Calypso Dani20.4

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CARNAVAL DE EL CALLAO, LEGADO ANCESTRAL AFROANTILLANO

EL CALLAO CARNIVAL, AFRO-ANTILLEAN LEGACY

Carlos London1

Resumen: Desde hace más de quinientos años latinoamérica ha sido víctima de invasiones por
parte de la ambición de los europeos, primero desde las apetencias monárquicas de España y más
tarde la esclavización de los pueblos africanos diseminados por el Mar Caribe. Lo expresado aquí
pretende ser específico en la inmigración que se suscitó a mediados del siglo XIX en El Callao,
población ubicada al sureste del estado Bolívar, cuando llegaron oleadas de isleños procedentes
de Martinica, Dominica, Santa Lucía y otros pueblos, vinieron atraídos por la aparición de oro en
las orillas del río Yuruarí. Tenían la sapiencia y fortaleza para ejercer la minería subterránea y
extraer el preciado mineral, aparte del trabajo asociado al hecho aurífero, trajeron consigo usos y
costumbres relacionados con el Carnaval, el Calipso, sus idiomas y gastronomía. En este relato se
aprecian los conceptos bibliográficos de Ricardo Sartí, escritor callaoense, los cuales han servido
como fundamento para caracterizar el Carnaval de El Callao como legado ancestral afroantillano.
Esta manifestación festiva, representativa de la memoria e identidad de los callaoenses,
transversaliza la vida cotidiana de este conglomerado humano significando su patrimonio. Aún
con toda la significación expresada, dicha manifestación está siendo vulnerada en sus valores,
asociados a su esencia y a sus principios específicamente el ritmo del tambor tradicional, en los
idiomas Inglés y Patuá y en tercer lugar su peculiar gastronomía típica callaoense.
Palabras Claves: inmigración, carnaval, afroamericano, patrimonio, el callao

Abstract:For more than five hundred years, Latin America has been the victim of invasions by
European ambition, first from the monarchical appetences of Spain and later the enslavement of
the African peoples scattered throughout the Caribbean Sea. What is expressed here is specific in
the immigration that arose in the mid-nineteenth century in El Callao, a town located southeast of
Bolivar state, when waves of islanders from Martinique, Dominica, Saint Lucia and other towns
arrived. Appearance of gold on the banks of the Yuruarí River. They had the wisdom and
strength to exercise underground mining and extract the precious mineral, apart from the work
associated with the gold event, brought with them customs and practices related to Carnival,
Calypso, their languages and gastronomy. In this story we can appreciate the bibliographical
concepts of Ricardo Sartí, writer Callaoense, which have served as a foundation to characterize
the Carnival of El Callao as an ancestral Afroantillano legacy. This festive manifestation,
representative of the memory and identity of the Callaoans, transversalizes the daily life of this
human conglomerate meaning its heritage. Even with all the significance expressed, this
manifestation is being violated in its values, associated with its essence and its principles

1
E-mail: londonlegacy@hotmail.com

174
specifically the rhythm of the traditional drum, in the English and Patuá languages and thirdly its
peculiar Callaoense typical gastronomy.
Keywords: immigration, carnival, african american, heritage, El Callao.

Introducción
Las comunidades mundiales desde siempre, han buscado la forma de mejorar sus
condiciones de vida, variados son los motivos que las inducen a encontrar nuevos horizontes para
establecerse y fundar raíces que le permitan perpetuarse. Desde mediados del siglo XIX, al sur
este del estado Bolívar, en El Callao se suscitó un acontecimiento generado por la aparición de
oro a orillas del Rio Yuruarí.
Oleadas de personas mayoritariamente afroantillanas vinieron a trabajar las minas y con
ellos trajeron su cultura asociada al Carnaval, Calipso, idiomas y gastronomía. Al pasar el tiempo,
dichas manifestaciones se convirtieron en su patrimonio, al punto de ser reconocidos por la
Organización de Naciones Unidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 1º
de diciembre de 2016.
En esta breve presentación, se destaca la génesis y esencia de la fiesta Carnestolenda
Callaoense2 sin embargo, llama mucho la atención que en los actuales momentos se vea
amenazada su originalidad. En relación al uso de instrumentos no tradicionales en la percusión.
Los idiomas utilizados para interpretar el Calipso y el hecho culinario tan apreciado por los
callaoenses durante esa época festiva.
Metodológicamente se obtuvo información directa de los actores y cultores mayores de la
comunidad, a través de entrevistas y conversatorios dirigidos por el investigador quien además
preside la Fundación de Ferias y Carnavales Isidora Agnes. Finalmente se destacan algunas
acciones que se están llevando a cabo como producto de esta investigación, de las cuales se
espera sean de mucho provecho para otros estudios.

