Ensayo Carlos Propoporcion

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INTRODUCCION.

Sabemos que la Proporción es la relación de semejanza entre la realidad y su representación y


que viene dada por la proporcionalidad de los elementos lineales y sus ángulos iguales, o en las
dimensiones comparadas entre sí y el todo. La arquitectura del conjunto no es sólo una
edificación, sino que establece su configuración y área. Lo que hace que tal edificación conste
de una buena y adecuada forma en su territorio, lo incluye la orientación del lugar y los edificios
que están en el mismo, las características y los motivos por los que se encuentra allí. La Luz, la
sombra, el viento, la altitud, la elección de materiales, se refieren todas ellas a un nivel. Es así
como Vitubrio ideó la proporción en términos de fracciones unitarias, como las utilizadas en la
arquitectura griega. En este sentido, para darle un sentido científico y ordenado de la
proporción aplicativos al diseño de las composiciones arquitectónicas, se debe basar en la
búsqueda de sucesiones numéricas que sirvan de apoyo para un sistema de proporciones en
diseño arquitectónico, se requiere que dichas sucesiones satisfagan propiedades aditivas y sean
simultáneamente progresiones geométricas. El Número de Oro φ =1,618034…, miembro
prominente de la Familia de Números Metálicos, cumple ambas condiciones, existiendo otros
miembros que también las cumplen, como el Número de Plata, el Número de Bronce, etc. Así
mismo, el Número Plástico introducido por el arquitecto holandés van der Laan ψ
=1,32471795…, las satisface. Lo mismo sucede con la Proporción Cordobesa utilizada por el
arquitecto español Rafael de la Hoz en sus diseños. En el presente ensayo se desarrolló un poco
de lo que consta la proporción en la arquitectura y como aplicar el sistema de proporción aurea
en los diseños de la arquitectura y de qué manera se involucra o afecta a las artes plásticas y
visuales.

DESARROLLO

En la arquitectura un ejemplo de la simetría puede encontrarse en las redes de inscripción de


los egipcios que se basaron en las partes del cuerpo y en su relación simétrica entre sí, los
dedos, palmas, manos, pies, codos, entre otros; los múltiplos de las proporciones del cuerpo se
encuentran en las modalidades de los campos y edificios donde el pueblo vivía. Un codo se
puede dividir en los dedos, palmas de las manos, las manos y así puede un pie, o un múltiplo de
un pie. Las unidades especiales relacionados con los pies como la hipotenusa de un triángulo
3/4/5 con un lado de un pie, fueron nombrados como Remen y luego se introdujeron en el
sistema proporcional. Las curvas también se definieron de manera similar y fueron utilizadas
por los arquitectos en el diseño de arcos y otros elementos de construcción. Como se puede ver
la proporción es parte importante en todo ya que todo lo habido en este mundo tiene una
proporción o cuanta con esta al igual que al mismo tiempo puede tener lo su contraparte o una
asimetría, la proporción esta en todos lados y siempre está a nuestra vista, pero está en todos
lados que ya estamos acostumbrados a verla sin ponerle atención o notarle.

Desde la antigüedad, los arquitectos abocados al diseño han tenido como objetivo principal el
que dicho diseño fuera armónico y gozara de cierta belleza. Recurriendo a elementos
matemáticos sencillos, buscaban sucesiones numéricas que pudieran servir como base para
crear un sistema de proporciones que cumpliera con este objetivo. Simplemente, dichas
sucesiones debían poseer propiedades aditivas, esto es, que cada miembro de la misma pudiera
obtenerse por suma de otros miembros y ser progresiones geométricas, Recordemos que una
progresión geométrica es una sucesión de números tal que cada elemento es igual al anterior
multiplicado por un factor constante que se denomina la “razón” de la progresión. De allí que el
Sistema de Proporción Aurea explica lo siguiente:

