momento u otro, seguramente este libro puede ser visto como un
arsenal de claves gramaticales, ortográficas y léxicas para que se
cumplan mejor los fines comunicativos de la escritura.
JUAN FRANCISCO MANRIQUE
Docente de filosofía
Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO

3
Las artes del
Septiembre de 2017

3
Las artes del

La idea central de este apartado es presentar algunos


conceptos básicos sobre el lenguaje y la lengua para comprender más
el español. Dado que el fin del presente libro es el mejoramiento de
la escritura, se tratará al español principalmente como lengua
escrita, dejando de lado el importante campo de la fonética, cuyo
estudio desborda los fines del libro.

Hacia una definición de lenguaje

La antigua e influyente tradición aristotélica consideraba que


el hombre era un animal racional. Por la palabra animal se
comprendían las funciones biológicas que el ser humano compartía
con otros se- res, como nacer, crecer, reproducirse, nutrirse, moverse,
sentir, morir, entre otras. El término racional evocaba una
característica única de los seres humanos referida al pensamiento
lógico y la capacidad de abstracción. Sin embargo, la expresión
griega para racional era logos, que también significa ‘palabra’,
‘discurso’ o en general ‘lenguaje’. Esto nos lleva a pensar que la
tradición griega concebía el pensamiento y el lenguaje como
íntimamente unidos, al punto que juzgar al ser huma- no como un
animal racional era equivalente a pensarlo como un ser capaz de
lenguaje. Determinar el significado de esa capacidad será uno de los
objetivos de este apartado.
Ahora bien, la lengua española hace parte de un conjunto mu-
cho más grande, al que podemos dar el nombre general de lenguaje.
Podemos decir, en primera instancia, que cualquier sistema de
signos que sirva para comunicar un mensaje determinado es un
lenguaje. En ese caso, el campo de lo que consideramos lenguaje se
amplía enor- memente, pues no solo el español, el francés o el inglés
son lenguajes, también lo son el álgebra, la danza, los gestos, la
pintura, el código Morse, la música, las fórmulas químicas y la
arquitectura.
Como primera medida, sería bueno hacer al menos una distin-

2
Algunos conceptos básicos sobre el
ción preliminar para clasificar los distintos tipos de lenguajes.

2
Las artes del

Podemos comenzar con la distinción entre lenguajes naturales y


lenguajes artificiales.
Los lenguajes naturales son aquellos que aparecieron de forma
espontánea en una comunidad humana y cuyo fin principal es la
inte- racción social de las personas dentro de esa comunidad. Se les
consi- dera naturales porque nadie los creó, al menos no en forma
conscien- te, sencillamente se dieron, y su fin no es más que la
comunicación llana y corriente. Todos los idiomas hablados del
mundo, entre ellos el español, pertenecen a este grupo.
Los lenguajes artificiales, por su parte, son aquellos que
fueron creados de forma consciente por una o varias personas para
un fin de- terminado. Por estas condiciones, es medianamente fácil
determinar los autores de ese lenguaje, la fecha exacta del
nacimiento del mismo y los fines concretos para los cuales fue
creado. El código Morse, los lenguajes informáticos, las fórmulas
químicas, los distintos lenguajes de gestos, las danzas y los
lenguajes construidos como el esperanto, pertenecen a este grupo.
Se ha convenido en llamar lengua a los sistemas de comunicación
verbal y, casi siempre, escritos de alguna comunidad humana, lo
cual implica que perfectamente podemos denominar lenguas a los
que he- mos denominado “lenguajes naturales”.2

El español como lengua

Como se ha dicho, el español es una lengua que se dio


espontánea- mente en una sociedad humana determinada. Como
sucede con todos los lenguajes naturales, hay dos temas que nos
ayudan a comprender estas lenguas, o mejor, dos tipos de textos que
consignan estos temas,

2 Aunque también se incluyen en la categoría de lenguajes naturales los gestos, la


mí- mica, la proxemia, las imágenes y toda forma icónica surgida de la
espontaneidad del emisor.
3
Algunos conceptos básicos sobre el

los cuales son requisito mínimo para quien quiera aprender una
lengua natural que no es la lengua materna: un diccionario y una
gramática.
El diccionario pretende ser el compendio de buena parte del
vo- cabulario de una lengua natural, es decir, el conjunto de sus
palabras. Por su parte, la gramática es principalmente el conjunto de
las reglas de combinación de esas palabras para formar
construcciones lingüísticas que tengan sentido. Cuando aprendemos
una lengua extranjera, por ejemplo, no nos basta con conocer el
vocabulario, pues es erróneo su- poner que en esa lengua las palabras
se combinan igual que en español.
Ahora bien, de los muchos tipos de gramáticas, quisiera destacar
por lo menos dos tipos, que han sido relevantes en la enseñanza del
lenguaje: la prescriptiva y la descriptiva. Durante mucho tiempo se
consideró que la gramática era una herramienta que decía cómo se
combinaban correctamente las palabras, de modo que servía también
como herramienta de aleccionamiento sobre quienes se juzgaba que
no usaban bien el lenguaje. En ese caso, la gramática prescribía el uso
adecuado del lenguaje. No obstante, algunos lingüistas son
conscien- tes de que las lenguas no son unidades fijas y eternas,
sino que sufren toda una serie de cambios debidos a diversos
factores, como los re- gionalismos o la incorporación de
extranjerismos, entre otros. A este respecto, vale la pena recordar lo
que nos dice William Labov, uno de los iniciadores de la
sociolingüística, disciplina que desde la segunda mitad del siglo XX
da cuenta de cómo los factores sociales son funda- mentales en la
variación lingüística:

Los procedimientos de la lingüística descriptiva están basados


en una concepción del lenguaje como conjunto estructurado de
normas sociales. En el pasado ha sido frecuente considerar estas
normas como invariantes, compartidas por todos los miembros
de la comunidad lingüística. Sin embargo, estudios más
precisos del contexto social en el que el lenguaje es utilizado,
3
Las artes del
ponen de manifiesto que muchos elementos de la estructura
lingüística es- tán implicados en la variación sistemática que
refleja al tiempo

3
Algunos conceptos básicos sobre el

un cambio temporal y procesos sociales extralingüísticos. (Labov,


1983, p. 155).

Con este panorama, se comenzó a juzgar que la labor de


quienes componen gramáticas no era prescribir el apropiado uso del
lenguaje a la manera de un comité de legisladores del idioma, sino
que entre sus tareas estaba la de describir los nuevos modos en que
el lenguaje se estaba usando y consignarlos en las gramáticas. Lo
que antes se consideraba un error, hoy día puede ser sencillamente
un cambio en el devenir propio de un idioma.
Esta distinción se puede explicar por otros medios. Si bien hay
muchas lenguas naturales, no todas han llegado a recogerse en un
dic- cionario y una gramática. Una de las cuestiones más
interesantes de las lenguas naturales que han sido modificadas, es
que tal proceso, de algún modo “las congela”, o mejor, las fija. Así, se
comprende por qué cuando existe una gramática de una lengua natural,
se cree que a partir de ella se puede determinar cómo se debe hablar
el idioma, ignorando los cambios que este ha sufrido en ciertas
comunidades luego de la codificación. La perspectiva de la gramática
descriptiva, precisamente, busca incluir dentro de la gramática los
cambios que van acaeciendo en la lengua.

La construcción combinatoria de la lengua


El español, como muchas otras lenguas naturales, tiene una es-
tructura combinatoria, lo que implica unos elementos básicos y
unas reglas por las cuales tales elementos básicos pueden ser
colocados en diversas secuencias y series. Los elementos básicos del
español son las letras del alfabeto que se dividen en cinco vocales y
aproximadamente veinticinco consonantes. Las combinaciones de
estas letras forman sílabas; las de las sílabas, palabras; y las de las
palabras, oraciones. Podemos continuar diciendo que las oraciones
mezcladas construyen párrafos y que estos son los elementos de un
escrito.
3
Las artes del

Sin embargo, la importancia de las reglas radica en que no


toda combinación de letras, de sílabas, de palabras y de oraciones es
válida; de lo contrario, bastaría recortar letras de papel y echarlas en
un saco, para luego lanzarlas al aire, ver qué texto resulta cuando caen,
y enviar ese texto a una editorial para que sea publicado y
posteriormente pre- miado como una obra maestra. Un ejemplo
simple nos muestra esto en la tabla 1.

Tabla 2. Combinación de letras

Combinación de Significación en español


letras c, a, s y a
casa Edificio para habitar, hogar.

Forma del verbo “sacar”, que significa poner algo


saca fuera del lugar donde estaba encerrado o contenido.
También significa “costal”.

aasc No tiene significado en español.

scaa No tiene significado en español.

asca Célula que contiene las esporas de algunos hongos.

asac No tiene significado en español.

acas No tiene significado en español.

Las letras c, a, s y a no pueden combinarse de cualquier


manera. Es más, en el ejemplo anterior solo hemos usado siete
combinaciones de las veinticuatro posibles y, de esas siete, solo tres
tienen significado en español. Por lo menos para la construcción de
palabras en español, se puede tener en cuenta una regla útil:
Regla: Toda combinación de letras que valga como palabra o
como sílaba en español no puede estar formada solo por consonantes.
Es decir, toda palabra o sílaba en español tiene al menos una vocal.

3
Algunos conceptos básicos sobre el

Lo que sucede con las letras también ocurre con las palabras. Por
ejemplo, las palabras que conforman la oración Pedro ha sacado a pasear
a su muy querido perro se pueden ordenar en diferentes formas, pero
no todas ellas darán lugar a una oración. En la tabla 2 se presentan
cuatro casos, de varios posibles.

Tabla 3. Ejemplos de variación del orden de las palabras

Combinación de palabras Sentido en español


Pedro ha sacado a pasear a su muy
Oración con pleno sentido
querido perro
Oración con pleno sentido, pero no
Su muy querido Perro ha sacado a equivalente a la anterior, sino que se
pasear a Pedro invierte el orden entre quien realiza la
acción y de quien la recibe.

Ha sacado a pasear querido perro a su


Combinación de palabras sin sentido.
muy Pedro

Su a muy ha Pedro perro pasear sacado


Combinación de palabras sin sentido.
a querido

Morfología, sintaxis, semántica y pragmática

Las lenguas naturales (y varias de las artificiales) se sirven de, por


lo menos, cuatro niveles lingüísticos relacionados fuertemente con
la gramática: la morfología, la sintaxis, la semántica y la pragmática.
a) Morfología. Es el nivel que se ocupa de la forma de las
pala- bras, pues viene del griego morpho- que significa
‘forma’. Esta rama de la lingüística estudia cuestiones como los
prefijos, los sufijos y las raíces de las palabras, las desinencias
o conjugacio- nes de los verbos, las combinaciones de
palabras para formar otras nuevas, el género y el número de
las palabras, etc. Su estudio profundo pertenece a los
lingüistas. En este libro se abordará de manera muy
tangencial.
3
Las artes del

b) Sintaxis. Es el nivel lingüístico que analiza la combinación de


las palabras, razón por la cual se le consideró como el corazón
de toda gramática. Sus reglas son las que nos orientan sobre la
manera lícita de construir oraciones en español.
c) Semántica. Es el nivel lingüístico relacionado con el signifi-
cado de las palabras. El diccionario es el que principalmente
cumple la labor de mostrar el significado de las palabras, no
solo en sí mismas, sino en el uso que de ellas se hace en di-
ferentes contextos. Los diccionarios especializados se ocupan
también del significado de frases o de palabras usadas en cier-
tos tipos de frases.
d) Pragmática. Este nivel, reconocido recientemente como
par- te de la lingüística, es el que se encarga de estudiar
cómo las personas usan el lenguaje en su vida cotidiana. El
cambio de enfoque hacia una gramática descriptiva en lugar de
prescripti- va, le ha dado campo al estudio de la pragmática
del lenguaje, el cual antes se consideraba como el cúmulo de
errores que las gentes cometían al hablar.

Taller 1: Conceptos básicos sobre lenguaje y


lengua
1. Tome alguna lengua artificial, como la aritmética, un programa
informático, una lengua de señas o una danza específica, y trate de
determinar, desde sus características básicas, lo que hace que esa práctica se
considere como lenguaje.
2. Distinga claramente y con sus propias palabras, las diferencias entre
una gramática prescriptiva y una descriptiva. Al tiempo, tome partido
por la que considere más adecuada para el estudio de la lengua
española.
3. Determine un grupo de por lo menos cinco combinaciones de palabras
propias de su país o región, cuyo significado sea determinado
únicamente por la pragmática del lenguaje y no por diccionarios o
gramáticas.

3
Las artes del

La historia de toda lengua está íntimamente ligada a la historia


de sus hablantes y de los pueblos que la han dado a luz o la han
adop- tado. Por ello, despreciar una lengua implica despreciar a sus
hablan- tes. Siguiendo este razonamiento, despreciar el español es
una forma de despreciarnos a nosotros mismos. En consecuencia,
es necesario que conozcamos nuestra lengua y su historia, para
valorarla, aunque sea de modo sucinto.
Ahora bien, es necesario retomar algunos puntos clave de la
his- toria de España para comprender cómo la lengua española
llegó a ser el idioma de más de 500 millones de personas alrededor
del mundo. El tema es mucho más vasto y detallado de lo que se
puede recoger aquí, así que la idea es solo mostrar un panorama
general de los acon- tecimientos que dieron origen a nuestro
idioma.

Lenguas autóctonas de la península ibérica

En tiempos prerromanos, es decir, antes del año 300 a. C., la


península ibérica estaba habitada por pueblos de origen celta, que
también estaban presentes en algunas zonas de Francia, Inglaterra e
Irlanda. De su presencia en la región quedan algunas palabras que
se conservan en el español como abedul, que es el nombre de un árbol
sil- vestre, y otras como charco, ardilla, perro, muñeca, lanza, sapo, vega,
urra- ca, bruja, conejo y páramo, por ejemplo (Alatorre, 2003, p. 41).
También son de origen celta las palabras terminadas en -iego, como
andariego, palaciego, mujeriego y labriego, al igual que los apellidos
terminados en
-z, como Sánchez, Muñoz, Pérez, etc. (Lapesa, 1984, p. 45).
Otro pueblo cuya presencia en la región, incluso previa a la de
los celtas, es el de los vascos, que se asentaron en los montes
pirineos y actualmente constituyen la frontera natural entre España
y Francia. Hasta ahora, la lengua de los vascos no se ha podido
emparentar con ninguna otra y se considera completamente

3
Historia sucinta de la lengua
autóctona. El español po- see algunas palabras de origen vasco
como chatarra.

3
Las artes del

Por el siglo VII a. C., la península ibérica albergó colonias


fun- dadas por navegantes griegos, quienes por aquel tiempo
estaban en una época de expansión colonial y comercial. Ellos
fundaron, por lo menos, cuatro ciudades costeras importantes:
Sagunto (en la ac- tual costa de Valencia), Ampurias (en Gerona),
Hemeroscopeion y Alonis (en Murcia). Sin embargo, este episodio
no repercutió signi- ficativamente en la formación del español, sino
que la lengua griega cobraría importancia tiempo después, ya que
muchos vocablos grie- gos pasaron a formar parte del léxico de la
lengua latina. Incluso se cuenta la historia de un reino al sur de la
península que los griegos conocían como Tartessos, pero se
desconoce la lengua de este miste- rioso pueblo.
Por el año 237 a. C., la península ibérica sufrió una invasión
por parte de los cartagineses, pueblo de origen fenicio, que al
mando del general Amílcar Barca (275-228 a. C.) se tomaron la mayor
parte de la península, aunque algunos siglos atrás ya habían fundado la
ciudad de Gadir que hoy día llamamos Cádiz. Es una desgracia que
no nos haya quedado prácticamente nada de la lengua de los
cartagineses, salvo algunos nombres que pueden ser el único
testimonio. Por ejemplo, la actual ciudad de Barcelona fue llamada
Barcino por los cartagineses, en honor del general Amílcar Barca, y
también fundaron la ciudad de Cartagena de Murcia.

La lengua latina y la dominación romana de la península ibérica

Como la península ibérica fue la base de operaciones desde la


que los cartagineses planearon y llevaron a cabo la invasión de Roma,
fue claro para los romanos que se necesitaba no solo sacar de allí a los
cartagineses, sino tomarse el territorio completo. Así, en las guerras
contra Cartago, los romanos enviaban ejércitos a Iberia para
debilitar la retaguardia cartaginesa. Allí brilló el hombre que un día
destruiría el poder de Cartago: Publio Cornelio Escipión, quien
ganó su repu- tación precisamente venciendo a las huestes
cartaginesas e ibéricas de
4
Historia sucinta de la lengua

la región en varias batallas, y por su obra, la ciudad de Cartagena


de Murcia fue llamada en latín “Carthago Nova”.
Tiempo después, en la gloriosa batalla de Zama, a las puertas de
la ciudad de Cartago en la actual Túnez, en el año 202 a. C.,
Escipión se enfrentó con Aníbal Barca, el hijo de Amílcar, y derrotó
definitivamen- te a las tropas cartaginesas, por lo cual ganó el título
de “el africano”. Ello condujo a que los romanos fueran los amos y
señores de la penín- sula ibérica durante los siguientes seis siglos, y es
claro que la lengua que más ha influenciado en la formación del
español es el latín, por lo que se ha reconocido sin discusión como
su lengua madre. Fue a través de la lengua latina que los vocablos
griegos llegaron al español y no a través de las colonias griegas en la
costa mediterránea de España, las cuales no ejercieron una influencia
cultural significativa en la región. Roma llegó a tener en su historia
grandes personajes de origen ibérico, como lo fueron el emperador
Trajano, el filósofo Séneca y el orador Quintiliano.
Si bien desde Escipión el Africano la península ibérica fue ofi-
cialmente territorio romano, los habitantes celtíberos dieron batalla
a Roma durante dos siglos, hasta la pacificación completa de la
región por parte del emperador Augusto hacia el año 19 a. C. Se
recuerda especialmente cómo los celtíberos rechazaron al ejército
romano en 153 a. C., lo que obligó a la República Romana a
destruir los áni- mos independentistas de los nativos. Así, en 133 a.
C., para someter definitivamente a los celtíberos, el imperio envió
al general Escipión Emiliano, quien decidió poner sitio a Numancia
(actual Soria, en Es- paña) y rendir a los celtíberos por hambre, lo
que consiguió luego de un año de asedio. Muchos se suicidaron, y
los que no lo hicieron, se convirtieron en esclavos de los romanos.
Escipión Emiliano obtuvo el título de “numantino” por esta victoria.
La influencia del latín en la lengua española es enorme, por cuan-
to el español es prácticamente un dialecto del latín. De momento, se
pueden destacar al menos tres aspectos de esta influencia: nombres
de ciudades, expresiones latinas en español y al menos una
condición que relaciona el léxico español y el latino.
4
Las artes del

Primero, muchos nombres que los romanos pusieron a


ciudades o regiones de la actual España se conservan, aunque no
exactamente en su forma latina. Por ejemplo, Legiones (León),
Caesaraugusta (Zara- goza), Emérita Augusta (Mérida), Corduba
(Córdoba), Valentia (Valen- cia) (Alatorre, 2003, p. 46).
Segundo, si bien el léxico español está lleno de palabras
deriva- das del latín, muchas de ellas han conservado su forma latina
original, incluso como locuciones. Por ejemplo, sui generis (‘en su
género’), que se usa para describir algún objeto, concepto, cualidad
o evento que cumple con la condición de ser casi único, es decir, de
ser el único representante de un género propio. Otro tanto sucede
con expresiones como statu quo (‘en el estado en que’), la cual se usa
como sinónimo de “lo establecido”; y con la expresión grosso modo (‘de
manera gruesa’) que se puede interpretar como “en términos
generales”. También palabras como versus ( ‘contra’) y status (
‘estado’)3 (Moreno de Alba, 2003, p. 45).
Tercero, muchas veces sucede en español que el origen latino
de una palabra se reconoce porque una variación de la misma se
encuen- tra en otras lenguas latinas como el italiano, el francés o el
portugués y, en algunos casos, también en lenguas germánicas
como el inglés o el alemán. Por ejemplo, la palabra “pueblo” en
español, que viene del latín populus, y una variantes de esa palabra
latina aparecen en otras lenguas como el italiano (popolo) o el
francés (peuple), e incluso ha llegado a la lengua inglesa a través del
francés, con la expresión people.
No sobra anotar que el vocablo Romania se usó entre los romanos
para denominar la porción del imperio donde predominó el latín,
pues es claro que Roma dominó políticamente regiones donde la
len- gua griega ya estaba muy extendida. Así, la expresión
románicamente pasó a significar ‘al estilo de Roma’, y los términos
románico, romance y “neolatino” se consideraron sinónimos. A las
lenguas que surgieron

4
Historia sucinta de la lengua
3 Hoy día la palabra se usa como estatus, signo de su incorporación a la lengua
española.

4
Las artes del

del latín, entre ellas el español, se les llamará de estas tres formas (Ala-
torre, 2003, p. 48).

La Edad Media y la España de los visigodos


Ningún imperio es eterno, ni siquiera el que construyeron los
ro- manos. Una serie de tribus germánicas del norte del río Danubio,
fue- ron entrando al imperio en los siglos III y IV d. C., pero los
romanos terminaban usándolos como carne de cañón de sus tropas
fronterizas, hasta que a comienzos del siglo V (año 410) d. C., el jefe
de la tribu de los godos, Alarico, decidió que ya era tiempo de
exigirle a Roma un mejor trato para los godos residentes y, al no ser
escuchado, decidió invadir la ciudad eterna. Pero su idea no era
hacerse emperador, solo pretendía hacer sentir a los romanos que
los godos hablaban en serio. Así que, una vez sus demandas fueron
cumplidas, se retiró de Roma y se asentó con parte de sus tropas en
la península ibérica, como go- bernador de la misma, aunque murió
al poco tiempo de asumir el cargo. Los godos que se quedaron en la
frontera del Danubio fueron llamados ostrogodos (del Ostgoth, ‘godos
del este’)— y se asentaron en la actual Austria (cuyo nombre en
alemán es Österreich). Mientras que los godos que siguieron a
Alarico hasta España fueron llamados visigo- dos (del germánico
Westgoths, ‘godos del oeste’).
Los visigodos gobernaron en España al menos trecientos años,
y su influencia es notoria en lengua española. Por ejemplo,
apellidos típicamente españoles como Manrique vienen de expresiones
germá- nicas como Mannrich. Al tiempo, los godos eran muy fieles
a su rey y para el siglo VI d. C., ya eran un pueblo convertido al
cristianismo católico. En español, la palabra godo vino a usarse
como un adjetivo, sinónimo de conservador y, más específicamente,
de un monarquista católico recalcitrante, que no gusta de las nuevas
ideas, tanto en polí- tica como en religión. Algunas palabras de la
lengua española tienen raíces germánicas como burgo (burg), yelmo
(helm), rico (reiks), y fresco (frisk) (Lapesa, 1984, 113).
4
Historia sucinta de la lengua

La España musulmana y su influencia en la lengua

La hegemonía de los visigodos en la península se vio afectada por


la invasión de una naciente potencia militar surgida en las arenas de
Arabia. Los califas musulmanes hicieron todo lo posible para
expan- dir en el mundo el imperio que consideraban les había
otorgado su dios. Luego de tomar Egipto y todo el norte de África,
se aventuraron a entrar en Europa por el estrecho de Gibraltar en el
año 711 d. C. Las tropas fueron comandadas por el general Táriq Ibn
Ziyad, quien asentó a su ejército invasor en un peñón al que llamó Jab-
Al-Tariq, que significa ‘montaña de Tariq’, topónimo que
posteriormente fue españolizado como Gibraltar. La invasión fue
enfrentada por el monarca visigodo Rodrigo (Roderic), que fue
derrotado en la batalla de Guadalete. El reino visigodo fue destruido
y España pasó a ser un califato musulmán.
A pesar de la victoria, la estampida musulmana no se
conformó con el dominio de la península ibérica y siguió adelante,
buscando adentrarse en Europa central, pero el general francés
Carlos Martell les cortó el paso en la batalla de Poitiers, en el año
732 D.C. De todas formas, los musulmanes se asentaron en España y
prosperaron duran- te siete siglos, por cual aportaron muchas
palabras a la futura lengua española, especialmente todas las que
comienzan con el prefijo al-, que es el artículo de la lengua árabe.
Palabras como álgebra, alcohol, alcaldía o almohada, y también otras
que no tienen ese artículo, como tarifa.

El nacimiento de la lengua española

Los reyes carolingios de Francia no iban a permitir el apogeo


de un califato musulmán al sur de su frontera, así que apoyaron
duran- te siglos todo movimiento de insurrección cristiana en
España. Estos apoyos hicieron posible el mantenimiento de
pequeños reinos en el norte de España como León, Asturias, Castilla y
Aragón, que tomaron el nombre de “la marca hispánica”, y poco a
4
Las artes del
poco se hicieron más y más grandes, e iban corriendo a los
musulmanes hacia el sur. Al punto

4
Historia sucinta de la lengua

de que, para mediados del siglo XV, la presencia musulmana en la pe-


nínsula estaba reducida al territorio de Granada y el más próspero
de los reinos hispánicos resultó ser el reino de Castilla, que se hizo con
la mayor extensión de territorio en Iberia central y del sur. Este
periodo se conoce en la historia de España como La Reconquista.
Se puede afirmar que la lengua española nace en este tiempo
y da sus primeros pasos en varias obras de importancia, al tiempo
que los reinos cristianos van ganando territorios en la península de
manos de los musulmanes. Para el año 1140 aparece el famoso Can-
tar de mio Cid, un poema épico que narra las aventuras del
caballero cristiano Rodrigo Díaz de Vivar, también llamado “el Cid
Campea- dor”, el cual se encuentra en el plan mismo de la
reconquista de la península y, por tanto, en batalla constante contra
los musulmanes. La siguiente cita nos puede dar alguna idea de la
imagen que el poeta y juglar anónimo nos quiere transmitir sobre la
personalidad de este guerrero medieval:

Por esas tierras de moros, apresando y


conquistando, durante el día durmiendo, por las
noches a caballo, en ganar aquellas villas pasa
Mio Cid tres años.
(Cantar de mio Cid, verso 71).

Unos años antes, en 1085, los monarcas cristianos de España


ya eran dueños de la importante ciudad de Toledo, que se convirtió
en una cuna de tolerancia y ejemplo de convivencia de cristianos,
mu- sulmanes y judíos, casi único en la Edad Media, cuyo mayor
símbolo de cultura fue la famosa escuela de traductores que tuvo su
auge en el siglo XIII, por el gran impulso que le dio el monarca
Alfonso X de Castilla (reinado: 1252-1284), apodado el Sabio. El
monarca no solo impulsó la traducción de textos en griego, latín y
árabe, sino que él mismo se aventuró a escribir en la lengua de
Castilla. He aquí un apartado de las Siete partidas, un texto
jurídico, que no por ello deja por fuera la reflexión filosófica y
4
Las artes del
moral:

4
Historia sucinta de la lengua

Acucioso debe el rey seer en aprender los Acucioso debe el rey ser en aprender
saberes, ca por ellos entenderá las cosas de los saberes, pues por ellos entenderá
raiz; et sabrá mejor obrar en ellas, et otrosi las cosas de raíz. Y sabrá mejor obrar
por saber leer sabrá mejor guardar sus po- en ellas, y también por saber leer, sa-
ridades et seer señor dellas, lo que de otra brá guardar mejor sus prioridades y ser
guisa non podie tan bien facer (Alfonso señor de ellas, lo que de otro modo
X, 2000, p. 126). no podría tan bien hacer.

Si bien el texto puede ser fácilmente comprendido por un his-


panohablante, se nota cómo la lengua española nace de la matriz
del latín, por ejemplo, el uso de et (‘y’), non (‘no’), y facer (‘hacer’).
Algo parecido encontramos en la obra El libro de buen amor de
Juan Ruíz Arcipreste de Hita (1284-1351), en la cual ya se nota,
además, el uso gráfico de una letra propiamente española, la ñ:

Si Dios, quando formó el omne, entendiera Si Dios, cuando formó al hombre,


que era mala cosa la muger, non la diera al entendiera que era mala cosa la mu-
omne por compañera, nin dél non la jer, no la diera al hombre por
feziera. Si para bien no fuera, tan noble compa- ñera, ni de él la hiciera. Si
non saliera. (Arcipreste de Hita 1998, p. para bien no fuera, tan noble no
132). saliera.

Poco a poco, la lengua del reino de Castilla iba haciéndose in-


dependiente de su matriz latina e iba tomando rumbos propios. A la
par de estos acontecimientos, el reino de Castilla se iba
convirtiendo en el reino cristiano más poderoso de España, lo cual
no trajo menos problemas que antes.

