SIDDHARTA

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Siddhartha (Hermann Hesse)

Siddhartha es la historia del hijo de un Brahmán que emprende su propio camino en la búsqueda del Atman. Entre los
Samanas aprende que el conocimiento se puede trasmitir, la sabiduría no, se reconoce hombre entre los hombres, pasa
de ser ermitaño a un rico comerciante, descubre los placeres de la carne, las pasiones de los hombres-niños y el juego,
hasta llenarse del Sansara para nuevamente buscar el conocimiento en la soledad escuchando al río y al botero que le
enseña que todo regresa. También es la historia de Govinda y su propio camino al mismo fin, el conocimiento. «Todo fluye
y regresa, incluido tú» le dijo un día el botero a Siddhartha y él comprobaría esta enseñanza al separarse y encontrar en
cada etapa a su amigo Govinda.

Primera parte

El hijo del Brahman

Es la introducción al libro, en donde el autor nos presenta a Siddhartha el personaje principal y a su amigo Govinda.
Después de adquirir los conocimientos del padre y darse cuenta que a pesar de las meditaciones, las ofrendas y la
concentración su espíritu no está satisfecho, se entera que unos humildes Samanas están en el lugar, le informa a su amigo
la decisión de partir con ellos, en un principio se enfrenta a la negativa del padre, quien finalmente cede ante la firme
decisión del hijo, es aquí donde Siddhartha empezará la búsqueda de su propio camino; Govinda decide acompañarle.

Los Samanas

Por la tarde del mismo día alcanzaron a los ascetas Samanas, ofrecieron unirse a ellos, después de ser aceptados ayunaron,
primero por quince días, después por 28, instruidos por el más viejo de los Samanas aprendieron con la meditación a ser
pacientes, a alejarse del dolor, olvidarse de sí y ser uno con la naturaleza; sin embargo, Siddhartha se encontraba
insatisfecho. Después de tres años de aprendizaje llega a ellos el rumor de Gotama, el Sublime, el Buda, quien había
logrado detener el ciclo de las reencarnaciones, esta vez fue Govinda quien comentó los deseos de conocer al sublime,
Siddhartha había dejado de creer en los conocimientos transmitidos por los maestros, hablaron con los Samanas y
partieron a conocer a Gotama.

Gotama

Con los relatos contados los dos jóvenes llegaron hasta el jardín de Anathapindika, donde el Sublime predicaba su doctrina
para liberar al hombre del sufrimiento, después de escucharla Govinda decide unirse al grupo de discípulos, al día siguiente
Siddhartha pide un minuto a Gotama, señala que su doctrina ha logrado encontrar el sentido del universo, la relación de
cada una de las cosas, más allá de los dioses, que sin embargo tiene un punto de quiebra, Gotama acepta que existe tal,
reconoce la inteligencia de Gotama y sin embargo le advierte no exagerar en la búsqueda de su camino, en el cual las
palabras no son sino eso, más no el fin. Siddhartha se despide de Govinda reconociendo que este ha encontrado su propio
sendero.

Despertar

Siddhartha abandona el bosque, al hacerlo se da cuenta que algo ha muerto para él, su pasado ha quedado atrás.
Reflexiona sobre sus sentimientos, se da cuenta que buscaba en los maestros algo que no podían darle, su Yo y sin
embargo no aceptaba ningún texto, ni enseñanza de antemano pensándola falsa o dudosa, ahora a comprendido que a
un texto cuyo sentido busca penetrarse no se le desdeña, se le ama. Siddhartha comprende que ahora es un hombre, se
da cuenta que no tiene casa, amigos, de lo que hasta ahora no se había percatado, sabe que es el estremecimiento del
despertar, conoce su Yo, con este cocimiento se levanta, camina sin saber a dónde, sólo sabe que no se será a su casa, la
casa de su padre.
Segunda parte

Kamala

A cada paso Siddhartha aprendía algo nuevo, contemplaba el mundo con el ingenuo pensamiento de quien no busca otra
cosa sino gozarlo, todo estaba ahí antes pero ahora todo le parecía bello, llegó a la orilla de un río pasó la noche con un
botero quien le recordó a Gotama, pensó en él, en como un día escucho su voz interior y no necesitó de ayunos ni
ensoñación, sólo someterse a su Yo que es también el Atman en todas partes. Al día siguiente le pidió al botero lo llevase
a la otra orilla del río, no tenía que pagarle, el botero le dice que el río le ha enseñado que todo regresa, incluido él.

Al mediodía llego a una aldea, en ella conoce a una hermosa cortesana, Siddhartha se arregla los cabellos, le pide ser
instruido por ella en el arte en que ella es maestra, Kamala le dice que para ser amigo de ella se requieren, vestidos,
riqueza y regalos para ella, Siddhartha sabe que ha aprendido tareas más difíciles. Kamala le viste con ropas nuevas y le
presenta al mercader más rico Kamaswami; le aconseja como debe de comportarse con éste y utilizar los conocimientos
que posee.

