1) La modernidad trajo cambios en la forma en que el hombre se concibe a sí mismo, pasando de una visión objetiva y trascendente en la Edad Media a una subjetiva y centrada en la razón. 2) Factores como el nominalismo, el humanismo, la Reforma protestante y la revolución copernicana contribuyeron a este cambio. 3) Filósofos como Descartes, Hume y Kant exploraron nuevas formas de entender la razón y el conocimiento humano dentro de este nuevo marco antropocéntrico y menos religioso.
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1) La modernidad trajo cambios en la forma en que el hombre se concibe a sí mismo, pasando de una visión objetiva y trascendente en la Edad Media a una subjetiva y centrada en la razón. 2) Factores como el nominalismo, el humanismo, la Reforma protestante y la revolución copernicana contribuyeron a este cambio. 3) Filósofos como Descartes, Hume y Kant exploraron nuevas formas de entender la razón y el conocimiento humano dentro de este nuevo marco antropocéntrico y menos religioso.
1) La modernidad trajo cambios en la forma en que el hombre se concibe a sí mismo, pasando de una visión objetiva y trascendente en la Edad Media a una subjetiva y centrada en la razón. 2) Factores como el nominalismo, el humanismo, la Reforma protestante y la revolución copernicana contribuyeron a este cambio. 3) Filósofos como Descartes, Hume y Kant exploraron nuevas formas de entender la razón y el conocimiento humano dentro de este nuevo marco antropocéntrico y menos religioso.
1) La modernidad trajo cambios en la forma en que el hombre se concibe a sí mismo, pasando de una visión objetiva y trascendente en la Edad Media a una subjetiva y centrada en la razón. 2) Factores como el nominalismo, el humanismo, la Reforma protestante y la revolución copernicana contribuyeron a este cambio. 3) Filósofos como Descartes, Hume y Kant exploraron nuevas formas de entender la razón y el conocimiento humano dentro de este nuevo marco antropocéntrico y menos religioso.
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En Hombre en la Modernidad:
Mientras que en la antigüedad y durante la Edad Media había prevalecido un
pensamiento objetivo, con el que el hombre tenía una conciencia clara de su posición absoluta y de su seguridad en el conjunto del ser, ahora se impone una mentalidad subjetiva que pretende, lograr un conocimiento seguro partiendo únicamente de la inmanencia de la subjetividad. Este cambio está estrechamente relacionado con los múltiples factores que impulsan el paso de la edad media a la edad moderna: -El Nominalismo: delo últimos tiempos medievales. Con él, el pensamiento metafísico- sistemático de la escolástica entra en crisis y se hace problemático, ya que el nominalismo llega a cuestionarle temas centrales como lo de la demostración de la existencia de Dios. -El Humanismo: brinda un nuevo sentimiento vital, se vuelve al hombre situado en este mundo, le da nueva vida a la antigüedad clásica y la convierte en norma ideal de la vida humana y de la formación espiritual. Esto provoca un viraje de lo sobrenatural a la naturaleza y de la trascendencia a la inmanencia. - Con la reforma protestante (siglo XVI), se rompe la unidad de la fe. El Renacimiento (entre los siglos XV y XVI) y la Reforma, tienen en común su deseo de retomar a un origen auroral, que en un caso es la antigüedad clásica, y en otro el cristianismo primitivo, concebidos a través de un prisma anti medieval. -La Revolución Copernicana (siglo XVI): que afecta al hombre directamente y a su posición en el universo. Hasta ahora el hombre se había ubicado en el epicentro de un mundo perfectamente ordenado. Su tierra, era el centro del universo que se completa en el hombre. Pero ahora, con la teoría copernicana, cuando la tierra deja de ser el epicentro, el hombre siente que ha perdido orientación y seguridad. Ya no tiene un lugar asegurado en el mundo. Esto hace que se retraiga cada vez más sobre si mismo, como sobre el único punto seguro que le es dado, lo cual le obliga también a reflexionar sobre sí mismo, suscitando así la cuestión acerca del ser del hombre y del sentido de su existencia.El hombre pasa a ocupar el centro. Descartes nos habla del “dualismo cartesiano”; cuerpo y alma; espíritu y materia, conciencia pensante y mundo corporal extenso constituyen realidades totalmente distintas, que nada tienen en común entre sí. Con la ruptura entre alma y cuerpo, entre espíritu y materia se desencadena una tensión que recorre toda la edad moderna. El explica la pura autocerteza de la conciencia, ese yo que cobra conciencia y está seguro de sí mismo antes que todas las demás cosas. Desde “ideas innatas”, puede alcanzar toda la verdad.
Mientras que en Europa occidental se desarrolla el racionalismo (corriente de la
filosofía que defiende la primacía de la razón para conocer la verdad), en Inglaterra crece una rama de la filosofía moderna llamada empirismo. Según el empirismo el conocimiento funda en la experiencia (información de tipo sensorial). Para el empirista no existen ideas innatas, la conciencia es una tabula rasa por escribir y quien escribe es la experiencia. Este empirismo reduce el conocimiento humano y las percepciones de los sentidos, preparando así el camino a un materialismo.