De lo Identitario Afroantillano al Patrimonio Callaoense

El contexto geográfico del sur-este del estado Bolívar posee características muy marcadas,
las cuales lo diferencian notablemente de otras regiones del país. Es un área de variada
vegetación que ofrece grandes recursos forestales y también un sinnúmero de especies animales.

2
Callaoense, oriundo de El Callao.

175
El potencial hídrico que tienen los ríos ofrecen las condiciones mínimas para vivir en dicha
región, estas bondades permitieron el “asentamiento de una misión de los curas capuchinos
catalanes”. (FERNÁNDEZ, 1995, p. 34).
Con referencia a lo anterior y haciendo énfasis en las misiones3 se menciona la de San Félix
Cantalicio de Tupuquén la cual estaba situada al margen izquierdo del rio Yuruarí. Además de las
actividades evangelizadoras se mantenían con la cría de ganado, labor que complementaban los
indígenas de la zona, quienes fungían como peones.
Al respecto se conoce que:
De 1842 datan las primeras informaciones sobre el hallazgo de oro en las orillas del río
Yuruarí4. Pedro Joaquín Ayres, de nacionalidad Brasileña, realizó a comienzos de la
década de los cuarenta, algunas exploraciones en el antiguo pueblo misional de
Tupuquén, comprobando la existencia del valioso mineral, que hizo del conocimiento de
los habitantes de la localidad. (CABELLO, 1996, p. 288).

La mencionada misión, históricamente ha sido reconocida en el entorno minero como uno


de los primeros, si no el principal referente aurífero del sureste Guayanés. Desde siempre se habla
que la proporción arena-oro era casi similar, el color dorado de los cochanos deslumbraba y
superaba a la rica tierra aluvional5. Cuando sucedió este “descubrimiento” enseguida despertó el
interés de muchos y pronto comenzó la gran movilización humana hacia los linderos del Yuruarí.
Aún con vientos frescos de las gestas independentistas, el gobierno venezolano, inició sus
primeros oficios para ejercer control sobre las diferentes acciones mineras.
Fue necesario poner orden en lo relativo a la exploración y explotación minera, era común
conseguir personas declarando propiedad de las minas o tierras sin poseer documento alguno que
lo certificara. Cabe destacar lo acertado de implementar correctivos a tiempo que pudieran
bloquear eventuales invasiones de interesados nacionales o extranjeros. Resulta oportuna una
medida gubernamental, a propósito de esto se señala que:

En 1850 el gobernador José Tomás Machado dispuso que la zona aurífera estaría abierta
a todo ciudadano que deseara intervenir en su explotación, fueran nacionales o
extranjeros. Desde entonces fue frecuente la afluencia de ciudadanos venezolanos hacia
la región del Yuruarí, como de la Guayana Inglesa, Trinidad, las Antillas, Brasil,
Colombia, Perú y otros. (CABELLO, 1996, p. 289).

De acuerdo a lo anterior, se puede inferir que, comenzaron a arribar al entorno

3
Misiones, acciones de los Curas Españoles con fines evangelizadoras.
4
Río Yuruarí. Principal benefactor hídrico de El Callao.
5
Aluvional, que se consigue fácil en la flor de la arena.

