JUSTIFICACION

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MARCO TEORICO

En la actualidad la incidencia de la tuberculosis ha aumentado.


El Mycobacterium tuberculosis infecta frecuentemente a las personas con
SIDA, debido a que en estos pacientes hay una reducción de la resistencia
mediada por células T, lo que propicia que este bacilo pueda desarrollar la
enfermedad con una frecuencia superior a la de las personas sanas. La
transmisión de la enfermedad puede ser por vía directa, de un individuo
afectado a otro, fundamentalmente por las gotitas de saliva que contengan a
este microorganismo, o por vía indirecta por la inhalación del bacilo que se
puede encontrar por meses en los objetos de uso diario, debido a su gran
resistencia.

Otros tipos pueden provocar tuberculosis en individuos inmunocomprometidos.


La lisis de los macrófagos da lugar a la formación de granulomas caseificantes
(reacción de hipersensibilidad retardada). Estos granulomas están constituidos
por macrófagos transformados en células epitelioides, que tienen una mayor
capacidad microbicida, y en células gigantes multinucleadas tipo Langhans,
que son macrófagos cuyos núcleos se disponen periféricamente rodeando al
antígeno tuberculoso. Las células epitelioides segregan una sustancia
estimuladora de los fibroblastos que produce colágeno y contribuye a limitar la
periferia del granuloma mediante un área de fibrosis. La toxicidad directa de las
micobacterias sobre los macrófagos también puede contribuir a la aparición de
los centros necróticos. Las micobacterias no son capaces de crecer en este
medio extracelular ácido carente de oxígeno, con lo que la infección queda
controlada. El residuo final de la infección primaria es una cicatriz calcificada en
el parénquima pulmonar y en el ganglio linfático hiliar, conjunto denominado
complejo de Ghon.

Se conocen 2 formas de infección tuberculosa: la primaria que corresponde a la


infección inicial por el bacilo, la que se ha explicado anteriormente, y la
secundaria o de reactivación, que es el resultado de la reinfección exógena o
de la reactivación de la infección primaria. Esto puede deberse a que la cepa
del Mycobacterium sea particularmente virulenta o que el huésped sea
especialmente susceptible. Los granulomas de la tuberculosis secundaria
suelen localizarse en el vértice de los pulmones, aunque también pueden estar
ampliamente diseminados en pulmón, meninges, médula ósea y otros órganos.
Estos granulomas que no consiguen contener la expansión de la infección del
mico bacteria, son la causa principal de la lesión tisular en la tuberculosis y
reflejan una hipersensibilidad de tipo retardada.
Dos rasgos característicos de la tuberculosis secundaria son la presencia de
necrosis caseosa y de cavidades, que, al romperse en los vasos sanguíneos,
extienden las micobacterias por todo el organismo, y cuando se abren a las
vías respiratorias liberan mico bacterias infecciosas en aerosoles
El Mycobacterium tuberculosis se transmite por inhalación de gotitas
infecciosas, eliminadas al aire por el estornudo de un paciente con
tuberculosis, a través de las heces y mediante la orina. La transmisión puede
ser indirecta, ya que la mica bacteria es muy resistente a la desecación y
puede estar por muchos meses en el polvo o en los objetos de uso
diario. El Mycobacterium bovis se transmite por la leche de las vacas enfermas,
e inicialmente produce lesiones intestinales y faríngeas. Las principales puertas
de entrada son por el sistema respiratorio, el tejido linfoide de la bucofaríngea,
el intestino y la piel. La vía de contagio más común es la vía respiratoria, le
sigue la digestiva y la cutaneomucosa. No hay contagio materno tras
placentario. Los pacientes con cavitaciones pulmonares son más infecciosos
aún, puesto que su esputo contiene de 1 a 10 millones de bacilos por mL y
tosen a menudo.

Sin embargo, la piel y las mucosas respiratorias íntegras de las personas sanas
son resistentes a la invasión. Para que haya infección, es necesario transportar
bacilos hasta los espacios aéreos distales del pulmón, los alvéolos, donde no
están supeditados a la purificación mucociliar bronquial. Una vez depositados
en los alvéolos, los bacilos están adaptados para penetrar en los macrófagos
alveolares que, al depender tanto de sus propiedades genéticas como de su
experiencia inmunitaria, son relativamente tolerantes a la proliferación bacilar.

