Apunte Derecho Procesal Constitucional
Apunte Derecho Procesal Constitucional
Apunte Derecho Procesal Constitucional
Debemos entender al Derecho Procesal Constitucional, como aquella rama del derecho
público que establece las normas procesales orgánicas y funcionales
necesarias para dar eficacia real a la normativa constitucional, cuando surja
un conflicto entre un acto de la autoridad o de un particular y sus
disposiciones.
Al respecto, el Profesor Néstor Pedro Sagüés, uno de los grandes precursores de esta
disciplina, en su obra Derecho Procesal Constitucional, nos indica que esta rama del
derecho «es principalmente, el derecho de la jurisdicción constitucional, y tiene dos áreas
claves: la magistratura constitucional y los procesos constitucionales». Y nos recuerda
una expresión de Calamandrei en el sentido de que todas las declaraciones
constitucionales son fútiles, si no existen remedios jurídicos procesales que aseguren su
funcionamiento real.
En síntesis, esta rama del derecho está destinada a proporcionar al país normas eficaces
para la protección jurisdiccional de su Constitución.
El que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra privación, perturbación
o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidos en el artículo
19, números 1º, 2º, 3º inciso cuarto, 4º, 5º, 6º, 9º inciso final, 11º , 12º , 13º,
15º, 16º en lo relativo a la libertad de trabajo y al derecho a su libre elección
y libre contratación, y a lo establecido en el inciso cuarto, 19º, 21º, 22º, 23º,
24 °, y 25º podrá recurrir por sí o por cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones
respectiva, la que adoptará de inmediato las providencias que juzgue necesarias para
restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del afectado, sin
perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales
correspondientes.
Las dos grandes fuentes jurídicas que reconoce esta acción jurisdiccional son,
en primer término, el art. 20 de la CPR y el "Auto Acordado de 1992 sobre
tramitación del recurso de protección de garantías constitucionales", dictado
por la Corte Suprema el 24 de junio de 1992 y que fue modificado el 8 de
junio del 2007, el 17 de julio de 2015 y modificado nuevamente el 27 de septiembre de
2018.
Legitimación activa: El recurso de protección, según lo dispone el art. 20, puede ser
ejercido por el propio afectado o por cualquiera a su nombre.
Cuando el afectado ejerce el recurso por sí, se habla de una "legitimación ordinaria",
ya que quien lo ejerce es, a su vez, el afectado por la acción u omisión a la que se intenta
hacer frente; en cambio, cuando el recurso de protección es ejercido por cualquier
otra persona distinta al afectado, pero a nombre de este, estamos frente a una
"legitimación extraordinaria": quien ejerce la acción es alguien distinto del afectado
por la acción u omisión.
Con respecto a quiénes son titulares de esta acción, no existe discusión acerca de
que quedan amparadas por la protección del recurso tanto las personas
naturales como las personas jurídicas. Es más, en muchos casos el recurso puede
ser interpuesto por un grupo o comunidad de personas, aun cuando no estén
constituidos a través de una entidad con personalidad jurídica propia.
En la práctica se han dado todas estas posibilidades; sin embargo, la única gran
limitación estaría representada por el hecho de que "nadie puede reclamar un derecho
genéricamente, por simple amor al mismo, sino que tiene que sufrir menoscabo o una
amenaza alguna persona determinada"6 Con base en estas ideas, se han
rechazado las protecciones impetradas en favor de grupos indeterminados de
personas, argumentando para ello que "el recurrente debe expresar en forma precisa en
nombre de quién recurre, toda vez que es indispensable para que prospere la acción
determinar quiénes son objeto del acto arbitrario o ilegal del recurrido", y descartándose,
atendido los términos del art. 20 CPR, "toda posibilidad de accionar en nombre de la
sociedad toda o de los miles de personas supuestamente afectadas, pues ni las una ni
los otros –tomados como un todo— son titulares de la acción".
