Este documento notifica sobre un proceso judicial número 17296201600165 en contra de Manuel Enrique Vargas Aguas. Se resume lo siguiente:
1) Se declara la competencia de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha para conocer el recurso de apelación.
2) Se declara la validez procesal del caso por haber respetado el debido proceso y garantías constitucionales.
3) Se declara admisible el recurso de apelación de acuerdo a lo establecido en tratados internacionales sobre derechos
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Este documento notifica sobre un proceso judicial número 17296201600165 en contra de Manuel Enrique Vargas Aguas. Se resume lo siguiente:
1) Se declara la competencia de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha para conocer el recurso de apelación.
2) Se declara la validez procesal del caso por haber respetado el debido proceso y garantías constitucionales.
3) Se declara admisible el recurso de apelación de acuerdo a lo establecido en tratados internacionales sobre derechos
Este documento notifica sobre un proceso judicial número 17296201600165 en contra de Manuel Enrique Vargas Aguas. Se resume lo siguiente:
1) Se declara la competencia de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha para conocer el recurso de apelación.
2) Se declara la validez procesal del caso por haber respetado el debido proceso y garantías constitucionales.
3) Se declara admisible el recurso de apelación de acuerdo a lo establecido en tratados internacionales sobre derechos
Este documento notifica sobre un proceso judicial número 17296201600165 en contra de Manuel Enrique Vargas Aguas. Se resume lo siguiente:
1) Se declara la competencia de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha para conocer el recurso de apelación.
2) Se declara la validez procesal del caso por haber respetado el debido proceso y garantías constitucionales.
3) Se declara admisible el recurso de apelación de acuerdo a lo establecido en tratados internacionales sobre derechos
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USTED HA RECIBIDO UNA NOTIFICACIÓN EN SU CASILLERO
ELECTRÓNICO DEL PROCESO NÚMERO 17296201600165
REPÚBLICA DEL ECUADOR FUNCIÓN JUDICIAL
Juicio No: 17296201600165, SEGUNDA INSTANCIA, número de
ingreso 1 Casillero Judicial No: 1584 Casillero Judicial Electrónico No: 1302077548 Fecha de Notificación: 05 de mayo de 2021 A: VARGAS AGUAS MANUEL ENRIQUE Dr / Ab: VICTOR HUGO CEVALLOS BARAHONA
SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL, PENAL MILITAR, PENAL
POLICIAL Y TRÁNSITO DE LA CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE PICHINCHA
En el Juicio No. 17296201600165, hay lo siguiente:
Juicio No. 17296-2016-00165
VISTOS: En razón del sorteo correspondiente, avocó conocimiento
este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, debidamente integrado por los jueces provinciales doctoras: Dilza Muñoz Moreno -ponente-, en reemplazo de la Dra. Inés Romero Estévez, en virtud del sorteo de fecha 19 de abril del 2021; Lady Ávila Freire y Xavier Barriga Bedoya, para conocer el recurso de apelación interpuesto por el ciudadano MANUEL ENRIQUE VARGAS AGUAS. Desarrollada la audiencia oral, reservada y contradictoria en esta instancia, una vez pronunciada la decisión en forma oral, se la eleva a escrito, así:
PRIMERO: COMPETENCIA DE LA SALA.-
Este Tribunal es competente para conocer el recurso de apelación
interpuesto, conforme las disposiciones constitucionales sobre el derecho al principio al doble conforme: lit. m), num. 7, del Art. 76 de la Constitución; Art.8, numeral 2, lit. h) de la Convención Americana de Derechos Humanos; Art. 14, numeral 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; numeral 1 del Art. 208 del Código Orgánico de la Función Judicial y Arts. 652 y 653 del Código Orgánico Integral Penal; y, los Jueces integrantes, en virtud del sorteo legal constante de autos.
SEGUNDO: VALIDEZ PROCESAL.-
En la tramitación de esta causa, en esta instancia, se ha observado
y respetado el debido proceso y las garantías constitucionales, igualmente, no se han omitido solemnidades sustanciales que puedan influir en la decisión de la causa, por lo que se declara su validez.
TERCERO: ADMISIBILIDAD DEL RECURSO.-
El recurso de apelación está previsto como una de las garantías del
sentenciado/a que no está de acuerdo con el fallo del Tribunal A- Quo, como en este caso. La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), que fue acogida por nuestro país, en su Art. 8º inc. 2 apartado h), consagra la doble instancia al establecer dentro de la garantías judiciales "el derecho de recurrir del fallo ante juez o Tribunal superior". Lo mismo ocurre con el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, igualmente ratificado por el Ecuador, que también consagra el derecho a la doble instancia en el Art. 14 inc. 5º, al prever que "Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior conforme a lo prescripto en la ley" . Por ello, sostiene Luigi Ferrajoli, que es evidente que el Principio al doble conforme, tiene valor, sobre todo en el proceso penal, donde está en juego la libertad de los ciudadanos en conflicto directo con la pretensión punitiva del Estado. El presente recurso lo activa en esta causa el procesado".
CUARTO: ANTECEDENTES FÁCTICOS Y PROCESALES.-
En su teoría fáctica Fiscalía manifestó que en el año 2009, cuando
la víctima de las iniciales I.J.A.G. tenía 10 años de edad, con discapacidad intelectual del 73% y una edad mental de dos años, trabajaba de manera informal, como ayudante de cocina en el restaurante "El Prince" de propiedad del procesado Vargas Aguas Manuel Enrique, ubicado en la Parroquia de Guayllabamba de esta ciudad de Quito, quien aprovechándose de la vulnerabilidad y discapacidad de la víctima la abusó sexualmente desde que tuvo esa edad por varias ocasiones, que para ello la ha sabido intimidar y amenazar para que no cuente, pero también le hacía regalos económicos.
