El Coraje de Ser Castos Groeschel
El Coraje de Ser Castos Groeschel
El Coraje de Ser Castos Groeschel
SER CASTO
Benedict J.Groeschel, C.F.R
Benedict Groeschel 1
Introducción
por Dra. Susan Annette Muto
Prefacio
1
* Nota del traductor: con el término vida soltera, soltería, etc. he traducido el
“singleness” inglés. Muchas veces la expresión es desbordada por la idea que
subyace en ella pues puede referirse tanto a la persona soltera propiamente dicha
como al célibe (entendiendo por éste al que ha hecho promesa o voto de celibato
casto), también puede referirse al que ha quedado “solo” a causa de la muerte del
cónyuge o de una separación matrimonial. Por tanto, téngase en cuenta que
puede designar a cualquiera de estos estados.
2 El coraje de ser castos
2
*Nota del Traductor: a lo largo del libro el P. Groeschel recurre
constantemente a este término de “discipulado”, como un modo de vida. Se
refiere al seguimiento de Cristo como modelo y maestro.
Benedict Groeschel 3
La soltería de corazón alimenta así un tipo de visión que nos permite ver
la vida y el mundo de cara al horizonte de lo Trascendente. El puro de
corazón no trata de poner en corto-circuito este proceso de discipulado y
la carga de la cruz. Sabe que sólo sobre el trasfondo del sufrimiento y del
sacrificio puede consumarse su gozo pascual. La vida casta le permite ver
más claramente el plus en medio de lo ordinario, lo sagrado entre lo
secular, lo eterno en el tiempo.
3
Blessing that make us be, Crossroad 1982.
4 El coraje de ser castos
Tal pureza nunca puede ser obra nuestra, sino que es el trabajo del
Señor en nosotros, el don de Su gracia. Los frutos de este compromiso
vivido valerosamente, se verán en disposiciones tales como el gozo, la
paciencia, la misericordia, la delicadeza, la paz, la confianza, el
autocontrol y el servicio. En la vida común, en casa o en el trabajo, en la
monotonía de los días que pasan, en los momentos de gozo o de pena,
estamos llamados a ver al Señor como nosotros mismos somos vistos por
Él. Ser puros de corazón es ver su rostro donde otros solamente pueden
ver frustración, soledad, desarmonía y alineación. En cambio Jesús vio el
rostro del Padre en toda la creación, y esta vista es Su don al corazón
célibe. Deseo que quienes lean este libro lleguen a conocer de un modo
nuevo que el Dios que nos amó primero es uno con nosotros y que en
nuestra intención de ser castos así como en nuestra vida actual y en la
realización de este compromiso estamos bien encaminados a
convertirnos en uno con Él.
Prefacio
Este libro pretende ser una guía práctica para aquellos cristianos que
tratan de llevar una vida soltera casta. No está escrito solo para clérigos
y religiosos que han asumido la obligación del celibato, sino también para
las personas solteras que no tienen intención de casarse. Si bien las
razones por las que se decide evitar toda búsqueda de intimidad sexual
pueden variar de persona a persona, los desafíos para vivir una vida
satisfactoria y bien equilibrada sin expresiones genitales directas son
esencialmente los mismos para todos.
Han sido sugeridos varios títulos este libro incluyendo “Todo lo que usted
siempre ha querido saber sobre la castidad pero tiene miedo de
preguntar” y (mi favorito) “Castidad con atractivo”; prefiero este último
porque yo mismo he gozado los frutos de la castidad en mi vida (si bien
no siempre saboreé su desafío). Una vida célibe cristiana me ha
proporcionado muchos amigos incluyendo docenas de jóvenes con
pasados problemáticos que no tienen a nadie que puedan llamar “padre”
fuera de mí.
Este libro pretende alentar a las personas castas, que no se han casado y
que están tratando de ser auténticos seguidores de Cristo. La castidad es
considerada más como un objetivo que como una condición estática.
Cada día ofrece nuevos desafíos, nuevas pruebas y, para algunos, nuevas
fallas. Quizá solo los grandes santos y los místicos sean perfectamente
castos, en el sentido de tener completamente controladas todas sus
emociones, deseos e impulsos. Para el resto de nosotros se trata de un
combate, una lucha o contra los fracasos parciales o contra la derrota
total.
4
National Conference of Catholic Bishops, Washington D.C.: U.S.Catholic
Conference, 1976.
5
Cf. Guía educativa sobre el amor humano, 1 nov de 1983.
Benedict Groeschel 13
Incomprensión y burla
Las reacciones negativas que la persona soltera célibe encuentra no
siempre son burlas; pueden ir de la lastima hasta la incredulidad. En el
caso de la persona joven que no pertenezca a una comunidad religiosa,
sus amigos y parientes suelen pensar que tiene que haber algún
problema psicológico. Incluso religiosos y clérigos que están en edad de
matrimonio, pueden tener parientes o amigos que les sugieren que ya
puede ser tiempo para “salir y vivir una vida matrimonial normal”.
Muchos jóvenes que tratan de vivir la vocación religiosa experimentan
distintas actitudes que van desde la compasión hasta el ridículo. De esto
podemos concluir que la castidad voluntaria no es una vocación para
tímidos.
6
Cf.San Agustín, Confesiones, IV, 4.
Benedict Groeschel 15
La Sospecha de la patología
7
Markings. New York: Alfred A. Knopf, 1966, pp. 127-128.
16 El coraje de ser castos
8
* Nota del Traductor: por “psicología pop” se entiende la psicología popular,
no científica, compuesta en gran medida por libros de autoayuda, artículos de
psicología “periodística”, etc. Gran parte de esta literatura tiene trasfondo New
Age.
