Adhc Sub D-Subcaso Huila-081 de 2023 2

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SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE

RESPONSABILIDAD Y DE DETERMINACIÓN
DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS
EXPEDIENTE: 2018340160400141E
RADICADO: 202303033234

Bogotá D.C., 20 de noviembre de 2023


Radicado: 202303033234

REPÚBLICA DE COLOMBIA
JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ
SALA DE JUSTICIA
SALA DE RECONOCIMIENTO DE VERDAD, DE RESPONSABILIDAD
Y DE DETERMINACIÓN DE LOS HECHOS Y CONDUCTAS

AUTO SUB D- SUBCASO HUILA-081 de 2023

Caso: 03 “Asesinatos y desapariciones forzadas, perpetrados por


miembros de la Fuerza Pública en el Departamento del Huila
entre 2005 y 2008”
Expediente: 2018340160400141E
Asunto: Determinar los hechos y las conductas atribuibles a
miembros retirados y activos del Ejército Nacional, que
pertenecieron al Batallón de Infantería no. 26 “Cacique
Pigoanza”, al Batallón de Infantería no. 27 “Magdalena”,
a la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas no. 11 y
a la Novena Brigada del Ejército Nacional entre los años
2005 y 2008.

ASUNTO

1. La Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de


los Hechos y Conductas (en adelante, Sala de Reconocimiento, Sala o SRVR) de la
Jurisdicción Especial para la Paz (en adelante, JEP), en ejercicio de sus facultades
constitucionales, legales y reglamentarias, y en el marco del Caso 03, determina los
hechos de muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate1 y
desapariciones forzadas atribuibles a miembros de la Brigada Novena (en adelante

1Esta Sala previamente ha considerado que las muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate
han consistido en acciones de dar muerte a personas desarmadas e indefensas, que en algunos casos llevó a su
posterior desaparición, y presentarlas como guerrilleros o delincuentes dados de baja en combate, a través de
distintas modalidades, y haciendo uso de diversos mecanismos para su planeación, ejecución y encubrimiento.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Autos 125 de 2021,
128 de 2021, Sub D y F-01 de 2022, SUB-D-055 de 2022 y SUB-D-062 de 2023.

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BR09, Novena Brigada o la brigada), y los califica jurídicamente según el Código Penal
colombiano como delitos homicidios en persona protegida y desapariciones forzadas y
como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, según el Estatuto de Roma.

2. Como en providencias anteriores2, en esta decisión la Sala pone a disposición de los


máximos responsables3 los hechos determinados en el subcaso Huila y las conductas
calificadas jurídicamente como crímenes de guerra y de lesa humanidad, con el fin de
que los comparecientes, que más adelante se individualizan, manifiesten si reconocen
o no su responsabilidad sobre lo ocurrido4.

3. Por disposición constitucional y legal, le corresponde a la Sala de Reconocimiento


establecer si los integrantes de la Fuerza Pública mencionados en los informes y demás
declaraciones ven comprometida su responsabilidad penal, la cual es por naturaleza de
carácter individual. De tal suerte que no le corresponde realizar a la Sala juicios de valor
o de responsabilidad colectiva o institucional sobre la Fuerza Pública, el Ejército
Nacional o las unidades que lo componen. Así, cualquier mención que se realice en esta
providencia sobre la Brigada Novena está orientada a ubicar la adscripción institucional
de los militares vinculados a los hechos, y a resaltar las unidades operativas menores
en la que se agrupan los asesinatos y desapariciones que se determinan en este auto.

4. Como consecuencia del ejercicio de contrastación del material acopiado a lo largo


del procedimiento dialógico en lo concerniente al subcaso Huila, en esta decisión la Sala
determina que “existen bases suficientes para entender que la conducta existió, que la persona
mencionada participó y que la conducta pertenece a tipos penales no amnistiables”5.

5. Si bien se cuenta con información sobre la existencia de estas conductas criminales


perpetradas con anterioridad y con posterioridad al periodo priorizado en el Auto 033,
la presente providencia se circunscribe a aquellos hechos victimizantes cometidos entre
2005 y 2008, y se identifican los máximos responsables y partícipes determinantes de
los patrones de macrocriminalidad relacionados con ellos. Lo anterior, sin perjuicio del
análisis complementario que realice esta Jurisdicción de los delitos cometidos en otras
unidades militares del Ejército Nacional, así como sobre la responsabilidad en otros
niveles de la jerarquía militar6.

6. En cumplimiento de sus labores y en el marco de los fines constitucionales de la JEP,


mediante sus decisiones la Sala de Reconocimiento debe ofrecer verdad a las víctimas

2 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Autos 19 de 2021,
125 de 2021, 128 de 2021, Sub D y F-01 de 2022 y SUB-D-055 de 2022, Auto SUB-D – Subcaso Antioquia – 062
de 2023.
3 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-RPP No. 230 de 2021. Párrafos 12-

14.
4 Ley 1957 de 2019, Artículo 79.H y Ley 1922 de 2019, artículo 27.B.

5 Ibidem.

6 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 033 de 2021.

Párrafo 64.

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y a la sociedad colombiana7, contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido en el conflicto


armado y a la construcción de memoria histórica8 por medio del proceso de rendición
de cuentas de los máximos responsables. Con estos propósitos, y como ha indicado en
los autos de determinación de hechos y conductas previamente expedidos, la SRVR
hace uso en esta decisión de una metodología orientada a develar patrones de
macrocriminalidad y concentra la acción penal en los partícipes determinantes y
máximos responsables.

7. Con ello atiende los objetivos de la investigación en la JEP9, en particular, (i)


determinar las circunstancias geográficas, económicas, sociales y políticas que
enmarcaron la ocurrencia de los delitos de competencia de la JEP; (ii) describir la
estructura y el funcionamiento de la de la Brigada Novena y cómo algunos de sus
integrantes, desviándose del cumplimiento de sus deberes convencionales,
constitucionales y legales, se organizaron para cometer los crímenes y expone el patrón
macrocriminal10, así como las modalidades que este presentó; (iii) calificar las conductas
cometidas por quienes fueron máximos responsables o tuvieron participación
determinante en ellas; (iv) individualizar a los máximos responsables para que estos
reconozcan o nieguen las imputaciones formuladas y decidan invocar su inocencia en
el curso de un juicio adversarial, y (v) examinar los daños causados, de todo orden,
sobre individuos, familias y comunidades11.

8. En consecuencia, la Sala pondrá a disposición de los comparecientes los hechos y las


conductas aquí determinados, con el fin de que decidan si reconocen o no su
responsabilidad y así lo manifiesten, en los términos del artículo 79 literal h) de la Ley
1957 de 2019, Ley Estatutaria de Administración de Justicia en la JEP (Ley Estatutaria
de la JEP)12 y del artículo 27 B de la Ley 1922 de 2018 (Ley de Procedimiento de la JEP)13.

9. Esta providencia se refiere a muertes que fueron presentadas como bajas en combate
por integrantes del Batallón de Infantería no. 26 “Cacique Pigoanza” (BIPIG), del
Batallón de Infantería no. 27 “Magdalena” (BIMAG), de la Agrupación de Fuerzas
Especiales Urbanas no. 11 (AFEUR 11) y de la Brigada Novena (BR09) del Ejército
Nacional y sobre las que, conforme se contrastó en el desarrollo de esta investigación,
existen bases suficientes para creer que fueron ilegítimas, causadas a población civil y
violatorias de las normas del Derecho Internacional Humanitario.

7 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 5.


8 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 1.
9 Ley 1922 de 2018. Artículo 11.

10 Esta metodología implica “(…) reagrupar casos individuales, de conformidad con patrones criminales,

construidos a partir del cruce de diferentes variables (temporales, geográficas, calidad de la víctima, etcétera),
y de esta forma, concentrar los esfuerzos investigativos hacia determinados sospechosos (…)”. Corte
Constitucional, Sentencia C-674 de 2017. Concentrar los esfuerzos en “la atribución de responsabilidad a
quienes han tenido una participación activa o determinante y a los máximos responsables (…)”. Corte
Constitucional. Sentencia C-080 de 2018.
11 Ley 1957 de 2019. Artículo 79.H.

12 Ibidem.

13 Ley 1922 de 2018. Artículo 27.B.

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10. La Sala calificará estas conductas como crímenes de guerra en la categoría de


homicidios en persona protegida causados en el marco de un conflicto armado no
internacional. Igualmente encontró que estas muertes se causaron como parte de un
ataque sistemático contra la población civil, con lo cual aquéllas serán calificadas en
concurso homogéneo como asesinatos constitutivos de crímenes de lesa humanidad.
De igual manera, se calificarán algunos de los hechos investigados como desapariciones
forzadas que alcanzan la naturaleza de crímenes de lesa humanidad, teniendo en cuenta
para ello los elementos particulares de cada tipo de conducta.

11. Al verificar que los crímenes existieron y que no son amnistiables, esta providencia
otorga seguridad jurídica a partes e intervinientes14 y satisface los objetivos
constitucionales de la JEP, pues ofrece verdad y justicia a las víctimas y a la sociedad
colombiana valiéndose para ello de la descripción de hechos ilustrativos sobre
fenómenos macrocriminales, en aras de contribuir al logro de una paz estable y
duradera.

12. La Sala atiende los fines de la investigación definidos en la Ley15 al determinar las
circunstancias en las cuales sucedieron los delitos de competencia de la JEP, caracterizar
los ataques cometidos contra la población civil, identificar los patrones macrocriminales
correspondientes, las finalidades del plan criminal y develar el perfil de las víctimas y
sus vulnerabilidades en el momento de su victimización.

CONTENIDO DE LA PROVIDENCIA

I. ANTECEDENTES PROCESALES 14
II. CONSIDERACIONES 17
A. COMPETENCIA 17
1. La competencia de la Sala para proferir el auto de determinación de hechos y
conductas. 17
2. Descripción de la contrastación y composición del acervo probatorio. 19
2.1. Informes institucionales y de víctimas. 21
2.2. Versiones voluntarias. 23
2.3. Observaciones a las versiones presentadas por las víctimas acreditadas y el
Ministerio Público. 25
2.4. Práctica probatoria con ocasión de los informes y la audiencia de
observaciones. 27
2.5. Inspecciones judiciales y otras solicitudes de información. 29
2.6. Anexos a la decisión. 30
3. El estándar probatorio de apreciación de bases suficientes para entender. 31
B. CONTEXTO DEL CONFLICTO ARMADO EN EL DEPARTAMENTO DEL HUILA
(2005-2008). 35
1. Período de análisis. 35

14 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 5.


15 Ley 1922 de 2018. Artículo 11.

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2. Dinámicas del conflicto armado en el Huila 1998-2005. 37


2.1. El dispositivo militar en el Huila. 38
2.2. Presencia de las FARC-EP en el Huila. 46
2.2.1. El despliegue del Bloque Sur en el Huila. 47
2.2.2. Influencia del Comando Conjunto Central en el Huila. 51
2.2.3. La zona de distensión y sus efectos en el conflicto en el Huila. 55
2.2.4. La crisis de las FARC-EP en el Huila a partir de la implementación de la
PSD. 60
3. Ambiente operacional en el departamento del Huila 2005-2008. 68
3.1. Ambiente operacional de la BR09, según los comparecientes ante la JEP. 73
3.1.1. Ambiente operacional descrito por el CR Miguel Ernesto Pérez Guarnizo y
su estado mayor. 74
3.1.2. Ambiente operacional descrito por el BG Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar y su estado mayor. 86
3.1.3. Ambiente operacional descrito por el CR William Fernando Pérez Laiseca
y su Estado Mayor. 93
3.2. Ambientes operacionales del BIMAG y el BIPIG. 103
3.2.1. Ambientes operacionales en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG,
según soldados profesionales antiguos. 104
3.2.2. Ambientes operacionales en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG,
según suboficiales y oficiales subalternos. 114
3.2.3. Ambientes operacionales en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG
según altos mandos de los batallones. 124
3.3. Ambiente operacional de la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas No.
11. 137
4. Ubicación de los campamentos de las FARC-EP, operatividad mediante milicias y
denuncias de violaciones de DDHH en la jurisdicción de la BR09. 149
4.1. Los campamentos de las FARC-EP, operatividad mediante milicias y
denuncias de violaciones de DDHH en la jurisdicción de la BR09. 149
4.2. La relación entre la ubicación de los campamentos de las FARC-EP y las
formas de operar de la guerrilla y el Ejército Nacional. 156
4.2.1. La ubicación de los campamentos y la forma de operar de la guerrilla en el
Huila. 156
4.2.2. La localización de los campamentos de las FARC-EP en el Huila y la
estrategia militar. 158
4.3. Las milicias en el departamento del Huila. 164
4.3.1. Las milicias desde la concepción de las FARC-EP. 164
4.3.2. La importancia de las milicias en la operatividad de las FARC-EP en el
Huila. 168
4.3.3. Crisis de las milicias en los niveles nacional y departamental. 171
4.3.4. Características de las milicias de las FARC-EP en el Huila. 182
4.4. Denuncias de violaciones a los DDHH, detenciones masivas y
estigmatización. 189
5. Conclusiones sobre la dinámica del contexto y su impacto en la victimización por
parte de la Fuerza Pública en el Huila entre 2005 y 2008. 193
C. HECHOS DETERMINADOS Y PATRONES DE MACROCRIMINALIDAD 196
1. Síntesis del patrón macrocriminal general de asesinato y posterior presentación
de personas como muertas en falsos combates. 202
2. Precedentes de la Sala en esta materia. 205

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3. Metodología de casos ilustrativos. 208


4. Primer patrón determinado en el subcaso Huila: homicidios y desapariciones
forzadas cometidos sobre pobladores de la región por la estigmatización como
integrantes o colaboradores de la guerrilla. 213
4.1. Caso ilustrativo 1: homicidio de Juan Cristóbal Alvarado. 214
4.2. Caso ilustrativo 2: el homicidio de Herney Felipe Gómez López. 226
4.3. Caso ilustrativo 3: el homicidio de José Néstor Rivera Gutiérrez y las
lesiones de Juan Pablo Espinosa. 235
4.4. Caso ilustrativo 4: los homicidios de Manuel Antonio Tao Pillimué,
Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe y William José Cunacué Medina. 239
4.5. Caso ilustrativo 5: los homicidios y desapariciones forzadas de Ángel María
Petevi, Franklin Idelber Satiaca Muñoz y Osmidio Flor Ortiz. 244
5. Segundo patrón determinado en el subcaso Huila: homicidios y desapariciones
forzadas perpetrados sobre personas ajenas al territorio, en situación de
vulnerabilidad. 249
5.1. Caso ilustrativo 1: los homicidios y desapariciones forzadas de Miller
Blandón, Juan Diego Martínez y Álvaro Hernando Ramírez. 251
5.2. Caso ilustrativo 2: los homicidios de Jhon Germán Vargas Calderón y
Wynther Jackon Trujillo Trujillo. 261
5.3. Caso ilustrativo 3: Los homicidios y desapariciones forzadas de Carlos
Duque Pastrana y una persona sin identificar. 272
5.4. Caso ilustrativo 4: el homicidio de Juan Carlos Aguirre Macías. 277
6. Tercer patrón determinado en el subcaso Huila: homicidios y desapariciones
forzadas cometidos en operaciones desarrolladas contra supuestos miembros de la
delincuencia común y/o milicias, en violación de los estándares del DIH y del DIDH
sobre el uso de la fuerza letal, así como de la doctrina militar vigente al momento de
los hechos. 281
6.1. Caso ilustrativo 1: el homicidio y desaparición forzada de Éver Urquina
Rojas. 289
6.2. Caso ilustrativo 2: Los homicidios de Evelio Bermeo López, Leodan Bermeo
López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños, Carlos Mauricio Suárez
Monje, William Tovar Quizá y José Adelmo Pillimué. 300
6.3. Caso ilustrativo 3: los homicidios y las desapariciones forzadas de Jesús
Bermúdez Acosta, Óscar Javier Moreno Urazán, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto
Rodríguez Amaya, Dagoberto Charry Osorio y la tentativa de homicidio de José
Yesid Farfán Ortiz. 316
6.4. Caso ilustrativo 4: los homicidios de José Aristides García, Faiber Cuellar y
Diego Ferney Sierra. 319
6.5. Caso ilustrativo 5: el homicidio de Albeiro Hernández Cerón y la tentativa de
homicidio de Aladino Ríos Sánchez. 323
6.6. Caso ilustrativo 6: los homicidios de Fabio Losada Muse, José Leonardo
Hernández y Javier España Andrade. 327
6.7. Caso ilustrativo 7: los homicidios de Fernando Figueroa Medina, Miguel
Antonio Ordoñez Diaz y Orlando Crispín Lizcano, y la tentativa de homicidio de
Kevin David Ordoñez Bermúdez. 330
D. CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LAS CONDUCTAS. 339
1. Marco jurídico aplicable. 339
2. Los elementos de los crímenes de homicidio como crimen de guerra y asesinato
como crimen de lesa humanidad. 354

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2.1. El atentado ocasiona la muerte. 356


2.2. La víctima del atentado contra la vida es una persona protegida. 357
2.3. El atentado se comete con ocasión y en desarrollo del conflicto armado
colombiano. 358
2.4. El atentado se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático
contra la población civil. 360
2.5. El atentado es intencional. 362
3. Los elementos de los crímenes de desaparición forzada. 363
3.1. El atentado ocasiona la privación grave de la libertad física de una o varias
personas. 365
3.2. El atentado estuvo acompañado o seguido de la negativa a admitir que la
víctima estaba en poder del autor o a indicar su paradero. 366
3.3. El atentado se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático
contra la población civil. 367
3.4. El atentado es intencional. 368
E. DEL LLAMADO A RECONOCER RESPONSABILIDAD 369
1. Determinación de los criterios para convocar a reconocer responsabilidad. 369
2. Formas de atribución de responsabilidad a los máximos responsables y partícipes
determinantes. 373
2.1. Coautoría. 375
2.1.1. El acuerdo común. 375
2.1.2. La división del trabajo. 376
2.1.3. Contribución esencial. 378
2.2. Omisión. 380
2.2.1. Posición de garante e incumplimiento de los deberes que se derivan de esa
posición. 381
2.2.2. Capacidad de evitar la comisión del crimen por parte de los subalternos.
383
2.2.3. Aumento del riesgo de perpetración por los autores directos. 384
2.3. Conclusión 385
3. Comparecientes de la Brigada Novena llamados a reconocer responsabilidad. 385
3.1 Mayor General (r) Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. 385
3.1.1. Involucramiento en los patrones criminales. 386
3.1.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales. 386
3.1.3. Calificación de la conducta del compareciente. 406
3.2. General (r) Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. 408
3.2.1. Involucramiento en los patrones criminales. 408
3.2.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
Sala. 409
3.2.3. Calificación de la conducta del compareciente. 429
3.3. Brigadier General (r) William Fernando Pérez Laiseca. 432
3.3.1. Involucramiento en los patrones criminales. 432
3.3.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales. 433
3.3.3. Calificación de la conducta del compareciente. 459
4. Comparecientes llamados a reconocer responsabilidad por los hechos y conductas
determinados en el Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”. 461
4.1 Teniente Coronel (r) Orlando Pico Rivera. 462
4.1.1. Involucramiento en los patrones criminales. 462
4.1.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales. 462

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4.1.3. Calificación de la conducta del compareciente. 479


4.2. Coronel (r) Carlos Yair Salamanca Robles. 480
4.2.1. Involucramiento en los patrones criminales. 480
4.2.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
sala. 482
4.2.3. Calificación de la conducta del compareciente. 494
4.3. Teniente Coronel (r) Ricardo Andrés López García. 496
4.3.1. Involucramiento en los patrones criminales. 496
4.3.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
Sala. 497
4.3.3. Calificación de la conducta del compareciente. 511
4.4. Teniente Coronel Alejandro León Campos. 512
4.4.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 513
4.4.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales
determinados. 514
4.4.3. Calificación de la conducta del compareciente. 517
4.5. Teniente Coronel Faiver Coronado Camero. 518
4.5.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 519
4.5.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales
determinados. 519
4.5.3. Calificación de la conducta del compareciente. 524
4.6. Teniente Coronel (r) Jair Arias Sánchez. 525
4.6.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 526
4.6.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales. 526
4.6.3. Calificación de la conducta del compareciente. 536
4.7. Capitán (r) Jesús Mauricio Jiménez Botina. 537
4.7.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 537
4.7.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales
determinados. 538
4.7.3. Calificación de la conducta del compareciente. 542
4.8. Teniente Coronel (r) Luis Carlos Aguilera Quintero. 544
4.8.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 544
4.8.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
Sala. 546
4.8.3. Calificación de la conducta del compareciente. 555
4.9. Capitán (r) Miller Damián Forero Cruz. 557
4.9.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 557
4.9.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la
Sala. 558
4.9.3. Calificación de la conducta del compareciente. 566
4.10. Teniente Coronel (r) Domingo Peña Cepeda. 568
4.10.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 569
4.10.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 569
4.10.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 577
4.11. Sargento Viceprimero (r) Jhon Esteban Urueta Ballesteros. 578
4.11.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 579
4.11.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales.
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4.11.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 587


4.12. Soldado Profesional (r) Luis Rodolfo Mulcué Sanza. 588
4.12.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 589
4.12.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 590
4.12.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 594
4.13. Soldado Profesional (r) Willinton Espinosa Baquero. 595
4.13.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 596
4.13.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales.
597
4.13.3. Calificación jurídica de las conductas del compareciente. 602
4.14. Soldado Profesional (r) Roberto Yesid Quintero Quintero. 603
4.14.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 603
4.14.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 605
4.14.3. Calificación jurídica de las conductas del compareciente. 608
5. Comparecientes llamados a reconocer responsabilidad por los hechos y conductas
determinados en el Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”. 609
5.1. Mayor General Édgar (r) Alberto Rodríguez Sánchez. 609
5.1.1. Involucramiento en los patrones criminales. 610
5.1.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
Sala. 611
5.1.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 629
5.2. Mayor General (r) Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. 630
5.2.1. Involucramiento en los patrones criminales. 630
5.2.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales. 631
5.2.3. Calificación jurídica de las conductas del compareciente. 660
5.3. Teniente Coronel (r) Mario Hernán Duarte Méndez. 661
5.3.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 662
5.3.2. Aportes esenciales del compareciente patrones determinados por la Sala.
663
5.3.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 670
5.4. Teniente Coronel (r) Omar Oswaldo Ojeda Oliva. 672
5.4.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 672
5.4.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
Sala. 674
5.4.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 683
5.5. Mayor (r) Francisco Adrián Álvarez Calderón. 685
5.5.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 685
5.5.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la
Sala. 686
5.5.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 698
5.6. Mayor (r) Ángel Fernando Carvajal Rojas. 700
5.6.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 700
5.6.2. Aportes esenciales del compareciente patrones determinados por la Sala.
701
5.6.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 710
5.7. Mayor Félix Juan Carlos Araque Leal. 712
5.7.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 712

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5.7.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la


Sala. 712
5.7.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 722
5.8. Sargento Viceprimero (r) Desaix de Jesús Palomino Mejía. 723
5.8.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 723
5.8.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la
Sala. 723
5.8.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 728
5.9. Mayor Julián Andrés Calderón Motta. 729
5.9.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 729
5.9.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la
Sala. 730
5.9.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 734
5.10. Capitán (r) Carlos Mahecha Bernal. 735
5.10.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 735
5.10.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 737
5.10.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 741
5.11. Sargento Primero (r) Fernando Riveros Sarmiento. 743
5.11.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 743
5.11.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 744
5.11.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 749
5.12. Sargento Segundo (r) William Andrés Capera Vargas. 750
5.12.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 751
5.12.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 752
5.12.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 760
5.13. Sargento Segundo (r) Carlos Rodríguez Vera. 761
5.13.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 762
5.13.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados. 763
5.13.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 769
5.14. Cabo Primero (r) José Roldán López Cerón. 771
5.14.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 771
5.14.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 772
5.14.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 776
5.15. Soldado Profesional (r) José Yaty Anacona Bueno. 777
5.15.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 777
5.15.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados. 778
5.15.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 783
5.16. Soldado Profesional (r) Francisco Javier Castañeda Alfaro. 784
5.16.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 785
5.16.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por
la Sala. 786
5.16.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 792
6. Comparecientes llamados a reconocer responsabilidad por los hechos y conductas
determinados en la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas no. 11. 793
6.1. Teniente Coronel (r) Leonardo Ayala Remolina. 793

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6.1.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 793


6.1.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados. 796
6.1.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 803
6.2. Mayor (r) Felipe Andrés Ramírez Gómez. 804
6.2.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales. 804
6.2.2. Aportes esenciales del compareciente patrones macrocriminales. 806
6.2.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente. 812
F. CARACTERIZACIÓN DEL DAÑO OCASIONADO. 813
1. Daños al buen nombre. 814
2. Daños a las relaciones. 818
2.1. Relaciones al interior de la familia. 818
2.2. Relaciones de amigos y vecinos. 821
2.3. Relaciones en el ámbito laboral. 822
2.4. Otros daños socioculturales. 823
3. Daños al bienestar. 824
3.1. Afectaciones emocionales y afectivas. 824
3.2. Afectaciones a la salud física. 827
4. Daños a la Ciudadanía. 829
3.1. Fuerzas Militares. 829
3.2. Justicia. 831
3.3. Medios de comunicación masiva. 832
5. Daños a los proyectos, empleos y patrimonio económico. 833
6. Propuestas Restaurativas. 836
6.1. Actos de reconocimiento de los máximos responsables y de los medios de
comunicación. 836
6.2. Acceso a la justicia. 836
6.3. TOAR en comunidades más afectadas. 837
6.4. Reparaciones administrativas en relación con daños causados. 837
6.5. Monumentos y lugares de memoria. 837
6.6. Reflexiones finales. 837
G. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN. 838
1. Hechos determinados y comparecientes llamados a reconocer responsabilidad. 838
2. La política de conteo de cuerpos es manifiestamente inconstitucional. 838
3. Superación del umbral de esclarecimiento de la justicia ordinaria. 839
4. Patrones macrocriminales identificados. 840
5. Características de la victimización. 841
6. Aportes de los responsables a los planes criminales. 841
7. Análisis del ambiente operacional en el Huila. 842
8. Relación entre el contexto y los crímenes que se imputan. 844
9. Formas de intervención. 845
10. Caracterización del daño. 846
III. RESUELVE 846

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TABLA DE ABREVIATURAS

Abreviatura Significado
ASDI Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo
AUC Autodefensas Unidas de Colombia
CAJAR Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo
CCC Comando Conjunto Central de las FARC-EP
CEV Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No
Repetición
CICR Comité Internacional de la Cruz Roja
CMTF Columna Móvil Teófilo Forero de las FARC-EP
CNG Conferencia Nacional Guerrillera
CorteIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
CP Código Penal Colombiano
CPI Corte Penal Internacional
CTI Cuerpo Técnico Investigativo
DAS Departamento Administrativo de Seguridad
DAV Departamento de Atención a Víctimas de la JEP
DDHH Derechos humanos
DIDH Derecho Internacional de los Derechos Humanos
DIH Derecho Internacional Humanitario
DPI Derecho Penal Internacional
EJR Equipo de Justicia Restaurativa de la JEP
ELN Ejército de Liberación Nacional
ER Estatuto de Roma
FARC-EP Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo
FGN Fiscalía General de la Nación
GRAI Grupo de Análisis de Información de la Jurisdicción Especial para la Paz
JEP Jurisdicción Especial para la Paz
JPM Justicia Penal Militar
LEAJEP Ley Estatutaria de Administración de Justicia de la JEP
MIPBC Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate
MOE Misión de Observación Electoral
NPR Camión de tamaño mediano usado por el Ejército Nacional para el transporte
de tropas
OACNUDH Oficina del Alto Comisionado de los de los Derechos Humanos
OBSURDH Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio
PGN Procuraduría General de la Nación
PNUD Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo
PSD Política de Seguridad Democrática
SAAD Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa
SRVR Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación
de los Hechos y Conductas
TOAR Trabajos, obras y actividades con contenido restaurador-reparador
UARIV Unidad de atención y reparación integral a las víctimas
UIA Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz

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VV Versión voluntaria
ZD Zona de Distensión

ABREVIATURAS DE RANGOS Y TÉRMINOS MILITARES

Abreviatura Significado
AFEUR 11 Agrupación de Fuerzas Urbanas No. 11
ASPC Apoyo y Servicios para el Combate
B2 Sección u oficial de inteligencia de Brigada
B3 Sección u oficial de operaciones de Brigada
BATEN Batallón de Infantería No. 9 “Tenerife”
BCG Batallón de Contraguerrilla
BCG09 Batallón de Contraguerrilla No. 9 “Los Panches”
BG Brigadier General
BIMAG Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”
BIPIG Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”
BR09 Brigada No. 9 del Ejército Nacional
BRIM Brigada Móvil
C3 Cabo Tercero
CO5 Comando Operativo 5
CP Cabo Primero
CR Coronel
CS Cabo segundo
CT Capitán
DIV5 Quinta División del Ejército Nacional
FURED Fuerza de Reacción Divisionaria
FUTAR Fuerza de Tarea Arpón
GAULA Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal
GR General
INSITOP Informe de situación de tropas
MG Mayor General
MT Misión táctica
MY Mayor
ORDOP Orden de operaciones
RIME Regional de Inteligencia del Ejército Nacional
S2 Oficina u oficial de inteligencia de batallón
S3 Oficina u oficial de operaciones de batallón
SLP Soldado Profesional
SLR Soldado Regular
SP Sargento Primero
SS Sargento Segundo
ST Subteniente
SV Sargento Viceprimero
TC Teniente Coronel
TE Teniente

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I. ANTECEDENTES PROCESALES

13. Mediante auto No. 05 de 17 de julio de 2018 la Sala de Reconocimiento avocó


conocimiento del Caso 03 a partir del Informe No. 5 presentado por la Fiscalía General
de la Nación, denominado muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate
por agentes del Estado. La Sala de Reconocimiento ha priorizado el análisis de unidades
militares y territorios en función del número de hechos, de víctimas y del potencial
ilustrativo de lo ocurrido en estos territorios respecto del fenómeno nacional16.

14. En el Auto 033 de 2021 la Sala expuso los criterios y el proceso de priorización que
le permitió identificar y delimitar un universo provisional de hechos y en el marco del
cual se establecieron seis subcasos con los que se abordaría la instrucción del macro
caso 03: (i) Subcaso Antioquia, (ii) Subcaso Costa Caribe, (iii) Subcaso Norte de
Santander, (iv) Subcaso Huila, (v) Subcaso Casanare y (vi) Subcaso Meta.

15. En virtud de la movilidad vertical aprobada en los Acuerdos del Órgano de


Gobierno No. 028 del 26 de julio de 2018, No. 006 del 29 de enero de 2019, No. 03 del 30
de enero de 2020 y No. 02 de 19 de enero de 2023, el Despacho del Magistrado Alejandro
Ramelli Arteaga ha venido apoyando la sustanciación del Caso 03 en lo que tiene que
ver, entre otros, con los hechos ocurridos en relación con la Novena Brigada del Ejército
Nacional.

16. Con los Autos No. 125 de 02 de julio de 2021 y 128 de 07 de julio de 2021 el caso fue
renombrado como “Asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en
combate por agentes del Estado”.

17. A la fecha, la Sala de Reconocimiento ha recibido cuatro informes de entidades


estatales (Fiscalía General de la Nación17 y Procuraduría General de la Nación18), y el
Informe de la Secretaría Ejecutiva de la JEP a las Salas de Justicia, que son relevantes
para este subcaso. Por su parte, 30 informes de organizaciones de víctimas relativas al
Caso 0319. De estos últimos, 3 se refieren a hechos ocurridos en el Departamento del
Huila y mencionan acciones realizadas, entre otros, por integrantes del Batallón de
Infantería No 27 “Magdalena” y el Batallón de Infantería No 26 “Cacique Pigoanza”20

16 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 033 de 2021.
17 Fiscalía General de la Nación. Informe 1 “Inventario del conflicto armado” e Informe 5 “Muertes ilegítimamente
presentadas como bajas en combate” Incorporados al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
18 Procuraduría General de la Nación. Informe sobre investigaciones relacionadas con el conflicto armado y Segundo

Informe “Aportes desde la investigación disciplinaria a la justicia y la verdad en contexto de transición: Informe de la
Procuraduría General de la Nación a la JEP, años 1990-2005”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
19 Ley 1957 de 2019. Artículo 79.B y 79.C

20 Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. Informe “Responsabilidad del Brigadier General Marcos

Evangelista Pinto Lizarazo”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235, Folio 564 y ss.

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entre el 2004 y 2007.

18. De conformidad con el artículo 79 (e) de la Ley 1957 de 2019 y el artículo 27 A de la


Ley 1922 de 2018, en el marco del Caso No. 03, la Sala de Reconocimiento ha realizado
773 versiones voluntarias de comparecientes vinculados a las unidades priorizadas en
un total de 990 sesiones. De estas, 660 versiones se han recibido en audiencia y 113 por
escrito.

19. En relación con el Subcaso Huila esta Sala convocó 137 versiones voluntarias y 7
testimonios a terceros e integrantes de la Novena Brigada. Se escuchó a 61 exintegrantes
del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”; 51 exintegrantes Batallón de Infantería
No. 26 “Cacique Pigoanza”; 6 de exintegrantes de la Agrupación de Fuerzas Especiales
No. 11 y 11 exintegrantes del Estado Mayor de la Novena Brigada, para esclarecer su
involucramiento en muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate
ocurridas en el periodo comprendido entre los años 2005 y 2008. De los 129 militares o
exmilitares que atendieron el llamado de la Sala, 15 rindieron versión escrita y 114
fueron llamados a rendir su versión de manera presencial o virtual, sin perjuicio de la
entrega posterior de complementos por escrito.

20. En estas versiones un número importante de comparecientes confesó su


participación en los crímenes descritos en los informes presentados por las víctimas;
algunos reconocieron la ilegalidad de las operaciones que desarrollaban en las unidades
militares y aportaron verdad adicional a la conocida por la justicia ordinaria sobre estos
y otros crímenes objeto de investigación en el subcaso.

21. A la fecha, la Sala ha acreditado a 2.846 víctimas, de las cuales 248 sufrieron hechos
victimizantes en el Departamento del Huila y 204 de las unidades y durante el periodo
priorizado.

22. Para satisfacer los fines constitucionales y legales de la investigación, esclarecer los
crímenes, y contrastar las afirmaciones realizadas por los comparecientes, la Sala
ordenó la práctica de inspecciones judiciales a procesos de la Sala de Definición de
Situaciones Jurídicas21; de las Fiscalías 114, 115, 116 Especializadas contra las
violaciones a los derechos humanos de la ciudad de Neiva, y 40 Especializada contra
las violaciones a los derechos humanos de la ciudad de Bogotá22; al Batallón de

b) Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “De la impunidad a la


verdad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila. Incorporado al expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/ 0001.
c) Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “Falsos positivos en el Huila:
Rompiendo el silencio de la impunidad” Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/ 0001.
21 Autos de 5 de febrero (2018340160400141E00026) y de 21 de abril de 2019 (20193710111283). Incorporado al

expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235, Folio 1498 y ss.
22 Radicados Conti No. 20193710083183, 20193710121723, 20193710285463, 202103013258 y 202203008165.

Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235, Folios 4146 y ss,
Folio 7728 y ss, Folio 23441 y ss, Folio 113240 y ss, y Folio 113646 y ss.

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Infantería No. 27 “Magdalena”23; al Batallón de Infantería No 26 “Cacique Pigoanza”24;


al Juzgado Tercero Administrativo Oral de Neiva25; a los archivos de la Caja de Retiro
de las Fuerzas Militares – CREMIL26, y a la Novena Brigada del Ejército Nacional27.

23. En las unidades militares se recopilaron documentos de los archivos operacionales,


de inteligencia, ayudantía y comando que sirvieron como soporte a los procedimientos
y actuaciones que se analizan en esta decisión. Dichos documentos fueron utilizados
también como fuente de contrastación de los relatos en las versiones voluntarias y
sirvieron de insumo para el análisis de contexto, así como para la determinación de
hechos y la atribución de responsabilidades por los crímenes internacionales
perpetrados.

24. Por otra parte, los representantes de víctimas y el Ministerio Público, desde la
apertura del caso, han tenido acceso al expediente y a los videos de versiones
voluntarias, por intermedio de la Secretaría Judicial de la SRVR, a fin de que presenten
las observaciones que consideren pertinentes. De forma complementaria, con la
expedición de los Autos ARA-340 de 26 de octubre de 202128, ARA-049 de 11 de febrero29
y ARA-074 de 2 de marzo de 202230, la Sala puso a disposición de las víctimas, sus
representantes y la Procuraduría General de la Nación, las versiones voluntarias de los
comparecientes del Subcaso Huila y fijó un plazo para la presentación de observaciones,
el cual venció el 22 de abril de 2022.

25. Inicialmente, la Sala recibió tres escritos por parte de los representantes de
víctimas31, el 28 de mayo de 2020 a la diligencia del señor Fernando Riveros Sarmiento;
el 15 de abril de 2021 a la versión del señor William Andrés Capera Vargas; el 20 de
junio de 2021 a las versiones voluntarias de John Carlos Guzmán, Sergio Franco Osorio,
Jaiber Méndez, Alejandro Aguilar, Albeiro Rojas Bocanegra, Fernando Riveros
Sarmiento, Carlos Andrés Mahecha, Carlos Hernán Rodríguez Vera, César Augusto
Vásquez Ordóñez, Henry Lozano, José Fidel Orjuela, José Roldán López, José Wilson
Orrego Noreña, Luis Carlos Oyola Tapia, Óscar Cárdenas Sánchez y Julio César Ramos
Zapata. Los primeros dos escritos fueron realizados por el Observatorio Surcolombiano
de Derechos Humanos, Paz y Territorio (Obsurdh) y el tercero por el Colectivo de
Abogados José Alvear Restrepo (Cajar).

23 Radicado Conti No. 20193710268093. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235, Folios 9982 y ss.
24 Radicado Conti No. 202003007844. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-

09.2018.0.00.0001/0235, Folios 61834 y ss.


25 Radicado Conti No. 202003010002. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-

09.2018.0.00.0001/0235, Folios 61000 y ss.


26 Radicado Conti No. 202103001461.

27 Radicado Conti No. 202103005108. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-

09.2018.0.00.0001/0235, Folios 62787 y ss.


28 Radicado Conti No. 202103016360.

29 Radicado Conti No. 202203001966.

30 Radicado Conti No. 202203003358.

31 Radicados Conti: 202001005520, 202101016748 y 202101030401.

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26. La Sala de Reconocimiento recibió el 22 de abril de 2022 los últimos tres escritos de
observaciones a las versiones voluntarias del Subcaso Huila, presentados por el
Ministerio Público32 y los representantes de las víctimas (Cajar y Obsurdh33, y SAAD34).

27. Los días 16 y 17 de mayo de 2022, en la ciudad de Neiva, la SRVR escuchó en


audiencia pública la presentación oral de las observaciones a las versiones voluntarias
del Subcaso Huila por parte de las víctimas representadas por el Obsurdh y el CAJAR.
En ella participaron presencialmente 96 víctimas, y virtualmente cerca de 50
comparecientes y más de 30 abogados.

28. Posterior a la audiencia de observaciones, la Sala de Reconocimiento analizó las


solicitudes probatorias realizadas en los escritos y complementadas en audiencia, y
decidió convocar a versión voluntaria a 16 nuevos comparecientes y 5 testigos, así como
la práctica de inspecciones judiciales adicionales a otros expedientes de la justicia
ordinaria y la justicia penal militar. La Sala ha tenido en cuenta recurrentemente las
observaciones y las solicitudes de los representantes de víctimas, profundizando así el
procedimiento dialógico.

II. CONSIDERACIONES

A. COMPETENCIA

1. La competencia de la Sala para proferir el auto de determinación de hechos y


conductas.

29. En esta Sección, se reiterarán los argumentos expuestos por la Sala en los Autos 019,
125 y 128 de 2021 y los autos SUB-D-055, Subsalas D y F-01 de 2022 y SUB-D – 062 de
2023 que constituyen el precedente sobre la competencia de la Sala de Reconocimiento
para proferir el Auto de Determinación de Hechos y Conductas (ADHC), incluida la
naturaleza y alcance de esta decisión.

30. La Constitución Política le confiere competencia preferente a la JEP sobre los


crímenes cometidos en el conflicto armado, así como la competencia específica a la Sala
de Reconocimiento sobre los máximos responsables y partícipes determinantes35 de los
hechos más graves y representativos36. La Constitución dispone que la JEP “tendrá

32 Radicado Conti No. 202201024752 y 202201024764.


33 Radicado Conti No. 202201024756.
34 Radicado Conti No. 202201024786.

35 Sobre la definición y alcance de los conceptos, ver Sentencia TP-SA-RPP No. 230 de 2021.

36 El artículo transitorio 7º de ese mismo Acto Legislativo creó la Sala de Reconocimiento en la JEP y dispuso

que a esta le corresponde desarrollar su trabajo “conforme a criterios de priorización elaborados a partir la
gravedad y representatividad de los delitos y del grado de responsabilidad en los mismos (…)”.

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competencia sobre los delitos cometidos por causa37, con ocasión38 o en relación directa39 o
indirecta40 con el conflicto armado y sin ánimo de obtener enriquecimiento personal ilícito, o en
caso de que existiera, sin ser este la causa determinante de la conducta delictiva”41 (referencias
por fuera del texto); ocurridos con anterioridad al 1º de diciembre de 2016. En especial
si son considerados “(…) graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario o graves
violaciones de los Derechos Humanos (…)”42.

31. La Corte Constitucional también prescribe para la JEP un modelo de investigación


en contexto por medio de macroprocesos que permiten concentrar la ocurrencia de
delitos y los esfuerzos de la Jurisdicción en el esclarecimiento de quiénes fueron los
máximos responsables “basada en un enfoque de crímenes de sistema, entendidos como
manifestación de criminalidad organizada determinada por políticas, planes y prácticas que se
caracterizan por involucrar un continuum de poderes e intereses”43.

32. La Ley 1957 de 2019, Estatutaria de la Administración de Justicia en la JEP, desarrolla


el alcance de la competencia prevalente sobre hechos relacionados con el conflicto
armado al determinar que es función de la Sala de Reconocimiento recibir los informes
que presentan las organizaciones de víctimas y las entidades del Estado44; ponerlos a
disposición de las personas allí comprometidas con el fin de que puedan dar su versión
sobre los hechos45; y contrastar cada informe con otras fuentes de conocimiento y los
medios de prueba obrantes en el expediente46.

33. Posteriormente, la Sala debe elaborar los autos de determinación de hechos y


conductas para cumplir con su deber de poner a disposición de los comparecientes a
quienes se les atribuye responsabilidad dicha determinación47, de modo que estos

37 Al respecto, el Auto TP-SA 19 de 2018 señala lo siguiente: “En cuanto a la expresión por causa del conflicto
armado, literalmente se traduce en un juicio de causalidad que establezca si la conducta tuvo origen o no en el
conflicto”, párr. 11.13
38 Al respecto, el Auto TP-SA 19 de 2018 señala lo siguiente: “cuando se analice el nexo de una conducta con el

conflicto armado no internacional bajo el criterio con ocasión, debe comprenderse como una relación cercana
y suficiente con su desarrollo”, párr. 11.12
39 El Auto TP-SA 19 de 2018, citando la sentencia C-007 de 2018 de la Corte Constitucional, señaló que la

relación directa “en su interpretación literal significaría, al igual que la expresión con causa, una evaluación de
un juicio de causalidad entre la conducta y el conflicto para establecer fácticamente si tiene su origen en este y
con ello la constatación del nexo”.
40 Finalmente, respecto de la relación indirecta, el Auto TP-SA 19 de 2018 señala que es un concepto cuyo

contenido no ha sido precisado. Sin embargo, aclaró que “la posible indeterminación se limita con la aplicación
de los criterios dispuestos en el citado artículo transitorio 23 del Acto Legislativo 01 de 2017” acudiendo a una
interpretación sistemática de esta disposición y, adicionalmente, propone un “concepto de participación
directa e indirecta en las hostilidades como criterio material accesorio para definir la relación de una conducta
con el conflicto”.
41 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 23.

42 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 5°.

43 Corte Constitucional. Sentencia C-080 de 2018.

44 Ley 1957 de 2019. Artículo 79.B.

45 Ley 1957 de 2019, Artículo 79.E y Ley 1922 de 2018, Artículo 27.

46 Ley 1957 de 2019, Artículo 79.H y Ley 1922 de 2018, Artículo 27.B.

47 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Autos 019, 125 y

128 de 2021 y los autos SUB-D-055, Subsalas D y F-01 de 2022 y SUB-D-062 de 2023.

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puedan tomar la decisión de “comparecer o no comparecer a efectuar el aporte de verdad y


reconocimiento o no de responsabilidad o comparecer a defenderse de las imputaciones
formuladas”48.

34. En lo que atañe a esta decisión, la Sala está en condiciones de afirmar que (i) los hechos
ocurridos en el Departamento del Huila, durante los años 2005 a 2008 tuvieron relación
directa o indirecta, o se cometieron por causa o con ocasión del conflicto armado interno
y; (ii) fueron perpetrados por integrantes de la Fuerza Pública, quienes son
individualizados en esta providencia; (iii) que por esas conductas son considerados
máximos responsables o partícipes determinantes, y (iv) que los delitos pueden
calificarse como crímenes de guerra y de lesa humanidad, de conformidad con las
descripciones del Estatuto de Roma, y por lo tanto no son susceptibles de amnistía.

35. Al encontrar que las conductas investigadas tienen relación con el conflicto armado,
fueron cometidas por integrantes del Ejército Nacional y se encuentran en el periodo de
competencia temporal de esta Jurisdicción, los comparecientes deben decidir, en un
término prudencial, si reconocen o no su responsabilidad y los demás procedimientos
que se deriven de las determinaciones que se indicarán en la parte resolutiva.

36. Se reitera que la Sala entenderá que la manifestación que realicen los comparecientes
sobre su reconocimiento o su negativa servirá como base para decidir acerca de la
procedencia de una audiencia pública de reconocimiento de verdad y responsabilidad.
Los convocados a ella deberán efectuar un reconocimiento público fáctico, jurídico y
restaurativo, mientras que para quienes no reconozcan su responsabilidad en los
términos definidos por la Sala se activará el procedimiento adversarial ante esta
Jurisdicción.

37. A continuación se adelanta una descripción de la ruta de contrastación de los


informes, versiones y demás elementos del acervo probatorio, en los que se
fundamentan los hechos y conductas que se determinan en el presente auto. Conforme
con el mandato legal, la contrastación se inicia con los informes presentados ante la Sala,
lo que resalta su relevancia en el proceso de construcción de la verdad y materializa el
principio de centralidad de las víctimas. En el marco del Caso 03 y en relación con el
Departamento del Huila y periodo 2005-2008 priorizado en el presente auto, la Sala
recibió ocho informes, tres de los cuales fueron presentados por organizaciones de
víctimas y cinco por entidades públicas49.

2. Descripción de la contrastación y composición del acervo probatorio.

38. La Sala de Reconocimiento, conforme a su mandato legal, debe realizar la labor de

48Ley 1957 de 2019. Artículo 79.H.


49Véase supra párrafo 11 de la presente providencia. También se tuvo en cuenta la información entregada por
la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU).

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contrastación de los informes, con las versiones voluntarias y los demás elementos del
acervo probatorio del macrocaso50. Esta tarea de contrastar, desde una óptica judicial y
transicional, implica la necesidad de delimitar universos provisionales de hechos y de
presuntos responsables, las circunstancias en las que el conflicto armado interno influyó
en lo ocurrido, para identificar así a quienes pueden ser considerados como partícipes
determinantes o quienes tuvieron la máxima responsabilidad sobre los hechos más
graves y representativos.

39. Esta labor solo puede cumplirse a partir de la valoración integral de un copioso
material probatorio, proveniente de la justicia ordinaria o recaudado por la JEP. Para
ello se deben analizar medios de conocimiento de diversa índole y procedencia,
referidos a una multiplicidad de hechos, con numerosas víctimas y perpetradores. Su
examen está dirigido a “desvertebrar macroestructuras de criminalidad y revelar patrones de
violaciones masivas de derechos humanos”51 trascendiendo la valoración individual o
aislado de cada caso.

40. La nota distintiva de este procedimiento es su carácter dialógico o deliberativo52, que


busca construir, mediante los relatos de las víctimas, los comparecientes y el
discernimiento propio de la actividad de recaudo probatorio a iniciativa de la
magistratura, narrativas y contextos que favorezcan el esclarecimiento y la atribución
de responsabilidades penales individuales.

41. En el marco de este procedimiento dialógico, se desarrolla una metodología de


contrastación que integra y compara de manera escalonada los aportes de los informes,
los comparecientes, las víctimas, el Ministerio Público y los demás elementos del acervo
probatorio, en las distintas etapas del proceso53. La presente providencia se adopta en
el momento del procedimiento dialógico en el cual se ha avanzado lo suficiente en la
contrastación, para determinar los hechos y las conductas que tuvieron lugar en el
marco del subcaso Huila.

42. Si bien la Sala continua investigando crímenes ocurridos en otros lugares y en otras
escalas del Caso 03, o asociados con otros fenómenos macrocriminales vinculados con
el conflicto armado, esta providencia se adopta porque la Sala de Reconocimiento ha
llegado a la conclusión de que existen bases suficientes para entender que las conductas
investigadas y descritas en este subcaso existieron, que constituyen delitos no
amnistiables, que los comparecientes acá individualizados tuvieron participación
determinante en ellas, pero además que son ilustrativas de ciertas características que
tuvieron patrones de victimización que se describirán más adelante.

43. Así, en este estado del procedimiento dialógico la Sala considera que cuenta con
información suficientemente contrastada de lo hallado en informes, versiones

50 Ley 1957 de 2019, Artículo 79.H y Ley 1922 de 2018, Artículo 27.B.
51 Corte Constitucional. Sentencia C-579 de 2013.
52 Ley 1922 de 2018. Artículo 1.B.

53 Ley 1922 de 2018. Artículo 27.A.

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voluntarias, declaraciones juradas y los demás elementos recaudados, para determinar


los hechos y las conductas en lo que respecta a la responsabilidad individual de los
comparecientes individualizados y relacionados en esta decisión, quienes participaron
de diferente forma en delitos constitutivos de crímenes internacionales mientras fueron
integrantes de la Brigada Novena en el periodo comprendido, principalmente entre
2005 y 2008.

2.1.Informes institucionales y de víctimas.

44. Partiendo de la revisión y análisis de los informes presentados por organizaciones


de la sociedad civil de representación de víctimas, seguida de la definición de variables
para la sistematización de la información allí contenida, la Sala tuvo en cuenta la fecha de
los hechos, su lugar de ocurrencia, el nombre de las víctimas cuando estaba disponible,
la reconstrucción del relato de lo sucedido, la unidad militar presuntamente responsable
y la fuente de donde provenían los datos. Asimismo, se analizó información sobre las
personas presuntamente involucradas y, cuando se tenía noticia de una investigación, el
estadio procesal, en caso de que se hubieran adelantado actuaciones en la justicia penal
militar, en la justicia ordinaria o en la jurisdicción contencioso-administrativa. La
agregación y el análisis de la información en una matriz, en constante actualización,
permitieron delimitar un universo provisional de hechos por esclarecer bajo la lógica de
investigación macrocriminal y análisis en contexto54.

45. Para la construcción del universo provisional de hechos y la caracterización de las


hipótesis preliminares del subcaso, en primer lugar, se tuvieron en cuenta el “Informe 1
Inventario del conflicto armado” y el “Informe 5 Muertes ilegítimamente presentadas como bajas
en combate” presentados por la Fiscalía General de la Nación (FGN o la Fiscalía). El
“Informe 1 Inventario del conflicto armado” da cuenta de las investigaciones de las que tiene
registro esa entidad, sobre conductas cometidas con ocasión del conflicto armado hasta
antes del 1 de diciembre de 2016, a partir de las bases de datos de los sistemas misionales
de información de la Fiscalía: SIJUF, SIJYP, y SPOA55.

46. El “Informe 5. Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate” contiene un


recuento descriptivo de la información relacionada con las investigaciones realizadas por
la FGN respecto de las muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate

54 El despacho relator del caso construyó bases de datos que permitieron organizar la gran cantidad de
información con la que contó a lo largo de la investigación. Algunas de las principales fueron: i) la Matriz
General del Subcaso en la que se incluyó información de 156 hechos (48 de los cuales no se priorizaron); 1.181
registros de personas vinculadas o mencionadas en esos hechos y 305 registros de víctimas; en esta matriz se
incluyeron variables geográficas, organizacionales (unidades involucradas en los hechos), judiciales
(decisiones tomadas antes de que la JEP asumiera la investigación), macrocriminales (los patrones con los que
se relacionaba cada hecho), entre otras; ii) Matriz con información de 242 personas acreditadas como víctimas
en los casos investigados en este subcaso y con 74 autos que las reconocen como tal y admiten su participación
en versiones voluntarias; iii) Matriz de cruce de versiones en la que se detalló cuáles comparecientes se
refirieron a los 108 hechos priorizados por la Sala y quienes reconocieron la ilegalidad de los mismos. Así
mismo, se sistematizó la información recolectada en las inspecciones que se llevaron a cabo en los archivos del
BIMAG, el BIPIG y la BR09 y en las fiscalías que llevaban a cabo investigaciones (49 radicados) antes de que
fueran asumidas por la JEP.
55 Las consultas del Informe 1 sobre los comparecientes que fueron trasladadas reposan en sus respectivos

cuadernos del expediente del Caso 03.

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(MIPBC)56. El documento incluye el análisis pormenorizado del periodo 2002-2008, lo que


le permitió a la Sala priorizar la investigación de ese lapso, tal como se menciona en el
Auto 033 de 2021.

47. Si bien el informe presenta una extensa descripción de los casos en el ámbito
nacional, para los fines del presente auto, se resaltan los hallazgos relativos a la Brigada
Novena del Ejército Nacional, y en particular el papel que tuvieron los Batallones de
Infantería no. 26 “Cacique Pigoanza” y no. 27 “Magdalena” en casos de homicidios,
desapariciones forzadas y otros delitos relacionados con las MIPBC.

48. De acuerdo con el informe No. 5 de la Fiscalía General de la Nación57, las


investigaciones adelantadas respecto de los Batallones Magdalena y Pigoanza suman el
80% de los hechos investigados en el departamento del Huila. “El primero presenta 27
investigaciones por la muerte de 53 personas, mientras que por hechos en los que se encuentran
vinculados miembros del Bipig se llevan 37 investigaciones con 63 víctimas”58.

49. Para la Fiscalía, el mayor número de delitos investigados, relacionados con estas
dos unidades, ocurrieron entre 2006 y 2008, así “[p]ara el Bipig el 90% de las víctimas se
encuentra en ese periodo y para el Bimag la cifra asciende al 94%”59. Ello hizo que en el
periodo 2005-2008 el BIMAG alcanzara el décimo puesto a nivel nacional60 y el BIPIG,
el puesto undécimo con 118 bajas61.

50. La Procuraduría General de la Nación entregó dos informes que le permitieron a la


Sala ampliar la comprensión del fenómeno. Así, aportó el “Informe de la Procuraduría
General de la Nación ante la JEP sobre investigaciones relacionadas con el conflicto armado (2005-
2016) y un segundo informe denominado “Aportes desde la investigación disciplinaria a la
justicia y a la verdad en el contexto de transición: Informe de la Procuraduría General de la Nación
a la JEP, años 1990-2005”62.

51. Además de los informes de las entidades públicas, que permitieron identificar
conductas delictivas que previamente habían sido conocidas por la justicia ordinaria y
las autoridades disciplinarias, y que le habían sido atribuidos a integrantes de la Brigada
Novena, la Sala de Reconocimiento recibió dos informes de organizaciones de víctimas,
el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR) y el Observatorio
Surcolombiano de Derechos Humanos Paz y Territorio (OBSURDH), que permitieron
comenzar con el proceso de contrastación de la información allegada y construir un

56 Informe 5, pág. 13. Expediente Caso 03, Cuaderno de informes.


57 Fiscalía General de la Nación. Informe No. 5 “Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate
por agentes del Estad” Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
58 Ibidem. Párrafo 337.

59 Ibidem. Párrafo 338.

60 Ibidem. Párrafo 341.

61 Ibidem. Párrafo 342.

62 Debe resaltarse que este informe toma como referencia el periodo 2005-2016, de acuerdo con la fecha de

apertura de las investigaciones, y no de la ocurrencia de los hechos, razón por la cual es el tenido en cuenta
para esta providencia. Dado que el Segundo Informe tuvo como principal objetivo la recolección de
información de procesos concluidos, desde el año 1990 hasta el año 2005, no se incluyó en el universo, pues no
corresponde a hechos para el periodo de análisis.

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primer universo provisional de hechos, sobre el que se apoyaron los llamados a versiones
voluntarias.

52. El 7 de noviembre de 2018 el OBSURDH entregó a la Jurisdicción el informe “De la


impunidad a la verdad. Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el departamento del Huila”.
Junto con un texto narrativo en el que se aportan datos para demostrar la sistematicidad
de las ejecuciones extrajudiciales que tuvieron lugar en el Departamento, se reivindica
el proceso de búsqueda de verdad que el Observatorio ha liderado y se da cuenta de la
forma en que ocurrieron las ejecuciones y cómo estos hechos siguen en la impunidad,
se confió a la Jurisdicción una base de datos, y los respectivos anexos, que dan cuenta
de 52 hechos y 124 víctimas.

53. El 31 de diciembre de 2018 el CAJAR hizo llegar a la JEP un “informe parcial sobre la
comisión de ejecuciones extrajudiciales en el Batallón de Infantería No. 10 Atanasio Girardot y
Batallón de Infantería No. 27 Magdalena bajo la comandancia del Señor Marcos Evangelista
Pinto Lizarazo”. Como fundamento de dicho informe se entregaron 23 anexos a la
Jurisdicción. Respecto de lo que interesa a este subcaso, en dicho documento se da
cuenta de 15 hechos de muertes cuestionadas ocurridas bajo la comandancia del señor
Pinto Lizarazo entre “el 5 de diciembre del 2007 y el 2 de septiembre de 2009” y se hace
un análisis de las razones para explicar su responsabilidad como comandante.

54. El 3 de octubre de 2020 el OBSURDH entregó a la JEP un segundo informe titulado


“Falsos positivos en el Huila: rompiendo el silencio de la impunidad”. En esta oportunidad el
texto describe cómo el país tuvo noticia de la práctica de ejecuciones extrajudiciales y
cómo estas tuvieron lugar en el Departamento del Huila, asunto que ha sido
documentado por el Observatorio desde el año 2007. El informe dedica un capítulo a la
victimización de miembros de la Unión Patriótica en el Departamento para afirmar que
las muertes de algunos de los militantes de este partido en los años 80 fueron las
primeras ejecuciones extrajudiciales ocurridas en el Huila. En el documento se
desarrollan, además, varios apartados sobre el contexto que facilitó las ejecuciones: así
da cuenta del incremento de la presencia de las FARC en los años 90 y el auge del cultivo
de amapola, para luego afirmar que en la década del 2000 hubo una disminución de la
presencia guerrillera y que tuvo lugar la incursión paramilitar en el Huila. El texto
también narra la presión por resultados al interior de la Fuerza Pública y cómo ello
influyó la práctica de ejecuciones extrajudiciales. El informe finaliza con una denuncia
sobre la impunidad que pesa sobre la práctica, allí se enfatiza en lo ocurrido a manos
de miembros de la Novena Brigada, en especial del BIMAG y el BIPIG. Anexo a este
documento se entregó una base de datos, con los respectivos soportes, que reseña 77
hechos y da cuenta de 131 víctimas.63

2.2. Versiones voluntarias.

55. En la interpretación acordada por los despachos relatores del Caso 03 se ha


considerado que la competencia personal de la JEP recae sobre los integrantes o
exintegrantes de la Fuerza Pública que voluntariamente se acogieron a la Jurisdicción

63 Los informes y sus anexos se incorporaron al expediente del Caso 03, cuaderno territorial Huila.

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mediante la suscripción de un acta de sometimiento, así como sobre todos aquellos que
integraron la Policía Nacional y las Fuerzas Militares antes del 1º de diciembre de 2016
y cometieron crímenes relacionados con el conflicto armado, por cuanto todos ellos son
comparecientes forzosos, siendo la JEP su juez transicional natural. Así, en desarrollo
de las versiones voluntarias del subcaso Huila se escucharon 79 comparecientes
voluntarios y 49 forzosos.

56. La práctica de las versiones voluntarias estuvo orientada por los principios del
procedimiento dialógico, por lo que buscó permitirles a los comparecientes, con
independencia de su sometimiento voluntario a la JEP o su llamado forzoso, la
posibilidad de describir ampliamente el contexto en el que prestaron sus servicios en la
Fuerza Pública y las circunstancias que rodearon su involucramiento en los hechos
investigados en el Caso 03. Así mismo, se facultó a la Procuraduría General de la Nación
y a la representación de víctimas a intervenir en las diligencias para que, por medio de
sus preguntas y de la interacción con el compareciente, se pudiera dar respuesta a sus
demandas de verdad plena. Como se observará a lo largo de esta providencia, las
versiones de los comparecientes fueron rigurosamente contrastadas y tenidas en
cuenta, no solo para la determinación de los hechos concretos y la atribución de
responsabilidades penales individuales, sino para comprender el contexto político,
geográfico, social y estratégico en el que ocurrieron los crímenes materia de
investigación.

57. Como se indicó anteriormente, respecto de los delitos ocurridos en el


Departamento del Huila esta Sala escuchó a 62 comparecientes que integraron el
Batallón de Infantería No 27 “Magdalena”; 49 que integraron el Batallón de Infantería
No 26 “Cacique Pigoanza”; y 11 exintegrantes de otras unidades o del Estado Mayor de
la Novena Brigada. Adicionalmente, se recibieron 14 versiones voluntarias escritas, 11
de exintegrantes del BIMAG y 3 del BIPIG y 1 de AFEUR 11.

58. Las versiones voluntarias incluyeron comparecientes de los diferentes grados de


la jerarquía militar, desde soldados regulares y profesionales, pasando por suboficiales
y oficiales comandantes de pelotones y compañías, hasta comandantes de Batallón y de
Brigada. Según el grado al momento de los hechos, se escucharon versiones voluntarias
de 3 generales, 9 coroneles, 6 tenientes coronel, 6 mayores, 11 capitanes, 6 tenientes, 6
subtenientes, 1 sargento primero, 3 sargentos viceprimeros, 10 sargentos segundos, 1
cabo primero, 2 cabos segundos, 4 cabos terceros, 1 dragoneante y 59 soldados.

59. Para la recepción de las versiones, la magistratura convocó a los comparecientes a


la sede principal de la Jurisdicción o se desplazó a las ciudades más cercanas a los
lugares de residencia de aquéllos. Durante el periodo de aislamiento ordenado por el
Gobierno Nacional, se practicaron 55 versiones voluntarias virtuales. En todas ellas, a
pesar de las restricciones de presencialidad y de conformidad con lo dispuesto por la
Sala en el auto 080 de 2019, se contó con la participación de la representación de víctimas
acreditadas, de la Procuraduría General de la Nación y con la asistencia virtual de las
víctimas que manifestaron su interés en concurrir a las audiencias.

60. Para la realización de las versiones voluntarias se diseñó un temario que abarcaba
tres grandes bloques: (i) descripción de la carrera militar del compareciente,
circunstancias en las que prestó sus servicios en la unidad militar en la que ocurrieron

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los crímenes materia de investigación, estructura y funcionamiento de la misma, así


como aspectos operacionales, mando y control, de ser pertinentes (información de
contexto sobre la organización); (ii) preguntas sobre la planeación, ejecución y
encubrimiento de cada uno de los delitos (información sobre casos concretos y patrones
criminales); y (iii) preguntas sobre daños, afectaciones y efectos de los crímenes en sus
propios entornos familiares y reflexiones personales sobre sus actos y motivaciones
(insumos de justicia restaurativa). Vale aclarar que cada temario se ajustó al rango,
antigüedad y funciones de cada integrante de la fuerza pública.

61. Del balance provisional de las versiones voluntarias orales y escritas se tiene que
85 comparecientes han reconocido sus responsabilidades total o parcialmente, en 78
hechos que involucran a 155 víctimas directas. No obstante, la determinación de hechos
y conductas que se hace en esta decisión, así como el llamado a admitir responsabilidad
y el posterior proceso de cara a la audiencia de reconocimiento, marcarán los
lineamientos en la materia.

2.3. Observaciones a las versiones presentadas por las víctimas acreditadas y el


Ministerio Público.

62. Después del traslado de las versiones voluntarias a la representación de víctimas


y al Ministerio Público, el 22 de abril de 2022 el CCAJAR y el OBSURDH remitieron a
la JEP su informe de observaciones a las versiones voluntarias. Luego de exponer la
metodología que usaron estas organizaciones para el traslado de las versiones y para el
análisis de las mismas, el documento contiene 6 apartados y unas conclusiones.

63. Sobre las unidades militares objeto de análisis el informe adelanta un recuento de
la composición, para el periodo de interés, de la Quinta División, la Novena Brigada,
los Batallones “Magdalena” y “Pigoanza” y el Gaula Militar del Huila. A renglón
seguido, se describe el contexto general que enmarcó los asesinatos y las desapariciones,
con énfasis en el ambiente operacional en el Departamento y el marco normativo
vigente. Allí se resalta que la situación real del conflicto y la forma de operar de los
actores que hicieron presencia en el Huila no coincide con las justificaciones
operacionales que se dieron para enmarcar las presuntas bajas en combate. De manera
particular se subraya cómo la ejecución de la política de seguridad democrática motivó
prácticas que luego sirvieron para justificar los asesinatos, tales como, la usurpación de
funciones por parte del Ejército a la Policía Nacional o la estigmatización de la población
civil.

64. También se da cuenta de las debilidades y de las malas prácticas en la aplicación


del régimen disciplinario (vgr. archivos tempranos, ausencia de investigaciones
integrales y en profundidad, respuestas estándar, etcétera) y cómo estas facilitaron la
impunidad de tales crímenes. En sentido similar, se hace una crítica a la aplicación
práctica de figuras tales como la Red de Cooperantes, los grupos o pelotones especiales,
los pagos por información y las recompensas. Para cerrar este apartado, se llama la
atención sobre las narrativas que hay que derrumbar para asegurar la efectiva garantía
de los derechos de las víctimas; entre ellas se resalta la importancia de evidenciar cuán
heterogéneas fueron las prácticas criminales y sus consecuencias.

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65. En el tercer apartado la representación de víctimas da cuenta de los patrones de


macrocriminalidad y los elementos de responsabilidad en cada una de las fases de
comisión de los crímenes. En este punto se indica que en el Departamento coexistieron
dos patrones, a saber: “El primer patrón consistió en el asesinato de personas fuera de combate
señaladas de ser delincuentes comunes, milicianos o guerrilleros y/o ejecutar actividades en las
jurisdicciones del BIMAG y BIPIG de forma previa a su reporte ilegítimo como bajas. (b) El
segundo patrón consistió en el asesinato de personas fuera de combate, seleccionadas previamente
con base en su condición de vulnerabilidad, marginalidad, aparente desarraigo, antecedentes
judiciales y su traslado bajo engaños y/o a la fuerza desde lugares lejanos hacia los sitios en los
que posteriormente serían asesinadas en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG”. A
continuación, el informe caracteriza las fases de planeación, ejecución y encubrimiento
de cada uno de los patrones y el rol que jugaron varios de los comparecientes en cada
una de ellas.

66. Posteriormente, se presenta una propuesta de calificación jurídica de los crímenes


y los modos de imputación de los máximos responsables. Además, se enlista a quienes
se considera reúnen tales características y argumenta que los hechos investigados son
crímenes de guerra y de lesa humanidad. Seguidamente, se exponen las razones por las
cuáles se debe endilgar responsabilidad y los modos que ésta debe asumir.

67. En el siguiente apartado se hacen observaciones puntuales a la metodología de las


versiones. Se problematizan algunos aspectos de las versiones de los integrantes del
Estado Mayor de la Novena Brigada, como los problemas técnicos durante el desarrollo
de estas y la forma como se condujeron. Estas críticas llevan a que las organizaciones
sugieran varias estrategias entre ellas la reconsideración de dicha metodología, la
ampliación de algunas versiones y el análisis de ciertos aspectos relevantes para
determinar la responsabilidad de los comandantes de dicha unidad militar; así como el
avance del análisis respecto de otros periodos y otras unidades tales como la V División.

68. Posteriormente se exponen las recomendaciones de las víctimas. Este apartado


señala una insuficiencia en el abordaje de los temas restaurativos durante las versiones
y cómo ello debe subsanarse. Después de esto se indican siete propuestas de reparación
integral y colectiva que se han construido junto con las víctimas, a saber: preservar la
memoria y reivindicar el buen nombre, dar cuenta del papel de los medios de
comunicación en el fenómeno que se estudia; procurar la eficiente presencia estatal,
garantizar el acceso a la justicia administrativa, procurar acompañamiento psicosocial,
crear centros de rehabilitación y reconocer la lucha de las víctimas por la justicia y la
verdad. El documento cierra con unas conclusiones que recogen lo dicho en los
apartados anteriores y con un listado de 18 peticiones a la Sala.

69. El 22 de abril del 2022 el Procurador Delegado con funciones de coordinación e


intervención ante la JEP, Jairo Acosta, remitió sus observaciones a las versiones
voluntarias. En su escrito la Procuraduría describe un contexto general de la subregión
del Huila en el que se hace hincapié en el contexto operacional, el fenómeno de las
ejecuciones extrajudiciales en ese Departamento y su relación con la dinámica nacional
y la conexión de este asunto con el fortalecimiento militar de la Novena Brigada.

70. Se analizan también los aportes de verdad realizados en las versiones voluntarias,
subdividiendo este asunto respecto del BIPIG y el BIMAG. En cada uno de esos

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apartados se da cuenta de: (i) las presiones e incentivos como causa de las ejecuciones
y; (ii) de los patrones que el Ministerio Público identifica en las diferentes fases de los
hechos, esto es, planeación, ejecución y encubrimiento. De acuerdo con la Delegada el
fenómeno podría describirse por medio de dos modalidades, a saber: ubicación de las
víctimas en el área de operaciones y a partir del uso de “reclutadores” que las
condujeron al sitio de su deceso mediante engaños.

71. El informe también se refiere a las deficiencias en el control ejercido desde la


Novena Brigada respecto de los resultados de los dos Batallones priorizados,
organizando su argumentación por cada periodo de comandancia. Por último, el
informe contiene solicitudes probatorias que incluyen la práctica de versiones
voluntarias adicionales, toma de declaraciones e intervenciones de víctimas
sobrevivientes.

2.4. Práctica probatoria con ocasión de los informes y la audiencia de observaciones.

72. Posterior a la audiencia de observaciones llevada a cabo en la ciudad del Neiva


los días 16 y 17 de mayo de 2022, la Sala de Reconocimiento analizó las solicitudes
probatorias realizadas en los escritos y complementadas en audiencia. Como
consecuencia del estudio de las peticiones y de la iniciativa de recaudo probatorio con
miras a la contrastación, la Sala decidió convocar para el segundo semestre del año 2022
y primero del 2023 a 24 nuevos comparecientes a versión voluntaria oral: Juan Miguel
Flórez Buendía64, Fernando Moncayo Guancha65, Fabián García Sánchez66, Ferney
Triana Lozano67, William González Castillo68, José David Restrepo Solarte69, César
Martín Guauta González70, Jorge Enrique Culman Alvarado71, Arley Suárez Cerquera72,
César Julio Remolina Lizarazo73, Desaix Jesús Palomino Mejía74, Fernando López

64 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 023 de 2022.
65 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –

SUBCASO HUILA – 020 de 2022.


66 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -

SUBCASO HUILA – 025 de 2022.


67Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -

SUBCASO HUILA -014 de 2022.


68 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –

SUBCASO HUILA – 024 de 2022.


69 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –

SUBCASO HUILA – 021 de 2022.


70Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –

SUBCASO HUILA – 022 de 2022.


71 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –

SUBCASO HUILA – 030 de 2022.


72 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –

SUBCASO HUILA – 029 de 2022.


73 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -

SUBCASO HUILA – 064 de 2022.


74 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -

SUBCASO HUILA – 085 de 2022.

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Cifuentes75, Ricardo Marín García76, Manuel Ernesto Canastero Salgado77, Felipe Andrés
Ramírez Gómez78, James Horacio Garnica Muñoz79, Wilfredo Villamizar Bautista80,
Leonardo Ayala Remolina81, Jaime Bustos Cicery82, Juan Carlos Cervera González83,
Roberto Yesid Quintero Quintero84, José Alfredo Valderrama Calderón85, Mauricio
Ortiz González86 y Jhon Esteban Urueta Ballesteros87; y a otros 9 a versión voluntaria
escrita, Jaime Javier Guzmán de la Hoz88, Robinson Valencia Torres89, Andrés Morales
Varela90, Dagoberto Serrano Baquiro91, Bardút Romero Morera92, Darío Zúñiga Ruiz93,
Yiminson Hurtado Hurtado94, Dilmer Leiva Ramírez95, Luis Esper Charry Solano96,
todos ellos adscritos a los Batallones de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”, No. 27
“Magdalena”, a la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas "AFEUR"

75 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 026 de 2022.
76 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 028 de 2022.
77 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 027 de 2022.
78 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 065 de 2022.
79 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 066 de 2022.
80 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 067 de 2022.
81 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 084 de 2022.
82 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 016 de 2023.
83 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 023 de 2023.
84 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 041 de 2023.
85 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 042 de 2023.
86 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 047 de 2023.
87 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 057 de 2023.
88 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 019 de 2022.
89 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 015 de 2022.
90 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 016 de 2022.
91 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 017 de 2022.
92 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 018 de 2022.
93 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 071 de 2022.
94 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 070 de 2022.
95 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D –
SUBCASO HUILA – 036 de 2022.
96 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D -
SUBCASO HUILA – 090 de 2022.

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RADICADO: 202303033234

No. 11 o al Estado Mayor de la Novena Brigada.

73. De las mencionadas diligencias hasta el momento la Sala no ha logrado practicar 2


de las versiones voluntarias orales debido a la imposibilidad de ubicar a los
comparecientes Manuel Ernesto Canasteros Salgado y Fernando Moncayo Guancha.
Considerando la importancia de esclarecer el rol de estas personas en los hechos que se
determinan en esta decisión, se continuarán las gestiones para lograr su asistencia.

74. Adicionalmente, en el marco del Subcaso Huila se convocaron a diligencia de


testimonio a 4 civiles, Judith Andrade Castro97, Jaider Urriago98, Andrés David Martínez
Quintero99 y Maria Elcy Barrera Mora100; la primera actuó como Juez Penal Militar de
los Batallones de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” y No. 27 “Magdalena”; los dos
siguientes fungieron como informantes u orientadores de terreno del Batallón “Cacique
Pigoanza”; y la última se desempeñó como asesora y secretaria de la sección jurídica de
del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”.

2.5. Inspecciones judiciales y otras solicitudes de información.

75. En el marco de la contrastación para la determinación de los hechos y las conductas,


la Sala de Reconocimiento ordenó la práctica de diversas pruebas101. Así, decretó y
practicó inspecciones judiciales a 65 procesos de la Jurisdicción Penal Ordinaria (en
adelante JPO) y de la Justicia Penal Militar (en adelante JPM)102.

76. Esta Sala valoró en su análisis el material probatorio recaudado en su momento por
la JPM y la JPO. Lo anterior, en consonancia con los artículos 18, 19 (ii) y 47, inciso 8, de
la Ley 1922 de 2018, respecto de la permanencia de las pruebas provenientes de otros
procedimientos y actuaciones, sin perjuicio del proceso de contrastación, y la valoración
propia que pueda realizar la Jurisdicción sobre estas103. Todo ello, en virtud del principio
de permanencia de la prueba, al que alude el artículo 19 (ii) de la Ley 1922 de 2018, de
acuerdo con el cual en los procedimientos adelantados ante la JEP se tendrá en cuenta la
prueba “proveniente de otros procedimientos y actuaciones ante cualquier jurisdicción o
autoridad competente, con base en el principio de permanencia de la prueba”.

77. En segundo lugar, la Sala solicitó y recibió documentos oficiales por parte del

97 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto ARA-195 de
15 de junio de 2022.
98 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto ARA-196 de

15 de junio de 2022.
99 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto ARA-197 de

15 de junio de 2022.
100 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto ARA-373 de

21 de septiembre de 2022.
101 Teniendo en cuenta el carácter del procedimiento dialógico que se adelanta en esta instancia, de acuerdo

con lo dispuesto en el artículo 19 de la Ley 1922 de 2018.


102 Jurisdicción Especial para la Paz. Expediente Caso 03, cuaderno territorial Huila.

103El artículo 19 (ii) de la Ley 1922 de 2018 indica que se tendrá en cuenta la prueba “proveniente de otros

procedimientos y actuaciones ante cualquier jurisdicción o autoridad competente, con base en el principio de
permanencia de la prueba”. Ver también: Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Auto SA-TP-
19 de 2018, párrafo 8.3.

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Ministerio de Defensa Nacional, el Comando General de las Fuerzas Militares y el


Comando del Ejército, entre los que se encuentran manuales de operaciones e
inteligencia, directivas, circulares, información sobre la composición de las unidades,
hojas de vida de comparecientes y estadísticas de resultados operacionales, utilizados
para comprender el accionar militar de las unidades con responsabilidad en el
departamento del Huila y adscritas a la Novena Brigada.

78. En tercer lugar, la Sala recaudó, en inspecciones judiciales, documentos de los


batallones de infantería 26 y 27 y de los archivos de la Novena Brigada, y recibió algunos
directamente de parte de los comparecientes que las aportaron a la JEP. Dentro del
material recaudado se encuentran las carpetas operacionales de los resultados
presentados por las unidades de la Novena Brigada, que contienen los documentos de
soporte de las operaciones que dieron lugar a las MIPCBC, entre ellos, órdenes de
operaciones, misiones tácticas, anexos o boletines de inteligencia, radiogramas
operacionales, informes de ubicación de las tropas, informes de patrullaje, actas de gasto
de munición y en algunos casos, actas de levantamiento de cadáveres, entre otros.
También se inspeccionaron y obtuvieron documentos relacionados con el pago de
información y recompensas, los libros de programas radiales de la sección de operaciones
de estas unidades, en los que constan, a mano, las comunicaciones diarias de los
comandantes de las unidades con sus subalternos, libros diarios de inteligencia entre otra
información relevante como sumarios de órdenes permanentes, actas, directivas,
circulares y registros de comunicaciones entre los batallones y la brigada. La información
obtenida mediante inspección judicial en las unidades militares supera los 100.000 folios
en el expediente digital del subcaso Huila.

79. Así mismo, se solicitó a distintas instancias de la JEP la producción de documentos


relevantes para la ilustración de apartados de la providencia, para ser posteriormente
valorados por la Sala. Así, además del trabajo conjunto con un analista de contexto, se
requirió al GRAI y al Servicio Autónomo de Asesoría y Defensa (Saad) víctimas la
producción de informes de caracterización del daño104.

80. Finalmente, se le ordenó a la Unidad de Investigación y Acusación de la


Jurisdicción Especial para la Paz, practicar 6 inspecciones judiciales a procesos que
reposaban en las Fiscalías 114 y 116 especializadas contra las violaciones a los derechos
humanos (Neiva-Huila) y en el Juzgado Primero Penal del Circuito (Pitalito-Huila).

2.6. Anexos a la decisión.

81. La presente decisión será acompañada de tres anexos. En el primero se incluirán los
nombres, fechas y lugares de asesinato de las víctimas. Se trata de una base de datos con
registros de 108 operaciones militares y cada uno de ellos se identifica con un
consecutivo que permite reconocer en las tres pestañas de las que se compone el anexo
la narrativa del hecho, los comparecientes vinculados a cada uno y datos de
identificación y caracterización de las víctimas y lo que les ocurrió. La primera pestaña
da cuenta de la fecha del hecho, su lugar de ocurrencia, el modus operandi empleado,
la unidad militar y fundamental que lo cometió, así como la documentación operacional
por medio de la cual se llevó a cabo. Adicionalmente, en virtud del proceso de

104 Solicitado mediante auto ARA-254 de 13 de julio de 2022. Expediente Caso 03. Cuaderno territorial Huila.

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contrastación se podrá encontrar en ese cuadro el patrón macrocriminal identificado y


el reconocimiento de ilegalidad recibido por parte de los convocados en las versiones
voluntarias. La segunda pestaña relaciona el nombre del victimario para cada uno de
los hechos; este listado resulta de los documentos operacionales, de las piezas
procesales inspeccionadas y de las menciones realizadas por los mismos
comparecientes. Finalmente, la última pestaña enlista el nombre e identificación de las
víctimas, el sexo, la edad y la afectación personal del hecho (para los casos en los que se
tienen tales datos). el compareciente que confesó su asesinato o en su defecto, las demás
pruebas que se usaron para dicha determinación.

82. El anexo 2 incluye los nombres de los comparecientes convocados a rendir versión
voluntaria en el marco del subcaso Huila, con sus datos de identificación y el número de
auto por el que se hizo el llamado.

83. El tercer anexo contiene una base de datos con los informes presentados por
organizaciones de víctimas, entidades estatales, las versiones voluntarias practicadas, los
documentos con observaciones de víctimas y Ministerio Público, el listado de testimonios
recibidos, el listado de documentos obtenidos mediante solicitudes de información o en
inspección judicial; todos ellos con indicación de la ubicación en el expediente Legali del
subcaso.

3. El estándar probatorio de apreciación de bases suficientes para entender.

84. Conforme lo definió esta Sala a partir del Auto 19 de 2021 y lo reiteró en posteriores
providencias105, el estándar de “apreciación de bases suficientes para entender” es el
aplicable a la determinación de hechos y conductas que mediante esta providencia se
realiza106. Dicho estándar se fundamenta en la construcción dialógica de la verdad, en
la estrecha relación de esta con la justicia y en la necesidad de comprender y armonizar
toda la información que ha sido recibida por la Sala, incluyendo las versiones
voluntarias rendidas por los comparecientes107.

85. Dada la naturaleza transicional de esta Jurisdicción y el carácter dialógico del


procedimiento que se surte ante ella108, cuando la Sala aprecia que la información
acopiada y contrastada aporta “bases suficientes para entender” determina que “la conducta
existió, que la persona mencionada participó y que la conducta corresponde a tipos penales no
amnistiables”, y pone dichas conclusiones a “disposición de los presuntos responsables para
que por ellos se tome la decisión de comparecer o no comparecer a efectuar el aporte de verdad y

105 Ver, entre otros, Jurisdicción Especial para la Paz, Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Autos 125 de 2021, 128 de 2021, Sub D y F-01 de 2022, SUB-D-055 de 2022 y SUB-D-062 de 2023.
106 Conforme lo disponen los artículos 27B de la Ley 1922 y 79 h de la Ley 1957 de 2019.

107 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 19 de

2021. Caso No. 01 “Toma de rehenes y graves privaciones de la libertad cometidas por las FARC-EP”. Párrafo
82 y ss.
108 A tenor de lo dispuesto por el artículo 73 de la Ley 1957 de 2019 en la Jurisdicción Especial para la Paz se

aplican dos tipos de procedimientos: (i) el “[p]rocedimiento en caso de reconocimiento de verdad y


reconocimiento de responsabilidad” de naturaleza dialógica que inicia en la Sala de Reconocimiento y (ii) el
“[p]rocedimiento en caso de ausencia de reconocimiento de verdad y de responsabilidad” que tiene carácter
adversarial. El procedimiento en casos de reconocimiento, según prevé el literal b) del artículo 1 de la Ley 1922
tiene “un carácter dialógico o deliberativo, con participación de las víctimas y de los comparecientes a la JEP”.

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reconocimiento o no de responsabilidad o comparecer a defenderse de las imputaciones


formuladas”109.

86. Al respecto es necesario señalar que el estándar de convencimiento judicial es el


nivel de respaldo o confirmación que los elementos de convicción incorporados a un caso
le dan a una hipótesis sobre los hechos materia de controversia, y con base en el cual el
juez adopta una decisión determinada. El nivel de respaldo probatorio de las decisiones
varía en función de la etapa procesal en la que se deben adoptar, del grado de
compromiso para los derechos fundamentales de los sujetos de la decisión. En materia
penal los estándares se hacen más estrictos a medida que se fortalece la hipótesis que
afirma la responsabilidad penal de un individuo.

87. Para delimitar el alcance del estándar el Auto 019 de 2021 de la SRVR indicó:

“El planteamiento de estándar de convencimiento de ‘bases suficientes para entender’ conlleva


entonces una determinación objetiva que los hechos y conductas realmente sucedieron, determinación que
es construida a través del dialogo entre las visiones descritas. Este convencimiento se alcanza luego de
una contrastación de diversas fuentes, de manera que la veracidad de lo que determina la Sala no
depende exclusivamente del reconocimiento del compareciente, ni del dicho de las víctimas, ni de la
perspectiva de la persecución penal que hizo el Estado, sino que tiene además las otras bases
probatorias que se detallan en esta providencia. Estas fuentes son valoradas a través de la sana critica
(las reglas de la lógica, las máximas de la experiencia y el método científico (cita omitida) para buscar la
coherencia que permita llegar a afirmar que existen bases suficientes para entender que los hechos
sucedieron, y cuál es la responsabilidad de los comparecientes. Se trata de una determinación
objetiva, construida en la contrastación de fuentes que no surge en las preferencias subjetivas de los
jueces o de otros sujetos, sino que se funda en razones derivadas del análisis de las fuentes
contrastadas.”110

88. Así, en el marco de un proceso de construcción de la verdad transicional, la norma


estatutaria establece un umbral probatorio que corresponde a la lógica del procedimiento
que se adelanta ante la SRVR, para esta etapa de contrastación. El estándar de “bases
suficientes para entender” configura el punto de partida de los hallazgos y conclusiones
que formula la Sala en esta etapa del procedimiento dialógico.

89. Por otra parte, tal como lo señala el Acuerdo Final para la Terminación del
Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera (en adelante Acuerdo Final)
y las normas que fundamentan el trabajo de la Jurisdicción, la búsqueda de verdad es
uno de los objetivos fundamentales del mandato de la justicia transicional111. Sobre este
particular la Sección de Apelación consideró que: “una justicia de transición busca no solo
atribuir responsabilidades e imponer sanciones, sino además ofrecer una verdad plena sobre lo
ocurrido y garantizar la no repetición, debe esclarecer las condiciones que posibilitaron las
atrocidades, para desactivarlas y evitar que vuelvan a suceder”112.

109 Ley 1922 de 2018, Artículo 27.B y Ley 1957 de 2019, Artículo 79.H.
110 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 19 de
2021.
111 Acuerdo Final, punto 5.1.2, párrafo 2. “Los objetivos del componente de justicia del SIVJRNR son satisfacer

el derecho de las víctimas a la justicia, ofrecer verdad a la sociedad colombiana, proteger los derechos de las
víctimas…”. En el mismo sentido artículo 5 del AL 1 de 2017, artículos 2, 9 y 13 de la Ley 1957 de 2019.
112 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. SENIT 1 de 2019. Párrafo 217.

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90. La relevancia de la verdad también fue reconocida por la Corte Constitucional,


cuando señaló que esta “posee en sí misma un valor fundamental para las víctimas y las
sociedades que han sufrido las afectaciones derivadas de una época de conflicto o dictadura. Es
un derecho independiente que recae en cada ser humano y no debe estar sujeto a restricciones ni
suspensiones”113. Atendiendo a esta importancia, el sistema de justicia diseñado en el
Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable
y Duradera (en adelante Acuerdo Final) está pensado de forma condicionada y, en este
sentido, “[el] régimen de condicionalidades apunta a permitir la flexibilización en los estándares
regulares y ordinarios de justicia, pero sobre la base de que esto tiene como contrapartida una
ganancia en términos de acceso a la verdad, de la reparación integral a las víctimas, y de
implementación de garantías de no repetición de los hechos que dieron lugar a la vulneración de
derechos114.

91. Por ello, la Sección de Apelación indicó que:

“El aporte sustantivo a la verdad plena es crucial para asegurar no solo que las víctimas conozcan
lo sucedido con quienes perecieron con ocasión del conflicto armado interno, sino también para
afianzar la transición de la sociedad hacia una forma de vida colectiva en la que la violencia no
constituya un recurso para resolver las diferencias. La verdad garantiza que el duelo de las
víctimas se canalice a partir del conocimiento de las circunstancias en las que el ser querido fue
violentado, y el reconocimiento de que la vida dañada o arrebatada merece ser llorada. El ejercicio
de relatar la verdad sobre el conflicto armado también contribuye a que la sociedad asuma los
estragos de la violencia y adopte el compromiso irreversible de promover otros instrumentos
para solventar los antagonismos sobre la base de que toda vida es digna de duelo. […] Este doble
rédito, en términos individuales y sociales, justifica que las partes firmantes del Acuerdo Final de
Paz hayan puesto en primer plano el aporte a la verdad, y el constituyente derivado lo haya
elevado a obligación constitucional para aquellos que comparecen a esta justicia especial”115.

92. En este contexto, el trabajo de la SRVR resulta fundamental para procurar la


verdad. Sin embargo, el estándar de verdad que se logra en desarrollo de los
macrocasos debe entenderse a la luz de la metodología propia de estos asuntos116 y de
sus objetivos. Así, la Sala busca explicar el contexto que hizo posible los crímenes, los
patrones de victimización, la forma de operar de los criminales y quiénes son los
máximos responsables. Con ello, la Jurisdicción procura ofrecer a la sociedad y a las
víctimas la explicación más completa posible para facilitar el proceso de reconciliación.

93. En este sentido, la construcción de verdad, como resultado del ejercicio dialógico
de contrastación que lleva a cabo la Sala, parte de lo alcanzado por la jurisdicción
ordinaria, pero va más allá de sus resultados, buscando superar el umbral de verdad
allí establecido. Por ello, tal como lo ha estimado la Sección de Apelación, cuando se

113 Corte Constitucional. Sentencia C-007 de 2018.


114 Corte Constitucional. Sentencia C- 674 de 2017.
115 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. AutoTP-SA-991 de 2021.

116 Jurisdicción Especial para la Paz (2018) “Criterios y metodología de priorización de casos y situaciones en

la Sala De Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas”.


28 de junio de 2018y Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Auto 033 de 2021.

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valora el aporte de verdad de los comparecientes117 y, en general, cuando se busca


ofrecer verdad a las víctimas y a la sociedad se debe apuntar a esclarecer los “fenómenos
de macro criminalidad y victimización”118. Esto implica comprender el rol de los máximos
responsables, pero, también, “las dimensiones sistémicas o estructurales”119 de los crímenes,
es decir, su contexto y los patrones de su desarrollo o, en palabras de la Sección:
información “sobre estructuras, redes, nexos, formas de financiación y patrones”120.

94. En consecuencia, este Auto pretende no sólo determinar la responsabilidad


individual de los imputados sino, también, ofrecer verdad a las víctimas y a la sociedad
colombiana de manera que se procure la no repetición de los acontecimientos atroces
que aquí se narran. Para lograr tal cometido, se dará cuenta del contexto, entendido
como análisis de la organización, de los crímenes, los patrones de victimización y la
responsabilidad de quienes son considerados como máximos responsables o partícipes
determinantes sin liderazgo. En esa lógica, se utilizarán también los análisis de esa
naturaleza que han sido previamente tenidos en cuenta por la SRVR en otras decisiones,

117 En su más reciente jurisprudencia, la Sección de Apelación ha indicado que, para superar el umbral de
verdad logrado en la justicia ordinaria, el aporte a verdad de los comparecientes debe incluir datos sobre: la
concurrencia de otras personas en los hechos punibles identificados; la verdad sobre otras conductas punibles,
procesadas o no, cuando existan elementos para concluir que al interesado le constan; las circunstancias y
efectos de la comisión de las conductas y el contexto de una criminalidad de sistema. También ha dicho que
“En concreto, el aporte a la verdad plena implica para los AEIFPU vinculados a delitos graves, cometidos en
el marco de sus funciones y del rol de garantes, no sólo una referencia a sus propias conductas y las de otros
individuos, sino información dirigida a esclarecer los fenómenos de macrocriminalidad y victimización. Ello
incluye suministrar lo que conozca sobre estructuras, redes, nexos, formas de financiación y patrones. Esta
información no sólo permite definir estrategias de no repetición, sino que, en un caso como el presente, dado
el rango policial que ostentaba el interesado y la considerable información a la que tuvo acceso en el ejercicio
de sus funciones, contribuye al fortalecimiento y reconstrucción del Estado Social y Democrático de Derecho,
seriamente afectado por el conflicto y, en tal contexto, por las acciones de sus agentes legítimos” Jurisdicción
Especial para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 628 de 2020. Cfr. Autos TP-SA 016, 019, 020, 021 y 039
de 2018; 154, 191, 235, 246, 279, 303, 318, 350, 356 y 369 de 2019; 505, 565 y 598 de 2020; y las Sentencias SENIT
1 de 2019 y TP-SA-AM 177 de 2020.
118 Óp. Cit. SENIT 1 párr. 217

119 Esto siguiendo al Relator Especial para la Promoción de la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición

quien señaló que “[L]os crímenes internacionales, en particular los crímenes de lesa humanidad, el genocidio
y los crímenes de guerra, no pueden ser cometidos por una sola persona, sino que requieren redes en que están
inmersos los autores individuales de esos actos. Por tanto, las dimensiones sistémicas o estructurales de las
violaciones masivas atañen particularmente a las estrategias de enjuiciamiento. [P]or lo general, las violaciones
masivas no solo requieren una organización compleja de las operaciones ‘armadas’, que son su causa
inmediata, sino también la coordinación de esas operaciones con entidades políticas y económicas que las
apoyan e incluso con empresarios del sector social y cultural capaces de movilizar grandes grupos y numerosos
recursos. Por lo tanto, una estrategia nacional de enjuiciamiento que tenga como meta surtir efectos a largo
plazo debe centrarse en los ‘nodos’ de esa red. Evidentemente, ello requiere un enfoque particular que haga
hincapié en los patrones de violaciones y ayude a descubrir las cadenas de mando, los nexos entre los grupos
armados y otros grupos, así como el apoyo financiero y de otro tipo, con inclusión del comercio y el
contrabando de armas. El desafío no es solo el determinar la responsabilidad penal individual por
transgresiones aisladas, sino también apuntar directamente contra las estructuras o redes que permitieron a
los distintos actores cometer atrocidades conjuntamente. Al centrarse en esas conexiones habilitantes se podría
contribuir al desmantelamiento de toda la organización criminal”. ONU. Asamblea General. Informe del
Relator Especial para la Promoción de la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición (Informe sobre
Justicia). 27 de agosto de 2014. A/HRC/27/57, párrafos 71 y 72 en Óp. Cit. SENIT 1 párr. 217
120 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 628 de 2020. Cfr. Autos TP-SA 016, 019,

020, 021 y 039 de 2018; 154, 191, 235, 246, 279, 303, 318, 350, 356 y 369 de 2019; 505, 565 y 598 de 2020; y las
Sentencias SENIT 1 de 2019 y TP-SA-AM 177 de 2020.

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como el auto del caso 01 sobre el Comando Conjunto Central121, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 17 de la Ley 1922 de 2018, sobre el valor probatorio de los
análisis de contexto elaborados por la Jurisdicción.

95. Sin perjuicio de lo anterior, tal como se ha afirmado previamente por la Sala122, los
aportes a la verdad, el reconocimiento de responsabilidad y la contrastación de la
información acopiada por la sala permiten, en casos concretos, superar el nivel del
estándar probatorio de bases suficientes para entender, por una convicción más sólida.

B. CONTEXTO DEL CONFLICTO ARMADO EN EL DEPARTAMENTO DEL


HUILA (2005-2008).

1. Período de análisis.

96. Con el Auto 033 de 2021 la Sala publicó los criterios y el resultado del ejercicio de
priorización del caso 03. En dicha decisión, y los documentos que le sirven de soporte,
se analizaron las tendencias cuantitativas de los casos de MIPBC, según fueron
informados a la JEP.

97. Los informes de las organizaciones de víctimas y el Informe no. 5 de la FGN


coinciden en señalar que, si bien hay registros de casos de asesinatos y desapariciones
forzadas cometidas por integrantes de la Fuerza Pública que se remontan a principios
de la década de los ochenta en diferentes lugares de Colombia, la tendencia cualitativa
y cuantitativa de su ocurrencia cambia sustancialmente a partir de 2005 y muestra un
aumento pronunciado hasta 2008.123

98. La labor de concentración, agrupación y determinación del universo de hechos


provisionales que adelantó la Sala en desarrollo del análisis de priorización, tal y como
fue explicado en el auto 033 de 2021, llevó a confirmar lo planteado en los informes.
Con base en estos análisis se identificaron seis territorios en los que se concentró el
esfuerzo inicial de investigación del macrocaso, en una lógica que buscaba combinar el
análisis nacional con el examen de las tendencias y características de los hechos en lo
local, para ofrecer una mirada comprensiva de lo ocurrido.

99. El Auto 033 establece un período de análisis entre 2002 y 2008 e identifica al
departamento del Huila como uno de los territorios a priorizar en la investigación del
fenómeno macrocriminal de las MIPBC. Por esa razón se investiga lo ocurrido en esta
entidad territorial con relación a este tipo de hechos como un subcaso.

100. Descendiendo al análisis regional de lo ocurrido, por la información con la que

121 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB A 01 de
2023.
122 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D y F 01

de 2022. Párrafo 107.


123 Fiscalía General de la Nación. Informe Número 5 “Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en

combate por agentes del Estado”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.

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cuenta la Sala se observa que entre 1984, primer año del que se tienen registros, y 2004,
ocurren en el departamento del Huila en promedio 3 casos por año; mientras que en el
año 2005 se presentan 25 muertes124. A partir de 2006 se produce un aumento sustancial
de los reportes de muertes en combate, con 61, en 2007 se reportan 105, y en 2008, 60.
Este comportamiento es consistente con lo que ha determinado la Sala en los otros
territorios como Norte de Santander, Cesar, Guajira y Casanare. Sin perjuicio de las
hipótesis que pueden plantearse sobre estas similitudes y otras que se explicarán más
adelante, y lo que esto pueda significar para la evaluación del fenómeno en el ámbito
nacional, para el contexto del presente auto es suficientemente indicativo que el 79% de
los casos de asesinatos y desapariciones cometidos por integrantes de la Fuerza Pública
hayan ocurrido entre 2005 y 2008. En consecuencia, el análisis de las victimizaciones y
la consecuente determinación de los hechos se concentrarán en dicho periodo.

101. Lo anterior no es óbice para que la Sala considere y afirme que el esclarecimiento
que se logre frente a los hechos en ese marco temporal también puede servir como
respuesta a las demandas de justicia, verdad y no repetición, para los ocurridos por
fuera del marco temporal que acá se establece. Esto por cuanto la investigación se
aborda desde una perspectiva de casos ilustrativos que sirven para develar el
funcionamiento de las estructuras criminales que los cometieron o las fallas
institucionales que los permitieron, incluso antes o después del periodo específico de
análisis.

102. Valga aclarar que, al igual que en el Auto de Determinación de Hechos y


Conductas del subcaso conjunto del Cementerio Las Mercedes de Dabeiba
(Antioquia)125, la Sala no se limitó en esta ocasión a examinar hechos puntuales e
inconexos imputables a integrantes de la fuerza pública, sino que los analizó en
contexto, asociándolos por patrones macrocriminales, y ubicándolos en un específico
ambiente operacional, para lo cual fue necesario estudiar, al mismo tiempo, las
dinámicas del grupo armado al cual se combatía, es decir, a las FARC- EP. En otras
palabras, la manera como se cometieron las ejecuciones extrajudiciales en el Huila, sus
motivaciones, patrones, modus operandi y modalidades de encubrimiento no se
entienden cabalmente sino se analiza, simultáneamente, la evolución, las tácticas y las
estrategias del enemigo al cual se estaba combatiendo.

103. Así mismo, la inexistente presencia del fenómeno del paramilitarismo en el Huila,
para el período objeto de análisis en esta providencia, a diferencia de otros subcasos
estudiados por la Sala (vgr. Costa Caribe, Casanare, Antioquia, entre otros), explica por
qué la política nacional de presión por resultados operacionales (en particular por bajas
en combate) se haya traducido en unos específicos patrones criminales y que éstos, a
diferencia de otros escenarios, no se hayan dado de forma sucesiva, fruto de la
desmovilización de las AUC, sino simultánea, con diversas intensidades entre las
unidades militares revisadas, orientados por una lógica perversa de oportunidad.

104. A continuación se abordarán las circunstancias derivadas de la evolución del


conflicto armado que confluyen en la forma como los diferentes actores armados

Ibidem.
124

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB SALA D
125

Y F 01 de 2022.

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hicieron presencia en el departamento del Huila y lo que esto implicó para la comisión
de los crímenes que se investigan en este subcaso. Este análisis será la base para el
posterior estudio de la relación de los hechos con el conflicto como elemento estructural
de la calificación como crímenes de guerra de esas conductas.

2. Dinámicas del conflicto armado en el Huila 1998-2005.

105. La presente sección de esta decisión expone aspectos claves del contexto
departamental en el que se produjeron los asesinatos y desapariciones forzadas
atribuidos a integrantes de la BR09 del Ejército Nacional entre 2005 y 2008126. Estos
elementos tienen importancia pues contribuyeron a las victimizaciones que se
presentaron en el departamento y que investigó la Sala de Reconocimiento de la JEP en
el marco del subcaso Huila del Caso 03.

106. La sección se divide en 10 partes: la primera y segunda describen la presencia del


Ejército Nacional y de las FARC-EP en el Huila y la evolución de la amenaza que estas
últimas representaron desde finales del siglo pasado hasta los años que interesan a la
Sala; las segunda, tercera y cuarta exponen el ambiente operacional que los
comparecientes atribuyeron a las jurisdicciones de sus respectivas unidades militares:
la Brigada Novena, los batallones territoriales (BIMAG y BIPIG) y la AFEUR 11; los
apartados quinto y sexto presentan lo que los integrantes del Ejército Nacional dijeron
sobre la ubicación de los campamentos de las FARC-EP en sus áreas de responsabilidad
y las implicaciones de esa disposición; la parte séptima pone de presente diferentes
aspectos de las organizaciones milicianas, además de lo que dijeron los versionados
sobre sus características y formas de actuar en el Huila; y una última sección en la que
se muestran algunas de las denuncias formuladas por personas, comunidades e
instituciones recopiladas por la JEP y que debilitan las aseveraciones de algunos
comparecientes en el sentido de que no había maneras de conocer que los crímenes que
investiga la Sala estuvieran teniendo lugar.

107. La Sala considera necesario detenerse en estos temas principalmente por tres
razones: (i) describir el contexto en el que se presentaron los crímenes que investiga
permite pensar la “racionalidad” del fenómeno de los asesinatos y las desapariciones
forzadas aquí tratado y las lógicas del conflicto en las que se insertaron los patrones
criminales constatados en el presente auto; (ii) analizar conjuntamente las diversas
percepciones, vivencias, tácticas y estrategias en las zonas de combate de los
comparecientes de la fuerza pública y las FARC-EP, las pruebas practicadas por la JEP
y las fuentes abiertas, es un ejemplo de construcción de un contexto en el marco del
ejercicio de contrastación al que está obligado la Sala; y (iii) con un análisis de contexto
la Sala brinda a las víctimas y a la sociedad una explicación más completa e integral de
lo ocurrido, que trasciende los casos individuales, la identificación de los asuntos
representativos y la atribución de responsabilidad.

108. Para dar cuenta de estos aspectos contextuales, la Sala ha debido remitirse a
periodos anteriores a la aparición de los asesinatos y las desapariciones forzadas de
civiles que investiga en el Huila. Por tal razón, el presente capítulo empieza
describiendo la distribución de fuerzas del Ejército Nacional en el departamento, para

126 Análisis construido a partir de bibliografía secundaria, versiones voluntarias y documentación operacional.

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de ahí pasar a describir el dispositivo de frentes y estructuras que formaron las FARC-
EP desde los noventa y que constituyó una amenaza permanente para la población civil
y el Ejército Nacional, al menos hasta la implementación de la Política de Seguridad
Democrática (PSD).

2.1. El dispositivo militar en el Huila.

109. El Departamento del Huila hace parte del área de responsabilidad asignada a la
Quinta División del Ejército Nacional (DIV5), junto con los departamentos de Caldas
Quindío, Risaralda, Cundinamarca (con la excepción de algunos municipios del
piedemonte llanero) y Tolima.127 La DIV5 fue creada por medio de la Disposición No.
00011 de 1995 del Ministerio de Defensa, y para ejercer control en el territorio que se le
asignó, cuenta actualmente con 5 unidades operativas menores: las Brigadas 6, 8, 13, 9
y el Comando Operativo de Estabilización y Consolidación128. Para inicios de siglo la
FGN describió la conformación de la División de la siguiente manera:

“(…) la Quinta División estaba compuesta por cuatro brigadas: la BR9 con sede en Neiva, la BR6
con sede en Ibagué, la 13 con sede en Bogotá y la BR1 con sede en Boyacá. Desde 2013 la Quinta
División cubre los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Huila, Caldas, Risaralda y Quindío,
ya que por disposición del Plan Espada de Honor le fue asignada en 2012 la Octava Brigada (BR8)
y fue retirada en 2013 la BR1, que regresó a la Segunda División” 129.

110. A continuación se incluye un mapa del Huila, con indicación de sus cabeceras
municipales, las principales vías que atraviesan el departamento y el curso del río
Magdalena, con el fin de ilustrar algunos de los puntos que serán referidos en los
párrafos subsiguientes.

127 Ministerio de Defensa Nacional. Disposición No. 0019 de 2 de octubre de 2014. Expediente Legali No.
90027740920180000001 (3). Folio 90.
128 Tomado de CAJAR, Representación de Víctimas, 2021. (Consultado 19 de septiembre de 2022)

129 Fiscalía General de la Nación. Informe Número 5 “Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en

combate por agentes del Estado”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.

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Mapa No. 1. Cartografía básica del departamento del Huila.130

111. En su versión voluntaria, el GR William Fernando Pérez Laiseca adelantó un


recuento histórico de la presencia del Ejército Nacional en el Huila. Entre otras cosas, le

130Este mapa contiene información cartográfica básica producida por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi
– IGAC, esta representa información sobre limites municipales del Huila y departamentos que colindan a este,
también se presenta información fluvial, en la que figura el río Magdalena como eje fluvial principal de la zona
de estudio. La información cartográfica de vías es producida por el Instituto Nacional de Vías - INVIAS y
representa la Red Vial Nacional de Carreteras. Para el caso del departamento del Huila se encuentran las
siguientes vías principales: la ruta troncal 45 que atraviesa el departamento conectando el sur del país con el
centro y norte; también está la ruta transversal 20 que atraviesa la cordillera orienta desde Caquetá pasando
por Isnos en el Huila atravesando la cordillera central para conectar con Puracé en el Cauca, otra vía transversal
principal es la 24 que conecta el La Plata Huila con Inzá en el Cauca.

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dijo a la Sala que, en los primeros años, la seguridad del departamento estaba a cargo
del BATEN, creado en 1948, inicialmente parte de la BR06 y con zonas de Caquetá en
su jurisdicción. La BR09 habría sido conformada después de la Operación Marquetalia
en 1964 y como parte de su despliegue en el territorio “(…) activa[ron]n primero el
batallón Magdalena en el año de 1979 (…) y luego (…) el batallón Pigoanza en el año de
1986”131.

112. La BR09, que cuenta con sus instalaciones en Neiva, ha sido la encargada de las
operaciones y la seguridad en los 37 municipios que conforman el Huila 132. El
excomandante de la BR09 entre 2007 y 2009, el entonces BG Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar, describió la jurisdicción que recibió de la BR09 de la siguiente manera:

“(…) por principio la jurisdicción de la novena brigada la componían tres departamentos: el


departamento del Huila en su totalidad, el departamento del Cauca, una parte del departamento
del Cauca colindando con Inzá y el departamento del Caquetá (…) Exactamente 40 municipios,
esa era la responsabilidad, 1.450 veredas, 19.990 km², casi un millón de habitantes y tres ríos
importantes tenían influencia en el departamento, el rio Magdalena que es la principal arteria, el
Suaza y el Orteguaza. Los límites al oriente el departamento del Caquetá y Meta; al occidente el
departamento del Cauca; al norte el departamento del Tolima y al sur del departamento del Cauca
(…) para esa fecha eran 162 oficiales, 668 suboficiales, 5.478 soldados [Hubo un error en su lectura,
en la diapositiva expuesta se evidenció la cifra de 5.478 soldados] y 135 civiles para un total de
6.443 integrantes en la brigada133”.

113. Para 2003, la Brigada estaba integrada por 6 unidades tácticas: el Batallón de
infantería No. 26 Cacique “Pigoanza” (BIPIG) con sede en Garzón; el Batallón de
Infantería No. 27 “Magdalena” (BIMAG) con sede en Pitalito; el Batallón de Artillería
No. 9 “Tenerife” (BATEN) con sede en Neiva; el Batallón Contraguerrilla No. 9 “Los
Panches” (BCG09); el Batallón de A.S.P.C. No. 9 “Cacica Gaitana” con sede en Neiva; y
el Grupo Gaula Huila con sede en Neiva y jurisdicción en todo el departamento134. Todo
indica que esta conformación se ha modificado puesto que en página web de la BR09 135
aparecen otras unidades como el Batallón de Instrucción y Entrenamiento No. 9
“Vicente de la Rocha y Flórez” en La Plata136; el Batallón Especial Energético y Vial No.
12 CR “José María Tello” en La Jagua y el Batallón de Combate Terrestre No. 31
“Sebastián de Belalcázar” con sede en Rovira.

114. A continuación se incluye una gráfica que ilustra la estructura de la Novena

131 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556.
132 Ministerio de Defensa Nacional. Novena Brigada-Neiva. En: https://www.reclutamiento.mil.co/novena-

brigada-neiva/ (Consultado 16 de septiembre de 2022).


133 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0552.
134 Ministerio de Defensa Nacional. Disposición No. 000021. 29 de septiembre de 2003.

135 Tomado de: Ministerio de Defensa Nacional, 2020. https://www.reclutamiento.mil.co/novena-brigada-

neiva/ (Consultado 16 de septiembre de 2022)


136 Esta unidad ya existía para la época de los hechos que aquí se investigan y fue mencionada repetidamente

por los comparecientes, pero no aparecía relacionada como parte de la BR09 en la Disposición de 2003. Al
parecer, en disposición 0021 de diciembre de 2005 se establece que el Centro de Instrucción y Entrenamiento
(CIE) de La Plata pasaba a ser parte de la BR09 y la DIV5. Ver: Ministerio de Defensa Nacional. Disposición
No. 0021. 13 de diciembre de 2005. Documento: Comando operativo No. 5. p. 6.

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Brigada, sus comandantes, segundos comandantes y jefes de las secciones de


inteligencia y operaciones, así como las unidades tácticas que la componían entre 2005
y 2008.

Gráfica No. 1. Composición de la BR09, comandantes e integrantes de su Estado


Mayor.

115. El excomandante de la BR09 Miguel Ernesto Pérez Guarnizo en su VV mostró


información en la que se veía que entre 2005 y 2006, años en los que lideró la unidad,
además de contar con las unidades mencionadas, tenía bajo su mando otras de carácter
especial como la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas No. 11 (AFEUR), el BCG
No. 28, una Fuerza de Reacción Divisionaria (FURED) y una FUTAR (Fuerza de Tarea

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Arpón)137. El general Lasprilla Villamizar también incluyó a estas unidades dentro de


la conformación de la BR09 que recibió en 2006138 y consideró que la creación de nuevas
unidades desde inicios de siglo y su asignación a la Brigada respondía al crecimiento
de la “amenaza” y a la complejidad de las jurisdicciones de los batallones territoriales,
que dificultaba el cumplimiento de sus misiones.

116. Por otro lado, mediante Disposición No. 0020 de diciembre de 2005, el
comandante del Ejército Nacional, GR Reinaldo Castellanos Trujillo, dispuso la creación
del Comando Operativo No. 5 (CO5) con puesto de mando en Neiva y ordenó que se le
agregaran hombres de la Fuerza de Tarea Arpón; del BCG 01 Muiscas; del BCG 09
Panches (única de las unidades agregadas perteneciente a la BR09); del BCG 12 Diosa
del Chairá; del Batallón de Infantería No. 36 Cazadores y de un BCG de la BRIM9
asignada a la Fuerza de Tarea Conjunta Omega139. La misma disposición le otorgó como
jurisdicción a municipios del nororiente de Huila (aunque no los detalló) y el de San
Vicente del Caguán en Caquetá. Varios comparecientes mencionaron que el CO5 se
encargó de taponar una franja territorial que permitía el paso de la guerrilla desde
Caquetá a Huila por Algeciras140, como se explicará más adelante. Se incluye un mapa
del Huila con la información de las áreas de responsabilidad de las unidades tácticas
adscritas a la Novena Brigada (ver Mapa 2).

137 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. El compareciente dijo sobre esta última unidad que era formada con agregación de
tropas de cada unidad táctica: “[…] En algunas versiones escuché que decían “no, tenía agregado a la Brigada
un pelotón”, no. Bueno sí, era a la Brigada, pero no era a la Brigada, era la FUTAR que hacía parte un pelotón
de cada Batallón, Magdalena, Pigoanza, para crear la FUTAR que estaba arriba”.
138 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.: “[…] el batallón 26, que es el Pigoanza, el 27 el Magdalena, el nueve que tiene la bola
negra en el centro es el Tenerife, luego viene el batallón de apoyo de servicios para el combate, el Gaula Huila,
el comando operativo cinco con sus unidades, ya paso a explicar, el batallón de contraguerrillas 28, las AFEUR
y la FURED”.
139 Ministerio de Defensa Nacional. Disposición No. 0020 de 2005.

140 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. Las razones que condujeron a la creación de este Comando están desarrolladas más
abajo en el apartado dedicado a ambiente operacional.

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Mapa No. 2. Jurisdicción de la Novena Brigada y sus unidades tácticas.

117. Así mismo, la ubicación de las unidades militares territoriales en el


departamento buscaba que, de manera esquemática, la totalidad de la entidad territorial
estuviera copada por las tropas del Ejército Nacional. El BATEN, ha sido
tradicionalmente el encargado de ejercer control militar sobre los municipios del norte
de Huila, incluida la capital, Neiva. El BIPIG se asentó en Garzón y se le entregó como
jurisdicción el centro del departamento. Entre los años 2005 y 2008 tuvo la siguiente

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estructura141:

Gráfica No. 2. Composición del BIPIG, comandantes e integrantes de su Plana


Mayor 205-2008.

141Se grafican solo las unidades y dependencias que estuvieron comprometidas en casos de muertes
cuestionadas, como se describirá más adelante.

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118. El sur del departamento fue puesto bajo responsabilidad del BIMAG que para el
periodo 2005-2008 tuvo la siguiente estructura142:

Gráfica No. 3 Composición del BIMAG, comandantes e integrantes de su Plana


Mayor 205-2008.

119. De igual forma, estos dos batallones, en donde se presentaron la mayor cantidad

142Se grafican solo las unidades y dependencias que estuvieron comprometidas en casos de muertes
cuestionadas, como se describirá más adelante.

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de hechos investigados por la Sala, se ubicaban en zonas con una topografía particular:
mientras la jurisdicción del BIMAG se caracteriza por su relieve quebradizo y
montañoso producto del vértice que forman las cordilleras Central y Oriental y que
conforman el Macizo colombiano; el BIPIG ocupa el centro de Huila y aunque debe
ejercer control militar sobre las vertientes de las cordilleras oriental y central, también
debe hacerlo en el valle que se forma entre esas elevaciones. El GR Pérez Guarnizo
describió el centro-sur del Huila de la siguiente manera:

“El departamento es realmente cordillera con un pequeño Valle en el medio, un Valle muy
productivo, con el río Magdalena, pero tiene el Macizo también, el Macizo colombiano hace parte
de la parte sur del departamento. Entonces en cualquier momento es una salida de, máximo a 40
minutos, usted está, de estar en el filo en la cordillera o muy escondido, haciendo una acción en el
Valle y muy rápidamente puede estar en cualquier cordillera. Esas eran las acciones que hacían
[las guerrillas] en las vías, los vehículos incendiados, los retenes ilegales, los secuestros, todo este
tema que normalmente se impactaba en el Huila es por la condición geográfica que tenía entre las
2 cordilleras con esos estrechos”143.

120. Este entramado de unidades militares buscaba responder a la presencia de las


FARC-EP en el departamento que, como se verá a continuación, contaba con varias
estructuras y con un poder de fuego que se incrementó desde los noventa, y que
presentó su mayor desarrollo durante los años que duró la Zona de Distensión (ZD).

2.2. Presencia de las FARC-EP en el Huila.

121. Para empezar, se expondrán aspectos referentes a la presencia de las FARC-EP


en el Departamento y los cambios que esta habría sufrido a lo largo del tiempo debido,
precisamente, a las dinámicas de la guerra. Para esto se contrastaron 4 tipos de fuentes:
académicas, institucionales (Defensoría de Pueblo, FGN y JEP), operacionales y las VV
de comparecientes. Casi todas ellas han sugerido la existencia de dos momentos: uno
en el que las FARC-EP tuvieron gran capacidad de afectar el orden público
departamental y que coincide con los años en los que se estableció la ZD entre 1998 y
2002; y otro, a partir de 2002, en el que la guerrilla realizó repliegues para evadir la
ofensiva militar conducida por medio de la Política de Seguridad Democrática (PSD).

122. Esto último es relevante puesto que en las jurisdicciones de las unidades
militares investigadas se dio un traslado de las estructuras guerrilleras de las FARC-EP
a zonas de difícil acceso en las cordilleras Central y Oriental, limítrofes con los
departamentos de Meta, Caquetá y Cauca -o directamente ubicadas en esos
departamentos-, y percibidas como más seguras por la organización guerrillera (ver
también: infra, apartado sobre campamentos).

123. La Sala ha determinado que tal situación disminuyó las probabilidades de que
se presentaran combates entre las tropas estatales y las FARC-EP, lo que, junto con las
presiones ejercidas por altos mandos del Ejército Nacional en torno a la necesidad de
presentar resultados operacionales, entendidas exclusivamente como bajas, produjo el

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
143

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. Esto se desarrollará más extensamente en el apartado dedicado a la ubicación de los
campamentos y al ambiente operacional de las unidades tratadas en esta decisión.

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aumento de los asesinatos y las desapariciones forzadas cometidos por integrantes del
Ejército en el Huila.

124. La exposición de estos aspectos del contexto departamental se hará en dos partes:
(i.) una en la que se describirá la presencia de las FARC-EP en el Huila enfocándose en
el Bloque Sur, con influencia en el sur y centro del Huila, y en el CCC, ubicado en el
norte del Departamento; y (ii.) otra sección en la que se expondrán los efectos que tuvo
la zona de distensión (ZD) en el conflicto armado en el Huila y la crisis que sufrieron
las estructuras de las FARC-EP tras la implementación de la PSD.

125. Gracias a información suministrada por la FGN, la Sala de Reconocimiento ha


contado con un panorama general acerca de la existencia y actividades criminales del
Bloque Sur y del CCC en el Huila entre 1993 y 2002. Este despliegue de las tropas
guerrilleras se produjo tras la realización de la VIII Conferencia Guerrillera de 1993, que
les asignó al Bloque Sur el centro y sur de Huila, y al CCC el norte del Departamento.
A continuación, se describirán las referidas estructuras y se entregarán pormenores de
los planes de la organización guerrillera que dieron forma a ese despliegue de sus
Frentes.

2.2.1. El despliegue del Bloque Sur en el Huila.

126. Las actividades de las FARC-EP en el sur y centro del departamento estuvieron
a cargo del Bloque Sur, al que desde la VIII Conferencia Nacional Guerrillera (CNG) en
1993 se le había asignado como área de influencia los departamentos de Huila, Nariño,
Cauca, Putumayo, Caquetá y Amazonas144, de la siguiente manera:

“Por el norte la línea arranca desde Cerro Leyva [en límites entre Meta y Caquetá], pasando
por cerca de la desembocadura del río Guaduas; cogiendo por caño Perdido hasta su bocana con
el Losada; sigue atravesando por los caños Morrocoy y Agua Azul hasta los límites del Meta y
Guaviare, sigue por estos, continuando por los límites del Caquetá y Guaviare; Amazonas y
Putumayo; continuando por la frontera con el Ecuador hasta Tulcán; de aquí pasa a Ipiales,
Contadero, Funes, Tangua, Laguna de Cocha; de esta pasa a los límites de Putumayo con Nariño
y Cauca hasta Juntas; de aquí sigue hasta Santa Clara y Quebraditas; continuando hacia los Ídolos
y Aranzazu en el Huila; de allí pasa a La Plata, Socorro, Agrado, Garzón; pasando de aquí a
Rioloro, Gigante, Hobo, Campoalegre, El Paraíso; encontrando el punto de partida en Cerro
Leyva.”145

127. Dentro de los objetivos trazados para el Bloque por la organización guerrillera
se encontraban: aislar a Caquetá y Putumayo del resto del país y ejercer control sobre
ejes viales como Mocoa-Pitalito-Neiva; Neiva-Florencia; Pasto-Ipiales y Garzón-La
Plata146, además de:

“(…) favorecer el Plan Estratégico de la organización para la “toma del poder”, propósito trazado

144 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.


“Contextualización del Bloque Sur de las extintas FARC-EP”. Documento preliminar.
145 Fiscalía General de la Nación. “Génesis de las FARC-EP, Tomo III - Documentos rectores de las FARC-EP.

Octava Conferencia Nacional Guerrillera (11-18 abril 1993)”. Páginas 59 a 193. En la Fuente se dice que los
Frentes fundadores del Bloque serían: 2, 3, 13, 14, 15, 32, 48 y 49. Las negrillas indican las zonas pertenecientes
al Huila.
146 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.

“Contextualización del Bloque Sur de las extintas FARC-EP”. Documento preliminar.

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en la VIII Conferencia Nacional Guerrillera, crear las condiciones político-militares para ejercer
dominio sobre los departamentos del Putumayo y El Caquetá, el mantenimiento del dominio de
territorios colindantes en las fronteras con Ecuador, Perú y Brasil, así como el control del comercio
de coca como fuente de las finanzas de las FARC-EP.”147

128. En el periodo comprendido entre la VIII CNG y el inicio de la implementación


de la PSD, (1993-2002) el Bloque se concentró en su consolidación mediante el aumento
en el número de integrantes, el afianzamiento de las milicias y la apropiación de
corredores de movilidad, aspectos todos que hicieron parte del fortalecimiento general
de la estructura. Este proceso culminó en los años de establecimiento de la ZD, cuando
el Bloque llegó a presentar su mayor crecimiento148, y en el Huila se evidenció mediante
el aumento de Frentes y Columnas con presencia en su territorio (ver Mapa No. 3).
Mapa No. 3. Área de influencia del Bloque Sur 1993 - 2002.

147 Ibidem
148 Ibidem.

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Fuente: Análisis equipo del Caso 01 a partir de la información de la FGN.149

129. Según la Sala de Reconocimiento, durante los 10 años de mayor despliegue del
Bloque Sur, en Huila llegaron a tener asiento 5 de sus estructuras, entre Frentes y
Columnas Móviles: los Frentes 2, 13 y 61, y las Columnas Móviles Teófilo Forero y Uriel
Varela. Además, en los departamentos limítrofes se ubicaban otras pertenecientes al
Bloque, creando un importante dispositivo de guerra alrededor del centro y sur del
departamento.

130. En ese periodo las FARC-EP actuaron en casi la totalidad de los municipios del
sur del Huila mediante los Frentes 13 y 61: el 13 accionó en veredas de los municipios
de Pitalito, Suaza, Isnos, Palestina, Oporapa, San Agustín, Timaná y Acevedo; mientras
que el 61 lo hizo en Garzón, Altamira, Guadalupe, Suaza, Acevedo, Pitalito y Timaná150.
Según Floresmiro Burbano, alias Martín Corena, el Frente 3 habría actuado en Garzón,
parte de la jurisdicción del BIPIG151, aunque en la información mapeada su ubicación se
reporta en Florencia, Caquetá. El Frente 2, que aparece en el mapa en Neiva, habría
ocupado otros municipios huilenses después del bombardeo de Casa Verde en 1990,
cuando:

“estuvo ubicado entre “el Tablón de Gómez, siguiendo el Puracé, cerca de Popayán, hasta Valencia,
pasando por San José de Isnos y desde allí hasta Hobo, desde donde cogía límites con el Caquetá,
Suaza, Acevedo hasta Belén”. Con el tiempo, este Frente se movió hacia los departamentos de
Nariño y Putumayo, asentándose finamente en esa región del sur de Colombia”152.

131. Este dispositivo descrito y que se encontraba relativamente consolidado se


deterioró desde 2002, cuando la ofensiva conducida por las Fuerzas Militares redujo
significativamente la capacidad de las estructuras adscritas al Bloque Sur y, por tanto,
las ubicadas en el Huila. Así lo ha determinado la Sala de Reconocimiento, que explicó
que entre 2003 y 2010 se redujo “(…) su fuerza en armas y territorio”, lo que se reflejó:

“(…) en el hecho, que perdió hasta tres quintas partes de su pie de fuerza por acciones militares o
desmovilizaciones. A partir de esto, el BSUR redefinió sus estrategias en las que se establecieron
pequeñas concentraciones en su estructura. La baja de varios comandantes y unidades del BSUR,
fue determinante en el declive del Bloque, pues ello implicó el cambio continuo de mandos por
guerrilleros con poca trayectoria o sin capacidades para liderar las estructuras administrativas y

149 El mapa muestra la presencia de las estructuras (Frentes y Columnas móviles) que conformaron el Bloque
Sur de las FARC-EP antes del 2002 en el departamento del Huila y departamentos vecinos como el Cauca y
Caquetá. Se puede observar la fuerte presencia del Frente 61, Frente 2 y la Columna Móvil Teófilo Forero al
oriente del Huila en límites con Caquetá, permitiendo así el control y tránsito por la cordillera oriental al
departamento vecino. De la misma forma se puede observar una fuerte presencia del Frente 13 y la Columna
Móvil Uriel Varela al sur de Huila en el Macizo colombiano y la región de la bota caucana permitiéndoles el
control y movilidad al Cauca y norte de Putumayo.
150 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.

“Contextualización del Bloque Sur de las extintas FARC-EP”. Documento preliminar. Página 32.
151 Ibidem. Página 29. Otra fuente que mencionó la presencia del Frente 3 en el oriente de Huila es: Medina

Gallego, Carlos. FARC-EP. “Flujos y reflujos. La guerra en las regiones”. Página 235.
152 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.

“Contextualización del Bloque Sur de las extintas FARC-EP”. Documento preliminar. Página 13.

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militares. Esto, desembocó en la pérdida de su personal en combate, así como en el incremento de


las desmovilizaciones”153.

132. De forma coincidente, la Sala de Reconocimiento, mediante las versiones


individuales y colectivas entregadas por integrantes de las FARC-EP, ha podido dar
cuenta de ese proceso de deterioro (aunque con matices) de la fortaleza de las FARC-
EP en Huila entre 2002 y 2008. Por ejemplo, el Frente 61, que los comparecientes
ubicaron inicialmente actuando en 7 municipios, fue reportado como desactivado en
2003 y según la FGN en 2005 pasó a ser la Compañía Móvil Timanco con incidencia en
los municipios caqueteños de Cartagena del Chairá y San Vicente del Caguán154. Sin
embargo, en 2008 la Compañía Móvil Edgar Tovar intentó recuperar el área de
influencia que tuvo el Frente 61 antes de su desaparición155. Por el contrario, el Frente
13 sobrevivió a la ofensiva militar del Estado, ya que estaba activo para el momento en
que se firmaron los acuerdos de paz156.

133. Esta disminución de las estructuras del Bloque Sur en el Huila también fue
descrita por altos mandos del Ejército Nacional, comparecientes ante la JEP. Por
ejemplo, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, comandante de la BR09 entre mediados de
2006 y finales de 2007, afirmó en su VV que, para cuando recibió la comandancia de la
unidad, el Bloque Sur tenía desplegados 2 Frentes y una Columna Móvil en jurisdicción
de la BR09 (lo que representó una reducción respecto al número de estructuras con
presencia antes de 2002):

“(…) con injerencia en la jurisdicción de la novena brigada, estamos hablando de dos frentes y una
columna móvil, para un total de 580 integrantes [en el Huila], […] y los frentes que directamente
tenían injerencia eran el frente 13, con 110 integrantes, el frente 61 y la columna móvil Teófilo
Forero que era la más activa, la de mayores hostilidades en el área”.157

134. Dos fuentes mencionaron la dimensión del Bloque Sur y su crisis teniendo en
cuenta el número de integrantes en armas: según la Sala de Reconocimiento, el Bloque
Sur era en 2002 la segunda estructura con mayor número de hombres y mujeres en
armas (unos 2.300)158; mientras que trabajos académicos sostienen que, para ese mismo
año, era la tercera estructura en tamaño con 2.150 hombres y mujeres armados 159.
Aunque una versión u otra evidencian la capacidad militar de aquélla y su importancia
para las FARC-EP, se sabe que en años siguientes el número de combatientes disminuyó
drásticamente, hasta hacerse crítico en 2008, cuando el Ministerio de Defensa contó
1.280 efectivos en armas adscritos al Bloque160. La comparación entre los datos

153 Ibidem. Página. 37. En el apartado dedicado a las milicias en el Departamento, se verá que una fuente
académica citada usó datos del Ministerio de Defensa para plantear un escenario más detallado, en el que la
reducción de integrantes del Bloque se dio por la pérdida de milicianos y no de hombres y mujeres en armas.
154 Ibidem. Páginas 20 y 32.

155 Ibidem. Página 33.

156 Ibidem. Página 15.

157 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
158 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.

“Contextualización del Bloque Sur de las extintas FARC-EP”. Documento preliminar. Página 4.
159 Barbosa Castillo, Gerardo; Correa Henao, Magdalena y Ciro Gómez, Andrés Rolando. “Milicias guerrilleras:

estudios empíricos y financieros. Universidad Externado de Colombia”. Página 74.


160 Ibidem. Página 149.

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entregados por el compareciente Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar para 2006-2007 y


los de la totalidad del Bloque Sur en 2008, indicaría que sus integrantes en Huila
representarían, aproximadamente, el 45% de los miembros de la estructura; una fuerza
considerable solo teniendo en cuenta el tamaño del dispositivo con el que contaba el
grupo guerrillero en todo el sur del país.

2.2.2. Influencia del Comando Conjunto Central en el Huila.

135. Al igual que el Bloque Sur, el Comando Conjunto Central (CCC) se formó en
1993 agrupando a Frentes y estructuras ubicadas en el centro del país, algunos de los
cuales fueron parte de los procesos históricos de formación de la organización
guerrillera en las décadas de los cincuenta y sesenta161. A la organización surgida tras
la VIII CNG en 1993 se le asignó como área de actividades los departamentos de Tolima,
Quindío, Huila, Cundinamarca y Valle del Cauca, así:

“Por el occidente se arranca de los límites entre Valle y Quindío; Quindío y Risaralda; se sigue
por los límites entre Tolima y Valle; continúa por los límites entre Tolima y Cauca y del Cauca con
el Huila hasta Aranzazu; de allí se pasa a La Plata, Socorro, Agrado, Garzón, Gigante, Hobo,
Campoalegre, El Paraíso, Cerro Neiva, Cerro Leyva; de aquí se continúa por los límites entre los
departamentos de Meta y Huila; continúa por los límites de Cundinamarca y Tolima hasta
encontrar Tolima y Caldas, sigue por el límite hasta el punto de partida”162.

136. En su desarrollo posterior, la referida organización nunca alcanzó a tener el


estatus de “bloque”; de hecho, la denominación de “Comando Conjunto” indicaba que
se encontraba en una etapa previa a la formación de aquel. No obstante, al CCC se le
encargó la coordinación de la operatividad de sus Frentes fundadores163 y se le ubicó en
una zona:

“(…) de gran importancia estratégica por su ubicación geográfica. Sus unidades permitían la
articulación entre casi todos los Bloques de las FARC-EP ya que estaban ubicadas en el centro del
país (…) donde se unen las Cordilleras Oriental y Central (…) y llegaron a dominar los corredores
de movilidad que permitían a los guerrilleros de distintos Frentes llegar a pie, y sin ser detectados
(…) desde los Llanos Orientales (Meta y Caquetá) hasta la costa del Pacífico, y desde el Macizo
colombiano (Cauca) hasta el Magdalena Medio”164.

137. Esa ubicación se articulaba con el plan estratégico general de la organización


guerrillera planteado en la VIII CNG, que buscaba, además de garantizar el paso entre
cordilleras, que la estructura participara en el cerco a Bogotá y ejerciera control sobre
algunos de los ejes viales de la región y de estos con Bogotá165.

161 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.
Páginas: 19 a 22.
162 Fiscalía General de la Nación. “Génesis de las FARC-EP, Tomo III - Documentos rectores de las FARC-EP.

Octava Conferencia Nacional Guerrillera (11-18 abril 1993)”. Páginas 59 a 193. Los Frentes fundadores de la
estructura fueron el 17, 21, 25 y 50
163 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.

Página: 16. Gracias a VV colectivas que se entregaron en el marco del Caso 01 la Sala de Reconocimiento
estableció que, para la época de su fundación, el CCC participó activamente en procesos de cultivo de amapola
y comercialización de látex, pero que dicho papel cesó en 1998, debido a que los recursos que se obtenían de
este comercio eran insuficientes. Página: 59.
164 Ibidem. Página 18.

165 Ibidem. Página 17.

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138. Sin embargo, como en el caso del Bloque Sur, aunque el dispositivo guerrillero
abarcaba varios departamentos, este se concentraba en unos en particular. De esta
forma, la distribución del CCC en el centro del país mostró una singularidad: aunque
dentro de los departamentos que se le asignaron estaban Huila, Valle del Cauca y
Quindío, era evidente que el punto de concentración de Frentes de la estructura era el
Tolima:

“El Comando era la única estructura de las FARC-EP en el Tolima, pero colindaba con los Bloques
Sur, Noroccidental, Occidental y Oriental. Tenía una presencia importante en el norte del Huila,
pero la mayor parte del Huila correspondía en el despliegue de las FARC-EP a las estructuras del
Bloque Sur. En cuanto al Quindío, la mayor parte estaba asignado al Bloque Noroccidental. La
presencia del Comando Conjunto en algunos municipios de Cundinamarca y Valle fue menor;
pues allí operaban el Bloque Oriental y Occidental respectivamente.”166

139. Respecto al despliegue de la estructura en el Huila, el comandante de la BR09


entre finales de 2007 e inicios de 2009, William Fernando Pérez Laiseca, adelantó en su
VV un recorrido por su extensa carrera militar que incluyó comandar el Batallón de
artillería No. 09 “Tenerife” (BATEN) -con jurisdicción al norte del departamento- a
finales de los noventa. De esta forma, entregó a la Magistratura información sobre los
Frentes con presencia en el norte del Huila entre 1998 y 1999, época para la que refirió
a entre 2 y 3 estructuras, aunque sugirió que solo una tenía presencia continua en su
jurisdicción:

“(…) hablo por ejemplo en la jurisdicción que yo tenía, había un frente, frente 17 y tenía ya, y
habían [sic] otros que actuaban hacia el Tolima pero que a veces llegaban a, habían unos frentes se
llamaban 21- 25 en esa zona y en la otra cordillera, allí actuaba una organización que las FARC
denominaba el comando conjunto central y ellos tenían allí interactuando en el departamento del
Huila, al oriente incluso en la zona rural de Neiva”167.

140. La Sala de Reconocimiento estableció, mediante la contrastación de fuentes, la


posición de las estructuras del CCC en el Huila (ver Mapa 4). De esta manera, ha
sostenido que en el momento de mayor desarrollo del CCC (1993 a 2000), hicieron
presencia en el Departamento el Frente 17, en los municipios de Colombia, Tello, Baraya,
Villavieja y Neiva; El Frente 25 en Villavieja y Colombia; el Frente 66 en Aipe, Santa
María, Neiva, Teruel, Íquira, Nátaga y Yaguará (y según la FGN Palermo, y el Ejército
Nacional incluyó a Tesalia y La Plata); y la Columna Móvil Daniel Aldana en Aipe, según
el Ejército Nacional.

166 Ibidem. Página 51. Para el Bloque Sur también podría hablarse de esta particularidad: aunque Huila hacía
parte de los departamentos donde debía actuar, eran los departamentos de Caquetá, Meta y Putumayo en
donde mayor número de estructuras guerrilleras se concentraban. De esta manera, Huila era probablemente
importante para la búsqueda de recursos y por aspectos estratégicos como los corredores de movilidad, pero
los planes guerrilleros parecían no concentrarse en el control departamental, como sí parecía hacerlo para los
que eran el centro de la operatividad del Bloque Sur y del CCC (Putumayo y Caquetá para el primero, y Tolima
para el segundo).
167 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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Mapa No. 4. Área de influencia del CCC 1993 – 2000.

Fuente: Análisis equipo del Caso 01 a partir de la información de la FGN.168

141. A simple vista es evidente que el dispositivo del CCC en el Huila era mucho más
pequeño que el del Bloque Sur. Aunque en el mapa no aparece referenciado el Frente
17, este sí fue incluido dentro del análisis cartográfico que hizo la Sala de

168Este mapa muestra la presencia de las estructuras (Frentes, Columnas y Compañías) que conformaron el
Comando Conjunto Central de las FARC-EP en el periodo de 1993 a 2000, quienes ejercieron control en los
departamentos del Tolima, sur de Cundinamarca y la región norte del Huila. Para esta zona se reportó la
presencia de estructuras en la región del norte, las cuales fueron: Frente 66, Columna Móvil Daniel Aldana y
Frente 25, en los municipios de Santa María, Neiva y Colombia respectivamente. La Sala de Reconocimiento
en Auto 01 del 4 de julio de 2023, en el que determinó hechos y conductas atribuibles a integrantes del CCC
por toma de rehenes y graves privaciones de la libertad, incluyó un análisis cartográfico de mayor complejidad
al inicialmente referenciado en documentos previos. Remítase a esa decisión para conocer ese mayor detalle
en la ubicación y solapamiento de las estructuras de las FARC-EP en el norte del Huila.

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Reconocimiento para el Auto 01 del 4 de julio de 2023, ocupando municipios del


nororiente del Huila como Baraya, Tello y Colombia. Por otro lado, también figuran los
Frentes 21 y 25 referidos por Pérez Laiseca como parte de las organizaciones guerrilleras
con presencia en jurisdicción del BATEN a fines de los noventa, aunque el primero en
Ataco, Tolima, en límites con el Huila, lo que luego fue complementado por la Sala de
Reconocimiento al ubicar estas estructuras en municipios del norte huilense169.

142. En el Auto 01 de 2023 la Sala de Reconocimiento entregó una imagen mucho más
completa de la ubicación en el Huila de las estructuras de las FARC-EP para el momento
de su mayor despliegue en el territorio, que ubicó entre 1998 y 2002, justo los años en
los que la organización guerrillera sostuvo conversaciones de paz con el Estado
colombiano. Según estableció, los Frentes 17 y 66 se ubicaban en el norte del
departamento: el primero desde 1993 en los municipios de Colombia, Tello, Baraya,
Villa Vieja y Neiva; mientras el segundo ocupó territorios de los municipios de Aipe,
Santa María, Neiva, Teruel, Íquira, Nátaga y Yaguará. La Sala también atribuyó
presencia en el Huila al frente 25 en los municipios de Villa Vieja y Colombia170.

143. Sin embargo, también aclaró que esta presencia era dispar, dependiendo de si
estos territorios hacían parte de las áreas de retaguardia, en las que el control guerrillero
era sólido, o de los corredores de movilidad, en los que se realizaban traslados cuidadosos
de tropas o que se encontraban en disputa. Significativamente, casi ninguna de las
primeras se encontraba en territorio huilense171.

144. Como en el caso del Bloque Sur, la distribución de los Frentes en Huila sufrió
modificaciones a partir de 2003, cuando las estructuras adscritas al CCC iniciaron su
repliegue a “(…) sus zonas de retaguardia, por cuenta de las acciones militares emprendidas
en el marco del Plan Colombia y la Política de seguridad democrática”172.

145. La referida organización criminal no mostró recuperación en años posteriores e


incluso sufrió la disolución de varios de sus Frentes y Columnas entre 2008 y 2010,
periodo en el que también la Fuerza Pública ingresó a sus retaguardias históricas -como
el Cañón de las Hermosas- e impidió la posibilidad de articulación entre los Bloques
Oriental y Occidental173. A pesar de la crisis del CCC, en el periodo entre 2005 y 2010, la
Sala de Reconocimiento atribuyó presencia de los Frentes 17, 25 y 66 de manera
fragmentada en municipios del norte de Huila, sobre todo en Neiva, Aipe, Baraya y
Colombia.174.

146. El debilitamiento de las estructuras del CCC con presencia en Huila también se
evidenció en la pérdida de hombres y mujeres en armas. Mientras la Sala de
Reconocimiento planteó que en el periodo entre 2001 y 2010 la estructura perdió,
mediante entrega, captura o deserción, al 90% de sus combatientes175, los datos del

169 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.
Página: 62.
170 Ibidem. Páginas: 54 y 55.

171 Ibidem. Páginas: 55 y 57. Por ejemplo, el Auto menciona que las víctimas de secuestro en el norte del Huila

eran llevadas a la zona de retaguardia que se encontraba en la Laguna de la Costillona, entre Huila y Meta.
172 Ibidem. Página: 58.

173 Ibidem. Página: 76

174 Ibidem. Página: 79. Ver Mapa 3 incluido en la fuente.

175 Ibidem. Página: 75.

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Ministerio de Defensa muestran que la organización contaba en 2005 con 1.155


efectivos, pero experimentó una fuerte caída en su número de integrantes en los años
siguientes: en 2006 tenía 765 efectivos (una pérdida de casi 400 integrantes en un año)
y para 2008 permanecían en la estructura solo 441176.

147. Como se verá, los momentos de despliegue y aquellos de debilitamiento de las


estructuras armadas de las FARC-EP se relacionan con dos procesos que marcaron el
desarrollo del conflicto armado en el Huila: el establecimiento de una zona
desmilitarizada en Caquetá y Meta para llevar a cabo conversaciones de paz y la
ofensiva militar que se dio alrededor de la implementación de la PSD. Por lo tanto, a
continuación se mostrará (i) el rol que jugó la ZD en el despliegue y fortalecimiento de
las FARC-EP en el Departamento; y (ii) la crisis que vivieron las estructuras armadas de
la guerrilla a partir de la implementación de la PSD, y que provocó su repliegue hacia
zonas montañosas elevadas más seguras. Para dar cuenta de lo anterior se contrastará
la situación que se vivía en el Departamento del Huila durante los años de existencia
de la ZD (1998-2002) con aquella de la implementación de la PSD (entre 2002 y 2008).
Lo anterior se hará mediante fuentes institucionales, bibliografía secundaria y algunas
VV de comparecientes ante la JEP.

2.2.3. La zona de distensión y sus efectos en el conflicto en el Huila.

148. Para entender la dinámica del conflicto armado en el Huila en el periodo en el


que ocurren los hechos que se determinan en esta decisión, es necesario tener en cuenta
el establecimiento de la ZD (ver Mapa 5). Esta consistió en un área desmilitarizada de 5
municipios que tuvo vigencia entre 1998 y 2002 y le proporcionó a las FARC-EP la
oportunidad de ensanchar su radio de acción hacia el Departamento. Según el PNUD,
en las dinámicas del conflicto en el Huila: “(…) tuvo un impacto especial (…) el
establecimiento de la zona de distensión, conformada por cuatro municipios de Meta (Mesetas,
Uribe, Vistahermosa y La Macarena) y uno del Caquetá (San Vicente del Caguán) dos de ellos -
Uribe y San Vicente- fronterizos con Huila”.177

176Barbosa Castillo, Gerardo; Correa Henao, Magdalena y Ciro Gómez, Andrés Rolando. “Milicias guerrilleras:
estudios empíricos y financieros”. Página: 127.
177 PNUD Colombia; ASDI. Huila: Análisis de la conflictividad. Junio 2010. p. 9. Disponible en:

https://info.undp.org/docs/pdc/Documents/COL/00058220_Analisis%20de%20conflictividad%20Huila%20PD
F.pdf.

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Mapa 5. Zona de Distensión 1998-2002

149. Una de las mayores afectaciones que provocó el establecimiento de la ZD en el


Huila fue el aumento de la capacidad de las FARC-EP para atacar a sectores de la
sociedad huilense por medio del secuestro. La zona desmilitarizada le permitió a la
organización guerrillera mantener grandes volúmenes de secuestrados en los
municipios que la conformaban178, así como realizar secuestros masivos y ataques de
importancia en el Huila para buscar protección inmediata en la ZD. Dos de los hechos
en los que se usó esta estrategia fueron: el secuestro masivo del Edificio Miraflores en
Neiva, en julio de 2001179, y el secuestro del congresista Jorge Gechem Turbay en febrero
de 2002, cuando se obligó a una aeronave a aterrizar en la vía entre el Hobo y Gigante
y que marcó el fin de las negociaciones de paz180.

150. También la Defensoría del Pueblo en Informe de Riesgo de mayo de 2005, recalcó
el uso indebido que la organización guerrillera le había dado a la ZD, cuando afirmó
que durante su vigencia las FARC-EP “consolidaron el territorio cordillerano [que incluye
a municipios como Algeciras, Gigante, Garzón y Suaza] como zona de retaguardia y

178 Centro Nacional de Memoria Histórica. “Una sociedad secuestrada. Cifras & Conceptos; DPS; Unión
Europea”. Página 176.
179 Revista Semana. “Sin frontera. 9 de septiembre de 2001”. En: https://www.semana.com/nacion/articulo/sin-

frontera/47223-3/.
180 La Nación. “El secuestro que apagó una esperanza. 21 de febrero de 2021”. En:
https://www.lanacion.com.co/827640-2/.

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movilización de personas secuestradas”.181

151. Adicionalmente, la ZD fue funcional al propósito de la organización de ejercer


control sobre zonas del Departamento que se articulaban con sus proyectos de guerra
y permitían la movilidad entre el centro del país y el Pacífico. De esta forma, aunque la
mayor parte del poder de fuego del Bloque Sur se encontraba en Caquetá, Meta y
Putumayo, el Huila representaba un territorio de importancia, tal y como lo afirmó la
Sala de Reconocimiento:

“En zonas como el sur del Huila, las acciones militares fueron frecuentes y de gran impacto, en
especial las ejecutadas por la Columna Móvil Teófilo Forero Castro (…) Estas regiones no eran
zonas de retaguardia sino de disputa por la vía hacia el centro del país. Esto se explica por la
necesidad estratégica de establecer y mantener una conexión entre la cordillera Oriental y Central,
el centro y el sur del país; además de lograr comunicación con el litoral pacífico. Todo esto
justificaba el interés por mantener el control de esa región. Esta zona fue de alta importancia en
particular para el BSUR, debido a la cercanía con el área del Caguán.”182

152. El interés estratégico en el Huila y la lucha por el control de algunas zonas del
Departamento llevó a las FARC-EP a concentrar su accionar en varios de los municipios
huilenses limítrofes con Caquetá. Ejemplo de esto fueron acciones como el ataque a las
instalaciones del BIMAG en febrero de 2002 -pocos días antes del secuestro del
congresista Jorge Gechem-, en el que murieron 11 miembros del Ejército Nacional tras
el lanzamiento de artefactos explosivos desde la vía entre Pitalito y Santa Rosa; o las
tomas de Oporapa y la inspección de Maito en el municipio de Tarqui en julio de 2002
por parte del Frente 13 con apoyo de la Compañía Móvil Uriel Varela, en jurisdicción
del BIMAG, unidad encargada de reaccionar al ataque.183

153. Otras maniobras también evidenciaron el especial interés de las FARC-EP en el


territorio huilense. Por ejemplo, las acciones guerrilleras contra Algeciras -parte de la
jurisdicción del BIMAG- que buscaban controlar una franja de territorio que
comunicaba a los Llanos del Yarí y la Macarena con San Vicente del Caguán, y que
representaba un corredor de movilidad que unía a Huila con Cauca y Tolima. 184 Solo
entre 1998 y 2002 Algeciras fue tomado 10 veces por las FARC-EP, en lo que se ha
considerado parte de un proceso de proyección de la zona de retaguardia de dicha
guerrilla185 y de anexión de facto al territorio otorgado a la ZD.186

154. En este sentido también se pronunció el comandante de la BR09 entre 2006 y


2007, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, quien en su VV recalcó el carácter estratégico
que adquirió el control de ciertas zonas del Huila para las FARC-EP:

“(…) dentro del plan principal de las FARC de tomarse el centro de despliegue estratégico y de
cumplir su plan, [como parte del] objetivo principal del plan estratégico estaba la tarea de bloquear

181 Defensoría del Pueblo. Informe de Riesgo No. 018-05 Huila. Incorporado al expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
182 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.

“Contextualización del Bloque Sur de las extintas Farc-EP”. Página 26.


183 Universidad del Rosario. Op. Cit. Página 93 y siguientes.

184 Centro Nacional de Memoria Histórica. “Tomas y ataques guerrilleros (1965-2013)”. Página 181.

185 Ibidem.

186 Ibidem. Página 358.

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al departamento del Huila, porque el departamento del Huila tiene conectividad, porque durante
la zona de distensión el departamento del Huila fue utilizado desde el punto de vista de las
finanzas, de la logística, desde el punto de vista del crecimiento que logró de alguna manera, desde
ese sector hacia Cundinamarca, hacia el Meta.”187

155. En su comparecencia ante la JEP Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, comandante


de la BR09 entre diciembre de 2004 y junio de 2006, también afirmó que el impacto de
la ZD fue tan grande que, incluso años después, se seguían sintiendo sus efectos.
Cuando llegó a la comandancia de la brigada, la ZD (casi dos años y medio después de
su disolución) seguía siendo relevante para entender las amenazas que se presentaban
en el Departamento:

“La zona de distensión, si bien ocurrió unos cuatro años antes, todavía tenía un impacto inmenso,
como lo tuvo en los departamentos aledaños a la zona de distensión. El Huila fue impactado por
toda la parte oriental, lo que fue el municipio de San Vicente del Caguán, en el Caquetá, y cuatro
municipios del Meta lindaban con el Huila, toda la parte oriental tenía límites llamémoslo así con
la zona de distensión, toda la parte oriental, exceptuando el suroriente del Huila, era el municipio
del San Vicente Caguán, la Uribe, Mesetas, Vistahermosa, esos municipios limitaban de la mitad
del Huila hacia arriba en el borde oriental. Y quedaba la cordillera, el límite era la cordillera, el filo
de la cordillera. La guerrilla realmente se posesionó y se ubicó en ese filo de cordillera, pero
empezó avanzar cordillera abajo hacia el Huila”.188

156. Por otra parte, la ZD creó incentivos para que grupos paramilitares
incursionaran en el Huila para ejercer control perimetral sobre la ZD189 desde 2001,
cuando alias David consolidó el Frente Sur de los Andaquíes, y extendió su radio de
acción a Milán y Montañitas en Caquetá y a Pitalito en Huila. La creación de este grupo
paramilitar habría sido producto de una negociación entre Vicente Castaño y alias
Macaco y según la FGN “(…) a partir del 16 de mayo de 2001 (…) comenzó a llamarse Frente
Sur Andaquíes, como un brazo más del Bloque Central Bolívar”190. En el Departamento
también hizo presencia, aunque de forma marginal, el Bloque Calima de las AUC desde
1999, cuando: “(…) las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá –ACCU al mando de
Fidel Castaño, decidieron desplegar su accionar paramilitar hacia la zona central del Valle del
Cauca, Cauca, Huila y Quindío con el propósito de promover las acciones (…) para enfrentar a
las guerrillas de las FARC-EP”.191

157. Aunque sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá incluyó

187 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
188 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. La parte final de su declaración contradice lo que otras fuentes han dicho de los años
posteriores a la ZD, en el sentido de que las estructuras con presencia en el Huila abandonaron el
Departamento con destino a zonas de retaguardia históricas en los departamentos aledaños, como se verá en
el apartado siguiente.
189 PNUD Colombia; ASDI. Huila: Análisis de la conflictividad. Junio 2010. p. 9. Disponible en:

https://info.undp.org/docs/pdc/Documents/COL/00058220_Analisis%20de%20conflictividad%20Huila%20PD
F.pdf
190 Verdad Abierta. La incursión paramilitar al Caquetá. En: https://verdadabierta.com/la-incursion-

paramilitar-al-caqueta/.
191 Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Radicado 110016000253200880786. Sentencia contra Gian

Carlo Gutiérrez Suárez.

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dentro del área de influencia del Bloque Calima a los municipios de Pitalito, San José
de Isnos, San Agustín, Altamira, Garzón, Acevedo, Guadalupe, Suaza, Gigante y
Garzón192, y mencionó que había llegado a entablar combates con estructuras
guerrilleras como la Columna Móvil Jacobo Arenas en 2002 193, su relevancia no se
extendió más allá de 2003 cuando abandonaron el departamento194, un año antes de su
desmovilización195. En términos generales, los militares que prestaron sus servicios en
Huila y que fueron llamados a versión voluntaria confirman esta situación, ya que
ninguno de ellos refirió acciones o presencia relevante por parte de grupos
paramilitares en el departamento, especialmente después de 2003.

158. Sin embargo, la concentración de actores armados, según informe del PNUD y
ASDI196, incrementó fenómenos como los homicidios selectivos, las desapariciones
forzadas o los desplazamientos y afectó especialmente a municipios como Gigante,
Pitalito, Garzón, Neiva, Colombia, Baraya, Hobo, La Argentina, La Plata e Isnos, varios
de ellos en las jurisdicciones del BIMAG y del BIPIG.

159. A pesar de la presencia paramilitar referida, durante el periodo de vigencia de


la ZD, la situación de las FARC-EP parecía consolidada en casi todo el Departamento,
ya que contaba con una distribución de estructuras bastante sólida, como lo menciona
una publicación de la Universidad del Rosario:

“El frente 13 ha[bía] operado en los municipios de Suaza, Acevedo y Palestina; el frente 61 se
m[ovía] por los municipios de Acevedo, Palestina, Timaná, Suaza y Guadalupe; el frente 64
registra[ba] actividad en Gigante; el frente 17 ha[bía] concentrado su actividad armada en los
municipios de Colombia, Villavieja, Baraya, Tello, y el oriente rural de Neiva. En la zona del
Macizo el cultivo de ilícitos ha[bía] constituido una de las fuentes de recursos para los frentes 13 y
61 en los municipios de La Argentina, Oporapa, Saladoblanco, Isnos y San Agustín.” 197

160. Sin embargo, esta situación de relativa predominancia de las FARC-EP en el


Departamento cambió radicalmente en los años posteriores. Con la ruptura de los
diálogos de paz en febrero de 2002, el Estado inició una fuerte ofensiva mediante los
planes Patriota y Libertad en las regiones que conformaban y limitaban con la disuelta
ZD198. Hasta entonces, menciona el PNUD citando a la Vicepresidencia de la República,
en el Huila el control territorial de las FARC-EP sobre amplias “zonas de economía
campesina y colonización” había sido “casi hegemónico”199. A continuación, se detallarán

192 Ibidem. Página 6.


193 Ibidem.
194 Centro Nacional de Memoria Histórica. Informe No. 2. “Bloque Calima de las AUC. Depredación

Paramilitar y Narcotráfico en el Suroccidente Colombiano”.


195 Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. Radicado 110016000253200880786. Sentencia contra Gian

Carlo Gutiérrez Suárez. Página 54


196 PNUD Colombia; ASDI. “Huila: Análisis de la conflictividad”. Disponible en:
https://info.undp.org/docs/pdc/Documents/COL/00058220_Analisis%20de%20conflictividad%20Huila%20PD
F.pdf.
197 Universidad del Rosario. “Ejército Nacional. V División: El conflicto armado en las regiones”.

198 PNUD Colombia; ASDI. “Huila: Análisis de la conflictividad”. Disponible en:


https://info.undp.org/docs/pdc/Documents/COL/00058220_Analisis%20de%20conflictividad%20Huila%20PD
F.pdf
199 Ibidem. Página 10. Era conocido que uno de los objetivos del Bloque Oriental era crear un vacío de poder

que pudieran suplir las Farc-EP, constituyéndose en autoridades de facto en sus zonas de influencia. Esto

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algunos de los procesos iniciados con la implementación de la PSD que provocaron los
repliegues de las estructuras farianas hacia sus retaguardias.

2.2.4. La crisis de las FARC-EP en el Huila a partir de la implementación de la PSD.

161. En este apartado se expondrá información referente a las dinámicas que


muestran el progresivo abandono de los territorios huilenses por parte de las
estructuras armadas de las FARC-EP desde 2002. Para dar cuenta de esto, se empleará
bibliografía secundaria, fuentes institucionales, datos recopilados por el Observatorio
del Programa Presidencial de DH y DIH y los dichos de algunos comparecientes ante
la JEP.

162. Diversas fuentes detallan ese proceso de progresivo abandono del Huila por
parte de los Frentes de las FARC-EP. Por ejemplo, la Defensoría del Pueblo afirmó que
este retroceso inició muy pronto tras la implementación de la PSD. Según consta en
Informe de Riesgo de 2005, hacia finales de 2002 las FARC-EP ya habían realizado
repliegues tácticos para contrarrestar el accionar de las fuerzas militares, facilitando de
paso el ingreso a estructuras paramilitares vinculadas al Bloque Calima de las AUC en
territorios que había desalojado200.

163. Estos desalojos de las FARC-EP también los reportó la Misión de Observación
Electoral (MOE) que encontró una disminución sostenida de los municipios de Huila
con presencia guerrillera entre 2002 y 2005. La MOE determinó que en 2002 había 26
municipios (de 37 que tiene el Departamento) con influencia de estructuras de las
FARC-EP y en 2003 pasaron a ser 24. La reducción siguió presentándose en los años
siguientes, cuando descendieron a 21 y 14 en 2004 y 2005201. Esto indicaría que, al menos
desde la implementación de la PSD, se venía presentando el abandono de ciertas zonas
por parte de las FARC-EP. Sin embargo, la MOE también mostró que en 2006 y 2007, la
organización guerrillera aumentó ligeramente su accionar municipal ya que se
encontraba en 18 y 16 municipios, respectivamente.202

164. Pero no solo la presencia territorial de las FARC-EP entró en crisis después de
2002. Los hallazgos de Sala de Reconocimiento de la JEP entregan una idea del antes y
después que significó la ZD en la evolución de la organización guerrillera. Cuando
describió la conformación del Bloque Sur por Frentes, la Sala notó que con anterioridad
y posteridad a la vigencia de la zona desmilitarizada se fundaron organizaciones
adscritas al Bloque, mientras que una vez disuelta la ZD, dicha creación de Frentes y

también lo dijo para Caquetá el compareciente Yesid Alexander Torres, integrante del Bloque Sur, al despacho
de la magistrada Julieta Lemaitre en 2019.
200 Defensoría del Pueblo. “Informe de Riesgo No. 018-05 Huila”. Página 4.

201 Misión de Observación Electoral; Corporación Nuevo Arco Iris. “Monografía político-electoral.

Departamento de Huila. 1997-2007”. Disponible en: https://moe.org.co/home/doc/moe_mre/CD/PDF/huila.pdf


.
202 Estos datos tienen la dificultad de no detallar cuáles son esos municipios en los que la presencia guerrillera

permanece. Sin embargo, los mismos muestran que se pasó de tener presencia guerrillera en el 70% de los
municipios en 2002, al 38% en 2005. Por otra parte, tampoco muestra qué tipo de presencia se mantuvo. Esta
podía ser marginal a través de grupos de milicianos, presencia que se convirtió en la forma predominante de
actuar de la organización en el Huila, como se verá en apartado posterior.

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Columnas se detuvo203.

165. El repliegue de las FARC-EP y su pérdida de operatividad también se evidencian


en las variaciones de algunos de los fenómenos criminales asociados al conflicto armado
entre 2002 y 2008. Por ejemplo, el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH,
constató disminuciones significativas en los secuestros (delito cometido en el
departamento principalmente por las FARC-EP) sobre todo desde 2004, sugiriendo
limitaciones en las capacidades operativas de la subversión204 (ver gráfica 4).

Gráfica No. 4. Número de secuestros Huila.


2003-2008
80
75
70
63
60
50
40
30
23
20
17 16
10 8
0
2003 2004 2005 2006 2007 2008

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH

166. La drástica reducción de los secuestros que se inició desde 2004 también se reflejó
en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG: los años con menor número de secuestros
para los municipios que conformaban la jurisdicción del primero fueron 2005 y 2007
con dos secuestros cada año; mientras que para los que formaban la del BIPIG fueron
2006 y 2008 con un solo secuestro. Esto podría indicar que, aunque la reducción de este
tipo específico de acciones era general en el departamento, parecía ser más significativa
en el centro y sur del Huila, donde operaban el BIPIG y el BIMAG, los batallones con
mayor cantidad de muertes cuestionadas en el departamento.

167. Una idea más directa de la reducción de la operatividad guerrillera en el Huila


podría obtenerse mediante las acciones armadas (definidas por el Observatorio del
Programa Presidencial de DH y DIH como actos de terrorismo, ataques contra
instalaciones de la fuerza pública, emboscadas y hostigamientos, y por tanto,
relacionados con el accionar guerrillero) en el periodo entre 2003 y 2008. La evolución
de estas acciones durante este lapso muestra que en el ámbito departamental se
presentó una leve pero sostenida reducción que, aunque no parece radical, indica una

203 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad.


“Contextualización del Bloque Sur de las extintas FARC-EP”. Página 12.
204 Observatorio del Programa Presidencial de DH Y DIH. “Diagnóstico Estadístico de Huila”. Disponible en:

http://historico.derechoshumanos.gov.co/Observatorio/DiagnosticoEstadisticoDepto/de/2003-2008/huila.pdf

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merma en la capacidad de la guerrilla.205 (Ver gráfica 5).

Gráfica 5. Número de acciones armadas en


Huila 2003-2005
50
45 44
40
38
35 34
30 30
28
25
23
20
15
10
5
0
2003 2004 2005 2006 2007 2008

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH

168. Sin embargo, en las jurisdicciones del BIMAG y BIPIG el decrecimiento de las
acciones armadas fue más radical que a nivel departamental. Por ejemplo, en
jurisdicción del primero se reportaron dos acciones armadas en 2005, y después de ese
año nunca pasaron de cinco; mientras que en la jurisdicción del segundo batallón
llevaron a cabo dos acciones armadas en 2008, culminando una serie de años con
disminuciones desde 2005.

169. Por otro lado, algunos comparecientes refirieron los desalojos territoriales a los
que se vieron obligadas las FARC-EP. Quién más extensamente se refirió a los
repliegues de las estructuras guerrilleras después de 2002, fue el entonces TC Martín
Eduardo Galindo Páez, comandante del BIMAG entre 2004 y 2006, quien dijo que al
entregar el batallón en 2006 la situación de orden público en su jurisdicción había
cambiado significativamente:

“PREGUNTADO: (…) dos años después de que usted termina su comandancia en ese batallón
¿cómo evolucionó la situación o seguía peor o mejoró o qué pasó? RESPONDIÓ: En dado momento
lo del frente 61 y el frente 13, ante la situación de la [Fuerza de Tarea] Omega ellos empezaron a
replegarse hacia el Caquetá, el frente 61 fue cambiado de jurisdicción y pasó a Cartagena del Chairá
y subió el frente 48, el frente 13 continuó en el área de San Agustín (…) PREGUNTADO: No
entendí muy bien, ¿o sea qué tuvo que ver la omega con…? RESPONDIÓ: Porque empezó la
omega, como le dije señor, la omega empezó ya a hacer el trabajo todo lo que fue Cartagena del
Chairá, se metieron allá a Cartagena entonces las FARC, que pena no les di el contexto, ordenó
subir todo el Bloque Sur hacia su área de los Llanos del Yarí, que era el área crítica del secretariado,
porque ahí eran las pistas para atacar todo lo del narcotráfico señor, como la omega se metió, ya
entonces igual que digamos en todo el dispositivo que ellos tenían, entonces dijeron "no subámonos
todo el frente, dejen unos frentes ahí en Belén de los Andaquíes con sede en el Huila, sólo que es el frente 13"
entonces al resto de frentes, el 61, 62, bueno los de allá se subieron a cerrarle el bloque a la omega

205Los datos correspondientes a las acciones armadas los suministraba el Departamento Administrativo de
Seguridad (DAS) a través de sus boletines diarios. No deja de parecer interesante que, aunque el ejército
reportaba continuamente ataques a las tropas en terreno que desembocaban en MIPBC, otra agencia estatal
mostraba un panorama de reducción de ataques y hostigamientos.

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en los llanos del Yari, en Santa Fe del Caguán y entonces en dado momento se movió esa dinámica
hacia ella y dejaron pues, como se movió eso, dejaron una parte en stand by en el desarrollo de la
jurisdicción señor. PREGUNTADO: ¿Eso en qué año fue, en qué mes? RESPONDIÓ: Pues fue en
el 2006 señor, a finales del 2006 fue que tuvimos la información (…) cuando yo entregué fue que
empezamos a tener esa información. PREGUNTADO: Si le entendí la explicación digamos, la
guerrilla que estaba en esa parte del Huila tuvo que ese otro lado ¿O cómo es la cosa? RESPONDIÓ:
Un cambio de dispositivo señor, subieron el frente 48 que estaba propiamente en el Putumayo y
ya empezó ocupar tanto el Putumayo como la parte de Belén y del Huila, y el frente 13 sí lo
subieron y lo dejaron en San Juan de Villalobos (…) PREGUNTADO: Por eso pero entonces…
RESPONDIÓ: Es la información que tuvimos. PREGUNTADO: Volvemos a lo mismo, al entregar
ustedes la comandancia del batallón Magdalena ¿la situación de esa jurisdicción como estaba? O
sea, había mejorado o no había mejorado, seguía igual o había empeorado. RESPONDIÓ: Yo
considero señor, que si me pregunta a mí, en mi concepto había mejorado, señor”206.

170. Otros comparecientes coincidieron en que las estructuras de las FARC-EP con
incidencia en el Huila se habían desplazado hacia otros departamentos después de
2002. Por ejemplo, el comandante de la BR09 entre julio de 2006 y diciembre de 2007,
Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, le enseñó a la Magistratura un mapa en el que se
evidenciaban los repliegues que había realizado la organización guerrillera, todos
partiendo desde las zonas en las que se habían ubicado hacia los departamentos
limítrofes (ver Mapa 6); además, le dijo a la JEP que cuando comandó esa unidad militar
las estructuras guerrilleras se encontraban en zonas por fuera del Huila, con excepción
de la CMTF, que permanecía en 5 municipios huilenses:

“(…) el área de injerencia [eran] sectores del municipio de Santa Rosa Cauca, [para] el frente 13; el
61, sectores del municipio de Belén de los Andaquíes, Caquetá, con desplazamiento al área rural
del municipio Acevedo, Huila. La columna móvil Teófilo Forero [se encontraba en] sectores del
municipio de Consello, Puerto Rico, San Vicente del Caguán, Algeciras, Campoalegre, Gigante,
Neiva, Rivera y Huila [sic]; Neiva era uno de los principales objetivos donde ocurrieron varias
acciones, hostilidades, dentro de eso el atentado a la alcaldesa.”207

206 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Manuel Eduardo Galindo Páez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/
0547.
207 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.

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Mapa 6. Repliegues de las FARC-EP descritos por Jaime Alfonso Lasprilla


Villamizar.

Fuente: Versión voluntaria del BG Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar.

171. El mismo compareciente explicó los procesos de fusión de Frentes provocados


por los golpes que se les habían propinado en el marco de la ofensiva estatal. Por
ejemplo, relató a la JEP que, por orden del Estado Mayor del Bloque Sur, el Frente 13
había sido desarticulado en 2007 para unirlo con el Frente 3 buscando formar una
Compañía Móvil, mientras que el Frente 61 apoyaba a la Compañía Móvil Yesid Ortiz208.

172. Estos repliegues de estructuras de las FARC-EP también se dieron en el norte del
Departamento, como lo mencionó la Defensoría del Pueblo en informe de riesgo
emitido para el municipio de Colombia en septiembre de 2007. A pesar de este
abandono de grupos de combatientes, la Defensoría planteaba que por intermedio de
milicianos las FARC-EP mantenían cierta capacidad de amenaza sobre las
comunidades:

“(…) la avanzada del Ejército Nacional durante 2007 a territorios considerados santuarios de las
FARC-EP, determinó en esta guerrilla el endurecimiento de sus mecanismos de intervención y la
intensificación de sus acciones armadas en medio de la población civil. Las FARC-EP, con la
finalidad de mantener la autoridad de facto sobre el territorio y la población civil, afianzada en

208 Ibidem.

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más de 40 décadas [sic], redobló los mecanismos de vigilancia a través de las milicias.209

173. La Defensoría del Pueblo también indicaba que se presentaron cambios en las
estrategias subversivas a nivel departamental. De esta manera, consideraba que,
aunque existían mejoras en la situación de orden público departamental, la amenaza
que representaban las FARC-EP había sufrido modificaciones. Según informe de riesgo
de agosto de 2007, este grupo mantenía cierto nivel de operatividad a pesar de los
repliegues tácticos. Entre otras cosas, la guerrilla aún contaba con capacidad para
amenazar a políticos y desviar los recursos municipales a sus arcas. A pesar de esto, su
retroceso hacia zonas seguras desde 2002 sí había implicado modificaciones en su
accionar como el abandono

“(…) de los principales núcleos de población, el acantonamiento de sus combatientes en las zonas
rurales, el incremento de milicianos en las áreas urbanas y entrañó que las FARC dejaran de
realizar grandes operaciones y ataques indiscriminados contra las poblaciones, como sucedió una
vez se presentó la ruptura del proceso de paz y el levantamiento de la zona de distensión en el
Caguán y adoptaran el método de realizar pequeñas acciones de hostigamientos contra la Fuerza
Pública, atentados contra dirigentes políticos y servidores públicos simpatizantes de las políticas
del actual gobierno [Uribe Vélez] y que en la actual [sic] confrontación armada esté desarrollando
sus operaciones a través de unidades medianas y pequeñas de combatientes, sobre todo
empleando francotiradores. 210 (negrillas agregadas)

174. De manera concordante la FGN, mediante trabajo de Policía Judicial, evidenció


esta situación de relativo apaciguamiento en el Departamento. En informe presentado
a la Fiscal 39 Especializada de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y DIH con
sede en Neiva, en el que se solicitó a los investigadores establecer la “situación de orden
público en (…) el sector de San Adolfo jurisdicción del municipio de Acevedo”211 para el año
2006, se reseñaba la situación del Frente 61 en la zona. Al respecto se decía que las tropas
guerrilleras asignadas a esa estructura se encontraban reducidas y, por tanto,
recurriendo a tácticas de "asedio diluido" con pequeñas unidades en movimiento para
llevar a la tropa a "áreas preparadas de aniquilamiento y de difícil apoyo aéreo".212

175. Aunque resulte infrecuente, la restringida ubicación en el Huila de las


estructuras guerrilleras también se hizo evidente en algunos documentos operacionales
a los que ha tenido acceso la Sala. Por ejemplo, en Anexo B del Plan Democracia que
buscaba el resguardo de las elecciones regionales de octubre de 2007, se detallaba la
ubicación de los Frentes 13 y 61 de la siguiente manera213 (ver Tabla 1):

209 Defensoría del Pueblo. “Décimo sexto informe del Defensor del Pueblo de Colombia al Congreso de la
República. Bogotá”. Página 298.
210 Defensoría del Pueblo. “Informe de Riesgo No. 022-07 A.I. 17 de agosto de 2007”. Página 2. Los informes de

defensoría para los años 2006 y 2007 no mencionan el fenómeno de las MIPBC y solo en informe de abril de
2008 mencionan homicidios selectivos atribuidos a la fuerza pública.
211 Fiscalía General de la Nación. Informe de Policía Judicial No. 41 56520. Radicado 7334. Cuaderno 4. p. 59.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
212 Ibidem. Esta información contradice la que recopiló el despacho de la magistrada Julieta Lemaitre, en el

sentido de que el Frente 61 había desaparecido para 2003. Sin embargo, esta es información del Orden de
batalla del Frente 61 producido por la BR09 que, sin embargo, no hace referencias temporales que ubiquen al
lector. Por el carácter explícito de la orden de policía judicial, se entendería que se trata del año que interesaba
a la fiscal 39 especializada.
213 Ejército Nacional. Quinta División. Novena Brigada. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali

Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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Tabla 1. Ubicación de los Frentes 13 y 61 en octubre de 2007

Frente Comisión Ubicación

13 Comisión Vicente Veredas El Porvenir, Kennedy y Bruselas de Pitalito.


Marín Desplazamientos por veredas La Candela, Villa Fátima, Alto
del Obispo, Los Cauchos, Alto y Bajo Frugal en San Agustín

Comisión Inspección de San Juan de Villalobos en Santa Rosa, Cauca


Antonio José de
Sucre

Comisión Martín Coconuco en Cauca


Estrada

61 Compañía Sector Los Ángeles, Las Verdes y La Quisayá, con


William Tovar desplazamientos a San Marcos y San Adolfo
Ríos

Compañía Sector La Quisayá, la Estrella, Los Túneles, kilómetro 43 de la


William Aguirre vía entre Florencia y Suaza.
Martínez

Compañía Jesús Sectores de Aletones, San Antonio, Sarabando, El Chocho


Carvajal Morales

Fuente: Elaboración propia a partir de Anexo B del Plan Democracia de 2007.

176. Mediante la información de inteligencia se observa que la presencia de las


estructuras de las FARC-EP estaba territorialmente muy limitada, se caracterizaba por
desplazamientos de algunas de sus comisiones por el territorio, y en otros casos se
localizaba por fuera del Huila. Unos meses antes, en agosto de 2007, la ubicación de
aquéllas parecía mucho más circunscrita. Así lo indicaba oficio dirigido desde el
BIMAG al oficial B2 de la BR09 el 20 de agosto de 2007, en el que se dice que el Frente
13:

“En el presente periodo (…) ha permanecido replegada [sic] de la jurisdicción hacia el


departamento de Cauca. Quienes desplazan pequeñas comisiones conformadas por 04 y/o 06
terroristas portando armas de largo y corto alcance, desde el municipio de Piamonte (Cauca), hacia
inmediaciones de la vereda El Mármol, y estribaciones de la quebrada Las mazamorras en (…) San
José de Isnos”.214

177. Lo referente al Frente 61 parecía ser más crítico aún, puesto que no se referencia
ningún lugar del Huila con presencia de aquél, y más bien se le ubica en zonas de
Caquetá, de esta manera:

Ejército Nacional. Quinta División. Novena Brigada. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali
214

Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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“Las estructuras de esta cuadrilla presentan un incremento considerable en el desarrollo de


actividades de inteligencia sobre las tropas que adelantan operaciones militares, especialmente en
(…) Cartagena del Chairá (Caquetá) [mientras que] las milicias bolivarianas del 61 frente,
asentadas en la inspección Los Ángeles (…) de Belén de los Andaquíes incrementaron actividades
de inteligencia sobre la fuerza pública (…)”215.

178. Por otro lado, esta situación de las estructuras de las FARC-EP la refrendaron
algunos versionados, con una particularidad: los comparecientes ubicados en las
posiciones más bajas de la cadena de mando y, por ende, más próximos a lo que sucedía
en el territorio cotidianamente, recuerdan una menor presencia de las FARC-EP (ver
también: Infra, ambiente operacional). En tal sentido, los SLP coincidieron en describir
unas jurisdicciones con muy poco accionar de las estructuras armadas de la guerrilla
después del año 2005; incluso, algunos comparecientes refirieron muy pocos incidentes
ocurridos en las jurisdicciones de los batallones de interés incluso antes de esa fecha.
Por ejemplo, el SLP Julio César Ramos, adscrito al BIMAG, dijo que entre 2001 y 2003
no había participado en combates ni capturas:

“PREGUNTADO: ¿y usted recuerda en esa época del 2001 a 2003 cuál era la situación operacional?
¿quiénes eran digamos los enemigos que había que combatir en esa época? RESPONDIO: esto
siempre nos hablaban de la Trece, Cacique Gaitana la Trece, que era la que delinquía en esos
tiempos por allá, nos hablaban de ese, de ese grupo al margen de la ley. PREGUNTADO: ¿Y
durante esa misma época usted participó en algún combate contra ese grupo? RESPONDIO: no,
no mi señoría para esa época ningún combate tuve. PREGUNTADO: ¿participó en algún operativo
de captura? RESPONDIO: esto no, no, no.”216

179. Otros testimonios de soldados profesionales revelaron que las probabilidades de


entrar en combates con unidades de las FARC-EP en el centro y sur del Departamento
eran bajas. Por ejemplo, el SLP adscrito al BIPIG Luis Mulcué Sanza, le relató a la JEP
que hacia 2006 no se encontraban con el enemigo en jurisdicción del batallón y relacionó
esa ausencia con la presentación de falsos combates (ver desarrollo de estas opiniones
en: Infra, ambiente operacional):

“PREGUNTADO: pero antes de entrar a estos hechos, usted dice que se escuchaban unas cosas o
que se comentaba ese tipo de cosas. ¿Qué se comentaba? RESPONDIÓ: ejemplo, señor magistrado:
Catapulta 1 o Acorazado 1 dio una o tres bajas, pero no era FARC, sino delincuencia común,
entonces más de uno decía que eso era como raro, que no era legal, pero era comentario que usted
iba pasando así hasta que ya pasó todo esto. PREGUNTADO: ¿y por qué era raro? RESPONDIÓ:
porque nosotros como seres humanos sabemos cuándo las cosas están bien o mal, allá uno dice
“estos manes que son de Acorazado y dieron siempre bajas prácticamente legales, de FARC” y otros
pelotones que estaban en otro pueblo donde prácticamente no había enemigo, no había guerrilla,
o al menos casi nunca había presencia, entonces uno decía que era raro. Pero uno tampoco le daba
mucha importancia porque no era así como que uno saliera a decir “yo lo vi” ...”217 (negrillas
agregadas)

180. Por el contrario, los altos mandos de la BR09 y de los batallones de interés fueron
menos enfáticos respecto a la ausencia de grupos de combatientes de las FARC-EP en

215 Ejército Nacional. Quinta División. Novena Brigada. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
216 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julio César Ramos Zapata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0245.
217 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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el Departamento. Como se verá, en sus VV fueron escasas las menciones a los repliegues
de las FARC-EP después de 2002, aunque paradójicamente mencionaron que en el
Huila la amenaza de la organización guerrillera se daba mediante milicias. Estos
aspectos relacionados con la situación de las jurisdicciones presentados por los
comparecientes y sus concepciones en torno al contexto operativo en el que se dieron
los asesinatos y desapariciones forzadas atribuidos a integrantes de las unidades
militares investigados por la Sala serán expuestos con más detalle a continuación.

3. Ambiente operacional en el departamento del Huila 2005-2008.

181. Este apartado expone las visiones de los militares sobre el ambiente operacional
predominante en las jurisdicciones de las unidades militares aquí analizadas. Esto con
el fin de contrastarlas con las dinámicas del conflicto conocidas para el periodo de
interés de la Sala y analizar si los resultados operacionales que reportaban eran
coherentes con lo que le manifestaron en sus versiones voluntarias a la Magistratura.

182. Como se verá eventualmente, una porción significativa de los comparecientes -


sobre todo aquellos ubicados más abajo en la jerarquía y el mando militar- describieron
un ambiente operacional de sus jurisdicciones en el que existían riesgos para la tropa
localizados en algunas veredas y relacionados con formas de operar particulares de la
guerrilla. Sin embargo, fue generalizada la percepción de que las amenazas a su
seguridad se encontraban muy reducidas. La disminución de estos riesgos es
coincidente con lo que se halló en múltiples fuentes sobre de la situación de las FARC-
EP en el centro y sur del departamento entre 2005 y 2008. Estos comparecientes
frecuentemente relacionaron esta situación con los asesinatos y desapariciones forzadas
en los que participaron, puesto que las posibilidades de entablar combates eran bajas
mientras existían presiones por resultados operacionales provenientes de algunos de
los comandantes de los batallones.

183. Estas particularidades del ambiente operacional de las jurisdicciones fueron


descritas, casi siempre, de forma distinta por los altos mandos de los batallones -e
incluso de Brigada- en sus versiones voluntarias. Estos comparecientes sostuvieron que
el ambiente operacional en las jurisdicciones de las unidades que comandaban era de
extremo cuidado y las amenazas contra la seguridad de las tropas y la población civil
eran constantes.

184. Aunque el texto se concentra en el periodo entre 2005 y 2008, fue necesario incluir
opiniones de los comparecientes en torno a procesos o dinámicas que se dieron en años
anteriores, pero que modificaron el contexto departamental. Este fue el caso de
manifestaciones en torno a la importancia de la ZD para entender los sucesos en el Huila
en años posteriores a su final o respecto a cambios en el conflicto armado que produjo
la PSD.

185. Los tres apartados que componen este subcapítulo están organizados de manera
diferente, intentando responder a lógicas que se identificaron en las versiones
voluntarias. De esta manera, el primero está dedicado a lo afirmado por los integrantes
de los tres estados mayores del periodo que se analiza en esta decisión y se organiza
por comandancias, de la primera (la del CR Pérez Guarnizo desde 2004) a la última (la

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del CR Pérez Laiseca, finalizada en 2009).

186. Para ilustrar los periodos en los que los diferentes oficiales hicieron parte de la
BR09, a continuación se incluyen gráficas con líneas de tiempo de los comandantes y
oficiales de operaciones e inteligencia de esa unidad operativa menor entre 2005 y 2008.

Gráfica No. 4 Línea de tiempo de comandantes de la BR09 2005-2008.

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Gráfica No. 5 Línea de tiempo de oficiales de operaciones e inteligencia de la BR09


2005-2008.

187. Por su parte, el segundo está dedicado a lo sostenido por los comparecientes
adscritos al BIMAG y al BIPIG y se organizó por rangos de los versionados. De esta
forma, se construyeron tres subapartados: uno orientado a las afirmaciones de los SLP;
otro a los de los suboficiales y oficiales subalternos; y el último a los de los comandantes
e integrantes de la plana mayor de los batallones. Lo anterior se planteó así debido a las
significativas diferencias entre lo aseverado por unos y otros en torno al ambiente
operacional de las jurisdicciones de sus batallones (sobre todo entre los de menor y
mayor rango).

188. Para ilustrar los periodos en los que los diferentes oficiales hicieron parte del
BIPIG y el BIMAG entre 2005 y 2008, a continuación se incluyen gráficas con líneas de
tiempo de los comandantes y oficiales de operaciones e inteligencia de esas unidades
tácticas.

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Gráfica No. 6 Línea de tiempo de comandantes del BIPIG 2005-2008.

Gráfica No. 7 Línea de tiempo de oficiales de operaciones e inteligencia del BIPIG


2005-2008.

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Gráfica No. 8 Línea de tiempo de comandantes del BIMAG 2005-2008

Gráfica No. 9 Línea de tiempo de oficiales de operaciones e inteligencia del BIOIG


2005-2008.

189. El último componente, dedicado a lo expresado por los comparecientes adscritos

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a la AFEUR 11, no fue subdividido debido a que se contaba con pocas versiones (6) y a
que no se encontraron elementos que las diferenciaran significativamente. A
continuación, se inicia la exposición de las explicaciones de los comparecientes adscritos
a la BR09, todos oficiales de alto rango (de MY a BG) con extensas carreras militares y
pertenecientes a los estados mayores de las tres comandancias que han interesado a la
Magistratura.

3.1. Ambiente operacional de la BR09, según los comparecientes ante la JEP.

190. La información sobre el ambiente operacional que entregaron los


comparecientes que pertenecieron a los estados mayores de la BR09 será presentada de
manera cronológica: en el primer apartado se expondrá lo afirmado por el entonces
coronel Miguel Ernesto Pérez Guarnizo y los integrantes de su estado mayor; seguido
por el general Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar y quienes lo acompañaron
comandando la brigada; para finalizar con el general William Fernando Pérez Laiseca
y los subalternos que ocuparon los cargos más importantes de la unidad. Como se verá,
el CR Pérez Guarnizo fue quien ofreció una imagen más completa del ambiente
operacional en la jurisdicción de la BR09.

191. La información entregada por los exmiembros del estado mayor de la brigada
permitió hallar algunas particularidades: durante la comandancia del CR Pérez
Guarnizo se creó el Comando Operativo No. 5 (CO5), lo que hizo que una parte
importante de sus explicaciones se concentraran en los objetivos y logros de esa unidad.
Aunque durante los periodos de los otros comandantes no se crearon nuevas unidades,
estos siempre mencionaron al CO5, lo que revela la importancia operativa que adquirió
esta unidad.

192. Por otra parte, todos los comparecientes (comandantes y jefes de Inteligencia y
Operaciones de la BR09) indicaron que la jurisdicción de la unidad presentaba múltiples
retos y dificultades. Sin embargo, solo el CR Pérez Guarnizo subrayó mejoras en el
orden público y transformaciones significativas en la presencia de las FARC-EP en el
Departamento y en su capacidad de golpear en el centro del Huila y en la capital
departamental. De manera tangencial, el TC Pedro Iván Molina Hidalgo, oficial de
inteligencia durante la comandancia de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, pareció
referir pequeñas pero significativas modificaciones en la situación departamental y el
TC Ariel Vargas Solano, aunque no se refirió al periodo en el que acompañó a la
comandancia de la brigada, también mencionó algunos cambios en el conflicto armado
en el ámbito nacional con efectos en la jurisdicción de la BR09.

193. Es probable que esa diferencia en la exposición de las transformaciones en el


ambiente operacional entre el CR Pérez Guarnizo y los siguientes comandantes haya
sido provocada por las mejorías en la situación de orden público departamental que se
dio en los años iniciales del periodo de interés de la Sala (2004-2006) y que se mantuvo
en los periodos siguientes.

194. Por otro, lado, aunque la mayoría de los altos mandos referenciaron una
jurisdicción con muchas amenazas para las tropas y la población civil, sus dichos se
concentraron en la situación que se experimentaba en puntos específicos de la

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jurisdicción: al norte del Departamento; en la zona en la que actuó el Comando


Operativo 5 (CO5) al oriente de la jurisdicción en límites con Caquetá; y al centro-
oriente, en límites con Cauca. Así mismo, mencionaron significativamente menos la
situación del centro y el sur del Huila, donde los Frentes 13 y 61 eran la preocupación
del BIMAG y el BIPIG. Por el contrario, varios comparecientes pertenecientes a los
estados mayores de la BR09 expresaron que la atención de las comandancias de la BR09
parecía estar puesta en zonas del norte y en inmediaciones de la capital departamental.
Lo verdaderamente llamativo en este punto es que en las versiones no se escuchó que
el énfasis de las operaciones militares o el esfuerzo principal con ellas se concentrara en
las zonas central y sur del departamento, donde sí se presentaba el mayor número de
reportes de muertes en combate, lo cual es un indicio grave de responsabilidad de
algunos comparecientes.

3.1.1. Ambiente operacional descrito por el CR Miguel Ernesto Pérez Guarnizo y


su estado mayor.

195. El entonces coronel Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, comandante de la BR09


desde finales de 2004 hasta mediados de 2006, fue el compareciente que más
extensamente se refirió al contexto operacional que se presentaba al llegar a la unidad,
a las decisiones operativas que se tomaron para cambiar las dinámicas que venía
presentando el conflicto armado en el departamento y a las mejoras en la situación de
orden público que estas decisiones provocaron. De esta manera, sus afirmaciones
permitieron comparar la situación previa a su llegada y la observada durante su paso
por la unidad.

196. Entre otras cosas, le dijo a la JEP que el alto mando del Ejército tenía grandes
preocupaciones respecto al departamento para cuando llegó a comandar la brigada, ya
que el general Reinaldo Castellanos Trujillo, comandante del Ejército Nacional y
oriundo del Huila, le comentó que ese año (2004) se presentaba una situación crítica
respecto al secuestro allí218. El oficial recalcó que a su llegada se le indicó que, además
del secuestro, debían mejorar los indicadores respecto a la extorsión, fenómeno que
también golpeaba con fuerza. Así mismo, se le plantearon otros objetivos relacionados
con:

“(…) incrementar los resultados operacionales de la unidad operativa menor con respecto al
primer semestre, incrementar el control territorial y la seguridad en el área de responsabilidad de
la unidad operativa menor, disminuir índices de secuestro. En ese momento ¿por qué hago énfasis
en esto? El primer factor que tenía el Huila en ese año (…) se llamaba extorsión y secuestro. Y
estaba paralizado el Huila en su economía, sus procesos sociales, en muchos temas, y era un tema
repetitivo ante el Gobierno la situación del Huila en ese sentido (…) Disminuir la cantidad de

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de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. Según manifestó el compareciente, el general Castellanos le dijo: ““mi coronel,
ayúdeme a recuperar mi tierrita, está secuestrada en sus casas”. Como ya se ha visto en el apartado dedicado
al contexto departamental, esto coincide con lo que han dicho instituciones del Estado como el Observatorio
Vicepresidencial de DDHH y DIH y que muestran que 2004 fue el último año de la década en el que se presentó
un aumento de los secuestros en el Departamento. A partir de 2005, se observaron disminuciones considerables
y sostenidas en el número de este tipo de victimización en el Huila.

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retenes ilegales, quema de vehículos y secuestro masivo en las vías de la población del
departamento del Huila”219.

197. Quien acompañó al CR Pérez Guarnizo como oficial de inteligencia (B2), TC


Hernando Chávez Muñoz, recordó ante la Magistratura la primera reunión sostenida
en la BR09 cuando arribó a la unidad, en la que se le entregó un panorama completo de
la situación de orden público en el Huila y se le hizo énfasis en el tipo de acciones y
fenómenos criminales que debía contrarrestar la brigada. Según dijo, se le describió una
situación departamental crítica, con acciones de parte de grupos armados que incluían
secuestros, abigeato, extorsión, asesinatos, retenes ilegales, quema de vehículos,
voladura de infraestructura y reclutamiento de menores220.

198. Aunque el listado de acciones de la guerrilla que hicieron el CR Pérez Guarnizo


y el TC Chávez Muñoz fue amplio, estas parecían darse en zonas específicas de la
jurisdicción, ya que el CR Pérez Guarnizo ubicó las amenazas en la cordillera Oriental,
en límites con Caquetá y con los municipios que habían sido parte de la ZD, de la que
decía que, aunque derogada años atrás, todavía proyectaba su influencia sobre la
situación de orden público departamental221. Por su parte, el TC Chávez Muñoz también
mencionó la influencia de la ZD en la situación de orden público departamental y en la
percepción de inseguridad en Neiva. El oficial describió esta situación como producto
de las acciones que las FARC-EP realizaron en la ciudad durante su vigencia y de su
importancia dentro de la operatividad guerrillera:

“(…) la zona de distensión se convirtió en qué, en la actividad del narcotráfico, en la actividad del
secuestro, en la extorsión, en el robo del abigeato del ganado [sic], en el robo de vehículos y motos,
esa era su principal actividad allá [en Neiva] de los grupos al margen de la ley, entonces ¿qué paso?
resulta que Neiva se convierte en el centro de gravedad para la parte logística, no solamente de la
amenaza que está aquí alrededor del departamento, sino que se convierte en la zona, en el punto
de gravedad para la logística del Bloque Oriental” (…).222

199. Estas características del ambiente operacional de la BR09 descritas por los dos
oficiales, coinciden a grandes rasgos con lo que han dicho múltiples fuentes de carácter
público sobre la situación en el Huila durante la vigencia de la ZD: que sirvió a las
FARC-EP para proyectar su influencia en regiones vecinas, y que el Huila sufrió
especialmente la capacidad de la guerrilla de golpear la capital departamental y
municipios aledaños, y refugiarse en la zona desmilitarizada (ver supra).

200. Para cuando el CR Pérez Guarnizo llegó a comandar la BR09, la situación parecía
mantenerse crítica. Al parecer, aunque derogada la ZD y ubicadas las FARC-EP en las
periferias del departamento, estas habrían mantenido la capacidad de golpear el centro
y la capital. Pérez Guarnizo indicó que la geografía del departamento le permitía a la
guerrilla atacar en el valle central y resguardarse en poco tiempo en las cordilleras o al

219 Ibidem.
220 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Hernando Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549.
221 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.
222 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hernando Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549.

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sur en el Macizo colombiano. Además, la existencia de sectores productivos dinámicos


en el Huila servía de incentivo para que las FARC-EP extrajeran rentas mediante la
extorsión y el secuestro en el departamento. La Magistratura también recibió del alto
oficial información de las amenazas que debían enfrentar algunas de las unidades
militares y la relación entre la geografía del departamento, la ubicación de las
estructuras guerrilleras y la operatividad de los batallones:

“(…) La guerrilla salía era sobre la vía, hacía la acción y se replegaba. Entonces me acuerdo que al
Tenerife le salía en 2 o 3 puntos: uno era por aquí en el cruce de Aipe y el otro era casi que aquí
donde la cordillera se acerca a la vía (señala el norte del departamento, cerca de la cordillera
central). Mientras que en esta parte encajonada (centro del departamento) ahí a 10 minutos ya
estaban en la cordillera, salían mucho en esta zona. El Tenerife tenía menos implicación de ese tipo,
en lo que era el plan Soberanía, que era el control vial. En esta parte se daban con mucha más
frecuencia, porque es una parte montañosa (señala la cordillera oriental al sur del departamento).
Aquí alcanzamos a ver la morfología de la cordillera oriental, la cordillera central y se alcanza a
ver algo del valle. En esta parte que el valle es más angosto, es donde más se presentaban impactos.
En esta parte [al norte del Huila] donde les queda más difícil la salida y la alejada hacia la cordillera
tenían sólo dos puntos (…) El enemigo de la Teófilo, que está sobre Balsillas, sobre Algeciras, no
es el mismo enemigo que enfrenta el Tenerife al norte, dónde está más atento, la cuadrilla 17 está
más atenta al tema de la Omega sobre la Uribe que a nosotros, y fuera de eso no tiene mayor
impacto porque es pura cordillera. La única población que la afectaba allí en esa punta que usted
ve, es Colombia, Huila, es un municipio de Colombia. Y hubo unas 2 acciones allá únicamente
digamos de impacto en esos 2 años. Sin embargo, allá tenían que estar haciendo el bloqueo para
que esa cuadrilla no tuviera injerencia sobre Neiva. Mientras que la Teófilo sí tenía como misión
trabajarle el secuestro, a la extorsión, mantener impactado a Neiva, para mantener su flujo de
recurso económico, para el Bloque Oriental y el Bloque Sur, lo que es el recurso económico, que en
ese momento la Omega lo estaba impactando, quitándoles cultivos de coca, negándole acceso a
áreas de recursos, controlándole la ganadería y entonces estaba sintiendo que se estaba quedando
sin recursos”223.

201. Así mismo, para 2004 el dispositivo de las FARC-EP tenía tal potencia, que el
Ejército Nacional se dedicaba a contener al enemigo para evitar que llegara hasta Neiva
y a otras cabeceras municipales. Así lo expresó el CR Pérez Guarnizo cuando dijo que
una de sus decisiones más relevantes como comandante fue cambiar esta dinámica de
contención por una más ofensiva, que buscaba golpear a la guerrilla en sus áreas base,
ubicadas en las cordilleras Oriental y Central (ver con más detalle infra):

“(…) con los nuevos oficiales que llegaron, más o menos en marzo [de 2005] (…) decido cambiar
el plan de campaña, con unas directrices que me da el comandante de la División, que también
orienta el tema, a quien le expongo la situación. El comandante del Ejército era del Huila, él
quería… “mi general podemos hacerlo, pero vamos a necesitar cambiar la dinámica”, y la dinámica
que se plantea es seguir controlando las vías, disminuir los secuestros, pero buscar atacar las áreas
base de la guerrilla, que es donde no se metían porque estaban en la cordillera, muy difíciles, donde
hay que llegar sudando el tema, hay que empeñarse en combate, donde hay que, el esfuerzo es
mucho mayor, pero allá es donde estaban tranquilos. Mientras estuvieran tranquilos bajaban a
hacer las acciones y nadie los molestaba arriba. Y se empieza a generar un análisis hacia dónde
orientar los esfuerzos y a buscar las áreas bases de estas cuadrillas, especialmente la que se me dio
como objetivo principal, que fue la cuadrilla Teófilo Forero.”224

202. El siguiente mapa presenta ubicaciones aproximadas de campamentos

223 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.
224 Ibidem.

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transitorios o permanentes de las FARC-EP para el periodo 2004 – 2006, según lo


descrito en las versiones voluntarias de comandantes de la Novena Brigada. En lo que
se puede observar, hubo campamentos en las zonas altas al sur del Huila en límites con
Cauca y Caquetá cerca de las áreas protegidas como el PNN Puracé en límites con el
Cauca teniendo control del complejo de páramos y la vía que conecta Isnos con
Popayán; y al suroriente, el PNN El Guácharo en límites con el Caquetá donde indican
presencia en las partes altas de Acevedo teniendo conexión con Florencia y Belén de los
Andaquíes. También establecieron campamentos en las partes altas del norte de
Algeciras hacia San Vicente del Caguán en Caquetá.

Mapa No. 7. Áreas campamentarias de las FARC_EP 2004-2006

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203. Otro aspecto que resultó fundamental en los cambios que experimentó la
situación de orden público departamental fue la creación de un grupo interinstitucional
en el que tenían asiento la Policía Nacional, la FGN, el DAS, entre otras instituciones, y
que buscaba coordinar esfuerzos para judicializar efectivamente a los integrantes de la
guerrilla225 y de organizaciones delincuenciales226. También con la población civil se
crearon espacios de interlocución, como lo mencionó el CR Pérez Guarnizo cuando
habló de la existencia de una comunicación fluida con sectores económicos del
departamento y de espacios de encuentro para tratar sus necesidades de seguridad para
el desarrollo de actividades comerciales y productivas227.

204. A pesar de esas novedades, el CR Pérez Guarnizo dijo a la JEP que las amenazas
en la jurisdicción permanecían tras su primer año de comandancia y que para cambiar
la dinámica había necesidad de un aumento significativo del pie de fuerza de la unidad.
En este sentido, el compareciente le contó a la Magistratura que a inicios de 2006 expuso
a los comandantes de la DIV5 y del Ejército la urgencia de crear un Comando
Operativo228.

205. Esta nueva unidad, denominada Comando Operativo 5 (CO5), buscó ubicar
tropas del Ejército Nacional en una zona que no se estaba “impactando” mediante la
operatividad militar y por la que se movilizaba la guerrilla hacia el Huila. Con la
autorización del general Reinaldo Castellanos Trujillo, comandante del Ejército

225 Este aspecto de las labores del grupo interinstitucional también fue mencionado por el TC Chávez Muñoz
en su VV, que además expuso que en este comité hacía presencia la RIME5. El CR Pérez Guarnizo mencionó
que el comité trabajaba con instancias de inteligencia del Ejército Nacional de carácter divisionario, como la
RIME5 y la RIME8.
226 El CR Pérez Guarnizo también dijo que existían presiones políticas regionales por hacer más eficiente la

lucha contra las organizaciones guerrilleras y delincuenciales, y que parte de la estrategia para cumplir con
esos objetivos implicó la creación del comité: “(…) la parte política tenía razón, estaba reclamándole al
Gobierno central que el Huila estaba totalmente bloqueado en su desarrollo económico y estaba secuestrado
en sus casas, por temor a la Teófilo Forero y a la cantidad de secuestros que se daban en cualquier vía y en
cualquier ruta del departamento. Entonces ese era un imperativo donde teníamos que coordinar todos,
inclusive la Fiscalía, el CTI, trabajaban muchísimo, y se creó este grupo institucional, interinstitucional porque
muchas veces se conocían o se veían los delincuentes en la calle y la gente decía “pero no hacen nada con los
que están secuestrando, con los que están extorsionando, siguen andando en las calles y los seguimos viendo”.
También mencionó presiones políticas en el caso específico de un cierre de la vía entre Huila y Putumayo, en
el paso del Puente Villalobos, aunque no detalló qué autoridades civiles las ejercieron.
227 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. De hecho, el compareciente mencionó los convenios que se firmaban con sectores
económicos, como el petrolero o el energético, para que, a cambio de recursos económicos, las empresas
contaran con seguridad proveída por el Ejército Nacional: “Sobre todo, en el sector transportes, tal vez, sector
energético y sector petrolero, eran como los sectores que aportaban más en estos convenios. De hecho, en algún
momento, puede aparecer en un INSITOP, que no aparece allí dentro de las unidades, pero había del Batallón
Tenerife, buena parte de sus tropas estaban comprometidas en una Fuerza de Tarea que se llamaba Fuerza de
Tarea Andaquíes, si no estoy mal, Andaquíes, que era el destino de 4 o 5 u 8 pelotones, que estaban controlando
y custodiando la seguridad de la parte productiva de los pozos petroleros que estaban en el norte del Huila, y
alguno muy eventual, una parte muy pequeña estaba hacia el sur, por allá en el Pigoanza tal vez, o Magdalena,
no recuerdo. Pero la mayoría de la parte energética y productiva del tema de petróleo estaba concentrada hacia
el norte del Huila. Y allí existían varias bases que estaban asegurando parte de esa infraestructura en forma
permanente”.
228 Ibidem.

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Nacional, se creó la unidad para actuar en límites entre Huila y Caquetá, a la altura de
Algeciras. Esta habría sido fundamental para el repliegue de algunas estructuras de la
CMTF, ya que, según dijo el compareciente:

“(…) yo lo buscaba [al CO5] era para frenar toda esta parte en la cordillera, pero no siempre sale
como uno lo plantea. Y me lo dieron, me lo autorizaron, pero me dieron responsabilidad
jurisdiccional adicional, es decir, a partir de, no recuerdo la fecha (…) me autoriza el Comando
Operativo 5, lo crea la División, me lo pone a mando de la Novena Brigada, que no es usual, pero
también (…) me aumenta mi jurisdicción. Me aumenta las tropas, pero me aumenta la
responsabilidad también, inclusive del otro lado de la cordillera [en Caquetá] donde se me
dificultan más comunicaciones, donde los procesos de logística son muy difíciles, pero se
desarrolla esta misión con el Comando Operativo 5. Y se pone en cabeza un coronel con base en
Algeciras. Y ahí cambia la dinámica operacional. Entonces para el primer semestre del 2006,
encontramos que nos metemos a los campamentos, empezamos a impactar las áreas base de la
guerrilla, y la guerrilla empieza a dispersarse por toda la zona, porque se saca de esos
campamentos. Y en el registro operacional, tengo los campamentos, no sé cuántos, pero fueron
muchos, donde entramos a campamentos en esa zona, a destruir esos campamentos, a ocuparlos
y a ocupar la cordillera oriental. Pero también tengo una parte jurisdicción que no es mía, que no
es del Huila, que es Santa Rosa. Esto es parte del Cauca, la bota caucana (…) Y esta área también
la recibo o está ya incorporada como parte de la jurisdicción. Entonces uno analiza, para el segundo
año, termina el primer año, ve los resultados y hace una apreciación con su Estado Mayor, ¿qué
cambió? Ah bueno la dinámica, la Teófilo la alejamos, disminuyeron los secuestros, ¿a qué le estaba
apuntando ahora? No, se nos están cargando la mano hacia este sector (señala el Cauca), nos
piensan atacar el Batallón Magdalena, trataron de tomarse el Batallón Pigoanza. Empezaron a
cambiar la dinámica del enemigo, entonces uno acomoda, de acuerdo a [sic] lo que ve en la presión
del enemigo, acomoda cómo va a combatir ese otro periodo al enemigo. Y allí es cuando organizo
esto y me asignan estas tropas. Esto es para fecha, ya le diré, pero esto es empezando, esto debe
ser febrero o marzo del 2006. (…) La situación del Huila era muy particular y por eso el
comandante del Ejército tomó la decisión de intervenirlo con tropas de varias unidades y formar
ese Comando Operativo, que la verdad sirvió muchísimo en el ámbito de la situación y del respiro
que tuvo Huila después de ese año”229.

206. Estos cambios táctico-estratégicos se acompañaban del diseño de operaciones


militares que buscaban contrarrestar el accionar guerrillero. Según dijo el CR Ricardo
Marín García, Jefe de Estado Mayor de la BR09 entre 2005 y 2007 (durante las
comandancias del CR Pérez Guarnizo y el GR Lasprilla Villamizar), hacia el norte, en
zonas del Frente 17, la BR09 implementó la operación Emblema; en las zonas a cargo
del CO5 se llevaba a cabo la operación Halcón Negro; la operación Alfa también tenía
lugar en el norte del Departamento, en límites con Tolima (en donde se ubicaba el Frente
17); mientras que al sur, en las jurisdicciones del BIPIG y el BIMAG, con presencia de
los Frentes 13 y 61, se implementó la operación Luminoso. Por último, la operación
Soberanía se encargaba de la seguridad vial del Departamento.230

207. Con base en la información suministrada en versión voluntaria por los


comandantes de la Novena Brigada, el Equipo de Análisis Espacial de GRAI elaboró
para la Sala el siguiente mapa, en el que se muestran áreas de influencia que rodean los
campamentos aproximadamente a un radio de 5 km. Las formas alargadas infieren
continuidades de control y movilidad de las áreas campamentarias en zonas

229 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. En palabras del CR Ricardo Marín García, el objetivo del CO5 era “atacar a la CMTF”.
230 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Marín García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0627.

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estratégicas sobre todo en las partes altas de las cordilleras central como en el PNN
Puracé para controlar la vía de Isnos que va al Cauca. Por el lado de la cordillera oriental
las áreas campamentarias se establecen en las zonas altas de Acevedo en la zona del
PNN El Guácharo que conecta con los municipios de San José del Fragua y Belén de
Andaquíes del departamento del Caquetá, otro eje de movilidad es el de las partes más
altas de Algeciras que conectan con San Vicente del Caguán.

Mapa 8. Áreas campamentarias y ejes de movilidad de las FARC-EP, 2004 – 2006.

208. El CR Pérez Guarnizo confirmó este diseño y ubicación de las operaciones


militares y añadió que durante su comandancia tuvo dos objetivos principales: (i)
romper la asociación entre la guerrilla y la delincuencia común, para lo que concentró

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esfuerzos en erosionar “la parte logística de recursos financieros de las FARC-EP”; y (ii) se
propuso llegar hasta los campamentos de la guerrilla, en zonas antes vedadas para las
fuerzas de seguridad del Estado. Además, a un tupido dispositivo guerrillero se le
contrapuso el diseño de operaciones militares que abarcaban la totalidad de la
jurisdicción de la BR09, de la siguiente manera:

“(…) se generan unos planes, que son unas órdenes de operaciones puntuales, unas operaciones
que se llamó la Alfa, la Emblema, la Halcón Negro, la Luminoso, y la Soberanía. La Soberanía iba
enfocada a controlar el eje vial y la parte de transitabilidad [sic] productiva del Huila. No podía
pasar nada en las vías, porque estaba impactando la economía del departamento y de otros
departamentos, como el Caquetá y Putumayo inclusive. Y la Emblema iba a bloquearle al Frente
17, porque la Omega estaba haciendo presión hacia la cordillera de ese Frente, entonces por este
lado se le bloqueaba, se hacía una operación de bloqueo sobre esa cordillera. Y Halcón Negro era
donde estaba, digamos la dinámica más fuerte, que nos afectaba al Huila, que era donde estaba la
Teófilo Forero. Y hacia allá se enfocaron las baterías, no solamente en irlos a buscar en las áreas
campamentarias, sino también con este grupo interinstitucional, que era direccionado por la
División, en judicialización (…) No solamente fue una acción de tipo militar, sino fue una acción
jurídica también de judicialización de todos estos individuos de estos Frentes que podíamos
identificar, la acción de captura que se da 5-8 meses, 10 meses después, uno quisiera que fuera más
rápido, y los procesos de ir a buscarlos en sus áreas bases. Eso fue la dinámica, como planteamos
para el periodo mío, la misión de la Novena Brigada en el primer año. Y así se desarrolló en el
primer año. El éxito fue muy reconocido. Indudablemente tuvimos muchas visitas del señor
presidente allá, por muchísimos temas de impacto, pero fuimos disminuyendo el secuestro (…)
fue una bajada bastante fuerte”231.

209. Producto de estos cambios y diseños se habrían dado mejoras significativas en el


ambiente operacional de la Brigada ya para 2006. Por ejemplo, el CR Marín García le
dijo a la Magistratura que los secuestros se habían reducido ostensiblemente ese año
con respecto a los anteriores y que sabía que se habían producido solo seis plagios
durante 2006 en jurisdicción de la Brigada232. También el CR Pérez Guarnizo le describió
a la Magistratura una mejoría notoria en la situación del secuestro en el departamento
durante su comandancia que se habría sustentado en acciones como la creación de una
línea telefónica que facilitaba la comunicación con la población y la reacción de las
fuerzas de seguridad, entorpeciendo el traslado de las víctimas hacia la cordillera
Oriental. Las dificultades para asegurar a los plagiados también se dieron por la
implementación de un Plan Candado en el que participaban las unidades con asiento
en la capital departamental, como la AFEUR 11, el Gaula Huila y hasta el Batallón de
Apoyo y Servicios Para el Combate (A.S.P.C.) No. 9 “Cacica Gaitana”. El compareciente
también le otorgó un rol importante en la disminución del secuestro a las efectivas

231 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. El CR Ricardo Marín García le dijo a la JEP que en 2006 recibieron múltiples visitas del
Presidente de la República, congresistas, embajadores y del comandan te del Ejército Nacional, General Mario
Montoya. Según dijo el compareciente, el General Montoya visitó el Huila el 18 de marzo de 2006. El día
anterior se había producido el asesinato por parte de tropas del BIPIG de José Néstor Rivera, hecho sobre el
que se pronuncia esta Sala en la presente decisión.
232 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Marín García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0627. Esto
también se confirma a través de los datos que se tienen sobre el secuestro en el Huila y que se presentaron en
el apartado de evolución del conflicto armado en el departamento.

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judicializaciones posibilitadas por las acciones del comité interinstitucional233.

210. Sin embargo, los éxitos en la estrategia diseñada por el CR Pérez Guarnizo y su
Estado Mayor tuvieron un revés el 27 febrero de 2006, cuando un comando de la CMTF
incursionó desde Caquetá y asesinó a 9 concejales de Rivera, a 20 kilómetros de
distancia de Neiva. Para ese momento se estaban entrenando las tropas que iban a hacer
parte del CO5 y que provenían de otras unidades militares adscritas a la BR09, pero
también procedentes de otras partes del país234. Para el entonces comandante de la BR09,
la conformación y puesta en funcionamiento del CO5 fue fundamental para la
estabilización del predominio del Ejército Nacional en el departamento, y junto con las
actuaciones del comité interinstitucional obligaron al abandono de algunos jefes
guerrilleros de sus zonas de ubicación tradicionales235. Según planteó el alto oficial, el
CO5 modificó la amenaza sobre Neiva, aunque los efectos debieron sentirse sobre todo
en la siguiente comandancia de la brigada:

“(…) digamos que los resultados [de la creación del CO5] no se vieron en gran medida en mi
periodo (…) digamos que el impacto, sí tuvo un impacto bastante fuerte, porque la amenaza la
corrimos al otro lado de la cordillera, pero el impacto mayor seguramente lo vino a tener el
comando siguiente al mío, porque duré buena parte del tiempo entrenándolas y organizándolas,
que fueron como 2 meses. Entonces realmente, en la operación directa, allá en la jurisdicción, para
que se sintiera este impacto sería sobre los 2 meses finales de mi periodo. Pero sí sirvió mucho
porque la amenaza se retiró, la injerencia de este grupo sobre Neiva, se sintió el cambio, porque
sacamos la guerrilla de sus campamentos que estaban en esa cordillera (…) Pero ahí donde estaban
tranquilos, en sus campamentos, con toda seguridad se empezó a afectar más o menos entre marzo
y abril del 2006 y se vio en el resultado y en la percepción de seguridad, especialmente de la capital
y sus alrededores.”236

211. El CO5 no era la única unidad de carácter especial con la que contaba la BR09. El

233 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557. El compareciente mencionó el caso de una familiar de los dueños de Arroz Roa que,
después del rapto y ante la imposibilidad de llevarla a una zona segura, fue asesinada por la guerrilla durante
el asedio del Ejército Nacional.
234 Ibidem. Al respecto, el compareciente también dijo: “(…) Lo de Rivera fue un impacto muy grande, que nos

dio un paso atrás y asustó mucho los concejales [sic], el asesinato de 9 concejales, con una incursión entre las
tropas y caerle a un sitio donde ya se había anunciado que iban a hacer una acción, que por inteligencia se
tenía alguna información, pero los concejales estaban en un sitio reunidos y alguien los condujo a ese sitio, otro
concejal (…) nos echó para atrás los pasos que veníamos dando ya en recuperación del territorio”.
235 Ibidem. El oficial comentó: “(…) hubo unos cabecillas que se vieron obligados a abandonar la zona, porque

sabían que ya estaban judicializados, que los estaban buscando, y les tocó abandonar la zona. Esas también
son bajas y se tienen en cuenta, porque, por ejemplo, no recuerdo, a algún alias le tocó irse de la zona porque
sabía que lo estaban persiguiendo y lo decíamos por radio “ya está judicializado, estamos capturando, los 40
días siguientes pasa esto, o se va o se entrega o enfrenta a las tropas”.
236 Ibidem. El CO5 también habría provocado el repliegue de la CMTF: “Hubo algunos combates con el

Comando Operativo 5 pero abandonó sus espacios y ocupamos los campamentos casi que sin resistencia,
muchos de los campamentos, y se vio replegada hacia el costado oriental y dejó una compañía que fue la
compañía Ayiber González, que es una parte de la estructura de la Teófilo Forero (…) No sé qué pasó después,
pero ese enemigo tuvo que irse para alguna parte. Tuvo que irse para alguna parte porque el Comando
Operativo le ocupó su espacio, que es una manera de afectar al enemigo, le ocupó el territorio y le controló sus
vías de comunicación y el territorio donde se encontraba inicialmente”. Resulta interesante que el
compareciente nunca usó la expresión “repliegue” para referirse al abandono de parte de las estructuras de las
FARC-EP del territorio que venían ocupando. En su lugar, siempre dijo que las fuerzas guerrilleras se
“dispersaron” por el territorio

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TC Oswaldo Peña Bermeo, oficial de operaciones (B3) durante la comandancia del CR


Pérez Guarnizo, entregó información a la Magistratura sobre la Fuerza de Tarea Arpón,
de la que expuso que fue creada en 2004 a raíz de los secuestros masivos en Neiva
llevados a cabo por la CMTF y a la utilización de la zona de Balsillas como lugar de
paso de las unidades guerrilleras con secuestrados hacia el Caquetá 237. El TC Hernando
Chávez Muñoz, que fungió como B2 durante esta comandancia y que había sido
asignado a la FUTAR cuando llegó a la brigada, coincidió en los objetivos que se le
entregaron a la unidad, enfatizando en las tareas de control militar de área que se le
asignaron:

“(…) la misión de la fuerza de tarea Arpón es una base en el sector de Balsillas, esa base lo único
que cumple ahí es la misión de controlar ese punto estratégico que era un corredor de movilidad
de las FARC-EP, de un frente de las FARC del bloque oriental y de la columna móvil Teófilo Forero
hacia la parte del departamento del Caquetá, entonces la misión era control de área de ese punto
(…) lo que estuve allá no desarrollábamos operaciones sino que era control de ese punto de área,
es una base fija (…)”.238

212. Así mismo, Pérez Guarnizo reportó que el alto mando del Ejército Nacional
contaba con herramientas que le permitían conocer y monitorear las dificultades
respecto al control territorial que experimentaba la jurisdicción. El oficial le dijo a la
Magistratura que el general Castellanos Trujillo diseñó un sistema de convenciones
referente a la situación de orden público en las distintas zonas del país: las regiones se
coloreaban de rojo, amarillo o verde, indicando las mayores o menores dificultades que
experimentaba la presencia estatal. Añadió que, según los criterios expresados en estas
convenciones, la situación en el Huila habría mejorado significativamente durante su
comandancia:

“(…) cuando recibí el Huila e hicieron el primer mapa, casi todo el Huila estaba en rojo, pero no
porque estuviera el enemigo pues tomado de los departamentos, que a veces lo entienden así, no
es así. Esa medición estaba orientada a determinar unas variables. Algunas de las variables que
me acuerdo para que un municipio estuviera en rojo: que no tuviera estación de policía, que el
alcalde no pudiera despachar desde su municipio, que los concejales no pudieran despachar desde
su municipio, que la economía estuviera menor de tanto porcentaje, entonces era un municipio
que independiente que tuviera o no tuviera presencia enemiga física, las autoridades no podían
ejercer, no había juez, tenía que estar despachando desde Neiva. Entonces esas variables eran las
que medían cómo debíamos de recuperar el territorio, que era una visión, me parece, muy
acertada, del señor general Castellanos, orientar el esfuerzo al contexto territorial y social de su
población, para que funcionara el Estado. Así se veía, y a medida que uno iba… por eso era el

237 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Oswaldo Peña Bermeo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0551. El
CR Pérez Guarnizo coincidió en estas apreciaciones sobre la utilidad de la FUTAR. Según se sabe, las FARC-
EP usaron esa zona como paso hacia Caquetá tras el secuestro del Edificio Miraflores y el aterrizaje forzado
del avión de Aires en donde viajaba el senador Eduardo Gechem Turbay.
238 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hernán Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549. El
mismo oficial mencionó que al llegar a la BR09 fue asignado a esta Fuerza de Tarea y que en el tiempo que
permaneció en la base asignada a la unidad, atestiguó el uso de campos minados y explosivos por parte de la
CMTF: “en la fuerza de tarea Arpón ahí no más en el tiempo, en el lapso, me cayó un soldado en el campo
minado, era permanentemente los campos minados, eh… encontramos en un registro que hizo una unidad
cilindros bombas con cargas explosivas, donde estalle ese cilindro bomba y pase un carro, lo destruye
totalmente, eh… la acción de los artefactos explosivos eran permanentes, [y también] los retenes ilegales en los
principales corredores de movilidad”.

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esfuerzo de hablar con el alcalde, “¿qué necesita?” hablar con el comandante de la policía, “le
colocamos la policía nuevamente, alcalde regrese nuevamente a su sitio”, que era uno de los
objetivos del presidente Uribe y del mando: retomar la gobernabilidad de cada municipio, que
vuelva el contexto democrático y cada uno cumpliendo su función. Entonces ahí se iban volviendo
esos mapas amarillos, hasta que llegaba a verde. Cuando ya estaba funcionando el alcalde, todos
sus concejales allá en el municipio, había seguridad, la policía estaba allá ubicada controlando ese
municipio y había control y no pasaban acciones grandes, digamos, en el municipio, entonces ya
había un contexto de que se había recuperado de alguna manera ese municipio y pasaba a verde
(…)”.239

213. Sin embargo, también hubo voces de oficiales que contradecían lo expresado por
la mayoría de los integrantes del Estado Mayor de la BR09 respecto a la mejoría de la
situación de orden público departamental. Por ejemplo, el TC Chávez Muñoz pareció
objetar lo expuesto por el CR Pérez Guarnizo, ya que dijo que en el departamento había
una sensación de inseguridad provocada por la inserción de fenómenos delincuenciales
y criminales experimentados desde la época de la ZD y que recibía información diaria
sobre secuestros, extorsiones, abigeato, retenes ilegales, y otras acciones. A pesar de esto
y de su incapacidad para dar información concreta, reconoció que, tras dos años de su
estadía en la BR09, era probable que el control militar de parte del Ejército Nacional se
hubiera hecho más “efectivo”240.

214. A pesar de lo anterior, algunos de los comparecientes también mencionaron que


la situación de las FARC-EP no era favorable. Por ejemplo, el CR Pérez Guarnizo
mencionó repliegues de las estructuras guerrilleras hacia otros departamentos
realizados debido a la ofensiva del Ejército Nacional durante su comandancia:

“(…) son Frentes que no estaban directamente en nuestra jurisdicción hasta donde recuerdo, eran
Frentes que tenían algún impacto del Caquetá. En algún momento (…) se desarrolla una operación
grande allá [al sur del departamento] porque intentaron subir a ocupar el Huila, intentaron atacar
el Batallón Magdalena. Eso se frenó con una operación grande que se hizo allá y ellos se bloquearon
y regresaron a su área que estaba en Caquetá. Es decir, mantuvimos, digamos, la injerencia de esa
cuadrilla solamente con la afectación que nos daba a nosotros que era solamente una compañía,
pero no toda la cuadrilla. Le puedo decir, discúlpeme, cuánto fue la afectación al final de esa
cuadrilla que era la 13. (Revisión de documentos) (…) Estaba del Frente 13 y el 61 y la columna
móvil Teófilo Forero. En el impacto que teníamos nosotros estaba el Frente 13 que es Cacica
Gaitana, su cabecilla era Mauricio Caballo en ese momento y tenía cerca de 110 hombres. De esos
110 hombres trataron de en algún momento que los presionó recuerdo, el señor general Ardila
hizo una operación grande, entonces esa cuadrilla trató de subir al Huila. Nosotros hicimos
bloqueo por este lado y quedó en un sándwich. Ahí tuvimos unos combates fuertes y
posteriormente esa cuadrilla se repliega otra vez hacia el Caquetá y deja un grupo que es una
compañía, como de 30 o 20, que actuaban por ahí tratando de retomar o de ocupar esa zona”.241

215. Por otro lado, los comparecientes adscritos a la BR09 durante esta comandancia

239 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.
240 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hernán Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549.
241 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.

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también se manifestaron -aunque de manera disímil- sobre fenómenos delincuenciales


en el departamento. Una parte importante de sus dichos respecto a estos actores
buscaban vincularlos con la guerrilla, como lo hizo el CR Pérez Guarnizo cuando dijo
que la delincuencia común se relacionaba de dos formas con las FARC-EP: por un lado,
haciéndose pasar por estructuras guerrilleras, específicamente por la CMTF, para
intimidar a sus víctimas; y por otro, mediante la contratación de sus servicios, llevando
a cabo secuestros o extorsiones por los que respondía a las FARC-EP. También fue
explícito en decir que, aunque el tratamiento a fenómenos de este tipo era diferente al
que se les daba a las amenazas guerrilleras, era deber del Ejército Nacional responder a
acciones de la delincuencia en contra de la población civil, aunque en apoyo a la Policía
Nacional242.

216. El TC Chávez Muñoz ratificó parte de lo dicho por el CR Pérez Guarnizo, ya que
dijo que supo que bandas delincuenciales realizaban secuestros cuyas víctimas eran
entregadas a las FARC-EP para que realizara la detención y el cobro del rescate, aunque
no pudo decir cuál era la magnitud de ese fenómeno. Además, declaró que resultaba
difícil diferenciar si secuestros específicos eran llevados a cabo por las milicias o por
organizaciones delincuenciales243. También el CR Marín García, oficial de operaciones
de la BR09, mencionó dificultades para distinguir entre fenómenos delincuenciales y
guerrilla, ya que en su opinión: “(…) no había diferenciación, o sea, pienso yo que no
había una diferencia marcada (…) entre lo que fuera delincuencia común y las
organizaciones al margen de la ley. O sea, pienso yo que fueron tratados como igual
(…)”244. (negrillas agregadas).

217. Los comparecientes también se pronunciaron sobre fenómenos asociados al


narcotráfico en jurisdicción de la Brigada. El TC Chávez Muñoz expuso que existían
cultivos ilícitos en las zonas del Huila limítrofes con Meta y Caquetá y que bandas
dedicadas a ese tráfico participaban en el secuestro de personas adineradas y en la
“venta” de las víctimas a las FARC-EP, aunque le dijo a la Magistratura que enfrentar
estos fenómenos correspondía a la Policía Nacional245. También el CR Marín García
aludió a que supo que en vías entre Pitalito y San Vicente del Caguán se daba un
traslado continuo de pasta de coca y droga, en lo que consideraba que era un corredor
de movilidad246.

218. A manera de conclusión, fue el CR Pérez Guarnizo quien de manera más enfática
reconoció cambios significativos en la situación departamental durante esos años y
entregó información más extensa sobre la situación de orden público departamental
para su periodo de comandancia y los años previos. El alto oficial también realizó un
recuento de los cambios organizativos y conceptuales que transformaron el escenario

242 Ibidem: “(…) En el plan de campaña está especificado neutralizar todas las organizaciones al margen de la
ley, ELN, FARC, narcotráfico, y en apoyo a la policía, los procesos de delincuencia común”.
243 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hernán Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549.
244 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Marín García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0627.
245 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hernán Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549.
246 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Marín García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0627.

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del conflicto armado en el departamento. Estas mejoras en la situación departamental -


según lo manifestó el excomandante de la BR09- debieron impactar positivamente las
comandancias siguientes, en las que se elevó el número de asesinatos y desapariciones
atribuidas a los batallones del centro y sur del departamento. A continuación, se
presentará lo expresado por los integrantes de la segunda comandancia de la BR09 que
dirigió la Brigada que ha interesado a la Sala.

3.1.2. Ambiente operacional descrito por el BG Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar


y su estado mayor.

219. La comandancia del BG Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar tuvo lugar entre julio
de 2006 y diciembre de 2007, años en los que la Sala ha determinado que se dieron
aumentos significativos en los asesinatos y desapariciones forzadas atribuidos a
integrantes de las unidades investigadas. A pesar de lo planteado por el CR Pérez
Guarnizo respecto a mejoras en la posición del Ejército Nacional al final de su
comandancia, el BG Lasprilla Villamizar entregó una imagen conflictiva de la situación
de orden público en el Huila y no aludió a cambios significativos en su ambiente
operacional247.

220. El BG Lasprilla Villamizar describió el contexto en el que debía ejercer control


militar como un vasto territorio que abarcaba al Huila y otras zonas limítrofes de Cauca
y Caquetá, y que incluía 40 municipios y 19.990 kilómetros cuadrados y que a su cargo
se encontraba la protección de puntos críticos como los peajes (el de Aipe, Neiva o Los
Cauchos) y la infraestructura vial (el puente Santander, el que da paso sobre el río
Magdalena en San Agustín o las vías hacia Bogotá y Caquetá) y energética (represa de
Betania).

221. El siguiente mapa presenta ubicaciones aproximadas de campamentos


transitorios o permanentes de las FARC-EP para el periodo 2006 - 2008, agregando la
información suministrada por los comparecientes que ejercieron como comandantes de
la BR09 en ese periodo. Se puede observar que los campamentos aumentaron su
presencia en la cordillera oriental, específicamente en las partes altas de los municipios
de Garzón, Gigante y Algeciras en límites con el Caquetá. Siguiendo en la cordillera
oriental se observa que en el extremo norte del departamento en el municipio de
Colombia se establecieron campamentos en zonas altas en límites con el Meta y
Sumapaz. Por el lado de la cordillera Central hubo presencia de campamentos en el
municipio de La Plata muy cerca a la vía que conecta con Inzá en el Cauca. Por último,
en zonas próximas al Macizo colombiano, los campamentos marcan el recorrido de la
parte alta del rio Magdalena desde Quinchana en San Agustín hasta Remolinos en
Isnos.

En este apartado se recogerá lo expresado por el comandante de la unidad, por CR Ricardo Marín García y
247

por los TC Pedro Iván Molina Hidalgo y Luis Armando Gómez Ruge.

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Mapa 9. Áreas campamentarias de las FARC-EP, 2006 - 2008.

222. Según el BG Lasprilla Villamizar, las estructuras de las FARC-EP con presencia
en la jurisdicción (los Frentes 17, 25 del Bloque Oriental, y 13, 61 y la CMTF del Bloque
Sur, además de la Columna Móvil Jacobo Arenas del Bloque Occidental248) llevaban a
cabo un abanico amplio de acciones que incluían ataques contra la infraestructura y
bienes civiles, voladuras de puentes y torres energéticas y quema de vehículos y
afectación de vías. Pero también golpeaban a la población civil mediante secuestros,
extorsiones y actividades de control territorial, entre otras. Para el alto oficial, el

248 A la Columna Móvil Jacobo Arenas la ubicó en el Cauca.

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espectro de acciones de las estructuras guerrilleras era muy similar y dificultaba


diferenciarlas.

223. A pesar de esa imposibilidad de distinguir el accionar de las estructuras


guerrilleras, el entonces TC Molina Hidalgo, B2 de la brigada entre noviembre de 2006
y junio de 2008, identificó la porción del dispositivo guerrillero que ocupaba el norte y
oriente del Huila mediante el Frente 17 y la CMTF, como la que representaba mayor
peligro para la situación departamental249. En el mismo sentido, el entonces TC Gómez
Ruge reconoció que la CMTF era la estructura a la que debía dedicar sus esfuerzos la
operatividad de la BR09250.

224. Al parecer, a esta segunda comandancia también se le indicó que debía


concentrar esfuerzos en atacar el fenómeno del secuestro. Según dijo el BG Lasprilla
Villamizar, en reunión de empalme el CR Pérez Guarnizo le enfatizó la importancia de
controlar los plagios que aún se presentaban en la jurisdicción, asunto también
prioritario para el comando de la DIV5251. El alto oficial refirió que durante una de esas
reuniones con la comandancia saliente recibieron noticias de un ataque de la CMTF que
había dejado seis soldados heridos. Según dijo a la Magistratura, esto le permitió
percatarse de que, aunque la situación en el Huila se encontraba relativamente
normalizada, la capacidad de daño de las estructuras de las FARC-EP era alta252.

225. También el entonces TC Luis Armando Gómez Ruge, oficial de operaciones de


la BR09 entre noviembre de 2006 y junio de 2007, reportó un ambiente operacional
difícil, con presencia de las FARC-EP en todo el departamento y capacidad de ejercer
control territorial en algunas zonas de la jurisdicción253. El TC Molina Hidalgo le afirmó
a la Magistratura que esta situación se había derivado del importante rol que había
cumplido el Huila en la operatividad guerrillera en el sur del país desde décadas atrás,
y que se agudizó durante la ZD, cuando las FARC-EP ubicaron un denso dispositivo de
estructuras que buscaba mantener el control sobre corredores de movilidad que
atravesaban varios departamentos:

“El Huila se convirtió casi que en un centro desde el cual ellos podían mover gente porque era el
paso obligado desde la cordillera oriental hacia la cordillera central y de ahí a la cordillera
occidental para llegar, por ejemplo, a los farallones de Cali, para poder llegar a Tumaco, al

249 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.
250 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
251 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
252 Ibidem: “(…) aparentemente usted puede decir que el departamento está tranquilo, pero la capacidad y las

incursiones que hacían estas estructuras pues daban cuenta de la necesidad de tener unos planes sólidos de
empleo, unos controles del territorio para evitar que se presentara eso”.
253 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.

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Putumayo, para poder llegar y reforzar las que se encontraban en el comando conjunto central en
el Tolima, que en últimas eran las estructuras que le prestaban seguridad a Alfonso Cano (…)”.254

226. Esta situación operacional buscaba ser contrarrestada mediante la ubicación de


unidades militares en lugares sensibles de la jurisdicción. Fue el caso de la FUTAR, de
la que el BG Lasprilla Villamizar aseguró que cumplía la función de contener el avance
de las FARC-EP hacia el Huila, y del CO5, que buscaba contener a la CMTF en el sector
de Balsillas en Caquetá y evitar el paso de tropas guerrilleras hacia Neiva255.

227. El alto oficial también comentó que la BR09 contaba con un dispositivo de
batallones de contraguerrilla que se encontraban agregados a la Fuerza de Tarea Omega
en Caquetá o apoyando la operatividad de los batallones territoriales. Al ser indagado
sobre la composición de ese dispositivo que incluía batallones “de patio”, batallones de
contraguerrilla, Fuerzas de Tarea y al CO5, el compareciente consideró que esta
“complejización” de la estructura militar respondía al crecimiento desde finales de los
años noventa de la amenaza que representó la guerrilla. Este dispositivo se ubicaba de
la siguiente manera en el territorio:

“(…) cuando se presentaron estos hechos por ejemplo de los concejales de Rivera, ese fue un hecho
que marcó a la jurisdicción, entonces habían razones poderosas para mantener esa Fuerza de Tarea
[Arpón], esa Fuerza de Tarea ahí en el papel uno ve una organización esquemática, pero el
territorio que le correspondió a la Fuerza de Tarea era de los más difíciles, porque era el área de
retaguardia estratégica y campamentaria de la columna móvil Teófilo Forero, que por antecedentes
se conoce a través de las acciones terroristas, el empleo de minas, ese batallón de contraguerrillas
uno casi que permanentemente tenía afectaciones por minas, porque esa era toda la entrada a
Miravalles, al río Pato, sector histórico de la estructura de las FARC y la Fuerza de Tarea Arpón
que funcionaba en Balsillas, estaba escalonada entre Guayabal al norte y al sur Balsillas para
controlar no solamente ese corredor de movilidad sino el acceso por ese lado hacia el sector de
Neiva, ese fue el límite durante la zona de distensión, lo que era Balsillas era el límite, (…) y luego,
sobre la parte alta de Algeciras, había algunas unidades que el Comando Operativo desplegaba
sobre la parte entre Balsillas y Algeciras y luego, en profundidad de Algeciras había allá un terreno
quebrado, difícil, montañoso, donde estas unidades del BCG9 desarrollaban operaciones en ese
sector y ya en profundidad hacia el Caquetá, el mismo terreno del Caquetá estaba el BCG50 y el
BCG12, inicialmente el BCG12 era de la 12ª brigada y quedó agregado y el BCG50 a la Fuerza de
Tarea Conjunta Omega, que esos dos batallones adelantaban operaciones en todo ese sector de
Santa Rita, Santana Ramos, Guacamayas, esa era el área y el batallón de contraguerrillas, como les
mencionaba, el BCG28 mantenía en el área del batallón Tenerife y las AFEUR de acuerdo con la
situación y lo mismo el Gaula, dependiendo de la situación, se le agregaban para el desarrollo de
las operaciones a los batallones donde en la jurisdicciones tenían ellos alguna ”256.

228. El mismo GR Lasprilla Villamizar aseguró que, al asumir el mando de la BR09,


se le insistió en que el esfuerzo principal de la unidad consistía en desactivar la amenaza
que representaba la CMTF. Así mismo, se le informó que el Comité Interinstitucional
que ya venía funcionando también concentraba esfuerzos en esa estructura, de la

254 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.
255 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552: “[el CO5] (…) cumplía esa tarea de contención sobre el área del Caquetá hacia el Huila
(…) especialmente con la Columna móvil Teófilo Forero (…)”.
256 Ibidem.

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participación de la RIME en el Comité y del trabajo de fiscales encargados de la


judicialización de los integrantes de la guerrilla. También describió cómo se llevaba a
cabo la individualización y captura de los integrantes de la CMTF257:

“(…) [El comité estaba integrado por] la RIME que tiene un canal técnico con la brigada, manejaba,
tenía unos fiscales delegados, dos fiscales, tenía un subdirector de la sección de análisis, unos
técnicos judiciales, unos enlaces, una coordinación de la policía nacional, tenía un analista de la
RIME, tenía un analista de la RIME seis, de la RIME cinco por la información, tenía unos analistas,
este grupo se utilizaba, primero, ya llevaba un recorrido y ese recorrido está orientado a recopilar
información sobre las estructuras, no solamente sobre los integrantes armados de la columna móvil
Teófilo Forero, porque se hizo específicamente sobre eso, sino sobre las redes de apoyo, y en
algunos sectores había un sistema de identificación de las personas, con unos computadores, y
esos computadores tenían una base de datos y esa base datos, por ejemplo, permitió que se
judicializaran y que se capturaran integrantes de la columna móvil Teófilo Forero y sobre todo
creo que de la segunda compañía que era la más activa (…) y de las redes de apoyo, entonces esto
se producía después de un trabajo, de una noticia criminal, de un trabajo de, es decir, como se hace
la judicialización, y ya con las órdenes de captura las personas que estaban en los retenes se
producía la captura, esas capturas se daban en el marco del control que se generaban en esos
retenes, porque había uno en Basillas, había otro en Algeciras, creo que eran tres o cuatro puntos
donde llegaban y se podía efectuar eso con base en la base de datos que tenía este grupo de apoyo
y que funcionaba con todos los mecanismos para la judicialización (…)”.258

229. Estos espacios de coordinación interinstitucional se replicaron, en alguna


medida, a nivel de los batallones y la cercanía entre las diferentes instituciones,
especialmente aquellas encargadas de labores de policía judicial, pudo tener una
influencia en el encubrimiento de las operaciones irregulares y los combates simulados,
como se examinará más adelante.

230. Algunos comparecientes también plantearon que esa concentración de esfuerzos


en unas estructuras específicas era habilitada desde la BR09. El entonces TC Molina
Hidalgo explicó que de parte de la comandancia de la unidad se dispuso que el esfuerzo
de inteligencia principal debía dirigirse al norte del Huila. Esto era así para evitar que
Neiva sufriera de nuevo ataques como los de inicios de siglo, cuando las FARC-EP
incursionaron en la capital para realizar secuestros masivos y ataques terroristas259.
También le expuso a la JEP que parte importante de la operatividad de la Brigada se
dirigía a garantizar la seguridad en las carreteras del departamento, sobre todo las que
constituían el eje vial del sur del país260.

231. Al indagársele al alto oficial sobre la concentración de esfuerzos militares y de

257 Este comité interinstitucional no comprobaba las informaciones que provenían de las unidades tácticas
mediante la inteligencia de combate.
258 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.
El alto oficial le dijo a la Magistratura que en caso de haberse presentado un hecho relevante de las FARC-EP
en Neiva, este habría representado el fin de la carrera militar suya, del BG Lasprilla Villamizar y de todo el
Estado Mayor de la BR09.
260 Ibidem: “(…) de ahí [del Huila] es la vía que se desprende, la única vía que se desprende para Mocoa en el

Putumayo y para Florencia en el Caquetá, entonces tenía que garantizarse ese flujo vehicular (…)”.

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inteligencia en el norte del departamento en contraposición a la mayor cantidad de


combates y RO en las jurisdicciones del BIPIG y el BIMAG, el compareciente afirmó que
en el centro y sur del Huila las estructuras de las FARC-EP se concentraban en la
obtención de recursos económicos, lo que exponía más a sus integrantes y favorecía los
combates de encuentro. Además, que en la búsqueda de rentas para la guerrilla también
participaban organizaciones delincuenciales, lo que permitía presentar mayor
cantidad de RO en las jurisdicciones de los batallones de esas zonas del departamento.261
Ningún otro oficial presentó tan explícitamente la lógica subyacente a la mayor
presentación de muertes en combates por parte de los batallones investigados en esta
decisión.

232. No obstante la concreción de esfuerzos operativos en el norte, no todos los


comparecientes coincidieron en señalarla como la zona de la jurisdicción que
representaba mayores retos para el Ejército Nacional. Por ejemplo, el TC Gómez Ruge
indicó que el ambiente operacional más complejo se vivía hacia el occidente del Huila,
en límites con el Cauca, en donde hacía presencia el Frente 6 de las FARC-EP y
abundaban los cultivos de amapola y coca, a los que se encontraban vinculadas
organizaciones criminales262.

233. A pesar de la complejidad que en general los comparecientes atribuyeron al


ambiente operacional del área encargada a la Brigada, se dieron algunas
manifestaciones que concebían mejoras en la situación durante la comandancia del BG
Lasprilla Villamizar. Por ejemplo, aunque se mencionó recurrentemente la incidencia
de la extorsión en el departamento, el TC Gómez Ruge le dijo a la JEP que entre 2006 y
2007, la situación al respecto se encontraba “estabilizada”263. Más significativo fue lo
expresado por el TC Molina Hidalgo, cuando ante pregunta de la Magistratura respecto
a la evolución de la amenaza representada por la guerrilla, sostuvo que los golpes que
se venían dando a las estructuras de las FARC-EP en otros departamentos como el
Meta, llevó a la organización guerrillera a reducir el número de hombres en armas
con asiento en el Huila, para reforzar el dispositivo de Frentes en otros
departamentos264. Además, entregó una imagen de mejoría de la situación
departamental tras su estadía en la BR09:

“(…) si bien se presentaron tres atentados contra la alcaldesa, por ejemplo, no se volvió a presentar
ningún secuestro masivo como el que ya se había presentado en el edificio Miraflores, no se volvió,
en el periodo mío que yo tenga referencia, no sucedió ningún asesinato de concejales como los
concejales de Rivera, en el periodo que yo estuve no, se logró el control de la vía principal entre
Neiva y la ciudad de Bogotá, entre Neiva y la ciudad de Florencia, con el fin de impedir que por
ejemplo salieran a hacer secuestros o quema de vehículos, durante los 18 meses que estuve yo allá
no se logró. Entonces, digamos que la acción no solamente está dada en debilitar numéricamente
o desaparecer de la faz de la tierra una estructura, sino también estaba reflejada ¿en qué? En otras
acciones que buscan mejorar las condiciones de seguridad y tranquilidad de la población civil que

261 Ibidem.
262 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
263 Ibidem.

264 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

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finalmente es nuestro fin último, nuestro fin último es lograr la tranquilidad de esa población civil
y creo que en ese sentido, en ese orden de ideas, sí lo logramos en esos términos (…)”265.

234. Por otro lado, los comparecientes vinculados a esta comandancia coincidieron
con los de la anterior respecto a las dificultades para distinguir las actuaciones de la
guerrilla de las de fenómenos delincuenciales. Por ejemplo, el TC Gómez Ruge
mencionó estas complicaciones -aunque posteriormente dijo que los grupos dedicados
al narcotráfico eran claramente diferenciables- sobre todo cuando se trataba de atacar
fenómenos como la extorsión y el secuestro, ya que la delincuencia común se hacía
pasar por la guerrilla para obtener la colaboración de las víctimas266. Esas proximidades
en las que insistió el TC Gómez Ruge, también se reflejaron en acciones como el
atentado contra el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez en el aeropuerto de Neiva,
fruto de la colaboración entre las FARC-EP y actores delincuenciales. Sin embargo,
insistió en que el esfuerzo principal de la Brigada debía estar dirigido contra la
guerrilla267.

235. Sin embargo, el CR Ricardo Marín García, JEM y 2º al mando de la BR09 durante
los primeros meses de la comandancia del BG Lasprilla Villamizar, planteó que, en
2006, en la documentación militar, todos los grupos armados ilegales eran equiparables
desde el punto de vista de la operatividad del Ejército Nacional:

“(…) dentro de las órdenes de operaciones, yo no las tengo, las desconozco, pero sé que el término
de delincuencia común venía abarcando el enemigo, o sea, las FARC, el ELN, las AUC y la
delincuencia común (…) pienso que, para la fecha, 2006, no había porqué diferenciar las dos
situaciones (…) no era como algo usual para el 2006 establecer ese tipo de diferenciación entre
lo que era el enemigo y la delincuencia común”.268 (negrillas agregadas)

236. De esta forma, las organizaciones delincuenciales se hicieron de interés para los
comparecientes pertenecientes al Estado Mayor de la comandancia de Lasprilla
Villamizar. Por ejemplo, el TC Molina Hidalgo le mencionó a la JEP la existencia de
fenómenos delincuenciales con capacidad de hacer daño a la población civil al sur del
Huila, y aunque su oficina no contaba con analistas que se dedicaran a estas
organizaciones, sabía que se insertaban en zonas en las que existían sectores
productivos como el cafetero o el pesquero en inmediaciones de la represa de Betania.
Según dijo, esta presencia generaba demandas de intervención del Ejército Nacional de
parte de las autoridades civiles de los municipios del centro y sur del Huila (las
jurisdicciones del BIPIG y el BIMAG)269.

265 Ibidem.
266 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
267 Ibidem.

268 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Marín García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0627. El
TC Molina Hidalgo se refirió a esta diferenciación entre delincuencia y guerrilla planteando que en su estadía
en la BR09 no pudo determinar este tipo de vínculos, aunque los consideraba probables. También dijo saber
que a nivel nacional estas relaciones sí se dieron.
269 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

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237. Mientras tanto, el TC Gómez Ruge ubicó a estas organizaciones en la totalidad


del departamento y dedicadas principalmente al hurto270. Este compareciente explicó
que los grupos delincuenciales parecían desbordados en el departamento y que la
lucha contra ellos le correspondía a la Policía Nacional. Sin embargo, sugirió que esta
institución tenía serias limitaciones para actuar en contra de estos actores por fuera de
los espacios urbanos y, por tanto, el Ejército Nacional asumió responsabilidades en este
sentido271.

238. A pesar de lo expresado por el CR Pérez Guarnizo respecto a las mejoras en la


situación que debieron experimentar las comandancias siguientes -debido a la
consolidación del dispositivo militar y al aumento en la capacidad para controlar la
amenaza guerrillera-, lo que se observó en la mayor parte de declaraciones de los
comparecientes vinculados a la comandancia del BG Lasprilla Villamizar, fue el reporte
de un ambiente operacional difícil y casi sin modificaciones durante esos años. En
cambio, los integrantes de su Estado Mayor fueron más explícitos en considerar
cambios en la situación operacional. Un ejemplo fue el TC Molina Hidalgo quien
planteó que el control del territorio por parte del Ejército Nacional mejoró
ostensiblemente, que algunas estructuras guerrilleras realizaron repliegues hacia otros
departamentos y que se redujo el número de sus integrantes en el Huila.

239. Por su parte, el BG Lasprilla Villamizar insistió en que, aunque la situación


departamental aparentaba normalidad, las amenazas de la guerrilla eran continuas, por
lo que no era posible que el dispositivo militar experimentara menos tensión. Esta
forma de concebir el ambiente operacional departamental -lleno de tensiones, sin
modificaciones significativas en el control del Ejército- pudo ser funcional a la
presentación de RO falsos, puesto que los asesinatos y desapariciones forzadas
cometidos por integrantes del Ejército Nacional se dispararon durante esta
comandancia. Esta dinámica de ejecución de asesinatos y desapariciones forzadas se
mantuvo en la siguiente comandancia, al menos hasta septiembre de 2008. A
continuación, se expondrá el ambiente operacional que reportaron los oficiales
adscritos a la tercera comandancia de la BR09 en el periodo de interés del subcaso.

3.1.3. Ambiente operacional descrito por el CR William Fernando Pérez Laiseca y


su Estado Mayor.

240. La última comandancia de la BR09 que coincide con el periodo analizado en esta
decisión fue la del CR William Fernando Pérez Laiseca, que se desarrolló desde
noviembre de 2007 a enero de 2009. De manera similar a los comparecientes de la
anterior comandancia, en los dichos de los versionados que hicieron parte del Estado
Mayor de la Brigada durante esos meses, escasamente se mencionaron las
transformaciones que experimentó el conflicto en el departamento. Además de las del
comandante de la BR09, en este apartado se incluyó lo que manifestaron el MY
Alexander Céspedes y el TC Ariel Vargas Solano. Lo dicho por estos comparecientes

270 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
271 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.

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coincidió a grandes rasgos entre sí, aunque presentó énfasis ligeramente distintos.

241. Por ejemplo, el CR Pérez Laiseca habló extensamente sobre los antecedentes de
la situación de orden público departamental, deteniéndose en los efectos que tuvieron
la ZD272 y la PSD en ella. Así mismo, fue el compareciente que en mayor grado expuso
aspectos de la situación nacional que le resultaban relevantes para explicar el contexto
del Huila273. Por ejemplo, al hablar de la PSD, el CR Pérez Laiseca identificó algunos de
sus lineamientos básicos:

“(…) hablaba por ejemplo de fortalecer las instituciones del Estado, decía fortalecer el sistema
judicial y decía fortalecimiento de las fuerzas militares, fortalecimiento de la policía nacional,
fortalecimiento de la inteligencia; de la inteligencia se refiere pues es a la inteligencia de los
organismos de inteligencia del Estado y vienen unas que ya son más (…) Una decía consolidar el
control del territorio nacional (…) consolidación del control del territorio, la seguridad urbana,
eliminación del negocio de las drogas ilícitas en Colombia, desarticulación de las finanzas de las
organizaciones terroristas y narcotráfico (…)”274.

242. El alto oficial sostuvo que para responder a los objetivos planteados en la PSD se
habían creado unidades nuevas como los Batallones Especiales Energéticos y Viales
para encargarse de proteger la infraestructura; se habían incrementado el pie de fuerza
y las operaciones ofensivas y establecido redes de cooperantes y políticas de
recompensas. Según afirmó, el aumento en la operatividad del Ejército Nacional
buscaba provocar más bajas al enemigo:

“(…) el incremento de las operaciones ofensivas sí señor, apuntaba a eso [a aumentar el número
de bajas enemigas], iban a darse más operaciones ofensivas porque iba a haber más personal, más
recursos, más medios, medios en la inteligencia (…) entonces se iban a poder cubrir más áreas y
de acción y de más operaciones, si antes la capacidad que tenía el estado con la fuerza pública para
llegar hasta ciertos sitios aquí se aumentó, habían más unidades y se fueron creando otras unidades
nuevas (…) recuerdo por ejemplo que había solamente una brigada móvil en 1995-6 creo yo,
después viene la segunda 97, yo les comenté aquí que estuve en la brigada móvil 2, 98, y ese año
se creó la 3 (…) y a partir de allá hubo necesidad de seguir ampliando en ese crecimiento (…)
empezaron a incrementarse por ejemplo esas unidades y entonces empezaron las brigadas móviles
a crecer y llegó a un número, no recuerdo durante ese periodo de la política de seguridad
democrática hasta qué número, yo recuerdo hasta la treinta y algo, treinta y pico. Y entonces eso
(…) es un impacto de ello, entonces eso iba a las operaciones y claro, se iban a presentar más
operaciones y esas operaciones iban a presentar más resultados y dentro de esos resultados desde
luego estaban los muertos en combate, había más muertos en combate como resultado de esas
operaciones (…)”275

272 El CR Pérez Laiseca consideró que la ZD era el origen de algunas de las problemáticas que tenían que
enfrentar las unidades militares del Huila para cuando comandó la BR09.
273 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556. Es interesante que quizás el comandante de la BR09 que mayor legitimidad tenía para
hablar de la ZD era el CR Pérez Guarnizo. Sin embargo, los comandantes posteriores también hicieron énfasis
en la situación que provocó la desmilitarización de municipios caqueteños, aunque cada vez se alejaba más en
el tiempo. Probablemente, el interés del CR Pérez Laiseca por plantear el ambiente operacional de la BR09
teniendo en cuenta el antecedente de la ZD, provino de su paso como comandante del BATEN en 1998
274 Ibidem.

275 Ibidem. Curiosamente, fue el único de los comparecientes de la BR09 que quiso detenerse en la PSD en la

exposición del ambiente operacional en el Departamento.

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243. Además de reseñar algunos aspectos de la PSD, también se refirió a la cercanía


del Huila con las zonas en las que nacieron las FARC-EP como un elemento para tener
en cuenta en el ambiente operacional departamental. En su opinión, el Huila contaba
con una presencia tradicional de la guerrilla que, sumada a la cercanía con la ZD,
aumentó las capacidades del enemigo y complejizó el enfrentamiento de esa amenaza:

“(…) tenemos que recordar que (…) alrededor del Huila se comenzó este conflicto y que alrededor
del Huila se terminará este conflicto, porque resulta que cuando nacen estas organizaciones de la
subversión, por poner el ejemplo, nacen ahí vecinas al departamento del Huila, Marquetalia queda
ahí cerquita al departamento del Huila que es donde se inicia en el 64 el proceso en el conflicto con
las FARC, que pasan después a Río Chiquito que yo les mencioné allá arriba en ese proceso y que
después atraviesan hacia la otra cordillera, la cordillera occidental y pasan al sector del Pato, del
Guayabero y pero siguen ahí todavía. Entonces esto hace que el departamento del Huila pues tenga
esa amenaza permanente y estamos aquí hablando de años posteriores a la zona de distensión y la
zona de distensión pues ustedes recordarán, existían allí esas posibilidades que organizaciones al
margen de la ley pudieran llegar al departamento del Huila y con facilidad pasar allá a la zona de
distensión”276.

244. La Magistratura también escuchó en VV al entonces TC Ariel Gustavo Vargas


Solano, que fungió como B3 entre enero y noviembre de 2008. El alto oficial expuso la
importancia estratégica del Huila y aspectos que hacían al departamento vulnerable a
la acción de actores armados. Entre otras cosas, afirmó que el Huila había sido golpeado
históricamente por el conflicto armado y subrayó a la ZD como un elemento que
dificultó la situación de orden público departamental y que se relacionaba con la
ubicación del departamento y su uso como corredor estratégico por parte de la guerrilla:

“(…) [El Huila] atraviesa todo un eje que comunica el sur con el centro del país (…) el
departamento del Huila está limitando con Caquetá, Putumayo, Cauca, pero al norte del
departamento del Huila linda con Cundinamarca, si usted se da cuenta casi que atraviesa todo el
centro del país y perfectamente llega al centro del poder, y el departamento queda encasillado
entre las dos cordilleras la central y la oriental y eso hace que el departamento tome un
protagonismo geográfico importante para estos grupos.”277

245. El mismo oficial mencionó características físicas del departamento que tenían
efecto en la ubicación y accionar de las estructuras de las FARC-EP, como la posición
de las cordilleras Oriental y Central hacia los límites oriental y occidental del Huila.
Esta implicaba que las zonas en donde se vivía más intensamente el conflicto se
encontraran en las estribaciones de las cordilleras, aunque con los éxitos de la PSD, las
FARC-EP abandonaron los grandes campamentos (ver infra) y empezaron a actuar de
manera dispersa en los mismos espacios. Además, la conformación del departamento -
las dos cordilleras y el valle del río Magdalena en medio, con la posibilidad de atacar y
volver a zonas seguras rápidamente- sí hacía a los municipios principales especialmente
vulnerables a ataques y extorsiones278.

246. En sentido similar, el MY Alexander Céspedes, B2 de la BR09 desde junio de

276 Ibidem.
277 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ariel Gustavo Vargas Solano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0559.
278 Ibídem.

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2008, expuso que la disposición de la guerrilla en el territorio provocaba riesgos


diferenciados en la jurisdicción. Por ejemplo, identificó a la CMTF y al Frente 17 como
las estructuras que representaban mayor peligro para el orden público departamental
y la capital -y por tanto eran las estructuras sobre las que se concentraban los esfuerzos
de la Brigada-, y planteó que, aunque todo el departamento mostraba actividad
guerrillera, esta era mucho mayor en las zonas donde se ubicaba la CMTF. Además, “[el
Frente] 17 empezó a cambiar su forma de delinquir y recibió algunos refuerzos, entonces la 17
empezó a generar relevancia debido a sus actuaciones y básicamente esto fue lo que dio el
parámetro para para poder generar la clasificación de prioridades”279.

247. El BG Pérez Laiseca expuso que ese espacio físico y esa particular disposición de
las fuerzas guerrilleras, requerían de un complejo dispositivo del Ejército Nacional.
Según expuso, la unidad no solo contaba con tres batallones territoriales (BIMAG,
BIPIG y BATEN), sino que disponía de unidades conformadas mediante la agregación
de fuerzas (como era el caso del CO5), y otras que actuaban en su jurisdicción, aunque
tenían obligaciones sobre áreas de responsabilidad de otras Brigadas:

“(…) la brigada tenía unas unidades que eran orgánicas, o sea que están asignadas a la brigada y
las unidades orgánicas pues eran, de infantería tenía 2 unidades, de caballería no tenía, de artillería
tenía la unidad del batallón Tenerife, de ingenieros no tenía (…) una brigada normalmente tiene
eso, tenía un batallón de servicios, batallón de servicios N°9, orgánicos y había un batallón de
contraguerrillas, el 9, que también es orgánico, por eso el número, batallón de contraguerrillas N°9,
orgánico. Y había otras unidades también como el Gaula militar, así se llamaba, del Huila, porque
le ponían el nombre era de la región donde trabajaba, había también una agrupación de fuerzas
especiales urbanas que no tenían el nombre del número de la brigada, tenía el número 11, no
entiendo el porqué, porque normalmente le corresponde es el número, el número de la brigada, el
número 9. Y había otras unidades que venían agregadas a conformar el comando operativo 5 y
habían otras unidades también que venían en una unidad que se llamaba la fuerza FURED (…)
pero eso venía era de la división y estaban allí, pero eso también se rotaban, habían otros
batallones, por ejemplo el batallón de contraguerillas 28, que estaba también allá en la parte norte,
son de las unidades que yo recuerde, eso eran agregadas y en el comando operativo 5 habían
unidades, ahí también creo que estaba el batallón de contraguerrillas N°1, 11. ¿Qué es lo que
sucede? Que los envían o de la misma división o de otras unidades para poder conformar allí esas
unidades en el caso del comando operativo 5, en el caso de la FURED también venían de la
división, venían de otros batallones. Y a veces (…) de manera transitoria había unidades que
realizaban operaciones en la jurisdicción de la novena brigada, por ejemplo, en la zona norte del
departamento del Huila hubo un periodo, no lo recuerdo muy bien, donde hubo unidades que
estaban trabajando y realizando operaciones en esa zona norte, pero que también trabajaban en la
jurisdicción de la sexta brigada (…) ah, había también en ese momento un centro de instrucción y
entrenamiento, pero centro de instrucción y entrenamiento se conformaba con elementos casi de
todos los batallones y ese funcionaba en el municipio de La Plata, el centro de instrucción y
entrenamiento.”280

279 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.
280 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556. Luego, al ser indagado al respecto, el compareciente referenció a la FUTAR, aunque la
ubicó integrando al CO5: “(…) la fuerza de tarea ARPÓN lo que yo recuerdo es que fue una unidad que estaba
asignada como hacia la zona de Balsillas y en la zona de Balsillas porque ahí es como el paso del departamento
del Huila al departamento del Caquetá, de Neiva hacia San Vicente del Caguán, entonces toda esa zona de
Balsillas recuerdo que estuvo allá la fuerza de tarea ARPÓN y creo que esa fuerza de tarea ARPÓN estaba,

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248. Según los comparecientes adscritos a la brigada durante esta comandancia, una
parte importante de la operatividad guerrillera se dirigía a atacar a la población civil
mediante secuestros, extorsiones, robos, entre otros. Al parecer, sectores civiles del
Huila estaban continuamente expuestos a actividades de intimidación de parte de la
guerrilla y la delincuencia común. Por ejemplo, el CR Pérez Laiseca afirmó que la
comunidad huilense se encontraba intimidada mediante formas de actuar que asoció a
la delincuencia común, como los atentados contra negocios que se negaban a pagar
extorsiones. Así lo mencionó al aludir a una serie de atentados que sufrieron sectores
como el hotelero mientras comandó la BR09:

“(…) Entonces estos fenómenos de delincuencia común pues eran realmente recurrentes allá en el
departamento del Huila, ese año que yo estuve se hacían actividades delincuenciales para
atemorizar también a la población, hubo atentados por ejemplo a los hoteles, hubo un atentado en
pleno centro de Neiva al hotel Sulicam con unas bombas, al hotel Plaza. Hubo otro atentado
también que se hizo a lo que es la empresa electrificadora del Huila (…)”281.

249. El CR Pérez Laiseca también señaló que los sectores cafetero y ganadero eran
especialmente afectados por las organizaciones delincuenciales que se dedicaban al
atraco en vías282 y al asalto a camiones, lo que dificultaba la movilización de cargas.
Según dijo el alto oficial, durante su estadía en la comandancia de la BR09 la prensa
regional realizaba un despliegue continuo de las actividades de la delincuencia común
y se presentaban homicidios de manera permanente, lo que provocaba un ambiente de
temor en algunos sectores de la sociedad huilense283.

250. Por otra parte, si bien los comparecientes describieron muy pocas
transformaciones en el conflicto armado en el Huila, el entonces MY Alexander
Céspedes expuso un aspecto relevante sobre la operatividad durante esta comandancia.
Al ser indagado sobre la evolución de la situación de orden público en jurisdicción de
la brigada, describió un contexto operativo en el que las confrontaciones armadas
disminuyeron mientras aumentaron las posibilidades de sufrir acciones terroristas284.
Esta descripción se ajusta pobremente a lo que la sala ha determinado para los
batallones de interés, puesto que, si los combates habían disminuido, no se explica el
alto número de bajas que estaban provocándose en el centro y sur del departamento, al

estaba con el comando operativo N°5 doctor, creo porque pues el comando operativo 5 estaba ahí en la zona
de, en la zona de Algeciras (…)”. Así mismo, el compareciente le dijo a la JEP que una Fuerza de Tarea se
desenvuelve en el nivel táctico, mientras que un Comando Operativo, como su nombre lo dice, lo hace en el
nivel operativo.
281 Ibidem. Esta puede ser una muestra de las indiferenciaciones entre la guerrilla y la delincuencia común que

planteó el compareciente, ya que atribuyó a la última la capacidad de atentar contra empresas de servicios
públicos, que en principio podrían estar más resguardadas de extorsiones de grupos delincuenciales.
282 Ibidem. Curiosamente, el compareciente consideró que era imposible determinar si los atracos en las vías

los llevaba a cabo la delincuencia o la guerrilla.


283 Ibidem. Así mismo, reportó que había vías principales sobre las que transitar era exponerse a ser víctima de

algún tipo de expresión delincuencial. Y que en las vías terciarias era mucho mayor esa sensación de exposición
a riesgos.
284 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.

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menos durante el primer semestre de 2008285.

251. Por su parte, el TC Vargas Solano expuso algunas transformaciones


experimentadas por las FARC-EP durante los años de interés de la Sala y que
implicaron cambios en su estrategia militar desde 2006. Según indicó, ante el aumento
del poder aéreo del Ejército Nacional y a los golpes que se le venían propinando, la
guerrilla pasó a actuar en “unidades tácticas de combate” que:

“(…) son unidades muy pequeñas, unidades de 2 a 8 hombres como le mencioné ahora, y empiezan
a operar de esa manera ya no hay columnas de 200 hombres sino ya los frentes se reducen a 80, a
60, y ya se empiezan a dividir por las compañías, entonces ellos se fraccionan, las estructuras no
son grandes como eran en principio para retomar los municipios, sino ya cambian esa estrategia
que utilizaban anteriormente (…) para el año 2006 ya los enfrentamientos no eran con frentes
grandes, de compañía a compañía (…) en el departamento del Huila ya las estructuras grandes
cambian su forma de operación y ya se trasladan a ser unidades táctico de combate (…)”.286

252. Sin embargo, al ser indagado sobre las características de estas unidades tácticas
de combate, reportó que mantenían el mismo armamento, y en sentido estricto eran
más bien un fraccionamiento de las fuerzas guerrilleras, que un camuflaje en la
población287. El mismo compareciente indicó que los cambios en la estrategia de las
FARC-EP también involucraron modificaciones en las formas de actuar de la Fuerza
Pública: “(…) bueno ahí cambia la estrategia también porque, así como se empleaban
anteriormente unidades grandes de la fuerza para poder enfrentar esas estructuras grandes de
las FARC, pues igual aquí ya se no se tiene que emplear la compañía, sino (…) pelotones,
unidades de maniobra más pequeñas frente a lo que anteriormente se manejaba” (…)288 .

253. Los cambios militares de las FARC-EP -la operatividad mediante unidades
tácticas de combate- y la respuesta del Ejército Nacional -disminuir el tamaño de las
unidades encargadas de combatirlas- también se habrían articulado con los asesinatos
y desapariciones forzadas que investiga la Sala. Por una parte, fue frecuente que en los
informes de operaciones las unidades del Ejército Nacional involucradas reportaran
combates con grupos reducidos de guerrilleros y en ocasiones mal provistos de
armamento y otros elementos de guerra; así mismo, las unidades del Ejército Nacional
desplegadas en terreno podían hacerse pequeñas sin que se afectara su capacidad de
producir resultados operativos (por ejemplo, escuadras que producían bajas en
combate).

254. También los integrantes de esta comandancia reportaron tener dificultades para
diferenciar la operatividad de la guerrilla y la delincuencia común, sobre todo respecto

285 Una explicación de esa discrepancia podría ser que el compareciente se estuviera refiriendo al norte del
departamento, donde dijo que se encontraban las estructuras guerrilleras que mayor peligro representaban
para la BR09. Sin embargo, no hizo esa aclaración en su VV.
286 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ariel Gustavo Vargas Solano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0559.
287 Ibidem.

288 Ibidem. Este tipo de operatividad militar pudo reflejarse en algunos hechos que investiga la Sala y de los

que ha determinado su ilegalidad. En unos en particular, la compañía o el pelotón ni siquiera se trasladó


completo a la zona donde se produjeron los asesinatos, sino que bastaba movilizar fracciones de las unidades
fundamentales para provocar los RO falsos (ver narraciones de hechos representativos).

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a extorsiones que sufría la población civil en el departamento. El CR Pérez Laiseca


afirmó que la dificultad provenía de que tanto las FARC-EP como las organizaciones
delincuenciales llevaban a cabo estas acciones de manera similar, e incluso las últimas
intentaban camuflarse en las características del accionar guerrillero:

“(…) no era como en otras regiones, yo venía por ejemplo de la FUDRA y allá era muy fácil
enfrentarse uno a grupos en áreas, en campamentos y ellos estaban, se podían distinguir con
facilidad, distinguir primero porque estaban en zonas campamentarias y distinguir primero
porque ellos tenían allí unas formas que permitía a uno distinguir de primera mano que
pertenecían a la organización de las FARC. Aquí no sucedía eso, en el Huila, en el Huila esta
situación no era posible, ni para la población civil ni para las autoridades ¿por qué? porque a veces
se presentaban situaciones como que las personas recibían lo que llamaban el boleteo, las vacunas
y lo decían así, que eran como boletas, eran como panfletos que le llegaban a sus empresas, incluso
a sus casas y traían allí logos como si fueran, todos hablaban que pertenecían a las FARC y esa era
la modalidad”289. (negrillas agregadas)

255. Según comentó el mismo compareciente, esta forma de camuflaje también le fue
funcional a las FARC-EP ya que sus miembros no se podían movilizar tranquilamente
por el departamento. De esta manera, la guerrilla podía relacionarse con grupos
delincuenciales para obtener recursos mediante extorsiones, pero también el
debilitamiento de la guerrilla podía generar incentivos para camuflar su operatividad
en las acciones de las organizaciones delincuenciales290.

256. La incidencia de la extorsión en el departamento, así como las dificultades para


discernir cuando las provocaba un actor u otro, también se articularon con la
presentación de muertes en combate falsas. Como ha determinado la Sala en varios
hechos que investiga, las unidades militares mediante integrantes de las distintas
secciones y unidades fundamentales montaron operaciones antiextorsión -que eran en
realidad emboscadas- para justificar la muerte de civiles. En estas operaciones
resultaban asesinadas personas que habían sido engañadas, iban de civil,
supuestamente con armas cortas y que, por regla general, según reportes de los hechos,
habían atacado a la tropa cuando se habían visto descubiertas.

257. Respecto al fenómeno del narcotráfico también se manifestó el excomandante de


la BR09, relacionándolo con la ubicación del Huila, que según dijo, facilitaba la
presencia de actores armados y delincuenciales vinculados a este. Según anotó, el
departamento limitaba con otros que presentaban alta conflictividad y existencia de
cultivos y producción de coca y era usual que las organizaciones dedicadas al tráfico se
movilizaran por el Huila, ya que:

“(…) por su situación geográfica es como una especie de estrella vial, si lo pudiéramos llamar así,
que intercomunica diferentes regiones del país desde el sur; estamos hablando del Putumayo, el
Cauca, de Nariño, del occidente, del departamento del Valle, tiene límites con él el Cauca, el
departamento del Tolima también y por el norte pues el departamento del Tolima, Meta. Entonces,

289 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556. El CR manifestó en su VV que las organizaciones delincuenciales aprovechaban el
temor que despertaban las FARC-EP en el Departamento, para usarlas en sus amenazas hacia sectores de la
sociedad civil y lograr más fácilmente sus objetivos.
290 Ibidem.

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ese era como un sitio de cruce permanente de actividades del narcotráfico también, en esas
actividades de narcotráfico también tenían vinculación las organizaciones que pertenecían a la
subversión en este caso de las FARC y esas actividades del narcotráfico estaban representadas
especialmente en lo que era transporte, comercialización, tránsito (…)”291.

258. En sentido similar se pronunció el TC Vargas Solano cuando sostuvo ante la


Magistratura que el Huila contaba con una ubicación que posibilitaba el tránsito de
droga y de organizaciones dedicadas a su fabricación y comercialización: mientras en
los departamentos de Putumayo y Caquetá se daba la producción de hoja de coca, el
Huila era la ruta de tránsito obligada hacia los laboratorios del Cauca. Esto implicaba
que en el departamento se dieran enfrentamientos entre organizaciones delincuenciales
por el control de rutas292.

259. Aunque en general, en las VV se evidenció que los comparecientes de alto rango
no coincidieron en la exposición de los principios que sustentaban la acción militar en
contra de estos fenómenos delincuenciales, los comparecientes adscritos a esta
comandancia coincidieron en que enfrentar estos fenómenos delincuenciales hacía
parte de las responsabilidades de la BR09, por ser considerados un “factor de inestabilidad
en el orden público”, aunque no era parte de su misionalidad. Por ejemplo, el MY
Céspedes dijo que siempre consideró que su prioridad era enfrentar a la guerrilla -sobre
todo a la CMTF y al Frente 17293-, mientras que el TC Vargas Solano dijo que en el
Manual 3-10 de operaciones irregulares se concebía a la delincuencia común como un
“factor generador de violencia” y por tanto era legítimo para el Ejército Nacional atacarla
en el área de responsabilidad. De hecho, le planteó a la JEP que era frecuente que en las
zonas de accionar de las estructuras de las FARC-EP también hiciera presencia la
delincuencia común, lo que hacía probable que en operaciones de control militar de
área las tropas tuvieran que reaccionar ante actos delincuenciales en flagrancia294.

260. Como se ha evidenciado a lo largo de este apartado, las opiniones sobre por qué
y cómo se decidió que la delincuencia común fuera un blanco de la inteligencia militar
y las operaciones en los batallones investigados han mostrado contradicciones y muy
pocas se remitieron a algún fundamento doctrinal, como fue el caso del TC Vargas
Solano. De hecho, hubo comparecientes que señalaron que esto simplemente hizo parte
de sus competencias de protección a la población civil y otros que claramente dijeron
que la lucha contra la delincuencia común correspondía principal o exclusivamente a la
Policía Nacional, es decir, no existía uniformidad alguna entre los comandantes en
relación con la misionalidad de las Fuerzas Militares.

291 Ibidem. El compareciente mencionó que, aunque existían cultivos ilícitos en el Huila, estos no tenían la
magnitud que adquirieron en otros departamentos.
292 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ariel Gustavo Vargas Solano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0559. Respecto al rol del Ejército Nacional en la lucha contra fenómenos delincuenciales, el
compareciente referenció acciones preventivas y de coordinación con sectores productivos como el cafetero.
293 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.
294 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ariel Gustavo Vargas Solano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0559. Respecto al rol del Ejército Nacional en la lucha contra fenómenos delincuenciales, el
compareciente referenció acciones preventivas y de coordinación con sectores productivos como el cafetero.

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261. También las unidades especiales que se habían venido creando en la BR09 fueron
consideradas positivamente por los comparecientes adscritos a esta comandancia. Por
ejemplo, y al igual que sus antecesores, el CR Pérez Laiseca manifestó que tanto el CO5
como la FUTAR tuvieron gran importancia en el contexto operativo departamental.
Entre otras cosas, dijo que entre los objetivos de estas unidades se incluía combatir a la
CMTF y que al CO5 se le habían agregado tropas de batallones de contraguerrilla y de
la FUTAR, conformación que tenía aún en 2008:

“(…) si recuerdo bien era que el comando operativo 5 tenía su puesto de mando allí [en Algeciras],
tenía una parte del Caquetá también doctor, el comando operativo 5, porque era más fácil ir por
ese lado allá al Caquetá, un pedazo del Caquetá pero muy pequeñito allá y tenía digamos allí como,
como, como esa zona de acción, o sea, parte de la jurisdicción de la brigada 12 que se le entrega allí
tenía parte de lo que era el batallón Pigoanza no estoy seguro si de Algeciras, si había alguna parte
al sur de Gigante y parte también de lo que era el batallón Tenerife. Entonces la fuerza de tarea
ARPÓN que yo le menciono que estaba en, eso era normalmente del batallón Tenerife pero se le
había asignado al comando operativo 5 en ese momento, entonces esa era como su área de
operaciones digámoslo así, no propiamente como una jurisdicción, pero era el área de operaciones
que tenía (…) se le ha asignado la misión de hacer operaciones contra una de las estructuras más
crueles de las FARC que era la columna móvil Teófilo Forero, ahí está la razón, entonces
prácticamente lo que se puso fue con la misión específica de combatir y de enfrentar allá esa
amenaza. (…) del comando operativo inicialmente hicieron parte los batallones de contraguerrillas
N°9 de la novena brigada, el 12 de la brigada 12 y el 50 y la fuerza de tarea ARPÓN. En el 2007 se
le agregó el batallón de contraguerrillas N°106. En el año 2008 el comando operativo 5 cuenta con
las siguientes unidades militares, estoy hablando del año 2008, batallón de contraguerrillas N°1
Los Muiscas, este era de la primera brigada de Boyacá; Batallón de contraguerrillas N°9 Los
Panches que ese era de ahí de la novena brigada y la fuerza de tarea ARPÓN” (…)295.

262. Aunque el CR Pérez Laiseca y los integrantes de su estado mayor dieron una
imagen del ambiente operacional muy similar a la de sus antecesores, llamó la atención
el énfasis que hicieron en elementos históricos cada vez más alejados de los años de su
comandancia. Como se vio, la ZD continuaba siendo un referente para entender la
situación de orden público departamental, aunque por lo que se sabe este había sufrido
cambios significativos en los años anteriores gracias a la ofensiva militar iniciada desde
2002. Los comparecientes parecían encontrarse aferrados a una imagen del contexto
operacional y tener dificultades para reconocer avances en la situación departamental
experimentados desde la implementación de la PSD.

263. Así mismo, en buena parte de las VV de los integrantes de las tres comandancias
de la BR09 se mencionó la concentración de esfuerzos operativos y de inteligencia en el
norte del departamento. Casi siempre reportaron que las instrucciones que se les habían
dado implicaban mantener el foco en las estructuras con capacidad de acción en Neiva
(la CMTF) y cercanías (Frente 17) y, por tanto, dieron la impresión de que su trabajo
escasamente se articuló con las necesidades operativas del BIMAG y el BIPIG. Para
ilustrar lo anterior, se incluye un mapa con la georrefereciación de las ubicaciones de
áreas campamentarias y ejes de movilidad para el periodo 2004-2008, según fueron
mencionadas en las versiones voluntarias de los comparecientes que integraron las
planas mayores de los batallones y el Estado Mayor de la BR09.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
295

de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556.

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Mapa No. 10. Áreas campamentarias y ejes de movilidad de las FARC-EP, 2004 -
2008

264. Adicionalmente, en estas versiones voluntarias la Sala percibió que la


delimitación de zonas priorizadas bajo jurisdicción de la BR09 constituía una amenaza
para la población civil puesto que se la identificaba como cercana a la guerrilla. Estas
dinámicas de señalamiento se relacionaron con procesos que fueron útiles en
victimizaciones analizadas en el patrón de estigmatización. Por otro lado, se evidenció
una ambivalencia en el sustento dado a las operaciones contra la delincuencia común,

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que, junto a los cambios en la forma de actuar de la guerrilla, no encontraron una


respuesta en el rediseño de la estrategia militar en el centro y sur del departamento.

265. A continuación, se hará un recorrido por las afirmaciones de los comparecientes


adscritos a las unidades tácticas de interés (BIMAG, BIPIG y AFEUR 11) respecto al
ambiente operacional en el sur y centro del Huila, y en Neiva y sus alrededores en los
años que conciernen a la Sala. Se empezará exponiendo la información que sobre este
asunto entregaron los integrantes del BIMAG. Como se verá, existieron similitudes y
diferencias marcadas con lo afirmado por los integrantes de la BR09, ya que su
conocimiento operacional estaba limitado al área de responsabilidad de sus unidades.
En este sentido, los integrantes de los batallones estaban en capacidad de entregar
información más detallada y certera sobre las amenazas, sus características y su
distribución en las jurisdicciones de los batallones.

3.2. Ambientes operacionales del BIMAG y el BIPIG.

266. En el presente apartado se presentarán los ambientes operacionales en las


jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG, de acuerdo con lo sostenido por los
comparecientes adscritos a estas unidades militares durante el periodo que se aborda
en esta decisión. El apartado se divide en tres: las dos primeras partes presentan lo que
dijeron SLP, y suboficiales y oficiales subalternos. Las afirmaciones de estos
comparecientes se caracterizan por tratarse de integrantes del Ejército Nacional que
patrullaron en el área de operaciones, es decir, por personas que tenían un contacto
directo y diario con el ambiente operacional. En la tercera parte se relaciona y contrasta
lo que explicaron los comandantes y altos mandos del batallón sobre el ambiente
operacional en su jurisdicción, esto es, individuos que se encontraban lejos de la
realidad cotidiana del conflicto armado.

267. La información se presenta para adelantar una comparación entre las versiones
y remarcar las diferencias de fondo existentes en lo afirmado por unos y otros sobre el
ambiente operacional, pues una de las primeras conclusiones que permite este análisis
es que mientras los militares con mayor presencia en el área de operaciones (SLP,
suboficiales, y algunos oficiales que comandaban las unidades fundamentales),
frecuentemente describieron un ambiente operacional en el que las amenazas se
encontraban reducidas, o incluso eran inexistentes, los altos mandos consideraban que
sus respectivas jurisdicciones tenían un orden público “delicado” y expusieron una
situación llena de amenazas para la seguridad de las tropas y la población civil.

268. A pesar de lo anterior, los soldados, suboficiales y comandantes de pelotones no


descartaron por completo la existencia de amenazas en los lugares en los que ejercían
control militar de área o realizaban operaciones ofensivas; pero casi siempre las
circunscribieron a veredas específicas, y las relacionaron con la existencia de milicias,
el minado de campos y en algunos casos con hostigamientos por parte de estructuras
guerrilleras.

269. Así mismo, estos comparecientes relacionaron la escasa presencia de grupos


armados con la ejecución de asesinatos y desapariciones forzadas para presentar éxitos
operacionales falsos, ya que dijeron que entre 2005 y 2008 eran escasas las posibilidades

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de entablar combates con estructuras guerrilleras, mientras las presiones por resultados
se mantenían altas. Además, mediante las versiones voluntarias de los soldados
profesionales también se pudieron identificar dos periodos en el contexto operacional
de las jurisdicciones de las unidades investigadas: uno anterior a 2004 -o 2005 en
algunos casos- en el que las amenazas de las FARC-EP en la jurisdicción eran continuas;
y otro, de 2005 a 2008, en el que la mayoría de ellos reportaron muy pocos sobresaltos
en el orden público en el centro y sur del Huila.

270. Por el contrario, fue frecuente que los altos mandos ofrecieran un panorama en
el que todo tipo de acciones guerrilleras eran posibles -secuestros, tomas de
poblaciones, ataques a unidades militares, etc.-, y que otras amenazas al orden público
como el narcotráfico y la delincuencia común se relacionaran con las FARC-EP. A pesar
de esto, algunos oficiales que comandaron unidades fundamentales y que conformaron
la plana mayor del BIMAG, como el entonces MY Francisco Adrián Álvarez Calderón,
dieron declaraciones parecidas a las de los soldados y suboficiales, en el sentido de que
entre 2005 y 2008 se había modificado la conflictividad en las jurisdicciones.

271. Como se verá, la mayoría de los comparecientes ubicaron la amenaza que


representaban las FARC-EP en zonas muy específicas de las jurisdicciones de los
batallones, casi siempre en estribaciones de las cordilleras Oriental y Central, en límites
con Caquetá y Cauca, respectivamente. Además, señalaron que tuvieron escasa
participación en combates y que, en años previos a 2005, presentaron pocos resultados
operacionales. Con frecuencia sugirieron que en las áreas de responsabilidad de los
batallones los combates eran una anomalía.

272. A continuación se empezará presentando las aseveraciones de los integrantes del


Ejército Nacional encargados de la implementación de las órdenes de operaciones y del
control militar de área (soldados en la primera parte, y suboficiales y oficiales de bajo
rango después) y luego se dará cuenta de las declaraciones de oficiales y altos mandos.
La división de las afirmaciones de los SLP y los suboficiales y oficiales subalternos se
hizo debido a que las declaraciones de los SLP eran las únicas que permitían hacer una
contrastación con la situación previa a 2005, debido a sus largas permanencias en las
unidades militares.

3.2.1. Ambientes operacionales en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG, según


soldados profesionales antiguos.

273. Las versiones de los soldados cuentan con una característica: debido a su
permanencia por largos periodos en los batallones, entregaron información que
permitió contrastar la situación en las jurisdicciones a lo largo del tiempo, es decir, bajo
diversas comandancias y desarrollos de las hostilidades. Gracias a esto, dieron cuenta
de un ambiente operacional que había sufrido profundas modificaciones desde la
implementación de la PSD. Los cambios fueron tan notorios que, en su mayoría, los
comparecientes plantearon que el ambiente operacional para el periodo entre 2005 y

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2008 estuvo lejos de ser crítico296.

274. Mediante sus declaraciones fue evidente que, aún en la época en la que
describieron la situación de orden público departamental como crítica (antes de 2004 o
2005), las amenazas de las FARC-EP no se distribuían uniformemente en las
jurisdicciones de los batallones y más bien parecían estar circunscritas a zonas muy
específicas del sur y centro del departamento, casi todas en límites con Cauca y
Caquetá, es decir, las zonas elevadas de las cordilleras oriental y central.

275. Los versionados dijeron -como se verá luego- que en esas zonas cordilleranas
había sectores y veredas en las que las tropas debían movilizarse y adelantar
operaciones o patrullajes con precauciones, lo que era consistente con la ubicación que
reportaron de las estructuras guerrilleras -los Frentes 13 y 61 y la CMTF- y con los
repliegues de las FARC-EP descritos en apartados anteriores y ocurridos desde antes
de los años de interés de la Sala.

276. Al referirse al ambiente operacional en las jurisdicciones de los batallones en


años previos a los estudiados en esta decisión, casi siempre describieron una situación
difícil de orden público, empeorada desde el establecimiento de la ZD y que se
expresaba en ataques a poblaciones y contra las tropas del Ejército, secuestros y en una
sensación continua de alerta. De hecho, los soldados adscritos al BIMAG y el BIPIG,
reportaron un ambiente operacional en el que se presentaban combates y acciones de
parte de la guerrilla, como fue el caso de las tomas de Oporapa y Maito (corregimiento
de Tarqui) en julio de 2002297. A pesar de la situación descrita, los SLP vinculados a los
batallones de interés reportaron escasa participación en combates en los años de
vigencia de la ZD y previos a 2005298, y una operatividad guerrillera entre 2000 y 2006
dedicada al minado de campos y los hostigamientos contra las tropas del Ejército
Nacional299.

296 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Andrés Albeimar Rivera Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0277.; Versión Voluntaria de José Wilson Orrego Noreña. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237; Versión Voluntaria de Luis Heney Marín Brochero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0278; Versión Voluntaria de David
Rodríguez Triviño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0275, entre otros.
297 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Wilson Orrego Noreña. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237.
A pesar de las desventajas que implicaba responder a la toma de un centro urbano, el balance de este hecho
para el Ejército Nacional fue positivo, lo que podía mostrar unas capacidades de respuesta mejoradas: solo un
herido en sus filas contra 29 guerrilleros muertos en los combates. EL TIEMPO. Mueren 32 guerrilleros. 12 de
julio de 2002. En: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1316970.
298 Por ejemplo, el SLP Eduaime Gaitán reportó que, entre 1999 y 2002, su unidad fundamental sufrió varios

hostigamientos, aunque nunca participó en capturas o combates contra fuerzas guerrilleras. Otros
comparecientes como el SLP Diego Fernando Bravo y Andrés Albeimar Rivera también reportaron la escasa
incidencia de combates. En el caso del último, únicamente 2 combates entre 2003 y 2004. Lo mismo dijo el SLP
José Wilson Orrego en su VV: “(…) Recuerda usted a lo largo de su carrera aproximadamente, ¿en cuántos
combates ha participado? (…) RESPONDIÓ: Señor Magistrado, yo creo que de pronto, que recuerdo, por lo
menos unos 3 (…)”.
299 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Andrés Albeimar Rivera Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0277. Esta predominancia de los hostigamientos y el minado como las formas de ataque de

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277. Durante estos años previos a 2005, los comparecientes reportaron la existencia
de amenazas en zonas circunscritas de las jurisdicciones de los batallones. Por ejemplo,
los SLP pertenecientes al BIMAG coincidieron en conceder especial importancia al
Frente 13 dentro de los planes operativos del batallón y afirmaron que para 2003 la
ubicación de la estructura guerrillera se daba en la vereda El Mármol de Isnos y que su
labor consistía en realizar control militar de área allí. Este fue el caso del SLP José Fidel
Orjuela, quien en su VV detalló las dificultades que el sector representaba para la
tropa300:

“PREGUNTADO ¿Cuando usted llegó en el año 2003 al Batallón Magdalena cuál era la situación
operacional? RESPONDIÓ Se hacía registro y control de área, en ese tiempo nos mandaron al
sector de El Mármol en la vía que va de Isnos a Popayán, por ahí había en ese tiempo bastante
insurgencia y guerrillas, hacían retenes, entonces nos mandaron a controlar esa área (…)”301.

278. Según los comparecientes del BIMAG, la situación en El Mármol en Isnos no se


limitaba a ataques de la guerrilla en la zona, sino que implicaba a la población civil. Por
ejemplo, el SLP Jhon Alexander Cárdenas Quintero describió a la vereda como
desafecta y con presencia de milicias y campos minados, y enumeró otras zonas
ubicadas en la periferia del Huila en las que se presentaban acciones guerrilleras y en
las que el Ejército Nacional llevaba a cabo operaciones hacia 2003 y 2004:

“PREGUNTADO: Como usted nos dice que el área de El Mármol la población era un poco más
desafecta ¿tomaban alguna precaución especial, o había alguna característica especial de las
operaciones cuando se desarrollaban en esa región? RESPONDIDO: Sí doctor, siempre tocaba
tomar precauciones porque ahí siempre… hubieron [sic] inconvenientes con los soldados
también… ahí en ese sector hubo mucho soldado que cayó en campo minado también doctor,
decían que eran las milicias también de ahí de ese sector, entonces siempre uno mantenía como
precavido doctor (…) lo que es por el sector de Acevedo doctor también hubo un tiempo donde
hubo presencia de guerrilla doctor, y siempre se hacían operaciones en ese sector doctor, lo que
era para la Bota Caucana también, para el área del Putumayo también, doctor, se hicieron
operaciones doctor. En ese tiempo, no me acuerdo si era el 2004 o el 2003 que volaron el puente de
Villalobos, la guerrilla302… agregaron otros batallones hacia ese sector donde volaron el puente de
Villalobos303”.

las FARC-EP también fue reportada por el SLP Libardo Guevara, que dijo que entre 2001 y 2005: “(…) Pues su
señoría. Sí había mucha guerrilla, a veces uno estaba en la base y en la base lo hostigaban a uno, más que todo
en Algeciras (…) Se descuidaba uno tantico y le ponían minas, le volaban las piernas a uno o al compañero.
Más que todo hostigamiento, hostigamiento y hostigamiento.”
300 La JEP investiga dos hechos ocurridos en El Mármol: uno, ocurrido el 18 de marzo de 1993 y el otro, el 6 de

octubre de 2007. Por tanto, aunque comparecientes hablaron repetidamente de esta vereda como una zona
desafecta hacia la tropa, esto no necesariamente se tradujo en mayor número de muertes ocurridas allí. El
Mármol se ubica en el occidente del municipio de Isnos, en límites con el PNN Puracé y el Departamento del
Cauca.
301 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Fidel Orjuela. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242.
302 Al parecer, el SLP se refería a un evento ocurrido a fines de julio de 2004 en el que murieron 12 militares

producto de un ataque de las FARC-EP. EL TIEMPO. “Saqué el último aliento y le dije: “Nos vemos en el
infierno!””. En: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1501987
303 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480. Otros SLP como José Aníbal Trujillo también mencionaron la especial conflictividad
que se vivía en El Mármol

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279. De manera coincidente, otros comparecientes también mencionaron la vereda de


El Mármol cuando la Magistratura indagó por la situación en la jurisdicción antes de
2005. Por ejemplo, el SLP José Aníbal Trujillo mencionó que entre 2000 y 2005 los
sectores de El Mármol y Villalobos y los municipios de Acevedo, Saladoblanco y San
Agustín presentaban amenazas continuas de parte de las FARC-EP:

“PREGUNTADO ¿cómo era el ambiente operacional en el batallón? RESPONDIDO lo que fue en


el 2000, 2001, 2003, 2004 y 2005 era bastante complicado porque siempre había harta presencia de
lo que eran los grupos de las FARC PREGUNTADO ¿en dónde siempre se hacían esos grupos?
RESPONDIDO lo que era El Mármol, lo que era San Juan de Villalobos, lo que era la parte de
Acevedo, parte de Saladoblanco, parte de San Agustín por allá donde nace el río Magdalena, había
harta presencia de esa gente, de guerrilleros304”.

280. Aunque en las VV no se hicieron referencias a la situación de El Mármol entre


2006 y 2007, un compareciente reportó que la situación en la zona seguía presentando
complicaciones hacia 2008. Esto lo mencionó el SS Carlos Rodríguez Vera, quien le dijo
a la JEP que para ese año aún se reportaban combates allí: “PREGUNTADO: y en esa
época de los hechos se presentaron también combates que fueran reales con la guerrilla
RESPONDIÓ: por ese sector [de la vía hacia Popayán] sí señor, pero más hacia el lado de El
Mármol, hacia el lado de La Paletera305, muy retirado de ahí”306.

281. También los comparecientes que pertenecieron al BIPIG reportaron una


ubicación de las estructuras guerrilleras limitada a los márgenes de su jurisdicción. Por
ejemplo, el SLP David Rodríguez Triviño sostuvo que entre 2002 y 2004 la situación era
más compleja en Algeciras307 (hacia la cordillera Oriental), y en Inzá, Cauca (hacia la
cordillera Central), y que esto reflejaba la ubicación de la guerrilla en los límites del área
de responsabilidad, aunque no implicaba mayores probabilidades de presentar
combates308.

282. Sobre esta ubicación de las amenazas en las partes altas de las cordilleras
Oriental y Central coincidieron la totalidad de los SLP adscritos al BIPIG. Por ejemplo,
Luis Herney Marín sostuvo que al ser enviado entre 2004 y 2005 a la compañía C, el
comandante le dijo que en Algeciras -donde se encontraba destacada- se vivía una
situación de zozobra respecto a las actuaciones de las FARC-EP: “Allá me dieron el
recibimiento, me presenté ante los compañeros y el comandante nos dijo, bueno, digámoslo así,

304 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0267.
305 Al parecer, se trata de Paleterá, en la vía entre Isnos y Popayán y parte del municipio de Puracé en el Cauca.

306 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244. Fue la única referencia que se halló para El Mármol en fechas posteriores a 2005. Por
esa razón se incluyó en este apartado.
307 El SLP Luis Mulcué Sanza en su VV le dijo a la Magistratura que en las zonas críticas de Algeciras habitaban

familiares de guerrilleros en armas y que esa situación hacía desafecta a la población: “(…) Algeciras es pesado,
incluso todavía, la gente es temerosa al ejército porque hay bastante influencia de la guerrilla y hay familias
que tenían 3 o 4 integrantes en las FARC entonces nunca gustaron del Ejército”.
308 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de David Rodríguez Triviño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0275.

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Marín, por acá (…) prácticamente es zona roja, debe tener mucho cuidado (…)”309. Aunque
también el SLP Willinton Espinosa Baquero reportó la presencia de estructuras de las
FARC-EP en límites con Caquetá entre 2002 y 2007, afirmó que estas no tenían voluntad
de entablar combate con las tropas del Ejército. De hecho, explicó que la CMTF -la
estructura con presencia en la zona- usaba al Caquetá como resguardo cuando las
tropas del BIPIG se le acercaban, en lo que describió como un juego del “gato y el
ratón”310.

283. Los SLP del BIPIG también aludieron a los límites con Cauca, es decir, áreas
geográficas elevadas, como una zona que presentaba dificultades operativas para el
Ejército Nacional. Por ejemplo, Florentino Tovar indicó que la tropa experimentaba
retos para su seguridad en zonas de Garzón e Íquira y del Cauca, como: “(…) Rio
Chiquito [Inzá], Rio Negro [Íquira], al lado del Caquetá, de Garzón hacia arriba había una
vereda que se llamaba La Línea (…)”311, y aunque mencionó que Gigante también
presentaba dificultades, nunca participó en combates reales en ese municipio.

284. Otros comparecientes de bajos rangos también entregaron información sobre la


situación de orden público en la jurisdicción del BIMAG en años anteriores a los de
interés de la Sala (2005-2008). Por ejemplo, José Yaty Anacona, SLP adscrito al BIMAG,
describió un escenario entre 2000 y 2005 en el que las tropas del Ejército Nacional se
mantenían en alerta, lo que implicaba que las unidades fundamentales desplegadas en
el área de operaciones tenían que trasladarse frecuentemente para evitar ser ubicadas y
hostigadas312. El compareciente le narró a la JEP que a los SLP les informaban que las

309 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Herney Marín Brochero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0278. La CMTF fue la estructura con presencia en la jurisdicción del BIPIG que más
reportaron los comparecientes. Entre otros, fue mencionada por los SLP David Rodríguez Triviño entre 2002
y 2004; el SLP Eduaime Gaitán, para el periodo entre 1999 y 2006; el SLP Jorge Arley Silva Reyes; o el SLP Javier
Pedraza, que entre 2000 y 2005 reportó la presencia en la jurisdicción de la compañía Ayiber González adscrita
a la CMTF, y que ubicó en “(…) Algeciras, en Gigante, en las veredas de Gigante como Tres Esquinas, Silvania,
la Umbría, el Vergel, Alto Cielo, Ventanas (…)”.
310 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
Resulta significativo que Algeciras haya sido el municipio que los SLP mencionaron más frecuentemente como
zona con problemas de seguridad para la tropa. Como se verá luego, en el apartado dedicado al ambiente
operacional de la BR09, en 2005 se activó el Comando Operativo No. 5 (CO5), unidad a la que se le encargó
ejercer control sobre el municipio y específicamente en zonas que constituían un corredor de movilidad que
unía al Caquetá con el Huila. Sobre Algeciras, el SLP Eduaime Gaitán dijo que entre 1999 y 2005: “(…) allá
daban plomo por todo lado, no podía dormir tranquilo lo hostigaban, tiraban granadas, era complicado (…)”.
A pesar de esto, el compareciente reportó una participación escasa en combates que se dieron en otras zonas
de la jurisdicción, en su caso, en Santa Leticia, Cauca, en límites con La Plata. Otro SLP que mencionó a
Algeciras como el municipio crítico en la jurisdicción del BIPIG, fue Florentino Tovar, en el periodo entre 2002
y 2003
311 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
312 El SLP Juan José González describió detalladamente lo que era un hostigamiento: “PREGUNTADO:

Explíquenos por favor ¿cómo es un hostigamiento? ¿cómo empieza, más o menos cuándo dura, cómo se
termina? RESPONDIÓ: Un hostigamiento es cuando uno va en desplazamiento y cuando la guerrilla lo está
esperando a uno y empieza a hostigar, entonces es donde uno tiene que cubrirse porque pues ellos mantienen
en los cerros (…) PREGUNTADO: ¿Entonces si le entiendo el pelotón se va desplazando por una vía?
RESPONDIÓ: Sobre el camino, hay veces que sale uno a la vía porque pues no encuentra más cómo

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FARC-EP actuaban en la jurisdicción mediante robos, extorsiones y asesinatos, y que


fue hostigado en varios municipios durante ese periodo:

“PREGUNTADO: ¿qué grupos hacían presencia? RESPONDIÓ: en ese tiempo se hablaba mucho
de las FARC (…) se dedicaban a extorsionar, a robar, a atracar, a todo eso, a que la gente que no
les colaboraba que los mataba, o sea eso era lo que nos decían a nosotros (…) PREGUNTADO: (…)
¿cómo era la percepción de esos grupos por parte de usted y de su pelotón? RESPONDIÓ: pues la
percepción era de nosotros cuidarnos, en ese tiempo era duro el trabajo por el motivo de que si
usted se quedaba quieto en una sola parte, a nosotros nos pasó varias veces que nos quedamos
más de tres días, le llaman a uno que lo hostigan, llegan, en ese tiempo nos tiraron creo que eran
cilindros o granadas, todo eso doctor, entonces pues esa era la percepción que si nosotros nos
quedábamos ahí nos iban a joder. PREGUNTADO: ¿en qué municipios fue usted hostigado?
RESPONDIÓ: a mí me hostigaron en Acevedo, en Suaza, en Isnos y en Saladoblanco
PREGUNTADO: recuerda en qué años RESPONDIÓ: eso fue mucho en el 2000, 2001, 2003,
2005313.”

285. Sin embargo, según los comparecientes, el panorama en sus jurisdicciones en los
años de interés para la investigación (2005-2008) se modificó significativamente. De esta
forma, los SLP cambiaron los reportes que entregaron sobre los riesgos que se le
presentaban a las tropas del Ejército Nacional después de 2004. Por ejemplo, el SLP
Jaiber Méndez describió dificultades para trabar combate con las FARC-EP -o ausencia
de voluntad para atacarlo- entre 2005 y el segundo semestre de 2008, cuando las FARC-
EP reingresaron a la jurisdicción del BIMAG; así mismo, consideró que esta fue una de
las condiciones para el aumento de las MIPBC314. Otros comparecientes también
relataron que varias zonas de la jurisdicción del BIMAG se encontraban relativamente
pacificadas en años posteriores a 2004 y afirmaron que la ausencia de enemigo
implicaba que el Ejército Nacional tuviera una operatividad limitada. El SLP Yilfredy
Ortega Pepicano contó que para 2008: “(…) en la parte operativa en esos días por esa vía
[hacia Putumayo] estaba calmado, no había nada y todo era paz en ese momento, trabajar era
solo hacer retenes y esperar a que pasara el tiempo porque no había nada más que hacer por esos
lados, presencia de la guerrilla ya no había nada315”.

desplazarse. PREGUNTADO: Entonces va por un camino o va por una vía y desde una zona más alta la
guerrilla empieza a disparar hacia donde está el pelotón ¿eso es correcto? RESPONDIÓ: Sí señor.
PREGUNTADO: ¿En esos enfrentamientos usted puede observar donde se encuentra la guerrilla?
RESPONDIÓ: No señor, solamente cuando disparar, no da tiempo de nada. PREGUNTADO: ¿Y cuánto dura
por lo general un hostigamiento? O ¿Cuánto puede durar un hostigamiento? RESPONDIÓ: Aproximadamente
20 minutos, media hora, 10 minutos. PREGUNTADO: ¿Y cuándo se acaba un hostigamiento? O ¿cómo se acaba
un hostigamiento? RESPONDIÓ: Pues ya ellos ven que no hay nada que de pronto pues ya salen y se van.
PREGUNTADO: ¿Por lo general un hostigamiento tiene o deja algún resultado tangible? RESPONDIÓ: No
señor, heridos de los mismos soldados. PREGUNTADO: ¿Y en los hostigamientos que sufrió su pelotón
recuerda si se produjeron heridos? RESPONDIÓ: No recuerdo bien, un soldado un teniente, no me acuerdo
bien. PREGUNTADO: ¿Mas allá de esos hostigamientos recuerda si tuvo combates que produjeran resultados
tangibles para el pelotón? RESPONDIÓ: No señor”. En: Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Juan José González. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0259.
313 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
314 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
315 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yilfredy Ortega Pepicano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0266.

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286. Otros comparecientes matizaron estas declaraciones, como fue el caso de José
Wilson Orrego, quien explicó que entre 2006 y 2007 los combates con la guerrilla eran
esporádicos. Sin embargo, relató uno ocurrido durante esos años -aunque no pudo
especificar cuando-, en el que se presentó la muerte de 3 SLP y un intercambio de fuego
de unos 7 minutos de duración en los que no hubo posibilidad de ver al grupo atacante
ya que se encontraba a una distancia considerable316.

287. También los comparecientes adscritos al BIPIG reportaron transformaciones en


el conflicto armado en su jurisdicción. Por ejemplo, José Edilberto Vera Vera sostuvo
que debido a la PSD se empezaron a dar cambios en la situación operacional que se
reflejaron en mayores dificultades para encontrar enemigo en la jurisdicción y que estas
se relacionaron de manera directa con los asesinatos y desapariciones forzadas
atribuidos a integrantes del Ejército Nacional:

“(…) usted me dice que cuando ingresó en el año 99 sí se daban bajas legítimas, y luego llegó una
época en que ya no. RESPONDIDO hubo una época en que de pronto, digamos en el tiempo del
presidente Álvaro Uribe ya la guerrilla ya no combatía tanto como lo hacía antes que era
(inaudible) ya se valían más de emboscadas, entonces ya era más complicado encontrarse a la
guerrilla (inaudible) PREGUNTADO entonces como no encontraban guerrilla… RESPONDIDO
entonces el ejército comenzó a dar de bajas digamos a ladrones (…) PREGUNTADO ¿Qué marca
ese cambio, por que empieza a darse eso en el batallón? RESPONDIDO pues no sé si de pronto
sería por el comandante de batallón, o no sé, le daba pereza mandar al soldado a la montaña a
pelear, porque todavía en ese tiempo había, pero no era tanto como antes 317. (negrillas agregadas)

288. El SLP Andrés Albeimar Rivera -adscrito al BIPIG desde 2000- también reportó
un cambio fundamental que sufrió el ambiente operacional en años sucesivos. Según
afirmó, se dio una mayor presencia territorial del Ejército gracias al aumento en el
número de efectivos disponibles318, y vinculó este mayor control territorial con cambios
en las relaciones con la población civil, ya que la afección o desafección hacia el Ejército
dependía de la mayor o menor presencia de las tropas319.

289. Otros comparecientes también reportaron mejorías en la situación de orden


público en los años en los que se dispararon los asesinatos y las desapariciones forzadas
atribuidos a integrantes de las unidades investigadas. Por ejemplo, el SLP Lozano
Cerquera mencionó que la recuperación del territorio por parte del Ejército Nacional se

316 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Wilson Orrego Noreña. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237.
Compárese estas características del combate con las que se reportaban en casos de MIPBC.
317 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Edilberto Vera Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.
Otros ubicaron los cambios en la situación operacional después de la derogación de la ZD, cuando se redujeron
significativamente las acciones de la guerrilla en la jurisdicción. Así lo dijo el SLP Yeison Lozano Cerquera,
que indicó que tras la ZD se habría pasado del tránsito de tropas guerrilleras de centenares de subversivos, a
actuar en grupos pequeños que se concentraban en Algeciras y en límites con Cauca.
318 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Andrés Albeimar Rivera Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0277.
319 Ibidem. Esto indicaría que la afección hacia las tropas habría aumentado en los años de interés de la Sala. El

SLP Luis Herney Marín planteó que, en las zonas limítrofes con Caquetá y Cauca, en donde aún existían
posibilidades de encontrarse con la guerrilla en 2005, las tropas se enfrentaban a la desafección de la población
civil que habitaba esas regiones.

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acentuó conforme pasaron los años, de tal forma que entre 2005 y 2006 hubo una
disminución de los riesgos que generaba la guerrilla en jurisdicción del BIPIG:

“PREGUNTADO: y si hablamos de los años 2006 o 2007 ¿cómo evolucionó el conflicto?


RESPONDIÓ: pues ya fue minimizando un poco, pero pues, de todas maneras, pero entre más se
tomaba posesión del área ellos ya no molestaban ahí, sino que se iban para otra parte, entonces la
pasaba uno como quien dice jugando al gato y al ratón porque llegábamos ahí y ellos se iban para
el otro lado PREGUNTADO: ¿de qué año estamos hablando? RESPONDIÓ: 2005 o 2006 doctor”320.

290. No obstante, varios versionados mencionaron que en los años de interés de la


Sala aún había zonas en los límites de las jurisdicciones en las que las tropas del Ejército
Nacional enfrentaban un conflicto de baja intensidad que acarreaba riesgos para su
seguridad. El SLP Ortega Pepicano contó que supo de soldados que resultaban heridos
por minas antipersonales en zonas del Cauca y sugirió que la cercanía a otros
departamentos les servía a las estructuras guerrilleras para evadir a las fuerzas del
BIMAG321. A pesar de esto, el mismo SLP sugirió que entre 2007 y 2008 los riesgos para
las tropas del Ejército Nacional y la población civil estaban disminuidos, que la guerrilla
tenía una operatividad limitada y que se dedicaba al minado, a traslados por zonas
rurales apartadas y a la compra de elementos para su subsistencia:

“(…) ¿cómo actuaba o cómo era la movilidad de los grupos irregulares? usted nos ha dicho que
simplemente operaba la guerrilla ¿cómo actuaban ellos? RESPUESTA: ellos mantienen
caminando cerca de las veredas más cercanas a la montaña. PREGUNTA: ¿cómo actuaban? ¿iban
con la población civil o iban con ustedes? (…) RESPUESTA: donde nosotros estuvimos por allá lo
normal, mantenían y la gente civil decía que estaban de pasada y compraban víveres y se
devolvieron. PREGUNTA: ¿pero la guerrilla extorsionaba, secuestraba? RESPUESTA: de
secuestrar no, no se escuchaba que secuestraban por estos lados. Solo una vez secuestraron a un
ganadero”322. (negrillas agregadas)

291. En las versiones voluntarias de estos comparecientes también se evidenció que,


al tiempo que reportaban zonas en las que persistía la posibilidad de ser atacados,
informaban de municipios en los que las tropas no encontraban retos para su seguridad.
Entre otros, Jorge Arley Silva describió positivamente el trato con la población en toda
la jurisdicción del BIPIG entre 2005 y 2006, con excepción de Algeciras y La Plata323.

292. Aunque -como ya se vio- después de 2005 aún se reportaba presencia de las
FARC-EP en zonas limítrofes de la jurisdicción, casi todos los comparecientes indicaron
que las tropas llevaban a cabo actividades cotidianas normalizadas. Este fue el caso de
Eduaime Gaitán, quien sostuvo en su versión que entre 2005 y 2006 sólo participó en
operaciones de registro y control militar de área y no presentó resultados

320 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270..
321 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yilredy Ortega Pepicano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0266.
322 Ibidem.

323 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jorge Arley Silva Reyes. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0274.
Esto indicaría que la situación de orden público se encontraba bajo control del Ejército Nacional, si se relaciona
con lo dicho por el SLP Andrés Albeimar Rivera, respecto a que las relaciones con la población mejoraban en
cuanto el Ejército hacía presencia y ejercía control en las distintas zonas de la jurisdicción.

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operacionales324. Otro profesional mencionó que, aún en Algeciras, el municipio en el


que había mayores posibilidades de trabar combate con la guerrilla, las tropas del
Ejército podían pasar temporadas sin sobresaltos:

“(…) pues cuando llegué [en 2005], el comandante nos ordena muchos resultados operacionales,
de los cuales, la primera parte que entré en el principio, nos exigían muchos resultados
operacionales y manteníamos así en operaciones, camine por un lado y por el otro, a veces como
había enfrentamientos con la guerrilla y a veces no, y así, mantuvimos prácticamente como unos
4 o 5 meses en la zona de Algeciras, Huila 325”.

293. Esta situación de relativa calma en la operatividad militar se daba paralelamente


al aumento de los asesinatos de civiles cuya responsabilidad han reconocido integrantes
de las unidades de interés. Por ejemplo, Florentino Tovar reportó que su unidad
fundamental no presentó combates ni actividades de alto impacto en 2008326, cuando el
BIPIG estaba reportando un número significativo de resultados operacionales
ilegítimos.

294. Las amenazas se encontraban tan limitadas en las jurisdicciones que algunos
comparecientes consideraban que la operatividad de las unidades militares permitía un
cierto sosiego a las tropas. Por ejemplo, Jorge Arley Silva Reyes le dijo a la Magistratura
que para 2008 los riesgos presentaban una particular distribución: eran mayores en las
zonas montañosas y menos pobladas del área de responsabilidad del BIPIG, mientras
que las zonas planas y urbanizadas no presentaban dificultades327. El SLP Luis Herney
Marín dijo que las tropas estaban informadas de esta disposición de las amenazas en el
terreno, y que esto permitía que existieran “zonas de descanso” dentro de la jurisdicción
del batallón: “(…) había zonas, digámoslo así, que a veces mandaban a los soldados
profesionales a acompañar a soldados campesinos, al pie del casco urbano, o a veces cuando salían
los soldados regulares, también lo mandaban a uno a cuidar petroleras, entonces eran zonas que
uno quería estar más que todo porque lo dejaban quieto, quería uno estar ahí”328.

295. En general, los soldados profesionales reportaron estar al tanto de estas zonas en
las que existían mayores probabilidades de sostener combates con la guerrilla. Un
ejemplo de esto lo entregó el SLP Luis Mulcué Sanza, quien le dijo a la JEP que hacia
2006, al interior de las unidades fundamentales se comentaba sobre bajas en combate

324 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.
325 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Herney Marín Brochero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0278.
326 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
327 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jorge Arley Silva Reyes. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0274. Si
parte de la operatividad militar buscaba que disminuyera la importancia de fenómenos que golpeaban a la
población civil, resultaba funcional mantener las amenazas guerrilleras circunscritas a las zonas menos
pobladas de las jurisdicciones.
328 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Herney Marín Brochero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0278.

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que se daban en zonas donde la presencia de las FARC-EP era nula329.

296. De hecho, otros SLP relacionaron los asesinatos y desapariciones forzadas


atribuidas a militares con la imposibilidad de trabar combate con tropas guerrilleras en
las jurisdicciones. Faiver Buesaquillo -adscrito al BIMAG- le narró a la JEP que un
incentivo para su participación en hechos de esta naturaleza era evitar que su pelotón
fuera agregado a unidades militares que actuaban por fuera del Huila, en zonas con
problemas de orden público graves, en contraposición a las que hacían parte de la
jurisdicción de su batallón:

“PREGUNTADO: ¿Nadie se opuso a esa orden, o a esa orden no, más bien a la idea de producir
un resultado [una MIPBC] bajo ese modo de operar? RESPONDIÓ: En ese momento no porque
pues, nosotros veníamos de una agregación donde era peligroso, ¿sí me hago entender? Entonces
la gente ¿por qué no nos opusimos? por eso, porque si nosotros decíamos no hacemos, no damos
resultados, entonces era posible que nos volvernos a agregar otra vez y uno por allá ya había vivido
muchas cosas… PREGUNTADO: Perdón, ¿que los volvieran a qué? RESPONDIÓ: Que nos
volvieran a agregar otra vez allá al Caquetá. Porque nos decían que si no da resultados se van
agregados otra vez para el Caquetá o para otro batallón. PREGUNTADO: Y ¿por qué era peligroso
el Caquetá? RESPONDIÓ: Por lo que allá sí había mucha guerrilla, había mucha mina, y uno ya
había vivido compañeros que los habían minado con los pies, que habían caído en minas, sin pies,
entonces ya uno le tenía respeto a eso. Entonces más que todo por eso fue que nadie se opuso a
eso, porque decían: “Pues, bueno, si nos oponemos, nos vuelven a agregar otra vez” y ya sabía uno
cómo había pasado las situaciones por allá y si lo hacíamos, obteníamos lo que al fin de cuentas en
el batallón obtuvimos, que no nos agregaran más a otro batallón, sino sólo ahí en el Batallón
Magdalena”.330 (negrillas agregadas)

297. Estos comparecientes también se refirieron a grupos delincuenciales asociados a


actividades de diversa índole como el narcotráfico. Según plantearon los
comparecientes pertenecientes a los rangos más bajos, desde las unidades militares no
se generaba una diferenciación entre estos actores y la guerrilla y, por lo tanto, se
asumía que también debían ser combatidos por el Ejército Nacional. Un ejemplo de esto
lo entregó José Yaty Anacona -adscrito al BIMAG-, quien aseguró que en la información
que se les entregaba a las unidades fundamentales no se hacía ninguna distinción:

“PREGUNTADO: ¿en algún momento le indicaron o le dieron instrucciones sobre qué hacer frente
a delincuencia común o frente a grupos de narcotráfico? RESPONDIÓ: delincuencia común casi no
se hablaba mucho en ese tiempo, la delincuencia común prácticamente era la misma guerrilla que
le hablaban a uno (…) PREGUNTADO: escuchó alguna vez que por Pitalito o por el área de Pitalito
había tránsito de sustancias o de precursores de estupefacientes hacia otras regiones del país
RESPONDIÓ: no, doctor, escuché por lo, unos que hay, una base que se llama la base de El Cable
que es vía Mocoa, que sí, de pronto en retenes cogían base de coca, en Gabinete lo mismo, eso es lo
único que yo escuchaba y que de pronto a uno, yo estuve en esas dos bases y a uno lo bajaban al
retén a eso, a capturar eso, pero lo único que yo pude participar en una captura de eso fue en la que
le dije en Gabinete, de resto no tengo más conocimiento doctor PREGUNTADO: en esa incautación
que usted nos relató si recuerdo bien se incautaron 300 kilos RESPONDIÓ: sí, aproximadamente 300
kilos, iban en un camión de madera, no recuerdo el peso exacto, la cantidad, doctor PREGUNTADO:

329 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.
330 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261.

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y de qué sustancia RESPONDIÓ: decían que era base de coca PREGUNTADO: eso en que año fue
RESPONDIÓ: no recuerdo doctor eso fue como 2000, 2002, algo así doctor, no tengo la fecha
exacta331. (resaltado añadido).

298. Por otro lado, mientras una parte significativa de los asesinatos cometidos por
las unidades investigadas eran presentados como golpes contra la delincuencia común
que se habían dado en flagrancia, algunos comparecientes de rangos bajos redujeron la
importancia operacional de los fenómenos delincuenciales y reportaron nunca haber
tenido qué actuar en contra de estas organizaciones. Lo anterior fue afirmado por Jorge
Arley Silva Reyes -integrante del BIPIG desde 2002-, que al ser indagado sobre las
instrucciones que se le dieron para proceder frente a estos grupos, le dijo a la
Magistratura: “(…) la verdad, esa experiencia no la tuve, porque nunca llegamos a encontrar
personas delinquiendo o robando o atracando doctor”332.

299. Como se verá a continuación, mucho de lo afirmado por los SLP desplegados en
el área de operaciones coincidió con lo que relataron suboficiales y oficiales de bajo
rango que también estuvieron destacados en las áreas de operaciones, en su caso, para
comandar las unidades fundamentales o ejercer mando sobre las tropas.

3.2.2. Ambientes operacionales en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG, según


suboficiales y oficiales subalternos.

300. Los dichos en torno al ambiente operacional de los batallones de interés


entregados por los suboficiales y oficiales subalternos que fungieron como
comandantes de las unidades fundamentales desplegadas en terreno, mostraron sólidas
coincidencias con lo expresado por los SLP. Sin embargo, por los tiempos de estadía en
las unidades militares, estos comparecientes se refirieron exclusivamente a los años que
han interesado a la Sala (2005-2008).

301. Sus declaraciones presentan la misma ventaja que aquellas de los soldados
profesionales: se trata de integrantes del Ejército Nacional que fueron asignados al área
de responsabilidad de sus batallones, ejecutaron operaciones militares y en algunos
casos contaron con extensas carreras profesionales. Así mismo, con frecuencia
participaron en reuniones de comando en las que se les entregó información detallada
sobre el ambiente operacional, lo que les permitió ofrecer un panorama bastante amplio
de la situación en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG.

302. Con frecuencia, los suboficiales y oficiales subalternos le entregaron a la JEP un


panorama de las áreas de responsabilidad en el que la amenaza que representaba la
guerrilla se encontraba disminuida, lo que se tradujo en dificultades para encontrar

331 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
332 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jorge Arley Silva Reyes. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0274.
También el SLP Luis Herney Ramírez Yasno reportó nunca haber tenido que realizar ningún tipo de operación
contra organizaciones de delincuencia común: “¿Y ustedes adelantaban operaciones contra estos grupos de
delincuencia común? RESPONDIÓ: Tanto como operaciones, no doctora, nosotros no. PREGUNTADO: ¿Nuca
estuvo en alguna operación, en alguna estrategia contra ellos, nunca participo? ¿nunca supo o participó?
RESPONDIÓ: Pues que yo me acuerde, no Doctora, contra delincuencia común no (…)”.

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tropas enemigas a las cuales combatir, sobre todo entre 2006 y 2008. De esta forma, estos
comparecientes enfatizaron en la incidencia de la delincuencia común en las
alteraciones al orden público en el centro y sur del departamento.

303. Además, fue usual que estos versionados realizaran comparaciones entre lo que
encontraron en el ambiente operacional del Huila y lo que habían vivido en unidades
militares en las que habían prestado sus servicios antes. Producto de ese ejercicio, casi
siempre se entregó una imagen favorable de la situación en las jurisdicciones de los
batallones investigados.

304. Un ejemplo de esto lo entregó el C3 Carlos Ariel Morales Romero -integrante del
BIPIG desde 2006-, quien le dijo a la Magistratura que al comparar la situación
operacional del Huila con la del Putumayo (de donde había llegado trasladado), el
territorio huilense presentaba muchos menos sobresaltos y riesgos que, además,
estaban concentrados en las cordilleras, en límites con Caquetá y Cauca:

“(…) es que es muy diferente hablar de Putumayo a hablar del Huila, el Huila ya es un poco más
calmado, más calmado no en el sentido que no pasa nada, sí había guerrilla y delincuencia común,
pero ya es un escenario totalmente diferente (…) en algunos sectores, en el departamento de Huila,
hay unos municipios que son muy tranquilos doctor, son demasiado tranquilos, no se puede, como
el dicho entre comillas, “estar relajado”, como hay otros municipios que sí toca estar muy
pendiente porque hay mucha presencia de grupos armados, más que todo para las cordilleras
(…) es que en el Putumayo había casi todos los días lo hostigaban a uno, uno llegaba a un lugar y
en cinco minutos la guerrilla ya lo estaba hostigando a uno, lo estaban probando a ver, pero no, en
el Huila uno llegaba a determinado lugar y no, podían pasar 15, 20 días y no pasaba nada (…)
PREGUNTADO ¿en qué zona del Huila de la que usted me está hablando, ese número de
hostigamientos era más alto, o dónde no pasaba nada y donde era más alto? RESPONDIDO por
los lados de Nátaga, por los lados de La Plata tirando para el Cauca, por ahí ya teníamos que tener
mucho cuidado, por acá por los lados de Gigante hacia arriba por Algeciras, también mucha
presencia de guerrillas, de Campoalegre para unas torres que hay por allí, también para salir a
Algeciras tocaba tener mucho cuidado”.333 (negrillas agregadas)

305. También al SS Hugo Flor León se le indagó por las diferencias entre el ambiente
operacional del Batallón de Contraguerrillas 37 con puesto de mando en Popayán y el
BIMAG. Al respecto sostuvo que, aunque no exento de riesgos, el Huila era un
departamento más tranquilo, que la amenaza guerrillera se daba mediante las milicias
(ver infra) y que la presencia de población civil complejizaba la operatividad militar:

“PREGUNTADO: ¿Cómo compararía usted la situación o el ambiente operacional del batallón


Magdalena con la que usted ya había vivido con el batallón de contraguerrillas 37? RESPONDIÓ:
Doctor la comparación entre un ambiente y el otro, primero (…) en el batallón 37 era complicado,
era peligroso, pero uno iba preparado y sabía que, por decirlo así, en cualquier momento le iban a
salir y usted podía, por decirlo así, (…) reaccionar casi que sin ningún tipo de problema, porque
se encontraba con bandidos con armas largas y con explosivos y con cilindros y todo eso, entonces

333Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0288. Estas comparaciones entre la jurisdicción del BIPIG y las de las unidades en las que
prestaron sus servicios con anterioridad, también la hizo el entonces TE Alejandro León Campos. En su caso,
al comparar la jurisdicción del BIPIG entre 2007 y 2008 dijo que se caracterizaba por su tranquilidad: “(…)
Entonces el Pigoanza siempre fue un tema distinto, un tema más diferente, yo comparo esa Unidad y es una
división muy tranquila en comparación con la otra y en comparación por las que yo pase.”

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uno iba como más preparado en todo el sentido. En el batallón Magdalena había la, la dificultad
que había más población civil pero habían bandidos, por decirlo así, que estaban entrenados y
milicianos que estaban entrenados para hacer plan pistola, para coger un soldado que de pronto
estuviera por ahí dando cualquier tipo de oportunidad y, y hacerle plan pistola, entonces era como
un poquito más, pues para decirlo así militarmente un poquito más, a pesar de la, de pronto la
calma que aparentaba ser, un poquito más complicado por, por el batallón Magdalena,
lógicamente solamente [sic] en ciertos sectores, como era El Cable y esa parte de San Adolfo”334.
(negrillas agregadas)

306. Otros integrantes de los batallones investigados reportaron que, en comparación


con otras unidades, los combates eran infrecuentes e incluso consideraron que la
asignación al Huila era un “descanso”. Un ejemplo de esto lo entregó el entonces ST
Jesús Mauricio Jiménez Botina, que llegó desde la BRIM10 al BIPIG en 2006, y que le
dijo a la Magistratura que pasar a un batallón de patio podía considerarse un alivio:

“(…) y en comparación con la [BR] móvil 10 cómo era el ambiente operacional o la sensación que
le daba a usted pasar de la [BR] móvil 10 a Pigoanza RESPONDIO: pues entre comillas se decía
que era un batallón de descanso, porque en las móviles uno a toda hora esta con la mochila, el
maletín atrás, caminando todos los días mientras que en el batallón de patio no 335”. (negrillas
agregadas)

307. Incluso cuando los comparecientes matizaron estas evaluaciones, dejaron claro
que la situación en las jurisdicciones de sus batallones era bastante favorable. Un
ejemplo lo entregó el C3 Edwin Pérez, trasladado al BIPIG en 2006, que habló sobre las
dificultades que presentaba el área de operaciones y las medidas de seguridad que
debían tomar las tropas para evitar sorpresas, aunque en su experiencia el ambiente
operacional del batallón estaba lejos de ser “negativo”336.

308. Otros versionados atribuyeron a aspectos diversos las dificultades que


presentaban las jurisdicciones de los batallones. Por ejemplo, el C3 Edwin Pérez asoció
los inconvenientes de orden público y la peligrosidad de la región a que el
departamento era una de las zonas en las que se habían originado las FARC-EP337. De
manera similar, el entonces ST Juan Camilo Torres dijo que fue recibido por el BG
Lasprilla Villamizar, comandante de la BR09, quien le dijo que la situación del
departamento estaba determinada por la relación con la historia de la guerrilla:

“PREGUNTADO ¿qué les dijo el coronel Lasprilla sobre la situación en el Huila? RESPONDIÓ que
el Huila se había conocido como una situación que tenía buen orden público, ya que el Batallón
Pigoanza había sido uno de los primeros batallones en resultados operacionales y que la

334 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.
335 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
336 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Edwin Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0276.
337 Ibidem.

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jurisdicción era de mucho cuidado porque era una de las almas mater de la guerrilla”338. (negrillas
agregadas)

309. La posibilidad de experimentar una mayor tranquilidad operativa en el centro y


sur del Huila -que reportaron la mayoría de los comparecientes- se correspondía con la
situación de las FARC-EP tras la ofensiva estatal llevada a cabo en el marco de la PSD.
Por ejemplo, el SS Albeiro Rojas Bocanegra -adscrito al BIMAG y oriundo del
departamento- le dijo a la JEP que, aunque conocía del arraigo de las FARC-EP en el
Huila, también sabía de las dificultades para provocarles bajas debido a que sus fuerzas
se encontraban muy dispersas en el territorio:

“PREGUNTADO ¿entonces el territorio donde estaba el batallón Magdalena no era el que más
resultados podía dar, digamos en términos de bajas? RESPONDIÓ pues nunca miré como yo
siendo de Neiva miraba que ahí no había como tanta guerrilla en esos alrededores, que sí hay,
claro, siendo de Neiva yo digo que es uno de los sitios donde hay más influencia de la guerrilla,
pero en los municipios están dispersos, están abiertos, están en la selva PREGUNTADO por su
experiencia no era tan sencillo dar un resultado como una baja en un combate en esa zona
RESPONDIÓ correcto, no era que se diera a ver eso doctor”339.

310. Otros comparecientes fueron más enfáticos al señalar las dificultades para
localizar y enfrentar a las tropas guerrillas. Uno de ellos fue el CS Óscar Cárdenas
Sánchez, que relató que entre 2006 y 2008 las posibilidades de que se dieran combates
contra estructuras guerrilleras eran muy bajas, mientras que en los años anteriores y
posteriores a ese periodo las probabilidades fueron mayores:

“PREGUNTADO: ¿Cuál era la situación operacional que se vivía? RESPONDIÓ: (…) desde que yo
llegué al Batallón, cuando recibí los soldados campesinos, en ese momento no había enemigos, o
sea, no había presencia de guerrilla en ese momento que yo estuve, no escuché nunca presencia de
guerrilla en la jurisdicción, sí escuché ya en otras unidades sí, pero en el Magdalena no, solo era
delincuencia común. PREGUNTADO: pero estamos hablando de qué año, de 2006 o dos mil…
RESPONDIÓ: desde que yo llegué al batallón Magdalena en el 2006. PREGUNTADO: o sea, desde
que usted llegó… RESPONDIÓ: desde que yo recibí el pelotón de soldados campesinos hasta que
me integraron… PREGUNTADO: ¿al Azteca? RESPONDIÓ: al Azteca, en ese trayecto allá no había
enemigo o no enemigos, o sea, guerrilla como tal no había, había era delincuencia común porque
por lo menos en sitios que yo estuve con los soldados campesinos, que era en San Agustín, nosotros
nos desplazamos en las partes altas, un lugar donde antes estaba la guerrilla, por lo menos en la
Argentina, en Quinchana en ese tiempo, o sea, si uno después, antes del 2006 y después del 2008
ya había presencia ahí de guerrilla y uno no se podía estar por allá porque la guerrilla lo hostigaba
y habían enfrentamientos y todo, sí, pero en el transcurso que yo estuve, en ese tiempo en esa
unidad se podía transitar normal en las zonas donde antes había presencia de guerrilla, en ese
tiempo no había. PREGUNTADO: a ver, ¿en qué tiempo estamos hablando exactamente?
RESPONDIÓ: del 2006 al 2008, en el tiempo que yo estuve, o sea, yo nunca escuché que hubiera
guerrilla en esas partes. Solo había, o sea, los resultados del Batallón siempre han sido en ese
tiempo delincuencia común, en ese tiempo, porque después que yo me fui trasladado, la guerrilla
de las FARC de Florencia se subió y ocuparon todos los lugares que estoy mencionando, por lo

338 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.
Resulta curiosa esa relación entre “buen orden público” y la posibilidad de presentar una cantidad importante
de RO.
339 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Albeiro Rojas Bocanegra. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0241.

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menos en Quinchana, ya uno no podía estar ahí en la escuela porque la guerrilla hacía cambuches
en la escuela, en Argentina también, ya entonces la guerrilla volvió a ocupar otra vez los sectores
que antes habían desocupado y ya entonces en ese tiempo yo me hablaba con los soldados y ya
entre los soldados me empezaron a decir que ya no se podía transitar por donde nosotros antes
andábamos, porque allá siempre había enemigo, que era guerrilla y ya salían soldados amputados,
de Quinchana salieron soldados amputados, inclusive uno de los que están en el proceso de
nosotros, él salió amputado de allá.”340 (negrillas agregadas)

311. También otros oficiales subalternos le describieron a la JEP un ambiente


operacional con algunas dificultades, aunque relativamente tranquilo, ya que, durante
sus estadías en los batallones del Huila, reportaron una escasa participación en
combates. Este fue el caso del entonces TE Julián Andrés Calderón Motta, quien dijo
que durante su permanencia en el BIMAG entre 2005 y 2007, solo fue hostigado, aunque
los hechos tuvieron lugar en el norte del Departamento, cuando la unidad que
comandaba (Cónsul 4) se encontraba agregada al BATEN341.

312. Por otra parte, cuando los comparecientes reportaron riesgos para las tropas en
las jurisdicciones de los batallones, siempre los localizaron en zonas limítrofes con los
departamentos de Caquetá, Putumayo y Cauca. Un ejemplo lo entregó el SS Hugo Flor
León, que dijo que cuando llegó al BIMAG en 2006, el territorio asignado al batallón se
caracterizaba por una especial conflictividad en sectores cercanos al Cauca y Caquetá,
en los que existían corredores de movilidad usados por la guerrilla:

“PREGUNTADO: ¿Recuerda cómo era la situación operacional, el ambiente operacional en ese


batallón? RESPONDIÓ: Doctor, ese batallón tenía por decirlo así, como ciertos sectores donde era
complicado porque tenía como límites (…) o corredores de movilidad, lo que conectaban hacia el
Caquetá, y por ese, esa ubicación geográfica era, era complicado debido a que pues, por esos
caminos se pasaba al Caquetá y era complicado en ese, en ese, en esa época, Caquetá y Putumayo
lo que era hacia El Cable era complicado y lo que era hacia el sector de San Adolfo, una vereda que
se llama La Ilusión salían al Caquetá, a un pueblo del Caquetá que se me olvida ahorita, Belén de
los Andaquíes, y ese era un corredor de movilidad de la guerrilla bastante utilizado.”342

313. En similar sentido se expresó el ST Jiménez Botina, ya que ubicó las dos zonas
críticas de la jurisdicción del BIPIG en La Plata y Gigante (los dos extremos de la
jurisdicción), en las cordilleras Central y Oriental, respectivamente. Según dijo,
mientras en La Plata las FARC-EP buscaban asegurar el control de corredores de
movilidad por donde se movía droga, en Gigante la presencia de la CMTF constituía
una preocupación para el Ejército al tratarse de un grupo con capacidades especiales en
el contexto de la operatividad guerrillera343.

340 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
341 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
342 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.
343 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.

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314. Otro compareciente también reportó complicaciones hacia las periferias, en las
zonas limítrofes con otros departamentos, y un ambiente operacional normalizado en
la mayor parte de la jurisdicción del BIMAG. Este fue el caso del entonces TE Carlos
Andrés Mahecha Bernal, que además dijo que entre 2005 y 2007 (años en los que
perteneció a la unidad), las operaciones se concentraban en las zonas seguras de la
jurisdicción y tenían por blanco a la delincuencia común y no a la guerrilla:

“PREGUNTADO: cuéntenos por favor lo que recuerda, ¿cómo era el territorio de la jurisdicción o
como era la jurisdicción del Batallón Magdalena? RESPONDIÓ: Bueno su señoría, voy a hablarle
en cuanto a lo militar, en cuanto a enemigo en lo que yo pude percibir, enemigo de Farc dentro de
la jurisdicción del Batallón fue muy poco o casi nulo, a pesar de que teníamos unos límites
bastante conflictivos como era la región del Putumayo o aquí hacia el sur, sur oeste, lo que era
compartir con el Caquetá, tenía arriba la bota caucana por lo que era el Cauca, esos eran los límites
de ese Batallón, pero pues yo nunca vi que se hubieran hecho esas operaciones por allá en
profundidad, nunca, nunca. Siempre se hicieron fue operaciones más bien sobre los municipios,
sobre las inspecciones, sobre los cascos urbanos y siempre era delincuencia, o sea, se suponía que
era delincuencia común o delincuencia organizada, pero vuelvo y le digo, yo no, yo nunca manejé
esa información porque ese no era mi nivel y tampoco me iba a meter en el funcionamiento o en el
trabajo de otro344.” (negrillas y subrayados agregados)

315. Sin embargo, las tropas no parecían moverse ciegamente en las zonas más
complicadas, sino que contaban con información que les permitía tomar decisiones de
mejor manera. Por ejemplo, el TE Calderón relató a la JEP que mientras comandó una
unidad fundamental, recibió aviso de las amenazas en terreno mediante informaciones
que la población le entregaba cuando se encontraba en el área de operaciones. Estas se
referían a asuntos como campos minados o presencia de tropas guerrilleras, e
implicaban que debían estar a la “defensiva” para evitar hostigamientos de parte de la
guerrilla. Al parecer, las informaciones no desembocaban en combates, sino que
buscaban mantener a salvo a los integrantes de la tropa:

“(…) Las informaciones sobre el sector, doctor, es que, estando en una base de patrulla móvil, o en
un puesto de control sobre la carretera, la carretera que de Isnos conduce al departamento del
Cauca, pasaban los conductores y daban la información de que en el puente de Mazamorras estaba
la guerrilla pidiendo plata y extorsionando a los conductores, o después, que en el kilómetro, no
sé, no me acuerdo cómo era la numeración de esa carretera, que en el kilómetro X habían [sic]
hecho presencia la guerrilla y estaban parando los carros para extorsionar a los conductores en esa
vía, doctor, era que uno recibía ese tipo de información, o de pronto se le acercaba un poblador de
la región a decirle “cuidado que por tal lado el personal…, un caserío que se llama Paloquemao,
que no es afecto al Ejército Nacional, en tal parte le colocaron un campo minado, tengan cuidado
cuando pasen por ahí”, entonces, pues son varios tipos de situaciones que uno vive en el área de
operaciones doctor, que uno siempre tiene que estar, digámoslo así, a la defensiva, porque uno no
sabe qué le pueda pasar, o si uno de pronto se queda dormido pues van a hostigarle el pelotón y
es ahí donde llegan los ataques del enemigo doctor”345.

316. El TE Alejandro León Campos -adscrito al BIPIG- también sugirió que, producto

344 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
345 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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de la situación operacional descrita, las tropas del Ejército se mantenían en zonas


seguras, evitando el encuentro con fuerzas guerrilleras. Según explicó, en sus tres
primeros meses de estadía en la unidad solo se movilizó por fincas, nunca se internó en
zonas de vegetación espesa y se estableció cerca a zonas habitadas, lo que permitía
mantener contacto cotidiano con la población. Esto habría cambiado cuando hizo parte
del grupo especial, ya que la dinámica de esta unidad implicaba llegar a las zonas en
las noches y salir de vuelta al batallón antes de que llegara el día346.

317. Las declaraciones de suboficiales y oficiales subalternos también coincidieron en


que -contrario a la escasa presencia de las estructuras guerrilleras- las organizaciones
delincuenciales actuaban permanentemente en las áreas de responsabilidad. Este fue el
caso del CP Alejandro Aguilar que para el periodo entre 2006 y 2008 describió la
jurisdicción del BIMAG como “tranquila” aunque con presencia de fenómenos
delincuenciales que no representaban un gran reto para las tropas del Ejército
Nacional347.

318. Al respecto, algunos comparecientes contradijeron la idea que expresaron SLP y


altos mandos sobre la indiferenciación entre la guerrilla y fenómenos delincuenciales o
de narcotráfico en el Huila. Por ejemplo, el CP Alejandro Aguilar Cárdenas le dijo a la
JEP que la incidencia del narcotráfico en la jurisdicción del BIMAG se mantenía entre
2006 y 2008, y que sobre el tránsito de droga por el Huila sabía poco, ya que la sección
de inteligencia del batallón era la que centralizaba la información en ese sentido348.
Además, recalcó que, contrario a lo que sucedía con la guerrilla, la hostilidad hacia el
Ejército Nacional que mostraban los actores relacionados con esa actividad era mínima:

“(…) por lo general, la percepción de los grupos de narcotráfico que pasaban por ahí, uno
prácticamente no sabía lo que pasaba alrededor, porque ellos no atacaban a las tropas, ellos no se
metían de esa forma, en los puestos de control era donde encontraban las caletas con sus elementos,
pero así que percepción de tensión, no se veía de esa forma 349”.

319. Lo reportado por los comparecientes respecto a la ausencia de estructuras

346 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
347 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro Aguilar Cárdenas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0256: “(…) pues en el tiempo que duré en ese batallón, era muy tranquilo, en la parte, había
mucha delincuencia común, pero así que diga que es una unidad muy pesada, el trabajo era bueno (…)”.
348 Aunque algunos comparecientes dijeron que el narcotráfico no era un blanco para la S2 de los batallones,

tanto el ST Araque Leal como el CT Carvajal Rojas (ambos pertenecieron a la S2 del BIMAG) dijeron que había
alguna recopilación de información respecto a este fenómeno. El último incluso dijo que una porción
importante de los RO de la S2 estaba relacionada con el narcotráfico.
349 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro Aguilar Cárdenas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0256. También el TE León Campos puso en duda la percepción de las estrechas relaciones
entre guerrilla y delincuencia, y señaló que las acciones de una no podían equipararse con las de la otra. Por
ejemplo, al hablar de un hecho de 2008 investigado por la Sala, dijo que: “(…) yo ya sabía que una guerrilla no
atraca el carro del gas, si no me equivoco habían atracado en ese momento el carro del gas y una moto, atracar
es que al de la moto le quitaron el reloj, es lo que decían, y al del gas la plata (…) y hablaban de que la vez
pasada en tal parte [habían atracado] el carro del café, la vez pasada el carro de la Coca-Cola, entonces ya uno
decía: esto no es guerrilla, una banda de atracadores o lo que sea, pero no es guerrilla. Aunque de ahí para
arriba sí hay guerrilla, pero en ese punto [El Batán, Garzón], ahí no había guerrilla ”.

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guerrilleras y a la presencia de organizaciones delincuenciales y de narcotráfico en las


jurisdicciones de los batallones de interés, habría favorecido que la operatividad militar
se dirigiera al enfrentamiento de estas últimas, y a su vez, que se presentaran asesinatos
de civiles como bajas en la lucha contra estos fenómenos. Por ejemplo, el CT Carlos
Andrés Mahecha Bernal le dijo a la Magistratura que, debido a las escasas amenazas
presentes en el área asignada al BIMAG, las actuaciones de la delincuencia común
fueron aprovechadas por integrantes de la unidad táctica para otorgar credibilidad a
MIPBC. En este caso, señaló al jefe de la sección de inteligencia en 2006 -ST Juan Carlos
Araque Leal-, de usar su conocimiento de la situación operacional de la jurisdicción
para presentar RO falsos:

“(…) lo único que yo sé, fue que dijeron, bueno, ¿dónde es, donde más suceden hurtos, donde han
pasado más hurtos? Bueno, mire, entonces se dieron cuenta de que en la vereda Bellavista ahí cada
ratico roban los carros del café, ahí salían las bandas o salían me imagino que las bandas por ahí
de abajo de las comunas de Pitalito, iban a robar allá, ¿por qué se presentaba el hecho para robar
allá? Porque era una parte alta que usted visualizaba, de ambos costados de la carretera se veía
qué venía de allá y qué venía de allá, entonces ahí se presentaban mucho los hurtos, entonces
dijeron: Bueno, esta persona la llevamos allá, se ultima allá, o sea, se mata allá. PREGUNTADO:
¿Quién dijo eso? RESPONDIÓ: Araque. PREGUNTADO: ¿qué dijo Araque exactamente?
RESPONDIÓ: por eso su señoría, lo que le estoy contando, ellos miraron allá donde era o sea
ellos… PREGUNTADO: ¿Quiénes son ellos? RESPONDIÓ: los de la oficina del 2. PREGUNTADO:
¿quiénes en la oficina? RESPONDIÓ: el teniente Araque, bueno ellos no, él. Discúlpeme no, él llegó
y dijo: no, mire, donde más se están presentando hurtos es acá porque es que en esa oficina si se
maneja o se tenía toda la información delincuencial de la jurisdicción. PREGUNTADO: entonces
en esa reunión Araque habla de los hurtos en la Vereda Bellavista. RESPONDIÓ: sí, entonces que
la mejor, la mejor forma de darle la apariencia de legalidad a la operación es allá, porque allá
en la misma región vamos a conseguir los testigos que van a dar testimonio de que allá suceden
hurtos, y efectivamente así fue350”. (negrillas agregadas)

320. Esta preocupación por las acciones de las organizaciones delincuenciales en las
jurisdicciones de los batallones de interés se transmitía desde las comandancias. Un
ejemplo de esto lo entregó el SS Nelson Mora Fulano, que durante la primera reunión
al presentarse al BIPIG en 2005, fue informado por el comandante del BIPIG, TC
Orlando Pico Rivera, sobre la incidencia de estas organizaciones, a las que referenció
como parte de los intereses operativos del batallón (aunque le notificó que la prioridad
continuaba siendo la guerrilla)351.

321. Por otro lado, los comparecientes entregaron muy poca información sobre la
evolución del conflicto armado en la jurisdicción del batallón para los años de interés
de la Sala352. Por ejemplo, el entonces ST Miller Forero Cruz, que vivió el tránsito entre

350 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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351 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290:
PREGUNTADO: ya, ¿y les habló de presencia de delincuencia común? RESPONDIO: sí, por supuesto que sí,
señor magistrado, la delincuencia común ahí en Garzón y en algunas poblaciones que tenía la seguridad por
parte del batallón, creo que el pueblo se llama Hobo, Algeciras, el mismo Garzón, creo que [Praga], unos
pueblos muy cercanos a Garzón, donde afluía mucha delincuencia común (…).
352 Como se vio antes, parece que los cambios en el ambiente operacional se dieron antes de 2005, producto de

la PSD y el fortalecimiento en hombres de las Fuerzas Militares.

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dos comandancias del BIPIG -las de los TC Pico Rivera y Salamanca Robles- y estuvo
entre 2005 y 2007 en la unidad, no encontró diferencias sustanciales en el orden público
de la región durante su estadía en el Huila. De hecho, concibió más continuidades que
cambios en la evolución de la situación en esos años:

“(…) la jurisdicción como tal siempre ha sido un área con mucha actividad armada. Durante esos
años, no sé si recordará, los asesinatos o secuestros de algunos concejales, había mucho secuestro,
extorsión de cafeteros… ese era el ambiente operacional en el que estuvimos durante el mando del
coronel Pico como en el de Salamanca. Que hubiera marcado una pauta, no podría determinarlo
porque el enemigo era el mismo, y quisieron desarrollar las operaciones lo mejor que pudieron”353.

322. Como se pudo ver, mediante las VV de suboficiales y oficiales subalternos se


obtuvo una imagen de las áreas de responsabilidad en la que se presentaban
dificultades hacia los márgenes de las jurisdicciones de los batallones de interés, en las
cordilleras Oriental y Central. Aparte de estas zonas, los comparecientes entregaron un
panorama de tranquilidad en la región, con excepción de la presencia de fenómenos
delincuenciales y milicias de las FARC-EP (ver infra). Según sugirieron varios
comparecientes, ante la ausencia de estructuras guerrilleras en las zonas asignadas a los
batallones, el BIPIG y el BIMAG usaron todo el poder de fuego a disposición para
combatir a estos grupos u organizaciones.