Legitimación pasiva
La legitimación pasiva del recurso de protección recae sobre el autor del acto u
omisión ilegal o arbitraria que ha vulnerado una garantía constitucional. Al
respecto, el auto acordado de 1992 contempla el deber del tribunal llamado a conocer
de la protección, de requerir informe de la persona o personas, funcionarios o
autoridad que, según el recurrente o en concepto de la Corte, fueren los causantes
del acto o de la omisión denunciada.
Es por ello que los tribunales han demandado en la mayoría de los casos la
determinación del agresor. Empero, en casos excepcionales se ha declarado que
no resulta improcedente el recurso de protección por no indicarse precisamente la
persona o autoridad contra la que se recurre. Se ha dicho al respecto que autorizada
constitucionalmente la Corte para adoptar las medidas que juzgue necesarias para
restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del
afectado, no se divisa cómo la falta de determinación del agresor pudiere
impedir la adopción de tales medidas. Ese ha sido el criterio a utilizar, por ejemplo, en
materia de secuestro. En la doctrina, esta peculiar característica del recurso de
protección ha sido denominada como la "unilateralidad".
PRESUPUESTOS PARA LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE PROTECCIÓN:
Derechos amparados
Conforme a la norma del art. 20, quedan amparados por el recurso de protección los
derechos comprendidos en el art. 19:
PROCEDIMIENTO
Tribunal competente
Plazo
En sus inicios, el N.º 1 del auto acordado disponía un plazo de 15 días para interponer
el recurso ante la Corte de Apelaciones en cuya jurisdicción se hubiere cometido el acto
o incurrido en la omisión arbitraria o ilegal que ocasiona el agravio, contados desde la
ejecución del acto o la ocurrencia de la omisión o, según la naturaleza de
estos, desde que se hayan tenido noticias o conocimiento de los mismos.
Actualmente, en virtud de la última modificación efectuada a tal norma, el plazo fue
aumentado a 30 días.
Tramitación
Apelación
Sentencia de Protección
La sentencia que acoge el recurso de protección tiene por objeto disponer las
medidas que el tribunal estime pertinentes para restablecer el imperio del
Derecho y garantizar la debida protección del afectado.
Sin embargo, hoy en día se ha comenzado a pensar que la sentencia alcanza cosa
juzgada formal sin importar su contenido, es decir, indistintamente de si es
favorable o no para el afectado. Esta idea descansa básicamente en el carácter
cautelar que posee el recurso de protección y en la existencia de un concurso de
acciones en la expresión "sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer
ante la autoridad o los tribunales correspondientes" que utiliza el art. 20. En
efecto, si el recurso de protección deja a salvo otras acciones, entonces ello explica,
por ejemplo, que el perdedor en un recurso de protección relativo al derecho de dominio
pueda revertir esta sentencia mediante el ejercicio de una acción reivindicatoria que le
reconozca su derecho en un proceso ulterior.
1.- Concepto: Es una acción constitucional que la CPR establece con el objeto de
declarar la inaplicabilidad de un precepto legal cuya aplicación en cualquier
gestión que se siga ante un tribunal ordinario o especial, resulte contraria a
la Constitución.
3.- Legitimación Procesal Activa: A partir del inciso undécimo del artículo 93 de
la Constitución, que establece, en lo pertinente, que "la cuestión podrá ser
promovida por cualquiera de las partes o por el juez que conoce del asunto",
el artículo 79 de la ley número 17.997 prescribe que "es órgano legitimado el
juez que conoce de una gestión pendiente en que debe abrigarse el precepto legal
impugnado, y son personas legitimadas las partes en dicha gestión". Por tanto, de
acuerdo con la Constitución, la ley distingue entre órganos y personas
legitimadas, esto es, entre juez y partes, respectivamente.
