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La difusión de las ideas ilustradas y la puesta en práctica de las mismas con la Guerra de Independencia americana
(1776-1783) y el estallido de la Revolución francesa (1789), supondrán el inicio de la crisis de dicho sistema, que en
el caso de España, coincidirá con EL REINADO DE CARLOS IV (1788-1808) y la crisis de 1808, lo que derivará en
la Guerra de Independencia frente a la invasión francesa (1808-1814) y en el triunfo de liberalismo revolucionario
plasmado en la redacción de la Constitución de 1812.
1. ANTECEDENTES DE LA CRISIS DE 1808
Habrían de incubarse a distintos niveles durante los años previos, convirtiéndose en las características
esenciales de este periodo:
1º La fluctuante política exterior de España en sus las relaciones con Francia, que se divide en tres fases:
o Prevención y neutralidad (1789-1792): Cuando en 1788 Carlos IV accede al trono mantuvo la
tradicional política de su padre Carlos III, de alianza con Francia (Pactos de familia), pero esta
política se verá condicionada por el estallido de la Revolución francesa. Su primer ministro
Floridablanca, responderá con una actitud de vigilancia y neutralidad hacia Francia, de represión
contra la propaganda revolucionaria, y de establecimiento de alianzas defensivas con Gran Bretaña y
con Portugal ante una eventual propagación de la revolución.
o Guerra contra Francia (1792-1795): Coincidiendo con el nombramiento de Godoy como primer
ministro (favorito de la reina y, salvo una breve interrupción, verdadero gobernante del país hasta
1808), se radicalizarán las posturas frente a Francia: intentos frustrados para salvar la vida de Luis
XVI, y el conflicto abierto tras la ejecución del monarca francés, con la declaración de guerra por
parte de Francia (1793), que terminaría con la Paz de Basilea (1796), en la que España cedería la
actual Haití y, en clausula secreta, la concesión de privilegios comerciales; si bien Godoy obtenía el
título de Príncipe de la Paz.
o Alianza con la Francia revolucionaria (1796-1808) a través de los siguientes tratados:
1er Tratado de San Ildefonso (1796): alianza defensiva y ofensiva, poniendo a disposición
de los intereses franceses recursos económicos y su flota naval contra Gran Bretaña. Como
consecuencia, España sufrió el bloqueo marítimo inglés que perjudicó enormemente los
intereses españoles en América, la derrota naval frente al cabo de San Vicente (1797), y la
cesión a Francia de la Luisiana. Godoy fue destituido.
2º Tratado de San Ildefonso (1800): con Napoleón y Godoy, de nuevo, en la esfera
política, se firma un nuevo acuerdo en 1801 para presionar a Portugal a que abandonase su
alianza con Gran Bretaña, y así ocupar militarmente este país en caso de negarse a aceptar
las demandas de los dos países aliados (Guerra de las Naranjas). En 1804 Francia y
España volvieron a enfrentarse nuevamente a Gran Bretaña que derrotó a la armada
hispano-francesa en Trafalgar (1805).
Tratado de Fontainebleau (1807): en virtud del cual se permitía el paso a las tropas
francesas (28.000 hombres) por España para conquistar Portugal, país aliado de Gran
Bretaña, con quien Francia estaba una vez más en guerra. El objetivo inicial era concretar el
bloqueo continental y dividir el país luso en tres partes, una de las cuales se constituiría
como principado para el propio Godoy.
2º Agravamiento de los problemas económicos y descontento social.
Junto a los graves problemas políticos, la Hacienda real se resentía como consecuencia de
los elevados gastos militares y del colapso del mercado colonial. Godoy respondió
entonces, aumentando la presión fiscal sobre una población ya castigada por el alza de
los precios, la expansión del hambre y de las epidemias.
Además, las primeras medidas desamortizadoras sobre los bienes de la Iglesia y los
recortes en los derechos de la aristocracia, así como su incontrolada ambición
política, le originará la enemistad de los grupos privilegiados que se suman al descontento
social.
3º Creciente oposición interior: Motín de El Escorial
Como consecuencia de lo anterior, el descontento popular fue creciendo, apoyando las
aspiraciones de cambio político, y creando una oposición que se fue aglutinando en torno
a la figura del príncipe Fernando, heredero de la Corona: sus partidarios,
fundamentalmente aristócratas, miembros del clero, difundieron una imagen del príncipe
como único salvador de la grave situación. En este sentido, se producirá un primer motín:
- El Motín de El Escorial (1807), tras el cual se iniciará el correspondiente proceso contra
el príncipe de Asturias por el intento frustrado de golpe de Estado contra su padre, con
complicidad de Escoiquiz y los duques del Infantado, y San Carlos.
