Biosensors
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INSTRUMENTACIÓN ELECTRÓNICA
INGENIERIA BIOMÉDICA
TRANSDUCTORES AMPEROMÉTRICOS
Comúnmente, la base de la amperometría es la medición continua de una corriente
a un potencial aplicado constante. Las especies electroquímicamente activas
causan la señal en la solución, y esta es proporcional a la concentración de la
especie que se oxida o reduce en la superficie del electrodo de trabajo. Por lo tanto,
el electrodo de trabajo puede actuar como ánodo o cátodo según el valor del
potencial aplicado y la naturaleza de la especie electroactiva. La amperometría se
utiliza ampliamente en medidas bioelectroquímicas debido a su simplicidad, amplio
rango dinámico y bajo límite de detección. En la detección amperométrica, la
aplicación de un potencial constante minimiza la corriente de carga, disminuyendo
la señal de fondo, lo que mejora el límite de detección. Además, los biosensores
amperométricos aumentan la selectividad del sensor para un analito particular
porque la oxidación o reducción del analito ocurre a un potencial específico, que es
una de sus características.
Establecer una transferencia rápida de electrones desde el componente biológico
hasta el electrodo es necesario para desarrollar biosensores amperométricos
sensibles y de respuesta rápida. Por lo tanto, el objetivo principal en el diseño y la
arquitectura de los biosensores amperométricos es lograr una transferencia rápida
de electrones entre el sitio activo del componente biológico y la superficie del
electrodo. Los biosensores amperométricos se dividen en tres clases:
- Biosensores amperométricos sin mediadores;
- Biosensores amperométricos mediados;
- Biosensores amperométricos basados en la transferencia directa de
electrones
BIODISPOSITIVOS AMPEROMÉTRICOS SIN MEDIADORES
En cada reacción, se producen algunas especies y se consumen otras. La
concentración de estas especies se puede determinar mediante la técnica
amperométrica si son electroactivas. Las enzimas utilizadas en estas reacciones
suelen ser oxidasas, deshidrogenasas o enzimas hidrolíticas. El rendimiento de los
biosensores que utilizan oxidasas se basa en la absorción de oxígeno o la
generación de peróxido de hidrógeno durante una reacción biocatalítica. El oxígeno
se monitorea mediante la reducción de O2, y el peróxido de hidrógeno se mide
mediante la oxidación de H2O2 a los potenciales de -0.7V y +0.65V,
respectivamente. Una crítica común a los biosensores amperométricos sin
mediadores es que la geometría del electrodo influye mucho en la respuesta,
especialmente para la miniaturización del sensorfu. Además, el electrodo debe ser
pretratado para proporcionar una superficie reproducible. Para resolver este
problema, la superficie del electrodo se trata mediante métodos químicos o de calor,
o mediante voltametría cíclica. Estos métodos mejoran la reproducibilidad de la
respuesta, pero no tienen un efecto a largo plazo. Un método superior para resolver
este problema es la modificación química de la superficie del electrodo, utilizando
polímeros redox o materiales orgánicos conductores.
Detección de Glucosa:
Se desarrolló un biosensor amperométrico para la detección de glucosa utilizando
un film de óxido de vanadio (VO2) sintetizado por tratamiento hidrotérmico e
inmovilizando glucosa oxidasa (GOx) en el film mediante entrecruzamiento
covalente. El biosensor mostró una sensibilidad de 1.41 μA (mmol L-1.cm-2)-1 bajo
condiciones óptimas.
TRANSDUCTORES VOLTAMÉTRICOS
En las técnicas voltamétricas, se varía el voltaje, y la corriente resultante de la
reducción u oxidación electroquímica del analito en el electrodo de trabajo se mide.
En realidad, se aplica el voltaje entre el electrodo de trabajo y el electrodo de
referencia, mientras que la corriente se mide entre el electrodo auxiliar y el electrodo
de trabajo. Un voltamograma muestra la corriente obtenida frente al voltaje aplicado.
La respuesta de corriente es proporcional a la concentración del analito y suele ser
un pico o una meseta. Según el tipo de voltaje aplicado, existen diversas técnicas
voltamétricas, que incluyen polarografía, voltamperometría cíclica,
voltamperometría de barrido lineal, voltamperometría de pulso diferencial,
voltamperometría de onda cuadrada, voltamperometría de desnudado y
voltamperometría de corriente alterna.