Desarrollada la audiencia de juicio, luego de la incorporación de los
elementos probatorios de los sujetos procesales, el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha, en sentencia de 25 de abril del 2017, resolvió:
_"ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL PUEBLO
SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, este Tribunal de Garantías Penales de Pichincha dicta sentencia DECLARANDO LA CULPABILIDAD del señor MANUEL ENRIQUE VARGAS AGUAS, de nacionalidad ecuatoriana, con cédula de ciudadanía No. 1705082954, de estado civil casado, de 59 años de edad, nacido en Cayambe el 1 de enero de 1958, de instrucción primaria, comerciante, domiciliado en la Parroquia Guayllabamba, Av. Simón Bolívar, frente al Banco Pichincha, actualmente en libertad; en calidad de autor del delito tipificado y sancionado en el Art. 171 primer inciso numeral 1 y segundo inciso numeral 3, en concordancia con el Art. 42.1 literal a) del Código Orgánico Integral Penal, se le impone la pena de VEINTINUEVE AÑOS CON CUATRO MESES DE PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD, sanción que se aplica al tratarse de un delito continuado de agresión sexual, que vulneró la indemnidad sexual de la menor I.J.A.G., de manera constante, por muchas veces y por un periodo de tiempo de seis años; pena que la cumplirá el sentenciado en el Centro de Rehabilitación Social Regional de Cotopaxi, debiendo descontarse el tiempo que hubiera permanecido privado de su libertad por la presente causa, y de conformidad con lo que dispone el Art. 70.13 del Código Orgánico Integral Penal, se le impone la multa de ochocientos salarios básicos unificados del trabajador en general, pena y multa que se hará efectiva, una vez que la presente sentencia se encuentre ejecutoriada.- El pago de la multa lo efectuará mediante depósito a la cuenta de la Dirección Provincial de Pichincha, de acuerdo al Memorando Circular DP17-72-D-2014.- Se dispone la prohibición de enajenar los bienes de propiedad del sentenciado Manuel Enrique Vargas Aguas, de nacionalidad ecuatoriana, con cédula de ciudadanía No. 1705082954, por un monto de ochocientos salarios básicos unificados del trabajador en general, medida que se mantendrá vigente hasta que el sentenciado cancele la multa, para lo cual, se oficiará a los señores Registradores de la Propiedad, Mercantil del Cantón Quito y Superintendente de Bancos.- En concepto de reparación integral se fija en la cantidad de cinco mil ($ 5.000,00) dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, los que serán cancelados por el sentenciado Manuel Enrique Vargas Aguas a favor de la víctima I.J.A.G., en la cuenta que para el efecto señale.- De conformidad con lo dispuesto en el Art. 64 numeral 2 de la Constitución de la República, en concordancia con el Art. 81 del Código de la Democracia, una vez que la sentencia se encuentre debidamente ejecutoriada, ofíciese al Consejo Nacional Electoral haciéndole conocer de la suspensión de los derechos políticos del sentenciado Manuel Enrique Vargas Aguas, de nacionalidad ecuatoriana, con cédula de ciudadanía No. 1705082954, por el tiempo de la condena.- Actúe en la presente causa penal la Dra. Janeth Carrión Sarmiento, en calidad de Secretaria Encargada.- __CÚMPLASE Y NOTIFÍQUESE.-"_
No conforme con tal decisión, el procesado ha hecho uso de su
derecho a impugnar tal sentencia, por lo que, con fecha 1 de junio del 2017 ha sido admitido el recurso y enviado a la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha con fecha 4 de enero del 2021, conforme la razón de recepción sentada por la Secretaria Dra. Ivonne Guamaní.
QUINTO: INTERVENCIÓN DEL RECURRENTE Y DEMÁS
SUJETOS PROCESALES.-
RECURRENTE PROCESADO, a través de su Defensa Técnica, Dr.
Víctor Cevallos Barahona, dijo: "don Manuel Enrique Vargas Aguas fue llamado a juicio por el delito tipificado y sancionado en el artículo 171 numeral 1 y 3 del COIP, esto es el delito de violación, pero más sucede vuestra señoría que de la propia teoría del caso, Fiscalía General del Estado, la doctora Mariana Huilcapi, expresó que en el año 2009, cuando la víctima de las iniciales IJAG tenía 10 años, con discapacidad mental del 73% y una edad mental de dos años, trabajaba de manera informal como ayudante de cocina en el restaurante "El Prince", de propiedad del procesado Manuel Vargas Aguas, ubicado en la parroquia de Guayllabamba, aprovechándose de la vulnerabilidad y discapacidad de la víctima fue abusada sexualmente, termina indicando que mi defendido había adecuado su conducta a lo que establece el artículo 171.1 y 3 del COIP. En lo expresado por la propia Fiscalía dicha sentencia viola el artículo 82 de la Constitución de la Republica que nos habla de la seguridad jurídica, ya que en el caso no consentido de que se hubiere probado la participación de mi defendido Vargas Aguas en el delito por el cual ha sido sentenciado y cuya sentencia ha sido recurrida, estamos hablando de que hubo una mala aplicación de la ley, puesto que debía ser sentenciado en el caso no consentido de que se probara su participación conforme al código sustantivo penal vigente en la fecha que se cometió el delito. Vamos a entrar inmediatamente a lo expresado en la sentencia, la sentencia ha sido dictada condenando a mi defendido en virtud de la prueba presentada por la Fiscalía, al decir el tribunal penal dice que ha sido probada la teoría de la señora fiscal y la autoría con el testimonio del señor Milton Pablo Ayala Borja, quien manifestó que su hija le ha dicho que ha sido