Mantenimiento de Calderas y Magnetic Water Treatment
Mantenimiento de Calderas y Magnetic Water Treatment
Mantenimiento de Calderas y Magnetic Water Treatment
Ingeniería Eléctrica
Investigación
Los trabajos de mantenimiento de las calderas industriales no siempre implican reparaciones, ya que
la función del mantenimiento es proporcionar el funcionamiento correcto de la instalación,
mediante la prevención y los ajustes de la instalación térmica. Finalmente, la inversión en
mantenimiento conlleva un ahorro de costes, al evitar que se interrumpa la actividad de
producción en las instalaciones y que se cumplan los trabajos previstos.
Entre los trabajos más habituales de mantenimiento de calderas industriales se encuentran por una
parte la Inspección y Reparación del aislamiento térmico, ya que las tuberías, válvulas y accesorios
de vapor y condensado sin aislamiento en los sistemas de calderas pueden producir pérdida crítica
de calor y reducción de la eficiencia de dicha caldera industrial. Igualmente, el rendimiento óptimo
requiere mantener Registros precisos de Servicio y Mantenimiento Preventivo, con las temperaturas
del agua y de los gases de combustión y la presión que proporcionan.
La Limpieza periódica de la caldera industrial es otro de los puntos a tener en cuenta, ya que
residuos como la cal, el hollín y de otro tipo pueden cubrir la superficie interior de los tubos,
reduciendo el diámetro de éstos y la consiguiente disminución de la eficiencia de la transferencia de
calor, lo que aumenta a su vez la probabilidad de una avería. La limpieza de los tubos se realiza
bien a través de cepillos u otros medios mecánicos o bien con productos químicos. En todo caso se
recomienda la limpieza de los tubos con periodicidad anual.
Los residuos y sólidos disueltos en las calderas industriales también pueden causar que la materia se
precipite y cree altas concentraciones de sólidos disueltos en la caldera. Esta acumulación reduce la
eficiencia e incrementa la probabilidad de averías. En estos casos es preciso realizar Purgas de la
caldera industrial periódicamente, que conllevan el drenaje del agua de la caldera para evitar las
altas concentraciones de sólidos disueltos.
Finalmente, es preciso Monitorizar e Inspeccionar la calidad del agua, que tiene un impacto
significativo en el rendimiento de la caldera. La monitorización e inspección de los minerales
disueltos y la condensación de retorno, junto con la presencia de un purgador, mantienen la calidad
del agua en la caldera.
La frecuencia del mantenimiento cambia según los parámetros, las funciones y los componentes que
hay que chequear en la caldera. Y además cambia según el nivel de uso del equipo. Las calderas que
trabajan un tercio del día a mediana potencia, no necesitarán tanto mantenimiento como las que
trabajan a tiempo completo a casi el máximo de su potencia.
Según el nivel de estrés a que sea vea sometida la maquinaria, hay funciones y componentes que
necesitan revisión y mantenimiento diario, mientras que hay otros que se mantienen funcionando
correctamente y sólo requieren mantenimiento una vez al año. También hay revisiones intermedias.
Por eso hay que decir que el mantenimiento de la caldera industrial tiene 5 frecuencias:
El mantenimiento diario.
El mantenimiento semanal.
El mantenimiento semestral.
El mantenimiento anual.
El mantenimiento quinquenal.
¿Qué parámetros de las calderas se revisan en cada frecuencia de mantenimiento?
El mantenimiento diario. El mantenimiento rutinario del día a día queda más bien en manos del
personal de la propia empresa. Rara vez se contrata a personal especializado ajeno a la empresa para
que realice el mantenimiento diario. En este tipo de mantenimientos rutinarios se hacen actividades
como:
Revisión de la relación entre presión y temperatura del agua de alimentación y del gas de la
combustión, consumo de agua, presión de vapor, etc.
El mantenimiento semanal. Se verifican parámetros como que las válvulas de combustible cierren
adecuadamente, el correcto funcionamiento de las conexiones de aire y combustible, los sistemas de
luces para alarmas, las conexiones de seguridad, las filtraciones, vibraciones, ruidos fuera de lo
habitual, etc.
El mantenimiento anual. Requiere revisar la superficie interior del recipiente, deshollinar los tubos
de fuego, e inspeccionar la cámara de agua.
La elaboración de un informe técnico tiene como objetivo establecer exhaustivamente todos los
puntos que deberán ser abordados durante el mantenimiento de la caldera. Los datos se obtienen
como resultado de la medición de los parámetros del equipo en funcionamiento, de eficiencia de
combustión y sobre el estado general del equipo.
Además de los parámetros medidos in situ, se requiere que el especialista haya llevado un historial
del funcionamiento y de las mediciones de la caldera, lo que permite hacer un balance y diagnóstico
de la eficiencia o falta de ella, de cuáles componentes funcionan bien, cuáles están desgastados,
cuáles necesitan ser reparados o incluso cuáles piezas necesitan ser sustituidas por recambios.
Entre los parámetros y revisiones de piezas a medir para registrar en el informe técnico para
mantenimiento, se deben incluir:
• Inspeccionar internamente el cuerpo de presión, las placas, el hogar y el haz tubular para
detectar incrustaciones o corrosión.
• Medir por ultrasonido los espesores de chapa en las placas, el hogar y el cuerpo cilíndrico, y
registrar todos los valores.
• Realizar una prueba hidráulica del equipo con su presión normal de trabajo, y anotar todos
los parámetros.
• Revisar el estado interno del quemador, los cables y las fichas de conexión.
• Entre otros muchos parámetros que deben ser revisados siempre por especialistas.
El informe técnico es el dictamen o diagnóstico del estado de la caldera. Servirá como base y guía
durante todo el proceso de mantenimiento. La estructura del informe técnico para el mantenimiento
de la caldera debe reflejar, por escrito y de manera organizada, los siguientes parámetros, para
facilitar el trabajo al personal especializado de mantenimiento:
• Valoración del estado general del equipo.
La magnetización del agua es un proceso pseudocientífico que busca alterar las propiedades del
agua, y en concreto reducir su dureza, mediante un campo magnético, sin emplear los agentes
químicos que se usan habitualmente, como resinas de intercambio iónico o ligandos quelantes ni
procesos físicos como la destilación o la precipitación de la cal por calentamiento.
Hay consenso en la comunidad científica sobre el hecho de que el agua magnetizada o agua
imantada sigue siendo diamagnética y por tanto el término induce a confusión. Los líquidos y los
gases, en general, no son susceptibles de presentar magnetización permanente, aunque sí pueden ser
paramagnéticos o tener en suspensión partículas ferromagnéticas que sí interaccionen con el campo
magnético mientras están sometidos a él, para desordenarse inmediatamente cuando se anula el
campo.
Algunos autores indican que los estudios del efecto del campo magnético en los procesos de
nucleación no han sido estudiados de forma satisfactoria, y que es concebible que el efecto del
oxígeno del aire o los iones de hierro disueltos, en combinación con fenómenos de turbulencia,
tengan algún efecto en esos procesos; en cualquier caso, de existir esos procesos, no han sido
probados científicamente.
Bibliografía