Capitulo 4 - Mielopatías
Capitulo 4 - Mielopatías
Capitulo 4 - Mielopatías
MIELOPATÍAS
INTRODUCCION
La miopatía es un grupo se signos y síntomas motores, sensitivos y esfinterianos cuya base
etiológica y anatómica tiene lugar en la medula espinal, causado por enfermedades que van desde
las traumáticas, degenerativas discal, infecciosas y congénitas.
Por lo general se pueden presentar de forma crónica y en ocasiones agudas cambiando
radicalmente sus síntomas y su posible recuperación.
Los déficits neurológicos pueden ser tan simples como una ligera disminución de la fuerza
muscular que pueden pasar desapercibos, o como afecciones más severas postrando al paciente
en cama con un cuadro de tetraplejia.
Siempre producen un síndrome sub lesionar, es decir, la afección o síntomas siempre están por
debajo de la lesión y nunca afectaran segmentos superiores.
La medula espinal se puede ser afectada por lesiones extrínsecas que comprime la misma como
fracturas vertebrales y tumores óseos, así como por lesiones intrínsecas propias de la medula
espinal como enfermedades infecciosas y tumores de la medula, isquemia y hemorragias internas.
SINDROMEES MEDULARES
Identificar y conocer los diferentes síndromes medulares es una parte muy importante e
interesante en la semiología del paciente con una lesión medular. Encontraremos varios
síndromes que dependerán del grado de compromiso de la lesión. Usualmente estos son más
estudiados en el paciente con traumatismo raquimedular pero su aplicación puede ser útil para
cualquier mielopatía.
1. Síndrome de lesión medular completa:
Es una situación grave y posiblemente irrecuperable. Se define como aquella lesión medular,
independiente mente de su etiología, en la que hay pérdida de la función motora, sensitiva y
esfinteriana, por debajo de la lesión cuando ya han pasado más de 24 horas de esta. Los encuentros
clínicos más importantes son los siguientes:
Tetraplejia o cuadriplejia si la lesión es a nivel cervical. En la mayoría de los casos puede mover
los hombros, pero no aprietan la mano ni pueden levantar los brazos. Paraplejía si es a nivel dorsal
o dorsolumbar.
Al principio esta parálisis es flácida con hiporreflexia que en término de días o semana cambia a
hiperreflexia con automatismo medular o movimientos involuntarios de las extremidades, que
lejos de ser un signo favorable solo confirma el pronóstico funesto de esta situación.
Hay trastornos esfinterianos con globo vesical a la llegada de a la emergencia que obliga a la
colocación de sonda vesical. Cambios vegetativos simpáticos que producen priapismo y
anhidrosis cutánea.
- Alteraciones y dificultad respiratorias: debido a:
Lesión del nervio frénico (principal inervación del diafragma) en los casos fatales de lesiones
cervicales por encima de C4 (recuerde que este nervio se origina en el plexo cervical). Perdida
de la fuerza de los músculos intercostales accesorios de la respiración. Perdida del reflejo de la
tos lo que provoca acumulo de secreciones en la base de los pulmones y neumonía. Todo esto
conlleva a que muchos pacientes requieran ventilaciones mecánicas con entubación y futura
traqueotomía.
Shock medular (shock neurogénico): es un estado grave donde podemos encontrar la llamada
hipotensión paradójica: hipotensión arterial con bradicardia.
La hipotensión arteria se presenta por:
• La falta de tono muscular en las extremidades que no comprimen los grandes vasos.
• La falta de impulso nervios de la nervus-vasorum de los grandes vasos que hace que estos
se dilaten e impulsen la sangre.
• Por todo lo anterior dicho es la importancia de ponerle al paciente medias compresivas
para favorecer la distribución sanguínea y evitar tromboembolismo.
• Esta vasodilatación de las extremidades inferiores también produce vasodilatación de los
cuerpos cavernosos empeorando así el priapismo producido por afectación
neurovegetativa.
La bradicardia es producida por las alteraciones neurovegetativas de la lesión espinal donde se
bloque el flujo simpático dejando al parasimpático libre.
Este Shock neurogénico produce hipoxia cerebral con confusión mental y formación de
tromboembolismo que pueden migrar hacia el pulmón aumentando la dificultad respiratoria.
Alteraciones electrolíticas, de las proteínas y del hematocrito.
En ocasiones aparece un cuadro abdominal grave tipo pseudo abdomen quirúrgico.
2. Lesión medular incompleta
Se sospecha desde el primer examen por la conservación parcial de la sensibilidad o de la fuerza
muscular, debido a una lesión que no toma la totalidad de la medula dejando estructura
neuroanatómicas libres o intactas. En ocasiones puede afectarse un segmento determinado y muy
preciso de la medula produciendo los síndromes medulares incompletos de los cuales tenemos:
Síndrome de cordón anterior: se afecta el cordón anterior de la medula espinal ya sea por daño
en la arteria espinal anterior o por compresión anterior directa de la medula espinal. El principal
fascículo que pasa por el cordón anterior es el fascículo espinotalámico anterior que lleva
información del tacto superficial.
Hay paresia de los miembros y pérdida del tacto superficial.
Síndrome de cordón posterior: se afecta el cordón posterior de la medula espinal, usualmente
por compresión directa de cualquier etiología. Los fascículos de los cordones posteriores son los
Delgado y Cuneiforme o Goll y Burdach cuya lesión produce alteración de la sensibilidad
propioceptiva o el sentido de posición de los músculos y articulaciones y la sensibilidad vibratoria.
