Intercambio Ionico
Intercambio Ionico
Intercambio Ionico
Tecnológica, A.C.
En la opción de
Ciencias Ambientales
Co-Directores de Tesis:
Dr. Francisco Javier Cervantes Carrillo
Dr. José René Rangel Méndez
Asesor
Dr. Elías Razo Flores
ii
Créditos Institucionales
Durante la realización del trabajo el autor recibió una beca académica del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT-204069) y del Instituto Potosino de
Investigación Científica y Tecnológica, A. C.
iii
Dedicatoria
A mis padres.
Esto es por ustedes, y gracias a ustedes.
Agradecimientos
A los Doctores Francisco Cervantes Carrillo y José René Rangel, por su confianza y
ayuda en mi formación profesional.
A la Dra. Paola Díaz Flores, por compartir un poco de sus conocimientos teóricos y
prácticos, y sobre todo por su amistad.
A Tony, por ser una excelente compañera de proyecto y sobre todo amiga.
A César Nieto Delgado por ayudarme con la parte química y la elaboración de algunas
figuras del proyecto.
Y sobre todo gracias a los amigos, Carmens, panchis, ross, quimic boy, cirris, gigi, pau,
Edna, y muchos otros, que por su apoyo y carrilla hicieron de estos dos años una
estancia muy agradable.
iv
v
Contenido
vi
2.4.4. Flavinas 9
AZO
MEDIADORES REDOX
2.8.4. Zeolitas 15
IÓNICO
2.9.1. Adsorción 16
3.2. HIPÓTESIS 27
vii
4. MATERIALES, REACTIVOS Y EQUIPOS 28
4.1. EQUIPOS 28
4.2. MATERIALES 28
4.3. REACTIVOS 29
5. METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 31
6. RESULTADOS 41
viii
6.2. PRUEBAS DE INMOVILIZACIÓN DE MEDIADORES 41
6.2.1. Inmovilización de Q1 y Q2 en R 41
6.2.2. Inmovilización de Q1 y Q2 en RP 43
6.2.3. Inmovilización de Q1 y Q2 en RF 44
25°C
7. DISCUSIÓN 63
ix
7.2. ADSORCIÓN DE MEDIADORES REDOX SOBRE RESINAS 66
DE INTERCAMBIO IÓNICO
7.3. APLICACIÓN DE QUINONAS INMOVILIZADAS EN LA 73
8. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS 76
9. REFERENCIAS 78
x
Lista de Figuras
xi
6.15 Tamaño de molécula de NQS y AQDS 51
6.19 Efecto de concentraciones de fosfato (0, 25, 50, 100, 175 mg/L) sobre 57
la desorción de Q1 y Q2 Inmovilizadas en RF
xii
Lista de Tablas
xiii
Nomenclatura
Ǻ Amstrong
AC Alginato de calcio
AH Ácido húmico
APTS 3-aminopropiltrimetoxisilano
AQ Antraquinona
AQS Antraquinona-2-sulfonato
BQ Benzoquinona
CA Carbón activado
FAD Flavina-adenina-dinucleótido
FMN Flavina-mono-nucleótido
xiv
NQS (Q1) 1,2-naftoquinona-4-sulfonato
OH-Cbl Hidroxicobalamina
PPI Polipirrol
RDX Ciclotrimetilenetrinitramina
RF Resina fibrosa
TC Tetracloruro de carbono
xv
Resumen
xvi
mediadores redox, como NQS y AQDS. También se comprobó que los mediadores
redox mantienen su capacidad catalítica aún después de ser inmovilizados, por lo que,
este mecanismo de inmovilización puede ser considerado como propicio para retener
este tipo de catalizadores en sistemas de tratamiento de aguas residuales.
xvii
Abstract
xviii
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
El agua constituye uno de los recursos vitales para los seres que habitan el planeta tierra.
Por lo cual, es necesario mantener un alto nivel de pureza de este recurso, ya que al ser
disminuida ésta, se afectaría la salud humana. Se calcula que en el 2004 se extrajeron 75
km3 de agua de los ríos, lagos y acuíferos del país para los principales usos consuntivos,
lo que representa 16% del agua disponible. El uso consuntivo predominante en México
es el agropecuario, ya que en la actualidad 76% del agua extraída se utiliza para el riego
de 6.3 millones de hectáreas y para los usos pecuario, acuícola y otros (estos últimos
representan sólo 6.5% del volumen de agua empleada), le sigue el uso para
abastecimiento público con 14% y el industrial con 10% (SEMARNAT, 2005).
El sector industrial utiliza una gran cantidad de agua durante sus procesos,
generando grandes volúmenes de agua conteniendo contaminantes difícilmente
degradables. La industria textil representa uno de los sectores industriales más
importantes alrededor del mundo debido a la gran demanda de telas y a las
implicaciones económicas de su producción. Se estima que la manufactura de telas a
nivel mundial es de más de un millón de toneladas anuales, de las cuales el principal
exportador es el continente asiático, seguido por Europa y Norte América. Muchos de
los colorantes empleados durante el proceso de tinción de telas tienen una pobre fijación
en las mismas, por lo que terminan en los efluentes de este sector industrial (dos Santos,
2005).
Debido a lo anterior, las aguas residuales textiles son de gran importancia
ambiental, no sólo por el color, que impide el paso de la radiación solar en los cuerpos
de agua disminuyendo el proceso fotosintético; sino también, por sus productos tóxicos
y carcinogénicos provenientes de su biotransformación (Field & Brady, 2003).
Para lograr la eliminación de contaminantes recalcitrantes, como colorantes azo,
de aguas residuales se han utilizado procesos biológicos anaerobios como una primera
etapa para su biotransformación. También, se han utilizado tratamientos aerobios para la
oxidación de las aminas aromáticas formadas en la primera etapa. Cabe mencionar que
en la primera etapa del tratamiento se requieren tiempos de retención hidráulica largos
para obtener eficiencias de conversión aceptables. Por lo que, en los últimos años, se
han utilizado algunas estrategias entre las cuales se encuentra el agregar reactivos con
propiedades de oxido-reducción (mediadores redox) para acelerar la biotransformación
de colorantes azo durante los procesos anaerobios.
1
A pesar de la gran ventaja que representa la aplicación de mediadores redox en
procesos de decoloración, su empleo a nivel mundial es muy escaso, esto se debe
principalmente a los costos de operación que implica la adición continua de los
catalizadores, por tal motivo también su demanda en el mercado ha sido escasa.
El objetivo general del presente trabajo es evaluar la capacidad de diferentes
matrices poliméricas para adsorber distintos catalizadores con propiedades redox, bajo
diferentes condiciones experimentales, con el fin de optimizar la inmovilización de al
menos un catalizador (sin afectar su reactividad) para su posterior aplicación en
tratamientos de efluentes contaminados con colorantes azo. Lo anterior, permitirá
conservar la función catalítica de los mediadores redox por un tiempo prolongado, y así
disminuir los costos por la adición continua de los mismos a sistemas de tratamiento
anaerobios.
2
CAPÍTULO 2. ESTADO DEL ARTE
3
1956, especialmente en países industrializados. Durante la tinción con colorantes
reactivos, la hidrólisis de los grupos reactivos es una indeseable parte de la reacción que
disminuye el grado de fijación. A pesar de la adición de grandes cantidades de sal y urea
(60 y 200 g/L respectivamente) para incrementar el grado de fijación, se estima que de
10 a 50% no reacciona con el tejido y permanece (hidrolizado) en la fase acuosa. El
problema de efluentes con presencia de colorantes se debe por lo tanto principalmente al
uso de colorantes reactivos (Van der Zee, 2002).
4
compuestos, de los cuales sólo cerca del 40 % son producidos actualmente. Son
usualmente compuestos azo o nitro (amarillo o rojo), antraquinonas (azul y verde) o
compuestos azometálicos (todos los colores) (Van der Zee, 2002).
5
alternas que pueden acoplarse a las citadas anteriormente, como fotocatálisis,
sonicación, tratamiento enzimático, humedales, y la aplicación de mediadores redox
(Van der Zee, 2002; Anjaneyulu et al, 2005).
• Tipo de colorante
• Composición del agua residual
• Dosis y costos de químicos requeridos
• Costos operacionales (material y energía)
• Destino ambiental y costos de manejo de productos generados
6
• Heterogénea: El catalizador y reactivo se encuentran en distintas fases.
En estos procesos las moléculas reaccionantes son adsorbidas sobre la
superficie del catalizador y la reacción se verifica sobre esa superficie.
(Mortimer, 2001).
2.4.1 Piridina
La piridina es un líquido incoloro e inflamable que tiene un olor desagradable.
Puede ser producida a partir del alquitrán crudo o de otras sustancias químicas. La
piridina se utiliza como solvente y en la producción de muchos productos diferentes
como medicinas, vitaminas, condimentos de alimentos, pesticidas, tintes, productos de
goma, adhesivos e impermeabilizantes para telas. La piridina también puede formarse a
partir de la degradación de muchos materiales naturales en el medio ambiente.
La piridina se ha utilizado como catalizador en la producción de dimetil-α-
naftilamina (Germuth, 1929). Germuth (1929) encontró que el uso de piridina, como
agente catalítico, en la producción de dimetil-α-naftilamina, proveniente de α-
naftilamina y sulfato de metilo, incrementa la producción de dicho compuesto en un
intervalo de 51.3% a 65.8%, cuando es utilizada en la proporción adecuada (4 cm3 de
priridina por mol de α-naftilamina). Proporciones menores o mayores disminuyen el %
de producción de dimetil-α-naftilamina. Además, es importante mencionar que, el
material en presencia de piridina es de alta calidad.