Castilla, Aragón y la Gramática de Antonio de Nebrija

Existía el riesgo de una guerra fratricida, una vez que ya no


hu- biera musulmanes en la península. Así, se concertó una alianza
entre Castilla y su vecino del este, el reino de Aragón, que se había
hecho con buena parte de la costa mediterránea española. La
alianza se con- certó por medio de un matrimonio, el de Isabel de
Castilla y Fernando de Aragón, que llegarían a ser los famosos reyes

4
Las artes del
católicos de España.

5
Historia sucinta de la lengua

Esta unión preparaba la noción de imperio y, efectivamente, a co-


mienzos del año 1492, los reyes católicos tomaron la ciudad de
Granada y expulsaron a los musulmanes de la península. Por aquel
año, el emi- nente profesor de gramática de la Universidad de
Salamanca Antonio de Nebrija (1441-1522) publicó una obra que
sería trascendental para la historia de la lengua: una Gramática de la
lengua española; no solo fue la primera gramática del español, sino la
primera de cualquier lengua eu- ropea moderna. Con la consigna de
que la lengua va unida al imperio, Nebrija consideraba que la unidad
lingüística estaba ligada a la unidad política del nuevo estamento
político y, de algún modo, tuvo razón. Du- rante mucho tiempo, esa
lengua se denominó castellano porque era la que se hablaba en la
región de Castilla, diferente al leonés, el asturiano o el catalán que se
hablaban en otros reinos de la península. Pero como Castilla era el
reino dominante, se creyó que todos los demás reinos debían
aprender castellano y usarlo, por lo que pasó a llamarse español, ya
que los romanos llamaban Hispania a la península ibérica.
Nebrija fue un innovador por cuanto la regulación gramatical
estaba reservada para el griego y el latín, las lenguas cultas por
anto- nomasia. La lengua vulgar bastaba aprenderla de los labios
maternos y perfeccionarla por medio de la práctica y el buen
sentido, o al menos eso se creía (Lapesa, 1984, p. 288). En su famoso
prólogo a su gramá- tica española, Nebrija deja claro que sus
propósitos con esa obra se reducen a tres cuestiones fundamentales:
primero, busca fijar las nor- mas del español para que lo que se
escriba en esa lengua se entienda a través de los siglos (como sucedió
con el griego y el latín); segundo, una gramática de una lengua
vulgar como la de Castilla sería impor- tante para el posterior
aprendizaje del latín, al ser esta un derivado suyo; y tercero,
Nebrija considera que la lengua es la compañera del imperio,
puesto que el vencedor impondrá a los bárbaros vencidos su propia
ley, y esta debe ser vertida en la lengua propia del pueblo victorioso
(Lapesa, 1984, pp. 289-290). Nebrija no lo sabía, pero tiem- po
después sus consideraciones se convirtieron en vaticinios, especial-
mente, la tercera de ellas, cuando, de repente, los dominios de España
5
Las artes del
se expandieron de forma sorprendente.

5
Historia sucinta de la lengua

El mismo año de 1492, en que los reyes católicos expulsaron


de la península el último bastión de dominación musulmana de la
re- gión, el navegante genovés Cristóbal Colón partió del puerto de
Palos de la Frontera en la región de Andalucía, al sur de España, en
busca de una nueva ruta para llegar a la India y a China. Lo que
encontró fue un nuevo mundo, tanto en sentido geográfico como en
sentido cultural y lingüístico.
Como la mayor parte de los tripulantes de las naves de Colón
eran del reino de Castilla, fue el castellano la lengua que se impuso
en los dominios españoles de América, pero allí nutrió también de
multitud de voces de origen indígena como cancha, coyote, o hamaca,
entre muchas otras, pues no existían en español nombres para esas
realidades. Después llegarán las voces tomadas de lenguas africanas,
como samba o conga, que completarían el universo léxico de la
len- gua española.

El Siglo de Oro y la consolidación del español

Pero serían los escritores del llamado Siglo de Oro español


quienes darían brillo literario a la lengua de Nebrija: Cervantes,
Quevedo, Gracián, Molina, Góngora, Fray Luis de León y la
inmortal obra de los místicos españoles San Juan de la Cruz y Santa
Teresa de Jesús son una muestra de que se podía hacer literatura de
gran altura en una lengua nueva. Incluso el inca Garcilaso de la Vega,
un mestizo perua- no que terminó viviendo en España, embelesado por
las posibilidades poéticas de esa lengua, se atrevería a escribir obras
muy importantes en ella. Podemos exponer al menos tres brevísimas
muestras de lo que significó este siglo poético.
Por ejemplo, un interesante poema de Francisco de Quevedo
ti- tulado “Desde la torre”, que nos muestra un poco la vida
solitaria y silenciosa del intelectual junto con sus libros de estudio,
en el retiro de un lugar sosegado:

5
Las artes del

Retirado en la paz de estos desiertos,


con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.
(Quevedo, 2003, p. 54)

Al mismo tiempo, la literatura del Siglo de Oro español


incluyó casi todos los géneros e incluso se atrevió a la reflexión
filosófica. La obra Oráculo manual y arte de prudencia del jesuita
Baltasar Gracián, autor tan admirado por Arthur Schopenhauer, nos
habla de cómo un hombre grande en sabiduría siempre encontrará
la gloria, aunque no sea en su propio siglo:

Los sujetos eminentemente raros dependen de los tiempos. No


todos tuvieron el que merecían, y muchos, aunque lo tuvieron,
no acertaron a lograrle. Fueron dignos algunos de mejor siglo,
que no todo lo bueno triunfa siempre; tienen las cosas su vez,
hasta las eminencias son al uso; pero lleva una ventaja lo sabio,
que es eterno, y si este no es su siglo, muchos otros lo serán.
(Gracián, 1993, p. 200).

Sin duda, la obra más importante de este periodo es El


ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes,
considerada también la obra cumbre de la literatura española. Uno
de los episo- dios más interesantes de los muchos narrados por
Cervantes en esta obra monumental, es el discurso que el caballero
da ante un grupo de pastores de cabras, en el capítulo XI de la
primera parte. En cierta ocasión, Sancho y el Quijote no alcanzan a
llegar al poblado cuando les cae la noche y son acogidos por unos
humildes cabreros de la región, quienes también los invitan a cenar.
Sancho está incómodo porque quería dormir bajo techo, mientras el
Quijote está alegre de poder te- ner el cielo estrellado sobre él, y por
la compañía de aquellas agradables personas. Por ello, no duda en
invitar a Sancho a que se integre en la
5
Historia sucinta de la lengua

francachela y sutilmente lo exhorta a no rechazar a los cabreros por


su condición humilde, ya que la caballería no es para sentirse
superior a nadie, sino al contrario, igual que el amor, todo lo iguala
(Cervantes, 2004, p. 96). Así, el Quijote decide presentar a los
cabreros un discur- so sobre la época dorada en la que los hombres
eran todos iguales y la naturaleza presentaba sus dones con
generosa grandeza. Los cabreros no comprenden muy bien lo que el
Quijote dice, pero gustan de oírlo hablar. He aquí un fragmento de
este hermoso discurso:

Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nom-
bres dorados, y no porque en ellos el oro, que en nuestra edad de hierro
tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino
porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de
tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie
le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo
que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente
les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes
y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes
aguas les ofrecían… Entonces se declaraban lo conceptos amorosos del
alma sim- ple y sencillamente, del mismo modo y manera que ella los
concebía, sin buscar artificioso rodeo de palabras para encarcelarlos. No
había fraude, el engaño y la malicia mezclándose con la verdad y la
llaneza. (Cervan- tes, 2004, pp. 97-98).

De la fundación de la Academia de la lengua hasta hoy

La Real Academia Española (RAE) nació en el siglo XVIII para


emular, proteger y dar esplendor a la lengua de Cervantes. Fue fun-
dada en 1713 por Juan Manuel Fernández Pacheco (1650-1725), mar-
qués de Villena y duque de Escalona, con la idea de fijar el idioma
al que le habían dado esplendor los grandes escritores españoles de
los siglos XVI y XVII. Su modelo principal fue la academia francesa.
5
Las artes del

La fundación de la institución fue aprobada por el rey Felipe V de


Borbón mediante cédula real, en la ciudad de Madrid, España. Su
es- cudo es un crisol al fuego, símbolo de la función de la
institución que consistía en mantener la perfección y pureza del
idioma. Para 1726 ya había un diccionario publicado por la entidad y
para 1741 ya había aparecido una obra sobre la ortografía del
español. Su lema siempre ha sido “Limpia, fija y da esplendor”.
No obstante, al llegar el siglo XIX buena parte de las naciones
que pertenecían al imperio español toman el camino de la
independencia y se fundan academias de la lengua propias que ya no
tienen relación de subor- dinación con la RAE. De todas formas, la
RAE estrechó vínculos con las academias de las nuevas naciones
hispanohablantes independientes y en 1951 se fundó la Asale
(Asociación de Academias de la Lengua Española), cuya misión continuó
la de la RAE, a saber, velar porque los cambios que experimente la
lengua no acaben por quebrar su unidad esencial.
Sin embargo, hasta hace poco, esa misión seguía viéndose
como una misión prescriptiva y correctiva sobre el uso de la lengua
española; pero en el siglo XXI, la labor de la academia se ha vuelto
más laxa e in- cluyente, de modo que los diccionarios y gramáticas
comienzan a tener en cuenta vocablos y usos que son propios de países
diferentes a España. Ahora los diccionarios incluyen voces propias de
naciones hispanohablan- tes latinoamericanas, que antes se
consideraban errores o modificaciones inaceptables en el buen uso del
idioma, pues se aceptó que el idioma de Cervantes no era un
patrimonio exclusivo de España (aunque fuera allí donde tuvo su
nacimiento), de modo que la nación ibérica no tendría por qué
legislar un idioma que ya no era exclusivamente suyo, sino que se
podría considerar a España como una provincia más del mismo. De
hecho, el escritor colombiano Fernando Vallejo considera que España
es una provincia anómala del idioma, tesis que no deja de ser
controvertida.
Hoy en día, se cuenta con 21 academias de la lengua española en
todo el mundo, incluyendo naciones donde el español no es lengua
5
Historia sucinta de la lengua
oficial, como Filipinas y los Estados Unidos; este último país
cuenta en la actualidad con millones de hispanohablantes entre su
población.

5
Las artes del

A continuación, se enumeran las academias de la lengua españo-


la en todo el mundo, que colaboran con la RAE en la edición de
dic- cionarios, gramáticas y otras obras de referencia del idioma
español:

Tabla 4. Académias que colaboran con la RAE

País Academia de la Lengua


España Real Academia Española
Chile Academia Chilena de la Lengua
Argentina Academia Argentina de las Letras
Uruguay Academia Nacional de Letras de Uruguay
Paraguay Academia Paraguaya de la Lengua
Bolivia Academia Boliviana de la Lengua
Perú Academia Peruana de la Lengua
Ecuador Academia Ecuatoriana de la Lengua
Colombia Academia Colombiana de la Lengua
Venezuela Academia Venezolana de la Lengua
Panamá Academia Panameña de la Lengua
Costa Rica Academia Costarricense de la Lengua
Honduras Academia Hondureña de la Lengua
Guatemala Academia Guatemalteca de la Lengua
México Academia Mexicana de la Lengua
Nicaragua Academia Nicaragüense de la Lengua
El Salvador Academia Salvadoreña de la Lengua
Estados Unidos Academia Norteamericana de la Lengua Española
Puesto Rico Academia Puertorriqueña de la Lengua
Cuba Academia Cubana de la Lengua
Filipinas Academia Filipina de la Lengua Española
República Dominicana Academia Dominicana de la Lengua

5
Historia sucinta de la lengua

Para terminar, es pertinente recoger los nombres de los once


es- critores que han ganado el Premio Nobel de Literatura y
tuvieron el español como principal vehículo para transmitir sus
pensamientos e ideas. En la tabla 5 se relacionan estos autores con
alguna de sus obras más importantes o representativas. Así mismo,
se listarán algunos es- critores hispanoamericanos, que si bien no
ganaron tal premio, no por ello son menos importantes que los
anteriores, ya que su aporte ha sido fundamental para las letras en
nuestra lengua; la lista se concen- trará en autores influyentes del siglo
XX (tabla 6). Por último, se dará una lista de escritores colombianos
contemporáneos cuya obra se considera de importancia para el lector
de nuestro tiempo, muchas de las cuales han llegado a otros formatos,
como el cine o la serie de televisión (tabla 7).

Tabla 5. Autores de lengua española que ganaron el Premio Nobel de Literatura

Año Ganador del Nacionalidad Obra representativa


premio
1904 José Echegaray España La mancha que limpia
1922 Jacinto Benavente España Los intereses creados
1945 Gabriela Mistral Chile Lagar
1956 Juan Ramón Jiménez España Platero y yo
1967 Miguel Ángel Asturias Guatemala Los ojos de los enterrados
20 poemas de amor y
1971 Pablo Neruda Chile
una canción desesperada
1977 Vicente Aleixandre España Diálogos del Conocimiento
1982 Gabriel García Márquez Colombia Cien años de soledad
La familia de Pascual
1989 Camilo José Cela España
Duarte
1990 Octavio Paz México El laberinto de la soledad
2010 Mario Vargas Llosa Perú La ciudad y los perros

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Las artes del

Tabla 6. Algunos autores canónicos en lengua española en el siglo XX

Vida Nombre Nación Obra


representativa
1899-1986 Jorge Luis Borges Argentina Ficciones
Adolfo Bioy
1914-1999 Argentina La invención de Morell
Casares
1884-1969 Rómulo Gallegos Venezuela Doña Bárbara
Juan Carlos
1909-1994 Uruguay Juntacadáveres
Onetti
1942- Isabel Allende Chile La casa de los espíritus
1914-1984 Julio Cortázar Bélgica/Argentina Rayuela
1917-1986 Juan Rulfo México Pedro Páramo
1942- Fernando Vallejo Colombia La Virgen de los sicarios
1928-2012 Carlos Fuentes Panamá/México Aura
Las venas abiertas de
1940-2015 Eduardo Galeano Uruguay
América Latina
Augusto La oveja negra y otros
1921-2003 Honduras
Monterroso cuentos
Arturo Pérez-
1951- España El club Dumas
Reverte
Federico
1963- Argentina El anatomista
Andahazi
Germán
1900-1999 Colombia Biografía del Caribe
Arciniegas
1906-1978 Jorge Icaza Ecuador Huasipungo

1920-2009 Mario Benedetti Uruguay La tregua

1910-1976 José Lezama Lima Cuba Paradiso

1938-2007 Germán Espinosa Colombia La tejedora de coronas


Manuel Mujica
1910-1984 Argentina Bomarzo
Lainez

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Historia sucinta de la lengua

Tabla 7. Algunos autores colombianos contemporáneos

Nombre Obra representativa


Mario Mendoza Satanás
Héctor Abad Faciolince El olvido que seremos
Juan Esteban Constaín El hombre que no fue jueves
William Ospina El país de la canela
Santiago Gamboa Perder es cuestión de método
Pablo Montoya Tríptico de la infamia
Andrés Caicedo ¡Que viva la música!
Jorge Franco Rosario Tijeras
Fernando Soto Aparicio La rebelión de las ratas
Alonso Salazar No nacimos pa’ semilla
Germán Castro Caicedo La Bruja
Antonio Caballero Sin Remedio
Ángela Becerra Los que la falta al tiempo

Taller 2. Historia sucinta de la lengua española


1. Tome algún momento, autor u obra, de la historia de la lengua
española que le haya suscitado interés y coméntelo. También puede
ampliar la información sobre el mismo usando bibliografía secundaria.

6
Las artes del

6
Las artes del

El español es una lengua entre las más de seis mil que se ha-
blan el mundo. Conocer, aunque sea someramente el mapa lingüís-
tico mundial, nos puede dar una ubicación del español en medio de
muchas otras lenguas, algunas incluso de las que se ha nutrido en
su léxico. Por eso, se ha incluido en este capítulo una lista de buena
parte de las lenguas del mundo, clasificadas a partir de sus familias
lingüísti- cas (tabla 8). La exposición se complementa con estadísticas
recientes sobre las lenguas más habladas del mundo (tabla 9).

Tabla 8. Clasificación de las lenguas del mundo4

• Lenguas emíticas: hebreo, árabe, arameo, púnico-


fenicio, siríaco, acadio, ugarítico, amárico.
• Lenguas egipcias: egipcio clásico (jeroglíficos),
demótico, copto.
• Lenguas bereberes: tifinagh (tribus tuareg de
Lenguas Marruecos y Argelia)
afroasiáticas
• Lenguas chádicas: hausa (África occidental
subsahariana, República del Chad, Nigeria, Níger,
República Centroafricana)
• Lenguas cushitas: oromo y somalí (Somalia
y Etiopía).

• Lenguas cordófonas: kordofán (Sudán del Sur)


• Lenguas dogon: pueblos dogon de Malí.
Lenguas • Lenguas volta-congo: yoruba (Nigeria)
nigerocongolesas • Lenguas bantúes: swahili (Tanzania, Kenia,
Uganda, República Democrática del
Congo), umbundu (Angola).

4 La información de las lenguas del mundo fue tomada en su mayoría de


Comrie (1991), obra en la que cada capítulo está dedicado prácticamente a una de
las fami- lias lingüísticas referenciadas.

5
El español y su ubicación en las lenguas del

• húngaro, finlandés, estonio, livonio


Lenguas urálicas (Letonia), lenguas de Laponia.

• Lenguas túrquicas: turco, usbeko, kirguís,


Lenguas altaicas kazajo, turcomano.
• Lenguas mongólicas: mongol.

• Lenguas siníticas: mandarín, cantonés (sur de


China, Hong Kong).
Lenguas • Lenguas tibetano-malayas: tibetano,
sinotibetanas newarí (Nepal).
• Lenguas lolo-búrmicas: birmano (Myanmar o
Birmania), lolo (Bangladesh).

• Lenguas mon-jemer: vietnamita, camboyano o


Lenguas jemer, bahnar (Laos).
austroasiáticas
• Lenguas tailandesas: siamés (tailandés)

Lenguas • malayo, indonesio, javanés, tagalo (Filipinas),


austronesias rapanui (Isla de Pascua).

Lenguas • elamita (suroccidente de Irán), tamil


elamodravídicas (Ceilán), malabar (Sur de India), télugu (sur
de India).
Lenguas • japonés
japónicas
Lenguas • coreano del norte, coreano del sur (realmente
coreanas son la misma lengua con distintos acentos).

• Las lenguas más habladas: quechua (Perú), guaraní


(Paraguay), aimara (Bolivia), náhuatl (México).

• Lenguas mayas (México y Guatemala).


• Lenguas caribes (Antillas menores).
Lenguas
indígenas de • Lenguas macroarahuacanas: taíno.
américa (Santo Domingo).
• Lenguas chibchas: muisca, arhuaco, tairona, u’wa
o tunebo, kogui).
• Lenguas iroquesas: mohawk, cheroqui (frontera
occidental entre EE. UU. y Canadá).

5
Las artes del

• Lenguas indoeuropeas que influyeron en el


nacimiento de las otras: griego, latín, gótico,
sánscrito, persa.

• Lenguas germánicas: alemán, inglés, holandés,


danés, noruego, sueco e islandés.

Lenguas • Lenguas eslavas: ruso, polaco, checo,


indoeuropeas eslovaco, serbocroata.
• Lenguas indoarias: sánscrito, hindi, bengalí,
lahnda (oriente de Pakistán).
• Lenguas célticas: galés, gaélico (Irlanda),
bretón (Francia e Inglaterra).
• Lenguas romances: francés, portugués, italiano,
rumano, occitano (sur de Francia), catalán y
español.

• euskera (País Vasco).


• sumerio (sur de Irak).
• japonés (Japón).
Lenguas aisladas • coreano (Corea del Norte y del Sur).
• ainu (isla de Hokkaido, Japón).
• paez o lengua nasayuwe (Colombia).
• ticuna (Colombia, Perú y Brasil).

Conclusiones y cuestiones de interés respecto de la estadística

Como lo deja ver la estadística, el español es una lengua


roman- ce de origen indoeuropeo, que ha llegado a ser hoy en día la
segunda lengua más hablada del mundo, solamente superada por el
manda- rín, y que sobrepasa a los hablantes del inglés en casi cien
millones de usuarios. Esos datos quizá puedan impulsarnos a
mejorar nuestras habilidades en una lengua que seguramente en un
futuro próximo será fundamental tanto en el hemisferio occidental
como en el con- texto mundial.

6
El español y su ubicación en las lenguas del

Tabla 9. Las lenguas más habladas en el mundo5

Puesto Lengua Hablantes País de origen Países


1 mandarín 1.197 millones China 33

2 español 414 millones España 31

3 inglés 335 millones Inglaterra 99

4 hindi 260 millones India 4

5 árabe 237 millones Arabia Saudita 60

6 portugués 203 millones Portugal 12

7 bengalí 193 millones India 4

8 ruso 167 millones Rusia 16

9 japonés 122 millones Japón 3

10 javanés 84 millones Indonesia 3

Taller 3. El español y su ubicación en las lenguas del mundo

1. Escoja una lengua o grupo de lenguas y haga un breve informe sobre


su historia, las condiciones geográficas donde se desarrolló y su posible
influencia en la lengua española.
2. Puede también dar cuenta de alguna obra literaria (y de su autor, en caso
de que se conozca) que haya sido importante en la historia de esa lengua.
Si la obra tiene traducción al español, puede citar algunos pasajes de ella
para enriquecer su trabajo.

5 Las cifras de la estadística son tomadas de Ethnologue: Languages of the World. (2017).

6
Las artes del

Sinonimia

Decimos que dos o más palabras son sinónimas cuando tienen el


mismo significado, aunque no necesariamente los sinónimos
refieren exactamente a lo mismo, sino que, en muchos casos, el
concepto que refieren tiene significación cercana o semejante, lo
cual se considera una riqueza desde el punto de vista literario, ya
que una expresión puede ganar en belleza o sonoridad cuando una o
varias de las pala- bras que la componen se cambia por un
sinónimo, en esa medida la sinonimia pues ser pensada como una
de las bases del estilo. Ponga- mos como ejemplo estas tres
palabras:

pirata / corsario / filibustero

Es claro que las tres palabras hacen referencia a lo mismo, a


saber, un delincuente o contrabandista que surca los mares en una
embarca- ción. La pregunta que puede surgir es ¿cuál es el sentido de
la existencia de tres palabras para la misma realidad? Si bien
significan lo mismo, cada una trae consigo sus pequeños matices
que las diferencian.
Pirata es un concepto genérico de esa actividad, que incluso hoy
día se usa sin incluir la estancia en una embarcación, sino como el
goce ilícito de los derechos de autor de otros, o se dice de personas
que saquean los datos de otros usando medios informáticos, ya que
hoy día hablamos de “navegar” en la red (Moliner, 1988b, p. 752).
Corsario es una forma elegante y eufemística de decir
“pirata”, que puede ser útil en contextos literarios y muestra el aprecio
de quien la pronuncia por esa actividad, o por las personas que la
llevan a cabo. Es más, uno de sus significados en español incluye
que el corsario es un tipo de pirata cuya actividad delictiva está
respaldada por algún gobierno o Estado (Moliner, 1988a, p. 783).
Por su parte, filibustero hace referencia a la tripulación, jamás al
capitán del barco. Incluso, uno de sus significados es el de una

6
Sinonimia, antonimia y
perso- na que lucha por la emancipación de una colonia contra su
metrópoli,

6
Las artes del

lo cual bien podría ser un argumento dado por los piratas para
legiti- mar su actividad (Moliner, 1988a, p. 1306).
Un sinónimo adicional, emparentado con esta actividad delic-
tiva, es bucanero, que hace alusión a la estancia en un tipo de barco
específico, esto es, a un buque. Al tiempo, se cree que la palabra es un
préstamo de la palabra inglesa bacon que significa ‘tocino’, ya que los
comerciantes de esta carne en las Antillas se hicieron piratas
cuando su negocio quebró (Moliner, 1988b, p. 422).

Ambigüedad o polisemia

Podemos decir que es lo contrario de la sinonimia, pues con-


siste en que una sola palabra tiene más de un significado. Una de
las características de las palabras polisémicas es que generalmente,
aunque no siempre, aluden a conceptos abstractos, razón por la cual
adquieren polisemia de un fenómeno que podemos denominar des-
plazamiento semántico.

Desplazamiento semántico

Hablamos de que una cierta palabra tiene un significado origina-


rio, pero debido a circunstancias históricas o de otro tipo, comienza
a incluir otras denotaciones que no se agotan en la inicial y, en
ocasio- nes, hasta hacen que esta se olvide. Así mismo, las nuevas
referencias pueden o no tener relación con la principal. Algunos
ejemplos:

Manzana
1. Fruto comestible de un árbol.
2. Espacio urbano delimitado para la edificación.
3. Se le llama a una estructura anatómica de la garganta.

6
Sinonimia, antonimia y

Generalmente, el significado original de una palabra es el prime-


ro que aparece en el diccionario, y el que casi siempre se le viene a
la cabeza a las personas cuando les preguntan por lo que tal palabra
re- fiere. En este caso, es probable que primariamente manzana
denotase una fruta, y luego tomase otros significados. Es posible
que la opción semántica 3 nazca por analogía a la pomácea,
mientras la 2 no parece tener una clara relación con el sentido
inicial.

Copa
1. Vaso con pie para beber.
2. Líquido que cabe en la copa.
3. Parte superior de un árbol.
4. Parte hueca de un sombrero.
5. Concavidad de un sujetador femenino.
6. Torneo deportivo.

El significado 1 de copa es de un vaso de cierto tipo. Luego se


desplazó al 2 para referirse al contenido de ese vaso específico. Las
acepciones 4 y 5 parecen ser producto de una analogía con la concavi-
dad del vaso, mientras la 3 podría ser un efecto del parecido entre la
forma de un árbol y una copa, aunque ello no explica que se le
llame así solo a la parte superior del árbol. Se usa además para
denominar a un torneo deportivo (6) porque su trofeo tiene la forma
de una copa para beber, aunque no se utilice para ese fin.

Antonimia
Hablamos de que el antónimo de una palabra es otra palabra
que tiene el significado contrario al de la primera. Por ejemplo, el
antóni- mo de subir es bajar, el de caliente es frío, etc.
La sinonimia de una palabra es condición de enriquecimiento
de su antonimia. Es decir, cuando sabemos que gélido es sinónimo de
6
Las artes del

frío, podemos determinar que caliente también es antónimo de gélido.


Se puede afirmar, entonces, que la sinonimia enriquece el margen
de antónimos de los que disponemos. Usando los ejemplos de
caliente y frío, veamos lo siguiente:

Caliente Frío
ardiente gélido
cálido glacial
candente helado
ígneo congelado

En la columna izquierda tenemos caliente y sus sinónimos, y en


la derecha tenemos frío y sus sinónimos. Si la palabra caliente es
antóni- ma de la palabra frío, también lo es de todos sus sinónimos. Lo
mismo sucede con ardiente y los demás sinónimos de caliente.

Paronimia

La expresión viene del griego paro- que significa ‘parecido o cer-


cano’, y ónoma que significa ‘nombre’. Los parónimos son grupos de
palabras que se parecen en algún aspecto, como el sonido, la escritura
o el significado. Una de las maneras en las que normalmente se
clasi- fican los parónimos es una división en tres grupos:

• Palabras homófonas. Esta denominación proviene de las raí-


ces griegas homo- que significa ‘igual’ o ‘parecido’, y -phonos que
significa ‘voz’ o ‘sonido’. Son las palabras que suenan igual al
pronunciarlas, pero no comparten significado, ni origen, ni
tampoco se escriben del mismo modo (Cortés, 2007, p. 19).
Por ejemplo: asta/hasta. La primera palabra es un sustantivo,
que viene del latín hasta, el cual se refiere a un palo a cuyo ex-
tremo o en medio de cual se coloca una bandera (DLE,
2014,
6
Sinonimia, antonimia y

p. 226). La segunda es una preposición que viene del árabe


hattá, y denota término o límite (DLE, 2014, p. 1157).
• Palabras homógrafas. Término formado a partir de las raíces
griegas homo- que significa ‘igual’ o ‘parecido’ y gráphos que
significa ‘escritura’ o ‘grafía’. Son las palabras que se escriben
y se pronuncian igual, pero difieren en significado y origen
(Cortés, 2007, p. 20). Por ejemplo: si (conjunción que se
usa para iniciar una frase condicional) y si (nombre de la
séptima nota en la escala musical).
• Palabras homónimas. Del griego homo- que significa “igual o
parecido” y ónoma que significa “nombre”. Se trata de palabras
iguales por su forma, es decir, si escritura, pero de diferente
significación. Por ejemplo: la palabra lira refiere a un
instru- mento musical de cuerda que usaban los poetas
antiguos para entonar sus cantos, y también es la unidad
monetaria de Italia antes de la implantación del euro (DLE,
2014, p. 1346).
Para diferenciar la homonimia de la polisemia la clave se
en- cuentra en el origen de la palabra. Decimos que hay
homo- nimia cuando, por ejemplo, un río se llama
Magdalena y una mujer también, pero que el nombre haya
pasado a ser el de un río responde más al desplazamiento
semántico que ha sufrido el término, más que a la
coincidencia en grafía y sonido de dos palabras de origen
diferente. Es decir, en este caso, Magdalena es más bien un
término polisémico. En cambio, lira / lira si son un
conjunto de palabras homónimas en la medida en que su
escritura y sonido son iguales, pero difieren tanto en signifi-
cado como en su origen. El instrumento musical proviene
del latín lyra, mientras la unidad monetaria viene del italiano
lira. (DLE, 2014, p. 1346 ).