9
Childhood and Society. New York: Norton (2nd edition), 1963, p. 268
Benedict Groeschel 17
El bombardeo sexual
Soledad
18 El coraje de ser castos
Sean cuales sean los motivos originales, muchas personas solteras de las
cuales hemos estado hablando son sinceros cristianos y quieren llevar
una vida casta. Pueden haber seguido, en el pasado, la senda de la
tentación, ya sea siendo permisivos en conductas autoeróticas o en
affaires sin intención de comprometerse de modo permanente, o en otras
conductas moralmente conflictivas e insatisfactorias. Eligiendo ser célibes
les brindaremos no solamente paz con Dios sino también un sentido de
vida integra y noble. También les enseñará (como ninguna otra cosa
puede hacerlo) una gran confianza en la gracia de Cristo y la necesidad
de ser salvados de sí mismos. Una vida soltera llevada involuntariamente
y estropeada por conductas lujuriosas es, de hecho, una cosa
lamentable. Una vida de castidad llevada con devoto amor a Dios y al
prójimo es una de los modos más valiosos de discipulado, al margen de
los factores principales que hayan empujado a esta persona a la vida
soltera.
Del mismo modo, puede ser que, al elegir la vida soltera, una persona no
lo haya considerado como una forma de discipulado. He conocido clérigos
y religiosos que prestaron poca atención al voto de castidad antes de
profesar; no lo consideraron más que un precio alto que había que pagar
20 El coraje de ser castos
La vocación religiosa
Debo confesar ahora que yo sentía una piadosa envidia de mis amigos
cuyos esfuerzos en ser castos eran tan bien ser reconocidos a pesar de
ser una sociedad secreta. Poco importa que todos esos devotos de la
angélica batalla por la pureza perdieron la guerra y que yo, sin diploma,
continué empleando la mitad de mi vida a trabajar con pobres almas de
las que el mundo pensaba eran mujeres de dudosa virtud, de las cuales
ninguna jamás me guiñó un ojo. Menos mal porque yo no tengo un
chimenea en mi oficina y, por tanto, tampoco una brasa llameante que
me salve.
10
* Nota del traductor: el selfismo es la teoría del self o forma de humanismo
secular basado en el culto de sí mismo (self) , llamada por Vitz selfism.
Benedict Groeschel 23
Si usted está tratando de llevar una vida religiosa casta, debería estar
animado, como motivo principal, por el cumplir con lo que usted cree ser
la voluntad de Dios sobre su vida. Usted está respondiendo a una
vocación, un llamado a ser discípulo de Cristo por este camino
desafiante. Incluso el incrédulo más escéptico, que piensa que usted está
cometiendo un gran error, deberá admitir que usted está tratando de
caminar por el sendero recto y entrar por la puerta estrecha. No necesita
excusarse ante nadie de seguir esta llamada, ya que la mitad de los
héroes y heroínas reconocidos como tales por la humanidad lo han
hecho. Lo que usted necesita es una profunda confianza en Dios y la
conciencia de que está intentando algo imposible para la naturaleza
humana sin la ayuda de la gracia.
11
Daniel Yankelovich, New Rules. New York, Random House 1981. Cf. Parte I
para un excelente análisis de selfism.
24 El coraje de ser castos
El simple soltero
Esta es la más común de las razones conscientes que las personas dan
para permanecer solteras. Es una buena razón, como podrá atestiguar
cualquiera que se haya casado con la persona equivocada. En nuestra
sociedad muchos matrimonios se construyen sobre la complementariedad
psicológica, mas que sobre las necesidades económicas, y requieren un
buen trabajo de mutua participación, afecto y cuidado. Incluso el afecto,
sea expresado sexualmente o no, a menudo no basta para hacer que el
matrimonio marche bien. El cristiano debe tener fe en que la Providencia
ha dirigido la elección del cónyuge. Algunas personas deben aceptar que
en la Providencia de Dios han sido llamados a la vida soltera. ¡Cosas
peores pueden suceder! ¡Piense en la mujer que se casó con el vampiro!
12
Spiritual Passages. New Cork: Crossroad, 1983.
26 El coraje de ser castos
Los viudos
13
* Nota del Traductor: si bien el término usado en inglés (single) significa
tanto soltero como “solo”, he tratado de usar siempre que es posible esta última
expresión al referirse a los casos en que no se puede hablar –al menos en
español– de un estado de soltería (como es el caso de los viudos, divorciados,
separados).
Benedict Groeschel 27
Entre los que viven solos hay un número cada vez mayor de personas
que han pasado por la penosa experiencia de la ruptura matrimonial.
Incluso habiendo obtenido la nulidad eclesiástica de su matrimonio,
muchas de estas personas no quieren volver a casarse. Como me decía
un grupo de mujeres una vez en un encuentro de católicas separadas y
divorciadas: “Ya ha sido suficiente para nosotras”.
14
* Nota del Traductor: téngase en cuenta lo que dijimos más arriba.
28 El coraje de ser castos
Si usted está divorciado y quiere llevar una vida casta, sin matrimonio,
debería concentrarse sobre sus capacidades antes que sobre las penas de
estar divorciado. Como todo sufrimiento, el proceso de un divorcio puede
hacer madurar a una persona. Probablemente usted es más
independiente y auto suficiente ahora de cuanto solía serlo antes. Puede
ser que haya profundizado su vida espiritual por necesidad, a medida que
pasó por la penosa decisión, por la separación y los procesos de divorcio.
Quizá ha tenido una experiencia forzada de abstinencia sexual; si usted
está leyendo este libro, entonces ha aprendido a vivir con esta privación.
15
* Nota del Traductor: el voyerismo es una desviación sexual que consiste en
la tendencia (a veces compulsiva) de mirar las partes íntimas de otras personas.
