Embarazo Ectópico Segundo Documento
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EMBARAZO ECTÓPICO
INTEGRANTES:
Emily Romina Chamba Guamán
Leslie Micaela González Celi
Tania Elizabeth Morocho Lucero
Katherine Camila Ordoñez Chuchuca
Oscar Rafael Quito Quito
Anggie Yelene Valencia Tacuri
MARZO - AGOSTO
2023
CUENCA - ECUADOR
EMBARAZO ECTÓPICO
El embarazo ectópico es la implantación y formación del feto fuera de la cavidad uterina y/o
extrauterino y son potencialmente graves, ya que la implantación de la placenta puede a
afectar los órganos abdomino-pelvianos y vasos retroperitoneales, así mismo, la ruptura del
mismo provoca una hemorragia intraabdominal siendo una de las causas de mortalidad
materna este acontecimiento ocurre en el transcurso del I trimestre de embarazo con una
incidencia del 5% al 10% de todas las muertes relacionadas con el embarazo (1).
El estándar actual para el diagnóstico incluye imágenes por ultrasonido (US), transvaginal
(TVUS) o transabdominal (TAUS), prueba cuantitativa para medir el nivel de gonadotropina
coriónica humana β (hCG-β) (2).
Embarazo Tubárico
Clasificación
Factores de riesgo
En cuanto a las anomalías congénitas de las trompas de Falopio están pueden ser secundarias
a la exposición al dietilestilbestrol (DES), este es un estrógeno no esteroide que era usado
para la supresión de la lactancia posparto y el tratamiento de los síntomas posmenopáusicos,
después se implementó para la prevención del aborto espontáneo, el parto prematuro y otros
problemas obstétricos, actualmente, existe evidencia sobre que es un cancerígeno
transplacentario, ya que atraviesa con facilidad la placenta (3).
El hábito de fumar, no está claro el mecanismo por el que ocasiona embarazo ectópico, sin
embargo, el fumar previamente a la gestación aumenta el riesgo y se sospecha que se debe a
que ocasiona alteración en la motilidad tubárica (3,4).
Con el uso de métodos anticonceptivos existe menor probabilidad de un embarazo como tal,
sea intrauterino o extrauterino, por ende el riesgo de embarazo ectópico es menor, sin
embargo, si se concibe por un fallo en el método, la probabilidad de un embarazo ectópico es
generalmente más alta que en aquellas que no usan métodos anticonceptivos (3,4). Dentro de
los métodos anticonceptivos relacionados con embarazo ectópico está la esterilización
tubárica, debido a un proceso fallido, e incluso se asocia un mayor riesgo con la esterilización
laparoscópica comparada con la esterilización histeroscópica (3,4).
En cuanto a las infecciones algunos datos sugieren que una infección por clamidia previa
aumenta la probabilidad de un embarazo extrauterino, al influir en la producción de la
proteína PROKR2, que gracias a sus propiedades quimiotácticas hacen que la implantación se
realice en las trompas, adicionalmente, los antecedentes de una enfermedad pélvica
inflamatoria (EPI) predispone un riesgo 3 veces mayor de embarazo ectópico (4,5).
Otros factores de riesgo son las duchas vaginales y la mayor edad (2).
Evolución
Con un embarazo tubárico, el óvulo fertilizado pasa a través del epitelio de las trompas de
Falopio y llega a estar cerca o dentro de la musculatura tubárica y está es invadida por el
trofoblasto, es frecuente que el embrión o feto se encuentre ausente o atrofiado (3).
Tras el desarrollo de un embarazo extrauterino puede existir ruptura tubárica, aborto tubárico
o falla del embarazo con resolución, si existe rotura, la hemorragia y el embrión que se
encuentra expandido pueden desgarrar las vías de las trompas de Falopio (3). La mayoría de
los embarazos tubáricos ectópicos estallan espontáneamente, sin embargo, pueden existir
factores como el coito o el examen bimanual que pueden ocasionar la ruptura uterina (3).
La frecuencia de aborto tubarico depende del sitio de implantación inicial y es mas frecuente
si la implantación es distal, lo cual puede ocasionar hemorragia y síntomas que
progresivamente se resuelven, la sangre va a fluir lento desde la fimbria tubárica hacia la
cavidad peritoneal y puede acumularse en el fondo del saco de Douglas (3). Si no hay un
extremo por donde pueda salir la sangre, está se va a acumular y la trompa de Falopio se
distiende y da lugar a un hematosalpinx (3).
