Crisis Definitivo Feb2021
Crisis Definitivo Feb2021
Crisis Definitivo Feb2021
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Registro en trámite
A mi nieto José Carlos.
Prólogo 13
4. Alcances y perspectivas 77
Epílogo 173
Notas 179
Presentación
I
9
de ruptura y continuidades; sus precisiones e indefiniciones, entre otros
aspectos.
II
10
“reforma” educativa no forma parte del discurso de la vida cotidiana en las
escuelas, puesto que ese tipo de iniciativas no se encuentra en la agenda o
de las demandas sociales de las maestras y los maestros, ni de los directivos
escolares, asesores técnicos o trabajadores de apoyo a la educación; y
mucho menos de las y los estudiantes y sus familias.
11
Pienso que el cambio educativo, basado en las demandas sociales, se da
en las escuelas. Las y los docentes, así como directivos escolares y asesores
técnicos, además de las familias, juegan un papel esencial en la educación
de niñas, niños y jóvenes. Pero es un cambio lento.
J.C.M.A.
12
Prólogo(1)
“De forma implícita muchos proyectos de reforma tienden a concebir a la escuela y
sus actores como entes fácilmente maleables y susceptibles de ser modificados por medio
de estrategias basadas en el uso del conocimiento experto y de la actividad normativa,
esto es, recurriendo a los técnicos y expertos y a la producción de leyes y reglamentos.
Y sin embargo… (los diferentes autores) nos recuerdan e insisten, no es así.
Las escuelas siguen un modelo de actuación que responde a unas pautas arraigadas y
considerablemente estables, que se modifican, sí, pero lentamente y de acuerdo con sus
propias reglas”.
Alejandro Tiana
13
“4T”), entonces estas etiquetas cobrarán sentido, sobre todo si eso que se
proyecta en la retórica política, llega a las aulas, es decir, al terreno de la
vida cotidiana de las y los maestros, y de las y los estudiantes. (Retomo el
texto: “Educación: Del Reformismo Conservador al Reformismo Progresista”, SDP
Noticias, 3 de enero de 2019).
Por ello, las fronteras aún siguen sin percibirse claramente, al menos en
el terreno de las ideas y los conceptos pedagógicos ligados a las políticas
públicas educativas. Me explico: En uno y otro caso (tanto para el Reformismo
Conservador como para el Reformismo Progresista, moderado), existen
conceptos comunes o compartidos (aunque con intenciones diferentes),
que ponen en evidencia contradicciones o inconsistencias discursivas; esto
es, aparece aquí una suerte de agotamiento de los contenidos y de los
argumentos mismos, que se esgrimen para defender dichos contenidos
14
(y prácticas) a favor de una u otra posición “reformista”. Y precisamente
sobre ello planteo las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los contenidos
específicos que utilizan los ideólogos en el poder para definir el concepto
de “calidad” de la educación? Si la “calidad” de la educación no se cumple
con la cobertura (que significa “lograr que los niños, las niñas y los jóvenes
cuenten con oportunidad de participar en la escuela y ejercer el derecho
a la educación, con criterios de equidad”), entonces ¿la “calidad” de la
educación se reduce al logro de los “aprendizajes escolares” duros (en
Matemáticas y Comprensión de Lectura)? ¿La preparación que se da en la
escuela, es para obtener “buenos” resultados en esas pruebas nacionales
e internacionales? ¿Qué hay detrás del concepto de “equidad educativa”?
¿La “calidad”, la “mejora continua” o la “excelencia” de la educación, son
conceptos ideológicamente neutrales o de “obvia discusión”?
15
de la normatividad, como si se tratara de un puesto de trabajo cuya
trascendencia fuera meramente personal, sin considerar el valor del trabajo
colegiado en las escuelas, sobre todo públicas. ¿Acaso los evaluadores han
puesto sobre la mesa los criterios del potencial de trabajo, no individual,
sino colegiado de las y los jóvenes docentes en las evaluaciones para el
ingreso? ¿Acaso se ha ponderado la necesidad de introducir, durante dicho
proceso de evaluación, una entrevista tanto individual como de grupo? ¿O
sobre cómo se desarrollarían las y los jóvenes docentes en un ambiente
colegiado y cómo llevarían a cabo una sesión didáctica o clase in situ?
16
educativo, sino que se exige el cumplimiento de la propuesta educativa de
campaña del candidato López Obrador que llevó a los aproximadamente
70 mil maestros de la (Sección) 22 a votar por Morena. Y lo grave no es
que algunos ex dirigentes de la 22 hayan obtenido diputaciones, sino que
radica en el hecho de que la 22 no opera como plataforma de lanzamiento
de posiciones de poder de dirigentes, sino como colectivo sindical para
lograr una nueva rectoría social y sindical de la educación… Al final, la
iniciativa de nueva ley de reforma educativa de Moctezuma reproduce el
modelo Peña Nieto de educación apolítica”.(2)
17
La crisis del Reformismo Educativo(3)
18
los ideólogos en el poder para definir el concepto de “calidad” de la
educación? Si la “calidad” de la educación no se cumple con la cobertura
(que significa “lograr que los niños, las niñas y los jóvenes cuenten con
escuela”) entonces ¿la “calidad” de la educación se reduce al logro de los
“aprendizajes escolares” duros o claves (en Matemáticas y Comprensión
de Lectura)? ¿Qué hay detrás del concepto de “equidad” educativa”? ¿La
“calidad”, la “mejora continua” o la “excelencia” de la educación, son
conceptos ideológicamente neutrales?
19
la ruptura), mientras que la otra visualiza a la Reforma Educativa como un
proceso que alterna períodos de “estabilidad y cambio”.
20
a fracasar irremediablemente, debido a los dispositivos conservadores y
de resistencia al cambio característicos de las sociedades contemporáneas.
Y en el caso mexicano, conviene revisar también las estructuras sociales
resistentes al cambio, como los sectores empresariales, las iglesias, los
sindicatos oficialistas, ciertos medios de comunicación y las asociaciones
cupulares de “padres de familia”, entre otros.
21
comenzaron a imponerse con los últimos gobiernos socialistas, por ejemplo,
con sus actuaciones en materia de evaluación y dirección de centros. Por
su parte, en el Reino Unido, el gobierno del neolaborista de Tony Blair no
sólo está manteniendo estrategias ideadas por los conservadores, como
la participación de inspectores procedentes del mundo empresarial en
la supervisión de las instituciones educativas, sino que, al intentar ubicar
ideológicamente su política educativa, no parece haber duda respecto al
predominio de tácticas que abundan en formas neoliberales de abordar
los asuntos educativos... Algunos estudios comparativos de las últimas
reformas educativas en varios países del mundo anglosajón muestran
la tendencia compartida hacia el desmantelamiento de las burocracias
centralizadas y su sustitución por propuestas escolares con una fuerte
presencia de la elección de escuela por las familias y la competencia entre
diversos tipos de escuelas para seducirlas. Dichas reformas han sido y
están siendo promovidas y sostenidas tanto por gobiernos conservadores
como socialdemócratas y socialistas y, aunque hay claras diferencias entre
los países, puede apreciarse de modo general que, a pesar de la retórica,
están contribuyendo a incrementar la desigualdad entre las escuelas. Con
estos datos, parece difícil clasificar las recientes políticas educativas como
ideológicamente consistentes y cobra sentido considerar la debilidad
de ciertas propuestas de cambio para promover las intenciones que
retóricamente declaran, debido a la forzada invisibilidad o silenciamiento de
algunos aspectos que pasan desapercibidos, pero que son los responsables
del reforzamiento de tendencias previas que, en líneas generales, favorecen
a los mejor situados (económica y culturalmente) en la sociedad”.
22
de cambio se pliegan a los temas precisados en el proceso político,
siguiendo las prioridades que establecen ciertos sectores institucionales
con capacidad para definir los asuntos relacionados con la mejora de
la sociedad (Popkewitz, 1988). Los esfuerzos de reforma incorporan
modos de representación y estilos de razonamiento que no solamente nos
informan sobre la escuela, los docentes y la formación del profesorado,
sino que, además, construyen su significado a través de las distinciones
que ordenan y definen los objetos de la propia escuela; regulan qué tipo de
discurso educativo es posible, quiénes pueden considerarse interlocutores
serios y autorizados, y cómo han de construirse el deseo, las aspiraciones
y la cognición (Popkewitz, 1994b)”.
23
una llamada de atención muy fértil respecto de la creación de imágenes del
cambio educativo que reten la inevitabilidad que subyace en la persistencia
hegemónica de la imagen del cambio educativo como ciclos. Con respecto
a la vulnerabilidad de los esfuerzos de mejora, parece que resulta ser más
“intencional” de lo que cabría suponer, porque está ligada a la estabilidad
de la propia sociedad y al mantenimiento de las relaciones de poder”.
J.C.M.A.
Querétaro, octubre de 2020
24
1. Reforma Educativa:
Continuidad o Cambio de Rumbo(8)
Este mes de febrero se cumplen 5 años de la aprobación, por parte del
Congreso de la Unión, de las modificaciones más recientes a los Artículos
3º y 73 de la Constitución Política Mexicana. Como sabemos, en el Artículo
3º se definen los términos para garantizar el derecho a la educación para los
mexicanos; así mismo, se establecen las obligaciones y el papel del Estado
en materia educativa, y los criterios que habrán de observarse en las leyes
complementarias aplicables al sector. En el Artículo 73, en su Fracción
XXV, se definen las facultades del Congreso para establecer, entre otras,
el Servicio Profesional Docente (SPD) en términos de las modificaciones
al Artículo 3º.
25
generales, sin embargo, todavía prevalecen ciertos significados, como el de
la “calidad de la educación”, que son objeto de controversia.
Por otra parte, los legisladores establecieron, como premisa, que para
alcanzar la “calidad” de la educación, los docentes y directivos (de la escuela
pública) deben ser evaluados de manera “obligatoria”, no voluntaria. (Ver
Fracción III del Artículo 3º., reformada. DOF, 26-02-2013)
26
términos abordados previamente. Todo ello con la finalidad de establecer
criterios claros y de consenso, tanto al interior de la comunidad académica
como entre autoridades educativas federales y estatales, y de los organismos
técnicos y normativos como el Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE), acerca de lo que la sociedad mexicana debe entender
por “calidad de la educación”, “evaluación de docentes y directivos”,
“idoneidad del trabajo docente”, “máximo logro de aprendizaje” y
“máximo logro académico”, entre otros. En este aspecto, el propio INEE
ha producido algunos documentos que han servido de base para definir
y aclarar esos términos propios de las políticas públicas educativas, de
la investigación educativa y de los círculos académicos especializados en
educación.
A estas alturas y después de que han transcurrido cinco años desde que
se publicó el decreto respectivo por parte del jefe del Ejecutivo Federal,
conviene reflexionar acerca de los diferentes proyectos que ofrecen, en
materia educativa, los candidatos y candidatas, y sus coaliciones, para
ocupar distintos puestos de elección popular; pero, en especial, de quienes
contienden por la Presidencia de la República.
27
como hoy lo hemos visto. En este caso, los candidatos más cercanos a
esta opción “de continuidad” son José Antonio Meade y Ricardo Anaya.
Otro, el de la no continuidad de esta Reforma Educativa (de 2013), y que
propone una revisión de los contenidos de la Ley General del Servicio
Profesional Docente (LGSPD), así como de otros ordenamientos en
la materia, mismos que se desprenden en efecto de las modificaciones
constitucionales descritas. Esta segunda alternativa es la que representa
Andrés Manuel López Obrador y los partidos que lo postulan.
28
en el trazo de las eventuales políticas públicas del sector, en el proyecto de
dictamen aprobado el pasado 27 de marzo, por parte de los legisladores
de las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales de la
Cámara de Diputados federal.
29
profesor Michael Apple: “Los tres elementos de la reestructuración
radical de la educación y de otras instituciones que acabo de describir
–neoliberalismo, neoconservadurismo y el populismo autoritario-, no
cubren todas las tendencias que conforman el ala conservadora del
abanico político. Hay otra tendencia (el “gerencialismo”) que se refiere
a los impulsos que dirigen la reestructuración del papel del gobierno y al
hecho de que un sector relativamente autónomo de la clase media ejecutiva
y profesional haya adquirido más poder para encaminar las políticas
sociales y educativas, en direcciones que acaben otorgando a ese mismo
sector más influencia y una nueva identidad… si bien las escuelas y otras
instituciones siguen estando financiadas por el Estado, sus procedimientos
internos se parecen cada vez más a los del sector empresarial… una de las
características esenciales del discurso gerencialista es que convierte a los
gerentes en agentes activos, en movilizadores del cambio, en empresarios
dinámicos que conforman su propio destino...”(10)
30
la “evaluación”... Ahora viene la fase de la “Mejora Continua”...” (28 de
marzo de 2019).
31
a mi artículo del lunes pasado, titulado: “Artículo 3º. Constitucional: el
papel del Senado” (SDP Noticias, 1 de abril de 2019).