30 El coraje de ser castos
Si usted querría tratar de ser casto, o si ya está llevando una vida casta,
este libro puede serle de utilidad. Ser casto soportando tendencias
homosexuales no es fácil pero tampoco es imposible, incluso si se ha
implicado en actividades homosexuales en el pasado. He visto convertirse
esta lucha en una invitación a profundizar el crecimiento espiritual y una
vida verdaderamente santa. Sospecho que hay incluso un cierto número
de santos canonizados que han encontrado, en esta misma lucha, un
camino para la alta santidad.
Todos los esclavos del placer, se relacione esto con la sexualidad o con
alguna otra compulsión, se sientan en la misma galera aunque estén
encadenados a diferentes remos. Y todos los hombres y mujeres libres
16
Cf. Juan Pablo II, Discurso a los Obispos norteamericanos en Chicago, 5 de
Octubre de 1979.
Benedict Groeschel 31
En este caso la vocación a una vida soltera casta puede, de hecho, ser un
gran alivio. Puede representar una salida de la pesadilla. Sin embargo, tal
persona siempre necesita la ayuda de un confesor o de un director
espiritual bien preparado, y puede ser útil aconsejarle que intente
nuevamente una terapia en esta nueva situación de vida en la que se
plantea objetivo positivo de llevar una vida casta y útil. Esta persona no
debería sentirse responsable de las tendencias desviadas que surgen de
situaciones de su vida infantil. Es importante subrayar esto ya que puede
ser que una persona se sienta rechazado de Dios y de los hombres. La
castidad que Cristo ofrece a aquellos que sigan su camino tal vez sea la
única salida valedera para una situación difícil. Él a todos les dice: Venid
a Mí todos los que estáis agobiados (Mt 11,28).
Nadie tiene que excusarse por ser soltero. Como toda situación humana
fuera de la vida de pecado, la soltería puede ser un llamado al
discipulado. Si usted se encuentra excusándose de ser soltero, éste es un
problema exclusivamente suyo y de nadie más. Muchos solteros son los
peores enemigos de sí mismos. Eligen vivir en tal modo que se obligan a
sentirse miserables y alienados. Las necesidades sexuales insatisfechas
con las cuales se juega y a veces se satisfacen furtivamente se
convierten en una gran frustración y en una pasión solitaria.
Pero hay un camino mejor. Dichosos los que caminan según la ley del
Señor (Sal 119,1). Felices o bienaventurados, significa estar en paz,
contentos, aún en medio de las dificultades. En estos tiempos infelices e
incrédulos el cristiano soltero, laico o religioso, debería ser testigo de esa
paz que el mundo no puede dar. Pero no podemos dar este testimonio
limitándonos a evitar una conducta prohibida. Este testimonio, como
veremos, es un completo estilo de vida.
3
La sexualidad en una
vida soltera casta
17
Adrian Van Kaam, The Art of Existential Counselling, Denville, N.J.:
Dimension Books, 1966, capítulo III.
34 El coraje de ser castos
que tanto la batalla angélica de los años ’40 como la “tercera vía”18 de los
’70 han sido negaciones de la sexualidad humana.
18
Para quienes están familiarizados con este término, aclaro que la tercera vía
indica resumidamente la teoría según la cual los que han hecho voto de castidad
podrían comprometerse en relaciones emotivas profundas con el otro sexo sin
peligro real de su compromiso religioso.
Benedict Groeschel 35
Fue una ilusión de Sigmund Freud –que le costó muchos de sus más
devotos discípulos- el creer que toda atracción es libidinosa y se basa en
necesidades sexuales disfrazadas. Actualmente, son muy pocos los que
en las ciencias comportamentales toman en serio el pansexualismo, si
bien muchos, incluyéndome a mí mismo, sospechan que toda necesidad
afectiva del otro, sea sexual o no sexual, surge a partir de la experiencia
singular e indiferenciada del niño.
Una persona soltera que quiere evitar toda relación que pueda producirle
atracciones sexuales, pronto quedará relegada a un rincón. Por otra
parte, los solteros que mantienen relaciones estrechas emocionalmente
expresivas con amigos sexualmente atractivos no tardarán en
encontrarse encaminados al matrimonio, o al menos en un romance. De
hecho, muchos de los defensores de la “tercera vía” para célibes
terminaron exactamente en esta situación.
amigos, y quizá con algunas pocas personas que tal vez sean
sexualmente atractivas. Muchas personas solitarias no llegan a
tomar conciencia de que las amistades deben cuidarse y
cultivarse como las plantas de jardín. Si usted piensa que debería
ser amado sólo por ser usted quien es, entonces se ha
equivocado de vocación: usted tendría que haber sido Dios.
2. En toda vida es necesario tener por lo menos un amigo íntimo,
preferentemente unos pocos. Si usted quiere vivir en paz y ser
castamente célibe es prudente formar amistades con personas
que no le sean sexualmente atractivas. De otro modo, la vida se
volverá muy conflictiva. Amistades íntimas con personas
sexualmente atractivas usualmente empujan a expresiones
sexuales o a conflictos.
3. Si una persona célibe tiene amigos sexualmente atractivos, se
hace necesaria una enorme prudencia. Se debe evitar la
manipulación, las formas sutiles de seducción y la exclusividad.
Una persona honesta debería ser suficientemente humilde para
reconocer el momento en que la seducción ha mezclado
accidentalmente en una amistad. Si uno tiene verdaderas
intenciones de permanecer soltero, no es un modo verdadero de
amor el jugar con los afectos o con la vida de un amigo.
