CE-2011 Libertad de Configuración de Los Pliegos
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CE-2011 Libertad de Configuración de Los Pliegos
RADICACIÓN: 250002326000200401200 01
EXPEDIENTE: 35965
ACTOR: Selcomp Ingeniería Ltda.
DEMANDADO: Alcaldía Mayor de Bogotá – Secretaría de
Educación Distrital – Distrito Capital
REFERENCIA: Acción Contractual
I. A N T E C E D E N T E S
1. La demanda.
2. Los hechos.
3. Concepto de violación
1
Decreto 2170 de 2002 reglamentario de la Ley 80 de 1993 (derogado por el Decreto 066 de 2008,
reglamentario de la Ley 1150 de 2007, a su vez derogado por el Decreto 2474 de 2008, el Decreto 734
de 2012 y el Decreto 1510 de 2013).
Agregó que se violó el artículo 24 de la Ley 80 de 1993, toda vez que, a su juicio, se
permitieron reglas que daban lugar a exenciones de responsabilidad y formulación de
ofrecimientos de extensión ilimitada, por no haber establecido tiempo mínimo de
atención de llamadas y de cumplimiento de servicios con los respectivos recursos
técnicos y humanos.
4. Actuación procesal.
Por otra parte afirmó que COMWARE S.A., prestó el servicio a través de la denominada
Mesa de Ayuda a que se refirió el Contrato No. 056, en forma eficiente y con calidad en
favor de todos los usuarios de las máquinas de la Secretaría de Educación. Detalló las
actividades de la Mesa de Ayuda, la herramienta de gestión utilizada por COMWARE
S.A., para la prestación del servicio, el control y la evaluación periódica del contrato
celebrado.
Selcomp Ingeniería Ltda., dio contestación a las excepciones así: i) hasta que no se
conozca la prueba de los supuestos estudios previos, se tienen como no presentados,
no son oponibles a la demandante, ni se le obliga pronunciarse sobre ellos; ii) la
Secretaría de Educación en su defensa se limitó a transcribir la oferta de la sociedad
adjudicataria y sólo esgrimió haberse apoyado en los informes del contrato anterior (No.
010) en atención a la petición que le presentó la sociedad demandante. Afirmó que en
realidad la prueba reina de las pretensiones incoadas se encontró en el acta de la
Audiencia de Adjudicación en la cual la Secretaría de Educación advirtió que “la SED no
tiene bases para determinar que COMWARE no cumplirá con lo ofertado, por lo tanto el
contrato que se celebre (…) establecerá claramente que el proponente debe cumplir
con los términos ofertados (…)”; iii) en relación con el alcance de la acción impetrada
observó que la pretensión de nulidad de “cualquiera de los actos previos” no es sino la
expresión de la ilegalidad y nulidad absoluta del contrato.
Concluyó que la propuesta adjudicataria fue artificiosamente baja, advirtió que debió ser
rechazada, alegó que con la adjudicación se lesionaron los intereses de su
representada y recabó en su reclamación de reparación del daño por el valor el
equivalente a las utilidades futuras acreditadas.
La entidad demandada y el Ministerio Público guardaron silencio en su oportunidad.
“Por manera que, si nos remitimos a los referidos estudios previos del
proceso de selección cuestionado, que hacen parte de los anexos del
dictamen pericial rendido (…) emerge sin dubitación alguna que las
exigencias señaladas por la jurisprudencia (…) se encuentran contenidas
en los documentos denominados “justificación servicios de soporte”,
“mantenimiento preventivo, previsivo y correctivo de equipos de cómputo y
comunicaciones – estimado de costos” y especialmente en el “Soc –
Solicitud de Ordenación de Contratación”, elaborado por el Subdirector de
sistemas de información y la Secretaria de Educación como a continuación
se explica (…)”
“Vistas así las cosas, advierte la Sala, cómo el resto de los argumentos
expuestos por el demandante tampoco demuestran la ilegalidad del
procedimiento licitatorio, en atención a que se encaminó a probar el
incumplimiento de la sociedad adjudicataria COMWARE S.A, en el
decurso de la ejecución del contrato 056 de 2003, para tenerlo como
fundamento sobre la imposibilidad de cumplimiento del ofrecimiento
efectuado por la citada firma, al punto de solicitar sendos dictámenes
periciales que tuvieron por objeto “que se verifique el cumplimento de los
tiempos de respuesta ofertados por COMWARE S.A., ante un reporte de
falla tanto a nivel central como ante la localidad” (…) no se salió del
derrotero de demostrar el incumplimiento contractual (…) el actor con la
prueba pericial asumió el papel que contractualmente le correspondía al
interventor, esto es hacer el seguimiento y evaluación periódica de los
servicios contratados para precaver un presunto incumplimiento por parte
del contratista.
(…)
2
Folio 161, cuaderno principal.
3
Folios 161 a 166, cuaderno principal.
4
Folios 113 a 118, cuaderno 4.
jurisprudencia la proponente injustamente rechazada tiene derecho al valor del A.I.U,
del contrato a título de indemnización.
II. C O N S I D E R A C I O N E S
5
El artículo 82 del Código Contencioso Administrativo, modificado por la Ley 1107 de 2007, definió el objeto de la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, con base en el criterio objetivo de la actividad de las entidades
públicas, en los siguientes términos:
“Artículo 1°. El artículo 82 del Código Contencioso Administrativo modificado por el artículo 30 de la
Ley 446 de 1998, quedará así:
1.2. Cuantía.
Precisa la Sala que le asiste competencia para conocer del presente proceso en
segunda instancia por razón de la cuantía, toda vez que la pretensión por perjuicios e
indemnizaciones se estimó en la suma de $400’251.878, valor que resulta superior a la
suma equivalente a 500 S.M.L.M.V. ($179’000.000)10, exigida en la Ley 954 promulgada
el 28 de abril de 200511.
2.1. Antecedentes.
6
Artículo 322 de la Constitución Política: Bogotá capital de la república y del Departamento de Cundinamarca se
organiza como Distrito Capital. (Acto Legislativo No. 1 de 2000).
7
Según el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, son contratos estatales aquellos celebrados por las entidades descritas
en el artículo 2º de la Ley 80 de 1993, el cual dispone:
“a) La Nación, las regiones, los departamentos, las provincias, el distrito capital y los distritos especiales, las áreas
metropolitanas, las asociaciones de municipios, los territorios indígenas y los municipios; los establecimientos
públicos, las empresas industriales y comerciales del Estado, las sociedades de economía mixta en las que el Estado
tenga participación superior al cincuenta por ciento (50%), así como las entidades descentralizadas indirectas y las
demás personas jurídicas en las que exista dicha participación pública mayoritaria, cualquiera sea la denominación
que ellas adopten, en todos los órdenes y niveles.” (La subraya no es del texto).
8
Artículo 87. -De las controversias contractuales. (…) Los actos proferidos antes de la celebración del
contrato, con ocasión de la actividad contractual, serán demandables mediante las acciones de nulidad y
de nulidad y restablecimiento del derecho, según el caso, dentro de los treinta (30) días siguientes a su
comunicación, notificación o publicación.”
9
“Artículo 75.- Del Juez competente, Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, el juez
competente para conocer de las controversias derivadas de los contratos estatales y de los procesos de
ejecución o cumplimiento será el de la jurisdicción contencioso administrativo.”
10
De acuerdo con el salario mínimo mensual legal vigente del año 2004, toda vez que la demanda se presentó el 12 de
mayo de 2004 y el recurso de apelación se interpuso el 9 de julio de 2008, en vigencia de la Ley 954 de 2005 (folio 152,
cuaderno principal).
11
Diario Oficial 45.983
El artículo 87 del Código Contencioso Administrativo, modificado por el artículo 32 de la
Ley 446 de 1998, vigente para las acciones impetradas a partir del 8 de julio de 199812
y hasta el 2 de julio de 201213, introdujo una modificación acerca de la procedencia y
oportunidad para el ejercicio de acciones judiciales contra los actos proferidos con
anterioridad a la celebración del contrato estatal, así:
12
Fecha de publicación de la Ley 446 de 1998, en cuyo artículo 164 se dispuso
“En los procesos iniciados ante la jurisdicción de lo contencioso administrativa, los recursos interpuestos, la práctica
de pruebas decretadas, los términos que hubieren empezado a correr, los incidentes en curso, y las notificaciones y
citaciones que se estén surtiendo, se regirán por la ley vigente cuando se interpuso el recurso, se decretaron las
pruebas, empezó a correr el término, se promovió el incidente o principio a surtirse la notificación”.
