Clases Edipo - UNT
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19/09/23
Empezamos con el concepto de huellas mnémicas, donde se graban representaciones muy cargadas de libido
(pensamientos, ideas). No olvidar que en el psiquismo hay dos cosas; representaciones y libido. Por lo tanto, se
puede hablar de represión (quitarle la carga a esa representación – el yo quita esa carga). Si la representación pierde
la carga queda icc y nada sabemos de ella por eso todo lo reprimido es icc porque se les quito la energía, pero la
energía va a parar consciente. ¿Se puede reprimir esa energía? No, porque no se le puede quitar carga a la carga. Por
lo tanto, no se puede reprimir la energía. Esta energía, cuando está en el cc, se la vivencia como acto motor y hay
descarga de libido (placer) y se la experimenta como una emoción. El displacer es la no descarga de libido.
Entonces, si no es posible reprimir la libido, siempre va a haber afecto, siempre va a haber sentimientos.
Cuando la libido se descarga se llama placer y cuando no se llama displacer y cuando es alta, cuando hay mucha que
el aparato psíquico no puede deshacerse de esta se llama trauma. No hay forma de tramitar, pero en 1920 Freud
cambia la noción. Trauma será una vivencia que el yo no puede soportar y hablamos de la neurosis traumática
(excombatientes – guerras – sueños traumáticos). Los traumas no se proyectan y tampoco es posible sanarlos.
¿Cuáles son los pilares de la teoría psicoanalítica? Son 3; el icc, represión y la teoría de la sexualidad infantil.
Estructural porque es una operación necesaria, tan necesaria como la represión. Necesario no es que te hace falta,
sino que se refiere a que no puede no estar. El complejo de Edipo es necesario. Para que se produzca la
estructuración psíquica no puede faltar el complejo de Edipo.
Para que el icc se estructure tiene que estar la represión; se reprime el Edipo, la sexualidad infantil. La idea del icc de
Freud lo lleva a formular la segunda tópica: vira a la segunda tópica por el complejo de Edipo. Es el concepto bisagra
que hace pasar al ello, yo y super yo.
El Edipo no es un suceso o comportamiento para describir el comportamiento de gente que mantiene una ligazón
amorosa con los padres.
Identificación. Hay un vínculo erótico con la madre y hay una identificación con el padre. La identificación se
encuentra en la prehistoria del complejo de Edipo. Es necesaria para que el complejo de Edipo suceda. Es el primer
tiempo lógico del Edipo según Lacan. Es un concepto muy abstracto no referido a una conducta; se refiere a un
tiempo lógico, estructuración psíquica y formación de síntomas. El Edipo no es algo con la madre porque si lo fuera
estaríamos hablando de identificación, el Edipo es un triángulo, es un nudo de relaciones entre la madre, el padre y
el niño. Si el padre no está incluido en la relación no estamos hablando de Edipo.
Es pulsional porque los padres serán objetos de la pulsión (muerte). Se dirigirá la libido a un progenitor y la
agresividad a otro, pero en realidad se les dirige a ambos. Por otro lado, es identificatorio porque los padres son
objetos con los cuales el niño se identifica. Es decir, los padre son objeto de amor/odio y por otro lado de
identificación.
La sexualidad en psa es qué se hace con la libido, qué objetos carga y cuáles son los modos de identificarme. No
olvidar que la libido es el representante psíquico de la pulsión.
¿Cómo se convierten las zonas erógenas? Por medio de la libidinización y esta función corresponde a la madre.
Erogeniza la boca dándole la teta al niño, alimentándolo. Cuando la madre da la teta erogeniza la zona de la boca y
eso ocurre de la primera vivencia de satisfacción en adelante. Lo mira, lo acaricia, entonces ahí hablamos de que la
madre está dejando marcas, está dejando huellas. La madre tiene que desear al niño, si no, no puede inscribir nada.
La función de la madre es desear. Fase oral.