2.4.2 Porfirinas
Las porfirinas existen en la naturaleza como parte de tres grupos de compuestos:
clorofila, vitamina B12 (cobalamina) y hemo, y cada uno está formado de un tetrapirrol,
la estructura es muy similar y sólo se diferencian porque cada una está unida a un metal
7
diferente, la clorofila contiene magnesio, la cobalamina, cobalto y el hemo, hierro. Estas
estructuras son importantes en numerosas actividades metabólicas fundamentales
(Orellana, 2002). Las porfirinas están presentes en el control de sistemas de transporte
de electrones de los organismos.
8
sugiriendo que el factor intracelular es el responsable de la biotransformación de TC. El
cultivo alimentado con propaneidol fue capaz de mantener una tasa constante de
biotransformación por 16 días, sin la adición de sustrato nuevo.
2.4.4 Flavinas
Las flavinas, o mejor conocidas como flavo proteínas, son enzimas que catalizan
reacciones de oxido-reducción en sistemas biológicos. La vitamina B2 o riboflavina está
en la naturaleza casi exclusivamente como un constituyente de dos flavin-coenzimas,
flavina-mononucleótido (FMN) y flavina-adenina-dinucleótido (FAD). De todos los
cofactores naturales, solamente los flavina-nucleótidos tienen la habilidad única de
transferir uno o dos electrones y de promover la oxidación simple de oxígeno
molecular. Se sabe que todos los componentes flavina forman sistemas
termodinámicamente reversibles. Por lo tanto, las flavinas pueden ser utilizadas como
buenos mediadores de electrones (Berchmans & Vijayavalli, 1995).
Lindén et al. (2003) desarrollaron una muy alta oxidación de sulfuro alílico y
vinílico a sus correspondientes sulfóxidos, utilizando flavina como catalizador de la
oxidación y peróxido de hidrógeno como oxidante terminal. Los sulfóxidos se formaron
con un excelente rendimiento y de manera muy selectiva, aún cuando se utilizó un
exceso de oxidante. La formación de compuestos sulfonados fue suprimida <0.5% (lo
normal es 1.5%). Con el uso de 0.04 equivalentes de flavina y 4 equivalentes de
peróxido de hidrógeno obtuvieron un rendimiento de aislamiento de 60% después de 3
hr.
Field & Brady (2003) evaluaron el uso de riboflavina como mediador redox, en
la reducción de colorantes. Ellos evaluaron el papel de este catalizador en la reducción
del colorante “amarillo mordiente 10” (AM10). La tasa total de decoloración (V total)
se dividió en dos formas: la tasa de reducción debida al contacto directo entre enzimas
presentes en el lodo con el colorante (V directo); y la tasa de reducción mediada por
riboflavina (V mediada). Los investigadores encontraron que la riboflavina incrementó
la tasa de decoloración total en un 61% a concentraciones muy bajas del catalizador (9
µmol), lo que corresponde a una relación molar riboflavina:colorante de 1:60.
9
descomposición, unidos a los productos sintetizados por los microorganismos del suelo
y ciertos intermedios de dicha síntesis. Esta composición no es estable sino que presenta
gran dinamismo. Entre un 60% y un 90% de la materia orgánica del suelo está
constituida por estos materiales de naturaleza lignoproteica (Ramos, 2000).
En el suelo, las sustancias húmicas se encuentran asociadas, mediante uniones de
carácter débil (puentes de hidrógeno y fuerzas de van der Waals), a otra fracción
orgánica constituida por productos de composición química definida y de alto peso
molecular, polisacáridos y proteínas, sustancias simples como azúcares y aminoácidos y
otras pequeñas moléculas. Sin embargo, en algunos casos, esas uniones son de tipo
covalente. Todo este heterogéneo grupo de materiales se engloba bajo el término de
sustancias no húmicas. En conclusión, el humus está formado por sustancias húmicas y
no húmicas, aunque los términos humus y sustancias húmicas son empleados como
sinónimos por algunos autores (Ramos, 2000).
Aunque las substancias húmicas son compuestos considerados a ser muy inertes,
por su gran estabilidad estructural, se ha encontrado nueva evidencia que indica que
éstos pueden tener roles activos en la degradación de materia orgánica bajo condiciones
anaerobias. El humus y las quinonas han mostrado tres distintos roles como
transportadores de electrones para soportar la transformación abiótica y biológica de
contaminantes (Field et al., 2000):
11
En la Tabla 2.1 se describen algunas investigaciones relacionadas con la
reducción de colorantes azo en las que se han explorado mediadores redox como
catalizadores.
Rojo Lodo anaerobio AQDS, AQS, Con agua residual textil, y AQDS, Dos santos et
Reactivo 2 granular 1, 4, el tratamiento termofílico (55°C) al, 2004
(RR2) y benzoquinona mostró un mayor incremento de la
Agua textil (BQ) capacidad de transferencia de
residual electrones, 3.6 veces más que el
tratamiento mesofílico. La
reducción de RR2 en presencia de
AQS fue 3.8 (55°C) y 2.3 (30°C)
veces mayor que sin AQS. La
mezcla de AQS con BQ no
presentó aumento en la
decoloración
12
2.7 ASPECTOS QUE LIMITAN LA APLICACIÓN DE MEDIADORES REDOX
Aunque los mediadores redox son de gran utilidad en la degradación de algunos
contaminantes, como ya se ha mencionado anteriormente, presentan algunas
limitaciones por las cuales no son usados con regularidad en los sistemas de tratamiento
de aguas residuales.
Los efectos de los diferentes mediadores redox existentes varían
significativamente entre las diferentes cepas bacterianas y los tipos de contaminantes de
interés (Field & Cervantes, 2005). Kwon & Finieran (2006) corroboraron lo anterior al
reportar que las substancias húmicas incrementaban la reducción de
ciclotrimetilenetrinitramina (RDX) mediante la participación de G. sulfurreducens en
comparación con células sin la presencia de substancias húmicas, pero que la reducción
de RDX por G. metallireducens no fue estimulada por las mismas substancias húmicas
utilizadas con la bacteria anterior.
Por otra parte, es importante comentar que varios parámetros ambientales, como
potencial redox, temperatura (Dos santos et al., 2004), y estructura química influencian
la reactividad de los catalizadores durante la transformación de los contaminantes (Rau
et al., 2002), esto fue observado por Doong & Chiang (2005) durante la degradación de
TC utilizando quinonas como catalizadores.
A pesar de la gran ventaja que representa la aplicación de mediadores redox en
procesos de decoloración, su empleo a nivel mundial es muy escaso, debido a que los
mediadores solubles, como AQDS, no son retenidos en los reactores, por lo cual es
necesario adicionarlos continuamente en el sistema. Lo anterior, representa elevados
gastos de operación y mantenimiento de los sistemas de tratamiento. Como
consecuencia, existen en la actualidad sólo algunos casos aislados en los que empresas
europeas aplican este tipo de catalizadores para acelerar la conversión de compuestos
específicos de sus aguas residuales (Cervantes et al. 2003). Los catalizadores también
pueden tener efectos inhibitorios sobre algunos microorganismos, como es el caso
reportado por Aranda-Tamaura et al. (2007), quienes observaron una disminución de la
tasa de oxidación de sulfuro y la actividad microbiana de un lodo desnitrificante,
generado por la presencia de Lawsona.
13
2.8 MATERIALES SORBENTES
Aunque existen varios materiales sorbentes, solamente pocos tipos genéricos o
matrices dominan el uso comercial para la adsorción e intercambio iónico: carbón
activado, sílice gel, zeolitas, alúmina activada y resinas de intercambio iónico.
14
2.8.4 Zeolitas
Las zeolitas sintéticas, fueron inventadas por Milton en 1959, son utilizadas por
sus especiales propiedades de adsorción debido a su superficie química única y su
estructura de poros cristalina. Sin embargo, cabe mencionar que una gran cantidad de
las zeolitas comerciales son utilizadas para intercambio iónico (cationes) y como
catalizadores (Yang, 2003; Piraján, 2007). Además, las zeolitas tienen características
estructurales únicas y son resistentes a la biodegradación, por lo cual han sido utilizadas
en estudios como soportes para catalizadores como enzimas (glucosa oxidasa) y
nanopartículas (Pt y Pd) (Liu et al., 1997; Mandal et al., 2004).
15
iónicos (Helfferich, 1995). Debido a esto, también se describirán los fundamentos del
intercambio iónico.
2.9.1 Adsorción
La adsorción es un fenómeno superficial, y se entiende como una operación de
transferencia de masa en la cual las sustancias presentes en la fase líquida son
adsorbidas o acumuladas en la fase sólida y por lo tanto eliminadas de la fase líquida. El
compuesto que se adsorbe se le llama adsorbato y a la fase donde ocurre la adsorción se
le conoce como adsorbente (Crittenden et al., 2005).
La adsorción es gobernada por una atracción electro-química y no por un
proceso mecánico. Las fuerzas moleculares en la superficie del adsorbente se
encuentran en un estado de insaturación. Según la naturaleza del enlace de adsorción,
ésta puede ser física (fisisorción) o química (quimisorción) (Ponce, 2005).
16
concentraciones y tipos de sitios activos (complejos superficiales); y la
composición química del adsorbente, entre otros.
17
cationes, los intercambiadores iónicos se denominan catiónicos y cuando son aniones se
denominan aniónicos (Belen, 2007).
