TOMÁS DE AQUINO

METAFÍSICA
Tiene su base en Aristóteles, con elementos propios de la filosofía de Platón y San Agustín. Rompe con la tradición al adoptar
el aristotelismo como base de su pensamiento filosófico.
De Aristóteles tomó la concepción teológica de la naturaleza, la teoría de las cuatro causas, el hilemorfismo y la teoría del
movimiento. Pero la necesidad de combinar el aristotelismo con el cristianismo causó novedades.
La necesidad de justificar la idea de una creación (desde la nada) propia de los cristianos, y la separación radical entre el
Creador y los seres creados. Esto lleva a la distinción entre esencia y existencia en cada sustancia.
Concluimos que su existencia no es necesaria, sino contingente.
Contingente es todo aquello que puede no existir, por lo que son contingentes todos los seres creados.
Frente a estos está Dios, que es el ser necesario, aquel que necesariamente tiene que existir (no puede no existir).
Si no hubiese un ser necesario, no existiría nada, y eso es falso.
La esencia está respecto a la existencia como la potencia respecto del acto.
La esencia sería con respecto a la existencia lo que la potencia con respecto al acto: para existir tendría que ser actualizada por
otra entidad que le diese la existencia, ya que nada puede ser causa de su propia existencia.
Por lo tanto, todas las cosas que existen son un compuesto de esencia y existencia.
El hecho de que exista o no de otra sustancia, es decir de una sustancia, cuya esencia consiste en insistir, un ser necesario:Dios.
Se establece así una distinción o jerarquía entre los seres: los contingentes que reciben su existencia, y el ser necesario aquel
en que la esencia y la existencia se identifican. Dios es un ser simple frente a los seres creados, que son compuestos se
identifican exclusivamente con la forma.
Para Santo Tomás la esencia de los seres contingentes comprende también la materia, y la esencia de los seres espirituales se
identifica exclusivamente con la forma, ya que carecen de materia.
Le es posible, entonces, admitir sustancias inmateriales, lo que para Aristóteles era inconcebible (la sustancia es un
compuesto de materia y forma).
Los seres contingentes reciben la existencia de Dios, por lo que su existencia participa de alguna manera de la existencia de
Dios, el único ser necesario.

TEOLOGÍA
Una de las tareas principales de la razón es la demostración de la existencia de Dios.
La existencia de Dios, no es una evidencia para la razón humana, por lo que sí necesita ser probada. Si fuese una verdad
evidente, no necesitaría de demostración.
Frente a las pruebas a priori de la existencia de Dios, debemos partir de la experiencia, de los seres que conocemos, tomados
como efectos, y remontarnos, a través de ellos, a su causa, es decir, argumentando a posteriori.
El argumento ontológico de San Anselmo toma como punto de partida la idea de Dios, con el cual Tomás de Aquino será muy
crítico.
Tenemos cinco pruebas de la existencia de Dios a partir siempre de la experiencia sensible:

1ª vía: la del movimiento. Los seres de nuestro alrededor están dotados de movimiento, tal y como nos muestran nuestros
sentidos, pero todo lo que se mueve, es movido por otro y, como es imposible que haya una serie infinita de motores, hemos de
admitir la existencia de un primer motor, no movido por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios. (Tomada de
Aristóteles)

2ª vía: la de la eficiencia. Todos los fenómenos tienen siempre una causa, pero no podemos hablar de una serie infinita de
causas; tiene que existir una primera causa eficiente que sea causa de sí misma. Y esa causa no causada es Dios.

3ª vía: la de la contingencia. Hay seres que comienzan a existir y que desaparecen cuando mueren, es decir, que no son
necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero existen, por lo que deben tener su origen en un
primer ser necesario, ya que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser necesario es Dios.

4ª vía: grados de perfección. Hay distintos grados de perfección en los seres de este mundo (bondad, belleza…). y ello implica
la existencia de un modelo respecto del cual establecemos la comparación, un ser óptimo, cuyas cualidades estén elevadas a un
grado máximo, este ser supremo es Dios.