Fase sádico – anal: se controlan los esfínteres y se desarrolla la prensión (apretar). Esta etapa está asociada al
erotismo. Se inscribe la agresividad relacionada con la pulsión de muerte, por eso es sádica. Después sigue la etapa
fálica, en donde todas las cosas que se inscribieron antes entran en función de la genitalidad. Hay una cierta elección
de objeto que después sucumbe cuando llega el periodo de latencia y se reactiva en la pubertad. En la etapa de los
cinco años, aparece un niño en donde experimenta una síntesis de las pulsiones en torno a la actividad genital. La
organización sexual se caracteriza por una primacía de lo genital. Esta región constituye una parte del cuerpo de
sumo interés para el niño. Para este, niños son aquellos que tienen pene y niñas las que no tienen pene, pero no
existe la vulva. Esta etapa se caracteriza por esta primacía, la cual consiste en este interés por la región genital
porque es una región del cuerpo que invita a masturbarse. Es una zona del cuerpo que convoca a la masturbación.
Otra característica de esta etapa es el amor por un objeto incestuoso; otra característica es que el niño empieza a
celar al padre; otra es que el niño sostiene una teoría sexual: todo el mundo tiene pene (primacía del falo o teoría de
la universalidad del pene). Esta fase fálica tiene otra característica: el niño es lo que los padres dicen que es
(narcisismo primario – yo ideal). Hay una investidura sobre el yo. Entonces, el yo ideal como característica. La fase
fálica es el escenario donde se va a desarrollar el drama edípico y la condición necesaria para que opere la
castración. No es lo mismo la castración que el complejo de castración. La castración como concepto central para la
clínica.
Cuando el niño elabora la teoría de como los bebés nacen en este mundo no es porque el chico es un degenerado,
sino es porque está interesado en lo que ocurre entre él y los padres porque de eso depende la relación que los
padres van a tener con él. Los niños generan teorías sobre qué pasa. Lo que el chico busca es situarse en la relación
con los padres para conocer el lugar que ocupa. Freud nota también que el niño se interesa en la diferencia
anatómica de los sexos e inevitablemente el niño se confronta con la ausencia de pene con la mujer. Advertir la
diferencia es un acto conmocionante para el niño porque cae su teoría de que había un solo tipo de cuerpo con un
solo tipo de órgano. Se tiene que inscribir lo nuevo: hay un tipo de cuerpo en el cual no hay pene. El niño advierte, al
observar la parte genital de la mujer, es que no hay pene (no la presencia de la vulva en sí). Esa simbolización (no hay
pene, la figuración de que debería haber algo) es lo que llamamos falo. Creer que todo el mundo tiene pene es una
teoría tan valida como la de la cigüeña. La diferencia de sexo no es de nacimiento, se inscribe y el tiempo anterior a
este es cuando el niño cree que todo el mundo tiene pene. La premisa de la universalidad del falo consiste en que
hay un único genital que es el pene. Todo esto corresponde a la fase fálica. Cuando percibe la diferencia anatómica
al principio niega para sostener la universalidad. Por ejemplo, la niña tenía pene, pero lo perdió o se lo quitaron por
alguna razón porque se portó mal, se lo cortaron, o algunas mujeres no tienen pene, pero otras sí. El niño se
obsesiona con una teoría que les adjudique pene a las mujeres porque estamos en la fase fálica. No olvidar que para
el niño lo ideal es el mismo (yo ideal). Ahora ¿Por qué el pene? Porque es una región que al ser estimulada produce
tremendas excitaciones. En la época de yo ideal, el pene tiene una posición privilegiada. Lo que más orgulloso lo
tiene al nene es el hecho de ser poseedor de pene.
Pene para el psicoanálisis no es lo mismo que para la sexología; porque al psa le importa el pene, pero lo que
significa para el psiquismo. Nos estamos refiriendo a una región del cuerpo que al estimularla proporciona grandes
excitaciones (esto es pene para el psiquismo). Entonces las niñas también tienen pene porque también poseen esas
zonas de altas excitaciones.