176
Yuruarense6 numerosos grupos de personas de varios lugares, pero ya, bajo condiciones y normas
emanadas del ente gubernamental a cargo. Suponemos que, la dinámica tomó otro rumbo con la
observancia de nuevos lineamientos de explotación, la mencionada medida de apertura facilitaría
el acceso a la nueva forma de trabajo que generaría cambios notables en la economía regional.
Con respecto al poblamiento, para el año 1860 Nueva Providencia, antiguo pueblo también
conocido anteriormente como Caratal “cuyas dos terceras partes de su población estaba
conformada por inmigrantes negros procedentes de las Antillas británicas y francesas, no obstante
identificarse pobladores alemanes, franceses y muchos venezolanos”. (CABELLO, 1996, p. 295).
A decir de este autor, es posible entender el vertiginoso aumento que se evidenciaba en la
población negroide, que además del trabajo minero aportó sus usos y costumbres. El cúmulo de
manifestaciones que practicaban los oriundos de las diferentes islas, paulatinamente se arraigaron
en la tierra del oro, la gente cada vez se fue apropiando más y más hasta hacerlas suyas al punto
de que transversalizan sus vidas y hoy día representan su cultura.
Hablar de cultura en el sentido amplio de la palabra, se traduce en el cúmulo de saberes que
tienen los seres humanos y que comparten con su entorno. Ella de por sí, presenta mucho
dinamismo y riqueza por su variedad asociada a lo artístico, a las relaciones cotidianas, la ciencia
incluso a las religiones. Cabe agregar también que “Cultura es aquello que el hombre añade a la
naturaleza. Es la forma de ser, pensar y actuar de la sociedad” (INSTITUTO DEL
PATRIMONIO CULTURAL, 2001, p. 6).
Según este concepto, la creatividad juega papel importante en la producción de
conocimientos nuevos que responden al hecho cambiante de todas las actividades
contemporáneas. El investigador como parte activa de este estudio asume que, dicha tendencia es
permanente en todas las comunidades a nivel mundial, en la región latinoamericana es
suficientemente notoria y más aún en Venezuela donde se viven momentos muy excitantes desde
el punto de vista cultural.
Todo ese conjunto de “saberes” representan el Patrimonio Cultural de los venezolanos, son
el elemento identitario que los califica como miembros de esa venezolanidad tan propia y
distintiva, tal como se sustenta, “son todas las manifestaciones culturales que una sociedad
produce o hereda de sus antepasados y que la pueden diferenciar de otras sociedades”

6
Yuruarense, relativo al río Yuruarí.

177
(INSTITUTO DEL PATRIMONIO CULTURAL, 2004, p. 7).
Según se ha citado, es evidente el marcado carácter de unicidad que hace tan distintos a los
habitantes de esta tierra y es de suponer que dicha personalidad se conformó por las distintas
culturas que confluyeron en este contexto geográfico, dando lugar a esta especie tan diferenciada.
En este orden de ideas, quiero destacar que en El Callao, población minera situada al
sureste del Estado Bolívar, a mediados del siglo XIX comenzaron a llegar inmigrantes de las
Antillas menores como Guadalupe, Martinica, Dominica, Santa Lucia, San Vicente y con ellos
trajeron sus usos y costumbres asociados al Carnaval y su Calipso, su Gastronomía y sus idiomas
Patuá7 (Patois) e Inglés. Es así como:

Los Trinitarios y otros isleños del caribe comenzaron a emigrar a Venezuela en el siglo
XIX; muchos de ellos se radicaron en El Callao para trabajar en las minas de oro
circundantes, a donde trasladaron sus costumbres y tradiciones, entre ellas: su
gastronomía, la manera de celebrar el carnaval, el Calipso y su forma de cantarlo y
bailarlo... (SARTI, 2007, p. 188).

Desde entonces toda esa fuerza vivencial se fue fortaleciendo con el pasar de los años y hoy
en día, es parte importante del patrimonio cultural de los Callaoenses, hecho este que lo hace
merecedor del reconocimiento mundial realizado por la UNESCO declarándolo Patrimonio
Cultural Inmaterial de La Humanidad, de acuerdo a la Convención del Patrimonio Cultural
Inmaterial (2003).
Según A. Delgado, el carnaval comenzó con pequeñas reuniones en casas de los negros
antillanos que vivían aquí, se cantaba y bailaba calipso para rememorar costumbres caribeñas,
cantaban en Inglés y Patuá y acompañaban la celebración con apetitosas comidas preparadas a la
usanza de su añorado terruño de origen. (Entrevista personal, noviembre 10, 2016).
Estos primeros hechos carnestolendos significaron la génesis del Carnaval de El Callao, la
continuidad permitió que se hiciera costumbre entre los pobladores venidos de otras tierras del
interior del país. Así se gestó el Carnaval, manifestación que fue creciendo a la par de la
explotación aurífera en la zona, pues cada vez llegaban más inmigrantes con sus familias a
trabajar en las minas. En conjunto, estas dos actividades le dieron vida a lo que hoy representa el
entorno callaoense.
Como lo expresé anteriormente y haciendo énfasis en el hecho del carnaval de El Callao,

