Revolución Gloriosa
Revolución Gloriosa
Revolución Gloriosa
La Revolución está fuertemente asociada con los sucesos de la guerra de los Nueve
Años de la Europa Continental, y se puede ver como la última invasión con éxito
de Inglaterra.4 Puede argüirse que con el derrocamiento de Jacobo comenzó el
modelo parlamentario inglés. El monarca nunca volvería a tener el poder absoluto, y
la Declaración de Derechos se convertiría en uno de los documentos más importantes de
Gran Bretaña. La deposición del monarca católico Jacobo II acabó con cualquier
oportunidad de que el catolicismo fuese restablecido en Inglaterra. Además, la
promulgación de la Ley de Tolerancia condujo a la aceptación de los protestantes no
conformistas y a la marginación de los católicos y otros grupos minoritarios, como los
judíos y ateos.5
Antecedentes de la revolución[editar]
Jacobo II
Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, Duque de Normandía.
Durante sus tres años de reinado, el rey Jacobo II fue víctima de las batallas políticas
en Inglaterra entre el catolicismo y el protestantismo, de un lado, y entre el derecho
divino de la Corona y los derechos políticos del Parlamento, por el otro. El problema
político más importante que tenía Jacobo era su catolicismo, que lo dejaba bajo los
ataques de los dos partidos en el Parlamento. Los miembros del partido liberal británico
del bajo clero habían fallado en su intento de excluir a Jacobo del trono entre 1679 y 1681,
y los seguidores de Jacobo eran los tories del alto clero anglicano. Cuando Jacobo heredó
el trono en 1685, tenía gran parte del apoyo del «Parlamento Leal», que estaba compuesto
mayoritariamente de tories. Sin embargo, el intento de Jacobo por relajar las leyes
penales puso en su contra a sus seguidores naturales, ya que los tories lo vieron como un
intento de desestructurar a la Iglesia de Inglaterra. Abandonando a los tories, Jacobo quiso
formar un «Partido del Rey», para equilibrar a los tories anglicanos, así que en 1687
Jacobo apoyó la política de la tolerancia religiosa y emitió la Declaración de Indulgencia.
Aliándose con los católicos, los disidentes y los no conformistas, Jacobo esperaba
construir una coalición que le daría la emancipación católica.
En 1686, Jacobo obligó al Banco de la Corte del Rey a decidir que el rey podía dispensar
las restricciones religiosas de las Actas de la Prueba. Jacobo ordenó el cambio de Henry
Compton, el obispo anticatólico de Londres, quitó a los compañeros protestantes
del Magdalen College en Oxford y los reemplazó con católicos.
Jacobo también creó un gran ejército permanente y empleó a católicos en las posiciones
de poder en el ejército. Para sus oponentes en el Parlamento esto era como el preludio a
un gobierno arbitrario, así que Jacobo prorrogó el Parlamento sin ganarse el
consentimiento de este. En ese momento, los regimientos ingleses estaban acampados
en Hounslow, cerca de la capital. El ejército de Irlanda se purgó de protestantes, que
fueron reemplazados por católicos, y en 1687 Jacobo tenía más de 34 000 hombres en
armas en sus tres reinos.
La situación se hizo insostenible en 1688, cuando Jacobo tuvo un hijo; hasta entonces, el
trono habría pasado a su hija, María, una protestante. La perspectiva de una dinastía
católica en las islas británicas ahora era algo muy probable. Algunos de los líderes del
partido tory se unieron con los miembros whig de la oposición y salieron a resolver la crisis.
Uno de los hombres cercanos al rey, defensor de las intenciones del monarca sobre la
libertad de conciencia, y principal ideólogo y colaborador en las campañas de difusión de
la declaración de Jacobo, fue el cuáquero William Penn.10 Este argumentaba que el
antipapismo era irracional, puesto que los católicos eran muy pocos, menos de un 1%11 de
la población.12 Pero para los enemigos del rey, estos eran muchos más y estaban ocultos
esperando su oportunidad. Cualquier argumento en defensa de las intenciones del rey era
contestado por un contraargumento de sus enemigos, aunque este careciera de sentido.
Según Penn, la única solución para realmente anular estas teorías conspiratorias era la
abolición efectiva de las leyes penales.13