Es poco frecuente que un feto abortado se implante en la superficie peritoneal, dando como
resultado un embarazo abdominal y hay un número desconocido de embarazos ectópicos que
falla espontáneamente y se reabsorbe (3).
Las pruebas de la hormona gonadotropina coriónica humana fracción beta (β-hCG) permite
distinguir un embarazo ectópico agudo de un crónico, en el embarazo ectópico agudo, la
mayoría de casos tendrá niveles elevados de β-hCG y un crecimiento rápido, que permite un
diagnóstico oportuno y tienen un riesgo mucho mayor de rotura tubárica, en cuanto al
embarazo ectópico crónico el trofoblasto muere por lo que los niveles de β-hCG son muy
bajos que no son detectables en un análisis sanguíneo, donde pueden tardar mucho tiempo en
romperse o no lo hacen, lo cual forma una masa pélvica, donde el método diagnóstico es
mediante una cirugía (3).
Manifestaciones clínicas
La presentación clínica puede variar desde síntomas ligeros, síntomas de un embarazo normal
o ser asintomática, con ello la paciente puede pensar que es un embarazo normal o es un
aborto espontáneo, pero no sospecha de una embarazo ectópico (1). Las manifestaciones de
un embarazo normal que puede presentarse en el embarazo ectópico son sensibilidad en los
senos, micción frecuente y náuseas, pero no son muy comunes, debido a los niveles bajos de
β-hCG, progesterona y estradiol (2).
Existe una tríada clásica de las manifestaciones clínicas del embarazo ectópico que son;
retraso del periodo menstrual, dolor y sangrado o mancha vaginal. El sangrado se presentó en
el 60 al 80% de los casos (3).
No existe como tal un patrón o características específicas del sangrado tras una ruptura del
embarazo ectópico, ya que este puede variar desde una mancha café hasta una hemorragia,
pero se puede atribuir a que este generalmente es intermitente y la fuente del sangrado es el
desprendimiento del endometrio que atravesó por la reacción decidual en lugar del sangrado
de la propia trompa (2).
Puede existir dolor en hipogastrio o en fosas ilíacas, dolor pélvico, ambos muy intensos,
descritos como agudos, punzantes o lacrimoso, dolor al examen bimanual y durante el
movimiento cervical, a la palpación de la vagina, se puede encontrar abultamiento del fórnix
vaginal posterior por la acumulación de sangre en el fondo de saco de Douglas, o se puede
palpar una masa blanda junto al útero y la acumulación de sangre en el fondo de saco de
Douglas puede provocar tenesmo rectal (2,3).
Es importante mencionar que tras una hemorragia considerable los valores de hemoglobina o
hematocrito muestran una ligera reducción, sin embargo, tras una hemorragia aguda, un
descenso en la hemoglobina o hematocrito durante varias horas es un índice importante de
pérdida de sangre y en la mitad de las mujeres con embarazo ectópico con rotura puede haber
leucocitosis de hasta 30 000/ul (3).
Diagnóstico
Una rotura o una hemorragia interna extensa puede dar lugar a mareos, desmayos o incluso
shock. La ausencia de cambios en las constantes vitales, un aumento moderado de la tensión
arterial o una reacción vasovagal con bradicardia e hipotensión son las reacciones ante una
hemorragia moderada. Sólo las mujeres con hemodinámica estable y las sospechosas de
rotura reciben tratamiento quirúrgico inmediato. Todas las técnicas diagnósticas conllevan
compensaciones para un posible embarazo ectópico sin rotura (3,5,6).
Exámenes complementarios:
Para detectar un embarazo ectópico es necesario realizar una prueba de embarazo rápida y
precisa. Los límites de detección más bajos para estas pruebas son de 20 a 25 mUI/mL para la
orina y de 5 mUI/mL para el suero (3).
Suele realizarse una TVS (ecografía transvaginal) inicial en caso de hemorragia o dolor y
resultado positivo de la prueba de embarazo para determinar la localización exacta del
embarazo. Se puede hacer un diagnóstico si se encuentra un saco vitelino, un embrión o un
feto en el interior del útero o los anexos (5).