VOLTAMETRÍA CÍCLICA
La forma más conocida de voltametría es la voltametría cíclica, que proporciona
mucha información sobre el potencial redox del analito y las tasas de reacción
electroquímica. El voltaje aplicado al electrodo de trabajo se escanea linealmente
entre dos valores, desde E1 hasta E2, y la dirección del escaneo se invierte en E2,
conocido como el potencial de cambio. Un factor crítico en esta técnica es la
velocidad de escaneo definida como (E2-E1)/(t2-t1). La elección de la velocidad de
escaneo es crucial porque debe haber un tiempo adecuado para que ocurra la
reacción electroquímica. Al aumentar el voltaje desde V1 hacia el potencial en el
que el analito se reduce, ocurre la reacción electroquímica y la corriente también
aumenta. Al aumentar el voltaje hacia V2, la corriente disminuye y se forma un pico.
A medida que se invierte el voltaje y se escanea hacia V1, ocurre la reacción de
oxidación y se reproduce la forma original del analito. Además, la reversibilidad de
la reacción electroquímica se puede especificar con un escaneo inverso de potencial
a la velocidad de escaneo deseada.
VOLTAMETRÍA DE DESPRENDIMIENTO
La voltametría de desprendimiento es una de las técnicas más importantes en el
electroanálisis químico. Tiene dos pasos; en el primer paso, el analito se acumula
en la superficie del electrodo de trabajo a un potencial constante que se llama paso
de preconcentración; en el segundo paso, se escanea el potencial y el analito
preconcentrado se libera de nuevo en la solución, lo que se llama paso de
desprendimiento. Durante el paso de desprendimiento, la corriente en el
voltamograma aumenta hasta un pico cuya altura o área del pico es proporcional a
la concentración del analito, y el potencial del pico es una característica del analito.
Algunos de los beneficios importantes de esta técnica incluyen límites de detección
extremadamente bajos (10-10-10-12 mol L-1) debido al enriquecimiento del analito
durante el primer paso, capacidad para medir múltiples elementos simultáneamente
y bajos costos para la compra y gestión de instrumentación. Existen tres tipos de
técnicas de voltametría de desprendimiento: voltametría de desprendimiento
anódico, voltametría de desprendimiento catódico y voltametría de desprendimiento
adsortivo. En la voltametría de desprendimiento anódico, el analito se
electrodeposita en el electrodo de trabajo durante el paso de preconcentración y
luego se oxida desde el electrodo durante el paso de desprendimiento. En la
voltametría de desprendimiento catódico, el analito se electrodeposita en el
electrodo de trabajo a un potencial oxidante durante el paso de preconcentración.
Luego, las especies oxidadas se desprenden del electrodo al barrer el potencial
negativamente durante el paso de deposición. Este método es adecuado para
especies iónicas que tienen sales insolubles y se depositan en el electrodo durante
el paso de deposición. La diferencia entre la voltametría de desprendimiento
adsorptivo y los dos métodos anteriores es que en este método, el paso de
preconcentración no es electroquímico y se realiza mediante la adsorción del analito
en la superficie del electrodo de trabajo. La voltametría de desprendimiento se ha
utilizado en numerosos biosensores electroquímicos.
TRANSDUCTORES IMPEDIMÉTRICOS
Los transductores impedimétricos, en particular a través de la Espectroscopia de
Impedancia Electroquímica (EIE), han recibido una atención significativa en la
comunidad de biosensores. La EIE no solo es no invasiva, simple, rápida y
económica, sino también una herramienta valiosa para estudiar varios procesos
electroquímicos, lo que la hace adecuada para el desarrollo de biosensores.
El modelo eléctrico equivalente de Randles–Ershler, un modelo popular en la EIE,
incorpora parámetros como la resistencia del electrolito (R_s), la resistencia de
transferencia de carga (R_ct), la resistencia de transferencia de masa (R_mt), la
capacitancia de doble capa (C_dl) y la impedancia de Warburg (W). Este modelo
proporciona información sobre procesos que involucran transferencia de masa,
adsorción de especies electroactivas, resistencia del electrolito y transferencia de
carga en la superficie del electrodo.