7
Patuá, idioma criollo francés hablado en las Islas Francoparlantes y Angloparlantes.

178
forma característica de participación masiva de la gente, donde expresa su alegría y satisfacción;
es como un reencuentro con familiares, amigos y coterráneos que permite exteriorizar
sentimientos y el sentido de pertenencia de los callaoenses.
Según se ha citado, el Carnaval de El Callao es una costumbre que se celebra
consecutivamente desde hace más de 150 años, expresión sui generis conformada por músicos
populares que tocaban y cantaban al ritmo del Calipso, género musical propio del escenario
Carnestolendo, acompañados por numerosos y armoniosos coristas, también por las Madamas,
los Diablos, los Mineros, alegóricos Medio Pintos8 y disfraces de fantasía de la época, poco a
poco la dinámica fue cambiando, la organización interna demandaba la aparición de un líder que
llevara las riendas con el fin de contextualizar cada sección, es decir músicos, instrumentación,
cantores, coristas, madamas y disfraces. En este sentido, “a principios de los años 30 del siglo
XX, comenzaron a surgir comparsas organizadas por personas de grata recordación como:
Popolá, Chinchin Matson, Madam Dossy, Miss Sitó Matson, Popo Corand, Beatriz Popelin,
Tomasa Basanta, Ysabel Beyle y otras” (SARTI, op.cit, 189).
Supongo como actual dirigente de esta festividad, que el propósito de estas dirigentes era
el de lograr una mayor organización para ofrecer un mejor espectáculo y elevados niveles de
satisfacción para todos los participantes de cada comparsa. A partir de 1945, después de la
segunda guerra mundial, mucha gente de El Callao emigró al oriente del país en busca de trabajo
atraída por el boom petrolero, aunado a la carencia de maquinarias en las empresas auríferas
acantonadas en suelo callaoense. Todo esto tuvo un impacto negativo sobre el carnaval.
Después de lo anterior expuesto, es bueno señalar que hubo una considerable baja en el
número de habitantes del poblado, eso influyó para que se redujera el número de comparsas
participantes y “esta situación se prolongó hasta mediados de los años 1950 cuando por iniciativa
de Humberto Wallace, Kenton St. Bernard, Isidora Agnes, Lourdes Basanta, Julio Yañez y otras
entusiastas personas comenzaron a promover la reactivación de las comparsas” (Sarti, op.cit,189).
El Callao es una comunidad que tiene 45.000 habitantes y en la actualidad debido a la
actividad minera, la población fluctúa de 75.000 a 80.000 pobladores. Durante el Carnaval es
visitado por un gran número de turistas atraídos por el carácter singular de esta fiesta, de acuerdo
a informaciones aportadas por la Alcaldía Municipal cada época Carnestolenda entran 65.000

8
Medio Pintos, personajes pintados de negro que participan y alegran el Carnaval.

179
Turistas. Cabe destacar que este año 2017 vinieron cerca de 50.000 personas, cifra que llama la
atención si se considera la reciente Declaratoria Patrimonial.

Promotores del carnaval de El Callao, Isidora Agnes, Humberto Wallace, Lourdes Basanta y Kenton St. Bernard.
Foto recopilación de Rubén Alfaro.

No obstante, la última cifra señalada no afectó la celebración de los citadinos, la fiesta se


celebró como siempre fiel a la tradicional. La gente compartió y disfruto su Calipso y sus
comparsas, los disfraces, las madamas y su peculiar gastronomía y bebidas típicas. El Carnaval
transversaliza la vida de los valleoenses, quienes durante todo el año se preparan para ese
acontecimiento que identifica a los nacidos y pisatarios de la Tierra el Oro.
Esta gran celebración comienza con una comparsa por las calles de la población,
precisamente cada 25 de Diciembre, es como un regalo de navidad a su gente la cual lo recibe
con mucha alegría en el entorno Callaoense. Seguidamente en la primera semana del mes de
Enero se realiza el grito de Carnaval oficial donde exponen su música y danzas veinticuatro
agrupaciones de Calipso locales, dicho evento comienza a las dos de la tarde y culmina a las seis
de la mañana del siguiente día. Este escenario sirve para ofrecer una variada exposición
gastronómica presentada por las tradicionales Madamas.
Como es costumbre, se realizan los “domingos de práctica” hasta llegar el Carnaval
propiamente, son eventos los cuales todos los grupos de comparsa tienen la oportunidad de
ensayar los Calipsos que presentarán en la fiesta. Se busca la puesta a punto para entregar el

