Clase 1 - Teorias Del Aprendizaje Material de Lectura 1 1
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MATERIAL DE LECTURA
En este apartado se presentan, en forma panorámica y general, algunos planteamientos
teóricos en torno al aprendizaje. También, se abordarán aspectos muy relacionados con
la didáctica a los cuales los autores y estudiosos de la materia hacen referencias y que
encontraremos en el material de estudio.
El aprendizaje es un proceso continuo y natural al que el ser humano está expuesto todos
los días de su vida. Este concepto se define por la adquisición duradera de conocimientos,
conductas, destrezas o habilidades a través de la práctica, el estudio o la experiencia. El
campo de la educación ha sido objeto de estudio para muchos teóricos al pasar de los
años. Cómo consecuencia, desde inicios del siglo XX muchas teorías educativas han
surgido de estos estudios. Estas teorías abordan temas relacionados a la definición del
aprendizaje, los tipos existentes, factores que influyen al momento de aprender y hasta
los estilos de aprendizaje. Es por lo que, antes de comenzar a describir las diferentes
teorías de aprendizaje que existen.
“El concepto de zona de desarrollo potencial remite a la distancia conocida entre lo que
el sujeto puede hacer solo y lo que puede lograr mediante la guía, o la cooperación del
otro, en la solución de cierto problema, o ejecución de una tarea” (Labarrere, A., 1996,
Pág. 34). En otras palabras, este concepto expresa la dificultad relativa que una tarea o
problema plantea al sujeto cuando se debe realizar con o sin la cooperación de otros, el
concepto de ZDP apunta hacia el carácter social, interactivo y eminentemente cultural de
los procesos de apropiación humana.
El concepto nos dice que los demás no solo son importantes para nuestro desarrollo sino
imprescindible. No es que con los compañeros se aprenda es que sin ellos no se puede
aprender. El papel del otro en el aprendizaje y el desarrollo se redefine con la introducción
de este modelo.
Una limitación actual de los pedagogos que nos acercamos a este importante concepto es
el de hacer lecturas demasiado lineales. Conocemos mucho su definición, pero ello no
garantiza que podamos hacer un uso eficiente de él en el salón de clases. Algunos
autores hacen dos lecturas del concepto, Labarrere (1994), por ejemplo, plantea que
debe considerársele como una propiedad del sujeto que aprende. En este sentido se
debe atender la caracterización individual de los estudiantes en clases, lo que se
manifestará en el trabajo con y por la diversidad de nuestras aulas. Todos somos distintos
incluso, en lo que más nos parecemos. Atender nuestras diferencias exige a las y los
docentes maneras muy flexibles de dirigir el trabajo para lograr los objetivos.
La zona potencial de desarrollo se manifiesta desde lo que el sujeto puede hacer y lo
que podría expresando de manera muy singular su individualidad.
Dada la naturaleza tan dinámica de la zona nos sentimos impulsados a buscar lecturas,
desde la clase misma, que permitan seguir aproximadamente su desarrollo. A los
docentes se nos ha olvidado que debemos sistematizar nuestras observaciones, que la
buena memoria no es suficiente para dar seguimiento al aprendizaje de 15 alumnos.
Creemos que una manera de dibujar la zona está en las interrogantes. La pregunta que
hace el maestro permite problematizar la enseñanza y consecuentemente explora los
límites del conocimiento de los alumnos. La pregunta que hace el alumno define sus áreas
de posibilidades reales y potenciales y manifiesta su interés por saber. La pregunta
constituye una manera de explorar la necesidad en unidad con el conocimiento. Quien
no pregunta no necesita y probablemente tampoco sabe.
Honey y Mumford (1986) han partido del análisis de la teoría de Kolb, para llegar a una aplicación
de los estilos de aprendizaje. Les preocupa averiguar por qué en una situación, en la que dos
personas comparten texto y contexto, una aprende y otra no. Una explicación está en que los
estilos de aprendizaje de cada persona originan diferentes respuestas y diferentes
comportamientos ante el aprendizaje. Según Honey, lo ideal sería que todo el mundo fuera capaz
de experimentar, reflexionar, elaborar hipótesis y aplicar. Pero lo cierto es que las personas son
más capaces de una cosa que de otra.
Los estilos de aprendizaje, para Honey y Mumford son también cuatro, que a su vez son las
cuatro fases de un proceso cíclico de aprendizaje.
Activo: animador, improvisador, descubridor, arriesgad, espontáneo.
• Los estudiantes con predominancia en el estilo activo se implican plenamente en nuevas
experiencias, son de mente abierta, nada escépticos y acometen con entusiasmo las
tareas nuevas.
• Crecen ante los desafíos y se aburren con largos plazos.
• Son personas que gustan de trabajar en grupo y se involucran en las actividades
activamente.
Reflexivo: Receptivo, concienzudo, analítico, exhaustivo
▪ Este tipo de estudiantes aprende mejor cuando la información se les presenta como un
sistema, modelo, teoría o concepto.
▪ Les gusta analizar y sintetizar; si la información es lógica y es buena.
▪ Enfocan los problemas de forma escalonada, por etapas lógicas.
▪ Les gusta analizar y sintetizar.
▪ Son profundos en su forma de pensamiento.
▪ Buscan la racionalidad y la objetividad huyendo de lo subjetivo y de lo ambiguo.
Pragmático: experimentador, práctico, directo, eficaz, realista
Es su propuesta como una nueva teoría de aprendizaje para la era digital, que puede
ser una alternativa a las teorías conductista, cognitivista y constructivista para explicar
el conocimiento y el proceso del aprendizaje. Integra el uso de las redes de Internet
para su manipulación y aprovechamiento. Nos acerca a la realidad de las necesidades
actuales de los estudiantes con su relación tan estrecha con las redes tecnológicas,
las que hoy son su fuente de comunicación y acercamiento a la información. El
conectivismo es la aplicación de los principios de la red para definir el conocimiento y
el proceso de aprendizaje. El aprendizaje se asimila como conocimiento cuando
define un tema en particular de relaciones, y como la creación de nuevas conexiones
y patrones, así como la habilidad para manipular los patrones/redes existentes.
También se describen algunas formas del conocimiento. Y en el apartado
denominado “conociendo las redes” se mencionan cuatro elementos necesarios para
conformar un conocimiento conectivo: autonomía, diversidad, apertura e
interactividad/conectividad.
• Autonomía. Cada individuo conectado debe tomar decisiones propias en
todo cuanto le compete a su participación en la red, incluyendo las
plataformas y herramientas que utilizará para participar.