Tarea 2 Hernan Hurtado
Tarea 2 Hernan Hurtado
Tarea 2 Hernan Hurtado
ESCUELA: INGENIERÍA
Inteligencia
Artificial
C.I. 7.567.320
Septiembre 2023
Introducción
La inteligencia artificial (IA) es un campo de estudio y desarrollo que busca crear sistemas
capaces de realizar tareas que requieren de habilidades cognitivas humanas, como el
aprendizaje, la percepción y la toma de decisiones. A través de algoritmos y modelos
matemáticos, la IA permite a las máquinas simular el pensamiento humano y adaptarse a
diferentes situaciones. Esta disciplina tiene aplicaciones en diversos campos, como la
medicina, la industria, los medios de comunicación y la robótica. A medida que avanza la
tecnología, la IA se vuelve cada vez más relevante en nuestra sociedad, transformando la
forma en que vivimos y trabajamos.
La inteligencia artificial plantea tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, puede
mejorar nuestra calidad de vida al automatizar tareas tediosas o peligrosas, brindar
diagnósticos más precisos o ayudarnos a tomar decisiones informadas. Sin embargo,
también plantea preocupaciones éticas y sociales, como el reemplazo de empleos humanos,
la privacidad de los datos y la dependencia excesiva de la tecnología. A medida que
avanzamos en esta era de la IA, es importante mantener un equilibrio entre el progreso
tecnológico y la consideración de sus implicaciones éticas y sociales
Desarrollo.
Definiciones
Alan Turing, considerado uno de los padres de la inteligencia artificial, definió la IA como
la capacidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente que se asemeje al
de un ser humano.
Marvin Minsky, cofundador del Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, definió la
IA como el estudio de cómo hacer que las computadoras realicen cosas que, en el momento
actual, los humanos hacen mejor.
Ray Kurzweil, futurista y experto en IA, define la IA como el campo de estudio que busca
desarrollar sistemas capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el
reconocimiento de voz, el aprendizaje y la toma de decisiones.
En primer lugar, está la cuestión de la responsabilidad. A medida que las IA se vuelven más
autónomas e inteligentes, surge la pregunta de quién es responsable de sus acciones.
¿Deberían los desarrolladores, los propietarios o los usuarios finales asumir la
responsabilidad de los posibles daños causados por una IA? Se requiere una clara
asignación de responsabilidades para garantizar que no haya abusos o consecuencias no
deseadas.
Por último, pero no menos importante, está el sesgo algorítmico. Las IA aprenden a partir
de los datos con los que son entrenadas, lo que puede llevar a sesgos inherentes en sus
decisiones. Esto plantea preocupaciones éticas relacionadas con la equidad y justicia social.
Es fundamental garantizar que las IA sean entrenadas con datos imparciales y que se tomen
medidas para mitigar cualquier sesgo existente.
4. Procesamiento y razonamiento: Una vez que los datos son analizados, la IA utiliza el
procesamiento y razonamiento lógico para tomar decisiones o generar resultados basados
en la información disponible.
Es importante destacar que la arquitectura de una IA puede ser muy compleja y variar
significativamente según la aplicación específica. Además, con los avances en la IA, han
surgido enfoques como las redes neuronales profundas (deep learning) que utilizan
arquitecturas más complejas con múltiples capas para lograr un mayor nivel de rendimiento
y capacidad de aprendizaje autónomo.
2. IA fuerte: Se refiere a sistemas de IA que tienen una capacidad más cercana o igual a la
inteligencia humana en un amplio rango de tareas. Estos sistemas son capaces de
comprender, razonar y aprender en diferentes dominios, y pueden tener un nivel más alto de
autonomía e independencia en la toma de decisiones.
Estos son solo algunos ejemplos de los tipos más comunes de IA, pero el campo es amplio
y en constante evolución, con nuevas técnicas y enfoques emergentes
Diferencias funcionales.
Las diferencias funcionales entre las diferentes categorías y tipos de inteligencia artificial
(IA) son significativas y se relacionan con sus capacidades y enfoques específicos. Algunas
de las diferencias funcionales comunes entre ellas son:
1. IA basada en reglas: Es adecuada para tareas específicas y bien definidas que pueden ser
descritas en términos de reglas lógicas. Sin embargo, no es adecuada para tareas más
complejas que requieren un razonamiento más avanzado.
4. Procesamiento del lenguaje natural: Es adecuado para tareas que involucran el lenguaje
humano, como la generación de respuestas automáticas o la traducción automática. Sin
embargo, puede ser difícil para las máquinas comprender el contexto y la ambigüedad del
lenguaje humano.
5. Visión por computadora: Es adecuado para tareas que involucran imágenes o videos,
como la detección de objetos o el seguimiento de movimiento. Sin embargo, puede ser
difícil para las máquinas comprender las variaciones en la iluminación, la perspectiva y la
escala.
6. Comunicación: El agente puede interactuar con otros agentes o con humanos, utilizando
lenguaje natural o protocolos de comunicación específicos.
La naturaleza del entorno puede variar según el tipo de IA. Puede ser un entorno controlado
y estructurado, como un tablero de ajedrez, o puede ser un entorno más complejo y
dinámico, como una ciudad en la que un vehículo autónomo debe moverse. La
comprensión y adaptación al entorno son aspectos clave para el funcionamiento efectivo de
una IA en su tarea específica.
Las propiedades del entorno para la inteligencia artificial (IA) pueden variar dependiendo
del tipo de tarea y aplicación, pero algunas propiedades comunes incluyen:
3. Episodicidad: Si las acciones del agente se realizan en episodios discretos o si hay una
continuidad temporal.
En resumen, las capacidades del entorno son importantes para permitir que los agentes de
IA interactúen con su entorno de manera efectiva, aprendan y ajusten su comportamiento en
consecuencia, y enfrenten desafíos complejos en su tarea específica.
1. Evaluación del rendimiento: Permite evaluar qué tan bien está funcionando un sistema de
IA en relación con los objetivos establecidos y las expectativas.
2. Mejora continua: Proporciona información sobre áreas de mejora y posibles ajustes para
optimizar el rendimiento y la eficiencia de la IA.