323. Esa dinámica de enfrentamiento de expresiones delincuenciales y del conflicto


armado resultó funcional para la presentación de asesinatos de civiles como bajas en
falsos enfrentamientos armados con tropas del Ejército Nacional: no solo los reportes
de muertes de delincuentes y milicianos se hizo frecuente, sino que los involucrados
dejaron de preocuparse porque las bajas que se daban presentaran uniformes y el
armamento largo característicos de estructuras guerrilleras a las que debían combatir
las unidades militares investigadas. De esta forma, se normalizó que en el reporte de
bajas se presentara una enorme desigualdad de fuerzas entre las tropas altamente
entrenadas y con armas largas (fusiles, ametralladoras, etcétera) del Ejército Nacional y
grupos pequeños de civiles con armas cortas que se les enfrentaban temerariamente, sin
ninguna posibilidad de sobrevivir, huir o rendirse como en efecto siempre sucedía. A
continuación, se presentará lo que afirmaron oficiales pertenecientes a las planas
mayores del BIMAG y el BIPIG sobre el ambiente operacional en el centro y sur del
Huila. Como se evidenciará, sus versiones tuvieron puntos de encuentro y diferencias
notorias con lo que expresaron los SLP, suboficiales y oficiales subalternos.

324. En el siguiente mapa se representaron espacialmente los reportes de muertes por


unidades de la BR09 que han sido cuestionadas. En el mapa se relaciona la ubicación de
191 reportes que se pudieron georreferenciar bajas y la ubicación de 16 áreas
campamentarias para el periodo de 2004 a 2008, con el fin de identificar su proximidad
con las vías principales y áreas campamentarias. Un factor importante en este análisis
son las vías principales, como parte del análisis espacial se empleó la herramienta Zona
de influencia en anillos múltiples, la cual crea varias zonas de influencia a distancias
especificadas alrededor de una entidad. Se generaron dos zonas de influencia a 3 km y
5 km de radio de las vías principales, en el primer anillo de 3 km, se cruzaron 67 bajas

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
353

de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.

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que representan el 35 % del total para el periodo de estudio, y para el segundo anillo de
los 5 km, se cruzan 31 bajas que representan el 16 %, es decir que el 51 % de las bajas
están en un área de influencia de 5 km de radio en referencia al sistema de vías
principales354.
Mapa No. 11. Muertes cuestionadas de unidades de la BR09, 2005 - 2008 y áreas
campamentarias de las FARC-EP, 2004 - 2008

354Se cuenta con información sobre la ocurrencia de 4 hechos que no se pudieron georreferenciar, los cuales
representan otras 9 muertes. Estos hechos ocurrieron en las veredas Santa Rosa en Pitalito (tres muertes), La
Cabaña en Suaza (dos muertes), La Concentración en Garzón (una muerte) y un hecho reconocido como ilegal
por un compareciente que no recuerda el municipio o la vereda en el que ocurrió y que se registró en la base
de datos que se envió al análisis cartográfico como “Sin Información” (tres muertes).

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3.2.3. Ambientes operacionales en las jurisdicciones del BIMAG y el BIPIG según


altos mandos de los batallones.

325. Aunque las VV de los altos mandos del BIMAG y el BIPIG mostraron diferencias,
tras su examen se hizo evidente una conclusión: procuraron describir mayores
dificultades en el ambiente operacional de la unidad de lo que lo hicieron otros
comparecientes y entregaron pocos detalles respecto a cambios experimentados en la
presencia y situación de las FARC-EP en el centro y sur del Departamento. Como en el
caso de los suboficiales y oficiales subalternos, estos comparecientes sólo se refirieron a
los años de interés de la Sala (2005-2008), debido a los traslados a los que estaban
sometidos de manera permanente. De nuevo, esto impidió realizar comparaciones de
las diversas situaciones de orden público, como sí lo permitieron las versiones de los
soldados profesionales.

326. Algunos de los integrantes de las planas mayores de los batallones de interés -
sobre todo en el BIPIG- presentaron una particularidad: se trató de oficiales que
llegaron al batallón para hacerse cargo de unidades fundamentales -lo que les pudo dar
una imagen más precisa del ambiente operacional en sus jurisdicciones- para entrar a
hacer parte de las secciones del Batallón posteriormente. En general, estos oficiales con
experiencia en terreno retrataron una situación en la que escasamente se presentaban
combates, y aunque reportaron presencia de varias estructuras guerrilleras en el
territorio, dijeron que esta se daba por medio de milicias y en los límites del Huila con
otros departamentos (ver infra).

327. No obstante, quienes comandaron las unidades tácticas tendieron a describir un


ambiente operacional lleno de dificultades operativas y riesgos para las tropas del
Ejército Nacional y la población civil durante todo el periodo del que trata esta decisión.
La Sala ha percibido que esta noción de la situación tiene más coincidencias con lo que
se sabe del ambiente operacional antes de los años de interés. De esta forma, tanto las
fuentes expuestas en el apartado dedicado a la presencia de las FARC-EP en el
departamento, como los versionados pertenecientes a otros rangos, entregaron una
imagen de la situación de orden público más compleja al inicio de las primeras
comandancias -establecidas desde 2004-, con mejorías significativas en los años
sucesivos. Por lo tanto, los primeros comandantes de las unidades investigadas que la
Sala ha citado a comparecer muestran una imagen que se ajusta mucho más a lo que las
fuentes complementarias han sostenido sobre la situación de orden público en el centro
y sur del Huila.

328. Por ejemplo, el primer comandante del BIMAG cuyo periodo abarcó los años de
interés de la Sala, el entonces TC Martín Eduardo Galindo Páez, que ocupó el cargo
entre junio de 2004 y el mismo mes de 2006, afirmó que, al presentarse para el inicio de
su encargo, la comandancia de la BR09 le describió la situación operacional como de
máximo cuidado355. En sentido similar se pronunció el TC Orlando Pico Rivera, al frente

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
355

de Martín Eduardo Galindo Páez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0547. El compareciente dijo que una especie de confirmación de lo que se le expuso en la

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del BIPIG entre julio de 2004 y junio de 2006, que le planteó a la Magistratura que en su
primera reunión en el batallón recibió el reporte del ambiente operacional de parte del
jefe de inteligencia (el CT Jairo Barreto), y que en este se le expuso que las FARC-EP se
encontraban al oriente y occidente de la jurisdicción, con estructuras que se encargaban
de acciones variadas como extorsiones, secuestros, retenes ilegales y minado de
campos, entre otros356.

329. Según dijeron los comandantes siguientes y sus acompañantes en las planas
mayores, el ambiente operacional de sus batallones siguió percibiéndose de manera
similar, aunque circunscribían los lugares críticos de sus áreas de responsabilidad. Por
ejemplo, el CT Luis Carlos Aguilera quien inicialmente comandó la compañía Catapulta
del BIPIG y que en la comandancia del TC Carlos Yair Salamanca Robles -a partir de
2007- fungiría como jefe de inteligencia, expuso que las zonas que presentaban
dificultades para las tropas del Ejército Nacional se encontraban en Algeciras y Gigante,
municipios con territorios en las estribaciones de la cordillera Oriental, en límites con
Caquetá357.

330. Otro alto oficial que explicó ante los jueces transicionales dificultades
concentradas en la periferia de las jurisdicciones fue el MY Luis Carlos Lombana,
adscrito al BIPIG y que fungió como jefe de operaciones y luego 2º comandante mientras
el TC Pico Rivera encabezó la unidad. El MY identificó los límites con Caquetá y
Cauca como las zonas críticas de la jurisdicción del BIPIG, mientras que describió al
resto de esta como afecta al Ejército Nacional:

“(…) ahí en el área digamos operacional del Pigoanza, yo creo que lo más peligroso era Algeciras,
pero el resto, como te digo, es un departamento, y la gente muy querida, no había sector así…
fuera de estas dos puntas que tenía, o tiene la guerrilla, de la Jacobo Arenas en dirección al Cauca
y la Teófilo Forero en dirección hacia el Caquetá, el resto, el centro de Huila, es muy apacible,
muy tranquilo358”. (negrillas agregadas)

331. También el excomandante del BIMAG entre junio de 2006 y diciembre de 2007,
TC Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, describió un panorama en el que dos estructuras
de las FARC-EP y las milicias de la organización estaban encargados de asegurar los

BR09 la obtuvo días después de su posesión, cuando se presentó un ataque del Frente 13 de las FARC-EP en
contra de tropas del batallón Domingo Rico Díaz, en límites entre Huila y Putumayo, en el que murieron más
de 30 militares. Al parecer, el compareciente se confundió respecto a la fecha del ataque, ya que fue a finales
de julio de 2004, es decir, semanas después de su posesión como comandante del BIMAG. En el ataque
murieron 12 militares y no más de 30 como le dijo a la JEP. EL TIEMPO. “Saqué el último aliento y le dije: “Nos
vemos en el infierno!””. En: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1501987.
356 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.
357 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
358 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Lombana Solarte. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0491. También quien fungió en 2005 como S3 durante la comandancia del TC Pico Rivera,
MY Jair Arias Sánchez, identificó las zonas críticas de la jurisdicción, coincidiendo con lo dicho por los demás
comparecientes, en el sentido de que Algeciras y las estribaciones de la cordillera Oriental y los límites con el
Cauca, eran las zonas que aún representaban retos de seguridad para las tropas.

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corredores de movilidad por los que se realizaba el traslado de drogas y armas, y que
por esa razón se ubicaban principalmente en los departamentos limítrofes359.

332. Según otros comparecientes, esta ubicación de los Frentes de las FARC-EP
implicaba diferencias en el tipo de amenaza que enfrentaban los batallones. El TC Pico
Rivera planteó que las estructuras guerrilleras con presencia en la jurisdicción del BIPIG
tenían maneras distintas de operar que dependían de las especializaciones adquiridas
por cada una: la CMTF, ubicada en la cordillera Oriental, solía actuar subrepticiamente
mediante grupos pequeños de milicianos (2 o 3 personas) y con maniobras de engaño,
lo que supuso que los combates en esa cordillera fueron inusuales, mientras que fueron
más frecuentes hacia el Cauca, con presencia de frentes con formas más tradicionales
de operar360.

333. A pesar de la ubicación de las estructuras guerrilleras en los márgenes de las


jurisdicciones, a su llegada al BIMAG en 2004 el TC Galindo Páez recibió información
sobre los objetivos establecidos por la BR09 y la Presidencia de la República y a los que
debía apuntar su comandancia. Según dijo el TC, estos se concentraban en las partes
centrales del área de responsabilidad y en el ataque a los fenómenos criminales que
golpeaban a sectores económicos del departamento, e incluían desde garantizar la
seguridad en las vías para, entre otras cosas, permitir el paso de turistas hacia las zonas
arqueológicas de San Agustín, hasta velar por la integridad de ganaderos de la región,
resguardándolos de extorsiones y secuestros:

“(…) una de las cosas que me dijo el comandante de la brigada, y yo me acuerdo bien, era la vía
Altamira-Suaza-Florencia, la vía El Mármol que comunica con el Cauca, la vía de San Agustín, la vía
a Mocoa (…) uno de los elementos era garantizar la seguridad para que la dinámica, el turismo
también se dio y esa misión posteriormente me la confirmó directamente el Presidente de la
República, en su momento, que me llamó al celular y me hizo esa, digamos como esa, ese
requerimiento, no sé cómo decirle, pues si el presidente, el comandante en jefe de las fuerzas
militares, pues esa orden de garantizar el turismo en el parque de San Agustín y de toda la dinámica
que el presidente personalmente y después en una reunión en Neiva, un año después, también me
la, volvió a, y después en un, los sábados que él hacía los consejos comunitarios, los del sábado, él
estuvo en Pitalito y también uno de los requerimientos que me hacía el control vial y garantizar la
economía de los ganaderos ante las extorsiones, ante las vacunas, ante los secuestros que se
desarrollaban en ese sector y en donde los grupos subversivos utilizaban algo que todavía se
escucha, pues se escuchaba en las FARC, lo que estamos hablando la estructura, señor magistrado,
que eran las UTC, unidades tácticas de combate, que eran dos o tres hombres con armas cortas y en
dado momento hacían lo que se llamaba la vacuna, la vacuna guerrillera, entonces siempre se
hablaba del frente 13 y generalmente se encontraba este tipo de dinámica que, no sólo lo dice el

359 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484. El CT Luis Carlos Aguilera reportó particularidades del accionar guerrillero en el Huila
del que dijo que era “atípico”, ya que no se encontraban grupos de guerrilleros uniformados, y que estos se
encontraban aunque esto no implicaba que no tuvieran capacidad para producir acciones de impacto en la
jurisdicción: (…) en el Huila [en comparación con la BR móvil de la que venía] digamos que el modo de
delinquir ya era atípico, como le decía al señor Magistrado, ver a la guerrilla uniformada era poco frecuente,
digamos, sí había informaciones era en el área rural de Gigante, allá sobre el sector de Ventanas, de Alto Cielo,
y los límites entre Gigante y Algeciras, o ya lo que nosotros escuchábamos hacía el sector de Remolinos del
Orteguaza o San Guillermo en el Caquetá (…)
360 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.

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sistema de inteligencia, sino también los mismos ganaderos lo decían en los consejos de seguridad
(…)”361. (Negrillas agregadas)

334. Sin embargo, esta imagen crítica de las jurisdicciones también encontraba
matices en algunas expresiones de los altos mandos que comparecieron ante la JEP. Por
ejemplo, el CT Domingo Peña Cepeda, comandante de la compañía Catapulta en 2005
y luego jefe de la sección de inteligencia del BIPIG, comparó su estadía en el BCG 49 en
Arauca con lo que encontró en el Huila. El oficial dijo que en la anterior unidad había
vivido un conflicto de alta intensidad no comparable con lo que se presentaba en el
Huila, aunque también allí existía una “dinámica operacional” que permitía producir
resultados operacionales362.

335. Así mismo, el TC Galindo Páez fue de los pocos oficiales de alto rango que
reportó transformaciones en la situación de las FARC-EP en la jurisdicción de su
unidad. Afirmó que tras los dos años de su comandancia (de 2004 a finales de 2005) el
dispositivo de frentes de las FARC-EP había cambiado significativamente y la situación
operacional en la jurisdicción del BIMAG había mejorado363. Esos cambios en la
presencia y fuerza de la guerrilla en el centro y sur del departamento también fueron
mencionados por el reemplazo del TC Galindo Páez en la comandancia del batallón, el
entonces TC Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, quien ocupó el cargo entre junio de
2006 y diciembre de 2007. Este compareciente planteó que esa presencia guerrillera
estaba consolidada antes de 2002, pero que a partir de ese año se observó un retroceso
en el cumplimiento de los objetivos de la guerrilla en el Huila. Según dijo, esto se reflejó
en el repliegue de las estructuras de las FARC-EP a zonas seguras, adyacentes a los
corredores de movilidad que conectaban el departamento con el suroriente,
suroccidente y centro del país y en el intento de ejercer una presencia mayor mediante
milicias (ver infra).

“(…) dentro del contexto del sur del departamento del Huila en el año 2006 y 2007, tenemos,
considerando la compleja situación de orden Público descrita con anterioridad en el Huila, las
diversas cuadrillas de las FARC estaban involucradas en actividades ilegales como el narcotráfico,
la extorsión y el reclutamiento de menores, entre otros; la respuesta del Bloque Sur ante la
efectividad de la fuerza fue el fortalecimiento de las milicias (…) encargadas de la inteligencia,
ubicación, promoción, reclutamiento y consolidación de cuadros (…)”364. (negrillas agregadas)

336. A pesar de estas descripciones, fueron más frecuentes las expresiones de

361 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Martín Eduardo Galindo Páez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0547. Es interesante que mientras los comparecientes reportan la presencia de las estructuras
guerrilleras en los márgenes de las jurisdicciones, se les impongan objetivos que se relacionan sobre todo con
el centro del departamento.
362 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
363 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Martín Eduardo Galindo Páez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0547. Entre otras cosas reportó que el Frente 61, con presencia tradicional en el territorio,
había realizado un repliegue ordenado por el Bloque Sur; mientras que el 13 se mantenía solo en un municipio
huilense, aunque una nueva estructura (el Frente 48) había sido enviada al departamento desde el Putumayo.
364 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484.

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versionados de alto rango que dieron una imagen crítica de la situación de orden
público en las áreas de responsabilidad de los batallones. Un ejemplo lo dio el MY Mario
Hernán Duarte que retrató un panorama complejo en la jurisdicción del BIMAG entre
2006 y 2007 y que al ser indagado sobre la escasa presencia de las FARC-EP en su
jurisdicción -como se ha visto, reportada por varios comparecientes para esos años-,
respondió insistiendo en la amenaza que representaba las FARC-EP para la región e
incluso reportó un aumento de las acciones guerrilleras durante ese periodo:

“(…) eso no es solamente un algo que yo diga [lo del aumento de acciones guerrilleras], en el país
un incremento de las acciones de la guerrilla no sólo en el batallón Magdalena, eso fue en muchas
partes del país, entonces, digamos que la presencia en esa época, porque una época anterior donde
las, tal vez lo comenté, donde la presencia guerrillera era masiva, era de a 100, 200, fue una época
dónde empezó a haber varias acciones en todo el país, no solamente en ese batallón, en grupos
más pequeños, entonces sí había presencia, sí había presencia, de hecho las denuncias, por ejemplo,
que existen o deben estar en la Fiscalía o en el Gaula de todas las extorsiones, de los secuestros que
hubo, pues todo eso es la evidencia de que sí había presencia 365”.

337. El TC Carlos Yair Salamanca Robles también mencionó cambios desfavorables


en la situación de orden público del centro y sur del Huila, en su caso, mediante
comparaciones de su estadía en el BIPIG como teniente y años después como
comandante del batallón. En este sentido, describió un menoscabo del ambiente
operacional de la unidad ya que afirmó que durante los noventa la jurisdicción del
batallón era tranquila y las tropas podían movilizarse por ella sin mayores
inconvenientes366, mientras que cuando comandó la unidad -entre junio de 2006 y
diciembre de 2007- había zonas vedadas para el Ejército:

“(…) cuando yo estuve de teniente allá yo me desplazaba sin problema por el sector de El Recreo,
El Paraíso, bajaba hasta el peaje y no pasaba nada, no pasaba nada, ya cuando yo llegué ahorita
como comandante de Batallón ya habían áreas vedadas, nadie podía pasar del cruce de Mesitas
hacia arriba llegando al sitio de El Recreo [de Garzón], porque es que esa vereda de El Recreo era
totalmente de ellos y ya ellos iban a pagar las extorsiones, donde mandaban las boletas para que
les llevaran a los diferentes comerciantes, donde tenían el punto que llaman el peaje sobre La Línea,
tenían era un palo ahí y entonces el camión que iba sacar madera tenía que pagar una plata, si el
camión era grande tenía que pagar una plata, si era mediano tenía que pagar otra plata, si iban a
sacar el ganado, por todo tenían que pagar, entonces era totalmente el contexto y cuando recibí me
encontré que habían dos alertas tempranas la número 035 del año 2005 que consistía o rezaba en
el documento “atentado contra los alcaldes, concejales, personeros del municipio de Algeciras o
Gigante” ellos no podían salir a cumplir con sus funciones de ser… de burgomaestres de los
municipios por la misma situación y con el informe de riesgo número 018 del 2005 que era con

365 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Mario Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0483. Esa idea del aumento de acciones guerrilleras no se corresponde con lo que múltiples
fuentes abiertas han establecido para 2006 y 2007. Acciones como secuestros habían disminuido
significativamente, como se pudo ver arriba. Otras como los ataques a la fuerza pública que incluía
hostigamientos y emboscadas también venían descendiendo lentamente desde 2004. En cambio, el asesinato
de los concejales sí había aumentado los asesinatos en contra de personal político, pero fue el único ítem que
mostró un aumento desde 2004 o 2005 en adelante. Ver: PNUD; ASDI. Huila: Análisis de la conflictividad.
Bogotá, 2010. Pág. 35.
366 Esta parte de sus dichos contradice por completo lo que dicen las distintas fuentes sobre la situación en el

Huila durante esa década.

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respecto a la toma de las poblaciones del municipio de Gigante, de Hobo y de Algeciras con esos
dos informes de riesgo367”.

338. Sin embargo, el entonces TC Salamanca Robles planteó que esas amenazas
constantes en jurisdicción del BIPIG que reportó no se materializaron durante su
comandancia, debido a la presencia efectiva de las tropas y a las operaciones que
desarrollaban, y que parte importante de la operatividad militar se concentró en ocupar
zonas antes vedadas al Ejército Nacional. Según planteó ante la Magistratura, estas
acciones de presencia de las tropas durante su comandancia habrían reducido
significativamente las áreas en las que las FARC-EP se movían sin inconveniente:

“(…) de la vereda El Recreo para arriba que pega la cordillera, era zona [inaudible] porque la
guerrilla bajaba hasta ahí en camuflado a jugar billar los domingos, y ellos tenían sus informantes
sobre la vía de civil tomando tinto, tomando cerveza, y entonces eran áreas vedadas, entonces
cuando las tropas ya llegamos a todos los sectores de la jurisdicción, en el sector de La Argentina
las tropas no podían entrar a una vereda que se llamaba, por allá vereda de El Socorro, por ejemplo,
allá fueron las tropas hasta la vereda de El Socorro, entonces ellos cada vez que las tropas iban
avanzando ellos se iban corriendo ¿sí? y ellos ya van corriendo hasta sus áreas bases donde tienen
su dominio topográfico y cubren su seguridad con campos minados y francotiradores”.368

339. Otro oficial que entregó una imagen desfavorable de la situación de orden
público en el Huila fue el MY Juan Miguel Flórez Buendía, oficial de inteligencia entre
julio y diciembre de 2007 durante la comandancia del TC Salamanca Robles. El oficial
le dijo a la Magistratura que a su llegada a la unidad el ambiente operacional del
batallón era “difícil” y que existían múltiples amenazas hacia la población civil que
incluían extorsiones, reclutamiento y proselitismo político369. Sin embargo, al solicitarle
que comparara la situación del Huila con la percibida mientras prestó sus servicios en
el Gaula Antioquia, consideró que las amenazas eran similares ya que respondían a un
tipo de operatividad característico de las FARC-EP, y consideró que la intensidad del
conflicto en Antioquia era equiparable a la del Huila:

“(…) señor magistrado, en esa época, 2007, 2006, fue una constante aquí en Colombia, casi en todas
las regiones ese fenómeno del secuestro, el fenómeno de la presencia guerrillera, eso era como una
constante en varias regiones del país, y el modo operandi [sic] de los grupos pues en esa escala era
casi que la misma, ¿no?, para esa época PREGUNTADO: es decir, ¿para usted Antioquia y Huila
eran similares, en la intensidad, si se quiere del conflicto armado? RESPONDIÓ: sí, por los casos
que se presentaban, que denunciaba la población civil, pues sí era como, sí, se presentaban muchos
eventos igual en los dos departamentos”.370

340. El comandante del BIMAG entre diciembre de 2007 y septiembre de 2009,

367 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0493. Aunque las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo eran de 2005 y el entonces
TC Salamanca Robles llegó a la unidad en junio de 2006, es probable que las alertas permanecieran activas para
cuando se posesionó como comandante del BIPIG.
368 Ibidem.

369 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Juan Miguel Flórez Buendía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0701.
370 Ibidem.

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entonces TC Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, también se refirió en términos


desfavorables del ambiente operacional en la jurisdicción del batallón que comandó.
Según dijo, las estructuras guerrilleras con presencia en la zona a su cargo desarrollaban
múltiples acciones que iban desde extorsiones hasta actos terroristas contra la
infraestructura pública, pero, además, estaban constituidas por decenas y centenares de
hombres en armas371. De hecho, el mismo compareciente entregó una imagen dinámica
de la situación de orden público en la jurisdicción del BIMAG, en la que la presencia de
las FARC-EP y las amenazas derivadas de ella venían en aumento desde que asumió la
comandancia en diciembre de 2007, e inicialmente relacionó estos cambios con el
incremento de los resultados operacionales en el primer semestre de su periodo como
comandante:

“En el combate irregular nada es constante, la única constancia es el cambio. En el 2007 no estaba
el frente 13 y en el 2008 llegó y eso cambia el ambiente operacional. Por ejemplo: si ahora no hay
circulación del café allá, eso cambia el ambiente operacional, hay elementos dentro del ambiente
operacional que son el enemigo, el terreno, la población civil, el aspecto político, el aspecto
económico, el aspecto social, las propias tropas que hacen que las cosas cambien. En esa época, yo
en esos seis meses, pues pude evidenciar que el frente 61 hacia incursiones muy esporádicas, pero
que las hacía, y que el frente 13 estaba entrando, el ambiente operacional del año, del 2008 en su
primer semestre, fue diferente al ambiente operacional del segundo semestre, y creo que los
resultados lo demuestran. PREGUNTADO: ¿Y en qué cambió? RESPONDIÓ: ¿En qué cambió?,
uno: el Frente 13 trató de entrar hacia el sector del Cauca y se replegó hacia el sector del Putumayo,
y otro, considero yo; que tomé acciones disciplinarias a partir de julio de 2008 cuando empecé a
hacer investigaciones formales, por homicidios, y por homicidio en persona protegida, y eso hizo
que la gente cambiará la manera en cómo estaba obrando.”372

341. Las aseveraciones del TC Pinto Lizarazo indican que una dinámica interna del
Ejército Nacional como fueron las investigaciones disciplinarias repercutió en el
ambiente operacional, lo que contradice lo planteado por los demás comparecientes en
el sentido de que la operatividad militar respondía a las acciones guerrilleras y que por
tanto era reactiva. Además, sugiere que lo que él consideraba la situación operativa en
su jurisdicción, en realidad era una distorsión de esta debido a las acciones ilegales de
las tropas.

342. Adicionalmente, el excomandante del BIMAG aseguró que en el primer semestre


de 2008 se venía presentando la reaparición y reactivación de las estructuras de las
FARC-EP en el Huila y que los Frentes 13 y 61 venían mejorando su situación tras su
debilitamiento producto de años de ofensiva estatal373. Aunque esto podría estar
configurando un contexto en el que la posibilidad de combates reales y resultados
operacionales acordes se hicieran más frecuentes, la JEP ha recabado información que
muestra que los asesinatos fuera de combate siguieron presentándose recurrentemente
durante el primer semestre de 2008. El entonces TC Pinto Lizarazo le dijo a la JEP que
los resultados de la primera mitad de ese año se dieron buscando mantener o mejorar
los que venía presentando la unidad el año anterior (2007), en lo que consideró que era
un error operativo:

371 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.
372 Ibidem.

373 Ibidem.

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“(…) lo que quiero decir es que comparar los resultados de un año, con un año anterior, cuando el
ambiente operacional no es el mismo; es un error. Lo que uno tiene que hacer es mirar el enemigo,
mirar la amenaza que tiene y colocar objetivos con respecto a la amenaza, por ejemplo, en este caso
en el que nosotros participamos en la construcción del plan bicentenario [de protección de las
elecciones locales de 2008], lo que hicimos fue colocar en las áreas diferenciales los objetivos
acordes a las áreas, pero si en las áreas llega a cambiar el ambiente operacional los objetivos
también deben cambiar”374.

343. A pesar del presunto aumento en la presencia y las acciones de las FARC-EP en
2008 que reportó el TC Pinto Lizarazo, el MY Francisco Adrián Álvarez Calderón,
encargado de la sección de operaciones desde enero de ese año, reportó escasa presencia
guerrillera en la jurisdicción del BIMAG durante su estadía en el batallón. Al respecto,
sostuvo que, ante la presumible exigencia de resultados proveniente desde la BR09,
discutió con el TC Pinto Lizarazo la posibilidad de mover las tropas del BIMAG a zonas
en las que pudieran trabar combate, cerca de Caquetá y al sur de la jurisdicción, ya que
en la mayor parte del territorio resultaba difícil encontrar enemigo:

“(…) alguna vez yo sí se lo dije, porque yo venía de la FUDRA, y yo venía de hacer la operación
de la zona de distensión y cuando a mí me muestran el mapa y entonces vemos acá, frente 13,
frente 61, pero las informaciones son muy poquitas, en algún momento yo sí le dije a él, venga mi
coronel, porque más bien no nos centramos, esto, por qué no más bien pedimos autorización,
porque en realidad en la jurisdicción nuestra, o sea, no había una presencia continua de
guerrilleros y pues si de pronto a él le estaban exigiendo resultados, pues yo digo, yo me voy a
buscar dónde, que era más que todo como para la parte del sur y entonces yo le dije a él, por qué
no volcamos todas estas, aquí solamente dejamos controles militares de área que si dan o no dan
resultados no pasa nada, pero volquémonos con operaciones que puede que sean buenas o puede
que no sean malas, en ese momento como estaba el conflicto, el conflicto simplemente estaba de
que lo que era Pitalito y los alrededores de Pitalito era un punto de paso de la guerrilla y hay
muchas personas, muchos guerrilleros que tienen sus familias ahí, entonces a ellos no les convenía
pelear en ese sector, ¿cierto?, y yo se lo expuse alguna vez en una apreciación de situación y le
decía porque no nos tiramos más pa’l Caquetá, y si tenemos que pedir autorización pues nos
agregamos directamente a la otra unidad (…)”375.( Negrillas agregadas)

344. Por su parte, el TC Ricardo Andrés López García, quien ocupó la comandancia
del BIPIG entre noviembre de 2007 y junio de 2009, le relató a la Magistratura que a
inicios de 2008 se dio un cambio en el dispositivo del batallón provocado por el
posicionamiento de las estructuras guerrilleras en la jurisdicción y los resultados
operativos contra la delincuencia común que estaban presentando sus unidades
fundamentales:

“(…) les decía en pocas palabras [a los soldados profesionales] que era inadmisible o era para mí,
por la experiencia de vida, que tener una amenaza como la que teníamos, real y vivita, con
informaciones en los límites de la jurisdicción en Algeciras, ahí en Garzón en la parte alta de El

374Ibidem.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
375

de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554. Según dijo el compareciente, la presencia que tenían las FARC-EP en la jurisdicción del
BIMAG se daba en Santa Rosa, Cauca, en zonas limítrofes con el Huila (y parte de la jurisdicción de la unidad
táctica), encargadas de mantener la seguridad sobre cultivos ilícitos y del cobro de vacunas a los productores
de hoja de coca.

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Recreo con Caquetá, en La Plata, Huila, en Inzá con el Cauca, o sea, alrededor de, con una amenaza
que teníamos y que estuviéramos nosotros o buscando informaciones que dan como resultado un
bandido o un delincuente común o lo que en su momento se pareciera a un delincuente común y
que para mí pues no era lo más importante, o sea, para mí lo importante eran unas actividades de
desarrollo de operaciones reales en el campo de combate donde estaba la masa de guerrilla (…).”376
(negrillas agregadas)

345. Ese cambio de dispositivo implicó diseñar operaciones para mover a las tropas
a zonas en las que se sospechara de la presencia de grupos importantes de guerrilleros,
llegando incluso a pasar la cordillera Oriental hacia el Caquetá. El oficial planteó que
los soldados profesionales venían actuando en una dinámica de descanso en la que se
ubicaban sobre todo en las vías de la jurisdicción377 en donde hasta podían ser visitados
por sus familiares:

“(…) les dije [a los soldados profesionales] “eso no puede ser y se van para una operación”, planear
una operación complicada desde el punto de vista operacional, complicada para resultados, para
obtener resultados, porque era cruzar la cordillera oriental por diferentes sitios, la cordillera
oriental es eso como suena, unos picos altísimos, Garzón está al nivel casi del rio Magdalena, pero
eso empieza a subir y son unos picos selváticos y críticos y cogí y organicé a estos pelotones de
soldados profesionales y los saqué de esas zonas y esa responsabilidad sobre las carreteras se las
di a los soldados regulares, entonces lo que hice con los soldados regulares fue “bueno ustedes
tienen que despertar, tienen que empezar a estar atentos porque la Teófilo Forero puede venir aquí
a asesinarlos a ustedes sobre la vía, son soldados regulares, pero ya saben manejar armas” y se
quedan controlando y haciendo el control militar de área en el centro del departamento y ustedes
soldados, lo poquito que tenían 3 o 4 pelotones de profesionales, los metí al departamento del
Caquetá.”378

346. Lo sostenido por el alto oficial sugiere que a finales de 2007 e inicios de 2008 las
estructuras de las FARC-EP se encontraban, principalmente, por fuera del
departamento, y que para garantizar la seguridad en los municipios y vías de la
jurisdicción no era necesario contar con los soldados profesionales. El compareciente le
indicó a la JEP que una de las dificultades para ordenar ese movimiento de tropas fue
el descontento de las familias de los soldados profesionales, inconformes por el traslado
de sus seres queridos a zonas por fuera de su alcance 379 y que producto del cambio se
empezaron a dar combates y bajas en las filas del Ejército380. Según el alto oficial, el
mismo dispositivo contemplaba la ubicación de otro pelotón de soldados profesionales

376 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
377 Recuérdese que una porción importante de las MIPBC que investiga la Sala se produjo en las vías de la

jurisdicción.
378 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
379 Ibidem: “Eso me trajo a mí primero como comandante problemas con las mismas familias de los soldados,

recibía llamadas de los soldados, esposas, madres que qué hacía metiendo a los soldados al Caquetá sobre
todo después de que había pasado unos meses de estar allá, que si era que los había mandado a matar, que yo
era el responsable de la muerte de ellos (…)”
380 Ibidem: “(…) apenas pasados escasos 20 días de este cambio de estrategia ya tenía dos muertos en el Batallón

y 4 heridos en combates y en minas”. Según dijo luego, ese dispositivo nunca fue del agrado del comandante
de la BR09 y fue desmontado mientras se encontraba en vacaciones.

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en Pacarní, Tesalia, que buscaba evitar que la cabecilla alias Araceli pudiera desarrollar
sus actividades extorsivas allí y en Íquira381.

347. Según el TC López García, después de junio de 2008, cuando se finaliza el


dispositivo especial ubicado en Caquetá, tropas del Ejército se mantuvieron en La Plata
y en el Cauca, por fuera de la jurisdicción del batallón, y según le reportó a la JEP,
intentó evitar que las tropas retornaran a la situación de acantonamiento en cercanías a
las vías y cascos urbanos:

“(…) empecé a hacer operaciones fue salidos de la jurisdicción, fuera de la jurisdicción hacia el
Cauca, entonces dos o tres pelotones permanentemente, o en Belén, o en la parte alta de La Plata,
en operaciones que iban y venían, iban y volvían, ya digamos que esa posición de estar sobre la
zona urbana y sobre las carreteras ya nunca volvió.”382

348. Los comparecientes que ocuparon los altos cargos de los batallones investigados
también entregaron información sobre la presencia de delincuencia común y el rol de
las unidades militares en combatir estas expresiones criminales. Por ejemplo, el CT
Aguilera les atribuyó a fenómenos delincuenciales una sólida presencia y acciones
permanentes de robo en la jurisdicción del BIPIG para 2006 383. Por su parte, el CT
Domingo Peña Cepeda, S2 del mismo batallón, indicó que combatirlas hizo parte de las
responsabilidades del BIPIG debido a presiones de las que no especificó su procedencia:

“PREGUNTADO: ¿y dentro del, digamos el enemigo o lo que se consideraba enemigo, estaba


también la delincuencia común o delincuencia organizada? RESPONDIÓ: Sí, claro que es
delincuencia común u organizada también es considerado enemigo, porque llega a pasar algún
reten por parte de ellos o alguna situación, a nosotros como ejército también nos, nos daban garrote
por no capturar esta gente, por no afectarla384.”

349. Para ilustrar este punto, a continuación se incluye un mapa con la


georreferenciación de los reportes de muertes en combate del BIPIG entre 2005 y 2008
que han sido cuestionados por tener características de asesinatos y desapariciones
forzadas.

381 Ibidem.
382 Ibidem.
383 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
384 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.

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Mapa No. 12. Muertes cuestionadas el Batallón de Infantería No. 26 “Cacique


Pigoanza”, 2005 – 2008.

350. Otros comparecientes reportaron a la Magistratura que con frecuencia las tropas
de los batallones de interés participaron en operaciones militares dirigidas contra la
delincuencia común. Este fue el caso del MY Lombana Solarte, que precisó que estas
requerían de coordinación con fuerzas policiales385. Otros comparecientes como el MY

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
385

de Luis Carlos Lombana Solarte. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0491.

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Tibaduiza plantearon que sobre este tipo de operatividad había importantes reparos y
que doctrinalmente no tenía sustento, aunque se podían dar enfrentamientos con estos
grupos mientras se realizaban labores de control militar de área386.

351. El MY Álvarez Calderón sugirió que las dificultades para encontrar enemigo en
la jurisdicción del BIMAG condujeron a que la unidad, por decisión del comandante,
concentrara su accionar en la delincuencia común. Así mismo, manifestó que sin éxito
le propuso al TC Pinto Lizarazo que hicieran esfuerzos para encontrar estructuras de
las FARC-EP y que, por lo menos en el primer semestre de 2008 -lapso en el que se
produjo la gran mayoría de bajas en combate falsas durante su periodo-, se prefirió
concentrar los esfuerzos en los fenómenos delincuenciales:

“(…) por ejemplo, yo decía sí, delincuencia común, delincuencia común, delincuencia común y
delincuencia común hay veces que no, frente 61, y uno dice, pero de dónde sacan, cual frente 61,
o sea, delincuencia común, y uno dice, pues la delincuencia común no hace parte de la razón
de ser de nosotros porque pa’eso hay un Gaula, pa’eso hay una policía y no sé porque él
siempre seguía determinando y yo creería que, por ejemplo, en las órdenes de operaciones, como
él decía, hay que meterle esto, hay que meterle que lo uno, hay que meterle lo otro, pues de
pronto con su mejor intención era combatir la delincuencia común, pero cuando yo digo, si usted
es un batallón de infantería, pues usted está entrenado para pelear contra el enemigo que
tenemos, que serían la FARC, no con la delincuencia común, entonces ahí no sé, es como la
apreciación de cada uno de los 2387”. (Negrillas y subrayados agregados)

352. Para ilustrar este punto, a continuación se incluye un mapa con la


georreferenciación de los reportes de muertes en combate del BIMAG entre 2005 y 2008
que han sido cuestionados por tener características de asesinatos y desapariciones
forzadas.

386 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0490. El oficial también dijo que al presentarse a la unidad táctica no se le habló de la
delincuencia común como parte de las amenazas que debía enfrentar el BIPIG, pero que sabía que “(…) las
unidades reportaban actividades de delincuencia común, o sea, “tal pelotón que está en Gigante o el, ojo,
informa que hay personal que esta extorsionando, o que está atracando en tal sector” y esa información la
pasaban al batallón”.
387 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554. Esto contribuyó a que las bajas que se produjeron en el marco de operaciones militares
durante su estadía en el batallón no impactaran el orden de batalla de los frentes 13 y 61.

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Mapa No. 13. Muertes cuestionadas el Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”,


2005 – 2008.

353. A manera de conclusión, se pudo observar mediante una buena parte de las
versiones voluntarias de los excomandantes e integrantes de las planas mayores de las
unidades militares, significativas discrepancias con las descripciones que sobre el
ambiente operacional entregaron los SLP y algunos oficiales subalternos y suboficiales.
Estas diferencias se hicieron más relevantes debido a que la Sala constató una mayor
correspondencia y uniformidad entre: (i) lo planteado por los soldados profesionales e
integrantes del Ejército Nacional con experiencia directa y diaria en las áreas de

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operaciones (suboficiales y oficiales de bajo rango), concordante con (ii) lo planteado


por fuentes académicas e institucionales respecto a los repliegues estratégicos de la
guerrilla hacia las partes altas de las cordilleras en los límites con los departamentos de
Caquetá y Cauca; que con lo afirmado por la mayoría de los altos mandos militares
(Comandantes de Batallones y Brigadas), distantes de las áreas de operaciones e
inmersos en unas narrativas más acordes con los tiempos de existencia de la ZD.

354. A continuación, se presenta un recuento de lo sostenido por los integrantes de la


AFEUR 11 que comparecieron ante la JEP sobre la situación de la jurisdicción que se le
adjudicó a esta unidad militar y algunas particularidades de su accionar y
responsabilidades que posibilitaron la ejecución de civiles en estado de indefensión y
su presentación como caídos en combate.

3.3. Ambiente operacional de la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas No. 11.

355. En el presente apartado se presentarán las aseveraciones referentes al ambiente


operacional entregados por los comparecientes pertenecientes a la AFEUR 11 que
comparecieron ante la JEP. Mediante las versiones voluntarias se pudo establecer que
uno de los aspectos fundamentales de la operatividad de la unidad se relacionaba con
el ataque a fenómenos de delincuencia común con presencia en la capital
departamental. Debido al énfasis urbano de la unidad, los comparecientes describieron
una situación operacional en la que no se presentaban encuentros con tropas
guerrilleras, y por tanto, resultaba poco probable producir RO relacionados con
combates. Por el contrario, reportaron una operatividad que se concentraba en la
participación en allanamientos, decomisos y capturas388.

356. La operatividad de la unidad se dio en un contexto en el que soldados


profesionales y oficiales, según sus versiones voluntarias, experimentaron presiones
por resultados transmitidas desde la comandancia de la BR09. Según afirmaron, estas
habrían generado incentivos para ampliar las zonas en las que actuaba la AFEUR 11 y
favoreció la presentación de MIPBC.

357. Debido a que se cuenta con pocas versiones para los casos de los que se ha
responsabilizado a esta unidad, se hará una presentación conjunta de lo afirmado por
soldados profesionales y oficiales (en este caso no se escuchó a suboficiales). Además,
las versiones de los comparecientes casi siempre fueron coincidentes en asuntos
fundamentales como las amenazas presentes en la jurisdicción o las irregularidades que
se presentaron en la operatividad de la AFEUR 11 y, por tal razón, no fue necesario
contrastar el contenido de las versiones voluntarias.

358. Los militares adscritos a esta unidad militar entregaron información únicamente
de los años que se investigan en el subcaso (2005-2008), lo que impidió acercarse a los

388Algunas de las diferencias entre una AFEUR 11 y un batallón territorial fueron expuestas por el CT Leonardo
Ayala Remolina. Según dijo, estas Agrupaciones se crearon para actuar en contextos urbanos en los que
existían riesgos de incursiones guerrilleras, y que para ese fin implementaba técnicas de combate diferentes y
se les dotó de armamento especial (corto). Así mismo, dijo que esta unidad se encontraba acantonada de
manera permanente en instalaciones de la BR09 y que su operatividad era temporal: salían a operaciones, las
ejecutaban y volvían en poco tiempo a la brigada.

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cambios en la situación de orden público en las zonas en las que operaban, como sí
pudieron reportarlos los comparecientes de las otras unidades de interés. Los SLP le
dijeron a la JEP que cuando se encontraban en otras unidades de la BR09, se inició el
proceso de selección del personal para la AFEUR 11, razón por la cual los
comparecientes contaban con experiencia sobre la situación departamental, aunque
escasamente se pronunciaron al respecto para años anteriores a 2005.

359. En cambio, se concentraron en exponer las amenazas que le competían


directamente a la unidad y que estaban localizadas en zonas urbanas del Huila. Esto
fue así debido a que estas unidades tenían por objetivos hacer presencia y brindar
seguridad en esos espacios, contrarrestar el empeño de las FARC-EP por incursionar en
las ciudades y reaccionar con celeridad ante ataques que dirigiera la guerrilla contra la
población civil urbana.

360. Algunos de los comparecientes vinculados a la AFEUR 11 entregaron


información sobre las dinámicas del conflicto armado que condujeron a la creación de
estas unidades. El SLP James Horacio Garnica narró que el establecimiento de las
AFEUR respondió a las amenazas proferidas por alias el Mono Jojoy durante la vigencia
de la ZD y que apuntaban a que las FARC-EP intentaban incursionar con más fuerza en
espacios urbanos389. El comandante de la unidad desde mayo de 2007, CT Leonardo
Ayala Remolina, también mencionó este antecedente como parte de los motivos para
crear estas unidades:

“(…) esa agrupación la habían creado con ocasión de unas amenazas que fueron muy públicas,
donde salió el Mono Jojoy diciendo que, “nos vemos en las cuidades”, ya se estaban tomando el
país (…) y había pasado ya los secuestrados de Cali y todas esas cosas, entonces crearon esa unidad
para dar una respuesta a un entorno más urbano en caso de que la guerrilla ya pasara a metérsenos
a las áreas urbanas, a las ciudades, entonces era para tener una respuesta rápida a eso (…) 390”.

361. En específico, la AFEUR 11 fue creada para evitar incursiones de las FARC-EP
en Neiva, como las llevadas a cabo a inicios de siglo y que ocasionaron, entre otros
hechos, el secuestro masivo en el edificio Miraflores en julio de 2001. El TE Felipe
Andrés Ramírez Gómez explicó que la unidad buscaba atender las necesidades de
seguridad de Neiva debido a que la guerrilla continuaba siendo una amenaza en la
capital:

“(…) era una unidad que tenía su (…) área de operación en la ciudad de Neiva, o sea, no era una
unidad que había sido creada o que se había creado para el desarrollo de operaciones rurales, ni
que se hubiera creado para el desarrollo de operaciones en otro tipo de circunstancias, sino

389 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0709. Otros comparecientes, como el CT Mauricio Ortiz González, confirmaron el papel que
tuvieron las declaraciones del comandante guerrillero en el impulso para crear estas unidades. Ver Versión
Voluntaria de Mauricio Ortiz González. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0944. Respecto a las declaraciones de alias Mono Jojoy, ver: SEMANA. ¿Guerra en las
ciudades? 26 de agosto de 2001. En: https://www.semana.com/guerra-ciudades/47093-3/. El artículo menciona
que el secuestro masivo del edificio Miraflores de Neiva en julio de 2001 se relacionaba con las amenazas de
alias Mono Jojoy.
390 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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exclusivamente para la ciudad de Neiva por las diferentes situaciones que se presentaban a nivel
urbano con células de la guerrilla a nivel urbano y con grupos urbanos de guerrilla que ya habían
causado bastantes afectaciones como el secuestro de los políticos en un edificio de la ciudad o el
secuestro y homicidio de otros políticos en un sector cercano o diferentes acciones terroristas que
la guerrilla había efectuado dentro de la ciudad de Neiva y que, pues habían llevado a la creación,
necesidad de contar con una fuerza de operaciones urbanas391.”

362. Los comparecientes también mencionaron que la ubicación de la unidad en los


espacios urbanos del departamento suponía unas particularidades que contrastaban
con las de las unidades tradicionales del Ejército Nacional. Por ejemplo, el CT Ayala
Remolina sostuvo que: (…) el combate rural es muy diferente al combate urbano, las técnicas
son diferentes por la misma población civil que existe, de hecho, el armamento debe ser más corto,
por eso se usa mucha pistola en el área urbana392. También otros integrantes de la AFEUR 11
se pronunciaron respecto a estas diferencias operativas. Un ejemplo fue el SLP Wilfredo
Villamizar Bautista, que explicó que la operatividad en ciudades implicaba tener en
cuenta las particularidades del espacio y la mayor cantidad de población que lo
habitaba:

“(…) [el combate] urbano puede ser en la ciudad, podría ser un pueblo, pero va a ser en las casas;
en una casa uno puede hacer un allanamiento, y todo ese conocimiento, pues era lo que le
explicaban a uno. Entonces la diferencia era de estar en un momento donde solamente había palos,
piedras, a estar en un barrio donde hay casa, hay niños, ¿ya? A saber [sic] uno controlarse, a tener
control de la situación, eso era la diferencia de lo urbano a lo rural”393.

363. Todos los comparecientes mencionaron que a la AFEUR 11 se le entregó como


área de responsabilidad Neiva, aunque algunos narraron particularidades de su
operatividad que ampliaban de facto las zonas en las que actuaba. Por ejemplo, el TE
Ramírez Gómez limitó el área de responsabilidad a la capital departamental, pero
comentó que se realizaban traslados a otros municipios en apoyo a operaciones de otras
unidades de la BR09394. También el CT Ayala Remolina manifestó que Neiva les fue
asignada como área de operaciones, pero que en la capital compartía responsabilidades
con otras unidades como el Gaula Huila395.

391 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708. En el mismo sentido se pronunció el CT Leonardo Ayala Remolina, que comandó a la
unidad en 2007 y que dijo que la creación de estas agrupaciones buscaba salvaguardar a las ciudades de las
acciones que había llevado a cabo la guerrilla en zonas urbanas.
392 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
393 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Wilfredo Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0710. Esta es probablemente una de las razones por las que la mayoría de las MIPBC que
presentó esta unidad se dieron en zonas rurales. La presencia de testigos o la dificultad para responder
indiscriminadamente a un ataque, podían dificultar la presentación de RO en ámbitos urbanos.
394 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708. Algo parecido dijo el SLP Luis Asper Charry Solano: que esta dependía de las
necesidades operativas, pero que la AFEUR 11 siempre hizo presencia en las zonas de seguridad crítica del
departamento. VV escrita del SLP Luis Asper Charry Solano.
395 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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364. Según otros comparecientes, el tipo de operatividad predominante en la unidad


consistía en controles en zonas conflictivas de la capital. El SLP Villamizar Bautista,
además de circunscribir el área de responsabilidad a Neiva, mencionó que esas acciones
eran temporales y que involucraban mantener contacto permanente con la población
civil:

“(…) lo único que nos decía a nosotros el comandante era que “la responsabilidad de nosotros era
que ya no fueran a hacer a algún secuestro o estuvieran extorsionando en Neiva”, por eso nos
tocaba salir a hacer patrulla y registro en Neiva. PREGUNTADO: ¿Cuándo estaban en Neiva que
tenían que hacer?, ¿cómo era ese control en Neiva? RESPONDIÓ: Salir a hacer control, de pronto,
a las zonas con más problemas de orden público, salir a hablar con la gente, le preguntaba[, hacer
como amistad con la gente, hablar con ellos y preguntarle, a que le contaran a uno los problemas
que estaban pasando. PREGUNTADO: ¿Cuánto duraban esas operaciones? RESPONDIÓ: No, eso
era que uno salía 6 horas, 12 horas o así. 396”

365. Así mismo, los comparecientes se pronunciaron sobre los blancos a los que debía
enfrentar la unidad. El CT Ayala Remolina relató que al presentarse en la BR09 recibió
información del contexto en el que debía comandar esta fuerza. Entre otras cosas se le
dijo que la capital departamental era afectada por fenómenos delincuenciales, que en
las zonas rurales de Neiva hacía presencia la CMTF y que la misión de la AFEUR 11
implicaba “neutralizar” estas amenazas397.

366. Parte de estas características operativas eventualmente fueron ampliadas o


modificadas. Mediante las VV se observó la existencia de dos temporalidades en la
operatividad de la unidad. La primera va desde su fundación (hacia 2003) hasta algún
momento en los años en los que ocurren los hechos que investiga la Sala, en la que las
operaciones encargadas a la unidad no producían combates ni RO y se daban en
sectores urbanos mayormente. El SLP Garnica Muñoz la describió de la siguiente forma:

“PREGUNTADO: Cuando llegan al Huila, ahí, volvamos al final del 2003, llegan al Huila, ¿qué
instrucción recibe la agrupación? RESPONDIÓ: Cuando llegamos al Huila, pues, la instrucción fue
salir a hacer patrullas aquí, en Neiva. Solo era lo que hacíamos cuando llegábamos, porque la
agrupación era urbana, entonces las operaciones eran urbanas, entonces lo que llegábamos a hacer
era patrullas aquí, en Neiva PREGUNTADO: Explíquenos en qué consistían esas patrullas, o que
función tenía que desarrollar las patrullas en Neiva. RESPONDIÓ: Eran de salir así, hacia los
barrios, estar por ahí y hacer presencia en los barrios de Neiva. PREGUNTADO: ¿En el desarrollo
de esas actividades entraron en combate en alguna oportunidad? RESPONDIÓ: No señor
PREGUNTADO: Las órdenes de operaciones o las misiones tácticas que recibían, ¿qué
características tenían?, es decir, ¿qué tipo de operaciones tenían que desarrollar? RESPONDIÓ:
Cuando eran aquí urbano, solamente eran de patrullas. Al principio, o sea, cuando recién llegamos
el comandante que estaba en ese tiempo, él si era… Nos tenía aquí en Neiva y pues solamente
hacíamos eso, y no salimos casi hacia otros Batallones. PREGUNTADO: En alguna oportunidad

396 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Wilfredo Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0710. El mismo compareciente dijo luego que podían llegar a estar 24 horas por fuera de las
instalaciones de la unidad. El TE Felipe Andrés Ramírez Gómez le dijo a la JEP que el Gaula Huila tenía
asignadas algunas zonas de Neiva y que eso se hacía para facilitar la operatividad de las unidades.
397 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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en Neiva, en esas operaciones en Neiva, tuvieron que realizar operaciones ofensivas. RESPONDIÓ:
No, señor398”.

367. La segunda temporalidad se habría iniciado en algún momento durante los años
de interés para esta decisión y se caracterizó porque la unidad empezó a ser empleada
para operaciones en zonas rurales no solo de Neiva, sino de municipios que hacían
parte de las jurisdicciones de los batallones que conformaban la BR09 (BATEN, BIPIG
y BIMAG). Es en este periodo que se ha comprobado mayor participación de
integrantes de la AFEUR 11 en asesinatos de civiles presentados como muertos en
combate.

368. Respecto a la operatividad rural llevada a cabo durante el segundo periodo, el


CT Ayala Remolina comentó que esta posibilidad se había dado debido a que él era
experto en el tipo de operaciones que se daban en zonas rurales399. Esto lo ratificó el TE
Ramírez Gómez cuando dijo que la decisión de la participación de la AFEUR 11 en estas
operaciones la tomó el CT Ayala Remolina debido a su experiencia en fuerzas especiales
rurales. De igual forma, aseveró que esta participación se encontraba fundamentada en
documentos operacionales:

“La unidad no fue conformada como una unidad rural, sin embargo, se podían hacer operaciones
rurales en apoyo a otras unidades de la jurisdicción, bajo una orden de operaciones, bajo un
informe de inteligencia y así era como se hacían las operaciones que no fueran urbanas, es decir,
la unidad sí efectuaba operaciones rurales, pero mediante un informe de inteligencia y en apoyo a
otras unidades que requerían el apoyo o el trabajo de una unidad especializada ¿por qué
especializada? Repito, yo consideraba que no era el resorte de la unidad, pero por ser una unidad
que contaba con un armamento especial, que contaba con características especiales de
entrenamiento, que muchos de sus soldados fueron integrantes de las fuerzas especiales rurales,
que el capitán comandante de la compañía, el capitán Leonardo Ayala Remolina, él venia
obviamente de unidades de fuerzas especiales rurales, entonces se constituyó prácticamente como
en una especie de lo que se denominó grupos especiales, entonces se convirtió en el grupo especial
de la brigada para hacer operaciones especiales en la ruralidad que era lejos del área fundamental
para la cual había sido creada la unidad”.400

369. Sobre esto, la Sala ha determinado mediante las VV que los grupos especiales se
encontraban bajo órdenes directas de los comandantes de las unidades a las que estaban

398 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0709. El mismo compareciente relató que debían darse coordinaciones con el BATEN, ya que
las dos unidades contaban con Neiva como área de responsabilidad. El CT Ayala Remolina comentó que al
realizar operaciones en municipios como Pitalito o Garzón debían informar al BIMAG y al BIPIG. Aun así, dijo
que no realizaba operaciones conjuntas con ninguna de las unidades de la BR09, en el sentido de que no era
agregado a ellas, ni unidades de los batallones se le agregaban.
399 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
El CT también le dijo a la JEP que las características que tendría el accionar de su unidad (ser urbanas, pero
actuar también en la ruralidad) se le habían expuesto desde la reunión de bienvenida a la BR09.
400 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708. El mismo compareciente le dijo a la JEP que tras la comandancia del TC Pérez Laiseca
las tropas de la AFEUR11 participaron en una operación de carácter ofensivo de mes y medio de duración. Por
el contrario, el tipo de operatividad que existió durante la comandancia del TC Pérez Laiseca era de corta
duración y sin objetivos específicos más allá de permanecer en una zona por unos días y hasta una semana.

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adscritos. Esto implicaba que las relaciones entre comandantes y estas fuerzas fueran
más estrechas si se las compara con las que mantenían con otras (pelotones o
compañías, por ejemplo). Según lo afirmado por los comparecientes, este habría sido el
caso de la AFEUR 11 con la comandancia de la BR09.

370. Los comparecientes explicaron el cambio descrito en la operatividad de la


unidad mediante el aumento de las presiones emitidas desde la BR09, sobre todo
después de 2005401. Así lo planteó el CT Ayala Remolina, cuando sostuvo que “(…) por
el contexto [del conflicto armado] que había en la época, y por la exigencia de resultados que
había, pues también me daban la orden de salir al área rural, que en ocasiones hice bastantes
operaciones en el área rural, de hecho, tuve combates allá con guerrillas”.402 Estas presiones
habrían aumentado durante la comandancia del CR William Fernando Pérez Laiseca,
desde noviembre de 2007403:

“(…) lo que sucedió es que, que había, me sentí yo, más presión para que diéramos resultados, y
diéramos resultados porque pues era que, “no, que están robando mucho a las afueras, están
haciendo tal cosa, y ustedes ¿qué están haciendo? entonces hermano, ustedes no están haciendo
su trabajo, presenten resultados, háganse sentir”, bueno, entonces había que hacerlo, “salgan al
área, miren a ver”, porque cuando habían operaciones así, digamos algunas informaciones y no
había otro pelotón, entonces me mandaban por ejemplo a mí, aunque fuera rural, urbano, me
entraba a hacer operaciones porque había como esa presión, que había, pero yo creo que eso era
desde arriba que venía, para que le presentáramos resultados al país y pudiéramos diezmar, yo
creo que era por eso también, para que pudiéramos diezmar a la guerrilla que se estaba, que había
mucho efectivo, en esa época había mucha guerrilla 404”.

371. Así mismo, el TE Ramírez Gómez aseguró que la participación en operaciones


por fuera de Neiva también se dio debido a las capacidades de las que habían dotado a
la AFEUR 11, y que incluían vehículos con blindaje, motos y armamentos especiales 405.
Lo anterior se relaciona con lo que manifestaron otros comparecientes sobre las
características de la operatividad de la AFEUR 11: se trataba de una unidad
predominantemente reactiva y atenta a las necesidades de movilización de tropa que
tuviera la BR09 en su jurisdicción. Entre los elementos con los que contaba la unidad, el

401 El SLP James Horacio Garnica en su VV dijo que sus superiores en la AFEUR 11 le expresaban que desde la
BR09 los presionaban con enviarlos de manera permanente a zonas rurales de alta conflictividad:
“PREGUNTADO: Pero ¿cómo les transmitían o qué les decían los superiores sobre esa presión? ¿qué les
contaban de lo que les estaban diciendo? RESPONDIÓ: Pues, que sí, que la Brigada, que el comandante de la
Brigada estaba diciendo que nosotros no estábamos haciendo nada ahí, comiendo, sentados y no más. Entonces
que teníamos que dar resultados porque, o si no, nos echaban para el monte”.
402 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
403 Esto concuerda con la distribución temporal de los 6 eventos de MIPBC atribuidos a la AFEUR 11 que

investiga la Sala, ya que en 2005, 2006 y 2007 tuvieron lugar 3 hechos (1 cada año) mientras que otros 3
ocurrieron entre noviembre de 2007 y julio de 2008.
404 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
Posteriormente, el mismo compareciente le dijo a la JEP que parte de la misionalidad de las unidades a nivel
nacional era presentar resultados para fortalecer la PSD.
405 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708. El compareciente también dijo que, en caso de darse RO en esas operaciones de apoyo,
estos se le contaban a la unidad con jurisdicción en el municipio en que se produjeron.

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oficial destacó:

“(…) armamentos de calibres bastante fuertes, armadas con calibres 5.56, pero no fusiles comunes
y corrientes como los que tienen la mayoría de los soldados de nuestro Ejército, sino fusiles
[inaudibles] fusiles de alta precisión, de calibre 7.62, casi dos o tres por cada destacamento,
ametralladoras livianas y una capacidad de movilidad que no tienen todas las unidades, porque
la unidad, por los camiones, por los vehículos que tenía la unidad, entonces era realmente una
capacidad que tenía que ser utilizada de alguna manera, la brigada aprovechó esa ventaja y
aprovechó la dinámica, y digámoslo, como la maleabilidad que podía tener esa unidad, estando al
mando de la brigada, para poder ser colocada en cualquier parte de la jurisdicción de la misma
brigada (…)406”.

372. Los integrantes de la AFEUR 11 describieron el tipo de acciones que llevaba a


cabo la unidad caracterizándolas como dedicadas a enfrentar fenómenos
delincuenciales. Por ejemplo, el SLP Garnica Muñoz sostuvo que, aunque la unidad no
realizaba tareas de rescate de secuestrados, sí debían participar en cierres de vías por
las que se sospechara el traslado de víctimas de raptos, en acciones antiextorsivas y en
apoyo a la operatividad de otras unidades de la Brigada407. Así mismo, la AFEUR 11
participaba con regularidad en capturas en coordinación con otros batallones, la FGN
o la Policía Nacional, y ocasionalmente entregaba información de inteligencia a
organismos encargados de judicializar, como la FGN408. También el TE Ramírez Gómez
reportó la participación de la AFEUR 11 en operaciones dirigidas por otras unidades de
la BR09:

“(…) en el batallón de Tenerife, en la jurisdicción más aledaña a la ciudad de Neiva, pero [también]
se desarrollaron operaciones en apoyo al batallón Magdalena, Pigoanza e incluso a la Brigada
Móvil [no especificó cuál], en una oportunidad recuerdo que nosotros apoyábamos al batallón de
Infantería No. 37 en una inspección al terreno (…)”409.

373. A pesar de lo anterior, el SLP Villamizar Bautista reportó que no fue frecuente
su participación en operativos antiextorsión durante los años de interés de la Sala (entre
2004-2008 mencionó solo un evento de este tipo en el que participó la unidad 410). Al
tiempo, declaró que conocía del deber de reaccionar a las acciones de organizaciones
delincuenciales y de realizar acompañamiento a instituciones como la Policía

406 Ibidem. El CT Leonardo Ayala Remolina le dijo a la Magistratura que, aunque la jurisdicción asignada a la
AFEUR 11 era toda con la que contaba la BR09, con los debidos permisos tenían la posibilidad de dirigirse a
zonas por fuera del Huila.
407 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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408 Ibidem. Según dijo el compareciente, la participación en estas actividades era determinada por la BR09.

Parte de esto fue ratificado en su VV por el SLP Villamizar Bautista cuando dijo que una parte importante de
las actividades de su unidad consistió en brindar apoyo no solo a otras unidades del Ejército Nacional, sino a
la Policía y a la FGN
409 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
410 Esta afirmación resulta interesante en el marco de lo que dijeron los comandantes de la BR09 y de los

batallones investigados en el sentido de que las extorsiones representaban una porción muy importante de las
alteraciones del orden público departamental y de los ataques contra la población civil.

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Nacional411.

374. Sin embargo, el TE Ramírez Gómez manifestó en su VV que la unidad sí


participaba en operaciones antiextorsión y antisecuestro, aunque por misionalidad le
correspondían al Gaula Huila, y que cualquier unidad debía responder ante una
amenaza que se estuviera desplegando en la jurisdicción. Así mismo, narró que este
tipo de operatividad o reacciones fueron funcionales para la presentación de MIPBC 412.
Otros comparecientes también reportaron actividades de la AFEUR 11 como retenes a
las salidas de la ciudad, patrullajes, protección de peajes y provisión de seguridad a la
población civil -víctima de intimidaciones mediante atentados terroristas- y
personalidades de visita en Neiva:

“[La unidad estaba] dedicada a poder brindar esa seguridad, no solamente a las personas de la
ciudad y no solo a las personas que por una u otra razón llegaban a la misma, en particular,
dignatarios de alto nivel cuando llegaban a la ciudad de Neiva y que el nivel de seguridad
requerido era importante, con cierta connotación especial, eran obviamente abordadas por la
unidad de fuerzas especiales, tareas de control militar de área dentro de las diferentes zonas de la
ciudad, barrios de la ciudad atendiendo la dinámica de atentados que se estaba presentando en la
ciudad por parte de diferentes organizaciones criminales que amedrentaban a los diferentes
comerciantes y que incluso habían llegado a atentar en varias ocasiones contra diferentes locales,
contra diferentes establecimientos públicos como hoteles, ferreterías (…)”413.

375. Una particularidad de la operatividad de la AFEUR 11 reportada por los


comparecientes fue la participación de algunos de sus integrantes en la recolección de
información -mediante infiltración en las comunidades- que servía de sustento para
iniciar operaciones en contra de la delincuencia común414. Esta dinámica de recolección
de información, según el CT Ayala Remolina, se encontraba establecida a su llegada a
la AFEUR 11 y respondía a las exigencias por resultados que se comunicaban desde la
BR09. El mismo oficial les otorgó a estas labores un carácter provisional, y las reportó
como trabajos de recolección de información que no eran permanentes (duraban días o
una semana a lo sumo)415. El TE Ramírez Gómez ratificó la existencia de estas

411 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Wilfredo Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0710.
412 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
413 Ibidem. El oficial le dijo a la JEP que otra de las tareas que frecuentemente asumía la unidad, era prestar

seguridad a la visita de personalidades a Neiva. Esta dinámica la ratificó el CT Ayala Remolina.


414 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0709. Al respecto, dijo que: “Aquí [en la AFEUR 11] había, como le dije, un grupo de
inteligencia, de pronto ellos se infiltraban en las… [titubea], bueno diciendo, en este barrio hay tal delincuencia,
hay delincuencia, entonces mandaban a alguno para que se infiltrara en esa y con los delincuentes, ahí lo
sacaban. De ahí, pues, cuando ya estaban haciendo algo, hacían la captura o la operación. (...) PREGUNTADO:
¿Cuál era la intención del comandante? ¿cómo debían operar en esas oportunidades? RESPONDIÓ: Pues, ellos
se infiltraban como le digo, y cuando los delincuentes iban a entrar a robarse tal cosa, o a extorsionar a tal
persona, ¿sí?, entonces cuando ellos iban, el que estaba infiltrado llamaba al comandante y uno iba hasta allá,
a donde ellos iban a estar. Íbamos hasta allá a hacer las capturas”.
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de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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actividades de inteligencia llevadas a cabo por integrantes de la unidad y las caracterizó


como ilegales y producto de la necesidad de presentar RO416.

376. Esta búsqueda de información para producir resultados operacionales se daba


en un contexto en el que las probabilidades de que las tropas fueran atacadas eran
mínimas, y por lo tanto, escasos los reportes de combates y de personal propio
lesionado. Por ejemplo, el SLP Villamizar Bautista comentó que cumplía el rol de
enfermero y que nunca tuvo que usar sus conocimientos, ya que en las operaciones en
las que participó nunca hubo compañeros heridos en acción417, y añadió que, durante
los años de interés de la Sala, la operatividad de la AFEUR 11 no presentaba ni combates
ni bajas, aunque sí incautaciones de armamento, allanamientos y capturas:

“PREGUNTADO: ¿Quisiera preguntarle al compareciente lo siguiente, era frecuente que en las


AFEUR se produjeran bajas en combate durante el tiempo en que estuvieron destacados en la
ciudad de Neiva entre el 2004 y el 2008? RESPONDIÓ: Frecuente no, que me acuerde yo no, que
si era frecuente, no. (…) PREGUNTADO: Entre el 2004 y el 2008, cuantas bajas pudo producir las
AFEUR según lo que usted recuerde, un aproximado. RESPONDIÓ: No, 2008. PREGUNTADO:
2004 a 2008. RESPONDIÓ: Por eso no, me acuerdo de las 2 que estuve implicado [y que fueron
asesinatos fuera de combate], no sé si hubo más PREGUNTADO: ¿Es probable que en esos 4 años
esa unidad solo diera 2 bajas? RESPONDIÓ: No, puede ser que haya sido así, o puede ser que no,
porque no me acuerdo si dieron más bajas (…) la unidad de nosotros no era así mucho de dar
resultados o bajas, porque no, no había, lo que sí dábamos hartas capturas, producimos
allanamientos y todo eso nos sumaba a nosotros la unidad. Pero así bajas, bajas que yo le diga de
cada 2 o 3 meses, no era tan frecuente. PREGUNTADO: ¿Era frecuente que se decomisara
armamento? RESPONDIÓ: Que se cogieran personas con armamento, sí señor. PREGUNTADO:
¿Qué armamento era el que se encontraba? ¿cuáles eran las características? ¿eran armas cortas,
armas largas, explosivos? RESPONDIÓ: Armas cortas, armas, con armas hechizas.”418

377. Esa característica del área de responsabilidad de la unidad también fue


referenciada por el TE Felipe Andrés Ramírez Gómez, quien aseguró que la unidad no
contaba con un enemigo visible al cual combatir, y que el que había era difícil
enfrentarlo ya que se camuflaba en la población civil: “(…) teníamos un enemigo
obviamente mucho más difícil, un enemigo urbano, un enemigo que eran personas del común,
quizás que portaban granadas, que portaban pistolas, que hacían plan pistola o que dejaban
artefactos explosivos en ferreterías o que dejaban artefactos explosivos en hoteles, entonces es

El oficial dijo que, debido a la necesidad de reaccionar aceleradamente, no recurría a insumos de inteligencia
que le proveyeran otras unidades o la BR09.
416 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708. El oficial mencionó que este tipo de actividades fueron funcionales para la presentación
de muertes en combates falsos: “(…) apareció uno de estos jóvenes soldados que integraba ese grupo, el
soldado profesional Moreno, no recuerdo donde estaba el soldado [inaudible] Leonardo Medina que era como
el principal ahí en ese grupo y me dijo: yo tengo la información, y yo le dije ¿qué información tiene? Pues si
había alguien que fuera a cometer un acto delictivo o una extorsión a un campesino de la región y pues para
esto entonces, yo voy ahí con el sujeto; vamos a ir a cometer esta extorsión y ustedes nos esperan en un punto
y pues entonces dan cuenta de la vida de esta persona”.
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09.2018.0.00.0001/0710.
418 Ibidem.

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realmente una dinámica muy, pero muy difícil de manejar (…)”419.

378. El CT Ayala Remolina también expuso las características de los RO que producía
la AFEUR 11 durante su comandancia. Al respecto, confesó que la unidad provocó una
buena cantidad de RO, reflejados en capturas y decomisos de material de guerra, que
se daban sobre todo en la capital departamental420. También aseguró que esos
resultados podían darse sin ningún tipo de planeación, solo poniendo a integrantes de
la unidad a realizar acciones de control sobre ciertas zonas de la ciudad y obteniendo
información mediante su presencia en las zonas:

“(…) es que en Neiva se movía mucho, de hecho allá ya se venía moviendo eso y a veces sacaba
uno, aunque no tenía inteligencia, se sacaba uno o dos soldados de civil que fueran a mirar a la
periferia, de civil a darse cuenta que había por allá, entonces se enteraban, no, en tal parte están
comprando munición por ejemplo, entonces ya ahí le caía a uno, que a tal persona la están
extorsionando, aunque eso era del GAULA, pero uno por la presión de los resultados iba a mirar
si podía capturar al extorsionista o, todo lo que fuera delincuencia, todo lo que fuera guerrilla, o
hay una persona que tiene orden de captura y viene volada de otra parte, íbamos a capturarla,
ellos me ayudaban con eso, aunque no era algo digamos, que me hubieran dado la orden de
hacerlo, pero era buscando ese resultado, porque no me podía encerrar ahí, todos encerrados en la
agrupación no iba a dar resultados (…)”421

379. A manera de conclusión, puede decirse que una parte importante de la


operatividad de la AFEUR 11 se concentró en combatir fenómenos delincuenciales
debido a la ausencia de grupos de guerrilla en su área de responsabilidad. Sin embargo,
aunque en la capital departamental también existían organizaciones criminales
posiblemente relacionadas con la operatividad guerrillera -por ejemplo, dedicadas a
extorsiones- esto no aumentó la probabilidad de presentar RO. Por esta razón, varios
comparecientes refirieron que las presiones por resultados emitidas desde la BR09
habrían llevado a la comandancia de la AFEUR 11 a buscar ampliar los espacios en los
que actuaba la unidad, hacia zonas rurales o municipios que conformaban las
jurisdicciones de otras unidades militares pertenecientes a la Brigada.

380. De esta forma, aunque la AFEUR 11 era una unidad conceptualmente establecida
para brindar seguridad a Neiva, vio modificada su naturaleza para permitirle actuar en
otras zonas del departamento. En medio de esta ampliación de su jurisdicción, se le
encargó la tarea de apoyar a otras unidades de la BR09, lo que fue conveniente para que
se presentaran asesinatos de civiles como bajas en combate. Esto también se reflejó en

419 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
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420 El oficial en su VV detalló que durante esos años se preferían las bajas en combate sobre otros resultados, lo

que a priori indicaría que la evaluación que se hacía del desempeño de la AFEUR 11 no podía ser la misma
que se le daba a los batallones del centro y sur del departamento: “(…) sí había preferencia por las bajas en
combate, bajas en combate, capturas y desmovilizados, y en el entorno después de que hubo unos escándalos,
que ustedes lo saben, entonces ya revertió eso, ya primero es desmovilizados, después capturas, después
muertes en combate lo que menos tiene resultado, pero en esa época como tal sí tenían más peso las muertes
en combate, aunque repito, no hay nada en escrito, no hay alguien que haya escrito y haya firmado, mire
prefiero las [inaudible] nadie lo dijo, nadie, no está escrito (…)”.
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que de los seis hechos provocados por la AFEUR 11 que la Sala investiga, cuatro
tuvieron lugar en veredas de los municipios de Tello, Timaná, Íquira y Villavieja y solo
dos en zonas urbanas en Neiva.

381. Para ilustrar este punto, a continuación se incluye un mapa con la


georreferenciación de los reportes de muertes en combate de la AFEUR 11 entre 2005 y
2008 que han sido cuestionados por tener características de asesinatos y desapariciones
forzadas.

Mapa No. 14. Muertes cuestionadas de la Agrupación de Fuerzas Especiales


Urbanas (AFEUR) No. 11, 2005 – 2008

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382. Lo que la Sala pudo establecer para la AFEUR 11 es un ejemplo a menor escala
de dinámicas que fueron funcionales para la presentación de asesinatos y
desapariciones forzadas en las otras dos unidades militares que se investiga: la
imposibilidad de producir RO en un contexto de presiones provenientes de los altos
mandos de la Brigada y las comparaciones entre unidades militares y su evaluación
basada en la presentación de bajas en combate.

383. Por otra parte, mientras los integrantes de la AFEUR 11 en sus versiones
mostraron una imagen más coincidente de la situación operativa a la que se
enfrentaban, en las de los comparecientes que habían pertenecido al BIMAG y al BIPIG
se percibieron discrepancias significativas. De esta manera, los comparecientes de
menor rango y quienes comandaron unidades fundamentales en terreno describieron
un ambiente operacional en el que escaseaba el enemigo, mientras los altos mandos del
batallón consideraron que en las zonas a su cargo podían darse enfrentamientos con
grupos guerrilleros y se presentaban amenazas constantes. Como explicó en
precedencia, lo que fuentes secundarias afirman y cifras estatales muestran sobre el
conflicto armado y la situación de orden público en el Huila ha sido mucho más
coincidente con lo reportado ante la JEP por los miembros del Ejército Nacional de
menor rango. La Sala considera que estas diferentes apreciaciones se relacionan con la
mayor o menor aceptación de la participación en hechos constitutivos de MIPBC,
puesto que expresan una mayor o menor justificación de los hechos que se les han
endilgado a los comparecientes.

384. También los altos mandos de la BR09 entregaron una imagen muy conflictiva del
ambiente operacional de su unidad, ya que casi siempre describieron una jurisdicción
caracterizada por los sobresaltos y los ataques terroristas de parte de las FARC-EP y
sobre todo de la CMTF. Con pocas excepciones, en sus manifestaciones no hubo espacio
para que reportaran mejoras en la situación de orden público o retrocesos en la posición
de las fuerzas guerrilleras en la jurisdicción. Por otra parte, en las VV de los integrantes
de los estados mayores de la brigada se percibió una clara concentración del interés
operativo en zonas del norte del departamento y cercanas a Neiva. Ese énfasis resultó
interesante, puesto que ha transmitido una idea de mayor desvinculación de las
dinámicas operativas de los batallones del centro y sur del Huila con respecto a las
unidades especiales (CO5, FUTAR) y del norte del Huila -sobre las que existen muchos
menos cuestionamientos respecto a sus acciones en los años de interés-.

385. Esa imagen falseada que entregaron los altos mandos de la BR09 sobre la
situación de orden público no encontró correspondencia alguna con lo afirmado por
muchos de los comparecientes adscritos al BIMAG, al BIPIG y a la AFEUR 11, en el
sentido de reportar escasa participación en combates durante los años que
pertenecieron a esas unidades. De igual manera, cuando la Magistratura requirió a SLP,
suboficiales y oficiales subalternos comparar la situación operacional del Huila con la
que habían vivido en otras unidades a lo largo del país, evaluaron muy favorablemente
la situación en la jurisdicción de la BR09. Una vez más, los aspectos del contexto del
Departamento que reportaron los SLP, suboficiales y oficiales subalternos (presencia
disminuida de estructuras guerrilleras, conflictividad reducida, repliegues de las
estructuras de las FARC-EP, etc.) también coinciden con lo que se conoce mediante
bibliografía secundaria y trabajos académicos sobre el conflicto armado en el Huila para
esos años (estas fuentes se exploraron en el apartado dedicado al contexto

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departamental).

386. Otra característica de las VV influyó en la presentación de la información del


ambiente operacional que se hizo en este apartado: la calidad y la cantidad de
información varió significativamente entre comparecientes. De esta forma, quienes más
extensamente se refirieron al ambiente operacional casi siempre fueron los altos
mandos de batallones y de la BR09. Por el contrario, los SLP explicaron que casi nunca
se les entregaba la información que servía de sustento a la operatividad militar, ni se les
hacían reuniones de presentación de la situación de orden público al ser asignados a las
unidades militares, como sí se hacía con suboficiales y oficiales. Al mismo tiempo, la
Sala percibió que los comparecientes que tuvieron mayor cercanía con las áreas de
operaciones y que con frecuencia fueron desplegados en terreno en el marco de la
operatividad militar, describieron las jurisdicciones de las unidades como
relativamente normalizadas, y casi siempre admitieron su participación en asesinatos
y desapariciones forzadas.

387. Como se verá a continuación, otros elementos del contexto operacional que
aparecieron recurrentemente en las declaraciones de los comparecientes reflejaron un
ambiente alejado de la conflictividad que algunos de los comparecientes le atribuyeron.
En este sentido, se expondrán dos: (i) la ubicación de los campamentos guerrilleros en
las jurisdicciones de las unidades bajo investigación; y (ii) la predominancia de las
milicias en la operatividad guerrillera en el Huila.

4. Ubicación de los campamentos de las FARC-EP, operatividad mediante milicias


y denuncias de violaciones de DDHH en la jurisdicción de la BR09.

388. Este apartado presentará una de las particularidades del ambiente operacional
del Huila que ha sido mencionada repetidamente en las VV y que permite mostrar las
características de la operatividad de las FARC-EP en el departamento en los años de
interés de la Sala. Se analizará así la información provista por los comparecientes
respecto de: (i) la ubicación de los campamentos de las FARC-EP en la jurisdicción de
la IX Brigada, con especial énfasis en los territorios bajo las jurisdicciones del BIMAG y
el BIPIG y lo que ello significó, según los versionados; y (ii) en la forma de operar del
grupo subversivo y de los militares.

4.1. Los campamentos de las FARC-EP, operatividad mediante milicias y


denuncias de violaciones de DDHH en la jurisdicción de la BR09.

389. Según relatan los comparecientes, históricamente los campamentos de las FARC-
EP en Huila han estado ubicados en zonas de difícil acceso, particularmente en la parte
alta de las cordilleras central y oriental. De acuerdo con William Fernando Pérez
Laiseca, comandante de la BR09 entre noviembre de 2007 y enero de 2009, las áreas
campamentarias de las FARC-EP estaban “en zonas periféricas especialmente”422. En sus
palabras:

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
422

de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556.

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“PREGUNTADO: y en ese escenario del año 98-99 si le entiendo bien, me corrige si me equivoco,
entonces había unos milicianos y había unos que eran unos urbanos y había los guerrilleros así de
armas largas, camuflado y demás en campamentos, ¿ese era el panorama o no? RESPONDIÓ: sí
habían campamentos, desde luego, vuelvo y le repito PREGUNTADO: ¿y esos campamentos eran
en las dos cordilleras, o sea al extremo del Caquetá y al extremo del Cauca? RESPONDIÓ: sí doctor
y le puedo decir que es en todo el departamento del Huila desde el norte hasta el sur, en el norte
habían elementos de columnas de las FARC que interactuaban en el departamento del Tolima o
en el Sumapaz, y como el Huila tiene como una especie de punta que llega hasta el páramo de
Sumapaz eso facilita el tránsito por ejemplo del Meta al Tolima, incluso hasta Bogotá y allá, el
Huila llega a tocar parte del departamento del Sumapaz, es que incluso se dice que la carretera
más fácil para unir a Bogotá con Neiva debería salir directamente por el páramo de Sumapaz y
llegar a Colombia y llega a Neiva más rápido por eso, pero en el sur como usted menciona también
doctor Ramelli, se daba eso en la zona del macizo Colombiano, estoy hablando del municipio de
San Agustín y otros municipios allá de la Argentina, Salado Blanco y por el otro lado también en
límites con el Cauca-Putumayo también, entonces habían estructuras, pues yo en este momento
no le puedo precisar porque no era mi jurisdicción, pero sí estaba el departamento del Huila desde
luego afectado por la acción de las FARC a lo largo del departamento, a lo ancho del departamento
y al interior del departamento, esa era más o menos la situación que se presentaba en los años 98
y 99, que se vino de alguna manera a volver más crítica cuando se crea la zona de distensión”.

390. También Carlos Yair Salamanca Robles, comandante del BIPIG entre junio de
2006 y diciembre de 2007, indicó que desde los 90 se sabía que los campamentos se
ubicaban en la llamada “cresta militar”, esto es, en la parte más alta de la cordillera
oriental entre los departamentos de Caquetá y Huila423. Sin embargo, después especificó
que estas zonas se ubicaban en Caquetá, aunque en cercanía con Huila: “[…] esas áreas
quedaban siempre en el sector de Caquetá, en el sector de San Guillermo…y tirando hacia el
sector de Algeciras”424.

391. La estrategia guerrillera de ubicar los campamentos en partes altas del


Departamento se mantuvo una vez se puso fin a la ZD y durante el periodo de interés
de este Subcaso. A ello se refirieron integrantes del Estado Mayor de la BR09 que fueron
escuchados por la Jurisdicción.

392. Así, Miguel Ernesto Pérez Guarnizo afirmó que cuando recibió la Brigada, a
finales de 2004, las áreas base de la guerrilla estaban en la parte alta en puntos de difícil
acceso425 (ver Mapa no. 15), de manera particular se refirió a la recuperación que se hizo
de cierto sector de la cordillera oriental, hacia San Vicente del Caguán, gracias a la
creación del Comando Operativo No. 5 (infra)426.

423 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0493.
424 Ibidem.

425 “(…) la dinámica que se plantea es seguir controlando las vías, disminuir los secuestros, pero buscar atacar

las áreas base de la guerrilla, que es donde no se metían porque estaban en la cordillera, muy difíciles, donde
hay que llegar sudando el tema, hay que empeñarse en combate, donde hay que, el esfuerzo es mucho mayor,
pero allá es donde estaban tranquilos”. Versión voluntaria de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo.
426 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.

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Mapa 15. Ubicación de campamentos de las FARC-EP entre 2004 y 2006.

393. Por su parte, Pedro Iván Molina, Jefe del Estado Mayor de la Brigada desde
finales de 2006 hasta mediados de 2008, dio cuenta de tres asuntos importantes respecto
de esta cuestión: por una parte, indicó que, a diferencia del ELN, las FARC-EP eran
“campamentarias”427; en segundo lugar, señaló que en Huila las bases de las FARC-EP

427 “PREGUNTADO: Pero en el centro en el sur también había campamentos. RESPONDIÓ: Sí claro,
indiscutiblemente las FARC siempre ha sido, a diferencia del ELN, el ELN es menos campamentario, las FARC
es campamentario, las FARC es absolutamente campamentario, o sea históricamente nadie podrá decir que las

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estaban en el norte del departamento, es decir fuera de la Jurisdicción del BIMAG y


el BIPIG; finalmente, afirmó que los campamentos del Frente 17 estaban en los límites
con el departamento del Meta, en puntos por encima de los 3.000 metros sobre el nivel
del mar y que los de la CMTF estaban ubicados en Caquetá, por lo que la misión de la
Brigada era evitar que cruzaran hacia el Huila (infra) 428.

394. En contraste, resulta llamativo que Luis Armando Gómez Ruge, Jefe de
Operaciones de la Brigada entre noviembre de 2006 y junio de 2007, afirmara
tajantemente en su VV que no supo de la presencia de campamentos en la jurisdicción
de la Brigada; desde su punto de vista, tras el fin de la Zona de Distensión, la guerrilla
se vio obligada a movilizarse en grupos pequeños y a evitar asentarse en posiciones
fijas. Al respecto señaló:

“PREGUNTADO: pero cuando usted dice que había presencia ¿significa que había campamentos?
¿que había milicianos? ¿dónde están unos y donde estaban otros? RESPONDIÓ: de campamento
nunca tuve información que hubiesen de la guerrilla (…) PREGUNTADO: pero entonces no había
campamentos como tal de las FARC en el Huila en ese momento RESPONDIÓ: no señor yo no
tuve información de campamentos puntuales en el huila (…) RESPONDIÓ: la información que
teníamos de los grupos armados y su movimiento era que ellos por obvias razones no se quedaban
en una sola parte porque era fácil que el Estado los identificara y generara operaciones directas
hacia ese punto, los grupos armados siempre permanecen en el movimiento por eso le decía yo al
doctor en el comienzo que durante el tiempo que estuve ahí no tuve información donde había un
campamento específico donde llevaban por decir algo y llevaban más de 3 cuatro días
concentrados en un grupo armado en determinado… no digamos a tener esa información siempre
la información era que los grupos en pequeñas cantidades se movían por la jurisdicción grupos de
5 o 10 máximo de la información que tenía pero estaban en constante movimiento de campamento
como tal como de pronto lo llegaron a tener en la zona de distensión no tuve esa información”429.

395. Sin embargo, algunos comparecientes afirmaron que en jurisdicción de la BR09


sí hubo campamentos, aunque los ubicaron en zonas de muy difícil acceso, muy cerca
a los límites con otros departamentos. Por ejemplo, quien fuera el Jefe de Inteligencia
de la Brigada desde julio de 2008, Alexander Céspedes Ortiz, insistió en que sí había
presencia de campamentos en la parte alta de las cordilleras central y oriental430.

396. Los integrantes de la Plana Mayor de los Batallones también dieron cuenta de la
presencia periférica de los campamentos. El primer comandante del BIMAG durante el

FARC no era campamentario, las FARC es campamentario, el miliciano del ELN, o las estructuras del ELN y
por eso es tan difícil su combate en el Catatumbo, por ejemplo, porque el ELN fácilmente se dispersa en las
casas, uno en esta casa, dos acá, fácilmente. Pero en el sur, en las FARC perdón, a nivel nacional siempre fueron
campamentarias, tan es así que yo creo que los golpes que recibieron con mayor contundencia fueron
precisamente en sus áreas campamentarias, siempre, porque ellos mantienen, mantenían en sus áreas
campamentarias, grandes o pequeñas, pero áreas campamentarias, porque para ellos el control de sus gentes
también era muy importante”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.
428 Ibidem.

429 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
430 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.

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periodo de interés, Martín Eduardo Galindo Páez, indicó que se encontraron con áreas
campamentarias temporales en el Alto de San Agustín, en Acevedo, llegando al
Caquetá, y también yendo hacia el Cauca, en los límites entre la IX y la XII Brigada:

“PREGUNTADO: Pero en la época que usted estuvo de comandante del batallón Magdalena, en
el área de jurisdicción del batallón ¿existían como tal campamentos de la guerrilla? RESPONDIÓ:
Campamentos transitorios, señor magistrado, encontrábamos nosotros, en San Agustín
encontramos campamentos transitorios, en el Alto de San Agustín yendo hacia el páramo de Las
Papas, yo encontré, en una ocasión encontramos un campamento relativamente reciente; en
Acevedo también, al noreste de Acevedo, en una operación que terminamos inclusive casi llegando
al Caquetá, encontramos un área campamentaria bien grande en dado momento y unos
encuentros, unos enfrentamientos relativamente fuertes, relativos, y yendo para Mármol, ya un
poquito hacia más hacia el Cauca también encontramos unos campamentos señor, pero como
siempre, como le decía señor magistrado, la monitoría que encontrábamos nosotros era que
llegaban, golpeaban las unidades y se retiraban por los ejes de aproximación que tenía mi
jurisdicción con el Caquetá, entonces veíamos las concentraciones que venían de Belén de los
Andaquíes, frente 61, frente 13 desde San Juan de Villalobos para caer a San Agustín y también
por Gabinetes, la base de Gabinetes a caer a Suaza, golpeaban y se retiraban, porque señor
magistrado, si usted ve la jurisdicción, todo el límite entre Caquetá y el Huila, usted ve, si va en
un helicóptero, dos campos, digamos las fincas y empieza la selva y empieza como el monte de la
selva en ese elemento, entonces para la guerrilla conseguir un campamento o un área
campamentaria ya en la parte digamos ganadera de Acevedo, de San Agustín, de San José de Isnos,
de Oporapa, entonces ellos se limitaban en ese límite de unidades que se presentaba, entre la
novena brigada y la doceava brigada que es la de Florencia, para montar ahí sus campamentos (…)
PREGUNTADO: Y entonces la guerrilla estaba era en la zona montañosa. RESPONDIÓ: Sí señor.
PREGUNTADO: En el límite con el Caquetá, por lo que le entendí. RESPONDIÓ: Sí en el límite
con el Caquetá, con el Putumayo, Caquetá y el Putumayo. (…) PREGUNTADO: ¿y la Teófilo
Forero tenía campamentos? RESPONDIÓ: no teníamos información de campamentos de la
Teófilo Forero431. (negrillas agregadas)

397. Por su parte, Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, comandante del BIMAG entre
junio de 2006 y diciembre de 2007 señaló que los Frentes 13 y 61 de las FARC-EP tenían
sus áreas base en “las partes altas del Cauca y del Putumayo”432, así como del Caquetá,
hacia Florencia. De manera enfática Rodríguez dijo que “las bases de operaciones no
existían en el sector de la jurisdicción del batallón Magdalena”433. Finalmente, Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo, quien reemplazó a Rodríguez como comandante del
BIMAG y estuvo en el cargo hasta septiembre de 2009, afirmó que dado el carácter
irregular en la forma de combatir de la guerrilla ésta solía hacer “campamentos temporales
y desaparecían”, no obstante, indicó que en 2008 encontraron algunos en la zona de
Quinchana (San Agustín) y en 2009 en la vía hacia el Putumayo434.

431 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Martín Eduardo Galindo Páez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0547.
432 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484.
433 Ibidem.

434 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485. No obstante, resulta interesante que el Jefe de Operaciones del BIMAG entre el 2008 y
2009, Francisco Adrián Álvarez Calderón, señaló tajantemente que en la jurisdicción de este Batallón no había

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398. Los comandantes del BIPIG coincidieron en estas apreciaciones. Si bien Orlando
Pico Rivera, quien ejerció el cargo entre julio de 2004 y junio de 2006 no se pronunció
sobre este asunto, Carlos Yair Salamanca Robles, quien lo reemplazó y estuvo en el
batallón hasta noviembre de 2007 afirmó que los campamentos estaban “en el sector de
Caquetá”435; también dio cuenta de un hecho en el que la tropa logró llegar hasta un
fortín desocupado en el sector de Pradera desde el cual, al parecer, se estaba planeando
una incursión en Gigante436. Por su parte, Ricardo Andrés López García, comandante
entre diciembre de 2007 y junio de 2009, dio cuenta de una zonificación o clasificación
por colores de las jurisdicciones de los Batallones y afirmó que el “color rojo era donde se
conocía que había campamentos, móviles o frecuentes (…), donde había instrucción y
entrenamiento, donde reclutaba las personas y estaban armados con armas de defensa, eso era
color rojo”437; no obstante, López García no señaló qué zonas de la jurisdicción del BIPIG
tuvieran esa presencia.

399. Los integrantes de la Plana Mayor del BIPIG confirmaron la presencia periférica
de las bases campamentarias. Por ejemplo, Luis Carlos Lombana, quien fuera jefe de
Operaciones entre mediados de 2004 y mediados de 2005 y luego Segundo Comandante
de este Batallón, desde julio de 2005 y hasta octubre de 2006, señaló que se encontró un
campamento abandonado en la vía al Cauca en la base del páramo438. Por su parte,
Ricardo Tibaduiza, Jefe de Operaciones del BIPIG entre 2006 y 2007 y luego Segundo
Comandante de dicho batallón entre 2008 y 2009, afirmó que los acantonamientos
estaban en los límites del Huila con Caquetá y Cauca; también indicó que algunas
unidades guerrilleras pequeñas tenían fortines hacia el Cauca y que había
campamentos de grupos más grandes hacia el sector de Remolinos439. En igual sentido
el Jefe de Inteligencia del BIPIG, entre junio de 2006 y junio de 2007, Luis Carlos
Aguilera Quintero, da cuenta de la presencia de bases en su jurisdicción especialmente
en San José, área rural de Belén, en la Plata y en la parte alta de Gigante hacia Algeciras,
afirmó que “la información era que ellos tenían unos campamentos en la parte alta de la
cordillera, de un sector que se llamaba como Ventanas de ahí para arriba, en los límites entre el
Huila y el Caquetá, pero nosotros hasta allá nunca llegamos a ubicar esos campamentos”440.

presencia de campamentos de las FARC-EP: “PREGUNTADO y ¿en esa época había como 3 campamentos de
las FARC en la jurisdicción del Batallón Magdalena? RESPONDIÓ que yo tuviera conocimiento no, yo nunca
tuve informaciones pues a mí nunca me suministraron información de un campamento, de una presencia
directa”.
435 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0493.
436 Ibidem. Faiver Coronado también da cuenta de este hecho en su versión voluntaria.

437 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
438 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Lombana Solarte. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0491.
439 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0490.
440 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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Mapa 16. Ubicación de campamentos de las FARC-EP entre 2006 y 2008.

400. Como se observa, los comparecientes coinciden en señalar que en el Huila los
campamentos de las FARC-EP estaban en zonas altas, de difícil acceso, y en límites con
o en los departamentos del Cauca, Putumayo y Caquetá. Según señalan los versionados
esto incidió en la forma como operaba el grupo subversivo y en la respuesta de los
militares según pasa a explicarse.

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4.2. La relación entre la ubicación de los campamentos de las FARC-EP y las


formas de operar de la guerrilla y el Ejército Nacional.

401. De acuerdo con los comparecientes la ubicación de los campamentos determinó


la forma de actuar de la guerrilla (a.) y la reacción de los militares (b.)

4.2.1. La ubicación de los campamentos y la forma de operar de la guerrilla en el


Huila.

402. Según los versionados, la ubicación de los campamentos de las FARC-EP tenía
una estrecha relación con su forma de operar en el Huila. Así, buena parte de los
comparecientes señalan que el grupo subversivo usaba al departamento como corredor
de movilidad y trabajaba en equipos pequeños que incursionaban en su zona central a
realizar actividades puntuales o sirviéndose de alianzas con la delincuencia común. En
palabras de Luis Carlos Aguilera, oficial de inteligencia del BIPIG entre junio de 2006 y
junio de 2007, en el modo de operar de la guerrilla era atípico ver a los subversivos
uniformados441.

403. Sobre estos asuntos Édgar Alberto Rodríguez Sánchez afirmó que la guerrilla
usaba el sur del Huila como corredor para que grupos pequeños llamados Unidades
Tácticas de Combate442, movieran armas y drogas desde el Caquetá hacia el Pacífico por
el Cauca o para que se ocuparan de las finanzas por medio de estrategias de extorsión
y secuestro.443.

404. En el mismo sentido se pronunció Martín Galindo Páez quien señaló que los
ataques se ejecutaban rápidamente y la retirada se hacía de manera inmediata hacia la
cordillera444, toda vez que la zona central era muy despejada, de escasa vegetación, en

441 Ibidem.
442 Ricardo Tibaduiza también se refirió a estos grupos pequeños en estos términos
443 “(…) utilizaron el sur del Huila como corredores de movilidad, esos corredores de movilidad eran cubiertos

por el grupo de milicias de estos diferentes grupos para tener el control de ese corredor el cual utilizaban para
mover armas y drogas del Caquetá a verlos al sacar al Pacífico por el Cauca por eso era un sitio estratégico que
ellos lo manejaban con grupos pequeños (…) desde esas áreas bases tenían, iniciaban sus movimientos (…) [el]
grupo de finanzas que se encargaba de la extorsión se encargaba de todo lo que era el secuestro y el movimiento
de las drogas (…) las FARC desistieron de pasar de la guerra de posiciones y pasaron nuevamente a la guerra
de guerrillas, las acciones del gobierno a través del plan de consolidación debilitaron las estructuras de las
FARC impidieron la concentración de grandes cantidades de hombres pertenecientes a estas organizaciones
obligándolos a utilizar las unidades tácticas de combate, las unidades móviles y la descentralización de la
estructura durante el año 2006 y el 2007, en ese sentido el modo de operar de las cuadrillas ubicadas en el sur
del departamento del Huila estaban en la estrategia con el fin de mantener el corredor de movilidad y el Cauca,
concluye el observatorio que esas estrategias sumadas a la siembra indiscriminada de minas antipersonales
para los años 2006 y 2007 buscaban impedir la penetración a los campamentos y la erradicación de los cultivos
ilícitos así cómo proteger los cultivos y evitar la persecución por tierra” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0484. Este punto se desarrollará más
adelante, en el apartado sobre milicias (infra).
444 En el mismo sentido Miguel Ernesto Pérez Guarnizo señaló: “PREGUNTADO: Pero, a ver, por lo que le

entiendo entonces, ¿en los filos de las 2 cordilleras estaba en los campamentos de las FARC? RESPONDIDO:
Algunos campamentos de las FARC. PREGUNTADO: Algunos campamentos de las FARC, listo. ¿Y en el
centro estaban milicias o quién? RESPONDIDO: Muchas milicias bajaban hacer sus acciones. Estaban a 30-40

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la que resultaría muy difícil ubicar a los guerrilleros445. Sobre este asunto Pico Rivera
dijo:

“(…) la Compañía Teófilo Forero [sic]delinquía de una manera diferente a como delinquían las
otras estructuras de las FARC-EP que tenía yo en la jurisdicción del Batallón. La Columna Teófilo
Forero delinquía de a dos o tres miembros de esta organización de civil, con arma corta,
camuflados con la población civil y así era como usted recordará, así con esta maniobra de engaño,
así fue las acciones más, digámoslo así, osadas que cometieron en esa época actuando y
delinquiendo de esa manera mediante el engaño que les dio muy buen resultado 446”.

405. Al respecto el MY Céspedes señaló:

“el Valle del río Magdalena era, por decirlo de alguna manera, no tenía presencia o era limpio
de este tipo de campamentos entonces ellos estaban en la parte alta, bajaban en motocicleta,
bajaban en camionetas hacían su actividad ilícita y regresaban a sus áreas. Así se llevaron un
concejal. Mientras yo estuve asesinaron a los concejales, antes de que yo llegara hicieron el
secuestro en el edificio Miraflores o sea de sus áreas campamentarias hacían la acción y se
regresaban hacia el área campamentaria igual habían [sic] partes muy críticas especialmente en el
sector entre hacia Neiva donde podían salir en cualquier momento dada su proximidad a la
cordillera ya que esa área era como más pegada a la parte de la cordillera oriental entonces bajando
una manera muy rápida”447. (negrillas agregadas)

406. En cuanto a la “tercerización” del trabajo de la guerrilla, Miguel Pérez Guarnizo


afirmó que “(…) se juntaban milicias con grupos de bandas (…) se dio mucho el contrato de
delincuencia común con FARC en esa época”448. Sobre este particular Pedro Iván Molina
afirmó:

“(…) la riqueza económica del sur del departamento pues también era más atractiva para estas
organizaciones que algunas de ellas le rendían cuentas a las FARC, con recursos, con medios,
entonces si allá estaban los recursos, si allá estaba la facilidad de obtener los recursos y las FARC no
tenía que hacerlo necesariamente ellos, sino que lo podía ser de terceros lo hacía, eso en parte
explicaría esa dinámica que se podía estar dando al sur del departamento señor magistrado 449”.

407. En conclusión, la mayoría de los comparecientes señalaron que en la


jurisdicción de la BR09 no hubo campamentos ni tropas numerosas de las FARC-EP.
Usualmente coincidieron en afirmar que estos lugares de permanencia de tropas

minutos del centro del departamento. El departamento es alargado con 2 cordilleras, un Valle muy fácil de
caerle y salir inmediatamente. Por eso ocurrieron tantas cosas en el Huila en esa época, porque era muy fácil
hacer ese ataque y desaparecer rápido en la cordillera”.
445 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Martín Eduardo Galindo Páez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0547.
446 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.
447 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.
448 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.
449 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.

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guerrilleras estaban en zonas limítrofes del departamento y que esto implicó una forma
de accionar particular por parte de la guerrilla, que tuvo implicaciones en la
operatividad militar y en el tipo de RO que se reportaban.

4.2.2. La localización de los campamentos de las FARC-EP en el Huila y la


estrategia militar.

408. De las versiones de los comparecientes se derivan algunas conclusiones sobre lo


que significó la ubicación de los campamentos de la guerrilla en el departamento para
la estrategia militar y los resultados operacionales.

409. De acuerdo con Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, el que las áreas
campamentarias estuvieran en los límites departamentales significó que las operaciones
ofensivas respecto de estos correspondían a la División o la Brigada; como comandante
de Batallón no recuerda haber diseñado operaciones de este tipo ni haber participado
de las que fueron puestas en marcha por las unidades operativas mayores450, es decir,
admite no haber desarrollado operaciones ofensivas contra los campamentos de las
FARC ubicados en su jurisdicción.

410. Es importante resaltar que ninguno de los comandantes de batallón escuchados


en versión se refirió al diseño de operaciones ofensivas para atacar específicamente
áreas campamentarias o a grupos grandes de la guerrilla; sólo algunos de los
comparecientes dan cuenta de operaciones que, con fundamento en informaciones
puntuales, permitieron ubicar campamentos abandonados por el grupo insurgente451.

411. De esta manera, pareciera que las operatividades del BIMAG y el BIPIG no
buscaban propinar grandes golpes, que habrían significado internarse en zonas
apartadas y montañosas, donde se concentraba la mayor presencia de la guerrilla, sino
mantener el control en las zonas planas y las estribaciones de las cordilleras, en las que
era muy baja la posibilidad de producir resultados operacionales mediante combates
reales en contra de las estructuras guerrilleras. Esto tuvo consecuencias en el diseño de
las operaciones y su asignación a los Batallones (infra). Por el momento vale la pena
señalar lo afirmado por Gómez Ruge, en cuanto a que los comandantes de Batallón
diseñaban sus operaciones hacia los corredores de movilidad de la guerrilla que estaban
en Pitalito y Garzón pues “(…) eran donde estaban las poblaciones entonces como eran donde

450 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484: “(…) RESPONDIDO no recuerdo cuántas hizo la división sobre esa cordillera porque
era fuera de la jurisdicción, y lo mismo en el Cauca, no sé cuántas hizo sobre ese sector donde estaban las áreas
base PREGUNTADO le pregunto porque esos territorios, esos límites estaban dentro de la jurisdicción del
batallón Magdalena RESPONDIDO Fuera señor magistrado, por las cordilleras, entonces normalmente
cuando sucede eso son cordilleras fuera de la jurisdicción, ya son operaciones que se sale de sus capacidades
de un batallón y normalmente las realizan las brigadas (…)”
451 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Coronado Camero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295;
Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0283; Versión Voluntaria de Luis Carlos Lombana Solarte, Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0491.y Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto
Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.

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estaban las poblaciones grandes él había el riesgo de que estos grupos llegarán más allá a
extorsionar o que llegarán a secuestrar porque el resto de la región de la jurisdicción siempre la
utilizaban como corredores de movilidad, pero como le decía ellos nunca se quedaban quietos
(…)452”.

412. Para ilustrar esto la Sala encargó al Equipo de Análisis Espacial del GRAI la
elaboración de un perfil topográfico, es decir un producto de análisis criminal, con el
fin de examinar si las muertes reportadas por unidades de la BR09 que luego fueron
cuestionadas como falsos combates se produjeron en altitudes o zonas donde era
frecuente la presencia de insurgentes de las FARC-EP.

Mapa 18. Relieve del Huila y sección transversal Gigante– Nátaga para perfil
topográfico.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
452

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.

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413. El perfil topográfico cuenta con dos componentes de análisis, la parte A es la


representación altimétrica y la parte B son las distancias al eje del perfil de las zonas
campamentarias y resultados operacionales453. El perfil topográfico de la sección de
Gigante – Nátaga se puede observar en la siguiente gráfica. En la representación A se
muestra la altimetría en el que se integran dos representaciones, una es el corte
transversal, y lo otro son los elementos físicos y antrópicos relevantes como los son
centros poblados, vías principales y ríos. En la representación se grafican las distancias
al eje del perfil, en este se muestran las zonas campamentarias y los resultados
operacionales diferenciados por su ubicación hacia la derecha o izquierda del eje.

414. El perfil topográfico cuenta con dos componentes de análisis, la parte A es la


representación altimétrica y la parte B son las distancias al eje del perfil de las zonas
campamentarias y resultados operacionales. El perfil topográfico de la sección de
Gigante – Nátaga se puede observar en la siguiente gráfica. En la representación A se
muestra la altimetría en el que se integran dos representaciones, una es el corte
transversal, y lo otro son los elementos físicos y antrópicos relevantes como los son
centros poblados, vías principales y ríos. En la representación se grafican las distancias
al eje del perfil, en este se muestran las zonas campamentarias y los resultados
operacionales diferenciados por su ubicación hacia la derecha o izquierda del eje.

453Para realizar el perfil topográfico, inicialmente se obtiene una imagen satelital ASTER DEM v3 de Earthdata
de la plataforma de la NASA. El ASTER DEM, o Modelo Digital de Elevación es un modelo de representación
tridimensional de la superficie terrestre obtenida del instrumento de alta resolución ASTER a bordo del satélite
Terra de la NASA. Una vez obtenida la imagen, se realiza un procesamiento de la misma en ArcGIS, software
líder en Sistemas de Información Geográfica-SIG, en la que se corrigen valores atípicos e interpolan vacíos para
asegurar la continuidad y precisión de los datos. Posteriormente, utilizando herramientas de análisis 3D de
ArcGIS, se convierte el Modelo Digital de Elevación a un TIN (Triangulated Irregular Network), este TIN es
una representación basada en una red de triángulos que refleja la forma precisa del relieve. Con este modelo
de triangulación se procede a realizar el perfil topográfico a partir de una línea que atraviese el modelo,
representando un corte o sección transversal del relieve de una región específica. Finalmente, se hace la etapa
de diagramación y diseño en el software Adobe Illustrator, en el que se realizan ajustes visuales, añadiendo
capas y otros elementos gráficos que enriquecen los perfiles, facilitando la comprensión del perfil, asegurando
así una presentación precisa y estéticamente agradable del relieve de las zonas de interés.

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Gráfica No. 10 Perfil topográfico del Huila y muertes cuestionadas BIPIG

415. El ejercicio permitió mostrar que las zonas campamentarias se encuentran a


alturas superiores a los 3.000 metros de altura con excepción de uno que aparece a una
altura cercana a los 1.800 metros de altura. Con el perfil topográfico se identifican tres
principales regiones geográficas, la región montañosa y de ladera de la cordillera
oriental en límites con Caquetá, una segunda representa el valle interandino del río
Magdalena, y una tercera región que representa la zona de baja montaña y ladera de la
cordillera central en límites con Cauca.

416. Alrededor del 90% de las muertes cuestionadas cometidas por integrantes del
BIPIG para el periodo 2005-2008 se concentra en la parte de ladera entre los 1.000 a 2.000
metros de altura. Hay eventos dispersos como los que se reportaron en la parte de valle
muy próximo al rio Magdalena donde se presentó un evento y otro hecho a unos 3
kilómetros de la cabecera municipal de Nátaga, próximo a límites con Cauca.

417. En el siguiente mapa se realiza el mismo análisis para el área de responsabilidad


del BIMAG. Allí se hace una representación tridimensional de la zona media del Huila,
específicamente en los municipios de Acevedo – Pitalito –Isnos, por donde se plasma
sección transversal que indica un corte en planta en el relieve de la zona, con el fin de
analizar las muertes en combate reportadas por dicho batallón y que luego fueron
cuestionadas como combates simulados, también para verificar si ocurrieron en
altitudes o zonas cercanas a las vías principales que van hacia el Cauca y Putumayo.

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Mapa 19. Relieve del Huila y sección transversal Acevedo – Isnos para perfil
topográfico.

418. La relación de las muertes cuestionadas cometidas por integrantes del BIMAG
para el periodo 2005-2008 muestra que cerca del 75 % de los hechos se presentaron en
zona de valle interandino, entre el río Magdalena y la cabecera municipal de Acevedo,
en alturas entre los 1.200 metros a 1.800 metros sobre el nivel del mar, sin embargo, al
revisar la ubicación de áreas campamentarias solo se encuentra una ubicada en zona
de ladera a 1.600 metros de altura en la cordillera oriental, distanciada de los hechos
mencionados.

Gráfica 11 Perfil topográfico del Huila y muertes cuestionadas BIMAG

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419. Por el contrario, la mayor presencia de áreas campamentarias de las FARC-EP se


encontraba en las partes altas de la cordillera central, en límites con el Cauca, en alturas
entre los 2.400 metros a 3.000 metros sobre el nivel del mar 454; esta zona tenía influencia
sobre la vía que atraviesa el complejo de paramos del Puracé. Sin embargo, el número
de hechos relacionados con muertes cuestionadas en estas áreas representa el solo 15%
de las analizadas. Por lo demás, esas muertes se encuentran a un radio de influencia de
5km de la vía principal que va al PNN Puracé y al departamento del Cauca.

420. Esa sección del departamento del Huila hace parte de la gran región del Macizo
Colombiano y el perfil topográfico indica el desprendimiento de la cordillera oriental
desde la cordillera central, lo que la convierte en una región geoestratégica para la
comunicación hacia la región amazónica y el pacífico. Esto explica el posicionamiento
de las estructuras de las FARC-EP y la consolidación de corredores de montaña con
proximidad a los ejes viales. No obstante, las muertes en combate reportadas por el
BIMAG se concentran principalmente en el área del sur del Huila ubicada sobre el valle
del Magdalena.

421. Este análisis, que permite contrastar la información aportada por los
comparecientes, los informes de víctimas y de instituciones estatales, así como las
investigaciones académicas sobre la materia, permite afirmar que existen bases
suficientes para entender que en los batallones no se prefirió diseñar y ejecutar misiones
tácticas ofensivas en zonas campamentarias, ubicadas en zonas montañosas elevadas,
enmarcadas en un verdadero contexto de confrontaciones con grupos armados en el
marco del DIH. Por el contrario, según se infiere de la información que se obtiene del
acervo probatorio, el trabajo de las unidades tácticas se concentró en combatir a
supuestas milicias y delincuencia común que hacían presencia en el departamento, con
base en un marco normativo inadecuado en materia de uso de la fuerza letal. De ahí la

Con excepción de dos áreas campamentarias ubicadas a alturas entre los 1.600 a 1.800 metros sobre el nivel
454

del mar entre las cabeceras municipales de Pitalito e Isnos

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importancia de comprender el funcionamiento de estas estructuras, tal como pasará a


explicarse a continuación.

4.3. Las milicias en el departamento del Huila.

422. Con ocasión de las versiones voluntarias y las pruebas acopiadas por la Sala en
desarrollo de las inspecciones judiciales a las unidades tácticas de interés para el
Subcaso, se evidenció la importancia operacional y estratégica que el Ejército Nacional
acordó a las milicias, toda vez que éstas se consideraban la amenaza principal al orden
público en el Huila. Aun cuando no todos los versionados coincidieron plenamente en
aspectos centrales de estas organizaciones, la mayoría señaló que las FARC-EP
operaban en el departamento principalmente por medio de ellas. Lo anterior resulta
relevante, ya que las características del ambiente operacional descritas por los
comparecientes tuvieron consecuencias en la forma en que se perpetraron los asesinatos
y las desapariciones forzadas cometidas por integrantes del Ejército Nacional en el
departamento entre 2005 y 2008.

423. La Sala considera necesario dar cuenta de la relevancia de estas estructuras, por
lo que el presente acápite se dividirá en 4 partes: (i.) se expondrán los conceptos que
condujeron a la creación y la diversificación de las milicias de parte de las FARC-EP;
(ii.) se examinarían las declaraciones de algunos comparecientes respecto a la
importancia que ofrecían estas organizaciones en la operatividad guerrillera en el
departamento; (iii.) se mostrará que aquéllas, aunque mantenían cierta operatividad, se
encontraban en crisis para los años de interés de la Sala; y finalmente, (iv.) se expondrá
la operatividad que se le atribuyó a estas estructuras en el Huila y que justificó ciertas
operaciones ilícitas del Ejército Nacional.

424. Para dar cuenta de estos aspectos, se emplearon y contrastaron fuentes judiciales
y extrajudiciales de naturaleza diversa, que pueden considerarse de cuatro tipos: (i)
documentos públicos como trabajos académicos; (ii) pruebas practicadas por la FGN,
referentes a las Conferencias y Plenos de las FARC-EP; (iii) documentación operacional
obtenida por la Sala en inspecciones judiciales a las unidades militares de interés para
el subcaso; y (iv) y versiones voluntarias rendidas a la JEP por comparecientes de todos
los rangos de la jerarquía militar, desde soldados hasta comandantes de Brigada.

425. El presente apartado iniciará con un compendio de los conceptos y las


disposiciones elaboradas por las FARC-EP para regir el funcionamiento y el rol de las
milicias en el contexto de sus planes de guerra. Esta información servirá de marco a las
subdivisiones posteriores del texto, en las que la información consignada se referirá,
sobre todo, a la situación de estas organizaciones en el ámbito departamental.

4.3.1. Las milicias desde la concepción de las FARC-EP.

426. Dado que la documentación interna de las FARC-EP entrega información sobre
la conformación, funciones e importancia estratégica de las estructuras de milicias, en
este apartado se hará un recuento histórico sobre la concepción de las redes de
colaboradores según la guerrilla, que permita ofrecer un panorama general de estas.
Para esto se emplearán documentos recaudados por la FGN respecto de los Plenos y

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Conferencias Guerrilleras y se complementará con la VV de Julián Gallo, exintegrante


del Secretariado de las FARC-EP y comandante de la Red Urbana Antonio Nariño,
rendida en el Caso 01 de la SRVR, así como con información proveniente de la
academia.

427. Desde la década de los ochentas los órganos decisorios de las FARC-EP
enfatizaban en la importancia de la conformación de milicias que articularan su relación
con la sociedad civil y fueran funcionales a su trabajo político y operatividad militar.
Por ejemplo, en el Pleno Ampliado del Estado Mayor Central de las FARC-EP de 1987
se expuso la necesidad de que cada frente guerrillero contara con su propia estructura
de milicias populares y que estas hicieran presencia en zonas urbanas y rurales. El Pleno
recomendaba a los frentes guerrilleros:

“(…) asumir como tareas prioritarias la organización en gran escala de los núcleos de solidaridad
y las milicias populares en el campo y la ciudad, redoblar la actividad del trabajo comunal, de
usuarios campesinos y muchas otras formas de organización de masas, movilizaciones locales,
regionales y nacionales de campesinos, marchas, paros cívicos y huelgas. En esta labor ingente de
revolucionarios estamos obligados a establecer un principio básico y nuevo: DE HOY EN
ADELANTE LIBRAREMOS UNA LUCHA TENAZ BUSCANDO POR TODOS LOS MEDIOS LAS
MEJORES Y MÁS EXCELENTES RELACIONES CON LAS MASAS.”455

428. A pesar del carácter político que se les atribuía a las incipientes organizaciones,
estas también fueron concebidas como partícipes en actividades de carácter militar. Esto
lo precisó Jorge Suárez Briceño, alias Mono Jojoy, en documento anexo al Pleno de 1987,
en el que dijo que “[…] ser miliciano bolivariano, también es una alta responsabilidad en el
combate permanente contra el enemigo común”. Además, el comandante guerrillero situó a
estas nuevas estructuras bajo mando directo de los estados mayores de las FARC-EP,
posición que inevitablemente las supeditaba a los aspectos militares de la organización.
Un par de años después, en el Pleno Ampliado del Estado Mayor Central de las FARC-
EP de 1989 se mencionaron tres estructuras distintas mediante las cuáles se
relacionaban las FARC-EP con la población civil: los núcleos bolivarianos, las uniones
solidarias y las milicias bolivarianas. El Pleno afirmó:

“En el campo de la organización es necesario un nuevo paso en todas las áreas de las FARC-EP, de
los frentes y bloques en el sentido de organizar una vasta red de juntas comunales, de comités de
usuarios, de sindicatos, de juntas de todo tipo, del deporte entre la juventud, de otras formas y
uniones de lucha, y a su lado organizar la Reunión Bolivariana del Pueblo cuyas organizaciones
de base son los Núcleos Bolivarianos; la organización partidaria con el nombre de Uniones Solidarias
para la actividad clandestina; las milicias bolivarianas bajo la dirección de los frentes (…)”456.

429. Así mismo, el reglamento de las milicias bolivarianas fechado en mayo de 1989
(mismo mes y año de la realización del Pleno Ampliado), ratificaba la importancia
militar que se le concedía a estas estructuras en el marco de la confrontación armada
con el Estado. Por un lado, se mencionaba que a los integrantes de las milicias
bolivarianas “(…) los rige una disciplina militar que no es la disciplina del ejército de la

455 Fiscalía General de la Nación. Informe “Génesis de las FARC-EP, Tomo II - Documentos rectores de las
FARC-EP. Pleno Ampliado del Estado Mayor de las Farc (25-29 diciembre 1987)”. P. 363.
456 Ibidem. Página 413.

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burguesía, pero sí una disciplina militar proletaria (…)”, y por otro, se les ponía bajo el
mando de los comandantes de frentes y del Estado Mayor Central de las FARC-EP457.

430. En su VV ante la JEP, el compareciente Julián Gallo situó el interés por las
estructuras clandestinas desde la VII Conferencia Guerrillera de 1982. Al hacer un
recuento de las discusiones que se dieron en el seno de la organización y que condujeron
al fortalecimiento de estas estructuras, afirmó que el análisis de la situación nacional
llevó a la organización a plantear que las contradicciones económicas, políticas y
sociales no estaban teniendo lugar en el campo y, por tanto, era relevante fortalecer su
presencia y trabajo en las ciudades. Aquello, sumado a la concepción de la lucha
insurgente como una que debía vincular a millares de ciudadanos, encaminó a la
organización al fortalecimiento de sus actividades en las ciudades y a tomar la decisión
de crear las redes urbanas:

“La tarea que nos dan en ese momento [1982] es: ‘desplácese a la ciudad y hay que crear una serie
de estructuras políticas (…) de manera clandestina’, un partido que tiene como objetivo único y
fundamental ganar gente y vincularla a distintos espacios de la sociedad colombiana, en las
fábricas, en las universidades, en los barrios, a través de las Juntas de Acción Comunal, en fin,
asociaciones de todo tipo, de escenarios sociales, para ir fortaleciendo nuestra presencia en la
ciudad y que cumplían una tarea esencialmente organizativa y de carácter político. Paralelamente,
entonces, creando las condiciones para que, llegado el momento, cierto, se pudieran estructurar
organizaciones de milicias que era también de gente que no eran propiamente guerrillera, pero
que en un momento determinado pudieran participar en acciones armadas.”458 (negrillas
agregadas)

431. Un trabajo académico ubicó en el Pleno de 1989, la mención a dos tipos de


milicias con personal y funciones diferenciados: las bolivarianas y las populares. Según
la fuente, aunque ambas realizaban labores de logística y de recopilación de
información para uso de las estructuras armadas, a las primeras se les otorgaban
predominantemente propósitos militares y políticos, mientras que las segundas
agrupaban a personas no aptas para participar “directamente en la actividad armada, es
decir, las conformaban ancianos, niños y personas en situación de discapacidad” y, por tanto,
no hacían uso de armamento459.

432. Gracias a entrevistas con milicianos desmovilizados460 se ha determinado que


una diferencia fundamental entre las milicias bolivarianas y populares era el nivel de
compromiso, ya que la participación en las primeras exigía una mayor formación
político-militar. De la misma manera, la pertenencia a las milicias bolivarianas permitía
cierta “versatilidad” en comparación con los hombres y mujeres en armas de la
organización, puesto que no usaban uniformes, permanecían en el interior de sus
comunidades y realizaban labores de vigilancia y logística, aunque si las circunstancias
lo exigían, podían incorporarse a las filas guerrilleras, en lo que se llamaba
“encuadrillarse”.

457 Ibidem. Páginas 53 a 56


458 Expediente Caso No. 01 SRVR-JEP. Cuaderno Legali No. 3 (Versiones voluntarias y traslados). Versión
voluntaria individual de Julián Gallo Cubillos. 08/03/2019.
459 Barbosa Castillo, Gerardo; Correa Henao, Magdalena y Ciro Gómez, Andrés Rolando. “Milicias guerrilleras:

estudios empíricos y financieros”. Páginas: 64 y 65.


460 Ibidem. Página 65.

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433. Las FARC-EP les otorgaban un papel relevante a estas estructuras clandestinas
en el marco de sus planes estratégicos. Por ejemplo, el plan militar a ocho años
planteado en 1989 por las FARC-EP proponía cuatro fases de dos años iniciando en
1990. Este planteaba que entre 1997 y 1998 se realizaría una ofensiva militar
generalizada con “16.000 hombres en guerra de guerrillas y 16.000 más en columnas y
compañías móviles en dirección al centro de despliegue estratégico [la cordillera oriental
alrededor de Bogotá]”, momento en el que las milicias bolivarianas se incorporarían a
la ofensiva uniéndose a las estructuras guerrilleras en su ataque461.

434. Esto lo contradijo parcialmente el compareciente Julián Gallo en su VV ante la


JEP, ya que, si bien planteó que las estructuras milicianas de todo tipo se articulaban
con el objetivo de las FARC-EP de poner la mayor parte de su fuerza sobre la cordillera
Oriental con la intención de generar presión sobre Bogotá (cuyo asedio o control era
parte fundamental del proyecto de toma de poder), explicó que las milicias no se
vincularían militarmente a la ofensiva. Gallo afirmó:

“(…) nosotros nos vamos a encontrar que dentro del plan estratégico lo que se planteaba para el
caso de la Cordillera Oriental, y es lo que va a explicar el papel central, digamos, del bloque
Oriental en esa estrategia. Se dice, como el problema del poder ¿dónde se va a definir? en Bogotá,
porque ahí está el centro de poder económico, político y social. Entonces, siendo así, la mitad de la
fuerza de las FARC debe estar dirigida en esa dirección, no puede estallar ahí, pero sí debe estar
como apuntando en esa dirección. La idea era que parte de los frentes territoriales y buena parte
de la mitad de las compañías de combate [se ubicaran allí], para que llegado el momento, que se
lanzara una fecha o se manifestaran las condiciones, o se generalizara, digamos, una situación de
inconformidad, la insurrección en las ciudades, entonces esos frentes no es que fueran a entrar
militarmente hablando a Bogotá, a asaltar las guarniciones militares, sino que la tarea que tenían
era bloquear las carreteras, bloquear esas carreteras y acompañado de un levantamiento de la gente
inconforme organizada y no organizada (…) ahí [era] que las milicias iban a entrar a jugar su papel,
en las estructuras de partido clandestino. Ese era más o menos el diseño, luego la tarea que le
corresponde a la red urbana era crear esas condiciones organizativas y políticas al interior del
barrio, de las universidades y tener unas estructuras listas para que se diera ese levantamiento y
pudieran entrar a actuar militarmente en apoyo a la gente, mientras las compañías están
produciendo el bloqueo de las carreteras”.462

435. Este papel de las milicias en los planes o aspectos militares de las FARC-EP, se
habría ratificado en la VIII Conferencia de las FARC-EP en 1993, en la que la
organización guerrillera planteó la necesidad de fortalecer estas estructuras con el fin
de incorporarlas en los aspectos del plan estratégico de toma del poder463. Esto parece
haber sido implementado parcialmente a nivel nacional, puesto que en el Pleno

461 Ibid. P. 69.


462 Expediente Caso No. 01 SRVR-JEP. Cuaderno Legali No. 3 (Versiones voluntarias y traslados). Versión
voluntaria individual de Julián Gallo Cubillos. 08/03/2019. Aunque acá está hablando de estructuras
establecidas en espacios urbanos, resulta interesante que el concepto en que se tiene a las organizaciones de
milicias es uno de apoyo al trabajo político, aunque en un momento dado se vincularían a la insurrección que
condujera a la toma del poder. Estas tareas podían tener una naturaleza muy diferente en espacios rurales. Sin
embargo, no sería correcto disminuir la dimensión política y de acompañamiento que cumplirían las
estructuras milicianas en estos territorios. Los comparecientes del Caso 003-Subcaso Huila, hablaron muy poco
de los aspectos políticos dentro de las labores de las estructuras milicianas en el Departamento (quizás el único
que lo hizo fue William Fernando Pérez Laiseca), como se verá luego.
463 Fiscalía General de la Nación. Informe “Génesis de las FARC-EP, Tomo III - Documentos rectores de las

FARC-EP. Octava Conferencia Nacional Guerrillera (11-18 abril 1993)”. Páginas 59 a 193.

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Ampliado del Estado Mayor Central de las FARC-EP de 1997, se decía que los frentes
contaban con unos 4.000 milicianos y que, aunque estaban lejos de los objetivos
planteados por la VII Conferencia en 1982, se esperaba llegar a 6.000 antes del
cumplimiento del plan estratégico a 8 años:

“(…) en casi todos los bloques hemos logrado organizar milicias bolivarianas en cumplimiento del
plan estratégico y hoy contamos aproximadamente con unos 4.000 milicianos, una cifra muy
inferior al tope señalado por la Séptima Conferencia [1982]. Con todo ello es un buen comienzo
como apoyo para los frentes, si a lo existente le damos la dinámica necesaria en materia de
preparación política, ideológica y militar para que hagan parte de una próxima campaña militar
para despedir a Samper y recibir el otro (…) si los bloques logran un mejor rendimiento en lo que
falta el plan a 8 años, es posible superar la actual cifra a unos 6.000 milicianos”464.

436. En documentos subsecuentes como los emitidos tras los Plenos del Estado Mayor
Central de 2000465 y 2003466 fue evidente la importancia que las FARC-EP otorgaron a
las milicias como forma de articularse con las comunidades y de ejercer control sobre
municipios y población civil.

437. Este trabajo de consolidación de las estructuras clandestinas de las FARC-EP a


lo largo de varias décadas, también tuvo lugar en el Huila. Los comparecientes en sus
VV reportaron de manera casi unánime que, desde finales de los noventa y durante los
años de interés de la Sala, la guerrilla actuó en el departamento principalmente
mediante estas organizaciones, como se verá a continuación.

4.3.2. La importancia de las milicias en la operatividad de las FARC-EP en el Huila.

438. Los comparecientes ante la JEP entregaron información que subrayaba la


relevancia de las milicias de las FARC-EP en el ambiente operacional del Huila, antes y
durante los años de interés para la Sala (2005-2008). Esta importancia fue recalcada
sobre todo por altos mandos de los batallones y de la BR09, quienes expusieron tres
ideas principales al respecto: (i) que era profusa la información sobre milicianos en el
departamento mientras que la referente a campamentos y grupos grandes de
guerrilleros era escasa467; (ii) que el accionar guerrillero en el departamento se daba por
intermedio de estas estructuras, incluso desde antes de la ofensiva estatal originada por
la PSD; y por último, (iii) que esto era una particularidad del accionar guerrillero en el
Huila si se le comparaba con otros departamentos.

439. Los versionados -sobre todo los altos mandos de la BR09 y los batallones- de
manera recurrente plantearon que las milicias eran una amenaza constante, y la más
importante, al orden público del departamento, y consideraron que, para los años de
interés de la Sala, se había presentado un fortalecimiento de estas estructuras como
parte de los planes generales de la organización guerrillera. Un ejemplo de esto fueron
las declaraciones del comandante del BIMAG, Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, que
afirmó ante la JEP que los golpes que el Estado venía provocándole a la guerrilla

464 Ibidem. Páginas 229 y 230.


465 Ibidem. Páginas 249 a 314.
466 Ibidem. Páginas 343 y 344.

467 Esto ya se expuso en el apartado anterior dedicado a lo dicho por los comparecientes sobre campamentos

en las jurisdicciones de las unidades de interés.

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durante la ofensiva generada por la PSD, produjeron un fortalecimiento de estas


organizaciones468, en desmedro de la existencia de amplias zonas campamentarias.

440. De la misma manera que se exponía la relevancia de las milicias en el ambiente


operacional del departamento, se presentaba escasa información sobre tropas
guerrilleras y zonas campamentarias de las FARC-EP en las jurisdicciones de los
batallones adscritos a la BR09. Un testimonio explícito al respecto lo entregó el entonces
MY Omar Oswaldo Ojeda Oliva, segundo comandante del BIMAG entre 2006 y 2007,
quien en su VV sostuvo que, durante su permanencia en la unidad táctica, en pocas
ocasiones supo de tropas guerrilleras en el departamento y que, por el contrario, las
FARC-EP solían operar por intermedio de grupos de entre tres y cinco personas, a los
que calificó, de forma genérica, como “milicianos”:

“PREGUNTADO: y la guerrilla ¿actuaba en grupos pequeños o en grupos grandes? RESPONDIÓ:


en la jurisdicción una o dos veces recibí la información de mi coronel [Édgar Alberto] Rodríguez
[Sánchez] de que había un grupo de bandidos grandes que había pasado más arriba de Isnos y que
estaban más arriba de Isnos en esa vía, pero no se planteó ninguna operación ni nada porque no
sé si el entrenamiento o la capacidad de las tropas no era suficiente, y no sé cómo más manejó la
información mi coronel, pero que había un grupo grande concentrado allá, sí. Y en otra ocasión al
sur del municipio de Acevedo también, que había un grupo grande, pero que ese grupo venía
bajando hacia el Caquetá, pero los grupos grandes eran solo de movimiento. La formación para
actuar era de grupos pequeños de milicias 3, 4, 5 (…)”469.

441. El TC Rodríguez Sánchez, indirectamente ratificó lo afirmado por el MY Ojeda


Oliva, cuando expresó que la actividad principal de las FARC-EP se llevaba a cabo
mediante lo que llamó “grupos de milicias de finanzas”470. De forma coincidente, otro
compareciente, el SV Desaix Jesús Palomino Mejía, quien se desempeñó como suboficial
analista de la sección de inteligencia en el BIMAG entre 2005 y 2007, sostuvo que,
producto de la ofensiva estatal, los frentes guerrilleros abandonaron sus zonas
habituales en el departamento, pero dejaron tras de sí a las milicias, como en el caso del
Frente 61471.

442. Al parecer, este tipo de operatividad mediante milicias ya tenía una cierta
tradición en el Huila. El comandante de la BR09 entre diciembre de 2007 y enero de
2009, William Fernando Pérez Laiseca, mencionó que desde que fue comandante del
BATEN a fines de los noventa, se observaba un contraste con otras regiones del país en

468 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484: “La respuesta del Bloque Sur ante la efectividad de la fuerza fue el fortalecimiento de
las milicias (…)”.
469 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
470 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484. Como se pudo ver antes, en la información de las FARC-EP recopilada para dar cuenta
de los tipos de milicias, no se encontró la definición de estos grupos. Probablemente se refiere a milicianos
encargados de recaudar dinero a través de extorsiones.
471 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0749.

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este sentido:

“(…) el Huila no es como otros departamentos que el problema de orden público está en las zonas
apartadas, en la selva, en la montaña, no, el problema en el Huila la amenaza está en todas partes,
ahí usted está en Neiva y lo sacaban de la casa para secuestrarlo, o ni siquiera necesitaba llegar la
guerrilla, simplemente utilizaba elementos de delincuencia común, milicianos, es decir, personas
que de alguna manera se vuelven como partícipes en hostilidades que hacen todas esas conexiones,
o les entregan secuestrados o llevan el boleteo para la extorsión o citan a la gente […].”472

443. Estas comparaciones entre el ambiente operacional de Huila con otros


departamentos fueron frecuentes, gracias a las preguntas que en ese sentido realizó la
Magistratura y que permitieron a la Sala hacerse una idea de la operatividad guerrillera
predominante. Por ejemplo, el C3 Carlos Ariel Romero Morales, al contrastar la
situación de Huila y Putumayo (en donde había estado antes de ser trasladado al
BIPIG), comentó que en Huila las FARC-EP actuaban por medio de grupos pequeños
de personas con capacidad de camuflarse en las comunidades y, aunque no las
caracterizó como milicianas, los atributos que les otorgó, las emparentan: “(…) en el
Putumayo [las Farc-EP] operaban en masa, ya en el Huila sí operaban en grupos más reducidos,
de a 5, de 6, uno ya se daba de cuenta que la guerrilla operaba de civil (…) que eran personas que
camuflaban las armas y salían a las tiendas, normal como cualquier ciudadano normal473”.

444. Esta información sobre las características de la operatividad guerrillera en el


departamento, al parecer, era de conocimiento en todos los niveles de los batallones del
Huila. Así lo sugirió el SS Hugo Flor León, miembro del BIMAG, quien le refirió a la
JEP que al llegar a la unidad táctica en 2006 se le indicó que una parte fundamental de
las acciones de las FARC-EP se realizaban mediante personas que actuaban de civil y
con armas cortas474. Otros comparecientes indicaron que el Batallón entregaba
información en sentido similar a las unidades desplegadas en el área. Por ejemplo, el
SV Sergio Franco Osorio comentó que, mientras se encontraba en terreno se le
informaba sobre milicias que se movilizaban en zonas urbanas y rurales475.

445. A pesar de la importancia que se les concedía a estas estructuras clandestinas por
parte de los comparecientes, todo indica que para los años en los que se reportaba una
intensa actividad miliciana, estas organizaciones estaban en crisis -al menos en lo que
respecta al número de sus integrantes- a nivel nacional y regional, debido a los éxitos
en la implementación de la PSD, como se expondrá a continuación.

472 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556.
473 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0288.
474 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.
475 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Sergio Franco Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0253: “(…)
por lo menos el tiempo que duré, en el que fue la mayoría que estuve [sic], fue en el sector de San José de Isnos,
me decían sobre presencias [sic] de lo que eran las FARC y se movían muchas milicias urbanas y milicias que
se movían por acá, por todo lo que era la parte rural”.

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4.3.3. Crisis de las milicias en los niveles nacional y departamental.

446. En este apartado se adelantará un recuento de la evolución numérica


experimentada por las milicias de las FARC-EP en los ámbitos nacional y regional. La
información al respecto es escasa y solo se halló un trabajo académico 476 que ha
proporcionado información estadística de estas agrupaciones clandestinas empleando
datos del Ministerio de Defensa. La información se presentará separada entre los
niveles nacional y el regional, y en este último se detallará lo referente a las milicias del
Bloque Sur y del Comando Conjunto Central (CCC), las dos estructuras de las FARC-
EP con mayor presencia en el Huila. Adicionalmente, en siguientes subdivisiones del
apartado se presentará información operacional del Ejército Nacional que se relacionan
con la presencia y tamaño de estas estructuras.

4.3.3.1. Evolución nacional de las milicias de las FARC-EP.

447. Varios aspectos marcaron la evolución de estas agrupaciones desde mediados de


la década de los noventa hasta el 2002: en primer lugar, el aumento de hombres de las
FARC-EP entre 1994 y 2002, cuando alcanzaron los 22.000 hombres en armas; segundo,
el muy probable crecimiento de las milicias entre 1997 y 2002 (en proporción, un
aumento mayor que el de los hombres en armas); y por último, el rol de las milicias en
algunos de los golpes más fuertes sufridos por el Ejército Nacional, durante la ofensiva
guerrillera llevada a cabo desde la mitad de la década de los noventa477.

448. Gracias a los conteos disponibles, se sabe que las FARC-EP pasaron de 8.900
hombres en armas en 1993 a 22.000 en 2002, un aumento de casi el triple en menos de
una década. Aunque para las milicias no se cuenta con datos, en el Pleno Ampliado del
Estado Mayor Central de las FARC-EP de 1997 se mencionaba que la organización
contaba con 4.000 milicianos, mientras que cálculos académicos ubicaban en 10.000 el
número de milicianos para 2002, lo que, de haberse dado, habría significado un
crecimiento del 150%478.

449. Mediante las milicias y sus labores de vigilancia e inteligencia, las FARC-EP
pudieron dar algunos de los golpes más duros al Ejército Nacional entre 1993 y 2002.
Algunos de estos incluyeron la toma de la base de las Delicias en Putumayo en agosto
de 1996; el ataque a El Billar en Caquetá en marzo de 1998; o la toma de la base
antinarcóticos en Miraflores (Guaviare) en agosto de 1998. El rol de estas organizaciones
en la recolección de información que posibilitó estos y muchos otros ataques ha sido
determinado por Inteligencia militar, la FGN y el Consejo de Estado479.

450. A manera de resumen, lo que se sabe es que en el ámbito nacional las FARC-EP
estaban experimentando a fines de la década de los noventa e inicios de la de 2000, un
aumento en hombres en armas; un incremento aún más importante en el número de
milicianos; y un involucramiento de estos mucho mayor en aspectos militares, que se

476 Barbosa Castillo, Gerardo; Correa Henao, Magdalena y Ciro Gómez, Andrés Rolando. “Milicias guerrilleras:
estudios empíricos y financieros”. Páginas 69 a70.
477 Ibidem.

478 Ibidem.

479 Ibidem. Página 75.

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evidenciaron en fuertes golpes propinados al Ejército Nacional en el periodo, algunos


de los cuales se detallaron en el párrafo anterior.

451. Aunque la proporción de milicianos con respecto a los hombres en armas


siempre fue menor, no lo era por mucho: para 2005 las milicias representaban el 42% de
la organización guerrillera. Lo que se ha establecido por medio de información del
Ministerio de Defensa Nacional es que el número de integrantes de estas organizaciones
inició un declive significativo desde 2006 hasta hacerse crítico en 2008480. (ver gráfica
No. 3).

Gráfica No. 12. Número de integrantes de las


milicias a nivel nacional.
10000
9000 8721
8000 8589
7000
6000
5608
5000
4000
2969 3278
3000
2000
1000
0
2005 2006 2007 2008 2009

Fuente: BARBOSA CASTILLO, Gerardo; CORREA HENAO, Magdalena y CIRO GÓMEZ,


Andrés Rolando. Milicias guerrilleras: estudios empíricos y financieros. Universidad
Externado de Colombia. Basada en estadísticas del Ministerio de Defensa.

452. El debilitamiento de estas estructuras se habría provocado por la ofensiva militar


estatal que favoreció el “encuadrillamiento” de integrantes de las milicias para
reemplazar las pérdidas en hombres; por el importante número de desmovilizaciones
de milicianos; y debido a las capturas de integrantes de las estructuras clandestinas 481.
Estas organizaciones se recuperaron desde 2009 hasta hacerse predominantes en la
conformación guerrillera en 2011, cuando sus integrantes superaron el número de
hombres y mujeres en armas. Esta distribución se estableció en la IX Conferencia de las
FARC-EP en 2007 y en el Plan Renacer de las Masas de 2008482, y se mantuvo hasta 2016,
cuando se desmovilizó la organización483. El cambio respondió a un proceso de
“reingeniería”484 que buscaba contrarrestar el éxito de la ofensiva estatal conducida por
el Ejército Nacional. Como se verá, esta dinámica nacional tuvo paralelos o
correspondencias con la situación de las milicias vinculadas a las estructuras farianas
con presencia en Huila.

480 Ibidem. Páginas 85 y 86.


481 Ibidem. Página 89.
482. Ibidem. Página 91.

483 Ibidem. Páginas 86 y 87.

484 Ibidem. Página 92.

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4.3.3.2. Transformación de las milicias del Bloque Sur y el Comando Conjunto


Central.

453. En este apartado se expondrá la situación de las milicias adscritas al Bloque Sur
y al CCC para los años de interés de la Sala. Básicamente, se analizará que el
desenvolvimiento de las milicias del Bloque Sur y el CCC (ambas estructuras actuando
en Huila) tuvo un devenir similar al experimentado a nivel nacional por la organización
guerrillera, siendo el periodo entre 2007 y 2008 especialmente crítico respecto a la
reducción del número de vinculados a estas organizaciones clandestinas.

454. En primer lugar, el Bloque Sur, que actuaba en las zonas del Huila en las que se
presentaron mayor número de asesinatos y desapariciones forzadas cometidas por
integrantes del Ejército (sur y centro del Departamento), era la tercera estructura de las
FARC-EP en número de hombres y mujeres en armas en 2002: unos 2.150 (el 12% a nivel
nacional)485; su importancia se hizo mayor en el periodo entre 2005 y 2015, cuando se
convirtió en la segunda estructura en tamaño486. Lo anterior da cuenta de la importancia
que tuvo el Bloque en el contexto de la organización guerrillera, aunque la mayor parte
de sus Frentes y poder de fuego se encontraban en los departamentos de Caquetá,
Putumayo y Meta487.

455. Durante los años de mayor influencia del Bloque (mediados de los noventa hasta
el final de la ZD), las milicias adscritas a la estructura mostraron un accionar muy
“diversificado”, ya que disponían “(…) desde células dedicadas a la logística hasta la
inteligencia para el combate, pasando por la organización de masas y las finanzas. Incluso,
existieron en esta área milicias orientadas a la seguridad de los cabecillas del bloque (…)”488.

456. Sin embargo, de manera similar a lo experimentado por las FARC-EP en el


ámbito nacional, el Bloque Sur evidenció una disminución significativa de las milicias
desde la segunda mitad de la década (2006) siendo el año más crítico 2008, y una
recuperación leve en los años sucesivos (ver gráfica No. 13). Esa reducción del número
de integrantes habría sido producto del avance del Plan Patriota, sobre todo de las
operaciones militares JM y Año Nuevo en 2003 y 2004, y de la operación Fénix de 2008,
en la que se produjo la muerte de alias Raúl Reyes, uno de los líderes más reconocidos
de la organización guerrillera489.

485 Ibidem. Página 74. En tabla posterior la misma fuente dice que los efectivos en armas eran 2119. Por esa
razón, la gráfica No. 2 presenta esa leve discrepancia.
486 Ibidem. Página 148.

487 Esto se detalló en el apartado dedicado a la presencia de las estructuras guerrilleras en el Departamento.

488 Ibidem. Página 152.

489 Ibidem. Página 149.

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Gráfico No. 13. Efectivos en armas vs milicianos


vs Total de integrantes. Bloque Sur. 2005-2010
3500
3000 2913
2500 2485

2000 2107
1983 1911
1500 1549

1000 1070
794 738
500 580 484
269
0
2005 2006 2007 2008 2009 2010

Efectivos en armas Milicianos Total

Fuente: BARBOSA CASTILLO, Gerardo; CORREA HENAO, Magdalena y CIRO GÓMEZ,


Andrés Rolando. Milicias guerrilleras: estudios empíricos y financieros. Universidad
Externado de Colombia. Basada en estadísticas del Ministerio de Defensa.

457. Como se ve en el Gráfico No. 13, también fue evidente el declive en el número
de efectivos totales del Bloque desde 2005. Aunque la cantidad de hombres y mujeres
en armas parece mantenerse más o menos estable desde 2006 hasta 2010, no sucede lo
mismo con los milicianos, que sufrieron una disminución drástica desde 2006 hasta
hacerse crítica en 2008 (recuérdese que este también fue el año de mayor deterioro de
las estructuras de milicias a nivel nacional). De hecho, según lo indican los datos
disponibles, fue la mengua de milicianos la que provocó la reducción de integrantes del
Bloque Sur en general: al parecer, las FARC-EP fueron capaces de mantener más o
menos estable su poder de fuego por medio del número de hombres y mujeres en
armas, pero no pudieron hacer lo mismo con las milicias.

458. Por su parte, el CCC, con presencia en los departamentos de Tolima, Quindío,
Valle del Cauca y norte del Huila, a diferencia del Bloque Sur, presentó una
disminución sostenida de efectivos en armas entre 2005 y 2010. Pero también las
estructuras clandestinas sufrieron una reducción importante hasta ser casi
exterminadas en 2007 (año más crítico respecto a la reducción de estas). Por lo tanto,
gracias a la información es posible ver que las milicias con presencia en el norte de Huila
se encontraban mucho más golpeadas que las del Bloque Sur en 2007, aunque
presentaron una rápida recuperación en 2008, cuando superaron a las de la estructura
que actuaba en el centro y sur del departamento.

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Gráfica No. 14: Efectivos en armas vs


milicianos vs Total de integrantes. CCC. 2005-
2010
2000
1731
1500
1381

1000
816 753 832
616 616 672
500 493
375 332
0 79
2005 2006 2007 2008 2009 2010

Efectivos en armas Milicianos Total

Fuente: BARBOSA CASTILLO, Gerardo; CORREA HENAO, Magdalena y CIRO GÓMEZ,


Andrés Rolando. Milicias guerrilleras: estudios empíricos y financieros. Universidad
Externado de Colombia. Basada en estadísticas del Ministerio de Defensa.

459. Inevitablemente, la reducción de integrantes de las milicias del Bloque Sur y el


CCC debía tener efectos en su accionar en el Huila. Sin embargo, es difícil saber de
manera precisa cómo se afectó la operatividad del CCC en 2007 y del Bloque Sur en
2008, aunque, evidentemente, una reducción tan drástica en el número de
colaboradores de estas estructuras guerrilleras debió dificultar el desarrollo de las
actividades que se les encargaban. En otras palabras, se puede pensar que la situación
de orden público no podía ser afectada de la misma manera en esos años de crisis que
en los anteriores o posteriores.

460. De hecho, entre 2005 y 2008 el BIPIG y el BIMAG cada vez con más frecuencia
presentaron como dados de baja a milicianos, aunque como se vio, estas organizaciones
se encontraban en crisis debido a la ofensiva estatal. Casi se podría decir que el Ejército
Nacional se vio afectado por su propio éxito: conforme golpeaba con más eficacia a la
guerrilla y sus redes, más difícil se le hacía producir RO en la lógica de conteo de
cuerpos (body count).

461. A pesar de la crisis en el número de integrantes en el periodo entre 2005 y 2009,


es evidente que las FARC-EP mantuvieron alguna capacidad de provocar golpes de
impacto (por ejemplo, el asesinato de nueve concejales de Rivera, municipio del norte
del departamento, en febrero de 2006, hecho que hubiera sido imposible de realizar sin
una red de colaboradores e informantes490), ni el ambiente operacional ni la capacidad
de las milicias podía equipararse a lo que había vivido el departamento entre los años
finales de los noventa y los de duración de la ZD. La operatividad de las milicias en los
años de implementación de la PSD y de mayor disminución en su número de
integrantes, también puede advertirse gracias a la documentación del Ejército Nacional,
como se expondrá a continuación.

490La CSJ condenó al concejal Gil Trujillo Quintero a 37 años de prisión por colaborar con el grupo guerrillero
en el asesinato de sus colegas. Ver: RUTAS DEL CONFLICTO. “Masacre de concejales de Rivera”. En:
https://rutasdelconflicto.com/masacres/concejales-rivera.

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4.3.3.3. Tamaño de las milicias de las FARC-EP en el Huila.

462. El panorama expuesto sobre la crisis que experimentaban las organizaciones de


milicias cuenta con una constatación indirecta mediante documentación operacional
del Ejército Nacional. Gracias a las inspecciones llevadas a cabo por la Sala se obtuvo
información que revela que las milicias se encontraban conformadas por muy pocos
integrantes y que, probablemente, su tamaño hacía difícil golpearlas.

463. 465. Por ejemplo, las unidades militares tenían más o menos establecida la
conformación de las comisiones de finanzas. En septiembre de 2007 el BIMAG, por
solicitud de la BR09, elaboró los organigramas de esas estructuras. Resulta interesante
que, a pesar de contar con doce personas individualizadas, ninguna de ellas fue
reportada como capturada o dada de baja en combate y tampoco cuenta la Sala con ellas
dentro del listado de víctimas de asesinatos y desapariciones forzadas cometidos por
integrantes del Ejército Nacional491. Más adelante en el mismo documento se atribuye
un mayor tamaño a estas comisiones -de hecho, fue el más alto número de integrantes
de estas estructuras hallado en la documentación operacional: ocho integrantes a las
milicias de finanzas del Frente 13, y 15 a las del Frente 61492.

464. El único caso en el que la Sala ha podido encontrar a una víctima de estas
conductas en los documentos de inteligencia emitidos por la BR09 y los batallones de
interés, es el de Javier Castillo Becerra, quien fue incluido dentro de un documento del
BIMAG de noviembre de 2007 e identificado como miliciano del Frente 61 con el alias
de Marihuano493. El señor Castillo Becerra, integrante del cabildo indígena de la etnia
Andaquí en Acevedo, fue asesinado por tropas del BIMAG el 2 de enero de 2008 (dos
meses después de la emisión del informe de inteligencia) en un presunto combate.
Según los datos contenidos en el acta de pago por información el día anterior (1 de enero
de 2008) se había recibido información de parte de un ciudadano en el sentido de que
en la zona de Anayaco se sospechaba que se iban a realizar atracos en la vía494.

465. En general, la documentación operacional consultada muestra que la


individualización de integrantes de las milicias produjo resultados escasos. Por
ejemplo, en los Planes de Búsqueda de Milicias, documentos en los que se consignaban

491 Inspección BR09. 11 de mayo de 2021. CARPETA No.4 PLANES DE BUSQUEDA DE LA CAJA No.7
(2007).pdf. PDF 61.
492 Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio Número 3319 MD-CE-DIV05-BR09-BIMAG-S2-INT del 11 de

septiembre de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
493 Ejército Nacional. Novena Brigada. Respuesta Plan de Búsqueda Milicias del 18 de noviembre de 2007.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
494 Fiscalía 66 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200800007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235. La inclusión de la información de inteligencia del 1 de enero genera dudas,
puesto que habla de atracadores sobre la vía, mientras que el informe de los hechos mencionó que la tropa se
dirigió a la zona donde se produjeron los hechos debido a llamada de un integrante de la red de cooperantes
que reportó una riña con disparos en un estadero de la zona. Sobre los hechos, el oficial Ángel Fernando
Carvajal mencionó en su VV irregularidades en la documentación operacional, como la falsificación de su
firma en la MT Dominante o la falta de planeamiento para lanzar la operación en el marco de la que fue
asesinado el señor Castillo Becerra.

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las últimas informaciones obtenidas por las unidades tácticas en torno al personal que
conformaba las estructuras milicianas. En este texto del BIMAG de marzo de 2008, las
milicias adscritas al Frente 61 parecían estar conformadas solo por 4 integrantes: uno
de ellos detenido, otro asesinado (Javier Castillo Becerra) y solo dos que aparecían
activos, los milicianos bolivarianos José Luis Zarabanda, alias Pocholo y Javier Cardoso,
alias Millón o Chumba. Para el Frente 13 se incluyó solo a dos personas: Silvio
Calvache495, reconocido como miliciano, líder social y exconcejal, y alias Bozo de rata,
quien estaba sin identificar496.

466. Aunado a lo anterior, un compareciente entregó información relativa al tamaño


de estas organizaciones. Fue el caso del SV de la S2 Desaix Jesús Palomino, único
versionado que dio datos al respecto y que indicó que las milicias tenían una
importancia más bien marginal. En su VV afirmó que, para cuando integró el BIMAG
(entre 2005 y 2007), el Frente 61 contaba con unos ocho milicianos, mientras que el
Frente 13 con entre diez o doce497. Es difícil estimar si ese es un número alto o bajo de
milicianos, aunque una idea de su tamaño podría obtenerse gracias al contexto de la
jurisdicción del BIMAG: el suboficial habló de entre 18 y 20 milicianos para 14
municipios (todo el sur de Huila más Santa Rosa en Cauca)498.

467. Además de la información que mostraba el tamaño de las estructuras de milicias


(sobre todo las ubicadas en jurisdicción del BIMAG), también en la documentación
operacional se les atribuía a las milicias una ubicación espacial circunscrita a zonas
específicas de las jurisdicciones, como se verá a continuación.

4.3.3.4. Ubicación de las milicias de las FARC-EP en el Huila.

468. Mediante documentación operacional obtenida por la Sala en inspecciones a las


unidades militares investigadas, se obtuvo información sobre la ubicación de las
estructuras milicianas con presencia en el departamento. Así, en oficio de 2004 emitido
por la B2 de la BR09, se afirmaba que en Neiva la presencia de las milicias era reducida,
que sus integrantes llegaban desde diferentes municipios del Huila, que sus
movimientos en la capital departamental se daban en grupos pequeños, que se
hospedaban en barrios marginales de Neiva y que cambiaban frecuentemente de

495 En fuentes públicas se encontró información sobre esta persona: fue identificado como líder social de Isnos
y “(…) fundador de Rescatadores del Macizo, proceso de base del Consejo Nacional de Acreditación en ese
municipio [y] miembro del Comité de Impulso del Territorio Campesino Agroalimentario de la Capital
Panelera”. LA NACIÓN. “Exconcejal y líder social de Isnos, murió en accidente de tránsito”. 26 de noviembre
de 2020. En: https://www.lanacion.com.co/exconcejal-y-lider-social-de-isnos-murio-en-accidente-de-transito/.
496 Ejército Nacional. Brigada Novena. Respuesta Plan de Búsqueda de Milicias del 27 de marzo de 2008.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
497 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0749.
498 En caso de ser 20 milicianos, se trataría de un promedio de 1.4 milicianos por municipio. Aunque este podría

ser un tamaño relevante para estas estructuras, difícilmente se corresponde con el tamaño y peligrosidad de la
amenaza que representaban en las visiones de los comparecientes y sobre todo de los altos mandos. El
compareciente también aclaró que dentro de esa cuenta no se encontraban los “milicianos populares”, de
quienes dijo que: “(…) un popular no está armado, entonces no, la gente decía, “no, este man anda con un
revolver, con una pistola, se paró en tal parte con un radio de comunicaciones, alargó unas antenas en tal
punto” entonces esos no son populares (…)”.

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residencia para evitar ser detectados499. El documento también cuenta con una relación
de las milicias con presencia en el departamento, su adscripción a los Frentes y Bloques
de las FARC-EP y sus jefaturas, además de su ubicación500. Mediante esa información
se pudo construir un mapa (ver Mapa 20) que para 2004 muestra una presencia espacial
continua, y aunque es probable que esta tuviera muchos vacíos e interrupciones -
teniendo en cuenta que es muy probable que se tratara de organizaciones de pequeño
tamaño-, indica los lugares en los que la inteligencia militar atribuía alguna
operatividad a estas estructuras501.

Mapa No. 20. Influencia municipal de las milicias con presencia en Huila.

469. En documentación operacional adicional se encontraron menciones a la


ubicación de estas estructuras en años posteriores. Por ejemplo, en boletines de
información dirigidos a las unidades tácticas en marzo de 2006, la B2 de la BR09, al
hacer la evaluación de la situación de las estructuras guerrilleras con presencia en el
departamento (es decir, sobre los Frentes 17, 66, 13 y 61, y la compañía Ayiber González
de la CMTF), reveló que, en general, la presencia de los Frentes se estaba realizando

499 Ejército Nacional. Novena Brigada. Apreciación de Milicias Municipio de Neiva (Huila) del 9 de junio de
2004. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235. El oficio estaba firmado por el B2 de la BR09, TC Nicolay Martínez Gómez. Esto
contradice lo mencionado por el compareciente Julián Gallo sobre la inconveniencia del uso de milicianos de
municipios o de zonas rurales en las ciudades.
500 Ibidem.

501 En el mapa se puede observar la relación en la ubicación de las milicias con la de los Frentes a los cuáles

pertenecían y que se detallaron en el apartado dedicado a la presencia de los Frentes en el Departamento.


También es interesante que varias de las ubicaciones que se atribuyen se adentran en el Departamento, hacia
el valle del Magdalena (ver las de las milicias del Frente 61 o de la CMTF).

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mediante grupos pequeños y de milicias502 y sugería un retroceso con respecto a la


presencia en 2004 de las milicias de los Frentes 66 y 61 (detallada en el mapa). De esta
manera, el Frente 66 se encontraba en veredas de Planadas, Tolima, aunque una
comisión de finanzas estaba haciendo presencia en Santa María y Aipe realizando cobro
de vacunas; el Frente 13 continuaba “[…] efectuando presencia con pequeñas comisiones
sobre los corredores de movilidad [no indica en dónde], para poder transportar alcaloides y a
la vez realizar actividades de inteligencia”; mientras que el Frente 61 también estaba
haciendo presencia en Acevedo y Suaza con una comisión de finanzas503. El documento
no incluyó la ubicación de las células clandestinas adscritas a las otras estructuras
reportadas en 2004 e incluidas en el Mapa No. 1 (Frente 17 y compañía Ayiber
González).

470. En documentos emitidos por los batallones adscritos a la BR09 en 2007, se


atribuía a las milicias presencia en zonas muy específicas de sus jurisdicciones. Por
ejemplo, el BIMAG emitió el Anexo B del Plan Democracia, con el objetivo de proteger
las elecciones locales y regionales que se iban a llevar a cabo el 28 de octubre. Allí, de
nuevo, se plantea la situación de los grupos clandestinos adscritos a los Frentes con
influencia en la jurisdicción del batallón. Al respecto se afirmaba que las milicias del
Frente 13 tenían su área base en las inspecciones de San Juan de Villalobos y San Gabriel
de los Azules en Santa Rosa, Cauca504, y se les señalaba de estar recogiendo información
sobre la tropa que adelantaba operaciones en el sector. Mientras tanto, a las células
clandestinas del Frente 61 se las ubicaba en las inspecciones de San Adolfo y San Marcos
en Acevedo, realizando acciones de intimidación a pobladores y de cobro de vacunas505.

471. Sin embargo, unos meses antes, en agosto de 2007, a las milicias del Frente 61 se
les había atribuido una ubicación muy diferente: según documento emitido por el
BIMAG y firmado por su comandante, el TC Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, se decía
que las milicias Bolivarianas adscritas a este frente se encontraban en la inspección de
Los Ángeles de Belén de los Andaquíes, en Caquetá, donde también se encontraban
acantonados los hombres en armas que conformaban la estructura506.

472. La JEP también tuvo acceso a otro documento que revelaba la ubicación de un
grupo de milicianos de la CMTF en 2007. En oficio dirigido al Comité Interinstitucional
coordinado por la BR09 y firmado por el oficial de inteligencia Pedro Iván Molina en
agosto, se hizo un listado de nueve nombres de guerrilleros y milicianos pertenecientes
a la 1ª compañía de la CMTF. Sin embargo, los ubicó actuando en la vereda Guayabal
de San Vicente del Caguán y como habitantes de las veredas Cristo Rey, La Cristalina,

502 Lo que coincide con lo dicho por comparecientes y recopilado en apartado anterior.
503 Ibidem.
504 El 7 de septiembre de 2008 se había dado muerte, por parte de tropas adscritas al BIMAG, a alias Camilo en

La Quebradona-Villalobos de Santa Rosa.


505 Ejército Nacional. Novena Brigada. Anexo “B” Inteligencia Plan Democracia del 19 de octubre de 2007.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
506 Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio Número 3092 MD-CE-DIV05-BR09-BIMAG-S2-INT del 20 de

agosto de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235. Por lo que ha podido recopilar la Sala en las VV, estas divergencias pueden tratarse de
información recopilada descuidadamente o de que las secciones de inteligencia otorgaban credibilidad a
información de baja calidad.

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La Paz y La Esperanza del mismo municipio507. Aunque es probable que el listado no


tuviera la pretensión de ser exhaustivo, es decir, de dar cuenta de la ubicación de todos
los milicianos de los que tuviera noticia la Brigada, sí llama la atención que no se halló
un documento que, en sentido similar, las ubicara en el Huila para 2007.

473. Dos meses antes de la emisión de ese oficio, en junio de 2007, la BR09508 había
transmitido al CO5 información evaluada como poco confiable, sobre la presencia de
quince guerrilleros y milicianos de la CMTF en las mismas veredas de San Vicente del
Caguán (Cristo Rey, La Cristalina, Guayabal, entre otras). Del listado incluido en este
oficio, solo dos nombres se mantuvieron en la información entregada en agosto (alias
Pechiblanca y Chiqui). El resto de las personas señaladas eran finqueros, familiares de
guerrilleros en armas y miembros de asociaciones campesinas. Resulta llamativo que
con una información tan precaria se generaran señalamientos mediante la
documentación operacional. Pero también que, mientras la información que se
transmitía al Comité Interinstitucional (en el que tenían asiento varias instituciones
como la FGN y autoridades civiles) era más limitada y con mejor evaluación, la que se
enviaba a las unidades tácticas parecía ser más indiscriminada y pasar por menos
filtros. Así mismo, si este tipo de información era transmitida a las unidades en terreno
resultaba difícil no generar estigmatización sobre las personas señaladas en los oficios
de la BR09. La misma situación de señalamientos de pertenencia o colaboración con la
subversión con bajas evaluaciones de la información pareció ser frecuente en los envíos
que realizaba la BR09 a las otras unidades tácticas509. No obstante, en los documentos
recogidos no se encontraron referencias que advirtieran de la precariedad de la calidad
de la información o recomendaciones sobre la necesidad de verificarla; por el contrario,
al provenir de la Brigada era asumida como confiable y por lo tanto insumo suficiente
para la planeación de operaciones510.

474. Así se ha mostrado que el tamaño y la ubicación de las estructuras de milicias


parecían ser limitadas, mediante la documentación del Ejército Nacional también se
obtuvo información sobre algunas acciones de las que se responsabilizaba a estas
organizaciones, como se expondrá en el apartado siguiente.

4.3.3.5. Acciones atribuidas a las milicias de las FARC-EP en el departamento.

507 Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio 1144/ MD-CE-DIV05-BR09-B2-INT del 29 de agosto de
2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
508 Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio 862/ MD-CE-DIV05-BR09-B2-INT-252 del 25 de junio de

2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
509 Ver por ejemplo, envíos incluidos en: Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio 1735/ MDN-CE-DIV05-

BR09-B2-INT del 20 de diciembre de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. O también: Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio 1294/ MD-
CE-DIV5-BR9-B2-INT-252 del 28 de septiembre de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. Aquí vale la pena mencionar que comparecientes
mencionaron que era frecuente que información de inteligencia no se verificara.
510 Véase, por ejemplo, la narración del hecho representativo de la muerte de los hermanos Bermeo, en el que

información que entregó la BR09, fue suficiente para lanzar una operación que produjo 4 asesinatos cometidos
por integrantes del Ejército. También la narración del hecho representativo referente al asesinato de Juan
Cristóbal Alvarado muestra que información de la BR servía para lanzar operaciones militares.

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475. La Sala obtuvo acceso a documentación del Ejército Nacional que detalla la
participación de las milicias en distintas acciones en el departamento entre 2000 y 2004,
periodo en el que, según se sabe, no había iniciado el declive en el número de
integrantes de estas estructuras. De esta manera, aunque los comparecientes señalaron
que las FARC-EP actuaban en el Huila principalmente por medio de milicias, durante
los años previos a la crisis de estas organizaciones -detallada en este apartado-, no
parecían haber tenido una intervención significativa en ataques y actividades
terroristas.

476. A manera de ejemplo, fueron pocas las acciones en las que se las identificó como
autoras directas entre 2000 y mediados de 2004, años en los que no se había empezado
a dar la disminución en el número de milicianos del Bloque Sur. En la documentación
operacional se encontró una relación de hechos en los que hubo participación de
milicianos entre el 6 de diciembre de 2000 y el 9 de abril de 2004. El texto da una idea
del tipo de operatividad que llevaban a cabo las milicias y que incluía desde intentos
de secuestro, participación en la recolección de información para producir secuestros
masivos, actos terroristas y homicidios:

Tabla No. 2. Hechos atribuidos por el Ejército a milicias en Huila. 2000-2004

Fecha Hecho
6 de Comando armado de la CMTF llegó hasta el barrio Sevilla de la ciudad de Neiva e
diciembre de intentó secuestrar al señor Hernando Falla Duque, propietario de Inverautos. Durante
2000 los hechos murieron 3 escoltas y 2 más resultaron heridos.
26 de julio de Claudia Corrales proveniente de San Vicente del Caguán, miliciana de la CMTF duró
2001 15 días trabajando como empleada doméstica en el apartamento 701 habitado por el
señor Ricardo Falla y adelantó labores de inteligencia en el edificio Torres de
Miraflores de Neiva, donde se realizó el secuestro de 15 personas.
19 de julio de Se presentó la activación de un artefacto explosivo cuando 2 milicianos, provenientes
2003 del municipio de Algeciras, pretendían ubicarlo a la entrada de Surabastos. Tras la
explosión murieron instantáneamente los milicianos.
29 de Luvier Rodríguez Oidor, natural de Algeciras, integrante de la red de milicias de la
noviembre CMTF arrojó una granada de fragmentación contra la residencia de Cielo González
de 2003 Villa, alcaldesa de Neiva. La acción fue planeada por Humberto Valbuena Morales
alias Yerbas jefe de las milicias de esa estructura
24 de Un grupo de cuatro milicianos residentes en Algeciras y pertenecientes a la red de
diciembre de milicias de la CMTF llegaron a Neiva con el fin de adelantar labores de inteligencia
2003 contra el señor Luis Guillermo Bahamón Lozano a quien pretendían asesinar. Los
milicianos habían encargado a la joven Maira Alejandra Hernández para sacarlo de su
residencia y así facilitar la ejecución del homicidio.
24 de febrero Después de labores de inteligencia de parte de milicianos de la CMTF en Neiva, un
de 2004 comando armado incursionó en los condominios Altos de Manzanillo y Casablanca
ubicadas en la vía que de Neiva conduce a la inspección de Vegalarga, en donde
fueron secuestradas 4 personas.
9 de marzo El menor Óscar Andrés Pineda Peña, natural y residente de Algeciras, fue enviado por
de 2004 Humberto Valbuena Morales, alias Yerbas, jefe de milicias de la CMTF, a Neiva para
que asesinara a una mujer que reside en el Barrio El Vergel, misión que omitió para
presentarse voluntariamente ante el comando de policía Huila.
6 de abril de Milicianos de la CMTF atentaron contra el concejal Geovanny Montenegro Cabrera,
2004 resultando herido. El hecho ocurrió cerca de su residencia en el barrio Alfonso López
de Campoalegre.

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9 de abril de Milicianos de la CMTF asesinaron al patrullero Wilfreddy Salcedo Claros cuando se


2004 encontraba en su residencia ubicada en el municipio de Campoalegre.

477. Aunque en la tabla no se encuentran acciones de menor impacto llevadas a cabo


por estas estructuras, y pese a que entre las incluidas una tuvo repercusiones en el
ámbito nacional (el secuestro masivo del edificio Miraflores, en el que fue raptada la
excongresista Gloria Polanco y dos de sus hijos menores de edad), es significativo que
se les atribuyan solo nueve acciones de impacto alto o medio en el departamento
durante ese periodo511. Es también revelador que en varias de estas acciones atribuidas
a milicianos se usaron armamento y explosivos y fueron en su mayor parte atentados
en contra de civiles y no hacia miembros de la fuerza pública. A pesar del escaso
número de acciones de las que se responsabilizaba a las milicias en la documentación
operacional, los comparecientes -sobre todo oficiales y altos mandos de las unidades-
reportaron un ambiente operacional en el que la sensación de amenaza era constante y
atribuible exclusivamente a estas organizaciones (ver supra)512. A continuación, se
expondrá lo que afirmaron los comparecientes sobre las características de la
operatividad miliciana en el Departamento en los años de interés de la Sala.

4.3.4. Características de las milicias de las FARC-EP en el Huila.

478. Aunque en la documentación operacional se encontraban referencias al tamaño


y ubicación de estas organizaciones, la información sobre sus características y
funcionalidad, específicamente en el departamento, no era tratada en profundidad. Sin
embargo, mediante las VV los comparecientes entregaron copiosa información sobre la
forma que adquirieron y las tareas que cumplían estas organizaciones en el Huila. Por
tanto, en este apartado se hará un recuento de las afirmaciones de comparecientes en
torno a las características que presentaban las milicias en el departamento.

479. En las diligencias se expusieron dos visiones diferentes de la forma de operar de


estas estructuras que se pudieron agrupar en: (i) las versiones que las vinculaban a la
población civil y, por tanto, a unas tareas que no implicaban el uso de armamento; y (ii)
las que les atribuían labores vinculadas a fenómenos delincuenciales, al uso frecuente
de armas cortas y a la posibilidad de vincularse a la estructura armada en cualquier
momento. La importancia de esta diferenciación radica en que esta segunda concepción
-sobre todo propuesta por comandantes de la BR09 y de batallones- resultó funcional
para la presentación de RO falsos, como ha establecido la Sala mediante sus pesquisas.

4.3.4.1. Las milicias como células desarmadas.

480. Las versiones que refirieron una fuerza más cercana a la población civil, que no
usaba armas y que se dedicaba a labores que no implicaban participar en hostilidades

511Ejército Nacional. Novena Brigada. Apreciación de Milicias Municipio de Neiva (Huila) del 9 de junio de
2004. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235. Si hacemos una distribución de estos 9 hechos en 52 meses, que abarcan las fechas
extremas aquí mencionadas, se encuentra que se presentó un hecho con participación de milicianos casi cada
6 meses durante el periodo.
512 Y es probable que así fuera, pero lo que podría revelar la documentación operacional es una operatividad

muy limitada de parte de estas estructuras clandestinas.

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contra la fuerza pública, incluyeron las de integrantes de la Plana Mayor de los


batallones y del Estado Mayor de la BR09 -no así sus comandantes, que casi siempre
sostuvieron la opinión contraria-, suboficiales y soldados profesionales, es decir,
personal que estaba en el terreno. Algunos comparecientes recalcaron que estos rasgos
dificultaban la identificación de los integrantes de las estructuras clandestinas y, por
tanto, posibilitaba sus actividades.

481. Uno de los integrantes del Estado Mayor de la BR09 que relacionó a estas
organizaciones con actividades no armadas fue el oficial B2 desde mediados de 2008,
Alexander Céspedes Ortiz, quien afirmó en su VV que se consideraba “(…) miliciano a
alguien que ha sido parte de la estructura, que tiene unas funciones diferentes y que de pronto
no estaba uniformado y armado (…)”513. Pedro Iván Molina, oficial de inteligencia de
la brigada entre 2006 y 2008, señaló que los integrantes de estas células no debían
diferenciarse de cualquier poblador y los situó en el seno de las comunidades, en
contacto cotidiano con las autoridades (sin mencionarlo explícitamente, se entendería
que el uso de armamento debía ser inconveniente):

“[los milicianos] eran de la población, que la gente ya sabía que vivían en la población, no digamos
que la población sabía, no, no vamos a estigmatizar a la población, pero sí digamos que eran de la
población (…) el miliciano tiene la característica de que se mueve como el camaleón y se puede
adaptar al ambiente estando cerca a la policía porque vive ahí, entonces él no le tiene temor a la
policía514”.

482. También miembros de la Plana Mayor de las unidades tácticas relacionaron a los
milicianos con actividades que no requerían una participación directa en hostilidades.
Así, el S3 del BIMAG entre 2008 y 2009, MY Francisco Adrián Álvarez Calderón,
sostuvo en su VV que los integrantes de estas células no portaban armas para evitar el
uso de la fuerza por parte del Ejército y para dificultar la judicialización, lo que
cuestiona una porción significativa de los RO que produjo el BIMAG en los años en los
que integró su Plana Mayor:

“(…) las milicias normalmente no están armadas porque para un guerrillero, cuando está en la
parte urbana, pues el mayor peligro era estar armado ¿cierto? porque el arma justifica el efecto de
la fuerza ¿cierto? mientras que, si no estoy armado, pues compruébeme que yo soy guerrillero,
nada, lo pueden señalar y le pueden decir todo eso, pero no hay nada que hacer, no lo puedo ni
judicializar, a duras penas lo puedo individualizar y ni siquiera.”515(negrillas agregadas)

483. Lo anterior fue ratificado por el compareciente Juan Carlos Rodríguez Agudelo,
al referirse a aspectos de estas organizaciones a nivel nacional. Aunque no se refería a
las características específicas de estas agrupaciones en el Huila, el versionado
consideraba que por la naturaleza de las actividades que se les encargaban, los
integrantes de estos grupos no portaban armamento, y cuestionó la presentación de RO
en los que se reportaba milicianos armados caídos en combate:

513 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.
514 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.
515 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.

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“Yo le digo algo muy sinceramente, los milicianos se movían sin armamento, los milicianos se
movían con machete, con sombrero, con dos o tres perros buscando el ganado, “que se me perdió
una vaca, que se me perdió”, pero ellos no iban armados (…) el miliciano nunca anda armado,
todos esos milicianos que el Ejército puso en combate son falsos, en mi modo de ver, respetable
mi opinión de la experiencia que tengo”516. (negrillas y subrayados agregados)

484. El mismo compareciente afirmó que las actividades asignadas a estos grupos
debían llevarse a cabo con discreción y, por tanto, era necesario actuar individualmente.
Por esa razón consideraba “extraño” que en operaciones militares se presentaran
muertes grupales de milicianos, por lo que casos con esas características eran
indicativos de una simulación de combate en la que era probable que se hubiera
atacado, a lo sumo, a una banda delincuencial y se les hubiera hecho pasar como
integrantes de estas células guerrilleras517.

485. También en niveles más bajos de la jerarquía militar se caracterizó de esta forma
a los grupos clandestinos de las FARC-EP en el Huila. Por ejemplo, David Rodríguez
Triviño, SLP adscrito al BIPIG, expuso ante la JEP una pequeña variación en esta
caracterización. Aunque ratificó lo afirmado por otros comparecientes respecto a que
los integrantes de estas células no iban armados, sostuvo que sí contaban con elementos
que podían delatarlos, como radios518.

486. El ocultamiento de los miembros de estas agrupaciones en las comunidades


habría sido ratificado por el compareciente Julián Gallo, exintegrante del Secretariado
de las FARC-EP, quien indicó que las actividades milicianas implicaban mantener una
apariencia de normalidad, lo que constituía una enorme diferencia con los integrantes
de la guerrilla que se encontraban en la clandestinidad:

“(...) entonces ellos [los milicianos] de pronto podían tener mayor estabilidad. Pues porque estaban
viviendo como en una semilegalidad por decirlo así, tenían alguna actividad normal pública, algún
trabajo. En el caso nuestro no, nosotros estamos enteramente dedicados, digamos (…) a la
actividad conspirativa y en el caso de los milicianos el trabajo legal que tenían estaba asociado
también a labores de inteligencia, se les pedía que trabajaran de tal manera que pudieran ayudar.
No necesariamente, que bueno uno era taxista, otro era un obrero de la construcción, un

516 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Juan Carlos Rodríguez Agudelo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0449. Incluso fue enfático al afirmar la incongruencia presentada en bajas en combate que se
presentaban con armas cortas: “[…] la mayoría de las bajas que se presentan con arma corta, la mayoría, yo
pienso que, en un alto porcentaje, en un 85% - 90%, son falsas, porque era muy difícil cazar a los milicianos,
supremamente difícil cazar un miliciano de verdad”.
517Ibidem. Al respecto también dijo que “[…] ustedes tienen la oportunidad de hablar con los miembros de las

FARC y ver en su reglamento qué entrenamiento tiene un miliciano, un miliciano es una persona sagaz, una
persona inteligente, una personaliza lisa, en el argot popular una persona que ‘no da papaya’”.
518 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de David Rodríguez Triviño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0275:
“(…) PREGUNTADO ¿y [los milicianos] tienen algún tipo de radio? RESPONDIÓ si claro, ellos tienen, la gran
mayoría han caído por que ellos tienen, en mi tiempo que no había señal de celular se manejaban unos radios
de scanner (…)”.

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electricista, digamos, eso estaba muy independiente. Es como el de que llegara gente que tuviera
acceso a determinada información, era más o menos como la situación.”519 (negrillas agregadas)

487. A pesar del sentido que tiene que los integrantes de las milicias se camuflaran en
las comunidades que habitaban y, por tanto, que no portaran armamento, otros
comparecientes contradijeron este punto de vista, como se presentará a continuación.

4.3.4.2. Las milicias como células que portaban armamento.

488. Los comparecientes que caracterizaron a los integrantes de estas estructuras


como personas que portaban armas y con cierta vinculación con fenómenos
delincuenciales, fungieron como comandantes e integrantes del Estado Mayor de la
BR09 y de Plana Mayor de los batallones y como suboficiales con experiencia en el área
de operaciones. Un ejemplo fue Luis Armando Gómez Ruge, oficial B3 de la BR09 entre
2006 y 2007, que consideraba normal que en combates murieran personas que portaban
armas cortas, puesto que: “(…) casi todas las informaciones que nos llegaban eran de
milicianos que se desplazaban en pequeños grupos y con armas cortas, por eso no nos generaba
en determinado momento una alerta [que se dieran muertes en combate con este armamento],
porque lo que sí nos preocupaba era que sentíamos que estaban muchos milicianos en toda la
región con armas cortas (…)”.520

489. Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, excomandante de la BR09, expuso una variante
de esta segunda caracterización, cuando sugirió que los milicianos se encontraban en
campamentos en las cordilleras Oriental y Central y descendían hacia el centro del
departamento para realizar acciones en contra de la población civil (aunque no detalló
qué tipo de acciones llevaban a cabo, se podría pensar que esta operatividad se llevaría
a cabo portando algún tipo de armamento)521. Lo interesante de esta concepción del
trabajo de estas organizaciones, es que en poco se diferenciarían de los guerrilleros rasos
o de la operatividad de los grupos o escuadras guerrilleros (permanencia en
campamentos, actuaciones en el centro del departamento y retorno a zonas seguras en
las cordilleras).

490. En igual sentido, el excomandante del BIMAG, TC Marcos Evangelista Pinto


Lizarazo, expuso un aspecto que vinculaba a los integrantes de estas estructuras con el
conocimiento en el manejo de armamento de todo tipo. En su VV afirmó que el Frente
61 contaba con “(…) Milicias Bolivarianas que portaban armas cortas”, mientras que el
Frente 13 contaba con otras que estaban en capacidad de “encuadrillarse”522, es decir,

519 Expediente Caso No. 01 SRVR-JEP. Cuaderno Legali No. 3 (Versiones voluntarias y traslados). Versión
voluntaria individual de Julián Gallo Cubillos. 08/03/2019.
520 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
521 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557: “PREGUNTADO: ¿Y en el centro estaban milicias o quién? RESPONDIDO: Muchas
milicias bajaban hacer sus acciones. Estaban a 30-40 minutos del centro del Departamento”.
522 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.

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incorporarse a las filas de combatientes guerrilleros a voluntad y dependiendo de las


necesidades de las estructuras. En similar sentido se expresó el excomandante de la
BR09, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, cuando caracterizó a las milicias como
portadoras de armas cortas, pero con la capacidad de “[hacer] presencia y luego, presencia
esporádica y luego escondían las armas, tienen la capacidad y entrenamiento para pasar a las
estructuras armadas en cualquier momento”523.

491. Por otra parte, fue recurrente que los comparecientes vincularan a las milicias
con tareas que requerían del porte de armamento o de la amenaza del uso de armas.
Así, el entonces BG Lasprilla Villamizar al mencionar lo que encontró en jurisdicción
de la BR09 al llegar como comandante en 2006, sostuvo que estas estructuras
clandestinas estaban encargadas de labores de inteligencia “delictiva” y eran las
responsables del cobro de vacunas en el departamento524. Mientras que el TC Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo, mencionó el rol de estas organizaciones en la conducción
de acciones intimidatorias y extorsivas: “[…] cuando hablé del frente 13 y el frente 61 hablé
de que algunos de ellos andaban con armas cortas e intimidaban a la población civil, cobraban
vacunas, hacían extorsiones, incluso secuestros, y está el registro de eso”525.

492. La importancia de que los comparecientes referenciaran este tipo de tareas radica
en que la Sala ha establecido que una porción significativa de las operaciones militares
que desembocaron en asesinatos y desapariciones forzadas fueron presentadas
inicialmente como golpes en contra de organizaciones -milicianas o de delincuencia
común- dedicadas al cobro de vacunas y luego se logró establecer que la información
de inteligencia no era tal o que los hechos se habían desarrollado de manera diferente a
como se reportó y se hizo saber a la opinión pública.

493. El C3 Carlos Ariel Morales Romero, adscrito al BIMAG, también caracterizó a las
milicias de las FARC-EP como pequeños grupos no uniformados, aunque portadores
de armamento, y añadió un detalle significativo a su testimonio: esta particularidad
dificultaba la identificación de sus integrantes, ya que para las tropas desplegadas en
terreno era imposible llevar a cabo la individualización de los integrantes de estas
estructuras y, por tanto, eran los batallones los que proveían esa información. Sin
embargo, fue enfático en señalar que esa caracterización de las milicias les era provista
por la Plana Mayor del batallón:

“PREGUNTADO ¿era más complicado identificarlos [a los guerrilleros] en el Huila que en


Putumayo? RESPONDIDO por supuesto que sí doctor PREGUNTADO ¿por qué? ¿en el Putumayo
sí andaban con camuflados y todo o cómo? RESPONDIDO sí doctor, en el Putumayo sí, pues la
bajas que se daban en el Putumayo sí uno veía que eran bajas con armamento completo, con

523 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552. Estos dichos resultan significativos puesto que un miliciano sería un guerrillero en
espera de ser incorporado a las filas. Según se sabe, al menos formalmente, las milicias de las FARC-EP estaban
constituidas por personas de muy diversa índole y capacidad (ancianos, adolescentes, personas con
capacidades físicas disminuidas, políticos, etc.). Además, una fuerza militar no puede estar formada solamente
de combatientes y “combatientes en espera”, puesto que sus necesidades son muy variadas.
524 Ibidem.

525 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.

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camuflado, con todo PREGUNTADO ¿y los del Huila cómo eran? RESPONDIDO en el Huila, por
ejemplo, dimos un resultado en el, por los lados de, eso fue por los lados de Matanga para arriba,
allí se dio de baja a un comandante de la guerrilla, y ese muchacho estaba de civil, El Oso, le decían
El Oso, era un comandante de la guerrilla y ese muchacho estaba de civil y en varias fotos pues lo
mostraron con anterioridad en civil, compartiendo en una tienda, jugando billar y entonces a la
hora de ese muchacho de haber sido neutralizado estaba de civil, pero entonces estaba en su
campamento con la guerrilla PREGUNTADO pero digamos, si la guerrilla andaba en el Huila,
como usted me dice, vestida de civil, ¿cómo sabían ustedes quién era guerrillero y quién no?
RESPONDIDO por lo que a nosotros nos decían en el batallón, “tenga mucho cuidado porque aquí
las milicias andan de civil, los milicianos, los guerrilleros andan de civil” PREGUNTADO por eso,
pero entonces ¿usted cómo hacía para percatarse, “mire este es guerrillero y este no es guerrillero”?
RESPONDIDO es que uno no se da cuenta quien es guerrillero o no doctor, uno, yo no, como le
digo doctor, yo no puedo identificar quién es guerrillero y quién no es guerrillero, si está de civil
yo quedo, como el dicho, sin saber quién es, ¿sí me entiende?, simplemente le estoy diciendo doctor
que en Huila las guerrillas operan así, la guerrilla opera así, se camufla de civil dentro de la
población civil.526” (negrillas y subrayados agregados)

494. Justamente lo opuesto fue relatado por comparecientes como el MY Álvarez


Calderón o el CT Rodríguez Agudelo, quienes caracterizaron a las milicias como fuerza
desarmada, y además señalaron que parte importante de la información que servía de
sustento para la operatividad de los batallones provenía de información recogida por
los integrantes de las unidades fundamentales mientras se encontraban desplegados en
el área de operaciones, proceso que llamaban “inteligencia de combate”527.

495. La Sala contó con una versión que relacionaba a las milicias con el uso de armas
y la participación en hostilidades, aunque consideraba la posibilidad de que se
presentaran uniformadas de una forma particular. Esta versión la entregó el entonces
MY Ojeda Oliva, que le dijo a la JEP que supo que los integrantes de estas estructuras
llevaban un atuendo específico. La Sala ha establecido que en algunos de los casos de
asesinatos y desapariciones forzadas cometidas por integrantes del Ejército, a las
víctimas se les cambió la ropa por un atuendo como el descrito por el oficial:

“PREGUNTADO: y esos grupos pequeños que usted nos dice que eran de tres o cuatro ¿cómo
sabía uno que eran guerrilleros de las FARC? RESPONDIÓ: por los uniformes PREGUNTADO:
¿andaban con uniformes? RESPONDIÓ: por uniformes me refiero, […] ¿se acuerda esa época entre
2000 y 2010, que se denominaban los pisa suaves? que eran guerrilleros que se pintaban de negro
y se vestían de negro ese es un tipo de uniforme o de camuflaje, a eso me refiero con uniformes,
armamento de policía, uniformes negros y de civil […].”528

496. A manera de conclusión, puede decirse que las dos versiones de la

526 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0288.
527 Por ejemplo, el MY Álvarez Calderón en su VV dijo que casi toda la inteligencia que manejaba el batallón

provenía del acopio realizado por los soldados y suboficiales que se encontraban en el área de operaciones:
“(…) lo que sí, era que casi todas las informaciones de inteligencia venían de la inteligencia de combate o sea
no de la inteligencia que era producto de la sección de inteligencia sino lo que ellos recopilan y recaudan
cuando están haciendo controles militares en determinada área”.
528 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.

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caracterización de las milicias, antes que contradictorias, se articularon con la


presentación de RO falsos (como se podrá ver más adelante en las narraciones de los
casos ilustrativos), de la siguiente manera:

497. Por un lado, la Sala ha establecido que fue sistemática la implantación de


armamento corto a las víctimas señaladas como milicianos o colaboradores de la
guerrilla, como estrategia para dar credibilidad a la versión de la muerte en medio de
hostilidades529; por otra parte, frecuentemente las víctimas de asesinatos cometidos por
integrantes del Ejército en el Huila eran presentadas como participantes en combates o
respondiendo con armas a controles de los pelotones en el terreno.

498. El reporte que en su momento se realizó de esas muertes se ajustó a la


descripción que entregaron los comparecientes de las milicias como organizaciones
cuyos integrantes iban de civil, portaban armamento y contaban con entrenamiento
militar. También la versión adicional entregada por el entonces MY Ojeda Oliva se
relacionó con algunos hechos en los que a las víctimas se les obligó a vestir sudaderas
y buzos negros antes de ser asesinadas, y en los que se pretendió hacer pasar dicho
atuendo como propio de algunas tropas guerrilleras530.

499. Igualmente es relevante resaltar que la información con la que contaban las
unidades militares, tanto la brigada como los batallones, sobre las milicias era escasa y
provenía de los mismos pelotones que luego presentaban los reportes de muertes en
combate o de los informantes que participaban en esas operaciones para recibir algún
tipo de remuneración por la identificación de las personas que eran reportadas como
milicianos. Así mismo, llama la atención que ni los oficiales de inteligencia ni los
comandantes de las unidades hayan reparado en la cantidad de supuestos milicianos
que eran afectados por las operaciones de las unidades, frente al número de efectivos
que tendrían esas redes en el área de responsabilidad de la brigada. En esa misma línea
se tiene que las operaciones contra milicianos, que como señalaron tanto los
comparecientes como los integrantes de las FARC-EP, eran personal entrenado para
ciertas actividades armadas, no hubieran producido afectaciones a los integrantes de
los pelotones que realizaban operaciones en su contra, o que por lo general portaran
armas cortas y en mal estado de funcionamiento.

500. La predominancia de las milicias en el accionar guerrillero en el Huila favoreció


procesos de estigmatización de la población civil que se concretaron mediante
operaciones militares que incluyeron detenciones masivas y por medio de los procesos
de documentación y denuncias de asesinatos que estaban afectando a la población civil
que fueron emprendidos por organizaciones y comunidades, como se expondrá a
continuación. Como se verá en el apartado dedicado a los patrones de
macrocriminalidad, esta estigmatización de sectores de las poblaciones que habitaban
las jurisdicciones de los batallones de interés resultó funcional para la presentación de
asesinatos como resultados operacionales en los que se encuentran vinculados

529 En varios casos investigados por la Sala, los comparecientes reportaron que creían genuinamente que las
víctimas eran milicianos o colaboradores de la guerrilla y que aun así se encontraban desarmadas. Ver, por
ejemplo, la narrativa referente a Juan Cristóbal Alvarado, señalado como miliciano por un guía y a quién se le
implantó un arma corta que había sido incautada (y no reportada) en un operativo militar anterior.
530 Ver la narrativa de los hechos que condujeron al asesinato de Ever Urquina.

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integrantes del Ejército Nacional.

4.4. Denuncias de violaciones a los DDHH, detenciones masivas y estigmatización.

501. Pese a que se registran casos de muertes ilegítimamente presentadas como bajas
en combate en el departamento de Huila desde de la década de los ochenta 531 y que se
habían dado procesos de estigmatización sufridos por personas y colectividades con
anterioridad, la JEP encontró que se habían presentado denuncias de varios de los casos
que investiga la Sala por parte de las víctimas, las comunidades y las organizaciones, al
menos desde 2006. Aunque los comparecientes, sobre todo los altos mandos de las
unidades de interés negaron haber tenido conocimiento de estas quejas, por medio de
la documentación recaudada por la JEP se ha establecido que estas fueron múltiples,
que debieron haber servido de alertas a los comandantes de las unidades denunciadas
y que en al menos una ocasión fue dirigida directamente a un alto mando militar.
Algunas de las quejas recogidas para los años de interés por la justicia transicional,
fueron las siguientes:

Tabla No. 3. Quejas y denuncias recogidas por la JEP. 2005-2008532.

Fecha Suscrita por Dirigida a Contenido


3 de febrero Comité TC Orlando Se alertaba sobre la posible ejecución
de 2006 Internacional de la Pico Rivera, extrajudicial de dos personas -William José
Cruz Roja comandante Cunacué Medina y Neyid Tunja Cuchumbe-,
del BIPIG así como el intento de asesinato de Marco Fidel
Sambrano Pavas533.
31 de Aladino Ríos Unidad Denuncia de la víctima sobreviviente de los
octubre de Sánchez Nacional de hechos del 15 de agosto del 2007, el señor
2007 DDHH y DIH Aladino Ríos, en la que se señala a integrantes
de la FGN del BIMAG de ser responsables del asesinato
de Albeiro Hernández Cerón y del intento de
homicidio del denunciante534.
22 de Liborio Arias Personería Queja por el asesinato de su hermano José
noviembre Barrera Municipal de Agustín Barrera en noviembre de 2006 a manos
de 2007 Pitalito de integrantes del BIPIG535.
Diciembre Comunidad del A la opinión Firmado por integrantes de la comunidad y
de 2007 corregimiento La pública familiares de las víctimas Rubén Darío Garcés
Laguna de Pitalito Murcia (menor de edad) y José Alexander

531 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “Falsos positivos en el Huila:
rompiendo el silencio de la impunidad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del
Huila. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
532 La JEP tiene noticia de otras quejas que se instauraron ante las unidades militares involucradas, pero que se

dieron después del periodo que interesa a esta decisión. Por ejemplo, en marzo de 2009 la madre de Fernando
Figueroa, asesinado el 30 de julio de 2008 por tropas del Ejército Nacional, se dirigió a la oficina de DDHH del
BIMAG para mencionar las irregularidades que presentó el caso y solicitar que la “(…) hoja de vida de él quede
limpia, que la prensa dijo que él era extorsionista, pero así no es”. Radicado 200801684. Cuaderno 3. PDF 209.
533 Procuraduría General de la Nación. Observaciones a las versiones voluntarias. Anexo 2. Incorporado al

expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


534 Fiscalía 21 Seccional de Pitalito. Radicado 415516000597200701317. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


535 Fiscalía 115 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos. Radicado: 8478 Obtenido en

inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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Murcia, en hechos ocurridos el 21 de diciembre


de 2007 en acciones desarrolladas por
integrantes del Bimag536.
17 de julio Comerciantes y Presidencia de Informan sobre el asesinato de Ángel María
de 2008 trabajadores de la la República Petevi Satiaca, Franklin Eidelver Satiaca
plaza de mercado Muñoz y Jhon Wilmer Satiaca Muñoz -padre e
de Pitalito hijos- el 12 de julio de 2008 y se da cuenta de la
“inconformidad y preocupación porque
personas honradas y trabajadoras se saquen
con engaños de sus casas para luego
matarlas”537.

502. El trabajo de documentación de las ejecuciones extrajudiciales en el Huila inició


con el proceso adelantado por el Observatorio Sur Colombiano de Derechos Humanos,
Paz y Territorio (OBSURDH) en el 2007538. Este trabajo de documentación incluyó su
acompañamiento a misiones de verificación de organismos internacionales tales como
la Oficina del Alto Comisionado de los de los Derechos Humanos (OACNUDH) y la
Oficina Regional de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Desde

536 En dicho comunicado se lee: “Los aquí firmantes, todos vecinos del corregimiento La Laguna de Pitalito,
presentamos nuestra voz de protesta por el vil asesinato de que fueron víctimas los jóvenes campesinos Rubén
Darío Garcés Murcia y José Alexander Murcia Figueroa, a manos de miembros del Ejército, en horas de la
mañana del pasado viernes 21 de diciembre, en la vereda Florida, corregimiento La Laguna de Pitalito, cuando
se dirigían a trabajar a la finca del Señor Vladimir Triana. Rechazamos en forma absoluta la versión del ejército
en el sentido de que se trata de atracadores, pues contrario a lo manifestado por el ejército, sabemos y nos
consta que se trata de jóvenes trabajadores, vecinos y por ende ampliamente conocidos en la vereda. No es la
primera vez que estos crímenes se cometen contra ciudadanos indefensos, se ha convertido en costumbre que
la fuerza pública asesinen (sic) campesinos para mostrar positivos y les coloquen armas para justificarlo. Por
lo anterior pedimos a las autoridades se hagan las investigaciones respectivas a fin de evitar que este caso que
en la impunidad y los campesinos continuemos siendo víctimas”. Como se puede ver, ya desde finales de 2007
las comunidades conocen sobre la implantación de armas a las víctimas y la lógica detrás de los asesinatos (la
producción de RO), ya en 2007. Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe
“De la impunidad a la verdad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila.
Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
537 Fiscalía 76 Especializada Unidad de Derechos Humanos y DIH de Neiva. Radicado 415516000597200801557.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
538El primer informe de ejecuciones extrajudiciales 2007-2008 del Obsurdh se hizo público en octubre de 2008

con información registrada hasta septiembre del mismo año. Posteriormente, se publicó una actualización del
informe con corte a noviembre de 2008 que se hizo público en el mes de diciembre de 2008. En ese primer
informe se denunció que entre 2007 y 2008 se habían presentado en el departamento 54 casos que dejaron 104
víctimas. En el 2007 se registraron 37 casos con 66 víctimas distribuidas en varios municipios: en Pitalito, 11
casos con 21 víctimas; en Garzón, siete casos, 14 víctimas; en Gigante, dos casos, ocho víctimas; en Acevedo,
tres casos, cinco víctimas; en San Agustín, La Plata, Isnos, Tello y Palermo un caso con dos víctimas cada uno;
y en Agrado, La Argentina, Neiva, Íquira y Algeciras, un caso con una víctima cada uno. En 2008, entre tanto,
se presentaron 17 casos con 38 víctimas: en Pitalito, cuatro casos con nueve víctimas; en Acevedo, cuatro casos,
nueve víctimas; en Campoalegre, un caso, cuatro víctimas; La Plata, Isnos y Colombia, un caso con tres víctimas
cada uno; en Suaza, un caso con dos víctimas y en Íquira, San Agustín y Algeciras, un caso con una víctima
cada uno. En ese documento el Observatorio señaló que los casos ocurrieron por abuso de autoridad, la
persecución política y la intolerancia social: “Las víctimas de esta perversa manera de acabar con la vida son
en su mayoría campesinos, líderes comunales, indigentes, drogadictos, personas con antecedentes penales,
indígenas, humildes trabajadores; todas inermes víctimas revictimizadas, que para sus victimarios solo
significan los 10 o 15 días de permiso y/o el millón de pesos que se paga al que logra presentar un “positivo”,
aunque sea falso”. Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe sobre
ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235

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el 2007, el OBSURDH remitió sus informes a los organismos de derechos humanos, a


las autoridades locales como las alcaldías y personerías y a los medios de
comunicación539.

503. El trabajo de denuncias individuales, colectivas y públicas, así como el proceso


de documentación de las ejecuciones extrajudiciales dieron lugar a una reacción
institucional que optó por la negación y la estigmatización540. Prueba de esta posición
es el oficio del comandante de la BR09, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, fechado el
23 de octubre del 2007 y dirigido a los comandantes de todas las unidades que
conformaban la brigada en el que se afirma que “los grupos terroristas, especialmente las
FARC, constantemente vienen instaurando denuncias ante la Corte Penal Internacional,
Fiscalías o Defensorías del Pueblo de la violación de los derechos humanos por parte de la Fuerza
Pública o Ejército, siendo cuestionados a nivel internacional”541. Con fundamento en dicha
afirmación, se ordena a los comandantes hacer seguimiento a las investigaciones y
servirse de los “reinsertados” para que “aporten a los procesos e investigaciones” (negrillas
agregadas)542.

504. Otra prueba de esta reacción fue el comunicado suscrito por el comandante de
la BR09 en 2008, CR William Fernando Pérez Laiseca, el 8 de diciembre de 2008, en el
que señaló al OBSURDH de “empañar el nombre del Ejército Nacional” toda vez que
“de forma temeraria [acusa] al Ejército […] deshonrando el buen nombre de la institución sin
fundamento alguno […]”, a pesar de que el escándalo de las ejecuciones extrajudiciales
ya se había desatado casi tres meses antes, es decir, el llamado “caso de Soacha”. Dicho
comunicado dio lugar a una carta suscrita por el Observatorio, del 6 de enero de 2009,
y dirigida al Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, en la que defiende su
proceso de documentación y advierte el peligro que traía consigo los señalamientos
hechos por el CR543.

505. Antes de los procesos de estigmatización a los que se exponía la población civil
y defensores de DDHH debido a sus denuncias realizadas contra el Ejército Nacional,
se habían presentado dinámicas similares mediante las detenciones masivas que se
dieron en el marco de la ofensiva estatal contra las guerrillas en el departamento. Por
ejemplo, la Defensoría del Pueblo en Informe de Riesgo de noviembre de 2004 mencionó
que la operación Aurora, implementada por el Ejército Nacional, había generado
detenciones masivas de pobladores de Algeciras que luego fueron dejados en libertad,
pero a los que se estigmatizó por haber sido detenidos544. También la MOE referenció el
aumento de capturas masivas desde 2001, y las relacionó con el incremento en los

539 De ello da cuenta, por ejemplo, el reportaje de Caracol Radio del 16 de noviembre del 2008.
540 Entre otros, ver: “La guerra invisible: Los Derechos Humanos como arma de guerra y lucrativo negocio”,
Revista Fuerzas Armadas, Edición 218, junio de 2011.
541 Inspección judicial a los archivos de la BR09.

542 De manera específica se indica: “…se requiere a las secciones jurídicas y segundas verifiquen todos los

procesos donde el personal de reinsertados o terceros puedan declarar contra el personal muerto en combate
o capturado en las diferentes operaciones […] a partir de la fecha, cada vez que hayan muertos en combate o
capturados se debe utilizar el personal de reinsertados para identificar plenamente al terrorista”.
543 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Complemento del informe no. 2.

Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


544 Defensoría del Pueblo. “Informe de Riesgo No. 077-04”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso

Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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desplazamientos forzosos. Para 2003, las capturas masivas mostraron su pico, con “más
de 300 casos en el contexto de operaciones militares como Aurora, Margareth y Reflejo”545. Así
mismo, la MOE, citando un editorial del diario La Nación de julio de 2005, mencionó
que para producir estas capturas masivas la Fiscalía contó con la colaboración de
reinsertados informantes y que violó la presunción de inocencia.

506. Según se sabe, estas detenciones masivas tuvieron como blancos principales a
personas señaladas de ser colaboradores de las FARC-EP, entre los que se encontraban
civiles, campesinos, jóvenes, indígenas, y desertores de grupos armados acogidos al
programa de reinserción del Ministerio de Interior y de Justicia546. Por otro lado, la
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición
(CEV) estimó que solo en la operación Aurora en 2004 en Algeciras, se detuvo al menos
a 110 ciudadanos sin previa orden judicial547.

507. Estas detenciones y la suspensión de derechos que acarreaba se daban en el


marco de dinámicas de estigmatización del campesinado al interior del Ejército
Nacional, que se presentaban desde tiempo atrás. La misma CEV afirmó que mucho
antes de estas operaciones el campesinado era relacionado con grupos guerrilleros y
por tanto era víctima de acciones contrainsurgentes y “visto con sospecha”. De hecho, en
el testimonio entregado a la Comisión por un militar se dijo que:

“Había una relación entre el campesino y las guerrillas (...) y lo que nos decían era que el
campesino o era guerrillero o tenía familia en la guerrilla o ayudaba a la guerrilla. (...) Y si el
campesino estaba vinculado con las organizaciones que buscaban reforma agraria, (...) de por sí
era mal visto, y si estaba ligado a las organizaciones terroristas, (...) los veíamos como enemigos.
En ese entonces había ciertas zonas marcadas –Santander, por ejemplo, Caquetá, Huila–. (...) Los
campesinos en esas zonas nos decían que eran auxiliadores de la guerrilla. (...) Yo me encontraba
un campesino en El Guayabero y no lo veía como un campesino: lo veía como un informante de la
guerrilla548. (negrillas agregadas)

508. Aunque estas detenciones se planteaban como un instrumento importante en la


lucha contra las guerrillas, sus resultados fueron exiguos. Según el análisis del grupo
de investigación Socio-Jurídica DIKEIUS, de 365 casos de personas detenidas en el
departamento entre 2001 y 2005, solo a un 2% de los capturados se le probó alguna
participación en delitos en contra de la seguridad pública. El 98% restante recuperaron
su libertad al no encontrarse fundamento suficiente para la privación de la misma549.

545 Misión de Observación Electoral; Corporación Nuevo Arco Iris. Incorporado al expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235..
546 Bobadilla Moreno, Jesús Ángel. 2007. “Captura Masivas, Estrategia Ineficaz e Irrazonable Aplicada en la
Política de Seguridad Democrática”. Páginas.47 y 48.
547 “En la operación Aurora, llevada a cabo entre el 27 y 28 de marzo de 2004 en el municipio de Algeciras,

Huila, el Ejército hizo presencia y acordonó el municipio para llevar a cabo el operativo. Los medios de
comunicación validaron la información del Ejército cuando la operación no había concluido y afirmaron que
se habían capturado, por lo menos, a 65 auxiliadores de la guerrilla. Sin embargo, a pesar de lo dicho por los
medios, las cifras son otras, pues la operación dejó un saldo de al menos 110 capturados”. Comisión de la
Verdad. 2022. “Hasta la Guerra Tiene Límites”. En: https://www.comisiondelaverdad.co/etiquetas/seguridad-
democratica.
548 Ibidem.

549 Bobadilla Moreno, Jesús Ángel. 2007. “Captura Masivas, Estrategia Ineficaz e Irrazonable Aplicada en la

Política de Seguridad Democrática”. Página 54.

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509. La Sala ha determinado que en una porción significativa de asesinatos y


desapariciones forzadas cometidos por integrantes del Ejército Nacional en el Huila las
víctimas fueron señaladas previamente como integrantes o colaboradores de las FARC-
EP. Así mismo, considera que la aparición de este tipo específico de victimizaciones se
vio favorecida por la relación de los elementos y dinámicas expuestos en este
subcapítulo, como fueron las operaciones militares y judiciales que capturaron sin
sustento a centenares de ciudadanos de zonas que habían estado bajo control guerrillero
en el Huila; por una cultura al interior de las fuerzas militares que identificaba al
campesinado con el enemigo y por una respuesta inadecuada a los legítimos reclamos
de la población civil de parte de los altos mandos militares.

510. Así mismo, las quejas y las denuncias que individuos, comunidades y
organizaciones hicieron públicas en los años más críticos de las victimizaciones de las
que trata la presente decisión, debilitan las expresiones de los altos mandos militares
que han comparecido ante la JEP en el sentido de que no había forma de conocer sobre
acciones ilícitas de las tropas en terreno. En cambio, y como es evidente en la Tabla 3
“Quejas y denuncias recogidas por la JEP. 2005-2008” las comunidades alzaron su voz
sin que los altos mandos de la BR09, del BIMAG y el BIPIG tuvieran una respuesta más
allá de la defensa a ultranza de la institución castrense y de la estigmatización de las
labores de denuncia, adscribiéndolas a la denominada “guerra jurídica”.

5. Conclusiones sobre la dinámica del contexto y su impacto en la victimización por


parte de la Fuerza Pública en el Huila entre 2005 y 2008.

511. En este apartado se analizaron elementos del contexto en el que se presentaron


asesinatos y desapariciones cometidos por integrantes del BIMAG y el BIPIG en el
Huila. Estos incluyeron desde aspectos relacionados con el conflicto armado en el
departamento y las variaciones que experimentó a lo largo del tiempo, como detalles
en torno a la forma de operar de la guerrilla en el Huila y las estrategias diseñadas por
el Ejército Nacional para responder a esta. Estos aspectos, de una manera u otra, se
relacionaron con el fenómeno de las MIPBC que investiga la Sala para este subcaso en
particular.

512. Como se vio a lo largo del capítulo, aunque las FARC-EP mantuvieron cierta
operatividad en el centro y sur del departamento, la ubicación de estructuras
guerrilleras en sus retaguardias se mantuvo entre 2005 y 2008. Durante esos años
aumentaron los incentivos y las presiones ejercidas desde los altos mandos para la
presentación de resultados operativos (bajas), aunque las unidades militares, sobre todo
el BIMAG y el BIPIG, estaban actuando en un contexto de presencia guerrillera muy
disminuida, tanto en zonas campamentarias como por medio de milicias urbanas.

513. Los comparecientes ante la JEP, sobre todo los comandantes de batallones y de
la BR09, entregaron una imagen crítica de la situación de orden público departamental
que les permitió justificar los resultados operacionales de bajas en las unidades militares
adscritas a la BR09, aunque la mayoría de los demás versionados -sobre todo los
soldados profesionales y algunos suboficiales- los contradijeron, describiendo un
contexto en el que se presentaban algunas amenazas ocasionalmente, pero insistiendo
en que la mayor parte de las jurisdicciones se encontraba bajo control del Ejército

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Nacional y no representaba zozobra alguna para las tropas.

514. De hecho, incluso los altos mandos de las unidades militares de interés
reconocieron que la presencia de las FARC-EP (las llamadas “zonas campamentarias”) se
daba sobre todo en las partes altas de las cordilleras Central y Oriental, en límites con
Cauca y Caquetá, respectivamente. Algunos comparecientes indicaron que la
operatividad del Ejército Nacional -y sobre todo las del BIMAG y el BIPIG- se concentró
en ejercer control militar de área en zonas en las éste estaba relativamente consolidado,
sin actuar en las zonas altas, apartadas y limítrofes de las jurisdicciones, en las que aún
existía la posibilidad de entablar combates reales con las estructuras guerrilleras.

515. Estas características de la operatividad del Ejército Nacional también se


relacionaron con los asesinatos y desapariciones forzadas atribuidas a las unidades
militares investigadas, puesto que una porción significativa de crímenes ocurrió en
lugares en los que la operatividad de las FARC-EP era mínima o nula, cerca de centros
poblados y carreteras, es decir, en la zona central del Departamento.

516. Los comparecientes también indicaron que, debido al éxito de la ofensiva estatal,
las FARC-EP modificaron su accionar para empezar a emplear grupos pequeños de
combatientes -llamados Unidades Tácticas de Combate- y milicias que les permitieran
mantener alguna operatividad en zonas del Huila en las que el Estado estaba haciendo
mayor presencia. El BIMAG, el BIPIG y la AFEUR 11 se adaptaron a la ausencia de
enemigo y a la nueva forma de operar de la guerrilla, presuntamente atacando a las
células de milicias y a grupos delincuenciales con actividades criminales en sus
jurisdicciones. La magistratura ha determinado que estas características del ambiente
operacional del Huila fueron funcionales a la presentación de resultados operativos
falsos mediante el asesinato y la desaparición forzada de civiles sin ningún vínculo con
el conflicto armado y en estado de indefensión, que eran presentados como miembros
de ese tipo de organizaciones criminales.

517. La justicia transicional también ha contrastado la existencia de discrepancias en


la documentación operacional que trataba aspectos referentes a las milicias con
presencia en las jurisdicciones de las unidades militares de interés, ya que parecía
mostrar dos fenómenos contrapuestos: por un lado, la amenaza constante para el orden
público departamental que representaban estas estructuras, y al tiempo un pequeño
tamaño y una ubicación circunscrita a zonas muy limitadas, en ocasiones por fuera del
departamento. Así mismo, se reportaba un escaso efecto en la conformación del orden
de batalla de estas agrupaciones, aunque paralelamente se presentaban de manera
continua muertes de supuestos milicianos en combate como resultados operacionales.

518. Pero también desde los conceptos que emplearon las FARC-EP para organizar a
sus milicias se percibió una discrepancia con lo afirmado por los comparecientes:
mientras la organización guerrillera le delegaba a estas estructuras importantes
responsabilidades políticas -aunque también algunos roles en aspectos militares-, los
comparecientes escasamente le otorgaron a su operatividad alguna labor de este tipo.
En cambio, se concentraron en las tareas referentes a la financiación de la guerrilla y en
la consolidación del poder guerrillero o el ataque directo a civiles y a tropas del Ejército
Nacional.

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519. Los comparecientes también mencionaron estructuras que llamaron comisiones o


milicias de finanzas que no se hallaron en la documentación que regía y organizaba a
estas estructuras clandestinas al interior de las FARC-EP ni en la bibliografía
especializada consultada para la construcción del presente apartado. Tampoco en la
documentación de las FARC-EP se hallaron menciones a este tipo de estructuras
dedicadas exclusivamente a la consecución de recursos. Sin embargo, en el Auto 01 de
2023 de la Sala de Reconocimiento se refiere la existencia de una Comisión compuesta
por milicianos dedicada exclusivamente a obtener recursos económicos para el CCC: la
Comisión Financiera Manuelita Sáenz. Según la decisión esta buscaba “centralizar las
finanzas” de la estructura -y por tanto, se movía por los diferentes Frentes del Comando-
y se encargaba de recoger el dinero producto de las extorsiones y secuestros a sectores
productivos en el sur de Tolima y Norte del Huila550.

520. Todo indica que entre los años 2005 y 2008 en el departamento del Huila se
presentaban de manera recurrente extorsiones a empresas y personas, de las que no se
podía determinar si eran provocadas por la guerrilla o por la delincuencia común,
debido a que estos actores buscaban camuflarse mutuamente. Algunos comparecientes
también mencionaron que las FARC-EP, ante la crisis que vivían producto de la
ofensiva militar del Estado, habían tercerizado algunas de sus actividades relacionadas
con el secuestro y el cobro de extorsiones.

521. Este rasgo de la situación de seguridad en el centro y sur del departamento


también se usó para encubrir asesinatos y desapariciones forzadas de civiles como
resultados operativos producto de combates. Fue frecuente que en los informes de
inteligencia que sustentaban las acciones de las unidades militares investigadas y en los
informes de operaciones que reportaban los resultados obtenidos por las tropas, se
identificara a civiles asesinados en estado de indefensión como extorsionistas
pertenecientes o a las milicias o a grupos delincuenciales.

522. Así mismo, las formas en las que los comparecientes describieron la operatividad
y las características de las milicias se articularon con la presentación de resultados
operativos falsos. Al respecto fue frecuente que algunos versionados les atribuyeran a
los integrantes de estas estructuras entrenamiento militar, porte de armamento,
capacidad de vincularse a los frentes guerrilleros, atuendos de civil, capacidad para
ocultarse en las comunidades y participación en actividades extorsivas. Estos aspectos
se usaron para justificar muertes en combate que la Sala ha determinado que fueron en
realidad asesinatos de civiles ajenos al conflicto armado. Los integrantes del Ejército
Nacional que participaron en estas victimizaciones intentaron ajustar lo que sabían de
estas organizaciones criminales, con la imagen que presentaban en la documentación
posterior a los hechos.

523. Además, esa operatividad en contra de las milicias parecía tener escasos efectos
en dos aspectos: primero, en las acciones de estas organizaciones clandestinas ya que a
pesar de que continuamente los batallones del sur y centro del departamento
reportaban presuntas acciones que provocaban muertes de los integrantes de las

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.
550

Página: 60 y 95.

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milicias, estas parecían mantener inmodificable su operatividad básica (que les


implicaba perder personal vinculado a la organización guerrillera); y segundo, y como
se afirmó, en la documentación operacional se reportaban escasos resultados en contra
de los milicianos individualizados.

524. Aunado a lo anterior, las quejas de los pobladores y de las organizaciones


defensoras de los derechos humanos en torno a asesinatos de civiles que se estaban
presentando como guerrilleros o delincuentes, la implementación de operaciones
militares y de seguridad que habían provocado detenciones masivas y la
predominancia de las milicias en el accionar de las FARC-EP en el Huila, favorecieron
procesos de estigmatización de la población civil. Como se verá en el apartado dedicado
a los patrones de macrocriminalidad, esta estigmatización de sectores de las
poblaciones que habitaban las jurisdicciones de los batallones de interés también resultó
útil para la presentación de asesinatos como resultados operacionales en los que se
encuentran vinculadas las unidades militares adscritas a la BR09.

C. HECHOS DETERMINADOS Y PATRONES DE MACROCRIMINALIDAD

525. En esta sección la Sala de Reconocimiento describe las características de los hechos
en los que se presentaron los asesinatos y las desapariciones forzadas de integrantes de la
población civil por parte de militares adscritos a las unidades tácticas de la Novena
Brigada, en particular del Batallón de Infantería no, 26 “Cacique Pigoanza”, el Batallón de
Infantería no. 27 “Magdalena” y la Agrupación de Fuerzas Especiales No. 11 (AFEUR).

526. La Sala ha encontrado que la forma como ocurrieron los hechos victimizantes y
las características del ataque a la población civil obedecieron a una confluencia de
factores. El afán de obtener beneficios personales y profesionales, el ambiente de
presión por resultados y dentro de estos el especial valor que era conferido al reporte
de muertes en combate, la estigmatización de la población en regiones en las que las
FARC-EP buscó establecer control o áreas de influencia, el aprovechamiento de
circunstancias que evidenciaban desprotección de ciertas personas, la laxitud de los
controles intra e interinstitucionales y el discurso que calificaba como “guerra jurídica”
las denuncias de violaciones a los derechos humanos, fueron los pilares en los que se
soportó la práctica de atentar contra personas que no participaban en el conflicto
armado y pretender mostrar sus cuerpos como resultados exitosos de la política de
seguridad, aunque para ello se tuviera que asegurar su desaparición, impedir su
búsqueda y desviar recursos públicos para el ocultamiento de los hechos.

527. Esta decisión se concentra, de acuerdo con lo establecido en el Auto 033 de la Sala
de Reconocimiento y lo desarrollado en párrafos precedentes, en los hechos perpetrados
por integrantes de las unidades referidas en el periodo comprendido entre enero de 2005 y
diciembre 2008, para ilustrar cómo el fenómeno tuvo lugar en el Departamento del Huila.

528. Si bien este marco temporal es utilizado para ilustrar y esclarecer la ocurrencia de

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estos hechos e identificar a los máximos responsables, la Sala analiza la totalidad de la


información, piezas procesales, informes y otros elementos allegados al subcaso Huila en
el ejercicio de determinación fáctica. Por ello puede afirmarse que los patrones
identificados reflejan modalidades de comisión de los crímenes que también tuvieron lugar
en hechos ocurridos antes del periodo priorizado.

529. Como se describirá más adelante, también es posible afirmar que aunque se
identificó la existencia de tres patrones macrocriminales en la victimización que ocurrió en
el Departamento del Huila, estos ocurrieron simultáneamente, pues los perpetradores se
valían del medio que les resultara más conveniente cuando necesitaban mostrar resultados;
a diferencia de otros subcasos en los que la Sala ha determinado que hubo variaciones
temporales en las prácticas criminales.551 Tal singularidad se explica en la inexistencia de
grupos paramilitares en el Huila en el período priorizado.

530. Los patrones macrocriminales identificados por la Sala en los hechos que
involucran la responsabilidad de integrantes del Ejército Nacional en asesinatos y
desapariciones forzadas se caracterizan así: el primero por el ataque a personas de la
región estigmatizadas por prejuicio insurgente como integrantes o colaboradoras de
la guerrilla; el segundo por el ataque a personas ajenas al territorio, y posterior
desaparición forzada, valiéndose para su identificación, retención o traslado al lugar
donde serían asesinados de diferentes circunstancias de vulnerabilidad como el
desarraigo, el consumo problemático de sustancias psicoactivas; el tercero por la
realización de operaciones que formalmente eran dirigidas contra la delincuencia
común y/o milicianos, en contravía de los lineamientos del DIH, del DIDH y de la
doctrina militar respecto del planeamiento y desarrollo de operaciones ofensivas.

531. En este punto es necesario señalar que en los tres patrones se evidenció la
comisión no solo de atentados contra la vida y la integridad personal (homicidios y
tentativa de homicidios) sino también la sustracción de personas seguida de
comportamientos encaminados a ocultar su paradero para sustraerlas del amparo de la
ley (desaparición forzada). La Sala determinó que esto ocurrió en 32 oportunidades
entre 2005 y 2008.

532. Las treinta y dos víctimas fueron privadas de su libertad, bien sea porque se les
retuvo por la fuerza o porque fueron atraídas mediando engaños y reportadas en los
documentos operacionales posteriores a la operación como personas no identificadas
que pertenecían a grupos armados o delincuenciales que se enfrentaron con integrantes
del Ejército Nacional. Sin embargo, de la contrastación de las piezas procesales se pudo
establecer que tanto la aprehensión de las víctimas como el reporte que se hizo de sus
muertes buscó ponerlas por fuera de la protección del Estado y hacer imposible su
identificación, para con ello garantizar la impunidad de los perpetradores.

533. Con este fin se acudió a la destrucción de los documentos de identificación que

V. gr. Subcaso Catatumbo, Subcaso Antioquia, Caso conjunto sobre el Cementerio las Mercedes de Dabeiba,
551

Antioquia.

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ellas portaban, a la manipulación de los cuerpos haciéndoles cambiar sus vestimentas


por prendas características del grupo armado o delincuencial del que se reportaría y
entregando sus cuerpos sin datos aptos para la identificación en los centros poblados
más próximos a los lugares donde se producían las muertes.

534. En la siguiente tabla se incluyen los nombres de las víctimas que entre el año
2005 y el año 2008 fueron objeto de desaparición forzada por parte de integrantes del
BIPIG, BIMAG y AFEUR 11, al ser presentadas como miembros de organizaciones
criminales muertas en operaciones militares. La Sala encontró que se presentó este
crimen de lesa humanidad con 32 personas, 11 de ellas correspondientes al primer
patrón macrocriminal552, 9 al segundo553 y 12 al tercero554.

Tabla No. 4. Víctimas de desaparición forzada por unidad militar en el periodo


priorizado.

Previa
Nombre de la Destrucción de Manipulación
Fecha Unidad Patrón identificación
Víctima documentos del cuerpo
de la víctima

Nidio Perdomo
25.12.2005 BIPIG X
Triviño
Benedicto Murillo
BIPIG X
Asprilla 28.01.2006
José Néstor Rivera
BIPIG X
Gutiérrez 17.03.2006
Ovidio Ortiz
06.01.2007 BIPIG X X
Sepúlveda
Ángel María
Petevi Satiaca
Franklin Eidelber Señalamiento
Satiaca Muñoz grupo armado
AFEUR
12.07.2008 X
Jhon Vilmer 11
Satiaca Muñoz
Osmidio Flor
Ortiz
Carlos Arturo
14.04.2008 BIMAG X
Bustos López
Jorge Luis López
11.07.2006 BIPIG X X
Ortiz
Arley Vega 21.05.2007 BIPIG X
Álvaro Hernando
Ramirez Falla
Víctima en
Juan Diego
18.07.2008 BIMAG condición de X X
Martínez Peña
vulnerabilidad
Miller Andres
Blandón Alvarez

552 1 víctima del BIMAG, 6 del BIPIG y 4 de AFEUR 11.


553 8 víctimas del BIMAG y 1 de AFEUR 11.
554 7 víctimas del BIMAG y 5 del BIPIG.

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Alber Augusto
Liscano Cedeño
15.02.2008 BIMAG X
Juan Perdomo
Claros
Carlos Mauricio
Duque Pastrana 29.06.2008 BIMAG X
PNI
José Gregorio
18.11.2006 BIMAG X
Cárcamo Vargas
Juan Carlos AFEUR
01.02.2008 X X
Aguirre Macías 11
Ever Urquina
17.01.2008 BIMAG X X X
Rojas
Carlos Mauricio
Suárez Monje
José Adelmo
11.09.2008 BIPIG X
Pillimué Caldón
William Tovar
Quiza
Albeiro
15.08.2007 BIMAG X X
Hernández Cerón
Dagoberto Charry
Señalamiento
Osorio
delincuencia
Fredy Castillo
común
Arcila
Jaime Alberto
05.03.2007 BIMAG X
Rodríguez Amaya
Jesús Alfredo
Bermúdez Acosta
Oscar Javier
Moreno Urazán
Ever Huelgos
05.10.2006 BIPIG X
Vargas
Jairo Falla
Calderón

535. A continuación se incluye una gráfica que presenta el número de víctimas del
crimen de desaparición forzada en hechos cometidos por el BIPIG, BIMAG y AFEUR
11 para cada uno de los años priorizados por la Sala. De ella se advierte que las tres
unidades se valieron de este tipo de victimización para garantizar la impunidad de las
tropas. Este tipo de hechos destacados iniciaron con el BIPIG en el año 2005 y fueron
replicados en los años posteriores por integrantes de las otras dos unidades analizadas,
con un incremento constante en los casos con características como las recogidas en la
Tabla No. 4 y que serán descritas en detalle más adelante.

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Gráfica 15. Número de víctimas de desaparición forzada


(año y unidad)
18
16
14 5

12
10 3

8
2
6
4 9
5 6
2
0 1 1
2005 2006 2007 2008

BIMAG BIPIG AFEUR 11

536. La Sala cuenta con bases suficientes para entender que entre 2005 y 2008
integrantes del BIPIG, BIMAG, AFEUR y de la Novena Brigada, con la participación de
civiles y valiéndose del contexto de permisividad institucional atentaron contra la vida
de doscientas ocho (208) personas, asesinando a doscientas (200) y provocando graves
lesiones a cinco (5) de ellas. La muerte de esas personas fue reportada falsamente como
ocurrida en combate en ciento ocho (108) casos. Los hechos investigados por la sala dan
cuenta de la desaparición forzada de treinta y dos (32) personas en dieciocho (18)
operaciones militares. Esta información se georreferenció incluyendo la información
sobre vías principales y sobre áreas campamentarias de las FARC-EP (ver mapa 21).

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Mapa No. 21. Muertes en combate cuestionadas de unidades tácticas de la BR09


2005 – 2008, áreas campamentarias de la FARC-EP 2004-2008

537. Luego de contrastar los informes, las versiones y demás elementos del acervo
probatorio y de conformidad con la posición que previamente ha expresado la Sala de
Reconocimiento en el Caso 03555, se ha determinado que la repetición de estas conductas,

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB-D-055
555

de 2022.

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ejecutadas de manera sistemática, se expresó en tres patrones de macrocriminalidad556


consistentes en el asesinato y posterior presentación de personas como muertas en
falsos combates, en el contexto de una política nacional de presión por resultados
operacionales, entendidos exclusivamente como bajas en combate.

538. Así mismo, y en concordancia con la determinación de hechos que ha realizado


la Sala en anteriores oportunidades557, se pueden identificar características o elementos
estructurales del patrón macrocriminal general de asesinatos y desapariciones forzadas
cometidas por integrantes de la Fuerza Pública para ser presentadas de manera
fraudulenta como muertas en desarrollo de confrontaciones armadas, con el que se
perseguía la obtención de diversos beneficios personales, profesionales y de
legitimación de la Fuerza Pública ante la sociedad, a través de la proyección de una
imagen de fortaleza, operatividad y éxito en la derrota de los grupos armados al margen
de la ley.

539. Como se evidenciará más adelante por medio de la descripción de los casos
ilustrativos identificados por la Sala, las características de los hechos descritas en los
párrafos precedentes se observan, de forma reiterada y uniforme, en los asesinatos y
desapariciones forzadas cometidas por integrantes de la Novena Brigada.

1. Síntesis del patrón macrocriminal general de asesinato y posterior presentación


de personas como muertas en falsos combates.

540. Como lo señala el artículo 217 de la Constitución Política, la fuerza Pública tiene
cuatro finalidades primordiales: la defensa de (i) la soberanía, (ii) la independencia, (iii)
la integridad del territorio y (iv) el orden constitucional. Según ha dicho la Corte
Constitucional, el ejercicio de estas funciones debe respetar los derroteros
constitucionales: “Las Fuerzas Militares encuentran su sustento y su razón de ser en una Carta
Política que constituye una República democrática, participativa, pluriétnica y multicultural,
fundada en el respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales que de ella se derivan,
así como el respeto al ambiente y la naturaleza en general”558.

541. En este sentido, incluso ante la difícil tarea de mantener el orden público en un

556 El presente auto entiende patrón de macrocriminalidad como “la repetición no accidental de una conducta
delictiva similar en cuanto a sus finalidades, modo de comisión, y características de las víctimas”, de acuerdo con lo
establecido previamente en el Auto 19 de 2021. Asimismo, siguiendo lo dispuesto en los autos 125 y 128 de 2021 de
esta misma Sala, de acuerdo con lo establecido en el Decreto 1069 de 2015, Decreto Único Reglamentario del Sector
Justicia, artículo 2.2.5.1.2.2.3., dicha repetición de las conductas delictivas implica prácticas, modos de actuación en
un tiempo y espacio definido, de los cuales se derivan políticas y planes criminales. Asimismo, estas providencias
resaltan que el abordaje de patrones implica análisis de carácter cuantitativo y cualitativo que permiten la
identificación de máximos responsables, a través de los roles. Así, el auto 128 de 2021 sintetiza los siguientes
elementos básicos de los patrones: “i) las prácticas y características comunes, ii) su naturaleza reiterada, sistemática
o generalizada, y iii) la existencia de motivación, objetivos, políticas y planes preconcebidos de un grupo o
estructura”, párr. 89.
557 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Autos 125 de 2021,

128 de 2021, Sub D y F-01 de 2022, SUB-D-055 de 2022 y SUB-D-062 de 2023.


558 Corte constitucional. Sentencia C-570 de 2019.

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escenario de guerra irregular como el colombiano, la Fuerza Pública debe cumplir con
su mandato dando prioridad siempre a la garantía de la dignidad humana. Así lo ha
reconocido la Corte:

“Los rasgos definitorios del Estado colombiano, tienen implicaciones evidentes sobre las políticas
de seguridad y defensa. Si el Estado se fundamenta en la dignidad y derechos de la persona,
entonces la preservación del orden público no es una finalidad en sí misma sino que constituye,
como esta Corte lo ha dicho, “un valor subordinado al respeto a la dignidad humana”, por lo que,
“la preservación del orden público lograda mediante la supresión de las libertades públicas no es
entonces compatible con el ideal democrático”559.

542. Esto es consecuente con las normas humanitarias según las cuales, en escenarios
de conflicto armado interno, el uso de la fuerza ha de dirigirse exclusivamente a la
consecución de objetivos legítimos y debe enmarcarse en el respeto del derecho
internacional humanitario (DIH). En este sentido, de acuerdo con el principio de
necesidad militar, la tarea legítima de la Fuerza Pública en el marco de una guerra es
lograr la ventaja militar sobre el enemigo, para llevarlo a su rendición o, en otras
palabras, lograr “el sometimiento total del enemigo lo más pronto posible, con el mínimo de
gasto de personal y recursos”560. Dicha ventaja, según las reglas del DIH, debe lograrse
haciendo uso de los medios y métodos de guerra permitidos y, sobre todo, respetando
los principios de precaución561, distinción562, proporcionalidad563 y necesidad564.

543. En palabras de la Corte Constitucional:

“El uso de la fuerza y de las armas, en consecuencia, no es de carácter discrecional, sino que debe
estar orientado de manera exclusiva a cumplir las finalidades constitucionales del Estado. Con
todo, dicho uso debe estar inspirado en su obligación de garantizar y respetar los derechos
humanos, entre ellos el derecho a la vida. Por tal razón, el uso de la fuerza y de las armas debe estar
regido por los principios de (i) proporcionalidad, según el cual las acciones no deben afectar los
derechos humanos de una manera desproporcionada respecto del objetivo; (ii) necesidad, según el
cual las acciones no deben afectar ni restringir los derechos humanos más de lo necesario; y
(iii) precaución, según el cual se deben adoptar todas las precauciones posibles para asegurar que
la fuerza se emplee de conformidad con el marco jurídico vigente y protegiendo el derecho a la
vida en la máxima medida posible”565.

544. Durante el conflicto armado, la ventaja militar sobre el enemigo debe procurarse
causando el menor daño posible a la dignidad humana, por lo que la afectación a la

559 Corte Constitucional. Sentencia C-251 de 2002.


560 Cuyo origen es el Preámbulo de la Declaración de San Petersburgo. Véase el Preámbulo de la Declaración
de San Petersburgo de 1868, disponible www.cicr.org/Web/spa/sitespa0.nsf/iwpList103/
E739EB5EC9DB23B4C1256DE10058D8CA.
561 Normas 15, 17, 18 y 22 del DIH consuetudinario https://ihl-databases.icrc.org/customary-ihl

562 Norma 1 del DIH consuetudinario https://ihl-databases.icrc.org/customary-ihl

563 Norma 14 del DIH consuetudinario https://ihl-databases.icrc.org/customary-ihl

564 Que, como se dijo arriba “El DIH establece un delicado equilibrio entre las necesidades de la guerra y los

condicionamientos humanitarios, de forma que no se deben causar al adversario males desproporcionados en


relación con el objetivo del conflicto armado, que es vencer al enemigo. Supone optar por el mal menor para
no causar a la parte adversa mayor violencia que la exigida por el desarrollo de las hostilidades”.
http://www.cruzroja.es/portal/page?_pageid=878,12647079&_dad=portal30&_ schema=PORTAL30
565 Corte Constitucional. Sentencia C-430 de 2019.

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vida debe ser la última de las opciones, y no la primera. En este contexto, dar de baja al
enemigo puede ser una de las consecuencias de la confrontación, pero no puede
entenderse como el más importante objetivo de la estrategia armada en un escenario en
el que ha de procurarse la menor afectación posible a la dignidad humana y, por lo
tanto, la muerte ha de ser la última de las opciones.

545. En consecuencia, una estrategia de guerra en la que se privilegian las muertes


sobre cualquier otro resultado operacional concreto (vgr. capturas o
desmovilizaciones), o inmaterial (vgr. mejoramiento de la seguridad ciudadana,
prevención del delito, incautaciones de material de guerra, merma en las fuentes de
financiación del enemigo, etcétera), y como consecuencia se presiona a las tropas o se
les incentiva, positiva o negativamente, para la producción de bajas en combate, no sólo
viola abiertamente la esencia misma de la Constitución de 1991, fundada en el respeto
por la Dignidad Humana, sino que contradice la historia y la evolución del DIH,
centrada en el principio de humanidad. Tal como lo ha documentado esta Sala566, el
Ejército Nacional favoreció como estrategia de guerra, durante algunos años, la
producción de bajas en combate567, es decir, el conocido “body count”, presente en otros
contextos, como, por ejemplo, la guerra de Vietnam.

546. De igual manera, la política de presión por bajas en combate, como único
indicador del éxito militar, vulnera los parámetros fijados por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos en materia de respeto por el derecho a la vida, configurando
privaciones arbitrarias de la misma (art. 4 de la CADH), toda vez que son usos
ilegítimos de la fuerza.

547. Debido a esta postura inconstitucional de preferir las muertes ante cualquier otro
resultado, tuvieron lugar diversas presiones, alicientes y dinámicas568 que incentivaron
la comisión de los crímenes que aquí se abordan. En este marco institucional se
privilegió el reporte de muertes supuestamente en combate como resultado tangible
sobre otros de la misma naturaleza como las desmovilizaciones, capturas o
incautaciones, y sobre los intangibles, como la disminución de acciones o presencia de
grupos al margen de la ley o el mantenimiento de las condiciones de seguridad y de la
integridad de la infraestructura de uso civil.

548. Al respecto es importante aclarar que el diseño institucional que prefirió las bajas
en combate no implica una excusa ni mucho menos exime de responsabilidad para
quienes comprometieron su comportamiento en estos crímenes, pues no se anulaba en
ningún sentido la responsabilidad de los involucrados en los hechos y, por el contrario,
estos fueron decisión en la propagación de las formas irregulares de proceder y con ello

566 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Autos 125, 128 de
2021, Auto SUB D y F 01 de 2022.
567 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB-D-062

de 2023.
568 Sin perjuicio de la caracterización que se hará en los párrafos que siguen, ver al respecto también:

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D-F 01 de
2022 y Auto SUB D-055 de 2022.

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de la materialización de los hechos victimizantes. No obstante, debe resaltarse el papel


de dicha política en el contexto que hizo posible la comisión de tales crímenes y de ahí
la importancia de dar cuenta de sus características en el Huila, en aras de ofrecer verdad
plena a la sociedad y a las víctimas y con el ánimo de asegurar la no repetición.

549. En ese marco, en la descripción de los hechos representativos, así como en la


caracterización de los patrones determinados por la Sala frente a los crímenes ocurridos
en el Huila y la identificación de los aportes de los máximos responsables y partícipes
determinantes en ellos se mostrará como favorecieron la difusión de las prácticas
criminales de asesinatos y desaparición forzada por medio de: (i) la presión por la
presentación de muertes en combate, (ii) la promoción de una competencia entre las
unidades tácticas de la brigada, (iii) los incentivos formales e informales para quienes
participaban en esos hechos, (iv) la creación de grupos especiales que facilitaban su
ocurrencia o se encargaban de mantener las cuotas de resultados de los batallones, (v)
el uso de dineros de gastos reservados para sufragar los gastos de las prácticas
delictivas y (vi) la laxitud de los controles y la permisividad de los superiores.

550. Estas conductas tuvieron como consecuencia 208 víctimas de atentados contra la
vida y 32 víctimas de desaparición forzada en el periodo que se analizó en el Subcaso
Huila y cuyos hallazgos se presentan en esta decisión.

2. Precedentes de la Sala en esta materia.

551. La Sala ha definido el patrón criminal a partir de los desarrollos


jurisprudenciales internos e internacionales, como:

“(…) la repetición no accidental de una conducta delictiva similar en cuanto a sus finalidades,
modo de comisión, y características de las víctimas. [Señalando] frente a la repetición que no hay
una tarifa respecto a la cantidad de acciones que constituyen una repetición, sino que esta debe ser
comprendida en el contexto del accionar como repetitiva frente a un número múltiple de
acciones”569.

552. Para determinar la existencia de un patrón criminal debe establecerse, por lo


tanto, el nivel de repetición de las conductas en una misma zona geográfica, el modus
operandi o modo de comisión, las finalidades y el perfil o características de las
víctimas570. En el marco del Caso 03, se han identificado algunos patrones de
comportamiento criminal en los homicidios en persona protegida que servirán como

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 019 de 2021.
569

Caso No. 01. Toma de rehenes y graves privaciones de la libertad cometidas por las FARC-EP, núm. 230.
Estas conclusiones de la Sala coinciden aquellas de otros órganos de la JEP. Por ejemplo, en su propuesta
570

metodológica para esclarecer patrones de violencia letal, por ejemplo, la UIA concluye que, en las definiciones
de los expertos internacionales desde las perspectivas judicial, socio-política y estadística, “el común
denominador está en el modus operandi, la caracterización de la víctima y los niveles de repetición de un
hecho delictivo en el tiempo y el espacio”. JEP. Unidad de Investigación y Acusación. Informe Silenciando la
verdad. Un diagnóstico de los patrones de violencia letal que afectan a los excombatientes de las FARC-EP en
Colombia (2017 - 2020). Auto SAR AT-184 de 2020. Págs. 29-30.

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punto de contrastación con las características de los hechos que acá se determinan571.

553. En Norte de Santander, la Sala encontró como patrón la repetición de asesinatos


cometidos con el fin de responder a la presión por bajas en combate y mantener a las
unidades militares en los primeros lugares de la estadística de resultados positivos del
comando del Ejército Nacional. Los incentivos —felicitaciones, medallas, permisos, planes
vacacionales, entre otros— también tuvieron un papel importante en las motivaciones
de los perpetradores de los crímenes572. Estos hechos ocurrieron dentro de dos
modalidades. La primera modalidad destaca que las víctimas son campesinos de la
región identificados por militares, quienes, motivados por la presión en el proceso de
inteligencia para obtener la presentación de bajas en combate, desarrollan operaciones
en las que se les asesina fuera de combate. La segunda modalidad relata aquellos casos
de jóvenes provenientes de Soacha, Aguachica, Gamarra y Bucaramanga, que fueron
engañados y trasladados hasta la región del Catatumbo para ser presentados como
bajas en combate. Esto, dado que los residentes de la región ya se habían dado cuenta
que las primeras bajas presentadas eran sus vecinos. Los responsables aquí no
solamente fueron miembros de las unidades tácticas analizadas sino también terceros
civiles que se encargaban de reclutar a cambio de dinero573.

554. En la Costa Caribe, fueron demostrados dos patrones macrocriminales. El


primero, la comisión de asesinatos fuera de combate, tras el señalamiento infundado o
no sustanciado a las víctimas como pertenecientes a grupos armados ilegales o de
delincuencia común y cometidos con un objetivo de promover la lucha
contrainsurgente. Estas acusaciones se dieron en el marco de una alianza entre
miembros del Ejército Nacional y paramilitares del Bloque Norte de las AUC, antes de
su desmovilización, entre 2002 y 2003574.

555. En el primer patrón de la Costa Caribe, las víctimas eran entregadas por los
paramilitares a efectivos del batallón, luego de haber sido retenidas. Algunas víctimas
fueron asesinadas directamente por los paramilitares, especialmente en los primeros
meses de 2002; otras fueron entregadas por estos para que fueran ejecutadas por
miembros de la tropa. Las víctimas eran señaladas como guías, informantes o
auxiliadores de la guerrilla. En otros casos, las víctimas fueron asesinadas, luego de ser
señaladas o aprehendidas en la ejecución de presuntos delitos. En este primer repertorio
de hechos, los miembros de la tropa acabaron también con la vida de guerrilleros
heridos en combate que requerían atención médica y miembros de grupos armados que
se entregaron a integrantes del batallón.

556. El segundo patrón de la Costa Caribe demuestra la repetición de asesinatos de


civiles sin ningún señalamiento previo, con el único fin de presentar resultados

571 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021
y Auto 128 de 2021.
572 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

573 Ibidem.

574 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021.

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operacionales ficticios, entre 2004 y 2005. En estos hechos, las víctimas son retenidas en
puestos de control y operaciones de registro y control de área y posteriormente
asesinadas por la tropa. Como segunda modalidad de este patrón, se encuentra el
engaño y traslado de víctimas en situación de vulnerabilidad desde ciudades como
Barranquilla y Valledupar hasta los lugares en los que se producían sus muertes575.

557. En el subcaso Casanare se identificaron tres modalidades dentro del patrón


macrocriminal de asesinato y posterior presentación de personas como muertas en
falsos combates. La primera modalidad consistió en el asesinato y desaparición de
personas que, aparentemente, en vez de ser capturadas al ser ubicadas por miembros
del Ejército Nacional, o incluso auxiliadas al ser heridas en combate, fueron dadas de
baja de manera ilegítima y reportadas por parte de las distintas unidades militares.

558. La segunda modalidad se caracterizó por señalamientos de distinto orden a


partir de información de inteligencia, ya sea de las secciones de inteligencia de las
unidades o las brigadas, de la RIME, de organismos de inteligencia como el DAS, o por
terceros fungiendo como informantes, cooperantes o guías. Con las víctimas
identificadas, los efectivos del Ejército iniciaban una operación militar y se trasladaban
a sus viviendas o zonas aledañas, a menudo guiados por informantes de las unidades.
Una vez allí, las víctimas eran extraídas de sus viviendas y ejecutadas sin que mediara
combate alguno.

559. La tercera modalidad corresponde, principalmente, en el ataque a víctimas en


situación de indefensión, a quienes se les hacían ofertas de trabajo u otras propuestas
engañosas. Las víctimas eran atraídas por personas desmovilizadas quienes se
desempeñaban como supuestos informantes de las unidades militares o por soldados
de los batallones.

560. En el caso conjunto del Cementerio Las Mercedes de Dabeiba, la Sala demostró
la existencia de los dos patrones macrocriminales evidenciados previamente en el Caso
03. Adicionalmente, como elemento singular, se determinó la existencia de un tercer
patrón: la desaparición forzada y el ocultamiento de cadáveres mediante el uso del
cementerio municipal.

561. En el subcaso Antioquia I se identificó un patrón macrocriminal de asesinatos y


desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate por miembros de la IV
Brigada dentro del cual se describieron tres modalidades. La primera indica que las
víctimas fueron sacadas de sus casas, sus trabajos o fueron interceptadas en los
transportes y vías públicas luego de ser señaladas como guerrilleros, milicianos o
auxiliadores de la guerrilla. La segunda corresponde al engaño de personas en
condiciones de vulnerabilidad socioeconómica para ser trasladadas al lugar donde
serían asesinadas para ser presentadas como bajas en combate por integrantes de la
fuerza pública. Se trata en su mayoría de personas habitantes de calle y en algunos casos

575 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021.

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de trabajadores informales de la central minorista de Medellín. La tercera se trata del


asesinato y desaparición de personas protegidas por el DIH que estaban puestas fuera
de combate. 576

562. En resumen, se puede afirmar que los subcasos del Caso 03 han evidenciado los
mismos patrones en diferentes regiones y temporalidades, si bien con algunas
diferencias propias de las circunstancias específicas de quienes participaban en los
hechos en cada una de las unidades militares, o del contexto local. El subcaso Norte de
Santander entendió la existencia de un patrón y dos modalidades debido a que se
comparten las mismas y finalidades con algunas variaciones en las prácticas criminales.
El subcaso Costa Caribe discriminó cada modalidad en un patrón independiente
basado en la existencia de finalidades diferentes y un perfil de víctimas diferente al
momento de ejecutar la conducta. El subcaso Casanare identificó un patrón
macrocriminal con tres modalidades que dependían, entre otros factores, de la misión
y las características de las unidades que cometían los asesinatos. El caso conjunto del
Cementerio Las Mercedes de Dabeiba, dos patrones son comunes con los otros subcasos
y el tercero muestra una práctica criminal que se vale del control e influencia de las
unidades militares en una zona gravemente afectada por el conflicto, para utilizar el
cementerio municipal como lugar de ocultamiento de asesinatos y desapariciones. En
el subcaso Antioquia I se demostró la existencia de un patrón de asesinatos y
desapariciones de personas puestas fuera de combate para ser presentados como bajas
por miembros de la Brigada Cuarta del Ejército durante 2002 y 2003 en dicho
departamento. Este patrón se expresó en la presión por presentar bajas y por la
consideración de este resultado como el único indicador real de éxito en la unidad
militar.577

563. Como se explicará en la sección 4 de este capítulo de la decisión (infra), los


patrones macrocriminales identificados por la Sala en el subcaso Huila se caracterizan
por el ataque a personas de la región estigmatizadas por prejuicio insurgente como
integrantes o colaboradoras de la guerrilla; el segundo por el ataque a personas ajenas
al territorio, y posterior desaparición forzada, valiéndose para su identificación,
retención o traslado al lugar donde serían asesinados de diferentes circunstancias de
vulnerabilidad; el tercero por la realización de operaciones que formalmente eran
dirigidas contra la delincuencia común y/o milicianos, en contravía de los
lineamientos del DIH y del DIDH respecto del planeamiento y desarrollo de
operaciones militares ofensivas.

3. Metodología de casos ilustrativos.

564. Para describir en detalle los patrones que esta Sala ha identificado en los hechos
victimizantes investigados en el Departamento del Huila, se considera útil hacer uso de
la presentación de casos ilustrativos que permiten una descripción minuciosa de las

576 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D 062
de 2023
577 Ibidem.

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características específicas de cada práctica criminal que se identifica. Esta metodología


busca ejemplificar los demás hechos también investigados exhaustivamente y que
corresponden al mismo patrón.

565. El uso de un caso ilustrativo no implica que se le haya investigado como un caso
aislado o individual ni supone el desmedro de la investigación de otros hechos. Dado
que la Sala investiga fenómenos macrocriminales asociados al conflicto armado, en
lugar de hechos aislados, el caso ilustrativo se emplea como una herramienta
metodológica para caracterizar esos fenómenos, mostrar las estructuras que los
promueven, las motivaciones subyacentes e incluso las fallas institucionales que los
permiten; todo esto con la finalidad de explicar a las víctimas y a la sociedad colombiana
los mecanismos, roles, características y consecuencias de esta forma de proceder
criminal.

566. Los casos ilustrativos se construyen a partir de la identificación de variables que


permitan mostrar los elementos contextuales que muestran los hechos victimizantes en
conjunto, así como la sistematicidad, los motivos discriminatorios o las violaciones
graves al Derecho Internacional Humanitario, como las circunstancias específicas de las
conductas, las motivaciones de los victimarios, la permanencia en el tiempo de los
factores estructurales que permitieron la ocurrencia de los hechos o que favorecieron la
impunidad de los perpetradores y las características de los hechos que son comunes a
lo ocurrido y que no habían salido a la luz pública en los procesos que se habían
ocupado de ellos en la justicia ordinaria.

567. Adicionalmente, los casos ilustrativos se refieren a conductas desplegadas por


miembros de las unidades militares (del BIMAG, el BIPIG y la AFEUR) que deben
entenderse en el contexto de las dinámicas del conflicto armado que fueron descritas
ampliamente en la sección B de esta providencia. Esto, no solo porque permite
encuadrar cada hecho en las circunstancias temporo-espaciales y en las lógicas o
motivaciones de los actores del conflicto armado, para permitir con ello que se observe
la posición de vulnerabilidad en la que se encontraba la población civil en un lugar
estratégico del territorio nacional.

568. Como se explicó anteriormente (supra), el análisis de la Sala se concentrará en el


periodo comprendido entre los años 2005 y 2008. No solo porque este lapso concentra
la mayor cantidad de victimizaciones, sino porque el aumento en la cantidad de casos
es consistente con el comportamiento de los asesinatos y desapariciones cometidas por
integrantes de la Fuerza Pública en otras regiones del país y evidencia, como se verá,
características comunes con los hallazgos que ha evidenciado la Sala en los Autos de
Determinación de Hechos y Conductas de los Subcasos Norte de Santander, Costa
Caribe, Casanare, Dabeiba y Antioquia.

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Gráfica No. 16. Cantidad de muertes cometidas en el periodo priorizado.

569. En otras palabras, existen unos claros vasos comunicantes entre todos los
subcasos que integran el macrocaso 03, lo cual configura un indicio grave sobre la
responsabilidad penal de quienes detentaban en esos tiempos los más altos cargos de
dirección política y militar del Estado colombiano; tanto y en cuanto a pesar de tratarse
de lugares muy distantes entre sí, personas que no se conocían, terminan cometiendo
crímenes similares por las mismas motivaciones.

570. En la presente decisión se documentó la existencia de una política (presión por


bajas en combate como único resultado operacional tangencial válido), materializada
mediante tres patrones macrocriminales, ejecutados simultáneamente, empleando
diversas modalidades (modus operandi), los cuales se reflejan por medio de distintos
casos ilustrativos.

571. En lo que sigue, esta providencia se referirá en primer lugar al patrón de


homicidios de pobladores del Huila, seguido de su desaparición forzada por la
estigmatización de la que fueron objeto, como supuestos integrantes o colaboradores
de la guerrilla. Este patrón macrocriminal se ejemplificará con la descripción de cinco
casos ilustrativos en los que se mostrarán las formas de proceder de integrantes de las
unidades antes referidas y de quienes colaboraron con ellos desde otros roles en la
planeación, ejecución o encubrimiento de lo ocurrido.

572. En una segunda sección, se analizará el patrón de homicidios cometidos sobre


personas ajenas al territorio, y posterior desaparición forzada, valiéndose para su
identificación, contacto y traslado al lugar de su muerte, de diversas circunstancias de
vulnerabilidad. Para ello se describirán cuatro casos ilustrativos que dan cuenta de la
percepción de la situación de vulnerabilidad como un factor que hacía “atractivas” a

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ciertas personas para los perpetradores y como desde los diferentes niveles de la
jerarquía militar involucrados en los hechos del patrón se transmitían mensajes
explícitos o implícitos de la aprobación a la afectación de esas víctimas.

573. En la tercera sección se explicará el patrón de homicidios y desapariciones


forzadas cometidos en operaciones desarrolladas contra la delincuencia común y/o
milicianos, en contravía de los lineamientos del DIH, del DIDH y de la doctrina militar
respecto del planeamiento y desarrollo de operaciones ofensivas.

574. La siguiente gráfica muestra la cantidad de hechos de cada patrón antes descrito
cometidos por integrantes de las unidades militares que comprende esta decisión.

Gráfica No. 17. Cantidad de hechos por patrón en el periodo priorizado.

575. Con base en la metodología antes señalada se expondrán dieciséis casos


ilustrativos con los que se ejemplificará el ajuste que se le imprimió a la operatividad
militar cuando el repliegue de las FARC-EP limitó las oportunidades para que se
sostuvieran combates reales, así como la palmaria desatención de las normas
internacionales y constitucionales sobre distinción entre actores armados y población
civil, así como las de necesidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza letal, en
contextos de DIH, así como de DIDH. Todo esto soportado en discursos justificatorios
frente a la situación de seguridad o al rol de la Fuerza Pública y su búsqueda de
aprobación y respaldo por la población civil.

576. De igual manera, como ya se explicó (Supra 107), la inexistencia del fenómeno
paramilitar en el Departamento del Huila para el período objeto de análisis, condujo a
que estos crímenes fueran perpetrados directamente por integrantes de la fuerza
pública, en ejecución de una política de presión por resultados (bajas), y a que, a
diferencia de otros contextos (vgr. Costa Caribe, Catatumbo, Antioquia, etc.), la
desmovilización de las AUC no incidió de forma alguna en el cambio de patrones
criminales. De allí que la escogencia del patrón criminal a emplear dependiera más de
factores de oportunidad y de conveniencia, en términos de análisis criminal,

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característica que fue común a las tres unidades militares investigadas.

577. Con base en estos hallazgos, la Sala calificará los hechos como crímenes de guerra
dentro de la categoría de homicidios en persona protegida causados en el marco de un
conflicto armado no internacional. La Sala encontró igualmente que estas muertes se
causaron como parte de una ataque generalizado y sistemático contra la población civil,
con lo cual las muertes serán calificadas en concurso homogéneo como asesinatos
constitutivos de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

578. Al respecto, la siguiente gráfica evidencia la magnitud del fenómeno criminal

Gráfica No. 18. Cantidad de casos cuestionados frente a reportes de muertes en


combate

579. Posteriormente se identificarán máximos responsables y partícipes


determinantes y serán imputados según el rol que desempeñaron en el patrón y las
modalidades que tuvieron los asesinatos y las desapariciones forzadas en el
Departamento del Huila.

580. Como se explicó anteriormente (supra), el análisis de la Sala se concentrará en el


periodo comprendido entre los años 2005 y 2008. No solo porque este lapso concentra

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la mayor cantidad de hechos victimizantes, sino porque el aumento en la cantidad de


casos es consistente con el comportamiento de los asesinatos y desapariciones forzadas
cometidas por integrantes de la Fuerza Pública en otras regiones del país y evidencia,
como se verá, características comunes con los hallazgos que ha evidenciado la Sala en
los Autos de Determinación de Hechos y Conductas de los subcasos Norte de
Santander, Costa Caribe, Casanare, Dabeiba y Antioquia.

581. Las siguientes gráficas muestran la distribución cuantitativa de los hechos por
los que se atribuirá responsabilidad en la presente decisión.

Gráfica No. 19. Cantidad de víctimas por patrón en el periodo priorizado.

4. Primer patrón determinado en el subcaso Huila: homicidios y desapariciones


forzadas cometidos sobre pobladores de la región por la estigmatización como
integrantes o colaboradores de la guerrilla.

582. La primera modalidad determinada coincide con el primer patrón en el subcaso


Costa Caribe del Caso 03 y del Caso Conjunto sobre el Cementerio de Dabeiba, y se
refiere a hechos repetidos de homicidios fuera de combate y asesinatos de personas
señaladas previamente como auxiliadores, informantes o milicianos de la guerrilla. La
finalidad perseguida en este primer patrón es el causar daño y debilitar al enemigo
identificado a partir del prejuicio insurgente. Las víctimas son principalmente
campesinos o habitantes del departamento del Huila o residentes de veredas limítrofes
con el Cauca.

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583. Cuando se trata de campesinos, los señalamientos sobre su condición de


integrantes o colaboradores de los grupos armados (principalmente de las FARC-EP)
provenían de informantes anónimos o de desmovilizados que colaboraron con las
secciones de inteligencia de los batallones a cambio de alguna remuneración o como
condición de ingreso o permanencia en el proceso de desmovilización en el marco del
Programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado578. Como se verá, en el primer
patrón constatado en los hechos cometidos en el Huila las víctimas son señaladas por
informantes, aunque su retención ilegal, homicidio y posterior ocultamiento, son
cometidos por las tropas del Ejército Nacional.

584. Las circunstancias en las que se producen los hechos que comprende este patrón
dan cuenta de un ataque sistemático contra la población civil, pues su preparación,
ejecución y encubrimiento muestran un alto nivel de planeación y se valen de los
recursos institucionales para lograr, por un lado, un percibido “debilitamiento del
enemigo” ante lo que se veía como debilidad institucional para la judicialización de los
supuestos colaboradores de los grupos armados.

585. No obstante lo anterior, en realidad los afectados por esta forma de proceder eran
pobladores de la región que fueron víctimas de seguimientos, detenciones colectivas
hostigamientos e intimidaciones en años o meses previos a las operaciones en las que
se les asesinaba. Las acciones previas, al igual que las operaciones en las que se produjo
la muerte de estas personas, se basaban en un proceso de recolección de información y
producción de inteligencia que contradecían los procedimientos establecidos por la
doctrina militar y que mostraba evidentes inconsistencias.

586. La finalidad inmediata de las conductas que se describen con este patrón
consistía, por una parte, en aliviar la presión por resultados que recibían las unidades
por parte de los distintos niveles de la jerarquía militar y política. Por otro lado, se
buscaba mostrar operatividad en zonas tradicionalmente percibidas como de población
desafecta al Ejército Nacional y con esto reafirmar el prejuicio insurgente sobre los
pobladores de esas regiones.

4.1. Caso ilustrativo 1: homicidio de Juan Cristóbal Alvarado.

587. Estos hechos tuvieron lugar durante la comandancia del teniente coronel
Orlando Pico Rivera y se dieron en el marco de una operación militar que buscaba, por
medio de guías, hallar y atacar un campamento de las Farc-EP, en el que presuntamente
se encontraba Genaro Corredor Pinzón, alias Genaro579. Dos semanas antes, el 3 de
diciembre de 2005, en la vía entre Garzón y Neiva, había sido asesinado el exgobernador

578 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
579 Las menciones a que la operación iba dirigida explícitamente contra este guerrillero son varias. Jurisdicción

Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino
Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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y exsenador Jaime Lozada Perdomo, en lo que fue un presunto error cometido por
unidades de la Columna Móvil Teófilo Forero (CMTF)580. Fuentes abiertas han
mencionado que la justicia ordinaria vinculó a alias Genaro a la investigación por este
crimen581.

588. El 10 de diciembre de 2005 en horas de la tarde, el pelotón Catapulta 4 se


encontraba en la base militar de Algeciras582 en espera de instrucciones, cuando llegaron
unas NPR del batallón junto a un guía y la orden de operaciones Lince 583, firmada por
el comandante del BIPIG, TC Orlando Pico Rivera; el S3, capitán Domingo José Peña
Cepeda584; y por los comandantes de los pelotones Catapulta 2, ST Javier Fajardo
Rincón; Acorazado 2, TE Héctor Mauricio Muñoz García, y Acorazado 4, ST Miller
Forero Cruz585.

589. La ORDOP planteaba una serie de movimientos de los tres pelotones implicados
en la operación586, para llegar simultáneamente al blanco de los esfuerzos militares en
el sector de Chorro Frío de Las Dantas en Algeciras, en lo que era una misión “ofensiva
de ocupación, registro y de destrucción”. La vereda Las Dantas se ubica al oriente de
Algeciras, en límites con Puerto Rico en Caquetá, y en estribaciones de la cordillera
oriental587. Según fuentes abiertas, se encuentra a unos 17 kilómetros del casco urbano

580 En su momento, varias fuentes relacionaron el crimen con la CMTF. Por ejemplo:
https://caracol.com.co/radio/2005/12/04/nacional/1133679780_226745.html. Posteriormente, la justicia
ordinaria ratificó este vínculo de la estructura con el asesinato:
https://www.elespectador.com/judicial/tribunal-superior-ratifico-condena-contra-el-paisa-por-crimen-de-
jaime-lozada-perdomo-article-628938/. Ver los apartados dedicados al ambiente operacional (supra).
581 Ver por ejemplo: https://www.elpais.com.co/judicial/capturado-alias-genaro-segundo-en-la-columna-

teofilo-forero-de-las-farc.html. El soldado profesional Florentino Tovar dijo en su versión voluntaria que este
hecho inauguró una serie de ejecuciones extrajudiciales cometidas por la compañía Catapulta.
582 El ST Forero Cruz en su VV incluyó en la narración del hecho el traslado desde instalaciones del Bipig en

Garzón. Según dijo, la tropa se movió hacia Algeciras en las NPR del batallón y con la segunda sección ya iba
el guía Andrés David Martínez Quintero. Fue el único que mencionó este traslado ya que el resto de los
comparecientes iniciaron el relato en la base en Algeciras, a donde supuestamente llegó el guía, junto a un
miembro de la S2 que no supieron identificar (ver por ejemplo la VV del SS Nelson Mora Fulano).
583 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
El entonces TC Orlando Pico Rivera reconoció haber enviado a un guía acompañando a las tropas y dijo que
este tipo de acompañamiento se contemplaba dentro del planeamiento normal de operaciones. Complementó
diciendo que al guía no se le entregaba ninguna misión, para luego decir que “(…) de pronto dar información
[inaudible] era guerrillero o no era guerrillero, o cualquier cosa, pero no con una misión específica”.
584 El CT Peña Cepeda fungía para el momento de los hechos como S2, sin embargo, en la ORDOP aparece

como S3.
585 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7351. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. Orlando
Pico Rivera, en su versión voluntaria identificó a Catapulta 4 como el grupo especial del batallón y dijo que
puso al frente de la unidad al ST Miller Forero Cruz de la misma forma que podía haber puesto a cualquier
otro oficial.
586 En su VV el SS Nelson Mora Fulano dijo que “inicialmente, estos 2 pelotones [Catapulta 2 y Acorazado 2]

iban con orientación al objetivo principal e iban en calidad de apoyo, pero el esfuerzo principal lo llevaba
catapulta 4”. Por su parte, el oficial Miller Forero Cruz en su VV describió la operación como una de engaño,
con los dos pelotones de apoyo distrayendo a las tropas guerrilleras y Catapulta 4 (el grupo especial) llegando
hasta el campamento.
587 Ver: https://huilamagnifica.com/wp-content/uploads/2019/02/Mapa-del-Municipio-de-Algeciras-Huila-
Magn%C3%ADfica-1024x1024.jpg.

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municipal y a 37 minutos de recorrido en automóvil588.

590. Uno de los comandantes de la tropa, el SS Nelson Mora Fulano, caracterizó a la


población de algunas zonas cordilleranas de Algeciras -entre ellas Las Dantas y Chorro
Frío- como apáticas hacia la tropa y a la situación en ellas como amenazante para su
seguridad. Aunque explícitamente no mencionó a qué tipo de riesgos se exponía la
tropa, sugirió que la presencia de milicianos dificultaba las relaciones entre el Ejército
Nacional y la población civil:

“(…) yo me atrevo a decir que estas estructuras al margen de la ley tenían gente en la misma
población, lo que nosotros conocíamos como milicianos y pues ellos no eran abiertos y considero
yo que eran muy distantes de la tropa; no nos colaboraban con el agua, energía, no hablaban, no
contestaban el saludo, si llegaban 3 o 4 soldados a una esquina y habían civiles, ellos se retiraban,
de hecho, también considero que es así, tengo que decirlo señor magistrado, nosotros al ser
militares, ellos también [los civiles] se iban a convertir en objetivos militares (…)”589.

591. Tras unos días de infiltración de la tropa en la zona, Catapulta 2 y Acorazado 2590
fueron detectados y entraron en combates con la guerrilla deteniendo el avance. En este
punto, el guía asignado a Catapulta 4, Andrés David Martínez Quintero, desmovilizado
de las Farc-EP, colaborador del BIPIG en ocasiones anteriores591 y quien, según
afirmaron varios comparecientes, parecía contar con plena confianza de parte del TC
Pico Rivera592, planteó la posibilidad de acercarse a una finca en la que solía estar alias
Genaro con su guardia personal compuesta por unos diez combatientes y en la que
habitaba un integrante de la guerrilla. Esta información se transmitió al batallón y el

588 Ver: https://mapcarta.com/es/N8495459875/Conducir. Esto no necesariamente indica que el lugar al que se


dirigían las tropas del BIPIG se encontrara a esta distancia.
589 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290. La
vereda Las Dantas se ubica al oriente de Algeciras en límites con Puerto Rico en Caquetá y en estribaciones de
la cordillera Oriental. Ver: https://huilamagnifica.com/wp-content/uploads/2019/02/Mapa-del-Municipio-de-
Algeciras-Huila-Magn%C3%ADfica-1024x1024.jpg
590 Al parecer, con uno de estos pelotones también iba un guía de alias Burro. El SLP Tovar mencionó que vio

a esta persona cuando se reunió el pelotón. Es probable que haya cometido una imprecisión y haya sido cuando
se encontraron los pelotones participantes originales de la operación después de los hechos. El SLP Vera Vera
mencionó la presencia de este guía cuando se encontraron los pelotones en la tarde del 14 de diciembre.
591 Además de VV ante la JEP, esto es mencionado en: Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva. Sala

Tercera de Decisión Penal. Decisión del 19 de junio de 2014. Pág. 5. El SS Mora Fulano dijo en su VV que, según
recordaba, el guía había llegado de civil y que en la base de Algeciras se le había prestado un uniforme. No
recordó si se le dio armamento. Por su parte, el SLP Tovar dijo que creía que el guía sí iba armado y con
pasamontañas y que era una persona de “confianza”. El detalle del rostro cubierto lo contradijo el ST Forero
Cruz. Como se verá después, al parecer la víctima reconoció al guía.
592 El SLP Vera Vera dijo en su VV que Martínez Quintero los había acompañado a operaciones unas 4 o 5 veces

antes y que eso le hacía pensar que el comandante del batallón le tenía confianza. Por su parte, el ST Forero
Cruz dijo en su VV que el comandante del batallón le indicó que Martínez Quintero era desmovilizado de las
Farc-EP, que había trabajado antes con el Bipig, que conocía los caminos y trochas de la zona y que conocía
bien a los integrantes de la guerrilla y podía identificarlos una vez la tropa llegara al campamento. Teniendo
en cuenta la particularidad del relato del ST Forero Cruz respecto al traslado de la tropa, esta información se
le habría dado en Garzón, en instalaciones del Bipig. El entonces MY Jair Arias Sánchez, quien para la fecha
de los hechos era el JEM y 2º comandante del Bipig, dijo en su VV que había un guía que creía que era Martínez
Quintero, que no “le daba buena espina” y que le había generado una discusión con el TC Pico Rivera “(…)
por una información que dio […] de la colocación de un cilindro bomba, donde a todas luces se vio que el
cilindro no fue colocado por la guerrilla, sino que fue colocado adrede”.

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cambio de objetivo fue aprobado por el comandante del BIPIG, TC Pico Rivera593.

592. El sargento segundo Mora Fulano en su versión voluntaria ante la JEP describió
el proceso de toma de decisiones de la siguiente manera:

“(…) le informa a mi coronel Pico, le informa de esa situación, que (…) mi teniente no arriesgaría
si no íbamos con esos 2 pelotones de apoyo, mi coronel después de un tiempo y unos minutos, le
informa que okay, que con todas las medidas de seguridad, que fueran a mirar, a desvirtuar esa
información que estaba dando el orientador y es ahí que se cambia el objetivo y salimos en las
horas de la noche para ese nuevo objetivo sobre la misma área general, pero con una dirección
diferente, conocido como Chorro Frío”594.

593. Los hombres de Catapulta 4 mantuvieron la infiltración595, con la primera


sección, comandada por el ST Forero Cruz, adelante596 y la segunda, comandada por el
sargento segundo (SS) Nelson Mora Fulano, en la retaguardia y en custodia del guía597.
Llegaron a la finca señalada por Martínez Quintero en la madrugada del 14 de
diciembre y, por orden del ST Forero Cruz, la segunda sección estableció un
observatorio mientras la primera seguía avanzando para acercarse lo más posible a la
vivienda.

594. Durante esos días de infiltración de la tropa la comunicación con el batallón fue
continua598. Un día antes de la llegada de Catapulta 4 a su destino y del asesinato de

593 Según dijo el SS Mora Fulano en su VV, este cambio de destino lo justificó el guía diciendo que “(…)
aconsejaba no ir al objetivo principal [ya] que era una zona campamentaria de la estructura de Ayiber
González, [y] como hay mucha presencia de las FARC, un pelotón solo iría en perdida”.
594 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290.
595 No es claro qué día se descubren los movimientos de los otros pelotones ni cuántas noches mantienen la

infiltración en solitario los hombres de Catapulta 4. El SS Nelson Mora Fulano dijo en su VV que fue el 12 de
diciembre en horas de la tarde cuando el ST Forero Cruz le dijo que en programa con el comando del Bipig se
informó que las otras dos unidades habían sido detectadas y hostigadas por la guerrilla.
596 El SLP Tovar dijo que, según recordaba, en la primera sección iban, además del ST Forero Cruz, el cabo

Angucho, y los SLP Bautista y Polo Trujillo; mientras que en la segunda sección estaban los SLP Vera, Chantre
y Vargas, además de él. Ibidem.
597 Este ha sido un aspecto en el que se presentaron divergencias en las VV. El SLP Florentino Tovar dijo que el

guía iba con la primera sección (la del ST Forero Cruz) para cuando llegaron a destino en la madrugada del 14
de diciembre. El SS Mora Fulano, por el contrario, sugirió que durante la infiltración el guía iba con su sección
(la segunda). Esto lo confirmó el ST Forero Cruz, ya que en su VV dijo que ordenó el traslado del guía de la
segunda a la primera sección, cuando necesitaba que reconociera el terreno y cuando fue detenida la víctima
de estos hechos. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0279.
598 Así lo referenció el ST Forero Cruz en su VV: “PREGUNTADO: en esos dos o tres días que duró la

infiltración, ¿usted se comunicó con el comandante de batallón o el jefe de operaciones? RESPONDIÓ: sí, los
programas que había dicho anteriormente. PREGUNTADO: ¿sólo los programas? RESPONDIÓ: solo los
programas, cada hora el radio operador informaba si íbamos a llegar. PREGUNTADO: ¿y usted tenía forma
de saber cómo iban los otros dos pelotones? RESPONDIÓ: sí, por medio del radio podíamos timbrar de punto
a punto entre comandantes de pelotón. PREGUNTADO: ¿y estableció esa comunicación? RESPONDIÓ: más
que todo era para comunicarse con el comandante de batallón, no hablé mucho con ellos, la idea era que todo
se lo reportaba al comandante de batallón en el programa operacional que es a las 4am, el del comandante que
es a las 6am o 7am, a mí podría timbrarme ocasionalmente el jefe de operación o el comandante de batallón a

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Juan Cristóbal Alvarado, el 13 de diciembre de 2005, desde BR09 se emitió un oficio


firmado por el CR Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, comandante de la Brigada, dirigido
a los “comandantes del Batallón Cacica Pigoanza”, en el que se decía que, según una
fuente:

“(…) Genaro Corredor Pinzón (a. Genaro) cabecilla segunda estructura “Ayiber González” ONT
Farc, se encontraría en el área general de la vereda La Danta jurisdicción del municipio de
Algeciras (H) acompañado de 10 terroristas” (…) se requiere que ese comando [el del Bipig] alerte
personal bajo su mando, incremente actividades de inteligencia con el fin de confirmar o desvirtuar
dicha información.”599

595. La información llevaba la evaluación C3 y su procedencia era el DAS600. Sin


embargo, coincidía casi plenamente con la que distintos comparecientes dijeron que el
guía le había entregado a Catapulta 4 y que se transmitió al BIPIG para el cambio de
objetivo de la tropa601.

596. Según reportó el ST Forero Cruz en el informe de patrullaje, el 14 de diciembre


de 2005, a las 3:30 a.m. la tropa llegó al sector de Chorro Frío, en inmediaciones de una
finca presuntamente ocupada por Genaro Corredor Pinzón, y hacia las 8:30 a.m. la
segunda sección de Catapulta 4602 observó que unas mujeres salieron del inmueble de
la finca vigilada, se dirigieron hacia donde se encontraba la tropa y una de ellas retornó
a la casa visiblemente alarmada603. Ya fuera en la documentación operacional o en las
versiones voluntarias ante la JEP, las narraciones coincidieron hasta este punto sin
variaciones significativas. A partir de aquí empezaron a presentarse divergencias en la

que le diera información de donde estaba y otra vez el de la tarde y noche”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
599 Ejército Nacional. Novena Brigada. Oficio 1738/DIV5-BR9-B2-INT1-252 del 13 de diciembre de 2005.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
600 En su VV, el entonces CR Pérez Guarnizo dijo sobre el documento que la BR09 sirvió de tránsito para la

información entre una institución (el DAS) y el Bipig, puesto que esta competía a la jurisdicción de la unidad
táctica. También dijo que una evaluación de ese tipo necesitaba mayor especificación para servir de sustento a
una operación ofensiva o de “golpe de mano”. Así mismo, recordó que durante su comandancia, alias Genaro
era “el cabecilla que (…) más incidía de la Teófilo, era el cabecilla que estaba afectando los secuestros en el
departamento”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0557.
601 En VV del SS Mora Fulano se dice que fue el 12 de diciembre cuando se detectaron los movimientos de los

otros pelotones. También que la nueva información del guía fue transmitida una vez el ST le informó (a Mora
Fulano) que los otros pelotones habían sido detectados. Por tanto, la información del guía que permitió el
cambio de destino de Catapulta 4 se habría entregado en la tarde o noche del 12, un día antes de la fecha del
oficio con información de inteligencia procedente de la BR09. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290
602 El SLP Florentino Tovar calculó la distancia entre secciones en unos 800 metros. Jurisdicción Especial para

la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
603 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7351. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.. Casi
todos los comparecientes en sus VV atribuyeron la alarma a que la mujer se percató de las huellas de las botas
de los soldados en el barro.

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información.

597. Por ejemplo, el informe de patrullaje prosiguió diciendo que, minutos después
del retorno de la mujer a la casa, salió Juan Cristóbal Alvarado hacia la parte de atrás
de la vivienda con un radio de antena de dos metros604; que el C3 Israel Angucho
Álvarez se encontraba con miembros de la primera sección muy cerca del inmueble y
que fue detectado por el señor Alvarado que se echó a correr montaña abajo; y que los
grupos del C3 Angucho y del ST Forero Cruz iniciaron una persecución605 que el señor
Alvarado respondió con disparos. Según indicó la documentación operacional, la
respuesta de la tropa provocó la muerte de Juan Cristóbal Alvarado y tras registros del
cuerpo y la escena encontraron un radio Kenwood y una pistola Pietro Beretta con su
munición606.

598. Sin embargo, en sentencia del Juzgado Quinto Penal del Circuito de Neiva del 20
de septiembre de 2012, se desvirtuaron elementos fundamentales de las versiones
iniciales de los participantes en la operación, gracias a las declaraciones de Martínez
Quintero. Ante la justicia ordinaria, quien fuera el guía dijo que a Alvarado se le detuvo
ileso luego de un disparo de advertencia del grupo del C3 Angucho Álvarez; que el
detenido se encontraba en compañía de un menor de unos 5 años; que se le indagó por
la ubicación de alias Genaro, y que había sido asesinado por el SLP José Edilberto Vera
Vera -quien reconoció el asesinato, como se verá más adelante- con disparos por la
espalda mientras se encontraba en estado de indefensión607.

599. Lo afirmado por el guía Martínez Quintero en la justicia ordinaria respecto a la


presencia de un menor fue confirmado por varios comparecientes608. Pero también la
señora María Orduz Calderón, esposa de Juan Cristóbal Alvarado, ante la Defensoría
del Pueblo, un día después de los hechos, describió la salida de su esposo a un lote
cercano a la casa con su hijo Faiber de 5 años: “(…) mi esposo como todos los días se levantó
a las seis de la mañana, mientras yo preparaba el desayuno él se puso a afilar el machete para irse
a rozar. Después de desayunar, se levantó de la mesa y como siempre el niño de cinco años (…)

604 El ST Forero Cruz se ratificó en este detalle en su VV ante la JEP. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
605 La persecución fue confirmada por casi todos los comparecientes en sus VV. Por ejemplo, el SS Mora Fulano,

aunque no participó en ella, dijo que por radio escuchaba las instrucciones que daba el ST Forero Cruz mientras
perseguían a la víctima. Martínez Quintero ante la justicia ordinaria también confirmó este detalle.
606 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7351. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
607 Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva. Sala Tercera de Decisión Penal. Decisión del 19 de junio de

2014. Páginas 4 y 5. Aunque no contamos con la sentencia de primera instancia, sí tenemos esta, en la que se
revoca la condena con respecto al cabo Israel Angucho Álvarez y contiene los pormenores de la sentencia
anterior.
608 Sin embargo, el ST Forero Cruz describió de manera particular la presencia del menor: este habría sido

usado como escudo por el señor Alvarado mientras huía y fue abandonado cuando se enredó (no dijo con qué)
y cayó. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280.

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se fue detrás de él”.609

600. Por su parte, en las VV de comparecientes ante la JEP se obtuvieron detalles de


lo sucedido una vez fue capturado el señor Alvarado. Así, el SLP Florentino Tovar
sostuvo que antes de los disparos el SLP José Edilberto Vera Vera se trasladó hacia
donde se encontraba la primera sección. El movimiento tenía la intención de que el SLP
Vera Vera llevara un arma que había sido incautada sin ser reportada unos meses antes
en una operación contra la guerrilla, y que el SLP cargaba desde entonces610.

601. Entre la detención del señor Alvarado y su muerte se produjeron hechos


significativos: el guía identificó de inmediato a la víctima con el alias de Juanito,
encargado de logística y cobro de extorsiones para la compañía Ayiber González de las
Farc-EP611; el ST Forero Cruz describió la actitud del detenido como “desafiante”; y el
guía le habría pedido que, debido a que el señor Alvarado lo había reconocido,
asesinaran al detenido o él se exponía a represalias de las FARC-EP612. Adicionalmente,
una parte de la sección primera, en registro de la zona, encontró el radio que se presentó
como incautado, en un lugar en el que durante la persecución vieron que el señor
Alvarado había lanzado algo613.

602. El entonces ST Forero Cruz sostuvo ante la JEP que había ordenado a soldados
de su pelotón realizar labores de corroboración de la identidad del detenido con vecinos

609 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7351. Obtenido
en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
610 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
El SS Mora Fulano no mencionó este detalle en su VV; en cambio dijo que no se percató de que un miembro
de su sección abandonó la retaguardia para llevar a la primera sección un arma "de cuadre" que cargaba. De
hecho, en su narración se sugiere que solo después de los hechos (cuando el ST Forero Cruz se lo dijo) supo
que había sido una baja ilegítima. El ST Forero Cruz ratificó que le contó después al cabo Angucho la realidad
de los hechos y al SS Mora Fulano días después. El SLP Tovar dijo que toda la unidad, incluso el ST Forero
Cruz, sabía que Vera Vera cargaba desde tiempo atrás el arma (se había apoderado de ella a manera de trofeo
de guerra) y que, incluso, después de los hechos se hizo una colecta para pagársela. El ST Forero Cruz dijo en
su VV que solo hasta el momento en que decidió provocar la muerte al señor Alvarado se enteró de la existencia
del arma y que supo de la colecta, pero no la organizó ni participó en ella: “(…) tomo la decisión, subo, no me
acuerdo a quien tenía al lado, pero me acuerdo que pregunté “¿quién dispara?”, entonces llega el soldado
Vera. Cuando llega, él ya traía el arma y si no estoy mal era el que la tenía”. Luego en su VV aclaró que llamó
al SS Mora Fulano y “(…) le pedí al soldado Vera”. El SLP Vera Vera, por el contrario, dijo en su VV que en el
momento de mostrarle el arma al ST Forero Cruz, este le dijo “(…) présteme la vaina nosotros se la vamos a
pagar”.
611 De hecho, el entonces ST Forero Cruz dijo en su VV ante la JEP que el guía le dijo, al llegar a la finca, que

esta era habitada por alias Juanito, encargado de logística y finanzas y que pertenecía a una familia de apellido
Tapias que había sido desplazada por las Farc-EP. Es, probablemente, la primera mención al alias que hizo el
guía. El guía confirmó la presunta identidad del señor Alvarado después de ser trasladado de la segunda a la
primera sección de Catapulta 4.
612 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miller Damián Forero Cruz, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280
y Versión Voluntaria de José Edilberto Vera Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0269
613 El detalle del radio encontrado durante el registro de la zona fue mencionado por varios comparecientes,

entre ellos, el SLP Tovar y el ST Forero Cruz.

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de la zona y que recibieron información de “[…] una señora [que] dice [sic] que era un
trabajador de la finca y que simplemente se había asustado y había salido corriendo, pero que era
un trabajador”614. También dijo que, a continuación, al confrontar al detenido con la
información que el guía les había provisto, el señor Alvarado le dijo:

“(…) usted no tiene nada conmigo, no me puede llevar, no me pueden hacer nada, yo hago parte
de esta estructura pero usted no tiene nada en contra mía”. Entonces en ese momento me confirmó
que hacía parte de la estructura, toma una actitud desafiante, se sienta, prende un cigarrillo y dice
“hágame lo que quiera, lléveme que no tiene nada contra mí, en una o dos semanas estaré otra vez
aquí afuera, porque la justicia no tiene nada en contra mía (…) que él tenía cierto poder o injerencia
en la justicia porque llevaba mucho rato ahí en la estructura y que no era la primera vez que lo
capturaba la fuerza pública, que otras veces se había escapado y que esta no iba a ser la
excepción615”.

603. En su VV ante la JEP, el oficial afirmó que esta actitud había sido determinante
para decidir el asesinato del detenido616. También sostuvo que ratificó su decisión
cuando parte de la primera sección encontró los elementos que presuntamente había
dejado caer el señor Alvarado. Así mismo, el comandante de Catapulta 4 justificó en su
VV la decisión del asesinato de la siguiente manera:

“PREGUNTADO: cuando encuentran los elementos y tiene reducida a la persona, ¿por qué no
llamar al batallón e informar la captura? RESPONDIÓ: no tenía señal, tenía la radio pequeña, no
podía comunicarme con el batallón. (…) PREGUNTADO: ¿qué lo llevó a pensar que matar a esta
persona era una decisión que podía tomar? RESPONDIÓ: creo que lo que me impulsó tomar la
decisión fueron las palabras que me dijo, arriesgó a ese muchacho, utilizarlo como escudo humano,
sabía que así nosotros no íbamos a accionar las armas. Con todo lo que me había dicho fue mi
impresión de que él tenía algún tipo de poder en esa estructura, cuando identificó al guía, este iba
a estar en riesgo, si salía a los dos meses, la familia que era de esa región iba a estar en peligro,
entonces todo eso [fue] lo que me llevó a tomar la decisión”. 617

604. La designación del SLP Vera Vera para cometer el asesinato, le pareció recordar
al ST Forero Cruz, se tomó después de hablar con el radioperador de su sección, el SLP
Polo Trujillo, que le habría dicho que “[…] hablara con Vera”. Sin embargo, el SLP Vera
Vera dijo que fue un SLP de apellido Gómez quien le dijo que Forero Cruz le había
encargado el asesinato:

614 Ningún otro compareciente mencionó este detalle en sus VV ante la JEP. A pesar de no haber encontrado
corroboración de parte de la población (no mencionó a cuántas personas se les indagó por el señor Alvarado),
el ST insistió en la identificación realizada por el guía.
615 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miller Damián Forero Cruz, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
616 Ibidem. El oficial también dijo que en un momento se había quedado solo con el detenido: “(…) estábamos

los dos ahí. El resto de la escuadra estaba de seguridad o buscando en el terreno lo que le habíamos visto a esta
persona. La otra escuadra estaba en la casa revisando y prestando seguridad. PREGUNTADO: ¿Quién estaba
con usted? RESPONDIÓ: estaba solo”. No es claro si la conversación descrita con el detenido se da en este
punto.
617 Ibidem. Luego, cuando se le indagó por la felicitación obtenida por su participación en los hechos, dijo que:

“[…] para esos días, la verdad no era que buscara eso, me motivaba para trabajar de pronto saber que esa
persona no iba a hacer mal, me daba parte tranquilidad, pero creo que uno nunca está tranquilo cuando toma
una decisión como esta, pero a mi percepción para esos días sentí que esa persona no le haría daño a nadie”.
El SLP Vera Vera contradijo la versión de Forero Cruz respecto a la actitud del señor Alvarado con el niño, ya
que dijo que miembros de la sección primera le dijeron que el señor Alvarado no quería soltar al menor.

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“(…) me dijo que usted tiene que matar al man ¿y yo por qué? , yo le dije, la verdad yo he tenido
combates pero no así, no, él dijo ah pues yo no sé eso dijo el man, o sea él TE, entonces yo me
quedé pensando un rato, cuando yo volteé a mirar al TE él me miro de arriba abajo y me hizo
señas yo le dije que no, en ese momento no hallaba la idea de que tenía yo que matar a ese señor
de esa forma , entonces me quedé un rato, él me hizo otra vez, eso fue un instante, la verdad
sucedió tan rápido que yo tenía mi arma en el piso (inaudible) cuando él me volvió a hacer la
señal yo levante mi arma así del piso y disparé, la verdad miré que el señor salió hacia adelante
pero no lo volví a descargar.”618

605. Respecto a lo sucedido tras el asesinato, hubo coincidencia en lo afirmado por


diferentes comparecientes en aspectos fundamentales: el SS Mora Fulano no tenía
visibilidad hacia donde se encontraba la primera sección, pero escuchó disparos
seguidos por la comunicación del ST Forero Cruz informándole que habían sostenido
combate, que había muerto una persona y que la tropa se encontraba sin novedad619.
Debido a la imposibilidad de comunicarse con el batallón (desde el lugar donde se
encontraba la primera sección no salían comunicaciones hacia el batallón, aunque sí
podía comunicarse con radios de corto alcance con la sección del SS Mora Fulano), el
ST Forero Cruz le ordenó que reportara los hechos al BIPIG620.

606. Según sostuvo Mora Fulano, al radio pasa el TC Pico Rivera, que tras
comunicarse con autoridades judiciales y de policía, le informó que la tropa debía
encargarse de las diligencias de levantamiento, ya que aquéllas no se trasladaban hasta
la zona por cuestiones climáticas y de orden público. También ordenó que los actos de
levantamiento se realizaran rápidamente para evitar hostigamientos de las FARC-EP y
que la tropa se trasladara lo antes posible a zonas más seguras621.

607. La identificación de la víctima como alias Juanito de parte del guía Martínez

618 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Edilberto Vera Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.
Según el ST Forero Cruz el SLP Vera Vera no habría mostrado reticencia a cometer el asesinato. De hecho,
según el oficial, cuando llegó el SLP le dijo “[…] este tipo no merece vivir ¿usted lo haría? Y dijo sí”. Casi todos
los comparecientes coincidieron en que entre el momento de la detención y cuando se escucharon los disparos
pasaron entre 10 y 20 minutos, aproximadamente. Ver, por ejemplo, las VV del SS Mora Fulano, del SLP
Florentino Tovar y del ST Forero Cruz. La señora María Orduz Calderón dijo a la Defensoría del Pueblo que
entre la salida de su esposo y los disparos que escuchó pasaron unos 10 minutos. Ver: Inspecciones Neiva Nov.
Carpeta F115. Carpeta 7351 DH Juan Cristóbal Alvarado. C1. PDF 61.
619 Al ser preguntado sobre las características del hecho, el SS Mora Fulano en su VV dijo que al ver el cuerpo

y de lo que escuchó estando a distancia del lugar, los hechos no eran consistentes con un combate: “(…) un
combate es que realmente nos estén disparado 2, 3 o 4 guerrilleros o que hayan soldados heridos, a eso yo
llamo un combate, un enfrentamiento es que nosotros vamos por un camino y repentinamente nos estrellamos
con un grupo y se produce el enfrentamiento, en este caso (…) fueron unos disparos muy rápidos, me explico,
no escuché que hubieran granadas, explosiones o detonaciones, señor magistrado, fue más bien como algo
muy rápido, unos disparos y ya, yo estaba reportando que si necesitaba apoyo o qué había pasado y él ya me
comenta que había una neutralización”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290.
620 Ibidem.

621 Ibidem.

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Quintero nunca se puso en duda622, y en la primera comunicación del ST Forero Cruz


con el BIPIG, llevada a cabo cuando salieron de la zona donde se produjo la muerte,
transmitió la información de la baja identificando al señor Alvarado con ese alias623.

608. Por otro lado, el ST Forero Cruz reconoció que usó un guante quirúrgico para
poner el arma en la mano de la víctima y dispararla en un par de ocasiones y se encargó
de los procedimientos de levantamiento del cuerpo, lo que fue confirmado por varios
comparecientes624. El SLP Tovar junto a otros comparecientes mencionó que la víctima
tenía en un bolsillo poco más de $100.000, que se repartieron entre varios de los
integrantes de la sección primera y el SLP Vera Vera625.

609. El ST Forero Cruz también reconoció haber ordenado a integrantes de su sección


buscar un animal para transportar el cuerpo626. Varios comparecientes627 describieron
cómo se amarró el cuerpo a un caballo y las caídas que sufrió el animal con la víctima
en su lomo628. Los SLP Tovar y Vera Vera contaron en sus VV que, al animal, cargando
a la víctima, lo pasaron frente a su casa, mientras una mujer y dos niños (uno de ellos
el que estaba con la víctima antes de su asesinato) se encontraban allí629. La esposa de la
víctima ante la Defensoría del Pueblo confirmó esto cuando dio detalles de la entrega
del menor y del robo del caballo tras los disparos escuchados a distancia:

622 De hecho, en su VV el ST Forero Cruz dijo que el guía le había dicho que el señor Alvarado tenía orden de
captura. Según el oficial, transmitió la información de la presunta orden de captura al CR Pico Rivera en esa
primera comunicación, pero no obtuvo respuesta al respecto. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
623 Ibidem. Quizás fue la primera mención del alias que se entregó al batallón. La mención a alias Juanito en

esa primera comunicación fue ratificada por el SS Mora Fulano: “(…) ya después, más adelante, en una parte
ya digamos más plana se reúne el pelotón, nosotros de la segunda sección, vemos por primera vez el caballo,
vemos por primera vez el cadáver y es cuando mi teniente nos informa o no nos informa, llama ya a mi coronel
desde su radio en una parte más despejada, ya fuera del caño y él le informa de la neutralización de alias
Juanito, le informa que esta persona fue reconocida por el orientador”.
624 Por ejemplo, Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.

Versión Voluntaria de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0290. Según dijo, los actos de levantamiento fueron dirigidos por el ST Forero Cruz y habría
tomado fotografías. El ST Forero Cruz dijo en su VV que para ese momento creía que no llevaba consigo cámara
fotográfica: “El comandante de batallón ordena que sacáramos el cadáver, que sacáramos el material
incautado, diéramos las coordenadas del sitio y que tomáramos fotografías, no me acuerdo si lo hice o no
porque no tenía cámara para ese entonces”. Más adelante dijo que tras hacer los disparos con la mano de la
víctima: “[…] le quito el proveedor a la pistola, saco el cartucho de la recamara y la meto en una bolsa. Recojo
el radio, lo que tenía ahí, y tomo las coordenadas”.
625 La esposa de la víctima en su declaración ante la Defensoría del Pueblo el 15 de diciembre de 2005, también

dijo que en abril de ese año, hombres que se identificaron como del “ejército de Garzón” allanaron su casa, la
obligaron a firmar un oficio que decía que permitía el allanamiento y que había recibido buen trato (bajo
amenaza de entregar a los niños a Bienestar Familiar) y que les habían robado $2.000.000.
626 El SLP Tovar dijo que de esta tarea se encargaron un par de soldados, entre los que estaba uno de apellido

Mauricio Figueroa Medina. Vera Vera, en cambio, dijo que la tarea se les encargó a los SLP Vargas Chávez,
Olaya Herrera, Chantre, Pérez y a él. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279
627 Este detalle fue mencionado, por ejemplo, por el SLP Florentino Tovar y el ST Forero Cruz, entre otros.

628 El SS Mora Fulano dijo que el cuerpo presentaba exposición de masa encefálica y se encontraba lleno de

barro, producto de las caídas que había sufrido el animal durante el trayecto:
629 Ibidem.

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“(…) llegó un soldado a la casa, pasó por el corredor y fue a la cocina y me dijo “mire, ahí le traje
al niño”. El niño estaba muy asustado. Dos soldados más llegaron a la casa, se entraron y se
pusieron a esculcar y a revolcar todo. Yo les dije que me dieran la orden de la fiscalía, y ellos no
me contestaron nada y continuaron revolcando la casa. Como a los diez minutos, se salieron para
el corredor, cogieron el lazo del caballo, yo les dije que para qué querían la jáquima, ellos
contestaron que ellos la necesitaban (…) y se fueron con el caballo. Como a las 10:30 llegó un
soldado a la casa y me dijo que me encerrara con los niños. Yo les dije que yo no me encerraba, y
fue entonces cuando venía un grupo de soldados con el caballo y el cadáver de mi esposo amarrado
en él, todo ensangrentado. Yo les grité “asesinos, para qué mataron a mi esposo”, ellos no
contestaron, solamente les dio risa y se fueron.630

610. Tras salir de la zona, Catapulta 4 se encontró con un pelotón que estaba
prestando seguridad (el SS Mora no aclaró si se trataba de uno de los pelotones
detectados por la guerrilla durante la implementación de la ORDOP) y en el lugar se
preparó un helipuerto para recoger el cuerpo631. El SS Mora Fulano dijo en su VV que
del helicóptero bajaron una bolsa negra, introdujeron el cuerpo en ella y partieron,
según le dijo el ST Forero Cruz después, con rumbo a Neiva, a instalaciones de la
BR09632.

611. Catapulta 4 llegó a la base de Algeciras y esa misma noche del 14 de diciembre
se trasladaron en unas NPR a instalaciones del batallón633. Al día siguiente, según Mora
Fulano, fueron llamados a rendir declaraciones por los hechos (aunque no supo decir
ante quién las dieron, solo dijo que quien las recibió fue el secretario del batallón, un
sargento de apellido Vaca). El ST Forero Cruz incluyó dentro del personal destacado de
la operación a los SLP Polo Trujillo y Vera Vera, el último por haber accedido a cometer
el asesinato. También coordinó las versiones con la primera escuadra de la primera
sección de Catapulta 4 que estaba en el lugar del asesinato, y con el guía, a quien le dijo

630 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7351. Obtenido
en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. La
denunciante también dijo que se dio cuenta que en el diario La Nación del día de la denuncia (15 de diciembre
de 2005) ante Defensoría, se incluía la noticia de la muerte de alias Juanito, que asumió se trataba de su esposo
debido a la ubicación de los hechos que entregaba el periódico. El ST Forero Cruz en su VV corroboró que el
niño fue recogido por un soldado y llevado a la casa, según dijo, porque “(…) porque el niño quería irse con
el señor, entonces el soldado lo saca de ahí”. También la requisa de la casa fue corroborada por el oficial, pero
la ubicó antes de que se produjera el asesinato. El SLP Vera Vera dijo que quien custodió al niño fue el SLP
Silva.
631 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290 y
Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280. Mora Fulano dijo que el ST Forero Cruz les dio el alias a los tripulantes. El ST Forero
Cruz dijo que había entregado los materiales incautados a los tripulantes.
632 El SLP Vera Vera en su VV dijo que a ese lugar llegaron hacia las 4:30 p.m. y media hora después llegó el

helicóptero. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Edilberto Vera Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0269.
633 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290. Casi
todos los comparecientes coincidieron en la descripción del traslado al Bipig.

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que probablemente lo llamaría el Juzgado Penal Militar como testigo de los hechos634.

612. El entonces TC Pico Rivera dijo en su VV que estaba establecido que resultados
operativos de esta naturaleza hacían acreedora a la tropa de felicitaciones y salidas de
permiso635. Sin embargo, el ST Forero Cruz dijo que si bien “(…) para esa época el pelotón
tenía pendiente salir a permiso, era diciembre, entonces dentro del cronograma estaba previsto
que salieran (…)”, el resultado operativo sí modificó el permiso navideño aumentando
los días de descanso636.

613. Por otro lado, los comparecientes mencionaron las felicitaciones o


reconocimientos obtenidos por los integrantes de Catapulta 4 en los días posteriores a
los hechos. Por ejemplo, el SS Mora Fulano mencionó la felicitación al pelotón en la
formación semanal con anotación en la orden del día:

“[en] días posteriores a ese, el señor coronel nos hace formar y nos felicita por los resultados
operacionales en tal lado, de hecho, nos reconocen con unas tarjetas que nos dan a nosotros, no sé
si fue el mismo comandante o el ejecutivo, una tarjeta donde está la fecha, la operación, firmada
por el comandante del batallón, el nombre de nosotros donde nos hace ese tipo de felicitaciones” 637.

614. Aunque estos hechos obtuvieron condenas a algunos de los participantes,638 fue
mediante las VV ante la JEP que se obtuvieron detalles hasta ahora desconocidos. Por
una parte, excluyendo a los miembros de la plana mayor del BIPIG, el reconocimiento

634 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
Preguntado sobre si confiaba en que el guía confirmara la versión falsa de los hechos, el compareciente dijo
que: “(…) la sensación era que esta persona le había hecho daño a él ya que él estaba más tranquilo con que no
estuviera vivo, y de acuerdo a lo que me afirmó, me dijo que esa persona está mejor así, cómo se iban a decir
las cosas y que si le preguntaban él decía eso. Yo le dije que lo más probable es que lo llamen en la penal militar
como testigo y dijo que así es lo mejor”. También dijo que Martínez Quintero había recibido un pago por su
participación en estos hechos, aunque no supo cuánto.
635 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.
636 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
Aunque no refiriéndose en específico a estos hechos, el SLP Tovar dijo que “(…) mi CR Pico, cuando yo estaba
en catapulta, y que uno miraba que el pelotón que le daba resultados le hacía asado en el batallón, invitaba a
la esposa, a viajes, así, el pelotón que daba bajas ellos salían de permiso, antes que salía de servicio mataban
una novilla o un marrano”.
637 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290. El
suboficial también comentó que de las felicitaciones también conocía la BR09: “(…) pues ese tipo de actuaciones
o situaciones de felicitaciones pues automáticamente, no solamente el comandante del batallón porque estaba
pendiente, porque usted entenderá que posiblemente pudimos entrar en un combate fuerte, donde pudieron
haber heridos y muertos por parte de la fuerza pública, entonces como que yo creería que la misma brigada
estaba pendiente.” El ST Forero Cruz también reconoció haber sido felicitado.
638 Una de ellas en contra del radioperador de la sección segunda, SLP Florentino Tovar. El SLP Vera Vera negó

cualquier involucramiento del SLP Tovar en los hechos, y atribuyó su condena a declaraciones de Martínez
Quintero que buscaban poner por fuera de la escena de los hechos al SLP Polo Trujillo, radioperador de la
primera sección y con quien, al parecer, tenía una relación de amistad. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Edilberto Vera Vera. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.

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de la ilegalidad de los hechos fue generalizado. Por otra, los hechos mostraron
dinámicas cuestionables dentro del funcionamiento operativo de las tropas del BIPIG
como, por ejemplo, la incautación no reportada de material de guerra o la utilización
de guías con gran autonomía,639 confiabilidad y sin tener en cuenta los protocolos
necesarios para impedir su identificación. Por otro lado, el hecho parece sintomático de
la construcción de relatos justificatorios del asesinato de personas protegidas, pero
también de la normalización del asesinato en combate de parte de los altos mandos de
las unidades militares, que se evidenció mediante felicitaciones, celebraciones,
recibimientos, etc. Por último, este caso también evidenció la desproporción en el
accionar de las tropas del BIPIG durante la comandancia del TC Pico Rivera, periodo
en el que la JEP ha recopilado información de otros hechos en los que los asesinatos se
cometieron en presencia de menores de edad o de las familias de las víctimas y en las
zonas que habitaban. También merecen mención las dinámicas de exacción o despojo
material que describieron los comparecientes y la esposa de la víctima, ya fuera de
dinero o de animales.

4.2. Caso ilustrativo 2: el homicidio de Herney Felipe Gómez López.

615. El 26 de agosto de 2006 en la vereda San Adolfo de Acevedo, tropas del 4º pelotón
de la compañía Berlín del BIMAG, asesinaron a Herney Felipe Gómez López de 29 años,
reconocido habitante de la zona desde su infancia, comerciante de café pasilla,
agricultor y administrador de un local de expendio de licores en el centro poblado de
la vereda. Su asesinato revela dinámicas de estigmatización de pobladores,
generalmente con arraigo campesino, que sufrieron señalamientos y judicializaciones
por presuntas relaciones con la subversión, que la justicia nunca comprobó.

616. La vereda de los hechos fue descrita por varios comparecientes como desafecta
hacia las tropas del Ejército Nacional, y con problemas de orden público provocados
por la ausencia de la Policía Nacional desde el ataque al centro poblado y a los efectivos
de la institución en septiembre de 2001640. Y aunque algunos comparecientes reportaron
una presencia marginal de las FARC-EP en la zona, pocos lo hicieron refiriéndose al
año de interés para este caso en particular (2006). Sin embargo, el comandante de la
unidad militar que produjo estos hechos, el SS Hugo Alexander Flor León, se refirió
extensamente a la vereda describiendo la existencia de expresiones de delincuencia
común insertadas en la región debido a la economía cafetera, y de milicianos que
causaban amedrentamiento en la población civil641.

617. A pesar de esto, fuentes abiertas han mencionado que en 2007, un año después
de los hechos en los que fue asesinado Herney Felipe, la estación de policía fue
reconstruida gracias a que las FARC-EP ya no se encontraban en la vereda y no existía

639 Varios comparecientes describieron que el guía jugó un rol fundamental en la decisión de asesinar al señor
Alvarado.
640 Hacemos Memoria. “La tarde en que las FARC-EP atacaron con gases tóxicos”. En:
https://hacemosmemoria.org/2018/12/15/ataque-farc-san-adolfo-huila/.
641 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.

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riesgo de ataque contra los efectivos policiales642. La ausencia de las FARC-EP en la zona
fue confirmada por el SLP Henry Lozano, quien en 2008 por órdenes de sus superiores
se infiltró por más de un año como campesino en San Adolfo sin encontrar actividad
guerrillera para reportar a la S2 del batallón643.

618. Por los hechos en los que fue asesinado Herney Felipe Gómez López el SS Flor
León presentó dos informes: uno breve el 27 de agosto y otro más extenso el 18 de
septiembre de 2006644. En uno y otro se expuso casi la misma versión de los hechos: tras
requisas en establecimientos del centro poblado de San Adolfo y la incautación de
armas blancas, ordenó el retorno de la tropa al puesto de avanzada en una vereda
vecina; durante el traslado fueron atacados por dos personas y producto del
intercambio de disparos se provocó la muerte a una de ellas. Los dos informes
identificaron a la víctima como alias “Fósforo”, jefe de milicias de las Farc-EP y
relacionaron como material incautado un revólver calibre 38, una granada de mano y
un bolso con ropa.

619. Sin embargo, el contenido de los informes variaba leve pero significativamente:
mientras en el primer informe el SS Flor León señaló que los soldados vieron a dos
personas salir de la margen izquierda de la carretera que va de San Adolfo a Acevedo
y que ante la orden de alto respondieron con fuego a la tropa; en el informe del 18 de
septiembre afirmó que, mientras la tropa se retiraba hacia la zona de descanso, fueron
hostigados por dos personas. Las incongruencias en la documentación operacional se
extendieron al documento de “Lecciones aprendidas”, en el que se consignó que los
hechos ocurrieron a las 00:45 del 27 de agosto de 2006, hora que no había sido
mencionada por ninguno de los informes anteriores -que solo mencionaban que el
movimiento de la tropa se había iniciado a las 11:40 de la noche del 26- e incluyeron en
la narración la presencia de los dos atacantes en una motocicleta que se movilizaba “(…)
a alta velocidad al margen izquierdo de la vía”645.

620. Sin embargo, desde muy temprano en la investigación por los hechos, la FGN
contó con declaraciones de vecinos de San Adolfo sobre el carácter de Herney Felipe,
su arraigo en la vereda (desde pequeño era conocido como Fósforo646) y sus últimas
horas de vida. Herney Felipe fue descrito como un comerciante y agricultor, sociable e

642 Hacemos Memoria. “La tarde en que las FARC-EP atacaron con gases tóxicos”. En:
https://hacemosmemoria.org/2018/12/15/ataque-farc-san-adolfo-huila/.
643 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Henry Lozano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0248.
644 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Informe de Operaciones de la Misión Táctica “Apolo” del 18 de

septiembre de 2006. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235
645 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Sección de Lecciones Aprendidas de septiembre de 2006.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
Todos los documentos mencionaron que a alias Fósforo se le había encontrado un revólver calibre 38, munición
y una granada de mano.
646 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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interesado en los campeonatos de fútbol de la vereda647, habitante de la zona desde su


infancia648 y al unísono sus conocidos recalcaron que nunca lo vieron con armas o en
actividades que afectaran a la comunidad.

621. Sobre el día de su asesinato, el señor Eider Alberto Rojas, conocido de Herney
Felipe desde un año antes, contó a la FGN que habían trabajado juntos en una finca
hasta mediodía:

“(…) después nos fuimos para el pueblo, nosotros nos fuimos con el hermano de Herney de
nombre Wilmer (…) esa tarde salimos, estuvimos por ahí en el pueblo, como oscureciéndose ya
llegó el ejército al pueblo, empezaron a hacer requisas, a nosotros nos requisaron, estábamos en un
casino, en el casino de don Aldemar, nos fuimos para la discoteca y estábamos ahí tomándonos
unas cervecitas con el hermano del finado, porque el finado no tomaba, y entonces como a eso de
las nueve de la noche dijo “ya vengo”, él estaba ahí con nosotros, él bailó con una muchacha, luego
dijo “ya vengo”, y nunca más volvió (…).”649

622. Por su parte, el señor Benjamín Salcedo Rodríguez, amigo de infancia, le dijo a
la FGN que vio por última vez a Herney Felipe hacia las 10 o 10:30 de la noche, cuando
llegó a su casa a cambiarse de zapatos para irse a su finca. Según dijo el declarante,
Herney Felipe le manifestó su preocupación porque había sido requisado en tres
lugares diferentes por el Ejército y que “(…) él miraba como que lo seguían, él me dijo
‘Mincho, yo estoy como asustado hermano’, yo le dije, ‘no vaya [a su finca], quédese’ (…)
entonces él respondió que él tenía que irse porque la mujer lo estaba esperando y ella se ponía
brava si se quedaba650”.

623. La sensación de estar siendo vigilado el día de su muerte pudo verse


indirectamente confirmada en la VV del SLP John Alexander Cárdenas Quintero,
integrante de Berlín 4. Según el SLP, la tropa salió a cumplir la misión en San Adolfo
sin él ya que se encontraba apartado del pelotón. Cuando a través de un atajo alcanzó
a sus compañeros le informaron “(…) cuál era la orden, y me dijeron que (…) tocaba hacer
unas requisas y que mi sargento [Flor León] había dicho que si miraban a Fósforo le dijeran que…
que él lo esperaba en la vía de [inaudible] creo que era, que necesitaba hablar con él, eso fue lo
que dijeron (…).”651

624. Además, declaraciones entregadas a la FGN indicaban que, con anterioridad a


su asesinato, se habían presentado indagaciones en torno a Herney Felipe por parte del
ejército: El señor Salcedo Rodríguez declaró que lo había acompañado a presentarse a
una base del Ejército en la vereda La Victoria de Acevedo unas semanas antes de su

647 Ibidem.
648 Ibidem.
649 Ibidem.

650 Ibidem.

651 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480. Los comandantes de la unidad, el SS Flor León y el C3 Fabio Alejandro Buitrago
Sánchez, en sus VV ante la JEP negaron conocer de antemano a Herney Felipe.

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muerte, ya que le habían dicho que lo estaban buscando. También dijo que, tras hablar
con unos soldados, le indicaron a Herney Felipe que no tenía ningún requerimiento de
las autoridades y que podía estar tranquilo.652 Esto lo confirmó Edilma Laje Molina,
esposa de Herney Felipe, también en declaración ante la FGN, cuando contó que había
sido el señor Eider Alberto Rojas quién le había informado a su esposo que el ejército
había estado preguntando por él653.

625. La misma declarante dijo ante la FGN que, aproximadamente un año antes del
asesinato de Herney Felipe, cuando estaban encargados de la administración de una
discoteca en San Adolfo, el ejército realizó un allanamiento a la vivienda de la pareja
“(…) revolcaron todo, revisaron, y a él se lo llevaron preso y a mí me decía[n] que si yo sabía
dónde era que él escondía las armas y la plata de las extorsiones”654. Es probable que la señora
Laje se estuviera refiriendo a la captura que había sufrido Herney Felipe en noviembre
de 2002 por parte de miembros del BIMAG y a su posterior judicialización por rebelión.
La detención, según documento firmado por el entonces comandante del BIMAG, TC
Enrique Arturo Torres Arciniegas, se sustentó en información de un desertor de las
FARC-EP que lo había señalado como miliciano del Frente 61 encargado de trasladar
alimentos, medicinas y explosivos hasta campamentos guerrilleros655. En marzo de 2003
la FGN precluyó la investigación por encontrar endebles los señalamientos en su
contra656.

626. La información recopilada por la JEP y la justicia ordinaria confirmó que hubo
relaciones previas al día de su asesinato entre Herney Felipe y miembros de Berlín 4: el
SLP Cárdenas Quintero en su VV admitió que Herney Felipe había servido de guía a
las tropas el 20 de agosto de 2006 (una semana antes de su asesinato), en la captura de
Luis Albeiro Andrade Narváez de 30 años, alias Cabezón, exmiliciano de las FARC-EP.
Por su parte, el SLP Jhon Alexander Lasso Polanía, en declaraciones ante la FGN en
2014, reconoció que en la captura colaboró un guía, y que su presencia la referenció el
SS Flor León, pero que nunca le vio el rostro ni lo distinguió ya que, al parecer, iba
uniformado657.

627. La participación de Herney Felipe en la operación de captura de Andrade

652 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334. Obtenido
en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
653 Ibidem.

654 Ibidem.

655 Ibidem. Por su detención, la comunidad de San Adolfo y sus representantes políticos (concejales y miembros

de la JAC) firmaron una carta en la que recalcaban la honestidad de Herney Felipe y que en la zona no se le
habían conocido comportamientos delictivos. Ver: Inspección a radicado 7334 DH. C.5. PDF 61.
656 Ibidem. La misma FGN encontró una anotación de inteligencia del 1 de marzo de 2006 referente a Herney

Felipe, que decía: “[…] en San Adolfo Acevedo (Huila) realizó presencia y desplazamiento del sujeto [sic]
HERNEY FELIPE GÓMEZ LOPEZ (A. Fósforo), miliciano bolivariano de la cuadrilla 61 Ont FARC,
movilizándose en una camioneta de platón color rojo, cargados con timbos de leche con destino al casco urbano
de Acevedo”. Ver: Inspección a radicado 7334 DH. C.4. PDF 138. La FGN consideró que lo consignado en la
anotación era intrascendente y no relacionaba a Gómez López con actividades ilícitas o propias de la
subversión.
657 Ibidem.

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Narváez también la confirmó su compañera en declaraciones ante la FGN. En


resolución de situación jurídica de los SLP Armel Moreno y Armando Torres Leal, la
FGN incluyó declaraciones de la señora Laje entregadas el 30 de abril de 2007, en las
que contó que su esposo se saludaba con la tropa acantonada en San Adolfo y que:

“(…) inclusive como quince días antes de que lo mataran me dijo que (…) había tenido problemas
con un señor que lo había tratado de matón y a mi marido le había dado rabia y le había pegado,
al otro día le llegó una cita que la guerrilla lo necesitaba, y me dijo que no quería que anduviera
con él porque de pronto nos hacían algo con la niña, que iba a buscar al ejército para ir con ellos a
la cita con la guerrilla (…) al otro día domingo llegó todo trasnochado, y me dijo que esa noche
había salido con el ejército y que lo habían vestido de soldado y que le habían tapado la cara para
que este señor no lo reconociera, y que le habían cogido unas cartas para extorsionar, me dijo que
gracias a dios ya tenía la cuota del otro año porque le iban a dar diez millones por haberle
colaborado al ejército (…).”658

628. A pesar de los indicios de participación de Herney Felipe en la operación de


captura, en la documentación operacional firmada por el SS Flor León no se incluyó
información sobre la presencia de un guía con la tropa. En cambio, el suboficial
consignó en el informe que recibió datos de Imperio 2659 sobre un grupo de extorsionistas
que se encontraba intimidando a la población civil en área rural de San Adolfo, que
inició traslado hacia la vereda El Rubí de Acevedo y que en la vivienda señalada por la
información encontraron a Andrade Narváez con material relacionado con la guerrilla
en su billetera660. En sus VV ante la JEP, los comandantes de la unidad, el SS Flor León
y el C3 Fabio Alejandro Buitrago Sánchez, negaron haber conocido de antemano a
Herney Felipe y recalcaron que no sabían quién había sido la víctima de los hechos del
26 de agosto661.

629. Sin embargo, las dos versiones con las que cuenta la JEP sobre el momento en
que la tropa se encontró con Herney Felipe, contradicen a los suboficiales. Por un lado,
Luis Evelio Córdoba, también amigo de infancia, entregó en repetidas ocasiones a la

658 Ibidem. El detalle de que Herney Felipe acompañó a la tropa entre sábado y domingo coincide con la fecha
del 19-20 de agosto, en la que se habría presentado la captura de Andrade Narváez.
659 El MY Ojeda Oliva dijo que el indicativo del comandante del batallón era Imperio y que de ahí en adelante

las secciones añadían el número de sus oficinas. En tal sentido, Imperio 2 correspondía a la S2 del BIMAG.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
660 Ver: Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235:
El material consistía en hojas de cuaderno con consignas, himnos y otro tipo de escritos que indicaban alguna
clase de adoctrinamiento en filas de la subversión. No se observaba en ellas ningún planeamiento de acciones
o extorsiones. El 24 de agosto de 2006, Andrade Narváez rindió indagatoria en los juzgados de Pitalito en la
que reconoció su pertenencia a las Farc-EP desde 2003 hasta su deserción el 11 de agosto de 2006 y que sus
labores habían consistido en asuntos meramente logísticos. En noviembre de 2006 se acogió a sentencia
anticipada por el delito de rebelión y fue condenado a 36 meses de prisión.
661 El SS Flor León ni confirmó ni descartó la participación de Herney Felipe en la operación de captura de

Andrade Narváez; en cambio, se limitó a decir que el guía llevaba la cara tapada y que intercambió muy pocas
palabras con él. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0260

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FGN información sobre los momentos previos a su asesinato: según el declarante,


cuando salían en moto de San Adolfo, fueron detenidos en un retén del Ejército, en el
que Herney Felipe trató con familiaridad a los soldados. Después de esperarlo un rato,
por petición del mismo Herney Felipe y por la actitud agresiva de un soldado, lo dejó
con la tropa a pesar de insistir en llevarlo a su casa662.

630. Por otra parte, el SLP Cárdenas Quintero en su VV ante la JEP relató una
situación completamente diferente. Según dijo, vio cuando Herney Felipe ingresó a una
compraventa de café en la entrada de San Adolfo, en cercanías al colegio de la
localidad663, y teniendo en cuenta la instrucción que le habían transmitido, informó al
C3 Buitrago Sánchez, que venía saliendo del centro poblado junto al SLP Armel Moreno
Gaitán:

“(…) “mi cabo, para solicitarle, ahí dentró [sic] Fósforo, él entró ahí a la casa esa y mi sargento
había dicho que lo necesitaba para hablar”, entonces estábamos ahí, esperamos un momentico, y
cuando nos íbamos a ir ahí fue cuando salió Fósforo, salió, él llegó, llegó hasta donde estábamos
nosotros y llegó preguntando por el sargento también, “y a dónde está mi sargento, a donde está mi
sargento que necesito hablar con él”664

631. Según el SLP Cárdenas Quintero, al encontrarse con Herney Felipe, el cabo
Buitrago se comunicó por radio casi de inmediato con el SS Flor León665:

“(…) en ese momento no sabemos qué fue lo que pasó o no sé qué fue lo que Fósforo escuchó (…),
yo cuando miré fue cuando Fósforo tiró a meterse por la cerca, por la cerca que está en el cafetal
(…). Ahí fue cuando mi cabo Buitrago lo alcanzó y lo cogió del pantalón, lo cogió del pantalón
¿no? Y como él traía un bolso, él ya venía con un bolso, él se enredó también con el bolso, ahí fue
cuando mi cabo Buitrago lo cogió del pantalón y lo metió hacia adentro, hacia el lado del cafetal,
lo ayudó a pasar la cerca, ahí fue en ese momento cuando el soldado [Armel] Moreno Gaitán armó
el fusil, armó el fusil ¿no? Y yo dije “bueno, ¿pero aquí qué pasó?”, eso fue en cuestión de segundos,
cuando yo me di cuenta que el soldado cargó el fusil y le disparó a esa persona ¿no? Yo quede
también como en shock no sé “pero ¿qué paso? ¿si me entiende? yo quede como prácticamente no
sabía que había pasado en ese momento.”666

632. El mismo versionado manifestó que el SLP Moreno Gaitán le propinó tres o
cuatro disparos a la víctima, y describió cómo el cabo Buitrago con un guante quirúrgico
disparó un arma que luego le puso en la mano. A continuación, el SS Flor León realizó

662 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334. Obtenido
en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
663 Ibidem. Esto sería coincidente con las declaraciones de Benjamín Salcedo Rodríguez citadas antes, ya que

su casa, en donde Herney Felipe se cambió los zapatos, era una compraventa de café, según lo dijo la señora
Edilma Laje en declaraciones de 2015.
664 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480. Como se ve, esta versión contradice la expresada por el señor Luis Evelio Córdoba, que
fue la versión que sostuvo la FGN desde el inicio de su investigación.
665 Ibidem. El SLP Cárdenas Quintero dijo en su versión que entre el momento en que se encuentran con la

víctima y su asesinato, transcurrieron instantes (“(…) eso fue cuestión de segundos”).


666 Ibidem. El SLP dijo que el SLP Moreno Gaitán se encontraba a unos dos metros de la víctima al momento

de dispararle.

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el reporte que, según sugirió en su VV, fue recibido en el batallón por el MY Omar
Oswaldo Ojeda Oliva, S3 del BIMAG en la fecha de los hechos667 y organizó a la tropa
por turnos para prestar seguridad en el lugar para conservar la integridad de la escena.

633. En 2015 la señora Edilma Laje le contó a la FGN668 que la mañana del 27 de agosto,
preocupada por la ausencia de su esposo, salió hacia San Adolfo a buscarlo y que al
pasar frente al colegio vio a militares sobre la vía, pero que siguió de largo en dirección
a la vivienda de Benjamín Salcedo, convencida de que su cónyuge había pasado la
noche allí. Según dijo, el señor Salcedo le contó detalles de la última vez que lo vio la
noche anterior, y la preocupó al decirle que había escuchado disparos veinte minutos
después de que Herney Felipe se fuera. También dijo que se enteró de su asesinato
cuando:

“(…) fui a preguntarles a los del ejército y había uno moreno, alto, negro, que me dijo que yo que
era de él y él me dijo que lo habían dado de baja porque él era un guerrillero y que había llegado
a hacerles un hostigamiento (…), él me señaló (…) hacia el otro lado de la carretera, como dentro
de un cafetal, casi al frente del colegio, lo tenían tapado con un trapo como de flores. Yo
inmediatamente salí corriendo hacia donde él estaba y ahí habían otros dos muchachos, pero ellos
sí estaban de civil y tenían brazalete que decía CTI (…) que estaban haciendo el levantamiento y
que tenían orden de que nadie lo podía mirar hasta que ellos no le hicieran todo (…) entonces yo
le pedí el favor a uno de ellos (…) que me lo dejara ver, que de pronto él no era, que estaban
confundidos y entonces él lo destapó y el otro me cogió para que de pronto yo no me le acercara a
él y efectivamente era mi marido (…)”.

634. La señora Laje también narró que al lugar de los hechos llegaron el padre y las
hermanas de Herney Felipe y que integrantes de la tropa fueron amenazantes para
evitar que los familiares llegaran hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo.669 El SLP
Cárdenas Quintero en su VV lo confirmó cuando dijo en su VV que al día siguiente se
presentaron conflictos entre la tropa y civiles, entre los que se encontraban familiares
de la víctima670.

635. El C3 Buitrago Sánchez, al entregar detalles en su VV sobre los procedimientos


de levantamiento del cuerpo, no mencionó la presencia en el lugar del asesinato de

667 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.
Dijo no recordar exactamente quién lo recibió, para luego decir que debió ser el S3.
668 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. La
familia denunció que la condición del cuerpo indicaba que Herney Felipe había sufrido torturas; sin embargo,
en los peritazgos técnicos no se llegó a esa conclusión, y el versionado que admitió la ilegalidad de los hechos
(SLP Cárdenas Quintero) negó esa posibilidad.
669 Ibidem. La declarante dijo que al padre de Herney Felipe: “(…) lo amenazaron con el fusil y no lo dejaron

pasar, le dijeron que si se movía no respondían por la vida de ninguno”.


670 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480: “(…) al otro día empezó a llegar gente al lugar de los hechos, hubo gente que como
dicen se rebotó porque habían matado a Fósforo, gente que estaba como enojada porque lo mataban así, que
no sé qué, después me parece que llegaron familiares, hubo gente que estaba rebotada como se dice”.

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familiares o civiles la mañana del 27 de agosto. En cambio, el SS Flor León ubicó en la


escena del asesinato al presidente de la Junta de Acción Comunal y al párroco de la
localidad671. Según dijo el C3, el SV Desaix Jesús Palomino Mejía, adscrito a la S2 del
BIMAG, llegó en una NPR hacia las 6 a.m., recogió el cuerpo y lo trasladó a la morgue
de Pitalito672. El SS Flor León, contrario a lo que dijo la familia de Herney Felipe, señaló
que las tareas de levantamiento del cuerpo las realizó el CT Juan Carlos Araque Leal673,
jefe de la S2 para el momento de los hechos674. El SLP Cárdenas Quintero afirmó que,
aunque no atestiguó el proceso de levantamiento del cuerpo, entre la tropa se comentó
que el cadáver fue recogido por un camión del batallón y trasladado a Pitalito675.

636. Por otra parte, en VV y en la investigación de la justicia ordinaria se estableció


que en torno a las declaraciones ante el Juzgado Penal Militar también se presentaron
irregularidades. Por ejemplo, el SLP Cárdenas Quintero le dijo a la JEP que fue
presionado por el SS Flor León para que declarara que había disparado en reacción al
presunto hostigamiento, que justificó la necesidad de su declaración en que como
puntero de la tropa debía presentarse como quien reaccionó inicialmente para mantener
la coherencia del relato construido alrededor de los hechos, y que el SS Flor León había
creado un guion escrito sobre los hechos que había compartido con el C3 Buitrago
Sánchez y se le había entregado676:

“Sí, yo esa vez... cuando dijeron que no, que… que dijeron que el soldado Torres y yo nos tocaba
declarar [sic], dijeron, o sea, dijeron ahí en el alojamiento, yo me salí por un pasillo y me senté en
una banca, porque pues yo como aburrido porque yo no quería declarar en eso, ahí fue cuando
llegó mi cabo y me dijo “vea que esto es lo que toca decir, que le mandan este papel”, y yo le dije “no mi
cabo, para solicitarle, dígale a mi sargento que yo no voy a declarar, la verdad no voy a declarar en cosas que
yo no he hecho”, entonces, al rato fue cuando el sargento me dijo “huevón, usted tiene que declarar
porque es como [inaudible] organización del pelotón, porque usted es el puntero”.

671 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260:
“(…) eso se hizo en presencia de algunos familiares, no familiares no, no, familiares no recuerdo, pero sí se
hizo en presencia del presidente de junta de acción comunal del pueblo, del caserío y en presencia del cura del
caserío”. El párroco, Nitson Jaime Mendieta Páez, confirmó su presencia en la escena.
672 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Fabio Alejandro Buitrago Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0268.
673 El entonces CT Araque Leal en su VV ante la JEP dijo no recordar detalles de estos hechos.

674 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Fabio Alejandro Buitrago Sánchez, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0268 y Versión Voluntaria de Hugo Alexander Flor León, Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260. En las versiones de los suboficiales encargados de la tropa
se notaron dos incongruencias más: 1) para el SS Flor León no se lograba ver el cuerpo de la víctima desde la
vía y había que adentrarse en el cafetal para verlo; mientras que para el C3 Buitrago era posible verlo desde la
carretera; y 2) El C3 Buitrago dijo en su VV que el registro del lugar y el hallazgo del cuerpo se hizo cuando
llegó el SS Flor León con su grupo, ya que este se encontraba más adelante en la vía; mientras que el SS Flor
León sugirió que, cuando llegó al lugar de los hechos, el registro y el hallazgo del cuerpo ya se habían realizado.
675 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480.
676 Ibidem.

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637. El mismo versionado sostuvo que también habían presionado la declaración del
SLP Armando Torres Leal, aunque no había estado con la tropa. En Resolución de
Situación Jurídica de 2015, la FGN dio credibilidad a lo dicho por el SLP Torres Leal -y
que fue confirmado por el SLP Luis Fernando Ballecillas-, en el sentido de que en la
noche del 26 de agosto estuvo como centinela en el puesto de avanzada (es llamado en
la resolución como el “área del Vivac”), y que, en cambio, fue presionado por el SS Flor
León y el C3 Buitrago para declarar que había participado en la respuesta al
hostigamiento677. El SLP Cárdenas Quintero también mencionó que por los hechos se
les concedieron días de permiso y que fue la primera vez que obtuvieron ese tipo de
beneficios por la presentación de un RO678.

638. Sobre la documentación del pago por la información que condujo a la


presentación del RO, la FGN también encontró reparos: según acta firmada el 21 de
noviembre de 2006, por este ítem se pagó $1.300.000 al señor Miguel Sevilla, en
presencia del comandante del BIMAG, TC Edgar Alberto Rodríguez Sánchez; el
ejecutivo y 2º comandante del batallón, MY Mario Hernán Duarte Méndez; el jefe de la
S2 del BIMAG, ST Juan Carlos Araque Leal; y los testigos del pago, los SV John Cuesta
Barón y Fredy Rojas Villamizar679.

639. Sin embargo, en octubre de 2016 el presunto beneficiario negó haber recibido el
pago. En cambio, afirmó haber sido contratado por un cabo de apellido Méndez,
miembro de la S2 del BIMAG, para el monitoreo de unas torres de energía entre Pitalito
y Timaná. También afirmó que, para ser remunerado por esa labor de vigilancia,
frecuentemente le hacían firmar papeles, y que el cabo Méndez y el sargento Palomino
eran los encargados de recoger su rúbrica. Así mismo, negó que fuera su firma la que
aparecía en el acta de pago por informaciones680, lo que fue confirmado por la FGN
gracias a un peritazgo grafológico681.

640. Como se dijo antes, el asesinato de Herney Felipe Gómez López se produjo en
una zona considerada por los comparecientes, en mayor o menor grado, como desafecta
hacia las tropas del Ejército Nacional y, para la fecha del asesinato de Gómez López, sin
presencia policial682. El SS Flor León dijo en su VV que:

677 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334. Obtenido
en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
678 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480.
679 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 7334. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
680 Ibidem.

681 Ibidem.

682 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hugo Alexander Flor León. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.

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“[entre 2006 y 2008 en San Adolfo] la aceptación de la tropa con la población civil era muy mínima,
había gente que, la gente que de pronto le hablaba a uno, le hablaba con cierto temor porque decían
si me ven hablando con usted, si ven que yo les colaboro, si ven que yo les digo algo, les hago
algún favor cuando ustedes se vayan, van a tomar represalias contra mí y yo llevo toda la vida
viviendo acá, todo el tiempo con mi finca acá y me van a hacer salir y a través de amenazas tengo
que dejar todo abandonado, entonces, la gente era muy reacia, de pronto se encontraba uno con
gente que le decía “mire tenga cuidado con fulanito, tenga cuidado con esto” pero a la hora de
pronto de citarlos a declarar no se comprometían nunca, por temor a un desplazamiento y
amenazas.”

641. La aparente comprensión de la situación de recelo y miedo presente en la


población civil que expresó el SS Flor León, no impidió que integrantes de la unidad
militar bajo su mando aprovecharan las dinámicas de enfrentamiento, desconfianza y
delación entre pobladores de San Adolfo. Pero los hechos también revelan que para
algunos pobladores de zonas golpeadas por el conflicto armado era difícil revertir las
afectaciones que judicializaciones o detenciones previas le habían provocado a sus
reputaciones y que el Ejército Nacional no brindaba garantías a pobladores señalados
como colaboradores de la guerrilla. Herney Felipe Gómez López fue un ejemplo de
cómo los ciudadanos de estas zonas vivían la zozobra del señalamiento y de las
estrategias que usaron para atenuarlo: la colaboración y la cercanía, que, en este caso,
no representaron una garantía del respeto de la vida.

4.3. Caso ilustrativo 3: el homicidio de José Néstor Rivera Gutiérrez y las lesiones de
Juan Pablo Espinosa.

642. El día 17 de marzo de 2006, integrantes de Acorazado 1 del BIPIG, dieron de baja
en un aparente combate, al señor José Néstor Rivera Gutiérrez y lesionaron al menor de
edad Juan Pablo Espinoza. Según la versión inicial de los soldados, el 16 de marzo se
encontraban en el Municipio de Gigante en cumplimiento de la misión táctica "Macaco",
con la cual se llevaba a cabo una “ofensiva de ocupación y registro y destrucción sobre el
sector (…) [con] el fin [de] desarticular grupos narcoterroristas [de la] 2da estructura Ayiber
González”683. Según información del Ejército Nacional, ese mismo día un informante
había aportado datos según los cuales: “(…) tres terroristas integrantes de la segunda
estructura Ayiber González (…) estaban encargados de amedrentar los concejales del municipio
Gigante y extorsionar a los dueños de las fincas cafeteras y ganaderas del sector (...) de la misma
manera el día 17 de marzo por parte del informante se tuvo conocimiento que [los] mencionados
se estaban desplazando al área rural.”684

643. La tropa se desplazó a la finca Piedrahita de la Vereda Peñalosa y, según el


informe de patrullaje, dieron de baja al señor José Néstor Rivera Gutiérrez en el
desarrollo de un combate de encuentro:

683 Ejército Nacional de Colombia. Misión Táctica Macaco No. 033/2006 No. 0181/DIV5-BR9-BIPIG-S3-OP379
del 16 de marzo de 2006. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
684 Ibídem.

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“(…) siendo las 07:00 hrs apróx el CSH Hernández Murillo Luis me informa que divisaba 02 civiles
acercándose [h]acia posición (…) de inmediato se alerta al personal, aproximadamente a unos 35
mts el sujeto nos detecta y procede a dispararnos, al ver la situación que se estaba presentando el
personal se tiró al suelo y reaccionó al ataque, después cuando se calmó la situación se [h]izo
registro y fue cuando se observa el sujeto dado de baja”. 685

644. El 21 de marzo del 2006 se diseñó un prontuario de terroristas dados de baja, en


el que se identificó a José Néstor Rivera Gutiérrez como un miliciano con el alias de “El
Viejo”, perteneciente a la estructura Ayiber González de las FARC-EP y quien estaba
“dedicado al cobro de vacunas y [a] hacer terrorismo [sic] y [a] hacer extorsión proselitismo [sic]
en la vereda Peñaloza” 686. Además, se expuso que la víctima tenía dos procesos por
rebelión y una orden de captura por el mismo delito.

645. No obstante, por diferentes declaraciones de testigos se determinó que la


descripción de la víctima como miliciano fue equivocada y que los hechos no se
desarrollaron conforme a lo que se reportó en el informe de patrullaje. Es así como Juan
Pablo Espinosa (de 5 años cuando presenció la muerte de su padre y fue víctima de
lesiones), manifestó que el día de los acontecimientos acompañó a su padre a abonar el
café cuando unos soldados les dispararon687.

646. A su vez, la señora Adriana Medina (nuera de la víctima) presenció cuando el


señor Rivera Gutiérrez salió de la casa junto con su hijo para abonar la tierra y luego
cuando los militares empezaron a disparar. Igualmente, narró cómo el menor de edad
llegó a la casa “(…) con la carita toda embarrada, iba llorando, gritaba, decía: tía Sara, tía
María, mataron a papito, iba con la ropita ensangrentada, la camisa del niño la llevaba rota y de
la espalda le salía sangre, iba con la cabeza agachada porque no podía enderezar la nuca y decía
que le habían pegado un tiro ahí688”.

647. También la esposa de la víctima, Lila Piedrahita689, explicó la estigmatización


sufrida por su esposo ya que manifestó que, si bien él fue capturado en el 2004 en el
marco de la Operación Aurora por el delito de rebelión, fue absuelto porque no se pudo
comprobar su responsabilidad, y además, “era una persona trabajadora que a nadie hacia
mal y que seguramente alguien lo había incriminado por la recompensa”690.

648. Ante la JEP, el civil Jaider Urriago, el oficial José Elmer Moreno Moreno y el
soldado Eduaime Gaitán Patiño reconocieron la ilicitud de los hechos y su

685 Ejército Nacional de Colombia. Quinta División. BIPIG. Informe de patrullaje del 17 de marzo de
2006, misión táctica MACACO. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
686 Ejército Nacional de Colombia. Quinta División. BIPIG. Prontuario terrorista dado de baja. Documento No.

0791/ DIV5-BR9-BIPIG-S-2 INT-252, del 21 de marzo del 2006. Obtenido en inspección judicial. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
687 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 3761. Obtenido

en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
688 Ibidem.

689 Ibidem.

690 Ibidem.

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responsabilidad en los mismos691. En primer lugar, el señor Urriago explicó que la


información de inteligencia que fundamentó el plan criminal se cimentó en
sentimientos de venganza que tuvo el informante en contra de la víctima:

“(…) Rivera era enemigo con el señor José Adolfo Zorrilla, el señor José Adolfo Zorrilla era
informante del ejército, informante de la SIJIN, de la DIJIN, daba información a todas esas
entidades. Eran enemigos, enemigos de sangre, bueno enemigos entre ellos, personales, entonces
se empezó a manejar mucha información sobre ese señor, y como ese señor había estado preso
unos días antes, por una operación que fue la operación la Aurora [sic] (…) entonces tenía
antecedentes de que había estado preso por rebelión, entonces se le pegaron a ese señor, se
concentraron en él a buscarle información” 692.

649. El subteniente Moreno Moreno relató que un día antes del asesinato, el 16 de
marzo del 2006, se encontraba con la tropa bajo su mando en Gigante, cuando en el
programa radial de las 8:00 a.m. recibió la orden del TC Orlando Pico Rivera de
preparar a la unidad para una misión táctica que se realizaría en la noche693. Luego, en
el programa radial de las 5:00 p.m. el oficial de operaciones le ordenó encontrarse con
personal de la sección de inteligencia por cuanto le sería entregada la orden de
operaciones.

650. De esta manera, entre las 7:30 y las 8:00 p.m., en la vereda Tres Esquinas, la tropa
se encontró con el personal de inteligencia quienes le manifestaron al ST Moreno
Moreno que la misión trataba de localizar integrantes de la guerrilla que estaban
adelantando extorsiones y le presentaron al orientador de terreno, Jaider Urriago alias
“el Zurdo” (quien iba vestido de camuflado y con un fusil) el cual llevó al pelotón a la
vivienda en donde se presumía se iban a reunir los posibles milicianos694. Entre las 4:00
y 4:30 a.m. la tropa llegó a la casa de la víctima ubicada en la vereda Peñaloza y el
subteniente Moreno Moreno decidió dividir el pelotón en escuadras distribuidas
estratégicamente para emboscar a las personas.

651. El oficial narró que a las 6:30 a.m. la víctima salió con su hijo menor de edad y,
mientras realizaban labores agrícolas, el señor Urriago le dijo: “(…) ese señor es auxiliador
y ahí es donde él recibe las vacunas, y que él es el que lleva todo lo de panfletos y todas las citas
a los comerciantes (…) el señor hay que neutralizarlo, que porque viene la orden desde el
Batallón”695. El ST Moreno Moreno reconoció que él impartió la orden de disparar en
contra del señor Rivera Gutiérrez sin tener precaución de lo que pudiese ocurrir con el

691 Ibidem. El 27 de noviembre de 2012, el subteniente Moreno fue condenado por el delito de homicidio en
persona protegida, en contra del señor Rivera Gutiérrez y, posteriormente, el señor Jaider Urriago también fue
condenado en primera y segunda instancia por el mismo delito.
692 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
693 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Elmer Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.
694 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.
695 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Elmer Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.

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menor696. Sin embargo, según Urriago, él disparó a la víctima, pero no lo hizo por
iniciativa propia sino porque Moreno Moreno lo obligó a hacerlo bajo amenazas de
muerte697.

652. Luego del asesinato los soldados realizaron disparos para simular un combate698.
El ST Moreno Moreno vio que el menor de edad tenía raspones que atribuyó a una
posible caída, y el soldado Gaitán se acercó al niño y le pidió que volviera a su casa.
Para el subteniente Moreno Moreno nunca fue una opción capturar a la víctima, ya que,
en los programas radiales de batallón, brigada y Ejército Nacional, la prioridad era
lograr bajas en combate:

“(…) las políticas que venían en ese entonces, de bajas no eran capturas, yo venía y no servía
una captura para nada. Había que neutralizar, matar y asesinar y, de, siempre, decían eran los
litros de sangre, porque hay que acabar definitivamente con eso, es el modo, matando a esas
personas (…) PREGUNTADO: ¿quién decía eso? ¿quién hacía esas afirmaciones? RESPONDIÓ:
En los programas radiales el comandante del Ejército, los comandantes de Batallón, los
comandantes de Brigada, todo eso, todo el mundo hablaba de eso”.699 (negrillas y subrayados
agregados)

653. Luego de la muerte de la víctima, el subteniente Moreno Moreno procedió a


reportar un hostigamiento que tuvo como resultado una baja. Además, le puso a la
víctima un revolver (que oficiales de la sección de inteligencia le habían entregado al
guía), un radio700 y una granada que la misma tropa había obtenido en una operación
anterior701. A continuación, el TC Orlando Pico Rivera le solicitó al subteniente que
trasladaran el cuerpo hasta cierto punto de la carretera; de esta forma, lo subieron “(…)
en un caballo y procedimos a salir hasta un punto de “acá” donde había una escuela, digo, un
filo, una loma ahí, ahí llegaron los del 2 en una camioneta y [titubea] lo recogieron, lo llevaron
al batallón y hasta ahí yo lo llevé y lo entregué702.

654. Por estos hechos el señor Urriago recibió un pago por su participación como
guía703, mientras que la tropa fue felicitada y recibieron un permiso de entre 5 y 6 días704.
Además, respecto a las declaraciones ante la justicia penal militar, los comparecientes

696 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.
697 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
698 Ibidem.

699Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Elmer Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.
700 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.
701 Ibidem.

702 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Elmer Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.
703 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
704 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.

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señalaron que la tropa se coordinó para narrar lo mismo que se consignó en el informe
de patrullaje705. El subteniente Moreno Moreno manifestó que un abogado del área
jurídica les recomendó lo siguiente: “no tiene que plasmar en el documento cosas que después
no los vaya a perjudicar” que una cosa, que otra, “digan lo que pasó en el combate, que hubo el
hostigamiento, bueno como ustedes” esas fueron las indicaciones que recibimos”. Por otra parte,
el soldado Gaitán afirmó que para las declaraciones recibieron órdenes directas y
explícitas del TC Pico Rivera, para que no se mencionara la participación del guía, ni la
presencia del menor de edad:

“(…) el coronel nos formó y dijo que muchachos, felicitaciones por ese resultado operacional, pero
muchachos ustedes no me pueden nombrar a ese guía, entonces el subteniente, nos pusimos y nos
inventamos un combate (…) Nos dijeron bueno, vamos a inventarnos un combate, que por la parte
de arriba estaba lleno de bandidos y que nos hostigaron y en el intercambio de disparos falleció el
señor, eso hicimos una película, un montaje maluco y dijo muchachos van a declarar esto y todos
tienen que decir lo mismo y eso no pasa nada.”706 (negrillas agregadas)

655. De este hecho sobresalen varios aspectos. Uno de los más importantes para esta
decisión fue la estigmatización sufrida por habitantes de zonas rurales y municipios
huilenses que habían sido capturados en el marco de operaciones antisubversivas -por
ejemplo, la Operación Aurora, llevada a cabo en el primer semestre de 2004- y
judicializadas con base en pruebas precarias. La Sala considera que estas experiencias
traumáticas vividas por la población civil que habitaba zonas con tradicional presencia
guerrillera sirvieron para que los integrantes de las unidades militares investigadas
supusieran que estos asesinatos estaban justificados e iban a encubrirse con facilidad.
Sin embargo, la Sala también ha determinado que muchas de estas víctimas no tuvieron
relación alguna con grupos guerrilleros y que se trataba de ciudadanos que habían
sufrido injustamente la experiencia de las detenciones masivas.

656. Asimismo, para la Sala este hecho ilustrativo también reveló características del
fenómeno de los asesinatos y las desapariciones de los que trata este Auto, como fueron:
(i) el funcionamiento de las presiones por resultados que emitían los mandos de los
batallones de interés; (ii) los incentivos referentes a permisos y felicitaciones; y (iii) las
dinámicas de encubrimiento mediante la coordinación de las declaraciones ante la JPM
y autoridades judiciales civiles. Finalmente, sobresalen (iv) la utilización de guías y la
redacción de boletines, documentos de inteligencia y prontuarios para que se
fortaleciera la construcción de una realidad en la que se insertaban perfiles delictivos
falsos que justificaran los asesinatos de civiles por fuera de combate.

4.4. Caso ilustrativo 4: los homicidios de Manuel Antonio Tao Pillimué, Hortensia
Neyid Tunja Cuchumbe y William José Cunacué Medina.

657. Los asesinatos de Manuel Antonio Tao Pillimué y Hortensia Neyid Tunja
Cuchumbe de 22 y 17 años respectivamente, se produjeron el 8 de enero de 2006 en la
vereda Belén de Inzá, Cauca, por parte de tropas de Bayoneta 1 al mando del ST Juan

705 Ibidem.
706 Ibidem.

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Carlos Cervera González, en fecha en la que comandaba el BIPIG el TC Orlando Pico


Rivera. En los hechos también fue herido William José Cunacué Medina, quien escapó
de la escena y fue capturado en el hospital de La Plata y puesto a disposición de la
Unidad Local de Fiscalías del mismo municipio por el CT Domingo Peña Cepeda, S2
del BIPIG para el momento de los hechos707.

658. Sobre el lugar en el que se presentaron los asesinatos de Tao Pillimué y Tunja
Cuchumbe hubo menciones disímiles de los comparecientes: desde unas que
describieron la zona como una con presencia guerrillera y relaciones apáticas hacia la
tropa, hasta otras que señalaban una operatividad reducida de parte del Ejército
Nacional y buenas relaciones con la población civil. El primer tipo de alusiones
indicaban que en la zona actuaban estructuras de las FARC-EP708 y existían
posibilidades de que se presentaran combates709; mientras el segundo tipo recalcaba que
la operatividad militar evitaba desplegarse en los territorios indígenas pertenecientes a
la vereda710 y que las relaciones con la población civil eran predominantemente
cordiales.

659. El SLP Libardo Guevara entregó una de las declaraciones más interesantes
respecto a la zona ya que reportó que entre 2000 y 2006 en Belén había presencia
guerrillera y probabilidades de sufrir hostigamientos, aunque al mismo tiempo la
presencia continua de la tropa cambió las relaciones con la población civil:

“PREGUNTADO: ¿Cómo era la relación de las fuerzas militares con esos resguardos o esas
comunidades indígenas? RESPONDIÓ: Excelente su señoría, porque cuando nosotros llegamos al
municipio de Belén había mucha guerrilla, y la presencia de nosotros hizo que la gente confiara en
nosotros, y montamos una base allá en Belén y la gente nos acogió. La relación con la gente
indígena era excelente, o sea, todo el mundo nos hablaba “que muy bien, que la tropa, que ojalá
no nos vayan a dejar solos””711.

707 Fiscalía General de la Nación. “Resolución de situación jurídica de William José Cunacué Medina”.
Documento Conti 20191510281442. Página 3. En su VV el CT Peña Cepeda leyó felicitación recibida por su
participación en esta operación, la que remitió al hecho de, probablemente, conducir el guía hasta el lugar de
las operaciones o poner a disposición de la fiscalía los cuerpos de los asesinados en la operación (no supo decir
con exactitud cuál habría sido su labor). La felicitación aparece registrada el 13 de enero y dice: “en la fecha, el
comando del batallón se complace en felicitar de manera especial por resultados operacionales obtenidos del
batallón desde enero 2006 en desarrollo de la misión táctica Emperador, hechos ocurridos en la vereda El
Espejo del municipio de Inzá, departamento del Cauca, en el contrato armado contra terroristas de la columna
Jacobo Arenas donde se lleva dos narcoterroristas. El CT Peña Cepeda no reconoció la ilegalidad de ninguno
de los hechos por los que le preguntó la JEP.
708 Por ejemplo, el SLP Newer Penna reportó que hacia 2006 había presencia del Frente 13 en la región.