violada en los momentos que trabajaba en el restaurante del por hoy procesado Manuel Vargas, que su hija trabajaba en el restaurante "Prince" desde los nueve años, que tiene una discapacidad intelectual del 73 %, que la menor no ha indicado cuantas veces fue violada, que su esposa ha ingresado a trabajar en el 2009- 2010 en dicho restaurante, que su hija vivió con él hasta los 6 años y desde ahí ha vivido con la mamá hasta los catorce años, y que desde ahí vive con él con el hasta los 18 años que tiene ahora; que su hija le ha avisado que ha sido violada en el 2015, que se hubieran puesto de acuerdo entre fiscalía y el padre ya que fiscalía dice en el 2009 y el padre en el 2015. Pero vamos más allá, se dice que se ha probado la materialidad y la participación de mi defendido de acuerdo al testimonio del doctor Stalin Roberto Cabezas Coba, Médico Legista, quien realizó el examen médico legal ginecológico a la menor y quien indica que se ha encontrado en la vulva una secreción blanquecina denominada leucorrea, desgarre antiguo a las cinco si se compara a las manecillas del reloj, del cual puede debe deberse al rose fricción o penetración de un cuerpo por esa vía, región anal con características normales la leucorrea puede deberse a un proceso infeccioso, la menor estuvo acompañada de su madre Rosa Gudiño, que la menor refiere agresión sexual física y no recordaba la última fecha de la agresión, que al preguntar sobre el agresor la menor ha indicado el nombre de un señor Manolo Vargas pero también dice que la menor se encontraba desorientada en tiempo, porque no conocía la fecha de ese día ni el mes en el que estaba desorientada parcialmente en tiempo es decir que recordaba el año pero no el día ni el mes en el que estaba, es decir estaba desorientada en el tiempo y espacio, que la menor estuvo acompañada de la madre, las dos hacían referencia a las fechas aproximadas, y es importante este dato porque a decir del médico legista expresa que es la madre junto con la menor las que referían las fechas en las que supuestamente se dieron los hechos, lo más importante es que una menor con una incapacidad mental del 73 % y con una intelectualidad de un menor de dos años, como lo vamos a ver más adelante, pueda recordar fechas, pueda indicar espacios y tiempos en los que se dieron los supuestos hechos. En el 5.2.3 está el testimonio de la doctora Rita Alexandra Proaño Echeverría, quien es la doctora quien hizo la evaluación psicológica de la víctima y la adolescente proviene de un hogar incompleto, sus padres están separados desde hace dos años, que su madre es dependiente del alcohol, que la evaluación ha sido dificultosa ya que no tiene un vocabulario y lenguaje adecuado para su edad, su lenguaje es muy empobrecido con ciertos temores, no sabe referir fechas, años, que el padre le ha referido que su hija los acontecimientos como decir las fechas y años, que solo refiere de manera generalizada que su hija vive con él desde hace dos meses debido a que se ha enterado que ha habido un abuso sexual por parte del señor del restaurante donde trabajaba, que de este hecho que este hecho se han enterado a través de las primas quienes le han comentado al papá que este señor le topaba las partes íntimas, la vagina, que la prima también ha indicado que una señora que ha trabajado ha visto al señor Manuel Vargas bajado el pantalón y que esta señora para no tener problemas se ha ido, de ahí que el señor le ha conversado su hija que sí que le ha hecho muchas veces de sus partes, la niña con mentalidad de dos años habla de muchas veces, es más indica que no le ha contado por que el señor Manuel Vargas dijo que si ella contaba él le iba a hacer brujería, eso dice una niña con mentalidad de dos años? Habla de brujería, es bastante subjetivo, es una cuestión cultural que la niña de dos años ya conocía sobre estos hechos, que la víctima tenía temor, que se ha negado a realizar los reactivos psicológicos ya que nunca ha ido a la escuela y no podía dibujar porque no quería, ha observado que tiene dificultad, que por tal motivo la evaluación del coeficiente intelectual; que el padre ha indicado que tiene dificultades ya que la víctima manifiesta que ha sacado esa cosa que llama pene y que le ha sabido decir que si contaba le iba a hacer brujería, pero no pudo notar algún trastorno, ella no tiene conciencia de qué es un abuso, no tiene un mínimo nivel, no puede hablar de credibilidad. Más adelante habla muy suelta la doctora Proaño de que la niña tiene un lenguaje sexuado en una niña que tiene dos años de edad y no sabe qué es lo sexuado, eso es la facilidad con que una persona puede hablar cuando ha tenido relaciones sexuales consentidas; el lenguaje sexuado lo podemos nosotros decir que tenemos una intelectualidad superior a quien tiene mentalidad de dos años pero la doctora habla de ese hecho. Se dice que se ha probado la participación de mi defendido con el testimonio de la psicóloga Clínica Diana Jacqueline Olmedo, quien era funcionaria del Ministerio de Salud Pública, y es la persona que hizo una análisis para poder determinar su incapacidad y poder otorgarle un carnet de discapacidad que no tiene nada que ver porque jamás hizo una evaluación sobre los hechos que se estaban juzgando que es el de la violación, dice que la niña tiene en cambio una deficiencia intelectual del 65%, al decir de ella que tiene limitantes en su área cognitiva que no le permite realizar un razonamiento de su vida actual, que su compañera de trabajo social le ha valorado con un puntaje de 8% que