Si bien el paciente con tuberculosis cavitaria expectora cantidades masivas de


bacilos, la probabilidad de generar partículas infecciosas es muy baja. Los
familiares de los enfermos con neumopatía extensa y tos productiva durante
varias semanas o meses del diagnóstico tienen, como promedio, menos del 50
% de posibilidades de infectarse. De esa manera, la causa habitual de la
tuberculosis pulmonar tiene un potencial infeccioso bajo, si se compara con
otras enfermedades que se transmiten a través del aire. Existen otros
mecanismos de transmisión como los aerosoles generados por medio de la
desviación o al cambiar las curas de los abscesos cutáneos o de los tejidos
blandos infectados por Mycobacterium tuberculosis, que son altamente
infecciosos. Asimismo, las maniobras inadecuadas en la manipulación de los
tejidos durante las necropsias y la inoculación directa en los tejidos blandos a
través de instrumentos contaminados o fragmentos óseos, también transmiten
la enfermedad.

La patogenicidad de este bacilo está relacionada con su capacidad para


escapar de la destrucción inducida por los macrófagos y para provocar
hipersensibilidad de tipo retardado. Esta enfermedad tiene muy pocas
manifestaciones bucales, lo que se observa generalmente es una úlcera que
toma como asiento fundamental el dorso de la lengua. La tuberculosis
amenaza con convertirse en una enfermedad incurable por la deficiente
administración de los programas contra ésta, por lo que la OMS plantea para
su detección y tratamiento el DOTS (tratamiento observado directamente, de
corta duración) que comienza a tener resultados satisfactorios, aunque en el
último quinquenio, el 88 % de los pacientes que se estimaban como infectados
por tuberculosis no recibieron DOTS.

Si bien la enfermedad es menos común de lo que era antes, algunos grupos de


niños y adolescentes tienen un alto riesgo de contraer este germen. Esto es lo
que los padres deben saber.

Los niños y adolescentes con mayor riesgo son aquellos que:

 Viven en un hogar con un adulto que tiene tuberculosis activa

 Nacieron en un país que tiene una alta prevalencia de tuberculosis

 Visitan a un país donde la tuberculosis es endémica y han tenido un


contacto prolongado con personas que viven allí

 Niños menores de 4 años o adolescentes que han ingresado en la


pubertad

 Niños que tienen un problema con su sistema inmunitario (incluidos


aquellos que están infectados con VIH o toman medicamentos que
inhiben el sistema inmunitario de su cuerpo)

La tuberculosis generalmente se propaga cuando un adulto infectado tose y


propaga la bacteria al aire. Estos gérmenes son inhalados por el niño o el
adolescente, que luego se infecta.

Los niños menores de 12 años con tuberculosis pulmonar rara vez infectan a
otras personas. Esto se debe a que los niños pequeños tienden a tener muy
pocas bacterias en sus secreciones mucosas. Además, la tos de los niños no
suele propagar los gérmenes con tanta eficacia como cuando tose un adulto.

Afortunadamente, la mayoría de los niños y adolescentes expuestos a la


tuberculosis no se enferman. Cuando las bacterias llegan a sus pulmones, el
sistema inmunitario del cuerpo ataca a los gérmenes y evita que se sigan
propagando. Esta infección libre de síntomas solo puede identificarse mediante
un análisis de sangre o una prueba cutánea positivos. Sin embargo, aunque su
hijo tenga una infección libre de síntomas, debe recibir tratamiento. Esto es
para reducir el riesgo de que, en el futuro, la infección empeore y se convierta
en enfermedad.
Ocasionalmente, en una pequeña cantidad de niños o adolescentes sin el
tratamiento adecuado, la infección avanza. Puede causar fiebre, fatiga,
irritabilidad, tos persistente, debilidad, respiración fuerte y rápida, sudoración
nocturna ganglios inflamados pérdida de peso y crecimiento deficiente.

