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Leyenda Ur

La leyenda de Cantuña cuenta la historia de un hombre que se comprometió a construir la Iglesia de San Francisco en Quito, Ecuador. Al ver que no podría terminarla a tiempo, hizo un pacto con el Diablo para que sus secuaces terminaran la construcción a cambio de su alma. Sin embargo, Cantuña incluyó una cláusula en el pacto estipulando que si la iglesia no estaba completada antes de las 6 de la mañana, el trato sería nulo. Cuando el Diablo reclamó el alma de Cantuña, este se ri

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Leyenda Ur

La leyenda de Cantuña cuenta la historia de un hombre que se comprometió a construir la Iglesia de San Francisco en Quito, Ecuador. Al ver que no podría terminarla a tiempo, hizo un pacto con el Diablo para que sus secuaces terminaran la construcción a cambio de su alma. Sin embargo, Cantuña incluyó una cláusula en el pacto estipulando que si la iglesia no estaba completada antes de las 6 de la mañana, el trato sería nulo. Cuando el Diablo reclamó el alma de Cantuña, este se ri

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UNIVERSIDAD TECNICA “LUIS VARGAS TORRES”

ESMERALDAS
NOMBRE: Damaris Nathaly Gaon Andrade
CURSO: 4to “A” de EB

LEYENDAS URBANAS
¿QUÉ SON LAS LEYENDAS URBANAS?
Una leyenda urbana es un relato que pertenece a la cultura o folclore contemporáneo que
nace de una creencia popular en ocasiones relacionada con algo de superstición y que a
pesar de narrar sucesos o hechos inverosímiles, es presentada como si se tratase de hechos
reales.

Algunas leyendas parten de hechos reales, pero a medida que se cuentan, tienden a volverse
exagerados, mezclados e incluso distorsionados con eventos ficticios. Pueden circular por
varios medios, aunque anteriormente solo se podían transmitir de generación en generación
por el habla, o por escritos en libros.

Tipos de leyendas urbanas


En general no existe una clasificación definida para las leyendas urbanas, sin embargo, se
pueden clasificar de acuerdo a lo que se cuenta en la historia; así entonces tenemos:
 Leyendas urbanas de fenómenos paranormales: Suelen referirse a apariciones o
fantasmas.
 Leyendas urbanas relacionadas a la salud: Explican de alguna manera inverosimil
sucesos relacionados a la salud humana ante la carencia de una explicación
científica.
 Leyendas urbanas de alimentos: En más de alguna ocasión hemos escuchado alguna
leyenda relacionada a la Coca Cola, por ejemplo.
 Leyendas de famosos vivos o muertos.
 Leyendas urbanas de lugares: Por ejemplo El Área 51, base militar aérea de Nevada
en Estados Unidos, es una de ellas.
 Leyendas urbanas de viajes en el tiempo
 Leyendas urbanas de televisión, internet o videojuegos
 Leyendas urbanas de literatura
 Leyendas urbanas del deporte
Cantuña y su pacto con el diablo
Todo aquel que haya visitado la capital de Ecuador, Quito, se habrá dado cuenta de que es
famoso el nombre de Cantuña y la leyenda que lo acompaña. La historia de esta leyenda
dependerá del lugar y la persona que la cuente, pero sea cual sea su peculiar forma de
contarla todos tienen en común la misma historia de fondo.
Unos dicen que Cantuña era un mestizo, hijo de madre indígena y padre español, mientras
que otros especulan que se trataba en realidad del hijo de Hualca, ayudante del famoso inca
Rumiñahui, del que se cuenta que ocultó el oro inca a los conquistadores españoles.
Fuera cual fuera su origen, la historia cuenta que el sacerdote de Quito se encontraba con la
idea de construir la futura Iglesia de San Francisco en la ciudad y que le preguntó a nuestro
personaje si era capaz de construirla. Cantuña, honrado por semejante encomienda,
respondió que sí, que él se encargaría de construir el nuevo templo.
Así pues, satisfecho el sacerdote por haber encontrado alguien dispuesto a tan gran trabajo,
dejó todo en manos de Cantuña. Pero, al pasar el tiempo, nuestro protagonista vio que no
tendría tiempo ni recursos para terminar el trabajo y, desesperado, rezó a Dios por varios
días para que hiciera caso de sus plegarias, a ver si le ayudaba, pero tristemente no escuchó
ninguna respuesta.
La desesperación de Cantuña ya era tal que se vio obligado a rezarle justo a quien no se
debe rezar: el Diablo. A diferencia de Dios, el señor del inframundo acudió presto a su
llamada. Tras escuchar las solicitud de Cantuña, el Diablo le dijo que le ayudaría a terminar
la iglesia rápido pero, a cambio, le tendría que dar su alma, trato que nuestro protagonista
estuvo de acuerdo.
Cantuña era muy listo, y se atrevió a pedirle al Diablo poner una cláusula al trato en el que
si, al momento de realizar el encargo el trabajo no estaba realizado antes de las 6 de la
mañana, el trato se cancelaba. El Diablo, que no dudaba para nada de sus poderes ni de la
habilidad de sus secuaces infernales, estaba más que convencido de que el templo estaría
listo antes de llegar a esa hora.
El Diablo mandó a sus diablillos a la zona de construcción quienes, temerosos de la ira de
su líder, se pusieron manos a la obra para acabar la Iglesia. Tan endiabladamente ocupados
estaban y ensimismados en lo que hacían que no se dieron cuenta de que Cantuña retiró un
ladrillo mientras estaba aún fresco y observaba como los secuaces del mismísimo señor de
las tinieblas estaban trabajando creando un templo para Dios.
Pasaron las horas y el templo parecía acabado. El Diablo se presentó ante Cantuña y justo
delante del atrio del nuevo templo el señor del inframundo reclamó su trato, llevarse el
alma de Cantuña. De fondo estaban sonando las campanas que indicaban que eran las 6 de
la mañana y, mientras el Diablo se preparaba para recibir su recompensa, el quiteño empezó
a reírse, invitándole a que comprobara si realmente estaba terminado el trabajo. El Diablo y
sus diablitos observaron que no, que faltaba justo un ladrillo y que, por lo tanto, no se había
cumplido el trato.
Y así fue como el hábil Cantuña engañó al Diablo haciéndole trabajar para Dios,
consiguiendo satisfacer al sacerdote de Quito y ganándose el mérito de haber construido un
templo él solito.

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