Siguiendo el hilo cronológico de los hechos, tras los primeros acontecimientos del 2 de mayo de 1808 en
los que tiene lugar la sublevación del pueblo de Madrid, las abdicaciones de Bayona , y que fue
duramente reprimida por las tropas francesas de Murat, la respuesta popular no calla y la sublevación se
extiende por distintos puntos de España. Para controlar la situación, en las zonas no ocupadas se crearán
Juntas Locales, que se integrarán en Juntas Provinciales que asumieron la autoridad en nombre de Fernando
VII. Con delegados de estas Juntas Provinciales quedó constituida en Aranjuez (septiembre de 1808), bajo
la presidencia de Floridablanca, la Junta Central Suprema que en 1810 traspasó sus poderes a un Consejo
de Regencia que, ante el avance francés, se estableció en Cádiz con el compromiso de convocar Cortes.
2. CONVOCATORIA DE CORTES
Por presión de los liberales se consiguió que la convocatoria de Cortes no se realizara por estamentos,
como ocurría en el A.R., sino como asamblea única y voto por cabeza, en representación de la nación y no
de Fernando VII, pese a que se le reconoce y jura fidelidad como rey.
o Se procedió a la elección de los diputados por sufragio universal masculino entre los varones
mayores de 25 años, pero sin embargo, llama la atención que no había ningún representante de las
clases populares, que los de los territorios americanos fueron designados entre los residentes en ese
momento en Cádiz (burgueses liberales), y que aquellas provincias que por motivos de la guerra no
pudieron enviar a sus representantes fueron suplidos por gaditanos. El resultado fue una
composición de mayoría liberal, en la que predominaban eclesiásticos (casi un tercio), abogados,
funcionarios, militares e intelectuales.
o Aunque los diputados no representaban a partidos políticos, por las posturas defendidas se podrían
encuadrar en tres grupos ideológicos:
Los liberales, que defendían la soberanía nacional, no compartida con el rey, la división de
poderes y la igualdad jurídica de los ciudadanos, desapareciendo los privilegios y el antiguo
régimen señorial
Los jovellanistas, grupo de centro, herederos de la Ilustración y partidarios de hacer
reformas desde arriba, por lo que defendían una soberanía compartida entre el rey y las
Cortes.
Los absolutistas, partidarios de la monarquía tradicional, que querían la soberanía exclusiva
del rey, del que emanarían todos los poderes, y en general el mantenimiento del Antiguo
Régimen.
o En su Decreto de constitución, estas Cortes establecieron siguientes principios que supusieron un
planteamiento de inspiración liberal radicalmente contrario a las concepciones del Antiguo Régimen,
sin dejar de proclamar por ello a Fernando VII como rey legítimo:
Declaran que en las Cortes residía la soberanía nacional.
Plantean la división de poderes del Estado.
Asignan a las Cortes el poder legislativo.
Fijan como uno de los objetivos principales la elaboración de una Constitución.
Las Cortes de Cádiz, al estar dominadas por el sector liberal, constituyen el primer episodio de la
revolución burguesa en la historia de España, ya que su objetivo final será crear las bases de un
nuevo modelo social sustentado sobre los tres pilares del liberalismo:
Libertad económica: lo que exige la abolición del régimen señorial feudal y la liberalización de la
propiedad y el trabajo.
Igualdad jurídica: que requiere la abolición de los privilegios estamentales y la consideración de
la igualdad entre los ciudadanos, que no súbditos.
HISTORIA DE ESPAÑA
TEMA 4 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)
Sistema político parlamentario y constitucional: que reclama la abolición del poder absoluto del
rey y la promulgación de una Constitución como norma fundamental del Estado.
A finales de 1813, la cercana derrota de Napoleón le obligaba a firmar el Tratado de Valençay por el que
se restituía a FERNANDO VII como rey de España. Durante sus años de cautiverio, en España se había
desarrollado la Guerra de Independencia, además de una revolución institucional que acababa con el A.R.,
dando paso al liberalismo mediante la obra legislativa de las Cortes de Cádiz y la promulgación de la
Constitución de 1812.
