Unidad 10: Las Declaraciones, Derechos y Garantías 10.1 Declaraciones, Derechos y Garantías
Unidad 10: Las Declaraciones, Derechos y Garantías 10.1 Declaraciones, Derechos y Garantías
Unidad 10: Las Declaraciones, Derechos y Garantías 10.1 Declaraciones, Derechos y Garantías
Las garantías son instrumentos y procedimientos que aseguran los medios para hacer
efectivo el goce de los derechos. El habeas Corpus, el habeas Data y el amparo
representan garantías constitucionales básicas.
Antecedentes
La Constitución Nacional, las constituciones argentinas anteriores a 1853, los estatutos y los
reglamentos, así como la doctrina de los publicistas, representan antecedentes valiosos en
favor de las declaraciones, derechos y garantías constitucionales.
Caracterización general
Limitar al Estado y dar seguridad al individuo frente a él, fueron las dos características de
esa organización. De esta forma, se resuelve el estatus de los hombres mediante el
reconocimiento de sus derechos, el cual da contenido a la parte dogmática con la
declaración, bill o catálogo de los derechos individuales.
Diferencias
● El derecho natural son las leyes causales formuladas por las ciencias de la
naturaleza. Su punto de partida es la idea de una naturaleza legisladora que sería
una creación de dios, una manifestación de su voluntad. La relación entre la causa y
el efecto sería establecida por la voluntad de dios.
● El derecho positivo es el derecho que constituye el objeto de la ciencia jurídica, ya
se trate de el derecho de un estado particular o del derecho internacional. Este
derecho positivo es el creado y aplicado por los hombres.
En nuestro régimen constitucional no hay derechos absolutos, todos pueden ser objeto de
reglamentación razonable. Es el principio que emana del art. 14 de la Constitución, que al
reconocer los derechos allí enumerados aclara que éstos pertenecen a todos los habitantes,
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio.
Hay ciertos derechos que no pueden en sí mismos ser objeto de reglamentación, no porque
la Constitución Nacional lo prohíba, sino porque deben ser considerados por su propia
naturaleza, de manera absoluta, como en el caso de la libertad de pensamiento y de
conciencia. Por lo tanto, los derechos son relativos incluso así lo interpretó la Corte
Suprema de Justicia de la Nación.
Antecedentes Constitucionales
En el derecho patrio, uno de los primeros antecedentes del principio de igualdad lo hallamos
en el decreto de supresión de honores, dictado por la Primera Junta de Gobierno el 6 de
diciembre de 1810. Sus disposiciones, empero, tenían limitado a las funciones de gobierno.
La Constitución de los Estados Unidos incorporó recién en 1868 una referencia explícita al
principio de igualdad.
La igualdad impositiva
El art 16 de la Constitución Nacional consagra la igualdad como base del impuesto y de las
cargas públicas. La igualdad impositiva establece que:
1. Todos los contribuyentes comprendidos en una misma categoría deben recibir igual
trato.
2. La clasificación en distintas categorías debe responder a distinciones reales y
razonables.
3. El monto debe ser proporcional a la capacidad contributiva de quien lo paga.
4. Debe respetar la uniformidad y generalidad tributaria.
Los fueros
Son los privilegios que ostentan determinadas personas para ser juzgadas por delitos que
cometieron, por una jurisdicción especial integrada por sus pares o iguales.
Pueden ser:
Esta idoneidad, en algunos casos, aparece determinada por la propia Constitución, por
ejemplo para ocupar un cargo electivo, se requieren ciertas condiciones. En este caso,
cuando las condiciones de idoneidad están determinadas en la constitución no pueden ser
modificadas por el legislador.
En otros casos, las condiciones de idoneidad son reglamentadas por leyes o decretos.
La abolición de la esclavitud
“En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy existen quedan libres desde la
jura de esta Constitución; y una ley especial reglará las indemnizaciones a que dé lugar esta
declaración. Todo contrato de compra y venta personas es un crimen de que serán
responsables los que lo celebrasen, y el escribano o funcionario que lo autorice”.
La reforma constitucional de 1860 agregó la parte final del art 15, que mantiene su vigencia,
estableciendo: “Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el
solo hecho de pisar el territorio de la República”.
Principales disposiciones
10.4 La propiedad
El derecho de propiedad es aquel que ampara el uso y la disposición de todos los bienes
materiales e inmateriales, que puedan integrar el patrimonio de una persona.
● Usar es lo que se puede hacer con una propiedad sin que esta desaparezca del
patrimonio.
● Disponer es el poder para hacer desaparecer la propiedad del patrimonio.
La Constitución Nacional se refiere expresamente a este derecho en los arts 4 que asegura
a todos los habitantes el derecho de usar y disponer de su propiedad, y art 17 que dispone
“La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino
en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe
ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso impone las
contribuciones que se expresan en el Artículo 4º. Ningún servicio personal es exigible, sino
en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es propietario exclusivo
de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la ley. La confiscación
de bienes queda borrada para siempre del Código Penal argentino. Ningún cuerpo armado
puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie”.
Alcance
El concepto constitucional de propiedad resulta mucho más amplio que el proveniente del
derecho privado.
La propiedad constitucional, en cambio, no solo comprende las cosas, sino también los
bienes.
Limitaciones
En nuestro país, la propiedad científica, literaria y artística se halla legislada por las
leyes 11723 y 22195, que determinan la titularidad de ella para su autor durante
toda su vida, y para sus herederos, por cincuenta años más, a partir de la muerte de
aquel.