4. Debe formar un modo más poderoso de amistad con un “amigo
en el camino interior”. Esta relación, tan bien descrita por Morton
Kelsey, tiene una importancia especial para la persona soltera
casta19. ¿Qué cosa puede ser más placentera que encontrarse
con otros en ese camino espiritual que San Agustín llama el más
largo de los viajes, el camino hacia el Sinaí interior?
19
Morton Kelsey, Companions on the Inner Way, New York, Crossroad 1983.
38 El coraje de ser castos
Tal vez esta frase lo asuste un poco. Hemos terminado por vincular las
palabras sexual y genital, relacionándolas con el uso de los órganos
reproductivos. El hecho es que expresamos nuestra identidad sexual
también en el modo de hablar, de caminar, de vestirnos, de trabajar y de
divertirnos. Cada persona tiene derecho a su propia expresión o imagen
propia, a menos que, como en el caso de Barbazúl o Jezabel, tal
expresión atente contra los demás.
Uno de los clichés de la psicología pop es que cada cual debería sentirse
satisfecho de su propia sexualidad. Tal afirmación probablemente cuadre
con la descripción del mundo antes del pecado. Muy pocas personas
menores de 75 años (algunos dicen 90) se sienten plenamente
satisfechas de su sexualidad. Se trata de una fuerza demasiado compleja
y poderosa, tan familiar y sin embargo sepultada en el subconsciente.
Cada uno, incluyendo a las personas las personas solteras castas, deben
tratar de integrar su sexualidad consciente e inteligentemente en el
conjunto de su vida. La castidad es una expresión de la sexualidad. En la
medida en que no sea así, la mera abstinencia sexual será expresión de
represión y de falta de realismo. Toda persona madura ha de ser realista
acerca de la sexualidad, y ninguno más que quien está tratando de llevar
una vida soltera casta.
Sexualidad pre-consciente
20
The Choice es Always Ours, Ed. Phillips, Howes, Nixon, Wheaton, Ill.: Quest
Books, 1972 (originalmente publicado por Harper & Row, 1966), pp. 309-310.
Benedict Groeschel 41
Un verano fue enviado a trabajar en una zona muy pobre. Para su propia
consternación terminó complicado con dos chicas diferentes de su misma
edad. Ambas tenían experiencia con la sexualidad. Ninguna se
escandalizó de la conducta de Ed ya que sentían lastima por él. “Era un
buen chico y parecía conocer muy poco de la vida”. Tal fue la actitud de
las jóvenes.
21
Ibid. p. 310.
42 El coraje de ser castos
Ahora está casado con una mujer muy piadosa y tienen varios hijos. Más
tarde Ed me explicaba que no podía elegir otra cosa que el matrimonio.
Sentía que Dios no había respondido a su pedido de ayuda para llevar
una vida célibe y que, como consecuencia, le había indicado que su
camino era el matrimonio.
Tal vez se le ocurra a usted la misma pregunta que me hice yo: ¿Por qué
no recibió una gracia especial para vencer esta dificultad? Esta cuestión
conduce al tema más amplio de la Providencia divina. Quizá no debía ser
así. Ed tenía algo más fuerte que su misma virtud: su fe. En media de su
creyó que Dios lo conduciría a donde debía ir. Cuando visité a Ed y su
esposa, me convencí de que Dios efectivamente lo hizo. Si tenemos fe,
daremos a Dios la oportunidad de escribir derecho aun con renglones
torcidos.
22
* Nota del traductor: traduzco por enamoramiento el término inglés
“infatuation”, entendiendo por tal el enamoramiento más bien de orden
sentimental o “enamoramiento caprichoso”; de hecho, el término “infatuated”
significa “encaprichado”; el enamoramiento propiamente dicho se expresa en
inglés “to fall in love”.
44 El coraje de ser castos
“Así, una vez más, has elegido por ti mismo –y has abierto la
puerta del caos. El caos en que te conviertes cada vez que la
mano de Dios deja de posar sobre tu cabeza.
Quien ha estado una vez bajo la mano de Dios, ha perdido
su inocencia: pues solo él comprende toda la fuerza explosiva de
destrucción que estalla al rendirse por un momento a la
tentación.
Pero cuando su atención se dirige arriba y delante, qué
fuerte se vuelve, con la fuerza de Dios que está dentro suyo,
porque él mismo está en Dios. Es fuerte y libre, porque su yo no
existe más”23.
La presente confusión
23
Markings. New York: Alfred A. Knopf, 1966, p. 98.
46 El coraje de ser castos
24
*Nota del traductor: el término racionalización quiere decir el proceso –
inconsciente a veces– de justificar nuestras actitudes por medio de razonamientos
que no son más que sofismas (falsos argumentos).
Benedict Groeschel 47
Por ejemplo, puede ocurrir que un joven tema ser rechazado por la
masculinidad agresiva de sus compañeros de escuela. Tal vez le
impresione escucharlos hablar de sus experiencias sexuales con chicas.
Tal vez se sienta incomodo con esas expresiones de masculinidad
rechazando parte de su propia identidad. Puedo suceder que más
adelante encuentre otro varón que ha pasado por la misma experiencia.
Compartiendo la repugnancia por aquellas expresiones crudas de
heterosexualidad, tal vez terminen aceptando el intercambio menos
agresivo y más afable de actos homosexuales. Esto explica por qué
algunos varones “homosexuales” a menudo son personas gentiles muy y
no agresivas.
Leanne Payne, The Broken Image, Westchester, Ill.: Crossway Books, 1981.
25
26
Irving Bieber, et al., Homosexuality –A Psychoanalytic Study of Male
Homosexual, New York: Vantage Books (Alfred A. Knopf).