En la EIE, se aplica un pequeño potencial sinusoidalmente variable en un amplio
rango de frecuencias de corriente alterna (CA), y la respuesta de corriente resultante
se mide. El espectro de impedancia, representado por gráficos de Nyquist o Bode,
revela información sobre la resistencia de transferencia de carga y los procesos de
difusión. Los gráficos de Nyquist suelen mostrar una semicircunferencia a altas
frecuencias (indicativa de la resistencia de transferencia de carga) y una parte lineal
a bajas frecuencias (correspondiente a procesos de difusión). Los beneficios de la
EIE incluyen su carácter no destructivo, permitiendo mediciones en presencia o
ausencia de un par redox. Sin embargo, existen desafíos relacionados con la
linealidad, estabilidad y causalidad, que dependen de los procedimientos de
operación y la precisión técnica de la instrumentación. La EIE tiene el potencial de
avanzar en el campo de los biosensores, ofreciendo una comprensión más profunda
del comportamiento electroquímico de los sistemas y permitiendo el desarrollo de
sensores más sensibles y selectivos.
MOLECULAS PEQUEÑAS:
La detección de moléculas pequeñas con alta selectividad, sin interferencia de
iones, es difícil. Por lo tanto, se utilizan comúnmente métodos basados en
reacciones enzimáticas inducidas por el analito, inhibición de actividades
enzimáticas, anticuerpos y aptámeros para identificar moléculas pequeñas. Hasta
ahora, muchas moléculas pequeñas como galactosa, colesterol, urea y ácido láctico
se han detectado mediante biosensores potenciométricos.
- Galactosa: Se desarrolló un biosensor potenciométrico desechable,
económico y simple en papel para la detección de galactosa en sangre
completa. Utilizando galactosa oxidasa como elemento de reconocimiento
biológico, el sensor presentó un rango lineal de 0.3 a 31.6 mM y un límite de
detección de 0.25 mM.
- Colesterol: Se fabricó un nuevo biosensor potenciométrico para la detección
de colesterol. El biosensor presentó una relación lineal entre el potencial y el
logaritmo de la concentración de colesterol en el rango de 10^-6 a 10^-3 M,
siendo eficaz en la determinación de colesterol en muestras de suero
sanguíneo.
- Urea: Un biosensor potenciométrico para la detección de urea utilizó una
enzima ureasa inmovilizada en nanopartículas de poli (metacrilato de 2-
hidroxietilo-glicidilo). El sensor mostró un rango lineal de 0.01 mM a 500 mM
y un límite de detección de 0.77 μM, siendo aplicado con éxito en la detección
de urea en suero humano artificial.
- Ácido Láctico: Se desarrolló un biosensor potenciométrico basado en el
lactatooxidasa para la determinación de ácido láctico. El sensor presentó una
capa de ácido acrílico polimerizado en plasma depositado en la superficie de
Si3N4 para su fabricación, siendo relevante para aplicaciones en diagnóstico
clínico, industria alimentaria, bebidas y medicina deportiva.
CÉLULAS BACTERIANAS:
La detección de patógenos con un método selectivo, específico, confiable y rápido
es crucial para el diagnóstico clínico, la seguridad alimentaria y el monitoreo
ambiental. La prevención efectiva de enfermedades infecciosas causadas por
bacterias es una preocupación común.
- Staphylococcus aureus: Se informó un biosensor potenciométrico basado en
grafeno para la detección de Staphylococcus aureus. Un electrodo de
carbono vítreo fue modificado con óxido de grafeno como capa transductora
y aptámeros como capa de detección. Para el análisis potenciométrico, se
midió la fuerza electromotriz entre el aptasensor como electrodo de trabajo y
un electrodo de referencia Ag/AgCl.
TOXICIDADES:
Desarrollar métodos económicos y rápidos para determinar toxicidades en el medio
ambiente y las aguas residuales industriales es esencial.