● El nuevo periodo político que ahora se iniciaba, y que duraría hasta la muerte del rey en 1833, se
caracterizará por la PUGNA ENTRE ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO a lo largo de tres fases:
1º SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820)
o A su retorno a España en marzo de 1814, Fernando VII desobedeció las instrucciones de las
Cortes de volver directamente a Madrid para jurar inmediatamente la Constitución y validar el nuevo
orden político. Se dirigió a Valencia, en cuyas cercanías el general Elío se pronunció ante el rey por
el restablecimiento del absolutismo, lo mismo que un grupo de diputados a Cortes que entregó al rey
un escrito conocido como el Manifiesto de los persas, en el que le pedían la vuelta del Antiguo
Régimen. Además, el rey contó con el apoyo del pueblo llano, que secundará las medidas
contrarrevolucionarias al grito de “Viva el rey”, “Muera la Constitución”.
o Con tales apoyos, Fernando VII firmaba el Decreto de 4 de mayo de 1814, a través del cual
anulaba la Constitución de 1812 y toda la obra legislativa de las Cortes de Cádiz: era la restauración
del absolutismo. Una vez en Madrid, el rey y sus colaboradores procedieron con la disolución de la
Regencia y de las Cortes, detuvieron y procesaron a los liberales más destacados, y pusieron en
práctica una represión sin contemplaciones, restableciendo la Inquisición, restituyendo el sistema
señorial y devolviendo las tierras al clero.
o Pero la situación general en España era desastrosa y los intentos por parte de Fernando VII de
rehacer el país fracasaron, ante la imposibilidad de afrontar una serie de problemas:
fundamentalmente, la inestabilidad política, consecuencia del excesivo poder acumulado por la
camarilla que rodeaba al monarca, así como por la creciente oposición de los liberales que se
concretaba en conspiraciones por parte de sociedades secretas (masonería),y en pronunciamientos
militares: Diaz Porlier en La Coruña (1815) y Lacy en Cataluña (1817), ambos fallidos; y por otro lado,
la continuada crisis hacendística, marcada por la reconversión de la economía a la paz y por un
ineficiente sistema tributario, y ahora agudizada con el inicio del proceso de emancipación de las
colonias americanas.
2º TRIENIO LIBERAL (1820-1823)
o El 1 de enero de 1820, el Coronel Rafael del Riego, jefe de las tropas expedicionarias acantonadas
en Cabezas de San Juan para ser enviadas a América y luchar contra los independentistas, se
pronunciaba a favor de la Constitución de 1812, obligando a Fernando VII a restituirla. Se formó
entonces un nuevo gobierno y se convocaron elecciones a Cortes, al tiempo que muchos exiliados
liberales comenzaban a volver del exilio.
o Entre 1820 y 1823 se intentó por primera vez llevar a la práctica toda la tarea y el espíritu de
Cádiz: abolición de los señoríos jurisdiccionales; supresión de la Inquisición; reorganización territorial
y administrativa; Milicia Nacional; unificación de códigos y leyes; libertad de comercio, industria y
propiedad; control de los privilegios eclesiásticos; reforma de las órdenes monásticas y reducción del
diezmo.
o Se producía también en este periodo la primera gran división dentro del liberalismo español:
Doceañistas o moderados (Argüelles, Martínez de la Rosa): padres de la obra de Cádiz, partidarios
de un gobierno fuerte, libertad de prensa limitada, sufragio censitario, y defensores de la propiedad y
del orden; y Veinteañistas o exaltados (Mendizábal, Alcalá Galiano): organizadores de la revolución
de 1820, sector más radical que controlará el gobierno a partir de 1822, que reivindican una
aplicación avanzada de la Constitución, con control parlamentario del gobierno, sufragio universal,
anticlericalismo...
o La vida del Trienio Liberal fue breve debido a la existencia de la multitud de opositores con
los que contó desde el comienzo: altos mandos del Ejército y de la Iglesia, campesinos (esgrimían
que los liberales solo se interesaban por la clase media urbana), y políticos más conservadores
(realistas), que protagonizaron la sublevación de la Guardia Real, la organización de fuerzas
guerrilleras en Navarra y Cataluña e incluso la proclamación de un gobierno paralelo al oficial en
Urgel, considerando al rey “cautivo” de los liberales. Finalmente, ante la radicalización del gobierno
liberal a partir de 1822, el rey solicitará la intervención militar de la Santa Alianza: en 1823 un
ejército formado por “Los Cien Mil Hijos de San Luis”, al mando del duque de Angulema, entra en
territorio español y repone Fernando VII como rey absoluto.