En una cantidad aún menor de personas infectadas por tuberculosis, en su


mayoría menores de cuatro años, adolescentes que han ingresado a la
pubertad o cualquier persona con un sistema inmunitario debilitado, el germen
de la tuberculosis se propaga a través del torrente sanguíneo. Cuando esto
sucede, este puede afectar prácticamente a cualquier órgano del cuerpo. Este
tipo de enfermedad por tuberculosis requiere un tratamiento complicado.
Cuanto antes se detecte y se inicie el tratamiento, mejor será el resultado Si su
hijo corre el riesgo de contraer tuberculosis o de tener la enfermedad grave,
debe hacerse la prueba. El tipo de prueba depende de la edad de la persona:

 Si es menor de 2 años, debe someterse a una prueba cutánea de la


tuberculina (generalmente llamada TST, por sus siglas en inglés), y
también llamada prueba cutánea de tuberculosis).
 Si tiene 2 años o más, se le puede extraer sangre para una prueba
llamada ensayo de liberación de interferón-gamma (generalmente
llamado IGRA, por sus siglas en inglés, y también llamado análisis de
sangre de tuberculosis). Se puede realizar una prueba cutánea en niños
mayores, pero el análisis de sangre es preferible. el adulto debe aislarse
en la medida de lo posible, especialmente de los niños pequeños, hasta
que se inicie el tratamiento. Todos los familiares que han estado en
contacto con esa persona generalmente también reciben tratamiento con
INH, independientemente de los resultados de su propio análisis de
sangre de tuberculosis o prueba cutánea de tuberculosis. Cualquier
persona que se enferme o desarrolle una anomalía en una radiografía
de tórax debe ser tratada como un caso activo de tuberculosis.
 El tipo más común de la enfermedad de TB se produce en los
pulmones, pero esta enfermedad puede también afectar otras partes del
cuerpo. Los síntomas de la enfermedad de TB en otras partes del
cuerpo dependen del área afectada. Los bebés, los niños pequeños y
los niños inmunodeprimidos (p. ej., niños con el VIH) son los que tienen
el riesgo más alto de presentar los tipos más graves de TB, como la
tuberculosis meníngea y la tuberculosis miliar Se debe evaluar
médicamente a todos los niños cuyas pruebas de detección de la
infección de TB den positivo, tengan síntomas de TB o tengan
antecedentes de contacto con una persona con enfermedad de TB
contagiosa. Estas evaluaciones médicas incluyen una radiografía de
tórax y un examen físico a fin de descartar la posibilidad de que se trate
de la enfermedad, y se deben hacer antes de comenzar el tratamiento
de la infección de tuberculosis latente En comparación con los niños, la
enfermedad de TB en los adultos suele deberse a que habían contraído
la infección anteriormente y se activó años más tarde, cuando su
sistema inmunitario se debilitó por algún motivo (p. ej., infección por el
VIH, diabetes) Las personas con enfermedad de TB de los pulmones o
la garganta pueden transmitir las bacterias a las personas con quienes
pasen tiempo todos los días. Sin embargo, es menos probable que los
niños transmitan bacterias de TB a otras personas. Esto se debe a que
los tipos de TB que se ven con más frecuencia en los niños suelen ser
menos contagiosos que los que se ven en los adultos. No todas las
personas infectadas de tuberculosis se enferman. Por lo tanto, hay dos
afecciones relacionadas con la tuberculosis: la infección de tuberculosis
latente y la enfermedad de tuberculosis Lo que causa la tuberculosis es
una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Las bacterias de la
TB se propagan de persona a persona, a través del aire. Estas bacterias
se introducen en el aire cuando una persona con enfermedad de
tuberculosis de los pulmones o la garganta tose, habla o canta. Las
personas que se encuentren cerca podrían inhalar esas bacterias e
infectarse. Las personas con enfermedad de TB de los pulmones o la
garganta.
JUSTIFICACION:

La TBC sigue siendo un problema de salud mayor en el mundo y en nuestro país.


Arribar al diagnóstico en un niño constituye un gran reto. En la edad pediátrica
los problemas más importantes son: una mayor probabilidad de progresión desde la
infección a la enfermedad, incluidas formas graves y extra pulmonares; las
dificultades en la confirmación diagnóstica, incluyendo lo difícil que puede
resultar discernir entre infección y enfermedad, y el difícil aislamiento
microbiológico; y las limitaciones terapéuticas por los escasos estudios, sobre todo
con fármacos de segunda línea, la escasez de formulaciones pediátricas y la
problemática del cumplimiento del tratamiento. Un aspecto de gran relevancia en
niños es la posibilidad de rápida progresión de la infección tuberculosa al estadio de
enfermedad. El riesgo de desarrollar la enfermedad está determinado por varios
aspectos, entre ellos la edad de exposición y el estado inmunológico, siendo la
corta edad y la infección por VIH los factores de riesgo más importantes para
desarrollar una enfermedad severa o diseminada.