13
Fecha en la cual empezó a regir el nuevo Código Contencioso Administrativo contenido en la Ley 1437 de 2011, el
cual no aplica a las actuaciones administrativas, demandas y procesos en curso, de acuerdo con su artículo 308.
interposición de las acciones no contractuales con posterioridad a la
celebración del contrato. La expresión,"(u)na vez celebrado éste, la
ilegalidad de los actos previos solamente podrá invocarse como
fundamento de la nulidad absoluta del contrato", a juicio de la Corte es
indicativa de la voluntad del legislador de fijar un límite a la separabilidad
de los actos previos, definiendo que a partir de la firma del contrato tales
actos se hacen inseparables del mismo.
“Dicho de otra manera, podrá pedirse o bien la nulidad del contrato por
ilegalidad del acto de adjudicación o la nulidad del acto de adjudicación y
como consecuencia la del contrato, sin que pueda en esta hipótesis
hablarse de una acumulación indebida de pretensiones y en ambos casos
la acción principal será la nulidad del contrato, o sea la de controversias
contractuales prevista en el art. 87 citado.
3. Corte Constitucional en “De esta manera, ha de resaltarse para efectos del presente
sentencia C-712 de 2005 proceso que en la sentencia que se cita16, la Corte dejó en claro
que la posibilidad de demandar los actos administrativos
precontractuales por vía de las acciones de nulidad o
nulidad y restablecimiento cesa a partir de la celebración del
contrato estatal respectivo, y que cuando tal celebración
ocurre antes de que se hayan vencido los treinta días que
otorga la norma como término de caducidad, opera como
una causal de extinción anticipada del término para hacer
uso de las referidas acciones.” (La negrilla no es del texto).
4. Marzo 13 de 2006, Consejo de ”La Corte entendió que los terceros pueden demandar la nulidad
Estado. Sala de lo de los actos previos al contrato, a través de las acciones de
Contencioso Administrativo. nulidad y nulidad y restablecimiento del derecho, dentro del
Sección Tercera, Consejero término de caducidad de 30 días siguientes a su comunicación,
Ponente: Ramiro Saavedra notificación o publicación. Pero que una vez expirado este
Becerra, radicación número: término o suscrito el contrato, desaparece la posibilidad de
50001-23-31-000-2003-00325- incoar tales acciones respecto de esta categoría de actos
01(27995), actor: Constructora previos. A partir de ese momento, los referidos actos previos
Canaán S.A. y otros, sólo podrán ser impugnados a través de la acción de nulidad
demandado: Departamento del absoluta, la cual puede ser incoada, entre otras personas, por los
Meta. terceros con interés directo, es decir los licitantes o proponentes.
Tema: Caducidad de la acción. En este caso, la ilegalidad de los actos previos se puede alegar
como fundamento de la nulidad absoluta del contrato.” (La
negrilla no es del texto).
5. Abril 1º de 2009, Consejo de “iv) La caducidad se opera bien porque se deja vencer el término
Estado, Sala de lo de treinta (30) días sin intentar la acción, o porque a pesar de no
Contencioso Administrativo, haberse vencido ese término se celebra el contrato como
Sección Tercera, Consejera consecuencia de la ejecución del acto de adjudicación…”. Pero
Ponente: Ruth Stella Correa transcurrido el plazo de 30 días para impugnar mediante la
Palacio, radicación número: acción de nulidad y restablecimiento derecho el acto previo
50001-23-31-000-2008-00282 del contrato o una vez celebrado éste, los actos
– 01 (36124), actor: Wolves precontractuales -como el de la adjudicación-, únicamente,
Security Ltda., demandado: como se dijo, a términos de la norma procesal vigente, la
Departamento del Guaviare, ilegalidad de dicho acto podrá invocarse como fundamento
referencia: acción Contractual- de nulidad absoluta del mismo, mediante la acción de
apelación auto. controversias contractuales, la cual podrá ser alegada por las
Tema: Caducidad de la acción. partes contratantes, por el Ministerio Público o cualquier persona
interesada directamente, dentro de los dos (2) años siguientes a
su perfeccionamiento, según el numeral 10, letra e) del artículo
136 del C.C.A.; empero, señala esta misma disposición, que si el
término de vigencia del contrato fuere superior a dos (2) años, el
término de caducidad será igual al de su vigencia, sin que en
ningún caso exceda de cinco (5) años, contados a partir de su
14
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera – Subsección A, sentencia de 13 de
noviembre de 2013, Radicación 25000232600 1999 02197 01, expediente: 25.646, actor: Ciarquelet Ltda.,
demandados: Distrito Capital – Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital y el Consorcio Comunidad y
Construcción.
14
C-1048 de 2001
15
Transcripción de la sentencia de esta Subsección ya citada, 13 de noviembre de 2013, expediente
25646, entre otras.
16
C-1048 de 2001
perfeccionamiento. Finalmente, importa destacar que, según el
texto de la norma procesal contenida en el artículo 87 del C.C.A.
en concordancia con el numeral 10, letra e) del artículo 136 del
C.C.A., la titularidad de la acción de controversias contractuales
se encuentra consagrada para cualquiera de las partes del
contrato estatal; y para pedir la nulidad absoluta del contrato se
establece también que ella se puede ejercer en ese evento por el
Ministerio Público o cualquier tercero que acredite un interés
directo. Ahora, para la Sala, es claro, que interés directo y, por
tanto, legitimación para ejercer la acción de controversias
contractuales para que se declare la nulidad absoluta del
contrato, ostentan quienes hubieran participado y presentado
propuesta en el respectivo proceso de selección, en el evento de
que se hubiere celebrado con otro proponente con inobservancia
de los requisitos jurídicos establecidos en la ley y en el pliego de
condiciones. 17 (La negrilla no es del texto).
7. Febrero 15 de 2012, Consejo “Empero, como podrá observarse, la Sección Tercera no hizo
de Estado, Sala de lo referencia ni dilucidó lo atinente a si una vez celebrado el
Contencioso Administrativo, contrato y de este se pida su nulidad absoluta con fundamento
Sección Tercera, Subsección en que el acto de adjudicación es ilegal, sea ineludible incluir
C Consejero Ponente Jaime dentro de las pretensiones, además de la atinente a la nulidad
Orlando Santofimio Gamboa, absoluta, la declaratoria de nulidad del acto administrativo que lo
radicación: 66001-23-31-000- adjudicó, lo cual se justifica por no ser ésto allí el thema
1999-0551-01 (19.880), actor: decidendum, cuestión aquella que es la que constituye ahora el
Industrias Mclaren Ltda., centro del debate en el asunto que aquí se revisa por la vía de la
demandado: Municipio de apelación.
Pereira, proceso: acción
contractual, asunto: recurso de (…)
apelación.
Tema: Ineptitud de la
demanda. Pues bien, todos estos precedentes coinciden al señalar de
manera irrefragable que una vez celebrado el contrato la
ilegalidad de los actos previos sólo puede cuestionarse
mediante la acción contractual pretendiendo no sólo la
nulidad del contrato sino también la nulidad de los actos
administrativos cuestionados y en cuya ilicitud se
fundamenta la invalidez del contrato.
(…)
En efecto, resulta siendo irracional sostener que cuando se
demanda la nulidad absoluta del contrato con fundamento en
que los actos previos son ilegales no es necesario solicitar la
nulidad de estos, pues tal aseveración equivale a afirmar que en
ese caso la nulidad del contrato se genera sin causa alguna, lo
cual desde luego repugna a la lógica toda vez que mientras no
se declare la nulidad de los actos administrativos estos se
presumen válidos y siguen justificando la celebración, la
existencia y la validez del contrato.
8. Marzo 14 de 2.013, Consejo “De la anterior previsión legislativa se desprende que al control
de Estado, Sala de Lo jurisdiccional de los actos proferidos antes de la celebración del
Contencioso Administrativo, contrato, con ocasión de la actividad contractual, puede
Sección Tercera – accederse mediante el ejercicio de las acciones de nulidad y de
Subsección A, radicación: nulidad y restablecimiento del derecho, atendiendo para el efecto
440012331000199900827 01, un término de caducidad de 30 días que se contabiliza a partir del
expediente: 24.059, actor: día siguiente a aquel en que el acto se comunique, notifique o
Sociedad Ávila Ltda., publique, según el caso.”
demandado: Departamento de
La Guajira, referencia: nulidad
y restablecimiento del Derecho
– Apelación Sentencia.
Tema: Acción de nulidad y
restablecimiento.
