Biografia de Leonardo Da Vinci

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Biografia de Leonardo Da Vinci

Infancia

Nació el sábado 15 de abril de 1452 «en la tercera hora de la noche», es decir, tres horas
después del Ave María: a las diez y media. Se ha discutido si el nacimiento tuvo lugar en el
castillo de Vinci, ciudad a unos 25 km en línea recta de Florencia, o bien en la casa materna
de Anchiano, una pedanía a unos dos kilómetros de Vinci.

Leonardo, descendiente de una rica familia de nobles italianos, fue hijo ilegítimo: su padre,
messer Piero Fruosino di Antonio —un notario, canciller y embajador de la República de
Florencia—, dejó embarazada a Caterina, una humilde joven de familia campesina, de quien
se ha sospechado que pudiera ser una esclava de Oriente Medio. Martin Kemp, catedrático
emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford, tras investigar en los archivos
toscanos, descubrió documentos que confirmarían la fecha del nacimiento y que tuvo lugar
en la casa de campo paterna, a poco más de un kilómetro de Vinci, siendo su madre una
campesina local de quince años, Caterina di Meo Lippi.

Piero ya estaba prometido en matrimonio y el niño fue entregado al abuelo paterno,


Antonio da Vinci que, probablemente, entregó una cierta cantidad a la madre como dote
para que pudiera casarse. En declaraciones de impuestos de 1457, Antonio declaró que su
nieto vivía con él y Caterina aparece casada con un campesino, Antonio di Piero Buti, con
quien tuvo cinco hijos.

Leonardo, o Lionardo según su nombre de bautizo, fue bautizado y pasó sus cinco primeros
años en la casa de su padre en Vinci, donde fue tratado como un hijo legítimo. Tuvo cinco
madrinas y cinco padrinos, todos ellos habitantes del pueblo. En este lugar, Leonardo recibió
instrucción, aprendió a leer y a escribir, y adquirió conocimientos de aritmética. Sin
embargo, prácticamente no aprendió latín, base de la enseñanza tradicional. El hecho de que
tuviese una ortografía caótica muestra que su instrucción no estuvo exenta de lagunas; en
todo caso no fue la de un universitario.

En aquella época, las convenciones modernas en los nombres de personas no se habían


desarrollado todavía en Europa, por lo que únicamente las grandes familias hacían uso del
apellido patronímico. La gente del pueblo solía ser designada por su nombre, al que se le
adjuntan todo tipo de precisiones útiles: el nombre del padre, el lugar de origen, un apodo,
el nombre del maestro en el caso de los artesanos, etc. Por consiguiente, el nombre del
artista sería Leonardo di ser Piero da Vinci, cuyo significado es «Leonardo, hijo del maestro
Piero de Vinci»; el término «da» no lleva mayúscula porque no se trata de un apellido. El
propio Leonardo firmaba simplemente sus obras como «Leonardo» o «Io, Leonardo» («Yo,
Leonardo»), así que la mayoría de las autoridades atribuyen sus obras a «Leonardo» sin el
«da Vinci». Es verosímil que se abstuviera de emplear el apellido de su padre porque era un
hijo ilegítimo. «Vinci» proviene de «vinchi», denominación que reciben unas plantas
similares a los juncos, que crecen en el entorno del arroyo Vincio y que eran utilizadas por
los artesanos toscanos.

Su abuela paterna, Lucia di ser Piero di Zoso, una ceramista próxima a Leonardo, fue
probablemente la persona que lo inició en las artes.7 Un conocido presagio refiere que un
milano venido del cielo había hecho un vuelo estacionario sobre su cuna, tocando su cara
con la cola.1516 Giorgio Vasari, biógrafo del siglo XVI de los pintores del Renacimiento,
cuenta en Le Vite (1568), la historia de un campesino local que pidió a ser Piero que su
talentoso hijo le pintara una imagen sobre una placa. Leonardo pintó entonces una
representación de un dragón escupiendo fuego, tan bien realizada que ser Piero la vendió a
un mercader de arte florentino, quien a su vez la revendió al duque de Milán. Tras haberse
así beneficiado con la venta, ser Piero compró una placa decorada con un corazón
atravesado por una flecha, la cual entregó al campesino.

Formación en el taller de Verrocchio

Bautismo de Jesús. Óleo sobre madera de Verrocchio (1470-1480). Leonardo trabajó de


manera particular en los ángeles del lado izquierdo.

El joven Leonardo era un amante de la naturaleza, que observaba con gran curiosidad.
Dibujaba caricaturas y practicaba la escritura especular en dialecto toscano. Giorgio Vasari
cuenta una anécdota sobre los primeros pasos en la carrera artística del gran artista: «un día,
ser Piero tomó algunos de sus dibujos y se los mostró a su amigo Andrea del Verrocchio y le
pidió insistentemente que le dijera si Leonardo se podría dedicar al arte del dibujo y si podría
conseguir algo en esta materia. Andrea se sorprendió mucho de los extraordinarios dones de
Leonardo y le recomendó a ser Piero que le dejara escoger este oficio, de manera que ser
Piero resolvió que Leonardo entraría a trabajar en el taller de Andrea.