18
n [ R (CH3)3 N+ ] OH- + An- Æ
Å
[ n R (CH3)3 N+ ] An- + nOH-
(Reacción de intercambio)
donde:
[ R (CH3)3 N+ ] = monómero
n= Unidad de repetición
An-= Anión intercambiable
donde:
n= Unidad de repetición
An-= Anión intercambiable
19
corriente del efluente de cationes. Esta resina débilmente ionizada es regenerada de
manera eficiente por cantidades de base casi estequiométricas, tales como el hidróxido
de sodio, que restauran los sitios de intercambio a la forma de base libre. El paso de
regeneración es esencialmente una neutralización de los ácidos fuertes que son
recolectados en la resina y puede usar desechos cáusticos de una unidad aniónica de
base sólida para realzar la economía. Las resinas aniónicas débiles deben ser usadas en
aguas con niveles elevados de sulfatos o cloruros, o donde no se requiera la eliminación
de la alcalinidad y del silicio (Avilla, 1999).
20
2.9.3 Isotermas de Adsorción
La afinidad del adsorbato por el adsorbente es cuantificada utilizando las
isotermas de adsorción. Las isotermas de adsorción son ecuaciones matemáticas que
describen la relación entre la cantidad de adsorbato adsorbido sobre un adsorbente y la
concentración del adsorbato en solución cuando se ha alcanzado el equilibrio a
temperatura constante (Andrade, 2007).
Las isotermas de adsorción se llevan a cabo colocando un volumen determinado
de solución con una cantidad conocida de adsorbato junto con varias dosis de
adsorbente. La mezcla se mantiene a temperatura y agitación constante hasta que
alcanza el equilibrio. Cuando esto sucede la concentración en la fase acuosa del
adsorbato es medida y la capacidad de adsorción en el equilibrio para cada experimento
se calcula utilizando el balance de masa siguiente:
21
qA = (QM bA CA) / (1+bACA) Ec. 2.2
donde:
qA = KACA1/n Ec.2.3
donde
qA = Cantidad de adsorbato eliminado por el adsorbente (mg adsorbato/ g de
adsorbente)
CA = Concentración en el equilibrio del adsorbato (mg/L)
KA = Parámetro de Freundlich de la capacidad de adsorción, (mg/g) (L/mg)1/n
1/n = Parámetro de Freundlich de la intensidad de adsorción, sin unidades.
22
Uno de esos trabajos es el realizado en el 2003 por Van der Zee et al, quienes
probaron carbón activado (CA) como mediador redox para la reducción de colorantes
azo en dos etapas (2.5 g de CA en la etapa1 y 0.1 g de CA en la etapa 2) dentro de un
reactor UASB. Tomaron en cuenta que el CA contiene estructuras quinoidales en su
superficie, lo que se puede considerar como una inmovilización natural de mediadores
redox. Los resultados mostraron que la adición de CA incrementa la reducción de los
colorantes. En la primera fase, la eficiencia de decoloración, en presencia de CA, fue
casi total (97%) y este porcentaje fue disminuyendo hasta un 90% después de varios
meses de operación. Mientras que en ausencia de CA, la tasa de reducción fue de 60%
al principio, y después de algunos meses de operación disminuyó a menos del 40%. Al
inicio del segundo experimento, la eficiencia de decoloración lograda fue de 35% sin
CA y 78% con CA. Sin embargo, después de 112 días de operación la eficiencia de
decoloración disminuyó a 43 % en presencia de CA y a 32% en ausencia de CA. Los
autores sugieren que la disminución en la eficiencia de decoloración fue debida a que la
concentración de CA disminuyó por su salida paulatina del reactor.
Ceballos (2005), realizó procesos de inmovilización de mediadores redox
(AQDS y riboflavina) en CA y posteriormente, los probó en la reducción del colorante
azul directo 71 (AD71), en presencia de un consorcio de microorganismos anaerobios.
Para conocer la capacidad de adsorción del carbón respecto a los mediadores redox y su
afinidad, se elaboró una isoterma de adsorción de acuerdo con el modelo propuesto por
Freundlich. De los mediadores redox utilizados, AQDS presentó mayor afinidad por el
CA (1356 mg/g). Los resultados de la adsorción de riboflavina resultaron negativos
debido a que presentó muy poca afinidad hacia el carbón activado, repercutiendo
notablemente en el proceso de inmovilización. La reducción del AD71 ocurrió más
rápidamente en el tratamiento que contenía lodo y carbón activado con AQDS
inmovilizado (k = 0.103), en comparación con los tratamientos que solamente contenían
lodo (k = 0.053), o CA (k = 0.058) sin AQDS. Los resultados indicaron que hubo una
adecuada inmovilización de la AQDS en el CA, y que los grupos quinona quedaron
disponibles, después de la inmovilización, para llevar a cabo la reacción catalítica, lo
que se evidencio por la mayor velocidad de decoloración observada en los cultivos
conteniendo CA saturado con AQDS.
Guo et al. (2007) describieron el efecto de la antraquinona (AQ) como mediador
redox en la reducción de varios colorantes (Rojo Reactivo Brillante X-3B, Negro Ácido
10B, Escarlata Ácido GR, Rojo Ácido B, Rojo Ácido G, y Rojo Reactivo Brillante K-
23
2BP), utilizando un consorcio microbiano tolerante a altas concentraciones de sal.
Inmovilizaron la AQ en alginato de calcio (AC), alcohol polivinílico (PVA)-H3BO3 y
agar. Se investigó el efecto de varias condiciones de operación como el número de
perlas con antraquinona, oxígeno disuelto, temperatura (20–50°C) y pH (6-9) en la
decoloración microbiana. También evaluaron la capacidad de reutilización de la AQ
inmovilizada con experimentos de decoloración secuenciados en lote. La inmovilización
fue más bien un encapsulamiento de la AQ en forma de perlas en el interior de estos
materiales explorados. El AC fue seleccionado como el mejor soporte para los
experimentos de inmovilización debido a que el proceso de encapsulamiento fue más
fácil que con los otros soportes. En los experimentos se observó que los experimentos
que fueron suministrados con el mediador redox inmovilizado (200 perlas con 0.1 g de
AQ) fueron capaces de decolorar los diferentes compuestos estudiados a una tasa 1.5-2
veces mayor en comparación con el control incubado sin AQ. Observaron que en el
intervalo de temperatura de 20 a 50 °C la tasa de decoloración aumentó conforme se
aumentaba la temperatura y la conversión final se mantenía en 95%. A temperaturas
mayores de 50°C se presentó una pérdida significativa de viabilidad de las bacterias. Se
encontró que el oxígeno no inhibe significativamente la tasa de decoloración. Por
último, estos investigadores encontraron que en el aspecto de decoloración, las perlas
con AQ tienen una buena reutilización; sin embargo, la fuerza mecánica de las perlas
disminuye gradualmente, lo cual limita su potencial uso en reactores anaerobios para el
tratamiento de aguas residuales.
Li et al. (2008) prepararon un electrodo de CA y polipirrol (PPI) dopado con
AQDS (CA/PPI/AQDS). Dicho composito es una novedosa forma de inmovilización de
mediadores redox, la cual fue probada posteriormente para catalizar la
biotransformación anaerobia de compuestos nitroaromáticos (CNA´s), como
nitrobenceno (NB), 2, 4- y 2, 6-dinitrotolueno (DNT). Según los resultados que
obtuvieron con el estudio de espectroscopia analítica de infrarrojo confirmaron la
inmovilización de PPI y AQDS sobre el electrodo de CA. En los estudios concernientes
a la reducción de NAC´s, encontraron que los controles con CA/PPI/AQDS, pero libres
de microorganismos, presentaron una reducción menor a 3% para todos los NAC´s, por
lo que concluyeron el efecto de adsorción de CA/PPI/AQDS es insignificante. En tanto
que, en presencia de microorganismos, pero sin CA/PPI/AQDS, la reducción de los tres
isómeros de NB fue baja (20-40 % después de aproximadamente 65 h). Sin embargo, la
incorporación de CA/PPI/AQDS aceleró las tasas de reducción de dichos contaminantes
24
(80-100 % después de aproximadamente 65 h). Se observó un aumento en las tasa de
reducción con CA/PPI/AQDS de hasta 5 veces mayor que las obtenidas sin
CA/PPI/AQDS. Estos resultados confirmaron que el composito de CA/PPI/AQDS
preparado por polimerización electroquímica actúa como un mediador redox efectivo.
Además, los experimentos de reducción anaerobia de 2, 4-DNT con CA/PPI/AQDS se
realizó 6 veces sucesivas. Durante los 6 experimentos, las eficiencias de reducción
fueron constantes. Esto demuestra la estabilidad de la actividad catalítica de
CA/PPI/AQDS.
Lo que queda por investigar es el papel catalítico de otros mediadores redox
inmovilizados en diferentes matrices, en la degradación de otros contaminantes, para así
encontrar el soporte adecuado para cada una de las aplicaciones requeridas en el
tratamiento de efluentes industriales.
25
CAPÍTULO 3. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
26
3.1 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
• Evaluar la capacidad de las matrices seleccionadas para inmovilizar dos
mediadores redox distintos, mediante isotermas de adsorción, a diferentes
concentraciones y pH.
3.2 HIPÓTESIS
Se obtendrá la inmovilización irreversible de al menos un mediador redox en
una de las matrices y se mantendrá intacta su capacidad catalítica.
27
CAPÍTULO 4. MATERIALES, REACTIVOS Y EQUIPOS
4.1 EQUIPOS
Los instrumentos y equipos utilizados durante esta investigación se mencionan en la
Tabla 4.1.