La madre es el objeto pulsional del niño, el objeto erótico. Si el está orgulloso de su pene no debe parecer raro que a
ella le oferte esa parte de su cuerpo. El chico no sabe de coito, pero si sabe que el pene tiene ALGO QUE VER en la
relación con la madre. No olvidar que estamos en la parte del yo ideal. El narcisismo del niño pasa por la posesión
del pene ya que en la etapa del yo ideal es donde su cuerpo lo gratifica más y se lo ofrece a la madre.
Esta etapa de fase oral, anal y fálica es lo que llamamos sexualidad infantil donde la que más nos interesa es la fálica
porque adviene el complejo de Edipo y es la condición necesaria para que opere la castración. La inmoralidad infantil
es el acceso al objeto incestuoso (primera vivencia de satisfacción: cuando chupa la teta de su mama). El objeto
incestuoso se tiene que inscribir para después prohibirlo = neurosis. El destino de la fase fálica es ese: se tiene que
prohibir. Cuando se sepulta esa fase se denomina castración.
La lógica que tenemos que grabarnos es: inscribir un objeto para prohibirlo, pero lo inscripto no se puede borrar por
eso las terapias llevan un tiempo. Entonces tiene que operar la represión porque lo que se inscribió no se puede
borrar, pero si se puede reprimir.
21/09/23
Hay que recordar que el yo ideal coincide con la fase fálica y que al pequeño lo completa su madre. No olvidar que
para el niño todo el mundo tiene pene.
Estamos en la fase fálica ¿Por qué el niño adjudica pene a todo el mundo? PREGUNTAR PORQUE NO SE LA
RESPUESTA
La represión como constitutiva del psiquismo y es importante en esta operación psíquica. Se liga la angustia (de la
quita de energía) a un objeto y por eso tengo miedo cuando lo veo o se puede transformar en otro afecto y ligarlo en
el psiquismo como obsesión. El problema con lo reprimido es que retorna deformado en síntoma (retorno de lo
reprimido). Ahora, si el Edipo se relaciona con la etapa fálica donde hay una ligadura al objeto incestuoso se tiene
que perder, pero primero se inscribió. Entonces, el objeto se tiene que inscribir para prohibir después. La inscripción
está sujeta a una serie de vicisitudes como fases del desarrollo de la libido; fase oral, sádico acal y fálica. No hay
modo de estructurar que no sea por esta lógica; se inscribe el objeto para después perderlo. Hay que perderlo para
que venga otra cosa, pero ¿Cuál es la razón por la que el chico sale del Edipo? ¿Por qué querría abandonarlo? No hay
razón para que el chico quiera abandonar el objeto. Para que se quiebre la posición de yo ideal del niño, esa posición
narcisista, no es una necesidad del niño sino del adulto. Es el adulto quien tiene la necesidad de que el niño fracture
la posición del yo ideal. El adulto deja huellas en el psiquismo. El bebé era “his majesty” pero ahora se baja los
pantalones y lo hacen cagar. Esto es lo que llamamos castración (sepultamiento del complejo de Edipo).
En todas las fases hay una perdida. Fase anal (heces fecales como parte de su cuerpo que se ha desmembrado y
tiene que dejarla ahí), fase oral (teta de la madre).
Etapa fálica = yo ideal = his majesty. En esta fase hay una percepción de los genitales femeninos y se empieza a
tomar en serio las amenazas verbales (por sus comportamientos). La prueba de ello, de que ahora si puede perder el
pene es que la niñas no lo tienen, pero todavía no es determinante porque esta complementación imaginaria que
tiene es por el apego con su madre y puede crear la teoría de que las chicas no tienen pene, pero su madre sí. Luego
viene una prueba irrefutable de que su madre no tiene pene y es el mismo; si él está en este mundo es porque la
madre lo pario y si ella lo pario no puede tener pene. Entonces, cuando da cuenta de esto, el chico cae preso de la
angustia de castración. Esas amenazas siempre irán dirigidas a tres cosas: en primer lugar, al pene; en segundo lugar,
a la actividad masturbatoria relacionada con el pene; y en tercer lugar a la fantasía incestuosa. Hay que optar:
conservo el pene o el objeto incestuoso renunciando al pene. Entonces, lo más común, es que el niño elija el pene. Si
la amenaza es hacia el pene se caga de miedo porque su narcisismo gira en torno a eso, lo tiene orgulloso. Por eso
opta por el pene y renuncia al objeto incestuoso: las dos cosas no se pueden. (Siempre psíquicamente el sentido de
pérdida del pene, perdida de objeto incestuoso).