48 El coraje de ser castos
Para todos los casos indicados más arriba propongo que la solución
puede ser una vida de celibato casto. Plantear tal vida podría parecer
inalcanzable a quien haya llevado una conducta homosexual como parte
integral de su vida. Sin embargo, muchas personas cuyo estilo de vida ha
incluido actos heterosexuales han aprendido luego a vivir sin sexualidad
genital, como el caso de los viudos, los divorciados o los que han
ingresado en la vida religiosa después de de una vida adulta en la que no
fueron célibes. La actual epidemia trágica del Sida ha empujado a que
muchas personas se planteen una vida de abstinencia sexual sin otro
motivo que tratar de sobrevivir.
27
Cf. Anthony Mastroeni, A Moral Evaluation of Surgical Sex-Reassignment.
Rome: University of St. Thomas (Angelicum), 1981. La disertación del P. Mastroeni
analiza esta cuestión profundamente.
50 El coraje de ser castos
momento recuerda que una vez encontraste un sacerdote que te dijo que
había otro camino. Pero seguir ese camino te exigirá coraje”.
28
San Agustín, Confesiones, X, XXVII.
Parte 2
Sugerencias para
una vida soltera casta
4
Problemas sexuales de las personas
solteras y algunas soluciones
Vamos a suponer que quien lee este libro ha hecho buenas resoluciones y
está tratando de cumplir, en estos momentos, algunas de ellas. Si
56 El coraje de ser castos
prudente buscará el apoyo de amigos que cuiden de uno, con los cuales
pueda compartir la situación. Es muy efectivo un nuevo compromiso de
nuestra propia vida de fe y de oración –quizá durante un breve retiro. En
tal caso debería examinarse objetivamente la completa situación de la
propia vida con la ayuda de un director espiritual, en orden a determinar
los soportes espirituales y psicológicos que faltan y que llevan al
derrumbe de la decisión inicial de ser castos.
El lobo estepario
Para entender este problema hay que saber que de algún modo se
relaciona con una necesidad desesperada y subconsciente de intimidad,
que brota a menudo de experiencias tempranas de la vida. Es un volver a
ser un niño pequeño que necesita ser abrazado y amado de físicamente.
A veces se une a expresiones verdaderamente muy inmaduras de
necesidad sexual, que son reminiscencia de las travesuras infantiles
jugadas detrás del garaje. En fin, en tal actividad se mezcla con
frecuencia un elemento autodestructivo que empuja a la persona a la
regresión, a la humillación y al peligro.
principio del placer (el Id) al servicio del Super-Yo (el principio primitivo
del autocastigo), parece ser válida.
Los pasos para vencer una compulsión están muy bien resumidos en los
Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. El primer paso es esencial: admitir
que uno es impotente frente a la compulsión y que solamente puede ser
librado por el poder de Dios. Es igualmente importante una honesta
enumeración de las faltas morales. A las personas con compulsiones les
sugiero que asistan a algunas de las reuniones abiertas de Alcohólicos
Anónimos y apliquen a sus propias vidas esos pasos con la ayuda de
algún amigo, preferentemente alguno que se haya recuperado de alguna
compulsión sexual. También deberían prestar atención a lo que sugeriré
en los siguientes capítulos de este libro.
Benedict Groeschel 61
No cambia nada el que esta persona haya estado siempre muy motivada
para recuperarse; esta persona jamás pretendió que el suyo no fuese al
mismo tiempo un mal moral y un problema psicológico, además fue
alguien de trabajo serio y de oración. Luchó resueltamente contra las
tendencias de autocompasión y contra el rencor hacia sí mismo,
especialmente por medio de una hora diaria de adoración en la presencia
del Santísimo Sacramento.
La pasión solitaria
Aquí me refiero, pues, a la actividad del joven o del adulto que por
diversas razones se siente impulsado sobre sí mismo, buscando en esta
conducta simbólica e intensamente frustrante un sustituto del viviente
real. La excusa más común para justificar esta conducta es la de buscar
alivio sexual o el intento de calmar la frustración sexual. Sin embargo en
el autoerotismo la persona se dirige hacia la fantasía y termina envuelta
en deseos sexuales. En la fantasía sexual, que, como un sueño, es una
proyección del principio del placer, no hay restricciones de propiedad, de
moralidad o de razón. La fantasía sexual fácilmente puede volverse
grosera, obscena o desviada, lo que comúnmente no ocurre en el acto
sexual con un cónyuge o un amante.
Quizá una palabra peyorativa como “sucio”, que suele usarse para
caracterizar el pecado sexual, surja de la fantasía autoerótica. El término
es inadecuado cuando la sexualidad ilícita ocurre entre quienes se tienen
mutuo afecto. Pero se adapta fácilmente a la experiencia de la fantasía
sexual viciosa en la que la sexualidad es pura lujuria, o sea, búsqueda
del placer por sí mismo. El término peyorativo cuadra también con la
experiencia del encuentro sexual anónimo. He conocido varios casos en
los cuales quienes se implicaron en una situación de sexo anónimo,
perdieron completamente el deseo sexual después de cruzar pocas
palabras. Es que la lujuria no sobrevive donde existe aunque sea una
mínima relación, pero es muy poderosa en el autoerotismo.
vez no sea suficiente para acabar con esta práctica; tal vez sea necesario
adoptar ciertos cambios que serán sugeridos en los siguientes capítulos.
Las fuerzas del odio contra uno mismo que están presentes en el
autoerotismo no pueden ser sobre enfatizadas. Quizás sea la fuerza de la
fantasía sexual desatada lo que hace que la vergüenza y el odio hacia sí
mismo sean tan poderosos. Para vencer esta compulsión se hace
necesaria, generalmente, la ayuda de otra persona –de alguien que
pueda dar al turbado individuo la oportunidad de que lo acepten con su
obscuro secreto.