4.2 MATERIALES
Resinas de intercambio aniónico: Amberjet 4600 (Rohm and Haas), A 500 PS
(Purolite), FIBAN A-1 (Fiban). Mediadores Redox: 1,2-naftoquinona-4-sulfonato
(NQS) con una pureza de 98%, 9,10-antraquinona-2-6-disulfonato (AQDS) con una
pureza de 98 %, ambas adquiridas de la marca Sigma-Aldrich. Colorante: rojo reactivo
2 (RR2) marca Sigma-Aldrich con una pureza de 40%.
28
4.3 REACTIVOS
En la Tabla 4.2 se presentan las especificaciones de los reactivos utilizados
durante la investigación.
29
Figura 4.2 Estructura Química de 1,2-naftoquinona-4-5-sulfonato (NQS)
30
CAPÍTULO 5. METODOLOGÍA EXPERIMENTAL
31
5.3 SELECCIÓN DE RESINAS DE INTERCAMBIO IÓNICO
Sabiendo la estructura de los catalizadores, se optó por seleccionar 3 resinas con
estructuras diferentes (esférica porosa, esférica sin poros y fibrosa), pero las tres con
capacidad de intercambio aniónico y de base fuerte, lo que las hace aplicables en un
amplio rango de pH. Se seleccionaron resinas con diferentes estructuras y capacidades
de intercambio iónico para comparar el efecto de estas diferencias en su capacidad para
inmovilizar los catalizadores seleccionados.
32
Figura 5.1 Curva de calibración de NQS (mediciones a λ = 365 nm)
33
concentración inicial leída, se obtuvieron las cantidades de quinona que fueron
adsorbidas por la resina (meq/g). La masa del adsorbato adsorbido se calculó con la
siguiente ecuación:
qe = (V0 C0 – VfCf) / m Ec. 5.1
donde:
qe = masa de quinona adsorbida, mg/g
C0 = Concentración inicial de adsorbato, mg/L
V0 = Volumen inicial, L
m = masa del material adsorbente, g
Cf = Concentración final del adsorbato, mg/L
Vf = Volumen final, L
Una vez obtenidas las isotermas de la resina esférica sin poros (R) y la resina
fibrosa (RF) con Q1 y Q2 (Figura 5.3), se determinaron las concentraciones iniciales
necesarias para llevar a la saturación 4 g de cada resina con cada una de las quinonas
(Tabla 5.1). Dichas saturaciones se llevaron a cabo a 25 °C y a pH 7.
34
Es importante mencionar que el ajuste de pH se realizó tres veces por día y que,
dependiendo de la frecuencia (mientras más ajustes por día, mejor) de este ajuste, se
puede alcanzar el equilibrio en un menor tiempo.
35
5.7 MEDICIÓN DE ANIONES
Se tomaron alícuotas de las soluciones contenidas en los viales del tratamiento
de desorción a varias temperaturas y se colocaron en refrigeración a 4°C sin ningún otro
tratamiento previo. Se realizaron diluciones 1:2 de todas las muestras, filtrándose con
una membrana (milipore) de 0.22 micras de poro antes de las diluciones. También, se
prepararon estándares de SO3-, PO43- y Cl-, y se procedió a realizar el análisis de aniones
en un equipo de electroforesis capilar. Se utilizó un buffer para aniones, a una
temperatura de 20°C, 50 mbar de presión, y un voltaje de 30 Kv.
donde:
36
5.8.2 Capacidad de Intercambio Iónico
En un matraz volumétrico de 50 mL se agregaron 0.5 g de resina y 50 mL de
NaOH (0.1N), el matraz se puso en agitación constante durante 5 días a 25 ° C hasta que
se alcanzó el equilibrio (saturación de la resina). Pasado este tiempo, se tomó una
alícuota de 10 mL del sobrenadante y se procedió a realizar una titulación ácido-base
con una solución valorada de 0.2 N de HCl, midiendo el pH cada vez que se agregó 0.1
mL de HCl. La titulación se realizó por triplicado.
donde:
donde:
37
5.8.3 Caracterización por Fisisorción de Nitrógeno
Los datos experimentales fueron obtenidos mediante el procedimiento que se
describe a continuación: el portamuestra del equipo se cerró con un sello filtrante, éste
se colocó en el puerto de desgasificación y se le aplicó vacío hasta obtener una presión
menor a 15 µm de Hg. Posteriormente, se retiró el portamuestras del equipo, se pesó y
se colocó la muestra de resina (0.2 g aproximadamente, sin tratamiento previo).
Después el portamuestra se pesó y se colocó en un puerto de desgasificación. La
muestra se desgasificó (durante 2 horas aproximadamente) a 65°C hasta alcanzar un
vacío menor a 15 µm de Hg. A continuación, el portamuestras conteniendo la resina se
retiró del puerto de desgasificación, se pesó y por diferencia se calculó el peso de la
muestra. Por último, el portamuestra se colocó en el puerto de análisis del equipo y se
llevó a cabo el análisis automáticamente (Andrade, 2007).
38
necesario hacer un barrido espectrofotométrico. Con esto, la longitud de onda fijada fue:
539 nm.
En las cinéticas de decoloración se usaron las resinas saturadas por el proceso
descrito en la inmovilización. Para determinar la cantidad de la resina suficiente para
obtener concentraciones de 0.3, 1.2, 4.8 mM de ambas quinonas, lo que se hizo fue
pesar por separado la misma cantidad de esferas secas y saturadas, la diferencia de
ambos pesos relacionándolo con la cantidad de moles inmovilizados en las isotermas.
La biomasa fue recolectada del reactor en un vaso de precipitado y se colocó en
un tamiz No. 150 (0.00040 pulgadas), se lavó con medio mineral y depositó
nuevamente en el vaso ya con medio mineral (para mantener activa la biomasa). El vaso
se cerró herméticamente para proteger al lodo de su exposición al aire durante el
pesado. En la balanza electrónica se pesó lo correspondiente a la resina saturada, a
excepción de los controles bióticos, y se inocularon 2.528 g de lodo para cada botella
serológica para obtener una cantidad final en cada botella de 30 g SSV/botella, excepto
los controles químicos que contenían 48.5 ml de medio basal. Las botellas se sellaron
colocándoles un tapón de caucho y un aro metálico. Para cambiar la atmósfera y
mantener la anaerobiosis, se inyectó una mezcla de N2/CO2 (80%/20%) a cada una de
las botellas, durante 5 minutos. A cada botella se le agregó 0.5 ml de una solución
concentrada de glucosa, excepto a los controles químicos que además fueron
esterilizados en autoclave, para obtener una concentración de 1 g DQO/L. Se dejó
incubar en agitación durante 12 h. Después de este periodo de pre-incubación, para el
caso de la cinética con R, se inyectó a cada botella otro pulso de glucosa de 1 g DQO/L
y una concentración inicial de colorante de 0.3 mM, mientras que para la cinética con
RF, el pulso fue de 3 g DQO/L y la misma concentración de colorante. Esto se realizó
de esta manera debido a que en la primera cinética se observó una escasez de sustrato,
lo cual se corrigió en la segunda cinética. En el caso de los controles químicos, en vez
de glucosa, se agregó 0.5 mL de medio mineral. Los controles químicos contenían
solamente la resina saturada con el colorante, los controles bióticos contenían lodo y
colorante.
Durante el periodo de incubación la toma de muestras se hizo con una jeringa
estéril tomando 0.4 mL de cada botella. Dichas muestras fueron colectadas en viales de
2 mL, para aforar se usó una solución de fosfatos (10.83 g/L de NaH2PO4.2H2O y 5.38
g/L de Na2HPO4.H2O) con ácido ascórbico (200 mg/L) agregado justo antes de cada
medición para prevenir la auto-oxidación de las aminas aromáticas. Se centrifugó por 3
39
minutos a 10 000 rpm. Para la lectura en el espectrofotómetro se usó una celda de
cuarzo. Una vez colectadas las muestras, las botellas se pusieron nuevamente en
agitación a 180 rpm hasta el término de la cinética. Los tratamientos se hicieron por
triplicado.
Por último, se utilizó el programa estadístico SAS para obtener las medias de las
velocidades de reducción del colorante, las desviaciones estándar, y para correr la
prueba de Tukey, con la cuál se comparó y determinó estadísticamente a los mejores
tratamientos.
40
CAPÍTULO 6. RESULTADOS
6.2.1 Inmovilización de Q1 y Q2 en R
La adsorción de Q1 y Q2 en R está plasmada en las Figuras 6.2 y 6.3, donde se
observa un comportamiento muy similar entre los resultados obtenidos a los tres valores
41
de pH probados. En la Figura. 6.1 se aprecia que la mayor capacidad de adsorción (1.39
y 1.42 meq/g) de Q1 en R ocurrió a valores de pH de 6 y 7, ambas con una
concentración inicial de 1000 mg/L. También, en el caso de Q2 inmovilizada en R
(Figura 6.3), las mayores adsorciones (1.65 y 1.71 meq/g) ocurrieron a valores de pH de
6 y 7, ambas con una concentración inicial de 1000 mg/L.
42
6.2.2 Inmovilización de Q1 y Q2 en RP
En las Figuras 6.4 y 6.5 se aprecian las isotermas de adsorción resultantes de la
inmovilización de Q1 y Q2 en RP. Para el caso de esta resina, se obtuvieron valores
máximos de capacidad de adsorción de 1.19 y 1.25 meq/g con Q1 (Figura 6.4) a valores
de pH de 6 y 7, respectivamente, y de 1.16 y 1.21 meq/g con Q2 (Figura 6.5) a valores
de pH de 7 y 8. Para ambas quinonas la máxima capacidad de adsorción se alcanzó con
una concentración inicial de 1000 mg/L.