¿Cómo se borran las cosas en el psiquismo? SE REPRIMEN. Entonces el objeto erótico incestuoso (la madre) se
reprime. Se sale del Edipo por la represión, pero el problema es que RETORNA como síntoma, deformado en
síntoma, por lo tanto, si un niño paso por el Edipo y después se castró, cuando él sea grande voy a encontrar en el
síntomas como retorno de lo reprimido.
Viene el Edipo, se sepulta, retorna y cuando sea grande encuentro en esa persona síntomas (no comportamientos
mameros). No retorna como “más Edipo” y este se reprime alrededor de los seis y siete años. Se sepulta y se liquida
violentamente y se sustituye por una identificación con el padre porque el ello busca sustituir el objeto incestuoso
con la vecinita del frente, compañerita del jardín o la amiga de mi hermana y como se las conquista toma la
referencia de que su mamá no le da bola porque su mamá mira al padre entonces el padre tiene algo que captura el
interés. El chico tomará el atributo para conquistar de su padre, conformando el ideal del yo, por eso es su heredero.
Cuando el Edipo se liquida queda en su lugar el super yo y el ideal del yo (no son sinónimos). Super yo es igual a
pulsión de muerte e ideal del yo a pulsión de vida. La prohibición del incesto se inscribe en el ideal del yo. Es la más
importante de todas las leyes. A esta ley le damos el nombre de “ley del padre”. Si esta ley no se inscribe esta todo
mal. Si no se inscribió esta ley la persona queda en el yo ideal y el advenimiento de la psicosis. Entonces la ley del
padre tiene una doble función; prohíbe el incesto, con tu madre no, y la otra prohibición es no asesinar a tu padre ni
ocuparas su lugar. El padre tiene doble función; es agente de la ley porque debe transmitirla; la otra función del
padre es donar emblemas con los cuales se sustituye al objeto incestuoso. Por ejemplo, la madre se oferta como
objeto incestuoso y se sustituye con los emblemas; estos son significantes de orden simbólico que te permiten un
lugar en el mundo. Los valores, responsabilidad, elegancia, respeto, todo eso que te permite circular por el mundo.
Nunca decir que el padre es la ley porque el padre es AGENTE DE LA LEY. La madre es la vida, el padre es el mundo.
Cuando no se inscribe la función del padre se dice padre ausente.
La función del padre es introducida por la madre, si falla es su culpa. Si la madre no da lugar no se inscribe la función.
Hay que articular las cosas con represión, yo ideal, ideal del yo.
En cuanto a las mujeres, hay puntos en común. En el varón el complejo se resolvió renunciando al objeto y no va a
reemplazar al padre ya que los límites del cuerpo son más estrechos. No complementar a la madre es la angustia que
produce la notación de la diferencia anatómica de los cuerpos. Lo común con la mujer es la fase fálica. Para la niña
también tiene vigencia la fantasía incestuosa y la actividad masturbatoria que recae sobre el clítoris que ella
considera pequeño pene y también el objeto incestuoso es la madre porque es la madre la que inscribe el objeto (la
primera teta). El objeto es la madre para ambos sexos. También, para la niña, habrá una inscripción psíquica de los
sexos: es también una separación de la madre y la castración será “no completo a mi madre”. Su composición
anatómica hace que su Edipo sea diferente. Ella ignora la vagina, ya que no se ve. Para ella el órgano que importa es
el clítoris porque es una región que al ser estimulada proporciona tremendas excitaciones. Por eso tiene el mismo
valor que el pene.
