Guion El Grito de Independencia
Guion El Grito de Independencia
Guion El Grito de Independencia
Escena 1:
Narrador: Hace mucho tiempo aproximadamente en el siglo XIX cuando los españoles aun gobernaban México
empezaron a surgir los primeros brotes de violencia y las primeras conspiraciones por diferencia de ideas. Así
fue como en la Ciudad de Querétaro un grupo de partidarios de la Independencia, empezaron a reunirse con
el pretexto de cultivar las Bellas Artes, llamaron a sus reuniones “Juntas Literarias”.
Ignacio Allende: Libertad.
Juan Aldama: Independencia.
Miguel Domínguez: (sentado a la mesa en círculo con los demás) Como ustedes saben, el pueblo ha vivido
sometido al yugo de gobernantes distantes, hoy estamos aquí reunidos porque ya estamos cansados,
buscamos ser hombres libres, nuestro destino depende de nosotros mismos y es hora de que lo hagamos
saber.
Hidalgo: (se pone de pie) Nuestros destinos ya no deben depender de gente que no respete nuestros
derechos, debe estar en nuestras propias manos, unidos como pueblo.
Juan Aldama: (se pone de pie) Tenemos el poder de estos opresores y recobremos el nuestro, están con
nosotros.
Arias: Perdón por interrumpir, pero tengo una pequeña duda, ¿Cómo propone que hagamos esto?
Josefa Ortiz de Domínguez: Con mucho valor y con mucha cautela señor Arias.
Arias: (moviendo las manos) Ciertamente corregidora, ciertamente, pero ¿quién encabezará este
movimiento?
Ignacio Allende: Lo iniciaré yo (de pie poniendo su puño derecho en el corazón).
Juan Aldama: Cuente conmigo (poniendo su puño derecho en el corazón)
Arias: (sentado) Déjenme entender capitán Allende, usted, el capitán Aldama y yo, no solo somos oficiales de
la corona, somos dragones de la reina, (se pone de pie) la crema y nata de la milicia española, usted pretende
que nosotros iniciemos con la trai- (hizo un sonido con su garganta) este movimiento.
Ignacio Allende: Entiendo su punto capitán Arias, pero a veces, un hombre debe hacer lo que es correcto,
aunque ello implique cambiar de bando.
Hidalgo: (De pie, levantando el brazo y mostrando el puño) Cuenten con mi espada y mi fe.
Josefa Ortiz de Domínguez: (Josefa y Don Miguel se toman de la mano y se ponen de pie) Los corregidores de
Querétaro estamos con ustedes.
Hidalgo: Entonces fijaremos la fecha para octubre.
Hidalgo: (baja la voz) La situación nos favorece, si bien es cierto que no queremos el dominio de Francia, esta
invasión debilita a España. Además, cada día encuentro más gente que está dispuesta a luchar por nuestra
causa, ¡no esperaremos más!
Arias: (tono de preocupación) Es cierto, debemos apresurarnos a fijar una fecha, pues no sabemos en qué
momento España demandara imponer más castigos y en cualquier momento Napoleón puede invadir México.
Hidalgo: (entusiasmado) Puesto que las condiciones están dadas, sin duda es el momento, fijemos el punto
de inicio.
Allende: Propongo como jefe que encabece esta lucha, a Don Miguel Hidalgo y Costilla, ya que su
prestigio es bien conocido.
Escena 2
Narrador: Con Don Miguel Hidalgo y Costilla asumiendo la dirección de las juntas los partidarios
de la Independencia habían fijado el 2 de octubre de 1810, como la fecha en que el pueblo
mexicano se levantaría en armas en el pueblo de San Juan de los Lagos. Don Miguel Hidalgo seria
también el jefe de la rebelión.
Tan pronto se fijó la fecha y el lugar en que se llevaría a cabo el inicio de la guerra contra el
gobierno de la Nueva España, se dio la traición, perpetrada por el Capitán Arias, quien,
traicionando a los Independentistas, denuncio el día 10 de septiembre, la conspiración que
encabezaba el Cura Hidalgo.
Sirviente: (toca la puerta y la abre) Comandante, un tal capitán Arias quiere verlo, dice que tiene
información importante.
Arias: Mi comandante.
Arias: (se sienta) Bueno nunca ha sido mi carácter el andar de soplón, sin embargo, hay veces
que el bienestar de nuestra colonia debe tomar prioridad, además he escuchado que la corona
sabe agradecer a sus súbditos más leales, he estado observando al capitán Ignacio Allende y he
de decir que ha tenido unas actitudes muy sospechosas, sin mencionar claro, la gente con la que
se está juntando me parece que…
Comandante: Al grano.
Arias: (Se pone de pie y camina hacia el comandante ) creo que está conspirando contra la
corona.
Arias: Bueno siempre he sido muy observador, la naturaleza me ha dotado con una asombrosa
perspicacia que me ha permitido…
Comandante: (saca su espada y se la coloca a Arias en el cuello ) Usted ha estado en sus
reuniones, ¿cree que los ojos de la corona están vendados? ¿cree que no tenemos otros espías?