709 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
710 El SLP Yeison Lozano le dijo a la JEP que la operatividad del Ejército Nacional evitaba desplegarse en los

territorios indígenas pertenecientes a la vereda: “(…) ellos pasaban en los carros y se les hacia la requisa normal
cuando había reten e iban a su área, pero ya, nosotros a veces pasábamos por ahí para hacer operaciones más
para arriba pero ya no más” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
711 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Libardo Guevara Ramos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0287. Es

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660. Por otro lado, estos asesinatos revelan la desproporción en el accionar del
Ejército, las afectaciones a las comunidades en las que ocurrían los hechos, quienes
perdían a sus integrantes a manos de la fuerza pública y los intentos de encubrimiento
de asesinatos de civiles desarmados por medio de la documentación operacional y de
la judicialización y revictimización. A pesar de lo último, poco después de ocurridos los
hechos, la FGN halló razones para descreer de la versión de los militares.

661. La judicialización por rebelión en contra del señor William José no prosperó, y
diez días después de los asesinatos, la FGN lo dejó en libertad por ausencia de mérito
para mantener su detención712. Por otro lado, estas muertes fueron presentadas en el
correspondiente informe713 como producto de un combate ocasionado en el marco de la
misión táctica Emperador y de un ataque a las tropas que se hallaban emboscadas,
aunque William José y Manuel habían recibido los disparos por la espalda y Hortensia
se dedicaba al servicio doméstico en Bogotá y se encontraba de vacaciones con su
familia714.

662. De igual manera, el informe de los hechos reveló irregularidades: la joven


asesinada fue identificada en el documento como Flor Ginet Quintero Andrade715, quien
en realidad era la compañera de Manuel Tao Pillimué, lo que sugiere que se encontraba
individualizado previamente a su asesinato y que las tropas creyeron que era Flor Ginet
quién iba acompañándolo. Cuando ya se había determinado que en realidad la víctima
era Hortensia Neyid, la BR09 en comunicado oficial716 mantuvo la versión de los hechos
que plasmaba el informe firmado por el ST Cervera González.

663. Sin embargo, por intermedio de integrantes de la comunidad y del sobreviviente,


el Juzgado Octavo Administrativo de Popayán, siguiendo la investigación de la FGN,
estableció que las víctimas no tenían relación alguna con la subversión, que eran
campesinos y tenían arraigo en la zona y que habían salido a las 3 a.m. de la caseta en
donde se celebraban los carnavales de la vereda en la moto de William José. También
encontró múltiples incongruencias en las declaraciones de los miembros de la tropa717.

664. Por su parte, el SLP Yeison Lozano Cerquera en su VV ante la JEP narró los
hechos y describió actividades ilícitas en torno al encubrimiento de los asesinatos, pero
los mismos como producto de un ataque inicial de una de las víctimas. Entre otras cosas
sostuvo que el movimiento de la tropa se había sustentado en información que provino

probable que estos asesinatos hayan inaugurado una nueva etapa en las relaciones entre el Ejército Nacional
y los habitantes de la vereda.
712 Juzgado Promiscuo de Silvia (Cauca). Radicado 197433189001201100033. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


713 Ibidem.

714 Ibidem.

715 Ibidem.

716 El Tiempo. Justicia militar investigará muerte de jóvenes caucanos. 24 de enero de 2006. En:

https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1893833.
717 Juzgado Promiscuo de Silvia (Cauca). Radicado 197433189001201100033. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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del batallón y que planteaba que hombres armados transitaban por el sector de Belén.

665. Una vez en la zona, la tropa se emboscó en espera del objetivo, cuando en la
madrugada vieron detenerse una moto que transitaba por la vía y a una persona que se
bajó de ella. Aparentemente, el individuo se acercó tanto hacia donde estaban
escondidos los SLP Lozano y Henry Trujillo Lizcano, que tuvieron que usar el
camuflado para evitar ser descubiertos. Lozano habría advertido a la persona para que
se detuviera, pero ésta hizo caso omiso, por lo que Trujillo accionó su fusil, después de
lo cual Lozano y otros integrantes del pelotón habrían hecho lo mismo. Minutos
después el ST Cervera ordenó cesar el fuego, indagó cuál había sido la situación que se
había presentado -de la que le dio razón el SLP Lozano- y mandó iniciar el registro de
la zona. Al SLP Lozano, por ser el enfermero del pelotón, le pidió verificar el estado de
una mujer que yacía en la vía cerca a la motocicleta. Se trataba de Hortensia:

“(…) entonces miré la pupila de los ojos y tenía la pupila dilatada y le tome el pulso y no tenía
pulso, entonces yo le dije mi cabo no le veo heridas, le mire los brazos y las piernas y no tenía
heridas y me dio entonces mírela bien porque esta desmayada o que paso entonces yo la mire y
cuando la verifique bien ella tenía un tiro en el pecho y tenía como cortado el dedo entonces ahí
fue que yo dije el tiro en el pecho seguro la mató, entonces yo me fui a donde el teniente y le dije
“mire allá hay una muchacha muerta pero esa no es la que yo miré 718”.

666. Según dijo el soldado Lozano Cerquera, la tropa encontró un zapato y un rastro
de sangre que los llevó, unos metros más abajo, hasta un segundo cuerpo, el de la
persona que presuntamente había disparado. Era Manuel Tao Pillimué:

“(…) el cabo [Briceño, comandante de escuadra,] siguió registrando y miró que de la moto quedó
un zapato botado y que habían [sic] como rastros de sangre, entonces el cabo nos cuenta que él se
fue detrás de ese rastro y yo me quedé con el teniente ahí y él se fue hasta abajo. Al rato volvió el
cabo Briceño porque él fue con otros soldados y cuando llegó dijo que había un sujeto más abajo,
había un sujeto que había quedado boca abajo por allá, entonces me dijo a mí “vamos para que lo
mire”. Entonces yo me fui con el cabo hasta donde estaba el sujeto y cuando llegue abajo había un
sujeto que estaba boca abajo y el arma todavía la tenía en la mano, la mano quedó encima del
revólver.719”

667. Según le narró el SLP Lozano Cerquera a la JEP, el C3 Luis Alejandro Briceño
Martínez coordinó que soldados prestaran seguridad al lugar donde se encontraba el
segundo cuerpo y le ordenó a Lozano que fuera al encuentro del ST Cervera
(aparentemente donde estaba el primer cuerpo, el de la joven). Sostuvo que lo encontró
hablando con una persona de civil, presuntamente integrante del Ejército que se
encontraba en las fiestas de la vereda, que les dijo que hombres armados habían
irrumpido en la celebración y huido cuando escucharon los disparos a la distancia720.

718 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
719 Ibidem.

720 Este detalle se conecta con declaraciones que se entregaron a la justicia ordinaria y a la Comisión Intereclesial

de Justicia y Paz de parte de pobladores de la vereda, que decían que hombres encapuchados habían hecho
presencia en la caseta donde se celebraba la fiesta veredal, pero después de haberse escuchado los disparos.

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668. La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz en carta dirigida a la Vicepresidencia


de la República el 22 de marzo de 2006, expuso la situación de William tras los disparos:
herido en sus dos piernas, se arrastró hasta un potrero donde fue socorrido por un
vecino que lo trasladó al centro de salud de San Antonio. De allí, otro vecino lo llevó a
La Plata, al hospital de la localidad, a donde llegaron hacia las 7:45 a.m. Según la
referida misiva, minutos después llegaron miembros del CTI y del Ejército que
interrogaron y fotografiaron a William, iniciando su judicialización. William fue
intervenido quirúrgicamente hacia las 11 a.m.721.

669. El SLP Lozano Cerquera atestiguó el reporte de los hechos al batallón e indicó
que “(…) el coronel [no dijo explícitamente quién, pero se entiende que sería el
comandante del BIPIG] le dice al teniente “hermano toca que esos cuerpos los bajen porque la
Fiscalía no va a subir”722. porque la vereda se consideraba “zona roja”. Entonces, el SLP
Lozano Cerquera asumió las labores de embalaje del material y afirmó haber
encontrado con los cuerpos elementos que en su inspección inicial no estaban: a
Hortensia le habían puesto un canguro con un radio y una granada y al cuerpo de
Manuel un radio.

670. Lozano Cerquera También describió el ambiente de hostilidad con la población


civil una vez amaneció, y reconoció haber realizado disparos al aire para mantener a la
población alejada de los lugares donde se encontraban los cuerpos:

“Había mucha gente borracha, unos con botellas, otros con machetes y que ellos querían pasar,
que ellos querían mirar, y uno de ellos, me acuerdo tanto que despicó una botella e iba a atacar a
un soldado, entonces yo hice un tiro al aire para que se fuera toda esta gente y el borracho encima,
entonces me tocó decirle: “hermano váyase para allá y no moleste”, yo no sé quién era y decía: “no,
ustedes no me pueden disparar, ustedes no sé qué, entonces mátenme”, entonces yo me exalté y
le dije “hermano, vaya para allá que estamos haciendo un procedimiento” y volví y le hice tiros al
aire más cerca de él.”723

671. Las familias de las víctimas, ante la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz,
reportaron que, cuando empezó la población a acercarse al lugar de los hechos, se
encontraron con tropas encapuchadas y con las insignias y los apellidos ocultos. La
madre de Hortensia relató que fue interpelada de manera amenazante cuando indagó
por la suerte de su hija y que se le dijo que eso le había pasado “por andar en malos pasos”
y que, así mismo, habían matado al comandante Manuel. Según dijo la Comisión
Intereclesial:

Como se verá luego, otros testigos ubicaron a las tropas del ejército con capuchas e insignias y apellidos
ocultos. Ver: Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. “Ejecuciones extrajudiciales de Hortensia Tunja, Manuel
Antonio Tao y heridas a William Cañacue (sic) por unidades militares en Inzá, Cauca” y Juzgado Promiscuo
de Silvia (Cauca). Radicado 197433189001201100033. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
721 Ibidem.

722 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
723 Ibidem.

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“(…) los pobladores se aglomeraron exigiendo conocer el nombre del Batallón al que pertenecían,
solicitud que el presidente de la Junta de Acción Comunal de Belén realizó permanentemente a
través de megáfono hasta que los militares forzosamente expresaron que eran efectivos del
Batallón Piguanza (sic) de Neiva, sin que descubrieran sus rostros ni dejaron ver los apellidos o
insignias en sus uniformes.”724

672. Los cuerpos fueron transportados en un automotor civil del que el SLP Lozano
Cerquera dijo que le parecía que era de transporte interveredal725. Fueron llevados hasta
cierto punto en el que los recogió un camión para llevarlos a La Plata y la unidad partió
hacia una base en la que el ST Cervera llevó a cabo acciones de coordinación de las
declaraciones: escogió el personal que iba a declarar (escogió solo 3 SLP: Lozano,
Trujillo y Bertulfo Tao Muñoz, porque “(…) entre menos gente declare mejor para que
cierren rápido el proceso”726); y le pidió que no mencionara que inicialmente no había visto
el material que luego sí reportaron en el cuerpo de Hortensia.

673. Por otra parte, las familias de las víctimas han recalcado ante organismos
internacionales las enormes heridas sicosociales que los asesinatos causaron a sí mismas
y a la comunidad, como se lo dijo Fidelina Pillimué, madre de Manuel, a Peace Brigades
International:

“La gente ya no estaba tranquila, sino llena de miedo. Yo era una persona muy feliz. Disfrutaba
ser parte de la comunidad. Después de lo que pasó, quería quedarme encerrada. No quería ver a
nadie, como si estuviera en un mundo diferente. Pensaba que la gente quería hacerme daño,
cualquiera que veía quería matarme o quería quitarme los niños. La vida ya no es normal” 727.

674. Por estos crímenes se declaró patrimonialmente responsable a la Nación, al


Ministerio de Defensa y al Ejército Nacional y se les exigió pedir perdón públicamente
en ceremonia con la presencia de las familias de las víctimas728. La ceremonia se llevó a
cabo el 10 de marzo de 2012 en la vereda Belén, en el lugar donde Manuel y Hortensia
fueron asesinados y en el que las familias y la comunidad levantaron un monumento
que llamaron Gruta de la vida.

4.5. Caso ilustrativo 5: los homicidios y desapariciones forzadas de Ángel María


Petevi, Franklin Idelber Satiaca Muñoz y Osmidio Flor Ortiz.

675. El 12 de julio de 2008 miembros del tercer destacamento de la AFEUR 11

724 Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. “Ejecuciones extrajudiciales de Hortensia Tunja, Manuel Antonio
Tao y heridas a William Cañacue (sic) por unidades militares en Inzá, Cauca”.
725 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
726 Ibidem.

727 Peace Brigades International. “Quarterly Newsletter No. 10. February 2009”. Página 7. La traducción es

propia. Así mismo, la comunidad reportó ante la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, amenazas los días y
semanas posteriores a los hechos, en contra de las familias de los asesinados y el herido. Comisión Intereclesial
de Justicia y Paz. “Ejecuciones extrajudiciales de Hortensia Tunja, Manuel Antonio Tao y heridas a William
Cañacue (sic) por unidades militares en Inzá, Cauca”.
728 Juzgado Promiscuo de Silvia (Cauca). Radicado 197433189001201100033. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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asesinaron en un combate simulado a los señores Ángel María Petevi Satiaca de 39 años
y Osmidio Flor Ortiz de 30 años y a los hijos del señor Ángel María, Franklin Idelber
Satiaca Muñoz de 21 y Jhon Wilmer Siatica Muñoz de 19 años. En el respectivo informe
de patrullaje, el teniente Felipe Andrés Ramírez Gómez consignó que la tropa estaba
ejecutando la misión táctica JAGUAR 2 que tenía por objeto realizar una operación de
control militar de área y de neutralización en la vereda Naranjal de Timaná729. Lo
anterior se fundamentó en que en el transcurso de la semana de los hechos se “(…) logró
establecer la ubicación de una comisión de 05 terroristas pertenecientes a la Compañía Yesid
Ortiz de la ONT FARC (…) [que tenían] como misión la realización de cobro de extorsiones e
intimidación a comerciantes, agricultores y ganaderos de la región”730.

676. Según el informe, las tropas del Ejército Nacional se dirigieron al lugar de los
hechos en compañía de miembros del DAS y el CTI731, y presenciaron el arribo de cuatro
personas en dos motos que se detuvieron junto a un quinto hombre. La versión oficial
sostuvo que cuando la tropa se presentó fue atacada con disparos y una granada,
iniciándose un combate en el que resultaron asesinadas cuatro personas. La quinta
alcanzó a huir en una de las motocicletas732.

677. No obstante, en versión voluntaria ante la JEP, el teniente Ramírez Gómez


reconoció la ilegalidad de los hechos y expresó que su participación en el plan para
producir estos asesinatos se empezó a dar cuando este ya se encontraba en gran medida
desarrollado. Afirmó que prestó su motocicleta para el traslado de las víctimas al lugar
de los hechos y que quien planeó la operación fue el capitán Leonardo Ayala Remolina,
comandante de AFEUR, junto a su equipo de inteligencia 733 e integrantes de la RIME
5734 quienes informaron735 al capitán sobre “(…) unos sujetos que cometerían o que estarían

729 Ejército Nacional de Colombia. Quinta División. AFEUR 11. “MINERAL”, Misión táctica JAGUAR 2. No
225/MDN-EJC-DIV-5-BR9-AFEUR-S3. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
730 Ejército Nacional de Colombia. Quinta División. AFEUR 11. Anexo “B” informe de inteligencia a la orden

de operación. No. 0309/DIV5-BR9-RIME5-INT1-252. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso


03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
731 “(…) acompañados por un vehículo del comité interinstitucional, a bordo del mencionado vehículo se

encuentra a 2 funcionarias del DAS, un funcionario del CTI quienes llevan la misión de estar presentes en la
escena de los hechos para la respectiva judicialización de las capturas que se pretenden realizar como policía
judicial”. Ejército Nacional de Colombia. Quinta División. Informe de patrullaje del 12 de julio de 2008, misión
táctica JAGUAR 2. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
732 Ibidem.

733 El soldado profesional Leonardo Medina González y el soldado profesional Serrano.

734 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708: “PREGUNTADO: ¿qué papel tenía la RIME en ese proceso previo de planeación o de
verificación de la información? RESPONDIÓ: la tarea de respaldar la información que se le llevaba a cabo,
prácticamente los soldados fungían como fuente de información, como informantes y como se ha manifestado
acá en este estrado, la RIME o el B2 eran las personas que se encargaban de dar valor a esas informaciones,
pues entienden ustedes de que esa información viniendo de fuente directa que eran estos supuestos soldados
que estaban vinculados a estos grupos, entonces fue valorada de forma positiva como si fuera una información
real y cuando pues acá creo que he puesto en manifiesto que eso no es de forma honesta”.
735 Con la ayuda del informante Diego Fernando Soler.

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dispuestos a cometer un acto ilegal en la vereda Naranjal”736.

678. De acuerdo con lo manifestado por el mismo oficial, en las reuniones de


planeación conoció que el propósito de la acción era contactar a personas para
proponerles participar en una actividad criminal, llevarlas a un lugar y entregarlas a su
pelotón. Además, dijo que tuvo conocimiento de que el soldado profesional Serrano737
“(…) se desplazar[í]a [en la moto del compareciente] a acompañar a estas personas en este
acto ilegal”738. El compareciente también sostuvo que desconoció la forma en que se
escogió y se contactó a las víctimas y que una vez se formuló el plan, la información de
que había posibles delincuentes en la zona de Naranjal fue entregada al comandante de
BR09, William Fernando Pérez Laiseca, quien autorizó el movimiento de la tropa739.

679. El día de los hechos, el teniente Ramírez Gómez informó del plan criminal al
destacamento encargado de la misión y se trasladaron en un vehículo hasta la vereda
Naranjal en compañía de otro automotor en el que iban los integrantes del DAS, en
espera “(…) a que se realizaran las acciones y que los hechos se consumaran”740 para realizar
el proceso judicial en caso de que se obtuvieran capturas. En su versión voluntaria, el
oficial aseguró que los funcionarios del DAS desconocían el plan criminal y la
verdadera naturaleza de los hechos que se desarrollaron a continuación.

680. El teniente le aseguró a la JEP que las víctimas -incluyendo al soldado Serrano-
llegaron a la zona en dos motocicletas: tres iban en una y los otros dos en la otra; la
tropa los detuvo, los requisó y “al corroborar (…) la tenencia de estas armas (…) se procedió
a fusilarlos de forma vil y canalla en ese mismo sitio”741. El oficial reconoció haber disparado
en contra de estas personas y relató que solo una de ellas murió instantáneamente,
mientras que las otras fueron ejecutadas después de la primera ráfaga:

“(…) fue tomar distancia del sitio donde se encontraban ellos y proceder a dispararles ahí en el
lugar donde se encontraba la motocicleta, sin embargo su señoría, eso solamente afectó la vida de
una de esas personas que cayó al lado de una de las motos y quizás fue distinto a los demás, los
demás fueron fusilados por el soldado profesional Leonardo Medina, (…) los colocó a una orilla
de la carretera y con su arma les apunta y les termina la vida”742.

681. El oficial narró algunas de las acciones emprendidas para otorgar credibilidad al
presunto combate sostenido por las tropas del Ejército Nacional: se activó una granada
para simular un combate y se colocó otra en el bolsillo de una de las víctimas para

736 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
737 Se desconoce su nombre completo.

738 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
739 Ibidem.

740 Ibidem.

741 Ibidem.

742 Ibidem.

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“generar un poco más [de] consonancia o de fortalecer un poco más el teatro de esos hechos”743;
así mismo, “las armas que ellos llevaban fueron colocadas en sus manos y fueron colocadas en
poder de los ya asesinados para justificar ese hecho ilegal”, para fortalecer la versión que los
identificaba como guerrilleros.

682. Al día siguiente, los integrantes del destacamento militar trasladaron los cuerpos
al municipio de Timaná donde “se efectuó el procedimiento de inspección al cadáver por parte
del médico legista de esa municipalidad”744. El teniente Ramírez Gómez agregó que cuando
el pelotón regresó al batallón fue recibido con aplausos y que él fue nombrado figura
del trimestre -al menos en parte- como reconocimiento a los resultados que había
reportado745.

683. Tras los hechos, trabajadores del mercado de la ciudad de Pitalito le escribieron
una carta al entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, a quien le solicitaron ordenar una
investigación en contra del Ejército Nacional por los hechos del 12 de julio de 2008, ya
que las personas asesinadas eran reconocidas por desempeñarse como agricultores y
trabajadores de la plaza de mercado del municipio: “eran nuestros compañeros de trabajo
(…) donde de desempeñaban como coteros, cargando y descargando camiones y eran
ampliamente conocidos como personas honradas, trabajadoras y dedicadas a su familia”746. Así
mismo, en respuesta a los señalamientos de las víctimas como guerrilleros, se dio a
conocer que “la familia Satiaca había sido desplazada por las FARC-EP del departamento del
Putumayo porque no dejaron reclutar a sus hijos”747.

684. De igual manera, el OBSURDH recopiló información referente al engaño sufrido


por las víctimas antes de su asesinato. Según esta, a las 4 p.m. del día de los hechos, tres
de las víctimas se encontraban en su domicilio cuando un hombre que se movilizaba en
una moto roja llegó hasta allí para ofrecerles tomar parte en un cargamento de maíz que
sería llevado a Timaná. El padre y los dos hijos aceptaron, y en compañía de un amigo
de la familia emprendieron camino los cinco en dos motocicletas748. Lo anterior fue
confirmado por trabajadores de la plaza, quienes afirmaron que el sujeto “los contrató
para cargar un camión en la vereda Naranjal de Timana, indicándoles que debían llevar otro,
porque se necesitaban cuatro, ya que era bastante carga”749.

743 Ibidem.
744 Ibidem.
745 Ibidem.

746 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200801557. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
747 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “De la impunidad a la

verdad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila. Incorporado al expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
748 Ibidem.

749 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200801557. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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685. Respecto a estos asesinatos se pronunció la justicia administrativa, resarciendo


los derechos de los familiares de las víctimas, al declarar responsable al Ejército
Nacional de la muerte de Ángel María Petevi Satiaca, Franklin Idelber Satiaca Muñoz,
Jhon Wilmer Satiaca Muñoz y Osmidio Flor Ortiz 750; por el contrario, en la justicia penal
por los crímenes se mantiene en fase de indagación preliminar751.

686. Este hecho ilustrativo permite ejemplificar el conocimiento y la participación


directa que en los mismos tuvieron diferentes niveles de mando de las unidades
investigadas. En este caso en particular, la planeación y ejecución involucró a todos los
miembros del destacamento (quienes directamente realizaron las ejecuciones), al
comandante de la tropa, al grupo de inteligencia RIME, así como al comandante de
AFEUR 11. En estos asesinatos fue fundamental la participación del grupo de
inteligencia, RIME, que permitió justificar la misión militar mediante la confección de
información que señaló a las víctimas, ex ante, como miembros de un grupo armado752.

687. Contrario a otras conductas investigadas y descritas en esta decisión, integrantes


del Ejército Nacional participaron incluso en labores de reclutamiento de las víctimas
(tareas que en otros casos fueron encargadas a civiles). Por último, vale la pena destacar
dos aspectos presentes en estas victimizaciones particulares: (i) la sevicia con la que
eran cometidos los asesinatos por parte de integrantes de los destacamentos y los
pelotones involucrados; y (ii) la crueldad con la que fueron seleccionadas las víctimas,
en este caso, a tres integrantes de una misma familia.

688. En circunstancias similares a las descritas en los casos ilustrativos de este patrón
fueron asesinados: Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel Alvarado Rivera, Michelle Dayana
Alvarado Mejía, Juan Cristóbal Alvarado, Nidio Perdomo Triviño, Danilo Yepes
Pineda, Saúl Ortiz Muñoz, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez,
Otoniel Oviedo Martínez, Jesús Eider Burbano Astudillo, Jamir Burbano Jurado, Javier
Castillo Becerra, Edras Sambony Benavidez, Willmer Cerón Joaqui, Jamir Antonio Peña
Peláez, Ovidio Ortiz Sepúlveda, José Alfredo Moreno Trujillo, Yemberson Miranda
Martínez, Lenin Yustres Amézquita, Cristóbal Barrera Narváez, Jaime Martínez
Rodríguez, Arquímedes Alvira Lemus, Reinel Alvira Pizo, Jaime Galvis, Óscar Gálvez
Nova, Yovin Smith Carvajal, Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Joan
Sebastián Mosquera, Orlando Molano Gutiérrez, Nelson Mendoza Yasno, Omar
Mendoza Yasno, Ángel María Petevi Satiaca, Franklin Eidelber Satiaca Muñoz, Jhon
Vilmer Satiaca Muñoz, Osmidio Flor Ortiz, Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago
Valderrama, Yerson Acosta Bernate, Herney Ochoa Cadena Cadena, José Agustín Arias
Barrera, Juan Gabriel Cuenca Morea, Jarry Lenin Peña Hio, Germán Alberto Echavarría
Gómez, José Walter Londoño Echavarría, Rigo Tovar Pinto, Herney Felipe Gómez
López, Diomar Vidal Hernández, Milton Hernán Sunz Garzón, John Fredy Barco
Gutiérrez, Arley Sánchez Sacanamboy, Héctor Restrepo, Olivo Quintero Salazar, Carlos
Arturo Bustos López, Jorge Luis López Ortiz, Octavio Galindo Carreño, Gonzalo

750 Ibidem.
751 Ibidem.
752 Con base en el anexo de inteligencia.

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Bermúdez Chaux, Germán Gurrute Daza, Norberto Celys, Omar Penagos Urquina, Luis
Ángel Vallejo Vargas, Rafael Tovar Castañeda, Arley Vega, Manuel Antonio Tao
Pillimué, Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe, Jair Hoyos Alzate, Álvaro Marín Silva,
Edier Magon Medina, José Gustavo Patiño Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio
Castro Sánchez, William Quintero Hernández, Elio Delio Velasco, Jesús Reinel Ortega,
Carlos Andrés García, Elder Rodríguez Sánchez, Gildardo Luis Farfán Castaño, José
Daniel Joaqui Chilito, Leonidas Ramírez Pérez, Walter Ramírez Pérez, Jorge Ignacio
Sacanamboy, Leidy Constanza Agudelo Candela, Faisury Dorado Zapata, Juan Carlos
Montenegro Hidrobo, Faiber Aragonés Lomelin, Ramiro Chantre Levaza y once
personas no identificadas.

5. Segundo patrón determinado en el subcaso Huila: homicidios y desapariciones


forzadas perpetrados sobre personas ajenas al territorio, en situación de
vulnerabilidad.

689. El segundo patrón determinado en el subcaso Huila, coincide con el que se


encontró también en los subcasos Norte de Santander, Costa Caribe, Casanare, Dabeiba
y Antioquia del Caso 03, y demuestra la existencia de actos repetidos de homicidio
contra civiles con el fin de presentar resultados operacionales (bajas) y demostrar
control territorial. En este repertorio de conductas, las víctimas no son consideradas
integrantes o afines al enemigo. Más bien eran atraídas o reclutadas753 por miembros de
la misma tropa o por civiles que por contraprestaciones económicas facilitaban estas
acciones, trasladadas bajo engaño o aprovechando estados o condiciones de
inferioridad de los centros urbanos del departamento (Garzón, Pitalito o Neiva).

690. Las víctimas de los crímenes internacionales que se enmarcan en este patrón
fueron sujetos vulnerables por diferentes factores: de orden económico, de
desplazamiento, sin domicilio fijo, habitantes de calle, con consumo problemático de
sustancias, lo cual, sumado a la ausencia de arraigo en la zona en la que se planeaba
cometer los homicidios, haría menos probables cuestionamientos e investigaciones
sobre los mismos. Incluso en los casos en los que, según los relatos de los perpetradores,
las víctimas acceden a acompañar a quien las contacta, esta aceptación está viciada por
el engaño y comporta además una negativa a dar cuenta su paradero, lo que se expresa,
además, en el ocultamiento de los documentos o los datos de identificación en los
reportes militares, presentando los resultados de los falsos combates como muertos en
combate sin identificar.

691. En todas las etapas de los delitos, esto es la planeación, ejecución y


encubrimiento, aparecen miembros de las unidades militares involucrados con división
de tareas en circunstancias que muestran más que acuerdos esporádicos u ocasionales,
la existencia de planes criminales con vocación de permanencia.

753La Sala utiliza esta expresión y otras relacionadas como reclutar o reclutadores, como se indicó en el auto
SUB D y F 01 de 2022, es decir, en el sentido más amplio de la palabra para explicar a la sociedad civil el
conjunto de procedimientos utilizados por los perpetradores con el fin de atraer o conseguir a las personas que
a los ojos de los perpetradores tenían perfiles idóneos para ser víctimas de sus acciones criminales.

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692. Si bien en este repertorio de violencia no existe prejuicio insurgente, o por lo


menos no se trata de uno que se dirija específicamente contra las víctimas que son
percibidas por los perpetradores como ajenas al conflicto armado, los lugares donde
ocurren los crímenes son aquellos donde se espera que las unidades hagan presencia y
den resultados operacionales (bajas) contra los grupos armados (principalmente las
FARC-EP), por lo que los reportes permitirían adscribir a las víctimas a las estructuras
de milicias del grupo armado, es decir, se trataba de una clara maniobra de
encubrimiento.

693. La condición de vulnerabilidad y la supuesta participación de las víctimas con


consumo problemático de sustancias psicoactivas en actividades delincuenciales fueron
un dispositivo de justificación para los perpetradores. Algunos de ellos refirieron en sus
versiones que las personas con esas características no serían extrañadas, por lo que
habría menos cuestionamientos, e incluso que asesinar no era algo que mereciera
reproche alguno754.

694. La comisión de estos crímenes evidencia la degradación de la condición humana


y la estigmatización que sufrían ciertos sectores de la población civil, precisamente los
más vulnerables, para avanzar en la consecución de propósitos individuales e
institucionales. Llama la atención cómo en estos casos, en los que las víctimas eran
atraídas a las áreas donde se presentaban sus muertes, los comandantes de las unidades
militares (batallones y brigada), en lugar de verificar la veracidad de los reportes de los
pelotones involucrados en las operaciones, se ocupaban de hacer eco de los informes en
medios de comunicación de circulación regional. Las versiones que se daban sobre estos
crímenes encajaban en necesidades legítimas de seguridad de parte de la población
civil, a la que se le presentaban estos asesinatos como avances en la situación de
seguridad de la región.

695. Los referidos reportes resultaron particularmente dolorosos para los allegados
de las víctimas, pues sumaron la afectación al buen nombre a la angustia por el paradero
de sus seres queridos y a la desatención de las autoridades civiles y militares de sus
justos reclamos de justicia. Las familias de varios de ellos no han cesado de pedir que
las reputaciones de sus seres queridos asesinados sean restablecidas, pero también hay
personas que siguen sin identificar, precisamente porque la vulnerabilidad o el
desarraigo que los hizo objeto de las acciones criminales sigue produciendo efectos
hasta hoy.755

754 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0239.
755 Así por ejemplo ocurre con una operación militar en la que se reportó la muerte supuesto combate de una

persona de la que solo se sabe que era de nacionalidad ecuatoriana, que era de avanzada edad y que trabajaba
como celador de la plaza de mercado de Gigante. Los hechos fueron cometidos por integrantes del BIPIG, pero
ninguno de los involucrados sabe quién era la víctima o qué ocurrió con el cuerpo después terminada la
operación.

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5.1. Caso ilustrativo 1: los homicidios y desapariciones forzadas de Miller Blandón,


Juan Diego Martínez y Álvaro Hernando Ramírez.

696. Los asesinatos de Miller Blandón, Juan Diego Martínez y Álvaro Hernando
Ramírez fueron perpetrados el 18 de julio de 2008 por integrantes de las compañías
Azteca 2 y Berlín 3 del BIMAG. Estos hechos se sustentaron en la MT No. 139/JET,
firmada por el MY Omar Oswaldo Ojeda Oliva, que justificaba el despliegue de las
tropas en la neutralización de integrantes de las FARC-EP que, presuntamente,
delinquían en zona rural del municipio de Isnos756.

697. Los hechos tuvieron lugar en la vereda San Vicente, ubicada al norte del casco
urbano de Isnos. En acta de inspección a lugares llevada a cabo en octubre de 2009, se
consignó que un equipo del CTI se trasladó a dicha vereda en labor de levantamiento
de pruebas y que el lugar se encontraba a unos 10 kilómetros. del casco urbano de Isnos,
entre los kilómetros 99 y 100 de la vía que de Popayán conduce a Isnos y cerca a la que
lleva a la vereda de Jerusalén757. Sobre la vereda San Vicente se refirió el TE Julián
Andrés Calderón quien la caracterizó como afecta al ejército para el periodo entre 2005
y 2007:

“(…) Inicialmente, cuando trabajé con Cónsul 4, doctor, la jurisdicción era por los lados de
Acevedo, Huila, la población de Acevedo, Huila, es totalmente afecta al Ejército Nacional, allá pues
lo único que uno encontraba era que habían extorsiones, que habían atracos, habían robos, pero
pues nosotros nunca tuvimos ningún tipo de combate, ni ninguna confrontación con el enemigo
en ese sector ¿Sí? Ya después, cuando me pasaron con Cónsul 4 a la vía entre Isnos y Paletará, allá
la zona ya es selvática, es un páramo donde, iniciando, hay una vereda que se llama San Vicente
que es totalmente afecta al ejército”758 (negrillas agregadas).

756 El nombre de la misión y el objetivo se encuentran en las dos sentencias emitidas por estos hechos: Juzgado
Primero Penal Del Circuito Especializado. Neiva. Sentencia contra Jaiber Méndez y José Roldán López Cerón.
20 de noviembre de 2015 y Tribunal Superior Del Distrito Judicial. Sala Primera De Decisión Penal. Sentencia
contra Carlos Hernán Rodríguez Vera y Francisco Javier Castañeda Alfaro. 28 de septiembre de 2016. En:
Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
415516000597200801596. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235
757 Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200801596. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.: “(…) la diligencia en su mayor parte se realiza en sectores próximos a la vía
que conduce de esta carretera principal hacia la vereda Jerusalén (…)”. El equipo del CTI, con ayuda de
detectores de metales, encontró allí las vainillas correspondientes a los hechos de 2008.
758 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476. Aunque el oficial no fue explícito en afirmar que San Vicente era una zona sin
problemas de orden público, es probable que el Ejército Nacional hiciera presencia continua en la zona para
los años previos al hecho que aquí se narra y por tanto con buenas relaciones con las tropas. Resulta interesante
que el mismo compareciente dijo que a unos 5 o 6 kms de San Vicente se encontraba Paloquemado (esto
coincide con el mapa de veredas del municipio), en límites con San Agustín, que era desafecta hacia la tropa:
“ (…) y donde esa población le colocaba campos minados a la tropa, entonces ahí tocaba pues tener total
precaución con la tropa y con la población civil, porque ellos no eran afectos, y pues siempre habían las
informaciones de que sobre el sector había enemigo”. Esto indicaría que la poca distancia de una vereda a otra
no implicaba uniformidad en la percepción de las tropas del Ejército Nacional.

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698. Estos crímenes empezaron a ejecutarse con la orden que el sargento William
Andrés Capera Vargas dio el 16 de julio de 2008 a los SLP José Yaty Anacona Bueno,
Faiber Buesaquillo Quinayas y Valderrama759 de dirigirse a la ciudad de Neiva para
llevar a Pitalito, mediante engaños, a tres personas760. El SLP Anacona Bueno dijo en su
versión voluntaria ante la JEP que el sargento Capera les dijo que, ante la ausencia del
teniente coronel Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, dar un resultado operacional podía
dejar bien parado al MY Francisco Adrián Álvarez Calderón761. Según otro
compareciente, en órdenes previas de llevar personas desde Neiva para ser presentadas
como bajas en combate, se habrían dado instrucciones en torno a qué tipo de personas
buscar para evitar el escrutinio por parte de las autoridades y las familias762.

699. Por esa razón, en Neiva, el 17 de julio de 2008, los soldados Buesaquillo,
Valderrama y Anacona iniciaron labores de reclutamiento en zonas de la ciudad con
presencia de habitantes de calle y consumidores de droga (en la plaza San Pedro y la
zona del río Magdalena). Los soldados se hicieron pasar por finqueros en busca de
mano de obra para recoger cosechas de café y, tras horas de búsqueda separada,
lograron convencer a tres personas de acompañarlos hasta Pitalito. A las víctimas se les
ofreció, además de los jornales, ropa para el viaje que los reclutadores habían comprado
en Neiva y se les pagó el transporte hasta Pitalito763.

700. Paralelamente, en instalaciones del BIMAG se gestaba la operación que iba a

759 Quizás se trata del SLP José Alfredo Valderrama Calderón. No se ha podido confirmar el nombre de esta
persona.
760 En VV el SLP Buesaquillo dijo que el sargento Capera le dijo: “Bueno, necesito que vaya y me consiga tres

manes, vaya usted, vaya Anacona y Valderrama”. Buesaquillo admitió haber realizado labores de
reclutamiento en una ocasión anterior y dijo que Valderrama las había realizado varias veces. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver
Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
761 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
El mismo compareciente dijo que Capera relacionaba el resultado operativo (RO) con el MY Álvarez y que el
oficial los reunió antes de salir hacia Neiva: “[Capera] dijo hagámoslo que dese cuenta que mi MY nos ha
colaborado mucho y él es muy buena gente con nosotros, el MY también y ya el lema siempre era que no va a
pasar nada y que no se preocupen PREGUNTADO: que MY habló con ustedes RESPONDIÓ: mi MY Álvarez,
él era el ejecutivo en esos días PREGUNTADO: y usted habló o estaba presente cuando el MY les dijo
RESPONDIÓ: estaba ahí presente con el sargento Capera y los tres soldados que nos escogieron para mandar
a hacer ese trabajo, había otra persona ahí pero no sé si era el sargento Rodríguez, ahí estaba pero no tengo
conocimiento, pero si estaban otras personas ahí”
762 El SLP Jaiber Méndez dijo que en una ocasión anterior el sargento Capera le dijo que: […] tenía que ir a traer

a alguien que no fuera a tener más de, que lo mínimo que tenía que tener [sic] de haber estado con la familia
era mínimo unos dos años, tenía que ser un man que no supiera nada de la familia durante mucho tiempo,
para que no lo reconocieran. El SLP Anacona Bueno, en su VV, dijo que Capera le dijo que llevara a una persona
viciosa “[…] pero que no esté muy demacrad[a] que sea consumidor[a] pero que no esté tan acabad[a]”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
763 Según Faiver Buesaquillo, el sargento Capera Vargas les entregó el dinero para estas diligencias y se

comunicó frecuentemente con ellos para indagar sobre el éxito de las tareas de reclutamiento y traslado a
Pitalito. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261.

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llevarse a cabo la noche del 17 de julio de 2008. El comandante encargado del batallón,
el MY Ojeda Oliva764, reunió al MY Álvarez Calderón y a los suboficiales Carlos Hernán
Rodríguez Vera, miembro de la sección de inteligencia del batallón; José Roldán López
Cerón, comandante encargado de Azteca 2 y a Capera Vargas, comandante de Azteca
2 y dispuso que la operación la llevaran a cabo los pelotones Berlín 3 y Azteca 2
conjuntamente. El cabo López Cerón ratificó en su VV que en esta ocasión las unidades
trabajaron juntas y que la unión de unidades de las compañías Berlín y Azteca era legal,
aunque excepcional.765 El TC Pinto Lizarazo en su VV reconoció que esta organización
para el combate era anormal y que no “respondía a lo que estaba dado”766.

701. El MY Ojeda Oliva encargó de la operación al sargento Rodríguez Vera767, a quien


envió al mando de los hombres de la compañía Berlín -acompañado por el cabo
Alejandro Aguilar Cárdenas-, y al cabo López Cerón, al mando de las tropas de la
compañía Azteca768. Varios testigos ubicaron al sargento Capera769, que se disponía a
salir de permiso, vistiendo de civil durante la preparación de los hechos. Así mismo,
relataron que, hacia el final de la tarde del 17 de julio, la tropa fue formada por el cabo
López Cerón e informada sobre la operación que iba a ser lanzada en zona rural de
Isnos770.

764 Según dijo el MY Ojeda Oliva, la Brigada 9 (BR09) lo había nombrado comandante encargado del batallón.
A pesar de esto, dijo el MY, el TC Pinto Lizarazo quería mantener cierto nivel de control sobre las actividades
del batallón durante sus vacaciones. Por eso dejó emitidas las misiones tácticas a implementar durante su
ausencia e instrucciones al MY Ojeda Oliva. También dijo que el MY Álvarez le dijo que el TC Pinto Lizarazo
ya había autorizado el movimiento de la tropa y la asignación de vehículos para esta operación: “[…] las
palabras del mayor fueron “ya mi coronel autorizó” entonces yo dije “Ah bueno ya sabe mi coronel”, mi
coronel no dejó el control operacional de la unidad, el control administrativo yo sí tenía plena autonomía, pero
el control operacional no”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
765 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
Otros comparecientes, como Faiver Buesaquillo, también mencionaron que una situación de esta naturaleza
nunca se presentó ni antes ni después de los hechos. El SLP Jaiber Méndez dijo en su VV que el acuerdo entre
las compañías era que Berlín proveía las armas y Azteca ponía “los cuerpos”.
766 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.
767 Rodríguez Vera dijo en su VV que el mayor Ojeda le entregó la información que sustentaba el despliegue

de la tropa: (...) el mayor Ojeda y el mayor Álvarez unen dos compañías, unen la Azteca y la Berlín, la Berlín
era la motorizada, entonces unen las dos compañías y forman (…) y me dicen, aquí está, mira ahí está el
personal, hay un trabajo para hacer, va a ir a hacerlo (…) habían habido unos combates para el lado del Mármol
por la vía para después de Isnos por la vía Popayán y que unos milicianos se habían entregado y que me los
iban a entregar, que fuera a recibirlos (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244
768 Según el SLP Óscar Álvarez, de Azteca 2 iban, además del cabo, los SLP Ortega Pepicano, Guevara Campos,

Vargas Ibarra, Trujillo Hernández y Varón Hoyos.


769 Capera mencionó en su VV que fue el MY Álvarez el que le informó de la operación que iban a realizar con

Azteca 2 y que al mando de ese pelotón estaría el sargento Rodríguez Vera.


770 El SLP Francisco Javier Castañeda Alfaro, dijo que antes de salir del batallón los: (…) formaron en el cajón

de arena, decían que íbamos para una operación (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento

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702. El sargento segundo Rodríguez Vera, en su VV ante la JEP, reconoció que


semanas atrás había realizado la incautación de un fusil en una caleta ubicada en la casa
de unos campesinos. En contra de las instrucciones en caso de incautaciones y por
sugerencia del mayor Álvarez Calderón, Rodríguez Vera mantuvo el arma en la oficina
de la S2, casi a la vista de cualquier persona con acceso a la sección 771. El fusil y otras
dos armas772 fueron llevadas por la tropa cuando iniciaron su traslado en dos NPR (en
una iban los integrantes de Azteca y en otra los de Berlín773) con las carpas abajo, hacia
las 8 de la noche. Varios comparecientes mencionaron que a las afueras de Pitalito las
NPR se detuvieron774.

703. Faiver Buesaquillo, en su versión voluntaria, describió la llegada a Pitalito con


una de las víctimas y el traslado en taxi hacia la zona en la que se encontraban las NPR
en espera, a pocos kilómetros de distancia de la terminal de transportes. 775 Otros
comparecientes relataron que, cuando fueron llegando los reclutadores con Miller, Juan
Diego y Álvaro776, la tropa simuló un retén en el que se detuvo y requisó a las víctimas
y se les quitaron los documentos de identidad777. El SLP Anacona Bueno dijo que a él y

de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258
771 El sargento Capera Vargas dijo en su VV, que sobre la existencia de unos fusiles almacenados en la S2 del

BIMAG, sabían el sargento Rodríguez Vera y el MY Álvarez Calderón. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
772 El SLP José Alfredo Córdoba dijo en su VV, que para la compra de esas armas adicionales se hizo recolección

de dinero dentro del pelotón Azteca 2. Fue el único compareciente que mencionó esta práctica en este hecho
en particular. Incluso el SLP Anacona Bueno mencionó que Capera les dijo, al momento de planear el viaje a
Neiva, que en esa ocasión no iban a tener que poner dinero. En otros hechos mencionados en las VV, ha sido
recurrente la mención a esta solicitud de dinero a los miembros de la tropa de parte de Capera Vargas.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0239
773 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0267: Según Rodríguez Vera, el MY Ojeda y el sargento Capera le dijeron que distribuyera el
personal en los camiones entre los que iban a cometer los hechos y los que no.
774 Rodríguez Vera dijo que durante la detención de las NPR se comunicó con el MY Ojeda y que este le dijo:

“qué hubo qué pasó que no se han ido”, me llamó el mayor y le dije “no mi mayor estoy aquí esperando, pero
yo no sé nada” (…) “no mi mayor, le dije, yo estoy aquí esperando, aquí yo [sic] no ha llegado nada” entonces
cuando al momentico llamaron unos soldados “no, que ya vienen” (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
775 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261.
776 El SLP Jaiber Méndez relató que primero llegaron dos de las víctimas y luego la otra y que la última llegó

en un carro blanco del batallón al que apodaban “la última lágrima” porque el “el que se montara en ese carro
perdía ya la vida”. Fue el único en mencionar este detalle. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249
777 Ibidem. El SLP Jaiber Méndez y otros comparecientes mencionaron que en ese momento a las víctimas se

les dijo que iban a ser llevadas a un campamento del ejército para verificar sus antecedentes.

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a la víctima que llevaba los recogió en la terminal de Pitalito el SLP Rodolfo Sánchez en
una moto de la S2 y los llevó hacia donde se encontraban las NPR 778. Otros
comparecientes confirmaron que las víctimas fueron subidas al camión en el que iban
los integrantes de Berlín779 y el reinicio del traslado de las dos NPR hacia la vereda San
Vicente en Isnos.780

704. Los comparecientes entregaron pocos detalles sobre los civiles detenidos
aduciendo que la escasa luz dentro de los camiones no les permitió percatarse de sus
rasgos. Sin embargo, algunos mencionaron que eran muy delgados781 y que llevaban
ropas y elementos que indicaban que se encontraban en condición de calle 782. En
sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva se afirmó que las víctimas
presentaban pérdida de huellas plantares (lo que indicó a los investigadores que no
usaban calzado de manera permanente) y que hacían parte de programas de
rehabilitación por consumo de drogas en la ciudad de Neiva783.

705. Las dos sentencias emitidas por estos asesinatos insistieron en que las víctimas,
aunque vestidas con prendas de uso privativo de las fuerzas militares y de policía,
presentaban inconsistencias entre sus contexturas y las tallas de las prendas que
portaban y que estas aún tenían puestas las etiquetas de compra. Tampoco las botas con
las que hallaron los cuerpos correspondían con el tamaño de sus pies 784. Los
comparecientes que reconocieron la ilegalidad del hecho confirmaron que a las víctimas
se les cambió de ropa antes de ser asesinadas785. El cabo López Cerón dijo que la ropa

778 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
779 Sin embargo, el suboficial López Cerón contradijo esta afirmación, ya que dijo en su VV que los detenidos

fueron montados al camión en el que iba él, el comandante de Azteca. También dijo que Rodríguez Vera le
dijo “(…) el que va encargado de la Turbo, el comandante, en la juega con estos muchachos”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán
López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
780 Según Rodríguez Vera, en el traslado hacia la zona en la que se iban a producir los asesinatos las NPR

pasaron frente a las instalaciones del BIMAG. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244
781 Esto fue referido por los suboficiales López Cerón y Aguilar Cárdenas y por el SLP Castañeda Alfaro, entre

otros.
782 El suboficial Rodríguez Vera dijo que al requisar a una de las víctimas se dio cuenta de “(…) que la persona

viene en pantaloneta, venía en un short o sea un pantalón, o sea, digo pantaloneta, un pantalón corto, un buzo,
no sé el color porque ya estaba de noche, pero lo toco y le toco un costal, o sea, una estopa atrás, entonces yo
llego y toco la estopa y lo primero que yo escucho son [sic] una botella de vidrio (…)”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán
Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
783 Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200801596. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
784 Ibidem.

785 Sin embargo, hubo discrepancias respecto al momento en que se dio ese cambio de prendas: algunos

indicaron que se produjo en el momento de la entrega y otros que fue cuando desembarcaron en el lugar donde
ocurrieron los asesinatos. Rodríguez Vera dijo que ese cambio de prendas, al menos a una de las víctimas, se
dio cuando llegaron al lugar donde se les iba a asesinar y que de ello se encargaron los SLP Jaiber Méndez y
Francisco Castañeda Alfaro.

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que se les quitó fue quemada al día siguiente por la tropa786.

706. Según narraron los comparecientes, una de las NPR se averió, lo que no les
permitió llegar al lugar que se había establecido para el descenso de la tropa (al parecer,
llegaron hasta la vereda San Vicente). Debido al inconveniente, el sargento Rodríguez
Vera organizó allí mismo el dispositivo militar para producir las muertes. Por orden de
Rodríguez Vera la tropa se separó en varios grupos, que se encargaron de vigilar a cada
una de las víctimas787 y se trasladaron a diferentes distancias del lugar de desembarco788.

707. Dos de los grupos habrían estado conformados de la siguiente manera:


Rodríguez Vera se habría quedado con los SLP Castañeda Alfaro, Núñez Cochumbe,
Rodolfo Sánchez, un SLP con alias Diablo de apellido Joven y el cabo Aguilar, a quien
al parecer Rodríguez Vera habría enviado a prestar seguridad789. Mientras que el
suboficial López Cerón se encontraba en otro grupo con los SLP Jaiber Méndez y
Santamaría790. Sobre el tercer grupo no se entregó información en las versiones
voluntarias, aunque el cabo López Cerón mencionó que de Azteca 2 iban, además de él,
los SLP Jaiber Méndez, Fernando Vargas Ibarra, José Aníbal Trujillo y Yilfredy Ortega
Pepicano791.

708. Los asesinatos se perpetraron de manera sucesiva, ya que había instrucciones de


disparar a las víctimas cuando se escucharan las primeras detonaciones. Según el SLP

786 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
787 El SLP Castañeda Alfaro dijo en su VV que a miembros de Azteca 2 se les encargaron a dos de los detenidos

y a Berlín 3 se le encargó uno. El mismo compareciente habla de su pelotón como Berlín 33, que era el grupo
especial del BIMAG. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
788 Rodríguez Vera reconoció haber sido quien ordenó que los grupos encargados de los detenidos se

desplegaran en el terreno para otorgar credibilidad a los hechos. Sin embargo, dijo que López se encontraba
en el grupo de los que había dejado separados de los hechos, lo que se contradice con lo dicho por otros
comparecientes en el sentido de que el cabo López participó directamente en los mismos (como se verá luego).
El cabo Aguilar lo ubicó por fuera de los lugares donde se produjeron los asesinatos. La orden de no
inmiscuirlo directamente en los asesinatos habría provenido del MY Ojeda Oliva. El SLP Jaiber Méndez dijo
que, en línea recta, los lugares escogidos para los asesinatos estaban alejados no más de 50 o 100 metros uno
del otro. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244
789 La distribución de este primer grupo la entregó en su VV el SLP Castañeda Alfaro. Jurisdicción Especial

para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier
Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
790 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249. Según dijo
López Cerón en su VV, el sargento Rodríguez Vera le asignó al SLP Jaiber Méndez, diciéndole que el soldado
ya sabía lo que tocaba hacer con el detenido que se le asignó su grupo.
791 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
El SLP Ortega Pepicano dijo en su VV que de Azteca iban, además de López Cerón, los SLP Vargas, Álvarez
(no se tiene noticia de un soldado con ese apellido que hubiera participado en estos hechos), Varón Hoyos,
Santamaría, Guevara y Ruiz Tovar.

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Óscar Álvarez, el primer crimen se cometió cuando el cabo López Cerón pidió a uno de
los detenidos que se retirara unos metros para que el SLP Vargas Ibarra792 le disparara.
A continuación, según dijo, se escucharon otras detonaciones a la distancia. Los SLP
Jaiber Méndez793 y Francisco Javier Castañeda Alfaro, reconocieron haber sido quienes
dispararon a las otras víctimas. El último añadió que fue quien disparó a Miller Andrés
Blandón y sugirió que fue el primer en morir:

“(…) me dijo Rodríguez Vera, usted ya sabe qué toca que hacer, yo le dije cómo así, y sí, usted ya
sabe cuál va a coger, me dijo así verbalmente, yo le dije yo no sé (…) me dijo Rodríguez Vera, le
vamos a prender un cigarrillo, apenas le vaya a prender el cigarrillo, cuando prenda el cigarrillo
ya hace lo suyo, entre comillas fue la orden, ya hace lo suyo, porque no podía decir bueno le doy
la orden de disparar porque la víctima estaba ahí, estaba al lado izquierdo está Rodríguez Vera, la
víctima estaba al centro y al otro lado estaba Sánchez Rodolfo, cuando prendió la mechera yo le
disparé (…) yo disparé tres cartuchos a la víctima, cuando vi que la víctima cayó, estaba Rodríguez
Vera al lado de la víctima, [y] Sánchez, después el sargento Rodríguez Vera le dio la orden a
soldado Joven que trajera la tula, que ahí venía el fusil, el fusil que le digo que se había recuperado
pero se usó para ese resultado.”794

709. El SLP Jaiber Méndez trocó el orden de los asesinatos, ya que en su versión
voluntaria afirmó que:

“(…) el Sargento Segundo Rodríguez dice, el primero lo tienen que matar, porque así fue la orden,
más o menos como unos 200 metros de ahí donde estaba él, el segundo lo tienen que matar más
acá y tercero va a ser acá, dicen ahí quienes son los primeros que los van a matar, el señor que lo
iba a matar era, se me pasa el nombre, del primero, se me pasó el nombre, si yo lo recuerdo en
algún momento sobre la audiencia se lo diré o si lo recuerdo durante el tiempo se lo haré saber, el
segundo correspondiente me tocaba a mí porque era la orden que me habían dado y el tercero el
teniente le da la orden a Castañeda Alfaro.795

792 El SLP Ortega Pepicano confirmó que una de las muertes la produjo Vargas Ibarra. Al parecer, Vargas Ibarra
convenció al SLP Ortega Pepicano para que dijera que había sido responsable de disparar para ganarse una
felicitación. Esto, según dijo el cabo López Cerón en su VV, habría conducido a que se judicializara a Ortega y
no a Vargas. El SLP Ortega Pepicano dijo sobre este asunto que: “[…] Vargas me dijo a mí que van a hacer un
simulacro, entonces me dijo a mí que haga simulacro y yo le dije que no, “yo que voy a hacer simulacro si no
he hecho ni mierda aquí, para saber qué simulacro voy a hacer”, entonces él dijo que mi cabo dio la orden de
que usted hiciera el simulacro, entonces yo le dije que “qué simulacro voy a hacer si yo tengo la MGL”,
entonces me paso el fusil de él y me dijo “hágalo con el fusil mío” y me paso el MGL y yo le pase el MGL y él
me pasó el fusil, entonces llegó el capitán Remolina.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Yilfredy Ortega Pepicano. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0266.
793 El SLP Méndez detalló que el sargento Capera le propuso que se dirigiera a Neiva a traer a una persona, y

como se negó, le dijo que debía encargarse de matar a uno de los reclutados. También dijo que lo amenazó de
muerte por su reticencia a asumir ese rol. También el SLP Óscar Álvarez dijo que, ante su reticencia para
participar en una nueva operación falsa, el sargento Capera con un gesto lo amedrentó, haciéndole saber que
era una orden.
794 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258. Se asume que el SLP considera que fue la primera víctima en caer, debido a que el
momento de dispararle no depende de escuchar otros disparos, como dijeron otros comparecientes que era el
acuerdo.
795 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249. El
compareciente también dijo que con él se encontraba el SLP Santamaría, encargado de vigilar a la víctima.

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710. Tras los asesinatos a todas las víctimas les fueron implantadas armas: en uno de
los grupos, López Cerón le ordenó a Óscar Álvarez poner el arma en manos de la
víctima y dispararla; debido a su negativa, el procedimiento lo realizó el sargento
Rodríguez Vera. En otro grupo se le implantó a Miller Blandón el fusil que venía de la
S2 del batallón796. El SLP Jaiber Méndez mencionó en su VV que en el asesinato
cometido por él, el arma fue colocada al cuerpo por el cabo López Cerón.

711. Varios comparecientes mencionaron que posteriormente se reportaron las


muertes al batallón797, se coordinaron las declaraciones sobre los hechos por parte de
los suboficiales Rodríguez Vera y López Cerón798 y se realizó un simulacro de combate
que se extendió por unos minutos, en el que varios integrantes de la tropa dispararon
sus armas799.

712. La mañana siguiente hizo presencia en la zona, por orden del MY Ojeda Oliva800,
el capitán Cesar Augusto Remolina Lizarazo para filmar una simulación del combate. 801
También el cabo López Cerón mencionó la llegada de un capitán a la escena de los

También dijo que el primer disparo impactó a la víctima en el abdomen y que herido empezó a correr y se
lanzó por un barranco. La víctima permanecía viva y el mismo compareciente volvió a dispararle, esta vez en
el cuello.
796 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
797 El MY Ojeda Oliva dijo en su VV haberse sentido complacido por el reporte, puesto que “demostr[aba]

porqué me nombraron de comandante”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
798 Esto fue mencionado por el SLP Jaiber Méndez. Sin embargo, el cabo López Cerón responsabilizó

exclusivamente a Rodríguez Vera de la tarea de coordinar las declaraciones de la tropa.


799 Entre otros, esto fue mencionado por Óscar Álvarez y Jaiber Méndez. El último dijo que: en eso armamos

como el simulacro de un combate (…) donde teníamos que disparar varias armas a la vez, entonces en la parte
alta disparan una ametralladora, con fusil también y nosotros en la parte baja disparábamos también fusil, eso
demora más o menos dos o tres minutos, mucha es la munición que se gasta.
800 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479: (…) se dio la orden al sargento [Rodríguez] de acordonar, él me dijo que era un área
muy grande, entonces le dije que esperara al CTI, quién está disponible para hacer el respectivo levantamiento
inmediatamente; se le dio la orden del capitán Remolina que era el comandante de la compañía se SPC y pues
porque era como un hecho importante para que fuera con el CTI, para que los acompañe al levantamiento y
respectivas diligencias para los que ellos están preparados, esa fue la orden que se emitió y pues ellos
permanecieron allá.
801 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Oyola Tapias. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0246.
Castañeda Alfaro dijo que fue el mayor Duarte el que ordenó el traslado del CT Remolina al lugar de los
hechos: el mayor mandó un capitán a tomar un video ahí, que fue el capitán Remolina, dijo vaya tome un video
de, hagan un simulacro como fueron las cosas, como fue el combate, que usted disparó acá, lo normal.

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hechos junto al CTI y la realización de un video802. Un compareciente803 mencionó que


el oficial Remolina, mediante la recreación que se filmó, ayudó a establecer una versión
unificada de los hechos en espera de la llegada de los integrantes del CTI.

713. Al parecer, un tiempo después de la llegada del CT Remolina arribó el CTI a


realizar el levantamiento de los cuerpos804. El procedimiento incluyó entrevistas con los
participantes y una recreación de sus posiciones y posibles trayectorias de los
disparos805, que les tomó a los investigadores varias horas, lo que fue señalado por el
SLP Castañeda Alfaro como inusual en los levantamientos que había presenciado806.

714. Según el informe de operaciones firmado por el sargento Rodríguez Vera, a los
asesinados les fueron encontrados un fusil, una carabina hechiza, un revólver calibre 38
y un arma tipo revólver, además de un morral con material explosivo807 e incluyó dentro
del personal participante del hecho al cabo López Cerón y a 9 soldados profesionales,
y como testigos al C1 Alejandro Aguilar y a 3 soldados profesionales808. A pesar de esto,
el suboficial en su VV sostuvo que no incidió en la elección del personal a destacar, y
que de eso se encargaron los respectivos comandantes de las unidades participantes en
el crimen.

715. Tras las diligencias de levantamiento, a la tropa se le ordenó subir a las NPR para
trasladarse al batallón y fueron recibidos en la noche por el MY Duarte “con un abrazo”809
y con un permiso hasta el día siguiente en la tarde con el compromiso de estar
disponibles (lo que era conocido como “puerta franca”). López Cerón no recordó quién

802 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
803 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yilfredy Ortega Pepicano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0266:
“(…) El capitán Remolina ordena que hagamos el simulacro para que cuando llegue el CTI entonces no vayan
a haber equivocaciones (…)”
804 Sobre quienes fueron los encargados del procedimiento hubo discrepancias entre los comparecientes,

aunque todos concordaron en que no era el personal que realizaba los levantamientos en casos de bajas falsas.
El oficial Ángel Fernando Carvajal Rojas, quien fungía como S2 del BIMAG, dijo en su VV que el CT Remolina
llegó a la escena de los hechos acompañado de un fiscal de DDHH de Neiva, hacia las 11 am del 18 de julio.
805 El SLP Castañeda Alfaro dijo que: “(…) llegó la fiscalía también, hizo el levantamiento, a mí me hicieron

preguntas, yo dije sí, a la víctima sí, yo le disparé a esa víctima, dijo, ensayaron el fusil, el fusil disparaba
pegaba bien, me hicieron lo del fotógrafo, miraron la altura del cuerpo, del sitio donde él estaba en la carreta
más baja, y yo estaba en la parte más altica, miraron que sí las trayectorias de los proyectiles si le daban de
aquí del pecho hacia arriba donde fueron impactados, porque estuvo impactado fue de aquí para arriba [señala
la cintura]”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258
806 Ibidem. El SLP Castañeda Alfaro dijo que en este caso el levantamiento empezó a hacerse hacia las 8:30 a.m.

y tardó casi hasta la 1 p.m., cuando en general no tardaban más de una hora u hora y media.
807 Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200801596. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
808 Ibidem.

809 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.

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había realizado el recibimiento de la tropa, pero sí que fue felicitada por alguno de los
miembros de la plana mayor cuando llegaron al batallón810.

716. El SLP Castañeda Alfaro explicó que, posteriormente, en la sección jurídica del
batallón declaró “por lo suyo”, para referirse a que dio cuenta de la versión falsa de los
hechos que habían producido la muerte de Miller Blandón. Por su parte, el sargento
Capera les habría dicho a los tres encargados de llevar a las víctimas hasta el lugar de
los asesinatos que su participación en los hechos los eximía de dar las correspondientes
declaraciones811 También Castañeda Alfaro mencionó que se informó de los hechos a
un abogado asesor de la sección jurídica y este les dio su opinión sobre lo que debían
decir “(…) pa’no embalarse (…)”812.

717. Las víctimas fueron presentadas ante los medios de comunicación como
miembros del Frente 13 de las FARC-EP por parte del comandante de la BR09 y del
BIMAG, BG William Fernando Pérez Laiseca y TC Marcos Evangelista Pinto Lizarazo813,
respectivamente. El TC Pinto Lizarazo, en respuesta a los reclamos de la abuela de
Miller Blandón, defendió el accionar de la tropa diciendo que:

“De acuerdo con la fotografía, dicen que dos de ellos vestían uniformes de la policía, uno tenía una
sudadera oscura, eso es lo que he leído (…) portaban un fusil 7.62 Galil, que no es fácil de
adquirirlo, una carabina y un arma corta. También portaban unos equipos que son propios de
algunos explosivistas. Por eso hablamos de presuntos guerrilleros, por el tipo de armas que
portaban y por el área donde estaban, un área de injerencia de la cuadrilla 13” 814.

718. El MY Duarte Méndez, segundo al mando del batallón, debido a la ausencia del
coronel Pinto Lizarazo, concedió días de permiso a la tropa participante en estos

810 Al respecto, dijo que: “pues allá nos formaron y nos, no sé si era el ejecutivo o el comandante Batallón nos
felicitó ahí, pues que muy bien por los resultados y todo eso y eso fue todo”
811 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261
812 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258. El compareciente mencionó que meses después, cuando la FGN iba a realizar una
reconstrucción de los hechos en terreno, el mismo abogado: no me acuerdo si fue una semana o tres días antes
o un día antes el abogado solicitó, Wilson, a llegar a los hechos, al lugar de los hechos, habló ahí, fuimos allá,
no dimos la versión que llegamos en carro, no la versión fue muy diferente, que entramos por la vereda de San
Vicente, por la parte alta, bajamos, encontramos las personas que estaban atracando, que supuestamente, se
cuadró la versión, como dice el cuento, ahí está siempre el abogado por delante, estaba en lo que se hacía, por
eso le digo, no sé si le pagaban al abogado en planilla o le pagaban una mensualidad, pero siempre recibía el
consejo. El MY Ojeda Oliva también mencionó a este asesor de la sección jurídica: (…) mi coronel [Pinto
Lizarazo] estaba conformando un equipo jurídico para la asesoría de miembros del batallón ahí en el juzgado,
entonces él estaba en ese proceso, no recuerdo el nombre del abogado de esa época y creo que le pasó a todo
al abogado del batallón, un abogado que se pagaba pues también independiente del asesor jurídico, para que
realice todo, eso lo organizó él, pero no había otra reacción diferente.
813 Ibidem.

814 Ibidem.

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asesinatos815. Un compareciente816 mencionó que después de estos hechos cesaron las


muertes en combate falsas, generalmente presentadas con armas cortas. Arguyó dos
razones: uno, el escándalo de las desapariciones de jóvenes en Soacha, y segundo, a que
el Frente 13 de las Farc-EP volvió a hacer presencia en jurisdicción del BIMAG.

719. Los hechos en los que fueron asesinados Miller, Juan Diego y Álvaro muestran
la degradación en la que reincidieron los integrantes del BIMAG en todos los niveles de
la jerarquía militar. Entre otras cosas, revelan la forma de actuar de integrantes de la
plana mayor, de las secciones de inteligencia y de operaciones y de integrantes de las
unidades fundamentales encargadas de cometer los crímenes que se detallan en esta
decisión. Los asesinatos revelaron un entramado de personas y actividades de diferente
naturaleza, que buscaba producir asesinatos de manera que se dificultara la
identificación de las víctimas y permitiera el encubrimiento de los crímenes.

5.2. Caso ilustrativo 2: los homicidios de Jhon Germán Vargas Calderón y


Wynther Jackon Trujillo Trujillo.

720. Los dos asesinatos aquí descritos hacen parte de catorce hechos de asesinatos y
desapariciones forzadas, con 29 víctimas, que produjo el BIPIG en el primer semestre
de 2007 (de enero a mayo), cuando comandaba la unidad el entonces TC Carlos Jair
Salamanca Robles. Los crímenes del 6 y el 11 de abril de 2007 se dieron por medio de
acciones emprendidas por tropas del BIPIG que fueron usuales durante la comandancia
del TC Salamanca Robles. Jhon Germán Vargas Calderón y Wynther Jackon Trujillo
Trujillo fueron escogidos por civiles y llevados con engaños, con unos pocos días de
diferencia, hasta veredas de Garzón donde fueron asesinados por las tropas. Su
selección se basó en que poseían identidades estigmatizadas que, a ojos de los
responsables, los sustraía del resguardo de sus derechos y dignidad y facilitaba su
presentación como muertes en combate.

721. Los perfiles de Wynther Jackon y Jhon Germán fueron proporcionados por sus
familiares en declaraciones ante las autoridades judiciales los días, meses y años
posteriores a sus asesinatos. En estas siempre recalcaron la inocencia de sus seres
queridos y entregaron información que permitía vislumbrar desde el inicio de las
investigaciones la existencia de irregularidades en sus muertes.

722. Por ejemplo, el hermano de Wynther dijo ante la FGN en 2011 que su familiar
era homosexual, comerciaba con productos naturistas, vivía en Garzón con su pareja de
años atrás y que nunca perteneció a un grupo armado o delincuencial817. Su madre, el

815 Sobre el número de días de permiso no existe coincidencia de parte de los comparecientes. Algunos como
Faiver Buesaquillo dijeron que fueron 5 días; otros como Luis Oyola Tapias y Jaiber Méndez mencionaron que
se les otorgó 6 días; otros, entre los que estaba el SLP Ortega Pepicano, dijeron que 15.
816 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
817 Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

110016000099200700023. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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mismo año, describió a su hijo diciendo que:

“(…) vivía junto con el señor TOMÁS (…) se dedicaba a vender minutos, chance, lotería y a lo
último había aprendido a peluquear, por lo cual montó un negocio en el apartamento donde él
vivía (…) frecuentemente él venía a saludarme, a darse cuenta de mí, porque él económicamente
me colaboraba en lo que él podía y de mis hijos era el que más estaba pendiente de mí (…) Wynther
no prestó el servicio militar, ya que él tuvo un accidente de tránsito entre los 14 a 15 años, cuando
se transportaba en un bus vía hacia Cali (…) fracturándose el brazo derecho, él perdió el
conocimiento y duró alrededor de seis días con camisa de fuerza, ya que él quedó traumatizado
(…) de las fracturas que tuvo en el brazo derecho [le quedó] el brazo bien encogido, no lo podía
estirar, con el tiempo, al año o los dos años yo le dije al profesor ALVARITO que se lo sobara y con
la ayuda de él WYNTHER pudo estirar un poco el brazo (…) nunca tuvo problemas con la ley
nadie de mi familia, WYNTHER no cargaba ni una aguja, como tampoco en problemas de pandilla,
él era un joven que no era problemático”.818(negrillas agregadas)

723. Por su parte, familiares de Jhon Germán, ante las autoridades judiciales negaron
cualquier vinculación suya con grupos delincuenciales o guerrilleros. Por ejemplo, su
madre819 en 2012 sostuvo que se dedicaba a recolectar café durante las cosechas,
trabajaba en la planta de tratamiento de basuras de Garzón, que nunca tuvo armas y
que no sabía montar bicicleta ni conducir moto. El padre de Jhon Germán dijo de su hijo
en 2009820 que, para la época de su muerte:

“(…) él no estaba haciendo nada porque no había cosecha. Mi hijo no hizo sino hasta quinto de
primaria (…) de ahí salió para el ejército a pagar servicio en La Tagua, Putumayo, durante 18
meses. A mi hijo nunca le conocí novia, yo no le conocí amigos cercanos porque pues de todas
formas yo estaba en Neiva y pues lo que me contaba la mamá era que él le ayudaba en la casa, él
no era una persona sociable porque creemos que se lo debemos a que es prematuro, él el único
problema que tuvo mi hijo fue en el año 1998, lo que sucede es que mi hijo cuando trabajaba en la
finca de mi propiedad en la vereda El Filo de Platanares tuvo un problema con un muchacho de la
misma vereda, eso fue por un acceso carnal, a él lo denunciaron, fue detenido en Garzón y lo
llevaron a pagar condena de 20 años y 2 meses, pero con una rebaja que hubo pagó físicamente 5
años en la cárcel de Garzón y la Picaleña de Ibagué (…) el resto de la condena la estaba pagando
por fuera [en] la casa, es que cuando él murió le faltaban 3 meses para cumplir su pena (…) cuando
llegó de la cárcel, él llegó con el vicio de la marihuana, nosotros lo regañábamos pero nunca se
puso de mal genio, lo que hacía era reírse y se acostaba a dormir (…) mi hijo estaba portándose
bien, él era retraído con las personas pero no era una mala persona, él sicológicamente no era
normal (…)”.

724. Las muertes de Wynther y Jhon Germán se dieron en el marco de actuaciones del
Ejército Nacional sustentadas en órdenes de operaciones: MT Aniquilador II821 en el
caso de los hechos del 6 de abril de 2007 en los que fue asesinado Wynther y ORDOP
Espada III822 en los del 11 de abril en los que se asesinó a Jhon Germán. Ambas ORDOP
fueron firmadas por el TC Salamanca Robles y el MY Fernando Moncayo Guancha,

818 Ibidem. Sus familiares siempre hicieron énfasis en su problema de movilidad en el brazo derecho, puesto
que la información del levantamiento del cuerpo decía que en esa mano llevaba un arma.
819 Ibidem.

820 Ibidem.

821 Ibidem.

822 Ibidem.

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comandante y S3 del BIPIG, respectivamente823. Sin embargo, se diferenciaban en que


mientras Aniquilador II era una “operación ofensiva de destrucción”, Espada III (emitida
el 1 de enero de ese año, en lo que parecía ser una ORDOP permanente) buscaba
desarrollar un “registro y control de área activo”.

725. Estos hechos tuvieron lugar en las veredas de El Barzal y Las Brisas (o Bajo
Brisas) al norte y sur del casco urbano de Garzón, respectivamente. Aunque los
comparecientes no mencionaron a la primera en sus versiones voluntarias, sobre la
segunda hablaron dos soldados profesionales: Newer Penna y Willinton Espinosa.
Mientras el SLP Penna dijo que las tropas del Ejército Nacional permanecían en la zona
debido a que “(…) era zona roja, era complicada porque había delincuencia, había FARC y
porque era donde había más violencia, por la forma en que atracaban, robaban (…)”824; el SLP
Espinosa describió un ambiente más benévolo hacia los militares y que se había
transformado significativamente. Según dijo, entre 2002 y 2007 las relaciones entre la
tropa y la población civil fueron mejorando en esa y otras veredas adyacentes:

“PREGUNTADO ¿recuerda cómo era la población en los diferentes lados de la jurisdicción, es


decir si había algunos lugares donde la población fuera más cercana a la tropa o más distante?
RESPONDIO sí señor, por lo menos como lo que era la parte de El Recreo que era a donde llegaban
los subversivos en ese entonces, ellos eran un poco desafectos porque muchas veces el ejército
llegaba y llegaba era a hacer preguntas y la gente se omitía, porque la demora era que uno se fuera,
no faltaba en el mismo pueblo el infiltrado que está pendiente quien habla con el ejército y apenas
uno se va ellos llegan; como habían otras partes donde nos fuimos ganando el afecto de la gente
que era lo que era Pan de Azúcar, Brisas, para el lado de Paloquemado”825 (negrillas agregadas).

726. Por otro lado, los informes que presentaron los comandantes de los pelotones
tras los dos eventos sostuvieron versiones similares en las que afirmaron que las tropas
de Bayoneta 22 (en la muerte de Wynther) y Catapulta 1 (en el de Jhon Germán)
respondieron a fuego de parte de individuos o grupos a los que se les había lanzado la
proclama. Por ejemplo, los informes de los hechos826 del 6 de abril en los que fue
asesinado Wynther decían que la tropa, en su “movimiento táctico motorizado mediante la
técnica de avance por saltos vigilados en los puntos críticos desde el municipio de Garzón” en la
vereda El Barzal de Garzón, se encontraron con un grupo de personas que tras notar la
presencia de la tropa empezaron a huir y que tras lanzar la proclama “de alto a viva voz”
les respondieron con fuego. Según se consignó en el informe, dispararon el SS Gómez

823 Mientras Aniquilador II fue firmada por los comandantes de varios pelotones (el SS Evangelista Gómez
Muñoz del segundo pelotón de compañía Bayoneta; el SS John Salazar Castro comandante del quinto pelotón
de la compañía G; y el TE Jesús Mauricio Jiménez Botina, comandante del cuarto pelotón de la compañía
Catapulta) Espada III aparece firmada como recibida por el comandante de la compañía Catapulta, TE César
Augusto Chávez Camejo.
824 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Newer Penna. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0285.
825 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
826 Curiosamente, se presentaron dos informes de los hechos el 7 de abril de 2007: uno firmado por el

comandante de Bayoneta 22, SS Evangelista Gómez Muñoz; y otro firmado por el CT Luis Carlos Aguilera
Quintero, S2 del batallón. Ver: Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de
Neiva. Radicado 110016000099200700023. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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Muñoz y los SLP Yimmi Ramírez Castrillón, Lenin Julio Lizarazo y Javier Cerquera
Cabrera.

727. El informe de los hechos del 11 de abril en los que fue asesinado Jhon Germán,
decía que los integrantes de Catapulta 1 se encontraban en la vereda Bajo Brisas de
Garzón emboscados, cuando se detuvo una motocicleta a entre 80 y 100 metros de la
tropa: “(…) se observ[ó] a un sujeto acercarse por lo cual se le d[io] la orden de alto y nos
identificamos como miembros de Ejército Nacional a lo cual como respuesta se dieron unos
disparos”827. La respuesta de la tropa estuvo a cargo de los SLP Newer Penna y Willinton
Espinosa Baquero. Según quedó anotado, la motocicleta huyó tras los disparos.

728. Sobre los hechos se manifestaron el comandante del BIPIG y de la BR09 en la


prensa regional los días siguientes. Por ejemplo, en el Diario del Huila del domingo 8 de
abril de 2007, el TC Salamanca Robles dijo que se venía recibiendo información de robos
de ganado, extorsiones y atracos a buses intermunicipales en la zona de Río Loro “(…)
y cuando la tropa se trasladó al lugar, allí fue recibida a tiros por dos hombres, uno de los cuales
fue dado de baja y que fue identificado como Wilder Trujillo [sic], el otro se escapó y está siendo
buscado”828. El diario también dijo que el cuerpo había sido trasladado el día anterior por
la familia de Wynther a La Plata, de donde era oriundo.

729. Por su parte, el CR Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, declaró al diario La


Nación en su edición del 13 de abril de 2007, que los hechos en los que fue asesinado
Jhon Germán y otros en la vereda La Chonta de Gigante en los que murieron cinco
personas más829, se habían dado en el marco de la operación “Halcón Negro” y que
portavoces militares los habían descrito como golpes contra bandas delincuenciales al
servicio de las Farc-EP, encargadas de “(…) extorsionar a campesinos y comerciantes de las
poblaciones del centro del Huila”830. El diario subtituló “Cayó Mojarra” para detallar la
versión que sobre los hechos en los que murió Jhon Germán entregaron a la prensa
desde el BIPIG:

“De acuerdo con los voceros del batallón Pigoanza, entre los hombres dados de baja se encuentra
alias Mojarra, jefe de una banda de jaladores de vehículos, extorsión y atraco. La muerte de
“Mojarra” se produjo cuando cobraba la extorsión al parecer a los propietarios del predio Buena
Vista en la vereda Las Brisas. El coronel Carlos Jair Salamanca; comandante del batallón Pigoanza,
dijo que alias “Mojarra” venia actuando en compañía de otros delincuentes que hace dos semanas

827 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
410016000586200800579. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
828 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “De la impunidad a la

verdad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila. Incorporado al expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
829 Se trata de los hechos que el despacho investiga con el ID 31 y que fueron reconocidos por el ST Miller

Forero Cruz, integrante del BIPIG, como ilegales.


830 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

410016000586200800579. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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fueron dados de baja en la zona de San Rafael831 y uno más que murió a finales de la semana pasada
en Rioloro [se refería a Wynther]”832.

730. Los asesinatos de Wynther y Jhon Germán se dieron en zonas en las que,
presuntamente, se habían presentado fenómenos delincuenciales en los días previos a
las operaciones falsas, generando de parte de la población anuencia con el accionar de
la tropa833. Por ejemplo, el SS Triana Rosas dijo sobre la vereda Bajo Brisas, en la que
asesinaron a Jhon Germán, que:

“(…) llevábamos como 10 días sobre ese sector, se habían presentado o se estaban presentando una
serie de sucesos de orden público que había un grupo de digo yo, que un grupo al parecer de
delincuencia común salía a la vía y asaltaba la chiva. Había una chiva que cubría la ruta Garzón
Huila hacia el sector del Caquetá, a esa ruta en más de una ocasión pues bajaban la gente, la
golpeaban, la empelotaban y pues la gente decía que eran 5 manes que salían de civil con capucha,
armas cortas y los amenazaban.”834

731. Aunque los asesinatos de Wynther y John Germán se encubrieron mediante la


documentación operacional, llevándolos a cabo en zonas en las que se habían
presentado recientemente fenómenos delincuenciales, y también de las declaraciones
de los comandantes del BIPIG y de la BR09 que ratificaban la legalidad de las acciones
del Ejército Nacional ante la prensa regional, comparecientes ante la JEP y el Tribunal
Contencioso Administrativo del Huila terminaron dándole la razón a las familias de las
víctimas más de una década después de los hechos835.

831 También estos hechos se encuentran investigados en el marco del subcaso Huila del Caso 003 de MIPBC con
el ID 95 del 28 de marzo de 2007. Al entregar la información a la prensa, el TC Salamanca se equivocó en el
número de víctimas (las mencionó en plural): en realidad fue una, aunque inicialmente se iba a asesinar a dos,
solo que una de ellas logró escapar. La víctima, Yobany Ardila Velasco, de 23 años, fue detenida hacia las 3
p.m. por tropas del BIPIG cuando se estaba bañando en el río con un amigo. Mientras eran trasladados hacia
la vereda San Rafael, el amigo de la víctima logró escapar.
832. De esta forma, el TC Salamanca Robles asociaba hechos sin ninguna relación entre sí, más allá de tratarse

de asesinatos de civiles presentados como muertes en combate, como golpes contra estructuras criminales
unificadas. Además, como se verá más adelante, otorgó a la víctima un alias falso. Fiscalía 39 Especializada
contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 410016000586200800579. Obtenido en
inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
833 El SLP Espinosa Baquero dijo en su VV que tras los hechos en los que murió Jhon Germán: “(…) seguimos

en el área [de Bajo Brisas] ahí haciendo control militar de área, la gente nos quería porque decía que eso lo
hacía pasar como muerte en combate, que era gente atracadora, que eran de arriba, que venían a hacer
extorsión, entonces la gente venía muy contenta porque el ejercito mantenía por ahí cuidando la jurisdicción”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
834 Luis Carlos Aguilera en su VV dijo que en el sector en el que ocurrieron los hechos del 5 de enero de 2007

(ID 45) se habían presentado denuncias previas de presencia de bandas y que “se aprovechó” esa circunstancia
para “articularl[as] con la actividad que se iba a realizar en esa noche [los asesinatos]”. Además, dijo que los
meses de marzo y abril eran un momento crítico del año para la seguridad de la región debido a las cosechas
de café y a las transacciones en efectivo y acumulación de dinero que se acostumbraban por parte de los
campesinos y hacendados cafeteros. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
835 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

410016000586200800579. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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732. El SLP Jair Fernández en su VV ante la JEP reconoció la ilegalidad de la muerte


de Wynther Jackson y entregó detalles hasta entonces inéditos sobre la forma en que se
presentó. Afirmó que la tropa se encontraba cerca a Garzón cuando el comandante de
Bayoneta 22, el SS Evangelista Gómez Muñoz, les dijo que había llegado orden del
batallón para llevar a cabo una operación que iba a desembocar en una muerte. También
que el SS le pidió que se encargara del asesinato de la víctima y que ante su negativa836,
designó al SLP Lenin Julios Lizarazo837.

733. Mientras la planeación del asesinato se llevaba a cabo, en Garzón, Wynther


Jackson y su pareja, último allegado en verlo con vida, asistían a la misa de viernes
santo y llegaban a su hogar hacia las 6:30 o 7 de la noche. Entonces:

“[Wynther] recibió una llamada, él se salió al corredor y cuando entró […] me contestó que iba a
salir a hacerle un favor a un amigo de La Plata pero que no se demoraba, dejó el celular que yo le
había regalado, lo dejó en las escaleras del segundo piso, en la repisa del santo y salió (…) yo me
quedé mirando la televisión un rato y en vista de que no llegó, me arreglé y salí a buscarlo como a
eso de las 11 de la noche, subí hasta la catedral, en vista de que en ninguna parte lo ubiqué me
regresé a dormir preocupado”.838

734. A la mañana siguiente Wynther Jackon no había vuelto y su pareja lo buscó


infructuosamente en la policía, hospitales y clínicas de Garzón. Luego de eso:

“(…) me bajé para el apartamento cuando llegó un hermano mío (…) quien me comentó
“compadre, venga le digo”, yo salí del apartamento y me dijo “¿si sabe que a Wynther lo mataron
anoche?” (…) yo me fui con mi hermano, una hermana (…) un sobrino (…), con ellos fuimos a la
funeraria para identificar el cuerpo (…) Wynther estaba con la ropa que se fue esa noche, la cual
era un jean azul pálido, un buso o camisa y una chaquetica, lo mismo que unas sandalias (…) le
miré el lado del pómulo derecho deformado, como hundido, yo me quedé mirando y estaba como
sonriente (…)”.839

735. Wynther había sido asesinado la noche anterior por tropas del BIPIG, y aunque
el SLP Fernández no presenció directamente el crimen, sí describió el momento en el
que se produjo el asesinato:

836 Según la VV del SLP Jair Fernández, el mismo suboficial lo designó para producir la muerte de Jovany
Ardila Velasco el 28 de marzo de 2007 y se negaba a participar en un nuevo hecho de esta naturaleza. Sobre
las órdenes ilegales que recibían como integrantes del pelotón, dijo: “(…) también de pronto por la presión y
la sicología que siempre se vivía allá de que uno siempre es el que cumple y tiene que cumplir todo lo que le
digan. Pero eso es una mentira (…) porque uno tiene derechos y uno tiene que pararse como es”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jair
Fernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0488.
837 Ibidem. El SLP dijo que Julios Lizarazo era conductor del batallón, pero que a este personal lo rotaban por

pelotones continuamente. También dijo que no vio de manera directa que Julios Lizarazo disparara a la
víctima, pero que desde antes de partir hacia el lugar donde se produjeron los hechos el SLP había quedado
encargado del asesinato y que todo el pelotón supo esto y lo comentó posteriormente.
838 Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

110016000099200700023. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
839 Ibidem.

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“(…) nosotros los dos con [John Wilder] Peña pasamos de largo (…) porque como yo ya le había
dicho [al SS] que yo no quería ni ver, mejor dicho (…) ellos se quedaron atrás, en una entrada de
la pavimentada (…) en un punto que se llama Belima (…) nos encontrábamos más adelante con el
SLP Peña y hablábamos que pues eso ya estaba mal hecho y que estábamos arrepentidos y que si
eso seguía que lo hicieran los otros porque nosotros no íbamos a meter más las manos en eso.
Estando así hablando más adelante, cuando escuchamos los disparos (…) ya cuando nos
devolvimos ya hacia atrás, no sé si alguien nos gritó que nos retrocediéramos, ya miramos una
persona muerta ahí.”840

736. El SLP Jair Fernández tampoco supo de qué forma había sido trasladado
Wynther hasta zona rural de Garzón, aunque mencionó que fue llevado hasta allí841. En
declaraciones ante la justicia ordinaria la pareja de Wynther manifestó que un conocido
le dio información sobre la persona que se encargó de llevarlo hasta donde se
encontraba la tropa:

“(…) en un viaje que hice a La Plata, un señor Henry que es chef me dijo que si sabía que al que
hizo matar a Wynther ya le dieron también y yo le dije ¿quién fue? y él me dijo que era uno de
apellido Paya que era un sapo del ejército que supuestamente [ilegible] plata por sacar gente así, y
que él había hecho matar a otros dos en La Plata (…) que a Paya lo habían traído y lo habían echado
como un perro en un hueco en el cementerio, que apenas se había dado cuenta el ejército de que la
familia de Wynther había entablado demanda al Estado, el mismo ejército había matado al tal
Paya”842

737. La pareja de Luis Paya ante la FGN en 2011 manifestó que su compañero había
sido asesinado el 20 de abril de 2007 (solo un par de semanas después del asesinato de
Wynther); que había vivido con él desde febrero de 2007 y que había visto que trabajaba
con el Ejército; que su labor consistía en llevar personas “(…) vicios[a]s o extorsionistas”
para que la tropa las matara; y que por cada trabajo le daban entre 600 mil y un millón
de pesos (dependiendo de la persona). Dijo que ese dinero se lo entregaban miembros
del BIPIG de apellidos Torres y Triana843 en su casa o en instalaciones del batallón y

840 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jair Fernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0488. Dijo que con
el SLP Peña se adelantaron para prestar seguridad y evitar el paso de civiles por el lugar donde se iba a dar el
asesinato.
841 Ibidem. En la versión el SLP dijo que el SS Gómez Muñoz dijo que “(…) iban a llevar a un man”. También

dijo que el SLP John Wilder Peña le dijo que la víctima era un peluquero de Garzón (sugirió que se lo mencionó
después del asesinato, pero no precisó en qué momento). El SLP dijo que le sorprendió la noticia y le respondió
que ya ni ladrones se usaban para estos hechos “(…) al principio nos decían eso, que eran ladrones y que eso
era orden del batallón, yo diciendo: bueno si son ladrones, bueno, ya tienen un punto a favor de que ya son
órdenes casi que legales, yo pensaba que eran legales, cuando ya me di cuenta de ya hasta allá, donde usted
me está haciendo esa pregunta, entonces yo dije: miren lo que están haciendo, ya no son ni ladrones, imagínese,
entonces los primeros tampoco son ladrones”.
842 Fiscalía 58 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

110016000099200700023. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235. El entonces CT Luis Carlos Aguilera, S2 del batallón para abril de 2007,
también relacionó a Paya con el reclutamiento de 5 personas que murieron el 12 de abril de 2007 (hechos que
el despacho investiga): “Ese muchacho ya había trabajado en el batallón, de tiempo atrás [antes de abril de
2007] ya lo conocían algunos miembros de la inteligencia […]”.
843 Al parecer, se refiere al cabo primero José Raúl Torres Moreno, miembro de la S2 del BIPIG, y al SS Triana

Rosas, comandante de Catapulta 1.

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también dijo conocer a otro integrante del BIPIG de apellido Aguilera844.

738. Por otro lado, los hechos en los que fue asesinado Jhon Germán Vargas Calderón
fueron reconocidos como ilegales en sus VV por el comandante de Catapulta 1, SS José
Alirio Triana Rosas; por el segundo comandante de la unidad, C3 Edwin Miguel Pérez
Pantoja, y por los SLP Newer Penna y Willinton Espinosa, integrantes de la unidad que
cometió el asesinato. Los hechos se habrían dado en el marco de presiones por
resultados operacionales845 y de dinámicas competitivas al interior del batallón. Por
ejemplo, al respecto el SS José Alirio Triana Rosas reconoció que:

“(…) Cuando yo ya me empapo de la situación de la unidad Catapulta 1 y empezaron los soldados


a decir que los resultados, que mire que tal pelotón llevaba 25 bajas, que nosotros llevamos 22, que
nos pasaron, entonces ya uno empieza a conocer el trasfondo de la situación. A decir, bueno eso
aquí hay una competencia”.(negrillas y subrayados agregados)

739. Según confesaron los comparecientes, Jhon Germán fue llevado en dos etapas
hasta el lugar donde fue asesinado: hasta cierto punto por un civil llamado Franklin
Damián Garzón Bustos846, y en la última fase por el SLP Losada847 -a quien al parecer

844 Ibidem. Se refiere al CT Luis Carlos Aguilera, comandante de la S2 del BIPIG. La pareja de Luis Paya también
mencionó en esa declaración de 2011 que supo de dos casos en los que Paya habría fungido como reclutador:
unos hechos del 23 de febrero de 2007 en los que murieron un padre y su hijo: Arquímedes y Reinel Alvira
(hechos que el despacho investiga): “Yo supe de la muerte de dos personas que eran de la vereda Fátima, padre
e hijo, donde ellos se fueron junto a Luis [Paya] para Tesalia, que iban a recibir una plata de no sé qué cosa,
como a las once de la noche llegó Luis acá a la casa, al otro día en el periódico de La Nación, salió la muerte de
ellos donde decían que los habían matado por extorsionistas (…)”. Parece que el otro caso que mencionó fue
el asesinato de John Fredy Alcalá Lugo del 12 de abril de 2007 en el que murieron 4 personas más (e investigado
por el despacho), del que dijo: “(…) sé de un caso de un muchacho de La Plata de nombre John Fredy, donde
este muchacho estuvo todo el día con nosotros en el barrio de La Libertad de acá de La Plata, tomando todo el
día en una tienda donde la dueña se llama Fabiola, él le decía a Luis [Paya] que le prestara la moto para recibir
una plata de una vacuna o extorsión en la vereda La Morena, Luis le dijo que él lo llevaba, estando en ese sitio
[en la tienda] Luis recibió muchas llamadas de Triana, como a las 9 de la noche se fueron juntos (…)”. La
declaración de la pareja del reclutador se encuentra incompleta y no se logró obtener más detalles de este
último caso.
845 Así lo dijo en su VV el C3 Edwin Miguel Pérez Pantoja: “PREGUNTADO (…) ¿cómo usted se entera de que

al sargento le estaban pidiendo resultados del batallón? RESPONDIÓ: porque cuando nos reunimos, él me
dijo: “mi coronel [Salamanca] me está molestando por resultados”. El SS José Alirio Triana dijo en su VV que
se le transmitieron presiones por radio y que se relacionaban con el lugar en el que se encontraba ubicada la
tropa: “(…) ya los programas radiales ya estaban volviéndose como medio intensos en el tema [de] la exigencia
de resultados, que eso era un punto crítico, que mire que [INAUDIBLE] la guerrilla y que no se hacía nada.
Eso ya lo comunicaba a mi personal bajo mi mando que era el cabo Pérez y al cabo Ruiz. Desafortunadamente,
a raíz de eso fue cuando ya se empiezan a generar pues ciertos rumores de que los soldados pues ya tenían
como dar un resultado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edwin Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0276
846 Las menciones a esta persona y su rol en el reclutamiento de Jhon Germán son varias. Ver por ejemplo VV

del SS Triana Rosas. Sin embargo, los comparecientes no entregaron información sobre las razones de esta
entrega en dos etapas, ni de en dónde se dio este traspaso. Esta persona fue individualizada por la justicia
ordinaria: Garzón Bustos era hermano de un miembro activo del BIPIG: Fiscalía 39 Especializada contra las
violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 410016000586200800579. Obtenido en inspección
judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
847 No se cuenta con el nombre completo de este SLP. A los hechos se encuentra relacionado el SLP Juan Carlos

Álvarez Losada; no se pudo establecer si se trataba de él.

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conocía la víctima. Su entrega a la tropa se dio aproximadamente a las 9 de la noche del


11 de abril de 2007848. El rol de Garzón Bustos en el traslado de Jhon Germán, ya había
sido mencionado por su familia en declaraciones ante la FGN desde 2009849.

740. Quienes estuvieron presentes en el lugar (Pérez Pantoja, Penna Ramírez y


Espinosa Baquero) afirmaron que la motocicleta conducida por Losada dejó a John
Germán con la tropa e instantes después se le asesinó. El SLP Espinosa Baquero en su
VV ante la JEP, describió el momento así:

“(…) él se baja de la moto, o a él lo dejan ahí en la moto y el señor se baja y camina hasta donde
nosotros estamos, cuando él llega hasta donde nosotros estamos se le lanza prácticamente que
somos nosotros tropas del batallón Pigoanza y él se iba a ir, entonces fue cuando cogimos y todos
disparamos, el señor cae ahí automáticamente (…) en eso ya cuando el señor cae sale el soldado
Avendaño y le propina otro disparo al señor, no me acuerdo si fue por acá [señala la parte baja de
la espalda], el caso es que él le llego ahí donde él estaba, y le propina otro disparo”. 850

741. El SS Triana Rosas manifestó que para producir este RO se había recolectado
dinero en la tropa851 y que la búsqueda del arma estaba a cargo del SLP Losada, quien

848 El SS Triana Rosas en su VV también dijo que el “procedimiento” lo habían llevado a cabo el C3 Pérez
Pantoja y 5 SLP: Willinton Espinosa Baquero, Newer Penna Ramírez, Juan Carlos Álvarez Losada y Jaramillo
(no se tiene individualizado al SLP Jaramillo); dentro de la MGH se cuenta con un SLP con ese apellido
vinculado a hechos del 19 de noviembre de 2006: José Manuel Jaramillo Losada. El quinto SLP no fue
identificado por el versionado. El SLP Espinosa Baquero amplió el número de involucrados directamente en
los hechos, incluyendo además a los SLP Alexander Avendaño, Rodrigo González Ramírez, Jhon Jairo
Calderón Urriago y Edgar Camargo Gutiérrez. El SS Triana dijo que “(…) en el Pelotón había varios soldados
(…) que como dicen por ahí la tenían clara en cuanto a ese tema y cuando yo digo que había soldados, porque
ellos ya tenían como la sangre fría y manejaban el tema muy bien, me refiero al soldado Tovar, me refiero al
soldado Lozada, me refiero al soldado Jaramillo, así de los más cercanos. Me refiero al soldado Espinoza,
[INAUDIBLE] el soldado Penna [aparentemente no] porque el soldado Penna hasta donde tengo entendido
era uno de los más nuevos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489
849 Ver por ejemplo declaraciones del padre y la madre de Jhon Germán Vargas Calderón. En los días

posteriores al asesinato, la familia recibió información que indicaba que Franklin Garzón había sido la última
persona con la que se vio con vida a Jhon Germán. También que Garzón era hermano de un escolta del
comandante del BIPIG. Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva.
Radicado 410016000586200800579. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
850 Este compareciente también dijo que su participación en hechos de MIPBC se daba a través de dos

elementos: la obediencia debida y afirmaciones estigmatizantes de parte de los comandantes (en este caso de
pelotón): “(…) la verdad nosotros somos soldados y a nosotros nos dicen: Espinosa, arranque que tiene que
hacer un trabajo y uno cumple la orden porque es el trabajo de uno y a uno siempre le hablan de que el señor
que iba a llegar, el ST nos había dicho que él tenía casa por cárcel, que el señor era reincidente en estar haciendo
extorsiones, que era un peligro para la sociedad, que eso no iba a pasar nada, entonces uno lo miraba desde
un punto que son cosas de trabajo, y son personas que no son buenas personas, pero eso era lo que nos decían
a nosotros”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0289
851 Este detalle fue confirmado por los SLP Penna y Espinosa, y situaron esa colecta un par de semanas antes

de los hechos.

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la llevaba consigo cuando dejó a John Germán con la tropa852. El SLP Espinosa confesó
que el enfermero de la tropa (no dijo su nombre) se encargó de poner el arma en la mano
de Jhon Germán y de dispararla en un par de ocasiones.

742. El padre de Jhon Germán relató que la familia se enteró al día siguiente de que
el cuerpo de su hijo se encontraba en una funeraria de Garzón. También contó que el 12
de abril en la mañana escuchó en la emisora Radio Garzón dos versiones sobre los
hechos en los que murió su hijo: primero, que tropas del Ejército habían dado de baja a
un ladrón de motos de alias Mojarra, y, luego, en ampliación de la noticia, que en
combates con las FARC-EP tropas del Ejército habían dado de baja a una persona
identificada como Jhon Germán Vargas Calderón853.

743. En los dos asesinatos se reconocieron maniobras para ocultar la verdad en las
declaraciones iniciales en la JPM. Por un lado, Jair Fernández reconoció que fue
seleccionado por el SS Gómez Muñoz para presentarse como testigo de los hechos en
los que murió Wynther Jackon, aunque: “declaré lo mismo que estoy diciendo [que escuchó
disparos] pero que yo no miré nada, pero no conté que lo habían hecho mal hecho, [el sargento
Gómez Muñoz me dijo:] vaya declare que usted no miró nada854. En las declaraciones por
los hechos en los que fue asesinado Jhon Germán, el SLP Espinosa manifestó que
mediante estas se intentaba hacer partícipe de los crímenes a todo el pelotón, aun
cuando no se hubiera participado directamente en ellos855. Además, la judicialización
posterior de estos hechos se concentró en las personas que se reportó que habían
disparado en el informe de patrullaje856 (los SLP Espinosa y Penna, aunque el último no
disparó). En ambos casos, se dijo que por estos RO se aumentaron los días de vacaciones
para los pelotones857.

852 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
853 Este alias Mojarra fue el que presentó el diario La Nación el 13 de abril de 2007 al informar sobre la muerte

de Jhon Germán. La FGN entrevistó a Harrison Hernández Ramos, conocido como Mojarra, quien contó que
unos días antes de la muerte de Jhon Germán, Franklin Garzón lo había invitado a una vereda a consumir
estupefacientes y que, considerando que algo sospechoso pasaba, se lanzó de la motocicleta antes de llegar a
destino. Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
410016000586200800579. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235
854 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jair Fernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0488.
855 En sus declaraciones dijo que: “(…) si usted, ejemplo, iba y disparaba y le quitaba la vida a una persona,

entonces ese otro señor tenía que también, en pocas palabras “untarse”, tenía que usted, como es del pelotón
y no ha hecho nada, entonces vaya y declare, diga esto, haga esto”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
856 Probablemente esta inclusión en documentación operacional cumpliera un papel similar al de las

declaraciones: involucrar en los crímenes a miembros que no participaron directamente en ellos.


857 Jair Fernández dijo que les dieron los 3 días que siempre mencionaba el TC Salamanca. Ni Penna ni Espinosa

recordaron cuántos días les sumaron al periodo de vacaciones, pero el último dijo que: “(…) muchas veces le
daban a uno dos o tres días”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jair Fernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0488.

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744. Adicionalmente, las características de los dos hechos respondían a cambios en el


fenómeno de las MIPBC en el BIPIG, descritos por el entonces CT Luis Carlos Aguilera,
S2 del batallón para el momento de los hechos. Según admitió en su VV, hasta inicios
de 2007, la S2 se había encargado de coordinar la entrega de personas a las unidades
fundamentales desplegadas en terreno para que fueran presentadas como bajas en
combate. Pero el 5 de enero858, en un caso en la vereda Puerto Alegría de Garzón, uno
de los tres detenidos escapó herido, se presentó a la Personería y denunció los hechos
ante la FGN. Aguilera reconoció que estos hechos hicieron que él cambiara su nivel de
involucramiento, y por tanto el de la S2, en hechos de MIPBC:

“(…) tal vez yo tomo la decisión de ya comenzar como a tomar cierta distancia y ya como a dejar
más bien que sean las mismas unidades las que hagan su trabajo de inteligencia y hagan su trabajo
de campo y miren a ver si ellos consiguen quien les lleve o quien les ponga el resultado (…) ya las
unidades a esas alturas ellos ya digamos que habían roto ese vínculo entre nosotros y la persona
que les podían dar la información, entonces ellos ya como que tomaban contacto directamente con
ellos y ya hacían las coordinaciones entre la tropa y la persona que los halaba y digamos que
omitían a la sección de inteligencia.”859

745. Según el oficial, ese traslado de las actividades de coordinación de la S2 a los


pelotones no tuvo efectos significativos en la presentación de RO, por lo que el TC
Salamanca no resintió el menor nivel de involucramiento de su sección: “(…) pues a la
final, si eran por parte de la sección de inteligencia o por parte de las unidades, pues a él le
importaba era que sumaran y no cómo se estaban obteniendo, entonces cómo se iban presentando
los resultados digamos que no le puso como mucho pero [sic] a la cosa”.860

746. Por último, los hechos en los que fueron asesinados Wynther y Jhon Germán se
inscribieron en dinámicas en las que participaron civiles e integrantes del batallón: (i)
se construyeron redes de reclutadores que proveían víctimas con perfiles específicos;
(ii) se creaban relatos falsos de los hechos que se plasmaban en la documentación
operacional; y (iii) se vinculaba a los asesinados con grupos delincuenciales en los
medios de comunicación por parte de los altos mandos. Estos crímenes encajaban en
necesidades legítimas de seguridad de parte de la población civil, a la que se le
presentaban estos asesinatos como avances en la situación de seguridad de la región.
Las familias de John Germán y Wynther no han cesado de pedir que las reputaciones

858 El compareciente también dijo que, en el caso del 5 de enero, el encargado de llevar a las víctimas hasta la
tropa era conocido como Luiyi y que él había estado en el lugar donde el reclutador hizo entrega de las víctimas
a la tropa. Sobre el reclutador dijo: “La persona que inicialmente acude a hablar con el comandante del batallón
es este muchacho que yo digo lo apodaban el Chamo, era la persona que venía de Pitalito, él es tal vez la
persona que inicialmente acude al comandante del batallón como a ofrecer su servicio o sus servicios para
decir que él podía aportar también a la consecución de resultados, pero él a la vez es como un intermediario,
que él pone al otro muchacho, a Luigi, para que ese Luigi sea el que contacte a las 3 víctimas y utilice su mismo
vehículo para poderlos llevar y entregárselos a la tropa”. Alias Chamo, en entrevista con Aguilera, le sugirió
que venía de hacer actividades de reclutamiento de personas para ser asesinadas con el BIMAG (dijo que las
había hecho con el batallón en Pitalito). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
859 Ibidem.

860 Ibidem. En su VV dejó claro que el TC Salamanca Robles conocía y promovía la presentación de asesinatos

de civiles como RO legítimos.

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de sus seres queridos asesinados sean restablecidas.

747. Mediante los hechos también se revelaba una particular visión del “ciudadano”
mencionada con frecuencia por los involucrados en hechos de MIPBC: personas con
consumo problemático de drogas, antecedentes penales y orientaciones sexuales no
normativas, eran consideradas prescindibles y blancos funcionales al aumento de los
RO. Aunque la selección de las víctimas específicas parecía depender únicamente de
los reclutadores, las VV muestran que los comparecientes construían alrededor de las
identidades de las víctimas justificaciones para sus muertes o las encontraban útiles
para otorgar credibilidad a los asesinatos. Esta selección de víctimas, por tanto,
respondió a las necesidades de los integrantes del BIPIG involucrados en asesinatos y
desapariciones forzadas con el fin de reportar falsamente muertes en combate.

5.3. Caso ilustrativo 3: Los homicidios y desapariciones forzadas de Carlos Duque


Pastrana y una persona sin identificar.

748. El 29 de junio de 2008 en la vereda La Cabaña de Suaza, miembros de Azteca 2


ejecutaron extrajudicialmente a Carlos Mauricio Duque Pastrana y a una persona no
identificada. Según el anexo de inteligencia de la operación, el batallón recibió
informaciones de que en la vereda Divino Niño del mismo municipio un grupo de tres
a cinco personas portaban armas cortas y largas y estaban atracando a los habitantes y
personas que transitaban por el sector861. Con base en la información, el comandante del
pelotón, William Andrés Capera Vargas, explicó en el informe de patrullaje que fue
autorizado para desplazarse a la zona con el fin de confirmar o desvirtuar la
información. De esta manera, el 29 de junio de 2008, a las 2:00am, la tropa vio luces y
escuchó murmullos y:

“(…) nos acercamos a verificar qué producía el ruido y sin que alcanzáramos a lanzar la proclama,
sentimos unos disparos hacia la tropa desde varios sitios, razón por la cual el personal militar
respondió al fuego enemigo, dando como resultado la muerte en legítima defensa de 02 sujetos
NN, a quien se le encontró 02 pistolas de corto alcance pistola calibre 7.65 mm. 01 escopeta con
corredera y proveedor Cal 12 MM, un rollo de mecha lenta y cordón detonante. 862”

749. No obstante, en las versiones voluntarias rendidas ante la JEP, varios


comparecientes863 desvirtuaron lo anterior y reconocieron la ilegalidad de los hechos.
Igualmente, relataron que la tropa se encontraba en la vereda El Mirador, en
cumplimiento de la misión táctica JALON864, realizando labores de patrullaje y control

861 Ejército Nacional de Colombia. BIMAG. Anexo “B” de inteligencia a la orden de operación Metrópoli y
misión táctica JALON del 3 de julio de 2008. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
862 Ibidem.

863 José Alfredo Córdoba Vargas, José Fidel Orjuela, Felipe Andrés Calderón
Julio César Ramos Zapata, William Andrés Capera Vargas, Óscar Cárdenas Sánchez y José Yaty Anacona
Bueno.
864 Ejército Nacional de Colombia. BIMAG. Anexo “B” de inteligencia a la orden de operación Metrópoli y

misión táctica JALON del 3 de julio de 2008. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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e implementando maniobras de búsqueda y provocación para neutralizar el accionar


de “bandas delincuenciales, y demás organizaciones amadas al margen de la ley que delinquen
en el área general de la Vereda Divino Niño jurisdicción del Municipio de Suaza” 865.

750. En el marco de la misión, el sargento Capera Vargas le solicitó al soldado Jorge


Eliecer Urbano que junto a otro soldado realizara las labores de reclutamiento de las
víctimas y las condujera en moto hasta la carretera en donde el pelotón las retendría.
De esta forma, “las personas de las motos [los militares encargados de esta tarea] van al
batallón, recogen las cosas que necesitan para hacer el movimiento, las armas las conseguimos
por medio del batallón, fueron dos personas”866. Según el sargento Capera, la planeación del
crimen se adelantó con una anticipación de entre cinco y ocho días, y destacó que no
hizo nada sin que se lo ordenara el oficial de operaciones del batallón, MY Francisco
Adrián Álvarez Calderón: “Yo no hacía nada sin que a mí me lo ordenara mi mayor, sin que
me diera la orden o me dijera que necesitaba unos resultados y que fuera al batallón o que enviara
a alguien al batallón”867.

751. Respecto a este delito, el soldado José Fidel Orjuela manifestó que desde la
planeación de la operación todo el pelotón supo que las víctimas no eran
delincuentes868 y dijo que su elección la realizó Capera Vargas quien escogió a
habitantes de calle y consumidores de droga porque “(…) no tenían familiares que
digamos, que los reclamaran ni pusieran digamos una demanda, o sea no había, había menos
quien investigara el caso, digamos. Que él decía que ellos se quedaban como NN”869.

752. Estos dichos coincidieron con el relato de la madre de Carlos Mauricio Duque
Pastrana, quien manifestó que su hijo llevaba años con adicción a las drogas y que por
épocas habitó en la calle. Pese a ello, aseguró que su hijo “nunca portaba armas de fuego,
ni mucho menos que perteneciera a grupos al margen de la ley”870. En su declaración también
manifestó que solamente hasta 2011 la FGN la contactó para identificar el cuerpo de
quien efectivamente era su hijo y que fue hasta ese momento que se enteró de que aquél
había fallecido en una operación militar871.

865 Ibidem.
866 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
867 Ibidem.

868 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Fidel Orjuela. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242.
869 Versión Voluntaria de José Alfredo Córdoba del 23 de mayo de 2019; también en la Versión Voluntaria de

José Yaty Anacona Bueno de 14 de noviembre de 2019 se estableció que Capera “mandaba a buscar las víctimas
lejos y que fueran consumidores de droga que no tuvieran, que no fueran personas conocidas donde va a tener
la familia que buscarlo ni nada de eso, que fueran personas que pasaran como desapercibidas”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José
Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0239
870 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

412986000591200800705. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
871 Ibidem.

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753. El día antes de los hechos (28 de junio), el sargento Capera Vargas le manifestó
al cabo Óscar Cárdenas: “(…) listo Cárdenas, ya vamos a realizar otra vuelta (…) ya vienen
subiendo a unos de los jóvenes, entonces usted sale, le hace retén y tan pronto haga retén arranca”
872. El sargento Capera Vargas dividió al pelotón en dos, una sección a cargo del cabo

Cárdenas, quien realizó el trabajo de retención y posterior asesinato, y la otra, bajo su


mando, encargada de prestar apoyo en la parte alta del terreno.

754. En la noche del 28 de junio el soldado Orjuela narró que el pelotón se dirigió
hasta la vereda La Cabaña, en donde “llegaron al lugar donde ya finalizaba carretera ahí del
sitio, dos motocicletas también con dos muchachos, a ellos los recibimos en horas de la noche”873.
De esta forma se detuvo a las víctimas a quienes se les informó con engaños que “a ellos
tocaba investigarles los antecedentes y se llevaban a una base a averiguarles los datos y no se
podían dejar ir hasta que no averiguaran quiénes eran”874.

755. Acto seguido, la sección que se encontraba bajo el mando del cabo Cárdenas se
desplazó con las víctimas desde las 10 de la noche hasta la zona de la Cuchilla -que era
la parte más alta de la vereda- a donde llegaron en la madrugada del 29 de junio875. Las
víctimas fueron trasladadas hasta este punto por cuanto el sargento Capera Vargas le
solicitó al soldado Orjuela que la ejecución se desarrollara en un sitio en donde el CTI
no pudiera subir a realizar el levantamiento de los cadáveres876.

756. Ya en el lugar, la sección del cabo Cárdenas se dividió en dos escuadras de


manera que cada grupo se encargara de una víctima, aunque no se pudo establecer cuál
fue la asignada a cada uno; tanto Orjuela como el soldado José Anacona manifestaron
que la distancia entre las víctimas era de unos 50 metros877. A las 5 de la mañana, con
la orden previamente impartida por el sargento Capera, el soldado Orjuela le disparó a
una de las víctimas878 y el cabo Cárdenas hizo lo propio con la otra879. Sin embargo, el

872 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
873Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Fidel Orjuela. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242.
874 Ibidem.

875 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
876 “Entonces la orden de mi sargento era que me fuera para lo más alejado que yo me pudiera ir. Me dijo

“Cárdenas, hágale camine, camine, camine, pero trate de ir a una parte muy alta donde allá no vayan…” la
idea era que no fueran a hacer levantamiento hasta allá. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
877 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Fidel Orjuela, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242 y Versión
Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0257.
878 Ibidem.

879 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.

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cabo Cárdenas explicó que la víctima a la cual le disparó continuó con vida 880, y según
Anacona, duró entre 10 a 20 minutos gritando por las heridas, por lo que le propinó
otro disparó para acelerar su muerte:

“(…) el muchacho quedó más o menos aproximadamente unos 10 o 20 minutos ahí gritando y no
moría, entonces yo me levanté y me fui a donde el cabo y le dije que qué pasaba, dijo que no, que
lo dejara ahí que él se moría ahí, que no había que hacerle más de dos disparos, eso ocurrió así, de
ver que el muchacho no murió, yo le hice un disparo, de ese disparo que yo le hice, él murió 881”.

757. Luego de esto, el cabo Cárdenas se comunicó con el sargento Capera para
informarle de las muertes, quien alrededor de las 6 de la mañana, subió al lugar y “(…)
volvió al mismo procedimiento de colocarse los guantes, de accionar las armas y colocarlas en las
manos de los jóvenes y ya entonces después de eso le timbró al batallón y le envío las
coordenadas”882. Además, el soldado Anacona expresó que fue Capera Vargas quien se
encargó de conseguir las armas para la simulación883. Luego de la implantación de
aquéllas, el sargento informó un combate de encuentro y como el CTI no podía realizar
el levantamiento desde el batallón se le ordenó tomar fotos de la escena. Posteriormente,
trasladaron los cuerpos en unos caballos hasta otra vereda de Suaza, lugar en donde
estaba el mayor Álvarez con la orden de operaciones y el capitán Ángel Fernando
Carvajal con el CTI884.

758. Cuando la tropa regresó al batallón, el mayor Álvarez los recibió con
felicitaciones885 y obtuvieron permiso de salida886. Sobre esto Anacona dijo que los
asesinatos se realizaron no sólo por el permiso que se concedió tras los hechos sino
porque se sabía que además “(…) el pelotón o la compañía que tuviera más bajas le daban un
mes de permiso en lo que es el fin de año que es diciembre”887, es decir, que existía una
competencia por bajas entre las unidades militares.

759. Respecto a la redacción del informe de patrullaje y a las declaraciones rendidas

880 Ibidem. “Yo le disparé dos veces, pero el todavía no fallecía entonces él empezó a gritar, entonces me quedé
como paralizado en ese momento (…) Entonces él todavía en el sitio donde estaba, él todavía estaba vivo
entonces yo no pude, yo no pude, entonces me pasé para donde estaba el dragoneante (…) entonces yo escuché
unos disparos, entonces ya yo me devolví y pues ya el muchacho ya dejó de gritar”.
881 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yati Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
882 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
883 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yati Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
884 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251 y Versión Voluntaria de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
885 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
886 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julio César Ramos Zapata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0245.
887 Versión Voluntaria de José Yati Anacona Bueno de 14 de noviembre de 2019.

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en el batallón, varios versionados888 manifestaron que el sargento Capera Vargas


impartió las instrucciones de cómo se debían elaborar: “(…) ya después de esto volvió otra
vez el mismo modo de ir a las declaraciones, de lo de los informes de patrullaje, que mi sargento
los hacía y nos decía “bueno listo, dígales a los muchachos que así es que tiene que quedar los
informes para las declaraciones en la justicia penal”889. Asimismo, el sargento eligió a las
personas que debían declarar890.

760. Por este crimen se canceló un pago de 1'000.000 al señor Yilver Elcias Valencia
Sapuy por la información que presuntamente aportó sobre la presencia de sujetos en la
vereda La Cabaña de Suaza891. Frente a esto, Anacona dijo que el sargento Capera, buscó
a la persona para que “(…) hiciera de cuenta que él había dado la información”.

761. Actualmente, el caso se encuentra en etapa de indagación preliminar ante la


Fiscalía 116 de Neiva892. Por otra parte, aún no se ha podido identificar a la segunda
víctima ya que los comparecientes manifestaron que cuando dejaron a las víctimas con
el CTI, se desentendieron del proceso realizado con los cuerpos.893 Sin embargo, por las
versiones de Cárdenas y Anacona se conoció que posiblemente el cuerpo de la víctima
sin identificar está inhumado en el cementerio de Suaza. Lo anterior muestra que la
entrega de los cuerpos al CTI y la falta de un proceso de identificación, dificultó la
búsqueda de las víctimas, resultando en una práctica de ocultamiento que garantizaba
la impunidad de lo sucedido.

762. En conclusión, de este crimen sobresale que para llevar a cabo estas prácticas se
buscaron perfiles específicos de las víctimas, como lo eran habitantes de calle y personas
con adicción a las drogas, las cuales a su vez fueron asesinadas en una simulación de
combate y frecuentemente reportadas como delincuencia común. Finalmente, los
involucrados utilizaron maniobras de ocultamiento de la identidad de las víctimas
para dificultar el proceso de investigación de los hechos, incurriendo en el delito de
desaparición forzada.

888 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Óscar Cárdenas Sánchez, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252 y
Versión Voluntaria de José Yati Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0257.
889 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
890 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julio César Ramos Zapata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0245.
891 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAR. Acta 315/ REG AL FOLIO No. 65 del 20 de agosto de 2008.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235
892 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

412986000591200800705. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
893 “PREGUNTADO: ¿y usted sabe si hay alguna fosa común, algún sitio donde a ellos los llevaban?
RESPONDIÓ: no, ya ellos hacían el procedimiento normal, ya el CTI como ellos fueron a hacer el
levantamiento ya ellos eran los que se encargaban ya de llevar a los jóvenes al lugar donde designaban los del
CTI porque ya quedaban a disposición del CTI”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.

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RADICADO: 202303033234

5.4. Caso ilustrativo 4: el homicidio de Juan Carlos Aguirre Macías.

763. El 1 de febrero de 2008, en la vereda Potreritos en límites con el casco urbano de


Íquira, tropas de la AFEUR 11 adscritas a la BR09 del Ejército Nacional, ejecutaron
extrajudicialmente a Juan Carlos Aguirre Macías. En el informe de los hechos de la
misión táctica FUROR fechado el 2 de febrero de 2008, se reportó a la víctima como
guerrillero perteneciente al Frente 66 de las FARC-EP894.

764. Veinte días después de su asesinato, el 21 de febrero de 2008, la señora María


Gladys Macías Lizcano, madre de la víctima, instauró una denuncia por desaparición
ante la FGN. Solo 4 años después -el 9 de abril de 2012- la señora Macías Lizcano volvió
a tener noticias de su hijo cuando supo que en un programa radial informaron que
Medicina Legal y la Personería estaban solicitando la presencia de los familiares del
señor Aguirre Macías895. En Medicina Legal la señora Macías Lizcano identificó el
cuerpo de su hijo.

765. Sin embargo, en el proceso de demanda administrativa contra la Nación, los


familiares del señor Aguirre Macías contaron con el testimonio del señor Álvaro Haya
Cardozo, quien atestiguó que la mañana del día de la operación militar en la que murió
el señor Aguirre Macías, este se encontraba en el barrio Santa Inés de Neiva, a donde
llegó una persona que describió como un militar uniformado con camuflado y botas.
Según su relato, al militar "(…) ya lo había visto varias veces por el sector y (…) había
abordado en una anterior oportunidad a su amigo, a quien le habría propuesto “un negocio”896.

766. En sus versiones voluntarias ante la JEP, los comparecientes Wilfredo Villamizar
Bautista y James Horacio Garnica Muñoz, soldados profesionales del tercer
destacamento de la AFEUR 11, narraron que su unidad se encontraba en la sede de la
BR09 cuando el teniente Felipe Andrés Ramírez Gómez les comentó que había
información de un grupo subversivo que estaba extorsionando y que posiblemente iba
a delinquir en una finca de Íquira. Por su parte, el oficial reconoció que mientras se
encontraba como comandante encargado de la AFEUR 11, hizo un reporte de
inteligencia manifestando lo anterior, pero que nada de lo consignado correspondía con
la realidad, ya que previamente había acordado con el soldado Edwin Moreno
Rodríguez el reclutamiento de la víctima897, de la que dijo que fue elegida teniendo en

894 Ejército Nacional. Quinta División. AFEUR 11. Informe de patrullaje del 2 de febrero de 2008, misión táctica
Furor. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
895 Fiscalía 114 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

410016000716200800186. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
896 Ibidem.

897 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.

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cuenta un perfil:

“(…) Me dijo que la persona que iba a llevar era un delincuente, que expendía vicio, que era un
consumidor, que no tenía mayor familia, que nadie lo iba a reclamar, que era una persona que se
dedicaba a acciones delictivas en la calle, y dijo que no iba a haber complicación” 898 (negrillas
agregadas)

767. Mientras tanto, la operación militar se había diseñado y establecido con el


objetivo de realizar, “una infiltración nocturna desde Íquira hasta la vereda Potreritos,
posteriormente montar puntos de control y puestos de observación”899. Los soldados
Villamizar y Garnica le contaron a la JEP que, tras un desplazamiento de entre 1 y 2
horas hasta Íquira y ya en el lugar de los hechos, el teniente les informó que el verdadero
plan consistía en:

“llevar a un man que era delincuente, que había estado en la cárcel y que seguía delinquiendo,
entonces eso fue lo que nos dijeron. Pues que lo iba a llevar un man, otro man lo iba a llevar, en
una moto y se bajaba el personaje y el otro se iba, y que ahí se hacía, se le iba a dar de baja [sic]900”.
(negrillas agregadas)

768. El soldado Garnica narró que el destacamento esperó a que apareciera una moto
en la que irían el reclutador y la víctima de copiloto y que las instrucciones incluían
detener el vehículo y solicitar una requisa. Una vez llegaron, el reclutador -el soldado
profesional Moreno- le pidió al señor Aguirre Macías que se bajara para la requisa, pero
de inmediato encendió la moto y abandonó el lugar con la autorización del teniente
Ramírez. Según expresó el compareciente, el teniente requisó a la víctima y dijo que
tenía un arma en su poder, y acto seguido, entre el oficial y el SLP Garnica le
dispararon901.

769. Un soldado (no especificó quién) accionó el arma y la colocó junto al cuerpo,
mientras el teniente Ramírez informó a la BR09 que se había dado una baja en
combate902. Dos horas después la FGN adelantó el levantamiento del cadáver.
Finalmente, el teniente les solicitó a los soldados que declararan que “llegó una persona
en una moto y que le hicimos el alto, y que se tiró uno de la moto y disparó y que nosotros le
disparamos, y el otro de la moto se fue”903.

770. El teniente Ramírez afirmó en su VV que el soldado Moreno conocía al señor

898 Ibidem.
899 Ejército Nacional. AFEUR 11. Misión Táctica 001/FUROR de la orden de operaciones “EMBLEMA”. No.
0032/DIV5-BR9-B3-AFEUR11. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
900 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0709.
901 Ibidem.

902 Ibidem.

903 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Wilfredo Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0710.

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Aguirre Macías, y que cuando lo entregó en el retén ya le había quitado sus


documentos. Aunque se conocía la identidad de la víctima, fue evidente la voluntad de
ocultarla a la vista de su familia, de desaparecerla, ya que en el informe de los hechos
se la reportó como NN. Este ocultamiento se extendió en el tiempo ya que el oficial se
enteró de que la familia estaba buscando a la víctima en la morgue y que cuatro años
después se logró su identificación904.

771. Por otro lado, los comparecientes manifestaron que ante la justicia ordinaria
declararon sobre los hechos utilizando la misma versión que se había acordado con el
teniente Ramírez el día de los hechos ya que temían las consecuencias de contar la
verdad. Esta actitud cambió al ser convocados a rendir versión voluntaria en el marco
del subcaso Huila en la JEP, ya que los comparecientes Garnica, Villamizar Bautista y
Ramírez Gómez reconocieron su responsabilidad en estos hechos.

772. Sin embargo, la justicia ordinaria ya había establecido actuaciones ilegales de


parte del Ejército Nacional cuando el Juzgado Noveno Administrativo de Neiva emitió
la sentencia No. 119 de 2018 en la que condenó al Estado como responsable por la
muerte del señor Aguirre Macías905. En la decisión se remarcaron dos situaciones que
señalaban la vulnerabilidad de la víctima al momento de los hechos: en primer lugar,
el señor Aguirre tenía “anquilosis dedo 7, amputación dedo 8 nivel de falange media-cicatriz
antigua hipercrómica ostensible en región del hipocondrio parte central”906, situación que
limitaba el movimiento de sus manos y demostraba que la víctima nunca pudo atacar
ni disparar a los soldados ya que “físicamente se encontraba imposibilitado, al haber sufrido
lesiones en sus manos y brazos que no se lo permitían”907. En segundo lugar, se acreditó que
la víctima era “adicto a sustancias psicoactivas” por lo que recibía apoyo y tratamiento908.

773. Como consecuencia de lo anterior, la FGN inició investigación en contra de


Ramírez Gómez y los soldados Garnica Muñoz, Luis Esper Charry Solano y Villamizar
Bautista por los delitos de desaparición forzada agravada y homicidio en persona
protegida, por la cual el 14 de junio de 2019 se presentó escrito de acusación ante el
Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Neiva. No obstante, el 15 de
noviembre del mismo año el juez remitió el expediente a la JEP909.

774. Tras la identificación del cuerpo del señor Aguirre Macías su familia asumió un
papel activo en la divulgación de las irregularidades de su caso. Por ejemplo, en reporte
de prensa del Diario del Huila del 20 de abril de 2012 titulado “Yo lo entierro como adicto,

904 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
905 Fiscalía 114 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

410016000716200800186. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
906 Ibidem.

907 Ibidem.

908 Ibidem

909 Ibidem.

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no como guerrillero” se decía que la madre de la víctima afirmó que: “(…) vivíamos juntos,
él salía, pero nunca dejaba de llegar a la casa a dormir. Él era adicto, lo acepto, inclusive estuvo
en un lugar de rehabilitación durante cuatro meses, pero nunca se me perdía”910. Así mismo, la
madre del señor Aguirre Macías describió a su hijo ante las autoridades judiciales como
dedicado al comercio de monturas de gafas y sin vínculos con grupos armados o
delincuenciales911. La familia de la víctima recalcó ante múltiples escenarios y de
manera constante el carácter honesto de su ser querido. Por otro lado, en su versión
voluntaria el teniente Ramírez Gómez manifestó que la razón principal para cometer el
asesinato del señor Aguirre Macías fue la presión por resultados operacionales ejercida
por el comandante de la BR09, coronel Pérez Laiseca912.

775. En este caso la Sala ha identificado elementos que revelan la crueldad de los
crímenes que investiga en el marco del subcaso Huila del caso 03: la muerte del señor
Aguirre Macías ejemplifica la angustia de las familias de las víctimas cuyos cuerpos e
identidad se ocultó por años. Pero también revela la grave vulneración de la dignidad
humana de quienes fueron considerados por los responsables como prescindibles, y
hacia familias a las que se condenó a búsquedas que sostuvieron por años. Este ha sido
un asunto en el que sobre todo la madre del señor Aguirre Macías ha insistido: a pesar
de su afección, su hijo fue una persona honesta, valiosa y querida. El hermano de la
víctima también le expresó a la justicia ordinaria que su madre buscó a Juan Carlos
durante día y noche por Neiva y otras localidades y asistió con regularidad a la FGN
para obtener noticias de su hijo913. Como se observa en este y otros casos investigados
por la Sala, el consumo de drogas fue un elemento que expuso a las víctimas al asesinato
y a la estigmatización914.

776. En circunstancias similares a las descritas en los casos ilustrativos de este patrón
murieron Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés
Blandón Álvarez, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Oswaldo
García Gómez, Carlos, Mauricio Duque Pastrana, Carlos Uriel Motta Scarpetta, Manuel
Antonio Suárez Benavides, Teódulo Montaño Correa, Ruberney Rincón Casanova,
Wynther Jackson Trujillo Trujillo, José Gregorio Cárcamo Vargas, Diego Andrés
Molina, Jhon Germán Vargas Calderón, Giancarlo Rincón Cabrera, Jhon Fredy Torres
Rengifo, Jesús María Guevara Quinto, Juan Carlos Aguirre Macías, Jhon Jairo Zúñiga

910 Diario del Huila. “Yo lo entierro como adicto, no como guerrillero”. 20 de Abril de 2012.
911 Fiscalía 114 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
410016000716200800186. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
912 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
913 Fiscalía 114 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

410016000716200800186. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
914 También en la Justicia Ordinaria puede observarse este elemento, cuando en la entrevista que da la madre

en mayo de 2012, los encargados de la diligencia indagan repetidamente sobre la situación de desempleo, de
consumo de drogas y respecto a las amistades de la víctima. Esta insistencia llevó a la madre a recalcar que, a
pesar del consumo de estupefacientes, su hijo nunca se vio envuelto en delitos y era una persona honrada.

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Gómez y dos personas no identificadas.

6. Tercer patrón determinado en el subcaso Huila: homicidios y desapariciones


forzadas cometidos en operaciones desarrolladas contra supuestos miembros de
la delincuencia común y/o milicias, en violación de los estándares del DIH y del
DIDH sobre el uso de la fuerza letal, así como de la doctrina militar vigente al
momento de los hechos.

777. En este patrón se describen acciones que condujeron a muertes en el marco de


operaciones supuestamente dirigidas contra la delincuencia común y/o milicias
diseñadas desde las secciones de inteligencia y operaciones y la comandancia de los
batallones investigados, y que en las que se reportaron muertes en combates contra
integrantes de supuestos grupos delincuenciales y/o milicianos de las FARC-EP que
atacaron a las tropas del Ejército Nacional para evitar procedimientos de control de área
militar de área o con miras a la interrupción de acciones ilegales.

778. Con la labor de contrastación de la información realizada por la Sala, se ha


determinado que estas operaciones ofensivas, enmarcadas en un contexto de DIH, se
originaban en: (i) falsas denuncias provenientes de la población civil o de informantes
que recibían remuneración esporádica o habitual; o (ii) en informaciones sobre
supuestas actividades de la delincuencia común y/o milicianos, basadas en reportes
realizados por los comandantes de los pelotones en el área de operaciones, de manera
que constaran como antecedentes en los documentos de las secciones de inteligencia
cuando se requiriera justificar el resultado de una operación ilegal. Incluso (iii) se logró
establecer que, en algunas oportunidades, integrantes de las unidades militares
realizaban directamente acciones delincuenciales que luego eran denunciadas por la
comunidad y a las que esas mismas unidades respondían, asesinando a civiles a quienes
señalaban de ser los responsables de las conductas por ellos cometidas.

779. En todos los casos, las operaciones militares se caracterizaron por un uso
manifiestamente desproporcionado de la fuerza letal por parte de las tropas del
Ejército Nacional. A pesar de que los mandatos del Derecho Internacional Humanitario
y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (art. 4 de la CADH,
jurisprudencia de la Corteidh y resoluciones de la Asamblea General de la ONU sobre
el uso de armas por agente estatales) prescriben la necesidad de restringir el uso de la
fuerza letal a los grupos armados, desde la planeación misma de los procedimientos se
determinó que se efectuaran “operaciones ofensivas” u “operaciones de destrucción”
con maniobras de “emboscada”, cuando no se reunían los requisitos consignados en la
propia doctrina militar para ello.

780. En numerosas ocasiones los comandantes de las unidades se valieron de


unidades de reserva, grupos especiales o pelotones motorizados para la realización de
las operaciones que se describen con este patrón de comportamiento. Se pudo constatar
que estas unidades especiales disfrutaban de condiciones privilegiadas en comparación

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con otros pelotones, pues no debían realizar patrullajes prolongados en áreas remotas
de la jurisdicción de los batallones y de hecho permanecían en los puestos de mando
atrasados, en contacto cercano y frecuente con el comandante y con los integrantes de
la Plana Mayor. Circunstancia que favoreció, por una parte, la incidencia directa de los
oficiales que ocupaban dichos cargos en las operaciones de esas unidades (cadenas de
mando fácticas); y por otra, las favorables condiciones en las que se prestaba el servicio
en esas unidades motivaban a que sus integrantes accedieran a los designios de sus
comandantes y a que integrantes de otras unidades buscaran ser destacados ante
aquéllas.

781. Sobre la manera como se desarrollaron los crímenes asociados a este patrón, se
observa que en los reportes de las operaciones prevalecen relatos de reacción a
supuestos atracos en las vías o a extorsiones o secuestros de grupos delincuenciales que
eran puestas en conocimiento de los batallones por informantes o cooperantes. La Sala
estableció que estas operaciones fueron montajes en los que se condujo con engaños a
personas a los lugares en los que se les asesinó y que buscaban exclusivamente provocar
muertes que fueran contabilizadas como resultados operacionales. Además de las
acciones de encubrimiento comunes a los otros patrones determinados en este subcaso
y en otras regiones del país (implantación de armamento o cambio de vestuario de las
víctimas), los involucrados en estos delitos llevaron a cabo simulaciones de atracos que
legitimaron sus acciones ante la población civil y les permitieron contar con la
corroboración de las víctimas de los robos ante otras autoridades.

782. Los comparecientes afirmaron que algunas de las víctimas de este patrón de
macrocriminalidad tenían antecedentes penales y/o estuvieron dispuestas a participar
en acciones ilegales propuestas por integrantes del Ejército Nacional o por civiles que
recibieron pagos por el reclutamiento de las víctimas. Sin embargo, cuando se les
inquiría sobre la naturaleza, la confiabilidad, la proveniencia o los soportes de la
información sobre antecedentes o actividades delincuenciales de las víctimas, los
involucrados no tenían conocimientos precisos al respecto o se responsabilizaban
mutuamente: los integrantes de las secciones de inteligencia señalaban que la
información provenía de los pelotones y éstos que la recibían de aquélla.

783. A pesar de lo anterior, las operaciones que se describen en este patrón tienen
como característica común la remuneración económica a quienes suministraban
información para los procedimientos. Mediante la documentación operacional,
elaborada con posterioridad a la comisión de los hechos, se encubrió la verdadera
naturaleza de estas acciones, otorgándoles apariencia de legalidad a los asesinatos; se
hicieron pagos por informaciones o se entregaron recompensas de manera irregular.

784. Esto, a pesar de que las disposiciones sobre el uso de los recursos de gastos
reservados vigentes para la época (como la Directiva Ministerial 029 de 2005) definían
criterios precisos de remuneración y control a los pagos, que a todas luces eran
desatendidos en la BR09 y en los batallones que la conformaban.

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785. Desde los niveles superiores de los batallones y la brigada estas acciones no eran
controladas suficientemente, pues se asumía que las actividades de la delincuencia
común eran funcionales a los grupos armados, que las milicias de las FARC-EP tenían
como forma de operar los atracos, las extorsiones y los secuestros, y que los milicianos
no dudaban en enfrentarse a unidades militares que los superaban abiertamente en
efectivos y armamento. Como se describió en el capítulo sobre dinámicas del conflicto
armado en el Huila, los antiguos integrantes de las FARC-EP, así como varios militares
que prestaron sus servicios en las unidades del Huila coincidieron en afirmar que las
milicias no procedían de esta forma y que tal circunstancia debía ser conocida por los
comandantes de batallones y brigada.

786. Al respecto resulta ilustrativo, por ejemplo, un documento de octubre de 2007,


emitido por el entonces comandante del BIMAG, Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, en
el que se responden los cuestionarios del plan de búsqueda de información remitido
por la BR09 a ese batallón915. Allí, como respuesta al requerimiento de la brigada para
que el batallón que informe sobre actividades de los frentes 13 y 61 de las FARC se
asimilan dichas estructuras con las actividades de bandas delincuenciales y se utilizan
ambas denominaciones (de frentes y bandas delincuenciales) como si fueran sinónimos.

915 Ejército Nacional. Novena Brigada. Respuesta Plan de Búsqueda Finanzas del 4 de octubre de
2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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787. En documentos del mismo tipo, tanto en meses previos como en meses
posteriores se da cuenta, también del repliegue de las unidades de las FARC del Huila
hacia el Caquetá y se indica que las actividades de ese grupo armado se estaban
realizando por integrantes de las milicias bolivarianas, sin que se logre identificar en
por parte de las secciones de inteligencia, quién serían esos integrantes916.

916Ejército Nacional. Novena Brigada. Respuesta Plan de Búsqueda Finanzas del 11 de septiembre de
2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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788. Con base en este tipo de planteamientos de doble vía, entre la brigada y los
batallones se reforzaba la idea de que era posible adelantar operaciones ofensivas contra
estructuras de milicias y de delincuencia, porque finalmente eran iguales o servían a los
mismos fines y que las operaciones dirigidas contra quienes así operaban, debilitarían
los reductos de las FARC en el Huila. No obstante, lejos de realizar operaciones contra
los grupos armados e incluso a causa del repliegue de las cuadrillas, la asimilación de
milicias y delincuencia común sirvió como pretexto para la realización de operaciones
irregulares en las que se atacaba a integrantes de la población para presentarlos como
resultados de operaciones desarrolladas contra un enemigo difuso, sobre el que en
realidad no había información detallada y verificada.

789. También fue usual que altos mandos de los batallones y la BR09 entregaran
declaraciones ante la prensa regional en las que identificaron a las víctimas como parte
de organizaciones delincuenciales revictimizando a sus allegados.

790. Según los versionados, para adelantar las misiones que dieron lugar a estos
hechos se usaron dos justificaciones diferentes: (i) la necesidad de enfrentar
directamente a la delincuencia común917; o (ii) la obligación de combatir a los milicianos
que participaban en actividades delincuenciales918. Pese a ello, no se dieron los
presupuestos normativos para lo primero, ni se respetaron las reglas de enfrentamiento
para adelantar maniobras contra los segundos. Así, estos casos representativos prueban
que los Batallones llevaron a cabo operaciones en abierta contradicción de reglas básicas
del derecho internacional humanitario (principio de proporcionalidad), y el derecho
internacional de los derechos humanos (uso de la fuerza letal como último recurso).

917 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484. Adujo que el ejército debía actuar ante cualquier amenaza a la vida e integridad de la
población
918 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552. Afirmó que la evolución en el operar de las FARC hizo que éstas se articularan con la
delincuencia común para cumplir sus objetivos.

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791. De acuerdo con estos ordenamientos jurídicos, las fuerzas militares deben
abstenerse de lanzar operaciones ofensivas919 contra la delincuencia común (función
constitucionalmente a cargo de la Policía Nacional), y en los casos excepcionalísimos
en los que el Ejército Nacional lleve a cabo misiones en contra de dicha amenaza ha de
cumplir con unos estándares internacionales aún más exigentes, que, como se observa,
no fueron atendidos por el BIMAG y el BIPIG.

792. Sobre el uso excepcionalísimo de las Fuerzas Militares para combatir a la


delincuencia común, la CorteIDH ha sido enfática en indicar que:

“(…) es preciso que los Estados actúen en todo momento dentro de los límites y conforme a los
procedimientos que permitan preservar tanto la seguridad pública como los derechos
humanos”920. Así, “cuando excepcionalmente [las fuerza militares] intervengan en tareas de
seguridad, la participación de las fuerzas armadas debe ser: a) Extraordinaria, de manera que
toda intervención se encuentre justificada y resulte excepcional, temporal y restringida a lo
estrictamente necesario en las circunstancias del caso; b) Subordinada y complementaria, a las
labores de las corporaciones civiles, sin que sus labores puedan extenderse a las facultades
propias de las instituciones de procuración de justicia o policía judicial o ministerial; c) Regulada,
mediante mecanismos legales y protocolos sobre el uso de la fuerza, bajo los principios de
excepcionalidad, proporcionalidad y absoluta necesidad y de acuerdo con la respectiva
capacitación en la materia, y d) Fiscalizada, por órganos civiles competentes, independientes y
técnicamente capaces”921. (negrillas agregadas)

793. En este sentido, el juez internacional ha sostenido que para enfrentar al crimen
organizado:

“(…) es preciso que los Estados actúen en todo momento dentro de los límites y conforme a los
procedimientos que permitan preservar tanto la seguridad pública como los derechos humanos ”922.

919Según el Diccionario de Doctrina del Ejército Nacional esta es entendida como: la “tarea de combate
conducida para derrotar o destruir fuerzas enemigas, capturar terreno, recursos o centros poblados. Las
acciones ofensivas imponen la voluntad del comandante sobre el enemigo”; o la “tarea conducida para
derrotar y destruir fuerzas enemigas, capturar terreno, recursos y centros poblados”. En este mismo
documento se define al enemigo como: “parte identificada como hostil contra la que se autoriza el uso de la
fuerza”. Diccionario de Doctrina del Ejército de Colombia (VocaDoc), vocabulario Doctrinal 2021. Disponible
en:
https://www.ejercito.mil.co/enio/recurso_user/doc_contenido_pagina_web/800130633_4/407988/vocadoc_dici
embre_2021.pdf
920 “Lo anterior implica que en la adopción de medidas frente a quienes se presume que atentan en contra de

la seguridad interna o del orden público, los Estados no pueden invocar la existencia de situaciones
excepcionales como medio para suprimir o denegar derechos garantizados por la Convención,
desnaturalizarlos o privarlos de contenido real, o como justificación para practicar o tolerar actos contrarios a
normas imperativas de derecho internacional, tales como la tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones
extrajudiciales, entre otras graves violaciones”. Corte IDH. Caso Alvarado Espinoza y Otros Vs. México.
Sentencia de 28 de noviembre de 2018.
921 Ibidem.

922 “Lo anterior implica que en la adopción de medidas frente a quienes se presume que atentan en contra de

la seguridad interna o del orden público, los Estados no pueden invocar la existencia de situaciones
excepcionales como medio para suprimir o denegar derechos garantizados por la Convención,
desnaturalizarlos o privarlos de contenido real, o como justificación para practicar o tolerar actos contrarios a
normas imperativas de derecho internacional, tales como la tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones
extrajudiciales, entre otras graves violaciones”. Ibidem.

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Así, “cuando excepcionalmente [las fuerza militares] intervengan en tareas de seguridad, la


participación de las fuerzas armadas debe ser: a) Extraordinaria, de manera que toda intervención
se encuentre justificada y resulte excepcional, temporal y restringida a lo estrictamente necesario
en las circunstancias del caso; b) Subordinada y complementaria, a las labores de las
corporaciones civiles, sin que sus labores puedan extenderse a las facultades propias de las
instituciones de procuración de justicia o policía judicial o ministerial; c) Regulada, mediante
mecanismos legales y protocolos sobre el uso de la fuerza, bajo los principios de excepcionalidad,
proporcionalidad y absoluta necesidad y de acuerdo con la respectiva capacitación en la materia,
y d) Fiscalizada, por órganos civiles competentes, independientes y técnicamente capaces” 923.
(negrillas agregadas)

794. En la línea de lo señalado, las jurisprudencias interamericana y nacional


coinciden en señalar que la eventual intervención del Ejército Nacional para combatir a
la delincuencia común sólo puede darse en el marco de la “asistencia militar”924
entendida como “un apoyo temporal y excepcional, que prestan las Fuerzas Militares cuando
tienen ocurrencia hechos de grave alteración de la seguridad y la convivencia, o ante riesgo o
peligro inminente, o para afrontar emergencia o calamidad pública. Se trata de un apoyo,
reitérese, que se prestará a las funciones que materialmente le corresponden a la Policía
Nacional”925 que, en todo caso “se sujet[a] a las reglas, principios, límites y deberes que el
ordenamiento determina para adelantar la actividad y los medios de policía (…)”926.

795. Pese a estos señalados estándares, los comandantes de los Batallones insistieron
en la necesidad de ocuparse, de manera rutinaria, en combatir fenómenos de
delincuencia común, en una lógica del uso de la fuerza letal en contextos de DIH,
aduciendo que no podían arriesgar a la población civil y que, en todo caso combatir
dicha amenaza estaba permitido por la doctrina militar. En este sentido, Édgar Alberto
Rodríguez Sánchez indicó:

“PREGUNTADO: escuchando el relato al parecer uno entiende qué es una organización dedicada
a robar entonces la pregunta mía es si se lanza una operación fragmentaria cómo está y se tiene el
resultado en relación a una organización dedicada al robo, o sea, ¿eso es un no es un tema de la
policía? o sea no dice hay una banda de atracadores hay una banda de asaltantes ¿no es más un
tema de la policía más que del ejército? RESPONDIDO Sí yo no miro un contexto señor
magistrado, en áreas rurales cuando en un robo de cualquiera me pueden asesinar a un
campesino, entonces en la parte rural en control militar de área, o información usted no le puede
hacer llamada a la policía y porque lo roban o lo asesinan. Estamos hablando del 2006 al 2007, hoy
ya tenemos muchas cosas, pero el 2007 2006 señor magistrado usted tiene que ir a su razón: la
población civil. Si, usted me lo preguntó, a usted no le pueden ni secuestrar ni robar ni

923 Ibidem
924 Para la época de los hechos objeto de estudio, la figura de la asistencia militar estaba regulada por el Decreto
Ley 1355 de 1970, artículos 86 a 95.
925 Corte Constitucional. Sentencia C-100 de 2022.

926 Ibidem: “En ese contexto, la Corte ha decantado un contenido axiológico mínimo que debe observarse en el

ejercicio de la función de policía en el marco del Estado social de derecho, a saber: i. Debe someterse al principio
de legalidad; ii. su actividad debe tender a asegurar el orden público; iii. su actuación y las medidas a adoptar
se encuentran limitadas a la conservación y restablecimiento del orden público; iv. las medidas que se tome
deben ser proporcionales y razonables, y no pueden traducirse en la supresión absoluta de las libertades, o en
su limitación desproporcionada; v. no pueden imponerse discriminaciones injustificadas a ciertos sectores; vi.
la medida policiva debe recaer contra el perturbador del orden público, pero no contra quien ejerce legalmente
sus libertades, y vii. las medidas policivas se encuentran sometidas a los correspondientes controles judiciales.

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extorsionar ni asesinar y yo esperarme a que eso es de la policía y hacerme el loco.”927 (negrillas


agregadas)

796. Sobre el particular Marcos Evangelista Pinto Lizarazo sostuvo:

“PREGUNTADO: Pero, digamos, ese informe que dice que hubo unos atracos… digamos uno no
entiende muy bien por qué se despliega una acción militan contra unos atracadores. O sea, ¿eso no
es más un tema de la polía, realmente? Eso es delincuencia común que no tiene nada qué ver con
el conflicto, según lo que usted acaba de leer. RESPONDIÓ: Señor magistrado, lo había explicado,
no en la audiencia de ayer sino en la anterior, que dentro del Manual EJ3-10, estaba vigente para
la fecha, edición 99, establece en uno de sus capítulos las organizaciones al margen de la ley, para
esa fecha estaban las FARC, el ELN, el EPL, el narcotráfico, la delincuencia organizada y la
delincuencia común”.928

797. Así pues, tal como se evidencia de los hechos representativos que a continuación
se describirán, en los casos que conforman el tercer patrón de macrocriminalidad
expuesto en este Auto, el uso de la fuerza militar letal para combatir supuestos
fenómenos de delincuencia común (vgr. hurtos de ganado, extorsiones, secuestros, etc.),
se convirtió en la regla general, omitiéndose así el principio de excepcionalidad
previsto en el ordenamiento y, con ello, todos los límites requeridos por éste.

798. Al respecto también resulta importante señalar que incluso si se hubiera tratado
de operativos respecto de presuntos milicianos, tampoco se respetaron las reglas
básicas para combatirlos. Sobre este particular la jurisprudencia internacional ha sido
enfática en afirmar que el deber de garantía del derecho a la vida no se suspende ni
siquiera ante las circunstancias excepcionales que imponen el conflicto armado. Así, la
CorteIDH ha indicado que:

“271. Sin perjuicio de lo anterior, resulta incuestionable que las disposiciones de la Convención
Americana relativas al derecho a la vida mantienen su vigencia y aplicabilidad en situaciones de
conflicto armado. En efecto, como se ha mencionado anteriormente, este derecho pertenece al
núcleo de derechos convencionales no susceptibles de suspensión en ninguna circunstancia, ni
aún en aquellas consideradas como las más apremiantes para la independencia o seguridad de un
Estado parte (supra párr. 257). La Corte ya ha afirmado que este hecho -la existencia de un
conflicto armado interno al momento que sucedieron los hechos del presente caso-, en vez de
exonerar al Estado de sus obligaciones de respetar y garantizar los derechos de las personas, lo
obligaba a actuar en manera concordante con dichas obligaciones.

272. En consecuencia y a los efectos del presente caso, la Corte nota que el derecho internacional
humanitario no desplaza la aplicabilidad del artículo 4 de la Convención, sino que nutre la
interpretación de la cláusula convencional que prohíbe la privación arbitraria de la vida en razón
de que los hechos sucedieron en el marco de un conflicto armado y con ocasión del mismo. En
igual sentido, la Corte Internacional de Justicia ha considerado que, “[e]n principio, el derecho a
no ser privado de la vida arbitrariamente se aplica también en tiempo de hostilidades. Ahora bien,

927 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484.
928 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.

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para determinar si la privación de la vida es arbitraria hay que referirse a la lex specialis aplicable,
a saber, el derecho aplicable en caso de conflicto armado, que tiene por objeto regir las situaciones
de hostilidades […]”. De la misma manera, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha
sostenido que “el artículo 2 debe interpretarse, en la medida de lo posible a la luz de los principios
generales del derecho internacional, incluidas las normas del derecho internacional humanitario
que desempeñan un papel indispensable y universalmente aceptado para mitigar el salvajismo e
inhumanidad del conflicto armado”929 (negrillas agregadas)

799. En este sentido, resulta de particular interés el principio de proporcionalidad


del uso de la fuerza según el cual “el nivel de fuerza utilizado debe ser estrictamente
proporcional a la gravedad de la amenaza o delito y el objetivo legítimo que se persigue”930 pues,
tal como se observa en los hechos descritos, las muertes se dieron como reacción de un
pelotón fuertemente armado respecto del presunto ataque de grupos reducidos de
personas que portaban armas cortas931, y cuyo resultado siempre será el mismo: ningún
sobreviviente por el lado de las víctimas; ninguna afectación a las tropas. Constante
que, por ser tan protuberante, debió ser fácilmente percibida por los superiores
jerárquicos, quienes siempre tenían conocimiento de los reportes de las operaciones
militares.

800. Cabe precisar que si bien la doctrina militar vigente al momento de los hechos
facultaba a las tropas a actuar contra el denominado “blanco de delincuencia común”,
también lo era que: (i) esta no autorizaba hacerlo de cualquier manera; y (ii) siempre
debía entenderse y aplicarse de conformidad con la Constitución y los estándares
internacionales relacionados con DIH y DIDH, normatividades que se aplican
simultáneamente, y no de forma excluyente, en contextos de conflicto armado.

801. En suma, los hechos constitutivos del tercer patrón dan cuenta de la afrenta a las
normas básicas del DIH y el DIDH respecto del uso de la fuerza para la lucha contra la
delincuencia común, e incluso de los principios esenciales de la conducción de
hostilidades.

6.1. Caso ilustrativo 1: el homicidio y desaparición forzada de Éver Urquina Rojas.

802. El 17 de enero de 2008, integrantes de Azteca 2 adscritos al BIMAG asesinaron a

929 Corte IDH. Caso Cruz Sánchez y otros Vs. Perú. Sentencia del 17 de abril de 2015.
930 CICR. Principios del uso de la fuerza: proteger la vida y la integridad. Disponible en
https://www.icrc.org/es/document/principios-del-uso-de-la-fuerza-proteger-la-vida-e-integridad-
1#:~:text=El%20principio%20de%20proporcionalidad%20implica,objetivo%20leg%C3%ADtimo%20que%20se
%20persigue.
931 Sobre este particular Edgar Alberto Rodríguez Sánchez dijo: “PREGUNTADO pero según el relato, en el

fruto del enfrentamiento mueren tres personas y al final le se encuentran dos revólveres y un celular; (…) es
decir ¿es normal, es usual que digamos personas que tienen armas cortas dos o tres se enfrenten con 18
soldados con fusiles con ese tipo de entrenamiento? o sea eso es normal sabiendo que es algo suicida, me
parece a mí no sé Usted qué opina sobre el tema RESPONDIDO no señor magistrado depende del contexto
(…) ¿cuál es la forma operar de todo estos grupos? entonces no es alejado que todos estos sujetos estén como
en dos o tres porque esos son los que hacen los secuestros y la extorsión”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edgar Alberto Rodríguez
Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0484

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Ever Urquina Rojas en la vereda El Carmen de San Agustín. Sobre los hechos se
emitieron dos sentencias en la justicia ordinaria, en contra de los suboficiales José
Roldán López Cerón y William Capera Vargas, en los años 2015 y 2016 932,
respectivamente. Además, la PGN, en mayo de 2015, declaró responsables de faltas
merecedoras de destitución a 12 miembros de la compañía Azteca del Batallón de
Infantería No. 27 “Magdalena” (BIMAG)933.

803. En estas piezas procesales se encuentran las versiones entregadas por los
miembros del pelotón Azteca 2 en informe de patrullaje y declaraciones en la sección
jurídica del batallón. Según confesaron ante la JEP, los crímenes empezaron a ejecutarse
cuando un particular les indicó que entre las veredas Chontillal y El Carmen estaba
haciendo presencia un grupo de atracadores. Tras la entrega de la información al
batallón, se emitió la misión táctica (MT) No. 16 de la orden de operaciones Ébano 934,
que sustentó el traslado de la tropa hacia la zona referida por el informante. Los
miembros del pelotón también dijeron que, una vez allí, sostuvieron un combate de
encuentro con un grupo de personas armadas que transitaban por el lugar, y que,
debido al intercambio de fuego, se produjo la muerte de una persona no identificada.

804. Según el informe de patrullaje, quienes dieron muerte a la víctima fueron el cabo
José Roldán López Cerón y los soldados profesionales (SLP) José Yaty Anacona Bueno,
Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas y José Alfredo Córdoba Vargas, aunque en acta
de legalización de material de guerra se consignó que todos los integrantes del pelotón
habían disparado.935 A pesar de las versiones iniciales consignadas en informes
posteriores de los hechos, la documentación de necropsia indicó que la víctima
presentaba seis impactos con orificios de entrada y salida, dos de ellos con tatuaje
macroscópico936.

805. Las versiones incluidas en la documentación operacional se debilitaron en las


investigaciones de la justicia ordinaria, hasta llegar a preacuerdos de aceptación de
responsabilidad por parte de los suboficiales al mando de la tropa, el sargento Capera
Vargas -comandante del pelotón Azteca 2- en noviembre de 2016 y el cabo López Cerón
-comandante de la primera sección de Azteca 2- en septiembre de 2015. Mientras el
primero reconoció que la víctima había sido reclutada por un soldado de apellido Ruiz
que había fallecido y haber provocado la muerte del señor Urquina, el segundo admitió
que recibió a la víctima y que presenció su asesinato.

932 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
415516000597200800124. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
933 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200800124. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
934 Ibidem. La MT No. 16 fue firmada por el comandante del BIMAG, teniente coronel Marcos Evangelista Pinto

Lizarazo y autenticada por el mayor (MY) Francisco Adrián Álvarez Calderón.


935 Ibidem.

936 Ibidem.

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806. Sin embargo, fue en las versiones voluntarias de los comparecientes ante la JEP,
que se obtuvieron detalles sobre la distribución previa de tareas, el asesinato de Ever
Urquina y la participación en el mismo de miembros del BIMAG en varios niveles de
la jerarquía militar. Este asesinato empezó a fraguarse a inicios de 2008 en reunión del
sargento Capera Vargas con personal del pelotón Azteca 2 bajo su mando 937. En ella, el
sargento, recién llegado al BIMAG y asignado al pelotón, expuso la necesidad de
presentar un resultado operacional y pidió que se le sugirieran personas asociadas a la
delincuencia o a la marginalidad para ser presentados como caídos en combate. De
hecho, el sargento también confesó que en charla telefónica con el MY Francisco Adrián
Álvarez Calderón -S3 del batallón-, este le había dicho que necesitaba que empezara a
dar resultados, ya que los estaban presionando desde la Brigada: “(…) cucho, toca que
empecemos, organice para dar un, para que empiece a dar resultados, nos están pidiendo
resultados de la brigada (…)”938. El SLP José Yaty Anacona confirmó lo referente a las
presiones y al perfil de víctimas que les indicó el sargento Capera:

“[El sargento Capera] dijo que le estaban exigiendo resultados, que iban a buscar alguien para
ponerlo como un resultado de una muerte en combate (…) entonces cuando nos reunió Capera él
nos dijo que eso no pasaba nada, él hablaba mucho de los ñámpiros, que eso era una limpieza para
el pueblo.”939

807. El cabo López Cerón, segundo al mando del pelotón, reconoció ante la JEP haber
sugerido a Ever Urquina como la persona que podía ser presentada como baja en
combate, ya que, presuntamente, había participado en el robo de una motocicleta de su
propiedad. Al parecer, el mismo cabo propuso que la víctima podía ser contactada por
su hermano, alias Melco940, integrante de la compañía Berlín, en el mismo batallón.941

937 El sargento Capera en su VV lo describió como un acto cotidiano y no como una reunión. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251
938 Ibidem.

939 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
El SLP Faiber Buesaquillo Quinayas dijo en su VV que fue el radioperador el que le comentó el contenido de
esa conversación, sugiriendo que no se dio con todo el personal del pelotón: “(…) un compañero, el Chispas,
que era, se le dice en el ejército el Chispas, es el que carga el radio, él nos dijo a nosotros así en como se dice
que él había escuchado que mi Cabo López le había dicho [al sargento Capera] que si tocaba dar un resultado
que él tenía la persona indicada para hacerlo”. El mismo SLP entregó muchos más detalles de la conversación
(ver nota siguiente). También el SLP José Alfredo Córdoba usó el término “ñámpiros” para referirse al tipo de
personas que Capera quería que se presentaran como caídos en combate”.
940 En ninguna fuente o VV se entregó el nombre completo del hermano del cabo López Cerón. López Cerón

tampoco aportó el nombre de su hermano, amparándose en la excepción constitucional al deber de declarar.


941 El SLP Faiber Buesaquillo Quinayas dijo en su VV que el cabo López dijo: ““no es que, yo tengo un man en

Pitalito que está en el barrio Porvenir o algo así” dijo: “ese man me robó una moto a mí” dijo mi cabo López al
sargento Capera (…) “si usted quiere yo miro cómo hago para traer a ese man y con ese man hacemos la vuelta
y damos un resultado” entonces mi sargento Capera le dijo sí que lo hiciera, que cómo lo iba a traer, entonces
el man dijo: “no, yo tengo el contacto para que lo traigan”. Sin embargo, el cabo López Cerón se negó a vincular
a su hermano con el traslado de Urquina hasta el lugar de los hechos y también dijo que, inicialmente,
desconocía que la intención era asesinarlo. Capera Vargas en su VV señaló que los cabos Cárdenas y López
opinaron sobre cuáles personas podían ser presentadas como bajas en combate. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo
Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.

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808. El 17 de enero de 2008, día de la muerte de Ever Urquina, el pelotón Azteca 2 se


encontraba desplegado en la vereda Pradera de San Agustín, cuando fue reunido por
el sargento Capera Vargas para dar instrucciones sobre las tareas que iban a conducir
al asesinato: formó a la tropa hacia las 5:30 p.m., eligió el personal que iba a realizar el
traslado942 y ordenó iniciar el movimiento943 a pie944 hacia el puente sobre el río
Mulales945, en San Agustín, hacia las 6 o 6:30 de la tarde.

809. Todo indica que para ese momento Ever Urquina se trasladaba con alias Melco
desde Pitalito hacia zona rural de San Agustín. La justicia ordinaria dio credibilidad al
testimonio de la señora Eyra Urquina cuando dijo que vio a su hermano Ever por última
vez el 17 de enero a las 3 p.m., cuando salió de su casa en Pitalito prometiendo volver
pronto946. El sargento Capera Vargas mencionó en su VV que hubo comunicación
continua entre el cabo López Cerón y su hermano mientras se acercaban a la tropa947.

810. Varios comparecientes948 contaron en sus VV que hacia las 8 de la noche llegaron
en una motocicleta alias Melco y Ever Urquina al lugar donde se encontraba la tropa.
Todos coincidieron en que el sargento Capera ordenó, al cabo López Cerón y a los SLP
Óscar Mauricio Álvarez y Yiminson Hurtado Hurtado, montar un falso retén para

942 El SLP Óscar Álvarez dijo que: “(…) el sargento CAPERA y el cabo LÓPEZ nos formaron en horas de la
tardé y nos dieron la orden, con nombre propio, [de] los que íbamos a ir a la operación.” El SLP Anacona Bueno
dijo que Capera designó a la 1ª sección del pelotón para cometer el asesinato, mientras que la 2ª sección se
mantuvo en la vereda Pradera cuidando pertrechos y equipos. Así mismo, el SLP Heny Lozano dijo que la
sección encargada fue la primera, pero que Capera Vargas “empuercó” a todo el pelotón. Varios
comparecientes fueron enfáticos en decir que desde el inicio se sabía que iba a ser una operación falsa que
terminaría con la muerte de una persona (por ejemplo, el SLP Anacona Bueno).
943 Lo tratado en esa formación fue descrito por el SLP Buesaquillo Quinayas. El sargento Capera reportó al

batallón el inicio del movimiento aduciendo que había recibido información sobre presencia de atracadores en
la vía. El SLP Anacona Bueno dijo en su VV que el asesinato se planeó desde las 3 p.m. del 17 de enero y que
entre 5:30 y 6 de la tarde se asignaron tareas. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261
944 El SLP José Alfredo Córdoba dijo que caminaron una media hora desde la vereda Pradera hasta el lugar

donde asesinaron a Ever Urquina. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0239.
945 Esta ubicación la entregó el cabo López Cerón en su VV. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de

Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
946 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200800124. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
947 VV del sargento Capera Vargas: “[alias Melco] llamaba al hermano, al cabo, a decirle, ya voy llegando, yo

voy en tal lado PREGUNTADO ¿Y el cabo le informaba a usted? RESPONDIÓ Y el cabo me informaba a mí
PREGUNTADO ¿Usted estaba con el cabo en ese momento cuando estaba hablando directamente con el cabo?
RESPONDIÓ El cabo estaba a una distancia prudencial para comunicarme las cosas, ya estábamos en el lugar
de los hechos esperando”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251
948 Por ejemplo, los SLP Óscar Álvarez y José Yaty Anacona Bueno.

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detener y quitarle los documentos sin contratiempos a la víctima949. Una vez retenido
Ever Urquina, alias Melco dio media vuelta en la motocicleta, presuntamente para
retornar a Pitalito. A Ever Urquina se le condujo a una casa abandonada aledaña al
lugar de detención, en donde los encargados del falso retén le obligaron a cambiar su
ropa por una sudadera y buzo negros y botas de caucho950.

811. Según dijo el SLP Buesaquillo Quinayás, mientras realizaban el cambio de


prendas, el sargento Capera lo presionó para que se encargara de asesinar a Ever
Urquina.951 También dijo que el SLP Darío Zúñiga Ruiz952 se ofreció a ejecutar a la
víctima junto a él, porque quería aprender a matar, ya que, según le dijo, se iba a dedicar
al sicariato cuando dejara el Ejército. Sin embargo, el sargento Capera Vargas contradijo
esta versión, afirmando que él no obligó a nadie, y en cambio, “ellos mismos (…) se
habían ofrecido solos”. También dijo que los soldados buscaban destacarse para obtener
comisiones al Sinaí (señaló que 3 soldados de Azteca 2 obtuvieron esa recompensa
mientras comandó el pelotón) y que probablemente el permiso constituía un fuerte
incentivo debido a que llevaban mucho tiempo en el área de operaciones sin gozar de
salidas.

812. Luego del cambio de prendas, el cabo López y otros miembros de Azteca 2 953
condujeron a Urquina al lugar que habían convenido para producir el asesinato.
Presuntamente, el cabo López Cerón fue quien dio las últimas instrucciones de
ubicación a la víctima954. Buesaquillo y Zúñiga dispararon casi simultáneamente, pero
tras las primeras descargas:

949 Según el SLP José Alfredo Córdoba, a Ever Urquina se le dijo que iba a ser trasladado a una base militar
para verificar sus antecedentes. El sargento Capera Vargas ratificó lo último en su VV, y añadió que en el retén
se le dijo a la víctima que alias Melco tenía orden de captura, que por esa razón eran detenidos y que alias
Melco iba a ser llevado al batallón por otra sección. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
950 Según el sargento Capera Vargas, estas prendas no se compraron, sino que las proveyeron los miembros del

pelotón.
951 “¿Qué?, ¿le va a hacer usted o le da miedo?” me dijo, yo le dije: “yo no sé, sargento” le dije y como el man

me llevaba como en la mala, entonces me miró y me dijo “sí”, “ah bueno” le dije, entonces dijo: ‘hágase allá en
tal parte, alístese para que ahorita le llevamos el man’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
952 El SLP José Yaty Anacona confirmó que Zúñiga estaba dentro del personal encargado de asesinar a Ever

Urquina. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0257
953 El sargento Capera Vargas dijo en su VV que los designados para causar la muerte a Ever Urquina eran el

cabo López Cerón y los SLP Hurtado Hurtado, Jojoa Ruiz, Buesaquillo Quinayás y Zúñiga Ruiz. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
954 Faiber Buesaquillo Quinayas dijo: “(…) entonces el cabo López le dijo: “párese allá”, entonces estaba oscuro,

en el momento en que yo prendo la linterna, para disparar, el soldado Zúñiga ya había disparado, disparamos
casi al mismo tiempo, pero él se me adelantó un poquito, él disparó antes que yo (…)”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán
Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261

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“(…) nos fuimos con el cabo López a mirar el occiso y él estaba en el piso, dijo el cabo López: “este
man no se ha muerto”, yo le dije: “no sé”, dijo: “no ese man no se ha muerto” y cuando llegó el
soldado Anacona dijo: “no estos manes no son capaces de matar este man, ve este man no se ha
muerto todavía”, lo cogió, yo recuerdo que yo estaba ahí, y él le hizo un poco de disparos como a
menos de 5 metros, él le hizo un poco de disparos, el soldado Anacona al finado ahí en el suelo.
Entonces, para mí yo creo que fue donde él le alcanzó a dar el disparo de la oreja que le aparece
un tatuaje, que creo que está en informe de balística”. 955

813. A pesar de las heridas, Ever Urquina aún vivía. El sargento Capera no esperaba
tal cantidad de detonaciones956, ya que había dado instrucciones de no impactar más de
tres veces a la víctima957, e hizo presencia en el lugar notoriamente molesto. En este
punto se halló una divergencia significativa en las narraciones, aunque todas
coincidieron en que fue el comandante del pelotón quien remató a Ever Urquina.

814. Por una parte, el SLP Buesaquillo Quinayás sostuvo que Capera ordenó a los SLP
Álvarez y Hurtado que recostaran a la víctima en el tronco de un árbol, donde la remató
con dos o tres disparos en el pecho958. Por su parte, el sargento Capera en su relato
manifestó que la decisión de rematarla se le impuso tras comunicación establecida con
el jefe de la S3 del BIMAG, el MY Álvarez Calderón. Según dijo, mientras la víctima se
encontraba mortalmente herida y pidiendo ayuda, se comunicó con el MY Álvarez para
reportarle la situación y decirle que ya no podían presentar la baja, a lo que se le contestó
que esa muerte ya se había reportado a la Brigada 9 (BR09) y, por tanto, era preciso
asesinar a Urquina.959 Por el contrario, el MY Álvarez Calderón en su VV se desligó de
cualquier actividad y rol en los hechos al decir que esta fue: “(…) una misión táctica donde
el sargento [Capera] ya también estaba directamente en el área de operaciones, no es una misión
táctica que salga directamente del batallón, es una misión táctica que la alimenta directamente

955 Ibidem. El SLP Anacona Bueno reconoció haber realizado la segunda descarga contra la víctima. El SLP José
Alfredo Córdoba dijo en su VV que entre el momento de la detención y el asesinato, pasó aproximadamente
media hora.
956 En su VV, el sargento Capera Vargas dijo que en un curso de Policía Judicial había aprendido que muchos

disparos en un cuerpo constituían un delito de DDHH (el SLP Anacona Bueno usó el término sevicia) y ponían
en duda la versión de un combate. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
957 Este detalle lo entregó el SLP Anacona Bueno. También reconoció haber sido quien efectuó la segunda

descarga en contra de la víctima. El sargento Capera Vargas dijo en su VV que cuando vio a la víctima tenía 5
impactos. También confirmó los detalles sobre el asesinato (la designación del grupo, la segunda ráfaga de
parte del SLP Anacona Bueno y los disparos finales propinados por él).
958 Esta versión cuenta con el respaldo de la del SLP José Alfredo Córdoba ya que dijo que cuando vio a la

víctima asesinada se encontraba recostada en un árbol con un revólver en una mano: “[Urquina] estaba
acostado, recostado al pie de un arbolito que había, ahí estaba acostado así boca arriba, tenía el revolver aquí
así encima de la mano, la mano abierta y el revolver encima de la mano”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alfredo Córdoba Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0239
959 También dijo que: “(…) yo sabía que algo estaba mal porque primero que todo tenía muchos impactos,

segundo, yo al señor no lo podía llevar ni a un centro de salud, ya me habían dado la orden que la baja ya
estaba reportada, yo ya no podía prestarle servicios médicos y atenderlo, no podía, porque yo ya tenía una
orden, y mucho más porque ya estaba reportado”. También dijo que remató a la víctima con el fusil del cabo
López Cerón. Ningún otro compareciente mencionó esta comunicación. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251

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el mismo sargento con sus informes de inteligencia y la desarrolla él mismo”960.

815. Algunos comparecientes fueron testigos del reporte de los hechos al batallón por
medio del radio del pelotón. Por ejemplo, el SLP Anacona Bueno aseguró en su VV que,
una vez cometido el asesinato, se encendió el radio y se reportó la ocurrencia de un
combate de encuentro con tres personas de las cuales había muerto una. 961 El sargento
Capera Vargas dijo que el reporte lo recibió directamente el MY Álvarez Calderón en el
centro de comunicaciones del batallón962. Otros comparecientes vieron cuando el
sargento Capera, con guantes quirúrgicos963, puso el revolver en manos del asesinado y
lo disparó en un par de ocasiones. El arma, según dijo Capera, había sido provista por
el SLP Anacona Bueno964 y se le había pagado con dinero recolectado en la tropa965.

816. Luego de la implantación del arma y de un bolso con pentolita966, se realizó un


simulacro de combate en el que se hizo detonar una granada de mano y Capera dio la
orden de que en parejas prestaran guardia al cuerpo hasta cuando llegara el CTI a
realizar el levantamiento.967 El SLP José Alfredo Córdoba, en VV ante la JEP, contó que

960 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
961 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
El reporte, según el sargento Capera Vargas, incluyó el detalle de que tras el combate se hizo el registro de la
zona y se encontró el cuerpo de una persona.
962 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251: “(…) por el celular informé la gravedad del asunto [que Ever Urquina no debía ser
presentado como baja en combate] y por radio reporté la baja”.
963 Este detalle lo entregó el SLP Anacona en su VV: “[Capera] se puso unos guantes blancos quirúrgicos creo

que se llaman, le cogió la mano a él, le cogió el dedo y se lo metió al disparador e hizo unos disparos con el
dedo del finado”. El mismo sargento Capera Vargas dijo en su VV que los guantes hacían parte de lo que se
llamaba el Kit de legalización, que contenía elementos necesarios para hacer pasar un asesinato como producto
de un combate. Entre otros elementos, dicho Kit contenía: “Los guantes, los guantes, el arma, más que todo es
los guantes, el arma, la cámara, el testigo métrico, que se le pone al lado al arma, la boleta y si no hay boleta
pues el oficio que uno hacía para entregarlo al Batallón o a la fiscalía, firmado por el comandante de pelotón
(…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0257.
964 Ibidem. El SLP Anacona Bueno reconoció haber sido quien proveyó el arma. Esta había sido adquirida para

dar muerte a un presunto miliciano en diciembre de 2007. Sin embargo, el sargento Romero Bardú (anterior
comandante de Azteca 2) se había negado a cometer el asesinato. La negativa había, en palabras de Anacona,
“definido” el cambio de comandancia del pelotón. Desde entonces el arma la llevaba el cabo López Cerón. El
mayor Omar Oswaldo Ojeda Oliva, para entonces segundo comandante del BIMAG, dijo en su VV no recordar
si se dieron traslados a fines de 2007 por falta de resultados operativos.
965 Los SLP Henry Lozano y José Alfredo Córdoba ratificaron que el sargento Capera Vargas pidió dinero a la

tropa para comprar los elementos necesarios para presentar el RO falso. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
966 El detalle del bolso lo entregó el SLP Óscar Álvarez en su VV ante la JEP. Sin embargo, el SLP Anacona

Bueno dijo que en el bolso pusieron cordón detonante, material perteneciente al pelotón.
967 Versiones voluntarias de los SLP Faiber Buesaquillo Quinayás, José Alfredo Córdoba, José Yaty Anacona,

entre otros.

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fue destacado en la parte alta del lugar de los hechos y que el soldado John Kennedy
Guevara Campo, que se encontraba con él, disparó una ametralladora desde este lugar
hacia la montaña, ya que el sargento Capera le había ordenado que lo hiciera una vez
escuchara los disparos en la zona baja (donde se estaba dando muerte a la víctima)968.
A la mañana siguiente -antes de la llegada del CTI hacia las 8 a.m.- el sargento designó
a los miembros de la tropa que declararían ante los investigadores969.

817. Durante los procedimientos de levantamiento del cadáver hizo presencia el MY


Álvarez Calderón, y estuvo atento en el lugar donde los funcionarios del CTI realizaron
las entrevistas a los participantes en el hecho. Buesaquillo Quinayás le dijo a la SRVR
que el MY reprochó al sargento Capera por enviar a declarar a miembros de la tropa
que se ponían nerviosos al ser entrevistados970. Además, el sargento Capera Vargas dijo
en su VV que el MY Álvarez Calderón llevó la orden de operaciones consigo y se la
entregó para firma en la escena de los hechos971.

818. Adicionalmente, la PGN estableció que soldados (no se detalló quienes ni


cuándo) se dirigieron a pobladores del sector donde se produjo el asesinato de Urquina
para pedirles que declararan en el batallón sobre la presencia de bandidos en la zona y
sobre la ocurrencia de un combate, aunque, como los mismos pobladores reconocieron,
para enero de 2008 la zona era tranquila, no contaba con presencia de bandas

968 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0239.
969 El SLP Buesaquillo Quinayás dijo: “(…) no volví a bajar hasta que como a las 8:30, 9 de la mañana y yo estaba

arriba, y me llamaron que me necesitaban a mí, yo bajé normal, cuando iba llegando allí donde estaban ellos,
me dijo: “venga”, yo le dije: “¿qué pasó mi sargento?”, dijo: “usted tiene que declarar aquí, diga que esto aquí
fue un combate y nosotros veníamos que usted hizo el alto, que usted era el puntero y que los manes nos
dispararon y por eso nosotros disparamos”. El SLP José Alfredo Córdoba dijo en su VV que el sargento Capera
había decidido quienes iban a declarar en la reunión previa en la vereda Pradera y que le dijo que dijera que
él era el puntero (aunque no iba a estar cerca al lugar de los hechos) ya que por la granada que iban a detonar
podían atenderle una dolencia previa en un oído. Además, dijo que el personal que declaró ante el CTI en la
escena de los hechos fue escogido por los investigadores y no por el sargento. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo
Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261
970 Ibidem: “[llega] el Mayor Álvarez y le dice a mi sargento: “Hey hermano, usted por qué pone a declarar a

estos manes que son asustados, ese man no sabe ni qué tenía que decir, usted es como huevón”.
971 “(…) la orden de operaciones que yo le recibo al mayor Álvarez Calderón Francisco Adrián yo firmo la

orden de operaciones por la parte de atrás y pongo hora y fecha de mi firma del momento que recibí la orden
de operaciones que fue el día en que el CTI fue a hacer el levantamiento del señor Urquina Rojas (…) Salí sin
orden de operaciones y la orden de operaciones la legalizaron después para que yo la firmara en el área en el
momento en que estaban haciendo el levantamiento del señor Urquina”. Dijo que hizo esto previendo los líos
judiciales que traería el reporte de esta muerte. Esta firma con la fecha y hora de recepción se puede ver en:
Inspección a radicado 415516000597200800124. Cuaderno 1.1. PDF 5. Por su parte, el MY Álvarez Calderón en
su VV dijo creer que en esa ocasión hizo presencia en el lugar de los hechos, pero que no creía haber hecho
entrega de la MT allí, ya que “(…) normalmente uno no va con documentación (…) uno va es a acompañar al
CTI”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251

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delincuenciales y muy ocasionalmente del Ejército Nacional.972

819. Luego del proceso de levantamiento del cuerpo, la tropa fue llevada hasta el
batallón en uno de los camiones NPR en los que había llegado el MY Álvarez Calderón
a la escena de los hechos, y después de una formación frente al comando, se les concedió
un permiso973. El cabo López Cerón no supo decir con exactitud quién los recibió en el
batallón, pero creía que había sido o el ejecutivo o el jefe de operaciones974. Por su parte,
el SLP Anacona Bueno aseguró en su VV que tras los hechos hubo un cambio notorio:
permanecían menos tiempo en el área y más en el batallón y el sargento Capera pasaba
poco tiempo con la unidad975.

820. El sargento Capera Vargas relató que las declaraciones ante la JPM se dieron
antes de salir de permiso y que los soldados sacaron copia del informe de patrullaje
para guiar sus versiones976. Según Buesaquillo Quinayás977, el sargento Capera fue
enfático en decirles que debían decir lo mismo que habían manifestado a los
funcionarios del CTI encargados del levantamiento. El SLP José Alfredo Córdoba contó

972 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
415516000597200800124. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
973 El SLP Buesaquillo Quinayas dijo que habían sido 5 días (al igual que el cabo López Cerón). También dijo

que cuando llegaron al batallón: (…) el Mayor Álvarez, que venía con nosotros, nos medio formó ahí enfrente
del comando y nos dijo que fuéramos a entregar armamento y a entregar todo porque nos íbamos de permiso”.
El SLP Óscar Álvarez también mencionó la formación al llegar al batallón y detalló que el MY Álvarez los
felicitó por el RO. Según dijo, se les otorgaron 15 días de permiso (José Alfredo Córdoba también dijo que
habían sido 15 días de permiso). Para el SLP Anacona, las felicitaciones del MY Álvarez se presentaron en la
escena de los hechos, la mañana siguiente; mientras que al llegar al batallón quien los recibió y felicitó fue el
TC Pinto Lizarazo. Mientras tanto, Jaiber Méndez dijo que habían sido 6 días y que el permiso cubrió a todo el
pelotón, aunque una sección no había participado en los hechos. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
974 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
975 De hecho, mencionó que Capera usó esa motivación para vincular al pelotón al asesinato: “(…) él dijo que,

si queríamos seguir siendo el mismo pelotón de estar con la mochila al hombro, de estar boleando pata día y
noche, pues que eso era fácil, él nos hablaba que él venia de otro batallón y que eso se trabajaba allá así y que
no pasaba nada (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0257
976 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251. Otros comparecientes no recordaron el momento en que se dieron estas declaraciones
e incluso alguno dijo que se produjeron tras el permiso.
977 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261. Para este compareciente, el MY Álvarez debía saber que se coordinaron las
declaraciones, ya que “(…) mi Mayor Álvarez tenía que… él sabía todo porque, es más, en la oficina de
declaraciones quedaba enfrente de la oficina del oficial de operaciones, lógicamente él se daba cuenta que
teníamos que declarar y decir lo que íbamos a declarar (…)”. También que, aunque el MY no estuvo presente
en las declaraciones en la sección jurídica, sí lo estuvo un abogado que trabajaba en la unidad: “(…) ya nos
colocaron creo que, creo que nos colocaron en el abogado que trabajaba, se movía en el batallón, para que
diéramos la declaración, de resto no estuvo, de resto el que estuvo pendiente fue mi sargento Capera”.

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que quien les recibió la declaración fue María Elsy, secretaria del juzgado, y que se
limitó a repetir la versión acordada con el sargento Capera978.

821. El cabo López Cerón, ante la justicia ordinaria y en su versión voluntaria ante la
JEP, aseguró que el sargento Capera había sido el encargado de deshacerse de la ropa -
que ordenó incinerar- y de la documentación de Urquina Rojas979. El SLP Anacona
Bueno admitió que con el SLP Urbano Ortiz y otro que no recordó, por orden del
sargento, quemaron el pantalón, la camisa y los zapatos de la víctima. El sargento
Capera en su VV contradijo esto diciendo que la ropa había sido lanzada al río Mulales.
También aceptó que los documentos del señor Urquina los tiró a un río tiempo después
(no supo decir cuánto pasó antes de deshacerse de ellos).

822. Alrededor de los hechos se presentaron otras irregularidades de carácter


documental. En sentencia de 2016 en contra del sargento Capera, se estableció que
mediante acta No. 118 de abril de 2008, se pagó $1.500.000 al señor Eivar García 980, sin
que este hubiera entregado ninguna información y cuyo pago se fundamentaba en la
muerte de una persona sin identificar, cuando para ese momento (casi 3 meses después)
Ever Urquina ya estaba plenamente identificado981. El sargento Capera Vargas ante la
JEP también dijo que en el BIMAG se presentaba pérdida de dinero de pagos a
informantes:

“(…) ¿cuál fue el problema que se presentó en el batallón? que yo le decía al informante que le iban
a dar $1.500.000 y al momento de ir allá solo le daban $500.000 y un millón de pesos se perdía en

978 . Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0239. El Cabo López Cerón dijo en su VV que al llegar al batallón el sargento Capera dio
instrucciones para los que iban a declarar ante la JPM.
979 Ibidem. Sin embargo, el SLP José Alfredo Córdoba en su VV, responsabilizó del ocultamiento de los

documentos y destrucción de la ropa, al cabo López Cerón: “[…] lo que se escuchó en el pelotón fue que los
documentos los habían botado doctor, que los habían botado o los habían quemado, no estoy seguro qué pasó,
pero creo que mi cabo López se había encargado de esto, no sé si de botarlos o de quemarlos con la ropa que
él tenía”.
980 Sobre esta persona, el cabo López Cerón dijo: “(…) mi Sargento le dijo o que fue la promesa que le hizo a

ese señor Eivar, el cual yo distinguía, pero pues yo sí lo miraba que él estaba muy contento que mi sargento
como que le iba a pagar por lo que nosotros habíamos hecho y todo eso, pero pues eso pasó así su señoría no
sabría decirle si realmente le dieron la plata (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247. El sargento Capera Vargas en su VV dijo de esta persona
que se la había presentado el cabo López Cerón, pero que no recordaba su nombre. Esta persona habría ido
hasta la vereda Pradera días antes del asesinato de Ever Urquina para organizar su presentación como el
informante que permitiría dar el RO.
981 El SLP Anacona Bueno sugirió que el pago de recompensas lo organizaba el sargento Capera Vargas: “(…)

[Capera] buscaba una persona que hacer de cuenta que él había dado la información para que ocurrieran esos
hechos, entonces él lo registraba, lo hacía registrar en el batallón, que ese era el informante que era de la red
de información o como decía, con eso él iba y reclamaba esa recompensa (…)”. El SLP no supo decir qué
sucedía con ese dinero. Según el sargento Capera Vargas y otros comparecientes, también la esposa de alias
Melco se hizo pasar como informante en estos hechos para reclamar una recompensa. Sin embargo, no se ha
hallado un documento que la vincule a los pagos. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.

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la sección de inteligencia, eso sí lo quiero dejar claro, que yo no manejaba plata ni yo le pagaba a
ningún testigo.”982

823. Por su parte, el CT Carvajal Rojas, S2 del batallón, manifestó en su VV que


recordaba que el pago por la información relacionada con estos hechos se había
realizado en abril de 2008, y que el coronel Pinto Lizarazo le pidió que se cancelara un
valor menor del asignado al informante:

“PREGUNTADO: Yo estaba con el sargento Arango, yo estaba con mi sargento Arango, si no estoy
mal él nos citó a la oficina y nosotros le llevamos las 2 planillas, las 2 actas. En un acta estaba el
valor que le había mandado a la Brigada, en la otra acta estaba lo que habíamos solicitado, lo que
nos había llegado. Yo, si no estoy mal, él recuerdo que con un lápiz empezó a tachar el valor e
informaba cuánto había que pagarle. PREGUNTADO: ¿Les dio alguna justificación en ese
momento para esa acción? RESPONDIDO: No doctor. PREGUNTADO: ¿Ustedes le preguntaron
por qué? RESPONDIDO: Yo la verdad no le refutaba la orden al comandante del batallón, porque
él es el comandante del batallón” 983.

824. Adicionalmente, el CT Carvajal Rojas aseguró que la MT No. 16 se emitió sin


anexo de inteligencia y que este fue incluido, por orden del comandante del batallón,
en septiembre de 2008. El movimiento de la tropa, en cambio, se sustentó en boletín de
informaciones del 16 al 17 de enero de 2008 que incluía datos obtenidos gracias a
inteligencia de combate por el sargento Capera, pero que en ningún momento se
verificó984. De igual manera, se refirió a los procedimientos llevados a cabo para otorgar
pagos por informaciones gestionados por su oficina: “(…) yo firmaba como veedor de que
se estaba solicitando ese pago de informaciones [a la brigada], pero mi coronel también firmaba
y él inclusive preguntaba por cada uno de ese pago de esas informaciones. Asimismo, él firmaba
y lo enviaba digamos a la Brigada y de vuelta”.985

825. Estos hechos resultan característicos de formas de actuar que se establecieron en


las unidades militares investigadas durante los años en los que se concentra esta
decisión. En el asesinato del señor Urquina se llevaron a cabo acciones irregularidades
en todas las etapas de la operatividad militar: la planeación, la ejecución y el sustento
documental posterior a los hechos. En no todos los casos se contó con una cadena tan
sólida de irregularidades reconocida por integrantes del BIMAG en todos los niveles,
incluida la oficina de inteligencia.

826. Además, en el asesinato de Ever Urquina se pudieron observar lógicas que

982 El sargento ubicó en la S2 para ese momento, al capitán Ángel Fernando Carvajal Rojas y al sargento Carlos
Hernán Rodríguez Vera. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251
983 A pesar de esto, no supo decir cuál fue el destino del dinero sobrante. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala

de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas.


Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548
984 Ibidem. El capitán también dijo que no recordaba si esa construcción extemporánea de los anexos tenía que

ver con las investigaciones disciplinarias que había abierto el CR Pinto Lizarazo en contra del sargento Capera.
Adicionalmente, dijo que el encargado de la construcción de anexos fue el sargento Víctor Manuel Arango
Betancourt, perteneciente a la S2 del batallón.
985 Ibidem.

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facilitaron y justificaron su asesinato y que también se hicieron presentes en otros


hechos investigados por la Sala, como fueron las presiones ejercidas desde las
comandancias hacia las unidades fundamentales; la pobre verificación de las
informaciones de inteligencia; la elección de víctimas con algún señalamiento; la
construcción posterior de documentación que sustentó la operación; y los pagos
irregulares por información o recompensas.

6.2.Caso ilustrativo 2: Los homicidios de Evelio Bermeo López, Leodan Bermeo


López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños, Carlos Mauricio
Suárez Monje, William Tovar Quizá y José Adelmo Pillimué.

827. Los eventos ocurridos en Garzón y La Plata en febrero y septiembre de 2008,


llevados a cabo por Bayoneta 1 y Catapulta 4, respectivamente, provocaron el asesinato
de siete personas, la mayoría jóvenes, señalados como delincuentes comunes por los
habitantes de las zonas donde ocurrieron los hechos. Debido a que los dos eventos
poseen características en común que los vincula con un patrón específico -el de
operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común-, se
presentan en una narración unificada, aunque los provocaron unidades fundamentales
diferentes y en un intervalo de casi siete meses.

828. Alrededor de estos hechos la Sala ha determinado que los comandantes de los
pelotones no realizaron verificaciones de la información que entregaba la población ni
buscaron salvaguardar la vida de los ciudadanos detenidos por civiles; en cambio,
procedieron a ordenar o consentir los asesinatos sin tener en cuenta ninguna
consideración legal y humanitaria. Los asesinatos ocurrieron durante la comandancia
del TC Ricardo Andrés López García en el BIPIG y muestran cómo, con independencia
de quién fuera el comandante del batallón, se privilegiaba la presentación de muertes
en combate como indicador del éxito de las labores de las unidades militares
desplegadas en terreno.

829. Así mismo, estos asesinatos no se produjeron en el marco de los esfuerzos


principales definidos en las misiones que sustentaban el despliegue de las tropas en
terreno, sino en el marco de acciones accesorias a las planteadas en la documentación
operacional: los hechos de febrero debido a llamados de intervención urgente de la
fuerza pública y los de septiembre durante movimientos de retirada de la tropa de una
operación militar sin éxitos o resultados operacionales.

830. El 16 de febrero de 2008, tropas de Catapulta 4 se encontraban divididas en tres


grupos comandados por el CS Richard Andrés Gil Bolívar; el SS Annuar Herrera Osorio
y el TE Alejandro León Campos, y acantonadas en una zona de Garzón conocida como
Zuluaga986, cuando el comandante de la unidad, el TE León Campos, recibió la llamada
del comandante del BIPIG ordenándole que por medios propios se dirigiera a la vereda

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
986

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.

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El Batán, en donde se estaba desarrollando el atraco a un camión repartidor de gas. El


TE León Campos describió la llamada así:

“(…) tipo 9 de la mañana tal vez de ese día me llama al celular el comandante del Batallón, me
llamó “León donde está”, pues yo le dije dónde estaba, finca no sé qué, sitio tal, me dijo “hermano
verifique urgente donde queda la vereda El Batán” yo “mi coronel, permítame tomo nota que me
cogió así sorpresivamente”, entonces yo no sé qué hice con el teléfono, llamé a alguien que estaba,
un soldado ahí, y le dije “venga, escuche aquí que me dicen veredas y yo no conozco nada”.
Entonces volví y le dije “mi coronel, me repite por favor”. Me dijo “hermano, verifique urgente
donde queda la vereda El Batán porque me acaba de llamar mi general [William Fernando Pérez
Laiseca]987 que a él lo llamaron que están atracando un poco de gente y que la empresa del gas “x”
reportó un atraco a uno de sus camiones”. Le dije “mi coronel deme 5 minutos pregunto porque
la verdad no estoy ubicado, permítame yo confirmo” “bueno hermano urgente, rápido” se cuelga
la llamada y el soldado me dijo “eso es como por allá arriba, eso está lejos […] el dueño de la finca
que estaba ahí, un señor ya adulto, “venga don Daniel” como que se llamaba, “don Daniel hágame
un favor, dónde queda la vereda el Batán,” me dijo “mijo” se asomó conmigo me mostró una
montaña y me dijo “atrás de esa montaña queda la vereda El Batán.” 988 (negrillas agregadas)

831. Sobre cómo se obtuvo esta información se presentó una discrepancia


significativa en la VV otorgada a la JEP por el TC López García. El comandante de
batallón sostuvo que había sido el TE León Campos quien lo había llamado al celular
para informarle del atraco y sacó de la escena al GR William Fernando Pérez Laiseca,
ya que no lo mencionó como la fuente de la información ni en ningún momento de su
narración sobre el hecho. Adicionalmente, dijo que el TE León Campos había salido en
NPR desde instalaciones del batallón y no desde Zuluaga.989

832. Sin embargo, en la VV del S3 del BIPIG, el MY Ricardo Iván Tibaduiza, se entregó
información coincidente con la del TE León Campos. El MY dijo que tras volver al
batallón de la implementación de una orden de operaciones, en la tarde del 16 de
febrero:

“(…) me encontré con el señor Ricardo Andrés López García y él me informa y me dice lo siguiente
“imagínese Tibaduiza que esta mañana me llamaron para avisarme que habían atracado el carro
del gas, y yo llamé y me comuniqué con Catapulta 4 y organicé movimiento con otro carro para
mover la unidad hacia el sitio y en la reacción de la unidad ocurren cuatro muertes de delincuentes
comunes”. Entonces yo le dije “uy mi coronel, usted ya ha desarrollado toda la misión”. “Sí” me

987 En la VV el compareciente dijo luego que se trataba del comandante de la BR09, GR William Fernando Pérez
Laiseca.
988 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
989 El oficial fue el único en mencionar este detalle del traslado. El TE incluso fue más explícito al mencionar en

su VV que el TC López García se notaba agitado (“[…] est[aba] como alterado, no conmigo, sino como
angustiado”) por la llamada del GR Pérez Laiseca y que le dijo: “[…] mi General [Pérez Laiseca] me ha llamado
como dos veces hombre, eso [El Batán] es al pie suyo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ricardo Andrés López García.
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dijo, y que mi general [Pérez Laiseca] lo había llamado preocupado porque ya le había reportado
a mi general y el llamó preocupado porque eran delincuentes, con el perdón de las víctimas.990

833. Según dijo el TE León Campos, el traslado a El Batán se realizó en automotores


civiles que por petición de los comandantes de escuadra (el CS Gil Bolívar y el SS
Herrera Osorio991) llevaron a las tropas. Esto implicó que el movimiento se hiciera en
tres etapas: el primer grupo en llegar iba comandado por el CS Gil Bolívar; el segundo
lo encabezó el SS Annuar Herrera Osorio, y, por último, el TE León Campos se trasladó
con un SLP en una moto que le prestaron y llegó a la vereda hacia las 11:30 de la
mañana992.

834. Sobre estos hechos la JEP escuchó VV de integrantes del segundo grupo (el SS
Herrera Osorio y el SLP Vieney Gaviria Zemanate) y la del TE León Campos. Todos
coincidieron en que al llegar a El Batán la comunidad se encontraba agitada y muchos
civiles estaban armados con escopetas y carabinas993, que el camión repartidor de gas
estaba atravesado en la vía y que su conductor y un motociclista habían sufrido el robo
de dinero y algunas pertenencias. También sostuvieron los versionados que se
enteraron de que la población civil le señaló el lugar donde se encontraban los presuntos
atracadores al primer grupo (el comandado por el cabo Gil) y, luego, al segundo grupo
y al TE León Campos, el lugar en donde se encontraba la tropa con 4 personas
detenidas.

835. Según afirmaron los comparecientes, la población civil había iniciado la


persecución de los presuntos atracadores y en algún momento habían articulado
esfuerzos los civiles y la primera tropa en llegar a El Batán. Adicionalmente, el SS
Herrera Osorio dijo que la población civil le decía que: “[…] si no los matábamos nosotros
[el ejército] los mataban ellos [la comunidad] pero que no querían ver más esa vaina que

990 Incluso después fue más enfático al decir que: “esa misión para mí está claro que fue ordenada y controlada
desde el inicio por el señor teniente coronel Ricardo Andrés López García, quien recibió la
información, ordenó a catapulta 4 o al cuarto pelotón de la compañía C, al Señor Teniente León Campos
Alejandro, reaccionar hacia el lugar donde se presentó el incidente y coordinar los vehículos para el
movimiento de la unidad, emitió las órdenes en consecuencia de su propio criterio y juicio, en su condición
de comandante de batallón y con control efectivo de las tropas bajo su unidad de mando, bajo zona
controlada”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0490.
991 Según relató el TE León Campos, al pedirle que tuviera cuidado en la zona a la que se dirigía, el SS Herrera

Osorio le contestó que los atracadores debían ser de la guerrilla, a lo que el oficial contestó: “[…] ¡no! eso que
va a ser guerrilla atracando el carro del gas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
992 Ibidem: “[…] sí sé que hay unos carros, tal vez de la población, o alguien que ellos cuando cuentan “mire

están atracando”, y la gente con ganas de ayudar, X, Y y Z prestan unos carros tipo willys y se van subiendo
los soldados e inician movimiento. Inicia primero el cabo Gil con un grupo de soldados, luego unos soldados
después se van, después se va Herrera”.
993 Ibidem. El oficial dijo que al llegar a El Batán vio a unas 60 personas aglomeradas y 20 de ellas estaban

armadas.

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estuvieran atracándolos, estuvieran extorsionando en ese sector”994; mientras tanto, el TE León


Campos describió a la población como “enaltecida” y dijo que cuando llegó a la vereda,
el SS Herrera Osorio le dijo que “[…] esto está un mierdero completo” y que la población
quería asesinar a los supuestos atracadores. También dijo:

“Cuando yo llegué entonces yo decía “pero en donde está la gente y los soldados”, “no que ya
bajaron” o sea, que el cabo Gil, yo no lo vi, ya había bajado como una cañada abajo, una quebrada
[INAUDIBLE] yo no sabía qué había pasado, entonces cuando yo vi que estaba el sargento Herrera
ahí y me estaba esperando, le digo “¿qué pasó?”, “no, que abajo hay como unos chicos, 3-4 no
sabemos”, “¿y qué dicen?”, me dijo “no, pues que la población los correteó y yo pues
[INAUDIBLE] los correteé hasta abajo y allá está el cabo Gil y entonces voy a ver”, “vaya y yo me
quedó y pregunto qué pasó” […] cuando estaba arriba yo algo le dije a mi Coronel “mi coronel
acabo de llegar acá” y le conté lo que vi “estoy viendo este escenario” me dijo “bueno, mire a ver
qué es”, “bueno ya voy a averiguar” porque yo lo llamé apenas me bajé de la moto y le comenté
muy por encima lo que vi, civiles y armamento.”995

836. Según el SS Herrera Osorio996, cuando bajó hacia el lugar señalado por la
comunidad, encontró al CS Gil y a los SLP a su cargo997 con cuatro jóvenes detenidos.
También sostuvo que el CS Gil le mostró tres armas incautadas a los detenidos y que
un SLP (no especificó quién) le dijo que estaban en espera de que la S2 les hiciera llegar
una pistola o revólver para “[…] legalizar al otro”998. El mismo SS Herrera Osorio
planteó en su VV que al llegar al lugar de la detención informó de inmediato al TE León
Campos y le dijo: “[…] vea mi teniente, el cabo Gil cogió cuatro personas aquí y hay tres con
pistolas. Y ahí mi teniente [dijo]: ‘no, pues espere yo llamo a ver al batallón’”. Según dijo, esa
comunicación con el TC López García se había dado aun estando con vida los cuatro
jóvenes999.

994 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Annuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
995 También dijo que luego de ese primer informe no pudo volver a comunicarse con el batallón, porque “[…]

en ese punto la comunicación era pésima no había como un sitio donde cogía la señal”. Sin embargo, el SS
Herrera Osorio en su VV dijo que la comunicación con teléfonos celulares era posible en la zona. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro
León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
996 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Annuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
997 El SLP Vieney Gaviria Zemanate en su VV dijo que al cabo Gil lo acompañaban los SLP Hernando Méndez

Rodríguez y Jesús Hernando Silva Ordoñez. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.
998 El sargento dijo que había informado la situación que encontró en la hondonada al TE León Campos, de

inmediato, aunque sugiere que no le comunicó lo que le dijo el SLP. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Annuar Herrera Osorio. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
999 Ibidem: “Ya mi teniente llamó al batallón y todo eso y que si, que confirmada la situación y que pues, estaban

extorsionando al expendedor de gas, ya mi teniente habla es directamente con mi coronel PREGUNTADO:


¿por qué sabe usted que el teniente habló con el coronel? RESPONDIÓ: porque él le informa a uno: “ya
sargento, ya hablé con mi coronel”, porque yo sinceramente no puedo pasar la…el conducto regular a mi
teniente. Mi teniente es el que tiene que informar las cosas al comandante de batallón PREGUNTADO: si le
entiendo bien, ¿el teniente llama al coronel cuando estas personas todavía están con vida? RESPONDIÓ: sí
claro”. Sin embargo, no sugiere que hubiera sido en esa llamada en la que se coordinó el envío del arma.

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837. El SLP Vieney Gaviria Zemanate, que había llegado a la zona con el SS Herrera
Osorio1000, y que había bajado con el suboficial hasta el lugar de la detención, pudo ver
a los cuatro jóvenes, con muchas prendas de vestir superpuestas y el celular que el
motociclista había dicho que le habían robado en un morral de aquéllos. También dijo
que supo que no se halló el dinero que el conductor del camión repartidor de gas dijo
que le había sido hurtado y que entre las armas que se les habían encontrado había una
de juguete. Según le dijo a la JEP, los detenidos se encontraban sentados a la orilla de
un riachuelo, sin ninguna señal de haber sido golpeados y no estaban atados1001.

838. Respecto a la solicitud de un arma, los relatos del SS Herrera Osorio y el TE León
Campos se complementan, ya que el oficial describió la llegada de un sargento de la S2,
que no supo identificar, al lugar donde se encontraba junto a la comunidad de El Batán.
Según dijo, él no sabía que se iba a presentar este suboficial1002. Sin embargo, desde la
parte de abajo, donde se encontraban detenidos los cuatro jóvenes, llegó el SLP Darío
Polo Trujillo para recibir el arma1003. El TE León Campos sostuvo que, aunque no vio el
intercambio del arma entre el suboficial y el SLP, pero que cuando el último se retiraba
de nuevo hacia la hondonada, supo que llevaba un arma en su poder1004.

839. Tras la llegada del arma se procedió al asesinato de los cuatro detenidos (casi
todos los comparecientes ubicaron este momento a inicios de la tarde, hacia la 1 o 2
p.m.), aunque de nuevo se presentaron discrepancias en este punto en las versiones de
los comparecientes. El SLP Gaviria Zemanate sostuvo que, después de haber llegado el
arma se dio la orden de ejecutar a los detenidos, “[…] y mi sargento Herrera dijo “bueno
Gaviria, le tocó”, y yo le dije “mi sargento ¿otra vez?1005”, y dijo “sí mano, le tocó porque pues
toca dar resultados”1006. Sin embargo, el SS Herrera Osorio describió la coordinación de
los asesinatos como producto de la iniciativa de los SLP. En su VV aseguró que el SLP

1000 El SS Herrera Osorio, en cambio, ubicó al SLP Gaviria Zemanate como parte del grupo comandado por el
CS Gil. Gaviria Zemanate dijo que junto a él y al SS Herrera Osorio, bajaron los SLP Roberto Yesid Quintero
Quintero y Duberney Jojoa Martínez. También dijo que con el CS Gil estaban los SLP Faiber Tovar Gómez,
Hernando Méndez Rodríguez y Jesús Hernando Silva Ordoñez.
1001 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.
1002 El oficial dijo que: “[…] yo no supe cómo llegó allá el sargento, si fue que lo llamaron los soldados o porque

mi Coronel, no sé los detalles de todo [INAUDIBLE], no me queda claro doctor, o sea, no recuerdo bien como
ese, como no estaba yo con él compaginado en nada, no me queda claro cómo llegó y por qué llegó”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
1003 El SS Herrera Osorio en su VV dijo que le parecía que el encargado de bajar el arma había sido el SLP Faiber

Tovar Gómez. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Annuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0293.
1004 “[…] cuando él ingresaba hacia la parte del hueco, ahí supe que era con un arma”. Jurisdicción Especial

para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro León
Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
1005 Gaviria Zemanate se refería a los asesinatos de Fabio Losada Muse, Javier España Andrade y del menor

Jorge Leonardo Hernández Serrano el 19 de diciembre de 2007, cometidos por Catapulta 4 y en los que Gaviria
Zemanate había sido uno de los encargados de disparar.
1006 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.

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Roberto Yesid Quintero Quintero le había dicho:

“(…) no mi sargento, aquí vamos a dar la baja a ellos [sic]. Estos manes tienen pistola, estos manes
están haciendo algo y ya. Reporte y vamos a darle de baja” […] Ya cada soldado dijo “no, yo mato
a este, yo mato a este, yo mato a este y el cabo Gil con el que quedó atrás” y ahí ya procedieron a
dispararles”1007.

840. Sobre la designación de roles a la hora de provocar los asesinatos, el SS Herrera


Osorio fue quién mostró mayor claridad respecto a los integrantes de la unidad que
provocaron las muertes. Cuando se le preguntó quiénes habían asumido esa tarea, dijo:
“(…) el primero que escogió fue el soldado… este Tovar [Gómez Faiber], él dijo “yo mato el
primero”, me parece que el segundo lo mata este… Jojoa [Martínez Duberney], el tercero lo
mata este Gaviria [Zemanate Vieney] y el cuarto, que se quedó con el cabo [Gil], era Quintero
[Quintero Roberto Yesid]”1008. El SS Herrera Osorio admitió en su VV que remató al
joven al que le había disparado el SLP Gaviria Zemanate:

“(…) Resulta y acontece que pues, ya cuando suena todo, el soldado Gaviria que le había
disparado, le digo al soldado Gaviria: “hermano vea, usted no mató a ese man hermano, ese
muchacho está sufriendo hermano, mire como se revuelca”. El soldado Gaviria lo único que me
dice es: “no mi sargento, déjelo que ese man se muere ya. Tranquilícese usted, no le dé mente a
eso”, le dije “uy no, así no son las cosas”, entonces el soldado Gaviria: “pues dispárele usted mi
sargento, dispárele usted”. Pues yo ya viendo esa situación de ese muchacho cómo se revolcaba,
pues no sé, me dio… me dio ese sentido como de pésame de ver cómo estaba sufriendo ese
muchacho y pues yo disparé un tiro al muchacho, ahí ya tirado” 1009.

841. Gaviria Zemanate y Herrera Osorio coincidieron en que se manipuló la escena


para hacerla parecer producto de un combate. Sin embargo, el suboficial afirmó que la
labor de implantar armas y dispararlas la cumplieron los encargados de cada asesinato
(entre ellos el SLP Gaviria Zemanate), mientras que el soldado profesional explicó que
la labor de poner el arma en el cuerpo del joven cuyo asesinato cometió, la hizo el SLP
Quintero Quintero con un guante.

842. En ese momento, quienes participaron en los hechos probablemente no sabían


que habían asesinado a tres miembros de una misma familia que habitaba
recientemente la vereda El Batán. El señor Evelio Bermeo Meneses, padre de Evelio y
Leodan Bermeo López (dos de las víctimas, de 22 y 20 años), en entrevista dada a la

1007 Una parte fundamental en la explicación que dieron el TE León Campos y el SS Herrera Osorio de los
hechos cometidos por Catapulta 4 mientras lo comandaron, fue que los SLP, por su vasta experiencia en terreno
y la cantidad de años como combatientes, prácticamente manejaban el pelotón. El SS Herrera Osorio le contó
a la JEP la conversación que tuvo con los jóvenes detenidos: “[…] yo les dije: “¿caballeros ustedes que estaban
haciendo?” y ellos me dijeron: “no pues, nosotros habíamos cogido al expendedor de gas, nosotros queríamos
era coger plata y pues, pues una embarrada que hicimos y que no, que no se iba a volver a repetir”. Uno de
ellos, el mayor, le pregunté: “¿y ustedes qué hacen?”, que pues uno de ellos sí me dijo: “no, yo soy desertor de
la guerrilla llevo 14 años en la guerrilla y me deserte” los otros tres, me dijeron que también eran, que fueron
guerrilleros pero que eran desertores”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Annuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
1008 Ibidem. El SLP Gaviria Zemanate también ubicó al SLP Quintero Quintero dentro de los tiradores.

1009 Ibidem.

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FGN 2 días después de los asesinatos, le dijo al ente investigador que sus hijos se
dedicaban a labores agrícolas y que habían salido el 16 de febrero a las 5:30 a.m. a buscar
trabajo en dirección a la finca de su hermano (el tío de las víctimas) Cristóbal Bermeo
Meneses, en El Batán1010. La madre de Wilmer Bermeo Acosta de 19 años, otro de los
asesinados y primo de Evelio y Leodan, le dijo a la FGN el 20 de febrero que tres
semanas atrás habían comprado una finca en El Batán y estaban empezando a habitarla.
También afirmó que su hijo y sobrinos salieron de su casa a las 6 a.m. y hacia las 10 a.m.
escuchó un bullicio de vecinos que decían:

“(…) ‘por aquí están’, entonces luego llegó el ejército, pasó por el filo, yo escuchaba que decían
groserías, se escucharon disparos y una voz que decía que había dos y se quedaron quietos,
después fue la otra balacera con hartos disparos, yo nunca me imaginé que entre los muertos
estuviera mi hijo y mis sobrinos.”1011

843. El señor Cristóbal Bermeo Meneses en marzo de 2008 le dijo a la FGN que su hijo
y sobrinos fueron asesinados prácticamente en terrenos de la finca recién comprada y
que el día de los asesinatos escuchó gritos de personas que estaban siendo maltratadas.
El padre de Wilmer Bermeo Acosta también entregó información sobre sus sobrinos
Evelio y Leodan, de los que dijo que habían sido reclutados ilícitamente por la guerrilla
en Cauca, cuando tenían 14 y 12 años respectivamente, y que se habían entregado al
Ejército aun siendo menores de edad, tras escapar de las filas del grupo armado1012.
Herminia López Gómez, madre de Evelio y Leodan le aseguró a la FGN en 2009 que
tras la desmovilización sus hijos habían estado internados en un hogar de Bienestar
Familiar en Bogotá y que esto causó que la familia tuviera que abandonar el Cauca e
irse a vivir a Garzón1013.

844. En octubre de 2008, el señor Eliécer Meneses, familiar de los Bermeo, entregó
detalles sobre Rodrigo Dorado Bolaños de 26 años, la otra víctima en estos hechos.
Según le dijo a la FGN, Dorado Bolaños era originario de Patía, Cauca, pero había tenido
que dejar su hogar porque había asesinado a un joven. Sugirió que fue él quien
convenció a los Bermeo de participar en las acciones que desembocaron en su asesinato,
ya que habían sido hasta entonces jóvenes sin ningún tipo problemas o antecedentes
más allá de su desmovilización de las FARC-EP.

845. El levantamiento de los cadáveres de los jóvenes lo realizó el CTI que, según dijo
el SS Herrera Osorio, llegó a la zona hacia las 6 o 6:30 p.m. y extendió los procedimientos
hasta la noche, cuando necesitaron colaboración de la comunidad para sacar los cuerpos

1010 Fiscalía 22 Seccional de Garzón. Radicado 412986100591200800211. Obtenido en inspección judicial.


Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1011 Ibidem. La cercanía de la casa de los padres de Wilmer Bermeo Acosta con el lugar de los hechos fue

recalcada por los miembros de la familia Bermeo declarantes ante la FGN. Es probable que el SLP Gaviria
Zemanate también la haya confirmado cuando dijo que a unos 100 o 200 metros del lugar en donde se
encontraba la tropa con los jóvenes detenidos había una vivienda.
1012 Ibidem.

1013 Ibidem.

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de la hondonada1014. Según dijo el SLP Gaviria Zemanate, la tropa volvió al lugar del
que habían salido en la mañana, y el mismo día o al siguiente se les otorgó un permiso.
El soldado no recordó si la declaración en la JPM se dio antes o después del descanso
otorgado, pero sí que a la tropa se le dijo que debía declarar que los hechos habían
ocurrido tras un combate, cuando perseguían a los atracadores del camión de gas, y
que estos les habían disparado primero, versión que también se consignó en el informe
de los hechos1015. El TE León campos y el SS Herrera reconocieron ante la JEP su
participación en otros asesinatos ocurridos en 2008.

846. Por su parte, los hechos del 11 de septiembre en los que fueron asesinados Carlos
Mauricio Suarez Monje, José Adelmo Pillimué Caldón y William Tovar Quizá,
empezaron a desarrollarse cuando el comandante del BIPIG, TC Ricardo Andrés López
García, emitió el 8 de septiembre la ORDOP Serpiente, autenticada por el oficial S3, CT
Diego Fernando Díaz Torres1016. La orden tenía por objeto dirigirse -con un soldado
como guía- al sector de Los Tanques en La Plata para buscar contacto con una estructura
guerrillera con presencia en la zona. El mando sobre la tropa lo ejerció el TC López
García desde un puesto de mando ubicado en el Centro de Instrucción y Entrenamiento
de La Plata, en donde también se encontraba el oficial de operaciones del momento1017.

847. Para llevar a cabo el esfuerzo principal se destinó al pelotón Acorazado 3 y como
unidad de reserva a Bayoneta 1 con la comandancia del ST Juan Camilo Torres Niño.
Según dijo el oficial en su VV, tras dos días de avance sobre el objetivo sin establecer
contacto con el enemigo, se ordenó el retorno de la tropa hacia el Centro de Instrucción
y Entrenamiento en La Plata, de donde había salido:

“(…) automáticamente la orden que dieron en el programa fue que mi teniente [comandante de
Acorazado 3], no me acuerdo el nombre de él, me pasara al soldado, la linterna o el guía y que yo
me dirigiera a la vereda de Liévano que quedaba ahí cerca a la que es el municipio de Bélgica que
queda ahí como pegado, eso fue en las horas de la mañana, en el programa de la mañana, donde
nos dieron la orden (…) como a las 5 de la tarde, yo empecé a hacer movimiento hacia esa vereda
para que no nos cogiera tanto la noche”1018.

848. Los comparecientes aseguraron a la JEP que después de caminar durante todo el
día llegaron en la tarde a un lugar de la vía entre los corregimientos de Bélgica y Líbano

1014 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Annuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
1015 Fiscalía 22 Seccional de Garzón. Radicado 412986100591200800211. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


1016 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

413966000594200800616. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1017 El MY Tibaduiza dijo que creía que el S3 del momento era el CT William González Castillo. Sin embargo,

es probable que se haya confundido, puesto que quien aparece autenticando la ORDOP fue el CT Diego
Fernando Díaz Torres. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0490.
1018 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.

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e hicieron un alto para tomar un descanso. Durante la pausa, por el sector pasó a alta
velocidad una moto con dos jóvenes perseguidos por un grupo de personas con palos
y machetes. El cabo Carlos Ariel Morales Romero contó que hizo una maniobra que le
permitió salir más adelante en la vía y detener a los fugitivos:

“(…) esa fue mi reacción, arranqué, agarré mi fusil y cogí por un cerrito hacia la parte de arriba
de esa casa donde yo digo que había una molienda, tenía que subir un cerrito y bajar, en ningún
momento yo sabía que la carretera daba la curva y salía por debajo del cerrito, entonces me tiré
y me resbalé por donde había un alambrado, incluso me ralle un brazo, entonces yo le salí
adelante a los muchachos y les dije que por favor pararan y en esas salió el contrapuntero que
fue el soldado Lozano Jeison, él me apoyó, entonces ya los muchachos pararon en la moto, los
requisamos y llevaban un revólver” […]1019.

849. Según lo afirmado por los comparecientes, las personas que perseguían a los
jóvenes William Tovar Quizá y Carlos Mauricio Suárez Monje pertenecían a un cabildo
indígena y amenazaban con lincharlos puesto que los acusaban de robar, extorsionar y
amenazar a pobladores de la comunidad1020. En este punto empiezan discrepancias
leves pero significativas sobre los momentos siguientes en los que se decidió la suerte
de los capturados.

850. Por ejemplo, el comandante de la unidad, el ST Torres Niño le dijo a la JEP que
durante los procedimientos de captura y posteriores, él se encontraba atento al
programa radial del final de la tarde y por tanto no conoció las conversaciones que se
desarrollaron entre los soldados profesionales y la población civil y en las que se
empezó a trazar un plan para asesinar a los capturados1021. Por el contrario, el cabo
Morales Romero ubicó al ST Torres Niño en conversaciones con la comunidad, aunque
sostuvo que estas buscaban calmarla y evitar que hicieran daño a los detenidos 1022.
Según el suboficial, ni la detención ni la agitación de la comunidad fueron reportadas
al batallón, puesto que ya se había decidido asesinar a los detenidos1023.

851. Por su parte, el SLP Yeison Lozano Cerquera ubicó al ST Torres Niño en las

1019 En este punto existe una discrepancia con la versión del ST Torres Niño, puesto que este le dijo a la JEP que
al llegar a la zona la población ya tenía detenidos a los dos muchachos de la moto. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Ariel Morales
Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0288.
1020 Ibidem. Dijo que la población identificaba a los jóvenes con “(…) personas que le estaban causando daño a

esas veredas, que mantenían robando, que, extorsionando, que a uno lo habían amarrado con la familia, con
los hijos, que los había amarrado, amordazado, que les había robado plata (…)”.
1021 “(…) la población civil habló con uno de los soldados, no sé con cuál, y le dijo, le pidió que si…prácticamente

que los matáramos y que ellos nos apoyaban en tanto era con audiencias, declaraciones y nos brindaban las
armas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0272.
1022 “(…) nosotros en compañía de mi teniente y de mi persona y del puntero, contrapunteo tratamos de

convencer a la gente que por favor dejaran que nosotros solucionáramos ese problema, que no se fueran a
poner a agredir a estos jóvenes (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0288.
1023 Ibidem.

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conversaciones que desembocaron en decisiones cuestionables. En sus palabras, el


teniente se reunió con el cabo Morales Romero y un líder de la comunidad y de allí salió
la orden de extender la detención de los jóvenes. El oficial fue explícito al describir el
contenido de las conversaciones que condujeron a la decisión de los asesinatos, aunque
se sustrajo de ese escenario. Según contó a la Magistratura: “(…) la población civil habló
con uno de los soldados, y le dijo, le pidió que si…prácticamente que los matáramos y que ellos
nos apoyaban en tanto era con audiencias, declaraciones y nos brindaban las armas”1024. Añadió
que los soldados le dieron a entender que la unidad ya había participado en actividades
similares en ocasiones anteriores.

852. Según los comparecientes, en las conversaciones con la comunidad también se


obtuvo información sobre José Adelmo Pillimué, persona presuntamente asociada a los
jóvenes capturados. El SLP Lozano Cerquera dijo que: “(…) sale un informante (…) que
el alias que yo conozco es alias ‘Pocillo’ y el muchacho este le manifiesta al cabo [Morales Romero]
que él tiene un primo que tiene un revólver y que con ese revólver mantiene amenazando la gente
de por ahí y que con ese revólver ha cometido crímenes (…)”1025.

853. En sentido similar se manifestó el cabo Morales Romero, quien explicó que alias
Pocillo les indicó que José Adelmo Pillimué poseía un revólver con el que amenazaba a
integrantes de la comunidad y que había estado en la cárcel pagando una condena por
homicidio1026. Por su parte, el SLP Lozano Cerquera señaló que el orientador tenía
motivaciones personales para señalar al señor Pillimué, ya que mantenían una rencilla
y este le había amenazado de muerte1027. Debido a esto, el ST Torres Niño ordenó el
desplazamiento hacia la vereda Las Brisas, a la finca de Militino Santacruz, en donde
trabajaba y se hospedaba José Adelmo Pillimué1028, en un trayecto de entre 40 minutos
y una hora en el que alias Pocillo fungió de guía1029.

854. Según el cabo Morales Romero, el trayecto lo realizó una escuadra compuesta

1024 De hecho, dijo que los soldados: (…) llegaron a mí [y] me dijeron, mi teniente, tenemos acá un resultado
operacional, y yo cómo mijo, esto lo podemos hacer así y así y la población civil nos ayuda a esto, esto y esto,
nos ayuda a que, a que nos da el apoyo de las indagatorias, nos dan las armas, nosotros no tenemos que hacer
nada, si no matarlos (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.
1025 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270. El
ST Torres Niño dijo que: (…) fue cuando llegó un muchacho como de 17, 18 años de esa edad aproximadamente
que tenía un rasgo pues muy diferente y que le faltaba una oreja entonces le decían el pocillo (…).
1026 Tanto el cabo Morales Romero como el subteniente Torres Niño dijeron que esa información sobre el señor

Pillimué no fue verificada.


1027 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
1028 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

413966000594200800616. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1029 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0288.

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por el teniente Torres Niño, los soldados profesionales Lozano Cerquera, Arnold Cruz
Aguirre y Yimmi Oviedo Usma y él1030. Los comparecientes coincidieron en señalar que
en la casa se realizó una requisa sin orden judicial, y que en ese procedimiento hallaron
el revólver que el guía les había referido. Estos procedimientos fueron atestiguados por
un trabajador de la finca y su esposa, y según el TE Torres Niño, el cabo Morales Romero
profirió una amenaza a la pareja para que no denunciaran la detención del señor
Pillimué: “[…] el cabo se dirige a uno de los, con los que vivía, y le dice lo siguiente: ‘en boca
cerrada no entran moscos, que no le vaya a pasar lo mismo que le pasó o le va a pasar a su
compañero’ […]”1031.

855. El señor Rigoberto Pizo Ortiz, quien vivía con el señor Pillimué y presenció los
procedimientos de la tropa, al día siguiente de los hechos le dio pormenores a la FGN
mediante entrevista recogida por el CTI. Entre otras cosas, mencionó que conocía al
señor Pillimué desde años atrás, que era su socio en iniciativas agrícolas y que a las 9:30
p.m. del 11 de septiembre de 2008:

“(…) llamaron a la puerta y yo me levanté a ver qué era y se identificaron como el Ejército Nacional,
llegaron con la excusa de que si les daba permiso de quedarsen (sic) en la finca y que si les regalaba
agua (…) llegaron 8 hombres con el nuevo uniforme que tienen ahora y dos que estaban lejos de
la casa [probablemente alias Pocillo entre ellos] (…) Luego comenzaron a preguntar quienes vivían
ahí y yo les dije que mi esposa y el muchacho Adelmo y me preguntaron en qué pieza estaba y yo
les dije y ellos dentraron (sic) sin ningún permiso y le golpearon a la puerta y él salió “(…)1032.

856. Según lo manifestado por el testigo, el señor Pillimué fue sacado de la casa -
aparentemente atado de manos- y un grupo de integrantes del Ejército le dijo: “(…) vea
chino, agradézcale a su mujer y a sus hijos, porque si no también nos lo hubiéramos llevado;
ustedes por aquí en la vereda son unas gonorreítas (sic) (…)”; además, le amenazaron
diciéndole que en caso de denunciar los hechos, la tropa iría por él al día siguiente 1033.
Con el señor Pillimué detenido, la tropa inició el retorno hacia la zona en la que se
encontraban los otros dos capturados. El soldado profesional Lozano Cerquera le dijo
a la Magistratura que fue el cabo Morales Romero quien le dijo a la tropa que se iba a
asesinar a los detenidos y determinó cuáles soldados iban a provocar las muertes1034.

857. Para ese momento, la tropa ya tenía en su poder las armas que se les iban a
implantar a los cuerpos. Sin embargo, las distintas versiones al respecto podrían indicar
que la tropa se quedó con uno de los revólveres incautados. Por un lado, ante la FGN

1030 Ibidem.
1031 Ibidem.
1032 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

413966000594200800616. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1033 Ibidem.

1034 El compareciente indicó que: (…) el cabo Morales es el que imparte las ordenes, y dice, bueno, a mí me dijo,

váyase usted en la punta porque usted es el puntero y pues yo nada más recibí la orden me dijo como, usted
va adelante, entonces en la juega porque esos manes no se pueden escapar, entonces uno ya entendía, no era
necesario que le dijeran a uno lo que iba a pasar ahí (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Yeison Lozano Cerquera. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.

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el señor Rigoberto Pizo Ortiz1035 denunció que la tropa, además de llevarse su celular y
de haber incautado el arma que presuntamente pertenecía al señor Pillimué, se llevó
una escopeta hechiza calibre 32 de su propiedad. Sin embargo, la sentencia de 2014
estableció que los asesinados fueron presentados con dos changones y un revólver,
mientras que en las VV los comparecientes coincidieron en decir que se habían
incautado armas a José Adelmo y a los dos detenidos en la moto1036.

858. Poco antes de la medianoche se inició un movimiento de parte de la tropa con


los tres detenidos en busca del lugar donde se iban a producir los asesinatos. Fue el ST
Torres Niño quien de manera más clara entregó información sobre la designación de
quienes se iban a encargar de los asesinatos. De esta forma, le dijo a la Magistratura que:

“(…) el soldado Lozano, el soldado Cruz [Aguirre Arnold] y el Cabo Morales son los que están
implicados directamente en este proceso [y quienes dispararon a las víctimas]. El soldado Lozano
fue el que dio de muerte al occiso que fue el que sacamos [José Adelmo Pillimué], que él fue el que
se hizo adelante, que no se si iba a salir corriendo1037, fue cuando se disparó, y en el momento en el
que se disparó, el cabo Morales da de muerte al soldado [William] Tovar 1038 que creo que fue un
soldado Profesional y que se retiró, él fue el que dio de muerte y el soldado Cruz al otro occiso,
que no sé cuál es. Sé que Pillimué, pues el de adelante, Tovar fue el de la mitad, el otro no lo tengo
muy bien referenciado. Ellos fueron los que prácticamente dieron de muerte a eso, cuando sucedió
eso se separaron y pues yo me tocó ponerme los guantes y hacer que disparara para que quedara
pólvora en las manos, fueron los que prácticamente estuvieron en el suceso” 1039.

859. El SLP Lozano Cerquera le dijo a la Magistratura que tras las ráfagas iniciales
“(…) el soldado guía que llevaba un pasamontañas (sic) (y que) era un soldado regular, fue y
se les acerco a los tipos que estaban en el suelo y les disparó en la cabeza (…)1040. Por otro lado,
la Justicia Ordinaria, en sentencia de 2014, amplió el número de integrantes de la tropa
que produjo los asesinatos, ya que indicó que estaba compuesta por el TE Torres Niño,
el C3 Morales Romero y los profesionales Lozano Cerquera, Arnold Cruz Aguirre,
Paulo Alejandro Astaiza, Nencer Medina, Silfredo Argelio Meza y Yimmi Oviedo
Usma1041.

860. El ST Torres Niño realizó la implantación de las armas a los cuerpos -para lo que

1035 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
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1036 Ibidem.

1037 Este detalle del intento de escape de una de las víctimas lo confirmó el SLP Lozano Cerquera.

1038 La JEP tuvo noticia de que la víctima que prestó el servicio militar y fue profesional por unos meses en el

BIMAG fue Carlos Mauricio Suárez Monje.


1039 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.
1040 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
1041 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

413966000594200800616. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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usó los guantes quirúrgicos que hacían parte de la dotación del botiquín 1042- y ordenó
al ametrallador que realizara disparos al aire1043, tarea que le fue sugerida, según dijo en
su VV, por algún integrante de la tropa que parecía tener “conocimiento” de los
procedimientos necesarios para la simulación. A continuación, reportó al batallón que
su unidad había entrado en combate de encuentro:

“PREGUNTADO: usted a quién llamó a reportar ese hecho RESPONDIÓ al COT PREGUNTADO
con quién habló allá RESPONDIÓ no me acuerdo, ahí me recibieron el reporte y ahí fue cuando
me pasaron al tres y él fue el que me dijo, o sea, me recibieron el reporte, yo le reporté: entré en
combate de encuentro, dejé pasar como unos diez minutos y volví a reportar, le dije: hicimos un
registro y se encontraron tres presuntos guerrilleros y lo reporté y listo y ahí fue cuando, en el
transcurso en el que yo reporté el combate de encuentro a volver a contar el reporte de las bajas
fue cuando ya llegó el oficial tres que no recuerdo si era mi MY Tibaduiza 1044 y él fue el que me dijo
acordone el área, asegúrese de que no vaya a entrar nada y quédese ahí, que mañana a primera
hora van a llegar del CTI para hacer levantamiento (…)”1045.

861. A pesar de que la tropa conocía los nombres de los asesinados, el reporte al
batallón insistió en que se trataba de personas sin identificar1046. El ST Torres Niño
reconoció que las víctimas contaban con sus documentos de identidad, pero que los
ocultaron para evitar un escrutinio prematuro de parte de las familias de los asesinados.
Por otro lado, aunque el cabo Morales Romero negó que se presentaran tiros de gracia
a las víctimas, tanto el ST Torres Niño como el SLP Lozano Cerquera le dijeron a la
Magistratura que un rato después de haber cometido los asesinatos, una de las víctimas
quedó sentada en lo que parecía ser un acto reflejo, a lo que el cabo Morales Romero
reaccionó disparándole de nuevo1047:

1042 Acciones que, según el oficial, le fueron sugeridas por un soldado. Las armas se las habría entregado el
cabo Morales Romero. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0272.
1043 En este punto también se presenta una discrepancia, puesto que el cabo Morales Romero indicó que no se

llevaron a cabo acciones de simulación de combate que involucraran realizar disparos al aire.
1044 El MY Tibaduiza no reportó en su VV haber recibido dicha comunicación. Jurisdicción Especial para la Paz.

Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0490.
1045 Por el contrario, el SLP Lozano Cerquera dijo que el teniente Torres Niño reportó al batallón que las víctimas

hacían parte de la delincuencia común y no de la guerrilla. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Juan Camilo Torres Niño. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.
1046 “PREGUNTADO estas personas fueron reportadas como NN RESPONDIDO no recuerdo doctor, la verdad

no recuerdo si fueron reportadas como NN o … si tengo entendido que los dos muchachos se identificaron
con el nombre, ellos nos dijeron que era de por allí unas veredas de Garzón o Gigante una cosa así y el
muchacho Adelmo si sabíamos que se llamaba Adelmo PREGUNTADO pero lo reportaron como NN o lo
reportaron en esos términos que había dado de baja a esas personas con esos nombre RESPONDIDO no en el
momento de dar el reporte al batallón pues obviamente no sabían lo nombres porque no estábamos diciendo
la verdad ante el batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0288.
1047 “(…) se levantó, que lo cogió el cabo Morales y el cabo Morales desde la misma distancia le disparó para

que cayera (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0272.

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“(…) como media hora después de que todo había quedado en silencio, estábamos todos ahí y
estaban alumbrando con linterna, y media hora después uno de los sujetos se levantó y el cabo le
apuntó, yo vi que le disparó en la cabeza, también al único que no le habían disparado en la cabeza
era a él, como había mucha linterna alumbraron y cuando se levantó entonces el cabo le
disparó”1048.

862. Esto también lo ratificó el SLP Silfredo Meza Hernández en declaración ante la
FGN en 2013, en la que reconoció que los hechos fueron asesinatos por fuera de
combate. Según le dijo al ente investigador, entre 6 y 7 de la mañana presenció cuando
la víctima se sentó y el disparo de fusil que le propinó el cabo Morales Romero a entre
5 y 7 metros de distancia, acompañado de la expresión “perro malparido todavía estás
vivo”1049.

863. Esa misma mañana -según el cabo Morales Romero hacia las 8 u 8:30 a.m.1050- el
CTI realizó los levantamientos e hizo entrevistas con integrantes de la tropa y habitantes
de la comunidad. Según el profesional Lozano Cerquera, en estos procedimientos
existió coordinación entre la tropa y la comunidad para que los civiles reportaran que
en la zona se estaban presentando acciones delincuenciales1051.

864. A pesar de estas acciones que buscaban ocultar lo que había sucedido, el hecho
empezó a tener repercusiones desde esa misma mañana, como lo reportó el MY Ricardo
Iván Tibaduiza -para el momento de los hechos 2º comandante de la unidad-, que contó
en su versión voluntaria que en la mañana del día siguiente fue contactado por un
Procurador -no recordó si Delegado para Asuntos Indígenas o para DDHH- para
preguntarle por hechos ocurridos en la noche, en los que miembros del Ejército
Nacional habían sacado a una persona de su casa y la habían asesinado. El oficial dijo a
la Magistratura que se comprometió ante el funcionario a hacer averiguaciones puesto
que él no se encontraba encargado de la parte operacional, y le entregó el número
telefónico del comandante, TC López García1052.

1048 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
1049 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

413966000594200800616. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1050 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0288.
1051 “(…) se había hecho un acuerdo con esas personas que si ellos terminaban muertos, que si había personas

de la comunidad para que declararan, era para que declararan que esas personas estaban en la zona
delinquiendo para que vinieran varias personas a declarar, y en el levantamiento vinieron y tomaron unas
versiones la fiscalía tomo versiones de estas personas que declararon”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Yeison Lozano Cerquera. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
1052 A pesar de que no tenía el mando de la operación, el MY Tibaduiza reconoció haber sido quien ordenó que

la unidad retornara con precauciones hacia el Centro de Instrucción y Entrenamiento de La Plata, después de
no haber logrado el objetivo planteado por la ORDOP. Por su parte, el TC López García no reportó en su VV
haber sido llamado por funcionarios públicos en días posteriores a los asesinatos. Jurisdicción Especial para la

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865. A la unidad fundamental se le dio la orden de dirigirse a una vereda aledaña


donde fue recogida por camiones y conducida al Centro de Instrucción y Entrenamiento
de La Plata, de donde había salido días antes a la ejecución de la operación. Según dijo
el ST Torres Niño, una vez en la unidad, recibieron “(…) la felicitación del comandante del
Batallón, la felicitación de la Brigada, no más. PREGUNTADO ¿cómo fue eso de la
felicitación? RESPONDIÓ no pues, la felicitación con la orden del día”1053. Esto lo ratificó el
TC López García quien le dijo a la Magistratura que:

“(…) el Pelotón llegó ahí a la Plata, con ellos sí me acuerdo de que hablé y los formé y les pregunté
por los hechos, sí me acuerdo claritico [sic] y les pregunté cómo fueron y qué había pasado, y me
explicaron lo que estoy diciendo [que los hechos se presentaron en un combate de encuentro], no
me dijeron absolutamente nada más diferente; “sí mi Coronel, vinimos, usted nos ordenó
movernos para allá e íbamos allá y en la noche habían 3 personas, nos dispararon, nosotros
reaccionamos” y bueno, eso me contó el teniente y algunos soldados que estaban ahí en presencia,
a ese Pelotón les di permiso ahí mismo, de eso sí me acuerdo” 1054.

866. Según el alto mando del batallón, el permiso debió consistir en entre 12 y 15 días
de asueto. El SLP Lozano Cerquera precisó esto cuando le dijo a la JEP que “(…) como
en todas las operaciones, cuando llegan las vacaciones le agregan unos días más para salir de
permiso”1055. Sin embargo, el cabo Morales Romero negó que este fuera un incentivo para
llevar a cabo los asesinatos1056, a pesar de que el mismo suboficial reportó que la tropa
se encontraba en una dinámica muy intensa de trabajo y que por eso se encontraba en
el Centro de Instrucción y Entrenamiento desde unos 3 o 4 días antes de los hechos, ya
que: “(…) habíamos llegado de otra operación en Inzá, Cauca, y estábamos haciendo labores de
mantenimiento, los muchachos lavaron la ropa, el equipo, estábamos comiendo bien porque
habíamos llegado de una operación donde no comimos mucha ración, entonces estábamos
intentando recuperarnos un poco”1057.

867. Por último, la tropa coordinó el contenido de las declaraciones que entregaron a
las autoridades judiciales y disciplinarias del Ejército Nacional. Quienes declararon lo
hicieron impelidos por los comandantes de la unidad y teniendo en cuenta que se
intentaba responder a la conformación y ubicación en terreno de la tropa. Por ejemplo,

Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ricardo Iván Tibaduiza
Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0490.
1053 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Juan Camilo Torres Niño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.
1054 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
1055 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
1056 “(…) PREGUNTADO: para tomar esta decisión de matar a estas personas incidió, tal vez, no sé, una

expectativa de un beneficio o un incentivo por presentar un resultado. RESPONDIDO: no doctor, para nada,
en ningún momento pensamos en un beneficio o que permisos, no para nada, pues que nos íbamos a beneficiar
con un permiso, no, para nada”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Ariel Morales Romero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0288.
1057 Ibidem.

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el SLP Lozano Cerquera comentó que en su caso era necesaria su declaración puesto
que era el puntero; según planteó en su VV, el ST Torres Niño le dijo: “(…) nosotros
quedamos en la primera escuadra entonces la primera escuadra es la que tiene que declarar,
entonces declara usted y usted como normalmente tendría que ir el orden de patrullaje”1058.

868. Los hechos de febrero y septiembre de 2008 mostraron lógicas muy similares
como fueron la participación de civiles o la actuación relativamente espontánea de las
unidades militares desplegadas en las áreas de operaciones. En ambos casos, las
unidades fundamentales que provocaron los asesinatos se vincularon a procesos de
señalamiento de las víctimas que estaban en marcha por parte de las comunidades. Por
tanto, fallaron en su misión de protección de los ciudadanos y, por el contrario,
encontraron en la actitud de integrantes de las comunidades justificaciones para actuar
ilegalmente. Los hechos también mostraron diferencias significativas: mientras en los
de febrero actuaron integrantes del Ejército Nacional ubicados en lugares distintos de
la estructura militar del BIPIG; en los de septiembre fue la tropa la que se proveyó de
todos los elementos necesarios para producir los hechos.

869. Adicionalmente, por sus similitudes, relativa cercanía en el tiempo y por algunas
declaraciones de los comparecientes, estos hechos indican que este tipo de actuaciones
ilícitas no eran inusuales, sino que existía un conocimiento previo de las formas en las
que se debían provocar asesinatos por fuera de combate y otorgarles una apariencia de
legalidad. Esta práctica no lo tenían solo las tropas desplegadas en terreno, sino también
integrantes de las oficinas de Operaciones e Inteligencia, como se vio más claramente
en los hechos de febrero.

870. Por otro lado, estos hechos presentan una característica compartida con los
eventos contenidos en los tres patrones de esta decisión, a saber: la desproporción de
fuerzas entre el Ejército Nacional y las víctimas. Esta desigualdad se expresó, entre otras
cosas, mediante el tipo de armamento que se reportaba en poder de los asesinados y en
hechos en los que la letalidad del enemigo era casi total -la Magistratura conoce de siete
víctimas sobrevivientes y 200 asesinadas-, mientras que la de las propias tropas era
nula: se sabe solo de un soldado herido en los 108 hechos priorizados por la Sala1059. Los
altos mandos de las unidades militares investigadas nunca cuestionaron este rasgo
presente en la casi totalidad de hechos que se les reportaban como combates y
resultados operacionales.

871. Así mismo, ambos casos revelan una sólida coordinación: la comunicación de
comandantes de brigada con comandantes de batallón que se convierten en órdenes de

1058 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
1059 El sobreviviente de los hechos en los que resultó herido el soldado dijo en Audiencia de Observaciones que

la herida fue infligida por los mismos militares para dar credibilidad a unos hechos que desde el principio
fueron cuestionados por tratarse de víctimas policías activos y retirados (ver Infra: Caso Ilustrativo 3: los
homicidios y las desapariciones forzadas de Jesús Bermúdez Acosta, Óscar Javier Moreno Urazán, Fredy
Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Dagoberto Charry Osorio y la tentativa de homicidio de José
Yesid Farfán Ortiz).

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operaciones verbales; la autonomía entregada a los pelotones desplegados en terreno


en asuntos básicos como el transporte; la comunicación con integrantes del batallón y
su respuesta para tener acceso al material necesario para presentar falsas muertes en
combate, entre otros. En casos como este, la tropa se sirvió de las acciones de la
comunidad, sino que para cometer asesinatos y presentarlos como resultados
operacionales.

6.3. Caso ilustrativo 3: los homicidios y las desapariciones forzadas de Jesús


Bermúdez Acosta, Óscar Javier Moreno Urazán, Fredy Castillo Arcila, Jaime
Alberto Rodríguez Amaya, Dagoberto Charry Osorio y la tentativa de
homicidio de José Yesid Farfán Ortiz.

872. El 5 de marzo de 2007, en la vereda El Encanto de Pitalito, miembros del tercer


pelotón de la compañía Berlín (Berlín 3), asesinaron a los pensionados de la Policía
Nacional Jesús Alfredo Bermúdez Acosta y Óscar Javier Moreno Urazán; al expolicía
Fredy Castillo Arcila; y a los policías activos Jaime Alberto Rodríguez Amaya y
Dagoberto Charry Osorio. Estos hechos se inician cuando, según la documentación
operacional recabada por la Sala, se movilizaron tropas del BIMAG con el objeto de
“(…) neutralizar [a] integrantes de la Cuadrilla XIII y demás organizaciones armadas al margen
de la Ley que estaban delinquiendo” en la zona1060, y se emitió la orden fragmentaria No. 38
MISIL de la orden de operaciones LUMINOSO, que tenía por objeto poner en marcha
una “misión táctica de destrucción utilizando la maniobra de emboscada”1061.

873. Posteriormente, en el marco de la ejecución de la orden fragmentaria, el


comandante de Berlín 3, sargento Eduardo López Patiño, informó que el 5 de marzo de
2007 la tropa estableció un puesto de observación en la vía y que a las 9:30 pm entraron
en combate, cuando:

“(…) un carro y detrás 02 motocicletas las cuales redujeron la velocidad a la altura del kilómetro
102 se regresaron nuevamente quedando frente al puesto de observación, descendieron del
vehículo y de las motos (…) el soldado profesional PEREZ CASTRO DEIGER les gritó la proclama
‘alto somos tropas del Ejército Nacional’ a lo cual los sujetos respondieron con disparos hiriéndolo
en las piernas, la tropa reaccionó ante la agresión presentándose un intercambio de disparos que
duró aproximadamente 5 minutos (…) posteriormente se realiza el registro del sector de los hechos
encontrándose los cuerpos sin vida de 05 sujetos muertos en combate los cuales portaban armas
cortas y los vehículos en los cuales se movilizaban1062.

874. En versión voluntaria ante la JEP, el entonces mayor Omar Osvaldo Ojeda Oliva
aseguró que la planeación de la operación se inició cuando el comandante del batallón,
teniente coronel Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, le dijo que “una NPR del Putumayo
(…) trae coca y que van a salir unos bandidos a robar esa coca, a parar el carro y robarse esa

1060 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Informe de los hechos del 6 de marzo de 2007. Obtenido en
inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1061 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Orden fragmentaria No. 38/MISIL a la orden de operaciones

LUMINOSO del 5 de marzo de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1062 Ibidem.

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coca”, a lo que él respondió “claro mi coronel hay que montarle una emboscada, un puesto de
control, etcétera”1063. Otros versionados también mencionaron leves diferencias en lo que
se les comunicó respecto a las personas contra las que se dirigía la operación. Por
ejemplo, el soldado profesional Sandro Alexander Trujillo dijo que a la tropa se le
informó que el objetivo de la misión era atrapar a una banda delincuencial1064.

875. Sin embargo, el señor José Yesid Farfán Ortiz, único sobreviviente de los hechos,
manifestó que ninguna de las víctimas pertenecía a bandas delincuenciales, sino que se
trataba de pensionados y miembros activos de la Policía Nacional, que habían sido
contratados “(…) para realizar una escolta de dinero desde la ciudad de Pitalito hasta la ciudad
de Neiva”1065.

876. Por otro lado, antes de que se produjeran los asesinatos Berlín 3 se dividió en tres
escuadras distribuidas en la vía y lideradas por el sargento viceprimero López Patiño,
el cabo segundo Moreno y el cabo segundo Duarte Osman1066; según dos
comparecientes que se pronunciaron sobre los hechos, el primer grupo de soldados -
liderado por López Patiño- participó en un cruce de disparos iniciado por las
víctimas1067. No obstante, el señor Farfán Ortiz, manifestó que fueron los militares
quienes empezaron el ataque y que durante este ignoraron las súplicas y rendición de
las víctimas:

“Estas personas [los atacantes] no les manifestaron si eran personal del Estado pertenecientes a las
fuerzas armadas u otro grupo al margen de la ley. Luego YESID escuchó disparos de fusil y
escuchó también cómo CHARRY les manifestaba que no los fueran a matar, que pertenecían a la
policía y que ellos se entregaban, igualmente lo hacía el patrullero RODRÍGUEZ. Estas personas
capturaron a CHARRY, BERMÚDEZ, ÓSCAR RODRÍGUEZ y al informante vivos,
posteriormente, solamente [sic] alcanzaba a escuchar YESID que los torturaban, que los

1063 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1064 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Sandro Alexander Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0481.
1065 Jurisdicción Especial para la Paz. Audiencia de observaciones de las víctimas. Caso 03 Subcaso Huila. 16 de

mayo de 2022. En: https://www.youtube.com/watch?v=2Uzc9O0doD4.


1066 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Sandro Alexander Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0481.
1067 “Subieron hasta la parte alta, dieron la vuelta, apagaron las luces, y se regresaron hacia ese sitio. Se bajaron

de ahí y se escuchaba voces, que decían: ‘Es por aquí, es por aquí, hágale que es más adelante’. En ese momento
nos pusimos pilas porque pensamos que de pronto era un atraco, que iban a matar a alguien o que estuvimos
pendientes de la reacción que fuera a tomar el equipo que estaba a mano izquierda, cuando escuchamos fue la
voz de un soldado que le gritó la proclama, por allá, que somos el Ejército. Cuando dos disparos, de arma
corta, el soldado de apellido Pérez es cuando él grita: ‘Maricas, me dieron, me dieron’. Entonces cuando
nosotros reaccionamos, salimos del sitio donde estábamos hacia la carretera, y fue cuando nos comenzaron a
disparar y hubo intercambio de disparos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0238. “(…) Por esos momentos se escucha un grito de “alto somos
el ejército” no supe quién fue el que lo gritó, pero fue del equipo que estaba en esa parte de la trocha, se
escucharon disparos de arma corta y luego disparos de fusil. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Wilson Orrego Noreña. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237.

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amenazaban y escuchaba como el patrullero RODRÍGUEZ les gritaba en repetidas ocasiones a


estas personas que no los fueran a matar, de ahí en adelante se escucharon muchos disparos de
fusil”1068.

877. Según dijo uno de los comparecientes involucrados en los hechos, luego de los
asesinatos se llevaron a cabo acciones para ocultar las identidades de las víctimas: el
profesional César Augusto Vásquez Ordoñez reconoció que al registrar los cuerpos
encontró documentos que los identificaban como policías, y que al informar la novedad
al mayor Ojeda recibió la orden de desaparecer los documentos:

“Yo me fui registrando, me fui alumbrando, alumbrando, cuando encontré un cuerpo sin vida,
enseguida había otro. Yo, automáticamente, lo primero que observo son unos carnés, decía que
portaban de la Policía Nacional. Yo en el momento le informé al cabo. El cabo me dijo: ‘llame al
mayor’, yo llamé al mayor y le dije: ‘Mi mayor, estos manes son policías, mire esto’ […] El Mayor
me dio la orden de quitarle los carnés y que los botara ¿por qué? No sé. Me dijo: ‘Vásquez, coja
los carnés y bótelos’. Ese es mi delito de haber hecho eso, pero él me dio la orden, igualmente, yo
cumplí”1069. (negrillas subrayadas)

878. Según el profesional José Wilson Orrego Noreña, el levantamiento de los cuerpos
lo realizó el CTI y la tropa se hizo merecedora de una felicitación una vez llegó al
Batallón1070. Sin embargo, los familiares de las víctimas alegaron la ilegalidad de los
hechos desde el 6 de marzo -solo un día después de los asesinatos- cuando José Yesid
Farfán los contactó telefónicamente para narrarles lo sucedido1071. Además, casi dos
meses después de los hechos (a finales de abril) en la documentación del Ejército
Nacional que sustentaba el pago por información de $2.500.000 al señor Hernando
Méndez Carvajal, las víctimas eran presentadas como “terroristas integrantes de las
nuevas bandas criminales al servicio de organizaciones narcoterroristas”, o como “bandidos
(…) integrantes de las bandas delincuenciales”1072, a pesar de que, según dijo el entonces TC
Rodríguez Sánchez en su versión voluntaria, desde el día siguiente supieron que los
asesinados eran policías y expolicías1073.

1068 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
415516000597200780421. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1069 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0238.
1070 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Wilson Orrego Noreña. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237.
1071 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200780421. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1072 Ejército Nacional. Quinta División. Novena Brigada. Cheque de pago por información del 26 de abril de

2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1073 El alto oficial dijo al respecto: PREGUNTADO: (…) Mi pregunta es general, ¿por qué se pagó por

información con el concepto de 5 terroristas integrantes de las bandas, cuando desde el principio, en lo que
usted nos dice en su línea de tiempo, se sabía que eran policías desde el día posterior a los hechos?
RESPONDIÓ: Sí señor magistrado, tiene razón, ese pago no lo hace el batallón lo hace es la brigada, entonces
no sé en qué [se] sustentó para hacer ese pago, que lo hace, eso es por pago de información y lo hace el B2 de

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879. Por último, ni la justicia militar ni la ordinaria llegaron a resoluciones aceptables


para las familias de los asesinados, y tampoco las demandas administrativas llegaron a
buen puerto, puesto que en 2015 fueron negadas las pretensiones de reparación directa
que interpusieron1074. En materia penal el caso continúa en fase de indagación
preliminar1075

880. En este hecho se evidenció cómo se diseñaban operaciones ofensivas,


supuestamente en marco del DIH y del DIDH, en el BIMAG con base en información
de inteligencia de muy baja calidad. Así mismo, la Sala determinó que, en este como en
otros casos, la información de inteligencia que se obtenía por parte de la sección de
inteligencia no fue verificada y por lo tanto no era suficientemente creíble para el tipo
de operación que se ordenó, ya que tanto el perfil y como el actuar conocido de las
víctimas no concuerda con lo descrito por sus familias ni con su trayectoria policial.

881. Además, en la ejecución de la operación se evidenció, de manera similar a la


mayoría de los eventos comprendidos en los patrones analizados en esta decisión, que
las muertes se justificaron por un combate iniciado por las víctimas. Sin embargo, la
declaración del único sobreviviente de los hechos contradice este elemento, ya que dijo
que fueron emboscados y que las víctimas se sometieron al control de la tropa con el fin
de no ser lesionados, aunque eso no evitó su asesinato. Finalmente, en el hecho se
observaron acciones de encubrimiento que buscaban ocultar la identidad de los
asesinados con el objeto de retrasar la identificación de las víctimas.

6.4. Caso ilustrativo 4: los homicidios de José Aristides García, Faiber Cuellar y
Diego Ferney Sierra.

882. El 5 de enero de 2007, en la vereda Puerto Alegría de Garzón, miembros del


pelotón Catapulta 4 del BIPIG, asesinaron a José Arístides García y Faiber Cuéllar y
produjeron lesiones a Diego Ferney Sierra. En el informe de patrullaje el teniente Jesús
Mauricio Jiménez Botina explicó que la tropa se encontraba realizando registro de la vía
cuando escucharon “(…) unos murmullos cuando empezamos a acercarnos para verificar
quienes eran nos empezaron a disparar, de inmediato se reaccionó maniobrando de una manera
rápida, resultando muertos [sic] en combate dos (2) sujetos NN, incautándole el siguiente
material 01 revólver calibre 38, 01 pistola calibre 7,65, 01 granada de mano, 02

la brigada, de la novena brigada señor magistrado, entonces es, tocaría [ver] en qué documentación ellos
plasmaron para colocar eso (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0484.
1074 Fiscalía 76 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado

415516000597200780421. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1075 Ibidem.

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pasamontañas”1076. Los militares reportaron que los dos civiles asesinados eran
integrantes de organizaciones delincuenciales.

883. No obstante, el entonces CT Luis Carlos Aguilera Quintero, oficial de inteligencia


en la época de los hechos, explicó en su versión voluntaria que el informe de patrullaje
no reflejó lo realmente sucedido y que, en realidad, los hechos empezaron a
desarrollarse a finales de diciembre de 2006, cuando el señor Hernando Méndez
Carvajal, alias “Chamo” (quien ya habría trabajado como informante del batallón de
Pitalito), acudió al comandante del batallón, TC Carlos Yair Salamanca Robles, para
“(…) ofrecer su servicio o sus servicios, para decir que él podía aportar también a la consecución
de resultados”1077. En consecuencia, el comandante del batallón lo remitió con el oficial
de inteligencia, al que alias Chamo en reunión posterior le propuso que por medio de
otro civil llamado Luiyi Alberto Henao Cuéllar, captaría, trasladaría y entregaría a 3
personas a la tropa, afirmando que con esto “(…) se pueden presentar como muertos en
combate”1078.

884. El CT Aguilera Quintero también aseguró que fue el informante quien escogió a
las víctimas y que afirmó que contaban con antecedentes judiciales1079. Esto es relevante
porque, según el compareciente, no se podía escoger “o entregar alguna persona que no
tuviera ningún tipo de antecedentes o que no, digamos, representara ningún, digamos, como lo
digo yo, que no fuera una persona que fuera creíble que fuera a hacer una actividad
delincuencial”1080.

885. Además, el oficial contó a la Magistratura que el informante señaló el lugar y el


momento en el que entregaría a las víctimas, mientras que él se encargó de organizar a
la tropa para realizar un retén en la zona de La Jagua, designando para ello al TE Jesús
Mauricio Jiménez Botina, conforme a las órdenes dadas por el TC Salamanca: “(…) mi
coronel Salamanca, ya tenía conocimiento, él también da la orden y dice eso hágalo con Jiménez,
entonces que Jiménez vaya con una escuadra para que haga ese trabajo”1081.

886. No obstante, el teniente Jiménez Botina en su VV aseveró que el capitán Aguilera


Quintero no le indicó el plan real, sino que debían alistarse y trasladarse hacia el lugar

1076 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Informe de patrullaje del 6 de enero de 2007, misión táctica
ESPADA III. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1077 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1078 Ibidem.

1079 Ibidem. Al ser indagado sobre si en el batallón se contaba con algún perfil para las víctimas, contestó: “(…)

Porque este muchacho con el que él hablaba [Luiyi] le había dicho que ellos tenían antecedentes, fue tal vez la
única referencia que le dieron, y él le dijo al comandante “mire, estos muchachos tienen antecedentes”, porque
tal vez en eso, eso era una pregunta que en ese momento le hacia el comandante del batallón no solamente a
él sino a alguna otra persona que fuera a suministrar alguna información si era de ese tipo él preguntaba
“bueno, ¿y este muchacho que tiene?, tiene antecedentes o alguna cosa?”.
1080 Ibidem.

1081 Ibidem.

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de los hechos porque había “una banda que estaba atracando sobre el sector de la vía de Puerto
Alegría”1082. Además, dijo que fue en el lugar de encuentro que el capitán le ordenó
asesinar a las víctimas. Este movimiento de tropa tuvo todo el sustento legal de la
operatividad militar a través de la orden de operaciones No. 0021/2007 ESPADA III1083,
aunque de antemano se sabía que iba a producir asesinatos para ser presentados como
muertes en combate.

887. Los familiares de las víctimas también han entregado información sobre las
últimas horas de sus seres queridos. La madre de una de ellas manifestó que, en horas
de la tarde del 4 de enero de 2007, su hijo se fue en un Renault rojo “(…) con engaños al
corregimiento de La Jagua, con el propósito de traer unas remesas”1084. Esto fue confirmado en
una de sus declaraciones por Diego Ferney Sierra, único sobreviviente en estos
hechos1085, quien a su vez afirmó que, en el trayecto al lugar de los asesinatos, el señor
Henao Cuéllar los invitó a fumar marihuana. Aguilera explicó que “después de eso ya
cuando estaban en cierto estado de, pues, bajo esas sustancias psicoactivas, se dirigen en el
vehículo en dirección hacia donde estaba la tropa”1086. Esto indica que José Arístides García,
Faiber Cuéllar y Diego Ferney Sierra se encontraban bajo los efectos de estupefacientes
cuando la tropa interceptó el Renault 4 en La Jagua y los retuvo. En el vehículo se
encontraron las armas que Henao Cuéllar llevaba para ser utilizadas en la simulación
del atraco y el combate1087.

888. Henao Cuéllar y el CT Aguilera Quintero abandonaron la zona -este último con
destino al batallón- una vez detenidas las víctimas. Por su parte, la tropa las subió en el
camión en el que se trasladaban y tomó rumbo hacia el sector de Puerto Alegría porque
“se aprovechó [sic] las informaciones que había sobre ese sector para articularlo con la actividad
que se iba a realizar en esa noche”1088. En el trayecto las víctimas fueron puestas boca abajo,

1082 . Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1083 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Orden de operaciones 0029/ 2007 ESPADA III. No. 0108/DIV5-

BR9-BIPIG-S3-OP. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235, El propósito de dicha Ordop era ejercer “(…) control militar de área activo con el
objetivo de neutralizar las pretensiones de los grupos narcoterroristas de la cuadrilla Teófilo Forero y Tercer
Frente ONT FARC (…) evitar la movilidad del enemigo, negándole el acceso a las áreas estratégicas y tácticas
logrando separar a la población civil de la zona ocupada”.
1084 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “De la impunidad a la

verdad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila. Incorporado al expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1085 Declaración de Diego Sierra ante el Fiscal 21 Seccional en la ciudad de Garzón, 5 de enero de 2007.

1086 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1087 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1088 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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les prohibieron comunicarse entre ellas y las golpearon al intentar hacerlo1089.

889. A los tres detenidos les dijeron que los trasladaban al batallón, pero al llegar al
sector de Puerto Alegría el automotor se detuvo y la tropa bajó a Diego Ferney;
aproximadamente 20 metros más adelante descendieron a otra de las víctimas y a una
distancia similar bajaron a la última1090. Frente a cada uno de los detenidos se ubicaron
dos soldados y el teniente Jiménez Botina ordenó disparar, ocasionando la muerte de
los señores José Arístides y Faiber e hiriendo a Diego Ferney, quien a pesar de las
heridas pudo escapar de los militares y trasladarse a Garzón donde avisó a la Policía y
a la personería de lo ocurrido1091. La Policía lo condujo hacia el hospital San Vicente de
Paul de Garzón y le brindó protección en su casa durante una semana. El diario La
Nación de Neiva reportó los hechos el día siguiente mencionando que habían sido
abatidos dos “presuntos delincuentes”, mientras otro -identificado con nombre
completo en el artículo- se encontraba siendo atendido en una unidad de urgencias1092.

890. En la madrugada del 5 de enero, el teniente Jiménez Botina se comunicó con el


CT Aguilera Quintero y el TC Salamanca Robles a quienes les notificó de la fuga de
Sierra y la muerte de García y Cuéllar1093. Luego de horas de búsqueda de Diego Ferney,
a las 2:00 de la mañana el teniente Jiménez detuvo el registro de la zona y el capitán se
comunicó con el CTI para que hiciera el levantamiento de los cuerpos y su traslado a
Garzón.

891. En este hecho, el TE Jiménez coordinó las declaraciones de los soldados para que
fuesen coherentes con el informe de patrullaje. En esta oportunidad, los integrantes del
pelotón que participaron en los hechos no recibieron felicitaciones porque la noticia del
sobreviviente fue difundida en los medios locales, sin embargo, “esas muertes muy
seguramente se les contabilizaron para al final del año tenerlos en cuenta si salían en diciembre
nuevamente”1094. A su vez, el batallón le pagó al informante Hernando Méndez Carvajal
la suma de un millón trescientos mil pesos (1´300,000) por la información aportada, por
cuanto se consideró que condujo al éxito de la misión1095.

892. Por último, tanto Jiménez Botina como Aguilera Quintero reconocieron su

1089 Declaración de Diego Sierra ante el Fiscal 21 Seccional en la ciudad de Garzón, 5 de enero de 2007.
1090 Ibidem.
1091 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1092 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “De la impunidad a la

verdad” – Informe sobre ejecuciones extrajudiciales en el Departamento del Huila. Incorporado al expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1093 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1094 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1095 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Acta de certificación No. 008. REG AL FOL No. 29. Obtenido en

inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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responsabilidad en los hechos y, aunque el comandante Carlos Yair Salamanca afirmó


que no recordaba lo sucedido, hizo un reconocimiento general de responsabilidad por
su falta de vigilancia y control1096 sobre los soldados bajo su mando1097.

893. En este hecho se evidenciaron aspectos identificados por la Sala como


característicos de las acciones de los integrantes del Ejército Nacional entre 2005 y 2008.
Algunos de ellos fueron la utilización de civiles como informantes y reclutadores; el
diseño de operaciones que buscaban explícitamente producir muertes para ser
presentadas como bajas en combate; el pago por informaciones que se hizo a civiles que
posibilitaban los hechos victimizantes; o el involucramiento de todos los niveles de la
jerarquía militar en los hechos.

6.5. Caso ilustrativo 5: el homicidio de Albeiro Hernández Cerón y la tentativa de


homicidio de Aladino Ríos Sánchez.

894. El 15 de agosto de 2007 en la vereda San Vicente1098 de Isnos, miembros de Berlín


2, en desarrollo de la Misión Táctica 115/Apolo 2, la cual consistió en la neutralización
mediante maniobra de golpe de mano1099, ejecutaron extrajudicialmente a Albeiro
Hernández Cerón y causaron graves lesiones a Aladino Ríos Sánchez. Según el informe
entregado por el comandante del pelotón, Julián Andrés Calderón Motta, el 14 de
agosto a las 11:00 pm:

“(…) recibieron información por medio de conductores de camiones y de servicio público de un


retén ilegal a la altura de la vereda Silvania, luego de informar al comando del batallón (…)
llegando al lugar se observa un personal extraño sobre la vía, se hace la proclama de Ejército
Nacional a los bandidos a lo que responden con fuego, la tropa reacciona y se logra dar muerte
en combate a un sujeto integrante de las milicias bolivarianas de la cuadrilla 13 de la ONT-
FARC1100”.

1096 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0493.
1097 Actualmente, el caso es conocido por la justicia ordinaria en un proceso ante el Juzgado Tercero

Administrativo de Descongestión, el cual se encuentra en la etapa de fallo. En el ámbito penal hubo dos
procesos, en el primero el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado con Funciones de Conocimiento
de Neiva - Huila absolvió en primera instancia a Luiyi Alberto Henao Cuellar por los delitos de homicidio en
persona protegida, en concurso homogéneo y en concurso heterogéneo con el de tentativa de homicidio en
persona protegida (Rad. 4129860000002011-00003-00). El segundo proceso aún se encuentra activo en la
Fiscalía 115 de la Dirección Especializada contra las violaciones a los DDHH de Neiva, No. Proceso
412986000591200780009 en contra de Jesús Mauricio Jiménez Botina, José Daniel Ortega Guerrero, Hernando
Méndez Rodríguez, Jesús Hernando Silva Ordoñez, Diego Fernando Trujillo Torres, Darlo Polo Trujillo,
Yirome Muñoz Meneses, Luis Carlos Aguilera Quintero y José Raúl Torres Morales, por homicidio.
1098 En esta vereda también tuvieron lugar los hechos narrados en el primer caso ilustrativo del segundo patrón

que se expone en este Auto. Sobre la misma se incluyó la declaración de un compareciente que señaló que
entre 2005 y 2007 la población de la zona apoyaba al Ejército Nacional (ver: Supra Caso ilustrativo: los
homicidios de Miller Blandón, Juan Diego Martínez y Álvaro Hernando Ramírez).
1099 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Misión Táctica 115/APOLO 2 de la orden de operaciones

“EBANO”. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1100 Ibidem.

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895. En el informe de los hechos se mencionó que entre los sospechosos que
escaparon estaba el señor Aladino Ríos. Por otra parte, se manifestó que, durante el
levantamiento de los cuerpos, la población civil del sector y transportadores
confirmaron actividades previas de delincuencia en la zona y se quejaron ante los
funcionarios del CTI por hurtos y retenes ilegales en el sector1101.

896. Más de un mes después de los hechos, el 28 de septiembre de 2007, el


comandante del BIMAG, TC Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, solicitó al comandante
de la BR09 “(…) el apoyo de un millón quinientos mil pesos de gastos reservados mes de octubre
para el pago de resultados operacionales por miembros de la red de inteligencia e informantes
causales”1102. Tal solicitud se justificó por la obtención de dos resultados operacionales,
entre ellos el realizado el 15 de agosto de 2007.

897. Ahora bien, pese a la descripción que antecede, en las versiones voluntarias
rendidas ante la JEP, los señores Franklin Rueda, Fabio Guzmán, Julián Andrés
Calderón y Alexander Cabanillas Salinas dieron cuenta de la ilegalidad de los hechos.
El comandante del pelotón, teniente Julián Andrés Calderón, relató que en la etapa de
planeación, 2 o 3 días antes de los hechos, el jefe de operaciones del batallón, el MY
Omar Oswaldo Ojeda Oliva lo contactó y le manifestó que:

“(…) el personal del 2 le va a llevar el paquete para que usted haga el trabajo, usted lo único que
tiene que hacer es realizar el trabajo, ellos le van a poner allá todo para que usted no más baje con
la tropa, haga su finta de engaño, en ese momento la finta de engaño era poner unos soldados para
que atracaran unos carros y después decir que ellos eran los atracadores, esa era la finta de engaño,
y que el personal del 2 llegaba allá a cuadrar el resto1103.

898. Este compareciente realizó las coordinaciones con los soldados del pelotón, entre
ellas, la colecta de dinero para comprar el armamento con el que se simuló el atraco y
el combate1104. El día de los hechos, el mayor Ojeda Oliva contactó al teniente Calderón
y le indicó que: “(…) esta noche, aproximadamente a las 10 de la noche, le voy a colocar el
paquete en la vereda, o más abajo, como 3 o 4 km más abajo, en una curva, ahí va a llegar una
gente, les va a entregar el paquete para que ustedes hagan lo pertinente”1105. Ante esto, los
soldados Samboní, Muñoz y López Obando, se trasladaron a cierto lugar para realizar
un atraco ficticio y se encontraron con el sargento Palomino y otras dos personas
quienes se encargaron de llevar a las víctimas hacia ese punto.

1101 Ibidem.
1102 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Solicitud apoyo dinero gastos reservados del 28 de septiembre
de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1103 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
1104 Ibidem: “Se habló con el pelotón, ellos ya sabían de que el dinero para comprar estas armas tenía que ser

reunido por los integrantes de todo el pelotón, así se hizo, cada quien, pues lo que tuvo, lo aportó, yo no me
acuerdo en este momento, pero creo que eran de $700.000 a $1’000.000 lo que tocaba reunir para entregarle a
la gente del batallón para comprar este armamento”.
1105 Ibidem.

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899. En la declaración hecha por el señor Aladino Ríos Sánchez, sobreviviente de los
hechos, se dijo que el día de los hechos fue invitado por el señor Alfredo Muñoz Botina
para que lo acompañara a dejar un encargo a una finca ubicada en la vía a San Agustín.
Según dijo el sobreviviente, se trasladó en un vehículo junto a los señores Muñoz
Botina, Albeiro Hernández Cerón y dos personas más, hacia el sitio denominado “La
Gallera”, y describió los hechos iniciales diciendo que: “(…) tanto al suscrito [Aladino
Ríos], como a Albeiro Hernández Cerón se nos puso una trampa y con engaños, fuimos
conducidos hasta el cruce de “La Gallera” por las tres personas que ocupaban el Renault, con el
único propósito de entregarnos al ejército para que nos dieran muerte”1106.

900. En el trayecto un grupo de militares los detuvo y obligaron a los señores Aladino
y Albeiro a subirse a un furgón. En el recorrido otros seis militares se subieron al
vehículo y le quitaron el teléfono y la billetera al señor Hernández1107. Este recorrido
duró aproximadamente dos horas, hasta llegar a la Vereda Silvania de San José de Isnos,
donde los bajaron del vehículo y fueron amarrados por los pies1108.

901. El teniente Calderón relató que, aproximadamente a las 10:30 de la noche, el resto
de la tropa llegó al punto en donde las víctimas ya se encontraban inmovilizadas de
pies y manos por parte del sargento Desaix Palomino. Horas más tarde, el cabo
Cabanillas Salinas, y los soldados Guzmán Hoyos y Burgos Cuéllar llevaron a los
detenidos a la carretera1109. En ese momento, mientras el teniente reportó al batallón el
encuentro con un retén ilegal, los soldados escogieron quienes se encargarían de
disparar a las víctimas. Primero le dispararon al señor Aladino Ríos, quien logró huir
del lugar después de haber recibido las descargas1110.

902. El sobreviviente dijo que después de varias horas de estar detenidos en el lugar,
aproximadamente a las 12:20 de la madrugada, un soldado lo soltó de los pies y
agarrándolo de la correa lo sacó hasta la carretera, “(…) el uniformado me suelta (…) luego
me dice que allá el señor que va a hablar conmigo que me va a pasar un celular para que hable
con mi familia y le pida plata, luego me dice que si yo no me quiero ir para la guerrilla (…) me
suelta de la correa y en ese instante me dispara”1111. Cuando le propinaron los dos disparos
en el hombro, empezó la huida, pero los soldados continuaron disparando, causándole
heridas en los testículos, pese a lo cual logró escapar1112.

1106 Ibidem.
1107 Fiscalía 21 Seccional de Pitalito. Radicado 415516000597200701317. Obtenido en inspección judicial.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1108 Ibidem.

1109 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
1110 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Franklin Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.
1111 Fiscalía 21 Seccional de Pitalito. Radicado 415516000597200701317. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


1112 Ibidem.

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903. El señor Albeiro Hernández Cerón no contó con la misma suerte y fue retenido
por los militares hasta aproximadamente las 4:30 de la madrugada, cuando los vecinos
oyeron los disparos con los que fue asesinado1113. Se debe tener en cuenta que en la
versión del soldado Franklin Rueda, manifestó que quien dio la orden de disparar a las
víctimas fue el teniente Calderón1114.

904. Después de que la tropa no halló al señor Aladino, el teniente Calderón reportó
la presunta baja en combate del señor Albeiro Hernández y manifestó que el
comandante de batallón, TC Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, le llamó la atención
por la fuga del señor Aladino Ríos: “(…) me regañó, que por qué lo habíamos dejado ir del
lugar, me dijo varias cosas, de que por qué nosotros no habíamos actuado bien, que por qué se
había ido, que qué era lo que había pasado ahí”1115. A pesar de esta declaración, el coronel
Rodríguez dijo en su VV que no recordaba dicha conversación, ni tener conocimiento
de la ilicitud de los hechos1116.

905. Tras el asesinato y la huida, se implantaron armas en la escena del crimen y el


CTI realizó el levantamiento del cuerpo. De igual forma, la tropa fue felicitada en el
batallón y, según el soldado Rueda, el teniente Calderón y los soldados Iles, Guzmán,
Cabanillas y él mismo, se postularon voluntariamente a declarar ante la justicia militar
y ordinaria y acordaron el contenido de sus versiones1117. Sin embargo, el soldado
Guzmán manifestó que él se opuso a declarar, pero por orden del teniente Calderón
tuvo que hacerlo1118.

906. El teniente Calderón añadió que el mayor Ojeda Oliva incidió en la modificación
del informe de la operación: “PREGUNTADO: ¿A quién no le servía o quién dio la
indicación de cambiar el informe? RESPONDIÓ: El oficial de operaciones PREGUNTADO:
¿Cómo le dijo eso el oficial de operaciones? RESPONDIÓ: Él dijo que ese informe tocaba
cambiarlo e indicó qué era lo que debía ir en el informe”1119.

1113 Ibidem.
1114 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Franklin Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.
1115 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
1116 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484.
1117 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Franklin Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.
1118 “Él dijo “soldado Guzmán, usted para que vaya a hacer una declaración” y yo le dije “pues mi teniente, yo

no quisiera ir” porque es que eso era una vaina que no sé puede; así como le hablamos nosotros, me perdona
usted, eso uno sale embalado y dijo: “no, no tranquilo, vaya que eso no pasa nada”. Entonces, como el me daba
la orden, uno por cumplir y mantener el trabajo, yo fui”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Fabio Guzmán Muñoz. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0474
1119 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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907. Por estos hechos se declaró la responsabilidad patrimonial y administrativa del


Ejército Nacional1120, afirmando que el Ejército Nacional incurrió en una falla del
servicio por cuanto generó:

“(…) la muerte y heridas a personas no combatientes que se encontraban en estado de indefensión,


hecho que además encuadra con lo que el derecho penal, el D.I.H. y el derecho internacional de
los derechos humanos tienen señalado como un comportamiento totalmente proscrito y
reprochable, como lo es la ejecución extrajudicial y sumaria de personas para hacerlas aparecer
como combatientes "dados de baja"1121.(negrillas agregadas)

908. En conclusión, de este hecho se resalta la simulación que las tropas realizaron
para aparentar un contexto de delincuencia común en el sector que justificara el
accionar del Ejército. Por esto en el informe de la operación se incluyeron los datos de
habitantes del sector que pudiesen confirmar la situación de inseguridad en la zona.
Similar a otros casos investigados por la Sala en esta decisión, sobresale el uso del “kit
de legalización” mediante el cual se compraban armas para luego ser implantadas en
la escena y simular la acción de ataque por parte de las víctimas. Además, se expuso
cómo las víctimas fueron seleccionadas, trasladadas mediante engaños y amarradas por
un tiempo considerable en el que se les generó incertidumbre sobre lo que estaba
sucediendo. Por otra parte, se observó cómo la participación de los integrantes de las
secciones de inteligencia y de operaciones fue crucial en la fase de planeación, ejecución
y encubrimiento del crimen, ya que estos fueron los que aportaron la información,
trasladaron a las víctimas y aportaron el material necesario para lograr el crimen. Para
finalizar, se destacó el conocimiento que tenía el comandante de batallón del desarrollo
de los hechos y la presión que se ejerció por la obtención de resultados y para que no se
materializara fuga de una de las víctimas.

6.6. Caso ilustrativo 6: los homicidios de Fabio Losada Muse, José Leonardo
Hernández y Javier España Andrade.

909. El 19 de diciembre de 2007, en la vereda Bajo Minas de El Pital, miembros de


Catapulta 4 asesinaron a Fabio Losada Muse, José Leonardo Hernández y Javier España
Andrade. El día de los hechos la tropa se encontraba ejecutando la orden de operaciones
No. 0021/2007 ESPADA III, por la cual se establecían “operaciones de combate irregular,
de ocupación para obligar a los terroristas, reductos de bandas emergentes, o delincuencia
común, a enfrentarse en combate abierto empleando acciones ofensivas independientes”1122.
En el informe de la operación, el TE Alejandro León Campos, comandante de la
compañía, relató que el 18 de diciembre: “(…) se recibe una llamada telefónica
aproximadamente a las 18:20 de un informante del municipio del Pital, donde informaba que

1120 Fiscalía 21 Seccional de Pitalito. Radicado 415516000597200701317. Obtenido en inspección judicial.


Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1121 Ibidem.

1122 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Orden de operaciones No. 0021/2007 ESPADA III. No.

0108/DIV5-BR9-BIPIG-SE-OP. Del 01 de enero de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali


Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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había visto en la vereda Bajo Minas del Pital unos bandidos entre 3 y 5 con armas de fuego […]
al parecer se dirigían hacia la finca La Panela puesto que ahí ya habían hurtado unos días
atrás”1123.

910. Ante esta información, y según lo narrado por los documentos de soporte de la
operación, en la noche del 18 de diciembre las tropas se dirigieron a la finca La Panela
y en la madrugada del 19 de diciembre ingresaron a la casa, encontraron a señor
Abraham Cardozo Díaz atado, y emprendieron la persecución de los atacantes1124. El
pelotón inició el rastreo de las personas y cuando “(…) estábamos por terminar el camino
y llegar a la carretera, estos bandidos detectan al puntero y abren fuego con sus armas hacia la
tropa”1125. La tropa respondió al ataque y dio muerte a 4 personas. El teniente León
también informó que se encontró “una caleta con material que al parecer eran artículos que
habían hurtado de la finca”1126.

911. Finalmente, en el Boletín diario de informaciones se estableció que los asesinados


eran miembros de una banda delincuencial: “(…) a las 01:30 horas del día 19 de diciembre
de 2007 […] se dio muerte en combate por tropas del Batallón “Cacique Pigoanza” pelotón
Catapulta 4, a los sujetos JAVIER ESPAÑA ANDRADE, JOSÉ LEONARDO HERNÁNDEZ
Y FABIO LOZADA MUSE pertenecientes a la banda conocida como TITIS los cuales portaban
03 revólveres”1127.

912. A pesar de lo consignado en la documentación operacional, los comparecientes


ante la JEP Alejandro León Campos, Florentino Tovar Gómez y Vieney Gaviria
Zemanate reconocieron que se trató de asesinatos fuera de combate y aceptaron su
responsabilidad en los hechos. El mismo teniente León Campos reconoció haber
recibido información de unos atracos en Bajo Minas, por lo que solicitó permiso al
batallón para iniciar desplazamiento a la zona del atraco, lo que fue autorizado por el
TC Ricardo Andrés López García, comandante del batallón1128.

913. No obstante, el soldado Tovar Gómez manifestó que en realidad la información


que se recibió mencionaba que civiles enfrentaron a unas personas que se encontraban
atracando en la zona y que los habían detenido para entregarlos al Ejército. De esta
forma, el soldado profesional reconoció que desde antes de iniciar el movimiento hacia
el lugar, la tropa ya tenía como objetivo asesinar a las víctimas:

1123 Ibidem.
1124 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
412986000591200701042. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1125 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Orden de operaciones No. 0021/2007 ESPADA III. No.

0108/DIV5-BR9-BIPIG-SE-OP. Del 01 de enero de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali


Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1126 Ibidem.

1127 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Boletín diario de informaciones del periodo: 19 al 20 de diciembre

de 2007. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1128 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.

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“PREGUNTADO: y cuando les dijeron que se alistaran ya sabían o les indicaron que iban a dar
muerte a estas personas RESPONDIÓ: sí señor, uno ya como que tenía el conocimiento de que los
iban a coger y como estaba el batallón se sabía que les iban a dar de baja PREGUNTADO: ¿y eso
era claro para todos los soldados del pelotón? RESPONDIÓ: si todos tenían el conocimiento
doctor” 1129.

914. La tropa entonces se trasladó al lugar en donde se encontraban las tres víctimas
inmovilizadas por los civiles. El teniente León Campos le informó la situación al
comandante López García quien le habría manifestado: “(…) bueno hermano entonces ahí
está el resultado, muy bien, organice el tema, los soldados saben cómo es la situación, entonces
verifique el tema y más tarde entonces me llama ya por radio y me reporta allá y me reporta la
actividad”1130. A pesar de estas declaraciones, el TC López García pareció limitar su
responsabilidad al hecho de no verificar la información aportada por el teniente León
Campos:

“PREGUNTADO se verificó de alguna manera la información que había recibido el teniente León,
es decir ¿esa información pasó por la sección de inteligencia o tuvo algún tipo de
verificación? RESPONDIÓ no, nada en absoluto. Él me llamó, yo le creí, “usted conoce la zona,
¿conoce?” “sí, yo conozco” “arranque” esa fue la orden y así. […] usted ya no tiene tiempo de decir
“miremos si es posible que ahí haya enemigos” no, ya la información la están dando por cierta”.

915. Los asesinatos tuvieron lugar cuando el teniente León Campos, el sargento
Anuar Herrera Osorio y el cabo segundo William Vega Linares ordenaron a los
soldados Gaviria Zemanate, Roberto Yesid Quintero Quintero y Faiber Tovar que
distribuyeran a las víctimas en el camino hacia la carretera, con una distancia de 10 a 15
metros entre cada uno1131. El soldado Gaviria Zemanate relató a la JEP que disparó por
la espalda a la persona que se le asignó para asesinar y que:

“(…) la persona que yo le dispare la llevaba de los brazos el soldado Chala Hernández y el soldado
Ramírez Yasno, ellos lo llevaban de los brazos caminando a un lado de la carretera y pues era de
noche, pero a pesar de eso siempre se alcanzaba a observar el bulto, entonces yo a una distancia
de 2 o 3 metros le dispare (…) no, no escuché nada de que dijera algo PREGUNTADO: cuántos
disparos le propinó usted a la víctima RESPONDIÓ: exactamente no recuerdo, pero entre 3 y 5
disparos1132”.

916. Posteriormente, los soldados colocaron tres armas cerca a los cuerpos, de las que
se confirmó que al menos una fue comprada por parte de los soldados para dar
credibilidad al presunto combate. Según el teniente León Campos, las víctimas llevaban
consigo dos armas al momento de ser detenidos, por lo que solamente se tuvo que
conseguir una para simular el combate: “Ahí entiendo que faltaba una, dicen que sí fueron
revisados pero lo que sí entiendo yo (INAUDIBLE***) es que, sí llevaban dos armas, lo que vi y

1129 Ibidem.
1130Ibidem.
1131 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
1132 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.

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entendí de esa situación”. Por su parte, el soldado Tovar indicó que al día siguiente de los
hechos se había recolectado dinero para pagar el arma al hermano de otro SLP: “lo que
sí recuerdo es que al otro día nos tocó recoger para pagar un arma del hermano del soldado Rojas,
porque esa vez fueron 3 bajas y del batallón tuvieron que llevar dos armas y nosotros le pagamos
al soldado un revolver 38”1133.

917. Tras los hechos el teniente León Campos se comunicó con el batallón para
informar el resultado y un tiempo después el CTI realizó el levantamiento. Según el
oficial, se acordó con los soldados la declaración e informe que se haría del hecho y
además el testigo civil, Abraham Cardozo Díaz, acordó que adaptaría su declaración
para justificar lo sucedido:

“(…) este señor dijo “pues yo declaro es que a mí me consta todo”, sí pero entonces ahí le dijimos
“bueno pues toca decir que estaba en su finca”, dijo “sí como a mí me amarraron la vez pasada
pues yo digo que estaba amarrado como la vez pasada” porque él enfatizaba mucho que días atrás,
no sé cuándo, le había pasado algo ya con ellos entonces que lo habían amarrado” 1134.

918. Por los hechos Catapulta 4 fue felicitado y recibió permiso como incentivo por la
presentación de los resultados falsos1135. Así mismo, alrededor de estos hechos se
presentaron dinámicas presentes en otros hechos investigados en esta decisión. En
específico resalta la ausencia de verificación de la información de inteligencia que
fundamentó la misión y el diseño de operaciones ofensivas militares contra
fenómenos delincuenciales. Por otra parte, en otros hechos también se evidenciaron
compras de armas para implantar en las escenas de los hechos, o participación de
población civil en el sometimiento de las víctimas y en acciones de encubrimiento 1136.

6.7. Caso ilustrativo 7: los homicidios de Fernando Figueroa Medina, Miguel


Antonio Ordoñez Diaz y Orlando Crispín Lizcano, y la tentativa de homicidio
de Kevin David Ordoñez Bermúdez.

919. El 30 de julio de 2008, alrededor de las siete de la noche, en la vereda Guacacallo


del municipio de Pitalito, miembros de la Segunda Sección del Tercer Pelotón de la
Compañía Berlín, adscritos al BIMAG, asesinaron a los señores Fernando Figueroa
Medina, Miguel Antonio Ordoñez Díaz y Orlando Crispín Lizcano y atentaron en
contra la vida del menor Kevin David Ordoñez Bermúdez, quienes se movilizaban en

1133 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Florentino Tovar Gómez, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279 y
Versión Voluntaria de Alejandro León Campos, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0292.
1134 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
1135 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Vieney Gaviria Zemanate, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271
y Versión Voluntaria de Alejandro León Campos, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0292.
1136 Existe un proceso por este hecho con el radicado 410013331001201070009800 y 41333100120100007300

acumulado ante el Juzgado Primero Administrativo de Neiva.

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un taxi de placas VZF-047, supuestamente a realizar el cobro de una extorsión de la cual


estaba siendo víctima el señor Héctor Cuéllar Meneses.

920. La mencionada vereda queda aproximadamente a diez kilómetros de distancia


del área urbana de Pitalito y a quince kilómetros de las instalaciones del BIMAG. Los
hechos ocurrieron específicamente en parte de la vía que de Guacacallo conduce al
municipio de Oporapa, en una carretera sin pavimentar, en una curva “en la que sobre la
berma hay una puerta de hierro”1137. Según entrevistas rendidas por habitantes del lugar
(en labores de indagación disciplinaria en la sección jurídica del batallón), el sector
había presentado eventos de inseguridad (especialmente robos)1138, y por el control
militar que se ejercía la comunidad tenía en alta estima a las tropas del ejército1139.

921. Los hechos se desarrollaron en ejecución de la ORDOP Metrópoli, tal como se


observa a partir de la MT No. 147/JACAL, la cual iba dirigida a “Neutralizar (sic) el
accionar de la ONT-FARC-EP, de bandas delincuenciales, y demás organizaciones armadas al
margen de la ley que delinquen en el área general de la Vereda (sic) Guacacallo”1140. Aunado a
ello, la misión estuvo bajo el mando del SS Jorge Blandón Arango.

922. Este suboficial fue quien suscribió el informe de patrullaje del 5 de agosto de
2008, en el cual hizo un resumen de la forma en que según él sucedieron los hechos, los
cuales se originaron con una denuncia de llamadas extorsivas que le hizo el señor
Héctor Cuéllar al sargento Carlos Hernán Rodríguez Vera. El resumen de los sucesos
se plasmó así:

“Siendo las 18:50 horas aproximadamente al sitio indicado se acerca un vehículo tipo Taxi [sic],
el cual da la vuelta cerca donde estábamos ubicados. Enseguida de esto, observamos que del
vehículo se baja un sujeto y por el reflejo de la luz se evidenció que estaba armado, la persona
víctima de la extorsión arroja el paquete al suelo y sale corriendo donde lo esperaba una moto
conducida por el señor SS. RODRIGUEZ [sic], Suboficial del S-2. En el instante que el
extorsionista agarra el paquete, procedí a lanzar la proclama ‘Ríndanse no disparen somos el
Ejército nacional [sic], están rodeados’, pero éste [sic] señor hace caso omiso a la proclama, y
emprende la huida saltando la puerta de hierro del potrero y en cuestión de segundos el sujeto y
el conductor del taxi abren fuego hacia la tropa, es allí donde nosotros reaccionamos,
presentándose un intercambio de disparos. El conductor del vehículo acelera y emprende la
huída [sic], y con el fin de evitar que se escapara se le propinaron algunos impactos al vehículo.

Aproximadamente 30 metros más adelante, notamos que el vehículo estaba ladeado, motivo por
el cual se ordenó al C3 RÍOS DÍAZ JOSÉ ALFREDO Y C4 RUIZ GONZÁLEZ ÁLVARO, salir a la

1137 Fiscalía 5° Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
415516000597200801684. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1138 Ibidem. Declaración del señor Pedro Lizarazo Ariza: “Que es muy importante la presencia tanto del Ejército

(sic) como de la Policía (sic), porque sinceramente por este sector también hay delincuencia común osea (sic)
lo que llamamos cascareros, si uno se descuida se roban las gallinas, el café y uno trabajar para otros no sirve
y hay que gente más pobre que la están robando”.
1139 Ibidem. Entrevista del señor Gustavo Rojas Gutiérrez del 6 de noviembre de 2008: “Yo si (sic) quiero da

gracias al Ejército (sic) por la presencia en la zona porque gracias a ellos hay control de la delincuencia común
que a la zona y a la vez felicitarlos por este operativo”.
1140 Ibidem.

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vía, por la parte de abajo, efectuando un registro, en ese momento, el C3 RÍOS DÍAZ JOSÉ
ALFREDO, es sorprendido a fuego por el sujeto que se encontraba al lado del vehículo.

Seguidamente el personal ubicado en la parte alta, SLP MILLÁN VARELA y yo, salimos a la parte
donde estaba el vehículo, y se escuchó el llanto de un niño que se encontraba al interior del
vehículo (…)” (negrillas en texto original).

923. Esta versión oficial fue reiterada casi que idénticamente en las diferentes
versiones que rindieron los implicados en el operativo dentro de la indagación en la
justicia penal militar. Ejemplo de ello se encuentra en los relatos de los señores José
Leonel Millán Varela1141, José Alfredo Ríos Díaz1142, Álvaro Ruiz González1143 y Carlos
Hernán Rodríguez Vera1144.

924. Incluso, la víctima de la extorsión, el señor Héctor Cuéllar, narró los hechos en
sentido semejante:

“yo vi cuando se acercaba un taxi, casi al frente mío (sic) dio la vuelta y más (sic) arribita paró y
vi cuando un señor se bajó del carro, la verdad yo mire [sic] que se bajó (sic) un sujeto (…) cuando
se me acercaba le observé con la luz trasera del carro que en la mano llevaba un arma (…) yo
escuché cuando un soldado le grito (sic) a una persona ‘ALTO NO DISPARE SOMOS DEL
EJÉRCITO NACIONAL, ESTÁ RODEADO’ y ahí escuché la balacera (…)”1145.

925. Junto con ello, en el informe de operaciones se reportaron tres muertes, sin
especificar la identidad de los fallecidos, y también el material de guerra incautado, el
cual fue relacionado así: una pistola calibre 9 mm, un proveedor de quince cartuchos 9
mm con trece de ellos en su interior, dos vainillas del mismo calibre, una pistola calibre
7,65 mm, un proveedor para nueve cartuchos, tres cartuchos 7.65 mm, un revólver
calibre 32 mm, dos cartuchos y dos vainillas de ese calibre1146. Finalmente, se enlistó el
personal destacado, dentro del cual figuraron el soldado y los suboficiales ya referidos.

926. A pesar de que en el informe no se hizo una relación de los ciudadanos dados de
baja, por las labores de policía judicial que adelantó la FGN se conoció que Fernando
Figueroa Medina y Miguel Antonio Ordoñez Diaz fueron hallados cerca del taxi. Por
otro lado, se estableció que el cuerpo del señor Orlando Crispín Lizcano se encontró el
1° de agosto de 2008 aproximadamente a un kilómetro de distancia del lugar de los
hechos, junto con un revolver, dos cartuchos y dos vainillas1147.

927. La versión oficial de los hechos sostuvo que el señor Héctor Cuéllar estaba siendo
objeto de llamadas extorsivas y acudió al Ejército Nacional buscando ayuda, motivo por
el cual se desarrolló un operativo para emboscar a los supuestos implicados,
haciéndoles creer que se les iba a dar el dinero exigido, aunque terminó en el

1141 Ibidem.
1142 Ibidem.
1143 Ibidem.

1144 Ibidem.

1145 Ibidem.

1146 Ibidem.

1147 Ibidem.

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intercambio de disparos, lo cual generó el deceso de Fernando Figueroa Medina, Miguel


Antonio Ordoñez Diaz y Orlando Crispín Lizcano, quienes se movilizaban en un taxi
junto con un niño.

928. Sin embargo, según otras fuentes se pudo establecer que los hechos no
sucedieron de esa forma y que los implicados no eran personas relacionadas con grupos
delincuenciales. Así, inicialmente, dentro de las diferentes declaraciones que practicó la
FGN y el juez de instrucción penal militar, se conoció que los señores Figueroa Medina
y Crispín Lizcano se dedicaban a conducir taxis en Pitalito y sus alrededores. Esto fue
lo señalado, por ejemplo, por el señor Jorge Elvano Figueroa Medina, padre de
Fernando Figueroa Medina, quien en entrevista del 31 de agosto de 2008 indicó que su
hijo “estaba trabajando en un taxi (…) llevaba tan solo como un mes trabajando en ese carro.
Mi hijo no era una persona problemática, no tomaba, no fumaba, él era una persona que era muy
nerviosa, no podía ver sangre, a él le daba muchos nervios, por eso él no pagó servicio militar
(…) él era una persona muy sana”1148.

929. De manera similar, en entrevista del 1° de agosto de 2008, la señora María del
Carmen Medina Falla, esposa de Orlando Crispín Lizcano, expresó que:

“El día miércoles 30 de julio, él, mi marido Orlando Crispín Lizcano, que trabajaba como taxista,
fue a la casa, almorzó y él antes de venirse se despidió de mí, me dijo ‘chao vieja, voy a entregar el
carro temprano porque está muy pesado el día’, y desde ahí salió y se fue y en la noche no llegó
(…) Lo que sé de mi marido es que vivía trabajando, manejando taxi desde hace como tres años,
con este taxi que el número es 1207 [sic] llevaba apenas quince días trabajándolo, pero siempre
desde que nos vinimos de Mariquita Tolima hace tres años trabajaba en eso, y muy cumplido
siempre llegaba temprano a la casa. Los amigos de él eran los taxistas, que eran los que más lo
conocían, y los patrones de él. Él era muy juicioso, no tomaba, ni mujeriego, yo llevaba diez años
viviendo con mi marido y nunca le conocí que él tuviera armas de fuego y nunca ha tenido
problemas con la justicia, ni ha estado en la cárcel. Él era sano” 1149.

930. Las señoras Flor María Ordoñez Díaz y Auranelia Ordoñez Díaz, madre y tía del
señor Miguel Antonio Ordoñez Díaz (respectivamente), comentaron que él se dedicaba
a oficios varios, incluyendo la venta de mercancía y a recoger café en diferentes fincas
del sector1150, lo cual coincide con lo que indicó el señor Héctor Cuéllar, pues aseveró
que conocía a la víctima porque había trabajado en su propiedad cosechando café1151.

931. La carencia de antecedentes penales por parte de las víctimas fue confirmada por
oficio DAS.SHUI.GOPE IDEN.562540-1 del 4 de agosto de 2008 enviado por un agente
del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) a la señora Deyanira Areiza
Sandoval (funcionaria del CTI de la FGN)1152.

932. Por otra parte, la señora Flor María manifestó que su descendiente tenía un hijo,

1148 Ibidem.
1149 Ibidem.
1150 Ibidem.

1151 Ibidem.

1152 Ibidem.

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el cual fue encontrado en el lugar de los hechos, tenía tres años en ese momento y se
llamaba Kevin David Ordoñez Bermúdez. La ciudadana aclaró que el niño había
llegado recientemente del Cauca, dado que allí vivía con su madre y el señor Miguel
Antonio había ganado su custodia recientemente. A su vez, del día de los hechos señaló:

“Estuvo saliendo a la tienda a comprarle cositas, como a las seis y media de la tarde me dijo ‘mami,
voy a llamar a la otra abuela del niño’, volvió y entró, después me dijo que se iba a comprarle algo
al niño y se fue y no volvió (…) Él era poco amistoso, salía con los tíos a jugar fútbol, no sé qué
otros amigos tendría. A él nunca le vi armas, ni sé que las tuviera, creo que ni las conocía. Incluso
tenemos un primo que es soldado profesional, Arnold Díaz, y él sabe que mi hijo era un muchacho
juicioso y quería llevárselo a pagar servicio, pero él le tenía miedo a las armas y se le burlaban por
eso. Él trabajaba en varias cosas, vendiendo mercancía o cogiendo café, pero siempre haciendo
algo (…) Yo conocía bien a mi hijo y sé que no sería capaz de hacer una cosa de esas, menos andar
con el niño, no tiene sentido, que se lo haya llevado a algo malo, a ponerlo en peligro. Lo que noté
ayer era que estaba feliz de que hubiéramos llegado, ese niño era su adoración” 1153.

933. Las dos ciudadanas precisaron que, después del operativo militar, Kevin David
Ordoñez Bermúdez fue entregado a Bienestar Familiar y allí fue recogido por la señora
Emilce Ordoñez Díaz, lo cual fue corroborado por el Acta de Reintegro Familiar con
Amonestación y compromiso Social suscrita el 31 de julio de 2008 por el defensor de
familia del centro zonal de Pitalito, el señor Armando Méndez Artunduaga1154.

934. Acerca de lo que dijo el menor al ser reintegrado a su familia, la señora Auranelia
Ordoñez Díaz recalcó que “cuando lo recogimos tenía toda la chaqueta untada de sangre y los
zapaticos, y el niño decía cuando lo recogimos ‘mataron a mi papá, mataron a mi papá”1155.
Igualmente, la señora Flor María comentó que el infante había dicho “mataron a mi papi,
pum pum”1156. Por su parte, la señora Yoli Esperanza Ordoñez Díaz (hermana del
asesinado), en entrevista del 9 de noviembre de 2011 indicó:

“mi sobrino llegó donde mi abuelita, y me dijo ‘tía deme comida que tengo hambre porque mi
papito ya no me va a dar comida porque anoche me lo mataron’ y me contó cómo había sido, me
dijo que ‘a mi papito lo bajaron del carro un soldado y lo mataron’ que el niño decía que Miguel
decía ‘¿qué me van a hacer?’ y el niño dijo ‘tía, mi papito echaba sangre, yo lo vi cuando se cayó’ 1157.

935. Junto con estas contradicciones a la versión oficial entregada por los miembros
del BIMAG, se tiene que el cuerpo del señor Orlando Crispín Lizcano no habría sido
hallado junto con armas de fuego y municiones. De acuerdo con lo narrado el 1° de
agosto de 2008 por el señor Jhon Freddy Chavarro Medina, quien era el esposo de la
prima de la víctima, su cadáver fue ubicado por los esfuerzos que él efectuó junto con
los señores Miller Lizcano Méndez (tío) y Jonatan y Duberney Lizcano Méndez
(primos), y fueron ellos quienes les dijeron a las autoridades donde se encontraban los
restos. Sin embargo, según lo relatado por el señor Chavarro Medina, ni en los
alrededores, ni junto al cuerpo, ellos lograron observar la existencia de algún elemento

1153 Ibidem.
1154 Ibidem.
1155 Ibidem.

1156 Ibidem.

1157 Ibidem.

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bélico:

“un niño de esa casa más o menos de unos 12 años nos mostró que el ejército insistió mucho ayer
en buscar hacia el monte que quedaba diagonal a esa casa, incluso el niño se fue con nosotros,
entonces empezamos la búsqueda por el sector que el niño nos indicó, entrando al rastrojo que nos
indicó el niño, encontramos la huella que había bajado por ahí, había como un chorriadero [sic] o
deslizamiento por donde bajó, seguimos esa huella como a 20 metros de haber encontrado la
primera huella miramos [sic] sangre, continuamos detrás de la huella, como a otros 30 metros
encontramos más sangre, se observaba el pasto untado de sangre, no se observaban charcos de
sangre porque se filtraba entre la maleza, seguimos el recorrido de la misma huella, a unos 10
metros encontramos los dos zapatos acomodados a la par (…) continuamos bajando detrás de las
huellas de los pies que quedaron estampadas en las piedras y a unos 40 metros de donde estuvo
supuestamente acostado, lo encontramos con los pies como descolgados para caer a un abismo
hondo y el cuerpo estaba inclinado hacia atrás (…) Quiero manifestar que me extrañó que cuando
llegaron los funcionarios de la fiscalía a hacer el levantamiento, un miembro del ejército dijo que
había encontrado un arma posiblemente por donde se había desplazado el finado, me pareció muy
extraño porque nosotros las cinco personas que estábamos en la búsqueda bajamos observando
minuciosamente, es así como observamos huellas de sangre y los zapatos, la tarjeta mucho más
diminuta que el arma, observamos también huellas de pisadas sobre las piedras y en ningún
momento vimos esa arma (…) con JONATAN [sic] nos fuimos a ver el sitio donde supuestamente
estaba el arma y fue hallada exactamente por el mismo lugar por donde nosotros pasamos el día
de hoy aproximadamente a las ocho y media de la mañana por tanto estoy completamente seguro
que esa arma no estaba en ese sitio cuando nosotros pasamos observando las huellas
detenidamente”1158.

936. Por estos hechos, el comandante del BIMAG, Marcos Evangelista Pinto Lizarazo,
abrió investigación disciplinaria preliminar No. 025/2008. No obstante, el 1° de abril de
2009 el mismo ciudadano se declaró impedido para seguirla, dado que supuestamente
fue testigo de los hechos. Sobre ello, en una de las sesiones de versión voluntaria que
rindió ante la JEP, aseguró que el impedimento se fundamentaba en que acudió al lugar
de los hechos cuando sus subordinados le hicieron saber que en el operativo fue hallado
un menor de edad1159.

1158Ibidem.
1159“Al otro sitio donde fui, fui a Guacacallo, yo fui al caso de Guacacallo, pienso yo que en su momento por
mi forma, tal vez por mi temperamento o por la angustia del momento, porque me hablaron de un niño que
estaba en un taxi, un niño pequeño que estaba en un taxi y, pues entré como en pánico y llamé al fiscal y
arrancamos para allá y miramos que es lo que está pasando, fue la única vez, que me acuerdo pues que asistí
y por eso me declaré impedido en una parte de la investigación. Pero lo normal no es que uno asista, ¿por qué
no debe uno asistir? porque usted es fallador de primera instancia y en el momento que se convierta como en
testigo de los hechos entonces no puede, no puede hacer parte de la investigación. PREGUNTADO Justamente
sobre ese punto quería hacerle algunas preguntas, porque a raíz de esa respuesta, no entiendo esa
conceptualización sobre los impedimentos, ¿cómo se forma o donde surge el impedimento si usted como
comandante va al lugar de los hechos? RESPONDIÓ En el caso de Guacacallo es porque yo fui casi
inmediatamente que los hechos ocurrieron y resultó un muerto al otro día, o sea, que yo fui al lugar de los
hechos donde habían [sic] 2 muertos y al otro día hubo un tercero y yo ordené que una tropa hiciera el registro
para verificar lo que habían argumentado y que había una persona herida que se había ido, como yo estaba
ahí en el lugar de los hechos por eso me declaré impedido y esa fue también la recomendación que me dio el
abogado en su momento, esa fue la razón. Y de una u otra manera yo tengo que decir si lo que pasó ahí fue un
acto normal, si hubo alguna falta o no, y si yo hago parte de, ya en ese momento en el caso particular del que
estamos hablando, pues no puedo ser juez y parte”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.

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937. El impedimento fue aceptado por el Comando de la BR09, que avocó su


conocimiento bajo el radicado 002 de 2009. De este modo, el señor Sergio Alfonso
Narváez López, comandante de la menciona brigada, con decisión del 31 de agosto de
2009, resolvió archivar la investigación, ya que estimó que los miembros del Ejército
Nacional actuaron en salvaguarda de los derechos fundamentales del señor Héctor
Cuéllar Meneses (que supuestamente estaban siendo vulnerados por las extorsiones),
así como defendiendo los propios, en respuesta a los disparos que en su contra
supuestamente propinaron las víctimas1160.

938. A pesar de esto, los hechos estaban siendo indagados por la Fiscalía 5
Especializada de la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario de Bogotá, bajo el radicado 415516000597200801684, y el 23 de junio de
2011 el Juzgado 7° Penal de Brigada solicitó que la investigación le fuera remitida, por
competencia. De modo tal que se propuso un conflicto positivo de competencia de
jurisdicciones, el cual fue resuelto en favor de la jurisdicción ordinaria, con decisión del
10 de agosto de 2011 proferida por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo
Superior de la Judicatura.

939. Dicho órgano fallador encontró que existían inconsistencias entre las versiones
presentadas por los miembros del ejército, que se hacían más notorias cuando se
comparaban con las declaraciones que brindaron los familiares de las víctimas. Como
esto generaba duda en torno a la legalidad del operativo en el cual perdieron la vida los
señores Fernando Figueroa Medina, Miguel Antonio Ordoñez Diaz y Orlando Crispín
Lizcano, se estimó que debía darse la competencia a la fiscalía ya que la “incertidumbre
(…) debe ser resuelta a favor de la justicia ordinaria” 1161.

940. Dentro de la investigación penal que adelantaba la FGN se desarrollaron


diferentes actividades de pesquisa, incluidos los interrogatorios de indiciado en contra
de los señores José Leonel Millán1162, Jorge Luis Blandón Arango1163, José Alfredo Ríos
Díaz1164, y Carlos Hernán Rodríguez Vera. Sin embargo, no se conoce que se haya
formulado imputación en contra de ninguno de los indiciados.

941. La ilegalidad del hecho fue reconocida por el señor Rodríguez Vera, quien en su
versión voluntaria del 29 de mayo de 2019 le informó a la Jurisdicción que las llamadas
extorsivas que iban dirigidas al señor Héctor Cuéllar eran reales, pero el operativo se
ejecutó fuera de la ley pues a las personas que iban en el taxi se les disparó sin que
hubiesen presentado oposición y a las víctimas se les implantó un “kit de legalización”.

1160 Fiscalía 5° Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado
415516000597200801684. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
.
1161 Ibidem.

1162 Ibidem.

1163 Ibidem.

1164 Ibidem.

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También aclaró que él estuvo encargado de la planeación del despliegue militar, del
paquete de dinero falso que se iba a entregar a los extorsionistas, de conseguir las armas
que iban a ser adjudicadas a los occisos y de hacer los correspondientes disparos con
esos elementos. Esto fue lo que comentó:

“Se emboscaron [a las víctimas] (…) me dijo mi Sargento ‘véngase que hay un niño’ (…) él lo tenía
en los brazos no le ha pasado nada al niño y el taxi estaba más adelante volcado como yendo para
Pitalito, volcado de medio lado contra la banca contra la bancada , entonces yo llego ahí y él ya
había verificado y dijo ‘pero mano no tienen armas’ entonces ellos tenían las armas para ponerles
a las personas por si no traían (…) efectivamente se le pusieron las armas a una persona de esas,
quedó ahí en el sitio dónde quedó con la plata donde estaba el carro, el taxi volcado.

(…)

RESPONDIÓ: no señoría ahí no hubo intercambio de disparos porque ellos no llevaban armas,
cuando yo dejé el dinero en el sitio ya la unidad ya los soldados estaban en la parte alta y en la yo
digo parte alta pero era lo ancho que tiene una vía 7 u 8 m y estaban ahí en un pradito y ahí estaban
tendidos sino que como era ya es oscuro y ya es la noche y a pesar de que era puro prado, pura
grama bajita pero era de noche y en el campo o sea la oscuridad de la noche entonces la persona
que entra no los veía entonces ellos estaban ahí y ellos ya sabían que el que fuera a recoger ese
paquete era que le iban a disparar pero en ningún momento se iba con la iniciativa de
capturarlos, decirles alto”1165. (negrillas agregadas)

942. Junto con esto, el señor Rodríguez Vera informó que una de las personas había
sobrevivido al ataque del ejército y por ello él mismo se encargó de rematarlo:

Una de las personas alcanzó a salir y quedó al frente quedó estirado en la, en la vía, entonces yo
fui y miré a la persona, a la víctima y la persona estaba herida pero estaba viva ya se veía respirar,
entonces yo le dije a Blandón le dije “mano, ese man está vivo” entonces me dijo “¿qué hacemos?”
y yo “no, pues la orden, se sabe la orden, que la orden que me dieron fue que las bajas mano y
qué vamos a decir con ese man herido”, entonces ninguno le quería disparar, yo le disparé a esa
persona, a la persona que estaba herida que tal vez, asumo yo, que iba manejando el vehículo (…)
entonces yo le puse el arma a esa persona que yo le disparé y le disparé el arma en la mano de la
persona, a la persona que quedó recogiendo el dinero también a esa víctima también se le puso el
arma, yo se la puse pero esa persona el que murió en el momento que estaba recogiendo el
dinero”1166. (negrillas agregadas)

943. Igualmente, confirmó que el señor Orlando Crispín Lizcano no llevaba ningún
arma consigo, ni fue encontrado con una, sino que, al siguiente día, cuando tuvieron
noticia de su ubicación, el señor Rodríguez Vera acudió al lugar de los hechos con otros
soldados y en los alrededores dejó un revólver junto con munición, e incluso hizo que
el occiso tocará el elemento para que tuviera sus huellas:

“Entonces ese pelotón encuentra otra persona lejos de ahí del sitio de los hechos, lo encontró yo
creo que aproximadamente a un kilómetro tal vez, era lejos porque era de ahí bajando. Entonces
me llaman a mí el batallón o sea yo estaba en el batallón y me llamó mi mayor Álvarez ‘que mi
mayor Ojeda lo necesita mano, bravo’, entonces yo llegué allá y ‘que ordena mi mayor’ y me dijo

1165 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
1166 Ibidem.

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‘que hijueputas hizo usted hermano que ahí hay un man ahí encontraron un man, ahí hay otro
muerto’, entonces yo le dije, ‘ah yo no sé’, le dije ‘pues allá quedaron las dos que iban a recogerla
a la extorsión’, dijo ‘pero es que hay otro muerto, allá ya está’ dijo. Entonces qué hago, dijo ‘yo no
sé usted que va a hacer hermano, usted ya sabe que tiene que hacer’, entonces ahí me pasaron
un revólver, no recuerdo el calibre del arma en el 2, me pasaron en el 2 y fui para el sitio de los
hechos, llegué y como era retirado entonces yo fui donde había quedado la persona, la víctima e
hice que él tocara el arma y me devolví y dejé el arma tirada en el trecho por donde él había bajado,
no se la dejé ahí cerca a él, sino la dejé por donde la huella por donde la había bajado y me regresé
y ya le informé a mí mayor Ojeda, le dije ‘mi mayor ya está listo, ya hice ya le puse” 1167. (negrillas
agregadas)

944. Este hecho muestra elementos característicos del patrón, dado que fue un
operativo que se adelantó en contra de un supuesto grupo de personas que estaban
cometiendo delitos, pero que pretendía inequívocamente generar la ejecución de los
presuntos implicados, excediendo las facultades que tienen las fuerzas militares cuando
despliegan actividades que deberían ser asignadas a los cuerpos de policía, tal como lo
indican las normas de Derecho Internacional Humanitario y las subreglas fijadas por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos.

945. De este patrón criminal se resalta la participación de informantes civiles, el


aprovechamiento de supuestas o reales acciones delincuenciales o incluso la realización
de estas por integrantes de las tropas para aparentar un contexto de inseguridad en el
sector que justificara operaciones en las que se utilizaba toda la contundencia del poder
militar. Los hechos descritos muestran como este tipo de actuaciones ilícitas no eran
inusuales, sino que existía un conocimiento previo de las formas en las que se debía
planear, ejecutar y encubrir este tipo de conductas, actos en los que participaban no solo
los integrantes de las unidades desplegadas en el terreno sino también los integrantes
de las secciones de operaciones e inteligencia de los batallones. Los casos revelan así
una sólida coordinación, la cual se observa en la comunicación de comandantes de
brigada con comandantes de batallón, lo que a su turno se convierten en órdenes de
operaciones verbales sin mayor registro documental; la autonomía entregada a los
pelotones desplegados en terreno para el desarrollo de las operaciones; la comunicación
con integrantes del batallón para obtener el material necesario para simular los
combates y encubrir lo realmente ocurrido.

946. En circunstancias similares a las descritas en los casos ilustrativos de este patrón
murieron Ever Urquina Rojas, John Jairo Hoyos Tarazona, Yesid Ortiz Paladines, Carlos
Mauricio Suárez Monje, José Adelmo Pillimue Caldón, William Tovar Quiza, Diego
Fernando Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy Erazo Artunduaga, Jhon Jairo
Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón Bedoya, José Misael Moreno
Quiroga, Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra,
Rafael Medina Reyes, Mariano Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama, John Fredy
Molina Cerón, José Luis Castillo, Fernando Figueroa Medina, Miguel Antonio Ordóñez
Díaz, Orlando Crispín Lizcano, Andrés Mauricio Duarte Guzmán, Carlos Augusto
Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón, Rubiel

1167 Ibidem.

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Andrade, José Alexander Murcia, Rubén Darío Garcés Murcia, Fredy Rengifo Anacona,
Eugenio Chito Gómez, Albeiro Hernández Cerón, Joselo Sánchez Sarria, Evelio Bermeo
López, Leo Dan Bermeo López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños,
Faiber Cuellar González, José Aristides García Claros, Honaldo Muñoz Campo,
Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús
Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán, Ever Huelgos Vargas, Jairo
Falla Calderón, Fabio Lozada Muse, Javier España Andrade, Jorge Leonardo
Hernández Serrano, Diego Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto Vargas Olaya,
Marlio Mauricio Murillo Quintero, Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre,
José Rentería, Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín, José Lizardo Vela
Salazar, Jimmy Antonio Camargo Vargas, Jorge Eliecer Neira Cifuentes, Juan Pablo
Perdomo Montealegre, Yefersson González Flórez, Duberney Correa Figueroa, Orlando
Cuadrado Díaz, Yobany Ardila Velasco, Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno
Quiroga, Yorman Anderson Preciado Coquinche, Luis Eduardo Girón Acosta, Jorge
Eliecer Cerón Girón, Silvestre Delgado Cuellar, Orlando Rivera Artunduaga, Juan
Esteban Fernández Quiroga, Querubín Durán Durán, Albeiro Rivera Rivera, Luis
Aníbal Restrepo Sánchez y 1 persona no identificada.

947. En la siguiente sección de la decisión se abordarán los elementos de la calificación


jurídica de las conductas descritas en los patrones, determinadas y ejemplificadas con
los casos representativos. Posteriormente se analizará la responsabilidad individual de
quienes serán identificados como máximos responsables o partícipes determinantes por
los hechos materia de la decisión.

D. CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LAS CONDUCTAS.

948. En esta sección procede la Sala de Reconocimiento a calificar los hechos


determinados en el acápite anterior como homicidios en persona protegida
constitutivos de crímenes de guerra y asesinatos como crímenes de lesa humanidad,
con fundamento en los artículos 22, 30 y 135 del Código Penal, en concordancia con los
artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i) del Estatuto de Roma y, en concurso, como desapariciones
forzadas constitutivas de crímenes de lesa humanidad con fundamento en los artículos
22, 30 y 165 del Código Penal, en concordancia con el artículo 7(1)(i) del Estatuto de
Roma.

949. Para ello se referirán, para cada tipo de conducta que se califique, los elementos
materiales, de intencionalidad y las circunstancias contextuales que determinan su
naturaleza. Esto, con el fin de complementar la calificación jurídica de manera que,
mediante la comprobación de los elementos de los crímenes correspondientes en estos
dos niveles normativos, sea posible evidenciar la verdadera transcendencia y la
magnitud de las conductas cometidas

1. Marco jurídico aplicable.

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950. De acuerdo con lo señalado en los Autos de Determinación de Hechos y


Conductas emitidos hasta la fecha1168, según el art. 79 (h) de la LEAJEP, una vez
recibidas las versiones voluntarias y contrastada la información recopilada por la Sala
de Reconocimiento, “en caso de apreciar que existen bases suficientes para entender que la
conducta existió, que la persona mencionada participó y que la conducta corresponde a tipos
penales no amnistiables” (negrillas añadidas), debe poner a disposición de los
comparecientes esta información, “para que por ellos se tome la decisión de comparecer o no
comparecer a efectuar el aporte de verdad y reconocimiento o no de responsabilidad”.

951. La Sala debe establecer, por ejemplo, si, en los términos previstos en los art. 48
(1) de la Ley de 1820 de 2016 y 45 (1) de la Ley 1957 de 2019, se trata de conductas
susceptibles de ser calificadas como “crímenes de lesa humanidad, genocidio, crímenes de
guerra, toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, tortura, desaparición forzada,
acceso carnal violento u otras formas de violencia sexual, sustracción o reclutamiento de menores
o desplazamiento forzado”.

952. En primer lugar, se determinarán los parámetros de la calificación jurídica propia


que debe realizar la Sala, teniendo en cuenta las particularidades del subcaso.
Seguidamente, se indicarán los tipos del Código penal y los crímenes internacionales
en los que se subsumen las conductas determinadas, refiriendo también las
circunstancias que dan cuenta de los elementos contextuales, en concordancia con lo
expuesto sobre los patrones macrocriminales y los casos representativos de la
victimización perpetrada por integrantes del Ejército Nacional en el departamento del
Huila (supra C).

953. Así, se procederá a calificar jurídicamente las conductas determinadas en este


auto, es decir, a adecuarlas típicamente. Con ese propósito: (i) se aclarará cuál es el
marco jurídico (fuentes del derecho) aplicable en este caso, así como la metodología
utilizada para realizar la calificación; (ii) se explicará por qué las muertes presentadas
ilegítimamente como bajas en combate constituyen homicidios como crímenes de
guerra y asesinatos como crímenes de lesa humanidad; y (iii) se hará referencia a los
hechos que revisten características del crimen de desaparición forzada. De esta manera,
se demostrará que los hechos y las conductas determinados en esta decisión
corresponden a tipos penales no amnistiables.

954. El resultado del análisis que aquí se presenta, mediante la aplicación armónica
del derecho penal colombiano y del derecho internacional es una calificación jurídica
propia de la Sala de Reconocimiento para estos casos como crímenes de guerra y
crímenes de lesa humanidad.

955. Siguiendo lo previsto en el Acuerdo Final, el artículo 5 del Acto Legislativo No.
01 de 2017 introdujo en nuestra Constitución Política un régimen especial de fuentes
del derecho para la JEP. La nota distintiva de este tratamiento es la posición del derecho

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Autos 019, 125 y
1168

128 de 2021 y los autos SUB-D-055, SUB D y F-01 de 2022 y SUB-D-062 de 2023.

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internacional en el sistema de fuentes del derecho: por mandato constitucional expreso,


el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho internacional
humanitario y el derecho penal internacional son fuente del derecho en la JEP. La
calificación jurídica “propia” y la facultad de la JEP para “recalificar” conductas de
manera distinta a la justicia ordinaria, obedecen en buena medida, a este régimen de
fuentes del derecho en la JEP.

956. Según el inciso sexto del artículo transitorio 5º de la Constitución, incluido en la


Carta mediante el Acto Legislativo 01 de 2017, la JEP, al adoptar sus resoluciones o
sentencias, “hará una calificación jurídica propia del Sistema respecto a las conductas objeto del
mismo, calificación que se basará en el Código Penal colombiano y/o en las normas de Derecho
Internacional en materia de Derechos Humanos (DIDH), Derecho Internacional Humanitario
(DIH) o Derecho Penal Internacional (DPI)”. En igual sentido y con un texto casi idéntico,
el artículo 23 de la LEAJEP reguló “el derecho aplicable” en esta jurisdicción especial.

957. Atendiendo también a lo previsto en el Acuerdo Final, el Acto Legislativo 01 de


2017 introdujo en el texto constitucional una cláusula especial sobre el “tratamiento
diferenciado” que les corresponde a los agentes del Estado en la JEP (artículo transitorio
17) y un capítulo séptimo denominado “LAS NORMAS APLICABLES A LOS
MIEMBROS DE LA FUERZA PÚBLICA PARA LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO
ARMADO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA”. El primer
artículo de dicho capítulo establece que “en virtud del carácter inescindible de la Jurisdicción
Especial para la Paz, en relación con los Miembros de la Fuerza Pública que hubieren realizado
conductas punibles por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto
armado, el tratamiento será simétrico en algunos aspectos, diferenciado en otros, pero siempre
equitativo, equilibrado y simultáneo” (artículo transitorio 21). En el segundo artículo del
mismo capítulo se regula de manera especial la calificación jurídica propia de la JEP
para los miembros de la Fuerza Pública (artículo transitorio 22).

958. El artículo transitorio 22 de la Constitución Política establece así que la JEP “hará
una calificación jurídica propia del Sistema respecto a las conductas objeto del mismo,
calificación que se basará, con estricta sujeción al artículo 29 de la Constitución Política, en el
Código Penal colombiano vigente al momento de la comisión del hecho, en las normas de Derecho
Internacional de los Derechos Humanos (DIDH) y de Derecho Internacional Humanitario
(DIH)”. Así, el Acto Legislativo 01 de 2017 distinguió parcialmente el marco jurídico
especial aplicable a los excombatientes de la antigua guerrilla de las FARC, los agentes
del estado no miembros de la Fuerza Pública y los terceros civiles, de aquél previsto
para los miembros de la Fuerza Pública.

959. La norma constitucional especial para los miembros de la Fuerza Pública se


diferencia de la cláusula general sobre fuentes del derecho en la JEP en dos elementos
sustanciales. De una parte, en que para los miembros de la Fuerza Pública se excluye la
aplicación alternativa del ordenamiento doméstico o el internacional. De otra, en la
posibilidad de aplicar el Derecho Penal Internacional en la calificación jurídica para los
miembros de la Fuerza Pública, conservando solamente en el texto de la norma como

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fuente del derecho internacional aplicable, el DIDH y el DIH. Sin embargo, en virtud
de lo considerado por la Corte Constitucional en Sentencia C-080 de 2018, la JEP
preserva su competencia para aplicar el ordenamiento penal internacional, acudiendo
para ello a una armonización entre las finalidades del sistema de justicia transicional,
los derechos y las garantías de los procesados y aquellos de las víctimas del conflicto
armado interno. Lo anterior, de conformidad con las obligaciones internacionales
asumidas por el Estado colombiano en materia de lucha contra la impunidad y de la
incorporación de instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos
por vía del bloque de constitucionalidad.

960. La disposición constitucional especial sobre fuentes del derecho en la JEP para
los miembros de la Fuerza Pública fue reproducida en el artículo 23 de la LEAJEP. Con
ocasión de la revisión automática del Proyecto de Ley Estatutaria, la Corte
Constitucional examinó la constitucionalidad de la exclusión del DPI para los miembros
de la fuerza pública. El alto tribunal encontró que la norma estatutaria se ajustaba a la
Constitución, pues simplemente remitía a lo previsto en el artículo 22 del Acto
Legislativo 01 de 2017. En consecuencia, la Corte advirtió que respecto de los miembros
de la fuerza pública prima la regulación especial del artículo 22 sobre aquella general
del derecho aplicable en la JEP, prevista en el artículo 5 del mismo Acto Legislativo. Sin
embargo, agregó a renglón seguido que “Lo anterior no impide que, en cada caso concreto,
la JEP pondere la norma especial aplicable para la Fuerza Pública, con los derechos de
las víctimas para que los hechos sufridos no queden en la impunidad, dentro de un
parámetro de igualdad entre ellas, y con la aplicación ponderada del principio de favorabilidad
penal expuesto antes”1169 (negrillas y subrayados agregados). Se concluyó que, a pesar de
la exclusión en el artículo estudiado del derecho penal internacional como derecho
aplicable respecto de los miembros de la fuerza pública, “no procede la declaración de
inconstitucionalidad de la norma, por cuanto la JEP tiene competencia para decidir
sobre el particular en cada caso en concreto”1170.

961. El artículo 23 de la LEAJEP dispone que la calificación jurídica propia que haga
la Sala, “podrá ser diferente a la efectuada con anterioridad por las autoridades judiciales,
disciplinarias o administrativas”. Las diferencias en la calificación jurídica podrían
explicarse, en buena medida, de acuerdo con esta misma disposición, precisamente

1169 La Corte Constitucional en sentencia C-080 de 2018 señaló: “Lo anterior no impide que, en cada caso
concreto, la JEP pondere la norma especial aplicable para la Fuerza Pública, con los derechos de las víctimas
para que los hechos sufridos no queden en la impunidad, dentro de un parámetro de igualdad entre ellas, y
con la aplicación ponderada del principio de favorabilidad penal expuesto antes. Es claro que el efecto de la
aplicación del régimen sustancial especial aplicable a la calificación de la conducta no puede llevar al extremo
de dejar en la impunidad hechos que cometidos por otro agente responsable de los hechos sí sería sancionable.
Esta interpretación desconocería el igual derecho de todas las víctimas a acceder a la justicia, y la posición de
garante de los miembros de la Fuerza Pública como agentes del Estado. También iría en contra del principio
de simultaneidad en el tratamiento diferencial, contemplado en el mismo Acto Legislativo 01 de 2017, llevando
a la consecuencia inconstitucional de que un grave crimen contemplado en el Estatuto de Roma sería
sancionable ante la JEP para cualquier persona que lo cometa en el marco del conflicto armado, y no así para
la Fuerza Pública, dejando desprotegidas a las víctimas de hechos de su responsabilidad.” M.P. Antonio José
Lizarazo Ocampo.
1170 Ibidem.

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dada la aplicabilidad que el derecho internacional tiene en la JEP. Aunque también es


concebible en la JEP una calificación jurídica propia en derecho doméstico distinta a la
realizada previamente por la justicia ordinaria, por ejemplo, cuando un homicidio se
califique en esta justicia especial como homicidio en persona protegida, y muy
especialmente, por ausencia de tipificación de los crímenes de lesa humanidad en el
texto del Código Penal colombiano.

962. De manera coherente con los términos del capítulo quinto del Acuerdo Final, el
artículo 46 de la Ley 1820 de 2016 o Ley de amnistía y otros tratos penales especiales
dispone que la renuncia a la persecución penal, en cuanto mecanismo de tratamiento
penal especial mediante el cual se extingue la acción penal, no procede respecto de los
delitos de lesa humanidad, el genocidio, los crímenes de guerra, la toma de rehenes u
otra privación grave de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la
desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, la
sustracción de menores, el desplazamiento forzado y el reclutamiento de menores.

963. Así, con base en las normas convencionales, constitucionales, estatutarias y


legales descritas, esta Sala de Justicia considera que en la calificación jurídica propia de
los hechos y conductas atribuibles a los miembros de la Fuerza Pública debe aplicar
armónicamente1171 el derecho interno y el derecho internacional, es decir, debe imperar
un diálogo entre ambos ordenamientos jurídicos. Atendiendo el mandato
constitucional expreso del artículo 22 transitorio, respecto de los miembros de la Fuerza
Pública no cabe el uso exclusivo del derecho internacional.

964. Teniendo en cuenta que el artículo transitorio 22, aplicable específicamente a


miembros de la Fuerza Pública, se refiere en primer lugar al “Código Penal colombiano
vigente al momento de la comisión del hecho”, sin aludir al derecho internacional con la
conjunción “y/o”, como sí lo hace de manera general el artículo transitorio 5º del Acto
Legislativo 01 de 2017, la Sala considera necesario, en este caso, tomar el derecho interno
como punto de referencia inicial, para la calificación jurídica de las conductas
atribuibles a estos comparecientes.

965. La visión armónica de las fuentes del derecho para la calificación jurídica propia
de las conductas respecto de los miembros de la Fuerza Pública que adopta en este caso
la SRVR significa que aquella se adelantará, conforme a la legislación nacional y a la luz
de las normas internacionales, según resulte necesario, de acuerdo con lo establecido
por la Corte Constitucional1172. Este ejercicio de armonización normativa se realizará en

1171 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad. Caso No. 01.
Toma de rehenes y graves privaciones de la libertad cometidas por las FARC-EP (renombrado por medio de
este Auto). Auto No. 19 de 2021. Párr. 667 (“La Sala Reconocimiento debe hacer una calificación jurídica propia
utilizando de manera armónica el Derecho Penal colombiano, el Derecho Internacional Penal, el Derecho
Internacional Humanitario y el derecho internacional de los Derechos Humanos”); Corte Constitucional.
Sentencia C-007 de 2018. Párr. 189.
1172 Por esta línea, en sentencia C-080 de 2018 la Corte Constitucional acogió el concepto presentado por la

Procuraduría General de la Nación, en el sentido de que: “(ii) El DPI opera con carácter complementario o

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todo caso teniendo en cuenta los fines constitucionales de la JEP y los principios que
orientan el ejercicio de sus competencias, entre ellos, de un lado, los principios de
legalidad y favorabilidad y, de otro lado, el principio de centralidad de las víctimas1173.

966. El sistema de fuentes de derecho aplicable por la JEP es una expresión del
principio de legalidad. Por esto, la JEP está en la obligación de observar este principio,
que implica no solo tener en cuenta las conductas incluidas en el Código Penal
(legalidad en sentido estricto), sino también las contempladas en el derecho
internacional (legalidad extendida, en sus tres manifestaciones: (i) tipificación de
conductas; (ii) formas de autoría y participación; y (iii) pena) 1174. Esta doble connotación
del principio de legalidad reconocida por la Corte Constitucional1175, fue acogida por la
Sección de Apelación1176 y ha sido empleada por la Corte Suprema de Justicia, al
interpretar que el principio de legalidad se satisface “con la prohibición de la acción o de la
omisión en tratados internacionales o en el derecho consuetudinario al momento de su
comisión”1177.

967. En consecuencia, tomando en consideración la multiplicidad de marcos jurídicos


aplicables a la JEP, la Sala parte base de una interpretación del principio de legalidad
que trasciende su noción tradicional1178 y guarda coherencia con el principio de
legalidad internacional, consagrado en tratados de derechos humanos como la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 9) y el Pacto Internacional

subsidiario, esto es, que el Estado debe aplicar, en primer lugar, su legislación interna para efectos de sancionar
conductas, y solo es posible acudir a él como un criterio complementario en caso de que no haya norma
aplicable para efectos de la calificación de la conducta. (iii) La aplicación complementaria del DPI es
consecuencia de la gravedad de las conductas que se investigan en la JEP […]” (cursivas añadidas), pág. 428-
429.
1173 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad. Auto No. 19 de

2021. párr. 670 y Auto No.128 párr. 629


1174 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad. Auto No.19,

párr. 671-672. Corte Constitucional, Sentencia C-578 de 2002: “(…) encuentra la Corte que algunas de las
conductas descritas en los artículos 6, 7 y 8, tienen un grado de imprecisión que parece sugerir que éstas
responden a un estándar diferente del principio de legalidad que orienta el derecho penal tanto en el ámbito
nacional como en el contexto internacional”.
1175 Corte Constitucional, Sentencia C - 710 de 2001; Corte Constitucional, Sentencia C-007/2018; Corte

Constitucional, Sentencia C-080/2018. La Corte Constitucional ha sostenido que, a causa del sistema de fuentes
que rige la actividad jurisdiccional de la JEP (el cual incluye normas de derecho nacional e internacional), el
principio de legalidad no se debe entender desde la versión penal tradicional nullum crimen sine lege stricta,
sricpta, certa y praevia (no hay delito sin ley expresa, escrita, cierta y previa), sino en su definición más amplia
del derecho internacional, nullum crimen sine iure (no hay delito sin derecho). De este modo, los referentes
normativos de judicialización de conductas no solo se circunscriben a la ley entendida en sentido estricto, sino
que también incluyen otras fuentes de derecho, como el consuetudinario o, si se dan los requisitos para ello,
los principios generales del derecho reconocidos por la comunidad internacional.
1176 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-AM-203 de 2020.

1177 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Sentencia de 27 de enero de 2016, rad. 44462.

1178 En este sentido, la Corte Constitucional, en las sentencias C-007 de 2017 y C-080 de 2018, estableció que

dicho principio, debido al sistema de fuentes que rige la actividad jurisdiccional de la JEP, incluye cuerpos
normativos de derecho internacional y de derecho nacional. Esto requiere entender el principio no en su
versión penal tradicional, sino en su definición más amplia del derecho internacional, nullum crimen sine iure
(no hay delito sin derecho) (véase al respecto: Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación, Sentencia
TP-SA-AM-203 de 2020, párrs. 39 y ss.).

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de Derechos Civiles y Políticos (artículo 15), en tanto se refiere a conductas delictivas


conforme al derecho nacional, al derecho internacional y a los principios generales del
derecho reconocidos por la comunidad internacional.

968. Por su parte, respecto del principio de favorabilidad la Sección de Apelación de


la Jurisdicción Especial para la Paz ha indicado que este no se aplica de manera estricta
tal como opera en el derecho penal, sino que debe interpretarse para los fines de la
justicia transicional1179. Esto implica que debe ponderarse entre el principio pro persona
y el principio pro víctima, lo que implica que la centralidad de las víctimas en la
jurisdicción conduce a adoptar la interpretación que mejor garantice sus derechos 1180.

969. En el mismo sentido, la Corte Constitucional señaló que aunque el principio de


favorabilidad constituye una garantía en favor de investigados o procesados dentro de
un proceso de naturaleza penal, y que (i) la configuración del Sistema Integral de
Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, específicamente en su componente
judicial, implica la aplicación de diferentes fuentes normativas (Derecho Penal
Colombiano, Derecho Internacional en materia de Derechos Humanos, Derecho
Internacional Humanitario y Derecho Penal Internacional); (ii) la vigencia del principio
de favorabilidad no puede implicar el desconocimiento del deber de investigar, juzgar
y sancionar, ni el desconocimiento de la obligación de garantizar los derechos de las
víctimas y la comunidad en general. Por lo tanto, la lectura que debe darse a la
aplicación de este principio requiere de una armonización con la vigencia de otros,
asimismo importantes, que inspiran la configuración del Sistema Integral para la Paz1181.

970. En suma, tal como lo explicó la Sala en el Auto No. 19 de 2021, la calificación
jurídica de las conductas se debe realizar conforme al derecho vigente en el momento
en que estas fueron cometidas, en este caso concreto el Código Penal colombiano, las
normas convencionales, consuetudinarias y principios del DIH y el DIDH vigentes para
el Estado en el momento en el que ocurrieron los delitos, así como el Estatuto de Roma
de la Corte Penal Internacional, tal como se explica en los siguientes párrafos.

971. Desde el punto de vista del derecho nacional, dado que en este subcaso se han
identificado conductas realizadas entre los años 2005 y 2008, se tendrá como marco
normativo base el Código Penal colombiano, expedido mediante la Ley 599 de 2000, el
cual entró en vigor a partir del 24 de Julio de 2001.

972. El derecho internacional, especialmente el DIH y el DIDH, se tomarán como


criterios de interpretación de los tipos penales previstos en el Código Penal colombiano,
lo que permite la caracterización adecuada de las conductas, atendiendo a su magnitud
y gravedad. Lo anterior por cuanto el DIH y el DIDH consagran derechos humanos,
establecen prohibiciones, con un menor o mayor grado de exactitud, y establecen
mandatos de expedir normas internas (deber de adecuar el derecho interno al

1179 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-AM 168 de 2020.
1180 Ibidem. En el mismo sentido, Auto TP-SA 153 de 2019 y Auto TP-SA 155 de 2019.
1181 Corte Constitucional. Sentencia C-007/2018. Párr. 637 y 638.

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internacional), mas no prevén tipos penales, a diferencia los códigos nacionales y los
Elementos de los Crímenes de la CPI.

973. En este sentido, para la calificación jurídica se tendrán también en cuenta normas
internacionales convencionales y consuetudinarias en vigor para Colombia en el
momento en que se realizaron las conductas en cuestión. Así, se aludirá a disposiciones
y jurisprudencia internacionales, con el fin de evidenciar las coincidencias existentes
entre las definiciones nacionales e internacionales de algunos crímenes y mostrar de
esta manera que en estos casos el desarrollo del derecho colombiano y del internacional
se ha orientado en la misma dirección.

974. Esta forma de armonizar el derecho penal colombiano y el derecho internacional


permite a la Sala demostrar que, a la luz de estos dos ordenamientos jurídicos, los
hechos determinados en esta decisión eran criminales desde el momento en que se
perpetró el primero de ellos. Es otras palabras, sin importar los motivos o las razones
con las que aparentemente se hayan querido justificar, se trata de conductas que de
antemano eran jurídicamente reprochables no solo por decisión del pueblo colombiano,
el cual se expresó en este sentido por medio del legislador elegido democráticamente,
al criminalizarlas en el ordenamiento jurídico interno, sino también por la comunidad
internacional, en la cual existe consenso sobre la necesidad de sancionar
comportamientos inhumanos como los aquí descritos1182.

975. En consecuencia, en atención al principio de legalidad, y así como ocurre con la


aplicación de la legislación penal interna, para la calificación jurídica fueron tomados
en cuenta instrumentos internacionales en vigor para Colombia en el momento en que
se realizaron las conductas en cuestión. Así sucede, por ejemplo, con el Protocolo
Adicional II a los Convenios de Ginebra1183 o la Convención Interamericana contra la
Desaparición Forzada de Personas1184 .

976. Respecto a la invocación del Estatuto de Roma es importante retomar lo ya


afirmado por esta Sala respecto del alcance del artículo 23 de la LEAJEP que reproduce
el 22 transitorio constitucional. Como se citó arriba, la Corte Constitucional encontró
que el artículo 23 estatutario se ajusta a la Carta Superior y que debe primar la norma
especial sobre calificación jurídica propia para los miembros de la Fuerza Pública
(artículo 22 transitorio constitucional) sobre la cláusula general de las fuentes del
derecho en la JEP. Sin embargo, se advirtió también que esto no impide que el juez de
la JEP “pondere la norma especial aplicable para la Fuerza Pública, con los derechos de las
víctimas para que los hechos sufridos no queden en la impunidad, dentro de un parámetro de
igualdad entre ellas”. Así, la Sala examinará ahora si en este caso concreto la realización
de los derechos de las víctimas y de la sociedad a la verdad, la justicia y la reparación
requieren o no de la aplicación del DPI. Para ello la Sala empleará el test integrado de

1182 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, Preámbulo, párrafos cuarto, quinto y sexto: “Recordando
que es deber de todo Estado ejercer su jurisdicción penal contra los responsables de crímenes internacionales”.
1183 Ratificado por Colombia el 14 de agosto de 1995.

1184 Ratificada por Colombia el 4 de diciembre de 2005.

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igualdad que ha desarrollado la Corte Constitucional colombiana1185.

977. Para formular de manera más precisa los términos del problema, la SRVR debe,
de un lado, recordar que los hechos aquí determinados se inscriben en un patrón de
macrocriminalidad, pues como se demostró en la sección C de esta decisión, se trata de
la repetición no accidental de por lo menos 200 asesinatos y 32 desapariciones forzadas
de adultos y jóvenes del Departamento del Huila a manos de miembros del BIPIG, el
BIMAG y la AFEUR 11, con el fin de presentarlos ilegítimamente como bajas en combate
y así satisfacer el principal indicador oficial del éxito del esfuerzo militar. De otro lado,
la Sala recuerda que el Estado colombiano tiene la obligación de investigar, juzgar y
sancionar crímenes internacionales, incluidos los crímenes de lesa humanidad 1186,
aunque el Código Penal colombiano no los incluya, ni se cuente a nivel doméstico con
algún dispositivo que recoja adecuadamente la masividad y sistematicidad para efectos
de la adecuación típica de la conducta1187.

978. Así, el problema jurídico que aborda la Sala en este punto es si la garantía de los
derechos de la sociedad a la verdad y de las víctimas a la verdad, la justicia y la
reparación requiere la aplicación por parte de esta Sala del Derecho Penal Internacional
o si, en este caso concreto, debe primar la cláusula constitucional y estatutaria especial
que lo excluye de las fuentes del derecho aplicable a los miembros de la Fuerza Pública.
Lo anterior, teniendo en cuenta que el Código Penal colombiano no tipifica los crímenes
de lesa humanidad. Además, la Sala debe determinar si es justo, legítimo y no
discriminatorio que las víctimas de los excombatientes de las antiguas FARC puedan
percibir los crímenes por los que fueron afectados, calificados en términos del derecho
penal internacional, como crímenes de lesa humanidad, mientras que aquellas de los
miembros de la Fuerza Pública no tengan este mismo trato.

979. Se pregunta esta Sala si en este caso concreto una exclusión del DPI, y por ende
de la posibilidad de calificar los hechos como crímenes de lesa humanidad, sería
expresión legítima y no discriminatoria del “trato diferenciado” que debe dar la JEP a
los miembros de la Fuerza Pública o si, por el contrario, constituye un trato injusto y
discriminatorio de sus víctimas. Todo lo anterior, en los términos de la ponderación de
la norma especial para los miembros de la Fuerza Pública con los derechos de las

1185 Corte Constitucional, Sentencia C-601 de 2015 y Corte Constitucional, Sentencia C-015 de 2014.
1186 Sobre este particular entre otros, ver: Corte IDH. Caso Herzog y otros vs. Brasil. Sentencia del 15 de marzo
de 2018. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas: "la primera obligación de los Estados es
impedir que este tipo de crímenes ocurran. Consecuentemente, los Estados deben asegurar que estas conductas
sean perseguidas penalmente y sus autores sancionados"; sobre el compromiso del Estado Social y
Democrático de Derecho, de respetar, proteger y garantizar los derechos de la sociedad y de las víctimas, en
cuanto elemento definitorio de la Constitución Política, y la obligación de investigar, juzgar y en su caso
sancionar crímenes internacionales, como uno de los componentes de este elemento, ver Corte Constitucional.
Sentencia C-579 de 2013. Consideración 8. (Juicio de sustitución).
1187 Por esta razón, en el artículo 15 de la Ley 1719 de 2014, mediante la cual se adoptaron medidas para

garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual, en especial la violencia sexual con ocasión
del conflicto armado, el legislador colombiano autorizó a las autoridades judiciales competentes que juzguen
estos crímenes, para que califiquen dichas conductas como crímenes de lesa humanidad, con expresa
referencia al Estatuto de Roma, como parte de la verdad judicial.

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víctimas, “para que los hechos sufridos no queden en la impunidad, dentro de un parámetro de
igualdad entre ellas (las víctimas)”, que previó la Corte Constitucional para abordar la
cuestión. En estos términos, procederá la Sala a ponderar el peso específico en este caso
concreto de los derechos y principios constitucionales en juego.

980. El principio constitucional de igualdad exige, en primer lugar, dar el mismo trato
a situaciones de hecho idénticas o dar un trato diferente a situaciones fácticas que
presenten similitudes y diferencias, cuando las segundas sean más relevantes que las
primeras1188. En este caso, la diferencia principal entre los crímenes cometidos por los
miembros de la Fuerza Pública y los perpetrados por los demás comparecientes ante la
JEP es precisamente que aquellos son atribuibles a sujetos que tienen la calidad de
agentes estatales, quienes además detentaban el monopolio legítimo de las armas y,
además, cumplían un especial deber de protección de los derechos ciudadanos
(posición de garante), el cual se deriva de la función constitucional de las fuerzas de
seguridad del Estado1189.

981. Del monopolio de la fuerza y del especial deber de protección se derivan un trato
que, si bien debe ser simétrico, es también diferenciado. Sin embargo, en este caso
particular la Sala debe considerar que este trato diferenciado de los victimarios, al
excluir el DPI, llevaría consigo ineludiblemente un déficit de justicia en desmedro de
las víctimas. Si la Sala optara por excluir la aplicación del DPI de la calificación jurídica
para los miembros de la Fuerza Pública, los asesinatos y desapariciones forzadas
cometidos de manera masiva y sistemática determinados en esta providencia no
podrían ser calificados como crímenes de lesa humanidad. Esto, a diferencia de los
asesinatos, desapariciones forzadas y privaciones graves de la libertad cometidos por
excombatientes de las antiguas Farc-EP que sí fueron calificados como crímenes de lesa
humanidad por esta misma Sala en el Auto 019 de 2021.

982. Suponer que el DPI es relevante para la calificación jurídica propia de conductas
atribuibles a miembros de las antiguas Farc-EP, a terceros civiles y a agentes estatales
no integrantes de la Fuera Pública, pero no a miembros de la Fuerza Pública, no
solamente implica un trato diferenciado entre estos sujetos, sino también de sus
víctimas. Las víctimas de los crímenes cometidos por los primeros tres grupos de
comparecientes podrían esperar que la JEP proporcione explicaciones sobre la comisión
masiva de los crímenes, llamando a estas conductas con la denominación jurídica que
refleja esta circunstancia -concretamente, calificándolos como crímenes de lesa
humanidad-, mientras que a las víctimas del tercer grupo de comparecientes les estaría
negada esta posibilidad. Este trato diferenciado que afecta tanto a comparecientes como
a víctimas requeriría justificación constitucional, lo cual se debe determinar a partir del
test integrado de igualdad en los términos de la Corte Constitucional colombiana1190.

983. Para resolver este problema jurídico, es necesario entonces determinar si se está

1188 Corte Constitucional. Sentencia C-601 de 2015.


1189 Corte Constitucional. Sentencia SU-1184 de 2001.
1190 Corte Constitucional, Sentencia C-601 de 2015 y Corte Constitucional, Sentencia C-015 de 2014.