Atraviesa el complejo diferente por su anatomía, pero luego percibe la presencia de pene en el varón; para ella
todos tienen pene, pero en el varón ella ve que es más grande que el suyo y cuando ve el pene del varón su primera
respuesta psíquica es un sentimiento de inferioridad. La visión de que es más grande la hace pensar que el suyo no
es un verdadero pene. Lo vive como un símil al de ella y una superioridad al otro. Ella no cae en angustia de
castración sino en ENVIDIA del pene en el sentido de que ella también quisiera tenerlo. Mas adelante ella también
llega a la angustia de castración.
La niña percibe inmediatamente la diferencia anatómicamente. La niña nace faltada y se siente de antemano
castrada. Entonces habrá castración en la mujer por angustia. No olvidar que la angustia del varón viene por el
miedo a perder el pene y el de la mujer es porque ya lo perdió cosa que no puede existir si primero no hay envidia
del pene. Entonces, la castración en las niñas es inicial, por eso maduran antes. La niña de antemano se sabe
castrada y reconocer que el resto de las mujeres comparte este rasgo no la hace sentir mejor, si no peor porque la
lleva a ver al sexo femenino como un sexo incompleto y su mamá también cae en esta volteada y resulta que ella
venía siendo hasta aquí el objeto incestuoso, pero ahora resulta que la madre es una mujer que la hizo a ella
incompleta. Entonces, ella se desilusiona con su objeto incestuoso y esto sería la castración para la niña.
La castración, en el hombre aparece al final del complejo de Edipo mientras que en la mujer la castración es el INICIO
del complejo de Edipo. La consecuencia sería que la niña odia a la madre y su interés incestuoso vira hacia el padre,
cambia de dirección de la madre al padre porque ese es el padre potente. La niña va a rivalizarse con la madre. La
niña sale del Edipo puede ser por tres posibilidades: no hay envidia del pene (no todas las mujeres tienen envidia del
pene. Si nunca envidio el pene se alejan de la sexualidad); podría haber deseo de tener el pene del hombre lo cual
consistiría en pensar que algún día será portadora de pene (reniega de la castración, pero se aferra a la masculinidad
suponiendo que pronto crecerá) y el tercero es el más común, el más frecuente que consiste en el deseo de tener un
sustituto del pene.
Este deseo de tener un sustituto supone que la niña hace un viraje doble en su interés; por un lado, vira su interés
erótico de la madre al padre, pero también abandona su interés por el clítoris y se empieza a interesar por la vagina
por eso la mayoría de las mujeres no recuerdan haberse masturbado de niñas. Esta operación de viraje del clítoris a
la vagina le permite a la mujer ya no desear más tener pene y lo sustituye por un interés en un hijo y ese hijo en
primera instancia va a ser de aquel que da hijos: el padre. Y este sería la salida normal del complejo de Edipo. Normal
en el sentido más frecuente, que se repite con cierta regularidad.
Su interés pasa del pene al padre, ella quiere un hijo del padre, pero tampoco se puede porque se aplica el ejercicio
de la ley y el padre no le da un hijo y ella entonces se desilusiona nuevamente. Hijo como sustituto del pene. Ella se
harta, sale del Edipo y va a buscar otro por ahí; correctamente se dice que en todo caso atravesará una serie de
vivencias de desilusión donde el padre le niega el amor y la niña abandona la fantasía incestuosa. Así se trasmite la
ley. NO SE ENSEÑA, SE TRANSMITE APLINCANDOLA. Se abandona reprimiendo. Por lo tanto, la función del padre es
desilusionar a la niña, este debe hacerlo. Por eso no hay mujer que no rompa las pelotas.
Complejo de Edipo negativo: consiste en que el niño o niña mantiene un vínculo erótico con un progenitor del mismo
sexo y rivaliza con el opuesto. PREGUNTARLE A ALE SOBRE EL POSITIVO Y EL TERCERO (más o menos confluyen los
dos; el positivo y el negativo)
El positivo sería cuando el niño mantiene un vínculo erótico con el progenitor del otro sexo y rivaliza con el del
mismo sexo que él. POSIBLE PREGUNTA.
Clase 3 – 26/09/23
Transferencia.