18
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, Consejero
Ponente: Mauricio Fajardo Gómez, jurisprudencia reiterada en las siguientes sentencias: 1 Sentencia de
12 de febrero de 2014, radicación 250002326000200137701, expediente 32721, actor Integrantes Unión
temporal Bogotá Móvil, demandado Fondo de Educación y Seguridad Vial Fondatt, acción contractual. 2.
Sentencia de 12 de febrero de 2014, radicación: 250002326000200102922, expediente 31753, actor
Insetel Ltda., demandado: Municipio de Purificación, acción: nulidad y restablecimiento del derecho; 3.
Sentencia de enero 29 de 2014, radicación 250002326000 2001 02053 01, expediente 30250, actor
Consorcio FAB, demandado Fondo Rotatorio de la Fuerza Aérea, acción contractual; 4. Sentencia de
noviembre 13 de 2013, radicación 25000232600020010292201, expediente 28479, actor: Unión
Temporal de Servicios Eléctricos, demandado: Fondo de Educación y Seguridad Vial Fondatt; 5.
sentencia de noviembre 13 de 2013, radicación 2500023260019990219701, expediente 25646, actor
Ciarquelet Ltda., demandado Distrito Capital Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital y
otro.
los diversos términos de caducidad que en ella se consagran y aclarar así
los efectos que se derivan de dicha disposición.
19
Cita original de la sentencia: “Se acude aquí tanto a la interpretación gramatical como sistemática del
texto del artículo 87 del Código Contencioso Administrativo modificado por la Ley 446 de 1998, de
conformidad con las reglas de interpretación de los artículos 27 y 30 del Código Civil, para lo cual se
emplea una técnica de hermenéutica jurídica conocida como la reducción al absurdo, puesto que
evidentemente si la interpretación fuera la contraria, se llegaría a la consecuencia de que el término de 30
días fijado en la norma no tendría ningún alcance y que su vencimiento no conllevaría ningún efecto -
puesto que estaría subsumido en el término general de 2 años- con lo cual se llegaría al absurdo de una
disposición legal sin sentido u objeto, cuestión que resultaría contraria al principio de interpretación
normativa, reiteradamente aplicado por la jurisprudencia del Consejo de Estado, del efecto útil de la
norma.”
Ø La tercera hipótesis corresponderá a los eventos en los cuales la
entidad estatal y el adjudicatario proceden a celebrar el contrato estatal
antes de que expire el término de los 30 días siguientes a la
notificación, comunicación o publicación del acto de adjudicación, según
fuere el caso, sin que para esa fecha el proponente vencido hubiere
ejercido la correspondiente acción de nulidad y restablecimiento del
derecho en contra del acto previo, situación que si bien determina que el
interesado ya no podrá ejercer la mencionada acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, la ley expresamente le dejó abierta la opción
para ejercer válidamente la acción contractual, dentro de la cual deberá
pretender la nulidad del contrato estatal y la declaratoria de ilegalidad de
los actos previos20, pretensión que –según ya se indicó– incluso servirá de
fundamento para que prospere aquella de nulidad del contrato, con la
anotación de que en estos casos y siempre que la acción contractual se
ejerza dentro del mencionado término de 30 días, el interesado también
estará legitimado para solicitar el restablecimiento de los derechos que le
fueron desconocidos como resultado de la indebida adjudicación, puesto
que resultaría ilógico y contrario a los más elementales conceptos de
justicia y de equidad, que se asumiere que dicho interesado no pudiere ya
formular pretensiones económicas o resarcitorias dentro de la acción
contractual que será la única que en este caso tendrá a su disposición,
aunque la ejerza dentro del plazo que inicialmente se le fijó para la acción
de nulidad y restablecimiento del derecho cuya desaparición sobrevino por
razón de la celebración del correspondiente contrato estatal.
Descendiendo al caso concreto se tiene que la demanda que dio lugar al presente
proceso se ubicó en la tercera hipótesis planteada en esta providencia, como se
detalla a continuación: la correspondiente acción contractual se ejerció el 12 de mayo
20
Cita original de la sentencia: “De acuerdo con la sentencia C-712 de 2005 se advirtió que la posibilidad de
demandar en forma separada los actos precontractuales cesa a partir de la celebración del contrato respectivo,
interpretación en la cual se siguió la jurisprudencia del Consejo de Estado en auto de 13 de diciembre de 2001,
expediente 19.777 y que se ha respetado en diversos pronunciamientos de la Sección Tercera de esta Corporación,
según se relacionó anteriormente en el cuadro resumen de jurisprudencia.”
21
Cita original de la sentencia: “Esta conclusión se apoya también con un argumento a contrario sensu,
que se utiliza para cuidarse de no extender la consecuencia de la norma a casos no previstos en ella,
como sería la de permitir a la acción que se incoa después de vencido el término de 30 días un alcance
distinto del establecido explícitamente en la parte final del párrafo segundo del artículo 87, cual es el de
obtener la nulidad del contrato celebrado; en este sentido, el argumento que soporta la hipótesis consiste
en señalar que la norma dispone que antes del vencimiento del término de los 30 días sí no se ha
celebrado el contrato, procede demandar el acto en forma separada con el objeto de obtener su nulidad o
la nulidad y el restablecimiento del derecho y en sentido contrario una vez vencido el término mencionado
sólo procede la impugnación conjunta de ambos actos y con el objeto exclusivo de la declaratoria de
nulidad del contrato, lo cual excluye el restablecimiento del derecho no impetrado oportunamente.”
de 2004, esto es vencido el término de los 30 días siguientes a la audiencia de
adjudicación de la licitación pública LP-SED-DSI-002-03 que concluyó el 25 de junio de
2003, en la cual se comunicó la decisión de adjudicación contenida en la Resolución
No. 1777 de la misma fecha, entregada a todos los asistentes una vez que fueron
escuchados, incluida la sociedad Selcomp Ltda.,22 -ahora demandante-, además de que
el contrato impugnado se suscribió el 27 de junio de 2003, ante lo cual se advierte que
la acción contractual se ejerció con posterioridad al vencimiento del término establecido
en el artículo 87 del Código Contencioso Administrativo, es decir, expirado el lapso de
los 30 días siguientes a la comunicación del acto de adjudicación, por lo cual
necesariamente habrá de concluirse que en este específico contexto las únicas
pretensiones que podrían abrirse paso en el presente proceso, serán aquellas
encaminadas a obtener la correspondiente declaratoria de nulidad del acto
administrativo previo de adjudicación y la consiguiente o consecuencial nulidad absoluta
del contrato, sin que resulte posible para el Juez de lo Contencioso Administrativo
considerar y menos aún estimar las pretensiones económicas resarcitorias de
restablecimiento del derecho por la no adjudicación al demandante del respectivo
contrato estatal.
Al respecto cabe recordar que el cómputo de días hábiles para efectos del inciso
segundo del artículo 87 del Código Contencioso Administrativo excluye los días no
laborables de conformidad con las previsiones del artículo 70 del Código Civil,
subrogado por el artículo 62 del Código de Régimen Político y Municipal (CRPM)23 y, en
este sentido, se tiene en cuenta que la Ley 51 de 1983 trasladó el descanso
remunerado de algunos días festivos al lunes siguiente24, no obstante lo cual se reitera
que en este caso el término de ley para llevar avante las pretensiones de indemnización
con ocasión de la supuesta ilegalidad del acto de adjudicación del contrato se encontró
irremediablemente vencido.
La Sala agrega que la procedencia de la acción contractual fue debatida entre las
22
Según se lee en la Resolución No. 1777 de 25 de junio de 2003 expedida por la Secretaría de
Educación (folio 85, cuaderno 2), la adjudicación se comunicó en Audiencia Pública, la cual fue realizada
con la entrega a todos los asistentes del Informe de Evaluación y el Acta de Adjudicación de la licitación.
La notificación a través de Audiencia Pública se encontró prevista en el numeral 13, del pliego de
condiciones de la licitación pública LP-SED-DSI-002-03, párrafo séptimo (folio 343, cuaderno 2). También
se acreditó en este proceso la constancia de publicación del acto de adjudicación en la web de la entidad,
el mismo 25 de junio de 2003. Finalmente, se reafirma la certeza de la fecha en que se comunicó la
decisión de adjudicación, de acuerdo con la narración del apoderado de la sociedad demandante en el
alegato de conclusión, obrante al folio 114 del cuaderno 4. “(…) personalmente en compañía de mis
patrocinados asistimos a la Audiencia Pública de Adjudicación en donde una vez más se insistió en lo
planteado, a lo que de una manera más que ramplona la litigada contestó que para eso estaba la
Garantía Única que debía rendir el futuro contratista en caso de cualquier potencial incumplimiento.”
