Cirrosis Hepatica

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CIRROSIS HEPATICA.

¿Qué es?
Lesión hepática crónica ocasionada por una variedad de causas que lleva a la
formación de cicatrices y la insuficiencia hepática.
La hepatitis y el abuso crónico del alcohol son las causas más frecuentes. El daño
hepático causado por la cirrosis es irreversible, pero es posible evitar que se siga
dañando.
En las fases iniciales, los pacientes pueden estar asintomáticos. Progresivamente,
el paciente se encuentra cansado, sin energía, sin apetito, puede tener molestias
digestivas y perder peso y masa muscular.
¿Qué le pasa al hígado con el alcohol?
El proceso del cuerpo para descomponer el alcohol produce químicos altamente
tóxicos. Estos químicos activan la inflamación que destruye las células del hígado.
Con el tiempo, las cicatrices reemplazan el tejido hepático sano, e interfieren con
la función hepática.

Mencione algunos de los síntomas de esta patología.


Cuando la enfermedad está avanzada, el paciente se encuentra siempre enfermo,
no puede llevar vida normal y aparecen, entre otros, los siguientes síntomas:
 Ictericia. Coloración amarillenta de la piel por la incapacidad del hígado de
eliminar la bilirrubina de la sangre.
 Cambios en la piel. Dilataciones vasculares, sobre todo en mejillas, tronco
y brazos. Además, puede aparecer enrojecimiento de las palmas de las
manos y pulpejos de los dedos. Las uñas tienen un tono más blanquecino.
 Retención de sal y agua. Acúmulo de líquido en las extremidades
inferiores (edemas) y en al abdomen (ascitis).
 Facilidad para el sangrado. Al fallar el hígado, es frecuente el sangrado
por las encías, por la nariz y la aparición de hematomas con golpes suaves.
 Algunos pacientes presentan hemorragias internas graves, sobre todo en
el aparato digestivo por rotura de varices en el esófago o el estómago.
Estas hemorragias son graves, pueden ser mortales y requieren ingreso en
un hospital para su tratamiento.
 Cambios en la conducta y en el nivel de consciencia. El hígado retira de
la sangre sustancias tóxicas para el cerebro. Si el hígado fracasa, estas
sustancias producen una intoxicación cerebral manifestada por insomnio
nocturno, somnolencia diurna, cambios en la conducta y en el humor y
desorientación y progresiva disminución del nivel de consciencia, que
puede llegar al coma. Esta complicación es grave y requiere ingreso
hospitalario.
 Cambios en la función sexual. Debido a cambios hormonales y a la
desnutrición, es frecuente la pérdida del deseo y la potencia sexual en los
varones y de la menstruación y de la fertilidad en las mujeres. Además, en
los varones, pueden producir aumento del tamaño de las mamas, a veces
dolorosas.
 Desnutrición. El hígado es muy importante en la absorción y
aprovechamiento de los nutrientes que ingerimos. Por ello, en fases
avanzadas, los cirróticos se hallan desnutridos y pierden mucha masa y
fuerza muscular.
¿Qué alteraciones nutricionales se producen en el paciente con cirrosis hepática?
Quienes padecen esta patología tienen disminuida la utilización y capacidad de
almacenamiento de carbohidratos, además de un aumento en el catabolismo de
proteínas y grasas. Esta situación, sumada a una baja ingesta y mala absorción de
nutrientes, provoca que en esta población los índices de malnutrición sean
elevados.
La desnutrición acrecienta el daño hepático lo que provoca que la cirrosis avance
más rápido y el paciente se deteriore más rápido.
Complicaciones
La hipertensión portal es la complicación grave más frecuente de la cirrosis, y a su
vez, los síntomas principales y complicaciones de la hipertensión portal incluyen:
 Hemorragia gastrointestinal; heces negras, como alquitrán, o sangre en las
heces; o vómitos con sangre debido a una ruptura espontánea y
hemorragia de las varices.
 Ascitis, una acumulación de líquido en el abdomen.
 Encefalopatía, confusión y falta de memoria causadas por un mal
funcionamiento del hígado y el desvío del flujo sanguíneo del hígado.
 Niveles reducidos de plaquetas o disminución de glóbulos blancos.
La hipertensión portal es un aumento de la presión en la vena porta (la vena que
lleva la sangre desde los órganos del sistema digestivo al hígado). El aumento de
la presión lo causa un bloqueo del flujo sanguíneo a través del hígado.
Un aumento de la presión en la vena porta causa que se desarrolle un
agrandamiento de las venas (varices) a través del esófago hasta el estómago para
ir alrededor del bloqueo. Las varices se vuelven frágiles y pueden sangrar
fácilmente. En la cirrosis, el tejido cicatrizante bloquea el flujo de la sangre por el
hígado y ralentiza sus funciones de procesamiento.
La cirrosis como tal carece de tratamiento médico específico, dado que es
irreversible. Se pueden tratar algunas de las enfermedades que la producen y
evitar o retardar la evolución de una cirrosis en estadio inicial a las fases
avanzadas.
Tratamiento.
- Tratamientos dietéticos
Entre los dietéticos está la reducción de la sal, para prevenir la
retención de líquidos, y la de proteínas (carnes, pescados) para la
encefalopatía hepática. Como es necesaria una buena nutrición, la
dieta debe ser siempre supervisada por el médico. A veces se
necesitan suplementos de vitaminas y minerales.

- Tratamientos farmacológicos
Entre los fármacos se usan, fundamentalmente, los diuréticos para
tratar la retención de líquidos y los llamados beta-bloqueantes para
prevenir las hemorragias digestivas. Pueden ser necesarios otros
muchos fármacos para tratar las complicaciones, pero la mayor parte
de ellos se usan fundamentalmente en el ámbito hospitalario.

- El trasplante hepático
El tratamiento definitivo de la cirrosis es el trasplante hepático. Se
realiza en los pacientes en que se estima una supervivencia menor
de dos años, a consecuencia de esa enfermedad, y en los que no
existe contraindicación para realizarlo por otros motivos.

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