3º DÉCADA OMINOSA (1823-1833)
o Los primeros años de la represión absolutista estuvieron marcados, igual que en 1814, por la
destrucción de toda la obra del trienio liberal (Decreto 1 de noviembre de 1823),y por una
persecución de los liberales tanto o más cruel que la de entonces. Sin embargo, las graves
circunstancias económicas hicieron que no se produjera una vuelta estricta al absolutismo
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TEMA 4 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)
previo a 1820: la situación de la hacienda pública era más angustiosa que nunca al coincidir el ya
clásico déficit con la pérdida de las colonias americanas. Asesorado por una camarilla de absolutistas
moderados, el rey buscó el apoyo de la burguesía financiera e industrial de Madrid y Barcelona,
acometiendo una serie de reformas técnicas: creación del Consejo de Ministros, del Ministerio de
Fomento, elaboración de Presupuestos Generales del Estado y implantación de una serie de
medidas con tintes de liberalización económica (Código de Comercio, Banco Real de San Fernando,
Bolsa de Madrid).
o Al final de la década, Fernando VII se encontraba amenazado tanto por absolutistas como por
liberales: las medidas de corte moderado adoptadas por el monarca, desataron la oposición de los
absolutistas más exaltados (apostólicos), provocando revueltas como la de los “Agraviados”
(Cataluña, 1827). Pero al mismo tiempo, la oposición liberal, en el contexto de las revoluciones
burguesas de 1830, se reactivaba dando lugar a una fuerte represión: fusilamiento der Torrijos,
Mariana Pineda…
o En los últimos años se añadía la cuestión sucesoria. Fernando VII derogó la Ley Sálica por la
Pragmática Sanción de 1830 para favorecer el acceso al trono de su hija Isabel. Con esta decisión el
monarca desplazaba al hasta entonces heredero, su hermano Carlos María Isidro, lo que motivará
que este y sus afines, los absolutistas más radicales (carlistas), inicien una serie de protestas y hasta
tres conflictos bélicos para hacer realidad sus pretensiones políticas.
● De forma paralela al desarrollo del reinado de Fernando VII se produce el proceso de EMANCIPACIÓN
DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA.
o Se puede considerar como CAUSAS de este proceso emancipador:
Las medidas de control político y económico llevadas a cabo por los Borbones durante el
siglo XVIII.
El descontento de la población criolla (10% del total), descendientes de españoles nacidos en
las colonias, y que fueron desplazados de los principales cargos públicos por personal
enviados desde Madrid.
La fuerte presión fiscal y la pérdida del control sobre el comercio.
La influencia de la difusión del pensamiento ilustrado, así como el éxito de la independencia
de las colonias inglesas.
o El DESARROLLO fue paralelo al de los acontecimientos acaecidos en España.
En este sentido, al estallar la Guerra de Independencia, también se formaron Juntas, que al
producirse el traspaso de competencias desde la Junta Suprema Central al Consejo de
Regencia, se declararon autónomas, hasta el punto de que en 1810 algunas ciudades se
proclaman independientes ( Caracas o Buenos Aires), solamente Paraguay se independiza
como país en 1811
Al acabar la guerra en España y coincidiendo con la restauración del absolutismo de
Fernando VII, la política real se muestra intransigente con las aspiraciones de autonomía de
las colonias hasta el punto de que se envía un ejército de más de diez mil hombres, que más
que sofocar las aspiraciones independentistas, las reavivó: en 1816, se independiza
Argentina; San Martín libera Chile en 1817 tras la batalla de Chacabuco; Simón Bolivar, que
aspira al proyecto de la Gran Colombia, consigue la independencia para Colombia,
Venezuela, Panamá y Ecuador, tras derrotar al ejército español en Bocayá (Colombia ,1819)
y Carabobo (Venezuela, 1821).
