m1 Presencia Norteamericana en El Istmo de Panamá S. Xix
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embarazado el libre tránsito de uno a otro mar; y por consiguiente, garantizan de la misma
manera los derechos de soberanía y propiedad que la Nueva Granada tiene y posee sobre
dicho territorio. (Los Tratados entre Panamá y Estados Unidos, (Los Tratados entre Panamá
y Estados Unidos, p. 22)
En ese sentido, como nos dice Araúz (1994, p. 35), de esta forma, la Nueva Granada disipaba
sus temores ante la peligrosa expansión británica en el Occidente de su territorio; en tanto
que la creciente nación del Norte obtenía, casi sin proponérselo, importantes prerrogativas
en un punto estratégico del Continente americano del que no tardaron en sacar el máximo
provecho.
No obstante, este convenio, aparte de que abrió de par en par las puertas al
intervencionismo estadounidense en los asuntos internos neogranadinos; fue interpretado
a su libre albedrío por cada una de las partes contratantes, ya que cuando Nueva Granada
buscó que los norteamericanos salvaguardaran su soberanía en Panamá ante un
movimiento revolucionario, si aquellos consideraban que el tránsito no estaba en peligro,
no se molestaban en intervenir; mientras que lo hacían a su libre arbitrio cuando estimaban
unilateralmente que la neutralidad del Istmo y el paso libre de sus ciudadanos corrían algún
tipo de obstáculo.
Según dicho acuerdo, los Estados Unidos de América y el Reino Unido (…) deseando facilitar
la construcción de un canal para buques que una los océanos Atlántico y Pacífico por la vía
que considere más conveniente, y a ese fin remover cualquier obstáculo que pudiera surgir
del Convenio de 19 de Abril de 1850 (…) bajo los auspicios del Gobierno de los Estados
Unidos, sin menoscabo del “principio general” de neutralización establecido en el artículo
89 de aquel Convenio, han convenido en los siguientes
artículos:
PRESENCIA NORTEAMERICANA EN EL ISTMO DE PANAMÁ SIGLO XIX
Artículo I
Las Altas Partes contratantes convienen en que el presente Tratado abrogue el mencionado
Convenio de 19 de abril de 1850.
Artículo II
Se conviene en que el Canal puede ser construido bajo los auspicios del Gobierno de los
Estados Unidos, ya directamente y a sus propias expensas o por donación o empréstito de
dinero a individuos o corporaciones o por suscripción o compra de bonos o acciones, y en
que con arreglo a las prescripciones del presente Tratado, dicho Gobierno tendrá y
disfrutará todos los derechos incidentales a dicha construcción, así como el derecho
exclusivo de proveer a la reglamentación y administración del Canal.
Artículo III
Los Estados Unidos adoptan como base para la neutralización de dicho Canal las siguientes
reglas (…)
I El Canal será libre y abierto a la navegación por buques mercantes y de guerra de todas las
naciones que observen estas reglas, en condiciones de entera igualdad,
II Jamás será bloqueado el Canal, ni dentro de él se ejercerá ningún acto de guerra ni se
cometerá ningún acto de hostilidad. (Los Tratados entre Panamá y Estados Unidos, p.p. 71-
73)
Referencias Bibliográficas