5ª vía: finalidad. Observamos que los seres actúan con un fin, incluso aquellos que carecen de conocimiento, luego debe haber
un sumamente inteligente que ordena todas las cosas naturales, dirigiéndolas a su fin. Y ese ser inteligente es Dios.
Respecto al tema de la creación, la creación, ex nihilo (de la nada) se produce mediante un acto de Dios, totalmente libre,
radical y originario
Al problema del mal, Tomás sostiene que Dios lo ha permitido (tanto el físico como el moral) para obtener un beneficio mayor:
la libertad de la voluntad y el perfeccionamiento del mundo.
 TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
Todo nuestro conocimiento comienza con los sentidos. Se descarta la presencia de ideas innatas: el alma, al nacer el hombre, es
una tabula rasa en la que no hay contenidos impresos.
El conocimiento de lo universal es superior a lo sensitivo, pero empieza por la realidad particular, a la que solo accedemos a
través de nuestros sentidos.
Los objetos de conocimiento influyen sobre los sentidos generando una reacción, la sensación, en la que, por tanto, no solo
participa el alma, sino también el cuerpo.
Incluso el conocimiento de Dios debe empezar por la experiencia sensible; por eso Tomás de Aquino adopta el método a
posteriori en su demostración de la existencia de Dios a través de las cinco vías.
Los conceptos universales se elaboran a partir de los datos de la percepción sensible. La abstracción se realiza desde lo
particular a lo universal de cada objeto.
Participa el entendimiento paciente, con el cual se recogen las imágenes de la percepción sensible; y el entendimiento
agente, que abstrae de dichas representaciones lo común para formar la “especie inteligible”(el concepto universal) que expresa
la esencia de los seres, y que será aplicada a los seres concretos para poder hacer juicios.
Así, aunque el punto de partida del conocimiento sea lo sensible, igual que para Aristóteles, el objeto del verdadero
conocimiento es lo universal.
También explica el conocimiento de las sustancias no materiales (los ángeles y Dios). El conocimiento de estas sustancias solo
se puede obtener por analogía (vía analógica: se conoce a Dios por analogía).

Un problema clásico es el de las relaciones entre la razón y la fe.

En el pensamiento medieval, la razón debe ponerse al servicio de la fe, debe ayudar a hacer comprensibles e inteligibles los
contenidos de la verdad revelada, recogidos en las Sagradas Escrituras y otorgados (por Dios mismo) a la fe (de los creyentes).
Tomás de Aquino ofrece su propia solución particular al problema de las relaciones entre la razón y la fe.
Para Tomás de Aquino hay una clara distinción entre la verdad revelada (dada a la fe) y la verdad natural (encontrada por la razón).
Pero para Tomás de Aquino no puede haber conflicto entre ambas porque las dos proceden de Dios; son verdades distintas, pero
no pueden ser contradictorias.
Para Tomás de Aquino no hay ni puede haber conflicto entre razón y fe. De hecho, hay verdades que son a la vez “de razón” y
“de fe” (por ejemplo la inmortalidad del alma, la existencia de Dios).
Solo hay una verdad pero, a veces, se puede llegar a ella por dos caminos: por la razón o por la fe; pero ambos caminos son
correctos.
Cuando, usando la razón, llegamos a conclusiones incorrectas, el error no es atribuible a la propia razón sino al uso particular que
nosotros hemos hecho de la razón. La razón en sí misma no se equivoca. Bien usada o ejercida, la razón nunca contradice a la
verdad revelada por Dios a la fe.
Sin embargo, Tomás de Aquino sostiene que hay algunas verdades cuyo conocimiento es imprescindible para la salvación que no
pueden ser conocidas o alcanzadas por la razón, sino solamente por la fe.
Según Tomás de Aquino, Dios nos ha dado la fe justamente para que podamos conocerlas o alcanzarlas. A estas verdades, Tomás
de Aquino las llama “Artículos de fe”, porque son verdades reveladas sólo a la fe (no a la razón).

Podemos resumir la postura de Tomás respecto del problema de las relaciones entre la razón y la fe en los siguientes términos:

1. Hay una clara distinción entre razón y fe. Filosofía y teología son ciencias distintas, y se distinguen, entre otras cosas,
por su modo de acceder a los contenidos de los que trata.

2. No hay contradicción entre razón y fe. Si encontramos una contradicción, tenemos que revisar nuestros razonamientos,
porque nos hemos tenido que equivocar en algún sitio.