La tilde es un aspecto fundamental de la palabra, lo que sig-


nifica que su presencia es capital a la hora de determinar si existe
6
Las artes del
paronimia entre esa palabra y otra semejante que no la posea. No

7
Sinonimia, antonimia y

habría homografía, porque la tilde hace parte de la grafía de una


pala- bra pues es la marcación gráfica de un acento, ni tampoco
homofonía, porque si la palabra semejante carece de tilde, muchas
veces es porque no tiene el acento en la misma sílaba 6. Tampoco
serían homónimas porque, si bien su significación y origen es
distinto, no comparten la misma grafía ni sonido.
Por ejemplo, la palabra callo no es parónima de la palabra calló.
No suenan igual (homófonas), pues tienen el acento en diferentes
sí- labas; no se escriben igual (homógrafas), porque la tilde hace
parte de la grafía de la palabra; y claramente, tampoco significan lo
mismo, la primera palabra hace referencia a una dureza por
presión, roce y a veces lesión, en el tejido animal o vegetal (DLE,
2014, p. 392), la segunda es una forma en pretérito del verbo caer.
Por tanto, no hay paronimia entre ellas.

Parónimos comunes
A continuación, se expone una lista breve de algunos parónimos
comunes en español, con la explicación correspondiente de sus
dife- rencias. Se expondrán en orden alfabético7.

1) a/ah/ha
La primera palabra es una preposición utilizada para introducir
complementos de movimiento, modo, espacio lugar y tiempo:
Ernesto se fue a casa. La segunda, una interjección que expresa
una

6 Hay casos en los que esto no se presenta: por ejemplo: sólo/solo son un par de
palabras que tienen el acento en la misma sílaba, pero una tiene tilde y la otra no.
Son palabras homófonas, aunque una de ellas posea la tilde.

7 Para consultar sobre parónimos adicionales, remito al lector al excelente estudio


de la profesora Ada Sofía Cortés (2007) titulado Escriba correctamente con palabras

7
Las artes del
homófo- nas, homógrafas, y homónimas, el cual fue capital en la composición de este
capítulo.

7
Sinonimia, antonimia y

emoción (pena, admiración o sorpresa); por ejemplo: ¡Ah, qué ali-


vio! Y la tercera, la forma conjugada del verbo haber para la tercera
persona en tiempo presente del modo indicativo, por ejemplo:
El equipo ha ganado el torneo.

2) abrazar/abrasar
El primer término es un verbo que significa ‘ceñir con los
brazos’ (DEL, 2014, p. 12), por ejemplo: No me quedaré si abrazar a
la abue- la. El segundo, se relaciona con el verbo quemar, con
colocar algo en las brasas: Nos vamos a abrasar en este baño sauna.
Una clave mne- motécnica está en que abrazar con z está
relacionada con la palabra brazo; mientras que abrasar con s lo
está con la palabra brasa.

3) abría/habría
La primera expresión es una forma del verbo abrir: Juan abría
la puerta. La segunda, es una forma del verbo haber: Si hubiera
llevado cobertor, habría sentido menos frío.

4) alaban/halaban
El primer término se refiere al verbo alabar que se relaciona con
ce- lebrar positivamente un acontecimiento, persona o,
frecuentemen- te, una divinidad: Ellos alaban a su dios cinco veces al
día. El segundo, es una forma del verbo halar que significa
‘tirar’, por ejemplo, de una cuerda: Mientras halaban la puerta, esta
se abría ante ellos.

5) aún/aun
Lleva tilde cuando significa ‘todavía’. No va tildado cuando equi-
vale a ‘incluso’, ‘hasta’ o ‘también’, y en la construcción aun
cuan- do, significa ‘aunque’. Una ayuda mnemotécnica para
diferenciar ambos términos, puede ser el recordar que la palabra
todavía lleva tilde, como su equivalente aún. Podemos notar la
diferencia en las expresiones: Martín no ha llegado aún, que
7
Las artes del
significa que todavía no ha llegado Martín. En cambio, si decimos:
Aun cuando Martín llegó,

7
Sinonimia, antonimia y

la reunión se pospuso, significa que la reunión fue pospuesta, y no se


llevó a cabo a pesar de que Martín estuviera presente. 8

6) as/has/haz
La primera palabra hace referencia a un campeón o jugador
expe- rimentado en algún torneo, juego o actividad, por
ejemplo, Jorge es un as del volante; también al nombre de una
carta de naipes: Me salió el as de picas. La segunda palabra es una
forma del verbo haber: Has hecho muy bien el ejercicio. La tercera
forma también tiene doble significación. Por un lado, se puede usar
como sustantivo que signi- fica ‘manojo’: Sara tomó en su mano un
haz de espigas de trigo; por otro lado, puede ser la forma del verbo
hacer conjugado en segunda per- sona del singular en modo
imperativo: Haz las cosas como se te ordenó.

7) basar/bazar
El primer término es un verbo que significa “poner una base o
fundamento”, mientras que el segundo es un sustantivo que
alude a un evento popular cuya finalidad es recaudar fondos
para algún fin específico. Ejemplos: Voy a basar mi hipótesis
astronómica en los descubrimientos del telescopio Hubble / Catalina
terminó jugando al bin- go en el bazar del barrio.

8) botar/votar
La primera expresión es un verbo relacionado con tirar, lanzar
o, más específicamente, con desechar: Voy a botar la basura. La
segun- da, hace referencia a sufragar, es decir, dar el voto o aval
por algún candidato o propuesta en el marco de alguna votación:
Voy a votar por el candidato más joven.

8 No obstante, las palabras aún / aun tienen otros significados adicionales, que
lo básico del texto no nos permite abarcar. Por ejemplo, en la expresión Ni
aun en- fermo deja de trabar, el ‘aun’ sin tilde equivale a ni siquiera. Para mayor

7
Las artes del
información: http://www.fundeu.es/recomendacion/aun-tilde-acento/

7
Sinonimia, antonimia y

9) cabo/cavo
La primera palabra denota, o bien un título dentro de una jerar-
quía militar; por ejemplo: El cabo López fue el encargado de la misión,
o bien un accidente geográfico (una punta o saliente de tierra
ha- cia el mar), entre otros significados; por ejemplo: Ya
pasamos el cabo de Buena Esperanza. La segunda, se refiere al
verbo cavar; por ejemplo: Yo siempre cavo la tumba de otros.
Nota: No se deben confundir estos términos con la palabra
cavó, forma en pasado del verbo cavar.

10) callo/callo/cayo
La primera expresión se refiere a una callosidad o dureza en la
piel: Ramiro no juega fútbol por su callo en el pie derecho. La
segunda, es una forma del verbo callar; por ejemplo: Callo la verdad
por temor al desprecio de otros. La tercera, es un sustantivo que se
refiere a una isla pequeña: Casi llegamos al cayo de Serranilla.

11) casa /casa/caza


La primera palabra es un sustantivo que significa hogar o vivienda,
mientras que la segunda es una forma del verbo casar, relacionado
con el matrimonio o casamiento. La tercera corresponde a una
forma del verbo cazar. Ejemplos: Pedro sale de casa temprano / Juan
se casa con Norma / Jorge es aficionado a la caza de venados.

12) cayó/calló
La primera expresión es una forma del verbo caer, mientras que
la segunda es una forma del verbo callar. Ejemplos: Cayó el dólar
/ Juan dijo sus verdades gritando y, de inmediato, calló.

13) concejo/consejo
La primera expresión está relacionada con un órgano corpora-
tivo de gobierno, una asamblea en la que se toman decisiones

7
Las artes del

determinantes para la administración de un municipio: El Concejo


de la ciudad determinó la construcción de nuevas vías. La segunda, se
refiere a una sugerencia que se hace a alguien con respecto a algún
aspecto de su conducto a o de su vida: Te doy un consejo: es mejor que
duermas una hora más.

14) desmallar/desmayar
Son dos verbos, el primero significa ‘quitar una malla’,
mientras el segundo se relaciona con desplomarse o perder el
conocimiento temporalmente. Ejemplos: Carlos terminó de desmallar
la cerca del campo / Diana se va desmayar.

15) él/el
El primero es un pronombre masculino: Él es el hombre del que te
hablé / No pude ir al evento, pero Jorge estuvo en él. Por otra parte, la
segunda expresión es un artículo masculino que acompaña sustan-
tivos masculinos: El carro de Juan es verde.

16) grabar/gravar/gravar
Se trata de tres verbos diferentes. El primero se refiere a almacenar
información, sea en un papel, en la roca, o en una
videograbado- ra. El segundo, a impuestos, que también se
llaman gravámenes. La tercera, a echar grava —es decir, piedras
pequeñas—, sobre algo. Ejemplos: Juan va a grabar el cumpleaños
de Ana / El Estado ha de- cidido gravar con un 10 % más al sector de la
construcción / Después de gravar el asfalto se le pasa la
aplanadora.

17) halla /haya


Son formas verbales. La primera, del verbo hallar y la segunda, del
verbo haber. Ejemplos: Sin proponérselo, Luis halla su recompensa /
Espero que no haya sido muy fuerte lo que dije en la reunión.

7
Sinonimia, antonimia y

18) hasta/asta
La primera palabra es una preposición que sirve para marcar un
límite: Te espero hasta las 4 p. m. La segunda, se refiere al palo o
barra en la que se coloca una bandera: La bandera está a media
asta en honor de las víctimas.

19) hay/ay
La primera expresión es una forma del verbo haber: Hay
muchas flores en el prado. La segunda, una interjección: ¡Ay, que no
sea lo que estoy pensando!
Nota: No deben confundirse estos parónimos con el adverbio
de lugar ahí.

20) hecho/echo
La primera expresión se usa para hacer referencia a un aconte-
cimiento: Es un hecho que la luna no tiene luz propia. La segunda,
es una forma del verbo echar: Yo echo lo reciclable en un recipiente
especial para ello.
Nota: No deben confundirse estos parónimos con la palabra echó,
forma en pasado del verbo echar.

21) hizo/izo
Ambas son formas de verbos. La primera, del verbo hacer; la
segun- da, del verbo izar. Ejemplos: Santiago nos hizo falta en el
partido / Yo izo la bandera con orgullo.
Nota: No se deben confundir estos parónimos con la palabra izó
forma en pasado del verbo izar.

22) más /mas


La primera expresión funciona como adverbio de cantidad: No
quie- ro que me contradigas más. Mientras la segunda es una
conjunción

7
Las artes del

adversativa que equivale a un pero. Por ejemplo: David se fue, mas


puede que vuelva pronto.

23) orca/horca
Ambas expresiones son nombres. La primera, se refiere a un
tipo especial de Ballena; la segunda, a un aparato para ahorcar
hecho con cuerdas. Ejemplos: Vimos a la orca en el acuario /
Antiguamente, a los criminales les esperaba la horca.

24) rasa/raza
La primera palabra es un adjetivo que se adjudica a una superficie
perfectamente plana; la segunda, un sustantivo que denota el
ori- gen étnico de un ser humano, aunque también puede serlo
de un animal o incluso de un objeto. La tabla rasa nos servirá para
fabricar la mesa / Los caballos de raza son muy caros.

25) revelar/rebelar
El primer verbo significa ’descubrir’, mientras el segundo significa
“sublevar” y está relacionado con el sustantivo rebelión. Ejemplos:
El pasado egipcio se ha vuelto a revelar con este asombroso descubrimiento
/ Ese revolucionario va a rebelar al pueblo contra su gobierno.

26) sí/sí/si/si
La primera expresión significa afirmación, por ejemplo: Mi res-
puesta a tu propuesta es sí. La segunda es la forma reflexiva de los
pronombres personales él, ella, ellos, ellas. Por ejemplo: Hicieron
de sí mismos una obra de arte. La tercera, es una conjunción, que,
entre otras muchas funciones, denota condición o suposición,
por ejemplo: Si me consideras tu amigo, no destruyas tu vida. La
tercera corresponde a la séptima nota de la escala musical, por
ejemplo: La sinfonía comienza en si menor.

8
Sinonimia, antonimia y

27) sino/sino
La primera es una conjunción adversativa: No quiero carne, sino
pollo. La segunda es un sustantivo que significa ‘destino’ o ‘hado’:
No sabemos a dónde nos llevará el sino de la historia.

28) sólo /solo


La primera expresión es un adverbio que significa
‘únicamente’, mientras que la segunda es un adjetivo
relacionado con soledad. Ejemplos: Sólo espero volverte a ver; Me
siento solo. Una clave mnemo- técnica para la distinción está en que
la palabra “único” también tiene tilde, como la palabra sólo. 9

29) té/te
La primera expresión es el nombre de una famosa bebida
aromá- tica; la segunda, un pronombre. Ejemplos: Tengo té
caliente para el frío / Te cuento que me fue bien en la entrevista.

30) tuvo/tubo
La primera es una forma del verbo tener: Jaime tuvo una idea genial.
La segunda, el nombre de una pieza cilíndrica hueca, usada
gene- ralmente para la conducción de líquidos. Tengo que arreglar
el tubo del agua.

31) vaso/baso/bazo
La primera, es el nombre de un conocido recipiente de vajilla en
el que vierten líquidos. Necesito un vaso de agua. La segunda, una
forma del verbo ‘basar’ que significa ‘poner una base o fundamen-
to’.: Me baso en lo dicho por el testigo. La tercera, el nombre de
una víscera humana.: La operaron del bazo la semana pasada.

9 Hay que hacer la aclaración de que la Real Academia Española ha tomado recien-
temente la decisión de unificar los dos parónimos en la expresión solo sin tilde.

8
Las artes del

32) vaya/valla/baya
La primera expresión es una forma del verbo ir. Por ejemplo: Vaya
traiga su almuerzo. La segunda, es el nombre de una cartelera
fijada en vías o sitios públicos con fines publicitarios: Nuestro
anuncio está en la valla de la esquina. La última palabra es el
nombre de un fruto pequeño rojizo parecido a un tomate. El fruto
de ese árbol es una baya.

33) zeta/seta
La primera expresión es el nombre de la última letra del
alfabeto, mientras la segunda designa una especie de hongos
grandes que crecen de 10 a 20 cm de altura y se caracterizan, entre
otras cosas, por su conocido sombrero. Ejemplos: Te faltó la zeta
en la palabra corazón / Han nacido algunas setas en el jardín.

Taller 4. Sinónimos, antónimos y parónimos


1. Determinar al menos dos sinónimos para una lista de palabras dadas.
También se puede suministrar una serie de 3 a 5 párrafos breves, e invitar
a los estudiantes a reescribirlas con sinónimos manteniendo el sentido de
las mismas.
2. Determinar al menos un antónimo para una lista de palabras dadas.
3. Tome entre 20 y 30 parejas o tríos de palabras homófonas, homógrafas,
u homónimas, y trate de armar una oración por cada una de las parejas
o
tríos. Por ejemplo, si tenemos los términos bazar / basar, la frase puede
ser No me puedo basar en que mañana habrá un bazar.
4. Traiga a clase un texto escrito por usted en alguna materia propia de su
carrera, profesión u oficio. Identifique en él los principales problemas en
cuanto a uso de antónimos, parónimos y sinónimos. Luego, en una
puesta en común compártalos con los demás miembros del curso.

8
Sinonimia, antonimia y

8
Las artes del

Las lenguas no son unidades fijas e intocables, por el


contrario, cambian con el tiempo. Además, en la medida en que se
da un ma- yor contacto entre ellas, unas se sirven de las otras para
sus propios fines. Esta relación se manifiesta, por ejemplo, en aquellas
palabras o expresiones que los hablantes toman de otras lenguas
diferentes a la suya. Puede llegar a sorprendernos bastante notar que
muchos térmi- nos y expresiones que nos son familiares provienen
de otras lenguas. La idea del presente apartado es hacer una lista de
extranjerismos interesantes para concientizarnos de que el español
ha tomado prés- tamos de otras lenguas que no siempre tienen un
equivalente preciso en la nuestra.
A este respecto, hay que advertir dos restricciones importantes
en esta exposición. En primer lugar, es claro que esta lista no puede
ser exhaustiva, sino que es una mera muestra de los extranjerismos.
La sola lista de palabras tomadas de lenguas como el inglés o el
fran- cés daría para un volumen completo, por lo cual solo se
consigna- rán algunas palabras destacadas. En segundo lugar, es
claro que el español ha nacido del seno del latín y que esta lengua,
a su vez, hizo propias muchas palabras del griego para enriquecer
su vocabulario. Esto implica que un porcentaje inmenso de palabras
en español tie- nen etimología latina o griega. Si hiciéramos una
lista de las palabras que el español ha asimilado de estas lenguas, nos
veríamos en la obli- gación de hacer un diccionario, lo cual no es el
caso. Por tanto, las palabras de origen grecolatino no serán tenidas
como extranjerismos en nuestra exposición.
Cabe anotar, además, al menos un par de razones para la
inclusión de extranjerismos en el español:
Por una parte, es claro que todas las naciones tienen
particulari- dades propias de su historia, su geografía, su cultura,
sus costumbres, sus saberes, sus avances tecnológicos, sus creencias
religiosas y demás. En muchos casos, tales realidades son tan
específicas que la palabra en lengua extranjera no tiene equivalente
en la nuestra, razón por la cual se prefiere usar el término en su
lengua original. Por ejemplo, la
8
Extranjerismos en el

palabra inglesa software, parece que es mejor usarla en inglés e incor-


porarla a nuestra lengua, ya que no tiene un equivalente exacto en
español, y podemos formar expresiones como Mi software está más
actualizado que el tuyo.
Por otra parte, también se usan extranjerismos por practicidad,
tal es el caso cuando sí existe la equivalencia en español, pero es
más larga, y quizá menos clara. Por ejemplo, la palabra inglesa
internet, que en español se traduciría como ‘red internacional’. Se
prefiere la pala- bra inglesa por ser más corta y al parecer más
concreta, pues la expre- sión española red internacional parece
referirse sencillamente a algún tipo de relación que involucra al
menos dos naciones diferentes, sin incluir necesariamente el uso de
computadores. Por ejemplo: La red internacional de científicos que
tratan el problema del calentamiento global.
A este respecto es importante la distinción entre
extranjerismos adaptados y extranjerismos crudos. Los primeros
son palabras que, si bien son de origen extranjero, se han
españolizado, es decir, se rigen bajo las reglas morfológicas y de
acentuación del español. Por ejemplo, la palabra fútbol ha sido
adaptada de la palabra inglesa football. Por su parte, los
extranjerismos crudos son palabras de otras lenguas que han pasado
al español con su grafía y pronunciación originarias, de modo que
pueden presentar escritura o sonido ajenos a la lengua es- pañola.
De hecho, el extranjerismo crudo es casi el extranjerismo por
antonomasia (DLE, 2014, p. 997). Es el caso de la palabra hacker.
La Real Academia considera que tales extranjerismos deben escribirse
en- tre comillas o en cursiva, mientras los adaptados se escriben
normal- mente.10 En este capítulo ciertamente se privilegian los
extranjerismos adaptados, y en contadas ocasiones se usarán los
crudos, conveniente- mente resaltados en cursivas.

8
Las artes del
10 A este respecto ver: http://www.rae.es/consultas/los-extranjerismos-y-latinis-
mos-crudos-no-adaptados-deben-escribirse-en-cursiva

8
Extranjerismos en el

Anglicismos

Reciben esta denominación las palabras que el español ha tomado


de la lengua inglesa. Son el tipo de extranjerismo más usado y que
se incrementa cada día. Su influencia se debe especialmente a la
hegemo- nía mundial de los Estados Unidos, mucho más que al antiguo
imperio británico, pues este último tuvo muy poco influjo directo en
España y Latinoamérica. Se les llama anglicismos porque una tribu
del norte de Alemania denominada los anglos emigró a las islas
británicas por el siglo IV d. C., junto a la tribu de los sajones,
también de origen germánico, y en menor medida también los jutos,
de la península de Dinamarca también llamada Jutlandia. Por eso, a
las personas de habla inglesa se les llama “anglosajones”, y es
diciente que el nombre en francés de Inglaterra sea Angleterre, es
decir, ‘tierra de los anglos’. Algunas de las expresiones que ha tomado
el español del inglés son las siguientes:
Tabla 10. Anglicismos tomados por el español
internet estéreo hobby bistec
email 1
esnob/esnobismo marketing 6
establishment
chat sándwich 4
buldócer 7
nailon
software chequear motel 8
full
fashion pullman estrés tráiler
fan 2
bluejeans/jeans cosplay 9
champú
fútbol blazer lonchera saxofón11
free lance hippie show tatuar
jet gay shorts look
club whisky web jazz
módem lobby 5
Halloween 10
hacker
boicot3 camping estándar

1 La palabra es el acortamiento de electronic mail (‘correo electrónico’).


2 La palabra es el acortamiento de fanatics (‘fanáticos’).
3 Se define como negarse a comprar productos comercializados por una persona o empre-
sa que se considera moralmente reprobable. Su nombre fue tomado de Charles Cunnin-
8
Las artes del
gham Boycott (1832-1897), un administrado inglés de tierras en Irlanda que trataba muy

8
Extranjerismos en el

mal a sus trabajadores, al punto que la Liga Agraria Irlandesa decidió tomar medidas no
violentas contra él. Los trabajadores ya no querían trabajar sus tierras, nadie compraba o
vendía sus productos, y hasta la oficina de correos se negó a llevar su correspondencia.
Finalmente, Boycott tuvo que salir de Irlanda (Dover, 2004, pp. 91-92).
4 Forma españolizada de Sandwich, el nombre de un emparedado, pero en lengua inglesa
también es un apellido, y presuntamente un hombre con ese apellido fue el inventor del
emparedado tal y como lo conocemos (Dover, 2004, p. 454).
5 Propiamente hablando, la palabra lobby significa ‘antesala’, ‘vestíbulo’, ‘pasillo’ o ‘sala de
espera’. Incluso en los hoteles corresponde a la oficina de la recepción junto con la sala
contigua. No obstante, la palabra ha pasado a tomar la significación de “hacer presión
política en algún asunto”, donde se considera importante el uso de las relaciones públi-
cas (Dover, 2004, p. 309).
6 Aunque es español existen las palabras mercadeo y mercadotecnia que significan lo mis-
mo, se ha popularizado el anglicismo, probablemente debido a que han sido las
naciones angloparlantes las que han convertido esta práctica en todo un saber con
retensiones científicas (Dover, 2004, p. 328).
7 Se le llama bulldozer a una excavadora mecánica, aunque también significa ‘matón’
(Dover, 2004, p. 97).
8 El inglés es una lengua en la que se suelen hacer muchos acortamientos. Es el caso
de la palabra motel, que es la constricción de motorist hotel, que significa ‘hotel de
carre- tera’. (Dover, 2004, 347). Igual sucede en el caso de bistek, que es el
acortamiento de beef steak, que significa ‘carne asada’, aunque para ser más exactos es
‘filete de ternera’ (Moliner 1988a, p. 381).
9 Acortamiento de costume Player. No tiene significado exacto en español, pero se dice de
alguien que viste como los personajes de algún comic, película o libro.
10 La palabra Halloween es un acortamiento de la expresión All hallows’ eve, que
significa “víspera del Día de Todos los Santos”. Es el nombre de la noche de brujas
celebrada el 31 de octubre, antes del Día de Todos los Santos, celebrado por la
Iglesia Católica Romana el 1 de noviembre. (Dover, 2004, p. 243).
11 Conocido instrumento musical de viento inventado por el fabricante y músico
belga Adolphe Sax (1814-1894), de donde viene su nombre. Si bien fue presentado
en Bru- selas en 1841, y en París en el año siguiente, tomará fama en los Estados
Unidos como instrumento importante dentro de la interpretación de jazz (Moliner,
1988b, p. 1114).

Galicismos

Son las expresiones que el español ha tomado de la lengua


fran- cesa. Se les llama galicismos porque el actual territorio de
Francia, que fue adicionado a la república romana por Julio César
8
Las artes del
aproximadamente

8
Extranjerismos en el

en el año 50 a. C., fue llamado por los romanos Galia. La cercanía


de Francia con España, la influencia que pensadores políticos
franceses tuvieron en la independencia de las naciones
latinoamericanas y la rica literatura en lengua francesa puede
explicar la influencia del francés sobre el español. Algunas
expresiones de origen francés en español son las siguientes:
Tabla 11. Galicismos tomados por el español

debut menú dossier chef


boutique abandonar macabro 5
bufé
cliché bisturí maniquí ballet
carné/carnet raqueta mote 6
beige
nicotina 1
guillotina 3
corsé premier
mansión 2
champiñón chalé 7
élite
vedette silueta 4
croissant baguette
complot souvenir

1 La palabra viene del embajador francés en Portugal Jean Nicot (1530-1600), recordado
porque fue quien dio el aval para la comercialización del tabaco en Francia, por lo cual
su nombre se asoció a la planta (Corominas, 1974c, p. 511).
2 La palabra maison pasó al español como mansión, que se entiende como una casa gran-
de de personas adineradas. No obstante, en francés la expresión significa simplemente
‘casa’.
3 Instrumento para cortar cabezas, que consiste en una cuchilla gigante que se deja
caer sobre el cuello del condenado, muy famoso en la revolución francesa. Su
nombre se debe al médico Joseph Guillotin (1738-1814), quien no se inventó el
aparato, sino que impulsó su uso (Moliner, 1988a, p. 1441).
4 Su nombre viene de un cobrador de impuestos de la Francia del siglo XVIII llamado el
Marqués de Silouette, de quien se decía que cobraba de tal modo que del contribuyente
sólo quedaba la silueta. (Corominas, 1974d, p. 227; Moliner, 1988b, p. 1167).
5 Las danzas medievales de la muerte que se hacían en Francia se llamaron “dance maca-
bré” (Moliner 1988b, p. 296).
6 En francés mot significa ‘palabra’. En español, cuando se habla de colocar un mote
se hace referencia a colocar un sobrenombre.
7 En francés chalet. Casa de campo suiza, que no tiene la connotación de producción
agrícola que tiene la palabra finca. Es más bien un lugar de vivienda y descanso en
la campiña (Dover, 2004, p. 118-119).

8
Las artes del

Italianismos

La lengua italiana no solo es una de las que más se parece al


español, sino que España dominó el sur de la península italiana y la
isla de Sicilia al menos por trecientos cincuenta años. Por otra
parte, la emigración italiana a Latinoamérica, especialmente a
Argentina, también puede explicar la llegada de esas palabras
italianas a nuestra lengua. Algunos italianismos en español son los
siguientes:
Tabla 12. Italinismos tomados por el español

pizza ravioli bravo piano


espagueti siniestra acuarela cháchara
paparazzi grafiti pasquín 2
escopeta
estrafalario logia malaria violín
corbata sonata travesti ópera
óleo tarántula 1
mafia influenza

1 Tipo de araña peluda muy conocido porque alcanza el tamaño de una mano
humana, y algunas especies son venenosas. Toma su nombre de la ciudad de
Tarento, al sur de Italia, donde hasta se le dedicó un baile llamado tarantela
(Moliner, 1988b, p. 1266; Dover, 2004, p. 506).
2 Se dice de un escrito anónimo, generalmente satírico, colocado en lugar público.
Un gladiador romano llamado Pasquino fue famoso porque su casa era un importante
lugar de tertulias, al punto que, al morir, se hizo una estatua cerca de su casa en la que la
gente seguía dejando sus escritos. (Moliner, 1988b, p. 662).