Leonardo no se hizo rogar; y, no contento con ejercer este oficio, realizó todo lo que se
relacionaba con el arte del dibujo». Fue así como, a partir de 1469, Leonardo entró como
aprendiz a uno de los talleres de arte más prestigiosos bajo el magisterio de Andrea del
Verrocchio, a quien debe parte de su excelente formación multidisciplinaria, en la que se
aproxima a otros artistas como Sandro Botticelli, Perugino y Domenico Ghirlandaio.1518 En
efecto, a finales de 1468, aunque Leonardo estaba empadronado como residente del
municipio de Vinci, viajaba muy a menudo a Florencia, donde su padre trabajaba.

Verrocchio era un artista de renombre, y muy ecléctico. De formación era orfebre y herrero,
pero además fue pintor, escultor y fundidor. Trabajó sobre todo para el poderoso Lorenzo de
Médici. Leonardo trabajó también con Antonio Pollaiuolo, que tenía su taller muy cerca del
de Verrocchio.

Después de un año dedicado a la limpieza de los pinceles y otras pequeñas actividades


propias de un aprendiz, Verrocchio inició a Leonardo en las numerosas técnicas que se
practicaban en un taller tradicional. Así, en este contexto, Leonardo tuvo la oportunidad de
aprender las bases de la química, de la metalurgia, del trabajo del cuero y del yeso, de la
mecánica y de la carpintería, así como de diversas técnicas artísticas como el dibujo, la
pintura y la escultura sobre mármol y bronce. Igualmente, recibió formación en habilidades
como la preparación de los colores, el grabado y la pintura de los frescos. Al darse cuenta del
talento excepcional que tenía Leonardo, Verrocchio decidió confiarle a su alumno terminar
algunos de sus trabajos.

Paisaje del valle del Arno. Este dibujo a pluma, el más antiguo que se conserva de Leonardo,
está fechado de su puño y letra empleando escritura especular: «El día de Nuestra Señora de
las Nieves, 5 de agosto de 1473». Se ha identificado la comarca reproducida en él como una
región montañosa próxima a Vinci. Al dorso aparece la anotación «Estoy satisfecho [...]».

La formación recibida durante su aprendizaje en el taller de Verrochio va más allá y se


extiende a otros ámbitos culturales. Estudió cálculo algorítmico y mostró el buen
conocimiento que tenía citando a los dos abaquistas florentinos más relevantes, Paolo dal
Pozzo Toscanelli y Leonardoo Chernionese.13 Posteriormente, Leonardo mencionó la Nobel
opera de arithmética de Piero Borgi, impresa en Venecia en 1484, y que representa
perfectamente el saber de estas escuelas de abaquistas.
En Milán y al servicio de Ludovico Sforza (1482-1500)

La Adoración de los magos (ca. 1481-1482). En marzo de 1481 Leonardo recibió el encargo
de este óleo (hoy en la Galería Uffizi de Florencia) de los monjes de San Donato de Scopeto,
en Florencia. El administrador del monasterio era el padre de Leonardo, y es muy probable
que indujese a los monjes a contratar a su hijo.

En 1481 el monasterio de San Donato le encargó la Adoración de los magos, pero Leonardo
nunca acabó este cuadro, probablemente decepcionado o humillado por no haber sido
elegido por el papa Sixto IV para decorar la capilla Sixtina del Palacio Apostólico Vaticano, en
Roma, donde había una fuerte competencia entre varios pintores. El neoplatonismo, que en
aquel tiempo estaba de moda en Florencia, pudo desempeñar también un importante papel
en la decisión de su marcha a una ciudad más abierta, académica y pragmática como Milán.
Probablemente en este nuevo entorno estaba más en consonancia con su espíritu, que se
basaba en un desarrollo empírico de sus múltiples experimentos.

Leonardo pintó La Virgen de las Rocas (1483-1486) para la confraternidad de la Inmaculada


Concepción, que iría a la capilla San Francesco el Grande de Milán. Este cuadro fue el origen
de un conflicto entre el autor y los propietarios que duró varios años.27 Leonardo obtuvo el
derecho de poder copiar la obra, pero posteriormente se inició un problema legal con
esto.28 El problema no se resolvió hasta que hubo decisiones judiciales y la intervención de
algunos amigos, terminando con dos versiones de la obra.

En 1504, volvió a trabajar en Milán que, en aquella época, se encontraba bajo el control de
Maximiliano Sforza gracias al apoyo de los mercenarios suizos. Muchos de los alumnos y los
interesados en la pintura conocieron o trabajaron con Leonardo en Milán; entre ellos, cabe
destacar a Bernardino Luini, Giovanni Antonio Boltraffio y Marco d'Oggiono.Nota 8 Su padre
murió el 9 de julio y Leonardo fue apartado de la herencia debido a su ilegitimidad; sin
embargo, más tarde su tío haría de él su heredero universal.33 El mismo año, Leonardo
realizó estudios anatómicos e intentó clasificar sus innumerables notas. También es la época
en que empieza a trabajar en La Gioconda (1503-1506, y después 1510-1515) obra
habitualmente considerada como un retrato de Lisa Gherardini o, por el nombre de casada,
Monna Lisa del Giocondo. Sin embargo, hay numerosas interpretaciones sobre este cuadro
que aún son motivo de debate y discusión.

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