Kant intenta superar la oposición entre racionalismo y empirismo. Pero no logra
una imagen filosófica que puede abarcar la unidad y totalidad del ser humano. Los contrastes entre intuición sensible y pensamiento conceptual, entre conocimiento teórico y actuación práctica, entre ciencia y fe no consiguen formar una unidad. Para Kant la razón humana está condicionada por la finitud y ligada a la sensibilidad. De donde se síguela limitación del conocimiento a la experiencia posible y al simple fenómeno. Después de Kant, el Idealismo Alemán luchará por derribar esa autodeterminación de la razón humana y por recuperar un horizonte absoluto de conocimiento. Con Hegel el sujeto finito se convierte en el lugar de la manifestación y en elemento de desarrollo del Espíritu Absoluto. El hombre aparece primordialmente como un puro ser racional. La totalidad concreta del hombre en el mundo y en la historia vuelve a quedar absorbida por un “saber absoluto”, capaz de aprehender la realidad total desde su origen absoluto como un auto despliegue dialéctico del absoluto. Contra el estrechamiento racionalista e idealista de la imagen del hombre reaccionarán las corrientes filosóficas características del siglo XIX. MATERIALISMO, Y EVOLUCIONISMO, POSITIVISMO, EXISTENCIALISMO, PERSONALISMO. Surge la idea del “HOMO FABER”. Esta idea comienza por negar una “facultad racional”, separada, específica en el hombre. Entre el hombre y el animal no hay diferencia de esencia, sino sólo diferencia de grado. En el hombre actúan los mismos elementos, fuerzas y leyes que en todos los demás seres vivos, sólo que con consecuencias más completas. Entonces, el hombre no es en primer término un “ser racional”, un homo sapiens, sino un ser instintivo. Lo que se denomina espíritu, razón no tiene un origen metafísico y separado, sino que representa una evolución prolongada de las mismas facultades, psíquicos superiores que ya encontramos en los menos antropoides, un perfeccionamiento de la inteligencia técnica. Dicha inteligencia técnica tiene por fin la satisfacción de los mismos instintos fundamentales que en la especie y el individuo pertenecen también al animal. Que es en esta teoría el hombre: un animal de señales, (idioma), el animal de instrumentos, es un ser cerebral (es decir que consume mucha más energía en el cerebro que los otros animales. En esta idea encontramos doctrinas tales como el sensualismo griego de Demócrito y Epicuro, Positivismo (desde el Empirismo de Bacon, Hume hasta Mill, Comte, Spencer), y después sobre todo con la teoría evolucionista (Darwin, Lamarck, Pragmatistas, Psicólogos del instinto (Feuervach, Schopenhauer, Nietzsche, Freud y Adler) Las consecuencias de sostener esta idea de Homo Faber, se encuentran en las concepciones que sobre la historia se han elaborado en base a ellas. 1) La concepción llamada económica marxista: La Historia es ante todo lucha de clases y cree poder considerar el sistema de instintos como el resorte determinante de todo el acontecer colectivo. Toda clase de contenido espiritual es un complicado rodeo para la mejor satisfacción del instinto nutritivo. 2) En la concepción naturalista de la historia, el instinto primordial es el de reproducción y sus efectos cualitativos y cuantitativos (Freud) 3) La concepción del poderío político, considera que el resultado de las luchas por el poder político constituye el factor que determina las líneas fundamentales para toda la realidad. (Nietzsche) En conclusión, la modernidad tiene una concepción ANTROPOCÉNTRICA (hombre como centro, no dios), MENOS RELIGIOSA y MÁS PROFANA. Aquí la auténtica vida es la TERRENAL y el cuerpo recupera su lugar al lado del alma.
NOTAS DE LA PERSONA:
SINGULARIDAD: es lo que hace a la persona única e irrepetible y diferente a los
demás, Hay que distinguir entre singularidad e individualidad. Este último término se refiere al ser como uno. TRASCENDENCIA: Es la capacidad de la persona de relacionarse con los demás hombres con las cosas y con Dios. El término trascendencia en su etimología significa primariamente el hecho o la posibilidad de sobrepasar algo. En este caso se trata de que el hombre debe sobrepasar la barrera de su propio ser y tener una apertura. Ante la radical contingencia, limitación, insuficiencia, la persona, no puede bastarse a sí misma: de ahí la tendencia innata a buscar la seguridad de su ser fuera de su ser. Negar la trascendencia en la persona humana, es negar las experiencias más elementales, así como las más vitales y profundas de la existencia humana. LIBERTAD: Es una propiedad de la voluntad del ser humano que le da la capacidad de elegir y de actuar. La esencia de la libertad consiste en la autodeterminación. No basta que el sujeto no este determinado por nada, es necesario que él mismo se determine, que sea el autor de su acto. La libertad humana no es absoluta. Ella tiene los mismos condicionamientos personales y circunstanciales que posee el ser humano. Condicionamientos personales: Fisiológicos: la estructura somática y el temperamento de las personas tienen una influencia importante, pero no decisiva, en los actos libres de las personas. Psicológicos: En cada uno hay una influencia de las fuerzas psíquicas de origen inconsciente, pero no imposibilitan la libertad de nuestros actos: la condicionan, pero no la determinan.