Arabismos

Como ya se dijo, desde el año 711 d. C., los musulmanes se


ins- talaron en la península ibérica, y durante los próximos siete
siglos for- marán un reino islámico importante y de gran esplendor
cultural, que durará hasta los tiempos de Colón. Las huellas de siete
siglos de domi- nación por parte de un pueblo de lengua árabe en la
península se nota- rán en buena parte del vocabulario español,
especialmente (aunque no exclusivamente) en las palabras que
comienzan con el prefijo al-, que es nada menos que el artículo
8
Extranjerismos en el
árabe. Algunos arabismos importantes son los siguientes:

8
Las artes del

Tabla 13. Arabismos tomados por el español

alcaloide acelga machete mamarracho


marrano marfil tabaco talega
talco tarifa jaqueca jabalí
alcohol alcaldía almohada álgebra
ojalá asesino2 arroba azúcar
alcancía albañil guitarra tarea
cero adalid albahaca alhaja
alcoba yihad3 alquimia alfiler
algoritmo1 alcurnia alfombra algarabía

1 Expresión gráfica que combina símbolos para convertirse en una fórmula matemática.
Se cree que pudo ser la deformación del nombre de Al-Juarismi (780-850 D. C.), astró-
nomo y matemático de origen persa que aportó el primer tratado exhaustivo
dedicado al álgebra (Moliner, 2007a, p. 134).
2 La palabra originaria es hashashin (‘consumidor de hachís’). Fue una secta fundada por
Hassan Al Sabbah, más conocido como “el viejo de la montaña” por el año 1100 en
Irán. Daba a sus súbditos esa droga para que no tuvieran miedo de matar o morir
(Co- rominas, 1974a, p. 300).
3 Guerra santa. Esta expresión la usan los fundamentalistas religiosos islámicos para
justificar sus acciones militares contra personas que no comparten su credo y sus
costumbres.

Germanismos

Si bien hubo por lo menos un momento de la historia uni-


versal en que España y Alemania tuvieron el mismo monarca, el
emperador Carlos V de Alemania, conocido en España como el rey
Carlos I (1500-1558), no es esta la causa de la inclusión de
vocablos germánicos en la lengua española. La relación está más
dada por la importancia de la industria pesada alemana —
especialmente en lo que respecta a mineralogía y química—, de su
importante labor en términos culturales y de la impronta que
dejaron las dos gue- rras mundiales, cuando algunos términos
propiamente germánicos pasaron a ser tecnicismos de uso
universal. Algunos germanismos importantes son los siguientes:
9
Extranjerismos en el

Tabla 14. Germanismos tomados por el español

búnker níquel acordeón cuarzo


folclor cobalto delicatessen vaselina
brindis blitzkrieg 1
putsch 3
kínder
zepelín Reich 2

1 Es el nombre técnico de la estrategia militar del ejército alemán en la segunda


guerra mundial que significa ‘guerra relámpago’ compuesto por las palabras blitz
(‘relámpago’) y krieg ( ‘guerra’). Consistía en un ataque muy rápido de tanques, infantería,
artillería y avia- ción, al punto que el enemigo no tuviera tiempo de pronta reacción
(Dover, 2004, 78-79).
2 Significa “reino, imperio o Estado”, los alemanes lo aplican a su propio país cuando el
régimen es imperial. Alemania ha experimentado tres veces este régimen. Primero, el
Sa- cro Imperio Romano Germánico (I Reich, 962-1806), segundo, el de la dinastía
Hohen- zollern (1871-1918), y el tercero es el de Adolf Hitler (1933-1945) (Dover, 2004,
p. 435).
3 La palabra putsch (’golpe’), hace referencia al intento de golpe de Estado por parte del
partido nacionalsocialista en el año de 1921, en la ciudad de Munich. Fue un
fracaso, y esto le valió la cárcel a Adolf Hitler, jefe del partido. La palabra ha
pasado a usarse para referirse a cualquier golpe de Estado, especialmente cuando lo
busca un partido de extrema derecha (Dover, 2004, 418-419).

Turquismos
Los turcos lograron formar un imperio de primera línea una
vez tomaron Constantinopla, la capital del imperio romano oriental,
en el año de 1453. Lograron continuar su avance hacia el continente
europeo, e incluso llegaron hasta las puertas de la ciudad de Viena.
Los europeos entraron en distintas guerras contra este imperio hasta
los inicios del siglo XX, cuando los turcos hacen parte del bando de
los vencidos en la primera guerra mundial, y el imperio se convierte
en una república democrática en 1923. Los españoles participaron
en algunas de estas batallas, la más recordada es la victoria naval de
Lepanto (Grecia) en 1572, en la cual el célebre escritor español Miguel
de Cervantes perdió la mano izquierda, lo que le valió el sobrenombre
de Manco de Lepanto. No todo fue guerra, sino que también
quedaba tiempo para el comercio en tiempos de paz, y es de allí
seguramente de donde vienen la mayor parte de turquismos que se
9
Las artes del
cuentan en el es- pañol. Algunas palabras tomadas de la lengua turca
son las siguientes:

9
Extranjerismos en el

Tabla 15. Turquismos tomados por el español


yogur kiosco tulipán café
casaca chaleco chacal caviar
horda zapato

Hebraísmos
De la lengua hebrea provienen varios vocablos de la lengua es-
pañola al menos por dos razones: la primera, porque es la lengua
con la que se escribió el Antiguo Testamento, por lo cual era muy
impor- tante para la España católica; la segunda, porque varias
comunidades judías vivían cómodamente en los territorios
dominados por el islam y la península ibérica no fue la excepción.
No obstante, la primera razón será la más fuerte, pues el
español ha tomado de la lengua hebrea especialmente palabras de
su voca- bulario religioso. Los judíos españoles llamaron Sepharad
a España, presuntamente con base en un topónimo bíblico que
hacía referencia a esa región del mundo, y por ello, a los judíos de
la península ibérica (incluyendo a los judíos portugueses) se les llama
judíos sefardíes. Algu- nas palabras hebreas presentes en el español
son las siguientes:

Tabla16. Hebraísmos tomados por el español

aleluya1 edén2 cábala amén5


maná abad3 rabino4 fariseo

1 La palabra hebrea aleluya significa literalmente ‘alabemos al Señor’ (Corominas, 1987,


p. 39).
2 Palabra hebrea que nombra al famoso jardín donde vivió la primera pareja humana.
Significa ‘huerto delicioso’, y se cree que llegó al español por vía de la lengua francesa.
García Yebra, 1999, p. 50).
3 Palabra hebrea que significa ‘padre’. Se usó en el cristianismo como título del líder
o encargado eclesiástico de un monasterio.
4 La palabra significa ‘maestro’, aunque se aplicaba específicamente a los doctores de la
ley de Moisés, y a los conocedores de las Escrituras (Corominas, 1987, p. 489).
5 Traduce literalmente ‘así sea’. La palabra se usa al finalizar oraciones y plegarias a
9
Las artes del
Dios (Dover, 2004, p. 34).

9
Extranjerismos en el

Niponismos

Son palabras tomadas del japonés, ya que Nippon es la palabra


que usan los japoneses para referirse a su propio país. Han entrado
a la lengua española en la segunda mitad del siglo XX por medio de
la lengua inglesa. Luego de que Estados Unidos venciera
militarmente al imperio japonés en la Segunda Guerra Mundial, los
intercambios culturales entre las dos naciones han sido múltiples.
Los niponismos en español corresponden, casi de forma exclusiva, a
cuestiones relacio- nadas con la rica cultura japonesa.
Tabla 17. Niponismos tomados por el español

manga1 samurái harakiri2 kamikaze4


tsunami sushi karaoke origami
geisha karate kimono bonsái
biombo ánime sake 3
haiko/haikú5

1 Se llama manga a los cómics japoneses (Dover, 2004, p. 325). Cuando tales cómics
pasan de la revista a los dibujos animados toman el nombre de ánime.
2 Significa ‘cortarse el estómago’. Se denomina harakiri a un suicidio ritual que llevaban a
cabo por los samuráis cuando consideraban que su honor había sido mancillado (Dover,
2004, p. 245-246).
3 Bebida alcohólica típicamente japonesa parecida al aguardiente, preparada a partir de la
fermentación del arroz (Dover, 2004, p. 451).
4 Significa ‘viento divino’. Se llamó kamikazes a los pilotos suicidas que en la Segunda
Guerra Mundial lanzaban su avión como un proyectil contra portaviones estadoun-
idenses (Dover 2004, p. 382-383).
5 Poema breve cuyo tema central es la contemplación de la naturaleza, al punto que
al leerlo se puede deducir la época del año en que fue escrito. Es una transcripción
inglesa de la palabra hokko, que significa lo mismo (Dover, 2004, p. 242-243).

Aztequismos o nahuatlismos

Son las palabras tomadas de la lengua azteca o náhuatl,


hablada por los antiguos mexicanos, cuyo imperio fue vencido por
los espa- ñoles en 1521, al mando de Hernán Cortés. Las regiones
que fueron
9
Las artes del

sometidas del imperio azteca pasaron a llamarse Virreinato de la


Nueva España, y corresponden aproximadamente a lo que es el actual
Méxi- co. Los vocablos náhuatl que se han incorporado en español
corres- ponden a nombres de especies animales y vegetales,
principalmente. Algunos de los aztequismos en español son los
siguientes:
Tabla 18. Aztequismos o nahuatlismos tomados por el español

coyote chicle cacahuate tamal


zapote chapulín 1
mapache aguacate
cacao chile tomate chocolate
guacamole peyote popote 2
tocayo

1 Viene del vocablo náhuatl chapolín. Es un tipo de saltamontes de hasta 8 cm de


largo y finas antenas, propio de México y Estados Unidos (Asociación de
Academias de la Lengua Española, ASALE, 2010, p. 492).
2 En lengua náhuatl es popotl. Palabra que se usa para referirse al pitillo, que en algunas
regiones de habla hispana también se denomina pajilla. (ASALE, 2010, p. 1755).

Quechuismos

La lengua quechua fue la lengua principal en los dominios del


imperio inca, el cual cayó bajo la dominación española en 1533, a ma-
nos del conquistador Francisco Pizarro. Una vez que sometió al impe-
rio, Pizarro asesinó al emperador Atahualpa, no sin antes pedir
como rescate una habitación completa llena de oro. El conquistador
fundó la actual Lima, en Perú, que en ese momento se llamaba la
Ciudad de los Reyes. Algunos quechuismos son:

Tabla 19. Quechuismos tomados por el español

alpaca guarapo cóndor choro


papa choclo mate guaca
ñato cancha taita 1
inti2

1 Significa ‘padre’. No sólo se refiere a un padre de familia, sino también a un jefe tribal
con funciones sacerdotales, o incluso a los dioses, razón por la cual podría
9
Extranjerismos en el
traducirse por ‘señor’. (ASALE, 2010, p. 1999).

9
Las artes del

2 Los antiguos incas adoraban al sol con el título de Taita Inti (‘Padre Sol’). Durante
un tiempo, la moneda peruana se llamó inti. Los monumentos que servían de
observatorio astronómico se llamaron intihuatanas (ASALE, 2010, p. 1186).

Caribismos

Los caribes poblaron las Antillas menores (Antigua y


Barbuda, Barbados, Trinidad y Tobago, Aruba y Curazao, etc.) y
algunas regio- nes del norte de Colombia y Venezuela. Por ello, el
mar que separa a la costa norte de Sudamérica con las Antillas
menores se llama mar Caribe. Eran conocidos por ser una tribu
belicosa y salvaje, por lo que de su nombre deriva la palabra caníbal,
ya que era un pueblo que prac- ticaba la antropofagia. Su población
fue casi exterminada en tiempos coloniales por españoles, franceses e
ingleses. Algunos caribismos pre- sentes en la lengua española son
los siguientes:
Tabla 20. Caribismos tomados por el español

caimán caníbal1 piragua butaca


arepa papaya mangle guayaba

1 Deformación de caríbal, y esta a su vez de caribe. Ese nombre designaba al pueblo y a


su lengua que habitaban las Antillas menores. Los españoles les tenían por
antropófagos, y de allí viene esa relación conceptual (Moliner 2007a, p. 518 y 552).

Tainismos

Si los caribes fueron los pobladores de las Antillas menores,


los taínos lo fueron de las Antillas mayores, que incluyen las
actuales na- ciones de Cuba, Haití, República Dominicana, Puerto
Rico y Jamaica. Se les consideraba de un nivel cultural superior al
de los caribes, y los principales enclaves en lo que se encontraron
con los españoles fueron Cuba y República Dominicana, esta
última isla fue gobernada personalmente por Cristóbal Colón
durante un corto tiempo, pues fue uno de los primeros lugares a los
que llegó en su primer viaje en 1492. y a la cual le dio el nombre de
9
Extranjerismos en el
La Española.

9
Las artes del

La isla se convirtió en la punta de lanza de la dominación


espa- ñola de América. Algunos de los vocablos taínos presentes en
español son los siguientes:
Tabla 21. Tainismos tomados por el español

cacique ají tiburón


yuca
canoa hamaca sabana
guayacán
guacamaya maíz guanábana

Palabras tomadas de lenguas africanas, principalmente bantúes


Las lenguas bantúes son una familia lingüística presente en el
centro y sur de África, que corresponde a veintidós naciones africanas.
Los españoles solo tenían una colonia en esa parte de África que es
Guinea Ecuatorial, actualmente, la única nación de África cuya len-
gua oficial es el español.
No obstante, la llegada de esos vocablos al español no se dio
por los contactos con Guinea Ecuatorial, sino por la trata de
esclavos que llegaron a América de la mano de los portugueses,
quienes domina- ban grandes regiones de África central como Angola,
Zambia, Zimba- bue, Mozambique, y Botsuana. Actualmente, la
lengua del norte de Colombia conocida como palenquero está
emparentada con lenguas bantúes habladas en Angola. Algunas
palabras de origen bantú son las siguientes:
Tabla 22. Palabras bantùes tomados por el español

tostón ñame2 bachata mambo3


bongó1 conga marimba chévere

1 Instrumento de percusión de origen africano que consiste en un cilindro de madera


cubierto con una piel de animal bien tensa (Dover, 2004, p. 85).
2 Planta traída de África occidental que hoy se siembra en regiones tropicales de América,
cuyo fruto es comestible (Corominas, 1987, p. 418).
3 Baile basado en las danzas rituales de los hechiceros del Congo (Dover, 2004, p. 324).

1
Extranjerismos en el

Palabras de otras lenguas de la península ibérica

Es claro que la península ibérica no es una región donde solo


se habla español, sino que, tanto dentro como fuera de España, hay
comunidades que si bien hablan (o hablaron) lenguas emparentadas
con el español (exceptuando el vasco y el celta), son lenguas diferentes
del español. Pero debido a la cercanía geográfica y a la historia común,
muchos vocablos de esas lenguas han entrado a la lengua española.
Algunas palabras de otras lenguas ibéricas son las siguientes:
Tabla 23. Palabras de la penìnsula ibérica tomados por el español

bandeja, malabar1, relámpago, carambola, buzo, caramelo,


Portugués catre, chubasco, mermelada, ostra.

Catalán borracho, bosque, manjar, orgullo, quijote, frazada, añorar.

Vasco chatarra, mazorca, aquelarre.2

Celta abedul, mina, buscar

1 La palabra nació cuando los portugueses llegaron a la costa de Malabar en la India,


y notaron que había muchas personas realizando todo tipo de piruetas con diversos
obje- tos, incluyendo el fuego. Por ello, la palabra pasó al español como lo que designa
estas actividades o malabarismos (Corominas 1974c, p. 202).
2 Significa ‘Prado del macho cabrío’, y hace referencia a un paraje cercano a la localidad
navarra de Zugarramurdi, donde se celebraban encuentros de brujas (Dover, 2004, p.
29).

Palabras tomadas de otras lenguas del mundo

Además de las lenguas mencionadas, hay otras lenguas de las que


el español ha tomado palabras, sin embargo, son tan pocas (en algunos
ca- sos se reducen a una sola), que es mejor presentarlas en un solo
apartado.
• Tunebo: guache11, guaricha

11 La palabra se usa para hablar de una persona pobre, y sin modales. Pero origi-
nalmente significaba “Señor” o “Guardián” entre los muiscas. Su esposa era la
1
Las artes del
guaricha, que significaba “princesa” (ASALE, 2010: 1069. 1087).

1
Extranjerismos en el

• Holandés: yate, pomelo


• Malayo: orangután
• Sánscrito: nirvana
• Persa: naranja, talismán, pijama.
• Aimara: tití
• Húngaro: vampiro
• Guaraní: jaguar, zarigüeya
• Coreano: taekwondo
• Chino: té, soya
• Ruso: sóviet12, glasnost13, perestroika14.

Cazando extranjerismos

Respecto a las fuentes utilizadas, prácticamente existe un diccio-


nario por cada tipo de extranjerismo expuesto; incluso por país, al
punto de que se pueden encontrar diccionarios de argentinismos,
co- lombianismos, etc. Para fines prácticos, recomendaría algunas
obras: el Diccionario de expresiones extranjeras de Gregorio Doval
(2004), donde

12 Se refiere a un Estado gobernado por el partido comunista., aunque su significado


originario es el de “asamblea” (Doval, 2004, p. 479-480). Con el auge de la Unión
Soviética, el término se aplicó a las naciones que estaban bajo el bloque socialista,
cuyo centro de operaciones era la ciudad de Moscú en Rusia.

13 Significa ‘apertura’, ‘publicidad’. Hace referencia a la apertura económica de la


Unión Soviética a finales del siglo XX, promovida por Mijail Gorvachov (Doval,
2004, p. 226).

14 Significa ‘reestructuración’. Cambio promovido por la Unión Soviética, que, junto


con el glasnost, buscaba reactivar la maltrecha economía del bloque socialista.
Ambas políticas fueron fundamentales para el final de la guerra fría (Doval, 2004,

1
Las artes del
p. 391).

1
Extranjerismos en el

se recoge buena parte de extranjerismos tomados de lenguas europeas;


para las palabras extranjeras provenientes de lenguas indígenas ameri-
canas, es recomendable el Diccionario de Americanismos publicado
por la Asociación de Academias de la lengua española (ASALE,
2010). Ambos textos sirvieron de fuentes para este capítulo.
Por otra parte, dado que es frecuente desconocer que una
cierta palabra es de origen extranjero, se puede acudir al
Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española y
la ASALE, el cual muestra la etimología de los vocablos. Para
mayor información sobre el origen de las palabras, e incluso sobre
algo de historia de ellas, re- comiendo el ya clásico Diccionario de uso
del español de María Moliner (ediciones de 1988 y 2007) y el Diccionario
crítico-etimológico de la lengua castellana (1974) de Joan Corominas,
tanto en su versión en cuatro volúmenes, como en su versión
abreviada (1987).

Taller 5. Extranjerismos
1. Usando 30 extranjerismos (al menos uno de cada lengua) componga un
texto coherente, en el género literario de su preferencia. Se puede
escribir un poema, contar una historia, hacer un ensayo, componer un
informe periodístico, escribir una carta, etc.

1
Las artes del

Las palabras pueden clasificarse al menos de dos formas


distin- tas; una de ellas es por su sonido y otra es por su función.
Cuando distinguimos las palabras por su sonido estamos en el
terreno de la fonetica, mientras que si lo hacemos por su función
estamos en el te- rreno de la sintaxis. Si las dividimos por su sonido,
tenemos en cuenta los aspectos relacionados con acentos y sílabas.
Mientras que, si las pensamos de acuerdo con su función, las
entendemos a través del papel que juegan en una expresión y, por
tanto, es necesario saber si son sustantivos, adjetivos, etc.
Comenzamos con la clasificación según la función y después, en el
capítulo siguiente, se tratarán aspectos de acentuación, pues lo que
nos interesa es la mejora de la escritura, principalmente, y no tanto
por otros detalles de la lengua española.15
En español se cuenta con diez tipos de palabras que son los
sus- tantivos, los adjetivos, los adverbios, los pronombres, los
artículos, las preposiciones, las conjunciones, los cuantificadores, las
interjecciones y los verbos.

Sustantivos
También llamados nombres, son aplicados a seres o entidades, es
decir, a personas, animales, cosas o ideas. Se caracterizan por ser muy
abundantes en el español y podría decirse que casi para cualquier
in- dividuo representan el ejemplo típico de lo que es una palabra.
Por ejemplo, cuando se le pide a alguien que piense en una palabra,
gene- ralmente pensará en un sustantivo.

Nombres propios

Son los que se refieren a un individuo concreto, esto es, a per-


sonas, animales o naciones, como Jorge, Firulais o España; también

15 La composición de este capítulo se fundamenta en la Nueva gramática de la lengua

9
Clasificación de las palabras según su
española de la RAE (NGBLE) versión (2011).

9
Las artes del

a lo que en derecho se conoce como personas jurídicas —empresas o


agremiaciones—, como Empresa colombiana de petróleos. Se identifican
en español porque siempre se escriben con mayúscula inicial. En tal
orden de ideas, se clasifican en antropónimos, zoónimos,
topónimos, nombres de entidades y nombres misceláneos:

a) Antropónimos. Son las palabras que se refieren a personas


individuales, como los nombres de pila (Carlos, María,
Andrés, Claudia), los apellidos (Sepúlveda, Pérez, Martínez,
Rodríguez, Salazar, etc.), los sobrenombres (Visaje, Gordo Lindo,
Mechudo, Calvete, Kiko), e incluso los acortamientos o
modificaciones de nombre (Pacho, Pepe, Carlangas, Fercho,
Pipe, Lupe, Conchita, Andre, Clau, Mafe).
b) Zoónimos. Son los nombres propios de animales individua-
les, no de su especie (Bucéfalo, Palomo, Willy, Fliper, Lassie).
c) Topónimos. Son todas las palabras que se usan para men-
cionar un lugar específico, como los nombres de países (Co-
lombia, Ucrania), ciudades (Buenos Aires, Johnannesburgo, París,
Toronto), municipios (San José de Apartadó), poblados, veredas,
barrios, localidades, ríos (Indo, Nilo, Magdalena, Eurotas), mon-
tes o montañas (Atos, Sinaí, Everest, Horeb), planicies o mesetas
(Pratzen), valles (Valle del Cauca, Valle de los Reyes),
planetas (Mercurio, Neptuno, Júpiter), océanos (Ártico, Indico),
mares (Me- diterráneo, Caribe), desiertos, selvas, bosques, etc.
d) Nombres de entidades. Todos los nombres de entidades, agre-
miaciones, corporaciones o empresas (Corporación Universitaria
Minuto de Dios, Partido Liberal Colombiano, Iglesia Católica
Roma- na, Petrobras).
e) Nombres misceláneos. Se refieren a objetos concretos o even-
tos individuales, como nombres de obras de arte, libros,
festi- vidades, acontecimientos históricos, etc. (Por ejemplo:
Hamlet, Las meninas, Navidad, el Renacimiento, etc.)

1
Clasificación de las palabras según su

Nombres comunes
Por su parte, los nombres comunes son aquellos que agrupan
un conjunto de individuos con características similares, por
ejemplo: hombre, perro, planta, automóvil. Pueden clasificarse como
sigue:

a) Contables y no contables. Los nombres comunes se


pueden clasificar según se puedan o no contar o enumerar.
Por ejem- plo, la palabra planeta corresponde a una entidad
contable, porque podemos hacer una lista de planetas y
contarlos, mien- tras que el sustantivo aire se considera no
contable.
b) Individuales y colectivos. Los primeros denotan seres singu-
lares como soldado, barco, profesor u oveja, mientras que los se-
gundos denotan grupos completos de seres singulares, como
ejército, flota, profesorado, o rebaño.
c) Concretos y abstractos. Los primeros designan generalmente
entidades materiales perceptibles por los sentidos, por ejem-
plo, personas, animales o cosas; mientras los abstractos re-
presentan entidades inmateriales como acciones, procesos o
cualidades. Por ejemplo, serían concretos los sustantivos árbol,
aroma, tierra, centauro; mientras que serían abstractos los sus-
tantivos belleza, locura, pulcritud, sabiduría.
d) Derivados de verbos. Los verbos que emulan acciones se pue-
den sustantivar, y el sustantivo se convierte en el nombre de
esa acción. Por ejemplo, el sustantivo destrucción, viene del ver-
bo destruir. Todas las palabras terminadas en el sufijo -ción
son verbos sustantivados.
e) Eventivos. Sustantivos que nombran eventos o sucesos en
el tiempo, como batalla, concierto, conferencia, clase o
manifestación.
f) Cuantificativos. Denotan cantidades aisladas o acotadas de
algo, que no se expresan necesariamente en forma
1
Las artes del
numérica. Por ejemplo: rebanada, ápice, pisca, litro, kilo, grupo,
fajo, montón, porción, trozo.

1
Clasificación de las palabras según su

g) Clasificativos. Son las palabras como clase, especie, tipo o suerte


cuando son usadas en una frase que pretende definir algo in-
troduciéndolo en una clasificación. Por ejemplo: es una especie
de…, es una suerte de….

Adjetivos

Se trata de todo término que modifica un sustantivo, con inde-


pendencia de que éste sea o no el sujeto de la oración. Son el tipo
de palabras que hablan de las cualidades de un sustantivo. Se llaman
adje- tivos porque van adjuntos al sustantivo, y su función es
mostrarnos sus cualidades o propiedades. Se pueden clasificar de la
siguiente forma:

Adjetivos calificativos y relacionales

Los primeros califican al sustantivo, es decir, denotan sus


cuali- dades; mientras que los adjetivos relacionales responden a la
pregunta
¿de qué tipo? Por ejemplo:

Una nave espacial fabulosa/Una llamada telefónica larga

En el primer caso, espacial es un adjetivo relacional, mientras que


fabulosa es adjetivo calificativo. Igual en el segundo ejemplo, la
palabra “telefónica” es adjetivo relacional, mientras que “larga” es
calificativo.

Adjetivos adverbiales

Poseen una función similar a la de los adverbios, aunque


califi- can sustantivos. Se clasifican en temporales y modales.

1
Las artes del
a) Temporales. Actual, frecuente, futuro, presente. Por ejemplo: el
actual ministro, el futuro concejal).

1
Clasificación de las palabras según su

b) Modales. Presunto, probable, seguro, supuesto. Por ejemplo: el


se- guro ganador, el presunto asesino, el supuesto novio.

Grados del adjetivo calificativo

Cuando enunciamos un adjetivo para calificar un sustantivo,


usamos una gradación, que da un mejor sentido a lo que queremos
decir cuando calificamos algo. Hay tres grados: el positivo, el compa-
rativo y el superlativo.

a) Positivo. El adjetivo se usa para calificar en forma neutra,


por ejemplo: Napoleón es gordo, Napoleón es alto, Napoleón es
hermoso.
b) Comparativo. Para resaltar una calificación adjetival, se recu-
rre a hacer una comparación, por ejemplo: Napoleón es más
gordo que Pedro, Napoleón es tan gordo como Pedro. Así, en el com-
parativo usamos expresiones como más, menos, tan, mejor, peor,
mayor, etc.
c) Superlativo. Para llevar el adjetivo a su grado más alto usamos
el sufijo -ísimo o los prefijos archi-, hiper-, mega-, re- y demás.
Por ejemplo: Napoleón es gordísimo o Napoleón es regordo.

Adverbios

Modifican o complementan al verbo, al adjetivo o a otros


adver- bios. Precisamente, su nombre viene del latín ad verbum que
significa al verbo. Por ejemplo, en la frase Nunca vienes a mi casa, la
palabra nunca, modifica al verbo venir. Se pueden agrupar en ocho
categorías según la forma concreta en la que modifican al verbo o al
adjetivo.

a) Adverbios de cantidad. Expresan cantidad, grado o intensifi-


cación. Por ejemplo: más, menos, tanto (tan), nada, algo, mucho,
1
Las artes del
muy, poco, todo, demasiado, cuánto.

1
Clasificación de las palabras según su

b) Adverbios de lugar. Expresan un lugar en el espacio. Por


ejem- plo: aquí, acá, ahí, allá, lejos, cerca, (a)dentro, (a)fuera,
(a)donde, arriba, abajo, encima, debajo, (a)delante, detrás, atrás.
c) Adverbios de tiempo. Expresan una ubicación temporal.
Por ejemplo: antes, ahora, después, luego, primero, entonces, ayer,
hoy, mañana, siempre, nunca, jamás, temprano, pronto, en seguida,
mien- tras, cuando.
d) Adverbios de aspecto. Son adverbios que aluden a la
repeti- ción de un suceso o a una de sus fases, sea anterior o
posterior.
Por ejemplo: ya, todavía, aún
e) Adverbios de modo o manera. Son adverbios en los que se
aclara el modo o manera en que se lleva a cabo la acción o pro-
ceso que involucra el verbo. Por ejemplo: así, bien, mal, mejor,
peor, tal, como, y todos los terminados en el sufijo -mente,
como sinceramente o considerablemente.
f) Adverbios de afirmación y negación. Son adverbios que sir-
ven para afirmar o negar información. Por ejemplo: sí, también,
claro, efectivamente, cierto, no, tampoco, nada.
g) Adverbios de duda o posibilidad. Son adverbios por los cua-
les se expresa duda o posibilidad. Por ejemplo: quizá,
quizás, acaso, igual, tal vez.
h) Adverbios adjetivales. Son adverbios que modifican a los ver-
bos, pero son tomados de los adjetivos. Por ejemplo, en la fra-
se Las espinacas saben raro, la palabra raro es un adjetivo,
pero en este caso se refiere al verbo, luego es un adverbio
adjetival. Otros ejemplos pueden ser: se portó genial, conversaron
sabroso, que te vaya bonito.