El conocido Número de Oro φ = 1,618034…, cumple ambas condiciones. En efecto, para


verificarlo, vamos a considerar la sucesión de Fibonacci. Fibonacci, hijo de Bonaccio, era el
seudónimo del matemático italiano Leonardo de Pisa (c. 1170- c. 1250). El apodo de Guglielmo,
padre de Leonardo, era Bonacci (simple o bien intencionado) y su hijo recibió póstumamente el
apodo de Fibonacci (filius Bonacci). Guglielmo viajaba al norte de África y, desde niño, Leonardo
lo acompañó para ayudarlo y aprendió el sistema de numeración árabe. Convencido de la
superioridad de este sistema frente al usual sistema romano de numeración, a su regreso se
cupó de difundir en Europa el sistema de numeración indo-arábigo que emplea la notación
decimal e introduce el cero. En 1202, a los 32 años, publicó sus resultados en el libro Liber
Abaci, siendo considerado por los historiadores como el más autorizado matemático europeo
de la Edad Media. La sucesión que lleva su nombre es una sucesión de números naturales tal
que cada número se obtiene sumando los dos que le anteceden. Si comenzamos con los dos
primeros
F(0) = F(1) = 1 tenemos:

1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, … (1)


Donde,
F(n+2) = F(n+1) + F(n) (2)

Esta sucesión goza de la propiedad que el cociente de dos términos sucesivos tiende al Número
de Oro, independientemente de qué par de números se eligen como iniciales. Efectivamente, si
formamos la sucesión de los cocientes de dos términos sucesivos de la misma:

1/2, 2/1, 3/2, 5/3, 8/5, 13/8, 21/13, 34/21, 55/34, 89/55

Esta nueva sucesión converge al Número de Oro φ . Si ahora construimos una progresión
geométrica de razón φ partiendo de 1 y multiplicamos cada término por la razón

…,1/φ2, 1/φ, 1, φ, φ2, φ3,...

es fácil verificar que esta última es también una sucesión de Fibonacci que satisface la
propiedad (2). En efecto, por cálculo directo resulta:

...<= 1/φ2 + 1/φ = 1 <= 1/φ + 1 = φ < =1+ φ= φ2=> φ+ φ2= φ3 =>...

Con esto hemos probado que el sistema de proporciones áureo goza simultáneamente de las
propiedades aditivas y geométricas. Naturalmente, ésta es la razón por la cual, a través de la
historia, tantos diseños han basado sus medidas en un sistema de proporciones que tiene como
base el Número de Oro. El uso de la proporción áurea φ: 1 dominó el arte y la arquitectura
griega y romana, persistió en los monumentos de la Edad Media Gótica y, posteriormente, en el
Renacimiento. Es posible detallar importantes consideraciones de orden filosófico, natural y
estético que justifican la preferencia por la proporción áurea desde que el hombre comenzó a
reflexionar sobre las formas geométricas del mundo que lo rodea. Comenzando por la
Prehistoria, allí donde se encuentre una intensificación de una función o una belleza y armonía
particular en un diseño, aparece la proporción áurea.

En el siglo XX, Le Corbusier inventó un módulo arquitectónico que toma en cuenta las
dimensiones humanas y la necesidad de una producción masiva en serie. Fijó la altura media de
un hombre en d = 6 pies = 183 cm, y consideró las dos siguientes progresiones geométricas de
razón φ que denominó:

Sucesión roja: d, φ d, φ2 d, φ3 d, ...


Sucesión azul: 2d, 2φd, 2φ2d, 2φ3d, ...

Usando ambas sucesiones, es posible fijar una escala para el ser humano, así como para sus
posiciones ergonómicas más habituales, escala que determina el nivel constructivo proyectual
en el diseño arquitectónico, así como en todo otro tipo de diseño. Cada par adyacente de
términos de la sucesión roja, por ejemplo φn d y φn+1 d, son la longitud y el ancho de un
rectángulo áureo Gn . Le Corbusier ordenó estos rectángulos áureos en una trama, el Modulor,
efectuando superposiciones y subdivisiones de los diferentes Gn , (1953) y (1980). Un análisis
detallado de este principio generador, así como de las relaciones del Modulor con la escala
humana.

En la Figura se muestra la trama fundamental del Modulor, en la que aparecen tres grupos:
a) rectángulos cuyos lados corresponden a la sucesión azul, rayados en una dirección.
b) rectángulos cuyos lados corresponden a la sucesión roja, rayados en dirección opuesta.
c) rectángulos producidos por pares de dimensiones (una roja y una azul), rayados en forma
superpuesta.
Observando cada fila o columna de esta trama se nota que dos rectángulos adyacentes de la
misma sucesión (sea roja o azul) forman el próximo de la sucesión por yuxtaposición. El sistema
del Modulor es sumamente versátil: una vez que un área rectangular ha sido embaldosada con
el Modulor, las baldosas pueden ser predispuestas en muchas maneras diferentes para formar
nuevos embaldosados del rectángulo.