23
Ley 4 de 1913. Artículo 62. “En los plazos de días que se señalen en las leyes y actos oficiales, se entienden
suprimidos los feriados y de vacantes, a menos de expresarse lo contrario. Los de meses y años se computan según
el calendario; pero si el último día fuere feriado o de vacante, se extenderá el plazo hasta el primer día hábil.”
24
El 7 de agosto por la conmemoración de la Batalla de Boyacá y 18 de agosto, festivo trasladado al lunes siguiente,
festivo correspondiente al 15 de agosto –Asunción de la Virgen María- adoptado por la Ley 51 de 1983.
partes en la primera instancia a raíz de las excepciones presentadas, sin embargo, el
Tribunal a quo confirmó la viabilidad de la referida acción, anotó la no ocurrencia de la
caducidad en relación con el término de dos (2) años, pero no realizó distinción o
precisión en cuanto al alcance de las pretensiones encaminadas a obtener el
resarcimiento, habiendo considerado que la demanda se presentó dentro del citado
plazo de dos (2) años, pero sin entrar a ocuparse del efecto que se derivó del
vencimiento del término de 30 días fijado en el artículo 87 del C.C.A., asunto que no se
llegó a analizar teniendo en cuenta que las pretensiones de nulidad no prosperaron.
Por otra parte, se observa que aun encontrándose frente a un apelante único, la
ocurrencia de la caducidad de la acción tiene que ser declarada cuando así se
establezca de las pruebas aportadas al proceso, toda vez que en tal evento el fallador
no puede entrar a conocer de la pretensión, por razón del vencimiento del término que
la ley establece para incoarla.
25
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, Consejero
Ponente: Mauricio Fajardo Gómez, sentencia de 12 de febrero de 2014, radicación
250002326000200137701, expediente 32721, actor Integrantes Unión temporal Bogotá Móvil,
demandado Fondo de Educación y Seguridad Vial Fondatt, acción contractual.
26
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia
de 13 de febrero de 2013, radicación número: 50001-23-31-000-1999-00165-01(25310), actor: Ana Tilde
Ortiz de Bernal, demandado: Nación - Ministerio de Defensa - Ejercito Nacional, referencia: apelación
sentencia - acción de reparación directa.
Las siguientes pruebas se allegaron en documentos aportados en original o en copia
certificada por funcionario competente, en los términos de los artículos 252 y 254 del
Código de Procedimiento Civil, aplicables en este proceso por virtud del artículo 168 el
Código Contencioso Administrativo, las cuales, en consecuencia, deben ser valoradas:
3.1. Resolución No. 1258 de 24 de abril de 2003, por medio de la cual se ordena la
apertura de la licitación pública SED-DSI-002-03, en cuyos considerandos se lee:
“(…)
3.3. Adendos:
27
Folio 350, cuaderno 2.
28
Folio 350, cuaderno 2.
29
Folio 351, cuaderno 2.
30
Folio 351, cuaderno 2.
31
Folios 315 a 317, cuaderno 2.
32
Folios 310 a 314, cuaderno 2.
3.4. Informe de evaluación de propuestas, el cual contiene el siguiente cuadro de
calificación inicial33:
CUADRO No. 3
SERVICIOS OFRECIDOS
Personal 50 - 5 50 - 3 30,00
adicional de
nivel 1
Personal 50 - 5 50 - 4 40,00
adicional de
33
Folio 22, cuaderno 2.
34
Folios 24 a 51 cuaderno 2.
35
Folios 157 a 201, cuaderno 2.
36
Folio 141, cuaderno 2.
37
Folio 137, cuaderno 2
nivel 1 centro de
operaciones
Tiempo de 100 - 10 100 - 55 18,18
atención de
llamadas nivel
central
Tiempo de 100 - 60 100 - 235 25,53
atención de
llamadas centro
de operaciones
Tiempo de 125 - 30 125 - 235 15,06
atención
solución servicio
nivel central
Tiempo de 125 - 90 125 - 355 31,69
atención
solución servicio
centro de
operaciones
Nivel de 125 - 100 125 . 92 115,00
cumplimiento de
servicios
mensuales nivel
central
Nivel de 125 100 125 - 89 111,25
cumplimiento de
servicios
mensuales
centro de
operaciones
800 - 800 - 387,61
Cuadro No. 4.
CONSOLIDADO DE LA EVALUACIÓN.
(…)
(…)
38
Folios 64 y 65, cuaderno 2, páginas 11 y 12, Informe de Recomendación de Adjudicación de
Propuestas.
39
Folio 66, cuaderno 2, página 13 del Informe de Recomendación de Adjudicaciones de Propuestas.
“SED.LP-DSI-2-2003” en la que se informó que el comunicado quedó “publicado el 25
de junio a las 8.10 a.m.”40
3.10. Contrato No. 056 del 27 de junio de 2003, suscrito entre el Distrito Capital de
Bogotá y la sociedad COMWARE S.A., con el siguiente objeto: “La implementación de
los servicios de soporte para los equipos de cómputo y de comunicaciones de la
Secretaria de Educación del Distrito.”41
3.11. Dictámenes.
3.11.1. Dictamen Pericial presentado por perito contadora pública, con fecha enero
15 de 200642. Se transcriben las siguientes observaciones:
(…)
40
Folio 140, cuaderno 2.
41
Folios 81 a 89, cuaderno 2.
42
Cuaderno 3.
43
Cuaderno 4.
44
Cuaderno 4, tabla de contenido.
Más allá de los requisitos definidos por la ley para la configuración del pliego de
condiciones de la contratación estatal45, se encuentra el variado espectro de los
criterios técnicos que se definen en cada procedimiento para la configuración de los
puntajes que determinan la adjudicación del contrato, dentro de lo cual se tiene
establecido que el Estado Contratante tiene una reconocida discrecionalidad en el
Régimen de Contratación Estatal, empero la debe desplegar de acuerdo con los
requerimientos de cada contratación y en manera alguna se constituye la libertad o
poder omnímodo de definición de los requisitos técnicos y criterios de evaluación; por el
contrario, la discrecionalidad administrativa se encuentra marcadamente condicionada
por un importante grupo de principios de orden constitucional y legal.
45
Como es el caso de los requisitos que se encontraban definidos en el Decreto 2170 de 2002. vigente
en la época de los hechos.
46
“ARTICULO 333. La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien
común. Para su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley.
La libre competencia económica es un derecho de todos que supone responsabilidades.
La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones. El Estado
fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el desarrollo empresarial.
El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se restrinja la libertad económica y evitará o
controlará cualquier abuso que personas o empresas hagan de su posición dominante en el mercado
nacional.”
La ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés social, el ambiente y
el patrimonio cultural de la Nación.”
fe47 y a las reglas de la competencia48; respecto de lo cual agrega, además, que la
libertad de empresa se encuentra delimitada en la Constitución Política49, por el bien
común o el interés social, los derechos colectivos al ambiente y el patrimonio cultural de
la Nación, entre otros.
47
“ARTICULO 83. Las actuaciones de los particulares y de las autoridades públicas deberán ceñirse a
los postulados de la buena fe, la cual se presumirá en todas las gestiones que aquellos adelanten ante
éstas.”
48
Se tiene que recordar que dentro del Derecho a la Competencia, instituido en Colombia desde hace
algo más de medio siglo por la Ley 155 de 1959 y desarrollado –para la ´poca de los hechos- por el
Decreto 2153 de 1992 con apoyo en el artículo 333 de la Constitución Política, se encuentran prohibidos
los acuerdos que tengan “por objeto la colusión en las licitaciones o concursos o los que tengan como
efecto la distribución de adjudicaciones de contratos, distribución de concursos o fijación de términos de
las propuestas”
49
Artículo 333 C.P.
50
MARIN HERNÁNDEZ, Hugo Alberto, Discrecionalidad administrativa, Universidad Externado de
Colombia, Bogotá, 2007, pp. 503-510.
51
Cita original del autor de la obra: “SÁNCHEZ MORÓN, M., Discrecionalidad administrativa..., cit., pp.