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ante un criterio diferenciador “sospechoso”, siguiendo lo establecido por la Corte


Constitucional1191. Si se tiene en cuenta que las víctimas de agentes estatales miembros
de la Fuerza Pública son personas que han visto afectados gravemente sus derechos
fundamentales y frente a las cuales es posible afirmar que el Estado les ha fallado, pues
dichas vulneraciones han sido producidas por quienes lo representaban, la Sala
entiende que efectivamente se está ante una diferenciación “sospechosa”. El hecho de
que los crímenes hayan sido cometidos por miembros de la Fuerza Pública, garantes de
los derechos de la ciudadanía, no respalda a priori un trato diferenciado en perjuicio de
sus víctimas. En consecuencia, es necesario llevar a cabo un 1192 análisis estricto para
verificar su admisibilidad1193.

984. El test estricto de igualdad implica preguntarse por la legitimidad de la finalidad


perseguida con el trato desigual, en el sentido de si es importante e imperiosa1194. Pero,
además, supone establecer si la medida cuestionada, en cuanto medio para lograr dicha
finalidad, es: (i) idónea, es decir que permita alcanzar la finalidad perseguida, (ii)
necesaria, o sea que no exista otra medida igual de idónea que no comprometa derechos
fundamentales con la misma intensidad, y (iii) proporcional en sentido estricto, es
decir que “los beneficios de adoptar la medida exced[an] claramente las restricciones impuestas
sobre otros principios y valores constitucionales”1195.

985. Para la Sala, la exclusión del DPI de las fuentes normativas aplicables en la
calificación jurídica de conductas cometidas por miembros de la Fuerza Pública no
obedece a una finalidad constitucionalmente imperiosa. De hecho, en la exposición de
motivos del AL 01 de 2017 no se encuentra ninguna explicación o justificación explícita
al respecto1196. Por el contrario, el Acto Legislativo reconoce en su artículo transitorio 17
sobre “tratamiento diferenciado para Agentes del Estado” que “(e)n dicho tratamiento deberá
tenerse en cuenta la calidad de garantes de derecho por parte del Estado” y en el artículo
transitorio 22 que “La JEP respetará las obligaciones internacionales de investigación,
juzgamiento y sanción”.

1191 "En efecto, la teoría de los "criterios sospechosos" o las categorías prohibidas de clasificación, hoy aceptada
por la mayoría de los tribunales constitucionales y de derechos humanos del mundo, se funda en la
constatación de que determinados grupos sociales "han sufrido en el pasado un trato vejatorio y han sido
objeto de permanente expoliación y persecución", lo cual explica “su postración actual." Esta teoría se origina
en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos y en la doctrina constitucional de
ese país, que, si bien no han sido siempre unívocas en la materia, han decantado algunos rasgos que son
importantes para determinar si un criterio de diferenciación es sospechoso y si se debe considerar prohibido,
por ser potencialmente discriminatorio. Así, no son en principio admisibles diferenciaciones fundadas en un
rasgo inmutable de la constitución física o psicológica de una persona, o cuando se constata que
tradicionalmente ha sido utilizada para estigmatizar a un cierto grupo de individuos, o cuando no se relaciona
en forma alguna con las habilidades o méritos de una persona para desarrollar cierta labor o cuando el grupo
que resulta afectado por ella carece de poder político” (referencias eliminadas), Corte Constitucional. Sentencia
C-481 de 1998.
1192 Corte Constitucional. Sentencia C-093 de 2001.

1193 Corte Constitucional. Sentencia C-053 de 2018.

1194 Corte Constitucional. Sentencia C-015 de 2014.

1195 Ibidem.

1196 Exposición de motivos. Proyecto de Acto Legislativo 02 de 2016- Cámara (Gaceta 1165 de 2016-Cámara de

Representantes).

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986. Esta Sala de Justicia estima que la posibilidad de calificar las conductas
relevantes conforme al DPI, aunque sin perder de vista la legislación penal colombiana,
resulta en cambio fundamental para el cumplimiento de los fines constitucionales de la
JEP. En este sentido, se debe tener en cuenta que las salas y secciones de la JEP tienen el
deber de contribuir al esclarecimiento de la verdad plena sobre los crímenes cometidos
en el marco del conflicto armado1197, lo cual implica relatar “de manera exhaustiva y
detallada las conductas […] y las circunstancias de su comisión”1198, así como describir el
patrón macrocriminal y develar los planes criminales existentes1199. Por esto, la
satisfacción del derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad colombiana
depende en alta medida de la capacidad de analizar jurídicamente y esclarecer
fácticamente elementos como la generalidad y la sistematicidad con las que se
cometieron los crímenes1200.

987. La Sala de Reconocimiento considera, en consecuencia, que la valoración judicial


de los contextos en los cuales se cometieron las conductas determinadas en este auto,
la identificación del patrón macrocriminal, de los planes o políticas, por ejemplo, como
evidencia de la sistematicidad de las conductas, así como el análisis de las causas y
motivaciones detrás de dicho patrón, son determinantes para garantizar el
esclarecimiento de lo ocurrido y el derecho a la verdad. Por lo anterior, la Corte
Constitucional señaló que la estrategia de investigación de la JEP no puede basarse en
el análisis aislado caso a caso1201.

988. Con anterioridad, la Corte Suprema de Justicia había sostenido, respecto a la Ley
de Justicia y Paz, que la calificación jurídica como crímenes de lesa humanidad, por
parte de autoridades nacionales, permite conocer la trascendencia de los
comportamientos en términos de la magnitud del daño y de la afectación social, así
como la afectación a la dignidad inherente al ser humano 1202. Esta apreciación es
asimismo aplicable para los fenómenos criminales que debe esclarecer la JEP.

1197 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 1º, segundo inciso.


1198 Acto Legislativo 01 de 2017. Artículo transitorio 5º, séptimo inciso.
1199 Ley 1922 de 2018. Artículo 11 (2) y (3).

1200 En este sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), haciendo referencia a la Corte

Interamericana, ha dicho lo siguiente: “La Corte también ha señalado que la satisfacción de la dimensión
colectiva del derecho a la verdad exige la determinación procesal de la más completa verdad histórica posible,
lo cual incluye la determinación judicial de los patrones de actuación conjunta y de todas las personas que de
diversas formas participaron en dichas violaciones y sus correspondientes responsabilidades. El cumplimiento
de dichas obligaciones resulta necesario para garantizar la integralidad de la construcción de la verdad y la
investigación completa de las estructuras en las que se enmarcan las violaciones de derechos humanos”
(cursivas añadidas), ver CIDH. Derecho a la verdad en América (OEA/Ser.L/V/II.152 Doc. 2), 2014. Párr. 20.
Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Derecho-Verdad-es.pdf (fecha de consulta:
12.03.2021).
1201 En Sentencia C-080 de 2019 la Corte señaló: “la selección permite superar el enfoque de investigación y

judicialización caso a caso, uno de los mayores riesgos para el ejercicio efectivo de justicia frente a crímenes de
sistema. Dicho enfoque caso a caso es deseable en condiciones óptimas, en que no se hayan presentado hechos
masivos y sistemáticos durante largos períodos de conflicto armado. En un contexto de justicia transicional
como el colombiano, dicho enfoque puede traer como consecuencia la impunidad de facto”, pág. 395.
1202 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal. Sentencia de 11 de marzo de 2010, rad. 33301

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989. Al carecer de un fin constitucionalmente válido, no resulta admisible la exclusión


del DPI del derecho sustancial aplicable a miembros de la Fuerza Pública, como medida
que implica un trato desigual de las víctimas. La ausencia de un fin constitucionalmente
válido exime a la Sala de analizar la necesidad, idoneidad o proporcionalidad en
concreto de este trato diferenciado y basta para concluir que este no supera el test
estricto de igualdad. De lo contrario, se crearía un privilegio que no es razonable a la
luz de la Constitución Política colombiana. Esta circunstancia es suficiente, en
cumplimiento de lo dispuesto en la Sentencia C-080 de 2018, para optar por una
interpretación sistemática del artículo transitorio 22, en la que también se tenga en
cuenta lo dispuesto sobre este mismo punto tanto en el artículo transitorio 5º del Acto
Legislativo 01 de 2017, como en el artículo 23 de la LEAJEP y en el artículo 46 de la Ley
de Amnistía. Precisamente, en esta última norma se mencionan los crímenes de lesa
humanidad, como una de las clases de crímenes que no admiten la renuncia a la
persecución penal para agentes del Estado. Así, el DPI no queda completamente
excluido y puede ser tenido en cuenta, al calificar jurídicamente las conductas
atribuibles a miembros de la Fuerza Pública, junto con el DIH y el DIDH, como parte
de las fuentes de derecho aplicables en virtud del principio de legalidad extendida.

990. Como corolario es necesario insistir en las funciones comunicativa, simbólica y


de garantía de no repetición de las decisiones de la JEP como característica de un
sistema de justicia transicional. La adecuada, completa y adecuada calificación jurídica
de las conductas transmite a las víctimas en primera medida, pero también a los
comparecientes llamados a reconocer responsabilidad y a la sociedad una descripción
más completa de las características y circunstancias de los hechos, las razones por las
que merecen un reproche jurídico y pone en una dimensión más amplia el impacto que
tuvieron al resaltar el contexto de la victimización, por ejemplo, al contravenir las
prohibiciones del DIH o al haberse dirigido como una pauta de conducta manifiesta
contra la población civil.

991. Así, la Sala debe señalar, en todo caso, que la incorporación del DPI al marco
jurídico aplicable no produce un perjuicio a los miembros de la Fuerza Pública que
amerite sacrificar el derecho de sus víctimas y de la sociedad colombiana a la verdad y
justifique renunciar a la noción misma de verdad plena. En este sentido, se debe reiterar
que se trata de conductas que de todas maneras constituyen delitos según el derecho
penal colombiano vigente al momento de su comisión y que fueron tipificadas en
cumplimiento de tratados internacionales de protección de DDHH, como ocurre
precisamente con la desaparición forzada de personas.

992. En este orden de ideas, calificar exclusivamente en términos del derecho penal
colombiano, es decir, en lógica de delitos ordinarios (vgr. homicidio agravado, lesiones
personales, etcétera) conductas que configuran empíricamente crímenes
internacionales dada su masividad y generalidad, desfiguraría por completo la verdad
histórica de lo sucedido y lesionaría gravemente los derechos fundamentales de las
víctimas de crímenes de Estado.

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993. La Sala concluye que el hecho de que el artículo transitorio 22 del Acto
Legislativo 01 de 2017 no mencione expresamente al DPI como marco normativo
aplicable a los miembros de la Fuerza Pública no constituye un obstáculo para calificar
las conductas como crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad. Respecto a los
primeros, es necesario reiterar que estos son descripciones de infracciones graves al
DIH, marco normativo que sí se menciona en el artículo transitorio 22. Adicionalmente,
aunque en el CP no existe una definición de crímenes de lesa humanidad, en él sí se
tipificaron varias de las conductas individuales que, conforme al derecho internacional,
al ser cometidas como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una
población civil, se pueden considerar como crímenes de esta clase, entre ellas, el
homicidio y la desaparición forzada de personas. De tal suerte que, en este punto solo
habría que acudir al derecho internacional, realizando una doble subsunción 1203, para
mostrar la verdadera relevancia jurídica de estas conductas, la cual se deriva de la
conexión existente entre ellas o, dicho de otra manera, del contexto en que fueron
cometidas.

994. Con el objeto de satisfacer adecuadamente el derecho de las víctimas y de la


sociedad colombiana a la verdad, a la justicia y a la reparación, la SRVR procederá a la
calificación jurídica de los hechos y conductas determinados en esta providencia
aplicando tanto el Código Penal colombiano como el DIDH y el DIH, como el Estatuto
de Roma (ER)1204.

995. Con relación a este último tratado internacional, es necesario aclarar que la
disposición transitoria a la que se acogió el Estado colombiano con base en el artículo
124 ER y relativa a la competencia de la Corte Penal Internacional (CPI) para juzgar
crímenes de guerra cometidos en el territorio nacional no afecta la competencia de la
JEP para pronunciarse sobre las infracciones graves al DIH, en las que hayan incurrido
los miembros de la Fuerza Pública. Con esta reserva, únicamente se exceptuó, por un
periodo de siete años que finalizó el 1 de noviembre de 2009, la competencia de la CPI
frente a esta clase de crímenes1205. Sin embargo, esta reserva no afectó el carácter
vinculante, desde el punto de vista sustancial, del DIH, para todos quienes participaban
en el conflicto armado; es decir, las leyes y costumbres de la guerra siguieron siendo
aplicables en el territorio colombiano. Así, el Estatuto es fuente de derecho aplicable para
los crímenes de guerra, como mínimo, desde el 1 de noviembre de 2002, de la misma

1203 Como antecedente en la legislación nacional es posible mencionar, nuevamente, la Ley 1719 de 2014.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 19 de 2021.
1204 Entró en vigor para Colombia el 1 de noviembre de 2002.

1205 Al depositar el instrumento de ratificación del Estatuto de Roma el 5 de agosto de 2002, el Gobierno

colombiano consignó una declaración interpretativa en virtud de lo dispuesto en el artículo 124 del Estatuto,
indicando que “5. El Gobierno de Colombia haciendo uso de la facultad consagrada en el artículo 124 del
Estatuto y sujeto a las condiciones establecidas en el mismo, declara que no acepta la competencia de la Corte
sobre la categoría de crímenes a que se hace referencia en el artículo 8 cuando se denuncie la comisión de esos
crímenes por nacionales colombianos o en territorio colombiano”.

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manera que lo es con respecto a los crímenes de lesa humanidad1206.

996. En cualquier caso, vale la pena recordar que el Estatuto de Roma refleja
esencialmente el derecho internacional consuetudinario vigente1207 que también es
vinculante para Colombia. Este tratado recoge la costumbre internacional y de naturaleza
ius cogens1208, respecto de las prohibiciones y el deber de enjuiciar a los responsables de
crímenes internacionales. En este sentido, es necesario tener en cuenta que los crímenes
de guerra y de lesa humanidad y la consecuente obligación de investigar y juzgar dichas
conductas derivan única o exclusivamente del ER. Esta obligación tiene carácter
consuetudinario y de ius cogens y se fundamenta directamente en el DIH y el DIDH
existente incluso con anterioridad a la aparición de la CPI1209.

997. En suma, para la calificación jurídica de la conducta en este subcaso, haciendo


uso del marco jurídico aplicable y, por tanto, en respeto de los principios de legalidad
y favorabilidad, así como en aras de la garantía efectiva de los derechos de las víctimas

1206 Para entender el alcance de la disposición transitoria que estaba contenida en el artículo 124 del Estatuto de
Roma deben tenerse en cuenta dos cuestiones esencialmente distintas, de un lado, la vigencia del artículo 8 del
Estatuto y, del otro la competencia de la Corte Penal Internacional para conocer de las conductas constitutivas
de crímenes de guerra cometidas por colombianos o en territorio colombiano mientras estuvo en vigor la
declaración del artículo 124. La disposición transitoria del artículo 124 impide el ejercicio de la competencia de
la CPI sobre los crímenes de guerra, pero no suspende la vigencia del artículo 8 que los define. De manera que
el que Colombia se haya acogido a la declaración del artículo 124 no afecta la aplicabilidad del Estatuto de
Roma como instrumento declaratorio de la costumbre internacional, sobre todo, con respecto a los crímenes
allí contenidos. Por lo demás, la declaración depositada por el Estado colombiano en su momento fue clara
sobre el particular, al señalar: “El Gobierno de Colombia haciendo uso de la facultad consagrada en el artículo
124 del Estatuto y sujeto a las condiciones establecidas en el mismo, declara que no acepta la competencia de
la Corte sobre la categoría de crímenes a que se hace referencia en el artículo 8 cuando se denuncie la comisión
de uno de esos crímenes por nacionales colombianos o en territorio colombiano”.
1207 La aprobación de Estatuto de Roma por 120 Estados en 1998, incluido el Estado colombiano, ha sido

interpretado como evidencia de que para ese entonces los crímenes contenidos en el texto reflejaban el derecho
internacional consuetudinario. El TPIY, por ejemplo, ha sostenido que el Estatuto de Roma es una evidencia
del derecho internacional consuetudinario (TPIY, SPI, Fiscal v. Kunarac et al., Sentencia de 22 de febrero de
2001, párr. 495, nota al pie 1210). En Furundžija, la Sala de Primera Instancia consideró el Estatuto como prueba
de opinio iuris para mostrar la posición de los Estados Parte (TPIY, SPI, Fiscal v. Furundžija, Sentencia de 10
de diciembre de 1998, párr. 227). Esta Sala consideró que el Estatuto de Roma puede considerarse en general
como una expresión autorizada de las opiniones jurídicas de un gran número de Estados (TPIY, SPI, Fiscal v.
Furundžija, Sentencia de 10 de diciembre de 1998, se siguió en TPIY, SPI II, Fiscal v. Simić, Sentencia de 17 de
octubre de 2002, párrs. 56, 74). La Sala de Apelaciones en Tadić siguió esta idea y aseveró que el Estatuto fue
adoptado por una abrumadora mayoría de los Estados que asistieron a la Conferencia de Roma y fue
sustancialmente respaldado por la Sexta Comisión de la Asamblea General de la ONU. Esto demuestra que el
documento cuenta con el apoyo de un gran número de Estados y puede considerarse que expresa la posición
jurídica, es decir, la opinio iuris de esos Estados (TPIY, SA, Fiscal v. Tadić, Sentencia de 15 de julio de 1999,
párr. 223). Al igual que la jurisprudencia referenciada, esta Sala considera que el Estatuto de Roma prueba la
opinio iuris o, lo que es lo mismo, la convicción de obligatoriedad jurídica de los Estados. En relación con el
segundo elemento de la costumbre, la práctica de los Estados, los tratados pueden ser muestra de la práctica
internacional (Corte Internacional de Justicia, Cuestiones referentes a la obligación de juzgar o extraditar
(Bélgica contra Senegal), Sentencia de 20 de julio de 2012, párr. 99). Véase igualmente Jurisdicción Especial
para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-203 de 2020, párr. 55
1208 Op.Cit. Caso Herzog y otros vs. Brasil. Sentencia del 15 de marzo de 2018. Excepciones preliminares, fondo,

reparaciones y costas. párr. 230 a 232, 259 y 308 a 310.


1209 Henckaerts, Jean-Marie / Doswald-Beck. El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario, Volumen

1: Normas, 2007.

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esta Sala acudirá al Código Penal Colombiano, a las normas especializadas de DIDH y
DIH (criterios interpretativos), así como del ER.

2. Los elementos de los crímenes de homicidio como crimen de guerra y asesinato


como crimen de lesa humanidad.

998. Procede la Sala determinar que las muertes violentas causadas por integrantes
de la BR09 entre 2005 y 2008, que han sido determinadas en esta providencia, contienen
los elementos materiales que corresponden al crimen de guerra de homicidio en
persona protegida, de conformidad con el artículo 135 del Código Penal 1210, en
concordancia con el artículo 8 (2)(c)(i) del Estatuto de Roma (ER) y si al mismo tiempo
cumplen los requisitos para ser consideradas asesinatos en los términos del artículo
7(1)(a) del Estatuto de Roma como crímenes de lesa humanidad.

999. Según artículo 135 del Código Penal1211 comete homicidio en persona protegida:

“El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, ocasione la muerte de persona protegida
[…],
PARAGRAFO. Para los efectos de este artículo y las demás normas del presente título se entiende
por personas protegidas conforme al derecho internacional humanitario:
1. Los integrantes de la población civil[…]
6. Los combatientes que hayan depuesto las armas por captura, rendición u otra causa
análoga[…]”,

1000. Por su parte, el artículo 8 (2)(c)(i) del Estatuto de Roma establece:

“En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional… [es crimen de guerra] cualquiera
de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en las
hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las
personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa:
i) Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus
formas[…]”

1001. Según el artículo 7(1)(a) del Estatuto de Roma:

“A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por “crimen de lesa humanidad” cualquiera de
los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra
una población civil y con conocimiento de dicho ataque[…]
i) Asesinato;”

1002. Los elementos materiales del homicidio en persona protegida y del asesinato que

1210 En el Código Penal de 2000, el homicidio en persona protegida entró a formar parte del Título II del Libro
II los “Delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario”, como respuesta
del Estado colombiano a su obligación internacional de perseguir y sancionar las infracciones graves del DIH
y en consonancia con la categoría internacional de crímenes de guerra Senado de la República. Gaceta del
Congreso. Año VII – No. 139. Santa Fe de Bogotá, D.C., 6 de agosto de 1998. Pág. 9.
1211 No se hará mención del artículo 103 del Código Penal porque contiene los mismos elementos materiales

exceptuada la calidad de la víctima y el contexto del conflicto armado.

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se determinarán en estricta observancia del principio de favorabilidad tienen un núcleo


común a las dos fuentes de derecho, a saber: (1) El atentado contra la vida ocasiona la
muerte; (2) El atentado es intencional. En adición, para determinar que la conducta
constituye crimen de guerra deberá establecerse que (3) La víctima del atentado contra
la vida es una persona protegida; y (4) El atentado se comete con ocasión y en desarrollo
del conflicto armado colombiano. Por su parte, para determinar que la conducta es
constitutiva de un crimen contra la humanidad es indispensable establecer que (5) El
atentado se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la
población civil.

1003. La Sala considera que el homicidio en persona protegida es una infracción


nacional e internacional equivalente, que exige un ejercicio de integración armónica de
la fuente nacional e internacional al momento de su calificación y así procederá1212. Esto
siguiendo la argumentación previamente expuesta por la Sala en el caso 03 cuando
señaló que cuando el legislador colombiano tipificó las conductas del Título II, Libro II
del Código Penal “varios de los tipos penales internos que describen conductas contra personas
y bienes protegidos por el DIH constituyen normas equivalentes, mediante las cuales el legislador
colombiano pretendió incorporar en el derecho interno esta clase de crímenes internacionales; así
ocurre, precisamente, con el homicidio en persona protegida”1213.

1004. La noción de crímenes de guerra acuñada por el DPI (core crimes) forma parte de
un núcleo relativo a los crímenes internacionales de la más alta gravedad 1214 y la
adopción final de la noción de crímenes de guerra en el Estatuto de Roma abarca una
gran mayoría de las “violaciones graves”, “violaciones de excepcional gravedad”, o
“infracciones graves” del derecho de los tratados y del derecho consuetudinario1215.
Desde los trabajos preparatorios del Estatuto de Roma quedó establecido que los
crímenes de guerra allí consagrados tienen una gravedad intrínseca1216 y que, aunque el
artículo 8(1) del Estatuto de Roma permite que el juzgador adopte un umbral de
gravedad “en particular” cuando se trata de un plan o política, la infracción en sí misma
es grave y por esa sola razón forma parte de los crímenes retenidos en el citado

1212 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-AM 168 de 2020; Senado de la
República. Gaceta del Congreso. Año VII – No. 139; Código Penal. Artículo 2. “Las normas y postulados que
sobre derechos humanos se encuentren consignados en la Constitución Política, en los tratados y convenios
internacionales ratificados por Colombia, harán parte integral de este código”; Corte Constitucional, Sentencia
C-225 de 1994; Corte Constitucional, Sentencia C-574 de 1992; Corte Constitucional, Sentencia C-290 de 2002.
1213 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

1214 Comisión Derecho Internacional, doc. A/40/10* (26-7-1985): Informe de la Comisión de Derecho

Internacional sobre la labor realizada en su 37o periodo de sesiones, 81 pp. Pág. 14, pár. 63. Todos los informes
de la Comisión de Derecho Internacional pueden ser consultados en el sitio oficial: http://www.un.org/law/ilc/;
Estatuto de Nuremberg. ILC, doc. A/CN.4/13 and Corr. 1-3, (12-4-1949): Report of the International Law
Commission on the work of its first Session, 290 pp. Pág. 281, pár. 18.
1215 Naciones Unidas, doc. A/50/22 Suplemento 22 (6-9-1995): Informe del Comité Especial sobre el

establecimiento de una Corte Penal Internacional; Informe Comisión de Derecho Internacional 1986, Informe
del Comité Especial sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional. Pág. 48, párs. 104-105.
1216 Naciones Unidad, doc. A/50/22 Suplemento 22 (6-9-1995), Informe del Comité Especial sobre el

establecimiento de una Corte Penal Internacional: Corte Penal Internacional, Pre-trial Chamber II (31 mars
2010): Situation in the Republique of Kenya, ICC-01/09-19-Corr, Public Decision pursuant to Article 15 of the
Rome Statute on the Authorization of an Investigation into the Situation in the Republic of Kenya.

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Estatuto1217.

1005. Del mismo modo, corresponde a la Sala determinar que concurren los elementos
de los dos crímenes internacionales de los artículos 7 y 8 del Estatuto de Roma, en el
entendido que cada crimen internacional tiene elementos materiales e intereses que
protege que no son intercambiables y no existe ningún tipo de jerarquía posible entre
ellos que permita privilegiar una imputación sobre otra. Por lo tanto, la jurisprudencia
internacional admite como legítimo determinar la existencia de más de un crimen
internacional en el mismo grupo de hechos para reflejar la dimensión y la naturaleza de
la conducta criminal perpetrada a la luz de los elementos de convicción disponibles1218.

1006. A continuación se examinarán los elementos del atentado contra la vida de


civiles a la luz de las tipificaciones del derecho internacional, en el entendido de que,
como se ha expuesto previamente, el componente material de las disposiciones del
derecho penal internacional coincide con el de protección a los bienes jurídicos que
ofrece el Código Penal Colombiano (CP).

2.1. El atentado ocasiona la muerte.

1007. La conducta descrita en los artículos 7 (1) (a) y 8 (2) (c) (i) del Estatuto de Roma
y del artículo 135 del CP requiere un resultado dañoso pues debe producir como
consecuencia la muerte de la víctima. La jurisprudencia internacional ha precisado que
la prueba de la muerte no exige la presencia del cadáver ya que los testimonios, los
indicios y otros elementos de convicción pueden ser suficientes para entender que se
ha cometido el homicidio1219.

1008. También es posible considerar como atentado contra la vida aquellas


afectaciones que efectivamente ponen en peligro el bien jurídico protegido. Así, las
tentativas de actos homicidas son igualmente reprochadas en el crimen internacional.

1009. Respecto de los hechos y conductas que se determinan en el marco de la


investigación de los delitos ocurridos en el Huila durante el periodo priorizado se
presentaron 200 atentados contra consumados la vida así como cinco tentativas.

1217 En efecto, los Estados debatieron en torno a tres alternativas de inclusión del estudio del “plan o política”
y de la perpetración “sobre una gran escala” como componentes de la gravedad del crimen de guerra:
elementos obligatorios, facultativos o simplemente inexistentes y la primó la posición media como elementos
alternativos a considerar según la voluntad del juez. Ver: Naciones Unidas, doc. A/CONF.183/2/Add.1 (14-4-
1998): Report of the Preparatory Committee on the establishment of an International Criminal Court.
Addendum.
1218 Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia I. Caso ICTR-96-4-T. Fiscalía vs. Jean

Paul Akayesu. Sentencia. 2 de septiembre de 1998. Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera
Instancia II. Caso ICTR-95-1-T. Fiscalía vs. Clément Kayizema y Obed Ruzindana. Sentencia. 21 de mayo de
1999.
1219 Corte Penal Internacional. Sala Preliminar I. Caso ICC-01/04-01/07-717. Fiscalía vs. Germain Katanga y

Mathieu Ngudjolo Chui. Decisión de confirmación de cargos. 30 de septiembre de 2008.

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2.2. La víctima del atentado contra la vida es una persona protegida.

1010. Los convenios internacionales sobre DIH ratificados por Colombia contienen un
listado depurado de las personas que son consideradas protegidas en los conflictos
armados en virtud de los principios generales de derecho reconocidos ampliamente
como consideraciones elementales de humanidad1220 y el artículo 135 del Código Penal las
enlista en el parágrafo.

1011. Los hechos determinados en esta providencia hacen alusión exclusiva a dos tipos
de personas protegidas que corresponden a los perfiles de las víctimas de los hechos
determinados en esta providencia: (i) personas que formaron parte de la población civil
hasta el momento de su muerte y (ii) presuntos miembros de las FARC que depusieron
sus armas o que fueron capturados por la tropa y puestos en incapacidad de combatir.

1012. El artículo 50-1 del Protocolo I de los Convenios de Ginebra de 1949 define como
persona civil “cualquiera que no pertenezca a una de las categorías de personas
[combatientes]1221 entendiendo que “en caso de duda acerca de la condición de una persona,
se la considerará como civil”. El artículo 50-2 del citado Protocolo dispone que “la población
civil comprende a todas las personas civiles” y su artículo 50-3 estipula que, ”la presencia
entre población civil de personas cuya condición no responda a la definición de persona civil no
priva a esa población de su calidad de civil”.

1013. Siguiendo la costumbre internacional, la Sala entenderá por miembros de los


grupos armados a aquellas personas que ejecutan actos específicos dirigidos a
participar en los esfuerzos de la guerra, es decir, la preparación, realización o comisión
de actos u operaciones equivalentes a una participación directa en las hostilidades 1222,
incluyendo en la categoría miembros de los grupos armados a las milicias stricto sensu
como milicias organizadas con jerarquía y mando que han sido reconocidas por las
FARC como parte integrante de su estructura interna1223, por oposición a los
simpatizantes, amigos o allegados cuya actividad militar no puede considerarse que
contribuya a los esfuerzos de la guerra y se mantiene en el nivel de población civil.

1014. Frente a la categoría de miembros de los grupos armados en incapacidad de combatir,


la Sala se refiere, como en ocasiones anteriores, a cualquier integrante de un grupo
armado que: (a) ha sido capturado y se encuentra en poder del enemigo; (b) no puede

1220 Convenios de Ginebra. Artículo 3 común; Protocolo II. Artículo 4(2)(a); Corte Internacional de Justicia. Caso
del Canal del Estrecho de Corfú. Reino Unido vs. Albania. Sentencia. 9 de abril de 1949; Corte Internacional de
Justicia. Actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua. Nicaragua vs. Estados Unidos de
América. Sentencia. 27 de junio de 1986; Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. Sala de
Apelaciones. Caso IT-94-1. Fiscalía vs. Dusko Tadic (Dule). Sentencia que resuelve la excepción prejudicial de
incompetencia. 2 de octubre de 1995; Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia I.
Caso ICTR-96-4-T. Fiscalía vs. Jean Paul Akayesu. Sentencia. 2 de septiembre de 1998.
1221 A que se refieren el artículo 4, A. 1), 2), 3), y 6), del III Convenio, y el artículo 43 del Protocolo I.

1222 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

1223 Las versiones voluntarias del Caso 04 dan cuenta de la estructura y composición de los Frentes de las FARC

que operaron en Dabeiba y el occidente de Ituango e incluyen la composición de las milicias, además de la
composición de frentes, columnas y compañías de orden público.

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defenderse, debido a que está inconsciente, herido o enfermo; (c) ha expresado


claramente su intención de no combatir, acompañada de actos positivos indicadores,
entre otros, su disposición para la desmovilización, la entrega de material de guerra en
su poder, la entrega de información en su poder y la abstención de todo acto hostil1224;
o (d) por hallarse bajo engaño no tiene conciencia del peligro que corre en el seno de las
tropas a las que pertenece de jure o de facto y no levanta sus armas contra los que
considera sus compañeros o aliados.

1015. Frente a los relatos que señalaron a las víctimas civiles como supuestos
auxiliadores o milicianos de las FARC en el primer patrón [supra], la Sala no encontró,
se reitera, elementos de convicción que indiquen la veracidad de la información que fue
reportada y, por el contrario, se hicieron evidentes las inconsistencias en los
señalamientos sobre las víctimas.

1016. Así, se tiene que en los casos identificados en esta decisión las víctimas de los
hechos no eran combatientes en armas ni representaban peligro para los integrantes de
las unidades que produjeron sus muertes. Incluso en los casos en los que se adujo que
las víctimas integraban grupos armados o eran afines a ellos, los comparecientes
reconocieron que cuando se atentó contra sus vidas las víctimas habían depuesto
previamente las armas o no se encontraban participando en hostilidades.

1017. La Sala concluye, en consecuencia, que las víctimas aquí identificadas en los
hechos determinados en acápites anteriores se encontraban bajo la protección del DIH.

2.3. El atentado se comete con ocasión y en desarrollo del conflicto armado


colombiano.

1018. La Sala encuentra bases suficientes para creer que los homicidios se cometieron
durante y en conexión con el conflicto armado colombiano, bajo condiciones
especialmente favorables creadas por dicho conflicto y que facilitaron su comisión.

1019. Como es sabido, en la situación de Colombia se encuentran presentes los criterios


recopilados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y adoptados por la
jurisprudencia internacional que permiten afirmar la existencia de un conflicto armado
de carácter no internacional en el periodo bajo investigación1225. Además, su carácter
prolongado se ajusta a las condiciones establecidas por el artículo 8 (2) (f) del Estatuto
de Roma que refuerzan la protección para las personas que no participan directamente
de las hostilidades. La existencia y la naturaleza del conflicto armado colombiano y la
búsqueda de su superación son el catalizador que activa la competencia de esta

1224 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2 de
julio de 2021.
1225 Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia I. Caso ICTR-96-4-T. Fiscalía vs. Jean

Paul Akayesu. Sentencia. 2 de septiembre de 1998.; Pictet, Jean. S. “Comentario del artículo 3 común a los
Convenios de Ginebra y relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter
internacional”.

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Jurisdicción. En estos términos, la Sala determina que la existencia y naturaleza del


conflicto armado colombiano en el Huila entre 2005 y 2008 es un hecho notorio o un hecho
de dominio público que no requiere prueba ulterior1226 pero que también se deriva de las
manifestaciones de los comparecientes, las víctimas y del recuento oficial por parte de
instituciones estatales como el Centro Nacional de Memoria Histórica o la Comisión de
Esclarecimiento de la Verdad.

1020. Habiendo determinado la existencia del conflicto armado, la Sala cuenta con
bases suficientes para entender que los comportamientos criminales guardaron una
relación directa con éste o porque se dio en dicho contexto1227. Se considerará que existió
un vínculo de conexión entre los homicidios y el conflicto armado cuando las pruebas
exhibidas sean suficientes para entender de manera razonable que los homicidios
estuvieron ligados a las hostilidades o fueron perpetrados en relación con éstas1228,
porque las víctimas fueron afectadas en razón del conflicto y no paralelamente a él1229 y
por ello la Sala entenderá que al suprimirse la variable del conflicto armado en cada
hecho determinado este tipo de victimización carecería de finalidad u oportunidad para
cometerse del modo en que se cometió.

1021. En primer lugar, la Sala entiende que los autores de estos homicidios fueron
miembros activos del Ejército Nacional que actuaron con ocasión y en función de su
servicio. Las tropas actuaron bajo una jerarquía de mando, en el marco de misiones
tácticas y órdenes de operaciones, se valieron del armamento, la estructura, los recursos
y el funcionamiento de las unidades militares para cometer los homicidios y
presentaron públicamente los homicidios como resultados operacionales consistentes
en bajas en combate causadas en cumplimiento de sus funciones constitucionales aun
cuando no fuera así. Esta variedad de homicidios fue posible porque el Ejército
Nacional como brazo armado del Estado de Colombia estaba involucrado en un
conflicto armado y debía mostrar, por medio del constante reporte y la medición de sus
resultados operacionales (bajas en combate), que actuaba para ganar la guerra.

1022. Estos hechos indicadores hablan de la relación entre los homicidios y el conflicto
armado en tanto fueron útiles, necesarios y propiciados por este. Los crímenes fueron

1226 Estatuto de Roma. Artículo 69.6. Sobre el hecho notorio en la jurisprudencia: Consejo de Estado. Sección
Segunda. Sentencia de 27 de noviembre de 1995, rad. 8045; Sobre el “hecho público y notorio” ver: Corte IDH.
González y otras (Campo Algodonero) vs. México. Sentencia. 16 de noviembre de 2009; Corte IDH. Goiburú y
otros vs. Paraguay. Sentencia. 22 de septiembre de 2006); Corte IDH. Villagrán Morales (niños de la calle) vs.
Guatemala. Sentencia. 19 de noviembre de 1999; Sobre la naturaleza y existencia del conflicto armado en
Colombia ver la síntesis jurisprudencial en: Corte Constitucional. Sentencia C-577 de 2014.
1227 Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia II. Caso ICTR-95-1-T. Fiscalía vs.

Clément Kayizema y Obed Ruzindana. Sentencia. 21 de mayo de 1999.


1228 Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia I. Caso ICTR-95-1A-T. Fiscalía vs.

Ignace Bagilishema. Sentencia. 7 de junio de 2001; Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera
Instancia I. Caso ICTR-96-3-T. Fiscalía vs Andersen Nderubumwe Rutaganda. Sentencia. 6 de diciembre de
1999; Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia. Sala de Apelaciones. Caso IT-94-1. Fiscalía vs. Dusko
Tadic (Dule). Sentencia que resuelve la excepción prejudicial de incompetencia. 2 de octubre de 1995.
1229 Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia II. Caso ICTR-95-1-T. Fiscalía vs.

Clément Kayizema y Obed Ruzindana. Sentencia. 21 de mayo de 1999.

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útiles para reforzar la mentalidad de combatir al enemigo y presentar resultados


operacionales de tropas sometidas a alta presión militar en una zona de importancia
estratégica [supra B.2]. Adicionalmente, los homicidios tuvieron la utilidad de reforzar
la percepción sobre el control territorial de la Novena Brigada en el área bajo su
responsabilidad [supra, B.3]

1023. Como lo señalan los comparecientes escuchados en versión voluntaria, la


prevalencia de las muertes como resultado operacional más valioso, e incluso único,
era una constante en las actividades de las unidades militares para el periodo estudiado.
Los permisos, las felicitaciones y la mejora en las condiciones en las que prestaban sus
servicios estaban asociados a que se produjeran resultados destacados y la forma más
segura de lograr ese reconocimiento era a través de la presentación de muertes en
combate.

1024. Esta Sala, en consecuencia, encuentra bases suficientes para afirmar que en el
Huila cada uno de los homicidios determinados en esta providencia guardó una
estrecha relación con el conflicto armado y se cometió con ocasión de este, porque su
comisión aportó a los esfuerzos estratégicos de la guerra librada por el Ejército Nacional
contra las FARC en dicho departamento.

2.4. El atentado se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático contra


la población civil.

1025. La Sala ha establecido que el elemento contextual del ataque o generalizado o


sistemático debe estar dirigido contra la población civil para que el umbral de gravedad
sea suficiente a fin de constatar la naturaleza de crimen de lesa humanidad de la
conducta y ha definido lo que entiende por los conceptos “ataque”, “generalizado”,
“sistemático” y “población civil”1230. Así, el elemento contextual del ataque debe ser
generalizado o sistemático, debe estar dirigido contra la población civil y debe superar
el umbral de gravedad a fin de hacer de establecer la naturaleza de crimen de lesa
humanidad de la conducta1231.

1026. En los casos ilustrativos que han sido determinados en esta providencia, la Sala
procede a valorar los elementos de la generalidad o la sistematicidad de los ataques por
una parte y la población civil como destinataria de tales ataques, por otra parte.

1027. En primera medida, el ataque debe ser generalizado o sistemático, lo que implica
que los actos de violencia no hayan sido espontáneos ni aislados. La jurisprudencia
internacional es pacífica en afirmar que el adjetivo generalizado se refiere al hecho de que
el ataque fue llevado a cabo a gran escala y dirigido contra una multiplicidad de
víctimas, mientras que el adjetivo sistemático refleja el carácter organizado de los actos

1230 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021,
Auto 128 de 2021, Auto SUB D 055 de 2022, Auto 03 de 2023 y Auto SUB D 062 de 2023.
1231 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

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de violencia cometidos y la improbabilidad de su carácter fortuito, lo cual indica la


existencia de un patrón criminal resultado de la repetición, deliberada y regular de
conductas delictivas similares1232. El plan o política subyacente a la sistematicidad no es
un elemento que se prueba a priori sino una conclusión extraída de las características
manifiestas de las conductas y las afectaciones a la población civil1233.

1028. En los hechos determinados en esta providencia se advierte un alto grado de


coordinación en las diferentes fases del actuar delictivo [supra C.6], en la identificación
de las víctimas, en la administración de los recursos necesarios para dar apariencia de
legalidad a lo realmente ocurrido y un sofisticado esquema de presiones, incentivos y
motivaciones para asegurar la comisión de los crímenes y su impunidad [supra C.4, C.5
y C.6]. En consecuencia, se encuentra cumplido el elemento contextual de los crímenes
de lesa humanidad al analizar las afectaciones individuales como un hecho total. Dada
la cantidad y la intensidad de las afectaciones, los motivos discriminatorios y que los
hechos fueron cometidos por integrantes del Ejército, quienes en tal condición eran
depositarios de la confianza pública, se estima satisfecho también el umbral de
gravedad para la activación de la protección por parte del ordenamiento jurídico penal
internacional.

1029. En segunda medida, la Sala entiende, como lo ha hecho en el pasado, que el


término población civil se refiere a todos los civiles sin ninguna distinción y por
oposición a miembros de las fuerzas armadas y otros combatientes legítimos1234. Para
que el requisito se cumpla, la población civil debe ser el objetivo principal y no la
víctima incidental del ataque. Ha sido comúnmente acordado que, aunque la población
objetivo debe estar compuesta esencialmente por civiles, la presencia en ella de
personas que no lo son no tiene ningún impacto en su calificación como población
civil1235 siempre que se demuestre que los civiles fueron atacados en número suficiente
o de tal manera que el ataque fue dirigido efectivamente contra la población civil y no
se trata de meras víctimas accidentales1236.

1232 Tribunal Penal Internacional para Rwanda. Sala de Primera Instancia I. Caso ICTR-96-3-T. Fiscalía vs
Andersen Nderubumwe Rutaganda. Sentencia. 6 de diciembre de 1999; Caso ICTR-96-4-T. Fiscalía vs. Jean
Paul Akayesu. Sentencia. 2 de septiembre de 1998; Corte Penal Internacional. Sala de Primera Instancia II. Caso
ICC-01/04-01/07-3436. Fiscalía vs. Germain Katanga. Sentencia 7 de marzo de 2014.
1233 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021

y Auto 125 de 2021.


1234 Convenios de Ginebra de 1949. Protocolo Adicional I. Artículo 50-1 y 50-2.

1235 Convenios de Ginebra de 1949. Protocolo I. Artículo 50-3. “La presencia entre la población civil de personas

cuya condición no responda a la definición de población civil no priva a esa población de su calidad de civil”.
En igual sentido, por ejemplo: Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia. Sala de Primera Instancia.
Caso IT-95-10-T. Fiscalía vs. Jelisic. Sentencia. 4 de diciembre de 1999; Sala de Primera Instancia II. Caso IT-94-
1-T. Fiscalía vs. Dusko Tadic (Dule). Sentencia. 7 de mayo de 1997; Tribunal Penal Internacional para Rwanda.
Sala de Primera Instancia I. Caso ICTR-96-4-T. Fiscalía vs. Jean Paul Akayesu. Sentencia. 2 de septiembre de
1998; Caso ICTR-95-1-T. Fiscalía vs. Clément Kayizema y Obed Ruzindana. Sentencia. 21 de mayo de 1999.
1236 Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia. Sala de Apelaciones. Caso IT-96-23 & IT-96-23/1-A.

Fiscalía vs. Kunarak et al. Sentencia. 12 de junio de 2002; Sala de Primera Instancia II. Caso IT-95-9-T. Fiscalía
vs. Blagoje Simic, Miroslav Tadic y Simo Zaric. Sentencia. 17 de octubre de 2003.

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1030. Para determinar si la población civil fue el centro del atentado, la jurisprudencia
internacional ha estimado que se pueden tener en cuenta, entre otros indicios: los
medios y métodos utilizados durante el ataque, el estatuto de las víctimas, su número,
la naturaleza discriminatoria del ataque, la naturaleza de los crímenes cometidos
durante el mismo, la resistencia opuesta a atacantes en ese momento, así como la
medida en que las fuerzas atacantes parecen haber respetado o tratado de respetar las
precauciones dictadas por los usos y costumbres de la guerra1237.

1031. La Sala encuentra que las conductas desplegadas en el Huila en el periodo de


análisis y que fueron estudiadas en este subcaso muestran un fin discriminatorio del
ataque puede constatarse a partir de las mentalidades y los prejuicios subyacentes en el
imaginario de los autores, como en el caso del prejuicio insurgente frente a perfiles
específicos de víctimas que puedan ser consideradas como enemigos o frente al
prejuicio frente a personas en condiciones de vulnerabilidad, pues dicha mirada del
perpetrador aumenta el grado de exposición de los individuos a su victimización [supra,
C.4 y C.5]

1032. Las doscientas (200) muertes violentas fueron cometidas por miembros del
Ejército Nacional, concertados entre sí, con una clara división de tareas que incluía la
privación de la libertad, la extracción o el reclutamiento de la víctima, su custodia, su
ejecución y actos de encubrimiento del crimen, utilizando recursos públicos del Estado
colombiano y en algunos casos haciendo aportes privados de los miembros de la tropa
para comprar las armas que serían usadas para el encubrimiento, las prendas que
vestirían las víctimas y para pagar sus gastos de transporte hasta su lugar de
victimización cuando esto fuera necesario. Las muertes violentas en todo caso buscaban
específicamente presentar bajas en combate como resultados operacionales públicos, y
obtener algunos beneficios personales, pero tenían igualmente finalidades estratégicas
referidas a mostrar control territorial e incidir psicológicamente en la mentalidad del
enemigo y su base social. La sistematicidad de las conductas que aquí han sido
determinadas es la única conclusión posible a partir de cada uno de los tres patrones de
comportamiento macrocriminal determinados en esta providencia.

1033. En consecuencia, la Sala estima que se cuentan con bases suficientes para
apreciar cumplidos los elementos de la sistematicidad de los ataques contra la
población civil y afirmar que se satisfacen los estándares internacionales para calificar
las conductas como crímenes de lesa humanidad.

2.5. El atentado es intencional.

1034. Como todos los crímenes internacionales, porque revisten la mayor gravedad, el

1237Corte Penal Internacional. Sala de Primera Instancia II. Caso ICC-01/04-01/07-3436. Fiscalía vs. Germain
Katanga. Sentencia. 7 de marzo de 2014. En igual sentido: Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia.
Sala de Primera Instancia II. Caso IT-95-9-T. Fiscalía vs. Blagoje Simic, Miroslav Tadic y Simo Zaric. Sentencia.
17 de octubre de 2003. Y Sala de Primera Instancia II. Caso IT-99-36-T. Fiscalía vs. Radoslav Brdjanin. Sentencia.
1 de septiembre de 2004.

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homicidio en persona protegida y el asesinato exigen la conducta intencional del


autor1238. El artículo 135 del Código Penal se refiere también a un comportamiento
doloso, que se produce de manera voluntaria y con conocimiento de la prohibición 1239.
La conducta puede consistir en una acción u omisión intencional y aunque no se exige
que sea premeditada, la premeditación es un indicador indiscutible de la intención.

1035. La Sala ha encontrado bases suficientes para entender que existía un


conocimiento generalizado de los homicidios que la tropa estaba causando y que existía
una distribución de tareas que incluían, sin ser exhaustivos, la financiación del crimen,
la aprehensión de las víctimas, su custodia ante mortem, su ejecución en condiciones de
indefensión, el transporte de su cadáver y actos dirigidos al ocultamiento del crimen.
La Sala determinó igualmente que existía un proceso de planificación previo a cada
muerte, una fase posterior de presentarla como un resultado operacional legítimo
siendo esta la finalidad inmediata del crimen y una coordinación de diferentes
instancias para asegurar la impunidad de los ejecutores y otros incentivos para quienes
participaban de la práctica para asegurar que se siguieran alcanzando los resultados
operacionales (bajas en combate) esperados por los niveles superiores del mando
militar.

1036. La Sala concluye, por lo tanto, que los hechos atribuibles a exmiembros de la
BR09 estuvieron intencionalmente dirigidos a causar la muerte de los sujetos víctimas
del ataque.

3. Los elementos de los crímenes de desaparición forzada.

1037. Los hechos que se determinan en esta providencia reúnen las características de
desapariciones forzadas de conformidad con el artículo 165 del Código Penal, en
concordancia con el artículo 7(1)(i) del Estatuto de Roma que se refiere a la desaparición
forzada como crimen de lesa humanidad.

1038. Según artículo 165 del Código Penal realiza la conducta típica de desaparición
forzada quien: “(…) someta a otra persona a privación de su libertad cualquiera que sea la
forma, seguida de su ocultamiento y de la negativa a reconocer dicha privación o de dar
información sobre su paradero, sustrayéndola del amparo de la ley”.

1039. Cuando “se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una
población civil y con conocimiento de dicho ataque” (artículo 7 (1)(i) del Estatuto de Roma),
la desaparición forzada constituye un crimen de lesa humanidad. Ese mismo cuerpo
normativo define la conducta en el artículo 7(2)(i):

1238 Estatuto de Roma. Artículo 30: “Salvo disposición en contrario, una persona será penalmente responsable
y podrá ser penada por un crimen de la competencia de la Corte únicamente si los elementos materiales del
crimen se realizan con intención y conocimiento de los elementos materiales del crimen”.
1239 Código Penal. Artículo 22: “La conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la

infracción penal y quiere su realización”.

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“Por ‘desaparición forzada de personas’ se entenderá la aprehensión, la detención o el secuestro


de personas por un Estado o una organización política, o con su autorización, apoyo o
aquiescencia, seguido de la negativa a admitir tal privación de libertad o dar información sobre la
suerte o el paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por
un período prolongado”.

1040. El autor de la conducta del artículo 165 del Código Penal es un autor no calificado
y puede ser “el particular”, el “servidor público” o el “particular que actúe bajo la
determinación o la aquiescencia de aquel”. Por oposición, el autor de la desaparición
forzada como crimen de lesa humanidad del artículo 7(1)(i) del Estatuto de Roma es un
autor calificado que actúa en nombre, con la autorización, el apoyo o el asentimiento de
un Estado o de una organización. Esta diferencia carece de relevancia sustancial para
los efectos de la presente investigación, que se ocupa de conductas cometidas por
personas que integraron la Fuerza Pública y actuaron en nombre del Estado
colombiano, con lo cual, la Sala entenderá que sobre el elemento de la calidad del autor
se satisfacen los requisitos de la infracción, tanto en el ordenamiento interno como en
el internacional.

1041. Los elementos materiales de la desaparición forzada que se determinarán son,


por lo tanto, los mismos en las dos fuentes de derecho, a saber: (1) El atentado ocasiona
la privación grave de la libertad física de una o varias personas; (2) El atentado estuvo
acompañado o seguido de la negativa a admitir que la víctima estaba en poder del autor
o a indicar el paradero de la víctima; (3) El atentado se comete como parte de un ataque
generalizado o sistemático contra la población civil; y (4) El atentado es intencional.

1042. Al interpretar cada uno de estos elementos materiales de la desaparición forzada,


la Sala toma en consideración las sentencias vinculantes contra Colombia, en las que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha reiterado que: (a) la
desaparición forzada es una violación múltiple que constituye un delito contra la
humanidad y una violación grave del deber de garantía del artículo 1.1 convencional1240;
(b) las víctimas de esta práctica ven vulnerada su integridad personal en todas sus
dimensiones y que el solo hecho del aislamiento prolongado y de la incomunicación
coactiva, representa un tratamiento cruel e inhumano1241; y (c) es necesario que el
operador judicial estudie las violaciones del DIDH en su contexto, tomando en cuenta
el entorno político e histórico, como ejercicio determinante para el establecimiento las
consecuencias jurídicas de los hechos y la naturaleza de las violaciones 1242.

1043. En conclusión, para la Sala, la configuración de los elementos del crimen de


desaparición forzada de personas es un punto de encuentro entre el DIDH (Sistema
interamericano), el DPI y el Código Penal colombiano, es decir, de prohibiciones
internacionales (criterios de interpretación), con tipos penales internos e
internacionales.

1240 Corte IDH. 19 Comerciantes vs. Colombia. Sentencia de fondo y reparaciones. 5 de julio de 2004.
1241 Corte IDH. Omeara Carrascal y otros vs. Colombia. Sentencia de fondo. 21 de noviembre de 2018.
1242 Corte IDH. Masacre de La Rochela vs. Colombia. Sentencia de fondo. 11 de mayo de 2007.

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3.1. El atentado ocasiona la privación grave de la libertad física de una o varias


personas.

1044. La desaparición forzada requiere de un elemento material de consecuencia, es


decir, que la conducta del autor debe causar la privación de la libertad física de la
víctima. Aunque el Código Penal se refiere a una “privación de la libertad cualquiera que
sea su forma”, el Estatuto de Roma precisa tres modalidades de privación de la libertad:
la aprehensión, la detención o el secuestro, todas ellas generando como consecuencia la
imposibilidad para la víctima de ejercer libremente su autodeterminación por la
violencia o las amenazas que se ejercen en su contra.

1045. La aprehensión en el Estatuto de Roma se refiere al momento de la detención de


la víctima1243 y la retención a la continuación o mantenimiento de la privación de la
libertad, con independencia de que la privación inicial de la libertad haya tenido o no
bases legales1244. Por el contrario, el secuestro se presume una forma de privación de la
libertad ilegal o arbitraria desde el comienzo.

1046. Sobre la privación de la libertad cualquiera que sea la forma a la que alude el Código
Penal, la jurisprudencia nacional ha entendido que para la consumación de la
desaparición forzada no se requiere que la privación de la libertad ocurra mediante
fuerza física o actos abiertamente arbitrarios, por lo que se admiten la mentira y el engaño
entre las formas de obtener la consecuencia ilícita1245 pues vician el consentimiento y
coartan el libre albedrío de la víctima.

1047. Para constatar la privación de la libertad la Sala tiene en cuenta asimismo el


carácter subjetivo de dicha privación, es decir, la percepción que la víctima tuvo de la
situación en la que se encontraba y sus temores razonables1246. De manera que resultan
relevantes para la adecuación típica de los comportamientos por los que se atribuirá
responsabilidad, la intencionalidad de los perpetradores al engañar, inducir al error o
coaccionar a las víctimas, así como la percepción subjetiva de las víctimas frente a la
situación de riesgo para sus bienes jurídicos en la que se encontraban.

1048. En cuanto a la duración de la privación de la libertad, ninguna de las dos normas


establece mínimos ni máximos, por lo que se tendrá por establecido que el tiempo de
privación de la libertad carece de interés para la calificación de la conducta. En esa
medida, tanto las privaciones de la libertad que se dieron con el fin de asegurar las
condiciones necesarias para la simulación de un combate como aquellas que implicaron
contacto, aprehensión, traslado y retención de las víctimas se consideran constitutivas

1243 Nótese que las versiones oficiales en francés e inglés del mismo artículo se refieren a “arrestation” y “arrest”
respectivamente.
1244 Estatuto de Roma. Anexo B. Elementos de los Crímenes. Artículo 7(1)(i). Nota 26: “Se entiende que, en

determinadas circunstancias, la aprehensión o la detención pudieron haber sido legales”.


1245 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal, rad. 40733 y rad. 39703; Jurisdicción Especial para la

Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.


1246 Corte Penal Internacional. Sala de Primera Instancia II. Caso ICC-01/04-01/07-3436. Fiscalía vs. Germain

Katanga. Sentencia. 7 de marzo de 2014.

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de elemento objetivo de la conducta de desaparición forzada.

1049. Por el contrario, la Sala tomará en cuenta la jurisprudencia consolidada de la


Corte IDH en la materia para definir que: (a) al tratarse de una conducta de ejecución
permanente el crimen no cesa con la muerte de la víctima y la privación de la libertad
continúa produciéndose hasta tanto no se conozca su paradero o se identifiquen con
certeza sus restos; (b) el que la desaparición forzada haya cesado en algún momento no
incide en la calificación de la conducta; y (c) la Convención sobre Desaparición Forzada
es exigible para todas aquellas que continúan ejecutándose a partir de 1 de abril de 2005
y hasta tanto cese la conducta, sin que importe si la fecha en que comenzó su ejecución
es anterior a la entrada en vigor del tratado para un Estado parte1247.

1050. De conformidad con los elementos legales de la descripción típica de la conducta


de desaparición forzada, la Sala atribuirá responsabilidad en los términos y para los
comparecientes que más adelante se detallarán, para un total de 32 víctimas, en hechos
ocurridos en 18 operaciones militares ilegales.

3.2. El atentado estuvo acompañado o seguido de la negativa a admitir que la víctima


estaba en poder del autor o a indicar su paradero.

1051. La falta de información sobre el paradero de la víctima es prueba suficiente del


ocultamiento al que se refiere el artículo 165 del Código Penal por expresa disposición
del juez constitucional1248, en consecuencia, en el ordenamiento interno no es necesario
probar que hubo negativa de los perpetradores a proporcionar información o que hubo
personas solicitando información sobre el paradero de la víctima.

1052. El artículo 7(1)(i) del Estatuto de Roma, por otra parte, requiere actos positivos
del autor tendientes a ocultar o negar la custodia que ejerce sobre la víctima antes o
durante la privación de la libertad. Por lo tanto, concluye la Sala sobre este punto de
derecho que, conforme su estándar de prueba en esta etapa del procedimiento, para
constatar este elemento material del crimen de desaparición forzada debe tener
elementos suficientes para entender que las modalidades utilizadas para obtener la
privación de la libertad de la víctima fueron eficaces e involucraron actos que solo
podían producir el ocultamiento de la víctima, la sustracción de la víctima del amparo
de la ley o eventualmente la denegación de información sobre el paradero de la víctima,
sin que sea requisito probar que todas las condiciones ocurrieron o que todos los autores
ejecutaron los mismos actos de negación, ocultamiento o sustracción de la protección
legal pues, por tratarse de un crimen complejo, la desaparición forzada a menudo exige
la intervención de diferentes personas y se comete por medio de diferentes actos en

1247 Corte IDH. Rodríguez Vera y otros (Desaparecidos del Palacio de Justicia) vs. Colombia. Sentencia de
excepciones y fondo. 14 de noviembre de 2014; Corte IDH. Omeara Carrascal y otros vs. Colombia. Sentencia
de fondo. 21 de noviembre de 2018.
1248 Corte Constitucional. Sentencia C-317-02 de 2002. El artículo 165 se declaró exequible “bajo el entendido

que no es necesario el requerimiento para dar información o de la negativa a reconocer la privación de la


libertad, sino que basta la falta de información sobre el paradero de la persona”.

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momentos distintos1249.

1053. En consecuencia, la Sala califica como desapariciones forzadas todos los hechos
verificados en los tres patrones macrocriminales en los que se aprehendió a las víctimas,
se las retuvo, trasladó y se tomaron medidas para impedir su identificación o que se
conociera su paradero, con independencia de que también se les haya causado la
muerte, pues los hechos determinados constituyen conductas pluriofensivas en las que
se afectan de diferente manera los bienes jurídicos de la vida, la integridad personal y
la autodeterminación de los sujetos pasivos.

3.3. El atentado se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático contra


la población civil.

1054. La desaparición forzada tiene un sujeto pasivo indeterminado, en el


ordenamiento interno e internacional.1250 En consecuencia, la Sala estima que no es útil
pronunciarse sobre la distinción entre las víctimas que fueron parte de la población civil
en el momento de su desaparición y aquellas que siendo miembros de un grupo armado
estaban puestas en incapacidad de combatir.

1055. La Sala también ha constatado en anteriores oportunidades y frente a conductas


similares ocurridas en Norte de Santander, la Costa Caribe, el Casanare y Dabeiba que:

“los hechos y conductas…que se calificaron en este acápite como homicidios en persona protegida
y desapariciones forzadas no fueron actos aislados, espontáneos o esporádicos. Por el contrario,
todos estos actos están interrelacionados y fueron cometidos como parte de un ataque
generalizado y sistemático contra la población civil, es decir, cumplen con el elemento contextual
de los crímenes de lesa humanidad”1251.

1056. En los hechos que se determinan en la presente decisión se observan


características de sistematicidad en tanto la victimización ocurrió como parte de un plan
criminal dirigido a identificar víctimas por prejuicio insurgente, vulnerabilidad o a
provocar vicios en la formación de su voluntad para que accedieran dejar sus lugares
de origen o residencia y facilitar así no solo el atentado contra su vida sino el
ocultamiento de su paradero. En los casos en los que hubo aprehensión y retención de
las víctimas, esta se dio con el fin de asegurar el ocultamiento de los subsecuentes
ataques contra la vida y con ello la impunidad de los involucrados a lo largo de la
cadena de mando militar.

1057. Los hechos se presentaron con aprovechamiento de las estructuras y


procedimientos militares, de los recursos públicos, de las idiosincrasias institucionales
por medio de las cuales las versiones otorgadas por los militares gozaban de presunción
de credibilidad y por tanto no eran investigadas con la debida diligencia. Estas
circunstancias eran explotadas por los perpetradores en función de los intereses

1249 Estatuto de Roma. Anexo b. Elementos de los crímenes. Artículo 7(1)(i) Nota 23.
1250 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021.
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personales e institucionales que perseguían, por lo que se advierte en su forma de


proceder no solo la sistematicidad sino la gravedad que requiere el estándar
internacional para la adecuación típica de conductas constitutivas de los crímenes de
lesa humanidad.

3.4. El atentado es intencional.

1058. Como todos los crímenes internacionales, porque revisten la mayor gravedad, la
desaparición forzada como crimen de lesa humanidad exige la conducta intencional del
autor1252. El artículo 165 del Código Penal se refiere también un comportamiento doloso,
que se produce de manera voluntaria y con conocimiento tanto de las circunstancias
constitutivas de la infracción, como de la prohibición por parte del ordenamiento
jurídico1253. La conducta exige una acción consistente en arrestar, detener, secuestrar o
de cualquier otra forma privar de la libertad y, aunque no se exige que sea premeditada,
la premeditación es un indicador indiscutible de la intención.

1059. La Sala ha determinado que existía un conocimiento generalizado en quienes


participaron en las operaciones irregulares sobre el hecho de que cada una de las treinta
y dos (32) víctimas privadas de la libertad iba a ser desaparecida, negada a sus
familiares y allegados, negada al Estado y a cualquier interesado y para ello los autores
idearon y fueron perfeccionando una compleja máquina de ocultamiento que incluyó
el traslado del lugar de su aprehensión, detención o secuestro a un lugar diferente para
su ejecución.

1060. Como se puede observar en las versiones voluntarias de los comparecientes 1254,
los informes de víctimas o sus intervenciones en las audiencias del caso, la destrucción
de documentos y otros elementos de identificación de la víctima, su inhumación en
condiciones de no identificación y la presentación de los resultados de las operaciones
como ocurridos contra personas no identificadas, fueron características esenciales de
los planes criminales también formaron parte del modus operandi y aunque no todos los
involucrados en ellos conocían en detalle cada uno de sus aspectos y fases, el que se
articularan esfuerzos por parte de los ejecutores, los mandos medios y los superiores
para ocultar la identidad de las víctimas a facilitaba las desapariciones en los hechos
asociados al segundo patrón determinado en esta providencia.

1252 Estatuto de Roma. Artículo 30: “Salvo disposición en contrario, una persona será penalmente responsable
y podrá ser penada por un crimen de la competencia de la Corte únicamente si los elementos materiales del
crimen se realizan con intención y conocimiento de los elementos materiales del crimen”.
1253 Código Penal. Artículo 22: “La conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la

infracción penal y quiere su realización”.


1254 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251; Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón, Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247; Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía, Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749 y Versión Voluntaria de Felipe Andrés
Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708, entre otras.

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E. DEL LLAMADO A RECONOCER RESPONSABILIDAD

1. Determinación de los criterios para convocar a reconocer responsabilidad.

1061. De conformidad con el artículo 19 de la Ley 1957 de 2019, la Sala de


Reconocimiento debe aplicar criterios para concentrar el ejercicio de la acción penal en
quienes tuvieron participación activa o determinante en los hechos más graves y
representativos. A su vez, la Corte Constitucional decidió la constitucionalidad
condicionada del parágrafo segundo del mismo artículo, entendiendo bajo el alcance
de dicha condición que la JEP deberá concentrar sus esfuerzos en los máximos responsables
de los hechos más graves y representativos1255.

1062. La Corte Constitucional señaló que será respecto de los máximos responsables
que la Sala de Reconocimiento deberá atribuir responsabilidades individuales mientras
aquellos que no tengan tal calidad podrán ser remitidos para su estudio por parte de la
Sala de Definición de Situaciones Jurídicas con el fin de valorar la procedencia de una
renuncia condicionada a la persecución penal. Dijo la Corte:

“La competencia global de aplicación de la facultad de selección, conforme a los criterios


constitucionales y estatutarios, es de la Sala de Reconocimiento pues, conforme a lo establecido en
los literales b, c y d y k, es esta Sala la que tendrá los informes que permitan a la jurisdicción tener
un análisis global de los hechos y situaciones que constituyen graves violaciones a derechos
humanos e infracciones a Derecho Internacional Humanitario, su eventual configuración como
crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o violaciones graves a los derechos humanos.
Con fundamento en el contraste de dicha información con las declaraciones de aporte de verdad
y reconocimiento de responsabilidad de que trata el literal i, podría definir los patrones, los
hechos más graves y representativos, los máximos responsables, y atribuir responsabilidades a
través del informe de conclusiones conforme a lo definido en el literal m, y aplicar los criterios
de selección resolviendo la no selección en aquellos casos en que proceda, aplicando los criterios
generales del artículo 19 del Proyecto de Ley. En una etapa posterior, para los hechos no
seleccionados, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas definirá la no selección en el caso
concreto, y concederá los tratamientos penales especiales que correspondan. De esta manera, la
SDSJ aplica la selección en cada caso individual, verificando el cumplimiento del régimen de
condicionalidad sobre el universo de casos no seleccionados y remitido por la SRVR a la SDSJ de
conformidad con los literales n, o y p del artículo 79 del Proyecto de Ley que se analiza. En
consecuencia, mientras que la competencia de selección de la SRVR es global y se da primero en
el tiempo, la competencia de selección de la SDSJ es individual, y se da en un momento posterior
a la decisión global de selección de la SRVR”1256. (Negrillas fuera del texto original)

1063. La Sección de Apelación del Tribunal para la Paz sostuvo que los conceptos de
máximos responsables y participación determinante son complementarios y deben ser
analizados de conformidad con las circunstancias específicas de cada macroproceso
para efectos de decidir sobre cuáles comparecientes se concentrarán los esfuerzos de
investigación. Al respecto, dicha Sección señaló que “estas dos terminologías, máximos

1255 Corte Constitucional. Sentencia C-080 del 2018.


1256 Ibidem.

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responsables y sujetos con participación determinante, se deben asociar y complementar en


la interpretación del orden transicional, de manera que el entendimiento de cada una
de ellas depende necesariamente de la otra”1257. Al definir quiénes pueden ser
considerados máximos responsables, la Sección de Apelación acudió al precedente de
la Corte Constitucional según el cual es máximo responsable la persona que tiene un rol
esencial1258 en la organización criminal o en el patrón de macrocriminalidad. Sin
embargo, para identificar quién ejerció y quién no dicho rol esencial no se puede acudir
a una definición única aplicable para todos los casos, sino que dependerá en su lugar
de la aplicación de criterios de identificación de esa máxima responsabilidad, los cuales
han tenido un desarrollo en el derecho internacional y el derecho comparado y a los
cuales podrá acudir la Sala de Reconocimiento en cada macroproceso según sus
circunstancias y contextos específicos1259.

1064. En todo caso, señaló el órgano de cierre de la JEP, estos criterios se comprenden
en dos modalidades de máximos responsables: una determinada por el liderazgo que
jugó la persona en la organización criminal o en el patrón o política macrocriminal; otra,
determinada por la participación determinante que pudo tener la persona en su
ejecución. Estas modalidades, aunque no son conceptualmente concurrentes, sí podrían
coexistir en la práctica1260. La Sala de Reconocimiento entonces desarrollará
jurisprudencialmente el alcance de cada modalidad al aplicar respecto de
comparecientes específicos los criterios de identificación de máxima responsabilidad en
cada macroproceso.

1065. Respecto de la primera modalidad de máximo responsable ya esta Sala,


mediante Auto 019 de 2021 por el cual determinó los hechos y las conductas en el marco
del Caso 01, desarrolló el contenido de esta categoría al señalar que los máximos
responsables son “quienes ordenan las políticas, expresas y tácitas, que dirigen el accionar de
la organización armada”1261. Ordenar la implementación de políticas macrocriminales y

1257 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-RPP No. 230 de 2021.
1258 Corte Constitucional. Sentencia C-579 de 2013.
1259 En efecto, dijo la Sección de Apelación, tras hacer un recorrido por los criterios de identificación de máximos

responsables en los tribunales penales internacionales y en los tribunales híbridos, que “[l]os criterios
anteriormente examinados sirven de parámetros de análisis y definición de la figura del máximo responsable,
sin perjuicio de otros que los desarrollen o ajusten a las particularidades del caso y a las especificidades del
orden jurídico de la transición en Colombia”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia
TP-SA-RPP No. 230 de 2021.
1260 Ibidem. “La noción de máximo responsable ha incluido, generalmente, a (i) comandantes o líderes, de facto

o de iure, militares, políticos o sociales quienes, en razón de su autoridad y en ejercicio de la misma, fueron
arquitectos o ejecutores de la política criminal masiva, y (ii) a quienes participaron en determinados delitos
internacionales particularmente graves y representativos, en cuya comisión desempeñaron un rol decisivo
mediante contribuciones efectivas, y, por la vía de la ejecución, incidieron en el desarrollo y la configuración
de la política criminal de forma relevante. Estos dos criterios –liderazgo y participación– no son
conceptualmente concurrentes, pero pueden coexistir en la práctica.
1261 “La Sala, en esta providencia, determina los patrones de hechos que resultaron de las políticas adoptadas

por las FARC-EP en materia de privación de la libertad. Al hacerlo, reitera las definiciones de patrón y política
utilizadas en el Derecho Internacional Penal y en el derecho colombiano, en el marco de la legislación de
Justicia y Paz. Reitera también la función última de estos conceptos, que es la de identificar a los máximos
responsables de los crímenes bajo estudio. Son estos quienes ordenan las políticas, expresas y tácitas, que

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dirigir la organización armada encargada de dicha implementación fueron criterios de


máxima responsabilidad adecuados para el Caso 01 en el que la Sala logró determinar
la existencia de dichas políticas de manera expresa y tácita, y por lo cual imputó
responsabilidad penal a miembros del Secretariado de la antigua guerrilla de las FARC-
EP. Esta aproximación es coherente con la señalada por la Sección de Apelación al
referirse a esta modalidad de máximo responsable por liderazgo como la que involucra
a quienes definieron, coordinaron o articularon el sistema ilegal en el cual se inscribió
la respectiva organización criminal o el aparato organizado de poder1262, quienes
tuvieron el dominio del patrón macrocriminal o quienes fueron artífices o modeladores
de la política criminal masiva1263.

1066. A esta modalidad por liderazgo se debe sumar un criterio adicional: la capacidad
de ordenar, que comprende la competencia jurídica y funcional de instruir o mandar a
otro, que se usa con la intención de cometer el ilícito. La capacidad de ordenar no es lo
mismo que el liderazgo. Mientras que este último se circunscribe a la organización de
las victimizaciones, el ordenar se relaciona con el poder de mando y a la autoridad que
puede ejercerse conforme las características de la organización, por lo que es una
atribución o competencia que puede presentarse en casi todos los niveles de la jerarquía,
salvo en los que tienen “solo” la responsabilidad de la ejecución material de las
afectaciones a los bienes jurídicos. La capacidad de ordenar resulta determinante para
valorar la intervención de una persona porque está respaldada por las consecuencias
desfavorables que al interior de la organización pueda traer el desacato de quien es el
destinatario de la orden; en otras palabras, ordenar y tener la capacidad de hacer
cumplir las órdenes es determinante porque constituye una forma de coerción
respaldada por los mecanismos disciplinarios de la organización o estructura que

dirigen el accionar de la organización armada, y son sus órdenes, junto con el control que tienen sobre la
organización armada, las que fundamentan su responsabilidad individual.” Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto Óp. cit. 2021, pár. 225.
1262 Ibidem. “Los hechos delictivos que hacen parte de la criminalidad a gran escala se caracterizan por estar

amoldados a un sistema y responder a un contexto particular de estructura de acción colectiva. Se inscriben,


por ejemplo, en un aparato organizado de poder. La acción estatal efectiva contra este tipo de criminalidad
debe seleccionar las características principales y definitorias del sistema ilegal, lo que igualmente implica
identificar y perseguir a quienes definieron, coordinaron o articularon dicho sistema, o a quienes lo
desarrollaron de forma especialmente grave y representativa, esto es, a los máximos responsables, bien sea por
liderazgo o participación. Estos podrán ser definidos a partir de criterios empleados con éxito por otros
tribunales, en la medida en que se respete el criterio de la jurisprudencia constitucional, conforme al cual
debieron haber cumplido un “rol esencial” o ejercer “control efectivo” en la política criminal o los peores
delitos.”.
1263 Ibidem. “Es, pues, factible recurrir a criterios tales como el dominio del patrón macrocriminal, o su

participación destacada en conductas punibles especialmente graves y representativas que incidieron en el


desarrollo o configuración del todo. En consecuencia, podría definirse si los individuos ejercieron su voluntad
criminal a través de la estructura particular de acción colectiva, o en ejercicio de un rol esencial actuaron de
una forma que los hizo absorber la máxima responsabilidad. Haber sido artífices o modeladores de la política
criminal masiva o haber tenido una contribución efectiva en su ejecución son, ciertamente, criterios indicativos
que la JEP también puede considerar. Bajo esta perspectiva, los máximos responsables se encuentran en la
cúspide o en el corazón del patrón de macrocriminalidad, y guían o se sirven de la estructura de acción
colectiva, lo que señala que su responsabilidad está comprometida por los hechos delictivos que se enmarcan
dentro de ese patrón. Como lo expuso de forma diáfana la Corte Constitucional en una doctrina que marca de
modo crucial la misión de esta Jurisdicción”.

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realiza los hechos victimizantes.

1067. La Sección de Apelación también sugirió criterios para la identificación de la


modalidad de participación determinante sin liderazgo. Señaló que esta abarca a
quienes participaron en ciertos delitos de particular gravedad y representatividad al
contribuir de manera efectiva en su ejecución, también quienes, por la vía de la
ejecución, incidieron en el desarrollo y la configuración de la política criminal de forma
relevante1264. Sobre la identificación de ejecutores notorios o partícipes en ilícitos graves
y representativos, la Sección aclaró que su uso debe ser estratégico para impedir la
ampliación innecesaria del universo de hechos1265. De igual manera, identificó dentro
de la modalidad de máximos responsable por razones de participación o
representatividad el supuesto en el que la concentración de la investigación en sí misma
podría aportar de manera importante al esclarecimiento del patrón de
macrocriminalidad1266.

1068. En relación con esta segunda modalidad, la Sala considera que se deben
apuntalar los criterios señalados por la Sección de Apelación y, además, sumar otros
factores esenciales para evaluar la relevancia de la participación de los comparecientes.

1069. En efecto, tal como lo señala el órgano de cierre, uno de los criterios a considerar
es la pluralidad de las ofensas cometidas por un mismo individuo. La actuación de
cualquier miembro de la organización, sin importar su nivel dentro de la jerarquía,
podrá ser determinante dada la cantidad de hechos con los que se encuentre vinculado.
La pluralidad de ofensas se refiere, más que a una constatación cuantitativa (el número
de incidentes en los que se encuentre vinculada una persona), a una intervención que
influye en una variedad de afectaciones por lo que se hace indispensable para entender
su impacto, materialización concreta o características de la victimización.

1070. Además de este criterio, se debe considerar la motivación discriminatoria del


hecho victimizante, o bien el carácter discriminatorio de la selección de las víctimas. Los
motivos discriminatorios, deleznables en sí mismos, merecen una especial atención en
escenarios de justicia transicional, porque su esclarecimiento y visibilización son
indispensables para cumplir con los estándares de verdad y justicia y son la base de las
garantías de no repetición.

1264 Ibidem.
1265 Ibidem, Al referirse al criterio de comisión de delitos particularmente notorios que fue incluido en la
definición de máximo responsable dada por la Fiscalía General de la Nación mediante Directiva 1 de 2012, la
SA señaló que: “El segundo criterio, por su parte, no contribuye a identificar a quienes tienen la máxima
responsabilidad, sino a discriminar entre hechos en el proceso de selección. Incluso si se asume como
parámetro útil para estos efectos, se trata de un instrumento excepcional. Y lo es puesto que, si no se usa de
forma restrictiva y esporádica, de manera estratégica y con suma prudencia, amplía inadecuadamente el
universo posible de casos”.
1266 Ibidem. “No está de antemano excluida la posibilidad de que MORENO JAIMES sea seleccionado, pese a

haber sido condenado como cómplice. Si se encuentra que su participación en los hechos fue determinante y
que estos son especialmente graves y representativos, debe ser seleccionado. En el supuesto en el cual sea
seleccionado, su judicialización y sanción podría aportar de forma importante a esclarecer el patrón de
macrocriminalidad de muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate por agentes del Estado”.

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1071. También se debe considerar el abuso del poder o de la capacidad oficial, por los
mismos motivos expresados frente al criterio de motivación discriminatoria, el que la
intervención de una persona en hechos victimizantes se enmarque en un abuso de
poder o de la capacidad oficial resulta relevante para caracterizarla como participación
determinante; su esclarecimiento y visibilización son necesarios para asegurar la no
repetición de esos patrones de conducta. Adicionalmente, es importante remarcar que
el abuso de poder no se presenta exclusivamente en organizaciones estatales, sino que
también puede encontrarse en estructuras no estatales, pues está orientado a dar
relevancia a la extralimitación en las funciones que tiene una persona y que le fueron
conferidos por la organización.

1072. Finalmente se debe considerar la notoriedad de la intervención, entendida como


el conocimiento particular sobre la planeación o ejecución de los hechos criminales y la
capacidad que ostenta el individuo de replicar el comportamiento entre sus pares y
superiores1267. Una intervención que alcanza un nivel de notoriedad frente a las demás
en un esquema de múltiples violaciones a los derechos humanos es una forma de
participación determinante porque no puede entenderse el patrón de victimizaciones
prescindiendo de dicha intervención. En otras palabras, reconstruir judicialmente una
práctica criminal o un patrón de victimización sin visibilizar el rol de quienes se hacen
notorios en ellos, resultaría en un ejercicio insuficiente de esclarecimiento.

1073. La distinción propuesta entre máximos responsables y partícipes determinantes


sin liderazgo, presenta un rendimiento práctico esencial para el adecuado
cumplimiento de una de las finalidades primordiales de la JEP: el esclarecimiento de lo
sucedido. Esto debido a que tanto la imputación de los comparecientes como la
determinación de la sanción que les será impuesta, atenderá con precisión a la
connotación de su aporte esencial al patrón macrocriminal. No respondería a la realidad
del conflicto y a la verdad que demandan las víctimas y la sociedad, que los
responsables que lideraron su surgimiento y su consolidación o quienes fueron
esenciales para la forma como se materializaron, sean imputados y sancionados bajo el
mismo plano dispuesto para aquellos que solo contribuyeron en su ejecución.

1074. Teniendo en cuenta los criterios desarrollados jurisprudencialmente por la Sala


de Reconocimiento, así como por la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz,
amén de la jurisprudencia internacional y comparada, a continuación, se identificarán
a los máximos responsables y a los partícipes determinantes sin liderazgo del presente
subcaso que serán imputados en esta providencia.

2. Formas de atribución de responsabilidad a los máximos responsables y


partícipes determinantes.

Otra mirada a la atribución de responsabilidad está marcada por la “notoriedad” o repercusión de los
1267

crímenes. El criterio se orienta al comportamiento individual y su resultado, es la naturaleza de los crímenes


cometidos lo que fundamenta el reproche máximo.

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1075. Como se mostrará en detalle en la siguiente sección de la presente providencia,


los comparecientes que se individualizarán participaron en conductas constitutivas de
delitos según el derecho penal colombiano y de crímenes internacionales según el DPI.
La atribución de responsabilidad que se les hará por tales comportamientos
corresponde también a la manera como, según se ha descrito, intervinieron en el
desarrollo de los planes criminales que tuvieron como consecuencia la muerte de
doscientas personas y los atentados contra la vida frente a otros siete.

1076. Si bien en otros subcasos del caso 03 la Sala de Reconocimiento ha encontrado


que existen bases suficientes para entender que al interior de algunas unidades militares
se dieron aparatos organizados de poder, en el presente subcaso no se aprecia
información que permita hacer la caracterización de las formas de intervención de los
máximos responsables siguiendo ese modelo. La caracterización de las formas de
atribución de responsabilidad que se realizan en esta decisión obedece, exclusivamente,
al análisis jurídico producto de la contrastación del abundante material probatorio
recaudado, de manera que las imputaciones, tanto fácticas como jurídicas, se adecúen
de la manera más precisa posible a lo ocurrido, y que den cuenta de las dinámicas
macrocriminales que se aprecian del conjunto de los hechos y el contexto en el que
ocurrieron.

1077. Junto con la atribución como máximos responsables o partícipes determinantes


sin liderazgo de acuerdo con el rol que ejercieron frente a la materialización de los
patrones macrocriminales identificados por la Sala, se señalará también el título de
imputación correspondiente. No obstante, desde este punto puede indicarse que la Sala
ha encontrado que existen bases suficientes para entender que los comparecientes
deben responder por las conductas determinadas en esta decisión bien sea como
coautores o como autores por omisión.

1078. A continuación se precisará el alcance que estos títulos de imputación tienen en


este Auto, de conformidad con las decisiones que previamente ha emitido la Sala de
Reconocimiento, tanto en los subcasos del Caso 03, como en otros de su competencia en
los que ya se ha alcanzado esta etapa procesal: dos en el macrocaso 01 “Toma de rehenes
y otras privaciones graves de libertad cometidas por las FARC-EP” (Auto 19 de 20211268 y
Auto 01 de 20231269); cinco en el macrocaso 03 “Asesinatos y desapariciones forzadas
ilegítimamente presentados como bajas en combate por agentes del Estado” (Auto 125 de
20211270, Auto 128 de 20211271, Auto 01 de 20221272, Auto SUB D 055 de 20221273 y Auto
SUB D 062 de 20231274); uno en el macrocaso 05 “Situación territorial en la región del norte

1268 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 019 de 2021.
1269 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.
1270 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

1271 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021.

1272 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2022.

1273 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D 055

de 2022.
1274 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D 062

de 2023.

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del Cauca y el sur del Valle del Cauca” (Auto 01 de 20231275) y uno en el macrocaso 02
“Situación territorial de los municipios de Tumaco, Ricaurte y Barbacoas del departamento de
Nariño” (Auto 03 de 20231276).

2.1. Coautoría.

1079. El inciso segundo del artículo 29 del Código Penal describe que “Son coautores los
que, mediando un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal atendiendo a la
importancia del aporte”. De esta forma, se ha señalado que los elementos de la coautoría,
de acuerdo con ese cuerpo normativo, son: i) el acuerdo común, (ii) la división del
trabajo y (iii) la importancia del aporte. Estos han sido interpretados de forma
ligeramente distinta en cada una de las decisiones proferidas por la SRVR, por lo que
se hace necesario abordar uno a uno a fin de exponer el uso que se le ha dado a la figura
de la coautoría, que constituye el título de imputación que se aplica para la mayoría de
los máximos responsables identificados en esta decisión.

2.1.1. El acuerdo común.

1080. El primer elemento de la coautoría se entiende de forma similar en la mayoría de


los autos de la Sala de Reconocimiento como aquel “acuerdo mínimo”1277 que puede ser
“expreso o tácito, y previo o concomitante a la conducta delictiva”1278. Como lo señaló la Sala
en el Auto 125 de 2021, el acuerdo común es el fundamento de la imputación recíproca
de los coautores1279, lo que supone que todos los implicados conozcan los elementos
(aunque no necesariamente los detalles) de la actuación conjunta que realizan o van a
realizar, y su propósito coincida total o parcialmente.

1081. Respecto a la manera de probar la existencia del acuerdo, se ha dicho que no es


necesario que se compruebe ningún tipo de formalidad, sino que basta “un gesto, un
ademán, una mirada, un asentimiento”1280, pero también las manifestaciones de aprobación
o de anuencia con las que se reciben indicaciones en el día a día de las unidades
militares, como fue descrito ampliamente por comparecientes del subcaso. También se
puede deducir a partir de la manera en la que se desencadenaron los hechos1281 o a partir
de una “actuación concertada posterior de los coautores”1282. Adicionalmente, se ha señalado
que “puede tratarse de un acuerdo informal al que se van adhiriendo, a través de su aceptación,
las personas que forman parte de la organización”1283, incluso cuando los coautores

1275 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.
1276 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 03 de 2023.
1277 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 019 de 2021.

1278 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 2021,

Auto 128 de 2021, Auto SUB D 055 de 2022, Auto 03 de 2023, Auto SUB D 062 de 2023.
1279 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

1280 Ibidem.

1281 Ibidem.

1282 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.

1283 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021,

reiterado en Auto SUB D 055 de 2022.

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convienen iniciar la implementación de un plan común para lograr un fin no delictivo


y comenten el delito solo si se cumplen ciertas condiciones; cuando los coautores son
conscientes del riesgo que la implementación del plan común resulte en la comisión de
un delito y aceptan tal resultado. 1284

1082. Por último, como se dijo en el Auto 019 de 2021, cada coautor debe comprender
el plan criminal y ejecutarlo de forma conjunta, de manera que “cada uno sienta que hace
parte de un colectivo con un propósito definido que comparte y del cual realiza parte”1285, lo que
significa que todos los intervinientes son conscientes de que cada uno desempeña un
rol específico en el plan colectivo de acuerdo con la división del trabajo. En los planes
criminales materializados por integrantes de las unidades militares abordadas en esta
decisión se pudieron evidenciar conductas que dan cuenta no solo de la existencia de
un acuerdo para la presentación de muertes fuera de combate, como si hubieran sido
producto de operaciones militares exitosas, sino también para aprovechar diferentes
tipos de beneficios (profesionales, de bienestar institucional e incluso económicos) que
tales prácticas brindaban a quienes se concertaban y ejecutaban actos para la
materialización del plan.

2.1.2. La división del trabajo.

1083. En los Autos 128 de 2021 y 055 de 2022, se adoptó la siguiente definición del
segundo elemento de la coautoría señalado en el Código Penal colombiano:

“En cuanto al requisito de la división del trabajo, para esta Sala el dominio funcional del hecho se
basará en el reparto de roles conforme al cual unos tienen funciones de dirección o planeación
(fase preparatoria), otros realizan las acciones ejecutivas del delito (fase ejecutiva), y otros
encubren (fase post-ejecutiva), donde todas las tareas son necesarias para la ejecución del plan
común. Esto exige interpretar la teoría del dominio funcional del hecho en un sentido amplio que
no se limita a exigir la intervención en fase ejecutiva.” 1286

1084. A partir de una interpretación amplia de la teoría del dominio funcional, la Sala
de Reconocimiento ha establecido que la división del trabajo implica la asignación de
roles que, en conjunto, permiten la perpetración del delito, sin importar el momento en
el que se haga el aporte individual. Esto implica que puede llegar a ser considerado
coautor aquel individuo con liderazgo sobre el plan criminal cuya conducta haya hecho
posible la ejecución del delito, incluso si su contribución se ubica en las etapas de
planeación o preparación de los actos criminales.

1085. Esta interpretación de la figura del dominio funcional, que permite calificar como
coautores a individuos que participaron en diferentes momentos de la realización de
las conductas punibles, no fue aplicada por la SRVR en el Auto No. 019 de 2021. En este
auto, la Sala de Reconocimiento, al explicar los elementos de la coautoría mediata -la

1284 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 03 de 2023.
1285 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 019 de 2021.
1286 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021,

reiterado en Auto SUB D 055 de 2022.

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cual combinaba las figuras de la autoría mediata por aparatos organizados de poder y
la coautoría impropia- estableció como requisito de esta figura que el acto esencial se
debía dar en la fase de ejecución del delito1287. Esto, a pesar de que, en las imputaciones
individuales a los comparecientes, calificara como una conducta propia de autoría la
adopción de políticas y su implementación en la cadena de mando1288.

1086. No obstante, con el Auto 125 de 2021, la Sala de Reconocimiento reconoció los
límites de dicha teoría adoptada en el Auto 019 de 2021, en el contexto crímenes
cometidos en escenarios de macrocriminalidad, por excluir contribuciones igualmente
esenciales que se realizan en la fase de planeación:

“Cuando se trata de crímenes cometidos colectivamente, producto de la cuidadosa distribución


de roles, y en los que la planeación y el apoyo de personas que ejercen autoridad sobre los
ejecutores materiales es fundamental, la intervención en las etapas de planeación y organización,
así como las contribuciones que se llevan a cabo de manera paralela, pero que no coinciden
espacialmente con la perpetración del crimen, pueden ser igual o más importantes que los aportes
material y causalmente más cercanos a la producción del resultado antijurídico. La posibilidad de
incidir no solo de manera negativa, sino también en sentido positivo, sobre la existencia misma
del plan criminal y en últimas sobre la existencia de un patrón, en un contexto colectivo, y que se
desprende de la posición jerárquica o autoridad que se ejerce sobre otros, permite hablar de
dominio del hecho, pero en sentido global. Estos aportes resultan esenciales en el contexto del
plan o acuerdo común que da lugar a la coautoría, en tanto continúan teniendo efectos en la etapa
de ejecución de hechos particulares y revelan que el dominio del hecho se puede extender a
estadios previos al de los actos estrictamente ejecutivos.”1289

1087. Desde entonces, en los autos proferidos por la SRVR se ha seguido esta definición
amplia de la teoría del dominio del hecho, que establece que quienes tienen funciones
de dirección o planeación pueden decidir que se cometa el crimen y las características
que tendrá, es decir, tienen en sus manos el sí y el cómo de la conducta punible.

1287 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 019 de 2021:
“La coautoría requiere que el acto realizado por el coautor sea esencial o fundamental para la concreción del
plan común. Por lo tanto, es necesario probar que, si no se realiza dicho aporte, el plan no se pueda llevar a
cabo totalmente. Además, la contribución del coautor se debe dar en la fase ejecutiva, no solamente en la
planeación o el ocultamiento del delito.” (par. 787) – subrayas propias –
1288 Ibidem: “790. La Sala ha determinado la existencia de estos elementos en el acápite (B) y (C) de este auto.

Así, como determinó la Sala, las FARC-EP adoptó una política para financiarse a través de las privaciones de
la libertad de civiles; adoptó una política de mantener cautivos a civiles, así como a policías y militares para
forzar el intercambio por guerrilleros presos; adoptó una política de control de los territorios de retaguardia y
en disputa que conllevó privaciones de la libertad de civiles por las diversas razones determinadas en el acápite
(C) de este auto. En estas tres instancias existió un plan común, expresado en múltiples documentos y
declaraciones detalladas en las secciones correspondientes de este auto, y reconocido por los comparecientes.
(…) 791. La Sala además determina que cuando se trata de organismos colegiados de dirección, como es el caso
del Secretariado, la emisión de órdenes nacionales y su implementación coordinada a través de las unidades
militares que supervisaban directamente como coordinadores o comandantes corresponde a la modalidad de
coautoría mediata descrita. En el caso de esta providencia, se dirige a comandantes del mismo nivel de mando
que coordinaron entre sí en los términos ya descritos, en cuanto coautores mediatos de los hechos
determinados en el acápite (C) por medio de la organización que dominaban como se determina en el acápite
(B). La existencia en el Caso No. 01 de una contribución esencial a este plan común y de la intención individual
de cometer estos hechos y conductas, por parte de cada individuo perteneciente al Secretariado, se explicará
en las secciones (D) y (E).”
1289 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021.

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1088. En los patrones macrocriminales que se han identificado en el subcaso Huila la


división del trabajo también se observa en aportes prestados en las fases de planeación,
preparación, ejecución y ocultamiento de los crímenes. Así, las actividades previas de
envío de las tropas a los lugares de los hechos, designación de los grupos especiales o
conformación específica de unidades de combate para realizar los hechos, labores de
identificación de las víctimas, suministro de datos de sus ubicaciones, o enviar a guías
para que las señalaran, constituyen ejemplos de contribuciones previas. Los
seguimientos cerca a los lugares de vivienda, trabajo o rutas de desplazamiento, los
atentados mismos contra la vida y la integridad personal o el suministro de información
falsa en los reportes oficiales son muestra de los aportes en la fase de ejecución. Mientras
que enviar implementos para implantar en los lugares de los hechos, prestar asesoría
para la simulación de combates, fabricar informes de inteligencia para que sirviera de
soporte posterior a órdenes irregularmente emitidas antes de los hechos, coordinar el
sentido de las declaraciones ante las autoridades, conceder permisos o asegurar que las
investigaciones disciplinarias fueran archivadas o no avanzaran sustancialmente, son
ejemplos de aportes en fases de consumación u ocultamiento.

2.1.3. Contribución esencial.

1089. En lo que respecta al requisito de la importancia del aporte consagrado en el


artículo 29 del Código Penal, que es análoga a la categoría de la contribución esencial
en el DPI1290 tanto la doctrina como la Sala de Reconocimiento en sus autos lo han
interpretado en el sentido de la teoría del dominio del hecho, es decir, que por
“importancia del aporte” se entiende que la intervención debe ser indispensable para
la realización típica del delito. Esta interpretación se fundamenta en la dificultad de
diferenciar claramente entre un coautor y un cómplice, ya que ambos realizan
contribuciones para la ejecución del delito en el marco de un acuerdo común. Se ha
entendido que este requisito implica que si -hipotéticamente- no se hubiera prestado el
aporte, el delito no se hubiera producido o el plan criminal hubiera cambiado
sustancialmente.

1090. En los Autos 019 de 26 de enero 2021, 01 de 11 de julio de 2022, 01 de 1 de febrero


de 2023, y 03 de 5 de julio de 2023, se señala que para que la contribución sea esencial
“es necesario probar que, si no se realiza dicho aporte, el plan no se pueda llevar a cabo
totalmente” 1291, en otras palabras, se considera esencial aquella contribución sin la cual
el plan criminal se frustra1292. Por otra parte, en los Autos 125 de 2 de julio 2021, 01 de 4
de julio de 2023 y 062 de 30 de agosto de 2023, se señala que “un aporte es esencial en la
medida en que, sin este, el crimen no se hubiera podido cometer de la manera en que se hizo”1293,

1290 Corte Penal Internacional. ICC/01/04-01/06-2842 (Prosecutor v. Lubanga), entre otras.


1291 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 019 de 2021.
1292 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de febrero

de 2023 y Auto 03 de 2023.


1293 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 125 de 2021

citado en Auto No. 01 de 2023 y Auto SUB D 062 de 2023.

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por lo que cualquier alteración en el curso de los hechos del delito que hubiera
impedido su ejecución tal como ocurrió, bastaría para entender que la contribución es
esencial.

1091. En cuanto a la manera de determinar la relevancia del aporte en la ejecución de


plan criminal y los distintos tipos de aportes esenciales que se pueden presentar, en los
Autos 128 de 2021 y 055 de 20221294, se estableció:

“Para esta Sala, lo relevante es que la contribución del coautor sea esencial para la ejecución del
plan criminal en su conjunto, y ello debe analizarse a partir de la valoración del rol de cada uno y
del conjunto de contribuciones individuales a los crímenes. Esto implica, por lo tanto, que serán
coautores aquellos cuya contribución es esencial en términos de su aporte al desarrollo del patrón,
pero también aquellos cuyos aportes son esenciales para la ejecución de conductas concretas.” 1295

1092. Como se dijo anteriormente, no es necesario que la contribución se realice en la


fase ejecutiva del delito, ni se requiere comprobar un vínculo directo entre la
contribución del imputado y la comisión de los delitos:

“(…) De tal manera, serían coautores del crimen, entre otros, quienes coadyuven en la formulación
de la estrategia o plan correspondiente, se involucren en la dirección o control de otros
participantes o determinen los roles de los involucrados en el mismo; haciendo innecesario que la
acusación establezca un vínculo directo o físico entre la contribución del imputado y la comisión
de los delitos.”1296

1093. Adicionalmente, son coautores “(…) no solo quienes realicen todos los elementos del
tipo penal, sino también aquellos que solo realizan un elemento, o incluso, si no realizan ninguna
de estas conductas, siempre y cuando, su aporte sea esencial para la ejecución del plan criminal
en su conjunto.”1297

1094. En el contexto del Caso 03 y las muertes ilegítimamente presentadas como bajas
en combate, se ha encontrado que conductas tales como: amenazas con retiro del
servicio o traslado a lugares desfavorables o aislados por no cumplir metas,
manifestaciones abiertas o ambiguas de presiones por resultados, no ejercer funciones
de control disciplinario, concesión de incentivos por presentar reportes de bajas en
combate e incluso asesoramiento para que las investigaciones penales al respecto no
consiguieran esclarecer lo sucedido, son contribuciones esenciales para el plan delictivo
en su conjunto y fundamentar responsabilidad el título de coautoría1298.

1095. En los autos de determinación de hechos y conductas del caso 03, también han
sido llamados a reconocer responsabilidad, como coautores, no solo los ejecutores
materiales de los atentados contra la vida y la integridad personal, sino también los

1294 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2022.
1295 SRVR. Auto SUB D 055 de 14 julio de 2022, par. 710.
1296 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2023.

1297 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 03 de 2023.

1298 Ver, por ejemplo, la imputación individual al compareciente Jorge Alberto Amor Páez en el caso conjunto

“Cementerio las Mercedes de Dabeiba”, casos No. 03 y No. 04. SRVR. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 01 de 2022.

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superiores directos (comandantes de compañía y pelotón), integrantes de plana mayor,


y comandantes de las unidades tácticas, dejando claro así que no es imprescindible la
existencia de una relación de subordinación1299. Por lo tanto, lo que resulta importante
de cara a esta figura es que el coautor contribuya de forma esencial en desarrollo del
acuerdo común.1300

2.2. Omisión.

1096. Las decisiones de la Sala de Reconocimiento también han acudido a la figura de


la responsabilidad por omisión al atribuir responsabilidad a quienes, teniendo la
obligación de impedir la realización de las conductas que caracterizaron los planes
criminales, se abstuvieron de tomar medidas adecuadas para ello estando en
posibilidad de hacerlo. No obstante, en los autos de determinación de hechos y
conductas tampoco se ha utilizado una única forma de atribución de responsabilidad
en los supuestos de omisión.

1097. En los Autos 019 del 26 de enero de 2021, 01 del 1 de febrero de 2023, y 01 del 4
de julio de 2023, se utilizó la figura de la responsabilidad por el mando para sancionar,
en el primero, a integrantes del Secretariado de las FARC- EP por hechos ocurridos de
forma concurrente al secuestro; en el segundo, a comandantes de la Columna Móvil
Gabriel Galvis y Jacobo Arenas por hechos cometidos por sus subordinados y, en el
tercero, a los comandantes de Frentes y Columnas del Comando Conjunto Central,
también por hechos cometidos por sus subordinados durante el secuestro.

1098. En contraste, en el Auto 125 del 2 de julio de 2021, se optó por utilizar una
interpretación integral de la responsabilidad de mandos militares a partir de lo previsto
en los artículos 24 del Acto Legislativo 01 de 2017 y 25 del Código Penal colombiano y
de lo dicho por la Corte Constitucional en las sentencias C-674 de 2017 y C-080 de 2018.
Recientemente, en el Auto 062 del 30 de agosto de 2023, partiendo del artículo 25 del
Código Penal y de las consideraciones planteadas por la Corte Constitucional en la
Sentencia SU-1184 de 2001, la Sala de Reconocimiento empleó la figura de la “autoría del
garante institucional”, para imputar a comandantes militares por el incumplimiento (en
este caso, por acción) de los deberes especiales de protección que estos tenían frente a
la población civil y personas puestas fuera de combate, “al implementar una política de
facto que desconocía el DIH”, creando así un riesgo jurídicamente desaprobado que se
concretó en los asesinatos y desapariciones forzadas identificados en dicha
providencia.1301

1099. Así, la Sala de Reconocimiento ha acudido a distintos enfoques y determinado


progresivamente la interpretación de la figura de la posición de garante y de los deberes

1299 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto 128 de 2021
y Auto No. 01 de 2022.
1300 Ibidem.

1301 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D 062

de 2023.

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que de ella se desprenden para los comandantes militares, con el fin, entre otros, de
atribuir responsabilidad en casos de omisión, tanto en los casos relacionados con
integrantes de las FARC-EP, como en aquellos en los que se compromete la
responsabilidad de integrantes de la fuerza pública. La Sala ha adaptado entonces estos
elementos a las características específicas de la intervención omisiva, teniendo en
cuenta las particularidades de estas dos clases de comparecientes y de conformidad
con el estándar probatorio requerido en esta fase del procedimiento dialógico.

1100. En el Auto 125 de 2021, subcaso Catatumbo, la Sala de Reconocimiento estableció


que el artículo 24 del Acto Legislativo No. 01 de 2017, que define la responsabilidad de
mando de los superiores militares, se debe interpretar a la luz de las distintas
"herramientas" reconocidas por la Corte Constitucional en la sentencia C-080 de 2018.
Entre estas herramientas se encuentran el artículo 25 del Código Penal, que regula la
comisión por omisión, y el artículo 28 del Estatuto de Roma, que forma parte del bloque
de constitucionalidad: “Cuando se examina el artículo 25 del Código Penal, en comparación
con la institución de responsabilidad de mando del derecho internacional, se nota claramente que
el 25 CP permite sancionar el incumplimiento del deber de evitar la comisión de los crímenes por
parte de los subordinados”1302

1101. A partir de lo dicho por la Sala y de la jurisprudencia de la Corte Suprema de


Justicia1303, se pueden derivar los siguientes elementos que deben ser demostrados para
que se configure la responsabilidad por omisión de los mandos militares: (i) comprobar
la existencia de una posición de garante y el incumplimiento de deberes derivados de
dicha posición; (ii) capacidad material del superior para evitar los crímenes cometidos
por sus subordinados; (iii) que se demuestre que la omisión del comandante aumentó
el riesgo de perpetración, sin que sea necesaria la certeza de que las medidas omitidas
-de haber sido implementadas– hubieran evitado la comisión del crimen y (v) que el
superior contaba con elementos de juicio para pensar que los subordinados cometerían
o estaban cometiendo los crímenes.

1102. A continuación, se procederá a explicar cada uno de dichos elementos de la


omisión, de acuerdo con lo señalado por la Sala de Reconocimiento en el Auto 125 de
2021.

2.2.1. Posición de garante e incumplimiento de los deberes que se derivan de esa


posición.

1103. Actúan como garantes quienes por virtud del orden constitucional o legal tienen
la obligación de impedir un resultado típico para un bien jurídico, bien sea porque
deben asegurar la protección de este o porque son responsables de controlar los efectos

1302 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 125 de
2021.
1303 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal. Sentencia del 5 de junio de 2014, rad. 35113 y Sentencia

del 5 de agosto de 2020, rad. 53872..

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que emanan de una fuente riesgo que les ha sido confiada. 1304 Desde esta doble
perspectiva puede verse el rol de los integrantes de la fuerza pública, en tanto su
posición de garante resulta del rol del superior como responsable por una determinada
esfera de competencia y respecto de quienes están bajo su mando.

1104. Sobre el fundamento normativo de la posición de garantía, la Sala de


Reconocimiento destaca la relación entre el artículo transitorio 24 del Acto Legislativo
01 de 2017 y el artículo 25 del Código Penal, al señalar que mientras el primero establece
que “la responsabilidad del mando no podrá fundarse exclusivamente en el rango, la jerarquía o
el ámbito de jurisdicción”, el segundo define como causal de la posición de garante
“[q]uien tuviere el deber jurídico de impedir un resultado perteneciente a una descripción típica
y no lo llevare a cabo, estando en posibilidad de hacerlo”1305.

1105. En desarrollo de lo dicho en el Auto 125 de 2021, en el Auto 062 de 2023, para
precisar la noción de “posición de garante” con relación a los miembros de la fuerza
pública, la Sala de Reconocimiento se apoyó en la sentencia de la Corte Constitucional
SU-1184 de 2001, en la que se señala que estos poseen un deber especialmente
cualificado de salvaguarda de todos los bienes jurídicos de las personas que habitan en
el territorio nacional, sin perjuicio de los ámbitos individuales de competencia:

“(…) dentro del respectivo ámbito de competencia, cada individuo (garante por competencia
institucional) no solo debe ocuparse de configurar su mundo respetando los derechos y libertades
ajenos, sino que debe ir más allá, tomando acciones concretas y actuando proactivamente para
asegurar que los bienes jurídicos, cuya protección se le ha confiado como consecuencia de su
vínculo institucional, sean respetados. Los miembros de la fuerza pública, en cuanto garantes
institucionales, tienen, por consiguiente, el deber de abstenerse de lesionar los bienes jurídicos de
las personas que deben ser protegidas por la institución, así como el deber de evitar que otras
personas, bien sea sus propios subordinados o terceros, atenten contra ellos” 1306.

1106. El artículo 17 del Acto Legislativo 01 de 2017 también aborda el tratamiento


diferenciado de los miembros de la fuerza pública debido a su papel como garantes. La
Sala de Reconocimiento subraya, en el Auto 062 de 2023, que si bien esta condición se
establece principalmente en función de aspectos de iure, como el rango militar y el cargo
ocupado, también se deben observar los siguientes elementos: “que el compareciente
respectivo pertenecía a una institución fundamental para la estructura social, y que, en virtud
del rol específico cumplido en esa institución, tenía un estatus especial, pues se encontraba
vinculado a deberes negativos y positivos, no solo frente a terceras personas (potenciales
víctimas), sino también frente a la institución misma”.1307

1107. Así, los comparecientes que se imputan en esta decisión como autores tenían el

1304 ROXIN, Claus. “Derecho penal, parte general, tomo I, Fundamentos de la Estructura de la Teoría del
Delito”.
1305 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 125 de

2021.
1306 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto SUB D 062

de 2023.
1307 Ibidem.

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deber de evitar que se afectaran los bienes jurídicos de la población civil. Debían
entonces impedir que los efectivos bajo su mando fueran causaran tales afectaciones.
Por la confianza institucional depositada en ellos y en los cargos que desempeñaban se
esperaba un actuar especialmente diligente, que hiciera uso de sus competencias y
atribuciones para proteger a la población civil no solo de las amenazas derivadas de la
acción de los grupos armados al margen de la ley, sino de los actos de los propios
integrantes de la fuerza pública.

1108. La Sala reconoce entonces dos tipos de deberes en cabeza de los comandantes,
miembros de la fuerza púbica, cuyo incumplimiento puede dar lugar a la atribución de
responsabilidad por las conductas punibles desplegadas por los subordinados: (i) el
deber de prevenir ese tipo de comportamientos (lo cual implica el deber de tomar
medidas para que no se cometan los crímenes, pero también el deber de ejercer el
mando conforme al derecho internacional y colombiano y de no generar las condiciones
que lleven a su perpetración) y (ii) el deber de investigar, denunciar o sancionar a
quienes incurren en los crímenes, en el marco de sus competencias.

1109. El deber de prevenir conlleva la adopción de medidas con las cuales se pueda
evitar que se actúe en contra de la población civil. Este tipo de incumplimiento hace que
quien omite su deber deba responder por la comisión del crimen que no fue
prevenido1308, pues su comportamiento antijurídico (en contra de la obligación legal de
actuar) posibilita las afectaciones a los bienes jurídicos individuales de la población.

1110. Por otra parte, el incumplimiento del deber de investigar, denunciar o sancionar
también fue determinante para que se produjeran las vulneraciones y por eso es
fundamento para atribuir responsabilidad penal por omisión. Si bien con una
perspectiva individual de los casos podría pensarse que con la omisión del deber de
denunciar o castigar se configuran delitos específicos de omisión propia, el análisis de
lo ocurrido con la identificación de patrones de macrocriminalidad y planes criminales
que perduraron en el periodo priorizado, permiten entender que el incumplimiento del
control posterior a los hechos transmitía un mensaje de conformidad a los ejecutores
materiales y a los subordinados involucrados en esas prácticas criminales. Aunado a
ello, esas múltiples omisiones se ejecutaban de forma sistemática, con la indudable
intención de contribuir a la concretización del plan macrocriminal.

2.2.2. Capacidad de evitar la comisión del crimen por parte de los subalternos.

1111. La atribución de responsabilidad por omisión de los comandantes militares por


los crímenes cometidos por sus subordinados también requiere que, como garantes,
hayan tenido la posibilidad de impedir los resultados lesivos. A partir de esto, la Sala

“Así, cuando la conducta del comandante se limita a no reprimir o a no denunciar, pueden ser relevantes
1308

algunos tipos penales específicos, sobre todo, de omisión propia, mientras que, si la conducta del comandante
consiste en no evitar la comisión de los crímenes, se le deben imputar los crímenes efectivamente cometidos
por los subalternos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Auto No. 125 de 2021.

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de Reconocimiento ha sostenido que los criterios elaborados por la jurisprudencia


internacional para establecer la existencia de mando o control efectivo, “como requisito
para tener la capacidad de prevenir la comisión de crímenes, son aplicables en el contexto
colombiano”1309.

1112. En este punto, se acude a los criterios que permiten inferir la capacidad de mando
reconocidos por la jurisprudencia penal internacional tales como:

"(…) la capacidad de ordenar a unidades bajo su mando directo o en niveles inferiores que
participen en hostilidades; la capacidad de reubicar unidades o de realizar cambios en la estructura
de mando; la capacidad para promover, reemplazar, remover o disciplinar a miembros de las
fuerzas armadas; y la autoridad para enviar fuerzas al lugar en donde tienen lugar los
enfrentamientos y de retirarlas en cualquier momento.”1310

1113. Tales comportamientos son predicables de los comparecientes a quienes se les


atribuye responsabilidad como autores por omisión en esta decisión: en su condición
de comandantes de Brigada tenían la capacidad de ordenar la realización de
operaciones y de hacerlas cesar y también podían, por medio de los programas y las
comunicaciones periódicas con las unidades tácticas, ejercer control sobre los
comandantes en los diferentes niveles de la estructura y de hecho lo hacían, a través de
las frecuentes presiones para que se reportaran muertes en combate.

1114. Igualmente, tenían la posibilidad de aplicar correctivos, no solo por vía de las
facultades de investigación disciplinaria o con los espacios de coordinación con las
autoridades judiciales, sino también dentro del ejercicio del mando militar. No se puede
entender de otra manera que las presiones por la obtención de resultados fueran
aparejadas con la amenaza de traslados o con la advertencia de la posibilidad de retiro
del mando. Como se ha explicado a lo largo de esta decisión, la posibilidad de exigir
resultados era una muestra del control sobre las tropas y el que estas los aumentaran
era la consecuencia de que ese control era efectivo.

2.2.3. Aumento del riesgo de perpetración por los autores directos.

1115. Los comparecientes que ejercieron el cargo de comandantes de Brigada en el


periodo priorizado en esta decisión contribuyeron con el incumplimiento de sus
deberes a la producción de los ataques contra la vida y la integridad personal que se
han caracterizado a través de los patrones de macrocriminalidad descritos en esta
decisión. En línea con lo descrito en el acápite anterior, las presiones e incentivos para
que se reportaran muertes en combate, por un lado, y la ausencia de control material y
sustantivo sobre los deficientes reportes de las unidades tácticas aumentaron el riesgo
al que estaba expuesta la población civil, en el marco del conflicto armado, de manera
contraria al ordenamiento jurídico interno y al Derecho Internacional Humanitario.

1309 Ibidem.
1310 Ibidem.

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1116. Así, desde las primeras denuncias por parte de los habitantes de la región y las
ostensibles irregularidades en la forma de proceder de los batallones, los comandantes
de brigada tuvieron a su disposición elementos de juicio con los que hubieran debido
actuar para prevenir las acciones lesivas de los militares involucrados en estos crímenes.
No obstante, la continuada desatención a esa forma de proceder llevó a un aumento
sostenido en la cantidad de casos que (como se vio en el acápite que da cuenta del
contexto del conflicto armado en el departamento del Huila) tiene como resultado que
entre 2005 y 2008 la cantidad de muertes cuestionadas supera ampliamente la del año
anterior.

1117. Solo cuando la dimensión de los crímenes hizo imposible que se continuara
desatendiendo el deber de control adecuado sobre los subordinados- tanto por la
atención que recibió en la opinión pública en el Departamento, como porque salieron a
la luz pública hechos similares ocurridos en otras regiones del país- , se tomaron
medidas que súbitamente detuvieron la ocurrencia de los crímenes. En este sentido, la
Sala de Reconocimiento aprecia que las presiones, el sistema de incentivos y castigos y
la ausencia de control sobre los procedimientos y reportes de los subordinados que
repetidamente mostraban irregularidades aumentaron el riesgo de afectación a la
población civil como la creación de un riesgo próximo antijurídico para la vida y la
integridad personal de integrantes de la población civil.

2.3. Conclusión

1118. Con base en lo anterior la sala aprecia que existen bases suficientes para entender
que los comparecientes que se desempeñaron como integrantes de los pelotones,
comandantes de pelotón y compañía, así como los miembros de la plana mayor de los
batallones y quienes ejercieron los cargos de comandantes del BIMAG, el BIPIG, y la
AFEUR deben responder a título de coautores de los crímenes que se les imputan. Esto
por haber actuado siguiendo un acuerdo común, con división del trabajo criminal y
aportes esenciales de cada uno, en las fases de planeación, ejecución y encubrimiento
de los hechos.

1119. Los comparecientes que ejercieron como comandantes de Brigada entre 2005 y
2008 actuaron como autores por omisión de los crímenes que se les atribuyen, pues
tenían una posición de garante que les imponía el deber de proteger los bienes jurídicos
de la población, controlar a sus subordinados para evitar que afectaran a la población
civil, y a pesar de tener medidas razonables a su alcance, incumplieron tales
obligaciones.

3. Comparecientes de la Brigada Novena llamados a reconocer responsabilidad.

3.1 Mayor General (r) Miguel Ernesto Pérez Guarnizo.

1120. Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, identificado con cédula de ciudadanía No.
19.462.061, se desempeñó como comandante de la Novena Brigada del Ejército

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Nacional, adscrita a la Quinta División, desde el 14 de diciembre de 2004 hasta el 21 de


junio de 20061311 según lo que manifestó ante la JEP; mientras que, de acuerdo con su
extracto de hoja de vida, entre el 24 de diciembre de 2004 y el 16 de agosto de 2006,
periodo en el cual tenía el grado de coronel. El señor Pérez Guarnizo fue convocado por
la Sala de Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante Auto 198 de 2 de
septiembre de 2021 y fue escuchado en tres sesiones, los días 14 y 15 de diciembre del
2021, y 24 de enero del 2022.

3.1.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1121. De acuerdo con la información acopiada por la Sala se conoce que los Batallones
de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” y No. 27 “Magdalena”, durante el periodo de
comandancia de Pérez Guarnizo, presentaron como resultados operacionales capturas,
acciones contra el narcotráfico y entregas voluntarias, así como confrontaciones
armadas con el enemigo. De ellos se ha determinado que 18 fueron operaciones
irregulares en las que se presentaron homicidios fuera de combate, de los cuales 17
corresponden al primer patrón macrocriminal, de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, y 1 al tercero, de
operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias.

1122. Esos delitos responden a un plan criminal orientado a mostrar como resultados
operacionales legítimos las muertes producidas en combates simulados, para dar una
falsa sensación de seguridad a la población civil y exhibir la supuesta diligencia del
Ejército Nacional, así como obtener beneficios profesionales y mayor legitimidad
institucional. Si bien Miguel Ernesto Pérez Guarnizo no reconoció la ilegalidad de su
conducta, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar que su actuación respondió
al ejercicio de un rol de liderazgo frente a la consolidación de los patrones
macrocriminales descritos en el párrafo anterior. En efecto, dicho compareciente, desde
la posición formal y material de mando que ejerció sobre las unidades priorizadas,
realizó aportes esenciales para su difusión, permanencia y encubrimiento.

3.1.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales.

1123. Pasa la Sala a examinar las contribuciones realizadas por Pérez Guarnizo a los
patrones macrocriminales.

3.1.2.1. Hechos que evidenciaban la comisión de asesinatos y desapariciones forzadas


por parte de las unidades que conformaban la Novena Brigada.

1124. Durante la comandancia de la Novena Brigada por parte del señor Miguel
Ernesto Pérez Guarnizo ocurrieron hechos que evidenciaban que los efectivos que

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1311

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.

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conformaban el BIPIG perpetraban homicidios y, posteriormente, los presentaban como


resultados operacionales legítimos mediante la simulación de combates. A juicio de la
Sala, la ocurrencia de tales sucesos debió conducir a que Pérez Guarnizo intensificara
los controles operacionales sobre las bajas reportadas por las unidades tácticas bajo su
mando, con el objetivo de verificar su legalidad. Con ello, se habría impedido la
difusión, la permanencia y el encubrimiento de los patrones macrocriminales
identificados en la presente providencia.

1125. Con el propósito de acreditar lo indicado en el párrafo precedente, a


continuación, se expondrán (i) los deberes que le asistían al compareciente en relación
con el control posterior de las operaciones en las que sus subalternos reportaban
muertes en combate. Luego, (ii) se abordarán los hechos puntuales que evidenciaban la
comisión de homicidios por parte de efectivos adscritos al BIPIG, los cuales estuvieron
acompañados de la inactividad del señor Miguel Ernesto Pérez Guarnizo.

1126. Respecto al primer punto, se tiene que el manual “Organización Estado Mayor y
Operaciones” (EJC 3-50) del año 20051312, vigente para la época de comandancia de la
Novena Brigada por Pérez Guarnizo, establece que los comandantes deben efectuar
control respecto de las operaciones militares ejecutadas por sus subalternos. Dicha
actuación, “debe ejercerse antes, durante y después de las operaciones”1313.

1127. Adicionalmente, dicho manual dispone que los comandantes cuentan con la
obligación de mantenerse informados de manera completa y actualizada sobre la
situación de su jurisdicción:

“CONOCER LA SITUACIÓN. El Comandante debe comprender perfectamente los complejos


factores que afectan el desempeño de su organización para el combate y tratar de obtener
información sobre las ventajas y desventajas del enemigo. Debe esforzarse por determinar las
vulnerabilidades de su Comando frente a la habilidad de la inteligencia enemiga y procurar las
contramedidas adecuadas para disponer de los elementos de sorpresa y seguridad. Debe conocer
las fuerzas de combate y de apoyo con que puede influir en la situación y comprender cuáles son
las condiciones atmosféricas y topográficas para servirse de ellas. Debe actualizar constantemente
su conocimiento de la situación y empeñarse por apreciarla”1314. (Negrilla añadida)

1128. Lo expuesto evidencia que, de conformidad con la doctrina militar, los


comandantes tienen la obligación de ejercer control posterior sobre las operaciones
militares ejecutadas por las unidades bajo su mando. Para el adecuado cumplimiento
de dicho deber, es imperativo que realicen las acciones necesarias e idóneas para contar
con información completa y actualizada, respecto de la situación de su jurisdicción.

1129. Conforme con nuestro ordenamiento constitucional, el control posterior que le


corresponde al comandante debe comprender la verificación de la legitimidad de los
resultados operacionales reportados. Al respecto, debe considerarse que el ejercicio del

1312 Resolución No. 0160 del 11 de febrero de 2005.


1313 Ejército Nacional. Manual EJC.3-50 Reservado, “Organización Estado Mayor y Operaciones”.
1314 Ibidem.

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mando involucra que el superior se cerciore del cumplimiento de la misión a cargo de


sus subalternos1315, la cual, en todos los casos, involucra el uso de la fuerza de
conformidad con la Constitución y la ley.

1130. En relación con lo anterior, se destaca que: “una de las consecuencias de la


centralización del uso de la fuerza armada en el Estado, es que termina sujeta a los propósitos y
límites que impone el orden jurídico”1316. Por tanto, en el marco del control posterior que
ejercen los comandantes, se tiene que verificar que los efectivos bajo su mando hayan
desplegado su capacidad bélica en estricto cumplimiento de la misión que les
corresponde, de acuerdo con el ordenamiento superior. Se trata de la salvaguarda de
los derechos fundamentales de los ciudadanos, donde cobra especial relevancia el deber
de respeto a cargo de los agentes estatales, por la vida y la dignidad humana. Esto debe
aplicarse sin excepción y con mayor rigor frente a las operaciones militares en las que
se reportan bajas en combate.

1131. En relación con este aspecto, resulta de gran importancia el principio


constitucional de precaución en el uso de la fuerza por parte de los servidores públicos
que conforman las Fuerzas Militares. Sobre ese punto, la Corte Constitucional ha
dispuesto que:

“El uso de la fuerza y de las armas, en consecuencia, no es de carácter discrecional, sino que
debe estar orientado de manera exclusiva a cumplir las finalidades constitucionales del Estado.
Con todo, dicho uso debe estar inspirado en su obligación de garantizar y respetar los derechos
humanos, entre ellos el derecho a la vida. Por tal razón, el uso de la fuerza y de las armas debe
estar regido por los principios de (i) proporcionalidad, según el cual las acciones no deben afectar
los derechos humanos de una manera desproporcionada respecto del objetivo;
(ii) necesidad, según el cual las acciones no deben afectar ni restringir los derechos humanos más
de lo necesario; y (iii) precaución, según el cual se deben adoptar todas las precauciones posibles
para asegurar que la fuerza se emplee de conformidad con el marco jurídico vigente y
protegiendo el derecho a la vida en la máxima medida posible”1317. (Negrilla añadida)

1132. Como puede verse, de conformidad con los mandatos constitucionales, el uso de
la fuerza por parte de los agentes estatales debe estar acompañado de la adopción de
todas las precauciones para garantizar que se emplee de manera legal y protegiendo el
derecho a la vida en la mayor medida posible. De esta manera, a juicio de la Sala el
principio de precaución frente al escenario analizado constituye una obligación de
permanente actualización en cabeza del comandante que debe materializarse mediante
el control posterior efectivo de las operaciones dispuesto en la doctrina militar, de
manera que se realicen acciones adecuadas y oportunas para verificar que las bajas
reportadas en ese tipo de actuaciones se dieron de manera legítima. Esto para que,

1315 Ibidem: “El control es esencial para que la Guía de Planeamiento, la intención del Comandante y su
decisión se ejecuten con exactitud, incrementando de esta manera los factores que contribuyen al
cumplimiento de la misión. Debe ejercerse antes, durante y después de las operaciones. Igualmente se puede
conducir directa o indirectamente mediante directivas, planes o procedimientos. La información y el tiempo
son dos factores críticos del control”. (Negrilla añadida)
1316 Corte Constitucional, Sentencia C-082 de 2018.

1317 Corte Constitucional. Sentencia C-430 de 2019.

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respecto de las operaciones militares posteriores y sucesivas, se dispongan medidas


idóneas para evitar que se repitan los desmanes o las irregularidades que en ocasiones
anteriores posibilitaron afectaciones ilegales a la vida de los ciudadanos.

1133. Atendiendo a las consideraciones expuestas con antelación, se puede afirmar que
conforme a la Constitución, el señor Pérez Guarnizo era titular del deber de efectuar
control posterior sobre las operaciones militares con las que las unidades bajo su mando
reportaron muertes en combate, con la finalidad de verificar que se trató de acciones
legítimas. Para ello, tenía que adelantar las actuaciones necesarias e idóneas para contar
con información completa y actualizada sobre la situación de su jurisdicción.

1134. En caso de que detectara alguna irregularidad que hubiera podido propiciar la
vulneración injustificada del derecho a la vida de los ciudadanos por parte de sus
subalternos, de acuerdo con el principio de precaución, debía adoptar medidas
adecuadas y oportunas para que ese tipo de situaciones no se repitieran en lo
sucesivo1318. Tal como se evidenciará a continuación, Miguel Ernesto Pérez Guarnizo,
no cumplió con el deber previamente descrito.

1135. En cuanto a los hechos que evidenciaban la comisión de homicidios por efectivos
de las unidades al mando de Pérez Guarnizo, se tiene que, de acuerdo con la
información recaudada por Sala, durante el primer semestre del 2006, periodo en el que
Miguel Ernesto Pérez Guarnizo se desempeñó como comandante de la Novena Brigada,
a esa unidad operativa menor llegaron denuncias referidas a tres hechos en los que
efectivos del BIPIG asesinaron a civiles. Aquí cobran especial relevancia los sucesos
ocurridos el 8 de enero de 2006, en la vereda Belén de Inzá, Cauca, en los cuales
integrantes de dicho batallón le quitaron la vida a Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe y
a Manuel Tao Pillimué, e hirieron a William José Cunacué Medina.

1136. Se destaca que, en el marco de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo,


se estableció que se trató de la ejecución extrajudicial de civiles1319. Adicionalmente,
Jaime Bustos Cicery, en su versión voluntaria, reconoció que fue una actuación ilegal.
Es así como se tiene que al cuerpo de Hortensia le plantaron un canguro con un radio y
una granada y, al cadáver de Manuel, un radio1320. Esto con el objetivo de caracterizarlos
como supuestos integrantes de grupos armados ilegales y reforzar la simulación de un

1318 Al respecto, el Manual EJC.3-50 Reservado, “Organización Estado Mayor y Operaciones” dispone lo
siguiente: “[a] medida que el Comandante recibe nuevas informaciones durante su proceso militar de toma de
decisiones, decide qué se puede hacer con ellas. Cuando se le ordena una nueva misión o se enfrenta a una
nueva situación, analiza, con la ayuda de su Estado Mayor, aquellos factores que afecten sus posibles cursos
de acción. Luego de recibir todo el asesoramiento y considerar todos los factores, él solo, es quien decide el
curso de acción”.
1319 Juzgado Promiscuo de Silvia (Cauca). Radicado 197433189001201100033. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. Documento Conti
20191510281442.
1320 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.

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combate a todas luces inexistente1321.

1137. Además, las victimas presentaban impactos de bala por la espalda, lo cual debió
conducir a que se cuestionara la existencia de una confrontación armada1322.
Adicionalmente, William José fue capturado luego de que se le brindó atención médica
y liberado durante los 10 días siguientes a la ocurrencia de los hechos, debido a que no
se encontró mérito para su detención en relación con los cargos referidos a la supuesta
comisión del delito de rebelión1323.

1138. Las circunstancias previamente descritas estuvieron rodeadas de las denuncias


realizadas en los días inmediatamente posteriores al 8 de enero de 2006, en las que se
señaló que las bajas registradas en esa fecha en realidad correspondieron a homicidios
perpetrados por efectivos del BIPIG. En una noticia publicada por el “Diario del Huila”
el 9 de enero de 2006, se reportaron las manifestaciones de los familiares de las víctimas,
mediante las que se adujo la existencia de una actuación irregular por parte de efectivos
del Ejército Nacional1324. Lo expuesto, fue replicado por el periódico “El Tiempo”, el
diario de más amplia circulación en Colombia, el cual, en su edición del 22 de enero
de 2006, informó:

“Denuncia por muerte de jóvenes. El asesinato de dos jóvenes en Inzá (Cauca) y su registro como
guerrilleros abatidos en combates por el Ejército tiene consternados a los habitantes de ese pueblo,
que sostienen que no eran más que un campesino y una empleada doméstica.

Los cadáveres de la menor de 17 años y de Manuel Antonio Tao Pillimué fueron encontrados el
pasado 8 de enero sobre una vía veredal.

El coronel Ricardo Marín García, comandante encargado de la Novena Brigada, informó que este
caso es llevado por la Juez 65 de Instrucción Penal Militar y que los datos recogidos hacen parte
de la reserva sumarial”1325.

1139. A pesar de las evidentes irregularidades que rodearon los hechos del 8 de enero
del 2006 y de las denuncias públicas realizadas por los familiares de las víctimas, desde
la Novena Brigada se emitió un comunicado de prensa en el que se sostuvo que
Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe y Manuel Tao Pillimué, eran integrantes de las
FARC-EP, que habían muerto en combate. Al respecto, el 24 de enero de 2006, el
periódico “El Tiempo”, informó que:

“[…] en un comunicado oficial, el Comando de la Novena Brigada, con sede en Neiva, informó
que el día de las muertes desarrolló operaciones de registro y control militar y que tropas del
Batallón de Infantería número 28 Cacique Pigoanza [sic], adscrito a esta Unidad, abatió en

1321 Ver hechos del 8 de enero de 2006 en los que Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe y a Manuel Tao Pillimué
fueron asesinados, e hirieron a William José Cunacué Medina (Supra).
1322 Ibidem.

1323 Juzgado Promiscuo de Silvia (Cauca). Radicado 197433189001201100033. Obtenido en inspección judicial.

Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. Documento Conti
20191510281442.
1324 Procuraduría General de la Nación. “Anexo 1 de las observaciones escritas a las V.V.”.

1325 El Tiempo. “Denuncia por muerte de jóvenes”, edición del 22 de enero de 2006.

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combate a dos integrantes de las Farc. Según el Ejército, el enfrentamiento se registró en la vereda
El Espejo, área rural de Inzá. Aseguran que los muertos hacían parte de columna móvil Jacobo
Arenas de las Farc y que portaban un revólver, dos granadas de mano, una motocicleta VR 80 y
dos radios”1326. (negrillas agregadas)

1140. La difusión de las irregularidades referidas al homicidio de Hortensia Neyid


Tunja Cuchumbe y Manuel Tao Pillimué, no se limitó a los medios de comunicación. El
CICR, mediante comunicación del 3 de febrero del 2006, dirigida al Batallón Pigoanza,
a la Novena Brigada y a la Quinta División, puso de presente su preocupación por la
comisión de graves violaciones a los derechos humanos y graves infracciones al DIH en
el marco de los hechos ocurridos el 8 de enero de 2006:

“Conclusión y recomendaciones. El CICR expresa su profunda preocupación ante las alegaciones


presentadas. De confirmarse, estas violaciones al derecho interaccional humanitario representan
sufrimiento y vulnerabilidad para los familiares de las víctimas de tales hechos”.

El CICR también expresa su alta preocupación por haber recibido en el pasado otras alegaciones
de violación del DIH incriminando las tropas del Batallón de Infantería Cacique Pigoanza: en
el mes de noviembre del año pasado, el CICR hizo una intervención (ref: CAL 05/804) que
contenía 2 alegaciones que presentaban similitudes a las que figuran en este documento. El
CICR urge a los altos mandos del Batallón de Infantería Cacique Pigoanza de investigar lo
acontecido en las veredas mencionadas y, de ser necesario, adoptar las medidas para corregir la
conducción de las hostilidades por parte de las unidades responsables y evitar hechos similares.

El CICR espera que el presente documento, concebido como un instrumento de trabajo que
permita tomar las medidas correctivas a fin que se acate el DIH, sea de utilidad pera el Ejército
Nacional. A este respecto no está demás reiterar que las observaciones contenidas en este informe
no tienen carácter de denuncia y se comunican de modo estrictamente confidencial, tan solo al
Batallón de Infantería Cacique Pigoanza y a su cadena de mando del Ejército Nacional” 1327.
(Negrilla añadida)

1141. Como puede verse, en la comunicación citada, el CICR expresó su preocupación


en relación con la existencia de denuncias referidas a la ilegalidad de los hechos
ocurridos el 8 de enero de 2006. A su vez, en la misiva analizada, se hizo alusión a otros
dos sucesos irregulares, atribuidos a efectivos del BIPIG. De acuerdo con ello, se
requirió expresamente que se adoptaran medidas de naturaleza investigativa y
correctiva, con el propósito de que se garantizara que las unidades que conformaban a
la Novena Brigada se ajustaran al derecho internacional de los derechos humanos y al
derecho internacional humanitario.

1142. La denuncia de las irregularidades alrededor de lo ocurrido el 8 de enero de 2006,


también llegó a la Novena Brigada por remisión de la Inspección General del Ejército
Nacional, mediante Oficio del 3 de febrero del año 20061328. Por último, el 13 de febrero
de 2006, la Delegatura de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la Nación
asumió conocimiento de los hechos, en virtud de su competencia preferente en la

1326 https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1893833
1327 Procuraduría General de la Nación. “Anexo 2 de las observaciones escritas a las V.V.”.
1328 Procuraduría General de la Nación. “Anexo 3 de las observaciones escritas a las V.V.”.

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investigación disciplinaria. Esa determinación, fue puesta en conocimiento del Ejército


Nacional el día 27 de abril de 2006, como se puede leer en el Oficio No. 3026 DIV5-BR9-
DH-725 del 8 de agosto de 20061329.

1143. En relación con los sucesos descritos, en su versión voluntaria, el señor Pérez
Guarnizo manifestó que contó con un periodo de vacaciones de un mes, el cual inició
el 5 de enero de 20061330. Sin perjuicio de tal situación, la Sala cuenta con bases
suficientes para afirmar que, debido a la magnitud de los hechos analizados, luego de
retornar a sus labores como comandante de la Novena Brigada, el compareciente se
enteró de las denuncias referidas a irregularidades en las operaciones militares
efectuadas en su jurisdicción y, de acuerdo con ello, debió reforzar los controles sobre
sus subalternos, lo cual de forma consciente decidió no efectuar.

1144. Para sustentar lo anterior se destaca que las circunstancias que rodearon los
hechos ocurridos el 8 de enero de 2006 no pueden ser catalogadas como cuestiones
menores que de ordinario podían escapar del conocimiento de Pérez Guarnizo en su
condición de comandante de la Novena Brigada, pues involucraron: (i) denuncias
públicas difundidas en periódicos de circulación local y nacional, (ii) la emisión de un
comunicado por parte de la BR09 explicando lo sucedido, (iii) un exhorto realizado por
el CICR para que se adelantaran acciones investigativas y correctivas en relación con
los homicidios analizados y respecto de dos hechos adicionales, (iv) el envío de un
oficio a la Novena Brigada proveniente de la Inspección General del Ejército Nacional
remitiendo las denuncias referidas al asesinato de Hortensia Neyid Tunja Cucumbe y
Manuel Tao Pillimué, (v) así como la activación de la competencia disciplinaria
preferente del Ministerio Público frente a esos sucesos.1331

1145. Es evidente que situaciones tan protuberantes y graves, como las denuncias
referidas a tres hechos en los que efectivos del BIPIG perpetraron homicidios en contra
de la población civil, debieron ser puestas en conocimiento del comandante de la
Novena Brigada, aun en su periodo de descanso. Por tanto, se puede inferir que el
compareciente conoció las denuncias referidas a los crímenes analizados en este
apartado, a pesar de que para el 8 de enero de 2006 no se encontraba en servicio.

1146. No obstante, aun si en un caso hipotético el comandante de la unidad militar no


se hubiera enterado de hechos de connotación nacional ejecutados por sus
subordinados, lo cual contraría las reglas de la experiencia, de conformidad con el

1329 Procuraduría General de la Nación. “Anexo 4 de las observaciones escritas a las V.V.”.
1330 Al respecto, el compareciente, indicó lo siguiente: “RESPONDIDO: Tengo un registro en mi agenda
saliendo el 5 de enero a vacaciones, o sea, que desde el 4 por la noche ya estaba en vacaciones. PREGUNTADO:
¿Y cuándo volvió? RESPONDIDO: No tengo aquí, pero debí regresar un mes después (...) RESPONDIDO:
Encuentro un registro en mi agenda y en mi folio de vida saliendo de vacaciones el 5 de enero, “a la fecha sale
a disfrutar de 30 días de vacaciones, de acuerdo al orden semanal 052, Artículo 149 del 30/12/2005. Autorizado
por el comando superior”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0557.
1331 Procuraduría General de la Nación. “Anexo 4 de las observaciones escritas a las V.V.”.

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manual de “Organización Estado Mayor y Operaciones” (EJC 3-50) del año 2005 y los
principios constitucionales que rigen su interpretación, al retomar sus labores como
comandante de la Novena Brigada luego de sus vacaciones, el señor Pérez Guarnizo
debió realizar las actuaciones necesarias para informarse de manera completa y
actualizada sobre la situación del BIPIG, lo cual afirmó no haber efectuado, es decir,
según su dicho, de desentendió por completo de lo sucedido en su unidad militar.

1147. De esta manera, se tiene que durante la comandancia de Miguel Ernesto Pérez
Guarnizo sobre la Novena Brigada se presentaron graves y fundadas denuncias
referidas a la comisión de homicidios por parte de las unidades tácticas que
conformaban esa unidad operativa menor, al menos respecto de tres hechos, dos
denunciados inicialmente en el mes de noviembre de 2005 y uno en enero de 2006. Tal
situación propició que el CICR requiriera la realización de acciones correctivas con el
propósito de que se esclareciera lo sucedido y se garantizara el respeto de los derechos
de la población civil en el desarrollo de las operaciones militares, sin que se observe en
el material que ha obtenido la Sala para contrastación que Pérez Guarnizo actuó en ese
sentido.

1148. A juicio de las Sala, el panorama descrito previamente debió conducir a que
Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, en calidad de comandante de la Novena Brigada,
conforme con su experiencia militar1332, detectara la existencia de irregularidades en las
bajas objeto de las denuncias previamente analizadas. De acuerdo con ello, era
procedente que adoptara medidas adecuadas y oportunas para constatar la legitimidad
de las muertes en combate registradas por los efectivos bajo su mando y evitar que se
repitieran desmanes como los ocurridos el 8 de enero de 2006. Según como se
evidenciará en los acápites posteriores, eso no aconteció.

3.1.2.2. El compareciente ejerció presiones dirigidas a la producción de muertes en


combate.

1149. La Sala ha encontrado que el señor Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, a pesar de
las situaciones descritas en el apartado anterior, realizó presiones sobre los efectivos de
las unidades tácticas bajo su mando para que reportaran muertes en combate. Tal
situación fue reconocida por Orlando Pico Rivera, quien se desempeñó como
comandante del BIPIG durante la comandancia de la Novena Brigada de Pérez
Guarnizo1333:

“RESPONDIÓ: ese comparativo aquí lo hacían los Comandantes de División, “el Batallón
Pigoanza: ¡este mes no ha dado bajas! ¡se están comiendo los víveres!” y el Batallón tal hizo tantas

1332 La Sala destaca que para el periodo en el que Pérez Guarnizo se desempeñó como comandante de la Novena
Brigada, contaba con una vasta experiencia militar. Esto debido a que llevaba más de 20 años en el Ejecito
Nacional, tenía el grado de coronel y había sido integrante de plana mayor, así como comandante de unidad
táctica, entre otros cargos. Además, había cursado y aprobado múltiples programas de formación académica
en distintas disciplinas. Así lo reconoció el compareciente en su versión voluntaria.
1333 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.

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bajas, que eso si lo hacían doctor (INAUDIBLE) aquí estoy citado para decir la verdad de lo que
pasaba en esa época, pero nadie vuelvo y aclaro, nadie me pidió a mí, resultados operacionales
ilegales (INAUDIBLE) tampoco. PREGUNTADO: pero digamos esos comparativos que usted me
menciona no los hacia también el Comandante de la Brigada? ¿solamente el de la División?
RESPONDIÓ: a veces lo hacia el Comandante de la Brigada, a veces. PREGUNTADO: o sea por
lo que usted recuerda estamos hablando de cual Comandante de Brigada que hacia ese
comparativo. RESPONDIÓ: doctor mi Comandante era mi Coronel Rodríguez Barragán después
fue mi Coronel Pérez Guarnizo y con esos dos que yo estuve, pero es que el Comandante del
Ejército todo el tiempo fue con mi General Montoya y yo estuve al mando, el Comandante del
Ejército. PREGUNTADO: o sea, cuando usted me dice que si escuchaba esos comparativos los
escuchaba de alguno de esos dos Comandantes de Brigada, de ambos o de cuáles? RESPONDIÓ:
no, es que yo le explico doctor, en el primer año, para aclarar la idea, el primer año de Comandante
de Batallón estuve bajo el mando directo (INAUDIBLE) mi Coronel Rodríguez Barragán, él fue
trasladado en diciembre, en junio yo recibí en 2005 y ahí recibió mi Coronel Pérez Guarnizo de
junio de 2005 a junio de 2006, ellos duraron un año de Comandantes. PREGUNTADO: y eso bueno
ya aclaradas digamos las fechas, esos comparativos entre digamos batallones de la Brigada tal en
materia de bajas, las hacían ambos Comandantes de Brigada o alguno en particular. RESPONDIÓ:
en esa época le exigían a uno resultados y yo también las exigía a las Compañías a los pelotones,
es o era lo que se vivía en esa época. PREGUNTADO: por eso, pero entonces digamos para
completar su respuesta, ambos serían. RESPONDIÓ: sí señor. PREGUNTADO: y ¿eso era a través
de los programas radiales? RESPONDIÓ: sí doctor. (Negrillas agregadas)

1150. Lo expuesto también fue manifestado por Javier Mauricio Fajardo Rincón, quien
fungió como comandante de los pelotones 2º y 4º de la compañía Catapulta del Batallón
Cacique Pigoanza durante la comandancia de la Novena Brigada de Pérez Guarnizo.
En palabras de Fajardo Rincón:

“PREGUNTADO: usted nos habló de los programas con el comandante de la brigada, ¿en esos
programas también se hacían comparaciones entre brigadas y se pedían resultados operacionales?
RESPONDIÓ: Ahí es donde uno se daba cuenta que había una competencia entre el Magdalena
y Pigoanza por el número de resultados operacionales, porque siempre iba uno pegado del otro
por un resultado o dos. PREGUNTADO: ¿recuerda usted quién era el comandante de la brigada
en esos momentos? RESPONDIÓ: no me acuerdo en este momento. PREGUNTADO: ¿y recuerda
haber escuchado del comandante de la brigada expresiones que presionaran para resultados o que
les pidieran bajas a las unidades? RESPONDIÓ: en esa época todo mundo apretaba por resultados
operacionales, todo el tema era por seguridad y que se tenía que generar resultados operacionales.
Eso se escuchaba desde los programas del ejército hacia abajo”1334. (Negrillas agregadas)

1151. Lo anterior evidencia que, a pesar de las denuncias referidas a la comisión de


homicidios por parte de los efectivos adscritos a las unidades que conformaban a la
Novena Brigada con el objetivo de presentarlos como resultados operacionales
legítimos mediante la simulación de combates, el señor Miguel Ernesto Pérez Guarnizo
ejerció presión para la obtención de bajas y no intensificó los controles operacionales
para verificar la legalidad de aquéllas.

1152. Tal como se expuso en los acápites anteriores de la presente providencia, existió
una correlación entre dichas presiones, las competencias entre unidades militares y los

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1334

de Javier Mauricio Fajardo Rincón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0284.

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asesinatos perpetrados por integrantes del BIPIG1335. Por tanto, la conducta de Pérez
Guarnizo previamente descrita generó una situación de riesgo sobre los bienes jurídicos
de las víctimas, que se concretó en los asesinatos investigados. Además, propició la
consolidación de los patrones macrocriminales identificados por la Sala.

1153. Aquí se hace relevante resaltar que esas presiones se dieron en un contexto de
estricta jerarquía militar, en donde las órdenes de los superiores se convierten en un
imperativo categórico para las tropas; no se trataba de simples recomendaciones o
consejos, sino de mandatos, cuyo desacato implicaba consecuencias negativas. La
forma de ejercer la presión por bajas (frecuencia, lenguaje empleado, efectos negativos
por incumplimiento, estímulos, etcétera), no daban cabida a “equivocaciones” o “malas
interpretaciones” por parte de los subordinados.

1154. De modo tal que, el señor Pérez Guarnizo, siendo consciente de que sus órdenes
debían ser cumplidas sin réplica, propició de forma activa que sus subordinados
actuaran al margen de la ley buscando presentarle más resultados operacionales,
específicamente bajas en combate, tal como él lo exigía.

3.1.2.3. El compareciente no realizó un control efectivo para determinar la legalidad


de las bajas reportadas.

1155. El Manual “Organización Estado Mayor y Operaciones” (EJC 3-50) del año 2005,
establece que los comandantes deben efectuar control posterior respecto de las
operaciones militares ejecutadas por sus subalternos. A su vez, se fijó que dicha
obligación -de conformidad con nuestro ordenamiento superior- comprende la
verificación de que los resultados operacionales consistentes en bajas en combates
respondieron al uso legítimo de la fuerza, atendiendo a la misión constitucional de los
agentes estatales a los que se les ha encomendado el uso de las armas. Lo anterior, con
el objetivo de que se detecten oportunamente posibles desmanes o irregularidades, de
manera que se adopten medidas idóneas y oportunas para evitar que tales anomalías
se repitan, en aplicación del principio de precaución1336.

1156. De acuerdo con la información recaudada por la Sala, un medio adecuado para
adelantar el control posterior sobre las operaciones militares en las que se producían
bajas en combate era la revisión material de los soportes operacionales que
conformaban las carpetas mediante: (i) las que se reportaban ese tipo de resultados o
(ii) se solicitaban los dineros para el pago de recompensas o informaciones que daban
lugar a su consecución.

1157. En relación con ese aspecto, Henry Ballesteros Plata, quien se desempeñó como
comandante del Batallón Tenerife durante el periodo priorizado en el marco del
presente subcaso, reconoció que los legajos en cuestión eran remitidos desde las

1335 Ver el acápite referido a la calificación de las conductas imputadas a Orlando Pico Rivera en calidad de
comandante del BIPIG (Infra.).
1336 Corte Constitucional- Sentencia C-430 de 2019.

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unidades tácticas a la Novena Brigada y pasaban por el comandante de esa unidad


operativa menor. En relación con el alcance de dicho procedimiento, Ballesteros Plata,
a partir de su experiencia militar, señaló que era deber del comandante de la Novena
Brigada revisar los soportes operacionales incluidos en las carpetas analizadas, con la
finalidad de verificar que los procedimientos realmente se habían llevado de
conformidad con la Constitución y la ley:

“PREGUNTADO: ¿y que trámite se le daba a la copia de la carpeta [de resultados operacionales]


que iba a la brigada? RESPONDIÓ: no sé doctor, me imagino que igual, la miraba el comandante
de la brigada, me imagino que también debía coger y mirar, pero ya en un nivel más alto, mirar
que llevara los documentos y que realmente se había desarrollado en el marco de la ley y la
Constitución. PREGUNTADO: es decir, ¿el comandante de la brigada a través de la revisión de
la carpeta también debía verificar si había elementos que determinaran la legitimidad o
ilegitimidad del resultado? RESPONDIÓ: total doctor, total (…)”1337. (Negrilla añadida)

1158. La Sala encuentra que lo indicado por Henry Ballesteros Plata resulta
concordante con el concepto de control dispuesto en la doctrina militar, pues aquel
comprende el desarrollo por parte del comandante de las acciones necesarias para
cerciorarse de que sus subalternos actuaron de conformidad con su intención y su
decisión1338. De acuerdo con nuestra Constitución, lo anterior siempre debe involucrar
el respeto por la vida de los civiles en el desarrollo de las operaciones militares, debido
a que se trata de un presupuesto fundamental para el cumplimiento de la misión

1337 Al respecto, Henry Ballesteros Plata, en su declaración jurada, añadió: “PREGUNTADO: ¿y usted nos
podría explicar cómo era el procedimiento para que desde el batallón se pagaran esas recompensas?
RESPONDIÓ: doctor, de los batallones normalmente los dineros que llevaban a los batallones ya eran mínimos.
Es que uno prácticamente, ni paga informaciones si no, dejaba ahí para los [inaudible] porque si no estoy mal,
era como un millón de pesos que se pagaba, que le llegaba a los batallones, que era más que todo para manejar
la parte administrativa. Lo que hacía era uno después unos oficios solicitando a la brigada, por ejemplo, allá
la brigada tenía recursos para inteligencia, para pago de informaciones, entonces lo que uno hacia debía hacer
un oficio, solicitando a la brigada el pago de X información, y ellos la pagaban, o enviaban los dineros para
que las pagaran. PREGUNTADO: ¿qué documentación debía anexarse a ese oficio para acreditar la existencia
de la baja en combate? RESPONDIÓ: doctor, primero que todo, a través de la carpeta. Ahí ya era la prueba
que realmente si se había producido el resultado. PREGUNTADO: es decir, ¿esos mismos documentos que
constaban en la carpeta se remitían con el oficio? RESPONDIÓ: claro doctor, si PREGUNTADO: ¿y a quien se
remitían? RESPONDIÓ: al comandante de la brigada. PREGUNTADO: el comandante de la brigada debía
verificar, digamos, al igual que la pregunta anterior, ¿a partir de los elementos que ustedes le estaban
remitiendo que esa baja o digamos ese resultado operacional que estaba justificando el pago de esa recompensa
fuera legitimo? RESPONDIÓ: claro, lógico doctor. A parte de eso, el también delegaba a otra persona, quien
lo debía asesorar, o las personas que lo debían asesorar era, el jefe de operaciones y el jefe de inteligencia. Me
imagino que llevan la carpeta y allá la miraban, si esto se dio, no se dio, “venga dos, tramitar”, entonces va
uno y si el dos, el jefe de inteligencia o el jefe de operaciones, “mi general mire, esto no se puede por esto”, o
“mi general no hay dinero, que vamos a hacer” pero ellos también son directamente responsables de
acreditarle al comandante de brigada si esa baja fue dentro del marco de la operación, que se realizó como
debía ser, ellos también deben apoyar a los comandantes de brigada en eso. PREGUNTADO: según lo que
hemos escuchado, en ese procedimiento se elaboraba un acta de pago de recompensa que suscribía los
integrantes del Estado mayor, el dos principalmente y el comandante de la brigada, ¿esa firma que función
tenía? ¿Daba fe de que el procedimiento en el que se había producido la baja era un resultado legítimo?
RESPONDIÓ: pues claro doctor, toda firma si uno no está de acuerdo, sencillo, no firma, pero si yo firmo
cualquier acta lo que sea, estoy dejando constancia de que lo que dice ahí es verdad, ese es el propósito de la
firma”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración
de Henry Ballesteros Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0692.
1338 Ejército Nacional. “Manual EJC.3-50 Reservado, Organización Estado Mayor y Operaciones”.

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institucional de la Fuerza Pública1339.

1159. Atendiendo a los argumentos expuestos con antelación, existen bases suficientes
para afirmar que Pérez Guarnizo, en su condición de comandante de la Novena
Brigada, debía verificar que las muertes reportadas por las unidades tácticas bajo su
mando eran legítimas. Dicha obligación debía cumplirse con el control material, y no
meramente formal, rutinario o insustancial, de las carpetas en las que (i) se reportaban
las bajas en combate o (ii) se solicitaban los dineros para el pago de recompensas o
informaciones que daban lugar a la consecución de esa clase de resultados
operacionales.

1160. Frente a las carpetas de resultados operacionales en las que se reportaban la


producción de bajas en el enemigo, la Sala ha encontrado que debían contar con: (i) el
radiograma en el que se daba parte del inicio de la operación, (ii) la misión táctica con
sus anexos, (iii) el acta de lecciones aprendidas (iv) el informe de patrullaje, (v) el
informe del primer respondiente, (vi) el acta de inspección de cadáver o del informe de
necropsia y (vii) el acta del material incautado. Ese legajo era enviado a la Novena
Brigada desde la unidad táctica que consiguió la muerte en combate. Posteriormente,
era revisado por parte del oficial de operaciones de esa unidad operativa menor y,
luego, por su comandante, quien lo remitía a la Quinta División. Lo expuesto, fue
reconocido por Oswaldo Peña Bermeo, quien se despeñó como B3 durante el periodo
analizado:

“PREGUNTADO: Si bien le entendí su respuesta, usted era el que remitía el paquete operacional
a la División, ¿verdad? RESPONDIÓ: Sí, señor. PREGUNTADO: ¿Por qué razón lo hacía usted y
no el suboficial de operaciones, que era el que efectivamente lo recibía? RESPONDIÓ: Porque el
jefe de la dependencia era yo, pero salía con la firma … Todo documento que saliese a la División
iba con la firma del comandante de la Brigada”1340.

1161. El señor Pérez Guarnizo, en su versión voluntaria, sostuvo que no era su


obligación ejercer control material sobre el contenido de los documentos que
integraban las carpetas operacionales en las que se reportaban muertes en combate. Al
respecto, el compareciente afirmó que desde la Novena Brigada no se podía verificar la
legalidad de todas las acciones militares desplegadas por el personal bajo su mando, a
causa de la cantidad de pelotones y eventos que se registraban en esa unidad operativa
menor. A su vez, indicó que no era su deber supervigilar todas las operaciones
ejecutadas desde el nivel táctico, debido a que solo tenía que estar al tanto del avance
general de las operaciones propias de su jurisdicción1341.

1162. La Sala encuentra que lo manifestado por el señor Pérez Guarnizo no se

1339 Corte Constitucional. Sentencia C-430 de 2019.


1340 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Oswaldo Peña Bermeo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0551.
1341 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.

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compadece con la doctrina militar1342, ni con el principio constitucional de precaución


en el uso de la fuerza letal por parte de los agentes estales1343, tanto menos con los
estándares interamericanos en materia de uso de la fuerza por agentes estatales. Tal
como se evidenció previamente, de los preceptos mencionados, se desprende con
claridad que el compareciente contaba con el deber de ejercer control posterior sobre
las operaciones desplegadas por las unidades tácticas que hacían parte de la Novena
Brigada, con el objetivo de establecer que las muertes derivadas de dichas acciones
militares fueron legítimas.

1163. Por ende, Miguel Ernesto Pérez Guarnizo debía emplear los recursos humanos y
técnicos a su disposición, para que dentro de la estructura de la unidad operativa menor
bajo su mando se agotaran los procedimientos necesarios para la revisión rigurosa de
los soportes operacionales que integraban los legajos en cuestión, con la finalidad de
descartar irregularidades que denotaran actuaciones al margen de la ley.

1164. Para ello podía valerse de su Estado Mayor, pero era indispensable que emitiera
las instrucciones correspondientes en ese sentido, pues de conformidad con el manual
“Organización Estado Mayor y Operaciones” (EJC 3-50) del año 2005, la decisión del
curso de acción se encuentra reservada al comandante1344. Según la información
recaudada por la Sala, Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, no emitió ordenes tendientes a
que desde la Sección de Operaciones de la Novena Brigada se adelantara un control
posterior riguroso sobre las acciones militares en las que el BIMAG y el BIPIG
reportaron bajas en combate.

1165. Esto, por ejemplo, fue constatado por la Sala, ya que se estudiaron diversos
documentos que reposaban en los archivos de la Novena Brigada1345, y a partir de los
cuales se podía establecer a simple vista que los informes y órdenes de operaciones no
estaban debidamente signados, y que los anexos de inteligencia no estaban rubricados
o tenían diferentes firmas a pesar de que eran suscritos por la misma persona.

1166. Ello es posible advertirlo, a modo de elucidar, en la carpeta de órdenes de


operaciones del BIPIG de enero del año 2006 (fecha en la cual se ejecutó un hecho
representativo ya descrito en párrafos previos), en la cual se encuentran la mayoría de
anexos de inteligencia sin la firma del correspondiente funcionario, el señor José
Domingo Peña Cepeda, y las que lo tienen son claramente diferentes unas de otras1346.

1342 Ejército Nacional. “Manual EJC.3-50 Reservado, Organización Estado Mayor y Operaciones”.
1343 Corte Constitucional. Sentencia C-340 del 2019.
1344 El Manual EJC.3-50 Reservado, “Organización Estado Mayor y Operaciones” establece: “[a] medida que el

Comandante recibe nuevas informaciones durante su proceso militar de toma de decisiones, decide qué se
puede hacer con ellas. Cuando se le ordena una nueva misión o se enfrenta a una nueva situación, analiza, con
la ayuda de su Estado Mayor, aquellos factores que afecten sus posibles cursos de acción. Luego de recibir
todo el asesoramiento y considerar todos los factores, él solo, es quien decide el curso de acción”. (Negrilla
añadida)
1345 Se obtuvieron gracias a la inspección que se hizo a la Novena Brigada en mayo de 2019.

1346 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Carpeta de Órdenes de Operaciones de 01 ene 2006 a 20 ene 2006.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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1167. Lo mismo ocurre con la carpeta de órdenes de operaciones del referido batallón,
pero de enero del año 20051347, lo cual demuestra una negligencia sistemática en cuanto
a su diligenciamiento por parte de los oficiales encargados de esa labor y también de
verificación por parte de los miembros de la plana mayor de la Novena Brigada,
especialmente del comandante, el señor Pérez Guarnizo.

1168. De esta manera, se destaca que el incumplimiento del deber analizado por parte
de Pérez Guarnizo, en calidad de comandante de la Novena Brigada, fue esencial para
la configuración de los patrones macrocriminales identificados en el marco del presente
trámite. Esto, debido a que la omisión de un control posterior sobre las bajas en el
sentido expuesto por la Sala, permitió que los asesinatos perpetrados desde las
unidades tácticas fueran presentados como resultados operacionales legítimos que
significaban un aporte relevante al esfuerzo militar del Ejército Nacional. A partir de
ello, sus ejecutores interpretaron que se trataba de un medio eficaz para atender las
presiones ejercidas por sus superiores y para acceder a los incentivos dispuestos para
los efectivos que contribuyeran con el incremento de los resultados operacionales, bajo
la ausencia de procedimientos adecuados para detectar las irregularidades e
implementar correctivos.

1169. Igual situación se verifica en las carpetas en las que constaban los soportes
documentales requeridos para la consecución de los recursos necesarios para el pago
de informaciones o recompensas relacionadas con el reporte de muertes en combate1348.

1170. La recopilación de los documentos que debían integrar las carpetas de las
muertes en combate correspondía a la Sección de Inteligencia de la unidad táctica que
reportaba la baja. Luego, mediante oficio suscrito por su comandante, se remitía a la
Sección de Inteligencia de la Novena Brigada y, posteriormente, pasaba al comandante
de esa unidad operativa menor1349. El señor Pérez Guarnizo afirmó en su versión
voluntaria que los miembros de la Novena Brigada no tenían la obligación de revisar el
contenido de los soportes operacionales que sustentaban los requerimientos de dineros
para el pago de recompensas o informaciones para verificar la legitimidad de las bajas,
a partir de las cuales se justificaban esas erogaciones, razón por la cual no se adelantaron
acciones en ese sentido1350.

1171. Frente a lo anterior, la Sala reitera que de acuerdo con una interpretación
conforme a la Constitución del manual “Organización Estado Mayor y Operaciones” (EJC
3-50) del año 2005 y con la declaración jurada rendida por Ballesteros Plata, el

1347 Ejército Nacional. Quinta División. BIPIG. Carpeta de Órdenes de Operaciones de 15 feb 2005 a 24 feb 2005.
Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235
1348 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Hernán Chávez Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0549.
1349 Ibidem.

1350Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.

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procedimiento descrito en el párrafo precedente si constituía un escenario en el que


Miguel Ernesto Pérez Guarnizo debía disponer el curso de acción necesario para que al
interior de la Novena Brigada se adelantara un control posterior sobre las operaciones
en las que se registraban muertes en combate con la finalidad de que se constatara su
legalidad. Esto debía darse mediante la revisión de la información contenida en los
soportes operacionales aportados para sustentar los requerimientos dirigidos a la
obtención de los recursos para el pago de informaciones o recompensas relacionadas
con la producción de bajas.

1172. La información disponible permite concluir que respecto de los homicidios


perpetrados durante el periodo analizado, la omisión de Pérez Guarnizo respecto de la
revisión de la información consignada en los legajos mediante los que se tramitaron el
pago de informaciones y recompensas, constituyó un aporte esencial para que los
dineros destinados al cubrimiento de esas erogaciones fueran empleados para la
compra de los elementos necesarios para la simulación de combates o para el pago de
los “servicios” suministrados por supuestos “informantes” que se encargaron se señalar
arbitrariamente a las víctimas y de ubicarlas en el área de operaciones1351. Si los
ejecutores de los delitos investigados no hubieran contado con dichos recursos, no
habrían tenido acceso a los medios indispensables para su consumación.

1173. Así las cosas, la posición que refirió el señor Pérez Guarnizo no es admisible para
la Sala y demuestra claramente su actitud manifiestamente negligente en lo que se
refiere a los deberes de control que tenía, lo cual, a su vez, permite entrever que
conscientemente decidió plantearse como ajeno a sus obligaciones para contribuir de
forma omisiva a la concreción de un plan macrocriminal que significó la ejecución de
miles de personas fuera de combate.

1174. La información disponible permite concluir que, respecto de los homicidios


perpetrados durante el periodo analizado, la omisión del señor Pérez Guarnizo en lo
relativo a la revisión de la información consignada en los legajos -mediante los que se
tramitaron el pago de informaciones y recompensas- constituyó un aporte esencial para
que los dineros destinados al cubrimiento de esas erogaciones fueran empleados para
la compra de los elementos necesarios para la simulación de combates o para el pago
de los “servicios” suministrados por supuestos “informantes” que se encargaron se
señalar arbitrariamente a las víctimas y de ubicarlas en el área de operaciones1352. Si los
ejecutores de los delitos investigados no hubieran contado con dichos recursos, no
habrían tenido acceso a los medios indispensables para su consumación.

1175. Aquí se destaca que uno de los requisitos para el pago de recompensas o

1351 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada
de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
1352 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada

de Andrés David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0697.

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informaciones, consistía en la sustentación del impacto del resultado obtenido1353. Esto


evidencia que, desde la Novena Brigada, al momento de dar trámite a los
requerimientos de dineros provenientes de las unidades tácticas bajo su mando, se
debía verificar que el resultado que soportaba ese desembolso en realidad había
generado una afectación sustancial a la capacidad bélica del enemigo. Si el señor Pérez
Guarnizo hubiese dispuesto lo necesario para su verificación adecuada y oportuna al
interior de la unidad operativa bajo su mando, desde una fase temprana se habría
detectado la ilegalidad de las conductas perpetradas por efectivos del BIPIG y del
BIMAG. Esto debido a que las víctimas eran civiles, respecto de los cuales no era posible
evidenciar de manera razonada que con su muerte se había conseguido una
disminución determinante en el potencial delictual de los blancos previamente
identificados en la jurisdicción.

1176. De esta manera, resulta claro que la ausencia de un control riguroso sobre los
procedimientos de inteligencia por parte del compareciente dio lugar a la creación de
un riesgo para los civiles que por sus condiciones personales eran susceptibles de
estigmatización, el cual se concretó en asesinatos y desapariciones perpetradas con el
apoyo de civiles, cuyos “servicios” fueron sufragados por efectivos de las unidades
priorizadas mediante la desviación de recursos tramitados de manera irregular desde
la Novena Brigada, con el aval de Pérez Guarnizo, para el pago de informaciones y
recompensas.

1177. En relación con los aspectos previamente analizados, se destaca que una
situación que daba cuenta de la existencia de irregularidades en las bajas reportadas
por el BIPIG y el BIMAG durante la comandancia de la Novena Brigada de Miguel
Ernesto Pérez Guarnizo consistió en que un alto porcentaje de ellas estuvieron
caracterizadas por su encubrimiento mediante versiones referidas a la existencia de
grupos pequeños de sujetos dotados de armas cortas que supuestamente se enfrentaban
a secciones o pelotones completos de dichas unidades tácticas, a pesar de que las
superaban ostensiblemente en número y en capacidad de fuego. Y el resultado siempre
era el mismo: todos los “delincuentes” dados de baja, ninguno herido o capturado, y
ninguna afectación a la tropa.

1178. Lo anterior, quedaba consignado en soportes operacionales como los informes


de patrullaje y las actas de material incautado, que debían reposar en las carpetas

1353El concepto en cuestión, fue expuesto por Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, en los siguientes términos:
“PREGUNTADO: ¿Qué se entendería por resultado de impacto? RESPONDIÓ: El resultado donde producto
de un trabajo de inteligencia, haya sido de un informante casual o la red que hubiera manejado la información,
una unidad evalúa la información, planea la operación, conduce y desarrolla la operación, y se da un resultado
de afectación a la capacidad armada de esa estructura o de ese actor armado ilegal. Es decir, como resultado
de esa operación se da la muerte de un cabecilla (…). Como consecuencia de ese resultado que le genera un
impacto a la región porque se disminuye la capacidad de hostilidades (…), es un impacto de seguridad para
la región; y además está alineado con los objetivos estratégicos de la brigada determinados en el plan de
operaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.

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analizadas.

1179. Según la información de la que dispone la Sala, durante la comandancia de la


Novena Brigada de Pérez Guarnizo, se presentaron 18 hechos que corresponden a
homicidios bajo la modalidad de combate simulado, de los que se derivaron 29 víctimas
mortales. Al menos, en 7 de ellos se reportó una persona muerta y como material
incautado se registraron armas cortas o explosivos de fabricación artesanal o industrial,
pero ninguna arma larga1354. A su vez, ocurrieron dos hechos en los que se registraron
dos personas muertas y el material incautado respondió a características similares a las
enunciadas respecto del grupo anterior1355.

1180. Aquí se resalta que, frente a casos en los que las versiones iniciales de los
efectivos implicados respondían a circunstancias como las descritas en los párrafos
precedentes, en el Informe No. 5 de la Fiscalía General de la Nación se plasmaron las
siguientes consideraciones: “[…] resulta además poco razonable que una persona
encontrándose en una notoria desventaja frente a su inminente contendor, no solamente en
número de atacantes, sino también en armas utilizadas y hasta en entrenamiento militar,
pretenda enfrentar a un grupo de hombres fuertemente armados con un revólver”
(énfasis añadido).

1181. Dichas consideraciones evidencian que las versiones consignadas en los soportes
operacionales en las que se indicaba que las bajas reportadas eran el resultado de
enfrentamientos en los que un número reducido de personas dotadas de armas cortas
se enfrentaban a secciones o pelotones completos del BIPIG o del BIMAG, contaban con
la aptitud necesaria para que de manera razonada se cuestionara la verdadera
existencia de un combate entre los efectivos implicados y las personas asesinadas. Lo
anterior, cobra mayor relevancia si se considera que en nueve de los dieciocho hechos
en los que se ha establecido por la Sala la comisión de homicidios perpetrados por
efectivos de dichas unidades tácticas durante la comandancia de la Novena Brigada de
Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, se acudió a ese método de encubrimiento.

1354 Hechos del 10 de enero de 2005 (víctima: John Fredy Barco Gutiérrez), en los que el material supuestamente
incautado fue un revólver calibre 38, un cartucho y cinco vainillas. Hechos del 14 de diciembre de 2005
(víctima: Juan Cristóbal Alvarado), en los que el material supuestamente incautado fue una pistola calibre 9
mm, un proveedor con 8 cartuchos y un radio de comunicaciones marca Kenwood. Hechos del 25 de diciembre
de 2005 (víctima: Nidio Perdomo Triviño), en los que el material supuestamente incautado fue un revólver
calibre 38, cartuchos, vainillas, una granada y una moto. Hechos del 28 de enero del 2006 (víctima: Benedicto
Murillo Asprilla), en los que el material supuestamente incautado fue una motocicleta, una mina tipo abanico,
una cápsula ineléctrica, mecha lenta y una pistola calibre 22 mm. Hechos del 17 de marzo de 2006 (víctima:
José Néstor Rivera Gutiérrez), en los que el material supuestamente incautado fue un revolver Smith &Wesson,
6 vainillas percutadas calibre 38, una granada tipo piña MEI-71G75M y un radio Kenwood. Hechos del 22 de
mayo del 2006 (víctima: Jamir Burbano Jurado), en los que el material supuestamente incautado fue un arma
de fuego corta y una motocicleta. Hechos del 11 de julio de 2006 (Jorge Luis López Ortiz), en los que el material
supuestamente incautado fue una pistola, cartuchos, proveedores, bolso negro, pólvora negra, cables, greda,
pentolita, estopín eléctrico e ineléctrico, mina triangular, y chapuza para pistola.
1355 Hechos del 18 de julio de 2005 (víctimas: Héctor Restrepo y Olivo Quintero Salazar), en los que el material

supuestamente incautado fue Revólveres, granadas, chalecos antibalas y munición. Hechos del 22 de marzo
del 2006 (víctimas: Danilo Yepes Pineda y Saúl Ortiz Muñoz), en los que el material supuestamente incautado
fue dos armas de fuego cortas.

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1182. Tal estado de cosas hubiera podido ser detectado de manera oportuna, si Pérez
Guarnizo hubiera dispuesto lo necesario para que al interior de la unidad operativa
menor bajo su mando, se revisaran con rigor los documentos que acompañaban las
capetas analizadas en el presente acápite. Se reitera que esos legajos constaban de los
informes de patrullaje y las actas de material incautado en los que se consignaban las
versiones falsas de lo ocurrido, que en el marco de la justicia ordinaria han sido
calificadas como poco razonables.

1183. En relación con el aspecto analizado, el compareciente admitió que en la Novena


Brigada solo se verificó que las carpetas contaran con los soportes documentales
dispuestos en las listas de chequeo correspondientes (control meramente formal), sin
comprobar que lo manifestado en ellos sustentara de manera plausible la existencia de
una acción militar legítima1356. Esa omisión, pese a la existencia de denuncias públicas,
regionales, nacionales e internacionales, sobre la comisión de homicidios por parte de
efectivos bajo las órdenes de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, y en contravía de la vasta
experiencia militar de dicho compareciente, se sostuvo en el tiempo sin que se
intensificaran los controles operacionales sobre las bajas presentadas por el BIMAG y
el BIPIG.

1184. Al respecto, se destaca que Pérez Guarnizo, como comandante de dicha unidad
operativa menor se encontraba habilitado para ordenar a sus subalternos que
adelantaran el control material estricto sobre los soportes operacionales de las acciones
militares en las que se reportaban bajas. A su vez, dicha medida resultaba razonable en
consideración a que se trataba del uso de fuerza letal por parte de la Fuerza Pública y a
la información de la que disponía el compareciente sobre la existencia de
irregularidades cometidas por sus subalternos.

1185. Desde esa perspectiva se insiste en que el conocimiento por parte de Miguel
Ernesto Pérez Guarnizo de las denuncias referidas a la comisión de homicidios por
parte de efectivos del BIPIG, aunado a las presiones ejercidas por dicho compareciente
para la producción de bajas en combate y a las deficiencias en los controles
operacionales previamente descritas, permiten concluir que su conducta dio lugar a una
situación de riesgo sobre la vida y la integridad personal de las víctimas, al respecto de
la cual no ejecutó ningún acto tendiente a detener el riesgo generado. Su
materialización, surgió con los homicidios y las desapariciones ocurridas durante el
periodo en que fungió como comandante de la Novena Brigada, las cuales
determinaron la consolidación de los patrones macrocriminales identificados por la
Sala.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1356

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557.

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3.1.2.4. El compareciente no ejerció en debida forma sus competencias en materia


disciplinaria.

1186. De acuerdo con lo indicado por Miguel Ernesto Pérez Guarnizo en su versión
voluntaria, desde la Novena Brigada se realizaba un seguimiento mensual sobre el
estado de los procesos disciplinarios a cargo de las unidades tácticas que hacían parte
de dicha unidad operativa menor, con el objetivo de presentar un reporte a la Quinta
División. Lo anterior, fue descrito por Pérez Guarnizo, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: Cuando usted habla, por otro lado, de investigaciones o del avance de las
investigaciones y el reporte que tenía que enviarse a la División sobre el avance de las
investigaciones, ¿de qué tipo de investigaciones o a qué tipo de investigaciones se refiere?
RESPONDIDO: Son las investigaciones disciplinarias, que es una función del jefe de Estado mayor
de la Brigada hacerle seguimiento a que avancen los procesos, porque la competencia no la tiene
la Brigada, la tienen los batallones. Entonces lo que él hacía era verificar cada mes, le presentaban
un cuadro de cómo van las investigaciones, en qué estado están y ese cuadro se reportaba a la
División. Es decir, una investigación que empezó hace 2 años y entonces empiezan a ver que esa
investigación ya va para 3 años y no tiene ningún avance. Entonces empiezan a preguntarle al
comandante de Batallón que qué ocurre con esa investigación. Pero ese proceso es de seguimiento,
precisamente para que no se vencieran por términos las investigaciones, se fueran a cerrar por
términos. Ese seguimiento se hacía mensualmente a División y sé que había una oficina creada en
Ejército que le hacían seguimiento a todo el tema disciplinario del país. En cada nivel hay un
control, digámoslo así. PREGUNTADO: No sé si le entendí, perdón, no sé si le entendí bien. ¿El
jefe de Estado mayor de la Brigada tenía la función de hacer seguimiento a que las investigaciones
que se adelantan en los batallones avanzaran? RESPONDIDO: Que no tuvieran reposo, es decir
que no se fueran a vencer por términos. Y ese cuadro mensual había que reportarlo al nivel
superior. Y creo que había una oficina disciplinaria en el Ejército que le hacía monitoreo al tema.”

1187. Según la información disponible, cuando se presentaban bajas en combate, los


comandantes de las unidades tácticas a las que se encontraban adscritos los efectivos
que dieron ese tipo de resultado operacional debían iniciar un proceso disciplinario con
el objetivo de que se verificara su legalidad y, en caso de que se encontrara alguna
irregularidad, se sancionara a los responsables. Conforme con ello, los comandantes de
brigada tenían la obligación de realizar seguimiento sobre el avance de dichas causas,
para verificar que se adelantaran de manera oportuna y diligente. El ejercicio de tal
deber no los facultaba para incidir en el sentido de las decisiones que debían adoptar
sus subalternos, pero si los legitimaba para emitir linimientos generales encaminados
al adecuado desarrollo de los procedimientos1357.

1357 Lo expuesto, fue reconocido por William Fernando Pérez Laiseca, en los siguientes términos:
“PREGUNTADO: lo que quiero entender ahí es ¿en qué medida o hasta qué punto entonces impartía la brigada
instrucciones sobre la facultad disciplinaria?, porque por un lado usted nos dice la brigada no se enteraba de
las investigaciones, no tenía por qué hacerlo por la Ley 836 y por otro lado nos dice que la brigada impartía
instrucciones sobre qué hacer cuando se identificaban las víctimas y que había que llamarlas a las
investigaciones disciplinarias. Quiero entender cuál era el grado de injerencia que tenía la brigada sobre las
investigaciones porque parece haber una contradicción ahí RESPONDIÓ: no, no es contradicción doctor, no
hay ninguna contradicción, estas son instrucciones que, recuerde usted que yo lo mencioné aquí ayer y no lo
mencioné solamente cuando, sino en el momento que yo llegué a la brigada estas son las instrucciones, sí, no
cuando empezaron las investigaciones, o sea eso no tenía incidencia con la investigación y aquí en esta
investigación llame a las víctimas sino que fueron unas instrucciones generales que no debían, o sea, hacer

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1188. A juicio de la Sala, el señor Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, en calidad de


comandante de la Novena Brigada, no cumplió en debida forma con el deber descrito
en el párrafo precedente. Esto debido a que, en el marco del seguimiento que
adelantaba sobre el avance de las investigaciones disciplinarias referidas a las bajas
reportadas por las unidades tácticas bajo su mando, conoció que en esos
procedimientos no se surtían actuaciones adecuadas para el esclarecimiento de lo
sucedido y, de ser el caso, la sanción de sus responsables.

1189. En relación con lo anterior, se destaca nuevamente que durante la comandancia


de Pérez Guarnizo se presentaron 18 hechos que corresponden a homicidios bajo la
modalidad de combate simulado, de los que se derivaron 29 víctimas mortales. Al
menos, en 9 de ellos las versiones de lo sucedido suministradas por los miembros de
los pelotones implicados eran manifiestamente irrazonables, pues se afirmaba que uno
o dos sujetos dotados con armas cortas supuestamente provocaron confrontaciones con
la tropa, aun cuando eran superados en número y en capacidad de fuego.

1190. A esto, deben sumarse las denuncias que tuvieron lugar durante los primeros
meses del 2006, en las que de manera fundada se indicaba que efectivos del BIPIG
habían incurrido en tres hechos que podían ser caracterizados como ejecuciones
extrajudiciales. A pesar de las circunstancias previamente descritas, la Sala no pudo
establecer que en el marco de las investigaciones disciplinarias a cargo de las unidades
tácticas priorizadas se realizaron actuaciones que contribuyeran de manera efectiva al
esclarecimiento de los delitos cometidos durante la comandancia de Pérez Guarnizo de
la Novena Brigada. En el mismo sentido, no se encontró que dicho compareciente
hubiese emitido instrucciones u órdenes generales, tendientes a que al interior del
Batallón Magdalena o del Batallón Cacique Pigoanza, se destinaran los recursos
humanos y técnicos requeridos para que las causas en cuestión se adelantaran de
manera diligente y oportuna.

todos los esfuerzos necesarios para identificarlos. Eso es una instrucción, esa instrucción no es nada
contradictorio con lo que tiene que ver con la investigación, es una instrucción, mire si se llegan a presentar
estos casos se deben agotar todos los esfuerzos que hayan para identificar a las personas que aparecen allí no
identificadas y si ya aparecen personas no identificadas pues llamar a las víctimas, como se hizo en este caso,
ahí está, ahí está casualmente la persona víctima que dice sí, mi pareja sentimental, permítame aquí está en
este caso que fueron las que, de eso se trataba, permítame un segundo que aquí, aquí está… Mire aquí esta
doctor Martínez, declaración rendida por la señora, bueno aquí no dice señora dice por Blanca Tulia [inaudible]
López compañera sentimental del señor Edgar Molina, quien sostuvo que, ahora, decirle yo en qué momento
se tomó esta declaración si fue durante que la tenía uno o el otro no lo sé, pero buscar todos los esfuerzos para
eso. Así que a eso se refiere y no hay contradicción, no hay contradicción y en ese sentido esas fueron las
instrucciones, pero eso no tiene ninguna interferencia con la investigación, son instrucciones, muy diferente a
decir mire en esta investigación hágame esto, no, esto eran instrucciones de carácter general para ese proceso,
no instrucciones para una investigación o meter las manos en una investigación, ahí si se presenta la
contradicción doctor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0556.

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1191. Además, dentro de las competencias de las que era titular Miguel Ernesto Pérez
Guarnizo, figuraba el ejercicio de la acción disciplinaria respecto de los comandantes
de las unidades tácticas que conformaban a la Novena Brigada. Al respecto, Pérez
Guarnizo indicó:

“PREGUNTADO: Quisiera preguntarle, ¿en su rol como comandante de Brigada le correspondía


ejercer algún rol en funciones disciplinarias por ejemplo contra oficiales de los batallones o contra
integrantes de la plana mayor de los batallones? Le pregunto esto porque algunos comparecientes
no nos han aportado completa claridad sobre el tema, pero han indicado que, en algunos casos,
como le menciono, de oficiales o quizá integrantes de la plana mayor, la facultad disciplinaria
recaía en el comandante de Brigada y no en el comandante de Batallón. RESPONDIDO: Ahí están
las competencias, ahorita no las recuerdo con exactitud, pero están los niveles, eso está establecido.
El comandante de Batallón normalmente tiene disciplina sobre acciones disciplinarias sobre su
Batallón, y yo tengo la acción sobre los comandantes de Batallón”1358. (negrillas agregadas)

1192. En torno al punto analizado se tiene que, a pesar de las protuberantes


inconsistencias en las versiones empleadas por los efectivos del BIPIG para encubrir los
homicidios y la gravedad de las denuncias realizadas en los primeros meses del 2006,
Miguel Ernesto Pérez Guarnizo no inició una investigación respecto de Pico Rivera con
el propósito de establecer si dada su condición de comandante de los efectivos que
perpetraron lo delitos analizados tuvo alguna participación en su comisión.

1193. Para la Sala, las falencias descritas en los párrafos precedentes evidencian que el
señor Pérez Guarnizo no ejerció en debida forma las competencias de las que era titular
en materia disciplinaria, dada su condición de comandante de la Novena Brigada. Tales
conductas, representan un aporte esencial a la consolidación de los patrones
macrocriminales identificados en esta providencia debido a que constituyeron una
contribución fundamental para su encubrimiento, pues impidieron que se revelara la
ilegalidad de las bajas reportadas y se sancionara a sus responsables.

3.1.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1194. La Sala cuenta con bases suficientes para concluir que Miguel Ernesto Pérez
Guarnizo, era consciente de (i) la situación de conflicto armado que se presentaba en el
departamento del Huila y (ii) de la existencia de denuncias referidas a irregularidades
en las bajas reportadas por las unidades tácticas bajo su mando. A pesar de ello, de
manera voluntaria, (iii) ejerció presiones para la producción de dicho resultado
operacional. Adicionalmente, (iv) no realizó un control posterior efectivo sobre las
operaciones militares en las que se presentaron ese tipo de resultados para verificar su
legalidad. Tales actuaciones, causaron una situación de riesgo sobre los bienes jurídicos
de las víctimas, que se concretó en los homicidios y las desapariciones perpetradas por
sus subalternos.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1358

de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557

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1195. Por ende, se concluye que la conducta de Pérez Guarnizo, de acuerdo con la
posición formal y material de mando que tuvo sobre el BIMAG y el BIPIG, evidencia
un rol de liderazgo frente a la consolidación de los patrones macrocriminales descritos
en esta providencia. La atención oportuna de las denuncias referidas a la comisión de
ejecuciones extrajudiciales, sumada a la consecuente eliminación o contención de las
presiones por bajas en combate y a la verificación oportuna de la legalidad de los
reportes de resultados mediante la revisión material de las capetas operacionales y de
recompensas, así como el adecuado cumplimiento de sus deberes en materia
disciplinaria, hubieran evitado la difusión, la permanencia y el encubrimiento de dichos
patrones.

1196. Por tanto, la Sala encuentra que el señor Pérez Guarnizo contaba con dominio
sobre los patrones macrocriminales, debido a que en condición de comandante de la
Novena Brigada estaba facultado para adelantar las actuaciones requeridas para
detectar oportunamente la comisión de homicidios por el personal bajo su mando,
suspender las presiones que figuran como su causa y detener el flujo de los dineros
necesarios para su financiamiento. En resumen, el compareciente, desde su rol de
liderazgo, podía desactivar dichos patrones, impidiendo que se consolidaran a partir
de la constante reiteración de los delitos investigados y que pasaran desapercibidos
desde una perspectiva operacional.

1197. Con base en todo lo anterior, es posible concluir que el señor Pérez Guarnizo
consumó múltiples conductas delictivas en la modalidad de comisión por omisión,
debido a que, primero, tenía una posición de garante sobre la vida, integridad personal
y seguridad de los habitantes de los sectores donde se ubicaban las tropas bajo su
mando, lo cual era derivado de su cargo como comandante de la Brigada Novena del
Ejército Nacional, institución que debe velar por la salvaguarda de la estabilidad y
seguridad de la nación y sus ciudadanos. Además, su posición de garante también fue
adquirida una vez ejerció presiones sobre sus subordinados para que presentaran bajas
en combate como resultado operacional prevalente, dado que con ello creó un riesgo en
contra de los bienes jurídicos de los ciudadanos; de allí que tuviera el deber de impedir
que el riesgo se materializara en un acto delictivo. Segundo, poseía las facultades legales
y jerárquicas para evitar que sus subordinados perpetraran actos contrarios a la ley,
como la posibilidad de iniciar procesos disciplinarios, efectuar llamados de atención,
adelantar inspecciones en los batallones (entre otras). Tercero, sus omisiones
aumentaron manifiestamente el riesgo de que se siguieran ejecutando ese tipo de actos
ilegales, dado que por la omisión de control se envió un mensaje de permisividad
institucional y de impunidad penal y disciplinaria. Y, cuarto, con su larga experiencia
como militar podía y debió haber notado las múltiples irregularidades en los operativos
y ello, sumado a las denuncias al respecto, tenía la entidad suficiente para hacerle
pensar que sus subordinados cometían crímenes en el desarrollo de operaciones
militares.

1198. En conclusión, las actuaciones de Pérez Guarnizo fueron esenciales para que los
miembros del BIMAG y del BIPIG percibieran que desde la Novena Brigada se permitía

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el lanzamiento irregular de operaciones para perpetrar homicidios bajo la modalidad


de combate simulado y que era posible acudir al pago irregular de recompensas para
financiar esos crímenes. Todo, acompasado con la falta de un control efectivo y de la
presentación de los asesinatos como una contribución al esfuerzo militar. Por ende,
Miguel Ernesto Pérez Guarnizo será calificado como máximo responsable.

1199. Se le atribuirá responsabilidad a título de autor por omisión por los crímenes de
desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1359 de Nidio Perdomo Triviño,
Benedicto Murillo Asprilla y José Néstor Rivera Gutiérrez; en concurso con el crimen
de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de
lesa humanidad1360 de 27 personas: Juan Cristóbal Alvarado, Nidio Perdomo Triviño,
Danilo Yepes Pineda, Saúl Ortiz Muñoz, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera
Gutiérrez, John Jairo Hoyos Tarazona, Yesid Ortiz Paladines, Jamir Burbano Jurado,
Germán Alberto Echavarría Gómez, José Walter Londoño Echavarría, John Fredy Barco
Gutiérrez, Arley Sánchez Sacanamboy, Héctor Restrepo, Olivo Quintero Salazar,
Norberto Celys, Manuel Antonio Tao Pillimué, Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe,
Edier Magon Medina, José Gustavo Patiño Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio
Castro Sánchez, William Quintero Hernández, Leidy Constanza Agudelo Candela,
Faisury Dorado Zapata, Juan Carlos Montenegro Hidrobo y Ramiro Chantre Levaza; y
con el delito de tentativa de homicidio1361 de Juan Pablo Espinosa y William José
Cunacué Medina.

3.2. General (r) Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar.

1200. Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, identificado con la cédula de ciudadanía No.
19.419.458 de Bogotá, bajo el grado de coronel, entre el 13 de julio de 2006 y el 10 de
diciembre de 2007, se desempeñó como comandante de la Novena Brigada del Ejército
Nacional. El señor Lasprilla fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir
versión voluntaria mediante Auto 196 de 2 de septiembre de 2021 y fue escuchado en
cuatro sesiones, los días 2 y 3 de noviembre de 2021, así como el 31 de enero y 1 de
febrero de 2022.

3.2.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1201. Contrastada la información acopiada por la Sala se conoce que los batallones de
infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” y No. 27 “Magdalena” durante el periodo de
comandancia de Lasprilla Villamizar presentaron como resultados capturas1362,
operaciones contra el narcotráfico1363, entregas voluntarias1364 y combates1365. Se

1359 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1360 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1361 Código Penal. Artículos 103 y 27.

1362 19 operaciones en el año 2006 y 20 operaciones en el año 2007.

1363 2 operaciones en el año 2006.

1364 2 operaciones en el año 2006 y 10 operaciones en el año 2007.

1365 23 operaciones en el año 2006 y 46 operaciones en el año 2007.

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reportaron 69 enfrentamientos contra el enemigo, de los cuales 63 fueron simulados 1366


y generaron un total de 115 muertes de civiles fuera de combate, de las cuales 55
corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; 12 al segundo, de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad; y
48 al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia
común y/o milicias.

1202. Esos crímenes se dieron con ocasión de un plan que perseguía mostrar como
resultados operacionales legítimos las muertes producidas en combates simulados,
para dar una falsa sensación de seguridad a la población civil y exhibir la supuesta
diligencia del Ejército Nacional, así como obtener beneficios profesionales y mayor
legitimidad institucional. Si bien Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, no reconoció la
ilegalidad de su conducta, la Sala cuenta con bases suficientes para afirmar que su
actuación corresponde al ejercicio de un rol de liderazgo frente a la consolidación de los
patrones macrocriminales descritos en el párrafo precedente. Esto debido a que, desde
la posición formal y material de mando que ocupó el compareciente, realizó aportes
esenciales para su difusión, permanencia y encubrimiento.

3.2.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la


Sala.

1203. Pasa la Sala a examinar las contribuciones realizadas por Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar a los patrones macrocriminales.

3.2.2.1 Hechos que evidenciaban la comisión de asesinatos y desapariciones forzadas


por parte de las unidades que conformaban la Novena Brigada.

1204. En el periodo de la comandancia de la Novena Brigada por parte de Lasprilla


Villamizar, ocurrieron sucesos que evidenciaban que los efectivos de las unidades
priorizadas bajo el mando del compareciente estaban cometiendo homicidios para
luego hacerlos pasar como resultados operacionales legítimos mediante la simulación
de combates. En relación con lo enunciado, son ilustrativos los hechos ocurridos el 7 de
enero de 2007, en la vereda El Encanto del municipio de Acevedo, Huila, en los que
fueron asesinados dos civiles por efectivos del Batallón Magdalena.

1205. Durante las fechas posteriores a dichos sucesos, el periódico “La Nación” publicó
un reportaje en el que se denunció que el resultado operacional presentado por el
BIMAG podía constituir una simulación de un combate. En el titular de la noticia se
indicó que: “Muertos en Acevedo no eran delincuentes”1367.

1366 32 operaciones fueron presentadas por el Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” y 30 por el
Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”.
1367 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “Voces y silencios Edición

enero - junio de 2007”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.

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1206. El periódico “La Nación” señaló que no existían elementos que permitieran
considerar que las dos personas asesinadas estaban relacionadas con grupos armados
al margen de la ley. Además, se tiene que las familias de las víctimas requirieron a la
Fiscalía General de la Nación y a otros organismos de control para que adelantaran las
acciones necesarias para el esclarecimiento de lo sucedido y la judicialización de los
responsables1368.

1207. A pesar de lo anterior, por los sucesos ocurridos el 7 de enero de 2007 se entregó
una recompensa a un civil1369. Según la información de la que dispone la Sala, dicho
pago fue avalado por Lasprilla Villamizar1370 a pesar de que estuvo precedido de
múltiples irregularidades, la cuales fueron reconocidas en su versión voluntaria por el
compareciente Desaix Jesús Palomino Mejía, integrante de la Sección de Inteligencia del
BIMAG durante el periodo analizado1371.

1368 Ibidem: “Tropas del Batallón Magdalena ejecutaron a un publicista y a un vendedor ambulante a quienes
el Ejercito Nacional presentó como delincuentes que operaban en el sur del departamento. Los hechos
ocurrieron en la vereda El Encanto del municipio de Acevedo, Huila. Según fuentes oficiales los dos hombres
murieron cuando supuestamente recibían dinero de extorsiones, mientras que los familiares de las víctimas
niegan la versión de las autoridades y afirman que todo se trató de un montaje. Anuncian que solicitaran a la
Fiscalía Nacional y a los organismos Defensores de Derechos Humanos que se adelanten las respectivas
investigaciones”.
1369 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1370 Lo expuesto, fue puesto de presente por la magistratura en la Versión Voluntaria rendida por Palomino

Mejía, como se expone a continuación: “PREGUNTADO: antes de retomar ese hecho del Playón también del 7
de enero quisiera mostrarle un documento señor Palomino del que se registra el pago de información que
usted menciona por el hecho de la vereda el Encanto, Bajo Encanto. El documento está fechado en Pitalito en
Febrero del 2007 intervienen el coronel Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, el coronel Manuel Ernesto
Canastero Salgado, el teniente coronel Pedro Iván Molina Hidalgo, el teniente coronel Edgar Alberto
Rodríguez Sánchez, el sargento Viceprimero Culman Alvarado Jorge, el sargento viceprimero Desaix Jesús
Palomino Mejía, como jefe de red y testigo del paso, el Cabo segundo Francisco Javier Estrada Vertel, testigo
del pago y la Sra. Adriana Mayor Carlosama. El asunto, trata de la cancelación de informaciones por un valor
de un millón quinientos mil pesos a la señora Adriana Mayor Carlosama identificada con cedula de ciudadanía
tal de Salado Blanco Huila. Información suministrada, 7 de enero de 2007, una información suministrada por
la señora Adriana Mayor Carlosama identificada con cedula de Salado Huila , el día 7 de enero de 2007 por
labores de inteligencia se logró establecer la ubicación de una banda criminal al servicio del narcotráfico que
se encontraban amedrantando a la población civil y pretendían secuestrar y atracar sobre el sector de la vereda
Bajo Encanto, jurisdicción del municipio de Acevedo Evaluación b2 procedencia RED S2 BIMAG”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix
Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
1371 Ibidem: RESPONDIÓ: si sería Red S2, seria red de informantes, pero, vuelvo y repito que es un documento

que se maquillo para pagar una información, entonces es un documento donde la fuente no la conozco, la
fuente no la conozco PREGUNTADO: en este documento usted figura como jefe de red y como testigo del
pago, ¿usted fue testigo del pago? RESPONDIÓ: no recuerdo doctor, no recuerdo si haya entrado una mujer
a la oficina, no recuerdo PREGUNTADO: ¿Quién es el cabo segundo Francisco Javier Estrada Vertel?
RESPONDIÓ: el cabo Francisco Javier entro como a mediados de, como después de la muerte del cabo Méndez,
el 31 de enero murió él, yo estuve cinco días en Fresno Tolima entregándolo eh y él entro como a los mesecitos,
salió creo que desde la compañía de instrucción lo pedí a un cabo que me ayudara con la documentación, em
ayudara en sistemas, el cabo es de la sección segunda del batallón, ya era miembro de la sección segunda del
Batallón PREGUNTADO: por lo que dice el documento él realizó el pago con usted, o fueron testigos del pago,

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1208. A juicio de la Sala, la difusión pública con que contó la denuncia referida a la
ilegalidad de las bajas reportadas por efectivos del BIMAG el 7 de enero de 2007, debió
conducir a que Lasprilla Villamizar, en calidad de comandante de la Novena Brigada,
adoptara medidas idóneas para constatar la legitimidad de las muertes en combate
registradas por las unidades tácticas bajo su mando. Tal como se evidenciará en los
acápites posteriores, eso no tuvo lugar.

1209. Aunado a lo anterior se destaca que existieron inconsistencias relevantes entre lo


dispuesto en las órdenes de operaciones emitidas por la Novena Brigada y las
características de las bajas reportadas por el BIMAG y el BIPIG. En relación con dicho
aspecto, se tiene que tanto Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar1372, así como Luis
Armando Gómez Ruge1373 (B3) y Pedro Iván Molina Hidalgo1374 (B2), quienes integraron
el Estado Mayor de Lasprilla Villamizar, reconocieron que dichos documentos no
contemplaban como blanco a la delincuencia común. Al respecto adujeron que, de
conformidad con el ambiente operacional de la jurisdicción, el esfuerzo militar debía
enfocarse contra la Columna Móvil Teófilo Forero, así como en los frentes 17, 66 y
Jacobo Arenas de las FARC. En torno a ese punto, Molina Hidalgo, indicó:
“PREGUNTADO: ¿No había un blanco relacionado con delincuencia común?
RESPONDIÓ: no, no se tenía un blanco de delincuencia común. PREGUNTADO: es decir
¿los analistas (de la Novena Brigada) que tenían eran para la Teófilo Forero y para el Bloque 17?
RESPONDIÓ: si, principalmente”1375. (negrillas agregadas)

1210. Sin embargo, de acuerdo con la información recopilada por la Sala se observa
que, a pesar de la situación previamente descrita, durante la comandancia de la Novena
Brigada de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, se presentaron 22 hechos en los que las
unidades priorizadas emplearon como estrategia de encubrimiento el reporte de
supuestos enfrentamiento con grupos de delincuencia común y/o milicias de las FARC.
De dichas acciones, se derivaron 50 homicidios, de los 98 que corresponden al periodo
de Lasprilla Villamizar. Esto muestra que el 51% de las muertes reportadas por el
BIMAG y por el BIPIG durante ese lapso, no correspondían a la estrategia militar
establecía desde dicha unidad operativa menor.

1211. Lo anterior, a juicio de la Sala, constituye un hecho que contaba con la entidad

le pregunto de otra de manera, ¿Quién hizo el pago?, ¿Quién pago este dinero? RESPONDIÓ: doctor, yo no
hice el pago, si hubiera entrado a una mujer a llevarle dinero, me fuera acordado que era una mujer, normal
que entraran hombres, eh personas, o sea, informantes, señores, eh, pero no recuerdo que yo ya haya hecho
el pago, parece ser que o le llevaron la plata afuera, o firmó afuera (…)”.
1372 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
1373 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
1374 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Pedro Iván Molina Hidalgo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0558.
1375 Ibidem.

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suficiente para revelar irregularidades en los resultados operacionales consistentes en


bajas en combate reportados por las unidades de Pitalito y Garzón, durante la
comandancia de Lasprilla Villamizar de la Novena Brigada. Al respecto, se destaca que
dicho compareciente: (i) conocía los blancos establecidos en las órdenes de operaciones
de la unidad operativa menor bajo su mando, (ii) estaba al tanto de los objetivos contra
los que se registraban los resultados operacionales reportados por el BIMAG y el BIPIG
y (iii) era consciente de que de conformidad con el ambiente operacional de la
jurisdicción no se había estimado procedente dirigir el esfuerzo militar hacia la
delincuencia común.

1212. Otra situación daba cuenta de la existencia de irregularidades en las bajas


reportadas por el Batallón Magdalena y el Batallón Cacique Pigoanza a la Novena
Brigada durante la comandancia Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar: un número
importante de esos resultados operacionales estuvo caracterizado por el encubrimiento
de su ilegalidad a partir de versiones referidas a la ocurrencia de confrontaciones
armadas entre pelotones o secciones de las unidades implicadas con grupos reducidos
de sujetos dotados de armas cortas, a pesar de que los superaban por mucho en número
y en capacidad de fuego. Esas manifestaciones quedaban consignadas en los informes
de patrullaje y las actas de material incautado, las cuales conformaban las carpetas de
resultados y de pago de informaciones o recompensas que eran remitidas a esa unidad
operativa menor1376.

1213. Durante la comandancia de la Novena Brigada de Lasprilla Villamizar, se


presentaron 61 hechos de los que se derivaron 111 víctimas mortales. Al menos en 21
de ellos se registró una persona muerta y como material incautado se reportaron armas
cortas o explosivos, pero ninguna arma larga1377. Además, ocurrieron siete hechos en los

1376 Sobre dicho aspecto, pueden consultarse las versiones voluntarias de Lasprilla Villamizar, Gómez Ruge y
Molina Hidalgo.
1377 Hechos del 28 de julio de 2006 (víctima: Elio Delio Velasco), en los que el material supuestamente incautado

fue un revólver, un radio, una granada, munición y vainillas. Hechos del 26 de agosto de 2006 (víctima: Herney
Felipe Gómez López), en los que el material supuestamente incautado fue un revolver 38 corto y una granada
de fragmentación. Hechos del 1º de octubre de 2006 (víctima: Jesús Eider Burbano Astudillo), en los que el
material supuestamente incautado fue un changón, un galón de gasolina y una mechera. Hechos del 7 de
octubre de 2006 (víctima: Diomar Vidal Hernández), en los que el material supuestamente incautado fue un
Revolver, una granada, una vainilla y una chapuza. Hechos del 16 de octubre de 2006 (víctima: Jarry Lenin
Peña Hio), en los que el material supuestamente incautado fue una pistola, una chapuza, un proveedor,
munición y un radio. Hechos del 11 de noviembre de 2006 (víctima: Jesús María Guevara Quinto), en los que
el material supuestamente incautado fue un revólver, cinco cartuchos y vainillas. Hechos del 18 de noviembre
de 2006 (víctima: José Gregorio Cárcamo Vargas), en los que el material supuestamente incautado fue un
revolver 3,57 corto Smith & Wesson, 4 cartuchos y 4 vainillas. Hechos del 8 de diciembre de 2006 (víctima:
Honaldo Muñoz Campo), en los que el material supuestamente incautado fue un revólver Smith & Wesson,
calibre 38. Hechos del 9 de diciembre de 2006 (víctima: Octavio Galindo Carreño), en los que el material
supuestamente incautado fue una pistola, un radio scanner, un proveedor, una vainilla y proyectiles. Hechos
del 14 de diciembre de 2006 (víctima: José Misael Moreno Quiroga), en los que el material supuestamente
incautado fue un revólver calibre 38, cartuchos y granada de fragmentación. Hechos del 6 de enero de 2007
(víctima: Ovidio Ortiz Sepúlveda), en los que el material supuestamente incautado fue un revólver y una
granada de fragmentación. Hechos del 4 de marzo de 2007 (víctima: PNI), en los que el material supuestamente
incautado fue una pistola Prieto Beretta, un proveedor 9 mm, 3 cartuchos 9 mm, un radio marca Yaesu, una

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que se registraron dos personas muertas y los elementos recuperados contaban con
rasgos parecidos a los del primer grupo1378. Esto quiere decir que, en el 45% de los
hechos en que se presentaron los homicidios perpetrados por efectivos del BIPIG y del
BIMAG, las versiones empleadas para encubrir su ilegalidad ofrecían serias dudas
sobre su certeza.

1214. En el Informe No. 5 de la Fiscalía General de la Nación se elucidaron argumentos


mediante los que se estableció que las versiones exculpatorias de los efectivos del
Ejército Nacional involucrados en la comisión de ejecuciones extrajudiciales -mediante
las que se argüía que una o dos personas provistas de pistolas o revólveres se habían
enfrentado a la tropa- resultaban manifiestamente irrazonables1379. Esto debido a que
las reglas de la experiencia muestran que es improbable que alguien provoque una
confrontación armada con unas tropas, viéndose superado con creces en número,
entrenamiento y capacidad de fuego. Además, los resultados eran los mismos: todos
los supuestos delincuentes dados de baja, es decir, ningún capturado o herido y,
correlativamente, por el lado de las tropas, cero afectaciones.

1215. Por ende, se tiene que las versiones consignadas en los soportes operacionales
relacionados con los homicidios perpetrados durante la comandancia de Alfonso
Lasprilla Villamizar en las que se manifestó que las bajas reportadas eran el resultado
de enfrentamientos entre un número reducido de personas dotadas de armas cortas con

antena de goma, una batería y un estuche de cuero. Hechos del 6 de abril de 2007 (víctima: Wynther Jackson
Trujillo Trujillo), en los que el material supuestamente incautado fue una pistola hechiza calibre 7.65 con
proveedor y cinco cartuchos. Hechos del 8 de abril de 2007 (víctima: Elder Rodríguez Sánchez), en los que el
material supuestamente incautado fue un revólver calibre 38. Hechos del 11 de abril de 2007 (víctima: Jhon
Germán Vargas Calderón), en los que el material supuestamente incautado fue un revolver y cinco cartuchos.
Hechos del 21 de mayo de 2007 (víctima: Arley Vega), en los que el material supuestamente incautado fue un
revolver, un cartucho, vainillas, y una granada de fragmentación. Hechos del 14 de junio de 2007 (víctima:
Silvestre Delgado Cuellar), en los que el material supuestamente incautado fue un revólver calibre 38. Hechos
del 26 de junio de 2007 (víctima: Orlando Rivera Artunduaga), en los que el material supuestamente incautado
fue un revólver calibre 38. Hechos del 10 de agosto de 2007 (víctima: Diego Andrés Molina), en los que el
material supuestamente incautado fue un revólver, cartuchos, vainillas y una granada de mano. Hechos del
19 de agosto de 2007 (víctima: Lenin Yustres Amézquita), en los que el material supuestamente incautado fue
un revólver, vainillas, cartuchos, seguro metálico de granada una espoleta metálica y proyectiles. Hechos del
14 de septiembre de 2007 (víctima: Joselo Sánchez Sarria), en los que el material supuestamente incautado fue
un changón, cartuchos y vainillas.
1378 Hechos del 14 de junio de 2007 (víctima: Silvestre Delgado Cuellar), en los que el material supuestamente

incautado fue un revólver calibre 38. Hechos del 26 de junio de 2007 (víctima: Orlando Rivera Artunduaga),
en los que el material supuestamente incautado fue un revólver calibre 38. Hechos del 10 de agosto de 2007
(víctima: Diego Andrés Molina), en los que el material supuestamente incautado fue un revólver, cartuchos,
vainillas y una granada de mano. Hechos del 19 de agosto de 2007 (víctima: Lenin Yustres Amézquita), en los
que el material supuestamente incautado fue un revólver, vainillas, cartuchos, seguro metálico de granada una
espoleta metálica y proyectiles. Hechos del 14 de septiembre de 2007 (víctima: Joselo Sánchez Sarria), en los
que el material supuestamente incautado fue un changón, cartuchos y vainillas.
1379 En el Informe No. 5 de la Fiscalía General de la Nación, se expuso lo siguiente: “(…) resulta además poco

razonable que una persona encontrándose en una notoria desventaja frente a su inminente contendor, no
solamente en número de atacantes, sino también en armas utilizadas y hasta en entrenamiento militar,
pretenda enfrentar a un grupo de hombres fuertemente armados con un revólver”. Fiscalía General de la
Nación. “Informe Número 5”. Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.

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secciones o pelotones completos del BIPIG o del BIMAG, contaban con la aptitud
necesaria para que de manera razonada se cuestionara la existencia de un combate entre
los efectivos implicados y las personas asesinadas. Lo expuesto cobra mayor relevancia
si se considera que en 28 de los 61 hechos (45%) en los que se ha establecido por la Sala
la comisión de homicidios perpetrados por efectivos de dichas unidades tácticas
durante la comandancia de la Novena Brigada de Lasprilla Villamizar, se acudió a ese
método de encubrimiento.

1216. Ahora, las anteriores argumentaciones al respecto del conocimiento de Lasprilla


Villamizar sobre las ejecuciones extrajudiciales se pueden ver reflejadas en dos hechos
consumados por miembros del BIPIG, en los que el antiguo comandante de la Novena
Brigada incluso hizo acto de presencia una vez se materializaron las bajas.

1217. Según lo indicado por el señor Jhon Esteban Urueta Ballesteros1380, se tuvo
conocimiento de que el señor Lasprilla Villamizar acudió en dos ocasiones distintas a
los lugares donde la unidad que Urueta integraba reportó bajas en combate que en
realidad eran homicidios en los que se simuló un combate: (i) en los hechos ocurridos
el 23 de enero de 2007, en la vereda Los Laureles de Gigante (Huila) (se quitó la vida a
cuatro personas) y (ii) en la vereda La Chonta del mismo municipio, el 12 de abril del
2007 (fallecieron cinco personas). De acuerdo con el relato del señor Urueta Ballesteros,
el otrora comandante de brigada se acercó al sitio con la intención de felicitar al pelotón
que había perpetrado el ilícito.

1218. Aunado a ello, tal como lo precisó el referido exmilitar, ambas operaciones
fueron planeadas y los integrantes del pelotón y el comandante del BIPIG sabían que se
iba a presentar una baja ilegal. Igualmente, acotó que en el primero de los eventos
fungía como comandante interino el señor Luis Armando Gómez Ruge, quien hizo
parte del Estado Mayor de la Novena Brigada -específicamente del B3- durante la
comandancia de Lasprilla Villamizar.

1219. Para la Sala es incuestionable que el señor Lasprilla debía haber sabido que los
operativos eran ilegales debido a que el operativo del 23 de enero de 2007 era
supuestamente en contra de una Columna Móvil de las FARC, es decir, una unidad de
combate altamente especializada, pero se dio cerca de una casa y a los ejecutados se les
hallaron armas cortas, lo cual tenía que parecerle inverosímil a un oficial de su perfil y
su experiencia.

1220. Así mismo, y de la mano con lo anterior, al señor Lasprilla Villamizar debió
resultarle, al menos extraño, que dos meses después, el mismo pelotón tuviera un
encuentro armado con un grupo de delincuencia común (como ya se recalcó, no era
parte del “enemigo” del BIPIG), compuesto nuevamente por un número reducido de
personas, quienes únicamente portaban revólveres.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1380

de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.

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1221. De igual manera, como el señor Lasprilla Villamizar acudió al lugar de los
hechos, y era una persona que contaba con una extensa y distinguida carrera militar,
debió notar irregularidades patentes en la escena, como la ubicación de los cuerpos, el
tipo de elementos que portaban, cómo vestían, y el tipo de heridas propinadas. Sobre
este último punto, es menester recalcar que a las víctimas del hecho del 12 de abril de
2007 se les hallaron rastros de lesiones por objetos contundentes, que habían sido
propinadas previamente a su deceso, lo cual coincide con el relato del señor Urueta
Ballesteros (quien participó de manera determinante en el operativo) ya que aseguró
que a los occisos se les retuvo antes de quitarles la vida y, a uno que trató de escapar,
se le agredió una vez fue recapturado, pero también que las víctimas fueron llevadas al
lugar de los hechos en coordinación con los informantes de la sección de inteligencia
del BIPIG

1222. Junto con lo anterior, uno de los hechos se consumó con aquiescencia de un
miembro del Estado Mayor de Lasprilla Villamizar, quien estaba momentáneamente al
mando del BIPIG mientras el titular del cargo se hallaba de vacaciones. Dada la cercanía
funcional entre Lasprilla y su oficial de operaciones en la Brigada es razonable inferir
que tuvo la oportunidad de enterarse de los pormenores de lo ocurrido y de advertir
las protuberantes irregularidades de cómo se presentó el falso combate.

1223. Con base en todo esto, se aprecian bases suficientes para entender que es claro
que el señor Lasprilla Villamizar tuvo amplias oportunidades para identificar las
inconsistencias que estaban reportando el BIPIG y las otras unidades de la Brigada
Novena, especialmente si de primera mano pudo percibir escenas de hechos donde
supuestamente militares se habían enfrentado con grupos de personas de número
reducido y con una diferencia notable en el poderío bélico en comparación con los
integrantes del Ejército Nacional.

1224. De esta manera, la Sala encuentra que Jaime Alfonzo Lasprilla Villamizar
contaba con elementos suficientes para detectar la existencia de irregularidades
notorias en las bajas reportadas por el BIPIG, el BIMAG y otras unidades durante su
comandancia de la Novena Brigada. Atendiendo a ello, era procedente que adoptara
medidas adecuadas y oportunas para constatar la legitimidad de las muertes en
combate registradas por los efectivos bajo su mando y evitar que se repitieran crímenes
como los descritos con antelación. Se insiste en que tal actuación no tuvo lugar, según
como se evidenciará en los acápites siguientes.

3.2.2.2 El compareciente ejerció presiones tendientes a la producción de muertes en


combate.

1225. La Sala ha encontrado que, a pesar de las situaciones descritas en el apartado


anterior, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar ejerció presiones constantes sobre los
efectivos de las unidades tácticas bajo su mando para que reportaran muertes en
combate. Lo expuesto fue reconocido por Carlos Yair Salamanca Robles, quien se

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desempeñó como comandante del BIPIG durante del periodo analizado:

“PREGUNTADO: ahora me gustaría preguntarle a nivel de brigada, ¿usted alcanzó a tener


programas radiales con el señor Pérez Guarnizo? RESPONDIÓ: no señor. PREGUNTADO:
¿entonces las presiones que usted describió previamente venían del señor Lasprilla? RESPONDIÓ:
si, la exigencia de resultados del comandante de la brigada y estuve un mes con mi general Pérez
Laiseca. PREGUNTADO: entonces, digamos, le pregunto nuevamente de manera muy puntual
¿cuándo usted se refiere a resultados está hablando de bajas en combate? RESPONDIÓ: correcto
(…). PREGUNTADO: ¿cómo exigía las bajas? RESPONDIÓ: pues… como lo manifesté esta
mañana “buenos días, llevamos tantos días sin afectación al enemigo y ahora sigan (inaudible) su
reporte”, ya después de que recibía el reporte de todas las unidades de la jurisdicción entonces él
decía “bueno qué pasa ya con las bajas, mire que llega mucha información, me llega aquí
informaciones a la brigada, me llaman, entonces qué pasa, tenemos información por inteligencia
técnica y eso no se ve”1381. (negrillas agregadas)

1226. En similar sentido, Nelson Mora Fulano, quien bajo el grado de Sargento fungió
como comandante de la segunda sección del cuarto pelotón de la compañía Catapulta
del BIPIG, señaló que Lasprilla Villamizar ejercía presiones para la producción de
muertes en combate en los programas radiales que realizaba en calidad de comandante
de la Novena Brigada. Esto tuvo lugar mediante comparaciones entre los resultados
de las unidas tácticas y reproches públicos a los comandantes de los batallones que no
presentaban cifras satisfactorias. En palabras de Mora Fulano:

“(…) las comparaciones eran esas, después del regaño venía, bueno, por ejemplo, el Magdalena
lleva 10 bajas en operaciones, un ejemplo, por qué el Pigoanza que tiene más campo de acción solo
reporta 7, explique señor coronel, el señor coronel no sabía que decir, sino mi general tengo las
misiones tácticas (…) pero desafortunadamente no había contacto armado o definitivamente por
el sector los grupos al margen de la ley, no sé si era que obviaban o nos veían bien parados en el
terreno y no buscaban el combate”1382.

1227. En este punto tiene un significado especial el episodio descrito por Henry
Ballesteros Plata, quien se desempeñó como comandante del Batallón Tenerife durante
el periodo en que Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar fue comandante de la Novena
Brigada, sobre las presiones que se ejercían al interior del Ejercito Nacional para la
producción de muertes en combate. Sobre ese aspecto, Ballesteros Plata relató que en
abril de 2007, Mario Montoya Uribe, en calidad de comandante del Ejército Nacional,
realizó una visita a esa unidad operativa menor.

1228. Según lo manifestado por Ballesteros Plata, al evento asistieron los comandantes
de las unidades que conformaban la Novena Brigada y Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar. Durante su desarrollo, se dispuso la formación del personal, por lo que se
reunieron más de 400 hombres, con el propósito de que públicamente se presentaran
los resultados obtenidos a Montoya Uribe.

1381 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0493.
1382 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Nelson Mora Fulano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0290.

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1229. Henrry Ballesteros Plata relató que llegado su turno, en presencia de Lasprilla
Villamizar y de los demás asistentes al evento, le comentó a Mario Montoya Uribe que
el Batallón Tenerife contaba con cuatro bajas y seis desmovilizaciones. Según
Ballesteros Plata, la reacción de Montoya Uribe ante tal manifestación fue reprenderlo
públicamente, indicándole que los resultados reportados debían corresponder a 10
bajas. Ballesteros Plata señaló que su respuesta a ese requerimiento consistió en
manifestarle a Mario Montoya Uribe: “yo no voy a hacer nada que vaya en contra de la ley,
yo no hago nada ilícito, todo lo hago dentro de la Constitución”1383. Frente a las razones que
le permitían entender que el comandante del Ejército Nacional le estaba solicitando la
comisión de un delito, Ballesteros Plata indicó:

“RESPONDIÓ: doctor, es que eso fue muy evidente. Le dije, 4 bajas, 6 desmovilizados, y el
inmediatamente se puso furioso, inicio, ‘debía haber llevado 6 bajas, no 4’, perdón, ‘10 bajas, mas
no 4’, como que me está diciendo, hermano, qué paso con esos 6 que se entregaron, entonces por
eso fue que yo le dije así, ‘mi general, yo no hago cosas ilícitas’, por eso fue que yo le respondí así,
porque es que prácticamente yo iba a entender no solamente a mí, sino a todas las personas que
estaban ahí, que eran los comandantes de los batallones, era muy evidente doctor, entonces por
eso fue que le respondí así. PREGUNTADO: para precisar su respuesta, lo que usted entendió ¿es
que el general Mario Montoya, lo que le cuestionaba era que usted hubiera presentado a esas
personas como capturas en vez de haber procedido a asesinarlas? RESPONDIÓ: total, total doctor,
y me relevo ahí, por eso. Era presión que estaba ejerciendo”. (Negrilla añadida)

1383Al respecto, Ballesteros Plata, comentó: “PREGUNTADO: Hablemos ahora del programa del comandante
del Ejército ¿con qué frecuencia, cada cuanto se hacia ese programa? RESPONDIÓ: el programa, doctor,
realmente no estoy seguro si era quincenal, o semanal, o mensual, pero el comandante del Ejército hacia
programa, ¡eh! […] primero que todo, él todos los días hablaba con los comandantes de brigada. Hablo
específicamente de cuando yo estuve en 2007, el general Montoya, eso sí, él todos los días hacia programa con
el comandante del ejército, igualmente le tenía que mostrar, o decir las novedades y siempre pedía los
resultados, que lo siguiente, que aquello. Con ellos constantemente, o cuando hacía con todos nosotros,
debíamos estar a la escucha, nada más a la escucha y de vez en cuando llamaba a alguno, no a todos, a algunos
los llamaba para felicitarlos, a otros para presionar. PREGUNTADO: ¿Cómo eran esos llamados a los
comandantes de batallón? ¿qué les decía cuando los felicitaba y qué les decía en los llamados de atención?
RESPONDIÓ: no, el si era una persona muy osca, muy irrespetuosa y comparativo, “no es que este si ha dado
resultados, mire, usted no, se lo voy a prestar para que les enseñe como es que se hacen los resultados”, era
bastante odioso en esos comparativos que el hacía, pero el sí comparaba mucho y vivía era pidiendo resultados,
eran todos los programas, “¿y si me escucha fulano de tal?” “sí señor, QSL mi general, estoy a la escucha”,
algunos como le digo los felicitaba o los vaciaba, pero en eso se centraba siempre los resultados y las
inspecciones a las unidades, que era lo más crítico a las inspecciones. PREGUNTADO: ¿por qué razón?
RESPONDIÓ: porque, me paso a mi doctor, le hablo como del 1 de abril, creo que fue, en ese entonces, mis
tropas llevaban 4 bajas, y 6 desmovilizados y pues siempre eso obedece a un protocolo, entonces, que viene el
comandante del ejército, todo el mundo eso iniciaba a temblar porque él […] ya lo conocía, resultados. Llego
ahí entonces tenían que ir todos los comandantes de batallón de la jurisdicción, Pigoanza, Magdalena, en orden
de antigüedad, y se tenía que preguntar el protocolo ahí uno en la guardia “mi general, buenos días”, que no
sé qué pendejada, el cabo mío, “comandante del batallón Tenerife, se presenta, y resultados” (él siempre era
resultados) “cuatro bajas, seis desmovilizados” [inaudible] “no, eso no es así, ya debía llevar 10”
PREGUNTADO: ¿diez qué? RESPONDIÓ: diez bajas, o sea, yo le dije 4 bajas, 6 desmovilizados y el “deberían
ser 10 bajas” inicio a regañarme entonces cuando empezó a regañarme y yo le dije, “que pena, yo no voy nada
que vaya en contra de la ley, yo no hago nada ilícito, todo lo hago dentro de la Constitución”, “relevado”. El
relevarlo a uno como comandante de batallón eso era, mejor dicho, el desprestigio para uno, ya no sirvo para
nada, “como ordené mi general” yo no nací aquí y algún día me tenía que retirar decía yo”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración de Henry Ballesteros
Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0692.

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1230. Lo expuesto evidencia que, en el episodio ocurrido en el mes de abril de 2007, la


presión por la producción por bajas ejercida sobre las unidades que integraban la
Novena Brigada del Ejército Nacional abarcó el requerimiento referido a la comisión de
ejecuciones extrajudiciales para aumentar las estadísticas de muertes en combate sobre
el enemigo. Se destaca que en esa ocasión la reacción de Montoya Uribe frente a la
negativa de Ballesteros Plata, fue la de relevarlo de la comandancia del Batallón
Tenerife de manera pública e inmediata. Tal situación, tuvo lugar en presencia de
Lasprilla Villamizar y de los comandantes de las demás unidades tácticas que
conformaban esa unidad operativa menor.

1231. Según lo descrito por Henry Ballesteros Plata, Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar, en calidad de comandante de la Novena Brigada, no realizó ningún tipo de
reparo u oposición al requerimiento de Mario Montoya Uribe asociado a la comisión de
asesinatos con el propósito de incrementar el reporte de bajas en combate. De hecho,
del relato de Ballesteros Plata se deriva que Lasprilla Villamizar no emitió ningún tipo
de instrucción encaminada a que los comandantes de las unidades que hacían parte de
dicha unidad operativa menor no incurrieran en la comisión de homicidios para
hacerlos pasar como muertes legítimas, al tenor de los reproches expresados por
Montoya Uribe. En relación con dicho aspecto, Henry Ballesteros Plata, señaló:

“PREGUNTADO: ¿ninguno de los presentes en el momento pensó en realizar alguna queja o


denuncia en relación con ese tipo de solicitud que según lo que usted nos está explicando era a
todas las luces ilegal? RESPONDIÓ: yo no, yo nunca presenté alguna queja, porque primero que
todo, a pesar de que ya ahí moralmente estaba destruido porque me había relevado de comandante
de batallón, ya me había relevado, pero en ese momento, pensaba ya en ese momento en mi trasteo,
en irme, ahora para dónde me van a mandar, ya voy era a pedir la baja, porque como le digo, era
un descredito ser relevado como comandante de batallón, pero yo nunca pensé en ir a colocar una
queja. PREGUNTADO: ¿usted nos podría comentar qué otras personas estaban presentes en ese
momento, digamos, superiores suyos o pares suyos en la jerarquía militar? RESPONDIÓ: claro,
estaba el comandante de la brigada, que era el señor general Lasprilla, estaba todo su estado
mayor. Como le digo, eso es un protocolo que se hace ahí, en la línea de mando. Estaba todo, el
comandante de la división, el señor general Matamoros, y todos los comandantes de batallón para
esa fecha, comandante de batallón de servicios, comandante de batallón Magdalena, comandante
de batallón Pigoanza, el coronel Guanumen, que estaba allá comandante de […], a no, perdón él
no estaba porque estaba allá con su problema, entonces estaba esperando allá al comandante del
Ejército que se iba para allá para la jurisdicción de él. Aparte de eso, estamos hablando de unas
300, 400 personas porque eso fue en la guardia de la brigada y posteriormente fue y lo repitió allá
en plena formación, 300, 400 personas habría. PREGUNTADO: ¿cuál fue la reacción del señor
Lasprilla en ese momento? RESPONDIÓ: en ese momento, el calló, el calló porque en ese momento,
todos, incluso el comandante de la brigada se calló porque él estaba bastante furioso, el
comandante del Ejército. Estaba el comandante furioso por el hecho que había pasado arriba en
Balsillas, como le dije, un soldado borracho había asesinado como a tres personas, tres, cuatro
personas, estaban centralizados era en eso. Pero después, a pesar de que no me lo dijeron, ellos
fueron los que hablaron por mí, que no me fuera a relevar a mí del batallón, que yo era excelente
oficial, incluso, no excelente sino, sobresaliente, y esas mismas palabras las repitió allá después en
la noche, porque como le digo, después en la noche, nuevamente hicieron formación que para
nuevamente asumiera como comandante del batallón. Entonces los testigos eso eran 300, 400
personas. PREGUNTADO: ¿el general Lasprilla en algún momento le hizo algún comentario en
relación con el alcance de esa orden digamos que involucraba, pues, flagrantemente, la comisión

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de una acción ilegal, le dijo acátela, no la acate? RESPONDIÓ: no, no, no él nunca (…)”1384.
(negrillas agregadas)

1232. En este punto debe considerarse que, si bien el requerimiento referido a la


comisión de ejecuciones extrajudiciales provino de Mario Montoya Uribe en condición
de comandante del Ejército Nacional, conforme con nuestro ordenamiento
constitucional, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, a pesar de ser un subalterno de
Montoya Uribe, se encontraba compelido a cuestionar esa orden, dado que implicaba
la comisión de violaciones a los derechos humanos y de infracciones al Derecho
Internacional Humanitario1385. Conforme con ello, debía adoptar las medidas necesarias
para que los comandantes de las unidades adscritas a la Novena Brigada no dieran
cumplimiento a la exigencia referida a asesinar a las personas capturadas con el objeto
de incrementar el registro de resultados operacionales referidos a la producción de
muertes en combate.

1233. Tal como se expuso previamente, Lasprilla Villamizar no adoptó ninguna


medida en el sentido expuesto con antelación, pues se limitó a guardar silencio y a
continuar con las presiones para que desde las unidades priorizadas se reportaran bajas.
Lo anterior, a pesar de que conocía de varias situaciones que le indicaban que los
efectivos bajo su mando estaban cometiendo asesinatos para presentarlos como
resultados legítimos mediante la simulación de combates, según como se evidenció en
el acápite precedente.

3.2.2.3 El compareciente incentivó la producción de bajas en combate como resultado


operacional tangible prevalente.

1234. La Sala estima que hay bases suficientes para considerar que Jaime Alfonso
Lasprilla Villamizar, como comandante de la Novena Brigada, además incentivó la
producción de muertes en combate por parte de las unidades que conformaban esa
unidad operativa menor, como resultado operacional tangible prevalente. Esto tuvo
lugar mediante el otorgamiento de felicitaciones a los subalternos que reportaban ese
tipo de resultados operacionales. Lo expuesto fue descrito por Jesús Mauricio Jiménez

1384Ibidem.
1385Al respecto, la Corte Constitucional, ha preciado lo siguiente: “[e]n conclusión, el principio constitucional
de obediencia debida (Art. 91, CP) no implica un principio de obediencia ciega. Las personas que hacen parte
de las Fuerzas Militares no están obligadas a obedecer una orden que implique una violación a los derechos
humanos, una infracción al derecho internacional humanitario -DIH-, o al derecho internacional de los
derechos humanos, pues, en estricto sentido, bajo el orden constitucional vigente esa no puede ser una orden
militar legítima”. A partir de lo anterior, se señaló que: “[e]xisten pues, varias causales que mostrarían que las
personas sí pueden demandar fundamentos de las órdenes castrenses, aun en desarrollo de operaciones
militares, o apartarse o modificarlas, sin lugar a responsabilidad disciplinaria. Esto ocurriría si la actuación de
subalterno se sustenta (i) en estricto cumplimiento de un deber constitucional o legal, como lo es el respeto a
la dignidad humana. Cuando el subalterno actuó para (ii) salvar un derecho, bien sea propio o ajeno, al cual
deba ceder el cumplimiento del deber militar, siempre y cuando haya lugar a esto en razón de la necesidad, la
adecuación, la proporcionalidad y la razonabilidad. Incluso, (iii) si una persona erradamente cree que para
cumplir la Constitución o proteger la dignidad humana debe desobedecer una orden o cuestionarla, podría
alegar la exclusión de su responsabilidad por haber actuado ‘con la convicción errada e invencible de que su
conducta no constituye falta disciplinaria”. Corte Constitucional. Sentencia C-570 de 2019.

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Botina, quien se desempeñó como comandante del 4º Pelotón de la compañía Catapulta


del BIMAG, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: ¿recuerda qué comandante de brigada hacía ese programa? RESPONDIÓ:


coronel Lasprilla. PREGUNTADO: ¿qué se hablaba en el programa con el coronel Lasprilla como
comandante de la brigada? RESPONDIÓ: bueno, el más que todo felicitaba a las unidades por los
resultados operacionales y de pronto ya temas actuales, por lo general eran felicitaciones y hacían
cuadros comparativos de cuantos resultados llevaba una unidad, cuantos llevaba la otra.
PREGUNTADO: ¿por qué resultados felicitaba el coronel Lasprilla? RESPONDIÓ: por las bajas
de ese momento durante la semana. RESPONDIÓ: y en esos cuadros comparativos que usted
menciona ¿cuáles unidades estaban en la parte alta? RESPONDIÓ: me acuerdo que era nosotros y
el de magdalena. PREGUNTADO: y los resultados que determinaban que los batallones estuvieran
en la parte alta eran todos los que producía el batallón o eran algunos en particular. RESPONDIÓ:
las muertes, resultados operacionales eran las muertes, así de sencillo”1386. (Negrilla añadida)

1235. Como puede verse, Jiménez Botina señaló que las felicitaciones que otorgaba
Lasprilla Villamizar se circunscribían a la producción de bajas en combate. Dicho
compareciente explicó con precisión que la presentación de ese resultado operacional
era lo que conducía a que las unidades tácticas que hacían parte de la Novena Brigada
y sus comandantes fueran reconocidos públicamente y valorados de manera positiva
por el comandante de dicha unidad operativa menor. Lo expuesto, fue ratificado por
Henry Ballesteros Plata, en los siguientes términos:

“PREGUNTADO: antes de pasar al del comandante del Ejército, quisiera continuar con el de
brigada ¿el comandante de brigada, daba indicaciones a las tropas, cuando las tropas estaban a la
escucha, les daba indicaciones directamente? RESPONDIÓ: no, no, no. En eso sí, en el caso mío, él
fue muy respetuoso, siempre las ordenes que emitió las emitía a través mío. PREGUNTADO: en
los programas de comandantes de brigada sobre todo en los que estaban a la escucha de las
unidades en el área ¿se hacían comparaciones entre los batallones? ¿Se decía, “mire, el Tenerife
está haciendo esto, o señores del Pigoanza, mire cómo funciona el Tenerife? RESPONDIÓ: claro y
lo felicitaba, ‘muy bien por la compañía Delta del batallón Pigoanza, felicitaciones allá al
comandante, ¿me escucha?’ ‘sí señor, QSL mi coronel, estoy a la escucha’, ‘lo felicito mijo’
PREGUNTADO: ¿y en qué casos o por qué motivos felicitaba el comandante de la brigada?
RESPONDIÓ: normalmente felicitaban a las unidades era por bajas, por bajas era que se
felicitaba a las unidades. Pero él también, por ejemplo, si el doctor coge mi hoja de vida, entonces
ahí que, por el mantenimiento de las instalaciones, también por los resultados operacionales de las
unidades, ahí iba uno”. (Negrilla añadida)

1236. Lo expuesto evidencia que, a pesar de la existencia de (i) denuncias sobre la


comisión de ejecuciones extrajudiciales por parte de las unidades priorizadas, (ii) de
discordancias frente a los objetivos respecto de los que se reportó una fracción
importante de las muertes cuestionadas y los blancos señalados en las ordenes de
operaciones de la Novena Brigada, (iii) de versiones de los hechos consignadas en los
soportes operacionales que de entrada generaban serias dudas sobre la existencia de
combates; así como (iii) de requerimientos provenientes de la comandancia del Ejército
Nacional referidos al homicidio de personas capturadas para aumentar las estadísticas

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1386

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.

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de muertes en combate, Lasprilla Villamizar ejerció presiones para que se


incrementaran las bajas y centró los reconocimientos al personal bajo su mando en la
producción de ese tipo de resultados.

1237. En los acápites precedentes de está providencia, se evidenció la correlación que


existió entre las presiones por bajas, los incentivos concedidos por su consecución y los
asesinatos investigados1387. Por tanto, las conductas de Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar descritas en el párrafo precedente, constituyeron un aporte esencial para la
consolidación de los patrones macrocriminales identificados por la Sala.

3.2.2.4 El compareciente no realizó un control efectivo para establecer la legalidad de


las bajas reportadas.

1238. Tal como se expuso previamente, el Manual “Organización Estado Mayor y


Operaciones” (EJC 3-50) del año 2005, establece que los comandantes tienen la
obligación de ejercer control posterior sobre las operaciones militares ejecutadas por el
personal bajo su mando1388. Lo expuesto es concordante con el precedente constitucional
que dispone que los miembros de la fuerza pública cuentan con la obligación de tomar
“las precauciones posibles para asegurar que la fuerza se emplee de conformidad con el marco
jurídico vigente y protegiendo el derecho a la vida en la máxima medida posible”1389.

1239. Por tanto, la Sala encuentra que de conformidad con el ordenamiento jurídico,
Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, en calidad de comandante de la Novena Brigada,
tenía el deber de adelantar acciones adecuadas para verificar que las bajas reportadas
por las unidades tácticas bajo su mando eran legítimas. Esa obligación tenía que
cumplirse mediante el control material de las carpetas en las que (i) se reportaban las
muertes en combate o (ii) se requerían los recursos necesarios para el pago de
recompensas o informaciones que posibilitaban la consecución de ese tipo de resultados
operacionales.

1240. Durante la comandancia de la Novena Brigada de Lasprilla Villamizar, las


carpetas de resultados operacionales en las que se reportaban muertes en combate,
estaban conformadas por: (i) el radiograma en el que se daba parte del inicio de la
operación, (ii) la misión táctica con sus anexos, (iii) el acta de lecciones aprendidas (iv)
el informe de patrullaje, (v) el informe del primer respondiente, (vi) el acta de
inspección de cadáver o del informe de necropsia y (vii) el acta del material
incautado1390.

1387 Ver el acápite referido a la calificación de las conductas imputadas a Carlos Yair Salamanca Robles en
calidad de comandante del BIPIG (Infra.).
1388 Ejército Nacional. “Manual EJC.3-50 Reservado, Organización Estado Mayor y Operaciones”.

1389 Corte Constitucional. Sentencia C-340 del 2019.

1390 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552 y Versión Voluntaria de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0555.

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1241. Los documentos previamente referidos eran remitidos a dicha unidad operativa
menor desde la unidad táctica que había causado la baja. Allí, eran objeto de revisión
por parte del oficial de operaciones y del comandante de la Novena Brigada. Lo
expuesto fue reconocido por Luis Armando Gómez Ruge en los siguientes términos:

“PREGUNTADO: ¿Qué control debía realizar sobre los informes? RESPONDIÓ: los informes que
los S3 me enviaban sobre los resultados operacionales, se organizaban cada uno en una carpeta.
Lo primero, era el radiograma donde nos indicaban que iniciaban operaciones, el siguiente era el
informe de patrullaje que lo hacia el comandante del pelotón, porque eso viene desde la unidad
operativa, desde el pelotón hacían el informe de patrullaje y se lo enviaban al 3, el informe de
identificación del primer respondiente, las lecciones aprendidas, me anexaban los documentos de
los levantamientos que se hacían en los puntos, las coordinaciones que ellos debían hacer con la
autoridad competente en apoyos para facilitarles el traslado hasta el área donde se presentaron los
combates. Esa información, ellos una vez la tenían completa, me la enviaban a la brigada, nosotros
revisábamos esa documentación; ah, inclusive, ellos nos enviaban información si se abría la
investigación preliminar disciplinaria. Esa información llegaba al 3 de la Brigada y se la
pasábamos al comandante de la brigada. Hasta ahí llegaba la función de nosotros, de decirle al
comandante: acá esta la carpeta, ya se revisó, está completa. Pero ya arrancaba ahí era un tema del
comandante de la brigada con el comandante del Batallón (...)”. (Negrilla añadida)

1242. En el marco del presente caso, el señor Lasprilla Villamizar ha manifestado que
su deber en relación con las carpetas operacionales mediante las que se reportaban bajas
del enemigo se limitaba a verificar que los documentos que las debían conformar
estuvieran completos (control meramente formal), sin que le correspondiera adelantar
un análisis sobre su contenido con el propósito de establecer la legitimidad de las
muertes en combate registradas por las unidades tácticas bajo su mando. A juicio de la
Sala, la postura expuesta por dicho compareciente es inadmisible, en la medida en que
desconoce la obligación que le asiste a los comandantes de realizar un control posterior
(material) sobre las operaciones militares ejecutadas por sus subalternos, en los
términos del Manual “Organización Estado Mayor y Operaciones” (EJC 3-50) del año
2005 y del precedente constitucional que ilustra su hermenéutica1391. Del mismo modo,
Henry Ballesteros Plata, en su declaración jurada, de conformidad con su experiencia
militar, le indicó a la Sala que era deber del comandante de la Novena Brigada
cerciorarse de la legalidad de las bajas reportadas desde las unidades tácticas mediante
el análisis de los legajos de resultados operacionales1392.

1243. De esta forma es claro que Lasprilla Villamizar, en calidad de comandante de la


Novena Brigada, tenía la obligación de disponer lo necesario para que al interior de esa
unidad operativa menor se adelantara una revisión material de los documentos que

Corte Constitucional. Sentencia C-340 del 2019.


1391

“PREGUNTADO: ¿y que tramite se le daba a la copia de la carpeta [de resultados operacionales] que iba a
1392

la brigada? RESPONDIÓ: no se doctor, me imagino que igual, la miraba el comandante de la brigada, me


imagino que también debía coger y mirar, pero ya en un nivel más alto, mirar que llevara los documentos y
que realmente se había desarrollado en el marco de la ley y la constitución. PREGUNTADO: es decir, ¿el
comandante de la brigada a través de la revisión de la carpeta también debía verificar si había elementos
que determinaran le legitimidad o ilegitimidad del resultado? RESPONDIÓ: total doctor, total”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración de Henry Ballesteros
Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0692.

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integraban las carpetas de resultados operacionales consistentes en muertes en


combate, con el objetivo de verificar que se trató de acciones legítimas. Tal conclusión
cobra mayor fuerza si se toma en cuenta que durante la comandancia de dicho
compareciente se presentaron distintas circunstancias de las que se derivaba la
existencia de irregularidades en la producción de ese tipo de resultados, tal como se
explicó en los apartados precedentes1393.

1244. Al respecto, se destaca que a partir del análisis de las misiones tácticas, los
informes de patrullaje y las actas de material incautado que integraban las carpetas de
resultados operacionales reportados por los batallones, se hubiera podido detectar
oportunamente que un cúmulo importante de los homicidios perpetrados por
integrantes del BIPIG y del BIMAG correspondían a supuestas acciones en contra de la
delincuencia común, sin que este fuera un blanco de operaciones ofensivas, de acuerdo
con las órdenes de operaciones de la Novena Brigada. Tal como se expuso previamente,
esa situación denotaba un proceder irregular por parte de las unidades tácticas adscritas
a dicha unidad operativa menor, debido a que permitían advertir que el “esfuerzo
militar” estaba siendo dirigido hacia objetivos distintos a los previamente planteados
desde el nivel estratégico.

1245. A la misma conclusión debe arribarse en relación con los hechos caracterizados
por la simulación de combates mediante la incorporación de armas cortas a los cuerpos
de las víctimas y por el empleo de declaraciones falsas de los implicados en las que se
adujo que las personas asesinadas habían provocado un combate con la tropa a pesar
de encontrarse en una evidente desventaja numérica. Tal como se indicó en los acápites
precedentes, esas versiones ofrecían serias dudas sobre su veracidad.

1246. Por tanto, era razonable que ante las denuncias referidas a la comisión de
homicidios por el personal bajo el mando de Lasprilla Villamizar, aunadas a las
irregularidades descritas previamente, dicho compareciente dispusiera lo necesario
para que al interior de la Novena Brigada se verificara la legalidad de las muertes
reportadas en las operaciones efectuadas por el BIPIG y el BIMAG, mediante una
revisión detallada de las carpetas de resultados operacionales.

1247. En tal virtud, la Sala encuentra que el incumplimiento del deber de control
posterior de las operaciones militares en las que se reportaban bajas por parte de Jaime
Alfonso Lasprilla Villamizar, en calidad de comandante de la BR9, fue esencial para la
consolidación de los patrones macrocriminales investigados. Esa omisión permitió que
los asesinatos cometidos por integrantes del BIPIG y del BIMAG fueran presentados
como resultados operacionales legítimos que significaban un aporte relevante al
esfuerzo militar del Ejército Nacional. De acuerdo con ello, sus ejecutores percibieron
que se trataba de un medio eficaz para responder a las presiones ejercidas por sus
superiores y para acceder a los incentivos dispuestos para los efectivos que

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1393

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.

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contribuyeran con el incremento de los resultados operacionales. Todo, bajo la


inoperancia de los procedimientos dispuestos en la doctrina militar y el ordenamiento
jurídico para detectar las irregularidades e implementar correctivos de manera
oportuna.

1248. La misma situación se constata en relación con las carpetas en las que se
consignaban los documentos necesarios para la obtención de los dineros requeridos
para el pago de informaciones o recompensas relacionadas con la producción de
muertes en combate. Esos legajos contenían los mismos documentos que las carpetas
de resultados operacionales, más un elemento adicional: la sustentación del impacto del
resultado obtenido o de la utilidad de la información recaudada1394.

1249. En este punto, la Sala insiste en que resultan inadmisibles las afirmaciones de
Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, en las que indicó que solo le correspondía verificar
que los documentos relacionados en el párrafo precedente estuvieran completos para
dar trámite al requerimiento de dineros para el pago de recompensas o de
informaciones relacionadas con la obtención de bajas en combate. Al respecto, se reitera
que conforme con el ordenamiento jurídico, Lasprilla Villamizar tenía la obligación de
disponer lo necesario para que al interior de la Novena Brigada se realizara un control
posterior riguroso sobre la legitimidad de las operaciones en que las unidades tácticas
bajo su mando presentaron bajas. Lo expuesto, también fue reconocido por Ballesteros
Plata, en su declaración jurada1395.

1394Ibidem.
1395“PREGUNTADO: ¿y usted nos podría explicar cómo era el procedimiento para que desde el batallón se
pagaran esas recompensas? RESPONDIÓ: doctor, de los batallones normalmente los dineros que llevaban a
los batallones ya eran mínimos. Es que uno prácticamente, ni paga informaciones si no, dejaba ahí para los
[inaudible] porque si no estoy mal, era como un millón de pesos que se pagaba, que le llegaba a los batallones,
que era más que todo para manejar la parte administrativa. Lo que hacía era uno después unos oficios
solicitando a la brigada, por ejemplo, allá la brigada tenía recursos para inteligencia, para pago de
informaciones, entonces lo que uno hacia debía hacer un oficio, solicitando a la brigada el pago de X
información, y ellos la pagaban, o enviaban los dineros para que las pagaran. PREGUNTADO: ¿qué
documentación debía anexarse a ese oficio para acreditar la existencia de la baja en combate? RESPONDIÓ:
doctor, primero que todo, a través de la carpeta. Ahí ya era la prueba que realmente si se había producido el
resultado. PREGUNTADO: es decir, ¿esos mismos documentos que constaban en la carpeta se remitían con el
oficio? RESPONDIÓ: claro doctor, si PREGUNTADO: ¿y a quien se remitían? RESPONDIÓ: al comandante
de la brigada. PREGUNTADO: el comandante de la brigada debía verificar, digamos, al igual que la pregunta
anterior, ¿a partir de los elementos que ustedes le estaban remitiendo que esa baja o digamos ese resultado
operacional que estaba justificando el pago de esa recompensa fuera legitimo? RESPONDIÓ: claro, lógico
doctor. A parte de eso, el también delegaba a otra persona, quien lo debía asesorar, o las personas que lo debían
asesorar era, el jefe de operaciones y el jefe de inteligencia. Me imagino que llevan la carpeta y allá la miraban,
si esto se dio, no se dio, “venga dos, tramitar”, entonces va uno y si el dos, el jefe de inteligencia o el jefe de
operaciones, “mi general mire, esto no se puede por esto”, o “mi general no hay dinero, que vamos a hacer”
pero ellos también son directamente responsables de acreditarle al comandante de brigada si esa baja fue
dentro del marco de la operación, que se realizó como debía ser, ellos también deben apoyar a los comandantes
de brigada en eso. PREGUNTADO: según lo que hemos escuchado, en ese procedimiento se elaboraba un acta
de pago de recompensa que suscribía los integrantes del Estado mayor, el dos principalmente y el comandante
de la brigada, ¿esa firma que función tenía? ¿Daba fe de que el procedimiento en el que se había producido la
baja era un resultado legítimo? RESPONDIÓ: pues claro doctor, toda firma si uno no está de acuerdo, sencillo,
no firma, pero si yo firmo cualquier acta lo que sea, estoy dejando constancia de que lo que dice ahí es verdad,

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1250. Esto resulta trascendental frente a la configuración de los patrones


macrocriminales investigados por la Sala, pues la consecución de los recursos
destinados al pago de informaciones y recompensas por parte de las unidades
priorizadas fue fundamental para la financiación de los asesinatos y las desapariciones.
Tal como se ha expuesto a lo largo de la presente providencia, en numerosas ocasiones,
esos recursos se emplearon para la compra de los elementos necesarios para la
simulación de combates o para el pago de los “servicios” prestados por supuestos
informantes para la ubicación de las víctimas en el área de operaciones o su atracción
mediante engaños.

1251. Aquí cobra relevancia el requisito referido a la sustentación del impacto del
resultado obtenido para el trámite del pago de recompensas o informaciones, 1396. Si su
verificación se hubiera surtido de manera adecuada desde la Novena Brigada respecto
de las muertes en combate reportadas por los batallones, se habría identificado de
manera oportuna la irregularidad de esos resultados operacionales. Esto debido a que,
de conformidad con los hechos graves y representativos que han sido analizados por la
Sala para caracterizar a los patrones macrocriminales investigados, se tiene que la gran
mayoría de las víctimas de los homicidios fueron civiles. Por tanto, respecto de ellos, no
existía la posibilidad de sustentar de manera plausible una afectación sustancial a la
capacidad armada de la estructura ilegal que supuestamente se estaba atacando.

1252. De esta manera, se tiene que Lasprilla Villamizar no realizó un control adecuado
y efectivo, sobre los resultados operacionales consistentes en muertes en combate
reportadas desde las unidades tácticas bajo su mando. Al respecto, el compareciente
reconoció que solo constató que los legajos reseñados contaran con los documentos
relacionados en las listas de chequeo, sin revisar que su contenido en realidad diera
cuenta de la existencia de una operación militar legítima1397. Dicha omisión tuvo lugar,
a pesar de la ocurrencia de los sucesos descritos en los apartados precedentes, los cuales
daban cuenta de la existencia de irregularidades que ameritaban que desde la
comandancia de la Novena Brigada se intensificaran los controles operacionales sobre
las bajas presentadas por integrantes del BIMAG y del BIPIG.

ese es el propósito de la firma”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Declaración de Henry Ballesteros Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0692.
1396 En palabras de Lasprilla Villamizar: “PREGUNTADO: ¿Qué se entendería por resultado de impacto?

RESPONDIÓ: El resultado donde producto de un trabajo de inteligencia, haya sido de un informante casual o
la red que hubiera manejado la información, una unidad evalúa la información, planea la operación, conduce
y desarrolla la operación, y se da un resultado de afectación a la capacidad armada de esa estructura o de ese
actor armado ilegal. Es decir, como resultado de esa operación se da la muerte de un cabecilla (…). Como
consecuencia de ese resultado que le genera un impacto a la región porque se disminuye la capacidad de
hostilidades (…), es un impacto de seguridad para la región; y además está alineado con los objetivos
estratégicos de la brigada determinados en el plan de operaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0552.
1397 Ibidem.

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1253. El señor Lasprilla Villamizar, pretendió justificar la falta de control efectivo sobre
la información consignada en las capetas de resultados operacionales consistentes en
bajas y en los legajos que soportaban las solicitudes de dineros para el pago de
informaciones y recompensas, aduciendo que en virtud del principio de buena fe debía
otorgar plena credibilidad a los reportes de sus subalternos, sin ejercer ningún tipo de
verificación. A juicio de la Sala, el postulado constitucional en cuestión no tiene el
alcance que pretende darle el compareciente.

1254. Lo anterior debido a que el principio de buena fe no releva a las autoridades del
deber de implementar controles institucionales, con el propósito de constatar que las
actuaciones públicas o privadas se realicen de conformidad con la Constitución y la
ley1398. El razonamiento previamente expuesto tiene un significado mayor frente al uso
de la fuerza letal por parte del Estado, pues compromete la grave afectación de derechos
fundamentales como la vida y la dignidad humana, entre otros. Por tanto, no serán de
recibo los argumentos de Lasprilla Villamizar mediante los que se pretende establecer
lo contrario.

3.2.2.5 El compareciente no ejerció en debida forma sus competencias en materia


disciplinaria.

1255. El señor Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, en su versión voluntaria reconoció


que desde la Novena Brigada se debía realizar seguimiento mensual al estado de las
investigaciones disciplinarias a cargo del BIPIG y del BIMAG, respecto de las bajas en
combate reportadas por los efectivos adscritos a dichas unidades tácticas. Al respecto,
Lasprilla Villamizar, precisó:

“PREGUNTADO: usted nos leyó también, cuando nos contaba de esa acta que tenía de entrega de
esa oficina, que una de las funciones de esa oficina era hacer denuncias en caso de que se
conocieran infracciones al Derecho Internacional Humanitario. quisiera saber ¿cómo hacia
seguimiento o si la oficina de derechos humanos tenía alguna forma de hacer seguimiento a las
actividades de los batallones para poder hacer esas denuncias. RESPONDIDO: (…) el control por
competencia, y las atribuciones disciplinarias por competencia y la orden de abrir investigaciones
le corresponden al comando del batallón; en lo disciplinario nombran un funcionario de
instrucción, que es un oficial, y de la misma manera tiene un juez penal militar para las
investigaciones penales. En cualquiera de esos dos casos el comando del batallón tiene el comando
antes, durante y después. ¿Cuál es la manera por ser segunda instancia? Lo que hace la brigada,
cada que se apertura una investigación, es recibir un radiograma, ese radiograma se replica a la

El planteamiento expuesto, resulta concordante con la jurisprudencia de la Corte Constitucional, como pasa
1398

a demostrarse a continuación: “[a]hora bien, en numerosas ocasiones, la Corte se ha pronunciado respecto del
principio de la buena fe, por lo que en la actualidad se cuenta con una sólida línea jurisprudencial en la materia.
Al respecto ha indicado que el principio de la buena fe no es absoluto, por cuanto no es ajeno a limitaciones y
precisiones, y que igualmente, su aplicación, en un caso concreto, debe ser ponderada con otros principios
constitucionales igualmente importantes para la organización social como lo son, por ejemplo, la seguridad
jurídica, el interés general o la salvaguarda de los derechos de terceros. Así mismo, el juez constitucional ha
considerado que el principio de la buena fe no implica que las autoridades públicas deban regular los asuntos
suponiendo que las personas se portan siempre bondadosamente y que cumplen voluntariamente con todas
sus obligaciones legales. Tampoco se opone a que, con el propósito de salvaguardar el interés general, el
legislador prevea la posibilidad de que se den ciertos comportamientos contrarios a derecho y adopte medidas
para prevenir sus efectos (…)”. Corte Constitucional. Sentencia C-131 del 2004.

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división y la división lo replica a ejército y a la Procuraduría cuando es una investigación


disciplinaria. (…) y abocar el conocimiento de cualquier investigación disciplinaria se daba por
parte de los funcionaros de instrucción. El comandante del batallón ordenaba la investigación
disciplinaria, la apertura, y el funcionario de instrucción iniciaba la investigación (…). ¿Qué tarea
cumplía la brigada? A través del Jefe del Estado Mayor y especialmente a través de esa oficina era,
si llagaba una queja, mirar la competencia y tramitar la queja, ordenando que se iniciara la
investigación si no se había iniciado, llevar un estadística de todas las investigaciones y están las
reuniones en los documentos, están las actas de las reuniones, tanto de justicia penal militar como
con los funcionarios de instrucción para que esas investigaciones se hicieran dentro de la diligencia
y dentro de los términos (…). Entonces, lo que hacía de manera rigurosa la brigada era verificar
que esas investigaciones tuvieran los documentos, que hicieran llegar los comprobantes, que se
hicieran las diligencias; entonces, en esas reuniones de justica y del área disciplinaria, lo que se
hacía era ese seguimiento, y si llegaba algún requerimiento de la división se respondía y se
tramitaba al nivel al que correspondieran esas investigaciones. (…) Eso es, digamos, la tarea
principal que tenía esa oficina, y la brigada, que era la de ser rigurosos en que los documentos
se llevaran a cabo, que las investigaciones se llevaran dentro de los términos y las reuniones se
hacían para eso. “¿por qué no ha avanzado esa investigación? Porque no se han presentado las
personas. Hay que buscar la manera de contactar esas personas.” “Pongan a disposición los
miembros de la división o de la brigada que tienen que dar alguna declaración en esas
investigaciones" y el trabajo que hacía el Estado Mayor y los miembros del Estado Mayo y el jefe
del Estado Mayor era precisamente a través de oficios hacer una supervisión con relación a eso y
cuando hacían las visitas a los generales”1399. (negrillas agregadas)

1256. En línea con lo previamente expuesto, la Sala ha encontrado que los comandantes
de brigada eran titulares del deber de adelantar el seguimiento sobre el avance de las
investigaciones disciplinarias adelantadas en relación con las bajas reportadas por las
unidades tácticas bajo su mando, para verificar que se efectuaran de forma oportuna y
diligente. Tal como se expuso previamente, el ejercicio de esa competencia no les
permitía incidir en el sentido de las decisiones que debían proferir sus subalternos, pero
si los facultaba para emitir instrucciones generales encaminadas al adecuado
agotamiento de dichos procedimientos1400.

1257. Desde dicha óptica, la Sala cuenta con bases suficientes para concluir que el señor
Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar no adelantó en debida forma el seguimiento que
debía efectuar sobre el avance de las investigaciones disciplinarias relacionadas con las
bajas reportadas por sus subalternos. Al respecto, se reitera que en 28 de los 61 hechos
cuestionados que tuvieron ocurrencia durante la comandancia de la Novena Brigada
de Lasprilla Villamizar las versiones dadas por los efectivos involucrados eran
manifiestamente irrazonables, en la medida en que daban cuenta de que uno o dos
sujetos provistos de armas cortas provocaban enfrentamientos con pelotones o
secciones completas. Tal situación era de conocimiento del compareciente, pues hacía
parte de los reportes operacionales que recibía la unidad operativa menor que

1399 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
1400 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552 y Versión Voluntaria de William Fernando Pérez Laiseca, Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0556.

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comandaba. Sumado a lo anterior, se encuentran las denuncias públicas realizadas en


relación con el homicidio de dos civiles el 7 de enero de 2007, por efectivos del BIMAG.

1258. A pesar de las circunstancias previamente descritas, Jaime Alfonso Lasprilla


Villamizar, en calidad de comandante de la Novena Brigada, no emitió instrucciones u
órdenes generales tendientes a que al interior del Batallón Magdalena o del Batallón
Cacique Pigoanza, se destinaran los recursos humanos y técnicos requeridos para que
las investigaciones disciplinarias referidas a los delitos investigados se adelantaran de
manera diligente y oportuna. Al respecto, se destaca que conforme con el control que
adelantaban mensualmente sobre el avance de dichas causas, Lasprilla Villamizar
conocía que no se estaban realizando las actuaciones requeridas para el esclarecimiento
oportuno de lo sucedido. De hecho, dicho compareciente manifestó:

“(…)cualquier queja la tramitaba la unidad táctica, era enviársela para iniciar lo ordenado, como
lo manifestaba según lo Ley 836 porque de acuerdo a esta ley, la competencia en primera instancia
es del comandante del batallón. Entonces, por eso se enviaba, para que se iniciaran esas
investigaciones o si ya se habían iniciado se diera una respuesta de que ya se habían iniciado.
Entonces, cada una de estas investigaciones tenía que llevar unos documentos, entonces haces
allegar los documentos que debían tener, pero de ninguna manera era competencia, ni lo podía
hacer el comandante de la brigada ni el jefe del Estado Mayor, de meterse en las investigaciones
directamente, ni lo mismo a los funcionares de instrucción ¿Qué factores humanos se presentan
ahí? Un funcionario de instrucción puede ser un subteniente, es decir el primer grado de oficial, o
un teniente o un capitán, esas personas, en la práctica, la realidad, tiene cinco o seis actividades
que cumplir; muchas veces tienen que salir al área y volver. Fuera de eso, no todos son abogados,
pueden tener un asesor, pero no todos son abogados, entonces eso dificultaba de alguna manera
el desarrollo o la temporalidad de las investigaciones”1401.

1259. Lo anterior, llama la atención de la Sala debido a que en su versión voluntaria


Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar afirmó de manera recurrente que el medio de control
posterior idóneo al interior del Ejército Nacional para establecer la legalidad de las
supuestas bajas en combate reportadas por el BIPIG y por el BIMAG, era el ejercicio de
la acción disciplinaria1402. Sin embargo, en el marco de esa misma actuación, Lasprilla
Villamizar reconoció que conocía que al interior de las unidades tácticas bajo su mando
no estaban dadas las condiciones necesarias para que dichos procedimientos
contribuyeran de manera adecuada y oportuna al esclarecimiento de lo sucedido y a la
sanción de sus responsables.

1260. Además, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar reconoció que el control que se
ejercía sobre el avance de las actuaciones disciplinarias a cargo de las unidades tácticas
que conformaban la Novena Brigada, se centraba de manera principal en que se

1401 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
1402 Ibidem: “(…) las actividades de verificación de toda la actividad operacional de las misiones tácticas, del

comportamiento de las tropas, debían estar adelantadas a través de las investigaciones que desarrollara el
batallón en sus investigaciones disciplinarias y en las investigaciones penales por la justicia penal militar o en
el caso en que cualquiera de los organismos de control pidiera controles preferentes debía garantizarse que las
unidades fueran facilitadoras de ese trabajo.

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cumplieran los términos de ley, se allegaran los soportes documentales y se rindieran


las declaraciones requeridas por el efectivo encargado de la instrucción, sin que se
valorara si tales actuaciones de manera general en realidad constituían un esfuerzo
genuino para establecer la legalidad de las bajas reportadas1403. Las falencias de
Lasprilla Villamizar en el cumplimiento del deber analizado se hacen aún más latentes,
si se considera que disponía de elementos que hacían manifiesta la ocurrencia de
irregularidades protuberantes en las muertes en combate reportadas desde el BIPIG y
el BIMAG.

1261. Aquí también debe considerarse que Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar contaba
con competencia disciplinaria sobre los comandantes del Batallón Cacique Pigoanza y
del Batallón Magdalena1404. Por tanto, conforme con las irregularidades que rodearon
las supuestas bajas reportadas desde dichas unidas, las cuales resultaban evidentes en
los reportes operacionales remitidos a la Novena Brigada, o fueron objeto de denuncias
públicas, era procedente que Lasprilla Villamizar iniciara causas en dicha materia
respecto de Salamanca Robles y Rodríguez Sánchez, con el propósito de que se
estableciera de manera oportuna si contaban con participación en los delitos
investigados. Según la información disponible, Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar no
adelantó acciones en tal sentido.

1262. De esta manera, se tiene que las falencias en las que incurrió el señor Lasprilla
Villamizar en torno al ejercicio de sus competencias en materia disciplinaria,
constituyen un aporte esencial a la consolidación de los patrones macrocriminales
identificados por la Sala. Tales actuaciones, contribuyeron al encubrimiento de los
homicidios perpetrados por sus subalternos, pues evitaron que se esclareciera la
ilegalidad de las bajas reportadas y se sancionara a sus responsables.

3.2.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1263. La Sala encuentra bases suficientes para afirmar que Jaime Alfonso Lasprilla
Villamizar, en calidad de comandante de la Novena Brigada del Ejército Nacional, era

1403 Ibidem: “(…) todas las quejas y demás eran tramitadas según el nivel de competencia, se llevaba una
estadística y se hacía una reunión mensual, en las que se verificaba que los documentos y que los plazos que
están establecidos se estuvieran cumpliendo en las investigaciones disciplinarias o penales. Es decir, la brigada
no puede intervenir a pedir un proceso a ver la situación del proceso, pero sí que se alleguen las personas que
deben dar declaración, que se vaya al campo a tomar declaraciones, que, si en un momento dado hay retardada
una diligencia, por los términos establecidos por la Ley 832, se estuvieran realizando estas diligencias”.
1404 Sobre el aspecto analizado, Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, precisó: “PREGUNTADO: Quisiera

preguntarle, ¿en su rol como comandante de Brigada le correspondía ejercer algún rol en funciones
disciplinarias por ejemplo contra oficiales de los batallones o contra integrantes de la plana mayor de los
batallones? Le pregunto esto porque algunos comparecientes no nos han aportado completa claridad sobre el
tema, pero han indicado que, en algunos casos, como le menciono, de oficiales o quizá integrantes de la plana
mayor, la facultad disciplinaria recaía en el comandante de Brigada y no en el comandante de Batallón.
RESPONDIDO: Ahí están las competencias, ahorita no las recuerdo con exactitud, pero están los niveles, eso
está establecido. El comandante de Batallón normalmente tiene disciplina sobre acciones disciplinarias sobre
su Batallón, y yo tengo la acción sobre los comandantes de Batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0557.

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consciente de (i) la situación de conflicto armado que se presentaba en el departamento


del Huila y (ii) de la existencia de irregularidades en las bajas reportadas por el BIMAG
y el BIPIG. A pesar de ello, de manera voluntaria, (iii) ejerció presiones para la
producción de bajas en combate, (iv) circunscribió la valoración positiva de las
unidades priorizadas principalmente a la consecución de ese tipo resultados
operacionales y (v) no realizó un control posterior efectivo sobre las operaciones
militares en las que se dieron bajas para verificar su legitimidad. Esas actuaciones
constituyen un aporte esencial a los patrones macrocriminales descritos en la presente
providencia.

1264. En relación con lo anterior, se destaca que el conjunto de acciones y omisiones


desplegadas por Lasprilla Villamizar, de conformidad con la posición formal y material
de mando que ejerció sobre el BIMAG y el BIPIG, denotan un rol de liderazgo frente a
la consolidación de los patrones macrocriminales identificados por la Sala. La atención
oportuna de las denuncias referidas a la comisión de ejecuciones extrajudiciales y de las
irregularidades que rodeaban a las bajas reportadas por las unidades priorizadas,
aunada a la consecuente eliminación o contención de las presiones por bajas en
combate, a la supresión de los incentivos por su producción y a la verificación oportuna
de la legitimidad de los positivos mediante la revisión material de las capetas
operacionales y de recompensas, hubieran evitado la difusión, la permanencia y el
encubrimiento de dichos patrones.

1265. De esta manera, la Sala encuentra que Lasprilla Villamizar contaba con dominio
sobre los patrones macrocriminales, pues en calidad de comandante de la Novena
Brigada, estaba habilitado para realizar las actuaciones necesarias para detectar
oportunamente la comisión de asesinatos y desapariciones, suspender las presiones e
incentivos que figuran como su causa y detener el flujo de los recursos necesarios para
su financiamiento. En síntesis, el compareciente, desde su rol de liderazgo, podía
desactivar dichos patrones, evitando que se consolidaran mediante la constante
reiteración de los delitos investigados y que pasaran desapercibidos desde una
perspectiva operacional.

1266. Con base en todo lo anterior, es posible concluir que el señor Lasprilla Villamizar
consumó múltiples conductas delictivas en la modalidad de comisión por omisión,
debido a que, primero, tenía una posición de garante sobre la vida, integridad personal
y seguridad de los habitantes de los sectores donde se ubicaban las tropas bajo su
mando, lo cual era derivado de su cargo como comandante de la Brigada Novena del
Ejército Nacional, institución que debe velar por la salvaguarda de la estabilidad y
seguridad de la nación y sus ciudadanos. Además, su posición de garante también fue
adquirida una vez ejerció presiones sobre sus subordinados para que presentaran bajas
en combate como resultado operacional prevalente, dado que con ello creó un riesgo en
contra de los bienes jurídicos de los ciudadanos; de allí que tuviera el deber de impedir
que el riesgo se materializara en un acto delictivo. Segundo, poseía las facultades legales
y jerárquicas para evitar que sus subordinados perpetraran actos contrarios a la ley,
como la posibilidad de iniciar procesos disciplinarios, efectuar llamados de atención,

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adelantar inspecciones en los batallones (entre otras). Tercero, sus omisiones


aumentaron manifiestamente el riesgo de que se siguieran ejecutando ese tipo de actos
ilegales, dado que por la omisión de control se envió un mensaje de permisividad
institucional y de impunidad penal y disciplinaria. Y, cuarto, con su larga experiencia
como militar podía y debió haber notado las múltiples irregularidades en los operativos
y ello, sumado a las denuncias al respecto, tenía la entidad suficiente para hacerle
pensar que sus subordinados cometían crímenes en el desarrollo de operaciones
militares.

1267. En conclusión, las actuaciones de Lasprilla Villamizar fueron esenciales para que
los efectivos del BIMAG y del BIPIG percibieran que desde la Novena Brigada se
permitía el lanzamiento irregular de operaciones para cometer homicidios, encubrirlos
mediante combates simulados y que era posible acudir al pago irregular de
recompensas para financiar esos crímenes. Todo, acompañado de la ausencia de un
control efectivo, de falencias graves en el ejercicio de las competencias disciplinarias y
de la presentación de los asesinatos como una contribución efectiva al esfuerzo militar,
que sería valorada positivamente por los comandantes de esa unidad operativa menor
y del Ejército Nacional. Por tanto, al compareciente, se le otorgará la condición de
máximo responsable.

1268. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de autor por omisión por
los crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1405 de Albeiro
Hernández Cerón, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo
Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, Óscar Javier
Moreno Urazán, Jairo Falla Calderón, José Gregorio Cárcamo Vargas, Ever Huelgos
Vargas, Jorge Luis López Ortiz y Arley Vega; en concurso con el crimen de guerra de
homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa
humanidad1406 de 115 personas, Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel Alvarado Rivera,
Michelle Dayana Alvarado Mejía, Otoniel Oviedo Martínez, Jesús Eider Burbano
Astudillo, José Misael Moreno Quiroga, Andrés Mauricio Duarte Guzmán, Carlos
Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón,
Rubiel Andrade, Jamir Antonio Peña Peláez, Carlos Uriel Motta Scarpetta, Manuel
Antonio Suárez Benavides, Fredy Rengifo Anacona, Eugenio Chito Gómez, Albeiro
Hernández Cerón, Joselo Sánchez Sarria, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Ruberney Rincón
Casanova, Wynther Jackson Trujillo Trujillo, Faiber Cuellar González, José Aristides
García Claros, Honaldo Muñoz Campo, José Alfredo Moreno Trujillo, Yemberson
Miranda Martínez, Lenin Yustres Amézquita, Cristóbal Barrera Narváez, Jaime
Martínez Rodríguez, Arquímedes Alvira Lemus, Reinel Alvira Pizo, Jaime Galvis,
Óscar Gálvez Nova, Yovin Smith Carvajal, Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo
Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier
Moreno Urazán, Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Joan Sebastián
Mosquera, Orlando Molano Gutiérrez, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón,
Diego Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto Vargas Olaya, Marlio Mauricio

1405 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1406 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Murillo Quintero, Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago Valderrama, Yerson


Acosta Bernate, Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería,
Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín, Herney Ochoa Cadena Cadena, José
Agustín Arias Barrera, Juan Gabriel Cuenca Morea, José Gregorio Cárcamo Vargas, José Lizardo
Vela Salazar, Jarry Lenin Peña Hio, Rigo Tovar Pinto, Herney Felipe Gómez López,
Diomar Vidal Hernández, Jimmy Antonio Camargo Vargas, Jorge Eliecer Neira
Cifuentes, Diego Andrés Molina, Juan Pablo Perdomo Montealegre, Yefersson
González Flórez, Jorge Luis López Ortiz, Octavio Galindo Carreño, Gonzalo Bermúdez
Chaux, Germán Gurrute Daza, Jhon Germán Vargas Calderón, Duberney Correa
Figueroa, Orlando Cuadrado Díaz, Yobany Ardila Velasco, Rafael Tovar Castañeda,
Arley Vega, Jair Hoyos Alzate, Álvaro Marín Silva, Giancarlo Rincón Cabrera, Jhon
Fredy Torres Rengifo, Elio Delio Velasco, Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno
Quiroga, Yorman Anderson Preciado Coquinche, Jesús María Guevara Quinto, Jesús
Reinel Ortega, Carlos Andrés García, Elder Rodríguez Sánchez, Luis Eduardo Girón
Acosta, Jorge Eliecer Cerón Girón, Silvestre Delgado Cuellar, Orlando Rivera
Artunduaga, Gildardo Luis Farfán Castaño, José Daniel Joaqui Chilito, Juan Esteban
Fernández Quiroga, Querubín Durán Durán, Albeiro Rivera Rivera, Luis Aníbal
Restrepo Sánchez, Leonidas Ramírez Pérez, Walter Ramírez Pérez, Jorge Ignacio
Sacanamboy, Jhon Jairo Zúñiga Gómez y diez personas no identificadas; y con el delito
de tentativa de homicidio1407 de Aladino Ríos Sánchez, Diego Ferney Sierra Álvarez,
José Yesid Farfán Ortiz y Robinson Ramírez Mejía.

3.3. Brigadier General (r) William Fernando Pérez Laiseca.

1269. William Fernando Pérez Laiseca, identificado con la cédula de ciudadanía No.
19.428.282, entre el 14 de diciembre de 2007 y el 30 de enero de 2009 se desempeñó como
comandante de la Novena Brigada del Ejército Nacional, bajo el grado de Brigadier
General. El señor Pérez Laiseca fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir
versión voluntaria mediante Auto 201 del 2 de septiembre de 2021 y fue escuchado en
tres sesiones, los días 9 de diciembre de 2021, y 20 y 21 de enero de 2022.

3.3.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1270. Contrastada la información acopiada por la Sala, se conoce que los Batallones de
Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” y No. 27 “Magdalena”, y la Agrupación de
Fuerzas Especiales (AFEUR), durante el periodo de comandancia de Pérez Laiseca,
presentaron como resultados capturas1408, operaciones contra el narcotráfico1409,
entregas voluntarias1410, así como muertes en combate1411. Fueron en total 38 los reportes
de operaciones con muertes en combate, de los cuales 29 fueron simulados y
ocasionaron el deceso de 58 personas, 17 de las cuales corresponden al primer patrón

1407 Código Penal. Artículos 103 y 27.


1408 6 operaciones en el mes de diciembre del año 2006 y 74 operaciones en el año 2008.
1409 1 operación en junio del año 2008.

1410 19 operaciones en el año 2008.

1411 6 operaciones en diciembre del 2007 y 32 operaciones en el año 2008.

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macrocriminal de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de


pertenencia a un grupo armado; 10 al segundo, selección y atracción de víctimas
aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad y 30 al tercero, operaciones ofensivas
contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias.

1271. Esos crímenes se dieron con ocasión de un plan que perseguía presentar como
resultados legítimos las muertes producidas en combates simulados para dar una falsa
sensación de seguridad a la población, mostrando operatividad por parte del Ejército y
obtener beneficios profesionales y mayor legitimidad institucional.

1272. Si bien William Fernando Pérez Laiseca no reconoció la ilegalidad de su


conducta, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar que su actuación corresponde
al ejercicio de un rol de liderazgo frente a la consolidación de los patrones
macrocriminales descritos en el párrafo precedente. Esto debido a que, desde la
posición formal y material de mando que ostentó el compareciente, realizó aportes
esenciales para su difusión, su permanencia y su encubrimiento. A continuación, se
dará cuenta de la responsabilidad de William Pérez Laiseca.

3.3.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales.

1273. Pasa la Sala a examinar las contribuciones realizadas por William Pérez Laiseca
a los patrones macrocriminales.

3.3.2.1. El compareciente ejerció presiones tendientes a la producción de muertes en


combate como resultado operacional tangible prevalente.

1274. La Sala ha encontrado que, al igual que sus predecesores en la comandancia de


la Novena Brigada, el señor William Pérez Laiseca ejerció presiones sobre los efectivos
de las unidades tácticas bajo su mando, para que reportaran muertes en combate. Esto
fue confirmado principalmente por dos miembros de la Agrupación de Fuerzas
Especiales (AFEUR).

1275. Sobre el punto, debe recordarse que esa unidad contaba con una categoría
especial, por la forma en que desarrollaba sus operaciones1412, su jurisdicción (área

1412Esto señaló Felipe Andrés Ramírez Gómez: ”la AFEUR 11, las AFEUR, tienen unas capacidades bastante
amplias por sus dotaciones en cuanto a vehículos, en cuanto a motos, en cuanto a armamentos, en cuanto a
blindajes, facilita obviamente el cumplir con ciertas misiones que son especiales, que no son para una unidad
cualquiera PREGUNTADO: de ahí viene la pregunta, inicialmente no estaban desarrollando estas misiones
especiales, estaban desarrollando misiones que podían atenderse con entrenamiento y equipamiento especial,
si le entendí bien RESPONDIÓ: al contrario, siempre han sido unidades que siempre habían tenido el
entrenamiento y la capacidad y las misiones eran altamente especiales”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.

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urbana de Neiva principalmente)1413, los soldados que la integraban1414 y por su relación


directa con el Comando de la Brigada Número 91415.

1276. De este modo, los señores Felipe Andrés Ramírez Gómez y Leonardo Ayala
Remolina, como oficiales de la AFEUR y subordinados del señor William Fernando
Pérez Laiseca, manifestaron que durante su comandancia ejerció presiones constantes
para que se emitieran resultados operacionales, haciendo estricto énfasis en que fuesen
muertes en combate.

1277. Por ejemplo, el primero de los mencionados recalcó que debía reunirse
constantemente con el señor Pérez Laiseca y en esos encuentros siempre se le
conminaba para que su unidad mostrara mejores resultados operacionales. Al respecto,
hizo la siguiente alusión:

“Sin embargo su señoría, no era una unidad ajena, no era una unidad ajena a la presión de
resultados operacionales, no era una unidad ajena a ser la comidilla del trato y de la humillación
por parte del comando de la brigada, al mando del señor general William Fernando Pérez Laiseca.
Durante todas la reuniones operacionales diarias, porque nosotros éramos una unidad que
estábamos en la ciudad de Neiva, en el puesto de mando de la brigada y asistíamos personalmente
a todas las reuniones del comando de la brigada todos los días y ahí teníamos que ver
directamente, en carne propia, ni siquiera de radio a radio, sino de forma directa y verbal, el trato
y la humillación por parte del comandante de la brigada hacia los comandantes de batallón y
especialmente, obviamente, a los que no daban resultados operacionales tangibles. Exclusivamente
hago la puntualidad verbal a muertes en desarrollo de operaciones, digo exclusivamente a las
muertes en desarrollo de operaciones porque era lo único que realmente le importaba al comando
de la brigada, en cabeza de este señor general, así que la presión que se ejerció hacia la unidad,
que era una unidad urbana, era realmente muy fuerte porque nosotros realmente no teníamos un
enemigo al cual combatir de forma directa, nosotros no teníamos un enemigo directo, no teníamos
un enemigo que fuera o que enfrentara a la tropa en combate legal en combate honesto en

1413 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿tenía un área de responsabilidad asignada la agrupación de fuerzas especiales
urbanas? RESPONDIÓ: la ciudad de Neiva, esa era la responsabilidad directa como jurisdicción”.
1414 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿cuál era el perfil de los soldados que integraban la unidad? Usted mencionó

que era una unidad de fuerzas especiales, mencionó que el capitán Ayala había tenido formación o experiencia
en las unidades de fuerzas especiales rurales, ¿los soldados que integraban la agrupación de fuerzas especiales
urbanas qué perfil tenían? RESPONDIÓ: al igual que cualquier soldado de la jurisdicción, eran soldados que
ya llevaban mucho tiempo en ella, eran soldados que incluso vivían en la ciudad de Neiva, tenían a su familia
en la ciudad de Neiva, pero su perfil militar eran soldados que de alguna forma tuvieran curso de fuerzas
especiales o que hubiesen hecho el curso de lancero o que hubiese hecho el curso de combate urbano en Faca
(sic), Cundinamarca, la mayoría de esos soldados son fundadores de la AFEUR, eran soldados que habían sido
fundadores y que desde un principio fueron entrenados para pertenecer a esa agrupación, o sea, eran soldados
que tenían unas habilidades adquiridas, con destrezas adquiridas y cuando llegaban soldados trasladados a
esa unidad tenían que contar con un cierto tiempo de antigüedad, mínimo de 7 años de antigüedad en el
Ejército Nacional, o sea, no llegaban soldados muy nuevos, llegaban soldados bastante antiguos y soldados
bastante maduros en cierta forma en su comportamiento y con un entrenamiento bastante exigente”.
1415 Esto comentó Leonardo Ayala Remolina: “PREGUNTADO: ¿sería correcto decir que la agrupación era una

unidad táctica de la brigada? RESPONDIÓ: sí claro, dependía de la brigada, es una unidad, yo podría decir
que una unidad divisionaria, porque pues, nosotros le hacíamos, digamos, mi superior inmediato era la
brigada, así fuera una unidad muy pequeña, porque realmente éramos como unos 50 hombres, una unidad
muy pequeña pero no salíamos sin la orden de la brigada, nunca orden de otro batallón territorial”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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combate real, teníamos un enemigo obviamente mucho más difícil, un enemigo urbano, un
enemigo que era personas del común, quizás, que portaban granadas, que portaban pistolas, que
hacían plan pistola o que dejaban artefactos explosivos en ferreterías o que dejaban artefactos
explosivos en hoteles, entonces es realmente una dinámica muy, pero muy difícil de manejar así 1416.
(negrillas agregadas)

1278. En igual sentido, el señor Ramírez Gómez afirmó que Pérez Laiseca hacía
presiones únicamente para que se efectuaran bajas en combate, pues “los resultados se
miden en litros de sangre”1417 y los soldados que no presentaban ese tipo de resultados se
“estaban robando el sueldo”:

“PREGUNTADO: ¿todo eso lo decía Pérez Laiseca? RESPONDIÓ: sí, doctor. PREGUNTADO: ¿en
qué espacios o de qué manera? RESPONDIÓ: en las reuniones de plana mayor, como nosotros
asistíamos personalmente, directamente, entonces nosotros nos teníamos que someter a ese trato
de él, delante de toda la plana mayor, y este trato se replicaba ampliamente a través de vía radial,
a los comandantes de las unidades que se comunicaban por vía radial, porque esa reunión de plana
mayor se utiliza para hacer también el programa radial con los comandantes de batallón todos los
días PREGUNTADO: ¿y esas manifestaciones respecto a ‘el que no hace los goles, los ve hacer’ o
‘los resultados se miden en litros de sangre’, las hacía el comandante de la brigada en los
programas radiales? RESPONDIÓ: la cuestión era más o menos de esta forma, en la primera
pregunta que mi general hacía en el programa es ¿cuántos muertos lleva? y la respuesta que tenía
que darle el comandante de batallón es ‘buenos días mi general, soy el comandante del Batallón
Cacique Pigoanza, llevo tantos muertos en desarrollo de operaciones y llevo tantos días sin
muertos en desarrollo de operaciones’ y cuando uno le contestaba que llevaba más de una semana
o más de un día o varios días sin muertos en desarrollo de operaciones, venía el insulto seguido,
de ‘no servía para nada’, de que ‘usted estaba comiéndose los víveres’, de que usted tal cosa y
obviamente nosotros ahí directamente, sentados escuchando todo esto y cuando terminaba el
programa radial, nos cogía obviamente a todos, él leía la cartelera que tenía ahí de resultados y
leía ‘tal batallón tiene tantos, tal batallón tiene tanto, tal batallón tiene tantos, la AFEUR 11, cero,
no ha servido para nada, no sirve para nada, ¿capitán Ayala qué le pasa?’ Y obviamente yo fui
parte de esa presión cuando mi capitán se fue esos días y estuve yo ahí, y donde pues obviamente
me presionó directamente para que le presentara sí o sí muertos, es que no me pedía que le diera
otra cosa, ni que le diera capturas, porque capturas teníamos, allanamientos teníamos,
incautaciones teníamos, pero pues eso no valía para nada y bastantes, bastantes incautaciones y
bastante armamento y bastante munición le logramos quitar a las diferentes organizaciones
delincuenciales en el Huila, pero eso no servía para nada, no era lo que calificaba, realmente no
calificaban eso1418. (Negrillas agregadas)

1279. El señor Leonardo Ayala Remolina también admitió que William Fernando
Pérez Laiseca ejercía incluso más coacciones por resultados que su predecesor (Jaime
Alfonso Lasprilla Villamizar) y que hacía constantes comparaciones entre los diferentes
batallones de la brigada. Ahora, aunque no acotó que Pérez Laiseca tuviera predilección
por las bajas en combate y que conminara para esos resultados, lo cierto es que sí aceptó
que en ese momento se daba preferencia a ese tipo de operativos. Acerca de este punto
se hace la siguiente cita ilustrativa:

1416 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
1417 Ibídem.

1418 Ibídem.

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“PREGUNTADO: pero usted, digamos, limitados a estos dos oficiales, a estos comandantes
que fueron sus superiores en la AFEUR, usted nos decía que a veces, dependiendo del
temperamento, de las políticas de cada comandante, algunos exigen acertar más o tienen
énfasis en otros aspectos, entre Lasprilla y Pérez Laiseca, en ese punto ¿había uno que fuera
más exigente que otro? ¿uno que estuviera más pendiente o que fuera más insistente en
términos de presentación de resultados que el otro? RESPONDIÓ: personalmente, algo muy
personal, sí, mi general Pérez Laiseca exigía más PREGUNTADO: ¿Cómo era esa exigencia?
RESPONDIÓ: en los programas lo que le decía, ‘¿llevaba tanto tiempo no ha dado resultados,
que paso?’ Entonces, tampoco era que lo obligara a hacer uno a hacer cosas, vaya y haga, no
sé, no, hermano presente resultados, presente resultados, para eso le están pagando a sus
hombres, y el Estado, nos, digamos, nos contrató es para darle seguridad a la población civil,
tenemos que neutralizar los grupos al margen de la ley”.

(…)

PREGUNTADO: hasta ahora hemos hablado de resultados operacionales en general, y como creo
usted también lo ha mencionado, hay diferentes tipos de resultados operacionales, en esa presión,
en esa insistencia por los resultados ¿escuchó usted o fue consciente de que hubiera alguna
preferencia por algún resultado? ¿que algún resultado tuviera mayor valor o fuera más importante
que otro? RESPONDIÓ: sí, pero no hay nada escrito, o sea, yo nunca vi que fuera por escrito, que
dijeran, pero sí había preferencia por las bajas en combate, bajas en combate, capturas y
desmovilizados, y en el entorno después de que hubo unos escándalos, que ustedes lo saben,
entonces ya vertió eso, ya primero es desmovilizados, después capturas, después muertes en
combate lo que menos tiene resultado, pero en esa época como tal si tenía más peso las muertes
en combate, aunque repito, no hay nada en escrito, no hay alguien que haya escrito y haya firmado,
mire prefiero las [inaudible] nadie lo dijo, nadie, no está escrito, por lo menos yo nunca lo mire
PREGUNTADO: ¿recuerda haber escuchado en esos programas radiales, ya que usted dice que
eso no está escrito en esos programas radiales, comparaciones entre las diferentes unidades, que
dijeran el Batallón Pigoanza lleva tantas muertes, el Magdalena lleva tantas, el Tenerife tantas?
RESPONDIÓ: sí, sí, eso sí se daba, o en las reuniones, claro que no es todos los días tampoco, pero
en las reuniones primero porque estaban los cuadros, no, cuando uno llega y se para y mira los
resultados que lleva, y a veces si le repetían a uno, mire, usted lleva, porque eso es como por años,
no, en el año 2022, por decir algo ahorita, el coronel Ayala, ahorita porque no estoy en operación
pero lleva tantas bajas en combate, lleva tantas capturas, lleva tantas neutralizaciones, lleva tantas
incautaciones, bueno, ellos ya le leían a uno, pero era como por, por gerencia pienso yo para darle
el resultado que ha dado cada unidad” 1419. (Negrillas agregadas)

1280. La Sala ha encontrado que otros integrantes del Ejército Nacional -como
comandantes y staff de la plana mayor del BIPIG y BIMAG- aseveraron que el señor
Pérez Laiseca no ejercía presiones directas en los programas radiales. Sin embargo, se
considera que las versiones de los señores Ramírez Gómez y Ayala Remolina son más
confiables, en tanto que: (i) tenían contacto directo y altamente frecuente con el señor
William Fernando Pérez Laiseca y (ii) sus relatos coinciden en aspectos esenciales con
los de los otros servidores del Estado, lo que da a entender que se ejercían ese tipo de
apremios.

1281. En lo que respecta a este segundo punto, se tiene que diversos oficiales
dilucidaron que en los programas radiales de Pérez Laiseca sí se hacían comentarios

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1419

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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sobre los resultados que llevaba cada batallón. Ejemplo de los soldados que apuntaron
en ese sentido son el señor Ángel Fernando Carvajal Rojas (S2 del BIMAG para el
periodo de comandancia de Pérez Laiseca)1420, el señor Jaime Jacobo Gutiérrez Salen
(comandante del GAULA)1421 y Ricardo Iván Tibaduiza (oficial de operaciones de la
brigada)1422.

1282. Del mismo modo, tanto como los excomandantes de AFEUR, como otros
miembros de los batallones, coincidieron en precisar que William Fernando Pérez
Laiseca tenía un tablero donde estaban las comparaciones entre todas las unidades que
estaban bajo su mando. En torno a ese punto, convergieron los señores Marcos

1420 Esto preciso Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Entonces hablemos por ahora solamente
de los programas del comandante de la brigada, ya que recuerda que era el general Pérez. ¿En esos programas
del general Pérez se hacía algún tipo de seguimiento a los resultados operacionales? RESPONDIDO:
¿Seguimiento en cuanto a qué unidad llevaba más o que unidad llevaba menos, señor magistrado?
PREGUNTADO: Sí señor. RESPONDIDO: Él en esos programas, él hablaba sí de unidades que ya habían
sumado, que tenían, que habían sumado a los resultados operacionales, sí. Él hablaba de unidades que habían
sumado, mas no digamos como comparativo sino bueno, los resultados que obtuvo el batallón Magdalena…
con la muerte en desarrollo de operaciones militares. Yo creo que hablaba así. O el batallón Tenerife o el
batallón Pigoanza, creo que hablaba era de esa manera, ... quiénes habían sumado en esa. Yo no recuerdo si
esos programas eran cada 2- 3 días, pero nosotros lo que escuchamos era qué unidades habían sumado en los
resultados operacionales”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
1421 Esto comentó Jaime Jacobo Gutiérrez Salen: “PREGUNTADO: ¿todos los resultados eran igualmente

importantes? ¿igual de valiosos? RESPONDIÓ: sí, claro doctor, sí, todos los resultados eran iguales doctor
PREGUNTADO: ¿en los programas con el comandante del ejército era igual? RESPONDIÓ: sí hablaban de
resultados y de felicitaciones, sí hablaban de resultados y de felicitaciones y felicitaban al comandante de la
división y eso, sí por lo general era la misma temática PREGUNTADO: ¿y en temas de resultado todos los
resultados eran igual de importantes para o en eso programas del comandante del ejército? (…)
PREGUNTADO: quisiera mostrarle un documento de la dirección nacional del Gaula, el documento es del año
2007 pero quisiera saber de cuando usted fue comandante del Gaula Huila funcionaba de la misma forma, le
pido por favor a nuestros compañeros que proyecten ese documento. El documento esta expedido del mes de
abril del año 2007 con numero 91144 CGFM-DIGAU-EST-232 asunto resultados operacionales mes de marzo
de 2007 al señor mayor comandante del Gaula militar, con toda atención se envía a los señores comandantes
del Gaula los resultados en el mes de marzo del año 2007, así como su comparación con el año anterior, de
igual forma se analizan los resultados respecto de los obtenidos por los Gaulas de la policía nacional. ¿Mientras
usted fue comandante del Gaula en algún momento le remitieron un documento así? RESPONDIÓ: no
recuerdo doctor, de pronto sí, ¿dice comparación? Este… de pronto sí, secuestros frustrados, muertes en
combate… sí es como una información, pero no recuerdo que… o tal vez sí, doctor”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jaime Jacobo Gutiérrez
Salen. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0693
1422 Esto comentó Ricardo Tibaduiza: “RESPONDIDO: En octubre cuando estaba entregando la unidad al señor

Coronel Salamanca, pasó un problema porque vino el señor Brigadier General Pérez Laiseca a pasar revista de
la unidad y le hizo una observación al señor Coronel Salamanca, y después de que se fue me llamó mucho la
atención, y después de ese llamado atención de increpó el hecho de que yo no había hecho ningún resultado
con el Batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0490.

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Evangelista Pinto Lizarazo1423, Ángel Fernando Carvajal Rojas1424, Leonardo Ayala


Remolina1425, Felipe Andrés Ramírez Gómez1426 y Ricardo Andrés López García, quien
precisó esto:

“PREGUNTADO y es que, pues en algunas versiones hemos escuchado que existía una especie
como de tablero, con las unidades militares donde estaban allí escritos los resultados, ¿usted
recuerda eso? RESPONDIÓ sí señor, normalmente los tableros de Brigada, de divisiones estaba un
tablero, un acrílico donde iban colocando los resultados operacionales. Eran unas tablas muy
largas porque iba cartuchos, revólveres, detenidos, desmovilizados era lo primero, muerte en
combate era lo que encabezaba, pero era un tablero grande entonces era como la manera de
observar cual unidad estaba siendo más exitosa que otra al ver el cuadro completo. Por ejemplo,
se veía una unidad vacía, estamos hablando de un cuadro donde uno ve puros cuadros vacíos y
dice, pero esos no hacen nada, ni capturas, decomisos, nada, los soldados están durmiendo no
están haciendo nada y los otros pues dan más resultados. Esos tableros si existieron y si se hacían.

1423 Esto precisó Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: Claro, pero más allá del tema del cuadro,
y más allá de las instrucciones que usted dio (que nos va a entregar) ¿A usted le consta, sabía, o no sabía?, ¿qué
en el ejército durante mucho tiempo la prioridad fueron las bajas en combate y que luego se cambió? ¿Le consta
eso o no le consta eso? RESPONDIDO: Yo pienso que nosotros cuándo estamos construyendo una verdad
plena, hay que hablar de lo que sabemos y lo que podemos aportar, no hacer apreciaciones de lo que usted no
pueda demostrar. Yo comandante del batallón Magdalena, no tuve, digamos esa presión del orden de los
resultados. Obviamente, que cuándo estaba el señor General Montoya, el inicio de los resultados eran
importantes para él… Pero eso no quiere decir que tenga que serlo para todos. El cuadro que estaba en el centro
de mando es un cuadro estándar para todo el ejército, y usted lo utiliza con información, de acuerdo a sus
prioridades y a su intención, yo no sentí por parte del comando de la brigada, que era el que en ese momento
representaba el mando del ejército para mí; una presión para que fueran primero las muertes en el desarrollo
de las operaciones militares”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
1424 Esto señaló Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: En esos cuadros comparativos, porque mi

pregunta inicial era por los resultados de otros batallones, ¿en esos cuadros comparativos había información
de los resultados de otros batallones? RESPONDIDO: no señor magistrado, no señor. Eso sí lo lleva el
comandante de la Brigada, el comandante de la Brigada sí llevaba los comparativos de unidad por unidad”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0548.
1425 Esto elucidó Leonardo Ayala Remolina: “PREGUNTADO: ¿recuerda haber escuchado en esos programas

radiales, ya que usted dice que eso no está escrito en esos programas radiales, comparaciones entre las
diferentes unidades, que dijeran ‘el Batallón Pigoanza lleva tantas muertes, el Magdalena lleva tantas, el
Tenerife tantas’? RESPONDIÓ: sí, sí, eso sí se daba, o en las reuniones, claro que no es todos los días tampoco,
pero en las reuniones primero porque estaban los cuadros ¿no?, cuando uno llega y se para y mira los
resultados que lleva, y a veces sí le repetían a uno, mire, usted lleva, porque eso es como por años, no, en el
año 2022, por decir algo ahorita, el coronel Ayala, ahorita porque no estoy en operación pero lleva tantas bajas
en combate, lleva tantas capturas, lleva tantas neutralizaciones, lleva tantas incautaciones, bueno, ellos ya le
leían a uno”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0750.
1426 Esto indicó Felipe Andrés Ramírez Gómez: “RESPONDIÓ: recordando mi respuesta anterior hace un rato,

le [inaudible] de que las expresiones de mi general eran directas en relación a las muertes en combate
[inaudible] resultados diferentes a litros, que los resultados se miden por litros de sangre, que él estaba
calificando en una tabla por muertos donde nos [inaudible] que tuviera más muertos encima, así yo tuviera la
cantidad de incautaciones, tuviera todo lo que tuviera de capturas, yo no servía para nada, lo que servía era si
yo tenía muertos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.

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PREGUNTADO ya, y esos tableros usted me cuenta que estaban tanto en la división como en la
Brigada. RESPONDIÓ sí señor (…). PREGUNTADO pero bueno, entonces en esos tableros usted
recuerda si había como una casilla que decía ‘días sin combate’. RESPONDIÓ sí señor, sí había.
Pues usted me lo comenta y yo me acuerdo de que días sin combate era una cosa normal, pues
recuerdo que existía y era en casi todas las Brigadas. Se que existió, pero de manera específica que
ese cuadro estaba en tal lado de tal Brigada, no me acuerdo1427”. (Negrillas agregadas)

1283. De modo tal que para la Sala es claro que el señor William Fernando Pérez
Laiseca ejercía coacción sobre sus subalternos con el fin de que consiguieran y
generaran más bajas en combates. Conclusión que no se ve debilitada por los relatos de
los militares que aseveraron la inexistencia del constreñimiento pues, incluso si se
aceptase que únicamente hacía comparaciones entre las unidades y que tenía un cuadro
donde consignaba esos parangones, lo cierto es que al hacerlos en un contexto de
comprobada presión por parte del Comandante del Ejército Nacional (Mario Montoya
Uribe), y en el ámbito militar, donde la jerarquía de rango y subordinación son aspectos
característicos, se puede colegir que también promovió esa política de conminación
para las bajas operacionales.

3.3.2.2. El compareciente incentivó la producción de bajas en combate.

1284. La Sala estima que hay bases suficientes para considerar que William Fernando
Pérez Laiseca, como comandante de la Novena Brigada, incentivó la producción de
muertes en combate por parte de las unidades que conformaban esa unidad operativa
menor. Esto tuvo lugar, primero, mediante la falta de control sobre los programas de
beneficios que se daban a las tropas que presentaran bajas y, segundo, por medio del
pago sobrecompensado a las personas que dieran información que resultara en
operativos con personas muertas en combate.

1285. Respecto del primer punto, se tiene que casi la totalidad de los comparecientes
han afirmado que la producción de muertes en desarrollo de operaciones militares les
comportaba el otorgamiento de premios, especialmente permisos para tener días libres,
que al final los soldados terminaron considerando como estímulos para consumar
muertes extrajudiciales. Ejemplo de ello se encuentra en las declaraciones de Roberto
Yesid Quintero Quintero, Jhon Esteban Urueta Ballesteros, José Alfredo Valderrama

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1427

de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.

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Calderón1428, Desaix Jesús Palomino Mejía1429, Jaime Bustos Cicery1430, entre otros.

1428 “PREGUNTADO: Hablemos entonces, a la luz de esa respuesta, de los incentivos que había en el Batallón,
¿se ofrecían premios, felicitaciones, algún tipo de motivación a quienes participaban en las operaciones,
especialmente a quienes presentaban resultados? RESPONDIÓ: Sí, señor magistrado, por lo menos no conozco,
pero decían que les daban permiso. En algunos casos llegué a escuchar que les dieron plata, no me consta, pero
pues escuché que siempre esos muchachos peleaban más que todo por el viaje a Egipto, para el Sinaí, ese viaje
para esa época para el que viajara allá pues era un premio o un sueldo más, el conocer ese país, pues esas
personas se peleaban en ese caso, porque pues muchas veces lo escuché ‘no, yo he llevado más bajas que Fulano
y que el otro, entonces por qué a mí no y a él sí’, eso sí lo llegué a escuchar algunas veces, pues ya ellos hablando
con el comandante o entre ellos. PREGUNTADO: ¿Sabe usted si existía o si en el Batallón Magdalena se
ofrecían permisos a las unidades que presentaran bajas? RESPONDIÓ: Sí, señor magistrado, se daban
permisos, pues cuando la unidad hacía las operaciones y daban las bajas, pues así hubieran ido cinco salían
todos, pero lógicamente se manejaba el permiso más largo de la persona que directamente hizo la operación,
eran quince días o uno o dos meses, sí eran los incentivos de permiso y el candidato para viajar al exterior.
PREGUNTADO: Entonces tenemos los viajes al exterior y los permisos a toda la unidad que presentaba los
resultados, ¿sabe si en el Batallón Magdalena existía también un permiso a fin de año para la unidad que
presentara más resultados? RESPONDIÓ: Sí, señor magistrado, en algunos casos llegué a ver, tanto de esa
unidad como de algunas que operaban por fuera, porque en esos casos no fue solo de ese pelotón, sino todos
los pelotones se peleaban operativos, entonces pues esos pelotones entraban a participar en los permisos”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alfredo Valderrama Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0883.
1429 “PREGUNTADO: ¿escuchó usted que en el batallón existiera un incentivo, se diera un premio a la unidad

que presentaba más resultados, una semana de descanso adicional en fin de año, o que la unidad, el pelotón
que presentara más resultados tuviera una semana de descanso en fin de año? RESPONDIÓ: escuchar no, pero
se veía, sí podría responder así PREGUNTADO: explíquese por favor, ¿Cómo se veía? RESPONDIÓ: entonces
esa unidad, cierta unidad daba resultados operacionales, más capturas de pronto una o dos muertes en
combate, nos ayudaban con el narcotráfico (…) entonces eh cuando nos daban toda esa cantidad de resultados
entonces llegaba el comandante del batallón y decía, ‘ya ustedes completaron el ciclo, llevan cuatro meses, se
les va a dar, pongámosle 12 días, pero les voy a sumar 5’, entonces se les daba 17 días por así decirlo, a otros
se les daba por ejemplo 20 días, entonces como decir que yo lo escuchara no, pero se veía”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús
Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
1430 “PREGUNTADO: ¿la competencia, lo que recuerda, era entre el Batallón Magdalena y el Batallón Pigoanza?

RESPONDIÓ: Sí PREGUNTADO: ¿Y había algún estimulo, algún incentivo para ganar esa competencia por
parte del Batallón Pigoanza? RESPONDIÓ: Pues… la competencia era la que le digo, digamos un ejemplo, el
estímulo era, eran permisos o viajes que pa’ San Andrés, porque eso sí, eso sí me acuerdo que lo ofrecieron
PREGUNTADO: ¿recuerda si ofrecían también viajes a… o mejor, postulación, por ejemplo, al batallón del
Sinaí? RESPONDIÓ: Sí, también, también lo ofrecieron, decían que el soldado que diera tantas bajas se iba
con… se iba pal’ Sinaí PREGUNTADO: ¿y recuerda si los cursos que se ofrecían, curso de paracaidista o de
lancero… cursos digamos de esa naturaleza, también obedecían a un incentivo para los soldados, suboficiales,
oficiales que presentaran bajas? RESPONDIÓ: No, no ese sí no… pero lo que yo sí recuerdo es que, hasta plata,
plata, un ejemplo, ofrecieron, ofrecieron como dos millones de pesos para, para, pal’ pelotón o para el soldado
más… que llevara más bajas PREGUNTADO: ¿Cómo funcionaba eso? ¿cómo se le entregaba el dinero o cuál
era la forma de entregar ese premio al soldado que llevara más bajas? RESPONDIÓ: Bueno, yo eso la verdad
nunca estuve presente ahí cuando le entregaron dinero a los, a los… pero eso siempre relacionaba las
felicitaciones o eso va por medio del comandante [inaudible] los nombra en la orden de operaciones o en la
orden del día y ahí es donde yo creo que el soldado más destacado y ahí es donde daban el premio
PREGUNTADO: ¿Y cómo se destacaba un soldado en particular en una baja en combate? Digamos
entendiendo o con la idea de que el pelotón es el que presenta los resultados, no los soldados individuales
RESPONDIÓ: Eh, vuelvo y le digo su señoría, ahí es el comandante, el comandante selecciona un soldado y
dice ‘Soldado Patasquive’ dice ‘este es el soldado más destacado’, entonces lo pone, le pide ‘bueno, cuál es su
candidato que se es merecedor al premio o al viaje a San Andrés o quien es el candidato que lo tiene para el
Sinaí’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Jaime Bustos Cicery. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0813.

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1286. A pesar de que los programas de bienestar y estímulos eran establecidos por los
comandantes de Batallón y que el señor Pérez Laiseca solo podía instaurar el de la
Novena Brigada (como unidad militar)1431, para la Sala es claro que debió desplegar
algún tipo de control sobre los mismos, en su condición de superior jerárquico de los
comandantes del BIPIG y del BIMAG. No obstante, decidió no hacerlo, con lo cual
promovió y fomentó tácitamente esa política de premiación desmesurada, en la cual
incluso pelotones enteros eran premiados con más de diez días de permisos o
vacaciones extra.

1287. Véase que, en torno a este tema, un ejemplo de la ausencia de control por parte
de Pérez Laiseca se halla en el relato de Francisco Adrián Álvarez Calderón (S3 del
BIMAG en ese periodo), quien contó que el comandante de la Novena Brigada nunca
inquirió el por qué había pelotones completos que se ausentaban de sus deberes y lugar
de trabajo, con permiso del batallón, hasta por quince días. Aspecto que además sí era
de su conocimiento, en tanto que ello se veía reflejado en los reportes del Informe de
Situación de Tropas. Esto fue lo que dijo el señor Álvarez Calderón:

“RESPONDIÓ: Sí, pues por ejemplo por las bajas, o sea, es decir, aquí no nos podemos decir
mentiras, ni engañarnos los unos a los otros, de que cada vez que había una baja en combate, había
un permiso especial y ese permiso especial era de 12, 13, 14 días, y no era que se lo pegaran a usted
a las vacaciones, o sea, sus vacaciones eran aparte, o sea, es decir, su plan de moral era distinto,
pero me imagino que lo tomaban como, como el reconocimiento a una situación diferente, que hoy
no podemos decir que sea la mejor, eh, pero que se daban permisos especiales, lógico (…) de
pronto no se sacarán inmediatamente porque no podíamos sacar de pronto dos unidades que
dieron resultados operacionales, pero que se daba un permiso distinto, nada, y si de pronto se le
juntaba con los 20 días de vacaciones o los 30 días de vacaciones, se les daba 15 días más, y eso
todo lo autorizaba el coronel, o sea que no podemos decir que no, o sea, que no había un estímulo
diferente, no, siempre hubo un estímulo distinto. PREGUNTADO Como oficial de operaciones,
por lo que nos dijo usted en la sesión anterior y lo que han manifestado otros comparecientes
¿usted debía enviar el reporte de donde estaban las unidades, el INSITOP, a la brigada, es así?
RESPONDIÓ Sí señor, o sea, es decir, yo lo hago, o sea, es decir, no, yo lo elaboro, o sea, es decir,
yo a las 4 de la mañana estoy recibiendo las coordenadas ‘’tal, tin, tin, tin, municipio tal,
jurisdicción tal’, todo, de todas las unidades, alguna novedad, alguna novedad, alguna novedad
(sic), yo elaboro el documento, se lo paso al coronel, el coronel lo firma y obviamente pues sí soy

1431“PREGUNTADO: quisiera pasar ahora a un tema distinto, el plan de moral y bienestar en la brigada
¿existían de parte de la brigada o existía en la brigada un plan de moral y bienestar que comprendiera también
a las unidades tácticas de la brigada? RESPONDIÓ: en la brigada se elaboraba un plan de bienestar marco para
toda la brigada donde se impartían las políticas de bienestar que cubrían a toda la brigada y en ese plan se
daban las instrucciones generales como la brigada apreciaba que se debía cumplir ese plan, normalmente es
un plan que se realiza en periodos anuales o por años y esos planes se emitían para las unidades también,
estamos hablando del plan de moral y bienestar. Ahora, ¿qué era lo que hacían cada una de las unidades?
tomaban ese plan de moral y bienestar, de allí digámoslo bajaban lo correspondiente a cada uno de los
batallones y ellos también elaboraban un plan de moral y bienestar, ¿por qué? porque eso es una función que
cumplen las oficinas de personal en las brigadas y en los batallones y entonces esas oficinas de personal son
las que se encargan de proyectar estos planes de bienestar y estos planes de bienestar desde luego aprobados
por los respectivos comandantes son los que se van a implementar en ese periodo que yo le estoy mencionando,
pero ya el plan de bienestar de cada uno de los batallones le corresponde ya al respectivo batallón”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0556.

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el encargado de enviarlo, o ni siquiera yo, lo envía el sargento. PREGUNTADO ¿La brigada en


algún momento preguntó por qué un pelotón estaba 15 días por fuera, por que aparecía en el
INSITOP 15 días de descanso? RESPONDIÓ No no no, no, pues que yo recuerde no, nunca y por
ejemplo yo tenía contacto con el oficial B3, que era el oficial de operaciones que también
determinada eso, pero, o sea no, o sea, es decir, para mí era muy normal de que, pues de que la
brigada no preguntara, pero sí era muy normal, no solamente en el Magdalena, por ejemplo,
bueno, pues en las unidades que yo estuve no porque siempre estuve en la selva, entonces allá era
muy complicado por los apoyos aéreos sacarlo a uno, eh, pero por ejemplo en otras unidades yo sí
sabía que, que era muy normal que dieran un reconocimiento diferente por las bajas en combate,
cierto, y entonces yo digo, pues pienso que la brigada nunca pregunta eso porque dicen: ‘’ah, ¿y
esa unidad por qué debe estar?’, pues me imagino que el coronel dice: ‘no, pues porque les di el
estímulo por los resultados operacionales del último mes’”1432 (negrillas agregadas).

1288. Aunado a esto, el señor William Fernando Pérez Laiseca también incentivó la
producción de bajas en combate, al crear una política1433 de pagos de grandes cantidades
de dinero a las personas que dieran información que desencadenaran la consumación
de ese tipo de actos. Incentivo que se hacía aún más palpable al comparar la
remuneración que se daba a otro tipo de resultados operacionales.

1289. Aquí recalca la Sala que al estudiar más de cuarenta actas de certificación de pago
por información (todas firmadas por Pérez Laiseca)1434 fue posible encontrar un patrón,
a partir del cual se logra concluir que la Novena Brigada y los Batallones “Cacique
Pigoanza” y “Magdalena” hacían pagos de cuantiosas sumas a quienes daban
información que generara muertes en combate.

1290. Por ejemplo, observó la Sala que la retribución dineraria por ese tipo de
información rondaba los dos millones de pesos ($2.000.000), que en el año 2008
equivalían a más de cuatro veces el salario mínimo legal mensual vigente. En cambio,
la contraprestación por indicar la existencia de cultivos de sustancias estupefacientes
oscilaba entre los doscientos mil pesos ($200.000), hasta máximo un millón de pesos
($1.000.000), suma tope que se canceló en una única ocasión y que equivalía a la mitad
del promedio del valor que se le daba a la información que generaba muertes en
combate.

1432 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
1433 Esto comentó el señor Ángel Fernando Carvajal Rojas: “RESPONDIDO: Pues doctor, yo realmente,

digamos, se supone que se solicitó un dinero, se supone doctor, o sea se supone no, existe un documento en
donde se solicita cierta cantidad de dinero por esa información, la brigada hace una evaluación, o sea, la
brigada, allá en el nivel digamos de la brigada a la División ellos hacen una valoración de la información, y
ellos dicen si esa información, con esa información y con ese resultado si da para dar ese recurso, si no da ellos
tienen como la potestad o tienen la autoridad doctor para disminuir el valor, y le pueden enviar menos valor,
pero siempre doctor va soportado en el documento, o sea, siempre ellos devuelven el documento y dicen ‘no,
a esta información, ustedes están solicitando tanto dinero, no le vamos a pagar ese dinero sólo le vamos a pagar
esta cantidad’, pero eso va soportado en un documento doctor, y es digamos el suboficial administrativo el
que digamos paga esa información, el que verifica cuánto le llegó y cuánto le paga”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal
Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
1434 Obtenidas por la Sala gracias a una inspección que se hizo a las instalaciones del BIMAG en el año 2019.

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1291. Otro indicativo de que se estimulaba más la producción de muertes es el hecho


de que los pagos en los operativos que generaban solamente capturas se
recompensaban con sumas muy inferiores, v.gr. en el acta de certificación de pago por
información del 9 de abril de 2008 se validó que al señor Ángel María Iles Córdoba se
le desembolsaron ochocientos mil pesos ($800.000) por los datos que permitieron la
captura de dos ciudadanos y la incautación de varios elementos de guerra1435. Al
contrario, en fechas cercanas, cuando supuestamente se dio aviso de un supuesto atraco
frustrado, y que generó la muerte de una persona, se abonaron dos millones de pesos
($2.000.000)1436.

1292. Sumado a esto, se tiene que los pagos que se hicieron por información después
de julio de 2008 (cuando se hizo de público conocimiento lo que ahora ha identificado
la Sala como el patrón macrocriminal de ejecuciones extrajudiciales) fueron más
equilibrados entre cada uno de los tipos de operativos: las compensaciones en caso de
bajas no superaban el millón de pesos y otro tipo de resultados se retribuían con sumas
similares -v.gr. revelar la ubicación de un campamento de las FARC generó el
desembolso de ochocientos mil pesos ($800.000)1437 y el descubrimiento de una “caleta”
de armas y munición significó setecientos mil pesos ($700.0000)-.

1293. En el criterio de la Sala, que los pagos se hubiesen equiparado solo hasta que
salió a la luz pública el fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales, es un claro
indicativo de que desde el comando de la Novena Brigada se propendió por disimular
que antes se incentivaban las muertes en operativos y se le daba mayor valor monetario
a la información que permitía su consumación.

1294. Así las cosas, lo expuesto evidencia que William Fernando Pérez Laiseca
promovió que se ejecutaran operaciones militares con resultados de bajas en combate,
puesto que: (i) al interior de la Novena Brigada estableció un plan de bienestar que
premiaba con vacaciones y/o permisos (entre otras cosas) ese tipo de operativos; (ii) no
ejerció control debido sobre el plan de incentivos de los batallones que estaban bajo su
mando, lo que generó que los soldados propendieran por la búsqueda de los resultados
que les traían mayor retribución y (iii) instauró una política de pagos por información
que sobrecompensaba a los que dieran datos que generaran bajas en combate.

3.3.2.3. El compareciente no realizó un control efectivo para establecer la legalidad de


las bajas reportadas.

1295. El Manual “Organización Estado Mayor y Operaciones” (EJC 3-50) del año 2005,
vigente para la época de comandancia del señor Pérez Laiseca, establece que los

1435 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Acta de pago por información No. 140 del 9 de abril de 2008.
Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1436 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Acta de pago por información No. 120 del 9 de abril de 2008.

Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1437 Ejército Nacional. Quinta División. BIMAG. Acta de pago por información No. 370 del 3 de octubre de 2008

y Acta de pago por información No. 413 del 6 de noviembre de 2008. Obtenidos en inspección judicial.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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comandantes tienen la obligación de ejercer control sobre las operaciones ejecutadas


por el personal bajo su mando. Esto “debe ejercerse antes, durante y después de las
operaciones”1438. Lo expuesto atiende al precedente constitucional que dispone que los
miembros de la fuerza pública cuentan con la obligación de tomar “las precauciones
posibles para asegurar que la fuerza se emplee de conformidad con el marco jurídico vigente y
protegiendo el derecho a la vida en la máxima medida posible”1439.

1296. Por tanto, la Sala encuentra que, de conformidad con el ordenamiento jurídico,
William Fernando Pérez Laiseca, en calidad de comandante de la Novena Brigada, tenía
el deber de adelantar acciones adecuadas para verificar que las bajas reportadas por las
unidades tácticas bajo su mando eran legítimas. Esa obligación tenía que cumplirse
mediante el control material de (i) los reportes de inteligencia que le llegaban antes de
que se ejecutara la operación; (ii) las carpetas en las que se reportaban las muertes en
combate, o incluso los mismos reportes que se le hacían frecuentemente, a través de
comunicación telefónica y (iii) las carpetas en las que se requerían los recursos
necesarios para el pago de recompensas o informaciones que posibilitaban la
consecución de ese tipo de resultados operacionales.

1297. En lo que respecta al primer punto, la Sala tuvo conocimiento de que numerosas
operaciones que se adelantaron en el BIMAG y BIPIG en el año 2008 carecían de un
control y seguimiento estricto del reporte de inteligencia por parte de la comandancia
de la Novena Brigada, dado que las operaciones se autorizaban sin que existiera una
corroboración estricta de la información que las originaba. Esto lo recalcó el señor Ángel
Fernando Carvajal Rojas (oficial se la Sección Segunda del BIMAG), quien aseveró que
por la insuficiencia del control por parte de la Brigada se pudieron adelantar varias
operaciones sin cumplir con el correspondiente ciclo de inteligencia:

“PREGUNTADO: Desde esa perspectiva, yo le pregunto lo siguiente: O sea, si esas carpetas fueron
remitidas a la División, a la División no, a la Brigada perdón, a la Brigada, sin la existencia de una
orden fragmentaria, y se revisan los hechos como están descritos, como usted nos acaba de narrar,
desde si hubieran realizado el estudio correspondiente en la Brigada, ¿hubieran notado la falencia
en el ciclo de operaciones y la falencia en el ciclo de inteligencia que usted nos acaba de describir?
RESPONDIDO: Claro. Creería que sí. Creería no doctor, estoy seguro de que sí. ¿Por qué doctor?
Por varias razones: la primera, los oficiales que se encuentran en una Brigada tienen ya el nivel,
digamos el nivel de capacitación es mayor, ¿por qué? porque en una Brigada la gran mayoría son
mayores, un mayor puede ser ya, un mayor de inteligencia ya puede ser el B2, un teniente coronel,
creo que para ese año 2008 era un teniente coronel el oficial de inteligencia, el 3 ya no es un mayor
sino es un coronel full. Digamos como, sí, en el grado que sustenta es un coronel full, y todos los
cargos ya tienen esos oficiales. Entonces ellos hubieran podido revisar y hubieran verificado que
las carpetas, ‘venga, pero dónde está el anexo’, el anexo sí lo tenía porqué se hizo después de, ‘pero
venga, si esto era una misión táctica, dónde está la orden fragmentaria de esa misión táctica0. El 3
lo tuvo que haber visto y analizado y haber levantado digamos como la sospecha ‘venga, miremos,
pasemos revista, verifiquemos cómo es que están haciendo las órdenes de operaciones’”1440.

1438 Ejército Nacional. “Manual EJC.3-50 Reservado, Organización Estado Mayor y Operaciones”.
1439 Corte Constitucional. Sentencia C-340 del 2019.
1440 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0548.

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1298. Esta misma situación se pudo observar en lo que concierne a la Agrupación de


Fuerzas Especiales (AFEUR), pues Felipe Andrés Ramírez Gómez y Leonardo Ayala
Remolina manifestaron que la unidad tenía a unos soldados encargados de las labores
de inteligencia, cuya destinación oficial era diferente de la material: en la práctica
ejercían las investigaciones vestidos de civiles, de forma clandestina, no solo esto nunca
se consignó en la documentación oficial, sino que era contrario a los procedimientos
regulados por la doctrina.

1299. Lo anterior no se hacía sin el conocimiento de la Novena Brigada, ya que se


reportaba constantemente la información que reunía ese grupo “especial” de
inteligencia, y por la forma y contenido de esos reportes era posible colegir la
subrepticia destinación de los militares de AFEUR. Sin embargo, el señor William
Fernando Pérez Laiseca, quien tenía bajo mando directo sobre los comandantes de la
unidad (como ya se pormenorizó), nunca tomó ninguna medida para desintegrar ese
grupo no oficial de inteligencia, ni siquiera se cuestionó en ningún momento por el
origen de los datos o por su veracidad.

1300. Véase que, sobre este tema, el señor Ayala Remolina comentó lo siguiente:

“PREGUNTADO: según sus respuestas anteriores, entendí que la destinación de dos soldados, o
de varios soldados de las AFEUR, para que realizaran inteligencia a cubierta, digamos se realizó
de manera informal sin que hubiera un acto, una resolución una orden que legitimara esa
actuación, eh, de acuerdo al conocimiento que usted tiene de la doctrina militar, ¿esa situación
configura una irregularidad? RESPONDIÓ: sí claro, eso está mal hecho, eso está mal hecho, lo que
pasa es que como ellos no iban a actuar, uno los sacaba, y pienso yo que en esa época por la
necesidad de dar resultado los sacábamos, y los pudiéramos en caso de algo legalizar como su le
hubiera dado un permiso, pero sí era obviamente algo irregular, eso sí, totalmente porque era un
riesgo como les dije hace rato, un riesgo que se tomaba en caso de que le llegara a pasar algo a esos
muchachos por allá, por eso era que ellos no salían de Neiva (…) PREGUNTADO: contrario a lo
que usted manifiesta, Ramírez, el teniente Ramírez indica que la existencia de ese grupo de
inteligencia al interior de las AFEUR era conocida por el comando de la Novena Brigada e incluso
en algunas ocasiones ellos le aportaron información al B2, usted por el contrario ha manifestado
que desde el comando de la Novena Brigada no se sabía de esa situación, ¿usted a que puede
atribuir esa diferencia en las percepciones suya y la de Ramírez en relación con esa situación que
le acabo de describir? RESPONDIÓ: no, ahí están las dos versiones son ciertas en qué sentido, mire
lo que dice Ramírez, y es verdad, en algunas ocasiones donde hubiera una información como
buena y de otro sitio, entonces íbamos y le decíamos, ‘mi general, mire llego esta información, la
cogió este muchacho para ver si al siguen trabajando [inaudible]’ ¿por qué?, porque de pronto era
lejos o algo sí, en algo así, en algunas ocasiones sí ocurrió, es cierto, pero cuando eran cosas muy
pequeñas no se las colocábamos en contexto ¿sí me hago entender?, o sea, si ellos a veces, porque
ahí sí hay una contradicción y sí se la voy a aclarar, o sea, en algunas ocasiones cuando ellos salían
y encontraban alguna información de alguna información que la pudo hacer del Magdalena o de
alguna otra unidad, pero les llegó a ellos la información cuando salieron, entonces ahí sí lo
colocábamos en contexto, y le decíamos ‘mire, tenemos esta información’, sino que mi general de
pronto no sabía que uno los sacaba a hacer inteligencia sino que son informaciones que llegaban,
llegó alguna información porque tiene algún amigo, o algo, nunca se le presentaba como había
sido para buscar esa información, si era que duró dos o tres días por fuera buscándolas, pero ahí
sí tiene razón Ramírez cuando dice que a veces sí, porque me acuerdo que algunas ocasiones yo le
decía ‘presentémosle eso al B2 para que ellos lo sigan trabajando’ PREGUNTADO: ¿eso quiere

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decir, digamos, que ustedes deliberadamente le ocultaron a la brigada que esos dos hombres salían
de civil a la ciudad de Neiva de manera continuada, eh, y cuando ellos presentaban información,
ustedes digamos, de manera deliberada, también, ustedes no, usted, de manera deliberada le
presentaba esa información de manera incompleta a la Brigada, es decir, no le explicaba cómo se
había conseguido esa información, o le daba una versión distinta de la manera de como se había
conseguido esa información? RESPONDIÓ: no porque él no me preguntaba, o no nos preguntaba
cómo se consiguió, sino ‘tenemos una información en tal parte’, ‘ah bueno, listo hágale’
PREGUNTADO: ¿es diligente que un comandante de una brigada no se preocupe por cómo se
consigue una información que le es remitida para lanzar una operación? RESPONDIÓ: eh no,
porque es que una información se la da uno a pasar cualquiera, me explico, salgo y alguien me
puede decir, ‘pilas que en tal parte está sucediendo algo’, cualquier persona entonces lo que había
que hacer ahí era corroborarla (…)”1441.

1301. Para la Sala es indudable que la falta de control por parte de William Fernando
Pérez Laiseca, respecto de la información que le llegaba en los reportes de inteligencia,
constituyó un acto de omisión de sus deberes que contribuyó de forma decisiva a que
el plan macrocriminal se siguiera realizando, debido a que su deber como superior
jerárquico estaba intrínsecamente ligado con el despliegue de actos de inspección que
debía ejercer para impedir que sus subordinados cometieran hechos ilegales, incluso
desde la preparación de los operativos1442.

1302. Aquí, es menester resaltar que esa ausencia de control se daba en todas las
unidades que estaban bajo su mando: en lo concerniente a la AFEUR, ello ocurría aun
cuando tenía su sede en la misma ciudad que la Novena Brigada (Neiva) y cuyo
comandante siempre tenía una relación cercana con el comandante de brigada; mientras
que con BIMAG y BIPIG, incluso si sus sedes físicas estaban en otros municipios, eran
las que más resultados operacionales de bajas en combate presentaban, y por ende, a
las que más visitas debía realizar y sobre la cual tenía que ejercer más actos diligentes
de vigilancia.

1303. En relación con las carpetas de resultados operacionales en las que se reportaban
muertes en combate, se tiene que solían estar conformadas por: (i) el radiograma en el
que se daba parte del inicio de la operación, (ii) la misión táctica con sus anexos, (iii) el
acta de lecciones aprendidas (iv) el informe de patrullaje, (v) el informe del primer

1441 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
1442 Esto comentó Ángel Fernando Carvajal Rojas: “RESPONDIDO: Pues en parte sí doctor, porque es que

nosotros somos el primer filtro, o sea, el primer filtro digamos del desarrollo de una operación es el Estado
Mayor. Pero doctor, pero cuando ese comandante no hace ese planeamiento, cuando no hay ese procedimiento
militar para esa toma de decisiones, y él decide pues enviar esa operación de esa manera, pues él de una u otra
manera está asumiendo también ese riesgo. Pero no deja la Brigada también de ser digamos, de una u otra
manera, supervisora de lo que nosotros hacemos. O sea, no es solamente ‘no, el Batallón es el que hace todo y
ya el Batallón’, no, porque entonces dónde está la unidad rectora que es esa Brigada. Ahora, ¿dónde está el
superior de ese comandante de Batallón, que es, que para la época era el comandante de la Brigada?, que
tampoco mira, que también tiene un Estado Mayor y quien tampoco mira y revisa que le hace falta algo a esa
documentación, que hace falta algo a esa información. Doctor, ahí, si uno lo mira y lo analiza, ahí hay muchas
cosas que fallaron, pareciera que todo eso estuvo mal hecho, mal hecho doctor”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal
Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.

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respondiente, (vi) el acta de inspección de cadáver o del informe de necropsia y (vii) el


acta del material incautado1443. Los documentos previamente referidos debían ser
remitidos a la Novena Brigada desde la unidad táctica que había causado la baja.

1304. En su versión voluntaria, el señor Pérez Laiseca aseguró que su deber en relación
con esas carpetas operacionales se limitaba únicamente a adelantar la verificación de
que la documentación estuviese completa (control formal insustancial), sin que le
correspondiera realizar un análisis sobre su contenido, con el propósito de verificar la
legitimidad de las muertes en combate registradas por las unidades tácticas bajo su
mando. A juicio de la Sala, la postura expuesta por dicho compareciente no es
admisible, en la medida en que desconoce la obligación que le asiste a los comandantes
de realizar un control posterior sobre las operaciones militares ejecutadas por sus
subalternos, en los términos del Manual “Organización Estado Mayor y Operaciones”
(EJC 3-50) del año 2005 y del precedente constitucional que ilustra su interpretación1444.

1305. En relación con lo previamente enunciado, resulta ilustrativo lo manifestado por


Ángel Fernando Carvajal Rojas, quien se desempeñó como oficial de inteligencia del
BIMAG durante el periodo analizado, frente a las irregularidades en la que se incurrió
en la elaboración de los anexos de inteligencia de 18 operaciones que fueron ejecutadas
entre el 26 de diciembre de 2007 y el 8 de septiembre de 2008, las cuales involucraron
bajas cuestionadas. Según lo manifestado por Carvajal Rojas, los soportes operacionales
en cuestión fueron elaborados durante septiembre de 2008, de manera irregular:

“PREGUNTADO: ¿Sabe o podría decirnos entonces que misiones tácticas estamos hablando, las
que tienen esos anexos de inteligencia elaborados con posterioridad? RESPONDIDO: Sí su señoría,
el anexo de inteligencia o la misión táctica “dominante”. PREGUNTADO: Señor Carvajal no le
entendí el nombre de la misión táctica. RESPONDIDO: Fecha 26 de diciembre del 2007.
PREGUNTADO: Hay una ligera intermitencia. RESPONDIDO: El anexo de inteligencia…
PREGUNTADO: Si señor. RESPONDIDO: El anexo de inteligencia su señoría de la misión táctica
“dominante”, del 26 de enero del 2007. Perdón del 26 de diciembre de 2007. PREGUNTADO: Si
señor. RESPONDIDO: El anexo de inteligencia de la misión táctica #7 del 8 de enero del 2008. El
anexo de inteligencia de la misión táctica # 15 del 16 de enero del 2008. El anexo de inteligencia de
la misión táctica #16 del 17 de enero del 2008. El anexo de la misión táctica “felino” del 1 de febrero
del 2008. El anexo de inteligencia de la misión táctica “furor” del 11 de febrero del 2008. El anexo
de la misión táctica “Málaga” del 17 de marzo del 2008. Y e anexo de inteligencia de la misión
táctica “arpía” del 11 de abril del 2008. El anexo de inteligencia de la misión táctica “mercurio” del
13 de mayo del 2008. El anexo de inteligencia de la misión táctica “Moluscos” del 16 de mayo del
2008. El anexo de inteligencia de la misión táctica “Mariscal” del 23 de mayo del 2008. El anexo de
inteligencia de la misión táctica “(inaudible)” del 30 de mayo del 2008. PREGUNTADO: ¿de cuál
perdón? no le escuché. RESPONDIDO: del 30 de mayo del 2008. PREGUNTADO: pero ¿cuál es el
nombre de la misión? RESPONDIDO: “marengo”. PREGUNTADO: Si señor. RESPONDIDO: El
anexo de inteligencia de la misión táctica “Jalón” 3 de junio del 2008. PREGUNTADO: ¿3 de junio?
RESPONDIDO: de junio, si señor, con N de niño. PREGUNTADO: ¿Del 03? RESPONDIDO: 3 de
junio, si señor, si su señoría. PREGUNTADO: Si señor, continúe. RESPONDIDO: El anexo de

1443 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552 y Versión Voluntaria de Luis Armando Gómez Ruge, Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0555.
1444 Corte Constitucional. Sentencia C-340 del 2019.

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inteligencia de la misión táctica “jaque” del 22 de junio del 2008. El anexo de inteligencia de la
misión táctica “jet”, como jota, e, te, del 17 de julio del 2008. El anexo de inteligencia de la misión
táctica “Jacál” del 30 de julio del 2008. El anexo de inteligencia de la misión táctica “Aries”, “Aries”,
del 30 de agosto del 2008. El anexo de inteligencia de la misión táctica “Selene” del 8 de septiembre
del 2008. PREGUNTADO: ¿Esas son todas señor Carvajal? RESPONDIDO: Sí señor magistrado,
esas son todas” 1445.

1306. Lo expuesto evidencia con claridad las protuberantes deficiencias en las que
incurrió Pérez Laiseca respecto del control posterior de las operaciones militares en las
que se produjeron supuestas bajas en combate. De acuerdo con lo indicado por Carvajal
Rojas, durante un periodo superior a 6 meses se ejecutaron 18 acciones en las que
efectivos del BIMAG cometieron homicidios bajo la modalidad de combate simulado,
sin que desde la Novena Brigada se estableciera de manera oportuna la ausencia de los
anexos de inteligencia que debían respaldar su planeación y su ejecución en condiciones
legales. Es claro que, con la rigurosa revisión de las capetas operacionales mediante las
que se reportaron esos asesinatos como resultados legítimos, se hubieran podido
detectar a tiempo los delitos investigados.

1307. Igualmente, esa falta de interés en ejercer el control material y efectivo también
se evidenciaba cuando se le hacía el reporte de los resultados por vía telefónica o radial:
según las versiones de varios comparecientes, el señor Pérez Laiseca nunca ahondaba
en cómo se ejecutaban los actos, sino que se limitaba a indagar si se había materializado
el operativo. Ejemplo de esto se halla en el relato del señor William Alfredo González1446,
pero más específicamente en el del señor Ricardo Andrés López García, quien describió
lo siguiente:

“PREGUNTADO ¿qué pasó después? O mejor usted nos dice que después del reporte del COT
cuando el COT le reporta lo que reportó a su turno el teniente Cerón, usted llamó a la Brigada ¿con
quién se comunicó en la Brigada? RESPONDIÓ con el Comandante de la Brigada, con mi general
Pérez Laiseca. PREGUNTADO ¿Qué le dijo usted al Coronel Pérez. RESPONDIÓ le dije ‘mi
general, me reporta un pelotón que en un movimiento, en una posición en que se encontraba, se
encontró con unas personas que estaban en desplazamiento en la oscuridad, que al gritarles alto
que le dispararon con fuego y que el teniente reaccionó y hay una persona muerta con un arma
corta, no se ve bien, es de noche y estamos esperando el día siguiente que se hagan los...’ y dijo ‘ah

1445Al respecto, en su versión voluntaria, Carvajal Rojas, manifestó: “PREGUNTADO: Quisiera entender señor
Carvajal, en estas misiones tácticas, si cuento correctamente son 18. ¿En estas 18 misiones tácticas que usted
nos dice que se fabricó, se elaboró el anexo de inteligencia con posterioridad, estas misiones tácticas no tenían
anexo de inteligencia cuando se emitieron? RESPONDIDO: No doctor, no tenían anexo”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando
Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
1446 “RESPONDIÓ: Ante el señor comandante de la brigada, General Pérez Laiseca. PREGUNTADO

(Representante de víctimas): ¿Él se encarga de hacerle seguimiento también? RESPONDIÓ: Doctor, que pena…
¿me repite por favor la pregunta? PREGUNTADO (Representante de víctimas): Que, en el marco del resultado
operacional que el comandante del batallón le informaba a la brigada, ¿a quién le informaba él? ¿a qué
dependencia de la brigada? RESPONDIÓ: Directamente, cada vez que pasaba un hecho o un evento, mi
coronel le informaba al comandante de la brigada sobre el evento, en ese entonces era mi General Pérez Laiseca
y posteriormente pues se hacía el radiograma operacional que lo firmaba el comandante del batallón,
informando sobre el hecho”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Alfredo González Castillo. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0704.

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bueno muy bien, ¿ya paró el combate?’ algo así ‘¿ya no hay nada más?’, ‘no, no hay mayor, no hay
más eventos que reportar de ese sitio’, entonces digo ‘bueno no más’. La conversación fue corta
verdaderamente no nos extendimos mucho en explicar más. (…) PREGUNTADO ¿qué respuesta
o qué reacción recibió el Comandante de la Brigada? RESPONDIÓ no, la respuesta de mi general
era muy escuetas ‘ah bueno ¿algún problema con la tropa?’ ‘no’ ‘la situación ya desarrolló’ ‘si ya
tienen asegurado el sitio pues de amenazas’ si pues sucedió más o menos en este hecho y ‘creamos
una neutralización de un acto terrorista contra una de las torres’ por los elementos que informa el
cabo que observa por encima. Entonces no más, era muy corto, muy escueto y no se pedía más
información”1447.

1308. De esta forma es claro que, en calidad de comandante de la Novena Brigada,


Pérez Laiseca tenía la obligación de disponer lo necesario para controlar los informes
que se emitían sobre las operaciones que adelantaban sus tropas, con el objetivo de
verificar que se trataba de acciones legítimas, lo cual deliberadamente decidió no hacer,
aportando de esa forma a la concreción del plan macrocriminal dentro del cual se dieron
los hechos.

1309. Sumado a todo lo anterior, se tiene que el señor William Fernando Pérez Laiseca
hizo afirmaciones que denotan su falta de diligencia en lo correspondiente a la
corroboración de los datos en los pagos que hacían los distintos batallones a los
informantes. Recuérdese que el excomandante de la Novena Brigada aseguró que su
obligación en ese asunto recaía únicamente en firmar, como acto de pura formalidad
legal1448.

1310. En este punto, la Sala insiste en que no son admisibles sus argumentos, en tanto
que, conforme con el ordenamiento jurídico, Pérez Laiseca tenía la obligación de
disponer lo necesario para que al interior de la Novena Brigada se realizara un control

1447Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
1448 “PREGUNTADO: pero, mi pregunta es ¿recuerda usted que usted participara en ese proceso, es decir,

usted como comandante de brigada tenía algún rol en ese proceso? RESPONDIÓ: no, en ese proceso no, porque
vuelvo y le repito hay el rol de la inteligencia de los ciclos y está el rol administrativo, el comandante de la
brigada lo que podría como representante legal de la brigada es dar fe que las personas que están firmando
ese proceso lo hicieron para poderlo remitir por conducto regular al escalón superior, sería, pero ya en el
proceso de determinar cómo se hizo no porque eso está reglamentado en esos manuales PREGUNTADO:
discúlpeme no, no le entendí la respuesta. ¿Participaba usted en el proceso así sea con el aval al nivel superior,
pero participaba usted en el proceso de pago de información? RESPONDIÓ: sí, yo le mencioné, que el
comandante de la brigada lo que hace es como representante legal de la brigada dar fe que las personas que
participaron en el proceso con las firmas, ya viene a ser el jefe de estado mayor, el B2, son las personas que
están haciendo el proceso para que eso se remita, esa es la participación que tiene pero no en el proceso ya
concreto como le mencionaba yo de los ciclos de inteligencia o de revisar allí administrativamente como eso
se cumplía porque eso estaba perfectamente definido en esos manuales que yo le menciono doctor (…)
PREGUNTADO: yo entiendo que su firma sirve o se necesita para poderlo enviar al nivel superior, en otras
palabras el documento no se puede enviar al nivel superior sin su firma. Lo que no he terminado de entender
es ¿de qué da fe su firma? RESPONDIÓ: da fe la firma del trámite que se debe hacer porque eso termina es en
la dirección de inteligencia, entonces el jefe de estado mayor no puede tomar el documento y enviarlo él a
pesar de que él es la persona encargada entonces toca pasarlo por el comandante de la brigada por conducto
regular”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556.

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posterior riguroso sobre la legitimidad de las operaciones en que las unidades tácticas
bajo su mando presentaron bajas y ese control se extendía también al pago que se hizo
por la información que daba origen a esos operativos. Además, es indudable que una
diligente labor de vigilancia y control de su parte, siguiendo los lineamientos de la
doctrina militar y los deberes que se desprendían de su puesto, habrían influido en la
detección de los actos ilegales y habría evitado la perpetuación del plan macrocriminal,
por lo menos durante el año 2008.

1311. Esto resulta trascendental frente a la configuración de los patrones


macrocriminales investigados por la Sala, pues la consecución de los recursos
destinados al pago de informaciones y recompensas por parte de las unidades
priorizadas fue fundamental para la financiación de los asesinatos y desapariciones. Tal
como se ha expuesto a lo largo de la presente providencia, en varias ocasiones, esos
recursos se emplearon para la compra de los elementos necesarios para la simulación
de combates o para el pago de los “servicios” prestados por supuestos informantes para
la ubicación de las víctimas en el área de operaciones o su atracción mediante engaños.

1312. Aquí cobra relevancia el requisito para el trámite del pago de recompensas o
informaciones, referido a la sustentación del impacto del resultado obtenido. Si su
verificación se hubiera surtido de manera adecuada desde la Novena Brigada, respecto
de las muertes en combate reportadas por los batallones, se habría identificado de
manera oportuna la irregularidad de esos resultados operacionales: de conformidad
con los hechos graves y representativos que han sido analizados por la Sala para
caracterizar a los patrones macrocriminales investigados, se tiene que en todos los casos
las víctimas de los homicidios fueron civiles y, por tanto, respecto de ellos, no existía la
posibilidad de sustentar de manera plausible una afectación sustancial a la capacidad
armada de la estructura ilegal que supuestamente se estaba atacando.

1313. Adicionalmente, las deficiencias en el control a cargo de Pérez Laiseca respecto


del manejo de los recursos destinados al pago de informaciones o recompensas
relacionadas con la producción de bajas en combate, se hace latente respecto de los
hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, en la vereda Jerusalén del municipio de San José
de Isnos, Huila, en los que fueron asesinados los señores Miller Andrés Blandón
Álvarez, Juan Diego Martínez Peña y Álvaro Hernando Ramírez Falla, los cuales fueron
reconocidos como homicidios bajo la modalidad de combate simulado por Capera
Vargas y por Cárdenas Sánchez.

1314. Tal como se expuso previamente, en los días inmediatamente posteriores a tales
sucesos, se realizaron denuncias públicas mediante las que se indicó que las personas
asesinadas eran sujetos en situación de vulnerabilidad que residían en la ciudad de
Neiva. Por tanto, existían serias dudas sobre la supuesta relación de las víctimas con
grupos armados ilegales y respecto de su intervención en un combate con efectivos del
BIMAG. Al respecto, Alexander Céspedes Ortiz, quien se desempeñó como oficial de
inteligencia de la Novena Brigada durante el periodo analizado, señaló:

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“PREGUNTADO: justamente quería referirme a ese hecho o preguntarle sobre ese hecho en
particular. El hecho ocurre el 18 de julio si no estoy mal del año 2008 y en efecto se trata de una
persona o de unas personas que eran oriundos o vivían en Neiva y que son trasladados de Neiva
hasta Pitalito o en todo caso el área de responsabilidad del Batallón Magdalena y mueren en hechos
cometidos por integrantes de esa unidad ¿cuál fue la reacción de la Brigada cuando eso se conoció?
RESPONDIÓ: señor magistrado eso salió por la prensa, no sé si en el diario El Huila o en otro que
se llamaba La Nación, que llamaban así, y el comandante manifestó que ya estaban haciendo las
investigaciones del caso, la estaba haciendo la Justicia Penal Militar si no estoy mal. Señor
magistrado ahí después se supo que había una comisión especial de la Fiscalía, que estaba
realizando ese tipo, de esa investigación, de ahí para allá no tengo razón. PREGUNTADO: ¿cómo
se refirió al tema el comandante? Primero ¿qué comandante de Brigada era? Porque usted nos dijo
que poco tiempo después que llegó, el general Pérez Laiseca había dejado la unidad (…).
RESPONDIÓ: el general William Fernando Pérez Laiseca. PREGUNTADO: y ¿cómo se refirió el
general Pérez a esa a esa situación? RESPONDIÓ: no recuerdo muy bien señor magistrado, pero sí
hizo alusión a lo que había salido en la prensa, que él ya había hablado con el comandante de
batallón y que estaban haciendo las investigaciones del caso y, finalizado eso, se siguió a una
reunión operacional”1449.

1315. Como puede verse, conforme con lo indicado por Alexander Céspedes Ortiz,
Pérez Laiseca estuvo al tanto de los cuestionamientos realizados de manera pública
frente a la legalidad de las bajas reportadas el 18 de julio de 2008 por efectivos del
BIMAG. A pesar de ello, no dispuso ningún tipo de control respecto del pago de una
recompensa en relación con tales sucesos y ese desembolso se efectuó a pesar de las
serias dudas que existían en torno a la legalidad de ese resultado operacional1450. Sobre
tal aspecto, Céspedes Ortiz precisó:

“PREGUNTADO: ¿sabe si por ese caso la Brigada estaba tramitando algún pago de información?
RESPONDIÓ: la verdad magistrado, muy posible. PREGUNTADO: ¿pero no hubo ninguna
instrucción al respecto? ¿cómo verificar si estaban tramitando algún pago? ¿de estar pendientes
que no se fuera a pagar por una operación que por lo menos desde el principio en los medios de
comunicación se cuestionaba? RESPONDIÓ: magistrado en ese momento realmente estaba la
información y estaba diciendo que estaba la Justicia Penal Militar adelantando eso y sí se hizo el
trámite, pues se surtió, pero dentro de todos modos dentro del proceso como tal y dentro de las
normas que vienen en el protocolo, se presumía su legalidad. PREGUNTADO: ¿aún a pesar de las
denuncias? ¿aún a pesar de las características de los hechos se presumía la legalidad?

1449Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553.
1450 En relación con el pago de una recompensa por los hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, Marcos

Evangelista Pinto Lizarazo, quien se desempeñó como comandante del BIMAG para la época, precisó lo
siguiente: “De igual manera, mediante Acta 356 de julio 66 de fecha 30 de septiembre del 2008, se pagó por
información por un valor de dos millones de pesos al señor Segundo Arquímedes Samboní López con cédula
de ciudadanía 12169155 de Isnos, esto declaró la investigación de los hechos el 28 de julio del 2008, el cual dijo
que hubo varios atracos antes y después de los hechos, estos sujetos tenían armas largas y se encontraban
vestidos de traje verde oliva argumentaba que los sujetos muertos eran los mismos del grupo que había visto
y relaciona a tres personas más testigos de haber visto a estos sujetos. De acuerdo a lo consignado en el libro
de criptógrafos evidencia que la información se relacionó en el acta de pago, sin embargo, con las versiones
que ya tuvimos conocimiento y con las investigaciones que se adelantaron se pudo evidenciar que esto fue un
hecho irregular adelantado por el Sargento Rodríguez y de igual manera, se vinculó al señor Mayor Alvares a
este proceso, y en el proceso penal funcioné yo como testigo de la Fiscalía para este caso en particular señor
magistrado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.

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RESPONDIÓ: señor magistrado ahí sí es algo muy, no sé cómo exponerlo, pero realmente la
autonomía de la justicia, más el debido proceso, más la presunción de inocencia, más unos
documentos que firma el comandante batallón que dan fe de que se hizo, pues uno presume que
está bien, de ahí a un comentario que salga en la prensa, listo, pero no hay ningún otro elemento
de juicio para determinar qué fue una ilegalidad (…)” 1451.

1316. Adicionalmente, el señor Alexander Céspedes Ortiz, señaló que el comandante


de la Brigada era quien se encontraba facultado dentro de la cadena de mando para
realizar reparos frente al pago de una información o una recompensa relacionada con
un resultado operacional cuestionado. En palabras de Céspedes Ortiz:

“PREGUNTADO: no estoy seguro creo que no le entendí ¿uno de los puntos que manifestaban
esta respuesta es que el comandante de la Brigada y el jefe de Estado mayor de la Brigada podían
hacer observaciones, objetar, permítame utilizar esa expresión más jurídica, objetar el pago?
RESPONDIÓ: claro que sí señor magistrado, porque ellos estaban en la línea de mando.
PREGUNTADO: y ¿ellos tenían insumos? ¿ellos podían conocer? ¿tenían cómo saber o cómo
formular esas objeciones? Es decir ¿de la documentación ellos debían hacer una revisión o podían
darse cuenta de algo que no le no les generaba la confianza necesaria para autorizar el pago?
RESPONDIÓ: señor magistrado ellos podrían de pronto objetar y usualmente en ese caso lo
tendrían que llamar a uno y decirle: “esto no se paga por x o y”, cosa que no se dio cuando estuve
con ellos, pero ellos lo podrían hacer y por eso fue la inclusión en la Directiva 105842, cuando
agregan al comandante la Brigada y al jefe de estado mayor” 1452.

1317. Como puede verse, respecto de los hechos del 18 de julio de 2008, William
Fernando Pérez Laiseca estuvo al tanto de las denuncias públicas referidas a su
ilegalidad. A pesar de ello, no ejerció las potestades de las que era titular como
comandante de la Novena Brigada, para adelantar un control material, oportuno y
efectivo sobre el trámite para el pago de una recompensa referida a tales sucesos, para
evitar que se adelantara un desembolso con cargo al erario por un resultado operacional
a todas luces ilegal.

1318. En suma, se tiene que Pérez Laiseca no realizó un control adecuado y efectivo
sobre los resultados operacionales consistentes en muertes en combate reportados
desde las unidades tácticas bajo su mando, puesto que nunca efectuó actos de vigilancia
sobre los informes de inteligencia, ni sobre el desarrollo de los operativos o los pagos
por información.

1319. Aunque William Fernando Pérez Laiseca pretendió justificar estas omisiones a
sus deberes funcionales aduciendo que -en virtud del principio de buena fe- debía
otorgar plena credibilidad a los reportes de sus subalternos sin ejercer ningún tipo de
verificación, lo cierto es que, a juicio de la Sala el postulado constitucional en cuestión
no goza del alcance que pretende darle el compareciente.

1320. Lo anterior debido a que el principio de buena fe no releva a las autoridades


del deber de implementar controles institucionales, con el propósito de constatar que

1451 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alexander Céspedes Ortiz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553
1452 Ibidem.

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las actuaciones públicas o privadas se realicen de conformidad con la Constitución y la


ley1453. El razonamiento previamente expuesto, cobra mayor relevancia frente al uso de
la fuerza letal por parte del Estado, pues compromete la grave afectación de derechos
fundamentales como la vida y la dignidad humana, entre otros. Por tanto, los
argumentos de Pérez Laiseca mediante los que se pretende establecer lo contrario, serán
desestimados.

1321. Esto mismo aplica a otro argumento que esgrimió el señor William Fernando,
quien adujo que no tenía la potestad de tomar ninguna medida en contra de sus
subordinados, puesto que eso correspondía únicamente en el ámbito de la
responsabilidad disciplinaria y hasta que estuviera comprobada una falta de esa índole.