Figura 6.4. Efecto del pH en las isotermas de adsorción de Q1 sobre RP, Isoterma de
Figura 6.5. Efecto del pH en las isotermas de adsorción de Q2 sobre RP. Isoterma de
43
6.2.3 Inmovilización de Q1 y Q2 en RF
Los resultados obtenidos de la adsorción de Q1 en RF (Figura 6.6) arrojaron como
resultado una máxima inmovilización de 1.73 meq/g a pH 6 y 1.87 meq/g a pH7.
Mientras tanto, para el caso de Q2 (Figura 6.7) la máxima capacidad de adsorción (2.12
y 2.2 meq/g) se observó en los experimentos ajustados a pH 6 y 7; además, las
isotermas de adsorción, a estos valores de pH, resultaron ser muy similares.
Figura 6.7. Efecto del pH en las isotermas de adsorción de Q2 sobre RF, Isoterma de
44
6.3 PRUEBAS DE DESORCIÓN DE MEDIADORES REDOX INMOVILIZADOS
EN RESINAS DE INTERCAMBIO IÓNICO
A continuación se muestran los resultados de mayor relevancia obtenidos en las
pruebas de desorción a las que fueron sometidas las resinas.
En la Figura 6.8 se presentan las cargas superficiales de los grupos funcionales
presentes en las resinas.
En las Figuras 6.9 y 6.10 se muestran los datos resultantes de la desorción a
25°C de Q1 y Q2 inmovilizadas en las tres resinas en estudio. En la Figura 6.11 se
presentan los datos resultantes de la desorción a 35, 45, y 55°C de Q2 inmovilizada en
R y RF.
Figura 6.8. Carga superficial de los grupos funcionales presentes en las resinas.
45
En el caso de RF se observó que se tenían inmovilizados 1.87 meq/g, quedando
1.66 meq/g después del primer ciclo de desorción (11.22%). Lo anterior, se consideró
como un alto nivel de desorción, por lo tanto, se procedió a realizar un segundo ciclo en
el cual se presentó una desorción de 1.2% (1.64 meq/g), y por último se hizo un tercer
ciclo que dio como resultado 0.60% de desprendimiento de Q1, quedando finalmente
inmovilizados 1.64 meq/g.
Figura 6.9. Desorción de Q1 a 25°C. R, resina esférica sin poros; RP, resina esférica con
poros; RF, resina fibrosa. (1), (2), y (3) corresponden al número de ciclos de desorción.
46
Figura 6.10. Desorción de Q2 a 25°C. R, resina esférica sin poros; RP, resina esférica
con poros; RF, resina fibrosa. (1), (2), y (3) corresponden al número de ciclos de
desorción.
47
Figura 6.11. Efecto de la temperatura (35, 45 y 55°C) sobre la desorción de Q2
inmovilizada en R y RF. R, resina esférica sin poros; RF resina fibrosa. 35, 45, y 55
corresponden a las temperaturas de desorción.
48
Figura 6.13. Distribución de Carga Superficial de RF.
49
Tabla 6.2 Área específica y tamaño de poro de R, RF, y RP.
Resina Área Superficial (m2/g) Tamaño de poro (Ǻ)
R 0.40 ------
RF 0.27 ------
RP 14.44 224.3
R, resina esférica sin poros; RP, resina esférica con poros; RF, resina fibrosa.
Desorción.
50
Figura 6.15 Tamaño de las molécula de NQS y AQDS. Al, alto; L, largo; A, ancho.
51
Las Figuras 6.16 a y d muestran la morfología superficial de R a 150x y 50000x,
respectivamente, en ambos casos se puede observar claramente una superficie lisa.
En las Figuras 6.16 b y e se observan las micrografías de R+Q1 a 150x y
50000x. En la micrografía a 150x se ve una superficie uniforme, muy parecida al caso
de R; sin embargo, al hacer un acercamiento (50000x) se aprecia que la resina con Q1
en realidad presenta una superficie rugosa.
Las Figuras 6.16 c y f presentan las micrografías de R+Q2 a 150x y 50000x.
Nuevamente en la micrografía a 150x se observa una superficie lisa, igual a los casos
antes descritos. En la micrografía tomada a 50000x se nota claramente una superficie no
uniforme, un poco menos rugosa que para el caso de Q1, pero no completamente
uniforme (como el caso de R sin quinona).
a b c
d e f
52
Las Figuras 6.17 c y f presentan las micrografías de R+Q2 a 100x y 10000x.
Nuevamente en la micrografía a 100x se observa una superficie lisa, igual a la de los
casos antes descritos. En la micrografía tomada a 10000x se nota claramente una
superficie uniforme, muy parecida a los casos de RF+Q1y de RF sin quinona.
Es importante aclarar que no se tomaron micrografías a RF a las mismas
magnificaciones que en el caso de R, ya que se utilizó un voltaje diferente, y el
recubrimiento de oro no permitió un mayor acercamiento de las muestras.
Tabla 6.4 Composición química de RF, RF+Q1 y RF+Q2 determinada por EDX.
(% en Peso)
Muestra C N O Cl Na S P
RF 81.87 5.53 3.12 9.47 ---- ---- ----
RF+Q1 79.21 4.59 10.74 0.87 ---- 4.58 ----
RF+Q2 77.86 4.56 9.14 0.55 ---- 7.89 ----
54
Después de obtener los resultados de la cuantificación de aniones, se determinó
el ión que más compitió por los sitios activos de la resina con las quinonas, y se
realizaron experimentos con diferentes concentraciones de este ión en el medio basal
para evaluar su efecto sobre la desorción de las quinonas.
55
Figura 6.18 Cuantificación de aniones (SO4- y PO43-) presentes en la solución después
de la desorción de Q2 a diferentes temperaturas. R, resina esférica sin poros; RF, resina
fibrosa. 35°C, 45°C, y 55°C corresponden a las temperaturas de desorción.
56
Figura 6.19 Efecto de concentraciones de fosfato (0, 25, 50, 100, 175 mg/L) sobre la
desorción de Q1 y Q2 Inmovilizadas en RF. Q1 mediador redox NQS. Q2 mediador
redox AQDS. 0, 25, 50, 100, y 175 mg/L corresponden a las concentraciones de fosfato.
57
Figura 6.20 Cinética de decoloración de RR2 por un lodo anaerobio granular en
presencia de diferentes concentraciones de Q1 inmovilizada en R. Los números entre
paréntesis indican la concentración de Q1 proporcionada en los cultivos. Se utilizó
glucosa como sustrato (2 g DQO/L). Una concentración de lodo de 30 g SSV/L y una
concentración de colorante de 0.3 mM.
58
Como puede observarse en las Figuras 6.20 y 6.21, la tasa de decoloración de
RR2 aumentó en presencia de Q1 y Q2 inmovilizados en las resinas, respecto a los
controles que contenían solamente lodo anaerobio y a los que contenían resina con Q1 y
Q2 inmovilizada pero sin lodo. En la Figura 6.20 se presentó un mayor aumento en la
tasa de decoloración, dicho aumento fue de aproximadamente 6.5 veces en presencia de
Q1 inmovilizada (L+C+RQ1 4.8 mM) en comparación con la tasa de decoloración del
control biológico sin Q1, mientras que con Q2 (Figura 6.21) se observó un aumento de
aproximadamente 1.9 veces (L+C+RQ2 1.2 y 4.8 mM). Los porcentajes de
decoloración, después de 24 horas de incubación, fueron de 90% con Q1 (4.8 mM),
68% con Q2 (1.2 y 4.8 mM), y de 54% con el control biológico sin quinona. No se
observó decoloración significativa del colorante en el control estéril con Q1; sin
embargo, con el control estéril con Q2 se presentó una leve decoloración inicial (18%),
pero, se mantuvo constante después de esta fase inicial.
59
Figura 6.23 Cinética de decoloración de RR2 por un lodo anaerobio granular en
presencia de diferentes concentraciones de Q2 inmovilizada en RF. Los números entre
paréntesis indican la concentración de Q2 proporcionada en los cultivos. Se utilizó
glucosa como sustrato (2 g DQO/L). Una concentración de lodo de 30 g SSV/L y una
concentración de colorante de 0.3 mM.
En las Figuras 6.22 y 6.23 puede observarse que la tasa de decoloración aumentó
sólo en presencia de Q2 inmovilizada en RF, respecto a los controles que contenían
solamente lodo anaerobio. En la Figura 6.22 no se presentó ningún aumento
significativo en la tasa de decoloración en presencia de Q1 inmovilizada en RF, en
comparación con el control biológico sin Q1. El porcentaje de decoloración después de
24 horas de cinética fue prácticamente el mismo (61%) en los tratamientos con lodo y
Q1, y el control biológico sin Q1, mientras que con Q2 (Figura 6.23) se observó un
aumento de la decoloración (80% de reducción del colorante después de 24 horas) de
aproximadamente 1.7 veces (L+C+RFQ2 1.2 y 4.8 mM) en comparación con el control
biológico sin catalizador (61%). No se observó decoloración significativa (3% con Q1,
y 1% con Q2) del colorante en los controles estériles en ninguna de las gráficas.
En la Tabla 6.5 se comparan las tasas de decoloración (k) obtenidas con ambas
quinonas inmovilizadas en las dos resinas probadas. Además, se señala el aumento en la
tasa de decoloración ocasionado por las quinonas inmovilizadas en los cultivos con
lodo, en comparación con los tratamientos que contenían únicamente lodo. No se
60
presentan los tratamientos químicos debido a que no presentaron, en la mayoría de los
casos, decoloración significativa de RR2.