Varios investigadores han descrito niveles discriminatorios de B-hCG por encima de los
valores normales los cuales la imposibilidad de visualizar un embarazo uterino indica que el
embarazo no está vivo o es ectópico. Si el nivel inicial de B-hCG está por debajo del valor
establecido, la ubicación del embarazo a menudo no es técnicamente discernible con TVS.
Con estos PUL, se realizan ensayos de niveles de B-hCG en serie para identificar patrones
que indican un IUP creciente o en falla. Los niveles que acrecientan o caen fuera de estos
parámetros esperados acrecientan la preocupación por el embarazo ectópico (3,6).
Progesterona
Ecografía transvaginal
Durante la evaluación de la cavidad endometrial entre las 4 ½ y las 5 semanas suele aparecer
un saco gestacional intrauterino. Entre las 5 y las 6 semanas, aparece por primera vez el saco
vitelino y, entre las 5 ½ y las 6 semanas, puede observarse el primer polo fetal con actividad
cardíaca (3).
Hemoperitoneo
El método más común para detectar sangre en la cavidad peritoneal de las mujeres afectadas
es la ecografía, aunque también puede utilizarse la culdocentesis para el examen. La ETV
puede revelar hasta 50 ml de sangre en el fondo de saco, y la imagen transabdominal se
utiliza para determinar el grado de hemoperitoneo (3,6).
Muestreo endometrial
En la laparoscopía se inserta un tubo delgado con una cámara en el abdomen para visualizar
los órganos internos. Se indica la laparoscopía cuando hay sospecha de embarazo tubárico.
Durante la laparoscopía, se puede observar una masa anexial y, en algunos casos, un saco
gestacional extrauterino vacío. Este procedimiento también sirve como tratamiento al poder
solucionar el problema una vez diagnosticado (3,6).
Tratamiento médico
Selección de pacientes
Según Tolundi et al (7) la opción de tratamiento preferida cuando están presentes las
siguientes características:
- Estabilidad hemodinámica.
- Concentración sérica de BhCG ≤ 5000 mIU/mL.
- No se detecta actividad cardiaca fetal en la ecografía transvaginal, el tamaño de la
masa ectópica < 3 - 4 cm.
- Paciente dispuesta y capaz de cumplir con el seguimiento posterior al tratamiento.
- Inestabilidad hemodinámica.
- Embarazo intrauterino, incluido un embarazo heterotópico con un embarazo
intrauterino viable coexistente.
- Signos o síntomas de ruptura inminente o en curso de una masa ectópica.
- Anomalías en los valores de laboratorio hematológicos, renales o hepáticos basales.
- Inmunodeficiencia, enfermedad pulmonar activa y enfermedad de úlcera péptica.
- Hipersensibilidad al MTX.
- Amamantamiento.
Tabla 1. Porcentaje de tasa de falla según la cantidad de concentración
Efectos secundarios
El MTX no disminuye la reserva ovárica y dentro de los primero 6 meses luego del
tratamiento no está asociado con aborto espontaneo, malformaciones fetales y restricción del
crecimiento (3).
Se debe determinar nivel de BhCG los días 4 y 7 después de la inyección inicial el primer día,
si no disminuye más del 15 % requiere una segunda dosis, esto es en el 15 a 20 % de
pacientes. La Tasa de éxito es de 88,1 % y es usado con más frecuencia debido a su
simplicidad y conveniencia (3,7).
Terapia de Multidosis
Los niveles de BhCG se miden a las 48hrs hasta que caen más del 15 %, se da hasta 4 dosis
máximo y la tasa de éxito es de 92,7 % (3).
Una vez lograda la disminución, se mide semanalmente hasta que no se detecte la BhCG, el
tiempo promedio de resolución BhCG < 15 mIU/mL es de 34 - 109 días. La falla aparece
cuando la BhCG se aplana, se levanta o hay rotura tubárica, el tiempo medio de ruptura es de
14 días (3,7).
Tratamiento quirúrgico
Laparoscopía
- Salpingostomía
Es usado para eliminar un pequeño embarazo sin rotura, consiste en una incisión
lineal de 10 a 15mm en el borde antimesentérico de la trompa de Falopio durante el
embarazo. Los productos se extrudirán desde la incisión y pueden eliminarse o
enjuagarse con irrigación a alta presión que remueve más completamente el tejido
trofoblástico. Los sitios de hemorragia se controla con electrocoagulación con la
punta de la aguja y la incisión se deja sin sutura para sanar por segunda intención,
actualmente se usa sutura absorbible. Los niveles séricos de BhCG se usan para
controlar la respuesta médica y quirúrgica, disminuyen alrededor de 20 días (3,7).
