DOlor
DOlor
DOlor
Es importante tener en cuenta que el dolor es, en principio, un mecanismo de defensa, cuya
función es detectar y localizar los procesos que dañan las estructuras corporales, pero es también
un fenómeno subjetivo que puede estar o no vinculado a una lesión o patología orgánica. Además,
cuando esta vinculación existe, la intensidad del dolor no está necesariamente relacionada con la
gravedad de la alteración que lo produce. Tampoco se debe olvidar que tiene una parte de
sensación, que se describe a menudo como un proceso que penetra o destruye los tejidos
(lancinante, opresivo), y otra emocional (ansiedad, excitación, miedo) en la que inluyen aspectos
físicos, psicológicos y sociales, lo que con frecuencia complica su abordaje terapéutico. Sobre todo
cuando es crónico, es habitual que se presenten trastornos concomitantes como depresión,
alteraciones del sueño y disminución de las capacidades físicas.
Existen dos tipos de receptores del dolor o nociceptores: los que responden a estímulos térmicos y
mecánicos y transmiten con rapidez la señal a través de fibras mielinizadas. y los que están
conectados a las fibras amielínicas de conducción más lenta, que responden a la presión,
temperatura y otro tipo de estímulos.
NOCICEPTORES
Los nociceptores son un grupo especial de receptores sensoriales capaces de diferencias entre
estímulos inocuos y nocivos. Son terminaciones periféricas de las fibras aferentes sensoriales
primarias. Reciben y transforman los estímulos locales en potenciales de acción que son
transmitidos a través de las fibras aferentes sensoriales primarias hacia el SNC. El umbral de dolor
de estos receptores no es constante y depende del tejido donde se encuentren. Se distinguen 3
tipos de nociceptores:
Tipos de dolor La clasificación del dolor puede hacerse en función de diversos criterios:
Según su duración
Según su origen
Según su localización
Según su curso
El dolor que persiste a lo largo del día sin aliviarse se denomina continuo y sus exacerbaciones
repentinas y transitorias, dolor irruptivo. Este último se puede clasificar a su vez en incidental
(cuando existe un factor desencadenante como el movimiento, la ingesta o la defecación) e
idiopático o espontáneo.
Según su intensidad
Se considera leve si no interfiere en la capacidad para realizar las actividades diarias, moderado
cuando dificulta estas actividades, e intenso cuando interfiere incluso en el descanso.
Según su sensibilidad al tratamiento
Se emplean clasificaciones como la que se basa en su respuesta a los opioides (buena, parcial o
escasa) y términos como dolor difícil (cuando no responde a la terapia analgésica).
APA
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-curso-basico-
sobre-dolor-tema-X0213932415727485
https://www.scartd.org/arxius/fisiodolor06.pdf