Recibí una vez una carta de un joven a quien llamaremos Bill. Se trataba
un muchacho aventajado en sus estudios y que guardaba la esperanza de
seguir la vocación religiosa. Su compulsión era tan intensa que a él le
parecía estar luchando contra una fuerza exterior a sí mismo. La carta,
muy conmovedora, nos debería invitar a ser comprensivos.
aparente fracaso de Dios en ayudarlo. Cualquiera que sea familiar con los
escritos que el santo nos dejó sobre esa etapa de su vida, sospechará
que él de hecho experimentó tales sentimientos hacia Dios, los que
originaron sus posteriores escritos sobre la humildad.
La letra escarlata
Una persona soltera puede ser presa de algunos deseos desviados que
pueden ser perpetrados o no, pero que siempre son extremadamente
desagradables. El catálogo de estas tendencias frustrantes es enorme.
Han sido bien documentadas por Otto Fenichel, uno de los discípulos más
perspicaces de Freud31. En mérito suyo, hay que decir que la
comprensión de los mecanismos de las desviaciones ha sido una tarea en
la que sobresalieron los primeros freudianos.
Sin entrar en la tediosa lista de las desviaciones, baste decir que una
persona puede ser apremiada a tales formas de placer sexual por causa
de un inadecuado desarrollo psicológico. Entre estos actos se enumeran
desde el voyeurismo (el mirar escenas sexuales) hasta el sadismo. El
fetichismo es quizá la desviación más común después del voyeurismo.
Puede incluir el tocar la ropa íntima de otra persona o bien una conducta
que para otros no tiene ningún significado sexual, como el tocar un peine
o comer fruta fresca. A veces se puede descubrir algún componente
sexual en un comportamiento y otras veces no. Las personas que sufren
de una desviación padecen un dolor especial. Viven en terrible
aislamiento con su secreto, que es su letra escarlata, marcada a fuego en
su interior. Esto se verifica especialmente cuando el objeto de la
desviación no tiene connotaciones sexuales para ninguna otra persona.
29
San Agustín, Confesiones, VIII, XI.
30
“The expense of spirit in a waste of shame/Is lust in action; a bliss in proof–
and prov’d, a very woe” (Sonnet 129).
31
Cf. Otto Fenichel M. D. The Psychoanalytic Theory of Neurosis. New York: W.
W. Norton and Co., 1945. Este libro aunque no para el lector general, puede ser
útil para aquellos que están acostumbrados a los métodos psicoterapéuticos.
Benedict Groeschel 67
A pesar de lo difícil que pueda ser, cualquiera que lucha contra una
desviación encontrará mucho alivio al compartir su problema con un
consejero prudente o un confesor. Incluso cuando sus deseos no ha
terminado en conductas pecaminosas. Al igual que los tigres de papel y
los fantasmas, las desviaciones se ven mejor a la luz del día. He
encontrado que personas piadosas que han sido muy reprimidas en la
infancia, a veces pueden sufrir (con el correr de los años) de
pensamientos desviados de tipo sadomasoquista o ser atormentados por
deseos incestuosos. Pero pueden aliviarse al ser objetivados en una
discusión inteligente y sincera. En la medida en que una persona consiga
más discernimiento respecto de las raíces de la desviación, más podrá
controlarse o quizá hasta disiparlas.
La autocompasión
Ira y rabia
El amor inesperado
Puede suceder que sólo una de las personas que se encuentra en una
situación como la que venimos hablando, sea psicológicamente
vulnerable y esté atravesando por este trauma. Será entonces
responsabilidad de la otra persona el mostrar generosidad y apoyo, pero
controladamente. Si esta razonable actitud fracasa en controlar a la
persona que está emocionalmente perturbada, será necesario alejarse de
la situación. Puede ser que alguno que trata de cumplir bien sus deberes
cristianos se sienta culpable con esta táctica, pero tal vez lo exija
eventualmente la salud psicológica de la otra persona.
Él te rescatará y curará
La larga lucha contra los problemas sexuales que he descrito tal vez
descorazone a un buen cristiano, sea soltero o casado. Nadie ha dicho
que ser discípulo de Cristo sea algo cómodo. Pero, sin embargo, hay un
aspecto de la lucha que es muy alentador: el tomar conciencia de que al
luchar para vencer estos problemas, estamos haciendo el trabajo de
Dios.
San Agustín, que pasó de una vida de libertinaje a una relación fiel con
una mujer soltera y de allí a una vida de celibato casto, puede decirnos
algo acerca de la dureza de esta lucha, del poder de la gracia y del
mensaje de la Escritura. Vale la pena tomarse el tiempo de meditar el
siguiente el pasaje.
33
San Agustín, Confesiones, VIII, XII.
5
Una vida soltera con estilo
Ser soltero no quiere decir estar solo. La persona soltera que quiere
llevar una vida casta debe asegurarse de que no está demasiado solo.
Esto requiere una actitud firme sobre el valor de tener amigos y
conocidos. Si usted es soltero asegúrese de ser miembro activo de su
vecindario o del edificio en el que vive. ¡Vaya a las excursiones!
74 El coraje de ser castos
¡Ofrézcase para las cosas que exigen espíritu comunitario! Usted debería
encontrar un puesto útil en su parroquia; si no puede, busque otra
parroquia.