Es un concepto central del psicoanálisis por lo tanto no lo vemos aparecer en las otras psicoterapias. La transferencia
es lo que caracteriza al psa.
En análisis no es solo lo que la persona habla, es todo lo que pasa entre el psicólogo y el paciente. Eso que pasa entre
esos sujetos es lo que llamamos transferencia.
El yo establece vínculo con los objetos. De un modo especial también hay investidura sobre la psicóloga, siguiendo
un prototipo que se establece en la infancia. Freud dice que la transferencia se establece según un prototipo que
viene de la infancia. Este prototipo, una vez que se estableció, pasa a formar un cliché o clisé. La persona se aferra a
esos recursos que funcionaron y no los suelta: funcionaron una vez entonces se aferra. Los neuróticos en su vida
erótica forman clichés. Para que se forme esto hay dos cosas que tienen que trabajar como si fueran uno: la
disposición congénita y las vivencias sexuales de los primeros años y ambas cosas forman una serie complementaria
(no hay b sin a). Disposición congénita no es el color de ojos, tener el color de pelo como mi papa, la altura, etc. La
disposición tiene que ver con la prehistoria del sujeto, esa historia que precede al sujeto. Ese tren que ya está en
movimiento y que cuando uno nace se tiene que subir. Mientras que las vivencias sexuales es todo aquello que se
conocen como las fases del desarrollo de la libido; fase oral, anal, fálica, etc. Estas dos cosas forman el cliché. La
libido pasa por estas fases y en alguna de ellas “hubo joda” entonces te va a costar pasar de fase; si la etapa que
viene no promete satisfacción o donde estoy está bueno, entonces, la libido tiende a quedarse. El concepto
psicoanalítico que tenemos que usar es “fijación”; la libido se fija. Esta se fija a objetos de determinada etapa: pecho
materno, heces fecales, etc. En la fase fálica se fija al objeto incestuoso (madre o padre). Se fija a objetos de estas
etapas con los cuales se vinculó de determinada manera y esa determinada manera es la que determina el cliché.
La relación con el psicólogo es igual a la relación con las primeras relaciones objetales. A esto se llama transferencia.
El icc del paciente le otorga a la psicóloga roles, personajes y la psicóloga tiene que ser capaz de registrar que rol le
otorga.
Si la libido, fijada en determinado “lugar”, está “mal” va a querer volver a donde “hubo joda”. Eso se llama regresión:
regresa la libido (no olvidar que en psiquismo hay dos cosas: representaciones y libido). Regresa a los objetos de la
fantasía, que es lo mismo que representaciones reprimidas. La libido hace una regresión hacia donde haya más libido
fijada. Donde haya satisfacción libidinal habrá investidura y eso implicará atracción. Por ejemplo, si se fijó en el
pecho materno o en el objeto incestuoso, ese objeto atrae más libido porque está investida y es satisfactorio.
Siempre prometió satisfacción y cumplió. Esto es lo que se llama regresión de la libido. Por represión, esos objetos
no son cc, pero permanecen icc con un cierto montante de libido. Habrá una libido que se despliega hacia el mundo
exterior y otra hacia los objetos de la fantasía (icc) – Este concepto es traído por Jung.
El psicólogo también será catectizado porque aparece, ante los ojos del paciente, como una figura salvadora entre
otras cosas. Esta carga sobre el psicólogo no es al azar, no se hace al pedo, sino que se hará siguiendo un modelo
¿Cuál será? El de los primeros vínculos con los objetos, o sea, los padres. El paciente se vincula con el analista como
una REPETICION de la relación que mantuvo con los objetos incestuosos, con aquellos objetos del Edipo. El tema es
que esos objetos son reprimidos y retornan a través de síntomas y estos síntomas son los que llevan al paciente al
consultorio entonces para deshacer los síntomas hay que reconocer retornos de qué son, qué reprimió y según la
teoría reprimió los objetos incestuosos. Esto es una serie; el paciente puede, según su cliché, incorporar al psicólogo
en su serie psíquica.