A partir del triunfo del pronunciamiento de Riego (1820), que da inicio al Trienio Liberal en
España, las dificultades para enviar refuerzos militares dan el último impulso al proceso
emancipador: en México, el movimiento de carácter social acaudillado por el cura Hidalgo fue
duramente reprimido, pero más tarde, el general Itúrbide publicó el Plan de Yguala, que
garantizaba la independencia. Perú y Bolivia, tras la batalla de Ayacucho (1824) conseguían
también su independencia, al tiempo que los territorios de Centroamérica. Sólo Cuba y
Puerto Rico, permanecían como colonias españolas en el continente americano.
o Si analizamos las CONSECUENCIAS del proceso de emancipación, podremos apreciar que los
proyectos de unitarios fracasaron dando aparición a quince repúblicas, muchas veces con continuos
enfrentamientos entre ellas. Los criollos alcanzaron el poder político, económico y social, mientras la
mayoría de la población permanecía sumida en la marginación. Surgieron pronto distintos caudillos,
sistemas dictatoriales y corrupción, al tiempo que se iniciaba un proceso de neocolonialismo bajo la
influencia inglesa y norteamericana. En lo que respecta a España, significó prácticamente el final de su
imperio colonial, el hundimiento de su comercio exterior y el paso a ser desde entonces una potencia de
segundo orden internacional.
HISTORIA DE ESPAÑA
TEMA 4 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)
Fue un proceso largo que se prolongó desde 1808 hasta 1825 y un proceso complejo: la independencia fue liderada por
los criollos, mientras que los indígenas y las masas populares combatieron indistintamente en el bando español y en
el criollo.
Los dos Virreinatos más antiguos: Nueva España y Perú se mostraron cómo las regiones más conservadoras y fieles a
la metrópoli y, por ello, los últimos territorios que se independizaron. Por el contrario, los virreinatos de Nueva
Granada y Río de la Plata, creados en el siglo XVIII fueron los motores de la independencia. De estos virreinatos
surgieron sus principales caudillos: Bolívar y San Martín.
Pese a lo dicho, los líderes de la independencia americana (Bolívar y San Martín) eran de ideología liberal, pero las
rebeliones que promovieron tuvieron un carácter autoritario y caudillistas, siempre al margen de las reivindicaciones
populares. Querían mantener el orden estamental existente en la sociedad colonial.
EL FRACASO DE LA 1ª INSURRECCIÓN.
En 1814, una vez terminada la Guerra de Independencia, Fernando VII en vez de buscar un acuerdo con los
americanos, responde con el envío de un ejército de solo 10.000 hombres que restablecen la situación sin gran
esfuerzo: Los líderes independentistas acaban en prisiones españolas, sobre todo en Cádiz (Miranda, Nariño) o en el
exilio (O'Higgins, Bolívar). Sólo Paraguay (1811) y la Provincia de la Plata (Argentina, 1816) resisten y siguen siendo
independientes.
2ª Etapa: De 1814 a 1824.Sin embargo, el movimiento de independencia no tardó en rebrotar y ahora contará con el
apoyo decidido de Gran Bretaña y EE.UU. La Guerra de Independencia de las colonias americanas fue muy dura y se
mantuvo por espacio de 7 años. Se inició desde el sur: desde Argentina y Paraguay, únicos países independientes y
sus dos principales protagonistas serán José de San Martín y Simón Bolívar.
Los episodios más destacados fueron:
1. La Independencia de Chile (1818), lograda por José de San Martín, apoyado por el general chileno O´Higgins y
líder de la resistencia chilena. O'Higgins fue designado jefe de gobierno y promulgó una constitución de
carácter dictatorial.
2. A continuación, San Martín inicia la conquista de Perú (1821) sitiando Lima, capital de Perú, por tierra y por mar
y tras su toma proclamó la Independencia. San Martín es nombrado «Protector» del nuevo Estado con poderes
dictatoriales. Sin embargo, los españoles recuperan la mitad sur de Perú y su capital en Cuzco. La nueva
situación exigirá unir las fuerzas de San Martín y de Simón Bolívar.
Paralelamente se produjo la independencia de la Gran Colombia (Colombia, Venezuela y Ecuador)
1. La Independencia de Colombia (Nueva Granada 1819) llevada a cabo por Simón Bolívar tras la victoria de
Boyacá y su entrada triunfal en Bogotá. El Congreso de Angostura creó la República de la Gran Colombia,
formada por Colombia, Venezuela y Ecuador. Pero aún faltaba completar la conquista de estos 2 últimos
países.