10.5 La expropiación
Es una de las más antiguas limitaciones reconocidas al ejercicio del derecho de propiedad
frente a los intereses de la comunidad.
La norma constitucional expresa: “la expropiación por causa de utilidad pública, debe ser
calificada por ley y previamente indemnizada”.
Por lo tanto, son 2 los requisitos constitucionales requeridos para que proceda la
expropiación:
El art 4 de la ley 21499 dispone: “pueden ser objeto de expropiación todos los bienes
convenientes o necesarios para la satisfacción de la utilidad pública, cualquiera sea su
naturaleza jurídica, pertenezcan al dominio público o al dominio privado”.
No obstante la autorización amplia conferida por el art 4 de la ley 21499 consideramos que
no todos los bienes son expropiables. En principio, cabe excluir de esta posibilidad a
aquellos vinculados con derechos personalísimos y, en general, los derechos adquiridos, los
diversos contenidos del proceso judicial, las jubilaciones y pensiones, el salario mínimo vital
y móvil, etc.
La legislación vigente
La ley 21499 prevé para la expropiación un procedimiento en el cual cabe diferenciar tres
etapas:
1. Etapa 1°: tiene lugar en el Congreso de la Nación, cuando este declara la utilidad
pública en cumplimiento del requisito previsto en el art 17 de la Constitución. Al
hacerlo, deberá especificar los bienes determinados que serán objeto de la
expropiación o también podrá hacer una referencia genérica a los bienes que sean
necesarios para la construcción de una obra o la ejecución de un plan o proyecto.
2. Etapa 2°: es la de advenimiento, en la cual el expropiante puede adquirirle al
expropiado el bien dentro de los valores máximos que determine el tribunal de
tasaciones. La misma norma especifica que “tratándose de inmuebles, el valor
máximo estimado será incrementado automáticamente, y por todo concepto, en un
diez por ciento”.
3. Etapa 3°: la constituye el proceso judicial, por medio del juicio de expropiación. Si no
hay acuerdo entre las partes acerca del precio del bien, le incumbe al expropiante
iniciar la acción judicial de expropiación, cuyo objetivo será determinar el valor del
bien. Iniciado el proceso judicial, el expropiante podrá depositar el importe fijado por
el Tribunal de Tasaciones en cuyo caso el juez deberá otorgarle la posesión del bien.
El expropiado en caso de que se le expropie una parte del bien, puede requerir que se le
expropie la otra parte, por considerarla improductiva.
La acción de retrocesión debe radicarse ante el mismo juez que entendió en el juicio de
expropiación. Esta acción prescribe a los tres años de perfeccionada la expropiación.
La confiscación
Implica el apoderamiento, por parte del Estado, de todos los bienes de una persona, sin
mediar declaración de utilidad pública ni indemnización de ninguna especie.
Antiguamente la confiscación constituía una pena accesoria para los delitos más graves. Es
por ello que el constituyente de 1853 declaró en el art. 17: “la confiscación de bienes queda
borrada para siempre del Código Penal argentino”.
La confiscación debe también ser diferenciada de otras instituciones jurídicas con las cuales
guarda alguna analogía. Tal es el caso del decomiso y la requisición.
Es aquel que protege todo el ciclo vital del hombre sobre la Tierra, el cual se inicia con la
concepción y termina con la muerte.
El Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 4.1, proporciona en cambio, mayor
precisión, al afirmar que “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este
derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción.
Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.
El aborto y la eutanasia
El Código Penal coherente con la definición de “persona” del Código Civil considera al
aborto un delito contra la vida (arts 85 a 88), y que determina que se es persona desde la
concepción.
Las penas para abortistas y cómplices es, la privación de la libertad, y la inhabilitación si son
profesionales. Hay ciertos atenuantes: “terapéutico” que se provocan para salvar la vida de
la madre, “eugenésico” cuando hay un embarazo sin voluntad (violación) o la embarazada
es demente.
El derecho a la integridad física constituye una virtual prolongación del derecho a la vida.
Desde una perspectiva amplia es el derecho que tiene toda persona a no ser sometida
contra su deseo a tratamientos que puedan anular, modificar o herir su voluntad, ideas,
pensamientos o sentimientos.
Desde una perspectiva más estrecha, el derecho a la integridad personal es aquel que
tutela la protección del cuerpo en todas sus partes, poniéndolo al amparo de mutilaciones
de todo orden (torturas, vejaciones, amputaciones quirúrgicas, etc.)
El Pacto de San José de Costa Rica titula “derecho a la integridad personal” su art. 5. Los
supuestos allí contemplados permiten deducir que la integridad está referida a sus aspectos
físico, psíquico y moral.
El derecho a la salud
Constituye una derivación del derecho a la vida y del derecho a la integridad personal, todos
ellos están íntimamente imbricados.
Este derecho recibe explícito amparo en virtud de las disposiciones del Pacto de San José
de Costa Rica, cuyo art 11.2 dispone que “ Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias
o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o su correspondencia, ni
de ataques ilegales a su honra o reputación”. Además” toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra esas injerencias o ataques” art 11.3.
Con respecto a los estupefacientes, la ley 20771 establece en su art 6 que la tenencia
aunque esté destinada a consumo personal, será reprimida con pena de prisión y multa.
El derecho a la identidad
El art 7.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificado por la ley 23849
establece que “el niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá
derecho desde que nace a un nombre, adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo
posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos”. El art 8 obliga a los Estados a
“respetar el derecho del niño a preservar su identidad”.