180
mejor producto a propios y visitantes. Mientras esto sucede cada organización aborda la fase
final de la decoración de los disfraces que exhibirán en las distintas comparsas.

Así se vive el carnaval en El Callao


Seis días de la más bella y vibrante fiesta el carnaval de El Callao, el carnaval de la vida
de los callaoenses la cual siempre se inicia un día jueves con el fastuoso desfile de veintiséis
instituciones educativas, allí toman parte nueve mil alumnos acompañados de sus padres,
representantes docentes y familiares. Se trata de una variadísima gama de coloridos y brillantes
disfraces que adornan las calles al compás del calipso. El espectáculo nocturno continúa con la
coronación de las jóvenes reinas de las comparsas adultas.
En el orden de las ideas anteriores, el siguiente día viernes y sábado transcurre
incrementando la organización, el ambiente se torna aún más candente con las coronaciones y
conciertos en vivo, en estas instancias todo el pueblo está celebrando y acompañando a su
agrupación favorita, tarareando y coreando sus calipsos de su preferencia. Es bueno señalar que
ya es corrido el horario hasta el fin de la celebración. Ya en la madrugada se puede observar el
histrionismo de los pintorescos mediopintos con su característico color negro brillante y su
peculiar baile, al tiempo que solicitan una moneda a cambio de no pintar a las personas.
Cabe destacar que paralelamente a la misa, en otros sectores se pueden observar las
comparsas infantiles provenientes de los diferentes barrios de la comunidad. Otra vez la gracia de
los niños impregna este maravilloso espectáculo que preparan los adultos con el propósito de
sembrar en ellos principios y valores para perpetuar esta manifestación.
Resulta oportuno resaltar que el día domingo a las once de la mañana se celebra la
tradicionalísima misa de las Madamas, en acción de gracias a Dios por el legado de este
personaje, considerado el más representativo de la tierra del oro por su matriarcado y grandes
aportes a la comunidad. La iglesia es colmada en su totalidad por la generosidad y belleza de la
mujer callaoense, que cada año agradece por la permanencia de las tradiciones y la bendición de
Dios. Cabe agregar sobre las ofrendas las cuales se hacen al ritmo del más puro y tradicional
calipso rememorando los más conocidos desde el siglo XIX.

181
Niñas vestidas de madamas, foto Rubén Alfaro.

Una vez culminada la misa comienza “la comparsa de las Madamas” recorriendo las diferentes
calles del pueblo, allí se pone de manifiesto una vez más el arraigo a esta herencia que nos
dejaron nuestros ancestros afroantillanos.
Ese mismo domingo, después de la comparsa patrimonial de las Madamas, irrumpe la
gran explosión de las comparsas de adultos con sus maravillosos disfraces de fantasía. Junto a
estas organizaciones musicales aparecen las escuelas de diablo de El Callao, luciendo mascaras
tradicionales y espectaculares, ellos contribuyen a poner el orden en las comparsas cuidando que
el público no interfiera en la dinámica de los disfraces y el buen desempeño de los músicos.
Otros personajes que hacen vida en dicha festividad son los mineros tanto artesanales
como industriales, los cuales representan el trabajo generador de vida en el pueblo. Es bueno
recordar que por razones de la aparición del oro es que llego esta costumbre carnestolenda a la
región del Yuruari.
Las calles son el escenario propicio donde ellos demuestran la sapiencia y habilidades con
la batea, el pico y la pala para extraer el rico mineral. La comparsa de las negritas también anima

182
la fiesta actuando en las diferentes comparsas, valiéndose de su identidad oculta para jugar con
los alegres asistentes citadinos y visitantes.