105-109. En este sentido suscribiríamos en un todo las afirmaciones de Garrido Cuenca, quien en la
misma línea de lo que venimos sosteniendo, igualmente defiende el otorgamiento, por la misma
Constitución, de toda una gama de márgenes decisorios tanto al Gobierno como a la Administración, para
posibilitarles el cumplimiento de las tareas que por los días que corren se le han asignado a un Estado
prestador de servicios de enorme complejidad técnica y funcional, que precisa para tal efecto «de la
flexibilidad necesaria para adoptar decisiones, las más adecuadas en ocasiones, las únicas posibles
otras veces». Por tal razón es que, a juicio de esta autora, «la Constitución y las leyes atribuyen a los
órganos de gobierno una función de dirección política y administrativa, junto a la potestad reglamentaria,
que sería imposible cumplir sin gozar de potestades de intervención, de un margen de creación originaria
y no subordinada, de valoración de la oportunidad política, de dirección estratégica, incluso de
discrecionalidad, mayor o menor según los casos, según también el contenido concreto de la legalidad.
Una función constitucionalmente garantizada, y que además debe hacer efectiva, que se corresponde
con su inequívoco carácter representativo, en tanto órgano designado democráticamente en virtud del
proceso electoral que, a nadie pasa desapercibido, se determina fundamentalmente en base a las
directrices sociales del programa político que al ciudadano más convenza o convenga. Además, la
La incidencia de esta conclusión en el planteamiento sobre el alcance del
control judicial de la actividad administrativa es evidente y abundará en los
argumentos que se esgrimen en favor del reconocimiento de ámbitos de
dicha actividad en los que, por lo menos en línea de principio, la
Administración es la llamada a tomar la decisión última, y no porque tales
espacios se encuentren exentos de fiscalización judicial ¾que en todo
caso puede llevarse a cabo, incluso, cuando los presupuestos fácticos
acreditados en el proceso y las normas y principios jurídicos aplicables al
mismo así lo impongan, con alcance no solo anulatorio sino también
sustitutorio¾, sino debido a la ausencia de parámetros jurídicos de
control, dada la manera como las facultades administrativas han sido
configuradas ¾programando la actuación negativamente o a través de
directrices o programas finalísticos¾ para posibilitar que el órgano
actuante pueda satisfacer las expectativas derivadas de la tantas veces
mencionada cláusula del Estado Social. (…)
función institucional de servicio a los intereses generales que la Administración debe cumplir, por
imperativo constitucional bajo la dirección del Gobierno, no puede estar predeterminada absoluta y
rígidamente por la ley» (cursiva fuera del texto original). Cfr. GARRIDO CUENCA, N., El acto de gobierno.
Un análisis en los ordenamientos francés y español, Cedecs, Barcelona, 1998, p. 508.”
52
Cita original del Autor: “En estos sectores, continúa Parejo, la Ley ha renunciado a tomar la decisión de
fondo, recurriendo cada vez con mayor frecuencia «al simple establecimiento de criterios materiales de
ponderación, principios o valores marco, fines y objetivos de la acción, estándares mínimos-máximos,
imágenes guía del óptimo social y modelos de referencia; todo ello para la ulterior toma de decisiones
(naturalmente, en la fase ¾tradicional¾ de «ejecución» de la Ley)». Como es apenas obvio, semejante
programación del actuar administrativo dificulta la precisión de los fines y objetivos del mismo, claridad y
precisión de ellos que «es condición del control (judicial) efectivo de los medios aplicados y los resultados
obtenidos». Cfr. PAREJO ALFONSO, L., Administrar y juzgar:..., cit., pp. 70-71.”
53
MARIN HERNÁNDEZ, Hugo Alberto, Discrecionalidad administrativa, Universidad Externado de
Colombia, Bogotá, 2007, pp. 503-510. Se destaca un comentario del autor, en la cita a pie de página,
recortado para los propósitos de este análisis :
“(…) A esta aserción simplemente añadiríamos el matiz ¾que dicho sea de paso, Parejo no desestima ni
se opone a él de ninguna manera¾ de acuerdo con el cual esa insustituibilidad de la decisión
administrativa adoptada en ámbitos como los descritos no es absoluta ni, por tanto, definible por
completo de manera apriorística para uno o varios sectores determinados de actividad administrativa. A
nuestro modesto entender, por tanto, el juez puede ¾y lo reiteramos, aunque sobre este aspecto se
profundiza más adelante¾ no solo anular, sino también sustituir la decisión previa de la Administración,
cuando el acervo probatorio que le sea aportado despeje sólo una como la solución ajustada a Derecho,
y así se desprenda claramente de éste, porque disponga el juzgador, entonces, de parámetros jurídico-
objetivos de control suficientes ¾en el caso concreto, se repite¾ sobre la base de los cuales
fundamentar jurídicamente ¾y valga la insistente reiteración¾ su fallo.”
Ahora bien, en apretada síntesis, la Sala traerá a estas consideraciones varios casos
que muestran las subreglas que la Sección Tercera del Consejo de Estado ha
identificado para valorar la legalidad de los parámetros de selección y de los actos de
adjudicación, en torno a dos aspectos que resultan de importancia en el asunto sub-lite:
i) el principio (deber) de planeación en la contratación estatal dentro del cual se
encuentra la regla de elaboración de los estudios previos que se exigen en el artículo
25 de la Ley 80 de 199354 y ii) el principio de la buena fe, en particular aplicado a la
conducta de los proponentes en la estructuración de su ofertas.
Por anticipado se observa que el análisis de los casos citados a continuación confluye
en que la discrecionalidad de la Administración Pública para establecer los criterios y
puntajes de selección de sus contratistas, debe ser razonada y racional, motivada
justamente en el ámbito de lo que se refiere como la “lógica de lo racional”, cuestión
que en el aspecto práctico se traduce en que el juzgador tiene que apreciar la etapa
precontractual en lo formal y en lo material, analizar el uso de la discrecionalidad
administrativa en la configuración del pliego de condiciones con especial detalle y el
apoyo técnico respectivo, de cara a definir con certeza si se configuró la transgresión a
los principios de la contratación estatal y el daño antijurídico consecuente.
Los fallos de la Sección Tercera del Consejo de Estado coinciden en advertir una clara
delimitación del Poder Judicial en el análisis de las decisiones técnicas atinentes a la
estructuración de la contratación estatal, puesto que en esa clase de decisiones el Juez
NO debe sustituir el razonamiento soportado de la Administración Pública ni su
autonomía en la configuración del pliego de condiciones. En concreto, tratándose del
medio de control contractual, el Juez no puede desconocer una regla de determinación
de puntaje o una postura del proponente, sin la prueba idónea de que ellas se
configuraron en contravención de los principios legales o constitucionales.
54
Artículo 25º.- Del Principio de Economía.
12. Con la debida antelación a la apertura del procedimiento de selección o de la firma del contrato,
según el caso, deberán elaborarse los estudios, diseños y proyectos requeridos y los pliegos de
condiciones. (Modificado por el artículo 87 la Ley 1474 de 2011).
Ø Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera,
Consejera Ponente: Ruth Stella Correa Palacio, sentencia de 26 de abril de 2006,
radicación: 66001233100019970363701, expediente: 1604155.
“(…)
(…)
Recuérdese que aquellas estipulaciones contenidas en los pliegos de
condiciones o términos de referencia que contravengan las prescripciones
contenidas en el artículo 24 de la Ley 80 de 1993, pueden ser controladas
por el juez del contrato a través de las acciones correspondientes contra
los pliegos de condiciones o términos de referencia, o inaplicadas por el
juez administrativo por vía de excepción de ilegalidad o por "ineficacia de
pleno derecho", sanción esta última prevista para aquella elaboración
indebida de alguna condición o regla que vulnere las pautas establecidas
por el legislador en el numeral 5º del citado artículo.
(…)
55
“En este evento se presentaron irregularidades en el proceso de selección, producto de una deficiente
elaboración de los pliegos de condiciones por parte de la administración respecto de los criterios
analizados, lo que ocasionó que se estableciera una regla ineficaz y se aplicara otra por fuera de los
mismos, vulnerando claros principios y normas de la contratación estatal que indican la manera como
éstos han de construirse, de conformidad con el orden jurídico vigente; sin embargo, la prosperidad de
las pretensiones de nulidad y restablecimiento de derecho, planteadas por el demandante, no tienen
vocación de éxito, por faltar el presupuesto de acreditar el actor la oferta más favorable en el proceso de
selección en los términos del artículo 29 de la Ley 80.”
56
En ese caso no prosperaron las pretensiones de la demanda puesto que la Sala estimó que los
problemas que realmente ocasionaron la inejecución de la obra no guardaron relación alguna con la falta
de idoneidad de las fuentes de materiales establecidas en los pliegos de condiciones. Se consideró que
la exigencia de visitar el lugar de la obra no es ilegal, que la obligación de visitar la zona con el propósito
de identificar las fuentes de materiales utilizables, “partiendo de que la Administración las desconoce,” sí
sería una exigencia “desproporcionada e irrazonable.”
