Teoria Del Color CANTEROS

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Teoría del color

Al pensar en combinar los colores nos remitimos a la teoría del color y a la conformación
del circulo cromático. El mismo es producto de la descomposición de la luz en diferentes
longitudes de onda visibles para el ojo humano.

La naturaleza nos brinda en escenario de colores cambiantes continuamente.


Desde las primeras horas del día, el atardecer, las estaciones y cada año en particular.
Los colores nos lo pueden dar las hojas, las flores, los frutos y la corteza de los vegetales.

Para tener en cuenta los colores los podemos clasificar en primarios ,secundarios y
terciarios.

Los colores primarios son aquellos que no pueden conseguirse mediante la suma de los
otros colores:

‐ Rojo
‐ Azul
‐ Amarillo

Los colores secundarios son aquellos que se consiguen mediante la suma de dos primarios:

‐ Violeta (rojo + azul)


‐ Verde (azul + amarillo)
‐ Naranja (amarillo + rojo).

Los colores terciarios son aquellos que se consiguen mediante la suma de un primario con
un secundario:

‐ Rojo violáceo (rojo + violeta)


‐ Azul violáceo (azul + violeta)
‐ Azul verdoso (azul + verde)
‐ Amarillo verdoso (amarillo + verde)
‐ Amarillo anaranjado (amarillo + naranja)
‐ Rojo anaranjado (rojo + naranja)

Todos estos colores están representados en el círculo cromático


El color en el diseño del paisaje

Los colores nos generan distintas sensaciones y emociones, pueden trasmitirnos calma,
alegría, nostalgia, frialdad, cercanía, distancia, etc.

Es por esto que es fundamental tener en cuenta los colores de la vegetación, tanto de la
floración y los frutos como del follaje y la corteza, a la hora de elegir la especies para un
jardín.

Según cómo combinemos los colores de la vegetación podemos alterar la percepción de un


lugar ya sea agrandándolo, reduciéndolo, atrayendo la atención a un lugar determinado,
generando unidades dentro del jardín, etc.

Una buena manera de elegir las combinaciones es basándonos en el círculo cromático.


La disposición de los colores en el círculo nos va a ayudar a determinar las distintas
combinaciones posibles entre sí para, así, conseguir el efecto que buscamos en el jardín.

En función de esto podemos clasificarlos en cálidos y fríos, según la sensación de


temperatura que un color transmite
Cálidos

Son considerados colores cálidos aquellos que van del rojo al amarillo en el círculo
cromático (pasando por las distintas tonalidades de naranjas, marrones y dorados). Cuánto
más rojo tiene un color, más cálido es.

Estos colores transmiten calor, movimiento e incitan a la acción.

Se utilizan generalmente para crear lugares más íntimos ya que “acercan” los objetos
haciendo que el lugar se perciba más pequeño, y para generar puntos focales dentro del
diseño.
Fríos

Son considerados colores fríos aquellos que van del verde al violeta pasando por los azules.
Cuanto más azul tiene un color, más frío es.

Estos colores transmiten frío, lejanía, relajación y calma.

Se utilizan para que un lugar se perciba más amplio de lo que es en realidad, ya que
“alejan” los objetos, también son usados generalmente en zonas de relajación del jardín.
Según si buscamos unidad o contraste en el diseño, podemos clasificar los colores en
Análogos o Complementarios respectivamente:

Análogos

Son aquellos que se encuentran contiguos en el círculo cromático y que forman tonalidades
graduales generando unidad en el conjunto.

Se mezclan fácilmente y generan fluidez y armonía, dotando de unidad al conjunto.

Si usamos análogos de naranjas, amarillos o rojos, la unidad va a presentar las


características descriptas para los colores cálidos.
Si, en cambio, usamos análogos de azules, verdes o violetas, el conjunto va a tener las
características del grupo de colores fríos.
Complementarios

Son los colores que se encuentran en lados opuestos del círculo, es decir, que se mezclan
colores cálidos con fríos.

Estas combinaciones generan contrastes y vibración visual donde se encuentran.

Dependiendo la intensidad del contraste se consiguen efectos más o menos fuertes y


dramáticos.

Las opciones de máximo contraste son:


‐ Rojo – Verde
‐ Amarillo – Violeta
‐ Naranja – Azul
En cambio, si usamos colores que se van acercando dentro del círculo, sin llegar a ser
análogos, podemos generar contrastes más sutiles y menos vibrantes.
Por último, no nos debemos olvidar de los colores neutros, el blanco y el gris. Se usan como
colores de transición o para lograr que se destaque aún más el contraste entre colores
complementarios.
Las composiciones de color también pueden ser monocromáticas, ya sea mediante un solo
color de floración o con varias especies de la misma tonalidad.
También se puede conseguir utilizando plantas con distintas tonalidades de verde, donde se
juegue con las texturas.
EN RESUMEN

El color es lo primero que percibimos de un jardín.

Podemos jugar con una paleta de primarios (rojo, azul y amarillo), con
los secundarios (naranja, verde y violeta), o con los complementarios
(amarillo y violeta, rojo y verde, azul y naranja).

Los colores complementarios dan contraste, los análogos transmiten


tranquilidad y la suma de complementarios con análogos agregan
variedad de color.

La elección de color suele tener más relación con el gusto personal que
con cualquier teoría cromática, sin embargo, no estará demás sentarse
a pensar las probables combinaciones, considerando los colores de la
casa y las especies que ya tenemos.

En cada estación del año una misma planta nos brinda distintos
colores, ya sea por su brotación, su floración, su cambio de color de
follaje en el otoño, etc. En invierno, como un agregado más podemos
poner en valor el colorido de las cortezas. También debemos tener en
cuenta que el verde en todas sus gamas puede jugar como
protagonista o como fondo de apoyo.

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