Se conserva la sensibilidad y fuerza muscular pero el paciente camina con dificultad porque siente
como si caminase encima de un colchón blando
Síndrome centromedular: es de los síndromes medulares incompletos que más se presenta en
traumatismos y en la Sirigomielia. Se observa sobre todo a nivel cervical cuando el centro de la
medula está afectado y se dañan las neuronas que formaran el plexo braquial dejando al paciente
con los brazos paralizados (displejía) con hiporreflexia. Si la lesión se empeora aparecerá déficits
también en las piernas, pero con hiperreflexia por afección de las vías largas hacia las piernas.
Síndrome de Brown-Sequard o Hemisección medular: se observa cuando
se produce un daño bien circunscrito a una hemimedula ya sea por heridas de
arma blanca o por esquirlas óseas. En este síndrome hay un déficit motor del
lado de la lesión (por afección del fascículo corticoespinal lateral), pero se
conserva la sensibilidad; por lo contrario, en el otro lado de la lesión no hay
déficits motores, pero hay trastorno de la sensibilidad. Esto es debido a que el
fascículo espino- talámico lateral, que lleva la información termoalgésica, se
cruza inmediatamente cuando asciende en la medula espinal.
Síndrome o lesión de cono medular: puede encontrarse en fracturas de la
primera vértebra lumbar o tumores del cono medular. Lo característico es
encontrar anestesia en silla de montar donde todo el periné presenta hipoestesia;
hay alteraciones esfinterianas vesical y rectal con conservación de la fuerza
muscular.
Síndrome o lesión de cola de caballo: se observa en patologías de la región
lumbar con compresión de la cola de caballo por fragmentos óseos, luxaciones,
estenosis degenerativa, tumores y cualquier lesión compresiva. Lo característico
es la llamada anestesia en herradura donde aparece un área de hipoestesia en la
cara posterior de los miembros inferiores llegando hasta la región glútea.
Hay parálisis flácida incompleta en las extremidades inferiores, r, el paciente
puede caminar con debilidad tomando descanso cada cierto paso y a eso se le
conoce como Claudicación Neurogénica.
Lesiones radiculares: una raíz espinal se puede ver afectada tanto por discos
intervertebrales herniados como por estrechamiento del agujero de conjunción
(los síndromes radiculares se verán en un capítulo aparte).
Síndrome del foramen occipital: se afecta la unión bulbomedular por unas
series de patologías compresivas en dicha área que van desde traumáticas,
tumorales y congénitas. Hay paresia de pares craneales bajo con apnea del sueño
y trastornos para la deglución. Dependiendo de la gravedad va a existir una tetraparesis con
hiperreflexia en las cuatro extremidades. Si la enfermedad avanza habrá compromiso respiratorio
y paro con muerte inminente.
TRATAMIENTO MÉDICO
Cada caso de mielopatía tiene un manejo específico y muy especializado en muchas ocasiones
requieren cirugías descompresivas del canal raquídeo o reducción de luxaciones vertebrales y
futura fijación o instrumentación de la columna con materiales de osteosíntesis.
Mas, sin embargo, como las lesiones traumáticas son tan frecuentes y en la mayoría de los casos
el médico general es el primer personal de salud en darle asistencia, a continuación, expondremos
algunas normas de manejo para estas lesiones.
Inmovilización inmediatamente: collarín cervical o tabla de traslado a pacientes con lesión en
la columna o sospechoso de la misma. Se debe de partir del hecho de que todo paciente
inconsciente tiene una lesión espinal hasta que se demuestre lo contrario. Es importante destacar
que la tabla es solo para traslado y nuca dejar al paciente más de dos horas en ella porque cabe la
posibilidad de que se forme una ulcera por decúbito sobre todo cuando hay alteraciones de la
sensibilidad. Para mover al paciente para examinarlo o asearlo se hace movimientos en ¨rolo¨
hasta darle la vuelta. Debe de evitarse flexión o la extensión a toda costa ya que emporarían el
cuadro neurológico.
Soluciones adecuadas: para mantener un buen gasto cardiaco (3000 cc de Lactato Ringer en 24
horas) más las pérdidas por heridas, vómitos, etc. Hay que tomar en cuenta que estos pacientes
pueden presentar hipotensión arterial por una mala redistribución del gasto cardiaco al dañarse la
nervus-vasorum, que se corrige aumentando el tono vascular y no con sobrehidratación.
Heparina de bajo peso molecular: con el fin de evitar la formación de trombosis venosa
profunda por estasis sanguínea, que podrían producir un tromboembolismo pulmonar. Se usa
heparina de bajo peso molecular como las que existen en el mercado y que no necesitan controles
sanguíneos de coagulación.
Medias compresivas: para redistribuir la sangre acumulada y evitar así la hipotensión la
trombosis venosa profunda.
Dopamina y/o atropina: Para aumentar la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
Medidas Generales (sonda naso gástrica SOS, sonda vesical, colchón circulatorio, fisiatría,
etc.). La mayoría de estos pacientes viene con un abdomen agudo quirúrgico o lo simulan, por
lo que debe de ser bien evaluado por el cirujano general.
Esteroides: su uso es muy controversial, pero somos del consenso que podría ser útil en las
primeras 24 horas de haber ocurrida la lesión. Nunca usamos esteroides en lesiones por arma de
fuego. Un esquema práctico es el uso de Metilprednisolona 30 mg por kilogramo de peso en
bolus pasado en 20 minutos, luego seguir con dosis de mantenimiento de dexametasona 8 mg.
cada 8horas (esto debido a que el uso de metilprednisolona prologado es bastante costoso y la
mayoría de los planes de salud de nuestro país no lo cubren).