3. Hay una zona de confluencia entre ambas. En efecto, hay 3 tipos de verdades:
a. Aquéllas a las que sólo puede accederse a través de la fe (artículos de fe).
b. Aquéllas a las que sólo puede accederse a través de la razón (las que tratan del mundo natural).
c. Aquéllas a las que puede accederse a través de la fe y de la razón (este tipo de verdades son los llamados
preámbulos de la fe, y son verdades tales que Dios existe y es uno, que es creador del mundo, etc.).
¿Por qué Dios ha revelado determinadas verdades que la razón podía descubrir por sí misma?
Porque hay determinadas verdades (como por ejemplo: que Dios existe) que son necesarias para la salvación. A ellas puede
llegar la razón, pero el camino es complejo y quizás no esté al alcance de todos los hombres, por lo que, si Dios no hubiese
revelado tales verdades, muchos hombres quedarían irremediablemente condenados y no podrían salvarse.
Una de esas verdades, como ya hemos dicho, es la existencia de Dios.
 ANTROPOLOGÍA
La concepción del ser humano basada en la concepción hilemórfica de Aristóteles. Tuvo que ser reconducida por el autor hacia
el cristianismo, por lo que aspectos como los de la inmortalidad del alma y la creación son novedades.
El ser está compuesto de alma, que representa la forma; y el cuerpo, representa la materia.
La relación del alma y el cuerpo es una relación natural. Aquello que es más propio del hombre, la actividad racional, es una
facultad que le pertenece en exclusiva al alma.

Se habla de tres potencias o facultades del alma.

- Función vegetativa: se encarga de la nutrición y del crecimiento.
- Función sensitiva: regula lo relacionado con los sentidos externos (imaginación y memoria)
- Función racional: facultades propias del alma como el entendimiento y la voluntad

Algunos problemas derivados de la teoría de Aristóteles: para este, forma y materia son una unidad indisoluble, por lo que la
inmortalidad del alma individual quedaba descartada, en contra de lo que afirmaba Platón.
Santo Tomás, siguiendo los dictados de la fe, apostará por la inmortalidad individual del alma.

Los hombres, alma intelectiva, tienen un entendimiento y una voluntad y son libres.
Los animales, alma sensitiva, encargada de los sentidos extremos, imaginación y memoria.
Y las plantas, alma vegetativa, que se encarga de la alimentación, nutrición, crecimiento y reproducción.

ÉTICA
Parte de la misma concepción teleológica que Aristóteles de la naturaleza para afirmar que todas las acciones del hombre
tienden hacia un fin.
Hay un fin último hacia el que tienden todas las acciones humanas, que es la felicidad.
Santo Tomás identifica la felicidad con la contemplación beatífica(divina) de Dios, con la vida del santo.
La felicidad plena tiene que esperar hasta que el hombre alcance la inmortalidad y pueda contemplar a Dios; además necesita
de la gracia divina, por la limitación de sus fuerzas.
Santo Tomás, al igual que Aristóteles, distingue 2 clases de virtudes: las morales y las intelectuales. La virtud se entiende como
un hábito selectivo de la razón que se forma mediante la repetición de actos buenos y se sitúa en el término medio.
En la medida en que el hombre es un producto de la creación, esa ley moral natural está basada en la ley eterna divina.
De la ley natural se derivan las leyes humanas positivas/civiles, que serán aceptadas si no contradicen la ley natural y serán
rechazadas o injustas si la contradicen.
Como el alma tiene tres facultades, tres serán los preceptos de la ley natural:
1. El deber de conservar la vida. facultad vegetativa
2. El deber de procrear y educar a los hijos.facultad sensitiva
3. El deber de buscar la verdad y de respetar la justicia social. facultad racional
El contenido de la ley natural es evidente, universal e inmutable, ya que esta se basa en la propia esencia humana.

POLÍTICA
Para Santo Tomás, siguiendo a Platón y Aristóteles, el hombre es por naturaleza un ser social nacido para vivir en comunidad
con otros hombres.
El Estado, aunque goza de cierto grado de autonomía con respecto a la Iglesia, debe seguir sometido a esta última en caso de
conflicto, ya que la vida eterna es una cuestión más urgente que la vida en la Tierra.
Las leyes positivas son convencionales, distintas en cada época y región, pero deben ser una prolongación de la ley natural.
El Estado debe procurar el bien común, para lo cual legislará de acuerdo con la ley natural.
Las leyes contrarias a la ley natural no obligan en conciencia.
Respecto a las formas de gobierno, considera que las mejores formas son la monarquía, la aristocracia y la democracia, y las
peores la tiranía, la oligarquía y la demagogia; aunque no considera que ninguna de ellas sea especialmente deseable por Dios.