(…)
Por tal razón, al ocuparse de los límites que no pueden ser transgredidos
por la Administración al confeccionar pliegos de condiciones, el primer
elemento al cual debe hacerse alusión es el que corresponde a los
mencionados elementos reglados siempre existentes en toda decisión de
la Administración que participa de la naturaleza de acto administrativo ¾y
los pliegos de condiciones lo hacen, si bien la estirpe de los mismos,
según se explicó, es mixta¾, mientras que el segundo elemento o límite
en cuestión está integrado por el plexo de principios generales del
Derecho y en particular de los principios que rigen u orientan el
ejercicio de la función administrativa, aplicables a toda la actividad
contractual del Estado por virtud de lo normado, con carácter general, por
los artículos 1, 2 y 209 de la Constitución Política, así como por el artículo
3 del Código Contencioso Administrativo y, con carácter particular, por el
artículo 23 de la Ley 80 de 199359.”
(…)
58
Cita original de la sentencia: “Cfr. MOZO SEOANE, Antonio, La discrecionalidad de la Administración
Pública en España. Análisis jurisprudencial, legislativo y doctrinal, 1894-1983, Montecorvo, Madrid, 1985,
p. 411.”
59
Precepto cuyo tenor literal es el siguiente: “Artículo 23. De Los Principios de las Actuaciones
Contractuales de las Entidades Estatales. Las actuaciones de quienes intervengan en la contratación
estatal se desarrollarán con arreglo a los principios de transparencia, economía y responsabilidad y de
conformidad con los postulados que rigen la función administrativa. Igualmente, se aplicarán en las
mismas las normas que regulan la conducta de los servidores públicos, las reglas de interpretación de la
contratación, los principios generales del derecho y los particulares del derecho administrativo”.
(…). Algo similar podría sostenerse respecto de la intensidad del control
judicial de la actividad administrativa basado en la aplicación del principio
de razonabilidad, integrado en el juicio de igualdad: cuando el margen de
valoración de las circunstancias del caso concreto que el ordenamiento
atribuye a la Administración es amplio ¾lo cual ocurre tratándose de la
facultad de configurar pliegos de condiciones o sus equivalentes¾, en
principio la intensidad de la fiscalización desplegada no debería ir más allá
de la eliminación de los criterios diferenciadores o de las soluciones
manifiestamente irrazonables.
(…)
(…)
60
Se estaría, en estos casos, en el terreno del control judicial de las decisiones administrativas basadas
en criterios técnicos o en el de lo que ha dado en denominarse “discrecionalidad técnica”, asunto del cual
se ocupó la Sala en reciente pronunciamiento en el cual fijó algunos parámetros relacionados con los
alcances de la fiscalización judicial de este tipo de decisiones. Véase Consejo de Estado, Sala de lo
Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del treinta y uno (31) de octubre de dos mil siete
(2007); Referencia: 13.503; Radicación: 110010326000199713503 00.
apreciación, noción ésta en relación con la cual la Sala ha expresado lo
siguiente:
(…)
“De suerte que, ante estas dos posturas que considera excesivas,
refiere cómo el Consejo de Estado ha optado «por el camino de en
medio» ¾que Vedel juzga prudente¾ de exigir que el error de
apreciación tenga carácter manifiesto para que sea tenido en cuenta
como tal por el juez, aunque, claro está, «el carácter manifiesto del error
es materia de apreciación, pero esto es inevitable»”61.
(…)
61
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 30 de noviembre de 2006, exp. 18059, C.P. Alier
Eduardo Hernández Enríquez.
La violación de la buena fe entraña la no obtención de los derechos en los
que ella es requisito, o la invalidez del acto y, por supuesto, la obligación
de reparar los daños ocasionados con una conducta así calificada, con la
consiguiente indemnización de perjuicios.”62
“En este punto resulta pertinente reiterar que a través de su oferta, cada
interesado en contratar con las entidades estatales, en cuanto considere
que reúne los requisitos y las condiciones exigidas para cada caso, por lo
general atiende la convocatoria o la invitación que formulan dichas
entidades para participar en los respectivos procedimientos
administrativos de selección contractual, propósito para cuyo efecto a
cada uno de tales interesados le corresponde estudiar previamente el
sentido, alcance y características del contrato que se pretende celebrar,
así como debe estructurar su propuesta con arreglo a las formalidades y
exigencias que determinen las normas vigentes y el pliego de condiciones,
de tal manera que se satisfagan plenamente las tres (3) categorías en las
cuales suelen clasificarse o agruparse los requisitos de orden jurídico, a
saber: a).- subjetivos, relacionados con la persona del proponente, sus
condiciones y su idoneidad; b).- objetivos, concernientes al contenido de
la oferta, sus características y alcance, y c).- formales, relativos a la
información, documentación, instrumentación y trámite de la oferta.
(…)
62
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Consejera Ponente: Ruth
Stella Correa Palacio, sentencia de 3 de diciembre de 2007, radicado: 1100-10-326-000-2003-000-14-01
(24.715) y otros (acumulados), actores: Carlos Orlando Velasquez Murcia y otros, demandado: Nación-
Presidencia de la República y otros, referencia: acción de nulidad en contra del Decreto 2170 de 30 de
septiembre de 2002.
63
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera – Subsección A,
Consejero Ponente: Mauricio Fajardo Gómez, sentencia de 14 de marzo de 2013, radicación:
44001233100019990082701, expediente: 24.059, actor: Sociedad Ávila Ltda., demandado:
Departamento de La Guajira, referencia: nulidad y restablecimiento del derecho – apelación sentencia-. }
En ese caso concreto, esta Subsección decidió desechar las pretensiones de indemnización presentadas
con ocasión del acto que declaró desierta la licitación, por razón, entre otras, de la conducta que adoptó
la sociedad proponente (luego demandante) en el procedimiento de licitación, acerca de las
inconsistencias de su propia información financiera, la cual se evidenció como violatoria de la buena fe
exenta de culpa.
quisiera hacer recaer en un oferente que se encuentre incurso en una
causal de inhabilidad o de incompatibilidad, por lo cual resulta plausible
que en estos casos la entidad decida rechazar o excluir esa clase de
ofertas, independientemente de que así lo haya previsto, o no, el
correspondiente pliego de condiciones, decisión que, de todos modos, la
entidad estatal contratante está en el deber de motivar de manera clara,
precisa, completa y detallada.
(…)
6. El caso concreto.
Con los soportes allegados al dictamen de la perito contadora pública, se aportaron los
documentos que le fueron entregados por la Subdirección de Sistemas de Información
de la Secretaría de Educación, mediante oficio de 4 de noviembre de 2005, en atención
a la petición presentada por la mencionada profesional, a saber:
64
Folios 12 y 13, cuaderno 3.
Ø Cuadro Estimado de Costos65.
Ahora bien, con el referido dictamen se allegaron las copias del Contrato No. 010 y sus
adiciones68, se corroboró su existencia y la conexidad del objeto contractual con el que
se encontraba en estudio para el caso sub-lite, teniendo en cuenta que dicho contrato
No. 010 se refirió a la implantación de la segunda fase del proyecto Red de
Participación Educativa (REDP) y tuvo por objeto la “compraventa, instalación, pruebas
y entrega en funcionamiento de bienes, equipos y elementos de Hardware y Software,
así como con la prestación de servicios complementarios de mantenimiento, de
capacitación, de administración de la mesa de ayuda y de alistamiento de equipos
obsoletos.” (La subraya no es del texto).
En relación con la documentación del Contrato No. 010 se destaca el contrato adicional
No. 6 de 9 de noviembre de 2001, mediante el cual las partes acordaron ampliar la
cobertura de la mesa de ayuda, la modificación de alcance de los servicios de
mantenimiento correctivo y preventivo. En los considerandos de ese documento se
65
Folio 15, cuaderno 3.
66
Folios 16 a 37, cuaderno 3.
67
Folio 5 cuaderno 2.
68
Folios 40 a 118, cuaderno 3.
citan las distintas decisiones del Comité Directivo de la entidad contratante, en torno al
servicio que la entidad estaba recibiendo bajo ese contrato y el volumen de los
requerimientos de servicio generados por las distintas clases de equipos, lo cual sin
duda alguna permite aceptar el argumento esgrimido por la Secretaría de Educación en
este proceso, acerca de que contaba con la experiencia y conocimiento acerca del
servicio requerido por la propia entidad, para elaborar los estudios previos de la
licitación pública LP-SED-SDI-002-2003.