1
Las artes del

Pronombres

Son palabras cuya función principal es reemplazar al nombre


para no tener que estar repitiéndolo en un discurso. Su denomina-
ción viene de la expresión latina pro nomen que significa literalmente
‘por el nombre’. Veamos un ejemplo: Juan se enamoró de Norma. Fue él
mismo quien me lo dijo. Si no hubiera pronombres, la escritura sería
tre- mendamente repetitiva, y diríamos Juan se enamoró de Norma. Fue
Juan mismo quien me lo dijo. Las clases de pronombres son las
siguientes:

a) Pronombres personales. Reemplazan a las personas que in-


tervienen en un discurso: yo, tú (usted), él, ella, ello, nosotros,
nosotras, ustedes, ellos, ellas.
b) Pronombres posesivos. Expresan posesión o dominio de
una persona sobre algo: mi, mis, tu, tus, nuestro, nuestra,
nuestros, nuestras, su, sus, cuyo, cuya, cuyos, cuyas, mío, míos, mía,
mías, tuyo, tuya, tuyos, tuyas, suyo, suyos, suyas.
c) Pronombres reflexivos. Son aquellos que vuelven sobre
una persona mencionada poco antes: me, te, le, se, nos, mí,
ti, sí, conmigo, contigo, consigo (exceptuando los cinco primeros,
el én- fasis reflexivo lo puede dar el adjetivo mismo después de
cada expresión).
d) Pronombres demostrativos. Se refieren a objetos en el
espa- cio o el tiempo, y se hace énfasis en la cercanía o
lejanía de los mismos con relación a quien habla.
Precisamente porque para señalarlos se usaba el dedo
índice, también recibieron el nombre de indexicales por la
palabra latina index que significa ‘índice’. Son pronombres
demostrativos: este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, esos,
aquellos, estas, esas, aquellas, esto, eso, aque- llo, tanto, tanta,
tantos, tantas, tal, tales.
e) Pronombres relativos. Son palabras que, además de reempla-
1
Clasificación de las palabras según su
zar nombres, también se usan para conectar oraciones (que,

1
Las artes del

quien, quienes, el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales, el


que, la que, lo que) o para introducir preguntas o
exclamacio- nes (qué, quién, quiénes, cuál, cuáles).

Artículos

Son partículas cuya única función es denunciarnos el género y el


número de los sustantivos y adjetivos que acompañan. Por ejemplo, El
árabe ama a la árabe.

a) Artículos determinados. Se llaman así porque se considera


que el sustantivo o adjetivo que acompañan es ya conocido
por el lector o el oyente. Son artículos determinados: el, la, lo,
los, las.
b) Artículos indeterminados. Se llaman así porque se considera
que el sustantivo o el adjetivo que acompañan no es conoci-
do por el lector o el oyente, o no se encuentra presente en el
momento de la conversación. Son artículos determinados: un,
una, unos unas.
Contracción del artículo. Cuando el artículo determinado
singular masculino el va enseguida de las preposiciones a o de, las
vocales en contacto se fusionan y se presentan ambos términos
como si fueran uno solo, razón por la cual en ocasiones se cree que
no está presente. Las formas contractas del artículo son dos, a
saber: 1) del = de + el y 2) al = a + el.

Preposiciones

Son partículas lingüísticas cuya función principal es relacionar de


un modo más o menos específico partes del discurso, introduciendo
un complemento que se denomina término. Por ejemplo, en la
expre- sión: Pedro se fue a la casa, la preposición es a, y el término es a

1
Clasificación de las palabras según su
la casa.

1
Las artes del

Son preposiciones en español las siguientes: a, ante, bajo, cabe,


con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para,
por, según, sin, so, sobre, tras, versus, vía.

Conjunciones
Son un tipo de partícula lingüística cuyos elementos manifiestan
relaciones de coordinación o subordinación entre palabras, grupos
sintácticos y oraciones. Las conjunciones son las siguientes:

a) Conjunciones copulativas. Se llaman así porque su


función es unir una expresión con otra a la manera de una
suma de elementos. Por ejemplo: Y, ni, tanto… como, no sólo…
sino
b) Conjunciones disyuntivas. Son aquellas que nos dejan
claro que solo se puede tomar partido por una de las frases
conecta- das. Por ejemplo: O, o…o…, sea…sea…
c) Conjunciones adversativas. Son aquellas que expresan
contra- posición u oposición. Por ejemplo: pero, mas, sino
d) Conjunciones subordinantes. Son aquellas que marcan
una jerarquía o cierto nivel de dependencia entre frases,
mostran- do que una es más importante que la otra, o es
causa de la otra, o se deduce de la otra. Por ejemplo: luego,
porque, aunque, pues, si…entonces, que.16

Interjecciones
Son un tipo de palabras que se caracterizan por expresar emocio-
nes de momento y, en ocasiones, de carácter involuntario. Como para

16 La palabra que funciona generalmente como pronombre, pero se le considera una


conjunción subordinante en oraciones complejas subordinadas, que veremos

1
Clasificación de las palabras según su
en capítulos posteriores, como por ejemplo “la cuestión es que no tengo
dinero”.

1
Las artes del

hacer esto se puede usar una palabra de cualquier grupo, e incluso


frases y grupos sintácticos, el contexto nos ayuda a determinar qué
es una interjección y qué no lo es.

a) Interjecciones apelativas. Son las que pretenden llamar la


atención del interlocutor. Por ejemplo: ¡Hola!, ¡Chao!, ¡Hey!,
¡Oye!, ¡Chht!
b) Interjecciones sintomáticas. Son las ideales para expresar el
estado de ánimo de quien las usa. Por ejemplo: ¡Ah!, ¡Oh!,
¡Ajá!, ¡Bah!, ¡Caramba!, ¡Caray!, ¡Ea!, ¡Huy!, ¡Ja!, ¡Je, je!, ¡Ojalá!,
¡Olé!, ¡Pst!, ¡Uf!, ¡Mmm!, ¡Auch!, ¡Ou!
c) Interjecciones que usan palabras de otros grupos. Son aque-
llas que expresan una emoción, pero usan sustantivos,
verbos, adjetivos, adverbios y, en general palabras de otro
grupo. En la lengua hablada se distinguen porque quien las
pronuncia hace énfasis en ellas subiendo la voz, mientras en
la lengua escrita se presentan entre signos de admiración.
Muchas groserías o palabrotas caen bajo esta forma de
interjección. Por ejemplo:
¡Madre mía!, ¡Bien!, ¡Vaya, vaya!, ¡El parcial!, ¡Miércoles!, ¡El niño!

Cuantificadores17
Un cuantificador es una palabra que expresa cantidad. No obstan-
te, en español es posible expresar cantidad de forma definida o
indefi- nida. Se ha considerado que algunos artículos, pronombres o
adverbios funcionan como cuantificadores en algunos casos, por
ejemplo:
Compré un automóvil / Nadie llegó a tiempo / Llovió mucho

17 Los cuantificadores son normalmente incluidos en una categoría más grande lla-
mada determinantes, a la que pertenecen palabras que aparecen en otras categorías
como artículos determinados e indeterminados, pronombres relativos, posesivos y

1
Clasificación de las palabras según su
demostrativos; e incluso adverbios (Lamíquiz, 1975, pp. 317-318; García Negroni,
2016, 261-275). En este texto solo se describirán los cuantificadores y numerales.

1
Las artes del

Sin embargo, aquí estas palabras no se tendrán en cuenta como


determinantes, sino como tipos de artículos, pronombres, adverbios
y demás. Cuando los cuantificadores son de forma definida, se lla-
man numerales y cuando no lo son, se les considera no numerales
o extensivos.

Numerales
Son cuantificadores que suponen una cantidad o cómputo
basa- do en los números reales. Se dividen en cardinales, ordinales,
fraccio- narios y multiplicativos.

a) Cardinales. Expresan el valor numérico de un grupo


usando el nombre corriente del número. Por ejemplo: dos
canastas, tres horas, cien pesos, doce reyes, quince días.
b) Ordinales. Expresan el lugar que ocupa una cierta unidad
en una serie u orden determinados. Por ejemplo: segundo
puesto, el tercero en la lista, el vigésimo cliente, el primer día.
c) Fraccionarios. Indican fracciones de una unidad. Cuando a
un ordinal femenino se le añade la palabra parte la
expresión completa acaba expresando una cantidad
fraccionaria. Por ejemplo: una milésima de segundo, un cuarto
de hora, media em- presa, la décima parte del sueldo, la mitad de
la torta, la undécima parte del curso.
d) Multiplicativos. Expresan con palabras una multiplicación de
una cantidad por un número natural. Por ejemplo: se gastó
el doble de tiempo, le toca trabajar el triple.

No numerales o extensivos
Son cuantificadores que expresan cantidad, pero no lo hacen
de forma tan definida como por medio de los números. Se dividen
en fuerte o definidos y débiles o indefinidos.

1
Clasificación de las palabras según su

a) Fuertes o definidos. Abarcan la totalidad de los miembros


de un conjunto. Son fuertes los cuantificadores
todo/todas/todos, ambas/ambos y sendas/sendos
b) Débiles o indefinidos. No abarcan la totalidad de los miem-
bros de un conjunto, sino solo una parte él. Se clasifican, a
su vez, en existenciales, que aluden a la existencia o
inexistencia de algo, y cuantificadores de indistinción o de
libre elección, que denotan un elemento indiferenciado de
su conjunto inicial.
- Existenciales. Algún, alguno, algunos, ningún, ninguno, ninguna,
ningunos, ningunas.
- De Indistinción. Cualquier, cualquiera, cualesquiera.

Verbos

Los verbos son palabras muy abundantes e importantes del es-


pañol. Se caracterizan porque expresan acción (hacer), pasividad (soy
amado), movimiento (corren) o estado (ser). Son las palabras que
co- nectan o relacionan de una manera determinada el sujeto de la
ora- ción con el predicado y nos muestran el tiempo en que esta
relación se da. Sin verbo, la oración es sencillamente imposible.

Cualidades de los verbos

Los verbos tienen las siguientes cualidades principales:

a) Transitividad. Los verbos pueden funcionar transitiva o in-


transitivamente. Es decir, que requieran o no de un comple-
mento para tener sentido. Por ejemplo, en el caso del verbo
comprar se asocia con algo que se compra: Jorge compró una
guitarra. Si nos dijeran solamente Jorge compró, consideraría-
mos que la expresión carece de algo, y tiene sentido preguntar
¿Qué compra Jorge? Lo mismo sucede con el verbo dar. Sin
1
Las artes del

embargo, otros verbos no requieren, en principio, de expre-


siones complementarias para tener sentido. Por ejemplo, en
la oración Claudia sonrió, no requiere preguntar ¿qué sonrió?
Incluso ¿a quién sonrió?, pues una persona puede sonreír sin
que la expresión vaya dirigida a nadie en particular. Aunque
puede ir dirigida a alguien: Claudia sonrió a Juan. Y en ese
caso el verbo sonreír se presenta como transitivo.
b) Copula. Es una característica de algunos verbos que ligan o
vinculan el sujeto con el predicado en una oración, que fre-
cuentemente se usan para atribuir propiedades o característi-
cas a algo. Tres verbos cumplen esta función en español:
ser, estar y parecer.
c) Auxilio. Se dice que un verbo tiene la característica de ayudar
a complementar el significado de otro verbo al que acompaña.
Por antonomasia, el verbo auxiliar del español es el verbo
ha- ber, y en ocasiones también funciona el verbo ser, por
ejemplo, en oraciones como Suárez fue sentenciado a cadena
perpetua. No obstante, verbos como estar, soler, deber, ir, volver,
poder, entre otros, también pueden funcionar como verbos
auxiliares. No es una característica fija de algunos de
algunos verbos, sino que depende del contexto.

Clases de verbos

a) Verbos personales. Suponen una persona o sujeto que lleva


a cabo la acción que el verbo indica. Son importantes en las
oraciones cuyo sujeto es tácito, es decir, no es enunciado
ex- plícitamente. Por ejemplo, en una oración como
Volveremos el viernes, el verbo es personal porque supone un
sujeto que sería el pronombre nosotros.
b) Verbos impersonales. Carecen de un sujeto que realice la ac-
ción. Por ejemplo: llover, nevar, tronar, amanecer o anochecer. Se

1
Clasificación de las palabras según su

caracterizan porque es absurdo preguntar por la persona que


lleva a cabo la acción: ¿quién llueve? o ¿quién amanece?
c) Verbos regulares. Son aquellos que mantienen una raíz fija
en todas sus conjugaciones. Por ejemplo, el verbo cantar tiene
conjugaciones como canté, cantaría, cantaríamos, cantaron, etc.
La raíz cant- se mantiene en todas las conjugaciones.
d) Verbos irregulares. Son aquellos que, entre otras característi-
cas, no mantienen fija su raíz en algunas de sus conjugaciones.
Por ejemplo, el verbo ir tiene conjugaciones como voy, vas,
ven- dré, fue, etc. Otros verbos irregulares típicos son los verbos
ser y hacer.
e) Verbos defectivos. Son aquellos verbos que carecen de
algún tiempo de conjugación, probablemente por razones
semánti- cas. El verbo soler no se conjuga en futuro, pues se
considera un error decir algo como Yo soleré recorrer los
bosques. El verbo tiene sentido en sus formas de pasado y
presente, pero no pa- rece tenerlo en forma de futuro.18
f) Verbos reflexivos o pronominales. Son verbos que
permiten que se les añada un pronombre reflexivo (me, te, se,
nos) como sufijo. Por ejemplo, el verbo dormir se puede usar
con esos pro- nombres: dormirme, dormirte, dormirse, dormirnos.
g) Verbos irreflexivos o no pronominales. Son verbos que
no permiten que se les añadan pronombres reflexivos, como
el verbo “renunciar”. Salta a la vista que las expresiones
renun- ciarse, renunciarme, renunciarte, renunciarnos carecen de
sentido.

18 El verbo abolir no se conjugaba en presente, por lo cual, la oración Pedro abole la


esclavitud en su país se consideraba un error. Generalmente se conjugaba en pasado:
Pedro abolió la esclavitud en su país. Hoy día, la conjugación en presente es aceptada
por la RAE.
1
Las artes del

Características de los verbos


Hay cuatro características del verbo que son esenciales para abor-
darlo en su plenitud: el tiempo, el aspecto, el modo y la voz,
además de la variación de número y persona.

• Tiempo verbal. Los verbos nos denuncian el tiempo, que pue-


de ser pretérito, presente, futuro y condicional: venció,
vence, vencerá y vencería.
 Tiempos simples. Son aquellos que por la sola conjugación
del verbo nos muestran el tiempo en que sucede la acción:
venció.
 Tiempos compuestos. Requieren del verbo auxiliar haber
para denotar su sentido: ha vencido.

• Modo verbal. Los verbos también denuncian la actitud del ha-


blante ante la acción o proceso que el verbo expresa. En
español tenemos tres modos personales (indicativo,
subjuntivo e impe- rativo), y tres impersonales (infinitivo,
gerundio y participio).
 Modo indicativo. El hablante expresa con el verbo un
proceso que se considera real y objetivo: venció, vencieron,
vencerán.
 Modo subjuntivo. El hablante se expresa de modo subjetivo,
hipotético, conjetural, o dando a entender un deseo o una
añoranza venciera, venciéramos, hubiéramos vencido.
 Modo imperativo. El hablante expresa con el verbo una
orden o un mandato. Por esta razón, solo se hace en la
segunda persona del singular o el plural: vence (tú), venza
(usted), ven- zan (ustedes).
 Modo infinitivo. El hablante expresa el nombre del verbo. Se
le llama infinitivo porque el verbo es expresado como
1
Clasificación de las palabras según su
con- cepto y, por eso, su tiempo es infinito: vencer.

1
Las artes del

 Modo gerundio. El hablante expresa que el proceso o acción


que emula el verbo se está llevando a cabo, en ese mismo
momento, razón por la cual se interpreta habitualmente
como simultáneo a la acción o proceso al que se refiere el
verbo principal: venciendo.
 Modo participio. El hablante expresa que el proceso o acción
que emula el verbo principal al que acompaña está
conclui- da19: vencido.

 Aspecto verbal. Los verbos nos denuncian si una acción o


proceso fue terminado (perfecto), venció, o no fue
terminado (imperfecto), vencía.20

 Voz verbal. Los verbos pueden expresar que la acción la


realiza un sujeto o la recibe un sujeto. De ese modo
hablamos de voz activa y voz pasiva.
 Voz activa. el sujeto realiza la acción: Juan venció a Pedro en la
olimpiada de ajedrez.
 Voz pasiva. El sujeto recibe pasivamente la acción (se usa el
verbo ser + participio): Pedro es vencido por Juan en la olimpiada
de ajedrez.

Conjugación verbal
Los verbos cambian dependiendo de su tiempo, su aspecto, su
modo, su voz, o su variación de persona y número. Véase la tabla 8.

19 El participio comparte varias de las características de los adjetivos. Por


ejemplo, cuando se utilizan expresiones como un pleito ganado. Para más
información (NB- GLE, 2011, p. 159).

20 La perfectividad de un verbo es sólo uno de los aspectos que puede tener.


Aquí hablaremos solo de él por ser el más notorio y relevante.

1
Clasificación de las palabras según su

Tabla 24. Elementos de la conjugación verbal

Tiempo Modo Aspecto Voz Número Persona


Indicativo
Pretérito Subjuntivo
1° persona
Presente Imperativo Imperfecto Activa Singular
2° persona
Futuro Infinitivo Perfecto Pasiva Plural
3°persona
Condicional Gerundio
Participio

La conjugación verbal nos muestra estos cambios. En español se


reconocen tres tipos de conjugaciones verbales, que se distinguen
por la terminación del verbo en –ar, –er, o –ir. Usando algunos
verbos que tienen esas terminaciones (trabajar, vencer y escribir)
presentaremos los tres modelos de conjugaciones (NGBLE, 2011, pp.
270-275).

• Primera conjugación con el verbo trabajar. Véase cuadro 1.


• Segunda conjugación con el verbo vencer. Véase cuadro 2.
• Tercera conjugación con el verbo escribir. Véase cuadro 3.

Taller 6. Tipos de palabras por función


1. Usando un escrito breve, que puede ser un cuento corto o el fragmento
de un poema, determine palabra por palabra, qué tipo de palabra es,
según
la función. Recuerde que una misma palabra puede cumplir diferentes
funciones en la lengua.
2. En el mismo texto, determine con precisión la conjugación verbal en la
que están los verbos que intervienen en ella.

1
Las artes del

Figura 1. Verbo trabajar


Personas
Número del Pronom- Pretérito
Pretérito Futuro Condicio-
discurso bres Presente perfecto
imperfecto simple nal simple
personales simple

1° yo trabajo trabajaba trabajé trabajaré trabajaría

traba-
trabajas/ trabajabas/ trabajarás/ trabajarías/
Singular 2° tú/usted jaste/
trabajaba trabajará trabajaría
trabaj
tra ó
Modo

3° él/ella trabaja trabajaba trabajó trabajará trabajaría

nosotros/
nosotras trabaja- trabajába- trabaja- trabajare- trabajaría-
1 mos mos mos mos mos

trabaja-
Plural 2° ustedes trabajan trabajaban trabajarán trabajarían
r
trabaja- trabajarán trabajarían
3° ellos/ellas trabajan trabajaban
r
Personas Pronom- Pretérito
Pretérito
Número del bres Presente perfecto
imperfecto
discurso personales simple

trabajará o
1° yo trabaje
trabajare
traba
trabajaras o
trabajar-
trabajes/ trabajases/
Singular 2° tú/usted es/traba-
Tiempo

trabaje trabajara o
jare
trabajase

trabajará o
3° él/ella trabaje
Modo

trabaje
traba
traba-
nosotros/ trabaje- járamos o trabajáre-
1 nosotras mos trabajáse- mos
mos
Plural
trabajaran/ traba-
2° ustedes trabajen jaren
trabaj
trabajaran/ traba-
3° ellos/ellas trabajen jaren
trabaj
Personas Pronom- Formas
Número del bres impera-
discurso personales tivas
trabaja/
Modo

Singular 2° tú/usted
tra
Plural 2° ustedes trabajen

Infini-
tivo Gerun-
Participio
dio
person
mas
For

traba-
trabajar
trabajado
ja
1
Clasificación de las palabras según su

Personas Pronom- Pretérito Pretérito Condicio-


Pretérito Futuro
Número del bres per- perfecto pluscuam- nal com-
anterior compuesto
discurso sonales compuesto perfecto puesto
he traba- había hube habré habría
1° yo jado trabajado trabajado trabajado trabajado

has habías hubiste habrás habrías


trabajado/ trabajado/ trabajado/ trabajado/ trabajado/
Singular 2° tú/usted
Modo indicativo

ha había hubo habrá habría


trabajado trabajado trabajado trabajado trabajado
ha traba- había hubo habrá habría
3° él/ella jado trabajado trabajado trabajado trabajado
no-
hemos habíamos hubimos habremos habríamos
1° sotros/
trabajado trabajado trabajado trabajado trabajado
nosotras

Plural han traba- habían hubieron habrán habrían


2° ustedes jado trabajado trabajado trabajado trabajado
ellos/ han traba- habían hubieron habrán habrían
3° ellas jado trabajado trabajado trabajado trabajado
Personas Pronom- Pretérito Pretérito Pretérito
Número del bres per- perfecto pluscuam- perfecto
discurso sonales compuesto perfecto simple
hubiera
haya hubiere
1° yo o hubiese
Tiempo compuesto

trabajado trabajado
trabajado
hubieras
hayas o hubieses hubieres
trabajado/ trabajado/ trabajado/
Modo subjuntivo

Singular
2° tú/usted hubiera
haya hubiere
trabajado o hubiese trabajado
trabajado

haya hubiera hubiere


3° él/ella trabajado trabajado trabajado
no- hubiéra-
hayamos hubiéremos
1° sotros/ mos
trabajado trabajado
nosotras trabajado

Plural hayan hubieran hubieren


2° ustedes trabajado trabajado trabajado
ellos/ hayan hubieran hubieren
3° ellas trabajado trabajado trabajado
Personas Pronom- Formas
Modo imperativo

Número del bres per- impera-


discurso sonales tivas
trabaja/
Singular 2° tú/usted trabaje

Plural 2° ustedes trabajen


Infini- Gerun- Partici-
tivo dio pio
impersonale
Formas

haber tra- habiendo


Ø
bajado trabajado
s

1
Las artes del

Figura 2. Verbo vencer

Personas del discurso Pretérito perfecto simple


Pronombres personales Pretérito imperfecto FuturoCondicio-
Número 1° Presente vencí
simplenal simple
venciste/ venció
venció
yo venzo vencía venceré vencería
vences/ vence
vencías/ vencía vencerás/ vencerá
vencerías/ vencería
Singular2° tú/usted vence vencía vencerá vencere-
vencería
Modo

3° él/ella
nosotros/
1° vencemos vencíamos vencimos venceríamos
nosotras mos
Plural
2° ustedes vencen vencían vencieron vencerán vencerían
3° ellos/ellas vencen vencían vencieron vencerán vencerían

Personas del discurso Pretérito perfecto simple


Pronombres personales Pretérito imperfecto
Número Presente

venciera o venciese
1° yo venza venciere
vencieras o vencieses/ venciera o venciese
venciera o venciese
venciéramos o venciése- mos
venzas/ venza vencieres/
vencieran venciere
o venciesen
Singular2° tú/usted
vencieran o venciesen
Tiempo

Modo

3° él/ella venza venciere

nosotros/ nosotras venciére- mos


1° venzamos

Plural
2° ustedes venzan vencieren

3° ellos/ellas venzan vencieren

Personas del discurso


Formas impera- tivas
Pronombres personales
Número vence/ venza
ustedesvenzan
Modo

Singular2° tú/usted
Participio

Plural 2°
Infini- tivo
Gerun- dio
person
mas
For

vencervenciendovencido

1
Clasificación de las palabras según su

Personas Pro- Pretérito Pretérito Futuro Condicio-


Pretérito
Número del nombres perfecto pluscuam- com- nal com-
anterior
discurso personales compuesto perfecto puesto puesto
hube habré habría
1° yo he vencido había vencido vencido vencido vencido
hubiste habrás habrías
habías ven-
Modo indicativo

has vencido/ vencido/ vencido/ vencido/


Singular 2° tú/usted cido/ había
ha vencido hubo habrá habría
vencido
vencido vencido vencido
hubo habrá habría
3° él/ella ha trabajado había vencido vencido vencido vencido
nosotros/ hemos habíamos hubimos habremos habríamos

nosotras vencido vencido vencido vencido vencido
hubieron habrán habrían
Plural 2° ustedes han vencido habían vencido
vencido vencido vencido
hubieron habrán habrían
3° ellos/ellas han vencido habían vencido vencido vencido vencido
Personas Pro- Pretérito Pretérito Pretérito
Tiempo compuesto

Número del nombres perfecto pluscuam- perfecto


discurso personales compuesto perfecto simple
hubiera o hu- hubiere
1° yo haya vencido biese vencido vencido
hubieras
hubieres
hayas ven- o hubieses
vencido /
Modo subjuntivo

Singular 2° tú/usted cido/ haya vencido / hu-


hubiere
vencido biera o hubiese
vencido
vencido
hubiera hubiere
3° él/ella haya vencido
vencido vencido

nosotros/ hayamos hubiéramos hubiére-


1° mos
nosotras vencido vencido
vencido
Plural hayan hubieran hubieren
2° ustedes vencido vencido vencido
hayan hubieran hubieren
3° ellos/ellas
vencido vencido vencido
Infini- Gerun-
Participio
tivo dio
imperativ
Modo

haber habiendo
Ø
vencido vencido
o

1
Las artes del

Figura 3. Verbo escribir

Personas Pretérito
Pronombres Pretérito Futuro Condicio-
Número del Presente perfecto
personales imperfecto simple nal simple
discurso simple

1° yo escribo escribía escribí escribiré escribiría

escribi-
escribes/ vencías/ escribiste/ escribirías/
Modo indicativo

Singular 2° tú/usted rás/es-


escribe escribía escribió escribiría
cribirá

3° él/ella escribe escribía escribió escribirá escribiría


nosotros/ escribi- escribire- escribiría-
1° escribíamos escribimos
nosotras mos mos mos
escribi-
Plural 2° ustedes escriben escribían escribieron escribirían
rán
escribi-
3° ellos/ellas escriben escribían escribieron escribirían
rán
Personas Pretérito
Pronombres Pretérito
Número del Presente perfecto
personales imperfecto
discurso simple
escribiera o
1° yo escriba escribiere
escribiese
escribieras o
escri-
Tiempo simple

escribas/ escribieses/
bieres/
Modo subjuntivo

Singular 2° tú/usted escribiera o


escriba
escribiere
escribiese
escribiera o
3° él/ella escriba escribiere
escribiese

nosotros/ escriba- escribiéra- escribiére-


1° mos o escri-
nosotras mos mos
biésemos

Plural escribieran o
2° ustedes escriban escribieren
escribiesen
escribieran o
3° ellos/ellas escriban escribieren
escribiesen
Personas Formas
Pronombres
Número del impera-
Modo imperativo

personales
discurso tivas

escribe/
Singular 2° tú/usted escriba

Plural 2° ustedes escriban

Infini- Gerun-
Participio
tivo dio
impersonale
Formas

escribien-
escribir escrito
do
s

1
Clasificación de las palabras según su

Pretérito
Personas Pronom- Pretérito Futuro Condicio-
plus- Pretérito
Número del bres perso- perfecto com- nal com-
cuamper- anterior
discurso nales compuest puesto puesto
fecto
o
había hube habré habría
1° yo he escrito escrito escrito escrito escrito

habías hubiste habrás habrías


has ven-
Modo indicativo

escrito/ escrito/ escrito / escrito/


Singular 2° tú/usted cido/ha
había hubo habrá habría
escrito
escrito escrito escrito escrito
había hubo habrá habría
3° él/ella ha escrito escrito escrito escrito escrito
nosotros/ hemos habíamos hubimos habremos habríamos
1° nosotras escrito escrito escrito escrito escrito
habían hubieron habrán habrían
Plural 2° ustedes han escrito escrito escrito escrito escrito
habían hubieron habrán habrían
3° ellos/ellas han escrito escrito escrito escrito escrito
Pretérito
Personas Pronom- Pretérito Pretérito
plus-
Tiempo compuesto

Número del bres perso- perfecto perfecto


cuamper-
discurso nales compuest simple
fecto
o
hubiera
hubiere
1° yo haya escrito o hubiese
escrito
escrito

hubieras
o hubieses hubieres
Modo subjuntivo

Singular hayas escri-


escrito / escrito /
2° tú/usted to / haya
hubiera hubiere
escrito
o hubiese escrito
escrito
hubiera hubiere
3° él/ella haya escrito escrito escrito
hubiéra- hubiére-
nosotros/ hayamos
1° mos mos
nosotras escrito
escrito escrito

Plural hayan hubieran hubieren


2° ustedes escrito escrito escrito
hayan hubieran hubieren
3° ellos/ellas escrito escrito escrito
Infini- Gerun-
Participio
tivo dio
imper-
ativo
Modo

haber habiendo
Ø
escrito escrito

1
Las artes del

1
Las artes del

Las palabras también pueden clasificarse a partir de su acento.