Personajes del carnaval de El Callao,


Foto: Fundación Centro de la Diversidad Cultural.

Los días lunes y martes el carnaval llega a su máxima expresión, todas las calles de la
ciudad son ocupadas por la multitud compuesta tanto por gente del pueblo como visitantes para
ver los maravillosos disfraces de fantasía y disfrutar de la música. Este Carnaval tiene una gran
particularidad y es que todos sin excepción, pueden ser protagonistas en las comparsas sin
limitación alguna siempre y cuando observen las normas establecidas por los entes organizativos,
los cuales son dadas a conocer toda vez que lleguen al pueblo.
Cabe destacar que la gente participa en familia en dicha celebración, el calipso invita a
bailar por su ritmo cadencioso y pegajoso mientras otros prefieren ser solo espectadores y

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asegurar las gráficas para la posteridad. La convivencia genera el reencuentro, el compartir, la
amistad y el amor entre todos los protagonistas.
Después de lo anteriormente expuesto es muy importante señalar que llevar a cabo una
festividad de esta magnitud amerita una carga logística que contempla además el despliegue de
un vasto operativo de seguridad que brinde tranquilidad a los celebrantes. Dicho contingente
generalmente lo conforman efectivos del ejército, guardia nacional bolivariana, c.i.c.p.c., sebin,
policía estadal, policía de tránsito, protección civil y el instituto de salud pública estadal.
Cabe señalar que a partir de las diez de la noche de cada martes, inician los actos de cierre
del carnaval. Las diferentes comparsas presentan sus conciertos de cierre invitando ya para
celebración del próximo año.

Los comparsas patrimoniales invitan


Las comparsas son las protagonistas por excelencia del carnaval, representan la más viva
esencia de esta festividad, entre estas se nombran las siguientes: Nueva Onda del Calipso de los
Hermanos Clark, La Agricultura, Rafael García y continuaron los hermanos Rodríguez,
Renovación del Calipso de Chuo Marksman, sus hermanos Elda, Jorge y la China emergió en el
año 1977, la Nueva Generación del Calipso la cual fue dirigida por Lisandro Harewood,
Ramoncito Lazar, Kenton St´Bernard hijo, Reinaldo Papparella, Marlon Alí y actualmente David
Hernández, The Same People de los hermanos Gagliardi en compañía de los hermanos
Emanuelli, Banán Pilé nació de la idea de Humberto “Chirulí” Muñoz, luego fue dirigida por
Carmen Reyes y Daniel Murati, actualmente liderada por Ismael Lezama, Galería 7 fundada por
los hermanos Daniel y Emilia Murati, Family Ground institución que inició sus actividades con
Carlos London, familia Briceño, familia López, Osiris, Wilfred, Andrés Charles y las hermanas
Marcano, y El Negro Jackler del carismático y maravilloso Pedro Valdéz.
A su vez, se cuenta con la Agrupación Cultural Doña Ismenia que nace del seno de la
familia Báez Cabello, actualmente dirigida por Betzi de Sarti; Fundación Negra Isidora, fue
dirigida por Keyla St´ Bernard, Johan Chávez de Porra y actualmente presidida por Elda
Marksman; Fundación Carlos Small y Cecilio Lazar con Israel Brown, los hermanos Lazar y
Cirilo González; Calipso´s Fire, al frente se encuentra Gilberto Rivas, Skyson Rivas y Lesbia
Quintero; Jeky and Saint John Boys liderada por Jesús Velásquez, Loyren López y Wilfredo
López; Miguel y sus Muchachos, al frente de esta agrupación se encuentra Miguel Jiménez;