De igual forma, el acervo probatorio confirma el análisis del Tribunal a quo acerca de
que los documentos allegados al proceso cumplen en su contenido con los
requerimientos de los estudios previos fijados en el artículo 8 del citado Decreto
Reglamentario 2170 de 200269.
Ahora bien, a juicio de la Sala, dentro de la lógica del servicio de soporte técnico de la
red de computadores y equipos de comunicación de una entidad pública, resulta
totalmente coherente, aun con el conocimiento más primario de la materia, que uno de
los criterios de la selección del proveedor a la luz del artículo 29 de la ley 80 de 1993,
podía ser razonablemente, el de la oferta en materia de tiempo de respuesta en el
servicio de atención de las fallas reportadas de los equipos.
Por otra parte, en términos generales la determinación de plazos para el cumplimiento
de las obligaciones contribuye a la existencia de reglas claras y completas, en pro de la
selección objetiva de la propuesta, de acuerdo con el artículo 25 de la Ley 80 de 1993.
69 69
El Decreto 2170 de 2002, reglamentario de la Ley 80 de 1993, dispuso los siguientes requisitos
mínimos para los estudios previos (derogado por el Decreto 066 de 2008, reglamentario de la Ley 1150
de 2007, a su vez derogado por el Decreto 2474 de 2008, el Decreto 734 de 2012 y el Decreto 1510 de
2013):
“Artículo 8. De los estudios previos. En desarrollo de lo previsto en los numerales 7 y 12 del artículo 25
de la Ley 80 de 1993, los estudios en los cuales se analice la conveniencia y la oportunidad de realizar la
contratación de que se trate, tendrán lugar de manera previa a la apertura de los procesos de selección y
deberán contener como mínimo la siguiente información:
2. La definición técnica de la forma en que la entidad puede satisfacer su necesidad, que entre otros
puede corresponder a un proyecto, estudio, diseño o prediseño.
3. Las condiciones del contrato a celebrar, tales como objeto, plazo y lugar de ejecución del mismo.
5. El análisis de los riesgos de la contratación y en consecuencia el nivel y extensión de los riesgos que
deben ser amparados por el contratista.”
En ese supuesto no se encuentra reproche ni se advierte ilegalidad por el hecho que la
entidad contratante hubiera resuelto fijar un plazo máximo de respuesta en el servicio
requerido y dejar el plazo mínimo a la oferta de cada proponente.
La sociedad demandante afirmó que el requerimiento referido fue amañado por los
funcionarios de la Secretaría de Educación, con propósitos oscuros, sin esgrimir
soporte para sostener esa afirmación, empero consideró que el dictamen de los peritos
daría lugar a probar su dicho, no obstante lo cual ello no se logró, como se verá en el
análisis de las pruebas invocadas.
Finalmente, tampoco se demostró cómo esa estructuración del requisito del pliego de
condiciones que se viene comentando, habría configurado una violación del deber
contenido en la letra e) del artículo 24 de la Ley 80 de 1993, a cuyo tenor:
6.2.1. En forma previa al análisis de este punto se aclara que no procede la invocación
del artículo 13 del Decreto 066 de 2008 que reglamentó la Ley 1150 de 2007,
mencionado en los alegatos de la parte actora en relación con el tratamiento de la
oferta artificiosamente baja, puesto que la norma citada es posterior a los hechos que
dieron lugar a la controversia que ahora se desata.
Sin embargo, se advierte que aún en vigencia de esa reglamentación, la Administración
Pública sólo podía proceder al rechazo de la oferta artificiosamente baja con
fundamento en la información obrante en el procedimiento de licitación70, puesto que la
norma en cita no constituyó a la entidad contratante en el Juez de los actos de
competencia desleal, por manera que en ese contexto se estiman improcedentes las
imputaciones de la parte actora contra la entidad contratante, por haber afirmado que
de la información recibida no podía concluir que la oferta de tiempo de respuesta que
presentó COMWARE S.A., fuera imposible de cumplir.
70
Artículo 13. Oferta con valor artificialmente bajo
“Cuando de conformidad con la información a su alcance la entidad estime que el valor de una oferta
resulta artificialmente bajo, requerirá al oferente para que explique las razones que sustenten el valor por
él ofertado. Oídas las explicaciones, el comité evaluador recomendará al jefe de la entidad o su delegado,
el rechazo o la continuidad de la oferta en el proceso.
71
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección C,
Consejera ponente: Olga Mèlida Valle de De La Hoz, sentencia de 5 de julio de 2012, radicación
número: 25000-23-26-000-1995-00881-01(23087)
“Es evidente que la entidad estatal está facultada para rechazar las ofertas, cuando de conformidad con
la información a su alcance la entidad estime que el valor de una oferta resulta artificialmente bajo.
Aplicando los postulados anteriores al caso materia de estudio, no es lógico que los mismos actores al
ser requeridos por la administración para que explicaran las razones que sustentan los valores dados
en uno de los ítems preponderantes de la oferta, aquellos contestan diciendo que llenaron “el cuadro de
relación de ítems, cantidades y precios, a cambio de colocar un valor elevado a sabiendas que no es
factible a cualquier costo”, sin que lo anterior responda a circunstancias objetivas de los proponentes y
Por esta razón, teniendo en cuenta que de los argumentos expuestos por la parte
actora se puede entender que invocó una violación al principio de la buena fe en la
contratación, la Sala estudiará las pruebas referidas por la sociedad demandante,
partiendo de la sustentación del recurso de apelación, que se concretó así:
En relación con los tiempos de atención y solución del servicio de la denominada Mesa
de Ayuda, la Sala empieza por repasar la configuración del pliego de condiciones y el
contenido de los mismos:
su oferta, lo que pone en grave riesgo el proceso y el cumplimiento de las obligaciones contractuales
en caso de que los demandantes se les hubiese adjudicado el contrato.”
“El proponente deberá atender los servicios en sitio con los siguientes
tiempos de respuesta:
Sitios Tiempo de
respuesta en sitio
Nivel Central 8 horas
Nivel Local e Institucional 12 horas
Es útil hacer claridad en que dicho puntaje correspondía a uno de los ítems de las
especificaciones técnicas del servicio objeto de contratación, cual era el del soporte “en
sitio”, de las fallas reportadas a la Mesa de Ayuda, a su vez discriminadas en dos áreas
de servicio: nivel central y centros de operaciones.
De acuerdo con el anterior cuadro, COMWARE S.A., ofreció 30 minutos como tiempo
de respuesta para la atención en el nivel central y 90 minutos para la atención en los
centros de operaciones, con lo cual obtuvo el puntaje máximo del ítem en cuestión, por
valor de 250 puntos, al paso que Selcomp Ltda., ofreció 235 minutos para el servicio en
el nivel central y 355 minutos para el servicio en los centros de operaciones, lo que le
significó un puntaje de 46,75 puntos, en la suma en los dos ítems mencionados, de
conformidad con la aplicación de la fórmula establecida en el pliego.
Se observa que existió una diferencia ostensible en los tiempos ofrecidos por las dos
proponentes, empero ambas propuestas se encontraban dentro del rango exigido en el
pliego de condiciones, por debajo del tiempo máximo tolerado, que era 480 minutos,
para el servicio en el nivel central y 770 minutos para el servicio en los centros de
operaciones o localidades.
72
Folios 359 a 369.
Con el fin de valorar el soporte probatorio de ese argumento, la Sala observa que en el
pliego de condiciones se incorporó, en el capítulo IV de la descripción de alcance, la
especificación de la “población objetivo” con el anexo No. 9, contentivo de la cantidad
aproximada de equipos de las distintas sedes de la Secretaria de Educación, además
de que se describió el servicio requerido, se solicitó un número mínimo de técnicos, con
todo lo cual se encontró suficiente delimitación de los supuestos básicos del servicio en
cuestión.
Por otra parte, el pliego de condiciones dejó a la definición de los proponentes la oferta
de “personal adicional” y no presentó requerimientos sobre otros aspectos de la
organización logística para cumplir con el servicio, los cuales quedaron, por lo tanto,
bajo la libertad de cada proponente, como por ejemplo, los puntos de alistamiento, los
medios de comunicación y de transporte, sobre los cuales versó, entonces, la pericia de
los oferentes en orden a buscar la conjugación de factores para obtener la mejor oferta.
Nuevamente se advierte que la Sala no puede desestimar ese mecanismo, puesto que
se aprecia como instrumento razonable para incentivar la competencia en la eficacia del
servicio requerido, sin que se hubiera incurrido en ninguna trasgresión de los principios
de la contratación al momento de definir la regla correspondiente o en su aplicación.