Casi todas las palabras del español tienen acento, y este se halla en
al- guna sílaba de la misma. Por esta razón, la acentuación y la
silabación son cuestiones que están ligadas y deben exponerse de
forma conjunta.

Silabación

Las sílabas son las unidades en las que se divide una palabra.
Todas las palabras están compuestas por sílabas, las cuales, a su
vez, están compuestas por combinaciones cortas de letras en el
alfabeto, que pueden ir de una sola letra a cuatro letras.
Dentro de una palabra, es posible que una sola letra conforme
una sílaba, por ejemplo, en el pronombre ella tenemos una división
de dos sílabas e-lla, donde la letra e constituye una sílaba.
Conjuntos más grandes también pueden formar una sílaba, por
ejemplo, en el sustantivo trasteo, que se dividiría en sílabas así:
tras-te-o, la primera sílaba tiene cuatro letras; la segunda, dos, y la
tercera, solo una.
Una regla del español, cuando hablamos de sílabas, es que
toda sílaba contiene al menos una vocal, lo que significa que no
existen sílabas compuestas únicamente por consonantes. A su vez, las
sílabas dentro de una palabra se dividen en dos grupos.

 Sílaba tónica. Es la sílaba que lleva el acento de la palabra.


En los anteriores ejemplos, en el pronombre e-lla, la sílaba tó-
nica es la primera. En la palabra tras-te-o, la sílaba tónica es la
segunda.
 Sílabas átonas. Son aquellas sobre las que no recae acento. En
los anteriores ejemplos, en el pronombre e-lla, la segunda
sílaba es átona, y en el sustantivo tras-te-o, la primera y la
tercera lo son.

1
Clasificación de las palabras según el
Una de las cuestiones más importantes cuando abordamos el
tema del acento es que tiene relación con el significado de la
palabra;

1
Las artes del

es decir, el significado de una misma combinación de letras cambia


cuando cambia el lugar del acento. Por ejemplo, examinemos las si-
guientes palabras:

hábito/habito/habitó

Las tres palabras tienen la misma cantidad de letras, las


mismas letras, y en el mismo orden. El único factor que las
diferencia es el lu- gar de la sílaba tónica. Sin embargo, cualquier
hispanohablante puede notar que las tres palabras significan cosas
muy distintas entre sí. La primera palabra es un sustantivo con el
que nombramos un comporta- miento por la repetición constante de
actos iguales o también se llama así a la sotana de algunos religiosos;
la segunda, es una forma del verbo habitar, que significa ‘vivir’ o
‘morar’, conjugado en tiempo presente en primera persona del
singular. La tercera, es una forma del mismo verbo, conjugado en
pasado perfecto en tercera persona del singular.

La tilde o acento gráfico

En español, la tilde sirve para marcar el acento de una palabra, lo


que significa que solo va en la sílaba tónica y, más específicamente, en
la vocal de ella. Sin embargo, aunque todas las palabras tengan acento,
no todas las palabras llevan tilde. Esta se marca en casos muy
especí- ficos, se irán mostrando los casos conforme avance esta
exposición21.

Clasificación de las palabras según el acento

Las palabras también se clasifican de acuerdo con el lugar que


ocupa en ellas la sílaba tónica. Según este criterio, tenemos cuatro
tipos de palabras: agudas, graves, esdrújulas, y sobresdrújulas.

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Clasificación de las palabras según el
21 Para la composición de este capítulo, fue fundamental el aparte sobre acentuación
de la Ortografía de la lengua española de la RAE, (ORAE, 2010, pp. 189-276).

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Las artes del

• Agudas. Son las palabras que llevan el acento en la última


sílaba. Por ejemplo: reloj, balón, catedral, París.
• Graves. Llevan el acento en la penúltima sílaba. Por ejemplo:
césped, cabello, estepa, sortija, inútil.
• Esdrújulas. Son las palabras cuyo acento va en la antepenúlti-
ma sílaba. Por ejemplo: sábado, helicóptero, cuídate, rápido.
• Sobresdrújulas. Son las palabras que llevan el acento en cual-
quier sílaba anterior a la antepenúltima. Por ejemplo: dígamelo,
cómetelo.

Reglas para el uso de la tilde según el tipo de palabras

La clasificación de las palabras según el acento nos sirve para


determinar los casos en que tales palabras llevan o no llevan tilde. Las
reglas en español para la marcación de la tilde son las siguientes:

a) Tilde en palabras agudas. Todas las palabras agudas que ter-


minan en vocal, en n, o en s, llevan tilde. Por ejemplo:
consomé, además, acción.
Esta regla tiene un par de excepciones: si antes de la s hay
una consonante, no llevan tilde; por ejemplo: robots, tictacs.
Tampoco la llevan las palabras terminadas en y, como
convoy o virrey.

b) Tilde en palabras graves. Todas las palabras graves que


termi- nan en consonantes diferentes a n o s llevan tilde. Por
ejemplo: árbol, frágil, tórax, álbum, fénix, cóndor, néctar.
Hay una excepción a esta regla: si la palabra termina en s, y
la terminación es precedida por una consonante sí lleva
tilde. Por ejemplo: bíceps, cómics.

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Clasificación de las palabras según el

c) Tilde en palabras esdrújulas y sobresdrújulas. Todas las pala-


bras esdrújulas y sobresdrújulas llevan tilde.

Diptongos e hiatos
El diptongo y el hiato son condiciones silábicas relacionadas con
el hecho de que en español tenemos muchas palabras en las cuales
aparecen dos vocales juntas, y no es fácil saber si pertenecen a la mis-
ma sílaba o no. Para ello, es necesario clasificar las vocales según
el grado de apertura de la boca para pronunciarlas.

Vocales abiertas a, e, o

Vocales cerradas i, u

Diptongo

Decimos que hay diptongo cuando hay dos vocales juntas y


am- bas pertenecen a la misma sílaba. Para que haya diptongo, la
combi- nación debe ser, o bien de vocal abierta + vocal cerrada, o
bien de dos vocales cerradas

Combinación de vocales Ejemplos


para formar diptongo
Vocal abierta + vocal cerrada átona aire, causa, suave, quiosco, viaje, ciego

Vocal cerrada + vocal cerrada (distintas) ruido, diurético

Cabe anotar que la presencia de la h intermedia no impide la


formación del diptongo. Por ejemplo: ahumado, ahijado.

Tilde en el diptongo. Cuando la sílaba tónica presenta


diptongo y debe ir tildada, la tilde se coloca siempre en la vocal
abierta cuando
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Las artes del

está conformado por vocal abierta y cerrada. En el caso de que sea


un diptongo con dos vocales cerradas, se coloca en la segunda
vocal, sea cual sea. Por ejemplo: adiós, náutico, Cáucaso, lingüístico,
cuídate. 22

El triptongo. Se dice de una secuencia de tres vocales que for-


man parte de la misma sílaba. Es frecuente que es español el triptongo
se forme como una secuencia de vocales en que una vocal abierta está
en medio de dos vocales cerradas. Por ejemplo: buey, Paraguay, hioides.
La tilde en el triptongo se marca de acuerdo a las reglas de
acen- tuación, y en caso de que deba llevarla, siempre debe
aparecer en la vocal abierta. Por ejemplo: confiáis, despreciéis.

Hiato

Decimos que hay hiato cuando en una palabra hay una secuencia
de dos vocales que pertenecen a sílabas diferentes. Puede darse de
las siguientes formas:

Tipos de hiato Ejemplos


Vocales iguales Saavedra, creer, cooperación

Vocal abierta + vocal abierta caen, ahogo, meollo, héroe, coartada, caótico

Vocal abierta + vocal cerrada tónica raíz, día, aúllan, baúl, ataúd, río

Tilde del hiato. Siempre que tengamos un hiato con vocal abier-
ta y cerrada donde una de las dos haga parte de la sílaba tónica, llevará
tilde, independientemente del tipo de palabras que sean. Por ejemplo:
heroína, país, veintiún.

22 En español existe el triptongo


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Clasificación de las palabras según el

Reglas generales para la identificación de diptongos y de hiatos

Cuando en una palabra se presenten dos vocales seguidas,


pode- mos tener la siguiente situación:

a) Dos vocales abiertas juntas siempre forman hiato


b) Dos vocales cerradas juntas siempre forman diptongo
c) Vocal abierta y vocal cerrada juntas, sin importar su orden: si
la abierta es tónica, es diptongo, si la tónica es la cerrada, es
hiato.

Otras reglas de la tilde

Además del lugar de la sílaba tónica, y de los diptongos y


hiatos, hay otras reglas para colocar la tilde. Las mencionaremos a
continuación.

a) Tilde de monosílabos. Generalmente los monosílabos no lle-


van tilde. Por ejemplo: fe, pie, sol, gran, o vil.
b) Tilde diacrítica. Se coloca más allá de las leyes de las palabras
agudas, graves y esdrújulas, y es al final, un recurso de
carác- ter excepcional. En el caso de palabras monosílabas,
la tilde diacrítica ayuda muchas veces a identificar si la
palabra es o no tónica23. Por ejemplo: el/él; tu/tú; mi/mí.
Antiguamente, había casos en los que las palabras este, ese
o aquel llevaban tilde, y casos en los que no la llevaban. En
el primer caso se interpretaban como pronombres
personales, mientras que, en el segundo, se tenían por
pronombres relativos. Hoy día,

23 Contrario a lo que podría creerse, no todos los monosílabos son tónicos. Por

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Las artes del
ejemplo, si digo El vidente tiene un don, la palabra don es monosílabo tónico, mientras
que si digo Tengo cita con don Diego, la palabra don es monosílabo átono. Nótese que
este es un caso en que la tilde diacrítica no interviene. (OLE, 2010, p. 240).

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Clasificación de las palabras según el

la recomendación de la Real Academia Española es no


tildar- las nunca.
c) Interrogativos y exclamativos. Siempre se les coloca tilde, in-
cluso si están ausentes los signos de interrogación o afirma-
ción. Por ejemplo: ¿Cuándo llegó Paula? / Le preguntaron qué
estaba haciendo allí.
d) Extranjerismos. Cuando un extranjerismo se hispaniza, es
decir, cuando se vuelve extranjerismo adaptado, cae bajo las
reglas de la tilde de las palabras agudas, graves y esdrújulas.
Por ejemplo: París, búnker, Támesis, estándar.
e) Palabras en mayúsculas. Incluso si las palabras o frases están
escritas en su totalidad en letras mayúsculas, deben llevar tilde
según las reglas expuestas.

Taller 7. Acentuación y silabación

1. Tome una lista de 20 a 30 palabras y para cada una de ellas resuelva las
siguientes cuestiones:
a. Divida la palabra en sílabas mediante guiones.
b. ¿Qué tipo de palabra es según el acento?
c. ¿Cuántas sílabas tiene la palabra?
d. ¿Hay diptongo o hiato? En caso de haberlo, determine la o las sílabas
donde se encuentra.
e. ¿La palabra lleva o no lleva tilde? Justifique la razón ortográfica por la
cual la tiene o no la tiene.

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Las artes del

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Las artes del

La sintaxis es la parte de la gramática que describe las formas


como se combinan las palabras o los grupos de palabras y de las
rela- ciones que las palabras o grupos tienen entre sí en estas
secuencias. Hay combinaciones previas a la formación de una
oración que son importantes para la construcción de esta. Hablamos
de las locuciones y los sintagmas; los expondremos para usarlos
luego como elementos en la comprensión de la cimentación de
oraciones el español. 24

Las locuciones

Son secuencias de palabras que se comportan como si fueran


una sola, por cuanto su significado no es el resultado de una suma-
toria de sus partes. Casi por cada tipo de palabra hay un grupo de
locuciones que les son propias.

a) Locuciones nominales: media naranja, caballito de batalla, man-


zana de la discordia
b) Locuciones verbales: tomar del pelo, meter la pata
c) Locuciones adjetivales: contante y sonante, común y silvestre
d) Locuciones adverbiales: a medias, a la fuerza, en secreto, sin duda
e) Locuciones preposicionales: con vistas a, gracias a, frente a, de
conformidad con, a través de
f) Locuciones conjuntivas: si bien, ya que, dado que, por tanto, por
consiguiente, sin embargo, no obstante.
g) Locuciones interjectivas: ¡A ver!, ¡Ahí va!

24 Para la composición de este capítulo fue muy importante lo consignado en el


texto Cómo enseñar y aprender sintaxis (Lozano, 2012) referenciado al final del libro.

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Construcción

Los sintagmas

Se les llama también grupos sintácticos o, más propiamente hablan-


do, frases. Son una combinación corta de palabras cuyo significado no
equivale al de una sola palabra como en el caso de las locuciones, pero
tampoco llegan a ser una oración en sentido estricto porque carecen
de la estructura de sujeto-predicado, aunque la mezcla ordenada de
sintagmas sí forma una oración. Se caracterizan porque una palabra
del sintagma es su centro o núcleo, mientras que las demás palabras
están referidas a ella como complementos o modificadores del núcleo.
Generalmente se identifica porque es una expresión que carece de
verbo o, en caso de tenerlo, es posible que no se presente en forma
personal, pues de lo contrario hablaríamos de una oración y no de
un sintagma. Se les puede considerar como el punto intermedio
entre las palabras y la oración. A partir de los sintagmas, toda
secuencia de palabras se puede llamar enunciado.
Los sintagmas se clasifican de acuerdo con la palabra que les sir-
ve de núcleo, y de ella toman su nombre. Si el núcleo es un sustantivo,
el sintagma se llamará sintagma nominal, y así en los demás casos. Por
ejemplo: la gran torre.
La expresión tiene sentido, carece de verbo, y no constituye
una locución, en consecuencia, podemos afirmar que es un
sintagma. La pregunta para determinar su núcleo es ¿Cuál es la
palabra alrededor de la que están en función todas las demás?
Claramente, la palabra es torre. Prueba de ello es que podemos
prescindir de las otras palabras y la expresión mantiene sentido, por
ejemplo, la torre o gran torre. Pero si quitamos la palabra torre, queda
la gran, una expresión que conside- ramos entrecortada, a la que
ciertamente le hace falta algo. Por tanto, la palabra torre es el
núcleo del sintagma y como esa palabra es un sustantivo, el
sintagma completo es un sintagma nominal.
De ese modo, el núcleo del sintagma es el que rige toda la
frase. Otros tipos de sintagmas —aunque no es un criterio ciento
por ciento fiable—, se pueden identificar porque buena parte de las
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Las artes del
veces el núcleo

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Construcción

va al comienzo. Las discusiones de los gramáticos sobre el núcleo


de los sintagmas están entre las más sonadas en las ciencias del
lenguaje. Casi por cada clase de palabra hay un tipo de sintagma,
hablaremos de cada uno de ellos (NGBLE, 2011, 176-189).

a) Sintagma nominal. Frase o combinación corta de palabras


cuyo núcleo es un sustantivo. Ejemplos:
texto de matemáticas/ las orejas del burro / la novela / este dolor /
siete noches / los asientos reservados / el chico del barrio / la cancha
de tenis.

b) Sintagma adjetival. Frase o combinación corta de palabras


cuyo núcleo es un adjetivo. Ejemplos:
amante de la música / deseoso de irse / harto de comer /
consentida a morir / apto para eso / difícil de olvidar.

c) Sintagma preposicional. Frase o combinación corta de pala-


bras que es introducido por una preposición. Ejemplos:
tras de ti / de entre los bosques / hasta aquí / con ella/ en pos de eso.

d) Sintagma adverbial. Frase o combinación corta de palabras


cuyo núcleo es un adverbio. Ejemplos:
precisamente aquí / solo hoy / más tarde.

e) Sintagma conjuntivo. Frase o combinación corta de palabras


cuyo núcleo es una conjunción. Ejemplos:
no hoy, sino mañana / pero ¿por qué?

f) Sintagma interjectivo. Frase o combinación corta de palabras


cuyo núcleo es una interjección. Ejemplos:
¡Ay de los vencidos! / ¡Oh gloria inmarcesible! / ¡Vaya con el
muchachito!

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Las artes del

g) Sintagma verbal. Frase o combinación corta de palabras cuyo


núcleo es un verbo. Generalmente este verbo es impersonal
(es decir, no supone una persona que lleva a cabo la acción
que el verbo emula, como nieva) o en caso de que el verbo
sea personal, la persona solo aparece supuesta, no de forma
explícita. Ejemplos:
Pudimos llegar a tiempo / llueve mucho / quedamos así / comer
rápido.

h) Sintagma relativo. Es un sintagma cuyo núcleo es un pronom-


bre relativo.
¿Qué sucedió? / ¿Quién fue? / ¿Cómo dices?

i) Sintagma de artículo neutro. Si bien no existe una catego-


ría de sintagmas articulares, el artículo neutro se comporta
como un pronombre cuando va junto a un verbo conjugado.
Por su parte, los artículos definidos e indefinidos forman
parte de sintagmas nominales, porque siempre acompañan
a un sustantivo.
lo vi / lo pensé / tómalo

La oración y las funciones sintácticas

Los sintagmas se combinan entre sí para formar oraciones,


pero no todo conjunto de sintagmas es una oración. La oración
puede de- finirse como un enunciado compuesto por uno o varios
sintagmas donde uno de ellos funge como sujeto y los demás como
predicado de algún tipo. La oración será simple si únicamente
interviene un verbo en ella (Lozano, 2012, p. 26). Ahora, el papel o
la función que cada sintagma cumple dentro de una oración se
denomina función sintácti- ca. Son funciones sintácticas el sujeto y
el predicado, y este último se

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Construcción

subdivide en complemento directo, indirecto, de régimen, circunstan-


cial y atributo25.

El sujeto
Es generalmente un sintagma nominal que puede considerarse
el protagonista de la oración, pues los otros sintagmas se refieren a él.
El gato es negro. Los pronombres también hacen las veces de sujeto en
las oraciones, por ejemplo, Nadie llegó a tiempo, Este fue el agresor, Yo
soy músico empírico. El sujeto de la oración no necesariamente es un
solo sintagma, ya que puede constar de varios sintagmas
coordinados, por ejemplo: El hijo de Carlos, mi sobrino Felipe y la hija
de mi vecina salieron desde esta mañana y no han regresado; Tanto los niños
como los adultos del barrio Santa Coloma se divirtieron en el bazar del
domingo. Se puede reco- nocer porque generalmente va antes del
verbo, aunque ese criterio no siempre es correcto, pues hay casos en
los que el sujeto va después, por ejemplo: Ya se fue Juanita, soplaba el
viento con tal fuerza que los árboles se mecían, para el 2020 crecerá la
población en un 22%.
Antiguamente se identificaba como el agente que lleva a cabo
la acción que el verbo emula. Pero resulta que no todos los verbos
emu- lan acciones, como ser o morir, por lo tanto, identificar al sujeto
como el agente del verbo es una aproximación imperfecta. No
obstante, el sujeto sí es la respuesta a las preguntas ¿Quién? o ¿Qué?
Por ejemplo, en la oración Tu partida fue difícil, podemos preguntar
¿qué fue difícil?, y la respuesta es ‘tu partida’, que es el sujeto de la
oración.
El español admite la existencia de sujetos tácitos, es decir, que
no están expresados literalmente pero que el contexto obliga a
supo- nerlos para que la oración tenga sentido. Por ejemplo: Estaba
cansado del ruido, tiene un sujeto tácito, porque no aparece, pero la
oración lo

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Las artes del
25 Para el tema de las oraciones simples, la base ha sido el capítulo homónimo de
Ginés Lozano en su libro Cómo enseñar y aprender sintaxis (Lozano, 2012, p. 25-
129).

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Construcción

supone. Ese sujeto puede ser un sustantivo Juan estaba cansado del
rui- do, un pronombre de primera persona Yo estaba cansado del
ruido, o un pronombre masculino de tercera persona Él estaba cansado
del ruido. Incluso la segunda persona del singular Usted estaba cansado
del ruido.

El predicado

Se trata de uno o varios sintagmas agrupados que en buena medi-


da dan información sobre el sujeto de la oración. Generalmente,
todo predicado de una oración comienza con un sintagma verbal, y
puede continuar con sintagmas de otro tipo. De hecho, se considera
que el verbo es el núcleo del predicado. El siguiente ejemplo puede
mostrar esta cuestión:

El rey Pedro llegó tarde a la batalla


S. Nominal S. Verbal S. Preposicional

Sujeto Predicado

Ahora, los predicados se clasifican según el tipo de informa-


ción que nos dan del sujeto. Se distinguen cinco tipos de
predicados: atributo, complemento directo, complemento indirecto,
complemen- to circunstancial, y complemento de régimen. A pesar
de que pueden considerarse como tipos de predicados, los
gramáticos han optado por considerarlos funciones sintácticas
independientes.

Complemento directo

Es un tipo de predicado que recibe de manera directa la acción


que emula el verbo. Por ejemplo, en la oración Los jueces desconocen
el problema, es claro que la expresión el problema es el complemento
direc- to del verbo, pues eso es lo que desconocen los jueces, es el
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Las artes del
objeto de su desconocimiento. En otras palabras, es la parte de la
oración que

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Construcción

completa y limita el significado del verbo, pues indica inmediatamente


la acción o proceso que emula un verbo transitivo. Otros ejemplos son:

Sonia peina su cabello / El estudiante contesta la pregunta / El sol tiene


manchas

Complemento indirecto

Se ha interpretado como el destinatario de la acción del verbo


y también del complemento directo. Se caracteriza porque, buena
parte de las veces, va precedido por la preposición a, lo que implica
que es un tipo de sintagma preposicional. Verbos como “dar” y
“prometer” generalmente traen complemento indirecto en todos los
casos en los que se usan. El complemento indirecto también se
forma con pro- nombres reflexivos (le, les). Algunos ejemplos de
complementos indi- rectos son los siguientes:

Pedro regaló un chocolate a su esposa / Le gustó el concierto/ Prometió a los


suyos jamás dejarlos solos / Juan lleva libros a su sobrino.

Complemento de régimen preposicional

Es cualquier sintagma preposicional relacionado con el verbo,


cuyo núcleo sea una preposición diferente a la preposición a.
Ejemplos:

Catalina siempre confió en su abogado / Luis cantó de pie / El Consejero se


quejó ante el tribunal / Ella sufría de fuertes depresiones.

Complemento circunstancial

Es un tipo de predicado que habla sobre las circunstancias en


las que la acción se lleva a cabo, como el tiempo, el lugar, el modo,
la finalidad, los instrumentos adyacentes, las cantidades, etc.
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Las artes del

Se parece al complemento de régimen preposicional porque


también se sirve de sintagmas preposicionales —aunque no exclusi-
vamente—, pero su principal diferencia con él es que el sintagma pre-
posicional, aunque complementa la información, puede omitirse sin
perder sentido, mientras en el caso del complemento de régimen, el
significado mismo del verbo requiere que se complemente con un
sintagma preposicional.
Por ejemplo, el verbo confiar requiere como complemento un
sintagma preposicional que comience con la preposición en, aunque
también sirve la preposición a. Luego, confiar es un verbo del que
se sigue un complemento de régimen o un complemento indirecto.
Dado el diverso conjunto de circunstancias que pueden aducir-
se, el complemento circunstancial se clasifica de acuerdo con once
tipos de circunstancias:

a) De lugar. Designa el espacio físico de la acción o proceso


de- signado por el verbo. Se puede identificar en tanto es la
parte del predicado que responde a la pregunta ¿en dónde?
Lo puso sobre la repisa / se dejó caer en el suelo / Estaban donde el
suegro
b) De tiempo. Sitúa temporalmente la acción o proceso
designa- do por el verbo. Se puede identificar en tanto es la
parte del predicado que responde a la pregunta ¿cuándo?

El alcalde murió la semana pasada / Pedro se casó por la noche /


Ayer fui al médico
c) De modo o manera. Da información sobre la forma en que
tiene lugar el proceso al que hace referencia el verbo. Es la
parte del predicado que responde a preguntas como ¿de qué
manera?, ¿cómo?

Juliana pinta bellamente / Adrián come de forma irregular

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Construcción

d) De cantidad o grado. Informa sobre grado o cantidad respec-


to al proceso verbal. Responde a la pregunta ¿cuánto?
Creo poco en lo que dices / La lluvia nos gusta mucho / Ya escuché
suficiente
e) De compañía. Denota un ser que acompaña al sujeto en el
desarrollo del proceso verbal. Se reconoce porque va dentro de
un sintagma preposicional que inicia con la preposición con.
Responde a la pregunta ¿con quién?
Fui a cine con Sofía / Pedro solía pasear con su perro
f) De instrumento. Denota un utensilio o recurso del que se
sirve el sujeto para llevar a cabo el proceso verbal. Las
prepo- siciones con o sin se usan mucho en este tipo de
complemento circunstancial. Responde a la pregunta ¿con
qué?
Rompió la pared con un mazo / Pulió la repisa con lija
g) De medio. Denota el canal o la vía a través de la cual se realiza
la acción o el proceso del verbo. Las preposiciones en, por,
a, con, mediante, vía son comunes en este tipo de
complemento circunstancial, del mismo modo que lo son las
locuciones pre- positivas a través de y por medio de. Responde a
preguntas como
¿por medio de qué?, ¿a través de qué? o ¿mediante qué?
Se comunican por teléfono / viajó en tren / me enteré por el anuncio.
h) De materia. Denota la materia prima con la que algo fue
ela- borado o transformado, y también se sirve para ello de
sintag- mas preposicionales. Responde a preguntas como
¿hecho de qué?, ¿hecho con qué?
El edificio fue hecho de chocolate / Esa medicina se fabrica con químicos.
i) De finalidad. Expresa el propósito y objeto de la acción signi-
ficada por el verbo. Se usan frecuentemente las
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Las artes del
preposiciones a, por y para. Responde a la pregunta ¿para
qué?

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Construcción

Tatiana fue por agua /Ahorramos todo el año para el viaje


j) De beneficiario o destinatario. Denomina a un ser
animado que recibe el daño o provecho del proceso verbal.
Responde a preguntas como ¿para quién? o ¿por quién?
Escribí una carta para el presidente / Camilo trabajaba para un
ciego.
k) De causa. Expresa causa, motivo o razón del proceso
signifi- cado por el verbo. Se usan preposiciones como con,
por y de; y locuciones prepositivas como a causa de y por
causa de.
Pedro enfermó a causa del frío / Entré por curiosidad / Se
murió de pena

El atributo

Es un predicado que nos habla de la naturaleza, propiedades o


características del sujeto. Los verbos que se usan son únicamente
los copulativos ser, parecer y estar.

El gato es negro / La noche está oscura / El vendedor parece furioso.

Complemento agente

Se usa principalmente, aunque no únicamente, en las oraciones


pasivas, pues en ellas el sujeto no es agente sino paciente, de modo
que el complemento agente nos denuncia al agente del proceso
emu- lado por el verbo, el cual va precedido por la preposición por.

El estudiante fue aprobado por la universidad / Catalina fue gratamente


sorprendida por su amado

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Las artes del

Oraciones simples y complejas

Como ya se ha visto, la oración es una combinación de sintag-


mas, donde uno o varios de ellos coordinados, asumen la función
sintáctica de sujeto, mientras el resto de los sintagmas cumplen la fun-
ción sintáctica de predicado. La oración simple es aquella que
consta de un solo predicado, mientras que la compuesta consta de
varios. Si efectivamente el núcleo del predicado es el verbo, se puede
identificar a la oración compuesta por la presencia de más de un verbo
conjugado en ellas. Por ejemplo, si decimos Nicolás baila cumbia,
tenemos una oración simple, mientras que si decimos David escribe
poemas mientras escucha baladas, estamos ante una oración compleja.
Sin embargo, es muy importante que los dos verbos estén
conjugados para que haya una oración compleja, pues hay
oraciones simples con la presencia de más de un verbo, como
sucede en el caso de la oración Paula está cansada de viajar tanto; a
saber, aunque tenga dos verbos es una oración simple, ya que el verbo
viajar no está conjugado.
Ahora, las oraciones simples y complejas se dividen en
subgru- pos. Las oraciones simples se clasifican según su significado,
según el sujeto que llevan, y según el tipo de verbo del que parte el
predicado. Por su parte, las oraciones complejas se dividen en tres
subgrupos: yuxtapuestas, coordinadas y subordinadas. Hablaremos
de cada tipo de oración.26

Oraciones simples

Oraciones simples por el significado


De acuerdo con lo que significan, las oraciones simples se
clasi- fican en siete tipos:

26 De nuevo, la base de esta explicación es el libro Cómo enseñar y aprender sintaxis.

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Construcción
(Lozano 2012: 129-134).

