Ventaja Competitiva
Ventaja Competitiva
Ventaja Competitiva
Una ventaja competitiva son todos los aspectos y características que hacen
sobresalir a una marca o producto entre la competencia, con los que ofrecen más
valor y beneficios a los clientes. Las ventajas pueden variar, pero el factor más
importante de esta estrategia no es centrarse en lo que se vende, sino en cómo se
vende.
1. Ventaja comparativa
La ventaja comparativa es hacer u ofrecer un producto o servicio de mejor manera
que la competencia. Cuando tu empresa proporciona lo mismo que otras, el
consumidor tiene la oportunidad de elegir, y es aquí cuando las ventajas
competitivas aparecen.
Un ejemplo muy familiar es el caso de Coca-Cola y Pepsi. Ambas empresas se
dedican a la industria de las bebidas y, aunque su producto es similar, el consumidor
elegirá la que más le convenga dependiendo de diferentes aspectos como el precio,
la presentación o la publicidad, entre otros.
2. Ventaja diferencial
La ventaja diferencial busca las características que destaquen del resto de los
competidores. Es lo que hace un producto o marca diferente.
Un ejemplo de esto es Apple, quien a lo largo de los años se ha logrado distinguir
en el mercado de la tecnología con diseños únicos y un sistema operativo propio, a
pesar de contar cada vez con más competencia.
Para los usuarios podrán existir miles de marcas más que ofrezcan computadoras
o smartphones de alta calidad, pero los diseños estilizados de Apple ganan su
lealtad. Esto mantiene a esa compañía en la cima del mercado tecnológico.
Quizá uno de los aspectos más exitosos de esta marca es la mezcla de diseño y
tecnología de punta, además de promover un estatus social.
1. Precio
Se trata de disminuir los precios en la producción, mano de obra o distribución de
los productos, sin poner en riesgo la calidad. Cuando el precio de tu marca es
accesible al consumidor tienes más posibilidades de aumentar las ventas.
2. Calidad
En este aspecto importa más cuidar los detalles y el prestigio de la compañía,
aunque el precio no sea tan accesible para el consumidor. Es ideal para que
ofrezcas distinción y te posiciones como líder en el mercado.
3. Experiencia
Esto no se trata de cuánto sabes acerca de tu industria, sino de la atención que
brindas a los clientes. ¿Qué te diferencia de la competencia? ¿Qué te hace
especial? Dar un trato único a los consumidores los vuelve leales a tu marca.
Todos deseamos vivir momentos memorables, y si tu marca brinda satisfacción ese
es el valor que te distingue del resto. La clave está en los detalles.
4. Personalización y servicio
Hoy en día, el cliente quiere que las marcas lo entiendan. Conocer mejor a los
consumidores es la ventaja competitiva que te hace diferente. Saber qué desean, a
qué aspiran y qué problemáticas quieren resolver no solo es un aspecto social, sino
valioso en el sentido de lo entrañable que puede volverse tu producto.
Un servicio personalizado hace que los clientes sepan que son el centro de tu
negocio. De hecho, 70 % de la experiencia de compra está anclada en la forma en
que tus clientes perciben que los tratas.
ESTRUCTURA DE UN PLAN DE NEGOCIOS
1. Portada
El primer componente es la presentación de tu plan de negocios. Es importante que
se encuentre el nombre de la empresa o marca y también el nombre del director o
el comité directivo, en caso de que un grupo de personas sea responsable de la
autoría. Del mismo modo es conveniente que contemples añadir el logotipo de tu
marca o empresa.
También deja una breve referencia que muestre los datos de contacto para que
estén a la vista de futuros inversores.
3. Resumen ejecutivo
Como su nombre lo indica, es un resumen que abarca toda la información contenida
en tu plan, pero reducido a sus mínimas expresiones. Algunos recomiendan que no
sobrepase una página de extensión y otros hablan de un máximo de tres páginas.
Realmente esto dependerá de la magnitud de tu proyecto y de que tu estilo al
redactar sea ligero o denso.
A veces puede leerse muy rápido un resumen que a simple vista parece largo, pero
todo está subordinado a que no seas repetitivo y que seas capaz de definir con las
palabras justas los aspectos necesarios que conforman tu empresa y sus servicios
o productos.
Aunque un resumen idealmente debería considerar todos los aspectos que se
abordan, muchas veces hay ciertos temas que pueden descartarse. De cualquier
manera, hay datos que sí son imprescindibles como: nombre de negocio, tipo de
empresa y de actividad, ubicación o dirección, descripción del negocio y del servicio
o producto que ofreces, ventajas competitivas o sello distintivo del negocio.
También la visión y misión de la empresa, objetivos o metas, estrategias planteadas
en principio para alcanzar las metas, la organización o estructura del equipo de
trabajo para que el negocio sea operativo, la inversión inicial que requiere la
empresa para comenzar a funcionar y una estimación de la rentabilidad que tiene el
proyecto de negocio.
Es importante considerar la información que acabamos de enumerar, sobre todo
porque incluirla incrementará las posibilidades de que consigas financiamientos y
colaboraciones de inversión externas desde cofinanciamientos, creación de
franquicias hasta la expansión en nuevos mercados.
4. Definición de negocio
Este componente se centra en dar más detalles sobre el concepto de negocio y en
general todo lo que estará relacionado con el funcionamiento de la empresa. Si
cuentas con prototipos de tus productos o versiones beta de los que puedes realizar
un registro fotográfico, este es el lugar para añadir toda la evidencia gráfica que les
permitirá a los lectores conocer más sobre la marca, la identidad gráfica, el tipo de
empaques que utilizan, qué materiales maneja... Además, por qué escogen el
material que usan en sus productos y empaques, y qué tipo de proceso se realiza
para llegar a la presentación final.
5. Estudio de mercado
En la estructura de un plan de negocios este elemento es importante para que el
concepto y estrategias planteadas se ofrezcan del mejor modo posible dentro del
rubro o giro del mercado hacia el cual tu empresa se está dirigiendo.
Aquí también anotarás a las compañías o marcas competidoras y harás un estudio
de las ventajas y desventajas que presentan, así como una comparación con tu
proyecto para que puedas sacarle el mayor provecho a tus fortalezas y ventajas
competitivas, e idees estrategias para minimizar el impacto de tus debilidades.
Realizar esta parte del plan de negocios puede usarse como la base para contestar
acerca de otros elementos sobre tu marca, producto o proyecto en general. Por ello
es un concepto que no debes olvidar y si sientes que estás estancado en el proceso
de creación del plan, comienza a dedicarte al estudio de mercado y verás que
después de concluirlo te será mucho más fácil trabajar en otros elementos.
Además de ubicar a tu negocio dentro de su mercado, en esta sección dejarás
evidenciado el nicho o sector hacia el que se dirigen tus productos o servicios
(también como buyer personas) y ahondarás en el tipo de estrategias de marketing
y publicidad que tienes planeadas para difundir y destacar tu negocio.
6. Estudio técnico
Este componente de la estructura de un plan de negocios es el que se encarga de
realizar un análisis detallado sobre los recursos, no solo económicos sino también
materiales y conceptuales, que integran el proyecto de tu marca o negocio.
Aquí es donde debes anotar la infraestructura material o maquinaria que requieres
para desarrollar tu producto u ofrecer tus servicios. También será el apartado en el
que especificarás cuántos espacios físicos utilizarás (oficina central, edificios de
maquila, transporte, tiendas, etc.), la organización de los productos en caso de
contar con una tienda exclusiva de tu marca o negocio, entre otros elementos que
se necesitan para resolver el aspecto técnico de tu emprendimiento.