sumado con el porcentaje de deficiencia intelectual tiene valoración que daba un porcentaje del 73 %; que se le ha otorgado un tipo de carnet de discapacidad grave, que la víctima tiene un retraso mental ya que ha nacido con este tipo de problemas, no tiene capacidad de saber lo que está pasando, no tiene deseo sexual. Ante el contrainterrogatorio se le pregunta si con esa capacidad intelectual esta niña podía determinar lo que se trata de un pene y una vagina y contesta que depende de la educación sexual que le han dado sus padres y que por lo tanto sí era capaz para poder determinar que es un pene o una vagina. El psicólogo clínico Franklin Tinajero Torres dice haber realizado una valoración psicológica y dice que la niña tiene una edad mental de dos años, que él ha aplicado el Otis sencillo el cual mide el razonamiento inductivo y deductivo y la comprensión lógica y de lenguaje, que la joven está en fase preoperacional, que va conociendo el mundo de una manera simbólica, que va conociendo el mundo de una forma básica, lo simpático de esto es que aplica un test Otis que no debió aplicarle a una niña con discapacidad mental. Yo he consultado con varios psicólogos sobre este tema, como es el doctor Franklin Tinajero y él dice que nunca pudo haber realizado esa ficha técnica, no se aplica para pacientes con discapacidad mental o trastorno. El testimonio de la trabajadora social Erika Paulina Duque, quien indica que para no revictimizar a la menor no la ha entrevistado pero que ha realizado un estudio del entorno social y que su papá le ha explicado los hechos, y eso sirve para sentenciar a una persona por el delito de violación? Se le llamó a rendir versión al doctor Ítalo Rojas Cueva y el doctor manifiesta que ha concluido que el examinado no padece de una enfermedad mental, que tiene funciones cognitivas con plena capacidad, que ha reiterado que no entiende por qué está siendo acusado, no aparece que sea un individuo peligroso o conflictivo; más adelante dice que no le permite determinar algún tipo de factores que tenga tendencias primarias. Con el testimonio del doctor Rojas prácticamente está desvirtuando toda participación de su defendido en el hecho por el cual fue sentenciado, sin embargo el Tribunal Penal indica que el doctor Rojas asegura que sí es factible que el señor Vargas Aguas haya cometido el delito. Se toma como prueba el testimonio del cabo de policía Humberto Iza quien realizó el reconocimiento del lugar de los hechos, es decir fue a conocer el restaurante y el lugar. El testimonio anticipado de la víctima es sumamente importante porque yo no entiendo cómo el abogado que patrocinaba al señor Vargas Aguas en esa época pudo permitir tamaña grosería al momento de rendir testimonio la víctima, no entiendo cómo el abogado del señor Vargas Aguas pudo permitir que se le pregunte a la menor cómo te llamas, y ella le dice como se llama, y luego le dice ya cuéntame por favor que pasó y dice perdón que no te escucho, habla más claro, cuenta más claro me violaron, quién te violó, no dice quién le violó o te hizo alguien algo que tu no quisiste, sino que sobre don Manuelito es que le preguntan si este señor le hizo por delante y por atrás y cuando presentan la denuncia no hablan de tal cosa, cuando hay reconocimiento médico jamás ha sido violentada vía anal, pero aquí se acuerda en qué año y le dicen si el año anterior te fuiste a trabajar que el señor le ha dado pastilla, le daba dinero. En una pregunta aclaratoria le hacen decir todo eso, porque todo está inducido con las preguntas que hace la señora psicóloga, cuando le dice: recuerdas qué edad tenías cuando el señor Manuelito te violó, allí ya le está induciendo. Esos son los hechos, esas son las pruebas con las que supuestamente el Tribunal Penal encontró prueba plena para sentenciar al señor Manuel Enrique Vargas Aguas. Podemos darnos cuenta que ningún psicólogo realizó una evaluación, no se siguió ningún protocolo para determinar la agresión, todas las intervenciones son aspectos mentales e incapacidad, no se determinan en ninguna de las supuestas evaluaciones, no se determina afectación o sintomatología tales como ansiedad, terrores nocturnos, falta de apetito, que son las características de una persona violentada sexualmente. Ante esos hechos solicito a ustedes que enmendando el error cometido por el Tribunal A quo se dignen dictar la sentencia que corresponda, ratificando la inocencia de mi defendido, por no existir la materialidad de la infracción no puede haber responsabilidad de la misma de conformidad con el artículo 76.2 de la Constitución". En su segunda intervención dijo que, le parece raro que por un lado la menor tenga una discapacidad mental del 73% y no recuerda fechas, años ni lugar de los hechos, pero sin embargo con una mentalidad o con un criterio de dos años nos habla de pastillas, de dinero, de brujería, pero lo importante aquí es que ni siquiera científicamente pudieron probar con el testimonio del médico legista, a través de qué mecanismo fue violada la menor, tanto es así que él dice que no es posible determinar el mecanismo de rose, fricción o penetración, no puede determinar fecha sin embargo el Fiscal Balcázar nos habla de los testigos, ojo se supone que estuvieron presentes, pero lo más interesante es que se habla del informe del perito Leonardo Urquizo Cola y que él ha determinado de seis archivos de audio y video y ha realizado el cd que le ponen a la vista, y al contrainterrogatorio contesto no. Insiste en pedir la ratificatoria de inocencia.