Le Corbusier usó los elementos del Modulor, no solamente en el diseño de las paredes de
habitaciones, de pisos enteros hasta un edificio completo, sino que también lo usó en el diseño
de todos los elementos suplementarios de uso normal. Asimismo, usó el Modulor en la
construcción de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en el diseño de una unidad de
vivienda en Marsella, en varios edificios de oficinas en París, así como en la creación de
innumerables objetos de uso cotidiano, por lo que se lo considera como el precursor de la
ergonomía.

Por último, cabe mencionar que el único proyecto de Le Corbusier construido en Latinoamérica
es la casa Curutchet, sita en el Boulevard 53 nº. 320, La Plata, Provincia de Buenos Aires,
Argentina. A fines de 1948, el médico cirujano Pedro Curutchet le escribió a Le Corbusier
encomendándole el proyecto para la construcción de su vivienda particular y consultorio, en un
pequeño lote de 9 metros por 20 metros de fondo, entre medianeras. Curiosamente nunca se
conocieron personalmente, pero el médico lo consideraba un intelectual totalmente innovador
y es así como Le Corbusier comenzó la elaboración de un anteproyecto en febrero de 1949 para
el doctor, su mujer y sus dos hijas en la parte de vivienda y para la clínica, una sala de espera,
un gabinete de consulta y una habitación para internación.

También es interesante acotar que uno de los colaboradores en el estudio de Le Corbusier era
Iannis Xenakis, un arquitecto, ingeniero y compositor musical francés, de ascendencia griega.
Había nacido en 1922 y había estudiado composición en Paris, su obra (1954) Metástasis, para
65 músicos, fue compuesta tomando el Modulor como base, creando así una fuerte ligadura
estructural entre el tiempo y los sonidos musicales, que puede disfrutarse oyéndola.
CONCLUSIONES

La proporción es un tema algo extenso que data desde civilizaciones muy antiguas en como
estas utilizaron la proporción matemática y dieron la pauta o mostraron a las demás
civilizaciones como hacer las cosas y facilitaron el camino para todo lo que tenemos hoy en la
actualidad tan perfeccionista que cada vez busca más proporción y belleza las obras. La
proporción se encuentra hasta en nuestro mismo cuerpo humano como lo dicen muchas
fuentes, la proporción la encontramos en la naturaleza y nosotros somos parte de esta, con
esta información captada podemos concluir que algo que no está proporcionado es algo feo
que no llama la atención o que no es perfecto y a gusto de la mayoría en otras palabras algo
que no debería de existir o debería de mejorarse nada en estos tiempos puede quedarse fuera
detener una proporción muy perfecta porque de lo contrario es algo que no sería aceptado.

Por otro lado, Todos los sistemas de proporciones utilizados en diseño arquitectónico, a saber,
especialmente, el sistema del Número de Oro, son sucesiones de segmentos cuyas longitudes
gozan de propiedades aritméticas y están en progresión geométrica, cumpliendo la condición
que sumando dos medidas consecutivas del sistema se obtiene otro miembro del sistema. Su
enorme importancia en todo proyecto de diseño, sea éste arquitectónico o de cualquier otro
tipo simple (gráfico, industrial, de imagen y sonido, de indumentaria, textil, de arte, del paisaje)
o combinado, es la consecuencia del hecho comúnmente aceptado que todo proyecto
concebido y diseñado tomando como base un sistema de proporciones posee armonía y
belleza.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

ALSINA, Claudi y Jaime GARCIA- ROIG. 2001. “On plastic numbers”, Journal of
Mathematics & Design 1, (1), 13-19.

LAAN, Hans van der. 1983. Architectonic space (Leiden: Brill Academic Pub).

LE CORBUSIER. 1953. El Modulor. Ensayo sobre una medida armónica a la escala


humana aplicable a la arquitectura y a la mecánica (Buenos Aires: Poseidón)

LE CORBUSIER. 1980. El Modulor y Modulor 2 (Barcelona: Editorial Poseidón).

SPINADEL, Vera Winitzky de. 1996. “El Modulor de Le Corbusier”, Revista ArEA 3, 3-11.

SPINADEL, Vera Winitzky de. 1997. “La familia de Números Metálicos en Diseño”, 1er.
Seminario Nacional de Gráfica Digital. Sesión de Morfología y Matemática 2 (Buenos
Aires: Ediciones fADU), 173-179.

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