1322. Nuevamente, no es de recibo esa posición para la Sala, dado que el despliegue
de las acciones que están al alcance de un comandante de brigada no está supeditado a
la existencia de un fallo de orden disciplinario o penal, en tanto que su deber legal se
encamina a ejercer el control constante y a reaccionar ante situaciones que se puedan
considerar anómalas (las cuales podría detectar fácilmente por la larga experiencia
militar), sin que se requiera que otras autoridades se pronuncien primero. Entonces, no
necesitaba que existiera una sanción disciplinaria en contra de los orgánicos de los
batallones, para poder hacer motu proprio llamados de atención o inspecciones más
exhaustivas, o tomar correctivos que impidieran la ocurrencia de bajas ilegales o
resultados operativos ficticios.

1323. Su postura simplemente demuestra la falta de disposición y diligencia al


controlar y dirigir las acciones de sus tropas y, si bien es cierto que alguno de esos actos
negligentes pudieron haberse justificado, de forma individual, en el hecho de tener
múltiples subordinados o un exceso de trabajo y de funciones, para la Sala es claro que
al haberse presentando todas, de forma conjunta, en un periodo de tiempo
relativamente corto, ello devela la intención de Pérez Laiseca de contribuir en la
consolidación del plan macrocriminal mediante aportes omisivos, faltando
conscientemente a su deber objetivo de cuidado sobre las acciones propias y de sus
subordinados.

El planteamiento expuesto, resulta concordante con la jurisprudencia de la Corte Constitucional, como pasa
1453

a demostrarse a continuación: “[a]hora bien, en numerosas ocasiones, la Corte se ha pronunciado respecto del
principio de la buena fe, por lo que en la actualidad se cuenta con una sólida línea jurisprudencial en la materia.
Al respecto ha indicado que el principio de la buena fe no es absoluto, por cuanto no es ajeno a limitaciones y
precisiones, y que igualmente, su aplicación, en un caso concreto, debe ser ponderada con otros principios
constitucionales igualmente importantes para la organización social como lo son, por ejemplo, la seguridad
jurídica, el interés general o la salvaguarda de los derechos de terceros. Así mismo, el juez constitucional ha
considerado que el principio de la buena fe no implica que las autoridades públicas deban regular los asuntos
suponiendo que las personas se portan siempre bondadosamente y que cumplen voluntariamente con todas
sus obligaciones legales. Tampoco se opone a que, con el propósito de salvaguardar el interés general, el
legislador prevea la posibilidad de que se den ciertos comportamientos contrarios a derecho y adopte medidas
para prevenir sus efectos (…)”. Corte Constitucional. Sentencia C-131 del 2004.

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3.3.2.4. Hechos que evidenciaban la comisión de asesinatos y desapariciones por


parte de las unidades que conformaban la Novena Brigada.

1324. Mientras el señor William Fernando Pérez Laiseca fue comandante de la Novena
Brigada ocurrieron sucesos que tenían la entidad suficiente para hacerle saber que las
tropas bajo su mando estaban ejecutando hechos fuera del actuar legal y en contra del
DIH. Para la Sala los dos más relevantes son: (i) con su experticia militar debió notar
que la frecuencia de los enfrentamientos con delincuencia común era inusual y que no
era creíble que comúnmente civiles dispararan en contra de tropas fuertemente
armadas cuando les detenían en retenes. (ii) Las denuncias públicas realizadas por el
OBSURDH en relación con múltiples ejecuciones extrajudiciales cometidas por
efectivos de las unidades priorizadas durante el año 2007, así como las realizadas por
la prensa local y nacional sobre los hechos ocurridos el 18 de julio de 2008 en los que
soldados del BIMAG, en el municipio de Isnos, asesinaron a tres personas en situación
de vulnerabilidad que residían en Neiva, siendo uno de ellos muy reconocido por
efectuar artes escénicas en el centro de la ciudad.

1325. Respecto del primer punto, es indudable que un militar con la amplia experiencia
que tenía el señor Pérez Laiseca debía percatarse de que no era usual que se presentaran
hechos similares, en lugares diferentes, en un lapso muy reducido. Así, en enero del
año 2008, más de un mes después de que asumió su posición de comandante de brigada,
tenía que resultarle llamativo que en menos de quince días se presentaran seis
enfrentamientos entre sus tropas y sujetos supuestamente relacionados con actividades
propias de la delincuencia común, pero, específicamente, debía generarle alarma que el
16 de enero de ese año se presentaran tres diferentes operativos (2 del BIMAG en Pitalito
y 1 del BIPIG en Gigante) en donde se daba muerte a personas que disparaban en contra
de los soldados cuando pretendían detenerlas para requisarlas. Igualmente, debía
parecerle insólito que cuatro de esos seis hechos (incluidos dos del 16 de enero) fueran
combates contra grupos reducidos de delincuencia común (en la mayoría se reportó
una sola baja), que portaban armas cortas (tipo revólver) y que todos los encuentros
bélicos iniciaron una vez los miembros del Ejército Nacional “lanzaban la proclama”.

1326. De hecho, la frecuencia de estos hechos despertaba sospechas incluso en


miembros de la institución con menor jerarquía y experiencia, como el señor Ángel
Fernando Carvajal Rojas1454 y Ricardo Andrés López, quien expresó esto:

1454“Ahora, toda la información que él manifestaba, toda esa información la tenía en conocimiento la Brigada,
o sea, el conocimiento de la Brigada, de los muertos, de todo ese tema, eso lo tenía también la Brigada, la
Brigada también sabía digamos de las operaciones que estaban desarrollando y de esos resultados
operacionales. También habría que preguntarle a la Brigada, algún señor general, por qué también mi general
no se dio cuenta que de pronto los hechos estaban siendo como muy recurrentes, y por qué no mandar a
alguien allá a verificar al batallón, por qué ellos, y sé que mi general Pérez Laiseca en algún momento fue hasta
el batallón, e inclusive fue mi general Erazo Marzola, comandante de la División, fue a visitar a mi coronel
Pinto al batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0548.

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“PREGUNTADO ¿recuerda si el general Pérez tuvo alguna reacción porque fueran dos reportes
tan seguidos, uno si le entendí bien en la tarde y el otro en la noche? Es decir ¿si eso fue especial o
tuvo una reacción especial de parte del general Pérez? RESPONDIÓ no, no recuerdo, es que o sea
mi general Pérez no era muy (INAUDIBLE) tampoco ni en felicitar ni en general como sino ‘ ah
bueno bien, está bien’ muy bien de pronto ‘excelente,, listo’ pero no decía ‘muy bien su trabajo,
muy bien el desarrollo de su operación, siga haciéndolo así’ no, sino ‘muy bien’ y al otro día
cuando se hacía de pronto programas ya exponía los hechos que iban sucediendo ‘pasó esto en tal
Batallón, muy bien por el Batallón, sigue la amenaza, mire que intentaron volar una torre, allá casi
intentaron atacar un Pelotón’ entonces más o menos daba referencia de lo que uno le había contado
pues a nivel Brigada y haciendo alusión al nivel programa de lo que sucedía en la jurisdicción,
pero hasta ahí, pero mi general ni indagaba mucho ni tampoco profundizaba o ampliaba la
información o hacía preguntas de fondo no”1455.

1327. Ahora bien, en relación con las denuncias públicas realizadas por el OBSURDH,
se destaca que dicha organización durante el segundo semestre de 2007 publicó la
primera versión del informe “Voces y Silencio”, enero a junio de 20071456, en el que se dio
cuenta de la comisión de ejecuciones extrajudiciales por parte de efectivos del BIPIG y
del BIMAG durante ese periodo. La publicación, contó con una segunda edición que
versó sobre la misma problemática en relación con hechos ocurridos entre julio y
diciembre del 20071457, la cual fue divulgada en el transcurso del primer semestre de
2008.

1328. En los documentos referidos en el párrafo precedente se describieron hechos


puntuales, señalando la fecha y el lugar donde ocurrieron, la condición de civiles de las
víctimas, las unidades involucradas y las denuncias realizadas por sus familiares. De
acuerdo con lo manifestado por el OBSURDH, la reacción de la Novena Brigada, la cual
era comandada por Pérez Laiseca, fue la siguiente: “en diciembre del año 2008 (…) emitió
un comunicado donde acusa al OBSURDH de intentar empañar el buen nombre del Ejército
Nacional, de usurpar la personería jurídica de otra organización no gubernamental, y de lanzar
acusaciones temerarias en contra de la fuerza pública”1458.

1329. Como puede verse, la reacción de la Novena Brigada en cabeza de William


Fernando Pérez Laiseca ante las denuncias puntuales del OBSURDH referidas a la
comisión de homicidios por sus subalternos fue la de desacreditar a dicha organización,
en lugar de tomar medidas para incrementar los controles operacionales con el
propósito de esclarecer lo sucedido y evitar que esos crímenes ocurrieran nuevamente.

1330. En relación con los hechos del 18 de julio de 2008, ocurridos en la vereda
Jerusalén del municipio de San José de Isnos, Huila, en los que fueron asesinados los
señores Miller Andrés Blandón Álvarez, Juan Diego Martínez Peña y Álvaro Hernando
Ramírez Falla por efectivos del BIMAG, los cuales fueron reconocidos como homicidios

1455 V Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
1456 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe “Voces y Silencios”.

Incorporado al expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


1457 Ibidem.

1458Ibidem.

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bajo la modalidad de combate simulado por Capera Vargas y por Cárdenas Sánchez, se
reitera que en los días inmediatamente posteriores el señor William Fernando Pérez
Laiseca conoció de las denuncias realizadas en distintos medios de comunicación
referidas a que las víctimas eran civiles en situación de vulnerabilidad residentes de la
ciudad de Neiva1459. A juicio de las Sala, la situación previamente descrita contaba con
la aptitud necesaria para que Pérez Laiseca reforzara los controles operacionales con el
propósito de verificar la legalidad de las bajas reportadas por las unidades priorizadas.

1331. Según la información de la que se dispone, Pérez Laiseca no habría actuado en


el sentido previamente enunciado, a tal punto que frente a los hechos del 18 de julio de
2018 se avaló el pago de una recompensa desde la Novena Brigada1460.

1332. En consecuencia, la Sala cuenta con bases suficientes para entender que William
Fernando Pérez Laiseca no adelantó un control adecuado y efectivo, respecto de las
muertes en combate reportadas desde las unidades tácticas que conformaban la Novena
Brigada. En su versión voluntaria, el compareciente admitió que desde una perspectiva
operacional no realizó acciones tendientes a verificar la legalidad de bajas registradas
por sus hombres1461. Esa omisión sucedió a pesar de la ocurrencia de los sucesos
enunciados previamente, los cuales daban cuenta de la existencia de irregularidades
que ameritaban que se intensificaran los controles operacionales sobre las bajas
presentadas por integrantes del BIMAG, del BIPIG y de las AFEUR.

1333. El señor Pérez Laiseca era consciente de las características reales de esas
operaciones y decidió no ejercer ningún acto para evitar que se siguiesen presentando
de esa forma. Pero, aun si en ese momento no lo sabía, ese tipo de situaciones contaban
con la entidad suficiente para revelarle las irregularidades en los resultados
operacionales, pues recuérdese que dicho compareciente: (i) era informado de las
características de los resultados que reportaban los batallones, esto es, principalmente,
muertes de una o dos personas que se enfrentaban a pelotones completos solo con
armas cortas, los blancos establecidos en las órdenes de operaciones de la unidad
operativa menor bajo su mando, (ii) estaba al tanto de los objetivos contra los que se
registraban los resultados operacionales reportados por el BIMAG y el BIPIG y (iii) era
consciente de que de conformidad con el ambiente operacional de la jurisdicción no se
había estimado procedente dirigir el esfuerzo militar hacia la delincuencia común.

1334. Sumado a esto, se tiene que varias de las bajas que daban los orgánicos del BIPIG
y BIMAG eran objeto de noticias locales, pero, especialmente, en julio de 2008
periódicos de Neiva y del país denunciaron que miembros del BIMAG le dieron muerte

1459 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alexander Céspedes Ortiz, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0553
y Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
1460 Ibidem.

1461 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Fernando Pérez Laiseca. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0556.

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a tres habitantes de Neiva, haciéndoles pasar por miembros de un grupo guerrillero


localizado en el municipio de Isnos, que está a más de cinco horas de distancia de la
capital del Huila.

1335. Aun ante esas denuncias, el señor Pérez Laiseca no tomó ninguna medida para
verificar la correcta naturaleza de los hechos, tal como incluso lo admitió en sus sesiones
de versión voluntaria, lo que nuevamente le permite a la Sala colegir que, por lo menos,
no ejercía el debido control sobre las operaciones que desplegaban los miembros de las
unidades militares que estaban bajo su mando.

3.3.2.5 El compareciente no ejerció en debida forma sus competencias en materia


disciplinaria.

1336. De acuerdo con la información de la dispone la Sala, al señor William Fernando


Pérez Laiseca debía adelantar seguimiento sobre el avance general de las causas que en
esa materia adelantaban las unidades tácticas que conformaban la Novena Brigada. Si
bien dicho compareciente no podía incidir sobre el sentido de las decisiones que
adoptaban sus subalternos en el marco de dichos procedimientos, se encontraba
facultado para pronunciarse en relación con el progreso que mostraban y para disponer
lo necesario para que tales actuaciones se agotaran de manera oportuna y diligente. Lo
expuesto fue reconocido por Pérez Laiseca:

“PREGUNTADO: ¿la brigada hacía algún tipo de seguimiento, de supervisión a que se cumplieran
esos lineamientos una vez se recibía los reportes de los resultados? Es decir, ¿el batallón reportaba
como se había desarrollado una operación? ¿la brigada verificaba que se hubieran cumplido los
lineamientos que daba la brigada para ese tipo de operaciones? RESPONDIÓ: recordemos lo de
los niveles, correcto, recordemos lo de los niveles, reportan y quien hace ya digamos el seguimiento
de eso, si ya empieza ese caso a tener la investigación por parte de las autoridades que
correspondan, ya la competencia como tal del hecho pues corresponde a la investigación, entonces,
ya digamos hacer el seguimiento de lo que había sucedido, ya en el momento en que empezaba la
investigación tocaba esperar que en la misma investigación se cumplieran todos esos procesos ¿qué
sucedía? desde luego que en la investigación la brigada a través de las unidades tácticas que tenían
allí la misión de definir eso, pues en la investigación definían si se cumplieron allí todos esos
parámetros y todas esas instrucciones que estaban dadas. Ahora, eso desde luego se iba a verificar
cuando se hacía ¿qué? la investigación disciplinaria correspondiente, a eso correspondía, ¿qué le
correspondía a la brigada? la brigada desde luego pues le correspondía recabar que se hiciera la
investigación, recabar que se cumplieran todos los procedimientos y seguir recabando a todas
las unidades sobre esos procedimientos y eso era lo que se hacía”1462. (Énfasis del despacho)

1337. En línea con lo anterior, Pérez Laiseca indicó que le correspondía emitir
instrucciones generales sobre la manera en que al interior de las unidades tácticas bajo
su mando se debían adelantar los procesos disciplinarios relacionados con las bajas
reportadas por los efectivos adscritos a ellas. En palabras de dicho compareciente:

“PREGUNTADO: lo que quiero entender ahí es ¿en qué medida o hasta qué punto entonces
impartía la brigada instrucciones sobre la facultad disciplinaria?, porque por un lado usted nos
dice la brigada no se enteraba de las investigaciones, no tenía por qué hacerlo por la Ley 836 y por

1462 Ibidem.

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otro lado nos dice que la brigada impartía instrucciones sobre qué hacer cuando se identificaban
las víctimas y que había que llamarlas a las investigaciones disciplinarias. Quiero entender cuál
era el grado de injerencia que tenía la brigada sobre las investigaciones porque parece haber una
contradicción ahí RESPONDIÓ: no, no es contradicción doctor, no hay ninguna contradicción,
estas son instrucciones que, recuerde usted que yo lo mencioné aquí ayer y no lo mencioné
solamente cuando, sino en el momento que yo llegué a la brigada estas son las instrucciones, sí, no
cuando empezaron las investigaciones, o sea eso no tenía incidencia con la investigación y aquí en
esta investigación llame a las víctimas sino que fueron unas instrucciones generales que no debían,
o sea, hacer todos los esfuerzos necesarios para identificarlos. Eso es una instrucción, esa
instrucción no es nada contradictorio con lo que tiene que ver con la investigación, es una
instrucción, mire si se llegan a presentar estos casos se deben agotar todos los esfuerzos que hayan
para identificar a las personas que aparecen allí no identificadas y si ya aparecen personas no
identificadas pues llamar a las víctimas, como se hizo en este caso, ahí está, ahí está casualmente
la persona víctima que dice sí, mi pareja sentimental, permítame aquí está en este caso que fueron
las que, de eso se trataba, permítame un segundo que aquí, aquí está… Mire aquí esta doctor
Martínez, declaración rendida por la señora, bueno aquí no dice señora dice por Blanca Tulia
[inaudible] López compañera sentimental del señor Edgar Molina, quien sostuvo que, ahora,
decirle yo en qué momento se tomó esta declaración si fue durante que la tenía uno o el otro no lo
sé, pero buscar todos los esfuerzos para eso. Así que a eso se refiere y no hay contradicción, no hay
contradicción y en ese sentido esas fueron las instrucciones, pero eso no tiene ninguna interferencia
con la investigación, son instrucciones, muy diferente a decir mire en esta investigación hágame
esto, no, esto eran instrucciones de carácter general para ese proceso, no instrucciones para una
investigación o meter las manos en una investigación, ahí si se presenta la contradicción doctor” 1463.

1338. Conforme con lo expuesto, la Sala cuenta con bases suficientes para concluir que
William Fernando Pérez Laiseca no adelantó en debida forma el seguimiento sobre los
avances de los procesos disciplinarios que adelantaban las unidades tácticas que hacían
parte de la Novena Brigada, respecto de las bajas reportadas por sus integrantes. Pérez
Laiseca conocía de la apertura de las causas referidas a esos hechos1464 y que aquellas no
registraban actuaciones que de manera sustancial permitieran el esclarecimiento de lo
sucedido y, de ser el caso, la sanción de sus responsables.

1339. A pesar de la gravedad de las denuncias realizadas por el OBSURDH referidas a


los homicidios cometidas durante el año 2007 y las publicadas en distintos medios de
comunicación en relación con los hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, las acciones
de seguimiento de William Fernando Pérez Laiseca se limitaron a “recabar” sobre la
importancia de la apertura de las investigaciones, de la identificación de las víctimas
directas y de la recepción de los testimonios de las victimas indirectas. Lo anterior, en
modo alguno representa un esfuerzo genuino para la verificación de la legalidad de las
bajas reportadas por sus subalternos, pues no involucra la emisión de ordenes
tendientes a que al interior de las unidades tácticas que conformaban la Novena Brigada
se dispusieran los recursos humanos y técnicos necesarios para que las causas en

1463Ibidem.
1464Ibidem: “pero mire algo importante doctor Martínez, que en aras de esas políticas que se transmitieron por
parte de la brigada y para ejercer el control que es lo que usted está mencionando normalmente las
investigaciones se le reportaba también a la brigada, sin tener la obligación de acuerdo con la ley de reportarle
a la brigada, del inicio de la investigación, del inicio de la investigación, con los hechos que están allí y no más
porque no se podía mencionar más y a veces se le reportaba también al comando de la división, aparte
obviamente de lo demás”.

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cuestión avanzaran de manera diligente y oportuna1465.

1340. Adicionalmente, dentro de las competencias de las que era titular William
Fernando Pérez Laiseca, se encontraba el ejercicio de la acción disciplinaria respecto de
los comandantes del BIPIG, del BIMAG y de la AFEUR1466. Conforme con la información
de las que dispone la Sala, se tiene que ese deber tampoco fue cumplido en debida forma
por Pérez Laiseca. A pesar de la gravedad de las denuncias que han sido analizadas en
este acápite, no se tiene registro de la apertura de alguna investigación respecto de los
oficiales a cargo de las unidades tácticas vinculadas a los homicidios analizados en la
presente providencia. De hecho, llama la atención que ante la seriedad de la
información publicada respecto de los hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, William
Fernando Pérez Laiseca no hubiera iniciado una indagación para establecer la
responsabilidad de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo en relación con tales sucesos.

1341. A juicio de la Sala, las falencias en las que incurrió el señor Pérez Laiseca en el
ejercicio de las competencias en materia disciplinaria de las que era titular en calidad
de comandante de la Novena Brigada, constituyen un aporte esencial a la consolidación
de los patrones macrocriminales identificados. Esto debido a que representaron un
elemento fundamental para su encubrimiento, en la medida en que impidieron que se
esclareciera la ilegalidad de las bajas reportadas y se sancionara a sus responsables.

3.3.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1342. De conformidad con lo expuesto, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar
que William Pérez Laiseca, en calidad de comandante de la Novena Brigada del Ejército

1465En relación con el punto analizado, Francisco Adrián Álvarez Calderón, manifestó: PREGUNTADO: pero,
digamos, ¿cuál fue la razón específica para que esas actuaciones disciplinarias no concluyeran con sanciones,
sino que quedaran como en el aire?, ¿había una intención o usted pudo notar una intención específica del
Coronel Pinto, o de las personas encargadas del desarrollo de esas investigaciones, orientadas a que, realmente,
no prosperaran, a que fueran un esfuerzo únicamente formal, pero no una acción real de esclarecimiento de lo
sucedido? RESPONDIÓ: lo que pasa es que, doctor, yo pienso es que a nosotros nos falta mucho conocimiento
y en el Ejército se hace eso: usted no tiene nada qué hacer, entonces lo ponen de funcionario de instrucción,
cuando no tiene nada de conocimiento de derecho ¿cierto? Entonces, me imagino, que lo que hacen ellos es
revisar, poner, mirar, el copie y pegue, y hacer exactamente la parte formal, como usted lo dice, claramente. O
sea, es decir, ¿qué toca hacer? Abrir una investigación, hágalas, archívela y pásela, pero, en realidad, nosotros
no teníamos un ente de investigación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
1466 Sobre el aspecto analizado, Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, precisó: “PREGUNTADO: Quisiera

preguntarle, ¿en su rol como comandante de Brigada le correspondía ejercer algún rol en funciones
disciplinarias por ejemplo contra oficiales de los batallones o contra integrantes de la plana mayor de los
batallones? Le pregunto esto porque algunos comparecientes no nos han aportado completa claridad sobre el
tema, pero han indicado que, en algunos casos, como le menciono, de oficiales o quizá integrantes de la plana
mayor, la facultad disciplinaria recaía en el comandante de Brigada y no en el comandante de Batallón.
RESPONDIDO: Ahí están las competencias, ahorita no las recuerdo con exactitud, pero están los niveles, eso
está establecido. El comandante de Batallón normalmente tiene disciplina sobre acciones disciplinarias sobre
su Batallón, y yo tengo la acción sobre los comandantes de Batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0557.

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Nacional, era consciente de (i) la situación de conflicto armado que se presentaba en el


departamento del Huila y (ii) de la existencia de irregularidades en las bajas reportadas
por el BIMAG, el BIPIG y la AFEUR. A pesar de ello, de manera voluntaria, (iii) ejerció
presiones para la producción de bajas en combate, (iv) circunscribió la valoración
positiva de las unidades priorizadas principalmente a la consecución de ese tipo
resultados operacionales y (v) no realizó un control posterior efectivo sobre las
operaciones militares en las que se dieron bajas para verificar su legitimidad. Esas
actuaciones constituyen un aporte esencial a los patrones macrocriminales descritos en
la presente providencia.

1343. En relación con lo anterior, se destaca que el conjunto de acciones y omisiones


desplegadas por Pérez Laiseca, de conformidad con la posición formal y material de
mando que ejerció sobre el BIMAG, el BIPIG y AFEUR, denotan un rol de liderazgo
frente a la consolidación de los patrones macrocriminales identificados por la Sala. La
atención oportuna de las denuncias referidas a la comisión de ejecuciones
extrajudiciales y de las irregularidades que rodeaban a las bajas reportadas por las
unidades priorizadas, aunada a la consecuente eliminación o contención de las
presiones por bajas en combate, a la supresión de los incentivos por su producción y a
la verificación oportuna de la legitimidad de los positivos mediante la revisión material
de las capetas operacionales y de recompensas, así como el ejercicio adecuado de sus
competencias en materia disciplinarias, hubieran evitado la difusión, la permanencia y
el encubrimiento de dichos patrones.

1344. Con base en todo lo anterior, es posible concluir que el señor Pérez Laiseca
consumó múltiples conductas delictivas en la modalidad de comisión por omisión,
debido a que, primero, tenía una posición de garante sobre la vida, integridad personal
y seguridad de los habitantes de los sectores donde se ubicaban las tropas bajo su
mando, lo cual era derivado de su cargo como comandante de la Brigada Novena del
al Ejército Nacional, institución que debe velar por la salvaguarda de la estabilidad y
seguridad de la nación y sus ciudadanos. Además, su posición de garante también fue
adquirida una vez ejerció presiones sobre sus subordinados para que presentaran bajas
en combate como resultado operacional prevalente, dado que con ello creó un riesgo en
contra de los bienes jurídicos de los ciudadanos; de allí que tuviera el deber de impedir
que el riesgo se materializara en un acto delictivo. Segundo, poseía las facultades legales
y jerárquicas para evitar que sus subordinados perpetraran actos contrarios a la ley,
como la posibilidad de iniciar procesos disciplinarios, efectuar llamados de atención,
adelantar inspecciones en los batallones (entre otras). Tercero, sus omisiones
aumentaron manifiestamente el riesgo de que se siguieran ejecutando ese tipo de actos
ilegales, dado que por la omisión de control se envió un mensaje de permisividad
institucional y de impunidad penal y disciplinaria. Y, cuarto, con su larga experiencia
como militar podía y debió haber notado las múltiples irregularidades en los operativos
y ello, sumado a las denuncias al respecto, tenía la entidad suficiente para hacerle
pensar que sus subordinados cometían crímenes en el desarrollo de operaciones
militares.

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1345. De esta manera, la Sala encuentra que Pérez Laiseca contaba con dominio sobre
los patrones macrocriminales, pues en calidad de comandante de la Novena Brigada,
estaba habilitado para realizar las actuaciones necesarias para detectar oportunamente
la comisión de MIPCBC, suspender las presiones e incentivos que figuran como su
causa y detener el flujo de los recursos necesarios para su financiamiento. En síntesis,
el compareciente, desde su rol de liderazgo, podía desactivar dichos patrones, evitando
que se consolidaran mediante la constante reiteración de los delitos investigados y que
pasaran desapercibidos desde una perspectiva operacional. Por tanto, al compareciente,
se le otorgará la condición de máximo responsable.

1346. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de autor por


omisión por los crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad 1467
de Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón
Álvarez, Ever Urquina Rojas, Carlos Mauricio Suárez Monje, José Adelmo Pillimué
Caldón, William Tovar Quiza, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros,
Carlos Mauricio Duque Pastrana, Ángel María Petevi Satiaca, Franklin Eidelber Satiaca
Muñoz, Jhon Vilmer Satiaca Muñoz, Osmidio Flor Ortiz, Carlos Arturo Bustos López,
Juan Carlos Aguirre Macías y una persona sin identificar; en concurso con el crimen de
guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen de asesinato como crimen de
lesa humanidad1468 de 57 personas, Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego
Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever Urquina Rojas, Carlos Mauricio
Suárez Monje, José Adelmo Pillimué Caldón, William Tovar Quiza, Alber Augusto
Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Javier Castillo Becerra, Diego Fernando
Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy Erazo Artunduaga, Jhon Jairo Garcés,
Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón Bedoya, Edwin Alexander Ávila
Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra, Rafael Medina Reyes, Mariano
Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama, Oswaldo García Gómez, John Fredy Molina
Cerón, José Luis Castillo, Edras Sambony Benavidez, Willmer Cerón Joaqui, Carlos
Mauricio Duque Pastrana, Fernando Figueroa Medina, Miguel Antonio Ordóñez Díaz,
Orlando Crispín Lizcano, José Alexander Murcia, Rubén Darío Garcés Murcia, Evelio
Bermeo López, Leo Dan Bermeo López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado
Bolaños, Teódulo Montaño Correa, Nelson Mendoza Yasno, Omar Mendoza Yasno,
Fabio Lozada Muse, Javier España Andrade, Jorge Leonardo Hernández Serrano, Ángel
María Petevi Satiaca, Franklin Eidelber Satiaca Muñoz, Jhon Vilmer Satiaca Muñoz,
Osmidio Flor Ortiz, Milton Hernán Sunz Garzón, Carlos Arturo Bustos López, Omar
Penagos Urquina, Luis Ángel Vallejo Vargas, Juan Carlos Aguirre Macías, Faiber
Aragonés Lomelin y cuatro personas no identificadas; y con el delito de tentativa de
homicidio1469 de Kevin David Ordoñez Bermúdez.

4. Comparecientes llamados a reconocer responsabilidad por los hechos y conductas


determinados en el Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”.

1467 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1468 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1469 Código Penal. Artículos 103 y 27.

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4.1 Teniente Coronel (r) Orlando Pico Rivera.

1347. Orlando Pico Rivera, identificado con cédula de ciudadanía No. 17.585.025 y
sometido a la Jurisdicción Especial para la Paz mediante acta No. 304167 1470, fue
comandante del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” del 1 de julio de 2004
al 15 de junio de 2006, periodo en el cual tenía el grado de Teniente Coronel. El señor
Pico fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante
Auto 237 de 18 de diciembre de 2020, siendo escuchado los días 4 y 5 de mayo de 2021.

4.1.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1348. Durante el tiempo en que Orlando Pico Rivera se desempeñó como comandante
del BIPIG, dicha unidad táctica reportó doce asesinatos1471, todos ellos correspondientes
al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por señalamientos
arbitrarios de pertenencia a un grupo armado. Vale resaltar que el compareciente fue
señalado por supuestos “informantes” y “orientadores en el terreno” como quien promovía
que se realizaran falsas operaciones en el batallón que comandaba1472.

1349. Esos delitos se enmarcaron en un plan criminal cuya finalidad era exhibir como
resultados operacionales legítimos homicidios perpetrados bajo la modalidad de
combate simulado, con el objetivo de dar una falsa sensación de seguridad a la
población civil y mostrar la supuesta diligencia del Ejército Nacional, así como alcanzar
beneficios profesionales y mayor legitimidad institucional. Si bien Orlando Pico Rivera,
no reconoció abiertamente la ilegalidad de su conducta, la Sala encuentra bases
suficientes para afirmar que tuvo un rol de liderazgo en el surgimiento y la
consolidación de los patrones macro criminales descritos en el párrafo precedente. En
efecto, dicho compareciente, desde la posición formal y material de mando que ejerció
sobre el BIPIG, realizó aportes esenciales para su diseño, difusión, permanencia y
encubrimiento.

4.1.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales.

1350. Procede la Sala a evaluar las contribuciones realizadas por Pico Rivera a los

1470 Firmada el 10 de marzo de 2020.


147131 de diciembre de 2004 (víctima: Harvey Pasto y Christian Pasto); 10 de enero de 2005 (víctima: John Fredy
Barco Gutiérrez); 8 de octubre de 2005 (víctima: Ramiro Chantre Levaza); 14 de diciembre de 2005 (víctimas:
Juan Cristóbal Alvarado y Faiver Andrés Alvarado); 20 de diciembre de 2005 (víctimas: Germán Alberto
Echavarría Gómez y José Walter Londoño Echavarría); 25 de diciembre de 2005 (víctima: Nidio Perdomo
Triviño); 8 de enero de 2006 (víctimas: Manuel Antonio Tao Pillimué, Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe y
William José Cunacué Medina -herido-); 28 de enero de 2006 (víctima: Benedicto Murillo Asprilla); 17 de marzo
de 2006 (víctimas: José Néstor Rivera Gutiérrez y Juan Pablo Espinosa); 11 de abril de 2006 (víctima: Norberto
Celys)
1472 Diligencia de Testimonio de Andrés David Martínez Quintero: “PREGUNTADO: […] ¿Ya desde esa

primera conversación con el coronel Pico le habló de bajas y que usted ayudara a operaciones en las que se
presentaron bajas? RESPONDIÓ: Sí.”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Declaración Jurada de Andrés David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0697.

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patrones macrocriminales identificados.

4.1.2.1. Requerimientos referidos a la comisión de homicidios y a su encubrimiento


mediante la simulación de combates.

1351. Aunque en su versión voluntaria Orlado Pico Rivera afirmó que desconocía por
completo los homicidios perpetrados por sus subalternos1473, la Sala cuenta con
información sobre la emisión de órdenes y requerimientos por parte de dicho
compareciente, tendientes a la planeación, la ejecución y el encubrimiento de los delitos
investigados1474. Al respecto, Jaider Urriago Rodríguez, alias “el zurdo”, civil informante
u “orientador en el terreno” que colaboró con la ubicación de las víctimas en el área de
operaciones, indicó que Pico Rivera promovió la comisión de los asesinatos y su
ocultamiento:

“PREGUNTADO: por esa relación que tenía usted de confianza con el coronel Pico, ¿nunca pensó
en decirle lo que había visto o lo que estaba presenciando? RESPONDIÓ: jum, tuve la intención de
decirle, pero después me di cuenta que él también participaba y que él también era el promotor
de los falsos positivos PREGUNTADO: ¿cómo se dio cuenta de eso? RESPONDIÓ: porque
estábamos hablando con unos soldados, él estaba reuniendo unos soldados y yo estaba en la oficina
de él, entran los soldados a hablar de que, comentaron de una operación por allá para el Cauca,
que fue fallida y que no sé qué, entonces, le dice Pico: “ve y ¿no fueron capaces de legalizar ese
man?, si ese man es miliciano, porque no legalizarlo, legalícenlo”, yo ya escuché ¡ah no! este man
es el que promueve esto (…). PREGUNTADO: le pregunto entonces, ¿una vez más, usted ha hecho
un señalamiento puntual sobre el coronel Pico en cuanto a que él tenía conocimiento de lo que
estaba ocurriendo en el batallón y que en una oportunidad le preguntó a unos soldados que habían
participado en una operación o personal que había participado en una operación que por que no
habían legalizado a una persona si era miliciano, le pregunto si se ratifica usted en esas
afirmaciones, esos señalamientos contra el coronel Pico bajo la gravedad del juramento?
RESPONDIÓ: sí señor, sí señor”1475. (Énfasis del despacho)

1473 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.
1474 Sobre el conocimiento de Pico Rivera de homicidios perpetrados por sus subalternos, José Alirio Triana

Rosas, quien integró la Sección de Inteligencia del BIPIG y fue comandante del Primer Pelotón de la compañía
Catapulta de ese mismo batallón, señaló lo siguiente: "PREGUNTADO: ¿Qué personas del Batallón cree usted
que estaban al tanto de esta situación, de esto que usted nos indica que eran varias las unidades las que
participaban en estas actividades? RESPONDIÓ: en el tema del Batallón yo lo puedo decir así, en una de las
que conocía el tema era el Comandante del Batallón tanto el Coronel Pico como el Coronel Salamanca y yo con
el Capitán Barreto fue muy poco lo que trabajé, pero sí sé que el Capitán (...). PREGUNTADO: usted nos decía
también en una respuesta anterior que se hablaba, y creo que fueron sus palabras, a ciencia cierta que tanto el
Coronel Pico como el Coronel Salamanca estaban enterados, en este evento nos habló del Coronel Salamanca.
¿Por qué cree usted que el Coronel Pico también sabia? RESPONDIÓ porque como le digo doctor esa práctica
no solamente cuando llegó el Coronel Salamanca, ya desafortunadamente estas prácticas con los pelotones ya
venían con anterioridad. Lo digo porque yo hice cuando hice los levantamientos que me tocó ir por orden que
era en el mandato del Coronel Pico, ya uno miraba la situación y ya después de que pasó todo eso entonces
uno devuelve el casete y uno se pone a pensar “bueno esta baja que yo levanté la verdad uno mira y dice pues
aquí de combate no creo que haya habido" entonces ahí es donde uno dice es que no solo Salamanca sino con
el anterior Comandante también. Entonces ya se venía esa práctica ilegal". Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1475 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada

de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.

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1352. En relación con la participación concreta de Pico Rivera en los homicidios


perpetrados por sus subalternos, vale la pena destacar los sucesos ocurridos el 17 de
marzo del 2006, en la vereda La Peñaloza, ubicada en las inmediaciones del municipio
de Gigante, Huila, donde fue asesinado el señor José Ernesto Rivera Gutiérrez y resulto
herido un menor. Los efectivos del Batallón Pigoanza, Eduaime Gaitán Patiño y José
Elmer Moreno Moreno, reconocieron en sus versiones voluntarias que se trató de una
ejecución extrajudicial. Sobre las circunstancias que rodearon al homicidio previamente
mencionado, Gaitán Patiño, manifestó lo siguiente:

“Estábamos ahí y no se observaba nada por ningún lado y de pronto de una casa salió un señor con
un menor de edad aproximadamente de 5 años, salió y venía cerca de nosotros como unos 40 o 50
metros y casi todo el tiempo lo observamos ahí abonando y hablando con el niñito pero se veía
como un campesino normal trabajando la tierra, ya pasada una hora, ya eran las 7 pasaditas o las
8, el señor se dispone recoger lo que estaba haciendo, supongo yo que a buscar el desayuno,
entonces yo estaba ahí pendiente. Cuando yo en un descuido, yo escucho los tiros, varios tiros,
como unos 5 o 6, y mi reacción fue de susto, porque ahí en el cafetal no se veía bien. Cuando yo
observe bien el guía que se llama Jader Urriago Rodríguez disparando contra la humanidad del
señor campesino, inmediatamente yo observo esa escena me tiro hacia la carretera, entonces
cuando yo veo que ese señor estaba pero dándole al señor campesino, le estaba disparando con el
arma que él llevaba (…). yo me acerqué a la escena de los hechos y dije que paso mi teniente, y me
dijo no que ese man era de la guerrilla y me parece que eso estuvo como mal hecho, pero observé
que el señor guía llevaba como un equipito de [inaudible] sacó (SIC) un sobre de manila, y ese
sobre contenía un revólver, un radio y una granada”1476.

1353. Frente a este hecho, Eduaime Gaitán Patiño afirmó que Pico Rivera sabía que no
se presentó un combate y que fue Jaider Urriago Rodríguez, alias “el zurdo”, quien le
causó la muerte ilegítimamente a la víctima. Al respecto, Gaitán Patiño indicó que
Orlando Pico Rivera les ordenó a sus subalternos que cambiaran el sentido de las
declaraciones que rindieron inicialmente ante el asesor jurídico del BIPIG, de manera
que omitieran la presencia de Urriago Rodríguez:

“PREGUNTADO: usted nos comentó que el comandante del batallón sabía que el guía fue el que
disparó porque les dijo que cambiaran la versión. RESPONDIÓ: si claro doctora, porque en las
primeras declaraciones declaramos y cuando leyó el informe dijo que no lo podíamos nombrar.
PREGUNTADO: en ese sentido quisiera saber si el comandante del batallón también supo que no
se había presentado un combate en los hechos. RESPONDIÓ: me imagino que sí, porque el teniente
se reunió con el coronel en la oficina y cuando sale nos dijo lo que teníamos que decir”1477.

1354. En relación con lo expuesto con antelación, la Sala ha establecido que Pico Rivera
realizó distintas actuaciones mediante las que propició que el personal bajo su mando
cometiera los homicidios y las desapariciones que están siendo investigadas, dentro de
las que se destaca el uso de supuestos “informantes” que contribuyeron en los
señalamientos arbitrarios en contra de las víctimas y en su ubicación en el área de
operaciones. En palabras de Domingo Peña Cepeda, Oficial de Inteligencia para la

1476 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.
1477 Ibidem.

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época:

“PREGUNTADO: ¿El comandante del batallón, en lo que usted sabe, tenía informantes habituales
o personas distintas a las autoridades civiles que usted nos acaba de mencionar que le dieran
información para planear las operaciones? RESPONDIÓ: Así es, o sea es que no eran informantes
habituales, era un informante habitual y ese informante habitual era uno que lo apodaban “el
zurdo”, Jaider Urriago, era como el consentido de él. Yo cuando yo llegué a asumir ese cargo ya él
lo conocía, ya venía trabajando, habían otros dos que también él me presentó ahí pero no eran así
como muy tan metidos ahí dentro del batallón, pero el otro yo desde que llegué a ese batallón era
muy, o sea se notaba de que él hablaba, pues no es que yo lo escuchara, pero se notaba porque
cada nada me decía “Peña, ahí va el zurdo para que lo aliste y lo envíe allá para tal sitio” o sino es
que ahí va entonces “Peña, a tal pelotón se le va a presentar el zurdo, para que usted sepa”,
prácticamente, porque después de que ya lo mandó para allá ya qué hago yo? “como pa que usted
sepa” entonces de ese sí yo lo podría llamar un informante habitual”1478.

1355. Asimismo, Andrés David Martínez Quintero, alias “el chuzo”, civil informante u
“orientador en el terreno” que colaboró en la ubicación de las víctimas de los delitos
investigados, manifestó que al llegar al Batallón Cacique Pigoanza, lo recibió el Coronel
Pico Rivera advirtiéndole que por cada baja le pagaría $3.000.000 y por una pistola
$700.0001479. De esta forma, dicho sujeto manifestó que en numerosas ocasiones recibió
beneficios monetarios por sus “servicios”, provenientes de Pico Rivera:

“PREGUNTADO: mientras estuvo realizando operaciones con el batallón Pigoanza ¿cuánto dinero
recibió usted por sus servicios? RESPONDIÓ: pues a mí por la baja de Juanito me dieron como 800
mil pesos creo que fue, era 1.500.000, pero ahí estaba el burro y yo le dije el coronel Orlando que
me diera 800 y que el resto se lo diera al compañero ahí, al burro, porque yo al burro lo conocía, el
otro guía. (…) Ese dinero más 80 mil pesos que me giraron al banco… Banco Agrario… me parece
que en ese tiempo se llamaba en Santa María Huila, me lo pusieron a nombre mío 80 mil pesos. Y
ya dineros que me daban ahí de mano así, que 200, que 300, pero eso me lo mandaba a dar el
coronel así regalados, porque pues yo le aportaba buen dato en el área, los guiaba bien, el man me
mandaba a regalar 500, a mi papá le dio un millón de pesos el día que yo le dije que me colaborara

1478Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1479 Al respecto, Andrés David Martínez Quintero, en su declaración jurada, afirmó lo siguiente:

“PREGUNTADO: quisiera ir en detalle con las diferentes personas con las que habló. En primer lugar, quisiera
saber qué recuerda usted de esa conversación con el coronel pico ¿qué fue lo que le dijo al coronel pico cuando
usted y las otras personas llegaron al batallón? RESPONDIÓ: bueno. Él hablo conmigo, o sea, solo, no con los
otros muchachos sino allá en aparte, allá en la oficina de él. Entonces me dijo que le colaborara con la
información que más pudiera, si tenía familia conocida en la región que mantuviera llamando para que
supiéramos los movimientos. Yo le dije “no, yo tengo quien me diga allá qué movimientos hay de los
comandantes de la FARC” Entonces él me dijo “vea, si usted me da resultados y el ejército de bajas, entonces
por cada baja se le pagan tres millones de pesos. Por un fusil que se recupere aparte del muerto es un millón
de pesos”, por pistolas daban como 700 mil pesos y lo que era munición que eso ya era de menor valor. Pero
pues que entre más bajas hubiera pues el monto en el pago de recompensa era más alto. “Entonces yo lo voy
a mandar con los con los con los pelotones para que usted vaya como guía”. Y pues sí, me enviaron ahí a la
base militar de Algeciras y pues de ahí con varios pelotones, el grupo especial u otros pelotones me mandaban
a acompañarlos de guías y así. Y cuando ya había un tema más interesante “no tráiganme a Chuso” entonces
me mandaban con el grupo especial, que el grupo especial es el que siempre iba como como tropeleando a las
cosas más serias, a donde se sabía que estaba las FARC”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada de Andrés David Martínez Quintero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0697.

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que necesitaba una plata para mi papá, le entregaron un millón de pesos ahí en el cementerio”1480.

1356. En sentido similar, Jaider Urriago Rodríguez, alias “el zurdo”, mediante su
declaración jurada, expuso la forma en que por orden de Pico Rivera recibió el pago de
una suma de dinero por su participación en un homicidio perpetrado por efectivos del
BIPIG1481. Sobre dicho aspecto, Urriago Rodríguez manifestó:

“PREGUNTADO: ¿qué pasa cuando regresa, o cómo regresa usted al batallón?, ¿cómo se acaba esa
operación?, usted ya nos dijo que llegan del S2 que se llevan el cuerpo, pero ¿qué pasa con el
pelotón? RESPONDIÓ: no, el pelotón se queda esa noche ahí, ese ya queda ahí, yo le digo al teniente
eso, el que estaba ahí, no me acuerdo si era teniente el que estaba dirigiendo la operación [inaudible],
yo me voy, yo me voy, y entonces llega la camioneta a recoger el muerto y yo me voy con ellos, yo
me voy ahí en esa camioneta PREGUNTADO: ¿con los del S2 se va usted? RESPONDIÓ: si señor,
llego al batallón, entrego todo lo que me entregaron, firmo que le entregué eso y me salgo, o sea,
me voy y me dicen ellos, venga la otra semana (…). En el transcurso de la semana, César y Millán
me dicen que lo necesitan en el batallón, entonces yo voy, hablo con el coronel Pico otra vez y
me dice: “mijo ya vea, esto, pues sí, se dio una baja que no sé qué y pues pase para que firme un
papel que, para una recompensa”. Paso así, paso el dos, con el dos dicen bueno hay que esperar
a que se dé una plata, hay que dar una plata al informante, a la información y eso, cuando ya
llegó la plata me dicen, vea esto, primero me han pagado los días, después me dicen “vea, llegó
esta plata, pero aquí hay que sacar lo que costó el arma, lo que costó, lo que costó lo que se le
colocó al señor, entonces quedaron quinientos mil pesos, son suyos”, yo los cojo, bueno, los cojo
me voy”1482. (Énfasis de la Sala)

1357. Conforme con lo expuesto, se observa que Orlando Pico Rivera, en calidad de
comandante del BIPIG, propició la comisión de homicidios por parte de sus

1480 Ibidem
1481 En relación con este aspecto, Domingo Peña Cepeda, en su versión voluntaria, reconoció lo siguiente:
“PREGUNTADO: ¿Qué remuneración recibía esta persona en particular (se refiere a alias “el zurdo), qué
contraprestación tenía por servir, tanto como informante como orientador de terreno? RESPONDIÓ: La
remuneración no era, cómo le digo yo, no era exacta, podían ser 800.000 pesos, podía ser millón, podía ser
1’500.000, no me acuerdo bien, exacta no era, pero sí era un promedio entre 800 y 1’000.000 de pesos a esta
persona, pero siempre y cuando yo me daba cuenta que el Coronel me dictaba esas órdenes cuando existían
bajas. Yo no me cuerdo si se haya pagado cuando hubo informaciones orientadas a capturas se haya pagado,
de ese punto no me acuerdo, o campamento, yo la verdad no me acuerdo, pero sí cuando esta persona iba y
existían bajas, había que pagarle. PREGUNTADO: ¿De qué dependía que fueran 800, 1’000.000 o más lo que
se le pagaba? RESPONDIÓ: No me acuerdo, de pronto era como la disponibilidad presupuestal, o de pronto
era como lo que representaba el tipo, o si de pronto era con fusil o con pistola o con arma. Yo pienso que era
de eso, porque por lo menos yo miraba en las carpetas y vi un pago de una recompensa por 2’000.0000 de
pesos, pero yo vi que ahí había dos fusiles y dos muertos en combate, entonces asumo que podía ser de, por
esa situación. Es que, mejor dicho, ahí se manejaba hasta muy poquita plata, yo me acuerdo que hay veces
pasaban esos caso y yo le decía a mi Coronel “no hay plata” porque es que llegaba el tipo después de que
ocurrían los hechos y de una vez a pedir plata “No hay plata mi Coronel” “vaya búsquela prestada en el
pueblo” y así tocaba ir a conseguirla presta en el pueblo para pagársela a ese tipo con alguien y cuando ya
llegaba la plata de inteligencia pues, obviamente se solicitaba por ese resultado, entonces ahí sí se pagaba
donde uno la había conseguido prestada. Pero más o menos es cuando a la cantidad de dinero yo pienso que
era por eso, si era con fusil, si era con pistola, si era, más o menos pienso que era por eso”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña
Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1482 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada

de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.

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subalternos, con el objetivo de que fueran reportados como resultados operacionales


legítimos. Esto incluyó (i) la realización de requerimientos puntuales a los efectivos bajo
su mando en torno a la ejecución de asesinatos, (ii) el empleo de informantes para que
señalaran y ubicaran a las víctimas en el área de operaciones, (iii) la realización de pagos
a favor de dichos sujetos por los “servicios” prestados y (iv) la emisión de órdenes
concretas para el encubrimiento de las conductas investigadas.

1358. Lo anterior tuvo un impacto trascendental en relación con el surgimiento y la


consolidación del primer patrón macrocriminal identificado por la Sala, referido a la
estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo
armado. Tal como se expuso previamente, las solicitudes de Pico Rivera dirigidas a sus
subalternos para que cometieran los delitos investigados se sustentaron en la
importancia de contribuir al esfuerzo militar mediante el homicidio (“legalización”) de
sujetos identificados sin fundamento como “milicianos”1483.

1359. Al respecto, resultan relevantes los sucesos ocurridos el 14 de diciembre de 2005,


en el sector de Chorro Frio, vereda Las Damas, del municipio de Algeciras, Huila, en
los que fue asesinado el señor Juan Cristóbal Alvarado. Miller Damián Forero Cruz,
quien fungió como comandante del 4º Pelotón de la compañía Catapulta durante el
periodo analizado, reconoció que se procedió al homicidio de la víctima luego de que
fuera señalada por Andrés David Martínez Quintero, alias “el chuzo”, como un supuesto
integrante de las FARC-EP, identificado con el alias de “Juanito”1484. En relación con
estos hechos, el 15 de diciembre de 2005, Pico Rivera emitió declaraciones de prensa
identificando al señor Alvarado como integrante de ese grupo armado ilegal, sin contar
con sustento distinto a las aseveraciones infundadas de Martínez Quintero. Lo expuesto
fue reportado por el periódico “La Nación”, como se expone a continuación:

LA NACIÓN GARZÓN. Unidas del Batallón “Cacique Pigoanza” en una contraofensiva que han
lanzado contra la guerrilla de la Farc que opera entre los municipios de Gigante y Algeciras, dieron

1483Ibidem.
1484Sobre estos sucesos, Forero Cruz, reconoció que: “Al inicio de la mañana, cuando empieza a aclarar, yo
ordeno que la sección segunda se tenía que quedar en ese punto que queda sobre la vía para que me brindara
el apoyo de seguridad mientras yo me movía con la sección primera lo más cerca a la casa para poder verificar
quienes estaban en esa casa. Cuando salen esas 3 mujeres, llegan hacia el punto donde están los soldados, se
percatan de las pisadas de los soldados, una baja y se mete a la casa y las otras siguen su camino mientras
nosotros estábamos cerca de la vivienda. En ese momento, sale un sujeto de la vivienda y despliega una antena
de radio y se percata de la presencia de la tropa y toma uno de los muchachos y sale con un muchacho de unos
6 años o algo así. Sale corriendo, salimos de donde estábamos resguardados y le damos persecución, es un
terreno montañoso que baja a una cañada, lo perseguimos hasta el momento donde el niño se enreda y se cae
y él sigue corriendo, y una vez él pasa, llega a la cañada y cuando llega allá, uno de los que estábamos en la
persecución hace un disparo de advertencia y él se queda ahí. Luego hago que lo suban hasta donde yo estaba
y le hacemos el registro de donde él quedó porque yo le había visto una radio y una bolsa de plástico negro.
Entonces estaba en esa búsqueda. Al llevarlo hacia arriba, le pregunto su nombre, qué hacía en esta finca y
luego le indico a la segunda sección que me haga llegar a donde yo estoy el orientador de terreno para que
identifique si conocía o no a esta persona. El orientador llega, lo identifica, dice que es la persona que nos decía,
que lo conocían como “Juanito”, y es la persona que hace logística y hace parta de la organización (se refieres
a las FARC-EP)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280.

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de baja a un guerrillero identificado con el alias de “Juanito”, informó el comandante de esta


unidad militar, coronel Orlando Pico Rivera. “Estamos avanzando en la operación táctica Unce,
contundente contra la compañía Ayiber González, con resultados que comienzan a reflejar la
intensidad de la misma”.1485 (Énfasis del Despacho)

1360. Con el propósito de ahondar en el punto analizado, resulta necesario retomar los
hechos ocurridos el 17 de marzo del 2006, en la vereda la Peñaloza, ubicada en las
inmediaciones del municipio de Gigante, Huila, donde fue asesinado el señor José
Néstor Rivera Gutiérrez. Según como se expuso previamente, Jaider Urriago
Rodríguez, alias “el zurdo”, le quitó la vida a la víctima. Para justificar su actuación,
Urriago Rodríguez adujo que el señor Rivera Gutiérrez hacía parte de un grupo armado
ilegal1486.

1361. Aquí se destaca que la estigmatización de la víctima inicialmente obedeció a que


en el año 2003 fue detenida en el marco de la operación “Aurora”, la cual contó con la
participación del Ejército Nacional1487. En el marco de dicha acción, se capturó al menos
a 110 personas en el municipio de Algeciras, Huila, bajo el argumento de que se trataba
de auxiliadoras de las FARC-EP, y, luego, fueron dejadas en libertad1488.

1362. Según la información de la que dispone la Sala, todos los homicidios perpetrados
por efectivos del BIPIG durante la comandancia de Orlando Pico Rivera, obedecieron a
la estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo
armado. Esto estuvo determinado por la operación “Aurora”, en la que se señaló a
civiles como auspiciadores de la insurgencia. Además, por el uso por parte de Pico
Rivera de civiles que fungieron como informantes, los cuales se encargaron de efectuar
acusaciones infundadas en contra de las víctimas y sirvieron para justificar el

1485 Periódico “La Nación”, edición del 15 de diciembre del 2005.


1486 Al respecto, José Elmer Moreno Moreno, en su versión voluntaria reconoció lo siguiente: “PREGUNTADO:
¿Usted nos dijo, también, que cuando ven salir a las personas de la casa al señor José Rivera y al niño, el guía
es quién dice qué es el momento de iniciar el movimiento de interceptarlos, es así? RESPONDIÓ: Eh… sí, él
dice [titubea]... que él no, en el momento que lo dejamos, o sea él lo dejo… Él procedió a realizar sus
actividades, que era como de coger o abonar café, no recuerdo bien, él estaba ahí, si es verdad. Ahí, fue cuando
él me dice que, ese es señor, que toca neutralizar, pero en el momento que salió lo dejamos… PREGUNTADO:
Eso, precisamente, es lo que quería precisar, que le dice exactamente el guía, si recuerda que palabras utilizó,
exactamente, para indicarle que había que hacer algo en contra de esa persona. RESPONDIÓ: que pues que
esa persona era el apoyo de los grupos armados, que era el que recibía las vacunas, que era el que llevaba los
panfletos y, todo. Eso es lo que me manifestó a mí, entonces de ahí, fue… donde se procedió a disparar y a
causarle la muerte y todo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Elmer Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.
1487 Jaider Urriago Rodríguez, alias “el zurdo”, en su declaración jurada, indicó: Ernesto Rivera era enemigo

con el señor José Adolfo Zorrilla, el señor José Adolfo Zorrilla era informante del ejército, informante de la
SIJIN, de la DIJIN, daba información a todas esas entidades. Eran enemigos, enemigos de sangre, bueno
enemigos entre ellos personales, entonces se empezó a manejar mucha información sobre ese señor, y como
ese señor había estado preso uno días antes, por una operación que fue la operación la Aurora (…), entonces
tenía antecedentes de que había estado preso por rebelión, entonces se le pegaron a ese señor, se concentraron
en él a buscarle información”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Declaración Jurada de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
1488 Misión de Observación Electoral; Corporación Nuevo Arco Iris. op. cit. p. 11.

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lanzamiento de operaciones ilegales. Esas actuaciones constituyeron aportes esenciales


de dicho compareciente al surgimiento y a la consolidación del primer patrón
macrocriminal.

4.1.2.2. Ejercicio de presiones para el reporte de muertes en combate.

1363. La Sala ha encontrado que constantemente Orlando Pico Rivera ejercía presiones
sobre sus subalternos para que reportaran muertes en combate. Esto fue reconocido por
Javier Mauricio Fajardo Rincón, quién ejerció como comandante de los pelotones 2º y
4º de la compañía Catapulta del BIPIG, durante el periodo analizado:

“PREGUNTADO: ¿Cómo eran los programas con el comandante de batallón? RESPONDIÓ: para
esa época en los programas pedía resultados operacionales. Recuerdo que había una competencia
por cual batallón tenía el primer puesto de la Brigada y Ejército, tanto en Pitalito el batallón
Magdalena como el Batallón Pigoanza, y en esa época ocuparon los primeros puestos a nivel de
Ejército. PREGUNTADO: ¿Cómo era ese mensaje? ¿Cómo pedía resultados? RESPONDIÓ: eso era
algo que venía desde el comando del Ejército. Para esa época los resultados operacionales eran
litros de sangre, no servían capturas, no funcionaba.. Los resultados que servían eran las muertes
de combate, entonces era básicamente lo que permanentemente en el programa de Ejército se
medían por resultados; si se hacía un programa de brigada era consecuente con el programa del
Ejército y el programa de batallón era consecuente con los resultados operacionales”1489. (Énfasis
de la Sala)

1364. Lo expuesto también fue reconocido por José Elmer Moreno Moreno, quien
señaló que cada mes se realizaban a nivel de brigada los programas radiales, en los
cuales se fijaban expectativas respecto de los resultados operacionales. Así pues: “el
coronel Pico decía “yo tengo previsto, al haber hecho análisis del terreno, de operaciones, 5 o 6
bajas” era lo que él se ponía como las metas”1490. Adicionalmente, Moreno Moreno, en su
versión voluntaria, manifestó que:

“(…) las políticas que venían, en ese entonces, de bajas no eran capturas, yo venía [titubea] y no
servía una captura para nada. Había que neutralizar, matar y asesinar y, de, siempre, decían eran
los litros de sangre, porque hay que acabar definitivamente con eso, es el modo, matando a esas
personas (…) PREGUNTADO: ¿quién decía eso? ¿quién hacía esas afirmaciones? RESPONDIÓ:
En los programas radiales el Comandante del Ejército, los Comandantes de Batallón, los
Comandantes de Brigada, todo eso, todo el mundo hablaba de eso”. (Énfasis de la Sala)

1365. Por otro lado, Domingo Peña Cepeda, Oficial de Inteligencia para la época,
manifestó que Orlando Pico Rivera constantemente le exigía la realización de acciones
que propiciaran la producción de bajas. Sobre ese punto, el compareciente mencionó
que Pico Rivera empleaba expresiones ofensivas contra sus subalternos, como “ustedes

1489 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Javier Mauricio Fajardo Rincón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0284.
1490 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Elmer Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.

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no producen ni caspa”1491. Asimismo, Peña Cepeda especificó que:

“El tema de las bajas a nivel nacional, llamémoslo Resultados Operacionales, porque darle unos
resultados operacionales a un comandante así fueran capturas o, por ejemplo, una caleta de armas,
el comandante descansaba a la presión que a él le estaban haciendo, entonces la presión era fuerte,
obviamente que el comandante de batallón le gustaba o le beneficiaba, no sé qué término utilizar,
que fueran bajas porque: 1) se estaba disminuyendo la capacidad enemiga y 2) pues se estaba
subiendo su estadística a los resultados, entonces era como en doble sentido, porque muchas
veces se capturaba así fuera con arma corta, lo que fuera, y lo volvían a soltar la fiscalía o, por “x”
o “y” motivo, bueno, esa parte no es de (Inaudible). Pero ya cuando uno da una baja, pues listo,
hasta supuestamente menos problemas se escuchaba que esto, porque era baja” 1492. (Énfasis de
la Sala)

1366. Lo anterior, fue reiterado por José Alirio Triana Rosas, quien integró la Sección
de Inteligencia del BIPIG durante la comandancia de Pico Rivera, en los siguientes
términos:

“(…) a veces reportaban un combate o una muerte que ya sin mirar el contexto de cómo fue,
reportaban pues si pasaba por ahí 5-6 días y no había resultado entonces ya empezaba el
Comandante de Batallón por radio también a exigirle al Comandante de Compañía y en ese tema
de pronto el Coronel Pico era un poco más tosco de pronto como persona a dirigir las cosas era
como más fuerte, de pronto el temperamento de él que el del Coronel Salamanca y sí. ¿señor?
PREGUNTADO: ¿usted recuerda qué les decía exactamente el Coronel Pico? RESPONDIÓ: que
no servían para nada, que se están comiendo de los víveres, que están solamente cargando
maletas, comiendo y durmiendo. Eso es lo que el man siempre decía (...)”1493. (Énfasis de la sala)

1367. Aquí resulta adecuado retomar la declaración del señor Andrés David Martínez
Quintero, alias “el chuzo”, quien relató que diariamente Pico Rivera mediante su
programa radial le exigía la producción de bajas a los pelotones del BIPIG y reprendía
a sus integrantes a causa de la falta de resultados:

“Esos días estaban bastante presionados porque el coronel Pico los retacaba por resultados y por
resultados, porque eso subíamos a muchos lugares a información que daba la población civil y no
se hacía nada (…). Empezaba el programa, entonces el coronel empezaba a llamar a todos los
pelotones a reportarse “que catapulta uno, que catapulta dos, que novedades, que qué están
haciendo”. Entonces yo escuchaba todas esas cosas por medio del radio. Cuando ya llegó al pelotón
donde estábamos, “que el grupo especial que qué están haciendo, que no han hecho ni mierda
(…)”1494.

1368. Como puede verse, las presiones para la producción de bajas provenientes de
Orlando Pico Rivera eran constantes. Esas acciones, al compás de las órdenes emitidas
por dicho compareciente para que la estructura operacional del BIPIG se adecuara a los

1491 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1492 Ibidem.

1493 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1494 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada

de Andrés David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0697.

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procedimientos necesarios para la comisión y el encubrimiento de asesinatos y


desapariciones, constituyeron un aporte esencial para el surgimiento y la consolidación
del primer y el tercer patrón macrocriminal.

4.1.2.3. El compareciente contribuyó al otorgamiento de incentivos para la


producción de muertes en combate.

1369. Durante la comandancia de Orlando Pico Rivera del BIPIG se otorgaron


múltiples incentivos por el reporte de bajas1495, entre ellos se destacan los días
adicionales de descanso para los integrantes de los pelotones implicados en los
homicidios. En relación con dicho aspecto, conforme con la información recopilada, se
tiene que la promesa de Pico Rivera de otorgar un permiso especial para las festividades
de diciembre a los efectivos de la unidad que reportara el mayor número de bajas al
final del año representó un elementó de especial relevancia para que sus subalternos
estuvieran dispuestos a cometer los delitos investigados. Lo expuesto, fue reconocido
por José Alirio Triana Rosas, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: y digamos para el interior del Batallón Cacique Pigoanza, ¿existía algún tipo de
competencia entre algunas unidades por esos resultados? RESPONDIÓ: sí señor magistrado entre
de pronto como las compañías profesionales, porque regulares es totalmente diferente de la del
soldado profesional. Soldado regular cumple una misión por obligación, porque la ley lo obliga a
ir 18 meses, mientras que el soldado profesional si está por vocación, por la plata, por lo que sea,
entonces la misionalidad de soldados profesionales es totalmente diferente, entonces en esas
compañías de soldados profesionales, hablemos del Batallón Pigoanza 2004-2005, se manejaba el
tema de la competencia de la estadística por el permiso. Entonces, porque entonces quien más
diera resultados, hablemos de bajas (INAUDIBLE), entonces se iba en diciembre a permiso. Es
que eso hacía que desafortunadamente al interior de las compañías se haya generado ese
ambiente. (…) Pero como le digo, si hubo, se generó por parte del mando superior hablémoslo del
Comandante del Batallón eso, del que el que más diera resultados (INAUDIBLE) noviembre, ese
Pelotón tenía asegurado su diciembre, se incentivaba en esa época, incentivó a todas esas
situaciones. PREGUNTADO: y ¿ese incentivo si le entiendo estuvo presente en las dos
comandancias, la del Coronel Pico y el Coronel Salamanca? RESPONDIÓ: no cambió en nada,
siguió”1496. (Énfasis de la Sala)

1370. En línea con lo anterior, Javier Mauricio Fajardo Rincón, quien se desempeñó
como Oficial Logístico del BIPIG y como comandante del 4º Pelotón de la compañía
Catapulta de ese batallón, en su versión voluntaria manifestó que el señor Pico Rivera

1495 Al respecto, Javier Mauricio Fajardo Rincón, en su versión voluntaria, reconoció lo siguiente:
“PREGUNTADO: cuéntenos, ¿estos incentivos que usted nos ha indicado como viajes y comidas quien los
organizaba? RESPONDIÓ: el comandante de batallón, era una política de él. El coronel Pico tenía como
costumbre que por cada resultado operacional los soldados tenían que salir a permiso, ese era el incentivo que
daba, y varias veces, digo porque me tocó organizar eso, cuando los soldados salían a permiso, al que dio el
resultado operacional se le daba un viaje a San Andrés o Santa Marta y a la unidad se le hacía una comida
especial porque estando como oficial logístico me tocó organizar varias cosas de ese tipo y lo organizaba el
comandante de batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Javier Mauricio Fajardo Rincón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0284.
1496 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.

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se encargaba personalmente de divulgar y promover la competencia entre los pelotones


por los días adicionales de descanso para las festividades decembrinas. Frente al
aspecto en cuestión, Fajardo Rincón, indicó:

“PREGUNTADO: ¿y esa correspondencia de 5 días quien la establecía? RESPONDIÓ: el


comandante de batallón, esa era la política que él tenía que por muerte daba días de permiso y el
pelotón que más muertes diera se iba a diciembre. PREGUNTADO: ¿y cómo se daban cuenta los
comandantes de pelotón de esas políticas? RESPONDIÓ: por radio, daba las políticas en los
programas radiales y los soldados escuchaban las políticas que tenían, y si los soldados tenían la
oportunidad de hablar con él en el batallón, también les decía”1497.

1371. De igual forma, Jaider Urriago Rodríguez, alias "el zurdo", en su declaración
reconoció que los homicidios y las desapariciones perpetradas por efectivos del BIPIG
durante el periodo analizado, tuvieron como cusa la competencia promovida por Pico
Rivera para acceder días adicionales de descanso durante el fin de año. Sobre ese
aspecto, Urriago Rodríguez, señaló:

“PREGUNTADO: muchas gracias, siguiendo con el interrogatorio, quisiera preguntarle si usted


conoció a quién al interior del BIPIG se le ocurrió digamos todo este procedimiento que usted
acaba de contarnos para la comisión de ejecuciones extrajudiciales, o sea ¿usted pudo identificar
cómo inició esta situación? ¿cómo se desarrolló? y ¿cuál o quién fue la persona que en principio
tuvo esta idea? RESPONDIÓ: el coronel Orlando Pico Rivera porque fue el que promocionó que
el pelotón que diera más bajas era el pelotón que salía de permiso en junio, permiso en
diciembre, les daban tres días de permiso, pues ese fue el promotor”1498. (Énfasis del Despacho)

1372. En línea con lo anterior, Jaider Urriago Rodríguez, alias "el zurdo", reconoció que
el ofrecimiento de Pico Rivera de días adicionales descanso durante las festividades de
diciembre al pelotón del BIPIG que reportara el mayor número de bajas al final de año,
condujo a la existencia de un “concurso” que despuntó en el aumento de los homicidios
en la modalidad de combate simulado perpetrados por los efectivos de ese batallón. En
palabras de Urriago Rodríguez:

“(…) entonces ya después el man empezaba en cada operación a decirles, bueno, ya saben, necesito
resultados ya saben, bajas, bajas. Ya cuando él decía eso, ya había montado ese ese como es
concurso del que más bajas diera era el que salía a permisos los diciembres el que se quedaba las
vacaciones, entonces eso ya se formaba que un pelotón dio bajas en tal parte que mato uno, que el
otro por allí mato dos, pero a todos civiles, a todos, nunca mataban que con fusil, eso era que con
pistola, con revolver, que tal pelotón lleva cinco bajas, que tal pelotón lleva seis, que otro lleva
cuatro, que otro lleva siete, entonces se dio eso en un concurso, pero patrocinado por el
comandante del batallón, que era el coronel Pico, teniente coronel. (…). PREGUNTADO: y
menciona usted, competencia creo que lo llamo usted, concurso que había en el batallón por
presentación de bajas ¿cómo se dio cuenta usted de eso?, o ¿desde qué punto percibió? ¿desde qué
momento percibió usted que había esa competencia? RESPONDIÓ: desde que hubo la primer,
desde que mataron al señor [inaudible] Perdomo, desde el 25 de diciembre, porque desde ahí ya,
empezaron ya, ese día que hicieron eso, otro pelotón dijo, llevamos tres, y nombraban otros

1497 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Javier Mauricio Fajardo Rincón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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pelotones y el otro lleva cinco, el otro lleva cuatro, ahí vamos, o sea, ya más adelante en el
transcurso de los días, y allá en el mismo batallón me encuentro con unos soldados que dieron una
baja allá, entonces les digo: ¿cómo es eso de que llevan tantas?, me dice sí, es que el batallón que
más bajas dé, les dan más permisos los diciembres entonces por eso uno tiene que ponerse pilas,
entonces por eso era que hacían mucha operación, porque eso hacían muchas operaciones ese
batallón, muchas, constantemente, en la semana hacían hasta tres operaciones1499. (negrillas
agregadas)

1373. De acuerdo con lo expuesto, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar que
Pico Rivera conocía de la correlación entre las presiones por bajas y los incentivos por
la obtención de dichos resultados operacionales, frente a la disposición de sus
subalternos para perpetrar homicidios bajo la modalidad de combate simulado.
Conforme con ello, adoptó ese tipo de medidas, para conseguir que los hombres bajo
su mando cumplieran con sus propósitos criminales. Esto estuvo acompañado de la
emisión órdenes para que la estructura operacional del BIPIG facilitara la comisión de
los delitos investigados y su encubrimiento, lo cual incluyó el uso de informantes para
que se encargaran de señalar a las víctimas de manera arbitraria y justificaran la
ejecución de operaciones irregulares. Lo anterior, representó un aporte esencial al
surgimiento y a la consolidación del primer patrón macrocriminal.

4.1.2.4. La pretermisión deliberada del procedimiento militar de toma de decisiones.

1374. La información recaudada por la Sala, permite afirmar que durante el periodo en
que Orlando Pico Rivera se desempeñó como comandante del BIPIG, no se agotó en
debida forma el procedimiento militar de toma decisiones de manera previa a la
realización de las operaciones. Al respecto, Domingo Peña Cepeda indicó que Pico
Rivera omitió el rol de mando de los comandantes de compañía y ejerció directamente
la dirección de los pelotones (cadenas de mando fácticas), siendo quien determinaba las
operaciones que realizaron. Además, efectuó personalmente el control sobre ellas1500.

1375. Asimismo, según las declaraciones de Domingo Peña Cepeda, Orlando Pico
Rivera lo designó como Oficial de Inteligencia a pesar de que sabía que no contaba con

Ibidem.
1499

Sobre ese punto, Peña Cepeda, en su versión voluntaria, reconoció lo siguiente: “PREGUNTADO: Por eso,
1500

pero es que es ahí donde no entiendo muy bien, y es: ¿usted nos dice que el comandante del batallón
directamente entonces les daba las órdenes a los pelotones sin pasar por el comandante de la compañía?
RESPONDIÓ: Ajá, él hacía programa todos los días, a las 7 de la mañana más o menos y a las 6 de la tarde.
Entonces él le decía “Bueno, Catapulta uno” por decir algo, miraba las coordenadas y decía “usted está, está
en este sitio, usted no ha hecho nada, muévase pa este sitio o váyase pa este sitio. Bueno, tal, tal sitio”. Y sino,
de pronto “Bueno, ¿Qué ha hecho?” entonces le reportaban que hicieron un registro, que hicieron cualquier
cosa, y, pero, ese registro, ese día a día al detalle lo llevaba él, no lo llevaba uno de comandante de compañía.
PREGUNTADO: O sea, si entiendo, digamos ¿los comandantes de pelotón le reportaban directamente era al
comandante del batallón y no al comandante de la compañía? RESPONDIÓ: Así es. PREGUNTADO: Pero
entonces el comandante de la compañía ¿cómo sabía qué estaban haciendo los pelotones? RESPONDIÓ:
Porque estaba escuchando el programa. PREGUNTADO: Ah ya. ¿y esa situación, pues que usted vivió allá y
nos está contando, es, digamos, lo usual en otras unidades? ¿o eso le pareció algo extraño? RESPONDIÓ: pues,
en algunas unidades era usual, pero ese no es el deber ser”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.

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formación o experiencia en esa área. Conforme con lo anterior, Peña Cepeda reconoció
que durante el tiempo en que ocupó el cargo de S2 del BIPIG, no contó con incidencia
en el análisis de la información que sustentaba el lanzamiento de las operaciones1501.

1376. De esta manera, Domingo Peña Cepeda relató que era Orlando Pico Rivera quien
(i) recibía directamente la información de los supuestos “informantes”, (ii) la evaluaba,
y (iii) decidía la forma y el lugar donde se debía lanzar la operación, así como (iv) el
pelotón que tenía que ejecutarla. Luego, (v) emitía órdenes a las secciones de
inteligencia y de operaciones para que elaboraran los soportes operacionales y
dispusieran lo necesario para el traslado de la tropa y de los civiles que apoyarían la
acción, de ser el caso. Como puede verse, mediante la actuación previamente descrita,
se desconocieron las funciones de asesoramiento propias del S2 y del S3, que
caracterizan el adecuado agotamiento del procedimiento militar de toma de decisiones.
Tal situación, fue expuesta por Peña Cepeda en su versión voluntaria, como se expone
a continuación:

“PREGUNTADO: Según tengo entendido, señor Peña, la Sección de Inteligencia tiene la función
de valorar la información y de calificarla, si se quiere ¿la Sección de Inteligencia hace algún análisis
sobre la confiabilidad de la información que suministraba esta persona? RESPONDIÓ: Con
respecto a esta persona nosotros no podíamos hacer análisis de información y de confiabilidad,
o sea, no es que no pudiéramos, no lo hacíamos ¿por qué? porque es que para qué se hacía si la
decisión ya estaba tomada, cuando él, cuando esto era que ya estaba tomada de parte del
comandante del batallón y era el comandante del batallón, uno qué le iba a decir que no.
Entonces, no había, no hubo espacio para hacer ese tipo de, ese paso, digámoslo así, no había
espacio porque ya, lo que yo le acabo de decir: “Peña para que esté enterado, va a llegar allá a tal
pelotón tal persona para que si algo pues esté pendiente, porque yo estoy por allá dando una vuelta
por las otras patrullas” ¿En qué momento iba a hacer un análisis si esa información que podía tener
ese tipo era verdadera o era falsa? O listo, llegaba al batallón “vengo de parte del coronel, que hay
que hacer un trabajo”, me parece que era la palabra que se usaba, yo escasamente lo sentaba frente
a mi escritorio y le decía, como el coronel, ya habían hablado con el coronel y le decía “venga, ¿en
dónde es donde usted vio el enemigo?” “Potrerillos”, por decir algo, en ese momento ya el coronel
había dicho qué pelotón era el que iba a hacer esa misión táctica (…)”1502. (negrillas añadidas).

1377. Como puede verse, las actuaciones de Pico Rivera descritas en la cita precedente
contaron con dos consecuencias principales. La primera, radica en que impedían que
los oficiales de inteligencia y de operaciones pudieran cumplir con las funciones
propias de sus cargos, referidas al adecuado planeamiento de las operaciones militares.
La segunda, consiste en que condujeron a que los efectivos del BIPIG comprendieran
que la inobservancia del procedimiento militar de toma de decisiones era lo esperado
por su comandante.

1378. En sentido similar, de la declaración de David Martínez Quintero, alias “el


chuzo”, se deriva que la información suministrada por los informantes al servicio del
BPIPIG, no era objeto de un proceso previo de verificación. Sobre dicho aspecto, en
relación con los hechos ocurridos el 14 de diciembre de 2005, en el sector de Chorro

1501 Ibidem.
1502 Ibidem.

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Frio, vereda Las Damas, del municipio de Algeciras, Huila, en los que fue asesinado el
señor Juan Cristóbal Alvarado, Martínez Quintero, reconoció lo siguiente:

“PREGUNTADO: ¿usted pudo observar que él hiciera algún esfuerzo para contrastar esa
información con otra fuente y determinar digamos que era verídica? RESPONDIÓ: no doctor, ellos
no lo hicieron porque ellos hasta el dos, el capitán Peña cuando la baja la hicieron y regresaron,
estaban buscando lo que tenían ellos en el computador de él, que esas copias que le mencioné
anteriormente, quién era él, cómo se llamaba, porque de él escuchaban hablar, pero no tenían
información así mucha. Estaban bajos de información de eso. Ellos en ningún momento pues para
mi concepto, nunca buscaron información o armaron una carpeta de inteligencia sobre el hombre.
Que sí tenían conocimientos de él en la zona, pero no sabían físicamente como él estaba, ni nada,
porque la información era muy vieja, la foto muy vieja y pues el señor ya era un señor de bastante
edad ya”1503.

1379. La situación descrita por Martínez Quintero, evidencia la gravedad de los


procesos de estigmatización de la población civil, durante la comandancia de Orlando
Pico Rivera. Al respecto, se destaca que inicialmente la selección de las víctimas partía
de la identificación de sujetos que contaran con acusaciones sin fundamento, sobre
nexos con grupos armados ilegales. Luego, se procedía en su contra a partir de los
señalamientos sobrevinientes y arbitrarios provenientes de los informantes, respecto de
los cuales Pico Rivera no habilitaba espacios adecuados para el ejercicio previo de
procedimientos de verificación de la información.

1380. De esta manera se tiene que, en el BIPIG, conforme con las órdenes emitidas por
Orlando Pico Rivera, la producción de los anexos de inteligencia no estaba precedida
de la contrastación y la verificación de la información disponible. Además, la
elaboración de las misiones tácticas no era el producto de su adecuado procesamiento
y análisis por parte del Oficial de Inteligencia y del Oficial de Operaciones. Por tanto,
los soportes operacionales previamente referidos, se convirtieron en instrumentos para
encubrir los homicidios perpetrados mediante la simulación de combates, bajo el
conocimiento y la anuencia de Pico Rivera.

1381. Lo anterior, constituyó un aporte esencial de Orlando Pico Rivera al surgimiento


y consolidación de los patrones macrocriminales identificados por Sala, con especial
relevancia respecto del primero de ellos. Esto debido a que la ausencia de verificación
de las acusaciones realizadas por supuestos “informantes” al servicio de Pico Rivera, dio
lugar al homicidio de civiles derivados de su estigmatización por señalamientos
arbitrarios referidos a su pertenencia a un grupo armado.

4.1.2.5. El reporte de información falsa en relación con los homicidios perpetrados


por efectivos del BIPIG.

1382. La Sala ha encontrado que en el BIPIG se elaboraban carpetas mediante las que

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada
1503

de Andrés David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0697.

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se reportaban los resultados operacionales consistentes en muertes en combate y se


realizaban los requerimientos de las sumas de dinero destinadas al pago de
informaciones o recompensas relacionadas con su obtención1504. Esos documentos eran
enviados a la Novena Brigada, con la anuencia de Orlando Pico Rivera, acompañados
de un oficio suscrito por dicho compareciente en calidad de comandante del BIPIG1505.

1383. Las carpetas en cuestión se encontraban conformadas por: (i) el radiograma en el


que se daba parte del inicio de la operación, (ii) la misión táctica con sus anexos, (iii) el
acta de lecciones aprendidas (iv) el informe de patrullaje, (v) el informe del primer
respondiente, (vi) el acta de inspección de cadáver o del informe de necropsia y (vii) el
acta del material incautado1506. Adicionalmente, en el caso de las solicitudes de recursos
para el pago de informaciones o recompensas, (viii) se debía sustentar el impacto del
resultado obtenido1507.

1384. Tal como se expuso previamente, la Sala cuenta con bases suficientes para
afirmar que Pico Rivera conoció y propició la comisión de homicidios por parte de sus
subalternos, con la finalidad de que fuera reportados como resultados operacionales
legítimos mediante la simulación de combates. Lo anterior, encuentra fundamento en
las declaraciones juradas de Jaider Urriago Rodríguez, alias “el zurdo” y Andrés David
Martínez Quintero, alias “el chuzo”. Aquí también puede acudirse a las versiones
voluntarias de Domingo Peña Cepeda, José Elmer Moreno Moreno, José Alirio Triana
Rosas, Javier Mauricio Fajardo Rincón y Eduaime Gaitán Patiño. También se
fundamenta en el antecedente de las operaciones realizadas por el BIPIG en años
anteriores y en las que, sobre la base de señalamientos no comprobados, se capturó a
personas que después fueron dejadas en libertad, pero que siguieron siendo blanco de
las actividades de la unidad militar.1508

1385. Adicionalmente, de conformidad con la versión voluntaria de Domingo Peña


Cepeda, se tiene que Orlando Pico Rivera estuvo al tanto de las operaciones militares

1504 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0557; Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda, Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494 y Versión Voluntaria de Rubiel Enrique Pérez Rodríguez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0550.
1505 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración de

Henry Ballesteros Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0692.
1506 Ibidem.

1507 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.
1508 La Defensoría del Pueblo en Informe de Riesgo de noviembre de 2004 mencionó que la operación Aurora,

implementada por el Ejército Nacional, había generado detenciones masivas de pobladores de Algeciras que
luego fueron dejados en libertad, pero a los que se estigmatizó por haber sido detenidos. También la MOE
referenció el aumento de capturas masivas desde 2001, y las relacionó con el aumento en los desplazamientos
forzosos. Para 2003 las capturas masivas mostraron su pico, con “más de 300 casos en el contexto de
operaciones militares como Aurora, Margareth y Reflejo”. Así mismo, la MOE, citando un editorial del diario
La Nación de julio de 2005, mencionó que para producir estas capturas masivas la fiscalía contó con la
colaboración de reinsertados informantes y que violó la presunción de inocencia.

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irregulares en las que se cometieron lo homicidios durante su comandancia del BIPIG.


En tal virtud, Pico Rivera sabía que la información consignada en los soportes
operacionales como las misiones tácticas y sus anexos de inteligencia, las actas de
lecciones aprendidas, los informes de patrullaje y los informe del primer respondiente,
era falsa. En efecto, el señor Orlando Pico Rivera conocía que daban cuenta de un
combate inexistente, con el propósito de encubrir los asesinatos perpetrados por los
hombres bajo su mando.

1386. Con todo, Pico Rivera avaló el envío de las carpetas con información apócrifa a
la Novena Brigada, con dos finalidades: (i) que los homicidios se registraran como
resultados operacionales legítimos que constituían un aporte al esfuerzo militar del
Ejército Nacional; y (ii) que desde esa unidad operativa menor se agotara el
procedimiento para la obtención de los montos requeridos para el pago de
informaciones y recompensas, los cuales en realidad eran utilizados para remunerar los
“servicios” de supuestos “informantes” que señalaban y ubicaban a la víctimas, así como
para financiar la consecución de los elementos indispensables para la simulación de
combates. A pesar de la existencia de irregularidades protuberantes, la ilegalidad de
las bajas reportadas pasó desapercibida para el personal adscrito a la Novena
Brigada1509.

4.1.2.6. El ejercicio deficiente de la competencia en materia disciplinaria.

1387. Orlando Pico Rivera, reconoció que en calidad de comandante del Batallón
Cacique Pigoanza contaba con el deber de ordenar la apertura de investigaciones
disciplinarias frente a las bajas reportadas por sus subalternos y fallarlas conforme al
material probatorio recaudado por los oficiales adscritos al BIPIG que designaba para
su instrucción:

“PREGUNTADO: usted el día de ayer nos leyó una parte de la Ley 836 del 2003, que es el régimen
disciplinario de las Fuerzas Militares ¿sabe usted según esa norma, quien es el funcionario en un
Batallón que tiene la competencia disciplinaria? RESPONDIÓ: pues disciplinaria para premiar o
sancionar soy yo de faltas leves. Ya para una investigación, por eso se hacían unas investigaciones
y el que llevaba todas estas investigaciones, en esto, era un sub oficial que hacía todo con el asesor
jurídico y de ahí se sacaba. PREGUNTADO: si entiendo bien entonces ¿para faltas leves el que
tiene la competencia es el Comandante del Batallón, pero para faltas graves las tiene un Sub
Oficial? RESPONDIÓ: no señor, no, porque de acuerdo con la investigación todo esto lo tenía era
el resultado de la investigación ahí se tomaba la decisión de si se sancionaba o si se mandaba, qué
se hacía de acuerdo a una investigación porque ya en otras cosas, había unas sanciones leves que
yo tomaba el asunto, otras sanciones que se investigaban y de acuerdo a la investigación daba un
resultado y de ahí salía una resolución, se sancionaba y con esa resultado de esta investigación se

1509(i) Un cumulo importante de los soportes operacionales referidos a los homicidios identificados por la Sala,
se presentaron versiones de los hechos que de entrada generaban serias dudas sobre la existencia de un
combate. A su vez, (ii) de dichos documentos no se derivaba la utilidad de la baja reportada, de manera que
se justificara el pago de una recompensa por su obtención. Además, (iii) existían denuncias públicas en relación
con la ilegalidad de las muertes reportadas por el BIPIG. Estos aspectos, serán desarrollados con mayor
profundidad en el acápite destinado a la imputación de Miguel Ernesto Pérez Guarnizo, en condición de
comandante de la Novena Brigada.

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anexaba al folio de vida de acuerdo a la investigación que llevaba la oficina disciplinaria. Toda la
investigación, se tomaban las declaraciones con el asesor jurídico, y de ahí se tomaba una
conclusión y yo era el que firmaba estas resoluciones de sanciones doctor”1510. (negrilla añadida)

1388. En línea con lo anterior, Orlado Pico Rivera reconoció que durante el periodo en
que se desempeñó como comandante del BIPIG, las investigaciones disciplinarias que
inició frente a los homicidios perpetrados por sus subalternos bajo la modalidad de
combate simulado, en modo alguno contribuyeron al esclarecimiento de lo sucedido y
a la sanción de sus responsables. En palabras de Pico Rivera:

PREGUNTADO: ese ejemplo que usted nos indica es más un asunto a primera vista, por lo menos
de carácter disciplinario. ¿Recuerda haber tomado medidas por denuncias o información que
afectara la seguridad o por contrainteligencia, algo propio de la naturaleza de la
contrainteligencia? RESPONDIÓ: no doctor, la única medida que tomé que recuerdo así
brevemente, fue una perdida que se elevó y nos dimos cuenta porque se elevó el consumo de
combustible de una manera, de un momento a otro, y dijo que era que estaba un soldado no sé
qué, estaba legalizando vales de inteligencia, y se inició la investigación y resultó que la valera se
le había perdido al 4. Eso recuerdo, más o menos, de un caso de esos así doctor, como en la parte
administrativa. En la parte así lo que dice disciplinaria, soldados que se evadían, son los que se
iban a tomar trago, pero algo que haya habido como algo de peso que me hayan dicho, no, porque
el mando mío era reacio, era reacio a cualquier brote de indisciplina que yo llegara a notar. (…)
PREGUNTADO: ¿en alguna oportunidad que usted supiera las investigaciones disciplinarias o
penales arrojaron alguna irregularidad? RESPONDIÓ: no señor.

1389. En relación con lo anterior, la Sala ha encontrado que al interior del BIPIG las
investigaciones disciplinarias referidas a las bajas reportadas por las unidades que
integraban dicho batallón, no se adelantaban atendiendo a los estándares básicos de
debida diligencia. Al respecto, tanto Pico Rivera, como Peña Cepeda, reconocieron que
la instrucción de tales asuntos se centraba en la obtención de las versiones de los
efectivos implicados, sin que se adelantara el recaudo y el análisis riguroso de otros
elementos de prueba de los que podía disponer dicha unidad táctica1511-1512.

1390. Las falencias previamente descritas en el ejercicio de la acción disciplinaria frente


a las bajas irregulares reportadas por efectivos del BIPIG, son imputables al señor
Orlando Pico Rivera. De conformidad con su condición de comandante del Batallón
Cacique Pigoanza, Pico Rivera tenía que adoptar las medidas necesarias para que el
desarrollo de las investigaciones a su cargo contribuyera de manera efectiva al
esclarecimiento de lo sucedido y a la sanción de sus responsables.

1510 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Orlando Pico Rivera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0495.
1511 Ibidem: “Toda la investigación, se tomaban las declaraciones con el asesor jurídico, y de ahí se tomaba una

conclusión y yo era el que firmaba estas resoluciones de sanciones doctor”.


1512 En torno al aspecto analizado, Peña Cepeda, reconoció: “PREGUNTADO: Para circunscribir las preguntas

al Batallón Pigoanza ¿se recuerda usted cuando se desempeñó Batallón Pigoanza como funcionario de
instrucción qué funciones cumplía o qué le tocaba hacer? RESPONDIÓ: Pues el funcionario de instrucción en
su etapa de funcionario normalmente era llamar a declarar a quienes participaron. Si es que esto, sí quienes
participaron, que relaten los hechos básicamente era eso y creo que tiene unos plazos, entonces obviamente
uno tenía que tratar de cumplir esos plazos” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.

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1391. A juicio de la Sala, esa omisión, debe ser valorada en conjunto con los
requerimientos que le hizo a sus subalternos para que perpetraran homicidios bajo la
modalidad de combate simulado y con las ordenes concretas que emitió para que desde
una perspectiva operacional se ocultaran esos delitos1513. Del análisis propuesto, surgen
bases suficientes para concluir que las deficiencias en las que incurrió Orlando Pico
Rivera frente al ejercicio de la competencia disciplinaria de la que era titular, atendieron
al propósito de encubrir los delios investigados, para contribuir a la impunidad de los
perpetradores y garantizar que esos asesinatos fueron valorados como resultados
operacionales legítimos.

4.1.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1392. Las conductas de Pico Rivera analizadas en este apartado constituyen un aporte
esencial al surgimiento y a la consolidación de los patrones macrocriminales
identificados por la Sala, pues el reporte de los asesinatos como resultados
operacionales legítimos ante la Novena Brigada, permitió que sus subalternos
percibieran que sus delitos serían considerados como un aporte al esfuerzo militar
ponderado positivamente por sus superiores. Además, la obtención de los dineros para
el pago de informaciones y recompensas era imprescindible para cubrir los costos
asociados a los asesinatos perpetrados bajo la modalidad de combate simulado.

1393. De esta manera, la Sala cuenta con bases suficientes para afirmar que Orlando
Pico Rivera, en calidad de comandante del BIPIG, era consciente: (i) de la situación de
conflicto armado que se presentaba en el departamento del Huila, (ii) de la comisión de
homicidios por parte de sus subalternos y (iii) que las víctimas eran civiles. Al respecto
se encuentra que, dicho compareciente, (iv) realizó requerimientos a sus hombres
tendientes a la consumación de los delitos investigados y (v) emitió órdenes concretas
sobre la manera en que se debía surtir su ocultamiento.

1394. A su vez, (vi) ejerció presiones y contribuyó al otorgamiento de incentivos, con


la finalidad de que los efectivos del Batallón Cacique Pigoanza estuvieran dispuestos a
ejecutar acciones ilegales y no las denunciaran ante las autoridades competentes.
Además, (vii) dispuso la pretermisión del procedimiento militar de toma de decisiones,
para facilitar la comisión y el encubrimiento de los asesinatos. Finalmente, (viii) reportó
información falsa ante la Novena Brigada, en relación con la legalidad de los resultados
operacionales registrados por la unidad táctica bajo su mando y no ejerció de manera
adecuada sus competencias en materia disciplinaria.

1395. Por ende, se concluye que la actuación de Pico Rivera, de conformidad con la
posición formal y material de mando que ejerció sobre el BIPIG, denota un rol de
liderazgo frente al surgimiento y consolidación de los patrones macrocriminales

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada
1513

de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.

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identificados por la Sala. Es claro que con su accionar delictivo realizó aportes esenciales
a su diseño, difusión, permanecía y encubrimiento. Esto toma especial relevancia en
relación con el patrón de señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado.
Tal como se expuso previamente, fue dicho compareciente, quien emitió órdenes
tendentes a su implementación al interior del Batallón Cacique Pigoanza.

1396. En conclusión, las actuaciones de Orlando Pico Rivera fueron esenciales para que
el personal adscrito al BIPIG, procediera al lanzamiento irregular de operaciones para
producir MIPCB y acudiera al pago ilegal de recompensas para financiar esos crímenes.
Todo, acompañado de la ausencia de un control adecuado y de la presentación de los
asesinatos como una contribución efectiva al esfuerzo militar que sería valorada
positivamente. En tal virtud, el compareciente, será calificado como máximo
responsable.

1397. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1514 de Nidio
Perdomo Triviño, Benedicto Murillo Asprilla y José Néstor Rivera Gutiérrez; en
concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen de
asesinato como crimen de lesa humanidad1515 de 11 personas, Juan Cristóbal Alvarado,
Nidio Perdomo Triviño, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez,
Germán Alberto Echavarría Gómez, José Walter Londoño Echavarría, John Fredy Barco
Gutiérrez, Norberto Celys, Manuel Antonio Tao Pillimué, Hortensia Neyid Tunja
Cuchumbe y Ramiro Chantre Levaza; y con el delito de tentativa de homicidio1516 de
Faiver Andrés, Juan Pablo Espinosa y William José Cunacué Medina.

4.2. Coronel (r) Carlos Yair Salamanca Robles.

1398. Carlos Yair Salamanca Robles, identificado con la cédula de ciudadanía No.
9529005 de Sogamoso, fue comandante del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique
Pigoanza” del 16 de junio de 2006 al 2 de diciembre de 2007, periodo en el cual tenía el
grado de Teniente Coronel. El señor Salamanca Robles fue convocado por la Sala de
Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante Auto 240 de 18 de diciembre de
2020 y fue escuchado en 3 sesiones, los días 17 y 18 de marzo del 2021 y 20 de diciembre
del mismo año.

4.2.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1399. Durante el tiempo en que Salamanca Robles se desempeñó como comandante


del BIPIG, dicha unidad táctica reportó resultados operacionales consistentes en
capturas, entregas voluntarias y confrontaciones armadas con el enemigo. En total, se
registraron 38 combates y existen bases suficientes para afirmar que 32 fueron combates

1514 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1515 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1516 Código Penal. Artículos 103 y 27.

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simulados ocasionando un total de 59 muertes cuestionadas1517; 34 de esos asesinatos


corresponden al primer patrón macrocriminal, de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; 4 al segundo, de selección
y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad; y 21 al
tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común
y/o milicias.

1400. Esos delitos se enmarcan en un plan criminal, cuya finalidad era exhibir como
resultados operacionales legítimos homicidios perpetrados bajo la modalidad de
combate simulado, con el objetivo de dar una falsa sensación de seguridad a la
población civil y mostrar la supuesta efectividad del Ejército Nacional, así como
alcanzar beneficios profesionales y mayor legitimidad institucional. Al respecto, Carlos
Yair Salamanca Robles, reconoció que pudo contar con responsabilidad frente a los
delitos investigados, debido a que no ejerció un control efectivo y oportuno sobre sus
subalternos:

“(…) si se presentaron unos hechos no debió haber sido esa forma, no debió haber sido de esa
manera y si eso se presentó yo soy el primero que coloco la cara para responder por lo que hicieron
mis subalternos bajo mi mando, bajo mi liderazgo de pronto por falta de control, por no llegar
como a meter el dedo allá en la llaga realmente de qué era lo que estaba sucediendo, qué era lo
que estaba pasando, de pronto me dejé se deja uno llevar por la presión del mando para producir
afectaciones (…)”1518. (negrilla añadida)

1401. Sin perjuicio de lo anterior, la Sala encuentra bases suficientes para concluir que
la actuación de Salamanca Robles estuvo caracterizada por un rol de liderazgo en el

1517 11 de julio de 2006 (víctima: Jorge Luis López Ortiz); 28 de julio de 2006 (víctima: Elio Delio Velasco); 08 de
septiembre de 2006 (víctima: Gonzalo Bermúdez Chaux); 01 de octubre de 2006 (víctima: Jesús Eider Burbano
Astudillo); 05 de octubre de 2006 (víctimas: Ever Huelgos Vargas y Jairo Falla Calderón); 07 de octubre de 2006
(víctima: Diomar Vidal Hernández); 16 de octubre de 2006 (víctima: Jarry Lenin Peña Hio); 07 de noviembre
de 2006 (víctima: Rigo Tovar Pinto); 19 de noviembre de 2006 (víctimas: Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel
Alvarado Rivera y Michelle Dayana Alvarado Mejía); 28 de noviembre de 2006 (víctimas: Herney Ochoa
Cadena Cadena, José Agustín Arias Barrera y Juan Gabriel Cuenca Morea); 08 de diciembre de 2006 (víctima:
Honaldo Muñoz Campo); 09 de diciembre de 2006 (víctima: Octavio Galindo Carreño); 15 de diciembre de
2006 (víctima: Otoniel Oviedo Martínez); 22 de diciembre de 2006 (víctimas: 4 PSI); 05 de enero de 2007
(víctimas: Diego Ferney Sierra Álvarez, Faiber Cuellar González y José Arístides García Claros); 06 de enero
de 2007 (víctima: Ovidio Ortiz Sepúlveda); 13 de enero de 2007 (víctima: Rafael Tovar Castañeda); 23 de enero
de 2007 (víctimas: Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Orlando Molano Gutiérrez y PSI); 02 de
febrero de 2007 (víctimas: Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería, Nelson Medina
Vargas y Yovanny Monsalve Marín); 23 de febrero de 2007 (víctimas: Arquímedes Alvira Lemus y Reinel
Alvira Pizo); 23 de marzo de 2007 (víctimas: Jair Hoyos Álzate y Álvaro Marín Silva); 28 de marzo de 2007
(víctima: Yobany Ardila Velasco); 06 de abril de 2007 (víctima: Wynther Jackson Trujillo Trujillo); 11 de abril
de 2007 (víctima: Jhon Germán Vargas Calderón); 12 de abril de 2007 (víctimas: Andrés Mauricio Duarte
Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón y Rubiel
Andrade); abril de 2007 (víctimas: 3 PSI); 13 de mayo de 2007 (víctimas: Jimmy Antonio Camargo Vargas, Jorge
Eliecer Neira Cifuentes y Robinson Ramírez Mejía); 21 de mayo de 2007 (víctima: Arley Vega); 30 de julio de
2007 (víctima: 1 PSI); 10 de agosto de 2007 (víctima: Diego Andrés Molina); 19 de agosto de 2007 (víctima:
Lenin Yustres Amézquita); 22 de octubre de 2007 (víctimas: Diego Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto
Vargas Olaya, Marlio Mauricio Murillo Quintero).
1518 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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surgimiento y la consolidación de los patrones macrocriminales previamente


identificados. En efecto, dicho compareciente, desde la posición formal y material de
mando que ejerció sobre el BIPIG, realizó aportes esenciales para su diseño, difusión,
permanencia y encubrimiento.

4.2.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la sala.

1402. Pasa la Sala a examinar las contribuciones realizadas por Salamanca Robles a los
patrones macrocriminales.

4.2.2.1.Requerimientos referidos a la comisión de homicidios y a su encubrimiento


mediante la simulación de combates.

1403. Tal como se ha mencionado en otros apartados de la presente providencia, Luis


Carlos Aguilera Quintero, quien se desempeñó como oficial de inteligencia durante la
comandancia del BIPIG del teniente coronel Salamanca Robles, señaló que por cuenta
de la fata de resultados operacionales, entre los meses de octubre y noviembre de 2006,
el comandante de dicha unidad táctica efectuó una reunión con Aguilera Quintero, Jair
Arias Sánchez (oficial de operaciones) y otros subalternos, con la finalidad de instruirlos
para que perpetraran homicidios y los hicieran pasar como positivos mediante la
simulación de combates. En ese contexto, Carlos Yair Salamanca Robles los requirió
para que consiguieran personas que tuvieran la función de atraer a las víctimas, con el
propósito de que fueran asesinadas por efectivos del Batallón Cacique Pigoanza. En
palabras de Luis Carlos Aguilera Quintero:

“(…) ya después de esta reunión que yo le digo, cuando ya se cambia por recomendación del
mismo comandante del batallón [se refiere a Salamanca Robles], o por la sugerencia o por la
imposición, como se quiera tomar, pues ya se utiliza es otro método, que hay un reclutador, que
ya hay una persona que ya no jala a una persona, sino que jala a dos o que puede jalar 3, y ya
comienzan a aumentar el número de muertes en desarrollo de esas operaciones”1519. (Negrilla
añadida)

1404. Como puede verse, de acuerdo con lo manifestado por Aguilera Quintero, fue
Salamanca Robles, en calidad de comandante del BIPIG, quien requirió a los integrantes
de su plana mayor y a otros subalternos, con el propósito de que cometieran homicidios
y los presentaran como resultados operacionales legítimos mediante la simulación de
combates. Lo anterior, estuvo acompañado de la emisión de instrucciones concretas
sobre la forma en que debían perpetrarse esos asesinatos, pues se indicó que debía
acudirse a “reclutadores” para que atrajeran a las víctimas mediante engaños y
contribuyeran al ocultamiento de la ilegalidad de las conductas investigadas.

1405. De esta manera, la Sala encuentra que la actuación de Carlos Yair Salamanca
Robles frente a los patrones macrocriminales que han sido identificados, trasciende la
falta de control adecuado y oportuno sobre sus subalternos. De acuerdo con lo indicado

1519 Ibidem.

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por Aguilera Quintero, se tiene que Salamanca Robles realizó contribuciones esenciales
en su diseño, pues estableció modalidades específicas de planeación, ejecución y
encubrimiento de los delitos investigados.

1406. Lo expuesto se ve reforzado por lo manifestado por José Alirio Triana Rosas,
quien durante el periodo analizado se desempeñó como comandante del Primer
Pelotón de la compañía Catapulta. Triana Rosas señaló que fue abordado por Aguilera
Quintero y Salamanca Robles, con el propósito de exigirle que cometiera un homicidio
y lo hiciera pasar como un resultado operacional legítimo mediante la simulación de un
combate:

“cuando yo recibo la unidad de Catapulta 1, que la recibo en un punto, o yo estaba en un punto


que se llama Río Loro, que eso es entre Garzón y Gigante, sobre la vía principal me encontraba yo
ahí, y a ese punto yo ya había salido del 2, sin embargo, yo hablaba con el Capitán porque con él
no tenía problema; y estando en ese punto, una tarde, allá llega el capitán Aguilera con el
Coronel1520. Yo me monto en la camioneta, y básicamente lo que me hacen es esa propuesta de que
tenía para manejar el resultado, que buscara como básicamente, palabras concretas, dar una baja
ilegal como si fuera un combate; y allá fue el Coronel, que iba pues pasando revista a la
jurisdicción y fue el capitán Aguilera. Entonces, por eso yo sé que ellos, tal como comandante
de batallón y como jefe de inteligencia, tenían pleno conocimiento de las actividades que se
estaban presentando en algunos pelotones” 1521. (negrilla añadida)

1407. De esta manera se tiene que, Salamanca Robles, en calidad de comandante del
BIPIG, propició la comisión de homicidios por parte de sus subalternos, con el objetivo
de que fueran reportados como resultados operacionales legítimos. Esto incluyó la
emisión de requerimientos e instrucciones específicas sobre la forma en que debía
surtirse la planeación, la ejecución y el encubrimiento de esos delitos1522.

1520 En palabras de Triana Rosas: “(e)n la camioneta estaba el coronel Salamanca, el comandante del batallón, y
estaba el capitán Aguilera y yo estaba de comandante de pelotón y me dijeron súbase un momentico y
hablamos acá y me subí a la camioneta y textualmente me hicieron entender que buscara para un resultado”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1521 Al respecto, también resulta ilustrativo lo manifestado por Jairo Alberto Rico Silva, en el Anexo 1 de su

formulario F1, radicado ante la SDSJ el 5 de julio del 2023: “Desde la primera ocasión en que el Comandante
del Batallón me envío a “El Zurdo” se me dijo que traía información sobre “objetivos” que, según él pertenecían
a la guerrilla, que él nos orientaba hasta los objetivos y que la misión era “darlos de baja”. El orientador del
terreno portaba uniforme militar como los soldados, el cual le era proporcionado en el batallón y portaba fúsil.
Era como un soldado más. Además, el cabo de la sección de inteligencia me entregaba un “kit” para que le
pusiéramos a las víctimas luego de que las asesináramos, en caso de que no se les encontrara armas o no se
ubicaran en el objetivo. El “kit” consistía en armas, explosivos y/o propaganda guerrillera. Las primeras
ocasiones, esto es entre para los meses de noviembre y diciembre, yo no estuve de acuerdo con ejecutar esas
conductas, aunque explícitamente nunca le expresé a mi superior mi negativa, simplemente no las ejecutaba.
A raíz de eso el Coronel Salamanca me recriminaba, me decía que yo no me ayudaba, que yo perdía las
oportunidades, que hacía las cosas mal”. (negrilla añadida). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jairo Alberto Rico Silva. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0298.
1522 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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4.2.2.2. Ejercicio de presiones para el reporte de muertes en combate.

1408. La Sala ha encontrado que, de manera constante, Carlos Yair Salamanca Robles
ejerció presiones sobre sus subalternos para que reportaran muertes en combate. Tal
situación, fue reconocida por Aguilera Quintero, quien manifestó que en los programas
radiales que realizaba Salamanca Robles, en calidad de comandante del BIPIG, exigía
que los pelotones bajo su mando presentaran bajas, siendo éste el resultado más
importante en la medición del éxito de los efectivos del Ejército Nacional destacados en
ese batallón1523.

1409. Sobre la forma en que se efectuaban las presiones, Aguilera Quintero precisó que
Salamanca Robles contabilizada los días que duraba un pelotón sin reportar una baja.
Además, comparaba los resultados operacionales obtenidos por el BIPIG con los del
BIMAG. Al respecto, en su versión voluntaria, manifestó lo siguiente:

“RESPONDIÓ: Es que cuando en el programa de lo único que se habla es de resultados, cuando


pasaba un día, cuando pasaba una semana, cuando pasaban quince días y no había resultados
pues ya comenzaba como “bueno, ¿qué están haciendo?”, o sea, como a cuestionar qué estaban
haciendo las tropas que estaban en el área de operaciones, “¿ustedes que están haciendo?”, o sea,
como “justifiquen el precio que se están ganando”, por decirlo así, a ver qué están haciendo “esta
unidad lleva tanto, esta unidad no ha hecho nada, esta unidad solamente se ha comido los víveres,
esta unidad...”, bueno, entonces hacía la referencia como diciéndonos “¿qué han hecho?, no han
producido nada, no producen inteligencia, no producen resultados, no hacen nada”, o sea, eso
era… y no se hablaba de cualquier otra cosa que no fueran resultados, porque de qué más iban a
hablar si no era de resultados. PREGUNTADO: ¿Y usted recuerda si el comandante del batallón,
por ejemplo, les mencionaba a ustedes los resultados del Batallón Magdalena? RESPONDIÓ: Pues
uno se enteraba, señor Magistrado, de los resultados del Batallón Magdalena, uno se enteraba de
los resultados del mismo batallón, porque el comandante del batallón en los programas a veces
decía “mire, que es que el batallón allá dio un resultado y nosotros no hemos dado nada”,
digamos, por hacer una comparación, cuando ya se sentía él como presionado, no sé si lo
presionaban de arriba o él mismo se sentía presionado porque no había dado resultados, entonces
comenzaba a hacer esas comparaciones “es que tal batallón lleva tantos resultados y nosotros no
llevamos nada”, “mire que el Batallón Magdalena ayer dio un resultado y nosotros no llevamos
nada, ¿qué estamos haciendo?”, sí, era como ese tipo de información”1524.

1410. Lo expuesto también fue reconocido por José Alirio Triana Rosas, quien hizo
parte de la Sección de Inteligencia del Batallón Cacique Pigoanza y fue comandante del
Primer Pelotón de la compañía Catapulta, durante el periodo analizado1525. Según lo
indicado por el compareciente, luego de 5 o 6 días sin que se reportara una baja,

1523 Ibidem.
1524 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿Durante el tiempo que usted estuvo en el Batallón Cacique Pigoanza hubo
algún cambio de comandante de batallón? RESPONDIÓ: Sí, señor Magistrado, inicialmente, cuando yo llegue
al batallón estaba mi coronel Pico, él duro más o menos hacia mediados del año 2006, y de mediados del año
2006 hasta mediados del año, bueno, él estuvo hasta finales del 2008, pero yo alcancé a trabajar con él solamente
un año, entre mediados del 2006 hasta mediados del 2007 estuvo el teniente coronel Salamanca Robles Carlos
Yair. PREGUNTADO: Ya. Y ese tema que usted nos comenta de los programas radiales y de los resultados por
bajas, ¿los advirtió usted en ambos comandantes? RESPONDIÓ: Sí señor. PREGUNTADO: O sea, ¿no vio
ningún cambio entre ambos? RESPONDIÓ: No”.
1525 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.

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Salamanca Robles increpaba a sus subalternos para que incrementaran sus esfuerzos
para conseguirla. A su vez, reconoció que desde la comandancia del Batallón Cacique
Pigoanza se fomentaba una competencia entre el BIPIG y el BIMAG. Sobre dichos
aspectos, el compareciente, manifestó:

“PREGUNTADO: o sea en esos programas radiales con el Comandante del Batallón se les
informaba digamos en qué posición estaba el Batallón Cacique Pigoanza en relación con otras
unidades? RESPONDIÓ: con lo que (INAUDIBLE) mirando eso por la estadística que llevaba.
PREGUNTADO: por eso ¿entonces el Comandante del Batallón les indicaba “mire estamos en tal
puesto” o no o “estamos bien en cuanto al tema de bajas”? RESPONDIÓ: en tema de resultados sí.
PREGUNTADO: ¿de resultados o de bajas? RESPONDIÓ: de resultados hablémoslo de bajas,
hablémoslo de capturas y hablémoslo de caletas. Pero si, básicamente se empezaba por el primero
en esa época eran las bajas. PREGUNTADO: y ¿usted recuerda si en esos programas se hacía algún
tipo de comparación con el Batallón Magdalena? RESPONDIÓ: si claro señor magistrado
(INAUDIBLE) siendo porque era la unidad adscrita a la misma Brigada y dentro de eso se
manejaba como una competencia “que mire que este Batallón lleva más bajas, nos lleva 5 por
encima y que ya lo vamos a alcanzar” esa era como también el contexto de los QSO porque pues
el comandante de batallón y (INAUDIBLE) no se va a dejar echar como se dice textualmente tierra
de otro comandante de batallón y si de esa época hablamos del 2004, había una competencia por
el tema de resultados. PREGUNTADO: eso de competencia que usted nos está contando con el
Batallón Magdalena en el 2004 ¿estuvo presente o usted lo escuchó en los programas radias todo
el tiempo que usted estuvo en el Batallón Cacique Pigoanza o cambió en algún momento?
RESPONDIÓ: no, siempre se escuchó señor magistrado estando en el Pigoanza PREGUNTADO:
¿con los dos Comandantes de Batallón que tuvo el cacique Pigoanza? RESPONDIÓ: con los dos
Comandantes de Batallón sí [se refiere a Pico y a Salamanca] PREGUNTADO: ¿se mantuvo esa
competencia? RESPONDIÓ exactamente ese era como el léxico, hablamos de esa época de los
dos comandantes de batallón. PREGUNTADO: vale, ¿con qué frecuencia en esos programas
radiales digamos se hacia la comparación? Digamos eso era como esporádico o todos los días, ¿con
qué frecuencia se hablaba eso? RESPONDIÓ: se hacía periódico porque a veces reportaban un
combate o una muerte que ya sin mirar el contexto de cómo fue, reportaban pues si pasaba por
ahí 5-6 días y no había resultado entonces ya empezaba el Comandante de Batallón por radio
también a exigirle al Comandante de Compañía y en ese tema de pronto el coronel Pico era un
poco más tosco de pronto como persona a dirigir las cosas era como más fuerte, de pronto el
temperamento de él que el del coronel Salamanca y sí. ¿señor? PREGUNTADO: ¿usted recuerda
qué les decía exactamente el Coronel Pico? RESPONDIÓ: que no servían para nada, que se están
comiendo los víveres, que están solamente cargando maletas, comiendo y durmiendo. Eso es lo
que el man siempre decía en los QS2. PREGUNTADO: y con el Coronel Salamanca ¿se les decía
como parecido o cambió? RESPONDIÓ: no pues cambia digo, pero igual la exigencia de los
resultados siempre se mantenía, esa era como la (INAUDIBLE) en esos años o en ese par de años
2004, 2005, 2006. El texto verbal lo manejaban igual”1526. (negrilla añadida)

1411. El ejercicio de presiones para la producción de bajas no fue negado por


Salamanca Robles en su versión voluntaria. Dicho compareciente, reconoció que
comparaba los resultados operacionales que reportaban los pelotones que conformaban
a la unidad táctica bajo su mando, en los programas radiales. Tal situación, también se
extendió a los reportes hechos por el BIPIG y por el BIMAG1527.

Ibidem.
1526

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1527

de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0493.

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1412. Un ejemplo de las presiones que ejercía Salamanca Robles para la producción de
muertes en combate y su relación con los homicidios perpetrados por los efectivos del
BIPIG, está dado por los hechos en los que fue asesinado el señor Ovidio Ortiz
Sepúlveda, el 6 de enero de 2006. Al respecto, Jairo Alberto Rico Silva, quien se
desempeñó como comandante del Tercer Pelotón de la compañía Acorazado del BIPIG
durante el periodo analizado, indicó:

“Esas presiones por “no dar resultados” se volvieron cada vez más fuertes, por parte del comando
superior, me decía que como a mí me gustaba era caminar y gastar víveres, me ordenaba realizar
desplazamientos en el terreno de varios kilómetros los cuales eran supervisados por el mismo
comandante pasando revista que llegara a los lugares que se me ordenaba, a modo de sanción.
Frecuentemente, me amenazaba a mí y a mis subalternos con enviarnos a la FURED o a la FUTAP,
que eran como una especie de unidades “castigo” porque patrullaban en sectores con mayor riesgo
para las tropas, que le iba a decir al comandante de la Brigada (Coronel Pérez Guarnizo) que mi
unidad no quería “dar resultados” y a mí me refería que si “no daba resultados no iba a pasar el
año de prueba”. Si yo no “pasaba el año de prueba” el Ejército me retiraba del servicio. Para inicios
del mes de enero yo seguía sin reportar “resultados”. Aunque yo hacía esfuerzos por buscar al
enemigo en armas que podría calificarse como un objetivo militar lícito estaba replegado hacia los
sectores más altos, distantes de la zona en donde estaba patrullando. Los contactos armados con
el enemigo resultaban prácticamente un imposible.

(…) Para ese mes ya la presión era irresistible, el personal de soldados estaba también cansado de
patrullar y, en cambio, observaban que el personal de las unidades que “reportaban resultados”
recibían mejor trato por parte del comando del Batallón. El comandante del batallón volvió a
enviarme al guía. El guía refería información puntual para localizar y, desde luego, asesinar a un
señor de nombre Ovidio, quien según dijo “El Zurdo” y el Cabo Urueta era un integrante de las
FARC que, aunque no andaba armado, le colaboraba a ese grupo de manera permanente. Como
en ocasiones anteriores, me llevaron el “kit” que era un revólver y una granada para ponerle a la
víctima luego de que la ejecutáramos y me ordenaron que me moviera hacia el caserío. (…) En esa
ocasión, a diferencia de las veces anteriores, no tuve la entereza o el carácter para negarme a
efectuar el hecho”1528. (negrillas agregadas)

1413. Con puede verse, las presiones para la producción de bajas provenientes de
Salamanca Robles eran constantes y estaban acompañadas de amenazas referidas a la
imposición de sanciones, al relevo o a la baja del servicio. Del mismo modo, es claro que
esa conducta del compareciente, contó con una incidencia relevante sobre la disposición
del personal adscrito al BIPIG para perpetrar los delitos investigados.

4.2.2.3. El compareciente contribuyó al otorgamiento de incentivos para la


producción de muertes en combate.

1414. La Sala ha encontrado bases suficientes para concluir que durante la


comandancia de Salamanca Robles del BIPIG se otorgaron múltiples incentivos por el
reporte de bajas. Estas consistieron en la concesión de felicitaciones, días adicionales de
descanso y en la nominación para acceder a planes vacacionales, cursos especiales o
comisiones al exterior. Lo expuesto fue reconocido por Jesús Mauricio Jiménez Botina,
quien se desempeñó como comandante del 4º pelotón de la compañía Catapulta,

1528 Anexo 1 al formulario F1 del señor Jairo Alberto Rico Silva radicado ante la SDSJ el 5 de julio del 2023.

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durante el periodo analizado:

“PREGUNTADO: había algún incentivo para quién se destacara o la unidad que presentara más
resultados. RESPONDIÓ: los días de permiso aumentaban y las felicitaciones en la orden del día.
PREGUNTADO: no estoy seguro si le entiendo, ¿felicitaban a todas las unidades por los resultados
o solo a la que presentara más? RESPONDIÓ: en los programas radiales felicitaban a las unidades
que dieran bajas. PREGUNTADO: mi pregunta es si la unidad que ocupara el puesto más alto que
presentará más resultados tenía algún premio en especial. RESPONDIÓ: se le aumentaban los días
de permiso y en diciembre era la unidad que se iba a ir el 24 y 31. PREGUNTADO: ¿cuándo usted
estuvo al frente del grupo especial qué unidad se ganó ese permiso en diciembre? RESPONDIÓ:
la mía. PREGUNTADO: ¿qué diciembre fue que logró esa distinción? RESPONDIÓ: en el 2006 y
lo que paso fue que la catapulta 1, el 23, ya se iba a ir de la unidad porque me iba ganando a mí
por una o dos bajas, pero ese día a mí se me presentó una oportunidad y dimos resultado de cuatro
bajas, entonces los sobrepasamos, y mi coronel sacó a esas dos unidades” 1529. (negrillas agregadas)

1415. Las bajas a las que Jiménez Botina hizo referencia corresponden a cuatro
homicidios perpetrados por el pelotón bajo su mando, el 22 de diciembre de 2006, en
los que perdieron la vida una mujer y tres hombres, en el sector de Alto Cielo, del
municipio de Gigante, Huila1530. Esos asesinatos condujeron a que Catapulta 4
encabezara el comparativo de bajas del BIPIG, por lo que el señor Salamanca Robles les
concedió días adicionales de descanso para las festividades decembrinas. Según lo
manifestado por Aguilera Quintero, la promesa de dicho incentivo fue la motivación
para que los integrantes de los pelotones implicados en los delitos investigados
estuvieran dispuestos a contribuir en su comisión1531:

“PREGUNTADO: Gracias. Este hecho, pues, es del 22 de diciembre. RESPONDIÓ: Sí señor.


PREGUNTADO: Y usted nos dice que salieron de permiso pero que una unidad tenía menos
resultados y que ésta termino teniendo más resultados y que por lo tanto salió, es decir que ¿existía
algún tipo de competencia por el permiso de diciembre? RESPONDIÓ: Claro señor Magistrado,
la orden del comandante del batallón era que la unidad que diera más resultados él los sacaba

1529 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1530 La ilegalidad de estos hechos fue reconocida por Luis Carlos Aguilera Quintero, Mauricio Jiménez Botina,

Roberto Yesid Quintero Quintero y Vieney Gaviria Zemanate.


1531 La postura expuesta, también fue compartida por José Alirio Triana Rosas, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: y digamos para el interior del Batallón Cacique Pigoanza, ¿existía algún tipo de competencia
entre algunas unidades por esos resultados? RESPONDIÓ: sí señor magistrado entre de pronto como las
Compañías profesionales, porque regulares es totalmente diferente de la del soldado profesional. Soldado
regular cumple una misión por obligación, porque la ley lo obliga a ir 18 meses, mientras que el soldado
profesional si está por vocación, por la plata, por lo que sea, entonces la misionalidad de soldados profesionales
es totalmente diferente, entonces en esas compañías de soldados profesionales, hablemos del Batallón
Pigoanza 2004-2005, se manejaba el tema de la competencia de la estadística por el permiso. Entonces, porque
entonces quien más diera resultados, hablemos de bajas (INAUDIBLE), entonces se iba en diciembre a
permiso. Es que eso hacía que desafortunadamente al interior de las Compañías se haya generado ese
ambiente. (…) Pero como le digo, si hubo, se generó por parte del mando superior hablémoslo del
Comandante del Batallón eso, del que el que más diera resultados (INAUDIBLE) noviembre, ese Pelotón
tenía asegurado su diciembre, se incentivaba en esa época, incentivó a todas esas situaciones.
PREGUNTADO: y ¿ese incentivo si le entiendo estuvo presente en las dos comandancias, la del Coronel Pico
y el Coronel Salamanca? RESPONDIÓ: no cambió en nada, siguió” (negrilla añadida). Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana
Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.

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el 24 y el 31. PREGUNTADO: ¿O sea que en su interpretación de los hechos la motivación,


digamos, de estas muertes, tiene que ver con el permiso de fin de año, o no? RESPONDIÓ: Claro,
se les apareció digamos, se les presentó la oportunidad, cuando ven que estas tres personas bajan
con su material y aparte de eso les suman la persona que está en la casa y con eso superaron los
resultados que llevaba el otro pelotón y con eso ellos salieron con su permiso, entonces si eso fue
una motivación, claro que lo fue”1532. (negrillas agregadas)

1416. Adicionalmente, Aguilera Quintero señaló que Salamanca Robles se encargó de


promover la competencia entre los pelotones implicados en los delitos investigados,
por acceder al permiso especial de diciembre. Al respecto, en su versión voluntaria,
indicó lo siguiente:

“PREGUNTADO: Y con base en esto que usted menciona, ¿los pelotones sabían quién iba adelante
en esa competencia por el permiso? RESPONDIÓ: Claro, señor Magistrado, ellos sabían, porque
pues el comandante del batallón les manifestaba en los programas y les decía “mire, tal pelotón se
está ganando el 24 hasta el momento, lleva tantas bajas, de segundo va la catapulta 4, después va
el acorazado, después va la bayoneta”, y así, eso era, el comandante del batallón mencionaba en
sus programas y eso se sabía quién iba de primero”1533.

1417. Lo expuesto coincidió con el aumento del número de víctimas de los homicidios
perpetrados por efectivos del BIPIG durante el último trimestre del año 2006. Entre
enero y septiembre de dicho año se ejecutaron diez asesinatos, mientras que entre
octubre y diciembre del 2006, ocurrieron diecinueve. Como puede verse, la competencia
promovida por Salamanca Robles para acceder a días adicionales descanso durante las
festividades de diciembre, convergió con un incremento sustancial en la cifra de
ejecuciones extrajudiciales cometidas por sus subalternos durante los meses
inmediatamente anteriores a esas fechas.

1418. También se destaca que Jiménez Botina reconoció que, por los homicidios
reportados como resultados operacionales legítimos, recibió incentivos consistentes en
una comisión de estudios a los Estados Unidos, el llamado a presentar pruebas para
integrar la aviación del Ejercito Nacional y un plan vacacional a la ciudad de
Cartagena1534. Según la información recaudada por el despacho, la nominación para
acceder a los beneficios previamente mencionados dependía de Salamanca Robles, en
calidad de comandante del BIPIG, conforme con las sugerencias realizadas por los
integrantes de su plana mayor1535.

1419. Frente a lo anterior, Jiménez Botina manifestó que su motivación para cometer

1532 Ibidem.
1533 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1534 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1535 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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los homicidios que están siendo investigados por la Sala, era el interés de que los
reconocimientos descritos en este apartado figuraran en su hoja de vida, de manera que
contribuyeran a su ascenso en la carrera militar. Esto ejemplifica la relación que existió
entre las presiones para la consecución de bajas, los beneficios que se otorgaban por su
consecución y la disposición de los efectivos del BIPIG para cometer homicidios bajo la
modalidad de combate simulado. Lo expuesto también fue reconocido por Aguilera
Quintero en su versión voluntaria, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: En su caso particular, y simplificando bastante esto que usted nos ha dicho,
usted nos ha hablado a grandes rasgos, repito, de tres tipos de estímulos: estímulos de carácter
económico o motivaciones de carácter económico; motivaciones de permisos, descansos; y
motivaciones de reconocimientos que sirvieran, digamos, para proyectar la carrera. ¿Cuál cree
usted que era el que lo motivaba a usted? RESPONDIÓ: Yo creo que en ese momento tal vez lo
motivaba a uno, o en mi caso personal tal vez, como seguir adelante, como ser reconocido, como
tener algún reconocimiento por parte de los mismos comandantes y que lo tuvieran a uno en
cuenta para algún estímulo, algún viaje o alguna comisión, que tal es eso lo motivaba a uno en su
momento para hacer lo que no tenía que hacer y de pronto buscar que hubiera ese tipo de
reconocimiento, de pronto medallas, de pronto viajes al exterior, de pronto ser reconocido entre
sus compañeros o entre los mismos subalternos o entre los mismos superiores, digamos que esa
era como la motivación negativa que había como para cometer este tipo de situaciones irregulares
que se presentaron. PREGUNTADO: ¿Sus superiores en algún momento, de manera explícita o
implícita le indicaron o le hicieron saber que participar en estos hechos le ayudaría en su desarrollo
profesional? RESPONDIÓ: Digamos no que lo hayan sugerido directamente, pero uno lo veía por
ejemplo en el caso de que bueno “al comandante del batallón lo mandaron para Ecuador 10 días
por ser el que estaba entre el primer o segundo puesto”, entonces uno decía: bueno, si esto pasa
con el comandante del batallón pues digamos que la gente también quería hacer lo mismo para
ver si también le daban los mismos estímulos, pero no era porque le dijeran “venga hermano, si
usted da más resultados de este tipo usted va a ser mejor”, digamos que no, porque eso era algo
que uno ya podía, digamos, deducir”1536.

1420. La Sala cuenta con bases suficientes para concluir que Salamanca Robles era
consciente de la correlación entre los supuestos descritos en el párrafo precedente y que,
conforme con ello, dispuso todo lo necesario para que operaran en torno a la producción
asesinatos y desapariciones forzadas. Tal como se expuso previamente, el referido
compareciente emitió órdenes específicas para que el andamiaje operacional del BIPIG
estuviera orientado hacia la comisión de homicidios y a la simulación de combates con
el propósito de registrarlos como resultados operacionales legítimos. A su vez,
complementó esa actuación con el empleo de presiones e incentivos, para que sus
subalternos participaran de esos delitos y no denunciaran la ilegalidad de su accionar.

4.2.2.4. La pretermisión deliberada del procedimiento militar de toma de decisiones.

1421. Durante el tiempo en que Salamanca Robles se desempeñó como comandante


del BIMAG, no se agotó en debida forma el procedimiento militar de toma decisiones,
de manera previa al lanzamiento de las operaciones. De conformidad con lo
manifestado por Aguilera Quintero, se tiene que la producción de los anexos de
inteligencia no estaba precedida de la contrastación de la información disponible y que

1536 Ibidem.

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la elaboración de las misiones tácticas no era el producto del adecuado procesamiento


y análisis de la información por parte del oficial de inteligencia y el oficial de
operaciones1537.

1422. Según la información recaudada por la Sala, los anexos de inteligencia y las
misiones tácticas se convirtieron en instrumentos para encubrir los homicidios
perpetrados mediante la simulación de combates, bajo el conocimiento y la anuencia de
Carlos Yair Salamanca Robles. De acuerdo con lo indicado por Aguilera Quintero,
Salamanca Robles, conocía del uso de particulares para la identificación y la ubicación
de las víctimas, avalaba su empleo respecto de acciones criminales específicas y,
conforme con ello, disponía lo necesario para su ejecución y para la elaboración de los
soportes operacionales necesarios para brindarle visos de legalidad a los asesinatos
perpetrados por sus subalternos1538.

1423. Por tanto, resulta claro que la inadecuada aplicación del procedimiento militar
de toma de decisiones, conforme con las órdenes de Carlos Yair Salamanca Robles,
constituyó un aporte esencial para el surgimiento y la consolidación de los patrones
identificados por la Sala. Esto debido a que la emisión irregular de los anexos de
inteligencia y de las misiones tácticas era indispensable para que pudieran efectuarse
los movimientos de la tropa que dieron lugar a los homicidios investigados. A su vez,
fueron fundamentales para que esos asesinatos se presentaran como resultados
operacionales legítimos, mediante la simulación de combates. También contribuyeron
para que los integrantes de los pelotones implicados comprendieran que contaban con
el apoyo de sus superiores para encubrir la ilicitud de su conducta, pues el comandante
del BIPIG, con la colaboración de su oficial de inteligencia y de su oficial de operaciones,
se encargaba de la elaboración y suscripción de soportes operacionales que no
respondían a la realidad.

4.2.2.5. El reporte de información falsa en relación con los homicidios perpetrados


por efectivos del BIPIG.

1424. De acuerdo con la información recaudada por la Sala, se tiene que desde el BIPIG
se elaboraban carpetas mediante las que se reportaban los resultados operacionales
consistentes en bajas en combate1539 y se realizaban los requerimientos de los dineros

1537 Ibidem.
1538 Ibidem.
1539 Al respecto, Henrry Ballesteros Plata, quien se desempeñó como comandante del Batallón Tenerife durante

el periodo analizado, en su declaración jurada indicó lo siguiente: “PREGUNTADO: muchas gracias, pasando
a otro tema. Usted también mencionó la existencia de las carpetas de resultados operaciones en los que se
consignaban los soportes documentales de las bajas producidas en combates, quisiera que me describiera un
poco, ¿cómo era el proceso de conformación de esas carpetas al interior de los batallones? ¿Quién era el
encargado? ¿Cómo se adelantaba la recopilación de esa información, como se consignaba? RESPONDIÓ:
bueno doctor, lo que me acuerdo es lo siguiente, las carpetas se realizaban en conjunto entre la oficina de
operaciones, e inteligencia. Esas carpetas […] qué se consignaba, o sea, puntos que iban ahí: una orden de
operaciones, un informe de inteligencia, un informe de la operación como tal, que lo realizaba el comandante
de patrulla que había realizado esa operación, un acta de necropsia, unas fotografías, iba así en grosso modo

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necesarios para el pago de recompensas o informaciones que dieran lugar a esa clase de
positivos1540. Esos legajos eran remitidos a la Novena Brigada, con la autorización de
Salamanca Robles, mediante oficio suscrito por dicho compareciente, en calidad de
comandante del Batallón Caique Pigoanza.

1425. Las carpetas en cuestión se encontraban conformadas por: (i) el radiograma en el


que se daba parte del inicio de la operación, (ii) la misión táctica con sus anexos, (iii) el
acta de lecciones aprendidas (iv) el informe de patrullaje, (v) el informe del primer
respondiente, (vi) el acta de inspección de cadáver o del informe de necropsia y (vii) el
acta del material incautado1541. Adicionalmente, en el caso de las solicitudes de recursos
para el pago de informaciones o recompensas, (viii) se debía sustentar el impacto del
resultado obtenido1542.

1426. Según se expuso previamente, la Sala cuenta con bases suficientes para concluir
que Salamanca Robles en calidad de comandante del BIPIG, conoció y propició la
comisión de homicidios por parte de sus subalternos, con el propósito de que después
fueran presentados como resultados operacionales legítimos, mediante la simulación

en esa carpeta, y personal que se había destacado en el desarrollo de esa operación. [inaudible]
PREGUNTADO: ¿esa carpeta pasaba por el comandante del batallón? RESPONDIÓ: claro los comandantes de
batallón las mirábamos doctor, claro, muestre a ver, si claro. Incluso muchos de los comandantes de batallón
guardaban copias de esas carpetas, exigían tres carpetas, una que tocaba enviarla para la brigada, lo
reglamentario eran dos, la de la brigada y la que quedaba en la oficina del personal, perdón de operaciones,
que pena, y opcionalmente algunos comandantes de batallón tomaban una como archivo personal.
PREGUNTADO: ¿Quién le remitía esa carpeta al comandante del batallón? RESPONDIÓ: el jefe de
operaciones que se realizaba en conjunto con el dos, con el de jefe de inteligencia PREGUNTADO: ¿pero salía
un oficio firmado por alguien? RESPONDIÓ: no, como le digo, salía un oficio para la brigada, pero la de
comandante de batallón, no. El la guardaba como archivo personal. PREGUNTADO: ¿y ese oficio, digamos
del envió hacia la brigada, quien lo suscribía? RESPONDIÓ: el comandante del batallón, eso sí, todo oficio que
sale de un batallón va es firmado por el comandante del batallón PREGUNTADO: ¿y que acreditaba esa firma?
RESPONDIÓ: que ese resultado se había desarrollado tal cual como estaba consignado dentro de esa carpeta”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración de Henry
Ballesteros Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0692.
1540 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿y usted nos podría explicar cómo era el procedimiento para que desde el

batallón se pagaran esas recompensas? RESPONDIÓ: doctor, de los batallones normalmente los dineros que
llevaban a los batallones ya eran mínimos. Es que uno prácticamente, ni paga informaciones si no, dejaba ahí
para los [inaudible] porque si no estoy mal, era como un millón de pesos que se pagaba, que le llegaba a los
batallones, que era más que todo para manejar la parte administrativa. Lo que hacía era uno después unos
oficios solicitando a la brigada, por ejemplo, allá la brigada tenía recursos para inteligencia, para pago de
informaciones, entonces lo que uno hacia debía hacer un oficio, solicitando a la brigada el pago de X
información, y ellos la pagaban, o enviaban los dineros para que las pagaran. PREGUNTADO: ¿qué
documentación debía anexarse a ese oficio para acreditar la existencia de la baja en combate? RESPONDIÓ:
doctor, primero que todo, a través de la carpeta. Ahí ya era la prueba que realmente si se había producido el
resultado. PREGUNTADO: es decir, ¿esos mismos documentos que constaban en la carpeta se remitían con el
oficio? RESPONDIÓ: claro doctor, si PREGUNTADO: ¿y a quien se remitían? RESPONDIÓ: al comandante
de la brigada”.
1541 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Armando Gómez Ruge. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0555.
1542 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0552.

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de combates. Así lo reconocieron los señores Aguilera Quintero y Triana Rosas en sus
versiones voluntarias.

1427. En ese sentido, Aguilera Quintero manifestó que Carlos Yair Salamanca Robles
estuvo al tanto de las operaciones militares irregulares en las que se perpetraron
ejecuciones extrajudiciales, durante su comandancia del BIPIG1543. En consecuencia,
Salamanca Robles conocía que la información reportada en soportes operacionales
como las misiones tácticas y sus anexos de inteligencia, las actas de lecciones
aprendidas, los informes de patrullaje, los informe del primer respondiente y los
análisis del impacto del resultado obtenido, era falsa. Esto debido a que Salamanca
Robles sabía que daban cuenta de combates inexistentes, con el propósito de encubrir
los homicidios perpetrados por sus subalternos.

1428. Pese a ello Carlos Yair Salamanca Robles consintió la remisión de las carpetas
con información falsa a la Novena Brigada, con dos propósitos: (i) que los asesinatos
fueran considerados como resultados operacionales legítimos que representaban una
contribución relevante al esfuerzo militar del Ejército Nacional; y (ii) que desde dicha
unidad operativa menor se adelantara el trámite para la consecución de los recursos
necesarios para el pago de informaciones y recompensas, los cuales en realidad eran
utilizados para sufragar la colaboración de supuestos “informantes” que permitía la
ubicación de las víctimas en el área de operaciones, así como para financiar la
consecución de los elementos indispensables para la simulación de combates. A pesar
de la existencia de irregularidades protuberantes, la ilegalidad de las bajas reportadas
no fue advertida por el Comandante de la Novena Brigada1544.

1429. Las actuaciones descritas con antelación representan un aporte esencial al


surgimiento y a la consolidación de los patrones macrocriminales identificados por la
Sala, debido que el reporte de los homicidios como resultados operacionales legítimos
ante la Novena Brigada, fue fundamental para que los efectivos adscritos al BIPIG
percibieran que sus delitos serían considerados como un aporte al esfuerzo militar que
sería valorado positivamente por sus superiores. Adicionalmente, la consecución de los
recursos para el pago de informaciones y recompensas fue un elemento indispensable
para la financiación de los asesinatos cometidos por integrantes del Batallón Cacique
Pigoanza.

1543 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1544 Sobre este aspecto, se desataca que: (i) un cumulo importante de los soportes operacionales referidos a los

homicidios identificados por la Sala, se presentaron versiones de los hechos que de entrada generaban serias
dudas sobre la existencia de un combate. A su vez, (ii) de dichos documentos no se derivaba la utilidad de la
baja reportada, de manera que se justificara el pago de una recompensa por su obtención. Adicionalmente, (iii)
existían denuncias públicas en relación con la ilegalidad de las muertes reportadas por el BIPIG. Estos aspectos,
fueron desarrollados con mayor profundidad en el acápite destinado a la imputación de Jaime Alfonso
Lasprilla Villamizar, en calidad de comandante de la Novena Brigada.

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4.2.2.6. El ejercicio deficiente de la competencia en materia disciplinaria.

1430. Carlos Yair Salamanca Robles, en su versión voluntaria reconoció que era su
deber dar inicio a las investigaciones disciplinarias referidas a las bajas reportadas por
sus subalternos1545 y fallarlas conforme al material probatorio recaudado1546. De igual
forma, Salamanca Robles indicó que ninguna de las causas que adelantó frente a los
delitos investigados, culminó con una decisión de fondo que contribuyera al
esclarecimiento de lo sucedido y la sanción de sus responsables. Al respecto, manifestó
lo siguiente:

“PREGUNTADO: ¿a quién le correspondía iniciar las investigaciones disciplinarias?


RESPONDIDO: al comando del Batallón. PREGUNTADO: ¿Quién en el comando del Batallón
ejercía esa función? RESPONDIDO: esas investigaciones, las declaraciones las tomaba el asesor
jurídico del Batallón, no me acuerdo, había una dependencia que trabajaba una civil y creo que
había un teniente que también tomaba esas declaraciones. PREGUNTADO: ¿recuerda el nombre
de esas personas del asesor jurídico, de la señora, del teniente? RESPONDIDO: no me acuerdo
ahorita. PREGUNTADO: ¿Qué pasaba después de esas declaraciones iniciales? RESPONDIDO:
ah no, pues los soldados iban allá y daban sus declaraciones, sus versiones, y ya pues esperar si
de pronto había una queja o algo o se llamaba de pronto al quejoso para tomarle las versiones.
PREGUNTADO: ¿Quién tomaba las decisiones disciplinarias? RESPONDIDO: ¿cerrar las
investigaciones? PREGUNTADO: lo que hubiera lugar. RESPONDIDO: la verdad no me
acuerdo si las hacia yo o me pasaban a mi cuando tenían todas las declaraciones para el cierre, yo
creo que yo fui más de los cierres, creo, creo cuando quedaba todo ya documentado.
PREGUNTADO: ¿recuerda usted haber tenido conocimiento de investigaciones disciplinarias
que no tuvieran un cierre preliminar? Es decir, no las que se cerraban sino las que avanzaban, de
irregularidades que hayan avanzado en alguna sanción disciplinaria RESPONDIDO: no le
entiendo la pregunta señor magistrado si es tan amable. PREGUNTADO: la reformulo. Cuando
usted nos dice que el cierre de las investigaciones probablemente lo firmaba usted o le parece que
lo firmaba usted ¿a qué se refiere con cierre de las investigaciones? RESPONDIDO: ah porque se
esperaba un tiempo prudencial y si nadie llegaba a quejarse o si no llegaba ninguna queja de la
personería o de un Alcalde entonces pues se cerraba. PREGUNTADO: ¿hubo investigaciones que
no se cerraron, que continuaron a otra etapa del proceso probablemente una sanción?
RESPONDIDO: si señor quedaron varias investigaciones que no se cerraron porque de pronto no
estaban las pruebas completas, no habían declaraciones completas, no habían declaraciones sino
de personal militar, mas no de personas donde se dieron los hechos. PREGUNTADO: unas
investigaciones se cerraban, otras investigaciones quedaban abiertas ¿recuerda usted haber
puesto sanciones, haber sancionado a alguien? RESPONDIDO: que yo me acuerde realmente
no, que yo me acuerde no. PREGUNTADO: de una respuesta anterior entendí que las
investigaciones avanzaban si había declaraciones o quejas ¿es así? RESPONDIDO: correcto sí
señor, si estaban únicamente las declaraciones de soldados, yo como comandante decía pues hay

1545 En torno al punto en cuestión, Salamanca Robles, indicó: “PREGUNTADO: gracias. Nos ha dicho usted que
en todas las operaciones que tenían como resultado una neutralización se adelantaba o se daba apertura a una
investigación disciplinaria ¿es así? ¿lo entendí bien? RESPONDIDO: sí señora”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Yair Salamanca
Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0493.
1546 Ibidem: PREGUNTADO: ¿Dentro de sus funciones como comandante de Batallón estaba o tenía usted

facultades disciplinarias? ¿Usted era el juez disciplinario digamos en el Batallón? RESPONDIDO: si claro, si
un soldado cometía un delito, pues usted lo sancionaba, lo podía suspender, pero no me acuerdo de que hayan
suspendido a nadie, no me acuerdo en este momento, lo podían suspender, sus atribuciones, no me acuerdo
si eran 30,40,60 días (…)”.

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que mirar porque como así que esto apareció allá y nadie vio, nadie ninguna información, no le
tomaron declaración al que estaba en la casa cerca o ¿sí? Muchos factores, otros factores”1547.

1431. Las declaraciones de señor Carlos Yair Salamanca Robles expuestas con
antelación, evidencian que las investigaciones disciplinarias a su cargo, referidas a las
bajas reportadas por las unidades que conformaban al BIPIG, no se adelantaban
atendiendo a los estándares básicos de debida diligencia. Como puede verse, según lo
dicho por Salamanca Robles, las actividades de indagación únicamente se
circunscribían a la recepción de las declaraciones de los efectivos implicados o de
terceros, sin que se valoraran rigurosamente otros elementos probatorios de los que
disponía el Batallón Cacique Pigoanza, dentro de lo que se destaca la contrastación de
los soportes operacionales con los hallazgos derivados de los actos urgentes de
investigación, los cuales eran suministrados a dicha unidad táctica1548.

1432. A juicio de la Sala, las falencias en la que incurrió Salamanca Robles respecto del
ejercicio de sus competencias disciplinarias deben ser analizadas en conjunto con los
requerimientos que le hizo a sus subalternos para que perpetraran homicidios bajo la
modalidad de combate simulado y con las ordenes concretas que emitió para su
ocultamiento desde una perspectiva operacional1549. A partir de ello, surgen bases
suficientes para concluir que las deficiencias en las que incurrió Carlos Yair Salamanca
Robles frente al desarrollo de las causas que versaban sobre los homicidios perpetrados
por sus subalternos, atendieron al propósito de encubrir tales delitos, para contribuir a
la impunidad de sus perpetradores y garantizar que fueron apreciados como resultados
operacionales legítimos.

4.2.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1433. De esta manera, la Sala cuenta con bases suficientes para concluir que Carlos Yair
Salamanca Robles, en calidad de comandante del BIPIG, era consciente: (i) de la
situación de conflicto armado que se presentaba en el departamento del Huila, (ii) de la
comisión de homicidios por parte de sus subalternos y (iii) que las víctimas eran civiles.
Al respecto se encuentra que dicho compareciente (iv) realizó requerimientos a sus
hombres tendientes a la consumación de los delitos investigados y (v) emitió órdenes

1547 Ibidem.
1548 Al respecto, Aguilera Quintero, manifestó: “PREGUNTADO: ¿Existía la orden de enviar a algún integrante
de la sección de inteligencia a acompañar los levantamientos de los cuerpos de las personas que morían en
estos hechos? RESPONDIÓ: En la gran mayoría de las veces se hacían las coordinaciones, se informaba a la
Fiscalía, se informaba a la policía judicial y a algún delegado de la Fiscalía, se hacia el acompañamiento,
simplemente para ir y verificar porque muchas de los expedientes de cada uno de los resultados requerían
tener ciertos documentos que eran de carácter reservado que hacia la policía judicial, que hacia la misma
Fiscalía cuando hacia la inspección técnica de cadáver o el levantamiento, bueno lo que ellos hacían en ese, en
esos actos urgentes, entonces se acompañaba para poder pedir después copia de esos documentos y anexarlos
al expediente (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1549 Al respecto, resultan ilustrativas las versiones voluntarias de Luis Carlos Aguilera Quintero y José Alirio

Triana Rosas, entre otras.

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concretas sobre la manera en que debían ser ejecutados. A su vez, (vi) ejerció presiones
y contribuyó al otorgamiento de incentivos, con la finalidad de que los efectivos del
Batallón Cacique Pigoanza estuvieran dispuestos a ejecutar acciones ilegales y no las
denunciaran ante las autoridades competentes. Además, (vii) dispuso la pretermisión
del procedimiento militar de toma de decisiones, para facilitar la comisión y el
encubrimiento de los asesinatos. Finalmente, (viii) reportó información falsa ante la
Novena Brigada, en relación con la legitimidad de los resultados operacionales
registrados por la unidad táctica bajo su mando y (ix) no ejerció en debida forma sus
competencias en materia disciplinaria.

1434. Por ende, se concluye que la actuación de Salamanca Robles, de conformidad con
la posición formal y material de mando que ejerció sobre el BIMAG, denota un rol de
liderazgo frente al surgimiento y consolidación de los patrones macrocriminales
identificados por la Sala. Es claro que con su accionar delictivo realizó aportes esenciales
a su diseño, difusión, permanecía y encubrimiento. Esto toma especial relevancia en
relación con el patrón de selección y atracción de víctimas aprovechando sus
condiciones de vulnerabilidad. Tal como se expuso previamente, fue dicho
compareciente quien emitió órdenes tendientes a su implementación al interior del
Batallón Cacique Pigoanza.

1435. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1550 de Ovidio Ortiz
Sepúlveda, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón, Jorge Luis López Ortiz y Arley
Vega; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el
crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad1551 de 59 personas, Alba Luz Mejía
Álvarez, Daniel Alvarado Rivera, Michelle Dayana Alvarado Mejía, Otoniel Oviedo
Martínez, Jesús Eider Burbano Astudillo, Andrés Mauricio Duarte Guzmán, Carlos
Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón,
Rubiel Andrade, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Wynther Jackson Trujillo Trujillo, Faiber
Cuellar González, José Aristides García Claros, Honaldo Muñoz Campo, Lenin Yustres
Amézquita, Arquímedes Alvira Lemus, Reinel Alvira Pizo, Ever Mosquera Pérez,
Felipe Bernate Alonso, Joan Sebastián Mosquera, Orlando Molano Gutiérrez, Ever
Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón, Diego Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto
Vargas Olaya, Marlio Mauricio Murillo Quintero, Antonio Claros Tobón, Carlos
Humberto Aguirre, José Rentería, Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín,
Herney Ochoa Cadena Cadena, José Agustín Arias Barrera, Juan Gabriel Cuenca Morea,
Jarry Lenin Peña Hio, Rigo Tovar Pinto, Diomar Vidal Hernández, Jimmy Antonio
Camargo Vargas, Jorge Eliecer Neira Cifuentes, Diego Andrés Molina, Jorge Luis López
Ortiz, Octavio Galindo Carreño, Gonzalo Bermúdez Chaux, Jhon Germán Vargas
Calderón, Yobany Ardila Velasco, Rafael Tovar Castañeda, Arley Vega, Jair Hoyos
Alzate, Álvaro Marín Silva, Elio Delio Velasco y 8 personas sin identificación; así como
por la tentativa de homicidio1552 de Diego Ferney Sierra Álvarez y Robinson Ramírez

1550 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1551 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1552 Código Penal. Artículos 103 y 27.

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Mejía.

4.3. Teniente Coronel (r) Ricardo Andrés López García.

1436. Ricardo Andrés López García, identificado con cédula de ciudadanía No.
79.503.342, fue comandante del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” del
30 de noviembre de 2007 a 2 de julio de 2009, periodo en el cual tenía el grado de
Teniente Coronel. El señor López fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir
versión voluntaria mediante Auto 236 de 18 de diciembre de 2020, siendo escuchado
los días 23 y 24 de marzo de 2021. Adicionalmente, por medio del memorial del 31 de
octubre del 2022, realizó una ampliación de su versión inicial.

4.3.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1437. Durante el tiempo en que López García se desempeñó como comandante del
BIPIG, existen bases suficientes para afirmar que dicha unidad táctica reportó veinte
asesinatos en combates simulados,1553 de los cuales siete corresponden al primer patrón
macrocriminal, de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de
pertenencia a un grupo armado; dos al segundo, de selección y atracción de víctimas
aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad; y diez al tercero, de operaciones
ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicianos.

1438. Esos delitos corresponden a un plan criminal, cuya finalidad era exhibir como
resultados operacionales legítimos homicidios perpetrados bajo la modalidad de
combate simulado, con el objetivo de dar una falsa sensación de seguridad a la
población civil y mostrar la supuesta diligencia del Ejército Nacional, así como alcanzar
beneficios profesionales y mayor legitimidad institucional. Al respecto, se destaca que
Ricardo Andrés López García, en la ampliación escrita de su versión voluntaria
reconoció responsabilidad frente a los hechos ocurridos el 19 de diciembre de 2007, en
las inmediaciones del municipio de La Plata, Huila, en los que fueron asesinados Javier
España Andrade, Fabio Losada Muse y Jorge Leonardo Hernández Serrano1554. En
relación con esos sucesos López García manifestó:

“(…) confieso, reconozco y acepto las consecuencias de los hechos. Porque después de esa
conversación con el teniente por el celular, terminé aceptando y autorizando al teniente que se
ultimaran, las personas capturadas, en flagrancia. Acepto mi falta de autoridad, mi actitud
pusilánime ante la insistencia del teniente, y al fin de cuentas ser el responsable de estas muertes.

1553 8 de diciembre de 2007 (víctima: Jhon Jairo Zúñiga Gómez); 15 de diciembre de 2007 (víctimas: Omar
Penagos Urquina y Luis Ángel Vallejo Vargas); 19 de diciembre de 2007 (víctimas: Fabio Lozada Muse, Javier
España Andrade y Jorge Leonardo Hernández Serrano); 10 de enero de 2008 (víctima: Milton Hernán Sunz
Garzón); 16 de enero de 2008 (víctima: Teódulo Montaño Correa); enero de 2008 (víctima: 1 personas no
identificada); 16 de febrero de 2008 (víctimas: Evelio Bermeo López, Leo Dan Bermeo López, Wilmer Bermeo
Acosta y Rodrigo Dorado Bolaños); 22 de marzo de 2008 (víctimas: Nelson Mendoza Yasno y Omar Mendoza
Yasno); 1 de abril de 2008 (víctimas: 2 personas no identificadas); 11 de septiembre de 2008 (víctimas: Carlos
Mauricio Suárez Monje, José Adelmo Pillimué Caldón y William Tovar Quiza).
1554 La ilegalidad de estos hechos también fue reconocida por Alejandro León Campos, Florentino Tovar

Gómez, Vieney Gaviria Zemanate y Roberto Yesid Quintero Quintero.

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Nada de lo explicado anteriormente puede excusar la lamentable pérdida de estas vidas, en


Colombia no existe la pena de muerte, y las normas son, y eran claras respecto de lo que se debe
hacer durante una captura, y yo las trasgredí, de manera consciente”1555.

1439. De acuerdo con lo anterior y con la información recaudada por la Sala, existen
bases suficientes para concluir que la actuación de López García estuvo caracterizada
por un rol de liderazgo en la consolidación de los patrones macrocriminales
previamente identificados. En efecto, dicho compareciente, desde la posición formal y
material de mando que ejerció sobre el BIPIG, realizó aportes esenciales para su
permanencia y su encubrimiento.

4.3.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la


Sala.

1440. Procede la Sala a evaluar las contribuciones realizadas por Ricardo Andrés López
García a los patrones macrocriminales identificados.

4.3.2.1. Responsabilidad por autorizar la comisión de homicidios y su encubrimiento


mediante la simulación de combates.

1441. Tal como se indicó previamente, la Sala cuenta con información suficiente para
afirmar que Ricardo Andrés López García, en calidad de comandante del BIPIG,
autorizó las acciones de sus subalternos tendientes a la planeación, ejecución y
encubrimiento de los delitos investigados. Lo expuesto fue reconocido por López
García y por Alejandro León Campos, quien se desempeñó como comandante del 4º
Pelotón de la Compañía Catapulta del BIPIG, durante el periodo analizado. Esto tuvo
lugar en relación con los hechos ocurridos el 19 de diciembre de 2007. Dichos
comparecientes, en sus versiones voluntarias, admitieron que se trató de ejecuciones
extrajudiciales perpetradas bajo sus órdenes.

1442. Frente a esos sucesos, León Campos manifestó que (i) López García estuvo al
tanto del desarrollo de la operación militar en la que se cometieron los tres homicidios,
(ii) conoció que las víctimas fueron detenidas con vida, (iii) autorizó que se procediera
con su ejecución extrajudicial y (iv) dispuso lo necesario para que se desarrollaran las
acciones requeridas para su encubrimiento. En palabras de Alejandro León Campos:

“(…) antes de llegar a la “y” fue cuando yo llamé al Coronel (se refiere a López García) un momento
y le informé, yo les comentaba que yo lo llamé y le dije “pasa esto, están acá, hay tres tipos que
están armados” y me dijo “bueno hermano listo, bien entonces”. Pues doctor voy a decir las
palabras aquí, pero no tengo exactamente, fue algo así como: “bueno está bien ¿que encontró? que
tres armados, están armados, ¿los tiene ahí? bueno hermano entonces organice todo, muy bien,
ellos saben cómo es, entonces verifique y más tarde me responde y me reporta por radio, estamos
atentos al radio y listo”; y los soldados estaban conmigo ahí, ellos ya me habían dicho a mí: “llame

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1555

de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.

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a mi Coronel”. Llamé y ya les digo que bueno que sí, más arriba, que tal cosa, y, bueno, subimos y
ahí después como a la una de la mañana, entre 12 y 1, doctor tal vez fue que sonaron disparos hacia
los tres muchachos y yo ya reporto en ese momento al Batallón que estamos en combate, yo no
digo guerrilla, combate de 4-5 minutos, después, yo creo, ahí mismo, sale por radio el Comandante
del Batallón: “(Sic.) quiubo León, sí ¿qué ha pasado?” “no pues creo que hay unas bajas” “verifique
bien”, hablamos ahí, al rato yo le confirmo: “si mi Coronel que son 3”, “muy bien hermano asegure
el área,”, unas coordinaciones me imagino que judiciales, todo el tema, “esté pendiente”. Ahí si
salió el Oficial de Operaciones, ahí ya hablé con él: “bueno como tiene el área ¿asegurada? bien”.
Ya en la madrugada, amaneciendo el día, pues llega toda la comitiva, CTI, más tropa, a hacer la
parte judicial doctor”1556.

1443. En relación con lo anterior, León Campos, reconoció que la coordinación de la


ejecución y el encubrimiento de los homicidios con López García, se dio previamente
vía teléfono celular. Por ese canal, se habría acordado el reporte por radio de un falso
combate, con el objetivo de ocultar la captura con vida de las víctimas y su posterior
asesinato en estado de indefensión:

“RESPONDIÓ: que yo expliqué señor magistrado por el radio lo que yo consideré que debía
decirse de acuerdo a lo que él me había dicho, a las pocas palabras, como le digo no era un discurso,
pero como él me decía a mí y yo le decía. Por ejemplo: “entramos a combate” “bueno bien y ¿cómo
están las tropas?”, pues él ya sabía que eso no era un combate, entonces yo seguí como la
secuencia, el me pregunta y yo respondo, él me dice y yo sí ah bueno y a la media hora tal vez
después volví y llamé y le dije, llamé pues por radio “ya la tropa sin novedad, hay tres sujetos y
tal cosa”, “bueno asegure el área” y que todo el tema, pero era una secuencia (…). PREGUNTADO:
ah, pero entonces fue por el celular no por el radio. RESPONDIÓ: no señor, fue por el celular.
PREGUNTADO: y entonces ¿usted cuando reportó el combate si fue por el radio que lo escuchó
todo el mundo? RESPONDIÓ: sí señor, por radio, cuando ya narro las secuencias es por radio.
Cuando yo le cuento a él lo que realmente está pasando es por teléfono”1557. (negrilla añadida)

1444. Si bien el reconocimiento de responsabilidad realizado por Ricardo Andrés


López García en relación con los homicidios cometidos el 19 de diciembre de 2007
difiere de lo manifestado por Alejandro León Campos sobre cuál de los dos
comparecientes tuvo la iniciativa de quitarle la vida a las víctimas1558, ambos admitieron

1556 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
1557 Ibidem.

1558 Ibidem: “Pero si deseo aclarar lo más importante, respecto de la llamada y comunicación sostenida con el

teniente León. Lo que en realidad ocurrió, es que el teniente me llamó y me explicó que habían capturado las
personas con vida, que estaban maltratadas y heridas. Inicialmente fue él, quien me solicitó que lo autorizará
ultimarlos. No es como él cuenta, que yo fui quien dio la orden de una vez, tratando de excusar su interés por
asesinarlos. Es más, yo le dije inicialmente que los trajera al batallón, pero el insistió, que estaban ya mal
heridos, yo le insistí varias veces, que los trajera como estaban, pero él continuaba presionando para no hacerlo.
Todavía tengo dudas sí para cuando el teniente me llamo ya los habrían asesinado previamente. En uno de los
apartes de la audiencia del teniente León, asevera que yo le dije: “…dígales a los soldados que ellos ya saben
que hacer…”; es una frase ilógica, toda vez que él era el comandante de ese pelotón, mucho antes de que yo
llegara a esa unidad, y recibiera el mando, lo cual ocurrió, apenas 13 días antes de la fecha de los hechos y no
podría yo tener ese nivel de confianza con los soldados como para que enviar un mensaje de ese tipo. Confianza
que sí, debería tener el teniente con los hombres bajo su mando. De tal forma, está totalmente claro que la
versión entregada por el teniente respecto de este preciso hecho, no es cierta”.
Dicho lo anterior, confieso, reconozco y acepto las consecuencias de los hechos. Porque después de esa
conversación con el teniente por el celular, terminé aceptando y autorizando al teniente que se ultimaran,
las personas capturadas, en flagrancia” (Negrilla añadida).

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que: (i) se comunicaron de manera previa a la comisión de los asesinatos vía celular, (ii)
que por esa vía López García autorizó que fueran ejecutadas extrajudicialmente y (iii)
consintió que oficialmente se reportara la ocurrencia de un falso combate.

1445. En relación con este último punto, León Campos, reconoció que los efectivos
implicados presentaron versiones falsas de lo sucedido1559 y que el mismo elaboró un
informe de patrullaje en el que se consignó la existencia de una supuesta confrontación
armada que en realidad nunca ocurrió1560. Tal situación fue consentida por el señor
López García, pues de la información recaudada por la Sala en relación con los hechos
analizados no se deriva que dicho compareciente, en calidad de comandante del BIPIG,
hubiera presentado algún tipo de reparo en relación la veracidad de los reportes
oficiales mediante los que se encubrió el asesinato de los señores Javier España
Andrade, Fabio Losada Muse y Jorge Leonardo Hernández Serrano, a pesar de que
conocía su carácter apócrifo.

1446. Conforme con lo expuesto, se observa que Ricardo Andrés López García autorizó
la comisión de homicidios y su encubrimiento mediante la simulación de combates, con
el objetivo de que fueran reportados como resultados operacionales legítimos. Esto
incluyó (i) la participación de López García en el proceso de planeación de tales delitos
mediante el uso de canales de comunicación distintos a los oficiales y (ii) el reporte de
información falsa sobre lo ocurrido para ocultar la ilegalidad de su conducta. Lo
anterior, representa un aporte esencial a la consolidación de los patrones identificados
por la Sala, pues permitió que los efectivos del BIPIG entendieran que su comandante
conocía y consentía la comisión de ejecuciones extrajudiciales por parte de sus
subalternos.

1559 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿se le dieron indicaciones a los soldados que participaron en estos hechos sobre
qué declarar o se escogió quienes iban a declarar? RESPONDIÓ: sí y no. Sí, en qué sentido: de hecho, no estoy
seguro en este momento si los mismo que disparan son los que declaran porque ellos, es decir si yo disparaba
no quiere decir que no iba a declarar, a veces ellos escogían y decían “bueno yo disparo, usted la vez pasada
disparó, pues usted declare”, a veces hacían esa figura. Creo que en este caso creo que la mayoría que los que
dispararon fueron los mismos que declararon, me parece, pero no estoy seguro, porque ellos manejaban el
tema así, a veces así usted disparara no era el que declarara, pero en este caso me parece doctor que los tres
que disparan son los mismos que declararon. PREGUNTADO: ¿y se les dio alguna indicación sobre qué tenían
que decir? RESPONDIÓ: ya lo que hicimos al otro día, nosotros, yo estuvo ahí y mi Cabo, fue organizar los
tiempos u horarios, los mismo horarios, manejamos la hora de llegada y modificamos que no entramos por
donde entramos sino que habíamos entrado por la finca del señor abajo, el huequito que decían subiendo y
que al haber entrado allá los sujetos salen, seguimos detrás de ellos, alguien que entra a la casa, creo que el
Cabo, encuentra el señor y arriba, cuando ocurre el combate, pues combaten 4 y no hay mucho que decir, nos
disparan, se dispara. Eso si se organizó, nosotros nos tocaba a nosotros porque en ultimas éramos nosotros que
declarábamos, ya estábamos con eso, “no mi Teniente eso es sencillo vea analicémoslo” y cuadramos, nos
sentamos así y se organizó “bueno pues hagámoslo así” y así se hizo. Eso lo hicimos, a nosotros con los
soldados y así fue como se hizo”.
1560 Ibidem: “PREGUNTADO ¿usted elaboró un informe de patrullaje o un informe sobre la operación?

RESPONDIÓ: si claro, yo tuve que haberlo hecho porque me lo pidieron y lo tuve que haber hecho cuando
justo lo que acabo que contar, o sea la llamada y todo la tuve que haber nombrado y todo ese tema. No me
acuerdo bien porque eso fue real y claro lo que no dije pues que los civiles. El contexto es el mismo con la
diferencia de que al final decimos que llegamos por la casa, pero lo inicial tuve que haberlo dicho también en
el informe, es la información que se recibe, la llamada y un soldado o algo así. De pronto no nombre que era
hermano del soldado, no estoy seguro, pero si yo lo hice tal vez al otro día doctor”.

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4.3.2.2. Responsabilidad por ejercer presiones para el reporte de muertes en combate.

1447. La Sala ha encontrado que Ricardo Andrés López García ejerció presiones sobre
sus subalternos para que reportaran muertes en combate. Tal situación, fue reconocida
por Alejandro León Campos, desde dos perspectivas. La primera, consistió en la
realización de comparativos referidos al número de bajas registradas desde distintas
unidades, con el propósito de ponderar positivamente a los efectivos que conformaban
las que contaban con las mejores cifras y reprender a los que integraban las que no
presentaban resultados satisfactorios. Sobre ese aspecto, León Campos mencionó que
existía temor por la posibilidad de que se efectuara el relevo por parte del comandante
de batallón a causa de la ausencia de bajas, como se expone a continuación:

“(…) no sé qué los ataba a no decirle a ese Comandante de arriba “bueno por qué esta presión”,
porque sí medían la diferencia de unidades tácticas, “esta unidad tiene tanto, esta tanto, esta va
mejor que la otra”, ya en Brigada pasaba lo mismo a nivel de División, pues llegaba al punto
donde Ejército dice, usted es el mejor y usted el peor y eso marcaba un hito y uno en esos años,
ya 2007-2008, hubo muchos relevos de comandantes, no tengo las estadísticas, pero fueron muchos,
porque para el perfil del Comandante General, pues no daba los rendimientos necesarios y eso
decía y generaba ese temor, uno ya escuchaba que si llegaba el Comandante de un Batallón y si
uno no tenía resultado era porque venía a relevarle, o sea, si no venía a felicitarlo por algo bueno
era porque venía a sacarlo, porque no llegaba por casualidad, no llegaba por mirarle “que lindos
son tus ojos”, no, usted o viene a felicitarlo porque ha hecho algo para mostrar o viene a decirle
“usted no sirve para nada hasta luego”, entonces yo creo que esa era la presión que ellos
manejaban”1561.(Negrillas agregadas)

1448. En concordancia con lo anterior, Vieney Gaviria Zemanate, quien se desempeñó


como soldado profesional adscrito al Cuarto Pelotón de la compañía Catapulta del
BIPIG durante el periodo analizado, reconoció que Alejandro León Campos ejerció
presiones sobre los integrantes de dicha unidad, con el propósito de atender los
requerimientos que en ese mismo sentido recibía de su superior. En palabras de Gaviria
Zemanate:

“PREGUNTADO: ¿en algún momento escucho usted o recibió presiones para dar bajas en
combate? RESPONDIÓ: señor magistrado, pues los comandantes del pelotón siempre lo formaban
a uno y le decían, bueno señores que toca dar resultados, que toca salir a hacer operaciones y en
muchas ocasiones le decían bueno a usted le toca hacer el trabajo y lo sacaban a unas secciones o
en otras partes era el pelotón completo. PREGUNTADO: y cuando le hablaban de tener resultados
¿le indicaban algún resultado en particular? RESPONDIÓ: pues señor magistrado, eso siempre
decían bueno hay que dar resultados, hay que dar bajas, tiene que dar bajas ¿por qué no están
dando bajas? PREGUNTADO: ¿recuerda algún superior que le hubiera indicado eso en particular?
RESPONDIÓ: yo me recuerdo del comandante del pelotón que siempre era el que nos formaba y
decía bueno, tienen que dar bajas. PREGUNTADO: ¿Qué comandante de pelotón les decía eso?
RESPONDIÓ: señor magistrado en ese tiempo de comandante del pelotón estuvo mi teniente
León. (…) PREGUNTADO: antes de eso, antes de esas formaciones con el teniente León, ¿usted
escucho en algún momento que le indicaran que tenían que presentar bajas en combate?
RESPONDIÓ: que yo escuche no, que nos formaban y nos decían bueno muchachos hay que

1561 Ibidem.

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trabajar y él decía que era la orden, pero no sabría decirle quien le dio la orden”1562.

1449. De acuerdo con lo previamente expuesto, Vieney Gaviria Zemanate, reconoció


la relación que existió entre las presiones provenientes desde el nivel superior para la
producción de bajas y la comisión de homicidios en la modalidad de combate simulado
por efectivos del BIPIG. En relación con ese aspecto, Gaviria Zemanate, manifestó:
“PREGUNTADO: ¿qué cree usted que debería cambiar para que estos hechos nunca más se
repitan? RESPONDIÓ: (…) que los comandantes no comiencen a presionar a los subalternos,
porque como en la época comenzaban a presionar a los comandantes y los comandantes lo
presionaban a uno, eso fue una época que no debió existir”1563.

1450. En segundo lugar, Alejandro León Campos manifestó que el hecho de que
Ricardo Andrés López García conociera y autorizara la comisión de homicidios bajo la
modalidad de combate simulado por parte de los efectivos del Cuarto Pelotón de la
compañía Catapulta del BIPIG, constituyó un mecanismo de presión para que el
accediera a la ejecución de esos delitos en condición de comandante de esa unidad. Al
respecto, León Campos manifestó que se le advirtió que Catapulta 4 era el mejor pelotón
del Batallón Cacique Pigoanza y que era necesario que las cosas siguieran de esa
manera, lo que a su juicio implícitamente involucraba darle continuidad a las
irregularidades:

“PREGUNTADO: quisiera preguntarle en primer lugar si usted en algún momento cuando estaba
ocurriendo lo que nos contó el día de hoy ¿dudó en participar bien sea en el desarrollo de esos
hechos o bien en su encubrimiento? RESPONDIÓ: (…) como que yo quedaba como muy entre la
pared y el compromiso que tenía como comandante de ese supuesto mejor pelotón. (…) Entonces,
uno procura encajar en esos primeros grados con esas unidades, en este caso hablo del Pigoanza
para ser asertivo, y cuando uno inicia como comandante, como me dijo si, más o menos: “bueno
usted pase a entonces a otro Pelotón, esa unidad es la mejor, buena, ojo allá, responsabilidad, muy
bien”, pues no fue un discurso de nombramiento, palabras muy secas, muy puntuales, pero muy
precisas, son muy cortos de palabras a veces para decir las cosas, pero nos comprendemos, como
un dialogo sin palabras. Entonces, yo ya tenía como ese compromiso desde ese momento a pesar
de que ese Coronel se fue, pero el que llegó dijo (se refiere a López García): “bueno usted es el
Comandante de tal Unidad, bueno, muy bien, vamos a trabajar, entonces hay que hacer las cosas
bien”, son temas así, y arranca el primer proceso que ya les conté como fue y el segundo y el tercero
y en cada uno. Claro, el primero fue mortal, es decir, en el sentido, yo creí realmente toda la historia
que le dije, aun yo me acuerdo y la creo: “mire que me llamaron y tal cosa y vamos que mi
Coronel”. Consulto: “sí que mire”, ya llegó allá y encuentro el escenario como lo comenté y llamé
al comandante como lo comenté y si usted me pregunta a mi hoy doctor, usted hoy como que tiene
al frente y le aparece un Teniente o un Cabo con esa pregunta, pues yo jamás diría eso, “¿qué
encontró? ¿qué paso? ¿quiénes están?, vea hermano ¿cómo así?” ósea salen como 50 mil ¿por qué?
y peros, “no yo aquí encontré”, “bueno, muy bien, entonces verifique muy bien eso, esos soldados
saben cómo hacen las cosas, me informa más tarde”, no hay como el espacio, ósea se la sueltan así
y usted queda con la orden (…)”1564.

1562 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.
1563 Ibidem.

1564 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292

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1451. En línea con lo expuesto, Florentino Tovar Gómez, quien se desempeñó como
soldado profesional adscrito al Cuarto Pelotón de la compañía Catapulta del BIPIG
durante el periodo analizado, narró que Alejandro León Campos presionaba a sus
subalternos para que se involucrarán en los procesos de ejecución y encubrimiento de
los homicidios perpetrados por efectivos de esa unidad. Esto denota como los
requerimientos que López García realizaba, por ejemplo, a León Campos, frente a la
ejecución de asesinatos bajo la modalidad de combate simulado, fueron trasmitidos a
los soldados profesionales:

“PREGUNTADO: ¿Quienes participaron en las bajas ilegales no iban a declarar? RESPONDIÓ: no,
eso en la mayoría de casos el teniente León era el que decía y se enojaba, “que vayan y declare
usted, que colabore, que tal, que eso no pasa nada, que se suba a la chiva de la felicidad”, y mentira
que estaba cometiendo un error muy grande (…) PREGUNTADO: yo le entiendo que usted fue
uno de los que fue a declarar sin haber participado ¿por qué estaba tan seguro el comandante de
que no les iba a pasar nada? RESPONDIÓ: pues yo no sé doctora, más que todo como la presión
porque, como le digo, mi teniente León entonces dice que participarán ese día, salimos nosotros,
nos quedamos en la parte de atrás, y estaba el Primero Ortega, “que Sánchez no declaraba”,
entonces iba Urrestres, Rodríguez y mi persona y entonces nos paró “hermano, que vaya y declare,
que nadie nos quiere declarar, que colabore. Y uno ahí en medio del miedo (…)” 1565. (Negrillas
agregadas)

1452. Como puede verse, las presiones para la producción de muertes en combate
durante la comandancia del Batallón Cacique Pigoanza de López García, se produjeron
desde dos aristas: (i) la medición de la efectividad de sus subalternos a partir de la bajas
que reportaban y (ii) la realización de acciones concretas mediante las que le hizo saber
a sus hombres que una de las formas para atender a su voluntad como comandante del
BIPIG era perpetrar homicidios bajo la modalidad de combate simulado para
incrementar las estadísticas de esa unidad táctica. Esas acciones, constituyeron un
aporte esencial para la consolidación de los patrones identificados por la Sala, pues
contaron con una incidencia relevante sobre la disposición de los ejecutores de los
crímenes investigados para proceder a su comisión.

4.3.2.3. El compareciente otorgó incentivos para la producción de muertes en


combate.

1453. La Sala ha encontrado que Ricardo Andrés López García otorgó felicitaciones y
días adicionales de descanso, como incentivos por el reporte de bajas. Aquí es
importante señalar que, López García, en su versión voluntaria, reconoció que incurrió
en las conductas previamente descritas:

“PREGUNTADO: ¿después del 15 de diciembre, al Pelotón se le concedió algún permiso como


reconocimiento a los resultados presentados? RESPONDIÓ: pues yo tenía dentro de mi política
que sí, es decir, ya supuestamente 3 muertos en combate era un número como importante y
arrancando y es posible que yo le haya dado permiso a ese Pelotón, es posible que después del 5
yo haya relevado el sitio con otro y los haya sacado. Es muy posible, pero no lo recuerdo, y era mi

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1565

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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actitud. Si preguntan que por mi actitud que yo los felicitaba y les daba permiso, si lo hacía”1566.
(Negrilla añadida)

1454. Lo expuesto, fue confirmado por Vieney Gaviria Zemanate, quien se desempeñó
como Soldado Profesional del BIPIG durante el periodo analizado. Al respecto, en su
versión voluntaria, dicho compareciente reconoció que el número de días adicionales
de descanso podía aumentar de conformidad con el número de bajas reportadas:

“RESPONDIÓ: igual que mi Coronel López, uno daba el resultado y al otro día lo estaban sacando
de permiso. PREGUNTADO: ¿Cuántos días de permiso daba el Coronel Salamanca y el Coronel
López cuando eso ocurría? RESPONDIÓ: señor magistrado, con mi Coronel Salamanca nos daba
10 días o 5 días o 15 días así, con el Coronel López daba 12 o 15 días señor magistrado
PREGUNTADO: ¿y de que dependía que fueran más días? RESPONDIÓ: por la cantidad de
resultados que tuvieras, la cantidad de bajas señor magistrado PREGUNTADO: explíquenos eso,
que pasaba si tenían una baja o cinco bajas RESPONDIÓ: si tenía 5 bajas por ejemplo había unos
que les daban 20 días o si tenía 3 bajas le daban 15 días y así señor magistrado o si tenía una baja
prácticamente no sumaba y se esperaba a otro resultado decían ahí va sumando”1567.

1455. En relación con el punto analizado, se destaca que López García promovió una
competencia entre los pelotones que hacían parte del BIPIG, mediante la promesa de
un permiso especial para las festividades de diciembre para los efectivos de la unidad
que reportara el mayor número de bajas al final del año. Lo expuesto también fue
reconocido por Alejandro León Campos, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: ¿qué conoció usted, Coronel, en ese momento sobre el plan de moral y bienestar
del Batallón? RESPONDIÓ: bueno lo que yo conocí en ese momento era como muy complejo, no
era que metódico o que cada 4 meses salen, no, yo no lo veía organizado porque de hecho yo estaba
en un pelotón “x” que era el común, el que estaba antes. Yo miraba que estábamos ahí, cuando nos
van a sacar y fue cuando los sacaron y yo me quedé, pero yo veía y escuchaba en la unidad que
quien más resultados acumulara al año, o sea la mejor unidad, usualmente le daban diciembre
como estímulo adicional”1568.

1456. Adicionalmente, Alejandro León Campos señaló que los integrantes de los
pelotones implicados en los delitos investigados, tenían presente que los homicidios
que perpetraban les servían para ir “sumado puntos”1569 frente a la competencia por los

1566 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
1567 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.
Además, frente a este punto, Juan Camilo Torres Niño, reconoció que: “las personas que dieran más resultados
de muertes en combate, pues era las que de pronto iban a ir al Sinaí, iban a tener reconocimientos de medallas
de orden público, medallas, reconocimientos, que valieran la pena”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Juan Camilo Torres Niño. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0272.
1568 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
1569 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿por estos hechos el Pelotón y usted en particular fueron felicitados?
RESPONDIÓ: bueno no sé doctor, el folio de vida en esa época no es como hoy en día que es digital, no sé si

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días adicionales de descanso durante las festividades del mes de diciembre.


Adicionalmente, León Campos, indicó que el incentivo en cuestión generó una “lucha”
para “sumar” a la estadística de bajas y quedarse con el permiso especial:

“Entonces, entre los soldados había esa lucha. Había un Pelotón cerca a Catapulta 4, que ellos
hablaban mucho y que “no nos vaya a ganar”, porque había rivalidad, ellos si llevaban sus cuentas
y estadísticas claras de años pasados, quien estuvo el año pasado y el anterior. De ese año no
recuerdo cómo iban, yo sé que Catapulta 4 iba bien, pero la unidad cercana en ese tipo de
resultados y era como su sensación de que toca sumar para aprovechar diciembre, creo que en
pocas oportunidades sacaron unas unidades en diciembre, o sea le fue bien a varios Pelotones que
sacaron dos unidades al tiempo”1570.

1457. Como puede verse, la competencia promovida por López García para acceder a
días adicionales descanso durante las festividades de diciembre fue determinante para
que los integrantes de los pelotones implicados en los delitos investigados se
interesaran por aumentar el número de bajas reportadas por el BIPIG, recurriendo
incluso a la comisión de homicidios en la modalidad de combate de simulado.

1458. De esta manera, se tiene que (i) Ricardo Andrés López García conoció y consintió
que los hombres bajo su mando asesinaran a civiles, con la finalidad de que los
presentaran como resultados operacionales legítimos. Adicionalmente, (ii) ejerció
presiones y otorgó incentivos con el propósito de que sus subalternos se encontrarán en
disposición de sumarse a su accionar criminal y no denunciarán la ilegalidad de su
conducta. A juicio de la Sala, tales acciones representan una contribución esencial a la
consolidación de los patrones macrocriminales previamente identificados, pues fueron
fundamentales para que se presentara la ejecución reiterada de los crímenes que los
caracterizan y se efectuara su encubrimiento.

4.3.2.4. La pretermisión deliberada del procedimiento militar de toma de decisiones.

1459. La Sala, ha encontrado que durante el periodo en que López García se


desempeñó como comandante del BIPIG no se agotó en debida forma el procedimiento
militar de toma decisiones de manera previa a la realización de las operaciones. Al
respecto, León Campos reconoció que los movimientos de los pelotones que
conformaban la Compañía Catapulta del Batallón Cacique Pigoanza, no estaban
precedidos del análisis de la información de “inteligencia” disponible y de un proceso
adecuado de planeación:

“(…) una operación en la que yo participé que era en Algeciras, fue la única en que fue allá el dos
y como le comentaba en la policía me explicó algo de la información, digamos que ese si es el deber

en el folio de vida haya sido felicitado. De palabras si y como le conté llegamos y los soldados ya sabían que
estaban sumando sus puntos, llegamos y ya sabían, llegó y como le dije doctor llegamos el día “x” y hacemos
declaraciones y al otro día yo me quedé como con el Cabo creo, otro suboficial, no recuerdo bien, armando y
entregando lo que faltaba y ellos se fueron de permiso, nosotros salimos como al otro día a permiso, fueron tal
vez como 15 días yo creo. No recuerdo, como por 8-10 días”. (Negrilla añadida)
1570 Ibidem.

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ser, va alguien y explica lo que vamos a hacer “a eso se van a enfrentar”, bueno la información ahí
sí se desarrolló bien. En adelante yo no vi ese ejercicio, era muy directo, como yo lo puedo tomar
acá, como muy básico, es decir, llamadas y radio y siga, en lo que yo vi, con lo que me tocó vivir
allí”1571.

1460. En concordancia con lo anterior, Alejandro León Campos indicó que durante el
tiempo en que fungió como comandante del Cuarto Pelotón de la Compañía Catapulta
del BIPIG, tuvo que ejecutar operaciones militares sin que previamente le fuera
entregada la misión táctica con sus correspondientes anexos. Sobre dicho aspecto, León
Campos, manifestó lo siguiente:

“Pues yo nunca hice el proceso, yo no supe que fue la orden de operaciones que me dijera,
seguramente las hay en el archivo, pero que me dijeran “aquí va su orden de operaciones” y ese
orden de operaciones debe llevar unos anexos; el anexo del personal, que es lo que en parte me
preguntaba doctor, lleva el anexo de inteligencia que es esto pero más profundizado, el anexo de
operaciones, el anexo jurídico que es la parte jurídica del Batallón y contextualiza una cantidad de
documentos y eso se envía en un paquete al Comandante. Hoy en día se hace digitalmente porque
en esas épocas se supone que era un documento que llegaba y nada eso usualmente nunca llegó,
entonces, pero si la inteligencia yo veía y me di cuenta y lo comprendí perfectamente, había un
canal muy directo, pero demasiado directo o sea usted Comandante prácticamente dijera o no
dijera eso no tomaba relevancia era un canal muy directo, hablo del Pelotón Catapulta 4, entre los
soldados directamente y algunos del dos”1572.

1461. De hecho, Alejandro León Campos reconoció que respecto de los homicidios
perpetrados el 19 de diciembre de 20071573, fue Ricardo Andrés López García quien le

1571 Ibidem.
1572 Ibidem.
1573 Ibidem: “PREGUNTADO: si vamos a profundizar como en algunos detalles del primer hecho, estamos

hablando del hecho del 19 de diciembre de 2007, según usted nos relataba, ¿en este hecho no existió una orden
de operaciones como tal? RESPONDIÓ: no señor, no. Yo me he movido de un punto y me llevaron para allá
porque supuestamente me iba hacia, bueno estaba en la Plata Huila y me iba hacia Belén, Belén es una base
límite con el Cauca, estaba como en espera de un movimiento, si, estaba en espera pero este caso surgió
entonces fue el día 18 que surgió esa orden, esa información perdón y como le comenté, la llamada y yo informo
y así es como pasa, pero no fue que ahí le pongo la orden mire, no, no, tal como le estoy comentando o como
le venía comentando (…). PREGUNTADO: bueno entonces usted comienza a desplazarse con su Pelotón y
cuando o qué soldado fue el que le dio la información de los supuestos delincuentes. RESPONDIÓ: si no me
equivoco del apellido era Chilito, el apellido, no sé el nombre. Chilito no, el inicialmente no me da la
información doctor. Esa tarde se me acercan unos soldados, no me acuerdo cuantos 4-5, “mi Teniente tengo
información” y me cuenta lo que ya les conté y después “pero quien dio la información, o sea quien es el
informante” “sí, sí” “no, es creíble, es 1A, no ve que es un hermano de Chilito” entonces ya vino Chilito, ahí él
mismo dijo “si yo conozco la vereda “x” y si mi hermano me está contando” “ah es su hermano” entonces es
ahí cuando se le da como la credibilidad porque surge, pues eso dijo él que era el hermano, no sé si era el
hermano. El apellido o como yo conocía al soldado era Chilito y ahí surge la información con la que después
yo le informo al Comandante de Batallón lo que ya narré. PREGUNTADO: ¿ya usted le informa al Coronel
López? RESPONDIÓ: sí señor, ya en ese momento estaba mi Coronel López, ya había existido el cambio de
comandantes. PREGUNTADO: y ¿qué le dijo el coronel López? RESPONDIÓ: en la primera llamada que se
hizo, yo le comento y “espere consulto, espere miro, ya hablamos, espere miramos” algo así, palabras así y tal
vez 40- 30 minutos después hubo otra comunicación “listo” yo no le dije lo que le dije, asumo yo que él
averiguo “bueno le ponemos los carros, listo hermano inicie el movimiento, nos informa antes de arrancar”
entonces ya me llegaron los carros, él me llamó, me parece mucho es que no me acuerdo, creo que me llamó el
Oficial de operaciones “que ya los carros, que me explicaran” y ya que a qué horas salíamos y básicamente

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ordenó directamente que adelantara las acciones militares en las que se consumaron
tales delitos (cadenas de mando fácticas), sin que previamente se hubiera agotado en
debida forma el procedimiento militar de toma de decisiones y sin contar con los
soportes operacionales requeridos para adelantar esos movimientos. La ilegalidad de
esos hechos, fue reconocida por León Campos, López García, Tovar Gómez, Gaviria
Zemanate y Quintero Quintero.

1462. La misma situación tuvo lugar en relación con los homicidios cometidos el 16 de
febrero del 20081574. Frente a esos sucesos, Alejandro León Campos señaló que por orden
de Ricardo Andrés López García tuvo que desplazarse hasta lugar donde fueron
asesinadas las víctimas, sin que previamente se hubiera verificado la información que
suscitó el movimiento de la tropa y sin que se le entregara la misión táctica en la que
constaba su planeación1575. León Campos, Herrera Osorio, Gaviria Zemanate, González
Castillo y Quintero Quintero, admitieron que las víctimas fueron ultimadas en estado
de indefensión.

1463. De las irregularidades previamente descritas también dio cuenta Ricardo Iván
Tibaduiza, quien se desempeñó como oficial de operaciones del BIPIG durante el
periodo analizado. En relación con los hechos ocurridos el 16 de febrero del 2008,
Tibaduiza, manifestó:

“PREGUNTADO: Con base en estas últimas preguntas y esta reconstrucción que usted está
haciendo señor Tibaduiza ¿esto que hemos observado que no aparezca registrado en los INSITOP,
que en principio el lugar de la misión táctica sea uno distinto al que se produce en el reporte del

esa fue la información así con él, pero si se le dijo. PREGUNTADO: pero usted digamos no habló también con
el jefe de operaciones o solamente con el Coronel López. RESPONDIÓ: no, oficialmente con el Comandante de
Batallón (…)”.
1574 Hechos ocurridos el 17 de febrero del 2008, en la vereda el Batán del municipio de Garzón, Huila, donde

fueron asesinados los señores Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños, Edelio Bermeo López y Leo
Dan Bermeo López.
1575 Ibidem. “(…) tipo 9 de la mañana tal vez de ese día me llama al celular el Comandante del Batallón (se

refiere a López García), me llamó: “¿León dónde está?”, pues yo le dije dónde estaba, finca no sé qué, sitio tal,
me dijo “hermano verifique urgente donde queda la vereda El Batán”, yo: “mi coronel permítame tomo nota
que me cogió así sorpresivamente”. Entonces yo no sé qué hice con el teléfono, llamé a alguien que estaba, un
soldado ahí, y le dije: “venga escuche aquí que me dicen veredas y yo no conozco nada”. Entonces, volví y le
dije: “mi Coronel me repite por favor”, me dijo: “hermano verifique urgente donde queda la vereda El Batán
porque me acaban de llamar mi General que a él lo llamaron que están atracando un poco de gente y que la
empresa del gas “x” reportó un atraco a uno de sus camiones”. Le dije: “mi coronel deme 5 minutos pregunto
porque la verdad no estoy ubicado, permítame yo confirmo”, “bueno hermano urgente, rápido”. Se cuelga la
llamada y el soldado me dijo “eso es como por allá arriba, eso está lejos”, yo le dije “no, pero usted no sabe
bien” y me dijo: “yo la vez pasada fui, pero no me acuerdo”. Entonces, yo le dije “vaya llamándome a los
soldados, alísteme la gente para ver quién sabe” (…). Entonces, yo llameé a mi Coronel, mientras eso pasaba,
pues los soldados ya estaban como alistando. yo le dije a un Cabo: “llame al Sargento Herrera que esté
pendiente porque no sé qué está pasando en una vereda, entre que yo llamo con mi Coronel que esté listo por
si nos llaman para algo”. Vuelvo y llamo a mi Coronel y le digo: “mi Coronel, mire la vereda El Batán queda
en mi punto donde estoy yo creo que a unas 3 horas un hecho dándole y por carretera y no por marañas ¿cuál
es la información?” Me dijo: “hermano están atracando a unos carros o a unas personas sobre la vereda El
Batán, mire cómo llegan allá, pero mi General me ha llamado como dos veces hombre, eso es al pie suyo”,
bueno pues al pie de pronto se vea la, pero eso estaba lejísimos. Me dijo: “mire como llega allá hombre y
verifiquemos qué es lo que está pasando con ese punto”, y me colgó”.

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resultado, que su firma no aparezca en ese documento, sino que sea la firma de otra persona,
podrían estos factores indicar que sería una misión táctica que se elaboró después de los hechos?
RESPONDIDO: sí señor magistrado”1576.

1464. De esta manera se tiene que en el BIPIG, durante la comandancia de López


García, (i) la producción de los anexos de inteligencia no estaba precedida de la
contrastación y la verificación de la información disponible. Además, (ii) la elaboración
de las misiones tácticas no era el producto de su adecuado procesamiento y análisis por
parte del Oficial de Inteligencia y del Oficial de Operaciones. Es así como se observa
que, (iii) los soportes operacionales referidos a las acciones militares en las que se
perpetraron los homicidios investigados se elaboraban con posterioridad a la
ocurrencia de los hechos, con el propósito de darles visos de legalidad y permitir que
fueran reportados como resultados operacionales legítimos.

1465. Aquí se destaca que las irregularidades previamente descritas propiciaron los
procesos de victimización de civiles derivados de los patrones macrocriminales
identificados por Sala, pues se adelantaron acciones en su contra sin que los efectivos
del BIPIG implicados tuviera certeza sobre su vinculación con grupos armados ilegales
o con acciones delincuenciales. Lo expuesto, fue reconocido por Anuar Herrera Osorio,
quien se desempeñó como comandante de la Segunda Sección del Cuarto Pelotón de la
Compañía Catapulta, en relación con los homicidios perpetrados el 16 de febrero de
2008:

“PREGUNTADO: ¿usted no les pidió los documentos de identidad, no le interesó verificar


quiénes eran esas personas? RESPONDIÓ: no, no. Sinceramente eso sí no lo hice PREGUNTADO:
si una de estas personas le dijo que había sido integrante de la guerrilla o que era un
desmovilizado de la guerrilla ¿no era necesario verificar esa información con la Sección de
Inteligencia? RESPONDIÓ: mm… no sé cómo decirle ahí. No entiendo. PREGUNTADO: mi
pregunta es: una de esas personas, por lo que usted nos ha dicho, le manifestó que había sido
integrante de la guerrilla ¿cierto? RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO: ¿no era necesario o no había
necesidad de verificar esa información con la Sección de Inteligencia? ¿Consultar quién era esa
persona, de pronto si estaba en el Orden de Batalla del Batallón? RESPONDIÓ: no, eso, mejor
dicho, ellos no les interesaba eso. Ellos lo único que les interesaba eran las bajas
PREGUNTADO: ¿por qué sabe usted eso? RESPONDIÓ: porque lo que pasó en la primera, por
lo que pasó en la primera, ellos me dijeron: “no mi sargento, ellos se van a dar de baja y estamos
esperando es que el dos mande una pistola para legalizar al que no tenía”. PREGUNTADO:
¿quién le dijo eso? RESPONDIÓ: ¿ah? PREGUNTADO: ¿quién le dijo eso? RESPONDIÓ: uno de
los soldados, me parece que fue Quintero (…)”1577. (negrillas añadidas)

1466. La situación previamente descrita, se ve agravada por que luego de que se


presentaban las bajas, Ricardo Andrés López García procedía a caracterizar a las
víctimas en los soportes operacionales como integrantes de grupos armados ilegales,
sin que se hubieran agotado previamente los procedimientos adecuados para verificar

1576 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Iván Tibaduiza Díaz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0490.
1577 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Annuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.

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esa supuesta condición. Lo expuesto fue reconocido por López García en su versión
voluntaria, en relación con los hechos ocurridos el 15 de diciembre de 2007, en la vereda
El Recreo, del municipio de Garzón, Huila, donde fueron asesinados los señores Omar
Penagos Urquina y Luis Ángel Vallejo Vargas1578:

“PREGUNTADO: usted nos indicaba que en esta oportunidad el reporte se hizo indicando que las
personas que murieron pertenecían a una estructura de las FARC, ¿verdad? RESPONDIÓ: si, o
sea inicialmente tanto los del dos y tanto como nosotros interpretamos es que eran personas
integrantes de la Columna Móvil Yesid Ortiz porque pues un delincuente común en uniforme y
con granadas de mano no es normal. Pero se hace más por apreciación, y ahí se debieron haber
cometido muchos errores y muchas víctimas pudieron haber o sea que en ese momento fueron
señalados cuando no lo eran y si, y era un error de la institución, pero era por la premura y también
había algo como negativo y era que se quería reportar a la Brigada y la Brigada querían ya que les
diera él informe de qué unidad se trata y quiénes fueron y qué estaban haciendo y de qué grupo,
para ellos reportar a la vez a qué grupo se estaba impactando. Entonces, esa presión hacia “bueno
pero qué decimos, toca decir algo, bueno pues ahí es Yesid Ortiz, tenemos todas las informaciones
de que ahí es Yesid Ortiz, las últimas informaciones es que hay un grupo por ahí, la gente se queja
de extorsiones, pues debe ser Yesid Ortiz, pero era pues una debiera haber sido siempre esos
reportes de no se conoce, desconocido o investigación, así debió haber sido, pero se cometió ese
error, y se calificó mal siempre, creo yo, en los eventos en que no eran de esos grupos”1579.

1467. Según lo expuesto por Alejandro León Campos en su versión voluntaria, la


identificación en los soportes operacionales de las víctimas de los homicidios
investigados como integrantes de grupos armados ilegales, sin que existiera
fundamento para ello, obedeció a la intención de Ricardo Andrés López García de darle
mayor relevancia a los resultados reportados a partir de tales delitos. Según lo señalado
por León Campos, contaba con más “peso” para los superiores el registro de una baja
contra la insurgencia. Por esa razón, López García, en calidad de comandante del BIPIG,
habría procedido con el señalamiento arbitrario de las personas asesinadas como
integrantes de las FARC-EP1580.

1578 La ilegalidad de estos hechos fue reconocida por Willinton Espinosa Baquero.
1579 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
1580 En relación con la finalidad de esa conducta, en su Versión Voluntaria, León Campos explicó lo siguiente:

“PREGUNTADO: gracias, señor Alejandro usted señaló que en ninguno de los hechos se reportó a las víctimas
como guerrilleros, según lo que le entendí, sin embargo, en los documentos oficiales si fueron reportados al
final de esa manera. ¿Cuál cree usted que haya sido la razón para que ocurriera de esa manera por parte del
Batallón? RESPONDIÓ: doctora no sé de qué documentos oficiales serian, si de pronto del dos o no sé, el
informe del de operaciones y seguramente si, si usted lo dice es porque así lo leyó, pero si usted me pregunta
cuál sería, pues si lo reportaron de esa manera asumo yo que es por lo que yo decía hace rato, un comparativo
que no es lo mismo decir un muerto guerrillero, un muerto de delincuencia común, eso en ese ranking
usualmente las recompensas que también es un factor determinante, ese ranking determina, no es lo mismo
que un Batallón X diga ”en el año en curso tuvo 20 bajas con guerrilleros a que tuvo 25 con delincuencia
común” sopesa o pesa más y eso estaba claro, la de los guerrilleros. Entonces pensaría yo con lo que usted me
está diciendo, porque no sabía eso, que si fueron reportados de esa manera allá en documentos oficiales, que
si son oficiales asumo que lo firma el Comandante de Batallón o al menos el de inteligencia, no sé quién lo
firmaría, pues lo hicieron con esa intención pues de mostrar de que ya que hubo la baja, pues hombre
pongámosla con un poquito más de nivel, entonces deja de ser delincuencia común, como quieran llamarlo
DECO, hoy en día llaman DECO, a pasarlo a estructura”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de

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1468. Las conductas de Ricardo Andrés López García descritas previamente,


representan un aporte esencial a los patrones macro criminales identificados por la Sala,
puesto que condujeron a que los oficiales de inteligencia y de operaciones del BIPIG no
cumplieran con las funciones propias de sus cargos, referidas al adecuado
planeamiento de las operaciones militares. Además, propiciaron que los efectivos del
batallón comprendieran que la inobservancia del procedimiento militar de toma de
decisiones era lo deseado por su comandante. Todo con la finalidad de que la estructura
operacional del Batallón Cacique Pigoanza, facilitara la comisión de los asesinatos
investigados y su reporte como resultados legítimos.

4.3.2.5. El reporte de información falsa en relación con los homicidios perpetrados


por efectivos del BIPIG.

1469. Tal como se ha establecido en los acápites precedentes de esta providencia, en el


BIPIG se elaboraban carpetas mediante las que se reportaban los resultados
operacionales consistentes en muertes en combate, a la Novena Brigada1581. Esos legajos
se encontraban conformados por: (i) el radiograma en el que se daba parte del inicio de
la operación, (ii) la misión táctica con sus anexos, (iii) el acta de lecciones aprendidas
(iv) el informe de patrullaje, (v) el informe del primer respondiente, (vi) el acta de
inspección de cadáver o del informe de necropsia y (vii) el acta del material
incautado1582. Su remisión a dicha unidad operativa menor, se efectuaba mediante un
oficio firmado por Ricardo Andrés López García, en calidad de comandante del
Batallón Cacique Pigoanza1583.

1470. Según se expuso previamente, en los soportes operacionales que conformaban


las carpetas analizadas se consignaban versiones falsas de lo ocurrido, con el propósito
de ocultar que se trataba de homicidios perpetrados por efectivos del BIPIG y lograr su
reporte como resultados legítimos ante la Novena Brigada. López García conoció y
consintió tal situación, pues reconoció que autorizó a sus subalternos para que
cometieran la ejecución extrajudicial de civiles y realizaran las acciones necesarias para
su encubrimiento1584. Esto involucró el reporte de falsos combates en comunicaciones
radiales y en informes de patrullaje, de acuerdo con lo narrado por León Campos en su
versión voluntaria.

1471. Aquí se destaca nuevamente que Ricardo Andrés López García también
reconoció que propició que las víctimas de los homicidios perpetrados por sus hombres

Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro León Campos. Expediente


Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.
1581 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración de

Henry Ballesteros Plata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0692.
1582 Ibidem.

1583 Ibidem.

1584 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.

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fueran reportadas ante la Novena Brigada como integrantes de las FARC-EP, sin que se
tuviera certeza sobre esa situación. De hecho, López García manifestó: “que se debieron
haber cometido muchos errores y muchas víctimas (…) en ese momento fueron (Sic.) señalados
cuando no lo eran”1585. Con todo, López García autorizó el envío de las carpetas de
resultado operacionales con información falsa a la Novena Brigada, con la finalidad de
que los homicidios investigados se registraran como resultados operacionales legítimos
que constituían un aporte al esfuerzo militar del Ejército Nacional. Con ello pretendía
atender las presiones provenientes de sus superiores y obtener su reconocimiento1586. A
pesar de la existencia de irregularidades manifiestas en los documentos que
conformaban los legajos en cuestión, la ilegalidad de las bajas reportadas pasó
desapercibida por el Comandante de la Novena Brigada.1587.

4.3.2.6. El ejercicio deficiente de la competencia en materia disciplinaria.

1472. Según la información de la que dispone la Sala, Ricardo Andrés López García,
en calidad de comandante del BIPIG, era titular de la competencia disciplinaria sobre
sus subalternos. En consecuencia, tenía el deber de abrir las investigaciones en esa
materia relacionadas con las bajas reportadas por las unidades que integraban ese
batallón y de fallarlas atendiendo a la evidencia recaudada por los oficiales que
designaba como instructores. Al respecto, en su versión voluntaria, López García
manifestó:

PREGUNTADO: sobre ese último punto quería preguntarle también porque usted había indicado
algo similar en una respuesta anterior al magistrado Ramelli, según entiendo el Comandante de
Batallón es quien tiene el poder de investigación disciplinaria en la Unidad ¿es así?
RESPONDIÓ: sí señor. PREGUNTADO: ¿ese poder se delegaba en quien o cómo funcionaba la
investigación disciplinaria en casos de resultados operacionales, en concreto de muertes en
combate? RESPONDIÓ: lo que se hacía era nombrar un funcionario investigador que para los
estándares de la época era un oficial, si tuviera que ser un Oficial que hiciera las indagaciones y
siguiera el proceso de investigación. Normalmente como era un oficial con labores, se le apoyaba
con un abogado, se le apoyaba con algún experto, pues, en derecho, que le ayudara a hacer los
procedimientos técnicos, las visitas. A mí la verdad y se lo puede preguntar a los funcionarios que
fueron varios, todo lo que me pedían para poder mejorar y profundizar una investigación seles
prestaba. Que necesito irme a tal sitio vaya, que necesito sacar a tal soldado para indagar entonces
saque el soldado y que lo saque el oficial. No intervine nunca, yo creo que eso me trae esa
tranquilidad, que no estuve ahí como direccionando, menos mal y gracias a Dios, nada de eso.
Entonces, era ese funcionario el que seguía la investigación, eso era lento sí, hay que entender que
se pudo haber ido todo el año y las indagaciones mientras se abría el proceso, se notificaban a las
partes, es un proceso muy paralelo que ustedes conocen, tiene que las noticias criminales, pedir
las copias, todo normal como un proceso casi penal y eso se le va alargando y el proceso
disciplinario se va profundizando a lo largo del tiempo. Si, entonces, eso era como la labor de los

1585 Ibidem.
1586 Ibidem.
1587 (i) Un cumulo importante de los soportes operacionales referidos a los homicidios identificados por la Sala,

se presentaron versiones de los hechos que de entrada generaban serias dudas sobre la existencia de un
combate. Además, (ii) existían denuncias públicas en relación con la ilegalidad de las muertes reportadas por
el BIPIG. Estos aspectos, fueron desarrollados con mayor profundidad en el acápite destinado a la imputación
de William Fernando Pérez Laiseca, en condición de comandante de la Novena Brigada.

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oficiales investigadores o funcionarios de instrucción”1588. (Negrilla añadida)

1473. Según como se expuso previamente, Ricardo Andrés López García conocía que
sus subalternos perpetraban homicidios baja la modalidad de combate simulado1589. A
pesar de ello, no se pudo establecer que hubiese ejercido su competencia disciplinaria
con el propósito de que se esclareciera lo sucedido y se sancionara a sus responsables.
De hecho, la Sala no encontró información de la que se derivara que respecto de los
homicidios perpetrados durante la comandancia del BIPIG de López García, las
investigaciones realizadas al interior de dicha unidad táctica permitieran superar la
impunidad que imperaba frente a esos crímenes.

1474. De esta manera, se considera que las falencias en el ejercicio de la competencia


disciplinaria en las que incurrió Ricardo Andrés López García como comandante del
BIPIG, deben ser valoradas de manera sistemática con la anuencia que expresó frente a
las ejecuciones extrajudiciales cometidas por sus hombres. De acuerdo con ello, para la
Sala, surgen bases suficientes para entender que con esa conducta López García buscaba
impunidad frente a los homicidios investigados, para que fueran valorados como
resultados operacionales legítimos.

4.3.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1475. Las conductas de Ricardo Andrés López García previamente expuestas


representan un aporte esencial para la consolidación de los patrones macrocriminales
identificados por la Sala, pues el reporte de los asesinatos como resultados
operacionales legítimos ante la Novena Brigada, permitió que sus subalternos
percibieran dos cuestiones: (i) que desde la comandancia del BIPIG se apoyaba la
comisión de homicidios bajo la modalidad de combate simulado por parte de los
efectivos adscritos a esa unidad táctica; y que (ii) esos delitos eran considerados como
un aporte al esfuerzo militar que sería valorado positivamente por sus superiores.

1476. En tal virtud, la Sala encuentra que Ricardo Andrés López García, como
comandante del Batallón Caique Pigoanza, era consciente: (i) de la situación de conflicto
armado ocurrida en el departamento del Huila, (ii) de la comisión de homicidios por
parte de sus subalternos y (iii) que las víctimas eran civiles. En relación con lo anterior,
se ha establecido que López García, (v) autorizó que sus hombres perpetraran los
delitos investigados y (vi) que realizaran las acciones necesarias para su encubrimiento.

1477. A su vez, (vii) ejerció presiones y concedió incentivos, con la finalidad de que los
hombres bajo su mando estuvieran dispuestos a cometer conductas delictivas y no las
denunciaran ante las autoridades competentes. Además, (viii) dispuso la pretermisión

1588 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ricardo Andrés López García. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0700.
1589 Al respecto, resulta ilustrativo el memorial del 31 de octubre del 2022 suscrito por el señor López y la

versión voluntaria rendida por Alejandro León Campos.

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del procedimiento militar de toma de decisiones, para facilitar la comisión y el


encubrimiento de los asesinatos; (ix) reportó información falsa ante la Novena Brigada,
en relación con la legitimidad de las bajas registradas por los efectivos adscritos a la
unidad táctica que comandaba. Finalmente, (x) ejerció de manera deficiente su
competencia en materia disciplinaria.

1478. En consecuencia, se tiene que la conducta de López García, de conformidad con


la posición formal y material de mando que ejerció sobre el BIPIG, atendió a un rol de
liderazgo en torno a la consolidación de los patrones macrocriminales identificados por
la Sala. Dicho compareciente, con su accionar delictivo, realizó aportes esenciales para
su permanecía y encubrimiento.

1479. Es así como se concluye que las actuaciones de Ricardo Andrés López García
fueron fundamentales para que el personal adscrito al BIPIG realizara las operaciones
irregulares en las que se cometieron los homicidios investigados y, posteriormente, se
reportaran como resultados operacionales legítimos. Adicionalmente, dicho
compareciente no realizó un control adecuado sobre las acciones de sus subalternos y
presentó los asesinatos perpetrados por ellos como una contribución efectiva al
esfuerzo militar, con la finalidad de que fueran valorados positivamente por sus
superiores. Por ende, a López García, se le atribuirá la condición de máximo
responsable.

1480. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1590 de Carlos
Mauricio Suárez Monje, José Adelmo Pillimué Caldón, William Tovar Quiza; en
concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen de
asesinato como crimen de lesa humanidad1591 de 19 personas, Carlos Mauricio Suárez
Monje, José Adelmo Pillimué Caldón, William Tovar Quiza, Evelio Bermeo López, Leo
Dan Bermeo López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños, Teódulo
Montaño Correa, Nelson Mendoza Yasno, Omar Mendoza Yasno, Fabio Lozada Muse,
Javier España Andrade, Jorge Leonardo Hernández Serrano, Milton Hernán Sunz
Garzón, Omar Penagos Urquina, Luis Ángel Vallejo Vargas, Jhon Jairo Zúñiga Gómez
y dos personas no identificadas.

4.4. Teniente Coronel Alejandro León Campos.

1481. Alejandro León Campos, identificado con cédula de ciudadanía 79.064.569, fue
miembro del BIPIG entre el 01 de julio de 2007 y el 6 de junio de 2008 1592, periodo en el

1590 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1591 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1592 Versión voluntaria de Alejandro León Campos: “comenzando febrero o marzo de 2008 salgo lesionado de

ese batallón, tuve unas caídas en el área, me lesiono la columna y salgo evacuado hacia el hospital militar de
Bogotá (…) aunque yo figuro en el Batallón hasta Junio yo realmente dejo el Batallón comenzando marzo
cuando salgo evacuado por lo que les menciono”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.

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cual se desempeñó como teniente1593 y fungió como comandante de los pelotones 2 y 4


de la compañía C “Catapulta”.1594 El señor León Campos fue llamado a comparecer ante
la Sala de Reconocimiento mediante Auto ARA- 154 del 3 de septiembre de 2020 y fue
escuchado en versión voluntaria el 13 de octubre de 2020.

4.4.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1482. Durante los tres meses que el compareciente se desempeñó como comandante
del segundo pelotón de Catapulta no presentó asesinatos ni desapariciones
forzadas. Sin embargo, durante su comandancia en el cuarto pelotón de la misma
compañía reportó ocho bajas en combates cuya ilegalidad aceptó ante la Sala y
admitió haber intervenido de forma directa en todos ellos. De estas muertes una
corresponde al segundo patrón macrocriminal de atracción de víctimas
aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad, y siete al tercero de operaciones
ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias de las
FARC.

1483. El señor León Campos aceptó ante la Sala haber intervenido de forma directa en
tres (3) de estos hechos, los cuales ocasionaron la muerte de ocho civiles1595, en los
municipios de Garzón, Gigante y El Pital, todos del departamento del Huila. Estos
hechos se dieron con ocasión de un plan para obtener beneficios personales y
profesionales1596, y procurando la búsqueda de personas señaladas de pertenecer a
grupos ilegales dándole apariencia de legalidad, sobre lo cual eran conscientes sus
partícipes1597.

1593 Ibidem.
1594 Ibidem: “Inicialmente paso a un pelotón que se llama Catapulta 2, no recuerdo las veredas de Hula y en ese
pelotón duro 2-3 meses, y en octubre de la misma compañía paso a Catapulta 4”.
1595 Se desarrollaron en estas fechas: (i) 19 de diciembre de 2007 (víctimas: Fabio Lozada Muse, Javier España

Andrade y Jorge Leonardo Hernández Serrano), (ii) 16 de enero de 2008 (víctima: Teódulo Montaño Correa) y
(iii) 16 de febrero de 2008 (víctimas: Evelio Bermeo López, Leo Dan Bermeo López, Wilmer Bermeo Acosta y
Rodrigo Dorado Bolaños).
1596 Ibidem: “RESPONDIÓ bueno, lo que yo conocí en ese momento era como muy complejo, no era que

metódico o que cada 4 meses salen, no, yo no lo veía organizado porque de hecho yo estaba en un pelotón ‘x’
que era el común, el que estaba antes. Yo miraba que estábamos ahí, cuando nos van a sacar y fue cuando los
sacaron y yo me quedé, pero yo veía y escuchaba en la Unidad que quien más resultados acumulara al año, o
sea la mejor Unidad, usualmente le daban diciembre como estímulo adicional. Fuera de ese estímulo adicional
de diciembre, en los otros 11 meses si nos daban algunos otros permisos, pero si por ejemplo su pelotón daba
un mal resultado, una baja, coloquemos un ejemplo, en abril y su permiso estaba para mayo entonces en mayo
lo sacaban y de pronto le sumaban 10 días más, tuvo un resultado bueno entonces su Unidad se va con ‘x’
cantidad de días porque dieron resultados. Al final del ejercicio, al terminar el año, el estímulo era ese, el
diciembre”.
1597.Ibidem: “Yo sí veía yo pensaba que no empatizaba, o hasta hay una palabra que usan mucho (INAUDIBLE)

para ver cómo es usted y yo que considero que era como exigente en mis cosas de disciplina, y bueno yo estaba
como tajando allí y también quería encajar como que cambiado el comandante de Catapulta 4 y se acababa ese
pelotón, pero yo no sabía esa dinámica, yo vine a enterarme de todo esto, bueno hoy en día lo sé todo, pero en
ese momento no, yo me vine a dar cuenta prácticamente cómo es el pelotón después del primer momento,
empecé a entender cómo es que funcionaba ese pelotón después de ese primer evento, a comprender que esto
como que funcionaba así y todo a su entorno se le facilitaba es decir si le colocaban el carro de salida, que

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1484. Estos crímenes se dieron a partir de un acuerdo común que pretendía que las
muertes consumadas en falsos operativos tuvieran apariencia de ser resultados
legítimos. Aunque el señor León Campos admitió la ilegalidad de estos hechos, aseveró
que no desempeñó un papel destacable en su planeación y ejecución. Sin embargo, lo
cierto es que, de su relato y otras fuentes con las que cuenta la Sala, se pudo establecer
que su participación fue relevante, en tanto que ordenó a sus subordinados que
desarrollaran los operativos por fuera de la normal práctica militar, suscribió
documentos oficiales con contenido falso, reportó los hechos y operativos con
información falaz, declaró espuriamente en la justicia penal militar y ordenó a sus
subordinados que depusieran en igual sentido.

4.4.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales


determinados.

1485. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales previamente reseñados.

4.4.2.1. Responsabilidad por haber ordenado a sus subordinados ejecutaran


operativos por fuera del normal proceder militar.

1486. El señor Alejandro León Campos indicó que los tres operativos que se
desarrollaron bajo sus órdenes no siguieron los lineamientos y la práctica común
militar, dado que permitió que hubiese contacto directo entre sus tropas y la sección de
inteligencia, y a lo cual se sumó que no contrastó que la información que se le allegó
fuese verídica. Por ejemplo, el compareciente afirmó:

“PREGUNTADO: Coronel, con su experiencia y los años de servicio que lleva en el Ejército
ayúdeme a entender las siguientes dudas que tengo, ¿era normal esa práctica de que un soldado
trajese información sin soporte y que los comandantes creyeran y procedieran a estas muertes
ilegitimas sin hacer una comprobación? Porque, con los hechos que usted nos ha narrado, estos
dos primeros hechos no tienen esa confirmación del S2 y de todo lo que tiene que ser un
procedimiento que debe ser me imagino que escrito, no verbal, no por una llamada eso es que se
estilaba o se estila y así es o de pronto yo soy la que está perdida. RESPONDIÓ: sí, doctora le
escuché, como el 90% lo último, que si eso es normal. No es normal en el Ejército, si me pregunta
por el Ejercito no es normal, si la pregunta va relacionada por el Batallón Pigoanza, que es lo que
estoy aquí narrando, yo pensaría que era normal pero no hablo desde ese pelotón, yo he sido un
poco insistente en marcar la diferencia porque yo no puedo ir a hablar mal de todos los pelotones
porque estuve en dos pelotones y eran totalmente distintos, estuve en uno que no mataba ni una
mosca, pues en términos coloquiales y estuve en ese que estuvo totalmente distinto. Entonces
para su pregunta de si era normal, yo considero que era normal con este pelotón o sea en particular
con esa unidad, sí creo que era normal con este pelotón, no podría decirle que era con todos los
pelotones (INAUDIBLE) sería yo irresponsable decir eso, pero sí con ese pelotón, porque ya no
conmigo sino yo no sé cuántos procesos tengan estos soldados en total hacia atrás de mí, pero yo
que los escuchaba hablar con ellos muy sueltamente cosas (INAUDIBLE) yo creo que para ellos
sea normal frente a esta situación, no con el resto del batallón, bueno eso es lo que yo pienso

declaraban, que llegaban, que los felicitaban. Entonces yo decía ‘esto funciona así’, pero no es que yo previo a
eso pensé algo distinto”.

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doctora, no sé si estaba todo el mundo en lo mismo. PREGUNTADO: o sea, pero por eso le digo
que con su experiencia y experticia ¿esa es la normalidad del Ejército que se maneje la información
de un soldado, que se dé una orden y se dé ya mismo? RESPONDIÓ: no doctora, por eso le decía
que si me preguntaba por el Ejército le dije inicialmente que no, eso no obedece a nada, eso no
tiene ningún tipo de criterio ni de nada. De hecho, lo lógico y lo normal es que la información, si
es cierto que la mandaba un soldado, perfecto no hay problema, pero hasta ahí, eso pasa a un
comandante que lo transmite a un S2, a un comandante de batallón perdón, porque lo normal es
que ni siquiera yo, un comandante de pelotón, cabo, comandante de escuadra, llame al dos. Eso
no es normal, yo llamo es a mi comandante de batallón y él es el que ordena al proceso del dos a
ese proceso a que decida, analice, tome varios criterios para entender si esa información es válida
o no, entonces no es normal para nada, ese no es un criterio en lo absoluto normal (…)”1598.
(negrillas agregadas)

1487. Aunque el señor León Campos aseveró que no conocía de antemano que los
operativos se fuesen a consumar de forma ilegal, lo cierto es que el señor Roberto Yesid
Quintero Quintero (quien participó como ejecutor material en los tres hechos
reconocidos por León Campos) afirmó que él era quien dirigía las operaciones al
margen de la ley y emitía las órdenes para que se ultimaran a las víctimas. Por ejemplo,
al respecto del hecho del 19 de diciembre de 2007, precisó que “las víctimas las entregaron
al teniente León y a mí me dio la orden de asesinar una de ellas”1599.

4.4.2.2.Responsabilidad por informar los hechos y suscribir documentos oficiales con


información falsa.

1488. Ante la Sala el compareciente admitió que suministró información falsa cuando
reportó los hechos en los que participó, lo cual, a su vez, se vio reflejado en los
documentos que suscribió para cada operativo, en los cuales también consignó datos
que no correspondían con la realidad.

1489. De esta forma, en lo concerniente a los acontecimientos del 19 de diciembre de


2007, señaló que, cuando lo reportó al comandante de batallón, fingió que el hecho se
había ejecutado al entrar en combate con personas armadas, aunque ello no era
verdad1600. Similar testimonio de los hechos consignó en el informe de patrullaje que

1598 Ibidem.
1599 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0882.
1600 Ibidem: “RESPONDIÓ: yo reporté, apenas los disparos prendo el radio, reporto al COD creo que responde

un suboficial ‘Catapulta 4, reporta entró en dispar hay unos combates’ (INAUDIBLE) algo así, ya él da tiempo
y luego ahí sale el comandante, yo no dije mayor cosa (INAUDIBLE). Ya con el Coronel yo le dije algo así como
‘mi Coronel (INAUDIBLE) y entramos en Combate de encuentro. - Y bueno ¿cómo está la tropa, ¿bien? – Sí. -
Ah bueno, ¿cómo le va y qué ha encontrado? - No mi Coronel. pues creo que hay una baja, estaba oscuro, ya
estaba lloviendo’. Inclusive, le dije ‘está aquí entrando a llover entonces estamos verificando bien’ y ya después
como a la media hora, digamos que ya era para que hubiera una secuencia, asumo yo y era para crear un
registro. Hoy lo entiendo así en ese momento no, y era para dejar un registro (INAUDIBLE). Llamó a la Unidad
y reportó eso. A los 10 minutos dice esto, a la media hora dice esto ‘encontramos 3 muertos’, entonces ya queda
un registro que puede brindar allá en el Batallón”.

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suscribió1601.

1490. Igualmente, sobre el hecho del 16 de enero de 2008, también recalcó la falsedad
de la información que reportó1602 y en torno a la cual rindió el informe de operaciones:

“RESPONDIÓ: doctor no recuerdo, yo sí recuerdo que en el informe se pone la información que


les hablaba, porque sí había, o sea lo uno se declaraba con otro, sí había en realidad información,
es decir llega a un puesto de policía, estaba como amenazado (INAUDIBLE) bueno la guerrilla,
bueno sí había información hacia Silvania que nosotros de hecho ya habíamos reportado con
anterioridad (INAUDIBLE) entonces, si mal no recuerdo ese informe se hizo fue basado como
uniendo esa información que ya existía que sí era real, con que el sujeto pasó y hacía tal vez parte,
pero yo tampoco recuerdo y creo que no lo hice ni por el radio haber reportado como guerrillero
o como miliciano, no, reportamos que era un sujeto que iba en moto, tal vez el Sargento como se
manejó, si no me equivoco era que el señor iba bajando y ellos subiendo y lo mismo, un combate
de encuentro, pero que iban como 2-3 y solo quedó uno que fue el que falleció”1603.

4.4.2.3. Responsabilidad por declarar hechos falsos ante la justicia penal militar y
ordinaria, para encubrir los asesinatos, y por haber instruido a sus
subordinados para que actuaran del mismo modo.

1491. León Campos mencionó que en todos los hechos en los que participó tuvo que
rendir declaraciones, inicialmente ante la justicia penal militar, pero posteriormente
ante la ordinaria. Esto fue lo que dijo:

“PREGUNTADO: ¿usted tuvo que declarar por este hecho? RESPONDIÓ: a ver doctor, sí, yo
después declaré. Inicialmente no, pero yo después tuve que declarar por todos los hechos, porque
vuelvo y digo yo era el comandante del pelotón. Siempre me preguntaban a mí y tuve que declarar
tal vez en la parte disciplinaria y tiempo después tal vez en la parte penal, pero inicialmente sí,
claro”1604.

1601 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿usted elaboró un informe de patrullaje o un informe sobre la operación?
RESPONDIÓ: sí claro, yo tuve que haberlo hecho porque me lo pidieron y lo tuve que haber hecho cuando
justo lo que acabo que contar, o sea la llamada y todo la tuve que haber nombrado y todo ese tema. No me
acuerdo bien porque eso fue real y claro lo que no dije pues que los civiles. El contexto es el mismo, con la
diferencia de que al final decimos que llegamos por la casa, pero lo inicial tuve que haberlo dicho también el
informe, es la información que se recibe, la llamada y un soldado o algo así. De pronto no nombré que era
hermano del soldado, no estoy seguro, pero sí, yo lo hice tal vez al otro día doctor”.
1602 Ibidem: “[Y]o ahí ya reporté lo que el Sargento me dijo, yo reporté allá, se reportó obviamente ya al otro

día obviamente, como ya pregunté y dije ‘bueno ¿cómo fue esta vaina? ¿qué paso?’. Me dijo el Sargento ‘no mi
teniente, el tipo llegó yo vi que pasaron’, es más creo que ni el Sargento vio bien. ‘y después escuché los
disparos adelante’. Él me dijo así como si hubiera estado ahí, pero no, en ningún punto, o sea él sí estaba con
ellos, pero no sé si estaba metido y no sé, ’más adelante escuché el disparo de la granada, ¿una detonación?
¿por qué una detonación?’ puedo estar equivocado, pero creo que me dijo ‘no, el Cabo fue el que la lanzó. - ¿y
el tipo qué tiene? ¿qué tenía? -No, ahí estaba con armamento, ahí le pusieron armamento estos soldados ya
ellos tenían todo ahí’ y yo ‘ah bueno, ¿el Cabo está con usted? -Sí, el Cabo esta ahí con todos’. Y yo me quedé
callado y le dije ‘¿y ellos tenían todo organizado? -Sí, todo organizado’. Yo reporté al Batallón y ya ahí no
reporté como en el primer caso que yo reporté, claro ya en el interior del escenario fuera del radio no, pues
obviamente (INAUDIBLE) todos ya sabían lo que había pasado (…)”.
1603 Ibidem.

1604 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro León Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.

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1492. Más allá de esto, el señor Alejandro León Campos admitió que fue quien eligió a
los integrantes de su pelotón que debían declarar por cada operativo 1605, y que les dio
lineamientos para que hicieran los atestados de forma falaz1606.

1493. Lo anterior confirmado por los soldados profesionales Roberto Yesid Quintero
Quintero1607 y Florentino Tovar Gómez, quien añadió que la presión de León Campos
iba dirigida a que todos sus subordinados participaran de alguna forma en los
operativos ilegales, si es que querían recibir los incentivos que se les otorgaban por las
bajas (como viajes y permisos extendidos en el mes de diciembre). Esto fue lo que
dilucidó:

“PREGUNTADO: ¿Quienes participaron en las bajas ilegales no iban a declarar? RESPONDIO: no,
eso en la mayoría de casos el TE León era el que decía y se enojaba, “que vayan y declare usted,
que colabore que tal, que eso no pasa nada, que se suba a la chiva de la felicidad”, y mentira que
estaba cometiendo un error muy grande. (…) PREGUNTADO: yo le entiendo que usted fue uno
de los que fue a declarar sin haber participado ¿por qué estaba tan seguro el comandante de que
no les iba a pasar nada? RESPONDIO: pues yo no sé doctora, más que todo como la presión
porque, como le digo, mi TE León entonces dice que participarán ese día, salimos nosotros, nos
quedamos en la parte de atrás ye estaba el Primero Ortega “que Sánchez no declaraba”, entonces
iba Urrestres, Rodríguez y mi persona y entonces nos paró “hermano, que vaya y declare, que
nadie nos quiere declarar, que colabore. Y uno ahí en medio del miedo y todo paga que usted 70,
50 y 30 para no meter en la investigación PREGUNTADO: ¿usted que entendía cuando él decía
“súbase a la chiva de la felicidad”? RESPONDIO: o sea, que si daba resultados estábamos
participando para el diciembre, para que ganáramos el diciembre o era para de pronto salir de
permiso, él decía eso por lo de salir por la baja, le daban premio y así”1608. (negrillas agregadas)

4.4.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1494. El compareciente, Alejandro León Campos participó conscientemente y de


manera determinante de un plan criminal para dar muerte a civiles, ya que dio su
aquiescencia para que los operativos se llevaran a cabo por fuera de la normal práctica
militar, consignó información falsa en documentos oficiales, emitió reportes de hechos
y operativos con contenido falaz, rindió declaraciones espurias en la justicia penal

1605 “RESPONDIÓ: allá en la unidad doctor, en la sección doctor, en la sección estaba el Sargento y cuando
pidieron la gente para declarar él ya me había enviado un listado A, B, C, D y ese fue el que se pasó, pero ese
ABCD quién lo decidió allá, según lo que me dijo Herrera cuando hablamos en esa época me dijo que los
mismos soldados le habían dicho quienes declaran. Como yo le había dicho doctor, no declaran esta ocasión,
declaran usted y usted y usted. Por ejemplo, lo que le digo doctor, si no me equivoco doctor y estoy casi que,
seguro que fue así, Quintero dispara, pero no declara, porque ellos mismos dicen “no, yo no declaro” y esos
fueron los datos que se pasaron”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0882.
1606 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿usted supervisaba o controlaba de alguna manera a lo que decían los soldados

para que los soldados no se salieran de la versión que querían presentar oficialmente? RESPONDIÓ en el
primer caso supe lo que iban a decir porque yo estaba allí, cierto, lo que yo comenté ya. En este caso no, no
supervisé porque eso lo dejé, digamos, eso quedó con el Sargento y el Cabo, ellos ya sabían lo que iban a decir
y cómo iban organizados ABCD, eso lo sabían ellos”.
1607 Ibidem.

1608 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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militar y ordenó a sus subordinados que hicieron la mismo.

1495. Además, se considera que su participación fue relevante para la práctica criminal
que produjo los asesinatos y desapariciones forzadas, porque, en su calidad de teniente
y comandante de pelotón, ayudó a que Catapulta 4 se consolidara como el pelotón que
principalmente se usó para consumar ejecuciones extrajudiciales en el BIPIG, pues
recuérdese que fue el comandante del pelotón por tres meses y en ese periodo se
ejecutaron tres operativos ilegales, es decir, uno por mes.

1496. Así las cosas, León Campos era consciente de: (i) la situación de conflicto armado
en medio de la cual ejerció su labor en el departamento del Huila (ii) que las muertes
reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y (iii) que las víctimas estaban
fuera de las hostilidades y eran civiles.

1497. De modo tal que, sin su contribución al plan criminal, como responsable del
pelotón, su grupo subordinado no habría podido materializar el asesinato y
desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas y trasladadas, las
cuales fueron presentadas como bajas supuestamente legítimas en combate. Sin
embargo, no se evidencia que Jiménez Botina hubiese tenido un rol de liderazgo en el
surgimiento o en la consolidación de los patrones analizados. Aunque comandaba a los
efectivos que integraban el pelotón a su cargo, se pudo comprobar que el compareciente
seguía las órdenes impartidas por sus superiores y, les reportaba todo a ellos, con el
propósito de que lo guiaran y le dieran su autorización. Tampoco contribuyó en el
diseño de los patrones criminales o en la implementación de innovaciones. Por lo tanto,
será considerado como un partícipe determinante sin liderazgo.

1498. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por el


crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen de asesinato como
crimen de lesa humanidad1609 de ocho personas, Evelio Bermeo López, Leo Dan Bermeo
López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños, Teódulo Montaño Correa,
Fabio Lozada Muse, Javier España Andrade y Jorge Leonardo Hernández Serrano.

4.5. Teniente Coronel Faiver Coronado Camero.

1499. Faiver Coronado Camero, identificado con cédula de ciudadanía No. 12.195.288,
fue miembro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” entre el 15 de junio
de 2005 al 19 de noviembre de 20061610 según extracto de hoja de vida, período en el cual
tuvo el grado de Capitán. Se desempeñó como comandante de la compañía C
“Catapulta” en 2 periodos, el primero de junio a diciembre de 2005 y luego de junio a
noviembre de 2006. Entre diciembre de 2005 y junio de 2006 fungió como comandante
de la compañía de instrucción y reemplazos del BIPIG. El señor Coronado fue
convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante Auto

1609 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1610 Extracto de hoja de vida. Cuaderno Legali No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.

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153 de 3 de septiembre de 2020, y escuchado en dos sesiones los días 3 y 14 de diciembre


de la misma anualidad.

4.5.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1500. En los meses que permaneció en la compañía de instrucción formando soldados


regulares el compareciente no tuvo actividad operacional por reportar, sin embargo, en
el periodo en el que se desempeñó como comandante de la compañía “C”, Catapulta
registró quince muertes de civiles en supuestos combates, de las cuales trece
corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado y dos al tercero,
operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o
milicianos de las FARC.

1501. Si bien el señor Coronado Camero no reconoció la ilegalidad de sus actuaciones,


el Cabo Tercero Edwin Miguel Pérez Pantoja manifestó expresamente que el capitán,
por ejemplo, en el hecho del 7 de noviembre de 2006 había afirmado “no hermano, había
que reportar un muerto”, y a juicio del cabo el falso reporte se hizo porque “porque tenía
presión del batallón por resultados”.

1502. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan para mostrar como resultados
legítimos las muertes producidas en combates simulados. Mientras Coronado fue
comandante de compañía participó en la ideación, la ejecución y el encubrimiento de
operaciones ilegales al recolectar dinero para el material de guerra que se
implementaría a las víctimas, comandar las operaciones militares ilegales, coordinar
declaraciones que rendirían en el marco de las investigaciones y alterar informes de
hechos.

1503. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Faiver Coronado


Camero por la ejecución de estos patrones.

4.5.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales


determinados.

1504. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la puesta en marcha de por lo menos dos patrones macrocriminales, estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado y operaciones
ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicianos de las
FARC.

4.5.2.1. Responsabilidad por recolectar dinero a los pelotones para la consecución de


material de guerra que sería implantado a las víctimas.

1505. Como comandante de compañía Coronado Camero tenía la posibilidad de


acompañar las operaciones militares de sus pelotones y en ese orden la mayoría del

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tiempo estuvo con Catapulta 1 y 2.1611 Estos dos pelotones presentaron seis resultados,
Catapulta 3 un resultado y Catapulta 4 presentó cinco.

1506. El soldado profesional Willinton Espinosa Baquero, de Catapulta 1, aseguró en


su versión voluntaria que mientras estuvo allí el comandante le pidió dinero para
comprar las armas que serían implantadas a las víctimas1612. La mayoría de las veces los
que pasaban pidiendo entre 30 y 40 mil pesos eran los mismos soldados1613, pero cuando
no tenía plata decía “tengo 20, bueno pase a ver”. Se percató de la situación cuando
llevaron a cabo la segunda baja con el Capitán Coronado e indicó “ahí fue cuando yo me
vine dar cuenta de para qué era que nos pedían plata, debido a eso para que era aportar dinero, y
debido a eso que me di cuenta de las irregularidades que estaban pasando”.

4.5.2.2. Responsabilidad por escoger y preparar al personal que participaría en las


operaciones ilegales.

1507. El soldado profesional Espinosa también señaló que Coronado Camero escogía
a los militares que acompañaban las misiones1614 y que tenía un grupo específico que
“no daba problemas” para las operaciones militares en las que se simulaban combates
para reportar muertes como resultado.1615 El cabo tercero Edwin Miguel Pérez Pantoja,
a su turno, indicó que el capitán Coronado tenía definido quién del pelotón era el que
disparaba en las operaciones ilegales, quién movía el cuerpo de la víctima y quién
operaba el arma para simular disparos dados por ella; en sus mismas palabras tenía a
un grupo de soldados “que le hacía caso”; además recalcó que “uno llegaba y él [Coronado]
ya sabía quién iba a disparar, quién iba a mover la víctima para simular los disparos de la víctima
y todo eso” 1616.

1508. En su versión voluntaria José Alirio Triana Rosas, Sargento Segundo y

1611 Faiver Coronado indicó: “por lo general, siempre estuve con ellos en catapulta 1 y catapulta 2”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver
Coronado Camero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1612 Wilinton Espinosa Baquero señaló: “yo quiero hacer énfasis que esa plata que nos pedían si era para

comprar las armas para ponérselos a los occisos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1613 Ibidem: “PREGUNTADO ¿a quién le daba ese dinero? RESPONDIÓ: lo cogían y lo pedían ahí, y lo pasaban

pidiendo muchas veces los soldados”


1614 Ibidem: “PREGUNTADO ¿Por qué lo escogieron a usted para participar en estos hechos? RESPONDIO la

verdad no sé, de pronto por lo que yo era una persona muy callada, muy obediente PREGUNTADO ¿recuerda
si el CT Coronado pidió voluntarios? RESPONDIO no señor, era orden especifica: va usted, usted, usted”
1615 Ibidem: “CT Coronado le había dicho que en las otras bajas que habíamos dado la mayoría de los soldados

que aparecían ahí eran los que ya mas o menos teníamos conocimiento de cómo era que se iban a hacer las
cosas, y no había ningún problema con nosotros”
1616 Edwin Miguel Pérez Pantoja dijo: “PREGUNTADO: ¿y el capitán si sabía de ese tipo de información?

RESPONDIÓ: me imagino porque como le digo, él tenía su personal, el que disparaba, el que le hacía caso a
él. PREGUNTADO: ¿el capitán tenía personal para este tipo de hechos, dice? RESPONDIÓ: sí, claro. Me
imagino porque uno llegaba y él ya sabía quién iba a disparar, quién iba a mover la víctima para simular los
disparos de la víctima y todo eso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edwin Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0276.

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comandante del primer pelotón de Catapulta después de Coronado Camero, confirmó


que los soldados que venían trabajando con el capitán en las operaciones militares con
resultado de bajas en combate ya sabían lo que debían hacer y “prácticamente se
encargaban de hacer esa coordinación y eran los que buscaban y eran los que ponían y eran los
que recolectaban la plata”1617.

1509. El capitán Coronado reconoció sobre este punto que el personal con el que
participaba en estas operaciones ilegales era “Florentino Tovar sí, Willinton Espinosa sí,
Edwin Pérez Pantoja sí y otros soldados que puedo citar aquí como: González Fernández Rafael,
Camargo Gutiérrez Edgar, Andapiña William, Espinosa Baquero Willinton, Avendaño
Alexander, Juan Carlos Álvarez Fernández y Jamis Hernández que era suboficial también”1618,
mismos que señalaron a Coronado Camero como impulsor y partícipe de muertes
ilegítimamente presentadas como bajas en combate.

4.5.2.3. Responsabilidad por comandar operaciones militares que en las que se


produjo la muerte de personas fuera de combate y por alterar la información
operacional para darles apariencia de legalidad.

1510. Faiver Coronado Camero, como comandante de compañía, tenía la


responsabilidad de organizar y controlar la unidad, supervisar las actividades de los
comandantes de pelotón, ordenar su ubicación en la jurisdicción, su entrenamiento, el
manejo del personal y aspectos logísticos de la compañía y los pelotones.1619 Para ello el
compareciente permanecía con los pelotones largos períodos y comandaba las
operaciones militares que se le encargaban a esas unidades1620.

1511. De la información contrastada se tiene que Coronado comandó varias


operaciones militares, entre ellas la del 11 de julio de 2006 donde murió Luis Carlos
López Ortiz1621, del 28 de julio de 2006 en la que se dio de baja al señor Eli Delio

1617 José Alirio Triana Rosas expuso: “cuando se presentan los hechos motivo de investigación estaba el soldado,
había unos soldados ya antiguos que era el sodado Tovar, que era el soldado Lozada, que era el soldado
Espinosa, que era el soldado Jaramillo, pues que ellos ya venían con el señor Capitán Coronado de esas
actividades y eran los que prácticamente se encargaban de hacer esa coordinación y eran los que buscaban y
eran los que ponían y eran los que recolectaban la plata”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1618 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Coronado Camero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1619 Ibidem.

1620 Wilinton Espinosa Baquero señaló que: “PREGUNTADO: ¿y es usual que el comandante de la compañía

se desplazara a hacer operaciones junto a los pelotones? RESPONDIÓ: sí, señor. Él tenía la potestad póngale
de patrullar un mes con un x pelotón, un mes con x pelotón y así. Tenía la potestad de moverse con los
pelotones que tenía a su cargo. PREGUNTADO: ¿Cuánto tiempo llevaba patrullando con su pelotón el capitán?
RESPONDIÓ: cuando yo llegué, llevaba unos dos meses”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1621 Faiver Coronado Camero indicó que: “esto fue de noche y yo no estaba delante en la vanguardia, pero sí le

puedo decir que él bajaba por un camino de herradura”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de

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Velasco1622, del 8 de septiembre de 2006 donde falleció Gonzalo Bermúdez Chaux1623, del
7 de noviembre de 20061624 donde murió Rigo Tovar Pinto y del 28 de noviembre de
20061625 cuando falleció Herney Ochoa Cadena Cadena, José Agustín Arias Barrera y
Juan Gabriel Cuenca Morea. Estas muertes fueron reconocidas como ilegales por los
mismos autores materiales, Willinton Espinosa Baquero, Diego Fernando Bravo, Edwin
Miguel Pérez Pantoja, que además relacionaron a Coronado Camero como impulsor y
partícipe de la ilegalidad.

1512. Willinton Espinosa indicó que para dar inicio a las operaciones, Coronado reunía
al pelotón y les informaba la situación, el objetivo, por lo demás ya sabían lo que debían
hacer.1626 Resaltó también que, por ejemplo, en el hecho del 28 de julio de 2006 después
de que asegurarse por orden de Coronado que la víctima se encontraba en su vivienda,
habiéndose hecho pasar por un civil comprador de estupefacientes1627, el capitán junto
con otros soldados van a la casa, sacan a la víctima, la llevan a la parte baja del terreno,
le disparan y la dan de baja.1628 La víctima es reportada como miembro activo de las

Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Coronado Camero. Expediente


Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1622 Wilinton Espinosa Baquero comentó que: “PREGUNTADO ¿si le entiendo bien el hecho que ocurre en Tres

esquinas es bajo el mando del CT Coronado? RESPONDIO: si señor” […] “PREGUNTADO: el capitán
Coronado de desplazo con ustedes RESPONDIÓ: efectivamente sí señor, él iba al mando”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton
Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1623 Jair Arias Sánchez manifestó que: “PREGUNTADO: Tengo el nombre de la víctima: Gonzalo Bermúdez

Chaux. RESPONDIDO: No, por el nombre de la víctima no lo recuerdo, de pronto por el nombre de la patrulla
me puedo acordar más o menos qué unidad era y sí, o el comandante, el comandante de esa patrulla quién
era. PREGUNTADO: Faiver Coronado. RESPONDIDO: Ya, no, a ver, si ellos…”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jair Arias Sánchez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0496.
1624 Faiver Coronado Camero resaltó que: “nosotros llegamos allá hacia la parte montañosa, ubicamos

campamento, ubicamos seguridad en el sector” […] “después pues del reconocimiento del sector y todo
encontramos material de intendencia, material de comunicaciones, material de guerra y ahí fue que en el
registro se obtuvo en la neutralización de Rigoberto Tovar Pinto”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Coronado Camero. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1625 Ibidem: “llegamos allá y nos establecimos en el sector aledaño, no habíamos precisado bien dónde era la

casa, no habíamos llegado teníamos ciertas imperfecciones con el sitio de la finca porque era un sector bajo,
llegamos e hicimos un registro inicial y posterior a verificar que si había una vivienda nos dirigimos hacia ese
sector y eso eran ya como las 7 a 8 de la noche”
1626 Wilinton Espinosa Baquero dilucidó que: “PREGUNTADO: cuando el capitán los reúne y les dice que van

a ir a la casa de ese señor ya saben que el objetivo era matarlo RESPONDIÓ: si señor íbamos a eso”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton
Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1627 Ibidem: “yo iba con la orden de llegar y ubicar la casa en la que vivía el señor que no me acuerdo bien si fui

con el soldado Álvarez Lozada, otro soldado, entonces y tenía que ir a la casa y ver si el sujeto estaba ahí y yo
fui y me hice pasa por un civil, fui y toque y pregunte que si vendía estupefacientes y el me respondió yo a
aquí no vendo nada”
1628 Ibidem: “Yo me retire y volví a donde estaba el capitán y le comenté que ahí se encontraba el sujeto, entonces

ya el capitán nos da la orden de organizarnos impartió las órdenes y yo me baje a la parte de abajo y ellos
llegaron a la casa y no sé cómo habrán hecho el caso fue que sacaron al señor de la casa y lo sacaron a la parte
baja cuando yo escuche unos disparos y lo dieron de baja al señor y ya de ahí no tuve más conocimiento,
esperamos que amaneciera y mandan recoger al señor y yan”

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milicias de la columna móvil Teófilo Forero1629, y según Espinosa siempre que había un
resultado operacional con bajas en supuesto combate lo reportaban como ocurrido
contra las FARC.

1513. Con el objetivo de darle apariencia de legalidad a las operaciones militares


cuestionadas, Coronado Camero enseñaba al personal competente del Batallón la forma
en que se debían consignar los hechos en los informes que se presentaban al Batallón,
el Sargento Segundo José Alirio Triana Rosas indicó:

“(…) ya escucha uno a los soldados cómo era que hacían los informes los Comandantes antes,
donde el Capitán decía que en desarrollo de la operación tal por informaciones de la red o por
información de inteligencia se tenía conocimiento de las posibles actividades ilícitas que llevaría
un particular. Entonces en base a eso uno va como desarrollando una historia de lo que hizo en el
momento, entonces a lo último le coloca que en confrontación armada pues se dio muerte en
desarrollo de un NN y eso es lo que coloca uno en el documento señor magistrado. Hacer ver una
realidad que no pasó”1630.

1514. Frente al hecho del 7 de noviembre, el Cabo Tercero Pérez Pantoja afirma haber
informado al capitán Coronado que habían capturado al señor Rigo Tovar Pinto por
porte ilegal de arma de fuego, habérselo entregado y apartado junto con otros soldados
hasta que escuchó unos disparos:

“Le informo yo ‘mi capitán, esto fue el resultado que se dio allá arriba, todo ese mercado, tuvimos
combate, pero gracias a Dios no tuvimos ninguna baja a favor ni en contra’ y él dice ´listo mijo´ yo
sí me retiro y lo dejo ahí con el muchacho; me doy la vuelta y me voy con los 5 muchachos que yo
tenía, (…) nos retiramos, cuando oigo unos disparos y entonces me informan unos soldados ´mi
cabo, mi capitán ordenó darle de baja al sujeto que había capturado´. En ese momento me entero
porque el soldado me dijo, que mi capitán por qué hizo eso ´no hermano, había que reportar un
muerto´, ´no listo, mi capitán´; entonces cogió, reportó al batallón y ese día no hubo levantamiento,
entró fue un carro porque la zona era peligrosa, no quiso entrar ningún ente del Estado a hacer el
levantamiento”1631.

4.5.2.4. Responsabilidad por aportar información falsa a las investigaciones y emitir


órdenes a sus subalternos para que procedieran en el mismo sentido.

1515. Faiver Coronado Camero afirmó en su versión que todos los que participan en
una operación deben declarar en el Juzgado Penal Militar, que de acuerdo con el
desempeño en la operación y que conforme a lo que haya hecho cada uno de los

1629 Faiver Coronado Camero expuso: “el señor Eli Delio Velasco estaba efectuando presencia, era miembro
activo de las milicias de la columna móvil Teófilo Forero era conocido con el alias que remití, que no lo voy a
volver a mencionar en consideración y respeto que me asiste con los familiares y con el representante de
víctimas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Faiver Coronado Camero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0295.
1630 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1631 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Edwin Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0276.

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integrantes en “ese momento específico” se saca la lista de los primeros respondientes y


de los llamados a rendir la versión de los hechos.1632 Sin embargo, los comparecientes
que reconocieron su responsabilidad como ejecutores materiales de los hechos
afirmaron que las declaraciones ante las autoridades estaban previamente acordadas
para evitar que se descubriera lo que realmente ocurrió.

1516. Espinosa Baquero señaló que quien primero debe declarar es el comandante del
pelotón1633 y después si los demás que hubieran intervenido. Frente al hecho del 28 de
noviembre Pérez Pantoja aseguró que el capitán Coronado le indicó nuevamente lo que
debía sostener en la declaración, es decir que no fue la primera o única operación en la
que recibió indicaciones y Coronado Camero las proporcionó.1634

1517. Si bien Coronado Camero no reconoció la ilegalidad de los hechos, si precisó


cuáles eran sus soldados de confianza para el desarrollo de las operaciones militares.
En versión voluntaria estos confesaron que las operaciones comandadas por él o
simplemente las realizadas mientras fue el comandante de la compañía “C”, si fueron
ilegales.

4.5.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1518. En conclusión, Faiver Coronado Camero apoyó la puesta en marcha de los


patrones macrocriminales porque participó conscientemente y de manera determinante
de un plan criminal que buscaba mostrar como resultados legítimos la muerte de
civiles.1635 Actuó ejerciendo liderazgo en la planeación, ejecución y encubrimiento de

1632 Faiver Coronado Camero comentó: “PREGUNTADO: ¿quién determina qué soldados del pelotón van a
declarar ante el juzgado penal militar? RESPONDIÓ: todos, doctor, porque ahí yo no le puedo endilgar una
actuación a alguien que no participó, entonces sería absurdo, entonces ahí de acuerdo al desempeño y de
acuerdo a lo que haya hecho cada uno de los integrantes de la patrulla dentro de ese momento específico. Asi
mismo se sacan los primeros respondientes y las personas que van a dar la versión”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Coronado Camero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1633 Wilinton Espinosa Baquero indicó: “PREGUNTADO ¿sabe quién declaró por estos hechos o si alguien tuvo

que declarar ante alguna autoridad por estos hechos? RESPONDIO no me acuerdo, sé que de primera mano
el que primero tiene que declarar es el comandante de pelotón que era mi capitán Coronado porque él era el
que estaba a cargo de eso, él se encarga de hacer un informe y pasarlo al comandante de batallón”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton
Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1634 Edwin Pérez Pantoja expuso: “PREGUNTADO: ¿a usted le indicó el capitán qué tenía que decir después

de estos hechos? RESPONDIÓ: claro, nuevamente, igual. Me cogió como el hecho pasado y “mire, usted tiene
que decir esto y esto”, igual”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edwin Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0276.
1635 Luis Carlos Aguilera Quintero señaló: “(…) se sacó posterior a eso al pelotón para que en horas de la noche

o el mismo día los sacaron en el día para que llegaran al batallón y comenzaran con todo el tema de las
declaraciones, porque con esas cuatro bajas que ellos reportaron habían superado en número las bajas que
llevaba el pelotón de Coronado, entonces lo que hicieron fue que sacaron al pelotón de Jiménez de permiso el
24 y el 31”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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estas muertes pues, como se indicó, entrenó y organizó a sus subalternos para que
ejecutaran los asesinatos, compró material de guerra y lo implantó a las víctimas
alterando la escena del crimen, falseó información operacional, dio declaraciones
engañosas y amañadas sobre los hechos e incitó a sus subalternos a declarar así
igualmente.

1519. Coronado Camero era consciente de: i.) la situación de conflicto armado que se
presentaba en el departamento del Huila ii.) de que ninguna de las muertes reportadas
había ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las víctimas eran civiles. Sin su
contribución, los pelotones bajo su mando no hubieran podido presentar como bajas en
combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas
y trasladadas.

1520. De conformidad con lo expuesto, se concluye que el señor Faiver Coronado


Camero, en calidad de comandante de la Compañía Catapulta, contó con un rol de
liderazgo frente al surgimiento y la consolidación de los patrones macrocriminales que
han sido identificados por la Sala, en especial el 1º y el 3º. Sus aportes fueron esenciales
para su diseño, su difusión, su permanencia y su encubrimiento al interior de los
pelotones que materialmente estuvieron bajo su mando, pues sin estar sometido a las
instrucciones y al apoyo del capitán Aguilera, dispuso todo lo necesario para la
comisión reiterada de los delitos investigados1636. Por tanto, sus actuaciones,
corresponden a las de un máximo responsable.

1521. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1637 de Nidio
Perdomo Triviño, Jorge Luis López Ortiz, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón;
en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen
de asesinato como crimen de lesa humanidad1638 de quince personas, Alba Luz Mejía
Álvarez, Daniel Alvarado Rivera, Michelle Dayana Alvarado Mejía, Juan Cristóbal
Alvarado, Nidio Perdomo Triviño, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón, Jarry
Lenin Peña Hio, Germán Alberto Echavarría Gómez, José Walter Londoño Echavarría,
Rigo Tovar Pinto, Diomar Vidal Hernández, Jorge Luis López Ortiz, Gonzalo Bermúdez
Chaux y Elio Delio Velasco.

4.6. Teniente Coronel (r) Jair Arias Sánchez.

1522. Jair Arias Sánchez, identificado con cédula de ciudadanía No. 14.892.007 y acta
de sometimiento No. 303290, fue miembro del Batallón de infantería No. 26 “Cacique
Pigoanza” entre diciembre del año 2005 y noviembre del 2007, período en el que tenía
el grado de Mayor. Entre diciembre del año 2005 y noviembre de 2006 se desempeñó
como oficial de operaciones (S3) del BIPIG y los siguientes 12 meses como ejecutivo y

1636 Ibidem.
1637 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1638 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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segundo comandante1639. El señor Arias fue convocado por la Sala de Reconocimiento a


rendir versión voluntaria mediante Auto 110 de 24 de mayo de 2021 y escuchado en dos
sesiones los días 15 y 19 de julio del mismo año.

4.6.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1523. En el lapso en que Arias fungió como oficial S3 el Batallón reportó 21 muertes en
supuestos combates, mientras que, en el tiempo que estuvo como Ejecutivo y segundo
comandante se registraron 44 bajas en las mismas características, para un total de 65
asesinatos en combates simulados durante su permanencia en esta unidad. De los
enunciados crímenes 40 corresponden al patrón de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, 4 al de selección y
atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad, y 21 al tercero,
de operaciones ofensivas desproporcionadas contra supuestas actividades de
delincuencia común.

1524. Si bien el señor Jair Arias Sánchez no reconoció la ilegalidad de sus actuaciones,
estos crímenes se dieron con ocasión de una actuación coordinada que procuraba
mostrar muertes producidas en combates simulados como resultados legítimos. El
compareciente contribuyó a ello en la ideación, la ejecución y el encubrimiento de
operaciones ilegales participando en reuniones donde se concertaba la realización de
operaciones ilegales, estimulando una competencia entre las compañías y pelotones de
su unidad y entre los Batallones de Infantería No. 26 y No. 27 de la Novena Brigada por
medio de la comparación periódica de la cantidad de muertes reportadas, planeando
las operaciones y avalando los informes de hechos que entregaban los comandantes de
pelotón a pesar de las irregularidades manifiestas que contenían.

1525. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Jair Arias Sánchez por


la ejecución de patrones.

4.6.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales.

1526. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales, señalamiento grupo armado,
víctima en condición de vulnerabilidad y operaciones ofensivas contra delincuencia
común y/o milicianos de las FARC.

4.6.2.1. Responsabilidad por participar en reuniones previas en las que se concertó la


presentación de asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en
combate.

1527. El oficial de inteligencia, capitán Luis Carlos Aguilera Quintero, aseguró que el

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1639

de Jair Arias Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0496.

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mayor Jair Arias participó en reuniones de la plana mayor del BIPIG1640 en las que el
comandante del Batallón, Carlos Yair Salamanca Robles, señalaba la necesidad de poner
en marcha operaciones ilegítimas contra la vida de la población civil, inclusive
proponiéndoles un modus operandi que consistía en atraer personas1641 so pretexto de
que “’en tal parte están haciendo esto, hombre, ustedes porque no hacen lo mismo, mire’, sí,
porque él nos refiere directamente ese tema”.

1528. Al respecto Jair Arias Sánchez reconoció que Salamanca era una persona que se
preocupaba mucho por las operaciones, pues desde el Ejército presionaban por la
obtención de resultados, aunque no refirió indicaciones directas para cometer delitos
por parte del comandante del batallón.1642

4.6.2.2. Responsabilidad por comparar la cantidad de muertes reportadas entre el


BIPIG y el BIMAG y presionar para que se presentaran resultados de este
tipo.

1529. El Sargento Segundo José Alirio Triana Rosas en diligencia de versión voluntaria
indicó que cuando llegó al Batallón Pigoanza se reunió entre otros con el oficial de
operaciones de la época, es decir, con el mayor Arias Sánchez, quien le expuso el
ambiente operacional del BIPIG y las dos unidades de choque que tenían más
resultados operacionales en la Brigada, haciendo una comparación entre el Batallón de
Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” y el Batallón de Infantería No. 27

1640 Luis Carlos Aguilera Quintero señaló: “PREGUNTADO: ¿Quienes estaban presentes cuando el coronel
Salamanca dijo eso? RESPONDIÓ: Bueno, yo estaba presente y estaban presentes algunas de las personas que
trabajaban en la sección de inteligencia, tal vez en esa época todavía estaba el cabo Urueta, me acuerdo que
estaba Urueta, estaba Torres, estaba Munévar, no recuerdo si el mayor Arias me parece que también estaba ahí
presente en esa reunión, porque esas reuniones de inteligencia eran, digamos, de operaciones, eran
operaciones, inteligencia y el comandante del batallón, ahí no participaba nadie más de la parte de la plana
mayor del batallón sino simplemente el comandante, operaciones e inteligencia, y esas reuniones se hacían así.
PREGUNTADO: ¿Quién era el oficial de operaciones en ese momento, en esa reunión? RESPONDIÓ: En ese
momento todavía era el mayor Arias, Arias Sánchez Jair, él estuvo más o menos hasta finales del mes de
noviembre o finales de octubre, tal vez, de ese año”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1641 Ibidem: “miren, hermanos hagan como están haciendo en tal parte, busquen alguien que hale a las personas

a ustedes”.
1642 Jair Arias Sánchez comentó: “PREGUNTADO: ¿Qué diría usted que caracterizaba el mando y qué

caracterizó al mando del coronel Salamanca? RESPONDIÓ: Bueno, de pronto era como la exigencia en los
resultados, pues en esa época también desde Ejército presionaban para la obtención de resultados, pero pues
la verdad no, o yo no recuerdo así aspectos pues demasiado relevantes como para hacer un comparativo entre
los 2 comandos. Como le digo, pues cada comandante tiene su manera como de llegarle a las tropas, pero pues
básicamente fueron 2 comandos pues dentro de, pues que dentro de lo normal, pues normal, o sea, no hay
una, como un rasero para decir “no, es que esté fue muchísimo mejor y este fue muy malo”, no, o sea, dentro
de eso no puedo decir nada. Como le digo, de pronto en el mando de mi coronel Pico pues de pronto había
más presión de los resultados, pero pues eso ya venía del comando del Ejército”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jair Arias Sánchez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0496.

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“Magdalena”1643.

1530. Los resultados operacionales que para la época primaban en el Ejército según el
mismo Jair Arias eran las bajas en combate “pues era como más meritorio el resultado de la
baja en combate que pues una captura o una desmovilización”; Triana Rosas aseguró lo
mismo al afirmar que “allá en ese momento lo que importaba es que usted diera bajas” y que
“era como una política en cuanto al concepto o al impacto de resultados, entonces catalogaban
que era mejor la baja, después la captura y ya por último la [inaudible], ese era el nivel de
clasificación que venía del mando superior”1644.

1531. Adicionalmente, Triana señala que el S3, Jair Arias Sánchez, era quien manejaba
las estadísticas de resultados operaciones y se encargaba además de consignarlas en un
tablero que,

“(…) estaba separado por unas casillas donde se manejaba muertes en desarrollo de operaciones
militares, donde se hablaba de desmovilizados de las FARC, donde se hablaba de caletas, ya la
caleta pues iba también segregado donde había municiones, explosivos, alcaloides, armas, todo
iba reflejado ahí en ese tablero y era como un cuadro comparativo para ir mirando mes a mes qué
es lo que hace la institución o que es lo que hace un Batallón, que esas estadísticas las evalúan año
a año o las evaluaban año a año anteriormente, que si en el 2004 usted hizo operaciones y en esas
operaciones dio 20 muertes en combate, 10 capturados, no sé cuántos fusiles, esa estadística para
el año siguiente había que mejorarla. Hablamos del 2004-2005-2006”1645.

1532. El soldado profesional Luis Rodolfo Mulcué Sanza en versión voluntaria refirió
respecto de los resultados operacionales de los Batallones que lo más importante era
dar bajas y que, por ejemplo, a la delincuencia común que inicialmente tocaba
capturarla, con la comandancia del TC Salamanca -BIPIG- “dijeron que eso era
delincuencia común y eso eran bajas”1646.

1533. Arias por su parte reconoce que como oficial de operaciones del BIPIG estaba al

1643 José Alirio Triana Rosas expuso: “PREGUNTADO: digamos si lo recuerda y le pido que haga el mayor
esfuerzo posible que le hayan dicho que usted en esa reunión le dijeron ‘mire el Cacique Pigoanza como va,
va bien va mal’ o que hicieran algún tipo de comparación con otras unidades o ¿usted recuerda que le hayan
dicho eso? RESPONDIÓ: para la época de los hechos si me acuerdo muy bien de que había una comparación
con el Batallón Magdalena que eran las dos unidades de choque que pues más tenían resultados, como le digo,
no puedo decir con exactitud qué cantidad porque no me acuerdo, pero si había una
comparación. PREGUNTADO: y ¿Quién hacia la comparación? RESPONDIÓ: el oficial de
operaciones. PREGUNTADO: o sea ¿el mayor Arias? RESPONDIÓ: el mayor Arias […]”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana
Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1644 Ibidem.

1645 Ibidem.

1646 Luis Rodolfo Mulcué Sanza comentó: “PREGUNTADO: ¿qué indicaciones recibían de los superiores sobre

la realización de operaciones contra la delincuencia común? RESPONDIÓ: había comandantes que decían que
había que hacer capturas. Esa gente tocaba capturarlos, pero llegó una época que dijeron que eso era
delincuencia común y eso eran bajas. PREGUNTADO: ¿en qué época fue eso? ¿qué comandante lo dijo?
RESPONDIÓ: el coronel Salamanca”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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tanto de los resultados de bajas en combate que presentaba el BIMAG. También resaltó
que el número de resultados era como una meta personal del comandante por
sobresalir1647. Indicó que esta comparación no se quedó a nivel batallones o brigadas,
así, reconoció en versión que en los programas radiales del comandante del Ejército de
la época, el General Mario Montoya, instaban a las unidades a presentar resultados
operacionales, puntualmente impulsaban a las tropas a buscar el combate1648. Agregó
que:

“(...) les recalcaban mucho los resultados operacionales de las otras unidades, entonces pues eso
iba como un mensaje a los comandantes de batallón, mire, estas unidades sí están dando resultados
mientras que estas otras unidades van quedadas, hay que desarrollar más operaciones, hay que
mantener operaciones sostenidas, los comandantes tienen que estar más atentos y más metidos en
las operaciones (...)”.

1534. El mayor Arias Sánchez complementó lo anterior señalando que el fin de esa
comparación era motivar a las unidades a desarrollar más operaciones militares con
resultados que esperaban desde el comando de Ejército, División, Brigada y Batallón.1649

1535. Respecto de esta presión por bajas, el soldado profesional Willinton Espinosa
Baquero señaló en versión que la orden del Batallón, replicada por los comandantes de
compañía y pelotón era “hacer las cosas bien, cogerlo, sacarlo, y hacerlo pasar por muerte dada
en combate”, refiriéndose puntualmente al hecho del 8 de septiembre de 2006, donde
resultó dado de baja el señor Gonzalo Bermúdez Chaux.

4.6.2.3. Responsabilidad por participar en la planeación de operaciones militares


irregulares.

1536. El mayor Jair Arias refirió que la planeación de las operaciones militares iniciaba
con la información que reciben los integrantes de la sección de inteligencia, quienes
están encargados de procesarla e informarla al comandante del Batallón. Este último

1647 José Alirio Triana Rosas indicó: “RESPONDIDO: No, no, pues en lo particular a mí como 3 yo no me sentí
presionado para resultados y pues el comando de batallón era como más bien una, es como una meta personal
que tenía el comandante, o sea “por ser el comandante pues yo tengo que sobresalir”, pero pues que hubiese
presión ahí desde la Brigada pues la verdad no sé, dentro de los programas radiales pues no existía como tal
esa presión”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0489.
1648 Jair Arias Sánchez manifestó: “PREGUNTADO: Usted nos mencionó dos comandantes de la Brigada, cómo

era, mejor ¿se diferenciaban los programas de alguna manera? ¿eran diferentes los programas del general
Montoya y los programas con el general González? RESPONDIDO: Pues la verdad no, no se diferenciaban.
Eran programas, pues básicamente pues impulsando las tropas a buscar el combate, a buscar el resultado, eran
pues la verdad, eran muy parecidos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jair Arias Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0496.
1649 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿Y cuál era la intención de hacer esa lista de lugares que ocupaban los batallones?

¿para qué se hacía eso? RESPONDIDO: Pues eso era como una especie de motivación para que los otros pues
se, pues también se motivaran como a desarrollar más operaciones […] PREGUNTADO: ¿Cree usted que eso
generó una competencia entre las unidades? RESPONDIDO: Pues sí, en su momento sí porque pues claro,
cada unidad pues quería sobresalir”.

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junto con el S2 la evaluaba y verificaba para que, una vez tuvieran certeza de su utilidad
y confiabilidad, el oficial de operaciones elaborara la orden de operaciones. Para tal fin
el comandante de la unidad “da las normas, dónde es, qué enemigo, de acuerdo al 2 se hace el
orden de operaciones, se plasma en el documento (sic)”.

1537. Frente a la participación del compareciente en la planeación de las operaciones


mientras fungió como ejecutivo y segundo comandante, el teniente coronel Carlos Yair
Salamanca Robles indicó que al haberse desempeñado Arias como S3, ya tenía
conocimiento del terreno y de los movimientos que se podían realizar en el área, por lo
que intervenía desde la planeación.1650

1538. La doctrina militar establece que al oficial S3 en el marco de las operaciones le


corresponde verificar y supervisar el alistamiento de las tropas para el inicio de las
misiones; recomendar planes tendientes a neutralizar las acciones del enemigo para lo
cual mantiene un registro y contacto permanente con las unidades que se encuentran
en el área. Ahora, frente a la realización de las órdenes de operaciones y misiones
tácticas se le atribuye la responsabilidad de elaborar los planes y ordenes de los
movimientos tácticos; recomendar la localización de los puestos de mando; realizar
informes periódicos de operaciones y estadísticas; preparar el plan táctico de cobertura
y engaño; así como adelantar de forma oportuna y lo más verídica posible la lecciones
aprendidas en todas las áreas del Estado Mayor, especialmente en las operaciones
desarrolladas por las unidades para posteriormente enviarlas al comando superior para
su análisis y difusión.1651

1539. En virtud de estas funciones que la doctrina le atribuye al S3 en la planeación de


las operaciones militares, conoce la Sala que varias de las órdenes firmadas por Arias
como la de registro y control o la de control militar de área1652, tuvieron como resultado
la muerte de civiles en supuestos combates, pues así lo han reconocido varios
comparecientes.1653

1650 Carlos Yair Salamanca Robles respondió: “PREGUNTADO: Desde esa perspectiva también quisiera
preguntarle si ¿el señor Arias Sánchez como segundo comandante tenía alguna intervención en el área
operacional o simplemente estaba dedicado a los temas de orden administrativo? RESPONDIÓ: No, el de
pronto tenía alguna intervención o uno lo llamaba porque él había sido el oficial de operaciones entonces tenía
conocimiento del terreno, de todo de todo lo que se movía en la jurisdicción porque nada… había
desempeñado el cargo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Yair Salamanca Robles. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0493.
1651 Ejército Nacional. “Manual de Estado Mayor y Mando Conjunto para las Fuerzas Militares”.

1652 Ejército Nacional. Quinta División. Operaciones Halcón No. 0118/2005; Macaco No. 033/2006; Inmortal III

No. 003/2006; Emperador No. 007/2006; Sagaz No. 0089/2006. Obtenido en inspección judicial. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1653 Eduaime Gaitán Patiño manifestó: “Cuando yo observe bien el guía que se llama Jader Urriago Rodríguez

disparando contra la humanidad del señor campesino, inmediatamente yo observo esa escena me tiro hacia la
carretera, entonces cuando yo veo que ese señor estaba pero dándole al señor campesino le estaba disparando
con el arma que el llevaba”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Eduaime Gaitán Patiño. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0281.

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1540. Si bien Arias adujo en su versión no recordar el qué, el cuándo y el cómo de cada
una de estas operaciones, si refirió que como oficial de Pico y luego de Salamanca
plasmaba en el documento la intención del comandante1654, que no era otra que lograr
subir las estadísticas del Batallón para sobresalir.1655 En cuanto al seguimiento que debía
hacer de las operaciones reconoce que limitó en su función a estar enterado del lugar
en donde estaban las tropas,

“(…) el seguimiento también lo dije, se hace más que todo radial, se reciben las coordenadas, pues
dentro de la operación se tiene el más o menos dónde está el objetivo, se va haciendo el
seguimiento de la aproximación de la unidad o de las unidades a ese objetivo mediante las
coordenadas que las mismas unidades reportan, sí, ese es como el seguimiento y en la carta de
operaciones pues uno va plasmando ahí los movimientos que van haciendo las tropas, cuánto se
ha movido y todo eso (…)”1656.

1541. Adicionalmente, Jair Arias reconoció que en virtud de las presiones que se
venían presentando en todos los niveles del Ejército Nacional les tocó buscar
información y realizar las operaciones con bajas que les solicitaban1657 y si bien el
compareciente no reconoce su participación se evidencia desde varios ángulos su
conocimiento en la ilegalidad de las operaciones que se estaban realizando y la
aquiescencia del Batallón para que ello continuara así.

1542. Por su parte, el SS Triana Rosas aseguró en diligencia que la información de


combate que los pelotones recababan en el área se la entregaban al S3, quien junto con
el oficial S2 la exponían al comandante del Batallón y posteriormente emitían la orden

A la vez, Luis Herney Marín Brochero recalcó: “lo dejamos ahí y nos devolvemos para el pie de la carretera,
donde lo paramos, entonces nos dice el soldado Leal, ¿Quién lo va a matar? Yo prácticamente fui uno de los
primeros que dije, yo no, el soldado Rivera también dijo no, entonces el soldado Leal dijo entonces ninguno,
para que no allá ningún problema, entonces hagamos lo siguiente, disparemos los 3 al tiempo, entonces dijimos
bueno listo, vamos a disparar los 3 al tiempo, la verdad mi señoría, con el dolor en alma y pena que me da, yo
tenía mucho miedo, porque una cosa de esas no la había hecho y tenía miedo, por eso dije que no iba a disparar,
entonces concordamos que los 3 íbamos a disparar al tiempo, sí señor, disparamos los 3 al tiempo,
supuestamente donde estaba el objetivo, pero yo la verdad alce mi arma de dotación y dispare a la loca, no sé
si le pegue, no le pegue, lo cierto fue que cuando miramos el señor cayo”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Herney Marín Brochero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0278.
1654 Jair Arias Sánchez comentó: “pues hacia la orden de operaciones plasmaba la intención como yo les

explicaba, la intención del comandante”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jair Arias Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0496.
1655 Ibidem: “Pues eso era como una especie de motivación para que los otros pues se, pues también se

motivaran como a desarrollar más operaciones (…) hubo más intención del comandante de desarrollar y
producir resultados”
1656 Ibidem.

1657 Ibidem: “para un comandante de batallón, eso es como un gerente de una empresa, si no tiene resultados,

si no tiene ventas, pues sabe que lo van a cambiar, igual a un comandante de batallón pues con esos regaños y
esas llamadas de atención. Pues de pronto saber de qué le está costando su carrera, porque un relevo a un
teniente coronel, a un mayor, pues, y bueno y de ahí para abajo un relevo de su cargo a destiempo es, pues no
es bien visto, o sea, prácticamente uno ya no tiene nada que hacer ahí en su carrera. Entonces pues todos se
ponían las pilas, ‘bueno vamos a hacer estas operaciones, a buscar la información´, en fin, ponían a trabajar un
poquito más las tropas”.

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de operaciones ofensiva. En ese sentido recalcó Triana que toda la información que
provenía de “abajo hacia arriba”, es decir, la que reunían los pelotones cuando realizaban
patrullajes en el área de operaciones, era conocida inicialmente por el mayor Arias,
oficial encargado de formalizarla para la realización de las órdenes de operaciones6. Así
mismo, el Subteniente José Elmer Moreno Moreno refirió que el Mayor Arias, junto con
el comandante del batallón, eran los que impartían órdenes e indicaciones respecto de
las misiones tácticas en los programas radiales.1658

1543. Como se indicó en párrafos anteriores, mientras el mayor Arias se desempeñó


como oficial S3 se realizaron quince operaciones militares con resultado de bajas en
supuestos combates de encuentro. De las piezas procesales inspeccionadas se advierte
que Arias firmó estas órdenes de operaciones y misiones tácticas 1659 que, según
reconocen los mismos comparecientes, fueron ilegales y desde el Batallón se dispuso la
producción de estas muertes fuera de combate1660.

1544. Sobre lo último el cabo tercero Edwin Miguel Pérez Pantoja, entre otros
comparecientes, señaló que a los comandantes de pelotón antes de salir a cumplir la
misión les entregan la orden de operaciones, dialogan con el jefe de operaciones y
comandante de Batallón y emprendían la misión1661. A su vez, el soldado profesional
Luis Herney Ramírez Yasno precisó que “ya se sabía prácticamente a qué se iba y uno se
subía al carro a ver qué es lo que pasa”1662.

1545. Arias indicó respecto de la ilegalidad de esas operaciones que “pues dice uno
‘bueno, el comandante del batallón está al frente de la operación’ y ahí sí excúseme la
comparación, como el papá, uno no cuestiona al papá en la casa”, lo que muestra un
involucramiento en el seguimiento a las operaciones y la subordinación a los designios
del comandante de batallón.

1658 José Elmer Moreno Moreno precisó: “PREGUNTADO: ¿recuerda usted el nombre de ese Oficial de
operaciones? RESPONDIÓ: Eh… Es el Mayor Arias. PREGUNTADO: ¿Era frecuente que el Comandante del
Batallón o el Mayor Arias dieran indicaciones de ese tipo, de alistarse para misiones o qué impartieran misiones
en los programas? RESPONDIÓ: Si, claro doctor, todos los días daban instrucciones a todos los pelotones, no
solo a mí, a todos, les decían ‘aliste, vaya y haga un retén, tiene que hacer tal’, todos los días y, en todo
momento, para eso es que se utiliza el programa, para coordinar y dar las instrucciones a cada unidad, eso es
pan de cada todos los días en el ejército, dar las instrucciones en los programas y a cada unidad impartirle
órdenes. También, uno como Comandante informa si se cumplió o no se cumplió la orden”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Elmer
Moreno Moreno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0299.
1659 Ejemplo: Halcón No. 0118/2005 (hecho de 25 de diciembre de 2005); Macaco No. 033/2006 (hecho de 17 de

marzo de 2006); Inmortal III No. 003/2006 (hecho de 18 de enero de 2006); Emperador No. 007/2006 (hecho de
8 de enero de 2006); Sagaz No. 0089/2006 (hecho de 8 de septiembre de 2006).
1660 Cuaderno Legali No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235. Folio 63087 y ss.

1661 Edwin Miguel Pérez Pantoja indicó: “y él habla con el jefe de operaciones y comandante de batallón y ahí

lo cogen y despliegan hacia el área que asignen”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edwin Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0276.
1662 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Herney Ramírez Yasno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0291.

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4.6.2.4. Responsabilidad por avalar los soportes de operaciones ilegales entregados


por los comandantes de las operaciones.

1546. Cuando se culmina una operación en terreno y especialmente cuando se presenta


un resultado, corresponde a los comandantes de los pelotones realizar un informe de
los hechos, que consiste en un relato detallado del suceso, describiendo el cómo, cuándo
y dónde de la operación. Todos los informes de esta naturaleza eran recibidos por la
sección que dirigía Arias Sánchez, quien por medio de una lista de chequeo revisaba
que se cumplieran con los requisitos previstos por el Ejército, es decir, que estuvieran
bien redactados, relacionaran los hechos y las coordenadas correctas, refirieran la
operación y adjuntaran el croquis.1663 De esa forma se buscaba que la sección de
operaciones hiciera un seguimiento detallado a las actividades de las unidades en el
área de operaciones.

1547. Jair Arias Sánchez reconoció que estaba a su cargo como oficial de operaciones
recopilar toda la documentación de las operaciones militares: la orden, el informe de
patrullaje, las lecciones aprendidas, los actos urgentes, la copia de los actos de
defunción y las actas de gasto de munición. En la práctica, esta documentación no era
revisada de fondo para hacer seguimiento o verificaciones sobre lo reportado, sino que
era reunida para posteriormente remitirla al oficial de operaciones de la Brigada (B3)
sin mayor análisis o incidencia en las operaciones que planeaba posteriormente la
sección.

1548. Así las cosas, Jair Arias Sánchez como oficial de operaciones participó de un plan
criminal que buscaba dar muerte a civiles legitimando y promoviendo entre los
militares la ejecución de personas fuera de combate para luego presentarlas como
resultados operacionales que contribuyeran a la estadística de la unidad frente a los
demás Batallones de la Brigada. Existen bases suficientes para apreciar que mientras el
compareciente fungió como oficial de operaciones durante la comandancia del TC
Salamanca, 14 de las 15 operaciones en las que se presentaron bajas como resultado
fueron en realidad combates simulados y cuando se le preguntó por esto a Arias, afirmó
que:

“(…) de pronto hubo más operaciones, como yo le decía, en las unidades, tanto en los batallones
como en las compañías, pelotones, pues hay personas que realmente pues no, no se interesan por
desarrollar operaciones como tal, sino como mantenerse y de pronto pues los resultados lo dicen,
hubo más operaciones, se desarrollaron más operaciones; entonces pues de pronto hubo más
intención del comandante de desarrollar y producir resultados, digo yo (…)”1664.

1549. Esta explicación, sin embargo, obvia el papel central que tiene la sección de
operaciones y el oficial que la dirige en la planeación y diseño de las operaciones, la
selección de las unidades que las deben ejecutar, el seguimiento que debe hacerse a
ellas, así como la comunicación constante que tiene el oficial de operaciones con los

1663 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jair Arias Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0496.
1664 Ibidem.

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pelotones.

4.6.2.5. Responsabilidad en el otorgamiento de permisos y felicitaciones tras la


realización de resultados operaciones irregulares.

1550. El Mayor Arias como oficial S3 del Batallón reconoce que era el encargado de
elaborar los documentos requeridos para cuando los militares eran merecedores de
felicitaciones, estímulos o condecoraciones.1665 Reconoce que en varias oportunidades
los oficiales del Comando Superior del Ejército, la División e inclusive la Brigada le
solicitaron al BIPIG los candidatos de las felicitaciones y medallas, para lo cual, Arias
que era el encargado de llevar las estadísticas y proponía los candidatos que habían
presentado más resultados operacionales.1666

1551. Por ”obtención de resultados operacionales” varios de los militares fueron


felicitados por los comandantes de Batallón y División, entre ellos el Teniente Miller
Damián Forero Cruz, comandante del cuarto pelotón de la compañía C “Catapulta”1667,
de quien reposa en la hoja de vida 3 felicitaciones durante el tiempo en que Arias fungió
como S3, una correspondiente al hecho del 14 de diciembre de 2005 y 2 al hecho del 20
del mismo mes y año, relacionadas con operaciones militares con resultados de bajas
en supuestos combates, pues ya varios oficiales han reconocido su ilegalidad1668. Igual
situación presenta el Subteniente Jesús Mauricio Jiménez Botina, también comandante
del grupo especial, quien registra una felicitación por el hecho del 7 de octubre de 2006
y quien particularmente reconoció como ilegal1669.

1665 Ibidem: “PREGUNTADO: ¿Qué papel cumplía usted en las felicitaciones, los estímulos, las
condecoraciones que recibían los integrantes del batallón? RESPONDIDO: Bueno, el papel, hacía el papel, o
sea me explico, yo, si había un oficial, un suboficial, un soldado de pronto, candidato para una condecoración
o tal, pues yo hacía, elaboraba el documento, o sea, el 3 elabora los documentos para las condecoraciones, las
medallas y demás, para los planes de bienestar y moral”
1666 Ibidem: “yo recuerdo en algunas oportunidades llegan de los comandos superiores a nivel Ejército,

división, Brigada, llegan ellos, piden, solicitan candidatos para por decir algo para la medalla José María
Córdoba, entonces dice ’mire, llegaron candidatos para la medalla José María Córdoba‘ y sí, de pronto el en
algunas ocasiones el comandante puede pedir “mire, hay estos, quiénes tienen más resultados”, como el 3 lleva
las estadísticas pues uno puede decir ’los que más resultados llevan es tales personas’, o simplemente el
comandante del batallón dice ’mire, pídale la medalla a este, a este también, con los resultados operacionales’”
1667 Conocido en el BIPIG como el grupo especial.

1668 Ejemplo de ello es que el SLP José Edilberto Vera Vera afirmó en versión que “yo me quede pensando un

rato cuando yo volteé a mirar al TE él me miro de arriba abajo y me hizo señas yo le dije que no, en ese momento
no hallaba la idea de que tenía yo que matar a ese señor de esa forma , entonces me quede un rato el me hizo
otra vez, eso fue un instante, la verdad sucedió tan rápido que yo tenía mi arma en el piso [inaudible] cuando
el mí me volvió a hacer la señal yo levante mi arma así del piso y disparé, la verdad mire que el señor salió
hacia adelante pero no [inaudible] lo volví a descargar y me fui de ahí ese problema”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Edilberto Vera
Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.
1669 Jesús Mauricio Jiménez Botina comentó: “nosotros estábamos en la noche y llegaron unas motos y dejaron

a los dos manes, empezaron a hablar despacito entonces ahí fue cuando yo salí, les disparé, no dispararon,
quedaron muertes. Recuerdo que ya mi capitán Aguilera me había explicado que si de pronto estos sujetos no
tenían armas que llevara el famoso kit y entonces tenía que coger, yo esa arma con guantes para evitar que no
me quedara la huella, que después de eso le colocábamos la arma en las manos de ellos para que quedaran las
huella y que cogiera un cartucho y lo desbaratara y le echara pólvora entre el dedo índice y pulgar para que

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1552. Respecto de los permisos recuerda Jair Arias que “de pronto las unidades que más
se destacaran en operaciones, de pronto dentro de esos planes de moral pues les daban unos días
más de permiso, bueno, reconocimientos por las operaciones”1670; complementa reconociendo
que en virtud de esos planes las compañías que para ciertas épocas tuvieran más
resultados recibían más días de permisos “como para que no, no medir con el mismo rasero
las unidades que no tuvieron resultados con las que de pronto sí tuvieron resultados, se podía
manejar días de más de permiso”1671.

1553. La anterior situación repercutió en la idea de que las compañías y los pelotones
del “Pigoanza” debían presentar más resultados para obtener este tipo de prebendas,
pues así lo hace saber Jiménez Botina, quien refirió en versión que en los programas
radiales se recalcaba la necesidad de presentar resultados y que en virtud de ello daban
incentivos, inclusive que él en razón a esta política se ganó un viaje a Estados Unidos. 1672
Respecto de sus subalternos recordó que al manifestarle al pelotón lo indicado por los
comandante del Batallón Pico y Salamanca en los programas radiales “la reacción es que
después de que uno les diga que el incentivo eran más días de permiso y eso, la gente con tal de
la motivación de eso de los días nadie decía nada” 1673.

1554. En consecuencia, Arias estaba en la obligación de realizar órdenes de operaciones


legales con una información cierta y veraz; de entregar la información de inteligencia
de combate al oficial S2 para que surtiera el respectivo ciclo de inteligencia; de
salvaguardar la integridad física de las víctimas, respetando y protegiendo sus
derechos. Se aprecian entonces bases suficientes para considerar que, por el contrario,
utilizó su rol como oficial de operaciones para elaborar órdenes con información
insuficiente o no corroborada, escogió los pelotones que debían llevarlas a cabo y no
verificó la veracidad de los reportes ni hizo verdadero seguimiento a lo que ocurría en
el batallón, desde las competencias que le correspondían. Sin su colaboración y

en la prueba técnica saliera como si hubiera disparado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1670 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jair Arias Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0496.
1671 Ibidem: “¿en ese plan de moral y bienestar, en esas iniciativas para estimular la moral de los integrantes

del batallón Pigoanza, existían también incentivos para las unidades que presentarán resultados
operacionales? RESPONDIDO: Bueno, yo en un comienzo me refería a eso, dentro de esos planes de bienestar
y moral de pronto las compañías que tenían resultados pues les daban días de más de permiso. Y pues como
para que no, no medir con el mismo rasero las unidades que no tuvieron resultados con las que de pronto sí
tuvieron resultados, se podía manejar días de más de permiso”.
1672 Jesús Mauricio Jiménez Botina comentó: “en los programas radiales que hacia el comandante de batallón,

me acuerdo que semanalmente el comandante de la brigada hacia programas, nosotros lo escuchábamos y él


siempre decía que le tocaba dar resultados porque esa era la esencia del batallón y de los militares, que para
eso nos habíamos entrenado para poder dar resultados operacionales y pues también con eso daban incentivos,
premiaban con viajes, inclusive yo ahí en el Pigoanza estuve en Estados Unidos”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez
Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1673 Ibidem: “mi coronel en los programas él decía unidad que de una baja entonces se le va sumando a los días

de vacaciones tres o cuatro días, no recuerdo muy bien”.

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participación el teniente coronel Carlos Yair Salamanca Robles no hubiera podido


presentar supuestas bajas en combate y desapariciones forzadas, además de resaltar
notablemente en su comandancia.

4.6.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1555. De conformidad con lo expuesto, se concluye que el señor Jair Arias Sánchez, en
calidad de Oficial de Operaciones del BIPIG, contó con liderazgo frente al surgimiento
y la consolidación de los patrones identificados por la Sala. La información disponible
evidencia que dicho compareciente, desde el rol de mando que ejerció desde la S3, al
incurrir en las acciones y omisiones previamente descritas, brindo un aporte esencial
para su difusión, su permanencia y su encubrimiento.

1556. A partir de la reunión en la que Salamanca Robles solicitó la comisión de


ejecuciones extrajudiciales, Arias Sánchez pudo confirmar que la estructura operacional
del BIMAG estaba organizada para la comisión de MIPCBC. Por tanto, sabía que, al
presionar por la producción de bajas, otorgar incentivos por su presentación, emitir
ordenes de operaciones sin el adecuado agotamiento del procedimiento militar de toma
de decisiones y pretermitir un control efectivo respecto de la legitimidad de los
resultados operacionales reportados, estaba contribuyendo al surgimiento y la
consolidación de los patrones analizados.

1557. Todo sin que, el señor Arias Sánchez, en calidad de Oficial de Operaciones del
BIPIG, desde la posición de autoridad que ocupaba conforme con su rango y sus
funciones, realizara oposición o emitiera algún tipo de reparo. En consecuencia, se
insiste en que Arias Sánchez contó con liderazgo y domino frente a los patrones
identificados, por lo que ostenta la condición de máximo responsable”.

1558. En conclusión, Jair Arias Sánchez era consciente de: i.) la situación de conflicto
armado que se presentaba en el departamento del Huila, ii.) que la presión por
resultados estaba avalada desde la comandancia del Ejército, iii) que los militares con
la presión generaron implícitamente una competencia, iv.) y que las víctimas eran
civiles. Por el rol que cumplía el compareciente se tienen bases suficientes para
comprender que era consciente de la práctica criminal que se empleaba en el Batallón
“Pigoanza”, y a pesar de ello fue determinante para el actuar delictivo, mediante las
actuaciones realizadas.

1559. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1674 de Nidio
Perdomo Triviño, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez, Ovidio
Ortiz Sepúlveda, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón, Jorge Luis López Ortiz y
Arley Vega; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y

1674 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).

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el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad1675 65 personas, Alba Luz Mejía
Álvarez, Daniel Alvarado Rivera, Michelle Dayana Alvarado Mejía, Nidio Perdomo
Triviño, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez, Jesús Eider Burbano
Astudillo, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón, Herney Ochoa Cadena Cadena,
José Agustín Arias Barrera, Juan Gabriel Cuenca Morea, Jarry Lenin Peña Hio, Rigo
Tovar Pinto, Diomar Vidal Hernández, Jorge Luis López Ortiz, Gonzalo Bermúdez
Chaux, Norberto Celys, Manuel Antonio Tao Pillimué, Hortensia Neyid Tunja
Cuchumbe, Elio Delio Velasco, Otoniel Oviedo Martínez, Andrés Mauricio Duarte
Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel
Gómez Rincón, Rubiel Andrade, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Wynther Jackson Trujillo
Trujillo, Faiber Cuellar González, Honaldo Muñoz Campo, Lenin Yustres Amézquita,
Arquímedes Alvira Lemus, Reinel Alvira Pizo, Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate
Alonso, Orlando Molano Gutiérrez, Diego Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto
Vargas Olaya, Marlio Mauricio Murillo Quintero, Antonio Claros Tobón, Carlos
Humberto Aguirre, José Rentería, Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín,
Jimmy Antonio Camargo Vargas, Jorge Eliecer Neira Cifuentes, Diego Andrés Molina,
Octavio Galindo Carreño, Jhon Germán Vargas Calderón, Yobany Ardila Velasco,
Rafael Tovar Castañeda, Arley Vega, Jair Hoyos Alzate, Álvaro Marín Silva, Elio Delio
Velasco y nueve personas no identificadas; así como por la tentativa de homicidio1676 de
Juan Pablo Espinosa, William José Cunacué Medina, Diego Ferney Sierra Álvarez y
Robinson Ramírez Mejía.

4.7. Capitán (r) Jesús Mauricio Jiménez Botina.

1560. Jesús Mauricio Jiménez Botina, identificado con cédula de ciudadanía 94.532.740,
fue miembro del BIPIG entre el 1 de julio de 2006 y el 20 de noviembre de 20071677,
periodo en el cual se desempeñó como subteniente y teniente1678; fungió como
comandante de pelotón en la compañía Catapulta. El señor Jiménez Botina, llamado a
comparecer ante la Sala de Reconocimiento mediante Auto ARA- 151 del 3 de
septiembre de 2020, fue escuchado en versión voluntaria el 23 de noviembre de 2020.

4.7.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1561. En el mencionado periodo el BIPIG registró 65 asesinatos y desapariciones


forzadas1679 durante el periodo que estuvo asignado a esa unidad militar, 36 de los
cuales fueron reportados por pelotones de la compañía Catapulta. De esos resultados,
21 corresponden al primero patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; 2 al segundo de selección

1675 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1676 Código Penal. Artículos 103 y 27.
1677 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1678 Según consta en extracto de hoja de vida, ascendió a teniente el 3 de diciembre de 2006. Decreto 4231 del 23

de noviembre de 2006, página 2.


1679 En 35 hechos.

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y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad; y 13 al


tercero de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común
y/o milicias. Jiménez Botina confesó ante la Sala haber intervenido ilegalmente y de
forma directa en doce de estos asesinatos que se traducen en siete hechos1680.

4.7.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales


determinados.

1562. A continuación, pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el
compareciente Jiménez Botina en la puesta en marcha de los tres (3) patrones
macrocriminales.

4.7.2.1. Responsabilidad por haberse concertado con su superior para la ejecución y


el encubrimiento de asesinatos y desapariciones forzadas de civiles que
fueron reportados como muertos en combate.

1563. El señor Jiménez Botina reconoció entablar constantes comunicaciones con el


capitán Luis Carlos Aguilera Quintero, jefe de la sección de inteligencia del BIPIG, en
las que recibió instrucciones para coordinar un plan criminal basado en operaciones
militares ilegales cuyos resultados ocasionaron asesinatos y desapariciones forzadas de
integrantes de la población civil1681.

1564. En los siete crímenes, Jiménez Botina reconoció repetitivamente su comunicación


permanente con el capitán Aguilera, en el curso de la cual intercambiaban información
de posibles víctimas, cumplía las órdenes en el sentido de asesinarlas para
posteriormente reportar resultados falsos al mencionado superior1682. Además de la
ejecución de las víctimas, el teniente coordinaba el encubrimiento con informes
operacionales y declaraciones falsas, previamente concertadas. Así, Jiménez Botina
participó activamente antes, durante y después de los resultados operacionales
falsos1683.

1680 El despacho contaba con información que lo comprometía en 4 hechos, sin embargo, el compareciente
reconoció su participación en 7. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1681 Ibidem: “Magistrado auxiliar: con qué frecuencia hablaba usted con el capitán Aguilera. JIMÉNEZ: con el

si era casi diario”.


1682 Ibidem.

1683 Ibidem: “Magistrado auxiliar: ¿cuándo ocurrían los resultados de las operaciones a quién se las reportaba

usted? JIMÉNEZ: lo que pasa es que todo eso lo planeaba la sección segunda y cuando ya se realizaba uno
hablaba directamente con el capitán Aguilera, le decía, ya hice lo que usted me dijo y ya uno informaba a la
unidad por radio al batallón para que le informarán al comandante del batallón, directamente era con mi
capitán Aguilera. Magistrado auxiliar: usted le informaba primero al capitán Aguilera y luego informaba al
batallón JIMÉNEZ: sí. Magistrado auxiliar: el capitán Aguilera le daba alguna indicación para la elaboración
del informe de la operación o los documentos relacionados con la presentación del resultado JIMÉNEZ: si
doctor, cuando se presentaban esas muertes, era el, el que me orientaba en cómo debía rendir el informe, que,
a tales horas, que salí a tales horas, que informe a tales horas, que hicieron el levantamiento, el me orientaba
con eso también. Magistrado auxiliar: el capitán Aguilera le indico en algún momento que realizará en esos

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1565. Por su parte, el oficial de inteligencia, capitán Aguilera, admitió en su versión


voluntaria mantener dicha comunicación directa con el teniente Jiménez Botina, así
como con el coronel Carlos Yair Salamanca Robles1684, comandante del Batallón, pues
reconoció que todos conocían del plan criminal producto de las actividades
desplegadas en el terreno por el teniente Jiménez Botina1685.

4.7.2.2. Responsabilidad por realizar falsas maniobras de emboscada con el fin de


retener ilegalmente a las víctimas que eran previamente seleccionadas por la
sección de inteligencia o por él directamente.

1566. El compareciente admitió ante la Sala que realizó maniobras de emboscada para
retener ilegalmente a diferentes víctimas antes de ejecutarlas1686. Confesó que las
víctimas le eran entregadas por parte del capitán Aguilera o por integrantes de la
sección de inteligencia del BIPIG en diferentes puntos del departamento de Huila1687 y
en otras pocas ocasiones él obtuvo directamente la información pertinente para

documentos o en los reportes manifestaciones contrarias a la realidad JIMÉNEZ: claro doctor, porque
prácticamente lo que uno colocaba ahí no era lo que había pasado.”.
1684 En la versión voluntaria del 2 de marzo de 2021, el capitán Luis Carlos Aguilera Quintero menciona que su

superior, el comandante del Batallón, conocía de las labores desarrolladas por el teniente Jiménez Botina, en
los siguientes términos: “Él tenía conocimiento de los hechos, él supo de los hechos desde un principio, porque
a él se le informaba todo, porque como a esa operación se utilizó el grupo especial, el capitán el teniente
Jiménez, pues no podía yo disponer de unas unidades ni el oficial de operaciones disponer de una unidad sin
conocimiento del comandante del batallón, a él se le comentó y se le dijo “mire, se va a hacer este trabajo”, y
él dijo “listo, que lo haga Jiménez”. Incluso decir “que no lleve una sección completa ni todo el pelotón, sino
que vaya con un equipo de combate, con 5-6 soldados”, y ya el capitán simplemente, igual me daba la orden,
me decía “vea, vaya dele la información al capitán o al teniente Jiménez”, yo iba, le decía “vea Jiménez, la
información que hay es ésta, la orden del coronel es ésta, y que usted vaya con un equipo de combate, que no
necesita…”, es más, ya los pormenores de quien iba, a quienes seleccionaba y todo eso ya era una
determinación directamente del comandante del pelotón, en este caso el teniente Jiménez, pero yo iba y le
transmitía por orden directa del comandante del batallón “la orden de mi coronel es ésta, hay que hacer esto,
la hora de salida es esta para que usted se pueda emboscar durante el día y permanecer ahí hasta que usted
coordine, o ya sepa cuál es la señal, o el cabo Urueta lo llame o se le diga que ya van para allá y usted este
pendiente que ellos le van a llegar ahí”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1685 Ibidem.

1686 El señor Jiménez Botina indicó que: “igual, en la mañana mi capitán me informa que hay una banda por

allá atracando, pero estos en la Plata (…) me dijo aliste por ahí ocho soldados o una escuadra, diez soldados y
me dijo van a llegar al sector y allá pues la emboscada para neutralizar esa banda” (…) vaya al punto ese y
cuando yo voy llegando si mi memoria no me falla paran el vehículo donde yo iba entonces cuando paran yo
veo que alguien en una moto sube a alguien ahí, uno o dos kilómetros antes de llegar y ya no recuerdo si fue
el cabo Torres o mi capitán que me dicen “este es el sujeto, este es el señor el atracador”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio
Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1687 Ibidem: “Magistrado auxiliar: en los otros hechos que usted nos ha narrado de octubre, había una persona

que llevaba a las víctimas y se volvía a ir en otro vehículo, esas otras personas que llevaban las víctimas eran
de la sección de inteligencia o [inaudible] JIMÉNEZ no, de inteligencia, inclusive esta vez me acuerdo de que
fue el cabo Torres porque por este caso fue que estuve detenido y en este caso me toco acordarme y con los
soldados hablábamos y me acordaron de eso” (…) Magistrado auxiliar: ¿Cuándo le entregaron a esa persona
usted ya tenía claro que iba a hacer con ella? JIMÉNEZ en ese momento es que ya me timbra mi capitán antes
de eso y me informa que era lo que había que hacer”.

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ubicarlas1688, con órdenes precisas de asesinarlas por parte del capitán Luis Carlos
Aguilera Quintero1689.

1567. A lo largo de su versión voluntaria, en múltiples hechos reconocidos por el


teniente Jiménez Botina explicó que, para materializar el plan criminal concertado con
el capitán Aguilera, se desplazaba en un camión de alta capacidad de carga, modelo
NPR1690. En dicho vehículo, propiedad del BIPIG, eran recogidas las víctimas por el
teniente Jiménez en diferentes puntos del departamento, previa retención y selección
por parte de otros miembros de la compañía1691. El vehículo era conducido, por órdenes
del teniente, hacia un punto distante del lugar de entrega de las víctimas para que
pudieran ser asesinadas y modificada la escena del crimen sin llamar la atención. El uso
del vehículo oficial servía como pieza clave para lograr los desplazamientos de forma
subrepticia1692.

1568. Una vez le eran entregadas las víctimas, Jiménez Botina lideraba la operación
militar para asesinarlas, en circunstancias de tiempo, modo y lugar, escogidas por él.
Aunque reconoció que usualmente disponía de dos soldados por cada víctima, a uno le
ordenaba sujetarla para que no se escapara y el otro le disparaba1693, en algunas
ocasiones, el compareciente Jiménez Botina las asesinó directamente1694. Así, respecto
de los hechos ocurridos el 5 de octubre de 2006, en los que fueron asesinadas dos

1688 Ibidem: “Magistrado auxiliar: y el capitán Aguilera le dio alguna indicación de lo que iba a ocurrir, le
manifestó no sé, que se preparara que preparara los soldados JIMÉNEZ no, en ese momento que paso doctor,
es que la información si salió por mí, como yo me encontraba allá en ese sector, la información salió del
pelotón”.
1689 Ibidem: Magistrado auxiliar: ¿Cuándo le entregaron a esa persona usted ya tenía claro que iba a hacer con

ella? JIMÉNEZ en ese momento es que ya me timbra mi capitán antes de eso y me informa que era lo que había
que hacer”.
1690 Ibidem: “Magistrado auxiliar: cuándo el grupo especial debía salir a operaciones, en qué se trasportaba

JIMÉNEZ: en NPR”.
1691 Ibidem: “Magistrado auxiliar: ¿Cuándo le entregaron a esa persona como estaba?, no sé, esposada, ¿observó

si la habían golpeado? ¿cómo era la actitud de esa persona? JIMÉNEZ: como asustada pero golpeado no y
como yo iba adelante, lo suben a la NPR y durante ese transcurso no escuche nada porque yo iba adelante en
el carro”, quien reconoce el asesinato de Diomar Vidal Hernández ocurrido el 7 de octubre de 2006 en la Plata,
Huila. En similar sentido, ocurrió en los hechos del 8 de diciembre de 2006, “Magistrado auxiliar: y ¿en qué
momento les entregan los implementos para ponerle a la persona? JIMÉNEZ: en el momento cuando sube para
la NPR sube la moto y sube el sujeto; creo que en ese momento”.
1692 Ibidem: “Ministerio Público: En relación con el hacho de Las Damas, usted indicó que, para este hecho,

desembarcaron de una NPR antes de llegar al lugar en el que finalmente fue asesinada esa persona y se fueron
caminando, ¿podría decirnos cuánto tiempo paso desde ese momento que desembarcaron la NPR y finalmente
fue cometido el homicidio? JIMÉNEZ: yo diría que aproximadamente 15-20 min” // Magistrado auxiliar:
¿Cómo se trasportaron del batallón a ese lugar? JIMÉNEZ: en una NPR. Magistrado auxiliar ¿Dónde los deja
la NPR? JIMÉNEZ: nos dejan ahí mismo y nos escondemos en el sitio”.
1693 Ibidem: “Magistrado auxiliar: ¿Cómo le disparan a esta persona? JIMÉNEZ: señor magistrado, yo recuerdo,

no recuerdo bien si cuando llega el carro paran lo bajan, hay dos soldados con esa persona para que no se vaya
a volar, lo bajan y lo ubican en ahí al lado de la carretera, entonces yo le digo ya lo tienen y me dicen “si, ya mi
teniente” y digo disparen, lo sueltan y la persona, el soldado le dispara Magistrado auxiliar: ¿Cómo escogió
usted la persona que le iba a disparar a la víctima? JIMÉNEZ ahorita no recuerdo a quién escogí, siempre los
escogía, como le digo señor magistrado a los soldados más que pues sí que tuvieran ganas de querer hacer
algo de manera como ya sabemos incorrecta, pero uno veía cuando alguien de los soldados decía, hágale yo le
hago, yo no me pongo con tanta excusa”.
1694 Ibidem.

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personas el teniente Jiménez Botina reconoció su responsabilidad al momento de la


ejecución

“(…) me fui como con 5 soldados, llego mi capitán Aguilera con dos sujetos en unas motos que los
llevaban en unas motos y lo que él me dijo fue llegan ahí y los manes llegan y esos son los
atracadores, cuando efectivamente nosotros estábamos en la noche y llegaron unas motos y
dejaron a los dos manes, empezaron a hablar despacito entonces ahí fue cuando yo salí, les disparé,
no dispararon, quedaron muertos”1695.

1569. Jiménez Botina también reconoció que en múltiples ocasiones accionó


directamente las armas que eran llevadas al lugar de los hechos para simular la
ocurrencia de un combate: “posterior a eso ya le coloco el revolver, reporto igualmente al
batallón y me comunico antes de eso con mi capitán Aguilera”1696. El compareciente también
afirmó que los implementos le eran entregados por la sección de inteligencia del
BIPIG1697. Relató que entendió el funcionamiento de los “kits de legalización” para dar
resultados operacionales gracias a las órdenes recibidas por parte del capitán Aguilera,
“mi capitán me había dicho que había una gente que tenía antecedentes y que íbamos a empezar
a hacer operaciones, pero entonces que tocaba ponerles kit”, que “si de pronto estos sujetos no
tenían armas que llevara el famoso kit” 1698.

4.7.2.3. Responsabilidad por hacer falsos reportes y declaraciones engañosas sobre


los hechos que cometía con su pelotón.

1570. En todos los casos que comprometen la responsabilidad del compareciente, este
admitió que una vez perpetrado el crimen se comunicó con su superior, capitán
Aguilera, a efectos de informarle acerca del resultado operacional1699. Además, explicó

1695 Ibidem.
1696 Ibidem: “JIMENEZ: si de pronto estos sujetos no tenían armas que llevara el famoso kit y entonces tenía
que coger yo esa arma con guantes para evitar que no me quedara la huella, que después de eso colocábamos
la arma en las manos de ellos para que quedaran las huellas y que cogiera el cartucho y lo desbaratara y le
echara pólvora entre el dedo índice y pulgar para que la prueba técnica saliera como si hubiera disparado y
después de eso ya informara” // “JIMENEZ: (…) la otra persona si no tenía y esa fue a la que yo le hice el
procedimiento que mi capitán me había explicado, como para decir que nos habían disparado a nosotros.
Magistrado auxiliar: ¿usted fue el que accionó el arma y manipuló el lugar para simular el combate? JIMÉNEZ:
si porque esa explicación la tenía yo”.
1697 Ibidem: “Magistrado auxiliar: ¿quién lo tenía? para que servía? JIMÉNEZ: de eso se encargaba la sección

segunda, eran los que conseguían eso y todo y eso eran los que uno les colocaba cuando daba de muerte a
alguno de los sujetos Magistrado auxiliar: quién lo conformaba, el kit JIMÉNEZ: la sección segunda era
encargada de eso Magistrado auxiliar: y cómo llegaba al pelotón el kit JIMÉNEZ: dependiendo, a veces y por
lo general cuando ya íbamos a [inaudible] esa muerte por ahí a mitad de camino me lo entregaba el cabo Torres
o mi capitán dependiendo, siempre lo pasaban unas dos horas antes de”. // “Magistrado auxiliar: ¿Quién se
los entrego? (los implementos para ponérselos a las personas) JIMÉNEZ no recuerdo, pero siempre era alguien
de la sección de inteligencia”.
1698 Ibidem.

1699 Ibidem: Magistrado auxiliar: ¿cuándo ocurrían los resultados de las operaciones a quién se las reportaba

usted? JIMÉNEZ: lo que pasa es que todo eso lo planeaba la sección segunda y cuando ya se realizaba uno
hablaba directamente con el capitán Aguilera, le decía, ya hice lo que usted me dijo y ya uno informaba a la
unidad por radio al batallón para que le informarán al comandante del batallón, directamente era con mi
capitán Aguilera. Magistrado auxiliar: ¿usted le informaba primero al capitán Aguilera y luego informaba al

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que recibía orientaciones del capitán, superior jerárquico, para la elaboración de falsos
informes de las operaciones, así como de documentos relacionados con la presentación
del resultado.

1571. Jiménez Botina indicó que al día siguiente que se realizaban las operaciones tenía
instrucciones de declarar ante la justicia penal militar, en el marco de un plan de
encubrimiento previamente concertado, en el cual eran seleccionados por él los
miembros del pelotón que debían explicar con falsedades lo ocurrido. También
reconoce que instruyó a sus hombres sobre lo que debían declarar ante las autoridades
judiciales, indicándoles que debían dar cuenta de combates que no tuvieron lugar1700.
Recordó que tanto el coronel Salamanca como el capitán Aguilera conocían de esas
declaraciones, “me acuerdo de que mi coronel le decía a mi capitán que eso era de inmediato y
le tocaba de una ir a declarar, o sea después de que pasaba eso, yo al otro día ya estaba dando las
declaraciones ante el juzgado”1701.

4.7.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1572. En suma, Jesús Mauricio Jiménez Botina participó conscientemente y de manera


determinante de un plan criminal para dar muerte a civiles gracias al cual la compañía
Catapulta 4, ocupó el primer lugar de resultados operacionales en el BIPIG para el año
2006, con las consecuentes felicitaciones y viajes al exterior por sus resultados1702.

1573. En su calidad de subteniente y teniente, comandante de pelotón de la compañía


Catapulta del BIPIG, aportó activamente para presentar bajas en combate al: (i)
mantener comunicaciones antes, durante y después de los hechos con su superior, el
capitán Aguilera, y sus subalternos, a efectos de coordinar la simulación de supuestas
confrontaciones armadas; (ii) retener víctimas que eran previamente seleccionadas por
el capitán Aguilera, jefe de la sección de inteligencia del BIPIG, en algunos casos,
directamente ubicarlas por información que le fue allegada; (iii) trasladó en el vehículo
oficial del Batallón, un camión modelo NPR, a las víctimas para desplazarlas hacia el

batallón? JIMÉNEZ: si”. // Magistrado auxiliar: ¿Cuándo usted hizo el reporte, reporto a estas víctimas como
NN? JIMÉNEZ: si claro, si señor. Magistrado auxiliar: después de dispararle a estas personas, ¿usted se
comunicó con el capitán? JIMÉNEZ: si porque uno siempre permanecía en contacto con él, porque él era el, el
que me iba diciendo que tenía que hacer y más porque era la primera operación que hacía y hacia eso”.
1700 Ibidem: Magistrado auxiliar: para esas declaraciones ante el juzgado del batallón usted les dio alguna

indicación a los soldados JIMÉNEZ si claro. Magistrado auxiliar: ¿Qué le dijo? JIMÉNEZ: hice el informe donde
decía que se tenía la información de que había una banda de atracadores y que se procedió a montar una
emboscada y que cuando intentamos que hicimos la proclama que somos el ejército de Colombia, esas personas
lo que hicieron fue dispararnos y nosotros hicimos lo mismo y qué en el intercambio de disparos murieron
estas dos personas pero yo hacia el informe, se lo leía a los soldados y designaba quienes eran los que iban a
declarar Magistrado auxiliar: las personas que declararon fueron las mismas que dispararon en los hechos
JIMÉNEZ no recuerdo, a veces no”.
1701 Ibidem:

1702 Ibidem: “Magistrado auxiliar: ¿usted habló con esas personas de las razones por las que los habían enviado

al viaje? JIMÉNEZ: más que todo por resultados, por muertes, por operaciones, en ese tiempo los que viajaban
a estudiar eran más que todo por eso doctor” // “mi capitán hablaba directamente con mi coronel (…) las
coordinaciones eran directamente con mi coronel de la información que manejaba mi capitán, por eso era que
prácticamente a mí, casi todo, las felicitaciones eran por medio del dos”.

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lugar en el cual iban a ser asesinadas; (iv) ordenó maniobras militares que procuraban
la muerte de civiles, cumpliendo las instrucciones del capitán Aguilera; (v) recibió
directamente los kits de legalización y con estos modificó o alteró la escena del crimen
dando la apariencia de un combate real; (vi) reportó a su superior resultados
operacionales falsos y; (vii) declaró ante la justicia penal militar y ordinaria de manera
apócrifa para encubrir los asesinatos, en concertación con otros miembros de su
compañía.

1574. Así las cosas, Jiménez Botina era consciente de: i.) la situación de conflicto
armado en medio de la cual ejerció su labor en el departamento del Huila ii.) que las
muertes reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las
víctimas estaban fuera de las hostilidades. Para ello, adelantó tareas en todas las fases,
pues obtuvo o recibió información para planear los crímenes desde la selección y
ubicación de las víctimas. Las retuvo en el vehículo oficial que utilizó para desplazarlas
hacia el lugar del asesinato, cuya ejecución era ordenada por él. También participó en
el encubrimiento de los hechos reales al alterar la escena del crimen y concertar las
declaraciones ante la justicia penal militar.

1575. Su cercanía con el capitán Aguilera, jefe de la sección de inteligencia del BIPG, y
su eje articulador con los miembros del pelotón a su cargo ofrecen bases suficientes para
entender que Jiménez Botina era determinante para la práctica criminal que produjo los
asesinatos y desapariciones reportados como muertes en combate, especialmente, dado
el papel protagónico de Catapulta 4 en la comisión de estos crímenes. Sin su
contribución al plan criminal, la compañía no hubiera podido presentar asesinatos y
desapariciones forzadas de personas como bajas en combate, previamente
seleccionadas, engañadas, asesinadas y señaladas falsamente en informes como
miembros de grupos armados en combate. Jiménez Botina actuó con pleno
conocimiento, ejerciendo conductas referidas a la planeación, la ejecución y el
encubrimiento de asesinatos y desapariciones forzadas.

1576. De esta manera se tiene que, la actuación del señor Jesús Mauricio Jiménez
Botina, en calidad de comandante del cuarto pelotón de la compañía Catapulta del
BIPIG, constituyó un aporte esencial para la ejecución de dos patrones que han sido
identificados por la Sala. Esto tuvo lugar, mediante (i) el cumplimiento de las
instrucciones impartidas por el Capitán Aguilera en relación con la forma en que se
debían perpetrar los delitos investigados y (ii) la trasmisión de dichas indicaciones a
sus subalternos.

1577. Sin embargo, no se evidencia que Jiménez Botina hubiese tenido un rol de
liderazgo en el surgimiento o en la consolidación de los patrones analizados. Aunque
comandaba a los efectivos que integraban el pelotón a su cargo, se pudo comprobar que
el compareciente seguía las órdenes impartidas por sus superiores y, les reportaba todo
a ellos, con el propósito de que lo guiaran y le dieran su autorización. Tampoco
contribuyó en el diseño de los patrones criminales o en la implementación de
innovaciones. Por lo tanto, será considerado como un partícipe determinante sin

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liderazgo.

1578. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1703 de Ever Huelgos
Vargas, Jairo Falla Calderón, Jorge Luis López Ortiz y Arley Vega; en concurso con el
crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como
crimen de lesa humanidad1704 36 personas, Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel Alvarado
Rivera, Michelle Dayana Alvarado Mejía, Otoniel Oviedo Martínez, Faiber Cuellar
González, José Aristides García Claros, Honaldo Muñoz Campo, Ever Huelgos Vargas,
Jairo Falla Calderón, Fabio Lozada Muse, Javier España Andrade, Jorge Leonardo
Hernández Serrano, Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería,
Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín, Herney Ochoa Cadena Cadena, José
Agustín Arias Barrera, Juan Gabriel Cuenca Morea, Jarry Lenin Peña Hio, Rigo Tovar
Pinto, Diomar Vidal Hernández, Jorge Luis López Ortiz, Jhon Germán Vargas
Calderón, Omar Penagos Urquina, Luis Ángel Vallejo Vargas, Arley Vega, Jair Hoyos
Alzate, Álvaro Marín Silva, Elio Delio Velasco, Jhon Jairo Zúñiga Gómez
y cuatro personas no identificadas; así como por la tentativa de homicidio1705 de Diego
Ferney Sierra Álvarez.

4.8. Teniente Coronel (r) Luis Carlos Aguilera Quintero.

1579. Luis Carlos Aguilera Quintero, identificado con cédula de ciudadanía No.
91.474.531 y sometido a la Jurisdicción Especial para la Paz con Acta No. 304889, fue
miembro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” entre el 12 de enero de
2006 y el mes de junio de 20071706, periodo en el que tenía el grado de capitán 1707. Se
desempeñó entre enero y junio de 2006 como comandante de la compañía C,
“Catapulta”, y como oficial de Inteligencia (S2) del BIPIG los siguientes 12 meses. El
señor Aguilera fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión
voluntaria mediante Auto No. 238 de 18 de diciembre de 2020, siendo escuchado en dos
sesiones los días 1 y 2 de marzo de 2021.

4.8.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1580. Para el periodo en el que el señor Aguilera Quintero se desempeñó como


comandante de la compañía “C” (enero a junio de 2006) el Batallón presentó 2
asesinatos cometidos por su segundo pelotón,1708 mientras que, en el tiempo que fungió

1703 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165. Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1704 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135. Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1705 Código Penal. Artículos 103 y 27.

1706 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492
1707 Ejército Nacional. Extracto de hoja de vida de Luis Carlos Aguilera Quintero. Cuaderno Legali No.

9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1708 Hechos del 28 de enero de 2006 (víctima: Benedicto Murillo Asprilla) y del 11 de abril de 2006 (víctima:

Norberto Celys).

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como S2, el BIPIG reportó cincuenta muertes en supuestos combates y 2 personas


heridas. El total de operaciones en las que se presentaron estos delitos es de veintinueve,
de las cuales veinte corresponden al primer patrón criminal, de estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, tres al
segundo de selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de
vulnerabilidad, y seis al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades
de delincuencia común y/o milicias. Aguilera reconoció la ilegalidad de sus actuaciones
y su participación en seis hechos1709.

1581. En los veintinueve hechos las víctimas eran civiles, tres de ellas mujeres, y todas
las muertes se dieron con ocasión de un plan para obtener beneficios personales y
profesionales, procurando la búsqueda de personas señaladas de pertenecer a grupos
ilegales dándole apariencia de legalidad y del que eran conscientes sus partícipes1710.
Así lo reconoció Aguilera al señalar “como le digo, eso no fue producto del azar, sino que fue
más premeditado que cualquier cosa”1711. Mientras fue comandante de compañía se encargó
de concertar las declaraciones1712, conseguir de material de guerra para ser implantado
en el lugar de los crímenes1713 y simular los combates1714. En los hechos cometidos

1709 Hechos del 11 de abril de 2006 (víctima: Norberto Celys); 5 de octubre de 2006 (víctimas: Ever Huelgos
Vargas y Jairo Falla Calderón); 19 de noviembre de 2006 (víctimas: Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel Alvarado
Rivera y Michelle Dayana Alvarado Mejía); 22 de diciembre de 2006 (víctimas: 4 personas hasta la fecha sin
identificación); 5 de enero de 2007 (víctimas: Diego Ferney Sierra Álvarez, Faiber Cuellar González y José
Arístides García Claros); y 12 de abril de 2007 (víctimas: Andrés Mauricio Duarte Guzmán, Carlos Augusto
Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón y Rubiel Andrade).
1710 El señor Edwin Miguel Pérez Pantoja, en su versión voluntaria, indicó: “tipo 9 de la noche aparece el

soldado Lozada con el sujeto y el arma, él mismo trajo al señor y trajo el arma. También era así un grupo que
ya sabían que tenían que hacer, la demora era que el soldado Lozada se fuera en la moto y enseguida le
dispararon al señor” (...) “ya mi primero ya sabía porque dijo “yo escucho los disparos y cojo e informo al
batallón”” (...) “la jurídica sabía porque le hacía unas preguntas nada más y cuando uno veía, ya estaba
imprimiendo la declaración”. Versión voluntaria de Jair Arias Sánchez: “dentro de esos planes de bienestar y
moral de pronto las compañías que tenían resultados pues les daban días de más de permiso. Y pues como
para que no, no medir con el mismo rasero las unidades que no tuvieron resultados con las que de pronto sí
tuvieron resultados, se podía manejar días de más de permiso”. Versión voluntaria de Miller Damián Forero
Cruz. “PREGUNTADO: ¿qué le dijo usted a los integrantes del pelotón? RESPONDIÓ: lo mismo, que mi
capitán me había dicho que había una gente que tenía antecedentes y que íbamos a empezar a hacer
operaciones, pero entonces que tocaba ponerles kit, aunque ya algunos de ellos ya sabían porque ya llevaban
cierto tiempo, yo porque estaba nuevo, pero algunos de ellos ya sabían cómo era eso. PREGUNTADO:
justamente ahí va pregunta, ¿quiénes del pelotón ya sabían, o cuál fue la reacción de los del pelotón cuando
usted les conto eso? RESPONDIÓ: la reacción es que después de que uno les diga que el incentivo era más
días de permiso y eso, la gente con tal de la motivación de eso de los días nadie decía nada”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edwin
Miguel Pérez Pantoja. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0276.
1711 Al respecto, Aguilera Quintero, señaló: “Sí, como le digo señor Magistrado, sí, claro, ese pelotón y esa

compañía ya había estado todo el año 2005 en Algeciras y ellos ya habían andado y ya habían recorrido todo
ese sector, ya sabían quiénes eran las personas que andaban ahí, y este muchacho que fue el orientador, Jaider
Urriago, ya también lo conocía, él ya sabía quién era la persona. Entonces, como le digo, eso no fue producto
del azar, sino que fue más premeditado que cualquier cosa”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492
1712 Ibidem.

1713 Ibidem.

1714 Ibidem.

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mientras fue oficial de inteligencia participó en la ideación, la ejecución y el


encubrimiento, concretamente adelantando la planeación de las operaciones 1715,
haciendo seguimiento de las operaciones1716, manejando la red de informantes1717,
consiguiendo a las víctimas que serían dadas de baja1718 y coordinando los relatos en los
informes1719.

1582. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Aguilera Quintero por


la ejecución de estos patrones.

4.8.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la Sala.

1583. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de los tres (3) patrones macrocriminales,
señalamiento grupo armado, víctima en condición de vulnerabilidad y señalamiento
delincuencia común.

4.8.2.1. Responsabilidad por haber participado en reuniones previas en las que se


concertó la presentación de asesinatos y desapariciones forzadas como
muertes en combate.

1584. El señor Aguilera Quintero reconoce haber participado en reuniones con la plana
mayor del BIPIG en las que el comandante del Batallón, Carlos Yair Salamanca Robles,
precisó la necesidad de poner en marcha operaciones ilegítimas contra la vida de la
población civil.1720

1585. Al respecto recordó en su versión voluntaria que, cuando el comandante del


Ejército era el General Montoya, en una reunión con los de inteligencia y operaciones
del Batallón, el TC Salamanca les dijo: “mire, hagan como está haciendo el mayor Ordoñez,
allá en el Gaula Valle hermano, ellos llegan y cogen allá a la gente, y tienen unos soldados ahí de
la sección de inteligencia, tienen alguna gente que conoce, y entonces simplemente cogen y los
halan y los llevan y se los entregan y allá dan los resultados”. Adicionalmente advierte que

1715 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1716 Ibidem.

1717 Ibidem.

1718 Ibidem.

1719 Ibidem.

1720 En palabras de Aguilera Quintero: “”miren, hermanos hagan como están haciendo en tal parte, busquen

alguien que hale a las personas a ustedes”, entonces llevábamos digamos junio-julio-agosto-septiembre,
digamos esos tres meses y medio en que no había habido resultados por lo menos con informaciones que
nosotros hubiéramos dado, habían desarrollado operaciones en contra de las FARC pero no había habido
resultados, entonces ya es cuando llega ese tema de la delincuencia común, por sugerencia, porque él nos dice
“mire hermano, es que en tal parte están haciendo esto, hombre, ustedes porque no hacen lo mismo, mire”, sí,
porque él nos refiere directamente ese tema”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.

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la reunión tuvo su efecto dado el crecimiento de los resultados operacionales y el


número de bajas que se reportaban en cada uno.

1586. Así mismo, reconoce haber participado en una reunión con el Comandante de
BIPIG y con una persona apodada “Chamo”, informante del Batallón, quien ofreció sus
servicios y los de “Luigi” en la selección y atracción de víctimas 1721 en condición de
vulnerabilidad (segundo patrón macrocriminal)1722, pues indicó:

(…) Yo lo llevo a mi oficina y le digo ‘venga hermano, cuénteme cual es la información’, porque
pues yo no había estado en la conversación inicial, entonces digamos como para que él volviera y
me empapara de cuál era la conversación inicial que habían tenido, él me dijo ‘lo que pasa es que
yo vengo de trabajar en tal parte, yo sé cómo se hacen las cosas, entonces yo quiero, pues yo le dije
al coronel que si quería pues yo me podía ofrecer’, entonces yo le dije ‘bueno, listo, ¿qué tiene usted
para ofrecer?’, y me dice ‘no, yo conozco un muchacho, ese muchacho conoce a otros muchachos
que pueden ser un objetivo que se puede llevar, se puede entregar a la tropa y se pueden presentar
como muertos en combate’.

4.8.2.2. Responsabilidad por la planeación de las operaciones ilegales.

1587. Jesús Mauricio Jiménez Botina, comandante de pelotón, señaló en diligencia que
coordinaba con el señor Aguilera aspectos operacionales tales como la ubicación de la
tropa, la cantidad de soldados que salían para cumplir una misión 1723, así como otros

1721 En su versión voluntaria, Luis Carlos Aguilera Quintero, manifestó: “PREGUNTADO: ¿Usted estuvo en
reuniones con esta persona y con el comandante del batallón? RESPONDIÓ: Inicialmente solo el comandante
del batallón, por lo mismo que yo le digo que la persona solo quería hablar con él, pero ya después a mí me
convocan, entonces ya es cuando él le dice “vea, entiéndase aquí con el capitán porque el capitán es el jefe de
la sección de inteligencia, él es de toda mi confianza, yo de pronto no estoy, si usted viene y me busca me va a
encontrar por fuera, entonces hable directamente con el capitán”, entonces ya el muchacho como que al
principio como cierto recelo, pero ya después el comienza a hablar, entonces comienza a organizar y a planear
todo lo que se iba a hacer conmigo.” [...] “PREGUNTADO: ¿En esa conversación esta persona que llega con la
información o con la propuesta les dice o le dice a usted, mejor, que trabajó con otras unidades militares?
RESPONDIÓ: Sí, él dio a entender que a él le había tocado venirse de Pitalito, digamos, como a esperar a que
se apaciguaran un poco las cosas, porque pues el ya, lo que yo interpreto es que él se había venido precisamente
como para no calentarse tanto, entonces se viene de Pitalito para Garzón y ofrece sus servicios en Garzón.
PREGUNTADO: ¿Cómo sabia esta persona que sus servicios eran, no sé si requeridos, pero, por lo menos que
podía ofrecerlos en Garzón? RESPONDIÓ: Porque si él ya había visto, digamos, los diferentes resultados que
se habían dado porque aparecían en los periódicos, pues, el que las usa se las imagina y él podía saber que
esos resultados que se habían presentado en Garzón eran, digamos, del mismo modo de delinquir que él tenía,
o en el mismo modo de actuar que él tenía para trabajar con otra unidad, entonces el acude al comandante del
batallón y digamos que hay una particularidad entre estas personas y es que ellos conocen la necesidad del
comandante en el sentido o en su afán de dar resultados, entonces él se presenta y le dice ‘yo le voy a dar una
información para resultados’ y cualquier comandante de una vez lo recibe, le dice ‘claro, venga para acá yo lo
escucho’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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1722 Hecho del 5 de enero de 2007 (Víctimas: Diego Ferney Sierra Álvarez, Faiber Cuellar González y José

Aristides García Claroseran) - Eran consumidoras de marihuana, pero su presentación en medios se dio como
delincuentes comunes.
1723 Jesús Mauricio Jiménez Botina: “PREGUNTADO: ¿con quién discutía usted o se comunicaba por los

asuntos de carácter operacional? RESPONDIÓ: directamente con mi capitán Aguilera. PREGUNTADO: ¿quién
era el capitán Aguilera? RESPONDIÓ: el jefe de la sección segunda, el jefe de inteligencia. PREGUNTADO: ¿el

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asuntos de resorte de un oficial de operaciones, y que a su vez era a quien primero se le


reportaban los hechos1724.

1588. Aguilera Quintero reconoció al respecto que efectivamente impartía órdenes a


los pelotones, pero todas eran previamente aprobadas por el comandante del Batallón,
como por ejemplo en el caso del 4 de octubre de 2006, en donde:

“(…) iba y le transmitía por orden directa del comandante del batallón la orden de mi coronel es
ésta, hay que hacer esto, la hora de salida es esta para que usted se pueda emboscar durante el día
y permanecer ahí hasta que usted coordine, o ya sepa cuál es la señal, o el cabo Urueta lo llame o
se le diga que ya van para allá y usted este pendiente que ellos le van a llegar ahí”1725.

1589. Cuando se presentaba una operación irregular y se hacía el reporte al batallón


Aguilera era de los primeros en enterarse e incluso era contactado directamente por
quienes reportaban el falso resultado, como él mismo reconoció.1726 Aseguró además
que el seguimiento que hacía a las operaciones consistía también en la coordinación con
el personal de policía judicial en razón a los levantamientos que correspondían

capitán Aguilera de la sección de inteligencia de daba indicciones de carácter operacional? JIMÉNEZ: si señor.
PREGUNTADO: ese es el procedimiento estándar que se acostumbra en las unidades militares RESPONDIÓ:
si, casi siempre por lo que la parte de inteligencia es la que sabe directamente la información y entonces el
debido proceso era el de la parte operacional pero prácticamente yo recibí la orden directa de mi capitán
Aguilera.” […] “PREGUNTADO: […] qué tipo de indicaciones le daba el capitán Aguilera. RESPONDIÓ: de
operaciones, salga con tantos soldados, va a tal sector, en tal punto lo deja la NPR, en las punto arranque usted
a pie hasta tal sector. PREGUNTADO: esa no es la información que debe consignar una orden de operaciones.
RESPONDIÓ: si señor. PREGUNTADO: quisiera entender ¿por qué el oficial de inteligencia le daba la
información que estaba en la orden de operaciones?” […] “PREGUNTADO: cuéntenos por favor en términos
generales cuál era el procediendo para salir a una operación, ¿cómo iniciaba el día en el que usted salía a
operación? RESPONDIÓ: doctor lo que pasa es que cuando yo iba a hacer operaciones contra las FARC o
grupos armados y eso, nos daban información en la mañana alistábamos el personal, alistábamos el personal
durante el día y ya en la noche salíamos para quedarnos infiltrados 4-5 días dependiendo, si íbamos y no había
nada al segundo o tercer día nos devolvíamos y esperábamos. Ahora, las otras operaciones contra delincuencia
común simplemente mi capitán Aguilera me decía, aliste tantos soldados que esta noche sale para tal punto,
ahí no había tanto lineamiento mientras que las otras si, eran con una o dos secciones, nos tocaba infiltrarnos,
pero la delincuencia común no, solo me decía aliste 5 soldados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1724 Versión voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina: “PREGUNTADO: cuando ocurrían los resultados de

las operaciones ¿a quién se las reportaba usted? RESPONDIÓ: lo que pasa es que todo eso lo planeaba la
sección segunda y cuando ya se realizaba uno hablaba directamente con el capitán Aguilera, le decía, ya hice
lo que usted me dijo y ya uno informaba a la unidad por radio al batallón para que le informarán al comandante
del batallón, directamente era con mi capitán Aguilera. PREGUNTADO: ¿usted le informaba primero al
capitán Aguilera y luego informaba al batallón? RESPONDIÓ: si”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1725 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1726 Aguilera Quintero reconoció que: “se comunicaban conmigo, pero, es decir, antes de que me llamaran a mí

ya había surtido la instancia de que ellos ya le habían reportado al comandante del batallón, ya le habían
reportado al oficial de operaciones, y me llamaban”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.

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realizar.1727

1590. Igualmente, el entonces Sargento Segundo del BIPIG José Alirio Triana Rosas
indicó en su versión voluntaria que Aguilera auspiciaba la realización de los hechos y
que era conocedor de los procedimientos que se adelantaban para la obtención de
resultados1728, refirió que en el hecho del 23 de marzo de 2007 tras darle información al
Capitán sobre un negocio con unas granadas de MGL, le respondió “si, hágale que ya mi
Coronel sabe de eso ya”.

1591. El cabo segundo Jhon Esteban Urueta Ballesteros en la misma línea aseguró que
el capitán Aguilera, como jefe de la sección segunda, para los hechos del 12 de abril de
2007 lo convocó a solas en el caserío de la Gran Vía,1729 donde le explicó la operación
que adelantarían en el sector, señalando “vamos a ir al punto donde se va a montar la
emboscada […]. En el sitio, en la Chonta, me dijo el Capitán que ya estaba todo organizado para
hacer la operación, que un informante nos iba llevar tres o cuatro personas y que nosotros
procediéramos a dar los resultados”.

4.8.2.3. Responsabilidad por atraer víctimas que serían dadas de baja en operaciones
ilegales.

1592. El entonces teniente Jesús Mauricio Jiménez Botina, señaló que Aguilera se
encargaba directamente o por medio de subalternos en la sección de inteligencia de
conseguir a las víctimas y por consiguiente llevarlas al lugar donde serían dadas de baja
en el marco de la planeación y seguimiento que hacía a las operaciones, aseguró que
“ya bien tarde, cuando ya íbamos en cierto sector aparecía con las personas que íbamos a dar de

1727 Ibidem.
1728 José Alirio Triana Rosas: “yo le conté antes de pasar el evento, yo le expliqué más o menos como era que
los soldados iban a hacer y me dijo “no hay problema, háganle” [...] PREGUNTADO: ¿Por qué llamó usted al
Capitán Aguilera? RESPONDIÓ: porque ya había trabajado con él y pues como le digo, en el contexto de lo
que yo había mirado en el Batallón pues él era conocedor de muchos de estos procedimientos entonces por ese
motivo tuve no la confianza sino la certeza de informarle.” [...] “yo llamo al Capitán Aguilar y me dice “quédese
ahí un momentico, ya un momentico que le va a llegar un encargo”, cuando no ha transcurrido por ahí una
hora, llegó una NPR del Batallón, no le puedo decir el nombre del conductor ni la placa, simplemente sé que
era una NPR del Batallón porque era un soldado profesional quinen la manejaba. El Capitán me llama y me
dice “ahí le envío la NPR ya usted sabe que hacer” y los soldados “mi Sargento ya hagámosle”. Qué hicieron,
montaron a estos dos jóvenes en la NPR, una motocicleta que llevaban una de T creo que era blanca y fueron
transportados a la parte alta del municipio del Recreo en un punto que cono como la Rastrera”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio
Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1729 Jhon Esteban Urueta Ballesteros: “Días antes del evento se comunica conmigo mi CT. AGUILERA Jefe de

la Sección 2 del Batallón y me dijo que nos encontráramos en el caserío de la “Gran Vía”, solamente los dos.
Yo tenía una ropa en el equipo y salí de civil al caserío, donde nos encontramos en el caserío y mi CT.
AGUILERA me dijo vamos a ir al punto donde se va a montar la emboscada, es decir que en ese punto era
donde se iba a dar las bajas. Yo me monte en la moto con mi Capitán y nos fuimos hasta el punto en la Vereda
La Chonta donde fue la operación, era un sitio donde había una sola casa en un plan abajo.” Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria y presentación
CCCP de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.

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baja”.1730

1593. José Alirio Triana Rosas, sargento segundo, indicó que para el 23 de marzo de
2007 el capitán lo llamó y le dijo “’quédese ahí un momentico, ya un momentico que le va a
llegar un encargo’, cuando no ha transcurrido por ahí una hora, llegó una NPR del Batallón, no
le puedo decir el nombre del conductor ni la placa, simplemente sé que era una NPR del Batallón
porque era un soldado profesional quien la manejaba. El capitán me llama y me dice ‘ahí le envío
la NPR ya usted sabe que hacer’ y los soldados ‘mi Sargento ya hagámosle’” refiriéndose al
asesinato de la persona que fue transportada en el vehículo del batallón, quien
posteriormente fue reportada como integrantes de las FARC-EP (primer patrón
macrocriminal)

4.8.2.4. Responsabilidad por el uso de la red de informantes y la pretermisión del


ciclo de inteligencia que realizaba la oficina del S2 para la comisión de los
crímenes.

1594. En el marco de sus funciones Luis Carlos Aguilera Quintero tenía control de la
red de guías e informantes1731, el pago de informaciones, así como del ciclo de

1730 Jesús Mauricio Jiménez Botina: “PREGUNTADO: cuando usted salía del batallón con las órdenes del
capitán Aguilera ¿ya se sabía que iban a presentar una baja de personas fuera de combate como si hubiera
ocurrido en combate? RESPONDIÓ: el me daba la información de qué había un grupo o dos que estaban
atracando, pero ya bien tarde cuando ya íbamos en cierto sector aparecía con las personas que íbamos a dar
de baja. PREGUNTADO: ¿el capitán Aguilera le daba las indicaciones de que sacara su pelotón y llegaba al
lugar de los hechos con las personas que iban a dar de baja? RESPONDIÓ: si llegaba el o alguien de la sección
de el”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0294.
1731 Jesús Mauricio Jiménez Botina: “PREGUNTADO: ¿en algunas de las operaciones que resultaron en

ejecuciones extrajudiciales participo algún orientador? RESPONDIÓ: si, el que hablaba directamente con los
orientadores y eso era mi capitán Aguilera (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
Aguilera Quintero: “PREGUNTADO: ¿de dónde conseguían a los orientadores o cómo los conseguían?
RESPONDIÓ: Señor Magistrado, muchas veces los orientadores eran las mismas personas que podían dar la
información. Es decir, una persona podía llegar al batallón o podía darle la información a una de las unidades
que se encontraban en el área de operaciones. Y digamos que la siguiente pregunta de la información era ¿y
usted puede llevar a las tropas allá?, o el mismo comandante en el área de operaciones decía, “bueno, ¿y usted
me puede llevar hasta allá”, entonces el cuándo daba a información decía “mire yo tengo esta información, y
la persona que nos está dando la información nos puede llevar”, esa era una forma. Una segunda forma eran
personas que ya habitualmente venían trabajando o que los conocían en el batallón como orientadores, me
refiero al caso de Jaider, por poner un ejemplo, ya lo conocían del batallón entonces ya sabían que el conocía
toda el área rural de Gigante y parte de Algeciras, entonces cuando había informaciones sobre ese lado uno
simplemente lo llamaba “venga, ¿usted conoce de tal vereda?, ¿usted ha escuchado de tal cosa?, sí, ah bueno,
¿usted puede llevar a las tropas allá?, sí”, entonces el venía y acudía. O en una tercera instancia podía ser que
las mismas tropas tuvieran soldados que fueran de la región, que conocieran, que llevaran hasta el sitio,
entonces uno podía coger un soldado de un pelotón, pasárselo al pelotón que iba a hacer la operación, y ese
soldado servía como orientador para levarlos allá”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.

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inteligencia1732, el cual, conforme a la información contrastada por la Sala, era utilizado


para realizar falsos informes y servía tanto para la identificación y atracción de víctimas
como para dar apariencia de legalidad a los combates simulados.

1595. Sobre esto, sea lo primero señalar que Aguilera precisó en su versión que durante
su permanencia en el Batallón los blancos de la sección de inteligencia eran FARC y
delincuencia común y para ello había soldados que hacían parte de la red de
inteligencia1733. También indicó que, si bien existen oficiales de operaciones y de
inteligencia en los batallones, el comandante no se desentiende del funcionamiento de
la sección, antes bien, maneja todo

“(…) el comandante del batallón en muchas oportunidades, o por lo menos en ese caso del coronel
Pico y en el caso del coronel Salamanca, ellos recibían a las fuentes, muchas fuentes no hablaban
conmigo, muchas fuentes primero hablaban con él y después él me los refería “mire, hable con el
que el es el encargado de este tema de inteligencia”, pero primero iban y lo hablaban con él.
Entonces digamos que el tema de inteligencia en un batallón, el jefe de la sección de inteligencia
en un batallón es el comandante del batallón, por decirlo así, que él delega esa responsabilidad de
la inteligencia y las operaciones en un oficial de operaciones y en un oficial de inteligencia, pero
principalmente uno como el comandante del batallón maneja todo lo que tiene que ver con
inteligencia y con operaciones” (...) ”PREGUNTADO: ¿Qué tan enterado o qué tan al detalle
conocía el comandante del batallón las actividades de la sección de inteligencia? RESPONDIÓ: Él

1732 Aguilera Quintero: “¿cómo se cumplía o cómo se desarrollaba el ciclo de inteligencia en la sección del
Batallón Pigoanza? RESPONDIÓ: Nosotros recibíamos las informaciones, digamos que de manera inicial por
la inteligencia de combate que reportaran a las unidades, o porque nosotros la recibíamos por nuestras fuentes
o por los informantes que tuviéramos. Digamos que antes de comunicar ese tipo de informaciones al
comandante del batallón o antes de que a las unidades se las reportaran, se hacía como una verificación,
llámese de los antecedentes o de las informaciones habituales que se llevaban en el diario de informaciones de
inteligencia, se podía verificar si sí era cierto, eso todos los días se hacía un boletín en donde se reportaban las
informaciones de inteligencia, si era necesario y si uno veía la conveniencia de pronto de la información,
porque ya había varias fuentes o ya en varias oportunidades habían dado la información, entonces uno
ahondaba un poquitico y uno le comentaba al comandante del batallón “mire, hay esta información”, él tomaba
la decisión si esa información se podía operacionalizar o no, es decir, esa decisión no la tomaba yo, la toma el
comandante del batallón con el oficial de operaciones y con el oficial de inteligencia, se valora la información
y ellos dicen “listo, profundicemos más, ojalá que consigamos un orientador en el terrero para que lleve las
tropas y hagamos una operación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1733 Aguilera Quintero: “(…) estaba mi persona, estaba el sargento Munévar, estaba el sargento Triana, estaba

el cabo primero Torres, y estaba Urueta. Había algunos soldados, no recuerdo los nombres, si eran dos-tres
soldados que hacían parte de la red de inteligencia el batallón, no recuerdo en este momento cuantos ni los
apellidos, pero si había unos soldados que pertenecían a la sección de inteligencia” (...) ”Esos soldados tenían
la misión de estar por fuera de las instalaciones del batallón, digamos que se le asignaban algunos municipios
en los cuales ellos se movían, tenían contacto con la población civil, recibían informaciones de primera mano,
si era que las había, recibían informaciones… es decir, digamos que eran como esas esponjas que reciben de
primera mano cómo las informaciones de lo que se enteraban, ellos digamos que se la pasaban en la plaza, en
la galería, como le llaman en el Huila, en los comercios, es decir, se movían por muchas partes como recibiendo,
escuchando las informaciones, había un jefe de red, por decirlo de ese modo, que era el que canalizaba todas
las informaciones que ellos recibían, se evaluaban, se miraban cuales informaciones eran, digamos, se podían
operacionalizar, o seguir trabajando, o profundizar en las mismas, o simplemente se desechaban esas
informaciones porque no conducían a nada, y se les orientaba para que ellos trataran de ahondar más en
algunas otras informaciones, y si no, pues, simplemente se les asignaban otras misiones”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera
Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.

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estaba enterado porque todo lo que es la parte de inteligencia lo maneja él como comandante de
batallón, es decir, nosotros no éramos una rueda suelta de que yo solamente le reportaba a él al
final del mes, o si yo quería le reportaba o no, o yo le reportaba lo que quería, no, todo lo conocía
él, porque incluso, él a veces, uno le decía “mire, hay estas informaciones”, y él decía “no hermano,
esa información no, verifíqueme o profundíceme en esta información, me interesa más esta”, o
alguna cosa.”1734

1596. Así, aunque el pago de informaciones, según el mismo Aguilera, era aprobado
por el comandante del batallón1735, al jefe de la sección segunda le correspondía también
tramitar los pagos por información1736, que eran la remuneración para los informantes
que señalaban a las víctimas, con quienes acordaban el monto que se le cancelaría a
cada uno cuando la operación diera como resultado una muerte.1737

1734 Ibidem. En concordancia, el SS José Alirio Triana Rosas señaló que si bien el informe de inteligencia es la
puerta para que la sección tercera monte una orden de operaciones, en muchas oportunidades “se omitía,
simplemente el comandante de Batallón ordenaba la operación sin hacer el ciclo de inteligencia que se debía
hacer, analizar y difundir, no. Se hacia y después se analizaba, eran errores que de pronto en el tema de
documentación claro, eran fallas”; adicionalmente recalcó que: “a fin de cuentas las decisiones se toman o
porque uno es Comandante o porque uno es subalterno, sin importar si hay un documento o no hay un
documento, lo que se presentó en esa época fueron por decisiones que se desprendieron piramidalmente,
entonces de arriba hacia abajo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1735 Aguilera Quintero indicó: “eso lo determinaba el comandante del batallón, yo no puedo hablar de la época

de Pico, porque yo no puedo decir, yo sé que tal vez cuando ese muchacho iba con nosotros como informante,
como guía o como orientador en el terreno, tal vez le pagaba lo de un jornal, 50.000 por el día, los dos, los tres,
los cuatro días que estuviera, pues proporcional a eso le pagaban. Cuando yo fui jefe de la sección de
inteligencia y se presentaban ese tipo de situaciones, que una persona fuera como un orientador en el terreno
o simplemente fuera al batallón y diera una información, el coronel Salamanca llamaba al que manejaba la
parte administrativa, que era el sargento Munévar, y le decía “venga”, lo mandaba a llamar a la oficina, él iba,
se le presentaba, él decía “mire, denle tanta plata a este muchacho”, el sargento venía, yo le preguntaba ¿para
qué lo necesitaba?, “no, que mi coronel me dijo que para que le diera una plata a este muchacho”, entonces le
daba cincuenta, cien, doscientos, lo que el coronel comandante del batallón le dijera se lo daban, eso podía
variar, le podía dar cincuenta, le podía dar cien, le podía dar doscientos cincuenta mil pesos, dependiendo de
lo que él considerara que le podía dar para que manejara la información”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1736 Alirio Triana: “venía para pago de información o para pago de recompensa ¿para qué? para pagar a la gente

que por x o y motivo había dado algún resultado entonces ahí si firmaba comandante del Batallón, el Ejecutivo,
el oficial de inteligencia, firmaba el suboficial administrativo que era el que formalizaba los gastos, firmaba el
civil o el informante y firmaba un testigo que era un acta de pago de recompensa o de información que eso ahí
si esa es la secuencia de firmas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1737 Aguilera Quintero: “sí se fuera a pagar información que hubiese dado como resultado un muerto, digamos

que se pagaba el millón completo, pero si la información era por ejemplo que se hubiera ubicado una caleta o
que se hubiera logrado una captura o que se hubiera podido lograr una ubicación de un artefacto explosivo
eso ya lo definía el comandante del batallón, entonces podía decir, en alguna oportunidad pagamos 250 mil
pesos por la ubicación de unos cilindros, se le dio 300 mil pesos a una fuente que dio una información, y se
pudo ubicar digamos en un bus escalera que llevaba material de guerra para el Caquetá, entonces así se
definía o se daba el margen de las cuantías de lo que se iba a pagar pero normalmente eso lo definía el
comandante del batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.

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4.8.2.5. Responsabilidad por haber concertado las declaraciones que rendirían en el


marco de las investigaciones.

1597. Aguilera Quintero reconoció haber concertado las declaraciones a rendir en la


oficina jurídica del Batallón y en el Juzgado 65 Penal Militar con posterioridad a la
ocurrencia del hecho. Por ejemplo, respecto de los hechos del 11 abril de 2006 reconoció

“(…) yo les dije ‘bueno, aquí hay que decir esto’, entonces dijimos que el señor se había venido,
que el señor los había saludado y les había dicho ‘que hubo camarada’ y que el soldado le dijo que
no era guerrilla sino que eran las tropas y que el señor había sacado un revólver y le había
disparado, y que el soldado había reaccionado y le había disparado y lo había matado, eso fue lo
que se coordinó en ese momento que era la versión que se iba a dar (...) “Entonces pues ya estaba
hecho el man, yo dije ‘bueno, hermano, ahí lo que hay que decir es esto’, a los soldados ‘hay que
decir que el señor se vino, como se dijo en la versión, que el señor había dicho”.

1598. Este tipo de actuaciones no solo dificultaban el esclarecimiento de lo realmente


ocurrido por parte de las autoridades competentes, sino que también infundían
confianza en los ejecutores materiales de las conductas, quienes veían en el respaldo de
la sección de inteligencia una garantía de impunidad y un aval para cometer hechos
similares en lo sucesivo.1738

4.8.2.6. Responsabilidad por alterar la información operacional, por proporcionar y/o


solicitar material de guerra para ser implantado a las víctimas y alterar la
escena del crimen.