La sintomatología surge de la presencia de una neumonía bacteriana inespecífica.


La TBC es un diagnóstico diferencial en estos casos, y debe sospecharse siempre
que existan factores de riesgo, la evolución no sea la esperada o el contexto
epidemiológico lo sugiera. El compromiso del parénquima pulmonar y las
adenopatías intratorácicas son responsables de 60% a 80% de todos los casos de
TBC infantil. La TBC pulmonar primaria puede presentarse como una neumonía
lobar.

El diagnóstico de TBC pulmonar requiere de evidencia epidemiológica, clínica y


radiológica. El diagnóstico de certeza de enfermedad tuberculosa (ET) lo
proporciona la presencia de M tuberculosis identificada a través de estudios
microbiológicos, histopatología o técnicas de biología molecular (reacción en cadena
de la polimerasa, RCP). Con frecuencia en niños no se obtiene la confirmación y el
diagnóstico se realiza en base a la sospecha Las muestras de esputo son difíciles de
obtener por expectoración y la identificación del bacilo en ellas sucede en menos
del 10 a 15% de los casos. Los cultivos son positivos en menos del 40% de los
casos.

Dentro de las manifestaciones extra pulmonares de la TBC infantil se destaca en


primer lugar, por frecuencia, la afectación de los ganglios linfáticos. En general
existe afectación de ganglios amígdalas, cervicales anteriores, submandibulares y
supraclaviculares, secundaria a la extensión de una lesión primaria de los campos
pulmonares o el abdomen Los ganglios abdominales no son los más frecuentemente
comprometidos. Sin embargo, el compromiso ganglionar es la manifestación más
frecuente de TBC abdominal, siendo las linfonódulos mesentéricos, gástricos y peri
pancreáticos los más frecuentemente afectados. En la TC con contraste, la evidencia
de adenopatías para aórticos superiores, mesentéricas o suprarrenales con
captación de contraste periférico es sugestiva de TBC. En el caso de paciente se
identifican múltiples adenomegalias mesentéricas que presentaban realce
periférico, compatibles con TBC abdominal. El compromiso ganglionar abdominal
clínicamente se manifiesta por dolor de localización difusa, El diagnóstico de TBC
abdominal es difícil, pues imita diferentes condiciones como ser enfermedades
linfoproliferativas, de depósito y autoinmunes, pero en un paciente con foco de
tuberculosis pulmonar se puede aceptar que los hallazgos abdominales sean
secundarios a esta condición.

La presentación clínica atípica, con compromiso simultáneo pulmonar y abdómino-


ganglionar. En la mayoría de los pacientes con tuberculosis abdominal existe foco
pulmonar previo, por lo que se puede inferir que la paciente inicialmente cuando
comienza con TBC a punto de partida pulmonar y luego se extienda al abdomen.
La afectación pulmonar y ganglionar, tanto a nivel mediastinal como abdominal,
puede ser extensa. Se presenta como un caso de TBC diseminada. La positividad de
los cultivos de esputo aumenta a medida que es más extenso el compromiso
intratorácico. La confirmación de la enfermedad tuberculosa infantil es difícil, ya
que los síntomas son escasos o inespecíficos y las pruebas diagnósticas tienen
menor rendimiento. En este caso el alto índice de sospecha permite arribar al
diagnóstico. Es necesario reforzar acciones y actividades destinadas a lograr que
toda la población, particularmente aquella en situación de mayor vulnerabilidad
para contraer TBC, tenga acceso a las medidas básicas de prevención, (Educación
charlas, conferencias etc.) para la detección temprana y tratamiento efectivo y
completo.

Referencias bibliográficas :

Broglia B, Bonifachich E, Cerqueiro MC, Díaz N, Diez G, González N, et


al. Criterios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis infantil. Arch Argent
Pediatr 2002; 100(2):159-78.

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