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Las artes del

a) Oración enunciativa. Aquella que afirma o niega un hecho


objetivo.
Claudia es rubia / El verano no ha llegado todavía
b) Oración exhortativa. Expresa consejo, ruego, petición, man-
dato, o prohibición. Se sirve de los verbos en modo imperativo
y ocasionalmente de los signos de exclamación.
¡Cruza por la acera! / Tráeme el vaso que está sobre la mesa.

c) Oración exclamativa. Expresa emociones y sentimientos. Usa


signos de exclamación.
¡Qué frío hace!

d) Oración interrogativa. Expresa pregunta, casi siempre con


sig- nos de interrogación.
¿Qué te sucede? / ¿Cuándo tienes el examen? / ¿Dónde dejé mis
apuntes?
e) Oración dubitativa. Expresa duda, probabilidad o suposición.
Tal vez Juan llegue al final / Quizá el asunto se resuelva pronto

f) Oración optativa o desiderativa. Expresa deseo, solicitud o


súplica, pero de manera indirecta. Generalmente inicia con
la conjunción que o con la interjección ojalá.
Ojalá pueda venir con su familia / Que llueva pronto.

g) Oración negativa. Oración simple que expresa la falsedad


o inexistencia de cierto estado de cosas. La negación se
puede manifestar usando el adverbio no, pero esta no es la
única for- ma de hacerlo. Por ejemplo, se puede expresar
negación me- diante pronombres como nadie, ninguno o nada;
por medio de otros adverbios como nunca, jamás o tampoco,
conjunciones como ni, y la preposición sin.

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Construcción

Pedro no llegó a clase / Nadie escucha mis reclamos / Ni Pedro ni


Juan estuvieron en la reunión / Sin el profesor no hay clase

Oraciones simples por el tipo de sujeto


Dado que el sujeto puede ser explícito, tácito, o no aparecer,
las oraciones se clasifican según estas condiciones del sujeto en tres
grupos diferentes:
a) Oraciones impersonales. Aquella en que no solo no hay un
sujeto, sino que lógicamente no puede haberlo. Ante ellas es
absurdo preguntar por el agente del proceso verbal.
Oscureció muy tarde hoy / Truena muy fuerte / Nevará el
siguien- te mes.
b) Oraciones personales explícitas. Son oraciones simples en las
que el sujeto aparece completamente explícito.
Santiago sale a pasear / María compró carne en el supermercado
c) Oraciones personales implícitas. En ellas el sujeto puede su-
ponerse por la forma personal del verbo, pero no aparece
ex- plícitamente.
[Yo] Debo irme pronto / [él/ella/usted] Tiene muchas cosas que ocul-
tar / [Ella] Estaba cansada de esa situación.

Oraciones simples por el tipo de verbo


El tipo de verbo también nos ayuda a clasificar la oración. De
acuerdo con el tipo de verbo, tenemos nueve tipos diferentes de
ora- ción simple.
a) Oraciones copulativas. Aquellas que se forman con los verbos
copulativos, que son ser, estar y parecer.
El gato es negro / María parece triste / Estamos cansados por el viaje

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Las artes del

b) Oraciones transitivas. Son las que usan verbos transitivos, es


de- cir, verbos que requieren un complemento para tener
sentido.
Confío en tus convicciones / Pedro compró una segueta

c) Oraciones intransitivas. En ellas se usan verbos que no re-


quieren complementos adicionales para tener sentido.
Pedro lloró / Claudia sonríe / Los atletas corren

d) Oraciones reflexivas. Aquella que usa verbos que aceptan


la inclusión de pronombres reflexivos. Es decir, donde el
proce- so verbal o acción de la que habla el verbo es llevada
a cabo por el sujeto, y al mismo tiempo es recibida por él.
Libia se peina con cepillo fino/ Tú te alimentas bien

e) Oraciones recíprocas. Son las formadas con verbos que emu-


lan acciones recíprocas. La oración recíproca es reflexiva, pero
implica un sujeto plural en el que los individuos actúan
unos sobre otros y a la vez reciben la acción.
Juan y Pedro se saludan / María y Claudia se abrazan

f) Oraciones pasivas. Son aquellas en las que el sujeto es el


pa- ciente de la acción o proceso del que nos habla el verbo,
y no su agente. Se componen con el verbo ser como verbo
auxiliar seguido de otro verbo en participio.
El ladrón fue asesinado por la policía / El muro fue terminado por
el albañil

La oración compleja

La oración compleja se nota, en primera instancia, porque


tiene más de un verbo conjugado en ella, lo que significa que la
oración
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Construcción

compleja puede expresarse, en principio, como dos oraciones sim-


ples27. Tomemos el siguiente ejemplo:

Pedro canta tristes canciones y toca suavemente la guitarra

Tenemos entonces dos verbos cantar y tocar. Así que la oración


se puede expresar también como dos oraciones simples diferentes:

Pedro canta canciones tristes


Pedro toca suavemente la guitarra

Las oraciones simples que componen una oración compleja se


llaman proposiciones. A su vez, los tipos de oraciones complejas están
definidos por el tipo de relaciones que mantienen dentro de ellas las
proposiciones que las componen.
Dado este criterio, las oraciones complejas se clasifican en tres
grandes grupos: oraciones yuxtapuestas, oraciones coordinadas y ora-
ciones subordinadas.

Oraciones compuestas por yuxtaposición


Las proposiciones u oraciones simples aparecen juntas en una
sola construcción, pero sin que medie entre ellas ninguna relación
sintáctica, aunque sí semántica. Generalmente, las proposiciones yux-
tapuestas aparecen separadas por comas o por punto y coma.

Muchos se ofuscaron, otros dejaron el recinto / Estaba en prisión; tuve


tiempo de reflexionar.

27 Lo que sigue recoge lo principal que sobre el asunto nos plantea Ginés Lozano en
el segundo capítulo de su obra Cómo enseñar y aprender sintaxis (Lozano, 2012, p.
318).
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Las artes del

Oraciones compuestas por coordinación


Son oraciones complejas cuyas proposiciones se coordinan en al-
gún sentido por medio de conjunciones, pero cada proposición
posee un sentido completo independientemente del de la otra. Hay
seis tipos de oración compleja coordinada que se expondrán a
continuación.
a) Coordinada copulativa. Las proposiciones están unidas por
las conjunciones y, o ni.
Pedro cocina y María come / Ni raja ni presta el hacha
b) Coordinada adversativa. Una de las proposiciones corrige
a la otra o restringe su sentido. En este tipo de oración, las
proposiciones están conectadas con conjunciones adversativas
(pero, mas, sino), o con locuciones como sin embargo, aunque
o no obstante.
María ríe, pero suavemente / Me iré, aunque regresaré pronto
c) Coordinada disyuntiva. Presenta un dilema entre las proposi-
ciones, es decir, las muestra como dos opciones o
alternativas donde alguna debe escogerse. Se caracteriza
porque las propo- siciones están enlazadas por la conjunción
disyuntiva o, aun- que también se usa la forma o… o… para
hacer la disyunción más fuerte.
O te vas o te quedas / Vamos a cine o vemos una película en casa
d) Coordinada distributiva. Distribuye la acción del verbo entre
los sujetos de las proposiciones. El enlace de las proposiciones
son expresiones como ya… ya…, unas veces… otras veces…, bien…
bien….
Ya sea que te vayas a casa, ya sea que te quedes conmigo / unas veces
ríes, otras veces lloras
e) Coordinada explicativa. Oración compleja donde una de las
proposiciones explica a la otra. Las proposiciones están
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Construcción
enlazadas

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Las artes del

por medio de expresiones aclaratorias como esto es, es decir, o


sea, esto es, a saber, en otras palabras.
Ya son las 11 a. m., esto es, ya se acabó el descanso / La luna se
interpuso ante el sol, es decir, se está presentando un eclipse
f) Coordinada consecutiva. Oración compleja donde una de las
proposiciones es la consecuencia lógica de la otra. En estas
oraciones, la dupla de proposiciones se encuentra enlazada
por medio de algunas conjunciones subordinantes como pues,
luego o porque. También se usan locuciones conjuntivas como:
por tanto, por consiguiente, de modo que, ya que, por ende, en conse-
cuencia, por esta razón, a causa de, etc.
Jorge dejó las llaves en casa, luego está cerca / Nadie salió a la calle
porque hacía mucho frío / El hombre es naturalmente libre, por tan-
to, no soporta ningún tipo de cadenas.

Oraciones complejas por subordinación


Son aquellas oraciones en las que una proposición depende es-
tructuralmente de la otra, está subordinada a ella y, por tanto, no
posee un sentido independiente de ella. Pongamos como ejemplo la
siguiente oración:

Carlos piensa que los extraterrestres invadirán la tierra

Si bien la oración es compleja porque claramente presenta dos


verbos conjugados, “pensar” e “invadir”, nótese que no es tan sencillo
expresar en dos oraciones simples lo que está dicho allí. Una de las
oraciones es claramente:

Pedro piensa

Pero la otra oración no puede ser sólo la construcción que


los extraterrestres invadirán la tierra, pues parece que requiere que
algo la
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Construcción

complemente para tener sentido. Requiere de la parte faltante para


ello. Así, este tipo de oración compleja se divide del siguiente
modo:

Pedro piensa que los extraterrestres invadirán la tierra


Oración subordinada

Oración principal

Decir que los extraterrestres invadirán la tierra, no equivale a decir


que alguien piensa que ello será así. Eso implica que el sentido de
la oración que los extraterrestres invadirán la tierra, no es pleno, sino
que está subordinado al sentido de la oración principal, que en este
caso es Pedro piensa que los extraterrestres invadirán la tierra. Las oraciones
subor- dinadas se dividen en adjetivas o de relativo, sustantivas y
adverbiales.
a) Subordinación adjetiva o de relativo. Se da en oraciones
com- plejas donde la proposición que oficia de subordinada
des- empeña la función de un adjetivo. Se caracterizan
porque la proposición subordinada va encabezada por los
pronombres relativos que, quien, quienes, el/la cual, los/las
cuales, y cuyo/cuya.

El libro que me prestaste era bueno


La mujer a quien saludaste es profesora de música
Los confesores, que dejaron sin aire a la ciudad, se fueron

Las oraciones subordinadas de relativo (o simplemente


relati- vas), se clasifican en dos sub grupos fundamentales:
oraciones explicativas, y oraciones especificativas. La oración
subordi- nada explicativa funciona como un inciso, en la
medida de que explica una característica de su antecedente.
Por ejemplo, Juan, que no dejó de pensar en Norma, considera dejar
sus estudios. Por otro lado, la oración subordinada
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Las artes del
especificativa restringe el sentido de su antecedente. Por
ejemplo: Los estudiantes que fueron convocados vendrán
mañana a la reunión.

1
Construcción

b) Subordinación sustantiva. Es la que se presenta cuando


en una oración compleja la proposición subordinada
desempeña funciones sintácticas propias de un sustantivo o
un sintagma nominal (NGBLE, 2011, p, 237). Se dividen en
los siguientes seis grupos: 28
c) SS de sujeto. La subordinada actúa como sujeto de la
oración principal.
Que llueva me fascina / Irán a la fiesta quienes sean adultos
d) SS de complemento directo. La subordinada actúa como
complemento directo del verbo en la oración principal.
El niño desconoce quién cuidará de él /Ellos temían que se notara
e) SS de complemento indirecto. La subordinada actúa como
complemento indirecto del verbo en la oración principal.
Toma la herencia a la que tienes derecho / Entrega un regalo a quien
te lo pida
f) SS de complemento agente. La subordinada actúa como com-
plemento agente en la oración principal.
El cuadro fue robado por quien lo pintó / La casa fue vendida por el
que la compró
g) SS de complemento de régimen. La subordinada actúa como
el complemento de régimen preposicional del verbo en la ora-
ción principal.
Confío en que lo hagas bien / Lucha por quien lo merece
h) SS de atributo. La subordinada actúa como atributo del sujeto
en la oración principal.

28 Para no repetir varias veces la expresión subordinada sustantiva, se usará la sigla SS.

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Las artes del

La cuestión es que lo hizo / El inconveniente de esta calle es que


roban mucho / La pregunta a resolver es quién fue
i) Subordinación adverbial. Es la que se presenta cuando la su-
bordinada desempeña funciones sintácticas propias de un
ad- verbio. Las oraciones subordinadas adverbiales29 se dividen
en nueve grupos.
• SA temporal. Oración subordinada cumple la función de
un adverbio de tiempo. Generalmente se une a la principal
por medio de adverbios de tiempo y locuciones equivalentes
como cuando, mientras, antes de que, después de que, etc.
La llamé cuando me dijiste / Bailaba mientras me veía /
Llegué antes de que saliera el sol / Todos salieron al terminar la
clase

• SA local. La encabeza el adverbio de lugar donde.


Lo dejé donde me dijiste / Llegué donde decía el mapa

• SA modal. Indica el modo en que se ejecuta la acción del


verbo principal. La subordinada se une a la principal por
medio de adverbios modales (como, según), locuciones
ad- verbiales como conforme a o de acuerdo con, o con otras
expre- siones con las que cumpla la función modal.
Lo hice como mandaste / Actué según deseabas / Mirándola a los
ojos, le dijo adiós.

• SA comparativa. Supone una relación de comparación entre


las proposiciones. Se usan expresiones como tan... como, tal
como y tanto… como.
La bebé se ríe tal como se ríe su madre

29 Igual que en el caso anterior, se usará la forma abreviada SA en lugar de repetir

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Construcción
subordinada adverbial.

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Las artes del

• SA condicional. Indica una condición respecto a la proposi-


ción principal.
Si te vas, no regreses

• SA causal. Supone una relación causal entre la


subordinada y la principal que puede indicarse mediante
conjunciones y locuciones conjuntivas como porque, ya que,
puesto que, etc.
Descanso porque he corrido mucho.

• SA ilativa o consecutiva. Indica la consecuencia de la princi-


pal, a la cual se vincula por medio de conjunciones
subordi- nantes como luego o las locuciones conjuntivas
equivalentes.
Tengo sed, por lo tanto, bebo agua / No tengo miedo, luego seguiré
en la lucha.

• SA concesiva. La subordinada indica una restricción que no


impide el cumplimiento de la principal y se conecta a ella
a través de la conjunción aunque.
Iré aunque llueva

• SA finales. Indican finalidad o consecuencia última, que


es lo mismo. En la conexión se usa mucho la preposición
para.
Vino para arreglar la puerta

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Construcción

Taller 8. Construcción sintáctica de oraciones


1. En un texto breve (quizá máximo dos páginas, letra 12, a espacio
normal), determine los tipos de frases que lo componen. Distinga
claramente:
a. Locuciones
b. Sintagmas
c. Oraciones simples
d. Oraciones complejas
2. Dé razón de porqué esa construcción sintáctica específica pertenece a ese
grupo y no a otro.
3. Según el tiempo disponible y de qué se busque evaluar, se puede
complementar el ejercicio preguntando más específicamente por los
tipos de locuciones, sintagmas, etc.
4. Analice un texto de su autoría y propio de su carrera o profesión,
determine cuáles son los tipos de oraciones que más usa y
experimente reescribir el texto inicial usando otros tipos de oraciones.
Al final, determine si su texto ganó mucho, poco o nada en precisión,
claridad, y estilo.

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Las artes del

Durante mucho tiempo, se consideró que los signos de puntua-


ción eran los signos con los que se pretendía emular en el lenguaje
escrito las entonaciones o pausas del lenguaje hablado. No
obstante, hoy día, priman los criterios sintácticos y semánticos para
definirlos (OLE, 2010, p. 61). Es decir, son signos que organizan el
discurso escrito con el fin de evitar la ambigüedad, es decir,
interpretaciones diferentes de lo que se quiere decir. El español cuenta
con once signos de puntuación, que son el punto, la coma, el punto y
coma, los dos puntos, los puntos suspensivos, los signos de
interrogación, los signos de admiración o exclamación, los
paréntesis, los corchetes, la raya, y las comillas. Hablaremos de
cada uno de ellos30.

Tabla 25. Signos de puntuación en español

Punto . Signos de exclamación ¡!

Coma , Paréntesis ()

Punto y coma ; Corchetes []

Dos puntos : Raya —

Puntos suspensivos … Signos de interrogación ¿?


“”
Comillas «»
‘’

El punto

Su función es la delimitar el discurso, pues señala el final de


un enunciado. Después de un punto, la palabra siguiente comienza
con

30 Para la composición de este capítulo, se utilizó como su principal insumo, el ca-

1
Signos de puntuación en
pítulo sobre los usos de los signos ortográficos de la Ortografía Básica de la lengua
española de la RAE (OBLE, 2012, pp. 59-110).

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Las artes del

mayúscula, excepto si es un punto en una abreviatura31. Hay varios


usos del punto. Mencionaremos los más comunes:

a) Punto y seguido. Separa enunciados que integran un


párrafo, de modo que se continúa escribiendo en la misma
línea.
b) Punto y aparte. Separa párrafos distintos de un mismo
texto. Después de él, la línea siguiente no continúa
inmediatamente después de él, sino en línea aparte.
c) Punto final. Constituye el cierre de un texto, de modo que
todo texto termina en un punto. Cuando las personas
utilizan la expresión “…y punto” en una conversión, están
haciendo alusión a este tipo de punto, con el que dan por
terminada una discusión, conversación controversia, o
debate.
d) Punto de abreviaturas. Toda abreviatura lleva punto,
como Sra., Sr. (señora, señor), Dr. (doctor), admin.
(administración), pág. o p. (página), a. C. (antes de Cristo),
etc. (etcétera).
e) Punto con otros signos. Cuando concurre el punto con
otros signos (comillas, paréntesis, corchetes, rayas) debe ir el
punto después de ellos.

Regla:
Nunca llevan punto final los títulos ni los subtítulos de un texto.

La coma

Signo que indica una pausa breve que se produce dentro de un


enunciado, la cual en el lenguaje hablado dura aproximadamente un

1
Signos de puntuación en
31 Pero si la abreviatura va al final de un enunciado completo, el primer término que
va después del punto abreviativo sí va con mayúscula.

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Las artes del

segundo. Su uso es muy extendido en español, pero nos concentrare-


mos en algunos muy comunes.

a) Coma de enumeración. Separa los miembros de una


enume- ración o serie excepto el último cuando este va
precedido por una conjunción copulativa o disyuntiva (y/e, ni,
o/u). Ejemplos:
¿Quieres café, té, gaseosa o cerveza?
Es un joven reservado, estudioso y decente.
El perro, el gato, el oso y el ratón son mamíferos.

b) Coma de vocativo. Hay casos donde queremos llamar la aten-


ción de las personas a las que nos dirigimos. De ese modo, se-
paramos con coma el nombre de la persona de la
información que queremos transmitirle. Ejemplos:
Julio, ven acá.
Muchachos, he dicho que me iré.
Estoy alegre, Isabel, por este regalo.

c) Coma de inciso. Un inciso es una expresión que amplía o acla-


ra una o varias expresiones inmediatamente anteriores a él.
También puede verse como un comentario, precisión o aclara-
ción sobre lo anterior. La coma separa el inciso de la expresión
que es aclarada o comentada. Cuando la expresión a aclarar
es un nombre propio, el inciso se llama aposición.
Ejemplos:
Adrián, el marido de mi hermana, dijo que nos ayudaría.
Los vientos del sur, tan frecuentes en aquella región, incomodan a los
viajeros.
Toda mi familia, incluido mi hermano, estuvo de acuerdo.
Ella es, entre mis amigas, la más risueña.

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Signos de puntuación en
Me provocó, después de tantas desgracias, una inmensa alegría.

1
Las artes del

La verdad, escribe un político francés, ha de sustentarse con razones


y autoridades.

d) Coma de coordinación adversativa. En una oración coordi-


nada una conjunción o locución adversativas implica el uso
de una coma, con excepción de las conjunciones y/e y o/u,
en las que sólo se incluye en casos especiales. También en
las oraciones subordinadas explicativas. Ejemplos:
Me voy, aunque regresaré.
Este proyecto es un desastre, pero hay que llevarlo a cabo.
El sol me quema el rostro, así que me aplicaré bloqueador solar.
Están en casa, pues tienen la luz prendida.
Pienso, luego existo.

e) Coma de expresiones conectivas. Las frases, las oraciones


sim- ples, complejas, o incluso párrafos, se pueden conectar
entre sí usando otros tipos de expresiones tales como: es decir,
o sea, en fin, por último, sin embargo, no obstante, además, en tal
caso, en cambio, quizás, en definitiva, por regla general. En el
caso especial de los adverbios terminados en –mente, la tilde se
marca al final de los mismos, siempre y cuando modifiquen o
afecten a toda la oración y no a un solo elemento de la
misma. Ejemplos:
Esas palabras son sinónimas, es decir, significan lo mismo.
No obstante, tienes razón.
Por consiguiente, hoy votamos en contra del nuevo estatuto.
Generalmente, se considera que el futuro es incierto.

f) Coma de omisión de verbo o de elisión verbal. Se usa


para mostrar que se ha omitido un verbo que ya se
mencionó antes o que se presupone. Ejemplos:

1
Signos de puntuación en

El árbol perdió sus hojas; mi padre, sus fuerzas.


En matemáticas, un genio.

g) Coma de fecha y lugar. Separa lugar y fecha en el encabezado


de las cartas. Ejemplos:
Bogotá, 1 de abril de 2013

h) Coma bibliográfica. Se introduce cuando apellidos y nombres


están invertidos en una referencia bibliográfica.
Bello, A. Gramática de la lengua española.

Errores comunes en el uso de la coma. Una oración subordina-


da relativa especificativa no debe llevar comas que separen al
sujeto del verbo, excepto aquellas que la separan de la información
inciden- tal (incisos), es decir, excepto cuando la oración realmente
es una su- bordinada relativa explicativa. Con esto en mente, el uso
de la coma en las siguientes expresiones es erróneo:
Las estanterías que Oscar ordenó, estaban bien organizadas.
Un incidente que desconocíamos, ocasionó una catástrofe.

Los dos puntos

Detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.


Se usan en al menos los siguientes siete casos.

a) Como elemento anticipador de una enumeración


Tengo camisetas de tres colores: rojo, verde y blanco.
Van a subastar tres manuscritos: uno de Kant, otro de Cervantes, y
otro de García Márquez.

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Las artes del

b) Como elemento de cierre de una enumeración


Natural, sana y equilibrada: así debe ser la buena alimentación.
Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: son las principales
catástrofes naturales.

c) Para anunciar que lo que sigue es una cita textual


El filósofo francés René Descartes dijo: “Pienso, luego existo”.
El médico lo puso así: “reposo y una buena alimentación”.

d) Tras las fórmulas de saludo en una carta


Apreciado doctor:
Le escribo porque…
Querida esposa:

e) Para indicar que lo que va enseguida concluye o muestra el


efecto de la afirmación previa
Estaba muy cansado: no hizo sino trabajar todo el día.
Todos querían la palabra en esa reunión: no se pusieron de acuerdo.
La paella es nutritiva: cuenta con todos los elementos de una sana
alimentación.

f) Introduce un ejemplo
Cuéntame una historia: la del dragón y la princesa, por ejemplo.
Es un tipo raro: por ejemplo, habla cuando duerme.

g) A continuación de fórmulas en textos jurídicos o adminis-


trativos
- Certifica:
- Acuerda:

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Signos de puntuación en

- Decreta:
- Considerando:

Punto y coma

También unidades discursivas inferiores al enunciado. Se


puede hablar de tres usos principales de este signo de puntuación,
los cuales están relacionados con expresiones que ya llevan comas.

a) Separa una enumeración compleja que ya incluye comas


La chaqueta es azul; el pantalón, gris; la camisa, blanca; y el abrigo,
negro.
Cada grupo prepara un taller: el primero, el taller de decoración; el
segundo, el taller de publicidad; y el tercero, el taller de logística.

b) Separa oraciones simples


La niña, muy contenta, se fue a su casa; sus padres acababan de
llegar.
Hoy llovió por la mañana, en cambio, por la tarde hizo sol; general-
mente, el clima es más estable.

Nota: Si se considera que el vínculo entre las oraciones es


muy fuerte se usa punto y coma, mientras que si es débil se
prefiere el punto y seguido.

c) Separa oraciones complejas que incluyen conjunciones y ya


llevan coma
Tu texto, el que leíste ayer, fue muy bueno; aunque se puede mejorar.
Sabes que la película, la que compramos hace poco, fue hecha en
Afganistán; sin embargo, el presupuesto fue estadounidense.

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Las artes del

Puntos suspensivos
Suponen una interrupción de la oración o un final impreciso.
Su nombre está relacionado con el verbo suspender, en este caso,
referido a una parte de la frase o expresión. También están
relacionados con la palabra suspenso; ya que, por la falta de un
trozo, el sentido completo de la frase queda en suspenso. Después
de puntos suspensivos, la pa- labra que sigue comienza en
mayúscula en buena parte de los casos. Tienen dos usos principales.

a) Valor de etcétera. La expresión etcétera se usa en español


para sustituir el resto de una enumeración que se
sobreentiende o que no es necesario hacer de forma
exhaustiva. Los puntos suspensivos sirven para
reemplazarla.
Los números naturales son el 1, el 2, el 3…
Hay mucho que hacer: ver televisión, practicar deporte, leer, escuchar
música, salir a pasear…

b) Expresar duda, temor o vacilación. En el lenguaje hablado,


las personas expresan vacilación o duda usando, por
ejemplo, la interjección mmm, que se puede reemplazar por
puntos sus- pensivos.
- Pues… creo que debo pensarlo mejor.
- Creo que sí… No, mejor no.

Signos de interrogación
Se usan para mostrar o señalar que la expresión que
encierran es una pregunta. Cabe señalar que en español se usan
como signos dobles (es decir, con apertura y cierre) y no solo el de
cierre, como ocurre en lengua inglesa. Sus usos son los siguientes:

a) Marcar una pregunta directa. La pregunta puede ser un


enun- ciado completo, o uno dentro de otro. Cuando
1
Signos de puntuación en
tenemos dos

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Las artes del

o más preguntas separadas en un enunciado, usamos la coma


para separarlas.
¿Quieres ver la película de estreno?
Usted me habló de él, ¿cómo dijo que se llamaba?
¿Pedro?, ¿está seguro de que es el indicado?

b) Para expresar ironía o duda. Se usan para expresar una duda


que puede ser irónica, en este caso sí se usa solo el signo de
cierre y va entre paréntesis.
Ese gran hombre (?) que fue tu novio.
Mi muy amada (?) suegra.

Regla: Después de los signos de interrogación nunca se escribe


punto.

Signos de exclamación

Se usan para mostrar o señalar que la expresión que encierran


se destaca con mayor fuerza que resto del discurso. En el lenguaje
habla- do supondría incluso una subida repentina del tono de voz.
Tal como sucede con los signos de interrogación, en español se
usan son signos dobles, el de apertura, y el de cierre. Sus usos son
los siguientes:

a) Marcar una exclamación. La exclamación puede ir dentro de


un enunciado, o ser el enunciado completo. Cuando
tenemos dos o más exclamaciones dentro de un enunciado,
las separa- mos con punto y coma.
¡Qué gran injusticia!
Sonia, ¡vete ahora mismo de mi casa!
¡No!; ¡no soy esa clase de persona!
1
Signos de puntuación en

b) Interjecciones. Las interjecciones siempre llevan signos de ad-


miración para resaltar su uso como expresiones exclamativas.
¡Ah!
¡Oh!
¡Caramba!

c) Expresión de sorpresa. En algunos contextos se usa el


signo final entre paréntesis para expresar sorpresa o ironía.
El concurso de belleza lo ganó Claudia (!).
El gordo bajó de peso (!) según sus propias palabras.

d) Emulación de un grito o manifestación de una fuerte carga


expresiva. Muchos creadores de cómics usan triple signo de
admiración para mostrar que un determinado personaje está
subiendo la voz hasta gritar. En algunos casos, en lugar de
usar los signos de admiración se repite algunas veces la última
letra de la expresión; ambas técnicas pueden combinarse
para mostrar un grito todavía mayor. Es posible que este uso
sea rescatado por los lingüistas hispánicos en el futuro.
- ¡¡¡Vete ya mismo!!!
- ¡¡¡No!!!
- ¡¡¡Aaahhh!!!

