El Derecho Castellano y El Derecho en La Sociedad Taína
El Derecho Castellano y El Derecho en La Sociedad Taína
El Derecho Castellano y El Derecho en La Sociedad Taína
UTESA,
CEDE MOCA
ASIGNATURA:
TEMA:
EL DERECHO CASTELLANO
PRESENTADO POR:
GALAXIS CRISTHAMBAR HICIANO DIFO
Matrícula 1201186
PRESENTADO A:
Dentro de los temas tratados además esta la España boba y los cuatros
periodos, como fluyeron los españoles para la conquista de América y cuales
fueron sus causas y consecuencias.
Se puede decir que el derecho castellano proviene del derecho taino, ya que,
incluye la costumbre indígena, las Bulas pontificias, las Capitulaciones entre la
Corona y los descubridores y colonos, y la costumbre criolla.
El principal conflicto de estos dos derechos fue, que el Derecho taino buscaba
defender a los tainos de los abusos de los españoles, mientras que el Derecho
castellano, se basaba en explotar a los residentes de las islas que conquistaban.
“La Española es maravilla: las sierras y las montañas, las vegas y las campiñas
y las tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganado
de todas las suertes y para edificar villas y lugares. Los puertos de la mar, aquí
no habría creencia sin vista, y de los ríos muchos y grandes y buenas aguas, los
más de los cuales traen oro. En los árboles y frutos y yerbas hay grandes
diferencias de aquellos de la de Juana (Cuba, JC): en esta hay muchas especias
y grandes minas de oro y de otros metales. La gente de esta isla y de todas las
otras que he hallado, habido o no haya habido noticias, andan todos desnudos,
hombres y mujeres, así como sus madres los paren, aunque algunas mujeres se
cobijan un solo lugar con una hoja de yerba o una cosa de algodón para que ello
hacen”.
“Desde que llegamos a esta Española, por el comienzo de ella era tierra baja y
muy llana, del conocimiento de la cual estaban todos dudosos si fuese la que es,
porque aquella parte ni el Almirante ni los otros que con él vinieron habían visto,
y aquella como es grande es nombrada por provincias, y a esta parte que primero
llegamos llaman Haytí, y luego a la otra provincia junta con ésta llaman Xamaná,
y a la otra Bohío, en la cual ahora estamos; así hay en ellas muchas provincias
porque es gran cosa, porque según afirman lo que la han visto por la costa de
largo, dicen que habrá 200 leguas: a mí me parece que a lo menos habrá 150;
del ancho de ella hasta ahora no se sabe; allá ha ido hace cuarenta días a
rodearla una carabela, la cual no ha venido hasta hoy.
Es tierra muy singular, donde hay infinitos ríos grandes y sierras grandes y valles
grandes rasos, grandes montañas: supongo que nunca se secan las yerbas todo
el año. No creo que hay invierno ninguno en ésta ni en las otras, porque por
Navidad se hallan muchos nidos de ave, de ellas con pájaros y de ellas con
huevos. En ella ni en las otras nunca se ha visto animal de cuatro pies, salvo
algunos perros de todos colores, como en nuestra patria, la hechura como unos
bosques grandes; animales salvajes no hay. Asimismo, hay un animal de color
de conejo y de su pelo( ), el tamaño de un conejo nuevo, el rabo largo, los pies
y manos como un ratón, suben por los árboles, muchos los han comido y dicen
que es muy bueno de comer; hay muchas culebras, aunque no son grandes;
lagartos, aunque no muchos, porque los indios hacen tantas fiestas con ellos
como haríamos allá con los faisanes; son del tamaño de los de allá, salvo que
en la hechura son diferentes, aunque en una isleta pequeña, que está junto con
el puerto que llaman Monte Cristi, donde estuvimos muchos días, vieron muchos
un lagarto y muy grande que decían que sería de la gordura de un becerro( ), y
es tan correcto como una lanza, y muchas veces salieron a matarlo y con la
mucha espesura se metían en la mar, de manera que no se pudo atrapar. Hay
en esta isla y en las otras infinitas aves de las de nuestra patria y otras muchas
que allá nunca se vieron: de las aves domésticas nunca se ha visto acá ninguna,
salvo en la Zuruquia había en las casas unos patos, los más de ellos blancos
como las nieves y algunos de ellos negros, muy lindos, con cretas rasas,
mayores que los de allá, pero menores que los gansos.
Por las costas de esta isla corrimos al pie de 100 leguas, porque hasta donde el
Almirante había dejado la gente, habría en este compás, que será en el centro o
mitad de la isla. Andando por la provincia de la llamada Xamaná parados
echamos en tierra uno de los indios que el otro viaje había llevado vestidos y con
algunas cosillas que el Almirante le había mandado dar…Salieron a la barca en
llegando a tierra muchos indios, de los cuales algunos traían oro al cuello y a las
orejas; querían venir con los cristianos a los navíos y no los quisieron traer,
porque no llevaban licencia del Almirante; los cuales desde que vieron que no
los querían traer se metieron dos de ellos en una canoa pequeña y se vinieron a
una carabela de las que se habían acercado a tierra, en la cual los recibieron con
su amor, trajéronlos a la nave del Almirante y dijeron, mediante un intérprete,
que un rey fulano( ) los enviaba a saber qué gente éramos, y a rogar que
quisiéramos llegar a tierra porque tenían mucho oro y le darían de ello y de lo
que tenían de comer: el Almirante les mandó dar sendas camisas y sombreros y
otras cosillas, y les dijo que porque iba a donde estaba Guacanagarix no se
podría detener, que otro tiempo habría que le pudiese ver y con él se fueron”.