RÉPLICA DE FISCALÍA, DR. GALEANO BALCAZAR.-
"Se deben fijar los hechos que definitivamente mi colega Fiscal
Mariana Huilcapi, ella relató, y así son hechos del año 2009 cuando la víctima IJAG tenía 10 años de edad, quien tenía una discapacidad intelectual del 73% y una edad mental de una niña de dos años, trabajaba como ayudante de cocina en el restaurante el Príncipe de propiedad de Manuel Vargas y que el mismo se había aprovechado y había abusado sexualmente de la menor de edad, quien luego de estos hechos había sido intimidada y amenazada de que no cuente a sus padres, todos estos hechos han sido ubicados en la parroquia de Calderón en el restaurante el Prince y la conducta fue tipificada en el artículo 171 del COIP inciso primero párrafo segundo numeral tres del COIP. Yo escuché con mucha atención toda la alegación del doctor Cevallos quien ha hecho alusión a la sentencia y a las pruebas que en este caso es la a prueba testimonial que obra del proceso, que en este caso para llegar al convencimiento pleno el Tribunal observaron más de quince pruebas que fueron presentados por la Fiscalía; para ese efecto efectivamente el padre de la menor que compareció al Tribunal, y dijo don Milton Pablo Ayala Borja en su parte pertinente medular que a la fecha de 16 años la menor vivía con él porque los padres son separados y ahí es cuando la menor le había referido de que había sido violada, abusada sexualmente, en el restaurante el Prince, donde la menor trabajaba y señala que su hija había ingresado a trabajar en los años 2009 a 2010 en un horario que iba de 7 a 5 de la tarde, y que estos hechos recién fueron conocidos; más bien su hija le avisó que había sido violada hace dos años en el 2015y es obvio entender porque los diferentes psicólogos que le evaluaron tanto la doctora Proaño como el psicólogo que acreditó para otorgar el certificado de discapacidad médica habla de que la menor tiene una incapacidad intelectual del 73%, estos son los hechos, no puede precisar la fecha exacta, lamentablemente por la discapacidad que tiene no puede indicar la misma. El doctor Cabezas Cola dice que la niña presenta en la región himen anular la presencia de un desgarro antiguo por rose fricción o penetración de un cuerpo vulnerable en la himen anular con presencia desgarro a las cinco si se compara con las manecillas del reloj, y en la entrevista la niña le dice al médico que quien lo había realizado esta agresión sexual es el señor Manolo Vargas y que obviamente la menor-adolescente estuvo acompañada de su madre y por esa razón le refirió las fechas aproximadas, sin precisar las fechas ni precisar cuándo se produjo, pero en la exploración médico legista se observa un desgarro en himen lesionado y otro tipo como leucorrea, infecciones que pueden presentarse por este tipo de hechos. Este testimonio es importante corroborado con el testimonio de la doctora Rita Proaño Echeverría, que es la psicóloga y que evaluó en relación a los hechos denunciados, no es que no se había evaluado en función del delito, ya que la doctora Proaño fue una psicóloga que evaluó en relación a esto y aplico los test, lamentablemente dadas las condiciones de la menor que además los padres son separados desde hace doce años, al momento de ser evaluada la menor tenía dificultades con su lenguaje que es muy empobrecido ya que no fue ni siquiera a la escuela. La madre dice que la sacó porque no podía responder y no pudieron ayudarle, pero sin embargo la víctima claramente dijo que había provocado esta violación don Manuel Vargas en el cuarto de la bodega y que éste le había bajado el pantalón y tenía miedo de decir las cosas ya que este señor le había intimidado de que le iba a hacer brujería. La niña desconfiaba del entorno, pero había indicado que quien le había tocado la vagina fue el señor Manuel Vargas; ha sido clara en establecer quien fue la persona que violentó a la menor. La psicóloga Jackeline Campos quien es una empleada del Ministerio de Salud Pública que en el año 2016 valoró a la menor con el objeto de conocer las condiciones para entregar un carnet de discapacidad y establecer que tenía dificultades en la atención y que la niña tenía más o menos seis años, que no había rendido y que había aplicado un test miti mental a través de su test determinó que en su concentración había obtenido un porcentaje de 23%, esto más la entrevista de trabajo social determinaron una discapacidad intelectual de 73%. Señores jueces, aquí si es importante algo, esta psicóloga que es la experta, que si bien no evaluó en relación al delito pero ella señala que la menor no tiene capacidad de consentir una relación sexual y no siente deseos ni erotismo, estas formas de haber advertido la psicóloga para poder tomar una decisión y esto además ha sido corroborado por el psicólogo Franklin, quien realiza esta valoración psicológica corrobora lo que vienen diciendo las psicólogas respecto a la discapacidad que la menor tiene, y que obviamente que la niña si bien es cierto tiene una edad cronológica de 17 años, sin embargo la edad mental era de dos años y conforme a la pregunta de la señora jueza, si esta edad mental fue en el 2009 o en el 2016, de acuerdo a la valoración psicológica que la realizan en agosto del 2016 la adolescente ya tenía 17 años y la edad mental es de dos años a siete años, donde va conociendo el mundo de una manera simbólica, de las cosas muy elementales. Como conclusión respecto a este peritaje ella no tiene consentimiento. Si bien es cierto la condición física es una, pero obviamente la capacidad intelectual no estaba para poder entregar un consentimiento y comprender lo que pasaba. La trabajadora social relacionado al entorno donde vivía la menor de edad dice que no le hace entrevista para no revictimizar pero ha valorado a las entrevistas de sus familiares y viene corroborando que la niña había sido agredida sexualmente por Manuel Vargas, no es que por el testimonio lo ha establecido, sino porque hizo la valoración y ella tiene una plena capacidad de determinar sus actos. En cuanto a que tiene una disfunción eréctil, no por eso no puede cometer un delito. De la apreciación que ha hecho el doctor Cevallos, no es que se ha basado por lo que ha dicho la menor en su testimonio, sino que valoran toda la prueba y por eso se señala la materialidad y la responsabilidad. Con el testimonio de los policías que rindieron versiones e hicieron el reconocimiento del restaurante el Prince, se puede establecer que en este