11.3 El derecho al honor
El honor está relacionado con la estima, el aprecio y la reputación de que cada persona
goza en la comunidad donde vive y desarrolla sus actividades. Se vincula con la protección
de la imagen que el individuo tiene en la sociedad.
Derecho al Nombre
Supone, desde un enfoque meramente formal, la prerrogativa que tiene cada persona de
ser reconocida ante los demás mediante la utilización de un nombre y apellido.
El Pacto de San José de Costa Rica establece que “toda persona tiene derecho a un
nombre propio y a los apellidos de sus padres o al de uno de ellos. La ley reglamentará la
forma de asegurar este derecho para todos, mediante nombres supuestos, si fuere
necesario” art 18.
El Derecho a la Nacionalidad
Ampara la necesidad de que toda persona tenga una nacionalidad y le sea reconocida
como atributo inherente a su condición de tal. En virtud de él, no pueden existir personas
apátridas, es decir, privadas de su nacionalidad.
Tradicionalmente, el matrimonio fue definido como una institución natural que une al hombre
y a la mujer en un proyecto común de vida, que procura el bien de los cónyuges y la
generación y educación de los hijos.
Estos derechos integran la libertad de locomoción y domicilio. Por medio de ellos se tutela la
facultad de cada persona de vivir en el lugar que prefiera y de trasladarse de un sitio a otro.
Estos derechos se hallan expresamente mencionados entre los derechos de todos los
habitantes art 14 y en el ámbito internacional están garantizados por la Declaración
Universal de los Derechos del Hombre en su art 13 y el Pacto de San José de Costa Rica
en su art 22 lo denomina “derecho de circulación y de residencia”.
Por lo cual, haciendo una interpretación más dinámica del texto, la Constitución Nacional
distingue entre los argentinos (con potestad regulatoria mínima) y los extranjeros (con
potestad más amplia y rigurosa) que pretenden entrar al país.
Nuestra legislación federal (ley 22439) diferencia distintas categorías de extranjeros:
residentes permanentes, temporarios y transitorios art 12, recientes precarios art 22,
aislados políticos art 25 e ilegales art 30 y 34.
El Pacto de San José de Costa Rica dispone que “nadie puede ser expulsado del territorio
del Estado del cual es nacional, ni ser privado del derecho a ingresar en el mismo” art 22.5.
Se trata de un derecho personal pero también tiene una relevancia económica en cuanto
atañe a la circulación de bienes y mercaderías. En este aspecto, nuestra Constitución
legisla sobre el particular en los artículos 10, 11 y 12.
El derecho de salir del país es el derecho de emigrar transitoria o definitivamente del país
que el art 14 de la Constitución reconoce a todos los habitantes. Este derecho incluye el
“derecho a pasaporte”, como lo denomina Sagués.
El Pacto de San José de Costa Rica reconoce que “toda persona tiene derecho a salir
libremente de cualquier país incluso del propio” art 22.2.
Es la facultad que tiene toda persona de dirigirse a los poderes públicos para reclamar su
intervención o hacerle conocer un hecho u opinión en la materia de su competencia.
El derecho de reunión
Tutela la posibilidad de que las personas se agrupen temporariamente en un lugar
determinado, previa convocatoria, con el propósito de intercambiar ideas y opiniones, o de
ejercer la defensa de sus intereses.
Las reuniones pueden ser públicas o privadas, se diferencian en que haya o no una
invitación personal de por medio.
El derecho de asociación
Está especialmente relacionado con la participación política. Esto se debe a que en nuestro
sistema institucional los partidos políticos han fundado su acogida constitucional, antes de la
reforma de 1994, en el derecho de asociación.
Este derecho se destaca por tener una faz positiva (el derecho a asociarse) y una faz
negativa (el derecho a no asociarse).
El Pacto de San José de Costa Rica establece que “todas las personas tienen derecho a
asociarse libremente con fines ideológicos, religiosos, políticos, económicos o de cualquier
otra índole” art 16.1. Agrega que “el ejercicio de tal derecho sólo puede estar sujeta a las
restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en
interés de la seguridad Nacional, del orden público , para proteger la salud o la moral
pública o los derechos y libertades de los demás” art 16.2.
Ampara la posibilidad de que cada persona, en su interioridad, elabore sus ideas conforme
a sus propias e íntimas convicciones. Parecería hallarse en principio, fuera del alcance del
legislador, por estar referido a un hecho que ocurre en la interioridad del hombre.
El Pacto de San José de Costa Rica dispone que “toda persona tiene derecho a la libertad
de pensamiento” art 13.1.
La libertad de expresión
Ampara la manifestación del pensamiento, cualquiera que sea el medio empleado. Tanto la
palabra oral como la escrita, la imagen, el gesto y la actitud están protegidos por esta
libertad.
Constituyó uno de los primeros y más relevantes logros del constitucionalismo clásico, cuyo
contenido más sustancial fue la prohibición de la censura previa.
La libertad de prensa
Tutela la expresión del pensamiento por los medios gráficos, periódicos. Constituye uno de
los aspectos específicos de la libertad de imprenta.
El art. 14 consagra, entre los derechos de todos los habitantes, el de “publicar sus ideas por
la prensa sin censura previa”.
Sin embargo la expresión libertad de prensa fue adquiriendo un alcance sumamente amplio,
que comprende no solo a cualquier medio gráfico, sino también a todos los medios de
comunicación social
La censura previa
Se debe entender por censura todo medio o procedimiento destinado a obstaculizar la libre
expresión de ideas.