32
La “Cultura del Gerencialismo” en la Educación Pública(11)
Continuidad y contradicciones
33
lógica “gerencialista”, durante la reforma al mismo texto, en 2019. Veamos
algunos fragmentos de ambos textos:
34
Por lo tanto, la esencia o el espíritu de la “calidad de la educación” (en
su racionalidad “gerencialista”) se conservan, aunque ahora ese término
se “reconvierte” en términos de “excelencia educativa”. ¿O cuáles son las
diferencias de fondo entre ambos conceptos?
35
Artículo Tercero, se realizó durante las sesiones de Congreso de Cámaras
de Diputados y de Senadores, en 2019.
36
2. Rasgos del Reformismo en Educación(12)
I
En esta oportunidad tomo como base mi texto publicado por SDP Noticias
con el título: “Educación Pública y Poder Político: La dinámica del gradualismo”(13);
en el cual afirmaba que en esta fase de la Reforma Educativa mexicana,
lo de hoy son los debates intensos, las negociaciones, los acercamientos,
cabildeos, intercambios, concertaciones y “concertacesiones” protagonizados
por la clase política que están a la orden del día en la Cámara de Diputados
federal. Específicamente en la Comisión de Educación, debido a que están
por suscribirse “sin consensos” los proyectos de dictámenes para crear o
modificar la legislación secundaria en materia educativa (Ley General de
Educación; Ley del sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros;
y Ley del organismo para la mejora continua de la Educación; entre otras).
37
2) La reorientación del organismo público autónomo (para la “Mejora
Continua”) con atribuciones no solamente limitadas a la evaluación
de las políticas públicas, sino también para fortalecer el desarrollo
profesional (formación) permanente de las figuras educativas principales
de la educación básica y media superior (docentes, directivos escolares
y asesores técnicos); esto, con la intención de transformar las prácticas
educativas y pedagógicas de la escuela pública; 3) La instauración legal del
término “Excelencia” educativa en lugar del concepto de “Calidad” de
la Educación; como un término que preservará la lógica de la evaluación
integral desde la perspectiva del “máximo logro de los aprendizajes” de
los educandos. Visión que, como hemos dicho en este espacio en varias
ocasiones, tiene el riesgo de mirar sólo la dimensión cuantitativa de los
procesos educativos, en detrimento de otras perspectivas, dimensiones y
procesos educativos. Y 4) La incorporación del subsistema de educación
inicial (niños de 0 a 3 años) en la redacción de las leyes secundarias; así
como el establecimiento de la obligatoriedad de la educación superior,
entre otros contenidos legislativos.
II
38
y su equipo de trabajo, como parte interesada, como responsable nacional
del sector y como representante del Poder Ejecutivo federal; hasta los
actores políticos de diversos pesos y que representan a distintas fuerzas
en disputa: los propios legisladores y legisladoras desde sus posiciones
partidistas; los líderes de las cúpulas empresariales, que también cabildean
y operan políticamente, más de lo que nos imaginamos, a través de
las organizaciones de la “sociedad civil”; los representantes de los
organismos internacionales (como el área educativa de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, el “club de los
países ricos”); los enviados de los gobiernos de las entidades federativas;
la dirigencia de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones
de Educación Superior (ANUIES); algunos grupos de la comunidad
académica y científica dedicada a la investigación educativa; las dirigencias
sindicales más visibles en escena, como la del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE) y la de su contraparte disidente: la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
39
legislativo que de ellas se derivan y de la definición de las políticas públicas
del sector.
III
40
consensos y avances en la política, aunque a algunos actores no les satisfaga
del todo el resultado. Lo que se desprende de todo ello es la paulatina
neutralización de las posiciones extremas, así como la priorización de los
espacios de acuerdo, en el “centro”, por mínimos que éstos sean. Esa es la
lectura que hago en relación con todos estos procesos políticos.
La pregunta que cabe hacernos hoy después de todo esta reflexión es:
¿Las modificaciones al texto Constitucional que resulten de este proceso
de trabajos y discusiones parlamentarias 2019, redituarán en avances
sustanciales, cualitativos y cuantitativos, de la educación pública en
México? Dicho esto, en términos de aprendizajes y del desarrollo integral
de las niñas, niños, jóvenes y adultos.
IV
41
directivo y de asesoría de la escuela pública. ¿Por qué no probamos, como
nación, un modelo de mayor participación social (ampliación de la base
ciudadana), a través de los órganos legislativos estatales y mediante un
proceso de municipalización de la educación pública?
Por último, pienso que los grandes problemas de la rectoría del Estado
en materia educativa, pasan por el fenómeno de la falta de democracia
en las organizaciones sindicales del magisterio, sobre todo en la falta de
pluralidad y representatividad del comité ejecutivo nacional y de la mayoría
de las dirigencias seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación. Ahí también tenemos un pendiente; donde se requiere
también una reforma de fondo.
42
en la Reforma Educativa de 2013, significó la expulsión tácita de los
docentes y directivos de la escuela pública que no resultaran “idóneos”;
2) La transformación del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE) en un organismo público autónomo con atribuciones
no solamente limitadas a la evaluación de las políticas públicas,
sino también para fortalecer el desarrollo permanente de las figuras
educativas (docentes, directivos escolares y asesores técnicos), a efecto de
transformar las prácticas educativas y pedagógicas en las escuelas de la
educación obligatoria (desde Preescolar hasta Educación Media Superior);
3) La instauración legal del término “Excelencia” educativa en lugar del
concepto de “Calidad” de la Educación; como un término que preservará
la lógica de la evaluación integral desde la perspectiva del “máximo
logro de los aprendizajes” de los educandos. Visión que, como hemos
dicho en este espacio en varias ocasiones, tiene el riesgo de mirar sólo la
dimensión cuantitativa de los procesos educativos. Y 4) La incorporación
del subsistema de educación inicial (niños de 0 a 3 años) en la redacción
de la carta magna.
43
imaginamos; los representantes de los organismos internacionales (como
el área educativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos, OCDE, el “club de los países ricos”); los enviados de los
gobiernos de las entidades federativas; la dirigencia de la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES); las dirigencias sindicales más visibles en escena, como la del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de su
contraparte disidente: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación (CNTE), cuya lucha ahora corre por los pasillos de San Lázaro
y a través de la movilización en las calles y escuelas de amplios grupos
de maestras y maestros de los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero,
Michoacán, así como de algunas secciones sindicales del Estado de México
y de la Ciudad de México; que son, entre otros sectores y grupos, quienes
poseen fuerza y ejercen sus poderes fácticos desde las escuelas.
44
que tensaron y tensan las cuerdas hacia el “cambio educativo” más
radical, quedan fuera de la jugada. Quizá lo más radical que se puede
escuchar en todo este “concierto” es la eliminación de la evaluación
para la “permanencia”. Para constatar lo anterior, basta con revisar las
declaraciones más recientes de algunos de los actores involucrados.
Durante los últimos días algunas voces de la CNTE, por ejemplo, han
expresado su preocupación (y a veces su enojo, en tono de denuncia), al
indicar que la “transformación” radical del “sistema” educativo propuesto
por AMLO, no se cumplirá cabalmente.
45
Efectivamente las tensiones y discrepancias están presentes en los
pasillos de las Cámaras, pero eso no debe de sorprendernos porque así es
la vida parlamentaria en una democracia. Los acercamientos y cesiones o
concesiones también son parte de la escenografía política y civilizada en
un Estado de derecho. Quizá esa sea la fórmula para alcanzar consensos y
avances en la política, aunque a algunos actores no les satisfaga del todo el
resultado. Lo que se desprende de todo ello es la paulatina neutralización
de las posiciones extremas, así como la priorización de los espacios de
acuerdo, en el “centro”, por mínimos que éstos sean. La pregunta que
cabe hacernos después de todo esta reflexión es: ¿Las modificaciones al
texto Constitucional que resulten de este proceso de trabajos y discusiones
parlamentarias 2019, redituarán en avances sustanciales, cualitativos y
cuantitativos, de la educación pública en México?
46
3. Los núcleos de la discusión(15)
I
Marco Fernández señaló que a pesar de que desde hace años se amplió
el nivel obligatorio a (Educación) Secundaria y luego a Educación Media
Superior (EMS), ni siquiera en la primera se ha garantizado la cobertura
universal... Los resultados de PISA son malos si nos comparamos tanto
con países de la OCDE como con los latinoamericanos. En comparación
con las mejoras de Chile, Perú y Colombia, por ejemplo, no hemos
mejorado en la prueba PISA… La nueva Ley General de Educación
incluye aspectos que pueden impulsar o frenar la excelencia educativa o
que resultan contradictorios, dice Fernández. Entre los temas que implican
riesgos para la excelencia de la educación en la Ley General de Educación
47
están centralizar, reducir ámbitos como el Consejo de Participación Social
integrado por padres (que se vuelven opcionales), así como rehacer cosas
que estaban bien, por ejemplo, se proponen revisiones y cambios a planes
de estudio recién aprobados sin evaluación y sin participación definida de
autoridades educativas locales. No sabemos qué aprendimos del modelo
educativo anterior, pero ahí vamos por otro modelo curricular. Los chicos
que fueron evaluados en PISA en esta ronda ya pasaron por tres modelos
educativos y no sabemos sobre su efecto, ventajas y desventajas… Otros
riesgos son los añadidos como la introducción de 24 contenidos para los
planes de estudio de educación básica y media superior sin precisar si
son asignaturas, temas de enseñanza o metas de aprendizaje... También
la pretensión de aumentar la cobertura de educación superior, de manera
no gradual, sin medir las consecuencias para la calidad de la enseñanza y
nociones presupuestales. Entre los pendientes está la atención a la Primera
Infancia que (tiene) un 4 por ciento menos de presupuesto en 2020,
desarrollo docente tuvo 11 por ciento menos, desarrollo de habilidades 50
por ciento menos en escuelas de tiempo completo, también materiales e
infraestructura tuvo una reducción mayor.
Alejandro Canales, por su parte, dijo que hoy en día tenemos problemas
con la cobertura en Educación Preescolar. Es obligatorio desde 2002, pero
no hemos logrado la universalidad. La situación es peor en secundaria y
ahora parece que sucederá lo mismo en la EMS. Sólo tenemos cobertura
universal en (Educación) Primaria y retos universales en otros niveles
educativos... Por otro lado está la inequidad y la calidad educativa. La
ampliación de cobertura no es suficiente. ¿En qué se va a enfocar el
gobierno de esta administración? ¿Ampliar la cobertura o mejorar la
calidad, o las dos? Canales conjetura que se centrará sólo en lo primero. En
el proyecto de Reforma del artículo 3º Constitucional se propone quitar
el tema de calidad y sustituirlo por el de “excelencia”. ¿Es una sustitución
sólo de palabra o es un cambio sustantivo de política? Los programas de
48
transferencias directas nos dan un indicio de respuesta. Los programas de
transferencias directas propias de este nuevo gobierno no se vuelcan al
tema de la calidad, sino al de las oportunidades educativas.
Aurora Loyo dijo que hay más continuidades que rupturas en la política
educativa entre sexenios. Son realmente pocas las políticas educativas,
las realmente políticas, que son distintas. Ahora bien, sí hay rupturas; es
decir, en términos de las finalidades políticas. Una de las rupturas más
importantes es que la ”4T” le da más importancia al tema de la cohesión
social. En este contexto es que hay que reflexionar las rupturas en la política
educativa... Otro punto es la gobernabilidad del sistema educativo. Había
un descontento general del magisterio, no sólo de los sindicatos. Una de
las rupturas de la “4T” es retomar la comunicación y restaurar la alianza
con los profesores. Una de las cuestiones más interesantes en las que hay
que “despejar las telarañas” es la relación con los sindicatos de profesores.
No se entregó la educación ni a la CNTE ni al SNTE. Por el contrario,
hay un proyecto político centralizador... Le parece pobre el proyecto de
la “Nueva Escuela Mexicana”. No hay innovaciones en el modelo, por el
contrario, hay una disociación de los presupuestos y la retórica. Se habla
de un cambio y cosas nuevas, pero no se fondean y por tanto no se harán.
Hay que entender la lógica que está detrás de las nuevas no-políticas
educativas. Los ejes son distintos, hay un énfasis en garantizar la cohesión
social centrada en los jóvenes y un interés por recuperar la gobernabilidad
del sistema. También hay cambios culturales en el país: el feminismo es
algo nuevo, por ejemplo. Irrumpieron las mujeres y están incidiendo en
las instituciones de educación superior que ya están modificando criterios
para intentar garantizar la equidad o la igualdad de oportunidades…
49
la “4T” podría ser la Reforma de la simulación 2.0. Se comenzó por el
cambio legal: las preguntas eran sobre cómo hacerle para que haya calidad
sin decirlo, que hubiera participación social sin decirlo, y así sucesivamente
con otros temas. “Es que el secretario sí está de acuerdo con la evaluación
(de los docentes), pero que la Reforma no lo diga, que no use esa palabra”.