restaurante el Prince ubicado en Guayllabamba tiene un cuarto de baño y es el lugar señalado por la niña, específicamente ha relatado que es donde fue agredida sexualmente por don Manuel Vargas. Hay un policía Leonidas Iza Cola que es el perito que realizó la explotación y extracción del testimonio anticipado y básicamente ese testimonio conforme el acta ha sido claro en determinar que don Manuelito le hacía cosas que no le gustaban, que esto pasaba cuando se iba la mujer. Trabajaba lavando platos pero no se acuerda cuando fue la última vez, pero dice que el señor le empezaba a topar las tetas y las partes íntimas con eso que tienen los hombres, que ha sido muchas veces, que el señor le dijo que no diga nada, le ha violado por primera vez cuando tenía 10 años y que el señor le daba pastillas y dinero 10 dólares, que esto había pasado en la bodega del mentado restaurante, esto está probado en función de este testimonio de la menor, corroborado en las diferentes entrevistas de lo que ha sido relatado a su padre y a su madre, y que si bien ella tiene una condición física de una persona adolescente su edad mental no puede determinar las fechas pero establece que fueron muchas ocasiones. A los psicólogos la niña puede referir los órganos sexuales y no es que por la edad no puede referir, además de la prueba documental y otros testimonios como de Rosario Landázuri quien es la madre de la menor y ha relatado las circunstancias cuando comenzó a trabajar a los diez años, y su hija fue violada cuando tenía 16 años de edad. El policía Héctor Andrés Izurieta en su testimonio indica que cuando se encontraba como Teniente Político en la parroquia de Guayllabamba había llegado la madre junto a la víctima en septiembre del 2015 porque la niña había sido abusada por Manuel Vargas en el lugar donde ella trabajaba. Toda esta prueba nos lleva que los señores jueces en primera instancia llegaron al convencimiento integral de que existe una infracción, que hay materialidad y responsabilidad y se han vulnerado los derechos a la indemnidad sexual que tiene la menor, establecidos en la Constitución. En función de aquello considera que hay una valoración adecuada en la sentencia y se ha basado en todas las pruebas que se han presentado en la audiencia de juzgamiento y por tanto se prueba la materialidad y la responsabilidad para la pena de 29 años cuatro meses con las agravantes para los delitos sexuales y también las agravantes genéricas del artículo 47. Fiscalía solicita que se sirvan analizar y se rechace el recurso de apelación que ha sido interpuesto por parte del sentenciado". Ante una pregunta aclaratoria, de si los hechos están probados desde el 2009 hasta qué fecha, responde que de acuerdo la información existente comenzó en el 2009, 2010 hasta el 2015 y 2016 y por esta razón ha presentado la denuncia, por tanto existe una conducta que ha permanecido en función del tiempo y hay un delito continuado, conforme al testimonio de la propia víctima y de sus padres.
SEXTO: ANÁLISIS Y FUNDAMENTACIÓN DEL TRIBUNAL DE
ALZADA.-
La exigencia constitucional de motivar es inherente a todo el
proceso hasta la decisión judicial. Por ello, en diversos fallos dictados por el máximo Tribunal de Justicia, como es la Corte Nacional, a través de los tiempos ha venido manifestando la necesidad de fundamentar, motivar las sentencias por parte de los Tribunales sentenciadores, las que pueden ser controladas por los Tribunales Superiores en orden a los recursos que se interpongan para revisarlas. Es la posibilidad que tiene el justiciable para criticar el fallo y lograr un nuevo examen de la cuestión, tanto más si, como dice Julio Maier, "La sentencia penal pronunciada por el órgano judicial competente para ello es hoy el único fundamento que admite la aplicación de una pena". Para arribar a ese tipo de conclusiones del proceso, es evidente que el Tribunal habrá llevado a cabo una audiencia en la que habrá ejercido el control de la prueba introducida, la que valorará para la sentencia. Pero ese requerimiento requiere de la aplicación de la sindéresis de la lógica, para evitar contradicciones en el razonamiento. El Juez ha de perfilar los argumentos que van a servir de sustento a la decisión, para que las premisas de la hipótesis fáctica que se le presenta se constriñan a la calificación jurídica adecuada. El tratadista Ignacio Colomer hablando sobre la motivación dice: "La motivación debe respetar derechos fundamentales; exigencia de una adecuada conexión entre los hechos y las normas que justifican la decisión. Así, una motivación válida es aquella que pone en contacto la cuestión fáctica con la cuestión juris… La interpretación viene a ser el mecanismo utilizado por el juez para dar significado a la norma previamente seleccionada…"_. Será por lo tanto, una motivación adecuada y suficiente la que legitime el proceso en su momento de concluir o resolver. Es deber de este Tribunal de Alzada expresar el fundamento de la decisión a la que se ha llegado en forma oral, en la respectiva audiencia que tuvo lugar para conocer sobre las razones fácticas y jurídicas del recurso, ha expresado con suficiente claridad y comprensión los motivos que cada uno de los jueces ha tenido para la decisión final, de desechar el recurso de apelación, luego de la fundamentación del recurso y debate suficiente otorgado a las partes. Evidentemente Fiscalía ostenta el onus probandi, es decir la responsabilidad de probar su hipótesis delictiva respecto al delito de violación y la participación del hoy procesado-recurrente. Dice el Art. 457 del COIP que _"La valoración de la prueba se hará teniendo en cuenta su legalidad, autenticidad, sometimiento a cadena de custodia y grado actual de aceptación científica y técnica de los principios en que se fundamenten los informes periciales". El argumento de la defensa técnica del procesado es que no hubo violación ni nada que implique un delito de carácter sexual; que la prueba introducida es contradictoria, empezando porque estamos ante una menor, que se dice que tuvo 10 años cuando empezó a trabajar en el restaurante del procesado, lo cual no ha sido materia de controversia, aunque sí sobre el período de ese trabajo. Pero que, sin embargo de tener una edad cronológica de 10 años, su edad mental ha sido de una niña de 2 años, y que por ello, no es coherente, no concuerda bien sus ideas, sus pensamientos y que el Tribunal se ha basado en testimonios de los padres, policías y peritos psicólogos.