Por ello se debe entender que la censura que veda el art 14 es aquella que se ejerce antes,
durante o después de la difusión.
La Convención Americana sobre los derechos humanos (Pacto de San José de Costa Rica)
ha establecido en el art 13.2 que el ejercicio del derecho a la libertad de expresión “no
puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar
expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar:
Con respecto a la censura, el Pacto especifica que “no se puede restringir el derecho de
expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o
particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de aparatos usados
en la difusión de información o por cualquier otro medio encaminado a impedir la
comunicación y la circulación de ideas y opiniones”. También se aclara que “los
espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo
objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia”.
La libertad de imprenta
Ampara la expresión del pensamiento por vía de medios gráficos. Están comprendidas en
su ámbito las manifestaciones formuladas en libros, periódicos, folletos, afiches, volantes,
gráficos o cualquier otro tipo de impresión.
Esta libertad ha sido expresamente acogida por la constitución en el art. 32 que establece
que “el Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o
establezcan sobre ella la jurisdicción federal”.
Existen ciertos delitos cometidos por la prensa. Uno de los límites que tiene la libertad de
prensa es la potestad reglamentaria del estado, que en este caso debe ser además de
razonable, mínima. Otro límite lo constituyen los legítimos derechos de los demás, no se
puede utilizar la libertad de prensa para ofender el honor o invadir impunemente la intimidad
de las personas. Hay quienes hablan de delitos comunes, cuyo medio o instrumento de
comisión es la prensa: desacato, injurias, calumnias, apología del delito. También es delito
publicar algo sin autorización del autor.
El derecho de réplica
La Corte con distintos fallos se adhirió al criterio que dice que este derecho no tiene acogida
constitucional. Cabe acotar que los fallos de la Corte fueron posteriores a la sanción de la
ley que dispuso la ratificación del pacto de San José de Costa Rica, donde se consagra este
derecho en el art.14.
Es el derecho natural fundamental, por medio del cual el hombre alcanza el lugar de
realización del más íntimo vínculo con Dios, que es también el lugar de su más auténtica
libertad.
En la libertad religiosa cabe distinguir tres aspectos esenciales:
Contenidos constitucionales
La Constitución nacional sólo hace mención expresa de la libertad de cultos pero no hace
referencia a la libertad de conciencia ni a la libertad de expresión religiosa. Esto no implica
que estas últimas queden desamparadas, ya que la libertad de cultos presupone la
existencia de libertad de conciencia y de la libertad de expresión religiosa.
Por otro lado, el art 33 de la nuestra Ley Fundamental (agregado por la Convención de
1860) expresa que “las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución,
no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero
que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno”.
Jurisprudencia
Su protección internacional
Esta convención, ratificada por nuestro país en 1984 por ley 23054, dedica el art 12 a la
libertad de conciencia y religión. Por medio de cuatro incisos especifica los alcances de este
derecho:
Significado
Los derechos sociales son aquellos que se tratan de enfocar a las personas no tanto como
miembros de la sociedad general o global sino más bien como sujetos situados en núcleos
societarios más pequeños e inmediatos.
Antecedentes
En nuestro país al igual que en otros estados, los derechos sociales empezaron a difundirse
en los primeros años del siglo pasado y muy particularmente después de la primera
posguerra. Algunos ejemplos de legislación inspirada en sus principios son: ley 4661 (1905)
que dispuso el descanso dominical, ley 9105 (1913) que declaró obligatorio y con salarios
pagos el descanso en los días que establecía, la ley 9511 (1914) que declaró
inembargables los salarios de obreros y empleados y las jubilaciones y pensiones inferiores
a 100 pesos, entre otras (más ejemplos de leyes en la pag. 385).
El Constitucionalismo Social
Por un lado el constitucionalismo acusa una tendencia a marcar la función social de los
derechos, por el otro se preocupa por estructurar un orden social y económico a efectos de
que la remoción de obstáculos permita a todos los hombres una igualdad de oportunidades
y un ejercicio real y efectivo de las libertades y los derechos subjetivos.
Se suele vincular la génesis del constitucionalismo social, en nuestro país, con la reforma
constitucional de 1949. Sin embargo, esta aseveración carece de precisión histórica, ya que
sus primeras manifestaciones son de más larga data.
Aún así, esto no implica dejar de reconocer los notables avances logrados durante la
primera presidencia de Juan Domingo Perón y que culminaron con la sanción de la
discutida reforma constitucional de 1949.
En principio, hay que reconocer que la Constitución de 1949 estuvo influida por las ideas del
constitucionalismo social, ya que esta se hallaba en su período de esplendor. Esta reforma
es muy importante ya que cambió la ideología predominante de nuestra Ley Suprema:
fueron abandonados los viejos moldes del liberalismo, que inspiró a nuestra constitución
originaria, y se pasó a una inspiración social.
Sin embargo, en 1994, por obra de la Convención Constituyente de ese año, adquirieron
una legitimidad incuestionable, que ya venían exhibiendo con anterioridad.
El art. 14 bis se refiere a 3 aspectos sociales relevantes: los derechos de los trabajadores,
los derechos gremiales y la seguridad social.
En el régimen de los trabajadores extranjeros, en igualdad con los nacionales, cuenta con
algunas modalidades razonables. Esta equiparación requiere que el extranjero se encuentre
radicado legalmente, o si sólo se halla temporalmente admitido, cabe limitar su actividad
laboral al tiempo autorizado.
El primer párrafo del art 14 bis está dedicado a regular lo que la doctrina denomina como
“derechos individuales del trabajador”. Por lo cual, tutela a toda persona que participe de
una relación o contrato laboral .