1599. Aguilera Quintero reconoció haber reportado, redactado y suscrito documentos


operacionales en los que informó la ocurrencia de muertes fruto de combates con
grupos armados o delincuencia común sin que efectivamente hubieran ocurrido.
Admite que en el hecho de abril de 2006 informó “al batallón y dije ‘mire aquí se presentó
un combate y tenemos un muerto en desarrollo de operaciones’”.1739

1600. En los casos en los que no suscribía los documentos, apoyaba a los comandantes
en la elaboración de los mismos. Jesús Mauricio Jiménez Botina reconoce en su versión
que el Capitán era quien lo orientaba a la hora de rendir los informes, indicándole

1738 Luis Carlos Aguilera Quintero: “la misma forma de funcionar del Ejército, en el cual usted estaba hoy en
una unidad y mañana va a otra, le permite, o le permitió, digamos, que ese modo que no era correcto de actuar,
donde se realizaron estos hechos que fueron presentados como muertes en combate que no fueron muertes en
combate sino fueron los mal llamados falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales y fueron presentados como
muertos en combate”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.
1739 Luis Carlos Aguilera Quintero: “PREGUNTADO: Ok. Y ¿qué le reportó usted? RESPONDIÓ: Yo le reporté

que había habido un combate ahí en ese sector, y que había habido un muerto, y que el muerto tenía un
revólver y que nosotros estábamos ya asegurando el área y que estábamos esperando, pues, que eso era lo que
se había presentado en el sitio. PREGUNTADO: ¿Pero el combate supuestamente había sido con quién?,
¿contra quién? RESPONDIÓ: Contra esa persona que era la que resultó muerta”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera
Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.

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incluso qué escribir aun cuando no hubiese estado presente en la operación.1740

1601. Luis Carlos Aguilera Quintero reconoció igualmente haber buscado material de
guerra y conservarlo para conformar el kit que con posterioridad se utilizaría en las
operaciones ilegales. Para el hecho del 11 de abril de 2006 afirmó que el revolver que le
fue encontrado a la víctima “nosotros ya lo teníamos hacía días” y que la granada que
también le fue implantada “se consiguió el mismo día que llegó el orientador ahí al sitio donde
estábamos”. Finaliza recalcando que “desde que nos recogieron ahí en el sector de Río Loro,
ya, como le digo, el revólver ya estaba y lo que se pidió que se llevara fue la munición y la granada,
porque eso ya si no lo teníamos”.

1602. En el hecho del 4 de octubre de 2006 aceptó que las tropas ya le habían puesto el
revolver a una de las víctimas.1741Así mismo, Jesús Mauricio Jiménez Botina confirmó
que era la sección segunda la que se encargaba de proporcionar los conocidos “kit de
legalización”, pues el Cabo Torres o el capitán Aguilera eran quienes los entregaban a
los pelotones, refirió que “eran los que conseguían eso y todo y eso era lo que uno les colocaba
cuando daba de muerte a alguno de los sujetos”.1742

1603. En el marco de este modus también indica el entonces Soldado Profesional del
BIPIG, Luis Mulcué Sanza, “ese día alguien dijo que a un muerto le faltaba el kit, entonces me
dijeron que pusiera esas granadas y mi capitán Aguilera, comandante del 2, me daba 10 días de
permiso, entonces se las entregué yo pensando en mis días de permiso”.1743

1740 Jesús Mauricio Jiménez Botina: “PREGUNTADO: ¿el capitán Aguilera le daba alguna indicación para la
elaboración del informe de la operación o los documentos relacionados con la presentación del resultado?
RESPONDIÓ: si doctor, cuando se presentaban esas muertes, era el, el que me orientaba en cómo debía rendir
el informe, que a tales horas, que salí a tales horas, que informe a tales horas, que hicieron el levantamiento, él
me orientaba con eso también”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1741 Versión voluntaria de Aguilera Quintero: “el otro señor también tenía un revólver, pero ese revólver ya se

lo habían colocado las tropas que estaban ahí, es decir, solamente llevaban un arma para ejecutar el supuesto
atraco, y las tropas le colocaron el otro revólver”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1742 Jesús Mauricio Jiménez Botina: ”PREGUNTADO: mientras usted estuvo en el batallón Pigoanza, utilizaba

o uso el kit de legalización RESPONDIÓ: si claro PREGUNTADO: qué se entendía por esa expresión
RESPONDIÓ: era una pistola, una granada de mano y un -[inaudible] PREGUNTADO: quién lo tenía, para
que servía RESPONDIÓ: de eso se encargaba la sección segunda, eran los que conseguían eso y todo y eso eran
los que uno les colocaba cuando daba de muerte a alguno de los sujetos PREGUNTADO: ¿quién lo conformaba,
el kit? RESPONDIÓ: la sección segunda era encargada de eso PREGUNTADO: ¿y cómo llegaba al pelotón el
kit? RESPONDIÓ: dependiendo, a veces y por lo general cuando ya íbamos a [inaudible] esa muerte por ahí a
mitad de camino me lo entregaba el cabo Torres o mi capitán dependiendo, siempre lo pasaban unas dos horas
antes de PREGUNTADO: ¿a quién se lo entregaban? RESPONDIÓ: a mí. PREGUNTADO: antes de estar en el
batallón Pigoanza había escuchado esa expresión o había tenido algún tipo de contacto con un kit de
legalización RESPONDIÓ: miré que no doctor, vine a escuchar eso en Pigoanza”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez
Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.
1743 Hecho del 8 de diciembre de 2006. En el mismo sentido Jiménez Botina puntualizó que: “mi capitán decía

que había mucha delincuencia común pero que eran muy lisos para matarlos entonces que tocaba cogerlos y

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4.8.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1604. El compareciente Aguilera Quintero participó conscientemente y de manera


determinante de un plan criminal para dar muerte a civiles, el cual consistió manipular
en la información que manejaba la sección de inteligencia, utilizar informantes para
identificar y atraer víctimas y generar órdenes de operaciones que tendrían como
resultado homicidios de no combatientes que luego fueron falsamente reportados como
bajas combate.

1605. Aguilera estaba en la obligación de proporcionar información cierta y veraz, que


cumpliera efectivamente el ciclo de inteligencia de dicta la doctrina, así como
salvaguardar la integridad física de las víctimas, respetando y protegiendo sus
derechos. Más aún, sin su colaboración y participación el teniente coronel Carlos Yair
Salamanca Robles no hubiera podido presentar supuestas bajas en combate y
desapariciones forzadas, además de resaltar notablemente en su comandancia.1744

1606. Por lo tanto, Aguilera Quintero era consciente de: i.) la situación de conflicto
armado que se presentaba en el departamento del Huila ii.) de que ninguna de las
muertes reportadas había ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las víctimas
eran civiles. Por ello, adelantó tareas de encubrimiento tales como la alteración de la
escena del crimen y de la información operacional, la consecución de material de guerra
para implantar a las víctimas y la coordinación de las declaraciones falaces ante la
justicia penal militar y ordinaria.

1607. Por el rol que cumplió el compareciente Aguilera Quintero en el BIPIG,


inicialmente como comandante de compañía y luego como oficial de inteligencia, se
aprecian bases suficientes para comprender que era consciente de la práctica criminal
que se empleaba en el Batallón Pigoanza, y a pesar de ello tanto a través de las órdenes
que impartía como de las actuaciones realizadas, dirigió la constitución y puesta en

armaban sus cosas y lo llevaban a tal sitio para uno darle muerte y de ahí si no tenían revolver entonces
colocarle el kit”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Jesús Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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1744 Jesús Mauricio Jiménez Botina: “PREGUNTADO: ¿el capitán Aguilera le hablo también del permiso?

RESPONDIÓ: Claro y mi coronel en los programas él decía unidad que de una baja entonces se le va sumando
a los días de vacaciones tres o cuatro días, no recuerdo muy bien. PREGUNTADO: ¿antes de estar en el batallón
Pigoanza escucho o sabían que este tipo?” [...] “PREGUNTADO: ¿mientras estuvo en el Pigoanza sabia o
escuchaba que los otros pelotones participaban en este tipo de casos? RESPONDIÓ: si después uno ya empieza
a escuchar. PREGUNTADO: ¿usted nos menciona en una respuesta anterior otros pelotones, catapulta 1,
bayoneta 22 que también se destacaban por los resultados que presentaban, por las bajas de hecho, sabe usted
si esos pelotones también cometían este tipo de actos? RESPONDIÓ: si, todo el mundo decía que si en el
chismoseo del batallón PREGUNTADO: ¿Qué se decía?, ¿cómo se comentaba eso? RESPONDIÓ: no pues
normal, que esa unidad había dado de baja pero que era delincuente que le habían colocado el kit”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús
Mauricio Jiménez Botina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0294.

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marcha de los tres patrones macrocriminales.1745

1608. Atendiendo a lo expuesto, existen bases suficientes para considerar que el señor
Luis Carlos Aguilera Quintero, contó con un rol de liderazgo frente al surgimiento y la
consolidación de los patrones macrocriminales que han sido identificados por la Sala,
ejerciendo dominio sobre ellos. Es claro que sus aportes fueron esenciales para su
diseño, su difusión, su permanencia y su encubrimiento. Ello permite identificarlo
como máximo responsable.

1609. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1746 de Benedicto
Murillo Asprilla, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Ever Huelgos Vargas, Jairo Falla Calderón,
Jorge Luis López Ortiz y Arley Vega; en concurso con el crimen de guerra de homicidio
en persona protegida y con el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad1747
de 51 personas, Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel Alvarado Rivera, Michelle Dayana
Alvarado Mejía, Benedicto Murillo Asprilla, Otoniel Oviedo Martínez, Jesús Eider
Burbano Astudillo, Andrés Mauricio Duarte Guzmán, Carlos Augusto Polanía
Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón, Rubiel Andrade,
Ovidio Ortiz Sepúlveda, Wynther Jackson Trujillo Trujillo, Faiber Cuellar González,
José Aristides García Claros, Honaldo Muñoz Campo, Reinel Alvira Pizo, Ever
Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Orlando Molano Gutiérrez, Ever Huelgos
Vargas, Jairo Falla Calderón, Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José
Rentería, Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín, Herney Ochoa Cadena
Cadena, José Agustín Arias Barrera, Juan Gabriel Cuenca Morea, Jarry Lenin Peña Hio,
Rigo Tovar Pinto, Diomar Vidal Hernández, Jimmy Antonio Camargo Vargas, Jorge
Eliecer Neira Cifuentes, Octavio Galindo Carreño, Gonzalo Bermúdez Chaux, Norberto
Celys, Jhon Germán Vargas Calderón, Yobany Ardila Velasco, Rafael Tovar Castañeda,
Arley Vega, Jair Hoyos Alzate, Álvaro Marín Silva, Elio Delio Velasco, Jorge Luis López

1745 Aguilera Quintero: ”Ya cuando, digamos, hacían el reporte, por ejemplo, en algunos reportes que uno veía,
“bueno, ¿qué unidad fue?, no que fue tal unidad, ¿en dónde?, en tal parte, ¿cuántos muertos hubo?, uno, ¿y
qué le encontraron?, no que le encontraron un revólver”, entonces uno sabía, no, este muchacho o esta víctima
no fue producto de un combate sino producto de lo que había uno había visto de ocasiones anteriores y como
hacían el reporte pues ya se podía, digamos, determinar que había sido el mismo modo de actuar o el mismo
patrón de los anteriores. PREGUNTADO: Me quedan claros los dos últimos aspectos que usted menciona,
digamos, que sea una sola víctima, que sea un arma corta, dependiendo de los implementos con los que se
reporta el resultado. ¿Qué lugares y qué unidades le resultaban sospechosos? Usted mencionaba el lugar
donde ocurre, la unidad que lo presenta, la cantidad de víctimas y los implementos. En cuanto a las unidades
y los lugares, ¿que sería lo sospechoso? RESPONDIÓ: En lo que yo tenía de pronto de antecedentes que habían
venido ocurriendo en el batallón, y lo que estuve más o menos hasta esa fecha, finales del mes de septiembre,
digamos había tal vez un acorazado, no me acuerdo si la 1, no, no recuerdo cuál de los acorazados, pero era
una sola de acorazado. Estaba la bayoneta o la ballesta 2, no me acuerdo si era bayoneta que se llamaba la
compañía, que era la sección motorizada. Estaba la catapulta 1. Bueno, ya había habido un caso o dos de la
catapulta 2 y la catapulta 4. Eran las unidades que tenían como esa continuidad o esa permanencia en la
presentación de resultados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1746 Código Penal. artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. artículo 7(1)(i).

1747 Código Penal. artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Ortiz y cinco personas no identificadas; así como por la tentativa de homicidio1748 de


Diego Ferney Sierra Álvarez y Robinson Ramírez Mejía.

4.9.Capitán (r) Miller Damián Forero Cruz.

1610. Miller Damián Forero Cruz, identificado con cédula de ciudadanía No.
80.048.448 y sometido a la Jurisdicción mediante acta 300631, fue miembro del Batallón
de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” entre el 1 de noviembre del 2005 y el 10 de
junio del 20071749 según su extracto de hoja de vida; periodo en el cual tuvo el grado de
Teniente1750 y se desempeñó inicialmente como comandante del cuarto pelotón de la
compañía C “Catapulta” y luego como comandante del tercer pelotón de la compañía
A “Acorazado”. El señor Forero fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir
versión voluntaria mediante Auto 087 de 26 de mayo de 2020, y escuchado en 2 sesiones
los días 7 y 12 de julio del mismo año.

4.9.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1611. El compareciente comandó durante dos meses, aproximadamente, el cuarto


pelotón de Catapulta, conocido en el BIPIG como el grupo especial, lapso en el cual el
registraron tres muertes en supuestos combates1751. Conoce la Sala que el señor Forero
Cruz pasó a comandar el tercer pelotón de la compañía A “Acorazado” en el año 2006
y si bien en ese año no se presentaron resultados, durante el primer semestre del año
2007 reportaron trece muertes con las mismas características1752. De los dieciséis
asesinatos once corresponden al primer patrón macrocriminal, de estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, y cinco al
tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común
y/o milicias. Forero Cruz reconoció su participación y la ilegalidad de sus actuaciones
en seis de los casos.

1612. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan encaminado a mostrar como
resultados legítimos las muertes producidas en combates simulados con el fin de
obtener beneficios personales y profesionales. Del plan criminal que operaba en el
Batallón era consciente el personal de los diferentes grados, lo cual han reconocido
varios comparecientes al dar cuenta de la ilegalidad de los procedimientos y los fines

1748 Código Penal. artículos 27 y 103.


1749 Ejército Nacional. Extracto de hoja de vida de Miller Damián Forero Cruz. Cuaderno Legali No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280.
1750 Estuvo en la unidad como Subteniente por 6 meses y ascendió a Teniente el 2 de junio del 2006.

1751 14 de diciembre de 2005 (Víctima: Juan Cristóbal Alvarado) y 20 de diciembre de 2005 (Víctimas: Germán

Alberto Echavarría Gómez y José Walter Londoño Echavarría.


1752 6 de enero de 2007 (víctima: Ovidio Ortiz Sepúlveda); 23 de enero de 2007 (víctimas: Ever Mosquera Pérez,

Felipe Bernate Alonso, PSI y Orlando Molano Gutiérrez); 12 de abril de 2007 (Andrés Mauricio Duarte
Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón y Rubiel
Andrade); y abril de 2007 (víctimas: 3 personas no identificadas).

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que con ello se perseguía1753.

1613. Mientras Forero Cruz fue comandante de pelotón en las compañías “A” y “C”,
participó en la ideación, la ejecución y el encubrimiento de operaciones ilegales al
buscar material de guerra, disparar contra las víctimas, manipular la escena del crimen,
coordinar declaraciones que rendirían en el marco de las investigaciones y alterar
informes de hechos.

1614. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Miller Damián Forero


Cruz por la ejecución de estos patrones.

4.9.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

1615. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la puesta en marcha de por lo menos dos patrones macrocriminales: estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado y operaciones
ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias de las
FARC.

4.9.2.1. Responsabilidad por ejecutar a civiles fuera de combate y ordenarles a sus


subalternos que procedieran de la misma manera.

1616. El señor Forero Cruz reconoció haber ordenado asesinar cinco civiles el 12 de
abril de 2007. Según su relato las víctimas se encontraban dentro de una casa, los
militares bajo su mando las sacaron, las interrogaron y descubrieron que eran miembros
de las FARC1754 por lo que decidió asesinarlas, sin que mediara agresión alguna de su

1753 Florentino Tovar Gómez indicó: “PREGUNTADO ¿En catapulta 3 quien era el jefe de inteligencia del
batallón? RESPONDIO ahí si no me acuerdo, entre los comandantes eran los que más se hablaban: llegó una
información del, pero pues los del 2 si sabía uno que cuando hacían las formaciones y que era del dos pero no
que el nombre, pero no recuerdo quien era PREGUNTADO eran más importes las bajas que las capturas eso
es lo que me dice, y según me cuenta participo en la captura de un guerrillero ¿ahí no tuvo ningún tipo de
benéficos o algo? RESPONDIO no que yo me acuerdo, cuando hacían las felicitaciones más que todo la hacían
el día viernes, pero fue como normal ero en ningún momento me dijeron mire tiene este beneficio, pero cuando
había alguna baja que para Santa Martha con la mujer, eso sí era normal, el que diera una baja se iba”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
Luis Carlos Aguilera Quintero, señaló: “el mismo día que ocurrieron los hechos el mismo coronel Salamanca
me llamó ‘usted sabe lo que va a hacer Forero, el resultado que va a dar Forero esta noche’, y yo le dije ‘pues,
yo le escuché a Forero que él va a hacer una operación y que él va a hacer un trabajo allá sobre ese sector de
La Chonta o que tiene una información allá sobre el sector de La Chonta y que él ya tiene todo coordinado’, o
sea, él ya me había dicho a mi ‘sí, yo tengo’, él ya tenía todo coordinado”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1754 En palabras de Miller Damián Forero Cruz: “[…] y sabíamos que estaban en esa casa porque estaban

pernotando. Al tocar a la puerta, no recibimos contestación, pero sí se sentían movimientos dentro de la casa.
En ese momento ingresamos en la parte de atrás de la casa, al ingresar encontramos 3 sujetos, había uno que

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parte. El oficial de inteligencia del Batallón, Luis Carlos Aguilera Quintero, dio una
versión distinta de los hechos: aseguró que a las víctimas las trajeron de Neiva en un
taxi o bus hasta Gigante y que “hay una moto que los va llevando hasta que terminan 1, 2, 3,
4, 5, hasta que llegan los 5 y ya la moto se devuelve y no vuelve a aparecer y ahí es donde ocurre
que cogen a los muchachos, los llevan al sitio de la Chonta y se simula el combate para darle
muerte a estas personas”1755.

1617. Señaló en su momento Forero que las víctimas se encontraban de pie a unos dos
metros de la tropa, sin esperar que fueran atacadas por los uniformados1756, por lo que
éste por intermedio del cabo segundo Urueta Ballesteros, le ordenó a los soldados
separarse para que cuando escucharan el primer disparo que realizaría el mismo

estaría en el rango de 30 y 40 años, otro de 29 a 39 años y otro sujeto entre los 20 a 25 años. Al indagarlos, los
separamos y empezamos a indagar a cada uno, al inicio decían que eran familiares de esa familia y estaban
con licor, y que estaban ahí pernotando y celebrando. Posteriormente cuando empiezo a indagar por separado,
al que tiene de 20 a 25 lo confronto y le digo “usted es miembro de las FARC, usted hace reclutamiento y cobro
de extorsiones, la comunidad lo ha identificado” y él lo afirma y dice que sí y que los otros dos también.
Cuando indagamos a las personas, el más joven afirmó que pertenecía a las FARC, que llevaba 3 o 4 años; el
segundo, el mayor, afirmaba que él no tenía nada que ver con las FARC, que estaba ahí porque era amigo del
reclutador pero que no tenía ningún nexo; al indagarle al reclutador dice que todos son miembros de las FARC
y reciben órdenes del reclutamiento, sabia como llegamos ahí porque cuando estaban tomando la señora de la
tienda los llamó y les dijo y la comunidad también y sabía que llegamos ahí por esas informaciones, él me dijo
donde tenía el arma, tenía una pistola berreta si no estoy mal, una radio escondida en la casa, en la parte de
arriba, y luego me dice que ya veremos qué hacer, y ahí empieza las incriminaciones hacia la fuerza, que era
de las FARC hace yo no sé cuánto, que iba a ser comandante de escuadra… no sé, empezó a hablar unas cosas
ahí. Sacamos a las personas afuera de la casa para indagarla a cada una, mientras hablaba con uno, el cabo
Urreta hablaba con otro. En ese momento el tipo, creo que era un factor común, demostrar que ellos no tenían
el temor de presentarse ante la justicia porque iban a quedar libres en poco tiempo […]”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián
Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1755 Luis Carlos Aguilera Quintero, señaló: “PREGUNTADO: ¿Relátenos por favor lo que sabe de cómo

sucedieron los hechos? RESPONDIÓ: Lo que yo conozco como sucedieron los hechos, fue que estos muchachos
estuvieron en Neiva, estos muchachos los trajeron de Neiva, iban unos muchachos en un taxi o si había creo
que dos muchachos adelante y este muchacho Falla iba a llevar otros dos muchachos se fueron con él en flota,
se fueron en bus y llegaron a Gigante, de hecho, se encuentran tal vez este muchacho Luis con los dos que
llevaba y los otros dos que se habían ido adelante se encuentran en Gigante, ellos llegan a un billar, porque en
horas del día y entonces se encuentran en un esquina en un billar allá en Gigante y esperan a que horas de la
noche, se ponen a jugar billar, se ponen a tomar cerveza allá en el lugar y cuando miran la hora tal vez las 7, 8,
9 de la noche no se la hora pero ya eran horas de la noche, ellos toman la decisión de comenzar a irse graneados
por decirlo así, al lugar donde lo iban a hacer entonces había alguien que los iba llevando en una moto, los iba
llevando, no sé si es este mismo Falla que consigue una moto o que tenía una moto ahí o que alguno de los
muchachos que se había ido, porque iban a llevar 4 y resultan 5 no se ese quinto de donde aparece, entonces
hay una moto que los va llevando hasta que terminan 1,2,3,4,5 hasta que llegan los 5 y ya la moto se devuelve
y no vuelve a aparecer y hay en donde ocurre que cogen a los muchachos, los llevan al sitio de la Chonta y se
simula el combate para darle muerte a estas personas.”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Carlos Aguilera Quintero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0492.
1756 Miller Damián Forero Cruz, señaló: “PREGUNTADO ¿las víctimas de estos hechos se dieron cuenta que

iban a disparar ellas pudieron percibir que estaban a punto de perder la vida en sus manos? RESPONDIÓ: no
creo que de pronto percibieran eso, me imagino que cuando se iniciaron los disparos, parle menos de este
sujeto que era el que los dirigía arranco a caminar y ahí fue cuando se le disparó”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero
Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.

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Teniente1757, todos accionaran sus armas contra esas personas.1758

1618. Jhon Esteban Urueta Ballesteros mediante escrito de “Presentación CCCP” y luego
en versión voluntaria, reconoció que ante los mencionados hechos Forero le había
indicado “que teníamos que ‘hacer algo en esa área1759’ porque se necesitaban resultados para el
Batallón, es decir que necesitábamos presentar bajas”, razón por la cual, después de haber
recibió las personas tal y como lo relató el capitán Aguilera,1760 “procedimos a dividirnos
por grupos y cada uno se hizo cargo de esas personas y dio la orden el Capitán Forero de darlos
de baja”. El cabo Urueta sobre la participación del compareciente en las operaciones
recalcó que “Uno sabía que cuando se iba a hacer operaciones con el TE. FORERO era porque
se iban a presentar resultados, pues él estaba en el batallón enfermo de un pie y cuando salía de
operaciones se sabía que íbamos a dar resultados.”

1619. Sobre un caso de características similares los soldados profesionales José


Edilberto Vera Vera y Florentino Tovar Gómez1761 afirmaron en sus versiones
voluntarias que en el hecho del 14 de diciembre de 2005, cuando Forero comandaba el
grupo especial del Batallón, le ordenó al primero de ellos que dispara contra la víctima.
Vera recuerda que un soldado de apellido Gómez le informó que el teniente había dicho

1757 José Edilberto Vera Vera, manifestó: “PREGUNTADO: ¿y quién fue el que activo la pistola para simular el
combate? RESPONDIO: esa la disparó él TE Miller. PREGUNTADO: ¿y en alguna otra ocasión usted vio al TE
Miller haciendo lo mismo? RESPONDIO: no, solamente esa vez. PREGUNTADO: ¿usted considera que esa fue
una legalización? RESPONDIO: si claro, fue una legalización”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Edilberto Vera Vera. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.
1758 En palabras de Miller Damián Forero Cruz: “Entonces tomo la decisión de que esta persona debía morir e

iba a ordenar que fuera asesinada, e igual a los otros miembros que estaban con él. Los saco a la parte de atrás
de la casa y más o menos coordino con el cabo para que hablara con los soldados para que cuando yo disparara
al aire, disparáramos a esos sujetos. Se hizo de esa forma, disparo al aire y los soldados que estaban conmigo
disparan a los occisos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1759 Urueta Ballesteros, precisó: “Sector de la ‘Gran Vía’ en Gigante (H.)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala

de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria y presentación de CCCP de Jhon


Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1760 Jhon Esteban Urueta Ballesteros, indicó: “Salimos a las 12 de la noche aproximadamente, estaba todo solo

y empezamos desplazamiento a pie, llegamos al sector de la “Chonta” como a la hora de haber salido y
procedimos a esperar a que nos llevaran personas que íbamos a dar de baja. Llegó entonces una moto con tres
sujetos, el conductor dejo dos personas y se devolvió a recoger otras personas, nosotros inmediatamente
salimos a coger esas personas y la metimos a rastrojo. Esperamos que volviera el de la moto y trajo otras dos
personas a quienes también salimos y retuvimos y el de la moto se devolvió nuevamente y trajo otra persona
más. Yo no conocí la persona que llevo a esas víctimas, después me dijeron que le decían “paya” y a las víctimas
tampoco las conocía ni sé de dónde las traían”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria y presentación de CCCP de Jhon Esteban Urueta Ballesteros.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1761 Florentino Tovar Gómez, manifestó lo siguiente: “PREGUNTADO: ¿Qué rol tuvo él TE Forero en esos

hechos? RESPONDIO: él fue el que le dio la orden al soldado Vera, lo llamó, él fue el que le dijo que disparara,
cogió detenido con el soldado Vera y le dijo que lo hiciera” (…) “PREGUNTADO: ¿usted sabe quiénes
dispararon? RESPONDIÓ: el que disparó allá cuando ya salieron fue el soldado Vera. PREGUNTADO: ¿y
quién le dio la orden a él? RESPONDIÓ: él TE Forero”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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que él tenía que matar a la víctima, a lo cual se habría negado inicialmente, pero ante la
insistencia de Forero procedió a hacerlo.1762 En palabras de José Edilberto Vera Vera:

“(…) la verdad sucedió tan rápido que yo tenía mi arma en el piso, cuando el me volvió a hacer
la señal, yo levanté mi arma así del piso y disparé, la verdad miré que el señor salió hacia adelante
pero no [inaudible] lo volví a descargar y me fui de ese problema, entonces me fui para mi sección
allá a comentarles lo que había pasado (…)”1763.

1620. Con el grupo especial (Catapulta 4) el compareciente realizó 2 operaciones, la


primera del 14 de diciembre de 2005 y la segunda el 20 del mismo mes y año. En esta
última indicó que las víctimas fueron abatidas en un intercambio de disparos, sin
embargo, el soldado Florentino Tovar informó que una de ellas le clamó a la tropa y
particularmente a Forero que no lo fuera a matar; la víctima se encontraba en cuclillas
y sin armas en la mano cuando el teniente le disparó, mientras ella “decía ‘que no, que no,
que no, que él no tenía nada que ver’ y cuando él estaba ahí hablando, le disparó”.1764

4.9.2.2. Responsabilidad por conseguir el material de guerra empleado para la


simulación de combates.

1621. El teniente Forero Cruz reconoció haber recibido de un desmovilizado e


informante del Batallón el arma1765 que en una de las operaciones se le colocó a la
víctima. Indicó el compareciente respecto del hecho del 12 de abril del 2007 mencionado
anteriormente que, después de decidir que las víctimas serían ultimadas, las ubicó en

1762 José Edilberto Vera Vera, señaló lo siguiente: “y me dijo vaya para arriba que el soldado Gómez le tiene que
decir algo, fui hasta donde estaba el man y le dije que paso, me dijo que usted tiene que matar al man y yo
porque, yo le dije, la verdad yo he tenido combates, pero no, así no. Él dijo: ah pues yo no sé, eso dijo el man,
o sea él TE, entonces yo me quede pensando un rato cuando yo volteé a mirar al TE él me miro de arriba
abajo y me hizo señas, yo le dije que no, en ese momento no hallaba la idea de que tenía yo que matar a ese
señor de esa forma , entonces me quede un rato, el me hizo otra vez, eso fue un instante, la verdad sucedió
tan rápido que yo tenía mi arma en el piso [inaudible] cuando el mí me volvió a hacer la señal yo levante mi
arma así del piso y disparé, la verdad mire que el señor salió hacia adelante pero no, lo volví a descargar y me
fui de ahí ese problema, entonces me fui para mi sección, allá a comentarles lo que había pasado”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José
Edilberto Vera Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.
1763 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Edilberto Vera Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0269.
1764 Florentino Tovar Gómez: “PREGUNTADO: ¿usted vio cuando él TE Forero le disparo a esta persona?

RESPONDIÓ: si PREGUNTADO ¿con que arma le disparo? RESPONDIO con el fusil de él. PREGUNTADO:
¿A qué distancia se encontraba él TE de la persona? RESPONDIO: él se encontraba cerca, él se encontraba por
ahí a unos 6-7 metros, ni alcanzaba yo creo que a ser toda esa distancia”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
1765 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: usted hablaba que un desmovilizado le dio las armas que le

puso a las víctimas. Quisiera saber, ¿Cómo conoció a ese desmovilizado? RESPONDIÓ: lo conocí porque en
unas operaciones había llevado informaciones al batallón, ellos permanecían en el área e iban a los pelotones
a darle a uno informaciones o para tener contacto. Estas personas había sido miembro de las FARC en algún
tiempo y se dedicaba a vender informaciones. Como yo estaba en Gigante, él suministraba lo que conocía de
personas en la estructura con la que tenía contacto, así es como lo conozco”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.

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diferentes puntos para junto a los soldados que acompañaron la misión dispararles 1766.
Para esta operación reconoció que las armas que les pusieron a las víctimas fueron
proporcionadas por un desmovilizado, mismo que en una anterior oportunidad le
había ofrecido armamento1767.

“(…) lo que hicimos fue llamar a un desmovilizado que nos conseguía armas y pedirle que si
tenía algún armamento para colocarle a estas personas, después de que fueron ultimados se les
colocaron las armas y se le informo al batallón que había sido un combate de encuentro, de que
o que habíamos hecho era que íbamos bajando, habíamos verificado y nos habíamos encontrado
a estos sujetos, que ellos habían iniciado el fuego y en respuesta de este fuego habían caído
(…)”1768.

1622. Si bien en la cita transcrita Forero Cruz aduce haber informado al Batallón sobre
el combate después de tener las armas, en otro momento de la diligencia respecto del
mismo hecho refirió que consiguió dos de las armas que se le implantaron a las víctimas
después de haber informado al Batallón que las bajas se habían producido por un
intercambio de disparos. Sobre ello señaló que “si ya había llamado al batallón y dije que
fue un intercambio de disparos, pues todos tuvieron que haber disparado”. Relató también que

“(…) después de que ocurren los hechos yo caigo en cuenta que reporté eso. En mi reporte puse
que buscamos si había más occisos y verificábamos el material, es normal que uno reporta un
enfrentamiento y no reporta todo el material porque lo está buscando, sino que se encuentra
después estos elementos. Ahí lo llamo, le digo que necesito dos armas, me dice que tiene dos
revólveres (…)”. (Énfasis agregado)

1623. En los hechos del 23 de enero de 2007 y 12 de abril del mismo año, el cabo Urueta
Ballesteros reconoció que el compareciente además de ordenar la tropa para asesinar a
las víctimas pedía colecta al pelotón para pagar las armas que se iban a implantar, 1769 o
en su defecto las solicitaba directamente al S2 del Batallón1770.

1766 Miller Damián Forero Cruz: “(…) entonces lo que hago es ubicarlos en diferentes puntos, le pregunto a
otros soldados si están con el mismo criterio que yo tengo, en esa parte alguno de ellos me dicen que sí, ahorita
en este momento no podría precisar los nombres exactos de estos soldados, lo que hago es ultimarlos (…)”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1767 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: usted señaló que consiguió las armas dos semanas antes

con ese desmovilizado. RESPONDIÓ: no, entendió mal. Yo conocí dos semanas antes al desmovilizado, en
alguna oportunidad me dijo que si necesitaba un arma para mi defensa me la podía suministrar”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller
Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1768 Ibidem.

1769 Urueta Ballesteros: “Mi Teniente Forero formo [sic] a todo el pelotón y nos comunicó que íbamos a hacer

una operación y dijo que teníamos que hacer recolecta para pagar unas armas que eran los que íbamos a poner
a esos resultados, de ahí pues ya se sabía que íbamos a presentar resultados ilegales”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Definición de Situaciones Jurídicas. Escrito de presentación de CCCP de Jhon Esteban
Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1770 Urueta Ballesteros: “de momento no le encontramos armas y seguimos buscando y encontramos debajo de

una cama dos armas de fuego y una o dos granadas. […] El Teniente Forero que era el que organizaba dio la
orden de matar estas personas y se les pusieron las armas que habíamos encontrado. Como faltaban dos armas,
se comunicaron con el S2 del Batallón y el Sargento torres [sic ]envió dos armas que hacían falta para las otras

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1624. Aun cuando se evidenció una incongruencia en el momento en el que el Teniente


Forero Cruz toma la decisión de conseguir las armas que les pondrían a las víctimas, el
compareciente reconoció haber tomado la decisión de disparar contra la vida de los
civiles y de conseguir el material de guerra que se les implantaría con la ayuda de un
desmovilizado, aspecto de demuestra no solo la decisiva participación de Forero en los
hechos sino la existencia de un plan criminal en el pelotón y en el Batallón para dar
muerte a civiles fuera de combate.

4.9.2.3. Responsabilidad por manipular los lugares de los hechos.

1625. Miller Damián Forero reconoció también haber implantado armas en el cuerpo
de las víctimas y accionarlas con las manos de estas, no sin antes ponerse guantes para
evitar que quedaran marcadas sus huellas o con residuos de pólvora.

“PREGUNTADO: después de la muerte le ponen el arma, ¿Quién hizo eso? RESPONDIÓ: yo.
PREGUNTADO: y también habían accionado el arma. RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO: ¿Cómo
sabía que tenía que accionar el arma después de muerta esa persona? RESPONDIÓ: me imaginé
que para decir que me había disparado, el arma tenía que estar disparada por él. PREGUNTADO:
¿usted utilizó algo para evitar que sus huellas quedaran en el arma? RESPONDIÓ: un guante.
PREGUNTADO: ¿de dónde salió el guante? RESPONDIÓ: los tenía uno del botiquín personal que
uno carga. PREGUNTADO: ¿y por qué sabía que tenía que proceder de esa manera? RESPONDIÓ:
me imaginé que si tenía más huellas no, quería que al accionar el arma él tuviera la pólvora, no
que quedara en mi mano”1771.

1626. Florentino Tovar refiere el mismo accionar por parte del teniente Forero en su
versión1772, al señalar que el oficial era quien se encargaba de disparar el arma que se
colocaba a las víctimas de los hechos, así como de ordenar implantar materiales de
guerra cuando directamente no lo hacía.1773

4.9.2.4. Responsabilidad por haber concertado falsas declaraciones de los partícipes


en las investigaciones sobre los hechos.

dos víctimas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Definición de Situaciones Jurídicas. Escrito de
presentación de CCCP de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1771 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1772 Florentino Tovar Gómez: “PREGUNTADO: ¿si cuando vera dispara la pistola que le ponen a la víctima el

utilizo guantes? RESPONDIÓ: que yo recuerde pero que el que se puso los guantes fue mi TE, él lo había hecho
para hacer disparar para hacerlo pasar por real, para que el coso de la pólvora que quedara al señor para que
dijeran que el si había disparado. PREGUNTADO: ¿cuándo dice mi TE quién es? RESPONDIÓ: Forero”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
1773 Florentino Tovar Gómez: “PREGUNTADO: ¿Quién dio la orden de ponerle al conductor de la moto algunas

granadas de la que usted dice llevaba la segunda, el parrillero? RESPONDIÓ: eso siempre lo dice el
comandante. PREGUNTADO: ¿O sea quién? RESPONDIÓ: mi TE Forero”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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1627. El teniente Forero Cruz reconoce haber concertado las declaraciones que rendiría
el personal militar que apoyó la misión en el marco de las investigaciones. En el hecho
del 23 de enero de 2007 en el que fueron asesinadas 3 personas, Ever Mosquera Pérez,
Felipe Bernate Alonso y Orlando Molano Gutiérrez, Forero reconoció haberle indicado
a los soldados el contenido de las declaraciones1774 que debían dar ante la Juez Penal
Militar 65 y afirmó cerciorarse de conocer inmediatamente el relato que daban ante esta
autoridad,1775 aspecto confirmado por Jhon Esteban Urueta Ballesteros1776. Forero refirió
además haber escogido para declarar a quienes habían disparado, sin embargo, indicó
que también era posible que se llamara a declarar a personas distintas de las que habían
participado en la operación militar.1777

1628. Andrés David Martínez, quien fungió como guía e informante del batallón, en
diligencia de testimonio ante la SRVR, informó que el teniente Forero en una
oportunidad estando en la Novena Brigada, le indicó el contenido de la declaración que
debía rendir respecto del hecho del 14 de diciembre de 2005 en la Fiscalía 39
especializada de derechos humanos1778 y que además amenazó con desaparecerlo si no
hacía lo que le pedían.

“Entonces yo me entrevisté con este teniente Forero, que ya en ese tiempo era capitán, (…) cuando
voy saliendo él me hace una amenaza y me dice: “acuérdese que en la diligencia si usted no habla
el mismo idioma que nosotros, nosotros con el puro número de la cédula lo podemos ubicar y lo
desaparecemos”, entonces ahí fue donde yo me les enojé y me dio rabia esa amenaza y le dije que
si no me mataban ahí saliendo de la brigada que yo lo iba a denunciar”.

1774 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿Cómo se acordó lo que iban a decir en las declaraciones?
RESPONDIÓ: yo le manifesté a los soldados la versión”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1775 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿usted confirmó luego cual fue la versión que los soldados

dieron para verificar que sí se cumpliera lo acordado? RESPONDIÓ: después de que se hacen las declaraciones
en la penal militar, los llamaba y decía que dieran un relato”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1776 Urueta Ballesteros: “El CT. Forero fue el que organizo que teníamos que decir en el Juzgado, manifestando

en la versión que fue un combate”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Definición de Situaciones
Jurídicas. Escrito de presentación de CCCP de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1777 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿a quién escogió usted para que declararan? RESPONDIÓ:

yo creería que los soldados que estuvieron ahí en los hechos de los mismos que habían disparado también pro
en el momento nombres exactos no lo recuerdo, yo sé que eso deben estar en la investigación los que declararon
posiblemente pueden los que dispararon PREGUNTADO: ¿en alguna oportunidad declararon personas
distintas a las que dispararon cuando usted comando alguno de estos hechos? RESPONDIO: yo creería que de
pronto si habrán declarado algunos que no habían participado declaraban como testigos de esas
circunstancias”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280.
1778 Andrés David Martínez Quintero: “Entonces yo me entreviste con este Teniente Forero, que ya en ese

tiempo era capitán. Entonces él me dijo: tiene que decir esto y esto. Entonces yo le dije: listo’”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada de Andrés
David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0697.

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1629. El señor Martínez Quintero también señaló que en la labor de encubrimiento de


la ilegalidad de las operaciones era asistido por un abogado de apellido Castellanos
“que era muy recomendado y conocido del General William Escalante”. Precisó al respecto
que el teniente Forero en el mismo encuentro descrito anteriormente le dijo que tenían
que hablar el mismo idioma1779 y le comentó que debía hablar de lo mismo con otros
soldados para que todo saliera bien, que el abogado “me decía qué es lo que tocaba decir
ahí en la entrevista, qué era lo que se iba a hacer y qué era lo que yo tenía que decir”.
Adicionalmente, en la misma conversación el compareciente le informó a Martínez que
tenía otros desmovilizados que ayudarían argumentando que conocían a la víctima de
los hechos.1780

4.9.2.5. Responsabilidad por comandar operaciones ilegales y alterar los soportes


operacionales de las acciones militares en las que se perpetraron los
homicidios.

1630. Como comandante de pelotón, Forero tenía la responsabilidad de presentar al


Batallón informes de los hechos, informes de gastos de munición, entre otros
documentos sobre las operaciones en las que se reportaban bajas en combate. Así, si
después de una operación la tropa debía seguir en el área, le correspondía hacer un
relato de la misión por radio y el enlace del pelotón o de compañía lo transcribía para
que posteriormente este lo firmara, sin embargo, cuando finalizaba la misión en el
Batallón él mismo lo redactaba, firmaba y entregaba al oficial de operaciones.1781

1631. Los informes de los hechos, relata el compareciente, contenían el “desplazamiento,


el objetivo, el desarrollo del combate, las incautaciones, el resultado de la operación y como se
había entregado el material incautado o el cadáver de la persona”, así como la relación de los
testigos de los hechos que posteriormente pueden ser llamados a declarar en el Batallón.

1632. Como se ha logrado evidenciar de lo antedicho, ninguna de las muertes en las

1779 Andrés David Martínez Quintero: “Pues para lo que me manifestó Forero, él sí me dijo: ‘Tenemos que todos
hablar el mismo idioma. Me dijo usted lo que tiene que hacer es decir lo que todos estamos diciendo y pues
manifestar que el hombre sí pertenecía, o sea, que yo lo relacionara a que él era una persona pues de la
Revolución y que lo conocía y que bueno, como dice el dicho, que lo cogiera a encochinar lo que más pudiera,
porque pues yo pues tenía arto prontuario y pues me iban a tener en cuenta lo que yo dijera’. Eso fue lo que
él me dijo, que tocaba que hablar todos en el mismo idioma”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada de Andrés David Martínez Quintero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0697.
1780 Andrés David Martínez Quintero: “Y que ya ellos tenían otros desmovilizados que iban a también a

argumentar ahí. Para eso de que conocían a Juanito y todo eso; ellos tenían otros declarantes ahí”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada de Andrés
David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0697.
1781 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿y cuando llegaban al batallón después de la operación que

informes tenía que rendir? RESPONDIÓ: al llegar allá había dos formas: que llegue al batallón o seguir en
operaciones. Si sigue en operaciones usted tratar de hacer un relato, lo comunica por radio, el enlace del
pelotón o compañía redacta el oficio, posteriormente en un abastecimiento viene, uno lo firma y lo entrega; la
otra opción es que usted llega al batallón y tiene el tiempo de sentarse a redactarlo”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero
Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.

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que participó el señor Forero Cruz se dieron con ocasión de un combate, no obstante,
fueron reportadas como tal por radio y en los informes de los hechos que este realizó.

1633. Debe hacer notar esta Jurisdicción, que tiene como pilar la centralidad de las
víctimas, su reconocimiento y la satisfacción de sus derechos a la verdad, la justicia y la
reparación, que el relato realizado por el teniente Forero Cruz sobre cada una de las
misiones tácticas y órdenes de operaciones ilegales en las que participó, fue
acompañado de afirmaciones improbadas1782 respecto de las actividades de cada una de
las víctimas ejecutadas fuera de combate.1783 El compareciente aseguró en su versión
que las víctimas eran delincuentes razón por la cual había decidido poner fin a sus
vidas, manejando un discurso cruel, revictimizante y que atenta contra el buen nombre
que a cada una de ellas les cobija.

4.9.3. Calificación de la conducta del compareciente.

1634. El grupo especial dentro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”
(Catapulta 4) estuvo a cargo del entonces teniente Miller Forero Cruz, mismo que
reconoció que era un grupo de élite que dependía únicamente del comandante del
Batallón1784 y cuya existencia, en teoría, debía dedicarse a desarrollar operaciones que

1782 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿usted manifiesta que esas personas en lo que usted dice
llevan delinquiendo varios años, porque no hacer una verificación de los antecedentes de los números de
cedula de esas personas para estar seguro de eso? RESPONDIÓ: porque ya era tarde en la noche, eso fue en
la madrugada a esa hora nadie me iba a contestar en el batallón, o sea, no había posibilidad de que estuviera
el servicio que me pudiera dar el dato de estas personas si de ponto tenían algún tipo de antecedente penal o
no ser”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280.
1783 Miller Damián Forero Cruz: “Entonces seguimos intercambiando algunas cosas y algunas partes de lo que

dijo estaba dándome a entender era que no podía hacer nada o que él tenía cierto poder o injerencia en la
justicia porque llevaba mucho rato ahí en la estructura y que no era la primera vez que lo capturaba la fuerza
pública, que otras veces se había escapado y que esta no iba a ser la excepción. Tardo ahí unos minutos y esa
actitud desafiante y esa impotencia que uno puede sentir como se ha sentido en otras ocasiones donde algunos
miembros de organizaciones ilegales se llevaban a la justicia y que de pronto recuperarían su libertad y que
pudiera hacer más daño a la región, por lo que da impotencia. […] Con todo lo que me había dicho fue mi
impresión de que él tenía algún tipo de poder en esa estructura, cuando identificó el guía, este iba a estar en
riesgo, si salía a los dos meses, la familia que era de esa región iba a estar en peligro, entonces todo eso lo que
me llevó a tomar la decisión. […] cuando uno está en estas zonas y ve a estos campesinos que duran X cantidad
de tiempo tratando de poder cultivar su café, que se esfuerzan por tratar de sacar su café y que pagan sus
jornaleros para recoger el café, que llegan estas bandas y los tatarean vilmente, los golpean, entonces eso hizo
que yo determinara que estas personas no iban a tener de pronto, no iban a estar privadas de la libertad, y que
iban a seguir siendo o que iban a seguir en sus actividades ilícitas en la región, teniendo en cuenta lo que ya
ellos mismos habían estado en algunas otras actividades ilegales y que habían hecho otras cosas, por
consiguiente determino que la única forma de que ellos no pudieran volver a delinquir es que fueran
ultimados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0280.
1784 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿el grupo especial era el grupo elite del batallón?

RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO: como comandante de Catapulta 4, ¿tenía comandante de compañía o


dependía del comandante de batallón? RESPONDIÓ: había un comandante de compañía, pero todas las
ordenes las recibíamos directamente del comandante de batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de

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necesitaban más disciplina.1785 En contraste, el oficial de inteligencia del batallón en una


parte del tiempo de permanencia de Forero en el BIPIG, Luis Carlos Aguilera Quintero,
reconoció que el grupo especial lo era porque “tenían digamos que informaciones más
puntuales para el desarrollo de operaciones; con un orientador en el terreno; mejor equipamiento,
porque ellos tenían mejor equipamiento que el resto de pelotones, más radios, mejores miras,
cosas por el estilo, entonces ellos tenían no solamente como el entrenamiento, la información, y
también el equipamiento para desarrollar operaciones especiales”, además que los soldados
que lo conformaban tenían entre 10 y 14 años de experiencia.1786

1635. En definitiva, Miller Damián Forero Cruz apoyó la ejecución de los patrones
macrocriminales porque participó conscientemente y de manera determinante de un
plan criminal que buscaba mostrar como resultados legítimos la muerte de civiles. Su
aporte, fue esencial para la presentación de estas muertes pues, como se indicó,
comandó operaciones ilegales; disparó y ordenó disparar contra civiles, implantó
material de guerra a las víctimas alterando la escena del crimen, falseó información
operacional, dio declaraciones engañosas y amañadas sobre los hechos e incitó a sus
subalternos a dar falases declaraciones. Sin su contribución durante los 2 meses en el
grupo especial (Catapulta 4) y posteriormente en Acorazado 3 (pelotones que se
encontraban bajo su mando) el BIPIG no hubiera podido presentar como bajas en
combate el asesinato de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas y trasladadas.

1636. En ese sentido, se concluye que la actuación del señor Miller Damián Forero
Cruz, en calidad de comandante del cuarto pelotón de la compañía “Catapulta” y del
tercer pelotón de la compañía “Acorazado” del BIPIG, constituyó un aporte esencial
para la ejecución del primer y del tercer patrón macrocriminal. Esto tuvo lugar
mediante su participación en operaciones ilegales, su dirección, la consecución del
material de guerra necesario para la simulación de combates, la alteración de la escena

Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1785 Miller Damián Forero Cruz: “PREGUNTADO: ¿ese grupo especial fue creado con alguna misión específica?

RESPONDIÓ: están creados para tener una reserva en el batallón para desarrollar operaciones que necesitan
más disciplina o la reserva del batallón para apoyar otras unidades. PREGUNTADO: no le entiendo, ¿el grupo
especial apoyaba a otros u otros apoyaban al grupo especial? RESPONDIÓ: no, el grupo especial era la reserva
del comandante de batallón. Si en alguna parte de la jurisdicción había un enfrentamiento con otro pelotón, y
se ven afectadas, el batallón puede disponer del grupo especial para apoyar a esos”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero
Cruz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.
1786 Luis Carlos Aguilera Quintero: “[…] ellos tenían soldados que, por su experiencia, como le decía

anteriormente, ahí había soldados que venían trasladados de otras unidades, los soldados más antiguos del
batallón eran los soldados del plan 10.000. El plan 10.000 se inició en el año 99 y 2000, es decir que para esa
fecha los soldados más antiguos del batallón deberían tener entre 6 y 8 años, sumándole el tiempo del servicio
militar. Había soldados del grupo especial que llevaban 10 años, 11, 12, 14 años, porque ya los habían
trasladado de otras unidades, de brigadas móviles o de fuerzas especiales, y habían llegado al batallón.
Entonces, por ese entrenamiento diferencial, o ese entrenamiento especial que ellos habían recibido en esas
unidades los mandaron a esa unidad. Digamos que escogían a los soldados más disciplinados; digamos,
cuadros seleccionados para esa unidad […]”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Miller Damián Forero Cruz. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0280.

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del crimen, así como de soportes operacionales y de declaraciones con la finalidad de


ocultar la realidad de los hechos. No obstante, no se evidencia que Forero Cruz hubiese
ostentado un rol de liderazgo en el surgimiento y consolidación de los patrones
macrocriminales. Tampoco contribuyó en su diseño o en la implementación de
innovaciones. Por lo tanto, el compareciente será considerado como un partícipe
determinante sin liderazgo.

1637. Así las cosas, se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1787 de Ovidio Ortiz Sepúlveda,
en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de
asesinato como crimen de lesa humanidad1788 de dieciséis personas: Juan Cristóbal
Alvarado, Andrés Mauricio Duarte Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon
Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón, Rubiel Andrade, Ovidio Ortiz
Sepúlveda, Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Orlando Molano Gutiérrez,
Germán Alberto Echavarría Gómez, José Walter Londoño Echavarría y cuatro personas
no identificadas.

4.10. Teniente Coronel (r) Domingo Peña Cepeda.

1638. Domingo Peña Cepeda, identificado con cédula de ciudadanía No. 7.166.866, fue
integrante del Batallón de infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”, según afirmó en
diligencia de versión voluntaria, entre junio de 2005 y diciembre de 2006, y según
extracto de hoja de vida entre el 30 de octubre del año 2004 y el 30 de junio del año 2006,
periodo en el cual tuvo el grado de Capitán. El señor Peña Cepeda fue convocado por
la Sala de Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante Auto 239 de 18 de
diciembre de 2020, siendo escuchado en 2 sesiones los días 29 y 30 de abril de 2021.

1639. Para el periodo en el que permaneció en el Batallón se desempeñó inicialmente


como comandante de la compañía C, “Catapulta” y luego como oficial de Inteligencia
(S2). La Sala logró contrastar con numerosas piezas procesales1789 inspeccionadas que el
capitán Peña fungió por lo menos entre marzo y agosto del año 2005 como comandante
de compañía1790, y desde septiembre de 2005 hasta junio de 2006 como el oficial S2 del
BIPIG1791.

1787 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1788 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1789 Ordenes de operaciones, anexos de inteligencia y oficios de entrega de dinero para pago de información.

Documentos obtenidos en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1790 Domingo Peña Cepeda: “yo mirando el anexo entonces en ese sentido yo duré porque estaba pensando que

había demorado 6 meses en el área y mirando el anexo indica que demoré menos en el área, pude haber
demorado fue 4 meses”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1791 Domingo Peña Cepeda: “PREGUNTADO: O sea que, digamos, como para precisar fechas, en septiembre

de 2005 usted ya estaba como jefe de operaciones del Cacique Pigoanza. RESPONDIÓ: De inteligencia”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.

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4.10.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1640. Durante el tiempo que estuvo comandando “Catapulta” no se registran


operaciones militares con resultados de muertes en combate al Batallón por cuenta de
esa unidad, sin embargo, para el periodo en que fungió como S2 sí se reportaron 10
bajas en supuestos combates1792 todas ellas asociadas al patrón macrocriminal de
estigmatización por señalamiento a las víctimas de pertenencia a un grupo armado.

1641. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que procuraba mostrar como
resultados legítimos las muertes producidas en combates simulados, tras la búsqueda
de personas señaladas de pertenecer a grupos ilegales. Si bien Domingo Peña Cepeda
no reconoció la ilegalidad de sus actuaciones, participó en la ideación, la ejecución y el
encubrimiento de operaciones ilegales al atraer víctimas, entregar información falsa a
los pelotones para el desarrollo de las operaciones, preparar material de guerra para
implantar a las víctimas de falsos combates y coordinar el levantamiento de los cuerpos.

1642. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Domingo Peña Cepeda


por la ejecución de patrones.

4.10.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

1643. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la puesta en marcha de por lo menos un patrón macrocriminal, estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado.

4.10.2.1. Responsabilidad por no agotar en debida forma el ciclo de inteligencia y


participar de la planeación de operaciones militares irregulares.

1644. En el escenario de la planeación de las operaciones Domingo Peña Cepeda


asegura que su involucramiento se ceñía a darle cumplimiento a las órdenes dadas por
el comandante del Batallón1793, que para el tiempo en que permaneció como oficial de
inteligencia era el teniente coronel Orlando Pico Rivera. Si bien dentro de sus funciones
como oficial de inteligencia Peña tenía la obligación de realizar el respectivo ciclo de
inteligencia junto a los analistas de blancos del Batallón -delincuencia común, BACRIM

Ocho operaciones, cuatro en el año 2005 y cuatro en el 2006.


1792

1793Domingo Peña Cepeda: “así como pudo haber sido en esta y básicamente y en todas pues fue la de darle
cumplimiento al comandante batallón en sus órdenes, llame a decir enviar un guía, porque yo, como usted
decía anteriormente, puede que no todas esas operaciones, que yo estoy casi seguro que no todas esas
operaciones tuvieron guía, es decir, que sus resultados, de algunas operaciones de estas, de alguna misiones
tácticas, fueron de manejo exclusivo del comandante de pelotón que estaba allá en el área, en todo sentido, en
la maniobra y en la inteligencia que si fue que tuvieron inteligencia para llegar al resultado, humana o como
quiera que sea o de pronto que fuera un combate de encuentro, es exclusivo de ellos”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña
Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.

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y FARC-, este nunca se realizó bajo el pretexto de que frente a las operaciones el coronel
ya había tomado la decisión1794. Peña señaló que el comandante decía, “en este batallón
no se mueve un árbol, no se mueve una hoja sin orden mía”1795

1645. Según las propias palabras de Peña, el trabajo que cumplía en las operaciones del
BIPIG era el de enviar o llevar al guía a las misiones cuando se requería, gestionar el
levantamiento de los cuerpos con la Fiscalía, hacer el levantamiento cuando ellos no lo
hacían y colocarlo a disposición de la Fiscalía para lo correspondiente.1796

1646. De acuerdo con el Reglamento de Operaciones en Combate Irregular 1797 las


operaciones militares deben contar con un anexo de inteligencia, en donde se consignen
las informaciones debidamente analizadas sobre el enemigo y su conformación en el
área. Sin embargo, mientras Peña estuvo desempeñándose en el cargo de oficial de

1794 Domingo Peña Cepeda: “lo que a mí no me gusta de ese tipo era que llegaba y como lo mandó el coronel
entonces tocaba correrle y mejor dicho asustado que porque, entonces yo le decía “bueno, deme el croquis, si
van a hacer sus resultados allá, haga sus resultados” pero ese espacio de análisis y evaluación nunca se pudo
hacer porque el coronel ya había tomado la decisión”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1795 Domingo Peña Cepeda: “Pero cuando yo estaba en la Sección Segunda yo me daba cuenta que el coronel

Pico se metía en las operaciones de lleno. PREGUNTADO: ¿pero en cuáles operaciones? CONTESTÓ: De las
que él ordenaba enviar orientadores de terreno, en esas él se metía ahí. De resto él hacía sus programas radiales
todos los días, pendiente de la gente, pero de las, cuando había una operación que enviaban con orientador él
la manejaba 100%, de hecho, él mismo decía, decía ´en este batallón no se mueve un árbol, no se mueve una
hoja sin orden mía´ algo así, y eso era así porque allá nadie movía un carro, nada si no era con la orden de él”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1796 Domingo Peña Cepeda: “Ahora bien el tema de mi trabajo en el tema inteligencia para las misiones tácticas,

como lo acaba de mencionar el honorable magistrado, prácticamente siempre fue el mismo, si era con guía era
darle cumplimiento al comandante batallón en llevar al guía, en ir a recoger al cadáver, a los elementos que
se encontraban con el cadáver, en hacer el oficio solicitando la fiscalía levantamiento, llevándolo allá y
colocándolo a disposición de la fiscalía, eso era como lo que se hacía cada vez que sucedía este tipo de hechos,
eso era lo que se hacía cada vez que se hace este tipo de hechos, entonces lo que yo pude haber hecho como
jefe de la Sección Segunda”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1797 Ejército Nacional. Reglamento FF. MM. 3-10. “De operaciones en combate irregular” de 1999. “3.6.

ACTIVIDADES AFINES. 3.6.1 Acciones de inteligencia y contrainteligencia. 3.6.1.1. Conceptos básicos: para
poder planear y conducir las operaciones de su unidad, el comandante debe estar enterado de la situación del
enemigo, tiempo y terreo. Por medio de ese conocimiento y con base en informaciones obtenidas a través de
diferentes agencias, es posible obtener inteligencia y así poder analizar el campo de combate. Se origina
entonces la necesidad que todas las agencias disponibles, en especial las unidades reciban requerimientos, para
así lograr que el flujo de información sea permanente y sea alimente el proceso de la producción de
inteligencia.” (…) “Proceso de la información: si bien es cierto que en el combate irregular no se cuenta con los
medios necesarios de inteligencia para llevar a cabo un adecuado proceso de las informaciones, sí puede
adelantarse de un modo abreviado y consiste en aplicar los pasos que se siguen, con cualquier información
para obtener de ella inteligencia. (…) Interpretación: es la comparación que se hace entre la información
obtenida y otros informes o hechos reales, con el objetivo de buscar relación entre ellos y sacar conclusiones
que conduzcan a la obtención de la verdad. La secuencia del proceso, depende de la naturaleza y urgencia del
informe. Normalmente el registro es el primer paso, pero, si la necesidad lo exige puede hacerse primero la
evaluación e interpretación y aún se puede difundir un informe sin que se haya procesado por completo. En
tales casos; se señala la falta de confirmación.”

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inteligencia la información que se consignaba en los anexos, según el mismo


compareciente, era un resumen del día a día, sin especificación del informante o
cooperante que proporcionaba la información1798. Al respecto señaló que: “(…) ya cuando
se organizaba la carpeta de una muerte en combate, con su fusil o con revólver o con pistola,
entonces ahí sí se organizaba la orden de operaciones, el informe de patrullaje, el anexo de
inteligencia”.

1647. Con lo anterior resulta claro que Domingo Peña no cumplía a cabalidad su
función como oficial S2 de suministrar insumos de inteligencia analizando la
información recibida o realizando los correspondientes anexos. No obstante, sí era
quien señalaba a las personas como guerrilleros, para que sobre esos señalamientos se
adelantaran operaciones en su contra, según informaron el Subteniente Javier Mauricio
Fajardo Rincón y el Soldado Profesional Diego Fernando Bravo1799 en diligencias de
versión voluntaria1800:

“PREGUNTADO: ¿Quién señalaba a una persona de ser guerrillera y quien verificaba?


RESPONDIÓ: eso es de información, y eso es de la sección segunda del batallón. ellos son el
personal encargado de recolectar personal de todo el sector del batallón, yo supongo que la
información del supuesto miliciano vino del 2. PREGUNTADO: ¿y quién era el 2 en 2006?
RESPONDIÓ: creo que era mi capitán Peña. No estoy seguro, pero creo que era él. PREGUNTADO:
¿a ustedes le llegaban la instrucción de lo que decía “El Zurdo” era cierto? RESPONDIÓ: se supone
que sí porque el 2 maneja la información y los guías. Son como parte de que le informan, trabajan
a la par, lo que el 2 aprueba es porque el guía debe saber las cosas”.

1648. Jaider Urriago, informante y guía del Batallón Pigoanza, corroboró lo anterior al
señalar que Peña por ejemplo en el hecho del 11 de abril de 2006 cuando fue asesinado
el señor Norberto Celys, sin que mediara información o anexo de inteligencia, le había
indicado que la víctima “era una persona muy clave y que tocaba darlo de baja”; y agregó
sobre el hecho del 17 de marzo de 20061801, que el capitán “estaba encizañado, con ese, o sea
con ese señor Néstor, él estaba concentrado en esa persona”, quien fue presentada como

1798 Domingo Peña: “PREGUNTADO: Con la información que suministraba, mejor, ¿Cómo se utilizaba la
información que suministraba el informante alias “el zurdo” para los anexos de inteligencia de las Órdenes de
Operaciones? RESPONDIÓ: Mira es que esa información prácticamente no se usaba en los anexos de
inteligencia, los anexos de inteligencia se iba alimentando con lo que nos pasaban las patullas del área, con lo
que nos pasaba Inteligencia Técnica, bueno por lo que conseguía el cabo que tenía el, el blanco FARC y con la
información que fuera saliendo por ahí de la comunidad, de lo que llamaban la Red de Cooperantes, pero
realmente que la, los anexos de inteligencia se hubieran alimentado como resultado de lo que este famoso
Zurdo entregó, no se pudo, o sea, yo no me acuerdo, y no creo que se hay hecho de que se le hayan hecho
apuntes allá donde se diga”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1799 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Diego Fernando Bravo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0286.
1800 Javier Mauricio Fajardo Rincón: “¿Qué instrucciones les da el capitán Peña? RESPONDIÓ: nos da una

información sobre la compañía Ayiber Gonzales y nos dijo que había presencia en el Turín tanto de parte
armada como milicias”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Javier Mauricio Fajardo Rincón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0284.
1801 Víctima: José Néstor Rivera Gutiérrez. El nombre de la víctima aparece relacionado en un orden de batalla

de la estructura guerrillera, pero ese documento fue elaborado después de que se produjera su muerte.

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integrante de la segunda estructura Ayiber González de las FARC-EP.

4.10.2.2. Responsabilidad por el uso de guías y el manejo de la red de informantes.

1649. La Oficina de Inteligencia del Batallón contaba con un informante habitual


conocido como “El Zurdo”,1802 que a juicio de Peña era “el consentido del comandante” del
BIPIG porque él mismo se encargaba de entregar la información de inteligencia a Pico
Rivera para que el S2 alistara la operación y lo enviara o llevara al lugar donde se
encontraría con la tropa.1803

1650. Este último aspecto es confirmado por los soldados profesionales David
Rodríguez Triviño y José Edilberto Vera Vera, quienes señalaron que en cabeza de
Domingo Peña Cepeda estaba la responsabilidad de conseguir y transportar al guía que
estaría con la tropa en el desarrollo de las operaciones militares.1804

1651. Respecto de la presencia de esos guías u orientadores de terreno en el área, el


subteniente Javier Mauricio Fajardo Rincón aseguró que Peña por ejemplo para el hecho
del 25 de diciembre de 2006 le dio instrucciones de la operación y le entregó a “El
Zurdo”, quien iba “en camuflado con su material para entrar con el pelotón, como si fuera un
soldado normal”1805. En esa oportunidad alias “El Zurdo” le comentó a Fajardo que tenía
información de un miliciano que vivía en el sector, por lo que este lo agregó al grupo
de un cabo para que verificaran. La víctima según el guía, recuerda Fajardo, “era un
miliciano que trabajaba para las FARC y lo que hicieron fue darlo de baja y se presentó como
resultado operacional; el arma con el que se presentó el resultado operacional, el guía la
suministró y ese fue el resultado que se presentó con un arma corta”.

1652. Jaider Urriago, alias “El Zurdo”, en diligencia de testimonio ante la SRVR,
reconoció haberse hecho allegado del comandante Pico y del capitán Peña porque eran
los que más movían el sistema de inteligencia en Garzón, y aseguró

1802 Se logró establecer que la persona identificada con ese alias correspondía a Jaider Urriago, cuyo testimonio
fue escuchado por la Sala.
1803 Domingo Peña Cepeda: ”cuando yo llegué a asumir ese cargo ya él lo conocía, ya venía trabajando, habían

otros dos que también él me presentó ahí pero no eran así como muy tan metidos ahí dentro del batallón, pero
el otro yo desde que llegué a ese batallón era muy, o sea se notaba de que él hablaba, pues no es que yo lo
escuchara, pero se notaba porque cada nada me decía ’Peña, ahí va zurdo para que lo aliste y lo envíe allá para
tal sitio‘ o sino es que ahí va entonces ’Peña, a tal pelotón se le va a presentar le zurdo, para que usted sepa’”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1804David Rodríguez Triviño: “PREGUNTADO ¿Quiénes tenían contacto en el batallón con esas

guías? RESPONDIO la dependencia del 2, los que son la inteligencia, ellos son los que se lo llevan a uno al
pelotón para que lo guíen a uno al lugar de los hechos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de David Rodríguez Triviño. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0275.
1805 Javier Mauricio Fajardo Rincón: “entró con equipo, camuflado vestido de militar, equipo para poder

pernotar en diferentes puntos, entró con las raciones, con la comida… entró con toda la parte logística”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Javier Mauricio Fajardo Rincón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-
09.2018.0.00.0001/0284.

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“(…) en ese entonces, entonces ya todo lo dirigía era el capitán Peña, José Domingo Peña, ya era el
que manejaba todo eso. Ya lo que era el área del S2 él era el encargado de, ese fue, él fue uno de
los más exponentes de los falsos positivos que hubo allá, fue con él, porque él era el que más se
prestaba para eso (…)”.

1653. Urriago, bajo la gravedad del juramento, señaló que el capitán Peña “era el que
manejaba eso, todo eso de falsos positivos él era el que daba el visto bueno y era el que patrocinaba
eso”1806. Finalmente, refirió sobre el modus operandi del Batallón que

“(…) eso se había convertido era en un concurso, digámoslo así. El pelotón que más gente
matara, el que más bajas diera pues era el que ganaba los diciembres, de enero, de junio o de
diciembre, les daban permiso, muchas veces. Yo estaba en una reunión de ellos donde el
coronel Pico les mata una vaca, hacen un asado felicitándolos porque dieron resultados (…)”.
(Negrillas agregadas)

1654. Contrastada la información recabada por la Sala, contario a lo afirmado por Peña,
se logró concluir que tanto el oficial de inteligencia como el comandante del Batallón
tenían pleno control de los guías y su red de informantes1807. Por ejemplo, a Andrés
David Martínez Quintero, informante habitual del Batallón, Orlando Pico Rivera le
indicó que “si usted me da resultados y el ejército da bajas, entonces por cada baja se le pagan
tres millones de pesos (…) entre más bajas hubiera pues el monto en el pago de recompensa era
más alto, entonces yo lo voy a mandar con los pelotones para que usted vaya como guía”; por su
parte, Domingo Peña, al mismo informante le dijo “necesito que se me vaya hoy para
Algeciras, y de una vez me mando la turbo que me recogieran y nos echaron con un grupo
especial una noche, (…) cuando llegué de las operaciones, me felicitó y me dijo: ´tuvo buena por
la baja´”.

4.10.2.3. Responsabilidad por utilizar dineros que entregaba la Brigada para el pago
de informaciones en la compra de material de guerra para las operaciones
ilegales.

1655. La sección segunda del Batallón al mando del capitán Peña se encargaba de
gestionar los pagos de informaciones. La oficina contaba con un rubro fijo de gastos

1806 Jaider Urriago Rodríguez: “PREGUNTADO: hablemos entonces de este hecho en particular, señor Urriago
y le recuerdo como le indicaba al inicio de la diligencia, usted nos señala sobre este hecho dos puntos que
quiero resaltar, en primer lugar que el capitán Peña sabía que estaba , que esta operación era para darle muerte,
para asesinar al señor José Ernesto Rivera y en segundo lugar, que el teniente Moreno le pidió a usted no solo
que matara al señor Rivera, sino que lo amenazó a usted que si no lo mataba, que lo hubiera matado a usted,
en esos términos, le pregunto señor Urriago, ¿si usted se ratifica bajo la gravedad el juramento sobre estos
señalamiento que acaba de hacer respecto al señor Peña y del señor Moreno? RESPONDIÓ: si señor, si señor,
si señor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración
Jurada de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0696.
1807 Jaider Urriago Rodríguez y Andrés David Martínez Quintero.

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reservados pero el monto era poco1808, por lo que para garantizar el pago que se
prometía a los informantes solicitaban el apoyo a la Noven Brigada1809. Según el capitán
se habrían realizado durante su permanencia como S2 alrededor de 15 pagos1810 y en
todos ellos el monto era definido por el mismo comandante del Batallón.1811 Sobre este
punto Peña informa que no se verificaba la utilidad de la información dada por el
informante, sólo se cercioraban de que efectivamente había un resultado porque de esa
forma la Brigada pagaba, puntualmente señaló que:

“PREGUNTADO: ¿La Sección de Inteligencia tenía que hacer alguna verificación sobre la
información suministrada o sobre qué tal útil había sido esa información para el resultado por el
que se le estaba pagando al informante? RESPONDIÓ: No, ahí lo que la Sección de Inteligencia
tenía que hacer era, obviamente darle cumplimiento a la orden del comandante del batallón y que
existiera el resultado, porque si no hay el resultado obviamente la brigada no los iba a pagar ni la
división los iba a pagar, entonces era que existiera el resultado. Y en ese radiograma decía ‘Para
pagar la información de pepito Pérez que conllevó a este resultado’ esa más o menos es el
seguimiento”1812.

1656. En la Brigada según Peña existían los lunes de recompensas y consistía en que
iban allí junto con el informante1813, se pedía la plata al comando, se le entregaba al
informante una vez firmaba el acta y se le tomaba una foto con el dinero en forma de
constancia. Cuando el procedimiento era en el Batallón también firmaban un acta de

1808 Domingo Peña Cepeda: “Pero de los gastos reservados sí era muy poco, o sea para pagar inteligencia, yo
no me acuerdo, serían unos 700.000 lo que le llegaban mensual al batallón, era muy poco”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña
Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1809 Versión voluntaria de Domingo Peña Cepeda: “cada vez que ocurría un evento de una baja en combate, se

solicitaba a la brigada un apoyo para pagar esa información, creo que era pago de recompensas que existía en
esa época. Y la brigada pues la pedía a la división en Bogotá y así era periódicamente, entonces cada vez que
sucedía, se enviaba los soportes, los documentos soportes, con esos documentos soportes pues allá se solicitaba
y llegaba la plata al batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1810 Domingo Peña Cepeda: “PREGUNTADO: En lo que usted recuerda, mientras que estuvo en la Sección de

Inteligencia, por lo menos de manera aproximada ¿Cuántos pagos se hizo a personas que hubieran
suministrado información o participado en muertes en combate? RESPONDIÓ: Yo creo que por ahí unos, uno
15, unos 10 pagos, 10, 12 pagos, o sea, hablemos, yo miraba acá y yo encontré, las que me enviaron de ese
batallón, había, serían 7 carpetas, sería un pago por cada una de esas. Pero pudo haber habido de otros que
hayan dado resultados, yo le calculo por ahí unos 10 a 12 pagos pude haber hecho yo, sí, pudo haber pasado”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1811 Domingo Peña Cepeda: “PREGUNTADO: Usted nos dice que el Coronel era el que daba la orden de pagarle

a estas personas y que definía el monto ¿De esa orden del coronel quedaba algún soporte escrito? RESPONDIÓ:
No, él nunca llegaba a mandarme una orden escrita a la oficina, simplemente decía ‘Peña, hay que pagarle
tanta plata al Zurdo, o a Andrés, a Julián, a Pepinito’ el que sea ‘dele tanta plata’, ‘no hay plata mi Coronel’,
‘Ah, consígala, no es problema mío’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1812 Ibidem.

1813 Corroborado por Andrés David Martínez Quintero: “él mismo mandaba al capitán Peña que fuera a la

brigada y lo llevara uno para cobrar”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Declaración Jurada de Andrés David Martínez Quintero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0697.

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entrega1814.

1657. La Sala de Reconocimiento en diligencia de testimonio realizada a los


informantes habituales del Batallón, Jaider Urriago y Andrés David Martínez Quintero,
conoció que no todo el dinero que como informantes firmaban en las actas les era
efectivamente entregado, pues la Sección Segunda y el Batallón se quedaban con una
parte para garantizar la compra de las armas que le serían implantadas a las víctimas
de las próximas operaciones ilegales. Al respecto Jaider Urriago señaló que,

“Pero ellos lo hacían con el fin de cobrar esas platas, que era lo que ellos invertían comprando
armas ilegales para ellos poder hacer sus falsos positivos, ellos iban a comprar armas a Campo
Alegre, a Garzón, que eran pistolas, revolver, granadas y muchas veces radios, escáner todo eso.
PREGUNTADO: cuando usted dice ellos iban a comprar armas, ¿quiénes eran los que iban
comprar las armas? RESPONDIÓ: eh, los del S2, los del S2, hay veces los mismos soldados, hay
veces los mismos tenientes, porque como eso se había convertido era en un concurso, digámoslo
así”.

1658. Por su parte Martínez Quintero indicó frente a los pagos que, “de lo que a mí me
consta de lo mío yo recibí un millón y a mí me dieron 200”, o “me dijeron ‘firme aquí’, firmé
una letra y le dijeron al Capitán que la llenara y que el valor de 1.500.000 y que 800 que me
entregaban ahí”.

4.10.2.4. Responsabilidad por contribuir en la consecución de las víctimas y en la


entrega del “kit de legalización”.

1659. El Soldado profesional Florentino Tovar Gómez indicó en varios momentos de


su versión voluntaria que quien se encargaba de entregar las víctimas al pelotón era el
capitán Domingo Peña o en su defecto alguien de la sección de inteligencia.1815 Así

1814 Domingo Peña Cepeda: “PREGUNTADO: ¿Cómo era el procedimiento para hacer esos pagos? Es decir,
¿Cuándo se hacía el pago y cómo se hacía? RESPONDIÓ: Bueno, o sea, no se hace a todas las veces, pero con
este sujeto y creo que otro guía, otros dos guías, había una fecha que se llamaba los Lunes de Pagos de
Recompensas en la brigada, entonces tocaba ir a la brigada, no siempre era así pero varias veces se hizo así, y
se pedía la plata, se le entregaba, se le hacía firmar un acta, se le tomaba una foto ahí recibiendo su platica y
ya. En otras ocasiones era ahí en el batallón, se le entregaba ahí su plata “tome”, y obviamente, tenía que firmar
y se hacía ahí un recibo, un acta, del que recibiera esa plata, me parece que tomaba foto recibiendo su plata,
pero varias veces yo me acuerdo que tocaba mandarlo allá a la brigada para el tema de los pagos de las
recompensas, los Lunes del Pago de las Recompensas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1815 Florentino Tovar Gómez: “PREGUNTADO: usted nos dice que llega la moto a lugar donde estaba ¿y qué

pasa? RESPONDIO: la moto llega y el comandante decía que cuando paraba la moto y que salieran y el otro
man llegaba y daba la vuelta y se iba y dejaba al otro botado ahí. PREGUNTADO: por la moto se detuvo ahí
sola o alguien le hizo el pare RESPONDIO: el que traía era un muchacho que trabajaba con el dos de
inteligencia del batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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mismo, que el “kit de legalización”1816 era proporcionado por la misma dependencia1817,


pero que no siempre les era entregado desde antes de salir de las operaciones, algunas
veces “tocaba esperar para que llegaran con el kit para que los otros pudieran dar de baja a los
señores ”.1818 Jaider Urriago por su parte señaló que las armas las entregaban los de la
segunda Sección1819, quienes además eran los encargados de conseguirlas1820.

1660. En definitiva, que los pelotones contaran con esos implementos para simular la
legalidad de los combates era un insumo imprescindible para que los asesinatos
ocurrieran.

4.10.2.5. Responsabilidad por coordinar el levantamiento de los cuerpos dados de


baja en supuestas operaciones militares, por parte de la Fiscalía o de la
misma Sección de Inteligencia.

1661. Domingo Peña Cepeda reconoció haberse encargado en las operaciones militares
en las que se reportaban muertes en combate de requerirle a la Fiscalía el levantamiento
de los cuerpos y para ello entregaba personalmente un oficio con la solicitud. La FGN
a su vez respondía por medio escrito informando que por cuestiones de seguridad no
podían ir al sitio, razón por la cual el mismo Ejército realizaba el levantamiento y
llevaban el cuerpo al BIPIG o a la morgue para lo pertinente.1821 Al respecto indicó Peña

1816 Florentino Tovar: 2PREGUNTADO: ¿en algún momento escucho kit de legalización? REPSONDIO: sí.
PREGUNTADO: ¿y escucho? RESPONDIÓ: el kit era la pistola, o era la pistola y una granada o
es. PREGUNTADO: ¿a quienes le s escucho eso? RESPONDIÓ: el soldado decía que estaba esperando del
batallón, pero más que todo era él TE León le escuche eso, los otros eran como más reservados”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino
Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
1817 Florentino Tovar Gómez: “ya de resto llegaba todo del batallón cuando se hacían las bajas ilegales

PREGUNTADO ¿Qué es todo? RESPONDIÓ: El Kit, esta arma esta pistola, un revolver y así lo que se iba a
poner ahí. PREGUNTADO ¿el batallón enviaba ese kit al pelotón? RESPONDIÓ: sí señor. PREGUNTADO
¿Sabe usted quien llevaba eso? RESPONDIÓ: los del dos eran siempre los que enviaban eso”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino
Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
1818 Florentino Tovar Gómez: “PREGUNTADO: ¿vio que algún guía llevara el kit? RESPONDIÓ: no, siempre

en los procesos que yo estuve era desde el batallón los encargados de la inteligencia. PREGUNTADO: ¿el kit
lo llevaban cuando ya habían hecho a la baja o cuando iba a hacer la baja? REPSONDIÓ: hay operaciones que
tocaba esperar uno como por ejemplo las 5 bajas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.
1819 Jaider Urriago: “PREGUNTADO: ¿de dónde salió el arma? RESPONDIÓ: la llevan ellos, ellos la tienen, los

mismos soldados la tienen ahí, esas armas salían del S2”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Declaración Jurada de Jaider Urriago Rodríguez. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0696.
1820 Ibidem.

1821 Domingo Peña Cepeda: “PREGUNTADO: ¿Quién hacía ese contacto con la fiscalía? ¿quién era el encargado

del…? RESPONDIÓ: La oficina del 2, si estaba yo, o algún suboficial hacíamos el oficio solicitándole a la
fiscalía, iba y se entregaba físicamente, solicitando que ellos fueran a hacer el levantamiento y ellos también
igual entregaban un oficio informando que no podían ir, que llevaran el cuerpo hasta allá, hasta el batallón o
ahí a la morgue y que, pues ahí ya proceden a hacer el levantamiento, pero que por cuestiones de seguridad
ellos no iban hasta el sitio”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.

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que los integrantes de la sección no tenían formación en policía judicial1822 por lo que el
seguimiento que realizaba a esa actividad se circunscribía a indicarles “bueno, hagan el
informen acá o díganme”; reforzó diciendo:

“(…) normalmente iba una camioneta que estaba allá en la Sección Segunda, el conductor, el
soldado conductor y mandaba a algún suboficial que estuviera disponible ahí de la Sección porque
normalmente pues los otros podían estar por allá en sus motos verificando una información o
buscando una, alguna cuestión estaban haciendo por fuera, pero igual siempre había un suboficial
o dos suboficiales ahí en la oficina disponibles o haciendo alguna cosa, pero ocurría, aparecía
alguna ocurrencia de este tipo entonces les decía que se subiera con el soldado y fueran y lo
recogieran”.

1662. Lo antedicho resulta de gran relevancia en tanto que varios comparecientes en


diligencia ante la JEP reconocieron que previo al levantamiento, manipulaban los
cuerpos e implantaban material de guerra con el fin de encubrir los asesinatos y dar
veracidad a la ocurrencia de un supuesto combate. El hecho de que personal de la
Sección de Inteligencia realizara esta actividad permitió a los pelotones prolongar su
actuar delictivo so pretexto de que no cumplían labores de policía judicial. El
subteniente Javier Mauricio Fajardo reconoció el respecto que cuando los del S2
realizaban los levantamientos lo hacían “sin ningún procedimiento, levantan al occiso y lo
montan en la camioneta, sube la moto y se va. PREGUNTADO: sabe si en ese levantamiento,
¿se toman fotos del lugar o del cuerpo? RESPONDIÓ: no, solo lo levantaron y se fueron”.

4.10.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1663. Así las cosas, Domingo Peña Cepeda participó conscientemente y de manera
determinante de un plan criminal para dar muerte a civiles, el cual consistió en
manipular la información que manejaba la sección de inteligencia, como es el caso de
José Néstor Rivera1823, utilizar informantes para identificar y atraer víctimas con el
compromiso de pagarles por esta actividad, conseguir armas y proyectar anexos de
inteligencia que tendrían como resultado homicidios de no combatientes que luego
fueron falsamente reportados como bajas en combate.

1664. El capitán estaba en la obligación de proporcionar información cierta y veraz,


que cumpliera con el ciclo de inteligencia que dicta la doctrina, así como salvaguardar
la integridad física de las víctimas, respetando y protegiendo sus derechos. Como se

1822 Domingo Peña Cepeda: “PREGUNTADO: ¿Los integrantes de la Sección de Inteligencia, especialmente los
que eran encargados de hacer esas actividades tenían alguna formación para ello, es decir, tenían
conocimientos de cómo fijar los elementos de una escena de los hechos o de cómo transportar un cuerpo?
RESPONDIÓ: No, funciones de policía judicial no tenían formación para eso, de pronto, puede que ya haya,
cuando yo llegué me parece que ellos ya estaban en la oficina, entonces pudieron ir adquiriendo conocimientos
de policía judicial por su trabajo que estaban haciendo, pero que tengan conocimientos, que sean unos expertos
en temas de policía judicial y sus funciones, no, no eso no es, no tenían la academia en ese sentido”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Domingo
Peña Cepeda. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0494.
1823 Presentado como integrante de la segunda estructura Ayiber González de las FARC-EP. El nombre de la

víctima aparece relacionado en un orden de batalla de la estructura guerrillera, pero ese documento fue
elaborado después de que se produjera su muerte.

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señaló, sin su colaboración y participación el teniente coronel Orlando Pico Rivera no


hubiera podido destacarse en el departamento del Huila por sus numerosos resultados
que terminaron siendo ilegales, supuestas bajas en combate.

1665. Peña Cepeda era consciente de: i.) la situación de conflicto armado que se
presentaba en el departamento del Huila ii.) de que ninguna de las muertes reportadas
había ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las víctimas eran civiles. Por el rol
que cumplía Peña como oficial de inteligencia, se tienen bases suficientes para
comprender que era consciente de la práctica criminal que se empleaba en el Batallón
Pigoanza, y a pesar de ello fue determinante para el actuar delictivo, a través de las
órdenes que impartía y las actuaciones realizadas.

1666. El señor Domingo Peña Cepeda, en calidad de Oficial de Inteligencia del BIPIG,
contó con un rol de liderazgo frente al surgimiento y la consolidación del patrón
macrocriminal No. 3. La información disponible evidencia que dicho compareciente
lideró i.) el señalamiento de las víctimas como supuestas integrantes de grupos
armados, ii.) el manejo de los informantes que las ubicaron en el terreno para que fueran
asesinadas, iii.) la obtención ilegal de recursos para el pago de los servicios prestados
por esos sujetos al Batallón y para la adquisición de los elementos necesarios para la
simulación de combates, v.) la inobservancia del siclo de inteligencia y v.) la emisión
irregular de los anexos correspondientes. Estas conductas fueron esenciales para el
diseño, la difusión, la permanencia y el encubrimiento, del patrón macrocriminal
referido a la estigmatización de las victimas a causa de su infundado señalamiento
como integrantes de grupos armados. Por tanto, será considerado máximo responsable.

1667. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1824 de Nidio
Perdomo Triviño, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez; en concurso
con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato
como crimen de lesa humanidad1825 de diez personas, Juan Cristóbal Alvarado, Nidio
Perdomo Triviño, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez, Germán
Alberto Echavarría Gómez, José Walter Londoño Echavarría, Norberto Celys, Manuel
Antonio Tao Pillimué, Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe y Ramiro Chantre Levaza, y
con la tentativa de homicidio1826 de William José Cunacué Medina y las lesiones de Juan
Pablo Espinosa.

4.11. Sargento Viceprimero (r) Jhon Esteban Urueta Ballesteros.

1668. Jhon Esteban Urueta Ballesteros, identificado con cédula de ciudadanía No.
77.180.260, fue miembro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” entre el

1824 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1825 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1826 Código Penal. Artículos 103 y 27.

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julio de 2005 y el hasta el mismo mes del 20071827, periodo en el que tenía el grado de
Cabo Primero. Se desempeñó entre julio de 2005 y enero de 2007 como experto analista
FARC y miembro de la Sección de Inteligencia (S2) del BIPIG, y en los siguientes meses
fue asignado como integrante de la Compañía “Acorazado”, sección 3. El señor Urueta
Ballesteros fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión voluntaria
mediante Auto SUB D-057 del 24 de julio de 2023, diligencia que se llevó a cabo el 9 de
agosto del mismo año.

4.11.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1669. Para el periodo en el que el señor Urueta Ballesteros se desempeñó como


miembro de la Sección de Inteligencia (julio de 2005 a enero de 2007), la Sala encontró
que el Batallón registró siete hechos de asesinatos en los que tuvo participación1828. Por
otro lado, mientras fue activo de la Compañía “A”, participó en otros dos hechos1829. De
los nueve sucesos, siete corresponden al primer patrón criminal (estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado) y dos al
tercero (operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o
milicias).

1670. Las nueve operaciones ocasionaron dieciocho muertes de civiles en los


municipios de Garzón, Gigante, Algeciras y La Plata. Aunque el señor Urueta
Ballesteros reconoció la ilegalidad de sus actuaciones y su participación en solo dos de
los hechos, la Sala encontró que tuvo una participación determinante en los nueve
previamente relacionados, tal como se expondrá.

1671. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan para mostrar como resultados
legítimos las muertes producidas en combates simulados. Mientras Urueta Ballesteros
fue miembro del batallón participó en la ejecución y en el encubrimiento de esas
operaciones ilegales, ya que: (i) suscribió documentos oficiales con datos falsos (anexos
de inteligencia y actas de pago de información); (ii) modificó y ayudó a preparar los
lugares de los hechos para hacer más creíble el combate simulado; (iii) ayudó a reclutar
una de las víctimas; (iv) declaró falazmente ante diferentes autoridades; y (v) recogió
y aportó dinero para la consecución de material de guerra que fue implantado a los
occisos.

1827 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.
1828 Hechos del 28 de enero de 2006 (víctima: Benedicto Murillo Asprilla), hechos del 17 de marzo de 2006

(víctimas: José Néstor Rivera Gutiérrez), hechos del 11 de abril de 2006 (víctima: Norberto Celys). Hechos del
11 de julio de 2006 (víctima: Jorge Luis López Ortiz), hecho del 1° de octubre de 2006 (víctima: Jesús Eider
Burbano Astudillo), hecho del 5 de octubre de 2006 (víctimas: Ever Huelgos Vargas y Jairo Falla Calderón) y
hecho del 6 de enero de 2007 (víctima: Ovidio Ortiz Sepúlveda).
1829 Hechos del 23 de enero de 2007 (víctimas Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Joan Sebastián

Mosquera, Orlando Molano Gutiérrez) y hecho del 12 de abril de 2007 (víctimas: Andrés Mauricio Duarte
Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez Rincón y Rubiel
Andrade).

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1672. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Jhon Esteban Urueta


Ballesteros por la ejecución de estos patrones.

4.11.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales.

1673. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de dos patrones macrocriminales.

4.11.2.1. Responsabilidad por haber suscrito documentos con información falsa.

1674. Al revisar diferentes documentos obtenidos de inspecciones practicadas a las


carpetas operacionales que reposaban en la Novena Brigada, la Sala encontró que, en
cinco hechos, el señor Urueta Ballesteros firmó los anexos de inteligencia que
sustentaban los operativos ilegales, en los cuales se consignó información falsa en lo
concerniente a la supuesta presencia de miembros de las FARC e información de
posibles ataques por parte de los rebeldes.

1675. Esto ocurrió en los hechos del 28 de enero, 17 de marzo1830, 11 de abril1831, 11 de


julio1832 y 1° de octubre de 20061833, los cuales fueron reconocidos como ilegales por
diversos comparecientes, como Luis Rodolfo Mulcué Sanza, Luis Carlos Aguilera
Quintero, Eduaime Gaitán Patiño, José Elmer Moreno Moreno y Jaime Bustos Cicery
(entre otros).

1676. A pesar de que el señor Urueta Ballesteros negó que ese tipo de comportamiento
influyera en que los actos se consumaran al margen de la ley, para la Sala es claro que
era documentación que servía de fundamento para los distintos operativos y que su
inclusión en las carpetas permitía darle apariencia de legalidad a las operaciones
irregulares.

1677. Esto mismo fue admitido por el propio Urueta Ballesteros, quien al ser inquirido
sobre el hecho del 11 de abril de 2006 y la razón por la cual el anexo de inteligencia
había sido autenticado un día después del operativo y contenía información sobre una
estructura guerrillera diferente a la que delinquía en el sector, contestó lo siguiente:

1830 Fiscalía 39 Especializada contra las violaciones a los derechos humanos de Neiva. Radicado 3761. Archivo
“RADICADO 3761 CUADERNO DE COPIA 1”. Folio 280 Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1831 Ejército Nacional. Novena Brigada. Batallón de Infantería No. 26, Cacique Pigoanza. Archivo “Carpeta No

4 Caja No Sin número B3 38 Ordenes 38.4 Ordenes de operaciones BIPIG de 01 abr 2006 a 30 abr 2006”. Folio
151. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
1832 Ministerio de Defensa Nacional. Dirección Ejecutiva de la Justicia Penal Militar. Juzgado 45 de Instrucción

Penal Militar. Radicado 1599. Carpeta “pro 11001606606420060008141”. folio 71 y ss. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1833 Fiscalía 115 Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos. Radicado 7009. Archivo

“RADICADO 7009 CUADERNO DE COPIA 1”. Folio 145 y ss. Obtenido en inspección judicial. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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“PREGUNTADO: ¿Qué pasó ahí, entonces? Habla de una estructura, pero delinque en otro lado,
¿por qué? RESPONDIÓ: Firmón, su señoría, creo yo, esa es la excusa, porque seguramente no leí
el documento en su momento, creo que ese es un anexo equivocado. […] PREGUNTADO: En lo
que usted recuerda, ¿este anexo se hizo antes o después de la operación? RESPONDIÓ: Bueno, el
bosquejo como tal ya existía, solamente fue colocar las informaciones. No recuerdo si fue antes,
pero imagino que lo pidieron para poder formalizar la orden de operación, pero hay una
equivocación, el contexto del informe con el resultado de la operación no tiene ninguna
trazabilidad, porque es Huila y Cauca, o sea, Cauca haciendo referencia no al Cauca al norte de
Algeciras y eso. PREGUNTADO: Le preguntaba cuándo se elabora el documento justamente
porque ahí está consignada una fecha, abril 12 de 2006. Es un anexo de inteligencia para una orden
de operaciones, pero el resultado de la operación, que se desarrolla en el marco de esa orden, es
de un día antes. Eso indica, por lo menos por lo que está consignado ahí, que el anexo de
inteligencia lo elaboran después de la operación. Usted nos dice, además, que había premura para
firmar, ¿por qué había premura para firmar ese documento? RESPONDIÓ: Necesitaban
formalizar la operación como tal y debía haber un soporte, entre comillas, para que esa operación
existiera. Los de operaciones eran muy meticulosos, es decir, eran muy cumplidos, así el
documento estuviera mal, necesitaban que el documento estuviera ahí. Son militares, fuimos
militares, entonces necesitamos ver el soporte así esté mal, cuando vengan a pasar revista el de
operaciones y el de la brigada digan ‘está la orden de operación’ y cuando se hagan las
observaciones se cambia, en su momento”1834. (Negrillas agregadas)

1678. En similar sentido se pronunció al respecto de su firma en el anexo de


inteligencia de la operación del 1° de octubre de 2006 y puntualizó que comúnmente
visaba documentos sin consultar su contenido o fecha, solo para poder completar las
carpetas operacionales para aparentar la legalidad de los actos y “blindarse
jurídicamente”1835.

1679. Por otro lado, Urueta Ballesteros corroboró que firmó el acta de pago por
información del hecho del 28 de enero de 20061836. En lo que concierne a este suceso, el
señor Luis Rodolfo Mulcué Sanza indicó que el señor Benedicto Murillo (víctima) era
una persona conocida y adepta al Ejército, incluso al punto de haber sido referenciado

1834 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.
1835 Jhon Esteban Urueta Ballesteros: “PREGUNTADO: Le pregunto esto porque, como le dije, el hecho fue

reportado el 1º de octubre de 2006, sin embargo, el documento, una vez más tiene una fecha posterior.
¿Recuerda si había alguna premura o afán en elaborar este documento?, como nos dijo también en el hecho
anterior. RESPONDIÓ: Yo creería que sí, pero no lo recuerdo, yo creería que sí, su señoría, porque hay una
lista de verificación que hay que completar toda con los documentos y yo realmente no me fijé en esa fecha y
terminé firmando un documento jurídicamente legal. PREGUNTADO: No quisiera apresurarme a
conclusiones, pero parece ser que firmar con premura era algo usual en el batallón, ¿es así? Es decir,
¿usualmente sus superiores, bien sea el sargento, el capitán o el mayor, le pedían que firmara documentos sin
que usted los hubiera elaborado, que los firmara de afán? RESPONDIÓ: Muy seguramente sí, en algún
momento por querer ocultar o querer sacar algo adelante y tener todo por si de pronto el ente investigador o
Fiscalía venía a pedir un documento, para blindarse jurídicamente. Eso llevó a que se cometieran esos errores”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.
1836 Ejército Nacional, Batallón de Infantería No. 26, Cacique Pigoanza. Archivo “CARPETA DE PAGO DE

RECOMPENSA DE ENERO A JUNIO (2006). Folio 12. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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fácilmente por el comandante de la compañía a la que estaba adscrito1837.

1680. Esto da a entender que el señor Jhon Esteban Urueta Ballesteros faltó a la verdad
cuando certificó que se hizo un desembolso monetario a un ciudadano que dio
información de un ataque de las FARC, pues -si bien el pago se hizo- lo cierto es que la
información fue inexistente o errada y no fue esencial para el despliegue militar. Véase
que, si el señor Benedicto Murillo era conocido por los miembros del BIPIG y cercano a
las tropas, para Urueta Ballesteros debía parecer poco plausible que se justificara una
retribución por datos que condujeron a su deceso. Entonces, como él avaló esa
recompensa, es dable concluir que faltó a la verdad cuando lo hizo.

1681. Teniendo en cuenta esto, para la Sala es claro que el actuar del señor Urueta
Ballesteros se erigía como esencial para la concreción de los planes macrocriminales, ya
que sus superiores podían confiar en que él iba a suscribir los documentos que fuesen
necesarios para ocultar la verdadera naturaleza de las operaciones ilegales. Al tiempo,
es indubitable que él sabía que estaba aportado en ese sentido, en tanto que rubricaba
documentos de operaciones que ya habían ocurrido o de pago por información errada,
lo cual debía revelársele como ilícito, por cuanto contravenía los protocolos de
inteligencia militar.

4.11.2.2. Responsabilidad por preparar o alterar los lugares donde ocurrieron los
hechos.

1682. Según un informe escrito que allegó el señor Jairo Alberto Rico Silva, Urueta
Ballesteros era una persona de confianza de Luis Carlos Aguilera Quintero; tanto así
que lo enviaba a los lugares donde se ejecutaban los operativos ilegales, para modificar
la escena y darle apariencia de legalidad a la supuesta confrontación bélica.

1683. Al respecto, el señor Rico Silva afirmó:

“Ante esa afirmación resolvimos ejecutar el crimen y lo asesinamos. Yo di la espalda y uno de


los soldados, no estoy seguro si fue ARIS o BERMUDEZ le disparó y lo asesinó. Modificamos
la escena, se hicieron otros disparos para simular un combate, se recogieron las vainillas para que
cuando la fiscalía llegara no encontrara vainillas, un soldado de los cuatro que estamos ahí, no
recuerdo exactamente quien, le puso el revólver al cadáver y tomándole las manos le hizo dispar

Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “PREGUNTADO: ¿qué les dijo el teniente Fajardo de lo que se tenía que hacer?
1837

RESPONDIÓ: el teniente Fajardo nos dijo ‘vea muchachos, nos toca hacer una misión para darle de baja al
negro’, porque a él le decían ‘el niche’, todo mundo lo conocía como ‘el niche’, no lo conocían como Benedicto
sino como ‘el niche’. Dijo ‘nos toca darle de baja el niche, acá está el zurdo, nos va a informar cuando salga de
Tres Esquinas o Silvania, él tiene que moverse’. (…). PREGUNTADO: ¿Quién hizo el pare? RESPONDIÓ:
Leal Lozada. PREGUNTADO: ¿qué pasa en el momento que paran la moto? ¿qué hizo Benedicto Murillo?
RESPONDIÓ: como le decía, él era afecto al ejército, entonces empezó a hablar, le pidieron la cedula y empezó
a hablar. Entonces en eso, no recuerdo quien cogió la cedula, y cuando se la iban a entregar, llegó no sé si
Rivera a Marín, le hizo conversa a Benedicto. Yo me retiré un poco porque dijeron que todos tenían que
disparar, pero en esa época yo no eran tan, yo vengo de una familia de campo y humilde pero no tenía el coraje
de hacer eso, no me sentí con la capacidad de dispararle a una persona en ese estado”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo
Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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el arma y le ubicó la granada y los demás elementos. Yo fui y reporté al Batallón que habíamos
tenido un combate y que se había producido ‘el resultado’. Mi coronel me dijo textualmente: ‘Muy
bien por el resultado, si ve que si se podía’. Luego de eso llegó la Fiscalía a hacer el levantamiento,
pero antes de que llegara la fiscalía, apareció en el sitio el Cabo Urueta Ballesteros Jhon Esteban
y verificó la escena, hizo algunos cambios. Incluso regañó a los soldados porque ‘no habían
colocado bien los elementos’ y acomodó todo como, según él, tenía que quedar”1838. (Énfasis
añadido)

1684. Para la Sala, esta aseveración es confiable, debido a que el señor Urueta
Ballesteros fue comúnmente enviado a los lugares donde se consumaban los operativos,
con el fin de efectuar los levantamientos de los cadáveres, tal como él mismo lo admitió:

“PREGUNTADO: ¿Tenía algún papel la sección de inteligencia en el proceso posterior a la


presentación de un resultado, en particular a una muerte en combate? Es decir, ¿los integrantes
de la sección de inteligencia tenían que hacer algo cuando una unidad reportaba una muerte en
combate? RESPONDIÓ: Cuando sucedía el evento, el coronel o el CAPITÁN PEÑA tenía conexión
directa con la Fiscalía, que eran los que hacían el levantamiento. Ellos autorizaban mediante un
documento, que por temas de orden público no podían asistir al lugar de los hechos, entonces
mediante un documento o autorización, algunos de la sección 2ª se dirigían hasta el lugar de los
hechos y el comandante de la unidad que presentó el resultado hacía el levantamiento, su señoría.
PREGUNTADO: ¿Usted tuvo que ir en alguna oportunidad a hacer un levantamiento?
RESPONDIÓ: En varias ocasiones sí, su señoría. PREGUNTADO: ¿Tenía usted alguna formación
para esos procedimientos o cómo sabía lo que tenía que hacer en esas oportunidades?
RESPONDIÓ: Por intermedio de una autorización, porque realmente, su señoría, cuando sucedía
un evento la Fiscalía de Gigante y de Garzón ‘no, le toca a usted’, ‘les toca a ellos’, ‘le toca aquí’,
‘le toca acá’. Creo que eso fue una falencia, lo miro desde mi punto de vista crítico y en últimas lo
único que llegaba era un oficio por medio de fax, que pueden ir los integrantes del batallón,
compañía o pelotón, pueden hacer el levantamiento, traerlo a la morgue y a la morgue llegaban
los técnicos de investigación y hacían lo propio, hacían lo pertinente ahí. El capitán o comandante
de la unidad hacía el levantamiento, embalaba el material, me lo entregaba embalado y a su vez,
eso era lo que sucedía, su señoría”1839.

1685. De hecho, estas funciones que comúnmente debían asignarse a la policía judicial,
pero que por decisión del jefe de la sección segunda le correspondieron en varias
ocasiones a Urueta Ballesteros, se pueden ver perfectamente reflejadas en lo ocurrido el
11 de julio de 2006, en la vereda Alto Silvania de Gigante, en tanto que el compareciente
firmó el acta de levantamiento del cadáver1840 y el acta de entrega del material
supuestamente incautado a la víctima1841.

1686. Así las cosas, considerando la experiencia que tuvo el señor Urueta Ballesteros
en la sección de inteligencia, relativa al levantamiento y disposición de restos mortales,

1838 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Jairo Alberto Rico
Silva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0298.
1839 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.
1840 Ministerio de Defensa Nacional. Dirección Ejecutiva de la Justicia Penal Militar. Juzgado 45 de Instrucción

Penal Militar. Radicado 1599. Carpeta “pro 11001606606420060008141”, archivo “cuaderno 4 y 5”. Folios 23-
31. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1841 Ibidem. Folio 81.

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es dable entender que efectivamente en el hecho del 6 de enero de 2007, cuando estaba
a punto de ser relevado de sus funciones en el S2, acudió al lugar de los hechos para
modificar la escena del crimen y brindarle una fachada de legalidad al operativo.

1687. Sumado a ello, el señor Jhon Esteban Urueta Ballesteros admitió que ayudó a
preparar el escenario donde iban a ser ultimadas las víctimas en el hecho del 12 de abril
de 2007:

“El CAPITÁN AGUILERA me recoge en la Gran Vía y me lleva hasta la vereda La Chonta, que
eso era un paraje solo, una vía sola. Había una sola casa alrededor del sitio del evento y él dice
“aquí está el sitio bueno y vamos a hacer una operación acá. El TENIENTE FORERO va a venir y
él les ayuda a organizar todo”, eso fue de su momento lo que él dijo, ese mismo día (…)
PREGUNTADO: Cuando llegan a la Chonta, ¿qué hacen? RESPONDIÓ: Yo me quedo en una
parte, una loma, simulando el evento. A lo último el teniente me llama, me dice que venga porque
una persona, un informante que le decían PAYA, era el encargado de llevar a esas personas hasta
el lugar de los hechos. Hizo como cinco viajes, yo estaba en una parte de atrás y el TENIENTE
FORERO recibió a todas esas personas. Cuando yo las recibo, yo bajo y es cuando se define quién
va a matar a quién. PREGUNTADO: Pero antes de eso, usted llega a la Chonta con AGUILERA.
RESPONDIÓ: Sí, su señoría. PREGUNTADO: ¿Qué hacen en La Chonta con AGUILERA?
RESPONDIÓ: Verificamos el sitio, era un rastro muy pequeño, un monte muy pequeño, había
árboles de 2 o 3 metros y dijo el CAPITÁN AGUILERA ‘este es el sitio perfecto, esperen orden y
esta noche llega el TENIENTE FORERO’”1842.

4.11.2.3. Responsabilidad por atraer víctimas que serían dadas de baja en


operaciones ilegales.

1688. El señor Luis Carlos Aguilera Quintero señaló que, en torno al suceso acaecido
el 5 de octubre de 2006, Urueta Ballesteros se encargó directamente de conseguir a las
víctimas y por consiguiente llevarlas al lugar donde serían dadas de baja, lo cual hizo
debido a las presiones por resultados que el señor Carlos Yair Salamanca Robles estaba
efectuando una vez se posesionó como comandante del BIPIG. Sobre ello se cita:

“También yo le había mencionado que iba a haber una cierta reestructuración de algunas personas
del dos, entonces ya había salido el cabo Trejos; creo que para esa fecha ya había salido el sargento
Triana; y el siguiente que estaba en lista para salir era el cabo Urueta, porque era de los que más
tiempo llevaba pero no lo recuerdo bien, estaba mal referenciado o alguien le había dicho al
comandante del batallón que ese muchacho no trabajaba, que no producía, bueno, entonces ya
estaba digamos como en capilla, por decirlo de esta manera, para salir de la sección y mandarlo a
un pelotón. Este caso ocurre precisamente porque surge la reunión y entonces el cabo dice ‘bueno,
aquí yo tengo que ponerme a trabajar porque si no me van a sacar’, y este caso directamente lo
trabaja el Cabo Urueta, él consigue la persona, yo no recuerdo en este caso puntual quién fue el,
digamos, la persona que se utilizó o el reclutador para llevar al llevar Huelgos y al señor Falla al
sitio donde fueron ultimados por la tropa y presentados como muertos en combate”1843.

1842 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0950.
1843 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Carlos Aguilera Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0492.

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1689. Aunque el señor Urueta Ballesteros negó categóricamente estas aseveraciones,


para la Sala son confiables debido a que: (i) admitió que Salamanca Robles reestructuró
la sección de inteligencia1844 e incrementó la presiones para la concreción de bajas 1845.,
(ii) el mismo compareciente recalcó que se sentía más cómodo en la sección de
inteligencia que en otros destacamentos1846 y (iii) Aguilera Quintero y Urueta Ballesteros
trabajaron juntos, y tenían un vínculo cercano1847.

1690. De allí que se entienda plausible que, en el marco de un ambiente militar, bajo
presiones por parte de sus superiores, y con la intención de conservar un cargo que no
implicaba desarrollar operaciones en campo o combate, el señor Urueta Ballesteros
hubiese atraído civiles para que después fueran asesinados por efectivos del BIPIG en

1844 Jhon Esteban Urueta Ballesteros: “PREGUNTADO: ¿Qué cambió en la sección de inteligencia cuando sale
el CAPITÁN PEÑA y llega el CAPITÁN AGUILERA? RESPONDIÓ: Bueno, cuando el CAPITÁN PEÑA sale
trasladado, luego llega el CORONEL SALAMANCA, que es el que escoge al personal que va a trabajar con él,
ahí salgo yo, me cambian. Yo duré un espacio como de 2 meses ahí, no sé si es bueno decirlo, pero no estaba
de acuerdo con muchas cosas. De hecho, el coronel era el que manejaba, así le dieran recomendaciones, él decía
‘no, ese man va para afuera, saquémoslo’, entonces una vez el MAYOR LOMBANA me dijo ‘váyase pa su casa
de vacaciones’ y yo le dije ‘me voy a quedar unos días en el municipio de Garzón’ y eso fue, automáticamente,
el detonante para que me sacaran de la sección 2ª. Me iban a agregar a un pelotón en Colombia, Huila, en fin,
y a lo último me dijeron ‘usted pasa al Acorazado’, llego al Acorazado y es ahí donde termino mis servicios en
el Batallón Pigoanza, su señoría”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1845 Jhon Esteban Urueta Ballesteros: “RESPONDIÓ: El CORONEL SALAMANCA era el que más hacía énfasis

en los resultados y pues, creo que le caminaban más duro a él que al CORONEL PICO. PREGUNTADO: ¿Y
con SALAMANCA había algún resultado que fuera más importante que otros? RESPONDIÓ: Lo que pasa es
que la presión venía de arriba, por el tema de la dinámica de la guerra, por el tema de que dar resultados, el
afán, entre otras cosas. El coronel sí hacía énfasis en que se debía dar resultados diariamente, porque pues él
transmitía lo que le transmitían de la brigada, división y comando del Ejército (…) PREGUNTADO: ¿Y cuál
era la excusa o la razón para hacer estos hechos? RESPONDIÓ: Pues el afán de dar resultados, su señoría,
creería yo que la presión operacional, ‘que no servían para nada’, ‘que la plata y los víveres se la estaban
comiendo’, ‘que no tenían cómo justificar’, etc.”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1846 Jhon Esteban Urueta Ballesteros: “RESPONDIÓ: En el mes de enero del 2009 salgo a hacer curso a
capacitación intermedia, de cabo segundo a primero, su señoría. En ese momento me llega el cambio al arma
de inteligencia y me envían a la Escuela de Inteligencia por 4 meses. PREGUNTADO: ¿Por qué se produce ese
cambio de arma? RESPONDIÓ: En su momento, necesitaban reforzar la inteligencia militar y con el tema de
los retiros que se iban los suboficiales, pues quedan algunos espacios para otras personas que quieran
cambiarse de arma, su señoría. Hago el curso básico de combate de inteligencia, que era como el requisito y
otro seminario en la Escuela de Inteligencia y me dan la oportunidad de pertenecer al cuerpo de inteligencia.
PREGUNTADO: ¿Por qué decidió usted cambiarse de arma? RESPONDIÓ: Pues había más oportunidad como
para estudiar, era como la principal, era el principal objetivo, su señoría”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jhon Esteban Urueta
Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.
1847 Jhon Esteban Urueta Ballesteros: “PREGUNTADO: ¿Por qué tenía ese contacto con AGUILERA? Es decir,

¿por qué lo llamaba AGUILERA para esto? RESPONDIÓ: Habíamos tenido un vínculo laboral y el TENIENTE
FORERO, ya habíamos participado en otro hecho. De pronto no tenía confianza con el CABO SERRATO ni con
el SARGENTO HERNÁNDEZ”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jhon Esteban Urueta Ballesteros. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0950.

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un falso operativo militar.

4.11.2.4. Responsabilidad por concertar y realizar declaraciones falsas en el marco de


las investigaciones.

1691. Urueta Ballesteros reconoció haber concertado las declaraciones a rendir en la


oficina jurídica del Batallón, en el Juzgado 65 Penal Militar y ante funcionarios del
Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, con posterioridad a la ocurrencia
del hecho y sobre el cual narró información falsa. Por ejemplo, respecto de los hechos
del 12 abril de 2007 reconoció que

“PREGUNTADO: ¿Sabe usted por estos hechos quién declaró ante la Justicia Penal Militar o la
Ordinaria? RESPONDIÓ: El TENIENTE FORERO, mi persona, fue una declaración muy básica y
no me volvieron a llamar. Después me llamó la Fiscalía, fuimos con el abogado a hacer la
reconstrucción de los hechos y todo terminó ahí, o sea, no terminó ahí, la investigación seguía su
curso, pero sacaron al pelotón como un todo para el municipio del Hobo y de ahí me sacaron ya
del pelotón. PREGUNTADO: ¿La declaración que dieron ante la justicia penal militar la
coordinaron? Es decir, ¿acordaron qué era lo que tenían que decir? RESPONDIÓ: Todo era
coordinado, su señoría. El teniente FORERO decía ‘hay que decir esto’, ‘yo dije esto’, ‘vamos a
seguir esta frecuencia’. PREGUNTADO: Y ya después, cuando declararon ante la Fiscalía,
¿también acordaron qué era lo que iban a decir? RESPONDIÓ: Totalmente, su señoría.
PREGUNTADO: ¿Cómo lo acordaron? RESPONDIÓ: Bueno, se hicieron los actos urgentes, que
fue el primer respondiente, el teniente le dijo al del CTI ‘él también participó’, o sea yo, yo declaré,
pero la Fiscalía nunca… me llamó una vez al Bunker de aquí Bogotá, yo fui, guardé silencio, porque
desde el principio era lo que había que hacer y no me volvieron a llamar después de la Fiscalía,
eso fue como en el año 2009 o 2010. PREGUNTADO: ¿Quién le dijo que lo que había que hacer era
guardar silencio? RESPONDIÓ: El TENIENTE FORERO, eso fue lo que él me dijo.
PREGUNTADO: ¿Para eso tenía alguna clase de asesoría jurídica, había algún abogado que los
asesorara? RESPONDIÓ: Nosotros teníamos un abogado, pero el abogado a mí no me dijo nada,
el que me dijo fue el TENIENTE FORERO, nos reunimos en el batallón, él nos reunió y nos dijo y
esa era la coordinación que teníamos de medianos momentos.”. (Negrillas agregadas).

1692. Este tipo de actuaciones no solo dificultaban el esclarecimiento de lo realmente


ocurrido por parte de las autoridades competentes, sino que también infundían
confianza en los ejecutores materiales de las conductas, quienes veían en el respaldo de
exmiembros de la sección de inteligencia una garantía de impunidad y un aval para
cometer hechos similares en lo sucesivo.

4.11.2.5. Responsabilidad por entregar y/o recaudar dinero para adquirir el material
de guerra para ser implantado a las víctimas.

1693. Jhon Esteban Urueta Ballesteros reconoció igualmente haber entregado dinero a
sus superiores para que se pudiera adquirir lo que se ha denominado como “kit de
legalización”, que con posterioridad se utilizaría en las operaciones ilegales. Al
respecto, afirmó que “se hicieron algunas vacas, o digámoslo así coloquialmente, se reunió
dinero 15 o 20 días antes, pero no sabíamos que íbamos a participar en otra eventualidad. Se

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recogió el dinero porque se necesitaban comprar otras armas”1848. Junto con esto, admitió que
parte del dinero que se entregaba a las personas que brindaban información al BIPIG se
utilizaba para reintegrar las sumas que aportaban los soldados para la consecución de
armas o para la adquisición de otras nuevas. Añadió que, en el hecho del 12 de abril de
2007, fue quien acudió a las instalaciones del batallón con el fin de reclamar el dinero
que sería devuelto y además lo repartió con sus compañeros de pelotón:

“Esta es otra cosa, después que se daban los resultados, el dinero que pagaban de la recompensa
se la daban al teniente FORERO, él volvía y la recuperaba (…) PREGUNTADO: Entonces, del
dinero que le pagaban al informante, se quedaban con una parte para pagar las armas.
RESPONDIÓ: Sí, se recogía el dinero, se hacía la inversión, por así decirlo, luego el 2 pedía la
recompensa, pedían la plata y al teniente FORERO le dieron la plata, porque yo le dije al teniente
que los soldados estaban pidiendo la plata que ellos habían puesto y no me la querían dar, entonces
yo le dije ‘FORERO, esa plata hay que devolverla a los soldados’. Yo fui hasta el batallón y me tocó,
porque lo soldados, yo llevé el dinero y se lo entregué, porque los soldados, lo devolví (…)
PREGUNTADO: ¿Cuánto dinero le entregaron para repartir con los soldados? RESPONDIÓ: No,
no fue para repartir. El dinero me lo dio el teniente FORERO, entre 700, 800 mil o un millón, yo se
lo entregué al soldado PERDOMO porque ese dinero también se utilizaba cuando un soldado tenía
una calamidad, se le daban 200 y el teniente o coronel le daba permiso, entonces 200 o 300 mil
pesos, porque en el momento el soldado no tenía dinero para desplazarse, entonces sacaban de
ahí, era como una caja menor en el pelotón. PREGUNTADO: Pero lo que usted nos decía es que
los soldados estaban pidiendo el dinero que habían dado para las armas. RESPONDIÓ: Sí, el
teniente les dijo ‘hay que recoger un dinero’ y el soldado PERDOMO, porque era uno de los más
antiguos, me dijo ‘mi cabo, ¿este dinero para qué?’ y yo le dije ‘pues uno para los permisos de los
soldados y otro para adquirir un material que se iba a necesitar’ 1849.

4.11.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1694. El compareciente, Urueta Ballesteros participó conscientemente de un plan


criminal para dar muerte a civiles, y fingir que estos eran miembros de grupos al
margen de la ley. Aunado a ello, sus aportes fueron esenciales, en tanto que suscribió
documentos oficiales en los cuales consignó información falsa, atrajo o reclutó víctimas,
modificó los lugares de los hechos, declaró falazmente ante autoridades judiciales y
disciplinarias y aportó o recaudó dinero para la adquisición de elementos de guerra,
todo lo anterior con la intención de dar apariencia de legalidad a los operativos ilegales.

1695. Más allá del hecho que el señor Urueta Ballesteros estaba en la obligación de
proporcionar información cierta y veraz -que cumpliera efectivamente el ciclo de
inteligencia que dicta la doctrina, así como salvaguardar la integridad física de las
víctimas, respetando y protegiendo sus derechos- para la Sala su participación fue
determinante, debido a que sus superiores tenían gran confianza en él y sabían que
gracias a sus acciones siempre podrían encubrir la verdadera naturaleza de los
operativos. Desde un punto de vista pretérito a la ejecución de los hechos, su
participación se entendía como determinante para que los ejecutores materiales no
fuesen descubiertos y el plan se pudiese concretar.

1848 Ibidem.
1849 Ibidem.

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1696. Por lo tanto, la Sala cuenta con bases suficientes para afirmar Urueta Ballesteros
era consciente de: (i) la situación de conflicto armado que se presentaba en el
departamento del Huila (ii) de que ninguna de las muertes reportadas había ocurrido
en el marco de un combate y (iii) que las víctimas eran civiles. Por ello, adelantó tareas
de encubrimiento tales como la alteración de la escena del crimen y de la información
operacional, la consecución de material de guerra para implantar a las víctimas y la
coordinación de las declaraciones falaces ante la justicia penal militar y ordinaria. Sin
su contribución, las unidades a las que perteneció no habrían podido presentar como
bajas en combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas,
engañadas y trasladadas. Esto quiere decir que, con su accionar, Jhon Esteban Urueta
Ballesteros propició y aportó en la consolidación de la ejecución de los tres patrones
macrocriminales como un partícipe determinante sin liderazgo.

1697. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por


los crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1850 de Benedicto
Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Ever Huelgos
Vargas, Jairo Falla Calderón; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en
persona protegida y con el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad de
dieciocho personas: Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez, Norberto
Celys. Jorge Luis López Ortiz, Jesús Eider Burbano Astudillo, Ever Huelgos Vargas,
Jairo Falla Calderón, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate
Alonso, Joan Sebastián Mosquera, Orlando Molano Gutiérrez, Andrés Mauricio Duarte
Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel
Gómez Rincón y Rubiel Andrade.

4.12. Soldado Profesional (r) Luis Rodolfo Mulcué Sanza.

1698. Luis Rodolfo Mulcué Sanza, identificado con cédula de ciudadanía No.
79.768.633, fue miembro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” desde el
año 2000 hasta el 2008, período dentro del cual se desempeñó como Soldado Profesional
en la Compañía C “Catapulta” (hasta mediados del 2007) y en la Compañía B
“Bayoneta”. Posteriormente fue trasladado a los Grupos de Acción Unificada por la
Libertad Personal (GAULA) de Huila (desde el 17 de mayo de 2008 hasta el 25 de agosto
de 2014) y Bajo Cauca (a partir de la última fecha y por lo menos hasta el 2020)1851.

Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).


1850

Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “RESPONDIÓ: yo salí en el 2008 para el GAULA Huila. (…) PREGUNTADO:
1851

háganos un recuento de las diferentes unidades en las que ha estado. Usted ya dijo que estuvo en el batallón
Juanambú, el batallón Pigoanza, ahora nos habla del Gaula Huila. ¿en qué otras unidades ha estado?
RESPONDIÓ: estuve en Juanambú, Pigoanza, Gaula Huila y en la unidad que pertenezco en este momento
que es Gaula Bajo Cauca. PREGUNTADO: díganos, ¿Cuál fue el periodo que estuvo en el Gaula Huila?
RESPONDIÓ: yo entré al Gaula Huila el 17 de mayo del 2008 y estuve hasta el 25 de agosto del 2014.
PREGUNTADO: ¿y entre el 2014 y 2015 donde estuvo? RESPONDIÓ: el 25 de agosto del 2014 pasé al Gaula
Bajo Cauca y pasé hasta el 2 de febrero del 2015, que me dieron medida de aseguramiento”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis
Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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1699. Mediante Auto No. 59 del 04 de marzo de 2020 el señor Mulcué Sanza fue
llamado por la JEP a rendir versión voluntaria, y fue escuchado en dos sesiones, los días
29 de julio y 10 de agosto de 2020.

4.12.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1700. Entre enero del 2006 y enero del 2008, como Soldado Profesional, el señor Mulcué
Sanza participó en la presentación de once bajas en supuestos combates1852, de las cuales
tres corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; dos al segundo de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad; y 6
al tercero, operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común
y/o milicias.

1701. Si bien el señor Luis Rodolfo Mulcué Sanza admitió su participación directa en
todas las muertes presentadas, en uno de los hechos aseveró que no tuvo injerencia en
su ejecución, asimismo sostuvo que hizo un aporte monetario para la adquisición del
armamento que le fue implantado a la víctima1853.

1702. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan para mostrar como resultados
legítimos las muertes producidas en combates simulados. Mientras Mulcué Sanza fue
miembro del batallón participó en la ejecución y en el encubrimiento de esas
operaciones ilegales, ya que: (i) aportó dinero para el material de guerra que se adjudicó
a las víctimas; (ii) ayudó a efectuar la implantación de esos elementos; (iii) accionó su
armamento de dotación en contra de las víctimas, en otras ocasiones efectuó actos de
custodia sobre el sector mientras sus compañeros ejecutaban los hechos; (iv) suscribió
documentos cuyo contenido no era verídico; y (v) rindió declaraciones falsas en el
marco de las investigaciones disciplinarias o penales que se adelantaron por la comisión
de estos crímenes.

1703. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Luis Rodolfo Mulcué


Sanza por la ejecución de estos patrones.

Se desarrollaron de esta forma: 2 en el año 2006, 4 entre febrero y agosto de 2007, y 1 en enero del 2008.
1852

1853Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “(…) creo que una persona lo llevó, y cuando llegamos al sitio, llegamos
prácticamente al mismo tiempo llegó la víctima. En ese momento ya estaba claro de quien iba a disparar y todo
eso. Entonces cuando llegó, cogimos al muchacho y todo eso, porque yo no estuve tan metido ahí con la
víctima, entonces Tovar que era el encargado de darle muerte a esa víctima, llegó y le produjo los disparos.
(…) PREGUNTADO. ¿A esta persona le pusieron o modificaron el lugar de los hechos? RESPONDIÓ. Sí, a esta
persona se le puso el kit. PREGUNTADO. ¿Y de dónde salieron? RESPONDIÓ. No estoy seguro si lo
compramos o alguien lo puso, si lo puso el sargento. PREGUNTADO. Cuando tenían que comprar esos
implementos, ¿de dónde salía el dinero? RESPONDIÓ. Del sueldo de cada uno. Lo pagaba uno a fin de mes, a
cada uno le tocaba dar la cuota. PREGUNTADO. ¿Y ese dinero había forma de recuperarlo? RESPONDIÓ. No,
el dinero se embolataba”. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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4.12.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

1704. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales previamente reseñados.

4.12.2.1. Responsabilidad por participar en la ejecución de las operaciones ilegales.

1705. El señor Mulcué Sanza manifestó que era uno de los soldados de confianza de
sus superiores para poder ejecutar las operaciones ilegales, lo cual se derivaba de su
experiencia militar, así como de la obediencia y diligencia que demostró siempre en el
cumplimiento de las órdenes que le eran impartidas. Al respecto, indicó:

“PREGUNTADO: ¿el teniente Fajardo reunió a todo el pelotón o solo lo que usted ha comentado?
RESPONDIÓ: a todo el pelotón, pero en ese momento solo habló con los que iban a ir a la misión.
Pero antes había hablado con el pelotón, la otra sección. Incluso, Javier Pedraza era de la segunda
sección, mandó a llamar de la otra sección y los hizo bajar, sacó gente de la primera y segunda
sección. PREGUNTADO: ¿sabe usted por qué sacó el teniente a estas personas? RESPONDIÓ: la
verdad, no, no tengo conocimiento. De pronto porque pensó que eran los indicados para el trabajo.
PREGUNTADO: las personas que escogió el teniente, ¿eran de su confianza o tenían alguna
característica en común? RESPONDIÓ: en el caso de Rivera, Leal Lozada, Bravo -que era el
enfermero- y mi persona, éramos de confianza porque éramos de la sección de él y vivíamos de
arriba para abajo con él; y en el caso de Pedraza, de Rodríguez Triviño y los que no me acuerdo,
fue por seguridad. Iban a estar en un punto, Pedraza quedó de cierre pasando el puente de Silvania
y nosotros quedamos en Silvania”1854. (negrillas agregadas).

1706. Igualmente, comentó que el Subteniente Javier Mauricio Fajardo Rincón (su
superior en el año 2006) lo envió de vacaciones a Santa Marta como premio a su
diligencia en la materialización de una de las operaciones y porque “éramos muy amigos,
siempre manteníamos juntos y compartíamos harto y por lo del trabajo que, a pesar de no haberle
dado, fui a declarar”1855.

1707. A la vez, estimó que su vinculación al GAULA del Huila se debió a un premio
por los múltiples resultados operacionales ilegítimos que brindó y por “comportamiento,
porque no me meto con nadie y mantengo en mi trabajo. Siempre me mantengo estable en lo que
debo y puedo hacer, no soy indisciplinado, soy una persona comprometida en lo que debo
hacer”1856.

1708. Sobre este último tema (su compromiso y diligencia en el cumplimiento de los
mandatos) detalló que -en días previos al hecho ejecutado el 8 de diciembre de 2006- le
dio a saber al teniente Jesús Mauricio Jiménez Botina que estaba presto para seguir

1854 Ibidem.
1855 Ibidem.
1856 Ibidem.

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cualquier clase de orden, sin importar su naturaleza1857. Añadió que el Sargento


Segundo Evangelista Gómez Muñoz lo eligió para fusilar a la víctima el 10 de agosto de
2007, ya que “sabía que ya tenía la confianza y había hecho ese tipo de trabajos en el grupo
especial, yo le dije ‘hágale, pero yo no declaro’”1858.

1709. Del mismo modo, Luis Rodolfo Mulcué Sanza manifestó que participó en las
ejecuciones de dos formas diferentes: (i) disparando su arma de dotación y (ii)
merodeando en los alrededores de los sectores donde se efectuó la baja ilegítima, para
que nadie ajeno al operativo se acercase.

1710. En lo respectivo a la primera modalidad comentada, el señor Mulcué Sanza


expuso que ejecutó directamente a las víctimas, a través del uso de arma de fuego, en
los hechos ocurridos el 2 de febrero1859, el 30 de julio1860 y 10 de agosto de 20071861, al igual

1857 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “«PREGUNTADO: usted nos dijo que el teniente sabía de su participación de
los hechos de enero. ¿Cómo sabía de eso? RESPONDIÓ: porque nosotros le habíamos dicho, yo había hablado
con él porque él me dijo ‘¿usted cómo es para hacer esas vueltas?’ y le dije que ‘lo que tengo que hacer, yo lo
hago’. Le conté que estuve en una donde no disparé, pero estuve. Entonces, ahí sí lo que ordene. Entonces, por
eso creo que me llevó a esa misión. PREGUNTADO: pero cuéntenos, ¿cómo llegaron a ese tema? RESPONDIÓ:
estábamos un día en Gigante, Huila. Entonces empezaron con esa vaina de que tenían que dar bajas, entonces
dijo que quien iba a dar las bajas, y como yo estaba nuevo, dijeron que metieran a Mulcué ahí, a ver qué tan
bueno es´´, y entonces me dijo ‘¿usted que tiene?’ y le dije ‘lo que tenga que hacer, mi teniente’, entonces me
dijo ‘alístese que en unos días le tengo un trabajo’. Ya sabía para qué era que me tenía en cuenta y le dije que
listo. Eso fue todo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0283.
1858 Ibidem.

1859 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “Cada quien (sic) nos tocó coger el que tocaba y dialogamos un rato y pedimos

la cédula, haciendo como si verificáramos antecedentes cuando no era así, sino que era para darles tiempo para
la hora que se iban a ejecutar. La arma (sic) del primero que disparara era el inicio donde se tenía que empezar
a disparar al mismo tiempo, para que nadie se fuera a volar, y en ese transcurso de ese momento donde
empezaron los disparos yo tenía a uno al que di de baja, le causé la muerte, y enseguida había otro compañero
de apellido Sánchez, y el soldado no se sintió en la capacidad de hacerlo y yo lo hice en el momento de hacerlo”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.
1860 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “Cuándo yo llegué al sitio donde estaba la víctima, estaba sentado a la orilla

de una carretera destapada que había. Lo tenían sentado ahí y el sargento estaba hablando con él y el sargento,
cuando yo llegué, me dice, mandé razón, dígale que ya está listo´´, entonces yo me acerqué a unos 10 metros
y le empecé a disparar. Inclusive alcancé a escuchar que se quejó el viejito, pegó un quejido y todavía había
quedado vivo y el sargento también disparó, el sargento Gómez. Bueno, así pasó. Pasó eso, verificaron que
estuviera muerto y efectivamente estaba muerto el viejito”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.
1861 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “Llegamos allá y esperamos un ratico ahí, como unos 20 minutos estuvimos

ahí esperando hasta que llegara la gente. Cuando bajaban dos personas y me dijo ‘esos son’. Cuando uno de
ellos se me arrimó y hablaron con él y cogieron al otro muchacho y lo metimos hacia la orilla de la carretera,
inclusive al ver lo que estábamos hablando el hombre se asustó y empezó como a ponerse indispuesto y
entonces los llevamos a sentarse al punto y dijo llego el sargento y dijo ‘listo, llegó la hora'. Yo me hice como
como a unos 5 o 6 metros y le disparé, inclusive estaba con otro compañero de apellido Montenegro y también
le comenzó a disparar y la orden era que solo yo le disparara, y después le dije que por qué le había disparado
y me dijo ‘no, es que yo quería’ y le dije ‘bueno conste, que después no haya problemas’”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo
Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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que el del 10 de enero de 20081862.

1711. Sobre la segunda forma de aportar en la concretización de las operaciones


ilegales, declaró que en el hecho del 28 de enero de 2006 “tomé seguridad porque me dijeron
que me hiciera adelante (sic) para que no se lleven la moto mientras hacemos esto, entonces
hicimos seguridad en la vía mientras que llegaba el carro”1863, función que fue corroborada
por los Soldados Profesionales Diego Fernando Bravo1864 y Javier Pedraza1865.

4.12.2.2. Responsabilidad por suministrar o implantar el material de guerra a las


víctimas o por aportar dinero para su consecución.

1712. Luis Rodolfo Mulcué Sanza aseguró que en un caso también ayudó a implantar
y embalar el armamento que supuestamente llevaba consigo la víctima 1866. Incluso,
aseveró que en un crimen él suministró unas granadas que se había encontrado en otro
operativo, las cuales le fueron adjudicadas al ciudadano asesinado:

“(…) Después de eso, el sargento dice que toca rematarlo y verificar que esté muerto, y fuimos y
la víctima ya estaba muerta. Después de esos hechos, se cuadró las armas que se iban a poner la
cual a uno de ellos (inaudible), el señor que los llevó, el civil, no sé, no vi bien que los llevaba, llevó
el kit incompleto, faltó un kit. Entonces en ese momento una persona se las encontró y me las
entregó a mí. Yo no entregué las granadas pensando que más adelante me iba a ganar un permiso
o beneficio por esas granadas, eran granadas de la guerrilla, y entonces en ese momento me dijo el
sargento, quien tenía conocimiento de las granadas, “Mulcué, resulta que falta un kit para un
muerto” y yo le dije “mi sargento, yo que voy a saber”, y me dijo “deme esas granadas y le vamos
a dar un permiso, le vamos a dar 10 días de permiso por esas granadas”. Bueno, le entregué esas

1862 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “Bueno, ese día como el cabo Cera estando ahí en el lugar ya sabíamos quién
iba a disparar porque yo estaba ahí y estaba yo ahí con otro soldado de apellido Perafán, pero no recuerdo el
nombre, él era más antiguo que mi persona y me dijo ‘bueno vamos a hacerle’, y digamos ahí era donde había
sido volado esa torre y ahí paramos a la víctima, ahí entre los dos y ahí disparamos al mismo tiempo y ahí
quedo la victima muerta”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.
1863 Ibidem.

1864 Diego Fernando Bravo: “PREGUNTADO: ¿de qué manera se organizó el pelotón al llegar a Silvania?

RESPONDIÓ: el soldado Pedraza y Rodríguez se fueron de seguridad hacia un lado de la vía, al otro sector se
organizó Anacora lejos del lugar, en los hechos como tal Jojoa que carga el radio y yo que nos fuimos cerca al
cafetal cubriendo el radio y botiquín, y en la vía estaba el soldado Mulcué, Rivera, Leal, Marín y el teniente
quienes paraban los vehículos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Diego Fernando Bravo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No
9002774-09.2018.0.00.0001/0286.
1865 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Javier Pedraza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0282.


1866 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “RESPONDIÓ: después de que lo encuentro, llaman a Marín o al que tenía el

kit, y le ponen la pistola. Primero me envían a mí al caserío a conseguir las bolsas, porque llamaron al batallón
y tocó embalar las pruebas para que no se contamine la escena, entonces me fui yo, no recuerdo con quien, y
conseguimos las bolsas, ya era tardecito, unas bolsas plásticas para echar los elementos que supuestamente
tenía. Después de eso se disparó el arma, recogimos la pistola y la mina que tenía amarrada a la parrilla de la
moto”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0283.

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granadas al sargento y cuadraron lo del kit”1867. (Negrillas agregadas)

1713. Igualmente, fue reiterativo al indicar que cooperó entregando dinero a sus
comandantes, el cual se destinó para comprar las armas que serían implantadas a las
víctimas1868, aporte monetario que se extraía “del sueldo de cada uno, lo pagaba uno a fin de
mes, a cada uno le tocaba dar la cuota”1869. Este aspecto fue confirmado por el Subteniente
Javier Mauricio Fajardo Rincón1870.

1714. El compareciente era consciente del fin de la recolección del dinero, pues
respondió lo siguiente cuando se le interrogó acerca de lo que se ha denominado como
“kit de legalización”:

“PREGUNTADO: ¿conoció o supo durante su tiempo en el Ejército el término “kit de


legalización”? RESPONDIÓ: sí, doctora. PREGUNTADO: ¿qué se entendía por kit de legalización?
RESPONDIÓ: se trataba del arma o granada o lo que se le ponía a la víctima después de darlo de
muerto. PREGUNTADO: ¿y quién era el encargado de ubicar ese kit de legalización? RESPONDIÓ:
en los casos que yo estoy investigado, casi entre todos, pero siempre habrá un soldado u oficial o
suboficial el que puede conseguir eso; pero tengo unos procesos donde el que nos guiaba ya tenía
el kit, cosa donde uno ya terminaba y se le ponía el kit”1871. (negrillas agregadas)

1715. Este aporte monetario era esencial para poder materializar el plan criminal en el
cual él se desenvolvió, por cuanto era necesario para encubrir la verdadera naturaleza
de las operaciones ilegales: sin ese dinero la compra de las armas y elementos de guerra
no se habría podido efectuar, ya que se requería la cooperación de los involucrados para
sufragar su adquisición, especialmente porque -para la credibilidad de la versión
amañada que presentaban sobre los hechos- era indispensable que la víctima fuera
encontrada con armamento, de lo contrario no hubiera sido posible describir lo ocurrido
como un combate.

4.12.2.3. Responsabilidad por concertar y realizar declaraciones falsas en el marco de


las investigaciones.

1716. El señor Mulcué Sanza expuso que, después de cada operativo ilegal, los
integrantes de la patrulla que no habían accionado sus armas debían declarar ante

1867 Ibidem.
1868 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “PREGUNTADO: ¿a esta persona le pusieron armas? RESPONDIÓ: si, se le
puso un arma corta PREGUNTADO: ¿de dónde salió el arma? RESPONDIÓ: de ahí de la motorizada, esa la
compramos nosotros PREGUNTADO: [inaudible] RESPONDIÓ: días antes, se compró días antes para tenerla
ahí PREGUNTADO: ¿Quién la compró? RESPONDIÓ: entre todos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.
1869 Ibidem.

1870 Javier Mauricio Fajardo Rincón: “Entonces los soldados ya habían hecho otra recolecta y el soldado Marín

había comprado el arma en la ciudad de Neiva, una pistola”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Javier Mauricio Fajardo Rincón.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0284.
1871 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Luis Rodolfo Mulcué Sanza. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.

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diversas autoridades, como la Fiscalía General de la Nación o la Justicia Penal Militar,


a fin de establecer el correcto proceder durante las operaciones1872.

1717. Al respecto, y a modo de ejemplo, detalló que después del hecho del 28 de enero
de 2006, por órdenes de su superior, tuvo que declarar que había accionado su
armamento, lo cual era falaz, pero lo hizo debido a que “Leal ya tenía procesos y no podía
declarar entonces le (sic) tocaba a mi persona”1873.

1718. Del mismo modo, el compareciente reveló que en el mismo asunto tuvo que
suscribir un acta de gasto de munición, consignando información falsa, en tanto que
“aparece un montón de cartuchos que no disparé, pero como esa era la versión que tenía que dar,
así quedó”1874.

4.12.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1719. Luis Rodolfo Mulcué Sanza participó de forma consciente en la ejecución de un


plan criminal que tenía como fin ejecutar a civiles y fingir que estos eran miembros de
grupos al margen de la ley. Además, su participación en la ejecución de once casos fue
esencial, al ser un subalterno de confianza para sus superiores, quienes al tenerlo en el
grupo ejecutor podían tener certeza de que sus órdenes iban a ser cumplidas y la
verdadera naturaleza de los actos no se iba a divulgar, ya que Mulcué Sanza, cuando le
fue ordenado, disparó en contra de las víctimas, prestó vigilancia en el sector donde se
desplegó el operativo, aportó dinero y material bélico para su concreción y declaró ante
autoridades para encubrirlas.

1720. Además, era consciente de: (i) la situación de conflicto armado que se presentaba
en el departamento del Huila, (ii) de que ninguna de las muertes reportadas había
ocurrido en el marco de un combate1875 y (iii) que las víctimas eran civiles. Sin su
contribución, los pelotones a los que perteneció no habrían podido presentar como bajas

1872 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “PREGUNTADO: ¿cómo escogió el teniente quienes iban a declarar?
RESPONDIÓ: él siempre escoge como en el otro proceso, donde el que dispara no declara, porque él tiene más
procesos entonces declara otra persona. En este caso él dijo ‘va a declarar Yirome, Mulcué y Sánchez Gómez’
y así nos escogieron. PREGUNTADO: ¿usted fue voluntario para declarar? RESPONDIÓ: no, él me dijo ‘va a
declarar Mulcué’ y yo le dije que bueno. PREGUNTADO: ¿los detalles de lo que tenía que declarar también se
acordaron con el teniente? RESPONDIÓ: sí, todo eso fue con el teniente”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0283.
1873 Ibidem.

1874 Ibidem.

1875 Luis Rodolfo Mulcué Sanza: “RESPONDIÓ: ejemplo, señor magistrado: Catapulta 1 o Acorazado 1 dio una

o tres bajas, pero no era FARC, sino delincuencia común, entonces más de uno decía que eso era como raro,
que no era legal, pero era comentario que usted iba pasando así hasta que ya pasó todo esto. PREGUNTADO:
¿y por qué era raro? RESPONDIÓ: porque nosotros como seres humanos sabe cuándo las cosas están bien o
mal, allá uno dice ‘estos manes que son de Acorazado y dieron siempre bajas prácticamente legales, de FARC’
y otros pelotones que estaban en otro pueblo donde prácticamente no había enemigo, no había guerrilla, o al
menos casi nunca había presencia, entonces uno decía que era raro”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Luis Rodolfo Mulcué Sanza.
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en combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas,


engañadas y trasladadas.

1721. De esta manera se tiene que, la actuación del señor Luis Rodolfo Mulcué Sanza,
en calidad de Soldado Profesional adscrito al BIMAG, constituyó un aporte esencial
para la ejecución de los tres patrones que han sido identificados por la Sala. Esto tuvo
lugar, mediante (i) su participación constante, reiterada y determinante, en los hechos
graves y representativos que dieron lugar a su caracterización. Además, (ii) se trató de
un subalterno de confianza para sus superiores, comandantes de pelotón e integrantes
de la plana mayor, que les brindaba plena certeza sobre el cumplimiento de las ordenes
irregulares que propiciaron la comisión de los delitos investigados y del ocultamiento
de la ilegalidad de su conducta.

1722. Sin embargo, no se evidencia que Mulcué Sanza hubiese liderado el surgimiento
o la consolidación de los patrones analizados. De igual forma, se destaca que no
colaboró en su diseño y tampoco en la incorporación de innovaciones. En consecuencia,
será considerado como un partícipe determinante sin liderazgo.

1723. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1876 de Benedicto
Murillo Asprilla; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona
protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad1877 de 11 personas,
Benedicto Murillo Asprilla, Honaldo Muñoz Campo, Lenin Yustres Amézquita,
Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería, Nelson Medina
Vargas, Yovanny Monsalve Marín, Milton Hernán Sunz Garzón, Diego Andrés Molina
y una persona no identificada.

4.13. Soldado Profesional (r) Willinton Espinosa Baquero.

1724. Wilinton Espinosa Baquero, identificado con cédula de ciudadanía No. 7.718.623
de Neiva (Huila), miembro del Batallón de Artillería No. 9 “Tenerife” entre el año 2000
y 2002, año desde el cual se hizo miembro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique
Pigoanza”, por lo menos hasta 20201878. En ese periodo se desempeñó como Soldado
Profesional, en la compañía C “Catapulta”. El señor Espinosa Baquero acudió
voluntariamente ante la JEP mediante acta de sometimiento 302375, suscrita el 21 de

1876 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1877 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1878 Wilinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO ¿en qué unidad se encuentra actualmente? RESPONDIO: en

este momento en Garzón- Huila en el Batallón Cacique – Pigoanza. PREGUNTADO: ¿desde cuándo está usted
activo en el batallón? RESPONDIO: yo presenté servicio en el año 2000, en el Batallón Tenerife, de ahí me
dieron la oportunidad de pronto de seguir como soldado profesional y, en el 2002, pasé al Batallón Cacique
Pigoanza a trabajar como soldado profesional, a la fecha. PREGUNTADO: si le entiendo, entonces ¿usted no
ha estado en batallones diferentes al Tenerife y al Pigoanza? REPSONDIO: No señor, he estado siempre
pernoctando el tiempo que llevo 21 años, voy para 22 años, he trabajado allá en el batallón Cacique Pigoanza”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.

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julio de 2017 en Neiva, y fue escuchado en dos sesiones, los días 10 de septiembre y 28
de octubre de 2020.

4.13.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1725. Entre diciembre de 2005 y diciembre de 2007, como Soldado Profesional, el señor
Espinosa Baquero se involucró en diez bajas en supuestos combates1879, de las cuales
ocho corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, y dos al segundo, de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad.

1726. Las ocho operaciones ocasionaron diez muertes de civiles en los municipios de
Garzón, Gigante y El Pital, y el señor William Baquero Espinosa admitió su
participación directa en siete de ellas. Aunque en uno de los hechos aseveró que no tuvo
injerencia en su ejecución, también afirmó que estuvo prestando seguridad en el sector
mientras se perpetraba1880 y el señor Newer Penna Ramírez confirmó su presencia en el
operativo1881.

1727. Estos crímenes se perpetraron con ocasión de un plan para mostrar como
resultados legítimos las muertes producidas en combates simulados. Mientras Espinosa
Baquero fue miembro del batallón participó en la ejecución y en el encubrimiento de
esas operaciones ilegales, ya que: (i) aportó dinero para el material de guerra que se
implantó a las víctimas; (ii) accionó su armamento de dotación en contra de estas; (iii)
en otras ocasiones efectuó actos de custodia sobre el sector mientras sus compañeros
ejecutaban los hechos; y (iv) rindió declaraciones falaces en el marco de las
investigaciones disciplinarias o penales que se adelantaron por esos hechos.

1879 (i) 25 de diciembre de 2005 (víctima: Nidio Perdomo Triviño), (ii) 28 de julio de 2006 (víctima: Elio Delio
Velazco), (iii) 8 de septiembre de 2006 (víctima: Gonzalo Bermúdez Chaux), (iv) 7 de noviembre de 2006
(víctima: Rigoberto Tovar Pinto), (v) 23 de marzo de 2007 (víctimas: Jair Hoyos Alzate y Álvaro Marín Silva),
(vi) 11 de abril de 2007 (víctima: John Germán Vargas Calderón), (vii) 8 de diciembre de 2007 (víctima: John
Jairo Zúñiga Gómez) y (viii) 15 de diciembre de 2007 (víctimas: Omar Penagos Urquina y Luis Ángel Vallejo
Vargas).
1880 Wilinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO: ¿Qué escuchó usted esa noche o cómo sabía que iba a salir

una patrulla a hacer un trabajo? RESPONDIÓ: lo que pasa es que como hay comunicación vía radio, entonces
el comandante le informa al comandante de sección de nosotros que estemos en la juega, porque ellos van a
salir a hacer un trabajo, que nos quedáramos en la parte alta pendiente de la seguridad”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa
Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1881 Newer Penna Ramírez: “PREGUNTADO ya llegaron al sitio donde iba a ejecutarlos y ahí ¿cómo fue su rol

cuando iban a ejecutarlos? ¿cómo el comandante dispuso el asesinato? RESPONDIO: no hubo tal así como
asignación, en este caso siempre había como un grupo que nunca decía nada, por ejemplo, Gonzales que era
el enfermero, el soldado profesional Espinosa, Camargo, Avendaño, siempre iban prácticamente ellos, pienso
yo que de pronto ellos ya tenían su misión asignada, porque nunca nos dijeron usted tiene que hacer esto,
como si ya se supiera. PREGUNTADO: ¿los que usted menciona ahorita fueron los que ejecutaron y los demás
no hicieron nada? RESPONDIO: no sé quién fue el que disparo, lo que pasa es que estaba oscuro y donde
paramos no nos movimos hasta que pasó uno diciendo agáchense que ya van a disparar y en eso dispararon,
no sé quién”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Newer Penna Ramírez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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1728. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Wilinton Espinosa


Baquero por la ejecución de estos patrones.

4.13.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones macrocriminales.

1729. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de por lo menos dos de los patrones macrocriminales
previamente reseñados.

4.13.2.1. Responsabilidad por participar en la ejecución de las operaciones ilegales.

1730. El señor Espinosa Baquero dio a conocer que era uno de los soldados de
confianza de sus superiores, comandantes de pelotón e integrantes de la plana mayor
del Batallón, para poder ejecutar las operaciones ilegales, lo cual se derivaba de su
experiencia y formación militar1882, así como de la obediencia y diligencia que demostró
siempre en el cumplimiento de las órdenes ilegales que le eran impartidas. Al respecto,
indicó que:

“(…) La verdad no sé por qué mi subteniente nos habrá escogido, de pronto por lo que el capitán
Coronado le había dicho que en las otras bajas que habíamos dado la mayoría de los soldados que
aparecían ahí eran los que ya más o menos teníamos conocimiento de cómo era que se iban a hacer
las cosas, y no había ningún problema con nosotros, yo creo que fue por eso”1883.

1731. A la vez, detalló que él -junto a otros soldados como Rodrigo Gonzáles Ramírez,
Rafael Fernández González, Juan Carlos Álvarez Lozada, entre otros- fue escogido para
ejecutar los crímenes cometidos en diciembre de 2007 porque “ya definitivamente
sabíamos que nos tocaba a nosotros porque los muchachos ya nadie iba, entonces ya a lo último
a mí me toco ir en esa ocasión”1884 , y debido a que al Teniente Rojas Cerón -cuando asumió
como comandante del pelotón en esa época- le hicieron saber que “para ir a hacer trabajos
está el soldado Espinosa, está el soldado Juan Carlos, está el soldado Gonzáles, esos son
muchachos que ya están en el rol metidos, saben cómo son las cosas, nunca ponen problemas”1885.
Reiteró lo anterior cuando expresó que lo eligieron múltiples veces en razón a que “ya
prácticamente ya estaba empapado de todo lo que estaba pasando y la mayoría de los soldados
siempre a mí me decían ‘Espinosa ¡vaya!’”1886, y fue reafirmado por el Capitán Faiver

1882 Faiver Coronado: “(…) siempre va a estar la figura de Espinosa Vaquero Willington, porque dentro de la
organización es muy importante la persona que detecte o determine o que tenga la capacidad de identificar un
campo minado o de hacer una experticia mediante un canino”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Coronado Camero. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1883 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1884 Ibidem.

1885 Ibidem.

1886 Ibidem.

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Coronado Camero1887, el Sargento Segundo José Alirio Triana1888 y por el soldado Newer
Penna Ramírez1889.

1732. Del mismo modo, Wilinton Espinosa Baquero manifestó que participó en las
ejecuciones de cuatro formas diferentes, en algunos casos accionó su arma de dotación
para causar la muerte a la víctima, como en los hechos ocurridos el 11 de abril1890 y el 8
de diciembre de 20071891.

1733. En otros casos prestó servicio de seguridad en las inmediaciones al sector donde
se presentó la baja ilegítima, deteniendo el tráfico e impidiendo que civiles se acercaran

1887 Faiver Coronado: “RESPONDIÓ: doctor qué pena, excúseme que sea desatinado, además en la primera
sección ya me habían generado cierta confianza y ya me habían demostrado sus capacidades en el orden
táctico, entonces uno trata de buscar la gente que está acorde con el reto que presenta la amenaza, entonces
básicamente por eso. (…) PREGUNTADO: (…) ¿qué integrantes de ese pelotón demostraron las cualidades
que usted nos menciona? ¿quiénes se destacaron por eso? RESPONDIÓ: claro doctor, había soldados que
inclusive venían de otros batallones de fuerzas especiales: el soldado Cardona, el soldado Andapiña, Espinosa
había recibido un buen entrenamiento también, Juan Carlos Álvarez también, entonces dentro de los soldados
que había eran los soldados con más experticia, con más experiencia, entonces por lo general doctor cuando
usted va a una situación compleja y difícil usted trata de llevar a sus mejores hombres”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Coronado
Camero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1888 José Alirio Triana Rosas: “en el pelotón había varios soldados señor magistrado que, como dicen por ahí, la

tenían clara en cuanto a ese tema y cuando yo digo que había soldados porque ellos ya tenían como la sangre
fría y manejaban el tema muy bien, me refiero al soldado Tovar, me refiero al soldado Lozada, me refiero al
soldado Jaramillo, así de los más cercanos. Me refiero al soldado Espinosa (…)”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alirio Triana Rosas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1889 Newer Penna Ramírez: “PREGUNTADO: ya llegaron al sitio donde iba a ejecutarlos y ahí ¿cómo fue su rol

cuando iban a ejecutarlos? ¿cómo el comandante dispuso el asesinato? RESPONDIO: no hubo tal, así como
asignación, en este caso siempre había como un grupo que nunca decía nada, por ejemplo, Gonzales que era
el enfermero, el soldado profesional Espinosa, Camargo, Avendaño, siempre iban prácticamente ellos, pienso
yo que de pronto ellos ya tenían su misión asignada, porque nunca nos dijeron usted tiene que hacer esto,
como si ya se supiera”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Newer Penna Ramírez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0285.
1890 Wilinton Espinosa Baquero: “RESPONDIO: el 11 de abril de 2007. PREGUNTADO: relátenos por favor

todo lo que recuerde de ese hecho. RESPONDIO: yo me encontraba en la vereda de Pan de azúcar (…) ahí
salimos empezamos el desplazamiento ahí llegamos y nos ubicamos, esperamos que llegara el sujeto que
estábamos esperando y llegamos como a las 21 y el señor llegó como a las 21:30 pasaditas, de ahí nos ubicamos,
esperamos que nos habían dicho que iban a subir al señor, efectivamente lo subieron a la 9:30 pasaditas,
cuando lo llevaron y ahí lo dimos de baja al señor, llegamos y nos ubicamos y mi cabo y los soldados que
habíamos ido, al igual lo había llevado un sujeto, no me acuerdo el nombre en este momento, él lo dejo ahí,
recibieron al señor, lo pusieron ahí y ahí disparamos todos y fue cuando dimos de baja al señor”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton
Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1891 Wilinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO: relátenos entonces lo que ocurrió ese 8 de diciembre de 2007.

RESPONDIO: (…) entonces el señor se comunicó no sé si fue con el comandante de pelotón y ellos dijeron que
le iba a hacer el seguimiento, que supuestamente los sujetos iban a llegar esa noche por esa plata, nos hicieron
subir esa noche, nosotros llegamos allá, estábamos allá ubicados, supuestamente llegó el sujeto, nosotros nos
encontrábamos ya ahí ubicados, el señor llegó y sin intermediar palabras disparamos, estábamos ahí, y el señor
cayó, quedó a la orilla de la carretera”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.

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a la zona y que así no se supiera lo que ocurría1892, función que fue corroborada por el
Soldado Profesional Andrés Albeimar Rivera Sánchez1893.

1734. Igualmente, en el hecho del 28 de julio de 2007, el señor Wilinton Espinosa


Baquero afirmó que su labor en la ejecución consistió en verificar el lugar en el cual se
encontraba la víctima, para que pudiese ser sustraída de allí. Para ello, se aprovechó de
que era conocido por consumir estupefacientes1894 y abordó a la víctima con la excusa
de querer comprarle sustancias alucinógenas y, una vez constató que se encontraba
dentro del inmueble, le informó a su superior para que se le extrajera del sitio1895.

1735. Además de todo lo anterior, en otra ocasión aprehendió y retuvo a la víctima


para que después fuese ultimada por sus compañeros de pelotón. Sobre este punto
señaló:

1892 Wilinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO: ¿Qué misión tenían que cumplir los integrantes de la sección
que estaban en la parte alta? RESPONDIO: Pues supuestamente era para decir que estábamos de seguridad,
como para fingir combate. PREGUNTADO: Pero ¿qué tenía que hacer usted ahí? RESPONDIO: No, solamente
por si de pronto llega a bajar algún civil, para no dejarlo bajar, para que no se dieran cuenta de lo que iban a
hacer abajo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0289.
1893 Andrés Albeimar Rivera Sánchez: “Bueno nosotros nos fuimos, porque eso queda en la parte de abajo, el

caserío, entonces que teníamos que subir al cerro a esperar. Arranco adelante, se fue Leal, se fue Espinosa,
Marín, y enseguida cabo Pérez, e iba el Zurdo con el pasamontañas puesto, subimos hasta cierta parte, ya se
puso más oscuro. Cuando yo llegué estaba el cabo Pérez, y estaba el Zurdo esperándome, me dijeron lleven
esto, me pasa una bolsa, que ahí va la vuelta, pues yo la recibí, me dijeron vaya que ya está ahí, cuando yo subí
hacia el lugar de los hechos, el cabo y el zurdo se quedaron, y cuando llegue ahí estaba Espinosa parando el
tráfico, como bajaban motos y carros entonces Espinosa estaba controlando el tráfico, a no dejar pasar los
carros, ni nada”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Andrés Albeimar Rivera Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0277.
1894 Faiver Coronado: “Entonces yo, por ejemplo, tengo casos particulares, le puedo decir soldados

farmacodependientes que yo tuve bajo mi mando y que, si le hacen inclusive hoy una prueba de THC, pueden
evidenciar que siguen consumiendo y por ejemplo está Willington Espinosa Baquero”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Coronado
Camero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0295.
1895 Willinton Espinosa Baquero: “el capitán estaba trabajando una información cuando una noche nos forma y

nos dice que tenemos que salir para 3 esquinas, que hay un sujeto que estaba vendiendo estupefacientes y
necesitábamos localizarlo porque tenía drogas y plata y lo apodaban como El Duende. Entonces el man nos
formó y salimos un grupo y nos fuimos hacia la parte de arriba, entonces subimos y llegamos allá y la
participación que tuve fue que llagamos arriba y yo iba con la orden de llegar y ubicar la casa en la que vivía
el señor, que no me acuerdo bien si fui con el soldado Álvarez Lozada u otros soldados, entonces y tenía que
ir a la casa y ver si el sujeto estaba ahí y yo fui y me hice pasa por un civil, fui y toqué y pregunté que si vendía
estupefacientes y el me respondió ‘yo a aquí no vendo nada’, y yo le dije ‘véndame uno’ y me dijo ‘no yo acá
no vendo nada’. Yo me retiré y volví a donde estaba el capitán y le comenté que ahí se encontraba el sujeto,
entonces ya el capitán nos da la orden de organizarnos, impartió las órdenes y yo me bajé a la parte de abajo y
ellos llegaron a la casa y no sé cómo habrán hecho. El caso fue que sacaron al señor de la casa y lo sacaron a la
parte baja, cuando yo escuché unos disparos y lo dieron de baja al señor y ya de ahí no tuve más conocimiento,
esperamos que amaneciera y mandan recoger al señor y ya”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.

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“(…) Yo me encontraba con otros dos soldados, ahí en ese punto por donde iba a pasar, cuando
dijo uno de ellos, Gonzáles, que ese era el señor. Entonces él venia subiendo por la orilla de la
carretera, cuando él dice ‘mírelo ese es’. Entonces, nosotros lo cogimos y lo jalamos hacia la
montaña, hacia dentro de la carretera, más atrás venían otras personas con el que sé que se
encontraban recogiendo café (…) nosotros lo cogimos y lo metimos adentro y le tapamos la boca y
lo tuvimos ahí mientras pasaba el otro personal que venía de coger café y, después de que teníamos
al señor, ahí le avisamos al CT que ya teníamos al sujeto, él nos dice que esperemos a que caiga la
noche. (…) el caso es que nosotros lo sacamos y nos encontramos más adelante con el señor CT y
con los otros muchachos y comenzamos a caminar, lo sacamos hasta cierto punto. Yo ya pasé a la
parte de atrás cuando el CT dijo ‘vamos a hacer esto acá, aquí en la bajadita’, y yo me quedé en la
parte de arriba cuando escuché los disparos”1896.

1736. En otra ocasión, el compareciente aprehendió y retuvo a la víctima para que


después fuese ultimada por sus compañeros de pelotón. Sobre este punto señaló:

“Yo me encontraba con otros dos soldados, ahí en ese punto por donde iba a pasar, cuando dijo
uno de ellos, Gonzáles, que ese era el señor. Entonces él venia subiendo por la orilla de la carretera,
cuando él dice ‘mírelo ese es’. Entonces, nosotros lo cogimos y lo jalamos hacia la montaña, hacia
adentro de la carretera, más atrás venían otras personas con el que sé que se encontraban
recogiendo café (…) nosotros lo cogimos y lo metimos adentro y le tapamos la boca y lo tuvimos
ahí mientras pasaba el otro personal que venía de coger café y, después de que teníamos al señor,
ahí le avisamos al CT que ya teníamos al sujeto, él nos dice que esperemos a que caiga la noche.
(…) el caso es que nosotros lo sacamos y nos encontramos más adelante con el señor CT y con los
otros muchachos y comenzamos a caminar, lo sacamos hasta cierto punto. Yo ya pasé a la parte de
atrás cuando el CT dijo ‘vamos a hacer esto acá, aquí en la bajadita’, y yo me quedé en la parte de
arriba cuando escuché los disparos”1897.

4.13.2.2. Responsabilidad por aportar dinero para la consecución de material de


guerra que sería implantado a las víctimas.

1737. Wilinton Espinosa Baquero aseguró que, como soldado profesional de Catapulta
1, aportó dinero a sus comandantes, el cual se destinó para comprar las armas que serían
implantadas a las víctimas1898, pues como él lo manifestó “siempre se recogía señor
magistrado, porque ¿de dónde iban a salir las armas?”1899.

1738. El compareciente era consciente del fin de la recolección del dinero, dado que
relató que “yo de pronto no sabía al principio para qué nos pedían plata, pero ya después, cuando
fueron pasando el tiempo y los hechos, uno ya sabía que esa plata era para comprar armamento,
para dar resultados para la unidad”, aspecto que fue confirmado por el Sargento Segundo

1896 Ibidem.
1897 Ibidem.
1898 Willinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO ¿esa colecta del dinero cuando se dio? RESPONDIO muchas

veces la pedían una semana antes, dos semanas antes, ellos compraban las armas, no sé quién se las
suministraban y las tienen ahí en el pelotón y ya el comandante de pelotón miraba cómo era que iba a hacer
para traer al señor, lo importante era tener el arma”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1899 Ibidem.

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José Alirio Triana1900. Este aporte monetario era esencial para poder materializar el plan
criminal en el cual él se desenvolvió, por cuanto era necesario para encubrir la
verdadera naturaleza de las operaciones ilegales: sin ese dinero la compra de las armas
y elementos de guerra no se habría podido efectuar, ya que se requería la cooperación
de los involucrados para sufragar su adquisición, especialmente porque para la
credibilidad de la versión amañada que presentaban sobre los hechos, era indispensable
que la víctima fuera encontrada con armamento, de lo contrario no hubiera sido posible
describir lo ocurrido como un combate.

4.13.2.3. Responsabilidad por declarar información falsa en el marco de las


investigaciones y haber concertado las declaraciones con otros autores.

1739. El señor Espinosa Baquero dio a conocer que, después de cada operativo ilegal,
los integrantes de la patrulla que no habían accionado sus armas debían declarar ante
diversas autoridades, como la Fiscalía General de la Nación o la Justicia Penal Militar,
a fin de establecer el correcto proceder durante las operaciones1901.

1740. Por ejemplo, narró que una vez se ejecutaron los hechos presentados el 8 de
septiembre de 2006, en el municipio El Pital, debieron acordar con los otros miembros
los detalles ficticios del operativo, por lo que acabaron señalando que:

“Nosotros veníamos de una operación de la parte alta y que supuestamente nos habíamos
encontrado con el señor y que el señor se había asustado y que le habían hecho me parece que la
proclama, y que él nos había disparado, entonces que lo que iban a adelante le dieron de baja,
combate de encuentro”1902.

1741. Del mismo modo, el compareciente reveló que tuvo que declarar ante el Cuerpo
Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, en el marco de los hechos del 11 de abril

1900 José Alirio Triana Rosas: “PREGUNTADO: ¿Quién coordinaba esa entrega, o sea quien les pedía la plata?
RESPONDIÓ: bueno vamos a hablar de Catapulta 1, porque yo no puedo decir de las demás compañías
quiénes eran los encargados. Yo hablo de Catapulta 1, el cual fue la unidad que yo mandaba. Cuando se
presentan los hechos motivos de investigación estaba el soldado, había unos soldados ya antiguos que era el
sodado Tovar, que era el soldado Lozada, que era el soldado Espinosa, que era el soldado Jaramillo, pues que
ellos ya venían con el señor Capitán Coronado de esas actividades y eran los que prácticamente se encargaban
de hacer esa coordinación y eran los que buscaban y eran los que ponían y eran los que recolectaban la plata”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Alirio Triana Rosas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No 9002774-09.2018.0.00.0001/0489.
1901 Willinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO: ¿Cómo se escogieron las personas que iban a declarar?

RESPONDIO: lo que pasaba doctor es que, como en los casos anteriores más de uno iba y disparaba, muchas
veces le tocaba a uno declarar. Pero como eran gente del pelotón que tenía conocimiento de lo que estaba
pasando, entonces sabían que si usted, ejemplo, iba a disparaba y le quitaba la vida a una persona entonces
ese otro señor tenía que también, en pocas palabras, untarse. Tenía que usted como es del pelotón y no ha
hecho nada entonces vaya y declare, diga esto, haga esto”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1902 Ibidem.

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de 20071903. Ello también debió hacerlo el Soldado Profesional Newer Penna Ramírez,
quien confirmó la ocurrencia de la testificación1904.

4.13.3. Calificación jurídica de las conductas del compareciente.

1742. Wilinton Espinosa Baquero participó de forma consciente en la ejecución de un


plan criminal que tenía como fin ejecutar a civiles y fingir que estos eran miembros de
grupos al margen de la ley (delincuencia organizada o milicianos). Además, su
participación en la ejecución de ocho casos fue esencial, al ser un subalterno de
confianza para sus superiores, quienes al contar con él en el grupo ejecutor podían tener
certeza de que sus órdenes iban a ser cumplidas y la verdadera naturaleza de los
crímenes no se iba a divulgar, ya que Espinosa Baquero, cuando le fue ordenado,
disparó en contra de las víctimas, las retuvo o ubicó, prestó vigilancia en el sector donde
se desplegó la operación militar irregular, aportó dinero para la consecución de los
elementos necesarios para la simulación de combates y declaró falsamente ante
distintas autoridades para encubrir los homicidios investigados.

1743. Además, era consciente de: (i) la situación de conflicto armado que se presentaba
en el departamento del Huila1905, (ii) de que ninguna de las muertes reportadas había
ocurrido en el marco de un combate y (iii) que las víctimas eran civiles1906. Sin su
contribución, el pelotón al que pertenecía no habría podido presentar como bajas en

1903 Willinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO: ¿en algún momento el ST Triana llego a ese lugar?
RESPONDIO: sí señor, al otro día él ya llego, a nosotros efectivamente nos llevaron el desayuno y él llego ahí,
nosotros nos retiramos, a mí me dijo: ‘Espinosa, usted va a declarar’. Yo declaré porque vino la fiscalía a hacer
el levantamiento, cuando yo declaré me dijo ‘dígale a Newer que tiene que también declarar porque Newer
nunca disparó para que tenga conocimiento, estuvo ahí”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1904 Newer Penna Ramírez: “PREGUNTADO: ¿sabe usted si los funcionarios del CTI realizaron cuando llegaron

tomaron entrevistas o declaraciones a alguna persona? RESPONDIO: no sé si de pronto a civiles, solo a


Espinosa, y eso porque él mismo me lo manifestó”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Newer Penna Ramírez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0285.
1905 Willinton Espinosa Baquero: “PREGUNTADO: ¿en el trascurso de su carrera militar ha recibido cursos de

formación en DDHH o DIH? RESPONDIO: la verdad la verdad yo nunca vi casi eso señor magistrado, porque
en ese entonces yo cuando estaba en el batallón que patrullaba yo llegaba de vacaciones, recibía mi equipo,
llegaba usted al biter y le daban por ahí unos 15-12 días iba usted, sedaba sus armas, MGL, M60, armas de
acompañamiento, iba yo específicamente con mi perro, porque allá nos dividían en grupos, armas de
acompañamiento, un sector, guía anti explosivos, a otro sector, mortero a otro y fusileros a otro, usted iba y
arrancaba, ya después de unos años debido a lo que ha pasado fue cuando comenzaron a implementar lo que
fue lo de los DDHH y eso así con el pasar del tiempo, después del 2008, 2007, algo así, pero en ese entonces
que a usted le dijeran, no que usted no puede hacer esto, no. Eso nunca lo vi durante el 2002, 2004, 2006, yo ese
no lo vi, en el entonces se miraba digámoslo así la guerra”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa Baquero.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.
1906 Willinton Espinosa Baquero: “(…) y quiero enfatizar que yo estoy arrepentido por lo que pasó a las víctimas

que esto no debió haber pasado en ningún momento porque ellos no debieron morir, independiente de lo que
nos dijeron que eran malos que eran delincuentes, son víctimas las que están sufriendo”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilinton Espinosa
Baquero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0289.

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combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas


y trasladadas.

1744. De esta manera, se concluye que la actuación de Espinosa Baquero, como


Soldado Profesional adscrito a la compañía Catapulta, constituyó un aporte esencial
para la ejecución del primer y del segundo patrón. Ello, mediante (i) su participación
constante en la ejecución y en el encubrimiento de las operaciones ilegales. A esto se le
suma que (ii) fue un soldado de confianza de sus superiores para ejecutar las
operaciones ilegales. Sin embargo, no se evidencia que Espinosa Baquero hubiese
liderado el surgimiento o la consolidación de los patrones analizados. De igual forma,
se destaca que no colaboró en su diseño o en la incorporación de innovaciones en la
estrategia criminal. En consecuencia, será considerado como un partícipe determinante
sin liderazgo

1745. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1907 de Nidio
Perdomo Triviño; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona
protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad1908 de diez personas,
Nidio Perdomo Triviño, Rigo Tovar Pinto, Gonzalo Bermúdez Chaux, Jhon Germán
Vargas Calderón, Omar Penagos Urquina, Luis Ángel Vallejo Vargas, Jair Hoyos
Alzate, Álvaro Marín Silva, Elio Delio Velasco y Jhon Jairo Zúñiga Gómez.

4.14. Soldado Profesional (r) Roberto Yesid Quintero Quintero.

1746. Roberto Yesid Quintero Quintero, identificado con cédula de ciudadanía No.
12.276.162, fue miembro del Batallón de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza” desde el
año 2005 hasta el 2012, periodo dentro del cual se desempeñó como Soldado Profesional
en la Compañía C “Catapulta”.

1747. Mediante Auto SUB D – SUBCASO HUILA No. 041 del 30 de mayo de 2023, el
señor Quintero Quintero fue llamado por la JEP a rendir versión voluntaria, y fue
escuchado en dos sesiones, los días 4 y 10 de julio de 2023.

4.14.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1748. Entre diciembre del 2006 y febrero del 2008, como Soldado Profesional, el señor
Quintero Quintero se involucró en diecinueve muertes en combates simulados 1909, de
las cuales cinco corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; uno al
segundo de selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de
vulnerabilidad y trece al tercero, operaciones ofensivas contra supuestas actividades

1907 Código Penal: Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1908 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1909 Se desarrollaron de esta forma: 3 en el año 2006, 2 en febrero y diciembre de 2007, y 2 en enero y febrero del

2008.

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de delincuencia común y/o milicianos de las FARC.

1749. Las siete operaciones ocasionaron diecinueve muertes de civiles en los


municipios de La Plata, Garzón, Gigante, El Pital, y el señor Roberto Yesid Quintero
Quintero admitió su participación directa en seis de los hechos. Aunque en uno ellos
(ocurrido el 16 de enero de 2008) no aceptó su participación, otros comparecientes,
como Annuar Herrera Osorio1910 y Alejandro León Campos1911, revelaron que él disparó
en contra de la víctima y le implantó un elemento bélico para fingir combate.

1750. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan para mostrar como resultados
legítimos las muertes producidas en combates simulados. Mientras Quintero Quintero
fue miembro del batallón participó en la ejecución y en el encubrimiento de esas
operaciones ilegales, ya que: aportó dinero para el material de guerra que se adjudicó a
las víctimas y colaboró con su implantación, disparó en contra de la humanidad de
múltiples víctimas y también rindió declaraciones falaces en el marco de las
investigaciones disciplinarias o penales que se adelantaron por esos sucesos.

1751. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Roberto Yesid Quintero


Quintero por la ejecución de estos patrones.

1910 Annuar Herrera Osorio: “RESPONDIÓ: no, pues para acordarme yo los soldados que venían en
movimiento, es que yo casi de nombres así de los soldados cuatro días yo no me grabo los nombres de los
soldados así rápido. Lo único que si me acuerdo es del cabo Vega, porque pues uno sabe que es el cabo. Pararon
adelante al que venía en la moto y de una vez lo bajaron al pelado y cuando veo otra vez bajar la moto a toda
velocidad, y yo ‘¿bueno y esto que?’ cuando ya me iba acercando pum, el soldado Quintero le disparó (cruce
de voces) Yo pasé y le dije a los soldados ahí, los que estaban adelante, le dije ‘¿hermano y ese man qué?’
[inaudible] me dijeron ‘no el paquete, que íbamos a mata’” le dije ‘ey, pero como se les ocurre, vea eso no tiene
cara ni de delincuente hermano, ¿Qué es lo que han hecho?’ entonces ellos dijeron ‘no mi sargento, no se
atortole, que repórtele eso a mí teniente y listo’ y yo ‘¿y ahorita como lo van a [inaudible]?’ ‘no tranquilo, que
aquí tenemos el escáner’ sacaron el escáner, sacaron la pistola y se la colocaron ahí al lado. Ya más adelante
llegó el cabo [inaudible] y tiró una granada más adelante que para la gente si había población civil, no se fueran
a acercar, para que dijeran que fue un combate de encuentro. Y de ahí ya me tocó que decirle a mi teniente ‘vea
mi teniente, entro un combate de encuentro y se dio una baja’ (…) PREGUNTADO: ¿y usted recuerda si esa
pistola después la accionaron, dispararon? ¿Hicieron algo como para disimular el combate? RESPONDIÓ:
mm… me acuerdo que sí, que el soldado Quintero me parece que disparó esa pistola PREGUNTADO: ¿Qué
soldado fue el que le disparo a la víctima? RESPONDIÓ: Quintero PREGUNTADO: ¿le disparo directamente?
RESPONDIÓ: sí PREGUNTADO: [inaudible] RESPONDIÓ: no lo escucho PREGUNTADO: ¿que quién hizo el
levantamiento del cuerpo? RESPONDIÓ: eso lo hicieron al otro el CTI”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Anuar Herrera Osorio. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
1911 Alejandro León Campos: “PREGUNTADO: ¿preguntó usted después de los hechos quién le había

disparado a la víctima o quién se había encargado de hacer la simulación del combate? RESPONDIÓ: sí, yo
pregunté quién disparo y por eso es que le digo que estoy casi que seguro que el que disparo fue Quintero,
porque yo pregunté al Sargento, le dije ‘¿bueno quién fue el que disparó?”, sí creo que fue Quintero, de pronto
si me equivoco. Ah bueno ya para el tema de las declaraciones y eso no supe porque no recuerdo bien, porque
volvía a aplicarse ahí alguna metodología y ahí ya se ponían de acuerdo en decir ‘bueno yo disparé entonces
usted declara’ es más creo que, ni siquiera, Quintero en ese caso puntual, si no me equivoco, creo que Quintero
no declaró porque ahí dijeron entre ellos ‘no pues ya usted disparo otra vez, ya no declare, declare usted León,
declare usted fulano’ entonces creo que él no declar’, pero sí creo que fue el que disparó”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro León
Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.

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4.14.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

1752. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales previamente reseñados.

4.14.2.1. Responsabilidad por participar en la ejecución de las operaciones ilegales.

1753. De lo depuesto por el señor Quintero Quintero en su versión voluntaria, se puede


concluir que era uno de los soldados a los que mayor confianza tenían sus superiores,
comandantes de pelotón e integrantes de la plana mayor del Batallón, para ejecutar las
operaciones ilegales, ya que tenía una vasta experiencia militar, pero especialmente
porque demostró siempre una excepcional obediencia al cumplir las órdenes que se le
impartían y nunca se opuso a las instrucciones de sus superiores para participar
activamente en el asesinato de personas fuera de combate.

1754. De las afirmaciones que le permitieron colegir esto a la Sala se pueden resaltar
que exclamó que “yo en el momento de que recibí la orden no pensé nada, simplemente cumplí
la orden” o que “mi relación con el comandante de pelotón era normal, él en su grado y me tenía
la confianza, nunca me opuse a eso porque tenía permisos y por estar con la familia. Yo era buen
soldado, no me mentía con nadie y no comentaba nada”1912. También porque expresó que “yo
creo que el teniente sí me tenía como confianza, por venir de un batallón de contraguerrilla”.
Esto coincide con lo que precisó el señor Florentino Tovar Gómez:

“PREGUNTADO: ¿Cuándo dio el ST esa orden, usted estaba ahí cuando el dio esa orden?
RESPONDIO: no, pero era el que decía ‘usted va a ir a la baja’ y entonces los que van a la baja, que
siempre era Quintero Yesid, que también era de la segunda sección, él decía ‘yo hago pero yo no
voy a declarar ni nada, que otro vaya y declare que yo no me voy a meter en eso’, él siempre fue
muy poquito cuando él declaró”1913.

1755. Del mismo modo, Roberto Yesid Quintero Quintero admitió que participó en casi
todos los hechos disparando su arma de dotación. Por ejemplo, de lo ocurrido el 8 de
diciembre de 2006, exclamó que “en estos hechos yo sí disparé. El teniente ya nos había dicho
que el soldado Tovar y mi persona debíamos bajarlo, dispararle y formar como si fuera un combate
(…) Tovar fue el primero que le disparó, yo disparé varios tiros por la espalda, estábamos como
a 20 metros de distancia. La víctima estuvo callada todo el tiempo”.

1756. Igualmente, en lo que concierne al evento del 22 de diciembre siguiente, acotó


que “yo le disparé a la mujer porque la orden me la dio el sargento Ortega, a mí me dijo que le
dispara a la mujer” y sobre el hecho del 2 de febrero del 2007 recalcó que “el soldado Gaviria
fue el que llevó a la persona a la que le disparé. La cantidad de disparos y la forma de hacerlo era

1912 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0882.
1913 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Florentino Tovar Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0279.

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decisión mía, yo le hice 2 disparos a unos 15 o 20 metros”.

1757. En similar sentido se refirió sobre los sucesos del 19 de diciembre de 20071914 y el
16 de febrero de 20081915 y, a pesar de que no admitió que hubiese detonado sus
elementos de dotación en el hecho del 16 de enero de 2008, los señores Annuar Herrera
Osorio1916 y Alejandro León Campos1917 testificaron que él disparó en contra de la
víctima.

4.14.2.2. Responsabilidad por implantar material de guerra a las víctimas y por


aportar el elemento bélico o dinero para su compra.

1758. Roberto Yesid Quintero Quintero aseguró que en un caso también ayudó a

1914 Roberto Yesid Quintero Quintero: “Estando en el lugar de los hechos ya dijeron que teníamos que
asesinarlos. La gente de la vereda entregó las personas a la tropa y el comandante de pelotón me da la orden
de dispararle a una de las personas. Las víctimas las entregaron al Teniente León y a mí me da la orden de
asesinar una de ellas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0882.
1915 Roberto Yesid Quintero Quintero: “La víctima estaba recostada como en un barranco, estábamos entre 50

y 60 metros de distancia, le disparé 2 o 3 veces y la impacté creo que por el tronco”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Roberto Yesid Quintero
Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0882.
1916 Annuar Herrera Osorio: “RESPONDIÓ: no, pues para acordarme yo los soldados que venían en

movimiento, es que yo casi de nombres así de los soldados cuatro días yo no me grabo los nombres de los
soldados así rápido. Lo único que si me acuerdo es del cabo Vega, porque pues uno sabe que es el cabo. Pararon
adelante al que venía en la moto y de una vez lo bajaron al pelado y cuando veo otra vez bajar la moto a toda
velocidad, y yo ‘¿bueno y esto que?’ cuando ya me iba acercando pum, el soldado Quintero le disparó (cruce
de voces) Yo pasé y le dije a los soldados ahí, los que estaban adelante, le dije ‘¿hermano y ese man qué?’
[inaudible] me dijeron ‘no el paquete, que íbamos a mata’” le dije ‘ey, pero como se les ocurre, vea eso no tiene
cara ni de delincuente hermano, ¿Qué es lo que han hecho?’ entonces ellos dijeron ‘no mi sargento, no se
atortole, que repórtele eso a mí teniente y listo’ y yo ‘¿y ahorita como lo van a [inaudible]?’ ‘no tranquilo, que
aquí tenemos el escáner’ sacaron el escáner, sacaron la pistola y se la colocaron ahí al lado. Ya más adelante
llegó el cabo [inaudible] y tiró una granada más adelante que para la gente si había población civil, no se fueran
a acercar, para que dijeran que fue un combate de encuentro. Y de ahí ya me tocó que decirle a mi teniente ‘vea
mi teniente, entro un combate de encuentro y se dio una baja’ (…). PREGUNTADO: ¿y usted recuerda si esa
pistola después la accionaron, dispararon? ¿Hicieron algo como para disimular el combate? RESPONDIÓ:
mm… me acuerdo que sí, que el soldado Quintero me parece que disparó esa pistola PREGUNTADO: ¿Qué
soldado fue el que le disparo a la víctima? RESPONDIÓ: Quintero PREGUNTADO: ¿le disparo directamente?
RESPONDIÓ: sí PREGUNTADO: [inaudible] RESPONDIÓ: no lo escucho PREGUNTADO: ¿que quién hizo el
levantamiento del cuerpo? RESPONDIÓ: eso lo hicieron al otro el CTI”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Anuar Herrera Osorio. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
1917 Alejandro León Campos: “PREGUNTADO: ¿preguntó usted después de los hechos quién le había

disparado a la víctima o quién se había encargado de hacer la simulación del combate? RESPONDIÓ: sí, yo
pregunté quién disparo y por eso es que le digo que estoy casi que seguro que el que disparo fue Quintero,
porque yo pregunté al Sargento, le dije ‘¿bueno quién fue el que disparó?”, sí creo que fue Quintero, de pronto
si me equivoco. Ah bueno ya para el tema de las declaraciones y eso no supe porque no recuerdo bien, porque
volvía a aplicarse ahí alguna metodología y ahí ya se ponían de acuerdo en decir ‘bueno yo disparé entonces
usted declara’ es más creo que, ni siquiera, Quintero en ese caso puntual, si no me equivoco, creo que Quintero
no declaró porque ahí dijeron entre ellos ‘no pues ya usted disparo otra vez, ya no declare, declare usted León,
declare usted fulano’ entonces creo que él no declar’, pero sí creo que fue el que disparó”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Alejandro León
Campos. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0292.

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implantar el armamento que supuestamente llevaba consigo la víctima, en torno a lo


cual precisó que “para darle apariencia de legalidad al que yo disparé le pusimos un arma que
trajeron los del 2, después de que la persona muriera, creo que habían pasado 2 horas”.

1759. A la vez, nuevamente el señor Annuar Herrera Osorio afirmó que Quintero
Quintero, el 16 de enero de 2008, colocó a las víctimas elementos de guerra:

“PREGUNTADO: perfecto, y al reportarlo así ¿ustedes le colocaron algo a la víctima? ¿lo


cambiaron de ropa? ¿Qué hicieron? RESPONDIÓ: no, ropa absolutamente ropa… quedó como él
iba. No se colocó ni ropa, no se colocó. Así como él estaba, así quedó, ropa no. Lo que sí le colocaron
fue un escáner que tenían los soldados y una pistola PREGUNTADO: ¿y sabe usted de dónde
tenían esos elementos? ¿Dónde los obtuvieron? RESPONDIÓ: no, yo sinceramente no sé dónde los
obtuvieron porque como yo le digo, muy corto tiempo lo que yo llevaba PREGUNTADO: perfecto.
¿y quién le colocó esos elementos a la víctima? RESPONDIÓ: pues ahí… el que le colocó fue el
mismo que lo mató PREGUNTADO: ¿me recuerda el nombre por favor? RESPONDÓ: soldado
Quintero PREGUNTADO: perfecto RESPONDIÓ: y él mismo fue el que disparó, él mismo fue que
disparó el revólver”1918.

1760. De igual forma, en punto a otro hecho, el señor Vieney Zemanate señaló que
Quintero Quintero, además de implantar el arma, ejecutó actos encaminados a fingir
que la víctima la había accionado, para simular el combate. Al respecto, dijo:

“PREGUNTADO: antes de que llegara el levantamiento personas de la fiscalía, ¿manipularon la


escena de alguna manera para que pareciera un combate? RESPONDIÓ: sí a uno, no recuerdo a
cuál fue que sí le pusieron un arma y le hicieron disparar el arma que le pusieron PREGUNTADO:
¿Quién hizo disparar en arma? RESPONDIÓ: el soldado Quintero PREGUNTADO: ¿y por qué
hizo eso? RESPONDIÓ: pues porque él no tenía arma, una de las personas no tenía arma y él se
puso un guante e hizo disparar y él ya quedó con esa arma ahí PREGUNTADO: ¿de dónde tenía
guantes el soldado Quintero? RESPONDIÓ: no sé de dónde los sacaría, como le decía todo el
pelotón éramos sabedores de las ejecuciones que se estaban llevando, de pronto unos cargaban
guantes, otros las bolsas de suero porque de pronto en una ocasión se llegaba a necesitar que
requiriéramos del suero y pues siempre uno cargaba sus guantes porque los llegáramos a solicitar
PREGUNTADO: ¿sabe usted de quién fue la idea de disparar esa arma? RESPONDIÓ: no, no
sabría decirle quien informó eso simplemente yo mire al soldado Quintero que él le cogió la mano
al señor y le hizo disparar el arma”1919.

1761. Aunado a esto, Quintero Quintero detalló que cooperó entregando dinero a sus
comandantes, el cual se destinó para comprar las armas que serían implantadas a las
víctimas: “una vez sí nos pidieron dinero para comprar un arma, lo pidió el comandante de
grupo, no recuerdo si fue Jiménez o León. Yo di el dinero por ganarme el permiso”. Corolario
de lo anterior es que él era consciente del fin de la recolección del dinero, el cual era
para asegurar lo que se ha conocido como “kit de legalización” 1920.

1918 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Anuar Herrera Osorio. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0293.
1919 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Vieney Gaviria Zemanate. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0271.
1920 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0882.

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1762. Este aporte monetario era esencial para poder materializar el plan criminal en el
cual él se desenvolvió, por cuanto era necesario para encubrir la verdadera naturaleza
de las operaciones ilegales: sin ese dinero la compra de las armas y elementos de guerra
no se habría podido efectuar, ya que se requería la cooperación de los involucrados para
sufragar su adquisición, especialmente porque -para la credibilidad de la versión
amañada que presentaban sobre los hechos- era indispensable que la víctima fuera
encontrada con armamento, de lo contrario no hubiera sido posible describir lo ocurrido
como un combate.

4.14.2.3. Responsabilidad por concertar y realizar declaraciones falsas en el marco de


las investigaciones.

1763. El señor Quintero Quintero expuso que después de los operativos le tocaba
declarar ante diversos órganos, como Justicia Penal Militar, a fin de establecer el
correcto proceder durante las operaciones, y que para ello mentía en sus relatos,
refiriéndose al hecho ocurrido el 16 de octubre de 2006 dijo: “por estos hechos rendimos
declaratoria en la Justicia Penal Militar, allá me metieron a mí de que yo era contrapuntero, yo
sí participé, pero no disparé”.

1764. Similarmente, expresó:

“En estos hechos además de disparar también declaro, porque así lo dijo el teniente. Yo dije en la
declaración que sí, que yo había disparado. La versión dada en su momento fue que ‘nosotros
salimos al puente de las damas, nos bajamos y comenzamos a pie, nos detuvimos en cada lado de
la carretera y cuando venía una moto se le hace el alto y ellos reaccionan sobre nosotros. Pasan 2,
3 o 4 minutos, se hace un registro y se encuentra una persona muerta’. Como en el anterior hecho,
el teniente nos decía lo que debíamos declarar”1921. (Negrillas agregadas)

1765. De acuerdo con las múltiples versiones voluntarias que se practicaron ante la
Sala, se pudo evidenciar que la práctica común -en la dinámica de los operativos
ilegales- era que las personas que accionaban sus elementos de dotación no deponían
ante las autoridades judiciales. Para la Sala, el hecho de que el señor Quintero Quintero
en varios hechos hubiese disparado en contra de las víctimas y declarado, es una clara
muestra del nivel de compromiso que tenía con la ejecución del plan macrocriminal y
de la confianza que le dispensaban sus superior ante la docilidad que mostró en la
satisfacción de los requerimientos ilícitos.

4.14.3. Calificación jurídica de las conductas del compareciente.

1766. El compareciente Roberto Yesid Quintero Quintero participó de forma

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1921

de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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consciente1922 en la ejecución de un plan criminal que tenía como fin ejecutar a civiles y
fingir que estos eran miembros de grupos al margen de la ley. Además, su participación
en la ejecución de siete hechos fue esencial, al ser un subalterno de confianza para sus
superiores, quienes al incluirlo en el grupo ejecutor podían tener certeza de que sus
órdenes iban a ser cumplidas y la verdadera naturaleza de los crímenes no se iba a
divulgar, ya que Quintero Quintero, cuando le fue ordenado, disparó en contra de las
víctimas, aportó dinero para la compra de los elementos requeridos para la simulación
de los combates, contribuyó para que ese material fuera implantado a los cuerpos de
las víctimas y declaró falsamente ante distintas autoridades para ocultar los homicidios
investigados.

1767. La Sala cuenta con bases suficientes para afirmar que Quintero Quintero era
consciente de: (i) la situación de conflicto armado que se presentaba en el departamento
del Huila, (ii) de que ninguna de las muertes reportadas había ocurrido en el marco de
un combate1923 y (iii) que las víctimas eran civiles. Sin su contribución, los pelotones a
los que perteneció no habrían podido presentar como bajas en combate el asesinato y
desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas y trasladadas. Esto
quiere decir que, con su accionar, Roberto Yesid Quintero Quintero propició y aportó
en la consolidación de la ejecución de los tres patrones macrocriminales como un
partícipe determinante sin liderazgo.

1768. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por el crimen


de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de
lesa humanidad1924 de diecinueve personas, Evelio Bermeo López, Leo Dan Bermeo
López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños, Teódulo Montaño Correa,
Honaldo Muñoz Campo, Fabio Lozada Muse, Javier España Andrade, Jorge Leonardo
Hernández Serrano, Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería,
Nelson Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín, Jarry Lenin Peña Hio y cuatro
personas no identificadas.

5. Comparecientes llamados a reconocer responsabilidad por los hechos y conductas


determinados en el Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”.

5.1. Mayor General Édgar (r) Alberto Rodríguez Sánchez.

1769. Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, identificado con cédula de ciudadanía No.
80.398.572, fue comandante del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”, según el

1922 Se recuerda que, Roberto Yesid Quintero Quintero, afirmó que: “Desde el primer hecho participo sabiendo
que se realizan los hechos tal cual fueron ordenados por el comandante de batallón. La reacción del grupo
especial fue ‘listo, vamos’. Nadie se opuso, antes decían ‘vamos, vamos’. Yo me dejé llevar por la ambición del
permiso, de estar con la familia, no sabía el error que iba a cometer. Yo me dejé llevar por la ambición de un
permiso porque nunca más me dieron nada”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Roberto Yesid Quintero Quintero. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0882.
1923 Ibidem.

1924 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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extracto de su hoja de vida, entre el 16 de junio de 2006 y 17 de enero de 2008.1925 El


señor Rodríguez fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión
voluntaria mediante Auto 080 de 7 de abril de 2021, cuando todavía era miembro activo
del Ejército en el grado de Mayor General. Fue escuchado en cinco sesiones los días 18
de mayo, 19 de mayo, 27 de julio, 28 de julio y 21 de septiembre, todos del 2021.

5.1.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1770. Conoce la Sala por la información recopilada que en el periodo de comandancia


de Rodríguez Sánchez el BIMAG presentó 40 combates1926 de los cuales por lo menos 29
de ellos fueron reconocidos como simulados por quienes participaron en ellos,
ocasionando 52 personas muertas y 1 heridas1927. Del total de las operaciones
cuestionadas, 10 corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, 5 al segundo
de selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad
y 14 al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia
común y/o milicianos de las FARC.

1771. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que perseguía mostrar como
resultados legítimos las muertes producidas en combates simulados para dar una falsa
sensación de seguridad a la población y obtener así beneficios profesionales y una
mayor legitimidad institucional. Si bien Rodríguez Sánchez no reconoció la ilegalidad

1925 Édgar Alberto Rodríguez Sánchez, afirmó haber estado en ese cargo del 7 de julio de 2006 al 9 de diciembre
de 2007, periodo en el cual tenía el grado de teniente coronel. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0484.
1926 16 combates en el año 2006 y 24 combates en el año 2007.

1927 26 de julio de 2006 (víctima: José Lizardo Vela Salazar); 26 de agosto de 2006 (víctima: Herney Felipe Gómez

López); 5 de septiembre de 2006 (víctimas: Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno Quiroga y Yorman
Anderson Preciado Coquinche); 11 de noviembre de 2006 (víctima: Jesús María Guevara Quinto); 18 de
noviembre de 2006 (víctima: José Gregorio Cárcamo Vargas); 14 de diciembre de 2006 (víctima: José Misael
Moreno Quiroga); 7 de enero de 2007 (víctimas: Fredy Rengifo Anacona y Eugenio Chito Gómez); 7 de enero
de 2007 (víctimas: Giancarlo Rincón Cabrera y Jhon Fredy Torres Rengifo); 13 de enero de 2007 (víctimas: Juan
Esteban Fernández Quiroga, Querubín Durán Durán , Albeiro Rivera Rivera y Luis Aníbal Restrepo Sánchez);
9 de febrero de 2007 (víctimas: Jesús Reinel Ortega y Carlos Andrés García); 1 de marzo de 2007 (víctima:
Ruberney Rincón Casanova); 4 de marzo de 2007 (víctima: PNI); 5 de marzo de 2007 (víctimas: Dagoberto
Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, José
Yesid Farfán Ortiz y Oscar Javier Moreno Urazán); 25 de maro de 2007 (víctimas: Fredy Armando Pimentel,
Hodair Urriago Valderrama y Yerson Acosta Bernate); 8 de abril de 2007 (víctima: Elder Rodríguez Sánchez);
12 de abril de 2007 (víctima: Jorge Ignacio Sacanamboy); 26 de abril de 2007 (víctimas: Duberney Correa
Figueroa y Orlando Cuadrado Díaz); 25 de mayo de 2007 (víctimas: Luis Eduardo Girón Acosta y Jorge Eliecer
Cerón Girón); 14 de junio de 2007 (víctima: Silvestre Delgado Cuellar); 26 de junio de 2007 (víctima: Orlando
Rivera Artunduaga); 27 de julio de 2007 (víctimas: Juan Pablo Perdomo Montealegre y Yefersson González
Flórez); 15 de agosto de 2007 (víctimas: Aladino Ríos Sánchez y Albeiro Hernández Cerón); 1 de septiembre
de 2007 (víctimas: Gildardo Luis Farfán Castaño y José Daniel Joaqui Chilito); 14 de septiembre de 2007
(víctima: Joselo Sánchez Sarria); 14 de septiembre de 2007 (víctimas: Jaime Galvis, Óscar Gálvez Nova y Yovin
Smith Carvajal); 6 de octubre de 2007 (víctimas: Jamir Antonio Peña Peláez y PSI); 8 de octubre de 2007
(víctimas: Cristóbal Barrera Narváez y Jaime Martínez Rodríguez); 10 de octubre de 2006 (víctima: Germán
Gurrute Daza); y 1 de diciembre de 2007 (víctimas: Carlos Uriel Motta Scarpetta y Manuel Antonio Suárez
Benavides)

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de su conducta, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar que su actuación


corresponde al ejercicio de un rol de liderazgo frente a la consolidación de los patrones
macrocriminales hallados, pues formal y materialmente ostentó una posición de mando
que le permitió realizar aportes esenciales para su realización, permanencia y
encubrimiento.

5.1.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la Sala.

1772. Pasa la Sala a examinar las contribuciones realizadas por Edgar Alberto
Rodríguez Sánchez a los patrones macrocriminales.

5.1.2.1. Como comandante del BIMAG ejerció presiones para que los integrantes del
batallón presentaran bajas en combate con indiferencia de si eran ilegales.

1773. La Sala cuenta con bases suficientes para creer que desde su llegada al BIMAG
el comandante Edgar Alberto Rodríguez Sánchez presionó para que se presentaran
muertes fuera de combate como resultados operacionales, incluso si los reportes de las
muertes no se correspondían con lo que realmente ocurrió. Esto encuentra sustento en
lo hallado en las piezas procesales acopiadas y en las numerosas versiones voluntarias
practicadas a quienes integraron la unidad durante su comandancia. Así, por ejemplo,
en la versión voluntaria de César Augusto Vásquez Ordóñez se relató

“PREGUNTADO: Y, ¿usted recuerda, de eso que escuchó, de la necesidad de dar bajas?


RESPONDIÓ: Sí, señor Magistrado. Eso era frecuente, eso era el comandante de la Brigada, ese era
el pan de todos los días. PREGUNTADO: ¿Cómo así? RESPONDIÓ: Me explico, él siempre: “que
tal pelotón, que sus resultados, que tal pelotón no ha hecho nada”. O sea, siempre era presionando
a la gente. De que tenían que dar resultados, resultados, resultados, resultados. PREGUNTADO:
¿El Comandante de la Brigada? RESPONDIÓ: El Comandante de la Brigada al comandante del
Batallón y el comandante del Batallón hacía lo mismo con los comandantes de las Compañías.
PREGUNTADO: Y, usted recuerda, en ese momento, ¿quién era el comandante de la Brigada?
RESPONDIÓ: Pues habían, como le digo, en esos 8 años (Sic.) hubieron bastantes. Que yo recuerde,
estuvo mi Coronel Lasprilla, un tal Villamizar y así que yo recuerde pues uno, no…
PREGUNTADO: Y, cuando usted tuvo la oportunidad de escuchar esos programas, y era el tema
de las bajas, ¿qué se decía del tema de las bajas? RESPONDIÓ: Siempre era ‘hay que buscar al
enemigo’, ‘que los resultados’, ‘que nos están presionando’, ‘que el Batallón lleva tres-cuatro meses
sin resultados’, eso era lo que yo escuchaba por radio.” 1928 (Énfasis fuera del texto original)

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
1928

de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0238. Al respecto, también puede acudirse a la indicado por Sandro Alexander Trujillo:
“PREGUNTADO: ¿De todo el paso que estuvo en el batallón Magdalena durante que años usted sintió esa
presión por resultados? ¿Cuáles fueron los años en los que usted dice, mire fueron los años donde más se sintió
esa presión? RESPONIDIÓ: 2002 hasta creería yo que el 2007 PREGUNTADO: ¿cómo se sentía que había esa
presión? ¿Cómo sabía usted que había esa presión? RESPONIDIÓ: esa presión por que como ya le indiqué por
radio le recalcaban mucho al comandante de pelotón o por lo que yo escuché por radio PREGUNTADO:
¿Durante el tiempo que usted estuvo en el BIMAG tuvo conocimiento de que se presentaran este fenómeno
de bajas ilegítimamente presentadas como bajas en combate? RESPONIDIÓ: Si claro… si claro, creo que
por la motorizada comenzó eso… comenzó la vergüenza de la compañía B, que esa siempre había tenido
un buen nombre, pero a raíz de eso pues… no…”. (Énfasis fuera del texto original). Jurisdicción Especial para

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1774. Mediante las versiones voluntarias se constató que la mayoría de los oficiales y
suboficiales trasladados al batallón eran recibidos por el entonces teniente coronel
Rodríguez Sánchez, quien les daba las informaciones iniciales sobre la jurisdicción y el
enemigo así como les recalcaba las bondades y los logros del Batallón.1929 Al respecto
los Mayores Omar Oswaldo Ojeda Oliva y Francisco Adrián Álvarez Calderón
señalaron que con su llegada el Teniente Coronel les refirió la posición del batallón a
nivel nacional en el escalafón de unidades con más resultados reportados (bajas) y la
necesidad de que ello permaneciera así.

“(…) PREGUNTADO: ¿El entonces Coronel Rodríguez Sánchez hizo referencia a esa posición del
Batallón Magdalena en las unidades en el Ejército? RESPONDIÓ: Magistrado, sí señor, si eso él
prácticamente esa fue la entrada. Fue la entrada directa cuando me dice bienvenido al Batallón,
tal vez en toda la expresión no fue que había sido uno de los… el primer puesto, pero si fue uno
de los … de pronto la expresión seria como de las mejores unidades en resultados operacionales,
eso sí lo tengo totalmente claro que a veces queda uno como que no es una unidad o sea es decir,
dentro del contexto de la guerra pues uno dice las Brigadas móviles, las unidades de fuerzas
especiales, pues que van con objetivos directos, claros y precisos cierto, pero pues uno decir
que un Batallón de infantería esté dentro de los primeros lugares pues no, pues queda uno 2no
sé, no conozco bien la historia ni nada de eso pero si fue la entrada del Coronel Rodríguez
(…).1930 (Negrillas agregadas)

1775. Las referencias a las brigadas móviles y a las unidades de fuerzas especiales son
especialmente significativas, pues, como lo señala el compareciente en el aparte
transcrito, resulta contrario a la lógica del conflicto armado y a las características de las
unidades militares que el comandante pretendiera que un batallón con una jurisdicción
delimitada sobre unos municipios en los que la presencia de la guerrilla había
disminuido sensiblemente en los últimos años, tuviera resultados comparables a los de
unidades con entrenamiento y equipo especial. Tal insistencia constituye un indicio de
responsabilidad por parte de altos mandos, como el señor Rodríguez Sánchez. Según
Ojeda, quien se desempeñó como oficial de operaciones y luego como segundo
comandante durante la comandancia de Rodríguez Sánchez, para este último era

la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Sandro Alexander


Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0481.
1929 Hugo Alexander Flor León: “PREGUNTADO: ¿Ante quien hizo la presentación en el Batallón?

RESPONDIÓ: Ante mi coronel el comandante de ese Batallón que recuerdo en este momento era mi coronel
Rodríguez, apellido Rodríguez, Rodríguez el otro apellido no, se me escapan, Rodríguez. PREGUNTADO:
Cuéntenos cómo fue ese momento de su llegada al Batallón, ¿cómo fue la presentación ante el comandante?
¿Qué le dijo el comandante? RESPONDIÓ: Pues una presentación normal dentro de las que a uno le ha tocado
vivir, se presenta uno con la cortesía militar, permiso mi coronel, fulanito que llega trasladado a este Batallón
me presento, ah bueno muy bien, bienvenido no sé qué, este Batallón es así y así y asá, la jurisdicción es esta,
me hizo firmar un acta por decirlo así como un acta de compromiso donde, donde estaba… daban unas ordenes
ahí unas políticas de mando con relación a lo que él quería, pero pues nada ilegal, todo dentro de la norma por
decirlo así, el trato al personal, prohibido el maltrato, prohibido… prohibido tener relaciones con agentes que
vayan en contra de la ley, organizaciones al margen de la ley, ese tipo de cosas”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Hugo Alexander Flor León.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0260.
1930 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.

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prioritario que el Batallón bajo su mando fuera de los más destacados:

“PREGUNTADO: en algún momento cuando llegó usted al batallón ¿el comandante le fijó las
metas del período evaluado? RESPONDIÓ: no señor magistrado no lo hizo, ninguno de los 2
comandantes, lo único más o menos relacionado con la pregunta es cuando me dijo: “mire que el
batallón está en tal puesto y debemos conservarnos y mantenernos” así, mas no dijo de eso
depende su evaluación ni nada (…). PREGUNTADO: usted nos dice que el coronel Rodríguez le
pidió mantener al batallón en el puesto que tenía, le mencionó para ese momento ¿qué puesto tenía
el batallón? RESPONDIÓ: no recuerdo, pero era entre cuarto y sexto a nivel nacional y claro eso
fue en el momento en el que recibe la información del comando y yo he sido destacado en eso y yo
dije: “pues excelente mi coronel vamos a planear operaciones”, me causó una alegría ver que era
un batallón tan posicionado y con tan buenos resultados”.1931 (negrillas agregadas)

1776. En igual sentido Ojeda recordó en versión que Rodríguez le indicó la clase de
resultados que le permitían al batallón estar en esa posición al mostrarle un cuadro
donde había como “unos 40 o 50 muertos en combate”. Según Ojeda durante su
permanencia se cumplió con la misión de mantenerlo en una buena posición pues “en
el siguiente año en el 2007, por las operaciones que ordenaba mi coronel y la información que
llegaba allá de la sección inteligencia se dieron resultados hablando de número de bajas que es el
tema que tenemos allí, sí se incrementó, no recuerdo tampoco los números exactos”.1932

1777. Algunos miembros de la plana mayor entre mediados del año 2006 y finales del
2007, como el mayor Mario Hernán Duarte Méndez, Ejecutivo y segundo comandante
del batallón, aseguraron que en la comandancia del teniente coronel Rodríguez se
presentó un aumento de alrededor de cuatro veces la cantidad de muertes reportadas
frente a la comandancia anterior.

“(…) PREGUNTADO: en términos aproximados no le estoy pidiendo cifras exactas, ¿Cuánto fue
el aumento? es decir en qué proporción se aumentaron los resultados como jefe de operaciones
con el coronel Rodríguez? RESPONDIDO: yo le decía al doctor cuando yo fui oficial de
operaciones creo que tuvimos entre 7, 8 y 9 que se presentaron (…) una vez el señor Coronel
Rodríguez que es el comandante del batallón más o menos no estoy seguro no sé si fueron 38
bajas que fueron con él, pero si fueron más o menos una proporción así 38-39 más o menos esa
es la proporción siempre una proporción bastante. (…)”. (negrillas agregadas)

1778. Por su parte, el teniente Carlos Andrés Mahecha Bernal, comandante de la


compañía Berlín, informó que con la llegada del teniente coronel Rodríguez Sánchez la
presión por resultados se empezó a sentir, pues en los programas radiales el
comandante pedía informaciones para la realización de las operaciones1933, además de

1931 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1932 Ibidem.

1933 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “(…) con mi Coronel Rodríguez eran programas, bueno se habla se habla

de muchos temas, (…) se hablaba de operaciones, ahí fue donde se empezó a escuchar donde se tenía que
incrementar las informaciones de combate, que los comandantes de compañía ni los comandante de pelotón
no producían informaciones de combate, que entonces qué dónde estaba el enemigo, que no sé qué, bueno,
(…) desde esa época fue que yo ya empecé a escuchar los programas de apretar los resultados operacionales,

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señalar que si no se satisfacían las necesidades del Batallón respecto de las bajas
recibirían anotaciones en su folio de vida o saldrían de la unidad militar.

“(…) todavía no se hablaba ahí en el momento de estadísticas, o sea, nunca nos fuimos
presionados de no, es que están pidiendo bajas. Tan pronto se dio el cambio de comandante
Batallón porque mi Coronel Galindo cuando salió trasladado, yo llegué y él a los 6 meses se fue
traslado. Recién de que llega el nuevo comandante de batallón que era mi coronel Sánchez,
desde ahí fue donde yo empecé a escuchar la presión, desde ahí fue donde yo empecé a
escuchar en los programas que el que no diera bajas se tenía que ir, ahí fue donde yo empecé
a escuchar, lo que su señoría quería preguntar sobre las estadísticas y fue en ese Batallón
cuando yo empecé primero escuchar sobre las bajas y el que no hiciera bajas le hacían su
anotación en el folio vida y eso era una constante (…)”.1934 (negrillas agregadas)

1779. Conoce la Magistratura que los soldados profesionales del Batallón Magdalena
escuchaban esporádicamente los programas radiales mientras Rodríguez Sánchez era
su comandante, escenario en el cual se realizaban presiones para la presentación de
bajas. Al respecto Franklin Rueda Betancourt afirmó que en los programas el teniente
coronel Rodríguez Sánchez recalcaba que el resultado operacional que valoraba era el
de las muertes en combate: “que a él no le servían capturas, que a él le servían muertes
en combate”.

1780. En igual sentido se pronunció el soldado profesional José Alfredo Valderrama


Calderón, integrante del tercer pelotón de la compañía Berlín, al reconocer que para el
año 2007 “pedían muchas bajas, bajas señor Magistrado”, que no podían presentar personas
capturadas y que en los escenarios en donde se afirmaba “vamos a operar”, toda la tropa
sabía que la operación que emprendían finalizaría en bajas.1935

1781. En concordancia con lo anterior, recordó el Sargento Primero Fernando Riveros


Sarmiento que quien le recibió la comandancia al teniente coronel Martín Eduardo
Galindo Páez, Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, decía constantemente “hay que

que el que no diera resultados operacionales que se tenía que ir (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
1934 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “(…) todavía no se hablaba ahí en el momento de estadísticas, o sea, nunca

nos fuimos presionados de no, es que están pidiendo bajas. Tan pronto se dio el cambio de comandante
Batallón porque mi Coronel Galindo cuando salió traslado, yo llegué y él a los 6 meses se fue traslado. Recién
de que llega el nuevo comandante de batallón que era mi coronel Sánchez, desde ahí fue donde yo empecé a
escuchar la presión, desde ahí fue donde yo empecé a escuchar en los programas que el que no diera bajas se
tenía que ir, ahí fue donde yo empecé a escuchar, lo que su señoría quería preguntar sobre las estadísticas y
fue en ese Batallón cuando yo empecé primero escuchar sobre las bajas y el que no hiciera bajas le hacían su
anotación en el folio vida y eso era una constante (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
1935 José Alfredo Valderrama Calderón: “no se podía tener consideración, no se podía tener personas

capturadas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Alfredo Valderrama Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0883.

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legalizarlo”1936, refiriéndose a la necesidad de presentar bajas en supuestos combates y


según informó Riveros, en el Batallón todos los militares sabían el significado de esa
expresión.

“(…) PREGUNTADO: cuando usted llega al batallón magdalena, ¿vuelve a escuchar la palabra
legalización? RESPONDIÓ: sí, inclusive una vez el coronel Sánchez lo dijo. ¿PREGUNTADO: cómo
lo dijo? RESPONDIÓ: en una forma de risa, en reunión de plana mayor, dijo “acá hay comandantes
que uno se descuida y lo legalizan, pasa uno con botas de caucho por una plaza y lo legalizan”,
dijo así, palabras dichas. PREGUNTADO: o sea que el término era común, ¿todo el mundo
entendía que era legalizar? RESPONDIÓ: sí, no le digo que disque riéndose dijo eso.
PREGUNTADO: ¿pero lo dijo para corregir, para que eso no ocurriera? RESPONDIÓ: no, lo dijo
dándoselas de…porque si una persona va a corregir lo más lógico es que hable en una forma a los
que están fallando o si él está fallando haga un alto en el camino, sí o no, que es lo más lógico, si
yo estoy cometiendo un error que debo hacer, parar y corregir y hacer lo más adecuado. Si lo
hubiera hecho para corregir debió haber dicho, bueno, estamos haciendo aquí las cosas mal a partir
de hoy vamos a enderezar el camino, lo que paso pasó…no, al contrario, eso fue una forma de
burla en una reunión de plana mayor, donde escucharon los mismos civiles, porque ahí entra
digamos el cuatro, la secretaria de él (…)”.

1782. Lo expuesto evidencia que con la llegada del teniente coronel Rodríguez Sánchez
a mediados del año 2006, se intensificó la presión por la producción por bajas ejercida
sobre las unidades que integraban el BIMAG. Esta presión condujo a la comisión
consciente y determinada de asesinatos y desapariciones forzadas con el objetivo de
aumentar las estadísticas de muertes en combate para posicionar al Batallón y su
comandante en lugar destacado a nivel nacional.

5.1.2.2. Responsabilidad por planear operaciones militares irregulares.

1783. El Manual de Plana Mayor EJC 3-17 en su edición de 19991937, vigente para la
época de los hechos que se investigan, precisa que el éxito de las operaciones reposa en
el principio de responsabilidad no dividida y en la prontitud al emitir órdenes; que si
bien los comandantes toman las decisiones que involucran a su unidad, los integrantes
de la plana mayor los asisten en el desarrollo y comunicación de aquéllas. 1938 En los
Batallones son principalmente las secciones de inteligencia y operaciones las que
trabajan junto con el comandante en la planeación y el desarrollo de una orden de
operaciones o misión táctica.

1784. En su versión voluntaria Édgar Alberto Rodríguez Sánchez refirió que tanto su
oficial de inteligencia como el de operaciones lo asesoraban en las misiones dada su

1936 Fernando Riveros Sarmiento: “(…) pero ahoritica cuando llegué al Magdalena, el comandante del Batallón
que recibió a mi Coronel Galindo Páez, él lo decía, lo legalizan, hay que legalizarlo, el coronel, coronel,
Rodríguez Sánchez, por aquí lo tengo relacionado (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
1937 Fuerzas Militares de Colombia, Ejército Nacional. Manual de Plana Mayor TE. 3-17 de 1999 Reservado.

1938 Ibidem.

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experiencia y conocimientos1939. Sin embargo, conoció la Sala en la versión del Mayor


Ojeda, oficial S3 del Batallón en ese periodo, que Rodríguez Sánchez se involucraba
estrechamente en la planeación de las operaciones, especialmente en las que estaban
destinadas a la presentación de resultados operacionales ilegales por parte del pelotón
motorizado1940.

“(…) como oficial de operaciones, esa es otra verdad que voy a decir: yo firmaba las órdenes de
operaciones y planeaba las operaciones más sencillas, o sea planeé el movimiento del centro de
instrucción, plan del movimiento para la visita del gobernador, me decía el comandante que
hiciera un plan de reacción y contraataque, pero en las operaciones mi coronel Rodríguez era
demasiado cerrado con la inteligencia. No sé si es que él me conocía antes de llegar y sabía que yo
tenía otro tipo de formación, de venir a trabajar con fuerzas especiales y yo no sabía que era eso,
pero él manejaba su inteligencia planeaba tomaba la decisión y me llamaba (…)”.

1785. Sobre el proceso de planeación de las operaciones conoce la Sala que Rodríguez
Sánchez tuvo un ejercicio del mando descrito como “un comando de puertas abiertas”1941.

“PREGUNTADO: pero digamos en lo doctrinal, según las disposiciones de la doctrina es así, que
el comandante de batallón se puede comunicar directamente con el soldado de un pelotón o más
claro ¿un soldado puede comunicarse libremente, o sin reportarlo a nadie más, con el comandante
del batallón? RESPONDIÓ: en la doctrina y en los manuales se habla que el comandante debe
emitir las órdenes a los comandantes de compañía, y los comandantes de compañía a los
comandantes de pelotón, pero como los pelotones acá estaban separados en algunos casos, el
comandante de compañía no tenía comunicación radial entonces el comandante batallón podría
hacerlo a nivel pelotón. Precisamente estábamos en un conflicto irregular y asumo que también
por eso el actuar del comandante del batallón era irregular. Si mi coronel hablaba al programa a
las 7 am y esperaba el programa de las 6 pm para ver qué dicen por radio pues se pierde el
control y la comunicación y es un transcurso muy largo de tiempo para cualquier evento
entonces por eso la orden era que todos los soldados y civiles del batallón deben tener el
teléfono del comando. ‘Un comando de puertas abiertas’ era la frase.”

1786. Así, participaba en la recolección de la información y la planeación de las


operaciones con resultados ilegales, ejercía presiones y se encargaba del encubrimiento
de las bajas cuestionadas. En las versiones se escuchó que solicitaba a los soldados
información de inteligencia de combate de manera constante por medios diferentes al
programa radial (cadenas de mando fácticas) para adelantar las operaciones1942:

1939 Édgar Alberto Rodríguez Sánchez: “[Ojeda] dentro de la función del oficial de operaciones está en toda la
actividad, inclusive usted ha manejado mucho la doctrina siempre el dos y el tres son hermanitos como en lo
misional y siempre de la organización, siempre es un mayor que ha hecho curso maneja el 2 y el 3 porque está
en la misionalidad […] el mayor Ojeda porque tenía conocimiento de la operación porque él era quien hacia el
seguimiento, él hacia el seguimiento, lo hace la sección tercera el seguimiento él es el titular y si no está el
titular el que lo siga, lo mismo el comandante de batallón, uno tiene unos programas unas horas de programa
si no está el comandante o situación médica o está de vacaciones o algo lo hace en la sucesión del mando”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484.
1940 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1941 Ibidem.

1942 Ibidem.

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1787. La Sala constató que por lo menos 23 de las 29 operaciones con resultados
operacionales cuestionados fueron firmadas por Édgar Alberto Rodríguez Sánchez 1943,
de quien sabe la Sala requería la presentación de bajas en supuestos combates, pues así
lo manifestaron comparecientes como el Sargento Viceprimero Jorge Enrique Culman
Alvarado al referir que

“(…) PREGUNTADO: ¿el mayor Duarte les insistía en presentar muertes en combate?
RESPONDIÓ: muertes no la palabra como tal, pero ellos manejaban ‘resultados’ ‘A ver la
compañía tal ¿qué pasó con sus resultados?’ PREGUNTADO: el señor Rodríguez Sánchez
RESPONDIÓ: también, sí señora. (…) PREGUNTADO: pero, esa digamos insistencia en la
necesidad de presentar resultados en términos generales ¿ustedes como tropa como le entendían?
¿Qué entendían de eso? RESPONDIÓ: yo pude entender, digamos como lideré soldados
campesinos y regulares… O sea, que para mí o para los sargentos que liderábamos esa clase de
soldados, no era tanta la presión, o sea no era exigencia, no nos decían ‘Sargento Culman allá la
compañía de soldados campesinos ¿qué pasó con os resultados?’ nunca me dijeron eso a mí, era
como más dirigido a las compañías de soldados profesionales (…)” (énfasis añadido).

1788. En el marco de la planeación de las operaciones el Mayor Ojeda recordó que en


varias oportunidades el comandante le pidió coordinar con la Fiscalía General de la
Nación el levantamiento de los cuerpos antes de que ocurrieron los supuestos combates
que a la postre resultaron simulados.1944 Afirmó el mismo oficial de operaciones que el
comandante atendió numerosas reuniones con el director del CTI en Pitalito, Juan
Carlos Rubio1945, quien le indicaba al compareciente “me dice el coronel que esta noche
posiblemente hay un combate, entonces, si hay combate voy a prever el grupo para que nos
apoye en el levantamiento” (énfasis añadido) 1946.

1789. Posterior a los levantamientos, todos coordinados antes de la presentación de los


hechos, Rodríguez Sánchez también hablaba con el personal de otras entidades como
la Policía Nacional para darle apariencia de legalidad a las bajas cuestionadas que

1943 Misiones tácticas Jalapa de 2006, Apolo de 2006, Sócrates de 2006, Osadía de 2006, Nerón de 2006, Navaja
de 2006, Danta de 2006, Espuela de 2007, Esparta de 2007, Emblema de 2007, Fragor de 2007, Mandril de 2007,
Medusa de 2007, Orden fragmentaria 38 Misil, Málaga de 2007, Andrómeda de 2007, Mariscal 2 de 2007, Apolo
2 de 2007, Saturno 1 de 2007, Satélite 1 de 2007, Sócrates 1 de 2007, Atlantis 2 de 2007 y Átomo 2 de 2007.
Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
1944 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “hubo varias ocasiones en que mi coronel Rodríguez me dijo ‘coordiné con la

FGN, coordine con la SIJIN para el levantamiento que posiblemente hay combate y haya muertos’”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1945 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: usted nos estaba contando que con el tema aquí de FGN

demás entonces el coronel Rodríguez, ya que estamos hablando del coronel Rodríguez, llamaba a la Fiscalía
para decirle: ‘mire va a haber un combate y es probable que tenga que darse levantamiento de los cuerpos’
¿cierto? RESPONDIÓ: sí señor. (…) Pero lo que le cuento de la coordinación previa no fue una vez o dos veces,
eso ocurrió en varias ocasiones y yo me entero porque el doctor Juan Carlos me decía a mí o porque mi coronel
me decía: ‘aliste la unidad de reserva o el pelotón de los que están aquí y unos carros para que acompañen o
transporten al CTI mañana o esta noche’, no era una sola vez”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
1946 Ibidem.

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presentaba el Batallón; ejemplo de ello es el caso del 5 de marzo de 2007 (ver supra) en
el que fallecieron cinco personas. Sobre el particular Ojeda refirió que

“(…) con mi coronel estábamos en el COT esa noche en una sala de crisis hasta que mi coronel
llamó directamente y por eso lo de los carné fue fundamental, por eso se logró establecer que
algunos eran policías y mi coronel llamó al comandante de la policía de Pitalito y le dijo: ‘mire
tengo unos policías en este sector’ y pues yo no escuché pues pero él si me dijo que llamó al
comandante de la policía y él dice que ‘no tenían nada que estar haciendo allá’ y al otro día él dijo
que no conocía algunos de los policías que estaba allá y uno de ellos no recuerdo cual, trabajaba
con el comandante, era el ayudante o no sé quién y tenían que estar en el casco urbano, en el
comando de la policía entonces mi coronel dijo que sí el comandante de policía dijo que no tenían
que estar haciendo nada por allá (…)”.

1790. Como afirmaron Ojeda Oliva y Julián Andrés Calderón Motta, Rodríguez
Sánchez participaba en todo lo relacionado con las operaciones y estaba completamente
enterado de cada uno de los resultados y por consiguiente de las operaciones
irregulares1947. Ejemplo de es que Calderón Motta aseguró que en el hecho del 15 de
agosto de 2007, donde resultó herido el señor Aladino Ríos Sánchez y dado de baja
Albeiro Hernández Cerón, al informarle al comandante sobre la existencia de una
víctima sobreviviente Calderón fue reprendido por el comandante por no haber dado
muerte a esa persona y obligó al pelotón a buscarla. Puntualmente aseguró:

PREGUNTADO: ¿Y usted cree que ese tipo de actividades se pueden realizar sin que el
comandante del batallón se enterara? RESPONDIÓ: No doctor, eso uno como comandante, o sea,
(inaudible) uno está enterado de todo lo que hacen los hombres, es más, y si hay un resultado,
él tiene que saber de las operaciones que se están realizando en el batallón. PREGUNTADO: Y
lo digo porque también usted nos contó que luego de los hechos lo llamó ahí sí el comandante
del batallón, o sea, a usted directamente ¿También lo llamó por el celular? RESPONDIÓ: Por el
celular doctor. PREGUNTADO: ¿Y qué fue lo que exactamente le dijo? RESPONDIÓ: Palabras
textuales: ‘ustedes son unas güevas ¿Cómo es que se le va a ir? ¿Cómo es que van a cometer
una cagada de esas?’, palabras así de ese tipo, doctor ahí pues nos regañó, y como lo decía, en
el programa de las 6 de la mañana, ya salió a felicitar al pelotón por el resultado operacional
que no era resultado operacional, sino que era un acto que no debió haber pasado, doctor.
PREGUNTADO: Cuando el comandante del batallón sale a felicitarlos ¿Habló de dos bajas, de
una baja o qué dijo? RESPONDIÓ: No, él dijo que una baja y que muy posiblemente había
personal que estaban registrando el área, que siguiéramos registrando el área a ver qué más
podríamos encontrar, eso fue lo que él dijo en el programa PREGUNTADO: Y ese programa, pero
ese programa lo escuchaba solamente el batallón ¿Cierto? RESPONDIÓ: Las compañías del
batallón, doctor, que estaban en el área (…)”. (Énfasis añadido)

1791. De lo expuesto, surgen bases suficientes para que la Sala entienda que el señor
Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, en calidad del comandante del BIMAG, participó en

Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: claro usted nos refería que el comandante Rodríguez estaba
1947

en todo que todo lo relacionado con las operaciones y con inteligencia y lo abordaba, entonces bajo ese
entendido podríamos asegurar que ¿él sabía lo que realmente estaba ocurriendo en relación con las bajas?, ¿lo
que realmente ocurría en el área de operaciones que no se trataba de combates reales? RESPONDIÓ: no sólo
por las bajas mi coronel, se enteraba de todo. Como ayer mencioné, él tenía comunicación con soldados, con
civiles, con todos, no sólo de bajas él sabía hasta qué soldado estaba portándose mal, que si comieron bien y
que si no comieron bien, él mantenía ese control permanente”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.

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la planeación y la ejecución de los asesinatos perpetrados bajo la modalidad de combate


simulado por sus subalternos. Al respecto, se destaca que Rodríguez Sánchez conocía
que efectivos de ciertas unidades del Batallón Magdalena cometían ejecuciones
extrajudiciales, pues así lo reconoció en una reunión de plana mayor al manifestar que:
“acá hay comandantes que uno se descuida y lo legalizan, pasa uno con botas de caucho por una
plaza y lo legalizan”1948.

1792. De igual forma, se ha establecido que dicho compareciente intervino


directamente en la recepción de información y en la estructuración de las operaciones
militares desarrolladas por sus hombres, incluyendo en las que se presentaron
resultados irregulares. De hecho, se tiene que el señor Edgar Alberto Rodríguez
Sánchez conocía de antemano que se iban a presentar las bajas con irregularidades y
conforme con ello disponía lo necesario para que se coordinara el levantamiento de los
cadáveres1949. Además, adelantaba seguimiento al adecuado desarrollo de las acciones
criminales, pues así lo demuestra el llamado de atención del que fue objeto Calderón
Motta, debido a que el señor Aladino Ríos Sánchez logró escapar con vida1950.

5.1.2.3. En su condición de comandante del Batallón No. 27 “Magdalena” consolidó


la concesión de prebendas por la obtención de resultados operacionales.

1793. El comandante del Batallón junto con el Ejecutivo y segundo comandante y el


oficial de personal elaboraban el plan de moral y bienestar dentro de las unidades
tácticas1951 y Rodríguez Sánchez era el responsable de su cumplimiento.1952 En el BIMAG
para ese periodo el plan fue diseñado por el mismo comandante y materializado por el
Mayor Mario Hernán Duarte Méndez,1953 quien reconoció en su diligencia de versión
voluntaria que por indicaciones de Rodríguez Sánchez otorgaba permisos por la

1948 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
1949 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1950 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
1951 Fuerzas Militares de Colombia. Ejército Nacional. Manual de Estado Mayor 3-50 de 1984. “Desarrollo y

mantenimiento de la moral. 1) Servicios de Personal. a) Permisos y licencias, servicio postal, tiendas y casinos,
pagaduría, servicio religioso, servicios especiales, servicio de bienestar, información y educación, información
pública”.
1952 Fuerzas Militares de Colombia. Ejército Nacional. Reglamento de régimen interno para unidades tácticas.

Manual EJC.3-22-1 Restringido. “Funciones y competencias. Comandante de la Unidad Táctica. Es el directo


responsable del cumplimiento de los planes de moral y bienestar de sus subalternos”.
1953 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: ¿qué funciones cumple el segundo comandante en la

formulación, en la adopción del plan de moral y bienestar del Batallón? RESPONDIÓ: claro, el ejecutivo
digamos es el plan de mora y bienestar del Batallón (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.

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presentación de bajas en combate1954, además de los ya contemplados en el plan de


moral y bienestar

“(…) PREGUNTADO: Pero no estoy seguro si le entendí bien ¿esos permisos por resultados
hacen parte del plan de moral y bienestar o es distinta la forma en que se conceden?
RESPONDIÓ: no, no, no, digamos el plan de moral y bienestar es un plan que se hace a los
teniendo en cuenta el tiempo que debe estar una unidad en el área, en instrucción, en
operaciones y permiso, o sea eso viene ahí una normatividad sobre eso; los permisos
adicionales de eso es manejo del comandante de batallón, digamos el comandante de batallón
tiene la potestad de decidir bueno yo les doy permiso dos o tres días u ocho días, o sí es más
como consultarlo con el comandante de Brigada, bueno voy a sacar esta unidad de permiso
por tanto tiempo (…)”.1955

1794. El mismo compareciente afirmó que cuando el Rodríguez Sánchez llegó al


Batallón se preocupó en todo momento porque los pelotones se sintieran bien,1956 por lo
que encargaba de que después de la presentación de supuestas muertes en combate se
otorgaran permisos, ofrecieran almuerzos como premio a las unidades que lo hacían 1957
e incluso se reuniera a la respectiva unidad formaciones para felicitarlos personalmente
o por radio1958.

1954 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: ¿en el batallón Magdalena se contemplaban permisos
adicionales a las vacaciones para el personal que presentaba resultados operacionales? RESPONDIÓ: Digamos
que eso es un manejo que al comandante de batallón, digamos aparte de sus vacaciones, de sus permisos de
pronto por un resultado operacional entonces el comandante puede decir bueno salió un resultado operacional
x entonces bueno démosle un permiso a esta tropa por 2 – 3 días, que puedan salgan ocho días, eso es potestad
del comandante de batallón, pero si se maneja por efectos de resultados un permiso, los permisos”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario
Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.
1955 Ibidem.

1956 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: ¿Cambió de alguna manera los resultados para los

permisos entre el coronel Galindo y el coronel Rodríguez? RESPONDIÓ: Sí claro, digamos que hay muchas
diferencias por lo que yo le comentaba ahorita, todos los comandantes no tienen el mismo manejo de personal,
hay comandantes que son muy digamos más afectos al personal, se dejan hablar más, son más allegados, hay
otros que son más reservados o más apáticos a esas cosas del personal, entonces claro que cambió, digamos
el señor Coronel Rodríguez era una persona o es una persona muy digamos dado a que la gente estuviera bien,
que la gente estuviera mejor dicho la moral estuviera alta en el sentido de que había como más afinidad entre
el comandante hacia los soldados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.
1957 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: ¿se daba algún tipo de permiso especial por resultados

operacionales? RESPONDIÓ: sí, por resultados operacionales y por muchas otras cosas. Por resultados
operacionales: llegó un pelotón del área hizo unas capturas o hubo combates o hizo esto y el coronel decía
‘bueno, dele un permiso’ o muchas veces un almuerzo porque muchas veces donde estaban no les llegaba
comida caliente sino sólo raciones entonces decía ‘bueno pues organicen un sancocho o algo así’”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar
Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
1958 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: ¿y qué sucede en el batallón? RESPONDIÓ: Ah bueno,

ya mi coronel los felicitó… PREGUNTADO: ¿cómo? RESPONDIÓ: no, felicitaciones muchachos, una
felicitación, ya mi coronel era más efusivo. PREGUNTADO: directamente, es decir, en persona, por radio…
RESPONDIÓ: si claro, eso fue como a las 10 o 11 de la mañana ya tuvimos contacto con mi coronel.
PREGUNTADO: ¿cómo tuvieron contacto con el coronel? RESPONDIÓ: pues porque se formó el personal ahí
al frente del comando, solamente los que fueron a la operación, no se formó nadie más. Entonces yo no me
acuerdo sí fue el cabo Osorio que dijo, ‘mi coronel y cuántos días de permiso’”. Jurisdicción Especial para la

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1795. En esa línea, la sala cuenta con bases suficiente para afirmar que no todos los
resultados operacionales tenían la misma importancia y por ende los mismos
premios.1959 Así, por ejemplo, el compareciente Fernando Riveros reconoció que los
resultados tangibles como las muertes en combate tenían más días de permiso que los
no tangibles, es decir, mientras que por las muertes otorgaban 15 días permiso por otros
resultados daban 5 días.1960

1796. Sobre el disfrute de los días de permiso Riveros recalcó que la mayoría de las
veces se agrupaba al periodo de vacaciones1961 y Franklin Rueda coincidió con ello:

“(…) PREGUNTADO: ¿Recuerda usted si en los programas radiales se hablaba de permisos o de


descansos para las unidades que presentaran resultados operacionales? RESPONDIÓ: Eh, hubo
un tiempo en el que si se escuchaba unidades que de pronto daban resultados y les daban no me
acuerdo cuantos días, como un mes o quince días, algo así, no me acuerdo bien cuantos días eran
con exactitud, pero si les daban permisos a unos, a otros no, y así. A otros le sumaban todo y pues
con las vacaciones le añadían más días y así (…)”.

1797. También se escucharon relatos consistentes de los comparecientes que permiten


entender que parte de la política interna en la unidad durante la comandancia de
Rodríguez Sánchez era otorgar un permiso especial de fin de año para la unidad que
más resultados operacionales diera, siendo esto reconocido por comparecientes como

Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha
Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
1959 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: pero digamos ¿era igual el número de días de permiso por

dar una baja que por una captura o una desmovilización? RESPONDIÓ: no, eso dependía de mi coronel”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1960 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿usted no advirtió que esos incentivos fueran mayores o

eran siempre los mismos? RESPONDIÓ: no, si el resultado era tangible, hay resultados tangibles e intangibles,
resultado tangible cuál es, aquel en el que hay muertes en combate, se recupera material, se neutraliza un
secuestro, bueno, etcétera, entones de pronto motivan más al personal le dan un mayor estímulo. Digamos se
le dan un permiso de 10 días le van a dar 15, o sea, es diferenciado, no siempre son los mismos, mejor dicho,
eso siempre es más a criterio de los comandantes”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
1961 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: Quisiera más adelante volver a ese, a ese punto que usted

nos menciona de ese curso que hizo en 2007, pero como hemos venido agotando el orden cronológico voy a
hacer todavía algunas preguntas de 2006 para así poder llegar a ese punto ¿los permisos que se concedían
después de la presentación de bajas en combate los disfrutaban inmediatamente después de la presentación
del resultado, es decir, en los días posteriores o tenían relación con el plan de vacaciones y descansos?
RESPONDIÓ: A veces, a veces llegaban y lo dejaban para el plan de, de moral y bienestar que llaman, por decir
algo, le decían a uno, a uno, uno digamos salía por ahí con 15 días que es lo normal de que le dan a uno por
ahí entre cada cuatro meses, cada 6 meses, entonces de pronto le decían a uno, váyase con 5 días más”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.

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el capitán Ángel Fernando Carvajal Rojas1962 y los soldados profesionales Franklin


Rueda Betancourt y José Alfredo Valderrama Calderón.1963

“(…) el que hiciera más bajas salía el 31 o el 24 de diciembre, se prolongó así para no estarlos
sacando en vacaciones cada nada a coger una fecha especial que el militar muy poco coge, es una
fecha especial, el militar es muy poco lo que coge porque no todo el mundo coge un 24 o un 31 en
la casa para compartirlo con la familia, nos motivaron así, entre la ignorancia, nos motivaron, el
que más diera a coger el 24 de diciembre o el 31 de diciembre, ahí fue que nos comenzaron a
motivar así para coger una fecha especial que uno nunca la coge, prácticamente no la coge uno
(…)”.1964

1798. Finalmente, el teniente Suárez Cerquera, pese a no haber reconocido como


política del Batallón la concesión de beneficios por la presentación de resultados
operacionales,1965 aseguró en versión voluntaria que los militares de la compañía Berlín
eran quienes más salían de permiso e incluso los que más resultados presentaban

“(…) ¿Habló usted en alguna oportunidad o supo por lo menos si a la compañía Berlín o a las
unidades del teniente Mahecha les concedieron permisos, por esos resultados, por esas muertes
en combate? RESPONDIÓ: Si señor Magistrado, ellos eran los que más salían, de hecho, eran los
que daban resultados, eran los que más salían. Tanto cuando estuve de comandante de compañía,
cuando estuve en la Plana Mayor, ellos eran los que hacían los resultados (…)”.

1799. Se observan así bases suficientes para afirmar que los incentivos ofrecidos por
instrucción de Rodríguez Sánchez para la presentación de bajas en combate fueron
determinantes en las motivaciones de las unidades que participaron en la mayor
cantidad de hechos irregulares durante esa comandancia.

1962 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Algunos comparecientes han señalado señor Carvajal
que para ese año 2007, en el Batallón Magdalena había una especie de incentivo especial, un premio a la unidad
que presentara más resultados a final de año, que la unidad que presentara más resultados en ese periodo iba
a recibir un permiso en diciembre o tenía la oportunidad de disfrutar su permiso coincidiendo con las fiestas
de fin de año ¿Recuerda usted haber escuchado algo por el estilo? RESPONDIÓ: Señor magistrado, pues sí, sí,
yo recuerdo que sí, como que mi coronel Rodríguez dijo que la unidad que diera más resultados operacionales
salía con el permiso especial de fin de año, porque pues señor magistrado, la verdad y no es una cosa ilógica
ni nada, y yo sé que todo el mundo ha hablado, siempre se ha dicho que la unidad que dé más resultados sale
en diciembre. ¿Por qué? Porque los batallones la verdad, o las compañías, pues es meritorio salir un diciembre,
es bonito ir a compartir en familia, es bonito estar con su, en hogar rodeado de sus familiares pues para un
diciembre. Y quién no quiere estar en un diciembre, quién no quiere estar un diciembre.”
1963 Sandro Alexander Trujillo, Omar Oswaldo Ojeda Oliva, José Aníbal Trujillo, Félix Juan Carlos Araque Leal.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0548.
1964 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Franklin Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.
1965 Arley Suárez Cerquera: “(…) ¿Mientras usted estuvo en el Batallón Magdalena, recuerda que se ofrecieran

permisos o se dieran permisos para los que presentara resultados operacionales? RESPONDIÓ: No señor
Magistrado, no, de eso yo no escuché y tampoco me dieron esa orden así (…)”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jorge Arley Silva Reyes.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0274.

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5.1.2.4. Responsabilidad por mantener y destinar un grupo especial para la


presentación de resultados operacionales ilegales.

1800. En su versión voluntaria Fernando Riveros Sarmiento reconoció la existencia


dentro del Batallón de un pelotón motorizado o “grupo especial” como también era
denominado1966 bajo la tutela del S3 del momento y que actuaba a órdenes directas del
comandante Rodríguez Sánchez. Recordó que su existencia se circunscribía en
adelantar las operaciones especiales que ordenaba la plana mayor.1967

1801. Al preguntarle sobre el grupo especial del batallón, Rodríguez Sánchez aseguró
que no existía y que si bien tenían un pelotón motorizado este era conformado por el
comandante de compañía junto al oficial de operaciones, y correspondía a lo que
mandaban los manuales y reglamentos del Ejército Nacional.1968 Sin embargo, varios de
los comparecientes explicaron en sus versiones que el pelotón motorizado era
equivalente a un grupo especial, y que en el BIMAG era denominado Berlín 31969. Se
estableció también que se movilizaba por toda el área de jurisdicción del Batallón y si
bien pertenecía a la compañía B1970 era independiente en el mando, pues las órdenes que

1966 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿la motorizada era el grupo especial? RESPONDIÓ: eso
era lo que le decían allá, pero esa información la da más el 3, pero ese era el manejo que ellos le daban”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
1967 Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: cómo fue escogido para ser parte del pelotón Berlín, es decir, usted

primero estuvo en la motorizada y luego lo pasaron a Berlín. RESPONDIÓ: la motorizada también pertenecía
Berlín, también era un pelotón de la Berlín. PREGUNTADO: pero no respondía al comandante de la compañía.
RESPONDIÓ: si, sí, claro, pero entonces lo direccionaban desde arriba, desde el comandante del batallón y con
el 3. PREGUNTADO: pero usted me estaba explicando que la motorizada era como aparte. RESPONDIÓ: pero
prácticamente entre comillas, pero siempre era orgánica de la compañía, de la compañía Berlín, de la compañía
B”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
1968 Edgar Alberto Rodríguez Sánchez: “el pelotón de motos era conformado por soldados que se puedan

manejar motos y que esa asignación la hacía el comandante de compañía con el oficial de fracciones que las
que se encargaba de organizar las unidades, pero todo tiene que ser dentro de lo que está dentro de los
manuales y reglamentos que habla de pelotón (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0484.
1969 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿cuál era el indicativo de la motorizada? RESPONDIÓ: era

compañía Berlín, creo que era Berlín 3, yo creo que el error del batallón fue que comenzaron a abarcar todo y
se metieron a hacer funciones policía, acapararon lo rural lo urbano”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
1970 José Wilson Orrego Noreña: “PREGUNTADO: ¿El pelotón motorizado estaba adscrito a una compañía?

RESPONDIÓ: La compañía Berlín PREGUNTADO: La compañía Berlín para ese momento y hablemos en este
en este punto de la diligencia, concentrémonos en 2006, en 2006 la compañía Berlín, ¿estaba en el área de
operaciones o estaba en el Batallón? RESPONDIÓ: Señor Magistrado, en el 2006, la compañía era conformada
por cuatro pelotones, tres pelotones entran en el área de operaciones y un pelotón que era el pelotón
motorizado nos encontramos en el Batallón PREGUNTADO: ¿Dónde estaba el comandante de la compañía,
usualmente, en la motorizada, en el Batallón? Y, ¿quién estaba al mando de las compañías que estaba en el
área de operaciones? RESPONDIÓ: El teniente Mahecha era el comandante de la compañía y en el área, los

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cumplía estaban a discreción del comandante del Batallón. 1971 Así lo recordó, por
ejemplo, el soldado profesional Yilfredy Ortega:

“(…) PREGUNTADO: ¿usted tiene conocimiento porque ese grupo especial motorizado lo tenía
Berlín y no lo tenía la Azteca ni la compañía Cónsul? RESPONDIÓ: lo que yo tenía entendió
porque era más guapo, en esa compañía había gente más guapa, los veteranos eran los que
pertenecían a ese grupo ya habían patrullado harto seguro y eso era un orgullo porque uno se
quitaba de cargar el equipo de arriba y de abajo. PREGUNTADO: ¿para llegar a ese grupo había
unas características especiales, es decir cumplir ciertas condiciones para llegar a esos grupos
especiales? RESPONDIÓ: si, para todo grupo tiene que ser el mejor, o sea para llegar a cualquier
grupo uno tiene que ser un buen soldado o destacarse en algo. PREGUNTADO: ¿Es decir que la
gente buscaba pertenecer a esos grupos especiales que usted los llama motorizados?
RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO ¿quién escogía la gente o el personal para hacer parte de ese
grupo especial de motorizados de la compañía Berlín? RESPONDIÓ: esos grupos siempre los
cuadra el comandante del batallón o el ejecutivo, esos grupos siempre han existido una
motorizada en un batallón o en cualquier batallón siempre han existido los motorizados (…)”.

1802. A su turno, el teniente Carlos Andrés Mahecha Bernal, comandante de la


compañía Berlín durante la comandancia de Rodríguez Sánchez afirmó que Berlín
estaba conformada por 2 pelotones o grupos especiales -Berlín 1 y Berlín 2- y un pelotón
motorizado -Berlín 3-.1972

1803. Por afirmaciones del soldado profesional José Alfredo Valderrama Calderón la
Sala conoció que, aunque el pelotón motorizado era un grupo selecto del Batallón con

pelotones tenían oficiales o suboficiales de menos rango, como comandantes”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Wilson Orrego
Noreña. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237.
1971 César Augusto Vásquez Ordoñez: “PREGUNTADO: Pero, ¿eso no era parecido a un Grupo Especial?

RESPONDIÓ: Sí y no, porque el grupo especial, ellos, un grupo especial como tal es certificado como grupo
especial, nosotros, no. Nosotros éramos un pelotón movilizado. PREGUNTADO: Pero, entonces, digamos, ¿ese
pelotón movilizado estaba bajo las órdenes directas de quién? RESPONDIÓ: Del comandante del Batallón
PREGUNTADO: Y, ¿el grupo especial? RESPONDIÓ: También lo manejaban ellos PREGUNTADO:
¿Directamente? RESPONDIÓ: Sí, señor PREGUNTADO: ¿El Batallón tenía un grupo especial? RESPONDIÓ:
Sí, señor PREGUNTADO: ¿Recuerda usted cómo era el nombre de ese grupo especial? O ¿de dónde provenían
sus integrantes? RESPONDIÓ: El Grupo Especial, para esa época, era Huracán. Que era el cuarto pelotón, si
no estoy mal, de la compañía Berlín”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0238.
1972 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: ¿Y cuando usted llego al Magdalena había un grupo

especial? RESPONDIÓ: la compañía Berlín tenía. Es que la compañía Berlín eran dos grupos especiales y un
pelotón motorizado, esa era la compañía Berlín. PREGUNTADO: entonces la compañía Belén tenía. ¿Usted era
el comandante de Berlín? RESPONDIÓ: de la compañía Berlín. PREGUNTADO: y tenía 2 grupos motorizados.
RESPONDIÓ: la compañía Berlín tenía Berlín 1, Berlín 2 y Berlín 3. Berlín 1 y 2 eran un grupo especial. Uno
estaba al mando del Sargento Cuestas, el otro estaba al mando de… PREGUNTADO: ¿cuál estaba al mando
de él? ¿El que me acaba de decir es de Berlín 1 o de Berlín 2? RESPONDIÓ: Berlín 1 me recuerdo tanto que era
el sargento Cuestas, pero no recuerdo, no tengo presente los nombres completos. De Berlín 2, no lo recuerdo,
y de Berlín 3 estaba mi primero Riveros, Riveros Sarmiento Fernando”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.

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militares de suficiente experiencia,1973 estaba integrado por personas de confianza con


las que el comandante del pelotón, del Batallón e integrantes de la plana mayor se
reunían para la comisión de los crímenes que se estudian

1804. Valderrama enlistó como integrantes de este subgrupo a los sargentos


viceprimeros Eduardo López Patiño y Fernando Riveros Sarmiento, al Cabo segundo
Edinson Duarte Osma, al Dragoneante Fernando Fernández Toro y a los soldados
profesionales César Augusto Vásquez Ordoñez, Jhon Jairo Romero y José Wilson
Orrego Noreña1974. Una vez revisadas las piezas procesales logró la Sala corroborar que
varios de los mencionados por Orrego aparecen de forma constante como personal a
felicitar por su participación en las operaciones de la compañía Berlín.

1805. También conoce la Sala por la información acopiada que 27 de las 29 operaciones
cuestionadas fueron desarrolladas por los diferentes pelotones de la compañía Berlín, 3
por el primer pelotón, 8 por el segundo, 12 por el tercero o grupo motorizado y 4 por el
cuarto pelotón. Estas cifras se corresponden con lo afirmado por Mahecha en su versión
voluntaria pues indicó que las demás compañías no necesitaban de grupos especiales
porque todas las acciones militares eran dirigidas por Berlín1975:

1973 Sandro Alexander Trujillo: “PREGUNTADO: ¿Cuántas personas integraban esa Motorizada? RESPONDIÓ:
30 aproximadamente 30, porque eso era Variable, ahí… por temas de disciplina iban saliendo, porque los
necesitaban en otra compañía los sacaban. PREGUNTADO: ¿Estar en la motorizada era un premio o algo?
RESPONDIÓ: si, era lo mejor de estar en el Batallón porque uno estaba en la civilización, no es lo mismo estar
6 meses hasta 7 meses me llegaron a tener en el monte, y no es lo mismo estar ahí en una cama, con comida a
hora y permiso se facilita para salir un día de permiso, y además patrullar en moto era un privilegio para los
soldados que estuvieran ahí por eso era muy … muy estrictos con la disciplina y eso uno tenía que estar ahí
muy disciplinado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Sandro Alexander Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0481.
1974 José Alfredo Valderrama Calderón: “era un grupo especial conformado por los cuadros y 6 o 7 soldados. A

ellos los llamaban directamente, estaba Vásquez, Fernández, Riveros, Chagui -apodo de José Wilson Orrego
Noreña, y otros soldados, a ellos eran los que siempre llamaban directamente allá”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Alfredo Valderrama
Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0883.
1975 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: ¿Y cuando usted llego al Magdalena había un grupo

especial? RESPONDIÓ: la compañía Berlín tenía. Es que la compañía Berlín eran dos grupos especiales y un
pelotón motorizado, esa era la compañía Berlín. PREGUNTADO: entonces la compañía Belén tenía. ¿Usted era
el comandante de Berlín? RESPONDIÓ: de la compañía Berlín. PREGUNTADO: y tenía 2 grupos motorizados.
RESPONDIÓ: la compañía Berlín tenía Berlín 1, Berlín 2 y Berlín 3. Berlín 1 y 2 eran un grupo especial. Uno
estaba al mando del Sargento Cuestas, el otro estaba al mando de… PREGUNTADO: ¿cuál estaba al mando
de él? ¿El que me acaba de decir es de Berlín 1 o de Berlín 2? RESPONDIÓ: Berlín 1 me recuerdo tanto que era
el sargento Cuestas, pero no recuerdo, no tengo presente los nombres completos. De Berlín 2, no lo recuerdo,
y de Berlín 3 estaba mi primero Riveros, Riveros Sarmiento Fernando PREGUNTADO: ¿que este era el
motorizado? RESPONDIÓ: ese era el pelotón motorizado. […] PREGUNTADO: usted nos explicó también
sobre unas particularidades de la compañía a Berlín, nos dijo que tenía un grupo una compañía motorizada…
RESPONDIÓ: un pelotón. PREGUNTADO: un pelotón motorizado y tenía otros dos pelotones especiales.
RESPONDIÓ: eran grupos especiales. PREGUNTADO: que eran grupos especiales. ¿A usted le explicaron eso
sobre Berlín le contaron que era Berlín que incluía…? RESPONDIÓ: no necesitaban contarme porque uno ya,
de hecho, mis superiores y mis subalternos asumen que uno ya conoce, uno ya tiene esa información. A mí me
hablan de un pelotón motorizado yo ya lo tengo Claro que es un pelotón motorizado me hablan de un grupo
especial y yo ya lo tengo claro, yo necesito que me expliquen, miré un grupo especial se trata de esto, no porque

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“(…) PREGUNTADO: pero le preguntó de manera diferente entonces, ¿las otras compañías del
Batallón Magdalena tenían también un pelotón motorizado y grupos especiales? RESPONDIÓ:
no. PREGUNTADO: ¿era especial entonces la compañía Berlín en cuanto a esas unidades que tenía
de pelotón motorizado y grupos especiales? RESPONDIÓ: eran especiales en el sentido en que
todas las operaciones las dirigía era esa compañía. PREGUNTADO: ¿A qué se refiere, como así
que todas las operaciones las dirigía esa compañía? RESPONDIÓ: todas las operaciones que hizo
el batallón en mi estadía en ese Batallón las hacía era compañía Berlín. Las otras dos compañías
de soldados profesionales y las compañías de soldados campesinos y de soldados regulares
estaban haciendo control militar de área (…)”.

1806. De la contrastación se logró establecer que de las doce operaciones que


desarrollaron miembros del tercer pelotón de la compañía B, en siete de ellas los
comparecientes escuchados en versión voluntaria reconocieron la ilegalidad de lo
sucedido, entre los que se encuentra el teniente Carlos Andrés Mahecha Bernal1976 y los
soldados profesionales Francisco Javier Castañeda Alfaro, José Wilson Orrego Noreña,
César Augusto Vásquez Ordoñez y Sandro Alexander Trujillo.1977

1807. Fue tan trascendental la compañía Berlín dentro del Batallón Magdalena y en la
comisión de resultados cuestionados, que el teniente Mahecha, quien se desempeñó
como su comandante, reconoció en su versión voluntaria haber participado en las
reuniones de la plana mayor del Batallón, donde se tocaban aspectos de carácter
operacional, accionar de por si inusual dentro del Ejército Nacional dada la naturaleza
de la actividad y los rangos de quienes asistían (cadenas de mando fácticas). Recordó al
respecto que:

“(…) PREGUNTADO: pero digamos, ¿quiénes hacían parte de esas reuniones? RESPONDIÓ: el
uno, que es personal, el dos que es inteligencia, el tres que es operaciones, el cuatro que es logística,
el 5 que es operaciones psicológicas, el 7 que era contrainteligencia y el 10 que era comunicaciones.
Esas eran las personas que integraban una plana mayor más el comandante Batallón, más el oficial
ejecutivo y el oficial de operaciones. Esas eran como las personas que deben ingresar a una reunión
de plana mayor (…)”. (Negrillas agregadas)

uno ya lo tiene claro que es un grupo especial”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
1976 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: usted nos dijo que pocos días después de la llegada del

coronel Rodríguez lo habían llamado de la sección no recuerdo ese momento si fue de inteligencia o de
operaciones para decirle que había que recibir al coronel con una baja. RESPONDIÓ: si su señoría.
PREGUNTADO: relátenos esas reuniones, ese llamado. RESPONDIÓ: bueno, eso lo hicimos fue con el teniente
Araque, él fue que llegó y me dijo ‘bueno mi teniente, llega mi Coronel, ya se postuló, entonces le vamos a dar
una baja’, yo le digo ‘bueno, pues hagámosle’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
1977 26 de julio de 2006 - (víctima: José Lizardo Vela Salazar); 11 de noviembre de 2006 - (víctima: Jesús María

Guevara Quinto); 01 de marzo de 2007 - (víctima: Ruberney Rincón Casanova); 05 de marzo de 2007 - (víctimas:
Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez
Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán y José Yesid Farfán Ortiz -ileso-); 25 de marzo de 2007 - (víctimas: Fredy
Armando Pimentel, Hodair Urriago Valderrama y Yerson Acosta Bernate); 01 de septiembre de 2007 -
(víctimas: Gildardo Luis Farfán Castaño y José Daniel Joaqui Chilito); y 01 de diciembre de 2007 - (víctimas:
Carlos Uriel Motta Scarpetta y Manuel Antonio Suárez Benavides).

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1808. Con lo anterior se advierte que dentro del Batallón Magdalena el teniente coronel
Rodríguez Sánchez conformó y mantuvo durante todo su periodo un pelotón
motorizado que se encargó de la ejecución de las operaciones militares en las se
efectuaron los combates simulados que causaron la muerte de civiles. El 93,1% de los
hechos cuestionados durante su comandancia fueron cometidos por efectivos de la
compañía Berlín1978.

1809. Esta Magistratura tiene entonces bases suficientes para afirmar que Rodríguez
Sánchez incentivó la compañía B y particularmente a su tercer pelotón al ser el
encargado de cumplir “la cuota de muertes” que le permitió al BIMAG mejorar su
posición en el comparativo de Batallones de la Brigada, División y Nacional. Si bien el
compareciente no reconoció que esto constituyera una irregularidad o una anomalía,
otros comparecientes señalaron a dicha la unidad como la encargada para ese período
de llevar a cabo las operaciones1979 que otorgaban al Batallón el lugar operacional
esperado a nivel Nacional:

“PREGUNTADO: ¿durante el tiempo que estuvo allí en el S2 tuvo conocimiento de la existencia


de algún tipo de competencia por los resultados entre el batallón Magdalena y el batallón
Pigoanza? RESPONDIÓ: Si claro su señoría. Era esa la razón de que el comandante del Batallón
y el mayor Ojeda nos generaban tanta presión para el resultado fueran resultados con muertos,
no podía pasar un mes, no podía pasar 15 días sin que el batallón no diera resultados de
muertos en combate. PREGUNTADO: pero digamos usted ¿cómo tuvo conocimiento de eso a
usted por qué le consta que existiera una especie de competencia entre sus dos batallones?
RESPONDIÓ: su señoría porque el mayor Ojeda a diario era ojo que el batallón Pigoanza lleva

1978 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “(…) en los batallones siempre existía, en todos los batallones no solamente
en el batallón Magdalena, en todos los batallones a nivel nacional, es el comandante de Batallón tenía su
compañía o había un grupo especial que era dedicado para hacer operaciones especiales y pues también la
experiencia (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
1979 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: Y entonces de la brigada móvil, en la que usted estaba,

se comunicaron con el batallón, o sea con el mayor, y le comentaron ¿qué o qué le dijeron de usted?
RESPONDIÓ: Lo más seguro es que le dijeron que yo venía del grupo que daban las muertes extrajudiciales
en la brigada móvil 11, que es lo más seguro que se sabía allá en el Magdalena, porque cuando yo llegué al
Magdalena la única compañía que daba resultados operacionales, y creo que tienen investigaciones, es la
compañía Berlín (…) cuando yo recibí ese pelotón, la mayoría de los soldados no sabía qué era una muerte
extrajudicial, algunos sí porque habían sido ya de la Berlín, de la otra compañía, entonces ellos si tenían idea,
(…) cuando yo le comenté al Azteca 2 ninguno puso oposición, yo les dije, están pidiendo resultados, ninguno
puso oposición, inclusive salieron soldados que habían estado en la Berlín y dijeron que ellos sabían cómo
trabajaba la Berlín, y que sabían cómo dar las bajas”. VV Carlos Andrés Mahecha Bernal: “(…) la otra compañía
que estaba en el Batallón y dependía operacionalmente del comandante de Batallón y del oficial de operaciones
era la compañía Berlín. (…) también se utilizaba pues para las operaciones cuando por ejemplo llamaban, que
la red de cooperantes llamó a la oficina del 2 que en la vereda tal están robando, entonces se alistaba el pelotón
porque era lo de primera mano, las motos que estaban disponibles eran las que arrancaban, las que estaban de
guardia.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.

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dos o tres bajas, nos va ganando u ojo que le llevamos tantas bajas al Batallón Pigoanza, entonces
pues eso lo hace pensar a uno que está que hay una competencia”. 1980 (Énfasis añadido)

5.1.2.5. Como comandante del Batallón No. 27 “Magdalena” contribuyó al


encubrimiento de los homicidios perpetrados por sus subalternos.

1810. El señor Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, en calidad comandante del BIMAG,
contribuyó al encubrimiento de los homicidios bajo la modalidad combate simulado
perpetrados por efectivos bajo su mando, al omitir el ejercicio diligente de la acción
disciplinaria. En relación con el aspecto analizado se destaca que Rodríguez Sánchez
reconoció que era su deber ordenar la apertura de dichas causas frente a las bajas
reportadas por sus subalternos y fallarlas conforme al material probatorio
recaudado1981. En el mismo sentido, dicho compareciente indicó que ninguna de las
investigaciones que inició durante su comandancia del Batallón Magdalena frente a los
delitos investigados, culminó con una decisión de fondo que contribuyera al
esclarecimiento de lo sucedido y la sanción de sus responsables:

“PREGUNTADO: Para cerrar digamos este bloque de preguntas, usted nos mencionaba ayer
general que como comandante de batallón era el encargado de las investigaciones disciplinarias o
el responsable de las investigaciones disciplinarias, si bien de las investigaciones encargaba otros
funcionarios de la unidad, nos dijo usted también esta mañana que no recuerda que alguna de esas
investigaciones se hubiera cerrado, ¿es así? RESPONDIÓ: Sí, tengo la facultad para iniciar porque
a veces nombran un funcionario de instrucción y el que este de control de las investigaciones
primero el suboficial de la oficina, de segundo el ejecutivo, yo no recuerdo haber cerrado ninguna
disciplinaria no lo digo con precisión, pero no recuerdo haber cerrado ninguna investigación
disciplinaria. PREGUNTADO: ¿Qué características según la ley 836 o algún reglamento al
respecto, no sé, debía tener el funcionario delegado para hacer la instrucción disciplinaria?
RESPONDIÓ: Lo determinaba… se le daban funciones del ejecutivo, era un oficial que podía de
ese superior del que cometieron o del evento, de esa (inaudible) debía ser un superior y lo
determinaba el ejecutivo. PREGUNTADO: De lo que usted recuerda ¿Qué desarrolló tenían esas
investigaciones, es decir, avanzaban esas investigaciones, se encontraba algo en esas
investigaciones? RESPONDIÓ: En lo que yo tengo conocimiento todas quedaron… se fueron…
quedaron como en la etapa de instrucción durante ese año”.

1980Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
1981 Al respecto, Rodríguez Sánchez, manifestó: PREGUNTADO: ¿Recuerda usted aunque sea de manera

aproximada cuántas investigaciones disciplinarias dio la orden de abrir? RESPONDIÓ: Si no me falla la mente
cuando entregue el batallón en su legajo debió pasar de 42-43, más de 40 investigaciones si estaba en mi curso
cuando entregamos el batallón. PREGUNTADO: ¿Esas investigaciones se ordenaban la apertura de esas
investigaciones con todos los resultados operacionales, o con solo algunos, o en qué casos se ordenaba abrir
una investigación? RESPONDIÓ: Disciplinaria se abre por uno cuando muertes en combate, pero 2 se abría
por un maltrato subalterno superior, superior subalterno, cualquier situación que atentara contra parte
disciplinaria. (...) PREGUNTADO: Y entonces ellos eran los que instruían y usted era el que fallaba.
RESPONDIÓ: Así es señor magistrado. PREGUNTADO: De lo que usted conoció esos superiores que instruían
¿qué pruebas decretaban cuando lo que se estaba investigando era una muerte en combate? RESPONDIÓ: No,
al momento no tengo el conocimiento de la documentación que pedían en su investigación como funcionario
de instrucción. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0484.

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1811. De esta manera, la Sala encuentra que Rodríguez Sánchez conocía de las
conductas ilícitas de sus subalternos, pues así lo mencionó en una reunión de plana
mayor1982. Adicionalmente, participó de manera directa en la planeación de las
operaciones militares en las que se perpetraron dichos delitos1983, realizó seguimiento
sobre el adecuado cumplimiento del plan criminal1984 y, finalmente, contribuyó a su
encubrimiento al omitir el ejercicio diligente de la acción disciplinaria frente a ese tipo
de conductas.

5.1.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1812. De conformidad con lo expuesto, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar
que Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, en calidad de comandante del Batallón de
Infantería No. 27 “Magdalena”, era consciente de (i) la situación de conflicto armado
que se presentaba en el departamento del Huila, (ii) de que las muertes reportadas no
ocurrieron en el marco de un combate, (iii.) que todas las víctimas eran civiles y (iv) que
dentro del Batallón contaba con un grupo especial de soldados profesionales prestos a
la obtención de resultados operacionales ilegales, omitiéndose con lo anterior el deber
de cuidado que le era exigible por la Constitución y la Ley.

1813. El compareciente de manera voluntaria ejerció presiones para la producción de


bajas en combate, aprobó, planeó, y encubrió la realización de hechos ilegales y encargó
a la compañía Berlín la consecución de ese tipo resultados. Estas actuaciones
constituyen un aporte esencial a los patrones macrocriminales descritos en apartados
anteriores.

1814. De esta manera, la Sala encuentra que Rodríguez Sánchez contaba con el dominio
de los hechos, pues en calidad de comandante de Batallón se valió de la compañía
Berlín, de sus oficiales y suboficiales que comandaban los pelotones para realizar
asesinatos y desapariciones forzadas y posteriormente presentarlas como bajas
producidas en combate. El teniente coronel estaba en la obligación de planear
operaciones para obtener resultados legítimos y de asegurarse que las presiones e
incentivos no se tradujeran en afectaciones a la población civil. En conclusión, las
actuaciones del compareciente fueron esenciales para la consolidación de los patrones,
por lo que se le identificará como máximo responsable de los patrones constatados.

1815. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los

1982 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
1983 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1984 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad1985 de Albeiro


Hernández Cerón, Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto
Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán, José
Gregorio Cárcamo Vargas; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en
persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad1986 de 52
personas, José Misael Moreno Quiroga, Jamir Antonio Peña Peláez, Carlos Uriel Motta
Scarpetta, Manuel Antonio Suárez Benavides, Fredy Rengifo Anacona, Eugenio Chito
Gómez, Albeiro Hernández Cerón, Joselo Sánchez Sarria, Ruberney Rincón Casanova,
Cristóbal Barrera Narváez, Jaime Martínez Rodríguez, Jaime Galvis, Óscar Gálvez
Nova, Yovin Smith Carvajal, Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime
Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno
Urazán, Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago Valderrama, Yerson Acosta Bernate,
José Gregorio Cárcamo Vargas, José Lizardo Vela Salazar, Herney Felipe Gómez López,
Juan Pablo Perdomo Montealegre, Yefersson González Flórez, Germán Gurrute Daza,
Duberney Correa Figueroa, Orlando Cuadrado Díaz, Giancarlo Rincón Cabrera, Jhon
Fredy Torres Rengifo, Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno Quiroga, Yorman
Anderson Preciado Coquinche, Jesús María Guevara Quinto, Jesús Reinel Ortega,
Carlos Andrés García, Elder Rodríguez Sánchez, Luis Eduardo Girón Acosta, Jorge
Eliecer Cerón Girón, Silvestre Delgado Cuellar, Orlando Rivera Artunduaga, Gildardo
Luis Farfán Castaño, José Daniel Joaqui Chilito, Juan Esteban Fernández Quiroga,
Querubín Durán Durán, Albeiro Rivera Rivera, Luis Aníbal Restrepo Sánchez, Jorge
Ignacio Sacanamboy y dos personas no identificadas; y con el delito tentativa de
homicidio1987 de Aladino Ríos Sánchez.

5.2. Mayor General (r) Marcos Evangelista Pinto Lizarazo.

1816. Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, identificado con cédula de ciudadanía No.
91.248.413, fue comandante del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena” del 5 de
diciembre de 2007 al 2 de septiembre de 2009, periodo en el cual tenía el grado de
Teniente Coronel. El señor Pinto Lizarazo fue convocado por la Sala de Reconocimiento
a rendir versión voluntaria mediante Auto 081 de 7 de abril de 2021, cuando todavía
era miembro activo del Ejército en el grado de Mayor General. Fue escuchado en cuatro
sesiones los días 25 de mayo, 26 de mayo; 12 y 13 de julio, todos del 2021.

5.2.1. Involucramiento en los patrones criminales.

1817. Durante su comandancia el Batallón reportó 33 bajas en combates simulados 1988

1985 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
1986 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
1987 Código Penal. Artículos 103 y 27.

1988 En 17 hechos: 21 de diciembre de 2007 (víctimas: José Alexander Murcia y Rubén Darío Garcés Murcia); 2

de enero de 2008 (víctima: Javier Castillo Becerra); 16 de enero de 2008 (víctimas: Diego Fernando Rodríguez
y Luis Alberto Imbachí); 16 de enero de 2008 (víctimas: Jhon Fredy Erazo Artunduaga, Jhon Jairo Garcés,
Nilson Samboní Girón y Víctor Alfonso Calderón Bedoya); 17 de enero de 2008 (víctima: Ever Urquina Rojas);
15 de febrero de 2008 (víctimas: Alber Augusto Liscano Cedeño y Juan Perdomo Claros); 27 de febrero de 2008

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y el señor Pinto Lizarazo firmó catorce misiones tácticas que produjeron veintisiete
muertes1989, así como las actas de pago de información e incluso, según la información
a disposición de la Sala, coordinó la búsqueda de falsos testigos para encubrir la
ilegalidad de los hechos realizados por las tropas. De las treinta y tres muertes, cinco
corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, ocho al segundo de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad y
veinte al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia
común y/o milicias.

1818. Según obra en el expediente, 32 de los 33 asesinatos ocurrieron entre diciembre


de 2007 y julio de 2008, mes a partir del cual se detuvieron abruptamente las
operaciones ilegítimas, coincidiendo ello con el escándalo regional que produjo la
muerte del señor Miller Andrés Blandón Álvarez,1990 victima conocida como “la estatua
humana” en Neiva, y posteriormente con el caso de jóvenes desaparecidos en Soacha
que fueron reportados como muertos en combate en por unidades militares del
Catatumbo.

1819. Cada una de estas muertes se dio con ocasión de un plan que perseguía mostrar
como resultados legítimos las muertes producidas en combates simulados para dar una
falsa sensación de seguridad a la población y obtener así beneficios profesionales y una
mayor legitimidad institucional. Si bien Pinto Lizarazo no reconoció la ilegalidad de su
conducta, y aportó un amplio material probatorio para defender su inocencia 1991, la Sala
encuentra bases suficientes para afirmar que su actuación corresponde al ejercicio de
un rol de liderazgo frente a la consolidación de los patrones macrocriminales hallados,
ya que formal y materialmente ocupó una posición de mando en el BIMAG, la cual le
permitió realizar aportes esenciales para su ejecución, permanencia y encubrimiento.

5.2.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones macrocriminales.

1820. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Marcos Evangelista


Pinto Lizarazo.

(víctimas: Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra y Rafael Medina
Reyes); 16 de marzo de 2008 (víctima: Mariano Cabrera Sambony y Yoán Ruiz Valderrama); 14 de abril de 2008
(víctima: Carlos Arturo Bustos López); 9 de mayo de 2008 (víctima: Oswaldo García Gómez); 26 de mayo de
2008 (víctimas: John Fredy Molina Cerón y José Luis Castillo); 19 de junio de 2008 (víctima: Edras Sambony
Benavidez); 28 de junio de 2008 (víctima: Willmer Cerón Joaqui); 29 de junio de 2008 (víctimas: Carlos Mauricio
Duque Pastrana y PSI); 18 de julio de 2008 (víctimas: Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez
Peña y Miller Andrés Blandón Álvarez); 30 de julio de 2008 (víctimas: Fernando Figueroa Medina, Miguel
Antonio Ordóñez Díaz y Orlando Crispín Lizcano); 7 de septiembre de 2008 (víctima: persona no identificada)
1989 Por la información que tiene la Sala el señor Marcos Evangelista Pinto Lizarazo disfrutó en el año 2008 de

su periodo de vacaciones desde el 20 de junio hasta el 20 de julio.


1990 18 de julio de 2008.

1991 El señor Pinto Lizarazo entregó a la Sala copia de misiones tácticas, Comunicaciones con entidades estatales

del nivel regional y local que daban cuenta de su gestión como comandante de batallón, así como decisiones
de carácter disciplinario en las que se ordenaba el desarchivo de investigaciones disciplinarias por casos de
muertes en combate, entre otros.

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5.2.2.1. Responsabilidad por crear y mantener pelotones especiales utilizados para la


obtención de resultados operacionales ilegales.

1821. La Sala tiene información que en el BIMAG existía, para el periodo de


comandancia de Pinto Lizarazo, un pelotón motorizado (grupo especial) que se
encargaba de cumplir con la “cuota de muertes” para que la unidad militar sobresaliera
a nivel nacional, dicho pelotón se denominaba Berlín 3.1992

1822. Así mismo se conoce que con la llegada de Pinto Lizarazo ya no sólo resaltaba
ese pelotón en la realización de operaciones ilegales, sino que el segundo pelotón de la
compañía Azteca comenzó a mostrar resultados de la misma naturaleza.1993

1823. Azteca 2 fue comandando desde enero del año 2008 por el Sargento Segundo
William Andrés Capera Vargas,1994 quien llegó trasladado de la Brigada Móvil 11 en
Urabá, donde se presentaron numeras ejecuciones extrajudiciales1995 por las que se le
atribuyó responsabilidad en el marco del Caso Conjunto sobre el Cementerio Las
Mercedes de Dabeiba y por los que aceptó, en audiencia pública ante la Sala, las
imputaciones que se le hicieron1996 Según Capera esta situación influyó para que tras su

1992 Imputación Édgar Alberto Rodríguez Sánchez (supra). Al respecto, Carlos Andrés Mahecha Bernal, indicó:
“PREGUNTADO: ¿Y cuando usted llego al Magdalena había un grupo especial? RESPONDIÓ: la compañía
Berlín tenía. Es que la compañía Berlín eran dos grupos especiales y un pelotón motorizado, esa era la
compañía Berlín. PREGUNTADO: entonces la compañía Belén tenía. ¿Usted era el comandante de
Berlín? RESPONDIÓ: de la compañía Berlín. PREGUNTADO: y tenía 2 grupos motorizados. RESPONDIÓ: la
compañía Berlín tenía Berlín 1, Berlín 2 y Berlín 3. Berlín 1 y 2 eran un grupo especial. Uno estaba al mando
del Sargento Cuestas, el otro estaba al mando de… PREGUNTADO: ¿cuál estaba al mando de él? ¿El que me
acaba de decir es de Berlín 1 o de Berlín 2? RESPONDIÓ: Berlín 1 me recuerdo tanto que era el sargento
Cuestas, pero no recuerdo, no tengo presente los nombres completos. De Berlín 2, no lo recuerdo, y de Berlín
3 estaba mi primero Riveros, Riveros Sarmiento Fernando”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
1993 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: y cuando estuvo el coronel Pinto la situación ¿cambió o

siguió siendo igual? RESPONDIÓ: con mi coronel Pinto allí fue como entre la compañía Berlín y la compañía
Azteca, todas dieron resultados las 3 de profesionales sí, pero Berlín más. Lo que pasa es que Berlín tenía como
la ventaja de ser una unidad que, por estar de reserva en el puesto de mando entonces las informaciones que
llegaban era la unidad que estaba más próxima para ser empleada, tenía los vehículos, tenían las motos y las
otras unidades estaban en sitios muy lejanos, entonces mientras que llega una información de algo de reacción
inmediata mientras no traía otra unidad era más difícil, yo pienso que por esa razón Berlín tuvo más
resultados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
1994 “El señor Capera fue tratado como una pieza indispensable porque, según sus propias palabras en el cambio

de mando de 2006 él y el sargento De La Cruz fueron entregados por el comandante saliente al siguiente
comandante de BCG como si fueran una dotación del batallón”. Jurisdicción Especial para la Paz, Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 01 de 22 de julio de 2022, subsalas D y F, pág. 161.
1995 Ibidem.

1996 En el Auto No. 01 de 22 de julio de 2022, se dispuso: “Tercero. – ATRIBUIR responsabilidad penal

individual, conforme lo determinado en la parte considerativa y sus anexos, en grado de COAUTORÍA por
los crímenes de desaparición forzada con base en los artículos 22, 29 y 165 del Código Penal y en el artículo
7(1)(i) del Estatuto de Roma, en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el

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llegada al BIMAG fuera identificado para participar en la presentación de resultados


ilegales junto con el mayor Francisco Álvarez Calderón.1997

“PREGUNTADO ¿Cuándo usted llega trasladado al batallón Magdalena a qué unidad quedó
destacado? RESPONDIÓ Señor magistrado, yo llegué a la compañía A al segundo pelotón, Azteca
2, la compañía estaba al mando del capitán Carvajal, es aquí donde yo le vuelvo y le repito al
señor magistrado que cuando uno llega un Batallón y usted ya ha entrado en el mundo este, usted
ya llega recomendado a la otra unidad PREGUNTADO ¿Cómo así que llega recomendado?
RESPONDIÓ Yo llegué al batallón Magdalena y pues me le presenté a mi Coronel Pinto,
posteriormente me le presenté al mayor Álvarez que era el oficial S3 y él me dijo desde ese
momento que yo iba a empezar a trabajar con él, o sea que yo trabajaba con él PREGUNTADO
¿Con quién? RESPONDIÓ Mayor Álvarez. De ahí salí trasladado para donde, como al tercer,
cuarto día, me envió para donde estaba ubicada el pelotón de Azteca 2, el pelotón de Azteca 2
estaba hacia el sector de la salida de Obando, si no estoy mal, el salto de Obando, yo recibí ese
pelotón, se lo recibí a un sargento viceprimero. (…) PREGUNTADO ¿Y entonces qué le dijeron a
usted sobre Azteca? RESPONDIÓ Azteca no tenía, cuando yo llegué no había dado todavía
ninguna baja, pero yo llegué y me le presenté a mi mayor y me dijo, usted, los dos vamos a trabajar
la compañía Azteca y vamos a poner a trabajar a ese batallón, ese pelotón, perdón (…)
PREGUNTADO Digamos, cuando a usted le hablan de Azteca ¿en qué términos se refieren a
Azteca? RESPONDIÓ No, Azteca 2, usted va para Azteca 2 y toca empezar a trabajar, nada más
(…)”.

1824. Frente a la designación de Capera como comandante de Azteca 2, Pinto Lizarazo


aseguró que esta era una tarea del oficial de operaciones pues una vez el comandante
recibe la orden administrativa de asignación de personal (OAP), se la envía al S1 para
que verifique el momento en que llegarán, posteriormente entrega esta información al
S3 para que organice la unidad y se cumplan los traslados.1998 Sin embargo, Álvarez
Calderón afirmó que quien ordenaba ubicar a los trasladados en uno u otro pelotón era

crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad, con fundamento en los artículos 22, 30 y 135 del Código
Penal, en concordancia con los artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i) del Estatuto de Roma, a los siguientes individuos y
por los siguientes hechos: Al sargento segundo (r) WILLIAM ANDRÉS CAPERA VARGAS, identificado con
cédula de ciudadanía No. 14.325.499, por la muerte y la desaparición forzada de un habitante de calle de
nombre Óscar en hechos de 16 de diciembre de 2005, de un joven desempleado de nombre Alirio y dos
hombres habitantes de calle sin identificar, en hechos de 3 de marzo de 2006, de Wilmar Albeiro Trujillo Vallejo
y otro hombre sin identificar, habitantes de calle traídos de Medellín en hechos de 17 de marzo de 2006, de 6
hombres, incluido un menor, habitantes de calle traídos de Medellín en hechos de 21 de junio de 2006 y de un
joven albañil desempleado traído de Medellín en hechos de julio de 2006”. Jurisdicción Especial para la Paz,
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto No. 01 de 22 de julio de 2022, subsalas D y F.
1997 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
1998 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO ¿Quién proponía el cambió o los relevos como

comandante de pelotón o quién sugería que se hicieran cambios a los comandantes de pelotón? RESPONDIÓ:
Esa función le corresponde al oficial de operaciones, organización e instrucción. Como le explicaba, uno recibe
la administrativa, se la manda al de personal para que verifique cuando se presentan, verifiquen si están en
vacaciones, cuando hacen la presentación y con esa información se le pasa al 3 para que trate de organizar la
unidad y también uno pueda cumplir los traslados, porque así como llegan unos salen otros”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.

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el mismo comandante del batallón, Pinto Lizarazo.1999

1825. El segundo pelotón de Azteca, según Álvarez Calderón, se caracterizaba por ser
un grupo de solados que, a diferencia del grupo o pelotón motorizado, permanecía en
el área de operaciones, varias de las veces realizando inteligencia de combate para
emprender las misiones tácticas2000

“(…) PREGUNTADO ¿Y cuál era, digamos, el puesto de mando donde usted más permanecía, más
tiempo permanecía? RESPONDIÓ Señora magistrada, cuando se dan estas bajas o estas muertes a
estas personas, muertes extrajudiciales, es de conocimiento a uno no lo mueven del lugar, usted
pernocta puede decir que en un lugar hasta un mes, dos meses, obviamente, pasa usted
coordenadas de lugares distintos como si estuviera rotando, pero usted en realidad no se está
moviendo (…)”.

1826. No obstante, tales actividades de búsqueda de información correspondían a una


estrategia del pelotón que con la finalidad de perpetrar homicidios y simular combates
se encargaba de, en sus propios términos, “calentar la zona” para que en los boletines
diarios de inteligencia se reflejaran situaciones que respaldaran las versiones sobre la
ocurrencia de combates y el reporte de bajas que en realidad eran producto de
operativos simulados.2001

1827. De las piezas procesales acopiadas por la Sala se logró constatar que de las treinta
y tres muertes que el Batallón reportó, catorce fueron causadas por los diferentes

1999 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “a veces en las órdenes administrativas de personal si te quitan 3
Sargentos lo más lógico es que te manden otros 3 Sargentos, no sé si sería coincidencia o no sería coincidencia,
no sé si de pronto o el Coronel Pinto y el Sargento Capera ya hubieran trabajado en alguna otra unidad pero
yo pensaría que pues a mi criterio pues le tocaba ese Pelotón que estaba disponible porque el otro Sargento se
iba trasladado, podría ser pero de todas maneras esos movimientos también los autorizaba el Coronel pues
porque yo le digo vea en la orden administrativa ’vienen 4 Sargentos, esta esté Sargento, este Sargento, este
viene de tal unidad, este viene de tal otra unidad‘ entonces él dice ’ah bueno entonces y de los que están aquí
quien se va‘ ’ah se va el de Azteca 2, se va el de Berlín no sé qué‘ entonces dice ’a vea este colóquelo aquí, a
este póngalo aquí, a este póngalo acá’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2000 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “pues Azteca 2 casi siempre permaneció en el área de operaciones y

pues ya eran buenos soldados, yo nunca escuché problemas de indisciplina, problemas de pronto de pues de
pronto irrespeto entre ellos o con el Sargento. Era un Pelotón muy… pero lo que si era que casi todas las
informaciones de inteligencia venían de la inteligencia de combate o sea no de la inteligencia que era producto
de la sección de inteligencia sino lo que ellos recopilan y recaudan cuando están haciendo controles militares
en determinada área”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2001 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “ellos dicen, tenemos que calentar la zona y viendo pues por hechos

cumplidos y por todo lo que hemos escuchado, pues ellos tenían que crear un espacio que fue ficticio para
alimentar a la sección de inteligencia, para alimentar a la sección de operaciones (…) yo digo si yo empiezo a
alimentar por inteligencia, a decir mire hay presencia, me contaron esto, me contaron lo uno, me contaron otro
y a los 10 – 15 14 días aparece el resultado operacional, pues para nosotros como los que no estamos
directamente comprometidos en el área de operaciones pues podría ser muy lógico”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez
Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.

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pelotones de la compañía Berlín,2002 seis por el segundo pelotón de la compañía


Azteca2003 y tres como resultado de una operación conjunta entre Berlín 3 y Azteca 2.

“PREGUNTADO: El coronel Pinto en esa primera bienvenida ¿no le dijo nada? RESPONDIÓ: No,
después del primer resultado operacional fue que empezó como a tratar ya conmigo y obviamente
porque me felicitaban porque la Berlín y la Azteca eran las únicas compañías que estaban dando
resultados para el batallón, entonces eran las únicas dos compañías y esos los únicos dos pelotones,
porque no eran ni compañías, era el pelotón de, al Berlín era el de la motorizada, que era el que
estaba dentro del batallón y la Azteca que era el que mantenía en la zona operacional, por fuera,
que eran los únicos dos pelotones que eran los que daban las bajas”. 2004

1828. Frente al pelotón motorizado que ya existía en el BIMAG -Berlín 3- como


encargado de las bajas cuestionadas, conoció la Sala que durante la comandancia de
Pinto Lizarazo se variaba su denominación, con el objetivo de que no todos los
resultados fueran reportados por un solo grupo, sino que también lo fueran por los
otros pelotones de la misma compañía, es decir, por Berlín 1, Berlín 2 o Berlín 4,
permaneciendo, sin embargo, los mismos soldados a cargo de las bajas ilegales.2005

1829. Así las cosas, en este punto es claro para la Sala que el señor Marcos Evangelista
Pinto Lizarazo recibió un batallón de infantería con una unidad entrenada y encargada
de ejecutar operaciones militares ilegales, y en lugar de detener este accionar utilizó
otro pelotón para que se ocupara de realizar el mismo tipo de operaciones, pero en las
zonas rurales, garantizando de esta forma que el número de resultados presentados por
el BIMAG se equipararan al del comandante que le antecedió.

1830. Se cuenta así con bases suficientes para entender que el señor Pinto Lizarazo fue
promotor y conocedor de la presentación de muertes cuestionadas, pues varios
comparecientes han reconocido la ilegalidad en por lo menos once de los hechos2006 y
han recalcado que ningún soldado de la tropa era una rueda suelta dentro del

2002 Berlín 2 – 16 de enero de 2008, 27 de febrero de 2008 y 7 de septiembre de 2008; Berlín 3 – 16 de enero de
2008 y 18 de julio de 2008; Berlín 4 - 2 de enero de 2008 y 16 de marzo de 2008.
2003 17 de enero de 2008, 15 de febrero de 2008, 9 de mayo de 2008 y 19 de junio de 2008.

2004 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2005 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “(…) si había pues por ejemplo dos pelotones que se destacaba más

que era Azteca 2 que era la del Sargento Capera y Berlín 3 que yo no me acuerdo del Sargento Gómez me
parece que era el encargado de ese Pelotón (…) en algún momento inclusive yo creo que el Coronel Pinto le
cambió el nombre a Berlín y le puso como Berlín 4 o no se o le cambió el nombre a la Compañía, no recuerdo
muy bien pero como que era muy… como dijera yo, como muy frecuente que o sea siempre las bajas sobre la
misma gente o sea el mismo Pelotón (…)”.Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2006 Versiones voluntarias de Óscar Mauricio Álvarez Calderón, José Alfredo Córdoba Vargas, Carlos Hernán

Rodríguez Vera, José Roldán López Cerón, Jaiber Méndez, Alejandro Aguilar Cárdenas, José Yaty Anacona
Bueno, Francisco Javier Castañeda Alfaro, Yilfredy Ortega Pepicano, José Aníbal Trujillo Hernández, Javier
Humberto Cerón Sánchez, William Andrés Capera Vargas, Faiver Buesaquillo Quinallas, Yiminson Hurtado
Hurtado, Jairo Alonso Carvajal Caro, José Fidel Orjuela, Felipe Andrés Calderón, Julio César Ramos Zapata,
Henry Lozano, Juan José González.

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Batallón.2007 La Sala observa bases suficientes para afirmar, además, que el


compareciente se encargó de cuidar a los miembros del grupo motorizado, en el sentido
de rotarlos para evitar señalamientos puntuales hacia un pelotón.

1831. En relación con lo anterior se destaca que durante la comandancia del BIMAG
de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, al interior de dicha unidad táctica se hablaba de
que efectivos de los pelotones que conformaban las compañías Berlín y Azteca estaban
cometiendo homicidios con el fin de reportarlos como resultados operacionales
legítimos. Al respecto, Francisco Adrián Álvarez Calderón, quien se desempeñó como
Oficial de Operaciones del Batallón Magdalena durante el periodo analizado, indicó en
su versión voluntaria que tal situación era conocida por Pinto Lizarazo y que, a pesar
de ello, no adelantó ninguna acción en materia operacional con el fin de evitar que se
presentaran los asesinatos investigados. En palabra de Álvarez Calderón:

“PREGUNTADO: Esa situación tendría que haber levantado sospechas sobre la presunta comisión
de ejecución extrajudiciales teniendo en cuenta todo este contexto que usted además describe en
que había rumores, en el que incluso Pinto Lizarazo los encaro y les dijo que si había denuncias
pues las hicieran. RESPONDIÓ: (…) Entonces en ese sentido yo digo, pues, que levantaban
sospechas, tenían que levantar sospechas, alguna vez yo hablaba, cada vez que venía un
levantamiento con el coronel y le decía: ‘’venga, creo que el CTI hace una ponderación de, de
acuerdo a lo que ellos recogen’’ no, y normalmente siempre salíamos como, no sé 6, 5, es que no
recuerdo muy bien, o sea, pero ósea, es decir, está el 50% que le creo a estos que me están diciendo,
pero hay otro 50% que no me cuadra, cierto, y ahí ya, o sea, es decir, si usted como comandante de
pelotón no tiene sospechas, y uno no tiene sospechas, alguna vez yo se lo dije a él, le dije: ‘’a usted
no le parece que usted debería sacar a estos manes de allá’’, me dijo: ‘’no, pero como no está
comprobado, porque es que la presunción de inocencia, porque la ley tal, no sé qué y es que por
eso abro la preliminar y después abro la formal’’, ah bueno mi coronel, yo solamente opiné, no
más, pero pues que habían, o sea, que era muy lógico de que se diera cuenta de que estaban
pasando cosas malas, era muy lógico para todos”2008.

1832. Como puede verse, el entonces oficial de operaciones señaló en su versión


voluntaria que Marcos Evangelista Pinto Lizarazo estaba al tanto de los
cuestionamientos que existían sobre la ilegalidad de las muertes en combate que
reportaban los pelotones de las compañías Berlín y Azteca, así como de los supuestos
de hecho que denotaban que no se trató de confrontaciones armadas sino del asesinato
de civiles. Frente a tal situación, Álvarez Calderón fue reiterativo al indicar que Pinto
Lizarazo se abstuvo de adoptar cualquier tipo de medida de carácter operacional para
prevenir que las unidades bajo sospecha siguieran desplegadas en el teatro de
operaciones y cometieran homicidios bajo la modalidad de combate simulado:

“PREGUNTADO: ¿Pero desde la perspectiva operacional se adoptó alguna medida, reforzar los
controles operacionales, relevar a las personas que hacían parte del pelotón o de los pelotones
implicados, alguna medida de ese tipo que pudiera evitar que estos actos se repitieran
posteriormente? RESPONDIÓ: No, no señor y ahí es como donde uno determina exactamente de
que habían tantas cosas que se hubiesen podido hacer antes de para minimizar todo este tipo de

2007 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
2008 Ibidem.

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acciones y en realidad nunca se hicieron y no teníamos que esperar… lo he discutido varias veces,
el informe de la universidad, que que que la investigación se fuera por poder preferente ni nada
de eso, pero en ningún momento durante todo el mando que él estuvo y todo el mando que yo
estuve nunca se relevó un sargento por más investigado que estuviera, nunca se relevó un
soldado, nunca, ósea, no sé, no estoy juzgando su forma de comandar, pero que yo sepa
exactamente nunca se tomó, ósea, es decir, aquí nunca tuvimos como una diferencia de decir
venga saquemos al sargento Capera y lo ponemos en la panadería o pongámoslo de
administrador del casino, en realidad yo creo que el sargento Capera duró los 2 años totalmente
en el área de operaciones, de pronto ya con las sospechas, con todo lo que ya todos sabemos
exactamente que es una carga para todos, pero en realidad que se hayan tomado algún tipo de
acción, no, nada (…)”2009.

1833. Es así como la Sala encuentra que el señor Marcos Evangelista Pinto Lizarazo
conocía de las irregularidades que estaban cometiendo los efectivos de los pelotones
que conformaban las compañías Berlín y Azteca del BIMAG, pues durante su
comandancia se hicieron protuberantes, a tal punto que existían rumores y sospechas
fundadas sobre la comisión de ejecuciones extrajudiciales por parte de sus subalternos.
A pesar de ello, Pinto Lizarazo no adoptó ninguna medida en materia operacional para
reforzar los controles, verificar lo que estaba pasando y evitar que los homicidios
continuaran. La conducta previamente descrita denota el interés del compareciente en
que los patrones macro criminales investigados siguieran con su proceso de
consolidación y permanecieran encubiertos, de manera que los homicidios perpetrados
bajo la modalidad de combate simulado aseguraran el éxito en las estadísticas de la
unidad táctica bajo su mando.

5.2.2.2. Responsabilidad por ejercer presiones como comandante del BIMAG para
que sus subalternos reportaran bajas sin importar si eran legales.

1834. Durante la comandancia de Pinto Lizarazo las muertes fueron el resultado de


mayor importancia dentro del batallón y el compareciente buscaba que sus unidades
las produjeran. Según afirmó el sargento Carlos Hernán Rodríguez Vera, miembro de
la sección de inteligencia para este periodo, el teniente coronel Pinto Lizarazo siempre
solicitaba resultados tangibles que sólo se medían en muertos en combate

“(…) los resultados tangibles que decía al coronel Pinto era que tenían que haber muertos, de resto
no valía, o sea eso no servía de nada [...] en el programa uno escucha el programa y ahí se salen las
órdenes para todas las unidades, entonces él le decía las unidades por el radio decía las unidades
de contraguerrilla que los resultados se tenían que medir en resultados tangibles y que los
resultados tangibles eran muertas en combate.”2010

1835. La Sala cuenta con bases suficientes para entender que dentro del BIMAG Pinto
Lizarazo ejercía presión para el desarrollo de las operaciones y obtención de resultados
que, en los casos de reportes de muertes en combate, en su mayoría eran combates

Ibidem.
2009

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
2010

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.

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simulados, pues como se ha indicado, de las treinta y cuatro bajas en combate que el
batallón reportó para el año 2008, treinta y tres fueron simuladas. Con frecuencia el
comandante del batallón se valía del capitán Ángel Fernando Carvajal Rojas, oficial de
inteligencia del Batallón, del mayor Francisco Adrián Álvarez Calderón, oficial de
operaciones, y del mayor Omar Oswaldo Ojeda Oliva, ejecutivo y segundo
comandante,2011 para poner en marcha las operaciones ilegales, al punto que los dos
últimos dispusieron de los pelotones Berlín 3 y Azteca 2 2012 para distribuirse
equitativamente la ejecución de muertes fuera de combate. 2013 William Andrés Capera
Vargas afirmó en su versión voluntaria que Álvarez “me dijo era que los resultados que
diera yo como Azteca 2 eran para él y los resultados que diera la Berlín eran para el
mayor Ojeda”2014.

1836. La presión a los integrantes del batallón también fue corroborada por Capera
Vargas, quien aseguró que Álvarez Calderón, con quien se entendía directamente por
órdenes de Pinto Lizarazo, le había dicho respecto del reporte de muertes en combate:
“marica, me tiene acosado el jefe, ¿qué pasó con el trabajo de este mes”, a lo cual Capera
preguntó “cuál jefe” y este le respondió “huevón, mi coronel”, refiriéndose a Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo.

1837. Si bien el Pinto Lizarazo no reconoció haber presionado a sus subalternos para
la presentación de resultados operacionales ilegales,2015 sí confirmó a la Sala que durante
la comandancia del General Mario Montoya Uribe se empezó a presentar y materializar
la presión por resultados tangibles,2016 dentro de las cuales primaban las bajas en

2011 Francisco Adrián Álvarez Calderón: ”él pues no ejerce una presión directa sobre los resultados
operacionales, pero si le interesan mucho o sea pero él es una persona muy inteligente, es una persona muy
sagaz entonces no se compromete directamente con nadie pero si a él le interesaba y más sobre todo por la
trayectoria que él tiene, que yo creo que él estaba como perfilándose para Comandante del Ejército entonces si
le interesan los resultados pero pues no es una presión directa sino la hacía por debajito”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián
Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2012 Berlín 3 y Azteca 2.

2013 Carlos Hernán Rodríguez Vera.: “Sí se repartían las bajas, si en una semana había habido 4 bajas entonces

las podían coger 2 y 2 o las cogía uno y la siguiente semana las cogía el otro”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2014 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2015 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “Dentro de las ordenes de operaciones que se hicieron; para hechos

particulares está muy clara cuál es la intención, y la intención siempre tiene un orden, y el orden es capturar y
tal como reza en el manual en el capítulo 3: ‘sólo en el caso de resistencia armada, hacer el adecuado uso de la
fuerza’, es más, en algunos documentos se escribe: ‘Que hay que tratar de neutralizar y causar el menor daño
posible a las personas que se está contrarrestando’. Y eso está de manera escrita en algunas ordenes de
operaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.
2016 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “yo pienso que eso fue cuando el comandante del Ejército era mi

general Montoya que se empieza a ver ya que o sea presionan desde el comando del Ejército, división Brigada,
Brigada Batallón y Batallón comandante de Compañía”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de

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combate. Pinto aseguró, sin embargo, que esta presión no existió dentro del Batallón y
que tampoco se llevaba un conteo del número de muertos por cada unidad o el número
de días sin operaciones, pues lo que se anotaba en un cuadro estándar del Ejército
Nacional era la naturaleza del último resultado operacional que presentaba la
unidad.2017

1838. No obstante, su oficial de operaciones para 2008, Francisco Adrián Álvarez


Calderón, reconoció en su versión voluntaria que por orden del comandante del
batallón, Pinto Lizarazo, elaboró un cuadro en el que contabilizaban los días que
llevaban las unidades adscritas al BIMAG sin reportar resultados operacionales. Al
respecto, Álvarez Calderón, señaló:

“(…) en el COT había un cuadro donde no se evaluaban, podría ser ese cuadro lo hizo el señor
coro… pues lo hice yo pero por orden del coronel Pinto porque obviamente yo era el que el de
operaciones, pero sí había un cuadro donde se determinaban los días sin resultados
operacionales de cada unidad, entonces Berlín 3 lleva 3 días sin dar resultados operacionales
como en otras unidades se llevan 9 meses - 10 meses - un año, sé que eso sí estaba ahí y
obviamente pues los que tenían resultados operacionales mucho más cerca pues se sentía mejor
que los otros” (…). (Negrillas agregadas)

1839. En concordancia con lo anterior, el mayor Ojeda refirió que en el mencionado


cuadro se consignaban los nombres de los comandantes de pelotón, el número de
hombres que lo conformaban,2018 así como los resultados de muertes en combate que

Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón.


Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “Yo comandante del batallón Magdalena, no tuve, digamos esa presión
del orden de los resultados, obviamente que cuándo estaba el señor General Montoya, el inicio de los
resultados eran importantes para él”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2017 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: Sí, le pregunto porque, digamos, varios

comparecientes nos han venido hablando de la existencia del tablero el cuál, pues todos coinciden, (no sé cuál
me va a mostrar), en que, en la primera fila, estaban las bajas en combate, o sea, lo primero que uno ve en el
cuadro, en la parte superior; era eso… Pero pues, no sé si usted tenga otro cuadro, pero sí, todos me han
contado lo mismo… Que lo primero que estaba escrito era: ¨bajas en combate, luego capturas, luego
desmovilizaciones, y luego otros resultados¨, y que también había otra casilla dónde se marcaba días en
combate ¿Eso era así o no? RESPONDIÓ: Lo de días en combate no lo manejaba yo en el batallón Magdalena,
pero vuelvo y le reitero, el cuadro estándar del ejército era el cuadro de resultados, o sea, eso no era un cuadro
que lo cambiará el comandante del batallón, era un cuadro que tenía ejército. PREGUNTADO: Pero ¿el cuadro
era cómo yo le digo, o no era así? RESPONDIÓ: No estaban las unidades, y están las casillas dónde usted
coloca al frente… cuál fue el último…”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2018 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: y cuando usted llegó allá ¿le señalaron le indicaron cómo

estaba el batallón Magdalena en el tema de resultados operacionales? RESPONDIÓ: sí señor magistrado.


Cuando yo llegué al BIMAG yo venía de desempeñarme de diferentes áreas, a pesar de que estuve casi 5 años
en fuerzas especiales y el modo de operar de realizar las misiones de fuerzas especiales es diferente y luego
trabajé en parte administrativa. Cuando llegué al batallón el POT del batallón que queda pegado a la oficina
del comandante -él tiene una puerta privada para él- allí se manejaban las comunicaciones las reuniones de la
plana mayor y la carta de situación. En esa carta de situación estaba reflejada la ubicación de los pelotones y
otros cuadros en una pared donde estaba reflejado los comandantes del pelotón, el cuadro de personal, cuántos

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llevaba el batallón.2019

1840. Ahora, frente a la afirmación del entonces teniente coronel Pinto Lizarazo sobre
la existencia de dicho cuadro como un “estándar” dentro de las unidades del Ejército,
el mismo compareciente Ojeda recordó que no era una orden “institucional a través del
tiempo, ni estaba en ningún manual, eso fue una época determinada pues cuando yo
llegué al batallón vi esos cuadros, pero en otra unidad no los veía”2020; adicionalmente
reconoció que los resultados más importantes dentro del BIMAG sí eran los muertos en
combate.2021

1841. Lo expuesto evidencia que, con la llegada de Pinto Lizarazo a la comandancia


del batallón a finales del año 2007, se continuó con la presión por la producción de bajas,
ejercida sobre las unidades que integraban el BIMAG. Ese apremio condujo a la
comisión de asesinatos y desapariciones con el objetivo de aumentar las estadísticas de
muertes en combate, posicionar al batallón y a su comandante en un lugar destacado

hombres tenía cada pelotón, un cuadro con los resultados operacionales tanto del Batallón y un cuadro con los
resultados operacionales de la Brigada, eso era una orden que ya existía desde nivel Ejército donde cada
batallón debería tener un control de cómo van los resultados operacionales, qué unidades los han dado, la
ubicación y demás y era visible para todos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2019 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “REGUNTADO: y bueno cuando usted me está hablando del cuadro de los

resultados operacionales ¿Cuáles estaban en el cuadro? RESPONDIÓ: las casillas que recuerdo -el cuadro era
un poco grande y se actualiza diariamente es más el que actualizaba ese cuadro era un soldado González-.
Primero: era días sin combate si llevaba 3 o 5 días sin tener un combate, cuántos muertos en combate, capturas,
desmovilizados, incautaciones, vehículos, otros elementos y todo eso estaba en el cuadro por números y
cuando no tenía nada pues había una rayita ahí PREGUNTADO: según lo que usted me está contando en el
cuadro lo primero que estaba arriba era cuántos días llevaba unidad sin combate RESPONDIÓ: sí, a nivel
batallón controlaban cuántos días llevaba un pelotón, por ejemplo: “pelotón Azteca 4 sin combate” y el
comandante de batallón se reportaba “mi batallón lleva 2 días sin combate” y el comandante de la compañía
se reportaba de igual forma: “Buenos días mi coronel llevo 6 días sin combate”. Esa era una orden que era
establecida, reportarse de esa manera PREGUNTADO: y digamos en otras unidades que usted estuvo antes
de llegar al BIMAG ¿existía el mismo cuadro? RESPONDIÓ: no señor, yo por eso le hago mención, yo había
estado en batallón de contraguerrillas antes y en fuerzas especiales, inclusive en unidades de fuerzas especiales
en Colombia que allá se maneja lo tangible pero no se manejan esos cuadros”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda
Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2020 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: y después que usted dejó esa unidad ¿volvió a ver ese

cuadro en otras partes aparte del Magdalena? RESPONDIÓ: cuando fui Ejecutivo se continuó llevando, pero
no, en otros no en la fuerza Pegaso que fue la última que estuve que tuve a cargo varias brigadas y no se llevó
ese cuadro PREGUNTADO: durante todo el tiempo que usted estuvo en el BIMAG ¿estuvo ese cuadro?
RESPONDIÓ: sí señor magistrado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2021 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “yo estoy aquí para ser sincero, todos los resultados eran importantes, pero

obviamente que el resultado -más importante habían 2-: o los muertos en combate o los desmovilizados. Y en
orden eran los muertos en combate, los desmovilizados, las capturas, los decomisos y así PREGUNTADO: por
eso, pero digamos el cuadro iniciaba: ‘muertos en combate’, no iniciaba ‘desmovilizados’, no iniciaba
‘capturados’ RESPONDIÓ: no, no, la primera casilla era: ‘días sin combate’, luego la segunda casilla era
‘muertos en combate’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.

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en el comparativo nacional.

5.2.2.3. Lideró la planeación de operaciones militares en las que se cometieron


homicidios falsamente presentados como bajas en combate.

1842. La Sala cuenta con bases suficientes para entender que el señor Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo también participó activamente en la planeación de las
operaciones del batallón en el año 2008, esto es, las legales, así como aquellas en las que
se simularían combates para reportar resultados operacionales.

1843. Según el compareciente la planeación de las operaciones se realizaba de


conformidad con una guía que él mismo había elaborado, donde él recibía la
información y su equipo asesor se encargaba de materializarla en la orden.2022 Una vez
revisadas las piezas procesales con que cuenta la Sala, junto con lo dicho por el
compareciente en la diligencia de versión voluntaria, se tiene certeza que firmó las
órdenes de operaciones o misiones tácticas2023 de por lo menos veintinueve de las treinta
y tres muertes registradas durante su comandancia, de las cuales veintiuna 2024 ya fueron
reconocidas como ilegales2025 por miembros del Batallón en sus diferentes rangos.2026

2022 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “cuando yo recibo el Batallón Magdalena lo primero que hago en el
proceso militar de toma de decisiones (y aquí voy a hacer una salvedad-, es entregar una guía de planeamiento,
yo recibo la información y entonces el quipo asesor que es la plana mayor recibe una guía de planeamiento
para que empecemos a hacer el planeamiento de lo que se va a hacer en el 2008 (…) ahí estoy dando
instrucciones a cada uno de los miembros de la plana mayor para que empecemos a hacer el planeamiento”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.
2023 Orden de operaciones Ébano y misión táctica No. 16; orden de operaciones Soberanía y misión táctica

Felino; orden de operaciones Ébano y misión táctica No. 197; orden de operaciones Ébano y misión táctica No.
7; orden de operaciones Ébano y misión táctica No. 15; orden de operaciones Ébano y misión táctica No. 33;
orden de operaciones Máscara y misión táctica No. 49; orden de operaciones Metrópoli y misión táctica
Alcatraz; orden de operaciones Metrópoli y misión táctica Mariscal; orden de operaciones Metrópoli y misión
táctica Marengo; orden de operaciones Metrópoli y misión táctica Jalón; orden de operaciones Metrópoli y
misión táctica Jacal; orden de operaciones Ébano y misión táctica Domador; orden de operaciones Metrópoli y
misión táctica Arpía y orden de operaciones Metrópoli y misión táctica Aries.
2024 De las 33 muertes.

2025 Orden de operaciones Ébano y misión táctica No. 16; orden de operaciones Soberanía y misión táctica

Felino; orden de operaciones Ébano y misión táctica No. 15; orden de operaciones Máscara y misión táctica
No. 49; orden de operaciones Metrópoli y misión táctica Alcatraz; orden de operaciones Metrópoli y misión
táctica Jalón; orden de operaciones Metrópoli y misión táctica Jacal; orden de operaciones Metrópoli y misión
táctica Arpía y orden de operaciones Metrópoli y misión táctica Aries.
2026 William Andrés Capera Vargas, en relación con el hecho del 17 de enero de 2008, relató: “como ya les

informé, le expliqué a los soldados el modo que se iba a trabajar, ellos ya sabían cómo trabajaban porque en la
otra compañía trabajaban de igual manera, a nombres propios, el arma salió del soldado Anacona Bueno José
Yaty, porque fue el que consiguió el arma, creo que era un arma que tenían sin papeles, la tenía él, inclusive
cobró por el arma, el cabo López Cerón José Roldán era C3 en ese entonces, me manifestó que él conseguía la
persona con el hermano porque era alguien que ellos conocían que era alguien muy peligroso y que había
tenido problemas con ellos, que les había robado una moto (…) al señor Urquina lo llevó el hermano del cabo
López hasta el lugar de los hechos […] cuando yo fui el señor Urquina estaba vivo, yo lo alumbre y él me dijo,
Ayúdeme, yo llamé al batallón, y le informé a mi mayor Álvarez que yo no podía presentar esa baja, ¿qué hizo
mi mayor Álvarez? Me dijo, usted no puede hacer ya nada porque esa baja ya está reportada a la brigada, ya

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1844. 1644. Frente al aspecto analizado, se resalta que de la información obtenida por
la Sala se deriva que el señor Marco Evangelista Pinto Lizarazo no era ajeno a las
operaciones irregulares que efectuaban efectivos de las compañías Berlín y Azteca. En
torno a tal circunstancia, Francisco Adrián Álvarez Calderón, en su versión voluntaria
manifestó que Pinto Lizarazo tenía una relación de especial confianza con Capera
Vargas y con Rodríguez Vera, de manera que tales sujetos se reunían directamente con
dicho comandante del BIMAG para planear las acciones militares que ejecutaban los
pelotones implicados en los delitos investigados. Sobre este punto, Álvarez Calderón,
manifestó:

“PREGUNTADO: Usted mencionó que también había una relación muy cercana entre Capera,
Rodríguez Vera y Pinto, desde esa perspectiva le pregunto lo siguiente, ¿de qué situación, desde
que circunstancias usted infiere esa cercanía entre los sujetos que le acabo de mencionar?
RESPONDIÓ: Bueno, pues, porque, normalmente cuando Capera estaba en el batallón,
inicialmente iba y se, iba y se le presentaba al comandante del batallón, o sea, pues, es lo normal,
no, o sea, siempre se le tiene que presentar uno al más, al oficial más jerárquico, no, pero uno veía
que también, o sea, no digo porque también fueran los mejores amigos, ni nada de eso, pero pues,
de pronto en ese momento, usted pensaba que era el que más productivo era, y yo creo que por
eso, muchas veces a mí el coronel me llamaba y me decía: ‘’venga, háblese con Capera que por
ahí tiene una buena información’’, pero Capera ya le había contado al coronel, o sea, no me había
contado a mí, que el derecho si hubiera sido contarme a mí pa’ yo contarle al coronel. Y con el
Sargento Rodríguez también, cuando él estaba en el 2, también había como un, o sea, es decir,
había una, una relación directa, no puedo decir para que no mal interpretar, no podría decir de
que fuera de amistad y de, pues, no sé, que se fueran de rumba ni nada de esa vaina, pero sí
muchas veces, el coronel me llamaba a mí por algo que ya sabía de Capera, entonces es ahí donde
usted determina y dice, pues, o sea, si ustedes 2 ya se hablan, entonces yo lo único que tengo que
hacer es el seguimiento, cierto, cuando lo normal es que: ‘’mi coronel, es que tengo una
información así, así, así’’, de pronto le dice: ‘’ah, bueno, listo, dígale al 3 y que el 3 me informe, o
dígale al 2 y que el 2 me informe’’, pero él ya tenía los hechos claros cuando le decía a uno:
‘’háblese con Capera a ver cómo va la información que me dio el otro día’’, y entonces uno, ‘’venga
Capera, pues cuénteme a mí también’’, pues porque a ver, el coronel me llama a mí y yo abro los
ojos y no tengo ni idea qué responder. Entonces por eso yo infiero en eso, o sea, no estoy hablando
de pronto de una amistad, de, supremamente buena, pero que sí había unas, o sea, ¿había una
comunicación directa entre ellos? Sí había una comunicación directa y con el Sargento Rodríguez
sobre todo cuando estuvo en el 2.”

1845. Como puede verse, Marcos Evangelista Pinto Lizarazo recibía informaciones

la brigada en Neiva sabía una baja, que yo todavía ni siquiera había dado, ni siquiera había reportado al
batallón, ya la sabía mi general William Fernando Pérez Laiseca, ya habían reportado esa baja”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
José Yaty Anacona Bueno, frente al hecho del 18 de julio de 2008, indicó: “la segunda participación doctor es
el 18 de julio de 2008 ese hecho ocurrió estando en el batallón, como le digo nosotros ya no salíamos del batallón
ya éramos un pelotón prácticamente como especial, ocurrió en la vereda de Jerusalén en el municipio de Isnos,
Huila (…) [William Andrés Capera Vargas] me dijo a mi ‘Indio, necesitamos que vaya a Neiva y consiga un
man, traiga un man que sea un man vicioso pero que no esté muy demacrado, que sea consumidor pero que
no esté tan acabado’, entonces nos dijo eso, yo le digo que yo no venía entonces dijo ‘no hermano que esto es
lo último que se va a hacer que ya tenemos el diciembre encima’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yati Anacona Bueno. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.

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directamente de Capera Vargas y de Rodríguez Vera. Conforme con ello, decidía sobre
la planeación y la ejecución de las operaciones militares a cargo de los pelotones que
conformaban las compañías Berlín y Azteca, siendo los efectivos de esas unidades los
que perpetraron la mayoría de las ejecuciones extrajudiciales cometidas durante la
comandancia de Pinto Lizarazo.

1846. Esta información le permite a la Sala colegir que el señor Pinto Lizarazo tenía
conocimiento de la información que recibía el Batallón, así como de la valoración de
utilidad que se le daba y materializaba en los pagos de recompensas. En la contrastación
de las piezas procesales la Sala encontró que por lo menos en siete de las operaciones
que dieron como resultado trece asesinatos, el comandante del Batallón firmó el acta de
pago de información por valores que oscilaban entre el millón y los tres millones de
pesos. Sobre ello Álvarez Calderón recordó que Pinto Lizarazo era quien avalaba el
monto que se pagaba y la entrega material del dinero.2027

“(…) PREGUNTADO: ¿cree usted que el comandante del Batallón sí estaba enterado de cuando
una información o un dato provenía de un informante y cuando provenía por ejemplo de
inteligencia de combate? RESPONDIÓ: si claro, eso sí tiene que ser o sea es decir el 2 no es una
rueda suelta, el 2 siempre debe estar controlado por el comando del Batallón (…) ya cuando ellos
hacen todo su proceso pero pues con lo particular que era mi Coronel Pinto pues él se enteraba
de todo o sea es decir él manejaba el control exacto de todo, yo me imagino que en el momento
en que la sección de inteligencia le lleva una información a él tienen que decirle ‘es un informante,
X o Y, si el resultado nos sale bueno se le prometió esto’ porque ellos tienen unas partidas ahí
como para pagar recompensas y demás y todo eso lo tiene que saber el Coronel directamente o
sea (…)”. (Énfasis añadido)

1847. Como ejemplo de lo anterior se tienen los hechos del 16 de marzo de 2008 2028 y
del 29 de junio del mismo año2029, donde en cada uno el batallón presentó dos bajas en
supuestos combates. Contrario a lo afirmado por diferentes comparecientes en cuanto
a que los montos de pagos de información estaban fijados en una directiva del Ejército,
los valores de los desembolsos que se hicieron fueron establecidos por el comandante
de la unidad y variaron en su cantidad, pues para el primer hecho en mención
cancelaron 1.700.000 pesos2030 y en el segundo 1.000.000 de pesos2031. Frente a ambas

2027 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: (…) en la versión voluntaria de Ángel Fernando
Carvajal Rojas, el afirma que muchas veces se constataba en las actas y en los documentos que se pagaba una
determinada suma de dinero, pero en la práctica lo que sucedía era que el dinero que se les entregaba era
menor, ¿tuvo conocimiento de algo relacionado con esto? RESPONDIÓ: Bueno, o sea, realmente y
obedeciendo a la verdad, o sea, que yo haya sido participe, que yo, o sea, es decir, y si tengo alguna prueba de
eso, no, pero yo sí, por ejemplo, es decir, como esa plata no la manejaban ni el 3 ni el ejecutivo, esa plata lo
maneja el 2 y lo maneja el comandante del batallón, y por eso a mí me aterrera unas declaraciones cuando él
dice, ‘es que era el 2 el que hacia ese proceso’, y pues sí, pero usted es el comandante y él es el que firma (…)
el ordenador del gasto es el jefe de estado mayor, pero el coronel es el que avala que lo que se va a apagar sea
lo que es y que se pague lo que es”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2028 Fallecieron los señores Mariano Cabrera Samboní y Yoán Ruiz Valderrama.

2029 Falleció el señor Carlos Mauricio Duque Pastrana y una persona no identificada.

2030 Bajo el tercer patrón macrocriminal.

2031 Bajo el segundo patrón macrocriminal.

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operaciones comparecientes como el soldado profesional Jhon Cárdenas Quintero,2032


Julio César Ramos Zapata2033 y William Andrés Capera Vargas2034 reconocieron la
ilegalidad de lo ocurrido.

1848. En este punto, cobra especial relevancia el episodio descrito por Ángel Fernando
Carvajal Rojas en torno al pago de una recompensa relacionada con el homicidio del
señor Ever Urquina Rojas, perpetrado el 17 de enero de 2008, en la vereda el Carmen
del municipio de San Agustín, por efectivos del BIMAG2035. Frente a este hecho, Carvajal
Rojas señaló que Pinto Lizarazo ordenó que se cancelara una suma de dinero inferior a
la otorgada por la Novena Brigada por la información que supuestamente sustentó la
operación militar en la que fue asesinado el señor Urquina Rojas:

“PREGUNTADO: En estos momentos está exhibiendo un documento que es una solicitud de


apoyo, de pago de recompensa, suscrita por el coronel Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, del
19/01/2008. Y en ella, el coronel solicita el apoyo con el suministro de 2 millones de pesos para
pagar información de inteligencia relacionada con la obtención de información que permitió la
misión táctica #16, que es la que estamos hablando ahora. Usted hace un momento mencionó que

2032 Sobre el hecho del 16 de marzo de 2008, Jhon Cárdenas Quintero, indicó que: “Por allá había una carretera
que conduce a otras veredas, una vereda que se llama la Ilusión, entonces nos encontrábamos ahí cuando mi
Sargento Flor le da la orden al Soldado Cano y a mí que tocaba bajar de civil a la vía, que tocaba bajar de civil
a la vía, que tocaba simular un atraco, tocaba simular un atraco. (…) Venía un muchacho, un muchacho que
era por ahí de la vereda, por ahí cerca a San Adolfo, venia un muchacho. En ese momento fue cuando mi
Sargento dio la orden que teníamos que salirle a esa moto y quitarle esa moto al muchacho para simular un
atraco en San Adolfo (…). PREGUNTADO: ¿con que Armas iban a cometer el atraco? RESPONDIDO: La
verdad ahí si no tengo conocimiento con que armas…. A se refiere a las armas. Creo yo haciendo memoria,
creo yo que nos dieron un Revolver o algo así PREGUNTADO: ¿Quién les dio el revolver? RESPONDIDO: El
Sargento Flor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0480.
2033 Sobre el hecho del 29 de junio de 2008, Julio César Ramos Zapata, relató: PREGUNTADO: ¿Y esas víctimas

también llegaron en motos? RESPONDIO: Sí, sí Honorable Magistrado. PREGUNTADO: ¿Usted recuerda
quién iba conduciendo cada moto? RESPONDIO: no me acuerdo mi señoría, eso si no me acuerdo, esto
hablando con los muchachos que están en el caso, dicen que era el soldado, uno que le decían “El Loro” pero
el otro si no me acuerdo. PREGUNTADO: ¿Recuerda Usted la apariencia física de las víctimas? RESPONDIO:
De uno solo, de un muchacho joven (…) PREGUNTADO: bueno y entonces y ¿en esos hechos el sargento
Capera también hizo esa distribución de quién se encargaba de realizar cada cosa? RESPONDIO: Sí, siempre
hacía así, esto ya, esto sacaba el grupo, ustedes no han declarado, entonces les toca a ustedes, entonces lo sacaba
y era los que les tocaba madrugar para después esto, simular el combate, como si fuera un combate para
después ser reportado como como bajas. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julio César Ramos Zapata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0245.
2034 Sobre el en diligencia de versión voluntaria que hecho del 29 de junio de 2008, William Andrés Capera

Vargas, indicó: “PREGUNTADO ¿En qué momento se determinó que todo esto fuera a ocurrir?, es decir
¿cuándo se pusieron de acuerdo para poner en marcha estos hechos? RESPONDIÓ Yo no hacía nada sin que
a mí me lo ordenara mi mayor, sin que me diera la orden o me dijera que necesitaran unos resultados y que
fuera al batallón o que enviara a alguien al batallón yo no hacía nada PREGUNTADO Estos hechos ocurren el
28 y 29 de junio de 2008 ¿con qué anticipación o con qué antelación lo…? RESPONDIÓ Señor magistrado, casi
siempre cada hecho duraba entre un término entre 8, 5 días para poner en marcha todo (…)”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2035 Capera Vargas, reconoció que el señor Urquina Rojas fue ejecutado extrajudicialmente. Jurisdicción

Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.

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en esta situación se había presentado una posible discordancia en los pagos, aquí tenemos la
solicitud de dinero hecha por el batallón y por el otro lado, tenemos el acta suscrita, tanto por el
comandante del batallón, como por usted, en la que se manifiesta que el pago fue de 1.500.000, es
decir, hay una discordancia de $ 500.000. ¿A qué se debe esa situación? Y pues usted qué nos puede
relatar sobre eso, de manera muy puntual, concreta. RESPONDIDO: Doctor, sumercé me puede
permitir el acta anterior, la que dice que se pagó millón y medio, qué pena con ustedes. Y es la
cancelación al mismo testigo por la misma información. PREGUNTADO: Se refiere a la misma
orden de operaciones. La solicitud no incluye el nombre del testigo, pero sí manifiesta que se trata
de la orden de operaciones #16. RESPONDIDO: ¿Yo que puedo evidenciar ahí? lo que le estaba
comentando al doctor. PREGUNTADO: Si, por favor cuéntenos (inaudible) RESPONDIDO: Ahí
podemos evidenciar que él solicita un pago de un resultado operacional por un valor y en el acta
de cancelación cancela otro. Pero no soy yo, es el comandante del batallón y a mí se me caiga el
cielo. PREGUNTADO: ¿Usted cómo se dio cuenta de esa situación? Porque la manifestó antes de
que exhibiéramos estos documentos. RESPONDIDO: Porque lo tenía para manifestárselo hoy a la
Justicia Especial para la Paz. PREGUNTADO: Sí, sí, pero ¿usted en qué contexto se dio cuenta de
esa situación? ¿usted dónde estaba? ¿con quién estaba? ¿qué estaban haciendo? RESPONDIDO:
Yo estaba con el sargento Arango, yo estaba con mi sargento Arango, si no estoy mal, él nos citó a
la oficina y nosotros le llevamos las 2 planillas, las 2 actas. En un acta estaba el valor que le había
mandado a la Brigada, en la otra acta estaba lo que habíamos solicitado, lo que nos había llegado.
Yo, si no estoy mal, él recuerdo que con un lápiz empezó a tachar el valor e informaba cuánto había
que pagarle. PREGUNTADO: ¿Les dio alguna justificación en ese momento para esa acción?
RESPONDIDO: No doctor. PREGUNTADO: ¿Ustedes le preguntaron por qué? RESPONDIDO: Yo
la verdad no le refutaba la orden al comandante del batallón, porque él es el comandante del
batallón”2036.

1849. Lo narrado por Carvajal Rojas, evidencia que Pinto Lizarazo emitía órdenes
tendientes al manejo irregular de los recursos públicos destinados al pago de
informaciones o recompensas. Tal como se ha evidenciado a lo largo de esta
providencia, esos dineros fueron fundamentales para la financiación de los delitos
investigados, pues en muchos casos se usaron para la adquisición de los elementos
necesarias para la simulación de combates.

1850. Lo anterior evidencia que el señor Marcos Evangelista Pinto Lizarazo


centralizaba durante su mando todo lo relacionado con las operaciones militares e
insistía permanentemente en estar enterado de todo, inclusive durante sus periodos de
vacaciones. Así, existen bases suficientes para afirmar que tuvo injerencia directa sobre
las maniobras realizadas por los pelotones de las compañías Berlín y Azteca, cuyos
integrantes perpetraron los homicidios investigados. Esto estuvo caracterizado por la
especial confianza que el señor Pinto Lizarazo tuvo con Capera Vargas y Rodríguez
Vera, quienes estuvieron involucrados en una porción importante de las ejecuciones
extrajudiciales cometidas durante su comandancia. De igual forma, se tiene que Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo emitió ordenes encaminadas al pago irregular de
recompensas relacionadas con hechos que a la postre han sido identificados como
asesinatos en la modalidad de combate simulado.

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5.2.2.4. En su condición de comandante del Batallón No. 27 “Magdalena” participó en


el encubrimiento de las muertes fuera de combate.

1851. Analizada la información sobre el rol del teniente coronel Marcos Evangelista
Pinto Lizarazo en el BIMAG la Sala también cuenta con bases suficientes para entender
que participó con tres tipos de acciones en el encubrimiento de las muertes fuera de
combate que reportó esa unidad táctica durante el periodo en el que se desempeñó
como comandante. La primera de ellas se refiere a su intervención directa en la
alteración del lugar de los crímenes investigados por la Sala, la segunda al
requerimiento a la plana mayor de completar las carpetas operacionales una vez se
hizo público que ocurrían irregularidades en las operaciones militares en el Huila y en
el país y la tercera al cambio de nombre del pelotón motorizado para ocultar que la
mayoría de las bajas eran reportadas por la misma unidad y evitar sospechas sobre su
proceder irregular. A lo anterior, debe sumarse la inactividad de Pinto Lizarazo frente
a las denuncias que daban cuenta de la comisión de ejecuciones extrajudiciales por
parte de efectivos adscritos al Batallón Magdalena.

1852. En relación con la participación directa de Pinto Lizarazo en la alteración del


lugar de los hechos investigados, se encontró que en los sucesos del 16 de enero de
2008, donde fueron asesinados los señores Jhon Fredy Erazo Artunduaga, Jhon Jairo
Garcés, Nilson Samboní Girón y Víctor Alfonso Calderón Bedoya, por tropas del tercer
pelotón de la compañía “B” (en el marco de la orden de operaciones Ébano, misión
táctica No. 15) el soldado profesional Francisco Castañeda Alfaro informó que el
teniente coronel Marcos Evangelista Pinto llegó al lugar donde estaba el cuerpo de una
de las víctimas y le dio indicaciones para que lo moviera:

“(…) PREGUNTADO: después de todo eso es que llega el coronel y ¿le pregunta o le da
indicaciones sobre qué hacer con el cuerpo? RESPONDIÓ: sí, entonces cuando yo le dije al coronel
ya, el coronel devolvió las otras motos que fueran a seguir al carro, se acercó dónde quedó el
cuerpo y dijo este cuerpo acomódelo así (…)”2037. (Énfasis fuera del texto original)

1853. Para la Sala resulta de trascendencia que el señor Pinto haya hecho presencia en

2037Francisco Javier Castañeda Alfaro: “llegó una parte de la motorizada y entre esa parte de la motorizada
llegó el coronel Marco Evangelista Pinto Lizarazo, se le informó que se el carro se había volado más sin
embargo se le pegaron tres motos detrás, de ahí para arriba a ver dónde iban a encontrar el carro, el carro o la
víctima que iba en el carro, porque no fue víctima, se voló, no encontraron el carro ni nada, cuando el coronel
ya entró con la escolta de él, que anda con escolta miró el cuerpo y me dijo ese cuerpo acomódelo así, le
esclarezco, es la palabra de él contra la mía, sí, porque nadie me va a servir de testigo, a decirme no Castañeda,
yo le sirvo de testigo a usted, yo sé que no, que no lo hacen porque en pocas comillas ya ser un Brigadier
General, ya tiene mucho quien lo respalde, si es por una represalia el tiempo sobra, pa el, es lo de menos usted
sabe que ahorita en esta situación por desempleo más de uno y por ganarse cualquier peso la represalia existe,
sin saber si, si ya va a saber que Marco Evangelista pinto Lizarazo el Brigadier General, que es ahorita que era
comandante de Batallón en ese tiempo, coronel pues no le va a gustar que ya comiencen a investigarlo por un
falso positivo que sí fue un falso positivo porque la gente fue jalada y ya para mí si era, si estaba, si sabía que
era lo que se estaba haciendo en el Batallón si miraba que era lo que se estaba haciendo en el Batallón, lo digo
es la palabra mía contra la de él, si me hizo mover el cuerpo, sí,”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro.
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el lugar de los hechos, por cuanto su arribo se encaminaba a verificar la apropiada


alteración de las escenas del crimen, lo que permitía a las tropas s continuar
desarrollando actos ilegales. Por otra parte, su presencia y participación activa en el
lugar de los hechos reflejaba para ellas la certeza de que dicho actuar era el apropiado,
el promovido y el auspiciado por el comandante de la unidad.

1854. Frente a las carpetas operacionales, conoce la Magistratura que se debían


elaborar cuando las operaciones que realizaba el batallón producían muertes en
combate. En cada una de ellas debía incluirse documentación que tenía que elaborarse
de manera previa o concomitante a las operaciones, tal como el informe de situación de
tropas (INSITOP), el anexo de inteligencia a la orden de operaciones; o inmediatamente
después de la conclusión de las mismas, como el informe de patrullaje, el acta de gasto
de munición y de pago de recompensa si se hubiera producido, el acta del material
incautado y de levantamiento del cuerpo, así como los informes de necropsia. 2038
Además debía enviarse una copia de las carpetas operacionales a la Brigada para que
constaran en sus archivos, para lo cual existían plazos perentorios.2039

1855. En el recaudo del material probatorio evidenció la Sala que no todos los legajos
contaban con la documentación completa e indagando por ello en las diligencias de
versión voluntaria esta aseveración fue confirmada por los integrantes de la plana
mayor de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Incluso se conoció que el entonces
teniente coronel solicitó completarlas después de que hubiera pasado un tiempo
considerable del reporte de resultados.

1856. Dicha solicitud se dio en el mes de septiembre del año 2008,2040 en una reunión
convocada por el compareciente con el jurídico y la plana mayor del Batallón,2041 en
donde a raíz de que los medios de comunicación locales y nacionales publicaban
cuestionamientos a los reportes de muertes en diferentes unidades del Ejército

2038 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “Esa carpeta contenía la orden de operaciones, el INSITOP qué es el cuadro
de reportes ubicación de unidades, el informe de patrullaje, el informe de resultados sí había material
incautado y donde se dejaba eso bajo custodia, el número, sí había muertes en combate, actas de levantamiento,
actas de necropsia, el informe técnico que no recuerdo cómo se llama y todo lo del procedimiento de Medicina
legal y demás”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
2039 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
2040 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: ¿Cuándo ocurrió esa reunión? RESPONDIÓ: su señoría,

agosto o septiembre, como yo creo que sería como para septiembre su señoría. Si mi mente no me falla, como
para esa época, su señoría”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2041 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Y ¿a quién le pidió eso el coronel Pinto? RESPONDIÓ:

Pues a quien estábamos reunidos, ahí está reunido el oficial, mi mayor Álvarez, el oficial de operaciones, estaba
el sargento… si no estoy mal el sargento Arango, estaba yo, creo que había a alguien de la parte jurídica. Él
reunió casi ahí si como, ahí si como reunió como la plana mayor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.

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Nacional, les solicitó a los oficiales de inteligencia y operaciones completar la


documentación faltante de las carpetas operacionales2042. La orden también coincidió
con las primeras pesquisas de la Fiscalía de Derechos Humanos de Neiva frente a las
muertes reportadas por el BIMAG.

1857. Aunque para Ángel Fernando Carvajal, entonces oficial de inteligencia del
BIMAG, el teniente coronel Pinto Lizarazo realizó dicha petición como si se tratara de
una tarea netamente administrativa,2043 afirmó también que:

“(…) ya empiezan a hablar de que de pronto dentro de los casos del batallón puede haber casos
que, digamos están relacionados con esas situaciones. (…) Para el año 2008, con un informe de
inteligencia, lo repito señor magistrado, se puede, no es el deber ser, se puede, pero no es el deber
ser y creería yo que cuando mi coronel toma la decisión de reunirnos y completar las carpetas, es
porque él sabe que estas carpetas les hizo falta alguna documentación. (…) PREGUNTADO: y
¿qué le tocaba completar a usted? Mejor, ¿quién revisaba las carpetas? ¿quién decía que era lo
que hacía falta en las carpetas y qué le tocaba completar a usted? RESPONDIDO: Su señoría, si
yo no, no recuerdo como que era la parte jurídica, la que le correspondía revisar esas carpetas.
PREGUNTADO: ¿Y a usted que le correspondía hacer? RESPONDIDO: Su señoría, a mí me
correspondía, o nos correspondía a la sección segunda hacer los anexos de inteligencia su señoría.
PREGUNTADO: ¿Usted hizo anexos de inteligencia con posterioridad a las operaciones por
esa orden del coronel Pinto? RESPONDIDO: Sí su señoría, yo reconozco que esa fue mí, ese
fue mi error, eso fue mí y conozco y admito y por eso estoy aquí diciendo la verdad de lo que
sucedió allá en el batallón Magdalena. Yo no sabía su señoría, yo no sabía que eso, eso, sino que
como eso inclusive yo hice, yo hice y firmé algunos, no yo los hice, o sea los hicieron y yo los
firmé (…) entonces yo hice y firmé algunos otros los firmó el sargento Arango (…)”2044 (Énfasis
añadido)

1858. En este punto resalta la trascendencia de la reunión adelantada, así como su


finalidad, pues en las versiones los comparecientes afirmaron que la mayoría de las
veces no contaban con el anexo de inteligencia, e incluso Carvajal reconoció que fue
hasta esa reunión que se encargó de realizarlos pues nunca se le hizo el ciclo de
inteligencia que ordenaba la doctrina para emprender las misiones tácticas con las que
se presentaron las muertes fuera de combate, aunque las operaciones eran ordenadas
con modalidades y esquemas de maniobra que hubieran requerido información
suficientemente validada e insumos precisos de la sección de inteligencia.2045

2042 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “doctor, pero más o menos para esa época, mi coronel Pinto Lizarazo
Marcos Evangelista nos hace una reunión. Nos hace una reunión donde, donde él nos da la orden de completar
las carpetas operacionales, porque a esas carpetas le hacía falta digamos una documentación, pero era para el
tema netamente administrativo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2043 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “como le dije ayer al doctor y se los dije a ustedes, eso era porque había

que completar unas carpetas, pero no sabía cuál era la finalidad de eso, porque de una u otra manera era
administrativo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0548.
2044 Ibidem.

2045 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “de igual manera (…) no hubo el procedimiento militar para la toma de

decisiones y pues en ningún momento se hizo ningún ciclo de inteligencia”. Complementó que “la inteligencia
es el producto del análisis y de todo lo que es el tema del ciclo de la inteligencia, pero eso no se hacía”.

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1859. Finalmente, el teniente coronel aportó en el encubrimiento de los crímenes con


la decisión de renombrar el pelotón motorizado del Batallón identificado inicialmente
como Berlín 3, a Berlín 1, 2 o 4, con el objetivo de que no fuera este el único pelotón de
la compañía B el que presentara resultados operacionales ilegales.2046 En diligencia de
versión voluntaria Francisco Adrián Álvarez, S3 de la época, recordó que

“(…) el coronel Pinto le cambió el nombre a la motorizada, creo que le cambió de Berlín 3 a Berlín
4, porque en los cuadros de estadísticas eran ‘bajas Berlín 3’, ‘bajas Berlín 3’, ‘bajas Berlín 3’, ‘bajas
Berlín 3’, pero ahí no hubo ningún relevo de… pues no porque, es decir, como los muchachos ya
estaban entrenados para manejar moto, pues usted traerse otro pelotón donde de pronto la mitad
no maneja moto y es darles toda la esta, pero él sí, recuerdo que dijo: ‘no, estos manes ya como
que siempre en la misma unidad, que es la que está dando los resultados’, y recuerdo que me dijo:
‘no, póngale Berlín 4’, o sea cambiémosle el nombre como pa’ que no sean los mismos de siempre
(…).”2047

1860. Ahora bien, en relación con la inactividad de Marcos Evangelista Pinto


Lizarazo frente a las denuncias que daban cuenta de la comisión de ejecuciones
extrajudiciales por parte de efectivos adscritos al Batallón Magdalena, se reitera que
de conformidad con lo manifestado por Francisco Adrián Álvarez Calderón al interior
del BIMAG existían fuertes rumores y sospechas referidas a la comisión de homicidios
bajo la modalidad de combate simulado por parte de los efectivos que conformaban esa
unidad táctica. Según Álvarez Calderón tal situación fue conocida por Pinto Lizarazo,
sin que hubiera adoptado medidas adecuadas y oportunas para que se esclareciera lo
sucedido y se sancionara a los responsables.

1861. Al respecto, se destaca que la reacción de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo


frente a los rumores y sospechas sobre la irregularidad de las operaciones adelantadas
por algunos de los pelotones que integraban el BIMAG, fue formar a los efectivos de
ese batallón para requerirles que denunciaran la existencia de cualquier conducta ilegal
de la que tuvieran conocimiento. El episodio en cuestión, fue narrado por Álvarez
Calderón en su versión voluntaria, como se expone a continuación:

“PREGUNTADO: en una respuesta inicial, indicaba usted que en el batallón se escuchaba, o usted
escuchaba rumores sobre los hechos, o sobres los casos de muertes presentadas como bajas en
combate, ¿qué recuerda de lo que escuchaba en el batallón sobre esos casos? RESPONDIÓ: no,
pues, habían, habían muchas dudas, no, entonces había mucha gente que de pronto decían ‘’ush’’,
pero ese muchacho como que sí, como que no, o sea, es decir, como que, como que le dejaban a
usted la duda, no, pero también, y eso fue recién llegado, o sea, que como que habían, como que
decían a veces, daban la baja y eran determinadas unidades, eso sí estaba muy estigmatizado, o

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de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0548.
2046 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “no, estos manes ya como que siempre en la misma unidad, que es la

que está dando los resultados’, y recuerdo que me dijo: ‘no, póngale Berlín 4’, o sea cambiémosle el nombre
como pa’ que no sean los mismos de siempre”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2047 Ibidem.

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sea, es decir, cuando daba una baja, eh, BERLÍN 3 o AZTECA 2, todo el mundo decía como ‘’jum’’,
o sea como que habían algunas dudas y habían muchos comentarios de esas situaciones que hoy
en día nos damos cuenta de que sí son realmente como se veían, pero pues, como no teníamos el
argumento, entonces uno decía, venga, pues, porque lo sabía, no sé, la secretaría o el conductor, y
usted que sabe de esa vaina, no, pero es que uno ya sabe cómo manejan esa vaina aquí, pero no
había un argumento directo que uno dijera, y eso lo hablamos alguna vez con Coronel Pinto, yo le
dije: ‘’mire que hay mucho rumor’’, y él hizo una formación directa y dijo: ‘’venga, el que tenga
alguna prueba, el que tenga alguna cosa camine y haga la denuncia en la fiscalía’’, y pues
obviamente todo el mundo se quedó callado porque no había una, una determinación directa
(…).”2048

1862. A juicio de la Sala, la actuación previamente descrita en modo alguno constituye


una medida adecuada para atender los rumores y sospechas que existían al interior del
BIMAG, frente a la ejecución de asesinatos bajo la modalidad de combate simulado.
Esto debido a que no involucraba la generación de un canal institucional idóneo para
que los subalternos de Pinto Lizarazo pudieran aportar la información de la que podían
disponer respecto de la ilegalidad de la conducta de otros efectivos del Batallón
Magdalena, bajo las condiciones de sigilo y seguridad requeridas para impulsar la
realización de ese tipo de denuncias. Por el contrario, el actuar de Pinto Lizarazo parece
asemejarse más a una acción intimidatoria, encaminada a acallar las conversaciones
informales que daban cuenta de la ocurrencia de irregularidades en las operaciones
militares a cargo de esa unidad táctica.

1863. A lo anterior debe sumarse que, en su versión voluntaria, Álvarez Calderón


indicó que Pinto Lizarazo le indicó a sus subalternos que las denuncias mediante las
que la sociedad civil cuestionaba la legalidad de las bajas reportadas por el Ejército
Nacional, obedecían a una “guerra jurídica”:

“PREGUNTADO: Usted, hace un momento, mencionó que Pinto habló de que las denuncias o las
sospechas, digamos, relacionadas con la comisión de ejecuciones extrajudiciales por los hombres
bajo su mando, fueron calificadas como una “guerra jurídica”, ¿en qué contexto sucedió eso? O
sea, cuando usted lo menciona, ¿a qué tiempo, a qué momento, en que contexto está haciendo
alusión? RESPONDIÓ: Bueno, tal vez un momento donde no sé, de pronto, como en el 2008, a
mediados del 2008, tal vez donde se empezó a hablar demasiado de guerra jurídica, como decir
que el enemigo, hablémoslo de esta manera, haciendo alusión a las FARC, ¿cierto? A las FARC, o
sea, a las guerrillas subversivas que teníamos en su momento, de que estaban aprovechando de
cualquier tipo de resultado que se diera pues, lo mandaban a ser cuestionado, ¿cierto? Tratando
de desprestigiar las fuerzas militares y se habló muchísimo de eso, de la guerra jurídica.” 2049

1864. Como puede verse, nuevamente la actuación de Pinto Lizarazo frente a los
cuestionamientos sobre la legalidad de las bajas reportadas por el BIMAG, consistió en
desestimarlos, sin adelantar acciones adecuadas para el esclarecimiento de lo sucedido
y la sanción de sus responsables. La situación descrita se hizo mucho más evidente en
relación con los hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, en la vereda Jerusalén del
municipio de San José de Isnos, Huila, en los que fueron asesinados los señores Miller
Andrés Blandón Álvarez, Juan Diego Martínez Peña y Álvaro Hernando Ramírez Falla,

2048 Ibidem.
2049 Ibidem.

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los cuales fueron reconocidos como homicidios bajo la modalidad de combate simulado
por Capera Vargas y por Cárdenas Sánchez.

1865. En relación con los sucesos descritos en el párrafo precedente, el señor Álvarez
Calderón señaló que en las semanas posteriores a su ocurrencia Pinto Lizarazo conoció
que la ropa con la que fueron encontradas las víctimas contaba con las etiquetas en las
que constaba su precio y que las botas que calzaban no correspondían a su talla. En
palabras de Álvarez Calderón:

“PREGUNTADO: Respecto del lugar de los hechos y de los cuerpos de las víctimas se informó
después que la ropa con las que los encontraron tenía etiquetas de precio y código de barras, es
decir, a estas personas les habían comprado ropa recientemente antes de su muerte y también se
indicó que las botas con las que estaban vestidas estas personas no correspondían a las tallas de
cada uno, ¿recuerda usted si había escuchado algo o esto se comentó también en el lugar de los
hechos? RESPONDIÓ: en el lugar de los hechos no, pero después de que hay un desarrollo de la
operación… del desarrollo de la investigación sí, yo lo escuché por parte de creo que la parte
jurídica, o sea, directamente creo que de alguno de los abogados cuando hicieron la solicitud o no
sé si sería de pronto del funcionario de instrucción que determinó exactamente eso, o sea, y lo hizo
pues no directamente a mí sino con una reunión donde… es más, creo que el comentario era: uno,
que las… o sea todo tenía precio, que la ropa estaba nueva y las botas también estaban nuevas y
no correspondían directamente al calzado tal cual como… pues pues nadie se compra unos tenis
más que le queden grandes o que le queden chiquitos, pero si, no no tengo claro exactamente quién
lo dijo, pero me pareciera a mí que fue como en una reunión de plana mayor, no sé si de pronto o
fue entre coronel, el ejecutivo, mi persona y el funcionario de instrucción, pero sí sí yo escuché,
exactamente sí escuché esa situación específica si la escuche” 2050. (Énfasis fuera del texto original”.
(Negrilla añadida)

1866. Adicionalmente, Francisco Adrián Álvarez Calderón reconoció que Pinto


Lizarazo conoció que el fusil que le fue plantado a una de las víctimas para la simulación
de un combate provenía de las instalaciones del BIMAG, pues previamente había sido
incautado por efectivos de esa unidad táctica. Al respecto, en su versión voluntaria,
Álvarez Calderón indicó:

“PREGUNTADO: ¿usted le comentó al coronel Pinto cuando él regresó que usted se había
percatado de que el fusil decomisado o el fusil que había sido digamos reportado como un
elemento que portaban las víctimas en la existencia de un supuesto combate en realidad
correspondía a un fusil que previamente había estado en el batallón? RESPONDIÓ: la verdad yo
creo que no, no fui yo el que abordó el tema y ahí tendría uno que ser muy real en decir la verdad,
porque yo creería que más fácil él fue el que me preguntó a mí, ¿usted tiene conocimiento de esto?
y yo obviamente le conté. PREGUNTADO: ¿en qué fecha le pregunto eso? RESPONDIÓ: es que
no tendría claro las fechas para ese tiempo, pero pues eso tuvo que haber sido no sé… no sé, o sea
máximo más de 10-15 días que hubieran pasado los hechos no creía que, o no sé, es que no recuerdo
bien si después de eso como que hubo una denuncia porque como que la víctima no sé, creo que
algo pasó y como que es que, o sea, como que hubo no sé cómo la parte esa de la víctima que
estábamos hablando anterior del señor artista y creo que a raíz de eso fue que de pronto él fue el
que me abordó, yo no voy a decir que ¡uy no, yo fui a contarle porque él estaba!, no, para que voy
a decir mentiras, él fue el que me preguntó y cuando me pregunta yo le conté la verdad, pero no
creo que hayan sido no sé 10 o 14 días después”2051.

2050 Ibidem.
2051 Ibidem.

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1867. Lo expuesto evidencia que durante los días inmediatamente posteriores a los
hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, Pinto Lizarazo conoció de al menos tres
circunstancias que indicaban con claridad que las denuncias referidas a la comisión de
ejecuciones extrajudiciales por parte de sus subalternos no era infundadas. Tal como se
expuso previamente, dicho compareciente supo que las victimas portaban predas que
conservaban las etiquetas con los precios, que las botas que cazaban no eran de su talla
y que el fusil que portaba una de las personas asesinadas provenía del BIMAG.

1868. Resulta innegable que los supuestos descritos en el párrafo precedente son
suficientemente significativos como para que un oficial de la experiencia de Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo infiriera de manera razonada la existencia de un combate
simulado. A pesar de lo anterior, Pinto Lizarazo, no implementó acciones adecuadas
para esclarecer lo sucedido y sancionar a los responsables. Al respecto, se destaca que
Álvarez Calderón indicó que Pinto Lizarazo no informó de las irregularidades
previamente descritas a la Novena Brigada2052. Tal cuestión, per se, representa un acto
de encubrimiento.

1869. Adicionalmente, en el marco del presente tramite, Pinto Lizarazo indicó que su
diligencia frente a la atención de las denuncias referidas a la comisión de homicidios
por parte de sus subordinados, emanó de la emisión de una orden referida al desarchivo
de las investigaciones disciplinaras que versaban sobre ese tipo de casos con
posterioridad a los hechos del 18 de julio de 2008. La Sala, ha encontrado que tal
argumento resulta infundado por dos motivos.