La milla extra
Como paso extra, el soltero debería llevar algún juego para que todos se
diviertan o algunas decoraciones coloridas. Algunos no notarán la
atención, pero otros sí. Esta es la diferencia entre ser Tío Eduardo, que
es un sosegado solteron (sólo tenía 56 años cuando murió), y Tío Mike, a
quien todo el mundo quería y que se preocupaba de enviar a cada uno
una tarjeta de cumpleaños. No parecía envejecer nunca. “A pesar de ser
soltero, siempre fue muy divertido”. Elija. Sugiero que ya que hacemos
este viaje una sola vez, lo deberíamos hacer en primera clase.
Intereses
Una de las anomalías de un mundo caído, es el que las parejas con hijos
se deprimen porque emplean mucho de su tiempo libre cuidando y
76 El coraje de ser castos
Siempre pensé que los hobbies eran una pérdida de tiempo y una razón
para ir al purgatorio. De hecho algunos lo son (como el coleccionar
tapitas de botellas de alguna bebida). Pero un buen hobby, como la
pintura, es una oportunidad para auto expresarse. Puede descubrir a una
persona algunos tesoros de la vida que rara vez reconocemos. En estos
últimos años he hallado que la afición a la astronomía es un pasatiempo
fascinante que comparto con muchas otras personas. Es también una
fuente muy provechosa para la meditación y la oración.
En las Confesiones, San Agustín rezaba: “Nos has hecho para Ti, oh Dios,
y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”. La persona
soltera que no tiene una vida espiritual vibrante y resuelta, con deseo de
perseverar a pesar de las dificultades y de la aridez, experimentará una
terrible inquietud de corazón. El hombre que tiene una familia puede
consolarse sabiendo que sirve a Dios al atender a su esposa y a sus hijos.
Incluso si en secreto él fuese infiel y lujurioso a pesar de su buena
intención y amor por su esposa, se consolará al pensar que “ha llevado el
pan a la mesa”. En cambio, el soltero, incluso un clérigo religioso, que
sufre la soledad incomprendido y con fallas morales, deberá enfrentar
todo solo. Los amigos son importantes, pero no siempre están al alcance,
especialmente en medio de la noche.
El reino de Dios
“En tierra extranjera”
* * *
Las imaginaciones
Tentación
La tentación de la tentación
La ansiedad
La ansiedad no nace por ser creyente o por tratar de ser discípulo, pero
se entromete en la tentación del creyente de resistir la voluntad divina.
Las sugerencias siguientes tratan de ayudar a quien está en estado de
ansiosa tentación. Estos consejos proceden de algunas personas que he
conocido a lo largo de los años, las que se han convertido en expertos en
vencer tentaciones:
Las caídas
Contrición y culpa
Sueños
Entender y usar los sueños puede ser muy importante para llevar una
vida casta. Los sueños son experiencias que permiten al inconsciente
salir a la superficie de la mente; permiten también ciertas expresiones
involuntarias de naturaleza sexual durante el descanso. Es probable que
el primer encuentro que la mayoría de las personas tenga con la
sexualidad ocurra en algún sueño anterior a la pubertad. Para quien ha
decidido a temprana edad llevar una vida casta, los sueños presentan
una oportunidad importante para madurar psicológicamente. Esto nace
del hecho de que la experiencia del sueño puede conducir
simbólicamente a la mente de la persona y a niveles de desarrollo de la
memoria, que de otro modo habrían permanecido desconocidos. Tal vez
no haya otro grupo de gente para quien los sueños sean más importantes
que los célibes en vías de maduración.
34
Meister Eckhart, trans. Edmund Colledge. O.S.A. and Bernard McGinn. New
York: Paulist Press, 1982 (Classics of Western Spirituality), pp. 262-63.
90 El coraje de ser castos
35
L. J. West, “A General Theory of Hallucinations and Dreams”, in
Hallucinations, ed. L. J. West. New York: Grume & Stratton, 1962. Para una
discusión más popular sobre sueños y su relación con la vida espiritual, cf. Morton
Kelsey, God, Dreams and Revelation. Minneapolis: Augsburg Publishing House,
1974 (orginalmente publicado como Dreams the Dark Speech of the Spirit. Garden
City: Doubleday, 1968), capítulo 9.
Benedict Groeschel 91
simbolismo sexual pero puede enfrentar muy bien la idea de que lo que
en realidad desea es ser amado. La presencia de fuertes deseos sexuales
en los sueños indica también que tal vez se esté haciendo mucha
represión. Si bien el análisis de los sueños es un estudio complejo y exige
un gran entrenamiento, la persona prudente puede arrojar mucha luz
sobre el subconsciente. Pero para lograr esto es esencial trascender el
simbolismo del sueño que es dado usualmente por el recuerdo de la
fantasías conscientes que tienen lugar mientras estamos despiertos.
Enfrentando el éxito
Asimismo los triunfos pueden volver a una persona menos cauta. Esto de
dos modos. Si alguien está inclinado al puritanismo, el triunfo puede
empujar a ideas puritanas más rígidas ya que éstas parecen funcionar
tan bien. Si la persona se ha descuidado en adquirir un sano estilo de
vida, en adelante podría descuidarse más todavía. Por otro lado, si uno
ha sido más bien laxo en las expresiones de afecto formando amistades
peligrosas, tal vez continúe en el mismo camino hasta que termine por
caer gravemente. El éxito, con facilidad, puede convertirse en un peligro.
A pesar de esta prudente advertencia, tan obvia como sutil, nos hemos
propuesto como objeto de este libro el llevar una vida casta de modo
exitoso. Con ayuda de la gracia y una buena voluntad, este objetivo se
alcanza tarde o temprano. Invariablemente la victoria trae consigo un
profundo sentido de humildad y la conciencia de que llevamos nuestro
tesoro en vasijas de barro. La conquista de la castidad (conseguirla o
mantenerla) sin recurrir a la represión casi siempre se acompaña de una
creciente compresión y compasión hacia quienes han tenido grandes
dificultades con su vida sexual.
