Ensayo III Siglo XIX
Ensayo III Siglo XIX
Ensayo III Siglo XIX
5
Joll cita
6
Joll, p. 106
7
Conrad p.9
8
Conrad p.48
9
Considerar la decapitación, ejemplificada en el Congo belga de Leopoldo II, p.95
10
Strachey, p.41
[debía tener] consciencia de que pagaría el precio” 11. Fuera con ostracismo o ridículo
público, el comportamiento no normal sería castigado, y la moral victoriana de Inglaterra
pasó a representar las nociones morales de la época. Incluso Nietzsche describe a los
filósofos ingleses que indagaban en temas morales como “sencillamente sapos viejos, fríos,
aburridos, que se arrastran y andan a saltos alrededor del hombre y metiéndose dentro del
hombre, como si justo en él estuviesen en su elemento, a saber, en una ciénaga” 12. Él
postulaba que el origen de estos valores era el resentimiento, el odio, el nihilismo, un
ataque a la fortaleza de individuos sublimes. 13 Y es interesante que individuos tan radicales,
tan inmorales como el de Bloomsbury Group hayan sido precisamente tan criticados.
Incluso Himmelfarb los presenta como decadentes, ejemplos de empobrecimiento moral.14
Lo importante es que a pesar de una unión entre instituciones legales, morales y
costumbres15, el comportamiento humano nunca ha sido monolítico. La cultura que
intentaba presentar esa imagen pulida de sí, tanto en términos de su desarrollo civilizatorio
relacionados a su colonización del mundo exterior como de su convencimiento de su
superioridad moral, era modulada, moldeada por estos temores y desarrollos del siglo XIX.
Lo que esto expresa es que, a pesar de los deseos de tal autoimagen, que quizá era un
fundamento para postular a su civilización como superior, la realidad es más compleja, y la
división entre lo doméstico y lo exterior nunca es tajante.
Esta somera incursión a una sociedad agitada muestra cómo la cultura expresa su modo
de concebirse: alta civilización que debe ser expandida, moral que debe imponerse
austeramente, status quo que debe preservarse a todos costos. Antes de ver a la economía
como determinante de la realidad, es importante considerar cómo las percepciones
culturales y las ideas pueden tener efectos muy reales sobre el mundo, y la cultura siempre
es una precisa interpretación de las nociones que tenían los contemporáneos en torno a sus
ideales, esperanzas y terrores. La cultura del último cuarto del siglo XIX aquí expuesta nos
permite observar algunos de los comportamientos y pensamientos cotidianos de la materia
misma de la historia: la humanidad. Muestra, a su vez, cómo la tecnología y la economía
por sí mismas no determinan el curso de la historia. Sin una cultura para guiar el
11
Himmelfarb, p. 27
12
Nietzsche p.9
13
Nietzsche, p. 87
14
Himmelfarb, p. 45
15
Himmelfarb, p. 29
pensamiento, no tendríamos historia, y eso es lo que nos muestra el imperialismo, las ideas
políticas de la época y la moral victoriana.