- Salpingectomía
Es la resección tubárica para embarazos ectópicos con rotura y sin rotura, ha sido
recomendada para la rara recurrencia del embarazo. Para realizar este procedimiento,
la trompa de Falopio afectada se levanta y se sujeta con pinzas de agarre no
traumáticas, para luego con uno de varios dispositivos de agarre bipolares adecuados
colocar a través de la trompa de Falopio en la unión útero-tubárico y cortar (3).
El dispositivo bipolar avanza a través de la porción más próxima del mesosalpinx. De
manera similar, se aplica corriente y se corta el tejido desecado, se mueve desde el
mesosalpinx próximo hasta su extensión distal debajo de la ampolla tubárica (3).
- Trofoblasto persistente
Después de una intervención quirúrgica los niveles séricos de BhCG disminuye, sin
embargo, en un 5 a 15 % se elevan o se mantienen debido al trofoblasto persistente, la
complicación más grave es el sangrado y se aumenta el riesgo cuando los niveles
séricos del postoperatorio disminuyen < 50 % del valor preoperatorio. Para esto será
necesaria una terapia quirúrgica o médica adicional, el MTX de dosis única: 50
mg/m2 x área de superficie corporal (3).
La terapia única dosis de MTX fue menos exitosa que la intervención quirúrgica debido a que
el tamaño fetal era más grande, la tasa de resolución de embarazo ectópico no fue
significativamente diferente entre aquellos tratados quirúrgicamente y los que fueron tratados
con MTX (3,8).
Tratamiento expectante
Existen casos en el que los niveles de BhCG sérica es estable o están en descenso y se
resuelven solos, en algunas bibliografías mencionan que cuando median < 3cm y BhCG < 1
500 mIU/ml se resolvían sin intervención, por lo que la práctica de terapia expectante solo se
realiza en mujeres apropiadamente seleccionadas y aconsejadas, las cuales contaban con las
siguientes características:
Describe una implantación dentro del miometrio con una cicatriz previa por cesárea, su
patogenia se ha comparado con una placenta accreta ya que tiene un riesgo similar de
hemorragia grave. El embarazo en cicatriz por cesárea se diferencia de un embarazo ectópico
ya que este se desarrolla dentro de la cavidad uterina y puede dar como resultado un nacido
vivo, lo que en pocas ocasiones ocurre en un embarazo ectópico (3,11).
Un tercio de las pacientes son asintomáticas, para las pacientes con síntomas el sangrado
vaginal es el más común se puede presentar al final del primer trimestre o a principios del
segundo, este puede o no estar acompañado de dolor abdominal/pélvico, incluso puede llegar
a la ruptura uterina que avanza a shock hipovolémico (3,11).
Diagnóstico:
Criterios ecográficos diagnóstico: Una cavidad uterina vacía se identifica con una banda
endometrial hiperecogénica brillante (flecha larga y blanca). Un canal cervical vacío se
identifica de manera similar (flecha blanca corta). Por último, se ve una masa intrauterina en
la parte anterior del istmo uterino (flechas rojas). El miometrio entre la vejiga y el saco
gestacional está ausente o adelgazado (de 1 a 3 mm).
Posición anterior baja del saco gestacional a ≤7 semanas: Entre la semana 5 y 7, una
posición anterior baja del saco gestacional es un marcador ecográfico para el diagnóstico de
embarazo en cicatriz por cesárea. Método para determinar la ubicación del saco gestacional
(3):
- En un escaneo sagital longitudinal panorámico, se divide el útero por la mitad por una
línea perpendicular a su eje longitudinal, se determina la ubicación del saco
gestacional en relación a esa línea.
- Se debe marcar el centro del saco gestacional.
- Si el centro del saco está por encima de la línea mencionada, es decir más cerca del
fondo uterino, lo más probable es que se trate de un embarazo intrauterino.
- Si el centro del saco está debajo de la línea, es decir más cerca del cuello uterino, es
un embarazo en cicatriz por cesárea.
