Descartes Vs Heidegger

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La ontología es la rama más importante de la filosofía porque se pregunta por el ser.

El pensamiento premoderno (antes del siglo XVII) es caracterizado por la reflexión


ontológica, y cuya teoría del conocimiento estaba subordinada a planteamientos metafísicos y
teológicos, sobre todo durante el medievo.
La historia nos dice que el salto a la filosofía moderna se inaugura con Rene Descartes cuya
teoría del conocimiento desplaza la reflexión ontológica, para convertirse en una reflexión
epistemológica.
Descartes critica a los filósofos por nunca ponerse de acuerdo, y considera que esta disciplina
debería de tener una rigurosidad científica (como las matemáticas que daban resultados
precisos.) Descartes tiene la seguridad de que se puede llegar a una verdad universal, y se
pregunta ¿cómo llego a esta verdad? entonces utiliza el recurso de la duda como método, es
decir, va a dudar de todo hasta que encuentre algo de lo que no puede dudar.
Pero se da cuenta de que puede dudar de todo menos de lo que está dudando, y si duda,
piensa, y si piensa, existe. La primera verdad a la que llega es, la certeza en la existencia
propia. yo existo como cosa pensante, por lo que en primera instancia lo que hace descartes
es separar el cuerpo de la mente, volviéndose una filosofía dualista.

Quizás lo más impresionante de Descartes es que su filosofía se sustenta en una visión


individualista, (en donde todo surge a partir de mi,) y que esto constituyó el primer rubro de
la otredad.
Y esto es debido a que principalmente, el sujeto cartesiano solo puedo estar seguro de lo que
acontece en su existencia y sensibilidad. Esto quiere decir que todo lo que no soy yo, es lo
otro.

Sin embargo, tras varias objeciones de diversos pensadores, y sobre todo, ante la
imposibilidad de comprobar esa consciencia en el otro, o la res cogitans, decide reformularla
en otros textos como las meditaciones.
Aqui la res cogitans le abre un espacio a la percepción sensible, porque reconoce que es una
facultad del pensamiento. Sentir es pensar. Y por lo tanto cuerpo y mente no están
desvinculados. A partir de estas reflexiones, la filosofía de Descartes va abandonando el
dualismo a la vez que se va abriendo al interaccionismo en donde el yo individual llega a lo
colectivo.

Quizá el problema en Descartes es que desarrolla las nociones mente y cuerpo como dos
substancias heterogéneas, a pesar de que al principio las separe y después las vincule. Porque
aunque cuerpo y alma trabajen juntos, y aunque dependen una de la otra, lo cierto es que en
Descartes, mente y cuerpo constan de realidades separadas, de naturaleza distinta (que se
comunicaban a través de la glándula pineal).
La diferencia con Heidegger, es que regresa a la reflexión ontológica, es decir, a la pregunta
más importante, que es la pregunta por el ser. Esto lo expone en su obra Ser y tiempo.
Lo disruptivo en ser y tiempo es que él trata de demoler esa construcción de la filosofía muy
influenciada por descartes, es decir esa filosofía que busca una respuesta totalizadora y
globalizadora.

De acuerdo con Heidegger, el ser es aquello en lo que nos movemos todo el​​ tiempo, es
inaprensible al lenguaje, porque cuando enunciamos cualquier cosa, ya estamos en terrenos
del ser, estamos siendo. Por lo tanto el ser no es conceptualizable. Heidegger crea un lenguaje
para referirse al ser, porque se da cuenta de que la noción del ser ha estado cargada de
prejuicios a lo largo de la historia de la filosofía, por ejemplo. Aristoteles mencionaba que el
ser humano era un animal racional, y si le quitas el predicado de razón, solo es un animal.
Heidegger libera al ser de todas sus prisiones conceptuales.

Porque afirma que no podemos preguntarnos qué es el ser. Porque la respuesta empezaría con
“el ser es…” y no podemos adjuntarle un predicado al ser. Los predicados son para los entes
y el ser en Heidegger no es un ente. En este sentido, el ser es diferente a Dios, porque
Dios es un ente, dios es grande, dios es todo poderoso.

Por ello propone un lenguaje muy específico para referirse o poder hablar del ser.

De esta manera, desarrolla lo que va a llamar la analítica del dasein para explicar la existencia
humana como un ser ahí. Para Heidegger, el ser no está encerrado. El ser siempre está
afuera, está siendo.
Y en descartes el ser está encerrado en sí mismo y en la autoconciencia.

Por otro lado Heidegger menciona que al ser solo se accede a través del propio ser. Y en este
sentido le da un valor muy importante a los estados de ánimo como la angustia y el
aburrimiento porque tienen una función ontológica.
Heidegger dice que cuando estamos en una situación de angustia, nuestro ser se muestra con
claridad, porque estamos a solas con nosotros mismos en un límite donde el ser humano
queda abierto a un mundo sin nada, porque el sentimiento de angustia elimina o hace
desaparecer a todos los entes. Y en la nada resplandece el ser, porque la nada al igual que el
ser, no es un ente.
Por lo que cuando estamos en la nada, nos encontramos también con el ser.

La crítica que hace Heidegger hacia la técnica en la modernidad es que nos estamos
olvidando del ser, por medio de la supremacía de la técnica. Por ejemplo, ahora ya no hay
cabida para el aburrimiento o para la angustia porque las tecnologías nos ayudan a
distraernos, olvidarnos o no enfrentar esos sentimientos que son los que nos acercan al ser, y
en ese sentido, el ser humano olvida su esencia, que esta en el ser.
Lo que propone Heidegger en ser y tiempo conlleva una ética en donde el ser humano no está
determinado y tiene que hacerse con los demás, consigo mismo y con su entorno. Por lo que
también aquí no hay ningún tipo de dualidad, como si la hay en Descartes.

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