1870. Primero, porque conforme con lo afirmado por el señor William Fernando Pérez
Laiseca, la decisión de reabrir las causas disciplinarias no obedeció a la voluntad de
esclarecimiento y sanción de Pinto Lizarazo sino a un lineamiento proveniente de la
Novena Brigada. Sobre el punto analizado, Pérez Laiseca, manifestó:

“PREGUNTADO: usted se ha referido a dos instrucciones sobre las que he hecho algunas
preguntas. Primero, la instrucción de llamar a la investigación disciplinaria, pedir, solicitar la
declaración de las personas que conocían a la víctima fatal de esa operación y segundo, la
instrucción de reabrir las investigaciones disciplinarias una vez se conocían denuncias por parte
de los allegados de la víctima ¿recuerda cuando produjo, cuando emitió usted esas instrucciones?
RESPONDIÓ: no, en este, en este momento yo no, yo no pudiera, yo no pudiera recordar, pero a
ver, me puedo equivocar con las fechas, le voy a poner un ejemplo, un ejemplo solamente, tal vez
cuando a mediados de año se dio una situación, creo que estaba de encargado del batallón el

Sobre el aspecto analizado, Álvarez Calderón, manifestó: “PREGUNTADO: Una pregunta final, ¿desde la
2052

brigada usted conoció que se adelantara algún tipo de acción frente a estos hechos? RESPONDIÓ: No, no señor,
ahí es una parte importante como para determinar que de pronto, de pronto el coronel no informó porque
pues asumiría yo en mi carrera y como debería ser, por ejemplo, si el comandante de la brigada se entera de
una situación de estas lo más lógico es que yo mando una inspección y tengo que informar directamente al
comando de la división, al comandante del ejército y se mande una inspección determinante exactamente”.
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segundo comandante y estaba en vacaciones tal vez el señor coronel Pinto, durante ese periodo,
no estoy seguro bien la fecha y todo, se cerraron alguna, una o dos, no recuerdo, y luego de que él
regresa de su periodo de vacaciones se presenta una situación, no estoy seguro, que hay un reporte
o que hay algo de víctimas o no sé qué y ese caso motivó para que se reabrieran las investigaciones
en ese caso, no podría precisarle las circunstancias y todo, pero ya que usted me está preguntando
ese podría ser un ejemplo, no podría darle más ejemplos doctor. PREGUNTADO: ¿recuerda cómo
dio esa orden, esa instrucción, fue en un programa, fue en un radiograma, una circular?
RESPONDIÓ: no, yo no recuerdo, yo no recuerdo pero recuerde usted que ¿mis subordinados
quiénes eran? los comandantes de batallón ¿cierto? y esas órdenes se le emitían a ellos y en este
caso pues era el comandante de batallón ¿correcto? a él y si menciona que tuvo algún conocimiento
por parte de las víctimas de esa situación es reabrir las investigaciones, ahondar en las
investigaciones y ellos sabían que contaban con todo el apoyo del comando de la brigada para que
desarrollaran todas esas investigaciones” 2053.

1871. En segundo lugar, la Sala destaca que conforme con lo indicado por Francisco
Álvarez Calderón, la reapertura de las investigaciones disciplinarias por parte de Pinto
Lizarazo en realidad no constituía un esfuerzo genuino para el esclarecimiento de lo
sucedido y la sanción de los responsables. Esto debido a que no estuvo acompañada de
las mediadas de orden administrativo necesarias para que al interior del BIMAG se
contara con los recursos técnicos y humanos necesarios para que las actuaciones propias
de dichas causas se desarrollaran de manera adecuada y oportuna. En palabras de
Álvarez Calderón:

“PREGUNTADO: en ese momento, el Coronel Pinto tenía los mismos elementos que acabo de
describir, previamente. Es decir, ya sabía de las denuncias, conocía, pues tenía sospechas de lo
que estaba ocurriendo. Desde esa perspectiva, ¿se pensó en impulsar las investigaciones
disciplinarias que estaban pendientes? O, ¿cuál fue la razón por las que esas investigaciones no
avanzaron y no llegaron a dar resultados concluyentes a pesar de que ya tenían tantos elementos
para pensar que esas irregularidades, en realidad, sí habían existido? RESPONDIÓ: bueno, ahí
no sé. Yo pienso que la mejor decisión que tomó él fue empezar a abrir formales para todo lado,
compulsar pliegos de cargos y demás, pero en realidad si nos damos cuenta eso no funcionó para
nada, o sea, emitir órdenes y emitir documentos y como en algún momento lo decía, a nosotros
nos pagan, no sé, del 100% el 20% para tomar ordenes o tomar decisiones y el otro 80% para
generar que esas órdenes se cumplan como deben ser y, tal vez ese pedazo no lo hicimos nosotros
y nos dedicamos a no sé: Yo no sé, yo me hago el bobo, pero sin embargo, fírmeme aquí que usted
sabe que no puede hacer esto, fírmeme aquí que usted no puede hacer esto, cuando todo el
mundo lo estaba, de pronto, haciendo a su forma de ser y en su momento, con todo lo que hemos
escuchado. PREGUNTADO: pero, digamos, ¿cuál fue la razón específica para que esas
actuaciones disciplinarias no concluyeran con sanciones, sino que quedaran como en el aire?,
¿había una intención o usted pudo notar una intención específica del Coronel Pinto, o de las
personas encargadas del desarrollo de esas investigaciones, orientadas a que, realmente, no
prosperaran, a que fueran un esfuerzo únicamente formal, pero no una acción real de
esclarecimiento de lo sucedido? RESPONDIÓ: lo que pasa es que, doctor, yo pienso es que a
nosotros nos falta mucho conocimiento y en el Ejército se hace eso: usted no tiene nada qué hacer,
entonces lo ponen de funcionario de instrucción, cuando no tiene nada de conocimiento de
derecho ¿cierto? Entonces, me imagino, que lo que hacen ellos es revisar, poner, mirar, el copie y
pegue, y hacer exactamente la parte formal, como usted lo dice, claramente. O sea, es decir, ¿qué

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toca hacer? Abrir una investigación, hágalas, archívela y pásela, pero, en realidad, nosotros no
teníamos un ente de investigación” 2054.

1872. Lo afirmado por Álvarez Calderón no escapa a la realidad, pues de conformidad


con la información de la que dispone la Sala, ninguna de las investigaciones
disciplinarias adelantadas al interior del BIMAG en relación con los homicidios
investigados culminó con el esclarecimiento de lo sucedido y la imposición de una
sanción. Por tanto, se insiste en que la reapertura de dichas causas por parte Pinto
Lizarazo, en modo alguno puede ser interpretado con un esfuerzo genuino para
desactivar los patrones macrocriminales que imperaban en el BIMAG.

1873. De hecho, se tiene información que indica que la falta de reporte de las
irregularidades previamente descritas a la Novena Brigada y las deficiencias en el
ejercicio de la potestad disciplinarias atribuidas a Pinto Lizarazo estuvieron
acompañadas de la contratación de un abogado particular para que adelantara la
defensa de los efectivos del BIMAG, cuyos servicios eran sufragados mediante la
retención irregular de montos correspondientes a los salarios de los integrantes de esa
unidad táctica. Lo expuesto, fue reconocido por Álvarez Calderón:

“PREGUNTADO: sin perjuicio de preguntar esto un poco en detalle más adelante, no quiero dejar
pasar el dato que usted menciona, nos dice que contrataron a un abogado en el año 2008, ¿recuerda
en qué momento del año 2008 contratan al abogado? RESPONDIÓ: ¿en qué fecha?, perdón.
PREGUNTADO: sí, ¿en qué momento? si no se acuerda la fecha exacta. RESPONDIÓ: ah, no,
perdón, no fue en el 2008, yo creo que fue como en el dos mil, porque yo era el ejecutivo, o sea que
tuvo que haber sido en el 2009, entonces lo que hacen es que, pues, nos descuentan a todos 8000
pesos mensuales para, para, pues, tampoco estoy diciendo que el abogado no tuviera nada que ver
o que supiera o que no, no, o sea, es decir, no sé por qué el coronel tomó esa decisión cuando eso
sí no es una decisión normal o sea, yo estuve de comandante de batallón tampoco y yo nunca dije
vamos a contratar un abogado, o sea nunca, o sea, a mí no se me hubiera ocurrido, o sea, si, de
pronto el otro señor un poco más inteligente que yo, pero a mí no se me hubiera ocurrido eso,
cierto, porque yo ahorro para irme de paseo, no sé, entonces, pero sí fue curioso y ahora que uno
está en esta situación, y estamos en esto, es ahí donde uno dice, pues no sé, no, y creo que el señor
abogado sí pues ejerció sus defensas, es decir, en ese sentido yo no, no sé si, si eso fue, porque creo
que sí defendió muchos soldados y todo eso. Pero entonces a lo que vamos es a que se tenía ya una
sospecha, que se tenía ya unos indicios y no lo paramos en el momento. PREGUNTADO:
¿recuerda quién era el abogado? RESPONDIÓ: el doctor Hernando Castellanos. PREGUNTADO:
¿recuerda cómo llegó el abogado Castellanos al batallón? RESPONDIÓ no, no, no, y es un
excelente abogado, inclusive ahoritica él me ha ayudado muchísimo en conseguir algunas
documentaciones y todo eso, pero no, o sea, a él lo trajo el coronel Pinto, o sea, yo no, yo no, pues,
yo no lo conocía”2055.

1874. Atendiendo a lo expuesto en este acápite, la Sala cuenta con bases suficientes
para entender que el señor Pinto Lizarazo incurrió en múltiples conductas encaminadas
al encubrimiento de los homicidios perpetrados por sus subalternos bajo la modalidad

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2055 Ibidem.

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de combate simulado. Esto involucró su intervención directa en la alteración de la


escena de los crímenes investigados por la Sala, la emisión de ordenes tendientes a que
su plana mayor completara las carpetas operacionales con posterioridad a la ejecución
de las operaciones militares irregulares, el cambio de nombre al pelotón motorizado
para ocultar que la mayoría de las bajas eran reportadas por esa unidad y la inactividad
frente a las denuncias que daban cuenta de la comisión de ejecuciones extrajudiciales
por efectivos adscritos al Batallón Magdalena.

5.2.2.5. Como comandante del Batallón No. 27 “Magdalena” implementó un plan de


moral y bienestar que premiara la presentación de resultados operacionales
ilegales.

1875. El plan de moral y bienestar en un Batallón es el recurso que utiliza su


comandante para mantener la disciplina y la moral dentro de la tropa, como afirmó el
entonces oficial de operaciones del BIMAG, Francisco Adrián Álvarez Calderón.2056 Por
la información que tiene la Sala se sabe también que su elaboración le corresponde al
comandante de la unidad táctica, al jefe de personal y al Ejecutivo y segundo
comandante.2057

1876. Omar Oswaldo Ojeda Oliva, quien ese desempeñó como Ejecutivo y segundo
comandante durante el primer año de comandancia de Pinto Lizarazo en el BIMAG,
señaló que dicho plan es lo más importante de un comandante pues si bien a nivel
Ejército, División y Brigada2058 el plan establece conforme al ciclo CODE los permisos,
los entrenamientos o las vacaciones,2059 en los Batallones hay otro tipo de moral y
bienestar que es de iniciativa de los comandantes y se concentra en los permisos por

2056 Fuerzas Militares de Colombia. Ejército Nacional. Manual de Estado Mayor 3-50 de 1984. “Desarrollo y
mantenimiento de la moral. 1) Servicios de Personal. a) Permisos y licencias, servicio postal, tiendas y casinos,
pagaduría, servicio religioso, servicios especiales, servicio de bienestar, información y educación, información
pública.”
2057 Ibidem.

2058 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “sí como los planes operacionales tienen un escalón y se van yendo

hacia abajo, los planes de moral también, el plan de moral y bienestar nace de ejército, y llega a las divisiones
y las divisiones lo bajan a las brigadas y las brigadas lo bajan a los batallones, y el oficial de personal que es el
que tiene que bajar de nivel esos planes y verificar que se cumplan, y de igual manera, informar. Esos planes
de moral no solamente son permisos también hay viajes; por ejemplo: a centro vacacionales, viajes a Tolemaida,
viajes a alguna parte con la familia, eso hace parte, digamos, de los planes de moral; ¡y hoy en día!, tenemos
en el ejército, una dependencia exclusivamente para esos planes de moral y bienestar”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista
Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2059 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: Una última pregunta de mi parte General, entiendo

o mejor, la respuesta que hemos tenido de parte de las dependencias de ejército; es que por plana de moral y
bienestar se entiende el ciclo CODE, es decir; lo que expide ejército es el ciclo CODE, con el plan de vacaciones,
entrenamiento de reentrenamiento, etc.…, De hecho, operaciones; entrenamiento y descanso o vacaciones. ¿El
pan de moral de moral y bienestar es distinto al ciclo CODE? RESPONDIÓ: Lo tiene en cuenta, hace parte plan
de moral y bienestar, pero, por ejemplo, tiene en cuenta los permisos de mitad de año, los permisos de semana
santa, los permisos de navidad.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.

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resultados operacionales2060.

1877. Según afirmó el entonces teniente coronel Pinto Lizarazo estos se corresponden
con los estímulos que están establecidos en la Ley 836 de 2003 y por ello era su facultad
concederlos.2061 El artículo 44 de la mencionada ley señala que los permisos especiales
deben ser otorgados por el superior, previa motivación, de conformidad con las normas
que rigen la materia. Para el señor Pinto Lizarazo esas normas están en el mismo plan
de moral y bienestar que dependiendo de la jerarquía tiene la facultad de otorgar
permisos a quien vaya a felicitar;2062 en el caso de él como comandante de Batallón tenía
la facultad de otorgar permisos de 5 a 8 días.2063

1878. Conoce la Sala que para el año 2007 existía dentro del Batallón una política de
permisos de fin de año para la unidad que presentara más resultados operacionales
implementada por el anterior comandante, el teniente coronel Édgar Alberto Rodríguez
Sánchez,2064 a la cual Pinto Lizarazo recurrió para motivar a las tropas cuando asumió

2060 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “el plan de moral y bienestar es uno de los recursos que tiene el comandante
de batallón para mantener la disciplina y la moral de los hombres, entonces ese es de los recursos más
importantes de un comandante, y cada comandante debe elaborar su plan de moral y bienestar. A nivel de
Ejército y a nivel Brigada el plan de moral consiste en los permisos que debe ser cada 4 meses, cada 15 días, las
vacaciones que deben respetarse y hasta ahí llega o de pronto mandar un escudo y cosas de esas. Pero el plan
de bienestar a nivel unidad táctica es potestad del comandante del batallón, él plasma su plan con el 1: “el plan
debe de estar durante mi mando va a ser este” entonces él elabora el plan y el sargento lo perfecciona o el que
está de 1 lo perfecciona y ese plan de moral se cumple. En cuanto al plan de moral y bienestar, doctor disculpe
que pronto me alargue usted me corrige y me dirá sí de pronto estoy diciendo cosas que no son, el plan de
moral está escrito y plasma un documento y hay otro tipo de moral y bienestar que es el de la iniciativa que
tenga el comandante de batallón en ese momento o a nivel compañía o a nivel pelotón. Entonces ahí está el
liderazgo de cada uno doctor por eso todos los oficiales y todos se desempeñan de diferentes maneras”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
2061 Ley 836 de 2003. Artículo 21. “Deberes del superior. Es deber del superior estimular a quienes se destaquen

en el cumplimiento de sus obligaciones y sancionar a quienes las infrinjan.”


2062 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: El art. 44 General es el que le leí, es una redacción

muy sencilla. ´Permisos especiales. Los permisos especiales serán otorgados por el superior con atribuciones
disciplinarias, previa motivación de los mismos, de conformidad con las normas que rigen la materia´, por eso
mi pregunta era: ¿Cuáles son esas normas que rigen este rango de permisos, por ejemplo, lo que usted nos está
manifestando? RESPONDIÓ: Y le estoy comentando que, nosotros tenemos unas facultades para dar permisos
dependiendo de la jerarquía con la persona que se va a felicitar”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2063 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “Sí es el comandante del pelotón o de la compañía, tiene facultad

(siempre y cuando no esté en el área de operaciones) a dar 24 horas de permiso. Sí es el comandante del
batallón, tiene autorización hasta 5 u 8 días de permiso.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2064 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Algunos comparecientes han señalado señor Carvajal

que para ese año 2007, en el Batallón Magdalena había una especie de incentivo especial, un premio a la unidad
que presentara más resultados a final de año, que la unidad que presentara más resultados en ese periodo iba
a recibir un permiso en diciembre o tenía la oportunidad de disfrutar su permiso coincidiendo con las fiestas
de fin de año ¿Recuerda usted haber escuchado algo por el estilo? RESPONDIÓ: Señor magistrado, pues sí, sí,
yo recuerdo que sí, como que mi coronel Rodríguez dijo que la unidad que diera más resultados operacionales

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la comandancia del BIMAG, en diciembre de ese año.

1879. De esta situación también es testigo el capitán Ángel Fernando Carvajal Rojas,
oficial de inteligencia durante la comandancia del compareciente, quien afirmó en
versión que durante uno de los programas radiales del comandante con todos los
pelotones Pinto Lizarazo había dicho “que la unidad que le diera un resultado operacional
antes de fin de año, antes del 24, antes de comenzar las fiestas, de comenzar las festividades, pues
que lo hacía merecedora un permiso”.

1880. Revisadas las piezas procesales acopiadas la Sala encontró que entre el 9 y el 24
de diciembre de 2007 el Batallón presentó tres resultados operaciones, el primero del 21
de ese mes en la vereda La Florida del municipio de Pitalito, en donde en el marco de
la misión táctica “Domador” el tercer pelotón de la compañía Azteca reportó en
supuesto combate dos bajas a miembros de bandas delincuenciales2065; mientras que el
segundo y tercero que son del 24 de diciembre corresponden a dos capturas, una en la
vereda El Porvenir del municipio de Pitalito2066 y otra en Aguas Claras del municipio de
Timaná a un integrante de la compañía móvil Timanco del Frente 61 de las FARC-EP.2067

1881. Ahora, frente al interrogante sobre cuál de las mencionadas operaciones permitió
el otorgamiento del permiso de fin de año, Carvajal Rojas reconoció que la del 21 de
diciembre que como se indicó corresponde a bajas ilegales.

1882. Ya para el año 2008 los comparecientes que integraron el BIMAG afirmaron que
los permisos por resultados operacionales dentro del Batallón “Magdalena” eran una
constante. El mismo Pinto Lizarazo recordó que los otorgaba por la presentación de
resultados porque era una motivación para los soldados,2068 aspecto que es confirmado

salía con el permiso especial de fin de año”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2065 Los jóvenes José Alexander Murcia -17 años- y Rubén Darío Garcés Murcia -21 años-.

2066 Jesús Enrique Samboní - delincuencia común.

2067 Tiberio Oviedo Velásquez.

2068 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: ¿Qué resultado le merecía menos días de permiso

que este? RESPONDIÓ: La verdad uno siempre mira los resultados y trata de que la unidad que haya dado
resultados se las da los permisos, es como una motivación para los soldados, yo generalmente daba cinco días
de permiso, o daba un día o dos días más si yo miraba que la unidad había sido dinámica profesionalmente y
había tenido los resultados; les daba cinco días de permiso PREGUNTADO: ¿Existían en el batallón Magdalena
cuándo usted llegó, dentro del plan de moral y bienestar o dentro de los incentivos o motivaciones que pudiera
dar el comandante del batallón, un permiso especial a final de año para la unidad que presentara más
resultados? RESPONDIÓ: Sí, creo que… no estoy seguro de lo que le voy a comentar, pero creo que cuándo el
coronel Rodríguez me entregó a mí, me adujo que había una unidad que había dado resultados durante todo
el año y que él se había comprometido a darles el 24 y el 31, y yo simplemente dije: ¨Bueno, si era un
compromiso pues había que cumplirlo¨, pero no estoy seguro de la unidad ni del tiempo señor magistrado”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.

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y adicionado por Ojeda Oliva2069 al afirmar que el comandante en algunas


oportunidades daba la orden de premiarlos, por ejemplo, llevándole comida caliente a
la tropa:

“(...) PREGUNTADO: ¿se daba algún tipo de permiso especial por resultados operacionales?
RESPONDIÓ: sí, por resultados operacionales y por muchas otras cosas. Por resultados
operacionales: llegó un pelotón del área hizo unas capturas o hubo combates o hizo esto y el
coronel decía ‘bueno dele un permiso’ o muchas veces un almuerzo porque muchas veces donde
estaban no les llegaba comida caliente sino sólo raciones, entonces decía ‘bueno pues organicen
un sancocho o algo así’(...)”. (negrillas añadidas)

1883. En esa misma línea los soldados profesionales José Aníbal Trujillo Hernández,
José Yaty Anacona Bueno y Óscar Cárdenas Sánchez, quienes reconocieron la ilegalidad
de operaciones en las que participaron y donde se reportaron muertes, recordaron
también haberse enterado de los permisos por resultados operacionales en las
formaciones del comandante de Batallón2070 y que cuando llegaban a la unidad después
de realizadas las bajas los formaban, los felicitaban y les decían “les vamos a dar tantos
días de permiso”2071

2069 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: en el batallón ¿existía dentro del plan de moral y bienestar
o como una política del comandante darle permiso o días de descanso a las unidades que presentaban
resultados operacionales? RESPONDIÓ: sí, durante el mandato de mi coronel Pinto sí les daba permiso o
descansos eso variaba, eso también era política y potestad del comandante [...] PREGUNTADO: yo le he
preguntado sobre varios aspectos que nos han referido los comparecientes de motivación por resultados y
usted nos ha dicho que no eran exclusivos para los pelotones que presentaban resultados ¿recuerda alguna
motivación o algún incentivo especial para las unidades que presentaban resultados? RESPONDIÓ:
básicamente los permisos que era lo que más motiva a los soldados tanto en el caso de mi coronel Rodríguez
como en el caso de mi coronel Pinto. El permiso es una motivación de las más especiales que otro, o el
reconocimiento a través de radio por las otras unidades, pero si los permisos eran otorgados”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar
Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2070 José Aníbal Trujillo Hernández: “PREGUNTADO: ¿cómo se entera usted de eso, que por dar resultados

cambiaban los días de permiso, daban más días de permiso? RESPONDIÓ: porque ellos siempre en formación
lo informaban, nos decían ustedes no ha hecho ni una captura, nada, entonces no tienen ningún resultado
entonces no se les suma nada [...] PREGUNTADO: cuando usted dice ellos, ¿quiénes son ellos? RESPONDIÓ:
el coronel, el comandante de batallón. PREGUNTADO: ¿recuerda usted el primer comandante de batallón que
usted escuchó decir esto de permisos por resultados? RESPONDIÓ: sí, mi coronel Pinto Lizarazo.
PREGUNTADO: ¿a él fue el primero que usted escuchó eso? RESPONDIÓ: sí señor”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Aníbal Trujillo
Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0267.
2071 José Aníbal Trujillo Hernández: “PREGUNTADO: usted nos dijo que por estos hechos le habían dado

permiso al pelotón, ¿recuerda cuantos días fueron? RESPONDIÓ: nos dieron como 10-12 días.
PREGUNTADO: ¿quién les dio ese permiso? RESPONDIÓ: nos dio mi coronel Pinto. PREGUNTADO: ¿él
coronel Pinto habló directamente con usted del porque les estaba dando permiso, que les dijo? RESPONDIÓ:
pues el que habló directamente con nosotros fue el mayor Álvarez, el que nos dijo bueno les vamos a dar tantos
días de permiso, mi coronel aprobó tantos días de permiso. PREGUNTADO: el mayor Álvarez les dijo que el
coronel Pinto les había dado permiso, ¿cuándo les dijo eso? RESPONDIÓ: eso nos los dijo al otro día de haber
llegado al batallón. PREGUNTADO: ¿y cuando les dieron ese permiso? RESPONDIÓ: salimos por la tardecita,
por la tardecita salimos al permiso. PREGUNTADO: ¿el día después de estos hechos ustedes salen de permiso?
RESPONDIÓ: sí señor, nos dieron el permiso.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0267.

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“(...) PREGUNTADO: qué pasaba cuando hacían una baja y llegaban al batallón RESPONDIÓ:
llegábamos al batallón, ahí ya los que tuvieron en el lugar de los hechos, les tocaba declarar , dar
la declaración, dábamos la declaración y bueno ahí ya nos decían “les vamos a dar tantos días de
permiso” PREGUNTADO: cómo era el recibimiento en el batallón cuando daban un resultado
RESPONDIÓ: en el batallón, cuando llegaba había veces que el comandante del batallón nos
formaba y que nos felicitaba por la bajas y que tal y ahí si empezaba a decir, bueno, los que tienen
que declarar, declaran y ahí si guardan el armamento para salir de vacaciones, a permiso.
PREGUNTADO: qué comandante de batallón recuerda usted hacer ese recibimiento y dando esas
indicaciones RESPONDIÓ: cuando estuvo mi coronel Pinto Lizarazo. (...).”2072

1884. El soldado profesional José Alfredo Córdoba Vargas indicó que, en el año 2008
el comandante del Batallón optó por tener de forma constante sólo medio pelotón
trabajando, los demás estaban de permiso

“(...) Entonces nosotros duramos un tiempo en el batallón después de esas bajas duramos, medio
pelotón estaba disponible y medio pelotón estaba de permiso. Y el coronel pues nos tenía así,
salíamos día por medio de permiso prácticamente. O sea, manteníamos 50 y 50, 50 trabajando y
50 descansando prácticamente. PREGUNTADO: ¿qué coronel permitía ese
régimen? RESPONDIÓ: (...) era mi coronel Pinto, el que estaba en ese tiempo. Eso fue después de
mitad de año de dos mil… después de todos esos hechos del 2008, o sea a últimos de 2008 fue que
nos dijeron eso y sucedió eso y estuvimos así, porque igual no duramos mucho como grupo
especial (...).”

1885. Con lo anterior se explica la forma de operar del Batallón frente a los permisos y
si bien algunos comparecientes señalaron en diligencias que quien les informaba en
varias ocasiones el número de días de permisos era el mayor Francisco Adrián Álvarez
Calderón, oficial de operaciones de la época, éste lo hacía por órdenes del propio
comandante, quien le señalaba cuántos días de permisos debía dárseles y en qué
momento podían disfrutarlos.

“(...) PREGUNTADO: digamos si esas unidades eran las que más bajas daban, ¿digamos qué tipo
de estímulo o ventaja o premio lo que fuera pedirían? O se apara qué les servía RESPONDIÓ:
permisos, él daba 8, 10 días de permisos (...) PREGUNTADO: ¿qué tipos de permisos tenían o
qué? RESPONDIÓ: ellos tenían tiempo, o sea es decir daban sus resultados inmediatamente se
mandaban a recoger, mandaba uno los vehículos, los sacaban, guardaban su armamento y salían,
muchas veces me mandaba a mí, por eso es que yo digo que no recibía parte él, pero obviamente
el que daba las órdenes era él; entonces yo le decía ‘mi Coronel entonces cuantos días les va a

José Yati Anacona Bueno: “PREGUNTADO: ¿quién los recibió en el batallón? RESPONDIÓ: nos recibió el
coronel Pinto. PREGUNTADO: ¿cómo los recibió? ¿qué les dijo? RESPONDIÓ: nos formó y nos dijo que muy
bien muchachos, que nos felicitaba que nos iban a sacar a permiso y eso fue lo que nos dijo después de que
diéramos una declaración ahí en jurídica nos íbamos de un permiso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yati Anacona Bueno.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
Óscar Cárdenas Sánchez: “Al día siguiente, esto es,19 de enero de 2008, nos formaron en el Batallón y nos
felicitaron por el resultado, el mayor Álvarez, Oficial de Operaciones y el comandante de batallón a quien sólo
vi al momento de salir de permiso, para la época era el coronel Pinto Lizarazo.” Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Óscar Cárdenas Sánchez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
2072 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0267.

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dar a ellos’ entonces me decía ‘dígales que 8 y pues si le negocian entonces dele los 10 días’,
pero si pues normalmente por cada resultado se les daba pues cuando eran bajas en combates
se les daba permiso prácticamente inmediato (...)”. (Negrillas agregadas)

1886. Así, se observa el interés del comandante del Batallón en el ofrecimiento de


prebendas y en la materialización de un plan de moral y bienestar paralelo al formulado
para el Batallón, el cual fue determinante para que las tropas y particularmente los
ejecutores materiales de las bajas cuestionadas permanecieran motivados con permisos
e incentivos concedidos por iniciativa del TC Marcos Evangelista Pinto Lizarazo.2073

5.2.3. Calificación jurídica de las conductas del compareciente.

1887. De conformidad con lo expuesto, la Sala encuentra bases suficientes para afirmar
que Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, en calidad de comandante del Batallón de
Infantería No. 27 “Magdalena”, era consciente de (i) la situación de conflicto armado
que se presentaba en el departamento del Huila, (ii) de que las muertes reportadas no
ocurrieron en el marco de un combate, (iii) que todas las víctimas eran civiles y (iv) que
el Batallón contaba con un grupo especial de soldados profesionales prestos a la
ejecución de operaciones militares irregulares, obviándose el deber de cuidado que le
era exigible por la Constitución y la Ley.

1888. El compareciente de manera voluntaria ejerció presiones para la producción de


bajas en combate, aprobó, planeó, y encubrió la realización de hechos ilegales y encargó
a la compañía Berlín, así como al segundo pelotón de la compañía Azteca la consecución
de ese tipo resultados. Estas actuaciones constituyen un aporte esencial a los patrones
macrocriminales descritos en apartados anteriores.

1889. En consecuencia, la Sala encuentra bases suficientes para entender que Pinto
Lizarazo contaba con el dominio de los hechos, pues en calidad de comandante de
Batallón se valió de la compañía Berlín y Azteca, así como de sus oficiales y suboficiales
que venían de trabajar con el anterior comandante, Édgar Alberto Rodríguez Sánchez,
para realizar asesinatos y desapariciones y posteriormente presentarlas como bajas
producidas en combate. Al asumir el mando del BIMAG el entonces teniente coronel
Pinto Lizarazo estaba en la obligación de suspender las presiones e incentivos y planear
operaciones con resultados legítimos y en cambio las mantuvo e intervino en la
planeación, ejecución y encubrimiento de operaciones irregulares. En conclusión, las

2073Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: ¿quién daba los permisos especiales? ¿quién los daba tanto
con un comandante como con el otro? o sea ¿eso cambió o era igual? RESPONDIÓ: dentro de la organización
del batallón los únicos que pueden dar permisos, acortar permisos, aplazar permisos y alargar permisos son
los comandantes (…) PREGUNTADO: en el batallón ¿existía dentro del plan de moral y bienestar o como una
política del comandante darle permiso o días de descanso a las unidades que presentaban resultados
operacionales? RESPONDIÓ: sí, durante el mandato de mi coronel Pinto sí les daba permiso o descansos eso
variaba, eso también era política y potestad del comandante (…) básicamente los permisos que era lo que más
motiva a los soldados tanto en el caso de mi coronel Rodríguez como en el caso de mi coronel Pinto. El permiso
es una motivación de las más especiales”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.

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actuaciones del compareciente fueron esenciales para la consolidación de los patrones


y se le otorgará la condición de máximo responsable.

1890. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2074 de Álvaro
Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez,
Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos
Mauricio Duque Pastrana, Carlos Arturo Bustos López y una persona no identificada;
en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen
de asesinato como crimen de lesa humanidad2075 de 33 personas, Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever
Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Javier Castillo
Becerra, Diego Fernando Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy Erazo
Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón
Bedoya, Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra,
Rafael Medina Reyes, Mariano Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama, Oswaldo
García Gómez, John Fredy Molina Cerón, José Luis Castillo, Edras Sambony Benavidez,
Willmer Cerón Joaqui, Carlos Mauricio Duque Pastrana, Fernando Figueroa Medina,
Miguel Antonio Ordóñez Díaz, Orlando Crispín Lizcano, José Alexander Murcia,
Rubén Darío Garcés Murcia, Carlos Arturo Bustos López, y dos personas no
identificadas.

5.3. Teniente Coronel (r) Mario Hernán Duarte Méndez.

1891. Mario Hernán Duarte Méndez, identificado con cédula de ciudadanía No.
12.192.422, fue miembro del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”, según extracto
de hoja de vida, del 15 de junio de 2005 al 29 de noviembre de 2007, período en el cual
tuvo el grado de Mayor2076. Se desempeñó inicialmente como oficial de operaciones (S3)
entre junio de 2005 y junio de 2006 y posteriormente como Ejecutivo y segundo
comandante hasta el 29 de noviembre de 20072077. Duarte Méndez fue convocado a
rendir versión voluntaria por la Sala de Reconocimiento mediante Auto 231 de 18 de
diciembre de 2020 y escuchado en 3 sesiones los días 27 de abril, 28 de abril y 25 de
junio de 2021.

2074 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2075 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
2076 Ingresó al BIMAG con el grado de Capitán y el 1 de diciembre de 2005 asciende a Mayor.

2077 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: ¿y usted estuvo todo el tiempo en el batallón Magdalena

como jefe de operaciones? RESPONDIÓ: no, yo estuve de comandante de batallón, de jefe de operaciones
cuando llegué hasta prácticamente un año más o menos, más o menos desde el 15 de junio del 2005 hasta junio
de 2006, un año prácticamente. PREGUNTADO: ¿Fue jefe de operaciones? RESPONDIÓ: jefe de operaciones,
sí señor. PREGUNTADO: ¿Pero estuvo más tiempo en el batallón Magdalena? RESPONDIÓ: después de eso
recibí de segundo comandante, ejecutivo del batallón. PREGUNTADO: ¿hasta cuándo? RESPONDIÓ: Allí
estuve hasta noviembre del 2007, prácticamente estuve casi como un año y medio como ejecutivo”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario
Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.

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5.3.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1892. En el lapso en el que el compareciente se desempeñó como oficial de operaciones


la Sala tiene registro de que el Batallón presentó trece muertes en combates
simulados2078, mientras que, en el tiempo en el que fungió como ejecutivo y segundo
comandante reportaron 50 bajas en similares características2079. Así, durante su
permanencia en el BIMAG se registraron sesenta y tres personas muertas en
circunstancias cuestionadas, de las cuales veintinueve se ubican en el primer patrón
macrocriminal de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de
pertenencia a un grupo armado2080, cinco en el segundo de selección y atracción de
víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad2081 y veintinueve en el
tercero, de planeación y ejecución de operaciones ofensivas contra supuestas
actividades de delincuencia común y milicias de las FARC2082.

1893. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que tenía como finalidad
obtener beneficios personales y profesionales, procurando la búsqueda de personas
señaladas de pertenecer a grupos armados ilegales con el fin de darle apariencia de
legalidad. Duarte durante su versión voluntaria únicamente reconoció haberle dicho a
la tropa que no le servían las capturas, más no su participación y conocimiento en cada

2078 21 de octubre de 2005 (víctimas: John Jairo Hoyos Tarazona y Yesid Ortiz Paladines); 22 de marzo de 2006
(víctimas: Danilo Yepes Pineda y Saúl Ortiz Muñoz); 16 de mayo de 2006 (víctimas: Edier Magon Medina, José
Gustavo Patiño Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio Castro Sánchez y William Quintero Hernández); 22 de
mayo de 2006 (víctima: Jamir Burbano Jurado); y 7 de junio de 2006 (víctimas: Leidy Constanza Agudelo
Candela, Faisury Dorado Zapata y Juan Carlos Montenegro Hidrobo).
2079 26 de julio de 2006 (víctima: José Lizardo Vela Salazar); 26 de agosto de 2006 (víctima: Herney Felipe Gómez

López); 05 de septiembre de 2006 (Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno Quiroga y Yorman Anderson
Preciado Coquinche); 10 de octubre de 2006 (víctima: Germán Gurrute Daza); 11 de noviembre de 2006
(víctima: Jesús María Guevara Quinto); 18 de noviembre de 2006 (víctima: José Gregorio Cárcamo Vargas); 14
de diciembre de 2006 víctima: (José Misael Moreno Quiroga); 07 de enero de 2007 (víctimas: John Fredy Rengifo
Anacona y Eugenio Chito Gómez); 07 de enero de 2007 (víctimas: Giancarlo Rincón Cabrera y Jhon Fredy
Torres Rengifo); 13 de enero de 2007 (víctimas: Juan Esteban Fernández Quiroga, Querubín Durán Durán,
Albeiro Rivera Rivera y Luis Aníbal Restrepo Sánchez); 09 de febrero de 2007 (víctimas: Jesús Reinel Ortega y
Carlos Andrés García); 01 de marzo de 2007 (víctima: Ruberney Rincón Casanova); 05 de marzo de 2007
(víctimas: Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo
Bermúdez Acosta y Oscar Javier Moreno Urazán); 25 de marzo de 2007 (víctimas: Fredy Armando Pimentel,
Hodair Urriago Valderrama y Yerson Acosta Bernate); 08 de abril de 2007 (víctima: Elder Rodríguez Sánchez);
12 de abril de 2007 (víctima: Jorge Ignacio Sacanamboy); 26 de abril de 2007 (víctimas: Duberney Correa
Figueroa y Orlando Cuadrado Díaz); 25 de mayo de 2007 (víctimas: Luis Eduardo Girón Acosta y Jorge Eliecer
Cerón Girón); 14 de junio de 2007 (víctima: Silvestre Delgado Cuellar); 26 de junio de 2007 (víctima: Orlando
Rivera Artunduaga); 27 de julio de 2007 (víctimas: Juan Pablo Perdomo Montealegre y Yefersson González
Flórez); 15 de agosto de 2007 (víctimas: Albeiro Hernández Cerón y Aladino Ríos Sánchez-herido-); 01 de
septiembre de 2007 (víctimas: Gildardo Luis Farfán Castaño y José Daniel Joaqui Chilito); 14 de septiembre de
2007 (víctima: Joselo Sánchez Sarria); 14 de septiembre de 2007 (víctimas: Jaime Galvis, Óscar Gálvez Nova y
Yovin Smith Carvajal); 06 de octubre de 2007 (víctimas: Jamir Antonio Peña Peláez y PSI); y 08 de octubre de
2007 (víctimas: Cristóbal Barrera Narváez y Jaime Martínez Rodríguez).
2080 4 como oficial de operaciones y 10 como Ejecutivo y segundo comandante.

2081 4 como ejecutivo y segundo comandante.

2082 1 como oficial de operaciones y 13 como ejecutivo y segundo comandante.

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uno de los hechos que durante su permanencia en el BIMAG ocurrieron.2083

1894. A continuación se dará cuenta de la responsabilidad de Duarte por la ejecución


de estos patrones, tras ser señalado por otros militares como ejecutor e impulsor de las
bajas en supuestos combates mientras estuvo en el BIMAG.

5.3.2. Aportes esenciales del compareciente patrones determinados por la Sala.

1895. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales, señalamiento
grupo armado, víctima en condición de vulnerabilidad y señalamiento delincuencia
común.

5.3.2.1. Como comandante del BIMAG planeó y promovió la realización de


operaciones militares ilegales.

1896. Previo a la emisión de una orden de operaciones o misión táctica señala el Mayor
Duarte que le corresponde al oficial de inteligencia (S2) hablar la información con el
comandante del Batallón, para que ambos la evalúen, la corroboren y posteriormente el
comandante de la unidad sea el que se encargue de informarla al oficial de operaciones
(S3), quien a su vez tiene la responsabilidad de realizar la documentación y alistar al
personal y el material que utilizará la tropa en el desarrollo de la misión.2084 Al respecto
conoce la Sala que los oficiales de las secciones de inteligencia y operaciones eran
quienes se encargaban de planear todas las operaciones dado que su trabajo era

2083 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: Gracias magistrado, una única pregunta señor Mario
¿cree usted que esa expresión que usted dijo en la reunión con los cuadros de que no servían las capturas llevó
a que se presentará la muerte de los señores Saúl Ortiz y Daniel Yépez? RESPONDIÓ: digamos doctora esa
expresión digamos mal empleado digámosle así, mal expresada, no indica que debió serlo así porque es que
quién hace el desarrollo de las operaciones digámoslo así es quien tiene la consciencia y dice bueno a mí me
dijeron eso, pero si es consciente puede decir no, eso es una captura, o sea pienso yo que una expresión
no puede cambiar en el comandante de pelotón la acción”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.
2084 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: Está el jefe de operaciones y está el jefe de inteligencia y

está el comandante del Batallón, entonces por lo que usted nos cuenta no todo lo hablaba usted con el jefe de
inteligencia, digamos que ¿el canal pasaba al comandante de Batallón y luego baja usted? RESPONDIÓ: claro,
la inteligencia la maneja S2 y el comandante del batallón, entonces ellos le dicen ‘comandante de batallón, hay
esta información’ entonces ellos se reúnen, la evalúan, corroboran la información, muchas veces uno como 2
no sabe qué están manejando allá o qué inteligencia tiene entonces el comandante le dice a uno bueno vamos
a hacer una operación alisté personal alisté tal unidad entonces uno empieza la parte 1 alisté tal personal que
todo el mundo tenga el material completo que alistar de pronto los vehículos que pedir las raciones que pedí
la alimentación es todo lo que tenga que ver con el desarrollo de la operación Pero la inteligencia el canal
del s2 comandante del batallón muchas veces hay cosas que uno no se entera de hecho yo le comentaba
ahorita del comandante del batallón una cosa que sólo la manejaba él una operación una inteligencia que
solamente la manejaba él entonces le dice a uno bueno haga la orden de operaciones así y se hace la orden
de operación de acuerdo a la Norma que él dijo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.

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coordinado.2085

1897. En el marco de la planeación de las operaciones el oficial Duarte Méndez,


señalaron los comparecientes, era quien se encargaba de escoger y movilizar los
pelotones y compañías en la zona2086 dependiendo del organigrama que él llevaba2087,
además afirmaron que era el promotor de la presentación de resultados operaciones
con bajas en supuestos combates, para lo cual, junto con el oficial de inteligencia
solicitaba a la tropa no reportar víctimas con vida al Batallón.2088 Ejemplo de ello es el
hecho del 22 de marzo de 2006 donde fueron asesinados los señores Danilo Yepes
Pineda y Saul Ortiz Muñoz, pues el Sargento Primero Fernando Riveros Sarmiento
recordó en su versión voluntaria que los soldados tuvieron que montar un observatorio
en el sector Bruselas para poder darlos de baja con cierta apariencia de legalidad2089

“(…) prácticamente la orden que dieron era que tocaba como fuera, como fuera darlos de baja, que
esa orden la dieron directamente desde el Batallón, y eso es ahora operaciones la manejó el 2, la
sección segunda con el 3, ellos fueron los que dieron la orden que tocaba como fuera darlos de
baja, no, no querían vivos (…) Esa orden específicamente estaba era el mayor Duarte Méndez
Mario era el que decía, yo no, así como hablaba él, me perdonan la palabra que él decía, él utilizaba

2085 Fernando Riveros Sarmiento: “[...] la sección segunda, junto al 3 planearon esa, esa misión táctica del 22 de
marzo” [de 2006]. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2086 Albeiro Rojas Bocanegra: “[...] entonces a las 8 de la noche el mayor Duarte me dio la orden me dijo Goliat

1 se tienen que mover para el silencio, entonces un soldado, me acuerdo tanto, me dijo, mi cabo ya tenemos
coordenadas de ese sitio no vayamos, yo le dije, no hay que ir, yo estaba recién llegado y yo dije no pues hay
que irnos para el silencio [...]”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Albeiro Rojas Bocanegra. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0241.
2087 Carlos Andrés Mahecha Bernal: “[...] mi superior inmediato era el oficial de operaciones yo me entendía

era con el oficial de operaciones que era mi mayor Duarte Méndez Mario. Él era el que pues, el oficial de
operaciones allá es como el que mueve las compañías, mueve los pelotones, mira allá en el organigrama dónde
está este pelotón, donde pernoctó este pelotón, él es el que por radio le dice al pelotón muévase para acá,
váyase para allá o venga acá [...]”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2088 Fernando Riveros Sarmiento: “[…] prácticamente la orden que dieron era que tocaba como fuera, como

fuera darlos de baja, que esa orden la dieron directamente desde el Batallón, y eso es ahora operaciones, la, la
manejó el 2, la sección segunda con el 3, ellos fueron los que dieron la orden que tocaba como fuera darlos de
baja, no, no querían vivos […] Esa orden específicamente estaba era el mayor Duarte Méndez Mario era el que
decía, yo no, así como hablaba él, me perdonan la palabra que él decía, él utilizaba una palabra que decía era
siempre “vale chiche de culebra”, “vale chiche de culebra”, eso, mátenlos, eso “vale chiche de culebra” él decía,
eso no pasa nada [...]”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2089 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿el objetivo del observatorio era identificar a esa persona,

detenerla, o darla de baja? RESPONDIÓ: la misión que dieron en el batallón puntual era darlos de baja.
PREGUNTADO: ¿quién le explicó que había que darlos de baja? RESPONDIÓ: cuando nos reunieron en el
batallón, el teniente Félix Araque y el Mayor Duarte Méndez Mario que era el de operaciones, el teniente
Araque que era el de la sección segunda, el sargento Carrillo también estaba ahí interviniendo porque era
prácticamente fue el que participó en la operación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.

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una palabra que decía era siempre ‘vale chiche de culebra’, ‘vale chiche de culebra’, eso, mátenlos,
eso ‘vale chiche de culebra’ él decía, eso no pasa nada (…) prácticamente no se pueden traer vivos,
era traerlos muertos.”2090 (negrillas agregadas).

1898. Así mismo, el teniente Carlos Andrés Mahecha Bernal frente a ese hecho recordó
que se armó revuelo donde asesinaron a las víctimas en el sector, porque no eran
exguerrilleros como había reportado el Ejército y reprendió a los encargados de la
operación por no haber simulado de manera convincente el combate y les habría dicho:
“mire lo que ustedes hicieron, hicieron las cosas mal hechas, eso de poner a gente nueva (…)”.

5.3.2.2. Responsabilidad por presionar la presentación de resultados operacionales


ilegales.

1899. El compareciente aseguró nunca haber advertido durante su permanencia en el


BIMAG la presión por resultados. A su juicio las manifestaciones en los programas
radiales, por ejemplo de Brigada, respecto de los resultados de otros batallones y que
de alguna manera se le hiciera el reclamo a quienes no hacían reportes, prima facie, no
constituían una presión para que la tropa presentara resultados.2091 No obstante, la
mayoría de versiones voluntarias, incluso las de otros oficiales integrantes de la plana
mayor en el mismo periodo en el que Duarte se desempeñó en el BIMAG, contradicen
esa afirmación. Por el contrario, los comparecientes relataron de forma consistente que
las presiones para la presentación de resultados, especialmente muertes en combate,
eran constantes.2092

2090Ibidem.
2091 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: Quisiera preguntarle si durante el tiempo que estuvo
cómo jefe operaciones advirtió la existencia de, a sus superiores de presión por bajas de que había que dar
bajas. RESPONDIÓ: Digamos no mientras yo fui comandante o estuve de 3 yo nunca nunca, digamos, tuve esa
presión o que alguien me dijera es que tiene que hacer bajas no yo no lo no lo tuve cuando fui comandante
digo oficial de operaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.
2092 César Augusto Vásquez Ordoñez: “PREGUNTADO: Y, ¿usted recuerda, de eso que escuchó, de la

necesidad de dar bajas? RESPONDIÓ: Sí, señor Magistrado. Eso era frecuente, eso era el comandante de la
Brigada, ese era el pan de todos los días. PREGUNTADO: ¿Cómo así? RESPONDIÓ: Me explico, él siempre:
“que tal pelotón, que sus resultados, que tal pelotón no ha hecho nada”. O sea, siempre era presionando a la
gente. De que tenían que dar resultados, resultados, resultados, resultados. PREGUNTADO: ¿El Comandante
de la Brigada? RESPONDIÓ: El Comandante de la Brigada al comandante del Batallón y el comandante del
Batallón hacía lo mismo con los comandantes de las Compañías. PREGUNTADO: Y, usted recuerda, en ese
momento, ¿quién era el comandante de la Brigada? RESPONDIÓ: Pues habían, como le digo, en esos 8 años
hubieron bastantes. Que yo recuerde, estuvo mi Coronel Asprilla, un tal Villamizar y así que yo recuerde pues
uno, no… PREGUNTADO: Y, cuando usted tuvo la oportunidad de escuchar esos programas, y era el tema de
las bajas, ¿qué se decía del tema de las bajas? RESPONDIÓ: Siempre era ‘hay que buscar al enemigo’, ‘que los
resultados’, ‘que nos están presionando’, ‘que el Batallón lleva tres-cuatro meses sin resultados’, eso era lo que
yo escuchaba por radio. PREGUNTADO: Y, ¿usted escuchó alguna vez que existiera algún tipo de ranking o
de competencia entre las Unidades por el tema de las bajas? RESPONDIÓ: Siempre, por lo menos el Batallón
Magdalena o en el Batallón Pigoanza, siempre, sí. Cuando no era uno era el otro. El coronel era ‘vea que el
Batallón Pigoanza nos cogió ventaja’, ‘que mire que esto’, era lo que yo escuchaba.”
VV Sandro Alexander Trujillo: “PREGUNTADO: ¿De todo el paso que estuvo en el batallón Magdalena
durante que años usted sintió esa presión por resultados? ¿Cuáles fueron los años en los que usted dice, mire

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1900. Como ejemplo de lo anterior se tiene lo manifestado por el sargento Riveros


Sarmiento, quien recordó que “mi mayor Duarte Méndez Mario, era uno que ese señor era
como un ringlete, presionando por resultados, que era el jefe de operaciones, el tres, y era el
que le decía, ‘ah, que se murió fulano’ me disculpan la expresión que él decía ‘eso vale chicha de
culebra’”. Adiciona el sargento que dada la presión y las comparaciones con el Batallón
de Infantería No. 26 “Cacique Pigoanza”, “las bajas eran como los goles”, entre más goles
mayor reconocimiento y mejor puntuación en el ranking de la Brigada y del Ejército.2093

1901. Este tipo de manifestaciones del señor Duarte Méndez, en el contexto en que se
produjeron, fueron significativas para generar o mantener la impresión en los
integrantes de los pelotones, en especial del grupo motorizado, que la presentación de
muertes en combate era el único resultado de importancia para los altos oficiales del
batallón y que no importaba si esos reportes se hacían por medio la simulación de
supuestos enfrentamientos armados y del homicidio de personas fuera de combate.

5.3.2.3. Responsabilidad por dirigir reuniones para la presentación de bajas fuera de


combate y proporcionar el material de guerra que debía ser implantado a las
víctimas.

1902. Comparecientes como Fernando Riveros, Carlos Andrés Mahecha Bernal y


Jimmy Giraldo Marín señalaron al mayor Duarte también como la persona encargada
de reunir a los comandantes de pelotón para solicitarles por un lado las bajas fuera de
combate y por otro, para entregarles el material de guerra que se le debía implantar a
las víctimas.

fueron los años donde más se sintió esa presión? RESPONIDIÓ: 2002 hasta creería yo que el 2007
PREGUNTADO: ¿cómo se sentía que había esa presión? ¿Cómo sabía usted que había esa presión?
RESPONIDIÓ: esa presión por que como ya le indiqué por radio le recalcaban mucho al Comandante de
pelotón o por lo que yo escuché por radio PREGUNTADO: ¿Durante el tiempo que usted estuvo en el BIMAG
tuvo conocimiento de que se presentaran este fenómeno de bajas ilegítimamente presentadas como bajas en
combate? RESPONIDIÓ: Si claro… si claro, creo que por la motorizada comenzó eso… comenzó la vergüenza
de la compañía B, que esa siempre había tenido un buen nombre, pero a raíz de eso pues… no…. Cambio”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0238.
Arley Suárez Cerquera: “[…] Ahora, si me preguntan en este momento y me remito a lo que dije del permiso,
pensaría que como no daba resultados, no salía a permiso […] PREGUNTADO: Y digamos, desde esa
deducción suya ¿usted considera que esa era una forma de exigir o realizar una presión indirecta para la
producción de bajas? RESPONDIÓ: Puede ser, sí, sí.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Yeison Lozano Cerquera. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0270.
2093 Fernando Riveros Sarmiento: “comenzó como una competencia que eso fue como mal llevado porque eso

comenzaron a competir al que más, como un partido de futbol como el que más goles hiciera, para mi esa vaina
también llevó a cometer varios errores [...] PREGUNTADO: en la analogía que usted uso ¿qué contaba como
un gol? RESPONDIÓ: el que más hiciera bajas, bajas en combate doctor, el que más hiciera resultados
operacionales”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.

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1903. Carlos Mahecha recuerda como ejemplo que para el hecho de marzo de 2006 el
compareciente se reunió con él, con Riveros Sarmiento, con el subteniente Félix Juan
Carlos Araque Leal y con dos informantes, para indicarles que habría una operación de
3 días y que debían montar puestos de observación porque llegarían al sector de
Bruselas unos integrantes del frente 13 a cobrar una extorsión, para lo cual Duarte
Méndez le entregó a Riveros una bolsa con el armamento que en sus propias palabras
era “por si la guerrilla se queda sin armas”.2094

“Cuando yo ya veo que mi mayor saca del escritorio una bolsa y se la pasa a mí primero, entonces
yo me quedo, bueno, me dio por mirar y pues había dos armas y había dos granadas y yo “¿y esa
vaina para qué es? Entonces ya me dicen no, es que venga, es que si los guerrilleros no tienen
armamento toca darlos de baja y ponerla (...) yo dije, bueno, está bien, pero dentro de mí yo
también lo vi sano, yo dije bueno, pues sí es guerrilla, pues démosles, estamos en un país y
estamos en guerra pues yo no lo vi mal”. (negrillas agregadas)

1904. Sobre la reunión Riveros indicó que en ella Duarte les hizo el bosquejo de la
maniobra, les entregó a los 2 guías que acompañarían la misión2095 y les proporcionó 2
“kits de legalización” que sacó directamente de su escritorio.2096

1905. Los elementos para la simulación del combate o “kits de legalización” eran
proporcionados por los mismos miembros de la plana mayor del batallón o comprados
en colectas hechas por los soldados, a fin de dar apariencia de legalidad a la operación,
garantizando que quienes asesinaban a las víctimas tuvieran el respectivo armamento
que permitiera dar apariencia de legalidad a lo ocurrido. Aunque el compareciente
negó los señalamientos de Mahecha y Riveros así como el conocimiento de la expresión
“kit” o “kit de legalización”, era común en el Batallón de Infantería No. 27 Magdalena

2094 Carlos Hernán Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: entonces volvamos a esa reunión. En esa reunión estaba
esos dos informantes y las otras personas que usted nos ha indicado ¿esos informantes dijeron algo en la
reunión? RESPONDIÓ: no, que solamente ellos nos iban, no, ya cuando se termina la reunión yo lo si les
pregunté cómo era el enemigo, las preguntas que uno siempre hace cuando va a salir una operación, dijo ’no
mi teniente, despreocúpese que no sé, qué vamos a ir a…’ [...] RESPONDIÓ: cuando yo llegué solamente me
comentaron que iba a ver una operación de 3 días. PREGUNTADO: ¿quién le comentó eso? RESPONDIÓ: el
mayor Duarte, de la operación que era una operación de 3 días, que alistara el pelotón con tres días de ración,
que se iba a montar durante esos 3 días un observatorio, que ahí iban a llegar integrantes del frente 13 a cobrar
extorsiones [...] y ahí fue cuando ya el saca, del cajón, saca un bolso y se lo pasan a mí primero Riveros y en
ese bolso ya fue cuando yo ya le explicó que van dos armas y van dos granadas, entonces ya yo ya ¿para qué?,
’eso es que por si la guerrilla se queda sin armas’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2095 Fernando Riveros Sarmiento: “nos reúnen en el dos con el teniente Araque Félix, y nos hacen el bosquejo

de la maniobra, que hay una presencia sobre el área general de Bruselas, inspección de la vereda Kennedy, que
la idea era ir a montar dos observatorios en dos puntos diferentes, ahí nos entregaron dos guías, no tengo idea
de quienes eran porque prácticamente lo básico fue, acá es el punto y eso fue lo que se hizo”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando
Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2096 Fernando Riveros Sarmiento: “para la operación que estamos inmersos en el problema el señor Duarte

Méndez Mario sacó dos kits, como él les llamaba, del escritorio de él, el sacó las armas del escritorio de él, y le
entregó dos armas a la patrulla. PREGUNTADO: ¿y eso se llamaba el kit de legalización? RESPONDIÓ: él
decía. PREGUNTADO: ¿él usaba esa expresión kit de legalización? RESPONDIÓ: si, él decía, así decía, ’aquí
está el kit‘, llévenlo. Eso lo entregó el Mayor Duarte Méndez Mario, nos lo entregó”.

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llevar el armamento a implantar a las víctimas.2097

5.3.2.4. En su condición de integrante de la plana mayor lideró la coordinación de


declaraciones que rendirían sus subalternos.

1906. En su versión voluntaria Riveros Sarmiento también indicó que los integrantes
de la oficina de inteligencia, junto con el TE Mahecha y el jefe de la sección de
operaciones, Mario Duarte2098, proporcionaban el relato que los soldados debían rendir
ante la oficina jurídica del batallón y ante la Juez Penal Militar del momento. Según él,
los reunían generalmente al día siguiente de los hechos en el kiosco del Batallón para
cuadrar la versión de los hechos2099 y era el teniente quien se encargaba de transmitir lo

2097 VV Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿usted alguna vez escuchó la expresión kit de
legalización? RESPONDIÓ: si, hablaban de un botiquín doctor […] PREGUNTADO: ¿y eso se llamaba el kit
de legalización? RESPONDIÓ: él decía. PREGUNTADO: ¿él usaba esa expresión kit de legalización?
RESPONDIÓ: si, él decía, así decía, “aquí está el kit” llévenlo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
Jaiber Méndez: “PREGUNTADO: usted nos mencionó o utilizó la palabra kit, que habían llevado el kit para
esas personas, ¿qué componía ese kit? RESPONDIÓ: normalmente le llamaban el kit era a lo que era el
armamento, en el caso mío, el que yo estuve le pusieron un bolso con unos explosivos, un cordón detonante,
algo así por el estilo y el arma que cargaba el muerto, el kit se componía de eso, del arma, de los proveedores
o de la munición que llevara y lo complementario”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
José Roldán López Cerón: “PREGUNTADO: ¿que incluía ese kit? RESPONDIÓ: siempre incluía un arma corta,
llámese de revólver, pistola o una subametralladora o un fusil y de pronto cordón detonante, cargas huecas,
de pronto algunas cositas que no no recuerdo en este momento que también iban ahí en el kit.” Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán
López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
2098 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿quién definió quiénes iban a ir a esa reunión para

coordinar las versiones? RESPONDIÓ: a mí me recuerdo, que uno de ellos fue mi capitán Mahecha, creo que
ahí hizo mucho énfasis el mayor Duarte Méndez Mario. PREGUNTADO: ¿quién fue el que les dijo que tenían
que decir? RESPONDIÓ: por eso vuelvo y repito el capitán Mahecha y el teniente Félix Araque y el mayor
Duarte Méndez Mario, para que todo el mundo diera la misma versión y no hubiera controversia, eso era
básicamente lo que le decían a uno que hiciera”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2099 Fernando Riveros Sarmiento: “PREGUNTADO: ¿usted fue llamado luego a rendir algún tipo de

declaración? RESPONDIÓ: si señor. PREGUNTADO: ¿y que dijo? RESPONDIÓ: prácticamente lo que les estoy
contando, prácticamente yo rendí la versión que estoy diciendo, esto que les estoy diciendo acá si no lo dije
allá, o sea yo prácticamente seguí con la versión, a nosotros nos reunieron el teniente Mahecha, el mayor Duarte
Méndez y los del dos para que dijéramos las versiones o sea prácticamente le daban a uno la orden de lo que
se debía decir y eso fue lo que se hizo. PREGUNTADO: ¿cuándo ocurrió esa reunión? RESPONDIÓ: eso fue
como…no me acuerdo si fue al otro día de que llegamos, al batallón cuando ya comenzaron que tocaba ir al
juzgado penal militar a rendir versiones. PREGUNTADO: ¿dónde fue esa reunión? RESPONDIÓ: en el
batallón, no recuerdo en qué punto específico, para cuadrar versión. PREGUNTADO: ¿en el comando del
batallón, en los alojamientos de los soldados…? RESPONDIÓ: si me trato de acordar, creo que fue en un kiosco
que hay allá. PREGUNTADO: ¿la reunión posterior a los hechos fue exactamente con las mismas personas de
la planeación, o sea con los que les dijeron que…? RESPONDIÓ: si con los que nos dijeron que la operación

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coordinado a los soldados que serían llamados a declarar2100, pues así lo han confirmado
los señores José Wilson Orrego Noreña y César Augusto Vásquez Ordoñez.

“(…) En este momento, el señor teniente Mahecha nos da la orden de dar una declaración que no
fue la que ocurrió allá, no fueron los hechos que ocurrieron en este sitio. A mí me dio la orden de
dar una falsa declaración, me dio la orden de que cuando fuera declarar dijera que habíamos
llegado que habíamos montado un puesto observatorio y que yo había visto salir cuatro sujetos de
una casa que uno había salido hacia sector donde estábamos nosotros y ya nos habían comenzado
a disparar y que los otros tres se habían lanzado al caño y se desaparecieron (…)”.2101

1907. Por otro lado, una vez el Mayor Mario Duarte empezó a fungir como Ejecutivo
y Segundo comandante tenía la responsabilidad de evaluar al jefe de la sección jurídica
del Batallón y para ello se fijaba en el número de declaraciones que recibía y cuántas
investigaciones adelantaba, aseguró el compareciente en este punto que el desempeño
de quien ocupó dicho cargo fue bueno.2102

1908. Respecto de las determinaciones que tomaba el jefe de la sección jurídica,


únicamente recuerda el compareciente las de archivo y que por ello ya había avance,2103

que se va a desarrollar es esta, esta y esta. PREGUNTADO: y en esa reunión posterior ¿qué les dijeron ellos?
RESPONDIÓ: no, hasta ese momento, prácticamente maneja que es una orden de operaciones bien hecha, y
ellos contentos y sacando pecho”
2100 VV César Augusto Vásquez Ordoñez: “En el Batallón, el Coronel hasta calle de honor nos tenían […]

Después, no me acuerdo si fue al siguiente día, al otro día, el Teniente nos llamó hacia el Comando. Ahí fue
cuando nos dijo: “ustedes tienen qué decir esto, esto y esto”, ahí fue cuando nos dijo que teníamos que decir
que era un combate, que teníamos que decir que nos habían hostigado, o sea, nos puso a decir mentiras”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
José Wilson Orrego Noreña: “[…]Él nos dio la orden que dijéramos en la declaración que había sido un combate
de encuentro y nunca fue lo que sucedió en este sitio por eso yo hoy vine a ver si, me acerqué aquí, llegué a
decir la verdad y aceptar mi culpabilidad por haber dado por haber cumplido la orden de dar una falsa
declaración”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Wilson Orrego Noreña. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0237.
2101 Ibidem.

2102 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: ¿Cuál era el criterio para evaluar el jefe de la sección

jurídica del batallón? RESPONDIÓ: para él, cómo… qué gestión había hecho, por ejemplo, en adelantar
declaraciones, en adelantar las investigaciones, de hecho, nosotros teníamos reuniones, yo creo que ya lo
mencione ahorita en la vez anterior, cada mes teníamos una revisión por parte de la brigada en todos estos
aspectos, entonces se tenía en cuenta todo esto, la rendición de documentación, cómo se había desempeñado
de pronto también o cómo había adelantado o cuántas investigaciones o declaraciones había adelantado, todo
lo que tiene que ver con el adelanto de todas estas investigaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.
2103 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: ¿Recuerda qué tanto avanzaban esas investigaciones? es

decir ¿la sección jurídica adoptaba alguna determinación en las investigaciones, que como usted nos ha
indicado en respuestas anteriores, se iniciaban de oficio después de los resultados reportados como muertes
en combate? RESPONDIÓ: Doctor, yo pienso que o yo creo, bueno ahorita no podría decirle exactamente cuál
fue el desempeño, pero yo creo que el desempeño era un buen desempeño, en sentido de que tenía
declaraciones. [...] PREGUNTADO: ¿Recuerda que se hayan tomado determinaciones que pusieran, sin alguna
investigación o que avanzaran de etapa? Entiendo que estas investigaciones se iniciaban en la etapa preliminar,

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lo que indica que el compareciente Mario Hernán Duarte consideraba satisfactorio que
no se avanzara en el esclarecimiento de lo ocurrido en las operaciones y que terminaría
beneficiando a los involucrados en los hechos a través del cierre de las investigaciones
por las operaciones que se realizaron mientras fue oficial de operaciones. 2104 En
consecuencia, se observan bases suficientes para estimar que existía una presión por
parte del señor Duarte para que se presentaran resultados ilegales y la intención de
ocultar su actuar y el del batallón coordinando los relatos de los soldados.

5.3.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1909. El compareciente Mario Duarte Méndez participó conscientemente y de manera


determinante de un plan criminal que buscaba dar muerte a civiles para presentarlos
como miembros de grupos al margen de la ley. Su participación consistió en liderar la
planeación de las operaciones ilegales, la entrega del material de guerra que debía ser
implantado a las víctimas, la presión por resultados y el instituir una competencia entre
los pelotones y compañías. Además, impartió instrucciones sobre el sentido de las
declaraciones que debían rendir los soldados en el marco de las investigaciones que
sobre estos resultados operacionales se hacían.

1910. Mientras el Mayor Duarte Méndez fue oficial de operaciones las lideró e
intervino directamente sobre la forma como procedían quienes asesinaban a personas
fuera de combate, obviando su obligación de salvaguardar la integridad física de las
víctimas, respetando y protegiendo sus derechos. Así, sin su determinante accionar los
comandantes de batallón no hubieran podido presentar bajas en combate cuando a
nivel nacional en el Ejército Nacional ya se exigían este tipo de resultados operacionales
como un indicador de éxito para la seguridad en el país.

1911. Así las cosas, existen bases suficientes para considerar que Mario Hernán Duarte

en averiguación de responsables. ¿Recuerda que la sección jurídica del batallón haya adoptado alguna
decisión, bien sea de archivo o de abrir una investigación formal? RESPONDIÓ: Doctor recuerdo sí, recuerdo
que la oficina jurídica de pronto en la parte disciplinaria se archivaron algunos casos, o sea, no podría en
específico decir cuales casos, pero si había casos donde se cerraba digamos una investigación en la parte
disciplinaria, entonces, no podría yo decir en este momento cuales exactamente, pero si había avance”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Mario Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0483.
2104 Mario Hernán Duarte Méndez: “PREGUNTADO: Le pregunto esto justamente señor Duarte, porque la

información que han dado otros comparecientes es que esas investigaciones disciplinarias no avanzaban, que
esas investigaciones siempre se quedaban siempre en la etapa preliminar. ¿Usted cómo evaluador del oficial
jurídico del batallón del jefe de la sección jurídica del batallón hacia seguimiento al estado de esas
investigaciones, al avance de las investigaciones? RESPONDIÓ: Si, correcto, doctor de hecho nosotros también
teníamos reuniones en la brigada, en la parte jurídica, a nosotros nos citaban a la brigada, la brigada también
estaba pendiente de todas estas investigaciones, nosotros teníamos reuniones jurídicas en la novena brigada
en Neiva, entonces cada vez que había una reunión, pues antes de la reunión también se verificaba el estado
de todas esas investigaciones y el comandante del batallón también estaba al tanto digamos de eso, del
desarrollo de adelantar esas investigaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Mario Hernán Duarte Méndez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0483.

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Méndez era consciente de: i.) la situación de conflicto armado que se presentaba en el
departamento del Huila ii.) de que ninguna de las muertes reportadas había ocurrido
en el marco de un combate y iii.) que las víctimas eran civiles. Su participación se dio
desde la planeación de las operaciones con la realización de las órdenes o misiones
tácticas con las que se adelantaban las acciones militares irregulares; en la ejecución con
la presión para la obtención de resultados operacionales ilegales y la entrega del
material de guerra que se les implantaría a los cadáveres y en el encubrimiento con la
concertación de falsas declaraciones ante la oficina jurídica del batallón y la Justicia
Penal Militar.

1912. Por el rol que cumplió el compareciente en el Batallón de Infantería No. 27


“Magdalena”, inicialmente como oficial de operaciones, luego como Ejecutivo y
segundo comandante, se aprecian también bases suficientes para concluir que su
liderazgo fue determinante para el surgimiento y la consolidación de los tres patrones
macrocriminales identificados por la Sala. Las órdenes que impartió y sus actuaciones
fueron aportes esenciales para su diseño, su difusión, su permanencia y su
encubrimiento. Ello permite identificar a Duarte Méndez como máximo responsable

1913. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2105 de Albeiro Hernández
Cerón, Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez
Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán, José Gregorio
Cárcamo Vargas; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona
protegida y con el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad 2106 de 63
personas, Danilo Yepes Pineda, Saúl Ortiz Muñoz, John Jairo Hoyos Tarazona, Yesid
Ortiz Paladines, Jamir Burbano Jurado, Edier Magón Medina, José Gustavo Patiño
Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio Castro Sánchez, William Quintero Hernández,
Leidy Constanza Agudelo Candela, Faisury Dorado Zapata, Juan Carlos Montenegro
Hidrobo, José Misael Moreno Quiroga, Jamir Antonio Peña Peláez, Fredy Rengifo
Anacona, Eugenio Chito Gómez, Albeiro Hernández Cerón, Joselo Sánchez Sarria,
Ruberney Rincón Casanova, Cristóbal Barrera Narváez, Jaime Martínez Rodríguez,
Jaime Galvis, Óscar Gálvez Nova, Yovin Smith Carvajal, Dagoberto Charry Osorio,
Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez
Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán, Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago
Valderrama, Yerson Acosta Bernate, José Gregorio Cárcamo Vargas, José Lizardo Vela
Salazar, Herney Felipe Gómez López, Juan Pablo Perdomo Montealegre, Yefersson
González Flórez, Germán Gurrute Daza, Duberney Correa Figueroa, Orlando
Cuadrado Díaz, Giancarlo Rincón Cabrera, Jhon Fredy Torres Rengifo, Omar Fabio
Huanga, Hugo Fernando Moreno Quiroga, Yorman Anderson Preciado Coquinche,
Jesús María Guevara Quinto, Jesús Reinel Ortega, Carlos Andrés García, Elder
Rodríguez Sánchez, Luis Eduardo Girón Acosta, Jorge Eliecer Cerón Girón, Silvestre
Delgado Cuellar, Orlando Rivera Artunduaga, Gildardo Luis Farfán Castaño, José
Daniel Joaqui Chilito, Juan Esteban Fernández Quiroga, Querubín Durán Durán,

2105 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2106 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Albeiro Rivera Rivera, Luis Aníbal Restrepo Sánchez, Jorge Ignacio Sacanamboy y dos
personas no identificadas; y con el delito de tentativa de homicidio2107 de Aladino Ríos
Sánchez.

5.4. Teniente Coronel (r) Omar Oswaldo Ojeda Oliva.

1914. Omar Oswaldo Ojeda Oliva, identificado con cédula de ciudadanía No.
98.342.015 y sometido a la Jurisdicción Especial para la Paz mediante Acta No. 304005,
fue miembro del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”, según extracto de hoja de
vida, del 25 de octubre de 2006 al 30 de diciembre de 2008. Sin embargo, en diligencia
de versión voluntaria indicó que formalmente ingresó al BIMAG el 1 de diciembre del
20062108 y salió el 20 de agosto de 20082109, periodo en el cual tuvo el grado de Mayor. Se
desempeñó entre el 1 de diciembre de 2006 y el 21 de diciembre del 2007 como oficial
de operaciones (S3)2110 y posteriormente por disposición del comando del Ejército pasa
a ser Ejecutivo y segundo comandante hasta el 20 de agosto de 20082111. Ojeda Oliva fue
convocado a rendir versión voluntaria por la Sala de Reconocimiento mediante Auto
230 de 18 de diciembre de 2020 y escuchado en 3 sesiones los días 15 de febrero, 16 de
febrero y 25 de marzo de 2021.

5.4.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1915. Durante el periodo que el compareciente fungió como oficial de operaciones del

2107 Código Penal. Artículos 103 y 27.


2108 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “De allí salí trasladado al batallón de infantería número 27 Magdalena con
sede en Pitalito desde el 25 octubre de 2006 que era la fecha del traslado. Yo salí con vacaciones y 5 días de
permiso, era casado entonces manejaba el tema de los 5 días para la instalación de la familia […] yo llegué al
batallón…yo me presenté el 01 de diciembre del año 2006, me presenté ya al señor coronel Rodríguez”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
2109 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “pero yo salí de la unidad el día 20 de agosto del año 2007 [sic] con una

comisión hacia el exterior y mi comandante era el señor teniente coronel Pinto Lizarazo Marcos Evangelista”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
2110 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: […] Entonces para tener claridad sobre esto, ¿usted fue jefe

de operaciones todo el tiempo bajo el mando del coronel Rodríguez? RESPONDIÓ: sí, hasta diciembre que yo
recibí el Ejecutivo, yo recibí el Ejecutivo el 21 de diciembre 2007, ya para esa época llegó el mayor Álvarez que
fue designado como comandante de operaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2111 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “como tal yo continuaba siendo orgánico del BIMAG, pero como comisión de

estudios yo fui seleccionado por el comando del Ejército para una comisión en el exterior y viajé, me presenté
el 25 de agosto en Bogotá y estuve hasta mediados de octubre fuera del país y cuando llegué nuevamente a
Bogotá ya fui traslado al comando de la Brigada 29 de Popayán”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.

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batallón se registran cuarenta y seis muertes en supuestas bajas en combate2112, mientras


que en el lapso que se desempeñó como ejecutivo y segundo comandante reportaron
treinta bajas en las mismas características2113. Así, cuando se desempeñó en el batallón
se registraron en total setenta y seis muertes cuestionadas, de las cuales veinticuatro
corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado2114, doce al segundo de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad2115
y cuarenta al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de
delincuencia común y/o milicias2116.

1916. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que tenía como objetivo obtener
beneficios personales y profesionales, procurando la búsqueda de personas señaladas
de pertenecer a grupos ilegales con el fin de darle apariencia de legalidad a los combates
simulados que presentaba el batallón. En diligencia de versión voluntaria la
Magistratura abordó once de esos hechos2117 y si bien el compareciente no reconoció su
ilegalidad, otros militares sí y adicionalmente lo señalaron como partícipe e impulsor

2112 14 de diciembre de 2006 (víctima: José Misael Moreno Quiroga); 07 de enero de 2007 (víctimas: John Fredy
Rengifo Anacona y Eugenio Chito Gómez); 07 de enero de 2007 (víctimas: Giancarlo Rincón Cabrera y Jhon
Fredy Torres Rengifo); 13 de enero de 2007 (víctimas: Juan Esteban Fernández Quiroga, Querubín Durán
Durán, Albeiro Rivera Rivera y Luis Aníbal Restrepo Sánchez); 09 de febrero de 2007 (víctimas: Jesús Reinel
Ortega y Carlos Andrés García); 01 de marzo de 2007 (víctima: Ruberney Rincón Casanova); 05 de marzo de
2007 (víctimas: Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús
Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán y José Yesid Farfán Ortiz -ileso-); 25 de marzo de 2007
(víctima: Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago Valderrama y Yerson Acosta Bernate); 08 de abril de 2007
(víctima: Elder Rodríguez Sánchez); 12 de abril de 2007 (víctima: Jorge Ignacio Sacanamboy); 26 de abril de
2007 (víctimas: Duberney Correa Figueroa y Orlando Cuadrado Díaz); 25 de mayo de 2007 (víctimas: Luis
Eduardo Girón Acosta y Jorge Eliecer Cerón Girón); 14 de junio de 2007 (víctima: Silvestre Delgado Cuellar);
26 de junio de 2007 (víctima: Orlando Rivera Artunduaga); 27 de junio de 2007 (víctimas: Juan Pablo Perdomo
Montealegre y Jeferson González Flórez); 15 de agosto de 2007 (víctimas: Albeiro Hernández Cerón y Aladino
Ríos Sánchez -herido-); 01 de septiembre de 2007 (víctimas: Gildardo Luis Farfán Castaño y José Daniel Joaqui
Chilito); 14 de septiembre de 2007 (víctima: Joselo Sánchez Sarria); 14 de septiembre de 2007 (víctimas: Jaime
Galvis, Óscar Galvis Nova y Yovin Smith Carvajal ); 06 de octubre de 2007 (víctimas: Jamir Antonio Peña
Peláez y PSI); 08 de octubre de 2007 (víctimas: Cristóbal Barrera Narváez y Jaime Martínez Rodríguez); 01 de
diciembre de 2007 (víctimas: Carlos Uriel Motta Scarpetta y Manuel Antonio Suárez Benavides ) y 21 de
diciembre de 2007 (víctimas: José Alexander Murcia y Rubén Darío Garcés Murcia).
2113 02 de enero de 2008 (víctima: Javier Castillo Becerra); 16 de enero de 2008 (víctimas: Diego Fernando

Rodríguez y Luis Alberto Imbachí); 16 de enero de 2008 (víctimas: Jhon Fredy Erazo Artunduaga, Jhon Jairo
Garcés, Nilson Samboní Girón y Víctor Alfonso Calderón Bedoya); 17 de enero de 2008 (víctima: Ever Urquina
Rojas); 15 de febrero de 2008 (víctima: Alber Augusto Liscano Cedeño y Juan Perdomo Claros); 27 de febrero
de 2008 (víctimas: Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra y Rafael
Medina Reyes); 16 de marzo de 2008 (víctimas: Mariano Cabrera Samboní y Yoán Ruiz Valderrama); 14 de
abril de 2008 (víctima: Carlos Arturo Bustos López); 09 de mayo de 2008 (víctima: Oswaldo García Gómez); 26
de mayo de 2008 (víctimas: John Fredy Molina Cerón y José Luis Castillo); 19 de junio de 2008 (víctima: Edras
Sambony Benavidez); 28 de junio de 2008 (víctima: Willmer Cerón Joaqui); 29 de junio de 2008 (víctimas: Carlos
Mauricio Duque Pastrana y PSI); 18 de julio de 2008 (víctimas: Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego
Martínez Peña y Miller Andrés Blandón Álvarez) y 30 de julio de 2008 (víctimas: Fernando Figueroa Medina
y Miguel Antonio Ordóñez Díaz).
2114 8 como oficial de operaciones y 4 como ejecutivo y segundo comandante.

2115 3 como oficial de operaciones y 4 como ejecutivo y segundo comandante.

2116 12 como oficial de operaciones y 7 como ejecutivo y segundo comandante.

2117 6 hechos mientras fue S3 y 3 mientras fue ejecutivo y segundo comandante.

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de su realización mientras estuvo en el BIMAG2118.

1917. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad por la ejecución de estos


patrones.

5.4.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la Sala.

1918. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales,
estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo
armado, selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de
vulnerabilidad y planeación y ejecución de operaciones ofensivas contra supuestas
actividades de delincuencia común.

5.4.2.1. Responsabilidad por ejercer precisión sobre sus subalternos para que
reportaran bajas en combate y propiciar la competencia entre los pelotones del
BIMAG.

1919. El Mayor Omar Oswaldo Ojeda Oliva reconoció en su versión voluntaria que en
el Ejército era indiscutible la presión por resultados, que las Brigadas exigían a los
batallones resultados operacionales y los comandantes de estas unidades a los
comandantes de pelotón y compañías. Los comandantes del BIMAG, afirma el
compareciente, requerían información que condujera a resultados operacionales
acompañando estos pedidos de la afirmación “vamos de segundo puesto, vamos de
últimos”2119. El Sargento Segundo Carlos Hernán Rodríguez Vera al respecto recordó
que “Ojeda decía que el objetivo principal del Batallón tenía que ser el batallón número uno a
nivel ejército”.2120

2118 Jesús Alexander Cabanillas Salinas: “PREGUNTADO: ¿cómo se reportan esos hechos y qué se hace
después? RESPONDIÓ: después de que se hace el reporte, se llama, se reporta al batallón, pero allá saben
también y todo, ya sabían. Mi mayor Ojeda tenía conocimiento de todo eso. PREGUNTADO: ¿Por qué usted
cree eso? ¿Por qué afirma eso? RESPONDIÓ: porque el… con la última, con la del señor Misael, él fue el que
directamente llamo al teniente Calderón y le explico que se iba a hacer, ese señor tenía conocimiento de todo
(…) RESPONDIÓ: por dos cosas: una, el sargento Palomino solo recibía ordenes de ellos dos, eran sus jefes
inmediatos, superiores. Dos, lo que le dije al señor magistrado, en otro hecho anterior, cuando el señor Aladino,
el mayor Ojeda llamó al teniente Calderón y le daba las ordenes, las pautas, vía teléfono, ellos sabían todo”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2119 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “de ese lado hasta cierto punto llegaba, porque sí las brigadas exigían a los

batallones resultados operacionales, y el comandante de batallón exigía a los comandantes de pelotón y


compañía información que conduzca a resultados operacionales obtengan información “ustedes son los que
están allá alimenten al 2,” etcétera ’y vamos de segundo puesto, vamos de últimos’ porque eso sí era pues
público (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
2120 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “el batallón en el 2008 y 2009 estuvo en el primer puesto a nivel ejército por

bajas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.

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1920. Ojeda aseguró que en los Batallones y Brigadas se manejaba una tabla de
resultados tangibles e intangibles y que el resultado más importante era el de muertos
en combate, seguido en este orden de desmovilizaciones, capturas y decomisos 2121,
según informó “en esa época a nivel Ejército, el nivel, puntaje que daba más o no sé cómo
llamarlo, era dar bajas, más que una incautación o que no haya pasado nada, esa era la manera
como calificaban las unidades digámoslo así, no sé si el término sea el correcto”.

1921. Si bien el compareciente no reconoció su injerencia y participación en la presión


por resultados en el Batallón, otros militares sí le endilgan dicha actividad, además que
“él era el que decía que se hacía y que no se hacía”.2122 El SS Rodríguez Vera aseguró que en
una oportunidad frente a la falta de resultados Ojeda le dijo “póngase pilas, pellízquese
hermano y si no vuela de acá porque no sirve, estamos es en los resultados hermano”.
Igualmente, el Cabo tercero Jesús Alexander Cabanillas Salinas afirmó que el sargento
Palomino (integrante de la sección de inteligencia del batallón) era una persona que
exigía resultados a los pelotones y siempre iba de parte del S3, Ojeda2123:

2121 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: yo sé que hay resultados tangibles e intangibles tengo
claridad sobre el tema, pero por lo que le entiendo según los recuadros y según cómo estaba enlistado pues el
resultado más importante eran las bajas RESPONDIÓ: yo estoy aquí para ser sincero, todos los resultados eran
importantes, pero obviamente que el resultado -más importante habían 2-: o los muertos en combate o los
desmovilizados. Y en orden eran los muertos en combate, los desmovilizados, las capturas, los decomisos y
así”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.
Carlos Hernán Rodríguez Vera: “PREGUNTADO: cuando usted estaba allí en el S2 y se hablaba de esos
resultados operacionales, existía algún tipo de escala o de jerarquía entre los resultados. RESPONDIÓ: sí su
señoría los resultados de muertos en combate le daban más importancia y se lo voy a decir en una palabra que
como que se lo disputaban entre el mayor Ojeda y el coronel Pinto”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2122 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “PREGUNTADO: cuando usted afirma que el mayor Ojeda tenía

conocimiento de toda la sección o de todo lo que pasaba en la sección de inteligencia ¿también tenía
conocimiento el mayor Ojeda por lo que le consta usted sobre las informaciones de inteligencia, sobre el
proceso de formación de los insumos de inteligencia? RESPONDIÓ: Si su señoría claro, él manejaba el
manejaba esa parte, no era que fuera a cargo de él o función de él, pero él tenía conocimiento de eso y él era el
que decía que se hacía y que no se hacía”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2123 Jesús Alexander Cabanillas Salinas: “Ese día, cuando yo llegué, salió el cabo Berrocal, me dijo ´Cabanillas´,

yo le dije ´señor, que ordena´ y me dijo ´lo que pasa es que necesito contarle algo y yo dije ’sí señor’; ’lo que
pasa es que mi teniente Palomino viene de parte de mi mayor Ojeda y necesitan unos resultados” y yo le dije
’claro, pero temprano habíamos hablado de eso‘ y él me dijo ’sí, pero es que ese no es el punto, el punto es que
nos trajeron unos jóvenes‘ y yo le dije, ’¿cómo así?’, y él me dijo 'sí, me trajeron (no me acuerdo si eran 5 o 6
jóvenes)’. Pero yo no estaba señor magistrado, cuando yo llegué del pueblo me encontré a mi primero y me
dijo eso, y yo le dije ’pero ¿cómo?‘ y él me dijo, si nos trajeron 5 jóvenes y toca que mirar a ver como...’, y yo le
dije ’no mi primero y que, no no no’. Fue tanto así que… yo le dije a mi primero... mi primero yo no sé, usted
mirará, yo sabía que estaba mal... yo sabía que estaba mal… eran unos jóvenes que se habían ido a buscar
trabajo, no eran ni del Huila, eran del departamento del Cauca, pues yo soy del Cauca. Es más, yo estuve, yo
hablé con ellos, yo hablé con ellos toda la noche prácticamente estuve ahí con ellos, porque lo quería el mayor
Ojeda, que le había dicho al sargento Palomino era que esos jóvenes... debían amanecer prácticamente el
primero de enero como un resultado (...) PREGUNTADO: ¿Qué pasa en esa reunión con el cabo Berrocal? El

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“(…) PREGUNTADO: y hablando de ese episodio en el que el sargento Palomino les pedía
resultados, cuando él les dice que el batallón necesitaba resultados, ¿usted supo exactamente
quien en el batallón le estaba exigiendo resultados? RESPONDIÓ: el 3, mi mayor Ojeda, mi
mayor Ojeda, pero doctora eso por allá es un secreto, porque siempre las reuniones de ellos eran,
el comandante, el Coronel Rodríguez, el mayor Duarte y el mayor Ojeda y el teniente, el
comandante de la compañía, y en esas estaba incluido el Sargento Palomino (…)”.

1922. La presión por resultados, reconoce el Mayor Ojeda, se daba como una medida
para que el Batallón resaltara entre los demás de la Brigada por lo que se fueron
adentrando en una competencia. Para Rodríguez Vera la razón por la que tanto el
comandante del batallón como Ojeda les exigieron resultados operacionales de muertos
en combate era concretamente para resaltar sobre el Batallón de Infantería No. 26
“Cacique Pigoanza”.2124

1923. Por su parte, Ojeda indicó en la versión voluntaria que en el Batallón de


Infantería No. 27 “Magdalena”, durante las comandancias del TC Rodríguez Sánchez y
del TC Pinto Lizarazo, la unidad con más resultados operaciones de bajas en combate
era la compañía Berlín, aunque reconoce que la compañía Azteca también dio
importantes resultados.2125 Ojeda expuso que la ventaja de Berlín se daba por el hecho
de que su tercer pelotón era el que permanecía en el puesto de mando tras ser
seleccionado como la unidad de reserva del batallón; así, se le suministraban las
informaciones que llegaban al comandante del batallón, por ser la unidad más próxima

cabo berrocal les dice, ¿les distribuye tareas frente a los hechos? RESPONDIÓ: Si él nos dice que vamos a hacer
el trabajo que mandó el mayor Ojeda por intermedio de mi primero Palomino, que bajamos a la carretera,
seguimos seguimos, y allá van a estar los 12 soldados esperándonos, nosotros llegamos allí, mi cabo Berrocal
organiza con los otros dos que van atrás y los que van adelante para hacer el retén y posteriormente hacer el…
la muerte que será la que dijo el sargento Palomino”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0475.
2124 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “PREGUNTADO: durante el tiempo que estuvo allí en el S2 tuvo

conocimiento de la existencia de algún tipo de competencia por los resultados entre el batallón Magdalena y
el batallón Pigoanza. RESPONDIÓ: Si claro su señoría. Era esa la razón de que el comandante del Batallón y el
mayor Ojeda nos generaban tanta presión para el resultado fueran resultados con muertos, no podía pasar un
mes no podía pasar 15 días sin que el batallón no diera resultados de muertos en combate. PREGUNTADO:
pero digamos usted ¿cómo tuvo conocimiento de eso a usted por qué le consta que existiera una especie de
competencia entre sus dos batallones? RESPONDIÓ: su señoría porque el mayor Ojeda a diario era ojo que el
batallón Pigoanza lleva dos o tres bajas, nos va ganando u ojo que le llevamos tantas bajas al Batallón Pigoanza,
entonces pues eso lo hace pensar a uno que está que hay una competencia”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2125 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: digamos yo hablando del BIMAG usted recuerda cuál

unidad del BIMAG, o sea hablemos como por épocas como para diferenciar la pregunta, cuando estaba el
coronel Rodríguez ¿usted recuerda cuál era la unidad que más bajas daba? RESPONDIÓ: la compañía Berlín,
la compañía Cónsul y Azteca, pero Berlín era la unidad que más resultados daba. PREGUNTADO: y cuando
estuvo el coronel Pinto la situación ¿cambió o siguió siendo igual? RESPONDIÓ: con mi coronel Pinto allí fue
como entre la compañía Berlín y la compañía Azteca, todas dieron resultados las 3 de profesionales sí, pero
Berlín más”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0479.

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para ser empleada y así se encargaba de dar cumplimiento a las órdenes de operaciones
y misiones tácticas que realizaba el oficial de operaciones (S3) junto con el comandante
del batallón.2126

1924. El SS Rodríguez Vera atestiguó al respecto que mientras el Mayor Francisco


Adrián Álvarez Calderón se desempeñó como oficial de operaciones y el Mayor Ojeda
como Ejecutivo y segundo comandante del BIMAG, al segundo pelotón de Azteca lo
“apadrinaba” Álvarez y al tercer pelotón de la compañía Berlín, Ojeda.2127 La Sala
considera que existen bases suficientes para entender que ambos tenían una especie de
acuerdo para que los resultados operacionales con bajas en combates simulados fueran
realizados por alguno de estos pelotones y distribuidos de forma equitativa para cada
uno.2128

1925. Ahora, contrastada la información acopiada por la Sala se tiene que la presión
por resultados tangibles de bajas en combate era tan constante que por más que el
Batallón lo buscara, las posibilidades de entablar combates reales con estructuras
guerrilleras de la zona eran menores (ver supra). En vista de que la presión se daba
desde la comandancia del Ejército, de la División, de la Brigada y del Batallón, en el
caso del BIMAG ello condujo a que las tropas empezaran a presentar resultados
operacionales de bajas en supuestos combates con el conocimiento y apoyo de los
miembros de la plana mayor, entre ellos del Mayor Omar Oswaldo Ojeda, quien
además de presionar la realización de resultados, proporcionaba los medios para que
los hechos cuestionados se produjeran y así subieran las estadísticas que, como se dijo,

2126 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “Lo que pasa es que Berlín tenía como la ventaja de ser una unidad que, por
estar de reserva en el puesto de mando entonces las informaciones que llegaban era la unidad que estaba más
próxima para ser empleada, tenía los vehículos, tenían las motos y las otras unidades estaban en sitios muy
lejanos, entonces mientras que llega una información de algo de reacción inmediata mientras no traía otra
unidad era más difícil, yo pienso que por esa razón Berlín tuvo más resultados. Inclusive con mi coronel Pinto,
rotó Berlín 3: “ya no va a ser la unidad del puesto de mando de reserva” entonces estuvo rotando Berlín 1,
después Berlín 4 y todos los berlines estuvieron desempeñando el papel de unidad de reserva, y no me acuerdo
de que pelotón de azteca. Él trataba de rotar las unidades para que todos estén en el puesto de mando y también
oxigenar las unidades del área y demás”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2127 William Andrés Capera Vargas: “Ojeda era el papá, el padrino de la compañía Berlín, de la motorizada y

Álvarez era el jefe mío directo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2128 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: ¿Por qué competían los dos? RESPONDIÓ: Si usted es

mayor, si usted es oficial, si usted es mayor, por resultados operacionales ellos ascienden a grados superiores,
Ojeda era más antiguo que Álvarez, si Álvarez daba un resultado, al irse Ojeda, él pasa al puesto del ejecutivo,
por ley y por antigüedad y el próximo mayor que llegue como es más nuevo, pasa a oficial de operaciones, a
pesar de que Álvarez y Ojeda ya se fue, Álvarez quedó con el poder del batallón puedo decir que
prácticamente, porque él era el ejecutivo y el segundo comandante y todo, a pesar de que hubiera un oficial de
operaciones, un mayor Meza, nada reportábamos con ese mayor, así fuera Álvarez el ejecutivo, todo era con
Álvarez directamente, ya nada había aquí, él encerró todo en él “(…) lo único que me dijo era que los resultados
que diera yo como Azteca 2 eran para él y los resultados que diera la Berlín eran para el mayor Ojeda, eso sí
es lo único que le puedo decir, hasta ahí (…)”.Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.

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era la prioridad en el momento.

5.4.2.2. Responsabilidad por planear operaciones ilegales.

1926. En diligencia de versión voluntaria el compareciente aseguró que no participaba


de manera importante y determinante en la planeación de las operaciones por cuanto
estaba encargado más bien de pasar revista a los pelotones2129. Sin embargo, el
comandante del batallón Édgar Alberto Rodríguez Sánchez señaló que el rol de Ojeda
como S3 se cumplió a cabalidad pues era quien se encargaba de la emisión de la orden
de operaciones y de verificar que las tropas llevaran el material idóneo para el
desarrollo de cada una de ellas.2130

1927. Para contrastar el relato del compareciente y del comandante del batallón, la Sala
revisó minuciosamente las piezas procesales recopiladas en la etapa correspondiente y
encontró que de los veintitrés hechos ocurridos mientras Ojeda fungió como S3, por lo
menos dieciocho misiones tácticas fueron firmadas por él2131, advirtiéndose así que el
compareciente cumplió esa función de su cargo como lo indica la doctrina, por lo menos
en lo que respecta a la labor de emitir las órdenes de operaciones y misiones tácticas.
Según el Manual de Plana Mayor el oficial de operaciones es el asesor principal en todo
lo relacionado con la organización, la instrucción, el entrenamiento y las operaciones;
sobre lo último precisa que2132:

“(…) Elabora los planes y órdenes de los movimientos tácticos, para lo cual debe tener en cuenta
los siguientes aspectos: a) Recomendar la organización general del movimiento. b) Determinar los

2129 Omar Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: usted nos cuenta que no participaba de manera importante
en la planeación, pero si lo mandaban a hacer otras cosas entre eso que lo mandaban a hacer ir a ver sí era
cierto que determinado pelotón o que determinada compañía estaban en el sitio que decía que estaba
RESPONDIÓ: Pasar revista de los pelotones. Yo pasaba revista de los pelotones donde podía uno desplazarse,
yo no tenía escolta, ni nada por el estilo, sí me mandaban para pasar revista por ejemplo para el pelotón de
San Agustín que estaba de seguridad del pueblo por la cercanía del parque arqueológico que es un sitio
turístico entonces “Ojeda pasa revista sábado o viernes al pelotón de San Agustín”, entonces me daban una
camioneta ahí del batallón y yo me iba con 1 o 2 soldados a pasar revista ahí”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda
Oliva. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2130 Edgar Alberto Rodríguez Sánchez: “(…) él dentro de la función del oficial de operaciones está en toda la

actividad inclusive usted ha manejado mucho la doctrina siempre el dos y el tres son hermanitos como en la
misional y siempre de la organización siempre es un mayor que ha hecho curso maneja el 2 y el 3 porque está
en la misionalidad (…) el mayor Ojeda porque tenía conocimiento de la operación porque él era quien hacia el
seguimiento, él hacia el seguimiento, lo hace la sección tercera el seguimiento él es el titular y si no está el
titular el que lo siga, lo mismo el comandante de batallón, uno tiene unos programas unas horas de programa
si no está el comandante o situación médica o está de vacaciones o algo lo hace en la sucesión del mando”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Edgar Alberto Rodríguez Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0484.
2131 Misión táctica Danta; Misión táctica Espuela; Misión táctica Esparta; Misión táctica Emblema; Misión táctica

Fragor; Misión táctica Mandril; Misión táctica Misil; Misión táctica Málaga; Misión táctica Andrómeda; Misión
táctica Arpía 53; Misión táctica Átomo 1; Misión táctica Jake 1; Misión táctica Apolo 2; Misión táctica Saturno
1; Misión táctica Satélite 1; Misión táctica Sócrates; Misión táctica Atlantis 2 y Misión táctica Átomo 2.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2132 Fuerzas Militares de Colombia, Ejército Nacional. Manual de Plana Mayor TE. 3-17 de 1999. Reservado.

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medios de transporte que emplearán la Unidad y los elementos subordinados. c) Elaborar el


calendario y hacer la distribución del tiempo disponible. d) Recomendar las rutas utilizables más
adecuadas, según la situación. e) Recomendar los puntos de llegada cuando sea necesario planear
el movimiento en varias etapas. f) Recomendar las prioridades para el movimiento, hora de
partida, localización del P.I. y el P.D. g) Establecer las velocidades de marcha, teniendo en cuenta
los informes que sobre la ruta le suministra el oficial de Ingenieros. h) Prever la seguridad del
movimiento (…)”.

1928. Como oficial de operaciones Ojeda participó en la planeación y el desarrollo de


las operaciones no sólo emitiendo y firmando las órdenes y misiones tácticas, sino
también haciendo un seguimiento constante a los pelotones que estaban al mando del
“trabajo”, como ellos mismos lo denominaban. El teniente Julián Andrés Calderón
Motta precisó que dicho término se utilizaba para referirse puntualmente a la
realización de muertes o bajas en combates simulados.2133

“(…) Elabora los planes y órdenes de los movimientos tácticos, para lo cual debe tener en cuenta
los siguientes aspectos: a) Recomendar la organización general del movimiento. b) Determinar
los medios de transporte que emplearán la Unidad y los elementos subordinados. c) Elaborar el
calendario y hacer la distribución del tiempo disponible. d) Recomendar las rutas utilizables más
adecuadas, según la situación. e) Recomendar los puntos de llegada cuando sea necesario planear
el movimiento en varias etapas. f) Recomendar las prioridades para el movimiento, hora de
partida, localización del P.I. y el P.D. g) Establecer las velocidades de marcha, teniendo en cuenta
los informes que sobre la ruta le suministra el oficial de Ingenieros. h) Prever la seguridad del
movimiento (…)”.

1929. El Cabo tercero Cabanillas Salinas -comandante de una escuadra del segundo
pelotón de la compañía Berlín- y el Teniente Calderón Motta -comandante del segundo
pelotón de la compañía Berlín- en desarrollo de las operaciones reconocieron haber
sostenido un dialogo permanente con Ojeda; el primero de ellos señaló que el
compareciente, por ejemplo, para diciembre del año 2006 le había manifestado la
necesidad de presentar resultados, pues él, junto con el sargento Palomino, tenían la
intención de que el 1 de enero de 2007 el BIMAG presentara las primeras bajas del
año,2134 para lo cual constantemente les afirmaba que necesitaban dar resultados.

1930. Para el hecho del 15 de agosto de 2007 donde resultó herido el señor Aladino
Ríos Sánchez y asesinado Albeiro Hernández Cerón, Cabanillas indicó que el S3 había
sostenido una conversación telefónica con Calderón Motta, en la que le indicaba que

2133 Julián Andrés Calderón Motta: “PREGUNTADO: Me llama la atención esa expresión que usted utiliza “el
trabajo”, se ha referido varias veces a estos hechos de muertes ilegítimamente presentadas como bajas como
un “trabajo” ¿De dónde viene esta asociación del término “trabajo”? Cuando se habla de realizar un “trabajo”
¿Se está hablando de una muerte ilegítimamente presentada como baja? RESPONDIÓ: Sí, Dr.”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián
Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2134 Jesús Alexander Cabanillas Salinas: “Ese diciembre estábamos en esa parte alta de la Estrella, lo que le había

comentado señor magistrado, ese 31 de diciembre la intención del mayor Ojeda y del primero Palomino era
que el 1 de enero del 2007, las primeras muertes en combate que hubiera fueran del batallón Magdalena”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0475.

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Palomino sería el encargado de la operación2135 por lo que el comandante los formó y


les informó que “el mayor Ojeda y el sargento Palomino iban a hacer un trabajo sobre ese
sector, que era alistar a la gente”. Sobre este hecho recuerda el Cabo Tercero que el TE le
aseguró que el compareciente le iba a enviar dos personas para presentar como
resultados, por lo que requerían recoger dinero para conseguir el arma que se le
implantaría a una de las víctimas.2136

1931. Como en el hecho mencionado una de las víctimas huyó del lugar herida,
Calderón Motta fue el encargado de informar telefónicamente a Ojeda de tal situación,
a lo cual este respondió “que somos unas güevas, que cómo va a ocurrir eso, que debe aparecer
como sea, son las indicaciones”.2137

1932. Como se ha visto, el compareciente no sólo planeaba las operaciones, emitía las
misiones tácticas y hacía seguimiento a los resultados, sino que también participaba en
las formaciones previas a la salida de la tropa a los lugares donde se llevarían a cabo las
operaciones. El soldado profesional Sandro Alexander Trujillo recordó en su versión
que, para la comisión del hecho del 5 de marzo de 2007 donde fallecieron los señores
Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús
Alfredo Bermúdez Acosta y Oscar Javier Moreno, el Mayor Ojeda los formó en dos
oportunidades, a su juicio para inculcarles miedo hacia las personas contra las que iba
dirigida la misión.2138 En esa oportunidad Ojeda presidió ambas formaciones y les dio

2135 Jesús Alexander Cabanillas Salinas: “(...) el sargento Palomino, mejor dicho, el era el que iba y era el títere
del mayor Ojeda, señor magistrado (...) El mayor Ojeda, la mano derecha de el en ese entonces era el Sargento
Palomino y el encargado del S2, a la fecha no me acuerdo quien era el comandante de la sección de inteligencia,
pero si el que se movía y todo era el sargento Palomino, doctora”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Alexander Cabanillas Salinas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0475.
2136 Cabanillas Salinas: “PREGUNTADO: ¿recuerda cuáles fueron las palabras del teniente para hablar de esto?

RESPONDIÓ: nos dijo… jóvenes hay que recoger una plata porque necesitamos ’conseguir un arma, porque
creo que son dos resultados y no solo uno, pero solamente tienen una y no tienen más armas, la otra hay que
enviársela al sargento Palomino y necesito recoger esa plata para ahora enviársela al sargento Palomino‘.
PREGUNTADO: antes de hablar de esto, ¿qué les dijo el teniente Calderón que había sido la orden del mayor
Ojeda? RESPONDIÓ: que nos iba a enviar dos resultados para el sitio de nosotros, que nosotros, que mi
teniente organizara con el sargento Palomino. PREGUNTADO: ¿en qué momento del día les dijo esto?
RESPONDIÓ: eso fue como a las 6, 6:30 porque tipo 5, 5:30 antes se montó un retén, que ahí duramos como
unos 10-15 min y ahí pasamos a formar y ahí nos dijo eso, creo que eran tipo 6:30-7 de la noche”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús
Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0475.
2137 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
2138 Sandro Alexander Trujillo: “(...) para iniciar esta operación nos formó el señor Mayor Ojeda si no estoy mal

fueron las dos veces que nos formó, el día que ocurrieron los hechos y el día anterior, metiéndonos para mi
miedo, pero para el advirtiendo ’que mucho cuidado que era gente peligrosa‘, realmente a mí me tenía… yo
quería tirarme de la turbo yo decía ’si me tiro de la turbo’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Sandro Alexander Trujillo. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0481.

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los pormenores.2139

1933. Revisadas las piezas procesales y contrastada la información con lo relatado por
los comparecientes, conoce la Sala que el Mayor Ojeda se desempeñó como comandante
encargado del BIMAG durante el tiempo de vacaciones del TC Marcos Evangelista
Pinto Lizarazo, esto es del 20 de junio al 20 de julio del 20082140, lapso en el cual se
llevaron a cabo cuatro operaciones con siete muertes admitidas como asesinatos por
quienes participaron directamente en ellas. Cinco de estas muertes2141 fueron a víctimas
en condición de vulnerabilidad pues se trataba de habitantes de la calle consumidores
de sustancias psicoactivas, quienes además fueron trasladados al lugar de los hechos
por medio de engaños y falsas promesas.

1934. En diligencia Francisco Adrián Álvarez Calderón mencionó que el


compareciente era quien se encargaba de tomar todas las decisiones en el Batallón
durante su encargo,2142 sin embargo, también refirió que durante ese periodo el TC Pinto
Lizarazo hablaba por teléfono con Álvarez para preguntarle cómo estaba el ambiente

2139 Sandro Alexander Trujillo: “PREGUNTADO: ¿Quiénes estaban en esa Formación? RESPONDIDO: en esa
formación estaba el que la presidio y dio todos los por menores fue el Mayor Ojeda, de resto estábamos todos
en las filas que fue los soldados y creo que tres comandantes, tres creo que fueron tres comandantes
PREGUNTADO: ¿Quiénes fueron esos 3 comandantes que estaban en la formación? RESPONDIDO:
comandante de pelotón López Patiño creo que el nombre es Luis Eduardo que iba con el primer grupo y el
Cabo Segundo Moreno, un tercero que era Cabo Segundo él es de Nombre Duarte Osman Edinson”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Sandro Alexander Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0481.
2140 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: (…) ¿cuánto tiempo estuvo usted de vacaciones

General? RESPONDIÓ: un mes (…) con respecto a lo de la vereda Plomadas, en el municipio de San José de
Isnos, un hecho que ocurre el 19 de junio en las horas de la madrugada, básicamente el 20. Yo me encontraba
ese día salgo a vacaciones, ese día me desplazo hacia Neiva y luego hacia Bucaramanga, sin embargo, es un
hecho que tiene como base la orden de operaciones del 30 de mayo de 2008 (…) PREGUNTADO: Creo que
hemos mencionado este tema en diferentes oportunidades, pero me parece oportuno en este tema, hablando
de este tema en particular, usted sale de vacaciones ese día, ese es un 19 de junio. ¿qué instrucciones le deja
usted a ese comandante encargado? ¿cómo es ese proceso de dejar al comandante encargado mientras usted
se va de vacaciones? RESPONDIÓ: Señor magistrado, el Ejecutivo y Segundo Comandante participa en todos
los procesos de planeamiento, participa en todas las reuniones, participa en todos los programas, pero
adicional a eso, yo le entregué un documento que ustedes tienen en su poder, que es el memorador de
actividades que se debían realizar. Es, básicamente, el empalme que se hace. Digamos que no es un empalme
tan tácito porque él ha estado acompañando todos los procesos. Ahí, simplemente, uno informa al comando
Superior, le autorizan el movimiento y el Mayor queda encargado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2141 Hecho de 29 de junio y 18 de julio, ambos del 2008.

2142 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “pero en ese momento, el que tomó todas las decisiones fue el Mayor

Ojeda y la Sección de Inteligencia le brindó a él toda la parte de inteligencia para que él pudiera tomar la
decisión de la operación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.

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operacional2143 porque a él le gustaba tener el control de todo.2144 Durante ese mes


cuando había alguna información importante Pinto le decía ”bueno, la información está
buena, háblese con Ojeda, planeen y miren a ver qué”.

1935. Adicionalmente, Carlos Hernán Rodríguez Vera señaló en diligencia que Ojeda
y Álvarez se encargaban de promover las operaciones ilegales en el Batallón, al punto
de afirmar que respecto del hecho del 30 de julio de 2008 “la orden la da el Mayor Álvarez
y Ojeda, me dicen bueno haga la extorsión, pero ya sabe, hay que dar las bajas.”

5.4.2.3. Responsabilidad por atraer a las víctimas que serían dadas de baja por el
Batallón.

1936. Si bien el compareciente no reconoce que se hubieran trasladado personas para


asesinarlas y presentar su muerte como resultado de un combate, el teniente Calderón
Motta lo refirió como la persona que se encargaba de solicitar la consecución de las
víctimas que serían dadas de baja en los combates simulados y presentadas como
milicianos. Calderón Motta recordó que el compareciente se refería a las víctimas como
“el paquete” y le indicaba a la tropa que, por ejemplo, “el paquete le va a llegar a las 11 de
la noche”.2145 Frente al hecho del 15 de agosto de 2007 en el que existe una víctima
sobreviviente2146 Calderón relató que:

“(…) el oficial de operaciones tomó contacto conmigo, mi Mayor Ojeda, por celular, y me dijo,
como tipo 3 de la tarde, me dijo ‘esta noche, aproximadamente a las 10 de la noche, le voy a
colocar el paquete en la vereda, o más abajo, como 3 o 4 km más abajo, en una curva, ahí va a
llegar un agente, les va a entregar el paquete para que ustedes hagan lo pertinente’ (…)”2147.
(Negrillas agregadas)

2143 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: Usted lo plantea en términos hipotéticos, pero le
pregunto si eso efectivamente ocurrió mientras el Coronel Pinto estaba de vacaciones, ¿participaba por
teléfono? ¿le consultaban de alguna manera sobre el planeamiento o el desarrollo de las operaciones?
RESPONDIÓ: Pues bueno, mi Coronel Pinto es una persona que es muy juiciosa en su responsabilidad. De
pronto, sí, pero pensaría que no lo hacía de manera como interviniendo en el planeamiento ni demás, o sea, de
pronto, pero sí habían pues reuniones que se hacían. Él a mí me llamaba por teléfono, preguntando como
estaba pues el ambiente operacional y demás”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2144 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “(…) él de pronto en su parte operacional, en su parte de académica

que tiene tan, tan arraigada en su ser, a él sí le gustaba tener el control de todo (…)”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez
Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2145 Julián Andrés Calderón Motta: “(…) como me dijo el oficial de operaciones en ese entonces ’el paquete le

va a llegar a las 11 de la noche’ y ’el paquete’, pues se refería a esas personas, pero como le digo, yo no sabía
quién era, cuál era su situación, no, allá llegaba el de inteligencia y hacía eso, Dr. PREGUNTADO: Cuando le
hablaron del paquete ¿Usted ya sabía qué significaba esa expresión o qué incluía para utilizar ese término del
’paquete’? RESPONDIÓ: Sí, señor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2146 Aladino Ríos Sánchez.

2147 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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1937. La Sala conoce que tales entregas se hacían por integrantes de la oficina de
inteligencia del BIMAG2148 y en el hecho indicado Calderón Motta aseguró:

“(…) lo que el oficial de operaciones me dice por celular es, el personal del 2 le va a llevar el
paquete para que usted haga el trabajo, usted lo único que tiene que hacer es realizar el trabajo,
ellos le van a poner allá todo para que usted no más baje con la tropa, haga su finta de engaño, en
ese momento la finta de engaño era poner unos soldados para que atracaran unos carros y
después decir que ellos eran los atracadores, esa era la finta de engaño y que el personal del 2
llegaba allá a cuadrar el resto (…)”. (Negrillas agregadas)

5.4.2.4. Responsabilidad por ordenar cambiar los informes de patrullaje que


presentaban los comandantes de pelotón y asesorar a los militares sobre las
declaraciones.

1938. Calderón Motta también señaló a Ojeda Oliva como quien les ordenaba a los
comandantes de pelotón cambiar algunos informes de patrullaje al ser perjudiciales
para el encubrimiento del hecho ilegal2149 y hacer seguimiento a las declaraciones que
las tropas rendían ante la oficina de asuntos disciplinarios del Ejército pasando “por la
oficina donde nos citaron para saber qué era lo que estaba diciendo cada persona”:

“(…) PREGUNTADO: ¿Sabe usted si el oficial de operaciones tenía contacto con la asesora
jurídica que les estaba tomando las declaraciones? ¿si hablaba con ella de las declaraciones que
ustedes estaban rindiendo? RESPONDIÓ: Pues, doctor, si él nos dijo que tocaba cambiar el
informe, considero que tenía relación ahí con el asesor o la asesora jurídica, no me acuerdo si era
un asesor o una asesora, pero si él nos hizo cambiar el informe era porque tenía pues algún
vínculo con ellos (…)”.

5.4.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1939. En suma, Ojeda Oliva participó conscientemente y de manera determinante de


un plan criminal que buscaba dar muerte a civiles para presentarlos como miembros de
grupos al margen de la ley (milicianos) o de bandas delincuenciales. Su participación
consistió en planear las operaciones ilegales, facilitar los medios para atraer a las
víctimas, presionar por resultados e instituir una competencia entre los pelotones y
compañías.

1940. Ojeda tuvo la responsabilidad de planear junto con el Mayor Álvarez Calderón

2148 Julián Andrés Calderón Motta: “haciendo las coordinaciones con el oficial de operaciones, cuando él me
llamó y me dijo ’hermano, le va a llegar la sección de inteligencia, le va a poner el paquete en tal punto, para
que ustedes hagan lo correspondiente’”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2149 Julián Andrés Calderón Motta: “PREGUNTADO: ¿A quién no le servía o quién dio la indicación de cambiar

el informe? RESPONDIÓ: El oficial de operaciones, Dr. PREGUNTADO: ¿Cómo le dijo eso el oficial de
operaciones? RESPONDIÓ: Él dijo que ese informe tocaba cambiarlo e indicó qué era lo que debía ir en el
informe, doctor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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las operaciones ilegales que dieron lugar a la comisión de homicidios bajo la modalidad
de combate simulado, obviando su obligación de salvaguardar la vida y la integridad
física de las víctimas. Sin su determinante accionar no se hubieran presentado siete bajas
cuestionadas en el mes en el que se desempeñó como comandante encargado del
BIMAG, ni otras dieciséis mientras fue oficial de operaciones o segundo comandante y
tampoco se habría destacado la comandancia del entonces teniente coronel Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo ante la Novena Brigada y la Quinta División del Ejército
Nacional por el incremento de sus resultados operacionales.

1941. Así las cosas, existen bases suficientes para considerar que Omar Oswaldo Ojeda
Oliva era consciente de: i.) la situación de conflicto armado que se presentaba en el
departamento del Huila ii.) que ninguna de las muertes reportadas había ocurrido en
el marco de un combate y iii.) que las víctimas eran civiles. Su participación,
corresponde al ejercicio de liderazgo en la planeación de las operaciones irregulares, lo
cual incluyó la emisión de instrucciones expresas referidas a la consecución de las
víctimas de los homicidios investigados. Desde dicho rol, también presionó para el
reporte de bajas en combate, elaboró las ordenes o misiones tácticas necesarias para
darle apariencia de legalidad a los asesinatos, suministró los elementos necesarios para
la simulación de combates y profirió ordenes tendientes a la incorporación de
información falsa en los soportes operacionales y en las declaraciones rendidas ante la
Justicia Penal Militar y la ordinaria.

1942. Por el rol que cumplió el compareciente en el Batallón de Infantería No. 27


“Magdalena”, inicialmente como oficial de operaciones, luego como Ejecutivo y
segundo comandante, así como comandante encargado, se aprecian bases suficientes
para comprender que lideró el diseño, la difusión, la permanencia y el encubrimiento
de la práctica criminal que se empleaba en el BIMAG y, mediante las órdenes que
impartió, contribuyó de manera determinante al surgimiento y a la consolidación de los
tres patrones macrocriminales identificados por la Sala. Por ello, ostenta la condición
de máximo responsable.

1943. Se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes de


desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2150 de Álvaro Hernando Ramírez
Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever Urquina Rojas,
Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos Mauricio Duque
Pastrana, Carlos Arturo Bustos López y una persona no identificada; en concurso con
el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como
crimen de lesa humanidad2151 de 76 personas, Otoniel Oviedo Martínez, Andrés
Mauricio Duarte Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo,
Juan Gabriel Gómez Rincón, Rubiel Andrade, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Wynther
Jackson Trujillo Trujillo, Faiber Cuellar González, José Aristides García Claros, Honaldo
Muñoz Campo, Lenin Yustres Amézquita, Arquímedes Alvira Lemus, Reinel Alvira
Pizo, Ever Mosquera Pérez, Felipe Bernate Alonso, Orlando Molano Gutiérrez, Fabio

2150 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2151 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Lozada Muse, Javier España Andrade, Jorge Leonardo Hernández Serrano, Diego
Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto Vargas Olaya, Marlio Mauricio Murillo
Quintero, Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería, Nelson
Medina Vargas, Yovanny Monsalve Marín, Jimmy Antonio Camargo Vargas, Jorge
Eliecer Neira Cifuentes, Diego Andrés Molina, Octavio Galindo Carreño, Jhon Germán
Vargas Calderón, Omar Penagos Urquina, Luis Ángel Vallejo Vargas, Yobany Ardila
Velasco, Rafael Tovar Castañeda, Arley Vega, Jair Hoyos Alzate, Álvaro Marín Silva,
Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón
Álvarez, Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros,
Javier Castillo Becerra, Diego Fernando Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy
Erazo Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón
Bedoya, Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra,
Rafael Medina Reyes, Mariano Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama, Oswaldo
García Gómez, John Fredy Molina Cerón, José Luis Castillo, Edras Sambony Benavidez,
Willmer Cerón Joaqui, Carlos Mauricio Duque Pastrana, Fernando Figueroa Medina,
Miguel Antonio Ordóñez Díaz, Orlando Crispín Lizcano, Carlos Arturo Bustos López
y siete personas no identificadas; y con el delito de tentativa de homicidio 2152 de Diego
Ferney Sierra Álvarez y Robinson Ramírez Mejía.

5.5.Mayor (r) Francisco Adrián Álvarez Calderón.

1944. Francisco Adrián Álvarez Calderón, identificado con cédula de ciudadanía No.
79.685.744, fue miembro del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena” entre el 13 de
octubre de 2007 y el 20 de enero de 20102153, periodo en el cual tenía el grado de
Mayor2154. Mientras el comandante de la unidad militar era el TC Edgar Alberto
Rodríguez Sánchez el señor Álvarez fue designado como comandante de una compañía
ubicada en el cerro del Gabinete donde se ubicaba una repetidora, pero desde el mes de
diciembre del año 2007 se desempeñó como oficial de operaciones (S3) una vez el
comandante del BIMAG fue el TC Marcos Evangelista Pinto Lizarazo; finalmente, del
31 de diciembre del 2008 hasta el 20 de enero de 2010 fungió como Ejecutivo y Segundo
Comandante. Álvarez Calderón fue convocado a rendir versión voluntaria por la Sala
de Reconocimiento mediante Autos 235 de 18 de diciembre de 2020 y ARA-296 de 25
de septiembre de 2021, siendo escuchado en 5 sesiones, los días 27 y 28 de diciembre de
2021, y 8, 9 y 22 de marzo de 2022.

5.5.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1945. Álvarez Calderón no presentó resultados operacionales en los dos meses que
fungió como comandante de compañía2155, sin embargo, mientras estuvo como S3 y

2152 Código Penal. Artículos 103 y 27.


2153 Extracto de hoja de vida y diligencia de versión voluntaria de Carvajal Rojas
2154 Asciende a mayor el 9 de diciembre de 2007

2155 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: en esa base en Gabinete, ¿qué tenía que hacer?

RESPONDIÓ: pues en realidad pues obviamente uno por, pues que tuviera una misión específica no pero

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ejecutivo y segundo comandante el Batallón reportó treinta y cinco bajas en supuestos


combates entre diciembre de 2007 y diciembre de 20082156; y dos muertes en enero del
año 2009. Los dos hechos de 2009, si bien fueron presentados como bajas en combate,
fueron excluidos de la competencia de la JEP por decisión de la Sala de Definición de
Situaciones Jurídicas, confirmada por la Sección de Apelación, por lo tanto, no se
atribuirá responsabilidad respecto de ellos2157.

1946. Respecto de las muertes reportadas en 2007 y 2008, cinco de corresponden al


primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por señalamientos
arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; diez al segundo de selección y atracción
de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad y veinte al tercero, de
operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o
milicianos de las FARC.

1947. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que buscaba obtener beneficios
personales y profesionales, procurando la búsqueda de personas señaladas de
pertenecer a grupos ilegales con el fin de darle apariencia de legalidad. Si bien el
compareciente no reconoció la ilegalidad de los hechos, otros militares han reconocido
el montaje y lo han señalado como partícipe e impulsor de su realización mientras se
desempeñó como S3 del BIMAG.

5.5.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la Sala.

1948. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales,
estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo
armado, selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de
vulnerabilidad y planeación y ejecución de operaciones ofensivas contra supuestas
actividades de delincuencia común.

obviamente pues uno es profesional en lo que es entonces uno forma los soldados, habla con los soldados,
revisa las instalaciones, mira cuales son los planes de contingencia que tienen, revisa uno los radios, mira que
las repetidoras cómo están funcionando, reviso pues todo lo que tenga que ver con la base porque en realidad
uno en un base usted lo hace durante 2 o 3 días y ya no hay nada más que hacer sino esperar cierto. Obviamente
pues hacer patrullajes pero pues eso ya lo tienen montado ese esquema lo tiene montado directamente el
Comandante de la base, cierto [...] en ningún momento en la orden del día me nombran como Comandante de
la base de gabinete, simplemente me dicen “váyase para allá, pase revista de la base, mire como está el plan
de contingencia, esto, esté pendiente de los planes radiales para que se vaya como empapando de la
jurisdicción del Batallón” pero en ese momento no, claro que si hubiera habido un ataque a esa base pues de
pronto hubiera tenido mi responsabilidad pues por ser el oficial más antiguo”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez
Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2156 Mientras fungió como S3 del Batallón de Infantería No 27 “Magdalena”

2157 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Definición de Situaciones Jurídicas. Resolución 2196 del 17 de

junio de 2022 y Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 1258 de 2022.

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5.5.2.1. Responsabilidad por elaborar, firmar y entregar órdenes de operaciones


empleadas para dar soporte a las actividades ilegales de los pelotones.

1949. Respecto de la planeación de las operaciones Álvarez relató en su versión


voluntaria que todo dependía de la información que se tuviera disponible en el
momento. Aseguró que el coronel Pinto, como comandante del Batallón,
normalmente se la proporcionaba2158 y que él, como oficial de operaciones, tenía la
responsabilidad de presentarle por lo menos dos cursos de acción para el movimiento
de las tropas que permitirían llevar a cabo una misión. Pinto hacía luego ajustes al
planeamiento si así lo requería y posteriormente el S3 le entregaba al comandante del
pelotón a cargo de la operación la orden respectiva. Dicha entrega dependía de la
ubicación de la tropa, pues se podía realizar en el mismo Batallón antes de salir a la
misión o hacer llegar al área de operaciones.2159

1950. En cuanto a la asignación de la tropa para el desarrollo de la misión táctica u


orden de operaciones, refirió Álvarez en su versión que él proponía el pelotón que la
realizaría por lo que generalmente daba 2 opciones y la elección estaba supeditada a la
proximidad de la tropa al lugar donde se adelantaría la operación.2160 Esta situación se

2158 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: ¿cómo se recibía la información de inteligencia o
como era el flujo de información de la sección de inteligencia a la sección de operaciones? RESPONDIÓ:
normalmente la parte de información casi siempre me la daba a mí el coronel”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez
Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2159 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: ¿el comandante de Batallón hace algún tipo de

seguimiento a ese proceso, él participaba en la planeación de las operaciones o su rol era ya al final cuando
estaba en la misión táctica lista de enterarse? RESPONDIÓ: no, claro que sí, claro que él participa en el
planeamiento de la operación es decir o sea como que yo le trazo a él dos cursos de acción cierto, le doy como
las dos opciones más validas, cómo lo pueden hacer, hasta donde se pueden desembarcar de acuerdo a las
condiciones del terreno, normalmente lo hace uno con el Comandante del Pelotón o el Pelotón de la unidad de
maniobra cuando uno tiene la posibilidad porque cuando ellos están en el área pues uno no puede sacar al
Comandante para que venga a hacer el planeamiento hasta la unidad táctica y después de eso lo que hago yo
es exponérselo al Coronel. Entonces se lo expone uno en un [INAUDIBLE] directamente en la misma carta de
operaciones y él está en toda la autonomía de decir “no, eso no se hace así, vamos a hacerlo así, así o así” o
cambiarle determinados detalles, cambiarle determinadas unidades, dice “no me parece que esa unidad no
porque de pronto se compromete en eso o si dejamos suelto acá entonces mejor no entonces utilicemos esta
otra unidad” y nos puede cambiar todo el planeamiento. Ya cuando se tiene consolidado todo el planeamiento
y las órdenes de operaciones que se le entregan al Sargento cuando ya va a salir o se le hace llegar a la unidad
que va a iniciar esa operación normalmente eso cuando se tiene la oportunidad de estar en el Batallón ya yo le
reúno la gente, constato material, constato personal y cuando ya están listos le aviso al coronel para que venga
y nos haga la exposición”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2160 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: ¿Quién escogía o quién determinaba la unidad, el

Pelotón que iba a desarrollar una determinada operación, eso era decisión de quién? RESPONDIÓ: o sea es
decir yo le daba las opciones cierto, pues porque no sé voy a poner un ejemplo, vamos a hacer una operación
en cedritos y yo tengo la unidad más cercana es la de no sé… no conozco bien, en la 170 pongámosle así, pues
obviamente esta unidad que está más cercana es la que más voy a de pronto como a proponer para que realice
la operación, en mi criterio, pero directamente el que decide muchas veces el decide ‘ah no dele esta
información a Berlín 3 para que la desarrolle Berlín 3’ porque ellos también no solamente hacían operaciones
motorizadas sino que también hacían operaciones terrestres, pero el que decide exactamente era el Coronel y

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encuentra contrastada con la información acopiada, pues a pesar de contar el batallón


con tres compañías de soldados profesionales y varias más de soldados regulares y
campesinos, trece de los diecinueve asesinatos y desapariciones fueron cometidos por
las compañías Azteca o Berlín2161, puntualmente siete2162 de ellos fueron realizados por
el segundo pelotón de la compañía A y el tercer pelotón de la compañía B. Así pues,
existen bases suficientes para creer que la motivación de tales designaciones
corresponde a un plan criminal mancomunado entre el mayor Álvarez como S3 y el
Mayor Omar Oswaldo Ojeda, Ejecutivo y Segundo Comandante del BIMAG durante el
2008 para presentar muertes en combates simulados,2163 pues “Ojeda era el papá, el padrino
de la compañía Berlín, de la motorizada y Álvarez era el jefe mío directo”2164, es decir de Azteca,
según afirmó el Sargento Segundo William Andrés Capera Vargas en su versión.2165

1951. Al respecto Álvarez adujo que posiblemente existía una competencia entre los
dos pelotones que se destacaban en el Batallón, Azteca 2 y Berlín 3, al ser quienes más
resultados operacionales presentaban,2166 no obstante, se logró advertir de la versión

muchas veces me decía ‘no, que lo haga la Compañía tal o que lo haga tal Pelotón’. Entonces ya uno se dedicaba
a hacer el planeamiento de acuerdo a las unidades que él ordenaba”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2161 21.12.2007 (Azteca 3); 02.01.2008 (Berlín 4); 16.01.2008 (Berlín 2); 16.01.2008 (Berlín 3); 17.01.2008 (Azteca 2);

15.02.2008 (Azteca 2); 27.02.2008 (Berlín 2); 16.03.2008 (Berlín 4); 09.05.2008 (Azteca 2); 19.06.2008 (Azteca 1);
29.06.2008 (Azteca 2); 18.07.2008 (Azteca 2 y Berlín 3); y 07.09.2008 (Berlín 2).
2162 Cuatro hechos de Azteca 2, dos hechos de Berlín 3 y un hecho de ambas compañías.

2163 Al respecto, las versiones voluntarias de William Andrés Capera Vargas y de Carlos Hernán Rodríguez

Vera.
2164 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: ¿Por qué competían los dos? RESPONDIÓ: Si usted es

mayor, si usted es oficial, si usted es mayor, por resultados operacionales ellos ascienden a grados superiores,
Ojeda era más antiguo que Álvarez, si Álvarez daba un resultado, al irse Ojeda, él pasa al puesto del ejecutivo,
por ley y por antigüedad y el próximo mayor que llegue como es más nuevo, pasa a oficial de operaciones, a
pesar de que Álvarez y Ojeda ya se fue, Álvarez quedó con el poder del batallón puedo decir que
prácticamente, porque él era el ejecutivo y el segundo comandante y todo, a pesar de que hubiera un oficial de
operaciones, un mayor Meza, nada reportábamos con ese mayor, así fuera Álvarez el ejecutivo, todo era con
Álvarez directamente, ya nada había aquí, él encerró todo en él”
2165 VV William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: Después de ese primer hecho podemos retomar ese

aspecto que es muy importante, pero yo quisiera preguntarle ¿qué le dijo el mayor Álvarez en la primera
entrevista que ustedes tuvieron? RESPONDIÓ: Primero me preguntaron que, si yo era el que venía de la móvil
11, obviamente yo ratifiqué que sí, que yo venía trasladado de la móvil 11, entonces ya hablé con mi mayor y
dijo, a usted lo voy a pasar al pelotón Azteca 2 y pues las palabras textuales, no sé, de pronto suene grosero
como habla uno, pues me dijo, marica, vamos a trabajar los dos, hasta ahí fue y me mandaron para allá”. “(…)
lo único que me dijo era que los resultados que diera yo como Azteca 2 eran para él y los resultados que diera
la Berlín eran para el mayor Ojeda (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2166 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: cuando usted estuvo de jefe de operaciones del

Batallón Magdalena ¿existía o se presentó algún tipo de competencia por soldados operacionales entre las
Compañías o pelotones? RESPONDIÓ: no, no señor. Pues que yo supiera no. Pero si había pues por ejemplo
dos pelotones que se destacaba más que era Azteca 2 que era la del Sargento Capera y Berlín 3 que yo no me
acuerdo del Sargento Gómez me parece que era el encargado de ese Pelotón, pues no sé si entre ellos hubiese
competencia pero si en realidad si ustedes miran el INSITOP y miran los resultados operacionales siempre
eran estas dos las dos unidades que las demás unidades pues que incautaban no sé, que un arma de fuego, se
encontraban no sé laboratorio de base de coca y todo eso pero si vamos a mirar específicamente la pregunta es

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voluntaria del Sargento Segundo Carlos Hernán Rodríguez Vera que más que una
competencia existía un acuerdo entre los oficiales de inteligencia y operaciones el
BIMAG, Ojeda Oliva y Álvarez Calderón, para la presentación de resultados
operacionales ilegales y la distribución de estos de forma equitativa para cada uno de
los pelotones que apadrinaban.2167

1952. Rodríguez Vera aseguró que quien se encargaba de llevar la información de


inteligencia al comandante del Batallón para la planeación de las operaciones era el jefe
de la sección segunda (S2), Ángel Fernando Carvajal Rojas o él mismo 2168, con quien
particularmente tanto Álvarez como Ojeda sostenían conversaciones en las que
acordaban la comisión de los numerosos crímenes que estudia la Sala.

1953. Para la realización de las operaciones correspondía al comandante de Batallón o


al oficial S3 entregar la misión táctica firmada por ellos y dependiendo del lugar en
donde se encontrara la tropa, la misión se les hacía llegar en físico o por radio2169 y como
la mayoría de las informaciones eran recogidas por los mismos pelotones que
patrullaban en el área de operaciones2170, el pelotón que recibía la orden era conocedor
del terreno y de la misma información que había sido puesta en conocimiento del
batallón y que no había sido verificada por la sección de inteligencia2171. Aspecto último

esa si era Azteca 2 y Berlín 3”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2167 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “Sí se repartían las bajas, si en una semana había habido 4 bajas entonces

las podían coger 2 y 2 o las cogía uno y la siguiente semana las cogía el otro”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2168 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO ¿Quién era el que le llevaba la información al

comandante del Batallón por parte de la sección de inteligencia, era el jefe de la sección o eran los integrantes
de esa sección que se comunicaban con él? RESPONDIÓ pues bueno ahí yo recuerdo que estaba un Capitán
Carvajal, creo que él era… normalmente siempre tiene que ser el jefe, o sea es decir yo nunca mando a un
soldado a que le lleve una razón a mi coronel. Normalmente tiene que ser el jefe cierto y normalmente va el
jefe y de pronto el Sargento”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2169 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: ¿en algún momento las unidades que estaban en el

terreno recibían la orden la misión táctica física, el documento escrito? RESPONDIÓ: no, eso se transmitía
directamente, sino se trasmitía por el radio (…) no, eso se transmitía directamente, sino se trasmitía por el
radio. Pero no. Por ejemplo, las que estaban había unas que estaban haciendo control militar por ejemplo a
ellas de pronto por los abastecimientos si se les enviaban las misiones tácticas físicas. Pero la gran mayoría no.
A no ser que la operación saliera desde el Batallón si, cuando salen desde el Batallón se le entrega una copia al
que va de comandante de la misión táctica”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2170 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “porque en realidad yo digo que la sección de inteligencia del Batallón

ellos no producían o sea ellos no producían inteligencia, la gran mayoría eran inteligencia en combate”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
2171 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: y cómo era entonces el proceso para transmitirle las

misiones tácticas a las unidades que estaban en el terreno. RESPONDIÓ: bueno a ellos se les enviaba la orden

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que fue corroborado por el jefe de la sección de inteligencia, Ángel Fernando Carvajal,
en los siguientes términos:

“(…) si a mí me preguntan, no se alcanzaba a verificar, o sea, no se le hacía el ciclo de


inteligencia, no se hacía (…) la inteligencia es el producto del análisis y de todo lo que es el tema
del ciclo de la inteligencia. Pero eso no se hacía, por eso le digo, no lo sabía yo doctor, pues yo no
entiendo por qué mi coronel, si sabiendo que de pronto esos documentos tenían que integrarse
con ese anexo, o bueno, hacerse un ciclo, una información, “¿quién le dijo a usted? ¿quién le dio
la información?”, así no lo tuviera yo (…)”.

1954. El SS William Andrés Capera Vargas reconoció en su versión voluntaria que en


el caso de las muertes fuera de combate era necesario hacer una orden de operaciones
que fuera firmada también por el comandante del pelotón que realizaba la operación
como un medio para legalizar la baja y constatar la existencia de informaciones
previas,2172 por lo que el mayor Álvarez como S3 y el Capitán Carvajal como S2 acudían
al lugar de los hechos para hacerla firmar.2173

1955. Capera Vargas recordó, por ejemplo, que para el hecho del 17 de enero de 2008
en el que fue dado de baja el señor Ever Urquina Rojas, él en calidad de comandante
del segundo pelotón de la compañía Azteca recibió y firmó la orden de operaciones el
mismo día que el CTI fue a hacer el levantamiento del cuerpo2174, puntualizando que

de operaciones, la misión táctica perdón, pues porque por ejemplo con la gran mayoría como ellos mismos
eran los aportantes al insumo de inteligencia cierto, pues ellos eran los conocedores del terreno. Muchas veces
ellos nos daban alguna opción de la ruta de cómo sería mi ruta, cómo sería esto, y lo que hacemos nosotros es
recibir todas las recomendaciones de ellos, plasmarlo en la carta y mostrárselo al Coronel, pero normalmente
cuando no era directamente por radio o sea todo era por radio”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2172 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO ¿Y usted recuerda qué decía esa orden de operaciones?

RESPONDIÓ No, no lo recuerdo señor magistrado PREGUNTADO ¿Usted solamente la firmó? RESPONDIÓ
Solo la firmé, en realidad nosotros pues, se la llevan a uno y es como, el papel para constatar que sí había una
orden de procedimiento para hacer esa, esas muertes, entonces a uno se la llevaban para firmarla al lugar de
los hechos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2173 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: Pero digamos en este caso, ¿usted contaba con la orden

de operaciones previa? RESPONDIÓ: No, nos la llevaron después cuando vino al lugar de los hechos a hacer
el levantamiento, vino el cuerpo del CTI, vino mi mayor Álvarez, me trajo la orden de operaciones y el señor
capitán Carvajal que era el jefe de operaciones o el de inteligencia del batallón, vinieron, fueron los dos al lugar
de los hechos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2174 William Andrés Capera Vargas: ”en un falso positivo una orden de operaciones empieza con la legalidad

que empieza una operación normal con información para ir a darle un golpe a un objetivo, no es igual, cuando
yo tengo una información para ir a darle un golpe a un objetivo, que sé que hay un campamento, me entregan
la orden de operaciones a mi como comandante de unidad y en ella va incluidas las unidades adyacentes que
van a ser de mi apoyo, yo voy al cajón de arena después de que leo la orden de operaciones para instruir a mis
soldados o mis unidades bajo mi mando, qué [inaudible] voy a hacer, yo les quito hasta el teléfono para evitar
fuga de información y voy al cajón de arena para que ellos sepan el lugar que nos vamos a mover y qué es lo
que voy a hacer, en esas operaciones si ustedes se dan cuenta que creo que ya tienen recogida material en la

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”salí sin orden de operaciones y la orden de operaciones la legalizaron después para que yo la
firmara en el área en el momento en que estaban haciendo el levantamiento del señor Urquina”.
El objetivo con ese actuar era dejar soporte de la aparente legalidad de la misión.

5.5.2.2. Responsabilidad por ejercer presión sobre los integrantes del BIMAG para
que reportaran bajas sin importar si eran legales.

1956. Francisco Adrián Álvarez Calderón aseguró respecto de las presiones por
resultados que estas se producían cuando el comandante del Ejército era el general
Mario Montoya Uribe2175 y en el Batallón de Infantería No. 27 Magdalena con el coronel
Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, sin embargo, a su juicio ”no [era] una presión directa
sino la hacía por debajito”,2176 aspecto que es rebatido por el sargento Rodríguez Vera,
quien señaló que el comandante del BIMAG pedía a los pelotones resultados tangibles
que se medían en muertos en combate porque eso era lo que importaba.2177

1957. Si bien el compareciente no reconoce haber presionado a los comandantes de


pelotón para la realización de resultados operacionales, el señor William Andrés
Capera, comandante del segundo pelotón de la compañía “A” refirió que al llegar al

orden de operaciones que yo le recibo al mayor Álvarez Calderón Francisco Adrián yo firmó la orden de
operaciones por la parte de atrás y pongo hora y fecha de mi firma del momento que recibí la orden de
operaciones que fue el día en que el CTI fue a hacer el levantamiento del señor Urquina Rojas. PREGUNTADO:
Bueno, pero entonces, en este caso específico, a usted le entregan la orden de operaciones […] RESPONDIÓ:
Después de que se acabó la operación. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2175 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “Yo pensaría que eso fue más o menos cuando nosotros salimos de la

zona de distención, la guerrilla vuelve e inicia como a retomar su parte violenta, su parte de retenes, pescas
milagrosas, yo pienso que eso fue cuando el comandante del Ejército era mi general Montoya que se empieza
a ver ya que o sea presionan desde el comando del Ejército, división Brigada, Brigada Batallón y Batallón
comandante de Compañía”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2176 Francisco Adrián Álvarez Calderón: ”él pues no ejerce una presión directa sobre los resultados

operacionales, pero si le interesan mucho o sea pero él es una persona muy inteligente, es una persona muy
sagaz entonces no se compromete directamente con nadie pero si a él le interesaba y más sobre todo por la
trayectoria que él tiene, que yo creo que él estaba como perfilándose para Comandante del Ejército entonces si
le interesan los resultados pero pues no es una presión directa sino la hacía por debajito, a mí a veces me
llamaba y me decía ’venga Álvarez‘, aunque la relación de nosotros no era muy buena ’Álvarez qué pasa, mire,
piense, analice bien, analice a ver qué es lo que está pasando con la inteligencia, mire que esto’”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco
Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2177 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “los resultados tangibles que decía al coronel Pinto era que tenían que

haber muertos de resto no valía, o sea eso no servía de nada (…) en el programa uno escucha el programa y
ahí se salen las órdenes para todas las unidades, entonces él le decía las unidades por el radio decía las
unidades de contraguerrilla que los resultados se tenían que medir en resultados tangibles y que los resultados
tangibles eran muertas en combate”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.

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Batallón, Álvarez le había mencionado que trabajarían de la mano2178 y que dicho


comentario no requirió explicación por cuanto que ya sabía a qué se refería 2179,
adicionalmente porque al llegar al área empezaron las presiones2180. En versión recordó
la primera conversación telefónica con el S3 del Batallón:

“(…) PREGUNTADO: Cuéntenos todo lo que usted recuerde de esa primera conversación por
teléfono RESPONDIÓ: Esa primera me dijo, bueno cucho, toca que empecemos, organice para
dar un, para que empiece a dar resultados, nos están pidiendo resultados de la brigada, estamos
quietos, entonces me dijo, hable con la gente, y yo hablé con el pelotón, ya llevaba un tiempo
en la contraguerrilla porque esto fue para enero, si no estoy mal eso fue para la fecha de enero, sí,
yo llevaba pocos días, a pesar de eso, uno con la duda, pues yo ya venía de un lado donde
prácticamente me enseñaron, [Urabá] me metieron en este mundo, entonces yo llegue y lo
primero que hice fue hablar con los suboficiales que tenía, dos cabos, a Cárdenas y a López, luego
ellos no se opusieron, hablé con unos soldados, cuando los soldados fueron los que empezaron a
darme opiniones y opciones porque yo no conocía el lugar, yo estaba recién llegado, no conocía
el lugar, entonces, por parte más que todo del cabo López, que fue el que está involucrado en este
proceso conmigo, o en este caso, él fue el que me dijo que tenía quien nos podía colaborar con lo
que era hacerse pasar por los informantes o los que dieran la información” (…).(Negrillas
agregadas)

1958. Recuerda así mismo Capera que previo al hecho del 15 de febrero de 2008, donde
fallecieron los señores Alber Augusto Liscano Cedeño y Juan Perdomo Claros, el mayor
Álvarez Calderón llamó al comandante de Azteca 2 y le expresó “palabras textuales,
‘marica, me tiene acosado el jefe, que qué pasó con el trabajo de este mes’”, a lo cual respondió
que no tenía dinero y Álvarez continuó “pues usted coja a los soldados que van a ir, envíelos
al Batallón que usted sabe que yo les doy todo lo correspondiente que lo que necesitan para los
transportes y la movilidad, en ese momento para eso fue el cabo López y un soldado de apellido
Valderrama, fueron al Batallón, mi mayor les dio gasolina, aceite y transporte y lo que tenían
que gastar allá en Neiva”2181.

2178 William Andrés Capera Vargas: “entonces ya hablé con mi mayor y dijo, a usted lo voy a pasar al pelotón
Azteca 2 y pues las palabras textuales, no sé, de pronto suene grosero como habla uno, pues me dijo, marica,
vamos a trabajar los dos, hasta ahí fue y me mandaron para allá”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2179 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: ¿Y luego Álvarez, después de esa primera frase que

usted nos indica que le dijo, bueno, usted y yo vamos a trabajar, en algún momento posterior, él explicó cuál
era su misión? RESPONDIÓ: Pues no me iba a explicar la misión porque pues ya se sabía qué es lo que me
estaba diciendo, aparte de lo que por el teléfono me decía, bueno, toca que alistarnos y toca empezar a dar
resultados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2180 William Andrés Capera Vargas: “me empezaron por teléfono a dar órdenes, a pedir resultados

operacionales porque todo no se hacía por el radio, también se hacía por el teléfono”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés
Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2181 William Andrés Capera Vargas: “cuando llegamos nos enviaron hacia el sector de La Primavera, eso es una

vereda también del municipio de Suaza, estando allá pues duramos un tiempo quietos en un lugar hasta que
me llama mi mayor Álvarez y me dice que, ahí es donde me dice por primera vez que, que lo están acosando
por resultados operacionales qué fue lo que ya les comenté a los señores diputados, magistrados perdón, me
llamó una tarde y me dice palabras textuales, marica, me tiene acosado el jefe, que qué pasó con el trabajo de

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5.5.2.3. Responsabilidad por proporcionar los medios económicos requeridos para la


atracción de las víctimas y el material de guerra necesario para la simulación
de combates.

1959. El soldado profesional José Aníbal Trujillo, quien perteneció al segundo pelotón
de la compañía “A” mientras el comandante fue el señor William Andrés Capera
Vargas, señaló en su versión que el mayor Álvarez participó, además, en la realización
de las operaciones ilegales proporcionando a las tropas el dinero que se requería para
transportar mediante engaños a víctimas al lugar donde serían ejecutadas. 2182
Particularmente mencionó:

“(…). mi mayor Álvarez, él hizo muchas cosas que realmente no debía haber hecho, muchas cosas
que él hizo porque él cuando pasaron los hechos él tuvo mucho que ver con los hechos, con lo que
pasó. PREGUNTADO: cuando usted dice que el mayor Álvarez hizo muchas cosas que no debió
haber hecho ¿de qué está hablando? RESPONDIÓ: o sea porque el siempre cuando iban hacer… o
sea cuando yo me enteré que iban a hacer cosas, traer cosas por ejemplo jóvenes o cosas así, él daba
vales de gasolina para darles a los de la moto, para traer material o jóvenes así (…)”.

1960. Capera Vargas al respecto relató que era el mayor Álvarez quien se encargaba de
firmar los vales para la gasolina de las motos utilizadas en las operaciones militares, ya
que la búsqueda y transporte de las víctimas al lugar donde fueron dadas de baja se dio
por medio de motos particulares o personales de la tropa2183. Capera precisó también que

este mes, yo ahí fue que le dije que no había dinero, yo le dije, pues mi mayor no hay dinero, entonces él me
dijo, pues usted coja a los soldados que van a ir, envíelos al Batallón que usted sabe que yo les doy todo lo
correspondiente que lo que necesitan para los transportes y la movilidad, en ese momento para eso fue el cabo
López y un soldado de apellido Valderrama, fueron al Batallón, mi mayor les dio gasolina, aceite y transporte
y lo que tenían que gastar allá en Neiva”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2182 José Aníbal Trujillo: “PREGUNTADO: en su opinión, el mayor Alvares estaba enterado de lo ocurrido.

RESPONDIÓ: si señor. PREGUNTADO: ¿por qué? RESPONDIÓ: porque él al principio le dio el vale a los
señores que fueron a traer a los muchachos, de gasolina y porque también estuvo en el lugar de los hechos,
estuvo pendiente de todo eso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Sandro Alexander Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0481.
2183 William Andrés Capera Vargas: “PREGUNTADO: ¿Y quién controlaba el combustible? RESPONDIÓ: Mi

mayor el ejecutivo que ya era Álvarez el ejecutivo, PREGUNTADO: ¿Y entonces todo ese combustible como lo
reportaban entonces, porque si no era para unas motos oficiales? RESPONDIÓ: No sé, yo no manejaba
presupuesto y no sé cómo harían el cambio, eso sí ya lo manejaban internamente. PREGUNTADO: Entonces
llegaron, llegó allá el soldado, le dieron una moto, combustible […] RESPONDIÓ: Llegó en la moto y le dieron
el combustible, le dieron un dinero y salió para la ciudad de Neiva. PREGUNTADO: ¿Y ahí consiguió a esta
persona? RESPONDIÓ: Sí, y se devolvieron nuevamente. PREGUNTADO: ¿Y la trajo donde estaba usted?
RESPONDIÓ: Y la trajo, donde estaba yo, en la vereda Candela. PREGUNTADO: Y ya cuando esa persona
llega ¿cómo venia vestida? RESPONDIÓ: Creo que lo único, no recuerdo bien, le tenían era las botas porque
el traía creo que un buso oscuro, solamente las botas y el pantalón”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
También José Fidel Orjuela “PREGUNTADO: Y usted nos mencionó en algún punto que el mayor Álvarez, si
no recuerdo mal, ofrecía el combustible para las motos, diciendo que era el aceite para las estufas ¿cuáles

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cada vez que se hacía un movimiento y se daba un resultado operacional estaba


ordenado por el mayor Álvarez2184, sin embargo, este último negó haber participado
entregando vales para transporte o material de guerra2185.

1961. El soldado profesional José Fidel Orjuela refirió a la Sala que el mayor Álvarez
en un programa radial le dijo a Capera Vargas que tenía “listo el aceite para las estufas y
que estuviera pendiente que le iba a hacer llegar el botiquín”, haciendo referencia con el aceite
al combustible para las motos que traerían a las víctimas y al botiquín como las armas
que se les implantarían.2186 Así pues, una vez más se advierte el conocimiento y la
intervención de Álvarez en el desarrollo de estas operaciones ilegales.

5.5.2.4. Responsabilidad por promover la concesión de días de permiso adicionales


por la presentación de resultados operacionales.

1962. En el marco de las operaciones militares el compareciente reconoce que las tropas
tenían como incentivos por la presentación de bajas en combate unos permisos que

motos, de qué motos estamos hablando? RESPONDIÓ: De las motos que mencioné en los que llevaron a los a
los muchachos. PREGUNTADO: Pero ¿por qué tenía el pelotón motos? RESPONDIÓ: De pronto no tenía
motos, los muchachos estaban de permiso y me imagino que conseguirían las motos por fuera.
PREGUNTADO: Es decir, esas motos no eran del pelotón o del Batallón sino las motos de los soldados.
RESPONDIÓ: Eran motos particulares”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Fidel Orjuela. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0242.
2184 William Andrés Capera Vargas: “(…) cada vez que nosotros dábamos un resultado operacional en el

batallón pues todo lo que yo hacía estaba ordenado por mi mayor Álvarez, inclusive hasta para lo del
movimiento de los soldados, él firmaba los vales para gasolina, aceite de las motos y en fin otras cosas que
colocaban allá en el batallón (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2185 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: ¿Quién manejaba los vales de combustible en el

batallón? RESPONDIÓ: El ejecutivo y segundo comandante. PREGUNTADO: El sargento Capera indica que
enviaban el soldado del batallón para que reclamara allá vales de combustible y el dinero para sus gastos
personales en el desplazamiento para recoger o para conseguir a la víctima de estos hechos, indica también el
sargento Capera que estos hechos debían realizarse dando apariencia de legalidad y señala que en este caso
también se detona una Granada para simular el combate, ¿recuerda usted haberse enterado de la Granada o
está eso en la información que usted tiene? RESPONDIÓ: No señor magistrado, no no recuerdo de la pues de
la detonación de la Granada, no no la no no no lo tengo presente pero sí debería estar muy en el informe de
patrullaje, pero en realidad a veces no era muy normal que uno dijera que pues que no porque como como les
decía anteriormente si analizamos todo desde un punto de vista ahí prácticamente no había combate, entonces
no… era más pienso yo que por por cuadrar la escena y que fuera más creíble me imagino que en el hecho de
cuando llegara el CTI y se realizaran como los los actos urgentes, pero no no tengo conocimiento de esto”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
2186 José Fidel Orjuela: “En alguna ocasión en un programa yo escuché a mi mayor Álvarez cuando le decía a

mi sargento Capera que ya tenía, que ya estaba listo el aceite para las estufas y que estuviera pendiente que,
que le iba a hacer llegar el botiquín, esto se refería, pues el aceite de las estufas era el combustible para las
motos de los muchachos que iban a buscar a la gente que iban a llevar después, y el botiquín pues era lo que
llevaban de las armas, todo lo que le fueron a poner a los muchachos ahí”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Fidel Orjuela. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242.

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podrían ser de 8 o 10 días, los cuales eran otorgados y disfrutados de forma inmediata
a la comisión del hecho por lo que “(…) se mandaban a recoger, mandaba uno los vehículos,
los sacaban, guardaban su armamento y salían (…)” de permiso.2187

1963. El Soldado Profesional Francisco Javier Castañeda Alfaro informó que en el


Batallón Magdalena se daban 5 días de permiso por cada operación con resultados2188 y
que dicha disposición había sido comunicada a la tropa en una formación por parte del
mayor Francisco Adrián Álvarez Calderón con el objetivo de que la gente se
motivara2189. Dicha formación se dio en el mes de diciembre del año 2007 y
puntualmente el S3 les informó que “de aquí para allá 5 días de permiso por cada operación,
si salen en la semana 5 operaciones y con resultados pues se le agrega cinco y cinco y cinco, más
las vacaciones”.

1964. Señaló el soldado profesional José Aníbal Trujillo Hernández que el mayor
Álvarez era quien les decía cuántos días de permiso se les darían a los soldados por las
bajas que presentaran2190, aspecto que es reconocido por el mismo compareciente pues
informó que

“(…) yo le decía ‘mi Coronel entonces ¿cuántos días les va a dar a ellos?’ entonces mes decía
‘dígales que 8 y pues si le negocian entonces dele los 10 días’, pero si pues normalmente por cada
resultado se les daba, pues cuando eran bajas en combates se les daba permiso prácticamente
inmediato, cuando había unidades que daban por ejemplo otro tipo de resultados como
incautaciones, como laboratorios y todo este tipo que no eran bajas en combates, él lo que hacía
era que esperaba a que cumplieran su tiempo para salir a permiso (…)”.

2187 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: digamos si esas unidades eran las que más bajas
daban, ¿digamos qué tipo de estímulo o ventaja o premio lo que fuera pedirían? O sea, para qué les servía.
RESPONDIÓ: permisos, él daba 8,10 días de permisos (…). PREGUNTADO: qué tipos de permisos tenían o
que… RESPONDIÓ: ellos tenían tiempo, o sea es decir daban sus resultados inmediatamente se mandaban a
recoger (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
2188 Francisco Javier Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: ¿en qué momento le explicaron que usted iba a recibir

días de permiso por estos hechos? RESPONDIÓ: no por que vea, como, le voy a hablar de un relato cortico,
dijeron bueno se dan 5 días de permiso por operación PREGUNTADO: ¿quién dijo eso? RESPONDIÓ: ahí
directamente dijo fue el mayor, 5 días de permiso por operación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
2189 Francisco Javier Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: ¿en qué momento les dijo eso, es decir, usted recuerda

haber escuchado eso del mayor en una formación? RESPONDIÓ: la formación de nosotros era interna no era
a nivel Batallón, interna. PREGUNTADO: la pregunta es si ¿usted recuerda haber escuchado eso en una
formación? RESPONDIÓ: si, él lo dijo, por eso le digo, yo le estoy aclarando los hechos y sí, él lo dijo él lo dijo,
ya la gente dijo para que se motive, bueno”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
2190 José Aníbal Trujillo Hernández: “PREGUNTADO: ¿de qué manera incidían en los permisos? RESPONDIÓ:

porque ellos eran los cuadraban las operaciones, ya después de que ocurrieron los hechos, salíamos al batallón
y más el 3, él era el que coordinaba las declaraciones, lo que tocaba declarar, él era el que coordinaba los
permisos, él era el que le decía a mi coronel, bueno cuantos días de permiso le vamos a dar a estos muchachos
por las bajas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0267.

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1965. A modo de ejemplo, el señor Trujillo, al relatar el hecho del 15 de febrero de 2008
en la vereda La Palma del municipio de Suaza donde fueron ejecutados los señores
Alber Augusto Liscano Cedeño y Juan Perdomo Claros, indicó haber recibido un
permiso de 12 días, el cual fue comunicado directamente por el mayor Álvarez y
autorizado por el coronel Marcos Evangelista Pinto.2191

1966. En este sentido, el mayor Álvarez, como oficial de operaciones, fue promotor del
plan de moral y bienestar y de sus incentivos en aras de asegurar la realización de
operaciones militares con resultados de bajas en combate que los mismos partícipes
reconocieron como ilegales.2192

2191 José Aníbal Trujillo Hernández: “PREGUNTADO: usted nos dijo que por estos hechos le habían dado
permiso al pelotón, ¿recuerda cuantos días fueron? RESPONDIÓ: nos dieron como 10 - 12 días.
PREGUNTADO: ¿quién les dio ese permiso? RESPONDIÓ: nos dio mi coronel Pinto. PREGUNTADO: ¿el
coronel Pinto habló directamente con usted del porque les estaba dando permiso? ¿qué les dijo? RESPONDIÓ:
pues el que habló directamente con nosotros fue el mayor Álvarez, el que nos dijo bueno les vamos a dar tantos
días de permiso, mi coronel aprobó tantos días de permiso. PREGUNTADO: ¿el mayor Álvarez les dijo que el
coronel Pinto les había dado permiso? ¿cuándo les dijo eso? RESPONDIÓ: eso nos los dijo al otro día de haber
llegado al batallón. PREGUNTADO: ¿y cuándo les dieron ese permiso? RESPONDIÓ: salimos por la tardecita,
por la tardecita salimos al permiso. PREGUNTADO: ¿el día después de estos hechos ustedes salen de permiso?
RESPONDIÓ: sí señor, nos dieron el permiso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0267.
2192 Operación Metrópoli, Misión Táctica 139/JET. José Roldán López Cerón: “el sargento Rodríguez le da la

orden a unos soldados no sé cuál serían los soldados porque estaba oscuro a esa hora, el Sargento Rodríguez
que hasta ese momento no lo conocía yo porque la verdad yo no conocía a mi Sargento, dice, se me acerca y
dice usted es el comandante de la sección Azteca o yo le dije sí mi Sargento yo soy dice: Váyase con el soldado
Méndez y lleve a este muchacho que ya Méndez sabe lo que tiene que hacer con él, que estos otros muchachos
yo ya les voy a hacerlo propio ahí y señoría y arranque con el soldado Méndez y uno de los tres muertos con
los que íbamos y mi Sargento me había dicho que cuando hicieron los disparos pues que ya Méndez, con el
soldado que yo iba, pues el que ya él ya iba a disparar también y nosotros íbamos caminando cierto tiempo,
más adelante se habían ido otros soldados también con otro civil de los civiles que subieron a los carros y
cuando escuchan los disparos de la parte de atrás, el soldado con el que yo iba el soldado iba con él, con uno
de los muertos y él le disparó al que iba con nosotros con el que yo iba también ahí, al momentico a la parte
delante escucho los otros disparos de otros soldados, su señoría esos hecho ocurrieron ese día también y eso
no fueron bajas, no fue en combate ni nada de eso, eso fue esos muchachos que subieron a las turbos y también
pues se les quitó la vida pues vilmente haciéndolo así”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
Operación Ébano, Misión Táctica No. 16. José Alfredo Córdoba: “Era un potrero en la parte alta de Paletará,
dijo que necesitaba saber quién tenía algún enemigo que fuera delincuente en alguna vereda, que fuera alguien
que fuera, él le decía “ñámpiro”, algún ñámpiro que fuera digamos ladrón, que uno supiera que le hacía daño
a la gente y que lo pudiera llevar que para uno dar un resultado operacional con esa persona […] Yo me volví
para el pelotón, yo estuve en el dispensario del batallón unos días antes. Volví al pelotón y cuando volví pues
yo seguía enfermo de ese oído porque ese animal lo tenía adentro entonces dijo Capera, “usted como está
enfermo usted va a decir que usted va adelante”, dijo, “como ahí vamos a decir que hubo una explosión
entonces se va a decir que usted con el oído, con la explosión se afectó el oído, para que lo atiendan rápido”,
dijo, “así si lo atienden ligerito”, entonces le dije que yo decía que yo había estado en la punta”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José
Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0239.

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5.5.2.5. Responsabilidad por liderar la concertación de las declaraciones falsas que


rindieron los ejecutores de los crímenes en el marco de las investigaciones.

1967. José Aníbal Trujillo refirió en su versión voluntaria que el mayor Álvarez
coordinaba las declaraciones que se debían dar posterior a la ocurrencia de los hechos2193
y a su vez se cercioraba de que los soldados efectivamente hubieran relatado lo
sucedido según sus indicaciones.2194

“(…) llegamos al otro día al batallón allí nos pasaron, el sargento Capera, una hoja de lo que
teníamos que declarar y eso era lo que teníamos que declarar , después nos reunió el mayor
Álvarez y nos dijo que teníamos que declarar así, dimos las declaraciones y ellos entraban allí a
pasar revista de que si hubiéramos declarado así como ellos habían dicho, después nos dieron el
permiso […] PREGUNTADO: ¿y el mayor Álvarez les dice que también digan lo que les ha dicho
el sargento Capera o que les dice exactamente el mayor Álvarez? RESPONDIÓ: que digamos lo
que dice ahí en la hoja que nos pasó el sargento Capera. PREGUNTADO: ¿y les dice que decir eso
no va a tener ninguna consecuencia? RESPONDIÓ: sí señor que no va a tener ninguna
consecuencia (…)”.

1968. Según Trujillo, Álvarez les indicaba que declararan lo mismo que habían
plasmado en el informe de los hechos que entregaba el comandante de la operación.

2193 José Aníbal Trujillo Hernández: “PREGUNTADO: de qué manera incidían en los permisos RESPONDIÓ:
porque ellos eran los cuadraban las operaciones, ya después de que ocurrieron los hechos, salíamos al batallón
y más el 3, él era el que coordinaba las declaraciones, lo que tocaba declarar […] PREGUNTADO: ¿qué pasó
cuando llegaron al batallón? RESPONDIÓ: llegamos al batallón allí estaba él mi mayor Alvares el 3, nos
reunieron ahí nos felicitaron, después nos reunió el sargento Rodríguez y mi mayor Alvares para coordinar
cómo teníamos que declarar y como teníamos que decir como había sucedido allí en el lugar de los hechos”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0267.
También José Fidel Orjuela: “PREGUNTADO: ¿Cuándo el pelotón llega al Batallón el comandante del Batallón
los está esperando para felicitarlos? RESPONDIÓ: En ese momento nos formó mi mayor Álvarez
PREGUNTADO: ¿Y en esa formación qué les dice el mayor Álvarez? RESPONDIÓ: No, pues nos dijo que muy
bien muchachos y pues que ahora prepárense para, para las declaraciones y ya, y entonces ya ahí mismo el
sargento Capera fue cuando nos entregó escrito lo que teníamos que declarar y seleccionó las personas para,
para declarar, porque tampoco en muchas ocasiones se vio que no, no declaraban las personas que estuvieron
ahí, sino que seleccionaban otras personas que muchas veces nunca estuvieron ahí, entonces seleccionaban los
que iban a declarar y les entregaban escrito lo que tenían que decir”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Fidel Orjuela. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242.
2194 José Aníbal Trujillo Hernández: “PREGUNTADO: si le entendí bien en una respuesta referida a los hechos

de febrero de 2008, usted dijo que el mayor Álvarez revisaba las declaraciones, que él se aseguraba que ustedes
había dicho lo que tenían que decir. RESPONDIÓ: sí señor. PREGUNTADO: ¿cómo hacia eso el mayor
Álvarez? RESPONDIÓ: hay veces que uno daba la declaración y el entraba y comparaba las declaraciones del
primero que declaró y del otro para ver si habíamos coordinado las declaraciones. PREGUNTADO: ¿él entraba
a donde, a la sección jurídica o como él comparaba las declaraciones? RESPONDIÓ: el miraba que hubiéramos
coordinado mejor dicho que hubiéramos dicho lo que había pasado arriba que hubiéramos hechos la
reconstrucción de los hechos que ellos hicieron allí, que coordinamos todos igual que todos hubiéramos dicho
lo mismo para que no fuera a haber problemas más después. PREGUNTADO: pero ¿cómo hacía eso el mayor
Álvarez? ¿cómo se enteraba de lo que habían dicho? RESPONDIÓ: porque él veía las versiones que nosotros
habíamos dado señor magistrado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0267.

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Para el caso del 19 de junio de 2008 en donde falleció el señor Edras Sambony
Benavidez, “Álvarez nos dijo que declaráramos tal cual como habíamos hecho la reconstrucción
allí arriba, o sea que la sección Azteca había bajado por un lado, que el soldado Méndez era el
puntero, que yo iba más atrás y que el resto iba atrás, o sea que contáramos como si realmente
hubiera pasado algo real. PREGUNTADO: pero ¿en lo que usted sabe el mayor Álvarez estaba
al tanto que eso no había sido un combate? RESPONDIÓ: él sabía que no era un combate”. El
también soldado profesional Faiver Buesaquillo Quinayas, por su parte le contó a la
Sala que el mayor Álvarez en el hecho del 17 de enero de 2008 en la vereda El Carmen
del municipio de San Agustín, le había reclamado a Capera haber puesto a declarar a
un soldado que se ponía nervioso cuando le preguntaban por los hechos, en sus
palabras el S3 dijo “usted para qué pone a declarar a estos manes, que les da miedo, que están
asustados”.2195

5.5.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

1969. El señor Francisco Adrián Álvarez Calderón lideró conscientemente y de manera


determinante un plan criminal que buscaba dar muerte a civiles para presentarlos como
miembros de grupos al margen de la ley o de bandas delincuenciales. Su participación
consistió en planear las operaciones ilegales, facilitar los medios necesarios para la
atracción de las víctimas y la consecución del material de guerra requerido para la
simulación de combates, presionar por resultados, otorgar incentivos respecto de
operacionales ilegales, instituir una competencia entre los pelotones y compañías del
BIMAG, e instruir a los integrantes de los pelotones implicados para que rindieran
declaraciones falsas.

1970. EL señor Álvarez Calderón, planeó las operaciones que tuvieron como resultado
el homicidio de civiles, obviando su obligación de salvaguardar la vida y la integridad
física de las víctimas. Sin su determinante accionar, el entonces teniente coronel Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo no hubiera podido presentar asesinatos y desapariciones
forzadas como resultados operacionales legítimos, para destacarse ante la Novena
Brigada y la Quinta División del Ejército Nacional.

1971. Existen bases suficientes para entender que Francisco Adrián Álvarez Calderón
era consciente de: i.) la situación de conflicto armado que se presentaba en el
departamento del Huila ii.) de que ninguna de las muertes reportadas había ocurrido

2195Faiver Buesaquillo Quinayas: “PREGUNTADO: Y usted en una respuesta anterior nos refirió una
conversación que tuvieron el Mayor Álvarez y el sargento Capera, que el Mayor Álvarez le reclamaba al
sargento Capera por qué lo había puesto a declarar a usted, ¿cómo supo usted de esa conversación?
RESPONDIÓ: Eso pasó en el momento que yo termino la declaración con la señora del CTI, como él estuvo
pendiente de la declaración mía y él me miró que yo estaba asustado o que yo no sabía qué decir, entonces
cuando yo termino la declaración el Mayor Álvarez le dice a mi sargento Capera ‘usted para qué pone a
declarar a estos manes, que les da miedo, que están asustados’, yo hasta ahí, porque ya después me fui y ellos
quedaron ahí pero no sé de qué más hablarían ni qué más dirían. PREGUNTADO: Esa declaración frente a la
funcionaria del CTI, ¿fue en el lugar de los hechos o en el batallón? RESPONDIÓ: En el lugar de los hechos.”
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261.

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en el marco de un combate y iii.) que las víctimas eran civiles. Su participación


corresponde a un rol de liderazgo en la planeación de las operaciones irregulares,
mediante la elaboración de las ordenes o misiones tácticas empeladas para darle visos
de legalidad al accionar ilegal de los efectivos del BIMAG, la escogencia del pelotón a
cargo de consumar los homicidios y el ofrecimiento de prebendas por la consecución
de bajas.

1972. En la ejecución de los delitos investigados, el liderazgo de Francisco Adrián


Álvarez Calderón, tuvo lugar mediante la persuasión para el reporte de muretes en
combate sin importante si eran legales o no, la entrega de vales de gasolina para la
realización de las actividades necesarias para la atracción de las víctimas y la entrega
de los elementos requeridos para la simulación de confrontaciones armadas. Frente al
encubrimiento, Álvarez Calderón lideró el reporte de información operacional falsa y
la emisión de instrucciones para que se rindieran declaraciones apócrifas ante la Justicia
Penal Militar y la ordinaria.

1973. Por el rol que cumplió el compareciente en el BIMAG, como oficial de


operaciones, se aprecian bases suficientes para comprender que era consciente de la
práctica criminal que se empleaba allí. De acuerdo con ello, lideró la constitución y
puesta en marcha y a pesar de ello tanto a través de las órdenes que impartía como de
las actuaciones realizadas, su rol sirvió para que se mantuvieran en marcha los tres
patrones macrocriminales que la Sala ha identificado.2196 Es claro que sus aportes fueron
esenciales para su diseño, su difusión, su permanencia y su encubrimiento. Ello permite
calificarlo como máximo responsable.

1974. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2197 de Álvaro
Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez,
Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos
Mauricio Duque Pastrana, Carlos Arturo Bustos López y una persona no identificada;
en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen
de asesinato como crimen de lesa humanidad2198 de treinta y cinco personas, Álvaro
Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez,
Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Javier
Castillo Becerra, Diego Fernando Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy Erazo
Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón

2196 William Andrés Capera Vargas: “[Francisco Adrián Álvarez Calderón] pasa al puesto del ejecutivo por ley
y por antigüedad y el próximo mayor que llegue como es más nuevo, pasa a oficial de operaciones, a pesar de
que Álvarez y Ojeda ya se fue, Álvarez quedó con el poder del batallón puedo decir que prácticamente, porque
él era el ejecutivo y el segundo comandante y todo, a pesar de que hubiera un oficial de operaciones, un mayor
Meza, nada reportábamos con ese mayor, así fuera Álvarez el ejecutivo, todo era con Álvarez directamente, ya
nada había aquí, él encerró todo en él”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2197 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).

2198 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Bedoya, Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra,
Rafael Medina Reyes, Mariano Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama, Oswaldo
García Gómez, John Fredy Molina Cerón, José Luis Castillo, Edras Sambony Benavidez,
Willmer Cerón Joaqui, Carlos Mauricio Duque Pastrana, Fernando Figueroa Medina,
Miguel Antonio Ordóñez Díaz, Orlando Crispín Lizcano, José Alexander Murcia,
Rubén Darío Garcés Murcia, Carlos Uriel Motta Scarpetta, Manuel Antonio Suárez
Benavides, Carlos Arturo Bustos López y dos personas no identificadas.

5.6. Mayor (r) Ángel Fernando Carvajal Rojas.

1975. Ángel Fernando Carvajal Rojas, identificado con cédula de ciudadanía No.
74.370.868, fue miembro del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena” entre el 1 de
julio de 2007 y el 18 de diciembre de 20082199, período en el que tenía el grado de
capitán2200. Se desempeñó inicialmente como comandante de la compañía A,
“Azteca”2201, luego como oficial de operaciones encargado (S3)2202 y finalmente como
oficial de inteligencia (S2) del BIPIG2203. El señor Carvajal fue convocado por la Sala de
Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante Auto 136 de 22 de julio de 2021,
siendo escuchado en 3 sesiones los días 13 y 14 de septiembre, y 29 de octubre de 2021.

5.6.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

1976. Entre el 1 de julio y el 11 de diciembre del 2007, lapso en el que el capitán Carvajal
se desempeñó como comandante de la compañía “A”, Azteca no tuvo actividad
operacional por reportar. Sin embargo, mientas ejerció como S3 encargado el Batallón
registró tres víctimas fatales de supuestos combates2204 y como S22205 del BIMAG reportó
treinta bajas con las mismas características2206. De los treinta y tres fallecimientos, cinco
corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por

2199 Ejército Nacional. Extracto de hoja de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548 y Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2200 Ejército Nacional. Extracto de hoja de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso

Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.


2201 1 de julio a 11 de diciembre de 2007

2202 12 de diciembre de 2007 a 14 enero de 2008. Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: ¿Cuánto

tiempo estuvo encargado de la sección de operaciones? RESPONDIÓ: Como unos, yo le pongo por ahí unos
20 días señor Magistrado. Es que a mí se me presentó una situación especial y… pero 20 días duré señor
Magistrado, yo como, como a eso de mediados, a mediados o antes de mediados de mes”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando
Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2203 15 de enero a 18 de diciembre de 2008.

2204 En 2 operaciones militares.

2205 Oswaldo Ojeda Oliva: “PREGUNTADO: ¿cuándo llegó a ese capitán Carvajal que usted nos menciona como

jefe de la sección de inteligencia? RESPONDIÓ: el capitán Carvajal era comandante de una compañía, él era
comandante de la compañía azteca y por decisión de mi coronel fue llevado a la Sección Segunda como jefe de
la sección, empezando el mandato de mi coronel Pinto”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Omar Oswaldo Ojeda Oliva.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0479.
2206 En 15 operaciones militares.

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señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; ocho al segundo de


selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad y
veinte al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de
delincuencia común y/o delincuencia común.

1977. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que tenía como objetivo obtener
beneficios personales y profesionales, presentando como resultados legítimos la muerte
de civiles en falsos combates. Si bien Carvajal reconoció irregularidades en la emisión
de las órdenes de operaciones por la falta de análisis de la información en el ciclo de
inteligencia y que se elaboraron anexos de inteligencia con posterioridad a la emisión
de las órdenes de operaciones, no reconoció haber tenido conocimiento de la ilegalidad
de los hechos.2207

1978. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Ángel Fernando


Carvajal Rojas por la ejecución de estos patrones.

5.6.2. Aportes esenciales del compareciente patrones determinados por la Sala.

1979. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales que se han
encontrado en el subcaso Huila.

5.6.2.1. Responsabilidad por el ejercicio deficiente de las competencias propias del


cargo de oficial de inteligencia con el fin de facilitar la ocurrencia de los
crímenes.

1980. Según la doctrina militar el oficial de inteligencia es el responsable de la


producción de inteligencia, del uso de esta información, de la contrainteligencia, del
entrenamiento en inteligencia de quienes pertenecen a esta sección, así como de unas
funciones que el Manual de Plana Mayor denomina misceláneas, que entre otras
contempla la labor de apoyar, asesorar y ayudar al Oficial de Operaciones en el
planeamiento de las operaciones.2208

1981. Ángel Fernando Carvajal Rojas señaló en su versión que para cuando fue
designado como Oficial de Inteligencia no había tenido ninguna capacitación en esa

2207Francisco Adrián Álvarez Calderón: “(…) normalmente, a veces, como la parte de inteligencia siempre la
maneja el de inteligencia con los del 2, aquí no podemos tampoco venir a hablar Capitán Carvajal que no
ejerciera su... uno, la sección de inteligencia nunca fue una rueda porque inclusive yo recuerdo que tenían ellos
como órdenes, de órdenes de trabajo, misiones de trabajo dónde cuándo (…)”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez
Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.

2208 Fuerzas militares de Colombia, Ejército Nacional. Manual de Plana Mayor. TE 3-17 reservado de 1999.

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arma, es más, era la primera vez que trabajaba en esta oficina 2209 y de ello tenía
conocimiento el comandante del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena” de la época,
Marcos Evangelista Pinto Lizarazo2210.

1982. Ante la llegada del capitán Carvajal a la oficina de inteligencia del BIMAG los
suboficiales que pertenecían al S2 tuvieron la responsabilidad de salir al área para
trabajar en el fortalecimiento de la red de cooperantes. El sargento primero Carlos
Hernán Rodríguez Vera estuvo en los municipios de San Agustín, Saladoblanco y
Oporapa, mientras que el cabo primero Rubén Rodríguez Díaz “trabajó por Altamira”2211.
El sargento primero Víctor Manuel Arango Betancourt, por su parte, estuvo encargado
de lo administrativo en la Sección.

1983. Reconoció el compareciente y complementó el TC Pinto Lizarazo2212, que Arango


llevaba las estadísticas de la red de cooperantes del batallón y se encargaba de tomar
los datos de contacto2213, pues estos registros se entregaban a la Brigada para que
supieran y vieran que si se estaban sumando cooperantes2214, quienes eran los ojos y

2209 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “(…) cuando pasé a la sección de inteligencia yo tampoco tenía ni curso
básico, yo no tenía ninguna capacitación en inteligencia (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2210 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “(…) coloqué al Capitán Carvajal por antigüedad en la sección segunda

(…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.
2211 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “todos los que trabajamos en el 2 nos asignaron áreas, para que

trabajáramos con la red, para que conformáramos una red de cooperantes a mí me asignaron el área de, como
yo había estado. Estuve más tiempo creo que para el lado de San Agustín y en ese tiempo también estuve unos,
me movieron hasta Saladoblanco, entonces a mí me asignaron para que cogiera la (Sic.) recuperantes del
municipio de San Agustín de Saladoblanco de Oporapa, de ese sector del Batallón, de esa jurisdicción y al cabo
Rodríguez tenía la jurisdicción para el lado del municipio no recuerdo los municipios para el lado como de
Altamira en todo lo que era Altamira, para el lado como del Caquetá, que éramos los dos suboficiales de menos
grado que teníamos, que podíamos salir a área, entonces a mí me asignaron esa jurisdicción y al cabo
Rodríguez la jurisdicción de allá”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2212 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “¿Cuáles eran las funciones de cada uno?; ¿Quién era el administrador

de red y quién era el…? Sé que el analista, sé que el administrador, digamos contable, era el Sargento primero
Arango y que estuvo el capitán Carvajal como comandante de la sección segunda”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto
Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.
2213 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: ¿Qué tipo de estadísticas llevaba la sección de

inteligencia? RESPONDIÓ: Por ejemplo, estadísticas digamos en cuanto a, por ejemplo, la red de cooperantes.
Resulta y pasa que, señores magistrados, para esa época, 2008, creo que había una red que era la red de
cooperantes, que eran personas que en su momento pues podían, estando en diferentes sitios de la geografía
de la jurisdicción, podían darle algún tipo de información (...) PREGUNTADO: ¿Y qué hacía el sargento
Arango para manejar o cómo manejaba? ¿en qué consistía manejar la red de cooperantes? RESPONDIÓ: No,
la red de cooperantes solamente consistía en tomar datos, en subir estadísticas”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal
Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2214 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “(…) Entonces, pero sí esas estadísticas o esa cantidad de personas uno sí

las subía y las llevaba digamos a la Brigada para que la Brigada supiera que uno sí estaba buscando, pues

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oídos en la jurisdicción para que en caso de que vieran o presenciaran alguna anomalía
fuera informada inmediatamente al Batallón2215, no obstante, aseguró que esto era sólo
estadístico porque muy pocas informaciones llegaban por esa vía.2216

1984. La Sección de Inteligencia tenía dos analistas del blanco FARC que eran el SP
Rodríguez Vera y CP Rodríguez Díaz y se encargaban de buscar la información de
inteligencia que permitiera lanzar posteriormente las operaciones o misiones tácticas2217,
uno de ellos estaba asignado a la cuadrilla 13 y el otro a la 61, sin perjuicio de que en
alguna oportunidad tuvieran que analizar otro blanco como AUC o narcotráfico2218. El
compareciente reconoció que ningún analista se encargaba del blanco de delincuencia
común porque simplemente este no estaba contemplado en la sección.2219 Esto

sumando la red de cooperantes, que inclusive, si no estoy mal señor magistrado y mi mente no me falla, pues
esa era una política del Gobierno nacional, era una política que el Gobierno nacional hablara de la red de
cooperantes y que debíamos de reunirlos todos (…)”.Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2215 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “(…) ¿Qué es la red de cooperantes? Pues es una red que se hace para tener

digamos oídos y ojos en toda la jurisdicción, en toda el área de responsabilidad y que esos ojos y esos oídos de
pronto, si ven alguna anomalía, alguna situación especial, nos pueden llamar (…)”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal
Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2216 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “(…) Pero era solamente, era estadístico, porque pues yo recuerdo que muy

pocas eran las informaciones que llegaban (...)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2217 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “Pues ellos se encargaban señor magistrado era de eso, de buscar la

inteligencia, de buscar esa inteligencia para poderle hacer un proceso, para lanzar operaciones o digamos
operaciones militares, para desarrollar misiones tácticas. Esa era la función digamos que es lo que conocemos
hoy en día, eso es lo que hace una sección de inteligencia, ella busca la inteligencia, ahí por medio de esas
fuentes busca inteligencia”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2218 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Los analistas, usted ha mencionado el término

“analista”, pero también se ha referido al “analista de blanco”. Los 2 analistas que había, el cabo Rodríguez y
el sargento Rodríguez, ¿tenían blancos distintos? RESPONDIÓ: Sí y no señor magistrado, ¿por qué sí? porque
tenían las FARC. Tenían blancos diferentes porque el uno era el 13, el uno era digamos la Cuadrilla 13 y el otro
era la Cuadrilla 61, pero eran casi el mismo blanco. Como le digo, lo que nosotros teníamos de AUC era lo que
venía del Putumayo, pero pues no teníamos blanco hacia el Putumayo, sino más o menos, es que ellos
trabajaban blancos similares, pero también muy ramificados. ¿Por qué señor magistrado? Porque, por ejemplo,
pues un decir, el uno tiene el Frente, el blanco de la Cuadrilla 13, el otro tiene el de la 61, pero, por ejemplo, a
mí me llega una información de narcotráfico, yo no puedo dejar esa información botada, sino la recojo y
empiezo a analizarla. Por ejemplo, que va a pasar un cargamento, “que va a pasar un vehículo cargado con
droga”, el tema digamos de la delincuencia común, pues también uno no puede dejar ese tema solo sino uno
también viene y verifica si digamos esa información es puntual, la analiza. Eso es como eran los blancos de
ellos, o sea, ellos le hacían a todo, pero especialmente digamos cuando yo le hablo de analista era porque el
uno era de la Cuadrilla 13 y el otro era como de la Cuadrilla 61, pero sí había informaciones de otras, digamos
de otros fenómenos de criminalidad que ocurrieran, pues también ellos estaban digamos como en esa
disposición de buscar esa información señor magistrado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2219 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Justamente esa era mi siguiente pregunta, si había algún

analista que se encargara de delincuencia común. RESPONDIÓ: No señor magistrado, no. Para la época no

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muestra cómo enfrentar estratégicamente las actividades de la delincuencia común no


era de importancia para la sección bajo la jefatura de Carvajal Rojas, pero esas
actividades sí eran utilizadas como pretexto para lanzar operaciones que permitieran
reportar resultados obtenidos en combates simulados.

1985. La llegada del SS Carlos Hernán Rodríguez Vera a la oficina de inteligencia del
Batallón se dio durante el primer semestre del año 20082220, cuando el capitán Carvajal
ya fungía como oficial S2. Rodríguez Vera señaló en su versión voluntaria que quien se
encargaba de llevar la información de inteligencia al comando del Batallón era el
capitán Carvajal o en su defecto él2221.

1986. Este punto es de gran relevancia para la Sala, pues se conoce que para las
misiones que se adelantaron en el año 2008 la única inteligencia que se hacía era de
combate2222. Existía un acuerdo entre el mayor Francisco Adrián Álvarez Calderón como
S3 y el Mayor Omar Oswaldo Ojeda como Ejecutivo y segundo comandante del
BIMAG, para que la presentación de resultados operaciones ilegales se distribuyera de
forma equitativa en los pelotones que se encargaban de presentar resultados falsos,
principalmente Azteca 2 y Berlín 32223. Los comandantes de esos pelotones hacían
también falsos reportes de actividades de grupos armados o de delincuencia común
para con ello dar soporte para que se emitieran órdenes de operaciones o misiones
tácticas que a su turno permitían que se presentaran como resultados operacionales los
asesinatos que cometían.

1987. Al respecto Rodríguez Vera tenía un papel primordial en la presentación de estos


resultados pues ha constatado la Sala que dentro de la sección de inteligencia este
sargento segundo participó en varias de las operaciones militares que tuvieron como
resultado operacional bajas en supuesto combate, al punto de comandar la tropa que

había, digamos como analista como tal, no”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2220 Figura en la orden del día No. 053 del 14 de marzo de 2008 del Comando del Batallón de Infantería No. 27

“Magdalena” como suboficial criptógrafo de la Sección Segunda.


2221 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: ¿Quién era el que le llevaba la información al

comandante del Batallón por parte de la sección de inteligencia, era el jefe de la sección o eran los integrantes
de esa sección que se comunicaban con él? RESPONDIÓ: pues bueno ahí yo recuerdo que estaba un Capitán
Carvajal, creo que él era… normalmente siempre tiene que ser el jefe”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2222 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “porque en realidad yo digo que la sección de inteligencia del Batallón

ellos no producían o sea ellos no producían inteligencia, la gran mayoría eran inteligencia en combate”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.
2223 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “Sí se repartían las bajas, si en una semana había habido 4 bajas entonces

las podían coger 2 y 2 o las cogía uno y la siguiente semana las cogía el otro”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.

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tenía a cargo la misión2224 y coordinar las declaraciones de los soldados2225, como ocurrió
en el hecho del 18 de julio de 2008 donde fallecieron los señores Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña y Miller Andrés Blandón Álvarez

“(…) en esos hechos no se tuvo, no hubo ningún análisis de inteligencia ni de información de


que eran que habían unas personas en tal sitio que eran delincuentes eran que pertenecían a
la guerrilla en esa ahí en esos hechos no hubo información de ninguna clase de ninguna índole
de esa parte, en esos hechos yo, el mayor Ojeda me da la orden, el mayor Ojeda y el mayor Álvarez
unen dos compañías, unen la Azteca y la Berlín, la Berlín era la motorizada, entonces unen las
dos compañías y forman un pelotón con la Azteca y la Berlín y me dicen, aquí está mira ahí está
el personal, hay un trabajo para hacer va a ir a hacerlo entonces yo le dije, entonces el que daba
la información era un soldado del Azteca (…) entonces Ojeda me dijo vaya usted mano dé el
resultado dijo o le va a dar miedo, entonces yo le dije, estaba el sargento Capera y que el sargento
Capera era el comandante de la Azteca que fue a ese resultado y la Berlín ellos unieron los dos
pelotones, entonces dijo o si no vaya usted Capera porque usted vive cargado el miedo a todo
momento entonces yo dije, ¿no, yo voy mi mayor, como ordene yo voy’”. (Negrillas agregadas).

1988. En cuanto a la realización de las operaciones militares, además de lo que dice la


doctrina, el mayor Álvarez Calderón aseguró que en la Sección de Inteligencia no había
“ruedas sueltas” sino que todos estaban bajo el mando del capitán Carvajal Rojas, pues
tenía el deber de responder por las actividades de los suboficiales que componían esta
oficina e informar al comandante del Batallón una vez realizado el ciclo de inteligencia
la información que podría servir para emitir una orden de operaciones.2226

1989. Ahora, frente a la elaboración de los documentos que salían de la sección indicó
Carvajal Rojas en su versión que los boletines de inteligencia estaban a cargo del

2224 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “PREGUNTADO: de quién fue la idea de lanzar la granada para simular
el combate RESPONDIÓ: mía su señoría. PREGUNTADO: y porque se le ocurrió a usted lanzar la granada
para simular el combate. RESPONDIÓ: para que fuera más creíble porque la persona llevaba un arma corta,
entonces pues una persona con arma corta y la tropa con fusil pues obviamente que lo primero que va a hacer
es, no va a disparar porque no tiene la misma capacidad de fuego que un soldado sino con una granada puede
lanzar la granada y se retira o huye, entonces eso fue lo que yo hice y actúe para que fuera más creíble el
supuesto combate. PREGUNTADO: de dónde salió esa granada. RESPONDIÓ: esa era de una unidad su
señoría no recuerdo, pero eso era o de la misma… pelotón de ahí, era como el mismo pelotón (sic)”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos
Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2225 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “yo le dije a usted el puntero usted dice que usted escuchó el ruido y que

usted disparó hacia delante y que de allá para acá nos lanzaron una granada, eso fue lo que yo le expliqué al
soldado de acuerdo a la posición donde estábamos y ya como supuestamente se había desarrollado el
encuentro eso sí, eso hace parte del conocimiento que yo tengo cómo se sostiene o cómo reacciona una unidad
cuando sostiene un combate”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2226 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “yo digo que el Sargento Rodríguez tampoco era una rueda suelta y el

Capitán Carvajal también ejercía su mando ahí, y yo recuerdo que cuando salía una información iban los dos.
Claro, el Capitán Carvajal acompañaba al Sargento, para que hablaran directamente con mi coronel, no estoy
diciendo que el capitán tuviera algo qué ver o que supiera, exactamente, lo que el sargento tenía planeado,
pero tampoco es de que le echemos la responsabilidad de que el capitán no hacía nada, o sea, que el capitán
no miraba, el capitán no sabía dónde estaba el Sargento, o sea, el capitán no hacía los boletines diarios”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0554.

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suboficial criptógrafo que estuviera en la oficina.2227 En cuanto a los anexos de


inteligencia reconoció que la mayoría se realizaron meses después de la ocurrencia del
hecho ilegal y que varios de ellos fueron firmados por él2228 como es el caso del 17 de
enero del 2008, fecha en la cual fue dado de baja el señor Ever Urquina Rojas. El
compareciente aseguró en repetidas ocasiones que para el momento en que se expidió
la orden de operaciones de esta muerte no se tenía el anexo de inteligencia y que fue
realizado en el mes de septiembre del año 20082229 con el objetivo de completar las
carpetas operacionales tal y como el coronel Pinto les había solicitado en una reunión

“(…) en el mes de septiembre, más o menos a mediados, yo la verdad no, no conozco los
(inaudible) bien entendido el tiempo doctor. Pero más o menos para esa época, mi coronel Pinto
Lizarazo Marcos Evangelista nos hace una reunión. Nos hace una reunión donde, donde él nos
da la orden de completar las carpetas operacionales, porque a esas carpetas le hacía falta
digamos una documentación (…)”.2230 (Negrillas agregadas)

1990. Carvajal añadió a lo anterior que la información que se consignaba en los anexos
de inteligencia no era inventada por la sección2231, pero que sin embargo no se le

2227 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: [...] ¿Quién elaboraba los boletines de inteligencia?
RESPONDIÓ: En la mayoría el suboficial criptógrafo su señoría, en la mayoría el suboficial criptógrafo, que es
el que está ahí en la oficina. A veces el cabo llegaba temprano y el cabo llegaba por ejemplo y él se sentaba en
la oficina, iba al reporte, escuchaba la información y la transcribía. Por eso, cuando su señoría, aquí están esos
boletines y sumercé ve que en esos boletines tienen diferentes firmas, tienen la firma de mi primero Arango,
tienen la firma del cabo segundo Rodríguez, del mismo sargento segundo Rodríguez Vera, o sea, cada uno si
estaba en la oficina podía recibir la información y transcribirla”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2228 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: ¿Quién elaboraba los anexos de inteligencia?

RESPONDIDO: Su señoría, yo me responsabilizo y lo digo aquí, porque como le digo, esos anexos se hicieron
fue posterior a eso. No todos los anexos están firmados por mí, hay anexos firmados digamos por el sargento
Arango”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0548.

2229 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: ¿Qué conoce usted de los hechos o qué recuerda de los
hechos? RESPONDIDO: No, de estos hechos no recuerdo nada doctor. Recuerdo la versión que dio digamos,
en la información que el doctor me suministró, lo que dijo el sargento Capera de estos hechos. Creo que hace
referencia de no sé si es del Cabo López Cerón José, digamos de lo que sucedió con el cabo López Cerón José,
pero no, la verdad no tengo manifiesto de esos hechos doctor, o sea, no sé nada de lo qué sucedió en esa
situación. PREGUNTADO: De acuerdo a lo que usted nos dijo usted el día de ayer, la misión táctica #16
también fue una de las que fueron modificadas o completadas en septiembre de 2009, con el anexo de
inteligencia. En otras palabras, cuando se expidió esa misión táctica #16, no había anexo de inteligencia para
lo que realmente ocurrió. ¿Es así? RESPONDIDO: Sí su señoría, no hay anexo”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal
Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2230 Ibidem.

2231 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “(…) no es que se inventó, o sea, no se inventaron esas informaciones, esas

informaciones de pronto pudieron haber estado, sino que lo que se hizo fue, cuando se hace el anexo, por eso
yo se lo manifestaba al doctor ahorita, ya que uno conoce, uno el anexo lo hace es con los históricos, entonces
uno dice, por eso yo le manifestaba a su señoría, le manifestaba ’hace 8 días estuvieron acá, hace 5 días
estuvieron acá, hace 3 días estuvieron acá, hace 2 días estuvieron acá y la información del boletín dice que hoy
están acá’ (…)”.Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0548.

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realizaba el ciclo de inteligencia que manda la doctrina militar para la emisión de


órdenes operaciones2232, aseguró que “de igual manera (...) no hubo el procedimiento militar
para la toma de decisiones y pues en ningún momento se hizo ningún ciclo de inteligencia”.
Complementó que “la inteligencia es el producto del análisis y de todo lo que es el tema del
ciclo de la inteligencia, pero eso no se hacía”.

1991. En el planeamiento de las misiones el SS Rodríguez Vera reconoció que dentro


de la oficina de la sección segunda se guardaba armamento incautado y no reportado
que sería implantado posteriormente a las víctimas en el marco de las operaciones
ilegales. Recordó que en alguna oportunidad había “recuperado” un fusil tras la
interceptación a un miliciano al que habían interrogado los militares descubriendo que
tenía armamento en su vivienda2233 y que posteriormente fue colocado a las víctimas de
otros hechos:

“(…) yo me encontraba como lo dije anteriormente en el 2, ahí fue donde yo fue la primera vez que
vi unas armas dentro del 2 que no correspondían a armas del Batallón o a las que uno utiliza o el
ejército o a la dotación del ejército que es el fusil, pistola 9mm, no más, ahí fue donde yo vi en unas
armas cortas, una escopeta tipo revolver larga y creo que un revólver”.

1992. Según Rodríguez Vera el armamento estaba al alcance de los integrantes de la


sección y era conocido por todos ellos que estaba allí y para qué debía ser utilizado.

1993. Como se ha indicado, los oficiales de inteligencia tienen la responsabilidad de


garantizar el cumplimiento de las funciones de su sección, en particular el análisis
adecuado de la información que recibe el batallón, incluso si es inteligencia de
combate2234, y convertirla en insumos confiables para la estructuración de las
operaciones militares. Entonces, Carvajal Rojas tenía la obligación de efectuar de

2232 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “PREGUNTADO: Señor Carvajal, con esto que usted nos está afirmando
en relación con este hecho, pero también sumado a lo que nos afirmó en relación con el hecho inmediatamente
anterior, ¿podría afirmarse que las operaciones se lanzaban sin cumplir entonces con el ciclo de inteligencia
que debía cumplirse? RESPONDIDO: Sí doctora, sí señora. Es que todas fueron así doctora, todas fueron así.
A medida que vayamos mirando caso por caso miramos cómo una información llega ese mismo día y ese
mismo día se lanzó la operación, pero es que ahí es donde uno dice doctora, ahí viene digamos, un comandante
que digamos lleva tanta experiencia no puede coger y lanzar una operación así como así, sino que pues uno le
hace un análisis, así se demore un poquito más pero es mejor tener bien la información clara si hay o no hay o
si eso no es cierto y luego lanzar la operación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2233 Carlos Hernán Rodríguez Vera: “las armas que estaban en el 2, entre ellas un fusil, un Galil (…) no sé si la

fiscalía tenga conocimiento, hasta el momento a mí nunca me han citado ni nada de eso, pero ese fusil yo se lo
quité o sea es alguien que se lo sacamos de una caleta de un miliciano ahí en Isnos, pero fue solamente yo fui
con otro soldado con un soldado Castañeda fuimos recuperamos el fusil dimos con la caleta donde estaba en
dentro de una casa y lo llevamos para el 2”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2234 De acuerdo con lo indicado por Francisco Adrián Álvarez Calderón, para el 2008, en el BIMAG se manejaba

principalmente inteligencia de combate. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0554.

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manera correcta el ciclo de inteligencia, de realizar de manera oportuna y detallada los


anexos correspondientes y de ejercer control efectivo sobre el personal y el material a
su cargo. Tal como se expuso previamente, dicho compareciente, no cumplió con esos
deberes durante el tiempo en que se desempeñó como S2.

1994. De esta manera se aprecian bases suficientes para entender que los yerros2235 que
Ángel Fernando Carvajal Rojas reconoce en su ejercicio como oficial de inteligencia del
BIMAG permitieron que las operaciones ilegales con bajas en supuestos combates
presentadas durante su permanencia como S2 se afianzaran más dentro del Batallón.
En otras palabras, la sección de inteligencia, dirigida por Carvajal, fue esencial para que
se dieran las condiciones que permitieron la planeación, ejecución y encubrimiento de
los asesinatos y desapariciones cometidas por integrantes del BIMAG.

5.6.2.2. Responsabilidad por autorizar el pago de recompensas por informaciones


que servían para encubrir los homicidios investigados.

1995. En versión Carvajal afirmó que su labor en este punto se ceñía a firmar la
documentación que le entregaba el sargento Arango2236 pues era este quien se encargaba
de la manejar los pagos2237, sin embargo, el coronel Pinto Lizarazo indicó que si bien el
administrador de las redes de informantes y cooperantes puede negociar con quien
proporciona la información, debía consultársele esta decisión al jefe de la Sección, es
decir a Carvajal2238.

2235 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “(…) no nos convocaron para hacer un procedimiento militar, para
desarrollar una operación como se debía hacer, para verificar el procedimiento militar, para esa toma de
decisiones, para el análisis de la inteligencia (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2236 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “Firmar documentos que el sargento Arango me decía ‘mire mi coronel,

este es el pago de las informaciones, esto tiene una documentación, aquí está por ejemplo el documento
completo, aquí está la cédula de la persona que recibió el pago de la información, aquí está el testigo’, entonces
yo firmaba, yo decía ‘sí, entonces ahí está una documentación, está completa, yo la firmo’”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel
Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2237 Ángel Fernando Carvajal Rojas: “ese tema lo manejaba el sargento primero Arango, el sargento primero

Arango, él era el que manejaba el pago de las informaciones. Es que, si no estoy mal doctor, toda información
que lleve a la consecución de un resultado operacional, si esa persona, digamos ese comandante, solicita el
pago de esa información porque se la dio una fuente. Si no estoy mal, eso era lo que me decía mi primero
Arango, que había que hacer el trámite para el pago de esa información, o sea, si digamos esa fuente dio una
información que condujo a un resultado operacional, a esa fuente, pues de acuerdo a lo que me manifestaba
mi primero Arango, pues había que pagarle ese pago de esa información”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2238 Marcos Evangelista Pinto Lizarazo: “PREGUNTADO: Por lo que usted le indicaba al Magistrado Ramelli,

¿Es el administrador de redes, la persona qué negocia con los informantes el pago de la información, es así?
RESPONDIDO: El administrador de las redes puede negociar hasta 4 - 5 SMLMV la información que le está
entregando y lo dice, pero él lo tiene que consultar con el administrador que es el sargento primero Arango y
obviamente con el comandante de la sección. Dice: ¨mire, yo tengo un informante que no está dando esta
información para pagar tal y tal valor…Y ellos hacen ese proceso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.

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1996. El mayor Francisco Adrián Álvarez Calderón, oficial de la sección de operaciones


reforzó lo afirmado por Pinto e igualmente aclaró que es finalmente el comandante del
Batallón quien avala que lo que se va a pagar sea lo que efectivamente recibe el
informante.2239 Por su parte, el Sargento Segundo William Andrés Capera Vargas,
comandante del segundo pelotón de la compañía Azteca, reconoció en diligencia que
mientras el jefe de la oficina de inteligencia era el capitán Carvajal Rojas, los pagos por
información en el BIMAG se realizaron por un valor inferior al que se registró en las
actas que firmaba la plana mayor.2240

1997. Al respecto recordó el sargento Rodríguez Vera que en el Batallón y en el Ejército


existía un tipo de tarifa dependiendo de la información que proporcionara el
informante y el resultado que de ella se desprendiera así, “si era por ejemplo un muerto,
con una baja con pistola era como $700,000 pesos, algo así no pasaba al millón, si era
con fusilera como $1’200.000, por capturas las recompensas eran mínimas, 200-300 mil
pesos”.

1998. Contrastadas las piezas procesales se advierte que de los quince hechos ilegales
que ocurrieron mientras el capitán Ángel Fernando Carvajal Rojas fue oficial de
inteligencia del BIMAG, en por lo menos nueve2241 de ellos se registran informantes y

2239 Francisco Adrián Álvarez Calderón: “PREGUNTADO: (…) en la versión voluntaria de Ángel Fernando
Carvajal Rojas, el afirma que muchas veces se constataba en las actas y en los documentos que se pagaba una
determinada suma de dinero, pero en la práctica lo que sucedía era que el dinero que se les entregaba era
menor, ¿tuvo conocimiento de algo relacionado con esto? RESPONDIÓ: Bueno, o sea, realmente y obedeciendo
a la verdad, o sea, que yo haya sido participe, que yo, o sea, es decir, y si tengo alguna prueba de eso, no, pero
yo sí, por ejemplo, es decir, como esa plata no la manejaban ni el 3 ni el ejecutivo, esa plata lo maneja el 2 y lo
maneja el comandante del batallón, y por eso a mí me aterrera unas declaraciones cuando él dice, “es que era
el 2 el que hacia ese proceso”, y pues sí, pero usted es el comandante y él es el que firma (…) el ordenador del
gasto es el jefe de estado mayor, pero el coronel es el que avala que lo que se va a apagar sea lo que es y que se
pague lo que es”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Francisco Adrián Álvarez Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0554.
2240 William Andrés Capera Vargas: “(…) yo le decía al informante que le iban a dar 1.500.000 y al momento de

ir allá solo le daban $500.000 y un millón de pesos se perdía en la sección de inteligencia, eso sí lo quiero dejar
claro, que yo no manejaba plata ni yo le pagaba a ningún testigo (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2241 17 de enero de 2008 – Acta de pago de información No. 118 de 9 de abril de 2008 al señor Eyvar García Díaz

por un valor de 1.500.000 pesos; 27 de febrero de 2008 – Acta de pago de información No. 121 de 9 de abril de
2008 al señor Eduardo Giraldo Cerón por un valor de 1.900.000 pesos; 16 de marzo de 2008 – Acta de pago de
información No. 235 de 10 de junio de 2008 al señor Teódulo Silva Medina por un valor de 1.700.000 pesos; 14
de abril de 2008 – Acta de pago de información No. 236 de 10 de junio de 2008 al señor José Vicente Obando
Ortiz por un valor de 1.400.000 pesos); 9 de mayo de 2008 – Acta de pago de información No. 238 de 10 de
junio de 2008 al señor Wilson Fernando Urbano Erazo por un valor de 1.000.000 de pesos; 26 de mayo de 2008
– Acta de pago de información No. 234 de 10 de junio de 2008 al señor Beda Bolaños Calvache por un valor de
1.000.000 de pesos; 19 de junio de 2008 – Acta de pago de información No. 312 de 20 de agosto de 2008 al señor
Ramiro Cerón Gallardo por un valor de 900.00 pesos; 28 de junio de 2008 – Acta de pago de información No.
314 de 20 de agosto de 2008 al señor Dago Iván Quinayas Imbachi por un valor de 900.000 pesos y 29 de junio
de 2008 – Acta de pago de información No. 315 de 20 de agosto de 2008 al señor Yilver Elcias Valencia Sapuy
por un valor de 1.000.000 de pesos Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.

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por ende actas de pago de información que fueron firmadas por él, acreditando de esta
forma que la Sección había recibido una información, que se había analizado, que fue
útil para una operación y que se había obtenido un resultado operacional legítimo en la
misión del Ejército de combatir los grupos armados ilegales.

1999. La ilegalidad de todos estos resultados fue reconocida entre otros por los
soldados profesionales José Alfredo Córdoba Vargas, José Yaty Anacona Bueno, Jhon
Cárdenas Quintero, el cabo primero José Roldán López Cerón, el cabo segundo Óscar
Cárdenas Sánchez y los sargentos segundos Hugo Alexander Flor León y William
Andrés Capera Vargas.

2000. Con lo anterior se evidencia que Ángel Fernando Carvajal Rojas participó de
manera determinante de un plan criminal que tuvo como objetivo dar muerte a civiles.
Su intervención en la consolidación de los patrones macrocriminales en el Batallón de
Infantería No. 27 “Magdalena” consistió en fungir como oficial de inteligencia y
auspiciar la realización de operaciones militares sin el debido ciclo de inteligencia,
permitir que integrantes de su sección participaran incluso en las operaciones donde se
cometían asesinatos y desapariciones, así como de avalar los pagos de información a
personas que supuestamente reportaron información que dio lugar a las bajas en
supuestos combates.

2001. El compareciente participó desde la planeación hasta el encubrimiento


omitiendo los ciclos de inteligencia y realizado a posteriori los anexos que permitirían al
teniente coronel Marcos Evangelista Pinto encubrir la ilegalidad a cada uno de los
resultados operacionales realizados durante su comandancia.

2002. Carvajal Rojas estaba en la obligación de proporcionar información cierta y


veraz, cumpliendo efectivamente el ciclo de inteligencia de dicta la doctrina para
salvaguardar la integridad física de las víctimas, respetando y protegiendo sus
derechos.

5.6.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2003. Existen bases suficientes para apreciar que el compareciente era consciente de: i.)
la situación de conflicto armado que se presentaba en el departamento del Huila ii.) de
que ninguna de las muertes reportadas había ocurrido en el marco de un combate y iii.)
que las víctimas eran civiles. Por el rol que cumplió el compareciente en el Batallón
“Magdalena” como oficial de inteligencia, se aprecian bases suficientes para
comprender que era consciente de la práctica criminal que se empleaba en el BIMAG2242

2242Carlos Hernán Rodríguez Vera: “él me dijo una vez me dijo Rodríguez no me ponga no se ponga de marica,
dijo así lo echen, pero no se ponga de marica porque dijo se acordará de mí algún día dijo que te va a salir en
problemas, por la presión que no estoy de pronto porque no fue fácil hacerlo tampoco su señoría, pero fue
miedo también porque allá yo escuché que murieron dos o tres soldados y un cuadro porque no ejecutaron
situaciones así”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.

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y a pesar de ello procuró la constitución y puesta en marcha de los tres patrones


macrocriminales.

2004. De conformidad con lo expuesto, se tiene que el señor Ángel Fernando Carvajal
Rojas, en calidad de Oficial de Inteligencia del BIMAG, contó con liderazgo frente a la
consolidación de los patrones identificados por la Sala. La información disponible
evidencia que dicho compareciente, desde el rol de mando que ejerció sobre el S2, al
incurrir en las acciones y omisiones previamente descritas, brindó un aporte esencial
para su difusión, su permanencia y su encubrimiento.

2005. Las actuaciones de Carvajal Rojas fueron fundamentales para que los demás
integrantes de la Sección de Inteligencia del Batallón Magdalena y los efectivos de los
pelotones implicados vislumbraran que desde la Plana Mayor se permitía el
lanzamiento irregular de operaciones para producir MIPCBC, sin que previamente se
agotara el ciclo de inteligencia y que luego se podían elaborar los soportes operacionales
necesarios para darles apariencia de legalidad. Además, que consideraran que la oficina
del S2 era un lugar apropiado para almacenar las armas necesarias para la simulación
de combates y que era posible acudir al pago irregular de recompensas para financiar
los homicidios investigados. Todo sin que, el señor Ángel Fernando Carvajal, en calidad
de Oficial de Inteligencia del Batallón Magdalena, desde la posición de autoridad que
ocupaba conforme con su rango y sus funciones, realizara oposición o emitiera algún
tipo de reparo. Por tanto, el señor Carvajal Rojas contó con liderazgo y dominio frente
a los patrones identificados, por lo que le asiste la condición de máximo responsable
frente a ellos.

2006. En virtud de lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los


crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2243 de Álvaro
Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez,
Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos
Mauricio Duque Pastrana, Carlos Arturo Bustos López y una persona no identificada;
en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen
de asesinato como crimen de lesa humanidad2244 de 33 personas, Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever
Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Javier Castillo
Becerra, Diego Fernando Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy Erazo
Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón
Bedoya, Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José Amílkar Parra,
Rafael Medina Reyes, Mariano Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama, Oswaldo
García Gómez, John Fredy Molina Cerón, José Luis Castillo, Edras Sambony Benavidez,
Willmer Cerón Joaqui, Carlos Mauricio Duque Pastrana, Fernando Figueroa Medina,
Miguel Antonio Ordóñez Díaz, Orlando Crispín Lizcano, José Alexander Murcia,
Rubén Darío Garcés Murcia, Carlos Arturo Bustos López, y dos personas no
identificadas.

2243 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2244 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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5.7.Mayor Félix Juan Carlos Araque Leal.

2007. Félix Juan Carlos Araque Leal, identificado con cédula de ciudadanía 88.250.480,
fue llamado a comparecer ante la Sala de Reconocimiento mediante Auto 23 del 18 de
diciembre de 2020 y escuchado en versión voluntaria el 8 y 10 de marzo de 2021. Según
su dicho Araque Leal fue miembro del BIMAG desde junio de 20052245 y hasta
noviembre de 2006, periodo en el cual tuvo el grado de subteniente. Desde junio y hasta
noviembre de 2005 Araque Leal fue comandante de pelotón en la compañía de
instrucción; en diciembre de 2005 y enero de 2006 fue comandante de un pelotón de la
compañía de solados regulares. Desde marzo de 2006 y hasta su salida del batallón,
Araque Leal fue befe de la Sección de Inteligencia del batallón.

5.7.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2008. En el periodo en el que Araque Leal fue oficial de inteligencia el BIMAG reportó
diecinueve asesinatos presentados como bajas en combate. La Sala tiene noticia de la
participación del subteniente en por lo menos cinco de estas muertes, tres relacionados
con el primer patrón de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de
pertenencia a un grupo armado;2246, una del segundo, de selección y atracción de
víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad 2247 y uno del tercero, de
operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o
delincuencia común. La Oficina de Inteligencia, de la que Araque Leal era el
responsable, jugó un papel fundamental en la planeación, ejecución y encubrimiento de
los asesinatos y desapariciones reportados por el BIMAG como muertes en combate.

5.7.2. Aportes esenciales del compareciente a los patrones determinados por la Sala.

2009. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la constitución y puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales que se han
encontrado en el subcaso Huila.

5.7.2.1. Responsabilidad por el ejercicio deficiente de las competencias propias del


cargo de oficial de inteligencia.

2010. Según la doctrina militar el oficial de inteligencia es el responsable de la


producción de inteligencia, del uso de esta información, de la contrainteligencia, del
entrenamiento en inteligencia de quienes pertenecen a esta sección, así como de unas
funciones que el Manual de Plana Mayor denomina “misceláneas”, que entre otras
contempla la labor de apoyar, asesorar y ayudar al comandante de la unidad y al oficial

2245 No obstante, en su hoja de vida la vinculación al Batallón aparece desde el 1 de diciembre de 2004.
2246 Así, los hechos ocurridos el 22 de marzo de 2006 en los que murieron Saúl Ortiz y Danilo Yepes Pineda; los
hechos ocurridos el 26 de julio de 2006 en los que murió José Lizardo Vela Salazar y los hechos del 26 de agosto
del 2006 en lo que falleció Ferney Felipe Gómez López.
2247 Hecho del 18 de noviembre de 2006 en el que perdió la vida José Gregorio Cárcamo Vargas.

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de operaciones en el planeamiento de las operaciones2248.

2011. Araque Leal señaló en su versión que cuando fue designado como oficial de
inteligencia no contaba con experiencia en esta área y de ello tenía conocimiento el
comandante del BIMAG de la época, el TC Martín Eduardo Galindo Páez2249. Araque
afirma que el TC le encargó ocuparse de los llamados plazos, esto es, de responder los
requerimientos que hiciera la Brigada o la División2250, dejando en manos de los demás
miembros de la Sección las tareas propias del ciclo de inteligencia, respecto de las cuales
el no ejerció ningún tipo de supervisión2251. Además, el subteniente afirmó que él no
participó directamente del planeamiento de las operaciones2252.

2012. Araque Leal afirma que con la llegada del TC Edgar Alberto Rodríguez Sánchez

2248 Fuerzas militares de Colombia. Ejército Nacional. Manual de Plana Mayor. TE 3-17 reservado de 1999.
2249 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Félix Juan Carlos Araque Leal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0482.
2250 Félix Juan Carlos Araque Leal: “(…) [Galindo] me dice “en el tiempo que usted a le queda en la unidad

pase a la sección para que vaya aprendiendo los procesos que se manejan en una sección de inteligencia, y
usted específicamente va a manejar lo que es los plazos, que en el argot militar, se les llama plazos pero es
como los requerimientos de las unidades superiores (…)Me dice “usted se va a encargar de manejar el tema
de los plazos, el tema de los consejos de seguridad, que son las reuniones que convoca el mandatario de la
región del alcalde o el secretario de seguridad, y el tema de las reuniones de plana mayor que se realizaban
allá como representante de la sección”. Y esto para que le permita tener dedicación específica al personal de
suboficiales, a los analistas de inteligencia para que ellos se dediquen al tema de inteligencia, es ahí en ese
momento cuando yo ya pasó a integrar la S2, señor magistrado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Félix Juan Carlos Araque Leal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0482.
2251 Félix Juan Carlos Araque Leal “(…) En mi caso como yo era inexperto por el corto tiempo que llevaba, pues

quien realizaba el análisis y se lo presentaba al comandante del batallón era el analista de inteligencia
lógicamente que era la persona que conocía porque eran sargentos con experiencia, como lo he referido,
entonces ellos se reunían con el comandante del batallón y ellos se lo presentaban se les ponían y el señor
comandante de batallón era quien tomaba la determinación PREGUNTADO: previo a esas reuniones ¿usted
conocía el contenido de esos informes de sus insumos de esos documentos? RESPONDIDO: no señor (…)
PREGUNTADO: para aclarar este punto ¿lo enteraban simplemente de que lo habían presentado un informe
al comandante o lo enteraban del contenido de estos informes? RESPONDIDO: no, como le digo por cortesía
militar me enteraban que le habían presentado un informe al comandante del batallón pero el mismo rol de
trabajo y eso pues no permitía que se sentaran a exponerme a mí, ellos iban y le presentaba y pasaban y me
informaban mi teniente ”le acabamos de presentar un informe” y yo hoy ya con mi experiencia lo entiendo
que lo hacían más como por experiencia como por cortesía porque ellos entendían que yo apenas estaba
aprendiendo el proceso, entonces ellos pasaban me informaban “le acabamos de presentar un informe al
comandante de batallón” (…)”.Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Félix Juan Carlos Araque Leal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0482.
2252 Félix Juan Carlos Araque Leal: “(…) el deber ser es que el señor analista se lo presenta al jefe de la sección

y el jefe de la sección es la persona que va del comandante del batallón le hace la exposición al comandante del
batallón, le entrega el informe de inteligencia al señor comandante de batallón y ya se toma la decisión. En mi
caso como yo era inexperto por el corto tiempo que llevaba, pues quien realizaba el análisis y se lo presentaba
al comandante del batallón era el analista de inteligencia lógicamente que era la persona que conocía porque
eran sargentos con experiencia, como lo he referido, entonces ellos se reunían con el comandante del batallón
y ellos se lo presentaban se les ponían y el señor comandante de batallón era quien tomaba la determinación”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Félix Juan Carlos Araque Leal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0482.

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como nuevo comandante del Batallón en julio de 2006 se mantuvo la relación directa
entre la comandancia y los analistas de la oficina de inteligencia para la planeación de
las operaciones2253.

2013. Según lo ha comprobado la Sala, la información provista por la Sección de


Inteligencia sirvió para estigmatizar a quienes fueron víctimas de los asesinatos
presentados como bajas en combate e incluso para decidir el lugar en el que deberían
tener lugar las operaciones ilegales.

2014. Sobre lo primero, Desaix Jesús Palomino Mejía admite que mientras él hizo parte
de la sección de inteligencia se alteraba la información para darle apariencia de
legalidad a las bajas reportadas por el BIMAG; de manera particular afirma que los
informes se cambiaban para señalar la pertenencia de las víctimas a las FARC, pues eso
tenía un mayor impacto2254. En sus palabras:

“PREGUNTADO: ¿para que servía decir que estas personas pertenecían a un grupo armado?
RESPONDIÓ: se podría decirle para darle, básicamente como para darle un boom publicitario, es
mi punto de vista, un boom publicitario, para un comandante de batallón quedaría mejor decir, se
dieron tantas muertes en combate con FARC que por delincuencia común que no es nuestra
misión, por así decirlo, ese es mi punto de vista doctor”. (Énfasis fuera del texto original)

2015. Sobre lo segundo, de acuerdo con lo dicho por Carlos Mahecha Bernal respecto
de los hechos del 26 de julio de 2006 fue Araque Leal quien le indicó que la baja debía
tener lugar cerca a la vereda Bellavista pues allí se habían reportado varios hurtos y ello
les permitiría darle apariencia de legalidad a la operación:

“(…) RESPONDIÓ: no pues ahí no se dice información, ahí no se hizo nada, vuelvo y le digo, la

2253 Félix Juan Carlos Araque Leal: “PREGUNTADO: ¿la asignación de funciones que tenía usted como jefe de
la S2 se mantuvo con el coronel Rodríguez? es decir ¿usted siguió haciendo las funciones muy específicas que
le había encargado el coronel Galindo cuando el comandante cambió? RESPONDIDO: sí señor, es más en una
oportunidad en una reunión de plana mayor hizo la manifestación que yo era muy, esto lo digo con mucho
respeto magistrado en término militar es una expresión militar entonces me dijo: “este teniente es muy ‘recluta’
para estar en un Estado Mayor” y ‘recluta’ es una persona que está muy nuevo, pero pues sin embargo eso lo
recuerdo porque uno pues en su proceso de formación a pesar de que sí pues son superiores y eso pues uno
dice “al igual estoy aprendiendo, o sea todos pasamos por esa etapa”, es lo que yo pensaba en ese momento
PREGUNTADO: pero a pesar de considerarlo muy ‘recluta’, muy falto de experiencia, si puedo hacer esa
interpretación para estar en una plana mayor ¿lo mantuvo en ese puesto? RESPONDIDO: sí señor magistrado
al igual él ya tenía más contacto con los suboficiales, por lo menos el tema de los suboficiales como
prácticamente eran también los que iban a hacer la exposición y eso entonces pues él me decía “llámeme al
sargento” en un tono más displicentes y se puede llamar pero me decía “bueno necesito saber tal cosa, llámeme
al sargento” entonces ya pues yo iba ahí y llamaba al sargento, lógicamente yo entendía mi situación porque
yo era nuevo, lo entendía y sabía que estaba en mi proceso de formación. Pero hoy día después de ya ser un
mayor con experiencia pienso que la consideración era que el tema lo suplían las personas con experiencia,
entonces me dejaban ahí como para tener la experiencia y quitarles carga de trabajo a ellos para que se
dedicaran a eso, eso es algo que hoy ya por la experiencia entiendo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Félix Juan Carlos Araque Leal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0482.
2254 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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persona que llevaron, yo la desconozco, vuelvo y le digo, es que ese ciclo no lo conocía yo, de que
cómo era que se seleccionaban las personas que iban a fallecer, ese ciclo yo no lo conocía, ese ciclo
ya lo trabajaba era la oficina del 2, lo único que yo se fue que dijeron, bueno, ¿dónde es donde más
suceden hurtos, donde han pasado más hurtos? Bueno mire entonces se dieron cuenta de que en
la Vereda Bellavista ahí cada ratico roban los carros del café, ahí salía las bandas o salían me
imagino que las bandas por ahí de abajo de las comunas de Pitalito iban a robar allá, ¿por qué se
presentaban el hecho para robar allá? Porque era una parte alta que usted visualizaba de ambos
costados de la carretera se veía que venía de allá y que venía de allá, entonces ahí se presentaba
mucho los hurtos, entonces dijeron, Bueno, esta persona la llevamos allá, se última allá, o sea, se
mata allá. PREGUNTADO: ¿Quién dijo eso? RESPONDIÓ: Araque. PREGUNTADO: ¿qué dijo
Araque exactamente? RESPONDIÓ: por eso su señoría, lo que le estoy contando, ellos miraron allá
donde era o sea ellos… PREGUNTADO: ¿Quiénes son ellos? RESPONDIÓ: los de la oficina del
dos. PREGUNTADO: ¿quiénes en la oficina? RESPONDIÓ: el teniente Araque, bueno ellos no, él.
Discúlpeme no, Él llegó y dijo no mire, donde más se están presentando hurtos es acá porque es
que en esa oficina si se maneja o se tenía toda la información delincuencial de la jurisdicción.
PREGUNTADO: entonces en esa reunión Araque habla de los hurtos en la Vereda Bellavista.
RESPONDIÓ: sí, entonces que la mejor la mejor forma de darle la apariencia de legalidad a la
operación es allá, porque allá en la misma región vamos a conseguir los testigos que van a dar
testimonio de que allá suceden hurtos, y efectivamente así fue”.2255

5.7.2.2. Participación en conversaciones en las que se concertó la presentación de


asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en combate.

2016. Respecto de lo ocurrido el 22 de marzo del 2006, Fernando Riveros y Carlos


Mahecha señalan que Araque Leal participó de la reunión previa, que tuvo lugar en las
instalaciones del Batallón2256, en la que se planeó el asesinato de las víctimas. Mahecha
afirma que en ese encuentro vio cómo el MY Mario Duarte le entregó al SV Fernando

2255 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2256 Fernando Riveros: “RESPONDIÓ bueno. A mi capitán Mahecha tengo entendido que lo llama mi coronel

Duarte Méndez Mario que era el jefe de operaciones y nos reúnen en el dos con el teniente Araque Félix, y nos
hacen el bosquejo de la maniobra, que hay una presencia sobre el área general de Bruselas, inspección de la
vereda Kennedy, que la idea era ir a montar dos observatorios en dos puntos diferentes, ahí nos entregaron
dos guías, no tengo idea de quienes eran porque prácticamente lo básico fue, acá es el punto y eso fue lo que
se hizo, ellos entonces nos dan toda la información. En ese entones el comandante del Batallón era mi coronel
Martín Orlando Galindo Páez (…) PREGUNTADO quién le explicó que había que darlos de baja RESPONDIÓ
cuando nos reunieron en el batallón, el teniente Félix Araque y el Mayor Duarte Méndez Mario que era el de
operaciones, el teniente Araque que era el de la sección segunda, el sargento Carrillo también estaba ahí
interviniendo porque era prácticamente fue el que participó en la operación PREGUNTADO y ellos les dijeron
que tenían que hacer qué en el observatorio RESPONDIÓ dar de baja a esos sujetos, hablándolo así, ellos
hablaban de sujetos, que esos sujetos había que darlos de baja”. Versión voluntaria ce Carlos Mahecha “Como,
bueno, no puedo puntualizar la hora, lo único cierto es que el recibo por radio, me llama mi mayor y mi
pregunta Mahecha venga acá a la oficina, ¿usted dónde está? Yo le dije mi mayor ya estoy acá arriba en el
casino, dijo “venga un momentico acá a la oficina”, me fui, cuando yo llego allá a la oficina encuentro a mi
mayor Duarte, que era el jefe de operaciones, encuentro el teniente Araque, encuentro a Sargento viceprimero
Carrillo que también era el 2, encuentro a mi primero Riveros Fernando que era el comandante Berlín 3 y
encuentro a dos informantes, eran dos informantes, encuentro a esas (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento.
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Riveros Sarmiento2257, comandante del pelotón motorizado Berlín 32258, una bolsa con
dos armas y dos granadas y que al indagar por el destino de ese material le informan
“que si los guerrilleros no tienen armamento toca darlos de baja y ponerla”2259. Riveros
Sarmiento confirma que en dicha reunión se le ordenó dar de baja a las víctimas2260 y el
MY Duarte les entregó los elementos necesarios para simular los combates, llamados
por el compareciente “kits de legalización”2261. Desaix Jesús Palomino, confirmó que dicha
reunión tuvo lugar en esos términos y que Araque Leal participó en ella2262.

2017. En cuanto al asesinato que tuvo lugar el 26 de julio de 2006, Carlos Mahecha
afirma que todo se planeó por iniciativa de Araque Leal quien le indicó que, dada la
llegada del nuevo comandante del Batallón, debían recibirlo con un resultado 2263. Por

2257 Carlos Mahecha Bernal. “PREGUNTADO: ¿quién le comentó eso? RESPONDIÓ: el mayor Duarte, de la
operación que era una operación de 3 días, que alistara el pelotón con tres días de ración, que se iba a montar
durante esos 3 días un observatorio, que ahí iban a llegar integrantes del frente 13 a cobrar extorsiones. Bueno,
ese es así como el ambiente la reunión. Es que yo no me demoré en esa reunión más de 5 minutos, yo “ah
bueno, listo, como ordene mi mayor, me voy a alistar la gente”, y ahí fue cuando ya él saca, del cajón, saca un
bolso y se lo pasan a mí primero Riveros y en ese bolso ya fue cuando yo ya le explicó que van dos armas y
van dos granadas, entonces ya yo ya ¿para qué?, “eso es que por si la guerrilla se queda sin armas”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos
Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2258 Fernando Riveros confirma esta información e indica que allí se le informó que la misión era dar de baja a

las personas que iban a ubicar. En el mismo sentido, César Vázquez afirma en su versión voluntaria que se
sostuvo una reunión con Araque, Carrillo y Mahecha para coordinar lo que iba a ocurrir. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros
Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2259 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
2260 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: pero en la reunión preparatoria nunca les dijeron intente capturarlos

sino tráigalos muertos RESPONDIÓ: sí, PREGUNTADO esa fue la orden RESPONDIÓ sí”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando
Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2261 Fernando Riveros: “RESPONDIÓ mire doctor para esta operación, para la operación que estamos inmersos

en el problema el señor Duarte Méndez Mario sacó dos kits, como él les llamaba, del escritorio de él, el sacó
las armas del escritorio de él, y le entregó dos armas a la patrulla PREGUNTADO: y eso se llamaba el kit de
legalización RESPONDIÓ él decía PREGUNTADO: él usaba esa expresión kit de legalización RESPONDIÓ si,
él decía, así decía, ‘aquí está el kit’ llévenlo. Eso lo entregó el Mayor Duarte Méndez Mario, nos lo entregó. No
me cuerdo si se lo entregó al comandante capitán Mahecha, creo que él le entregó los dos al capitán Mahecha”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2262 Desaix Jesús Palomino Mejía: “(…) de ese hecho, hubo previo una reunión en la sección segunda del

batallón ahí en las instalaciones, hubo una reunión, no en la oficina de análisis si no en la oficina del
comandante de la sección segunda, ahí entro por la puerta que era doble, doble batida entro mi primero
Riveros, mi primero Carrillo, mi teniente Araque entraron ellos con mi teniente Mahecha y mi mayor
Duarte, se reunieron, planearon, hablaron y ahí escuché como el, como cuando comienzan a mover el tambor
de un revolver, y hay que recordar que nosotros solamente tenemos pistolas, si, entonces eso si me pareció
irregular, eso sí es lo que me pareció irregular, es lo que recuerdo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2263 Carlos Mahecha Bernal: “RESPONDIÓ: bueno, eso lo hicimos fue con el teniente Araque, él fue que llegó y

me dijo “bueno mi teniente, llega mi Coronel, ya se postuló, entonces le vamos a dar una baja”, yo le digo

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su parte Fernando Riveros afirma que la orden de asesinar a las víctimas de los hechos
del 18 de noviembre de 2006 provino directamente de la Oficina de Operaciones y la
Oficina de Inteligencia2264.

5.7.2.3. Consecución de civiles que fueron asesinados y desaparecidos.

2018. En el periodo en el que Araque Leal fue jefe de la sección de inteligencia sus
miembros jugaron un papel fundamental en la consecución de los civiles que fueron
asesinados; además el personal de dicha oficina se encargó de transportar a las víctimas
hasta el lugar de los hechos para entregárselos al pelotón que se encargaría de su
muerte.

2019. Así, por ejemplo, el sargento segundo Desaix Jesús Palomino Mejía, integrante
de la sección segunda, reconoce haber detenido a German Gurrute Daza quien fue
asesinado y presentado como baja en combate el 10 de octubre del 2006. De acuerdo con
Palomino, él retuvo a la víctima, quien se encontraba en el parque principal de Pitalito,
y la condujo a las instalaciones del Batallón para someterla a un interrogatorio. El SS
admite que la intención era dar de baja a la víctima, pero afirma no recordar los detalles
de su ejecución2265.

2020. Respecto del papel directo de Araque Leal en esta práctica, Carlos Mahecha
Bernal indicó que fue Araque Leal quien le informó que ya “esta[ba] el personaje, la
persona, que se iba a ultimar”2266 y que además fue él quien llevó a la víctima hasta el lugar
de los hechos2267. Sandro Trujillo confirma que la víctima llegó hasta donde estaba la

“bueno, pues hagámosle” eso fue, dijo bueno entonces se organizó (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2264 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: Pero la pregunta es ¿a usted Fernando Riveros como comandante de

este pelotón alguien le dijo que había que matar a esa persona? RESPONDIÓ: Ósea, no traer vivos, dicen a uno
¿usted qué deduce doctor? PREGUNTADO: ¿Le dijeron que no había que traer personas vivas? RESPONDIÓ:
Sí, sí, neutralizarlos es darlos de baja PREGUNTADO: ¿Quién le dijo que no había que traer personas vivas?
RESPONDIÓ: El 3, el 3 y el, el 2, es que el 2 decía, eso ya está todo listo, eso tienen un prontuario que mejor
dicho son más”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2265 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2266 Carlos Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: ¿recuerda usted de manera aproximada cuánto tiempo pasó

entre esa reunión y el 26 de julio? RESPONDIÓ: no, ni idea, solamente sé que un día ya me llamo, bueno, ya
está. ya está la vuelta para hacer, o sea ya está el personaje, la persona que se va a ultimar. PREGUNTADO: el
teniente Araque, ¿lo llamó a usted a decirle eso? RESPONDIÓ: si señor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2267 Carlos Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: ¿Quién tenía que llevar a esa persona? RESPONDIÓ: esa persona

la llevó Araque con uno de los muchachos, de los guías que fueron en la primera operación, allá llegó él.
PREGUNTADO: ¿por qué medios llegaron? RESPONDIÓ: en motos, en una moto traían al señor, lo que pasa
es que el señor lo llevaron engañado, el señor don José Lizardo Vela, creería yo que era una persona por ahí

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tropa con un integrante de la sección de inteligencia y un guía2268.

5.7.2.4. Alteración de los lugares de los hechos.

2021. Como Oficial de Inteligencia, Araque Leal debía tener el control del personal y
del material que se encontraba a su cargo. De acuerdo con la información recabada por
la Sala, era el personal de esta Sección quien se encargaba de la consecución y entrega
del material de que era implantado a las víctimas e incluso participaba de la alteración
del lugar de los hechos.

2022. Fernando Riveros Sarmiento reconoce que era una práctica habitual que se
implantaran armas cortas a las víctimas de los asesinatos2269; así lo hizo o lo permitió en
todos los hechos en los que participó2270. Riveros afirma que ese material provenía de la
oficina de inteligencia2271; en ello coincide Carlos Mahecha2272.

que le gustaban los hurtos, entonces uno de esos muchachos lo invitó a hacer un hurto”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés
Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2268 Sandro Trujillo: “y esperamos allá, allá iba un señor guía, la verdad no me acuerdo un moto o dos motos

cuando llegaron allá y que llevaban a un señor, me acuerdo que alguien de inteligencia fue y no me recuerdo
si era el Teniente Araque con uno de los que ya he mencionado con uno de los guías, con un poco de luz lo
pide mirar cuando se montó a la moto y se vino, entonces a un señor lo llevaron allá eso no cruzó mucho
tiempo en que el bajarse que le dieran unos tiros y enseguida se vino el de la moto, eso fue en… en muy poquito
tiempo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Sandro Alexander Trujillo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0481.
2269 Fernando Riveros: “PREGUNTADO y qué armas se le plantaban a las víctimas RESPONDIÓ por lo regular

usted mire y siempre eran armas cortas PREGUNTADO y esas armas de donde salían RESPONDIÓ eso si el
que debe dar toda esa información son los del dos que manejaban sus gastos reservados, los del dos y el tres
de operaciones ellos son los que saben y tienen más información sobre eso”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2270 César Vásquez indica que fue Riveros quien le puso el arma a una de las víctimas: “Entonces mi Primero

Riveros, él quedó asustado, ¿sí me entiende? Él le informó al Teniente Mahecha de lo que había sucedido,
entonces ahí fue cuando el señor no portaba arma, eso fue cuando el Sargento le colocó el arma y ya (…).
PREGUNTADO: ¿Quién puso el arma en el cuerpo de la víctima, o cerca al cuerpo de la víctima? RESPONDIÓ:
El Sargento Riveros”. A su vez, sobre el hecho del 18 de noviembre, Vásquez dijo: “PREGUNTADO: ¿sabe
usted si a esta persona le pusieron un arma? RESPONDIÓ Creo que sí doctor PREGUNTADO: ¿Sabe de dónde
salió el arma? RESPONDIÓ: Eso viene del batallón del, eso siempre lo entregaba la sección segunda en
coordinación con el 3. PREGUNTADO: ¿A quién se le entregaba? RESPONDIÓ: A uno, a nosotros
PREGUNTADO: Le pregunto en concreto, de estos hechos del 18 de noviembre de 2006 ¿a usted le entregaron
un arma para ponerle al cuerpo de la víctima? RESPONDIÓ: A mí, sí se llevó doctor, creo que la llevó el que
estuvo del dos ahí creo, que él la llevó hasta allá, pero no, no, no recuerdo específicamente quien fue”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0238.
2271 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2272 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.

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2023. De acuerdo con la versión de Carlos Mahecha, Araque Leal implantó un revólver
a la víctima de los hechos del 26 de julio de 2006. Según su dicho:

“(...) entonces llegó Araque y dijo ‘no, yo me devuelvo por otro revolver, no reporten todavía
nada, yo me devuelvo rápido por otro revolver’ y él llegó como a las 2, 3 de la mañana, yo no sé
dónde lo consiguió, y llegó y efectivamente llegó con otro revolver y lo que se hizo fue accionarle
el revolver en la mano. PREGUNTADO: ¿quién accionó? RESPONDIÓ: Araque hizo eso, le
accionó el revolver en la mano y lo dejó ahí y ya ahí si se reportó” (…) 2273.(negrillas agregadas)

5.7.2.5. Alteración de información de inteligencia y concertación de las declaraciones


en el marco de las investigaciones.

2024. De acuerdo con la información recolectada por la Sala, los miembros de la


Sección de Inteligencia elaboraron anexos de inteligencia con posterioridad a los hechos
para darle apariencia de legalidad a los asesinatos y autorizaron el pago por
información sin asegurarse de su veracidad. Por otra parte, los miembros de esta
Oficina coordinaron las declaraciones que se debían dar ante la justicia para encubrir la
ilegalidad de sus actos.

2025. Sobre lo primero, Palomino Mejía reconoce haber elaborado el anexo de


inteligencia luego del asesinato de las víctimas en los hechos ocurridos el 22 de marzo
del 20062274, así como en los del 16 de mayo del 20062275 y en los del 7 de junio de 2006.

2026. Sobre lo segundo, Palomino Mejía admite que suscribió informes de inteligencia
o requerimientos de pagos de información sin que se hubiera verificado el contenido de

2273 Ibidem.
2274 Desaix Jesús Palomino Mejía: “PREGUNTADO: le pregunto en concreto sobre este hecho, si usted recuerda
después de que se reporta el resultado, después de que se reporta la muerte de estas personas haber tenido
que elaborar algún documento que en los procedimientos conforme a la doctrina debiera estar antes
listo. RESPONDIÓ: el anexo de inteligencia no estaba listo, porque acá lo coloque y mi relación es el cambio
de documentación, y había información de presencia en el lugar de los hechos PREGUNTADO: le entiendo
entonces, en esta operación usted elabora el anexo de inteligencia después de los hechos, RESPONDIÓ: sí
señor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0749.
2275 Desaix Jesús Palomino Mejía: “(…) si hice el anexo de inteligencia, y creo que el informe de inteligencia, el

informe de inteligencia si no me acuerdo si fue antes, durante o después pero el anexo de inteligencia si lo hice
después. O sea, lo reorganice, es decir, lo modifique porque los anexos de inteligencia son mensuales más este
creo que este fue un anexo, se tuvo que hacer una orden de operaciones fragmentaria y haber hecho yo un
anexo de inteligencia PREGUNTADO: ¿para qué se cambió la documentación en esta oportunidad, es decir,
que paso en la operación que no estaba, o qué se agregó en la documentación que se elaboró posteriormente
para esa operación? RESPONDIÓ: se podría decir que como fue un bono, o sea, como fue algo diferente a lo
que había hecho en cuanto al resultado que fueron, cinco, cinco muertos, cinco víctimas. Se podría decir que
se cambió, se habrá cambiado esto de delincuentes, la palabra delincuentes, por FARC, por órdenes del
comandante del batallón o por órdenes del oficial S3”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.

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lo que allí se consignaba2276. En su versión voluntaria el propio Araque Leal admitió que
el no supervisaba el pago por informaciones2277, que su firma en los documentos que
daban trámite al pago sólo daba constancia de que el analista había empleado la
información suministrada sin que ello le constara2278.

2027. En cuanto a la coordinación de las declaraciones, Fernando Riveros afirma que,


respecto de lo ocurrido el 22 de marzo de 2006, aquéllas fueron coordinadas, entre otros,
por Araque Leal2279. Así lo confirma César Augusto Vásquez quien asevera que en una

2276 Así respecto de los soportes para pago de recompensa de los hechos ocurridos el 7 de enero del 2007,
Palomino Mejía, relató: “PREGUNTADO: ¿Qué papel tuvo usted en la elaboración de este
documento? RESPONDIÓ: todo, redacción, hacer el documento (…). PREGUNTADO: usted utiliza una
expresión, la información o el documento se maquilló, quisiera saber entonces, ¿Qué de lo que está en el
documento es cierto y que no? RESPONDIÓ: solicito lo puede bajar, solicito doctor, si fue un atraco porque
colocarle banda criminal al servicio del narcotráfico, si fue un atraco, entonces esa sería la primera alteración
de este documento, la segunda alteración es que yo a ella no la reconozco como informante de la sección
segunda, esa es la segunda acción, sí, solicito bajar más el documento, sí doctor, eso, que esta fuente no es de
la sección segunda, y segundo, bandas criminales al servicio de narcotráfico”. En sentido similar, Palomino
Mejía, se pronunció respecto de lo ocurrido el 25 de marzo del 2007: “PREGUNTADO: pero la pregunta señor
Palomino no es si existió o no Orlando Vásquez, la pregunta en este momento en particular es si ¿este
documento se elaboró antes o después de la operación? RESPONDIÓ: doctor, así como se estaba procediendo
de mal en el Magdalena, tuvo que ser después, y solicito terminar de ver la firma, si se sabe que se estaba
obrando mal, aunque no fue firmado, pero tuvo que hacerse después doctor”. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino
Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2277 Félix Juan Carlos Araque Leal: “PREGUNTADO: yo le entiendo que usted intervenía en el acta que era la

legalización del pago, pero quisiera saber si usted tenía algún rol o supervisaba de alguna manera la decisión
del analista de pagarle a alguien, porque según lo que usted nos está explicando intervendría ya cuando se
hace el pago ¿antes de que se hiciera el pago usted intervenía? o ¿tenía alguna información de a quién le pagaba
o por qué se le pagaba a esa persona? RESPONDIDO: no señor yo no participaba en eso porque yo lógicamente
entendía que ellos eran los que manejaban la fuente de esa manera entendía yo, entonces yo lo que hacía era
hacer la certificación como tal, entonces ya al final pues se envía el consolidado de lo que se había gastado a la
Brigada para sustentar ese recurso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Félix Juan Carlos Araque Leal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0482.
2278 Félix Juan Carlos Araque Leal: “PREGUNTADO: pero por eso mi pregunta digamos usted al firmar esa

acta daba fe de la veracidad de lo que contenía el acta o el criterio que tuvo el analista para hacer el pago,
digamos, ¿qué certificaba o qué le transmitía eso a los superiores a quienes se les destinaba el acta el que su
firma estuviera allí? RESPONDIDO: pues señor magistrado es certificar que el analista empleó la información
para su análisis, hoy pienso que en ese momento era un formato establecido entonces pues uno lógicamente
en su momento, digamos, confiaba mucho en el criterio de los sargentos que tenían toda la experiencia y todo,
entonces ellos hacían el proceso y prácticamente le pasaban a uno, y uno lo que hacía era el formalismo de
firmar el acta y hacerla firmar del señor Ejecutivo de la unidad y se la entregaba y ellos se organizaban y
enviaban a la Brigada”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Félix Juan Carlos Araque Leal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0482.
2279 Fernando Riveros: “REGUNTADO: ¿quién fue el que les dijo que tenían que decir? RESPONDIÓ: por eso

vuelvo y repito el capitán Mahecha y el teniente Félix Araque y el mayor Duarte Méndez Mario, para que todo
el mundo diera la misma versión y no hubiera controversia, eso era básicamente lo que le decían a uno que
hiciera”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
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reunión con Araque Leal les indicaron lo que debían decir en las declaraciones2280.

2028. Por otra parte, Palomino Mejía reconoce haber mentido en la declaración que dio
ante la Fiscalía respecto de los hechos ocurridos el 26 de agosto del 2006, de manera
particular dice que no mencionó la presencia de Araque en el lugar de los hechos, pese
a que sí lo vio allí; afirma que decidió mentir por petición expresa de Araque al
momento de los crímenes y que Araque le reiteró esa petición en 20152281. Por su parte
el C3 Cabanillas Salinas admite que mintió en su declaración sobre lo ocurrido el 14 de
diciembre de 2006 y el 15 de agosto del 2007 por instrucciones de Palomino Mejía2282.

2029. Como se observa, Araque Leal faltó a sus responsabilidades como oficial de
inteligencia, lo que contribuyó a la planeación, ejecución y encubrimiento de los
asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate. Además,

2280 César Vásquez: “PREGUNTADO: Cuéntenos entonces los detalles de esa reunión, ¿dónde fue? Digamos
en la división militar, ¿en dónde fue? ¿quién más estaba ahí? PREGUNTADO: Eso fue en el Comando, en la
oficina del S2, de inteligencia. En ese momento estaba el Teniente Araque, el Sargento Carrillo, el Teniente y
nosotros PREGUNTADO: El Teniente Araque, que usted ha mencionado varias veces, ¿era el Oficial de
Inteligencia? RESPONDIÓ: El Oficial de Inteligencia, el que copilaba la información, el que le llevaba la
información al Comandante del Batallón, los que planeaban todo (35:24) PREGUNTADO: Y, ¿qué les dijeron,
ahora sí, en esa reunión? RESPONDIÓ: Que nosotros teníamos que decir que había un combate porque había
habido uno de los muertos tenía un tatuaje, en la víctima de abajo, que había un tatuaje y que eso nos iba a
perjudicar. Que, si nosotros no decíamos eso, nos podían echar. Prácticamente, fue como una amenaza
PREGUNTADO: Y, esto se trataba de preparar una declaración ¿ante quién? ¿quién les iba a preguntar por
eso? RESPONDIÓ: Eso era para declarar ante el Juzgado 65 Penal, de ahí del Batallón PREGUNTADO:
Recuerda usted, ¿quién era el Juez de Instrucción Penal Militar? RESPONDIÓ: No, sé que era una doctora, o
algo así, Judith creo PREGUNTADO: ¿Qué más les dijeron? O sea, ¿qué nivel detalle les explicaron de lo que
tenían qué decir en su futura generación? RESPONDIÓ: A cada grupo nos dijo, a mí personalmente me dijeron
que teníamos que decir que nosotros habíamos llegado que habíamos visto la guerrilla ahí, que habíamos
hecho el alto y pues que ahí era donde había habido el combate y pues que el señor, supuestamente, era
integrante de eso, pero, como les digo, a mí no me consta, yo no tenía conocimiento de que el señor era o no
era”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de César Augusto Vásquez Ordoñez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0238.
2281 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0749.
2282 Jesús Alexander Cabanillas Salinas, sobre los hechos del 14 de diciembre del 2006, relató: “PREGUNTADO:

y usted me dice que luego lo llamaron a rendir una declaración RESPONDIÓ: Si a mí me pusieron ante la…
ante la…. La del batallón, se hace como una narración de los hechos, pero esa narración no conlleva a nada,
eso son puras mentiras. PREGUNTADO: ¿y quién les dicta a ustedes que tenían que decir? RESPONDIÓ: el
sargento Palomino le decía, el daba la inducción al comandante en ese entonces, mi cabo Berrocal y mi cabo
Berrocal nos decía a nosotros”. En igual sentido, sobre el hecho del 15 de agosto del 2007, Cabanillas Salinas
indicó: “¿cuál fue, según su versión, su participación directa en estos hechos? RESPONDIÓ: señor magistrado,
la versión que me dice mi tiente y el sargento Palomino, es que dijera que yo no había llegado al sector, yo si
estuve en el sitio, y yo le digo a usted señor procurador con justa razón y me acuerdo de todo aquí, todo lo que
pasó ese día. Ellos decían que dijera que me había ido por la parte alta y eso. La versión mía es esa. Nosotros
llegamos hasta allí, señor magistrado, cuando llegamos ya estaban los dos señores allí en ese sitio, se los
entregaron a mi teniente Calderón. PREGUNTADO: ¿qué declaró usted? RESPONDIÓ: la versión que mi
teniente me dijo que había dicho mi primero Palomino que dijera, una que no fue. Que yo llegaba hasta cierta
parte, me subía por la parte alta, que desde acá yo miraba todo, pero que yo nunca había bajado allá, pero yo
si estuve allá señor magistrado, yo si estuve en los hechos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Alexander Cabanillas Salinas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0475.

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Araque Leal participó en todas las fases del plan criminal que dio lugar a la muerte de
civiles.

5.7.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2030. De conformidad con lo expuesto, se concluye que el señor Félix Juan Carlos
Araque Leal, en calidad de Oficial de Inteligencia del BIMAG, contó con liderazgo
frente al surgimiento y la consolidación del primer y del segundo patrón. La
información disponible evidencia que dicho compareciente, desde el rol de mando que
ejerció sobre el S2, al incurrir en las acciones y omisiones previamente descritas, efectuó
un aporte esencial para su difusión, su permanencia y su encubrimiento.

2031. Las actuaciones de Araque Leal, incluyeron la emisión de instrucciones expresas


referidas a la forma en que se consumaron los patrones analizados. Además, su
conducta fue indispensable para que los demás integrantes de la Sección de Inteligencia
del Batallón Magdalena y los integrantes de los pelotones implicados comprendieran
que desde la plana mayor se consentía la realización irregular de operaciones con el
objetivo de cometer MIPCBC, sin que previamente se agotara el ciclo de inteligencia y
que contarían con los soportes operacionales necesarios para darles apariencia de
legalidad. Además, les brindaba seguridad sobre la posibilidad de acudir al pago
irregular de recompensas, para financiar y legitimar las ejecuciones extrajudiciales.
Todo, sin que Araque Leal, desde la posición de autoridad que ejercía de acuerdo con
su rango y sus competencias, esgrimiera oposición o emitiera algún tipo de reparo. En
consecuencia, se reitera que dicho compareciente contó con liderazgo y domino frente
al primer y segundo patrón, razón por la que será calificado como máximo responsable.

2032. Existen bases suficientes para entender que Araque Leal era consciente de: i.) la
situación de conflicto armado en medio de la cual ejercía su labor en el departamento
del Huila ii.) de que las muertes reportadas no habían ocurrido en el marco de un
combate y iii.) que las víctimas no eran combatientes. Sin su contribución, el BIMAG no
hubiera podido presentar como bajas en combate los asesinato y desapariciones de
personas vulnerables, seleccionadas, engañadas y trasladadas.

2033. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2283 de José Gregorio Cárcamo
Vargas; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el
crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad2284 de 19 personas, Danilo Yepes
Pineda, Saúl Ortiz Muñoz, Jamir Burbano Jurado, José Gregorio Cárcamo Vargas, José
Lizardo Vela Salazar, Herney Felipe Gómez López, Germán Gurrute Daza, Edier
Magon Medina, José Gustavo Patiño Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio Castro
Sánchez, William Quintero Hernández, Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno

2283 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2284 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Quiroga, Yorman Anderson Preciado Coquinche, Jesús María Guevara Quinto, Leidy
Constanza Agudelo Candela, Faisury Dorado Zapata y Juan Carlos Montenegro
Hidrobo.

5.8. Sargento Viceprimero (r) Desaix de Jesús Palomino Mejía.

2034. Desaix Jesús Palomino Mejía, identificado con cedula de ciudadanía No.
98.592.995, convocado a versión voluntaria mediante SUB D-SUBCASO HUILA-085 de
21 de septiembre de 2022, fue escuchado por la Jurisdicción el 28 de octubre, así como
el 21 y 22 de noviembre de 2022.

5.8.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2035. Palomino Mejía fue integrante del BIMAG entre junio de 2005 y, por lo menos,
hasta agosto del 20072285, periodo en el que tuvo el grado de Sargento Segundo e hizo
parte de la Sección de Inteligencia. En ese lapso, se reportaron cuarenta y nueve
asesinatos y desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate; veinte
asociados al primer patrón, de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios
de pertenencia a un grupo armado, cinco al segundo, de selección y atracción de
víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad y veinticuatro al tercero, de
operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o
delincuencia común. En todos ellos, la Sección de Inteligencia, en la cual Palomino
Mejía jugó un papel fundamental, tuvo un rol esencial en la planeación, ejecución y
encubrimiento de estos crímenes.

5.8.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2036. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Palomino Mejía por la


ejecución de estos patrones.

5.8.2.1. Participación en reuniones en las que se concertó la presentación de


asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en combate.

2037. Respecto de lo ocurrido el 22 de marzo de 2006, Palomino Mejía reconoce haber


participado de una reunión en las instalaciones de la Sección de Inteligencia en la que
se planeó el asesinato de las víctimas; según su dicho, en tal encuentro participaron el
SVP Riveros, el SVP Carillo, el ST Araque, el CT Mahecha y el MY Duarte y en ella se
percató de unas armas que no eran propias de la dotación del Ejército 2286. Mahecha y

2285 De acuerdo con el extracto de su hoja de vida Palomino Mejía estuvo en el BIMAG hasta el 15 de junio de
2007. No obstante, según diversas versiones el SS estuvo presente en los hechos ocurridos el 26 de agosto de
2007.
2286 Desaix Jesús Palomino Mejía: “(…) de ese hecho, hubo previo una reunión en la sección segunda del

batallón ahí en las instalaciones, hubo una reunión, no en la oficina de análisis si no en la oficina del

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Riveros reconocieron que en esta reunión se decidió y planeó la muerte de las víctimas,
así como lo actos de encubrimiento.

2038. Según el C3 Jesús Alexander Cabanillas Salinas, en diversas oportunidades


Palomino Mejía se comunicó previamente con los comandantes de pelotón o de
compañía para recordarles la necesidad de presentar resultados operacionales,
entendidos como bajas en combate, y para acordar la ejecución de los asesinatos. En su
versión voluntaria el C3 afirma que en diciembre de 2006 el SS le entregó al CP Berrocal
Zapata a seis individuos para que fueran asesinados, no obstante, no se pudo concretar
la operación. En igual sentido, Cabanillas Salinas indica que en momentos previos a los
hechos del 14 de diciembre de 2006 y del 15 de agosto de 2006 Palomino Mejía sostuvo
conversaciones con los responsables de las unidades fundamentales para coordinar la
presentación de la baja2287.

5.8.2.2. Búsqueda y retención de civiles que fueron asesinados y desaparecidos.

2039. Desaix Jesús Palomino Mejía reconoce haber detenido a German Gurrute Daza
quien fue asesinado y presentado como baja en combate el 10 de octubre del 2006. De
acuerdo con Palomino, él retuvo a la víctima, quien se encontraba en el parque principal
de Pitalito, y la condujo a las instalaciones del Batallón para someterla a un
interrogatorio. El SS admite que la intención era dar de baja a la víctima, pero afirma no
recordar los detalles de su ejecución2288.

2040. El TE Julián Andrés Calderón Motta señala que Palomino Mejía era una de las
personas encargadas de procurar a los civiles que luego eran asesinados por miembros
del BIMAG2289. Este señalamiento coincide con el dicho de Jesús Alexander Cabanillas

comandante de la sección segunda, ahí entro por la puerta que era doble, doble batida entro mi primero
Riveros, mi primero Carrillo, mi teniente Araque entraron ellos con mi teniente Mahecha y mi mayor
Duarte, se reunieron, planearon, hablaron y ahí escuché como el, como cuando comienzan a mover el tambor
de un revolver, y hay que recordar que nosotros solamente tenemos pistolas, si, entonces eso si me pareció
irregular, eso sí es lo que me pareció irregular, es lo que recuerdo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2287 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0475.
2288 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0749.
2289 Julián Andrés Calderón Motta: “PREGUNTADO: Perfecto. Relató usted o le entendí que el Sargento

Palomino buscaba personas para ser presentadas como bajas en combate ¿Es así? ¿Le entendí bien?
RESPONDIÓ: Es así, Dra. PREGUNTADO: Igualmente usted relataba que esas personas que buscaba el
Sargento Palomino, entre otras características, debían tener antecedentes ¿Qué más conoció usted o qué nos
puede comentar de qué otras características debían tener estas personas que ubicaba el Sargento Palomino?
¿Qué se acuerda o qué conoció? RESPONDIÓ: Dra., lo que yo sabía, que ellos ubicaban a estas personas que
tuvieran los antecedentes o personas que se portaran mal en la sociedad, pero que tuvieran algo que dijera que
esa persona está actuando mal y tiene una anotación en, no sé, en la Policía, en la Fiscalía, eran esas personas
a las que ellos se encargaban de buscar, Dra., pero de ahí, eso era pues lo que yo sabía”. Jurisdicción Especial

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Salinas dijo en su versión voluntaria que “(…) el sargento Palomino, Palomino Desaix, el
sargento Palomino era quien, la persona encargada de llevar, digámoslo así, a la persona que se
iba a pasar como muerte en combate y le llevaba su arma y todo, él se encargaba de ir al sitio con
todo, señor magistrado”.

2041. En sentido similar, sobre lo ocurrido el 26 de agosto del 2007 Julián Andrés
Calderón Motta afirma que las víctimas fueron transportadas hasta el lugar de los
hechos por Palomino Mejía2290.

5.8.2.3. Alteración de los lugares de los hechos para encubrir lo ocurrido.

2042. El señor Palomino Mejía instruía sobre cómo alterar la escena del crimen y,
además, se encargaba de proveer el material para tal efecto, previo cobro de dinero a la
tropa. Por ejemplo, el C3 Cabanillas Salinas afirmó:

“RESPONDIÓ: si señor magistrado, efectivamente López Obando John, cuando yo llego al sitio el
joven ya está tirado en el piso. El soldado se agacha, se pone los guantes, tiene un pasamontaña a
la altura de los oídos, por eso le miro la cara de que es López. Él le hace el simulacro, llamémoslo
así, el montaje de que el joven coja su arma, creo que era un revolver 7 lo coge y lo pone ahí en
la mano ya del joven en el piso y lo acciono como una o dos veces sobre el costado
derecho PREGUNTADO: primera pregunta, ¿Por qué se pone el guante el soldado John López
Obando? RESPONDIÓ: señor magistrado esa era una de las, de las, digámoslo así de las cosas que
maquillaba el sargento Palomino. El sargento Palomino, antes de, él iba y les decía, porque lo
mismo fue en el hecho con el señor Aladino, fue lo mismo, el sargento Palomino iba y el ya llevaba
su película montada, llamémoslo así señor magistrado, y él le decía al soldado que tenía que
hacer. (…) PREGUNTADO: ¿Quién más hace parte de ese maquillaje, o de esa película que usted
llama? Además del arma y accionar el arma RESPONDIÓ: ese día señor magistrado, si mal no
recuerdo, creo que a él le pusieron, aparte del revólver a él le llevaron como un bolso y unos cables,
unos cables como para hacer, creer que de que era un, que iba a poner un campo minado o algo
así, señor magistrado ese día fue así si mal no recuerdo. El sargento Palomino llevó como unos
cables, también se lo pusieron a él, señor magistrado, hacia parte del…
(interrumpido) PREGUNTADO: ¿y el sargento Palomino de donde sacaba todos estos elementos?
Pues el revólver, usted habla de un bolso, de unos cables, ¿de dónde el obtiene todo
esto? RESPONDIÓ: señor magistrado la verdad no sé, pero el cuando llegaba, iba a un sitio, él iba
y montaba su película y llevaba todo señor magistrado, todo lo llevaba el PREGUNTADO: ¿usted
nunca supo de donde lo obtenía eso? RESPONDIÓ: no señor magistrado PREGUNTADO: ¿a usted
le cobraban o el sargento Palomino le cobraba a la tropa o hacia colectas para comprar estos
elementos? RESPONDIÓ: no, una sola vez, una sola vez, se le dio una plata, fueron 300-400 mil
pesos, una sola vez, que fue lo del señor Aladino. Ese día se le dio la plata señor magistrado, de

para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés
Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2290 Julián Andrés Calderón Motta: “PREGUNTADO: Bueno ¿Quién exactamente trajo a las víctimas amarradas

como usted nos comenta? RESPONDIÓ: Allá las subió el Sargento Palomino PREGUNTADO: Pero las víctimas
venían en un vehículo… ¿Cómo llegaron? Mejor dicho ¿Cómo llegaron al sitio? RESPONDIÓ: Ellos llegaron
al sitio en un carro y lo sacaron de la vía en la parte alta y los colocaron boca abajo, cuando nosotros llegamos
al punto, ellos ya estaban ahí en el punto, Dr. PREGUNTADO: ¿Y recuerda qué vehículo era? RESPONDIÓ:
No, no recuerdo en qué vehículo llegaron, Dr. PREGUNTADO: ¿Y eso a qué hora fue? Más o menos
RESPONDIÓ: Cuando yo llegué al punto con las dos escuadras, eso fue entre 9 y 10:30, Dr., de la noche”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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resto no PREGUNTADO: ¿usted contribuyó en ese día, en el que nos cuenta del señor
Aladino? RESPONDIÓ: no señor magistrado, es plata fue de víveres [inaudible], que se la dieron al
sargento Palomino, señor magistrado2291. (Negrillas agregadas)

2043. El conocimiento y las habilidades de Palomino Mejía fueron un componente


esencial para que los integrantes de los pelotones accedieran participar en los asesinatos
y desapariciones forzadas. Su rol como integrante de la sección de inteligencia que
participaba no solo en la planeación y preparación de las operaciones irregulares, sino
que también asesoraba a los pelotones en el momento del encubrimiento, transmitía
confianza a los ejecutores materiales de los hechos y les hacía ver el apoyo del batallón
en sus actividades ilícitas.

5.8.2.4. Falsificación de la información operacional y concertar las declaraciones en el


marco de las investigaciones.

2044. Desaix Jesús Palomino Mejía admite que mientras hizo parte de la oficina de
inteligencia se alteraba la información de inteligencia para darle apariencia de legalidad
a las bajas reportadas por el BIMAG; de manera particular afirma que los informes se
cambiaban para señalar la pertenencia de las víctimas a las FARC pues eso tenía un
mayor impacto2292.

2045. Además, Palomino Mejía reconoce haber elaborado el anexo de inteligencia


luego del asesinato de las víctimas en los hechos ocurridos el 22 de marzo del 20062293,

2291 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0475. En sentido similar: “RESPONDIÓ: no doctora… si… el... el… sargento Palomino era el
encargado de hacer… y lo que yo le contaba ahorita al doctor Alejandro y al doctor Fabián, la vez que
estuvimos el 31 de diciembre... gracias a dios no se dio doctora, ¿usted escuchó?... él tenía una bolsa
transparente, el sargento en la mano tenía una bolsa transparente con un revolver, el sargento Palomino, si”.
Igualmente, sobre lo ocurrido el 14 de diciembre de 2006: “…y el Sargento Palomino le pasó una bolsa, una
bolsa donde iba un arma, le paso una bolsa con un arma a mi cabo Berrocal”. Sobre la recolección de dinero
insiste: “PREGUNTADO: ¿a la víctima se le colocó algún tipo de arma? RESPONDIÓ: si señor magistrado
PREGUNTADO: ¿qué arma se le colocó? RESPONDIÓ: si no estoy mal fue un revolver también
PREGUNTADO: ¿esa arma de donde salió? RESPONDIÓ: ya la había llevado el sargento Palomino, el sargento
Palomino cuando él llegaba y decía, “no..” el sargento Palomino ya llevaba todo eso. Es más, yo creo que la
plata… nosotros dimos una plata señor magistrado, antes, en la tarde le dimos una plata al teniente Calderón.
Yo creo que esa plata era para comprar esa arma, yo no me acuerdo fue como de a 15 mil de a 20 mil que dimos,
yo no me acuerdo, para comprar esa arma. PREGUNTADO: ¿y quién fue a comprar el arma? RESPONDIÓ:
no le dieron la plata al sargento Palomino, el sargento Palomino pidió la plata”.
2292 Desaix Jesús Palomino Mejía: “PREGUNTADO: ¿para que servía decir que estas personas pertenecían a un

grupo armado? RESPONDIÓ: se podría decirle para darle, básicamente como para darle un boom publicitario,
es mi punto de vista, un boom publicitario, para un comandante de batallón quedaría mejor decir, se dieron
tantas muertes en combate con FARC que por delincuencia común que no es nuestra misión, por así decirlo,
ese es mi punto de vista doctor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2293 Desaix Jesús Palomino Mejía: “PREGUNTADO: por eso le pregunto en concreto sobre este hecho, si usted

recuerda después de que se reporta el resultado, después de que se reporta la muerte de estas personas haber
tenido que elaborar algún documento que en los procedimientos conforme a la doctrina debiera estar antes

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así como en los del 16 de mayo del 20062294 y en los del 7 de junio de 20062295. De igual
forma, Palomino Mejía admite que suscribió informes de inteligencia o requerimientos
de pagos de información sin que se hubiera verificado el contenido de lo que allí se
consignaba2296.

2046. Por otra parte, Palomino Mejía reconoce haber mentido en la declaración que dio
ante la Fiscalía General de la Nación respecto de los hechos ocurridos el 26 de agosto
del 2006, de manera particular dice que no mencionó la presencia de Araque en el lugar
de los hechos, pese a que sí lo vio allí; afirma que decidió mentir por petición expresa

listo, ¿cómo el anexo de inteligencia? RESPONDIÓ: el anexo de inteligencia no estaba listo, porque acá lo
coloque y mi relación es el cambio de documentación, y había información de presencia en el lugar de los
hechos PREGUNTADO: le entiendo. Entonces ¿en esta operación usted elabora el anexo de inteligencia
después de los hechos? RESPONDIÓ: sí señor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2294 Desaix Jesús Palomino Mejía: “(…) si hice el anexo de inteligencia, y creo que el informe de inteligencia, el

informe de inteligencia si no me acuerdo si fue antes, durante o después pero el anexo de inteligencia si lo hice
después. O sea, lo reorganice, es decir, lo modifique porque los anexos de inteligencia son mensuales más este
creo que este fue un anexo, se tuvo que hacer una orden de operaciones fragmentaria y haber hecho yo un
anexo de inteligencia PREGUNTADO: ¿para qué se cambió la documentación en esta oportunidad, es decir,
que paso en la operación que no estaba, o qué se agregó en la documentación que se elaboró posteriormente
para esa operación? RESPONDIÓ: se podría decir que como fue un bono, o sea, como fue algo diferente a lo
que había hecho en cuanto al resultado que fueron, cinco, cinco muertos, cinco víctimas. Se podría decir que
se cambió, se habrá cambiado esto de delincuentes, la palabra delincuentes, por FARC, por órdenes del
comandante del batallón o por órdenes del oficial S3”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2295 Desaix Jesús Palomino Mejía: “PREGUNTADO: ¿en algún momento posterior a los hechos realizo usted

informes, documentos para completar o para cambiar el sentido de lo que inicialmente se conocía?, es decir,
¿anexos de inteligencia posteriores, informes de inteligencia posteriores? RESPONDIÓ: si hice un informe de
inteligencia posterior PREGUNTADO: ¿qué cambiaba entre lo que estaba en ese informe posterior y lo que
realmente había ocurrido? RESPONDIÓ: en que, en que el informe decía FARC”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino
Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.
2296 Así, respecto de los soportes para pago de recompensa de los hechos ocurridos el 7 de enero del 2007,

Palomino Mejía dijo: “PREGUNTADO: ¿la firma que parece en ese documento es suya señor
Palomino? RESPONDIÓ: sí doctor, ahí digo que es mía, no la tengo en físico, pero así, si es mía
PREGUNTADO: ¿Qué papel tuvo usted en la elaboración de este documento? RESPONDIÓ: todo, redacción,
hacer el documento (…) PREGUNTADO: usted utiliza una expresión, la información o el documento se
maquilló, quisiera saber entonces, ¿Qué de lo que está en el documento es cierto y que no? RESPONDIÓ:
solicito lo puede bajar, solicito doctor, si fue un atraco porque colocarle banda criminal al servicio del
narcotráfico, si fue un atraco, entonces esa sería la primera alteración de este documento, la segunda alteración
es que yo a ella no la reconozco como informante de la sección segunda, esa es la segunda acción, sí, solicito
bajar más el documento, sí doctor, eso, que esta fuente no es de la sección segunda, y segundo, bandas
criminales al servicio de narcotráfico”. En sentido similar se pronunció respecto de lo ocurrido el 25 de marzo
del 2007 “PREGUNTADO: pero la pregunta señor Palomino no es si existió o no Orlando Vasques, la pregunta
en este momento en particular es si este documento se elaboró antes o después de la operación
RESPONDIÓ: doctora, así como se estaba procediendo de mal en el Magdalena, tuvo que ser después, y
solicito terminar de ver la firma, si se sabe que se estaba obrando mal, aunque no fue firmado, pero tuvo que
hacerse después doctor”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Desaix Jesús Palomino Mejía. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0749.

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de Araque al momento de los hechos y que luego se lo reiteró en 2015 2297. El C3


Cabanillas Salinas también admite que mintió en su declaración sobre lo ocurrido el 14
de diciembre de 2006 y el 15 de agosto del 2007 por instrucciones de Palomino Mejía 2298.

5.8.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2047. Desaix Jesús Palomino Mejía participó de manera determinante de un plan


criminal para dar muerte a civiles gracias al cual el BIMAG reportó veinticuatro hechos
constitutivos de asesinatos, tentativa de homicidio y desaparición forzada en el periodo
en el que éste hizo parte de la Sección de Inteligencia. Así, Palomino Mejía actuó
ejerciendo liderazgo en la planeación, ejecución y encubrimiento de esas muertes, así
como de la tentativa de homicidio de Aladino Ríos, pues, como se reseñó, participó de
conversaciones en las que se concertó el asesinato de civiles, organizó a los miembros
del Batallón para que se ejecutaran tales asesinatos, facilitó los elementos para alterar la
escena del crimen, así como la información de inteligencia, dio falsas declaraciones
sobre lo que ocurrió e instruyó a otros efectivos del BIMAG para que actuaran de la
misma forma.

2048. Así las cosas, Palomino Mejía era consciente de: i.) la situación de conflicto
armado en medio de la cual ejercía su labor en el departamento del Huila ii.) de que las
muertes reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las
víctimas no eran combatientes. Sin su contribución, el BIMAG no hubiera podido
presentar como bajas en combate los asesinatos y desapariciones de personas
vulnerables, seleccionadas, engañadas y trasladadas.

2049. De conformidad con lo expuesto, se concluye que el señor Desaix Jesús Palomino
Mejía, en calidad de integrante de la Sección de Inteligencia del BIMAG, contó con un
rol de liderazgo frente al surgimiento y la consolidación de los tres patrones
macrocriminales que han sido identificados por la Sala. Es claro que sus aportes fueron
esenciales para su diseño, su difusión, su permanencia y su encubrimiento. Esto

2297Ibidem.
2298Jesús Alexander Cabanillas Salinas, sobre los hechos del 14 de diciembre del 2006, relató: “PREGUNTADO:
y usted me dice que luego lo llamaron a rendir una declaración RESPONDIÓ: Si a mí me pusieron ante la…
ante la…. La del batallón, se hace como una narración de los hechos, pero esa narración no conlleva a nada,
eso son puras mentiras. PREGUNTADO: ¿y quién les dicta a ustedes que tenían que decir? RESPONDIÓ: el
sargento Palomino le decía, el daba la inducción al comandante en ese entonces, mi cabo Berrocal y mi cabo
Berrocal nos decía a nosotros” En igual sentido sobre el hecho del 15 de agosto del 2007: “¿cuál fue, según su
versión, su participación directa en estos hechos? RESPONDIÓ: señor magistrado, la versión que me dice mi
tiente y el sargento Palomino, es que dijera que yo no había llegado al sector, yo si estuve en el sitio, y yo le
digo a usted señor procurador con justa razón y me acuerdo de todo aquí, todo lo que pasó ese día. Ellos decían
que dijera que me había ido por la parte alta y eso. La versión mía es esa. Nosotros llegamos hasta allí, señor
magistrado, cuando llegamos ya estaban los dos señores allí en ese sitio, se los entregaron a mi teniente
Calderón. PREGUNTADO: ¿qué declaró usted? RESPONDIÓ: la versión que mi teniente me dijo que había
dicho mi primero Palomino que dijera, una que no fue. Que yo llegaba hasta cierta parte, me subía por la parte
alta, que desde acá yo miraba todo, pero que yo nunca había bajado allá, pero yo si estuve allá señor
magistrado, yo si estuve en los hechos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0475.

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encuentra sustento en que, a pesar de que Palomino Mejía actuó bajo las órdenes y la
supervisión de sus superiores, contribuyó de manera determinante en la ideación de las
actividades para atraer y conducir a las víctimas de los delitos investigados.
Adicionalmente, de manera relativamente autónoma instruyó a otros sujetos sobre la
forma en que se debían perpetrar los homicidios, rendir las declaraciones falsas y alterar
las escenas de los crímenes, con el objetivo de ocultar la ilegalidad de sus actuaciones.

2050. A juicio de la Sala, tales conductas representan aportes esenciales para el


refinamiento de los patrones macrocriminales investigados de cara al incremento de su
efectividad, lo cual denota un rol de liderazgo del señor Desaix Jesús Palomino Mejía.
En tal virtud, será considerado máximo responsable.

2051. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2299 de José Gregorio Cárcamo
Vargas, en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el
crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad2300 de 49 personas, Danilo Yepes
Pineda, Saúl Ortiz Muñoz, John Jairo Hoyos Tarazona, Yesid Ortiz Paladines, Jamir
Burbano Jurado, José Misael Moreno Quiroga, Fredy Rengifo Anacona, Eugenio Chito
Gómez, Ruberney Rincón Casanova, Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila,
Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno
Urazán, Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago Valderrama, Yerson Acosta Bernate,
José Gregorio Cárcamo Vargas, José Lizardo Vela Salazar, Herney Felipe Gómez López,
Germán Gurrute Daza, Duberney Correa Figueroa, Orlando Cuadrado Díaz, Giancarlo
Rincón Cabrera, Jhon Fredy Torres Rengifo, Edier Magon Medina, José Gustavo Patiño
Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio Castro Sánchez, William Quintero Hernández,
Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno Quiroga, Yorman Anderson Preciado
Coquinche, Jesús María Guevara Quinto, Jesús Reinel Ortega, Carlos Andrés García,
Elder Rodríguez Sánchez, Luis Eduardo Girón Acosta, Jorge Eliecer Cerón Girón,
Silvestre Delgado Cuellar, Juan Esteban Fernández Quiroga, Querubín Durán Durán,
Albeiro Rivera Rivera, Luis Aníbal Restrepo Sánchez, Jorge Ignacio Sacanamboy, Leidy
Constanza Agudelo Candela, Faisury Dorado Zapata, Juan Carlos Montenegro
Hidrobo y una persona no identificada.

5.9. Mayor Julián Andrés Calderón Motta.

2052. Julián Andrés Calderón Motta, identificado con cedula de ciudadanía No.
12.203.762, convocado a versión voluntaria mediante Auto ARA 192 de 2020, fue
escuchado por la Jurisdicción el 29 de diciembre de 2020.

5.9.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2053. Calderón Motta fue parte del BIMAG entre el 1 de diciembre de 2005 y, por lo

2299 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2300 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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menos, agosto del 20072301, periodo en el que tuvo el grado de teniente. Durante los
primeros meses del año 2006 Calderón Motta hizo parte de la compañía de instrucción
y luego fue destacado como oficial de acción integral; según su dicho, los últimos meses
de 2006 y los primeros meses de 2007 fue comandante del pelotón Cónsul 4; luego fue
asignado al pelotón Berlín 22302. Durante su paso por Cónsul 4 dicha unidad no reportó
resultados, pero con Berlín 2 reportó nueve bajas en supuestos combates, una de ellas
corresponde al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado, dos al segundo de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad, y 6
al tercero, de operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia
común y/o milicias

2054. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Calderón Motta por la


ejecución de estos patrones.

5.9.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2055. La Jurisdicción tiene noticia de la participación directa de Calderón Motta en los


hechos ocurridos el 15 de agosto de 2008 en los que falleció Albeiro Hernández y se
intentó asesinar a Aladino Ríos. El compareciente reconoció la ilegalidad de ese hecho
y su participación en el2303: “(…) pues yo me dejé llevar por ellos, Dr., yo siendo el responsable
y el comandante, porque la responsabilidad era sólo mía de decir sí o no, y yo pues me dejé llevar,
es un error mío, me dejé llevar, para acceder (…) yo era el comandante, y sé que tengo la
responsabilidad total, porque era el comandante (…)”2304.

2301 De acuerdo con el extracto de su hoja de vida, Calderón Motta estuvo en el BIMAG hasta el 1 de julio de
2007, no obstante, el hecho en el que aparece relacionado y respecto del cual reconoció su ilegalidad tuvo lugar
el 15 de agosto de 2007. Calderón afirma: “RESPONDIÓ: Pues lo que pasa es que, como mi traslado no fue un
traslado así normal como por (inaudible), sino que había necesidad en ese entonces de fundar una brigada
móvil y esos traslados llegaron así como “graneados”, digámoslo así, a partir como de agosto-septiembre-
octubre, entonces yo los primeros meses duré en Cónsul 4, salí a mi permiso de vacaciones, y de ahí, cuando
llegué de mi permiso de vacaciones, eso fue como, no sé, tal vez mayo-junio, me pasaron a Berlín 2 hasta que
salí trasladado ya como en… no me acuerdo, Dr., la fecha real, pero como en agosto, septiembre y octubre, ahí
ya salió mi traslado para ir a fundar la móvil 20”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2302 Julián Andrés Calderón Motta: “PREGUNTADO: Bueno, entonces estábamos hablando de que usted llegó

a Cónsul 4 y luego duró, qué ¿3 meses no más en Cónsul 4? RESPONDIÓ: Yo creo que como unos 4 o 5 meses
en Cónsul 4, Dr. PREGUNTADO: Y luego pasó a otra… RESPONDIÓ: Y ahí salimos a permiso, de ahí
vacaciones o permiso, realmente no me acuerdo a qué fue lo que salimos, cuando yo llegué ya de mi permiso
al Batallón Magdalena, nuevamente, me asignaron como comandante de Berlín 2”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón
Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2303 Hechos del 15 de agosto del 2007, ocurridos en el municipio de Isnos, en los que falleció Albeiro Hernández

y resultó herido Aladino Ríos.


2304 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2056. El hecho en el que participó Calderón Motta es representativo del tercer patrón
criminal, toda vez que se trata de un asesinato y tentativa de asesinato en el que la tropa
llevó a cabo varios atracos para poder justificar la existencia de un presunto combate en
el que habrían participado las víctimas quienes supuestamente eran miembros de la
cuadrilla 13 de las FARC que se dedicaban a atracar y extorsionar a los habitantes de la
zona, es decir, milicianos. De acuerdo con la víctima sobreviviente, Aladino Ríos, la
muerte de Albeiro Hernández y sus lesiones “ocurrieron sin ningún motivo, luego de ser
secuestrados por los militares y puestos en estado de indefensión”; según da cuenta esta
víctima, fue llevado bajo engaños hasta un sitio denominado la Gallera:

“(…) en donde se desviaron por una carretera destapada encontrando a poco metros un grupo
numeroso de militares, que nos obligaron a bajar del vehículo y a tendernos boca abajo en el suelo,
para luego obligarnos subir a un furgón del ejército, en el que nos transportan por la carretera que
conduce a San José de Isnos y luego a Paletará, haciéndonos bajar y temernos aproximadamente a
15 metros de la carretera, donde fuimos amarrados de los pies y más tarde después de soltarme,
atacado por los soldados a tiros de fusil, logrando el suscrito escapar herido y caminar por espacio
de cuatro horas, hasta llegar a la casa de una señora, cerca de San José de Isnos, donde fui auxiliado
(…) Albeiro Hernández Cerón, desafortunadamente lo dejaron amarrado y le dieron muerte
minutos después de yo haber escapado”2305.

5.9.2.1. Participación en conversaciones previas en las que se concertó la presentación


de asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en combate.

2057. El señor Calderón Motta afirmó que el jefe de la Oficina de Operaciones, MY


Omar Ojeda, lo llamó días antes de los hechos y le dio instrucciones para presentar de
forma irregular una baja2306; además indica que el día de los hechos Ojeda se comunicó
con él para coordinar la entrega del “paquete”:

“(…) entonces eso fue el 15 de agosto, cuando ya el oficial de operaciones tomó contacto conmigo,
mi Mayor Ojeda, por celular, y me dijo, como tipo 3 de la tarde, me dijo “esta noche,
aproximadamente a las 10 de la noche, le voy a colocar el paquete en la vereda, o más abajo, como
3 o 4 km más abajo, en una curva, ahí va a llegar un agente, les va a entregar el paquete para que
ustedes hagan lo pertinente” (…). (Negrillas agregadas)

2058. El cabo tercero Jesús Alexander Cabanillas se refiere a esas llamadas telefónicas
y dice: “[e]l teniente Calderón nos forma al lado de una canchita de micro, ahí nos forma, nos
dice que el mayor Ojeda y el sargento Palomino iban a hacer un trabajo sobre ese sector, que era

2305 Fiscalía General de la Nación. Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario. Denuncia de la víctima sobreviviente de los hechos del 15 de agosto del 2007, el señor Aladino
Ríos. Radicado 1317, cuaderno 1, página 20 y siguientes. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2306 Julián Andrés Calderón Motta: “Doctor, lo que el oficial de operaciones me dice por celular es: el personal

del 2 le va a llevar el paquete para que usted haga el trabajo, usted lo único que tiene que hacer es realizar el
trabajo, ellos le van a poner allá todo para que usted no más baje con la tropa, haga su finta de engaño, en ese
momento la finta de engaño era poner unos soldados para que atracaran unos carros y después decir que ellos
eran los atracadores, esa era la finta de engaño y que el personal del 2 llegaba allá a cuadrar el resto”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.

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alistar a la gente, le dijeron a mi teniente Calderón”2307. Al indagar por lo que se entendía


por la expresión “hacer un trabajo” el propio Calderón Motta, el SLP Franklin Rueda y
el C2 Cabanillas confirman que se referían a presentar los asesinatos como bajas en
combate, todos ellos corroboran que Calderón Motta los reunió para organizar la
presentación de la baja2308.

5.9.2.2.. Liderazgo de maniobras militares que procuraban la muerte de civiles fuera


de combate.

2059. Julián Andrés Calderón Motta admitió que ordenó a su pelotón el


desplazamiento hacia el lugar de los hechos y asignó las tareas que debían
desempeñarse, así reconoce que por consejo de sus subalternos instruyó a los soldados
para que simularan un atraco que sirviera para justificar un presunto combate2309; Jesús
Cabanillas y Franklin Rueda confirman que ello fue así2310. Este último, quien disparó a
una de las víctimas, afirma que ello fue consecuencia de una orden del TE Calderón
Motta2311.

5.9.2.3. Alteración del lugar de los hechos, reporte de información operacional que no
correspondía a la realidad y concertación de declaraciones con falsedades.

2060. El señor Calderón Motta reconoció que reunió dinero para entregar al personal
del Batallón que se encargaba de la consecución de las armas que eran implantadas a
las víctimas2312; Cabanillas Salinas confirmó que ello fue así e indicó que quien se

2307 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0475.
2308 Versiones voluntarias de Jesús Alexander Cabanillas, Franklin Rueda y Julián Andrés Calderón Motta.

2309 Julián Andrés Calderón Motta: “(…) Yo reuní el pelotón como a las 3 de la tarde, les dije que ya el oficial

de operaciones me había dicho que el trabajo ya era para esa noche, que nos alistáramos para proceder hacia
el punto. Aproximadamente, eso fue como a las 9-8 de la noche, nos dirigimos hacia el punto (…)
PREGUNTADO: Este hecho tiene unas características muy específicas que pasan por el retén, por el falso retén
que se monta, el atraco que realizan, además esto lo realizan militares ¿De quién fue la idea de esas
características especiales de este hecho? RESPONDIÓ: De los soldados que, como yo le digo, yo soy el
responsable, porque soy el comandante, pero ellos fueron los que me dijeron: aquí se trabaja así, esto lo
podemos hacer así, podemos montar un retén falso, ahí estaba el soldado Samboní, podemos montar un retén
falso, y de esa manera, montar la fachada para hacer el trabajo. Yo les dije “hagámoslo así, si así es como se
hace, hagámosle así”, pero, pues Dr., yo soy el comandante y yo fui siguiendo instrucciones, fui el que dije que
eso se hacía así (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
2310 Versiones voluntarias de Jesús Alexander Cabanillas y Franklin Rueda.

2311 Franklin Rueda: “(…) mi teniente Calderón da la orden “vayan y hagan esa vuelta (…)”. Jurisdicción

Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Franklin
Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.
2312 Julián Andrés Calderón Motta: “se habló con el pelotón, ellos ya sabían de que el dinero para comprar estas

armas tenía que ser reunido por los integrantes de todo el pelotón, así se hizo, cada quien pues lo que tuvo, lo
aportó, yo no me acuerdo en este momento, pero creo que eran de $700.000 a $1’000.000 lo que tocaba reunir
para entregarle a la gente del batallón para comprar este armamento, yo me acuerdo, Dr., que sí tocó hasta
sacar una plata de la comida para comprar ese armamento, ahí pues eso fue como 2 o 3 días antes la

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encargó de llevar las armas, así como a las víctimas al lugar de los hechos fue el Sargento
Palomino, Jefe de la Oficina de Inteligencia2313. Franklin Rueda corroboró que Calderón
les pidió dinero2314.

2061. Además, afirmó que los miembros de su pelotón llevaron a cabo un atraco para
poder justificar el presunto combate2315 y que los bienes que hurtaron durante dicho
atraco fueron ubicados junto a las víctimas tras su muerte2316. Indica que el personal de
la sección de inteligencia era el encargado de proveerles el “kit” para poder simular el
combate2317.

2062. El compareciente reconoce que alteró la información operacional, afirma que por
indicaciones del MY Ojeda tuvo que cambiar el informe sobre los hechos2318. De acuerdo
con la información operacional inspeccionada por la Jurisdicción, el 26 de agosto de
2007 Calderón Motta remitió informe al comandante del batallón en el que indica que
se adelantó operación con base en información provista por la comunidad respecto de
la presencia de presuntos miembros de la cuadrilla 13 de las FARC que adelantaban

coordinación que se hizo para recoger el dinero”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2313 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jesús Alexander Cabanillas Salinas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0475.
2314 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Franklin Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.
2315 José Fabio Guzmán, Jesús Alexander Cabanillas y Franklin Rueda, en sus versiones voluntarias,

confirmaron que el atraco tuvo lugar por instrucciones de Calderón Motta.


2316 Julián Andrés Calderón Motta: “(…) esa fachada era que había un retén ilegal sobre la carretera, que ese

retén ilegal no era de las víctimas en ningún momento, fue de los soldados de Berlín 2, a los soldados que yo
comandaba, los que hicieron el supuesto hurto sobre la vía, ellos fueron los que atracaron los carros para iniciar
con esa situación de los hechos (…) PREGUNTADO: ¿Sabe usted qué paso con las pertenencias de las que se
apropiaron en el atraco? RESPONDIÓ: Algunas de las pertenencias, de lo que yo vi en el momento, se
colocaron al lado de la gente que estuvo ahí involucrada en la…, las víctimas que fallecieron en el lugar de los
hechos, ellos tenían algunas de las pertenencias al lado, Dr. PREGUNTADO: ¿Sabe usted qué pertenencias,
digamos, obtuvieron en el atraco, mejor? RESPONDIÓ: Ellos, Dr., lo que yo estoy enterado, era que les
quitaban las billeteras a las personas y algunos me imagino que los celulares. Eso fue, lo que yo estoy enterado,
que le hurtaron a las personas y le colocaron al lado de las víctimas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Julián Andrés Calderón Motta.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.
2317 Calderón Motta: “Normalmente, es todo eso, ellos le llamaban un “kit”, al personal del 2, que ahí era donde

subían lo que necesitaran las personas para montar una fachada, como de pronto, pues pasamontañas”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Julián Andrés Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0476.
2318 Calderón Motta: “PREGUNTADO: ¿Acordaron la declaración, el contenido de la declaración que iban a

dar? RESPONDIÓ: Sí, Dr., ahí es donde yo le digo que se hace un informe y ya saliendo del batallón es que
nos hacen cambiar ese informe porque no les servía el informe que habíamos pasado nosotros, no me acuerdo
por qué, pero no les servía y tocó cambiarlo, acomodarlo a como ellos nos dijeron en el batallón, Dr.
PREGUNTADO: ¿A quién no le servía o quién dio la indicación de cambiar el informe? RESPONDIÓ: El oficial
de operaciones, Dr. PREGUNTADO: ¿Cómo le dijo eso el oficial de operaciones? RESPONDIÓ: Él dijo que ese
informe tocaba cambiarlo e indicó qué era lo que debía ir en el informe”. Versión Voluntaria de Julián Andrés
Calderón Motta. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0476.

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retenes y hurtos en las veredas de Silvania, Hornitos y San Vicente. En dicho documento
Calderón afirma que tuvo lugar un combate en el que murió una persona sin identificar,
presunto miembro de dicha cuadrilla. Tanto el origen de la información como su
contenido y la forma como se dieron los hechos no corresponden con lo ocurrido y
buscaban ocultar las verdaderas circunstancias.

2063. Por otra parte, Calderón Motta reconoce que se concertaron las declaraciones
sobre estos hechos ante la justicia. Los soldados Orsain Iles Astudillo y José Fabio
Guzmán afirmaron en sus versiones voluntarias que, pese a que ellos no usaron su arma
de dotación, por indicaciones de Calderón Motta tuvieron que declarar que habían
disparado2319. Jesús Alexander Cabanillas dijo que, por indicaciones de Calderón Motta,
quien había sido instruido por el Sargento Palomino, Jefe de la Oficina de Inteligencia,
mintió en su declaración. Franklin Rueda también señaló que Calderón le indicó que
debía declarar2320.

5.9.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2064. Julián Andrés Calderón Motta participó de manera determinante de un


plan criminal para dar muerte a civiles gracias al cual el pelotón bajo su mando
reportó un hecho constitutivo de asesinato, tentativa de homicidio y
desaparición forzada en el periodo en el que estuvo adscrito al BIMAG. Así,
Calderón Motta hizo parte esencial de la planeación, ejecución y el
encubrimiento de esa muerte, así como del intento de asesinato de Aladino Ríos,
pues, como se reseñó, participó de conversaciones en las que se concertó la
comisión de ese homicidio, organizó a los miembros de su pelotón para que lo
perpetrara, alteró la escena del crimen, así como la información operacional, dio
falsas declaraciones sobre lo ocurrió e instruyó a sus subalternos para que
actuaran de igual forma.

2065. Calderón Motta era consciente de: i.) la situación de conflicto armado en medio
de la cual ejercía su labor en el departamento del Huila ii.) de que la muerte reportada
no había ocurrido en el marco de un combate y iii.) que la víctima no era combatiente.
Sin su contribución, el pelotón bajo su mando no hubiera podido presentar como baja
en combate el asesinato y desaparición de una persona vulnerable, seleccionada,
engañada y trasladada.

2066. Atendiendo a las consideraciones precedentes, se concluye que el señor Julián


Andrés Calderón Motta, en condición de comandante del 2º pelotón de la compañía
Berlín, brindó un aporte esencial para la ejecución del tercer patrón macrocriminal
identificado por la Sala. Tal como se evidenció previamente, la conducta de dicho
compareciente fue fundamental en la planeación, la ejecución y el encubrimiento de un

Versiones voluntarias de Orsain Iles Astudillo y José Fabio Guzmán.


2319

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
2320

de Franklin Rueda Betancourt. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0473.

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hecho grave y representativo, de cara a la caracterización de dicho patrón.

2067. Sin embargo, no se evidencia un rol de liderazgo en el surgimiento o la


consolidación del tercer patrón, ni dominio sobre éste. Lo anterior, debido a que
Calderón Motta siguió órdenes de sus superiores y las transmitió a sus subalternos, sin
realizar aportes sustanciales frente a su diseño o para el surgimiento de innovaciones
en su estructura. Por lo tanto, será considerado como un partícipe determinante sin
liderazgo.

2068. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2321 de Albeiro Hernández
Cerón; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el
crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad2322 de nueve personas, Albeiro
Hernández Cerón, Duberney Correa Figueroa, Orlando Cuadrado Díaz, Giancarlo
Rincón Cabrera, Jhon Fredy Torres Rengifo, Elder Rodríguez Sánchez, Luis Eduardo
Girón Acosta, Jorge Eliecer Cerón Girón, Orlando Rivera Artunduaga, y con el delito
de tentativa de homicidio2323 de Aladino Ríos Sánchez.

5.10. Capitán (r) Carlos Mahecha Bernal.

2069. Carlos Andrés Mahecha Bernal, identificado con cédula de ciudadanía


79.855.062, fue llamado a comparecer ante la Sala de Reconocimiento mediante Auto
No 71 del 4 de junio de 2019 y escuchado en versión voluntaria el 2 de julio de 2019.
Mahecha Bernal fue miembro del BIMAG entre el 11 de enero de 20062324 y hasta el 01
de junio 20072325 periodo en el cual tuvo el grado de teniente y fungió como comandante
de la compañía Berlín.

5.10.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2070. En el BIMAG la compañía Berlín al mando del teniente Carlos Andrés Mahecha
Bernal registró cuarenta y cinco asesinatos entre el 11 de enero de 2006 y el 1 de junio
de 20072326, de los cuales siete fueron reportados por tropas del primer pelotón de la
compañía Berlín, nueve por el segundo pelotón, diecinueve por el tercero y diez por el
cuarto, todos de la misma compañía. El número de operaciones militares en las que se
presentaron estos hechos fueron 22; nueve de ellos se asocian al primer patrón criminal,
de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo

2321 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2322 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
2323 Código Penal. Artículos 103 y 27.

2324 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
2325 Ejército Nacional. Extracto de hoja de vida de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Cuaderno Legali No.

9002774-09.2018.0.00.0001/0250, página 3 y 4.
2326 En 22 hechos.

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armado2327, cuatro al segundo de selección y atracción de víctimas aprovechando sus


condiciones de vulnerabilidad2328, y nueve al tercero, de operaciones ofensivas contra
supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias de las FARC2329. Mahecha
Bernal reconoció la ilegalidad de sus actuaciones y haber intervenido directamente en
la puesta en ejecución de estos patrones2330 señalando que se trataba de una situación
respecto de la cual “todo el mundo sabía lo que se hacía, pero pues nadie se atrevía a decir
nada”2331.

2071. En todos los crímenes ocurridos en este periodo las víctimas eran civiles, su
muerte se dio con ocasión de un plan que procuró darle apariencia de legalidad y del
que fueron conscientes sus participantes. Esto incluyó2332: reuniones previas para
coordinar la operación; selección, ubicación o traslado de las víctimas; consecución de

2327 2 reportados por Berlín 1, 2 por Berlín 2, 3 por Berlín 3 y 2 por Berlín 4.
2328 1 reportado por Berlín 2, 2 por Berlín 3 y 1 por Berlín 4.
2329 1 reportado por Berlín 1, 3 por Berlín 2, 3 por Berlín 3 y 2 por Berlín 4.

2330 Respecto del primer hecho, ocurrido el 22 de marzo de 2006 en Pitalito y en el que murieron Danilo Yepes

Pineda y Saúl Ortiz Muñoz, se pronunciaron once comparecientes (José Wilson Orrego Noreña, César Augusto
Vásquez Ordoñez, Fernando Riveros Sarmiento, Carlos Andrés Mahecha Bernal, Jimmy Giraldo Marín,
Sandro Alexander Trujillo, Félix Juan Carlos Araque Leal, Mario Hernán Duarte Méndez, Martín Eduardo
Galindo Páez, Cesar Martín Guauta González, Arley Suárez Cerquera) seis de los cuales (José Wilson Orrego
Noreña, César Augusto Vásquez Ordoñez, Fernando Riveros Sarmiento, Carlos Andrés Mahecha Bernal,
Jimmy Giraldo Marín, Sandro Alexander Trujillo) admitieron la ilegalidad de lo ocurrido. Mahecha reconoce
que fue convocado por el MY Duarte y del TE Araque, jefes de la sección de operaciones e inteligencia
respectivamente, a una reunión en las instalaciones del Batallón en la que fue informado de la puesta en marcha
de una operación que iría acompañada de dos guías. Mahecha afirma que en ese encuentro vio cómo el MY
Mario Duarte le entregó al SVP Fernando Riveros, comandante del pelotón motorizado Berlín 3, una bolsa con
dos armas y dos granadas y que al indagar por el destino de ese material le informan: “que si los guerrilleros
no tienen armamento toca darlos de baja y ponerla”. Al referirse al momento de los hechos, Mahecha reconoce
que no hubo combate, que la víctima no estaba armada, que se le implantó material de guerra, que la
información que depositó en el informe de patrullaje era falsa y que se coordinaron las versiones sobre lo que
había ocurrido. El segundo hecho en el que aparece vinculado Mahecha Bernal ocurrió el 26 de julio de 2006
en Acevedo y en el marco de este murió José Lizardo Vela. Mahecha Bernal reconoce que días antes de este
acontecimiento el TE Araque lo llamó y le dijo que debían organizar un resultado para darle la bienvenida al
nuevo Comandante del Batallón y que el día de los hechos Araque lo llamó a decirle que ya estaba todo
organizado para dar la baja. Afirma que Araque fue quien llevó a la víctima al lugar de los hechos y quien
procuró y accionó el arma que se le implantó a la víctima. Mahecha dice que fue él quien organizó a los
participantes y le dio la orden al SLP Palacio de disparar a la víctima, indica que fue él quien elaboró y suscribió
el informe de patrullaje señalando que hubo combate pese a que no fue así y admite que coordinó las
declaraciones con quienes participaron en los hechos. El tercer hecho ocurrió el 1 de marzo de 2007 en Pitalito
y en el marco de éste murió Ruberney Rincón Casanova. Mahecha Bernal admite que Riveros llegó al lugar
dónde él se encontraba con su pelotón con una persona alicorada a la que dieron de baja. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés
Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2331 Ibidem.

2332 Respecto del hecho en el que muere Jamir Burbano el 22 de mayo del 2006, ver la versión de Luis Carlos

Oyola Tapias. En cuanto al hecho del 14 de diciembre del 2006 en los que muere José Misael Moreno Quiroga,
ver la versión de Sergio Franco. Respecto de los hechos del 7 de enero de 2007 en los que mueren John Fredy
Rengifo Anacona y Eugenio Chito Gómez, ver la versión de Jhon Cárdenas y Fernando Riveros; también esta
versión respecto del hecho del 18 de noviembre de 2006 en el que muere José Gregorio Cárcamo y el hecho del
26 de abril del 2007 en los que mueren Duberney Correa y Orlando Cuadrado Respecto de los hechos del 22
de marzo del 2006 en los que murieron Danilo Yepes y Saúl Ortiz, ver la versión de César Vásquez, Fernando
Riveros y Yimmy Giraldo. Respecto del hecho del 5 de marzo de 2007, en el que fallecieron 5 personas, ver la
versión de César Vásquez.

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material de guerra para ser implantado a los fallecidos; alteración de la escena del
crimen; falsificación de documentos operacionales; práctica de levantamientos,
concertación de declaraciones2333.

5.10.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2072. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Mahecha Bernal por la


ejecución de estos patrones.

5.10.2.1. Participación en reuniones previas en las que se concertó la presentación de


asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en combate.

2073. Mahecha Bernal reconoce haber participado en reuniones con oficiales de la


Plana Mayor del Batallón en las que se coordinó la puesta en marcha de operaciones
ilegítimas con ocasión de las cuales se cegó la vida de población civil. Así, respecto de
los hechos ocurridos el 22 de marzo de 2006, Mahecha Bernal reconoce que fue
convocado por el MY Duarte y el TE Araque, jefes de la sección de operaciones e
inteligencia respectivamente, a una reunión en las instalaciones del Batallón en la que
fue informado de una operación que iría acompañada de dos guías. Mahecha afirma
que en ese encuentro vio cómo el MY Mario Duarte le entregó al SV Fernando Riveros

2333Respecto de los hechos del 14 de diciembre del 2006 en los que muere José Misael Moreno Quiroga, ver la
versión de Luis Carlos Oyola Tapias. Durante las versiones voluntarias los comparecientes reconocieron la
ilegalidad de 10 de los 22 hechos ocurridos en este periodo, en todos estos casos los informes de patrullaje dan
cuenta de combates que los comparecientes reconocieron que no existieron. Ver Carpetas operacionales
inspeccionadas por la Jurisdicción en las que constan: Sobre los hechos del 22 de marzo de 2006: informe de
operaciones suscrito por TE Carlos Mahecha Bernal en el que se indica que se dio de baja en el medio de un
combate se dio de baja a dos integrantes de las FARC; sobre los hechos del 22 de mayo del 2006, informe sobre
los hechos suscrito por el TE Arley Suárez Cerquera en el que da cuenta de la muerte en combate de un
presunto integrante de las FARC; sobre los hechos del 14 de diciembre del 2006, informe sobre los hechos
informe suscrito por el CP Carlos Berrocal Zapata en el que se da cuenta de la muerte en combate de un
presunto miembro de bandas de atracadores; sobre los hechos del 7 de enero de 2007, informe sobre los hechos
suscrito por SVP Fernando Riveros en el que se informa de la muerte en combate de presuntos miembros de
bandas de atracadores; sobre los hechos del 5 de marzo del 2007, informe de operaciones suscrito por SVP
Eduardo López Patiño en el que se da cuenta de la muerte en combate de cinco personas sin identificar; sobre
los hechos del 25 de marzo del 2007, informe de operaciones suscrito por SVP Eduardo López Patiño en el que
se da cuenta de la muerte en combate de tres presuntos miembros de bandas de atracadores; sobre los hechos
del 18 de noviembre de 2006, informe de operaciones suscrito por SVP Fernando Riveros en el que da cuenta
de la muerte en combate de una persona; sobre los hechos del 26 de julio de 2006, informe suscrito por el TE
Carlos Mahecha Bernal en el que informa de la muerte en combate de un miembro de las FARC; sobre los
hechos del 26 de agosto del 2006, informe suscrito por el SS Hugo Flor León en el que da cuenta de la muerte
en combate de un individuo; sobre los hechos del 26 de abril de 2007, informe firmado por SVP Fernando
Riveros en el que se da cuenta de la muerte en combate de dos presuntos integrantes de bandas de atracadores

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Sarmiento2334, comandante del pelotón motorizado Berlín 32335, una bolsa con dos armas
y dos granadas y que al indagar por el destino de ese material le informan “que si los
guerrilleros no tienen armamento toca darlos de baja y ponerla”2336. Riveros Sarmiento
confirma que en dicha reunión el MY Duarte les entregó los elementos necesarios para
simular los combates, llamados por el compareciente “kits de legalización”2337.

2074. En el segundo hecho en el que aparece vinculado Mahecha Bernal (26 de julio de
2006), reconoce que días antes de este acontecimiento el TE Araque lo llamó y le dijo
que debían organizar un resultado para darle la bienvenida al nuevo Comandante del
Batallón2338.

2075. Estas reuniones entre miembros de la Plana Mayor y Mahecha Bernal denotan
una relación de confianza que permitió la planeación y puesta en marcha de los
asesinatos y desapariciones que fueron ejecutadas por el BIMAG entre enero de 2006 y
junio de 2007 ya que en su mayoría (22 de 23 hechos del realizados por el BIMAG)
fueron reportadas por la compañía Berlín al mando de Mahecha Bernal.

2334 Carlos Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: ¿quién le comentó eso? RESPONDIÓ: el mayor Duarte, de la
operación que era una operación de 3 días, que alistara el pelotón con tres días de ración, que se iba a montar
durante esos 3 días un observatorio, que ahí iban a llegar integrantes del frente 13 a cobrar extorsiones. Bueno,
ese es así como el ambiente la reunión. Es que yo no me demoré en esa reunión más de 5 minutos, yo “ah
bueno, listo, como ordene mi mayor, me voy a alistar la gente”, y ahí fue cuando ya él saca, del cajón, saca un
bolso y se lo pasan a mí primero Riveros y en ese bolso ya fue cuando yo ya le explicó que van dos armas y
van dos granadas, entonces ya yo ya ¿para qué?, “eso es que por si la guerrilla se queda sin armas”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos
Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2335 Fernando Riveros confirma esta información durante su versión voluntaria e indica que allí se le informó

que la misión era dar de baja a las personas que iban a ubicar. En el mismo sentido, César Vázquez afirma en
su versión voluntaria que se sostuvo una reunión con Araque, Carrillo y Mahecha para coordinar lo que iba a
ocurrir.
2336 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
2337 Fernando Riveros: “RESPONDIÓ mire doctor para esta operación, para la operación que estamos inmersos

en el problema el señor Duarte Méndez Mario sacó dos kits, como él les llamaba, del escritorio de él, el sacó
las armas del escritorio de él, y le entregó dos armas a la patrulla PREGUNTADO y eso se llamaba el kit de
legalización RESPONDIÓ él decía PREGUNTADO él usaba esa expresión kit de legalización RESPONDIÓ si,
él decía, así decía, ‘aquí está el kit’ llévenlo. Eso lo entregó el Mayor Duarte Méndez Mario, nos lo entregó. No
me cuerdo si se lo entregó al comandante capitán Mahecha, creo que él le entregó los dos al capitán Mahecha”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2338 Carlos Mahecha Bernal: “PREGUNTADO: relátenos esas reuniones, ese llamado. RESPONDIÓ: bueno, eso

lo hicimos fue con el teniente Araque, él fue que llegó y me dijo ‘bueno mi teniente, llega mi Coronel, ya se
postuló, entonces le vamos a dar una baja’, yo le digo ‘bueno, pues hagámosle’ (…)”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.

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5.10.2.2. Emisión de órdenes encaminadas a ejecutar maniobras militares que


procuraban la comisión de homicidios para presentar falsos reportes de
muertes en combate.

2076. Mahecha Bernal admite que en los hechos del 22 de marzo y 26 de julio de 2006
inició la operación y organizó al personal militar bajo su mando teniendo claro que el
resultado que se buscaba era la muerte de personas fuera de combate 2339. Riveros
Sarmiento confirma en su versión voluntaria que él coordinó con Mahecha la
realización de asesinatos2340 y que la orden era dar de baja a los civiles2341:

“(…) PREGUNTADO: ¿y ellos les dijeron que tenían que hacer qué en el observatorio?
RESPONDIÓ: dar de baja a esos sujetos, hablándolo así, ellos hablaban de sujetos, que esos sujetos
había que darlos de baja (…) PREGUNTADO: pero en la reunión preparatoria nunca les dijeron
intente capturarlos sino tráigalos muertos RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO: ¿esa fue la orden?
RESPONDIÓ: sí (…)”. (negrillas subrayadas)

2077. Así las cosas, Mahecha Bernal era consciente de la ilegalidad de sus actuaciones
y de las órdenes que les dio a sus subalternos. Esta participación directa del comandante
hizo creer a los integrantes de la compañía que dichos comportamientos eran
permitidos.

2339 Sobre los hechos del 22 de marzo, Mahecha Bernal, afirmó: “PREGUNTADO: y ¿la instrucción era detener
a la persona cuando saliera de la casa o dispararle tan pronto la veía? RESPONDIÓ: la instrucción, o sea el fin
final de eso era ultimarlo, eso era el fin final.” Sobre lo ocurrido el 26 de julio de 2006 dice “PREGUNTADO:
¿quién organizó qué? RESPONDIÓ: entre los dos, se organizó la baja ¿o quiere escuchar mi participación?
PREGUNTADO: de qué dijo el teniente Araque, que dijo usted, quién asignó las personas que iban a participar,
todos los detalles posibles de esa reunión por favor. RESPONDIÓ: las personas las organice yo, recuerdo que
yo llamé a Osorio pues porque Osorio ya tenía conocimiento, le dije “bueno Osorio, vamos a sacar gente para
una baja, ¿usted tiene candidatos o…? dijo si llevemos a tal. Y uno ya empezaba uno ya más o menos conocía
el perfil, o sea uno ya conocía a la gente que no era como débil de mente, ¿sí? Que sabía qué se podía sentar
ante la juez y no iban de pronto ponerse nerviosos a vacilar o a no confrontar la información. Entonces ahí con
ellos organizamos al soldado Palacios, Trujillo, Rodallegas, ya, no fueron más, Palacios Trujillo, Rodallegas,
Osorio y yo, fuimos 5 (…) PREGUNTADO: ¿que quién lo llamó, a usted lo llamaron para informarle eso?
RESPONDIÓ: Araque, si, dijo “ya van para allá” o “ya vamos para allá”, (él respondió) “ah bueno, listo”. Ahí
ya sabía, por ejemplo, el soldado Palacio ya sabía que apenas se bajaran paramos las motos, se bajaba la víctima
y se ultimaba. PREGUNTADO: ¿quién le dio esa instrucción al soldado? RESPONDIÓ: yo, pues así, eso se
cuadro, fue así, yo, digámoslo así, yo lo organicé así. Entonces, o sea, todo se cuadró desde el batallón, de que
como iba a pasar, que no nos teníamos que preocupar porque él ya venía armado, que ya todo (…)”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
2340 Fernando Riveros: “donde me recogió en un vehículo tipo campero, ahí venía junto con el conductor y un

hombre, cuyo nombre no supe. Nos dirigimos al sector rural donde se encontraba el TE. Mahecha Bernal Carlos
Andres, junto con el pelotón Berlín. Cuando llegamos, estaba el TE Mahecha Bernal Carlos, y fue cuando
Culman Alvarado no dijo aquí se los dejo, ustedes ya saben que hacer, y nos dejó el arma, creo fue un revólver
y se regresó en el vehículo. Junto con el Comandante de Compañía Mahecha Bernal, planeamos internamente
el desarrollo operacional y se dispuso que a las 4:00 am, tocaba que simular un retén y se dio de baja al
ciudadano. Luego vía radio de comunicaciones se reporta al Batallón No 27 Magdalena la baja, y a la
madrugada llega la autoridad competente para procesar la escena. El fallecido fue reportado como N.N., y fue
Inhumado en el Cementerio de San José de Isnos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2341 Ibidem.

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5.10.2.3. Alteración de lugares de los hechos, reporte de información operacional que


no correspondía a la realidad y concertación de declaraciones con
falsedades.

2078. Mahecha Bernal reconoce durante su versión voluntaria que era consciente del
destino que tendrían las armas que le fueron entregadas por el MY Duarte con ocasión
de lo ocurrido el 22 de marzo de 20062342; además, admite que le fueron implantadas a
las víctimas por personal militar bajo su mando.

2079. No obstante, José Wilson Orrego indica en su versión que estando privado de la
libertad Mahecha lo visitó y le confesó que había sido él quien había disparado el arma
que se ubicó junto a la víctima2343. Además, Jimmy Giraldo afirma que fue Mahecha
quien ubicó el arma corta junto a la víctima2344.En igual sentido, respecto de lo ocurrido
el 26 de julio de 2006. Mahecha indica que dado que el arma que portaba consigo la
víctima no funcionó, Araque tuvo que procurar una y al conseguirla éste la accionó
usando la mano del fallecido2345.

2342 Mahecha Bernal: “y ahí fue cuando ya él saca del cajón, saca un bolso y se lo pasan a mí primero Riveros y
en ese bolso ya fue cuando yo ya le explicó que van dos armas y van dos granadas, entonces ya yo ya ¿para
qué?, “eso es que por si la guerrilla se queda sin armas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2343 José Wilson Orrego: “RESPONDIÓ: Señor Magistrado, comentarios. Se comentó, como me comentaron que

el señor Teniente Mahecha era el que había realizado los dos disparos de arma corta PREGUNTADO: ¿Quién
le hizo esos comentarios? RESPONDIÓ: Nos lo comentó él PREGUNTADO: Él, ¿quién? RESPONDIÓ: El
Teniente Mahecha PREGUNTADO: Y le dice a usted, privado la libertad, que él fue el que hizo los disparos
RESPONDIÓ: Cuando yo estaba privado de la libertad que él se encontraba libre aún, él fue hasta el Batallón
a visitarnos PREGUNTADO: Y ¿qué les dijo en esa visita? RESPONDIÓ: Él nos dijo, nos dijo que él era el que
había disparado el arma corta”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Wilson Orrego Noreña. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0237.
2344 Jimmy Giraldo: “PREGUNTADO: ¿sabe usted si a la víctima, al cuerpo de la víctima le pusieron un arma

o la reportaron con un arma? RESPONDIÓ: sí, a él le pusieron un arma. PREGUNTADO: ¿de dónde salió esa
arma? RESPONDIÓ: capitán Mahecha la portaba. PREGUNTADO: ¿usted sabía, cuando salió del batallón, que
el capitán tenía un arma para ponerle a la víctima? RESPONDIÓ: no, el solamente me dijo yo me encargo del
resto y el resto se trataba de eso, pero vi cuando se la puso porque estaba en el lugar de los hechos cuando él
se la puso. PREGUNTADO: ¿el capitán fue el que le puso el arma? RESPONDIÓ: el capitán Mahecha”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jimmy Giraldo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0254.
2345 Carlos Mahecha Bernal: “Entonces la víctima tal vez se asustó, tal vez pensó que era la guerrilla y el saco el

arma y le disparó al soldado, cuando le disparó al soldado resulta que esa arma no funcionó. Cuando eso pasó,
Palacio se percató de que el fusil no estaba montado, lo montó, lo disparó y pues lo ultimó. Y resulta que
Araque fue y miró y dijo “ah, este revólver salió dañado, mire, menos mal que no disparó o si no mata el
soldado. Las cosas que tienen que pasar”. Entonces llegaron y miraron y bueno, hicieron el comentario del
revólver allá entre el guía y él de que el revólver había salido dañado porque la víctima cuando vio que el
soldado se disparó pues él también sacó el revólver y lo accionó. Ahí fue donde “uy qué pasó, qué pasó”,
entonces el soldado rápido montó el arma y lo ultimó y fuimos a mirar el revolver y revolver estaba accionado,
pero no hirió el fulminante, entonces llegó Araque y dijo “no, yo me devuelvo por otro revólver, no reporten
todavía nada, yo me devuelvo rápido por otro revólver “y él llegó como a las 2, 3 de la mañana, yo no sé dónde
lo consiguió, y llegó y efectivamente llegó con otro revolver y lo que se hizo fue accionarle el revolver en la

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2080. Mahecha Bernal reconoce que redactó y suscribió documentos operacionales en


los que informó de la ocurrencia de muertes en el marco de combates sin que tales
enfrentamientos hubieran ocurrido2346. También acepta haber instruido a sus hombres
sobre lo que debían declarar ante las autoridades judiciales2347, indicándoles que debían
dar cuenta de combates que no tuvieron lugar2348. Así, por ejemplo, en cuanto a lo
ocurrido el 26 de julio de 2006 manifestó:

“PREGUNTADO: ¿usted coordinó con las personas que participaron en esa en esa supuesta
operación la declaración para rendir en justicia penal?. RESPONDIÓ: Claro, si su señoría.
PREGUNTADO: usted les indicó a estas personas que era lo que tenía que decir. RESPONDIÓ: lo
que pasa es que uno hace el informe y con base al informe uno se lo mostraba a los soldados
entonces ellos ya se ambientaban y decían ah si, entonces yo digo esto, yo digo lo otro, yo digo que
yo estaba ese de seguridad, yo digo que sí, que yo disparé en la noche dónde vi los fogonazos, más
o menos esa clase de coordinaciones se hacía. Eso tampoco se profundizaba mucho porque en una
situación de esas no se podía uno alargar ni profundizar para no irla a embarrarla”.

2081. Durante las versiones voluntarias los comparecientes que en su momento


estuvieron bajo el mando de Mahecha Bernal reconocieron la ilegalidad de 10 de los 22
hechos ocurridos en este periodo. En todos estos casos las declaraciones ante justicia
penal militar o ante la justicia ordinaria dan cuenta de combates que los comparecientes
reconocieron que no existieron.

5.10.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2082. Conforme con lo expuesto, se concluye que la actuación del señor Carlos Andrés

mano. PREGUNTADO: ¿quién accionó? RESPONDIÓ: Araque hizo eso, le accionó el revolver en la mano y lo
dejó ahí y ya ahí si se reportó yo no sé si fue a la media noche, se reportó, o sea apenas llego el revolver creo
que fue que se reportó, no tengo bien visualizado como fue que se reportó, lo único cierto fue que a las 7 de la
mañana llegó la fiscalía como a las 7 o 8 de la mañana.” Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2346 Ver: sobre los hechos del 22 de marzo de 2006: informe de operaciones suscrito por TE Carlos Mahecha

Bernal en el que se indica que se dio de baja en el medio de un combate se dio de baja a dos integrantes de las
FARC y sobre los hechos del 26 de julio de 2006, informe suscrito por el TE Carlos Mahecha Bernal en el que
informa de la muerte en combate de un miembro de las FARC. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2347 Respecto de los hechos del 22 de marzo de 2006, Mahecha Bernal, afirmó: “RESPONDIÓ: Sí claro nos lo

tocó reunirnos pues para decir que era lo que íbamos a decir en las declaraciones. PREGUNTADO: ¿y quién
dio las instrucciones sobre qué era lo que había que decir en las declaraciones? RESPONDIÓ: yo hice el
informe, nosotros con el sargento Riveros hicimos el informe y en base a ese informe los soldados lo leyeron y
eso fue lo que se hizo, eso fue lo que se dijo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0250.
2348 Respecto de los hechos del 26 de julio de 2006 en los que murió José Lizardo Vela, Sandro Trujillo afirma

que Carlos Mahecha le dijo lo que debía declarar. Respecto del hecho del 22 de marzo del 2006 en el que
murieron Danilo Yepes y Saúl Ortiz, José Wilson Orrego en su versión voluntaria afirma que Carlos Mahecha
les indicó lo que debían declarar, César Vásquez confirma esto durante su versión y dice que durante la
reunión en la que se le dio esa indicación también estaba presente Araque; Jimmy Giraldo indica que el MY
Duarte le indicó lo que debía decir, Fernando Riveros confirma que Mahecha, Duarte y Araque le indicaron
que debía declarar.

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Mahecha Bernal, en calidad de comandante de la compañía Berlín, correspondió a un


rol de liderazgo respecto de la consolidación de los tres patrones macrocriminales
identificados por la Sala. Se destaca que el 99% de los asesinatos y desapariciones
forzadas reportadas por el BIMAG entre enero de 2006 y junio de 2007, contaron con la
contribución esencial de Mahecha Bernal. Esto estuvo caracterizado por la relación de
confianza que tuvo el compareciente con los integrantes de la Plana Mayor y la
seguridad que infundió en sus subalternos sobre el apoyo de toda la estructura
operacional del Batallón para ejecutar y ocultar la masiva comisión de ejecuciones
extrajudiciales.

2083. Su cercanía con la plana mayor del batallón y su deber de constante


comunicación con los pelotones de la compañía que comandaba ofrecen bases
suficientes para entender que Mahecha Bernal era consciente de la práctica criminal que
produjo los asesinatos y desapariciones reportados por su compañía como muertes en
combate; especialmente dado el protagonismo del pelotón Berlín 3 en la comisión de
estos crímenes. Así las cosas, Mahecha Bernal era consciente de: i.) la situación de
conflicto armado en medio de la cual ejercía su labor en el departamento del Huila ii.)
de que las muertes reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y iii.) que
las víctimas eran civiles. Por ello, adelantó tareas de encubrimiento tales como la
alteración de la escena del crimen, la falsificación de documentos operacionales y la
concertación de las declaraciones ante la justicia.

2084. Sin su contribución, la compañía Berlín no hubiera podido presentar como bajas
en combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas,
engañadas y trasladadas. La situación previamente descrita evidencia que el señor
Carlos Andrés Mahecha Bernal tuvo un rol primordial en la comisión de hechos graves
y representativos, cuya reiteración determinó el afianzamiento de los tres patrones
macrocriminales. Por ende, lideró las acciones necesarias para su difusión y
permanencia, por lo que será calificado como máximo responsable

2085. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2349 de Dagoberto Charry
Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo
Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán, José Gregorio Cárcamo Vargas; en
concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen de
asesinato como crimen de lesa humanidad2350 de 45 personas, Danilo Yepes Pineda, Saúl
Ortiz Muñoz, Jamir Burbano Jurado, José Misael Moreno Quiroga, Fredy Rengifo
Anacona, Eugenio Chito Gómez, Ruberney Rincón Casanova, Dagoberto Charry
Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús Alfredo
Bermúdez Acosta, Oscar Javier Moreno Urazán, Fredy Armando Pimentel, Hodair
Urriago Valderrama, Yerson Acosta Bernate, José Gregorio Cárcamo Vargas, José
Lizardo Vela Salazar, Herney Felipe Gómez López, Germán Gurrute Daza, Duberney

2349 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2350 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Correa Figueroa, Orlando Cuadrado Díaz, Giancarlo Rincón Cabrera, Jhon Fredy
Torres Rengifo, Edier Magon Medina, José Gustavo Patiño Murillo, Eliud Edeño
Ducuara, Octavio Castro Sánchez, William Quintero Hernández, Omar Fabio Huanga,
Hugo Fernando Moreno Quiroga, Yorman Anderson Preciado Coquinche, Jesús María
Guevara Quinto, Jesús Reinel Ortega, Carlos Andrés García, Elder Rodríguez Sánchez,
Luis Eduardo Girón Acosta, Jorge Eliecer Cerón Girón, Juan Esteban Fernández
Quiroga, Querubín Durán Durán, Albeiro Rivera Rivera, Luis Aníbal Restrepo Sánchez,
Leidy Constanza Agudelo Candela, Faisury Dorado Zapata, Juan Carlos Montenegro
Hidrobo y una persona no identificada.

5.11. Sargento Primero (r) Fernando Riveros Sarmiento.

2086. Fernando Riveros Sarmiento, identificado con cédula de ciudadanía No.


93368057, convocado a versión voluntaria mediante Auto 034 del 20 de marzo de 2019,
fue escuchado por la Jurisdicción el 22 de mayo y el 15 julio de 2019; además remitió
complemento escrito a su versión el 7 de agosto de ese año.

2087. Tras 15 años como miembro del Ejército Nacional, Riveros Sarmiento fue
destinado al BIMAG y allí permaneció entre junio de 2005 y abril del 20072351 periodo
en el cual se desempeñó como Sargento Viceprimero (SV). En el segundo semestre del
2005 Riveros Sarmiento fue comandante del pelotón Cónsul 4,2352 entre enero y
septiembre de 2006, también fue el comandante del pelotón motorizado Berlín 32353,
desde octubre de 2006 y hasta abril de 2007, finalmente comandó Berlín 42354 y en una
oportunidad estuvo encargado de Berlín 22355.

5.11.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2088. El cuarto pelotón de la compañía Cónsul no reportó muertes en combate en el


segundo semestre de 2005. Berlín 3 registró entre enero y septiembre de 2006 3 bajas,
donde Riveros reconoció la ilegalidad en una de ellas2356. Por su parte, desde octubre de
2006 y hasta abril de 2007 Berlín 4 presentó 4 bajas, todas ilegales, según Riveros2357. En
la oportunidad en la que él estuvo encargado de Berlín 2 se registraron dos bajas

2351 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2352 Ibidem.

2353 Ibidem.

2354 Así se deduce del material operacional inspeccionado por el Despacho. Expediente Legali Caso 03, Subcaso

Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.


2355 Ejército Nacional. Novena Brigada. Batallón de Infantería No. 27, Magdalena, Informe de Operaciones

fechado el 26 de abril de 2007, suscrito por Fernando Riveros como comandante encargado de Berlín 2.
Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2356 Hecho del 26 de julio de 2006 donde muere José Lizardo Vela, con el tercer patrón.

2357 La primera de ellas el 18 de noviembre de 2006 y en la que muere José Gregorio Cárcamo Vargas, se

corresponde con el segundo patrón y la ocurrida el 7 de enero de 2007 en la que mueren John Fredy Rengifo
Anacona y Eugenio Chito Gómez, con el tercero.

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cuestionadas y el SV Riveros Sarmiento reconoció su ilegalidad2358. En suma, se


reportaron nueve bajas en supuestos combates durante las comandancias de Fernando
Riveros Sarmiento a diferentes pelotones del BIMAG, de las cuales el compareciente
reconoció la ilegalidad y su participación en siete de ellas2359.

2089. Además, durante su versión voluntaria Fernando Riveros Sarmiento informó del
asesinato de un civil ocurrido entre febrero y abril del 2007. Luego del proceso de
contrastación adelantado por la Sala, se pudo determinar que se trata del hecho
ocurrido el 1 de marzo de 2007 en el que muere Ruberney Rincón Casanova y reportado
por Berlín 3, bajo el mando del SV Eduardo López Patiño.

5.11.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2090. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Fernando Riveros por la


ejecución de estos patrones

5.11.2.1. Participación en reuniones previas en las que se concertó la presentación


de asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en combate.

2091. Fernando Riveros Sarmiento reconoció haber participado en reuniones y


conversaciones previas con los miembros de la Plana Mayor en las que se planearon los
asesinatos que fueron reportados por las unidades bajo su mando. Así, respecto de los
hechos del 22 de marzo de 2006, Riveros Sarmiento admitió haber tomado parte en una
reunión con el MY Duarte y el TE Araque, jefes de operaciones e inteligencia
respectivamente, en la que también estaba presente el TE Mahecha, comandante de
compañía, durante la que se le ordenó dar de baja a las víctimas 2360 y en la que se le
entregó material de guerra para ser implantado a estas2361. Riveros Sarmiento se refiere
a dichos implementos como el “kit de legalización” 2362:

2358 Hecho ocurrido el 26 de abril del 2006 en el que murieron Duberney Correa Figueroa y Orlando Cuadrado
Díaz y que se corresponde con el primer patrón descrito en este Auto.
2359 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2360 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: pero en la reunión preparatoria nunca les dijeron intente capturarlos

sino tráigalos muertos RESPONDIÓ: si, PREGUNTADO: esa fue la orden RESPONDIÓ: sí”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando
Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2361 Fernando Riveros, indica que allí se le informó que la misión era dar de baja a las personas que iban a

ubicar. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240. En el mismo sentido, César Vázquez afirma en su versión voluntaria que se sostuvo
una reunión con Araque, Carrillo y Mahecha para coordinar lo que iba a ocurrir. Jurisdicción Especial para la
Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de César Augusto Vásquez
Ordoñez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0238.
2362 Fernando Riveros: “RESPONDIÓ: mire doctor para esta operación, para la operación que estamos inmersos

en el problema el señor Duarte Méndez Mario sacó dos kits, como él les llamaba, del escritorio de él, el sacó

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“PREGUNTADO: ¿quién le comentó eso? RESPONDIÓ: el mayor Duarte, de la operación que era
una operación de 3 días, que alistara el pelotón con tres días de ración, que se iba a montar durante
esos 3 días un observatorio, que ahí iban a llegar integrantes del frente 13 a cobrar extorsiones.
Bueno, ese es así como el ambiente la reunión. Es que yo no me demoré en esa reunión más de 5
minutos, yo “ah bueno, listo, como ordene mi mayor, me voy a alistar la gente”, y ahí fue cuando
ya él saca, del cajón, saca un bolso y se lo pasan a mí primero Riveros y en ese bolso ya fue cuando
yo ya le explico que van dos armas y van dos granadas, entonces ya yo ya ¿para qué?, “eso es que
por si la guerrilla se queda sin armas””. (Énfasis añadido) 2363

2092. Riveros Sarmiento reconoce así mismo que el MY Ojeda, jefe de la sección de
operaciones, lo reunió para poner en marcha la operación en la que se asesinó a John
Fredy Rengifo Anacona y Eugenio Chito Gómez el 7 de enero de 2007. También admite
que allí se le indicó que la orden era asesinar a estas personas2364.

5.11.2.2. Responsabilidad por liderar y participar en operaciones militares que


procuraban la muerte de civiles fuera de combate.

2093. Fernando Riveros Sarmiento reconoce que en cuatro de los hechos que confesó
sabía que la orden era asesinar a civiles fuera de combate y organizó a los militares bajo
su mando para tal efecto. Así, respecto de lo ocurrido el 22 de marzo de 2006, Riveros
Sarmiento confirma en su versión voluntaria que la orden era dar de baja a los civiles y
que él coordinó con Mahecha la ejecución de los asesinatos2365. Igual afirmación hace
respecto de la orden que dio lugar a los asesinatos ocurridos el 18 de noviembre de

las armas del escritorio de él, y le entregó dos armas a la patrulla. PREGUNTADO: y eso se llamaba el kit de
legalización. RESPONDIÓ: él decía: PREGUNTADO: él usaba esa expresión kit de legalización RESPONDIÓ
si, él decía, así decía, “aquí está el kit” llévenlo. Eso lo entregó el Mayor Duarte Méndez Mario, nos lo entregó.
No me cuerdo si se lo entregó al comandante capitán Mahecha, creo que él le entregó los dos al capitán
Mahecha”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2363 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Andrés Mahecha Bernal. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0250.
2364 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: así como en la operación de marzo de 2006 ¿en esta le dijeron que el

objetivo era dar de baja? RESPONDIÓ: muertes en combate, sí, nada de capturas. PREGUNTADO: ¿quién le
dijo eso? RESPONDIÓ: el teniente del dos y el tres de operaciones recalcaban y recalcaban que eran muertes
en combate”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2365 Fernando Riveros: “donde me recogió en un vehículo tipo campero, ahí venía junto con el conductor y un

hombre, cuyo nombre no supe. Nos dirigimos al sector rural donde se encontraba el TE. MAHECHA BERNAL
CARLOS ANDRES, junto con el pelotón Berlín. Cuando llegamos, estaba el TE MAHECHA BERNAL
CARLOS, y fue cuando CULMAN ALVARADO nos dijo aquí se los dejo, ustedes ya saben que hacer, y nos
dejó el arma, creo fue un revólver y se regresó en el vehículo. Junto con el Comandante de Compañía
MAHECHA BERNAL, planeamos internamente el desarrollo operacional y se dispuso que a las 4:00 am,
tocaba que simular un retén y se dio de baja al ciudadano. Luego vía radio de comunicaciones se reporta al
Batallón No 27 Magdalena la baja, y a la madrugada llega la autoridad competente para procesar la escena. El
fallecido fue reportado como N.N., y fue Inhumado en el Cementerio de San José de Isnos”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando
Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.

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20062366; en este caso afirma que organizó con el C3 Fabio Buitrago la ejecución de los
homicidios:

“PREGUNTADO: y ¿ellos les dijeron que tenían que hacer en el observatorio? RESPONDIÓ: dar
de baja a esos sujetos, hablándolo así, ellos hablaban de sujetos, que esos sujetos había que darlos
de baja (…). PREGUNTADO: ¿pero en la reunión preparatoria nunca les dijeron intente
capturarlos sino tráigalos muertos? RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO ¿esa fue la orden?
RESPONDIÓ sí”. 2367

2094. Sobre los hechos del 7 de enero de 2007, Riveros Sarmiento admite que luego de
capturar a las víctimas, informa al Batallón y el MY Ojeda le da la orden de asesinarlos,
por lo que se coordina con el C3 Buitrago para tal efecto:

“(…) el Mayor Ojeda da la orden de que tocaba, de que no tocaba llevarlos vivos. PREGUNTADO
cómo da la orden el Mayor RESPONDIÓ no, lo que ellos decían, vivos nada, eso no cuenta. Ahora
que recuerdo, yo estaba echándole…estaba tantico como confundido y eso fue…también este
informe de patrullaje, eso le dicen a uno haga esto, haga esto, eso no…uno llegaba y hacía los
informes de patrullaje como le decían PREGUNTADO pero a ver, en este último recuento usted
nos dice que capturan a las personas y las bajan a la carretera, en algún momento el Mayor Ojeda
da la orden de matar a esas personas RESPONDIÓ si, si, como a las 5 de la mañana PREGUNTADO
cómo da la orden del mayor RESPONDIÓ no, que ya sabían que tenían que hacer esa
era…PREGUNTADO pero con quien se comunicó o el Mayor llegó a ese lugar RESPONDIÓ no él
me dio la orden y prácticamente el sargento Culma dijo, no es que esos son bandidos, eso
no…PREGUNTADO a usted le dio la orden, cómo le dio la orden por el radio? RESPONDIÓ creo
que fue por una llamada o por radio no recuerdo bien, pero él ordenó eso. Porque el sargento
Culma era el que tenía clara la información de que eran bandidos y que eso eran bandidos
PREGUNTADO entonces, las personas están retenidas, estas dos personas están retenidas, el
mayor lo llama a usted y le dice que esas personas deben matarlas RESPONDIÓ si, que no se
pueden llevar vivas PREGUNTADO y usted que hace RESPONDIÓ pues uno de pendejo cumple
la orden PREGUNTADO qué hizo RESPONDIÓ no, pues prácticamente prestarme para eso”
(negrillas). 2368

2095. Sobre estos hechos Jhon Cárdenas confirma que en efecto fue Riveros Sarmiento
quien le dio la orden a Buitrago de instruir a ciertos soldados para que asesinaran a las
víctimas:

(…) salió mi Sargento Riveros, le dio la orden al Cabo… al Cabo Buitrago que le dijera al soldado
Asturillo Alirio Cerón y al Soldado Cárdenas que nos alistáramos que tocaba hacerle la vuelta a
esos jóvenes que estaban ahí. Entonces, cuando nosotros escuchamos eso, yo me quedé callado y
mi Cabo Buitrago comenzó a llamarnos, y yo al ver la presión de tanta llamadera, dije no pues…

2366 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: Pero la pregunta es ¿a usted Fernando Riveros como comandante de
este pelotón alguien le dijo que había que matar a esa persona? RESPONDIÓ: Ósea, no traer vivos, dicen a uno
¿usted qué deduce doctor? PREGUNTADO: ¿Le dijeron que no había que traer personas vivas? RESPONDIÓ:
Sí, sí, neutralizarlos es darlos de baja. PREGUNTADO: ¿Quién le dijo que no había que traer personas vivas?
RESPONDIÓ: El 3, el 3 y el, el 2, es que el 2 decía, eso ya está todo listo, eso tienen un prontuario que mejor
dicho son más”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0240.
2367 Ibidem.

2368 Ibidem.

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tocó salir (…)”2369.

2096. En cuanto al hecho del 1 de marzo de 2007, Riveros Sarmiento afirma que el ST
José Culman Alvarado lo recogió en un vehículo en el que también estaba la víctima, se
desplazaron hacia la zona rural en la que estaba el TE Mahecha Bernal y en ese punto
Culman les dijo “aquí se los dejo, ustedes ya saben qué hacer, y nos dejó el arma, creo que fue
un revólver y se regresó en el vehículo”; continúa reconociendo que él y Mahecha planearon
“internamente el desarrollo operacional y se dispuso que a las 4:00 am, tocaba que (sic) simular
un retén y se dio de baja al ciudadano” 2370.

2097. Se observa así el rol de intermediario del señor Riveros Sarmiento, pues en el
esquema del plan criminal fungía como puente entre los designios de los integrantes de
la Plana Mayor del Batallón y los soldados de su pelotón, asegurando que los
preparativos, insumos y órdenes llegaran a quienes se encargarían de ejecutar a las
víctimas y transmitiendo a estos últimos el respaldo que estas prácticas tenían por parte
de los oficiales del batallón involucrados en ellas.

5.11.2.3. Responsabilidad por alterar el lugar de los hechos, reportar información


operacional que no correspondía con la realidad y concertar declaraciones
con falsedades.

2098. Fernando Riveros Sarmiento reconoce que era una práctica habitual que se
implantaran armas cortas a las víctimas de los asesinatos2371; así lo hizo o lo permitió en
todos los hechos en los que participó2372. Por ejemplo, respecto de los hechos del 22 de
marzo dijo:

“PREGUNTADO: ¿pero usted participó en colocarle armas a las dos víctimas? RESPONDIÓ: no,
nomás a la mía, porque abajo bajé no más porque el teniente asustado me llamó a ver qué lo
asesoraba”; César Vásquez indica en su versión que fue Riveros quien le puso el arma a una de las
víctimas “Entonces mi Primero Riveros, él quedó asustado, ¿sí me entiende? Él le informó al
Teniente Mahecha de lo que había sucedido, entonces ahí fue cuando el señor no portaba arma ,
eso fue cuando el Sargento le colocó el arma y ya (…). PREGUNTADO: ¿Quién puso el arma en el

2369 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480.
2370 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Complemento

escrito de la Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2371 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: y ¿qué armas se le plantaban a las víctimas? RESPONDIÓ: por lo

regular usted mire y siempre eran armas cortas. PREGUNTADO: y ¿esas armas de dónde salían? RESPONDIÓ:
eso si el que debe dar toda esa información son los del dos que manejaban sus gastos reservados, los del dos y
el tres de operaciones ellos son los que saben y tienen más información sobre eso.” Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros
Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2372 Fernando Riveros, sobre los hechos del 26 de abril de 2007, indicó que sólo una de las víctimas portaba un

arma y que por eso tuvo que procurarse otra para implantársele al segundo fallecido; según Riveros de eso se
encargó la sección segunda. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.

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cuerpo de la víctima, o cerca al cuerpo de la víctima? RESPONDIÓ: El Sargento Riveros”. Sobre el


hecho del 18 de noviembre dijo. PREGUNTADO: Volviendo a los hechos, no en términos generales
sino de los hechos del 11 de, perdón, del 18 de noviembre ¿sabe usted si a esta persona le pusieron
un arma? RESPONDIÓ: Creo que sí doctor PREGUNTADO ¿Sabe de dónde salió el arma?
RESPONDIÓ: Eso viene del batallón del, eso siempre lo entregaba la sección segunda en
coordinación con el 3. PREGUNTADO: ¿A quién se le entregaba? RESPONDIÓ: A uno, a nosotros.
PREGUNTADO: Le pregunto en concreto, de estos hechos del 18 de noviembre de 2006 ¿a usted
le entregaron un arma para ponerle al cuerpo de la víctima? RESPONDIÓ: A mí, sí se llevó doctor,
creo que la llevó el que estuvo del dos ahí creo, que él la llevó hasta allá, pero no, no, no recuerdo
específicamente quien fue. PREGUNTADO: ¿Y quién le puso el arma al cadáver? RESPONDIÓ:
Ahí fue el cabo Buitrago, el cabo Buitrago ya. PREGUNTADO: ¿Sabe usted si alguien manipuló el
arma o la mano de la víctima para, para hacerlo disparar? RESPONDIÓ: Creo que fue el cabo, el
que le colocó, pero no recuerdo, creo que fue el cabo Buitrago”. Respecto de los hechos del 7 de
enero de 2007 dice. PREGUNTADO ¿modificaron los cuerpos? ¿les pusieron armas a los cuerpos?
RESPONDIÓ: si, si porque ellos no tenían armas entonces eso era como una prevención, les daban
a los comandantes armamiento (…). PREGUNTADO: Usted nos dijo que estas personas no habían
ofrecido resistencia armada ¿sabe si las personas iban armadas? RESPONDIÓ: No doctor, no.
PREGUNTADO: ¿De dónde salieron las armas? RESPONDIÓ: Esas las llevaba el sargento
Culman. PREGUNTADO: ¿Qué armas eran? RESPONDIÓ: Aquí está relacionado, aquí está
relacionado, aquí está relacionado, un revólver calibre 38 y una escopeta calibre 16.
PREGUNTADO: ¿De dónde salieron esas armas? RESPONDIÓ: Esas las mandó la sección
segunda, las mandaba doctor, pues ¿de dónde salieron? ellos deben de dar fe de dónde, de
dónde las conseguían o de dónde las traían (…)”. (Negrillas agregadas)

2099. Además, Riveros Sarmiento redactó y suscribió documentos operacionales en los


que informó de la ocurrencia de muertes en el marco de combates sin que tales
enfrentamientos hubieran ocurrido2373, así respecto de los hechos del 7 de enero de 2007,
del 18 de noviembre de 2006 y del 26 de abril de 2007.

2100. Por otra parte, Fernando Riveros reconoce que mintió durante las declaraciones
ante las autoridades judiciales2374 y que instruyó a sus subalternos para que procedieran
de la misma forma2375, indicándoles que debían dar cuenta de combates que no tuvieron
lugar2376. Sobre este particular relató:

2373 Ver: sobre los hechos del 7 de enero de 2007, informe suscrito por SVP Fernando Riveros, en el que se da
cuenta de la muerte en combate de presuntos miembros de bandas de atracadores. Sobre los hechos del 18 de
noviembre de 2006, informe de operaciones suscrito por SVP Fernando Riveros, en el que se reportó la muerte
en combate de una persona. Sobre los hechos del 26 de abril de 2007, informe firmado por SVP Fernando
Riveros, en el que se relacionó la muerte en combate de dos presuntos integrantes de bandas de atracadores.
Obtenidos en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
2374 Fernando Riveros: “PREGUNTADO: ¿usted fue llamado luego a rendir algún tipo de declaración?

RESPONDIÓ: sí señor. PREGUNTADO: y ¿qué dijo? RESPONDIÓ: prácticamente lo que les estoy contando,
prácticamente yo rendí la versión que estoy diciendo, esto que les estoy diciendo acá si no lo dije allá, o sea yo
prácticamente seguí con la versión, a nosotros nos reunieron el teniente Mahecha, el mayor Duarte Méndez y
los del dos para que dijéramos las versiones o sea prácticamente le daban a uno la orden de lo que se debía
decir y eso fue lo que se hizo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Fernando Riveros Sarmiento. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0240.
2375 Ibidem.

2376 Así lo señala Jhon Cárdenas en su versión voluntaria respecto de lo ocurrido el 7 de enero de 2007:

“PREGUNTADO: ¿En qué momento le dieron que tenía que declarar en qué momento le pidieron que

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“PREGUNTADO ¿Después de la presentación de muertes en combate era, eran requeridos quienes


participaban en la operación para declarar ante la justicia penal militar? RESPONDIÓ Sí doctor,
eso sí, eso sí lo hacían normalmente, claro PREGUNTADO ¿Quiénes iban a declarar ante la justicia
penal militar? RESPONDIÓ Por lo regular el que va a declarar es el que aparece en las órdenes
felicitado PREGUNTADO ¿Y usted se reunía con esas personas o les daba alguna indicación sobre
lo que tenían que declarar? RESPONDIÓ Pues doctor, uno a veces trataba uno de que todo fuera
más o menos lo mismo, pero pues yo que me [ininteligible] prácticamente, pues siempre venía el
3, no, que diga, diga esto, que hagan esto y uno, llegaba uno y le ponían en la cabeza, no, que diga
esto, entonces muchas veces resultaba uno cumpliendo órdenes también en las declaraciones
doctor PREGUNTADO Explíquenos con más detalle ese punto ¿el oficial de operaciones le
indicaba a usted y a los soldados qué era lo que tenían que declarar? RESPONDIÓ Sí, como una
forma de, como una asesoría, muchas veces lo hacía la sección de inteligencia, lo hacía el 3, para
que usted, o sea usted no podía prácticamente con sus propias palabras hablar, sino que lo, como
que lo orientaban, no sé si era de pronto pues, o sea, hoy en día, hoy en día después de tanto tiempo
de pronto era como buscando favorecerse ellos, entonces, hagan esto, digan esto, que por acá y por
acá, entonces, uno pues PREGUNTADO ¿Y en esas reuniones, esas asesorías como usted las llama
donde ocurrían? RESPONDIÓ Pues ellos cuando va, porque muchas veces estaba digamos, pasaba
este caso, pasó este caso y muchas veces llegaba y por ahí a los 15 días, 20 días, fulano de tal, o a
veces, a veces no era inmediato, a veces dejaba y pasaba el tiempo cuando lo citaban a uno al, a la
declaración allá a la, al juzgado penal militar, muchas veces pasaba eso, allá lo cogían lo asesoraban
PREGUNTADO ¿En dónde? RESPONDIÓ En el batallón, en el 2 o en el 3 PREGUNTADO ¿Pero
en donde, en qué dependencia? RESPONDIÓ Por eso le digo, en la sección segunda o en el 3, o
sea, no, específicamente no, muchas veces estaba uno, muchas veces a uno el comandante de
batallón cuando le decían a uno en la mañana sírvase enviar al sargento Riveros a rendir
declaración al juzgado penal militar, o sírvase rendir declaración presentación en la fiscalía tal,
porque tiene un requerimiento, eso pasaba”.

5.11.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2101. Fernando Riveros Sarmiento participó conscientemente y de manera

declarara? RESPONDIDO: Eso fue… eso fue doctor, nosotros… fuimos hasta San Agustín nos devolvimos, al
otro día, al otro día dieron la orden que tocaba declara, que tocaba decir que eso había sido un combate.
PREGUNTADO: ¿En dónde estaba cuando le dijeron eso? RESPONDIDO: En el Batallón doctor
PREGUNTADO: ¿Quién le dijo eso? RESPONDIDO: El Sargento Riveros doctor. PREGUNTADO: ¿Dónde
estaba o como se lo dijo? RESPONDIDO: La verdad doctor, pues eso fue en el alojamiento doctor, por que
como le digo, siempre que uno llega al Batallón llega es al alojamiento Doctor, cada compañía tiene un
alojamiento disponible para cuando uno llega, En el alojamiento entre el Sargento Rivera [inaudible] fueron
los que me dijeron que tocaba declara, me dijeron que pues, me escribieron en un papel también que era lo que
tocaba decir PREGUNTADO: ¿Recuerda usted quien escribió ese papel o que decía el papel?¿Cuál era la
versión que tenían que dar? RESPONDIDO: El papel si no recuerdo quien la escribió, pero la versión si, decía
que tocaba decir que eso había sido un combate, que sí que nosotros, la información era que estaban atracando
en ese sector y que nosotros hicimos un movimiento motorizado hacia la vereda el Playón, ahí nos
desembarcamos, y hicimos un movimiento a pie hacia la parte alta, duramos arto rato montando la escucha
hacia la parte alta del Playón y ahí ya dieron la orden de que tocaba regresarnos otra vez a la parte baja del
Playón, entonces ahí cuando veníamos bajando en ese momento fue que venía una moto con las luces apagadas
era la versión, entonces que venía con las luces apagadas ahí fue cuando el Cabo Buitrago le lanzo
supuestamente la proclama, entonces que las dos personas ahí fue que se intentaron devolver y ahí fue cuando
ellos nos disparan, que supuestamente nos sorprenden con disparos, entonces ahí fue cuando
supuestamente también nos vimos en la obligación de dispararles de responderles con disparos porque
supuestamente ellos nos habían disparado, esa era la versión que tocaba decir doctor”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de John Alexander
Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0480.

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determinante de un plan criminal para dar muerte a civiles gracias al cual el personal
bajo su mando reportó cinco hechos constitutivos de asesinatos y desapariciones
forzadas en el periodo en el que éste hizo parte del BIMAG. Así, Riveros Sarmiento
efectuó aportes esenciales a la planeación, ejecución y encubrimiento de estas muertes
pues, como se reseñó, participó de reuniones en las que se concertó la comisión de
homicidios, organizó a sus subalternos para que se ejecutaran los asesinatos, alteró las
escenas de los crímenes, así como la información operacional, dio falsas declaraciones
sobre lo ocurrió e incitó a sus hombres para que procedieran de la misma forma.

2102. En consecuencia, la Sala considera que existen bases suficientes para entender
que era consciente de: i.) la situación de conflicto armado en medio de la cual ejerció su
labor en el departamento del Huila ii.) de que las muertes reportadas no habían
ocurrido en el marco de confrontaciones armadas y iii.) que las víctimas eran civiles.
Sin su contribución, los pelotones bajo su mando no hubieran podido presentar como
bajas en combate los asesinatos y desapariciones de personas vulnerables,
seleccionadas, engañadas y trasladadas.