“La Isla Española tiene de longitud, desde la Punta de Higüey hasta el cabo del
Tiburón, más de cientos cincuenta leguas, y de latitud, desde la costa o playa de
Navidad, que es al norte, hasta el cabo de Lobos, que es de la banda del sur,
cincuenta leguas. Está la propia ciudad en diez y nueve grados a la parte del
mediodía. Hay en esta muy hermosos ríos y fuentes, y algunos de ellos muy
caudalosos, así como el del Ozama, que es el que entra en la mar, en la ciudad
de Santo Domingo; y otro, que se llama Reiva ( ), que pasa cerca de la villa de
San Juan de la Maguana, y otro que se dice Batibónico ( ), y otro que se dice
Bayna ( ), y otro Nizao, y otros menores, que no quiero expresar. Hay en esta
isla un lago que comienza a dos leguas de la mar, cerca de la villa de la Yaguana,
que dura quince leguas o más hacia el Oriente, y en algunas partes es ancho,
una, y dos, y tres leguas, y en las otras partes todas es más angosto mucho, y
es salado la mayor parte de él, y en algunas es dulce, en especial donde entran
en él algunos ríos y afluentes. Pero la verdad es que es ojo de mar, la cual está
muy cerca de él, y hay muchos pescados de diversas maneras en el dicho lago,
en especial grandes tiburones, que de la mar entran en él por debajo de tierra, o
por aquel lugar o partes que por debajo de ella la mar espira y procrea el dicho
lago, y esto es la mayor opinión de los que el dicho lago han visto. Aquella Isla
fue muy poblada de indios, y hubo en ella dos reyes grandes, que fueron
Caonabo y Guarionex, y después sucedió en el señorío Anacaona. Pero porque
tampoco quiero decir la manera de la conquista, ni la causa de haberse apocado
los indios, por no detenerme ni decir lo que larga y verdaderamente tengo en otra
parte escrito, y porque no es esto de lo que he de tratar, sino de otras
particularidades de que vuestra majestad ( ) no debe tener tanta noticia, o se le
pueden haber olvidado, resolviéndome en lo que de aquella isla aquí pensé decir,
digo que los indios que al presente hay son pocos, y los cristianos no son tantos
cuantos debería haber, por causa de que muchos de los que en aquella isla
había se han pasado a las otras islas y Tierra Firme…”.
El propósito principal del viaje de Colón era la obtención de oro, razón por la cual
envió varias comisiones a explorar el entorno para adquirir informaciones que le
condujeran a los lugares donde se pudiese encontrar el preciado metal. Sus
primeras indagatorias en la parte Noroccidental fueron infructuosas, ya que lo
obtenido fue insignificante con respecto a sus expectativas.
En 1493 regresa con más 1,500 hombres, todo tipo de animales domésticos,
plántulas y semillas de frutos que se cultivaban en España y en las Islas
Canarias. Al llegar al Fuerte de La Navidad, encontró que el mismo había sido
destruido y quemado por los aborígenes del cacique Caonabo y que todos sus
compañeros habían sido aniquilados.
La obsesión de Colón con el oro era tal que llegó a afirmar: “Con él se hace
tesoro y quien lo tiene hace cuanto quiera en el mundo y llega a echar hasta las
ánimas del Paraíso”. Con el propósito de verificar las informaciones que tenía de
que el Cibao había mucho oro, envió a los misioneros Alonso de Ojeda y Ginés
Gorvalán. Estos regresaron con la noticia de que los ríos por los cuales pasaron,
corría el oro en abundancia.
El 14 de marzo de 1494, Colón partió con sus hombres hacia el Cibao, pasando
por Santiago de los Caballeros y llegando hasta el valle que bautizó con el
nombre del Valle de la Vega Real, al cual comparó con el “Paraíso Terrenal”, por
su inmensa belleza y su agradable clima.
Colón llegó hasta las márgenes del río Yaque del Norte y su afluente el río Bao,
así como por los ríos Yuna, Camú y otros no menos importantes, cuyos cauces
arrastraban en sus arenas abundante oro. Estos ríos estaban rodeados de
bosques y abundante madera preciosa en condiciones vírgenes.
Hacia el año 1496 el adelantado Bartolomé Colón fundó la ciudad Nueva Isabela,
que luego pasaría a denominarse Santo Domingo, al ser traslada en 1502 por el
comendador Nicolás de Ovando de la margen oriental a la margen occidental del
río Ozama, tras ser destruida por un violento huracán, muy próximo a las minas
de Haina. De este modo se iniciaban en la Isla de La Española las llamadas
factorías colombinas.
Ocupación francesa
Reconquista
Conspiraciones
Este período de infructuosas conspiraciones fue iniciado por Manuel del Monte,
un pariente cercano del Comisario Regio Francisco Javier Caro. Del Monte fue
descubierto, reducido a prisión, sumariado y remitido a Cuba, sin mayores
consecuencias, ya que pudo volver a vivir en Santo Domingo gracias a la
influencia ejercida por su pariente en la Corte.
Otro conspirador fue un habanero conocido por el nombre de don Fermín, quien
en 1809 tramó con el propósito de declarar a Santo Domingo independiente de
España. Fue acusado de sedicioso y encerrado durante siete años en Fortaleza
Ozama antes de ser embarcado hacia la Península de Santo Domingo.
En Santo Domingo tuvo un impacto directo mucho más fuerte que en ninguna
otra colonia española, y sus consecuencias resultaron bastante
negativas, llevando a la ruina a una economía que empezaba a
transformarse, mientras la población descendía de forma alarmante.
Guerra de la Reconquista
Los franceses se afianzaron en la parte oriental de la isla, y la mantuvieron
hasta que fueron derrotados por los habitantes hispanohablantes en la batalla
de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808 y la capitulación final tras el
asedio de Santo Domingo, el 11 de julio de 1809, con la ayuda de la Marina
Real Británica.