¿otros reportes?, lo único que tengo que agradecerle, es haberme evitado la molestia de irle a
buscar. (entran dos capitanes y lo sacan a rastras ) Llévenselo y enciérrenlo en el convento de
San Francisco.
Arias: ¡Pero mi señor por favor!, ¡yo soy un súbdito leal!, ¡señor piedad!. ( lloriqueando asustado)
Comandante: (Entran nuevamente los capitanes) Quiero que avisen de inmediato al corregidor de
Querétaro, que emita una orden de arresto al capitán Ignacio Allende, que investigue a todos.
Josefa Ortiz de Domínguez: (Se acerca Don Miguel y tranca la puerta de Doña Josefa con
llave) ¿Miguel eres tú?, ¿Qué estás haciendo, por qué me encierras?
Josefa Ortiz de Domínguez: (golpea la puerta con sus manos) Miguel, abre esta puerta, déjame
salir, déjame avisarle a los demás.
Miguel Domínguez: Sabía que dirías eso, lo siento amor, ya no hay tiempo para eso, esta es la
única manera de que estés segura (se va Miguel).
Josefa Ortiz de Domínguez: Rápido Ignacio date prisa, busca al capitán Aldama, dile que ensille
un caballo y se dirija a San Miguel el Grande, debe avisarle al capitán Allende que nuestros
planes han sido descubiertos:
Josefa Ortiz de Domínguez: (galopa a toda prisa) Por favor Ignacio haz que ese caballo vuele,
tenemos muy poco tiempo y mucho que perder.
Escena 3
Narrador: Así fue como el día 10 de septiembre de 1810 fue denunciada la conspiración. La lucha
de los independentistas pudo llevarse a cabo gracias a la intervención de Doña Josefa Ortiz de
Domínguez, quien se enteró a tiempo de que la conspiración había sido descubierta y se las
ingenió para avisarle al cura Don Miguel Hidalgo y al Capitán Allende.
Juan Aldama: (llega cabalgando, se baja del caballo y toca la puerta de Hidalgo).
Hidalgo: Voy, voy, ya voy ¿Pero ¿qué sucede aquí?, ¿Juan qué haces aquí?
Ignacio Allende: (abre la puerta) aquí estoy Juan ¿me traes algo nuevo?
Juan Aldama: (voltea a todos lados con temor) ¿qué si traigo algo nuevo? (habla en voz baja)
Nos han descubierto.
Juan Aldama: Nos han descubierto, la corregidora ha enviado a un mensajero con la noticia, ya
han girado las órdenes de arresto, podemos esperar una patrulla imperial en cualquier momento.
Juan Aldama: (cruza las manos, con pena y preocupación) Gracias, pero no tengo ganas de
descansar, (toca su cuello) cuando ya siento el mecate en el cuello.
Hidalgo: (toca del hombro a Juan) Déjate de niñerías todavía hay tiempo de descansar y comer.
Ignacio Allende: (Se asoma hacia la derecha e izquierda y cierra la puerta ) Esto es demasiado
peligroso debemos pensar la forma de escapar.
Juan Aldama: se dice fácil, según la información de Doña Josefa más de 50 caballos de la Reyna,
ya vienen en camino para arrestarnos y nos seguirán a donde vayamos.
Ignacio Allende: (Hidalgo se voltea dando la espalda ) No hay alternativa, debemos intentar huir
mientras aún podamos, si nos llegan a capturar nos van a…
Hidalgo: (de pie y volteando a verlos ) Que fácil, sólo piensan en salvar su pellejo, mientras
dejamos atrás amigos y compañeros, no señores, eso no tiene nada de caballeroso, ni de
honorable.
Hidalgo: Morir si es necesario, a veces las cosas que valen la pena, requieren grandes sacrificios.
Hidalgo: (sentado a la mesa) hay que convocar al pueblo, ha llegado la hora de nuestra libertad.
Hidalgo: (se dirige al campanario y sale tocando la campana) Los he mandado llamar echando las
campanas al vuelo, pues ha llegado el momento de luchar en contra del gobierno Virreinal.
¡México debe ser libre! Los Españoles Peninsulares y los de la Colonia quieren entregar nuestro
país a Francia.
Los mexicanos debemos liberarnos del dominio extranjero. ¡No queremos más esclavitud!
¡Luchemos por nuestra libertad! (hondea el estandarte) ¡MEXICANOS! ¡Viva la Libertad! (todo el
pueblo ¡viva!) ¡Viva México! (todo el pueblo ¡viva!) ¡Viva la Independencia! (todo el pueblo ¡viva!)!
¡Vivan los héroes que nos dieron la Patria! (todo el pueblo ¡viva!) ¡Viva México! (todo el pueblo
¡viva!) ¡Viva México! (todo el pueblo ¡viva!) ¡Viva México! (todo el pueblo ¡viva!)
Narrador: Fue así como el pueblo de Dolores, el día 16 de septiembre a las 5 de la mañana, el
cura Don Miguel Hidalgo y Costilla daba el grito de la Independencia. Hoy es gracias a su
sacrificio que México es un país libre, y con mucho orgullo celebra esta fecha recordando a
quienes lucharon al lado del cura Hidalgo.