Por lo cual, la doctrina y la jurisprudencia afirman que la intención del constituyente fue la de
consagrar la estabilidad propia para las relaciones de empleo público y la estabilidad
impropia o relativa para las relaciones privadas.
Sin embargo, al no ser absolutos estos principios, pueden ser objeto de razonable
reglamentación. De esta forma, se ha dispuesto que la estabilidad propia o absoluta de los
empleados públicos no comprende a los agentes temporarios, ni los supuestos de supresión
del cargo, ni los empleos políticos.
Por otro lado, la jurisprudencia de la Corte Suprema ha atenuado el alcance del derecho a
la estabilidad del empleado público, aceptando que el Estado que despide
injustificadamente a su empleado lo indemnice y no lo reincorpore. De igual manera, han
sido consideradas constitucionales leyes de prescindibilidad basadas en la necesidad de
racionalizar la Administración Pública, sobre todo cuando son invocadas razones de
emergencia y se las aplica por tiempo limitado.
Desde 1853 a 1949, la constitución no contempló ninguna disposición expresa acerca del
reparto de competencias en materia laboral. No se le reconocía al derecho laboral
autonomía propia. Al Congreso le correspondía dictar el Código Civil, con carácter de
legislación común y su aplicación quedaba reservada a las provincias art 67 inc 11 (actual
art 75 inc 12).
Desde 1949 a 1956, la reforma de 1949 introdujo como atribución del Congreso Nacional la
de dictar el Código de Derecho Social, reservando su aplicación a los tribunales federales o
provinciales, según que las cosas o las personas cayeran bajo sus respectivas
jurisdicciones art 68 inc 11.
A partir de 1957, producida la reforma de 1957, fue modificado el art 67 inc 11 (actual art
75 inc 12), ampliando las atribuciones del Congreso de la Nación, incluyendo entre ellas la
de dictar el Código del Trabajo y Seguridad Social, si bien se reservó para las provincias su
aplicación.
El segundo párrafo del art 14 bis está destinado a regular constitucionalmente los derechos
gremiales, los cuales no pertenecen específicamente al trabajador sino los gremios.
● Gremio: agrupamiento social que reúne a las personas que realizan la misma
actividad
● Sindicato: asociación formada para la defensa de los intereses de una actividad
La doctrina constitucional sostiene que el art 14 bis utiliza estos términos con el mismo
significado.
Los derechos gremiales que la Constitución garantiza a los sindicatos en forma expresa
son:
Este artículo además establece respecto a los representantes gremiales, que estos
“gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las
relacionadas con la estabilidad de su empleo”.
Son los contratos celebrados entre los sindicatos y las entidades representativas de los
empleadores que pertenecen a la misma actividad, y tienen por objeto reglar los derechos y
las obligaciones de unos y otros. Son una consecuencia necesaria del reconocimiento del
derecho a la negociación colectiva en materia laboral.
En nuestro país, para adquirir fuerza obligatoria los convenios colectivos de trabajo deben
ser homologados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Esta ratificación significa
un control de legalidad y conveniencia por parte de la autoridad administrativa.
Sin embargo, una cuestión que plantea complicaciones es la vinculada con la relación entre
los convenios colectivos de trabajo y las leyes; en particular si por medio de estas pueden
ser modificadas las estipulaciones colectivas.
Se sostiene que el carácter más general que tiene la ley, así como la jerarquía de los
órganos de la cual emana, hacen necesario reconocerle una posición de supremacía con
respecto a las convenciones colectivas de trabajo, que debe ser ejercida orientada al bien
común. Lo contrario implicaría alterar el orden de prelación establecido por el art. 31 de la
Constitución
La conciliación y el arbitraje
Son instrumentos administrativos empleados para dirimir conflictos laborales, e impedir que
estos generen consecuencias más graves.
Por medio de la conciliación, el Estado convoca a las partes en conflicto con el propósito
de que ajusten sus diferencias, procurando un avenimiento que ponga fin a la situación.
El arbitraje tiene menor aceptación como forma de dirimir los conflictos colectivos de
trabajo, ya que se plantea el problema de la suficiente neutralidad del árbitro. Se halla
reglamentado por la ley 16936, modificada por la ley 20638.
La huelga
En la actualidad, este derecho se halla reglado por las leyes 14786 y 23551 y por el
decreto 2184/1990. Le incumbe a la autoridad administrativa calificar la licitud o no de la
huelga. Esta calificación es revisable judicialmente según el criterio de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
Para que la huelga sea legal debe cumplir con ciertos requisitos:
Se refleja en un sistema que cubre los riesgos comunes a todos los hombres, como
enfermedades, vejez, desempleo, accidentes de trabajo. Se financia con aportes de los
trabajadores destinados al pago de prestaciones respectivas.
“El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a
cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica,
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes: jubilaciones y pensiones móviles, la protección integral de la
familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a
una vivienda digna”.
La previsión social
Está integrada por jubilaciones y pensiones móviles y es uno de los más importantes
instrumentos de la seguridad social, al cual la reforma de 1957 le otorgó jerarquía
constitucional.
El Estado se hizo cargo solamente del pago de una prestación mínima, designada por ley
como “prestación básica universal” y de reconocimiento de aportes, al anterior sistema
previsional, denominado, “prestación compensatoria”.
Además, esta ley estableció elevar los límites de las edades progresivamente.