En primer lugar, las personas legitimadas son las partes en la gestión aludida. El
concepto procesal de partes es amplio. Comprende "a la pluralidad de partes activas y
pasivas, y el litisconsorcio en sede civil, terceros coadyuvantes, excluyentes o
independientes (partes tardías). En el Código Procesal Penal se utilizan los términos
"sujetos procesales" e "intervinientes", los cuales deben ser asimilados al término
"partes" y, en el mismo sentido, el nuevo Proceso Penal, el profesor Colombo plantea la
dificultad de emplear el término "partes" por la eventual amplitud que posee a partir de
la matriz imputado- Estado- víctima". También incluye a las partes de una gestión
no contenciosa, esto es, a la que se denomina interesado, que es "quien
promueve el asunto y a quien afectan los resultados de la declaración que se pretende.
El inciso segundo del artículo 79 de la ley número 17 1997 dispone al efecto: "Si
la cuestión es promovida por una parte ejerciendo la acción de inaplicabilidad, se
deberá acompañar un certificado expedido por el tribunal que conoce la
gestión judicial, en que conste la existencia de esta, el estado en que se encuentra,
la calidad de parte del requirente y el nombre y domicilio de las partes y de
sus apoderados".
Cabe hacer presente que los tribunales colegiados sigue siendo el juez el órgano
legitimado para promover la acción de inaplicabilidad, por una razón de texto que remite
el inciso undécimo del artículo 93 de la Constitución- reiterada por el artículo 79 de la
ley número 17.997-; Pero además, en atención al objetivo de la acción de inaplicabilidad-
el resguardo de la supremacía constitucional-, puede promover la acción "en especial el
juez o magistrado disidente o proveniente".
Entre dichas normas Cabe destacar que el procedimiento será escrito y los
requerimientos que se presenten y las actuaciones que se realicen serán en
papel simple. Que el tribunal podrá disponer la acumulación de aquellos
asuntos o causas con otros conexos que justifiquen la unidad de tramitación
y decisión, según dispone los artículos 33 y 34 de la ley 17.997. También debe
tenerse presente que los plazos son de días corridos, según dispone el artículo 45 de
la ley número 17.997.
En los términos previstos en el artículo 47, de la Ley número 17,997, agregado por la
Ley número 20.381, "el procedimiento se entenderá abandonado cuando todas
las partes del proceso hayan cesado su prosecución durante tres meses,
contados desde la fecha de la última resolución recaída en alguna gestión Útil
para darle curso progresivo.
El abandono no podrá hacerse valer por la parte que haya promovido la cuestión de
inconstitucionalidad. Si renovado el procedimiento, las demás partes realizan cualquier
gestión que no tenga por objeto alegar su abandono, se considerará que renuncian a
este derecho.
Una vez alegado al abandono, el Tribunal dará traslado a las demás partes y lo
comunicará los órganos constitucionales interesados, confiriéndoles un plazo de cinco
días para formular las observaciones que estimen pertinentes.
El abandono del procedimiento declarado por el Tribunal producirá los efectos previstos
en el Título XVI del Libro Primero del Código de Procedimiento Civi".l
A través de la reforma constitucional del año 2005, se instauró en chile una acción
de inconstitucionalidad, como un tipo de control abstracto y de efectos
generales. Se trató además de un control reparador, que hubiera a posteriori, y
con efectos temporales pro futuro o ex nunc.
En efecto la cpr de 80, modificada por la ley 20050 de 2005, dispone actualmente ente
las atribuciones del tribunal constitucional en su artículo 93 n7: “resolver por
la mayoría de los 4/5 de sus integrantes en ejercicio, la inconstitucionalidad
de un precepto legal declarado inaplicable en conformidad a lo dispuesto en
el numeral anterior”. (Inaplicabilidad por inconstitucionalidad)
Por otra parte, cabe tener presente lo dispuesto en el inciso 3 art 94 cpr: “no
obstante, el precepto declarado inconstitucional conforme a lo dispuesto en numerales
2,4 o 7 del art 93, se entenderá derogado desde la publicación en el diario oficial
de la sentencia que acoja el reclamo, la que no producirá efecto retroactivo
N2 auto acordado
N4 dfl
N7 leyes