184
Fundación Socio-Cultural Kenton St. Bernard con el matriarcado de la maestra Nelia Norman de
St´Bernard, en compañía de sus hijos y presidida por Kenton St. Bernard hijo; Nueva Juventud,
este grupo de jóvenes es dirigido por Jorge Márquez; Combinación del Calipso presidida por
Violeta Pérez en compañía de su hijo Moisés John.
Dentro de los grupos que animan el hecho carnestolendo, también se cuenta con la
presencia infantil, entre estas: Las Tres Rosas dirigida por Irayma López, Eliud Yory en
compañía de toda su familia, La Ondita dirigida por Carmen Leticia Rojas, secundada por Rosita
Figueroa y Yelitza Basanta, Cochano Gol y Tambor y The Young People dirigidas por Eugenio
Figueroa, The kids Fire Calipso igualmente Gilberto Rivas lleva las riendas de esta agrupación.
Comparsa infantil La Chalana dirigida por Lorenza Torrealba de Acosta, Comparsa infantil El
Calvario orientada acertadamente por Irene Evans, Comparsa infantil 5 de Julio bajo la dirección
de Glenis Lugo. Comparsa infantil Mineritos de los Próceres dirigida por la popular Yamileth
Lugo, Comparsa infantil Antonio José de Sucre gerenciada por Belén Fuenmayor, Comparsa
infantil Los Proceres liderada como presidente honorario por Ponciano Sánchez y actualmente
Zenaida Silva lleva las riendas.

El carnaval y el turismo
Cada año son miles de personas que comparten las bondades y cualidades del carnaval
motivados a las características de su evolución. La dinámica permite ser protagonista directo y
disfrutar de todo el potencial turístico del maravilloso acontecimiento. Dicha atracción comienza
por la amabilidad, hospitalidad y generosidad de los pisatarios del lugar, los cuales preparan sus
hogares para albergar los ilustres visitantes.
En el mismo orden de ideas, se destaca el hecho de que pueden compartir en situ las
labores de elaboración y decoración de los disfraces que se presentarán en las comparsas y del
mismo modo hasta ensayar los calipsos que se escucharán durante la celebración. Es bueno
mencionar otro suceso muy común en el callao, la gente se compenetra tanto que se hace
costumbre preparar y compartir los alimentos con los dueños de la casa. En algunos hogares
todavía se preparan comidas y bebidas típicas.

El carnaval y su originalidad

185
Después de las consideraciones anteriores donde se reflejan las características del
carnaval, se señalan algunas particularidades que actualmente llaman la atención y que es
necesario hacer los correctivos a tiempo con el propósito de coadyuvar en la autenticidad y
originalidad del carnaval.
Es bueno señalar que el calipso es el género musical que identifica dicha festividad y su
principal instrumento es el tambor, que al percutir su fibra genera el tradicional sonido bumbac,
el cual hace vibrar tanto a los ejecutantes como a los acompañantes. Según el maestro K. Saint
Bernard en el año 1954, fabricó junto a Lorenzo Redhead el primer tambor para la comparsa, esto
permitió la aparición de una batería de tambores conocidos como tambor bajo o base, tambor
medio y tambor de repique. (Conversación personal, enero 20, 2004)
El percutir en conjunto de estos tres tipos de tambores genera al calipso la cadencia
singular que identifica al carnaval de El Callao. El paso acompasado de los comparseros bailantes
exteriorizan toda la fuerza de esta singular música, como si fuesen transportados a celebrar
juntos, el gran acontecimiento cultural. Los ejecutantes representan el poder que marca el curso
de la comparsa y las Madamas el ejemplo del matriarcado Callaoense escenificado en las calles
impregnándolas de sencillez, belleza, colorido, alegría y generosidad.
En este mismo orden y dirección se trae a colación otra variable muy importante la cual
está asociada al Idioma Patuá, en el pueblo se utilizó esta lengua por más de cien años y era muy
común escuchar cantos de Calipso combinando este idioma con el Español y el Inglés. Patois o
criollo Francés como se le nombra en el mar Caribe, es una lengua de raíces francesas mezclada
con algunas voces de Inglés, Español e incluso lengua Caribe.