El seguro social
Es una de las especies que integra el género más amplio de la seguridad social. Esta
expresión del art. 14 bis no ha tenido aplicación práctica, su contenido estaría vinculado con
la asistencia de la salud, el seguro de vida, la protección frente a enfermedades y
accidentes de trabajo, etc. Algunos de ellos se hallan establecidos por ley y otros derivan su
vigencia de convenios colectivos de trabajo.
La protección de la familia
El art. 14 bis establece en su último párrafo “la protección integral de la familia; la defensa
del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna”.
Este principio pretende dar respuesta a los problemas que presenta la coexistencia de la
actividad privada con las facultades reguladoras del Estado.
De acuerdo a este principio, el Estado debe desprenderse de funciones que los particulares
pueden realizar con beneficio para el bien común. Por lo cual el estado debe delegar en los
particulares funciones como la prestación de servicios públicos y otras semejantes
Este principio puede ser resumido así: “tanta libertad cuanta sea posible, tanta intervención
cuanta sea necesaria”.
El término interés alude a la relación entre las necesidades de una persona y la actitud de
ciertos bienes para satisfacerlas.
El adjetivo difuso denota aquello que tiene límites poco precisos o es excesivamente
dilatado.
Son intereses difusos los que no pertenecen en exclusividad a una o varias personas, sino
a “todos los que conviven en un medio determinado y cuya suerte, en lo que concierne al
enrarecimiento, destrucción, degradación, vaciamiento y consumo sin reposición, angustia
al conjunto en lo inmediato y en el porvenir vital de cada uno, sobremanera el de las
próximas generaciones”.
Con esta expresión se hace referencia a aquellos intereses que pertenecen a grupos
indeterminados. La falta de límites precisos convierte estos intereses en difusos.
Normas constitucionales
Sin embargo los intereses difusos son compatibles con los principios que inspiraron a
nuestro orden constitucional, debido a que la filosofía que sustenta a nuestra Constitución
es jusnaturalista y se cuida de no otorgar derechos, solo se limita a mencionarlos.
Uno de los problemas más difíciles de resolver en lo que respecta a los intereses difusos es
el vinculado con su tutela judicial.
● Hay opiniones que se inclinan por postular que cualquier persona está habilitada
para abrir la instancia judicial en protección de estos intereses.
● Otras opiniones prefieren reservar la tutela judicial solamente a la persona que
coparticipa del interés difuso y ha sufrido agravio.
● También ha tenido difusión el criterio de atribuir a entidades intermedias la
representación de estos intereses y su legitimación para plantear el reclamo judicial,
en algunos casos en forma concurrente con el ministerio público.
● Otra alternativa es la de asignar legitimación al defensor del pueblo.
A partir de la reforma de 1994, tienen acogida expresa en nuestra Constitución la tutela del
medio ambiente, la preservación del patrimonio cultural y la defensa de consumidores y
usuarios en los arts 41 y 42. Esos derechos vienen acompañados de garantías específicas
art 43.
El ambiente es el espacio natural que rodea la vida del hombre y que favorece su
existencia y desarrollo en las mejores condiciones. Comprende, la protección de la biosfera,
que es la capa de la tierra compuesta de aire, agua, suelo y vida en donde transcurre la
historia del hombre. Se relaciona con lo que en la actualidad se denomina “ecología”.
El art. 41 en su primera parte dispone que “todos los habitantes gozan del derecho a un
ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones
futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la
obligación de recomponer, según lo establezca la ley”.
De esta forma, el Estado asume el deber de instrumentar garantías para la protección del
derecho ambiental.
El art. 41 en su tercera parte dispone que “corresponde a la Nación dictar las normas que
contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para
complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales”.
El art. 41 en su cuarta parte dispone que “se prohíbe el ingreso al territorio nacional de
residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radiactivos”.
En su primera parte el art. establece que “los consumidores y usuarios de bienes y servicios
tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e
intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección y a
condiciones de trato equitativo y digno”.
En su última parte establece que “la legislación establecerá procedimientos eficaces para la
prevención y solución de conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios públicos de
competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de
consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control”.
Por otro lado, la ley 24240 denominada Ley de defensa del consumidor luego modificada
por la Ley 26361 (la cual le otorgó mayor amplitud conceptual) definió conjuntamente a
unos y otros derechos en su art 1°.
En nuestro régimen constitucional no hay derechos absolutos, todos pueden ser objeto de
reglamentación razonable.
Es el principio que emana del art. 14 de la Constitución, que al reconocer los derechos allí
enumerados aclara que éstos pertenecen a todos los habitantes, “conforme a las leyes que
reglamenten su ejercicio”.
Sin embargo, hay ciertos derechos que no pueden ser objeto de reglamentación, no porque
la Constitución Nacional lo prohíba, sino porque deben ser considerados por su propia
naturaleza, de manera absoluta, como en el caso de la libertad de pensamiento y de
conciencia.
El principio de razonabilidad
El poder de policía es la facultad que tiene el Estado, por medio de la ley, para limitar el
ejercicio de los derechos constitucionales, dentro de ciertos límites razonables, con la
finalidad de alcanzar una adecuada convivencia social y en procura del bien común.
Este poder adquiere una amplitud diferente conforme a la ideología constitucional que se
haya adoptado. Cuanto más participación del estado se acepte, mayor amplitud tendrá el
ejercicio de la atribución reglamentaria de aquel.
Antecedentes
Con el advenimiento del constitucionalismo liberal, a fines del siglo XVIII, aparece el Estado
Gendarme que reduce totalmente la actividad policial, porque el individuo es el máximo
poder. El único bien común que debe ser custodiado es la seguridad en los derechos
adquiridos.