Todavía no tenemos el programa sectorial, saldrá en enero, pero debería
estar discutiéndose de manera amplia ya y eso no está ocurriendo. Hay
versiones que circulan de manera informal. El tema de la simulación
también nos lleva a preguntarnos cuánto dura una Reforma: en este país
—dice Maldonado- dura un sexenio. Y con la nueva Reforma que deroga
(quizá quiso decir “abroga”) la del gobierno anterior nunca sabemos qué
funcionó y qué no de la Reforma previa, qué se puede rescatar y qué no.
Hay dos elementos de la Reforma Educativa de la “4T” con los que no
sabemos realmente, en los hechos, qué vamos a hacer: la obligatoriedad
y la gratuidad. No tenemos recursos suficientes para garantizar ni una ni
otra. ¿Será sólo más simulación? La Reforma de la “4T” es indefinida
porque no sabemos cuáles son las metas realmente posibles y viables, y
cuáles son sólo metas “de lenguaje” (como la “Nueva Escuela Mexicana”).
En la “Nueva Escuela Mexicana” no hay claridad ni pedagógica, ni social
ni institucional. Estamos frente al reto de entender qué es lo nuevo de la
Reforma que pudiera no ser simulación.
50
política educativa: hay un desplazamiento de la programación, aplicación
y presupuestación con base en metas a acuerdos políticos con grupos de
presión. El gobierno se pone de acuerdo con los grupos políticos que
son estratégicos para él y con ellos firma el Acuerdo Nacional por la
Educación. Esto es un eje político sin políticas públicas. En el ámbito de
la administración educativa, se sigue operando bajo una lógica burocrática.
Sólo hay nuevas palabras, retóricas y discursos que prometen cambiar la
didáctica en tres días, pero son sólo discursos. Es sólo un nuevo relato que
conserva las mismas prácticas. Se debería tener un objetivo de inclusión y
acceso a través de becas. Esto sí se está haciendo en esta administración.
Alrededor de una tercera parte del gasto operativo de la SEP se dedica
a esto. (Marco Fernández lo corrige y le dice que es el 22 por ciento).
Roberto dice que ese dinero son recursos públicos que podrían usarse
mejor en otras cosas. Podría preguntarse que esto lo que busca en realidad
es crear una base electoral. Otra prioridad es la “gobernabilidad autoritaria”
con los sindicatos. Hay una continua negociación con las dirigencias y
una permisividad con las secciones (sindicales). Una tercera prioridad es
la del control centralista combinada con una proximidad comunitaria. Se
busca interlocución con los territorios ofreciendo servicios nuevos como
las universidades Benito Juárez. Pero esto sigue la ordenación de partidos
políticos en lo local, de quitar poder a figuras locales que no son próximas
al gobierno de la 4T. Una última prioridad de este gobierno es el de la
austeridad y la reorganización general del gasto del gobierno federal.
II
51
No se trata de agarrar la autoridad de “piñata” ni como “porristas”, por
el contrario, hay que ser constructivos, pero críticos. Los académicos
podemos ayudar al gobierno con la crítica que se basa en las investigaciones.
Tenemos un problema serio de inclusión, desigualdad y aprendizaje en el
sistema educativo. Lo que nos toca a los académicos es multiplicar con
rigor las voces que pueden aportar algo.
Aurora Loyo (en su segunda participación) dice que hay que avanzar en
el análisis hacia lo micro. En este nivel de las escuelas específicas se da la
conjunción de elementos que son aparentemente contradictorios: cambios
normativos que limitan la participación escolar, pero también activación
de la sociedad civil. Hay que darle importancia a las normas, pero hay que
saber que hay muchas cosas que suceden a ras de tierra, y que no están
determinadas por los documentos institucionales. La participación se ha
visto limitada con la 4T, es cierto. Los comités de participación escolar
previos eran mucho de simulación, pero también la sociedad se ha activado
mucho durante el último año y medio. Esto repercutirá en lo que pase en
52
el sector educativo. Entonces, como académicos hay que documentar lo
que suceda a nivel micro, en la relación entre lo normativo nuevo y la
activación de la participación social con la 4T.
53
está saturando el espacio educativo. Ahora están el Consejo Escolar, el
Consejo de Participación Escolar, las Asociaciones de Padres de Familia,
los Comités de Administración Escolar, más otros que ya no menciona. Lo
que está pasando es que se están rompiendo las cadenas de comunicación
y vinculación entre estos órganos. Parece que se quiere reorientar la
participación no como un contrapeso de la autoridad política educativa,
sino de las autoridades educativas en lo local. Además, hay un problema
de logística serio. La SEP perdió capacidad logística (desaparecieron 500
plazas) y parece que se quieren trasladar funciones a las escuelas y, en todo
caso, a las autoridades estatales.
Mis comentarios:
54
II. La necesidad de atender las causas de la violencia y de los conflictos
sociales (delincuencia con y sin violencia). Existe también una focalización
en las políticas educativas “de facto”, en este gobierno, a favor de las y
los jóvenes, en términos de atender las causas sociales de la violencia.
El ofrecimiento de opciones laborales temporales, así como de miles de
becas para las y los estudiantes de bachillerato y de de educación superior,
tienen esa perspectiva y esa intencionalidad. A veces queda la impresión
de que esas líneas de acción y operación gubernamentales, tienen más un
sentido hacia el restablecimiento de “la paz” que hacia el desarrollo social,
cultural o educativo de la población joven del país, sin descartar que uno y
otro proceso van de la mano.
55
V. Me parece importante destacar en este breve análisis, las tensiones
y “cuarteaduras” que existen en los liderazgos, los contenidos de los
discursos y los intereses específicos al interior, incluso, del mismo gobierno
federal en el ámbito concreto de lo educativo. Roberto Rodríguez señaló
en su oportunidad, por ejemplo, la ruptura entre el presidente AMLO
y el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa (en el contexto del diseño
del PND). Si un esquema similar lo trasladáramos a otros planos o
escenarios, podríamos predecir que tales tensiones y “jaloneos” al interior
de la SEP, desembocarán en eventuales ajustes o reacomodos del círculo
de altos funcionarios de esa dependencia federal. En ese tenor, observo
movimientos significativos de algunos personajes del círculo más cercano
al presidente de la República, como es el caso de Alfonso Romo, que tienen
una visión peculiar (con más empatía hacia las opciones “privatizadoras”
y “gerencialistas” de la educación) y una plataforma más definida en el
ámbito de la educación superior.
Ricardo Raphael escribió esta semana un texto con el título: “En defensa
de la Reforma Educativa”(17). Considero que es una defensa frágil de la
mencionada reforma, impulsada e impuesta con más pena que gloria por el
gobierno de Enrique Peña Nieto. A continuación expongo los argumentos
que muestran dicha fragilidad.
56
a contracorriente de la mayoría política que triunfó en las elecciones de
julio”.
“¿Cuáles son los elementos de ese núcleo atómico que está siendo
tan vehementemente combatido? Para tener una opinión fundada
vale la pena sacar lápiz y anotar sobre cada punto (-dice Raphael-):
1. La reforma estableció como obligación para el Estado mexicano
garantizar la calidad de la educación. 2. Esta calidad se mide a partir de
la adquisición de conocimientos de los estudiantes. 3. Es decir que el
Estado se comprometió a garantizar, no solo la cobertura, sino la calidad
del aprendizaje. 4. Se consideraron como variables para la calidad del
aprendizaje: el material y los métodos educativos, la organización escolar,
la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y directivos. 5. Se
creó un sistema nacional de evaluación a cargo de un instituto autónomo
y protegido frente a las presiones políticas, partidarias y sindicales. 6.
Se creó un servicio profesional docente para impedir que las plazas de
los maestros sean compradas, heredadas, o bien, obtenidas por criterios
político- clientelares. 7. Solo puede obtenerse una nueva plaza de maestro
a través de un concurso de oposición. 8. El avance en la carrera de los
maestros depende de su propio mérito y las evaluaciones que se realicen
para medirlo”.
Tal vez convenga decir al respecto, tal como lo señalé hace algunos
meses(18), que los contenidos de la Reforma Educativa 2012-2018
57
son producto del consenso parlamentario y jurídico (hoy es letra en la
Constitución Política, no es más ni menos) de los tres partidos principales
en esa coyuntura (PRI, PAN y PRD), pero dichos contenidos son
discutibles en términos del conocimiento pedagógico y del estado del arte
en la materia. En tal contexto científico-técnico, no están suficientemente
discutidos tales contenidos de la Reforma Educativa actual. Aun cuando
éstos gozaron del respaldo y aprobación del Congreso de la Unión, en 2012-
2013, debido a su condición como órgano legislativo en representación de
la sociedad, existen sectores académicos que se oponen a sus definiciones:
¿Acaso ya están resueltos y consensuados términos como “calidad
educativa”, “idoneidad de docentes y directivos” o “evaluación y medición
educativas”, “equidad”, entre otros? ¿Los docentes, asesores, estudiantes,
padres y madres de familia, y directivos escolares están de acuerdo y, por
lo tanto, comprometidos con esos contenidos impuestos? ¿Ya no hay nada
que cambiar en la letra de la Constitución ni de las leyes secundarias?
58
Por otra parte, el procedimiento ejecutado para implantar la Reforma
fue desafortunado, porque estuvo más inspirado en y motivado por el
ejercicio del poder político que por un razonamiento educativo, esto
último en términos de la aplicación de políticas públicas congruentes,
necesarias y viables para nuestra sociedad.
59
consenso y por convencimiento, emprender las modificaciones legales que
sean congruentes con el pacto alcanzado, desde abajo, no al revés.(19)
60
Reforma Educativa y Significados del Cambio: Conclusiones(20)
Este lunes (12 de agosto de 2019) escribí en este espacio algunas ideas en
torno al estudio que lleva por título “La construcción de significados acerca
de la implementación de la Reforma Integral para la Educación Básica
(RIEB) de docentes de Educación Primaria”, de Maritza Soto Barajas,
que dio a conocer recientemente para obtener el grado de doctora en el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO,
Tlaquepaque).(21)
61
trayecto formativo, los profesores realizaban acciones con mayor o menor
grado de dificultad. Si las situaciones que valoraban en el contexto de
reforma eran similares o análogas a sus conocimientos previos, realizaban
acciones sin mayor esfuerzo (tal es el caso del control de grupo), pero si
lo que se les demandaba no se encontraba en su horizonte de familiaridad,
se les presentaban situaciones problemáticas, pues no tenían la posibilidad
de volver a aplicar soluciones desde lo ya conocido, es decir, no tenían los
saberes necesarios para legitimar el dominio de la docencia en un contexto
de reforma. Ellos sabían cómo se realizaba una planeación didáctica, cómo
se esperaba que actuaran y la manera en que se evaluaban los aprendizajes,
pero desde una visión diferente a la privilegiada en la RIEB; situación que
representó una dificultad para realizar las acciones docentes desde el nuevo
enfoque, para el cual tendrían que realizar cambios en sus prácticas que
impactaran en un estilo de enseñanza en el que el estudiante aprendiera a
utilizar sus conocimientos para resolver problemas en contextos variados.
Al no contemplarse que cada docente tiene una trayectoria y, por ende,
un dominio previo sobre lo que representa su rol resulta difícil que
los propósitos que se anuncian a partir de un cambio impuesto logren
concretarse en una práctica, ya que aquello que se declara a nivel de la
política educativa y se materializa en una reforma, no necesariamente
coincide con lo que sucede cotidianamente en las aulas”.
62
al qué y al cómo de la enseñanza no eran compatibles con el qué y cómo
impulsado por la RIEB”.
63
requerimientos que para los docentes carecen de sentido (por ejemplo:
el llenado de formatos que supuestamente evidencian un trabajo basado
en las directrices de la reforma) y se tiende a la simulación, precisamente
porque no le encuentran sentido a esas tareas. Al no sentirse apoyados en
las situaciones que viven en la dinámica escolar y en la comprensión que se
requiere del contenido del cambio, los docentes tienden a llenar formatos
como una manera de mostrar evidencias para dar cuenta del cumplimiento
de las disposiciones, sin que ello signifique que en la práctica lleven a cabo
aquello que presentan a la autoridad. Las planeaciones didácticas o las
formas de evaluar que entregan a la autoridad, difieren sustancialmente de
lo que se hace o propone en el salón”.
64
8) “Desde la participación de estos profesionistas en la propuesta
de cambio curricular se advierten diversas significaciones: experimentar
un proceso de rendición de cuentas, realizar una serie de prácticas de
simulación con el fin de mostrar cumplimiento y estar interesados en
el desarrollo de las competencias de sus estudiantes desde los marcos
privilegiados en la reforma curricular”.
Dos mundos
65
así como las y los legisladores, y demás tomadores de decisiones, no se
dan cuenta (o no quieren reconocer) que estas situaciones críticas forman
parte de la realidad educativa vivida en las escuelas y las aulas.
Por una parte, el investigador educativo afirma, contra sus críticos, que
“El argumento repetido hasta el cansancio es que dicha reforma no fue
consultada con todos los docentes de México y que, además, la evaluación
docente lesiona los derechos laborales de los profesores del país”(24).