Para demostrar su dicho la parte actora solicitó la siguiente prueba pericial con la
intervención de un perito ingeniero industrial y un perito contador público: “que se
practique prueba pericial en la que se verifique el cumplimiento de los tiempos de
respuesta ofertados por COMWARE S.A. ante un reporte de falla tanto a nivel central
como ante la localidad que INFORMÁTICA DATAPOINT LTDA propuso en sus
observaciones en el informe de Evaluación, y que fueron reiteradas en la Audiencia
Pública de Adjudicación.”74
73
Artículo 177 del C:P.C., “Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que
consagran el supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen,”
74
Folio 20, cuaderno 4.
su propuesta, hubieran exigido para agotar a cabalidad el Contrato suscrito por la
Administración”, ii) a cargo del contador público, “un estudio de costos y del mercado
objeto del Contrato en el que se calculen la totalidad de las erogaciones que
COMWARE S.A., debió solventar, (…) considerando evidentemente un margen de
utilidad de común uso en el mercado.”75
A su vez, se anota que el ejemplo propuesto por Informática Datapoint Ltda., en sus
observaciones a la primera evaluación, fue el siguiente:
Procede ahora revisar cuáles fueron las conclusiones de la perito ingeniera industrial,
acerca del asunto sometido a dictamen:
(…)
(…)
(…)
75
Folios 55 y 56 cuaderno 4.
durante treinta minutos, ya que no hay ninguna otra forma de transporte
público.”76.
(…)
Tal como observó el Tribunal a quo, este último reporte es indicativo de la forma como
se cumplió el servicio en el Contrato No. 056, asunto que no era materia de la litis y del
cual no puede derivarse que la oferta de tiempos de respuesta presentada por
COMWARE S.A., fuera absurda o imposible de cumplir.
La Sala puntualiza que según el referido dictamen, la tabla No. 4.1. se levantó con base
en los datos del listado del informe “REDP”, obrante a los folios 53 a 157 del dictamen,
que corresponde al registro de los distintos servicios, ordenados por tiempos de menor
a mayor, incluyendo todo tipo de eventos, en especial se destacan los registros de
tiempos dedicados a “instalación de software” y “revisiones generales” que son
76
Folio 9, cuaderno 4 – Dictámen.
77
Folio 39, cuaderno 4- Dictámen.
múltiples y se aprecian con un tiempo de proceso aparentemente importante para
efectos de establecer un dato promedio78 –puesto que esas actividades registran
duración de cinco horas y más en cada evento-, empero lo que llama la atención para el
propósito de esta prueba es que esas actividades se refieren al servicio de
mantenimiento, que era diferente al de atención de fallas reportadas a la Mesa de
Ayuda.
Se puede agregar que en sus alegatos la parte actora acudió a citar un dato de la
estadística de manera aislada y fuera de contexto, sin el análisis técnico sobre la lectura
que debía darse al mismo79.
En resumen, con fundamento en esta prueba pericial no se llega a concluir que la oferta
de tiempo realizada en la propuesta ganadora de la licitación LP-SED-DSI-002-03, fuera
absurda, artificiosamente baja o contraria a la conducta de buena fe que se exige del
proponente, por las siguientes razones: i) el mismo dictamen que invocó la parte actora
estimó que el dato de tiempo máximo, de acuerdo con los recorridos diseñados y
levantados por la ingeniera industrial que elaboró el dictamen, era inferior al ofrecido
por COMWARE S.A., así: el dictamen estableció un estimado de tiempo de 65 minutos
para atender el servicio en el lugar más remoto –variable por razón del tráfico y las
condiciones de desplazamiento- y COMWARE S.A. se comprometió a cumplir en 90
minutos y, ii) resulta improcedente apoyar la decisión en un dato promedio de la
estadística que se obtuvo de los registros de ejecución del Contrato No. 056, puesto
que la muestra correspondiente incluyó todo tipo de eventos y no solamente los
servicios por reporte de fallas a la Mesa de Ayuda que se cuestionaron en la demanda,
amén de que esa medición estadística del Contrato No. 056 no era objeto de la prueba
que fue delimitada por la parte actora.
Por su parte, la perito contadora pública realizó un análisis del estudio de factibilidad
llevado a cabo por la Secretaría de Educación y observó que “El objeto del contrato 010
de 2000 si permitía a SED tomar como punto de referencia para cuantificar el valor, el
78
La Sala observa que el dictamen no incluía un análisis o significado de la estadística presentada, pero
se puede advertir que en términos del promedio y la desviación estándar que procesó la perito, la parte
más representativa de la muestra se situó entre un tiempo mínimo de 46 minutos y un máximo de 160
minutos (datos ubicados entre la media menos una desviación y la media más una desviación), por
manera que la oferta de 90 minutos estaba dentro del rango de la desviación.
79
La Sala observa que en el dictamen no tenía por objeto el análisis de la estadística de ejecución del
Contrato No. 056. Empero, se advierte que la herramienta de análisis estadístico, no resultaba idónea en
este caso para demostrar la conducta específica alegada como cuestión medular de la prueba, acerca de
las estimaciones que realizó el proponente para configurar su oferta.
“La mayoría de los teóricos de la prueba en el proceso judicial consideran muy claramente que la
probabilidad frecuentística o estadística no es adecuada para dar cuenta del razonamiento probatorio en
el derecho porque no dice nada acerca de lo que importa de forma general al proceso: los hechos
individuales. (KAYE 1998:3-4, también COHEN-NAGEL, 1934, vol I. 197; BLACK 1984: 134; COGEN
L.J. 1989b: 48-49 TARUFFO, 1992: 197; STEIN, 2005: 67, 76, entre otros muchos).” FERRER
BELTRAN, Jordi, LA VALORACION RACIONAL DE LA PRUEBA, Marcial Pons, Madrid, 2007, página 98
personal a requerir en cada mesa de ayuda, los tiempos de respuesta para realizar el
mantenimiento preventivo y correctivo del Hardware y software (…)”. Agregó que “es
importante precisar que si la SED en los términos de referencia hubiese considerado la
instalación de inventario con un determinado número de técnicos en cada localidad era
viable el cumplimiento en 60 minutos”.
Ahora bien, utilizando como fuente los estados de pérdidas y ganancias registrados en
la Cámara de Comercio, la perito contadora pública estableció que el porcentaje de
utilidad neta liquidada por COMWARE S.A., fue de 1.71% en el ejercicio de 2003,
1.72% en el ejercicio de 2004 y 1.60% en el año 2005, lo cual indica que en términos
generales esa sociedad conservó en sus negocios un margen de utilidad y no operó a
pérdida80, por manera que se desvirtúo el supuesto de la parte actora acerca de que la
oferta de esa entidad era artificialmente baja, desde la perspectiva en que se demostró
que de acuerdo con la ejecución financiera de COMWARE S.A., los costos y gastos
fueron efectiva y realmente superados. En conclusión, aparece desdibujada la hipótesis
de la sociedad demandante, acerca de la configuración de la oferta “a pérdida” con
relación a los gastos de personal que tendría que afrontar para cumplir con los tiempos
de respuesta ofrecidos para los servicios contratados.
La Sala advierte, de la misma manera que lo hizo el Tribunal a quo, que la nulidad del
acto de adjudicación del contrato estatal por falta de los estudios previos conduce a que
80
Cuaderno 3, página 38 del dictamen.
ningún proponente pueda demandar el derecho a ser adjudicatario dentro del respectivo
procedimiento de licitación, por razón de que en ese supuesto la ilegalidad afecta el
pliego de condiciones e indiscutiblemente cualquier acto de adjudicación emitido con
apoyo en el mismo y, por lo tanto, no procede un derecho a la indemnización de la
utilidad frustrada sobre la base de un acto administrativo que, de haberse producido a
favor del demandante, hubiera resultado igualmente ilegal81.
Nótese, por ejemplo, que en el caso de la declaratoria de nulidad del contrato estatal, la
indemnización a favor del contratista deriva de las “prestaciones ejecutadas” que han
beneficiado a la Entidad Pública, de acuerdo con el artículo 48 de la Ley 80 de1993 y
no de los derechos afincados en contrato anulado.
Habida cuenta que para el momento en que se dicta este fallo, el artículo 55 de la Ley
446 de 1998 indica que sólo hay lugar a la imposición de costas cuando alguna de las
partes hubiere actuado temerariamente y, en el sub lite, ninguna actuó de esa forma, en
el presente asunto no habrá lugar a imponerlas.
FALLA