El poder de policía es ejercido por el Poder Ejecutivo y se puede manifestar de dos formas
distintas:
Su fundamento constitucional
El poder de policía no fue contemplado por los constituyentes de 1853. Sin embargo se
puede hallar algunas referencias implícitas:
● El art. 14 ha sido considerado uno de los soportes más relevantes del poder de
policía.
● El art. 28
● A partir de la reforma de 1994, este poder tiene una mención expresa en el art 75
inc 30, con respecto a los establecimientos de utilidad pública en zonas de
jurisdicción federal, “las autoridades provinciales y municipales conservarán los
poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos en tanto no interfieran
en el cumplimiento de aquellos fines”.
La mención que se hace ahora en la Constitución con respecto al poder de policía parece
inspirada en la doctrina norteamericana, en cuanto reconoce que les corresponde a los
estados miembros y no al poder central.
La referencia de la Constitución reformada de 1994, no nos dice que el estado federal no
tenga el ejercicio del poder de policía, pero sí nos asegura que las provincias y las
municipalidades lo ejercen.
La Corte Suprema de Justicia ha dicho que “el objeto primordial del estado de sitio es la
defensa de la constitución y de las autoridades federales que ella crea”.
El estado de sitio se declara para defenderla, y lejos de suprimir las funciones de los
poderes públicos por ella instituidos, les sirve de escudo contra los peligros de las
conmociones interiores o ataques exteriores.
En caso de receso del Congreso lo puede declarar el presidente, así lo autoriza el inc 29
del art 75 y el inc 16 del art 99. En tal caso se deberá convocar inmediatamente al
Congreso, a los efectos de que se pronuncie en cuanto a su aprobación o suspensión.
En caso de ataque exterior, la declaración del estado de sitio corresponde que sea
realizada por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado de la Nación.
La ley 23098 admite que mediante el procedimiento del hábeas corpus se pueda ejercer el
control de legitimidad de la declaración del estado de sitio, limitando a verificar que hayan
sido invocadas las causales previstas en la Constitución y que la autoridad que lo declaró
sea la competente.
Las garantías son medios instrumentales que protegen el ejercicio de los derechos
constitucionales. Se pueden distinguir dos tipos:
Las garantías fundan su existencia en los derechos que están destinadas a proteger; si no
hay derechos no hay garantías.
Por otro lado, al quitar la protección a los derechos, éstos quedan relegados a su simple
declaración. Por eso en la práctica, la suspensión de las garantías importa la suspensión de
los derechos.
Tampoco cabe sostener que la declaración del estado de sitio suspender cualquiera de los
derechos constitucionales. A más de las restricciones que hemos indicado, se deberá
agregar que únicamente podrán ser limitados aquellos que resulten necesarios para
restablecer el orden público alterado.
Tanto la orden de arresto como la de traslado deben ser otorgadas por escrito.
El control de razonabilidad
1. La declaración del estado de sitio (por ejemplo: ley o decreto que lo declara)
2. Las medidas concretas que adopte la autoridad como consecuencia de esa
declaración.
La preferencia para salir del país
Está reconocida en la última parte del art. 23 de la Constitución Nacional y sostiene que
toda persona arrestada o trasladada, por disposición del presidente, en virtud de sitio,
cuenta con la posibilidad de anteponer a esa facultad el resguardo de su libertad física,
ejerciendo el derecho de salir del país.
Esto se relaciona con el art. 23 que determina que durante la vigencia del estado de sitio no
podrá el presidente de la República condenar ni aplicar penas.
El adjetivo marcial hace referencia a aquello que está relacionado con la guerra.
Esta ley fue impuesta por Uriburu luego del golpe de estado de 1930, en la cual se
autorizaba a los comandos militares a detener y ejecutar sin proceso alguno a toda persona
que fuera sorprendida in fraganti en la comisión de un delito contra la seguridad o los bienes
de los habitantes o que atentara contra la seguridad pública.
Son las garantías que otorga el orden jurídico a las personas para el normal y pleno
desarrollo de sus libertades, derechos y personalidad. Implica una libertad sin riesgo de
modo tal que el hombre pueda organizar su vida sobre la fe en el orden jurídico existente
con 2 elementos:
Por lo cual cada hombre dispondrá de la potencia para desarrollar su personalidad, disponer
de su libertad de sus bienes, ejercer sus derechos y separar las lesiones que padezca
injustamente.
El derecho a la jurisdicción
Es un derecho que ha sido reconocido por la doctrina y por el derecho judicial según la
jurisprudencia de la Corte Suprema es el derecho de ocurrir ante un órgano judicial en
procura de justicia.
El titular de derecho (denominado justiciable) puede ser una persona física o jurídica. El
sujeto pasivo es el Estado a través del órgano judicial encargado de administrar justicia.
a) que se cumpla la garantía del debido proceso, cuyo base radica en el derechoa la
defensa
b) que la pretensión se resuelva mediante la sentencia que debe ser oportuna en el
tiempo, debidamente fundada y justa.
Hay violación del derecho a la jurisdicción cuando un justiciable no puede demandar a una
entidad extranjera o internacional porque esta tiene inmunidad absoluta y total de
jurndicción fuera de nuestroestado y dentro de el.
Se denomina juez natural al tribunal creado y dotado de jurisdicción y competencia por una
ley dictada antes del hecho que es origen del proceso en el que ese tribunal va a conocer y
decidir.