Pregunto con asombro: Ah, caray ¿Acaso no es así?
66
se obtuvo, parcial y pírricamente, no a través de la participación de los
maestros y las maestras de México, sino mediante lo que se considera la
primera “acción de política educativa” del sexenio, y que en realidad fue
una medida de carácter penal: Llevar a la cárcel a la Profesora Elba Esther
Gordillo, ex lideresa real del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) y adversaria política del presidente Peña. Ese fue el
camino elegido por el poder público para abastecerse de legitimidad. Esa
fue la calidad de la legitimidad procesada por el Estado mexicano en 2012.
De tal manera que legitimidad no le faltó.
67
es conveniente realizar una amplia consulta no sólo con los docentes, sino
también con las familias, los estudiantes, los asesores técnicos, directivos y
personal de apoyo a la educación, entre otros sectores comprometidos con
el cambio verdadero, radical, de la educación.
68
conflicto complejo, multifactorial, de origen, que no solo se reduce al
tema de la legitimidad ni a algo que esté simplificado en el conflicto de
la evaluación del desempeño de docentes y directivos escolares. No, sino
más bien es un asunto de fondo, que tiene que ver con la concepción
de Reforma Educativa que está implícita, así como con el método y la
estrategia que han decidido seguir los gobiernos mexicanos, desde 2010
(con Felipe Calderón) y que continuó durante el gobierno actual 2012-
2018 (de Peña Nieto), en el sentido de llevar a cabo cambios educativos
alineados, principalmente, al Modelo Educativo diseñado por organismos
internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE).
69
proyectos educativos conjuntos y en afilar navajas en contra del gobierno
entrante? Lo cual no estaría mal, lo que no se ve bien es que lo hagan desde
una supuesta “neutralidad ideológica”)
70
de planeación y luego en la Secretaría Académica de la Universidad
Tecnológica de Querétaro (UTEQ), entre 2000 y 2003. Durante esos
años, en esa institución se tenía una certificación de calidad, que se
promocionaba a los cuatro vientos, pues ésta había sido otorgada por una
empresa privada certificadora (a la que se contrataba mediante cantidades
nada modestas), en la norma establecida por la Organización Internacional
para la Estandarización (International Standarization Organization o ISO,
por sus siglas en inglés). Hacia la calle se vendía la idea de que la UTEQ
era una “Universidad de Calidad”, pero hacia dentro sabíamos que no eso
no era completamente cierto. La certificación de la “calidad” sólo estaba
restringida a ciertos procesos administrativos específicos: en la gestión de
los recursos humanos, en las compras que realizaba la institución, o en la
operación de los servicios escolares, entre otros, pero no estaban incluidos
o dados de alta en la llamada “certificación” los procesos de enseñanza
y aprendizaje. ¿Una universidad pública que se promociona como “de
calidad”, pero que no incluye los procesos sustantivos de docencia en su
llamada “certificación internacional”?
71
constituirse en una filosofía de gestión de lo público, en modos que imiten
a lo privado”.(27)
72
doctora Bracho aclara lo siguiente: “Cabe recordar que la definición de
la calidad en el ámbito educativo es un tema que no sólo representa un
problema teórico, sino que rebasa con mucho el ámbito estrictamente
académico. Y tiene influencia en asuntos relativos a la toma de decisiones
políticas y de gestión del sistema educativo y las escuelas, así como un
alto impacto en los espacios escolares, en donde tienen lugar la enseñanza
y el aprendizaje”. También la consejera presidenta del INEE afirma
que, en el contexto de las modificaciones constitucionales del año 2013
en nuestro país, “...una prioridad inaplazable es definir con la mayor
precisión posible a qué nos referimos cuando hablamos de calidad en la
educación, en el entendido de que esta definición permitirá precisar los
objetivos a alcanzar, con el fin de hacer realidad la garantía del derecho
a una educación de calidad para todos a partir de la mejora constante”.
Esto es cierto, sin perder el foco del debate actual: “...más que pretender
dar una respuesta acabada al problema de cómo definir y medir la calidad
educativa, nuestro trabajo se ha centrado en aportar elementos para que
el debate sobre el tema permita llegar a acuerdos básicos acerca de cómo
concebir y monitorear los avances o retrocesos en la materia”.
73
Sander (1996), ha tenido una fuerte influencia en la concepción de
calidad y es sin duda un referente en las definiciones oficiales que estipula
la legislación. Este modelo incluye cuatro dimensiones: la económica
(eficiencia), la pedagógica (eficacia), la política (efectividad) y la cultural
(relevancia). Sin embargo, como señaló Carlos Muñoz Izquierdo: “Es
importante aclarar que ese paradigma no fue diseñado con la finalidad de
ser aplicado directamente a la educación en sí, sino a la administración de
los sistemas escolares” (Muñoz, 2009)”.
74
equidad. Puede afirmarse, entonces, que el principio de mejora constante
es el fundamento rector de la calidad de la educación en México”.
Conviene, por todo ello, que los legisladores y las figuras educativas
en las escuelas reflexionemos más profundamente sobre las implicaciones
que tiene en la práctica, la adopción o no de las distintas aproximaciones
sobre la “calidad” educativa existentes. Y junto con ello, adoptar una
posición clara sobre el contenido y los significados de la idea de “calidad”
plasmada en la modificación constitucional del 2013, y sobre su eventual
modificación en este 2019. Ese debate y sus conclusiones serán sin duda
un insumo importante, para definir el rumbo que tomará la educación
pública durante los siguientes años, pero sobre todo para sustentar y dar
sentido al derecho a la educación de las niñas, los niños, las y los jóvenes y
las y los adultos en México.
75
4. Alcances y perspectivas
Sin embargo, ese no es el tema que nos ocupa hoy. Lo que interesa, en
todo caso, es identificar los elementos estructurales (no sólo discursivos)
del llamado (por adelantado), “cambio de régimen” y su impacto en la
77
educación pública en México. Porque no se trata simplemente de un
cambio de administración pública, puesto que “no es sólo un cambio de
gobierno…”, dice el primer mandatario en sus conferencias mañaneras.
Analicemos entonces esos nexos.
78
Todo ello al margen o a pesar de los cambios a los dispositivos legales o
normativos, concertados y operados en las alturas por parte de las élites
dirigentes.
79
se recargan las iniciativas fallidas de Reformas. Dicho en otras palabras o
en forma de cuestionamiento: ¿Cómo se podría dar, después de un año
de asumir el poder público el gobierno de la “4T”, la puesta en operación
del “cambio educativo” en los circuitos nacional, estatal o municipal ante
estos gigantescos obstáculos?
80
Nuestra estructura educativa es, por el contrario, parte de un dispositivo
institucional diseñado, hace más de 70 años, para que los directivos sean
sistemáticamente evaluados, o no, por sus supervisores (antes inspectores)
de las zonas escolares, y no necesariamente por sus pares. Y para que,
entre otras cosas, los docentes sean evaluados sistemáticamente, o no,
por los directivos escolares. En fin, así sigue la cadena piramidal-vertical:
El sistema cuenta con una arquitectura organizacional para que las y los
estudiantes sean sistemáticamente evaluados, o no, por sus docentes (y no
necesariamente en términos de aprendizajes o de desarrollos integrales de
las personas, sino como dinámica o lógica de control). ¿Acaso no existen
alternativas para romper con esas cadenas piramidales, rígidas y verticales
de control y vigilancia que se mantienen, se conservan, inercialmente en
el sistema educativo? (Todavía existen Escuelas Secundarias, en diversos
puntos del país, donde los mesabancos están atornillados al piso, con lo
cual se asegura y se ejerce mayor “control” sobre las y los estudiantes).
81
la reposición de personal educativo o de apoyo, jubilado o en estado de
gravidez, frente a grupo o para brindar servicios en las escuelas?).
82
La pregunta que me surgió de inmediato fue: Esta Reforma que pretende
dirigir el gobierno de la Cuarta Transformación ¿será de continuidad o de
cambio en lo que corresponde al paradigma educativo? Contrario a lo
que afirma el doctor Flores, investigador de la Facultad de Medicina de la
UNAM, considero que la Reforma Educativa de AMLO, en los hechos, es
más retórica política que cambio de fondo en “lo educativo”, puesto que
no se avizora ninguna transformación en el trazo de las líneas generales de
las políticas educativas, ni en su lenguaje interno (y todavía no hay esbozos
de propuestas de cambio al modelo o paradigma pedagógico). En lo que
sigue, intentaré poner sobre la mesa algunos argumentos para sustentar
estas ideas.
83
pública? ¿En qué consistirá una eventual ruptura paradigmática de la cosa
pública sobre la educación en México? Así lo escribí en estas mismas
páginas, en “La ruptura paradigmática de lo Educativo” (SDP Noticias, 7
de dic. de 2018)
84
sociedad en su conjunto, a través de los procesos de “institucionalización”
de las actividades “burocráticas” y escolares rutinarias. A propósito de
esto, el otro día anoté lo siguiente: “Mientras que las Reformas Educativas
pretenden que las escuelas cambien (mediante esquemas centralistas), las
escuelas terminan por detener o cambiar a las Reformas”.
85
orientados hacia el control y el sometimiento del gremio de maestros),
puesto que, para imponerse, la estrategia del gobierno de EPN no fue otra
más que la de imponer su esquema reformista, mediante la criminalización
tanto hacia los líderes de la dirigencia oficialista como de la disidencia
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Como
sabemos, fue hasta el final del sexenio, entre 2016 y 2017, que la SEP de
Nuño y luego de Granados, se enfocó a operar el trabajo de planificación
educativo y pedagógico “de la continuidad” (no de “la ruptura”) sobre la
base del paradigma dominante.
86
prácticas educativas) no para romper con ningún paradigma, sino a efecto
de mantener el estado social de cosas”. (34)
87
5. Las lógicas del Reformismo Educativo(35)
Hasta el momento, existe evidencia, elementos, hechos, procesos que
indican que el gobierno de la “4T”, en materia de educación pública, no se
mueve hacia la izquierda política sino que gira al centro político. Aunque,
si observamos con detenimiento, a partir de una mirada geométrica, un
desplazamiento desde la izquierda hasta el centro representa, en sentido
estricto, un giro hacia la derecha. Leve, pero movimiento al fin. En esta
oportunidad describo algunos de esos hechos.
89
del priista Ernesto Zedillo, primero, y presidente de la Fundación Azteca
(Grupo Salinas Pliego) después, lo que da cuenta de esta inconsistencia
o diversidad ideológica (si lo decimos eufemísticamente) de los altos
funcionarios del gobierno de la llamada “4T”. A ello, hay que agregar que
la trayectoria política que se ha generado el propio Moctezuma Barragán, lo
ubica en un espectro ideológico de centro-derecha o de centro moderado.
Pero ¿esa es una virtud o un defecto?
II
90
reforma de 2013 (de Enrique Peña Nieto), en ciertos aspectos específicos
relacionados con la concepción de educación. No obstante, la “4T”
se anotó cambios más simbólicos que efectivos: la desaparición de la
evaluación del desempeño (continuidad en el servicio) para docentes,
asesores técnicos y directivos escolares, y la transformación-desaparición
del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
III
91
un proceso de transición generacional en la orientación y el rumbo de
las políticas públicas; esto se da a través de un movimiento que va del
“Reformismo Conservador” (período 2000-2018) al “Reformismo Progresista
(Moderado)”, que inicia en estas fechas, entre 2018 y 2020. Si en verdad
se concreta un cambio de régimen, “de raíz” como lo buscaba la “4T”,
entonces estas etiquetas cobrarán sentido, sin embargo, todo parece
indicar que los “cambios de raíz” en este sector clave de la vida nacional,
habrán de esperar.
IV
92
magisterio), en un contexto de crisis sanitaria y económica sin precedentes,
también da cuenta de esta orientación “moderada” de las políticas públicas
educativas de la “4T” en la era Moctezuma, puesto que trata de buscar
alianzas estratégicas y coyunturales con los grandes capitales nacionales y
extranjeros para conducir la rectoría del Estado en educación.
93
fortalecer al Sistema Educativo Nacional (SEN), elevar la calidad de la
enseñanza y promover la equidad e inclusión en la escuela, se reinicia
también, implícitamente, un interesante debate en torno a qué modelo de
evaluación de docentes y directivos escolares requiere la educación pública.
94
La segunda opción o segundo modelo de evaluación docente ha
sido expuesto en varios espacios académicos por el doctor Ángel Díaz
Barriga. En éste se sugiere que la evaluación a docentes no sólo debe
ser individual, sino también colegiada, es decir, entre pares (también se le
llama “evaluación social”). En palabras del investigador universitario del
IISUE, estos son los argumentos:
“En México ha privado, hasta este momento y en todos los niveles del
sistema, y en todas sus acciones, la visión gerencial administrativa por sobre
la visión que podría provenir de las ciencias de la educación. En las ciencias
de la educación lo que se busca es mejorar el proceso educativo. Buscamos
trabajar sobre procesos, no tanto sobre resultados. Y comprender qué
es lo que está pasando, qué es lo que explica un proceso. Si un sujeto
aprendió o no aprendió, si un maestro pudo trabajar... por ejemplo, lo que
nos preguntamos es ¿qué es lo que está permitiendo que esto acontezca?