2103. La actuación del señor Fernando Riveros Sarmiento, en calidad de comandante


de pelotón, constituyó un aporte esencial para la ejecución de los patrones que han sido
identificados por la Sala. Esto tuvo lugar, mediante i.) el cumplimiento de las órdenes
dictadas por sus superiores, ii.) la transmisión de estas órdenes a sus subalternos y iii.)
la ejecución de actuaciones necesarias para llevar a cabo y encubrir las ejecuciones
extrajudiciales.

2104. No obstante, no se evidencia que el compareciente hubiese tenido un rol de


liderazgo en el surgimiento y la consolidación de los patrones macrocriminales.
Aunque comandó las operaciones irregulares ejecutadas por los pelotones a su cargo,
el compareciente seguía las órdenes impartidas por sus superiores y daba reportes de
lo ocurrido para obtener su aprobación y guía. Tampoco contribuyó en el diseño de los
patrones criminales o en la implementación de innovaciones. Por lo tanto, el
compareciente será considerado como un partícipe determinante sin liderazgo.

2105. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2377 de José Gregorio Cárcamo
Vargas; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con
el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad2378 de 9 personas, Danilo Yepes
Pineda, Saúl Ortiz Muñoz, José Lizardo Vela Salazar, Fredy Rengifo Anacona, Eugenio
Chito Gómez, José Gregorio Cárcamo Vargas, Duberney Correa Figueroa, Orlando
Cuadrado Díaz y una persona no identificada.

5.12. Sargento Segundo (r) William Andrés Capera Vargas.

2377 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2378 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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2106. William Andrés Capera Vargas, identificado con cédula de ciudadanía No.
14325449, convocado a versión voluntaria dentro del subcaso Huila mediante Auto 73
del 4 de junio de 2019, fue escuchado por la Jurisdicción el 3 de julio de 2019.

5.12.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2107. Previo a su llegada al BIMAG el señor Capera Vargas también estuvo


involucrado en asesinatos y desapariciones, mientras hizo parte del Batallón de
Contraguerrillas 79, en Dabeiba, Antioquia. Por esos hechos fue imputado y reconoció
responsabilidad en el marco del caso conjunto de los casos 03 y 04 de la SRVR sobre el
cementerio de Dabeiba.

2108. Capera Vargas fue parte del BIMAG entre enero de 2008 y diciembre de 20092379,
periodo en el cual se desempeñó como Sargento Segundo (SS)2380 y estuvo al mando del
segundo pelotón de la compañía Azteca. En ese lapso, dicha unidad reportó 9 bajas en
supuestos combates, donde 8 de ellas corresponden al segundo patrón macrocriminal
de selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de
vulnerabilidad2381 y 1 de ellas al tercero de operaciones ofensivas contra supuestas
actividades de delincuencia común y/o milicias.2382 La Jurisdicción pudo comprobar que
se trataron de asesinatos y desapariciones presentadas como bajas en combate y Capera
Vargas reconoció la ilegalidad sus actuaciones en todas ellas2383.

2379 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2380 Ibidem.

2381 Así los hechos del 15 de febrero de 2008, en los que mueren Alber Augusto Liscano Cedeño y Juan Perdomo

Claros; los hechos del 9 de mayo del 2008, en los que muere Oswaldo García Gómez; los hechos del 29 de junio
del 2008, en los que fallece Carlos Mauricio Duque Pastrana; y los hechos del 18 de julio de 2008, en los que
fallecen Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña y Miller Andrés Blandón Álvarez.
2382 Hecho ocurrido el 17 de enero de 2008 en el que falleció Ever Urquina.

2383 El primero de ellos ocurrido el 17 de enero de 2008, en San Agustín y en el que fallece Ever Urquina.

Respecto de este hecho Capera Vargas reconoce haber planeado con sus subalternos la presentación de esta
baja y que el C3 José Roldán López se encargó de ubicar a la víctima y a quienes sirvieron como presuntos
testigos, que el SLP José Yaty Anacona procuró el arma y cobró por ella, que todos los soldados consiguieron
las predas de vestir que se le pusieron a la víctima; admite que tras cinco impactos la víctima permaneció con
vida y fue él quien la ultimó tras una conversación con el MY Álvarez quien le dijo que no podían socorrer a
Urquina porque su muerte ya se había reportado a la Brigada, también reconoce que la ropa del señor Urquina
fue lanzada al río, así como los documentos de identidad que el propio Capera había conservado por un
tiempo. El segundo hecho ocurrió el 15 de febrero de 2008, en Suaza, en esa oportunidad fallecieron Juan
Perdomo Claros y Alber Augusto Liscano Cedeño. En relación con este hecho Capera Vargas admite que este
resultado tuvo lugar por la exigencia del MY Álvarez quien le dijo que enviara a algunos soldados al Batallón
para que él les diera el dinero que se necesitaba para organizar la falsa operación, afirma que el C3 López y el
SLP fueron a Neiva a buscar a las víctimas, que los soldados bajo su mando las asesinaron y que se alteró la
escena del crimen. El tercer hecho ocurrió el 9 de mayo de 2008 en San Agustín y la víctima era Oswaldo García
Gómez, Capera reconoce que la víctima fue traída desde Neiva, que los soldados bajo su mando la asesinaron
y que se alteró la escena del crimen. El cuarto hecho ocurrió el 29 de junio de 2008 en Suaza y allí fallecieron
Carlos Mauricio Duque Pastrana y una PNI. Sobre este hecho Capera admite que las víctimas fueron traídas
desde Neiva por miembros de su pelotón, que sus subalternos los asesinaron y que se alteró la escena del
crimen. El quinto hecho ocurrió el 18 de julio de 2008 en Isnos y allí mueren Miller Andrés Blandón Álvarez,

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2109. Capera Vargas afirmó que al llegar al Batallón el jefe de la oficina de operaciones,
MY Francisco Adrián Álvarez, le dijo que trabajarían juntos para que la compañía
Azteca comenzara a presentar resultados ilegítimos2384. Sobre su reunión con Álvarez,
Capera relató:

“(…) fui y me le presenté al mayor Álvarez, ahí fue que me dijo, usted es el que viene de la móvil
11, yo le dije sí mi mayor, entonces los dos vamos a trabajar. PREGUNTADO: ¿Y qué significaba
vamos a trabajar? RESPONDIÓ: Pues dar resultados. PREGUNTADO: Pero usted nos acaba de
decir que llegaba recomendado, ¿qué significa eso? RESPONDIÓ: Que ya uno venia de un grupo
donde se hacían muertes extrajudiciales (…). RESPONDIÓ: Azteca no tenía, cuando yo llegué,
no había dado todavía ninguna baja, pero yo llegué y me le presenté a mi mayor y me dijo, usted,
los dos vamos a trabajar la compañía Azteca y vamos a poner a trabajar a ese batallón, ese pelotón,
perdón”.2385 (Negrillas agregadas)

2110. Como consecuencia de lo anterior, indicó que al presentarse a su pelotón le


informó que se ocuparían de la presentación de bajas irregulares y nadie se opuso, por
el contrario, algunos confirmaron que ya habían participado de este tipo de conductas
y que sabían lo que debían hacer2386.

5.12.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2111. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Capera Vargas por la


ejecución de estos patrones.

5.12.2.1. Concertación de la presentación de asesinatos y desapariciones forzadas


como muertes en combate.

2112. Capera Vargas admite que en todos los hechos en los que participó sostuvo
conversaciones días antes con el MY Álvarez para poner en marcha lo necesario para
los asesinatos y que con ocasión de esto él acordaba con sus subalternos la división de
tareas correspondientes, en ese sentido indica que “(…) casi siempre cada hecho duraba
entre un término entre 8, 5 días para poner en marcha todo”. Además, afirma que para el
desarrollo de las falsas operaciones se contó con apoyo del Batallón por medio de

Juan Diego Martínez Peña y Álvaro Hernando Ramírez Falla. Sobre estos hechos Capera admite que organizó
a la tropa para que participara en la operación.
2384 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2385 Ibidem.

2386 Capera Vargas: “(…) yo les dije, están pidiendo resultados, ninguno puso oposición, inclusive salieron

soldados que habían estado en la Berlín y dijeron que ellos sabían cómo trabajaba la Berlín, y que sabían cómo
dar las bajas (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0251.

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Álvarez2387.

2113. Respecto de los hechos del 17 de enero de 2008, Capera Vargas reconoce haber
conversado días antes con los miembros de su pelotón para planear la muerte de Ever
Urquina2388. Afirma que en dicha oportunidad el C3 López Cerón se ofreció a localizar
a quien sería la víctima2389 y a quienes podían servir de presuntos informantes2390. En
sus versiones voluntarias Javier Humberto Cerón Sánchez, José Yaty Anacona, José
López Cerón y José Alfredo Córdoba confirman que la reunión tuvo lugar en los
términos descritos y reconocieron su responsabilidad por esos hechos.

2114. Capera admite que días previos al resultado reportado el 15 de febrero de 2008
el MY Álvarez lo llamó para preguntarle por “el trabajo de [ese] mes” y lo instruyó para
que enviara a alguien al Batallón para entregarle el dinero necesario para organizar una
falsa operación. Así señaló:

“(…) me llama mi mayor Álvarez y me dice que, ahí es donde me dice por primera vez que, que
lo están acosando por resultados operacionales, que fue lo que ya les comenté a los señores
diputados, magistrados perdón. Me llamó una tarde y me dice palabras textuales, ‘marica, me

2387 Capera Vargas: “¿PREGUNTADO: ¿Y usted dio dinero al soldado para eso? RESPONDIÓ: En el batallón
se lo daban PREGUNTADO: ¿Y quién le dio ese dinero al batallón? RESPONDIÓ: El combustible se lo daban
en vales, en el pelotón se le daba un dinero para los gastos de él de comer, o lo que necesitara allá, en el batallón
le daban transporte, le daban por si hacía falta para más combustible en efectivo y de pronto si él necesitara
algo más también PREGUNTADO: Pero ese combustible era para unas motos que no eran del batallón
RESPONDIÓ: Las motos eran personales de los soldados PREGUNTADO: ¿Y quién controlaba el combustible?
RESPONDIÓ: Mi mayor el ejecutivo que ya era Álvarez el ejecutivo PREGUNTADO: ¿Y entonces todo ese
combustible como lo reportaban entonces, porque si no era para unas motos oficiales? RESPONDIÓ: No sé, yo
no manejaba presupuesto y no sé cómo harían el cambio, eso sí ya lo manejaban internamente”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2388 Capera Vargas: “¿usted se reúne con el pelotón? RESPONDIÓ: Uno está en un lugar y se sienta a hablar

con ellos, no es decir una reunión PREGUNTADO: ¿Eso más o menos cuándo fue? ¿Qué tanto tiempo antes
del de la de la muerte del señor Urquina? RESPONDIÓ: Póngale unos 8 días, 10 días (…) Primero que todo
pues, se habló de cómo se iba a conseguir el arma (…) las prendas negras en ese entonces no se compraron ni
siquiera, señores magistrados, los mismos soldados pusieron las prendas, todo lo que era los busos, la
sudadera, el pantalón negro y las botas de caucho lo pusieron los soldados, y los pusieron sin necesidad de
decirles, hágalo usted, yo tengo esto, yo pongo eso (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2389 Capera Vargas: “el cabo López Cerón José Roldán era C3 en ese entonces, me manifestó que el conseguía

la persona con el hermano porque era alguien que ellos conocían que era alguien muy peligroso y que había
tenido problemas con ellos, que les había robado una moto” Versión Voluntaria William Andrés Capera
Vargas. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251. José Roldán López confirma que él ofreció el nombre de una persona. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán
López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
2390 Capera Vargas: “[el C3 López Cerón] él dijo, yo tengo los que van a servirnos, que se basaron para darnos

la información, la hermana del cabo López, la esposa del cabo López, aclaro nuevamente porque estaba
diciendo algo mal, la esposa del hermano del cabo López fue la otra persona que se prestó para servir como
informante y reclamar las recompensas que daba la oficina de inteligencia”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.

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tiene acosado el jefe [el comandante del Batallón, Marcos Evangelista Pinto Lizarazo], que qué
pasó con el trabajo de este mes’, yo ahí fue que le dije que no había dinero, yo le dije, pues mi
mayor no hay dinero, entonces él me dijo, pues usted coja a los soldados que van a ir, envíelos al
Batallón que usted sabe que yo les doy todo lo correspondiente que lo que necesitan para los
transportes y la movilidad, en ese momento para eso fue el cabo López y un soldado de apellido
Valderrama, fueron al Batallón, mi mayor les dio gasolina, aceite y transporte y lo que tenían que
gastar allá en Neiva”2391.

2115. De acuerdo con Capera Vargas, sostuvo una conversación similar respecto de los
hechos del 9 de mayo del 20082392 y del 29 de junio de 20082393.

5.12.2.2. Ordenar a sus subalternos que contactaran y atrajera víctimas para


posteriormente atentar contra su vida.

2116. Capera Vargas, afirma que al sostener la primera reunión con el pelotón les
informó que comenzarían a presentar falsas bajas en combate y el C3 López Cerón se
ofreció a ubicar a la víctima de los hechos que tendrían lugar pocos días después el 17
de enero de 2008. En sus versiones voluntarias los integrantes del pelotón que
comandaba Capera, Óscar Mauricio Álvarez Cuéllar, José Alfredo Córdoba, José Yaty
Anacona, Yilfredis Ortega Pepicano José Aníbal Trujillo y el propio López Cerón,
confirmaron que ello fue así.

2117. Además, reconoce que por instrucciones suyas y con el apoyo del batallón (supra)
sus subalternos se desplazaban a la ciudad de Neiva para buscar a civiles a quienes
pudieran presentar como bajas en combate2394. Así ocurrió en los hechos del 15 de
febrero, el 9 de mayo y el 29 de junio de 2008. En sus versiones voluntarias Óscar
Mauricio Álvarez Cuellar, José Alfredo Córdoba, José López Cerón, José Yaty Anacona,

2391 Ibidem.
2392 “PREGUNTADO: Entonces ¿qué fue lo que le dijo ahí el mayor? RESPONDIÓ: Que estaban acosándolo
por resultados y que necesitábamos dar un resultado en esa fecha PREGUNTADO: ¿Y le dijo quien lo estaba
acosando a él? RESPONDIÓ: No, ese día si no me dijo, me dijo muévase que necesitamos
resultados PREGUNTADO: ¿Y entonces ahí usted que hizo? RESPONDIÓ: Lo mismo de siempre, enviarlos al
batallón a donde él para que él diera lo que necesitaran al soldado PREGUNTADO: ¿Pero usted llamó a quien
al batallón? RESPONDIÓ A mi mayor, él me llamó a mí PREGUNTADO: Y entonces después de que lo llama
y le dice que necesita el resultado ¿usted qué hizo? RESPONDIÓ: Enviarle el soldado que iba a ir a traer a esta
persona”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251. José Alfredo Córdoba confirma que dicha reunión tuvo lugar antes de lo ocurrido el 9
de mayo. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Alfredo Córdoba Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0239.
2393 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251. José Aníbal Trujillo, afirma que él escuchó una conversación entre Capera y Álvarez en
la que se hablaba de los vales para movilizar las motos hasta Neiva. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Aníbal Trujillo Hernández.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0267.
2394 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.

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Faiver Buesaquillo, Julio César Ramos, reconocieron su responsabilidad por estos


hechos, al llevar a cabo las acciones ordenadas por Capera. En cuanto a los hechos del
18 de julio de 2008, José Yaty Anacona y Faiver Buesaquillo afirman que Capera les dio
la orden y los recursos para ir a buscar a las víctimas a Neiva:

“(…) ese día al frente del batallón me llamaron a mí, a Quinayás y a Valderrama entonces me dijo
a mí: Indio necesitamos que vaya a Neiva y consiga un man, traiga un man que sea un man
vicioso pero que no esté muy demacrado que sea consumidor pero que no esté tan acabado,
entonces nos dijo eso, yo le dijo que yo no venía entonces dijo no hermano que esto es lo último
que se va a hacer que ya tenemos el diciembre encima, a mi creo que en ese tiempo como que me
pasaron creo que fue 100 mil pesos para que viniera aquí y me dieron 100 mil pesos en bus me
dieron eso para que le comprara una sudadera y le comprara un buzo a la persona que
supuestamente iba a llevar”. (Negrillas agregadas)

2118. El SS Carlos Hernán Rodríguez Vera, quien también fue determinante para la
ocurrencia de estos hechos (como se mostrará más adelante) afirma que él supo que
Capera había dado esa orden2395.

5.12.2.3. Responsabilidad por haber liderado operaciones militares en las que se


asesinó a personas fuera de combate para presentar sus muertes como
resultados operacionales.

2119. En sus versiones voluntarias, Óscar Mauricio Álvarez Cuéllar, Javier Humberto
Cerón Sánchez, José López Cerón, José Yaty Anacona, Julio César Ramos, Faiver
Buesaquillo, Felipe Andrés Calderón, José Aníbal Trujillo, Jaiber Méndez señalan que
al momento de los hechos Capera Vargas instruía a la tropa respecto de la ubicación
que cada uno debía adoptar y las tareas que debían desempeñar2396.

2120. Felipe Andrés Calderón, Faiver Buesaquillo y Julio César Ramos reconocieron
ante la Jurisdicción que su participación en los hechos estaba determinada por el miedo
a las represalias que pudiera tomar Capera si incumplían sus órdenes2397:

2395 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2396 Así, por ejemplo, de acuerdo con los comparecientes que recibieron las órdenes, en los hechos del 17 de

enero ordenó a Guevara disparar la ametralladora, orden similar le dio a Córdoba en los hechos del 9 de mayo
y en esa oportunidad también le ordenó a Álvarez implantar el arma a la víctima, respecto los hechos del 18
de julio Jaiber Méndez afirma que Capera le dijo días antes que debía dispararle a una de las víctimas.
2397 Felipe Andrés Calderón: “PREGUNTADO: ¿Sabe usted cómo escogía el sargento Capera las personas que

debían declarar por estos hechos? RESPONDIÓ: Pues la verdad no sé porque pues, si, o sea, a mí me escogió
y no sé por qué, porque porque, pues yo no quería, obvio que yo no quería, pero yo no le dije nada porque por
el temor, el temor que de pronto me decía o me echaba o me metía a un delito, de pronto de no cumplir una
orden, entonces PREGUNTADO: Ese temor que usted tenía del sargento Capera ¿en qué momento le surgió
tenía algún indicio algo lo llevaba a tener temor del Sargento Capera? RESPONDIÓ: Pues del inicio, porque
pues cuando ya pasó sobre, pues, el proceso que estoy vinculado, pues tenía pues miedo, de pronto de decir
la verdad porque pues me podía a pasar algo a mí PREGUNTADO: Pero lo que le estoy preguntando es qué
le hacía sentir ese miedo ¿por qué tenía usted miedo de Capera? RESPONDIÓ: Pues me imagino porque, pues,
pues sí tenía miedo, porque pues, uno no, pues yo tenía miedo pues porque era comandante, tenía miedo. Y
porque pues, porque pues yo, ¿cómo le digo yo? Ósea, yo le tenía respeto y miedo porque pues la forma de

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“PREGUNTADO: Bueno ya para terminar entonces algunas preguntas de Justicia restaurativa.


¿Dudó usted en participar en los hechos, en algún momento dudó en participar en esos hechos?
RESPONDIO: Sí, claro muchas veces, yo siempre trataba como de sacarle el quite a eso pero, ya
por amenaza y todo eso y ya porque mi Sargento Capera daba la orden y todo eso, ya era como
que tenía uno que cumplir con, con esa orden para cumplir como, con esas situaciones pero no era
porque a uno le naciera, porque uno o yo quisiera esto, decir yo quiero ir o yo quiero hacer esto ni
nada de eso, era porque él ordenaba y bajo la amenaza, también que decía, cada nada y era algo
que todo eso, entonces hacía como que hubiera un temor sobre esa situación para uno poder
llevarle la, cumplirle las órdenes a mi sargento Capera".2398

5.12.2.4. Responsabilidad por causar directamente la muerte a un civil.

2121. Además de su rol en la planeación, preparación y desarrollo de los asesinatos y


desapariciones como se ha descrito previamente, Capera Vargas reconoció que fue él
quien ultimó al señor Ever Urquina:

“(…) yo reconocí en la fiscalía que disparé (…) cuando yo fui el señor Urquina estaba vivo, yo lo
alumbré y él me dijo, Ayúdeme (…) yo al señor no lo podía llevar ni a un centro de salud, ya me
habían dado la orden que la baja ya estaba reportada, yo ya no podía prestarle servicios médicos
y atenderlo, no podía, porque yo ya tenía una orden, y mucho más porque ya estaba reportado,
lo único que podía hacer, que fue la vez que yo disparé.2399 (negrillas agregadas)

2122. Esto fue confirmado en su versión voluntaria por Óscar Mauricio Álvarez
Cuellar, José Yaty Anacona, José López Cerón, Faiver Buesaquillo.

5.12.2.5. Responsabilidad por alterar el lugar de los hechos.

2123. William Capera Vargas admite que en todos los eventos en los que participó se
alteró la escena del crimen al simular un combate, cambiar la ropa de las víctimas e
implantarles armamento. Aun cuando dice que las armas ubicadas junto al cuerpo de
las víctimas provenían del Batallón, los soldados y suboficiales del pelotón que
rindieron versión voluntaria afirman en sus versiones voluntarias que Capera Vargas

pensar o de actuar de esa persona, por eso le tenía miedo”. Versión voluntaria de Faiver Buesaquillo
“PREGUNTADO: Señor Buesaquillo, en el segundo evento, usted nos refirió que atendió la orden del sargento
Capera por lo que le podría pasar con él. ¿Por qué no nos cuenta qué le podría pasar con Capera si usted no
atendía esa orden de ir a Neiva por una víctima? RESPONDIÓ: En qué pasaría… de pronto yo con él antes de
eso, y ni tampoco después de eso, nunca me la fui bien con él, entonces el temor de uno era que él, en represalia
contra eso, le hiciera a uno algún informe a uno y le hiciera echar del ejército o algo así, ¿sí me entiende? Como
de todas maneras uno es soldado y ellos son cuadros y ellos son los que tienen el folio disciplinario de uno,
entonces, es más que todo la represalia, como nunca la había ido bien con él, la represalia que de pronto podía
tener conmigo. PREGUNTADO: La represalia era un informe malo, mejor dicho. RESPONDIÓ: Sí, señor,
claro”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Felipe Andrés Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0243.
2398 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Julio César Ramos Zapata. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0245.
2399 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.

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les exigía dinero para comprarlas; por su parte el cabo López Cerón indica que los
elementos que se implantaban a las víctimas eran conocidos como “el kit” y que de este
siempre se ocupaba Capera tras pedirle dinero a la tropa2400. José Yaty Anacona y Faiver
Buesaquillo indican en su versión que cuando Capera Vargas los mandaba a Neiva a
buscar a las víctimas les daba dinero para que también compraran la ropa con la que
las vestirían.

2124. Respecto de lo ocurrido el 17 de enero de 2008, Capera Vargas afirmó que se usó
la ametralladora para disparar simulando un combate 2401; además se implantó a la
víctima un revólver que había conseguido el SLP José Yaty Anacona2402; de acuerdo con
Faiver Buesaquillo fue el propio Capera Vargas quien activó el arma con la mano de la
víctima2403. El SS narra que los soldados procuraron una sudadera y botas de caucho
para que la víctima se cambiara2404, asegura que la ropa de Urquina fue tirada al río y
que él conservó los documentos de identidad de la víctima por un tiempo hasta que se

2400 José López Cerón: “PREGUNTADO: ¿Sabe usted si el Sargento Capera tenía alguna persona encargada de
conseguir la ropa o las armas que le ponían a las víctimas? RESPONDIÓ: no señoría, lo que sé es que pues yo
lo escuchaba a él que decía ya tengo el kit como le decían, pero quién se lo conseguía no sabría decirle quién
tenía ese contacto con él. PREGUNTADO: ¿usted alguna vez compró armas para llevarle al Sargento Capera?
RESPONDIÓ: no su señoría, no señor PREGUNTADO: ¿que incluía ese kit? RESPONDIÓ: siempre incluía un
arma corta, llámese de revólver, pistola o una subametralladora o un fusil y de pronto cordón detonante, cargas
huecas, de pronto algunas cositas que no recuerdo en este momento que también iban ahí en el kit.
PREGUNTADO: de dónde salía el dinero para conseguir esas armas y esa ropa RESPONDIÓ: señoría, en
algunas ocasiones el sargento Capera nos decía ‘vamos hacer una recolecta’ y pues él prácticamente nos decía
que era para el kit”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0247. Jaiber Méndez, se pronunció en sentido similar. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jaiber Méndez. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
2401 “Señores magistrados, para un hecho de estos ante todo toca que simular un combate, el arma de

acompañamiento que es una ametralladora se puso en un sector alto, se hizo disparar al soldado John Kennedy
si no estoy mal que era el soldado de la ametralladora, los disparos que hicieron las personas que le dispararon
al señor Ever Urquina lo hicieron al otro lado del puente en una zona oscura, vuelvo y relato, se simuló el
combate”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251. Esto fue confirmado por José Alfredo Córdoba y Faiver Buesaquillo en sus versiones
voluntarias.
2402 Capera Vargas: “el arma salió del soldado Anacona Bueno José Yaty, porque fue el que consiguió el arma,

creo que era un arma que tenían sin papeles, la tenía él, inclusive cobró por el arma”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés
Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2403 Faiver Buesaquillo: “Sí, claro, eso mi sargento Capera le colocó el arma en la mano y con la mano de él, él

hizo que él disparara el arma y quedaran las huellas del finado”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
2404 “las prendas negras en ese entonces no se compraron ni siquiera, señores magistrados, los mismos soldados

pusieron las prendas, todo lo que era los busos, la sudadera, el pantalón negro y las botas de caucho lo pusieron
los soldados (…) yo no lo hice cambiar, lo hizo cambiar el cabo López y otro soldado, no lo obligaron ni lo
golpearon, le dijeron cámbiese que no sé qué, que usted va a tener que estar con nosotros”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William
Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
Anacona, Córdoba, Buesaquillo y Álvarez, en sus versiones voluntarias, confirman que a la víctima se le
ordenó cambiarse de ropa antes de asesinarlo.

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deshizo de ellos tirándolos a un río2405. Óscar Mauricio Álvarez Cuellar afirma en su


versión que Capera disparó con la mano de la víctima el arma que le fue implantada y
que, además, puso junto a la víctima un bolso con pentolita.

2125. Sobre los hechos del 15 de febrero de 2018, Capera Vargas admite que a las
víctimas se les obligó a cambiarse de ropa2406 y que se les implantaron armas luego de
asesinarlas2407 y que se hicieron disparos para simular un combate2408. José Fidel Orjuela
afirma que Capera Vargas fue quien se puso unos guantes y accionó el arma que se
ubicó junto a la víctima con la mano de esta y que el SS ordenó que se hicieran disparos
con la ametralladora para simular un combate; los soldados Henry Lozano, Óscar
Cárdenas y Juan José González confirman en su versión voluntaria que fue Capera
Vargas quien accionó el arma con la mano de uno de los jóvenes.

2126. Según Capera Vargas en los hechos del 9 de mayo de 2008 se simuló el ataque
con un dispositivo explosivo2409. José Alfredo Córdoba dice que Capera le ordenó
disparar la ametralladora para simular el combate2410. De acuerdo con la versión

2405 Capera Vargas: “las prendas nunca se quemaron señores magistrados, las prendas se botaron al río que
pasa por el lado, porque a 200 m, 300 m hacia adelante pasa el río Magdalena, se une con el río [ininteligible]
las prendas no fueron quemadas y los documentos tampoco los quemó el cabo López, él me los entregó a mi
(…) PREGUNTADO: ¿Usted conserva esos documentos? RESPONDIÓ: No señora PREGUNTADO: ¿Qué los
hicieron? RESPONDIÓ: Yo los boté PREGUNTADO: ¿Dónde los tiró? RESPONDIÓ: En un río
PREGUNTADO: ¿En esos días o (…)? RESPONDIÓ: No, mucho antes porque inclusive yo los tenía y no los
recordaba que los tenía PREGUNTADO: O sea ¿mucho después? RESPONDIÓ: Mucho después de esos hechos
PREGUNTADO: ¿No conservó ningún documento? RESPONDIÓ: No señora, ninguno”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés
Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2406 Capera Vargas: “RESPONDIÓ: No, no llegaron vestidas todavía. PREGUNTADO: ¿Pero ustedes sí tenían

la ropa para cambiarlos? RESPONDIÓ: Sí, ya se tenía ahí PREGUNTADO: ¿Y cuando los cambiaron?
RESPONDIÓ: Cuando llegaron a la parte alta, cuando ya estaban con el cabo Cárdenas, ya allá los cambiaron”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2407 Capera Vargas: “PREGUNTADO: Y en el tema de las, de las armas ¿se consiguieron armas para eso?

RESPONDIÓ: Una, unas las mandaron del batallón y la otra no recuerdo quién la trajo, pero fueron dos armas”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2408 Capera Vargas: “se escuchó después la de la ametralladora simulando el combate, porque obviamente la

ametralladora suena más fuerte, esas sí fueron las que escuché”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2409 Capera Vargas: “PREGUNTADO: ¿En este evento usted nos relató que hicieron detonar un explosivo, por

qué razón en este evento hicieron eso? RESPONDIÓ: Para simular porque al salir a la vía o a la destapada
principal de la vereda, había viviendas cercanas entonces pues se iba a escuchar la detonación y de pronto los
disparos PREGUNTADO: ¿De quién fue la idea de activar el explosivo? RESPONDIÓ: Se puede decir que mía,
pues porque yo estaba en el lugar de los hechos con el cabo López”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2410 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Alfredo Valderrama Calderón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0883.

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voluntaria de Óscar Mauricio Álvarez Cuellar, en esa oportunidad Capera también le


ordenó ponerse un guante y disparar el arma con las manos de la víctima.

5.12.2.6. Alteración de la información operacional y por concertar las declaraciones


falsas en el marco de las investigaciones.

2127. Pese a que ninguna de las bajas reportadas por el pelotón al mando de Capera
Vargas ocurrieron en el marco de un combate todos los informes de operaciones
suscritos por éste dan cuenta de enfrentamientos, falseando el recuento oficial de lo
ocurrido2411.

2128. Así en el informe sobre los hechos ocurridos el 17 de enero de 2008, Capera
Vargas afirma que “gracias a la oportuna información de un particular que indica la presencia
de varios desconocidos efectuando atracos en la vía” se ordenó desde el batallón una misión
táctica y que en desarrollo de esta se dio un enfrentamiento que dio lugar a la muerte
de una persona sin identificar.

2129. De igual manera, en el informe sobre lo ocurrido el 9 de mayo de 2008 Capera


Vargas afirmó que “el día 7 de mayo se recibe una información de parte del señor Wilson
Fernando Urbano Erazo en la cual indica la presencia de varios individuos efectuando asaltos
(…)” y que con ocasión de ello el batallón le autoriza un desplazamiento y que en su
desarrollo se dio un enfrentamiento en el que murió una persona sin identificar.
Igualmente, en el informe sobre los hechos del 29 de junio de 2008, Capera dice que el
movimiento se dio con ocasión de una información provista por la población de la zona
y que en desarrollo de éste se dio un enfrentamiento en el que murieron dos personas
sin identificar.

2130. Además, según José Fidel Orjuela y Óscar Mauricio Álvarez, Capera Vargas les
pidió firmar informes de gasto de munición que no se correspondían con la realidad2412.
Por otra parte, de acuerdo con lo reconocido por Capera Vargas en sus versiones
voluntarias él instruyó a su tropa para que procuraran falsos informantes, a quienes el

2411 En los procesos seguidos por la jurisdicción ordinaria e inspeccionados por la Sala, se da cuenta de la
existencia de informes operacionales suscritos por Capera Vargas. Ver, por ejemplo, la documentación referida
a los hechos del 15 de febrero de 2008. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
2412 José Fidel Orjuela: “(…) También nos hicieron firmar el acta de gasto de municiones y según mi sargento

Capera dijo que teníamos que firmar ahí porque eso era para legalizar la munición, que eso no pasaba nada,
pues después de que firmamos, declaramos los que nos dijeron que teníamos que declarar, ya, salimos de
permiso, pues eso es lo que yo tengo para decir de este, de este caso. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Fidel Orjuela. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0242. Faiver Buesaquillo dijo que respecto de los hechos
del 17 de enero aparece un informe de gasto de munición presuntamente firmado por él, pero no reconoce que
esa sea su firma”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0261.

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Batallón les pagaba una recompensa, para soportar los anexos de inteligencia que se
adjuntaban a las órdenes de operaciones2413.

2131. Además, Capera Vargas reconoce que acordó con los miembros de su pelotón lo
que debía declararse ante la justicia. Así respecto de lo ocurrido el 17 de enero de 2008
señala que cuando los soldados le preguntaron qué debían decir él les entregó fotocopia
del informe que había entregado2414. Sobre este punto en sus versiones voluntarias los
integrantes del pelotón afirmaron que Capera Vargas les dijo que si todos se
coordinaban para declarar no tendrían problemas y que en todas las oportunidades el
propio SS les indicó lo que debían decir.

5.12.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2132. William Andrés Capera Vargas participó de manera determinante de un plan


criminal para dar muerte a civiles gracias al cual el pelotón bajo su mando reportó cinco
hechos constitutivos de asesinatos y desapariciones forzadas en el periodo en el que
éste hizo parte del BIMAG. Así, Capera Vargas actuó ejerciendo liderazgo en la
planeación, ejecución y encubrimiento de estas muertes pues, como se reseñó, participó
de reuniones en las que se concertó la muerte de civiles, ordenó a sus subalternos
procurar a los civiles que fueron asesinados y desaparecidos, ultimó a una de las
víctimas, organizó a los miembros de su pelotón para que se ejecutaran los asesinatos y
las desapariciones, alteró la escena del crimen, así como la información operacional, dio
falsas declaraciones sobre lo ocurrió y llevó a sus subalternos a declarar falsamente..

2133. En este punto resulta pertinente recordar que, tal como lo determinó la Sala en
el Auto 01 de 2022, el señor William Andrés Capera Vargas también participó de
manera determinante en la planeación, ejecución y encubrimiento de asesinatos y

2413 Respecto de los hechos del 15 de febrero de 2008, Capera dijo: “PREGUNTADO: ¿Usted sabe si en estos
hechos se pagó algún tipo de recompensa? RESPONDIÓ: Se le pagó a un señor Antonio Hernández que sirvió
de informante. PREGUNTADO: ¿Y ese señor de donde salió? RESPONDIÓ: De Suaza, era conocido de un
soldado. PREGUNTADO: Pero esa información que dio este señor ¿usted sabe si pasó por la sección de
inteligencia? RESPONDIÓ: No. PREGUNTADO: Solo para entender cómo era la figura, ¿se conseguían
personas cercanas, amigas, conocidos para que aparecieran como dando información sobre las víctimas que
fueron ejecutadas, pero en realidad no había ningún tipo de información? RESPONDIÓ: En uno de esos hay
un cuñado de un soldado y Antonio era amigo del mismo cuñado del soldado. PREGUNTADO: Es decir, ¿estas
personas recibían una suma de dinero sin que en realidad hubieran ofrecido ninguna información ni prestado
ningún servicio a la unidad? RESPONDIÓ: Sí”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2414 Capera Vargas: “(…) cuando nos llevaron a declarar antes de salir a permiso, nos llamaron a declarar a la

JPM, hay una hipótesis que dice que yo le inculqué a los soldados, a uno por uno, lea esto, y tiene que decir
eso, en ningún momento eso, los soldados mismos preguntaron que qué iban a decir, yo les dije, pues yo dije
esto, esto fue lo que yo dije en informe de patrullaje, ellos le sacaron copia a eso, yo no le saqué fotocopia, ellos
le sacaron copia y se basaron en eso, para dar su declaración para que todas parecieran iguales, mas no a nadie
se le obliga, vuelvo y repito, como se ha dicho, se le pasa, que yo dije esto en mi informe de patrullaje, ellos
mismos le sacaron copia para ellos aprender y ver qué iban a decir”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.

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desapariciones forzadas presentadas como bajas en combate durante su pertenencia a


la Brigada Móvil 112415. De allí que le corresponderá al Tribunal para la Paz, dentro de
su autonomía, adoptar las medidas que estime necesarias para evitar que las sanciones
propias que se le impongan al compareciente superen los límites señalados en el marco
normativo aplicable para su caso.

2134. Capera Vargas era consciente de: i.) la situación de conflicto armado en medio
de la cual ejercía su labor en el departamento del Huila ii.) de que las muertes
reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las víctimas no
eran combatientes. Sin su contribución, el pelotón bajo su mando no hubiera podido
presentar como bajas en combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables,
seleccionadas, engañadas y trasladadas.

2135. De conformidad con lo expuesto se tiene que el señor William Andrés Capera
Vargas, en calidad de comandante del segundo pelotón de la compañía Azteca, contó
con un rol de liderazgo frente al surgimiento y la consolidación de los patrones
macrocriminales que han sido identificados por la Sala, en especial el referido al
homicidio de personas en situación de vulnerabilidad. Es claro que sus aportes fueron
esenciales para su diseño, su difusión, su permanencia y su encubrimiento. De hecho,
Capera Vargas fue responsable de la implementación de innovaciones derivadas de su
experiencia delictual en unidades militares anteriores, respecto de las cuales instruyó a
sus subalternos en el BIMAG. Por ende, se trata de un máximo responsable.

2136. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2416 de Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever
Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos Mauricio
Duque Pastrana y una persona no identificada; en concurso con el crimen de guerra de
homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa
humanidad2417 de nueve personas, Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego
Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever Urquina Rojas, Alber Augusto
Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Oswaldo García Gómez, Carlos Mauricio
Duque Pastrana y una persona no identificada.

5.13. Sargento Segundo (r) Carlos Rodríguez Vera.

2137. Carlos Hernán Rodríguez Vera, identificado con cédula de ciudadanía


93.130.963, fue llamado a comparecer ante la Sala de Reconocimiento mediante Auto
No 53 del 29 de abril de 2019 y escuchado en versión voluntaria el 29 de mayo de 2019.
Según su dicho Rodríguez Vera fue miembro del BIMAG desde inicios del año 2007 y,
por lo menos, hasta mediados del 2009 periodo en el cual tuvo el grado de sargento

2415 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, Auto 01 de 2023.
párr. 772 a 790.
2416 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).

2417 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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segundo. Durante los primeros meses del 2007 Rodríguez Vera fue comandante de uno
de los pelotones de la compañía de soldados regulares y en el segundo semestre de ese
año comandó un pelotón de la compañía de soldados campesinos. En marzo de 2008
Rodríguez Vera fue asignado como integrante de la Sección de Inteligencia (S2)2418,
desde inicios del 2009 hasta su salida del batallón comandó el cuarto pelotón de la
compañía Cónsul2419.

5.13.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2138. Durante el año 2007 las compañías a las que perteneció Rodríguez Vera no
registraron ninguna baja en combate. En el 2008 el Sargento Segundo aparece vinculado
a 8 muertes en supuestos combates2420, dos corresponden al primer patrón de
macrocriminalidad de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de
pertenencia a un grupo armado2421, tres al segundo, selección y atracción de víctimas
aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad2422 y tres al tercero, operaciones
ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias de las
FARC 2423. En todos los casos el SS estuvo al mando de la tropa o participó directamente
en la operación pese a ser miembro de la oficina de inteligencia.

2139. Así en los hechos del 14 de abril de 2008, Rodríguez Vera reconoce haberse
desplazado hasta el área de operaciones, por instrucciones del MY Ojeda, y haber
retenido a la víctima para caminar por varias horas con ella hasta entregársela al pelotón
que la asesinó; respecto de los hechos del 28 de junio 2008 Rodríguez Vera engañó a la
víctima para que se desplazara desde Popayán con el pretexto de comprarle un fusil y
una vez ésta llegó a San José de Isnos la retuvo y se la entregó a la compañía que la
asesinó; en los hechos del 30 de julio de 2008 Rodríguez afirma haber estado presente
cuando la tropa les disparó a las víctimas en el marco de un falso pago de extorsión.

2140. Por su parte, sobre lo ocurrido el 18 de julio del 2008, tal como se narró (supra),
miembros del BIMAG se desplazaron a Neiva para engañar a las víctimas con ofertas
laborales para luego llevarlas hasta el lugar en el que fueron asesinadas por dos

2418 Ejército Nacional, Novena Brigada, Batallón de Infantería No. 26, Cacique Pigoanza, Orden del día No 053
del 14 de marzo de 2008. Obtenido en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2419 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
2420 El primero ocurrido el 14 de abril del 2008, en la vereda Kennedy del municipio de Pitalito en el que resultó

muerto Carlos Arturo Bustos López; el segundo ocurrido el 28 de junio de 2008 en la vereda Plomadas de San
José de Isnos en el que falleció Wilmer Cerón Joaqui; el tercero tuvo lugar el 18 de julio de 2008, en la vereda
Jerusalén del municipio de Isnos en el que resultaron muertos Álvaro Hernando Ramirez Falla, Juan Diego
Martínez Peña y Miller Andres Blandón Alvarez, el cuarto ocurrió el 30 de julio del 2008, en la vereda
Guacacallo del municipio de Pitalito en el que murieron Fernando Figueroa Medina, Miguel Antonio Ordoñez
Día y Orlando Crispín Lizcano.
2421 Así los hechos del 14 de abril y 28 de junio del 2008.

2422 El hecho del 18 de julio del 2008.

2423 El hecho del 30 de julio de 2008.

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pelotones de las compañías Azteca y Berlín bajo el mando de Rodríguez Vera.

2141. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Rodríguez Vera por la


ejecución de estos patrones.

5.13.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados.

2142. Pasa a examinar la Sala los aportes esenciales realizados por el compareciente en
la puesta en marcha de dos de los patrones macrocriminales que se han identificado en
el subcaso Huila.

5.13.2.1. Participación en conversaciones previas en las que se concertó la


presentación de asesinatos y desapariciones forzadas como muertes en
combate.

2143. Rodríguez Vera admite que participó en conversaciones previas en las que se
acordó el asesinato de civiles que fueron reportados como bajas en combate. Sobre los
hechos del 14 de abril del 2008 afirma que se infiltró, junto con un soldado que trabajaba
en la sección de inteligencia, en el sector donde vivía la víctima para confirmar si en
efecto era miliciano de las FARC y no encontró nada y así se lo hizo saber en días previos
al segundo comandante del batallón, el MY Ojeda, quien pese a ello le asignó personal
y le dio la orden de iniciar la operación que terminó en el asesinato de Carlos Arturo
Bustos López2424. Rodríguez Vera admite que en esas conversaciones previas el MY
Ojeda y el MY Álvarez le dejaron claro que la orden era asesinar a la víctima y le
explicaron cuál era la dinámica del Batallón respecto de la presentación de resultados
ilegítimos2425.

2144. Respecto de lo ocurrido el 18 de julio de 2008 Rodríguez Vera reconoce que


participó en una reunión junto con el Ejecutivo del Batallón, MY Ojeda Oliva, el oficial
de operaciones, MY Álvarez Calderón, y el cabo José Roldán López Cerón en la que se
dispuso el asesinato de las víctimas. El Sargento Segundo reconoce que ello fue así 2426.

2424 Rodríguez Vera: “(…) porque yo en varias ocasiones o sea en varios temas en varias conversaciones yo le
dije no pues yo estuve ahí metido estoy metido días la semana pasada y yo no le vi nada, yo le dije varias veces
a esas personas que no que yo no le había visto nada porque esa fue la verdad yo nunca le vi nada al señor
pero me decían que sí y el mayor Ojeda dijo “no pues ese es, que espera” entonces a mí me tocó entrar allá (…)
PREGUNTADO: Y cómo le dio esa orden, o sea, el mayor Ojeda lo envía a usted para que reemplace al
comandante del pelotón RESPONDIÓ: él va y me dice ya está todo listo porque en ese entonces yo estaba
recién entrado y no me tenía de pronto no tenía la libertad para hablarme así claramente entonces le dijo “ya
tienen todo listo Bolaños” “que sí mi mayor” “Rodríguez que hubo” dice “si, ya lo que usted ordene Mi mayor”
“ah bueno listo arranque entonces qué mañana está allá un pelotón, tal pelotón está allá “ah bueno listo mi
mayor cómo ordene”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
2425 Ibidem.

2426 Rodríguez Vera, dijo que el mayor Ojeda le entregó la información que sustentaba el despliegue de la tropa:

(…) el mayor Ojeda y el mayor Álvarez unen dos compañías, unen la Azteca y la Berlín, la Berlín era la

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En cuanto a los hechos del 30 de julio de 2008, Rodríguez Vera afirma que la orden
previa era dar de baja a las víctimas y provenía del MY Ojeda2427.

5.13.2.2. Búsqueda y retención de civiles que fueron asesinados y desaparecidos.

2145. Rodríguez Vera reconoce que en dos de los hechos en los que el participó procuró
y/o retuvo a las víctimas de los asesinatos y desapariciones que fueron reportadas como
bajas en combate por las unidades del BIMAG. Así, respecto de los hechos del 14 de
abril del 2008, el Sargento Segundo afirmó haber retenido a la víctima para llevarla
hasta el lugar donde fue asesinada por una de las compañías del batallón2428.

2146. Sobre lo ocurrido el 28 de junio de 2008 el soldado Castañeda Alfaro indicó que
el SS engañó a la víctima para que se desplazara desde Popayán hasta San José de Isnos
con la excusa de comprarle un fusil. Al llegar al punto de encuentro, Rodríguez Vera
presionó a la víctima para que le indicara dónde tenía guardado el fusil y una vez
obtenida esa información y ubicada el arma entregó a la persona una de los pelotones
del BIMAG para que la asesinaran2429.

2147. Respecto de lo ocurrido el 18 de julio de 2008, Rodríguez Vera afirmó que recibió
de manos de un soldado de Azteca 2 a las tres víctimas, quienes fueron conducidas bajo
engaños desde Neiva2430 y que posteriormente se desplazó con ellas en las NPR del
batallón, por un lapso de dos horas, hasta el lugar en el que fueron asesinadas 2431.

motorizada, entonces unen las dos compañías y forman (…) y me dicen, aquí está, mira ahí está el personal,
hay un trabajo para hacer, va a ir a hacerlo (…) habían habido unos combates para el lado del Mármol por la
vía para después de Isnos por la vía Popayán y que unos milicianos se habían entregado y que me los iban a
entregar, que fuera a recibirlos (…).Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2427 Ibidem.

2428 Rodríguez Vera: “(…) entonces yo fui allá me infiltré con el soldado Bolaños, 2 soldados más que no

recuerdo, un soldado regular que era el soldado de allá encargado de hacer la inteligencia del sector y
retuvimos la persona la retuvimos ahí en esa vereda de Los mangos para arriba donde la retuvimos y
caminamos con ella toda esa noche hasta el otro día hasta el sitio la vereda que fue dónde fueron los hechos
(…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244. De acuerdo con la documentación operacional recabada por la Sala, la operación fue
asignada al cuarto pelotón de la compañía Cónsul, que iba al mando de Rodríguez Vera. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2429 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2430 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
2431 Rodríguez Vera: “RESPONDIÓ: Yo la recibí las víctimas yo la recibí entre 6:30 después de las 6 de la tarde

porque ya estaba oscuro, después de las 6 de la tarde no creo que hayan pasado las 7 de la noche en ese tiempo
yo las recibí de ahí a Isnos hay hora y media, más como hora y media más o menos desde ahí hay unos 2 horas
aproximadamente hasta el sitio de los hechos por qué eso fue a las afueras del municipio de Isnos en la vereda
de San Vicente, en ese momento yo en ningún momento tuve contacto con ellos porque ellos iban en la parte

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Rodríguez Vera describió los momentos previos a la ejecución de los homicidios de la


siguiente manera:

“(…) veo yo que vienen las personas caminando, el soldado que traía las personas llamó a un
soldado de la Azteca, de ellos mismos ‘Ya voy, ya me bajé aquí el taxi, ya voy para allá’ entonces
‘miro mi Sargento que ya vienen ahí miré esos son’, entonces ellos cuando ya llegan ahí en lo
oscuro yo salgo y les pongo el fusil quieto, porque yo pensé pues que milicianos y yo el man los
trae (…) entonces me dijo no todo bien mi Sargento entonces yo bajé el fusil y yo y los manes dijo
no miré esos son tres yo me voy y esos son pero el hablándome, la persona está más o menos a 1.50
así de distancia mía y una de las víctimas y el soldado hablándome aquí pero a voz normal no en
susurros y sino a voz normal que yo y usted y yo marica y usted y no vienen armados dijo no,
entonces yo me le acerqué y yo fui y los requisé, cuando yo requiso a la persona, a la víctima, lo
tocó me doy cuenta que la persona viene en pantaloneta, venía en un short o sea un pantalón o
sea digo pantalonetas un pantalón corto, un buzo, no sé el color porque ya estaba de noche pero
lo tocó y le tocó un costal o sea una estopa atrás, entonces yo llego y tocó la estopa y lo primero
que yo escucho son una botella de vidrio, entonces yo digo venga y esos manes que son digo no
más, no hágale que ya usted sabe que ya la dieron la orden entonces llamé al soldado que había
hablado con ellos por celular y yo venga que no me dijeron que eran unos milicianos hermano
entonces dieron no mano hagámoslo por qué no hubo más entonces ahí es donde el soldado me
dice mañana le cuento más bien hagámosle, entonces los soldados lo suben al vehículo (…)”.
(Énfasis añadido)

5.13.2.3. Emisión de órdenes para ejecutar maniobras militares que procuraban la


muerte de civiles fuera de combate para presentarlos como resultados
operacionales.

2148. Rodríguez Vera reconoce haber instruido a la tropa para asesinar a civiles fuera
de combate. Así, respecto de lo ocurrido el 14 de abril del 2008 afirma que aun cuando
el no dio la orden de disparar a las víctimas era él quien llevaba el mando y quien
organizó a los soldados para poder reportar el resultado2432.

2149. Sobre lo ocurrido el 28 de junio de 2008, Castañeda Alfaro afirma que Rodríguez
Vera le dio la orden de llevar a las víctimas hasta el lugar de los hechos, de dispararles
y de implantar un arma corta2433.

2150. De igual forma, sobre lo ocurrido el 18 de julio de 2008, el Sargento Segundo dice:

de atrás de la NPR y yo iba en la parte de adelante”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2432 Rodríguez Vera: “yo llego y yo digo yo le digo bueno quiénes son los que van, de los soldados de la unidad

que están ahí, yo digo quién es el o quiénes son los que van a ir para disparar, salieron como dos o tres soldados
y yo “Ah bueno listo entonces hágale, entonces yo me retiro, yo la orden, yo no lo dije directamente mátenlo,
yo le dije sí hagan el trabajo obviamente que eso es una orden para y estamos en un desarrollo de una situación
de esas y yo lo tomo como que yo fui la orden yo fui el que dio la orden”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2433 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.

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“(…) entonces yo voy y miró el sitio yo hice eso yo fui mire el sitio y entonces yo le dije no, pero
eso no se puede hacer acá todos los tres acá, entonces les dije mire hagan más o menos unos 50
metros quedaron 2 víctimas y ahí en el sitio casi de la entrada quedó una víctima que fue la víctima
del fusil. Yo di la orden de disparar porque pues yo estaba al mando de la de la unidad del pelotón
o desarrollar él lo que se iba a hacer el hecho que conllevó para quitarle la vida de estas personas,
entonces yo di la orden. Bueno vaya usted y dispárenle o vayan ustedes dispárenles a esos y aquí
se queda Castañeda y Castañeda le da este, si yo ahí organicé la escena de los de los hechos, señoría
(…) (sic.)”2434.

2151. El cabo tercero López Cerón afirma que fue Rodríguez Vera quien organizó a la
tropa y le dio a él instrucciones específicas de encargarse junto con el SLP Méndez de
una de las víctimas2435. El SLP Jaiber Méndez confirma esto en su versión voluntaria.
Castañeda Alfaro indicó que Rodríguez Vera le dio la orden de dispararle a una de las
víctimas2436. De igual forma el CP Alejandro Aguilar dijo en su versión que quien llevaba
el mando e instruyó a la tropa fue Rodríguez Vera.

5.13.2.4. Responsabilidad por la ejecución material de una de las víctimas.

2152. Rodríguez Vera reconoce haber disparado a una de las víctimas de los hechos
ocurridos el 30 de julio de 2008. Sobre esto dijo:

“(…) entonces yo le dije a Brandon le dije mano ese man está vivo entonces me dijo que hacemos
y yo no pues la orden se sabe la orden, que la orden que me dieron fue que las bajas mano y qué
vamos a decir con ese man herido, entonces ninguno le quería disparar, yo le disparé a esa
persona, a la persona que estaba herida que tal vez asumo yo que iba manejando el vehículo, el
taxi y se salió y salió a irse tal vez y quedó en la mitad de la vida a esa persona yo le disparé con
un fusil de esa unidad desde lejos (…)”2437. (Énfasis añadido)

2153. El reconocimiento de su intervención directa en por lo menos este hecho muestra


como incluso en los casos en los que los integrantes del pelotón que debía ejecutar a la
víctima no estaban dispuestos a hacerlo, Rodríguez Vera se aseguraba de que se
produjeran los hechos como le eran encargados en el batallón.

2434 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
2435 López Cerón: “(…) el sargento Rodríguez le da la orden a unos soldados no sé cuál serían los soldados

porque estaba oscuro a esa hora, el Sargento Rodríguez que hasta ese momento no lo conocía yo porque la
verdad yo no conocía a mi Sargento, dice, se me acerca y dice usted es el comandante de la sección Azteca o
yo le dije sí mi Sargento yo soy dice: Váyase con el soldado Méndez y lleve a este muchacho que ya Méndez
sabe lo que tiene que hacer con él, que estos otros muchachos yo ya les voy a hacerlo propio ahí (…)”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
2436 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2437 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.

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5.13.2.5. Responsabilidad por alterar el lugar de los hechos, reportar información


operacional que no respondía a la realidad y concertar declaraciones falsas.

2154. Rodríguez Vera reconoce haber alterado el lugar de los hechos en diversas
oportunidades. Así, respecto de lo ocurrido el 14 de abril de 2008, indica haber lanzado
una granada para simular un combate2438, además afirma que integrantes del pelotón
que realizó la operación llevaban consigo el arma que se le implantó a la víctima2439.
Respecto de los hechos del 28 de junio de 2008 Castañeda Alfaro afirma que Rodríguez
Vera llevaba el arma corta que Castañeda le implantó a la víctima siguiendo sus
instrucciones2440.

2155. Sobre lo ocurrido el 18 de julio de 2008, Rodríguez Vera afirmó que presenció el
momento en el que los soldados Castañeda y Méndez le cambiaron la ropa a las
víctimas2441. Además, admitió que una de las armas implantadas había sido decomisada
por él en días previos y guardada con el propósito de emplearla posteriormente en la
simulación de un combate2442.

2156. El SLP Álvarez Cuéllar afirma en su versión voluntaria que el SS Rodríguez Vera
lo insultó por no ser capaz de disparar una de las armas implantadas con la mano de la
víctima, por lo que el propio SS fue quién accionó el arma y la dejó junto a uno de los
fallecidos. Por su parte, el C3 López Cerón manifestó que por instrucciones de
Rodríguez Vera se hicieron varios disparos para simular un combate2443; el SLP Méndez

2438 Carlos Rodríguez Vera: “(…) y yo tenía una granada pues una granada de fragmentación obviamente del
Batallón obviamente y yo la lancé para armar la escena de que como había sido el combate, eso fue en una
media falda era un cultivo de maracuyá, la granada cayó detrás de un árbol grande que había caído (…)”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
2439 Carlos Rodríguez Vera: “PREGUNTADO: Y ustedes cuando salieron hacer su infiltración ¿llevan algún

tipo de arma o uniforme para colocarse la víctima? RESPONDIÓ: cuando salimos, que lo recibimos al señor
no, la unidad que estaba esperando tenía el arma que le pusimos al señor que se le puso al señor”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos
Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2440 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2441 Carlos Rodríguez Vera: “(…) entre el soldado Castañeda y el soldado Méndez los visten, el soldado que

venía con ellos de Neiva que los había traído traía prendas traía sudadera de sus botas no recuerdo si botas,
pero traía sudaderas y entonces ellos los visten (…)”. Versión voluntaria de Carlos Rodríguez Vera.
2442 Carlos Rodríguez Vera: “(…) entonces el mayor dijo qué dijo no eso no se puede dejar, eso no se puede no

se puede pasar mano, eso es para dar un resultado, entonces lo guardaron ahí, o sea ahí en el dos
aproximadamente yo creo que como unos 20 días de pronto un mes para eso y fue con las primeras armas que
yo vi ahí en el 2 con las armas cortas que se les pusieron a las estas víctimas”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos Hernán Rodríguez Vera.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2443 José López Cerón: “PREGUNTADO: usted nos dijo ahora que el sargento les había explicado todo y habían

hecho como una especie de video de lo que había pasado ahí entendí correctamente. RESPONDIÓ: correcto
señor, él formó, él organizó los dos grupos, les dio instrucciones dijo cuando venga el CTI entonces ustedes
van a hacer esto la sección de Azteca se va a ir por este lado y como le decía anteriormente hizo como la forma

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y el SLP José Aníbal Trujillo confirmaron tal afirmación.

2157. Respecto de lo ocurrido el 30 de julio del 2008, Rodríguez Vera afirmó que
implantó las armas a las víctimas y usó sus manos para dispararlas2444.

“(…) entonces yo le puse el arma a esa persona que yo le disparé y le dispara el arma en la mano
de la persona, a la persona que quedó recogiendo el dinero también a esa víctima también se le
puso el arma, yo se la puse pero esa persona el que murió en el momento que estaba recogiendo
el dinero hasta ahí se asumía que eran dos personas (…) entonces ahí me pasaron un revólver, no
recuerdo el calibre del arma en el 2, me pasaron en el 2 y fui para el sitio de los hechos llegué y
como era retirado entonces yo fui donde había quedado la persona, la víctima e hice que él tocara
alarma y me devolví y deje el arma tirada en el trecho por donde él había bajado, no se la dejé ahí
cerca a él si no la dejé por donde la huella por donde la había bajado y me regresé y ya le informé
a mí mayor Ojeda, le dije mi mayor ya está listo (…) (sic.)”. (Negrillas agregadas).

2158. De acuerdo con la información recabada por la Sala, el señor Rodríguez Vera
suscribió documentos de soporte de la operación en los que se reportaban combates que
no tuvieron lugar; así respecto de lo ocurrido el 14 de abril de 2008 y el 18 de julio
20082445. Por otra parte, respecto de lo ocurrido el 14 de abril del 2008, Rodríguez Vera
admitió que instruyó a la tropa para que mintiera en las declaraciones ante las
autoridades que investigaban los hechos2446.

2159. En cuanto a lo ocurrido el 18 de julio de 2008, el C3 López Cerón afirma que fue
Rodríguez Vera quien instruyó a la tropa sobre lo que se debía declarar respecto de lo
ocurrido el 18 de julio de 20082447. Jaiber Méndez afirma que, en efecto, López Cerón y

del video ese que creo está el video ese del supuesto combate, no sé si estará su señoría lo que en el informe
hizo y se hicieron unos disparos también cómo había sido el supuesto combate y todo eso en ese lugar. Allá
pues quedó todo eso así no estoy seguro no sé si ese video pues imagino que sí cómo fue todo eso, pero eso lo
organizó pues mi Sargento Rodríguez él fue él que nos organizó allá todo eso el supuesto combate”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
2444 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.
2445 Ver carpetas operacionales. Obtenidas en inspección judicial. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.

9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2446 Rodríguez Vera: “(…) y entonces yo paré los soldados y les dije que cuando vinieran a preguntarnos a la

fiscalía hacerle levantamiento, yo le dije por dónde nosotros veníamos realizando el movimiento y la persona
dónde estaba y que era él que nos había disparado que él nos había botado la granada (…)”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Carlos
Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0244.
2447 López Cerón: “PREGUNTADO: como se reportó este hecho, esta operación RESPONDIÓ: su señoría

después de pues de haberle quitado la vida a estos muchachos, el sargento nos reúne, nos reunió allá a todos,
la sección mía y dijo, bueno esto muchachos aquí lo que sucedió fue un combate o sea, yo voy a organizar todo
mañana a venir el CTI y los muchachos, los que dieron las bajas pues van a hablar cómo se dieron las bajas, él
prácticamente organizó el combate que supuestamente pues se había dado lo que pues nunca fue así, el
sargento Rodríguez fue el que organizó todo eso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.

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Rodríguez Vera le indicaron que era lo que debía declarar2448; el CP Aguilar afirma que
fue Rodríguez Vera quien seleccionó al personal que debía declarar2449.

5.13.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2160. Carlos Hernán Rodríguez Vera participó conscientemente y de manera


determinante en un plan criminal en el que la Sección de Inteligencia del Batallón (de
la que él era parte) asumió un rol esencial para dar muerte a civiles. En su caso, no sólo
lideró la planeación de las ejecuciones extrajudiciales, sino que, pese a ser integrante de
la S2, se involucró directamente en el desarrollo de las operaciones que dieron lugar a
los asesinatos y a las desapariciones. En ese sentido, Rodríguez Vera, como se dijo: i.)
engañó y retuvo a las víctimas para luego causarles la muerte, ii.) instruyó a la tropa
bajo su mando para que cometiera los homicidios, iii.) ejecutó directamente a una de las
víctimas, iv.) alteró las escenas de los crímenes y v.) emitió lineamientos específicos
sobre la manera en que debían perpetrarse los asesinatos, la alteración de la información
operacional y la manipulación de las declaraciones que se dieron ante la justicia, con el
objetivo de encubrir los crímenes cometidos por efectivos del BIMAG.

2161. Según el TC Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, quien fue comandante de


BIMAG entre diciembre de 2007 y septiembre de 2009, en tal condición habría iniciado
acciones disciplinarias por los asesinatos y desapariciones en los que había participado
Rodríguez Vera y en el marco de esos procesos se imputaron cargos2450. También señala
el TC que la Procuraduría General de la Nación ejerció poder preferente sobre uno de
esos procesos y con ocasión de ese trámite Rodríguez Vera fue separado del cargo2451.

2162. Por otra parte, según consta en resolución de la Sala de Definición de Situaciones

2448 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
2449 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Alejandro Aguilar Cárdenas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0256.
2450 Pinto Lizarazo: “(…) Por ejemplo, el sargento Rodríguez yo le aperturé (sic) una investigación porque estaba

haciendo mal uso de su condición de suboficial y eso es una falta en contra de la disciplina y fue sancionado.
Cada vez que yo veía un hecho que iba en contra de eso, pues era mi obligación sancionar; pero no era una
constante, digamos que, dentro del estándar de ese tipo de actividades de indisciplina que uno ve en los
batallones pues es normal que se presenten y usted tiene que tomar las medidas correctivas (…) De hecho,
todos los casos que están admitidos por el Sargento Rodríguez y por el sargento Capera; tienen imputación de
cargos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0485.
2451 Pinto Lizarazo: “La Indagación Preliminar ya retornando al día siguiente de las vacaciones, la ordeno yo,

la Preliminar 024 del 2008, el 9 de diciembre del 2008 remito por poder preferente a la Procuraduría General
de la Nación, sé que hubo un fallo condenatorio el 7 de mayo del 2019 con separación absoluta”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Marcos
Evangelista Pinto Lizarazo. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0485.

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Jurídicas2452 y en Auto de la Sección de Apelación2453, dos de los procesos judiciales que


adelanta la justicia ordinaria, el primero por concierto para delinquir, desaparición
forzada, tortura y homicidio, todos agravados y el segundo por concierto para delinquir
y desaparición forzada, no tienen relación con el conflicto armado, por lo que fueron
excluidos de sometimiento que Rodríguez Vera hizo ante la Jurisdicción.

2163. Así las cosas, Rodríguez Vera era consciente de: i.) la situación de conflicto
armado en medio de la cual ejercía su labor en el departamento del Huila ii.) de que las
muertes reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las
víctimas eran civiles.

2164. El señor Rodríguez Vera era consciente de la ilegalidad de sus actuaciones y de


las órdenes que impartió, así como del resultado criminal que pretendía con ellas. Sin
su contribución, el BIMAG no hubiera podido presentar como bajas en combate el
asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas y
trasladadas. Así las cosas, Rodríguez Vera actuó con pleno conocimiento, ejerciendo
liderazgo en la planeación, ejecución y encubrimiento de estas muertes.

2165. De conformidad con lo expuesto, se tiente que el señor Carlos Hernán Rodríguez
Vera, en calidad de suboficial adscrito a la Sección de Inteligencia del BIMAG, contó
con un rol de liderazgo frente al surgimiento y la consolidación del primer y el segundo
patrón macrocriminal. Es claro que sus aportes fueron esenciales para su diseño, su
difusión, su permanencia y su encubrimiento. Esto encuentra sustento en que, a pesar
de que Rodríguez Vera actuó bajo las órdenes y la supervisión de sus superiores,
contribuyó de manera determinante en la ideación de las actividades para atraer
mediante engaños a las víctimas de los delitos investigados. Además, de manera

2452 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Definición de Situaciones Jurídicas. Resolución 2196 del 17 de
junio de 2022. “PRIMERO: INADMITIR POR INCOMPETENCIA, por no cumplir con el ámbito de
competencia material, la solicitud de sometimiento del señor Ss. (r) Carlos Hernán Rodríguez Vera,
identificado con cédula de ciudadanía N.º 93.130.963, en relación con los hechos objeto de las actuaciones
judiciales que se adelantan con los radicados N° 41-551-60-00-597-2009-00405 y N° 11-001- 60-990-36-2016-
00002 a cargo de la Fiscalía 150 de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos
de Ibagué (Tolima) y del Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado con Funciones de Conocimiento
de Neiva (Huila), respectivamente, por las razones señaladas en la parte motiva.”
2453 Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 1258 de 2022: “El sargento segundo

del Ejército Nacional, en retiro (SSR), Carlos Hernán RODRÍGUEZ VERA se encuentra vinculado a dos
actuaciones –un juicio y una indagación– en la jurisdicción penal ordinaria (JPO) por los punibles de concierto
para delinquir, desaparición forzada, tortura y homicidio, todos agravados (caso 1), y concierto para delinquir
y desaparición forzada (caso 2). En noviembre de 2020, un despacho sustanciador de la SDSJ negó su solicitud
de sometimiento por tales diligenciamientos, tras considerar que no se acreditó el factor material competencial.
La SA, mediante Auto TP-SA 856 de 2021, revocó la negativa y, en su lugar, ordenó realizar una nueva
valoración de los hechos con fundamento en todo el material probatorio recaudado. En junio de 2022, la Sala
examinó de nuevo el pedimento y lo inadmitió por incompetencia al estimar que los dos procesos penales no
guardan ninguna relación con el conflicto armado no internacional (CANI). El apoderado apeló dicha decisión.
(…) Primero.- CONFIRMAR la resolución 2196 del 17 de junio de 2022, proferida por la Sala de Definición de
Situaciones Jurídicas, por cuyo medio inadmitió por incompetencia material la solicitud de sometimiento del
sargento segundo del Ejército Nacional, en retiro, Carlos Hernán RODRÍGUEZ VERA, en relación con los casos
1 y 2 (radicados 110016099036-2016-00002 y 415516000597-2009-00405, respectivamente), de conformidad con
los fundamentos”.

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relativamente autónoma instruyó a otros sujetos sobre la forma en que se debían


perpetrar los homicidios, rendir las declaraciones y alterar los soportes operacionales,
con el objetivo de ocultar la ilegalidad de sus actuaciones. A juicio de la Sala, tales
conductas representaron aportes esenciales para el refinamiento de los patrones
macrocriminales investigados por la Sala, de cara al incremento de su efectividad, lo
cual denota un rol de liderazgo del señor Carlos Hernán Rodríguez Vera. En tal virtud,
será considerado como máximo responsable.

2166. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2454 de Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Carlos
Arturo Bustos López; en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona
protegida y con el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad 2455 de 8
personas, Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés
Blandón Álvarez, Willmer Cerón Joaqui, Fernando Figueroa Medina, Miguel Antonio
Ordóñez Díaz, Orlando Crispín Lizcano y Carlos Arturo Bustos López.

5.14. Cabo Primero (r) José Roldán López Cerón.

2167. José Roldán López Cerón, identificado con cédula de ciudadanía 83.041.793,
llamado a comparecer ante la Sala de Reconocimiento mediante Auto No 058 del 29 de
abril 2019, fue escuchado en versión voluntaria el 30 de mayo de 2019.

5.14.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2168. López Cerón fue miembro del BIMAG entre julio de 2006 y julio del 2008 2456
periodo en el cual tuvo el rango de Cabo Tercero. Según lo registrado en su hoja de
vida, el 1 de julio del 2006 fue asignado a la compañía A (Azteca) como comandante de
escuadra; dada su participación en los hechos atribuidos a dicha unidad se logró
establecer que hizo parte del del segundo pelotón de la compañía Azteca, por lo menos
hasta julio de 2008. En ese lapso dicha unidad registró nueve asesinatos presentados
como bajas en combate, ocho de ellos se asocian con el patrón de estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado y uno con el
tercero, de falsas operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia
común y/o milicias de las FARC. López Cerón reconoció su participación en tres de en
tres de estos crímenes2457 y que supo de las circunstancias en las que sucedió el
homicidio del 9 de mayo del 2008 aun cuando no tuvo participación directa en ese

2454 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2455 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
2456 En su versión voluntaria, López Cerón afirma que llegó al BIMAG en octubre de 2007 y permaneció allí

hasta el 2009, no obstante, en su hoja de vida figuran periodos evaluables en dicho Batallón desde el 1 de julio
de 2006 y hasta julio del 2008 fecha a partir de la cual se registran evaluación en el Batallón de Alta Montaña
No. 2.
2457 En los hechos del 17 de enero, 15 de febrero y 18 de julio de 2008.

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hecho2458.

5.14.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2169. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de López Cerón por la


ejecución de estos patrones.

5.14.2.1. Responsabilidad por participar en la planeación de asesinatos y


desapariciones forzadas para presentarlos como muertes en combate.

2170. López Cerón admite que participó de conversaciones en las que se planeó el
asesinato y desaparición de civiles. Así, respecto de lo ocurrido el 17 de enero de 2008
afirmó que al llegar al pelotón el SS William Andrés Capera Vargas los reunió para
preguntarles si conocían a personas con antecedentes a quienes pudieran presentar
como bajas y él dio el nombre de quién sería la víctima de tales hechos 2459. En sus
versiones voluntarias William Capera y los soldados José Alfredo Córdoba, José Yaty
Anacona y Faiver Buesaquillo confirman que ello fue así.

2171. El compareciente también reconoce que se encargó de concertar lo necesario para


ubicar y trasladar a las víctimas que fueron asesinadas en dos de los asesinatos
reportados por Azteca 2. Así, respecto de la muerte de Ever Urquina, afirma que
consiguió que la víctima se trasladara al lugar de los hechos bajo engaños; Capera
Vargas afirma que fue López quien coordinó con su hermano el contacto y traslado de
la víctima2460. En sus versiones voluntarias los SLP José Alfredo Córdoba, José Yaty
Anacona, Faiver Buesaquillo y José Aníbal Trujillo confirman que el C3 López Cerón
recibió a la víctima de manos de su hermano, Melquisedec López Cerón, quien también
era soldado en el BIMAG.

2172. De igual forma, en relación con lo ocurrido el 15 de febrero de 2008 López Cerón
admite que fue él quien se desplazó a la ciudad de Neiva y engañó a un habitante de
calle, ofreciéndole trabajo, le dio de comer, lo aseó y le cambió la ropa para luego

2458 López Cerón niega haber participado o haber tenido noticia de lo acontecido el 29 de junio de 2008: “la sala
de reconocimiento ha identificado que el pelotón Azteca 2 participó también en unos hechos ocurridos el 29
de junio en un lugar conocido como la vereda La Cabaña ¿sabe usted de estos hechos? RESPONDIÓ: no, no
tendría conocimiento de esos hechos de La Cabaña”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247. La Sala no tiene noticia de que López hubiera estado
involucrado en este hecho.
2459 PREGUNTADO: Cuando el Sargento Capera les pide que, si conocen milicianos o si conocen personas con

antecedentes de delitos, ¿alguien le responde o le da nombres? RESPONDIÓ: si, yo le doy el nombre de una
persona. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0247.
2460 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.

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llevarlo hasta donde estaba el pelotón para asesinarlo2461. Sobre este particular indica en
su versión voluntaria:

“(…) fui a la ciudad de Neiva, me contacté con una persona estas, un muchacho de la calle le brindó
comida y le dije que yo le iba a dar trabajo, que yo le iba a pagar porque él pasará coca hacia la
Ciudad de Neiva de donde yo lo iba a llevar y el muchacho pues él no entendió lo que yo le había
dicho él fue yo lo hice motilar y él en una parte se bañó y todo eso y le di comida y todo eso y nos
dirigimos hacia un lugar donde esté muerto no lo recuerdo donde nos lo recibieron las personas
que lo fueron a dar de baja (…)RESPONDIÓ: señoría él yo arranqué por la mañana es el día ese,
no sé si fue el mismo día o el día ante el día siguiente, yo salgo del pelotón en la moto que ellos me
han conseguido y eso y ahí es donde llego a la ciudad de Neiva cómo se le decía anteriormente y
pues tengo el contacto con esa persona y del cual pues como le decía le di comida, lo hice motilar,
le di le ropa, le compré la ropa, una sudadera y un buzo y me dirijo hacia el lugar otra vez de
dónde me lo recibieron porque pues eso está un poco retirado de Neiva”. (Negrillas agregadas)

2173. Capera Vargas confirma que él instruyó a López Cerón para que fuera hasta
Neiva con recursos del Batallón2462, José Aníbal Trujillo confirma que fue López Cerón
quien llevó a una de las víctimas hasta al lugar de los hechos2463; el CS Óscar Cárdenas
Sánchez corroboró que era López Cerón uno de los encargados de ubicar a las víctimas
y trasladarlas hasta el lugar de los hechos2464.

5.14.2.2. Participación en operaciones militares que procuraban la comisión de


asesinatos de personas fuera de para ser presentados como resultados
operacionales.

2174. López Cerón admitió que para llevar a cabo los asesinatos y desapariciones
organizó a sus subalternos y les dio órdenes puntuales. Así respecto de lo ocurrido el
17 de enero de 2008, afirma haber organizado a los miembros de la escuadra bajo su

2461 López Cerón: “(…) fui a la ciudad de Neiva, me contacté con una persona estas, un muchacho de la calle le
brindó comida y le dije que yo le iba a dar trabajo, que yo le iba a pagar porque él pasará coca hacia la Ciudad
de Neiva de donde yo lo iba a llevar y el muchacho pues él no entendió lo que yo le había dicho él fue yo lo
hice motilar y él en una parte se bañó y todo eso y le di comida y todo eso y nos dirigimos hacia un lugar
donde esté muerto no lo recuerdo donde nos lo recibieron las personas que lo fueron a dar de baja (…).
RESPONDIÓ: señoría él yo arranqué por la mañana es el día ese, no sé si fue el mismo día o el día ante el día
siguiente, yo salgo del pelotón en la moto que ellos me han conseguido y eso y ahí es donde llego a la ciudad
de Neiva cómo se le decía anteriormente y pues tengo el contacto con esa persona y del cual pues como le
decía le di comida, lo hice motilar, le di le ropa, le compré la ropa, una sudadera y un buzo y me dirijo hacia
el lugar otra vez de dónde me lo recibieron porque pues eso está un poco retirado de Neiva”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán
López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
2462 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2463 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0267.
2464 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.

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mando2465. El SLP Óscar Mauricio Álvarez Cuellar confirma que ello fue así, además
indica que López Cerón fue una de las personas que disparó a la víctima2466.

2175. Así mismo los soldados Álvarez Cuellar, José Aníbal Trujillo y Yilfredis Ortega
Pepicano2467 indicaron que López Cerón organizó a la tropa y distribuyó tareas en la
operación que tuvo lugar el 18 de julio de 20082468. Respecto de estos hechos, el SLP
Jaiber Méndez aseguró que fue López Cerón quien le dio la orden de dispararle a una
de las víctimas2469. Además, de acuerdo con el cabo Cárdenas Sánchez, López Cerón era
uno de los encargados de montar los retenes que servían como excusa para detener a
las víctimas2470.

5.14.2.3. Responsabilidad por alterar la escena del crimen, por procurar falsos
informantes y por concertar las declaraciones con falsedades en el marco de
las investigaciones.

2176. López Cerón reconoció que aportó dinero para comprar el “kit” que servía para
alterar la escena del crimen2471. Capera Vargas afirmó que López Cerón era una de las
personas encargadas de recoger tales recursos2472. El SLP Faiver Buesaquillo relató que
a finales de 2007 López Cerón recogió dinero para comprar un arma con la intención de

2465 López Cerón: “RESPONDIÓ: Todo eso lo organizó mi Sargento Capera, él era el que tenía pues mando
principal él era el que nos distribuía a nosotros y pues yo como también comandante de escuadra separé
algunos soldados para ciertos sitios de seguridad donde íbamos a estar y pues después es cuando me dice que
vaya con el soldado que le mencionaba ahorita con anterioridad a darle de baja a este señor Urquina su
señoría”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0247.
2466 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Oscar Mauricio Álvarez Cuellar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0262.
2467 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Yilfredy Ortega Pepicano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0266.
2468 Al respecto las versiones voluntarias de Óscar Mauricio Álvarez y José Aníbal Trujillo.

2469 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
2470 Óscar Cárdenas: “(…) Entonces dijo “ya van a subir a ese joven” y ya el cabo López ya hacía el retén y

subían al joven para una parte alta y nosotros nos quedábamos en la parte de abajo (…)”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Óscar Cárdenas
Sánchez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.
2471 López Cerón: “RESPONDIÓ: señoría, en algunas ocasiones el sargento Capera nos decía “vamos a hacer

una recolecta” y pues él prácticamente nos decía que era para el kit”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0247.
2472 Capera Vargas: “PREGUNTADO: Quería preguntarle sobre ese punto, cuando los soldados tenían que

poner dinero para las armas o para la ropa, ¿cómo ponían el dinero? ¿cómo se reunía el dinero para eso?
RESPONDIÓ: En ese entonces pues el dinero todo lo recogía el cabo López y el cabo Cárdenas y luego me lo
pasaban a mí y ahí ya la persona que había hecho el trámite pues se le entregaba el dinero, así era que se hacían
las cosas”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.

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tenerla en caso de que se pudiera organizar una falsa operación 2473, indicó que dicho
revolver se implantó a Ever Urquina tras asesinarlo2474. Por otra parte, Capera Vargas
afirmó que fue López Cerón quien obligó a Ever Urquina a cambiarse de ropa2475, Faiver
Buesaquillo confirmó esto en su versión voluntaria2476.

2177. Respecto de los hechos ocurridos el 18 de julio de 2008, Óscar Mauricio Álvarez
indica que López Cerón le dio la orden de activar un arma con la mano de una de las
víctimas2477, el SLP Jaiber Méndez confirmó que ello fue así2478. López Cerón admitió que
fue el quién le presentó a Capera Vargas la persona que luego fungió como presunto
informante para justificar lo ocurrido el 17 de enero de 20082479, Capera Vargas admitió
que ello fue así e indicó que la cuñada de López Cerón también fungió como testigo2480.

2473 Faiver Buesaquillo: “(…) Bueno, pongamos esto y con esto miramos a ver cómo conseguimos un arma”,
eso fue para finales del 2007. Se recogió la plata, la recogió mi cabo López, que era el que la tenía. Y, a los
poquitos días salió un soldado que era el soldado Vargas, que ahorita está de suboficial, que él tenía un primo
en Pitalito que vendía armas, entonces que por ahí la consiguió y la llevaron al pelotón”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán
Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
2474 Ibidem.

2475 Capera Vargas: “(…) al señor Urquina yo no lo hice cambiar, lo hizo cambiar el cabo López y otro soldado,

no lo obligaron ni lo golpearon, le dijeron cámbiese que no sé qué (…)”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de William Andrés Capera Vargas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0251.
2476 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0261.
2477 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Oscar Mauricio Álvarez Cuellar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0262.
2478 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
2479 López Cerón: “PREGUNTADO: ¿conoce usted a una persona de nombre Eibar García Diaz? RESPONDIÓ:

Eibar, sí señor yo lo distingo a él. PREGUNTADO: ¿quién es esta persona? RESPONDIÓ: su señoría este señor
un campesino del lado de Vista Hermosa yo lo distingo a él desde que estaba más niño, más joven, el cual yo
se lo había presentado a mi sargento Capera ellos habían hablado y todo eso lo que tengo entendido se habían
hecho amigos y él tenía pues, él se hablaba con mi sargento no sé qué clase de amistad tendrían y todo eso lo
que tengo conocimiento yo es que él pues él era el que había le había dado la información de este hecho a mi
sargento, no estoy seguro si fue de esta operación o fue de otra operación. PREGUNTADO: no entiendo esa
última parte que se nos dice, es decir, ¿el señor Eibar García Díaz dio información para esta operación?
RESPONDIÓ: Señoría yo vuelvo y le repito no estoy seguro si fue de esta información o fue otra información.
PREGUNTADO: lo que sabe la sala sobre este punto es que el batallón expide un acta de pago de recompensa
por estos hechos a favor del señor Eibar García RESPONDIÓ: Sí señor, entonces sí es, sí fue de esa operación
de esa muerte. PREGUNTADO: ¿Cuál fue el papel del señor García en estos hechos, es decir, qué información
dio o porque se le pagó? RESPONDIÓ: no le sabría decir yo, o sea cómo fue o qué fue lo que mi Sargento le
dijo o que fue la promesa que le hizo a ese señor Eibar, el cual yo distinguía, pero pues yo sí lo miraba que él
estaba muy contento, que mi sargento como que le iba a pagar por lo que nosotros habíamos hecho y todo eso,
pero pues eso pasó así su señoría no sabría decirle si realmente le dieron la plata, si no se la dieron, porque se
la dieron, no”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Roldán López Cerón. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0247.
2480 Capera Vargas: “(…)inclusive donde estábamos en el lugar de los hechos fue el informante, que no recuerdo

el nombre pero era, o es conocido o amigo del cabo López, que él fue hasta allá y yo le dije, bueno la verdad,
el 2 me dijo que daban millón quinientos por la información que pagaban millón quinientos por hacerse pasar

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Respecto de lo ocurrido el 18 de julio de 2008, el SLP Jaiber Méndez afirma que López
Cerón y el SS Carlos Rodríguez Vera le indicaron qué era lo que debía declarar2481.

5.14.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2178. José Roldán López Cerón participó de manera determinante de un plan criminal
para dar muerte a civiles gracias al cual la escuadra bajo su mando reportó cuatro
hechos constitutivos de asesinatos y una desaparición forzada en el periodo en el que
éste hizo parte del BIMAG. Así, López Cerón actuó realizó aportes esenciales para la
planeación, ejecución y encubrimiento de tales homicidios pues, como se reseñó,
participó de conversaciones en las que se concertó el asesinato de civiles, organizó a los
miembros de su pelotón para que cometieran los crímenes, alteró el lugar de los hechos,
procuró falsos informantes y llevó a sus subalternos a declarar falsamente.

2179. Así las cosas, López Cerón era consciente de: i.) la situación de conflicto armado
en medio de la cual ejerció su labor en el departamento del Huila ii.) de que las muertes
reportadas no habían ocurrido en el marco de un combate y iii.) que las víctimas no
eran combatiente. Sin su contribución, la escuadra bajo su mando no hubiera podido
presentar como bajas en combate los asesinatos y desapariciones de personas
vulnerables, seleccionadas, engañadas y trasladadas.

2180. De esta manera se tiene que la actuación del señor José Roldán López Cerón, en
calidad de comandante de escuadra del 2º Pelotón de la compañía Azteca del BIMAG,
constituyó un aporte esencial para la ejecución del primer y del segundo patrón
macrocriminal. Esto tuvo lugar mediante i.) el cumplimiento de las instrucciones
impartidas por el Sargento Capera Vargas, en relación con la forma en que se debían
perpetrar los delitos investigados, y ii.) la trasmisión de dichas indicaciones a sus
subalternos.

2181. Sin embargo, no se evidenció que López Cerón hubiese tenido un rol de
liderazgo en el surgimiento o en la consolidación de los patrones analizados. Aunque
comandó a los efectivos que integraban la sección a su cargo, propuso víctimas para
que fueran seleccionadas como objetivos de MIPCBC y contribuyó con la consecución
de falsos informantes, se pudo comprobar que el compareciente atendía los
requerimientos y las órdenes impartidas por Capera Vargas; además, le reportaba su
actuar ilegal con el propósito de que lo guiara y le otorgara su aprobación. Tampoco
aportó en el diseño de los patrones macrocriminales identificados o en la
implementación de innovaciones. En consecuencia, será considerado como un partícipe
determinante sin liderazgo.

por informante, y la otra persona que fue testigo fue la esposa del soldado que es el hermano del cabo López
que es, le dicen Melco o era Melco, porque creo que él está fugado, si no estoy mal en este momento”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.
2481 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0249.

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2182. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2482 de Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever
Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos Mauricio
Duque Pastrana y una persona no identificada; en concurso con el crimen de guerra de
homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa
humanidad2483 de 9 personas, Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez
Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano
Cedeño, Juan Perdomo Claros, Oswaldo García Gómez, Carlos Mauricio Duque
Pastrana y un persona no identificada.

5.15. Soldado Profesional (r) José Yaty Anacona Bueno.

2183. José Yaty Anacona Bueno, identificado con cédula de ciudadanía No. 12.263.404,
fue miembro del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena, desde el año 1999 hasta el
2018, periodo dentro del cual se desempeñó como Soldado Profesional, principalmente
en la Compañía A “Azteca”. Aunque también prestó sus servicios en los departamentos
de Cauca, Tolima, Putumayo y Caquetá, siempre estuvo vinculado al mencionado
batallón2484.

2184. Mediante Auto No. 223 del 15 de octubre de 2019, el señor Anacona Bueno fue
llamado por la JEP a rendir versión voluntaria, y fue escuchado en una sesión celebrada
el 14 de noviembre de 2019.

5.15.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2185. Entre enero y julio del 2008, como Soldado Profesional, el señor Anacona Bueno
se involucró en ocho bajas en supuestos combates2485, de las cuales siete corresponden
al segundo patrón macrocriminal de selección y atracción de víctimas aprovechando
sus condiciones de vulnerabilidad, y una al tercero, operaciones ofensivas contra

2482 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2483 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
2484 José Yaty Anacona Bueno: “RESPONDIÓ: en el ejército presté servicio en el batallón BISEL 49 que se

encuentra en la Tagua, Putumayo, de ahí cuando terminé el servicio militar ingresé al BIMAG, que se encuentra
ubicado en Pitalito Huila, el 14 de mayo de 1999 hasta la fecha del 7 de septiembre, de noviembre, no me
acuerdo bien la fecha en la cual me despidieron doctor, ahí trabajé todo el tiempo en ese batallón, salí agregado
al Cauca, Tolima, Putumayo, Caquetá, fueron las áreas, pero nunca dejé de pertenecer al mismo Batallón (…).
PREGUNTADO. ¿pero usted hizo pare de un pelotón de Azteca? RESPONDIÓ: si PREGUNTADO: ¿y Azteca
era la compañía A? RESPONDIÓ: No, siempre he sido de la misma compañía, sino que, no sé porque la
llamaban la Azteca, pero siempre ha sido la D, siempre fuimos la Azteca, la Diluyer, la Depredador”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2485 (i) 17 de enero de 2008 (víctima: Ever Urquina Rojas), (ii) 15 de febrero de 2008 (víctimas: Alber Augusto

Liscano Cedeño y Juan Perdomo Claros), (iii) 29 de junio de 2008 (víctimas: Carlos Mauricio Duque Pastrana
y una Persona Sin Identificar) y (iv) 18 de julio de 2008 (víctimas: Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego
Martínez Peña y Miller Andrés Blandón Álvarez).

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supuestas actividades de delincuencia común y/o milicias de las FARC.

2186. Las 4 operaciones ocasionaron 8 muertes de civiles en los municipios de Isnos,


San Agustín y Suaza, y el señor José Yaty Anacona Bueno admitió que participó en
todas ellas. Ahora, si bien en uno de los hechos afirmó que no hizo parte del operativo
ilegal, lo cierto es que indicó que hizo un aporte monetario para la adquisición del
armamento que le fue implantado a la víctima2486.

2187. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan que pretendía que las muertes
consumadas en falsos operativos tuvieran apariencia de ser resultados legítimos.
Mientras Anacona Bueno fue miembro del batallón participó en la ejecución y en el
encubrimiento de esas operaciones ilegales, puesto que: aportó dinero para el material
de guerra que se adjudicó a las víctimas, reclutó a una de ellas, accionó su armamento
de dotación en contra de otras, alteró elementos que podían servir como evidencia de
la ilicitud del operativo y también rindió declaraciones falsas en el marco de las
investigaciones disciplinarias o penales que se adelantaron por esos sucesos.

5.15.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados.

2188. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de José Yaty Anacona


Bueno por la ejecución de estos patrones.

5.15.2.1. Responsabilidad por participar en la ejecución de las operaciones ilegales.

2189. El señor Anacona Bueno manifestó que era un soldado de confianza para sus
superiores, debido a que siempre se mostró diligente y presto para cumplir las órdenes
que le eran impartidas. Al respecto, señaló que:

“PREGUNTADO: pero mi pregunta es ¿por qué le dieron el permiso el 24 de diciembre


RESPONDIÓ: lo que pasa es que en ese tiempo, lo que es fin de año, lo que es un 24 y un 31 sacan
los soldados como más destacados PREGUNTADO: ¿y usted por qué razón se había destacado en
ese pelotón? RESPONDIÓ: siempre me caractericé por ser buen soldado en mi trabajo, en
disciplina, en mis labores que tenía que hacer en el pelotón, siempre las hice bien”2487.

2190. Del mismo modo, precisó que desde que desplegó el operativo del 17 de enero
de 2008 pasó a ser uno de los hombres de confianza de su superior, el Sargento Segundo
William Andrés Capera Vargas:

2486 José Yaty Anacona Bueno: “PREGUNTADO: ¿a esas personas también les pusieron, o se cambiaron de ropa
o les pusieron armas a sus cuerpos? RESPONDIÓ: no tengo conocimiento de eso, armas creo que sí les
colocaron, pero si les cambiaron de ropa, no. PREGUNTADO: ¿sabe usted de dónde salían esas armas para
ponerle a esas personas? RESPONDIÓ: esas armas se recogió plata de la misma tropa para comprarlas, las
consiguió… no sé quién las consiguió, no tengo conocimiento. PREGUNTADO: ¿cuánto dinero le tocaba dar
a los soldados para esas armas? RESPONDIÓ: alrededor de unos 20, 30 mil, 50 mil pesos”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yaty Anacona
Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2487 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.

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“(…) yo dije lo mismo, como él [Capera] me había dicho que lo dijera, ya terminamos, todos
terminamos de hacer las preguntas que nos hacían, nos formaron y nos sacaron a permiso, no
recuerdo si fue (sic) 5 o 10 días de permiso, llegamos y nos presentamos. De ahí fue donde yo le
cuento que ya empezó como el cambio del pelotón, ahí fue donde se miró el cambio, que ya no
éramos el pelotón que andábamos por allá, ya prácticamente quedamos en el batallón, éramos el
pelotón del sargento Capera”2488.

2191. Esta relación cercana entre el mencionado sargento y el señor Anacona Bueno
fue confirmada por el soldado Yilfredy Ortega Pepicano, quien expresó lo siguiente:

“PREGUNTA: Me devuelvo un poco, antes de la suspensión de la diligencia le habíamos pedido


y así lo solicitó también la agente del ministerio público que intenta refrescar memoria, ¿esos
consentidos de Capera usted recuerda los apellidos, nombres de estas personas? RESPUESTA:
había uno que se llamaba Vargas, Anacona, Quinayas, Hurtado, Álvarez, Zúñiga y otros más pero
no me recuerdo bien. PREGUNTA: ¿y usted sabe cuál era la participación o rol de cada uno de los
que me ha mencionado? ¿qué hacía exactamente cada uno cuando iban a hacer esas actuaciones
ilegales? RESPUESTA: yo lo que tengo entendido es que unos llevaban al enfermero para que
los cambiara, había otro que se encargaba de darle gatillo y otros que iban hay al montón esperar
a que hicieran el trabajo los otros”2489. (Negrillas agregadas)

2192. Del mismo modo, José Yaty Anacona Bueno manifestó que participó en las
ejecuciones de tres formas diferentes: (i) disparando su arma de dotación, (ii) reclutando
a una de las víctimas para que fuese ultimada posteriormente por miembros de su
compañía, así como (iii) incinerando las prendas de vestir que portaban originalmente.

2193. Sobre la primera modalidad comentada, el señor Anacona Bueno expuso que
ejecutó directamente a las víctimas por medio del uso de arma de fuego, en los hechos
ocurridos el 17 de enero2490 y el 29 de junio de 20082491. A su vez, esas aseveraciones

2488 Ibidem.
2489 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Yilfredy Ortega Pepicano. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0266.
2490 Anacona Bueno: “PREGUNTADO: ¿el sargento Capera le da la orden a usted de dispararle a esa persona?

RESPONDIÓ: sí doctor PREGUNTADO: ¿a qué distancia estaba usted de la víctima cuando le disparó?
RESPONDIÓ: aproximadamente unos 10 o 12 metros. Estaba oscuro, el hecho es que no sé si había el cabo
López o alguno de los soldados, el alumbró lejos y él estaba tirado en el piso, yo le hice dos disparos y la
persona se siguió quejando, yo salí y me fui, en ese momento llegó Capera y ya fue él el que lo acabó de
asesinar”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0257.
2491 Anacona Bueno: “[B]ueno eso pasó así y el cabo Cárdenas, yo estaba durmiendo, yo había acomodado un

cambuche para dormir, me pidió el fusil mío y él me pasó el de él, se fueron y le hicieron 3 disparos al
muchacho, el muchacho quedó más o menos aproximadamente unos 10 o 20 minutos ahí gritando y no moría,
entonces yo me levanté y me fui a donde el cabo y le dije que qué pasaba, dijo ‘que no que lo dejara ahí, que él
se moría ahí, que no había que hacerle más de dos disparos’. Eso ocurrió así, de ver que el muchacho no murió
yo le hice un disparo, de ese disparo que yo le hice él murió”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.

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fueron confirmadas por los soldados Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas2492, Óscar
Mauricio Álvarez Cuéllar2493 y Óscar Cárdenas Sánchez2494.

2194. En lo respectivo a la segunda forma de aportar en la concretización de las


operaciones ilegales, Anacona Bueno declaró que en el hecho del 18 de julio de 2008 (el
cual fue identificado por la Sala como uno de los ilustrativos del subcaso) se dirigió
desde Pitalito hacia la ciudad de Neiva, con el fin de reclutar (por medio de falsas
promesas de trabajo) a una persona que tuviera problemas con el consumo de
sustancias alucinógenas, para que posteriormente fuera ejecutada en un operativo
ilegal:

“(…) ese día al frente del batallón me llamaron a mí, a Quinayas y a Valderrama entonces me dijo
a mi “Indio necesitamos que vaya a Neiva y consiga un man, traiga un man que sea un man
vicioso pero que no esté muy demacrado, que sea consumidor pero que no esté tan acabado”.
Entonces nos dijo eso, yo le dijo que yo no venía, entonces dijo “no hermano que esto es lo último
que se va a hacer que ya tenemos el diciembre encima”. A mí creo que en ese tiempo como que me
pasaron creo que fue 100 mil pesos, para que viniera aquí y me dieron 100 mil pesos en bus, me
dieron eso para que le comprara una sudadera y le comprara un buzo a la persona que
supuestamente iba a llevar, nosotros vinimos acá los tres en el mismo bus (…) yo hablé con más
de uno, hablé como con unos 5 y yo, lo que ellos me habían dicho, que me hiciera pasar que yo era
un fincario (sic) en Pitalito y que estaba buscando gente para trabajar, yo ya me iba a ir porque
eran como tipo más o menos 3 o 4 de la tarde y yo no encontraba a nadie, hasta que se me arrimó
un muchacho y me dijo uno de ellos que le regalara monedas, que le regalara cualquier cosa, yo le

2492 Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas: “el soldado Zúñiga ya había disparado, disparamos casi al mismo
tiempo, pero él se me adelantó un poquito, él disparó antes que yo, entonces no sé ahí si sería el disparo que
yo hice o sería el que él, el que le pegó la primera herida al finado Urquina, no fue más lo que pasó ahí. De ahí
ya siguió todo, nos fuimos con el cabo López a mirar el occiso y él estaba en el piso, dijo el cabo López: ‘este
man no se ha muerto’, yo le dije: ‘no sé’, dijo: ‘no ese man no se ha muerto’ y cuando llegó el soldado Anacona
dijo: ‘no estos manes no son capaces de matar este man, ve este man no se ha muerto todavía’, lo cogió, yo
recuerdo que yo estaba ahí, y él le hizo un poco de disparos como a menos de 5 metros, él le hizo un poco de
disparos, el soldado Anacona al finado ahí en el suelo. Entonces, para mí yo creo que fue donde él le alcanzó
a dar el disparo de la oreja que le aparece un tatuaje, que creo que está en informe de balística, entonces bueno,
sonaron un poco de disparos y eso se formó que no sabía dónde estaba uno”. Jurisdicción Especial para la Paz.
Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo
Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
2493 Óscar Mauricio Álvarez Cuéllar: “Zúñiga, Buesaquillo, Anacona y el Cabo López fueron quienes dispararon

al señor Ever Urquina”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Oscar Mauricio Álvarez Cuellar. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0262.
2494 Óscar Cárdenas Sánchez: “PREGUNTADO: pero digamos usted nos estaba contando que el joven quedó

herido. RESPONDIÓ: sí. PREGUNTADO: ¿finalmente él cómo fallece? RESPONDIÓ: yo ya después del hecho
entonces, yo le pregunté y el Soldado profesional Anacona, Anacona Bueno Yaty, llegó y me dijo ‘no mi cabo,
yo le disparé’, yo no me acuerdo si fue una o dos veces, pero ya él me dijo que había disparado y ya él había
quedado ya muerto el muchacho. PREGUNTADO: no me queda claro. Usted nos venía contando que usted le
disparó (…) RESPONDIÓ: que cuando yo me retiré del lugar él todavía había quedado vivo. PREGUNTADO:
exacto, y que estaba gritando. RESPONDIÓ: él estaba gritando. PREGUNTADO: ¿qué pasó después?
RESPONDIÓ: entonces yo me retiré a donde estaba el soldado, el dragoneante Orjuela, donde estaba con el
otro joven y yo escuché dos disparos, o un disparo, no recuerdo bien, y ya dejó de gritar ¿sí? Entonces yo me
devolví y ya estaba, ya estaba muerto y fue cuando ya procedí a llamar… PREGUNTADO: entonces digamos
otra persona lo remató. RESPONDIÓ: lo remató, sí”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Óscar Cárdenas Sánchez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0252.

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dije que sí, que yo le regalaba, yo saqué unas monedas y le dije que si él no quería trabajar y el
muchacho me dijo que sí, que él quería trabajar y yo le dije que yo tenía trabajo pero que era lejos,
que era en Pitalito y él me dijo que él no tenía para los transportes, yo le dije que no hay problema,
yo le dije “yo lo llevo” y me dijo “¿a qué es?” y yo le dije “a coger café”. Él me dijo que sí, que se
iba conmigo, entonces yo le dije “hermano pero es que usted está muy degenerado”. Entonces
yo le pasé esa ropa y él se cambió, yo le pasé una sudadera y le pasé un buzo y se fue con los
mismos zapatos que el llevaba. Llegamos al terminal, cogimos un bus y nos fuimos, llegamos
al terminal de Pitalito, había un soldado de apellido Sánchez, se llama Rodolfo, en una moto,
esa moto era precisamente del batallón, de las motos que llaman del 2, me estaba esperando a
mi ahí, ahí yo llegué y se lo entregué a él, esa era la orden, que se lo entregara a él, yo lo entregué
a él y fuimos hasta una vereda que se llama Raicita, ahí ya lo echaron a un carro y ahí ya no tengo
más conocimiento, al otro día que apareció muerto, hasta ahí yo tengo, esa fue la participación mía
en ese caso”2495. (Énfasis añadido)

2195. Nuevamente, la narración del compareciente encuentra respaldo en otras


versiones, como las de Francisco Javier Castañeda Alfaro2496 y Faiver Hernán
Buesaquillo Quinayas2497. Incluso, este último pudo corroborar que la sustracción de la
víctima se dio a través de una promesa falaz de trabajo en una finca cafetera:

“PREGUNTADO: ¿Usted se encontró en algún momento en Neiva con el soldado Anacona?


RESPONDIÓ: Sí, claro, nosotros nos encontramos cuando él se llevó la persona que él llevó. Es
más, él la consiguió por allá en la plaza San Pedro y la convenció, no sé qué le dijo, le dijo creo que,
si no estoy mal, él me comentó que le había dicho que tenía una finca cafetera y que fuera a coger
café por allá. Entonces que recuerdo que él me hizo, Anacona, me hizo una llamada a mí, porque
en ese momento estaba retirado de él. Entonces él me hizo una llamada a mí y me dijo: “¡quihubo,
patrón! ¿siempre está la cogida de café?”. Entonces yo me quedé como pensando y cuando ya las
cogí, que era pa… o sea, ya entendí que era para que el otro, el man que estaba consiguiendo, él se
fuera por eso. Entonces le dije: “sí, señor”, entonces ya no fue más, ya la llamada se colgó, ya
cuando al ratico ya volvió y me llamó y me dijo que ya iba de camino con esa persona para Pitalito,
que él la entregaba allá y que él nos esperaba allá”2498.

2196. Finalmente, en lo correspondiente a la tercera modalidad, el señor Anacona


Bueno señaló que, como la víctima del hecho del 17 de enero de 2008 traía ropa de civil,
fue necesario ponerle prendas de tipo militar y quemar las que originalmente portaba,
ante lo cual precisó que “fuimos 3 soldados a quemar la ropa, fuimos y quemamos un

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de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2496 Francisco Javier Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: volviendo al inicio de estos hechos ¿cómo llegaron

las víctimas a la tropa? RESPONDIÓ: vea ya, me faltó ese pedacito, esas víctimas venían de Neiva, si, venían
de Neiva, esas víctimas que yo esté enterado, enterado, así como que yo le asegure, aseguro un nombre, si, es
el soldado profesional Anacona, si, ellos los trajeron de Neiva, trajeron a las tres víctimas, las entregaron acá
en regueros, la operación era en San José de Isnos, allá fue que se dieron esas tres bajas o esas tres víctimas que
se dieron así el complot”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
2497 Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas: “[L]legó el soldado Anacona que fue quien llevo a la otra persona,

ese día llevamos 3 personas, Anacona se llevó uno en la moto, que él no sé cómo le dijo, no sé cómo le diría
para llevarlo; y los dos con el soldado Valderrama nos quedamos esperando a los otros dos para llevarlos, los
llevamos en un colectivo, hasta ahí antes de llegar a Pitalito”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
2498 Ibidem.

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pantalón, quemamos una camisa y unos zapatos”2499.

5.15.2.2. Responsabilidad por suministrar el armamento necesario para la


simulación de combates o aportar dinero para su consecución.

2197. José Yaty Anacona Bueno fue reiterativo al indicar que cooperó entregando
dinero a sus comandantes, el cual se destinó para comprar las armas que serían
implantadas a las víctimas2500. Incluso, en una ocasión prestó ayuda activa para
conseguir el elemento:

“(…) se reunió creo que 1 millón de pesos para comprar un arma para esa situación para la compra
de esa arma, eso era para supuestamente el miliciano Emilio, se reúne eso esa arma me mandaron
a mí con un soldado de apellido Vargas, lo que pasa es que en ese tiempo yo vivía en San Agustín,
tenía mi esposa, mis hijos en San Agustín, tenía un amigo en agua bendita que me dijeron que
quien tiene un amigo que le prestara una moto, que le consiguiera una moto, o sea, para que fuera
hasta Pitalito a comprar eso, yo fui y hablé con el amigo mío y le dije que si me podía prestar la
moto para bajar a Pitalito, él me prestó una moto de Blanca, nosotros bajamos con el soldado
Vargas, yo tenía a mi esposa en San Agustín, yo me quedé en San Agustín ese día, en la casa,
Vargas se vino hacia Pitalito, compró el revolver y al otro día a las 8 am subimos con el revolver,
así se consiguió esa arma, ese revolver se cargó durante 2 o 3 meses no sé cuánto duró ese
revólver”2501.

2198. Este aporte monetario era esencial para poder materializar el plan criminal, ya
que era necesario para encubrir la verdadera naturaleza de las operaciones ilegales: sin
ese dinero la compra de las armas y elementos de guerra no se habría podido efectuar,
dado que se requería la cooperación de los involucrados para sufragar su adquisición,
especialmente porque -para la credibilidad de la versión amañada que presentaban
sobre los hechos- era indispensable que la víctima fuera encontrada con armamento, de
lo contrario no hubiera sido posible describir lo ocurrido como un combate.

5.15.2.3. Responsabilidad por rendir declaraciones falsas en el marco de las


investigaciones y concertarse con otros militares para actuar de la misma
manera.

2199. El señor Anacona Bueno expuso que, después de cada operativo ilegal, los
integrantes de la patrulla debían declarar ante diversas autoridades, como la Fiscalía o

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de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2500 Anacona Bueno: “PREGUNTADO: ¿a esas personas también les pusieron, o se cambiaron de ropa o les

pusieron armas a sus cuerpos? RESPONDIÓ: no tengo conocimiento de eso, armas creo que sí les colocaron,
pero si les cambiaron de ropa, no PREGUNTADO: ¿sabe usted de donde salían esas armas para ponerle a esas
personas? RESPONDIÓ: esas armas se recogió plata de la misma tropa para comprarlas, las consiguió, no sé
quién las consiguió, no tengo conocimiento PREGUNTADO: ¿cuánto dinero le tocaba dar a los soldados para
esas armas? RESPONDIÓ: alrededor de unos 20, 30 mil, 50 mil pesos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala
de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2501 Ibidem.

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la Justicia Penal Militar2502.

2200. Al respecto, y a modo de ejemplo, detalló que después del hecho del 17 de enero
de 2008, por órdenes e indicaciones de su superior, tuvo que declarar de forma mendaz
ante investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de
la Nación:

“(…) de ahí él procedió a explicarnos a cada uno de qué (sic) teníamos que decir al otro día a la
fiscalía, o al que fuera a hacer el levantamiento. Él dijo “bueno usted tiene que decir esto”. Por lo
menos yo, a mí y a Quinayas, que éramos los, yo siempre fui el puntero del pelotón, nos dijo
“bueno ustedes que llegaron al puente y que (Sic.) habían tres sujetos adelante que ustedes le
hicieron el alto y que ellos lo omitieron y que ustedes procedieron a disparar y en lo del cambio de
disparos fue donde murió el finado y que ellos atacaron con una granada”. Eso fue lo que yo tenía
que decir con Quinayas, a los otros les dijo cosas diferentes, a cada uno nos impartió lo que
teníamos que decir”2503.

5.15.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2201. José Yaty Anacona Bueno participó de forma consciente en la ejecución de un


plan criminal que tenía como fin asesinar a civiles y fingir que estos eran miembros de
grupos al margen de la ley. Además, su intervención en cuatro hechos fue esencial, al
ser un subalterno de confianza para su superior, el Sargento William Andrés Capera
Vargas, quien al tenerlo en el grupo ejecutor tenía certeza de que sus órdenes iban a ser
cumplidas y la verdadera naturaleza de los crímenes no se iba a divulgar, ya que
Anacona Bueno, cuando le fue ordenado, reclutó a una víctima, disparó en contra de
ellas, quemó sus pertenencias, aportó dinero y material bélico para la simulación de
combates y rindió declaraciones falsas ante las autoridades para encubrir los delitos
investigados.

2202. Además, era consciente de: (i) la situación de conflicto armado que se presentaba
en el departamento del Huila2504, (ii) de que ninguna de las muertes reportadas había

2502 Anacona Bueno: “PREGUNTADO: ¿por este hecho de Suaza usted declaró ante el departamento jurídico o
la JPM? RESPONDIÓ: ante la JPM, no eso se llama la jurídica, no sé qué nombre traiga eso, que es el juez del
batallón PREGUNTADO: ¿en qué momento le dijeron que usted iba a declarar o cuándo le informaron que
usted tendría que declarar por estos hechos? RESPONDIÓ: eso yo declaré varias veces, en el momento que
uno llegaba al batallón lo llamaban a rendir una declaración, después lo seguían llamando a hacer las
declaraciones PREGUNTADO: ¿en este caso alguien le indicó que es lo que tenía que decir? RESPONDIÓ: sí
claro, eso ya lo teníamos claro, mi sargento nos decía lo que teníamos que hacer PREGUNTADO: ¿el sargento
Capera? RESPONDIÓ: correcto, nadie más”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2503 Ibidem.

2504 Anacona Bueno: “RESPONDIÓ: pues la percepción era de nosotros cuidarnos, en ese tiempo era duro el

trabajo por el motivo de que si usted se quedaba quieto en una sola parte, a nosotros nos pasó varias veces,
que nos quedamos más de tres días, le llaman a uno que lo hostigan, llegan, en ese tiempo nos tiraron creo que
eran cilindros o llamadas, todo eso doctor, entonces pues esa era la percepción que si nosotros nos quedábamos
ahí nos iban a joder. PREGUNTADO: ¿en qué municipios fue usted hostigado? RESPONDIÓ: a mí me
hostigaron en Acevedo, en Suaza, en Isnos y en Saladoblanco PREGUNTADO: recuerda en qué años

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ocurrido en el marco de un combate2505 y (iii) que las víctimas eran civiles. Sin su
contribución, los pelotones a los que perteneció no habrían podido presentar como bajas
en combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas,
engañadas y trasladadas.

2203. Atendiendo a las anteriores consideraciones se concluye que la actuación del


señor José Yaty Anacona Bueno, en calidad de soldado profesional adscrito al BIMAG,
constituyó un aporte esencial para la ejecución del segundo y del tercer patrón. Esto
tuvo lugar mediante (i) su participación constante en el desarrollo de las operaciones
ilegales, (ii) la consecución de los elementos necesarios para la simulación de combates,
(iii) la destrucción de evidencias para encubrir la ilegalidad de las conductas y (iii) la
realización de declaraciones falsas con el propósito de ocultar los crímenes cometidos.

2204. Sin embargo, aunque llevó a cabo esas actuaciones y era un soldado de confianza
para sus superiores, no se evidencia que Anacona Bueno hubiese liderado el
surgimiento o la consolidación de los patrones analizados. Además, se destaca que no
colaboró en su diseño o en la incorporación de innovaciones en la estrategia criminal.
Por ende, será considerado como un partícipe determinante sin liderazgo.

2205. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2506 de Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever
Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos Mauricio
Duque Pastrana y una persona no identificada; en concurso con el crimen de guerra de
homicidio en persona protegida y con el crimen de asesinato como crimen de lesa
humanidad2507 de ocho personas, Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez
Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever Urquina Rojas, Alber Augusto Liscano
Cedeño, Juan Perdomo Claros, Carlos Mauricio Duque Pastrana y una persona no
identificada.

5.16. Soldado Profesional (r) Francisco Javier Castañeda Alfaro.

2206. Francisco Javier Castañeda Alfaro, identificado con cédula de ciudadanía No.
80.094.126 de Bogotá, D.C, miembro del Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”,

RESPONDIÓ: eso fue mucho en el 2000, 2001, 2003, 2005”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
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Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2505 Anacona Bueno: “PREGUNTADO: si usted había participado en los hechos de Suaza y si había disparado

¿por qué no lo incluyeron o no lo relacionaron en el informe? RESPONDIÓ: creo que por el motivo de que yo
ya no quería participar en las cosas, porque ya miraba las cosas que ya no estaban en un camino correcto y ya
miraba que las cosas se estaban saliendo de lo normal”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de José Yaty Anacona Bueno. Expediente
Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0257.
2506 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).

2507 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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desde el año 2000 y por lo menos hasta el 20082508. En ese periodo se desempeñó como
Soldado Profesional en las tres compañías del Batallón (A, B y C). El señor Castañeda
Alfaro acudió voluntariamente ante la JEP mediante acta de sometimiento 300531,
suscrita el 8 de mayo de 2017 en Santiago de Cali, y fue escuchado en una sesión que se
celebró el 26 de noviembre de 2019.

5.16.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2207. Entre abril de 2007 y julio de 2008, como Soldado Profesional, el señor Castañeda
Alfaro se involucró en 19 bajas en supuestos combates 2509, de las cuales siete
corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado; cinco al segundo de
selección y atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad; y
siete al tercero, operaciones ofensivas contra supuestas actividades de delincuencia
común y/o milicias de las FARC. Se trató de nueve operaciones o en los municipios de
Pitalito, Acevedo e Isnos (en el Departamento de Huila), y el señor Francisco Javier
Castañeda Alfaro admitió su participación directa en todas ellas.

2208. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan para mostrar como resultados
legítimos las muertes producidas en combates simulados. Mientras Castañeda Alfaro
fue miembro del batallón participó en la ejecución y en el encubrimiento de esas
operaciones ilegales, ya que: accionó su armamento de dotación en contra de las
víctimas, las retuvo para que alguien las ejecutara, colaboró en la alteración de los
escenarios donde se produjeron las bajas y también rindió declaraciones falaces en el
marco de las investigaciones disciplinarias o penales que se adelantaron por esos

2508 Francisco Javier Castañeda Alfaro: “RESPONDIÓ actual ahorita, antes de caer detenido yo estaba en la civil,
yo aprendí fue de obra blanca, terminar de obra blanca, duré trabajando 8 años hasta que me llegó la medida
de aseguramiento. PREGUNTADO en estos momentos se encuentra privado de la libertad RESPONDIÓ sí,
me encuentro privado de la libertad en el Batallón Pichincha. En el centro de reclusión EJECA. PREGUNTADO
¿desde hace cuánto está privado de la libertad? RESPONDIÓ del 205, 14 de octubre PREGUNTADO ¿cuándo
solicitó usted el retiro del servicio? RESPONDIÓ no, el retiro me dio, a mí me dieron la baja, me la dieron mal
dada, en el 2008 cuando estaba de comandante Marco Evangelista Pinto Lizarazo (…) PREGUNTADO háganos
por favor un relato de su trayectoria militar, empezando por el año en el que ingresó al Ejército, las unidades
por las que usted pasó y los cargos que desempeñó. RESPONDIÓ bueno, yo entré a los 18 años a pagar servicio
en el Batallón BISEL 50 de leticia amazonas, de ahí yo salí, metí papeles, a los panches, a la IX Brigada, como
no me aceptaron ahí, me dijeron que se demoraban unos 3 o 4 meses me fui para el Batallón Magdalena y metí
la documentación allá y al mes me llamaron, entré en agosto, el 1° de agosto del 2000, y ahí comencé a trabajar”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2509 (i) 12 de abril de 2007 (víctima: Jorge Ignacio Sacanamboy), (ii) 27 de julio de 2007 (víctimas: Juan Pablo

Perdomo Montealegre e Yefersson González Flórez), (iii) 1° de septiembre de 2007 (víctimas: Gildardo Luis
Farfán Castaño y José Daniel Joaqui Chilito), (iv) 14 de septiembre de 2007 (víctimas: Jaime Galvis, Óscar
Gálvez Nova e Yolvin Smith Carvajal Muñoz), (v) 14 de septiembre de 2007 (víctima: Joselo Sánchez Sarria),
(vi) 1° de diciembre de 2007 (víctimas: Carlos Uriel Motta Scarpetta y Manuel Antonio Suárez Benavides), (vii)
16 de enero de 2008 (víctimas: Jhon Fredy Erazo Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón y
Víctor Alfonso Calderón Bedoya), (viii) 28 de junio de 2008 (víctima: Wilmer Cerón Joaquí) y (ix) 18 de julio
de 2008 (víctimas: Álvaro Hernando Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña y Miller Andrés Blandón
Álvarez).

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hechos.

2209. A continuación, se dará cuenta de la responsabilidad de Francisco Javier


Castañeda Alfaro por la ejecución de estos patrones.

5.16.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados por la


Sala.

2210. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales previamente reseñados.

5.16.2.1. Responsabilidad por participar en la ejecución de las operaciones ilegales.

2211. El señor Castañeda Alfaro comunicó que era un hombre de confianza para sus
superiores, por cuanto siempre mostró diligencia y completa obediencia al cumplir
todas las órdenes que le fueron impartidas. Al respecto, indicó que:

“PREGUNTADO antes de llegar al levantamiento del cadáver de la víctima, le estoy preguntando


¿por qué cree que fue usted y no alguno de los otros cuatro soldados que estaba ahí al que le dieron
la orden de dispararle a esa persona’ RESPONDIÓ porque él me dio la orden PREGUNTADO ¿por
qué usted y no a otro? RESPONDIÓ porque él me dijo “se queda usted”, “sí claro, me quedo”, o
“se sube al cerro”, le dije “como quiera”, “no quédese acá”, le dije “listo”, (…) a mí me dio la orden,
yo la escucho por mí, me dio la orden, que disparara porque Luna también disparó, no se sí
también le dio la orden, lo que le diga es mentira, yo sé el momento en que me dijo a mí, yo salí a
la carretera y le disparé, cayó la víctima”2510.

2212. Al mismo tiempo, sostuvo que se le añadió al grupo especial de operaciones del
batallón por la confianza que tenían sus superiores y como premio por haber ejecutado
sus directrices sin ningún tipo de oposición:

“PREGUNTADO ¿cree usted que el hecho de que usted hubiera participado ya en una muerte de
una persona a las órdenes del cabo Guzmán influyó para que el cabo lo recomendara para integrar
el grupo especial? RESPONDIÓ pues si usted le mete lo más lógico, la lógica es esa, como digo,
claro, lo lógico es eso, si yo no me hubiera prestado para es o, si no hubiera caído en la ignorancia
yo no estaría aquí, ni detenido, ni tampoco en el grupo especial, estaría activo todavía, con eso le
digo todo PREGUNTADO la pregunta es si el hecho de que usted hubiera participado en esos
hecho fue una razón para que el cabo lo recomendara para ingresas al grupo especial RESPONDIÓ
sí, para mí, en mi conocimiento poco, claro fue un hecho, que eso fue para pasar ahí”2511.

2213. El señor Castañeda Alfaro aseveró que participó en las ejecuciones de tres formas
diferentes. Principalmente, accionó su arma de dotación para causar la muerte a la

2510 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2511 Ibidem.

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víctima, tal como lo hizo en los hechos ocurridos el 27 de julio2512, 1°2513 y 14 de


septiembre2514 (en dos eventos diferentes2515) y el 1° de diciembre de 20072516. Así como

2512 Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: ¿qué pasa cuando desembarcan de los vehículos? RESPONDIÓ: ahí
ya se desembarcan, pues desembarcamos, nos salimos de la avenida, porque es pavimentado, no salimos ahí
y nos metimos a un corral. PREGUNTADO: ¿en qué momento se da la orden de dispararle a estas personas?
RESPONDIÓ: no lo que pasa es que se hace un simulacro primero, un simulacro no, se hizo el simulacro, se
pararon, hubo otros, que no le digo quien fue porque no me acuerdo quien fue pero salieron tres soldados ahí
hicieron dos atracos para cotejar las bajas ahí, para cotejarlos como si fueran ladrones. PREGUNTADO: no se
si le entendí correctamente, hicieron atracos RESPONDIÓ si, hicieron atracos (…). PREGUNTADO: le repito
la pregunta: ¿en qué momento mueren estas personas? RESPONDIÓ: le explicó así, se hizo el atraco, pasó el
atraco, ya tienen las pertenencias de las personas que habían atracado, se sube las víctimas un poquito más
cerca a (sic) la carretera, el sargento da la orden de hacer lo correspondiente ya, de disparar a las víctimas,
cuando las víctimas caen se les ponen las armas cortas se les hace disparar se le ponen las prendas que se le
quitaron a las personas que se les hizo el atraco, a las dos víctimas que están ahí, las del resultado, que esa era
la orden”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2513 Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: usted nos dijo, relatando el primer hecho, que desde el principio, que

inicialmente no les dijeron que iba a ser una ejecución extrajudicial, sino que iban a capturar a esa persona, en
estos hechos que usted nos está relatando del primero de septiembre, ¿en qué momento se supo que no iba a
ser una captura sino que iban a dar de baja de unas personas? RESPONDIÓ: claro, en el hecho de cuando la
gente, cuando las tres víctimas llegaron (…) entró uno al corral, donde se iba a entregar el dinero y las otras se
quedó (sic) en la carretera destapada, apenas el que entró, ahí sí no le digo si comencé a disparar yo o comenzó
a disparar el otro compañero, no, cuando se escuchó fue la totecilla (sic), disparó el primero y todos, yo disparé
también”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2514 Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: le repito, le pido por favor que escuche la pregunta, usted ya me dijo

que no se acuerda del comandante, no le estoy preguntando quién era el comandante, le estoy preguntando
en qué momento definen cuándo le van a disparar a estas personas, usted nos dice que eso lo define el
comandante, entonces le pregunto ahora: ¿a quién le dijo el comandante o cómo dijo el comandante como es
que iban a disparar? RESPONDIÓ: no llegamos a los mil metros y el comandante me dio la orden, ya disparé
PREGUNTADO: ¿el comandante le dio la orden a quién? RESPONDIÓ: a Castañeda Alfaro Francisco Javier”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0258.
2515 Castañeda Alfaro: “RESPONDIÓ: yo me acuerdo llegamos en la turbo hasta cierto puente, pero de ahí en

más [tengo] borrado del casete PREGUNTADO: usted dice que eso era una extorsión lo que ustedes hicieron
fue intervenir en la extorsión, es decir, evitar la extorsión RESPONDIÓ: evitar la extorsión, es decir, entre
comillas, que también fue un falso positivo PREGUNTADO: pero lo que le pregunto es: ¿efectivamente hubo
una extorsión o como en el caso anterior simularon un atraco? RESPONDIÓ: se simuló que yo sepa, le hablo
directamente donde la víctima recibió un paquete chileno, que se llama el paquete de la extorsión, me acuerdo
que lo recibió al pie de una alcantarilla, pero de ahí para allá no le respondo, le digo porque participé ahí y
disparé, dispararon también otros soldados”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
2516 Castañeda Alfaro: “RESPONDIÓ: se le dispara a las víctimas aproximadamente por ahí a los 10, 15 minutos

de haberse producido el atraco PREGUNTADO: ¿quién da la orden de disparar? RESPONDIÓ: ahí está el
comandante PREGUNTADO: ¿cuál de los dos, el de mayor o menor rango? RESPONDIÓ: ahí si no le sé decir,
pero había un comandante PREGUNTADO: ¿y él que dice? RESPONDIÓ: que sacara las víctimas y que Grueso
Wilson coja una, entonces él sí disparó, pero le dio nervios que no le pegó y dijo que él no se prestaba para eso,
sí declaraba. Dijo “hágale Castañeda, que yo declaro”, pero él se hizo responsable, no creo que esté yo en esa
declaración porque directamente (…) PREGUNTADO: ¿cuál fue el soldado que debía disparar? RESPONDIÓ:
debía disparar Grueso Wilson, él disparó, pero no le pegó, pero ya no se podía ir la víctima porque ya estaba

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en los sucesos del 16 de enero2517, 28 de junio2518 y 18 de julio de 2008.

2214. Sobre este último hecho (el cual fue identificado por la Sala como uno de los
ilustrativos del subcaso, supra), el señor Castañeda Alfaro afirmó

“(…) dio la orden Rodríguez Vera que montara la seguridad, se montó la seguridad de los hechos,
“móntela allá”, cuando me dijo Rodríguez Vera “le vamos a prender un cigarrillo, apenas le vaya
a prender el cigarrillo, cuando prenda el cigarrillo ya hace lo suyo”, entre comillas fue la orden,
“ya hace lo suyo”, porque no podía decir bueno le doy la orden de disparar porque la víctima
estaba ahí, estaba al lado izquierdo está Rodríguez Vera, la víctima estaba al centro y al otro lado
estaba Sánchez Rodolfo, cuando prendió la mechera yo le disparé, porque ya estaba clara la orden,
cuando se le prenda el cigarrillo hace lo correspondiente ya, orden de Rodríguez Vera. El soldado
Núñez Cuchumbe como se iba a tirar el simulacro del combate, tocaba disparar, él disparó pero él
no disparó contra la víctima, disparó al aire porque la víctima, yo disparé tres cartuchos a la
víctima, cuando vi que la víctima cayó. Estaba Rodríguez Vera al lado de la víctima, Sánchez,
después el sargento Rodríguez Vera le dio la orden al soldado Joven que trajera la tula que ahí
venía el fusil, el fusil que le digo que se había recuperado pero se usó para ese resultado. (…) Por
eso le digo, eran para mí, le puse más atención a una porque era una persona delgada joven, pues
todos eran jóvenes, entre esos jóvenes habían (sic) dos indigentes (sic), porque no hay que
esconderlo uno, habían (sic) dos indigentes (sic), llegaron bien vestidos ahí en el momento, porque
llegaron con prendas nuevas. Sí, la víctima que fue muy reconocida, que usted sabe que eso no
está oculto que fue la de…le voy a hablar el sobrenombre porque así se conoció esa víctima, porque
él trabajaba en eso, él hacía al pie del palacio de justicia de Neiva él hacía de la estatua humana,

la otra víctima sin vida PREGUNTADO: ¿sabe usted quien le disparó a la otra víctima? RESPONDIÓ: no, ahí
si no te aseguro nada, pero sí hubo dos víctimas PREGUNTADO: usted le disparó a la víctima, ¿cómo estaba
esa persona? ¿esa persona estaba tendida en el piso porque ya había sido herida, estaba de pie, de frente?
RESPONDIÓ: no, estaba de pie y ya salió a correr, los impactos que tiene la víctima si mal no estoy los tiene
por la espalda PREGUNTADO: ¿a qué distancia estaba la otra víctima? RESPONDIÓ: aproximadamente que
esté de 300 metros, un poquito más, un poquito menos PREGUNTADO: usted nos dijo que una de las víctimas
era un señor de más edad, ¿a cuál de las dos víctimas le disparó usted? RESPONDIÓ: al de más edad”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2517 Castañeda Alfaro: “se escucharon los, se escuchó la plomacera digamos así. Como decir que el combate se

escuchó fue allá, yo estando acá me dijeron que saliera, dijeron “salga porque se voló uno y va por toda la
carretera”. Yo salí, en el momento no miré la silueta, pero en una carretera destapada cuando una persona va
corriendo se escucha el traqueo de los pies, por el cascajo. Cuando ya en cierto punto vi la silueta, yo le pegué
el grito, alto, el man no sé si por x o y motivo, del susto, disparó, accionó el arma, yo vi que accionó el arma,
yo disparé, en mi legítima defensa, yo disparé en ese momento porque yo pensé llegado el caso me estaban
disparando a mí, porque claro yo vi el fogonazo y yo dije “primero yo, o primero yo, o será primero él, pero
alguno de los dos tendrá que caer primero”. Bueno, ahí es donde cayó la víctima esa, que era muy reconocida
en Pitalito, porque era un panadero, decía la gente, porque así salió en el informe, así salió el doliente, que era
un panadero”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
2518 Castañeda Alfaro: “llegaron allá, que supuestamente ellos hacían el trabajo, cuando me preguntó Gironza

dijo “qué hay que hacer” y yo le dije “pregúntele al Sargento” y el Sargento Rodríguez dijo “lo que sabe hacer,
dijo pues darlo de baja y ponerle esto”, pues Gironza disparó pero como el man ya iba corriendo, ya se iba a
ir, yo le dije “Gironza venga yo”, y le cogí el fusil, yo respondí, yo le disparé a la víctima, el Sargento dijo
“bueno eso se le hace así”, para ponerle el arma, y ellos quedaron respondiendo, nosotros nos fuimos para el
Batallón, con el fusil, el fusil duró guardado un par de días mientras se dio el resultado que se llama de la
vereda de San Vicente”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.

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llegaron a preguntar que se hacía el mismo ahí, se pintaba de blanco y a pedir monedas ahí, ese
era el trabajo de él, me acuerdo tanto porque la misma fiscalía dijo, de derechos humanos dijo
precisamente capturaron el que precisamente miramos todos los días ahí pidiendo monedas,
vestido así como el mimo o la estatua humana PREGUNTADO ¿a esa persona fue a la que usted
le disparó? RESPONDIÓ sí señor, esa fue la persona a la que yo le disparé, esa fue la víctima, todo
se dio porque las otras personas se vino (sic) a recogerlos a Neiva, recuerdo a esa de pronto la otra
persona recordará a la otra persona, pero recuerdo a esa persona”2519.
.
2215. Esta versión fue corroborada por los soldados José Aníbal Trujillo 2520, Jaiber
Méndez2521 y el sargento segundo Carlos Hernán Rodríguez Vera, quien en dos sesiones
de versión voluntaria detalló el desarrollo de la operación ilegal así:

“(…) después ahí sí ya hago yo bajar las víctimas, entre el soldado Castañeda y el soldado Méndez
los visten, el soldado que venía con ellos de Neiva que los había traído traía prendas, traía
sudadera, de sus botas no recuerdo si botas, pero traía sudaderas y entonces ellos los visten y
entonces yo voy y miró el sitio. Yo hice eso, yo fui, miré el sitio y entonces yo le dije “no, pero eso
no se puede hacer acá todos los tres acá”. Entonces, les dije “mire hagan más o menos unos 50
metros”. Quedaron 2 víctimas y ahí en el sitio casi de la entrada quedó una víctima que fue la
víctima del fusil. Yo di la orden de disparar porque pues yo estaba al mando de la de la unidad
del pelotón o desarrollar lo que se iba a hacer el hecho que conllevó para quitarle la vida de estas
personas. Entonces, yo di la orden “bueno vaya usted y dispárenle o vayan ustedes dispárenles a
esos y aquí se queda Castañeda y Castañeda le da este”, si yo ahí organicé la escena de los de los
hechos señoría”2522.

2519 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2520 José Aníbal Trujillo: “PREGUNTADO ¿qué supo usted de esas personas? RESPONDIDO supe que las

habían matado en la parte de arriba y que quedó uno más acá, otro más o menos en la mitad y otro más
adelante. Supuestamente se decía que el sargento Rodríguez decía que era subversivos, o sea que iban
escapando, pero no era así, ellos fueron allí y los, cómo se dice, les dieron de baja PREGUNTADO ¿quién le
contó eso? ¿quién le dijo lo que había pasado en el otro lugar? RESPONDIDO ahí contó mi cabo López y el
soldado raso, que los había subido a la parte de arriba, los habían hecho cambiar, les dijeron que caminaran
hacia adelante y ahí les había disparado PREGUNTADO ¿le dijeron quién había disparado? RESPONDIDO
ahí dijeron que había sido el soldado Méndez Faiver , el soldado Castañeda Alfaro y el soldado, la verdad no
me acuerdo señor magistrado del otro señor PREGUNTADO ¿esos dos soldados que usted nos ha señalado,
Méndez y Castañeda, eran soldados de su pelotón? RESPONDIDO uno era de mi pelotón y otro era de Berlín”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de José Aníbal Trujillo Hernández. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2521 Jaiber Méndez: “el Sargento Segundo Rodríguez dice “el primero lo tienen que matar”, porque así fue la

orden más o menos como unos 200 metros de ahí donde estaba él, “el segundo lo tienen que matar más acá y
tercero va a ser acá”, dicen ahí, quiénes son los primeros que los van a matar, el señor que lo iba a matar era,
se me pasa el nombre del primero, se me pasó el nombre, si yo lo recuerdo en algún momento sobre la
audiencia se lo diré o si lo recuerdo durante el tiempo se lo haré saber; el segundo correspondiente me tocaba
a mí, porque era la orden que me habían dado, y el tercero el teniente le da la orden a Castañeda Alfaro. El
primero ocurre, todo se sincronizaba que el primero disparaba que era el último de allá el que disparaba,
después era yo y después era el Sargento”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad
y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Jaiber Méndez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0249.
2522 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Carlos Hernán Rodríguez Vera. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0244.

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2216. Por otro lado, en otro crimen momentáneamente se encargó de asegurar el área
donde se estaba materializando la ejecución extrajudicial. Al respecto, el señor
Castañeda Alfaro narró que “llegaron ahí, en ese tiempo se prendió allá, se prendieron allá,
porque yo me quedé de cierre, yo dije yo no me quiero untar más en cosas, yo estoy muy cochino,
yo ya no quiero más, yo dije ya no me unto más ahí”2523.

2217. Además de todo lo anterior, en otra ocasión, antes de que se produjera la muerte
de la víctima, la aprehendió y la retuvo mientras sus compañeros lo presionaban para
que entregara un fusil que tenía consigo y que supuestamente iba a vender. Este hecho
ocurrió el 28 de junio de 2008 y en lo concerniente el señor Francisco Javier Castañeda
Alfaro hizo estas manifestaciones:

“RESPONDIÓ: 28 de junio de 2008, de la vereda Plomadas, San José de Isnos, Huila, aquí en esta
versión pues se recuperó un fusil, la información la tenía el Sargento Segundo Rodríguez Vera,
que era de la sección de inteligencia del dos, decía que estaba hablando con un personaje que era
de Popayán, que había sido, que era un desertor de las FARC, decía él, pero vivía en Popayán, de
Popayán lo telefoneó, lo llevo telefoneando hace un mes, o un mes larguito pa (sic) que entregue
el fusil porque se lo voy a comprar, llegado el caso, llegaron los hechos para estar fecha, que él se
viniera de Popayán que él le daba el pase de ida y vuelta y le pagaba lo del fusil, que le iba a dar
millón quinientos, mientras que nosotros estábamos ahí esperando que se viniera de allá y en qué
carro venía, (…) el señor, porque ya era un señor de edad -sí, ya era un señor de edad- se bajó ahí,
ahí me encontraba con el soldado profesional Rodolfo Sánchez y estaba el soldado profesional
Joven (que ya en paz descanse que ya falleció) y estábamos ahí con el Sargento Rodríguez Vera,
que ahí llegaba ese señor a negociar lo del fusil, llegado el caso se bajó con un bolsito pequeño,
después Rodríguez nos dijo “hay que cogerlo duro porque viene armado”. Eso nos dijo el Sargento
Rodríguez Vera, que era el que había contactado con la víctima. Lo capturamos, subimos a un
cerrito (…) RESPONDIÓ: salió Rodríguez Vera, salimos todos, apenas se bajó del bus, arrancó el
bus, lo capturamos, porque para mí él fue capturado, lo subimos allá, después fue a recuperar el
fusil Sánchez con Joven, por el pisado”2524.

5.16.2.2. Responsabilidad por alterar el lugar de los hechos, rendir declaraciones


falsas y concertarse con otros militares para que actuaran de igual manera.

2218. Francisco Javier Castañeda Alfaro aseguró que, además de ayudar en la ejecución
de las víctimas, también prestó colaboración para encubrir la verdadera naturaleza de
los operativos ilegales. Por ejemplo, en el hecho del 16 de enero de 2008, hizo lo
siguiente: “por eso le hablo muy claro, el cuerpo quedó medio atravesado y dijo “acomódelo,
colóquelo que quede como cuando usted cae de frente como diagonal, de frente no así de lado”.
Pues yo lo moví, pues no lo moví de esquina, solamente enderezarlo un poquito, yo lo
enderecé”2525.

2219. También, ayudó a implantar el armamento a las víctimas (para simular que
murieron en combate). Al respecto del suceso del 14 de abril de 2007 precisó que:

2523 Ibidem.
2524 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Francisco Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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2525 Ibidem.

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“PREGUNTADO: ¿quién le disparó el arma a la víctima? ¿quién le puso el arma en la mano a la


víctima? RESPONDIÓ: yo, yo la puse, porque él me dio la orden y me dijo “colóquele esto”
PREGUNTADO es decir, a usted le tocó dispararle a la víctima y ponerle el arma a la víctima
RESPONDIÓ: sí, es correcto”2526.

2220. Igualmente, sobre el hecho del 28 de junio de 2008 afirmó que “el arma corta la
llevaba Rodríguez y yo se la puse, dijo ‘colóquesela’ y yo se la puse y de ahí nos fuimos, no
esperamos fiscalía, no esperamos tampoco la funeraria porque no éramos orgánicos de ese
pelotón”2527.

2221. El señor Castañeda Alfaro acotó que, después de cada operativo ilegal, los
integrantes de la patrulla debían declarar ante diversas autoridades, como la Fiscalía o
la Justicia Penal Militar, con el fin de aparentar el correcto desarrollo de las
operaciones2528.

2222. En lo tocante al hecho del 12 de abril de 2007, ocurrido en el corregimiento de


Bruselas en Pitalito (Huila), dio a conocer de la existencia de un abogado del Batallón
que les daba indicaciones precisas de cómo deponer en los interrogatorios y expuso
que:

“(…) el abogado me dice “hay que cuadrar la versión”. Si a usted le dicen cuadrar la versión es
porque ya se mueve algo turbio porque, si yo le digo lo que le estoy contando ahorita, pues en ese
tiempo habríamos caído ya detenidos. El man venía en la moto, le hicimos el alto, no paró, nos
sacó el arma, no paró, nosotros reaccionamos en legítima defensa. Que se cuadra le versión a favor
de nosotros no es a favor de la víctima. Ahorita sí se está hablando lo que pasaron los hechos con
la víctima, para esclarecer”2529.

2223. Del mismo modo, sobre el ya mencionado hecho representativo (ocurrido el 18


de julio del 2008), el compareciente hizo la siguiente afirmación:

“(…) le estoy esclareciendo ahí sobre eso, declaré ahí, que yo había sido, Núñez declaró, no sé qué
declararía Núñez porque cada uno declara lo suyo. Después fue a declarar la Azteca, declararon
ellos, ahí sí, como dice el cuento, ahí se le pidió también la opinión, ahí pidió también la opinión
el abogado, se le comentaron las cosas como fueron, el abogado dijo “no, hay que decir esto y esto,
cuadrar la versión pa no embalarse” (…) , no dimos la versión que llegamos en carro, no la versión
fue muy diferente, que entramos por la vereda de San Vicente, por la parte alta, bajamos,
encontramos las personas que estaban atracando, que supuestamente, se cuadró la versión, como

2526 Ibidem.
2527 Ibidem.
2528 Castañeda Alfaro: “PREGUNTADO: ¿por estos hechos de septiembre usted declaró ante la justicia penal

militar? RESPONDIÓ en cada operación se declara, sí, claro. PREGUNTADO: ¿en estas declaraciones ante la
justicia penal militar recibió usted también el consejo o la intervención de este abogado que nos mencionó?
RESPONDIÓ: ah, sí, claro, porque por lo general, por eso le digo, no sé ese abogado si estaba pagado por
nómina o se le estaba pagando adicional por el Batallón para que defendiera los casos. Sí, por eso le digo, los
casos se le dijeron: ‘no esto fue así doctor’, y dijo: ‘no eso no se dice, que disparó también y ya’”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Francisco
Javier Castañeda Alfaro. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0258.
2529 Ibidem.

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dice le cuento, ahí está siempre el abogado por delante estaba en lo que se hacía, por eso le digo,
no sé si le pagaban al abogado en planilla o le pagaban una mensualidad, pero siempre recibía el
consejo”2530.

5.16.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2224. Francisco Javier Castañeda Alfaro participó de forma consciente en un plan


criminal que tenía como fin asesinar a civiles y fingir que estos eran miembros de
grupos al margen de la ley (delincuencia organizada o grupos guerrilleros). Además,
su participación en la muerte de diecinueve personas fue esencial, al ser un subalterno
de confianza para sus superiores, quienes al incluirlo en el grupo ejecutor podían tener
certeza de que sus órdenes iban a ser cumplidas y que la naturaleza ilegal de su actuar
no se iba a divulgar, ya que Castañeda Alfaro, cuando le fue ordenado, disparó en
contra de las víctimas, las retuvo, prestó vigilancia en el sector donde se desplegó el
operativo irregular, modificó los escenarios donde perpetraron los homicidios y rindió
declaraciones falsas ante las autoridades para encubrir los delitos investigados.

2225. Además, era consciente de: (i) la situación de conflicto armado que se presentaba
en el departamento del Huila, (ii) de que ninguna de las muertes reportadas había
ocurrido en el marco de un combate y (iii) que las víctimas eran civiles. Sin su
contribución, la unidad a la que pertenecía no habría podido presentar como bajas en
combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas
y trasladadas.

2226. De esta manera, se concluye que la actuación del señor Francisco Javier
Castañeda Alfaro, como Soldado Profesional adscrito al BIMAG, constituyó un aporte
esencial para la ejecución de los patrones que han sido identificados por la Sala. Esto
tuvo lugar mediante (i) su participación constante en el desarrollo de las operaciones
ilegales, (ii) la alteración de las escenas del crimen para encubrir la ilegalidad de las
conductas y (iii) la realización de declaraciones falsas con el propósito de ocultar los
crímenes.

2227. Sin embargo, aunque tuvo esa participación determinante y fue un subalterno
de confianza al mostrar diligencia y completa obediencia para cumplir las órdenes que
le fueron impartidas, no se evidencia que Castañeda Alfaro hubiese liderado el
surgimiento o la consolidación de los patrones analizados. De igual forma, se destaca
que no colaboró en su diseño o en la incorporación de innovaciones en la estrategia
criminal. En consecuencia, será considerado como un partícipe determinante sin
liderazgo.

2228. Por lo anterior se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2531 de Álvaro Hernando
Ramírez Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez; en concurso

2530 Ibidem.
2531 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).

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con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y el crimen de asesinato


como crimen de lesa humanidad2532 de 19 personas, Álvaro Hernando Ramírez Falla,
Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Jhon Fredy Erazo
Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón
Bedoya, Willmer Cerón Joaqui, Carlos Uriel Motta Scarpetta, Manuel Antonio Suárez
Benavides, Joselo Sánchez Sarria, Jaime Galvis, Óscar Gálvez Nova, Yovin Smith
Carvajal, Juan Pablo Perdomo Montealegre, Yefersson González Flórez, Gildardo Luis
Farfán Castaño, José Daniel Joaqui Chilito y Jorge Ignacio Sacanamboy.

6. Comparecientes llamados a reconocer responsabilidad por los hechos y conductas


determinados en la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas no. 11.

6.1. Teniente Coronel (r) Leonardo Ayala Remolina.

2229. Leonardo Ayala Remolina, identificado con cédula de ciudadanía No. 13.197.925,
fue miembro de la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas No. 11
(AFEUR) desde mayo del 2007, hasta julio de 2009, periodo en el que tenía el grado de
capitán y fungió como comandante de la agrupación2533. El señor Ayala Remolina fue
convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión voluntaria mediante Auto
SUB D – SUBCASO HUILA – 084 del 21 de septiembre de 2022, siendo escuchado en 1
sesión el 27 de octubre del mismo año.

6.1.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2230. Para el periodo en que el señor Ayala Remolina se desempeñó como comandante
de la AFEUR 11, la Agrupación registró 8 muertes en supuestos combates, de las cuales
siete corresponden al segundo patrón macrocriminal de estigmatización a víctimas por
señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado y una al segundo de
atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad.

2231. Las operaciones que ocasionaron estas muertes de civiles se dieron con ocasión
de un plan para obtener beneficios personales y profesionales2534, y procurando la

2532 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).
2533 Leonardo Ayala Remolina: “cuando terminé mi curso fue cuando me mandaron a la Agrupación, las
AFEUR en Neiva, yo llegué allá siendo teniente todavía y ahí ascendí a capitán, recibí la agrupación, yo estuve
en la Agrupación de Fuerzas Especiales Urbanas, desde mayo del 2007 hasta Julio de 2009”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Leonardo
Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
2534 Felipe Andrés Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: por la presentación de este resultado, en última instancia

por la muerte de estas personas, ¿la compañía o por lo menos el pelotón y usted recibieron algún tipo de
beneficio o de incentivo? RESPONDIÓ: 5 días más de permiso, no más, señor magistrado. Mire, no es ninguna
causal, ningún pago justifica asesinar a dos personas, ninguna clase de pago justifica asesinar a dos personas,
ninguno, así hubiera sido oro o así hubiera sido viajes al exterior, comisiones al exterior, viajes a San Andrés,
como en algunas oportunidades se prometió por resultados operacionales. La distribución de esos resultados
o de esos premios no justifica asesinar a dos personas, pero cuando las unidades presentaban resultados

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búsqueda de personas señaladas de pertenecer a grupos ilegales dándole apariencia de


legalidad, sobre lo cual eran conscientes sus partícipes2535.

2232. Además, tuvieron lugar mediante el aprovechamiento y la alteración de la


especial condición de operatividad de la Agrupación de Fuerzas Especiales
Antiterroristas Urbanas No. 11 (AFEUR), que tenía como función principal el desarrollo
de acciones en la zona urbana de Neiva2536 (para evitar la comisión de delitos como
ataques terroristas, secuestros y extorsiones)2537 y fue utilizada para adelantar
operaciones en zonas rurales del departamento de Huila, contra supuestos ladrones,
para lo cual se hizo uso de armamento exclusivo y soldados con entrenamiento
especializado.

2233. Acerca de la particularidad de los instrumentos de guerra que utilizaban sus

operaciones como muertes en desarrollo de operaciones se calificaban y se premiaba a las unidades o a los
integrantes de la unidad con viajes a San Andrés, o días de sol o lo más preciado -y parece ser absurdo- son
los días de permiso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2535 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: cuando dice usted que la operación debía realizarse en la jurisdicción

de otro batallón, no recuerda usted si en el Batallón Magdalena ¿por qué razón enviar a la AFEUR a la
jurisdicción del otro batallón, en vez de trasmitirle la información a ese batallón, para que realizara la
operación? RESPONDIÓ: como lo había manifestado anteriormente doctor, es una cuestión de resultados que
[inaudible] era subir ese puntaje de víctimas [inaudible] del comando de la brigada, si no le trasmitía esa
información al batallón, [inaudible] que no recuerdo exactamente que batallón es, de este resultado, no hubiese
sido para nosotros, sino para esa unidad, entonces por esa razón no se transmitió esa información, además,
doctor, porque ese resultado no era legítimo, un resultado uno lo trasmite y [inaudible], pero era un resultado
que se iba a montar, era un teatro que se iba a organizar porque se iba a asesinar a una persona que no tenía
nada que ver, que era inocente que es el señor Juan Carlos Aguirre Macias, que fue llevado y asesinado de
forma vil y deshonesta”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.
2536 Ayala Remolina: “RESPONDIÓ: sí claro, esa agrupación la habían creado con ocasión de unas amenazas

que fueron muy públicas, donde salió el Mono Jojoy diciendo que, ‘nos vemos en las ciudades’. Ya se estaban
tomando el país casi, y entonces, y había pasado ya los secuestrados de Cali y todas esas cosas, entonces
crearon esa unidad para dar una respuesta a un entorno más urbano en caso de que la guerrilla ya pasara a
metérsenos a las áreas urbanas, a las ciudades, entonces era para tener una respuesta rápida a eso, ¿por qué?,
porque el combate rural es muy diferente al combate urbano, las técnicas son diferentes por la misma población
civil que existe, de hecho el armamento debe ser más corto, por eso se usa mucha pistola en el área urbana,
entonces la expectativa era, pues, no solamente por [inaudible] si no que iba a empezar a mirar otra
misionalidad, que no había vivido”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila
No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
2537 Ramírez Gómez: “era una unidad que tenía su área de influencia o área de operación en la ciudad de Neiva,

o sea no era una unidad que había sido creada o que se había creado para el desarrollo de operaciones rurales,
ni que se hubiera creado para el desarrollo de operaciones en otro tipo de circunstancias, sino exclusivamente
para la ciudad de Neiva por las diferentes situaciones que se presentaban a nivel urbano con células de la
guerrilla a nivel urbano y con grupos urbanos de guerrilla que ya habían causado bastantes afectaciones como
el secuestro de los políticos en un edificio de la ciudad o el secuestro y homicidio de otros políticos en un sector
cercano o diferentes acciones terroristas que la guerrilla había efectuado dentro de la ciudad de Neiva y que
púes habían llevado a la creación, necesidad de contar con una fuerza de operaciones urbanas, era un honor
realmente para mí ser parte de esta unidad”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.

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tropas, el propio Ayala Remolina dilucidó que:

“PREGUNTADO: vamos entonces parte por parte de esa entrega y de las características de la
unidad. En primer lugar, díganos por favor, ¿cómo estaba conformada la agrupación?
RESPONDIÓ: la agrupación estaba conformada por tres destacamentos, el destacamento 1, el
destacamento 2, el destacamento 3, cada destacamento tenía un furgón, era digamos como una
NPR, pero cerrado, ¿eso para qué se hace? pues para tener un poquito más donde ocultarse cuando
salía uno, y teníamos seis motos, 250 creo que eran, y de esas motos pues había 2 motos para cada
furgón, como seguridad digamos, o sea, tenía seis motos y los tres vehículos, eh, teníamos nuestro
alojamiento obviamente, ahí sí tenía un régimen interno pequeño, no tenía una plana mayor, o sea,
digamos que jefe de inteligencia, jefe de operaciones no tenía, había era un régimen interno porque
es que es muy pequeño, las instalaciones quedaban dentro de la novena brigada, por la misma
misionalidad teníamos fusiles Tavor, ametralladoras NEGEA, ametralladoras 7.62 también
teníamos, y los fusiles Remington, que teníamos francotiradores, y cada uno sí tenía su pistola una
CZ”2538.

2234. Similarmente, sobre las características de los soldados que integraban AFEUR, el
teniente Felipe Andrés Ramírez Gómez (antiguo comandante del tercer destacamento)
pormenorizó esto:

“PREGUNTADO: ¿cuál era el perfil de los soldados que integraban la unidad? Usted mencionó
que era una unidad de fuerzas especiales, mencionó que el capitán Ayala había tenido formación
o experiencia en las unidades de fuerzas especiales rurales, ¿los soldados que integraban la
agrupación de fuerzas especiales urbanas qué perfil tenían? RESPONDIÓ: al igual que cualquier
soldado de la jurisdicción, eran soldados que ya llevaban mucho tiempo en ella, eran soldados que
incluso vivían en la ciudad de Neiva, tenían a su familia en la ciudad de Neiva, pero su perfil
militar eran soldados que de alguna forma tuvieran curso de fuerzas especiales o que hubiesen
hecho el curso de lancero o que hubiese hecho el curso de combate urbano en Faca (sic),
Cundinamarca, la mayoría de esos soldados son fundadores de la AFEUR, eran soldados que
habían sido fundadores y que desde un principio fueron entrenados para pertenecer a esa
agrupación, o sea, eran soldados que tenían unas habilidades adquiridas, con destrezas adquiridas
y cuando llegaban soldados trasladados a esa unidad tenían que contar con un cierto tiempo de
antigüedad, mínimo de 7 años de antigüedad en el Ejército Nacional, o sea, no llegaban soldados
muy nuevos, llegaban soldados bastante antiguos y soldados bastante maduros en cierta forma en
su comportamiento y con un entrenamiento bastante exigente”2539.

2235. Sumado a la especial condición de operatividad de AFEUR, se tiene que era una
unidad que tenía estrecha relación de subordinación con la Novena Brigada del Ejército
Nacional, tal como el mismo señor Leonardo Ayala Remolina lo aceptó:

“PREGUNTADO: ¿sería correcto decir que la agrupación era una unidad táctica de la brigada?
RESPONDIÓ : sí claro, dependía de la brigada, es una unidad, yo podría decir que una unidad
divisionaria, porque pues, nosotros le hacíamos, digamos, mi superior inmediato era la brigada,
así fuera una unidad muy pequeña, porque realmente éramos como unos 50 hombres, una unidad
muy pequeña pero no salíamos sin la orden de la brigada, nunca orden de otro batallón territorial
PREGUNTADO: cuando llegó usted a la brigada, sus superiores, en particular el comandante de

2538 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
2539 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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la brigada, ¿le fijo metas de desempeño profesional?, es decir, ¿para la evaluación de desempeño
de ese periodo evaluable se le fijo metas u objetivos? RESPONDIÓ: a ver, dar resultados
operacionales, sí, permanentemente estar atacando, tener el control de las vías también, porque
también tenía control de vías, en puestos de control que nos colocaban a hacer, como teníamos
nuestros propios carros podríamos salir de forma rápida, pero decirme que tiene que hacer tantas
capturas, tantas desmovilizaciones, o tiene que hacer tantas muertes en combate, no, eso nunca. O
sea, cantidad no, pero sí había una presión que teníamos permanentemente estar dando resultados,
permanentemente, eso sí fue una presión fuerte que había casi a nivel nacional, que teníamos que
estar atacándolos duro, en esa época2540”. (Negrillas agregadas)

2236. Ese aspecto fue confirmado por el teniente Felipe Andrés Ramírez Gómez, así:

“esta compañía o agrupación de Fuerzas Especiales estaba bajo el mando directo de la novena
brigada al mando del señor general William Fernando Pérez Laiseca (…) no era una unida ajena,
no era una unidad ajena a la presión de resultados operacionales, no era una unidad ajena a ser la
comidilla del trato y de la humillación por parte del comando de la brigada al mando del señor
general William Fernando Pérez Laiseca, durante todas la reuniones operacionales diarias, porque
nosotros éramos una unidad que estábamos en la ciudad de Neiva, en el puesto de mando de la
brigada, y asistíamos personalmente a todas las reuniones del comando de la brigada todos los
días y ahí teníamos que ver directamente, en carne propia, ni siquiera de radio a radio sino de
forma directa y verbal el trato y la humillación por parte del comandante de la brigada hacia los
comandantes de batallón y especialmente obviamente a los que no daban resultados
operacionales tangibles, exclusivamente hago la puntualidad verbal a muertes en desarrollo de
operaciones, digo exclusivamente a las muertes en desarrollo de operaciones porque era lo único
que realmente le importaba al comando de la brigada en cabeza de este señor general2541. (Negrillas
agregadas)

2237. Aunque la participación en la ejecución del plan criminal no fue reconocida por
el señor Ayala Remolina, lo cierto es que, según otra versión voluntaria rendida ante
esta Sala, se pudo conocer que, en su condición de comandante de la AFEUR, se encargó
de crear un grupo especial de inteligencia para la planeación de operaciones ilegales y
organizó la ejecución de una de las operaciones. Además, se negó a adelantar
investigaciones disciplinarias y denuncias penales en contra de sus subordinados,
cuando se enteró que habían desarrollado actos contrarios a la ley, con lo que a los
integrantes de su agrupación les transmitió un mensaje de permisividad de esas
acciones.

6.1.2. Aportes esenciales del compareciente en los patrones determinados.

2238. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de los dos patrones macrocriminales previamente reseñados:

2540 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
2541 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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6.1.2.1. Responsabilidad por haber creado un grupo de inteligencia especial y


secreto para idear ejecuciones extrajudiciales.

2239. Según lo comentado por el teniente Felipe Andrés Ramírez Gómez, el señor
Leonardo Ayala Remolina creó al interior de AFEUR un grupo de inteligencia especial,
que se encargaba de localizar posibles víctimas para que fuesen ejecutadas en
operativos ilegales.

2240. De acuerdo con lo relatado por el teniente Ramírez, ese grupo especial no estaba
legalmente conformado (aunque los comandantes de brigada conocían su existencia2542)
y estaba compuesto por soldados que vivían dentro de la comunidad urbana de Neiva
y que se vestían como civiles y actuaban de conformidad con ello:

“(…) no fue mi resorte sino una decisión del comandante de la agrupación, el señor capitán Ayala
Remolina Leonardo, el conformar una unidad exclusivamente para obtener resultados
operacionales de forma clandestina, me refiero a que la agrupación tenía unos solados, un grupo
de soldados que se encargaban entre comillas, de la parte de inteligencia, o sea ellos eran el grupo
de inteligencia de la agrupación, un grupo de soldados que no permanecía en la unidad sino que
permanecía de civil y permanecía integrado a la comunidad como si fueran personas del común.
No debían formar, no debían afeitarse, no debían tener uniforme de forma permanente, debían
pasar totalmente desapercibidos entre la comunidad, sin embargo, esos soldados pues de vez en
cuando hacían presencia en la unidad y eran muy conocidos obviamente por el resto de los
soldados de la agrupación. Los soldados de los que recuerdo que hacían parte de esta unidad: el
soldado Leonardo Medina, el soldado Moreno (…) el soldado profesional Serrano, el soldado
profesional Hernández, creo yo que es el apellido (…) y estos soldados se encargaban de conseguir
la información de inteligencia para poder entrar a hacer operaciones militares tanto urbanas como
rurales (…).

(…) tenían que tener mucho cuidado con los soldados porque los soldados como estaban por fuera
de la unidad, entonces que de pronto algún soldado lo fueran a herir o lo fueran a lesionar o lo
fueran a matar estando por fuera, porque esos soldados portaban armamento de nosotros, o sea,
portaban armamento de la institución, portaban armamento de la AFEUR, portaban sus pistolas,
porque nosotros todos teníamos pistola y ellos salían a la calle con sus pistolas y pues cualquier
acción que se presentara de pronto, algún enfrentamiento con alguna banda delincuencial o algo
y donde ellos fueran lesionados, nosotros íbamos a tener que responder por eso, así que de hecho
tocaba empezar a encubrir las actividades ilegales de estos soldados”2543.

2241. Además, agregó que ese grupo de soldados estaba completamente bajo las
órdenes y disposición del señor Leonardo Ayala Remolina, dado que “los soldados le
debían directa subordinación a él y era directamente con él, con quien tenían todo tipo de
contacto, excepto en la oportunidad en la que yo quedé al mando de su puesto unos días y ya
fueron los que me reportaron”2544.

2542 Ramírez Gómez: “entonces no estoy seguro si esto era avalado por la brigada o si la brigada no tenía
conocimiento exactamente de cómo era el grupo de conformación, pero que sabía que existían esos soldados,
sí. Ahora, como estamos hablando de una unidad que no era una conformación legal pues, cualquier cosa que
le hubiera pasado a algún soldado por fuera, estoy seguro que la brigada lo hubiera negado”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe
Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.
2543 Ibidem.

2544 Ibidem.

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2242. Finalmente, aseguró que eran escasas las reuniones entre el comandante de
AFEUR y esa agrupación, para eludir cualquier señalamiento, y se daban
principalmente vía telefónica2545.

2243. Esto fue parcialmente confirmado por el señor Ayala Remolina, quien admitió
que tenía un grupo pequeño de soldados que hacía labores de inteligencia de forma
clandestina:

“PREGUNTADO: además de estas personas, de los comandantes de los destacamentos, y del


sargento de régimen interno, ¿tenía usted alguna otra organización, algún otro grupo que le
ayudara en sus labores, en particular en materia de inteligencia? RESPONDIÓ: en materia de
inteligencia lo que le comenté, a veces sacaba uno o dos soldados de civil que se mantenían afuera
mirando que informaciones podía recibir, ellos entraban, salían, pero era irregular, a veces no los
dejaba, a veces sí. Por ejemplo, ochos días los dejaba y si dábamos algún resultado o algo ya volvía
y los uniformábamos y ya, manteníamos así eso, pero eso no era, o sea, no estaba dentro de la
organización digamos, la organización eran tres, eran cuatro destacamentos pero quedó
organizado a tres destacamentos para trabajar, esa era la organización, y el régimen interno que
mantenía, esos otros los manejábamos pero los sacábamos de los mismos destacamentos, era
simple y llanamente, déjese crecer el pelo, colóquese civil y necesito que se mantenga a los
alrededores de civil, mirando que informaciones se puede sacar por allá dentro de una cantina que
esté tomando, y no falta el que esté hablando, algo así, búsqueme inteligencia mejor dicho
PREGUNTADO: ¿y esos soldados que sacaba siempre eran los mismos? RESPONDIÓ: yo saqué
a García, en una ocasión saqué a Medina, los iba como rotando a veces los iba rotando, pero, que
me acuerde, ellos dos eran los que sacaba, casi siempre, volvía y los uniformaba porque no los
podía dejar allá tampoco, ellos salían allá un tiempo y volvía y los organizaba dentro de la
organización, ¿por qué?, porque cogen camino por allá, entonces tocaba tener control”2546.

6.1.2.2. Responsabilidad por haber ideado la presentación de asesinatos como


muertes en combate.

2244. El señor Felipe Andrés Ramírez Gómez afirmó que Ayala Remolina ideó la
operación ilegal que se desarrolló el 12 de julio de 2008, por lo que fue quien concibió
que se presentara como una ejecución materializada en un operativo militar legítimo.
Al respecto, apuntó:

2545 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: ¿sabe usted en qué consistían esa supervisión, mientras estuvo usted
en el puesto del comandante del capitán Ayala, se reunía con los integrantes de ese grupo? RESPONDIÓ: él
evitaba reunirlos en el batallón porque precisamente, evitar que los soldados hicieran notables su presencia
militar y que no fuera notable en la unidad, no solamente porque pues existía la posibilidad de que alguno del
cantón [inaudible] no solamente que los fuera a colocar en riesgo con su tarea de trabajo encubierto, sino que
pues para poder garantizar que mantuvieran esa [inaudible] yo sé que mi capitán Ayala los llamaba por
teléfono, hablaba mucho por teléfono con ellos, muy pocas veces lo vi reunirse con el capitán dentro de la
agrupación, excepto cuando realmente había que transmitir información acerca de unos objetivos o de unas
informaciones que ellos hubiesen logrado adquirir en su ilegalidad, o en su forma de ilegalidad [inaudible] y
que nos llevaran a objetivos operacionales positivos, no solamente ilegítimos, sino que también legítimos”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2546 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

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“PREGUNTADO: De todo lo que usted ha dicho digamos en sus últimas respuestas, se infiere que
era Ayala quien coordinaba el grupo de inteligencia y en ese orden de ideas estaba al tanto y
participaba de las ejecuciones extrajudiciales que se cometían por parte de la AFEUR, que usted
dice que tuvieron lugar, ¿eso es así? RESPONDIÓ: sí, en cuanto a la parte de planeamiento de lo
que yo recuerdo de mi presencia y mi permanencia en la unidad, él obviamente no solamente fue
participe del planeamiento y ejecución, del planeamiento sino de la posterior formalización de
algunas actividades ilegales, las cuales obviamente hacen parte del caso que continuaría narrando
después obviamente de cerrarles el caso del señor Juan Carlos Esguerra Macías y fue lo que llevó
a la muerte a un grupo de personas que incluso creo que pertenecen a una misma familia, que son
el señor Ángel María Petevi, el señor Osbidio Flor Ortiz, el señor Franklin Satiaca y el señor John
[inaudible] Satiaca, dentro de unos hechos que el mismo planeó, organizó con el grupo de
inteligencia, que yo ejecuté y que él posteriormente fue a corroborar o que fue a rectificar o a llevar
la consecución posterior de los hechos dentro del procedimiento, no recuerdo es que él haya
participado directamente de los hechos o que él haya participado directamente de la ejecución de
los hechos ilegales, pero que sí estuvo dentro del planeamiento y que sí hizo parte de pronto con
conocimiento de causa de los hechos que se presentaron de forma irregular, estoy seguro que sí.
PREGUNTADO: ¿Él tenía el control sobre la realización de esos hechos? RESPONDIÓ: Él tenía el
control del grupo de inteligencia y al ser el que planea y el que organiza algunas de esas
actividades, él tenía total control acerca de esos hechos, del único control, de la única actividad
ilegal de la cual me consta que él no tuvo el control fue de la muerte del señor Juan Carlos Aguirre
Macías, que fue responsabilidad absolutamente mía 2547.

2245. A pesar de que esto fue negado por el señor Leonardo Ayala Remolina, para esta
Sala es confiable la versión que dio el señor Felipe Andrés Ramírez Gómez (antiguo
comandante del tercer destacamento de AFEUR), especialmente porque coincide con
las funciones que tenía el comandante de la agrupación.

2246. En lo que importa, es necesario resaltar que ambos coincidieron al pormenorizar


las facultades que tenía el oficial al mando de AFEUR. El señor Ayala Remolina expresó:

“PREGUNTADO: quisiera pasar entonces al funcionamiento de la agrupación para llegar de


nuevo a la planeación y al desarrollo de las operaciones, ¿Cuáles eran sus funciones específicas
como comandante de la agrupación? RESPONDIÓ: en general, dirigir los tres destacamentos,
mantenerlos entrenados, mantenerlos con actividades, obviamente con trabajo digamos
distribuirlo y organizarle las funciones que deben cumplir ellos, patrullaje y eso, mantener la
disciplina obviamente, eh, mantener obviamente la armonía de la agrupación pues para que no se
caiga, como cualquier jefe obviamente, eh, darles bienestar, pero eso ya estaba estipulado, los
permisos ya los tenía organizados, eh, y sobre todo pues controlar el personal, darle el control que
un jefe le tiene al grupo. (…) PREGUNTADO: y de esas funciones que tenía que desempeñar usted,
¿tenía usted el apoyo de alguien, tenía un ayudante, tenía algún grupo? ya nos había dicho que no
tenía plana mayor, pero ¿personas que les colaboraran en los aspectos cotidianos de esas
funciones? RESPONDIÓ: claro, mis comandantes de destacamentos, el ejército pues el jefe le da
la orden a los directos que tiene que seguían, entonces pues yo tenía a los tenientes y a los sargentos
que me seguían ahí al mando, uno la agrupación la manejaba de esa manera, reúne los
comandantes, les de las instrucciones, les da las órdenes y ellos salen y las cumplen”2548.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
2547

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
2548

de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.

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2247. Igualmente, Ramírez Gómez afirmó:

“PREGUNTADO: el que se pudieran encontrar o se les decidiera si la operación la realizaban


una unidad a nivel de destacamento [inaudible] ¿lo definía quién exactamente? RESPONDIÓ:
el comandante de la agrupación principalmente por su condición, él [inaudible] de su
planeamiento o en la reducción que él hace en su lista, él recibe por parte de la misión por
parte de la brigada o recibe la misión por parte del informante que le manifiesta que existe la
oportunidad de un objetivo claro y en determinado punto, el comandante de la agrupación es
el primero en decidir cuánta gente va a requerir en esa tarea, pero muchas veces la decisión
no dependía de él, a veces, la red estaba impuesta desde la brigada con distintos tipos de
tareas, las [inaudible] y las deducibles y en este caso, pues las tareas deducidas del
comandante de la agrupación, era pues poder [inaudible] podía realmente cumplir con la
misión”2549.

2248. Aunado a ello, refirió que el señor Ayala Remolina, en razón a su condición de
comandante de la AFEUR, era quien manejaba los dineros que se destinaban para
gastos reservados (junto con los oficiales de la Novena Brigada)2550 y era uno de los
oficiales que tenía acceso a toda la documentación de la agrupación2551.

2249. Considerando las funciones que tenía el comandante de AFEUR (las cuales
fueron descritas por el propio Ayala Remolina) para esta Sala es plausible la versión del
señor Felipe Andrés Ramírez Gómez, según la cual el capitán Ayala fue quien planeó y
ordenó la ejecución del operativo del 12 de julio de 2008, ya que estaba dentro de sus
potestades como máxima autoridad de la agrupación y sin su aquiescencia no habría
podido ser materializada.

2549 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2550 Ramírez Gómez: “RESPONDIÓ: No, precisamente en la AFEUR no podría yo relatar con puntualidad de

que esto se haya presentado ahí, pero sé que los dineros de gastos reservados los manejaba directamente era
mi capitán Ayala, con el comando de la brigada, que eran los que manejaban los resultados operacionales y
esos gastos reservados realmente a mí nunca… es más, en el resto de mi carrera militar jamás tuve contacto
con dineros de gastos reservados. PREGUNTADO: ¿El capitán Ayala era el que tenía que hacer la solicitud de
esos montos para pagarlos en relación con los resultados que daba la AFEUR? RESPONDIÓ: Como
comandante de la compañía él tenía evidentemente que elaborar el informe para la justificación de gastos
reservados. PREGUNTADO: ¿Eso tenía que pasar al S2 de la brigada? RESPONDIÓ: Necesariamente los gastos
reservados pasan por el conducto de la Novena Brigada de la sección de inteligencia”. Jurisdicción Especial
para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés
Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.
2551 Ramírez Gómez: “(…) de igual forma pues no eran de mi resorte. Como comandante de agrupación, estaba

mi capitán Ayala Remolina Leonardo y él era quien podía disponer de cualquier documentación que a la
brigada le llegara con ese carácter reservado, porque no me permitían a mí, obviamente, no tenía yo la
autoridad para poder acceder a este tipo de documentación”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de
Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.

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6.1.2.3. Responsabilidad por haber omitido tomar acciones disciplinarias e


instaurar denuncias penales en contra de sus subordinados, cuando se
enteró de que habían cometido acciones contrarias a sus deberes
profesionales y a la ley.

2250. Según lo narrado por los señores Leonardo Ayala Remolina y Felipe Andrés
Ramírez Gómez, se pudo advertir que el primero de estos oficiales omitió tomar
medidas disciplinarias y/o penales en contra de sus subordinados, aun cuando se enteró
de que estos habían ejecutado operaciones en las cuales se dio de baja ilegalmente a
ciudadanos.

2251. Ejemplo de ello es que, sobre el operativo del 1° de febrero de 2008, el señor
Ramírez Gómez fue reiterativo en asegurar que se desarrolló durante el período de
vacancia del comandante de AFEUR (Ayala Remolina). No obstante, una vez se
reintegró en su puesto, fue informado de la verdadera naturaleza del despliegue militar
y omitió tomar cualquier tipo de medida sancionatoria o denuncia.

2252. Al respecto, el señor Ramírez Gómez expuso:

“PREGUNTADO: cuando el capitán Ayala regresó de sus vacaciones o de su permiso ¿usted le


informó de lo que había ocurrido en la unidad, en particular del hecho, de la operación en la que
muere el señor Aguirre Macias? RESPONDIÓ: necesariamente, su señoría, debido a que él debe
enterarse de los hechos que ocurrieron durante su ausencia, máximo pues una situación que de
alguna forma pues genera algo de interés para los resultados operacionales de la unidad y lo había
comentado la anterior intervención, de que le manifesté con detalle lo sucedido y las circunstancias
que llevaron a los hechos que él de pronto lo pueda o no lo pueda reconocer de esa manera, pues
no, ya no está prácticamente en mi poder, pero sé que cuando él llega, obviamente se le coloca de
manifiesto toda la situación completa y la documentación que hacía parte de ese proceso
PREGUNTADO: y para hacer claridad en ese punto ¿cuándo usted dice que le manifestó con
detalle los hechos y le puso de presente la documentación? ¿lo que le manifestó al capitán Ayala
fue lo que realmente ocurrió o la versión de la simulación del combate? RESPONDIÓ: lo que
realmente ocurrió, su señoría, él debe estar enterado y obviamente porque el grupo que nos llevó
prácticamente a esta misión, a esta tarea, es un grupo que ya él ya venía manejando con el anterior
guía y puedo asegurar, quizás sin temor a equivocarme, que esas situaciones ya se venían
presentando en la agrupación, desde antes de mi presencia en ella PREGUNTADO: ¿cuál fue la
reacción del capitán Ayala? RESPONDIÓ: su señoría, yo no noté sorpresa o asombro o una
reacción contraria a la satisfacción absurda y lo digo de esta forma porque me parece absurdo que
alguien se sienta satisfecho con la muerte de una persona, indistintamente si esa muerte fue
legítima o ilegítima, lamentablemente se nos enseñó o se nos inculcó que el llevar a una muerte de
una persona de un desarrollo operacional o una actividad de esta, se convirtió en algún motivo de
orgullo o de satisfacción, y reitero que eso me parece absurdo, teniendo en cuenta que es la vida
de un ser humano, entonces esa reacción por parte de él, lamentablemente trata de convalidar un
poco, esas acciones innegablemente ilegales y nefastas”2552.

2253. Además, en lo relativo al operativo que se materializó el 7 de marzo de 2008,


admitió que en los informes de patrullaje sus subordinados consignaron información

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falsa, al haber asegurado que la víctima pertenecía a un grupo guerrillero, cuando


realmente ello no era así. Incluso, sugirió que esa era una práctica frecuente en su
agrupación:

“PREGUNTADO: ¿sabe usted de dónde provenía la información de que esta persona era
supuestamente integrante de un grupo armado? RESPONDIÓ: no, no, doctor, no, yo la verdad yo
pienso que le colocamos eso como para vincularlo con algo que estuvo mal hecho, obviamente,
pero ese muchacho no tuvo que haber sido, aquí lo digo, no creo que haya sido perteneciente a
ningún grupo, sino que ya era una persona muerta, pues la colocamos ahí y lo que sí tenía era pues
arma. Esa arma ni me acuerdo qué arma tenía, pero sí tenía un arma. Entonces, a veces cuando
sucedía eso, pues lo colocaba uno, son prácticas malas, mal hechas, entonces lo vinculaba uno con
algún, este man tiene que haber sido de alguna instructora criminal [inaudible] delincuencia, o de
pronto no PREGUNTADO: ¿Por qué se hacía eso?, ¿Por qué una persona en esas circunstancias
como muere este joven, por qué presentarlo como integrante de la columna móvil Teófilo Forero?
RESPONDIÓ: como no se sabía a ciencia cierta qué era, qué hacía, porque de eso no se sabía nada,
simple y llanamente lo que me alcanzo a acordar sí, hicieron el retén, él tenía un arma, salió a huir
y les dio por disparar, eh, no me acuerdo si el pelado les disparó a ellos, no sé, tocaría ya con los
que estuvieron en el hecho nos dijeran, pudo haber ocurrido, pudo haber ocurrido, porque ahí sí
uno dispara cuando alguien a uno le saca un arma, eh, y pues el tipo es muerto y pues con un arma
pues lo vinculamos, repito, mal hecho porque no estaba uno totalmente segura de sí era o no era,
ni de qué banda pertenecía, o qué grupo pertenecía2553.

2254. El señor Ayala Remolina, al omitir tomar las acciones que estaban a su alcance
para reprochar este tipo de situaciones, y sabiendo que se estaban ejecutando e un
contexto de macrocriminalidad estatal2554, creó un ambiente de impunidad en AFEUR
y envió un mensaje de permisividad a sus subordinados, quienes concluyeron que
estaba permitido ejecutar extrajudicialmente ciudadanos y consignar información falaz
en documentación pública, que podía ser utilizada en procesos administrativos y

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de Leonardo Ayala Remolina. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0750.
2554 Ayala Remolina: “PREGUNTADO: ¿estas operaciones de las que hemos hablado, sirvieron de alguna

manera para aliviar esa presión que venía del mando superior para la presentación de resultados de la unidad?
RESPONDIÓ: sí claro, sí claro, como le decía, la presión sí era grande, mantener ahí que tenemos que estar
dando constantemente resultados operacionales, obviamente al presentar cuatro occisos, pues sí obviamente
frenaron tanta presión, en la brigada contra, por ejemplo en este caso contra las AFEUR, porque pues el cuadro
que se tenía ya aumentaba en número, de ahí en adelante creo que no volví a dar bajas, inclusive, en muchas
‘hermano, capturemos, capturemos, y se bajan, que se bajen’, pero ya no volverle a disparar a nadie si hay
manera que disparen, si salen corriendo, que se vayan, pero no vayan a dispararle a nadie más, a
absolutamente nadie más, a no ser que ya sea un combate muy fuerte que se nos presente y ya con guerrilla,
pero sí queda uno psicoseado (sic), porque de verdad que ahí yo me sentí como engañado, porque yo sí mandé
esa gente fue pensando que ahí había algo, aunque estaba como dudoso, entonces, pues un daño muy grande
porque prácticamente también hice parte con esto, siendo comandante hice parte prácticamente de que se
hayan presentado estos errores en operaciones, que esto para sumarle al Ejército, no le sumo sino que pienso
yo muy personal y profesionalmente fue el fracaso más grande que haya tenido el ejército de Colombia, esa
cuestión que se presentaron de ejecuciones extrajudiciales, y uno como es, en cierto sentido como apoyar de
esa vaina, o hacer parte también por una lado de esas unidades de eso es bastante triste y como bastante, uy
no, eso no, para eso no entré yo aquí a mi ejército, yo entré a hacer algo por acabar este conflicto, pero de una
manera legal, como se ha hecho en todos, absolutamente en todos los batallones donde yo he pertenecido, yo
creo que ocurrió esto por la misma cercanía que hay ahí a la población civil, y que le llegan a una con esas
informaciones”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
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penales. Esto, sumado a las presiones para obtener resultado, fue determinante para
que se produjeran las muertes de civiles por integrantes de la unidad que él lideraba.

2255. De manera tal que, con sus acciones y omisiones, no solo dificultó el
esclarecimiento de lo realmente ocurrido por parte de las autoridades competentes, sino
que también infundió confianza en los demás participantes en los hechos, al sugerirles
que sus comandantes estaban respaldando esa forma de proceder y que incluso les
daban premios por ello.

6.1.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2256. En conclusión, Leonardo Ayala Remolina intervino mediante acciones y


omisiones, de forma consciente, en la ejecución de un plan criminal que tenía como fin
ejecutar a civiles y fingir que estos eran miembros de grupos al margen de la ley
(delincuencia organizada o milicianos).

2257. Esta participación era esencial y determinante en el plan criminal, en tanto que
era el comandante de AFEUR, un grupo especial de soldados del Ejército Nacional, el
cual fue utilizado para realizar operativos fuera de su jurisdicción original y en
contravía de su misión específica. Además, porque colaboró de forma amplia y diversa
en la ejecución de los hechos, al haber creado un grupo especial y clandestino de
inteligencia dedicado a la recolección de información sobre posibles víctimas, así como
por haber planeado operaciones ilegales y también por no haber tomado medidas
adecuadas cuando supo que sus subordinados habían materializado otras sin su
consentimiento.

2258. Por lo tanto, el señor Ayala Remolina era consciente de: (i) la situación de
conflicto armado que se presentaba en el departamento del Huila (ii) de que ninguna
de las muertes reportadas había ocurrido en el marco de un combate y (iii) que las
víctimas eran civiles. Sin su contribución, la Agrupación de Fuerzas Especiales
Antiterroristas Urbanas No. 11 (AFEUR) no habría podido presentar como bajas en
combate el asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas
y trasladadas. Esto quiere decir que, con su accionar, Leonardo Ayala Remolina
propició y aportó en la consolidación de la ejecución de dos patrones macrocriminales.
Se trata de un máximo responsable.

2259. Así las cosas, se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2555 de Ángel María Petevi
Satiaca y Juan Carlos Aguirre Macías, en concurso con el crimen de guerra de homicidio
en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad2556 de 8
personas, José Alfredo Moreno Trujillo, Yemberson Miranda Martínez, Ángel María
Petevi Satiaca, Franklin Eidelber Satiaca Muñoz, Jhon Vilmer Satiaca Muñoz, Osmidio

2555 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).
2556 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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Flor Ortiz, Juan Carlos Aguirre Macías y Faiber Aragonés Lomelin.

6.2.Mayor (r) Felipe Andrés Ramírez Gómez.

2260. Felipe Andrés Ramírez Gómez, identificado con cédula de ciudadanía No.
80.036.106 y sometido a la Jurisdicción Especial para la Paz con acta 303523, fue
miembro de la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas No. 11
(AFEUR) desde el 20 de noviembre de 2007 hasta el 12 de junio de 20092557, periodo en
el que tenía el grado de teniente2558 y fungió como comandante del tercer destacamento.
El señor Ramírez Gómez fue convocado por la Sala de Reconocimiento a rendir versión
voluntaria mediante Auto SUB D – SUBCASO HUILA – 065 del 1° de agosto de 2022,
siendo escuchado en 2 sesiones, los días 12 y 15 de septiembre de 2022.

6.2.1. Involucramiento en la ejecución de los patrones criminales.

2261. En el periodo en que el señor Ramírez Gómez se desempeñó como comandante


del tercer destacamento, la Agrupación registró seis bajas en supuestos combates2559, de
las cuales cinco corresponden al primer patrón macrocriminal de estigmatización a
víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo armado (milicianos)
y uno al segundo de atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de
vulnerabilidad.

2262. Estos crímenes se dieron con ocasión de un plan para obtener beneficios
personales y profesionales2560 y procurando la búsqueda de personas señaladas de
pertenecer a grupos ilegales dándole apariencia de legalidad, sobre lo cual eran
conscientes sus partícipes.

2263. Sobre este punto, el compareciente aseveró esto:

2557 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2558 Ejército Nacional. Extracto de hoja de vida de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Cuaderno Legali No. 9002774-

09.2018.0.00.0001/0708.
2559 (i) 1° de febrero de 2008 (víctima: Juan Carlos Aguirre Macías) y (ii) 12 de julio de 2008 (víctimas: Ángel

María Petevi Satiaca, Franklin Idelber Satiaca Muñoz, Jhon Wilmer Satiaca Muñoz y Osmidio Flor Ortiz).
2560 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: por la presentación de este resultado en última instancia por la muerte

de estas personas ¿la compañía o por lo menos el pelotón y usted recibieron algún tipo de beneficio o de
incentivo? RESPONDIÓ: 5 días más de permiso, no más, señor magistrado. Mire, no es ninguna causal, ningún
pago justifica asesinar a dos personas, ninguna clase de pago justifica asesinar a dos personas, ninguno, así
hubiera sido oro o así hubiera sido viajes al exterior, comisiones al exterior, viajes a San Andrés, como en
algunas oportunidades se prometió por resultados operacionales. La distribución de esos resultados o de esos
premios no justifica asesinar a dos personas, pero cuando las unidades presentaban resultados operaciones
como muertes en desarrollo de operaciones se calificaban y se premiaba a las unidades o a los integrantes de
la unidad con viajes a San Andrés, o días de sol o lo más preciado -y parece ser absurdo- son los días de
permiso”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.

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“PREGUNTADO: cuando dice usted que la operación debía realizarse en la jurisdicción de otro
batallón, no recuerda usted si en el Batallón Magdalena ¿por qué razón, enviar a la AFEUR a la
jurisdicción del otro batallón, en vez de trasmitirle la información a ese batallón, para que realizara
la operación? RESPONDIÓ: como lo había manifestado anteriormente doctor, es una cuestión de
resultados que [inaudible] era subir ese puntaje de víctimas [inaudible] del comando de la brigada,
si no le trasmitía esa información al batallón, [inaudible] que no recuerdo exactamente que batallón
es, de este resultado, no hubiese sido para nosotros, sino para esa unidad, entonces por esa razón
no se transmitió esa información, además, doctor, porque ese resultado no era legítimo, un
resultado uno lo trasmite y [inaudible], pero era un resultado que se iba a montar, era un teatro
que se iba a organizar porque se iba a asesinar a una persona que no tenía nada que ver, que era
inocente que es el señor Juan Carlos Aguirre Macías, que fue llevado y asesinado de forma vil y
deshonesta”.

2264. Además, se dieron en aprovechamiento y alteración de la especial condición de


operatividad de la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas No. 11
(AFEUR), que tenía como función principal el desarrollo de acciones en la zona urbana
de Neiva2561 (para evitar la comisión de delitos como ataques terroristas, secuestros y
extorsiones) y fue realmente utilizada para adelantar operaciones en zonas rurales del
departamento de Huila, contra supuestos ladrones, para lo cual se hizo uso de
armamento exclusivo2562 y soldados con entrenamiento especializado2563.

2265. Todo lo anterior fue reconocido por el señor Ramírez Gómez, quien además

2561 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: ¿tenía un área de responsabilidad asignada la agrupación de fuerzas
especiales urbanas? RESPONDIÓ: la ciudad de Neiva, esa era la responsabilidad directa como jurisdicción”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2562 Ramírez Gómez: “la AFEUR 11, las AFEUR, tienen unas capacidades bastante amplias por sus dotaciones

en cuanto a vehículos, en cuanto a motos, en cuanto a armamentos, en cuanto a blindajes, facilita obviamente
el cumplir con ciertas misiones que son especiales, que no son para una unidad cualquiera PREGUNTADO:
de ahí viene la pregunta, inicialmente no estaban desarrollando estas misiones especiales, estaban
desarrollando misiones que podían atenderse con entrenamiento y equipamiento especial, si le entendí bien
RESPONDIÓ: al contrario, siempre han sido unidades que siempre habían tenido el entrenamiento y la
capacidad y las misiones eran altamente especiales”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento
de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso
03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.
2563 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: ¿cuál era el perfil de los soldados que integraban la unidad? Usted

mencionó que era una unidad de fuerzas especiales, mencionó que el capitán Ayala había tenido formación o
experiencia en las unidades de fuerzas especiales rurales, ¿los soldados que integraban la agrupación de
fuerzas especiales urbanas qué perfil tenían? RESPONDIÓ: al igual que cualquier soldado de la jurisdicción,
eran soldados que ya llevaban mucho tiempo en ella, eran soldados que incluso vivían en la ciudad de Neiva,
tenían a su familia en la ciudad de Neiva, pero su perfil militar eran soldados que de alguna forma tuvieran
curso de fuerzas especiales o que hubiesen hecho el curso de lancero o que hubiese hecho el curso de combate
urbano en Faca (sic), Cundinamarca, la mayoría de esos soldados son fundadores de la AFEUR, eran soldados
que habían sido fundadores y que desde un principio fueron entrenados para pertenecer a esa agrupación, o
sea, eran soldados que tenían unas habilidades adquiridas, con destrezas adquiridas y cuando llegaban
soldados trasladados a esa unidad tenían que contar con un cierto tiempo de antigüedad, mínimo de 7 años
de antigüedad en el Ejército Nacional, o sea, no llegaban soldados muy nuevos, llegaban soldados bastante
antiguos y soldados bastante maduros en cierta forma en su comportamiento y con un entrenamiento bastante
exigente”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.

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admitió que, en su condición de comandante de destacamento, se encargó de: planear


una de las operaciones, disparar en conta de las víctimas, conseguir material de guerra
para ser implantado en uno de los sitios donde se efectuó un operativo, simular los
combates, presentar documentación falsa y concertar las declaraciones de sus
subordinados.

6.2.2. Aportes esenciales del compareciente patrones macrocriminales.

2266. Procede la Sala a examinar los aportes esenciales realizados por el compareciente
en la puesta en marcha de los tres patrones macrocriminales previamente reseñados.

6.2.2.1. Responsabilidad por haber ideado la presentación de asesinatos como


muertes en combate.

2267. El señor Ramírez Gómez confesó haber ideado que la muerte del señor Juan
Carlos Aguirre Macías, ocurrida el 1° de febrero de 2008, se presentara como una
ejecución efectuada en un operativo militar legítimo, para lo cual él mismo eligió el
equipo que llevaría a cabo el resultado. Al respecto señaló:

“PREGUNTADO: y en la línea de lo que le estaba preguntando antes, en términos generales, para


este caso en particular ¿la decisión de crear esta operación de que la llevara un destacamento en
particular quién la tomaba? RESPONDIÓ: la tomé yo, porque en ese momento era yo, el
comandante de la agrupación, así que yo escogí las personas que iban a ir conmigo y la brigada
únicamente debía recibir los reportes míos cada hora de cómo iban las circunstancias, de cómo se
estaba desarrollando las situaciones, en ese caso no recuerdo [inaudible] las operaciones, pero pues
a él era a quién yo reportaba como se estaba llevando a cabo el ejército (…) PREGUNTADO: ¿cómo
escogió usted el personal para esta operación? RESPONDIÓ: eran los resultados que pertenecían
a mi destacamento, eran los soldados que ya llevaban tiempo conmigo en la unidad y [inaudible]
que esos soldados [inaudible] de lo que iba a pasar, de hecho, como lo manifestaba, estoy casi
seguro que ellos no era la primera vez que lo hacían, pero pues igual no puedo garantizar que eso
sea de esa forma, ya en conocimiento de la situación y en conocimiento de la circunstancia en que
se iban a dar de esa forma y de cómo se iban a desarrollar las cosas [inaudible] de esta forma
ilegítima”2564.

2268. Lo anterior fue confirmado en versión voluntaria por los señores James Horacio

2564 Ibidem.

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Garnica2565 y Wilfredo Villamizar Bautista2566, también integrantes de la unidad para el


momento de los hechos, quienes afirmaron que el señor Felipe Andrés Ramírez Gómez
fue quien les dio la orden de ejecutar un operativo ilegal y les indicó cómo se iba a
realizar.

6.2.2.2. Responsabilidad por haber ejecutado operativos ilegales y en su desarrollo


haber disparado en contra de las víctimas.

2269. El señor Ramírez Gómez comentó que prestó diversas ayudas para ejecutar los
operativos ilegales en los que participó, como lo fueron el haber realizado
personalmente retenes falsos2567, haber practicado registro físico a las víctimas 2568

2565 James Horacio Garnica Muñoz: “Cuando ya estábamos allá, en el punto, en el sector, en el área donde
íbamos a estar, fue que nos dieron la información, nos dijo el comandante que iba a llevar a una persona, que
él era delincuente, que había estado en la cárcel, que lo dejaban ahí, que el man (sic) que lo llevaba lo iba a
dejar allí, y pues que ahí se legalizaba. PREGUNTADO: Quisiera ir entonces, momento por momento, en esta
secuencia de hechos, de lo que ocurrió ese día, en primer lugar, estamos hablando de un hecho que ocurre el
primero de febrero de 2008 ¿verdad? RESPONDIÓ: Creo que sí, no me acuerdo de la fecha PREGUNTADO:
Cuando usted dice que les informan, usted dice ‘nos informaron en el batallón que íbamos a realizar una
operación’ ¿quién les da esa información? RESPONDIÓ: El comandante de nosotros. PREGUNTADO: ¿Cómo
se llamaba el comandante? RESPONDIÓ: El Teniente Ramírez PREGUNTADO: ¿Recuerda el nombre
completo del Teniente Ramírez? RESPONDIÓ: No, no me acuerdo bien en el momento el nombre de él.
PREGUNTADO: ¿Recuerda si es Felipe Andrés Ramírez Gómez RESPONDIÓ: Si señor PREGUNTADO: ¿Él
era el comandante de la agrupación? RESPONDIÓ: Del destacamento de nosotros”. Jurisdicción Especial para
la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de James Horacio Garnica
Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0709.
2566 Wilfredo Villamizar Bautista: PREGUNTADO: ¿Cree usted que el Capitán, el comandante de la AFEUR,

sabía lo que iba a ocurrir en esta operación? RESPONDIÓ: No sé, no sé, no puedo decirle que si o que no, lo
único que le puedo decir es que el que nos dio la orden directa a nosotros fue el Teniente (…). PREGUNTADO:
¿el Teniente los reunió y les manifestó que la finalidad era cometer ese delito?, por favor, indíquenos con
mucho detalle cómo surgió esa situación. RESPONDIÓ: Sí, como le acabo de decir, nosotros que estábamos los
4 ahí, él nos comentó que iban a traer un señor en una moto, que tocaba bajarlo, que venía armada, que era
delincuente y que tocaba darlo de baja. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilfredo Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0710.
2567 Ramírez Gómez: “de forma tal que a mí se me colocó el lugar y el sitio al que yo debía organizar esa

emboscada y esperar a que los sujetos llegaran en compañía de este soldado, es así como esa noche de ese 12
de julio del 2008 nosotros en compañía del destacamento que yo comandaba, dispusimos una zona donde
sabíamos que ellos iban a transitar con esas motocicletas, (…); es así como estos se aproximan al punto que los
estuvimos esperando con las motocicletas apagadas, es decir, las llevaban en la mano, no llevaban las
motocicletas encendidas ni estaban obviamente ellos montando esas motocicletas y fueron abordados
obviamente por la unidad justo al paso de ellos, nosotros los abordamos de la misma forma como abordamos
al soldado profesional Moreno, cuando llevaban engañado al señor Juan Carlos Aguirre Macías en esa
emboscada y acto seguido procedemos a hacer lo que ya acostumbrábamos, a hacer lo que ya se había hecho
anteriormente que era inspeccionar a los sujetos con si hubiesen llegado a un punto de retén y (…) se procedió
a fusilarlos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2568 Ramírez Gómez: “llega al punto donde nosotros le montamos un retén y lo detenemos, hago el pare de la

moto, inmediatamente procedemos a pedir un registro a las personas que se encontraban en la moto, se registra
al soldado Moreno y al señor Juan Carlos Aguirre Macias, yo personalmente registro al señor Aguirre Macias
y le encuentro en el cinto un revólver calibre 38, repito, reitero, a finalidad de establecer, desconozco si ese
revolver le pertenecía al señor Aguirre Macias, pero era lo que había encontrado en el cinto de su pantalón”.

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(corroborado por el soldado James Horacio Garnica2569) e, incluso, en el hecho del 12 de


julio de 2008, prestó su motocicleta de uso personal para que en ella se transportara a
una de las víctimas hacía el retén falso2570.

2270. Aunado a ello, en los dos operativos que participó, disparó en contra de las
víctimas. Por ejemplo, en relación con el hecho del 1° de febrero de 2008, relató esto:

“(…) desconozco si ese revolver le pertenecía al señor Aguirre Macías, pero era lo que había
encontrado en el cinto de su pantalón y posterior a esto, una vez encontré el revolver en el cinto
del señor Macías, asumí, el señor soldado Moreno, ya me había manifestado y por razones por las
que lo había llevado allá eran las que [inaudible], instancia de ello me di vuelta y le disparé al señor
Macías en el pecho”2571.

2271. En lo concerniente al hecho del 12 de julio de 2008, precisó que “yo obviamente y
reconozco acá en esta audiencia haber disparado mi arma de fuego en contra de la humanidad de
alguna de estas personas, como parte de esos hechos”2572.

2272. Nuevamente, que Ramírez Gómez hubiese accionado en contra de las víctimas
fue confirmado por los soldados profesionales James Horacio Garnica 2573 y Wilfredo
Villamizar Bautista2574.

Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2569 Garnica Muñoz: “PREGUNTADO: ¿Quién lo requisó? RESPONDIÓ: Me parece que fue el teniente. No me

acuerdo bien quién fue el que lo requisó. PREGUNTADO: El teniente, o quien lo haya requisado, dice que
tiene un arma, en qué momento. RESPONDIÓ: Pues después de que lo requisó y, dijo, como que traía el arma”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0709.
2570 Ramírez Gómez: “yo tenía una motocicleta en esa época y recuerdo haber ofrecido esa motocicleta para que

el señor soldado que iba a participar en esos hechos se desplazara en ella acompañar a estas personas en este
acto ilegal”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2571 Ibidem.

2572 Ibidem.

2573 Garnica Muñoz: “PREGUNTADO: ¿y qué pasó en ese momento con la persona? RESPONDIÓ: No, pues

cuando ya lo requisaron y le quitaron el arma, pues, dispararon. PREGUNTADO: ¿Quién disparó?


RESPONDIÓ: Pues, el teniente disparó, yo disparé, pero entonces yo no disparé… O sea, yo hice el disparo,
pero no sé si le disparé directamente a él o qué”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0709.
2574 Villamizar Bautista: “PREGUNTADO: ¿Señor Villamizar le pregunto si usted sabe que el teniente le disparó

a esa persona? RESPONDIÓ: No sé, sé qué él disparó. PREGUNTADO: ¿Usted disparó? RESPONDIÓ: No
señor. PREGUNTADO: ¿Sabe si Charry o Garnica dispararon? RESPONDIÓ: No sé decirle si ellos dispararon,
yo sé que él [el teniente] disparó porque él estaba a un lado de donde yo estaba, y yo no disparé”. Jurisdicción
Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Wilfredo
Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0710.

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6.2.2.3. Responsabilidad por haber conseguido material de guerra y haberlo


implantado a las víctimas.

2273. El señor Felipe Andrés Ramírez Gómez reveló que en otro operativo conservó
dos granadas para que después fuesen implantadas a las víctimas del hecho ocurrido
el 12 de julio de 2008. En lo respectivo, se cita:

“Llevábamos nosotros en nuestro poder dos granadas de fragmentación que hacían parte de una
anterior incautación y de las cuales no destruimos de forma honesta porque pues debimos haberlas
destruido de forma honesta y le presentamos un informe a la fiscalía donde supuestamente se
habían destruido las granadas, pero estas granadas nunca fueron destruidas y se llevaron ese día
a ese procedimiento para cargar con ellas a las personas que habían quedado ultimadas, de forma
canalla en ese lugar aquella noche, una de estas grandas se activó para poder generar un poco más
consonancia o de fortalecer un poco más el teatro de esos hechos y la otra fue introducida en el
bolsillo de uno de los fallecidos en el lugar de los hechos (…) PREGUNTADO: ahora quisiera
preceder al evento de las granadas, ¿quién decidió conservar esas granadas y adelantar el
procedimiento espurio o falso de su supuesta destrucción? RESPONDIÓ: fui yo, yo fui el
articulador de ese hecho, yo fui la persona que tomó esa decisión de conservar la granada, era mi
responsabilidad haberlas destruido, yo no las destruí y lo que hice fue presentar un documento
falso a la fiscalía para que la fiscalía considerara que las granadas, aunque yo tenía la orden de
destruirlas, no las destruí, yo me quedé con las granadas o nos quedamos la agrupación con las
granadas, pero bajo mi responsabilidad porque yo era la cabeza de la unidad, yo era la cabeza del
destacamento y aunque los soldados conocían efectivamente que las granadas estaban ahí y de
que no fueron destruidas, de que lo que habíamos cometido era un acto ilegal de no presentarlas
adecuadamente en la fiscalía y de llevarlas al sitio de los hechos, la responsabilidad y la decisión
fue tomada por mí”2575.

2274. Por otro lado, aunque no comentó que en el hecho de 1° de febrero de 2008
hubiese implantado el arma a la víctima y hubiese disparado con su mano (fingiendo
el combate), lo cierto es que los soldados Wilfredo Villamizar Bautista y James Horacio
Garnica coincidieron en afirmar que el señor Ramírez Gómez efectuó esos actos. Al
respecto, el último de los mencionados hizo este comentario:

“PREGUNTADO: ¿Quién disparó el arma? RESPONDIÓ: El teniente hizo un disparo.


PREGUNTADO: [Repite] RESPONDIÓ: Sí señor PREGUNTADO: ¿El teniente fue el que le puso
el arma a la víctima? RESPONDIÓ: Eh, yo creo que sí fue el que se la puso, porque, nada más se la
pusieron ahí, entonces fue que lo miraron si estaba vivo o estaba muerto, y ahí fue que disparó,
hizo el disparo PREGUNTADO: ¿Quién miró si estaba vivo o estaba muerto? RESPONDIÓ: El
teniente, que se arrimó a él”2576.

2275. Similarmente, en la versión libe del señor Villamizar Bautista se expuso:


“RESPONDIÓ: Pues, después de los disparos es que el señor ya estaba en el suelo y, ahí, cogieron
el arma y la dispararon. PREGUNTADO: ¿Quién cogió el arma? RESPONDIÓ: El teniente.

2575 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0709.
2576 Ibidem.

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PREGUNTADO: ¿El teniente disparó el arma? RESPONDIÓ: Sí”2577.

6.2.2.4. Responsabilidad por haber concertado las declaraciones que rendirían sus
subordinados en el marco de las investigaciones.

2276. Ramírez Gómez afirmó que, después de haber ejecutado el hecho del 1° de
febrero de 2008, instruyó a sus subordinados para que declararan falsamente sobre el
hecho y coincidieran sus relatos con lo consignado en el informe de operaciones. En lo
tocante a este punto, precisó:

“PREGUNTADO: ¿se acordó de alguna manera las circunstancias de la declaración o usted dio
instrucciones a las [inaudible] que participaban en los hechos a los que estaban incluidos en el
informe de patrullaje sobre lo que tenían que declarar si les preguntaban? RESPONDIÓ: se les
explicaron los hechos como quedaron en el informe que se colocó de presente para que entendieran
que si llegaban a hablar del caso trataran de ser lo más coherentes conforme a lo manifestado y
que ese informe obviamente era el que estaba dentro de la orden de operaciones y el informe de
patrullaje con el cual se respaldaban las acciones y ellos de esa forma lo entendieron y creo yo,
hicieron lo humanamente para que quedara registrado de esa misma manera”2578.

2277. Esto fue confirmado por el señor James Horacio Garnica:

“PREGUNTADO: ¿Quién tuvo la idea de decir o dar esas características de los hechos? ¿de quién
fue la idea de lo que tenían que decir? RESPONDIÓ: Eso fue el comandante PREGUNTADO: ¿Qué
le correspondía decir qué había ocurrido? RESPONDIÓ: Pues que, cuando, bueno que venía
bajando una moto y que le hicimos el pare, cuando eso, habían apagado las luces de la moto y que
el señor se había bajado y nos había empezado a disparar”2579.

2278. Este tipo de actuaciones no solo dificultaban el esclarecimiento de lo realmente


ocurrido por parte de las autoridades competentes, sino que también infundían
confianza en los demás participantes en los hechos, ya que entendían que sus
comandantes estaban respaldando esa forma de proceder y que incluso les daban
premios por ello.

6.2.2.5. Responsabilidad por alterar la información operacional y presentar


informes falsos.

2279. Ramírez Gómez reconoció haber redactado y firmado documentos operacionales


y de inteligencia en los cuales suscribió información ficticia, como lo fue la falsa
presencia de una banda de extorsionistas en Íquira, o el amañado informe de cómo se

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de Wilfredo Villamizar Bautista. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0710.
2578 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2579 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria

de James Horacio Garnica Muñoz. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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desarrolló la operación en ese municipio.

2280. Por ejemplo, en lo que concierne al informe de inteligencia, el mencionado


ciudadano indicó esto:

“PREGUNTADO: quisiera para entender bien estos hechos, es decir, momento por momento de
las circunstancias que lo llevaron a la muerte del señor Aguirre, por eso mi pregunta era,
inicialmente, con base en lo que usted nos dijo ¿cómo contacto usted a la unidad de inteligencia?
¿cómo fue esa comunicación con la unidad de inteligencia? ¿con quién habló en particular? ¿qué
les dijo? RESPONDIÓ: una vez, me puse de acuerdo con el señor soldado profesional Moreno de
efectuar las cosas en esa forma de que el sirviera como carnada o como gancho para poder sacar
una persona para cometer este acto criminal, un informe de inteligencia que presenté, no recuerdo
en este momento si fue al comando de la RIME5 o si al comando de la brigada, no recuerdo
realmente, cualquier de los dos, pero yo presenté el informe para que se [inaudible] el desarrollo
de operaciones como si existiese la presencia de un grupo terrorista en Íquira, y que tenemos por
conocimiento la existencia de una intención de extorsión por parte de una comisión de finanzas de
la guerrilla en el municipio de Íquira, en el Huila y en él [inaudible] que esto sonaba en una
situación totalmente [inaudible] dinámica operacional de la misión, se autorizó el desarrollo de la
operación, el comando de la brigada lo aprobó y es entonces ejecutar de acuerdo a lo que se había
planeado [inaudible] esta tarea a un grupo de soldados de un destacamento, les explico que es lo
que vamos [inaudible] y eso era lo que [inaudible] tiene conocimiento pleno de cómo se iban a
hacer las cosas y entiendo que [inaudible] PREGUNTADO: antes de llegar entonces al desarrollo
concreto de los hechos ¿usted le envía un informe a la [inaudible] de una situación que realmente
no ocurre, si le entiendo bien, es decir, describe una situación en presencia de un grupo de unas
estructura armada para que esto le autorice a que la brigada emita una orden RESPONDIÓ: así es,
yo le mentí a la brigada informándoles acerca de la situación que se iba a presentar y que eso iba a
hacer en el área jurisdiccional del municipio del Batallón Magdalena, no estoy seguro si es el del
batallón Magdalena [inaudible] a ese batallón se les informa que yo voy a hacer presencia en
determinada zona rural de su jurisdicción”2580.

2281. Del mismo modo, el señor Ramírez Gómez fue quien refrendó la misión táctica
del operativo ilegal2581 y también hizo el reporte de los hechos y el informe de patrullaje
el cual contenía información falsa2582.

2580 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0708.
2581 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: en la operación en la que muere el señor Aguirre Macias, si no me

equivoco, en los registros se observa una misión táctica en la operación Furor que usted firma ¿por qué razón
firma usted esa misión táctica? RESPONDIÓ: porque la misión táctica sale directamente desde la agrupación,
o sea, ellos en ese momento [inaudible] y esa misión táctica, como pertenece a la unidad dentro de las
operaciones de la brigada, están las operaciones rudimentarias, las misiones tácticas de cada una de las
unidades, entonces por esa razón, esa operación está firmada a nombre mío, yo asumí la responsabilidad de
esa misión táctica con mi firma”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.
2582 Ramírez Gómez: “PREGUNTADO: ¿en qué momento reporta a la brigada? RESPONDIÓ: de manera

inmediata, cuando suceden los hechos, procedo a hacer el reporte, yo no recuerdo realmente si lo reporté por
vía telefónica o por vía radial, lo que sí recuerdo es que solicité el apoyo del comando, que tal vez no se demoró
mucho en llegar a la zona, llegaron unos [inaudible] para efectuar el procedimiento a la inspección técnica al
cadáver de la víctima y lo único que yo hice fue asegurar la zona, acoplarla para que la llegada del cuerpo
jurídico de investigación pudieran efectuar las labores del cadáver dentro de sus procedimientos normales e

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6.2.3. Calificación jurídica de la conducta del compareciente.

2282. En conclusión, Felipe Andrés Ramírez Gómez participó activamente y de forma


consciente en la ejecución de un plan criminal que tenía como fin ejecutar a civiles y
fingir que estos eran miembros de grupos al margen de la ley (delincuencia organizada
o milicianos de las FARC).

2283. Esta participación era esencial y determinante en el plan criminal, en tanto que
era el comandante de uno de los destacamentos de un grupo especial de soldados del
Ejército Nacional, el cual fue utilizado para realizar operativos fuera de su jurisdicción
original y en contravía de su misión específica. Además, porque colaboró de forma
amplia y diversa en la ejecución de los hechos, al haberlos planeado, ejecutado
directamente, ayudado a implantar armamento de guerra a las víctimas y haber
presentado información espuria (tanto en declaraciones ante autoridades judiciales,
como en documentación oficial militar).

2284. Por lo tanto, Ramírez Gómez era consciente de: (i) la situación de conflicto
armado que se presentaba en el departamento del Huila (ii) de que ninguna de las
muertes reportadas había ocurrido en el marco de un combate y (iii) que las víctimas
eran civiles. Sin su contribución, la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas
Urbanas No. 11 (AFEUR) no habría podido presentar como bajas en combate el
asesinato y desaparición de personas vulnerables, seleccionadas, engañadas y
trasladadas. Esto quiere decir que, con su accionar, Felipe Andrés Ramírez Gómez
propició y aportó en la consolidación de la ejecución de dos patrones macrocriminales.
Se trata de un máximo responsable.

2285. Así las cosas, se le atribuirá responsabilidad a título de coautor por los crímenes
de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad2583 de Ángel María Petevi
Satiaca y Juan Carlos Aguirre Macías, en concurso con el crimen de guerra de homicidio
en persona protegida y el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad2584 de
seis personas, Ángel María Petevi Satiaca, Franklin Eidelber Satiaca Muñoz, Jhon
Vilmer Satiaca Muñoz, Osmidio Flor Ortiz, Juan Carlos Aguirre Macías y Faiber
Aragonés Lomelin.

institucionales PREGUNTADO: ¿las circunstancias que se iban a inscribir en el informe del patrullaje, las
personas que se iban a incluir como personas destacadas? RESPONDIÓ: traté de [inaudible] posible de lo que
pudiera haber pasado en los hechos, argumentando que se trataba de un retén donde las personas se habían
acercado en una motocicleta y al ver nuestra presencia habían intentado huir disparando sus armas en contra
de nosotros en su respuesta a la intención, terminamos por generar un impacto sobre la humanidad de unas
personas que iban en la moto, en la cual cae de la moto y se reportó como muerte en desarrollo de esa operación
o en desarrollo de esa acción, en el desarrollo de esos hechos, se reportó como un hecho que no tenía nada qué
ver con la misión que fuimos a cumplir allá”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria de Felipe Andrés Ramírez Gómez. Expediente Legali Caso 03,
Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0708.
2583 Código Penal. Artículos 22, 29 y 165 y Estatuto de Roma. Artículo 7(1)(i).

2584 Código Penal. Artículos 22, 30 y 135 y Estatuto de Roma. Artículos 7(1)(a) y 8(2)(c)(i).

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F. CARACTERIZACIÓN DEL DAÑO OCASIONADO.

2286. Este apartado dará cuenta de los daños ocasionados por los crímenes objeto de
pronunciamiento en esta decisión2585. Esta caracterización se construye a partir de los
relatos de las víctimas acreditadas en el subcaso que figuran en los informes y en las
observaciones presentados por ellas, así como en los encuentros dirigidos por el
Departamento de Atención a Víctimas (DAV) de la Jurisdicción, a partir de lineamientos
construidos con el Equipo de Justicia Restaurativa (EJR).

2287. Así, se realizaron grupos focales en seis encuentros: tres presenciales en Pitalito
el 18 de agosto de 2022 con participación de 20 personas; Garzón el 19 de agosto de 2022
con la asistencia de 24 personas y Neiva el 20 de agosto de 2022 con la participación de
26 personas; tres virtuales el 18 y 19 de agosto y el 10 de septiembre de 2022 en los que
participaron 21 personas2586.

2288. Con base en esta información, el DAV y el EJR entregaron un documento de


análisis cuyas conclusiones se presentan a continuación2587, acompañadas, cuando
resulte pertinente, de las manifestaciones realizadas por los comparecientes2588.

2289. De acuerdo con el análisis adelantado por el DAV y el EJR, los asesinatos y
desapariciones forzadas de personas presentadas como bajas en combate por agentes
del Estado generaron un entramado de impactos que ocasionaron daños en diferentes
esferas de la vida de las víctimas, sus familiares, comunidades y territorios a diversos
niveles: individual, familiar, social, político, cultural y productivo. Todo ello repercutió
sobre las formas de afrontar, habitar y conocer el mundo, al igual que en los estándares
morales compartidos para relacionarse en la sociedad y con el Estado.

2585 Para este fin, se acoge la definición de daño del Equipo de Justicia Restaurativa de la JEP como pérdidas,
detrimentos o afectaciones sobre el cuerpo (individual/ social/ territorial), el patrimonio (material/inmaterial)
o las formas de ser, sentir, pensar, relacionarse y organizarse en la vida privada y social; transformadas
negativamente como consecuencia del conflicto armado interno y en menoscabo de la dignidad humana. Es
importante anticipar en este punto que la duración del daño según su naturaleza se puede prolongar
indefinidamente en el tiempo, tanto por su impacto psíquico y social, como por su vulneración material y
simbólica sobre proyectos y anhelos futuros en torno a la identidad o el ejercicio mismo de la ciudadanía. Al
respecto una de las víctimas afirmó en la audiencia del 16 de mayo “el hecho victimizante se perpetua en el
tiempo porque ataca nuestra identidad como persona”.
2586 En lo sucesivo se referirán las respuestas de los participantes en estos encuentros con el número con el que

se identificó a la persona participante en el encuentro, de acuerdo como fueron relacionados en el informe


presentado por el DAV a la SRVR.
2587 Con ocasión de lo ordenado en: Jurisdicción Especial para la Paz, Sala de Reconocimiento de Verdad y

Responsabilidad. Auto ARA 254 de 2022. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0235.
2588 A partir de la sistematización hecha por el GRAI con base en la orden contenida en: Jurisdicción Especial

para la Paz, Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Auto ARA 067 de 2020. Expediente Legali
Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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2290. Los daños se entrecruzaron de diversas maneras y en un número considerable


de casos se insertaron dentro de las heridas de vulneraciones previas. Asimismo,
muchos de ellos se agudizaron por el impacto social y mediático propio de los patrones
criminales, la falta de acompañamiento -o indebido - y las revictimizaciones causadas
por los responsables, por el Estado -incluso el sistema judicial mismo- y por la sociedad,
a veces estigmatizante, indolente o apática.

2291. Tales afectaciones pueden organizarse en cinco categorías de daños a saber: (i.)
al buen nombre; (ii.) relacionales, (iii.) al bienestar, (iv.) a la ciudadanía y (v.) a los
proyectos, el empleo y el patrimonio. Adicionalmente, al final de esta sección se
presentarán las propuestas restaurativas que surgieron de las voces de las víctimas (vi.).

1. Daños al buen nombre.

2292. Los hechos victimizantes tienen la capacidad de romper el relato biográfico de


las personas y las comunidades2589. La estigmatización fue un marco precursor del delito
que habilitó y facilitó su comisión desencadenando criterios de selección, revelando
prejuicios estructurales y facilitando el encubrimiento, así como los pactos de silencio.
Para el caso 03 en el Huila, donde se vislumbra un perfilamiento específico de las
víctimas, la estigmatización fue central y constituyó no sólo un precursor sino también
un daño sobre el entorno como consecuencia de la ejecución extrajudicial.

2293. En la Audiencia de Observaciones, así como en los encuentros con el DAV, las
víctimas trajeron a colación de forma reiterada el sufrimiento que experimentaron con
ocasión de los señalamientos que el Ejército Nacional y los medios de comunicación
realizaron respecto de sus seres queridos. Sobre este particular los propios
comparecientes reconocieron haber empleado dispositivos de estigmatización con dos
propósitos diferentes: “por un lado, sirvieron como una justificación moral y ‘profesional’, y
por otro, sirvieron para el perfilamiento de las víctimas dentro de una estrategia de impunidad”.
En este sentido, presentar a las víctimas como presuntos guerrilleros, milicianos o
delincuentes comunes facilitó darle apariencia de legalidad a la muerte, mientras que
seleccionar a personas en condiciones de vulnerabilidad tenía como propósito
asegurarse de que no tuvieran dolientes que indagaran por su muerte. Así, “según lo
manifiestan los versionados, en la selección y aprehensión de las víctimas se buscaban perfiles
sobre los cuales recaían estigmas sociales: presunto miliciano o miembro de las FARC-EP,
delincuencia común, [personas con] antecedentes penales (reales o presuntos), [personas con
antecedentes de] consumo de sustancias psicoactivas y persona habitante de calle”.2590

2294. De manera particular, las víctimas señalan su frustración respecto del papel que

2589Bello, Martha Nubia, (2010)- El daño desde el enfoque psicosocial. Universidad Nacional de Colombia.
Programa de Iniciativas Universitarias para la Paz y la Convivencia (PIUPC), Pág. 32.
2590 Jurisdicción Especial para la Paz. Grupo de Análisis de la Información. Requerimiento sobre daños subcaso

Huila, caso N° 03 “Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del
Estado”. Octubre de 2022, pág. 6. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
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los medios de comunicación jugaron a la hora de reproducir, sin confirmar, la versión


dada por el Ejército Nacional2591. Así, las estrategias de selección, justificación e
impunidad comportaron un daño al buen nombre. Estas acusaciones respecto de las
víctimas directas se extendieron a sus familias e incluso a sus comunidades y territorios
pues el sólo hecho de residir en una zona señalada como de “presencia guerrillera” en las
alocuciones oficiales de orden gubernamental y reproducidas por los medios masivos
de comunicación, generando constante acoso y discriminación para las comunidades
que los habitan siendo tal estigmatización precursora de la victimización, así como una
forma de revictimización y daño posterior a ésta2592.

2295. Los familiares coinciden en reconocer que la forma en que las víctimas directas
fueron señaladas en sus comunidades como “guerrilleros, viciosos, asesinos, extorsionistas
o ladrones” tuvieron fuertes implicaciones en las relaciones con las personas de las
comunidades en las que residían, llevando a confrontaciones y enemistades. La
estigmatización y el rechazo se hacía evidente para los familiares, no solo con las
expresiones verbales relacionadas con los falsos señalamientos hacia las víctimas
directas y sus familias, sino también con las miradas de sus vecinos, con su cambio de
actitud, con el distanciamiento de personas cercanas, incluso de familiares y amigos2593.

2591 Frente a esto el Participante 60 relata: “El nombre de él sí fue vulnerado, fue tan duro que salió por televisión
al otro día que lo mataron a él, el señor expresidente Juan Manuel Santos, en ese entonces ministro de defensa
salió por las pantallas diciendo: “Mataron a seis antisociales ladrones, el ejército los abatió”, entonces eso afecta
el buen nombre de él, yo he querido demandar a ese señor, demandar a la prensa de aquí del Huila donde a
mi hijo y a las otras víctimas las tratan de ladrones, de guerrilleros, de narcotraficantes y eso no debería hacerlo
un medio de comunicación hasta no cerciorarse de quién es la persona (…). Yo quiero que el nombre de él se
limpie porque alguien nos mira y dice, vea ese es el papá de los ladrones que dieron de baja en Pitalito”. La
Participante 78 se refiere al absurdo de los señalamientos, más cuando su hijo acababa de prestar el servicio
militar "Mi hijo hacia 7 meses había salido de pagar servicio en la policía en Facatativá para que el diario del
Huila hubiese dicho que era un extorsionista, era guerrillero y eso no era así, lo que le hicieron a mi hijo fue
una emboscada, fueron muchos soldados en contra de dos muchachos...el daño para toda la familia muy
grande".La Participante 12 manifiesta que lo que más los afectó fue la inmediatez de los medios de
comunicación para acusar a su ser querido, situación a la que ella le hizo frente dirigiéndose al medio radial
para limpiar el buen nombre de su ser querido sin tener eco en su reclamo. En esta misma línea, la Participante
04 menciona que les afectaron los señalamientos que hacían los medios de comunicación y la forma en la que
los demás habitantes se quedan con ese imaginario. Al igual que la Participante 12 y la Participante 04, el
Participante 18 pone en evidencia la inmediatez de los medios de comunicación en señalar y acusar a su hijo
ejecutado, situación a la que igualmente hizo frente yendo hacia la emisora regional a aclarar lo sucedido,
desmintiendo y contrastando la información errada y tendenciosa que dio el Ejercito Nacional sobre los hechos
acaecidos”. Jurisdicción Especial para la Paz. Departamento de Atención a Víctimas. Informe caracterización
del daño. Caso 03. Subcaso Huila; Septiembre de 2022, pág. 8. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2592 El Participante 46 refiere al respecto: “ahora hace días llegué donde un abogado en el pueblo, con un cargo

público, y cuando yo le mostré mi cédula, porque mi cédula yo la saqué en el Caquetá, y me dijo ¡ha!, por eso
fue que le mataron a su hijo, porque son guerrilleros”, allá fue donde nació mi hijo, y por eso fue que los
militares me lo mataron, porque cuando él llevaba un mes en Garzón lo requisaron y le pidieron papeles y ahí
lo marcaron”. Ibidem, pág. 11.
2593 El Participante 40 relata cómo luego de que los medios de comunicación divulgaran el nombre de su hijo

caracterizándolo como “guerrillero”, cambiaron de forma radical las dinámicas de relacionamiento con su
comunidad, pues fue un rumor que se extendió por todo el territorio que él solía frecuentar por su trabajo y
oficios. Para la Participante 28, el tema de dar explicaciones fue la mayor lucha. Los cuestionamientos
constantes al buen nombre de su hijo y su familia fueron un factor común en su comunidad, esto hizo que a la

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2296. Otra arista de este estigma que afectó en muchos de los casos diferentes esferas
de la vida de las familias en sus comunidades y territorios radica en el cuestionamiento
de los ingresos de las familias, asumiendo a partir de las acusaciones, que estos
provienen de la ilegalidad2594. Estos señalamientos afectaron en algunos casos las
actividades económicas de las que se valían las familias para subsistir2595.

2297. La estigmatización dio lugar, a su vez, a otras revictimizaciones subsecuentes


tales como son: la persecución, las amenazas e incluso el desplazamiento
intermunicipal e intraurbano. El desplazamiento en estos casos implicó una alteración
de las dinámicas familiares, un distanciamiento de las redes de apoyo y una separación
de los contextos en los que tradicionalmente las familias han obtenido su sustento
económico2596.

2298. Desde una perspectiva intergeneracional, los efectos de la estigmatización en


niñas y niños se hacen evidentes en sus diferentes entornos comunitarios y educativos,
donde el rumor conllevó a señalamientos y burlas, estas prácticas de acoso han incidido
en su proceso de desarrollo emocional2597. También puede reconocerse el estigma que

fecha la Participante 28 haya creado enemistades por defender la honra al buen nombre de su ser querido (…)”.
El Participante 23 señala al respecto: “Los que manteníamos con él sabíamos que era mentira, pero los
familiares lejanos tal vez creyeron en lo que se decía y se alejaron o temieron acercarse. Hubo división de la
familia”; en este sentido la Participante 50 afirma: “Mi familia nos juzgaba diciendo que mi papá era malo, que
el hacía muchas cosas cuando no fue así”. Ibidem, pág. 8, 9 y 11.
2594 Para la Participante 26, luego de que su hijo fuera señalado como “extorsionista”, todas sus actividades

fueron cuestionadas, pues incluso sus vecinos se atrevían a comentar que la subsistencia de su familia
dependía de las actividades ilícitas de su hijo: “Me señalaban porque mi hijo estaba levantando la casa cuando
lo mataron y lo hicieron pasar por extorsionista, y me decían ¡Claro, con razón, ahí está la plata que se robaba!”.
Ibidem, pág. 11.
2595 El Participante 33 relata al respecto: "Mis expectativas quedaron al revés, nunca volví a salir adelante porque

he tratado de hacer negocios de una forma o de otra y no me salen". Por su parte, el Participante 34 afirma que
luego de los hechos, mientras trabajaba en el Palacio de Justicia, al conocerse las circunstancias de los hechos,
le llegaron comentarios como: “Su hijo es un guerrillero”, eso hizo que él se cohibiera de relacionarse en su
entorno laboral. Ibidem, pág. 12.
2596 La Participante 10 señala al respecto que sus hijos no pudieron estudiar, sufrieron afectaciones económicas,

amenazas y persecución. En este sentido, los falsos señalamientos implicaron para algunas familias incluso el
desplazamiento intermunicipal e intraurbano, tal como lo afirma la Participante 04 y el Participante 33, quienes
relatan como sus familias tuvieron que desplazarse al ser señaladas y estigmatizadas. La Participante 50, quien
como hija tuvo que vivir estas situaciones desde niña relata: “Era frustrante uno tener que cambiarse de ciudad,
cambiarse de colegio, cambiar todo su entorno, porque todo el mundo nos señalaba y decían: “Ella es hija de
un ladrón, de alguien que roba buses”, porque eso salió por los noticieros, que eran unos ladrones terrestres
que se subían a atracar a los buses cuando ninguno hacía nada de esas cosas, mi papá trabajaba muy duro para
mí y para mi mamá, a raíz de eso que pasó yo perdí comunicación con mi hermana totalmente porque ella se
fue con la familia de mi papá, yo me quede con mi mamá, a nosotras nos tocó cambiarnos de casa porque el
tipo que se los llevó se la pasaba rondando nuestra casa, nos daba miedo que nos hiciera algo más”. Ibidem,
pág. 12.
2597 La Participante 13 recuerda que desde su infancia sufrió de burlas, acoso y estigmatización, pues cuenta

que aun en la escuela donde estudiaba, sus compañeros la señalaban como hija de un miliciano y justificaban
su asesinato. De igual forma, la Participante 50 relata la experiencia en su infancia como hija de una de las
víctimas directas: “Yo tenía solo 9 años cuando eso pasó y era muy frustrante ver cómo los sacaban a todos
por la televisión diciendo que eran unos vándalos, unos ladrones, por los periódicos, entre niños nunca hay

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en muchas comunidades ha recaído sobre los y las jóvenes, justificando señalamientos


y prácticas violentas por tener hábitos de consumo de sustancias psicoactivas, por ser
habitantes de calle, o simplemente por habitar en momentos de ocio el espacio público,
lo cual intensificó su situación de vulnerabilidad en el marco de los crímenes
cometidos2598.

2299. En la audiencia de observaciones se mencionó el daño a la identidad que se


produjo a partir de las actuaciones sobre los cuerpos de las víctimas directas, por
ejemplo, al ponerles armas a su lado y vestirles con uniformes de guerra, desconociendo
el rol que realmente desempeñaron en vida2599. Asimismo, existe una anulación de su
identidad (social, pública, ciudadana) en la desaparición forzada, mediante la
eliminación de sus documentos de identidad, la mutilación de sus huellas o la
disposición de sus cuerpos como no identificados, algunos de ellos en lugares lejanos
que impedían el reconocimiento de vecinos y familiares2600. Igualmente se menciona el
daño causado al poner sobre sus nombres alias guerrilleros2601: un borramiento y una
imposición identitaria falsificadora de su existencia.

2300. En el informe Falsos Positivos en el Huila: Rompiendo el silencio de la impunidad, el


Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio menciona el daño
al buen nombre del que fue víctima como organización de Derechos Humanos que
denunció tempranamente estos crímenes mediante comunicados en donde el Ejército
Nacional le acusaba de intentar empañar su buen nombre.2602 Tal afectación vincula el

tapujos, los niños son muy crueles, entonces era bastante complicado ir al colegio y que dijeran al papá de esa
niña lo mataron porque era un ladrón”. Por su parte, la Participante 24 relata: "La gente me decía “claro a él lo
mataron fue por algo”, cuando ya el niño entró al colegio le decían cosas y me decía no mamá es que a mi papá
lo mataron porque estaba robando, dizque era guerrillero. Yo le decía “eso es mentira mi amor”, y el respondía
“mami, pero si eso dicen mis compañeros, que eso salió por el diario y decía que él era guerrillero y que estaba
extorsionando”, le decía “mi amor eso es mentira”, y él aún me dice “yo no le creo””. La Participante 24
manifiesta que su hijo sufrió discriminaciones por parte de sus compañeros por la muerte de su padre porque
los demás compañeritos le decían que a su papá lo mataron por ser guerrillero, al punto que él decidió
abandonar el colegio cuando iba en grado sexto; de igual forma, en la comunidad donde residía también hubo
lugar a estigmatizaciones. Ibidem, pág. 13.
2598 En este sentido la Participante 65 refiere: “Él nunca fue vicioso, era muy alegre ese muchacho, pero cosas

malas nunca, le gustaba jugar fútbol. La policía acá lo fregaba, porque como no hacía nada, él mantenía a lo
bien, porque yo no lo tuve sino sólo a él, entonces yo le daba todo, yo trabajaba solo para él. Había un militar
que se la tenía al rojo, él me dijo: Madre mire ahí viene el que me dice que me va a dejar con la jeta llena de
moscos, y a los 8 días preciso, fue que lo mataron”. Ibidem, pág. 14.
2599 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Voces de las mujeres tejedoras de

memoria y resiliencia, Rompiendo el silencio del dolor. En Voces y Silencios, Edición especial No 2, pág. 31.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/ 0001.
2600 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe Falsos positivos en el Huila:

Rompiendo el silencio de la impunidad, pág. 24. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/ 0001.
2601 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Caso 03, Subcaso

Huila, Audiencia de observaciones de las víctimas del 17 de mayo de 2022. Declaración de María Otilia Ortiz
(Minuto 1:56:35). Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2602 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe Falsos positivos en el Huila:

Rompiendo el silencio de la impunidad, pág. 24. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/ 0001. Se asegura: “Aunque inversamente, en diciembre del año 2008 la Novena Brigada

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daño identitario con el daño político, ambas dimensiones de una afectación que vulnera
el lugar y la razón de ser individual y colectiva de quienes fueron golpeados por el
flagelo o de quienes asumieron la denuncia y defensa de los derechos de las personas
victimizadas.

2301. Pese a todas estas afectaciones, también se reconocieron relatos que dan cuenta
de la acogida de las personas de las comunidades frente a las familias víctimas de estos
hechos, ya que conocían de cerca a las víctimas directas, las habían visto crecer y
conocían sus dinámicas cotidianas. En estos casos, las comunidades se constituyeron
como recurso de afrontamiento y manifestaron junto a las familias su tristeza e
indignación por los falsos señalamientos2603.

2. Daños a las relaciones.

2302. Los hechos victimizantes relacionados con el homicidio, la desaparición forzada,


la amenaza, el señalamiento y la persecución fracturaron el relato biográfico de las
personas y las comunidades, en una transición abrupta entre el antes y el después de
los sucesos y las posteriores revictimizaciones. Las víctimas reconocen cómo la ausencia
de sus familiares ha incidido en la forma como se reconocían a sí mismos antes de los
hechos, en la manera como asumían la vida, en su cotidianidad, así como en los rituales
y celebraciones que reunían a la familia y/o a la comunidad. Se vieron igualmente
afectadas las dinámicas familiares del día a día, en algunos casos esto implicó
distanciamientos con los que se acentuó el sentimiento de soledad. Este es un punto de
confluencia entre el daño relacional y el identitario.

2.1. Relaciones al interior de la familia.

2303. Los hechos victimizantes y las posteriores revictimizaciones que recayeron sobre
las familias incidieron en sus dinámicas, en algunos casos se generó el distanciamiento
entre las partes, en otras se fortaleció el vínculo y la empatía ante el sufrimiento
compartido, en cualquier caso, tanto los núcleos familiares como la familia extensa

emitió un comunicado donde acusa al OBSURDH de intentar empañar el buen nombre del Ejército Nacional,
de usurpar la personería jurídica de otra organización no gubernamental, y de lanzar acusaciones temerarias
en contra de la fuerza pública.”
2603 La Participante 66 se refiere al respecto: “Nosotros en el barrio y los vecinos no juzgaron no, porque desde

pequeñito lo vieron crecer junto a los hermanos, gente humilde y trabajadora porque nosotros toda la vida
hemos sido trabajadores, en la calle en ventas, mis hijos vendiendo galletas, lo que sea, trabajadores”. A su
vez, la Participante 27 afirma: “Eran personas imprudentes quienes hacían comentarios, principalmente
jóvenes, pero en general la comunidad sabía la verdad”. Por su parte, el Participante 63 relata: “En nuestro
caso se supo por prensa y todo, pero ni los vecinos ni en el barrio creyeron porque mi primo se conocía de
dónde era y de dónde vivía, y cuando se supo eso todo el mundo decía -cómo van a salir con ese cuento de
que era guerrillero-”, eso sí nadie lo creía, él nació en el barrio y vivió en el barrio, entonces en nuestro caso
nunca se escucharon rumores o se vio a la gente aterrada porque era guerrillero”. Op. Cit. JEP. DAV, pág. 14
y 15.

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vieron sus relaciones interpeladas2604.

2304. La ausencia de un ser querido como el cónyuge afectó el apoyo económico y


emocional, ya que las mujeres que estaban dedicadas a labores domésticas y a la crianza
de los hijos debieron salir en busca de trabajo para el sustento de la familia, quedando
los hijos solos en muchas oportunidades o al cuidado de familiares o vecinos. Así
mismo, los padres y hermanos menores de las víctimas directas reconocieron que su
allegado tenía un papel importante en su familia porque era el que proveía sus
alimentos y dedicación en el cuidado los demás miembros de la familia.

2305. En algunos casos las relaciones familiares se disolvieron al punto de que se


alejaron por completo miembros del núcleo familiar, unos buscando cómo superar o
afrontar a su manera los hechos ocurridos, otros buscando sobrevivir económicamente.
Este distanciamiento familiar en algunos supuestos fácticos se mantiene hasta el
presente, cargando la relación con los conflictos experimentados luego de la ocurrencia
de los crímenes internacionales, relacionados especialmente con la culpa, con el peso
del estigma y con el dolor de la ausencia2605. En este sentido, se reconoció cómo los
efectos de la estigmatización lograron quebrantar en varios escenarios las relaciones al
interior de la familia, especialmente con la familia extensa2606.

2306. Que los crímenes hayan sido perpetrados por integrantes del Ejército Nacional
generó fracturas en las relaciones de algunas de las familias en las que alguno de sus

2604 Al respecto la Participante 28 reconoce: “al principio la familia se impactó, se descontroló, nadie sabía qué
hacer y el dolor nos conmueve de diferentes formas, el papá lo toma de una manera, la mamá de otra,
comienzan las depresiones, los reproches y las culpas” pero también se relaciona que después de un tiempo si
hubo un cambio y la familia comenzó a respaldarse entre sí”. Ibidem, pág. 16.
2605 La Participante 25 manifiesta al respecto: “en mi caso sentí que la familia se destruía, los demás hijos ya se

fueron y no quisieron volver a la casa al sentirse solos”. A su vez, la Participante 31 como madre de la víctima
reconoce que sintió el apoyo de su madre especialmente, pero sus otros hijos por el contrario se alejaron cuando
se fueron al ejército, para buscar trabajos y por miedo a quedarse, resultando esto en un profundo sentimiento
de soledad. La Participante 46 agrega: “Desde que pasó eso, las tres hijas que me quedan se abrieron como una
mata de yuca, a ellas no les gusta asistir a estas reuniones, por el dolor, por sus obligaciones”. Por otro lado, el
Participante 52 menciona que en su caso se presentó el distanciamiento familiar con su esposa y sus hijas
debido al cuidado que debía ofrecerle a su madre, quien se encuentra en un proceso de duelo crónico luego de
la muerte de su hermano. La Participante 21 reconoce la forma en que se ha manifestado la “degradación” en
las relaciones familiares: “Él era mi apoyo y mis hijas estaban pequeñas, entonces eso nos afectó mucho y me
enfermé mucho. Yo vivía con rabia, con odio. El resto de mi familia nos dio la espalda. Yo vivo peleando mucho
con mi hija, por el daño que vivo”. La Participante 24, que estaba embarazada de 7 meses y contaba con dos
hijos pequeños al momento del asesinato de su compañero, relata cómo la familia de la víctima se negó a
facilitar la prueba de ADN para poder dar el apellido a su hijo: "Ellos se distanciaron mucho del niño, no lo
llamaban ni nada, y aún él dice, pero para qué vamos por allá (su hijo haciendo referencia la familia paterna)".
La Participante 17, por su parte, señala: “Al morir mi esposo nos sacaron de la casa y nos desconocieron como
familia por parte de la familia paterna”. Ibidem, pág. 16.
2606 De acuerdo con el Participante 75, los efectos de la estigmatización lograron permear en varios casos la

relación con la familia extensa: "las noticias eran falsas y algunos familiares lejanos las creyeron, por eso nos
dividimos". La Participante 12 agrega al respecto: “Por el lado de la familia del papá fueron muy unidos y
ayudaron en el cuidado, pero la familia propia se alejó mucho y hasta luego de las declaraciones de los militares
se han acercado un poco”. Ibidem, pág. 19.

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miembros hacía parte de dicha institución2607.

2307. Por otro lado, el rol de crianza y de cuidado de los hijos se cargó en la mayoría
de los casos relatados en las madres o en los abuelos de la víctima directa, lo que generó
una sobrecarga de responsabilidades al tener que a su vez proveer económicamente a
la familia en medio del sufrimiento que dejó la pérdida del ser querido. Los abuelos
debieron sufrir en algunos por el distanciamiento de sus nietos, hijos de las víctimas
directas, debido al distanciamiento de las madres o cuidadores de los niños. Las
relaciones de pareja para las madres y padres de las víctimas y para las y los hermanos
también se vieron afectadas en medio del sufrimiento y la zozobra2608.

2308. Los niños y las niñas tuvieron que experimentar el dolor ante la ausencia y el
distanciamiento que se generó en el seno de sus hogares. Para algunos de los familiares
la situación en la que quedaron las familias afectó el acompañamiento que debieron
tener los menores de edad, lo cual tuvo consecuencias en su desarrollo emocional y en
las decisiones que más adelante tomaron, afectando a su vez su calidad de vida2609.

2309. Pese a lo anterior, también se refirió como para algunas de las familias el
afrontamiento frente a los hechos victimizantes se centró en fortalecer el vínculo, rodear
y velar por el bienestar mutuo, en particular de las personas más afectadas. A su vez,
compartir la certeza de la injusticia cometida con el ser querido y reconocer la falsedad
en las acusaciones fue en muchos supuestos lo que mantuvo el vínculo familiar. En este
sentido, se reconoce también cómo la búsqueda común por esclarecer los crímenes ha
aportado a la unión familiar por encima de las diferencias2610.

2607 La Participante 20 señala al respecto: “el núcleo familiar se desarmó, cada uno tomó rumbos distintos. Hay
una prevención fuerte con los militares por parte de unos de los hijos por lo vivido, y no facilita la relación con
el esposo de la hija por ser militar”. Ibidem, pág. 18.
2608 La Participante 86 relata al respecto: “me tocó asumir ese rol de madre y padre para ellos, llenándome de

fortaleza para sacar adelante mis hijos, me tocó trabajar y seguir luchando por darles una buena crianza”. De
igual forma la Participante 84 expresa: “mientras él estaba, nos dividíamos las tareas, yo trabajaba, pero no
tanto como él, yo le ayudaba en las cosas del hogar, pero ya sola fue y ha sido otro cuento”. La Participante 47:
“en mi caso, sí afectó muchísimo porque en realidad a quien mataron era prácticamente el soporte, él veía por
los otros tres pequeños que estaban estudiando, él era quien los guiaba, los llevaba, los traía, él iba a trabajar
y él era muy pendiente de que a ellos no les faltara nada, otro de mis hijos fue quien nos ayudó mucho, los
niños ya fueron creciendo y somos de una familia muy pobre, a mí me toco muy duro de verdad”. La
Participante 01 refiere en este sentido: “Mi papá nos abandonó y nos tocó enfrentar duro la situación para no
dejar a mi mamá sola”. Ibidem, pág. 21 y 22.
2609 La Participante 39 recuerda esa ausencia y su impacto, en el momento del suceso su hijo tenía 4 años y su

hija año y medio: "Los niños preguntaban por el papá, la niña más que todo, estaba más chiquita, eso fue una
etapa muy dura para mí, porque mi niña siempre se paraba y me decía: mami, ¿mi papi?, mami, ¿mi papi
dónde está?, y el hermanito le decía a él ya lo mataron". La Participante 50 reconoce a su vez el efecto de la
ausencia en su proceso de desarrollo: “Era muy duro ver que mi papá era el que me llevaba siempre al colegio,
era el que me ayudaba a hacer las tareas, porque mi mamá trabajaba mucho, y mi papá era el que estaba
pendiente de mí, entonces fue un cambio muy radical ver que él ya no era el que me llevaba al colegio, ya no
era el que me llevaba a dormir, ya no era el que salía conmigo al parque, entonces fue bastante duro y
complicado”. Ibidem, pág. 22.
2610 El fortalecimiento del vínculo en varios de los casos tuvo que pasar por afrontar situaciones difíciles

desencadenadas por el asesinato del familiar. Al respecto la Participante 12 comenta: “mi hijo era muy apegado
al papá. Tuvimos que irnos de la casa porque ahí fue asesinado mi esposo. Esa situación es muy dura y mi

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2310. Esta variedad de afectaciones a las relaciones familiares también fue referida por
los comparecientes cuando mencionaron las consecuencias de estos hechos sobre sus
vidas. De acuerdo con la sistematización hecha por el GRAI,

[e]videntemente, el primer ámbito relacional en verse afectado por la comisión de las conductas
punible es el más inmediato: el familiar. En términos generales, se trata de una situación difícil de
tramitar para este entorno (…) [c]on frecuencia, los comparecientes señalan que al haber sido
privados de la libertad se modificaron sustancialmente las dinámicas familiares. Esta situación
puede ser analizada desde dos perspectivas: (i) desde la perspectiva de las familias hay sufrimiento
por la separación y por la situación compleja en la que se encuentra el ser querido; y (ii) desde la
perspectiva del compareciente igualmente hay dolor por la separación y un sentimiento de
vergüenza y pesar por hacer pasar a la familia por dicha situación. Incluso, un compareciente
manifestó sentirse abandonado por su propia familia al tener que afrontar la privación de la
libertad2611.

2311. Como se observa, los crímenes que se analizan tuvieron un alto impacto de los
vínculos familiares de las víctimas y de los comparecientes. Además, como pasará a
explicarse, también hubo rupturas en otro tipo de relaciones afectivas y de cuidado.

2.2. Relaciones de amigos y vecinos.

2312. Las relaciones con amigos y vecinos se vieron afectadas por los efectos de la
estigmatización que recayó sobre las víctimas directas y sus familias. La forma como el
rumor llegó a reproducir las versiones oficiales que justificaban los homicidios afectó la
confianza y las relaciones vecinales de muchas de las familias en los lugares donde
residían, generando distanciamientos, conflictos interpersonales e incluso altercados y
desplazamientos forzados debido a los señalamientos, el hostigamiento y las amenazas
(supra apartado 1.)2612.

2313. En otros casos, las familias contaron con la suerte de tener una red de apoyo que

suegro cayó en depresión, entonces me quedé apoyándolo a él y con la presencia de mis hijos, sus nietos”.
Compartir la certeza de la injusticia cometida con el ser querido y reconocer la falsedad en las acusaciones fue
en muchos casos lo que mantuvo el vínculo familiar, en palabras del Participante 75: "en la familia no hubo
afectación porque ellos sabían realmente qué era lo que había pasado, pero con los amigos y los vecinos hubo
muchos rumores". En este sentido, se reconoce también cómo la búsqueda común por esclarecer los hechos ha
aportado a la unión familiar por encima de las diferencias, así lo manifiesta la Participante 49: “primero que
todo yo le agradezco a mi hermana que empezó con este proceso, y a raíz de eso nos vinculó a todos y queremos
es eso, o yo realmente quiero saber la verdad, la verdad y que se haga justicia, porque uno tiene familia, porque
uno tiene hijos”.
2611 Op. Cit. JEP.GRAI. pág. 33.

2612 Así lo refiere la Participante 27: “mi esposo escuchaba los comentarios de los vecinos en donde justificaban

o daban como cierto lo sucedido y eso lo afectaba mucho”. La Participante 22 recuerda que: “los vecinos
terminaban justificando lo sucedido, decían que eso debió pasar por ser supuestamente ladrón”. La
Participante 26 reconoce la molestia y el enojo que le generaron los comentarios de sus vecinos: “a mí me daba
rabia porque decían puros chismes y repetían que dizque era extorsionista sin serlo, por eso, cuando me
preguntaban a mí me daba rabia con la gente y les mandaba a leer lo que habían publicado y no quería
hablarles de eso, que nadie me pregunte”. De igual forma, la Participante 28 relata que su padre se distanció
de sus amigos debido a la molestia que le generaron los comentarios acerca de su hermano: “siempre quedó
ese señalamiento, eso fue fuerte para mi papá con los amigos”. Op. Cit. JEP. DAV, pág. 24 y 25.

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los sostuvo en su duelo, atendiendo sus necesidades a causa de la pérdida de su familiar


y proveyendo cuando fuese necesario. A su vez, se reconoció que al comenzar a circular
la información en la que se esclarecían los hechos y se comenzó a denunciar estos
crímenes como “falsos positivos”, muchos vecinos y amigos cambiaron de actitud y se
solidarizaron con ellos2613.

2.3. Relaciones en el ámbito laboral.

2314. En muchos casos, las relaciones laborales se vieron afectadas por el rumor de lo
manifestado por los medios de comunicación. Esto significó, para algunas personas,
convivir el día a día con el peso de los señalamientos, para otras, perder sus trabajos o
no lograr conseguirlos porque se les cerraban las puertas, y para otros conllevó no solo
abandonar su lugar de trabajo sino desplazarse, lo que implicaba comenzar de nuevo
en otro municipio/ciudad. Adicionalmente, algunos refirieron que en sus trabajos no
tuvieron conocimiento de lo sucedido, y ellos mismos guardaron silencio para evitar
señalamientos, esto les implicó tener que invisibilizar su sufrimiento en estos
escenarios2614.

2315. Por otro lado, hay quienes a partir de labores independientes lograron forjar el
futuro de sus familias y desligarse de los calificativos que socialmente les fueron
asignados tras la muerte de su familiar. Otros de los familiares aseguran haber
reconocido el apoyo solidario con sus empleadores y compañeros de trabajo2615.

2613 La Participante 38 recuerda siempre haber contado con el apoyo por parte de la familia y de los amigos:
“nunca hubo algún tipo de fractura o señalamiento, al contrario, recibimos apoyo de la comunidad para
declaraciones en el proceso judicial”. La Participante 45 y su madre mencionan que las relaciones con los
amigos y/o personas no se vieron afectadas porque tenían conocimiento de quién era su hermano/hijo, y
también sabían que ellos habían prestado servicio militar, que la víctima presentaba problemas de consumo
de sustancias psicoactivas, pero que no era ningún guerrillero. Entonces, los amigos y/o cercanos les brindaron
apoyo. Ibidem, pág. 26.
2614 La Participante 08 reconoció que debido a los señalamientos y a la exclusión que vivieron, tuvo que salir

con su familia de su pueblo para buscar opciones laborales, así como algunos familiares tuvieron que
desplazarse para proteger sus vidas y/o encontrar empleo, otros se vieron obligados a convivir con los rumores
y señalamientos en sus lugares de trabajo. Esto lo relata la Participante 31: “yo soy maestra y apenas sucedió
esto con mis maestros sentí un frío porque sentí el rechazo y los comentarios que surgieron a mis espaldas y
en voz baja, porque yo sentía que hablaban de mí y de mi hijo que supuestamente era el jefe de los milicianos
de la guerrilla”; la reacción fue de decepción y de soledad. La Participante 46, por su parte, tuvo que renunciar
a su trabajo y buscar otras oportunidades laborales en las que incluso tuvo que experimentar la
estigmatización: “me sentía estigmatizada por los comentarios de mis jefes, cuando hacían malos comentarios
respecto a la muerte de personas asesinadas como mataron a mi hijo, y muchas veces me toco aguantar
humillaciones”. Ibidem, pág. 27 y 28.
2615 Es el caso del Participante 14: “en nuestro caso siempre hemos sido independientes, entonces no nos afectó

mucho, se siguió trabajando y todo normal. No se afectó mucho ese ámbito”. Así mismo, la Participante 53
asegura: “Siempre he sido independiente, a mí nunca me tocó buscar trabajo allá”. Otros de los familiares
aseguran haber reconocido el apoyo solidario con sus empleadores y compañeros de trabajo, este es el caso del
Participante 23, quien trabajaba en una finca como contratista con su hermano, la víctima directa: “él se lo
pasaba conmigo trabajando y mis empleadores nunca nos dieron la espalda. Siempre se reconoció su
honorabilidad, todos sabían que no era guerrillero, que fue una víctima de falso positivo”. De igual forma, la
Participante 65 asegura: “encontré mucho apoyo en los compañeros de trabajo”. Así mismo, el Participante 52
expresa: “en mi caso no hubo fracturas con mis compañeros de trabajo”. Ibidem, pág. 28

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2.4. Otros daños socioculturales.

2316. Para el subcaso Huila se registraron narrativas asociadas al daño


sociocultural2616. En efecto, algunos familiares señalaron como consecuencia del hecho
un alejamiento de sus creencias religiosas, debido a la ausencia de solidaridad de su
comunidad y en algunos casos de la negación por parte de la iglesia a ofrecer un ritual
católico en su sepultura.2617

2317. La pérdida de estas personas dejó tristeza y soledad, muchas veces evidentes
durante las celebraciones tradicionales como la navidad, la Semana Santa, el día de la
madre o en reuniones familiares en las que los familiares se veían especialmente
afectados por la ausencia de los seres queridos2618. O bien dichas celebraciones dejaron
de ocurrir, o su naturaleza se transformó al punto de convertirse en conmemoraciones,
hundimientos dolorosos, o duelos inconclusos pero reiterados ritualmente, año tras
año, encuentro tras encuentro, marginando más y más el lugar de la alegría jovialidad
de los encuentros familiares o fiestas comunitarias.

2318. Esta forma de victimización produce daño a tres estándares morales que de lo
contrario serían compartidos en sociedad: que la vida de la población civil se debe
proteger en el marco del conflicto armado; que ésta no tiene precio y que todas son
igualmente valiosas. En este sentido, las víctimas hacen recurrentes menciones cómo
las afectadas fueron en su mayoría familias campesinas y de bajos recursos, siendo
necesaria la reafirmación de la valía de sus vidas2619.

2616 Dentro del marco analítico del daño propuesto por el equipo de justicia restaurativa, los daños identitarios
y relacionales hacen parte de un compendio más amplio de daños socioculturales. Dentro de este compendio
están también una tercera categoría referida como daños epistémicos, que denotan aquellas afectaciones sobre
los saberes, las creencias o las prácticas de individuos y comunidades.
2617 Al respecto la participante 20 afirma: “yo era católica y dejé de serlo porque primero mataron a mi hijo, a

los 15 días a mi yerno que también nos ayudaba, y al mes abalearon a mi otro hijo, y cuando fui a pedir ayuda
a la iglesia los sacerdotes nunca me ayudaron. Voy cuando se muere un familiar y me toca ir".
2618 Al respecto, la Participante 15 reconoce que ha cambiado su forma de pensar respecto a las fechas especiales,

en particular el día de la madre ya que no está su hijo para desearle un feliz día, además porque fue en ese mes
en el que le entregaron el cuerpo de su hijo: "no volví a hacer reuniones porque no puedo soportar la ausencia
de mi hijo". De igual forma, la Participante 46 indicó que el hecho de que su hijo haya sido asesinado en semana
santa ha hecho que le sea imposible celebrar esta semana acorde con sus creencias. Para la Participante 15, el
mes de mayo es trágico porque fue el mes en que perdió a su hijo: “para esas fechas él era muy detallista
conmigo por ser el mes de las madres”. El Participante 75 recuerda al respecto: “en fiestas de fin de año no es
tan agradable porque me aborda la nostalgia por su ausencia y debo llorar para sacar un poco esa carga”. El
Participante 52 se refiere a las fiestas de navidad y cómo inciden en el estado anímico de él y su madre: “ver
sufrir a mi mamá todos los días, tratar de que no se acuerde de él, cambiarle el tema, cambiarle la película,
porque yo la veo que cuando ella se acuerda, yo sufro en silencio, yo tengo que hacerme el fuerte, el berraco,
pero cuando llega un 24 de diciembre, un 31, a mí no me gusta escuchar nada de música, nada, yo a las 10:00
de la noche ya estoy con mi mamá encerradito”. El Participante 81 relata a su vez su experiencia con la ausencia
de su padre: “en mis 15 años me hubiera gustado que él hubiera estar ahí para bailar el vals y todo eso y pues
también cuando es el día del padre, cuando las niñas le hacen cosas de los papás yo digo que no hago nada o
lo hago y le doy a mi abuelo, estar pensando en eso o verlo solo en fotos es muy triste”. Ibidem, pág. 19 a 21.
2619 Al respecto, resulta pertinente hacer referencia a las cuatro características de la dignidad humana

consignadas del en Auto AI066 de 2021: su continuum, su universalidad, su imprescriptibilidad y su carácter


relacional. Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Primera Instancia para Casos de Ausencia de

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2319. Asimismo, el desplazamiento de la ruralidad a la ciudad, su consecuente


transformación del ámbito laboral y de socialización y la estigmatización a las
comunidades campesinas como condición y consecuencia de los hechos, afectó los
discursos que constituyen las identidades campesinas, así como el valor atribuido a sus
saberes, sus creencias y sus prácticas tradicionales.

3. Daños al bienestar.

2320. Los relatos de los familiares participantes permiten reconocer la forma como los
hechos victimizantes han generado afectaciones físicas, emocionales y afectivas, que
son componentes del bienestar.

3.1. Afectaciones emocionales y afectivas.

2321. Dentro de los daños identificados por los familiares se encuentran los
relacionados con las afectaciones psicológicas, especialmente trastornos emocionales y
afectivos, con efectos desencadenantes en los hábitos y dinámicas relacionales. Es
importante precisar que estas afectaciones tuvieron distintas temporalidades y se han
prolongado en el tiempo, comenzando en varios casos con la incertidumbre de no
conocer qué pasó con sus familiares, continuando con el sufrimiento causado por el
conocimiento de los hechos, y posteriormente, con la relación que se establece entre la
víctima y el sistema judicial, y en general, con la sociedad y el Estado2620.

2322. Frente al duelo, se identificaron relatos que evocan períodos difíciles en su


elaboración luego de la pérdida del familiar, en unos casos se alude a etapas acotadas
temporalmente que dan cuenta tanto de la elaboración emocional acompañada por una
red de apoyo cercana, como del restablecimiento de las relaciones socioafectivas, sin
que esto signifique la ausencia de emociones dolorosas asociadas al recuerdo de la
víctima o indignación frente a los hechos2621. Por otro lado, se reconocen duelos crónicos
que se extienden en el tiempo hasta el presente, afectando la salud y los diferentes
ámbitos relacionales de los familiares2622. Aunado a lo anterior, en la audiencia de

Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, Auto AI-066 de 2021, numeral 54-57. Expediente Legali No.
9006357-65.2019.0.00.0001.
2620 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Voces de las mujeres tejedoras de

memoria y resiliencia, Rompiendo el silencio del dolor. En Voces y Silencios, Edición especial, pág. 8.
Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/ 0001.
2621 Participante 35: "yo cuando el papá falleció entre en una depresión, pero tuve gente que me ayudó, me

acompañó, me sacó de esa casa, porque yo no comía, yo no dormía y me sacaron, duré por fuera de aquí de
Garzón unos cuantos meses”. Por su parte, la Participante 48 hace referencia al afrontamiento de su dolor:
“Antes la gente me decía algo y yo lloraba y luego dije que no debo llorar porque debo tener un corazón
fuerte”. Op. Cit. JEP. DAV, pág. 30.
2622 El Participante 52 relata: "hoy en día ver a mi mamá todos los días llorando y todos los días muriéndose

lentamente, viéndola con rabia, y yo que estoy ahorita en una iglesia cristiana, no he podido ni leyendo la
biblia todos los días… esto es una herida que nunca sana". La Participante 10 se refiere a la forma como se ha
visto afectada su cotidianidad y sus relaciones familiares: “se burlaron de nosotros, nos ocasionaron un daño

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observaciones se menciona un sentimiento recurrente de negación de la pérdida del ser


querido2623.

2323. La depresión fue uno de los efectos posteriores a los hechos, presente en la
mayoría de los relatos de las víctimas; expresada en el decaimiento, el desánimo,
episodios de ansiedad y desesperanza que llegaban al recordar a los seres queridos, lo
que les sucedió y los hechos relacionados que se han desencadenado con posterioridad
y que han generado su revictimización. La depresión afecta los círculos relacionales de
las víctimas, muchas de ellas hablaron acerca de su aislamiento, reforzado por la
estigmatización revictimizante que tuvieron que afrontar2624.

2324. La depresión mantenida en el tiempo ha generado un profundo agotamiento en


los familiares, dado que se alteran los hábitos, el deseo de comer, el sueño. En estos
casos en los que los duelos se “cristalizan” en el tiempo, se reconoce una fuerte
desesperanza e incluso la pérdida del deseo de vivir, aún más en los escenarios en los
que la ausencia del familiar asesinado se suma a otros hechos y situaciones dolorosas
que acentúan el sufrimiento emocional, como la perdida de otros familiares y otras
tragedias. Estas crisis depresivas fueron reconocidas por algunos familiares como lo
que conllevó a la muerte de madres, padres, abuelas y abuelos de las víctimas
directas2625.

2325. En relación con la depresión, se reconoció que se ha recurrido en muchos casos


al consumo y la dependencia de alcohol, tabaco y otras sustancias psicoactivas como
manera de afrontar o anestesiarse frente al sufrimiento y así sobrellevar el padecimiento

muy grande, yo no puedo dormir, no olvido el día que lo mataron. Por dentro mi corazón está destrozado, en
ningún momento tengo paz ni con mi esposo ni con mis hijos”. La Participante 21 a su vez reconoce una
transformación en su estado anímico que ha permeado su estilo de vida: “A mí me gustaba la rumba, salir,
pero ahora ya no, se me cambió el genio, me lo paso triste, queriendo verlo “. Ibidem, pág. 30
2623 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Caso 03, Subcaso

Huila, Audiencia de observaciones de las víctimas del 17 de mayo de 2022. Expediente Legali Caso 03, Subcaso
Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2624 La Participante 79 reconoce como ha sido el cambio en su emocionalidad: “para mí, antes de suceder lo que

pasó con mi hijo yo era alegre, pero después de lo que pasó con la muerte de mi hijo cambió todo, se me bajó
la autoestima, mantengo muy triste, me siento sola en la casa, me pongo a llorar, me viene los recuerdos de mi
hijo”. En el caso de la Participante 66, además del homicidio de su hijo posterior al suceso fue asesinado otro
hijo y murió su esposo también, ella relata: “siento mucho dolor, mucha tristeza, como que no le dan ganas a
uno de seguir viviendo, porque siempre hace falta esa persona en los fines de año.... en los cumpleaños de uno
como mamá, la presencia de ellos en la casa, todo eso le falta a uno mucho”. El Participante 33, recuerda que
para su madre fue traumático porque ella fue quien hizo el reconocimiento de su hijo, esto la llevó a sufrir
durante mucho tiempo depresión, estrés, desespero, angustia, porque ella lo pensaba mucho, también le afectó
el tema de la diabetes y de ello se desprendieron múltiples enfermedades. Dice que a nivel familiar el
sufrimiento de los hermanos al ver el estado de su madre también los afectaba emocionalmente. Ibidem, pág.
32.
2625 La Participante 46 afirma: “yo perdí a mi hijo que era el que me acompañaba más, yo subía al cementerio y

yo le decía a la gente que me dejaran morir también ahí, porque yo quedé sola con dios y la virgen, para mí yo
vivo como el payaso, sonrío, hablo, río, pero moralmente estoy destruida”. “La abuela de mi hijo por parte del
papá entró en depresión y a los pocos días también falleció, y el abuelo también por parte del papá se deprimió,
mi mamá también se enfermó de los pulmones y ahora anda con pañales desechables" (Participante 72).
Ibidem, pág. 32 y 33.

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emocional. Estas conductas de consumo habitual fueron reconocidas en los hermanos,


padres e hijos de las víctimas directas2626.

2326. Además de los episodios depresivos, los familiares reconocieron ampliamente el


miedo como una reacción emocional ante los señalamientos, la intimidación, las
amenazas o la presencia misma de las fuerzas armadas. El temor que relataron los
familiares se relaciona con las posibles revictimizaciones que puedan poner en riesgo la
vida e integridad suyas y de sus familiares2627. En la audiencia de observaciones el
miedo también se representó como un daño en la relación con el territorio pues se
menciona que se perdió la tranquilidad con la que se habitaba. De manera que el temor
se constituye en daño cuando, como consecuencia de los hechos violentos, se vuelve un
factor permanente y patológico de relacionamiento con la totalidad del entorno.

2327. Se reportaron sensaciones de odio, resentimiento y/o deseos de venganza hacia


los responsables del asesinato de sus seres queridos fueron ampliamente reconocidos
por las víctimas participantes, estos sentimientos se relacionan con pensamientos
recurrentes que alteran su estado anímico, y para algunas de las víctimas se expresan
de forma generalizada hacia la fuerza pública, tanto ejército como policía2628.
Adicionalmente refirieron que, en el presente, en el marco de las versiones voluntarias

2626 La Participante 39 relata que después del asesinato de su esposo sus hijos tuvieron fuertes afectaciones
psicológicas y emocionales, al tiempo que recibían señalamientos estigmatizantes en el colegio, lo cual los llevó
al consumo de sustancias psicoactivas y a su hija menor a habitar la calle. En este mismo sentido, la Participante
72 expresa: "a raíz de los hechos ocurridos con mi hijo, mi esposo me abandonó y dejó a los niños; mis hijos
unos se metieron a las drogas, unos fueron violados, vivían de mal aspecto porque yo no podía estar pendiente
ya que tenía que trabajar". Una de las madres participantes recuerda: “a mí me dejó eso muy amargada, con
mucho resentimiento, no creía en nada, no confiaba en nada, llegué al alcoholismo, resulté con un cáncer de
seno, artritis. Yo paré de tomar cuando me empezó ese cáncer, tocaba iniciar quimioterapia y eso, porque yo
duraba 3, 4 o 5 días tomando, ya borracha cuando me encontraba al Ejército les gritaba - Venga y me matan
como mataron a mi hijo, asesinos-, una amargura muy grande”. A su vez, otras víctimas como el Participante
33 empezaron a consumir alcohol como forma de afrontar el duelo por la pérdida de su ser querido, al respecto
este último comenta: “Hubo tristeza, rabia, dolor por la muerte de mi hermano y empecé a caer en el alcohol,
a consumir”. Ibidem, pág. 33 y 34.
2627 La Participante 24 señala al respecto: "yo decía que, si yo estaba sola, así como lo habían matado a él iban a

hacer conmigo y con mis hijos, entonces yo sentía mucho temor”. La Participante 77 reconoce la relación directa
entre la estigmatización y el miedo generalizado que experimenta: “todo mundo lo señala a uno y créame que
uno siente ese temor y ese miedo, como que, si alguien lo estuviera viendo, como que si algo anduviera detrás
de uno, como que algo fuera a pasarle...siempre ese temor lo tiene uno en cualquier parte donde uno vaya”. A
su vez, la Participante 22 hace referencia a la generalización del miedo en su experiencia cotidiana en relación
con los militares: “a mí me dan miedo y desconfianza las Fuerzas Militares por lo vivido”. La Participante 74
relata el aislamiento que vivió durante su embarazo debido al miedo paralizante que le producían los militares.
La Participante 27 expresa: “cuando mi cuñado murió, los niños sentían mucho temor, ellos dicen que sienten
mucho dolor de ver a la familia así”. Ibidem, pág. 35.
2628 La Participante 48 relata: “se me fue mi papá que era la vida para mí, siempre he sido débil porque lloraba

por todo. Cuando tomo licor empiezo a reprochar y muestro esas ganas de hacer justicia propia, de matar, con
tragos y bien dolida pues soy capaz de que lo hago, pero no recuerdo nada, porque mi rabia actúa. Yo acumulo,
acumulo y luego estallo. No miro nada”. Por su parte, la Participante 74 recuerda en su relato: "cuando mataron
a mi hijo le eché una rosa y le dije a Dios que me diera 10 o 20 años de vida, así como estoy para poder vengarme
de los que hicieron el mal a mi hijo”. El Participante 32 relata: “cuando me acuerdo de lo de mi hermano me
pongo muy triste, se pone uno muy mal. Si le dan ganas a uno de hacer como maldades, de uno vengarse,
porque yo los he visto cerca de la casa, uno de los responsables vive por allá y uno lo se lo encuentra, una vez
me saludó y todo”. Ibidem, pág. 37.

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ofrecidas por algunos comparecientes ante la Jurisdicción Especial para la Paz, las
omisiones, tergiversaciones y faltas a la verdad manifestadas movilizan sentimientos
de odio2629. Pese a esto, muchos reconocieron cómo los procesos relacionados con su
espiritualidad, con el acompañamiento ofrecido por las organizaciones o sus familias,
y su participación en un escenario de justicia transicional como la JEP, les ha permitido
irse liberando de estos sentimientos2630.

2328. Además de causar afectaciones emocionales en los adultos, varios de los


participantes coincidieron en afirmar que, aunque para los niños y niñas se facilita la
aceptación de pérdidas más que para los adultos, en otros casos la víctima directa
ocupaba un lugar especial como referente, guía y acompañante en la vida de los
menores, lo que generó un profundo impacto en sus emociones y comportamientos 2631
entre los que se mencionan intentos de suicidio2632. Esto se subraya en la audiencia de
observaciones cuando se alude a lo importante y devastador que fue para los menores
la pérdida de la figura del padre. Por su parte, los comparecientes aludieron a
“sentimientos de tristeza, dolor, sufrimiento, vergüenza, intranquilidad y angustia producto de
la comisión de los crímenes y, en algunos casos, estos sentimientos se relacionan con las
consecuencias jurídicas que se siguieron”2633.

2329. Estas afectaciones a la salud emocionales se vieron acrecentadas en buena


medida por los daños en la salud física, tal como pasa a relatarse.

3.2. Afectaciones a la salud física.

2629 La Participante 08 relata que las inconsistencias que conocen de las versiones de los comparecientes generan
en ella y su familia sentimientos de odio al reconocer en los comparecientes la “cobardía de no admitir y asumir
la responsabilidad” de su actuar ilegal, así como de aprovechar las condiciones de vulnerabilidad y/o
marginalidad de las víctimas para hacerlos pasar por milicianos, excombatientes, etc. Ibidem, pág. 38.
2630 Como vías para el afrontamiento, las víctimas han fortalecido su espiritualidad, para muchas de ellas “solo

Dios les ha dado fuerza para soportar”. Varias manifestaron que la búsqueda de verdad y justicia ha aportado
nuevos sentidos a su vida. Ibidem, pág. 38.
2631 El Participante 03 afirma: “los niños tienen trastornos o afectaciones lo que ha hecho que tomen caminos

errados”. A su vez, la Participante 66 relata: “él alcanzo a dejar una niña, en esa época la niña tenía 3 añitos
apenas, entonces pues esta situación la ha afectado muchísimo, muchísimo emocionalmente,
psicológicamente, la niña llora mucho siempre... ya me cumplió los 20 años, pero ella sigue con su dolor...como
familia nos ha afectado muchísimo". A su vez, la Participante 50, quien perdió a su padre a la edad de 9 años
expone lo que le implicó crecer tras los hechos victimizantes: “antes yo era muy activa, yo jugaba mucho, yo
salía con mis amigos, como todo niño me gustaba jugar a la lleva, al escondite, pero pasó lo que pasó con mi
papá y yo de una vez me retraía, no volví a salir, empecé a sufrir de depresión, de ansiedad, he tenido tres
intentos de suicidio debido a lo que pasó, a medida que fui creciendo empecé a refugiarme en diferentes cosas
como para olvidar, he bebido mucho, me volví en un tiempo muy alcohólica, tengo que tomar medicamento
para dormir, me afectó demasiado, no soy de hablar mucho, soy más bien un poco retraída”. Ibidem, pág. 36.
2632 A su vez, la Participante 50 señala: “antes yo era muy activa, yo jugaba mucho, yo salía con mis amigos,

como todo niño me gustaba jugar a la lleva, al escondite, pero pasó lo que pasó con mi papá y yo de una vez
me retraía, no volví a salir, empecé a sufrir de depresión, de ansiedad, he tenido tres intentos de suicidio debido
a lo que pasó, a medida que fui creciendo empecé a refugiarme en diferentes cosas como para olvidar, he
bebido mucho, me volví en un tiempo muy alcohólica, tengo que tomar medicamento para dormir, me afectó
demasiado, no soy de hablar mucho, soy más bien un poco retraída”. Ibidem, pág. 36.
2633 Op. Cit. JEP. GRAI, pág. 38. Ver 39 a 41.

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2330. El sufrimiento intenso, la depresión, el aislamiento, aunado a la transformación


de hábitos cotidianos vitales como la alimentación, el reposo y el sueño se relacionan,
de acuerdo con los testimonios de las víctimas, con una degradación progresiva de su
estado de salud, en una somatización del padecimiento emocional.

2331. La gran mayoría de los familiares participantes en los grupos focales refirieron
morbilidades asociadas a su estado emocional, entre las que se encuentran afectaciones
cardiacas y circulatorias, diabetes, afecciones pulmonares, afectaciones óseas y
musculares, problemas gástricos, de tiroides y afecciones en los procesos metabólicos,
diferentes tipos de cáncer, afecciones renales, dolores de cabeza persistentes y
migrañas. Unas de las afecciones más referidas a la salud física fue la circulación
arterial, relacionando a su vez este padecimiento con comorbilidades como la diabetes,
dolores de cabeza y migrañas y problemas renales2634. Los cambios drásticos en los
hábitos alimenticios, sumados a los altos niveles de estrés, a la falta de sueño, entre otros
malestares, se relacionan con las afecciones gástricas manifestadas, las cuales se han
agravado generando úlceras e incluso cáncer de estómago.

2332. De igual manera, se identificaron en algunos de los relatos afectaciones al


proceso de gestación a causa del impacto emocional de los hechos victimizantes, los
cuáles llevaron a un parto prematuro en uno de los casos e interrupción voluntaria del
embarazo.

2333. Finalmente, cabe agregar que en los casos de las madres y abuelas cabeza de
hogar, dentro de las afecciones a la salud referidas ha incidido el tener que asumir todo
el peso de las responsabilidades, lo que ha implicado sobrecargas de trabajo en medio
de la devastación emocional2635.

2334. En la audiencia de observaciones también se hicieron evidentes los daños a la


salud física que sufrieron quienes fueron sobrevivientes de intentos de asesinato para
ser presentados como bajas en combate. Estas personas fueron objetivo directo de
distintos impactos de bala que todavía representan afectaciones a su salud. 2636
Asimismo, en estos espacios se mencionó la forma con la que fueron perpetrados los

2634 Por ejemplo, el participante 38 se refirió a problemas de tiroides, la participante 21 a problemas de azúcar
y riñones, la participante 53 a diabetes e hipertensión, las participantes 41 y 21 a problemas de hipertensión, el
participante 79 se refirió al padecimiento de púrpura por parte de su mamá, los participantes 69 76 y 34 hablan
de sus problemas cardiacos, la participante 58 habla de problemas estomacales, el participante 23 de insomnio
y falta de apetito, la participante 65 tiene problemas de azúcar, las participantes 48, 73 y la madre del
participante 72 padecieron de problemas de movilidad, la Participante 24 se enfrentó a un parto prematuro y
la Participante 41 a un aborto natural a los 4 meses de embarazo, que también se acompañó de daños internos
en su sistema reproductivo. Op. Cit. JEP. DAV, páginas 39 a 44.
2635 La Participante 73 reconoce que tuvo que pasar por situaciones muy complejas para poder llevar alimentos

al hogar, trabajando arduamente en las tabacaleras en jornadas de 16 horas diarias con un día de descanso
cada dos semanas. Tanto desgaste físico le ha generado problemas de azúcar, triglicéridos, hinchazón en el
cuerpo y afectaciones en la piel. Ibidem, pág. 44.
2636 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Caso 03, Subcaso

Huila, Audiencia de observaciones de las víctimas del 17 de mayo de 2022. Declaración de Aladino Ríos
Sobreviviente (Minuto 1:37:08). Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.

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homicidios de las víctimas directas, cuyos cuerpos fueron encontrados con signos de
maltrato y mutilación, lo que evidencia el sufrimiento que experimentaron, paro
también implica un agravio a sus familiares al conocer los hechos. El daño sobre el
cuerpo de la víctima directa genera un daño emocional sobre su familiar que, a su vez,
somatiza, resultando en un daño físico sobre su propia salud corporal.2637

4. Daños a la Ciudadanía.

2335. Los familiares refirieron que los hechos victimizantes han generado en ellos
sentimientos de tristeza, decepción, rechazo, odio, y particularmente una amplia
desconfianza frente al actuar de las fuerzas militares y a la justicia2638, malestar que en
muchos casos permea al Estado y sus demás instituciones2639.. Este daño mina la
confianza base del contrato social, dando lugar a una percepción ciudadana del Estado
ya no como protector, sino como entramado institucional que vulnera sus derechos en
lugar de garantizarlos. En ese sentido, se afecta su vinculación con del Estado, la
representatividad de sus instituciones y el interés de participar en sus escenarios o el
foro público en general.

3.1. Fuerzas Militares.

2336. Las víctimas entrevistadas coincidieron en reconocer el daño proveniente del


Ejército Nacional y del Estado mismo2640, por los crímenes cometidos en contra de las
víctimas directas, así como por el estigma que se les impuso y que irradió a sus familias,
comunidades y territorios2641. Para estas familias, los hechos implicaron un sentimiento

2637 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Caso 03, Subcaso
Huila, Audiencia de observaciones de las víctimas del 17 de mayo de 2022. Declaración de Dioselino Charry.
(Minuto 3:30:08) y Declaración de Luz Mary Martínez (3:54.00). Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2638 La Participante 25 reconoce que: “(…) en instituciones como Medicina Legal y CTI siempre fui cuestionada,

rechazada y apartada”. Op. Cit. JEP. DAV.


2639 La Participante 62 lo expresa diciendo: “para nosotros como familias no hay peor dolor o humillación que

saber que un servidor público nos haya matado los familiares, ellos debieron habernos cuidado o protegido y
lo que hicieron fue dañarnos como familia”. Por su parte, la Participante 74 asegura: “yo no confío en el Ejército,
le cogí odio, ni en la Policía, ni en ninguna entidad del gobierno". A su vez, la Participante 25 reconoce la
estigmatización de la que fue víctima su hijo, y menciona que ella como madre al acercarse a la
institucionalidad para esclarecer los hechos: “(…) en instituciones como Medicina Legal y CTI siempre fui
cuestionada, rechazada y apartada”. Ibidem, pág. 44.
2640 La Participante 31 se refiere a la transformación de su percepción frente a las Fuerzas Militares: “a mí me

habían enseñado que cuando el ejército iba a la vereda era porque iba a traer juegos para los niños y recreación,
y el cuidado para la comunidad, pero cuando ya mataron a mi hermano para mí son unos matones, ellos son
los más corruptos”. La Participante 08 asegura al respecto: “se creía que eran para defender el pueblo, pero
luego ya no”.
2641 La Participante 31 se refiere a la transformación de su percepción frente a las Fuerzas Militares: “a mí me

habían enseñado que cuando el Ejército iba a la vereda era porque iba a traer juegos para los niños y recreación,
y el cuidado para la comunidad, pero cuando ya mataron a mi hermano para mí son unos matones, ellos son
los más corruptos”. La Participante 08 asegura al respecto: “se creía que eran para defender el pueblo, pero
luego ya no”. La Participante 20 recuerda por su parte cómo cambió la percepción que tenía la familia, y en
especial sus hijos: “se tenían como héroes y dio la casualidad de que un grupo de ellos acampaban atrás de la

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de decepción, una pérdida de confianza sobre la lealtad base que le habían conferido a
la institución y un cuestionamiento a su deber constitucional de proteger al pueblo,
cuidar su vida e integridad y garantizar sus derechos.

2337. De acuerdo con la audiencia de observaciones, esta percepción negativa frente a


las fuerzas militares se afianzó con los asensos que posterior a la victimización
recibieron algunos responsables y la obstaculización y maltrato recibido en el proceso
de búsqueda de las víctimas directas, entrega de sus cuerpos, indagación por la verdad
sobre los hechos, procesos de denuncia y obstrucción de las investigaciones2642.

2338. Sobre esto los comparecientes dan cuenta de las estrategias de impunidad que
fueron empleadas en el Ejército. Así, según el análisis realizado por el GRAI, los
comparecientes se refirieron en repetidas ocasiones a un ambiente general de
intimidación que procuraba impedir las denuncias o buscaba mantener cierta versión
de los hechos. De igual forma, tal como se refiere supra, las denuncias sobre
irregularidades en torno a las bajas desataron una estrategia institucional para combatir
una presunta “guerra jurídica”. Ello llevó a que altos mandos dieran órdenes para ajustar
los documentos de soporte de las operaciones2643, dilatar las investigaciones sobre los
hechos, e incluso para buscar testimonios que soportaran la narrativa que el Ejército
había construido sobre lo ocurridos2644. Una vulneración, pues, directa al derecho a la
verdad.

casa y mis hijos tenían una admiración grande, pero ahora ya es diferente, después del hecho se cambió la
manera de verlos y el ejército hizo perder toda la confianza hacia ellos”. Ibidem, pág. 45.
2642 La Participante 27 recuerda cómo: “en el proceso de reclamar el cadáver de mi sobrino fui humillada y

burlada por el ejército”. Ibidem, pág. 45.


2643 Ángel Fernando Carvajal: “RESPONDIDO: porque doctor, ya después del mes de como de septiembre, ahí

es donde yo entro a hablar doctor y es donde en el mes de septiembre, más o menos a mediados, yo la verdad
no, no conozco los (inaudible) bien entendido el tiempo doctor. Pero más o menos para esa época, mi coronel
Pinto Lizarazo Marcos Evangelista nos hace una reunión. Nos hace una reunión donde, donde él nos da la
orden de completar las carpetas operacionales, porque a esas carpetas le hacía falta digamos una
documentación, pero era para el tema netamente administrativo. Entonces cuando el habla de las carpetas,
entonces pues ahí es donde yo de pronto, de pronto ahí es donde aparece digamos una serie de, digamos como
de, ya empiezan a hablar de que de pronto, de pronto dentro de los casos del batallón puede haber casos que,
digamos están relacionados con esas situaciones, pero eso era lo que después de septiembre, digamos se
presentó su señoría y esa es una de las verdades que quería comunicar. Que yo como le dije su señoría, yo vine
a hablar la verdad y una de esas fue esa reunión que se hizo para completar esas carpetas operacionales, pero
como le digo su señoría, de acuerdo a lo que nos manifestó mi coronel, era desde el punto de vista netamente
administrativo”. Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Ángel Fernando Carvajal Rojas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0548.
2644 William Andrés Capera Vargas: PREGUNTADO: ¿cuál fue la participación del señor José Chepe Sotelo?

RESPONDIÓ: Él dio una declaración que había una banda extorsionando, pero eso no fue mediante esa baja,
de esa muerte, fue después cuando lo que les dije de los que mi coronel Pinto dio la orden que buscaran testigos
en las veredas porque había noticias, un noticiero o una prensa en Neiva había, estaba sacando noticias que el
batallón Magdalena y el Pigoanza, que uds ya nombraron también al Pigoanza, de muertes extrajudiciales,
entonces por tratar de, no sé, dilatar, no sé cu{al sería la palabra apropiada para esto, nos enviaba en particular,
en civil, irnos hasta veredas donde se haya escuchado comentarios y se les ofrecía 500 mil pesos porque
declararan . Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión
Voluntaria de William Andrés Capera Vargas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0251.

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3.2. Justicia.

2339. Frente a la justicia, las víctimas refieren sentimientos de desconfianza,


especialmente por su experiencia en la justicia ordinaria. Las víctimas destacan que se
dio un cambio en la percepción de la justicia, por cuanto integrantes de la fuerza pública
fue la que vulneró sus derechos y buscaron asegurar que se ocultara lo sucedido. Sobre
este particular los comparecientes dan cuenta de las estrategias de impunidad que
fueron empleadas. Así, según el análisis adelantado por el GRAI, los comparecientes se
refirieron en repetidas ocasiones a un ambiente general de intimidación caracterizado
como el temor de que les ocurriera algo o que se viera afectada su carrera, así como a
amenazas directas con las que se procuraba impedir las denuncias o se buscaba
mantener cierta versión de los hechos2645.

2645Jhon Cárdenas Quintero: “PREGUNTA: ¿por qué pensó usted que si usted abría la boca o denunciaba eso
lo iban a desaparecer? ¿Vio un acto de esos con otra persona? RESPUESTA: pues yo no miré, pero el mismo
Capera dijo que si alguien se tuerce ...{inaudible} PREGUNTA: ¿que si se tuerce qué? RESPUESTA: ya sabe
quién corre pierna arriba. PREGUNTA: ¿y qué significa - ya sabe quién corre pierna arriba? ¿qué significa ese
vocabulario? RESPUESTA: ese vocabulario significa que pues pagaría uno con la vida si llegara uno a torcer
de pronto a ellos. PREGUNTA: ¿así lo interpretó usted y así lo interpretó el resto del pelotón? RESPUESTA:
pues así lo interprete yo y había compañeros que decían que era peligroso, que con Capera era difícil, que con
Capera no era nada de confiar en ese pelotón, entonces había compañeros que me decían que con Capera toca
caminar derecho porque ese huevón ese es bien torcido. Pues los que estaban con él no, los que estaban con él
sabían lo que hacía Capera, pero había más jóvenes, había más nuevos que no sabíamos que podía pasar con
uno” Yilfredy Ortega Pepicano, versión voluntaria del 3 de septiembre del 2020; “. Entonces el mayor, el mayor
Ojeda que llamó a mí primero Romero y pasó y yo no estoy, yo no recuerdo bien, pero a mí me hicieron una
anotación, una anotación negativa por ese hecho ¿sí? Entonces no sé cómo, o sea no recuerdo si la hicieron o
no la hicieron, pero en ese tiempo lamentablemente si uno no hacia esas cosas, uno era un suboficial malo, uno
era lo peor, una lepra o sea lo más malo del gremio de suboficiales, entonces mi mayor llegó y me dijo,
“hermano, usted no sirve para nada, usted es de antiexplosivos lo voy a trasladar para Planadas o para
Colombia, Huila que allá si hay guerrilla y allá si lo levantan”. O sea, él siempre la amenaza para nosotros era
que no se hagan agregar para Planadas o para Colombia Huila donde había enemigo, que era guerrilla y allá
siempre había combates. Entonces me dijo, “lo voy a trasladar para allá a ver si no cumple las órdenes como
uno se las da, hermano”. Y también ahí debido a eso fue que a mi primero Romero lo cambiaron de pelotón”
Óscar Cárdenas Sánchez, versión voluntaria del 4 de julio de 2019; “PREGUNTADO: ¿Ordóñez o Suárez le
pidieron que dijera algo o que dejara de decir algo para sobre ellos? RESPONDIÓ: Sí su señoría.
PREGUNTADO: ¿Que le pidieron? RESPONDIÓ: Que por favor entonces cuadráramos ahí porque pues la
idea es que hay un muerto alguien lo tiene que pagar, que usted como comandante de escuadra que está
directamente ahí pues como dice “ le tocaba” y obviamente un soldado, máximo un soldado que porque usted
no va a hacer los hechos sólo entonces hay alguien que tiene que acompañarlo, entonces no sé cómo hicieron
los soldados para decidir a ver quién se iba a echar la culpa, entonces el soldado Oyola fue el que se echó la
culpa de todo para poder dejar a los otros libres. PREGUNTADO: ¿Recibió usted algo a cambio de Ordóñez o
de Suárez por aceptar la culpa? RESPONDIÓ: Si su señoría, pues de Ordóñez no, el teniente si me incentivó,
me dio una… ¿cómo decirlo? como una bonificación o algo, me dio veinte millones de pesos para poder
solventar a… sostener a mi familia siquiera durante ese tiempo que ya iba porque ya después de la condena
sabía que me llegaba la baja, pues como para iniciar algo, entonces me dio veinte millones de pesos” Sergio
Franco Osorio, versión voluntaria del 29 de septiembre de 2019; “RESPONDIDO: si rondaba la información en
el Batallón, decían que a mí me querían joder que me querían matar, que me iban a legalizar que por que yo
iba a hablar la verdad, eh… una vez se me acerco un amigo y me dijo “viejo Cárdenas” me dijo “en la jugada
que por que lo quieren matar por ahí andan rumores” me dijo, un soldado se me acercó. Entonces ya yo me
asusté Doctor, me toco pedir el traslado. Prácticamente se desestabiliza uno por qué pues en ese tiempo yo ya
estaba radicado allá, tenía una familia, tenía unos proyectos allá en Pitalito, me toco dejar todo tirado Doctor.

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2340. Además, en las audiencias de observaciones algunas de las víctimas mencionan


que no podían llevar un proceso judicial en las condiciones deseadas al no contar con
los recursos económicos para pagar un abogado y encontrarse de igualdad frente a la
relación de poder establecida entre víctimas y responsables. En la audiencia de
observaciones se identificó este daño al estándar moral compartido sobre el cual reposa
la legitimidad estatal, al expresar los impedimentos para acceder a la justicia, transitarla
en igualdad de condiciones y con las garantías básicas para hacer valer sus derechos.
De estas limitaciones se deriva un sentimiento de impotencia y anulación de su agencia
en el ejercicio de su ciudadanía.

2341. En algunos casos se cuestiona también el régimen de condicionalidad de la


Jurisdicción Especial para la Paz y los beneficios obtenidos por los comparecientes al
participar, en otros se reconocen los aportes de este sistema de justicia transicional 2646.

3.3. Medios de comunicación masiva.

2342. Tal como se mencionó al abordar los efectos de la estigmatización (supra, 1.), el
manejo que se le dio a la información relacionada con los hechos victimizantes crea una

Prácticamente fui víctima de la violencia, a pesar de ser militar fui víctima de la violencia Doctor.
PREGUNTADO: ¿Por qué sabía esta persona que usted planeaba decir la verdad o relatar lo que le constaba
sobre el hecho que nos menciona? RESPONDIDO: porque yo se lo dije personalmente. Porque yo le dije que
yo no quería seguir más con eso, la verdad yo iba a hablar con la verdad, pues ellos no les convenía que yo
hablara con la verdad, entonces empezó como a hablar a hacer como…si esa persona empezó a generar
rumores de que me iban a matar, no sé cómo, que por que yo iba a hablar con la verdad Doctor, porque yo les
dije que no quería seguir más con eso, que como iba a cargar con algo que yo no había hecho Doctor”.
Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Versión Voluntaria
de John Alexander Cárdenas Quintero. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-
09.2018.0.00.0001/0480.
2646 La Participante 48 expresa sobre su percepción construida en el marco de la justicia ordinaria: “yo tuve una

audiencia en la justicia ordinaria, la experiencia fue dura porque ver cómo se burlan, me acuerdo de uno que
tenía tatuajes y me miraba con una sonrisa burlándose, como quien dice estos pobres tontos qué pueden hacer”.
Así mismo la Participante 53 relata: “no recibimos buena atención de la Fiscalía y el fiscal no nos dio
información de nada”. La Participante 72 señala al respecto: “ya uno pierde la confianza porque uno no cree,
le pasa a uno algo y uno dice para qué uno va a poner la denuncia o voy allá, uno prefiere no hacerlo”. Frente
al escenario de la Jurisdicción Especial para la Paz, algunos familiares expresan su inconformidad. Al respecto,
la Participante 71 menciona que tiene: “(…) dolor, resentimiento y rabia al saber que los victimarios se
encuentran en libertad, es necesario que haya una justicia completa”. Por su parte, la Participante 73 desconfía
de los aportes a la verdad de los militares en el proceso judicial: "sabemos que el Ejército está mintiendo". El
Participante 52 cuestiona los beneficios obtenidos por los comparecientes que se han sometido a la Jurisdicción
Especial para la Paz: “en nuestro caso ya hay justicia, ya los criminales dijeron que lo mataron, lo que yo quiero
ahora es que la JEP haga justicia por mí, ¿le vamos a dar 5 añitos a los niños?, ¿le vamos a seguir pagando 28
millones al coronel pa’ que él siga durmiendo y se levante en pijamita y siga recordando? (…). Dicen que en la
JEP la sentencia máxima es de 12 años, y ¿cuándo ellos reconocen que los mataron qué? Rico que vayan y
paguen a una Picota, a una cárcel de Rivera, pero los mandan de sudadera a batallones de servicio a vivir y
comer bien con los impuestos de nosotros, y ellos rico recibiendo 28 a 30 millones, en eso no estoy de acuerdo,
tengo dolor". Al respecto, el Participante 76 expresa: “Los militares están libres, ellos tendrían que estar presos,
pero por el contrario fueron ascendidos”. La Participante 10 señala al respecto que, a pesar de que confiesan
los hechos, los militares quieren salir en limpio sin tener verdadero y pleno reconocimiento: “Esto es una burla,
porque el dolor persiste, porque los hijos de los victimarios sí tienen oportunidades”. Para ella, es importante
que los militares reconozcan realmente lo ocurrido. Op. Cit. JEP. DAV, pág. 48 a 50.

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percepción permeada de rabia e indignación frente a los medios corporativos de


comunicación, pues fueron promotores de la estigmatización. Esto en varios casos llevó
a que se perdiera la confianza y el interés en los medios que replicaron la información
falsa2647. Frente a los daños causados, la mayoría de las víctimas reconocen que los
mismos medios deben encargarse de difundir ampliamente sus equivocaciones y el
esclarecimiento de los hechos, limpiando a su vez el nombre de las víctimas directas,
sus familias, territorios y comunidades2648.

2343. Así, los medios de comunicación se enfocaron en reproducir masivamente las


versiones oficiales del Ejército y el Gobierno Nacional, generando y amplificando los
daños de estigmatización sobre las familias en sus comunidades, territorios, problemas
de seguridad, así como a las afectaciones psicológicas y psicosociales anteriormente
descritos. Esto en varios casos llevó a que se perdiera la confianza y el interés en los
medios que replicaron la información falsa y sin contrastar2649. En este punto se vulnera
la percepción del trabajo riguroso de los medios de comunicación como herramienta
conectora y, en consecuencia, su rol dentro de la agenda política y social.

5. Daños a los proyectos, empleos y patrimonio económico.

2344. El “proyecto de vida” se asocia al concepto de realización personal, que a su vez


se sustenta en las opciones que el sujeto puede tener para conducir su vida y alcanzar
el destino que se propone2650. La persecución, el sentirse desprotegidos y el miedo han
afectado varios de sus proyectos y han limitado sus opciones para la realización
personal; las víctimas manifestaron que muchas de sus familias tuvieron que
desplazarse, por las amenazas y por el temor por su vida, o por haberse menguado o
anulado sus posibilidades económicas para el sostenimiento vital (supra).

2345. Las dinámicas de subsistencia cambiaron para los participantes al perder al

2647 "Con los medios de comunicación ha sido difícil, empezando por la noticia como la dieron sin verificar que
era cierto” (Participante 71). La Participante 65 reconoce sentir al respecto: “A uno le duele, porque lo que están
hablando (los medios de comunicación) no es lo que es cierto, cuando La Nación llegó a entrevistarnos yo no
les daba cara, o sea siempre iban con el micrófono y un cuñado mío era el que hablaba porque yo no quería
hablar, para qué si todo lo que están diciendo no es verdad, y a uno le da rabia”. (…) Para la Participante 68,
el manejo que se le dio al caso de su hermano hizo que perdiera la confianza y el interés en los medios que
replicaron la información falsa: “A los medios de comunicación les hace falta profesionalismo, yo no volví a
ver televisión después de eso, no volví a pagar tv cable”. Ibidem, pág. 50 y 51.
2648 En palabras de la Participante 64: “desde los medios de comunicación debe haber una reparación para las

víctimas por la desacreditación que ha habido frente a estas personas, limpiar la imagen de las víctimas y decir
la verdad de cómo fueron las cosas y quiénes son los verdaderos culpables. La información que dieron afectó
profundamente a los familiares, generó afectaciones psicológicas muy graves, tiene que haber una reparación
frente a las víctimas por el Estado y por los medios de comunicación”. Ibidem, pág. 51.
2649 "Con los medios de comunicación ha sido difícil, empezando por la noticia como la dieron sin verificar que

era cierto" (Participante 71). Para la Participante 68, el manejo que se le dio al caso de su hermano hizo que
perdiera la confianza y el interés en los medios que replicaron la información falsa: “a los medios de
comunicación les hace falta profesionalismo, yo no volví a ver televisión después de eso, no volví a pagar tv
cable”. Ibidem, pág. 50 y 51.
2650 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Mapiripán, Párrafo 47, citado en Óscar Gómez, Aspectos

Psicosociales de la Reparación Integral, Serie Voces de Memoria y Dignidad: Material pedagógico sobre
Reparación Integral. Bogotá: Grupo Pro-Reparación Integral, Diakonía, 2006, pág. 40.

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familiar que ejercía o apoyaba el rol proveedor, teniendo que asumir este papel, en
muchos casos, en medio de la devastación emocional. Por ejemplo, las mujeres, esposas
que dependían económicamente de sus compañeros, tuvieron que buscar trabajo para
llevar el sustento a su hogar2651; en el mismo sentido los hijos y hermanos que se
encontraban estudiando debieron abandonar sus estudios por salir a buscar trabajo
para ayudar a sus familias. En este punto en las audiencias de observaciones se señaló
el daño que causó esta deserción escolar a los niños y niñas, los trabajos que tuvieron
que realizar y la pobreza a la que estos se vieron abocados.2652

2346. El abandono de los estudios también se vio relacionado con prácticas de acoso y
señalamiento a hijos o hermanos de las víctimas directas en las instituciones
educativas2653. Los familiares que debieron abandonar sus estudios reconocen que esta
afectación a sus proyectos impacta sus condiciones de vida presentes. Manifiestan que,
debido al abandono de sus estudios, los empleos que consiguieron en ese entonces y
hoy en día han sido “en lo que les toca”, pues sus oportunidades se ven limitadas2654.

2347. Las familias coincidieron en la orientación de sus proyectos como el “vivir bien”,
es decir, subsistir de un trabajo digno que les proveyera lo necesario para satisfacer sus
necesidades de alimento, vivienda, educación y recreación. Los proyectos relacionados
con construir o continuar construyendo el hogar, sacar adelante a los hijos, mejorar las
condiciones de vida y compartir la vida, el día a día, fueron referidos por los familiares
como proyectos que se vieron profundamente afectados, dado que las víctimas directas

2651 Esta misma situación fue relatada por los comparecientes quienes señalaron que al haber estado privados
de la libertad sus esposas e hijos quedaron desamparados. Faiver Buesaquillo: “[…] Yo lo digo por lo que yo
viví en carne propia lo que estuve detenido, si yo miraba sufrir mi familia, que sufrieron estos seis años, que
casi pierdo mi hogar, mi esposa, mis hijos” Cesar Augusto Vásquez Ordoñez, versión voluntaria del 3 de abril
del 2019.; “tenía niños pequeñitos, quedaron aguantando hambre doctor por yo haberme ido para allá porque
yo vivía del jornal. Yo vivía del jornal cuando pedí la baja, me fui a jornalear a coger café y pasé detenido y mi
mujer quedó aguantando hambre con los niños pequeñitos”, José Alfredo Córdoba, versión voluntaria del 23
de mayo de 2019; “la que sufre es la familia de uno también, porque todas las consecuencias que hace uno,
pues la paga la familia, con no tenerlo cerca a uno o con pasar necesidades, entonces esas fueron las
consecuencias (…). Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad.
Versión Voluntaria de Faiver Hernán Buesaquillo Quinayas. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No.
9002774-09.2018.0.00.0001/0261.
2652 Jurisdicción Especial para la Paz. Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad. Caso 03, Subcaso

Huila, Audiencia de observaciones de las víctimas del 17 de mayo de 2022. Declaración de Elsa Diaz (Minuto
53:32). Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/0235.
2653 Varios familiares coinciden al afirmar que en los colegios había prácticas de acoso a hijos o hermanos de las

víctimas directas, la Participante 01 relata al respecto: “mi hermano dejó de estudiar porque lo señalaban
mucho en el colegio y no volvió”. A su vez, la participante recuerda: “tuve que dejar de estudiar en la escuela
porque me decían que mi papá era un guerrillero y por eso lo habían matado”. De igual forma, la Participante
73 relata: “mi hijo no quiso volver al colegio porque le decían: Ahí va el hijo del guerrillero. No quiso seguir
estudiando”. La Participante 79 agrega: “mi nieto se salió de estudiar, no quiso estudiar más porque mi hijo
me lo mataron diciendo que era un guerrillero, entonces dicen que es hijo de un guerrillero, entonces él dijo
que no quería estudiar más porque le hicieron bullying”. Op. Cit. JEP. DAV, pág. 54.
2654 El Participante 76 relata su experiencia al respecto: “mi hermano era el que aportaba económicamente en la

casa y quería que estudiáramos un arte, nos tocó dejar de estudiar para empezar a trabajar en reciclaje para
ayudar a mi mamá”. El Participante 40, por su parte, concluye: “se va desmotivando uno y pues de pronto va
dejando muchas cosas que uno quería hacer, yo quería estudiar, terminar una carrera, ya le toca a uno es irse
acomodando”. Ibidem, pág. 54.

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eran en muchos casos quienes trabajaban día a día para poder materializar esos
proyectos familiares. En su mayoría, eran proyectos que querían que se materializaran
en el campo, en el territorio que los vio crecer, dentro de su comunidad de la que les
tocó desplazarse 2655.

2348. Varios familiares reconocieron haber pasado por situaciones angustiosas de


hambre, de búsqueda de un lugar para alojarse, y de formas para responder a las
necesidades básicas del hogar. Para las mujeres que perdieron a sus compañeros,
teniendo que asumir toda la carga económica del hogar, así como el cuidado de sus
hijos y en algunas oportunidades de otros miembros de la familia, significó focalizar su
vida en la subsistencia y esforzarse al límite para cumplir con sus responsabilidades.

2349. Finalmente, en términos territoriales, según el OBSURDH la victimización


causada puede ahondar las afectaciones socioeconómicas de la región con
consecuencias en el incremento de los índices de desempleo y subempleo, el
represamiento de problemas sociales, económicos y políticos, mayores desigualdades
sociales y exclusión política y económica. 2656

2350. Desde su perspectiva, los comparecientes mencionaron las afectaciones a sus

2655 “En eso se nos dañó nuestro proyecto, como el vivir bien, el crecer en familia" (Participante 28). La
Participante 72: “uno de mis proyectos era haber comprado una vivienda donde vivía, después de lo sucedido
definitivamente decidimos no comprar nada en la tierra, esta es la hora que mi hijo mayor dice que quiere
comprar una casita allá”. El Participante 60 recuerda los planes que tenía con su hijo de una casa propia para
él y su esposa, así como la situación en la que quedaron hasta el presente: “él era un hijo que todos los días me
llamaba, estaba pendiente de mí, yo dependía de él, a él lo mataron en marzo del 2007, en julio de ese año iban
a darle lo de la casa por el tema de vivienda militar y lo primero que nos dijo fue: Papi, mami, yo les voy a
comprar una casita. Aquí la estamos esperando, es mucho el sufrimiento, duro, pagando un arriendo, se
venció, nos desocupan, buscar para dónde irnos, tratar de empeñar o vender lo que uno medio tiene para tratar
de buscar en otra parte”. La Participante 35 relata respecto a los planes de pareja que tenía con su esposo:
"teníamos muchos planes juntos, cuando los niños estuvieran así grandes, él los apoyaba mucho en el fútbol,
porque al papá le gustaba mucho el fútbol, también lo heredaron todos tres, son muchas cosas, comprar
nuestra casa, trabajar, casarnos (…). El Participante 40 tenía 14 años cuando su papá fue asesinado y era el
mayor de los hermanos: “mi papá era el que manejaba todo, por ejemplo, cuando él murió, que murió
relativamente muy joven, en la finca que teníamos estábamos comenzando a trabajar para ponerla bien buena,
al morir él prácticamente eso ya se acabó”. El Participante 34 se refiere a la falta de su hijo para sus proyectos
con la finca familiar: “él era la ilusión... se tenía la esperanza de que ayudara pa’ los demás hermanos, por
ejemplo, la mamá lo quería mucho, él quería mucho a la mamá y permanecía mucho en la casa. Como
consecuencias de la muerte de él se nos fue acabando, teníamos también la finquita y él era el que trabajaba y
entonces uno... lo primero que hice yo fue vender la finca”. La Participante 28 recuerda que su hermano tenía
el proyecto de establecer un restaurante familiar, proyecto que se vio truncado tras su muerte. La Participante
26 relata que, en el momento de los hechos, con ayuda de su hijo, estaban reconstruyendo partes de su casa
con la finalidad de establecer un local comercial. Con esto en marcha, sucedió la ejecución de su hijo y este
proyecto no se pudo realizar. Así mismo, la Participante 46 relata: “yo perdí todas las esperanzas de un mejor
vivir, con la muerte de mi hijo para mí se fue todo al suelo, él era el único que veía por mí, él quería apoyarme
en lo que yo anhelaba que era poner esa miscelánea, pero todo murió con él, todo lo que yo anhelaba para el
hogar, para la unión de la familia, todo se fue con él”. La Participante 25 agrega al respecto: “los sueños de mi
hijo eran tener una finca ganadera, dejarles a los hijos y estar bien, y pues que él quería ser un soldado
profesional, trabajar y ayudar a la familia, y pues eso nunca. Yo tampoco soy así de negocios y todo se quedó
ahí, él era el del trabajo, era él que se movía”. Ibidem, pág. 55 y 56.
2656 Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos, Paz y Territorio. Informe Voces y Silencios. Enero-

junio de 2007. Expediente Legali Caso 03, Subcaso Huila No. 9002774-09.2018.0.00.0001/ 0001.

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proyectos laborales con ocasión de su participación o vinculación a estos hechos. En


buena medida se lamentaron por no haber podido ascender y por haber perdido su
pensión de vejez con ocasión de su participación en estos hechos2657.

2351. Para cerrar este análisis a partir del recaudo narrativo, amerita destacar cómo las
afectaciones anteriormente abordadas insinúan repercusiones en el imaginario
colectivo sobre el porvenir. Al generar daños en los estándares morales compartidos
como sociedad, también se afectan las expectativas que tienen sus ciudadanos sobre lo
que pueden esperar del Estado, de las instituciones, de los demás ciudadanos y de sí
mismos. Este daño al futuro como tal, puede -y quizás deba- ser objeto directo de
esfuerzos restaurativos que restituyan la esperanza colectiva en su país, en su vecino,
en los sueños propios y en los de las generaciones venideras, como forjadores de una
paz a partir de una justicia efectiva y reparadora.

6. Propuestas Restaurativas.

2352. En términos restaurativos las víctimas coinciden en cinco principales aspectos de


posibles medidas restaurativas:

6.1. Actos de reconocimiento de los máximos responsables y de los medios de


comunicación.

2353. La principal solicitud en términos restaurativos manifestada por las víctimas fue
que los responsables restauren el buen nombre de las víctimas directas, mencionando
su nombre propio. Asimismo, se pide restablecer el buen nombre de sus familias, el de
sus comunidades y territorios y que se reconozca la dignidad en la lucha de las víctimas.
A su vez se exige que se realice un reconocimiento por parte de los medios de
comunicación nacionales y locales de su responsabilidad en la revictimización de las
familias y comunidades al haber difamado y estigmatizado a las víctimas, directas, sus
familias, territorios y comunidades.

2354. Además, de acuerdo con el informe Falsos positivos en el Huila: Rompiendo el


silencio de la impunidad es importante restaurar los intentos de la fuerza pública de
mostrar como sucesos aislados este tipo de delitos, negando su carácter sistemático y
desestructurar el sistema de recompensas y reconocimientos establecido al interior de
las fuerzas militares por bajas en combate

6.2.Acceso a la justicia.

2355. Los familiares se refirieron el ejercicio de Justicia de manera efectiva, al


reconocimiento de responsabilidad y el aporte exhaustivo a la verdad en sí mismo como
una forma de restaurar el daño cometido. Sin embargo, existe reserva frente a los
beneficios y privilegios de los comparecientes en la JEP y la exigencia de un aporte a la

2657 Op. Cit. JEP.GRAI, pág. 24 a 32.

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verdad completa.

6.3.TOAR en comunidades más afectadas.

2356. Las víctimas reconocieron ampliamente la necesidad de la implementación de


Trabajos, obras y actividades con contenido restaurador (TOAR) en las comunidades
afectadas que conmemore y honre la memoria de las víctimas de ejecuciones
extrajudiciales, con obras de infraestructura que respondan a las necesidades locales de
las comunidades, en particular de los jóvenes, como colegios, polideportivos, centros
de salud y de rehabilitación, así como hogares de paso.

6.4.Reparaciones administrativas en relación con daños causados.

2357. Las víctimas enfatizaron la necesidad de que el Estado garantice la no repetición


de los hechos y que todos los implicados en éstos sean retirados de sus cargos. Por otro
lado, se exige una reparación estatal económica para cada familia, así como en contar
con procesos de atención eficientes y efectivos en términos judiciales, psicosociales,
psicológicos y de salud. En las audiencias de observaciones también se propuso
eliminar el servicio militar para los hijos de las víctimas directas y garantizar su acceso
a estudios superiores y oportunidades laborales para la no repetición. Sobre este
particular la JEP ordenó a la Unidad de atención y reparación integral a las víctimas
(UARIV) que informara el estado de los procesos de inclusión en el registro único de
quienes se habían acreditado como tal ante la Sala.

6.5. Monumentos y lugares de memoria.

2358. Los familiares propusieron la creación de lugares de memoria, con murales o


monumentos en los territorios donde fueron asesinados los jóvenes. Sin embargo,
algunas víctimas cuestionaron su utilidad y sentido en un contexto tan fuerte de
estigmatización. Esto indica la necesidad de un proceso de orden psicosocial previo con
las comunidades en las que se puedan desarrollar escenarios de memoria.

6.6. Reflexiones finales.

2359. Tal como se narró en este apartado, los asesinatos y desapariciones forzadas
presentadas como bajas en combates por miembros de la Brigada Novena generaron
una serie de daños individuales y comunitarios que, al impactar municipios pequeños,
se vieron exacerbados ante la ruptura de vínculos familiares y sociales esenciales para
la vida en el territorio.

2360. Para resarcir esos daños se requiere, como mínimo, el esclarecimiento de la


verdad plena y el reconocimiento de las afectaciones causadas con los crímenes, así
como la entrega digna de quienes fueron desaparecidos.

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2361. La Sala ha adelantado diferentes gestiones, como jornadas de caracterización de


las afectaciones sufridas por las víctimas indirectas de los hechos determinados y ha
ordenado a la Unidad de Víctimas la actualización de sus registros para iniciar el
proceso de inclusión allí a quienes se han acreditado como tales ante la JEP en el marco
de este subcaso. Estas labores se profundizarán en la siguiente etapa del procedimiento
ante la Sala y sus resultados serán presentados, conforme lo dispuesto en la
normatividad aplicable, en la Resolución de Conclusiones del subcaso Huila.

2362. En este sentido, la Jurisdicción seguirá en la tarea de construir la verdad, desde


la voz de las víctimas y exigiendo los compromisos a los victimarios, pero también
ayudará a impulsar la gestión de las demás entidades del Sistema Integral para la Paz
y del Estado para así lograr la garantía integral de los derechos.

G. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN.

1. Hechos determinados y comparecientes llamados a reconocer responsabilidad.

2363. 1. En la presente decisión la Sala determinó la ocurrencia de doscientos (200)


homicidios, entre ellos, 32 casos seguidos de desapariciones forzadas, amén de ocho (8)
casos de sobrevivientes, cometidos por integrantes del BIPIG, del BIMAG, de la AFEUR
11 y de la BR09 entre 2005 y 2008. Como responsables de estos crímenes fueron
identificados treinta y cinco (35) antiguos integrantes de esas unidades como máximos
responsables o partícipes determinantes en tres patrones macrocriminales. Por sus
contribuciones en ellos serán llamados a reconocer públicamente su responsabilidad en
crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y delitos según el Código Penal
Colombiano.

2364. Adicionalmente, como consecuencia de esta decisión, en providencia separada


se remitirán a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas a 187 comparecientes y otras
453 personas que fueron mencionadas en diferentes fuentes valoradas por la Sala como
involucradas en hechos relacionados con el subcaso, pero sobre quienes no se aprecian
bases suficientes para entender que fueron máximos responsables o partícipes
determinantes sin liderazgo. Estas remisiones incluyen a un comandante del BIMAG,
Martín Orlando Galindo Páez y a los integrantes del Estado Mayor de la BR09 que
fueron escuchados en versión voluntaria en el marco del subcaso. En otras palabras, el
subcaso Huila comprende un universo provisional de, al menos, 675 posibles
responsables.

2. La política de conteo de cuerpos es manifiestamente inconstitucional.

2365. La Sala determinó que la forma como ocurrieron los hechos victimizantes y las
características del ataque a la población civil obedecieron a una confluencia de factores
cruzados por la presión por resultados y el conteo de cuerpos o “body count”.

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2366. Una estrategia de guerra en la que se privilegian las muertes sobre cualquier otro
resultado operacional concreto (vgr. capturas o desmovilizaciones), o inmaterial (vgr.
mejoramiento de la seguridad ciudadana, prevención del delito, incautaciones de
material de guerra, merma en las fuentes de financiación del enemigo, etcétera), y como
consecuencia se presiona a las tropas o se les incentiva, positiva o negativamente, para
la producción de bajas en combate, no sólo viola abiertamente la esencia misma de la
Constitución de 1991, fundada en el respeto por la Dignidad Humana, sino que
contradice la historia y la evolución del DIH, centrada en el principio de humanidad.

2367. En el periodo que comprende esta decisión las operaciones militares se


caracterizaron por un uso manifiestamente desproporcionado de la fuerza letal por
parte de las tropas del Ejército Nacional. A pesar de que los mandatos del Derecho
Internacional Humanitario y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (art.
4 de la CADH, jurisprudencia de la Corteidh y resoluciones de la Asamblea General de
la ONU sobre el uso de armas por agente estatales) prescriben la necesidad de restringir
el uso de la fuerza letal a los grupos armados, desde la planeación misma de los
procedimientos se determinó que se efectuaran “operaciones ofensivas” u “operaciones de
destrucción” con maniobras de “emboscada”, cuando no se reunían los requisitos
consignados en la propia doctrina militar para ello.

2368. Existen entonces bases suficientes para entender que los hechos determinados en
esta decisión eran criminales desde el momento en que se perpetró el primero de ellos.
Sin importar los motivos o las razones con las que aparentemente se hayan querido
justificar, especialmente si se trató del conteo de cuerpos como forma de mostrar
operatividad y ganar respaldo en la opinión pública, se trata de conductas que de
antemano eran jurídicamente reprochables no solo por decisión del pueblo colombiano,
el cual se expresó en este sentido por medio del legislador elegido democráticamente,
al criminalizarlas en el ordenamiento jurídico interno, sino también por la comunidad
internacional, en la cual existe consenso sobre la necesidad de sancionar
comportamientos inhumanos como los aquí descritos.

3. Superación del umbral de esclarecimiento de la justicia ordinaria.

2369. Sobre la base de lo avanzado, gracias a investigaciones adelantadas en su


momento por la justicia penal ordinaria, esta Sala pudo dilucidar la ocurrencia de las
conductas investigadas, así como el hallazgo de patrones macrocriminales, mientras
que justicia penal militar no logró avance alguno en el esclarecimiento de lo sucedido.
Sin embargo, la cantidad de hechos, así como el nivel de detalle sobre los mismos y las
personas a quienes se les atribuye responsabilidad por los crímenes trascienden el
umbral de verdad lograda por la justicia ordinaria y muestran a la sociedad las
dimensiones de las afectaciones a las que fue sometida la población civil por parte de
los actores del conflicto armado y en particular, en lo que atañe a esta decisión, por
integrantes de la fuerza pública.

2370. Más allá de la responsabilidad penal individual que se atribuye en esta

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providencia, se observa tambén una falla sistémica de las instituciones, militares y


civiles (vgr. Fiscalía General de la Nación, Procuraduría General de la Nación, entre
otras) encargadas de la protección de la población en el Huila. Todos los mecanismos
de control disponibles fallaron o fueron insuficientes para proteger los bienes jurídicos
de los más vulnerables. Solo cuando la atrocidad de las prácticas criminales fue
conocida por la opinión pública en el departamento y en el país, se tomaron las medidas
que siempre estuvieron al alcance de los comandantes para evitar que se cometieran las
graves violaciones a los Derechos Humanos que venían ocurriendo.

4. Patrones macrocriminales identificados.

2371. Los patrones macrocriminales identificados en el departamento del Huila son el


de estigmatización a víctimas por señalamientos arbitrarios de pertenencia a un grupo
armado; el de atracción de víctimas aprovechando sus condiciones de vulnerabilidad;
y el de realización de acciones contra la delincuencia común y/o milicias de las FARC,
en contravía de los lineamientos del DIH, del DIDH y de la doctrina militar respecto
del planeamiento y desarrollo de operaciones ofensivas.

2372. En cuanto a la manera como se presentaron los patrones macrocriminales en la


victimización que ocurrió en el Departamento del Huila, se estableció que estos ocurrieron
simultáneamente, pues los perpetradores se valían del medio que les resultara más
oportuno cuando necesitaban mostrar resultados; a diferencia encontrado en otros
subcasos en los que la Sala ha determinado que hubo variaciones temporales en las
prácticas criminales, cambios que tuvieron como telón de fondo la desmovilización de las
AUC, fenómeno que no tuvo incidencia en el Departamento del Huila. Esto explica por
qué la presión por reportar bajas en combate se tradujo en que la elección de la
modalidad con la que se cometerían los hechos fuera oportunista, según se apreciara la
mayor posibilidad de asegurar el encubrimiento de lo que realmente había ocurrido.

2373. La Sala evidenció la siguiente distribución temporal de los hechos: en 2005 y


2006 se ejecutaron 11 y 49 asesinatos, respectivamente; así mismo, sobrevivieron una y
dos personas y se cometieron una y 6 desapariciones forzadas. 2007 fue el año con
números más altos en todos los aspectos tratados en esta decisión: 92 homicidios, 4
víctimas sobrevivientes y 8 desapariciones; mientras que en 2008 se tienen 49 asesinatos
y un sobreviviente, un descenso en las muertes relacionado con la notoriedad pública
que adquirieron este tipo de prácticas. Sin embargo, fue el año en el que se presentaron
más desapariciones con 17 -lo que puede evidenciar una mayor preocupación por el
ocultamiento de las identidades de las víctimas, producto de los rumores que en la
sociedad podían estar levantando estos hechos. En total, de 264 muertes reportadas
oficialmente por el BIMAG, el BIPIG y la AFEUR 11 entre 2005 y 2008, 192, es decir, el
73%, fueron en realidad homicidios cometidos contra personas fuera de combate2658.

Aunque la Sala compendió información referente a 200 víctimas asesinadas por los batallones priorizados,
2658

encontró que tres eventos no se reportaron por el Ejército Nacional como resultados operacionales. Estos
fueron: un hecho del 19 de noviembre de 2006 en el que murieron 3 personas, una de ellas una menor de 3

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5. Características de la victimización.

2374. Desde la perspectiva cuantitativa se puede apreciar el aumento sostenido de los


casos, pero la mirada cualitativa, como se detalló con los casos ilustrativos, da cuenta
de las atrocidades cometidas contra la población. Así, por ejemplo, se atacaron personas
de la tercera edad frente a niños que los acompañaban, que integrantes de las mismas
unidades que cometían los homicidios realizaran también atracos o retenes para
provocar denuncias de la población que luego serían tomadas como insumos para
mostrar actividades de grupos armados o delincuencia común en las regiones y
justificar que se realizaran operaciones ofensivas allí.

2375. También resulta muy significativo sobre la degradación de las prácticas


criminales que para identificar a las víctimas se haya empleado a guías civiles y luego
estos mismos hayan sido asesinados y reportados como muertos en combate, que se
dieron instrucciones de buscar víctimas que fueran habitantes de la calle que tuvieron
que ser precisadas porque quienes estaban siendo atraídos estaban en condiciones tales
de vulnerabilidad que resultaba inverosímil que hicieran parte de un grupo armado.

2376. A pesar de que cada año se recurrió con mayor frecuencia a la manipulación de
los lugares de los hechos, los cuerpos de las víctimas o a la destrucción de sus
documentos de identidad para dificultar su búsqueda e identificación, en el Huila no se
acudió a la inhumación irregular en cementerios públicos, a diferencia de lo que se
determinó en otros subcasos. Los cuerpos eran dejados en las morgues de los
municipios aledaños a las zonas donde se hacían los reportes, aunque usualmente eran
las mismas tropas las que trasladaban los cuerpos, justificando esto en que no se podía
garantizar la seguridad de los funcionarios que debían adelantar los procedimientos de
levantamiento de los cadáveres e inspección a los lugares.

2377. Además de constituir ataques contra integrantes de la población civil, los


asesinatos y desapariciones forzadas mostraron características de sistematicidad que se
evidencian en los planes criminales detallados con los casos ilustrativos y con la
descripción de los aportes de los comparecientes que son considerados máximos
responsables y partícipes determinantes sin liderazgo en esta decisión.

6. Aportes de los responsables a los planes criminales.

2378. Para la comisión de los crímenes y para que estos ocurrieran en la escala que
tuvieron en el Huila también fue determinante que los comandantes crearan o se
valieran de unidades “especiales” al interior de las unidades tácticas. En la contrastación
de la información se pudo observar cómo se pudo concentrar la comisión de estos

años; otro de 2007 del que no se tiene fecha exacta, pero que fue reportado por el suboficial y máximo
responsable Miller Forero Cruz, y en el que murieron 3 personas; y otro en mayo de 2008 con una víctima. En
otro hecho reportado por el Ejército Nacional en octubre de 2005 se relacionó solo una víctima, pero la JEP
determinó que el evento produjo 2.

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hechos en ciertos pelotones, que además gozaban de prebendas y condiciones más


favorables para la prestación del servicio. Con estas unidades se estableció un vínculo
más directo (cadena de mando fáctica) por parte de los comandantes y los oficiales de
operaciones e inteligencia de los batallones e incluso se buscó vincular a ellas a militares
que hubieran participado previamente en este tipo de conductas en otras unidades, que
tuvieran contactos con personas que facilitaran la consecución de las víctimas o que
fueran de confianza para los comandantes y estuvieran dispuestos a participar en estos
hechos.

2379. Quienes participaron en la comisión de estos crímenes buscaron ocultar lo


realmente ocurrido no solo con la selección de las víctimas sino también por medio de
la manipulación de los lugares de los hechos, consiguiendo armas para implantar a las
víctimas, elaborando documentación operacional de soporte que consignaba
falsedades, y rindiendo de forma coordinada declaraciones amañadas en las
investigaciones que se iniciaban de oficio cuando se reportaba una muerte en combate.

2380. Para sufragar los costos de quienes identificaban, contactaban atraían o


transportaban a las víctimas, se manipularon los procedimientos militares de pago de
recompensas e información, de manera que se pudieran utilizar esos recursos en pagos
irregulares o incluso en la compra del material de guerra que se empleaba para dar
credibilidad a los reportes de combates. No se puede descartar que algunos militares se
hayan apropiado de parte de los recursos que se desviaban con los fines anteriormente
descritos y que esa haya sido una de sus motivaciones para involucrarse en los hechos.

2381. Con base en un análisis exhaustivo de los informes presentados por


organizaciones de víctimas e instituciones estatales, del abundante material recolectado
por la Sala por medio de inspecciones judiciales y solicitudes de información y con el
contraste de las versiones voluntarias se estableció que los comparecientes serán
llamados a reconocer responsabilidad por haber cometido crímenes de guerra, crímenes
de lesa humanidad y delitos según el Código Penal Colombiano.

7. Análisis del ambiente operacional en el Huila.

2382. Las dinámicas del conflicto armado en el Huila, las características del ambiente
operacional y la presencia de las FARC-EP así como el dispositivo militar encargado de
salvaguardar el orden constitucional en ese departamento, fueron analizadas y
descritas en este Auto a fin de permitir una comprensión lo más completa posible de
las lógicas que pudieron haber llevado a los integrantes de la fuerza pública a cometer
graves violaciones a los Derechos Humanos.

2383. Aunque los mandos de las unidades militares de las que trata la presente
decisión reconocieron que la presencia de combatientes de la guerrilla se daba en las
zonas altas de las cordilleras Oriental y Central, la operatividad de sus batallones no se
dirigió a atacar a los reductos guerrilleros ubicados allí -y donde era probable establecer
contactos armados-, sino que se concentró cerca a los centros urbanos y a carreteables,

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en donde la capacidad de la guerrilla se encontraba limitada para los años de interés de


la decisión. Mediante la georreferenciación de las muertes investigadas la Sala constató
que casi todas las muertes se dieron en zonas en las que no se reportó la ubicación de
áreas campamentarias guerrilleras.

2384. De hecho, la mayor parte de comparecientes con responsabilidades en el área de


operaciones, reportaron ante la JEP la existencia de un ambiente operacional favorable
hacia las unidades del Ejército Nacional y riesgos muy localizados en algunas veredas
de las jurisdicciones -donde se dieron un número menor de resultados operacionales
entre 2005 y 2008.

2385. El análisis del contexto permite afirmar que previo al periodo comprendido en
esta decisión se produjo una significativa reducción de las amenazas y los riesgos en el
Departamento provocada por el repliegue estratégico de las FARC hacia otros
departamentos de estructuras guerrilleras con presencia en el Huila. De esta forma -y
como fue reportado por la mayoría de los soldados profesionales, suboficiales y
oficiales de bajo rango comparecientes en sus versiones voluntarias-, el departamento
presentaba condiciones relativa tranquilidad para la tropa, aunque también algunos
sobresaltos esporádicos. Si bien los comparecientes reportaron que en algunas zonas
debían mantenerse alerta (vgr. el municipio de Algeciras) consideraron que la mayor
parte de las jurisdicciones se encontraba bajo control del Ejército Nacional.

2386. Así mismo, la Sala ha determinado que, aunque los riesgos asociados a la
presencia de milicias eran reales, esta amenaza fue frecuentemente sobredimensionada
-al menos en el centro y sur del Huila- teniendo en cuenta las capacidades que se
conocen para estas estructuras en los años de interés, a la información que producía el
Ministerio de Defensa Nacional y a lo expresado por algunos comparecientes. Esta
determinación por parte de los altos mandos fue acompañada por la orden de
concentrar los esfuerzos ofensivos en las actividades de la delincuencia común, la cual
era frecuentemente asimilada a las milicias sin que hubiera información verificada por
las secciones de inteligencia que comprobara esto. Así, se creaba un ciclo de
retroalimentación entre la BR09 y los batallones en el que se pedían acciones contra las
milicias y la delincuencia y que era respondido con la conducción de operaciones
ofensivas y la presentación de resultados falsos contra la delincuencia común, como si
con eso se lograra debilitar aún más la presencia (como se dijo antes ya reducida) de las
FARC-EP en el Huila.

2387. En ese contexto se produjo también el aumento de las presiones por resultados
provenientes de diferentes niveles del Ejército Nacional, ya fuera Brigada, División o
Comando General. Para responder a esas presiones, los mandos de los batallones
investigados relataron en sus versiones voluntarias que dedicaron casi la totalidad de
sus esfuerzos a atacar a las milicias de las FARC-EP y a organizaciones delincuenciales.
Por tal razón, la mayor parte de los resultados operacionales que produjeron las
unidades militares investigadas durante los años de interés fueron reportados como
golpes contra las estructuras de supuestas milicias y organizaciones de delincuencia

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común, excediendo en este último caso las responsabilidades que se les asignan a las
fuerzas militares y en otros aprovechando judicializaciones previas, muchas de las
cuales se dieron en el marco de operaciones de las fuerzas de seguridad del Estado que
habían provocado detenciones masivas, como fue el caso de la Operación Aurora en
2004.

2388. La concentración de esfuerzos en la lucha contra milicias y organizaciones


delincuenciales representó una oportunidad para articular esa concepción de las
amenazas en el territorio y los asesinatos y desapariciones forzadas de las que trata esta
decisión. De esta forma, las muertes que provocaban las unidades militares del Huila
eran presentadas con unas características que buscaban vincularlas a esas nociones y de
paso otorgarles mayor credibilidad. Por eso fue frecuente que las víctimas fueran
presentadas vestidas de civil o con algunos uniformes particulares -sudaderas y busos
negros-, con armas cortas y en evidente desventaja militar respecto a las tropas del
Ejército Nacional.

8. Relación entre el contexto y los crímenes que se imputan.

2389. La Sala de Reconocimiento considera, en consecuencia, que la valoración judicial


de los contextos en los cuales se cometieron las conductas determinadas en este auto, la
identificación del patrón macrocriminal, de los planes o políticas, por ejemplo, como
evidencia de la sistematicidad de las conductas, así como el análisis de las causas y
motivaciones detrás de dicho patrón, son determinantes para garantizar el
esclarecimiento de lo ocurrido y el derecho a la verdad.

2390. El afán de obtener beneficios personales y profesionales, el especial valor que


era conferido al reporte de muertes en combate, la estigmatización de la población en
regiones en las que las FARC-EP buscó establecer control o áreas de influencia, el
aprovechamiento de circunstancias que evidenciaban desprotección de ciertos
personas, la laxitud de los controles intra e interinstitucionales y el discurso que
calificaba como “guerra jurídica” las denuncias de violaciones a los derechos humanos,
fueron los pilares en los que se soportó la práctica de atentar contra personas que no
participaban en el conflicto armado y pretender mostrar sus como resultados exitosos
de la política de seguridad, aunque para ello se tuviera que asegurar su desaparición,
impedir su búsqueda y desviar recursos públicos para el ocultamiento de los hechos.

2391. La búsqueda de legitimidad y respaldo por parte de la población y del poder


político por medio de un aumento en la sensación de seguridad condujeron a que los
reportes de muertes en combate fueran vistos como el principal indicador de éxito de
las unidades militares y sus comandantes.

2392. Para aumentar la producción de resultados operacionales acudió a un sistema de


incentivos formales e informales de distinta naturaleza y características en los diferentes
niveles de la jerarquía militar. Mientras que a los soldados y suboficiales se les motivaba
a participar en estos hechos con el otorgamiento de permisos o la pertenencia a

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unidades que no debían permanecer periodos prolongados en áreas remotas del teatro
de operaciones, a los oficiales subalternos y a los integrantes de la plana mayor se les
reconocía con felicitaciones o condecoraciones por la presentación de un elevado
número de muertes en combate. En ocasiones incluso se fijaban metas de aumentar los
resultados obtenidos en periodos anteriores o por los antecesores en los cargos. Por su
parte, los comandantes de batallón y de brigada obtenían prestigio y reconocimiento de
sus superiores, así como de las autoridades civiles departamentales al reportar
constantemente muertes en combate y “mostrar operatividad” con sus unidades. Ese
reconocimiento era importante para tener mejores perspectivas de desarrollo
profesional.

2393. Las lógicas de presión por resultados que descendían por la cadena de mando
militar transmitían el mensaje de que las muertes en combate eran el resultado mejor
valorado y que existía una competencia por presentar el mayor número posible. Esa
competencia se evidenció ampliamente en los relatos de los comparecientes del BIPIG
y el BIMAG, y se refleja claramente en el constante aumento en los reportes de muertes
de esas unidades, y en el agregado de resultados de la Novena Brigada, cada año entre
2005 y 2008.

9. Formas de intervención.

2394. Si bien en otros subcasos del caso 03 la Sala de Reconocimiento ha encontrado


que existen bases suficientes para entender que al interior de algunas unidades militares
se configuraron aparatos organizados de poder, en el presente subcaso no se cuenta con
material probatorio que permita caracterizar las formas de intervención de los máximos
responsables siguiendo ese modelo de imputación. La caracterización de las formas de
atribución de responsabilidad que se realizan en esta decisión obedece, exclusivamente,
al análisis jurídico producto de la contrastación del abundante material probatorio
recaudado (vgr. versiones voluntarias, órdenes de operaciones, radiogramas, informes
de patrullaje, informes de gasto de munición, libros de comandantes, etcétera) de
manera que las imputaciones, fácticas y jurídicas, se adecúen de la manera más precisa
posible a lo ocurrido, y que den cuenta de las dinámicas macrocriminales que se
aprecian del conjunto de los hechos y el contexto en el que ocurrieron.

2395. Como correlato de lo anterior, se identificaron planes criminales para satisfacer


la presión por bajas y aportes individuales de los máximos responsables y partícipes
determinantes sin liderazgo en ellos.

2396. Al interior de las unidades militares se recurrió a la búsqueda o atracción de


personas que pudieran ser creíblemente presentadas como integrantes de grupos
armados, por lo que los perpetradores se valieron del prejuicio insurgente para la
identificación de víctimas, que carecieran de arraigo o no fueran a ser extrañadas por
alguna condición de vulnerabilidad, o que fueran señaladas de participar en
actividades delincuenciales. Además, las operaciones militares que se lanzaban en el
marco del DIH, como si se estuviera combatiendo a grupos armados, tendrían la

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aprobación de la opinión pública.

2397. Las formas de proceder y los aportes de los comparecientes en los crímenes
determinados en esta decisión fueron posibles dentro de una organización altamente
regulada como el Ejército Nacional porque quienes estaban en posiciones de mando
fueron permisivos, laxos en los controles y no ejercieron sus competencias de
prevención, investigación y sanción; lo cual transmitió una sensación de que se
avalaban los comportamientos contrarios a derecho de quienes atentaban directamente
contra la población civil.

2398. Por lo demás, a pesar de que, por disposiciones legales y reglamentarias, de


oficio se abrían investigaciones penales y disciplinarias, se pudo constatar niveles nulos
de esclarecimiento de los crímenes en estas instancias. La ausencia de controles
disciplinarios por parte de los comandantes de las unidades militares fue valorada en
esta decisión como un aporte a la puesta en marcha y mantenimiento de los patrones
macrocriminales, pero la inactividad de los funcionarios de la Justicia Penal Militar
también debería ser valorada por su juez natural, en tanto que fue funcional para que
los autores de los crímenes tuvieran confianza en que se garantizaría su impunidad y
siguieran participando reiteradamente en ellos.

10. Caracterización del daño.

2399. Los asesinatos y desapariciones forzadas de personas presentadas como bajas en


combate por agentes del Estado determinados en esta decisión generaron un entramado
de impactos que ocasionaron daños en diferentes esferas de la vida de las víctimas, sus
familiares, comunidades y territorios a diversos niveles: individual, familiar, social,
político, cultural y productivo. Todo ello repercutió sobre las formas de afrontar,
habitar y conocer el mundo, al igual que en los estándares morales compartidos para
relacionarse en la sociedad y con el Estado.

2400. La Sala ha adelantado diferentes gestiones, como jornadas de caracterización de


las afectaciones sufridas por las víctimas indirectas de los hechos determinados y ha
ordenado a la Unidad de Víctimas la actualización de sus registros para iniciar el
proceso de inclusión allí a quienes se han acreditado como tales ante la JEP en el marco
de este subcaso. Estas labores se profundizarán en la siguiente etapa del procedimiento
ante la Sala y sus resultados serán presentados, conforme lo dispuesto en la
normatividad aplicable, en la Resolución de Conclusiones del subcaso Huila.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Reconocimiento,

III. RESUELVE

Primero. – DETERMINAR como asesinatos presentados como bajas en combate las


muertes de Alba Luz Mejía Álvarez, Daniel Alvarado Rivera, Michelle Dayana Alvarado

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Mejía, Juan Cristóbal Alvarado, Nidio Perdomo Triviño, Danilo Yepes Pineda, Saúl Ortiz
Muñoz, Benedicto Murillo Asprilla, José Néstor Rivera Gutiérrez, Álvaro Hernando Ramírez
Falla, Juan Diego Martínez Peña, Miller Andrés Blandón Álvarez, Ever Urquina Rojas, John
Jairo Hoyos Tarazona, Yesid Ortiz Paladines, Otoniel Oviedo Martínez, Jesús Eider Burbano
Astudillo, Jamir Burbano Jurado, Carlos Mauricio Suárez Monje, José Adelmo Pillimué
Caldón, William Tovar Quiza, Alber Augusto Liscano Cedeño, Juan Perdomo Claros, Javier
Castillo Becerra, Diego Fernando Rodríguez, Luis Alberto Imbachí, Jhon Fredy Erazo
Artunduaga, Jhon Jairo Garcés, Nilson Samboní Girón, Víctor Alfonso Calderón Bedoya,
José Misael Moreno Quiroga, Edwin Alexander Ávila Ballesteros, Jonathan Ruíz García, José
Amílkar Parra, Rafael Medina Reyes, Mariano Cabrera Sambony, Yoán Ruiz Valderrama,
Oswaldo García Gómez, John Fredy Molina Cerón, José Luis Castillo, Edras Sambony
Benavidez, Willmer Cerón Joaqui, Carlos Mauricio Duque Pastrana, Fernando Figueroa
Medina, Miguel Antonio Ordóñez Díaz, Orlando Crispín Lizcano, Andrés Mauricio Duarte
Guzmán, Carlos Augusto Polanía Rodríguez, Jhon Fredy Alcalá Lugo, Juan Gabriel Gómez
Rincón, Rubiel Andrade, José Alexander Murcia, Rubén Darío Garcés Murcia, Jamir Antonio
Peña Peláez, Carlos Uriel Motta Scarpetta, Manuel Antonio Suárez Benavides, Fredy Rengifo
Anacona, Eugenio Chito Gómez, Albeiro Hernández Cerón, Joselo Sánchez Sarria, Evelio
Bermeo López, Leo Dan Bermeo López, Wilmer Bermeo Acosta, Rodrigo Dorado Bolaños,
Teódulo Montaño Correa, Ovidio Ortiz Sepúlveda, Ruberney Rincón Casanova, Wynther
Jackson Trujillo Trujillo, Faiber Cuellar González, José Aristides García Claros, Honaldo
Muñoz Campo, José Alfredo Moreno Trujillo, Yemberson Miranda Martínez, Lenin Yustres
Amézquita, Cristóbal Barrera Narváez, Jaime Martínez Rodríguez, Arquímedes Alvira
Lemus, Reinel Alvira Pizo, Jaime Galvis, Óscar Gálvez Nova, Yovin Smith Carvajal,
Dagoberto Charry Osorio, Fredy Castillo Arcila, Jaime Alberto Rodríguez Amaya, Jesús
Alfredo Bermúdez Acosta, Óscar Javier Moreno Urazán, Ever Mosquera Pérez, Felipe
Bernate Alonso, Joan Sebastián Mosquera, Orlando Molano Gutiérrez, Ever Huelgos
Vargas, Jairo Falla Calderón, Nelson Mendoza Yasno, Omar Mendoza Yasno, Fabio Lozada
Muse, Javier España Andrade, Jorge Leonardo Hernández Serrano, Ángel María Petevi
Satiaca, Franklin Eidelber Satiaca Muñoz, Jhon Vilmer Satiaca Muñoz, Osmidio Flor Ortiz,
Diego Armando Cárdenas Sánchez, Luis Ernesto Vargas Olaya, Marlio Mauricio Murillo
Quintero, Fredy Armando Pimentel, Hodair Urriago Valderrama, Yerson Acosta Bernate,
Antonio Claros Tobón, Carlos Humberto Aguirre, José Rentería, Nelson Medina Vargas,
Yovanny Monsalve Marín, Herney Ochoa Cadena Cadena, José Agustín Arias Barrera, Juan
Gabriel Cuenca Morea, José Gregorio Cárcamo Vargas, José Lizardo Vela Salazar, Jarry
Lenin Peña Hio, Germán Alberto Echavarría, Gómez José Walter Londoño Echavarría, Rigo
Tovar Pinto, Herney Felipe Gómez López, Diomar Vidal Hernández, Jimmy Antonio
Camargo Vargas, Jorge Eliecer Neira Cifuentes, Milton Hernán Sunz Garzón, Diego Andrés
Molina, John Fredy Barco Gutiérrez, Arley Sánchez Sacanamboy, Héctor Restrepo, Olivo
Quintero Salazar, Juan Pablo Perdomo Montealegre, Yefersson González Flórez, Carlos
Arturo Bustos López, Jorge Luis López Ortiz, Octavio Galindo Carreño, Gonzalo Bermúdez
Chaux, Germán Gurrute Daza, Norberto Celys, Jhon Germán Vargas Calderón, Duberney
Correa Figueroa, Orlando Cuadrado Díaz, Omar Penagos Urquina, Luis Ángel Vallejo
Vargas, Yobany Ardila Velasco, Rafael Tovar Castañeda, Arley Vega, Manuel Antonio Tao
Pillimué, Hortensia Neyid Tunja Cuchumbe, Jair Hoyos Alzate, Álvaro Marín Silva,
Giancarlo Rincón Cabrera, Jhon Fredy Torres Rengifo, Edier Magon Medina, José Gustavo
Patiño Murillo, Eliud Edeño Ducuara, Octavio Castro Sánchez, William Quintero
Hernández, Elio Delio Velasco, Omar Fabio Huanga, Hugo Fernando Moreno Quiroga,

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RADICADO: 202303033234

Yorman Anderson Preciado Coquinche, Jesús María Guevara Quinto, Jesús Reinel Ortega,
Carlos Andrés García, Elder Rodríguez Sánchez, Luis Eduardo Girón Acosta, Jorge Eliecer
Cerón Girón, Silvestre Delgado Cuellar, Orlando Rivera Artunduaga, Gildardo Luis Farfán
Castaño, José Daniel Joaqui Chilito, Juan Carlos Aguirre Macías, Juan Esteban Fernández
Quiroga, Querubín Durán Durán, Albeiro Rivera Rivera, Luis Aníbal Restrepo Sánchez,
Leonidas Ramírez Pérez, Walter Ramírez Pérez, Jorge Ignacio Sacanamboy, Leidy
Constanza Agudelo Candela, Faisury Dorado Zapata, Juan Carlos Montenegro Hidrobo,
Faiber Aragonés Lomelin, Jhon Jairo Zúñiga Gómez y Ramiro Chantre Levaza, y 14 personas
sin identificar. La Sala también determina como crímenes las circunstancias y elementos en
las que se presentaron las distintas afectaciones a sus derechos que Faiver Andrés Alvarado,
Juan Pablo Espinosa, Aladino Ríos Sánchez, Diego Ferney Sierra Álvarez, José Yesid Farfán
Ortiz, Robinson Ramírez Mejía y William José Cunacué Medina, sobrevivientes de estos
hechos, cuyas muertes no pudieron ser presentadas como bajas en combate, tal como
pretendían los perpetradores. Lo anterior, en los términos expuestos en la parte motiva de
esta providencia, especialmente, las secciones C, D y E de esta providencia.

Segundo. – LLAMAR A RECONOCER RESPONSABILIDAD a título de coautores de


los delitos de homicidio en persona protegida y desaparición forzada contemplados en
los artículos 135 y 165 del Código Penal colombiano, conductas que también
constituyeron crímenes de lesa humanidad de asesinato y de desaparición forzada de
personas de los artículos 7(1)(a) y 7(1)(i) del Estatuto de Roma, y crimen de guerra de
homicidio del artículo 8(2)(c)(i) del Estatuto de Roma, a los señores: ORLANDO PICO
RIVERA, CARLOS YAIR SALAMANCA ROBLES, RICARDO ANDRÉS LÓPEZ
GARCÍA, ALEJANDRO LEÓN CAMPOS, FAIVER CORONADO CAMERO, JAIR
ARIAS SÁNCHEZ, JESÚS MAURICIO JIMÉNEZ BOTINA, LUIS CARLOS AGUILERA
QUINTERO, MILLER DAMIÁN FORERO CRUZ, DOMINGO PEÑA CEPEDA, JHON
ESTEBAN URUETA BALLESTEROS, LUIS RODOLFO MULCUÉ SANZA,
WILLINTON ESPINOZA BAQUERO, ROBERTO YESID QUINTERO QUINTERO,
EDGAR ALBERTO RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, MARCOS EVANGELISTA PINTO
LIZARAZO, MARIO HERNÁN DUARTE MÉNDEZ, OMAR OSWALDO OJEDA
OLIVA, FRANCISCO ADRIÁN ÁLVAREZ CALDERÓN, ÁNGEL FERNANDO
CARVAJAL ROJAS, FÉLIX JUAN CARLOS ARAQUE LEAL, DESAIX DE JESÚS
PALOMINO MEJÍA, JULIÁN ANDRÉS CALDERÓN MOTTA, CARLOS MAHECHA
BERNAL, FERNANDO RIVEROS SARMIENTO, WILLIAM ANDRÉS CAPERA
VARGAS, CARLOS HERNÁN RODRÍGUEZ VERA, JOSÉ ROLDÁN LÓPEZ CERÓN,
JOSÉ YATY ANACONA BUENO, FRANCISCO JAVIER CASTAÑEDA ALFARO,
LEONARDO AYALA REMOLINA, FELIPE ANDRÉS RAMÍREZ GÓMEZ.

Tercero. – LLAMAR A RECONOCER RESPONSABILIDAD a título de autores por


omisión de los delitos de homicidio en persona protegida y desaparición forzada
contemplados en los artículos 135 y 165 del Código Penal colombiano, conductas que
también constituyeron crímenes de lesa humanidad de asesinato y de desaparición
forzada de personas de los artículos 7(1)(a) y 7(1)(i) del Estatuto de Roma, y crimen de
guerra de homicidio del artículo 8(2)(c)(i) del Estatuto de Roma, a los señores MIGUEL
ERNESTO PÉREZ GUARNIZO, JAIME ALFONSO LASPRILLA VILLAMIZAR y
WILLIAM FERNANDO PÉREZ LAISECA.

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RADICADO: 202303033234

Cuarto. – PONER A DISPOSICIÓN de los comparecientes referidos en los numerales


primero y segundo de esta decisión de esta providencia, y mencionados en el numeral
anterior, los hechos y conductas determinados por esta Sala, así como todos los anexos e
insumos en los que se fundamenta la decisión y que obran en el expediente, para que
decidan si reconocen o no su responsabilidad en los términos del artículo 79, literal h de
la Ley 1957 de 2019 y del artículo 27B de la Ley 1922 de 2018.

Quinto. – OTORGAR a los comparecientes individualizados en la sección E el plazo


máximo de treinta (30) días hábiles contados a partir de la notificación de esta
providencia, con el fin de que manifiesten ante la Sala de Reconocimiento su decisión de
aceptar o no la responsabilidad que se les imputa en la presente decisión. Igualmente,
dentro de este mismo término, podrán pronunciarse y aportar pruebas respecto de los
hechos y conductas determinados en esta providencia, así como sobre su participación
individual en estos.

Sexto. – PONER A DISPOSICIÓN de las víctimas acreditadas dentro del Caso 03 y de


la Procuraduría Delegada con funciones de Coordinación e Intervención ante la JEP, los
hechos y conductas determinados por esta Sala, así como todos los anexos e insumos en
los que se fundamenta la decisión, con el fin de que cuenten con la oportunidad procesal
para pronunciarse sobre estos, así como respecto de la atribución de responsabilidad
individual efectuada por la Sala en esta providencia, si así lo consideran necesario. Para
ello, la Sala de Reconocimiento les otorgará el plazo de treinta (30) días hábiles contados
a partir de la notificación de esta decisión. Igualmente, dentro de este mismo término, en
caso considerarlo necesario y pertinente, podrán aportar las pruebas respecto de los
hechos y conductas determinados en esta providencia, o sobre la participación de los
comparecientes individualizados en esta providencia.

Séptimo. – ORDENAR EL LEVANTAMIENTO DE LA RESERVA de las diligencias de


versiones voluntarias rendidas por los comparecientes que se enlistan a continuación,
salvo los apartados en los que se expongan datos de domicilio de los intervinientes de las
versiones voluntarias que permita su ubicación, como direcciones de residencia o
números telefónicos. En los casos en los que se presente o persista una probada situación
de riesgo extraordinario de alguno de los comparecientes identificados, la Sala podrá
tomar medidas excepcionales de limitación de la publicidad de estas versiones.

Octavo. – NOTIFICAR esta providencia a los comparecientes del Caso 03


individualizados en esta providencia, a sus apoderados, a la Procuraduría Delegada para
la Investigación y Juzgamiento Penal con Funciones ante la JEP, de acuerdo con los
mecanismos de notificación previstos en la sentencia interpretativa TP-SA-SENIT 3 de
2022 de la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz y en el Código General del
Proceso.

Noveno. – NOTIFICAR esta providencia, a través de sus apoderados y representantes


comunes, a las víctimas acreditadas en el Caso 03, teniendo en cuenta los mecanismos
previstos en la sentencia interpretativa TP-SA-SENIT 3 de 2022 de la Sección de
Apelación del Tribunal para la Paz y en el Código General del Proceso.

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RADICADO: 202303033234

Décimo. – COMUNICAR esta providencia a la Comisión para el Esclarecimiento de la


Verdad, a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y a la Fiscalía
General de la Nación para lo de sus respectivas competencias.

Décimo primero. – Contra esta decisión procede no proceden recursos, de conformidad


con lo dispuesto por la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz en la sentencia
interpretativa SENIT 3 del 21 de diciembre de 2022.

NOTIFÍQUESE, COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE.

ALEJANDRO RAMELLI ARTEAGA


Magistrado

CATALINA DÍAZ GÓMEZ


Magistrada

ÓSCAR JAVIER PARRA VERA


Magistrado

NADIEZHDA NATAZHA HENRÍQUEZ CHACÍN


Magistrada

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