Regla: Después de los signos de exclamación nunca se escribe


punto.

Paréntesis
Son signos que encierran elementos incidentales o aclarato-
rios en el discurso. En esta exposición rescataremos los cuatro usos
más importantes.

1
Las artes del

a) Paréntesis incidentales. Son los que delimitan una aclaración


o inciso que se incluye en discurso, y que bien podría
pasarse por alto u obviarse. El escritor puede escoger para esta
función las comas de inciso o la raya.
El torneo (que fue ganado por nuestro equipo en su última
versión), se iniciará el próximo sábado.

b) Paréntesis de precisión. Se usan para intercalar un dato o


precisión específica de lo que se está diciendo que consiste
en fechas, lugares, significado de siglas, etc.
El año de nacimiento del filósofo Baruch Spinoza (1632) es el mismo
que el de John Locke.
Su ciudad natal fue Greenwich (Inglaterra).
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) está
considerando la posibilidad de que Ucrania forme parte de la
organización.

c) Paréntesis de opción de número y género. Se usan para abrir


el espectro de número y género de la expresión.
Se requiere director(a) para institución educativa.
El(los) convenio(s) continúa(n) vigente(s).

d) Paréntesis suspensivos. Se usan para dar a entender que en


la lectura falta texto que fue omitido intencionalmente por
el autor, o se perdió; es decir, indican una laguna textual.
Este tipo de lagunas son frecuentes en textos antiguos32.
Desde que el general (…) tomó la ciudad, estamos perdidos.

32 Es español se prefiere el uso de puntos encorchetados para cumplir esta


función […].

1
Signos de puntuación en

Los corchetes

Su uso está hermanado con el de los paréntesis, y se emplea


principalmente para encerrar enunciados aclaratorios.

a) Corchetes de paréntesis. Se usan como paréntesis de segundo


orden, con el fin de no repetir un juego de paréntesis.
El rey de aquel tiempo era Soción II (hijo de Soción I que murió a
corta edad [26 años]).

b) Corchetes de verso. En poesía, era necesario que las palabras


estuviesen alineadas para que se notarán más los versos. En
algunos casos, una o varias de las últimas palabras no
cabían en la línea en la que deberían ir, por lo cual se usa el
paréntesis de apertura para dar a entender que la(s) palabra(s)
pertenecen a la línea anterior.
La noche en que estuvimos cantando
Sólo quería pronunciar tu nombre
Pues nada es más bello para un hombre
Que decirle a su amada que se ve muy bella
[bailando

c) Corchetes de edición. Un traductor o un editor puede


añadir información sobre el texto que presenta. Esto lo hace
usando corchetes.
Josefina no estaba dispuesta a tomar esa desastrosa [tachado en el
original] decisión.

Raya

Puede emplearse como signo doble (con apertura y cierre) o


como signo simple. Como signo doble, sirve como delimitador de una

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Las artes del

expresión que puede ser una sola palabra o una frase completa que
se busca resaltar en el texto. Como signo simple, nos ayuda a
distinguir a los interlocutores en un diálogo o a enumerar elementos
en forma de lista.
a) Aclaración o inciso. En este caso tiene la misma función
que cumplen las comas de inciso, y es opción del escritor
usar el que mejor considere para su la exposición grafica de
su discurso.
Esperaba a Emilio —su gran amigo—, pero no llegó.
Aquel día —el día de su muerte— decidió sonreír.

b) Raya de diálogo. Señala que una persona diferente cuyo nom-


bre ya se ha dicho entra en un diálogo.
Jorge tomó su espada y le dijo a Ana:
— Me vengaré de los sarracenos.
—Amor, no vayas, te matarán.
—Debo hacerlo, vida mía.

c) Aclaraciones de narrador. Cuando en un texto literario inter-


viene el narrador, su entrada se marca con guion largo.

Espero que todo salga bien—dijo Helena con gesto desilu-


sionado.
Lo principal es sentirse viva —añadió Pilar— rica o pobre,
pero viva.
¡Sí! —respondió la secretaria—, pero no podemos decirle
toda la verdad.

d) Enumeración de una lista. Los elementos de una lista se


pueden enumerar por medio de raya, como una forma de
destacarlos.

1
Signos de puntuación en

El filósofo Aristóteles dividía a los seres vivos:


—Personas
—Animales
—Vegetales

Las comillas
Signos dobles cuya función principal es enmarcar la reproduc-
ción de palabras que corresponden a alguien distinto del emisor del
mensaje (OBLE, 2012, p. 90). En español se manejan tres tipos de
comillas: primero, comillas latinas o angulares, también llamadas
es- pañolas; segundo, las comillas inglesas; y tercero, las comillas
simples.

Comillas latinas o españolas «»


Comillas inglesas “”
Comillas simples ‘’

Se recomienda usar primariamente las comillas latinas, y solo


apelar a las otras cuando tenemos enunciados en los que es
necesario usar comillas dentro de un texto entrecomillado. Por
ejemplo: Silvia pensó: <<Considérate “afortunada”, pues pudo ser
peor>>, Dijo Ana: «Tre- menda “nave” la que se compró Tomás». Si
bien las comillas tuvieron muchos usos en español, hoy día muchas
de estas se cumplen por medio de la letra cursiva. Así, casi que las
comillas tienen solo un uso fundamental, a saber:

a) Reproducción de citas textuales. Cuando una expresión es de


otra persona diferente a quien escribe, se coloca entre comillas.
Le pregunté si quería casarse conmigo y ella dijo: <<Por supuesto
que no>>.
Como dijo Séneca: <<No es que tengamos poco tiempo, es que
perdemos mucho>>.
1
Las artes del

Nota: Si la expresión citada lleva comillas dentro de ella, se pre-


fiere cambiar el tipo de comillas que la encierran para distinguir-
las, como se dijo al inicio.

Signos ortográficos auxiliares


Además de los signos de puntuación, tenemos un conjunto de
signos de carácter accesorio conocidos como signos ortográficos auxi-
liares, muchos de los cuales, por diversas razones, han ido dejando de
usarse. Aquí se expondrán aquellos que siguen siendo importantes
en la expresión escrita en español. Son los siguientes:

Guion -
Barra /

Guion
No debe confundirse con la raya, pues hasta su grafía es
diferen- te, en tanto el guion es más corto. Tiene al menos tres usos
fundamen- tales en español.

a) Separar elementos de palabras compuestas.


Teórico-práctico
Técnico-administrativo
Hispano-ruso

b) Separar sílabas de una palabra


Ca-sa
Pe-rro
Te-le-vi-sión.

1
Signos de puntuación en

c) Dividir una palabra por falta de espacio al final de un ren-


glón. Se usa cuando una palabra no cabe completa en un
ren- glón, por lo que se la corta con el guion y su parte
faltante va en el renglón siguiente. La escritura en medios
informáticos ha hecho que su actual uso sea opcional.

Barra
También se le llama slash, que es su nombre en inglés. En español
tiene por lo menos tres usos importantes.
a) Señalar un cambio de línea en el original
Lógica matemática / por Jorge Mora / Bogotá

b) Reemplazar una preposición, especialmente


por 120 km/h
Se gana un salario de 500 000/mes

c) Existencia de varias opciones genéricas, de cantidad o de con-


junción.33 Este uso ha sido reemplazado por los paréntesis.
- El/los conferencista/s
- Los/las enfermeros/as

Taller 9: Signos de puntuación


1. Determine la función de cada signo de puntuación, línea por línea, en un
texto breve que se caracterice por usar diversos signos de puntuación.
2. Una segunda posibilidad de taller es presentar a los estudiantes un
texto sin signos de puntuación, de modo que el ejercicio consistiría en
que los estudiantes los colocaran correctamente.

33 Esta función de la barra también la realizan los paréntesis.

1
Las artes del

Sobre la interpretación textual

La hermenéutica es la disciplina que trata sobre la interpretación


de textos. La palabra griega hermeneia significa literalmente ‘interpre-
tación’. No solo hay distintos tipos de textos, por lo que debería haber
distintos modos de interpretar, sino que un único texto resiste más
de una interpretación.
Por ejemplo, es claro que el rango de interpretación de un artícu-
lo de prensa es menor que el de un poema. El primer texto busca
pre- sentar los contenidos de forma clara y concisa, de modo que
los datos no requieran mayor exégesis, en pro de la velocidad de la
información. En cambio, el lenguaje poético se sirve, por ejemplo, de
herramientas como la metáfora para expresar el sentir del poeta, el
cual no es inter- pretado de forma unívoca y no pretende serlo.
En un punto medio podrían estar los textos argumentativos,
que son aquellos que buscan darle sustento a una o más ideas. Es el
género literario de los filósofos, de los científicos y de cualquiera que
busque sostener una idea determinada. En este caso, la exégesis
requiere del intérprete la identificación de las tesis o hipótesis, y de
las premisas o razones que buscan fundamentarla. También hay
grados, ya que un texto de filosofía exige mucho mayor trabajo
interpretativo que la pre- sentación de un nuevo experimento o la
demostración de un teorema matemático. De hecho, el lenguaje
algorítmico de las matemáticas, la física o la química, está diseñado
de tal manera que la interpretación sea unívoca, en cambio la
filosofía, que se sirve de la lengua natural, posee un mayor rango de
interpretación.
Hay saberes cuya naturaleza es de tal importancia social, que
re- quieren un grupo de intérpretes especializados, como es el caso
de la religión y del derecho. En estas áreas se requiere dicho grupo de
intér- pretes, porque una interpretación heterodoxa de los textos
sagrados o de los códigos legales puede ser socialmente
problemática para quien la lleva a cabo. Lo anterior puede
sintetizarse como se muestra en la tabla 26.
1
Cuestiones de hermenéutica de

Tabla 26. Lenguajes y tipos de interpretación según el tipo de texto

Saberes y Lenguaje que usa Rango de interpretación


textos
Matemáticas y Unilateral (solo hay una
lógica Algorítmico interpretación correcta)
Periodismo Casi unilateral (busca una sola
informativo y Lengua natural y interpretación, pero la
manuales de algunos algoritmos naturaleza de la lengua natural
procedimiento se lo impide en ocasiones)

Algoritmos y lengua Bajo (soporta un par de


Ciencias naturales interpretaciones, especialmente
natural. en los experimentos)
Filosofía y ciencias Medio (soporta varias
humanas Lengua natural interpretaciones)
Lengua natural,
Literatura, arte y Alto (soporta muchas
música corporal, gestual, interpreta- ciones, incluso
musical, imagen, etc. contradictorias)

Hacia una definición de texto

Es claro que para abordar la cuestión de la interpretación de


textos es necesario comenzar por dar alguna definición del término
texto, aunque sea preliminar o piloto. El lingüista Giovanni Parodi,
en su obra Saber leer (2010), da algunas pautas para una definición de
texto, que si bien no tendría por qué ser considerada definitiva,
puede ser muy útil.
Ante todo, un texto es una unidad lingüística que posee significa-
do, que constituye un todo coherente, tanto internamente como con
el contexto en el que aparece (Parodi, 2010, p. 53).
La definición así expuesta debe ser explicada. Se había
sosteni- do que la palabra es la primera unidad significativa del
lenguaje, ya que, si bien está compuesta de sílabas, y estas de letras,
tales unidades no son semánticamente relevantes hasta que
conformen una palabra. Una oración es un conjunto de palabras que
constituye una unidad de
1
Las artes del

significado mayor, y un grupo de oraciones forman un párrafo, y un


conjunto de párrafos pueden formar un escrito, como un cuento, un
folleto, una novela o un ensayo.
Normalmente, usamos la palabra texto para referirnos a libros
o a escritos, que suponen conjuntos de párrafos, y hasta de
capítulos. Sin embargo, el texto no se define por su extensión,
incluso un texto puede estar compuesto por una sola palabra como
salida, o por varias como baño de hombres. En el caso de estos textos
breves, su sentido se complementa gracias al contexto en el que se
encuentran, por ejem- plo, no tendría sentido un letrero que dijera
entrada sobre una puerta que solo está pintada en la pared, o que a
un recién casado le llega- se una tarjeta que dijera “reciba mis
sinceras condolencias” (Parodi, 2010, pp. 53-54). En esos casos, la
cuestión se consideraría producto de un error, una broma o,
sencillamente, un absurdo.

Tipos de textos
Es claro que la interpretación está relacionada con el tipo de
texto que se piensa abordar, y los tipos de textos se pueden clasifi-
car de acuerdo a las funciones que cumple el lenguaje en cada uno
de ellos. Hay por lo menos tres funciones que se pueden distinguir
en la composición escrita de textos, según las cuales, los textos se
pueden clasificar en informativos, narrativos, directivos, expresivos
y argumentativos (Sánchez, Serrano, & Peña, 2008, pp. 24-35). Es
necesario aclarar que, si bien se puede hacer la distinción, en la
vida práctica nos encontramos con textos que pueden cumplir
distintas funciones lingüísticas al mismo tiempo y combinar varios
tipos de texto dentro de sí.

a) Textos informativos. Son textos que dan cuenta de hechos


o eventos, como lo son las noticias, los artículos de prensa,
las crónicas históricas o los informes científicos. También
se incluyen los anuncios públicos o los letreros.
1
Cuestiones de hermenéutica de

b) Textos narrativos. También dan cuenta de hechos, pero tie-


nen un lado literario añadido por el autor, que casi siempre
está anclado en una perspectiva de opinión. Las columnas
de opinión y géneros literarios como el cuento, el mito o la
nove- la, hacen parte de este tipo de textos.
c) Textos directivos. Son los escritos que pretenden que el lector
lleve a cabo o evite algún tipo de acción luego de su lectura.
Son los que contienen leyes de cualquier tipo, como los có-
digos legales, los reglamentos o los protocolos de acción de
algún contexto específico. También se incluyen los textos que
presentan solicitudes, órdenes de pago, recetas de cocina o
el manual de instrucciones para armar un objeto o el
manual de procedimiento para llevar a cabo una acción
concreta de cualquier tipo. Se incluyen en ellos las
preguntas.
d) Textos expresivos. Buscan manifestar por escrito los senti-
mientos de una persona. Los encontramos en la poesía, las
cartas de amor, los diarios íntimos, los grafitis callejeros, los
aforismos y demás. Son textos mucho más cercanos a la
opi- nión personal de su autor que los narrativos. También
se in- cluyen en esta categoría las canciones.
e) Textos argumentativos. Son aquellos que pretenden dar
fun- damento o soporte a una idea o tesis y persuadir a otros
de ella por medio de razones. Se dividen en dos grupos: los
textos demostrativos y los textos explicativos.

• Textos demostrativos. Sostienen una idea a partir de una


demostración estricta, como en el caso de la demostración
de un teorema en matemáticas.
• Textos explicativos. Pretenden responder a la pregunta ¿por
qué? o al ¿cómo? algo es de cierta manera. Sustentan tesis a
partir de razones. En esta categoría se podrían enmarcar
los textos filosóficos.
1
Las artes del

Esta distinción, claramente, es un mero marco de referencia,


pues, como ya se ha dicho, generalmente un texto puede contener
varios tipos de texto funcionando dentro de sí. Hay narraciones que
pueden contener un argumento dentro de uno de sus diálogos, o
tex- tos expresivos que contienen elementos directivos, como
sucede en textos que expresan un descontento político y se pueden
ver como una exigencia de cambio. Pasa mucho en los medios de
comunicación que los que deberían ser textos informativos resultan
ser realmente textos expresivos de opiniones personales, y en caso
de que el hecho no hubiera tenido lugar, tales textos se convierten
en narrativos. Por último, aunque no es lo usual, se ha dado el caso de
que ciertas legisla- ciones están compuestas de tal manera que
parecen más bien estrofas de un poema que textos directivos.

Planos de la interpretación textual

Ahora bien, los profesores Juan Manuel Pérez y Cruzana


Plata, de la Universidad de Medellín, sostienen en su obra Manual de
expre- sión escrita (2010) que la interpretación de un texto tiene por lo
menos tres planos o niveles:

a) Lectura literal. El primer plano de interpretación es lo que


el texto dice literal y expresamente. Solo quien ha leído un
texto con cuidado puede dar cuenta de él. Este plano
responde a la pregunta: ¿qué dice el texto?
b) Lectura inferencial. El segundo plano de interpretación es
aquello que el texto no dice explícitamente, pero lo sugiere
o parece que lo hace. En este plano se exploran las intencio-
nes del autor, la coherencia y el significado global del texto.
También se puede explorar el simbolismo literario, en caso
de que el texto sea un poema, un cuento, una novela, u otra
producción que pertenezca al área de la literatura. Este pla-
no responde a las preguntas: ¿qué significa?, ¿qué sugiere?,

1
Cuestiones de hermenéutica de

¿qué busca expresar el autor?, ¿qué simbolizan sus


elementos (personajes, ambientes, diálogos, etc.)?
c) Lectura crítica. El tercer plano de interpretación se puede
concebir como la respuesta del lector al texto. Es claro que
el lector no es un ente meramente pasivo ante lo que lee. Al-
gunos textos pueden hacer que un lector arroje a las llamas
el libro que está leyendo; otros, sin embargo, lo reconfortan,
lo consuelan, lo informan, lo alegran, lo alertan, lo
interrogan o lo indignan. Todo esto le sucede al lector tanto
con respecto al contenido de la lectura, como respecto a la
forma o al estilo de la composición.
En todo caso, los textos tienen un cierto impacto en el
lector, el cual hace parte de la interpretación del texto y
dicho impacto se relaciona con cómo una lectura confronta,
avala, matiza o rechaza las convicciones, opiniones, deseos
o aspi- raciones del lector. La lectura crítica es el plano
personal o subjetivo del lector frente a la lectura que realiza.
Este plano responde a las preguntas: ¿qué me produce el
texto?, ¿cuál es mi opinión sobre el texto?, ¿qué postura tomo
ante esa lectura?

Relaciones entre los planos de lectura


Los tres planos son independientes, pero están relacionados
en- tre sí. El primero, es el plano principal, ya que con él el lector da
cuen- ta de que efectivamente ha leído el texto en cuestión. Es el
plano más explotado en el ámbito académico (la escuela o la
universidad), pues la lectura literal se muestra en la composición de
resúmenes, síntesis de textos o reseñas, sobre los cuales se evalúa
qué tanto dan cuenta efectiva del texto resumido, reseñado o
sintetizado.
El segundo plano es el de la comprensión, que si bien va más allá
de lo que el texto dice literalmente, es claro que no se puede decir
con verdad que un texto ha sido comprendido si no hay una buena
1
Las artes del
lectura literal del mismo.

1
Cuestiones de hermenéutica de

Por último, el tercer plano es absolutamente personal, de modo


que la postura u opinión del lector frente a lo que lee es
completamen- te suya. No son pocos los casos en que un lector
confunde lo que dice el texto con las opiniones personales que tiene
sobre él, o incluso con las opiniones que tiene sobre el autor, o
sobre el contexto en el que surgió el escrito. En algunos casos un
lector puede dar buena cuenta de un texto que le suscitó repudio o
sentirse bien con un texto que en realidad no comprende cabalmente.
En consecuencia, lo ideal sería for- marse una opinión de un libro
solo después de habernos asegurado de explorar sus elementos
literales —lo que efectivamente dice (primer pla- no)—, y de haberlo
comprendido en alguna medida (segundo plano).

Taller 10. Hermenéutica del texto

1. Elija un texto corto (se sugiere un fragmento de máximo 20 líneas)


y determine en él las siguientes cuestiones:
a. ¿Qué tipo de texto es? Recuerde que un mismo texto puede tener
varias funciones lingüísticas.
b. Determine los tres planos de lectura.
2. Otra alternativa de taller es que los propios estudiantes compongan
el texto, de tal modo que sea otro de sus compañeros quien tenga
que descifrar las funciones lingüísticas y los planos de lectura.

1
Las artes del

1
Las artes del

Prueba diagnóstica de competencias básicas en español

La finalidad de esta prueba es hacer un diagnóstico de cómo llegan


los estudiantes a la universidad en términos de habilidades de lecto-
escritura. Se recomienda responder en una hoja (o varias) aparte, en
letra imprenta (es decir, legible), marcada con nombre y carrera. Se
sugiere aplicar la prueba en la primera sesión de un curso de gramá-
tica para establecer el nivel que tienen los estudiantes en el manejo
de la lengua española.

La prueba

Se recomienda a los docentes realizar la evaluación de cuatro


temas específicos: tipos de palabras y comprensión de lectura, paroni-
mia, sílabas y acento, y estilo. Aunque ciertamente el docente está
en la libertad de evaluar los contenidos que considere más
importantes o relevantes.

Prueba del
34 Es un fragmento diagnóstica
Poema sobre de competencias
el desastre de Lisboa debásicas
Voltaire. en
Para la
prueba se entrega sin referencia, con el fin
español de que su título no interfiera en la
interpretación.

Tema 1. Tipos de palabras y comprensión de lectura

Con base en la siguiente pieza literaria, hacer tres cosas: la


primera, leer con atención; la segunda, determinar qué tipo de
palabra es cada una de las que aparecen en las siete primeras
líneas del frag- mento (es decir, si son sustantivos, adjetivos,
artículos, verbos, pre- posiciones, pronombres, adverbios,
conjunciones, interjecciones) y la tercera, interpretar brevemente
el significado del texto34.

1
Apéndice: prueba diagnóstica de competencia en

Filósofos engañados que gritan: “Todo está bien”,


Vengan y contemplen estas ruinas espantosas.
Esos restos, esos despojos, esas cenizas desdichadas,
Esas mujeres, esos niños, uno sobre otro, apilados,
Debajo de esos mármoles rotos, esos miembros diseminados;
Cien mil desventurados que la tierra traga
Ensangrentados, desgarrados, y todavía palpitantes,
Enterrados bajo sus techos, sin ayuda, terminan
En el horror de los tormentos sus lamentosos días.
Frente a los gritos, a medio formar, de sus voces
moribundas y frente al espantoso espectáculo de sus
humeantes cenizas
¿Dirán ustedes: “Es el efecto de las eternas leyes
que, de un Dios libre y bueno, necesitan la decisión?
¿Dirán ustedes, al ver ese montón de víctimas:
“Se ha vengado Dios; su muerte paga sus crímenes?”
¿Qué crimen, qué culpa cometieron esos niños,
Sobre el seno materno aplastados y sangrientos?
¿Tuvo Lisboa, que ya no es, más vicios
que Londres, que París, en los deleites hundidas?
Lisboa queda hundida, y en París se baila.
(Voltaire, 1978, p. 207)

Tema 2. Paronimia
Los siguientes grupos de palabras se diferencian por detalles en
su composición y significado. Escriba una oración donde use las
pa- labras, de tal modo que la diferencia en significado de las
mismas se haga patente.
1
Las artes del

• él/el
• tuvo/tubo
• vaya/valla/baya
• cayó/calló
• hasta/asta
• barón/varón
• as/has
• bello/vello
• hojear/ojear
• malla/maya

Tema 3. Sílabas y acento


Determinar para cada palabra el número de sílabas que la
compo- nen y qué tipo de palabra es según el acento (es decir, si
es aguda, grave, esdrújula o sobreesdrújula).
también, típico, vehículo, pisotear, acabó, cual, ella,
tauromaquia, aunque, porque, institución, ayer, contra,
irreversible, contempo- ráneo, ciego, faraón, árbol, galería,
náusea, delegación, emporio, paella, rehén, simultaneo, pierna,
úlcera.

Tema 4. Estilo
Inventar una forma más larga (y si quiere, más interesante,
llama- tiva o estética) de decir exactamente lo mismo que las
siguientes expresiones. Se espera que se use solo una oración
para ello.
• ¡Levántate!
• Cásate conmigo

1
Apéndice: prueba diagnóstica de competencia en
• ¡Vete!

1
Las artes del

Evaluación y metodología de la prueba

Para el diseño de la prueba diagnóstica se tienen en cuenta


cua- tro áreas fundamentales o temas en el manejo de la lengua
española. El conjunto total de la prueba suma 210 puntos y se estima
que puede resolverse en un tiempo aproximado de una hora. Así, los
temas y el valor numérico de cada uno son los siguientes:

- Tema 1 (100 puntos): Tipos de palabras (48 puntos) y


Compren- sión de lectura (52 puntos)
- Tema 2 (30 puntos): Paronimia (3 puntos por ejercicio)
- Tema 3 (50 puntos): Sílabas (25 puntos) y acento (25 puntos)
- Tema 4 (30 puntos): Estilo (10 puntos por ejercicio)

Dado lo anterior, la sumatoria de los puntos obtenidos en cada


tema lleva al resultado final. Cada uno de los temas tiene un
ejercicio de contenidos básicos de lengua española, que fueron los
siguientes: El tema 1, a partir de un fragmento del Poema sobre el
desastre de Lisboa del escritor francés Voltaire, buscaba evaluar por lo
menos dos aspec- tos: identificación de tipos de palabras (sustantivos,
adjetivos, verbos, etc.) y comprensión de lectura. El tema 2, por su
parte, buscaba eva- luar si los estudiantes podían distinguir entre
los pares de palabras parónimas. El tema 3 estaba diseñado para
mostrar qué tanto sabían los estudiantes sobre acentuación de
palabras, y si dominaban el dip- tongo y el hiato a la hora de contar
sílabas. Y, por último, el tema 4 buscaba dar razón de la capacidad
de los estudiantes para reescribir una expresión bajo su propio
estilo.

Resultados generales de la prueba

Al traducir los 210 puntos en notas de 0,0 a 5,0, donde la nota


aprobatoria es 3,0, tenemos la siguiente relación:

1
Apéndice: prueba diagnóstica de competencia en

Total de puntos de la prueba 210 puntos = 5,0

Puntaje mínimo aprobatorio 126 puntos = 3,0

Valor del punto 1 punto = 0,02381

1
Las artes del

1
Las artes del

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El presente texto busca ser un insumo para responder a una necesidad que las
universidades colombianas del siglo XXI están urgidas de resolver: la falta de compe-
tencia de sus estudiantes en el correcto uso de la lengua escrita. De mismo modo
que las carreras de ciencias naturales e ingenierías requieren en ocasiones cursos
que refuercen los conocimientos en matemáticas básicas de sus estudiantes, las carreras
de humanidades, ciencias sociales, derecho, comunicación social y demás, han
notado que sus estudiantes no llegan a la universidad con la suficiente solvencia en
lengua española para expresar sus pensamientos por escrito.
Este texto pretende ser una herramienta para que los estudiantes puedan mejorar
esta competencia, con la ayuda de algunos temas claves de la gramática del español, y
quizá pueda convertirse en un texto útil para un curso de fundamentación en
lengua castellana. Se trata de un proyecto que le apuesta a que la mejora de la
escritura pasa por una inspección de temas gramaticales claves, cuya ignorancia se
refleja en errores clásicos de escritura (mal uso de tildes y de signos de puntuación,
confusión entre palabras similares en sonido o grafía, etc.).
Así, este libro está volcado hacia una población en concreto: los estudiantes que
inician sus estudios universitarios, cuyas obligaciones académicas les impelen a escrib-
ir textos en español. Eso quiere decir que no es una obra para especialistas, ni tiene
el ánimo de competir con los estudios eruditos sobre el tema, frente a los cuales
esta obra solo sería una modesta introducción. Tampoco tiene el ánimo de entrar en
la discusión académica sobre los grandes temas de la lengua. Más bien, busca ser
un texto didáctico en el que un hablante promedio del español, sin importar cuál
sea su área científica de trabajo, ni sus conocimientos en gramática, pueda pulir sus
compe- tencias para expresarse en su lengua por escrito de una mejor manera. A
diferencia de otros textos o manuales de escritura, este destaca por ser lo
suficientemente básico para que un público hispano-hablante sin mayores
conocimientos gramaticales lo pueda usar y aprovechar.

Juan Francisco Manrique Charry (1982)


Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional de Colombia (2009), graduado
como Filósofo de la misma institución (2005). Es profesor asociado del Departamento
de Filosofía de la Corporación Universitaria Minuto de Dios-UNMINUTO. Ha dictado
cátedras de lengua castellana en la Fundación Universidad Autónoma de Colombia (2013)
por medio de la cátedra “Taller de lenguaje” y en la Universidad el Bosque (2014) a través
del programa LEA (Lectura, escritura y argumentación). Fue docente ocasional del Depar-
tamento de Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia (2014-2017), cargo en
el que contribuyó a la formación de los estudiantes de la carrera de español y filología
clásica con asignaturas como Historia antigua de Grecia y Roma, y Filosofía del lenguaje.
Actual- mente, dicta la asignatura electiva Gramática y Escritura dirigida a los
estudiantes de la facultad de Ciencias Humanas y Sociales de UNIMINUTO. Es autor
del libro Filosofía del lenguaje en el siglo XX (2012) publicado por UNIMINUTO.

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