62
CAPÍTULO 7. DISCUSIÓN
63
una mayor cantidad de resina, para verificar esta información. Lo que si es importante,
es el comportamiento estable que presentaron ambas resinas en esos intervalos de pH, lo
que es normal en las resinas caracterizadas como de base fuerte. Debido al pH
operacional (pH<13) de las resinas de base fuerte, estas presentan una capacidad de
intercambio aniónico independientemente del pH al que se trabaje (Crittenden et al.,
2005), ya que sus grupos funcionales se encuentran disociados.
Los resultados obtenidos de la titulación ácido-base realizada para obtener la
capacidad de intercambio iónico de R y RF (Tabla 6.1) muestran que las capacidades de
intercambio iónico experimentales encontradas son muy cercanas a las capacidades
reportadas por los fabricantes en las hojas de especificación de cada resina y, además,
concuerdan con los datos presentados en las isotermas de adsorción, donde se
encontraron adsorciones similares a las que se presentan en dicha Tabla, lo cual
corrobora la saturación de las resinas de intercambio iónico en estudio.
Las resinas R y RF (Tabla 6.2) presentaron un área específica relativamente baja
(0.40 y 0.27 m2/g respectivamente) y no cuentan con porosidad en su estructura,
mientras que la resina porosa tiene un área específica mucho mayor (14.44 m2/g) y un
tamaño de poros promedio de 224.3 Å, lo que nos indica que contiene mesoporos (20-
500 Ǻ). Lo importante de estos resultados es que se puede concluir que en el caso de las
resinas que se utilizaron para inmovilizar quinonas, el área superficial no es un factor
importante. En el caso de las resinas, es de importancia el tipo y densidad de grupos
funcionales con que se cuente; amina cuaternaria Tipo 1 para RP y RF, y amina
cuaternaria Tipo 2 para R. En efecto, dependiendo de los grupos funcionales y cantidad
de éstos, las resinas tendrán menor o mayor capacidad de intercambiar iones. Esta
conclusión puede ser sustentada con los resultados que se encontraron durante los
experimentos. Por ejemplo, con la titulación ácido-base se encontró que R presenta una
menor capacidad de intercambio iónico (1.4 – 1.8 meq/g) en comparación con RF (2.35
– 2.5 meq/g), ya que presentan diferente tipo de grupo funcional (amina cuaternaria
Tipo 1, para RF y Tipo 2, para R), lo que es debido a la presencia de una mayor
densidad del grupo funcional en la estructura de RF.
Se obtuvo la isoterma de adsorción/desorción durante la Fisisorción de nitrógeno
(Figura 6.14) aplicada a RP (por ser la única que tiene poros) para descartar la presencia
de histéresis, la cuál es una consecuencia directa de la condensación capilar en poros del
adsorbente, y se refiere al desfase entre la isoterma de adsorción/desorción bajo cierta
presión. Se ha encontrado que las curvas de adsorción y desorción en ciertos casos no
64
coinciden entre sí a lo largo de todo el curso de la isoterma, entonces bajo cierta presión
el equilibrio de la cantidad adsorbida es mayor cuando esta presión se acerca a la
máxima presión (durante la desorción) que cuando se acerca a la presión más baja
(durante la adsorción). La falta de reproducibilidad de esta curva de adsorción en estos
intervalos de presión se debe a que el llenado de los mesoporos implica un mecanismo
diferente para su vaciado, lo cual está directamente relacionado con la estructura de
poros del adsorbente (Bansal & Goyal, 2005). Con esto, podemos concluir que, al
presentar RP la reproducibilidad de las isotermas de adsorción y desorción, se descarta
la presencia de histéresis y se concluye que dicha resina presenta uniformidad en la
estructura de sus poros.
En los resultados obtenidos de la caracterización por MEB (Figuras 6.16 y 6.17)
realizada con las resinas sin mediador redox (R y RF) y de las resinas con quinonas
(R+Q1, R+Q2, RF+Q1 y RF+Q2), se observan las diferencias entre la resina sin
quinona y con quinona. Las amplificaciones con R a 150x y RF a 100x, no presentan
diferencias significativas entre los tres casos (Resinas sin quinona, resinas con Q1 y
resinas con Q2), respectivamente para cada resina. Sin embargo, con R a 50000x se
aprecia una superficie lisa, y para R+Q1 y R+Q2 se observaron superficies no
uniformes, con apariencia rugosa, esto se debe a que R no contiene poros y la adsorción
se lleva a cabo únicamente en su superficie. Además, con las superficies rugosas
observadas a 50000x en R+Q1 y R+Q2, se sugiere la inmovilización de las quinonas en
la resina. En el caso de RF a 10000x, tampoco se observó diferencia en la morfología
superficial de la resina con o sin quinona, lo cual es resultado de la magnificación
utilizada (10000x), ya que con una magnificación mayor se hubieran podido detectar las
diferencias morfológicas.
Con los resultados obtenidos de la composición química de R, RF, R+Q1,
RF+Q2, R+Q2 y RF+Q2 (Tabla 6.3) mediante la caracterización por EDX, se corrobora
la inmovilización de las quinonas en la resina, lo cual se evidenció claramente con la
disminución de Cl- y la subsecuente aparición de S en R+Q1, RF+Q1, R+Q2 y RF+Q2,
lo que sugiere que ciertamente se llevó a cabo un intercambio aniónico entre el anión
Cl- de la resina y el SO3- presente en las quinonas. Además se presentó un caso especial
con R, en donde se observó la presencia de P, lo que sugiere que el PO43- podría
competir por los sitios activos en la resina provocando la desorción de Q1 y Q2.
Aunque en RF no se encontró P, no quiere decir que no haya existido desorción o que
no exista P inmovilizado, si no que, al ser el análisis EDX puntual y al no encontrarse el
65
grupo fosfato uniformemente distribuido en la resina como las quinonas, el análisis no
fue capaz de detectarlo en las zonas muestreadas.
La comparación realizada con las cantidades de g de SO-3/g de R y RF
calculadas con el % en peso de S obtenido con el análisis EDX y el peso molecular de
las quinonas (Q1 = 0.176 g de SO-3/g de R, y 0.197 g de SO-3/g de RF, Q2 = 0.110 g de
SO-3/g de R, y 0.114 g de SO-3/g de RF), contra las obtenidas en las isotermas de
adsorción (Q1 = 0.122 g de SO-3/g de R, y 0.168 g de SO-3/g de RF, Q2 = 0.104 g de
SO-3/g de R, y 0.221 g de SO-3/g de RF) sugiere que el cálculo de la cantidad de
quinonas inmovilizadas durante las isotermas es correcto, ya que las cantidades son
prácticamente iguales. Las diferencias encontradas son normales, ya que, como se
mencionó anteriormente, el análisis EDX es puntual y los resultados que se obtienen
pueden variar, dependiendo de la parte de la resina que se analice, así que es de
esperarse que los resultados de dicho análisis no sean exactamente iguales que los
obtenidos en las isotermas.
En general, en ambos casos (R y RF) se observó la presencia de los mismos
elementos, además, en todos los tratamientos con quinona inmovilizada se observó la
aparición de S y la consecuente disminución de Cl debida al intercambio iónico.
66
solución, esto se debe principalmente a las constantes de disociación (pK) de las resinas.
El valor de pK indica el pH al que el 50% de los grupos funcionales están disociados.
Las resinas de base fuerte, como las utilizadas en el estudio, presentan la disociación de
los grupos funcionales en un intervalo de pH de 0 a 13 (Crittenden et al., 2005), por lo
que en ese intervalo se presentará prácticamente la misma capacidad de adsorción
debido a que la misma cantidad de grupos (amina cuaternaria) se encontrarán
disociados, independientemente del pH al que se trabaje.
La adsorción de las quinonas en las resinas se lleva a cabo mediante el
intercambio del anión Cl-, presente en los sitios activos de las resinas, por el anión SO3-
que se encuentra en la estructura de las quinonas, como puede observarse claramente en
la Figura 5.3 donde se presenta el intercambio del ión Cl- presente en la superficie de la
resina, por el ión SO3- perteneciente a la estructura de la AQDS, quedando así
inmovilizada la quinona en la resina. Además, en la Figura 6.1 se presentan las
estructuras químicas de los grupos funcionales que se encuentran presentes en las
resinas, y se observa que el anión Cl- se encuentra anclado a la carga positiva del N
presente en la estructura de la amina cuaternaria, tanto para la Tipo 1, como para la Tipo
2. Por lo que al estar disociados los grupos funcionales, ese ión Cl- es liberado y se
incorpora la quinona mediante el ión SO3-, el cuál se ancla del N+ por atracción
electrostática. En dicho esquema, R representa la parte de la estructura de la amina
cuaternaria que se encuentra unida a la resina.
R y RF presentaron una mayor cantidad de AQDS adsorbida por gramo de resina
(1.72 meq AQDS/g de R y 3.12 meq AQDS/g RF) en comparación con NQS (1.42 meq
NQS/g de R y 2.00 meq NQS/g RF). Esta diferencia de adsorción entre mediadores
redox se puede deber a que la estructura molecular de AQDS contiene 2 grupos SO3-, en
comparación con NQS que presenta un solo grupo SO3-, por lo tanto, se asume que las
moléculas de AQDS tienen mayor oportunidad de anclarse por medio de cualquiera de
estos dos grupos. Para el caso particular de AQDS inmovilizada en RF (3.12 meq
AQDS/g), donde se obtuvo una cantidad de quinona inmovilizada mayor a la obtenida
experimentalmente (2.35 meq AQDS/g) y a la estipulada por el fabricante (2.7 meq
AQDS/g), se piensa que puede existir una interacción (interacciones π) entre las
superficies de los anillos aromáticos presentes en la estructura de la quinona y de la
matriz polimérica (divinilbenceno-poliestireno). De esta forma, las moléculas de AQDS
se podrían adsorber una sobre otra y, no solamente en los sitios activos de la resina, con
lo que se presentaría este exceso de quinona inmovilizada sobre la resina.