Hay que agregar algo más; premisa de que el mundo externo no brinda satisfacción a la libido. Ciertas circunstancias
no le permiten satisfacerse. La regresión en Jung toma el nombre de “introversión de la libido” LA CATEDRA LO
PREGUNTA. Para Jung, el aparto psíquico tiene una determinada cantidad de libido que está distribuida en el icc y en
el cc, pero esa libido no se va del aparato psíquico. El concepto de regresión en Freud implica un viaje de la libido de
un sistema a otro, en Jung hay un proceso por el cual la libido cc viaja y aumenta en el icc; si la icc baja la otra
aumenta y viceversa. El concepto de introversión consiste en un aumento de la libido icc de la libido que está al
servicio de la cc y es acá donde la cura analítica tiene su participación porque la cura psicoanalítica pretende
encontrar donde fue a parar la libido introvertida para ponerla de nuevo al servicio del yo, de la cc para que se
vuelva a desplegar hacia el mundo exterior. El psicólogo tendrá que indagar a donde regresó la libido, qué objetos de
la fantasía está invistiendo así vuelva al yo, pero en este proceso nos vamos a topar con la resistencia. Esta se la
entiende como cualquier obstáculo en la labor analítica. Las tres instancias resisten; el yo, el ello y el super yo.
En el ello se resiste a través del acto, no es otra que la compulsión a la repetición. El super yo, representante de la
parte mortificante del ello, incrementa el sentimiento icc de culpa, la necesidad de castigo. Empieza a trabajar sobre
el síntoma volviéndolo cada vez más severo, la culpa sigue muda y en su lugar habla este castigo; el masoquismo
moral. Los síntomas se vuelven tremendos. Reacción terapéutica negativa, así se llama.
El yo resiste de tres maneras: 1) por represión: las asociaciones se interrumpen; 2) otro modo es el beneficio
secundario de la enfermedad (secundario tiene que ver con el yo y sufre los síntomas, pero cuando vive con
síntomas el yo aprende a sacar provecho de esos síntomas de tal modo que después no quiere abandonarlos para no
abandonar el beneficio). 3) Y la tercera forma de resistencia es la TRANSFERENCIA. La libido puesta al servicio de la
cc siempre se siente atraída por los objetos de la fantasía porque algo de libido conserva porque fueron
satisfactorios entonces siempre atraen a la libido y como los objetos del mundo exterior no la atraen entonces gana
la libido del icc y la libido se introvierte, regresa. Con la libre asociación buscamos donde se esconde para liberarla y
para esto hay que vencer la atracción que ejerce sobre ella el icc y vencer esa atracción es lo mismo que decir
levantar la represión entonces aquí vamos a encontrar una segunda fuerza que se opone como resistencia: la
primera era motivada por la que hizo que la libido regrese, la segunda es la que ahora no permite que la saquemos
de donde está escondida y esa es la más fuerte. El psicólogo tendrá que luchar con las dos fuerzas de la resistencia y
las ocurrencias del paciente en el análisis podrían resultar como un punto intermedio, como una formación
transaccional: lo que el analista viene buscando desde hace rato es alivio en los síntomas, entonces la paciente va a
terapia y todo empieza a andar mejor, pero ¿la paciente está en libre asociación? No. Interrumpe las asociaciones
para elogiar al analista entonces la transferencia funciona como una transacción entre las dos cosas. Es lo que el
analista quiere escuchar, pero no permite la asociación. Entonces, la transferencia al principio siempre aparece como
arma de la resistencia.
Existe una transferencia positiva y otra negativa. No asociar con bueno y malo.
Este enamoramiento del paciente con el psicólogo no alcanza para explicar la transferencia como resistencia. La
transferencia positiva es una transferencia de sentimientos positivos hacia el analista y la negativa transfiere
sentimientos hostiles hacia el psicólogo.
La positiva se desdobla en dos más: una tiene que ver con sentimientos eróticos, enamoramiento sobre el analista y
la otra es de sentimientos tiernos/admiración que la paciente tiene sobre el psicólogo, pero no quiere nada con el
analista.