Buscamos una explicación. Porque si no damos una explicación, no vamos
a tener elementos de acción. La visión administrativa, en cambio, busca
tomar decisiones. Para mí la meta de la evaluación, desde la perspectiva de
las ciencias de la educación, es mejorar. Su mecanismo es la comprensión,
su función intrínseca es retroalimentar”.(40)
95
que despertar el entusiasmo, justo lo contrario de lo que está pasando en
México. Requiere que cada uno asuma este proceso de evaluación y que
se realice coevaluación y autoevaluación. Si en las escuelas se trabajaran
proyectos de evaluación formativa, los profesores podrían asumir acciones
de coevaluación o autoevaluación, quizá a nivel escuela, quizá a nivel de
supervisión escolar, dependiendo de cada región, de cada localidad y del
liderazgo que el docente tenga en su comunidad”.
96
con tal escuela de Oaxaca y con tal escuela de Guerrero. Obtendríamos
así un criterio respecto de las condiciones socioeconómicas que produciría
unidades, o bloques de instituciones. Ya se evalúa la infraestructura; de
esto tenemos mucha información. Pero lo que no se evalúa en la escuela
es el ambiente y el proyecto pedagógico, esto es, cómo está integrado el
grupo de profesores, cuál es la calidad de liderazgo que ejerce el director,
de dónde provienen los profesores, si realmente han podido construir un
proyecto común o asumir un proyecto de trabajo común. Y después, de
ahí se puede pasar a evaluar a los alumnos y a los docentes, pero todo
interrelacionado, de manera que en un momento dado se pueda decir de
una escuela: “nos vamos a dedicar por los próximos dos o tres años a
fortalecer el aprendizaje de las matemáticas”, y que el Consejo Técnico
formule el programa de trabajo escolar para uno, dos o tres años. Y que
se autorice. Esto va contra ciertas ideas de estandarización, pero a mí me
parece que sería deseable que los consejos técnicos pudieran intervenir
en decisiones de este tipo. Y que esto tenga que ver con qué tipo de
formación se va a demandar para la escuela, y qué tipo de métodos se van
a experimentar con los estudiantes, de suerte que en tres años se realice
una evaluación donde nos digan si efectivamente lo que propusimos en
nuestra meta escolar lo lograrnos o no lo logramos. Creo que tendríamos
un cambio de mediano plazo, pero sería un cambio mucho más consistente
que lo que tenemos en este momento”.
97
ha manifestado el INEE), pero más allá de la ideología de la “meritocracia”;
y concebir las grandes aspiraciones de la Reforma Educativa (que tiene que
ver implícitamente con la necesidad del “cambio”), junto con los procesos
de “horizontalización” (y de democratización, o menos verticalidad) de los
asuntos o procesos educativos, y dentro de ellos, por qué no, los asuntos
y procesos inherentes a la evaluación de docentes y directivos escolares.
“...en la institución educativa moderna (así como también en la cárcel, los hospitales o los
asilos psiquiátricos) se ha implementado y perfeccionado una modalidad de poder-saber que
persigue el incremento de la gobernabilidad de los individuos”
Rodrigo Castro Orellana, quien escribe sobre la obra de Michael Foucault.
98
(para revisar más argumentos al respecto, ver: “Artículo 3o. Constitucional:
El papel del Senado”, (SDP Noticias, 1 de abril de 2019).
99
iniciativa enviada al Congreso por parte del presidente López Obrador, el
13 de diciembre de 2018; así como fragmentos importantes de la Iniciativa
de modificaciones al texto Constitucional, enviada por los grupos
parlamentarios del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD, a principios
de febrero de este año. Estos últimos legisladores son identificados con
el bloque parlamentario y hegemónico que en 2013 aprobó el marco
legal vigente, en materia educativa, y que el gobierno de la “4T” buscaría
transformar. Hago esta aclaración, porque entre ambos documentos no hay
grandes diferencias, y porque las regularidades encontradas nos permiten
interpretar o confirmar que existe una cierta tendencia, o empatía entre
ellos, sobre los usos y las estructuras discursivas con orientación hacia el
“continuismo” (es decir, donde “no hay ruptura”).
100
que éste establece con los demás aprendices. Aquí pueden mencionarse
los test, los exámenes o las prácticas disciplinarias de control, vigilancia y
sanción. Todos ellos constituyen recursos para configurar subjetividades,
gracias a la incorporación de un recorte en la masa de aprendices cuyo
fin es la estigmatización y la normalización. Dentro de estos mecanismos,
ninguno tan importante como el examen, verdadera quintaesencia de la
práctica educativa...”(43)
101
6. Reforma Educativa:
Mirar a la Escuela de otra manera(44)
En México, y en cualquier país del mundo, las modificaciones a los textos
constitucionales o la aprobación de leyes nacionales, como acciones
iniciales para emprender Reformas Educativas, no necesariamente han
producido cambios de “raíz” en las prácticas educativas y docentes en las
escuelas(45); esto lo digo porque el siguiente gobierno federal, próximo a
ejercer el poder político en una semana, podría cometer el mismo error en
que cayó el gobierno encabezado por el presidente Peña Nieto, en materia
de políticas públicas y estrategias educativas. Pensar que los cambios
sociales (estructurales o de base) se generan a partir de las modificaciones
al marco legal, es dar por cierta una falacia. Esa ha sido la experiencia para
el gobierno que va de salida, y lamentablemente para nuestra sociedad; ha
sido una equivocación cometida tanto en el orden de la estrategia puesta
en práctica como en la concepción (el contenido) de la Reforma Educativa
recién ensayada durante el período 2012-2018. En consecuencia, esas han
sido algunas de las razones del eventual fracaso de la iniciativa del “cambio”
propuesto a través del “Pacto por México” (cuya responsabilidad y diseño
se debe a los partidos políticos PRI, PAN y PRD), mediante una Reforma
Educativa supuestamente estructural que, según los acontecimientos, ha
sido rechazada por la mayoría de la sociedad.
103
de los diferentes instrumentos jurídicos y normativos. Lo anterior implica
pensar al Estado no solo como una entidad hegemónica generadora del
“deber ser” de una sociedad, sino también como el complejo institucional
que, en representación de la misma, regula las prácticas sociales que
permitan la convivencia armónica, justa, democrática y civilizada entre los
miembros de la sociedad.
104
Para los tecnócratas y los simpatizantes (convencidos o no) del
reformismo conservador (con orientación claramente neoliberal),
sin embargo, la lógica del “cambio educativo” se reduce solo a una
mera imposición de “modelos” o “programas” desde fuera (el “deber
ser”) de las escuelas (como ha sido el caso de las reformas educativas
promovidas durante las últimas décadas en varios países, y ha sido también
la situación por la que ha pasado México). Eso se ha hecho a través de
dispositivos técnicos únicos, nacionales y obligatorios, diseñados por
expertos, funcionarios o científicos de la educación, cuyas propuestas
han sido válidas para el autoconsumo de la propia comunidad científica
(corporativa e institucionalizada), pero que son ajenas a las necesidades
de las comunidades magisteriales, es decir, para las figuras educativas que
laboran en las escuelas y en las aulas (docentes, directivos escolares y
asesores técnicos), es decir, para quienes operan cotidianamente los planes
y los programas de la educación pública.
105
Las autoridades educativas federales y estatales durante ese período
(2012-2018) jamás admitieron, sin embargo, que el cambio educativo más
redituable y duradero no es el que se da mediante el arreglo (en la oscuridad)
entre las cúpulas del poder político y otros grupos privilegiados, sino
desde las escuelas (y no me refiero a la iniciativa de poner a las “Escuelas
al Centro”). Arreglo que históricamente se ha dado entre los actores
sociales que cogobiernan y que constituyen las élites del poder científico
técnico (grupos de expertos en educación que preservan la hegemonía
en las instituciones legitimadoras del saber, como he descrito antes, cuyo
coto de poder más actual, en México, ha sido el INEE), y que, en conjunto
con otros grupos de poder, han tomado las decisiones importantes en
materia educativa para la nación: cúpulas empresariales; alta jerarquía de
las iglesias; dirigencias de la clase política y sindicales, así como el poder
fáctico que ejercen los medios de comunicación, que participan, directa
o indirectamente, en el proceso de validación o legitimación de los
contenidos, los métodos, el financiamiento, la organización, los tiempos y
la infraestructura de las escuelas.
106
del estudiante un sujeto pasivo y dependiente de su tutor, con pocas
posibilidades de alcanzar procesos de autonomía y autorregulación de su
aprendizaje...”(47)
¿Por qué “deben aprender” eso y no otra cosa? ¿Por qué así y no de otra manera?
107
sobre todo en la pública: ¿Por qué “deben aprender” eso y no otra cosa?
¿Por qué así y no de otra manera? Por todo ello, el tema exige acercarnos
a los planteamientos generados por la investigación educativa reciente,
puesto que implica identificar los criterios que las autoridades educativas
establecen como relevantes y pertinentes para definir la selección de los
contenidos y métodos educativos, dirigidos a los niños en edad escolar de
la Educación Básica (entre los 3 y los 15 años, aproximadamente), a partir
de los hallazgos generados por la investigación.
108
con los anteriores. Los docentes pueden, sin embargo, ir más allá de los
«mínimos» marcados por el programa vigente”.
109
Al respecto de este interesante debate, retomo las ideas que escribió
hace algunos años el psicólogo español César Coll, de la Universidad
de Barcelona: “Por una parte, los contenidos reflejan y concretan las
intenciones educativas y, a través de ellas, las finalidades de la educación
básica y la función o funciones prioritarias que los grupos sociales
dominantes o mayoritarios le atribuyen… Por otra parte, si bien es cierto
que conviene distinguir cuidadosamente entre los contenidos incluidos en
las propuestas curriculares –prescriptivas o no–, los contenidos enseñados
y los contenidos que aprenden y se apropian los alumnos, no lo es menos
que los primeros orientan, condicionan o determinan en mayor o menor
medida, según los casos, lo que finalmente se enseña y se aprende en
las aulas… No puede sorprender, en consecuencia, que los intentos
de innovación, reforma o mejora de la educación escolar hayan estado
siempre asociados, entre otros, a cambios más o menos profundos de
los contenidos de enseñanza y aprendizaje. Y no puede sorprendernos
que en un momento como el actual, en el que nuestras sociedades se
enfrentan a nuevos retos y desafíos, surja otra vez la necesidad de volver
a plantearnos estas preguntas sobre los contenidos escolares y revisar las
respuestas que les hemos dado en el pasado. En suma, lejos de ser un
aspecto secundario o simplemente subsidiario de otros, las decisiones
sobre los contenidos escolares y los análisis, las reflexiones y los debates
que a menudo les acompañan tienen una entidad propia y merecen una
atención diferenciada”.(52)
110
lo que los alumnos aprenden. Por lo tanto, un gran desafío es lograr que
estas tres cosas se sintonicen.
111
7. Los sinsabores de las Reformas Educativas
Cambios Constitucionales, sin impacto en las Escuelas(53)
113
al Texto Constitucional (sobre todo al Art. 3), habría que agregar el escaso
nivel de impacto que dichas modificaciones normativas tendrán en la
base social del “sistema” educativo nacional, a nivel local, comunitario.
Porque es claro que las modificaciones constitucionales no impactarán
inmediatamente en las escuelas y menos aún en las aulas. Eso se debe a que
la mayoría de las maestras, los maestros, estudiantes, directivos escolares, las
familias y asesores de la escuela pública, han estado al margen o ajenos de
las discusiones y decisiones que se han tomado en los órganos legislativos
y del poder ejecutivo federal. Para contar con evidencia al respecto, sugiero
desarrollar una encuesta o un estudio de campo acerca de las percepciones
y expectativas que tienen los docentes, directivos y asesores técnicos del
sector público, así como estudiantes y padres y madres de familia, en torno
a las recientes modificaciones constitucionales.
Ese fenómeno del divorcio entre las políticas públicas educativas (que
incluye la definición del marco legal) y las comunidades educativas, ha sido
ampliamente analizado, desde una perspectiva sociológica, por M. Fullan,
quien afirma lo siguiente: “El proceso de cambio se ha caracterizado por
seguir un patrón según el cual las innovaciones se desarrollan fuera de
los centros para ser transmitidas a ellos, posteriormente, en función de
bases universales. Los consumidores o usuarios de dichas innovaciones
(profesores, padres, alumnos) tienen un papel limitado en ese proceso,
siendo considerados más bien como adoptantes pasivos de lo mejor de
las innovaciones más recientes. Es notorio que la primacía se otorga a las
innovaciones (que a menudo acaban en sí mismas) y no a la capacidad
de los usuarios para innovar. En otras palabras, en lugar de considerar
la innovación como parte de un universo de significados, las escuelas se
interpretan como un mundo de adoptantes. Allá donde los usuarios sí
innovan se trataba, a menudo, de un hecho individual, el resultado de un
proceso permitido y no de un proceso participativo”.(54)
114
El juego de lo político sobre lo educativo
115
Pública (SEP) en el marco de este singular impulso de la 4T: ¿Es posible
emprender cambios profundos en los modelos económico y político,
sin transformaciones radicales en el modelo general o el paradigma
dominante de la educación? ¿Los cambios constitucionales aprobados
producirán transformaciones sustantivas en la base social del “sistema”
educativo? ¿Cómo será eso? ¿Cuándo? Aun cuando no existen fórmulas
solucionadoras ni transformaciones súbitas en la educación pública, es
posible, sin embargo, proponer algunas iniciativas que promuevan un
acercamiento, un trabajo estrecho, de vinculaciones sustantivas, entre las
políticas públicas y la vida cotidiana en las escuelas. En ellas, como sabemos,
los actores principales de los procesos significativos son los docentes,
estudiantes, directivos escolares, las familias, los asesores técnicos, así
como el personal de apoyo y demás profesionales de la educación.