BIOSENSORES DE GLUCOSA:
Dado que la glucosa es un metabolito esencial en los organismos vivos y la fuente
de carbono más importante en numerosos procesos de fermentación microbiana,
los biosensores de glucosa han recibido mucha atención entre los biosensores
desarrollados. La base de los biosensores conductométricos para la detección de
glucosa se puede describir mediante las siguientes reacciones.
Presentaron el primer biosensor conductométrico de película delgada para la
determinación de glucosa. Este biosensor se basa en electrodos de oro depositados
sobre un sustrato cerámico y modificados con glucosa oxidasa. Se investigaron
diferentes parámetros que afectan la respuesta del biosensor, como la fuerza iónica
y la capacidad del tampón. El límite de detección para la determinación de glucosa
obtenido fue de 0.01 mM.
Se describió un biosensor conductométrico para la detección de glucosa mediante
la inmovilización de glucosa oxidasa en un nanocompuesto híbrido de celulosa-
óxido de estaño. La capa porosa de óxido de estaño se cultivó en películas de
celulosa mediante la técnica de deposición en fase líquida. La glucosa oxidasa se
inmovilizó en este nanocompuesto mediante el método de absorción física. El
biosensor propuesto tiene una respuesta lineal en el rango de 0.5 a 12 mM.
Se presentó un biosensor conductométrico sensible a iones para la detección de
glucosa utilizando nanotubos de carbono de pared única y glucosa oxidasa
ensamblados capa por capa. Los resultados mostraron que la conductancia
depende de manera exponencial del pH debido a la protonación/desprotonación de
grupos funcionales carboxílicos en el nanotubo de carbono de pared única. La
sensibilidad general y la resolución del biosensor propuesto, con un voltaje de
polarización de 0.6 V, fueron de 10.8 µA/mM y 1 pM, respectivamente.
Se fabricó un biosensor conductométrico de glucosa mediante la inmovilización de
glucosa oxidasa en el área sensible de electrodos de película delgada. Los
electrodos de oro se construyeron mediante deposición al vacío sobre un sustrato
cerámico. La H+ producida enzimáticamente provocó una disminución en la
capacidad del tampón de la solución dentro de la capa enzimática, generando la
señal deseada.
BIOSENSORES DE UREA
Una prueba diagnóstica importante en laboratorios clínicos es la determinación de
urea en la sangre humana. Niveles anormalmente altos de urea en la sangre indican
disfunción renal. En esta reacción, se consume un protón y se producen iones de
amonio y carbonato, lo que cambia la conductividad.
Se desarrolló un biosensor conductométrico de urea utilizando ureasa inmovilizada
en un conjunto entrelazado impreso en pantalla. El electrodo de conjunto
entrelazado impreso en pantalla fue un excelente transductor conductométrico, y la
señal de conductancia dominó la señal de admitancia. Para la inmovilización de la
ureasa, se utilizó un proceso sol-gel convencional utilizando ortosilicato de
tetrametilo como precursor. El biosensor presentó un rango dinámico lineal de 0.03
a 2.5 mM y un límite de detección de 30 mM. El sensor propuesto se utilizó para
determinar la urea en muestras de suero y los resultados fueron comparables con
los kits de prueba de nitrógeno ureico en sangre.
El grupo de Saiapina desarrolló un biosensor conductométrico de urea altamente
sensible utilizando una combinación de propiedades de tamizado de amonio e
intercambio iónico de clinoptilolita y ureasa como elemento de reconocimiento
biológico. Se estudió el efecto del pH, la capacidad del tampón y la fuerza iónica en
la respuesta del biosensor para optimizar su rendimiento. Bajo condiciones óptimas,
se encontraron un rango dinámico y un límite de detección de 0–64 mM y 10^-6 M,
respectivamente.
Informaron sobre un biosensor conductométrico para la detección de urea. Este
biosensor se fabricó utilizando ureasa adsorbida en partículas nanoporosas de
silicato. El biosensor diseñado tiene ventajas significativas, como compuestos no
tóxicos utilizados en la fabricación del biosensor, simplicidad, rendimiento rápido y
excelente reproducibilidad. El rango lineal y el límite de detección fueron de 0.05 a
15 mM y 20 μM, respectivamente. Este biosensor puede utilizarse con éxito durante
la diálisis renal para el análisis de urea.