1) la prohibición del art. 109 según el cual en ningún caso el presidente de nación
puede ejercer funciones judiciales aun durante el estado de sitio.
2) la prohibición del art. 29 que al proscribir la concesión al poder ejecutivo de
facultades extraordinarias y de la suma del poder público, impide al congreso
investirlo de función judicial.
3) el principio de división de poderes
Los jueces naturales no son únicamente los del poder judicial federal, también hay
provinciales.
Significa que ningún justiciable puede ser privado de un derecho sin que se cumpla un
procedimiento regular fijado por la ley. De no haber ley razonable que establezca el
procedimiento, ha de arbitrarlo el juez de la causa.
Para que sea debido tiene que dar suficiente oportunidad al justiciable de participar con
utilidad en el proceso, esto requiere tener noticia fehaciente del proceso y de cada uno de
sus actos y etapas, poder ofrecer y producir prueba, gozar de audiencia. Es decir que esto
se relaciona con el derecho de defensa.
La garantía del debido proceso incluye el recaudo de la duración razonable del proceso:
todo proceso ha de tener una duración que sea razonable para la tutela judicial eficaz, de
acuerdo con la naturaleza de la pretensión jurídica que se ventila en el proceso.
La garantía del debido proceso incluye la defensa en juicio y no puede privarse a nadie de
ella. Sin embargo, existen ciertas limitaciones que no dañan la defensa ni son
inconstitucionales como:
Ningún habitante de la nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso. Esta es una garantía reservada al proceso penal exclusivamente.
Configura una prohibición acerca de la retroactividad de la ley penal a tono con el adagio
liberal de que no hay delito ni pena sin ley penal.
Nadie puede ser penado sin la tramitación de un juicio durante el cual se cumplan las
etapas fundamentales requeridas por el debido proceso legal,las cuales son: acusación,
defensa, prueba y sentencia.
La sentencia en el juicio penal debe estar fundada en ley. Hasta que recae la sentencia
firme de condena, toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia.
La irretroactividad constitucional
Es un principio jurídico que rechaza el efecto retroactivo de las leyes, salvo declaración
expresa de estas o en lo penal.
Cuando la aplicación retrospectiva de una ley nueva priva a alguien de algún derecho, el
principio de irretroactividad asciende a nivel constitucional para confundirse con la garantía
de inviolabilidad de la propiedad consagrada en el art. 17.
Es decir que la ley puede ser retroactiva, pero no puede serlo cuando con su retroactividad
viene a privar de un derecho incorporado al patrimonio y resguardado como propiedad en
sentido constitucional.
El Pacto de San José de Costa Rica dispone en su art. 5 que las penas de la libertad
tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados.
Según el art. 18 de nuestra Constitución Nacional queda abolida para siempre por causas
políticas, por lo tanto queda abierta la posibilidad para que se instaure por otros motivos que
no sean políticos.
Por otro lado, el Pacto de San José de Costa Rica impide el restablecimiento de la pena de
muerte en nuestro país por la adhesión al mismo.
Decir que protege la libertad física significa que es la garantía deparada contra actos que
restringen la libertad sin causa o con arbitrariedad. Detenciones, arrestos, traslados,
prohibiciones de deambular, son los actos que pueden lesionar la libertad física cuando
carecen de fundamento y de forma.
Legislación vigente
Hasta 1984 el habeas corpus sólo estuvo legislado en el art. 20 de la ley 48 y en el código
procesal penal de la nación. La ley 23098 de 1984, derogó aquellas disposiciones y las
reemplazó íntegramente con un sistema independiente.
14.4 El amparo
Es la acción destinada a tutelar los derechos y libertades que escapan a la protección
judicial por vía del habeas corpus. El amparo reviste la naturaleza de una acción de
inconstitucionalidad y de un proceso constitucional.
La legislación vigente
En octubre de 1966, se dictó la ley 16986 sobre amparo contra actos estatales. En 1968, el
código procesal civil y comercial de la Nación incorporó el amparo contra actos de
particulares, regulándolo como proceso sumarísimo. El curso del amparo tal como quedó
trazado originalmente estaba destinado a actos lesivos graves de carácter individual que
violaban la constitución o la ley.
Si bien tanto el amparo como el control de constitucionalidad son medios que tienen por
finalidad el mantenimiento de la supremacía constitucional, no debe confundirlos.
Es la garantía constitucional que interpone toda persona con el objeto de conocer los datos
a ella referidos y la finalidad de su almacenamiento y exigir la suspensión, rectificación,
confidencialidad o actualización de esos datos.
Los datos susceptibles de dar lugar a la acción de habeas data han de ser los que constan
en registros o bancos públicos, y también privados. La norma habilita la acción solamente
cuando ellos están destinados a proveer informes. Quedan fuera, entonces, los archivos
históricos o periodísticos.
Legislación aplicable
La promoción del habeas data queda reservada, en forma estrictamente personal, al sujeto
a quien se refieren los datos archivados en el banco de que se trate, siendo el único
investido de legitimación procesal activa.
La legitimación pertenece no solo a las personas físicas, sino también a las entidades
colectivas, asociaciones, organizaciones, etc, en la medida en que, por igualdad con
aquellas, tengan datos registrados en los bancos públicos o privados.
La norma constitucional del art. 43 es operativa, lo que significa que en ausencia de ley
reglamentaria surte su efecto tutelar y debe ser aplicada por los jueces. Está legislado en el
tercer párrafo de este artículo, en el cual toda persona podrá interponer esta acción para
tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad, y en caso de falsedad o
discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de
aquéllos.