116
Gobierno, las Agencias intermedias, las Universidades, las Federaciones de
profesores, los sistemas escolares y la interacción de los centros”.(56)
117
Así, la Reforma Educativa que recién inicia en México, a partir de las
modificaciones al texto Constitucional publicadas en mayo de 2019, tiene
como característica principal, la inercia, la continuidad, la no ruptura, en
lo que se refiere a sus contenidos (“preocupación principal por la calidad
educativa”); pero no solamente por eso, sino también porque su carácter
inercial se descubre si la contrastamos con las Reformas Educativas
anteriores (en especial, las de 1992 y 2013).
118
Toda iniciativa de reforma educativa lleva implícita y por definición,
la idea de producir un “cambio” en las prácticas educativas y pedagógicas
en las escuelas (o en el conjunto del “sistema público educativo”), previa
identificación de un problema educativo y social, expresado en términos
de aprendizajes. Esa mirada y esa evaluación inicial (no me gusta mucho
la palabra “diagnóstico”), por lo general, están en la cancha de las élites.
Sin embargo, es necesario discutir cuál es el contenido de ese “cambio”
(y no me refiero al contenido curricular, que por sí mismo constituye otra
discusión). ¿Un cambio educativo superficial o profundo? ¿”Reformista”
o “revolucionario”, en el sentido expresado por Thomas Kuhn? ¿Cambios
o no en la base de las estructuras del “sistema”? ¿Pensado para qué tipo
de sociedad?
119
aprendizajes escolares”; y ello sólo se podría medir o valorar a través de
exámenes o pruebas estandarizadas (sobre todo en las áreas de pensamiento
matemático y comprensión de textos), pero eso nos lleva al problema
(previamente existente y documentado) de inducir a los estudiantes a
“aprender para las evaluaciones”. Con esa visión simplificada sobre la
educación y sobre la evaluación, cuya racionalidad consiste en mirar de
manera parcial lo que sucede en las aulas, la “4T” sigue el mismo camino.
Las comunidades educativas, en las localidades del país, viven las Reformas
Educativas como movimientos que vienen desde fuera de la escuela. Y
eso trae como consecuencia (hecho que también ha sido ampliamente
estudiado), una serie de actitudes, valores y comportamientos opuestos;
un conjunto de prácticas educativas y escolares, de franca resistencia al
cambio. Situación que se agudiza cuando los docentes y directivos de la
escuela pública no solamente son ignorados o marginados de los procesos
públicos de diseño de “la Reforma”, sino que además son llevados al
patíbulo administrativo y a la denostación pública (tal como ocurrió en
México entre 2013 y 2018).
120
V. De lo prometido a lo realizado
VI
121
La Reforma Educativa y la metáfora de los “baches”(58)
122
La mesa de la Reforma Estructural de los Baches está servida. En Los Pinos
se organiza una gran cena para festejar las reformas o modificaciones a
la Constitución Política en materia de bacheo, puesto que el arreglo “de
calidad” de baches se ha elevado a rango constitucional, con la leyenda del
máximo logro en la reparación de todos los baches de la nación.
El banquete es para destacar que por fin están modificadas las letras
de la Constitución, así como de las leyes secundarias o complementarias,
aplicables a la materia; sin embargo, los baches siguen ahí, sin arreglarse.
123
Instituto Nacional de Evaluación de los Baches, que será presidido en su
junta de consejeros y buen gobierno por eminencias y eruditos, es decir,
por doctores, doctoras, posdoctores y posdoctoras, cuyas credenciales
académicas les han llevado a ocupar lugares preferentes en el exclusivo
y refinado círculo de la Investigación Teórica y Aplicada para el arreglo
calificado de Baches (aunque no tengan experiencia en campo ni
compromiso con los programas de trabajo a ras de baches).
124
menos. Lo más importante es que la nación ya cuenta con leyes y dientes
filosos para combatir la corrupción “bachisterial”.
“-Por eso, justo por eso, -dijo el secretario del ramo-, los mexicanos
deben entender que esta gran reforma nacional se ha hecho por y para
ustedes; por la cual debieran estar más que agradecidos… además, este
cambio está en congruencia con el eslogan publicitario del sexenio: “Mover
a México”.”
125
8. Orientaciones con mirada hacia el futuro
127
de las organizaciones sindicales de las maestras y los maestros en México”.
(62)
128
Es una buena idea ampliar los ámbitos de participación social en la
educación pública, no cabe duda, a nivel de las comunidades específicas;
sin embargo, hay algunos problemas que se presentan cuando se opta
por este tipo de esquemas o diseños institucionales: En primer lugar, el
asunto del financiamiento. Los recursos financieros de los municipios
son generalmente limitados. México ha sido un país que, a lo largo de su
historia reciente, ha adoptado un modelo de financiamiento público de
carácter centralista. Son pocos los impuestos (como el predial), que están
a cargo de los gobiernos de las localidades o de las alcaldías (éste es un
tema también abordado en el texto de Guevara Niebla; ver referencia). Y
eso reduce la capacidad de maniobra de las alcaldías en materia cultural y
educativa.
129
y pedagógicos concretos y dinámicos; flexibles e innovadores (no desde
fuera, sino desde dentro de las comunidades). Así mismo, sería conveniente
revisar las experiencias que se han puesto en práctica al respecto en otras
naciones como Canadá y Chile, entre otros países, como para repensar qué
ventajas y qué desventajas ofrece un esquema efectivo y de largo aliento,
orientado hacia la municipalización de la educación en México, en todos
sus niveles y modalidades. Aunque quizá convenga iniciar con una primera
etapa en la educación básica.
Pienso, por otra parte y para concluir, que los grandes problemas
de la rectoría del Estado en materia educativa, pasan también por el
fenómeno de la falta de democracia en las organizaciones sindicales del
magisterio; sobre todo en la falta de pluralidad y representatividad del
comité ejecutivo nacional y de la mayoría de las dirigencias seccionales
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Ahí también
tenemos un pendiente, donde se requiere también una reforma política y
educativa de fondo.
130
país, debería ser prioridad del Estado mexicano una política educativa
en materia de equidad, al menos en educación básica, con la finalidad
de cerrar la brecha social e impulsar la justicia social. Partiendo del
reconocimiento que las personas en situación de vulnerabilidad, exclusión
o marginación son portadores de derechos básicos a los cuales el Estado
tiene la obligación de destinar los recursos necesarios para que accedan,
permanezcan y concluyan su educación básica satisfactoriamente”.
131
del marco constitucional y de las leyes secundarias), no han sido suficientes
para modificar o transformar el piso de las desigualdades.
132
en que muchas de las escuelas rurales no cuentan con la infraestructura
necesaria para llevar a cabo sus labores; en el gasto educativo por entidad
que no considera las necesidades sociodemográficas; en el gasto corriente
que absorbe la mayor parte del presupuesto destinado a la educación, y
demás indicadores”.
133
9. Reflexiones y consideraciones
en retrospectiva
I(65)
El fin del sexenio 2012-2018 está prácticamente al cuarto para las doce.
Es, de hecho, una administración pública que agoniza. El discurso oficial
sobre la Reforma Educativa actual, y particularmente sobre la Educación
Pública en México, está a punto de perecer y quedar registrado para la
historia. Los textos de los artículos 3 y 73 de la Constitución Política
(modificados en 2013), así como las leyes específicas en materia educativa
y los documentos emitidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP)
durante esta administración federal que termina, aunque están vigentes,
serán documentos de estudio, de archivo. El “Modelo Educativo”, los
“Fines de la Educación” y los Planes y Programas para la Educación
Obligatoria (“Aprendizajes Clave para la Educación Integral”), entre otros,
se encuentran también en esa lista.
135
educación superior; directivos, docentes y estudiantes de escuelas
normales; legisladores y dirigentes políticos, entre otros.
136
niñas y jóvenes de México triunfen en el siglo XXI: educación para la
libertad y la creatividad”.(65)
137
historiadores, estudiosos de la administración pública y especialistas en
políticas públicas educativas, nada más, desde hoy y durante los siguientes
años. El horizonte del proyecto nacional transexenal impulsado e impuesto
a sangre y fuego por Peña Nieto, Emilio Chuayffet, Aurelio Nuño y Otto
Granados, asoma de esta manera su fin, desde que el pasado 1 de julio
la sociedad se expresó en las urnas en su abrumadora mayoría, a favor
del proyecto político encabezado por Andrés Manuel López Obrador, el
movimiento morenista y sus aliados políticos.
II(67)
138
elementos del cuerpo discursivo de la iniciativa privada en torno a la actual
y agonizante Reforma Educativa.
139
hasta la fecha. El estudio destaca los avances y atorones en el camino
de transformación educativa y detalla una ruta crítica hacia adelante para
garantizar el derecho a aprender de la joven generación en México”
(palabras en negritas de J.C.M.A.) {…} “A más de cuatro años de la
promulgación de la reforma al Artículo 3º constitucional, hemos visto
avances, pero claramente no estamos donde necesitamos estar. Los
cambios en el marco legal han abierto el panorama hacia un proyecto
educativo más incluyente. Sin embargo, hay mucho por hacer; en muchos
casos, el mismo diseño de la política pública y/o su implementación han
sido inadecuados, inoportunos o inexistentes, inhibiendo la realización del
potencial de estas reformas. Reformar un sistema educativo, y sobre todo
uno del tamaño del sistema mexicano, es un proyecto de largo plazo, pero
ante la coyuntura electoral que se avecina y un cambio de administración
a nivel federal en 2018, la continuidad del proceso de transformación
está lejos de ser garantizada. En Mexicanos Primero creemos que nuestra
mejor opción de presente y de futuro es que la sociedad en su conjunto se
apropie del proceso, se identifique con el mismo y se responsabilice con
su implementación efectiva”.
“...la política pública nos traza una ruta de cambio, pero este cambio sólo
se alcanzará si los actores en estos contextos específicos cuentan con el
compromiso (“el querer”) y la capacidad (“el poder”) para hacerlo, es decir,
cuando se conviertan en agentes de cambio. Los agentes de cambio
son las personas que impulsan, facilitan o coordinan cambios en ellos
mismos, así como en otras personas, prácticas o culturas institucionales.
En el ámbito educativo incluyen los titulares del poder ejecutivo, federal
y estatal, así como las Secretarías de Educación federal y estatales, los
legisladores, los consejeros del Instituto Nacional para la Evaluación de
la Educación (INEE), los comisionados de los institutos de acceso a la
información nacionales y en las entidades, y los jueces del Poder Judicial.
Son los que toman decisiones y definen políticas públicas. Ellos marcan
la pauta. Sin embargo, los actores más relevantes y determinantes para
140
la fase de implementación son los que, en el contexto local, aterrizan,
ejecutan, adaptan, monitorean, evalúan y retroalimentan estas políticas
públicas. De un lado, son los “liderazgos intermedios”, funcionarios
intermedios, supervisores, inspectores y jefes de sector, así como los
directores o coordinadores de otros institutos relevantes, como, por
ejemplo, los directores de las escuelas normales. También son agentes
de cambio imprescindibles, desde las escuelas, las y los directores escolares,
maestros, estudiantes y familias. Asimismo, los actores sociales, como las
organizaciones de sociedad civil (OSC), los medios de comunicación y los
académicos, juegan un papel fundamental de acompañamiento, monitoreo
y exigencia. El compromiso y la capacidad de estos agentes se relacionan
entre sí. Se refuerzan mutuamente y no necesariamente viene uno antes del
otro. No son sucesivos, sino simultáneos. “Quiero hacerlo porque puedo,
y puedo hacerlo porque quiero”. Cuando se conjuntan el compromiso y
la capacidad en los actores educativos, ya podemos hablar de agentes de
cambio, la base para la implementación efectiva de las políticas públicas,
y para la transformación de nuestra educación. Si no quieren o no pueden,
no llegaremos a nuestro objetivo. No se puede mandatar un cambio en el
aula desde arriba”.