186
Henry Briceño, Medio Pinto tradicional, Personaje del carnaval de El Callao,
Foto: Rubén Alfaro

“Oh Girl your mother is calling you, amba kailá”9 es una frase de las más utilizadas por los
cantores de Calipso de El Callao, así como también “Puzione levé10 mete linmie bay congo bara”.
Interpretar calipso en este idioma le otorgaba mayor significación al Carnaval, según cuentan
opiniones populares, la participación era por demás emotiva y de mucho arraigo. Igualmente le
daba al pueblo otro atractivo diferenciado con otras comunidades. Es notorio que ya no se utiliza
la lengua Patuá en los cantos como anteriormente, son contados los cantores que se ocupan de
introducir algunas voces en las letras, hecho que al parecer le resta calidad a las interpretaciones.
Resulta oportuno señalar, otro elemento distintivo del carnaval de otrora, se trata del arte
culinario de origen afroantillano. La gastronomía desde siempre fue protagonista de esta gran
celebración, como espacio de convivencia permitía el compartir familiar donde se sumaban
amistades y asiduos visitantes atraídos por la fiesta Carnestolenda. El Carnaval era el momento
oportuno para degustar o disfrutar de un Rottí11, un buen aliñado Acrá12, un Talkarí (Tarkarí en
otras regiones del país) bien sazonado, un delicioso Domplin13 o un extraordinario Yinyabie14,
estas eran expresiones utilizadas a menudo por la gente de la tercera edad, incluso los
contemporáneos. Como ya se ha exteriorizado, compartir estas comidas en tiempos de carnaval es
de gran significación para los callaoenses, es parte de la ritualidad y la magia de esta gran reunión
de los oriundos de esta generosa tierra.
Después de las consideraciones anteriores donde se reflejan las características de los
carnavales que se celebraban antiguamente, es posible reconocer las particularidades actuales. Se
observa en las distintas comparsas, la utilización de instrumentos no considerados originales

9
Amba Kailá, significa en lengua Patuá debajo de la casa.
10
Puzione levé, prisionero levántate, en lengua Patuá.
11
Rottí, comida de origen Afroantillano condimentada con curry.
12
Acrá, platillo a base de bacalao y aliños.
13
Domplin, comida a base de harina de trigo.
14
Yinyabie, bebida tradicional preparada con Jengibre.

187
como el caso del bombo “extranjero”, tambor de dimensiones extraordinarias que al utilizarlo
suplanta a la batería de tambores tradicionales.
De los anteriores planteamientos se deduce que probablemente los responsables de la
utilización del “Bombo” justifican su presencia con la fuerza que éste imprime a la música y la
hace más llamativa con el fin de aglutinar mayor cantidad de personas en las comparsas, otro
ejemplo es el facilismo asociado a la utilización de mazos para percutir la fibra sin considerar el
detrimento causado a la manifestación por cuanto originalmente se percute con las manos.
De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando quizás uno de los
motivos que han influido para la pérdida paulatina del Patuá está asociada a que solo era
practicada generalmente por los adultos de la casa, negando a los jóvenes la posibilidad de
aprender, estigmatizándolo con la vergüenza étnica por su carácter aparentemente coloquial.
Cabe agregar el caso de la gastronomía, si bien no está dentro del contexto musical de la
celebración, no deja de ser importante. El aprecio local la sitúa en el carnaval con todo el
derecho, no obstante hoy día es extrañada por la limitada presencia en los hogares de los
habitantes de la tierra del Oro.
Todo lo expuesto con anterioridad quizás sea la causa de la pérdida de valores
patrimoniales de los callaoenses, de persistir estas prácticas deficientes, se corre el riesgo de que
desaparezca el tambor tradicional del escenario carnestolendo. De igual manera también se
perdería el Patuá, así como también el rico sabor de la gastronomía típica callaoense como el
Domplin, Roti, Acra y Kalalú.
A manera de resumen se han expuesto las características originarias del Carnaval, donde
se destacan los rasgos heredados de los ancestros afroantillanos. Al mismo tiempo el presente
estudio busca promover el interés de las nuevas generaciones con el fin de que garanticen su
preservación, además se pretende contribuir con investigaciones futuras, ofreciendo
informaciones fidedignas aportadas por cultores de tradición y tesoros vivos de la comunidad.
Otro aspecto importante a destacar es el turismo que genera el carnaval de el Callao, el cual
favorece la economía de los miembros de la comunidad, y al mismo tiempo representa una
ventaja para los comercios de la comunidad.

Referencias

188
CABELLO, H. Historia Regional del estado Bolívar, Ciudad Guayana, CVG, 1996.
FERNÁNDEZ, A. Historia y Crónicas de los Pueblos del Estado Bolívar, Barquisimeto,
Ediciones Publimeco, 1995.
INSTITUTO DEL PATRIMONIO CULTURAL, Cuadernillo Patrimonial a Nuestro
Alcance. Caracas. Editorial IPC, 2001.
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