En el derecho penal se habla de tres verdades: la real, la policial
que se basa en el producto de la investigación y la verdad procesal que es la que puede conocer el juzgador. Indudablemente en el procedimiento penal, el objetivo esencial es la búsqueda de la verdad real, es decir la que ocurrió, y que sirve como criterio de legitimación del ius puniendi del Estado. Para que el juez resuelva sobre la culpabilidad de una persona en determinado hecho típico y antijurídico, y por ende establecer su responsabilidad penal, conforme lo prevé la Constitución de la República, se debe necesariamente superar el estado de incerteza o duda y por ende tener certeza de los hechos de la hipótesis aceptada, esto es, el estándar de prueba (Ferrer, 2005, p. 82.). Cuál es entonces la carga probatoria que consta como sustento en la sentencia venida en grado para haber emitido esa sentencia ahora recurrida.
El padre de la víctima, señor Milton Pablo Ayala Borja, dijo que su
hija le ha manifestado que ha sido violada en los momentos que trabajaba en el restaurante por el hoy procesado (Manuel Vargas), que su hija ha sabido llegar con dinero extra, que le ha preguntado quien le daba y su hija le ha dicho que le regalaba Don Manuelito, hasta que un día le ha comentado que le había violado el señor (Manuel Vargas), que su hija trabajaba en el restaurante El Prince desde los nueve años hasta los dieciséis años de edad (siete años aproximadamente, es decir el ingreso fue entre los años 2009 y 2010); que su hija no tiene ningún tipo de educación, ya que tiene discapacidad intelectual del 73%, que su hija no sabe leer ni escribir. Si bien su hija no pudo decir cuántas veces fue violada, dijo que muchas veces; que la niña trabajaba allí lavando platos y otras en un horario de 07h00 a 17h00; que su hija vivió con su madre hasta los 14 años, luego pasó a vivir con él y hasta la actualidad; que su hija tiene una discapacidad mental del 73% determinada en el año 2008 en el Hospital que está frente al Hospital de la Policía en Quito, en Criminalística.
Este entonces, es el primer descubrimiento de un presunto hecho
delictivo en contra de una menor de edad, que además por su discapacidad del 73% tenía una edad mental de 2 años en el año que se detectó su discapacidad, pero esto lo descubre su padre cuando ella ya era adolescente cronológicamente, es decir estimándose ya una edad mental de seis años, conforme se detalla en otra pericia de la sentencia. Al poner este hecho en conocimiento de la Fiscalía, se ha receptado su testimonio anticipado, el mismo que cumple con parámetros técnicos específicos, pues se practica en cámara de Gesell, como el mecanismo idóneo para que una o un menor pueda entregar una historia vivida, bajo las herramientas que utiliza una psicóloga que recoge esos hechos, no a través de preguntas dirigidas a obtener una respuesta querida, sino a través de técnicas que producen que una menor tenga la confianza para contarlas, pero además en presencia de los sujetos procesales que están atentos a su forma y desarrollo. Lo que la menor víctima aflora en su testimonio anticipado es que vive en Guayllabamba, que no ha estudiado, que le han violado, que le han hecho algo que ella no quería donde trabajaba, que la persona que le ha hecho es el señor Manuelito, que no sabe el apellido, que trabajaba en el restaurante El Prince y el dueño era el señor Manuelito; que el señor Manuelito le hacía las cosas que no le gustaba cuando se iba la mujer y la hija, que a los demás les ha sabido mandar a dejar quaker, que no sabe cuándo ha sido la primera vez, que ella trabajaba lavando platos, que no se acuerda cuándo ha sido la última vez, que el señor le empezaba a topar las tetas con las manos, que le ha topado las partes íntimas con eso que tienen los hombres, con el pene, que le topaba la vagina y atrás, que han sido muchas veces, que el señor le ha dicho que no diga nada, que nadie ha sabido de esta situación, que cuando el señor Manuelito le ha violado por primera vez ha tenido 10 años, que el señor le ha sabido dar pastillas y dinero, diez dólares; que ha estado trabajando desde los 10 años hasta los 16 años de edad, que ahí trabajan cuatro personas, la Alicita y el Lucho, que trabajaba los días sábados y domingos desde las ocho de la mañana hasta las seis o siete, que el lugar donde lavaba los platas ha estado cerca de la cocina, que le ha sabido abusar sexualmente en la bodega, que no han sabido cerrar ni un rato los sábados y domingos. Es decir, estamos ante una menor que a la fecha del testimonio anticipado ya era una adolescente en edad real, pero una niña de aproximadamente seis años en su edad mental, por ello es que relata en forma espontánea y sabe que no ha cursado estudios, que le han puesto a trabajar desde que tenía 10 años, sabe dónde, dice qué es lo que hacía, sabe quién le hacía actos que los profesionales los entendemos como sexuales, cuando cuenta que le topaba sus partes íntimas con "eso que tienen los hombres", que le topaba sus tetas con las manos y en definitiva ha hecho entender con claridad que fue víctima de violación por varios años, en muchas ocasiones. Es evidente que por su edad en la que empezaron estos actos, además por su primitivez en educación y edad mental no puede recordar con exactitud y detalle, pero lo primero que hizo es sacar a flote el tema de la agresión sexual de la que fue víctima. Luis Miguel QUEREJETA, Director de la Clínica Médico Forense San Sebastián en España, y dice que quien está expuesto a mentir en el testimonio en cámara de Gesell, son personas con gran control de sus emociones, o de baja expresividad emocional (ej. Psicópata), como también una persona neurótica, muy ansiosa, estresada, puede dar respuestas emocionales computables como mentiras (sic). Pero el sujeto pasivo en esta causa es una niña, que sin ningún tipo de educación, sino con emociones guardadas, en su momento cuenta a su padre lo que le estaba haciendo "don manuelito", sin que ese relato tenga un condumio o razón del porqué, sino porque es evidente que estaba teniendo emociones guardadas que contó a la persona idónea, de su confianza, su padre. Los niños sí pueden ser sugestionables dice el profesional indicado, pero no se cuenta con las explicaciones lógicas que lleven a que esta menor lo fue.