141
Más preguntas: ¿Dónde quedan en esa línea discursiva, como actores
clave en el escenario educativo y en la lucha por los espacios y las decisiones
de política pública educativa, los dirigentes sindicales altos y medios;
institucionales y disidentes? ¿Por qué MP adopta un enfoque parcial sobre
los derechos de la educación? (puesto que se enfoca sobre todo a favor del
aprendizaje de los niños, las niñas y los jóvenes, sin decir una sola palabra
en defensa de los derechos de los trabajadores de la educación) ¿Por
mandato de quién este tipo de organizaciones ha recibido amplios tiempos
y espacios en los medios de comunicación tradicionales y alternativos, así
como en los espacios y tiempos oficiales?
“El análisis de las políticas públicas y las prácticas de los países de alto
desempeño revela que hay algunos postulados básicos que pueden
orientar a los gobiernos: objetivos claros que cuenten con el apoyo y la
comprensión de la sociedad; una atención particular en la contratación,
formación y retención de individuos con excelente desempeño (docentes
y líderes) en el sistema; instituciones e infraestructura para apoyar la
mejora educativa; un sistema de rendición de cuentas y de informes para
apoyar los objetivos del gobierno y dar información profesional y objetiva
sobre los resultados; finalmente, un enfoque en el trabajo de cada escuela,
que es donde tiene lugar la enseñanza y el aprendizaje” {…} “Los desafíos
142
estructurales permanecen: falta de capacidad, distribución poco clara de
responsabilidades a través del sistema descentralizado, y las condiciones
estructurales y procesos no facilitan que las escuelas estén en el centro
de las políticas educativas. Las escuelas operan con escasos recursos que
necesitan estar mejor distribuidos entre ellas. Esto requiere una mayor
capacidad y la creación de estructuras institucionalizadas que garanticen el
diálogo y la construcción de consenso”. (p. 4)
143
hacerse cargo de su defensa para obtener el financiamiento adecuado y
equitativo, así como exigir que los actores clave de la educación rindan
cuentas de los resultados” {…} ”La capacidad del país para incrementar
las oportunidades económicas y la movilidad social de la población se
verán altamente comprometidas si no se cuenta con una fuerza laboral
de docentes y directores motivados, y altamente calificados, capaces de
mejorar de forma radical los resultados de los jóvenes de México. No
invertir en las amplias reformas de la política docente y el liderazgo escolar
recomendadas por el Consejo Asesor puede ser, a largo plazo, mucho más
costoso para el futuro de México que las inversiones que implican las
iniciativas sugeridas en este reporte”. (p. 8)
144
actual (Morena y aliados políticos) modificara las bases legales de la
Reforma Educativa anterior (2013).
Todo ello implica, sin duda, un alto nivel de operación y gestión políticas
por parte del Ejecutivo Federal, en medio de un clima de fuertes tensiones
que se expresan, de manera enfática, por diferentes frentes: Golpeteo de
la oposición política (menguada o no), lo cual no debe sorprender, pues
esa es su función; y de grupos de presión política y económica (sobre todo
de las cúpulas empresariales), a través del envío de mensajes en las redes
sociales en el sentido de que el actual gobierno federal “no puede con el
paquete”, o por medio de un discurso crítico (o deslegitimador) por parte
de esos mismos actores políticos y de la “comentocracia”, que se emite a
través de diversos espacios en los medios de comunicación tradicionales
(televisión, radio, prensa escrita).
145
consensuado, tanto en “lo educativo” como en “lo pedagógico-didáctico”,
sobre todo para la educación obligatoria.
146
Desarrollo (2019-2024), dado a conocer en abril del año pasado, también
por el jefe del Ejecutivo Federal”. Ojo: Ya se va a cumplir un año de esta
última publicación.(71)
147
Por el momento, la coyuntura de la contingencia sanitaria que se tiene
hoy en México y el mundo, a consecuencia del “coronavirus”, nos lleva a
pensar acerca de cómo vamos a actuar como sociedad y a reflexionar sobre
el papel que tienen la escuela y la familia, pero sobre todo las instituciones
del Estado mexicano, para organizarnos y salir avante o sortear estos
desafíos.
148
Arcelia Martínez, en primer término, organizó su participación con
el siguiente título: “La reforma educativa en México hoy: ¿por dónde los
retos del SEN y las grandes líneas de política para atenderlos?” Luego se
planteó las siguientes preguntas específicas: ¿Cuáles son los principales
retos que enfrenta el Sistema Educativo mexicano? ¿Qué factores inciden
en los aprendizajes de los estudiantes? ¿Cuáles son las posibles opciones
de política educativa para mejorar las condiciones del sistema? ¿Cuáles
son los principales ejes de la actual reforma educativa? ¿Qué está haciendo
el Estado mexicano para enfrentar los problemas y retos identificados
(cuáles son sus prioridades en materia de gasto educativo)?
149
niveles de logro más altos. Sin embargo, como en el promedio en los países
OCDE, alrededor del 11% de los estudiantes desfavorecidos en México
pudieron obtener puntajes (en las pruebas PISA) en el primer cuartil de
rendimiento de lectura, lo que indica que la desventaja no necesariamente
marca el destino. ¡Esto último nos indica que a través de la política (gasto
y decisiones acertadas) podríamos abonar a que “origen no sea destino”!”
150
que la gente perciba (sobre el sistema y los problemas educativos) y lo que
los grupos y actores con capacidad de movilización demanden…”.
151
Uno de los mayores problemas es el tiempo: Los tiempos del sexenio no
alcanzan para arrancar, implementar y evaluar el conjunto de políticas que
se necesitan… nos enfrentamos al drama de reinventar las políticas cada
seis años”.
152
y habilidades profesionales diversas (como las de comunicación y empatía
con las y los jóvenes) para realizar esa labor, por todos reconocida como
altamente demandante.
153
los grupos empresariales más influyentes, sobre todo los ocupantes de
las cúpulas o de las dirigencias de las cámaras u organismos del sector
privado; en otros momentos, ese “tercera silla” la han querido ocupar los
representantes de los organismos internacionales y sus recomendaciones
de políticas públicas globalizadoras o de aplicación regional.
II
154
Durante la ronda de réplicas y conclusiones por parte de algunas(os)
panelistas, Catalina Inclán afirmó lo siguiente: “-Hay temas en los que
coincido, otros que precisaría y unos más que discuto. Preciso que la
muestra (para evaluar estudiantes) de PISA México, se hace con alumnas
y alumnos de 15 años que estudian en escuelas públicas y privadas; los
resultados muestran entonces que las escuelas privadas obtienen resultados
distintos a los que se esperaba de ellas, tenemos una representación de
lo privado que no corresponde a estos resultados. Esta fue incluso una
apreciación de OCDE en su informe México que se dejó pasar. Coincido,
por otra parte, en la integralidad de los cambios en el sistema educativo,
sin el cual no hay plan, reforma, acción o política que pueda generar el
efecto necesario y que se busca”.
155
“cambios”. Eso quiere decir que no hay, por lo tanto, una reinvención
sexenal del proyecto educativo nacional.
156
“También hablé (durante el panel) de los perfiles docentes de ingreso
al servicio y dije que al pretender ser homogéneos son un obstáculo para
elegir a las y los docentes que se requieren en las comunidades, colonias
y barrios, que debemos partir de que un docente es un profesional, y
que lo que lo hace diferente de otros profesionales es el conocimiento
pedagógico del contenido. Un profesional toma decisiones de forma
autónoma y eso es lo que se espera de él o ella, y al mismo tiempo, esa
característica les obliga a mantenerse actualizados. Sin embargo, el sistema
educativo mexicano, centralizado, homogéneo, autoritario y verticalista
plantea obstáculos muy importantes para el ejercicio autónomo y por
tanto profesional de la docencia. Debemos rodear a los docentes de apoyo
y dejarlos hacer su trabajo. Los políticos deben confiar en los docentes, no
evaluarlos”.
157
“diagnóstico” sin consecuencias laborales, sino con la finalidad de delinear
un perfil de formación o para armar los nuevos programas o proyectos de
formación continua dirigidos a las figuras educativas.
158
Políticas públicas, prácticas docentes e ideologías(73)
159
embargo… (los diferentes autores) nos recuerdan e insisten que no es
así. Las escuelas siguen un modelo de actuación que responde a unas
pautas arraigadas y considerablemente estables, que se modifican, sí, pero
lentamente y de acuerdo con sus propias reglas”. Y según sus propios
ritmos e intereses, agregaría.
160
tratar las ideologías (todas las ideologías) debemos tener siempre en mente
estas dos características fundamentales: una determinada ideología política
racionaliza el status quo, mientras que otras ideologías y movimientos rivales
lo cuestionan”.(76)
161
ideológica” en ambos campos. Frente a ello, hay que recordar que “una
ideología política es «un conjunto de ideas y creencias» que la gente tiene
sobre su régimen político y sus instituciones, y su propia posición y rol
dentro de él. De esta forma, la ideología política aparece como sinónimo
de «cultura política» o «tradición política»”. Cultura política que se mueve
como un valor intangible, tanto de manera objetivada como en forma de
subjetividades.
162
I
II
163
con las fuerzas “institucionales (dirigencia oficial del SNTE) y las bases
y representantes de la disidencia magisterial, a través de un discurso o
una retórica cuyos contenidos eran más reivindicatorios de demandas
opositoras (“No a la Reforma basada en una Evaluación Punitiva”) que
de un verdadero planteamiento alternativo o innovador en materia de
educación pública.
III
164
serie de dispositivos que han dejado los gobiernos de marca “Neoliberal”
en el ámbito educativo (léase, sobre todo, los gobiernos de Salinas, Zedillo,
Fox, Calderón y Peña Nieto). Esto lo digo en términos de la instalación de
un discurso “pro-gerencialista” en el seno mismo de la escuela pública: La
gestión de la “Calidad” como paradigma universal; la lógica de la “Mejora
Continua” con pretensiones absurdas de “neutralidad ideológica”. (Lo
mismo que sucedió con la noción de “Competencias”). En ambos casos,
sin el cuidado de deslindar su pasado y sin ubicar claramente su legado
histórico (como conceptos ideológicos, más que académicos), que nos
vienen desde finales de la II Guerra Mundial, justo cuando E. Deming
sostuvo que la superación de los viejos paradigmas de la producción de
bienes y servicios (en Estados Unidos, en Europa y en Japón, que estaban
en decadencia), deberían de provenir de la incorporación de cambios en la
concepción gerencial de las organizaciones.
165
IV
166
legislativa de la anterior plataforma política; pero que, en los hechos, se vive
como una continuidad para el conjunto del magisterio, en lo sustantivo del
trabajo cotidiano que se lleva a cabo en las escuelas y en las aulas.
167
en materia educativa. En resumen, no se dieron, lamentablemente, los
cambios esperados al dictamen de origen, en el sentido de “limpiar” los
conceptos propios del discurso tecnocrático, gerencialista y administrativo
de la educación. Se perdió, en efecto, una gran oportunidad para impulsar
un “cambio verdadero”, como lo propuso López Obrador en campaña.
168
vida social. Destaca la labor del magisterio y su derecho a la formación,
capacitación y actualización. Establece, asimismo, el Sistema para la Carrera
de las Maestras y los Maestros, y atiende a las instituciones públicas de
formación docente, especialmente, a las escuelas normales”.
169
operación de un “Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación”?
Para ser congruentes con la racionalidad tecnocrática, administrativa
y “gerencialista” (no pedagógica) de “lo educativo”: ¿No sería más
conveniente llamarlo “Sistema Nacional de Calidad de la Educación”, o
bien: “Sistema Nacional de Gestión de la Calidad Educativa”? ¿O como
en España: “Instituto de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo”?
¿Por qué los legisladores y funcionarios de la SEP tratan de esconder en
su discurso una racionalidad empresarial y de mercado que está implícita
en esta nueva etapa de la “Reforma” Educativa?
170
ciudadanos y la sociedad utilizando para esto, entre otras herramientas, la
norma ISO...” (Organización Internacional de Estándares)(80)
171
conceptos pedagógicos y didácticos? ¿Dónde quedan, en este contexto,
las nociones de bienestar social y del pleno e irrenunciable derecho a la
educación?
172
Epílogo:
Prioridades Educativas (y obstáculos) 2020-2024(81)
Esto escribí en agosto de 2019, previo al inicio del ciclo escolar 2019-
2020: “Los niños de 4 años que iniciarán el segundo grado de Educación
Preescolar el próximo lunes, comenzarán el cuarto grado de Educación
Primaria en 2024. Del mismo modo, los niños que iniciarán el primer
grado de Primaria este lunes que viene, estarán por terminar su Educación
Primaria dentro de seis años, cuando termine este período sexenal. Y
los estudiantes que empezarán el quinto grado de Primaria en unos días,
estarán en la etapa de concluir la Secundaria o iniciar el Bachillerato en
2024”, si las condiciones sociales y educativas lo permiten.
173
va a emprender el gobierno federal en funciones frente a los problemas de
la falta de cobertura universal en Educación Preescolar (específicamente en
niñas y niños entre los 3 y 4 años de edad)? Según las cifras más alegres, en
este rango de edad apenas se llega al 49 por ciento de cobertura nacional,
y hay estados como Querétaro, que registra alrededor de un 20 por ciento
de niños matriculados en ese grado y nivel educativos.