67
Es importante mencionar que la baja adsorción que se presentó con RP se debe a
su estructura y densidad de grupos funcionales. RP es una resina aniónica de base fuerte
Tipo 1, su estructura es de divinilbenceno-poliestireno con poros, y cuenta con un grupo
amino cuaternario Tipo 1 como grupo funcional. La característica de este tipo de resinas
es que presentan una capacidad máxima de adsorción de 1.4 meq/g (Crittenden et al.,
2005). Sin embargo, aunque RF es una resina aniónica de base fuerte Tipo 1, presenta
una mayor densidad de grupos funcionales (2.7 meq/g) que la otra resina de Tipo 1
(RP), por lo que con ella se obtuvo una elevada adsorción de quinonas. Mientras que,
por el contrario, los resultados obtenidos con R se deben principalmente a que, es una
resina aniónica de base fuerte Tipo 2 sin poros, y su característica es una capacidad
máxima de adsorción de 2.5 meq/g (Crittenden et al., 2005). Con esto se puede concluir
que la densidad de grupos funcionales en las resinas es el parámetro más importante a
considerar.
Con la obtención del tamaño de las moléculas de quinona (Figura 6.15),
observamos que éstas son más pequeñas que el tamaño de poro de la resina en cuestión.
La resina presentó mesoporos (≤ 224.3 Å), con lo que se concluye que el tamaño de
poro no es un factor importante para explicar la baja adsorción de las quinonas en RP,
pero sí lo es respecto al tiempo necesario para llegar al equilibrio.
En la desorción con medio basal (medio basal fresco para cada ciclo) a 25°C de
Q1 y Q2 inmovilizadas en R y RF (Figuras 6.9 y 6.10), la menor cantidad desorbida de
quinonas se observó con R (0.03 meq Q1/g y 0.01 meq Q2/g, con un ciclo de
desorción). Aunque R presentó la menor desorción, fue RF la que después de tres ciclos
de desorción, resultó ser la resina con mayor cantidad de quinona inmovilizada (1.64
meq Q1/g y 3.32 meq Q2/g). Las discrepancias en los resultados de la desorción
observada con R y RF, se deben principalmente a las diferencias en la morfología de las
resinas; siendo R una resina esférica sin poros, y RF una resina fibrosa. En RF se
presentó una mayor desorción debido a que las fibras se aglomeran como fibras de
algodón, debido a esto en el interior de estos aglomerados se puede retener líquido con
quinona aún después de enjuagarlos con medio basal, con lo cual durante el proceso de
desorción la lectura de desorción que se presenta es más bien debido a este fenómeno y
no necesariamente que se esté llevando a cabo una desorción de la quinona
inmovilizada en la resina. Mientras que, en el caso de R, no se presenta el fenómeno de
aglomeración y cuando se enjuaga con medio basal se quita todo el exceso de quinona
68
que pueda existir, por lo que la desorción encontrada para esta resina es exclusivamente
de la quinona inmovilizada que se desorbió.
En general, RP presentó las menores cantidades de mediadores redox
inmovilizados (1.64 meq Q1/g y 0.67 meq Q2/g), la mayor cantidad de Q2 desorbida
(0.16 meq/g) y fue RP la que requirió mayor tiempo de desorción (más de 3 semanas)
durante las pruebas de isotermas. Estos resultados se deben, principalmente, al tipo de
grupo funcional que se encuentra en esta resina. En la Figura 6.1 se observan las cargas
superficiales de los grupos funcionales presentes en las resinas. Además, se obtuvieron
los momentos dipolares (en Debye) de estos grupos. Con el momento dipolar de los
grupos funcionales, se puede predecir la facultad que tienen estos grupos de asociarse
con el anión SO4-, a mayor valor de Debye, mayor facilidad para que este fenómeno se
produzca (Devore, 1978). Así, podemos concluir que RP presentó mayor desorción
debido a que tiene como grupo funcional a la amina cuaternaria Tipo 1, la cual dio
como resultado 0.46 Debye, debido a esto tiene una menor fuerza para mantener
inmovilizadas las quinonas, en comparación con las resinas que tienen a la amina
cuaternaria Tipo 2 como grupo funcional, ya que este grupo funcional dio como
resultado 1.69 Debye, así R presentó un menor porcentaje de desorción.
Debido a que RP es una resina porosa, se presentó una difusión lenta de la
solución de quinona en los poros de RP, por tal motivo se requirió un largo tiempo para
llegar al equilibrio (tanto en la inmovilización como en la desorción).
De acuerdo a los resultados obtenidos en la desorción a 25°C, se optó por
descartar a la resina porosa, por lo que, los siguientes experimentos se realizaron con R
y RF.
En la desorción de Q2 inmovilizada en R y RF a 35, 45 y 55°C (Figura 6.11) se
utilizó únicamente esta quinona, ya que con ella se obtuvieron bajas desorciones y altas
cantidades de material inmovilizado en las resinas. Tanto para R como para RF, se
observó cómo la temperatura afecta significativamente la desorción, aumentando ésta
conforme aumenta la temperatura. Se presentó una desorción prácticamente igual con R
y RF a las tres temperaturas probadas (0.06 meq/g de R y 0.06 meq/g de RF a 35°C,
0.09 meq/g de R y 0.07 meq/g de RF a 45°C y 0.13 meq/g de R y 0.09 meq/g de RF a
55°C). Estos resultados podrían ser explicados porque, al aumentar la temperatura,
aumenta también la energía vibracional y por lo tanto las moléculas son más
susceptibles a desorberse de la superficie (Cooney, 1998).
69
En cuanto a la desorción respecta, Armon et al. (2000) realizaron la sorción de
ácido húmico (AH) en forma de partículas (0.106-0.5 mm) de sol-gel-AH. Realizaron 3
lavados con una solución de NaOH y la mayoría de la desorción se dio durante el primer
lavado. Al finalizar los tres ciclos de lavado obtuvieron una desorción de 50%, lo que
contrasta grandemente con los porcentajes encontrados en nuestra investigación, en la
cuál no se obtuvieron desorciones mayores a 20%, aún después del tercer ciclo.
Los resultados obtenidos de la cuantificación de aniones presentes en el
sobrenadante de los experimentos de desorción con medio basal a diferentes
temperaturas (Figura 6.18), indican que tanto para R como para RF la concentración de
SO4- y PO43- disminuyó conforme aumentó la temperatura (35, 45, y 55°C). Sin
embargo, la disminución de la concentración de PO43- fue mucho mayor, ya que en la
mayoría de los tratamientos disminuyó más de 100 mg/L respecto a la concentración
inicial, mientras que la concentración de SO4- disminuyó aproximadamente 8 mg/L, lo
que sugiere que la concentración de aniones de PO43- no encontrados en solución se
adsorbieron en las resinas, y por consiguiente se señala a este anión como el principal
causante de la desorción de quinonas. Esto se corroboró con los resultados obtenidos
durante la caracterización de R por EDX (Tabla 6.3), donde se encontró que la resina
por sí sola no contiene Fósforo, pero cuando R contiene Q2 inmovilizada, sí se observó
la presencia de Fósforo, lo que indica que el ión PO43- está desplazando a Q2 de la
resina. La mayor disminución de la concentración de PO43- se debe a que en
concentraciones en fase acuosa las resinas de intercambio aniónico tienen mayor
afinidad por aniones de mayor valencia: PO43- > SO4-2 > Cl- (Crittenden et al., 2005).
Individualmente, de cada resina con cada temperatura se tenían seis
concentraciones diferentes de Q2, en la mayoría de los tratamientos se observó una clara
tendencia de aumento en la desorción. Las resinas que contenían menor cantidad de
quinona inmovilizada en la resina presentaron menor porcentaje de desorción. Lo
anterior se atribuye a que, al no estar saturada la resina, se encontraban sitios libres que
fueron ocupados por SO4-2 y PO43-, por lo tanto disminuyó la concentración de éstos en
la solución, pero sin afectar significativamente la desorción de la quinona. Mientras que
en las resinas completamente saturadas no había sitios disponibles, por lo que el SO4-2
y PO43- compiten por estos sitios y pueden llegar a desplazar a Q2 de la resina y
aumentar la desorción.
En los resultados de la desorción (con medio basal) de RF-Q1 y RF-Q2 a
diferentes concentraciones de PO43- se observó que, en ambos casos, la ausencia de
70
PO43- no significó una desorción nula, esto podría deberse a error experimental, por
tratarse de porcentajes muy bajos (1.2% con Q1 y 1.5% con Q2). En lo que respecta a
los tratamientos con diferencias en la concentración de PO43-, tanto para RF-Q1 como
RF-Q2, se presentó un porcentaje similar de desorción, el cual aumentó conforme
aumentó la concentración de PO43- presente en el medio basal. Estos resultados
corroboran lo concluido durante la desorción de aniones a diferentes temperaturas,
donde se encontró que el principal causante de la desorción de quinonas es PO43-.
Aunque las pruebas de desorción muestran claramente la existencia de una leve
desorción de quinonas inmovilizadas en las resinas, esto no debe ser impedimento para
su uso a nivel industria, ya que, al controlar adecuadamente la concentración del ión
fosfato y la temperatura en el agua a tratar, se podrían minimizar estos efectos
observados.
