Cómo Convertir Los Conflictos en Oportunidades

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Cómo convertir los conflictos en

oportunidades?
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Todos, en algún que otro momento, hemos tenido conflictos, ya sea con nuestros
amigos, pareja, hijos, compañeros de trabajo e incluso con nosotros mismos. Los
conflictos surgen cuando no somos capaces de articular nuestra perspectiva con
los puntos de vista ajenos y no estamos dispuestos a ceder, parapetándonos
detrás de nuestras creencias, como si de una muralla se tratase.

De hecho, en realidad la causa más común de los conflictos no radica en la


diferencia de criterios o motivaciones sino en la incapacidad para encontrar un
punto en común, en la negación a ceder. Obviamente, estas posturas producen
malentendidos, disgustos y peleas.

Sin embargo, los conflictos no son necesariamente negativos, podemos


convertirlos en oportunidades para aprender, para crecer como personas y para
desarrollar la flexibilidad. Los conflictos nos permiten adentrarnos en perspectivas
diferentes a la nuestra y ampliar nuestra mente. También pondrán a prueba
nuestras habilidades sociales y nos ayudarán a ser más empáticos y asertivos.
Por supuesto, para obtener estas ventajas, es importante saber manejar los
conflictos.

5 ideas para convertir los conflictos en


oportunidades provechosas
1. Reconoce y valora los aspectos importantes para la otra persona. Cuando
estamos en presencia de un conflicto es fundamental discriminar cuál es el
aspecto que nos ha llevado a esa contradicción. No se trata del problema de base
sino de la discrepancia que nos impide ponernos de acuerdo. Una vez que hayas
detectado cuál es la verdadera causa del conflicto, intenta comprender por qué es
importante para la otra persona. Por un minuto, ponte en su lugar, asume su
perspectiva y haz tuyos sus valores. Solo así podrás entender el verdadero
alcance del problema.
2. Mantén bajo control las emociones. Las emociones son un arma de doble filo
ya que en ocasiones, sobre todo cuando nos enfrentamos a un conflicto, nos
juegan malas pasadas al tomar el mando y hacernos decir o hacer cosas
inapropiadas. Por eso, para convertir un conflicto en una oportunidad es
fundamental que aprendas a gestionar tus emociones. Por supuesto, no siempre
es fácil tomar el mando emocional, en esos casos, lo mejor es que postergues la
conversación. Explícale a la otra persona que en esos momentos no estás en la
mejor disposición para resolver un conflicto y que será mejor que aplacéis el
asunto hasta que puedas enfrentarlo con más calma y la mente despejada. De la
misma forma, si notas que tu interlocutor está demasiado exaltado, hazlo notar y
pídele postergar la conversación.

3. Muestra una actitud positiva, abierta a diferentes soluciones. A menudo las


personas se parapetan en su posición y no quieren oír hablar de alternativas que
no sean las que ellos proponen. Esta actitud de estar a la defensiva solo servirá
para que tu interlocutor se encierre a su vez, en un búnker. Como resultado, no
lograréis avanzar. Por eso, lo mejor es acudir al conflicto con una actitud abierta,
dispuesta al diálogo y, sobre todo, con la meta de alcanzar una solución que sea
satisfactoria para ambos. Al final, esta actitud se reflejará en tus gestos y palabras
y terminará por hacer que todo fluya con mayor facilidad.

4. Maximiza la empatía. No basta con que comprendas racionalmente al otro,


también es importante que entiendas sus motivos y sus sentimientos, sobre todo
cuando se trata de un conflicto con personas a las que te unen lazos afectivos.
Remontarte atrás en el tiempo y recordar sus experiencias de vida seguramente te
ayudará a comprender por qué se siente de determinada manera. Por supuesto,
también es importante que seas capaz de despertar la empatía. Pídele a la otra
persona que se ponga en tu lugar y explícale cómo te sientes.

5. Sé proactivo. No decidir es peor que tomar una mala decisión. Los conflictos
interpersonales suelen generar una gran carga emocional que acarrea
consecuencias en el plano personal y social. Por eso, evadirlo casi nunca es la
mejor solución ya que solo te traerá preocupaciones y estrés. Después de que
hayas sopesado los pros y los contras, decídete a enfrentar el problema. Quizás
no logres solucionarlo a la primera pero al menos estarás dando pasos para
buscar una alternativa.

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