174
Así se modificó el panorama, porque las diferentes fuerzas políticas
nacionales y locales estaban en condición de generar o proponer sus
propias agendas, por separado, en la antesala de la aprobación del marco
legal mencionado; sin embargo, el partido Morena y sus aliados políticos
lograron sacar adelante, con su mayoría en las Cámaras, el paquete de
reformas legales del ámbito educativo, no sin previas negociaciones,
cabildeos, “cesiones” y “concertacesiones”, y reacomodos con las demás
fuerzas políticas, pero sobre todo a través de un esquema de intensas
negociaciones con las organizaciones sindicales del magisterio nacional
(oficiales y disidentes).
Hoy las discusiones públicas más fuertes, dentro del campo educativo,
transitan por otros carriles, puesto que en la actual coyuntura política de
2020, los debates no se expresan en los espacios parlamentarios (como
en 2019), sino en los foros académicos independientes o en los pocos
espacios que abren eventualmente las autoridades educativas federales
y estatales, por iniciativa de docentes, entre otras figuras o actores, y en
otros foros públicos o espacios de diálogo, donde se analizan y debaten
los contenidos de las leyes secundarias o reglamentarias aprobadas, los
contenidos del Artículo Tercero Constitucional, recién modificado, así
175
como el rumbo de las políticas públicas por operar durante los siguientes
cuatro años y medio.
176
en la “diagnóstica”). Por otra parte: 7) Conviene no dejar en el olvido los
problemas inherentes a la falta de equidad y, junto con ello, el problema
del rezago educativo y escolar (focalizado en la población mayor de 15
años) y los vínculos que ese fenómeno tiene con la desigualdad social; y,
entre otros temas, 8) Analizar las propuestas para ampliar los canales de
participación social (de los diferentes actores) en la toma de decisiones
sobre las políticas públicas educativas, así como impulsar, desde diferentes
instituciones, su estudio sistemático.
Acerca de los obstáculos que identifico para que estos ejes o esta lista
de prioridades nacionales se coloquen en la agenda educativa de México,
hoy, menciono, al menos, los siguientes: 1) Falta de voluntad política de
las élites gobernantes (la clase política en general) para poner sobre la
mesa ciertos ejes, conceptos o procesos macro, medios y micro sociales
en materia educativa (por ejemplo, el tema del “rezago educativo”); 2)
Falta de recursos financieros públicos para llevar a cabo las acciones
reformistas; 3) Carencia de un enfoque estratégico y una visión de corto,
mediano y largo plazos por parte de la SEP, así como acerca del orden
y la magnitud de las prioridades para poner en operación las políticas
públicas pertinentes; 4) Escaso acercamiento orgánico y de trabajo entre
177
los círculos del poder público y los circuitos de especialistas, profesionales
de la educación, docentes y directivos escolares; así como con académicos
e investigadores educativos; y 5) En combinación con algunos de los
obstáculos anteriores, falta de una visión de conjunto para crear nuevas
instituciones que serían claves para avanzar en las acciones propias o
necesarias del proyecto educativo nacional, orientado hacia el cambio, a
partir del contenido vigente del texto Constitucional: Por ejemplo, una
institución y normas específicas para la formación de directivos escolares;
o la creación de la defensoría de los derechos de los profesionales de la
educación, entre otros.
178
NOTAS
1. Tomo como base el texto de mi autoría: “Crisis de las Reformas Educativas”,
publicado el 30 de septiembre de 2019 por SDP Noticias. Recuperado de:
https://www.sdpnoticias.com/columnas/educativas-reformas-crisis.html
179
9. Publicado el 3 de abril de 2019 por SPD Noticias. Recuperado de:
https://www.sdpnoticias.com/columnas/gerencialista-reconver-
sion-educacion-publica.html
10. Michael W. Apple (2002). Educar “como Dios manda”. Mercados, niveles,
religión y desigualdad. Barcelona: Paidós.
12. Retomo mi texto: “Reforma Educativa y Poder Público: Cuatro apuntes”, publi-
cado el 26 de agosto de 2019 por SDP Noticias, y leído durante la mesa
de análisis: “Reforma Educativa: Políticas Públicas y Democracia”, que se llevó a
cabo el 29 de agosto 2019, en la Universidad Pedagógica Nacional, Uni-
dad Querétaro, México. Recuperado de: https://www.sdpnoticias.com/
columnas/educativa-apuntes-publico-reforma-cuatro.html
14. Ibidem.
180
17. Ricardo Raphael. “En defensa de la Reforma Educativa”, publicado el 23
de agosto de 2018 por El Universal. Recuperado de: https://www.
eluniversal.com.mx/columna/ricardo-raphael/nacion/en-defen-
sa-de-la-reforma-educativa
19. Para quien guste profundizar acerca de este tema, sugiero leer los
siguientes textos: Sarason, Seymour B. (2003). El predecible fracaso de la
reforma educativa. Barcelona: Octaedro. Tyack, David & Cuban, Larry
(1995). Tinkering toward Utopia. A Century of Public Schools Reform. Cam-
bridge, Mass. & London: Harvard University Press.
22. Dulce Cabrera y Rodolfo Cruz (2016). “Reforma educativa como cambio
curricular: representaciones de docentes en una escuela primaria”. En Revista de
Investigación Educativa (RMIE) 22. Enero-junio, 2016 (ISSN 1870-
5308). Xalapa, Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A. C.
181
23. Publicado el 9 de julio de 2018, por SDP Noticias. Recuperado de:
https://www.sdpnoticias.com/columnas/educativa-concepto-refor-
ma-metodo.html
24. Backhoff, E. “En la Reforma Educativa, los niños son primero”, publicado
el 8 de julio de 2018 por SDP Noticias. Recuperado de: https://www.
sdpnoticias.com/columnas/educativa-reforma-ninos-son.html
25. Ver texto de mi autoría “El significado del cambio verdadero en Educación”,
publicado el 4 de julio de 2018 por SDP Noticias. Recuperado de: ht-
tps://www.sdpnoticias.com/columnas/significado-educacion-cam-
bio.html
182
31. Publicado el 9 de enero de 2019, por SDP Noticias. Recuperado de:
https://www.sdpnoticias.com/columnas/continuidad-educativa-re-
forma-cambio-2.html
35. Publicado con el título: “Educación: La “4T” gira hacia el Centro Políti-
co”, el 25 de septiembre de 2020, por SDP Noticias. Recuperado de:
https://www.sdpnoticias.com/columnas/juan-carlos-miranda-arro-
yo-educacion-la-4t-gira-hacia-el-centro-politico.html
36. Para adentrarse al debate sobre el estado actual de las reformas edu-
cativas y sus contradicciones, sugiero revisar mi texto: “La crisis del
Reformismo Educativo”, publicado el 7 de enero de 2019 por SDP Noti-
cias. Recuperado de: https://www.sdpnoticias.com/columnas/refor-
mismo-educativo-crisis.html
183
37. Publicado el 7 de diciembre de 2018 por SDP Noticias,. Recuperado
de: https://www.sdpnoticias.com/columnas/paradigmatica-educati-
vo-ruptura.html
40. Rueda, M.; Schmelkes, S.; Díaz-Barriga, Á. (2014). “La evaluación edu-
cativa. La evaluación en la educación superior”. En Revista Perfiles Edu-
cativos, vol. XXXVI, No. 145, , pp. 190-204. México: Instituto de
Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, UNAM.
184
44. Publicado el 26 de noviembre de 2018, por SDP Noticias. Recupe-
rado de: https://www.sdpnoticias.com/columnas/educativa-escue-
la-reforma-manera-mirar.html
45. “La práctica educativa de los docentes es una actividad dinámica, re-
flexiva, que comprende los acontecimientos ocurridos en la interac-
ción entre maestro y alumnos. No se limita al concepto de docencia,
es decir, a los procesos educativos que tienen lugar dentro del salón
de clases, incluye la intervención pedagógica ocurrida antes y des-
pués de los procesos interactivos en el aula”, según García-Cabrero
B., Loredo, J. y Carranza, G. (2008). “Análisis de la práctica educativa de
los docentes: pensamiento, interacción y reflexión”. En Revista Electrónica de
Investigación Educativa, Especial Vol. 10. Ensenada: UABC. Recu-
perado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttex-
t&pid=S1607-40412008000300006
46. M. Fullan. (1998). El significado del cambio educativo. (The Meaning of Edu-
cational Change: A Quarter of a Century of Learning). En: A. Hargreaves,
A. Lieberman, M. Fullan y D. Hopkins (eds.): International Hand-
book of Educational Change (pp. 214-228). Dordrecht: Kluwer. Tra-
ducción de Santiago Arencibia y revisión técnica de Antonio Bolívar,
reproducido en: Profesorado, revista de currículum y formación del
profesorado, 6 (1–2), 2002, (España).
48. Schmelkes, S., Galas, C., Hamilton, E.V., Chicharro, M.P., y Hamilton
Vélez, J. (2018). Autoevaluación y Autonomía Escolar: Principios y herra-
185
mientas para la Gestión. México: INEE. Recuperado de: https://histo-
rico.mejoredu.gob.mx/wp-content/uploads/2018/12/P1D423.pdf
186
56. Fullan, M. op. cit.
62. Ver mis textos: “Reforma Educativa y Poder Público: Cuatro apuntes”, pu-
blicado el 26 de agosto de 2019; y “Educación Pública y Poder Político:
La dinámica del gradualismo”, publicado el 19 marzo de 2019, ambos
por SDP Noticias. También escribí ampliamente sobre el tema en mi
libro: (2018). Cambio Educativo y Políticas Públicas en México. México:
Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro.
63. Publicado el 12 de marzo de 2018 por SDP Noticias. Recuperado de: ht-
187
tps://www.sdpnoticias.com/columnas/educativa-reforma-equidad.html
66. Modelo Educativo para la Educación Obligatoria (sic) (2017) México: Se-
cretaría de Educación Pública. Recuperado de: https://coleccion.
siaeducacion.org/sites/default/files/files/modelo_educativo_para_
la_educacio_n_obligatoria_1.pdf
188
71. Ver texto “Prioridades Educativas (y obstáculos) 2020-2024”, publicado
el 19 de febrero de 2020 por SDP Noticias. Recuperado de: https://
www.sdpnoticias.com/columnas/juan-carlos-miranda-arroyo-priori-
dades-educativas.html
74. Tiana, A. (2016) “El papel de la cultura escolar en los procesos de reforma
educativa”. Recuperado de: https://politikon.es/2016/07/06/el-pa-
pel-de-la-cultura-escolar-en-los-procesos-de-reforma-educativa/
189
gmail.com (2007). Madrid: Alianza Editorial.
82. El texto que retomo fue publicado con el título “Una Agenda Educativa
2020” el 6 de diciembre de 2019 por SDP Noticias. Recuperado de:
https://www.sdpnoticias.com/columnas/juan-carlos-miranda-arro-
yo-agenda-educativa-2020.html
190
lecer a la educación pública, laica y gratuita; 2) Asegurar una mayor
equidad en el acceso a una educación de calidad; 3) Fortalecer las
capacidades de gestión de la escuela; 4) Establecer un servicio profe-
sional docente con reglas que respetan los derechos laborales de los
maestros; 5) Propiciar nuevas oportunidades para el desarrollo profe-
sional de docentes y directivos, y 6) Sentar las bases para que los ele-
mentos del Sistema Educativo sean evaluados de manera imparcial,
objetiva y transparente (Gobierno de la República, 2014, p. 3). Las 7
prioridades educativas de A. Nuño fueron: 1) Fortalecimiento de la
escuela –Escuela al Centro del S.E.N.–; 2) Dignificación de la infraes-
tructura escolar; 3) Desarrollo profesional docente; 4) Revisión de
planes y programas de estudio; 5) Equidad e inclusión; 6) Educación
y mercado laboral –Vincularlos de forma más efectiva–, y 7) Reforma
administrativa –Generar un sistema más eficaz y transparente– (SEP,
2016).
191
Juan Carlos Miranda Arroyo es licenciado en Psicología (UNAM,
1986); realizó estudios de maestría en Psicología Educativa (Fac.
Psicología, UAQ) entre 1993 y 1999. Ha trabajado, desde 1986, como
profesor en diferentes instituciones de educación superior. Fue docente
de la Universidad Nacional Autónoma de México (Carrera de Psicología,
en la ENEP, hoy FES Iztacala); del Tecnológico de Monterrey (Campus
Querétaro); de la Facultad de Psicología en la Universidad Autónoma de
Querétaro y de la Universidad Tecnológica de Querétaro. Desde 1990, es
profesor de la Universidad Pedagógica Nacional (Unidad Querétaro). Ha
impartido asignaturas en las áreas de desarrollo y aprendizaje; pensamiento
matemático y científico; introducción a la Epistemología; didácticas de las
ciencias, así como distintas materias relacionadas con la evolución de las
políticas públicas científicas y educativas en México.