Del testimonio de señora Rosario Matilde Gudiño Landázuri, madre
de la menor, se conoce que también a ella le contó la misma historia de la violación sufrida por el señor Manolo Vargas, su empleador; ella no se enteró antes, sino cuando ya tuvo 16 años, o sea cuando ya su padre se enteró, como también le hizo enterar la madre de la menor al señor Héctor Andrés Izurieta Andrade, Teniente Político de la Parroquia de Guayllabamba, que allí tal autoridad parroquial le preguntó a la niña y ella ha confirmado haber sido abusada sexualmente por Manuel Vargas. Todo lo anterior es concordante con los hallazgos del examen médico ginecológico realizado a la víctima por parte del Médico Dr. Stalin Cabezas, quien indicó que el himen de la niña tiene un desgarro antiguo localizado a las cinco si se compara con las manecillas del reloj, que la víctima le ha referido que había sido agredida por el señor Manuel Vargas cuando tenía diez años de edad, mientras trabajaba en el restaurante El Prince. Igualmente es repetitiva la menor sobre los hechos en la valoración psicológica realizada por la Psicóloga Rita Proaño, sí confirma que por el grado de discapacidad de la menor no pudo establecer la afectación, ya que la menor no está en condiciones de determinar lo que es bueno y lo que es malo, pero ya analizando sus palabras ha establecido que la afectación psicológica si existe y que lo narrado por la víctima es creíble, que a pesar de la discapacidad que ella tiene lo narrado es coherente, que ha narrado situaciones que ella ha vivido. La Dra. Adriana Campos dice haber valorado a la víctima únicamente para establecer su grado de discapacidad, y luego de os tests ha concluido que es del 73% de discapacidad intelectual, y dice que en esas condiciones no puede decidir sobre su vida sexual. Por otra parte, el testigo Dr. Fernando Tinajero, quien también valoró a la víctima, señaló que, tomándose en cuenta que no tenía estudios, la edad mental a la fecha de esa valoración era de siete años. Finalmente, la perito Trabajadora Social Erika Duque, quien ha realizado el entorno social de la víctima, indicó que la evaluada es altamente vulnerable. El Perito psicólogo Dr. Ítalo Rojas, quien analizó al procesado, dijo que no presenta síntomas psicopatológicos, que es el procesado quien le ha dicho que padece de disfunción eréctil, y que de ser así esto tampoco lo excluye de que pueda incurrir en actos de naturaleza sexual. Este perito termina estableciendo la imputabilidad del procesado.
Toda esta gama probatoria le ha llevado al Tribunal a quo a poder
sostener que estamos ante una conducta del procesado adecuada eficazmente para la configuración del delito de violación, conforme así lo resolvió.
Los juicios son para generar información de la más alta calidad
posible. Al contarse con el testimonio anticipado de la menor víctima, con la historia de los hechos de agresión sexual, que posteriormente y pese a una posible revictimización secundaria, no la ha cambiado y concuerda plenamente con lo que contó inicialmente a su madre, teniente político, médico legista y peritos psicólogos y confrontada con los resultados hallados en sus partes íntimas, por más analfabeta y discapacitada que sea, esté en condiciones de solamente inventarse un hecho de naturaleza sexual, hasta el punto de avisar que don Manuelito le tocaba con esa cosa que tienen los hombres, que le tocaba sus tetas, y más que sólo quien lo ha experimentado está en condiciones de decirlas. Así las cosas, el juez administra litigios, y en el caso in examine, conforme lo explicado ut supra, con la prueba incorporada al juicio, se ha generado información que otorga al juzgador la calidad óptima para emitir una sentencia condenatoria.
DECISIÓN: Por las consideraciones expuestas, al amparo de las
disposiciones legales citadas, de la doctrina y jurisprudencia invocada, los Jueces integrantes de este Tribunal de Alzada de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, con fundamento en los Arts. 621 y 622 del Código Orgánico Integral Penal, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, RESUELVE: desechar el recurso de apelación y confirmar en todas sus partes la sentencia emitida por el Tribunal de mérito. Devuélvase el proceso una vez ejecutoriada la sentencia, al Tribunal de origen para los fines de ley. NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.-
f: MUÑOZ MORENO DILZA VIRGINIA, JUEZ DE LA SALA PENAL
DE LA CORTE PROVINCIAL DE PICHINCHA; AVILA FREIRE LADY RUTH, JUEZ DE LA SALA PENAL DE LA CORTE PROVINCIAL DE PICHINCHA; BARRIGA BEDOYA LEONARDO XAVIER, JUEZ DE LA SALA PENAL DE LA CORTE PROVINCIAL DE PICHINCHA
Lo que comunico a usted para los fines de ley.
DRA. IVONNE MARLENE GUAMANI LEONSECRETARIA DE LA SALA PENAL DE LA CORTE PROVINCIAL DE PICHINCHA