Benedict Groeschel 93
36
San Agustín, Confesiones, IX, I.
7
Castidad y espiritualidad
Servicio
Padre indicó que el celibato vuelve a los sacerdotes más aptos para el
servicio del prójimo. Si aplicamos sus palabras a cualquier cristiano célibe
y añadimos la obligación que tiene todo seguidor de Cristo de servir con
generosidad y de estar abierto a toda ocasión de practicar la caridad y el
amor, entonces veremos cómo el celibato puede ser parte de la vocación
de cualquier cristiano soltero.
La vida de oración
Hace algunos años me llamó una mujer para pedirme una audiencia. Le
expliqué que solo atiendo a sacerdotes, ya que, debido al poco tiempo
del que dispongo debo limitarse a esta responsabilidad; sin embargo ella
insistió. Se trataba de una inteligente profesional, y me pedía que le
enseñara a rezar. Cuando le repetí mi política sobre atender solamente a
clérigos, me dijo: “Yo sabía que usetd no me iba a ayudar, pues ya había
oído que es anti gay”. Le repliqué que, si pensaba que yo estaba en
contra de la gente “gay”, había escuchado mal, pero que si se refería a
que yo me oponía a la conducta genital homosexual estaba en lo cierto.
37
Dr. Morton Kelsey & John Sansford han hecho algunas investigaciones
interesantes sobre el reino de Dios interior y su uso en los Padres de la Iglesia,
basados en Lc. XVII, 21. Cf. Morton Kelsey, Companions on the inner way. New
York: Crossroad, 1983, p. 98.
38 Listening at praying
Benedict Groeschel 97
Paz interior
39
Cf. San Agustín. Confesiones, IX, I.
98 El coraje de ser castos
La paz interior que da una a una persona bien equilibrada la vida casta es
resultado de una integración genuina y creciente. Se unifican las
creencias personales, la apreciación intelectual de las exigencias morales
de la fe, las experiencias religiosas profundamente arraigadas, el deseo
de la experiencia mística de la gracia y de los dones del Espíritu Santo y
la energía vital de todo nuestro ser personal.
40
The Dynamics of World History, Ed., J.J. Mulloy, New York, Sheed and
Ward, 1956, cf. pp. 167-188.
41
Cuando se observa su disciplina, el matrimonio produce una paz similar. Es
una integración sexual de acuerdo común con otra persona. Siguiendo la
enseñanza católica sostengo que no hay otro estilo de vida que el matrimonio en
el cual las relaciones genitales sean moralmente aceptables. Consecuentemente,
no es posible una integración real moral. ¿Qué decir de aquellos que reclaman que
han encontrado alguna “paz” en relaciones sexuales fuera del matrimonio? Hay
que distinguir la paz interior de la homeostasis que es un equilibrio psicológico que
se produce entre el impulso y la satisfacción. Tanto los seres humanos como los
animales experimentan la homeostasis. Es posible que en algún momento una
Benedict Groeschel 99
Es mejor realizar esta meditación junto a alguna persona que nos ayude
en el examen del pasado. La curación de la memoria va más allá de los
propios pecados o faltas; incluye el recuerdo de los errores cometidos
contra uno mismo y el resentimiento que tales que tales faltas han
engendrado.
El amor al prójimo
Amor es una palabra ambigua que usada para describir muchas cosas: la
dependencia del niño respecto de sus padres, el enamoramiento sexual
de un joven, la necesidad de un padre de tener un hijo y no permitirle
crecer, la fuerza que lleva a alguien a sacrificarse por su familia y los
amigos, o el éxtasis de un amor místico por Dios. En nuestros días el
amor al que se refiere el mundo esta asociado casi exclusivamente con la
sexualidad, la que, a su vez, viene identificada con una especie de
diversión; no se espera que el amor forme parte de la vida de un célibe.
Puede parecer sorprendente que San Agustín, cuya gran lucha con las
tentaciones sexuales ha sido descrita en los capítulos anteriores, haya
desarrollado una consumada teología de la amistad y del amor. La
amistad con el prójimo y con Dios, para él, era prácticamente la misma
cosa. En las Confesiones, fue capaz de describir con belleza sus cálidas
amistades posteriores a su conversión, cuando ya no consideraba más la
castidad como opuesta al amor.
Una vida casta debería gradualmente abrir a una persona a una mayor
comprensión y aceptación de los demás, especialmente de aquellos que
tienen conflictos o están turbados por su propia sexualidad. Una persona
madura casta no se siente amenazada por los problemas sexuales de los
demás; puede ser objetiva sin escandalizarse.
Una persona casta que está en paz debería amar, compartir y darse. Ya
hemos visto la importancia de la generosidad en la vida del laico soltero o
43
T. J. Van Bavel, O.S.A., Christians in the World. New York: Catholic Book
Publishing Co., 1980. Cf. p. 31. Puede leerse con provecho todo el capitulo sobre
la amistad.
Benedict Groeschel 101
religioso. Las amistades amorosas con los pares, con los más jóvenes y
con los mayores, no son un trabajo para el célibe; surgen y crecen
espontáneamente. Quizá el don más grande de una vida casta que se
basa en el amor es el perdón hacia los que tienen celos de la libertad y
espontaneidad que la castidad concede. Personas que han fracasado en
decidirse por la castidad, ya sea matrimonial o en la vida soltera,
instintivamente sentirán celos de la libertad y de la paz del casto. A
menudo estas personas pierden mucho tiempo picoteando a la persona
casta esperando descubrir alguna grieta en su armadura. Pero tarde o
temprano la persona casta alcanzará la confianza para superar estos
conflictos.
El amor a Dios