Entre los hombres

Kamaswami le encargo los contratos más importantes, su correspondencia y consultaba con él los negocios importantes,
le incluyo en las pérdidas y en las ganancias. Siddhartha tomaba esto como un juego que le proporcionaba dinero para
Kamala, se reía de la gente que acudía a él para robarle, siempre escuchaba a las personas, veía a la gente como niños
entregados a sus pasiones, siempre sintiéndose superior a ellos.

Sansara

Durante largo tiempo vivió entre la riqueza, saboreo el poder, como Kamala lo adivinara, él permanecía Samana en su
corazón, la gente acudía a él pero sólo Kamala era admitida en su intimidad. Las enseñanzas de los maestros eran un vago
recuerdo, pronto su corazón se invadió de envidia a aquellos que se entregaban a sus pasiones, asimilo la puerilidad de
los hombres, la importancia que le atribuían a la existencia, la pasión en sus placeres. El placer, la codicia, la indolencia, el
amor a la riqueza, llegó a adquirir reputación de jugador temible.

Una noche se dio cuenta que se había entregado a un juego infantil llamado Sansara, queriendo ser un hombre entre los
hombres, medito todo el día, rompió los lazos que lo unían a lo material y en menos de una hora emprendió el camino.

A orillas del río

Caminó hasta el río donde años atrás un botero lo transportara, llegó al deseo de asco y muerte, hasta caer rendido junto
al río, al despertar reconoció a Govinda cuidando su sueño, platicaron, después él se despidió como se despide de alguien
de alcurnia. Se sabía peregrino, ahora el hambre le aquejaba, sin embargo, decidió quedarse junto al río.

Tercera parte

El botero

Encontró al botero que algún día lo llevara del otro lado del río, platico con el largo tiempo, Vaseduva, el botero, se dio
cuenta que el río le había hablado y aceptó la compañía de Siddhartha para aprender del río. En ese tiempo aprendió del
río y de Vaseduva y la gente se sorprendía de los boteros y llegaban de varios lugares a conocer a los dos sabios. Ninguno
de los dos llevaba cuenta del tiempo, los discípulos de Gotama llegaron al río para ser transportados por que su fin estaba
próximo. Kamala también quiso ir hacia el Buda, en el camino fue mordida por una serpiente, su hijo Siddhartha y ella
corrieron hacia el embarcadero de los dos boteros; Siddhartha reconoció a Kamala y comprendió que este niño era su
hijo. A la muerte de Kamala Vaseduva también acepto al hijo de Siddhartha.

El hijo

El niño de once años era consentido, Siddhartha esperaba que con el tiempo le comprendiera, pero no sucedió, tampoco
se acostumbró a la vida de los boteros, ni a su dieta de arroz y plátano, el río y Vaseduva sabían que las locuras cometidas
por el padre no ahorrarían las del hijo, Siddhartha sabía que el sentimiento por su hijo, esa pasión era el Sansara.
Representaba una locura aún por sobrellevar, sin embargo, su hijo no tenía el mismo sentimiento y un día partió con la
balsa y fueron vanos los esfuerzos del padre por encontrarlo.

Om

Siddhartha transportaba a los hombres con sus hijos, miraba a estos sin la presunción de antes, más bien como algo digno
de ser admirado, sin embargo en su corazón sentía el desgarro de haber perdido a su hijo, una tarde platicando con
Vaseduva decidieron escuchar al río, Siddhartha le escucho como algo nuevo, como algo que nunca había escuchado, vio
en él reflejado su rostro, como el de su padre cuando el partió con los Samanas, poco a poco el su padre y su hijo eran
uno, que fluían con el río, igual que Kamala, todo fluía en armonía, Siddhartha encontró la sabiduría verdadera que tanto
buscara en otro tiempo, Vaseduva pidió retirarse porque era su hora, radiante partió al bosque.

Govidna

Govinda llegó hasta los jardines que un tiempo pertenecieran a Kamala, ahí escucho de un botero sabio y decidió seguir
el sendero hasta él, Siddhartha le reconoció, platicaron sobre el conocimiento que puede ser transmitido, no así la
sabiduría, sobre la inexistencia de las verdades únicas, sobre el tiempo continuo y la perfección en cada instante, sobre la
inexistencia del pecado para el espíritu. Sobre amar a las cosas, no así a las palabras con las que se comunican las cosas,
las doctrinas. Al despedirse Govinda pidió una palabra, algo que pudiera llevar consigo, Siddhartha pidió se acercara,
Govinda beso la frente del anciano, vio los rostros de la gente, de un pez, un asesinato, cabezas de animales cocodrilos,
muchas imágenes, todas fluyendo, ninguna moría sino se transformaba, renaciendo siempre con nueva apariencia, fuera
del tiempo sin saber si su visión duro un segundo a un siglo, Siddhartha sólo sonreía con una paz que le hacia idéntico al
Ser perfecto.

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