Actividad Programa
Actividad Programa
Actividad Programa
MANGO(Mangifera indica L)
Malezas Finale® sl
Concentrado soluble- SL
Herbicida agrícola
Bayer CropScience
Folar® 460 sc
Suspensión concentrada
Herbicida agrícola
SYNGENTA
Fertilizantes UREA G
46-0-0
Nutrimon
CLORURO DE POTASIO
0-0-60
Nutrimon
BORATO 48
Boro (B) 15.0 %
Contenido de Boro (B2O3) 48.0 %
Contenido de Sodio (Na) 21.0 %
Borax equivalente (Na2B4O7.10H2O) 133.6 %
Agua de cristalización 29.5 %
Nutrimon
Dithane* m-45 wp nt
Polvo mojable, Fungicida
Dow AgroSciences
Goldzim® 500 sc
Suspensión concentrada (SC)
Fungicida agrícola
Cheminova
Manzate® 200 wp
Polvo mojable - WP
Fungicida uso agrícola
UPL United Phosphorus Limited
Abonos orgánicos
La elaboración y el uso de fuentes orgánicas para la nutrición de los cultivos, es una opción
tecnológica cuya utilización va en aumento, tanto por parte de productores que fabrican los
propios abonos a partir de desechos orgánicos de su finca, así como por aquellos que no cuentan
con dichos residuos sino que compran los abonos o los materiales para su elaboración. Las fuentes
utilizadas más comúnmente, aunque no las únicas, son los desechos orgánicos generados en el
procesamiento de café y caña de azúcar, residuos vegetales y estiércoles originados en sistemas
de producción pecuaria estabulada o semiestabulada. La elaboración y utilización adecuada de
fertilizantes o abonos orgánicos, proporciona una serie de ventajas, dentro de las cuales hay dos
de gran importancia desde las perspectivas ambiental y económica de la producción:
transformación de remanentes contaminantes en recursos para la nutrición, protección y
desarrollo de las plantas y disminución de la dependencia del sistema de producción por recursos
externos. Sin embargo, la utilización de los desechos orgánicos representa una serie de riesgos de
contaminación de la producción y aumento de especies animales perjudiciales para las actividades
agropecuarias. Por lo tanto, en su transformación para obtener abono, se requiere que el
tratamiento sea realizado de manera que se disminuyan o eliminen los riesgos, especialmente en
el caso que se utiliza estiércol animal, el cual es portador de microorganismos patógenos que
pueden causar en los seres humanos enfermedades gastrointestinales y de otra índole.
Las buenas prácticas fundamentales en cuanto a la elaboración, uso y manejo de abonos orgánicos
para evitar el daño ambiental y la contaminación de los productos agropecuarios son:
1. Utilizar desechos orgánicos en la producción agropecuaria, que esten debidamente procesados
y convertidos en abono. Deberán adoptarse procedimientos apropiados de tratamiento, por
ejemplo, compostaje, pasteurización, secado por calor, radiación ultravioleta, digestión alcalina,
secado al sol o combinaciones de éstos.
2. Realizar el tratamiento de desechos orgánicos y la elaboración de abono, en áreas retiradas de
los campos de producción agropecuaria. Los desechos deben mantenerse cubiertos o bajo techo
para evitar que la lluvia traslade contaminantes hasta los mantos acuíferos o los terrenos
utilizados en la producción. Preferiblemente dichas áreas deben contar con piso de cemento y un
adecuado sistema de drenaje para recoger los lixiviados que se generen.
3. Utilizar barreras o algún tipo de separación física entre los sitios de tratamiento de desechos
orgánicos y las áreas de producción, para evitar contaminación de los productos debido al arrastre
de patógenos por medio del agua.
4. Limpiar con agua a presión los equipos que hayan sido utilizados para el movimiento de
desechos orgánicos, antes de que éstos sean utilizados en labores en las áreas de producción.
5. Evitar que el personal que manipula desechos orgánicos ingrese en las áreas de producción sin
que antes haya realizado las labores apropiadas de higiene personal.
6. Cuando se requiera se debe realizar análisis microbiológico. Si el abono contiene
microorganismos contaminantes, no se debe utilizar a menos que se someta a tratamientos de
desinfección apropiados.
7. Mantener el abono orgánico en un área cubierta, alejada de desechos sin tratar, lejos de las
áreas de acopio o procesamiento, para evitar la contaminación de los productos agropecuarios y
fuentes de agua.
8. Los productores que compren abonos orgánicos deberán obtener del proveedor una
documentación en la que se identifique la procedencia, el tratamiento aplicado, los análisis
realizados y los resultados de los mismos.
9. La aplicación del abono orgánico debidamente tratado se debe hacer antes de la siembra o en
los primeros momentos del crecimiento de la planta. No se debe aplicar cerca del momento de la
cosecha, especialmente cuando se trata de productos de consumo fresco. Tampoco se debe
aplicar en campos adyacentes al área de cosecha en el período que esta se realiza.
10. En caso de productos agricolas que crecen cerca de la superficie del suelo, es necesario
aumentar las medidas preventivas para evitar que el abono orgánico entre en contacto directo.