2. En 1821 Bolívar liberó Venezuela tras la victoria de Carabobo y se incorpora a la Gran Colombia. Bolívar fue
elegido Presidente de esta inmensa República, que se mantendrá hasta 1830.
3. La Independencia de Ecuador (1822) fue lograda por Bolívar y su lugarteniente, Antonio José Sucre.
Entonces se produjo la famosa entrevista entre Bolívar y San Martín (la entrevista de Guayaquil) sobre la
conveniencia de incorporar Ecuador a Perú o a la Gran Colombia. Finalmente Ecuador se incorporó a la Gran
Colombia con el nombre de Quito. San Martín, desengañado, renunció a su cargo de protector de Perú y pasó
a Europa donde vivió modestamente hasta su muerte.
4. La liberación definitiva de Perú y Bolivia. Tras la entrevista de Guayaquil, Bolívar y Sucre finalizan la conquista
del antiguo imperio Inca (Perú y Bolivia) tras las batalla de Ayacucho. Era el fin de la dominación española en la
América del Sur. De ello surgen dos nuevos países: Perú y la República Bolívar (actual Bolivia), en honor de
Simón Bolívar.
5. La Banda Oriental (actual Uruguay). Era un territorio disputado entre España y Portugal. Artigas, jefe de la
resistencia uruguaya, trata de conseguir su independencia, pero es derrotado por los argentinos en 1820, ya
que Argentina consideraba este territorio como una provincia natural. Sin embargo, en 1821, la Banda Oriental
fue anexionada por Brasil y Portugal. Finalmente en 1828 se convirtió en estado independiente y en 1830 se
aprobó la Constitución de la nueva República de Uruguay.
Si analizamos las CONSECUENCIAS del proceso de emancipación, podremos apreciar que los proyectos de
unitarios fracasaron dando aparición a quince repúblicas, muchas veces con continuos enfrentamientos entre ellas. Los
criollos alcanzaron el poder político, económico y social, mientras la mayoría de la población permanecía sumida en la
marginación. Surgieron pronto distintos caudillos, sistemas dictatoriales y corrupción, al tiempo que se iniciaba un
proceso de neocolonialismo bajo la influencia inglesa y norteamericana. En lo que respecta a España, significó
prácticamente el final de su imperio colonial, el hundimiento de su comercio exterior y el paso a ser desde entonces una
potencia de segundo orden internacional.
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TEMA 4 LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)
En cuanto al legado que dejó España en América, a diferencia del imperialismo británico o francés España promovió ya
desde la época de los Reyes Católicos como política de Estado un intenso mestizaje en América entre españoles e
indígenas que hizo que las enormes pérdidas demográficas provocadas al principio por las enfermedades, las guerras de
conquista y el trabajo forzado en las minas y la agricultura se compensaran con un importante crecimiento de la población
de la América española en el siglo XVIII. La explotación de las minas de oro y plata para costear los gastos imperiales y
bélicos de los Austrias y el sistema de monopolio comercial en favor de la Península, que perjudicaban indudablemente a
los habitantes de los virreinatos americanos, así como su aculturación forzosa en la lengua y cultura castellanas y la
religión católica tuvieron como contrapartida la fundación de centenares de ciudades (Lima, Buenos Aires, Veracruz…) y
la construcción de una red de caminos e innumerables hospitales, colegios, universidades e iglesias que hacían que las
grandes urbes de la América hispana pudieran codearse e incluso estar por encima en algunos aspectos de Madrid,
Barcelona o Sevilla al acabar el siglo XVIII.
No obstante, la postergación de las élites criollas en favor de los peninsulares de cara a ocupar los principales cargos
políticos y administrativos locales en la época borbónica, las ideas revolucionarias y emancipadoras extendidas desde
Estados Unidos a raíz de su independencia, la estrategia inglesa de alentar el independentismo antiespañol y los errores
de Carlos IV y fundamentalmente su hijo Fernando VII llevaron a unos procesos de independencia que provocaron, como
hemos visto, la desintegración de este imperio español americano en el primer cuarto del siglo XIX y, durante muchas
décadas, el alejamiento de las nuevas repúblicas hispanoamericanas respecto a su antigua madre patria. Se extendieron
allí los tópicos de la leyenda negra antiespañola, que solo en la actualidad empiezan a ser combatidos con vigor, y ha sido
muy lento y desigual el proceso de recuperación de los lazos de todo tipo que indudablemente acercan a España a sus
antiguos territorios americanos.