En el presente estudio se exploró una metodología para inmovilizar quinonas de
un modo tal que, los grupos funcionales (carbonilo) de prácticamente todas las
moléculas de quinona adsorbidas, se encuentren disponibles para cumplir su función
catalítica, lo que presenta ventajas obvias con respecto a otras investigaciones
relacionadas con la inmovilización de mediadores redox. Por ejemplo, Armon et al.
(2000), estudiaron la sorción de AH en una matriz inerte de sol-gel (para no cambiar las
propiedades de las moléculas húmicas) y realizaron ciclos de desorción. Estos
investigadores obtuvieron una inmovilización final de 0.187 g de AH por cada 0.02 g de
sol-gel (9.4 g de AH/g), lo que significa una gran cantidad inmovilizada en comparación
con lo encontrado en nuestro estudio (0.3 a 0.6 g de quinona/g de resina). Sin embargo,
no hay que olvidar que en el presente estudio se utilizaron compuestos quinoidales
modelo que fueron inmovilizados superficialmente en resinas, mientras que en el
artículo antes mencionado, los HA fueron atrapados dentro de la estructura del sol-gel,
así que no se puede predecir exactamente que cantidad de HA y grupos funcionales
quedan disponibles para su potencial aplicación en procesos de oxidorreducción.
Ceballos (2005) realizó procesos de inmovilización de mediadores redox (AQDS
y riboflavina) en carbón activado. De los mediadores redox utilizados, la AQDS
presentó mayor afinidad por el carbón activado (1356 mg/g). Los resultados de la
adsorción de riboflavina resultaron negativos debido a que presentó muy poca afinidad
hacia el carbón activado, repercutiendo notablemente en el proceso de inmovilización.
Los resultados indicaron que hubo una adecuada inmovilización de la AQDS en el
carbón activado, y que los grupos quinona quedaron disponibles después de la
71
inmovilización para llevar a cabo reacciones catalíticas. Sin embargo, en este trabajo se
logró inmovilizar una gran cantidad de AQDS sobre el CA, no especifican el
mecanismo de inmovilización; además, no se realizaron pruebas de desorción, por lo
que no queda claro si es conveniente su uso continuo y sin la necesidad de agregar más
AQDS para mantener una concentración constante en el caso de su uso en un reactor de
flujo continuo.
Guo et al. (2007) probaron la inmovilización de AQ por encapsulamiento en
Alginato de Calcio (AC), Alcohol Polivinílico (AP) y Agar. Obtuvieron mejores
resultados con AC, ya que el proceso de inmovilización resultó ser más fácil que con
AP y Agar. Un análisis en MEB indicó que la AQ fue atrapada en forma de cristales
sobre la superficie de las perlas de AC (3.0-4.0 mm). Cada perla contenía 0.0005 g de
AQDS. Sin embargo, como en el caso de Armon et al. (2000), el mediador redox
también se pudo haber encapsulado dentro de las esferas, por tanto, no se sabe
exactamente qué cantidad de AQ se encuentra disponible en la superficie de las perlas
para cumplir la función catalítica. Cabe mencionar que en este artículo no se realizaron
pruebas de desorción, únicamente se probaron las perlas con AQ en cultivos en lote
durante varios ciclos, y encontraron que después de un par de ciclos, las perlas se
desgastan y por lo tanto hay pérdida de material y de AQ.
Li et al. (2008) prepararon un electrodo de CA y polipirrol (PPI) dopado con
AQDS (CA/PPI/AQDS). Dicho composito es una novedosa forma de inmovilización de
mediadores redox. Según los resultados que obtuvieron con el estudio de espectroscopia
analítica de infrarrojo confirmaron la inmovilización de PPI y AQDS sobre el electrodo
de CA. Aunque no se reportaron estudios de desorción previos, el composito demostró
tener una actividad catalítica estable, después de ser sometido a seis experimentos en
lote. No obstante, no se estableció claramente la concentración de mediador redox que
se inmovilizó en el electrodo.
Es importante mencionar que, para el presente estudio lo que falta es poner a
prueba las quinonas inmovilizadas en las resinas en un reactor de flujo continuo, para
así corroborar su reutilización. Únicamente se realizaron pruebas a diferentes
velocidades ascensionales con las resinas solas dentro de un reactor con agua destilada
(datos no mostrados), para observar el comportamiento de éstas, y se encontró que tanto
R como RF son capaces de permanecer en el reactor a velocidades aún por encima de 10
m/h, que es la velocidad típica utilizada en reactores anaerobios de lecho de lodo
granular expandido (EGSB). Lo anterior, indica que las resinas utilizadas en el presente
72
estudio poseen las características físicas, como peso específico y fuerza mecánica,
requeridas para su aplicación en reactores de tratamiento de aguas residuales.
73
colorante, hasta que se saturó la resina y dejó de haber una decoloración con este
tratamiento después de unas horas de incubación.
En la cinética de decoloración realizada con RF-Q1 (Figura 6.22) no se observó
ninguna diferencia entre los tratamientos con quinona y el control biológico que no la
contenía. Ambos cultivos presentaron el mismo porcentaje de reducción de colorante
(61%). Lo anterior se debió, principalmente, a que a pesar de que las botellas
serológicas estaban en agitación, hubo poco contacto entre la resina con mediador redox
inmovilizado y el lodo, ya que RF se mantuvo flotando a una altura media en las
botellas serológicas, mientras que el lodo granular ocupaba el espacio inferior de las
botellas. Lo anterior sugiere que el uso de mediadores redox inmovilizados requiere un
contacto adecuado entre el contaminante, el mediador redox y los microorganismos
responsables de la degradación para que se dé una adecuada transferencia de electrones.
Los controles químicos de RF no presentaron reducción significativa de colorante, por
lo que se concluye que su saturación fue total durante el proceso de inmovilización.
Los resultados y conclusiones obtenidos de las cinéticas se corroboraron con la
prueba de Tukey.
Las diferencias en los resultados obtenidos dependieron principalmente de la
resina que se utilizó, lo cual podría ser explicado por diferencias de interacción que
ocurrieron entre el lodo granular y las dos resinas exploradas. En efecto, al estar los
cultivos en agitación en presencia de resina esférica tuvieron un mayor contacto con el
lodo debido a que se mantiene en la parte baja de las botellas serológicas, mientras que
la resina fibrosa tiende a mantenerse flotando a la mitad de las botellas y no tiene un
contacto constante con el lodo.
Cabe mencionar que se probaron concentraciones de quinona más altas (datos no
presentados); sin embargo, no se observó un mayor aumento en la tasa de decoloración
de RR2, por lo que la concentración más alta reportada fue de 4.8 mM. El insignificante
aumento en la reducción de colorante a altas concentraciones de quinona encontrado,
concuerda con estudios previos utilizando mediadores redox para acelerar la reducción
de colorantes azo (Keck et al, 1997; Rau et al, 2002; Dos santos et al, 2004). Dicho
aumento insignificante durante la reducción del colorante, por altas concentraciones de
quinonas pudo ser consecuencia de una saturación cinética (Dos santos et al, 2004).
Field & Bradley (2002) reportaron una pequeña variación en los valores de k a
concentraciones de riboflavina mayores a 0.055 mM, lo cual se atribuyó a la saturación
cinética de la reducción enzimática de riboflavina.
74
Aunque en la presente investigación se obtuvieron resultados alentadores
(respecto a la inmovilización de mediadores redox en resinas de intercambio iónico y su
impacto favorable en la decoloración de un compuesto azo recalcitrante), es necesario
seguir investigando el papel catalítico de otros mediadores redox inmovilizados en otras
matrices, con el fin de identificar el catalizador adecuado para diferentes aplicaciones.
El impacto catalítico de un mediador redox varía dependiendo del contaminante a tratar
y de las concentraciones tanto del catalizador como del contaminante. Por ejemplo, Rau
et al. (2002), estudiaron el efecto catalítico de varias quinonas (AQS, Lawsona, AQDS),
al ser aplicados como mediadores redox en la reducción de colorantes azo. Los
resultados indicaron que la eficacia de las quinonas para acelerar la reducción de los
colorantes, está en función del potencial de óxido-reducción (redox) tanto de la quinona
como del colorante. De esta forma, un mismo catalizador pudo estimular la reducción
de varios colorantes, pero hubo otros colorantes que no fueron reducidos con el mismo
catalizador. Además, el potencial redox no es el único aspecto que determina la
velocidad de reducción de los colorantes. Dos santos et al. (2005) encontraron que
catalizadores con el mismo potencial redox, pero con distinta estructura, mostraron
diferencias en su capacidad para transferir electrones a un mismo colorante. Por el
contrario, mediadores redox con un potencial redox distinto pudieron acelerar la
decoloración de un mismo colorante con la misma intensidad. Por lo tanto, para cada
aplicación se demandarán estudios preliminares que permitan discernir el tipo de
mediador redox a inmovilizar y la concentración demandada del mismo en los sistemas
de tratamiento de aguas residuales.
75
CAPÍTULO 8. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
76
desorción, ya que no habrá aniones de mayor valencia que puedan competir por los
sitios activos presentes en las resinas. Por lo tanto, con esta estrategia se podría
disminuir el tiempo necesario para la saturación final de las resinas, y aumentar el
tiempo medio de utilidad de las resinas dentro de los reactores.
Otro aspecto importante es probar si los mediadores redox inmovilizados en
resinas son capaces de mantener o aumentar su capacidad catalítica a diferentes
temperaturas, y estudiar el comportamiento de las resinas (R y RF) en flujo continuo a
nivel reactor.
77
CAPÍTULO 9. REFERENCIAS
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