Tratamiento:
Es una forma rara de embarazo ectópico en donde las glándulas cervicales se van a observar
histológicamente opuestas al sitio de unión placentaria y por toda parte de la placenta que se
encuentra debajo de la entrada de los vasos uterinos. En situaciones típicas, el endocérvix
erosiona el trofoblasto por lo que el embarazo se desarrollará en la pared fibrosa del cuello
uterino. Esta condición representa menos del 1% de todos los embarazos ectópicos (3,12).
Los factores de riesgo predisponentes del embarazo ectópico cervical pueden ser: síndrome
de Asherman, cirugía previa en el cérvix o cirugía en el útero, legrado, multiparidad,
miomatosis uterina o fecundación in vitro (12).
- Sangrado vaginal anormal, este puede ser un poco más intenso o más ligero que el
sangrado menstrual.
- Sangrado luego de realizarse una citología cervical o un examen pélvico.
- Retraso menstrual.
- Dolor pélvico duradero e intenso, sobre todo en la zona del cuello uterino.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Cuello uterino distendido y el orificio externo parcialmente dilatado.
- Por encima de la masa cervical, se puede sentir un fondo uterino de tamaño
aumentado.
Para el diagnóstico del EE cervical se realiza un examen con espéculo, palpación y pruebas
de imagen, como la ecografía transvaginal, ya que aquí se podría visualizar el saco
gestacional en el cuello uterino y así confirmar el diagnóstico (3,12).
También se pueden realizar exámenes de laboratorio para verificar los niveles de la hCG,
debido a que si estos valores son anormales nos podría indicar un embarazo ectópico (3,12).
Cuando existe un sangrado persistente o recurrente se realiza dilatación y legrado después del
tratamiento con metotrexato. Sin embargo, si el sangrado continúa se incluye colocación de
suturas hemostáticas en el cuello uterino, ligadura bilateral de la arteria uterina o la ligadura
bilateral de la arteria ilíaca interna (12,13).
Se clasifica en (14):
Cuando existe un embarazo ectópico abdominal avanzado es común que la placenta todavía
esté parcialmente adherida al útero (3).
Diagnóstico: Inicialmente los síntomas pueden ser imprecisos o estar ausentes, por lo que es
difícil realizar su diagnóstico. Las pruebas de laboratorio también resultan no ser de gran
ayuda, aunque pueden estar elevados los niveles de alfa-fetoproteína sérica materna (15).
Para poder confirmar el diagnóstico podemos solicitar una resonancia magnética, esta nos
proporcionará información sobre la implantación placentaria (3).
Es una forma rara de embarazo ectópico en el que el óvulo fertilizado se implanta y desarrolla
dentro del tejido del ovario en lugar de hacerlo en el útero. Esta condición representa menos
del 3% de todos los embarazos ectópicos (4,16).
Diagnóstico: Para diagnosticar el embarazo ectópico ovárico se deben cumplir los siguientes
criterios (3):
Embarazo heterotópico
Clínica: En la mitad de los casos suelen ser asintomáticos, en caso contrario se suele cursar
con dolor abdominal, tumefacción anexial que puede estar asociada a sangrado vaginal o
shock hipovolémico. El problema es que la detección del mismo suele ser tardía, por ende, la
gestante ya presenta toda esta sintomatología asociada con una ruptura de las trompas
complicando el cuadro (2).
Aspiración selectiva de embriones bajo guía ecográfica también es una de las opciones, pero
se ha visto un fracaso del tratamiento resultando en ruptura de trompas, sangrado tardío y
formación de hematomas (18).
Este caso tiene lugar cuando el saco gestacional está dentro del miometrio, separado de la
cavidad endometrial y las trompas de Falopio, la gestante puede presentar hemorragia y
ruptura uterina por lo que la mortalidad materna es alta si no es diagnosticada y manejada
tempranamente (19) la mayoría de las pérdidas fetales ocurren durante el primer o segundo
trimestre, de acuerdo a algunos estudios solo existen dos casos en los cuales el embarazo
llegó hasta las 30 semanas pero igual se sometió a una histerectomía (19,20).
Diagnóstico: Los estudios más utilizados son la ecografía transvaginal para identificar el
saco gestacional en el miometrio, una masa con áreas irregulares de líquido oscuro y el tipo
de ruptura la principal manifestación es hematocele pélvico, hemoperitoneo y lesiones locales
(20) también se ha llegado a utilizar la resonancia como técnica diagnóstica para la
visualización de la invasión trofoblástica en el miometrio (19).